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Cómo planificar un proyecto educativo

Existen diversos modelos que facilitan la elaboración de un proyecto educativo para la correcta
planificación de recursos y demás. Vamos a conocerlos brevemente:

Modelo 1
Implica escoger recursos, actividades e intercambio de inquietudes, establecimiento de metas,
identificación de necesidades, metas, intereses y propuestas del alumnado.
Este modelo se divide en diferentes etapas:
1. Análisis de situación. Se analizan las necesidades del alumnado, las consecuencias y las causas y
su resolución.
2. Definición de problemáticas. Se constata el problema y se buscan soluciones a corto, medio y
largo plazo.
3. Planificación de actividades. Se crea un cronograma con la secuencia de los trabajos a llevar a
cabo.
4. Justificación del proyecto. Se toman en consideración las razones del proyecto: relevancia,
utilidad y factibilidad.
5. Objetivos y metas. Se establecen los objetivos que se pretenden conseguir con el proyecto en
relación a la solución de las problemáticas halladas.
6. Recursos. Se evalúan los recursos que se han de usar, tanto humanos como materiales.
7. Evaluación. Se evalúa el proceso y los resultados.
8. Redacción. Se redactan las conclusiones.

Modelo 2
Se divide el proyecto en la esquematización de diversas secciones para desarrollar las actividades.
Las vemos:
1. Contenido: se establece el área problemática, que será el punto de partida que justifica la
elaboración del proyecto.
2. Delimitación: se centraliza el análisis específico.
3. Fundamentación: se describe con detalle las condiciones que influyen en la problemática a
tratar. Se analizan características como la situación social, el momento histórico, etc. Se fundamenta
el análisis detallado, se establece una bibliografía, se compara con otros modelos de proyecto, etc.
4. Planificación: se determinan los requisitos necesarios respondiendo a interrogantes como las
técnicas que se usarán, el lugar donde llevar a cabo las actividades, los recursos que se tienen, las
personas que contribuirán en mayor o menor grado, el tiempo de realización, la evaluación, etc.
5. Objetivos: se establecen los objetivos específicos para estructurar el proyecto en base a pequeñas
metas.
Modelo 3
Vamos conociendo el tercer modelo de proyecto educativo que será el que determine el camino a
seguir para alcanzar los objetivos que se propusieron. Para ello consta de:
1. Metodología: se selecciona el proceso metodológico óptimo tras tomar en consideración
elementos como la especificación de herramientas que se vayan a emplear, actividades específicas
que se realizarán, definición del grupo de personas con el que trabajar, elaboración en detalle de
sexo y formación de los integrantes del grupo, identificación de la muestra, etc.
2. Análisis: obtenidos los datos, se usan los instrumentos adecuados para su análisis.
3. Recursos: se elabora el proyecto conociendo la disposición de recursos materiales como
audiovisuales, transporte, culturales, etc.
4. Recursos humanos: se tendrá en cuenta a las personas que participarán en el proyecto y que
llevarán a cabo las actividades.
5. Presupuesto: se elabora un reparto del presupuesto adaptado como recursos financieros para
adquirir instrumentos y herramientas necesarias, contrato de personal, etc.

Barreras a los proyectos educativos innovadores


Sobre el papel, los resultados que prometen muchos proyectos educativos innovadores pueden
parecer imbatibles. Sin embargo, la realidad es que, para convertirse en éxito, antes sus Project
Managers han de ser capaces de enfrentarse a algunas adversidades. Las tres principales barreras a
este tipo de iniciativas son:
1. Recursos: los medios necesarios para muchos de estos proyectos educativos innovadores
implican costes superiores y requieren de presupuestos más abultados que los de otros modelos
educativos convencionales. Esta limitación obliga a tener que hacer un esfuerzo extra para que el
aspecto financiero pueda resolverse adecuadamente y no obligue a tener que renunciar a
componentes críticos del proyecto o a tener que sustituirlos por otros de función equivalente.
2. Profesorado: la cualificación y capacitación de los maestros ha de ser tenida en cuenta en dos
momentos, el reclutamiento y el diseño de planes de formación continua que los mantengan
actualizados y preparados para garantizar su máximo rendimiento en la interacción con los alumnos.
La búsqueda del talento es una cuestión a tener en cuenta al planificar proyectos educativos
innovadores, igual que se ha de entender la importancia de saber retener a esos perfiles cualificados
que se han conseguido atraer.
3. Apoyo: ya sea por segmentos de la propia organización que pone en marcha el proyecto, por
parte de la comunidad a que se destina o por la falta de alineación con la visión de los
patrocinadores; la falta de apoyo es uno de los principales lastres a las iniciativas disruptivas en
materia de educación.

Proyectos educativos innovadores: por dónde empezar


Quienes se plantean la innovación como un sinónimo de sostenibilidad y quieren asegurar el futuro
de una institución en base a proyectos educativos innovadores, pueden desarrollar su iniciativa en
base a alguna de las siguientes ideas:
• Digitalización: el uso intensivo de la tecnología en las aulas ayuda a acercar a los alumnos a
esta realidad, cada vez más presente en cualquier área de la vida cotidiana, tanto en el
terreno laboral como en el personal. A través de este tipo de proyectos se puede conseguir
que sean más críticos con los avances, que sepan cómo aprovechar las oportunidades que
pueden brindarles y que abran su mente a la creación de nuevas aplicaciones.
• Colaboración: con otros centros, con otras instituciones, con fundaciones, con empresas...
La cooperación en este ámbito no tiene límites y, cuanto más rompedora, mayor será la dosis
de innovación que rodee a la iniciativa. Colaboración con la agencia espacial internacional
para interpretar o clasificar imágenes tomadas desde el otro lado de la atmósfera, con una
escuela del otro extremo del mundo para intercambiar métodos de estudio, aprender un
nuevo idioma o trabajar por la integración, etc.
• Transformación: de su propio entorno o del de otros, siempre con un objetivo prefijado y
una planificación realista. Los proyectos educativos innovadores pueden servir de impulso a
los alumnos para implicarse en iniciativas de acción social, solidarias o creativas que les
ayuden a crecer a la vez que se consigue transformar una situación o un lugar en algo mejor.
Esta información aporta detalles clave para saber cómo diseñar proyectos educativos innovadores y
eficientes.

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