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CAPITULO II
8. Art. 851.- Los animales sin marca alguna que se encuentren en las propiedades,
se presume que son del dueño de éstas mientras no se pruebe lo contrario, a no
ser que el propietario no tenga cría de la raza a que los animales pertenezcan.
9. Art. 853.- El derecho de caza y el de apropiarse los productos de ésta en terreno
público, se sujetará a las leyes y reglamentos respectivos.
10. Art. 855.- El ejercicio del derecho de cazar se regirá por los reglamentos
administrativos y por las siguientes bases:
11. Art. 856.- El cazador se hace dueño del animal que caza, por el acto de
apoderarse de él, observándose lo dispuesto en el artículo 858.
12. Art. 857.- Se considera capturado el animal que ha sido muerto por el cazador
durante el acto venatorio, y también el que está preso en redes.
13. Art. 858.- Si la pieza herida muriese en terrenos ajenos, el propietario de éstos o
quien lo represente, deberá entregarla al cazador o permitir que entre a buscarla.
14. Art. 859.- El propietario que infrinja el artículo anterior pagará el valor de la pieza, y
el cazador perderá ésta si entra a buscarla sin permiso de aquél.
15. Art. 864.- Se prohibe absolutamente destruir en predios ajenos los nidos, huevos o
crías de aves de cualquier especie.
16. Art. 865.- La pesca y el buceo de perlas en las aguas del dominio del poder
público, que sean de uso común, se regirán por lo que dispongan las leyes y
reglamentos respectivos.
17. Art. 866.- El derecho de pesca en aguas particulares, pertenece a los dueños de
los predios en que aquéllas se encuentren, con sujeción a las leyes yreglamentos
de la materia.
CAPITULO III
DE LOS TESOROS
18. Art. 873.- El tesoro oculto pertenece al que lo descubre en sitio de su propiedad.
19. Art. 874.- Si el sitio fuere de dominio del poder público o perteneciere a alguna
persona particular que no sea el mismo descubridor, se aplicará a éste una mitad
del tesoro y la otra mitad al propietario del sitio.
20. Art. 875.- Cuando los objetos descubiertos fueren interesantes para las ciencias o
para las artes, se aplicarán a la nación por su justo precio, el cual se distribuirá
conforme a lo dispuesto en los artículos 873 y 874.
21. Art. 876.- Para que el que descubra un tesoro en suelo ajeno goce del derecho ya
declarado, es necesario que el descubrimiento sea casual.
CAPITULO IV
22. Art. 885.- Son frutos naturales las producciones espontáneas de la tierra, las crías
y demás productos de los animales.
23. Art. 887.- Son frutos industriales los que producen las heredades o fincas de
cualquier especie, mediante el cultivo o trabajo.
24. Art. 890.- Son frutos civiles los alquileres de los bienes muebles, las rentas de los
inmuebles, los réditos de los capitales y todos aquellos que no siendo producidos
por la misma cosa directamente, vienen de ella por contrato, por última voluntad o
por la ley.
CAPITULO V
25. Art. 931.- Si alguno perforase pozo o hiciere obras de captación de aguas
subterráneas en su propiedad, aunque por esto disminuya el agua del abierto en
fundo ajeno, no está obligado a indemnizar; pero debe tenerse en cuenta lo
dispuesto en el artículo 837.
26. Art. 932.- El propietario de las aguas no podrá desviar su curso de modo que
cause daño a un tercero.
27.
Art. 933.- El uso y aprovechamiento de las aguas de dominio público, se regirá por
la ley especial respectiva.
28. Art. 940.- Cada partícipe podrá servirse de las cosas comunes, siempre que
disponga de ellas conforme a su destino y de manera que no perjudique el interés
de la comunidad, ni impida a los copropietarios usarla según su derecho.
29. Art. 941.- Todo copropietario tiene derecho para obligar a los partícipes a contribuir
a los gastos de conservación de la cosa o derecho común. Solo puede eximirse de
esta obligación el que renuncie a la parte que le pertenece en el dominio.
30. Art. 942.- Ninguno de los condueños podrá, sin el consentimiento de los demás,
hacer alteraciones en la cosa común, aunque de ellas pudiera resultar ventajas
para todos.