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INTRODUCCIÓN

La navegación marítima presenta un gran cumulo de riesgos en su recorrido de un


puerto a otro, no solamente para las personas sino también para las mercancías,
que son depositadas en las naves o buques en los cuales se lleva a cabo dicha
navegación. Los riesgos que representa la navegación de un buque, y en los
cuales, en ciertos casos se convierten en accidentes no solo son producidos por la
voluntad del hombre, sino por una serie de elementos o circunstancias de caso
fortuito o de fuerza mayor, que escapan de la intención de la persona, y en la cual
existe la intervención de la naturaleza.

Una vez que un barco zarpa de un puerto a otro, presenta riesgos y dificultades en
su recorrido, que tienen que ser regulados por leyes especiales y es por ello que
existe un ordenamiento legal destinado a regular los riesgos de la navegación, en
Venezuela una de esas normas es el Decreto Ley de Comercio Marítimo el cual
fue modificado el 05 de enero del 2006.

Por otra parte en cuanto al reaseguro la determinación de su origen y evolución es


imprecisa, ya que es imposible señalar cuando los comerciantes pensaron en
asumir el riesgo entero o una buena parte de él, para asegurar a su vez con otro
asegurador aquella parte que excedía de su capacidad financiera, lo que
conocemos hoy en día como reaseguro.

El Reaseguro amplia los limites del asegurador al facultarle, mediante su


contratación, para asumir riesgos que exceden de su capacidad económica, pero
que el podrá ceder a otro dándose así un Reaseguro, los reaseguradores asumen
la parte del riesgo que el asegurador no puede tomar sin que se atente contra sus
intereses.
SEGURO MARITIMO
El seguro marítimo es pionero en el campo de los seguros en general, los
primeros riesgos asegurados fueron los de la navegación, los estudiosos de la
historia sitúan su origen en la Edad Media como consecuencia del tráfico marítimo
en el Mediterráneo y la prohibición por parte de la Iglesia Católica del préstamo a
la gruesa.

El seguro es hoy un elemento indispensable en el transporte marítimo, Cada


expedición marítima conlleva un conjunto de seguros de esta naturaleza sobre los
diferentes intereses asegurados, sin la existencia del seguro sería impensable que
los distintos sujetos del transporte actuasen, al menos por su propia cuenta y
riesgo, sin el seguro podemos afirmar que desaparecería todo el comercio
mundial, su importancia es tal que, sin el menor género de dudas, el progreso de
la humanidad se debe en grandísima medida a la existencia del seguro marítimo.

El mercado asegurador es actualmente muy homogéneo, así que la competencia


se distingue en un solo factor, el precio con oscilaciones generalmente cada cinco
años.

El elemento esencial es, pues, el ámbito en el que se generan los riesgos


cubiertos por el contrato, los llamados riesgos de la navegación, que vienen
delimitados por el concepto de navegación, que no se refiere exclusivamente al
viaje del buque sino que se extiende a las fases terrestre, anterior y posterior al
mismo, que tengan una dependencia directa con la navegación.
La aplicación preferente de las normas está sometida a la condición de que el
supuesto de hecho se encuentre regulado por una ley especial o por una ley
posterior; en el presente caso el seguro de embarcación forma parte del seguro
marítimo, el cual es de preeminente aplicación por su especialidad que lo distingue
del seguro en general. En efecto, el Código de Comercio Venezolano, clasifica al
seguro terrestre y seguro marítimo como actos objetivos de comercio diferentes.
CONTRATO DE SEGURO MARÍTIMO
El contrato de seguro marítimo es aquel por el que una persona (asegurador) se
obliga a cambio de una prima, a indemnizar a otra (asegurado) por una suma
establecida en dicho contrato en caso de que acaezca uno de los riesgos previstos
por el contrato que cause daños al patrimonio empleado en la aventura marítima.
A cambio de una prima, el asegurador pacta con el asegurado, quien le
indemnizará según lo establecido en el contrato.
Es pues un contrato:
 Oneroso
 De tracto sucesivo
 Aleatorio
 Sinalagmático
 De empresa
 De indemnización.

Este seguro cubre los posibles riesgos que tienen consecuencias negativas para
el buque, la mercancía transportada y demás intereses en juego. Si se producen
unos daños por los riesgos de la navegación marítima se despliegan los efectos
del contrato de seguro marítimo, el asegurador indemnizará al asegurado.

Los seguros marítimos se pueden clasificar por:


 Durabilidad del contrato, que puede ser por tiempo o por viaje
 Interés asegurado, que diferencia entre el de buque o cascos, el de
cargamento, el de beneficio esperado y el de responsabilidad.
 Cobertura del riesgo, total si es a todo riesgo o especial de determinados
riesgos, como por ejemplo por contaminación.
 Modalidades de póliza, ya sea por cuenta ajena, por cuenta propia, por
cuenta de quien corresponda o póliza flotante o de abono
 Circulación de la póliza, que se presenta en tres modalidades, nominativa, a
la orden y al portador.
 Forma de explotación mutua o a prima fija.

Sin la existencia de la póliza de seguro no se dará por válido el contrato de


aseguramiento, En la póliza debe constar por cuenta de quién corre el seguro,
pero en los contratos de seguros de mercancías no suele especificarse el nombre
de la persona y se admite “por cuenta de quién corresponda” la forma escrita es
indispensable para concluir el contrato.

El interés asegurado es el objeto del contrato de seguro, así podemos clasificarlo


en función del bien núcleo de dicho interés:
El buque “seguro sobre cuerpos” o “seguro de cascos”
Las mercancías “seguro de carga” o “sobre facultades”
El beneficio esperado por al venta de las mercancías. Este valor que se obtendría
en caso de vender la mercancía debe constar en la póliza
El flete. Tanto flete a ganar como flete adquirido a todo evento.
Deudas derivadas de la navegación marítima como daños de responsabilidad civil
por abordaje o contaminación.

El riesgo es la posibilidad de que se produzca un daño que lesione un interés. Los


seguros no cubrirán más que aquellos riesgos establecidos en el contrato y que la
ley no haya excluido.
Los riesgos excluidos suelen ser los producidos por una situación de guerra,
negligencia del patrón o capitán y el vicio propio de la cosa asegurada.
Los riesgos más típicos que deben de cubrir las pólizas son: varada, temporal,
naufragio, abordaje, cambio de derrota o buque, echazón, incendio, apresamiento,
saqueo, declaración de guerra, embargo por orden del gobierno, retención por un
poder extranjero, represalias y otros accidentes de mar.
El asegurador es la compañía que se compromete a indemnizar al asegurado a
cambio de una prima, y en caso de que tenga lugar un siniestro que cause daños
en los intereses asegurados en el contrato.

Para llevar a cabo la indemnización existen dos procedimientos.

1. Liquidación por avería, el asegurado deberá probar que ha tenido lugar un


siniestro, cuya posibilidad se había previsto en el contrato y que aquél ha
provocado un daño, es frecuente la aportación de pruebas documentales
que ratifiquen la existencia de los daños.
2. Liquidación por abandono, si se produce un siniestro grave se da la
liquidación por abandono sin necesidad de valoración previa, el asegurado
deberá comunicárselo al asegurador mediante una declaración de abandono
para transmitir la totalidad del valor asegurado, un juez puede decidir el
abandono.
Los supuestos de liquidación por abandono son:
 Pérdida total absoluta
 Pérdida funcional
 Pérdida total económica. Las cosas aseguradas pierden en una proporción
superior a cuatro tercios de su valor.

ELEMENTOS PERSONALES

 Asegurador: El asegurador es la persona que, a cambio de la prima, asume la


cobertura de los riesgos pactados y se obliga a indemnizar los daños
padecidos por el asegurador, en la cuantía y en los términos fijados
convencionalmente. tiene obligación principal del asegurador, a cambio de
recibir la prima convenida, es la de pagar la indemnización o prestación
pactada. Esta obligación, de carácter genérico o abstracto, en el momento de
suscribir el contrato, se convierte en una obligación cierta y concreta cuando se
produce el siniestro.
 Asegurado: En cuanto al asegurado es la persona, física o jurídica, titular del
interés objeto de seguro y del derecho al cobro de indemnización. El
asegurado se caracteriza por ser la persona titular del interés asegurado y que,
por consiguiente, está expuesta al riesgo, en el sentido de que va a sufrir los
efectos del evento dañoso cuando éste ocurra. Ya hemos señalado
anteriormente que puede coincidir o no con el tomador. La existencia del
asegurado como figura independiente del tomador exige la contratación por
cuenta ajena. En este caso, no se pueden dejar al margen algunas
circunstancias que dan un carácter especial a la figura del asegurado; así, éste
no tiene que hacer saber su aceptación al asegurador, salvo cuando el riesgo
asegurado es el de fallecimiento; el asegurador no puede revocar la
estipulación por la que se obliga a cubrir el riesgo asegurado; y, por último, el
tercero asegurado no puede ser cualquiera, al menos en los seguros de daños,
ya que el asegurado ha de ostentar algún interés en el objeto asegurado.

REASEGURO

El Reaseguro constituye un eslabón esencial en el negocio del Seguro, pues es la


base que las aseguradoras utilizan para respaldar a sus asegurados. En el artículo
553 del Código de Comercio, se menciona que el asegurador puede Reasegurar
las cosas que él hubiere asegurado.
El asegurado puede asegurar el costo del seguro y el riesgo de insolvencia del
asegurador; pero ellos no pueden celebrar entre sí un reaseguro.
El reaseguro constituye un elemento fundamental para cualquier empresa de
seguros, pues es la forma que esta utiliza para distribuir el riesgo de tal manera
que sea manejable.
Rodrigo Uría señala que “es una modalidad del seguro que cubre el riesgo que
asumen los aseguradores al estipular los contratos de seguro directo con sus
clientes, su finalidad es resarcir el daño patrimonial que experimenta el asegurador
directo al producirse el evento que obliga a indemnizar a su asegurado…”
Para Montoya “se trata de una figura en virtud de la cual el asegurador descarta
los riesgos que asume frente a sus asegurados, para satisfacer las
indemnizaciones que debe pagar, llegado el caso, de este modo es asegurador
frente a los asegurados y es asegurado respecto al reasegurador”.

La Ley de la Actividad Aseguradora establece que las aseguradoras nacionales


deben realizar sus operaciones de Reaseguro con las Reaseguradoras Nacionales
y luego si es necesario, acudir al mercado Reasegurador Mundial.
Como es obvio, el mercado nacional es muy limitado, ya que todas estas
operaciones se realizan en moneda extranjera y al existir un control de cambio, las
transacciones son más complejas.
Para evitar hacerse cargo de todos los riesgos, las compañías aseguradoras
recurren al reaseguro, es decir, pagan una prima a otra empresa de seguros para
que ésta cubra parte del riesgo. Es un mecanismo que permite compartir los
riesgos para que las compañías de seguros cumplan con las obligaciones
contraídas hacia sus clientes. Al reasegurar parte del riesgo, la empresa
aseguradora garantiza la disponibilidad de fondos para hacer frente a grandes
indemnizaciones.
El asegurador puede asegurar los riesgos asumidos, es decir, la ley faculta al
asegurador a reasegurar los seguros que ha tomado.
El reaseguro es un contrato mediante el cual un asegurador que ha tomado
directamente un seguro traspasa parte de él a otro asegurador, que, por
consiguiente, toma la responsabilidad de pagar la proporción que le corresponda
en el caso de que ocurran los riesgos previstos en el seguro contratado.
"Es el contrato que un segurador celebra con otro para protegerse de las
consecuencias de los seguros que ha otorgado, en cuanto excedan de su
capacidad y conveniencia, transfiriendo al reasegurador una parte o la totalidad de
los riesgos en las condiciones que se convengan entre ambos. Es una manera de
repartir los riesgos, conservando la responsabilidad ante el asegurado.
El reaseguro puede contratarse en condiciones iguales o más o menos favorables
que las del seguro. Y como características especiales tiene las que no extingue las
obligaciones del coasegurador, ni confiere al asegurado acción directa contra el
reasegurador."

CARACTERISTICAS DEL REASEGURO


En este sentido podemos decir que el reaseguro posee las siguientes
características:

 Consensual: este atributo se presenta con mayor frecuencia que en el contrato


de seguro
 Oneroso: pues la cobertura tiene como prestación obligada, una prima en
efectivo a cargo del asegurador cedente.
 De trato sucesivo: en razón de que dicha cobertura, se extiende en el tiempo,
en relación al seguro directo.
 Aleatorio: por cuanto el reasegurador corre la misma suerte que del
asegurador.
 Bilateral: es un carácter indispensable, ya que se crean derechos y
obligaciones reciprocas que deben ser consignados en el contrato.
 Accesorio: debido a que requiere para su perfeccionamiento, de la previa
cobertura del asegurador directo.
 Nominado: debido a que el nombre de reaseguro esta previsto en las leyes
respectivas.
 Atípico: en razón de que no está regulado por ninguna ley.
TIPOS DE REASEGUROS

1. Contrato de Reaseguro Facultativo: El objeto del reaseguro es el mismo


objeto que el de la póliza original del seguro.
2. Contrato de Reaseguros Proporcionales: El objeto de reaseguro es el objeto
de la póliza del seguro pero se manejan proporciones directas entre primas
y riesgos cedidos.
3. Contratos de Reaseguros No Proporcionales: El objeto del reaseguro es la
obligación que la compañía cedente ha contraído para pagar a sus
asegurados.

Cabe mencionar que el contrato de reaseguro es independiente del contrato de


seguros ya que el reaseguro no otorga al asegurado original ningún derecho ni
obligación. Es decir, en caso de siniestro o cualquier punto a tratar, el asegurado
sólo podrá dirigirse a la aseguradora; siendo esta última, la única que tiene
derechos y obligaciones con la compañía de reaseguro.

REASEGURO EXCESO DE PÉRDIDA Y LÍMITES DE RETENCIÓN

Este método también es llamado Reaseguro de siniestro ya que establece un


límite para la responsabilidad de la cedente hasta un máximo de siniestros que
pueda tomar a su cargo.
Este sistema se encuentra aplicado, generalmente, en los seguros no-vida, pero
últimamente ya se encuentra en este ramo. Su característica principal es el que
existe una repartición de las responsabilidades entre cedente y reasegurador, la
cual se basa en el siniestro y no en la suma asegurada como en los reaseguros
proporcionales. Por consiguiente el reasegurador recibe un porcentaje de las
primas y no una proporción de la suma asegurada.
VENTAJAS
1. La cedente contrata protección únicamente para los siniestros graves que
pudieran desequilibrar su capacidad financiera, pues dentro de los límites
del exceso de pérdida la protección es total y así puede elegir el límite
monetario en el que cesan sus obligaciones.
2. El reasegurador no indemniza los siniestros pequeños y más frecuentes
que tienen un coste inferior al límite más bajo del reaseguro exceso de
pérdida, por lo que la cedente retiene por su cuenta una proporción mayor
de las primas brutas que suscribe.
3. Los gastos administrativos son menores para ambas partes (aseguradora y
reaseguradora) ya que la cedente no clasifica cada uno de los riesgos que
suscribe para fijar su retención.

DESVENTAJAS
1. La tarificación, ya que carece de referencia directa, es decir, de las primas
originales para que el reasegurador ajuste la comisión de reaseguro
otorgada según la siniestralidad y el equilibrio de la cartera asegurada. El
problema es que si “la tarifa del seguro original fue mal calculada, el
reasegurador de exceso de pérdida quedará en libertad para contratar el
reaseguro, fundado en la experiencia que tiene sobre los negocios de esta
clase.”
2. Protegen a la compañía cedente contra la gravedad de los siniestros; los
aumentos en la frecuencia de los siniestros que estén por debajo de la línea
de retención quedarán bajo responsabilidad dela cedente. Si se requiere
protección contra los aumentos en la siniestralidad de cualquiera de los
elementos sería necesario el reaseguro “stop loss”.
3. El reasegurador tiene que atender más siniestros pues la compañía busca
protección ante los aumentos en la frecuencia prevista de los estos,
estableciendo límites de retención bajos; esto hace que los gastos de
administración se eleven y en consecuencia se diluya la ventaja del
reaseguro exceso de pérdida.
Jurisprudencia
Decisión de Tribunal Superior Marítimo de Caracas, de 11 de Agosto de 2016
Procedimiento: Daños Y Perjuicios Y Daño Moral
Ponente: Liliana Falcicchio
Número de Expediente: 2010-000228
Fecha de Resolución: 11 de Agosto de 2016
Emisor: Tribunal Superior Marítimo
RESUMEN
Por los razonamientos anteriormente expuestos, este Tribunal Superior Marítimo
(Accidental) con Competencia Nacional y sede en la ciudad de Caracas, en
nombre de la Republica Bolivariana de Venezuela y por autoridad de la Ley
expresamente declara: PRIMERO: Sin Lugar el recurso ordinario de apelación
ejercido en fecha tres (3) de marzo de 2011, por la representación judicial de la
parte actora, ciudadanos Emil Israel Kizer Gruszecka y Silvie Esther Cohen Bitton,
en contra de la sentencia dictada en fecha veintidós (22) de febrero de 2011, por
el Tribunal de Primera Instancia Marítimo con Competencia Nacional y sede en la
ciudad de Caracas, en el juicio que por Daños y Perjuicios y Daño Moral, siguen
dichos ciudadanos en contra de la sociedad mercantil American Airlines Inc.
SEGUNDO: Parcialmente Con Lugar el recurso ordinario de apelación ejercido en
fecha tres (3) de marzo de 2011, por la representación judicial de la parte
demandada, sociedad mercantil American Airlines Inc., en con..... (Ver resumen
completo)
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
TRIBUNAL SUPERIOR MARÍTIMO (ACCIDENTAL) CON COMPETENCIA
NACIONAL Y SEDE EN LA CIUDAD DE CARACAS.-
Caracas, 11 de agosto de 2016
Años: 206º y 157º
EXPEDIENTE Nº 2010-000228
PARTE ACTORA: Emil Israel Kizer Gruszecka y Silvie Esther Cohen Bitton,
venezolanos, mayores de edad, de este domicilio y titulares de las cédulas de
identidad Nros. 13.311.020 y 14.574.693, respectivamente.
APODERADOS JUDICIALES DE LA PARTE ACTORA: Carlos Brender y Roberto
Salazar, abogados en ejercicio, titulares de la cédula de identidad Nros. V.-
3.566.115 y V-11.907.673, respectivamente, e inscritos en el Inpreabogado bajo
los Nros. 7.820 y66.600, también respectivamente.
PARTE DEMANDADA: American Airlines, Inc., sociedad mercantil constituida
conforme a las leyes del Estado Delaware, Estados Unidos de Norte América, el
11 de abril de 1934, e inscrita ante el Registro Mercantil Segundo de la
Circunscripción Judicial del Distrito Federal y Estado Miranda, en fecha 15 de julio
del 1987, bajo el Nº 01, Tomo 23-A-Sgdo.
APODERADOS JUDICIALES DE LA PARTE DEMANDADA: José Antonio Muci
Borjas, Mariauxiliadora Riera Briceño, María Virginia Carrero Guerrero, José Muci-
Abraham, Verónica Pacheco Sanfuentes, Nieve Fonte Concepción, Alfredo Parés
Salas, Jesús Delgado Sánchez, Nailliw Andrade Flores y Sandra Dos Santos,
David Márquez Párraga y Jessica Palumbi, abogados en ejercicio, titulares de las
cédulas de identidad Nros V-6.056.019, V-7.370.639, V-15.365.504, V-350.056, V-
6.979.838, V-13.537.741, V-14.876.652, V-16.084.062, V-17.554.314, V-
17.385.437, V-13.113.147 y V-18.587.059, respectivamente, e inscritos en el
Inpreabogado bajo los Nros 26.147, 26.825, 124.690, 88, 48.462, 90.705, 91.079,
117.218, 138.148, 140.562, 104.502 y 154.742, también respectivamente.
MOTIVO: Daños y Perjuicios y Daño Moral
DE LOS ALEGATOS DE LAS PARTES
La parte actora, ciudadanos Emil Israel Kizer Gruszecka y Silvie Esther Cohen
Bitton, a través de sus apoderados judiciales, señalaron en su escrito de reforma
libelar lo siguiente:
Primero: Al pago de la suma de Siete Mil Trescientos Setenta y Cuatro Bolívares
con Veinticuatro Céntimos (Bs. 7.374,24), que representa la suma pagada a la
compañía naviera Royal Caribbean, según número de reserva 6545134, por
concepto de daños y perjuicios materiales que les ha causado la cancelación del
vuelo signado con el Nº 902 previsto para el día veinticinco (25) de noviembre de
2007, a las 09:50 a.m., lo cual imposibilitó embarcar a tiempo en el citado crucero.
Asimismo, demandó la corrección monetaria sobre la mencionada suma desde el
día veinticinco (25) de noviembre de 2007 exclusive, fecha en que los
demandantes han debido embarcar en el mencionado crucero hasta el día que se
dicte sentencia definitiva en el presente juicio inclusive.
Segundo: Al pago de la suma de Ciento Sesenta Mil Bolívares (Bs. 160.000), por
concepto de daño moral que les ha causado la cancelación del vuelo signado con
el Nº 902 previsto para el día veinticinco (25) de noviembre de 2007, a las 09:50
a.m., haciendo destacar que la fijación definitiva del daño moral le corresponde al
sentenciador, asimismo, destacó que la Sala de Casación Civil del Tribunal
Supremo de Justicia, en sentencia de fecha treinta y uno (31) de marzo de 2004,
sostuvo que: “No se incurre en el vicio de ultrapetita al condenar por daño moral
una cantidad mayor a la demandada”.
Tercero: Al pago de las costas que ocasione este procedimiento, de conformidad
con lo previsto en el artículo 274 del Código de Procedimiento Civil.
Por su parte, la representación judicial de la parte demandada, consignó en fecha
veintiséis (26) de noviembre de 2008, escrito de contestación a la demanda,
mediante la cual realizó sus defensas alegando que en el presente caso se está
ante una causa extraña no imputable a su representada, puesto que la
cancelación del vuelo Nº 902 del día veinticinco (25) de noviembre de 2007, fue
debido a un desperfecto mecánico ajeno a la voluntad de la prestadora del servicio
de transporte aéreo.
En otro sentido, también la demandada alegó que los daños morales únicamente
se generan en virtud de un hecho ilícito, y la cancelación del vuelo no califica
como tal, por lo cual la demanda debía ser declarada improcedente.
De igual forma, la demandada indicó el artículo 1.274 del Código Civil, el cual
limita la responsabilidad por daños y perjuicios contractuales, al señalar que el
deudor de una obligación no responde sino por los daños y perjuicios que han
podido preverse al tiempo de la celebración del contrato, por lo que bajo ese
supuesto, y con base en el contrato de transporte aéreo, American Airlines Inc., no
podía ser condenada al pago de los daños reclamados por los actores, solo en lo
que respecta a una compensación, la cual se encuentra establecida en las
regulaciones aeronáuticas.
Por último, la accionada impugnó la estimación de la demanda por ser ésta
exagerada, así como se opuso por ser improcedente en derecho a la corrección
monetaria solicitada por los actores.
MOTIVACIONES PARA DECIDIR
Culminada la revisión del acervo probatorio, corresponde a esta Alzada dictar
decisión en la presente causa, en virtud del recurso de apelación interpuesto en
fecha tres (3) de marzo de 2011, por el abogado Roberto Salazar, actuando en
representación de la parte actora, ciudadanos Emil Israel Kizer Gruszecka y Silvie
Esther Cohen Bitton, así como por la abogado Mariauxiliadora Riera Briceño,
actuando en representación judicial de la parte demandada, sociedad mercantil
American Airlines Inc., quienes apelaron de la sentencia de fecha veintidós (22) de
febrero de 2011, dictada por el Tribunal de Primera Instancia Marítimo con
Competencia Nacional y sede en la ciudad de Caracas, en la cual ese Juzgado
resolvió:
Primero: Declara CON LUGAR la demanda intentada por los ciudadanos EMIL
ISRAEL KIZER GRUSZECKA y SILVIE ESTHER COHEN BITTON, en contra de la
sociedad mercantil AMERICAN AIRLINES, INC.
Segundo: Condena a la sociedad mercantil AMERICAN AIRLINES, INC., a pagar
a los ciudadanos EMIL ISRAEL KIZER GRUSZECKA y SILVIE ESTHER COHEN
BITTON, la cantidad de SIETE MIL TRESCIENTOS SETENTA Y CUATRO
BOLÍVARES CON VEINTICUATRO CÉNTIMOS (BS. 7.374,24) por concepto de
daño material.
Tercero: Condena a la parte demandada sociedad mercantil AMERICAN
AIRLINES, INC., a pagar a cada uno de los ciudadanos EMIL ISRAEL KIZER
GRUSZECKA y SILVIE ESTHER COHEN BITTON, parte actora, la cantidad de
DIEZ MIL BOLÍVARES CON 00/100 (Bs. 10.000,00) por concepto de daño moral.
Cuarto: Condena a la sociedad mercantil AMERICAN AIRLINES, INC., a pagar a
la parte actora los ciudadanos EMIL ISRAEL KIZER GRUSZECKA y SILVIE
ESTHER COHEN BITTON, la indexación o corrección monetaria de las cantidades
indicadas en el Punto Segundo de este dispositivo, de acuerdo a lo establecido en
la motiva del fallo, para lo cual se oficiará al banco Central de Venezuela.
Conforme a lo establecido en el artículo 274 del Código de Procedimiento Civil, al
haber resultado totalmente vencida en la controversia, se condena en costas a la
parte demandada sociedad mercantil AMERICAN AIRLINES, INC.
DISPOSITIVO DEL FALLO
Por los razonamientos anteriormente expuestos, este Tribunal Superior Marítimo
(Accidental) con Competencia Nacional y sede en la ciudad de Caracas, en
nombre de la República Bolivariana de Venezuela y por autoridad de la Ley
expresamente declara:
Primero Sin Lugar el recurso ordinario de apelación ejercido en fecha tres (3) de
marzo de 2011, por la representación judicial de la parte actora, ciudadanos Emil
Israel Kizer Gruszecka y Silvie Esther Cohen Bitton, en contra de la sentencia
dictada en fecha veintidós (22) de febrero de 2011, por el Tribunal de Primera
Instancia Marítimo con Competencia Nacional y sede en la ciudad de Caracas, en
el juicio que por Daños y Perjuicios y Daño Moral, siguen dichos ciudadanos en
contra de la sociedad mercantil American Airlines Inc.
Segundo Parcialmente Con Lugar el recurso ordinario de apelación ejercido en
fecha tres (3) de marzo de 2011, por la representación judicial de la parte
demandada, sociedad mercantil American Airlines Inc., en contra de la sentencia
dictada en fecha veintidós (22) de febrero de 2011, por el Tribunal de Primera
Instancia Marítimo con Competencia Nacional y sede en la ciudad de Caracas, en
el juicio que por Daños y Perjuicios y Daño Moral, siguen en su contra los
ciudadanos Emil Israel Kizer Gruszecka y Silvie Esther Cohen Bitton.
Tercero Se revoca la sentencia dictada en fecha veintidós (22) de febrero de 2011
por el Tribunal de Primera Instancia Marítimo en el juicio que por Daños y
Perjuicios y Daño Moral, siguen los ciudadanos Emil Israel Kizer Gruszecka y
Silvie Esther Cohen Bitton, en contra de la sociedad mercantil American Airlines
Inc., cursante en el expediente signado con el Nº 2008-000245, de la
nomenclatura interna de ese Juzgado, solo en lo que respecta al daño moral
demandado, así como en cuanto a la fecha de calculo para la indexación
monetaria demandada
Cuarto Parcialmente Con Lugar la demanda que por Daños y Perjuicios y Daño
Moral interpusieron los ciudadanos Emil Israel Kizer Gruszecka y Silvie Esther
Cohen Bitton, en contra de la sociedad mercantil American Airlines, Inc., cursante
en el expediente signado con el Nº 2008-000245, de la nomenclatura interna del
Tribunal de Primera Instancia Marítimo.
Quinto Se condena a la sociedad mercantil American Airlines, Inc., A pagar a los
ciudadanos Emil Israel Kizer Gruszecka y Silvie Esther Cohen Bitton, la cantidad
de Siete Mil Trescientos Setenta y Cuatro Bolívares con Veinticuatro Céntimos
(BS. 7.374,24) por concepto de Daño Material.
Sexto Se ordena la indexación o corrección monetaria de las cantidades indicadas
en el punto Quinto de este dispositivo, de acuerdo a lo establecido en la motiva del
fallo, para lo cual el Tribunal de Primera Instancia Marítimo deberá oficiar al Banco
Central de Venezuela.

Se condena en costas a la parte demandante por haber resultado vencida, al


declararse sin lugar la apelación, de conformidad con el artículo 274 del Código de
Procedimiento Civil.
CONCLUSION
Los seguros desempeñan un papel fundamental en las economías modernas, ya
que proporcionan los medios adecuados para reemplazar la pérdida o destrucción
de bienes materiales de esta manera garantizar la inversión de los asegurados.
Además, las enormes reservas de capital que necesitan las empresas de seguros
para hacer frente a los pagos por indemnización se invierten, por lo que
constituyen una fuente de financiación para que la industria aumente sus
inversiones o sus bienes de capital.
Las compañías aseguradoras amplían de forma constante su ámbito de
competencia asegurando a las personas ante nuevos riesgos. En el caso del
seguro marítimo, este se ha adecuado a la situación actual, donde los riesgos y
los tipos de indemnización van de acuerdo a los tratados internacionales suscritos
por el Derecho Marítimo. Durante la década de 1980 las compañías aseguradoras
han ampliado su cobertura, por lo que ahora se pueden cubrir casi todos los
riesgos posibles.
Desde el punto de vista social la función del seguro es obvia, dado que permite
solventar los inconvenientes económicos que derivan de la perdida de
mercancías, materias primas y todo tipo de objetos transportados vía marítima.
Desde el punto de vista económico, posibilita el desarrollo del crédito, es fuente de
trabajo para quienes se dediquen a esta actividad (productores asesores,
entidades aseguradoras, etc.). Contribuye a la formación del producto bruto
interno y por lo tanto del producto bruto nacional.
El objeto del contrato es el de indemnizar al asegurado, previo pago de una prima
al asegurador, hay que tomar en cuenta que esta indemnización es variable ya
que esta sujeta a que el siniestro ocurra.
El contrato de seguro no siempre es considerado como un contrato de adhesión, si
bien es cierto dentro de las características figura la de ser uno de adhesión esto
no es siempre así, ya que cabe la posibilidad de que sea consensual, esto
dependerá de la voluntad de las partes, de la póliza que se emita, el riesgo
cubierto, etc.
Tenemos también otras figuras de seguros como el reaseguro, que es la
operación de seguros realizada por el asegurador, por la que transfiere parte de
los riegos asumidos al reasegurador, pero es el único obligado con respecto al
asegurado o tomador del seguro.
Finalmente tenemos que la póliza, es el instrumento probatorio por excelencia del
contrato celebrado entre el asegurado y el asegurador. Es aconsejable antes de
celebrarlo, leer todas las cláusulas contenidas en el mismo, para tener una
información completa de sus términos y condiciones. En él se reflejan las normas
que de forma general, particular o especial regulan la relación contractual
convenida entre el asegurador y el asegurado.
El hecho de tener contratado un seguro no exime al contratante de tomar las
precauciones necesarias para evitar el daño, y se hace recomendable adaptar las
condiciones del seguro a las circunstancias reales de cada momento.
BIBLIOGRAFÍA
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