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¡SOY FELIZ!
Gabriela Guzmán
Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
Y, sin embargo,
¡SOY FELIZ!
Gabriela Guzmán
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
Agradecimientos
A MIS HIJOS
Agradezco a cada uno de mis hijos, Claudia, Miguel y Juan
Miguel, Gracias por todo su amor y apoyo incondicional,
tan puro he inmenso, por sus abrazos, sus te amo, sus
sonrisas, por el respeto y agradecimiento que me
demuestran cada día. Gracias por ser y estar siempre a mi
lado. Los amo.
A LA VIDA
Agradezco a la vida por cada día tener la oportunidad de
aprender, de ensenar, de dar, de recibir, de amar, de sonreír,
de disfrutar.
Gracias.
A MIS MAESTROS
Agradezco cada lección de vida, todas las lágrimas, la
desolación, la tristeza, las humillaciones, el abandono, el
rechazo, porque a través de los anos lo que
viví forjo la mujer que hoy soy, me Amo y estoy
enteramente orgullosa de mí misma.
A MIS PADRES
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
Gaby Guzmán
Autor
Introducción
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
Gabriela Guzmán
Autora.
UNO
¿Quién soy?
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
por llenar ese vació de ser una mujer sola con hijos, no lo
sé.
Él vivía con su papá, es decir mi abuelo “Chano”, porque
mi abuela ya había fallecido. Prácticamente los cuatro hijos
de papá fueron educados por mi abuelo y dos tíos.
Entonces es un sí.
Así es, pero tendré que conseguir los papeles –
sentenció apurado.
Pues anda y ve.
¿Te veo más tarde?
No, mejor el lunes voy a estar ocupada con mis
hijos – argumentó sacudiéndose las enaguas.
Él con los ojos grandes y expresivos aceptó la propuesta de
mamá, así que apurado se fue a buscar todo lo que le hacía
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
DOS
¿Qué somos?
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
Es algo macabro.
Fue algo verdaderamente excepcional aquellos primeros
embarazos.
No quiero ni imaginarme lo que sintieron, para la pareja
fue algo horrible, ver nacer a sus hijos y en pocos meses
despedirlos en el camposanto; increíble que algo así
sucediera y que nadie pudiera dar una explicación
coherente, científica al respecto.
Todo se limitó a una cuestión de fe, o del más allá. Quizás
porque la maldad se pudo sembrar antes de que la pareja se
pudiera casar, y mucho antes de que Josefina quedara
embarazada; ella nos contó que, al poco tiempo de conocer
a su primer marido, hubo acontecimientos extraños. Don
Salvador nació en Puente Grande, Jalisco, por aquellos
rumbos les decían “los rojos” no sé la razón de ese
sobrenombre. El apellido de Salvador era Ramírez Vega.
Un hombre alto, bien parecido, fuera de lo común y quizás
por lo mismo tenía otra pretendiente, una mujer que al
parecer conocía algo de hechicería. Don Salvador prefirió a
mi mamá después de conocerla en las fiestas de la Capilla
de Guadalupe. Ambos se enamoraron perdidamente, tanto
que a pesar de que ya pasaron tantos años mi madre sigue
recordando a Salvador como su gran amor.
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
Pues no.
Aparte de que a tu marido ya le han detectado el
problema de los cisticercos en su cabeza, sé que
eso avanzan rápidamente. Lamento que haya
perdido la vista.
Si ya nada más ve sombras, no puede trabajar y se
la pasa prácticamente en la cama.
Pues si quieres te llevo con aquella bruja, y que ella
te revise, nada pierdes – sugirió por lo bajo,
buscando en su bolsa el número de teléfono de San
Luis Potosí.
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
TRES
Decisiones
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
Se va a morir.
Un par de minutos la enfermera se llevó al niño, Josefina se
quedó internada por la gravedad del parto, en el hospital el
hecho causó mucho revuelo, de hecho, se lo pidieron varios
doctores, se informó a un área especializada en la ciudad de
México, unos tres días después llegaron dos doctores del
Distrito Federal para revisar al bebé, porque según les
reportaron no se había presentado un caso igual. Tuvieron
al niño en el Centro Médico de Occidente de Guadalajara
por más de un mes, le estuvieron dando vueltas, revisando
signos vitales, tomando algunas muestras y en observación.
Asombroso porque en el cunero las uñas le seguían
creciendo.
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
Ese niño fue el último que nació mal, pero no crean que
todo terminó ahí, porque mi abuela decidió llevar a mi
madre con la señora San Luis Potosí. Una vez más, ya no
sentía desconfianza así que una vez más se dejó volver a
sobar, a reacomodar la matriz como dijo Josefina.
El diagnóstico que le dio el chamán fue que mi mamá había
comido algo y que a través de algún alimento la habían
envenenado, <<le pusieron algo en su comida para
hacerle un mal.>>
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
Me duele todo.
Es importante que trate de descansar señora lo
mejor en estos casos es el reposo – sugirió una
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
¿Y si le hablamos al doctor?
Como tú te sientas, ya tomaste algo.
No puedo tomar nada, lo que debo de hacer es
acostarme y calentar agua para un té – comentó
encaminándose a su recámara, enjuta y lerda por el
dolor que sentía en su cuerpo.
Con cuidado.
Sí gracias – contestó con toda la paciencia que
pudo reunir en su alma.
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
CUATRO
Infancia mi tesoro perdido
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¿Por qué?
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
CINCO
¡Ni caí, ni me empujaron!
Me enamoré...
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
Para una mujer hablar del primer amor, es y debe ser algo
inefable, único... algo como aquel suspiro largo e
inexplicable que nos llenó el pecho, algo como el rocío de
las flores al despuntar el alba; por fortuna mi historia
personal se llenó de muchos matices, de muchos
sentimientos a temprana edad así que trataré de ser fiel a
ellos, para poder conmemorarlos siempre.
Todo nuestro idilio comenzó cuando estudiaba en la
secundaria Urbana número 29, la cual está ubicada en
Tlaquepaque, Jalisco. Es una secundaria mixta. Al
cambiarnos de la Colonia Atlas a la Colonia Tlaquepaque
mi mamá abrió una tienda de abarrotes con la ayuda de mi
cuñado y unos tíos. Era una tienda pequeña la cual todavía
sigue operando, pero ahora hay un mundo de negocios,
abarrotes y personas. Nada que ver en aquellos años
cuando estaba poco habitada y bueno, la secundaria se
ubicaba cerca de aquí, por eso nos íbamos caminando.
La colonia era un sitio seguro, arbolado y siempre estuvo
llena de tradiciones y olores a Jalisco, de hecho, ahí sigue
viviendo mis padres.
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
¡Mucho gusto!
Yo era una niña estudiosa y metiche (sonrió) de esas que en
todo quieren estar y ser partícipes, por eso me sentaba ahí
cerca de los maestros, no me gustaba faltar ni perderme
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
Pásale Miguel.
Muchas gracias, maestra, le parece bien si me
siento aquí – contestó con cortesía.
Sin problema, no hay nadie en ese lugar.
Entró al salón, pero a tomar la clase y se sienta cerca de
donde yo estaba con aquel derroche de confianza que lo
caracterizaba, tenía las manos grandes y los ojos
expresivos; la maestra se lo permitió, algunas de mis
compañeras se emocionaron como si estuvieran viendo a
algún artista de moda.
Al terminar la clase de matemáticas empezó a platicar
conmigo, se acercó más, fue en esa ocasión cuando
finalmente empieza a interesarse en mí y a verme con otros
ojos. Recuerdo que me hizo mil preguntas y yo nerviosa,
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
¡Hola!
¿Cómo estás?
Pásate...por favor – le comentaba tratando de que
se diera cuenta que me puse un perfume discreto,
fresco.
Una vez que entraba a la casa los dos aprovechábamos el
tiempo. Aunque a veces mi hermana o mamá nos
interrumpía la charla y las preguntas, así como sus
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
Te ves diferente.
¿Diferente bien o mal? – pregunté tratando de
cerciorarme que estuviera haciendo lo correcto.
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
Se sonrojó.
Recuerdo que todos los choferes de las combis lo conocían
porque pues era hijo del señor José, ellos empezaron a
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
Ahí va de nuevo.
No puede faltar – dijo Rodrigo uno de los choferes.
Todo fue algo místico, e inocente.
No lo sé, en este momento pienso si lo nuestro fue parte del
destino, tal vez ya estaba escrito que lo nuestro sucediera.
Uno se pregunta tantas cosas, sobre todo con el paso de los
años.
Miguel era amable, amiguero, respetuoso y detallista. Esa
actitud le duró varios meses, estuvo yendo a la tienda casi
diario por refrescos, tortillas, pan. También iba a la
secundaria, me veía ahí, empezó a abrirse más conmigo.
Hasta que aproximadamente a los cuatro meses me dice
que quiere hablar conmigo y en la secundaria pues se me
declara.
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
SEIS
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
Es rapidito hija
Si mamá no te preocupes, dime.
Oye es que no es posible, que Miguel y tú hayan
tenido relaciones sexuales y pues, si ese el caso
ningún otro hombre te va a aceptar así.
¡Mamá no hicimos nada! – comenté con seguridad,
ciertamente que me palpaba apenada, pero con la
verdad en la boca.
Lo mejor es que se casen, si tanto lo quieres, si
tanto lo amas y… él te va a respetar, adelante yo
les doy mi bendición.
Pero, no, yo tengo otros planes madre.
Pues será el sereno, pero si ya te acostaste con él
no creo que quieras andar por la vida con esa carga
emocional, la gente habla, lo sabes.
¡No sé! – contesté con honestidad.
Un relámpago iluminó el cielo por completo, caía una
tormenta en Guadalajara, quizás presagiando el futuro;
observé como mamá se sacudió por los azotes de los
truenos, llovía a cantaros. Ella se mostraba preocupada más
no por la lluvia, más bien por hablar con Miguel, al cabo de
unos segundos giró su cabeza para verme, quizás pretendía
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
¡Come hija!
Es que no tengo hambre – contestaba con frialdad,
la mente me daba mil vueltas pensando en todo y
en nada, de preocupación, de estrés. Por esa
situación que estaba viviendo.
Te ves mal, así flaca, pareces enferma.
SIETE
¡Había una oportunidad!
Pensó mi madre...
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
¡Mejor vámonos!
¿Por qué? – pregunté curiosa.
Mmmm no sé, como que no me siento bien – dijo
con una mirada impenetrable.
Y así intempestivamente, nos salimos de la fiesta, nos
despedimos apuradamente, todo mundo me saludaba muy
bien.
Al siguiente día toda la familia de Miguel despertamos en
el hotel de Chelito. Ellos son dueños de dos hoteles ahí en
Quiroga, después anduvimos en el rancho de la señora,
hicieron comida, la tornaboda. Los parientes de la novia
nos trataron muy bien, toda esa tarde seguimos
conviviendo.
Al siguiente día fue cuando se desató la tempestad. Nuestro
compromiso matrimonial, porque yo la verdad iba a
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
¿Podemos hablar?
Sí, es importante, muy importante – recalcó Miguel
nervioso.
Entonces nos sentamos a platicar en la cafetería,
encargamos unas alitas que vendían y un par de refrescos.
Después de unos minutos yo me armé de valor, ya quería
sentirme liberada de él.
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
¡Cásate conmigo!
Y me da un anillo de alambre.
Me quedé helada, sin palabras.
Es un anillo que armó en ese ratito con alambres, según él
ese era nuestro anillo de compromiso. ¡Un anillo de
alambre!
Me lo puso apurado.
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
¿Qué pasó?
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
OCHO
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
Ella hizo casi todo, lo cortó y bordó con maestría, todas las
tardes pasábamos horas bordando ese vestido, era mucho
trabajo, por todo el encaje, las perlas. Mi suegra se tardó
como un mes en terminarlo el vestido bordando a diario
entre las dos, me lo hizo con mucho cariño eso sí estoy
segura, que se armó con amor.
Lo sé porque para ese entonces yo ya me había ganado su
cariño, y no sólo el de ella, también el de mi suegro.
Ambos me demostraron cariño, sé que me querían mucho.
Recuerdo que sólo teníamos el vestido de novia, yo tenía
pasaporte en aquel entonces, y para pronto se organizó un
viaje a San Diego, porque allá sería una de las despedida de
soltera.
¿Lista?
Siempre – contesté emocionada pensando que
aquel viaje pudiera resultar algo divertido, el
corazón me latía fuerte como el de una colegiala.
¡Lo era!
Hija aquí traigo unas tortas por si te da hambre.
Muchas gracias – repuse sonriente.
Así que nos fuimos.
Y sí, a las pocas horas de salir resultó ser toda una
aventura, lo que pasa es que eran muchísimas horas en la
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
¿Lista?
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
NUEVE
¡Los peores incendios empiezan con una pequeña chispa!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
¡Listos ya vámonos!
Me falta ir al baño – grito mi hijo desde el fondo
del pasillo.
En esos meses de tanto trabajo teníamos pocas salidas
porque mi marido jugaba béisbol y todo giraba a ese
deporte, teníamos que acompañarlo los sábados y los
domingos a verlo jugar, y yo me echaba un clavado al
refrigerador y la alacena para preparar los lonches y las
pañaleras, además un cambio para el rey de la casa, y estar
a su lado.
Por más esfuerzo que hacía no podíamos avanzar, era como
si los dos jaláramos la cuerda en sentido contrario, así que
regularmente terminábamos enojados, nos distanciábamos
una y otra vez, porque se generaban problemas con su
manera de tomar y de desentenderse de las
responsabilidades.
Entiendo que las parejas, se desprende de parejo… iguales,
pero no con él, reconozco que ambos sufrimos de disgustos
grandes, él no entendía la carga de sus acciones y lo que su
juego representaba, porque lo habitual era que siempre
después del beisbol, se organizaban los amigos para hacer
una carne asada o alguna convivencia entre el equipo de
béisbol, comprar botellas, botanas, y complementos.
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
Por más esfuerzos que hacía para que me valorará, para que
respetara el hogar que teníamos, mis advertencias le
entraban por un oído y le salían por el otro.
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
DIEZ
¡No todos los caminos llegan a Roma!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
Me tienes harto.
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
ONCE
¡Sacando cuentas!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
Gracias, amiga.
Cuídate mucho ¡y ánimo!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
Gracias.
Cualquier cosa me llama ¿está bien?
Sí.
DOCE
¡Nace la empresaria!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
TRECE
¡Dinero amigo o enemigo!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
Una nueva vida para todos, pero igual con problemas como
todo, porque sufrimos las consecuencias y ni modo, a
meterle el pecho a las balas, para mí fue algo nuevo, algo
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
con mayores retos, porque hice algo que yo creo que pocas
mujeres hacen (me sonrojo) fue la primera locura de
muchas.
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
Ese me gusta.
No muy alta la renta.
Por aquí pasa el camión y tiene buena vista.
Esos fueron algunos de los diálogos internos que traía en la
cabeza. Quería que naciera la mujer empresaria, con todos
los riesgos y problemáticas que eso implicaba.
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
CATORCE
¡Poco por hacer, mucho que aprender!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
¡Increíble lo sé!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
Es que…
No es que nada, valórate más – concluyó.
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
QUINCE
¡Romper un ciclo negativo, implica cambios!
El reto es el autoconocimiento.
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
tan fuertes tan poderosos tan unidos tan reales como jamás
lo había vivido mis hijos estaban creciendo más de este los
problemas personales en ellos estaban aminorándose
porque ellos ya estaban aceptando también el que
estábamos solos y yo como mujer estaba yo capacitándome
con terapias estaba estándar todo lo que yo ya había
aprendido en los niveles estaba echando andar todos mis
propósitos mis sacrificios pero más que nada es cuando yo
aprendí a ver las a ver la vida a ver mi vida personal a ver
mi vida en familia a ver mi trabajo de la manera más
positiva.
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Y sin embargo ¡SOY FELIZ!
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