Está en la página 1de 20

INTRODUCCIÓN

El proceso legislativo y su aplicación en materia fiscal constituyen pilares fundamentales en la


conformación y funcionamiento de cualquier sistema democrático. La interacción entre el poder
legislativo y el ámbito fiscal reviste una importancia crucial, ya que determina las normativas que
regulan la recaudación, distribución y utilización de los recursos financieros del Estado. Este
proceso no solo refleja la voluntad política de una nación, sino que también incide directamente en
la economía, el bienestar social y el desarrollo de las comunidades.

En esta introducción, explicaremos los aspectos esenciales del proceso legislativo y su aplicación
específica en materia fiscal. Comenzaremos delineando el concepto y la importancia del proceso
legislativo en general, para luego adentrarnos en su relación con la esfera fiscal, destacando cómo
las decisiones y políticas fiscales son moldeadas y aprobadas a través de este proceso. También
abordaremos los principales actores involucrados en este ámbito, así como los desafíos y aspectos
relevantes que caracterizan este proceso en la actualidad.

El proceso legislativo, como columna vertebral de la democracia, se define como el conjunto de


etapas y procedimientos mediante los cuales se elaboran, discuten, modifican y aprueban las leyes
que rigen una sociedad. Este proceso se erige como un mecanismo fundamental para la
representación de los intereses de la ciudadanía, ya que a través de él se materializan las
aspiraciones, necesidades y demandas de la sociedad en normativas concretas.

La complejidad del proceso legislativo varía de acuerdo con el sistema político y constitucional de
cada país. Sin embargo, algunos elementos son comunes en la mayoría de los sistemas
democráticos, como la presentación de propuestas legislativas, la discusión en comisiones
parlamentarias, la votación en las cámaras legislativas y la promulgación por parte del poder
ejecutivo.

En el contexto de la materia fiscal, el proceso legislativo adquiere una relevancia particular. La


política fiscal abarca todas las decisiones y acciones relacionadas con la recaudación de ingresos,
la administración de gastos y la gestión de deudas del Estado. Es a través del proceso legislativo
que se establecen y modifican las leyes fiscales que regulan los impuestos, aranceles,
presupuestos y demás instrumentos financieros que sustentan las actividades del gobierno y
financian los servicios públicos.

El proceso legislativo en materia fiscal se caracteriza por su complejidad y dinamismo. La


elaboración y aprobación de leyes fiscales involucran múltiples actores y factores que reflejan la
diversidad de intereses y perspectivas en el juego. Los legisladores, funcionarios gubernamentales,
expertos en economía, grupos de interés y la ciudadanía en general participan activamente en este
proceso, aportando ideas, propuestas y críticas que enriquecen el debate y la toma de decisiones.

Uno de los principales desafíos del proceso legislativo en materia fiscal radica en encontrar un
equilibrio entre la necesidad de financiar las funciones del Estado y la preservación de la equidad, la
eficiencia y el crecimiento económico. Las decisiones fiscales impactan directamente en la
distribución del ingreso, la competitividad empresarial, la inversión pública y privada, así como en la
estabilidad macroeconómica del país.

Además, el proceso legislativo en materia fiscal está sujeto a constantes tensiones y conflictos entre
diferentes grupos de interés. Los debates sobre la progresividad de los impuestos, la asignación de
recursos, la fiscalidad ambiental y otras cuestiones fiscales suelen generar discrepancias y
negociaciones intensas entre los actores políticos y sociales.

En este sentido, la transparencia, la rendición de cuentas y la participación ciudadana son


elementos fundamentales para garantizar la legitimidad y la eficacia del proceso legislativo en
materia fiscal. La apertura y el acceso a la información, así como los mecanismos de control y
fiscalización, son herramientas clave para fortalecer la democracia y prevenir posibles abusos y
arbitrariedades en la gestión de los recursos públicos.
MARCO TEÓRICO

El proceso legislativo, como pilar fundamental en cualquier sistema político democrático, establece
los mecanismos y procedimientos para la creación, modificación o derogación de leyes que rigen la
vida de una nación. Este marco teórico se sumerge en una exploración profunda del proceso
legislativo, destacando su importancia, los actores involucrados y los pasos cruciales que
componen este procedimiento en diversos contextos políticos.

Importancia del Proceso Legislativo:

El proceso legislativo se erige como una manifestación palpable del principio de separación de
poderes, cuyo propósito es equilibrar y controlar el ejercicio del poder dentro de un Estado. A través
de este proceso, se garantiza la representatividad de la voluntad popular y se fomenta la
participación ciudadana en la toma de decisiones que impactan a la sociedad en su totalidad.

Además de su función como mecanismo de participación ciudadana, el proceso legislativo


desempeña un papel fundamental en la creación de leyes que regulan aspectos esenciales de la
vida social, económica y política de un país. Estas leyes no solo establecen derechos y
obligaciones, sino que también definen políticas públicas, regulan la actividad económica y
contribuyen a la estabilidad y desarrollo del Estado.

Actores del Proceso Legislativo:

Los actores principales en el proceso legislativo pueden variar según el sistema político y la
estructura institucional de cada país. No obstante, en la mayoría de los casos, los participantes
clave suelen ser:

Legisladores: Estos representantes del pueblo son elegidos democráticamente para formar parte
del órgano legislativo. Su función principal radica en proponer, debatir y votar las leyes que afectan
a la sociedad, siendo los portavoces de la voluntad popular.

Ejecutivo:En muchos sistemas políticos, el poder ejecutivo desempeña un papel crucial en el


proceso legislativo. Este órgano puede proponer proyectos de ley, influir en el debate legislativo y
promulgar las leyes una vez aprobadas por el órgano legislativo, aportando una perspectiva
ejecutiva a las decisiones legislativas.

Ciudadanos:Aunque no sean actores formales, los ciudadanos ejercen una presión significativa
sobre los legisladores y el gobierno para impulsar cambios legislativos que reflejen sus intereses y
demandas. La participación ciudadana se convierte así en un componente esencial para la
legitimidad del proceso.

Grupos de Interés: Organizaciones, grupos de la sociedad civil, sindicatos y empresas pueden


influir en el proceso legislativo mediante campañas de lobby, presión política y participación en
audiencias públicas. Estos grupos representan diversas voces y perspectivas dentro del proceso
decisional.

La Significancia del Proceso Legislativo en el Desarrollo Nacional:

En síntesis, el proceso legislativo no solo es un componente esencial de los sistemas políticos


democráticos, sino que también se erige como el cimiento para la creación de un marco legal
robusto y equitativo. A través de un proceso transparente, inclusivo y deliberativo, el proceso
legislativo contribuye a la formulación de leyes que regulan los aspectos fundamentales de la vida
de una nación.

La participación ciudadana, asegurada por este proceso, fortalece la conexión entre el gobierno y la
sociedad, construyendo así una democracia más representativa. Las leyes generadas a partir de
este proceso no solo establecen normas legales, sino que también actúan como guías para la toma
de decisiones, el resguardo de derechos fundamentales y la promoción de políticas públicas que
impulsen el desarrollo y el bienestar general.

En última instancia, el proceso legislativo emerge como el cimiento sobre el cual se construye la
estructura legal que sustenta la convivencia de una sociedad. Al priorizar la representatividad, la
participación ciudadana y la transparencia, este proceso se convierte en el guardián de la
democracia y en el motor que impulsa el progreso y la estabilidad de las naciones. Su importancia
trasciende la mera formulación de leyes, llegando a ser un pilar esencial para el desarrollo y la
gobernabilidad efectiva.
El proceso legislativo relacionado con la materia fiscal representa un elemento esencial dentro del
entramado legal de cualquier nación. Defina el modo en que se conciben, adaptan y validan las
normativas vinculadas con los tributos, los ingresos y los gastos del Estado. En este análisis
detallado, exploramos la dimensión del proceso legislativo en materia fiscal, resaltando su
importancia, los diversos actores que intervienen y los aspectos claves que lo definen.

Importancia del Proceso Legislativo en Materia Fiscal:


El proceso legislativo relacionado con la fiscalidad es de vital importancia para la estabilidad
económica y financiera de una nación. Las leyes fiscales delinean la manera en que se obtienen los
ingresos tributarios, se ejecutan los gastos públicos y se gestionan los recursos financieros del
Estado. Además, estas disposiciones legales pueden ejercer un impacto significativo en la
distribución de la riqueza, la promoción de la inversión empresarial, los niveles de consumo y el
bienestar general de la sociedad.

La transparencia, la equidad y la legalidad en la administración de los recursos públicos se ven


respaldadas por el proceso legislativo en materia fiscal. Al establecer reglas claras y procedimientos
formales para la creación y modificación de las leyes fiscales, se fomenta la rendición de cuentas y
se previene la arbitrariedad en la aplicación de los impuestos.

Actores del Proceso Legislativo en Materia Fiscal:


Los principales actores involucrados en el proceso legislativo relacionado con la fiscalidad incluyen:

Legisladores: Son los representantes del pueblo seleccionados democráticamente para integrar el
órgano legislativo. Su función primordial consiste en proponer, debatir y aprobar las leyes fiscales
que influyen en la sociedad y la economía del país.

Poder Ejecutivo: El gobierno, a través del poder ejecutivo, desempeña un rol destacado en el
proceso legislativo en materia fiscal. Se encarga de proponer proyectos de ley tributaria, presentar
el presupuesto nacional y negociar con los legisladores para asegurar su aprobación.

Expertos en Fiscalidad: Economistas, contadores y abogados especializados en derecho tributario


pueden asesorar a los legisladores y al gobierno en la formulación y evaluación de leyes fiscales.

Grupos de Interés: Diversos grupos de interés, como empresas, sindicatos, organizaciones no


gubernamentales y contribuyentes, pueden influir en el proceso legislativo en materia fiscal a través
de campañas de lobby, presión política y participación en audiencias públicas.

El proceso legislativo en materia fiscal desempeña un papel central en la configuración del sistema
tributario y financiero de una nación. No solo determina la forma en que se recaudan los impuestos
y se administran los recursos públicos, sino que también garantiza la transparencia, la equidad y la
participación ciudadana en la gestión de los asuntos fiscales.
Es un mecanismo fundamental para fortalecer la democracia y asegurar un desarrollo económico
sostenible y equitativo.

ANTECEDENTES DEL PROCESO LEGISLATIVO


Los antecedentes del proceso legislativo en México abarcan una vasta historia que se remonta a
tiempos prehispánicos y se ha desarrollado a lo largo de los siglos hasta la actualidad. Este
resumen explorará los principales hitos y evoluciones del proceso legislativo en México, desde las
civilizaciones mesoamericanas hasta la época contemporánea, destacando los eventos y
circunstancias que han moldeado el sistema legislativo del país.

Época Prehispánica:

Antes de la llegada de los españoles, las civilizaciones mesoamericanas, como los aztecas, mayas,
zapotecas y otros pueblos indígenas, tenían sistemas de gobierno y normativas que regulaban la
vida social, política y económica de sus comunidades. Estos sistemas variaban en complejidad y
organización, pero todos incluían estructuras de autoridad y mecanismos de gobierno local y
regional. Los códices y registros históricos proporcionan evidencia de la existencia de leyes y
reglamentos que abordaban aspectos como la propiedad, el comercio, la justicia y la administración
pública.

Conquista y Colonia:

Con la llegada de los españoles en el siglo XVI, se impuso el sistema jurídico español en el territorio
que hoy es México. Las Leyes de Indias y el derecho romano fueron las bases legales que guiaron
la administración colonial. Se establecieron instituciones como los cabildos y las audiencias,
encargadas de administrar justicia y legislar en nombre de la Corona española. Sin embargo, el
poder legislativo estaba subordinado al poder real y las leyes emanaban principalmente de la
metrópoli.

Independencia y Primeros Intentos de Legislación:

La lucha por la independencia de México a principios del siglo XIX trajo consigo la necesidad de
establecer un marco legal y político propio. En 1821, México obtuvo su independencia de España y
comenzó un proceso de construcción de instituciones y normativas propias. La Constitución de
Cádiz de 1812, aunque de corta duración en México, sentó algunas bases para la organización
política y la representación.

Primera Constitución y Establecimiento de Instituciones:

En 1824, México promulgó su primera Constitución, la Constitución Federal de los Estados Unidos
Mexicanos. Esta Constitución estableció un sistema federal y representativo, con un Congreso
bicameral compuesto por una Cámara de Diputados y un Senado. Sin embargo, este periodo
estuvo marcado por inestabilidad política y conflictos internos, lo que llevó a cambios frecuentes en
la estructura legislativa y constitucional del país.

Centralismo y Reformas Legislativas del Siglo XIX:

Durante el siglo XIX, México experimentó una serie de cambios políticos y constitucionales. El país
alternó entre periodos de centralismo y federalismo, lo que tuvo un impacto directo en la
organización y funcionamiento del proceso legislativo. La promulgación de diversas constituciones y
la adopción de reformas legales reflejaron los esfuerzos por establecer un sistema político y legal
que se adecuara a las necesidades y aspiraciones del país en constante evolución.

Porfiriato y Constitución de 1917:

El Porfiriato, periodo de gobierno autoritario bajo la presidencia de Porfirio Díaz, llegó a su fin con la
Revolución Mexicana de 1910. La Constitución de 1917, resultado de la revolución, sentó las bases
de un nuevo orden político y social en México. Esta Constitución incluyó disposiciones sobre
derechos laborales, reforma agraria, educación y otras áreas que reflejaban las demandas de las
clases populares y los movimientos revolucionarios.

Consolidación del Sistema Político:


A lo largo del siglo XX, México experimentó la consolidación de su sistema político y la
institucionalización de su proceso legislativo. Los partidos políticos jugaron un papel importante en
la vida política del país, y el Congreso de la Unión se convirtió en una institución clave en la toma de
decisiones legislativas. La alternancia en el poder entre diferentes partidos políticos impulsó la
pluralidad y la competencia democrática en el ámbito legislativo.

Transición Democrática y Reformas del Siglo XXI:

En las últimas décadas del siglo XX y principios del XXI, México experimentó una transición
democrática significativa. La reforma electoral y las reformas políticas contribuyeron a fortalecer el
sistema democrático y a ampliar la participación ciudadana en el proceso legislativo. La
descentralización del poder y la autonomía de los estados y municipios también fueron aspectos
importantes de esta evolución.

Los antecedentes del proceso legislativo en México reflejan una historia compleja y multifacética,
marcada por periodos de cambio, conflicto y transformación. Desde las civilizaciones prehispánicas
hasta la era contemporánea, el proceso legislativo ha sido un reflejo de las aspiraciones y desafíos
de la sociedad mexicana. A través de constituciones, leyes y reformas, México ha buscado
consolidar un sistema político y legal que promueva la justicia, la igualdad y el bienestar de sus
ciudadanos. La historia del proceso legislativo en México es, en última instancia, una historia de
lucha por la democracia, la libertad y la justicia social.
PROCESO LEGISLATIVO
Antes de que descubramos cómo funciona el proceso legislativo en materia fiscal, hay que
descubrir cómo funciona el proceso en lo general, empezando desde su concepto y su
fundamento.
El proceso legislativo en cualquier nación es un conjunto organizado de pasos y
procedimientos diseñados para la creación, modificación o derogación de leyes. En México,
este proceso está regido por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y otras
normativas que establecen las reglas y mecanismos para la elaboración de las leyes.
En el centro del proceso legislativo mexicano se encuentra el Congreso de la Unión,
compuesto por dos cámaras: la Cámara de Diputados y el Senado de la República. Todo
comienza con la presentación de una propuesta legislativa, conocida como iniciativa, la cual
puede surgir de legisladores, el presidente de la República, ciudadanos u otros órganos
estatales. Esta iniciativa se presenta ante una de las cámaras y luego se remite a comisiones
legislativas para su análisis exhaustivo.
Una vez que la iniciativa es revisada y discutida en las comisiones pertinentes, se somete a
debate y votación en el pleno de la cámara respectiva. Si es aprobada, pasa a la otra cámara
para seguir un proceso similar. Si ambas cámaras aprueban la iniciativa en los mismos
términos, se envía al Ejecutivo Federal para su sanción y promulgación. En caso de
discrepancias entre las versiones aprobadas por ambas cámaras, se lleva a cabo un proceso
de conciliación para alcanzar un texto final.
Una vez que el Ejecutivo sanciona y promulga la ley, esta es publicada en el Diario Oficial de
la Federación y entra en vigor. El proceso legislativo en México refleja la democracia
representativa y la participación ciudadana en la toma de decisiones. Además, busca asegurar
un proceso transparente, inclusivo y democrático para la creación y modificación de las leyes
que regulan la vida política, social y económica del país.
Este proceso se fundamenta en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la
Ley Orgánica del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, el Reglamento para el
Gobierno Interior del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, así como en los
reglamentos de cada cámara y los acuerdos parlamentarios aprobados por la mayoría de sus
miembros. La interacción entre estos elementos proporciona un marco sólido para el
desarrollo del proceso legislativo en México.
ETAPAS
Eduardo García Máynez en su libro "Introducción al Estudio del Derecho" 1 García Máynez
aborda diversos temas relacionados con la ciencia jurídica, incluyendo el proceso legislativo y
la formación de las leyes.
En este libro, García Máynez presenta las seis etapas básicas de una ley, que son:
El proceso de creación de una ley en cualquier sistema legislativo sigue una serie de etapas
fundamentales que garantizan su adecuada elaboración y aprobación.

● El primer paso es la presentación de una iniciativa, que constituye la formalización de


la propuesta legislativa ante el órgano legislativo correspondiente. Esta iniciativa
puede surgir de diversos actores, como legisladores, el presidente u otros organismos
estatales.

1
GARCIA MAYNEZ, E. (1980). INTRODUCCION AL ESTUDIO DEL DERECHO (31a. ed.). MEXICO: PORRUA
● Una vez presentada la iniciativa, esta es sometida a un riguroso proceso de análisis y
discusión en comisiones legislativas especializadas. En estas comisiones, se estudian
detalladamente las implicaciones y alcances de la propuesta, y se evalúan posibles
modificaciones que puedan mejorar su efectividad o claridad.

● Tras el estudio en comisiones, la iniciativa se lleva al pleno de la cámara legislativa


correspondiente, donde se procede a su debate y votación. En este escenario, los
legisladores expresan sus puntos de vista, argumentan a favor o en contra de la
propuesta y finalmente emiten su voto para su aprobación o rechazo.

● Si la iniciativa logra la aprobación en la cámara donde fue presentada inicialmente,


debe pasar por un proceso similar en la otra cámara legislativa, denominada cámara
revisora. Aquí, los legisladores realizan un nuevo análisis y debate sobre la propuesta,
asegurándose de considerar todos los aspectos relevantes antes de emitir su voto.

● Una vez que la iniciativa es aprobada por ambas cámaras, se remite al Ejecutivo para
su sanción y promulgación como ley. El Ejecutivo puede optar por aprobar la ley tal
como fue aprobada por el Congreso o ejercer su facultad de veto, devolviendo la
propuesta al Congreso con observaciones o modificaciones sugeridas.

● Finalmente, una vez que la ley es sancionada por el Ejecutivo, se procede a su


publicación en el Diario Oficial de la Federación, donde se da a conocer de manera
oficial su contenido y disposiciones. A partir de este momento, la ley entra en vigor y
comienza a regir en el país, estableciendo las normativas y regulaciones que deben
ser seguidas por todos los ciudadanos y entidades dentro de su ámbito de aplicación
. Es crucial destacar que estas fases desempeñan un papel fundamental en el desarrollo
legislativo de México y en otros sistemas democráticos legales, asegurando la transparencia,
la participación ciudadana y el cumplimiento legal en la formulación de las leyes. Estas etapas
no solo son esenciales para el proceso mismo, sino que también salvaguardan la integridad
del sistema legal en su conjunto. La transparencia asegura que los procedimientos legislativos
sean abiertos y accesibles para todos los ciudadanos, fomentando así la confianza en las
instituciones democráticas. La participación ciudadana, por otro lado, permite que las voces de
la sociedad civil sean escuchadas y consideradas en la elaboración de las leyes, lo que
fortalece la legitimidad y la representatividad del proceso. Finalmente, la legalidad garantiza
que las leyes emanen de un marco normativo sólido y se ajusten a los principios y derechos
fundamentales establecidos.
INICIATIVA
2
Tiene su fundamento principal en el artículo 71 constitucional en donde se nos explica
quiénes pueden presentar las iniciativas:
“El derecho de iniciar leyes o decretos compete:
I. Al Presidente de la República;
II. A los Diputados y Senadores al Congreso de la Unión;

2
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. [C.M.] art. 71., 1917
III. A las Legislaturas de los Estados y de la Ciudad de México; y
IV. A los ciudadanos en un número equivalente, por lo menos, al cero punto trece por ciento
de la lista nominal de electores, en los términos que señalen las leyes.”
En virtud de esto, el presidente de la República está facultado para proponer una variedad de
proyectos de ley o decretos, si bien de manera exclusiva le compete presentar propuestas
vinculadas con la

● Ley de Ingresos,

● El Presupuesto de Egresos

● La Cuenta Pública.

De acuerdo con lo estipulado en la legislación pertinente, los miembros tanto de la Cámara de


Diputados como del Senado tienen el derecho de introducir proyectos legislativos, sin
limitaciones adicionales más allá del respeto a las materias reservadas al presidente. Incluso,
no es necesario que el proyecto de ley o decreto cuente con un respaldo específico por parte
de legisladores, según lo dispuesto en las normativas mencionadas.
Por consiguiente, el presidente posee un ámbito de acción particular en la presentación de
iniciativas legislativas, especialmente en áreas cruciales para la gestión económica y fiscal del
país. No obstante, se mantiene el principio de apertura y participación de los legisladores en la
formulación de leyes, siempre y cuando se respeten las competencias exclusivas del
presidente en determinados ámbitos legislativos.
De acuerdo con lo establecido en el artículo 71 de la Constitución (3) y la fracción tercera del
artículo 55 del Reglamento Interior del Congreso General ()4 se otorga a las legislaturas
estatales el derecho de presentar iniciativas sobre asuntos relacionados con el Distrito Federal
ante el Congreso de la Unión. Todos los proyectos legislativos pueden ser introducidos en
cualquiera de las cámaras, a discreción de los proponentes, y se envían directamente a
comisión. No obstante, existen dos excepciones a esta norma general: los proyectos
concernientes a empréstitos, contribuciones e impuestos, así como al reclutamiento de tropas,
los cuales, según lo estipulado constitucionalmente, deben ser discutidos primero en la
Cámara de Diputados.
Esto implica que las legislaturas estatales tienen la prerrogativa de presentar propuestas
legislativas relacionadas con el Distrito Federal ante el Congreso de la Unión, mientras que los
proyectos legislativos pueden ser presentados en cualquiera de las cámaras legislativas,
aunque hay excepciones que dictaminan que ciertos temas deben ser discutidos inicialmente
en la Cámara de Diputados.
DISCUSIÓN Y APROBACIÓN
El artículo 7 Constitucional 5 dice textualmente:
“Todo Proyecto de ley cuya resolución no sea exclusiva de una de las dos Cámaras, se
discutirá sucesivamente en ambas, observándose este Reglamento respecto a la forma e
intervalos y modo de proceder en las discusiones y votaciones.”
Una vez que se ha propuesto el proyecto de ley o decreto por cualquiera de los responsables
de la iniciativa legislativa, se inicia la etapa de debate y aprobación del mismo. Durante este
periodo del proceso legislativo ordinario, se busca definir de manera definitiva el contenido de

3
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. [C.M.] art. 71., 1917
4
Artículo 55: Serán sesiones permanentes, las que determine el presidente de la Mesa Directiva o de la
Junta Directiva y que tengan como propósito desahogar los asuntos enlistados en el orden del día. Durante
éstas, la o el presidente podrá decretar los recesos que estime pertinentes
5
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. [C.M.] art. 7., 1917
la ley. Este proceso está regulado por los artículos del 95 6 al 134 7 del Reglamento Interior del
Congreso General (RICG).
Si el proyecto de ley es rechazado, retorna a la cámara legislativa donde se presentó
inicialmente y no puede ser presentado de nuevo durante las sesiones de ese mismo año
legislativo.
Una vez que el proyecto es recibido por una de las cámaras, su presidente lo enviará a la
comisión correspondiente según la materia que trate la iniciativa legislativa.
Este procedimiento establece que una vez que se propone el proyecto de ley o decreto, se
inicia un período de discusión y aprobación que busca definir el contenido de la ley de manera
definitiva. Si el proyecto es rechazado, vuelve a la cámara de origen sin posibilidad de ser
reintroducido en ese mismo año legislativo. Además, el presidente de la cámara lo envía a la
comisión pertinente según la materia tratada en la iniciativa.
La cámara receptora de la propuesta se convierte en la Cámara de Origen. Cada informe
elaborado por la comisión debe incluir una exposición de los fundamentos que lo respaldan y
concluir con propuestas claras y simples que puedan someterse a votación. Para que un
informe sea válido, debe contar con la firma de la mayoría de los miembros de la comisión.
Una vez que los informes, junto con posibles votos en disidencia, sean firmados por la
mayoría de la comisión, se publicarán al menos cuarenta y ocho horas antes del inicio de la
sesión en la que serán debatidos y votados. Si el Pleno lo decide mediante votación
económica, se puede omitir la lectura de los informes publicados de esta manera. Todos los
informes serán debatidos en términos generales durante la sesión.

Después de la discusión general y de la consulta al Pleno sobre aspectos particulares, se


procederá a votar el informe en su conjunto y los artículos que no hayan sido objeto de
reserva para debate. Si al finalizar la discusión general el informe es rechazado, en la
siguiente sesión se abordará la discusión del voto en disidencia. En caso de que haya más de
un voto en disidencia, se debatirá primero el del grupo parlamentario con mayor número de
diputados. Si este también es rechazado, se continuará con el voto en disidencia del siguiente
grupo parlamentario más numeroso, y así sucesivamente, hasta que se hayan agotado todos
los votos en disidencia.
Si una parte de un proyecto de ley o decreto es rechazada por la cámara, dicha sección del
informe será devuelta a la comisión correspondiente para su revisión, considerando todas las
opiniones expresadas durante la discusión, y será presentada nuevamente en una sesión
posterior. Mientras tanto, el resto del proyecto de ley aprobado quedará bajo la
responsabilidad de la Presidencia de la Mesa Directiva y no podrá ser enviado a la otra
cámara legislativa hasta que se presente la nueva propuesta de la comisión y la cámara tome
una decisión al respecto. Después de concluir las discusiones generales y específicas, se
procederá a la votación, que se realizará mediante el sistema electrónico de asistencia y
votación.

6
Artículo 95: Llegada la hora de la discusión, se leerá la iniciativa, proposición u oficio que la hubiere
provocado, y después, el dictamen de la Comisión a cuyo examen se remitió, y el voto particular, si los
hubiere.
7
Artículo 134: También podrán votarse en un solo acto, un proyecto de ley o decreto, en lo general,
en unión de uno, varios o la totalidad de sus artículos, en lo particular, siempre que no hayan sido
impugnados
Una vez aprobado en la cámara de origen, el proyecto se remitirá a la otra cámara legislativa,
donde también se debatirá y votará de manera similar. En la segunda cámara, pueden surgir
tres situaciones:

● Que apruebe el proyecto sin modificaciones,

● Que rechace completamente el proyecto de ley o decreto,

● Que la iniciativa sea parcialmente descartada, alterada o agregada. En cualquier caso,


el proceso de deliberación y votación sigue los mismos lineamientos que en la cámara
de origen, garantizando así un debate exhaustivo y democrático sobre la propuesta
legislativa.
SANCIÓN
Una vez que tanto la Cámara de Diputados como la de Senadores hayan aprobado el
proyecto de ley o decreto, este se remitirá al Ejecutivo, acompañado de las firmas de los
presidentes de ambas cámaras. En este punto, el presidente de la República tiene la opción
de expresar su conformidad sancionando la ley y ordenando su promulgación, o bien,
manifestar su desacuerdo formulando objeciones al proyecto.
Si el presidente está de acuerdo con la totalidad del proyecto, lo sancionará y ordenará su
promulgación como ley. Según lo dispuesto en el artículo 72 b) ()8 de la Constitución Mexicana,
cualquier proyecto que no sea devuelto con observaciones a la Cámara de su origen dentro de
un plazo de diez días hábiles se considerará aprobado, a menos que el Congreso haya
cerrado o suspendido sus sesiones, en cuyo caso la devolución debe realizarse el primer día
hábil en que el Congreso esté reunido.
Este es el momento en el cual el presidente de la República puede ejercer su derecho de veto
sobre cualquier ley, conforme se desprende del texto anterior. Si el Ejecutivo rechaza total o
parcialmente el proyecto de ley, este será devuelto con sus observaciones a la Cámara de
origen. Esta cámara deberá debatirlo nuevamente y, si es confirmado por dos tercios del
número total de votos, será remitido de nuevo a la Cámara revisora. Si esta última lo aprueba
por la misma mayoría, el proyecto de ley o decreto será devuelto al Ejecutivo para su
promulgación.

La promulgación implica una declaración formal de conformidad con una fórmula especial que
confirma la incorporación definitiva de la ley al ordenamiento jurídico, según lo describe el
artículo 70 de la Constitución.9
“Toda resolución del Congreso tendrá el carácter de ley o decreto. Las leyes o decretos se
comunicarán al Ejecutivo firmado por los presidentes de ambas Cámaras y por un secretario
de cada una de ellas, y se promulgarán en esta forma: El Congreso de los Estados Unidos
Mexicanos decreta: (texto de la ley o decreto)".
Además de la sanción y la promulgación, el presidente de la República debe proceder a la
publicación de la ley. En el derecho mexicano, la promulgación implica la obligación de
publicar la ley, lo cual es un medio utilizado por el poder público para informar a todos los
ciudadanos sobre la nueva ley. La publicación de las leyes se realiza en el Diario Oficial de la
Federación, que es el órgano oficial de difusión del Estado.
PUBLICACIÓN Y VIGENCIA
El procedimiento descrito establece un método claro y efectivo para la difusión de los
dictámenes parlamentarios. Según estas regulaciones, todos los dictámenes deben ser

8
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. [C.M.] art. 72, inciso b., 1917
9
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. [C.M.] art. 70., 1917
publicados en la Gaceta Parlamentaria con un mínimo de 48 horas de antelación al inicio de la
sesión en la que serán considerados. Esta disposición garantiza que tanto los legisladores
como la población en general tengan acceso oportuno a la información sobre los proyectos de
ley y los dictámenes que serán debatidos en el pleno. Además, la divulgación anticipada de
los dictámenes permite a los legisladores examinar minuciosamente los fundamentos y
contenidos de las propuestas, lo que facilita un debate informado y constructivo.
La opción de omitir la segunda lectura del dictamen, tras consultar al pleno mediante votación
económica, simplifica el proceso legislativo, especialmente cuando los dictámenes ya han sido
publicados. Esta medida evita redundancias innecesarias y permite que el debate se
concentre en aspectos pertinentes y enriquecedores
La posibilidad de prescindir de la segunda lectura del dictamen, tras consultar al pleno
mediante votación económica, simplifica el proceso legislativo, especialmente cuando los
dictámenes ya han sido publicados. Esto evita repeticiones innecesarias y permite que el
debate se centre en aspectos relevantes y enriquecedores.
La capacidad de obviar la segunda lectura del dictamen, tras consultar al pleno en votación
económica, acelera el proceso legislativo, sobre todo cuando los dictámenes ya han sido
divulgados. Esta acción evita repeticiones superfluas y enfoca el debate en aspectos valiosos
y constructivos.
La opción de dispensar la segunda lectura del dictamen, previa consulta al pleno en votación
económica, optimiza el proceso legislativo, especialmente si los dictámenes han sido
publicados con anticipación. Esta medida elimina repeticiones innecesarias y permite que el
debate se centre en aspectos relevantes y constructivos.
Es importante destacar que la publicación de los dictámenes en la Gaceta Parlamentaria
otorga a estos documentos la misma validez y efectividad que la disposición establecida en el
artículo 108: Reglamento Interior del Congreso General (RICG). 10
“Siempre que al principio de la discusión lo pida algún individuo de la Cámara, la
comisión dictaminadora deberá explicar los fundamentos de su dictamen y aún leer
constancias del expediente, si fuere necesario; acto continuo, se seguirá el debate”.
Se fomenta la transparencia y la responsabilidad en el desarrollo del proceso legislativo, al
mismo tiempo que se asegura el derecho de los legisladores a acceder a la información
necesaria para desempeñar sus funciones de manera efectiva.
Ampliando este análisis, resulta crucial que el proceso de publicación y revisión de los
dictámenes sea eficiente y accesible para todos los involucrados en el proceso legislativo.
Esto implica la adopción de tecnologías y plataformas digitales que simplifiquen el acceso a la
información de forma rápida y eficaz. Asimismo, se destaca la importancia de fomentar una
cultura de transparencia y participación ciudadana, que permita a los ciudadanos seguir de
cerca el proceso legislativo y contribuir con sus opiniones y sugerencias. En última instancia,
un proceso legislativo transparente y participativo consolida la democracia y la legitimidad de
las decisiones adoptadas por los representantes del pueblo.
CONCLUSIÓN SOBRE EL PROCESO LEGISLATIVO EN LO GENERAL
En México, se manifiesta una compleja interdependencia entre los poderes Ejecutivo,
Legislativo y Judicial, evidenciada a través del proceso legislativo. El Congreso de la Unión,
conformado por la Cámara de Diputados y el Senado de la República, interactúa con el
Ejecutivo

10
REGLAMENTO PARA EL GOBIERNO INTERIOR DEL CONGRESO GENERAL DE LOS ESTADOS UNIDOS
MEXICANOS [C.M], Artículo 108. (1934).
Federal para la creación, modificación y promulgación de leyes. Esta interacción ilustra el
sistema de controles y equilibrios que caracteriza al sistema político mexicano, donde cada
poder del Estado desempeña un papel crucial en la toma de decisiones y la gobernanza del
país.

La diversidad de actores y perspectivas involucradas en el proceso legislativo mexicano es


otra conclusión relevante. Desde el presidente de la República y los legisladores hasta las
legislaturas estatales y los ciudadanos, una amplia gama de entidades tiene el derecho y la
capacidad de presentar iniciativas legislativas. Esta pluralidad refleja el principio democrático
de representatividad y participación.

Se subraya la importancia de la transparencia y la rendición de cuentas en el proceso


legislativo mexicano. La publicación de iniciativas, dictámenes y debates en el Diario Oficial de
la Federación y la Gaceta Parlamentaria garantiza que los ciudadanos tengan acceso a la
información sobre las leyes propuestas y en discusión. Esta transparencia fortalece la
legitimidad del proceso legislativo al permitir que los ciudadanos evalúen y participen en la
toma de decisiones que afectan su vida política, social y económica.

Mediante la descripción detallada de las etapas del proceso legislativo, se observa la


flexibilidad y adaptabilidad del sistema para abordar diferentes tipos de iniciativas y
situaciones. La posibilidad de presentar iniciativas en cualquiera de las cámaras legislativas, la
revisión y modificación de proyectos de ley, y la inclusión de mecanismos de votación y
discusión reflejan la capacidad del sistema para responder a los desafíos y las necesidades
cambiantes de la sociedad mexicana. La dinámica y la versatilidad del proceso legislativo
mexicano permiten que el sistema se ajuste y evolucione para reflejar las demandas y
aspiraciones de la sociedad en constante transformación.
EL PROCESO LEGISLATIVO CON RESPECTO A LA MATERIA FISCAL
Entender el proceso legislativo en México es esencial, no solo para el fomento de un sistema
político democrático y transparente, sino también para apreciar la complejidad legislativa en
áreas diversas, como la fiscal. La creación, modificación y promulgación de leyes fiscales
siguen un procedimiento específico que exploraremos para obtener una comprensión más
detallada de su funcionamiento, poniendo especial énfasis en la Ley de Ingresos y el
Presupuesto de Egresos de la Federación.
La apreciación de cómo el proceso legislativo opera en México es crucial no solo para el buen
funcionamiento de un sistema político basado en la democracia y la transparencia, sino
también para captar la complejidad de la legislación, especialmente en ámbitos como el fiscal.
Analizaremos en detalle la creación, modificación y promulgación de leyes fiscales,
centrándonos especialmente en la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos de la
Federación, para obtener una comprensión más profunda de su dinámica y funcionamiento
específico.

LAS LEYES FISCALES


El artículo 31 fracción IV de la constitución 11dice de manera textual:

11
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. [C.M.] art. 31., 1917
“Contribuir para los gastos públicos, así de la Federación, como de los Estados, de la Ciudad
de México y del Municipio en que residan, de la manera proporcional y equitativa que
dispongan las leyes”.
El jurista Andrés Serra Rojas define las leyes fiscales como el conjunto normas jurídicas que
regulan la determinación y recaudación de los impuestos que necesita el Estado para la
satisfacción de las necesidades públicas. 12
Las leyes fiscales, en términos generales, comprenden el conjunto de normativas legales que
rigen el sistema tributario de un país. Estas regulaciones abarcan una variedad de aspectos,
desde la imposición de impuestos y contribuciones hasta las obligaciones fiscales que deben
cumplir tanto las personas físicas como las personas morales dentro de una nación.
Entre las funciones principales de las leyes fiscales se encuentra la establecer los impuestos y
contribuciones que los ciudadanos y las entidades están obligados a pagar al Estado. Estos
gravámenes forman la base de los ingresos del gobierno y son utilizados para financiar una
amplia gama de actividades y programas destinados al bienestar social y al funcionamiento
del Estado en su conjunto.
Además de la determinación de los impuestos y contribuciones, las leyes fiscales también
contemplan los procedimientos y mecanismos para la recaudación de los fondos fiscales.
Estos procesos incluyen la elaboración de formularios fiscales, la gestión de pagos y la
administración de sistemas de información tributaria que permiten un seguimiento eficiente de
las obligaciones fiscales de los contribuyentes.
Otro aspecto crucial que abarcan las leyes fiscales es la fiscalización y el control de los
contribuyentes para garantizar el cumplimiento de las obligaciones tributarias. Esto implica la
implementación de mecanismos de supervisión y auditoría por parte de las autoridades
fiscales para asegurarse de que los contribuyentes estén cumpliendo con las disposiciones
legales en materia de impuestos y contribuciones.
En caso de detectarse irregularidades o incumplimientos en el pago de impuestos, las leyes
fiscales establecen las sanciones y penalidades correspondientes que pueden ser aplicadas a
los contribuyentes. Estas sanciones pueden variar desde multas económicas hasta medidas
más severas, dependiendo de la gravedad y la recurrencia de las infracciones cometidas.
Además de regular las obligaciones y derechos de los contribuyentes, las leyes fiscales
también definen el alcance y las responsabilidades de las autoridades tributarias encargadas
de administrar y aplicar las disposiciones fiscales. Estas entidades tienen la tarea de velar por
el cumplimiento de las leyes fiscales y garantizar la equidad y transparencia en el sistema
tributario.
En resumen, las leyes fiscales constituyen el marco legal que regula la relación entre el
Estado y los contribuyentes en materia de tributación. Su principal objetivo es garantizar la
recaudación justa y eficiente de los impuestos necesarios para financiar las actividades
gubernamentales y promover el bienestar social en la sociedad. Además, las leyes fiscales
son fundamentales para mantener el orden y la equidad en el sistema tributario, asegurando
que todos los ciudadanos y entidades contribuyan de manera proporcional a los gastos
públicos y al desarrollo del país.

12
Serra Rojas, A. (1972). Derecho Administrativo.
FACULTADES CONSTITUCIONALES
Las facultades constitucionales exclusivas en el ámbito tributario no pueden cederse o estar
sujetas a coordinación, según las bases contenidas en el artículo 73, fracción XXIX de la
constitución 13 que menciona:
“Para establecer contribuciones:
1ro. Sobre el comercio exterior;
2ndo. Sobre el aprovechamiento y explotación de los recursos naturales comprendidos en los
párrafos 4º 14 y 5º 15 del artículo 27 de la misma ley;”
También el artículo 115, fracción IV, inciso c), segundo párrafo, el cual nos menciona:
“Las leyes federales no limitarán la facultad de los Estados para establecer las contribuciones
(...), ni concederán exenciones en relación con las mismas. Las leyes estatales no
establecerán exenciones o subsidios en favor de persona o institución alguna respecto de
dichas contribuciones.”
La Ley Orgánica de la Administración Pública Federal confiere diversas responsabilidades a la
Secretaría de Hacienda y Crédito Público, las cuales están vinculadas con la recaudación de
impuestos federales de acuerdo con las leyes pertinentes, así como con la supervisión del
cumplimiento voluntario y puntual de las disposiciones fiscales que aplican a los
contribuyentes.
Las unidades administrativas comprenden las hacendarias, las cuales ostentan la
responsabilidad de elaborar la estrategia financiera y fiscal del país. Por otro lado, los
organismos tributarios independientes poseen autoridad en la recaudación de impuestos
dentro de los sectores sobre los cuales tienen competencia. Dentro del ámbito federal de las
instituciones fiscales, figuran el Instituto Mexicano del Seguro Social, el Infonavit, la Comisión
Nacional del Agua y la Procuraduría Federal del Consumidor.
Las divisiones administrativas engloban las áreas hacendarias, que asumen la tarea de
determinar la política financiera y fiscal del Estado. Por otro lado, las entidades tributarias
autónomas tienen el poder de recolectar gravámenes dentro de los campos en los que tienen
jurisdicción. En el ámbito federal de las instituciones fiscales se cuentan el Instituto Mexicano
del Seguro Social, el Infonavit, la Comisión Nacional del Agua y la Procuraduría Federal del
Consumidor.

13
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. [C.M.] art. 73, fracción XXIX., 1917
14
Artículo 27, cuatro párrafo: Corresponde a la Nación el dominio directo de todos los recursos naturales de
la plataforma continental y los zócalos submarinos de las islas;(…)de los que se extraigan metales
y metaloides utilizados en la industria; los yacimientos de piedras preciosas, de sal de gema y las salinas
formadas directamente por las aguas marinas; los productos derivados de la descomposición de las rocas,
cuando su explotación necesite trabajos subterráneos; los yacimientos minerales u orgánicos de materias
susceptibles de ser utilizadas como fertilizantes; los combustibles minerales sólidos; el petróleo y todos los
carburos de hidrógenos sólidos, líquidos o gaseosos.
15
Son propiedad de la Nación las aguas de los mares territoriales en la extensión y términos que fije el
Derecho Internacional; las aguas marinas interiores; las de las lagunas y esteros que se comuniquen
permanente o intermitentemente con el mar; las de los lagos interiores de formación natural que estén
ligados directamente a corrientes constantes; las de los ríos y sus afluentes directos o indirectos, desde el
punto del cauce en que se inicien las primeras aguas permanentes, intermitentes o torrenciales, hasta su
desembocadura en el mar, lagos, lagunas o esteros de propiedad nacional (…).
FACULTADES EXCLUSIVAS DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS
La formación de leyes o decretos que versen sobre contribuciones o impuestos, deberán ser
discutidas primero en la Cámara de Diputados, con fundamento en el artículo 72, inciso H .16,
de la Constitución Federal.
Otra facultad exclusiva de la Cámara de Diputados de aprobar anualmente el Presupuesto de
Egresos se encuentra fundamentado en el artículo 74, fracción IV, primer párrafo, de la
constitución 17 que menciona:
“IV. Aprobar anualmente el Presupuesto de Egresos de la Federación, previo examen,
discusión y, en su caso, modificación del Proyecto enviado por el Ejecutivo Federal, una vez
aprobadas las contribuciones que, a su juicio, deben decretarse para cubrirlo. Asimismo,
podrá autorizar en dicho Presupuesto las erogaciones plurianuales para aquellos proyectos de
inversión en infraestructura que se determinen conforme a lo dispuesto en la ley
reglamentaria; las erogaciones correspondientes deberán incluirse en los subsecuentes
Presupuestos de Egresos.”
La justificación se remonta a que sea la cámara de diputados, reconocida a lo largo de la
historia como la representante del pueblo, la encargada de tomar decisiones de esta índole.
En lo que respecta a la Ley de Ingresos de la Federación, como su denominación lo sugiere,
aborda los ingresos necesarios que la Federación precisa para sufragar el gasto público
durante un determinado ejercicio fiscal. Estos ingresos se dividen en diversas categorías,
incluyendo los ingresos tributarios, que comprenden impuestos, contribuciones, derechos,
productos y aprovechamientos; el financiamiento interno y externo, así como otros ingresos no
tributarios.
FACULTADES DEL PODER EJECUTIVO
El Poder Ejecutivo dispone de ciertas prerrogativas exclusivas, entre las cuales se destaca la
facultad de presentar hasta dos propuestas legislativas durante la apertura de cada período
ordinario de sesiones. Cada una de estas propuestas se somete a discusión y votación en el
pleno de la cámara legislativa en la que se ha presentado, dentro de un plazo máximo de
treinta días naturales. En el caso de que este límite temporal no se cumpla, la propuesta se
convierte en el primer punto a debatir y votar en la próxima sesión del pleno.
Si la propuesta es aprobada o sufre modificaciones por parte de la cámara legislativa donde
se presentó inicialmente, el correspondiente proyecto de ley o decreto se envía de inmediato a
la cámara revisora. Esta segunda cámara tiene la responsabilidad de analizar y votar el
proyecto dentro del mismo período de tiempo establecido.
El Presidente de la República tiene la prerrogativa de presentar hasta dos propuestas
legislativas durante el inicio de cada período ordinario de sesiones, lo cual constituye una
facultad exclusiva del Poder Ejecutivo. Cada una de estas propuestas debe ser objeto de
discusión y votación en el pleno de la cámara legislativa donde fue presentada, con un plazo
máximo de treinta días naturales para su consideración. En caso de que este plazo no se
cumpla, la propuesta pasa a ser el primer tema a tratar y votar en la siguiente sesión del
pleno.
En el caso de que la propuesta sea aprobada o modificada por la cámara legislativa donde fue
presentada inicialmente, el proyecto de ley o decreto correspondiente se remite de inmediato a

16
Artículo 72, inciso H: La formación de las leyes o decretos puede comenzar indistintamente en cualquiera
de las dos Cámaras, con excepción de los proyectos que versaren sobre empréstitos, contribuciones o
impuestos, o sobre reclutamiento de tropas, todos los cuales deberán discutirse primero en la
Cámara de Diputados.
17
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. [C.M.] art. 74, fracción IV., 1917
la cámara revisora. Esta segunda cámara tiene la obligación de examinar y votar el proyecto
dentro del mismo período de tiempo establecido.

El Presidente de la República ejerce ciertas prerrogativas exclusivas, entre las cuales se


destaca la posibilidad de presentar hasta dos propuestas legislativas durante la apertura de
cada período ordinario de sesiones. Cada una de estas propuestas debe ser sometida a
debate y votación en el pleno de la cámara legislativa donde se ha presentado, con un límite
temporal máximo de treinta días naturales. Si este plazo no se cumple, la propuesta se
convierte en el primer asunto a tratar y votar en la siguiente sesión del pleno.
En el caso de que la propuesta sea aprobada o modificada por la cámara legislativa en la que
se presentó inicialmente, el respectivo proyecto de ley o decreto se remite de inmediato a la
cámara revisora. Esta segunda cámara tiene la responsabilidad de examinar y votar el
proyecto dentro del mismo período de tiempo estipulado.
LEY DE INGRESOS
La Ley de Ingresos es una legislación propuesta por el Poder Ejecutivo al Congreso de la
Unión, con el fin de ser sometida a un completo proceso legislativo que incluye revisión,
análisis, debate, votación y eventual aprobación. Es importante resaltar que la versión original
puede ser modificada por el Congreso de la Unión, un procedimiento común en este proceso.
Una vez que la Ley de Ingresos recibe la aprobación del poder Legislativo, se remite al Poder
Ejecutivo para su promulgación y posterior publicación.
La justificación legal de la Ley de Ingresos se encuentra en dos artículos fundamentales de
nuestra Constitución. En primer lugar, el artículo 31 constitucional en su fracción IV 18,
establece la obligación de todos los ciudadanos de contribuir de manera proporcional y
equitativa para financiar los gastos públicos de la Federación, el Distrito Federal, así como de
los estados y municipios, de acuerdo con lo que establezcan las leyes correspondientes.
Además, el artículo 73 constitucional, fracción VII 19, confiere al Congreso de la Unión la
atribución exclusiva de determinar las contribuciones necesarias para cubrir el presupuesto
nacional.
La Ley de Ingresos de la Federación es un documento que engloba una variedad de rubros y
conceptos considerados esenciales, así como las cantidades anticipadas que se espera recibir
por cada uno de ellos. Por lo tanto, este texto adquiere una relevancia fundamental en la
planificación financiera y la administración de los recursos estatales, al establecer las fuentes
de ingresos y las políticas fiscales que regirán en el país durante el período correspondiente.
La principal meta de esta legislación es proporcionar al Estado los recursos financieros
necesarios para cubrir los gastos públicos a lo largo de un período fiscal específico.
Es importante resaltar que, en teoría, la finalidad esencial de esta Ley de Ingresos debería
limitarse a revelar las fuentes de obtención de recursos destinados a sufragar los gastos
públicos, así como los montos correspondientes a cada rubro. Sin embargo, en la práctica,
también se emplea para introducir nuevas disposiciones fiscales o modificar las existentes, por
lo que su consulta resulta indispensable para estar al tanto de dichas modificaciones.

18
Artículo 31 constitucional, fracción IV: Contribuir para los gastos públicos, así de la Federación, como de
los Estados, de la Ciudad de México y del Municipio en que residan, de la manera proporcional y equitativa
que dispongan las leyes.
19
Artículo 73 constitucional, fracción VII. Para imponer las contribuciones necesarias a cubrir el Presupuesto.
PROCEDIMIENTO PARA LA APROBACIÓN DE LA LEY DE INGRESOS
El proceso legislativo en torno a la aprobación de la Ley de Ingresos y el Presupuesto de
Egresos en México implica una serie de plazos y procedimientos estrictos que garantizan la
congruencia con la política económica y la participación activa de las comisiones legislativas.
Estas leyes, cruciales para la administración financiera del Estado, deben ser aprobadas por
ambas cámaras del Congreso y publicadas en el Diario Oficial de la Federación en un plazo
determinado. Además, se establece un marco para la comunicación y la transparencia en la
distribución del presupuesto, promoviendo así la responsabilidad y la eficiencia en la gestión
pública.
El procedimiento para la ley de ingresos consiste en lo siguiente:
• El 8 de septiembre de cada año, el Ejecutivo Federal presenta al Congreso los
lineamientos generales de la política económica. La aprobación de la Ley de Ingresos debe
ser obtenida de la Cámara de Diputados antes del 20 de octubre, y del Senado antes del 31
de octubre. Por otro lado, el Presupuesto de Egresos requiere la aprobación de la Cámara de
Diputados antes del 15 de noviembre.
• A lo largo del proceso legislativo, es de suma importancia considerar la coherencia con
la política económica y la participación activa de las comisiones pertinentes. Una vez que
ambas leyes son aprobadas, deben ser publicadas en el Diario Oficial de la Federación dentro
de un plazo máximo de 20 días posteriores a su aprobación.
• En un plazo no mayor a 10 días hábiles, el Ejecutivo tiene la responsabilidad de
informar sobre la distribución del presupuesto aprobado. Además, la Secretaría de Hacienda
debe revelar el monto y el programa de gasto federal dentro de los 15 días hábiles posteriores
a la publicación del Presupuesto de Egresos.
• Este proceso garantiza la transparencia y la rendición de cuentas en la gestión de los
recursos públicos, así como la alineación de las decisiones presupuestarias con los objetivos y
necesidades económicas del país. La sincronización entre el poder Ejecutivo y el Legislativo
es fundamental para asegurar una asignación adecuada de los recursos y promover el
desarrollo económico y social de la nación.
PRESUPUESTO DE EGRESOS DE LA FEDERACIÓN
El Presupuesto de Egresos representa un componente vital del sistema financiero y legal de
un país, siendo una herramienta esencial para la gestión de los recursos públicos y el
cumplimiento de los compromisos gubernamentales. Este ordenamiento jurídico, de
naturaleza financiera, es propuesto por el poder Ejecutivo y sometido al escrutinio del
Congreso de la Unión en un proceso legislativo que implica revisión, discusión, votación y
aprobación.
La propuesta inicial del Presupuesto de Egresos puede ser objeto de modificaciones por parte
del Congreso de la Unión, reflejando así un ejercicio de representación democrática y
deliberación parlamentaria sobre el destino de los recursos fiscales. Es importante destacar
que este presupuesto se nutre principalmente de los impuestos recaudados, lo que lo
convierte en una manifestación directa de la contribución de los ciudadanos al funcionamiento
del Estado.
La gestión adecuada de estos recursos adquiere una relevancia crucial, ya que deben ser
utilizados de manera eficiente y eficaz para satisfacer las necesidades prioritarias del país. En
este sentido, la fiscalización del gasto público se erige como un elemento esencial en la
administración moderna, garantizando la transparencia, la rendición de cuentas y el uso
responsable de los fondos públicos.
El Presupuesto de Egresos de la Federación, en su detalle de rubros y conceptos, proporciona
una visión clara y detallada de la asignación de recursos financieros, abarcando así el
conjunto
del Gasto Público durante un ejercicio fiscal determinado. Este documento, por tanto, no solo
refleja las prioridades y objetivos del gobierno, sino que también refleja las demandas y
necesidades de la sociedad en su conjunto.
Los recursos destinados a través del Presupuesto de Egresos tienen como finalidad primordial
cubrir una variedad de gastos necesarios para el funcionamiento del Estado y la
implementación de políticas públicas. Dichos gastos están orientados hacia el logro de
objetivos y fines específicos, los cuales están sujetos a la aprobación y supervisión del Poder
Legislativo, en particular de la Cámara de Diputados.
La exclusividad que ostenta la Cámara de Diputados en la discusión y aprobación anual del
Presupuesto de Egresos refleja la importancia atribuida a este proceso en el marco
institucional del país. La responsabilidad recae en los representantes del pueblo, quienes
deben velar por la asignación adecuada de los recursos financieros en función de las
necesidades y prioridades nacionales.
PROCEDIMIENTO PARA LA APROBACIÓN DEL PRESUPUESTO DE EGRESOS

• La Secretaría de Hacienda y Crédito Público establecerá directrices para la confección


de los programas a incluir en el Presupuesto anual, comunicando a las dependencias y
entidades involucradas dichos lineamientos antes del 15 de marzo. En cada una de estas
dependencias y entidades, existirá una unidad específica encargada de llevar a cabo esta
labor de programación.

• Para el 15 de junio, la propia Secretaría emitirá las políticas a ser seguidas en los
anteproyectos del Presupuesto. Posteriormente, el 20 de julio, las dependencias y entidades
remitirán a la Secretaría sus anteproyectos, los cuales serán objeto de discusión y ajuste en
los meses subsiguientes en coordinación con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
• Los proyectos definitivos serán reenviados a la SHCP el 20 de octubre, incorporando
los ajustes requeridos por dicha Secretaría. El 15 de noviembre, de acuerdo con lo establecido
en el artículo 74 fracción IV 20 de la Constitución, el Secretario de Hacienda y Crédito Público
presentará ante la Cámara de Diputados la iniciativa del Presupuesto de Egresos de la
Federación, siendo esta fecha flexible, pudiendo extenderse hasta el 15 de diciembre, cuando
el Ejecutivo Federal asuma su cargo.
• Una vez presentada la iniciativa, esta será objeto de discusión y, de ser necesario,
aprobación en la Cámara de Diputados, siguiendo el procedimiento habitual para la
elaboración de cualquier ley. Finalmente, el último paso implica la promulgación y publicación
del Presupuesto de Egresos como Decreto por parte del Ejecutivo. Este proceso asegura la
transparencia y legalidad en la gestión de los recursos públicos, cumpliendo con los principios
de rendición de cuentas y democracia institucional.

20
Art 74 constitucional, fracción IV: Aprobar anualmente el Presupuesto de Egresos de la Federación, previo
examen, discusión y, en su caso, modificación del Proyecto enviado por el Ejecutivo Federal, una vez
aprobadas las contribuciones que, a su juicio, deben decretarse para cubrirlo. Asimismo, podrá autorizar en
dicho Presupuesto las erogaciones plurianuales para aquellos proyectos de inversión en infraestructura que
se determinen conforme a lo dispuesto en la ley reglamentaria; las erogaciones correspondientes deberán
incluirse en los subsecuentes Presupuestos de Egresos.
VIGENCIA DE LA LEY DE INGRESOS Y DEL PRESUPUESTO DE EGRESOS
Tanto la Ley de Ingresos como el Presupuesto de Egresos tienen una duración de un año
fiscal, que coincide con el año natural, y comienzan a tener efecto el día posterior a su
publicación, según lo estipulado en el artículo 7 del Código Fiscal de la Federación 21 .
Las normativas fiscales, sus reglamentos y las disposiciones administrativas generales
entrarán en vigencia en todo el territorio nacional el día consecutivo a su publicación en el
Diario Oficial de la Federación, a menos que establezcan expresamente una fecha posterior.

LA LEY DE INGRESOS Y EL PRESUPUESTO DE EGRESOS DURANTE LA ÉPOCA DE TRANSICIÓN

El artículo 4to fracción II de la Ley Orgánica del Congreso General de los Estados Unidos
Mexicanos 22 nos dice lo siguiente:

“Cada periodo de sesiones ordinarias durará el tiempo necesario para tratar los asuntos de su
competencia. El primer periodo no podrá prolongarse sino hasta el quince de diciembre del mismo
año, excepto cuando el Presidente de la República inicie su encargo en la fecha prevista por el
artículo 83 constitucional, caso en el cual las sesiones podrán extenderse hasta el treinta y uno de
diciembre de ese mismo año. El segundo periodo no podrá prolongarse más allá del treinta de abril
del mismo año.”

El artículo 83 constitucional 23 menciona “El Presidente entrará a ejercer su encargo el 1o. de


octubre y durará en él seis años. El ciudadano que haya desempeñado el cargo de Presidente de la
República, electo popularmente, o con el carácter de interino o sustituto, o asuma provisionalmente
la titularidad del Ejecutivo Federal, en ningún caso y por ningún motivo podrá volver a desempeñar
ese puesto”.

CONCLUSIÓN SOBRE EL PROCESO LEGISLATIVO EN MATERIA FISCAL

El análisis del proceso legislativo en materia fiscal en México revela la complejidad y la importancia
de la interacción entre los poderes del Estado, así como la participación ciudadana en la
elaboración y aprobación de leyes que regulan el sistema tributario y la asignación de recursos
financieros del país.

En primer lugar, se destaca la facultad del Poder Ejecutivo para presentar propuestas legislativas
durante el período ordinario de sesiones, lo que refleja su papel activo en la formulación de políticas
fiscales. Este proceso evidencia la necesidad de una coordinación entre el Poder Ejecutivo y el
Legislativo para alcanzar acuerdos en materia fiscal.

Por otro lado, la exclusividad que ostenta la Cámara de Diputados en la discusión y aprobación del
Presupuesto de Egresos subraya la importancia de la representación popular en la asignación de
recursos financieros y en la fiscalización del gasto público. Este proceso democrático garantiza la
transparencia y la rendición de cuentas en la administración de los fondos públicos.

Además, se observa que las leyes fiscales desempeñan un papel fundamental en la regulación de
las obligaciones y derechos de los contribuyentes, así como en la definición de las
responsabilidades de las autoridades tributarias. Estas leyes buscan garantizar la equidad y la
eficiencia en el sistema tributario, así como promover el bienestar social y el desarrollo económico
del país.

21
Artículo 7 Código Fiscal de la Federación: Las leyes fiscales, sus reglamentos y las disposiciones
administrativas de carácter general, entrarán en vigor en toda la República el día siguiente al de su
publicación en el Diario Oficial de la Federación, salvo que en ellas se establezca una fecha posterior
22
Ley Orgánica del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, art. 4, fracción II., 1999
23
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. [C.M.] art. 83,, 1917
En resumen, el proceso legislativo en materia fiscal en México refleja la complejidad y la
importancia de la participación de los diversos actores políticos y sociales en la formulación de
políticas públicas. Este proceso democrático es fundamental para asegurar una gestión responsable
y transparente de los recursos financieros del Estado, así como para promover el desarrollo
económico y social del país.

Conclusiones Finales

La interdependencia de los poderes del Estado en el proceso legislativo mexicano es un aspecto


fundamental que define la dinámica política y jurídica del país. En México, el proceso de creación,
modificación y promulgación de leyes refleja una compleja relación entre los poderes Ejecutivo,
Legislativo y Judicial, donde el Congreso de la Unión interactúa de manera constante con el
Ejecutivo Federal. Esta interacción no solo evidencia la complejidad del sistema político mexicano,
sino también el mecanismo de controles y equilibrios que busca garantizar un ejercicio del poder
más democrático y transparente.

La diversidad de actores y perspectivas en el proceso legislativo mexicano es notable. Desde el


presidente de la República y los legisladores hasta las legislaturas estatales y los ciudadanos, una
amplia gama de entidades tiene el derecho y la capacidad de participar en la presentación de
iniciativas legislativas. Esta pluralidad de voces y enfoques refleja el principio democrático de
representatividad y participación, en el que se busca involucrar a los distintos sectores de la
sociedad en la toma de decisiones que impactan en su vida cotidiana.

La transparencia y la rendición de cuentas son pilares fundamentales del proceso legislativo en


México. La apertura y accesibilidad de los procedimientos legislativos para todos los ciudadanos
fomentan la confianza en las instituciones democráticas. La publicación de iniciativas, dictámenes y
debates en el Diario Oficial de la Federación y la Gaceta Parlamentaria garantiza que los
ciudadanos tengan acceso a la información relevante sobre las leyes propuestas y en discusión,
permitiendo una participación informada y activa de la sociedad en la vida política del país.

La flexibilidad y adaptabilidad del sistema legislativo mexicano son aspectos destacables que
permiten abordar diferentes tipos de iniciativas y situaciones. La descripción detallada de las etapas
del proceso legislativo revela la capacidad del sistema para responder a los desafíos y necesidades
cambiantes de la sociedad mexicana, adaptándose a las nuevas realidades y demandas del entorno
político, económico y social.

Las leyes fiscales juegan un papel crucial en el sistema legislativo mexicano, regulando la relación
entre el Estado y los contribuyentes en materia de tributación. Su objetivo principal es garantizar
una recaudación justa y eficiente de impuestos necesarios para financiar las actividades
gubernamentales y promover el bienestar social en la sociedad. La importancia de las leyes fiscales
se refleja en la atención y la prioridad que se les otorga durante el proceso legislativo.

La Ley de Ingresos de la Federación y el Presupuesto de Egresos son piezas clave del sistema
fiscal y financiero del país. La consulta y aprobación de estas leyes son fundamentales para
proporcionar al Estado los recursos financieros necesarios para cubrir los gastos públicos y
garantizar el funcionamiento efectivo del gobierno. La participación activa de las comisiones
legislativas y el estricto seguimiento de los plazos y procedimientos establecidos aseguran la
congruencia con la política económica y la eficiencia en la gestión de los recursos públicos.

En conclusión, la interdependencia de los poderes del Estado en el proceso legislativo mexicano es


un elemento central que define la dinámica política y jurídica del país. La diversidad de actores y
perspectivas, la transparencia y rendición de cuentas, la flexibilidad y adaptabilidad del sistema, así
como la importancia de las leyes fiscales y el presupuesto, son aspectos fundamentales que
caracterizan y fortalecen el sistema legislativo mexicano, contribuyendo a la consolidación de un
Estado democrático y transparente.

También podría gustarte