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UNIVERSIDAD DE ORIENTE

NUCLEO DE ANZOATEGUI
EXTENSION REGION CENTRO SUR ANACO
ESCUELA DE INGENERÍA Y CS APLICADAS
DEPARTAMENTO DE INGENERIA DE SISTEMAS
CATEDRA ANÁLISIS DE DECISIONES

La Probabilidad en el Análisis de Decisiones en


Condiciones de Incertidumbre

Facilitadora Participante
ING. Elizabeth Hemzaní José Angel Yllescas
CI: 30.932.913

Enero de 2024
Muchas veces en la vida cotidiana, tomamos decisiones que tienen un impacto
en nuestro futuro, estas van desde algo tan simple como elegir la ropa que vestimos
hasta algo incluso más complejo como escoger un puesto de trabajo, dichas elecciones
van de la mano con un sin número de probabilidades estadísticas , las cuales pueden
llegar a definir el destino o el resultado de la elección tomada, es por ello que muchas
veces para evitar posibles contratiempos se hace uso de la estadística y la probabilidad
en el proceso de toma de decisiones, de esta forma se pueden conocer todas las
variables que intervienen al momento de elegir una opción y así, por medio del análisis
optar a la alternativa que proporcione los resultados deseados.

Con base a esto, la estadística es esencial en el área empresarial ya que es útil


para obtener información clave sobre el rendimiento de una empresa y la eficacia de
sus operaciones, por ejemplo, a través del análisis estadístico de los datos de ventas,
una empresa puede identificar las tendencias y patrones de compra de sus clientes, lo
que a su vez puede ayudar a tomar decisiones informadas sobre la producción, la
publicidad y el marketing. Además, la estadística también puede ser utilizada para
evaluar la eficacia de una estrategia empresarial determinada y así analizar el impacto
de cambios en el mercado o en la competencia.

Por su parte, a menudo nos encontramos frente a situaciones en las que no


tenemos toda la información que necesitamos para tomar una decisión acertada, estas
situaciones se les conoce como las condiciones de incertidumbre, en las cuales nos
enfrentamos a múltiples posibilidades y desconocemos los resultados que puede tener
cada una. De igual forma, la incertidumbre puede ser causada por diversos factores
como la falta de información, la complejidad de la situación, los cambios rápidos o
impredecibles en el entorno, entre otros, en estos casos, tomar una decisión se vuelve
un proceso complicado, ya que debemos evaluar diferentes alternativas sin tener
certeza de cuál es la mejor opción.

Ahora bien, ante la incertidumbre es importante adoptar un enfoque cauteloso y


reflexivo en la toma de decisiones. En primer lugar, es esencial recopilar toda la
información disponible, aunque sea limitada, y analizarla detalladamente, esto nos
permitirá comprender mejor la situación, identificar posibles riesgos y oportunidades,
además de evaluar las posibles consecuencias de nuestras decisiones. Así mismo, es
recomendable emplear diferentes herramientas y técnicas que nos ayuden a gestionar
la incertidumbre, una de ellas es el análisis de escenarios, en el cual se exploran
diferentes situaciones posibles y se evalúan las probabilidades de que cada una ocurra,
esta técnica nos permite anticiparnos a los diferentes resultados y tomar decisiones
más informadas.

Seguidamente, otra herramienta que puede resultar útil, es el uso de la intuición,


aunque esta no se basa en información concreta ni en un análisis minucioso, puede ser
una guía invaluable en la toma de decisiones en condiciones de incertidumbre. Es por
ello que nuestro instinto y experiencia acumulada nos pueden proporcionar información
implícita la cual puede influir en nuestras decisiones.

Ahora bien, es aquí donde entra en juego la probabilidad, debido que, al asignar
probabilidades a los posibles resultados, podemos evaluar la posibilidad de que ocurra
cada uno de ellos, lo que nos permite tener una idea más clara de los supuestos
escenarios y tomar decisiones más informadas. Sin embargo, es importante tener en
cuenta que la probabilidad no es una ciencia exacta y siempre hay margen de error en
las predicciones, debido a que no todas las situaciones pueden cuantificarse de
manera precisa, y a menudo se necesitan utilizar métodos estadísticos y el juicio
humano para adquirir resultados apropiados.

Al mismo tiempo, existen diferentes métodos para asignar probabilidades en el


análisis de decisiones, uno de los enfoques más comunes es el uso de datos históricos
y estadísticas, por ejemplo, si estamos analizando la probabilidad de que un proyecto
tenga éxito, podemos examinar planes similares anteriores y calcular la proporción de
los que tuvieron éxito, esta proporción nos puede servir como una estimación de la
oportunidad de triunfo para nuestro propósito actual.

Ahora bien, otro enfoque común es el uso de juicio experto, en algunos casos,
puede que no tengamos datos históricos disponibles o que estos no sean
suficientemente representativos, en estos casos, podemos recurrir a la intuición y
experiencia de expertos en el campo. Por ejemplo, si estamos evaluando la
probabilidad de que un nuevo medicamento sea eficaz, podemos pedir la opinión de
médicos expertos en la materia, una vez que tenemos las probabilidades asignadas a
los posibles resultados de una decisión, podemos utilizar técnicas de análisis como el
valor esperado y el análisis de sensibilidad para evaluar las diferentes opciones y tomar
una decisión informada.

Para continuar, un método muy común de probabilidad utilizado en la resolución


de problemas de toma de decisiones es la distribución gaussiana o la distribución de
probabilidad normal, este método es de gran utilidad ya que permite modelar y
entender el comportamiento de variables aleatorias continuas, al conocer la media y
desviación estándar de una variable, es posible calcular la probabilidad de que esta se
encuentre en un determinado rango, esto es especialmente útil para evaluar riesgos y
tomar decisiones basadas en el análisis de probabilidades.

Igualmente, el valor de la información es otro elemento que también juega un


papel crucial en la toma de decisiones, este se refiere a la cantidad de beneficio que se
obtiene al adquirir información adicional antes de tomar una decisión, en otras
palabras, es el valor esperado del cambio en la utilidad como resultado de la
información adicional. Por ende, este depende de varios factores, como la precisión de
la información, el costo de obtenerla y la importancia de la decisión que se va a tomar,
en general, cuanto más precisa y relevante sea la información, mayor será su valor. Por
lo tanto, el valor esperado nos permite calcular el promedio ponderado de los
resultados posibles, teniendo en cuenta las probabilidades de ocurrencia de cada uno.

Para ilustrarlo con un ejemplo, supongamos que estamos considerando invertir


en una acción en el mercado de valores, antes de tomar una decisión, podemos utilizar
la distribución de probabilidad normal para calcular la probabilidad de obtener un
determinado retorno de la inversión. Sin embargo, esta probabilidad puede estar sujeta
a incertidumbre, si tuviéramos acceso a información adicional, como informes de
investigación o recomendaciones de expertos, podríamos reducir la incertidumbre y
mejorar nuestra capacidad para tomar una decisión informada.

Es por ello que, el valor de la información en este caso se calcularía como la


diferencia entre la utilidad esperada de la inversión antes de obtener la información
adicional y la utilidad esperada después de obtenerla. Es decir, si el valor de la
información es positivo, significa que es beneficioso obtenerla, ya que aumentará
nuestra capacidad para tomar una decisión rentable.

Por lo tanto, cabe destacar que las probabilidades también están sujetas a
cambios, por ello se emplea la modificación de probabilidades por muestreo, esta
práctica se refiere a la influencia que tiene el tamaño de la muestra recopilada sobre
nuestras estimaciones de probabilidad, cuando se nos presenta información sobre la
ocurrencia de un evento, tendemos a basar nuestras estimaciones de probabilidad en
esa información. De otro modo, si la muestra utilizada para recopilar esta información
es pequeña o no es representativa de la población en general, nuestras estimaciones
de probabilidad pueden estar sesgadas.

Un ejemplo común de este tipo de modificación de probabilidades es la forma en


que los medios de comunicación informan sobre eventos poco frecuentes, como
accidentes de avión o ataques terroristas, estos eventos, aunque trágicos y notorios,
son en realidad muy raros en comparación con otros tipos de accidentes o incidentes.
Es por ello que debido a la amplia cobertura mediática que reciben, nuestras
percepciones de la probabilidad de que ocurran pueden ser exageradas. Esto se
conoce como sesgo de disponibilidad, ya que la información más fácilmente disponible
en nuestra memoria tiende a tener un impacto desproporcionado en nuestras
estimaciones de probabilidad.

Además, la modificación de probabilidades normales por muestreo puede tener


consecuencias significativas en la toma de decisiones, si nuestras estimaciones de
probabilidad están distorsionadas debido al sesgo de muestreo, es más probable que
tomemos decisiones subóptimas o incluso irracionales, de manera similar, si
subestimamos la probabilidad de que ocurra un evento positivo, podríamos perdernos
oportunidades valiosas.

Por su parte, la comprensión de cómo el muestreo afecta nuestras estimaciones


de probabilidad es fundamental para tomar decisiones informadas y basadas en
evidencia. Al mismo tiempo que, al reconocer los errores de muestreo y buscar
activamente información diversa y representativa, podemos minimizar la posibilidad de
que nuestras estimaciones de probabilidad estén sesgadas. Igualmente, es importante
tener en cuenta que los eventos no siempre son fijos o inmutables, sino que pueden
cambiar a medida que se recopila más información, por lo tanto, mantener la mente
abierta y estar dispuesto a ajustar nuestras estimaciones a medida que obtenemos más
datos es esencial para una toma de decisiones efectiva.

Adicionalmente, existe otro concepto relacionado con el análisis de decisiones


que resulta de gran utilidad durante este proceso, se trata de la utilidad la cual es la
satisfacción o beneficio que obtenemos al elegir una opción en particular, en otras
palabras, es la medida de cuánto valoramos una opción en comparación con las
demás. Así que, la utilidad puede ser evaluada de manera subjetiva, lo que es útil para
una persona puede no serlo para otra, por lo tanto, cada individuo tiene sus propios
parámetros para determinar la utilidad de una opción.

Ahora bien, este concepto de utilidad nos ayuda a tomar decisiones racionales y
eficientes, ya que, al considerar cuidadosamente las diferentes opciones y su utilidad
asociada, podemos seleccionar la opción que se alinee mejor con nuestros objetivos y
prioridades. Por ejemplo, si estamos considerando comprar unas bienhechurías,
podemos evaluar diferentes modelos en función en cuánto nos satisfacen sus
características, precio y localización. También, nos permite considerar tanto los
beneficios como los costos asociados con cada opción, puesto que no solo buscamos
maximizar nuestra utilidad, sino también minimizar las desventajas o inconvenientes
que puedan llegar a surgir.

No obstante, es importante tener en cuenta que la utilidad no es el único factor


que debemos considerar al tomar decisiones, a menudo, también debemos considerar
valores éticos, normas sociales, consecuencias a largo plazo y la opinión de los demás.
Ya que, la utilidad es solo una pieza del rompecabezas de la toma de decisiones, pero
sigue siendo un factor crítico cuando evaluamos nuestras propias opciones. Es por ello
que, todas estas definiciones se encuentran relacionadas estrechamente a dos teorías:
la teoría de la decisión y la teoría de juegos.
La primera, llamada teoría de la decisión es una rama de la ciencia que se
enfoca en el estudio de cómo las personas toman decisiones racionales en diferentes
escenarios, esta teoría tiene como objetivo principal analizar el proceso de toma de
decisiones y explicar las acciones que realizamos como individuos o grupos en función
de nuestras preferencias y objetivos. Según esta teoría, se considera que una persona
es racional cuando toma decisiones que maximizan su utilidad o beneficio esperado,
sin embargo, es importante tener en cuenta que la racionalidad no implica que las
decisiones siempre conduzcan a resultados óptimos, ya que muchas veces estamos
limitados por la información disponible o por nuestras capacidades cognitivas.

De igual manera, dicha teoría se basa en el uso de modelos formales y


matemáticos para analizar las preferencias del individuo, así como los posibles
resultados de las decisiones tomadas, estos modelos pueden ser muy complejos y
tienen en cuenta factores como la incertidumbre, el riesgo y la interacción social. En
cuanto a los enfoques utilizados en la teoría de la decisión, podemos mencionar dos
principales: el enfoque normativo y el descriptivo, el normativo se refiere a cómo
deberíamos tomar decisiones de forma racional, basándonos en principios éticos y
morales, este enfoque busca encontrar la "mejor" decisión posible en función de ciertos
criterios establecidos.

Por otro lado, el enfoque descriptivo analiza cómo las personas realmente toman
decisiones en la práctica, este se basa en la observación y el estudio empírico de las
decisiones reales de las personas, sin establecer criterios de optimización. Es
importante destacar que la toma de decisiones no siempre sigue un proceso racional o
lógico, muchas veces, nuestras decisiones están influenciadas por factores
emocionales, sociales o psicológicos, estas influencias pueden llevar a sesgos
cognitivos o a decisiones irracionales que no maximizan nuestros beneficios
esperados.

Seguidamente la teoría de juegos busca analizar las decisiones racionales que


toman varios individuos o agentes en situaciones de interacción estratégica, estas
situaciones pueden ser de competencia o cooperación, y el análisis de la teoría de
juegos permite entender el comportamiento de los agentes en función de las decisiones
de los demás. Para ello, la teoría de juegos se fundamenta en el equilibrio, más
concretamente en el equilibrio de Nash, que se refiere a una situación en la cual ningún
jugador tiene incentivos para cambiar su estrategia, dado que cualquier desviación
resultaría en una peor situación para él mismo. Es decir, cada jugador actúa de manera
racional, tratando de maximizar sus propias ganancias.

Un ejemplo clásico de juego es el dilema del prisionero. En este juego, dos


prisioneros son acusados de un crimen y se les da la opción de traicionar a su
compañero o mantenerse callados, si ambos prisioneros se mantienen callados,
recibirán una condena menor, sin embargo, si uno traiciona al otro, recibirá una
condena aún menor, mientras que el traicionado recibirá una condena mayor, en este
juego, el equilibrio de Nash es que ambos prisioneros traicionen al otro, aunque si
ambos se hubieran mantenido callados, habrían obtenido una condena menor en
conjunto. Además, existen otras soluciones en la teoría de juegos, como el equilibrio de
Stackelberg, la estrategia dominante y la mixta, entre otros, que permiten analizar
diferentes situaciones estratégicas y predecir las decisiones que los jugadores tomarán
en cada caso.

Finalmente, y como se puede apreciar, la toma de decisiones contiene una serie


de elementos que se deben tomar en cuenta, tales como la incertidumbre, la
información, la experiencia, la utilidad, la estadística y la probabilidad, ya que es de vital
importancia en el área de la ingeniería el conocer y comprender cada uno de estos
aspectos que nos ayudaran a elegir la opción más adecuada para alcanzar así los
mejores resultados. No obstante, no debemos olvidar que aún con todo esto es posible
que se puedan seguir presentando situaciones donde exista la incertidumbre, pero aun
así podemos aprender a enfrentarla de manera efectiva y convertirla en una
oportunidad que nos servirá para evitar y prevenir inconvenientes futuros.

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