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NORMA
Latu sensu:
Regla de
comportamiento
obligatoria o no.
Aunado a lo anterior, García Máynez señala que aquellas
reglas prácticas cuyo cumplimiento es potestativo se llaman
reglas técnicas, y estas, prescriben determinados medios,
con vista a la realización de ciertos fines, por ejemplo, si se
dice que para ir de un punto a otro por el camino más corto
es necesario seguir la línea recta, se formula una regla
técnica. Ahora bien, aquellas normas que tienen carácter
obligatorio o son atributivas de facultades las denomina
normas.
Ídem.
En líneas anteriores al conceptualizar Derecho utilizando la definición
de Villoro, desarrollamos la definición de normas jurídicas.
• Interioridad
II • Exterioridad
• Incoercibilidad
III • Coercibilidad
• Autonomía
IV • Heteronomía
I. Unilateralidad de las normas morales y
bilateralidad de las normas jurídicas
Ibidem, p.18.
En oposición a las normas morales, las normas jurídicas son bilaterales
ya que estas contemplan la existencia de un derecho que es desprendido
de una obligación o bien, una obligación que se desprende de un derecho
y, en consecuencia, contemplan la existencia de un sujeto autorizado
para exigir el cumplimiento de la obligación. Las normas jurídicas
imponen obligaciones que, “no solamente se manifiestan en las
relaciones reciprocas de los hombres, sino que son deberes de carácter
exigible.” Por ejemplo, el artículo 129 de la Constitución de la Republica
dispone que:
Ídem.
La norma en este caso concede o bien faculta al
trabajador a exigir en caso de un despido
injustificado, a su elección, el reintegro a su
puesto de trabajo o el pago de una indemnización
y en ambos casos los salarios dejados de percibir a
título de daños y perjuicios. En este orden de
ideas, eso significa que al surtir efecto el despido
injustificado y firme la sentencia condenatoria
respectiva, el patrono estará obligado ya sea a
reintegrar o realizar el pago de la indemnización.
II. Interioridad y Exterioridad
Ibídem, p. 479.
Ibídem, pp. 479 y 480.
III. Incoercibilidad y coercibilidad
Es decir que las normas morales son autónomas porque son creadas
por la conciencia misma del individuo que habrá de obedecerlas, con el
fin de regular su propia conducta.
Las normas jurídicas es por ellos que son heterónomas ya que son las
reglas que enfrenta una persona, provienen del medio externo, es decir,
son creadas por entidades distintas al destinatario de la norma.
“El legislador dicta sus leyes de una manera autárquica, sin tomar en
cuenta la voluntad de los súbditos. Aun cuando estos no reconozcan la
obligatoriedad de aquellas, tal obligatoriedad subsiste, incluso en contra
de sus convicciones personales.”
Es fácil percibir que la convicción que nos mueve es la que afirma que los derechos
humanos son naturales al ser humano. No es que hayan sido otorgados por un dios.
Sino que se desprenden de lo que somos, de nuestra esencia, de lo que nos hace ser
humanos y no otros seres de la naturaleza. No es que sean producto de la historia,
sino que a lo largo de la historia se han venido descubriendo y han sido y seguirán
siendo analizados de tal forma que seguirán reconociéndose diversas facetas y
características de los mismos. La especie humana es la misma desde que es lo que es,
a pesar del paso de los siglos, pero sus necesidades y sus condiciones de vida han
cambiado con la historia y, por tanto, sus derechos se manifiestan y ejercen de
manera distinta, aunque sean lo mismo de siempre. Esta postura aceptable o no para
muchos, es, les guste o no a esos muchos, la que asumen todos los instrumentos
internacionales en materia de derechos humanos.
Ibidem, p.41.
De acuerdo a lo anterior podríamos señalar que: