Asociación de Scouts de Venezuela

Dirección Nacional de Adultos en el Movimiento Scout

ASESOR PERSONAL DE FORMACIÓN - APF

Sistema de Gestión de Adultos

El Asesor Personal de Formación

Febrero de 2022
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ASESOR PERSONAL DE FORMACIÓN - APF

INTRODUCCIÓN

La Asociación de Scouts de Venezuela (ASV), a través de la Dirección Nacional de Adultos en el

Movimiento Scout (DNAMS), contribuye con el cumplimiento de la Misión de Movimiento Scout,
mediante la implementación del Sistema de Gestión de Adultos (SGA), basado en una
metodología de competencia, que responda a las necesidades de Programa de Jóvenes y al
desarrollo de la organización, para ello, debemos contar con un liderazgo adulto competente para
cumplir con la Función del Asesor Personal de Formación, y contribuyan en la retención de los
Adultos que Necesitamos.

Así mismo, la contribución del APF está en ser un elemento innovador y transformador de la ASV,
siendo su principal función, contribuir en el acompañamiento y seguimiento del adulto adecuado
en el lugar correcto.
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EL ASESOR PERSONAL DE FORMACIÓN

En general podemos referirnos a un Asesor Personal de Formación (APF) como un adulto

habilitado por la instancia competente, para ejercer, en el marco del procedimiento establecido,
las funciones de asesoramiento al candidato a convertirse en adulto voluntario. Los
responsables del asesoramiento deben poseer conocimientos, habilidades y actitudes que les
permitan guiar y motivar a estos candidatos durante la fase de desempeño de la labor y
proporcionarles la información y el asesoramiento necesario para que puedan ejecutar sus
funciones de la manera más adecuada posible.
En el Movimiento Scout se busca que todos los adultos se desempeñen con éxito en cada uno
de los cargos y funciones que asumen dentro de la organización, y a su vez, se sientan
motivados y satisfechos desarrollando los mismos. Nuestra política Nacional y Sistema de
Gestión de Adultos establece, que después de completar la formación Inicial, el aprendizaje
continuo debe ser facilitado durante todo el ciclo de vida del adulto. En muchos casos, durante
el proceso de captación la persona cuenta con un perfil con el cual requiere desarrollar o
fortalecer determinadas competencias (conocimientos, habilidades y/o destrezas) para asumir
el compromiso del cargo, y durante el ejercicio de las funciones asignadas al cargo existirán
personas encargadas de dar apoyo o acompañamiento en cada una de las etapas de su Ciclo
de Vida, definiéndose así la labor de Asesor Personal de Formación (APF).
El APF es una persona que apoya al adulto scout durante su proceso de formación, proceso
como se mencionó anteriormente es permanente; evaluando las habilidades con las que cuenta
dicho adulto para la ejecución de las funciones de su cargo, promoviendo acciones a ser
incluidas dentro del plan personal de formación que lo ayudarán a adquirir o fortalecer las
competencias necesarias para el cumplimiento de sus funciones. El APF debe considerar las
necesidades y capacidades individuales del adulto y las características del contexto cultural y
social en que se desenvuelve, a fin de poder amalgamar los recursos con que cuenta en el
entorno y los resultados que la institución se propone a alcanzar.
El APF, es seleccionado por el adulto scout en formación, luego de establecer la necesidad
de un plan personal de formación que le permita adquirir o fortalecer las competencias que
requiere para desarrollar sus funciones de manera adecuada. Su tarea primordial es ayudar al
adulto a reconocer sus propias necesidades de formación y a planificar cómo satisfacerlas,
haciendo uso de los recursos disponibles en el sistema de formación de la asociación, así como
de otros que se puedan identificar en la comunidad en general.
Es importante tomar en cuenta que el APF debe tener un adecuado dominio de la competencia
que el adulto asesorado requiere desarrollar, sumado a la capacidad de poder transmitir dichos
conocimientos dentro de un ambiente de crecimiento personal e institucional. Al respecto no
es necesario que el APF se encuentre desarrollando un cargo en específico dentro de la
estructura, por lo que se entiende que cualquier adulto que cuente con el perfil y la certificación
correspondiente, puede desarrollar la labor de APF para cualquier otro adulto de la institución.
El APF como mecanismo de crecimiento institucional juega un papel fundamental en el proceso
de formación del Adulto Scout, siendo necesario que actúe según lo que establece el Marco
Normativo de la institución; operativizando los principios de la Política Nacional de Adultos
en el Movimiento Scout de la manera siguiente:

• Enfoque por competencias, conduciendo a la certificación de adultos competentes

para el desarrollo adecuado de sus funciones, basado en el análisis personal de los
aspectos de un adulto en términos de conocimientos, habilidades, actitudes y valores.
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• Coherencia, vinculando y desarrollando de manera estrecha y práctica las políticas de

la institución en las acciones que se desarrollan dentro del proceso de formación de
adultos.
• Organización que aprende, promoviendo y reconociendo la posibilidad del desarrollo
de competencias de un adulto en la cotidiana interacción con los demás y con su
contexto, fortaleciendo la capacidad de aprendizaje individual, grupal y organizacional.
• Subsidiaridad y descentralización, acercando a los adultos las oportunidades de
aprendizaje y favoreciendo la toma de decisiones de formación al nivel más cercano a
ellos.
• Accesibilidad y flexibilidad, planteando el abordaje de acciones que buscan el
crecimiento individual del adulto y que pueden ser satisfechas mediante un sistema
múltiple de experiencias educativas, provistas por sistemas educativos internos y
externos al movimiento, con la posibilidad de adecuar la administración de los procesos
formativos de acuerdo a las circunstancias o necesidades particulares.
• Horizontalidad, permitiendo que el proceso formativo se desarrolle en un ambiente de
interacción directa entre los adultos responsables de los procesos de fortalecimiento de
competencias y los que requieren fortalecerlas, respetándose mutuamente, en un
proceso educativo de continuo enriquecimiento y retroalimentación.
• Transparencia, favoreciendo la confianza de los adultos al conocer de manera directa
los procesos y mecanismos con los cuales será evaluado y acreditado.
• Personalización, reconociendo las condiciones y características individuales, así como
la experiencia previa que tiene cada adulto, para que este pueda estructurar su plan
personal de formación con el acompañamiento de su Asesor Personal de Formación.
Reconociendo además procesos individualizados de crecimiento y formación que
permitan el logro de las competencias requeridas para cada cargo o labor.
• Aprendizaje significativo, vinculando de manera directa y permanente los
conocimientos, habilidades, actitudes y valores que necesitan aplicar los adultos en las
situaciones a las que se enfrenta durante el desarrollo de sus funciones, con los
contenidos y herramientas que recibe durante su proceso de formación.
• Participación, empoderando al adulto para que tome el protagonismo de su propio
proceso de formación.
• Equidad de género, reconociendo las cualidades, capacidades, diferencias y
similitudes entre los géneros y sus potencialidades, con igualdad de oportunidades en
todos los procesos.
• Calidad, promoviendo un proceso de mejora continua tanto para la institución como para
el crecimiento del nivel de competencia de los adultos.
• Inserción juvenil, asegurando la vinculación de adultos jóvenes, que tienen el perfil
y las competencias requeridas, dentro de los procesos del sistema de gestión de
adultos, a fin de garantizar su vigencia y adecuación.
• Corresponsabilidad, haciendo responsable al adulto en formación de la toma de
decisiones que haga con respecto a su plan personal de formación, en el que a su vez
la institución le brindara el soporte necesario a través de las estrategias, planes y
herramientas con que cuenta para desarrollar su labor desde las distintas áreas de
gestión de la Institución.
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• Reconocimiento, incentivando en todos los procesos y niveles de la Institución el

reconocimiento de los esfuerzos y la labor del Adulto Scout, a fin de resaltar con ello, el
sentido de logro dentro del Movimiento Scout.
• Movilidad y flexibilidad a través de todas las funciones, reconociendo la adquisición
de competencias previas que facilitan la transición entre diversos cargos, niveles e
instancias de la institución.
• El ciclo de vida del adulto en el Movimiento Scout, centrando toda la estrategia
institucional que significa el APF, en la operacionalización de la política nacional del
Adultos en el Movimiento Scout de la Asociación de Scouts de Venezuela, que permita
conectar de manera estrecha los deseos e intereses del adulto y los de la Asociación en
su conjunto.
• Ley y Promesa Scout, observada como guía ética y moral que orienta el modo de
actuar de cada adulto, tanto aquellos responsables de brindar herramientas de desarrollo
y fortalecimiento de competencias como aquellos que necesitan adquirirlas.

El Asesor Personal de Formación debe tomar en cuenta unos puntos claves para lograr un
desempeño efectivo en su labor, entre los cuales están:

1) El Acompañamiento, permite lograr un clima de confianza, un ambiente constructivo y

positivo que afianza la autoestima del adulto scout en el desempeño de su cargo.
2) La Indagación, permite la recopilación de la mayor cantidad de información del asesorado y su
entorno, para lograr formular un Plan Personal de Formación adecuado.
3) La Interpretación, le permite seleccionar la información aportada por el asesorado, para
lograr determinar la mejor adecuación de sus potencialidades a la labor que
desempeñara.
4) La Cooperación, permite un apoyo continuo, considerando siempre las características
específicas del asesorado.
5) La Motivación, es importante para estimular a los adultos a potenciar su aprendizaje,
incluso a lo largo de la vida.
6) El Mejoramiento continuo, permite desarrollar capacidades de autorreconocimiento y
evaluación que apuntan al mejoramiento de la eficacia y eficiencia del plan personal de
formación que lleva a cabo cada adulto scout.

Cabe destacar que este proceso de asesoría se puede manifestar de dos formas, como una
Asesoría Profesional y como un Asesoramiento de tipo Personal. La primera hace referencia
a un asesoramiento de tipo formativo profesional, de manera que el Asesor Personal de
Formación brinda el acompañamiento y la orientación necesaria al asesorado para lograr en
este las competencias requeridas para la labor que va a desarrollar. El segundo, convierte al
asesor en un adulto comprometido con las Políticas de la ASV, impulsando al asesorado a
observar sus conductas y mantenerse bajo la ley y promesa Scout.
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Funciones del Asesor Personal de Formación

Todo adulto que asume el rol de Asesor Personal de Formación debe estar claro en sus
funciones en el preciso momento que acepta formar parte en el Ciclo de Vida de un adulto en
formación. Durante este proceso de acompañamiento sus funciones son:

1. Facilitar el aprendizaje y desarrollo del adulto que está en proceso de formación

(asesorado), a fin de incorporar al movimiento adultos competentes en cada uno de los
cargos y labores a desempeñar.
2. Asegurar el carácter personalizado de la formación considerando las necesidades
individuales, a fin de lograr que los adultos desarrollen su plan personal de formación.
3. Validar que el asesorado alcanzó las competencias requeridas para el desempeño de
sus funciones.
4. Motivar al asesorado a alcanzar su(s) meta(s) de formación.

Actividades principales del Asesor Personal de Formación

1. Revisar en conjunto con el asesorado el perfil del cargo a desempeñar, para determinar las
brechas y oportunidades de formación.
2. Ayudar al asesorado a reconocer sus propias "áreas de oportunidad" en el cargo a
desempeñar.
3. Evaluar la experiencia, capacidades o habilidades del asesorado adquiridas dentro o fuera de
la asociación.
4. Apoyar al asesorado en la construcción del plan personal de formación, determinando rutas y
actividades de formación para complementar las competencias necesarias para el desarrollo
adecuado de su cargo, haciendo uso de los recursos disponibles en el sistema de formación de
la ASV o en el entorno.
5. Estar atento a las oportunidades de formación que se ofrezcan, que contribuyan con el plan
personal de formación, a fin de ser sugeridas al asesorado.
6. Brindar acompañamiento y seguimiento constante al asesorado, a fin de que este pueda
desarrollar las competencias por las que el APF fue llamado a colaborar.
7. Realizar evaluaciones al asesorado a fin de medir el desarrollo y progreso de este, certificando
sus avances.
8. Brindar estimulo permanente al asesorado en función de los esfuerzos y resultados
observados.
9. Establecer un compromiso con la ASV enfocado en el cumplimiento de sus funciones y la
garantía de aplicación de las políticas de la institución.
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Requisitos para la Certificación de Asesor Personal de Formación

✓ Registro institucional vigente.

✓ Acreditado por la DNAMS.
✓ Conocimiento de los perfiles y competencias.
✓ Disponibilidad de tiempo.
✓ Al alcance del asesorado.
✓ Entrega de reportes de avances en función del desempeño del asesorado.
✓ Habilidades para trabajar con adultos.
✓ Haber realizado la experiencia de formación para APF.
✓ Sujeto a procesos de evaluación de desempeño por parte de la DNAMS.

“Los adultos que necesitamos”, complementa y desarrolla la Política Mundial y Regional de

Adultos en el Movimiento de la Organización Mundial del Movimiento Scout. Establece el marco
filosófico, conceptual, pedagógico, estructural y administrativo del sistema de gestión de
adultos para atraer, formar y retener a los adultos que requiere el Movimiento Scout en el
cumplimiento de su Misión en la Asociación de Scouts de Venezuela.