Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
ESCUELA TÉCNICA
SUPERIOR DE ARQUITECTURA
Director de Tesis:
2007
III
IV
D. 12
Presidente D._________________________________________________________
Vocal D._____________________________________________________________
Vocal D._____________________________________________________________
Vocal D._____________________________________________________________
Secretario D._________________________________________________________
en__________________________________________________________________
Calificación___________________________________________________________
EL SECRETARIO
V
VI
A mi padre,
te lo debía
por haber sido quien fuiste
A Bety
por tu cobijo y calor
cuando fue más frío el tiempo
a pesar de O Cebreiro
VII
VIII
Agradecimientos
Este es un trabajo que ha llevado más del tiempo deseado, pero sólo el necesario para
poder mostrarse. Requirió, por lo mismo, del apoyo y de la paciencia de muchos, tal
vez de muchos más de los que alcanzo a recordar. Valgan éstos, pues, como un
reconocimiento a todos los que se me extraviaron en la memoria.
Quiero comenzar por agradecer a Fernando Roch, director de esta tesis, que con
profundo sosiego, que en ocasiones rayó en la entereza, sembró ideas y panoramas a
lo largo de casi cuatro años, en espera de que algún día, como hoy, pudieran florecer
como una tesis doctoral. A Javier Seguí y a Margarita de Luxán que fueron de principio
a fin un respaldo para el desarrollo del DAU-2, y a los que debo el haber superado los
intrincados y, a veces, misteriosos caminos administrativos que se transitaron en este
tiempo. A Mayra, que fue mis ojos y manos allá, a mis compañeros de la Facultad de
Planeación, especialmente a Laura Araujo y a Luizet cuyo apoyo me permitió estar
aquí, a Oscar Terrazas por su amistad todos estos años, que sirvió de estímulo y
nunca cobró mis exabruptos por los sellos.
Por último, quiero agradecer a la Universidad Autónoma del Estado de México por el
apoyo que me brindó para la realización del Doctorado y la elaboración de esta Tesis,
al ex Rector Rafael López Castañares y al Rector José Martínez Vilchis que me
otorgaron su ayuda incondicional y su paciencia ilimitada, y a Graciela Suárez,
directora de mi facultad, por su cariño y aprecio, y por un respaldo sin medida, sin el
cual, seguramente, este tiempo en Madrid no hubiera sido tan luminoso.
IX
X
Resumen
A pesar de que en México existen, actualmente, cerca de cien organismos que de una
forma u otra financian vivienda social, aún hoy, cerca del 20% de la vivienda
autoconstrucción.
financiero de vivienda social en 1925, hasta las reformas que llevaron en el año 2002 a
vivienda social, el trabajo de tesis busca definir las características generales de los
próximo.
La hipótesis de trabajo considera que las limitaciones de esta política social para
XI
La primera de ellas, se ha desarrollado a través de la conformación de un sistema de
urbanización irregular.
La tercera, sustitutiva de las dos anteriores durante los primeros 25 años de política
reglamentarias del arrendamiento de vivienda, que han ido perdiendo vigencia a la par
arrendamiento.
jurídicos que han llevado a que alrededor del 60% del parque habitacional en el país
XII
limitada a la regularización de los asentamientos ilegales, y con ello haya perdido la
XIII
XIV
Abstract
way or another. However, almost 20% of houses are built by the endemic, onerous and
This study is based on an historical analysis of work carried out by financial agencies in
the social housing field. It begins in 1925, when the first agency was created and
continues until the reforms of 2002, with the publication of the most recent instruments
for construction credit. The main purpose is to define the general characteristics of
housing policy and to analyze its limitations in solving Mexico’s housing needs; this
policy has been incapable of solving the needs of 30% of the population.
The working hypothesis considers that the limitations of this housing policy arose from
the relationship between the financial mechanisms for social housing and the
secondary instruments of social housing policy. This developed out of the way the
Mexican State was formed and the way in which it established mechanisms for its
My purpose is to show that Mexico’s housing policy is based on three lines of action
which are complementary and compensatory 1) Funding and construction policy for
social housing; 2) Land policy and the regularization of land tenure; and 3) renting
policy.
The first line of action was developed through a system of instruments for the
relationship between the Mexican State and various social groups. This has resulted in
the creation of a network of agencies that deal with the housing needs of only certain
favoured groups.
XV
The second line of action arose originally as an extraordinary measure to find a
solution to those housing needs that could not be solved through credit mechanisms. It
became the main subsidiary mechanism of social housing funding policy and the way
institutionalized.
The third line of action replaced the previous two during the first 25 years of institutional
policy for housing in Mexico (1925-1950). At one stage, it was the principal mechanism
of public intervention to regulate the way housing was produced and commercialized
(ie. rented). It was used as a mechanism of social conciliation, but has been reduced to
a group of regulations for house renting. These regulations have become outdated, as
financing and land policies have been consolidated, and in recent years have failed to
The result has been the configuration of an excluding and corporativist housing policy,
based on a system of financial, legal and renting instruments that have been
responsible for causing 60% of the housing stock to be constructed outside the formal
mechanisms for the production of social housing. Another consequence has been that
land policy, a substitute for house financing, was limited to the regularization of illegal
instrument for the real estate market. Instead, it has become the means for
institutionalizing the informal land and housing market. And finally, it has led to
approximately 20% of the entire national housing market (especially rentable housing)
housing, which lie outside the regulatory mechanisms for the production of social
housing.
XVI
INDICE GENERAL
INTRODUCCIÓN: 1
PREGUNTAS CENTRALES 3
ANTECEDENTES DEL TEMA 5
OBJETIVOS 8
METODOLOGÍA 9
LIMITACIONES Y POSIBLES SESGOS DEL ESTUDIO 13
CAPÍTULO 1
UNA PROPUESTA DE REINTERPRETACIÓN DE LAS POLÍTICAS
HABITACIONALES EN MÉXICO 19
1. Las interpretaciones sobre la política habitacional en México e hipótesis de
trabajo 20
1.1. Una aproximación al carácter de la acción habitacional del Estado en
México 23
1.2. Naturaleza del Estado mexicano y política habitacional 28
XVII
3.2.1. El carácter de las políticas habitacionales en los momentos de la
falsa hegemonía 72
3.2.2. La política habitacional en el marco de la verdadera hegemonía 74
CAPÍTULO 2
EL PROBLEMA HABITACIONAL EN MÉXICO: EL PRECEDENTE DE LAS
POLÍTICAS DE VIVIENDA 97
1. Los factores territoriales y económicos del problema habitacional 100
XVIII
2.2.1. Centralidad en los usos del suelo y la vivienda 152
2.2.2. La vivienda en las primeras periferias urbanas 155
2.2.3. Diversidad urbana y residencial 156
CAPÍTULO 3
EL MOVIMIENTO INQUILINARIO EN MÉXICO: EXPRESIÓN SOCIAL DEL
PROBLEMA DE LA VIVIENDA Y DETONANTE DE LA POLÍTICA
HABITACIONAL 169
1. El Contexto internacional 170
1.1. Los factores generales del conflicto inquilinario 171
4.6. El centro occidente del país: en medio de las disputas entre una elite
política que emerge y otra que se resiste a desaparecer. 233
XIX
CAPÍTULO 4
LA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO POSREVOLUCIO-NARIO Y LA
CUESTIÓN HABITACIONAL 245
1. La herencia del liberalismo mexicano 246
1.1. La cuestión habitacional y el Estado liberal 247
CAPÍTULO 5
FINANCIAMIENTO Y PRODUCCIÓN DE VIVIENDA SOCIAL: LOS
INSTRUMENTOS CORPORATIVOS DE LA POLÍTICA HABITACIONAL 321
XX
2. El punto de partida de las políticas habitacionales: las primeras
experiencias de programas y proyectos habitacionales públicos 326
XXI
4.8.4. Organismos Nacionales o Estatales para Programas o Proyectos de
Desarrollo Regional (ONEDER) 444
4.8.5. Programas Especiales de Financiamiento (PEF) 450
CAPÍTULO 6
Los brazos compensatorios de la política habitacional: el inquilinato y la
política de suelo 457
1. Permanencia del arrendamiento como mecanismo de acceso a la
vivienda 461
1.1. El carácter homogéneo de la Política Inquilinaria 468
1.2. El desarrollo de la política inquilinaria en México 471
1.2.1. La cuestión inquilinaria y los Códigos Civiles. 481
1.2.2. El congelamiento de alquileres 485
2. La política de suelo como mecanismo de acceso a la vivienda 489
2.1. La política de suelo como brazo de la política habitacional 490
2.1.1. Los antecedentes de la política de suelo 493
2.1.2. Los primeros pasos de la política de suelo 496
2.1.3. La institucionalización de los asentamientos irregulares 499
2.2. La instrumentación de la política de suelo 503
2.2.1. El origen agrario de la irregularidad urbana 506
2.2.2. CORETT 509
2.2.3. Los organismos estatales de regularización de la tenencia de la tierra 518
CONCLUSIONES 527
1. La política de financiamiento y producción de vivienda social 530
2. La política Inquilinaria 537
3. La política de suelo 545
4. Los límites de la política habitacional en México, un vistazo hacia el
futuro 552
BIBLIOGRAFÍA 605
XXII
INDICE DE CUADROS,
CUADROS EN DOCUMENTO
CUADRO 1: CRECIMIENTO DE LA POBLACIÓN EN MÉXICO, 1900 -2000………..…..………………24
XXIII
CUADRO 22: ODEPES. NÚMERO DE CRÉDITOS OTORGADOS Y SU DISTRIBUCIÓN
PORCENTUAL, 1973-2005………………………………………………………..…………………374
CUADRO 23: BANSEFI. FINANCIAMIENTO HABITACIONAL EN RELACIÓN CON CARTERA DE
CRÉDITO VIGENTE, 2002-2005…………………………………………………………....………387
CUADRO 24: BANJERCITO. FINANCIAMIENTO HABITACIONAL EN RELACIÓN CON CARTERA DE
CRÉDITO VIGENTE, 1997-2005…………………………….…………………………….….…….391
CUADRO 25: BANOBRAS. FINANCIAMIENTO HABITACIONAL EN RELACIÓN CON CARTERA DE
CRÉDITO VIGENTE, 1997-2005………………………………..……………………………..……392
CUADRO 26: NAFINSA. FINANCIAMIENTO HABITACIONAL EN RELACIÓN CON CARTERA DE
CRÉDITO VIGENTE, 1997-2005………………………………………………………………..…..393
CUADRO 27: BANCOMEXT. FINANCIAMIENTO HABITACIONAL EN RELACIÓN CON CARTERA DE
CRÉDITO VIGENTE, 1997-2005……………………………….………………………………..….394
CUADRO 28: FISOMEX. NO. DE CRÉDITOS OTORGADOS, 1983-1987……………………….….….395
CUADRO 29: FINASA, FINANCIAMIENTO HABITACIONAL EN COMPARACIÓN CON CARTERA DE
CRÉDITO VIGENTE, 1997-2005………………………….………………………………………...398
CUADRO 30: BANRURAL. FINANCIAMIENTO HABITACIONAL EN COMPARACIÓN CON CARTERA
DE CRÉDITO VIGENTE, 1997-2005……………………………………………………………..…398
CUADRO 31: OREVIS. TOTAL DE CRÉDITOS OTORGADOS POR ENTIDAD FEDERATIVA, 1973 –
2005………………………………………………………………………...…………………………..419
CUADRO 32: OREVIS. DISTRIBUCIÓN PORCENTUAL DE TOTAL DE CRÉDITOS OTORGADOS
POR ENTIDAD FEDERATIVA, 1973 – 2005………………….………………………………..….420
CUADRO 33: ORESS. TOTAL DE CRÉDITOS OTORGADOS POR ENTIDAD FEDERATIVA Y SU
DISTRIBUCIÓN PORCENTUAL, 1973 – 2005………………………….…………………..……..430
CUADRO 34: OEDUOP, TOTAL DE CRÉDITOS OTORGADOS Y SU DISTRIBUCIÓN PORCENTUAL,
1989-2004……………………………………………………………………………………………...435
CUADRO 35: ONENDUVSS. TOTAL DE CRÉDITOS OTORGADOS Y SU DISTRIBUCIÓN
PORCENTUAL, 1991-2004…………………………………………………………………………..440
CUADRO 36: ONEPEC. TOTAL DE CRÉDITOS OTORGADOS Y SU DISTRIBUCIÓN PORCENTUAL,
1986 2000…………………………………………...……………………………………………….…444
CUADRO 37: ONEDER. TOTAL DE CRÉDITOS OTORGADOS Y SU DISTRIBUCIÓN PORCENTUAL,
1983-1995……………………………………………..……………………………………………….449
CUADRO 38: FIDEICOMISOS ESTATALES COMPLEMENTARIOS DEL PROGRAMA ESPECIAL DE
FINANCIAMIENTO A LA VIVIENDA PARA EL
MAGISTERIO……………………………………………………………………………………….….453
CUADRO 39: PEF. TOTAL DE CRÉDITOS OTORGADOS Y SU DISTRIBUCIÓN PORCENTUAL,
1998-2005…………………………………………….…………………………………….………….454
CUADRO 40: NÚMERO DE VIVIENDAS REALIZADAS POR EL SECTOR PÚBLICO, 1925-
1946……………………………………………………………………………………………………..458
CUADRO 41: TOTAL DE VIVIENDA PROPIA Y NO PROPIA POR ENTIDAD FEDERATIVA, 1950-
2000………………………………………………………………..…………………………….……..464
XXIV
CUADRO 42: DISTRIBUCIÓN PORCENTUAL DE VIVIENDA PROPIA Y NO PROPIA POR ENTIDAD
FEDERATIVA, 1950-2000……………………………………………..………………………..……465
CUADRO 43: EVOLUCIÓN DE LA PRESENCIA DE LA VIVIENDA EN ALQUILER, 1990-
2000…………………………………………………………………………….……………………….467
CUADRO 44: ESTADOS CON LEYES INQUILINARIAS, 1917-1940………………………………..…..480
CUADRO 45: RELACIÓN DE CÓDIGOS CIVILES Y LEGISLACIÓN INQUILINARIA EN LAS
DISTINTAS ENTIDADES FEDERATIVAS 1917 A 2005…………………….…………………...482
CUADRO 46: ENTIDADES CON DECRETOS DE “CONGELAMIENTO DE RENTAS”…………….….486
CUADRO 47: CORETT. ESCRITURAS ENTREGADAS POR ENTIDAD FEDERATIVA, 1974-
2006………………………………………………………………………….………………………….513
CUADRO 48: PROGRAMA PISO: CONFORMACIÓN DE RESERVAS DE SUELO EN PROPIEDAD
EJIDAL Y COMUNAL, 1996-1999…………………………………………………………..……….515
CUADRO 49: ORGANISMOS ESTATALES DE REGULARIZACIÓN DE LA TENENCIA DE LA TIERRA,
2007……………………………………………….…………………………………………….………522
CUADRO 50: VARIACIONES EN LA TIPOLOGÍA HABITACIONAL DE LA VIVIENDA PARTICULAR,
2000-2005……………………………………………………….………………………………..……543
CUADRO 51: PESO RELATIVO EN LA TIPOLOGÍA HABITACIONAL DE LA VIVIENDA PARTICULAR,
2000-2005…………………………………………………………………………………..….………544
CUADRO 52: FINANCIAMIENTO DE VIVIENDA COMPLETA POR ORGANISMOS PÚBLICOS Y
PRIVADOS (SIN FOVISSSTE E INFONAVIT), PROMEDIO ANUAL, 2001-
2005……………………………………………………………………………………………………..557
XXV
CUADRO AE-21: PARTICIPACIÓN DE LOS SECTORES PÚBLICO Y PRIVADO EN LA
PRODUCCIÓN HABITACIONAL (NÚMERO DE CRÉDITOS TOTALES POR AÑO,
ORGANISMO Y SECTOR), 1973-2005………………………………………………………..……567
CUADRO AE-22: PARTICIPACIÓN DE LOS SECTORES PÚBLICO Y PRIVADO EN LA
PRODUCCIÓN HABITACIONAL, 1973-2005 (NÚMERO DE CRÉDITOS TOTALES Y SU
DISTRIBUCIÓN PORCENTURAL POR ENTIDAD FEDERATIVA)………………………….....568
CUADRO AE-31: ORGANISMOS ESTATALES DE VIVIENDA, 1940s-1960s (ONAVIS-
ORESS).………………………………………………………………………………………...……...569
CUADRO AE-32: ORGANISMOS ESTATALES DE SEGURIDAD SOCIAL Y DE VIVIENDA DE LOS
AÑOS 1970s (ONAVIS-ORESS)……………………...……………………………………………..570
CUADRO AE-33: ORGANISMOS ESTATALES 1980 (a) (ONAVIS-ORESS).......................................571
CUADRO AE-34: ORGANISMOS ESTATALES 1980 (b) (ONAVIS-ORESS).......................................572
CUADRO AE-35: ORGANISMOS ESTATALES DE VIVIENDA CREADOS A PARTIR DE 1990 HASTA
2006 (ONAVIS-ORESS)............................................................................................................573
CUADRO AE-4: PRODUCCIÓN DE VIVIENDA POR SECTOR (PÚBLICO, PRIVADO Y
SOCIAL)………………………………………………………………………………..……………….574
CUADRO AE-5: ONAVIS: TOTAL DE CRÉDITOS OTORGADOS Y SU PARTICIPACIÓN
PORCENTUAL 1973-2005……………………………………………………….…………………..575
CUADRO AE-6: INFONAVIT, NÚMERO DE CÉDITOS OORGADOS POR POGRAMA, 1973-
2005……………………………………………………………………………………………………..576
CUADRO AE-7: INFONAVIT, DISTRIBUCIÓN PORCENTUAL DE TOTAL DE CRÉDITOS
OTORGADOS POR ENTIDAD FEDERATIVA, 1973-2005………………….……………………577
CUADRO AE-8: FONAHAPO INTEGRADO, TOTAL DE CRÉDITOS OTORGADOS POR PROGRAMA,
1982-2005……………………………………………………………………………………….……..578
CUADRO AE-9: FOVI-SHF (INCLUYE PROFIVI DESDE 2001), TOTAL DE CRÉDITOS OTORGADOS
POR ENTIDAD FEDERATIVA, 1973-2005…………………….………………………………...…579
CUADRO AE-10: FOVI-SHF (INCLUYE PROFIVI DESDE 2001), DISTRIBUCIÓN PORCENTUAL DE
TOTAL DE CRÉDITOS OTORGADOS POR ENTIDAD FEDERATIVA, 1973-
2005………………………………………………………………………………………….………….580
CUADRO AE-111: FOVI-SHF- INTEGRADO, TOTAL DE CRÉDITOS OTORGADOS, 1973-
2005……………………………………………………………………………………………………..581
CUADRO AE-112: FOVI-SHF-INTEGRADO, DISTRIBUCIÓN PORCENTUAL DE TOTAL DE
CRÉDITOS OTORGADOS, 1973-2005……………………….…………………………………….582
CUADRO AE-121: EVOLUCIÓN DE LA POBLACIÓN TOTAL EN MÉXICO POR ENTIDAD
FEDERATIVA, 1910-2005……………………………………………………..……………………..583
CUADRO AE-122: EVOLUCIÓN DE LA POBLACIÓN TOTAL EN MÉXICO, PARTICIPACIÓN
PORCENTUAL POR ENTIDAD FEDERATIVA, 1910-2005……………………...……...……….584
CUADRO AE-123: EVOLUCIÓN DE LA POBLACIÓN URBANA POR ENTIDAD FEDERATIVA, 1980-
2005……………………………………………………………………………………….…………….585
XXVI
CUADRO AE-131: ISSFAM, TOTAL DE CRÉDITOS OTORGADOS POR ENTIDAD FEDERATIVA,
1973-2005………………………………………………………….……………………………..……586
CUADRO AE-132: ISSFAM, DISTRIBUCIÓN PORCENTUAL DE TOTAL DE CRÉDITOS
OTORGADOS POR ENTIDAD FEDERATIVA, 1973-2003)………………………..….…………587
CUADRO AE-14: EVOLUCIÓN DE LA POBLACIÓN URBANA POR ENTIDAD FEDERATIVA, 1980-
2005……………………………………………………………...……………………………….…….588
CUADRO AE-151: FOVISSSTE, NÚMERO DE CRÉDITOS OTORGADOS POR PROGRAMA, 1973-
2005…………………………………………………………………………..…………………….…..589
CUADRO AE-152: FOVISSSTE, DISTRIBUCIÓN PORCENTUAL DE TOTAL DE CRÉDITOS
OTORGADOS POR ENTIDAD FEDERATIVA, 1973-2005……………………………………….590
CUADRO AE-161: TOTAL DE VIVIENDAS PRODUCIDAS POR LOS SECTORES PÚBLICO Y
PRIVADO, POR TIPO DE PROGRAMA, 1971-2005……………………………………….……..591
CUADRO AE-162: TOTAL DE VIVIENDAS PRODUCIDAS POR LOS SECTORES PÚBLICO Y
PRIVADO, POR TIPO DE PROGRAMA, 1971-1980………………………………………..…….592
CUADRO AE-163: TOTAL DE VIVIENDAS PRODUCIDAS POR LOS SECTORES PÚBLICO Y
PRIVADO, POR TIPO DE PROGRAMA, 1981-1990…………………………………..…………593
CUADRO AE-164: TOTAL DE VIVIENDAS PRODUCIDAS POR LOS SECTORES PÚBLICO Y
PRIVADO POR TIPO DE PROGRAMA, 1991-2000………………….………………...…………594
CUADRO AE-165: TOTAL DE VIVIENDAS PRODUCIDAS POR LOS SECTORES PÚBLICO Y
PRIVADO POR TIPO DE PROGRAMA…………………………………...………..………………595
CUADRO AE-171: CFE, TOTAL DE CRÉDITOS OTORGADOS POR ENTIDAD FEDERATIVA, 1983-
2005………………………………………………….…………………………………………………596
CUADRO AE-172: CFE, DISTRIBUCIÓN PORCENTUAL DE TOTAL DE CRÉDITOS OTORGADOS
POR ENTIDAD FEDERATIVA, 1983-2005…………………….……………………………….…597
CUADRO AE-18: BDE, CRÉDITOS OTORGADOS Y SU DISTRIBUCIÓN PORCENTUAL, 1973-
2005…………………………………………………………………………………………………….598
CUADRO AE-19: BANOBRAS, NÚMERO DE CRÉDITOS OTORGADOS POR PROGRAMA, 1973-
2003………………………………………………………………………………………………….…599
CUADRO AE-201: PEMEX, NÚMERO DE CRÉDITOS OTORGADOS POR PROGRAMA, 1983-
2005…………………………………………………………………………………………………..…600
CUADRO AE-202: PEMEX, TOTAL DE CRÉDITOS OTORGADOS POR ENTIDAD FEDERATIVA,
1983-2005………………………………………………….……………………………………..……601
CUADRO AE-203: PEMEX, DISTRIBUCIÓN PORCENTUAL DE TOTAL DE LOS CRÉDITOS
OTORGADOS POR ENTIDAD FEDERATIVA, 1983-2005………….……………………………602
CUADRO AE-21: EVOLUCIÓN EN EL INCREMENTO TOTAL DE LA VIVIENDA POR ENTIDAD
FEDERATIVA, 1910-2005…………………………………………..…………………………..……603
CUADRO AE-22: EMPLEADOS PRIVADOS DEL SECTOR TERCIARIO Y EMPLEADOS PÚBLICOS
FEDERALES Y ESTATALES, 2004-2005…………………………………………….………….…604
CUADRO AE-23: COBERTURA DE ORGANISMOS FINANCIEROS POR TIPO DE TRABAJADOR,
2005.………………………………………………………………………………………….…………604
XXVII
INDICE DE ESQUEMAS
ESQUEMA 1: MODELO DETERMINISTA (A TODA COYUNTURA CORRESPONDE UNA SOLA
CONTRADICCIÓN)……………………………….……………...…………………………………….32
ESQUEMA 2: MODELO DE MÚLTIPLES DETERMINANTES (A CADA COYUNTURA
CORRESPONDE UN CONJUNTO DE CONTRADICCIONES)……………..…………...……….35
ESQUEMA 3: ESTRUCTURA DEL BLOQUE HISTÓRICO (Y UBICACIÓN DE LA POLÍTICA
HABITACIONAL)……………………………….…………………………………………....…………36
ESQUEMA 4: RELACIONES DE CONFLICTO Y ALIANZA EN TORNO AL CONFLICTO
INQUILINARIO EN MÉXICO……………………………………………………….……………..…211
XXVIII
DIAGRAMA 1: PRINCIPALES ORGANISMOS PÚBLICOS CON FUNCIONES DE PROMOCIÓN Y
FINANCIAMIENTO DE VIVIENDA EN MÉXICO 1925-2006…………………………………......343
XXIX
XXX
Introducción:
Hace unos días, caminando por Madrid, como un destello apareció, pegada a una
ventana, una octavilla estridente que dibujaba con amargura el destino que tendría un
Me pregunté sobre qué frase podía, como esa, dibujar el futuro de quién en México
quisiera tener una casa propia, y pensé que podría decir algo así como:
estatal o municipal, que cotiza, como casi todos los empleados públicos al servicio de
teoría a través de él podría obtener un crédito para adquirir o construir una vivienda,
Municipios (ISSEMYM).
tiene las relaciones pertinentes, “palancas” dirían en México, podría obtener un crédito
cercano a los 250 mil pesos como máximo, algo así como 16,666 euros, que le
1
Ahora que si ambiciona una vivienda en una zona más céntrica, ya no digamos de la
ciudad de Toluca, con esa cantidad podría comprar una superficie construida de entre
20 a 25 m2, algo un poco mayor que un dormitorio con su baño (en el Distrito Federal
Así que, sin dejar de cotizar para el ISSEMYM, y por lo tanto financiando a los
afortunados beneficiarios de los créditos para vivienda que otorga este organismo,
este funcionario tendría que buscar otro mecanismo de crédito, y lo más probable es
que terminara siendo víctima de las instituciones bancarias privadas que le otorgaría
algo más, estarían por encima del 15% anual (que si pudiera liquidar en 10 años le
ISSEMYM en ese tiempo, este personaje habría terminado por pagar algo así como
de bajos ingresos, que cotiza para el INFONAVIT y que con el monto crediticio al que
financiero público, del que no obtienen un crédito, subsidiando, en cierta forma, a los
que sí reciben los créditos, y además teniendo que buscar otra vía de financiamiento,
o invertir la mayor parte de sus ahorros y tiempo libre, durante una media de veinte
2
años para auto-construir su vivienda (SEDESOL, 2004. Programa Hábitat. Reglas de
Operación 2004, México, citado por Garcés, C. y Márquez, B., 2007: 25).
día de hoy, con una sorprendente capacidad de adaptación a los cambios políticos,
largo de casi todo el siglo XX, las condiciones y los factores que estuvieron detrás de
ellos, los agentes públicos y sociales involucrados, y los mecanismos a través de los
cuales ha operado.
proceso de crecimiento del espacio urbano en el país y, sobre todo, las limitaciones
que, como política social, tiene para resolver uno de los problemas ingentes de la
mayor parte de la sociedad mexicana, que se puede reducir a los términos que
Preguntas centrales
El estudio que se propone esta Tesis Doctoral parte de la hipótesis central que plantea
3
del moderno Estado Mexicano, a partir de la promulgación de la Constitución General
de la República de 1917.
creación del Instituto de Pensiones en 1925, hasta las reformas, en 1992, del Instituto
del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (INFONAVIT), y del Fondo
para la Vivienda de los Trabajadores al Servicio del Estado (FOVISSSTE), que junto
habitacionales en México?
vivienda en el país?
1
Sociedad Hipotecaria Federal (SHF), organismo financiero de vivienda social creado en 2002, año en que absorbió al
Fondo de Operación y Descuento Bancario para la Vivienda (FOVI), que operaba con el respaldo del Fondo de
Garantía y apoyo para la vivienda (FOGA).
4
d) ¿Quiénes han sido los agentes públicos determinantes en la instrumentación de las
políticas habitacionales?
e) ¿Cuáles han sido los sectores sociales, políticos y económicos beneficiados por las
hicieron en torno a los años cincuenta del siglo XX, enfocados a la situación de la
Instituto Nacional de la Vivienda (INV, 1958 a y b; 1963; 1967; 1968; 1969; 1970),
antecesor del FONHAPO actual, y los trabajos desarrollados durante los años 70 en
diferentes instituciones sociales y académicas del país, que desde una perspectiva
más amplia hicieron una revisión crítica profunda de la realidad habitacional en el país
En particular, en los trabajos de corte académico de esos años se hizo una revisión de
creación del Instituto de Pensiones Civiles y del Retiro (IPCyR), en 1925 hasta los
5
habitacional y una crítica de las limitaciones programáticas y de cobertura que estos
tuvieron.
Por esos años se realizaron también investigaciones que avanzaron sobre una
clientelar de las políticas de suelo, como subsidiarias de una política habitacional, casi
inexistente, en los años 30 del siglo pasado (Perló, M. 1979 y 1981), que serían
revisados en los años 90, ofreciendo nuevos elementos de análisis sobre el papel
F., 1997).
En esa misma última década del siglo XX, el enfoque ideológico-político sería
Ha habido además otros trabajos, desarrollados en los años 80 (Taibo II, P., 1983,
Durand, J., 1984 y J., Berra, E., 1987), que, desde una perspectiva sociopolítica,
mexicano ha puesto en operación en esa materia, desde los conflictos en torno a los
alquileres de vivienda urbana que estallaron en las décadas de los años 20 y 30 del
siglo pasado, y que fueron los detonadores de algunas de las primeras leyes
“congelamiento de alquileres”.
6
Hay sobre este tema, entre otros, un trabajo publicado a principios del siglo XXI
(Méndez R., A., 2001), que ha vuelto a abordar el estudio de la cuestión inquilinaria,
“congelamiento” de alquileres en los años 90, cuando podríamos decir que concluye,
habitacional.
ejercicio casi inédito de integración de las tres líneas de actuación del sector público
Sobre la base de estos trabajos, este estudio pretende hacer una revisión actualizada
hacer un estudio que precise la forma en la que se articulan, en torno a las iniciativas
subsidiaria.
2
Este organismo, creado en 2001, fue transformado en el 2006 en el Consejo Nacional de Vivienda (CONAVI),
actualmente encargado de coordinar a las distintas instituciones de vivienda e instrumentar la política nacional en la
materia.
7
En este sentido, se intenta dar una visión integral del problema habitacional en México
y de las iniciativas gubernamentales en este tema a lo largo de todo el siglo XX, de los
objetivos a los que ha respondido y de los resultados que esta política “tripartita”
presenta hasta hoy, en un enfoque holístico que parte de identificar el origen político-
Objetivos
país.
específicos:
habitacionales.
8
d) Registrar el desarrollo de las iniciativas públicas en materia habitacional en México,
habitacionales en México.
i) identificar y definir los vínculos y/o relaciones entre las políticas de construcción y
inquilinato.
Metodología
Con este trabajo se busca ofrecer una visión articulada de temas que hasta hoy han
9
México a lo largo de su desarrollo histórico. En este sentido se busca, no sólo ofrecer
las visiones coyunturales, e identificar los factores que han condicionado su desarrollo,
que les dieron origen, así como del carácter de las determinantes de su desarrollo y
evolución, desde sus orígenes hasta el momento actual, y del papel que han jugado
El estudio se basa en una revisión histórica a través de la que se busca, por un lado
resolverlos.
10
Por otra parte, el análisis de la expresión social del problema habitacional, se
segunda a la cuarta décadas del siglo XX en México, y que abarcaron varias ciudades
del país, para lo que se recurre a distintos trabajos que describen y analizan estas
desenvolvieron.
los años veinte hasta la década de los cuarenta del siglo XX, se soporta en la revisión
partir de los años 20, y de los resultados de las iniciativas de vivienda y suelo
de los distintos estados del país, así como de los Diarios Oficiales de la Federación,
reglamentarios del arrendamiento surgidos a lo largo del siglo XX, buscando identificar
de vivienda en su conjunto, los sectores sociales a los que atendieron, sus fines,
11
La fuente fundamental para analizar la evolución de las condiciones cuantitativas y
cualitativas de la vivienda en México, son los datos censales publicados por el Instituto
Por su parte, los principales indicadores estadísticos sobre los resultados de la política
dispone de datos que están integrados a las investigaciones publicadas entonces por
1979.), y el Colegio de México (Garza, G. y Schteingart, M., 1978.), dos textos que se
Para los años posteriores, se recurre a las Estadística Históricas de CONAVI, que
vivienda prevalecientes desde los años cincuenta, se basa en los datos de INEGI y de
CONAVI; los indicadores considerados son la vivienda total producida en las distintas
12
entidades federativas y la vivienda producida por cada organismo público y privado en
ellas.
Con el objeto de poder identificar los niveles de generalización o las peculiaridades del
identificar los estados en donde se concentraron de las acciones de cada uno de los
organismos públicos y los distintos sectores socioeconómicos que cada uno de ellos
atendió.
comparativos por organismo y entidad federativa, que permitieron estimar los pesos
relativos de la producción habitacional entre cada uno de ellos y entre cada entidad.
año en el que inician los programas del Instituto de Pensiones, hasta principios de los
años 70s del siglo pasado, la información disponible se remite a los dos fuentes
13
El soporte estadístico de las últimas tres décadas del siglo XX, proviene
fundamentalmente de otras dos fuentes, los censos de población y vivienda del INEGI
Esta fuente, sin embargo, no incluye a todos los organismos estatales de ese período,
y omite datos de varios organismos que han funcionado a nivel de las entidades
federativas (de los que se encontró registro a partir de otras fuentes), e incluso de los
que presenta información no lo hace para todos los años en los que funcionaron, así
como tampoco proporciona datos de los organismos municipales que, al menos, han
operado programas de vivienda desde la última década del siglo pasado en algunos
Igualmente, esta fuente sólo ofrece datos del financiamiento privado a la vivienda
desde 1983 en adelante, aunque sabemos por otras, que la banca comercial financió
la producción de vivienda al menos desde los años 60s del siglo pasado, y hay indicios
de que incluso desde los primeros años de la posrevolución, en los años veinte,
participó en su financiamiento.
información más completa de los organismos que mayor cobertura territorial y social
3
FOVIMI: Fondo para la Vivienda Militar, organismo responsable del financiamiento habitacional para las fuerzas
armadas.
14
cada entidad federativa, con lo que podemos considerar que la visión que ofrecen
la materia.
los años 80, y de los obtenidos para las décadas anteriores, ilustran de manera
seguridad social para los empleados públicos locales, y definitivamente no hace más
INEGI sólo abarcan las capitales de las entidades federativas, y aún así no se dispuso
de ellos para todos los casos, por lo que el estudio se enfoca a las principales
municipales responsables de este tema en cada entidad federativa. Del mismo modo,
15
dispuso de datos agregados para algunos años o períodos en documentos o reportes
reserva institucional de suelo. Aquí se logró conseguir datos que permitieran tener una
sólo se dispuso de datos que dieran luz a la realidad nacional de manera agregada y
para los últimos años que considera el estudio, con lo que el análisis regional quedó
prácticamente vacío.
A pesar de todas estas limitaciones, y aunque se ofrece una visión desigual entre los
inquilinaria), se consideró que con los datos disponibles es posible ilustrar la realidad
del país, mostrar el papel de cada uno de estos temas en la política habitacional en su
16
En este sentido, éste es un trabajo de aproximaciones más que de conclusiones
centrales para los objetivos del trabajo, con algunas hipótesis que buscan abrir
conjunto en temas como las luchas inquilinarias en México, mientras que en otras se
remite a fuentes primarias para ofrecer una realidad poco conocida, como es la de los
Podríamos decir así, que algunos de los objetivos más importantes de este trabajo
fueron, por un lado, el de integrar una buena parte de la información disponible, a fin
de dar una visión de conjunto de la política habitacional en México, y por otro abrir
17
18
CAPÍTULO 1
Una propuesta de reinterpretación de las
Políticas Habitacionales en México
Los estudios sobre la acción gubernamental en materia de vivienda en México son
relativamente recientes, se puede decir que hasta los años setenta del siglo pasado la
referían a iniciativas públicas realizadas a partir de la segunda mitad de los años 30,
arquitectónicos.
No es sino a partir del último tercio del siglo XX, que comienzan a aparecer un
académico, como institucional, que intentan dar luz sobre el carácter de las políticas
de otras funciones prioritarias, que el interés por el estudio de este tema en nuestra
19
estudio exhaustivo del desarrollo histórico de la intervención estatal con diferente nivel
trabajos que han abordado la política habitacional desde una perspectiva coyuntural,
(Perló C., M., 1981; Casanueva C., et. alt., 1991 y Catalán V., R., 1993).
con base en las cuales se ha ido construyendo el andamiaje teórico sobre la cuestión
habitacional en nuestra realidad: una de ellas asume, o más bien, presenta al Estado
como el defensor de los intereses “nacionales”, desde cuya posición éste se erige en
económicos y garante del bien común (cf. Campillo Saínz, 1987 y Catalán V., R., op.
20
vivienda, como del propio marco jurídico que perfila el papel del gobierno en la
En el fondo de esta interpretación está la idea que explícitamente han impulsado los
sucesivos gobiernos mexicanos a partir de 1917 hasta los períodos neoliberales de las
dos últimas décadas del siglo XX, en el sentido de que la actuación gubernamental en
buscando contrarrestar las limitaciones que los mecanismos de mercado tienen para
El Estado mexicano aparece así como una entidad neutral, sin unos intereses propios,
capitalista presenta para satisfacer las necesidades sociales más apremiantes, entre
las estrategias de control y dominación sobre el sector obrero y, en general, sobre los
sectores sociales de bajos ingresos, a través de la estructura corporativa del que, por
casi 70 años, fue el partido oficial y el soporte fundamental del Estado mexicano.
Aquí el gobierno pierde su carácter neutral y se impone sobre los trabajadores, ya sea
de manera implícita a través de los programas sociales que desarrolla dentro del
ejercicio mismo de una falsa hegemonía (Hobsbawm, E., 1978:161-163 y Portelli, H.,
21
participación en la producción habitacional tiene, como fin último, impulsar el proceso
Estas dos perspectivas, si bien ofrecen elementos que permiten entender las
comprender la naturaleza del hilo conductor o la lógica que subyace a las diversas, y
con las políticas de suelo y arrendamiento que fueron puestas en marcha a lo largo del
ocho décadas, ni da respuesta a las interrogantes sobre cuál ha sido la relación que,
22
1.1. Una aproximación al carácter de la acción habitacional del
Estado en México
la política habitacional en México, hay uno en particular que, desde una perspectiva de
análisis que, desde mi punto de vista, abren un camino sugerente para poder avanzar
interrogantes.
que si bien puede decirse que inicia con el incipiente desarrollo industrial de finales del
siglo XIX, adquiere su carácter definitivo y distintivo hacia la década de los 40-50 del
siglo XX (ver Cuadro 1), asociado, esencialmente, a dos factores: una industrialización
los mercados internacionales a los productos mexicanos (Unikel, L., 1972: 230-233).
23
en pequeños centros de población (particularmente los ubicados en la frontera norte) y
A galope de este proceso, e iniciando con él, se sientan las bases jurídicas que
del resto del siglo XX, y se fundan los organismos que pondrán en marcha los
vivienda en el país.
24
El surgimiento, operación y eventual desaparición de estas instituciones no respondió,
resultado del proceso de urbanización, fueron, más bien, instrumentos a través de los
emergentes clases medias. Son éstas las condiciones que determinaron no sólo las
vivienda que se impulsaron de manera directa desde el propio Estado, son ellas las
siglo XX.
de las políticas habitacionales con las formas de relación entre los diferentes actores
Esta perspectiva, desde mi punto de vista, hace posible dar un giro en los enfoques
25
para ser percibido más como un mecanismo hegemónico del Estado mexicano que es
resultado de las formas en que gobierno y sociedad civil establecieron sus vínculos y
relaciones.
capital, aquí se asumirá que las políticas habitacionales son, finalmente, el resultado
de una forma específica del ejercicio del poder y de una forma concreta de articulación
considerar al Estado, en el caso de México, como una entidad flexible, que dentro de
su papel como motor fundamental del desarrollo capitalista, conserva, desde sus
económicos, los cuales asume tanto cuando son expresión de una forma organizada
económicas.
sino que, siguiendo a Aldrete (idem: 26), es resultado de la capacidad de las fuerzas
sociales y los grupos económicos para ejercer una influencia efectiva frente al Estado,
inmutable del Estado y de las políticas que éste emprende (tanto si se considera
neutro como si se asume representante de una clase social), para dar paso a una
26
visión en la cual gobierno y sociedad civil se articulan en una relación compleja,
donde los intereses del Estado y la sociedad civil no sólo se tocan, sino se entrelazan,
accidente ni como un hecho aislado, más bien hay que ubicarla como efecto de
naturaleza del Estado y que, al influjo de los diferentes actores, cambian en sus
entre aparato gubernamental y sociedad civil, de dónde nace este carácter, y de qué
en particular?
27
1.2. Naturaleza del Estado mexicano y política habitacional
Retomando a Richard Román (1976: 145-156) y a Arnaldo Córdova (op. cit.: 62-76), la
naturaleza actual del Estado mexicano está determinada por dos factores
Aunque este doble papel queda establecido desde la Constitución de 1917, su origen
puede ubicarse en el último tercio del siglo XIX, con el establecimiento del régimen
republicano y liberal, y con mayor precisión con la dictadura porfirista que logró
seculariza, se erige como una entidad que alcanza a tener un cierto control político-
desarrollan desde el siglo XIX (González de Cosío, 1976: 91-168.), y que continuaron,
con características muy similares, una vez concluida la etapa armada de la Revolución
Mexicana.
Con base en esta herencia, en el fondo de las políticas gubernamentales del Estado
autonomía política y económica del país, pero sin romper drásticamente con el sistema
28
económico heredado ni con el sistema internacional dominante, es un “rompimiento
Como lo señala Arnaldo Córdova, “la Revolución (...) no ha hecho sino realizar un
designio que por otros medios se había ya planteado el porfirismo” (idem.: 76).
en ellos participan y que toman las decisiones; pero no el modelo económico y social
que se replaneará serán las vías para lograrlo, los actores y las alianzas necesarias
para ello.
éstas; sin embargo, permanecieron los fines del Estado que ya se perfilaban desde la
económico nacional.
través del marco constitucional que derivó del conflicto armado. En él se definió el
29
carácter del Estado, su papel en el desarrollo de la economía, la función de las
Este marco jurídico institucional será la base sobre la que se constituirá el nuevo
largo del conflicto armado, dará cuerpo al papel hegemónico de los grupos económico-
papel que en él asumirán los diferentes sectores de la sociedad civil y, sobre todo, el
del Estado y, en ese marco, determinará el carácter y naturaleza que tendrán las
cuestión habitacional.
El Estado mexicano se definirá, en este marco legal, como un actor con un doble
como garante del desarrollo capitalista, como aval de las condiciones necesarias para
caballo de esta doble función, con base en ella se construyen los lazos de
crean, al menos en parte, las condiciones para el desarrollo de algunos sectores del
capital.
Desde el punto de vista que prevalecerá en este trabajo, las políticas habitacionales no
30
estructura económica, sino que además se sitúan en el campo de la superestructura,
que comprende, por una parte, la concepción que la sociedad tiene sobre la realidad, y
sus aspiraciones en el marco de ésta, y por otra, el ámbito de las funciones que debe
Este enfoque se sustenta en la crítica que desarrolló Chantal Mouffe (cf., 1978), a las
(la contradicción de clase), lo que lleva a atribuir un carácter de clase a todos los
dominante, a través del Estado, para imponer sus intereses a las clases subalternas.
31
Esquema 1: Modelo determinista (a toda coyuntura
corresponde una sola contradicción)
Como lo expone Robert Cox, el desarrollo del capitalismo a lo largo del siglo XX
mostró que la visión determinista fue incapaz de explicar el desarrollo de las relaciones
instrumento teórico rígido a través del que no fue posible explicar los procesos
32
Retomando a este autor, a la luz de la realidad actual, en la que los procesos
que los instrumentos de política habitacional respondan a los intereses de una clase
tiempo ni en el espacio.
interpretación gramsciana nos permite considerar que los hechos históricos más bien
Con base en esta proposición, las coyunturas históricas no son resultado de una única
sentido lineal del tiempo histórico, ni son determinadas linealmente por las
33
Desde esta visión, la estructura económica es una determinante en última instancia
través de los cuales el Estado juega el doble papel de coerción y hegemonía en la esfera
de su relación con la sociedad civil, y como parte del principio articulador entre la
34
También se considera que en el marco de esta relación, la política habitacional
aparece como parte de los mecanismos de coerción y dominio del Estado y que
consenso entre el Estado y la sociedad civil, y por lo tanto está en la esfera del bloque
hegemónico.
decir que actúa como principio articulador entre el mundo de las relaciones propias de
Hegemonía
Superestructura ideológica
(Ámbito de las relaciones sociales y políticas)
35
Esquema 3: Estructura del Bloque Histórico
(y ubicación de la política habitacional)
Intelectuales
Orgánicos
Superestructura
Estructura económica ideológico- política
(orgánica)
Grupos
subalter-
nos
Bloque Histórico
(Articulación orgánica interna de una situación histórica dada)
36
2. Naturaleza ideológica de las políticas habitacionales
Una revisión historiográfica de las políticas de vivienda en México (ver capítulo V),
permite ver que corresponden con las condiciones básicas señaladas arriba, vistas en
1. Por una parte nacen en el entorno de la concertación política entre las élites
sectores sociales.
bloque histórico.
económica, más bien parece haberse desarrollado en la esfera de las relaciones entre
37
La política habitacional pues, parece haberse desenvuelto, en el caso mexicano, en
ellos, atrajo en torno a sí mismo a una base social creciente que lo legitimó y permitió
Para que esto fuera posible, fue necesario que se cumplieran dos condiciones
reunieran las aspiraciones, anhelos, sueños y una visión del mundo de una porción
nacional.
las que esa sociedad, en un devenir histórico, se relaciona con su entorno físico y
38
La ideología es, desde esta visión, una determinada concepción del mundo que se
deja ver en todas las actividades de la vida de la sociedad y de los individuos, y que no
ideología son la representación física de las ideas y las prácticas sociales, es decir la
ideología no sólo se expresa en las ideas como formas de interpretación del mundo (a
En este sentido, las políticas sociales impulsadas por el Estado, y en el marco de ellas
institucional concreta, que responde a una forma de percibir la realidad y a como ésta
de vida.
conciencia colectiva.
39
Ésta pasa, así, por diferentes momentos que implican distintas condiciones y niveles
de homogeneidad en la concepción del mundo; para Mouffe (op. cit.: 73), desde la
social.
implican además una forma de relación diferenciada entre el conjunto de los grupos
sociales, entre los grupos sociales dirigentes y los subordinados, y por supuesto entre
establece entre los grupos dirigentes y los subordinados a ellos. Los primeros son
económico), los de otros grupos sociales, a través de la lucha ideológica, es decir por
medio de una confrontación en el terreno de las ideas, por medio de la cual han
logrado que su concepción del mundo permee a los demás grupos sociales, y han sido
capaces de incorporar en esa concepción del mundo las aspiraciones de otros grupos
40
El Estado se concibe en el marco de esta relación, como un órgano que responde
fundamentalmente a los intereses colectivos (es decir a los intereses del grupo
conformado tanto por las elites, como por los grupos sociales aliados, que se han
agrupado en el marco de las ideas), destinado a crear condiciones favorables para una
expansión máxima de este grupo social, expansión que se percibe como la fuerza
prevalecen en este equilibrio, pero hasta cierto punto, puesto que nunca
ético e intelectual de una elite actúa como un principio o elemento articulador, que
permite vincular el orden de las ideas, valores, anhelos y principios sociales, con las
condiciones en las cuales se desarrollan las actividades productivas, y hace que estas
Para tener el carácter articulador, este principio debe corresponder, por una parte, con
material.
41
A este principio articulador es al que Gramsci denomina hegemonía, y es en el marco
del que se da la relación entre el Estado y la sociedad civil, una relación que se
económico dominante.
del control
grupos asociados, es decir los grupos vinculados al proyecto hegemónico y que son la
Este consenso que logra la elite dirigente en el juego de alianzas se manifiesta de dos
encarna la fuerza de transformación que hace posible que un status quo cambie,
42
social, es decir que una parte de su papel ético, deviene de su función como
una parte, como encarnación misma de al justicia social, como representación jurídica
del principio de justicia distributiva y, por lo tanto, como personificación del principio de
económico.
Cuando este carácter vanguardista de la elite dirigente llega a ser insuficiente ante
Se establecen así dos planos en los que se desarrolla el papel hegemónico del
de los objetivos políticos, intelectuales y económicos que incluyen todos los temas
corporativo (Mouffe, Ch. op. cit.: 73 y 74), y el del control o neutralización que permite,
más allá del consenso, garantizar el sometimiento de los grupos subalternos a los
intereses hegemónicos.
43
2.2.1. De por qué la hegemonía se convierte en instituciones
vivienda, salud, educación etc.), que se han venido manifestando al nivel del sentido
histórica, coyuntural y futura en este proyecto, es el medio para crear una voluntad
colectiva sobre la base de una visión común del mundo, en torno a condiciones
colectiva, tanto en el nivel puramente de la vida social como de las mismas actividades
la forma en que estas demandas se insertan en el campo de las prioridades del propio
modelo económico-político.
44
Para que se pueda operar este manejo selectivo de las reivindicaciones sociales sin
Estado debe quedar sujeto a reglas y debe tener asignadas tareas que debe cumplir.
ejerce el Estado sobre la base de un conjunto de reglas que establecen quién tomará
las decisiones colectivas y bajo qué procedimiento (Bobbio, N. op. cit.: 24), la
los beneficios que se derivan al conjunto de los grupos subordinados desde una
civil, y tiende a crear un conformismo social que sea útil a la línea de desarrollo del
es el medio para ejercer la hegemonía, sólo a través de ellas es posible articular los
45
formación social (Mouffe, Ch. op. cit.: 82), y sólo por su intermediación se convierten
Las políticas sociales en general, pero en particular las políticas habitacionales que
representativa, por una parte se erige en el garante del desarrollo de las condiciones
histórico determinado, no sólo sirve para difundir ciertos valores sociales que, a su
vez, están determinados por los compromisos mediante los que consigue agrupar en
torno a ella a todo un conjunto de otras fuerzas sociales, sino que además permite que
46
Ahora bien, la forma en que esta doble función pueda reconocerse y aceptarse desde
los valores populares como necesaria, no sólo depende de que sea reconocida por
uno o varios grupos sociales como un medio para satisfacer las necesidades de los
individuos que los integran, sino que también deben ser reconocidos por los grupos, o
desarrollo.
instrumentos del Estado elementos ideológicos que sean considerados por la masa
social como satisfactores sociales, obedecerá al hecho de que esos elementos sean
de interés para, al menos, uno de los grupos económicos dominantes, en este caso las
políticas institucionales.
Desde este punto de vista, el universo de los valores sociales, de las ideas, que se
plasma en las instituciones jurídico políticas del Estado, es el que sostiene y hace
de fondo del mundo de la ideología, tiene una autonomía y una materialización propia,
desaparecer.
47
2.3. De cómo la necesidad individual de vivienda aparece en el
campo de la ideología
La vivienda forma parte de los elementos ideológicos en tanto que es parte integrante
no sólo de las necesidades materiales inmediatas de los individuos, sino que incorpora
o refleja una cierta forma de concebir el mundo y la misma forma de vivirlo y de actuar
en él. Su reconocimiento como una necesidad social tiene, al menos, un doble origen,
parte de percibir una necesidad objetiva, material, de cobijo, para reproducir la fuerza
en virtud del cual se expresan (de forma concreta), las costumbres, la ética social, las
Es, de esta manera, un objeto que forma parte de la vida cotidiana de una sociedad,
una visión de la realidad que se vive en un momento dado, que tiene una composición
48
bagaje de las convicciones de los diferentes grupos que la integran y será, por lo tanto,
Al formar parte de las convicciones, es decir de las ideas fuertemente arraigadas del
aprovechado por los grupos dirigentes para reunir en torno a ellos a un conjunto de
grupos sociales muy diversos (en tanto que voluntades colectivas), que se movilizan
el mundo de las relaciones entre los grupos dirigentes y subordinados, en tanto que es
entre la sociedad civil y el Estado, en el marco del sistema de valores aceptado por el
conjunto social.
necesidad social
objetivo en el contexto de una realidad histórica (op. cit.: 11), podemos considerar que,
49
Hay sin embargo, aspiraciones colectivas que, puede considerarse, tienen una doble
objeto material para poder satisfacerse, esto sucede cuando una necesidad individual
(por ejemplo de pertenencia social), tiene una traducción necesaria en una necesidad
momento y para siempre, sino que van emergiendo en el ámbito de las necesidades
de algunos grupos sociales que irán “contagiando” con esta aspiración a otros grupos
materiales que formen parte de la vida social, sin los cuales ésta no sea concebible.
principio, aparecen desarticuladas, y son percibidas por cada grupo social en diferente
nivel de importancia, en una relación que incluso puede aparecer como contradictoria.
conciencia colectiva a través del “contagio” del que hablábamos arriba, este “contagio”
de los diferentes grupos sociales, hasta ubicarla como una necesidad compartida por
todos ellos.
50
Ubicada en este plano, la aspiración de vivienda puede aún adquirir diferentes
en el mismo ámbito de las relaciones entre sociedad civil y Estado, diferentes formas
pública
transformación (Cox, R. op. cit.: 130), que aparece como un conglomerado de grupos
cambian tanto en su composición como en los roles que juegan en el campo de sus
relacionados estrechamente con las diferentes formas de relación que establece con el
51
En cada uno de estos momentos de hegemonía, el mismo concepto de sociedad civil
uno más de los elementos que integran las voluntades dispares de los diferentes
grupos sociales, y se integra, junto con otras demandas sociales y económicas, en una
visión común del mundo que aparece como un proyecto colectivo dentro de una nueva
requiere la hegemonía para superar el terreno ideológico precedente (Mouffe Ch.: 80),
se erige como un elemento más entre los que determinan las formas en que se
atendiendo al lugar que ocupa entre el conjunto de factores que están en juego en la
que las aspiraciones de vivienda se conviertan en una política pública, en una decisión
52
finalmente estas aspiraciones en programas de acción que las realicen en objetos de
consumo colectivo.
Una vez ubicada en este terreno, la política habitacional asume el mismo doble
antagónicos).
consenso activo y pasivo de diferentes grupos sociales, por otra, responder a los
En este sentido, las políticas habitacionales presentan una condición diversa, múltiple,
que responde con la relación dinámica que se establece desde el Estado con los
diferentes actores de la sociales, tanto si estos son aliados como si son antagónicos a
la elite dirigente, en este ámbito actúa tanto en la esfera del consenso con los grupos
53
elemento para neutralizar o controlar a los grupos antagónicos promoviendo lo que
En términos generales, podemos decir que los diferentes rumbos que toman las
ejercicio de la hegemonía, corresponden con ella en los factores que las condicionan
construyan los lazos de dirección ética y de control político, y variarán de forma similar
a como lo haga la relación hegemónica. Las políticas de vivienda pueden aparecer así,
como un medio para neutralizar los intereses de las clases populares, utilizándolas
Bobbio al concepto de democracia: op. cit.: 24-27), y por lo tanto del consenso.
Las políticas de vivienda pueden entonces, ser utilizadas coyunturalmente tanto como
un instrumento para neutralizar a los sectores sociales más activos de la sociedad civil
54
de los grupos dirigentes, o pueden emplearse como instrumentos de consenso con los
sociales en materia de vivienda, en tanto que estos son los agentes responsables de
98).
vivienda en el contexto de las relaciones entre Estado y sociedad civil, sino que
55
3. La vivienda en la relación entre sociedad civil y
sociedad civil, que es la forma concreta, específica, en la que una aspiración colectiva,
Queda por precisar, sin embargo, cuál es la naturaleza de la vivienda, y por lo tanto de
las políticas habitacionales, en esta relación, es decir cuáles son las características
56
supervivencia de la misma), y al mismo tiempo a necesidades de desarrollo de
grupos sociales con un mismo carácter, ni inserta en un sólo discurso, con una
idéntica representación de la ideología. Sí, por supuesto, aparece como una necesidad
múltiple y desigual que tiene la sociedad civil y a las diferentes formas de relación que
en esta diversidad establece con el Estado; mientras que por otra responde al carácter
actuación del Estado, la vivienda emerge como una demanda colectiva, común a toda
una parte aglutina a grupos sociales diversos en torno a los grupos dirigentes,
mientras que por otra opera como un imán que atrae hacia la égida de éstos, como un
objeto de seducción, a los grupos subalternos ubicados fuera del bloque hegemónico.
57
3.1. La aparición de la política habitacional en el marco de la
En países como México, que presentan un proceso aún incipiente de maduración del
probablemente, uno de los que, refleja con mayor claridad la diversidad en los modos
de actuación del Estado y de la propia sociedad civil en torno a una demanda social
determinada.
comúnmente es), diferenciado, y abarca soluciones que cubren a los grupos sociales
involucrados.
emprendidas por el Estado adquieren un doble carácter: por una parte muestra un
carácter inestable como expresión de las variadas formas de alianza existentes entre
el estado y la sociedad civil y, por otra, presentan una condición de diversidad que
58
3.1.1. La vivienda en el ámbito de las funciones del Estado
parte del proceso a través del cual éstos se conforman y aparece estrechamente
supuesto a los términos en los que se relaciona éste con la sociedad civil. La
sociales.
representatividad social del Estado, un mecanismo a través del cual se convierten las
59
La relación entre sociedad civil y estado y su conformación como un bloque
corporativos tanto de los grupos dirigentes, como incluso el de los grupos aliados en el
El marco institucional y del derecho no sólo reúne, así, las aspiraciones (nuevas y
viejas) de los grupos sociales más directamente identificados con los grupos
moralidad y las costumbres en general (Campione, D., D.: 68), que comparten
sectores cada vez más amplios de la sociedad haciendo aparecer al Estado como un
De esta manera, los programas de política habitacional no sólo asimilan y dan cuerpo
dirección del grupo dirigente, le dan legitimidad ética y política, y convierten ésta
60
legitimidad en instituciones que permiten traducir las aspiraciones sociales en
iniciativas materiales.
En tanto que resultado de su relación con la sociedad civil, el Estado puede percibirse
jurídico (Mouffe op. cit.: 73). La política habitacional, como una expresión del Estado,
Este carácter variable e inestable del Estado, y por lo tanto, de las políticas
bloque hegemónico. Entre más maduras son las relaciones y más homogéneos los
intereses al interior de una sociedad nacional, más estables serán las instituciones
4
Es decir, un bloque social y político que surge en sustitución de otro que desaparece, rearticulando los elementos
ideológicos precedentes en un nuevo marco de realciones.
61
que conforman la sociedad civil cambian y oscilan entre diferentes planos de
hegemónica, las prioridades del estado pueden cambiar en cada momento, sumando a
En el terreno de estas relaciones cambiantes entre Estado y sociedad civil, y con base
sobre las instituciones operadoras de las políticas habitacionales, y el que, desde esta
posición privilegiada, determina el nivel que ocupan éstas en el campo de sus propias
prioridades, y de las alianzas que establezca con los distintos grupos sociales y los
intereses que se establecen entre los actores fundamentales del bloque histórico, su
carácter variable e inestable queda, así, determinado por esta condición cambiante e
62
articulador entre la sociedad civil y el Estado que interprete las demandas sociales y
de actuación gubernamental.
desarrollo, el Estado no sólo retoma las demandas de los sectores populares y hace
suyas sus reivindicaciones, también incorpora una nueva visión del mundo y les ofrece
alternativas que permitan reforzar su papel dirigente ético y moral, como impulsor de
nuevas y mejores formas de vida, desde una perspectiva que se ofrece como una
Para desarrollar esta función, la elite dirigente se sirve de los técnicos y profesionales
que, tanto desde una visión que retoma las aspiraciones de la sociedad civil, como
desde una posición que responde a los intereses del Estado le dan un sentido técnico-
juegan el doble papel de impulsoras del cambio y promotores del conformismo social.
Desde este punto de vista, el papel de los técnicos y profesionales relacionados con el
63
A través de ellos, el Estado supera los límites del campo de las alianzas y amplía su
carácter hegemónico.
vivienda, sino que la ubican en el marco de una visión del mundo novedosa.
en políticas e instituciones que hacen posible que el conjunto social se identifique con
la acción gubernamental.
se convierten en el enlace con nuevas visiones del mundo que dan nuevo contenido al
Es, además, el medio que permite articular la necesidad social con las de desarrollo
aquellos sectores del capital para los que la política habitacional resulta fundamental.
64
En síntesis, es precisamente a través del conjunto de los técnicos y profesionales que
el Estado abre un abanico amplio de actuaciones para dar respuesta y establecer las
pauta para el establecimiento de las alianzas y los términos en los que éstas se
establecen.
corporativos por encima de los intereses nacionales, corresponde con una etapa
con las aspiraciones de todos los grupos que la integran, etapa que tendencialmente
irá superándose hasta que los intereses colectivos se sobrepongan a los corporativos.
conjunto, y que el orden de las prioridades sociales, dentro de las alianzas entre la
sociedad civil y el Estado, dependerá de las prioridades del o de los grupos de mayor
65
En el caso de la política habitacional, su rol preponderante o marginal en el contexto
representatividad (el peso específico), del grupo social que la enarbole como una
exigencia.
conjunto social.
hegemonía.
66
un conjunto de principios ideológicos comunes esenciales que le permite actuar como
determinado como valor reconocible para todo el conjunto social, ni menos como un
valor esencial para todos los grupos que lo integran. Aparece en el campo de las
nacional, podrá ser un factor en el juego de las alianzas entre la sociedad civil y
contexto del proceso de urbanización, y asociada a todas las necesidades que éste
lleva implícitas, que emerge como una necesidad que, para ser satisfecha, requiere de
67
En este sentido la vivienda es, por así decirlo, una aspiración social relativamente
que son propios de otros grupos sociales no urbanos presentes en un mismo bloque
histórico, con los que “compiten” por una posición dominante en el discurso
hegemónico.
su peso en las aspiraciones sociales, sólo se extenderá a otros grupos del conjunto
ámbito de sus necesidades básicas aquellos elementos propios de esta forma de vida.
tiene que ver con el desarrollo de factores tanto de naturaleza económica como con
68
otros de índole ideológico-política, que derivan en la conformación de una nueva
pero que tiende a homogeneizarse, que la vivienda aparece como una cuestión que
hegemonía
en la que el Estado establece su relación con el conjunto social, como por la manera
diferentes formas en las que se construyen las relaciones sociedad Estado, fungiendo
69
Se desarrollan de esta manera, con la misma diversidad y movilidad que presentan las
estructurales del ejercicio del poder, como a demandas sociales muy diversas, y por
número cada vez mayor de grupos sociales, tendiendo a uniformizar sus formas de
vida y consumo.
vínculo hegemónico en los bloques históricos emergentes parece transitar entre dos
dos momentos que no se desarrollan linealmente en sentido positivo, sino que van
Como ya hemos visto, los conceptos de sociedad civil y Estado no son fijos, sino que
cambian en cada momento histórico (Cox, R. W.: 136); debido esencialmente a que el
70
conjunto de sujetos, relaciones e intereses que abarcan varía en número y
complejidad.
La composición particular de la sociedad civil y del Estado, y los elementos que están
en juego entre ellos en un momento determinado, marcarán así las pautas específicas
En este sentido se puede decir que, en tanto que forman parte de los instrumentos de
la lógica imperante en cada uno, es decir a las condiciones que determinan las
puede ubicarse como una idea que se “vende” a los grupos subalternos como un
de relaciones emergente.
hegemónico.
En este sentido la política habitacional entra en la esfera del bloque hegemónico como
71
hegemonía, que permite aglutinar en el entorno de los grupos dirigentes a
contingentes cada vez más amplios de grupos sociales como base de su propio
soporte.
la falsa hegemonía
retomando las demandas sociales de manera selectiva para “decapitar” a los grupos
sociales que ponen en crisis el bloque hegemónico, ya sea porque orgánicamente son
Aquí, a través de las políticas habitacionales se busca llevar las demandas sociales (y
poder expandir su hegemonía, los grupos dirigentes son capaces de sacrificar parte de
72
Este momento del conformismo se funda en la incorporación, al marco legal, de las
acciones de vivienda. En este momento se crea una falsa ilusión en los diferentes
todos los grupos subalternos, de hecho por más general que sea la ley, en su
este conformismo como un nuevo “sentido común” que da lugar a una forma casi
anhelante de ver el mundo, como una expectativa de vida que no se cumple, pero que
intelectual que lo ubica a la altura de las aspiraciones sociales más elevadas, incluso
caracteriza por el uso de las instituciones para que los grupos hegemónicos se
política entre grupos antagónicos, ya sea al interior mismo del bloque hegemónico o
73
fuera de él. La política habitacional aparece aquí, esencialmente, como una medida de
bloque hegemónico son las que presentan mayor inestabilidad, tienen menor
desaparecer en los momentos en los que cambien las condiciones de la coyuntura que
que les dio origen y, fatalmente, compartirán con ella el mismo destino.
hegemonía
asunto fáctico, sino como parte de un proceso de cambio constante en las relaciones
entre el grupo hegemónico y el resto de los grupos sociales, entre las elites políticas y
74
Se ubica así en el camino a través del cual las nuevas visiones del mundo (asociadas
sociedad y forman, poco a poco, parte de un nuevo sentido común. Sirven de esta
para que ésta alcance representatividad paulatinamente sobre otros grupos y los
Desde este punto de vista, las políticas habitacionales son el resultado de un conjunto
en acuerdos jurídicos que soportan la vida democrática. Como parte de estos pactos,
cada vez mayor de grupos sociales y, en el marco de las alianzas permanentes entre
75
En la esfera particular de las alianzas entre Estado y grupos auxiliares de la sociedad
diferentes planos de relevancia, dependiendo del peso relativo que los grupos de la
población que enarbolan las demandas de vivienda tienen dentro del juego de pactos y
que cada grupo social y en la esfera en la que los pactos entre sociedad civil y Estado
Como parte de los instrumentos de los que se vale la hegemonía para concretar los
acuerdos establecidos, operan de esta manera como uno de los elementos necesarios
entre los actores que forman parte del bloque hegemónico, al modificarse el universo
cambie de manera permanente y parte de los grupos excluidos del campo de las
alianzas pase al nivel de los grupos aliados, deriva en una alteración en el contenido
desde el Estado.
a los grupos auxiliares, que son su base social, respondiendo esencialmente a los
76
intereses de éstos y ubicándose en el campo de los instrumentos dirigidos a reforzar
su representatividad.
También podemos considerar que son un medio para extender esta representatividad
emergentes.
Ubicados al margen de las alianzas, los viejos y recientes excluidos del bloque
civil y el Estado, fuera de ella, como del bloque hegemónico, quedan todas aquellas
coerción.
77
3.2.4. La política habitacional en el marco de las alianzas entre
sectores nuevos y viejos del capital que, como señala Cox eufemísticamente (op cit.:
del bloque hegemónico. Son, por decirlo de alguna manera, el referente “oculto”,
subyacente de los acuerdos y alianzas que establece el Estado con la sociedad civil y
Al igual que los acuerdos entre sociedad civil y Estado, los establecidos aquí son
sectores del capital cuyo peso específico en la economía sea determinante, y van
78
Más allá de los acuerdos entre Estado y sociedad civil que determinan la factibilidad
los establecidos entre el Estado y los sectores del capital, cuyo desarrollo está
técnica y financiera para producir de manera masiva vivienda, y hasta que madura un
Podemos concluir así que la política habitacional por una parte, retoma las
necesidades de desarrollo de los sectores del capital que ven en ella un factor
del mismo bloque hegemónico un doble papel funcional, que en ocasiones aparece
como contradictorio.
79
4. El carácter histórico de la política habitacional
actores políticos y sociales (y de las relaciones entre ellos), lo que determina la forma
partir de reconocer las condiciones específicas en las que se concibe, en las que se
instrumenta y en las que ésta opera, así como las formas específicas en las que se
articulan, establecen sus alianzas y recomponen sus vínculos los diferentes agentes
Éste aparece así, como el terreno sobre el que un orden económico y social se
80
La política habitacional surge. en este contexto, vinculada a la forma misma en la que
relaciones entre éste, la sociedad civil y los distintos grupos de poder económico.
histórico
escenario socioeconómico y político, queda establecido por el lugar que ésta ocupa en
estos no encontraron reflejadas en las instituciones del viejo régimen sus aspiraciones;
articulación social, las necesidades básicas de los individuos debían verse reflejadas
81
La idea de patria, esencial para la construcción del Estado en las naciones
emergentes, había servido a lo largo del siglo XIX para reunir los intereses sociales y
de las garantías civiles y sociales. Estructuraba a los individuos como ciudadanos y los
Esta lógica correspondía con la de los estados nación que iniciaron su conformación a
lo largo del siglo XIX (como es el caso de América Latina), y que en un principio no
incapacidad del orden precedente para satisfacer las necesidades sociales, en este
sentido, surge de las respuestas que el nuevo orden da a la crisis del sistema
precedente, retomando para ello las experiencias existentes en el viejo orden, pero
económicas.
define desde el principio de la lucha por la hegemonía de una vez y para siempre, sino
que retoma las experiencias y las formas, físicas y organizacionales en las que se
82
manera permanente, en un nuevo sistema de pensamiento ideológico-político, que
en su conjunto con los de los sectores económicos dominantes. Se puede decir que
capacidad del grupo dirigente de desarrollar formas de vida (económica y social), más
avanzadas (Montanari: 108 y 109), y por otra, la expansión ideal y ética de estas
83
Estos elementos ideológicos novedosos, pueden aparecer al principio de la
conformación del bloque histórico de manera coyuntural, incluso como parte de los
entre los grupos dirigentes que emergen y los sectores auxiliares, en la etapa de
del sentido común, como parte de los nuevos valores y principios nacionales que
valores universales.
En este marco, podemos considerar que las políticas sociales, en la realidad de los
como uno de los instrumentos que permiten al grupo dirigente que asciende (y que
Aparecerá en este escenario, como parte del entramado de intereses que se expresan
84
desarrolla respondiendo a las dinámicas cambiantes de las necesidades sociales y
políticas sociales para las que no existan las condiciones económicas políticas y
Tal como lo dice Montanari (op. cit.: 109), el tiempo histórico, y por lo tanto los hechos
históricos, son resultado del hacerse y deshacerse de los sujetos sociales y políticos,
política y de la sociedad civil, se van construyendo los eventos que marcan el perfil de
85
políticos y sociales, de las formas en que se conforma y se reconstituye
La política habitacional es, desde este punto de vista, una realidad inestable, que
corresponde con las mismas condiciones cambiantes a través de las cuales se forma
el Estado moderno y que, en el caso de los que surgen de manera relativamente tardía
son resultado de un hecho histórico único que marca las condiciones de la realidad
social de una vez para siempre, sino que se van desarrollando en un proceso continuo
Los sectores con un peso marginal en la construcción del bloque histórico, sin poder
político ni económico, ni una condición orgánica sólida que les permita hacer sentir el
86
integración, o que su condición orgánica los reubique en el marco de la correlación de
intereses hegemónicos.
Las políticas habitacionales en los estados emergentes, sólo podrán irse desarrollando
los intereses y necesidades de los sectores que forman parte de los grupos
Estado y los agentes de la producción, entre el Estado y los sectores sociales, entre
87
éstos y los mismos agentes de la producción en un marco en el que se construye y se
En este sentido, se puede considerar que hasta que no hay una “voluntad colectiva”,
políticas habitacionales. Desde este punto de vista podemos considerar que las
atendiendo a las formas específicas en las que se construyen las alianzas sociales y
bloque histórico
88
Es precisamente en este proceso que surgen las instituciones de la política
dirigidos, por parte del Estado, a construir un nuevo sentido común en los grupos
Las políticas de vivienda, y en general las políticas sociales, corresponden así con la
políticas sociales forman parte de los componentes ideológicos materiales, de los que
control de los grupos auxiliares y subordinados (aunque pueda aparecer con este
89
ideológica), y que permiten la concreción o materialización de las tareas que se ha
aparece como un actor versátil, como una entidad que va cumpliendo diferentes roles,
de una nueva realidad histórica, abarca todos los papeles que la sociedad civil y los
sectores.
aparece como una tarea que se propone el Estado, sino como una aspiración de los
grupos sociales aliados y por lo mismo como una forma de concretar (aunque sea sólo
en el nivel del discurso legal), los términos en los que se sustentaron las alianzas que
90
permite la realización instituciones que permitan operar una política habitacional
un proceso a través del cual se irán construyendo las condiciones que la hagan
posible.
grupo social, se hayan creado las condiciones objetivas para abordar esta necesidad
como política pública. Para operarla, el Estado deberá primero intervenir en la creación
hagan viable.
El Estado, así, sólo emprenderá aquellas iniciativas habitacionales para las cuales el
estos mismos, e incluso se modificará el papel del intelectual que diseñe estos
91
4.2.2. Política habitacional y transformación de la sociedad civil
sociedad civil no se encuentra presente siempre en ella, sino que aparece como una
necesidades.
materiales que las hacen posible, de la orientación misma del desarrollo de las
de la realidad, se modifican los principios y los valores éticos y también cambian las
La sociedad civil se muestra así, como un actor en permanente cambio que sin
92
uniforme en sus necesidades y aspiraciones esenciales, un conglomerado que en el
comunes.
Estos anhelos compartidos, irán correspondiendo cada vez más con aquellas
las condiciones de habitabilidad de los sectores bajos y medios de las ciudades, a una
necesidad cada vez más presente en el conjunto de una sociedad civil que se fue
urbanizando, y pasó de ser una demanda social secundaria a ubicarse dentro del
sociedad rural fue imposible, apareció de esta forma, una nueva necesidad en el
93
mecanismos financieros que permitieran a un número cada vez mayor de grupos
en la sociedad civil, y se extendió al conjunto social a la par que éste fue adquiriendo
percepción social sobre este tema, cuando la vivienda rebasó el nivel del “sentido
capital que permiten la producción de vivienda son, de esta manera, una condición
materia.
considere como una necesidad social, sino en tanto aparezca como un factor del cual
94
En términos generales, puede asumirse que el reconocimiento social de la producción
habitacional, como función del Estado, pasa no sólo por su reconocimiento como un
satisfactor de una necesidad social, es decir como elemento indispensable para la vida
de distintos grupos sociales, sino también como un elemento para el desarrollo de uno
o varios sectores del capital. En este caso, puede considerarse como un elemento de
con este doble carácter, como parte de los componentes del bloque histórico (la
En este sentido, se puede decir que las políticas habitacionales sólo aparecen o se
ideológicos, coinciden con las necesidades de desarrollo del capital. Como lo señala
Mouffe (op. cit.: 74), sólo hasta que la clase hegemónica articula a sus intereses
la lucha ideológica que se ubica también en la esfera del desarrollo de los sectores del
capital directamente vinculados con su producción. El Estado responde así tanto a los
quehacer en el sentido estricto de sus intereses, sino más bien, como un actor que, en
95
dominantes, emplea las políticas habitacionales como uno más de los elementos que
una parte para impulsar el desarrollo de iniciativas que favorezcan el desarrollo del
96
CAPÍTULO 2
El problema habitacional en México: el
precedente de las políticas de vivienda
México nace en la época de la Reforma.
En ella y por ella se concibe, se inventa y se proyecta.
Octavio Paz. El Laberinto de la Soledad
Cuando en los primeros días de 1922 las prostitutas del puerto de Veracruz quemaron
sus instrumentos de trabajo, es decir sus colchones, en señal de protesta contra las
pronto se expandiría al menos a otras ocho de las principales ciudades del país se
ponían en la mesa de las reivindicaciones sociales, por primera vez en México, los
en las ciudades, especialmente en las áreas que ocupaban los sectores sociales de
población.
Para ese momento, habían transcurrido casi 65 años desde que la Ley Lerdo5
más de 90 desde la creación del Banco de Avío Industrial, con el que había arrancado
5
Llamada así por el nombre de su promotor, el ministro de Hacienda Miguel Lerdo de Tejada aprobada en 1856,
obligaba a las corporaciones civiles y eclesiásticas a vender las casas y terrenos que no ocuparan. Esta iniciativa se
había propuesto disolver el sistema de acaparamiento de la propiedad raíz (tanto en el campo como en las ciudades),
que se había concentrado en manos de las corporaciones religiosas y de unos cuantos propietarios privados, a través
de diferentes mecanismos de origen feudal que permitían la obtención de rentas a perpetuidad, impidiendo con ello un
libre desarrollo del mercado de suelo, y alzándose como un importante obstáculo para la consolidación capitalista del
país.
97
Sobre esta primera experiencia crediticia dirigida al desarrollo industrial, años más
instituciones financieras que a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX jugarían un
de urbanización derivado de él, pueden ubicarse así, a partir de la segunda mitad del
siglo XIX con el establecimiento del régimen republicano y liberal, que se consolida
hasta la dictadura porfirista, durante la cual, finalmente, terminan por establecerce las
inéditas en la que aún era una realidad urbana colonial. La especulación inmobiliaria,
México.
propios de la economía moral (Herbert Nickel 1989: 15-68), precapitalista, para entrar
de lleno en las nuevas formas de relación entre capital y trabajo. Antes de ese
98
paternalista, que sólo se trastocan hasta que las formas de propiedad inmobiliaria se
Bello, F. 2001: 32, 43), pasará a dedicarse más a los negocios vinculados con el
“bienestar” de las almas, y será desplazada (al menos jurídicamente), de los negocios
vivienda.
económicas propias de este régimen y del conflicto que enfrentan estas con las
políticas liberales impulsadas a mediados del siglo XIX, se desarrolla junto con el
social que surge en un sistema urbano que, en sus rasgos generales, tiende a
homogeneizar las formas de alojamiento que entran en contradicción con las nuevas
99
1. Los factores territoriales y económicos del problema
habitacional
surgimiento del problema habitacional en México, son fenómenos ligados que aunque
nacional.
En efecto, hay estudios que muestran que a pesar de las diferencias existentes en la
estructura espacial y la tipología de vivienda entre las distintas ciudades y regiones del
poco se extendieron por el país (Ayala A., E., 2003: s/p), influyendo de manera
términos que la reforma liberal tenía previsto (es decir, creando un universo amplio de
llevó a un doble proceso, por una parte a la expansión de las áreas urbanas, y por otra
100
En una economía cuyo sistema crediticio estaba aún en ciernes, los mecanismos
urbano nacional. Como resulta lógico, los pequeños centros de población, que eran
especulación inmobiliaria (ver por ejemplo el caso de Saltillo en: Cuellar V., P. 1975:
99 y ss.).
Por el contrario, las ciudades que jugaron un papel relevante en la integración de los
mercados nacionales a partir de la segunda mitad del siglo, XIX y que para principios
propicio para la aparición del fenómeno inmobiliario y para que afloraran los rasgos
ciudad de México en: Jiménez M., J. H., y Guadalajara en: López M., E., 1996).
Los cambios más profundos, en este sentido, se observaron en los centros urbanos
que presentaron una mayor dinámica de crecimiento poblacional como efecto de las
creación del Banco de Avío, pero pronto éstos se difundieron al resto del sistema
101
urbano bajo el impulso económico y la extensión del sistema de comunicaciones
desarrollar en México desde antes de la promulgación de la Ley Lerdo (Ayala A., E.:
s/p, y Morales M. D. y Gayón C., M.: 2001: 348), es indudable que su desarrollo se
con el triunfo liberal de 1861 y, a través de ella, con la confirmación de la llamada ley
emergente capital inmobiliario y los grupos de poder político tanto regionales como,
desarrollada a lo largo del último tercio del siglo, que afecto de manera determinante la
provisión de vivienda para los sectores de bajos ingresos, en particular para la nueva
clase obrera.
y altos ingresos que se soportarían en el naciente capital financiero (ver Jiménez M., J.
H.).
102
1.1. El proceso de urbanización y la generalización de las
localidades con más de 15,000 habitantes se multiplicó por siete al igual que lo hizo la
1790 1900
Concepto absoluto %/total absoluto %/total
Población Total 3.982.869 100,00 13.607.259 100,00
Población Urbana 323.066 8,10 2.191.397* 16,10
Población Rural 3.659.803 91,90 11.415.862 83,90
Fte: Estadísticas Históricas de México, INEGI 1999, Tomo I: 30
* Total de población registrada en centros de población a partir de Unikel, L. 1976, Cuadro I AI, Apéndice estadístico:
377-390
intendencias de finales del siglo XIX (ver Cuadro 3). Los cambios en este sentido
fueron notables, así, mientras que en 1790 el 71% de la población urbana se había
concentrado en sólo 9 ciudades que tenían más de 8.000 habitantes, para 1900, el
103
A casi 80 años de haber emergido el México independiente, llegaba a 34 el número de
abarcaba para entonces el 75% de las actuales entidades federativas (ver Cuadro 4).
Era notable sin embargo, que este conjunto conformaba una estructura poco integrada
torno a la ciudad de México, condición que, si bien era una herencia colonial, había
regionales [Moreno T., A., 1973: 176, y Cardoso, C. 1983]), pese al efecto
centralizador que durante el régimen liberal tuvo el sistema ferroviario (Garza, G.: 227-
230).
Hacia principios del siglo XX, México mostraba así una tendencia a urbanizarse a
pesar de que el contexto territorial aún era predominantemente rural (cerca del 84% de
en muy pocas ciudades del país. Junto con la Ciudad de México, Guadalajara, León,
Puebla, Monterrey y San Luis Potosí, base del sistema urbano, el resto de éste estaba
integrado por al menos 27 ciudades con más de 15,000 habitantes (ver INEGI, Tomo
II: 913 y 914) 6, 16 de las cuales eran capitales de sus respectivos estado, y había más
población entre los 2,500 y los 15,000 habitantes, dentro de las cuales estaban al
De hecho, para inicios del siglo XX, el sistema urbano del país, estaba constituido por
al menos una ciudad con más de 15,000 habitantes en el 75% de las entidades
federativas, aunque aún había seis estados (Baja California, Chiapas, Guerrero,
Morelos, Sonora y Tlaxcala), y los dos territorios (Baja California Sur y Quintana Roo),
6
No se dispone de datos para Campeche, Jalapa, Mexicali, Saltillo ni Tepic que, al parecer tenían para entonces más
de 15,000 habitantes (INEGI 1999, Tomo I, pp. 20-28.)
104
que no contaban con ninguna localidad que rebasara esa población, un escenario
radicalmente distinto al que se observaba a finales del período colonial (ver cuadros 3
y 4).
Para 1910, al final de la dictadura liberal, este proceso continuaba, no sólo las
ciudades con más de 15,000 habitantes habían aumentado a 36, sino que a los
sistemas regionales surgidos desde finales del siglo anterior (además del Distrito
Federal los de los estados de Guanajuato y Jalisco), se habían sumado otros en los
estados de Coahuila, Durango, estado de México, Michoacán y San Luís Potosí, que
integraban a dos o más ciudades, entre ellos sobresalían el subsistema que articulaba,
105
Gómez Palacio ubicadas en el vecino estado de Durango, conformando el primer
estado del mismo nombre), habían jugado un papel importante como centros político–
Laguna. Durango como centro político y comercial de una vasta región minera que a
finales del siglo XVIII había estado entre las provincias que mayor riqueza generaban,
y que a la larga logró consolidarse como un centro comercial (Pacheco R., J. de la C.,
una región con bajos niveles de población que básicamente tenía una economía
hasta mediados del siglo XIX, hasta que a partir de la introducción del ferrocarril se
que para 1910 articulaba a 6 ciudades (Guanajuato, Celaya, Irapuato, León, San
Francisco del Rincón y Silao [ver Cuadro 4]), mientras que en Jalisco, además de
de la entidad.
7
El caso de Torreón junto con los de Lerdo y Gómez Palacio en la Laguna, es un caso sobresaliente en México, de un
rancho de 200 habitantes en 1892 (Moreno T., A., 1973: 191 y 192), Torreón se convirtió en una ciudad de 34,271 en
1910 y para entonces había conformado un conglomerado de cerca de 59,000 almas junto con Lerdo y Gómez Palacio
(ver cuadro 4).
8
Los Presidios, durante la colonia fueron el equivalente a un fuerte militar de avanzada para la conquista y colonización
de los territorios del norte del país.
106
En el estado de Veracruz por su parte, la capital estatal Xalapa junto con Orizaba y el
central de la entidad, mientras que en los estados de México, Michoacán y San Luis
Potosí, además de las capitales estatales (Toluca, Morelia y San Luis Potosí
107
Para 1910 el sistema urbano nacional estaba estructurado en trono a una gran
que siete rebasaban los 50,000 pobladores, y en dos terceras partes se concentraban
como un conjunto disperso de ciudades en los vastos territorios del norte y sur-
sureste.
principios del siglo XX, se había comenzado a conformar desde finales del período
sistema urbano desarticulado en su mayor parte, en donde los centros urbanos fueron
ferroviario en el último tercio del siglo,9 este sistema urbano se comenzó a consolidar,
Para principios del siglo XX, este sistema comenzaba a percibirse relativamente
generales de vivienda.
9
Aunque en realidad el primer tramo del ferrocarril a Veracruz (13.6 km.), se inauguró en 1850, sólo fue hasta 23 años
después, en 1873, cuando se concluye la primera línea entre este puerto y la ciudad de México, y es a partir de ahí que
inicia el desarrollo del ferrocarril, que en los próximos 37 años había acumulado 19,580 km. de vías férreas (Garza, G.:
223 – 225).
108
1.1.1. Los grandes centros de población
del siglo XIX, sin embargo, éste dista mucho de ser homogéneo, no sólo en los
Desde entonces y hasta las primeras décadas del siglo XX, las ciudades con población
Entre todas ellas la ciudad de México es la que muestra un crecimiento más acelerado
a partir de los años 60, cuando supera el relativo estancamiento demográfico que
sombra de la introducción del sistema ferroviario (Garza, Gustavo, 1992. op. cit.), que
Una situación semejante la presenta Guadalajara, que al igual que la ciudad de México
que sólo se supera hasta los últimos treinta años del siglo, a raíz de la recuperación de
109
la actividad industrial, sobre todo de la manufactura textil y, en parte, de la
El caso de Monterrey es aún más revelador, esta ciudad, que hasta finales de 1860 no
partir de la segunda década del siglo XX, la ubicará como la tercera ciudad más
el comportamiento que mostró Puebla a lo largo del siglo XIX. Esta ciudad, que para
finales del período colonial, e incluso hasta mediados del siglo, era la segunda en
trigo, aceite entre otras), no logra modernizar su planta productiva a pesar de los
no aumentar su población durante las primeras tres cuartas partes del siglo,
siglo XIX y las primeras dos del siguiente, período en el que es superada por
110
Gráfica 1: Crecimiento Poblacional de Ciudades con
más de 50 mil habitantes en 1921, con la Cd. De
México
700,000
600,000 México
500,000 Guadalajara
Habitantes 400,000 Merida
300,000 Monterrey
200,000 Puebla
100,000 San Luis Potosi
0
90
20
50
70
95
21
17
18
18
18
18
19
Años
Por su parte, como resultado del auge temporal que tuvo como centro intermediario en
el comercio de productos importados a través del puerto de Tampico (Moreno T., A.,
1973: 183, 186 y 187), San Luis Potosí presentó un crecimiento que llegó a ser, en el
último tercio del siglo XIX, incluso más importante que el de Monterrey, sin embargo
éste se detuvo para finales del siglo como resultado de la recuperación del papel
Mérida, en cambio, se consolidó como el más importante centro urbano del sureste, y
relativamente desligada del centro del país hasta bien entrado el siglo XX. Esta ciudad
creció a la sombra del auge henequenero10 de finales del siglo XIX (Quintanilla G, A.
10
El henequén, o Sisal, es una fibra vegetal proveniente del agave mexicano, ampliamente empleada como materia
prima por la industria de la jarciería para la producción de cables utilizados en la manufactura y las explotaciones
agropecuarias del siglo XIX, fue la base de la economía yucateca desde el último tercio del siglo XIX hasta principios
del siglo XX cuando fue sustituido por otro tipos de productos, principalmente sintéticos derivados del petróleo.
111
Monterrey y San Luis, fue más constante que este último, lo que la llevó rebasar el
doble de su población para finales de la primera década del siglo XX (ver Gráfica 2).
160,000
140,000
120,000 Guadalajara
Habitantes
100,000 Merida
80,000 Monterrey
60,000 Puebla
40,000 San Luis Potosi
20,000
0
90
10
30
50
60
80
95
10
17
18
18
18
18
18
18
19
Años
que se consolidan las reformas liberales de desamortización hacia inicios de los años
70s del siglo XIX, cuando se había consolidado el régimen liberal y bajo la dictadura
Este crecimiento, si bien se interrumpe en las ciudades de Puebla y San Luis Potosí,
que entran en un impasse que se extiende, en ambos casos, hasta la década de los
años 20s del siguiente siglo, en el resto de las grandes ciudades alcanza tasas medias
entre 1900 y 1921 superiores a la urbana nacional, sólo superadas por algunas
112
ciudades medianas y pequeñas que crecen de manera excepcional al influjo del
refuerza notablemente su histórico papel central, el resto de las grandes ciudades del
siglo XIX jugaron un papel decisivo en el desarrollo regional del país, y con excepción
de Monterrey (que se consolidaría como un centro industrial sólo hasta finales del siglo
XIX), todas ellas fueron cabeza de las intendencias que se crearon a partir de las
En un proceso distinto al que presentaron las grandes ciudades del país, las ciudades
medias, que para la segunda década del siglo XX llegarían a poblaciones ente los
30,000 y los 50,000 habitantes, mostraron en casi todos los casos un crecimiento
sistemas urbanos que se configuraron en torno a las cabeceras de ellas, y sólo a partir
11
Baste citar los ejemplos de el puerto de Tampico y el centro comercial y político administrativo de Ciudad Victoria; el Oro
principal centro minero del Estado de México y el nudo ferroviario agrícola e industrial de la conurbación Torreón-Gómez Palacio
(ver Cuadro 5)
113
de la Constitución de 1824 (la primera del México Independiente), dos (Chihuahua y
importante a partir de mediados del siglo XIX12 que, salvo por el caso de
Aguascalientes, se redujo de manera sustancial en los primeros 20 años del siglo XX,
en términos absolutos como relativos, en la segunda mitad del siglo XIX, con un
población en los últimos treinta años del siglo XIX, comportamiento que declina
ostensiblemente en las dos primeras décadas del siglo XX (ver Cuadro 4 y Gráfica 3).
crecimiento comercial (Ruiz de la B., R., 2000: 99-101 y Pacheco R. J.: 196 - 201).
Otras de estas ciudades presentaban ya para el último tercio del siglo XIX un
con una planta productiva que integraba diferentes ramos (Rojas, B. 1994: 88),
12
No se dispone de información para Toluca anterior a 1900.
114
ganadera, así como la industria cervecera y los molinos de trigo, que también se
desarrollaron en Toluca junto con una incipiente industria textil (Aboites A., L., 1994,
60,000
50,000
Morelia
Durango
40,000
Aguascalientes
Habitantes
Chihuahua
30,000
Pachuca
Querétaro
20,000
Saltillo
Toluca
10,000
0
90
10
30
50
60
80
95
10
17
18
18
18
18
18
18
19
Años
grandes y medias, varias de éstas llegaron a rebasar los 30 mil habitantes por
115
En la base productiva de casi todas ellas predominó el comercio, aunque hubo
dirigida básicamente al mercado interno (como son los ejemplos de Colima, Oaxaca,
Villahermosa y Ciudad Victoria) (Romero, J. M., 1994: s/p, Martínez A., C. 1996: 63 -
los períodos de auge y crisis arrastró al resto de las actividades económicas locales
como ocurrió en Zacatecas y Guanajuato (Cerutti, M. 1998: 163, y Blanco, M., 2000:
133 - 139).
principal puerto del país hacia el último tercio del siglo XIX (Blázquez D., C., 2000:128-
comunicaban con otras dos importantes ciudades del estado (Xalapa y Orizaba), y por
interno y con una escasa integración con otras regiones, que dependía sólo de
116
de Guanajuato y Zacatecas, se desarrollaban como puntos de intercambio que
En otros casos, como Oaxaca y Colima, se conservó como herencia colonial una
Por su parte, las tres ciudades menos pobladas de este grupo: Culiacán, Ciudad
nacional (ver Cuadro 4 y Gráfica 3), las tres se mantienen por casi todo el siglo
integrará al sistema ferroviario, y esto sólo hasta principios del siglo XX y únicamente
Al igual que las ciudades medias, éstos fueron centros comerciales de productos
(Culiacán) (Ortega N., S., 1999: s/p), o cacao, café, pimienta, vainilla, añil y pieles
13
Que en el caso del primero se vio incluso contrarrestada por el crecimiento industrial y mercantil de León y por el
desarrollo de otros centros urbanos en la región del Bajío) (Blanco, M.: 139-143 y Cerutti, M., 1998: 163)
117
Gráfica 4: Crecimiento Poblacional de Ciudades
entre 15,000 y 29,999 Habitantes en 1921
60,000
50,000
Guanajuato
Habitantes 40,000 Veracruz
30,000 Colima
20,000 Cd. Victoria
Culiacán
10,000
Oaxaca
0 Villa Hermosa
Zacatecas
90
10
30
50
60
80
95
10
17
18
18
18
18
18
18
19
Años
El resto del sistema urbano del país, a principios de la segunda década del siglo XX,
responden a las peculiaridades de cada una de las regiones a las que se integran y
118
una población dispersa en varias localidades rurales o presentaban una inestabilidad
manufacturera de tipo artesanal (Pedrero N., G., 1998: 235-252), y en cierta medida
Hermosillo y La Paz, crecen a lo largo del siglo de manera irregular y a tasas muy
bajas pero de manera constante; Hermosillo, por su parte, lo hace sólo hasta la
puerto de Guaymas (Almada, I., 2000: 132), llegando sólo hasta entonces a
incrementar su población en casi un 75% entre 1877 y 1910, mientras que La Paz
quintuplica la suya en ese mismo período, gracias a que hacia finales del siglo había
sumamente errático, que en el caso de la última lleva a una reducción en casi el 50%
de su población entre la última década del siglo XIX y la primera del XX, en términos
artesanal fue incapaz de competir con la industria poblana (Rendón G., R. 1996: 73-
75), y Cuernavaca como centro urbano de una vasta región azucarera (ver Gráfica 5).
119
Gráfica 5: Crecimiento Poblacional de Ciudades
con menos de 15,000 Habitantes en 1921
16,000
14,000
Cuernavaca
12,000
Chilpancingo
Habitantes
10,000
Hermosillo
8,000
La Paz
6,000
Tlaxcala
4,000
Tuxtla Gutierrez
2,000
0
90
10
30
50
60
80
95
10
17
18
18
18
18
18
18
19
Años
En términos generales, podemos concluir que el conjunto del sistema urbano nacional,
al finalizar la segunda década del siglo XX, estaba constituido por un puñado de
franja central del país, y que el resto del conjunto de asentamientos humanos lo
notable a lo largo del siglo XIX en comparación con el de la población total, la dinámica
demográfica del sistema urbano del país fue muy dispar, tanto entre las diferentes
regiones, como entre las mismas ciudades, concentrándose en muy pocas, la mayoría
de las cuales eran ya desde finales del período colonial centros político-administrativos
120
La alta centralidad de la ciudad de México, aunque se mantuvo, e incluso se reforzó a
Por otra parte, las ciudades que presentaron un mayor dinamismo demográfico para la
segunda década del siglo XX, lo hicieron de manera excepcional al influjo del auge de
Tampico, que emerge a raíz de una importante inversión extranjera como segundo
puerto marítimo en las costas del Golfo de México, o Torreón, en el nudo ferroviario de
estado de México.
En realidad, para 1921, el 60% de las ciudades con más de 15,000 habitantes
terceras partes de ellas eran decrecientes (ver Cuadro 4), esta situación, favorecida
sistema urbano nacional, se habían desarrollado muy rápidamente desde los últimos
treinta años del siglo XIX, a partir del éxito económico de algunas actividades
121
y Torreón), o por el papel coyuntural que jugaron en el sistema de intercambio de
puertos marítimos (San Luis Potosí, por ejemplo), mientras que otras más habían visto
(Puebla).
De hecho, para finales del siglo y después de poco más de tres décadas en que el
realidad urbana distaba mucho de haberse consolidado: para 1910 casi el 92% de la
población nacional residía aún en localidades con menos de 15,000 habitantes, en las
En este contexto, la presión que los habitantes ejercieron sobre el espacio urbano en
diferenciadas. Así, las ciudades que presentan las mayores dinámicas demográficas y
mineros, soportaron los flujos poblacionales con una amplia disposición de suelo a
bajo precio para su crecimiento urbano (como fue el caso de Torreón-Gómez Palacio
[ver Manchuca, M. P., 1977]), mientras que las ciudades medianas y grandes, con una
122
De esta manera, si consideramos las demandas inquilinarias que surgen en distintas
ciudades del país en los años 1920s como un indicador de esta realidad, las mayores
habitantes), y medias (entre 30,000 y 49,000), sobre todo en aquellas que desde el
siglo XIX habían jugado un papel económica y políticamente relevante, que aunque no
presentaron las mayores tasas de crecimiento poblacional, sí fueron las que crecieron
Son precisamente éstas las que presentan, en su mayor parte, junto con una alta
de alojamiento.
Son también, al parecer, en las que el capital inmobiliario se desarrolla de forma más
123
que se refiere a la forma en la que ésta se produjo y se comercializó: la emergencia
de la construcción.
primera mitad del siglo XIX se redujo a experiencias muy limitadas, y los intentos por
industria eran de una producción casi artesanal dirigida al mercado interno, tanto para
Fuera de estos dos sectores, que lograban ciertos excedentes para la exportación, el
resto de la actividad productiva apenas alcanzaba para cubrir parte de las necesidades
siendo, a lo largo del siglo, la base de la economía del país, haciendo que ésta tuviera
El caso del capital financiero, por su parte, presenta rasgos similares a los del
impulso de la planta fabril del país a través del Banco de Avío, el sistema financiero
tendrá un lento y errático desarrollo, y tardaría aún hasta la tercer década del siglo XX
para consolidarse.
124
1.2.1. El proceso de industrialización y la vivienda
da a partir de mediados del siglo XIX, y tiene un papel importante en las primeras
en torno a este tema durante la Revolución Mexicana, y nos atreveríamos a decir que
Este proceso, que comienza a casi 70 años de haber iniciado la revolución industrial
J., 1996: 133 – 135), se soporta en una serie de iniciativas emprendidas por los
de plantas industriales tanto al interior de los centros urbanos como de las mismas
áreas agrícolas.
una iniciativa que precedió a las reformas liberales, y que en sus casi doce años de
14
Lo primero a través de la abolición de las alcabalas, especie de impuesto que los gobiernos municipales y estatales
imponían a la circulación de mercancías en sus respectivos territorios, y lo segundo a partir la Ley de desamortización.
125
Gracias a ella inició el desarrollo de una planta industrial relativamente moderna, que
que pudieron ofrecer productos que podían competir con los de importación.
como en el tipo de sus instalaciones, de esta manera, junto a los pequeños talleres
artesanales que existían desde inicios del siglo, comenzaron a aparecer pequeñas,
Las grandes ciudades que desde finales de la colonia ofrecían mercados para los
artesanales, que operaban con una tecnología basada en la energía humana o animal
como fuerza motriz que se ubicaban en las áreas centrales de los centros urbanos, o
entorno regional de las ciudades, pero en estrecha relación con ellas sirviéndose de
disposición agua como fuerza motriz, o la existencia de materias primas cuando éstas
no eran de fácil acceso en las áreas urbanas o, como en el caso de la minería, cuando
126
En realidad, podemos hablar de un proceso de industrialización que se mostró en un
trabajo, o con los principales puertos de exportación, y otro, similar a las colonias
los grandes centros urbanos del país, a partir de él se detonaron a lo largo del siglo
altamente concentrada y con una apenas incipiente infraestructura, una buena parte
ese siglo, se establecieron fuera de las áreas urbanas, en entornos rurales que
estas fábricas incluyeron dentro de sus terrenos y en estrecha relación con las
del país (Sánchez M., V., 2003, s/p), auguraba su desaparición, la experiencia
127
habitacional de estas colonias industriales tuvo una influencia muy importante en las
Es, en efecto, a partir de ella que se detona la producción de la vivienda obrera como
un modelo peculiar en las formas de habitación en las ciudades del país, y surgen los
trabajadores industriales. Ésta fue la primera iniciativa que, en este tema, se abordó en
siglo XX.
puesto en evidencia (y tal vez esta fue su mayor aportación), la necesidad que tenía la
industria de contar con las condiciones materiales para su desarrollo, dentro de las
que la vivienda era una, tal vez, de las más importantes, y también la limitación que
presentaba el nivel de desarrollo de otros sectores del capital para abordar este tema,
Fueron precisamente las circunstancias por las que atravesaba este sector del capital
la vivienda a la par del primer proceso de industrialización, y serían ellas mismas las
que continuarían haciéndolo a pesar de una guerra civil que llevó al cambio de
régimen, pero que, paradójicamente, permitió que los factores que habían determinado
128
1.2.2. Los mecanismos financieros y la producción habitacional
Más allá del impacto que el desarrollo industrial tuvo en las necesidades y en las
que ésta se produjo hasta principios del siglo XX se refiere a las condiciones
permanecieron y aún se restringieron más durante las primeras décadas del siglo XX.
Salvo por las experiencias financieras de finales del período colonial15 , y por la
creación casi simultánea del Banco de Avío y del Banco de Amortización de Moneda
de Cobre, todas ellas de muy corta duración (Álvarez, J. R., 1987: 838-842, y
Rajchenberg S., E. y Héau_Lambert, C.: 3 y 4, y : 17), hasta mediados del siglo XIX
prevalecía en el país un sistema de crédito a largo plazo, bajo el esquema casi feudal
extendió a la propiedad urbana, los propietarios de la tierra podían obtener una renta
mecanismo permitía a los arrendatarios edificar en los predios y heredar los derechos
de posesión, e incluso adquirir deudas prendarias sobre los terrenos arrendados, pero
país (Ídem.: 26), todo parece indicar que su presencia era muy generalizada en los
grande centros urbanos, sobre todo en aquellos donde la iglesia tenía una importante
15
En 1774, por Cédula Real, se funda la primera institución de crédito prendario, el Monte de Piedad de Ánimas, en
1782 se creó el Banco Nacional de San Carlos, una sucursal del mismo en España y en 1784 se fundó el primer banco
refaccionario en América, el Banco de Avío de Minas con el objetivo expreso de apoyar esa actividad.
129
prevalecientes es el de la ciudad de México, principal centro urbano del país, en donde
hacia principios del siglo XIX el 98.4 de los inmuebles estaban sujetos a este tipo de
Este sistema determinó la forma en que operaba el mercado inmobiliario, y por lo tanto
que representaba la erogación de grandes montos de dinero, de los que sólo podían
de las necesidades de vivienda de la población tanto en las zonas rurales como en las
hasta ese momento habían sido la base para la producción de alojamiento (ídem: 25).
mecanismos financieros que pudrieran cubrir el vacío que dejaba la desaparición del
año después de la crisis que para 1941 envolvió a la industria textil del país (Álvarez,
130
introducidas al Código de Comercio se crea el Banco de Londres, México y
2003: s/p).
Este banco continuó operando bajo esta lógica y en exclusividad por casi 20 años,
banco, el Nacional de México, también privado, que además operaría como banco de
gobierno durante sus primeros cinco años de existencia (Marichal, C.: 8 y 14).
casos, como banca de préstamo y ahorro, y sólo en el de los dos iniciales con
131
al fomento agropecuario, principalmente dirigidos a obras materiales para irrigación,
b.: 842-848 y Ribera C., E.: s/p), fueron aparentemente muy escasos y excepcionales
ofrecieron casi de manera exclusiva a la vivienda de los estratos medios y altos en las
nacional. Hasta poco antes de la última década del siglo, el esquema que permanecía
al contado, tal y como operaba antes de la aparición del sistema bancario (Barragán,
J. I.: 27).
En este escenario, hasta finales del siglo prácticamente ningún sector social tenía
operar formalmente desde 1882 con la aparición del Banco Hipotecario Mexicano, no
fue sino hasta 1897, con la promulgación de la Ley de Instituciones de Crédito que da
132
foralmente inicio la figura del crédito hipotecario, con ella se establecieron tres tipos de
largo plazo respectivamente, y poco tiempo después, antes de que finalice el siglo,
aparecen en México las primeras viviendas en venta a crédito para sectores de medios
crea el Banco Central Mexicano, institución privada que operaba como banco
1905, y ya para 1910 habían surgido dos bancos más que operaban como banca
entre 1915 y 1916 los efectos de una inexistente política monetaria, el desquiciamiento
agrarios de la elite económica porfiriana, entre otros factores, derivan en el colapso del
133
“Mexico in the brief period of a dozen years ending in 1916
de todos los bancos comerciales para asegurar al gobierno las reservas en metálico,
como resultado del colapso generalizado se desata una hiperinflación que lleva a la
social del pago en metálico, lo que llevó a la casi desaparición del papel moneda
(Ídem: 28 y 29).
16
“México en el breve período de una docena de años que concluyen en 1916, recorrió casi el espectro competo de las
experiencias monetarias de la civilización humana. Comenzando en 1905 tuvo por intervalos, un patrón plata, patrón
oro, los comienzos de un patrón de intercambio en oro, un patrón dual en plata y oro, patrones en monedas fiduciarias,
una experiencia local con una forma cuasi metálica, un patrón de recibos bancarios, y numerosos patrones de papel
moneda privado y gubernamental inconvertible. Los ejércitos revolucionarios declararon súbitamente ilegal
prácticamente todo el papel moneda que circulaba en extensos territorios, y otra moneda que previamente había sido
declarada ilegal o había sido falsificada, repentinamente fue aceptada de nuevo.
134
La banca comercial prácticamente suspendió sus operaciones, y es hasta 1921,
concluida por fin la etapa armada de la Revolución, que se les devuelve a los bancos
operación con créditos bancarios y estaban por concluirlos en los primeros años del
vivienda, no funcionaron más allá de 1910, es decir menos de 13 años, y será hasta
casi 20 años después, cuando la banca comercial inicie una operación más o menos
El sistema financiero no fue pues un factor que pudiera aportar elementos en el caso
existía ni una tradición de crédito personal, ni menos hipotecario que pudiera hacer
prioridad que la Casa del Obrero Mundial (COM)17, dio a la jornada laboral y al pago
17
Primera asociación de sindicatos obreros fundada en 1912, que funcionó como un centro aglutinador de uniones y
ligas de trabajadores (Huitrón, J., 1974: 190-196).
135
vivienda tampoco será significativa, de hecho, como lo muestran los datos ofrecidos
por CONAVI para las últimas dos décadas del siglo XX (ver capítulo 6 de este trabajo),
vivienda social a través de los mecanismos diseñados para la operación del Fondo
para la Vivienda administrados por FOVI_FOGA, pero en realidad este tema nunca ha
sido una parte central de su operación llegando, incluso, a apartarse casi por completo
del crédito hipotecario para los sectores medios y altos en períodos críticos para el
vivienda18 (como ocurrió casi durante 10 años a raíz de la crisis del sistema financiero
del sector secundario es un fenómeno propio del siglo XX, hasta la tercera década de
antes de ese momento es una actividad apenas incipiente, abocada a la obra pública y
vivienda, que hasta finales del siglo XIX se apoyó en sistemas y materiales
18
Este es el caso de la creación de las Sociedades Financieras de Objeto Limitado (SOFOLES), un mecanismo
financiero que se desarrollo a partir de la crisis iniciada en 1994, y que por casi una década fue prácticamente el único
instrumento crediticio privado para la vivienda.
136
tradicionales, particularmente embarro, mampostería, adobe, madera y, en mucho
1894 cuando se funda la primera mosaiquera del país en Monterrey y la industria del
cemento hace su aparición incluso más tarde, a inicios del siglo XX19.
(ídem: 149). El impulso que se dio a su utilización masiva fue todavía posterior, a partir
de 1923 con el nacimiento del Comité para Propagar el Uso del Cemento Pórtland
finales de la década de los años veinte, cuando para 1928 se tienen las primeras
que empleó este nuevo material en al ciudad de México (Barragán, J. I.: 150).
El segundo factor que determinó las formas de producción habitacional fue el carácter
19
En1902 la compañía Mexicana de Cementos Pórtland y en 1906 la Compañía de Cementos Hidalgo (Barragán, J. I.:
144)
137
iniciativas individuales de ingenieros, arquitectos y pequeños constructores que
Los apoyos financieros que habían impulsado los diferentes gobiernos liberales a lo
largo del siglo XIX para el desarrollo industrial, habían sido dirigidos sobre todo a la
infraestructura que el desarrollo económico del país requería (Chanfón O., C.: 99 y
100).
social, los primeros, formados en buena parte como ingenieros militares, licenciados
capital inmobiliario, los que terminaron abordando el tema de la vivienda para los
20
En ese año se publica la Ley Orgánica de Instrucción Pública del Distrito Federal, con base en la cual los arquitectos
se convertirían en ingenieros arquitectos, y su currícula sería básicamente la misma de los ingenieros con algunos
elementos de proyecto e historia del arte. (Chanfón O., C.: 29)
138
Sobre la base de una utilización generalizada de sistemas constructivos y materiales
tradicionales y una fuerza de trabajo poco o nada especializada, se puede afirmar que,
En estas condiciones, fuera de las nuevas residencias para la nueva burguesía urbana
similar entre el número de nuevas familias y el de viviendas en los primeros años del
139
La información disponible ofrece evidencias de que el problema habitacional se
los términos en los que se ofrecía la vivienda en alquiler a los sectores de bajos
ingresos, todo parece indicar que fue esto lo que determinó las movilizaciones
liberalismo mexicano de impulsar el desarrollo capitalista del país. La vivienda era así,
para gran parte de la población urbana del país un problema que no encontraba, en
140
2. La pervivencia de las condiciones precapitalistas de la
vivienda en México
inquilinarios durante las segunda y tercer décadas del siglo XX en México, tiene su
origen en las contradicciones que surgieron entre el desarrollo capitalista y urbano del
En efecto, las formas de alojamiento, a lo largo del siglo XIX y principios del XX,
sufrieron muy pocas modificaciones con respecto a las que existían en el siglo XVIII,
experiencias que serían paradigmáticas para los futuros patrones de vivienda, tuvieron
un muy bajo impacto en la modificación de aquellas en las que residía la mayor parte
de la población urbana.
Se puede decir que en México, las formas de alojamiento que prevalecieron en las
ciudades al lo largo del siglo XIX, y que en gran medida continuaron hasta principios
colonial, la cual estaba conformada por una gran diversidad tipológica que fue
surgiendo a lo largo de 300 años, como respuesta a una demanda social muy diversa
Más que un cambio en los patrones de alojamiento, lo que parece haber sucedido en
141
vivienda en el conjunto del sistema urbano a partir de un doble proceso estrechamente
De la mano de él, los centros económicos, con base en los cuales se desarrolló la
actividad productiva y mercantil del país, comienzan a compartir con otras localidades
que se combinaron con ciertos rasgos comunes en las características del parque
coloniales.
urbana
A partir de este proceso, la mayor parte de la población de las ciudades terminó por
reproducía una práctica rentista con muy bajos niveles de inversión en la producción
cada vez más precarias que se desarrollaban sobre la base de una tipología
desarrollo capitalista.
142
Estos se basaban de la tipología de vivienda colectiva, una modalidad que había
soportaron los primeros flujos migratorios del campo a la ciudad en la primera etapa de
la industrialización en México.
Tres modelos básicos de vivienda serían, en este contexto, la base del alojamiento de
la población urbana hasta bien entrado el siglo XX, particularmente de aquella que se
Fuera de las residencias palaciegas destinadas a una sola familia (que parecen haber
sido relativamente escasas), las casas comunitarias y las vecindades fueron la manera
21
Para efectos de este trabajo y retomando la nomenclatura de otros que estudian la diversidad del alojamiento
colonial (Infonavit; 1988: 108; y Morales, M. D. y Gayón, M., 2001: 340 – 342), la casa se considera como una sola
edificación que incorpora a su interior un conjunto diverso de locales, que combinaban alojamiento con actividades
productivas, que se alquilaban y que frecuentemente coexistían con la vivienda de los mismos propietarios
143
cuyo interior coexistieron diferentes grupos de la sociedad que sólo se separaban
un verdadero conjunto residencial, con una diferenciación social muy matizada, que se
se alojaban en las plantas altas (en las casas de dos niveles), o en los patios
principales con frente a la calle (en las de un solo nivel), mientras que las plantas bajas
ubicados en la fachada principal (para la Ciudad de México, ver: De la Torre V., G.,:
119 y 121, y para Puebla, ver: Loreto L., R.,: 158-161, 165).
Uno de los aspectos que más claramente hacía notar la distinción entre los tipos
interior mismo de los edificios, en letrinas que eran de uso común para todos los
vecinos, mientras que sólo en muy pocos casos, y siempre en las casas de la
social de las casas comunitarias se fue conformando en un largo proceso. En él, los
espacios de mayor status al interior de las edificaciones, las casas de las plantas altas
22
Las Accesorias eran construcciones contiguas a otra o que ocupaban los frentes de las plantas bajas de edificios de
dos niveles, tenían acceso directo a la calle y uso separado del edificio principal. Generalmente su uso era sólo
comercial, productivo o de servicios o combinado con el de habitación, como tienda y habitación, taller artesanal y
habitación que eran espacios mixtos donde se vendía, trabajaba y vivía. También había accesorias dedicadas
exclusivamente a la habitación. (Morales, M. D. y Gayón C., M., 2001: 346).
144
y los entresuelos23, eran habitados por los grupos sociales más acomodados (las
primeras para los propietarios o inquilinos acomodados y las segundas para clérigos y
profesionistas), mientras que las viviendas, alojamientos de dos cuartos o más24 para
A diferencia de estos, los cuartos en las plantas bajas o altas, localizados en los patios
Éstas, en particular, presentaban una diversidad notable: podían ser talleres pequeños
la parte superior y el comercio o taller en la planta baja. Ésta fue una modalidad muy
común en el espacio urbano colonial hasta el siglo XIX, y se podía ver lo mismo en
En el caso de las casas comunitarias la manera de utilizar los edificios era muy
variable. Si bien podían estar ocupados en su totalidad por una sola familia, integrando
23
El Entresuelo se ubicaba en los descansos de las escaleras, por lo que necesariamente éstos se situaban en
inmuebles con altos; estaba formado por varias piezas con ventanas hacia los patios. (De la Torre V., G. y Lombardo,
S., 2003: s/p)
24
La vivienda se conformaba por varios espacios integrados en una unidad, sin embargo, podía haber entre ellas
grandes diferencias dependiendo de su número amplitud y hasta ubicación con respecto al edificio (altas o bajas). (De
la Torre V., G. y Lombardo, S., 2003: s/p)
145
accesorias o entresuelos por separado, de acuerdo con la demanda (De la Torre V., G.
Estos edificios incorporaban algunas de las modalidades que eran comunes a las
parroquias y hospitales para internos y maestros, hasta los que formaban parte
integral de los edificios religiosos (como en el caso de los edificios de los jesuitas en
146
fortaleza de los conquistadores en la reconstrucción de la ciudad de México, y se
extiende a otras ciudades coloniales como una forma común de residencia hasta
que tendieron a radicar en los principales centros urbanos de las regiones en los que
instituciones religiosas (incluyendo las ordenes del clero regular, las corporaciones
La inversión inmobiliaria parece haber sido una opción complementaria para colocar
una parte remanente los capitales de una buena parte de la emergente burguesía
mayor medida), el clero regular, así como las instituciones de beneficencia dirigidas a
rendimiento de sus capitales, optaron por la vía segura de conservar y administrar las
147
gremios de artesanos de agruparse en un edificio, o conjunto de edificios, integrando a
modelo que, al parecer, comenzó a perfilar sus características desde principios del
período colonial para quedar definido como una de las formas dominantes de
alojamiento ya para el siglo XVIII con patrones arquitectónicos que se conservan hasta
la actualidad.
que podía ser un patio central, con vivienda en todo el contorno, o lateral, alargado,
con cuartos25 a ambos lados o en sólo uno de ellos. Este patio frecuentemente
remataba en una escalera que permitía aumentar un segundo nivel al modelo primitivo
(ídem: 152).
25
Los Cuartos eran alojamientos de un solo espacio con una sola apertura que correspondía con la puerta de acceso,
en el que se realizaban las diferentes actividades domésticas excepto las sanitarias, que normalmente se compartían
con otros cuartos y se ubicaban en las áreas comunes (Morales, M. D. y Gayón C., M., 2001: 346).
148
Esta tipología había sido, desde la Colonia, una de las formas más comunes de
alojamiento y, junto con las viviendas comunitarias, un lugar de gran diversidad social
En términos generales, en las diferentes regiones del país este tipo de vivienda
comenzaron a observar en varias ciudades del país desde la primera mitad del siglo
comunitarias a finales de la colonia y en los primeros años del siglo XIX, que fueron
del país, conformando buena parte del tejido de las áreas centrales y de las nuevas
áreas de crecimiento. Fue precisamente este tipo el que sirvió para albergar a las
crecientes masas trabajadoras que se integrarían a las ciudades el la primera fase del
desde la segunda mitad de ese siglo hasta principios del XX, y que aún hoy se
149
2.1.3. El alojamiento precario
precario, que casi siempre coexistió con las dos modalidades anteriores, en particular
con las vecindades. Estos presentaban básicamente dos tipos, los alojamientos
primeros eran pequeñas casas aisladas erigidas con materiales endebles, llamados
igual que las viviendas rurales sin que conservaran el carácter de éstas y habitados
normalmente por indios y castas, pero también por españoles pobres. Constituían un
pequeñas huertas contiguas a sus casas (Ribera C., E., 2003: s/p).
Los corrales, en cambio, eran predios urbanos cercados, que servían tanto para la cría
los que se alojaban los sectores sociales más pobres y que compartían las
347).
de alojamiento para los sectores que ni siquiera tenían condiciones económicas para
26
Los Jacales o Chozas eran las habitaciones más modestas, construidas de materiales perecederos como madera o
adobe, con pisos de tierra compactada y techos de tejamanil o paja. Generalmente estaban aislados aunque también
había casas compuestas por varios jacales, los habitaba, junto con la que residía en los Corrales, la población más
pobre (Morales, M. D. y Gayón C., M., 2001: 346)
150
alquilar las habitaciones permanentes más precarias, conformando un conjunto
torres y zaguanes. Normalmente todos ellos fueron alojamientos individuales más que
urbano
así como por la diversidad de alojamientos precarios a los que se ha hecho referencia,
simultánea en la realidad urbana del país, sino que mostró peculiaridades tanto en lo
que se integró con su entorno regional. En este sentido hay evidencias de que se
fundación que se ciñeron a las ordenanzas del siglo XVI, y que a lo largo de casi 300
27
Piezas: cualquier aposento de una casa que se alquilaba por separado; Cajones: puestos de mercado los que
además de las actividades comerciales normales se habilitaban como dormitorio; Covachas: aposentos situados bajo
las escaleras o en cualquier espacio residual (Ibíd.).
151
sus respectivas regiones, que en aquellos que fueron surgiendo a lo largo de los siglos
militares o religiosos.
Del mismo modo, se distinguen disparidades notables en las formas en que se albergó
como fue característico en los polos mineros del centro y norte del país.
Dentro de esta diversidad, sin embargo, a lo largo del período colonial fueron
similares a la estructura del espacio urbano colonial y que, en cierta forma, fueron
marcando las pautas en las que aparecieron las distintas formas de alojamiento y la
manera en que éstas se vincularon con el resto de los usos del suelo.
152
colonización al norte del país), esta centralidad aparece después que las áreas
Como resultado, a finales del período colonial, casi la totalidad de la realidad urbana
de la población en las áreas centrales de las ciudades, sobre la base de una estructura
Los efectos de esta estructura centralizada con una elevada mezcla social, sin
Sin embargo, más que a la instalación primigenia de una plaza mayor con respecto al
conjunto urbano, el carácter centralizado de la vivienda con una alta mezcla social
parece deberse a dos factores que estuvieron presentes desde los mismos orígenes
de la ciudad colonial, uno se refiere a los usos del suelo dominantes que se
desde un principio el papel de centro del poder religioso, civil y económico, mientras
que otro parece haber estado relacionado a la alta concentración de la propiedad del
adjudicó a las áreas contiguas a las plazas mayores un valor y prestigio que llevó a
153
que la mayor parte de las viviendas palaciegas y las edificaciones de las
pocas manos propició una escasez relativa del suelo urbano disponible, que favoreció
espacio disponible.
áreas centrales de las principales ciudades de virreinato, en donde para finales del
siglo XVIII era muy frecuente la presencia de casas de más de dos plantas en las
La mezcla resultante dio pie a una gran diversidad de combinaciones que integraron a
sociales, desde propietarios de las fincas y los negocios establecidos en ellas, hasta
mayores condiciones de hacinamiento (De la Torre, V., G. y Lombardo de R., S.: s/p).
154
2.2.2. La vivienda en las primeras periferias urbanas
que los existentes en las áreas centrales. Estas periferias tuvieron su origen en los
española y criolla.
Al igual que éstas, fueron perdiendo su carácter excluyente al irse alojando ahí
por predios en los que las construcciones se ubicaban a veces dispersas y, otras,
que residían los sectores más pobres de la población, que no podían acceder a un
cuarto o a cualquier otro tipo de vivienda precaria en las áreas centrales de la ciudad.
reprodujo los modelos de mezcla de uso de suelo y de grupos sociales que se habían
155
Aunque en proporción con los espacios residenciales de las áreas centrales, estas
periferias no reunían una porción importante de población y vivienda, fueron, sin lugar
a dudas, las zonas que más se vieron afectadas por las reformas liberales del siglo
XIX, sobre las cuales se volcaron las primeras promociones inmobiliarias de mediados
de ese siglo, y a partir de las que se impulsaría una acelerada expansión urbana en el
del país, no fueron del todo uniformes y presentaron notables diferencias entre las
Entre las primeras estuvieron sin duda la ciudad de México, Puebla y el puerto de
(Morelia), Mérida, y aún menos en las ciudades pequeñas y en los centros mineros
156
los asentamientos de los estados del norte del país que se desarrollaron en torno a
espacio urbano, sin embargo, la forma en la que éste influyó en los tipos de
posiblemente fueron los que perfilaron con mayor claridad las diferentes formas que
futuro las ciudades que fueron la base del sistema urbano mexicano en el siglo XIX e
incluso en el XX.
En ellas, por lo general, las áreas centrales concentraban la mayor parte de los
las viviendas comunitarias, y también las vecindades más antiguas construidas con
corrales, con una menor frecuencia en la mezcla de usos del suelo (De la Torre V., G.
El caso que ejemplificaba con mayor claridad esta complejidad residencial y de usos
del suelo era la ciudad de México, principal centro político, administrativo y económico
del país. En ella, el área urbana colonial que pervivía hasta mediados del siglo XIX,
en la vida social de los espacios públicos, sino sobre todo en la realidad habitacional
que en algunos casos llegó a integrar en una sola casa casi todos los tipos de vivienda
157
Hacia finales del siglo XVIII, toda esta variedad en la tipología residencial expresaba la
gran heterogeneidad social existente en esta ciudad, sin embargo para entonces, en
las áreas centrales de la ciudad de México, las casas unifamiliares habían ido perdido
terciarización del área central y la tugurización del alojamiento, situación que para el
siglo XIX se había generalizado (De la Torre V., G. y Lombardo de R., S.: s/p).
Al igual que en la capital del país, hacia la primera mitad del siglo XIX, otras grandes
las ciudades de Puebla y Veracruz, parece haber existido una situación socio-espacial
habitacional y social fue menos profunda, aquí las casas comunitarias y las diferentes
económica y poblacional, y uno de los centros textiles más importantes del virreinato,
las áreas centrales estaban conformadas, en su mayor parte, por edificios de dos
económicas diversas. Al igual que ocurría en la capital del país, en el núcleo de esta
ciudad las plantas bajas de las viviendas comunitarias eran ocupadas por tiendas y
trastiendas, con funciones más especializadas que las accesorias y, por lo tanto, con
158
En el caso de las periferias urbanas, éstas tenían características muy similares a las
casas comunitarias que reproducían el modelo de las zonas centrales, con una
Veracruz, por su parte, aunque fue una ciudad con menor jerarquía urbana que
Puebla, al ser el puerto marítimo más importante del virreinato y el único punto de
contacto comercial con la metrópoli, fue también uno de los pocos casos de ciudad
amurallada en la Nueva España (junto con Campeche), que hasta finales del siglo XIX
limitó casi todo su crecimiento a los confines intramuros, esta condición favoreció una
ciudad de México y Puebla, aunque con una mayor diferenciación socio-espacial que
en ellas, con un núcleo religioso, político, comercial y administrativo que jugó un papel
empleados y artesanos, se ubicaron fuera del núcleo central entre éste y la muralla”
(Ribera C., E., 2003: s/p), conformando la zona intramuros en donde se alojaba la
159
Aunque con sus peculiaridades, en la mayor parte del resto de las ciudades medias
del país existieron características similares a las observadas en los tres casos
Dos casos ejemplifican los centros de población de rango medio, que se fundan como
entorno regional: Morelia (el Valladolid colonial), y Oaxaca. Ambas ciudades coloniales
con una traza de nueva fundación, tuvieron una estructura urbano arquitectónica y
social relativamente similar (Moreno T., A., 1974: 95 y 96, y Azevedo S., E., 2003, s/p).
Las dos iniciaron como ciudades de españoles y criollos en entornos regionales con
México, Puebla y Veracruz, partieron de una traza fundacional a partir de una plaza de
espacio urbano con una mayor diferenciación social y étnica que en los casos
que se ubicaban en las áreas centrales, mientras que las viviendas en alquiler,
160
populares integrados principalmente por población indígena, se congregaba en los
alrededores, con una muy baja presencia en las áreas centrales (Lira, C., 2001 : 303,
parecer sólo incluyeron a los propietarios y a las servidumbres, por lo que las
mucho menos diversas que en las otras ciudades, en cambio, lo que parece haber
predominado fueron los cuartos y viviendas en las vecindades, y en menor medida las
edificaciones religiosas, principalmente a conventos (Lira, C.: 319 y Azevedo S., E.,
s/p).
economía moral, de tal modo que en algunos casos en donde los inquilinos no podían
pagar los alquileres operó como institución de beneficencia aunque, al parecer, no fue
El patrón edificatorio aquí reprodujo los modelos que se observaban ya desde el siglo
XVI en la ciudad de México tanto en las casas de uno como en las de dos plantas. En
términos generales, las edificaciones céntricas presentaba estas dos modalidades que
reflejaban el nivel social entre los mismos grupos dominantes, ambas se desarrollaban
varios patios interiores, rodeado en algunos, o incluso en todos sus lados, por
161
corredores cubiertos con techos planos de viguería que soportaba un terrado y daban
de esta ciudad, por ejemplo, vivían las elites sociales (funcionarios virreinales, del
colonial, lo presentaban para principios del siglo XIX los centros mineros, tanto en lo
que se refiere a la propia estructura del espacio urbano, como a la diversidad en las
(Ibíd.).
162
Aquí, el patrón residencial adquirió, desde el principio, características distintas al resto
de las grandes ciudades y los centros de población de nivel medio ,que se habían
de la ciudad, como pequeñas unidades habitacionales que reunían entre cuatro y seis
Tal vez los ejemplos más emblemáticos del patrón residencial minero, por su
estructura centralizada similar a la de las ciudades de nueva fundación del centro y sur
del país, sin embargo, a diferencia de aquellas, en éstas las áreas centrales se
ubicación de los edificios públicos como la misma tipología edificatoria de las casas
habitación.
respecto reconocen una muy baja presencia de casas de más de un nivel (o casas
en las calles principales. Estas se integraban por las residencias más importantes de
163
acaudalados, y por casas más modestas, también de dos niveles, que reproducían el
mismo esquema de las casas comunitarias de las ciudades medias y grandes (García
El grueso de las formas de alojamiento estaba constituido por lo que algunos autores
barrios y cofradías, en las que habitaban los sectores medios y más pobres de la
Este tipo de viviendas presentaban entre sí algunas diferencias. Las que pertenecían a
edificación construida de adobe que tenía una habitación grande (salón), otra más
pequeña (el aposento), la cocina y una bodega; a las cuales, en ocasiones, se les
anexaba un corral, con un pozo y un establo (García G., F.: 213, 214 y 219, e
Otros tipos más comunes, destinados a los mineros y trabajadores de menos recursos
mostraban algunas variaciones con respecto a las anteriores, unos de una sola
habitación a la que se le anexaba la cocina además del corral, y el modelo más simple
perecederos, en donde se alojaban los habitantes más pobres (García G., F.: 214-220
e Infonavit: 91).
subtipo que denomina casas medias, que combinaban los espacios para la habitación
164
tenían sala y cocina además de tienda o taller, incluso la casa podía aparecer como
servicio.
En los centros urbanos del norte del y sureste del país, que se desarrollaron a partir de
carácter distinto al que se presentó tanto en los centros mineros como en los centros
XVI y que de manera errática permanecieron hasta que, a partir del siglo XVIII,
española para colonizar regiones poco pobladas tanto del norte como del sureste del
Las misiones y los presidios fueron, por su parte, estrategias de colonización que se
misional), dentro del cual habitaban los clérigos junto con un número reducido de
165
agustinos en la sierra alta de hidalgo, y los dominicos en la región mixteca en Oaxaca).
adobe y techos de paja, las del exterior, en las que habitaban los indígenas
misiones, éstos eran guarniciones militares que, además de avanzada, eran lugares
de refugio para los comerciantes que traficaban en las regiones en las que se
población que incluso llegaron a adquirir alguna importancia para el siglo XIX (Como El
Pitic [Hermosillo] y Paso del Norte [Ciudad Juárez]) (Sria. de la Defensa Nacional,
1946: 114 y ss; Meade, M.,1993: 156 – 160; y Radding, C., 2001: 249 – 259).
Tanto las misiones, como los presidios fueron una forma tardía de asentamientos
humanos en las provincias internas (en el norte del país), y para el siglo XIX
hasta principios del siglo XX. Dos ejemplos ilustran con claridad esta situación, en los
166
casos de Tamaulipas (originalmente parte de las Provincias Internas de Oriente), y
básicamente los que existían desde inicios del período colonial, conformando poblados
permanecieron casi sin alteración hasta que a mediados del siglo XVIII, a caballo de
las reformas Borbónicas inició la fundación de ciudades (villas), bajo las ordenanzas
Aquí, las condiciones de la vivienda, e incluso de los edificios públicos, fueron muy
distintas a las que existieron en los núcleos urbanos de la región central del país así
como de las que se desarrollaron al occidente, sur y sureste en torno a los centros
las características de los materiales, presentando una estructura doméstica que casi
permaneció inalterada. Por lo general, eran casas construidas con muros a base en
adobe, en algunas ocasiones con piedra sobre plataformas y techos de madera, palma
y zacate28, variando sólo en sus dimensiones: para los indígenas jacales o chozas de
un solo espacio, mientras que para los colonos viviendas de varios cuartos (Ibíd.).
En este entorno, llegaron a aparecer para finales del virreinato edificios civiles y
religiosos que presentaron semejanzas con los que había en las regiones más
28
Hierba, pasto, forraje (Diccionario de la Lengua Española, Real Academia Española)
167
pobladas del país, sin que pueda apreciarse la presencia de los patrones de vivienda
tipo de vivienda típica de las regiones centrales del país nos se presentaría sino hasta
168
CAPÍTULO 3
El movimiento inquilinario en México:
expresión social del problema de la vivienda
y detonante de la política habitacional
“MENOS RENTA Y MÁS FELICIDAD”
(Consigna del Sindicato Revolucionario de inquilinos en la ciudad de Guadalajara, 1922)
requirió casi 10 años de una guerra intermitente para romper, al menos, los lazos
Mexicana otros tantos para intentar superar cerca de 36 años de una dictadura liberal
El movimiento inquilinario, la primera lucha social urbana del país, por su parte, nace
abarcaron a más de la mitad de los estados del país y al Distrito Federal, a regiones
industriales enteras, a los más grandes centros de población del México urbano, y a
los principales puertos marítimos del Golfo y del Pacífico, extendiéndose hasta
A lo largo de esas casi dos décadas, el problema del alojamiento se tradujo en una
reivindicación de grupos sociales urbanos que estalló como una revuelta social que
terminó por envolver a gran parte del país, convirtiéndose rápidamente en una
contienda espasmódica que parece diluirse de la mano del inicio de una política
habitacional selectiva y del reparto de tierras urbanas para, poco a poco, entrar en un
169
cataléptico hasta los años noventa del siglo pasado, para finalmente desaparecer, al
Las luchas de los inquilinos, en su fase más activa, no sólo fueron el primer
social, sino que fueron un factor que influyó de manera decisiva en el surgimiento de la
1. El Contexto internacional
del caso francés (El Renovador: 28, 29 y 30 de julio de 1915), sino por la misma
como en las luchas de los arrendatarios en varias de las ciudades del país.
Éstas parecen haber estado determinadas por condiciones similares a las que
primeros sindicatos de inquilinos a finales del siglo XIX en Europa. Ahí, al igual que
como respuesta a las condiciones críticas del alojamiento, y su aparición coincidió con
170
coyunturas económico políticas específicas que derivaron en una crisis del sistema de
arrendamiento de la vivienda.
(Hammar, M., 2005: 3), y es probable que incluso desde antes. Sin embargo, también
parece tener lugar a partir del desarrollo del capitalismo industrial, particularmente
desde la segunda mitad del siglo XIX, cuando los requerimientos de fuerza de trabajo
trabajadores industriales, en varios países en los que el desarrollo industrial dio inicio a
finales del siglo XVIII y principios del XIX, los mismos propietarios de las empresas
manufactureras tuvieron que crear las condiciones para albergar a sus trabajadores, la
Aquí es donde podríamos decir que inicia el problema habitacional, que nace asociado
demanda de alojamiento.
171
La satisfacción de esta demanda, y por lo tanto la producción de vivienda, quedó, así,
que requería relativamente bajas inversiones iniciales, y sin gastos futuros adicionales
temporalmente, muy cercana, sino que mostraron rasgos comunes que, en cierta
En casi todas las realidades nacionales en las que surgió a ambos lados del Océano
172
influido, de manera decisiva, por el movimiento obrero y se ve envuelto por disputas
reales, tanto en Europa y en América del norte en donde este régimen alcanzaba un
muchos casos, tuvo una fuerte presencia anarco sindicalista, se abocó por lo general a
Sólo en algunos pocos casos, más en Europa que en América Latina, las demandas
largo plazo al problema del alojamiento; aún más escasos fueron los intentos de
sectores amplios de la población como en el caso sueco (Ídem: 5), fue en ese sentido
un movimiento de carácter reivindicativo muy ligado a las luchas obreras tanto por su
contenido social, como por sus estrategias de acción y la naturaleza de sus reclamos,
pero que a la vez presentó en casi todos lados una gran pluralidad social.
173
En efecto, en la mayor parte de los casos, y a pesar de la fuerte presencia del
inquilinos, éstos integraron a una gran variedad de actores sociales, no sólo porque
En el caso europeo tal vez los ejemplos más representativos de esta pluralidad fueron
con el movimiento sindicalista, se trabajó muy de cerca con los movimientos sociales
democracia directa, el danés que desde sus orígenes tiene un carácter eminentemente
Este mismo carácter plural lo podemos observar en algunos casos del sub-continente
29
Aunque hay información de varias movilizaciones en Europa y América (Hammar, M.: 4-16), que dan luz sobre la
diversidad de los actores en ellos, particularmente de la participación femenina, tal vez algunos representativos en el
primero podrían ser el de Glasgow (Castells, M., 1986: 66-68 M. y Mc. Inerney, C.: s/p, y Bradley, Q. , 1977: s/p), el
francés (Tiset, J., 2005: s/p), y el danés (Jensen, Jørgen D., 2005: 13); en España los de Barcelona (Sreenan, D, 1995:
s/p); y Sevilla (Bernal, A. y Arenas, C., 1992: 267-295), y los casos Sueco y Danés (Hammar, M.: 5, 12 y 13 y Tiset, J.:
s/p ), para el caso del continente americano, además de la experiencia neoyorkina en los Estados Unidos (Weissman,
J. J., 2005: s/p), y el de México, se pueden citar los casos de Argentina (Girbal-Blacha N., 2000: 2y ss), Panamá
(Soler, Ricaurte, 1974: 46 y 52 y Pizzurno G, P. y Araúz C., A., 1996: 155), de Brasil (Loner, B. A., 1999:151-191, y
Ateneu Enciclopèdic Popular: s/p), y Chile (Dattwyler R. H., 2005: 102-105).
174
ellos el movimiento inquilianario presentó una gran diversidad en su composición
social e incluso en su dirigencia política (Hammar, M.: 4-16, y ver Viñas, D., 1983).
que este tipo de manifestaciones sociales tuvo en la mayor parte de los casos que se
siglo XIX en Inglaterra y Francia (ver Grayson, J. 1998, para el primero; y Lorry, A.,
2006 s/p, y para el segundo). En varios de los países en los que irrumpió el conflicto
algunos partidos políticos tanto en Europa (Mc. Inerney: s/p), como en América Latina
(Viñas: 186; Dattwyler R. H., 2005: 102-105; Soler, Ricaurte, 1974: 46 y 52; y Ateneu
los partidos políticos, y las luchas inquilinarias no fueron un fenómeno que pudiera
informes sobre la cuestión habitacional30, que no sólo hacían notar las precarias
mexicano.
la vivienda ya era un asunto que figuraba en la agenda de los políticos y en los pliegos
30
Es muy conocido el caso inglés (ver Hall, Peter, 1996), también hubo reportes de la misma naturaleza en México
(Taibo II: 81 y 82) y Chile (Dattwyler R. H 102-105), en España la Comisión de Reformas Sociales realizó un análisis de
la situación de la vivienda a finales del siglo XIX en donde reconoce la poca higiene y lo elevado de los alquileres en la
vivienda obrera (Domingo H., M. D., 2004:100), en Argentina en 1903 se realizó el Informe de la Comisión Municipal de
Higiene de Balvanera Norte que reconoce las deficiencias de las casas de inquilinato.(Girbal-Blacha N.: 2)
175
latinoamericanas. No obstante, fueron organizaciones sociales, relativamente
algunas de ellas con el comité ejecutivo de los KOMINTERN de Moscú (Hammar, M.:
Roja32” (ídem: 6), como casos aislados, no lograron extenderse como una práctica
común en sus países ni fuera de sus fronteras, ni tampoco fueron suficientes para
s/p).
alquileres en las municipalidades con más de 5000 habitantes que permitió controlar el
31
Entre la que destaca sin duda el conjunto habitacional de St. Martín en Vauxhall, Liverpool que fue construido en
1869 y representó uno de los primeros ejemplos de vivienda municipal en Inglaterra (Hammar, M.: 4)
32
En la antigua capital del imperio Austrohúngaro durante los años 1923 a 1934 se construyeron 64,000 nuevas
viviendas para los trabajadores (Hammar, M.: 6).
176
Sin embargo tal vez fueron estas iniciativas, aunadas a la presencia de la cuestión
un carácter más radical, y en donde la acción directa fue una parte importante de la
En el contexto general, tal vez los casos que influyeron de manera más determinante y
las huelgas de alquileres de principios del siglo XX, a pesar de ser fuertemente
reprimidas, provenían de una tradición radical que desde el siglo precedente había
(Bradley, Q.: s/p), y la francesa que tras años de movilizaciones organizadas en torno
latinoamericano, a pesar de que los resultados fueron más bien magros y que en la
177
mayor parte de los casos las expresiones de inconformidad se diluyeron en medio de
una ola represiva que alcanzó a gran parte de las experiencias en uno y otro
continente33 , sin lugar a dudas la cuestión del inquilinato puso en la mesa del
factores internos que lo determinaron, parece que hay elementos externos que
que parecen estar relacionados con la presencia que tuvieron las experiencias
sobre éstas y por la participación misma de activistas extranjeros que parecen haber
Tal vez el caso más conocido es el de la difusión que se hizo de la lucha inquilinaria
francesa de finales del siglo XIX, a través del periódico El Renovador entre el 28 y 30
arrendatarios en ese país sino, sobre todo, a sus demandas, objetivos, estrategias y
33
Este fue el caso, por ejemplo, de Barcelona, (Sreenan, D.: s/p), Bilbao (Domingo H., M. P.: 93 y 94), Nueva York
(Weissman, J.: s/p) y de Panamá, tal vez en donde tuvieron un desarrollo más efímero y el fin más dramático y
sangriento con la intervención de las tropas norteamericanas apostadas en la zona del canal (Soler, Ricaurte: 46 y 52 y
Pizzurno G, P. y Araúz C., A.: 155)
178
También es conocida la presencia de activistas extranjeros, provenientes de países en
los que desde inicios del siglo se habían presentado movilizaciones sociales por una
baja de los alquileres y mejora en las condiciones de las viviendas, que jugarían un
como fueron los casos del argentino Genaro Laurito, dirigente e integrante del
sindicato de inquilinos en Guadalajara (Durand, J., 1984: 11), Antonio Ruiz Madrid
del sindicato de Tierra Blanca, ambos de origen español (De la Mora V., R.: 94), y un
colaborado con Herón Proal, dirigente de los inquilinos veracruzanos (García Mundo,
movimiento obrero, desde la segunda mitad del siglo XIX en él participaron activistas
(Moreno O., J., 1959: 40; Rodríguez M., 1980: s/p.; Martínez V., A. 1985: 49 y 50;
Melgar Bao, R., 2001: 379), que muy probablemente hayan conocido, al menos, las
diferentes movimientos que se dieron en el país, ni aún menos sus vínculos, como ya
lo ha señalado Durand (1989: 65), no deja de llamar la atención el papel relevante que
34
José Allen, de nacionalidad norteamericana, por ejemplo fue el primer secretario del Partido Comunista (Melgar Bao:
379), y participó al menos en algunas de las movilizaciones inquilinarias, además de él participaron activamente en las
actividades del partido el también estadounidense Frank Seaman y el hindú Manabendra Nath Roy, este último un
activo militante del internacionalismo socialista (Martínez V., A.: 19, 49 y 50)
179
tuvieron en el desarrollo de estas luchas sociales, y en el hecho mismo de que el
como un aspecto central de su trabajo político, algo que había sido considerado tanto
por el partido Laborista en Inglaterra y por su similar en los Estados Unidos (Bradley,
Q.: s/p; y Weissman, J.: s/p), pero que en México, fuera del programa del Partido
organizaciones partidistas.
2. El contexto nacional
Pese a que en su fase más activa tuvo un carácter efímero y más bien desarticulado,
habitacionales en México. Salvando toda proporción, del mismo modo que las
política agraria del nuevo régimen, determinando las pautas que regirían el reparto de
35
A la caída de la dictadura de Porfirio Díaz, empujado por la revolución maderista iniciada en 1910, en noviembre de
1911 daría inicio el efímero gobierno democrático de Francisco I. Madero, que concluiría con la asonada militar de
febrero de 1913, a través de la que el General Huerta usurparía el gobierno hasta julio de 1914 cuando fue depuesto
por la Revolución Constitucionalista. A partir de ese momento se iniciaría la lucha hegemónica entre las facciones
revolucionarias, primero por medio de la confrontación política en la Convención Revolucionaria de Aguascalientes,
realizada en octubre de 1914 y, al fracaso de ésta, por el camino de la guerra civil entre el ejército y el gobierno
180
social por el incremento de alquileres en algunas ciudades del país, apareciendo como
una inquietud social marginal de algunos grupos urbanos, en el marco de una lucha
apenas alguna atención por las elites revolucionarias enfrascadas en la guerra contra
pugna, y terminaron canalizándose por una vía legalista coyuntural que permitió al
inquilinaria resurge apenas iniciada la década de los años 20s, ideada y promovida
Constitucionalista y el ejército y el gobierno de la Convención, que tuvo como desenlace el triunfo de los primeros y la
promulgación de la Constitución de 1917.
36
El 30 de septiembre de 1914, diez días antes de que diera inicio la Convención de Aguascalientes, Venustiano
Carranza, jefe del ejército constitucionalista, y presidente de facto, promulgó un decreto que concedía un plazo de
hasta 3 meses para la desocupación de viviendas con bajos precios en los alquileres, casi dos años después, el 16 de
mayo de 1916, en plena guerra de facciones, en el Distrito Federal se expide un decreto para el control de los
alquileres (González Navarro, M.: 176).
37
Esta central surgió del congreso obrero convocado en 1916 en el cual además de ser creada esta confederación, fue
nombrado como líder Luis N. Morones, dirigente de la Federación de Sindicatos Obreros del Distrito Federal, quien más
tarde sería un fuerte impulsor del sindicalismo oficialista aliado de los gobiernos posrevolucionarios y fundador, en
1918, de la oficialista CROM. (Trejo Delarbe, R., 1976: 135).
181
Las precarias condiciones de la vivienda en renta, como forma predominante de
alquileres, que aumentaron de manera exorbitante a raíz del estallido del movimiento
expansión y que ahora, como resultado de la guerra, veía aumentar los flujos
partir de 1922.
inquietud aislada e individualizada, sino como una revuelta colectiva que se extendió
urbana.
182
más importante, al menos como uno de los problemas de mayor relevancia en la
De forma similar a lo que había sucedido en otras partes del mundo, las protestas de
ser insostenibles en una realidad económica caracterizada por los bajos salarios; al
Sus objetivos, al igual que en la mayor parte de las otras realidades, tuvieron un
desarrollaron, incluso en los momentos más conflictivos, dentro del marco de las
Aquí como en otros países de América Latina, y en cierto modo de forma similar a la
experiencia europea del siglo precedente, en las primeras dos décadas del siglo XX el
desarrollo del capitalismo industrial había entrado en contradicción con las condiciones
aunque presenta distintos niveles de desarrollo, parece encontrar a ambos lados del
183
al mercado de la vivienda, que no parecía capaz de desarrollarse y crecer a al par del
países, sobre todo por la manera en la que influyó en el carácter y el rumbo de las
social.
formas en las que se expresó, las cuales se refieren tanto a la variedad de realidades
sólo fueron un poco menores a las que, en extensión territorial y complejidad social,
Como ella, atrajo a muy diversos sectores de la sociedad civil, abarcando desde
una vivienda propia y había visto no sólo empeorar las condiciones materiales de su
alojamiento, sino cómo las prácticas rentísticas la llevaban a una agudización de sus
184
podía ser capitalizado para consolidar el poder de las elites gubernamentales
por lo tanto, a la manera en la que los actores de cada región buscaron insertarse en
concierto de las fuerzas políticas hegemónicas nacionales y, sobre todo, al papel que
sujetas, desde sus mismos orígenes, a las disputas por la construcción de una nueva
del siglo XX, dando como resultado una situación generalizada de descontento social
185
en un amplio abanico de ciudades del país, que terminaría por estallar en una
Tal vez pueda decirse que el momento en el que detonó este conflicto social fue el 1er
importantes a los que se enfrentaba la población urbana del país, y había determinado
O tal vez haya sido la explosión de inconformidad en la ciudad de Veracruz que, como
sugiere García Mundo, estuvo influida por la efervescencia social yucateca y por las
ilusiones que despertó la ley inquilinaria de 1921 en aquél estado (1976: 16-35), el
factor que detonó la insurrección en el país, y que como una primera ficha de dominó
Haya sido cualquiera de estos, u otro, el factor detonante, parece un hecho que al
largo periplo por el que había transitado la cuestión habitacional desde mediados del
siglo anterior, se unieron una serie de condiciones que surgieron después del inicio de
la Revolución Mexicana (Berra, E.1987: 383 y 384), y que llevarían a que la situación
parte del país y que involucraría tanto a propietarios e inquilinos, como a gobiernos
Dentro de estas hay algunas que tuvieron un carácter más local y correspondieron con
sucedía en el conjunto del país, así aunque parece un hecho que el comportamiento
186
de la actividad productiva fue relativamente estable a nivel nacional durante la
Revolución38, hubo sin embargo entidades en los que la base productiva se vio
menos altibajos que la producción azucarera y la minería en el centro y norte del país
Del mismo modo, durante el movimiento armado hubo algunos eventos, sobre todo de
las ciudades de México, Guadalajara, Veracruz y Mérida que implicó, sin duda, un
contrasta con aquellos como Aguascalientes, Puebla y San Luís Potosí en donde el
parece haber sido un factor determinante en el alza del precio de los arrendamientos
38
En efecto, como lo muestra Womack, el efecto del movimiento armado, pese al desorden que se derivó de él y a las
diversas peculiaridades regionales, no tuvo un impacto depresivo significativo en la actividad productiva a nivel
nacional, la actividad minera, tal vez la más afectada por el movimiento armado, se recuperó relativamente pronto bajo
el influjo de la 1ª Guerra Mundial, la misma que favoreció el desarrollo de la industria petrolera, mientras que la
actividad manufacturera y la agropecuaria no sufrieron una caída drástica, en términos generales el PIB cayó entre el
3.24 y el 3.03% mientras que la población decreció en un 5.44% (1987: 12, 13 y 20), por lo que su comportamiento no
parece haber influido de manera determinante, al menos directamente, en una baja en la oferta y demanda de fuerza
de trabajo ni en las condiciones salariales.
39
Este es el caso por ejemplo de la ciudad de Veracruz, que tuvo una de las dinámicas demográficas más elevadas del
país en la década de 1910-1921 a la que, según algunos autores, contribuyó el traslado temporal de la capital del país
y del gobierno constitucionalista a esa ciudad a raíz del cual se produjo una gran concentración urbana y la
consecuente escasez y encarecimiento de la vivienda, que llevó a que en el corto período de estancia del gobierno
constitucionalista los alquileres se elevaran en hasta un 300% (Gill, M.: 166 y Ortega A., M.: 67)
187
no parece estar relacionado exclusivamente con el incremento su poblacional y la
escasez relativa de vivienda, sino más bien con el acaparamiento de suelo urbano, la
junto con unas prácticas usureras en el arrendamiento sin que existieran mecanismos
Cuadro 6: Crecimiento demográfico de algunas de las principales ciudades del país en las
que hubo movimiento inquilinario (1910 – 1921)
incremento incremento
Entidad Población Población Población
Ciudad 1900-1910 1910-1921
Federativa 1900 1910 1921
% %
Aguascalientes Aguascalientes 34.982 29,20 45.198 6,29 48.041
Distrito Federal Cd. de México 344.721 36,65 471.066 30,63 615.367
Jalisco Guadalajara 101.208 18,04 119.468 20,01 143.376
Nuevo León Monterrey 62.266 26,12 78.528 12,67 88.479
Puebla Puebla 93.521 2,78 96.121 -0,61 95.535
Sn. Luís Potosí Sn. Luís Potosí 61.019 11,48 68.022 -15,69 57.353
Veracruz Veracruz 29.164 66,76 48.633 1 11,50 54.2251
Yucatán Mérida 43.630 43,13 62.447 26,87 79.225
Fte: Datos estadísticos: INEGI, Cien años de Censos de Población en México,
Centros de población: Durand, J., 1989: 68 y 69
1
García Mundo, O.: 20
Junto con estos, hay otros factores, tanto endógenos como exógenos, que influyeron
ésta se encausaría y sería enfrentada por la nueva elite revolucionaria que accedía al
poder.
Uno de ellos era la coyuntura económica de la 1ª Guerra Mundial, que si bien durante
los años del conflicto armado había permitido el desarrollo de algunos sectores de la
actividad productiva, que hacían posible una cierta estabilidad económica, su final
188
todo, en los ingresos públicos fuertemente ligados a las tarifas arancelarias
salarios y un aumento del desempleo (Ortega A., M., 1986: 68, y García Mundo: 16,
21-23, 34 y 35).
Otro fue la existencia de un capital inmobiliario con una fuerte presencia extranjera,
que habiendo estado muy activo a finales del siglo XIX, continuó así durante y
la oferta de vivienda y suelo, sino en las presiones que tuvo que enfrentar el gobierno
pos-revolucionario por parte de otros países (Jiménez M., J. H., 1993: 141 y ss.).
vivienda sino, sobre todo, como integrantes de la naciente burguesía inmobiliaria que
urbana, especialmente entre los trabajadores y los pobres de las ciudades, sobre todo
189
a partir de la aprobación de la Constitución de 1917, que por otra parte chocaban con
el bajo perfil con el que la cuestión habitacional fue incorporado en el marco de los
Aunadas a los anteriores, hubo además dos factores que concurrieron para que el
problema habitacional en México finalmente hiciera crisis y para que, a pesar de las
se extendiera a gran parte del territorio nacional durante un período que alcanzó casi
dos décadas.
edificatorias de las viviendas, sino a las condiciones de los servicios existentes (o más
bien a la falta de ellos), en las nuevas áreas urbanas, que se combinó con una
áreas urbanas se habían presentado ya desde el siglo XIX como un factor crítico, que
social. Al parecer este detonante fue la Revolución social que estalló en 1910, que
190
terminó por facilitar un marco de expresión para un número creciente de temas
sociales que fueron integrándose, poco a poco, en la agenda de los distintos actores
políticos.
urbana comienzan en plena Guerra Civil, hacia 1916, cuando en la ciudad de México y
y este tema se venía ya discutiendo desde el congreso del Partido Liberal antes de la
caída de la dictadura (Flores Magón, R. 1906 [a] y [b]), en realidad la penetración del
Comercio y Trabajo del gobierno federal, presentaba el que era, tal vez, el primer
informe oficial que se hacía sobre las condiciones de la vivienda en el Distrito Federal
hacinamiento en la capital del país hacía inhabitable gran parte del parque
habitacional, situación que se agudizaba con los elevados montos de los alquileres,
que evitaban que una buena parte de la población tuviera la oportunidad, siquiera, de
Según ese informe, cerca de una cuarta parte de los residentes de la ciudad se
habitacional que existía desde el siglo anterior, y al que no se le habían hecho mejoras
siglo, en una ciudad que había visto aumentar su población en casi un 79% en las
191
primeras dos décadas y aumentado su superficie notablemente (Morales, Ma. D.,
viviendas en las que “algunas veces más de siete personas comparten un cuarto
alquilado”. En ese mismo medio se hacían estimaciones que consideraban que cerca
A principios de noviembre del mismo año, otro periódico, El Dictamen, éste del puerto
de Veracruz, ofrecía un panorama muy similar en las vecindades (ahí llamadas patios),
inquilinos sólo aparentan hacer peores sus deplorables condiciones”. (El Dictamen,
Esta problemática era aún más aguda en las grandes ciudades en las que se presentó
alojamiento.
En Veracruz por ejemplo, esta escasez se reflejaba en el hecho de que las casas de
192
arrendadas de manera permanente (García Mundo, O.: 38), igualmente, en Tampico,
otro importante puerto del Golfo de México, el rápido crecimiento petrolero había
llevado a una aguda falta de alojamiento que se reflejaba en el hecho de que había
una cantidad significativa de personas que pernoctaba en los portales de las casas
Igual que sucedía en la ciudad de México, en el principal puerto del país el problema
alojamiento, sino que se extendía a los precios de los alquileres, que eran
llegaban a alojarse hasta 150 personas en una vecindad que sólo disponía de 1 o 2
Estos informes, que sólo hacían referencia a dos de las ciudades más grandes e
muchas otras que compartían una situación que se volvió común a partir del
crecimiento que sufrieron una buena parte de las ciudades desde el siglo XIX, gran
parte del cual se dirigió a los sectores de la población urbana de bajos ingresos que no
podían acceder a la vivienda disponible en las áreas centrales ya fuera por su escasez
en varias ciudades sin casi servicios, en los que se alojó un importante contingente de
la población urbana de bajos ingresos. Entre los casos mejor documentados están de
la ciudad de México (Morales, M. D.: 89-93), Guadalajara (López M., E., 1996: 208-
269), Veracruz (Grant Wood, A., 2005: 9 y 10), y Tampico (Adleson Gruber, S. L.: 106
193
y 107), que hacia finales de la segunda década del siglo XX ya habían conformado
Como hemos visto, las nuevas áreas de urbanización tenían sus orígenes en las
conformado un sector inmobiliario que se veía favorecido por una demanda de suelo
impulsada por de los elevados costos de los alquileres que desplazaban a los pobres
Acaparamiento de suelo urbano y especulación, sin haber sido hechos nuevos durante
los años del conflicto armado, si vinieron a agudizarse en ese período debido, en gran
parte, a que la inmobiliaria fue una de las inversiones más seguras, y porque, en
terminaría por concentrarse aún más en las elites económicas del viejo régimen (de
El mismo carácter agrarista que adquirió la guerra civil, favoreció esta acción
de ellos por norteamericanos (los Lamm, Lewis, Braniff Marlburg, entre otros), y
40
Un ejemplo típico de esta práctica fue la aparición de numerosos fraccionamientos entre 1910 y 1920 en la ciudad de
México, varios de ellos dirigidos a los sectores pobres de la población urbana, que ocuparon ranchos y haciendas,
incluso con el apoyo gubernamental que, hizo ojos ciegos a la prohibición de parcelar la propiedad agrícola derivada de
la constitución de 1917 (Jiménez M., J. H.: 130-150).
194
españoles (como Remigio Noriega), que además de sus propios intereses, se
Estos promotores, junto con los nacionales, frecuentemente asociados a ellos, además
de impulsar desarrollos residenciales para los sectores de altos ingresos, en los cuales
de origen rural, y para aquella que se veía desplazada de las áreas centrales,
H., 1993, y Morales, M. D., 1974), y Guadalajara (ver López M., E. 2001 y 1996), se
verían repetidos después en otras localidades como Tampico (ver Adleson Gruber),
Saltillo, (Cuellar V., P., 1975), y en la mayor parte de la realidad urbana del país. En
ellas, además del capital privado, participarían incluso los gobiernos revolucionarios y
público a diversos grupos sociales, como una medida de desahogo de las demandas
a los nuevos entornos urbanos, a través de ella se unieron, como lo señala Jorge
Jiménez, “la desesperación y el fraude inmobiliario” (op. cit: 143), y como resultado de
ella se reprodujeron, agudizándose, los males vinculados a las casas de vecindad, que
41
Este es el caso particularmente de los propietarios estadounidenses que amparados en la legislación porfirista que
permitía que las empresas que operaban en México fueran registradas en el extranjero quedaron protegidos por sus
respectivos gobiernos. (Idem: 142)
195
se esparcieron en los entornos urbanos en condiciones de alta precariedad, a los que
Aunada a esta realidad urbanística, la mezcla explosiva de altos alquileres con bajos
salarios parece haber sido el principal catalizador del malestar social en torno a las
algunas grandes ciudades, lo que en cierta medida pudo haber explicado la baja
En este sentido, más que un desajuste entre la oferta y demanda de fuerza de trabajo
la situación del capitalismo a finales del siglo XIX, que influyeron de manera
196
Uno de ellos parece estar relacionado al auge de la actividad productiva asociada a
una caída en los niveles de los salarios en la llamada segunda revolución industrial42,
que llevó a una crisis del capitalismo a finales del siglo XIX (Beinstein J, 2006: s/p),
que a la luz de los conflictos sociales que se desencadenaron en otros países, parece
Un segundo factor parece ser el, ya mencionado, efecto que en la actividad productiva,
cambio del oro por la plata como patrón económico mundial, derivado de lo cual hubo
una disminución del comercio internacional que afectó de manera determinante a una
Estos dos factores parecen haber jugado un papel determinante no sólo en el aumento
drástico del desempleo43, sino en una baja generalizada en el poder adquisitivo de los
salarios, en comparación con un alza en el precio de los alquileres, que parece haber
42
Ésta llevó a los países capitalistas a incrementar la inversión en capital finjo (básicamente maquinaria y tecnología), y
a abatir la inversión en capital variable (esencialmente en el nivel de los salarios), con el objeto de aumentar los niveles
de productividad, a la vez de evitar una caída en la tasa de ganancia (ver Castells, M., 1978).
43
El caso de Veracruz es particularmente dramático y revelador, como efecto de la guerra civil, disminuyó la presencia
masculina y joven en la población del puerto, con lo que disminuyó la PEA y un mayor número de la población fue
dependiente del ingreso de la que estaban en condiciones de trabajar, a esto se añadió la escasez de empleos con
motivo de la bancarrota de una serie de actividades económicas que estaban ligadas al tráfico marítimo, (bodegas,
comercios, aduanas, muelles, cerraron como efecto de la posguerra mundial), lo que afectó de manera particular a las
mujeres que entre desempleo y viudez fueron empujadas en gran número a la prostitución (García Mundo, O.: 27-28 y
33)
197
Tomando como ejemplo las ciudades en las que se tiene registrado el estallido de
sufriendo una merma desde los últimos años de la dictadura. Durante la primera
década del siglo, el salario mínimo diario en las diferentes regiones del país apenas se
incrementó entre un 0,3 y un 0,5%, mientras que en los siguientes 20 años (1910 a
1931), hubo casos en los que tan sólo lo hizo en 0,08% (Guadalajara y Ocotlán), con
mitad de esta cifra en los estados de Chihuahua, Hidalgo, Puebla y Veracruz (ver
Cuadro 7).
198
A las condiciones salariales, se unieron prácticas que propiciaron un aumento
manejo de las fincas por parte de los propietarios que en muchos de los casos vivían
recibían sus rentas (Gill, M., 2003: 166), derivó en incrementos adicionales en su
situación generalizada de lanzamiento por falta de pago, que podía implicar además
exigencia de una fianza que llegaba a alcanzar un monto equivalente a tres meses de
alquiler (García Mundo, O.: 42), el pago de los adeudos de los anteriores inquilinos
como medio para ganar el derecho a la vivienda sobre otros solicitantes (Ortega, A.,
M.: 69), el cobro de compensaciones por servicio de agua, que equivalían a entre el
5% y el 7,5% de los alquileres, y que significaban una recaudación tres veces mayor a
lo que pagaban por contribución de agua los propietarios (García Mundo, O.: 43), y
8), en Tampico los precios alcanzaron más del triple de lo que la empresa
ferrocarrilera cobraba a sus trabajadores por una vivienda (Adleson Gruber, S. L.: 105
199
Hubo incluso observadores que señalaban que, en el puerto veracruzano, los precios
señalando que entre 1910 y 1922 habían llegado a subir entre 350% y 500% (Grant
Wood, A.: 11 y 12, y García Mundo, O.: 19 y 40-42), situación que se repetía en otros
quintuplicar los precios de los alquileres (El Liberal 13 de mayo de 1916, citado en De
la Mora V. R., 2002: 95), lo que hacía imposible a un trabajador común acceder a
llama particularmente la atención fue el de las prostitutas del puerto de Veracruz que
pagaban por los cuartos que habitaban (y en los cuales además prestaban sus
servicios), alrededor de 150 pesos mensuales, cinco veces más que la mayor parte de
los ya de por sí caras viviendas en los patios, y casi el doble que viviendas de mayores
dimensiones que cuando mucho alcanzaban los 80 pesos; para ellas, como lo señala
García Mundo, los administradores y los propietarios no sólo eran sus arrendatarios,
sino que especulaban con su actividad y operaban en los hechos como proxenetas
La fórmula bajos salarios y altos alquileres, resultó ser así el detonante de una
situación que venía presentándose ya conflictiva desde hacía décadas, y ante la cual
aún en los gobiernos que la sucedieron. Lo que sí hubo fue un desenfrenado apetito
200
por el beneficio rápido por parte de propietarios de suelo y vivienda, y de sus
aunque finalmente ésta no sería demasiado dolorosa y por último sería capitalizada
cada región y ciudad, las cuales permiten entender por qué, a pesar de la magnitud
Como ya lo han mostrado algunos autores (Berra, E.: 387-392, y García Mundo, O.: 9-
11), la lucha social en torno al tema de los alquileres en México, visto de manera
integral, se desarrolló en más de una fase, sin que al parecer éstas hayan tenido
continuidad entre sí, que abarcan las primeras expresiones aisladas en los años 1910s
(llamada fase legalista por Berra y propiciatoria por García Mundo [Ibíd.]), y la que se
201
extendió por más de la tercera parte del país durante los años veinte (de confrontación
concluye ahí, sino que continúa de manera esporádica, y cada vez menos activa, por
La primera fase del movimiento que aquí llamaremos de subordinación44 (en lugar de
los términos acuñados por Berra y García Mundo), se desarrolla en torno a 1914, en
situación crítica de los alquileres en la ciudad de México (Taibo II: 82 y Grant Wood,
A.: 11 y 12).
Este contexto, que reflejaban ya una inquietud social sobre el tema habitacional, fue
un telón de fondo de las primeras tres iniciativas que estuvieron dirigidas al control de
instalada ésta, y que fue aplicada a partir de noviembre de 1914 durante la primera
44
En tanto que se sujetó a la dinámica de los conflictos e intereses que se encontraban en disputa durante la guerra
civil, a partir de que se desata el enfrentamiento entre las dos facciones revolucionarias antes y después de la
Convención de Aguascalientes, y que derivaron en algunas medidas aisladas y temporales, que parecen haber estado
motivadas por el interés de los grupos en pugna por contener la agitación inquilinaria en las ciudades que ocuparon, y
lograr el respaldo de las masas urbanas, particularmente de los obreros.
202
entrada del ejército de la Convención a la ciudad de México, la tercera, también del
capital del país (Jiménez M., J. H.: 131, y González Navarro, M., 1974: 176).
para el control de los alquileres (González Navarro, M.: 176). Esta iniciativa se da en el
una estrategia de batallas legales (Berra, E.: 387, y Durand, J., 1989: 67).
Ni los decretos emitidos por los dos grupos beligerantes, ni la lucha legal de los
percibió que habían cumplido sus objetivos inmediatos, y los sindicatos no lograron
impasse que duró el resto de 1916 hasta que concluyó la guerra civil y se realizó el
Con ella, el problema en torno a la falta de vivienda parecía haberse saldado a través
parecía cumplir con las expectativas y los acuerdos que se habían establecido entre la
Casa del Obrero Mundial y el ejército constitucionalista, que habían llevado a esta
ejército de la Convención.
203
Sin embargo, la inquietud de la población en torno a la cuestión habitacional dio pronto
alquileres, ésta esperaría hasta mejor ocasión, que no tardaría en presentarse pero
Los hechos que parecen haber influido en la transición entre una estrategia
y la realización, a finales de ese mismo año, del Primer Congreso del Partido
que era controlado por la oficialista CROM, o por la CGT una organización
45
La CROM fundada en marzo 1918, sustituía a la desaparecida Casa del Obrero Mundial, que fundada en 1912,
había desaparecido en julio de 1916 en medio de la represión del gobierno constitucionalista, después de haber sido
204
Ambos factores parecen haber estado presentes en el estallido del movimiento en
rentas, y la huelga de alquileres iniciada por las prostitutas del barrio de la Huaca en
los primeros días de 1922 (García Mundo, O.: 10), fueron rápidamente capitalizados y
Veracruz, dando así inicio a una insurgencia de arrendatarios que se extendería pronto
En este proceso, las grandes ciudades jugaron un papel detonador y difusor del
notable desde finales del siglo XIX parecen haber actuado como un canal de
en el extranjero.
Entre estas, se tiene información del impacto que tuvo la experiencia del SRRI del
de ese estado, y de la impresión que se tenía en ese momento de que había influido
México, buscando asesoría para desarrollar su propia organización (Durand, J., 1989:
69).
utilizada para derrotar al ejército de la Convención. La CGT aparecería en febrero de 1921 por una escisión de
sindicatos inicialmente afiliados a la CROM, inconformes con la línea oficinista y reformista de su dirigencia, esta
central, desde su primer congreso (en el que participaría por cierto Herón Proal, futuro líder inquilinario veracruzano),
incorporó dentro de los objetivos de su lucha el problema inquilinario (Durand, J.,: 67).
205
Parece asimismo que, a diferencia de Yucatán46, Villahermosa y Matías Romero en
autónomas en su origen, los que surgieron en algunos de los grandes centros urbanos
del país influyeron para que en menos de dos años se desarrollaran asociaciones de
Así, en la región del Golfo de México, una vez iniciado el conflicto en el puerto
estado, a Tlacotalpan y Alvarado, otros dos puertos fluviales de esta entidad, ubicados
Por su parte, en el centro y norte del país, después de las movilizaciones de la ciudad
de México, que habían influido en las de Celaya, iniciarían otras en el polo industrial de
también en las capitales de los estados de Zacatecas y Aguascalientes (ver Cuadro 8).
cadena en muy corto tiempo, los primeros sindicatos se formaron en Veracruz desde
46
Que en le marco de los gobiernos “socialistas” a la yucateca, estuvo marcado más que por una influencia externa por
condiciones propias debido al gran aislamiento que lo llevó a desarrollar una dinámica político social relativamente
autónoma al resto del país (Clark Marjorie, 1979:160-172)
206
inicios de febrero de 1922, y después, a mediados del mes de marzo en la ciudad de
México. Para mayo ya los había en al menos otros cinco estados del país
1923 el conflicto se extendería a los estados de Oaxaca y Puebla, para finales de 1924
alcanzaría San Luis Potosí y tardarían todavía más de una década en llegar a Sinaloa
menos, 33 ciudades entre las que se encontraban los principales centros económicos
industriales enteras (la región de Orizaba que incluía los centros fabriles de Orizaba,
Río Blanco, Santa Rosa y Nogales), Importantes puertos marítimos del Golfo de
ferroviarios con importante actividad comercial e incluso industrial (San Luis Potosí y
Torreón), y hasta localidades aún con características rurales como Ocotlán, en Jalisco
organizado del país, sino, después del agrario, el más extenso territorialmente, que
207
Cuadro 8: Entidades federativas y ciudades en las que se
desarrolló el movimiento inquilinario en México, 1921-1938
Estado Ciudad año mes
5 5
Aguascalientes Aguascalientes ca. 1922 ca. mayo
Coahuila Torreón 3 ca. 1922 n/d
4 4 4
Chihuahua Cd. Juárez 1922 5 o 6 de mayo
Distrito Federal Cd. De México 1922 17 marzo
Guanajuato Celaya ca. 1922 n/d
Hidalgo s/d 1937-1938 7 n/d
Jalisco Guadalajara 1922 enero ¿?
Ocotlán 1924 octubre
Nayarit Tepic 6 1938 6 n/d
5 5
Nuevo León Monterrey ca. 1922 ca. mayo
Oaxaca Matías Romero 1923 n/d
Puebla Puebla ca. 1923 ca. agosto
10 4
Sn. Luis Potosí Sn. Luis Potosí 1924 5 o 6 de mayo
3 6
Sinaloa Mazatlán 1935 n/d
Tabasco Villahermosa n/d n/d
5 5 5
Tamaulipas Tampico ca. 1922 ca. mayo
Veracruz Alvarado ca. 1922 n/d
Córdoba 2 1922 8 abril 8
Minatitlán ca. 1922 n/d
Nogales ca. 1922 n/d
4 8
Orizaba 1922 1 de mayo
Perote 8 ca. 1922 n/d
Río Blanco ca. 1922 n/d
Santa Rosa (hoy ca. 1922 n/d
Ciudad Mendoza)
Soledad de Doblado ca. 1922 n/d
Tierra Blanca 8 ca. 1922 n/d
Tlacotalpan ca. 1922 n/d
Tuxpan ca. 1922 n/d
Veracruz 1922 5 de febrero9
4 8
Xalapa 1922 abril
Yucatán Mérida ca. 1921 n/d
Zacatecas Zacatecas ca. 1922 n/d
Fte: Durand, J., 1989: 68 y 69 y Grant Word: 2
1
Durand, J., 1984: 10
2
Durand, J., 1984: 8 y 9
3
Grant Wood, Andrew, 2005: 2
4
Taibo II.: 88
5
Martínez Verdugo, A.: 55
6
Perló C., M., 1979: 791 y 792
7
Legorreta: 149-149
8
De la Mora V. R.: 91 y 92 y 95
9
García Mundo: 74
10
Falcón, V. R., 1984: 162
organizado del país, sino, después del agrario, el más extenso territorialmente, que
208
y fluviales de cobertura nacional e internacional), además de centros políticos
Fue además un movimiento de masas47, que incorporó a muy diversos grupos sociales
y llegó a establecer vínculos con el movimiento agrario (como fue el caso veracruzano
del cual surgieron impulsores de las organizaciones agraristas en el estado), que fue
capaz de convocar, tal vez por primera vez en la realidad mexicana, una activa y
masiva participación femenina que incluso, como en el caso veracruzano, llegó a dirigir
grupos sociales, siendo capaz de rebasar, en una época de activa agitación obrera, la
Esta pluralidad sin embargo no fue un hecho común a todas las experiencias del país,
en realidad parecen haber sido mucho más diverso en las grandes ciudades, y
modo hay indicios de haber tenido un carácter más espontáneo en algunos casos,
otros parecen haber sido objeto de una agitación premeditada, promovida incluso por
para una parte muy reducida de los casos (Veracruz, ciudad de México, Guadalajara,
47
Tal vez dos de los casos más emblemáticos de esta diversidad fueron los de Veracruz, ciudad de México y
Guadalajara. El sindicato veracruzano, cuyos integrantes pertenecían a una gama muy amplia de los sectores
populares citadinos, comenzó con las protestas de las prostitutas y a ellas se unieron los habitantes de los patios
(vecindades), en el caso de Guadalajara y la ciudad de México participaron los pobladores de las vecindades y de las
zonas populares pauperizadas en donde habitaban muy diversos grupos sociales (Durand, J., 1984: 10 y Taibo II: 60-
89)
48
Sólo como ejemplo valga citar que el 1º de mayo de 1922, en la ciudad de México, el día en que la CROM y la CGT
salieron a la calle a conmemorar a los mártires e Chicago, la manifestación inquilinaria que ese día se organizó para
entregar al gobernador del Distrito Federal un pliego petitorio, casi triplicó la movilización obrera y en poco tiempo el
sindicato alcanzó a integrar a 35,000 inquilinos (Taibo II.: 87 y 89).
209
San Luís Potosí y Matías Romero, en Oaxaca), éstos ejemplos ofrecen información
confrontación entre ellos, así como la forma en la que fue quedando “cercado” por las
alianzas y pugnas que se dieron entre los distintos actores políticos y económicos,
locales y nacionales.
clase obrera mexicana, parece haber estado, también sujeta al enfrentamiento entre
las elites políticas locales que emergían al calor de la lucha armada, entre éstas y los
grupos locales de la vieja burguesía porfiriana que se resistían a perder sus privilegios,
y con los nuevos “dueños” del poder político nacional que enfrentaban sus propios
conflictos y tejían sus redes de alianzas para construir su hegemonía, todo ello
teniendo como telón de fondo las presiones internacionales tendientes a proteger los
tanto en los casos en los que hubo una participación social amplia y diversa (por
ejemplo ciudad de México, Guadalajara y Veracruz), como en los que estuvo acotado
Matías Romero, Oaxaca), nace como una reivindicación genuina que surge de las
país, pero que queda a la deriva de las disputas políticas prevalecientes en los niveles
local y nacional, a las que quedará sujeto y en las que finalmente terminará por
naufragar.
210
Esquema 4
Relaciones de Conflicto y Alianza en torno al conflicto inquilinario
en México
Gobiernos Extranjeros
Elites Políticas
nacionales
emergentes Partido Partidos
Comunista Socialistas
Regionales
Sindicatos y
asociaciones
católicos
211
4. Limitaciones y relevancia del movimiento
Aunque, como hemos visto, nace como una expresión social de carácter plural, y se
permiten operar por varios años, el movimiento inquilinario no logra alcanzar una
pie a que en cada lugar tomara su propio rumbo, adquiriera características diferentes y
tuviera desenlaces distintos (op. cit., 1989: 73), esto es, precisamente lo que parece
haber determinado sus límites como movimiento social y que sus reivindicaciones no
política habitacional.
En este sentido, aunque en sí mismo no logra una transformación del statu quo
212
Es decir, que a pesar de sus propias limitaciones, es capaz de desatar un complejo
representatividad.
En el caso mexicano hay cuatro casos documentados que permiten apreciar este
Estado posrevolucionario y una sociedad civil que se encontraba, y tal vez lo continúa
Cada uno de ellos dibuja una realidad distinta, pero que en conjunto revelan la forma
en la que se resolvió esta relación, que es en donde parece estar la clave del origen y
objetivos, los instrumentos a través de los cuales se operó y el papel que jugó en el
disputas hegemónicas
Tal vez veracruzano sea el ejemplo que más claramente ilustra la complejidad social y
política del conflicto inquilinario en México. Desde las circunstancias que rodearon la
creación del SRRI se hacen evidentes las disputas por lograr encabezar un
movimiento social de masas que abría un espacio de respaldo social para los distintos
213
actores políticos locales del momento que, guardando toda proporción, podía ser
estatal, y que contó con la presencia del mismo presidente municipal (Rafael García),
De ella derivará el primer rompimiento entre grupos de inquilinos y, sobre todo, entre el
SRRI, que se formará días más tarde, con las autoridades municipales que habían
confusa encabezada por Herón Proal, que más tarde terminaría enfrentada entre sí.
Cargadores y Abridores del Puerto, presuntamente oficialista, que intentó formar, sin
Una vez superadas las primeras batallas hegemónicas, y habiendo logrado el SRRI
su, por el momento, indiscutible liderazgo, sobrevino una acelerada expansión del
214
llevarán a que el 6 de marzo estallaran las primeras huelgas de alquileres a partir de
mismo día, inquilinos de varios patios anuncian a los propietarios su negativa al pago
marzo de 1922, citado por García Mundo: 83 y 85). Seis días después, la huelga de
alquileres se había extendido a 61 patios (Gill, M.: 171), y a mediados de mes éstos
intento de formación sindical, y con el cual habían roto Proal y los líderes comunistas,
lanza una propuesta con la intención de obligar a los propietarios a mejorar las
102).
Ante la cerrazón de los propietarios, y en cierta medida tolerado y hasta apoyado por
Éstas, sin embargo, pronto perdieron fuerza ante las fundamentales para la mayoría
215
mejora de las condiciones físicas de las viviendas y, poco después, en la solicitud de
primera (y última), piedra, al poco tiempo inicia la ocupación de casas vacías (El
Dictamen, 18 de mayo de 1922, citado en García Mundo, O.: 126), y para finales de
mes se extiende su lucha al boicot al comercio por los altos precios de los productos
En el marco de esta dinámica, el sindicato rompe relaciones con la CGT (Taibo II.: 92),
pero en junio participa en apoyo a las huelgas obreras que se habían desatado en
Adalberto Tejeda (Martínez V., A.: 59, García Mundo, O.: 138, y Grant Wood, A.: 2).
Mundo, O: 149).
federal para fraccionar a las elites revolucionarias locales, instaladas en los gobiernos
49
Los propietarios y sus administradores que al inicio de las protestas inquilinarias se niegan a hacer cualquier
concesión, pasan por una actitud dubitativa y dividida que les lleva a algunos de ellos a negociar, pero finalmente
terminan organizándose y, contando con el apoyo de algunos gobiernos extranjeros(principalmente Estados Unidos y
España), rechazan las demandas del sindicato y las iniciativas gubernamentales de conciliación, llegando a realizar
intentos de soborno a las autoridades municipales para que actuaran a su favor y reprimieran las acciones del SRRI
(García Mundo, O.: 82, 83, 85-90, 100, 104 y 126-128)
216
del puerto, Rafael García, con lo que lo separa de la égida del gobernador “radical”
171)50.
sindicato, las protestas por los sucesos del 6 de julio permitirían la excarcelación de
mantendría la huelga de alquileres por casi tres y medio años más (hasta casi
activa, victorias significativas como la promulgación de la Ley sobre este tema de 1923
(Ortega A., M.: 87 – 92 y Perló C. M., 1979: 778), la propuesta de Tejeda de declarar
gobernador, del edificio que había ocupado una casa bancaria para establecer ahí su
Sin embargo, a partir del 6 de julio entra en un largo ocaso, que se extendería por
algunos años más, en los cuales la propia ley sería modificada (1925), reorientándola
50
Como resultado de la represión, al día siguiente el 7 de julio, se hablaría en la prensa local de la muerte de 74
personas (150 según Proal), y la detención de 90 hombres y 50 mujeres (Gill, M.: 181)
51
Cuando concluía el periodo presidencial de Alvaro Obregón, en noviembre de 1923, Plutarco Elías Calles su
secretario de gobernación (ministro del interior), fue postulado como candidato para sucederle. El expresidente interino
y antiguo aliado de Obregón, Adolfo de la Huerta también lanzó su candidatura, declarándose en rebeldía contra el
gobierno de éste en diciembre. Aunque la rebelión cundió por todo el país fue sofocada en febrero de 1924, en gran
medida gracias al apoyo de organizaciones agraristas, y en diciembre de ese año Calles toma posesión como
presidente.
52
El movimiento, a partir de ese momento adquiere un carácter fuertemente imbuido por la presencia femenina, esto
quedó incluso expresado en el cambio de orientación de la misma consigna del movimiento, que mientras durante la
dirigencia de Proal era “Estoy en huelga y no pago renta” bajo la dirigencia de María Luisa Marín adquirió un carácter
menos profano y más universal “¡Viva el amor Universal! ¡Viva la emancipación de la mujer! ¡Arriba el Comunismo!
¡Viva la humanidad libre! ¿Mujeres? ¡A la lucha! (Grant Wood, A.: 2 y 22 y 23)
217
a favor de los casatenientes (Grant Word, A.: 181-200), y finalmente derogada por el
gobernador Casas Alemán (1937), siendo sustituida por otra más favorable a los
sólo la experiencia que mayor respaldo social alcanzó53 y una de las que mayor
duración e impacto nacional tuvo, sino que fue una de las luchas sociales más
torno a ellas.
En sus casi 38 meses de duración, desde la creación del sindicato porteño a principios
Entre ellos están las experiencias de las ciudades de México, Guadalajara y San Luís
Potosí.
53
Aunque la afiliación sindical de la ciudad de México fue, en términos absolutos, más numerosa 53,000 contra 30,000
en el puerto, esta cifra representaba ahí el 55% de la población total en comparación con sólo el 5.9% de la ciudad de
México (Berra, E.: 385 y 386).
218
4.2. En la ciudad de México: entre partidos desamparados y un
caso veracruzano: fue casi tan plural como aquél, y la presencia obrera también fue un
componente muy importante54. Lo que parece, sin embargo, haberlo distinguido fue el
hecho de que aquí estuvo enteramente dirigido por el Partido Comunista que, como lo
señala Taibo II, parece haber buscado compensar así su escasa presencia en el
1922, casi un mes y medio después de la creación del sindicato en el puerto, pero a
locales, en la capital del país fue inmediatamente reprimido por el gobierno del Distrito
Federal, del que era gobernador Celestino Gasca, miembro destacado de la CROM
activa labor de proselitismo entre los inquilinos de la ciudad que encontró un pronto
del control de la CGT y de la CROM, que culminaría con la fundación del Sindicato
Revolucionario de Inquilinos (SRI), el 29 de marzo, con apenas 900 afiliados (Taibo II:
86 y 87).
54
De los integrantes del sindicato, el 70% eran obreros, mientras que el 25% eran empleados públicos y privados, y
sólo el 5% eran comerciantes, (Taibo II.: 91 - 92), igualmente, la presencia femenina en la capital del país tuvo una
importancia primordial (Berra, E.: 385), aunque no logró la representatividad y capacidad de liderazgo y dirección que
alcanzó en el caso del puerto.
219
Para la primera semana de abril la afiliación ya alcanzaba a cerca de 8 mil inquilinos, y
para el día 16 contaba con el respaldo de la CGT, que apoyó abiertamente al sindicato
(Ibíd.).
A partir de ese día estalla la huelga, a la que el gobierno del Distrito Federal responde
desapercibida por el nulo compromiso de los propietarios y dadas las dimensiones que
Para entonces, el control del sindicato estaba en manos de la dirigencia del Partido
respaldo como para presionar al gobierno local en defensa de sus intereses (ibíd.).
uno propio por considerar que aquél no estaba hecho “más que con el exclusivo fin de
inquilinos inician, por parte del gobierno del D.F., las aprehensiones de los militantes
comunistas que están al frente del movimiento, al tiempo que la CROM fundaba un
220
sindicato (que Taibo II califica de “fantasma” [op. cit.: 92 y 93]), y organiza la Unión de
Inquilinos del Distrito Federal, con la intensión aparente de ofrecer una salida
Con esta iniciativa, la central sindical, encabezada por Luis N. Morones se involucra en
una cuestión de la que había permanecido aislada, y emergía como el principal aliado
del gobierno de Obregón quién a partir de mayo, además del Distrito Federal y
Cuadro 8).
ofrecieron reducir los alquileres en 50%, el ajuste de los contratos al Código Civil
rechazado por el comité central del sindicato (Taibo II.: 89, y Gill, M.: 172).
En respuesta los propietarios lanzan un doble juego para enfrentar a los inquilinos,
los últimos días de junio los 300 casatenientes más importantes de la ciudad presionan
(Ídem: 95).
con la CROM que, apoyada por el gobierno de la ciudad intensificaba los ataques a los
arrendatarios en un evidente apoyo a los dueños de las viviendas. En los mismos días
221
en los que se desató la intervención militar en Veracruz en contra del SRRI, en la
Los intentos que todavía haría el P.C. el mes de septiembre, por revivir el movimiento
con la propuesta de una ley que era apoyada por el Partido Nacional Agrarista (Perló
C., M., 1979: 779), son frustrados por la indiferencia del Congreso de la República y
los obstáculos que puso el mismo Obregón para que se aprobara sellando con ello el
final de la revuelta en la capital del país. El sindicato aún tendrá una exigua vida hasta
ese año, deja de tener una actividad relevante y se disuelve hacia finales de ese
algunos años más, intentando revivir las demandas y la lucha de los arrendatarios,
habrá manifestaciones entre 1928 y 1934, año, este último, en el que se había ya
lo cual no se registra ningún decreto favorable a los inquilinos (Perló C., M.: 1979:
787), finalmente el movimiento termina por disolverse y quedar sólo como una serie de
acciones coyunturales y aisladas, que se irán presentando de manera cada vez más
222
4.3. En Guadalajara: en el centro de las batallas por el poder
encabezado por una dirigencia carismática personalizada por Proal, acompañada por
se hicieron presentes desde los primeros días de enero de 1922. A pocos días de
haber concluido el 1er congreso del P.C., el activista de nacionalidad argentina, Genaro
propagandistas sediciosos” (Durand, J., 1984: 11 y 12). Por esos mismos días, a raíz
integrar, para principios de marzo, a seis mil miembros (Durand, J, 1984: 11; y
223
1984: 9, y Tamayo, J.: 135). En ella se declara la huelga de alquileres y,
Católicos (De la Mora V., R.: 93), y en una batalla por la representatividad gremial
entre esa confederación y sindicatos de obreros católicos (Durand, J., 1984: 12-14 y
26).
La CGT y la Cámara del Trabajo presionan al gobierno para que liberen a los líderes
Como respuesta, los dueños de las viviendas, que habían optado inicialmente por una
vía legalista basada en la acción individual (Tamayo, J.: 133), pasaron a una estrategia
enfrentar a los arrendatarios, y que fue apoyada por la Cámara de Comercio local, que
al sindicato de arrendatarios.
En el campo de su acción directa, los propietarios establecen una alianza implícita con
organizaciones católicas a las que utilizarían en dos vías, por una parte enfrentando al
55
En este comité participaron, entre otros los terratenientes afiliados al Sindicato de Agricultores, varios sindicatos de
propietarios, la Asociación Católica de la Juventud Mexicana y gremios de obreros católicos (Tamayo, .: 137).
224
movimiento a través de grupos de fanáticos y obreros católicos (Ídem: 134), en tanto
que los sindicatos afines a los patrones convocan al Primer Congreso Nacional de
(Durand, J.: 1981: 9; y 1984: 20, y Tamayo, J.: 134 y 137), en una clara intensión de
contrarrestar la presencia del SRIG, y atraer hacia sí a los inquilinos que compartían
Con la declaración de huelga inician una serie de enfrentamientos entre el SRIG y los
propietarios, que el gobierno del estado enfrenta mediante la doble vía de la represión
y la oferta de terrenos para crear una colonia proletaria, desenterrando una vieja idea
promovida por el gobierno estatal en 1914 (López M., E., 1996: 264 y 265), y que
formaba parte de las peticiones del sindicato tapatío desde su fundación (Durand
los que se liquida la revuelta de los arrendatarios, que sólo años después daría lugar a
los inquilinos sin mayor trascendencia (Durand, J., 1984: 21; y Tamayo, J.: 140).
Habían transcurrido nueve meses desde los primeros intentos de agitación de Genaro
Laurito, hasta los acuerdos que llevan a la práctica desaparición del sindicato de
225
del sindicalismo católico, también, acaso sin siquiera percatarse, se ve inmerso en una
lucha de intereses entre las elites pos revolucionarias locales, de la que es, finalmente,
víctima.
del problema de los alquileres y la mejora de las viviendas, ni menos puso en tela de
juicio el statu quo (Durand 1984: 22 y 23), la oposición que enfrentó y el desenlace de
su lucha no sólo parece haberse debido a que afectaba los intereses de un sector del
capital y porque competía con los sindicatos católicos por la representatividad obrera,
sino porque terminó siendo parte de una lucha política que involucró a los grupos de
Durante su desarrollo, el gobierno estatal tuvo una actitud ambivalente, que en cierta
medida era resultado de las disputas por el poder entre los grupos políticos que
líder político “reformista” José Guadalupe Zuno56. En el breve tiempo que Vadillo
estuvo a cargo del gobierno estatal, que coincide con los primeros meses de desarrollo
del conflicto, su administración mantuvo una posición tolerante con el SRIG a la vez
que negociadora con los propietarios, al parecer intentando erigirse como arbitro entre
unos y otros.
Esta posición, sin embargo, fue distinta a la del presidente municipal de ese momento,
Luís Medina, líder de la CROM y del partido laborista locales, que dio un apoyo más
56
La presencia José Guadalupe Zuno fue muy importante en la conformación de la elite revolucionaria del estado, éste
fue un personaje curioso que jugó un papel fundamental en el movimiento inquilinario y de hecho en la vida política de
Jalisco, fue caricaturista, pintor, escritor, maestro y político que llegó a gobernador Como miembro del Partido Liberal
Jalisciense.
226
Inquilinos asumiendo, curiosamente, una posición diferente a la que había tenido la
jalisciense.
del “dejar hacer” al sindicato, aunque sin duda fueron mucho más tolerantes que el
sindicatos católicos, junto a la presión que fueron capaces de ejercer sobre el gobierno
federal a través de las redes de articulación con propietarios de otros estados del
país57 (Durand 1984: 20), y finalmente el interés de los políticos locales por afianzarse
57
De hecho, a lo largo del conflicto, los propietarios lograron un mayor nivel de organización que los propios inquilinos,
no solo se unieron en las ciudades afectadas, sino que acudieron al llamado de los propietarios del puerto de Veracruz
227
4.4. En San Luís Potosí: entre el reformismo y el caciquismo
Condiciones similares a las que se presentaron en los casos anteriores, en los que la
de las elites locales, se dieron en el caso de San Luis Potosí, en donde el gobernador
Guadalajara y Tejeda en Veracruz, apoyó a los inquilinos y se valió de ellos como una
fuerza de respaldo social en su “pulso” por el poder político estatal, que lo enfrentó
Cedillo58.
sofocada (y con ella el último riesgo serio de asonada militar), que pudo imponerse
que había contado con el apoyo de Cedillo (Falcón V., R., 1984: 149-153)59.
para asistir a una Convención Nacional, en donde se formó una alianza en defensa de sus intereses (Restauración, 6
de diciembre de 1923 citado por Durand, J., 1989: 72 y 73)
58
Este general había jugado un importante papel en el apoyo que la Liga de Comunidades Agrarias, a través de las
milicias agraristas, había dado a Obregón y a Calles para enfrentar la Revolución Delahuertista, lo que le valió erigirse
en un cacique local con fuerte respaldo del gobierno federal.
59
Aurelio Manrique, líder del partido Nacional Agrarista, se enfrentó a Jorge Prieto Laurens, candidato del Partido
Nacional Cooperativista, quién había apoyado a de la Huerta en su candidatura contra Calles por la presidencia de la
República, y era candidato de los sectores conservadores potosinos. Saturnino Cedillo por su parte fue un general
revolucionario que de ser un cacique local en una región del estado, gracias al apoyo prestado a Manrique contra
Prierto Laurens, y a Calles contra de la Huerta, había logrado extender su hegemonía militar y política a toda la entidad
(Falcón: 146 y 149 y 153), su peso se diluiría en la década siguiente cuando en oposición de la expropiación petrolera
y, al parecer, apoyado por las empresas petroleras, desconoce al gobierno del general Lázaro Cárdena, muriendo en el
intento, en la última insurrección importante de la posrevolución.
228
Cobijado por las principales fuerzas sociales del estado, que a su vez estaban bajo
Liga de Comunidades Agrarias del estado), Manrique realizó una activa política de
reformas en el campo rural y laboral, que más allá de sus convicciones políticas y
respaldo social; así, apoyó las luchas obreras en el estado, intentó la organización de
una liga agraria al margen del control de Cedillo, e impulsó un movimiento social en
que parece haber estado fuertemente influido por el propio interés del gobierno local
desarrollaría una presión social que llevó a una reducción drástica de los alquileres, e
arrendamiento que fue aprobada el 29 de mayo del año siguiente con una orientación
60
León García Pujou fue un personaje político que muchos años después sería cofundador de la Confederación
Nacional Campesina (C.N.C), en torno a la cual se estructuraría el sector agrario del P.R.I..
229
La activa política “radical” del gobierno manriquista, lo llevó a una confrontación con
gobierno federa que, al parecer, como lo señala Falcón Vega, cada vez veía con mas
identificado con Cedillo, que prepararía el ascenso del cacique agrarista para que, dos
años después, éste llegara al gobierno estatal. Manrique, por su parte, intentó
concluyeron.
el centralismo
Aunque menos documentados que los cuatro casos anteriores, otras experiencias
complejo en el que se confrontaron los intereses de las oligarquías locales con los de
algunos gobiernos estatales que ensayaron unas de las primeras reformas sociales en
61
Para entonces, Cedillo era ya un contrapeso con respecto al gobierno estatal, a tal grado que los mismos
propietarios de las viviendas afectadas por el conflicto inquilinario recurrieron a él en busca de apoyo para contrarrestar
el que el gobernador otorgaba a los inquilinos (Falcón V., R.: 149-162).
230
el país, y que en su momento fueron consideradas radicales aunque, en el fondo, no
hacían sino poner en marcha las que se había propuesto la Revolución, y que en gran
Este es el caso de las luchas de los arrendatarios que se desataron en Yucatán, y que
las filas del zapatismo, sumado al gobierno reformista de Alvarado y uno de los más
62
Este grupo político estaba integrado por los llamados gobiernos socialistas del Golfo de México, en donde hubo
gobiernos ubicados en el radicalismo constitucionalista o socialismo criollo, entre los que estaba además de Adalberto
Tejeda en Veracruz, el gobernador de Yucatán, Felipe Carrillo Puerto (1922-1924) (Partido Socialista del Sureste);
Emilio Portes Gil, Gobernador de Tamaulipas (provisional de mayo-julio 1920, y constitucional de 1925-28), (Partido
Socialista Fronterizo); Tomás Garrido Canabal en Tabasco (1922-1926), (Partido Socialista Radical); y Enrique Gómez
Briceño (1921), Guillermo Ferrer Vega y Ramón Félix Flores (1921-1923) en el estado de Campeche (Partido Socialista
Agrario Pro-Campeche), que tenían constantes fricciones con el presidente Obregón (García Mundo, O.: 52)
63
La mayoría de os gobiernos de estos estados estuvieron en ese período en manos de políticos provenientes de los
llamados partidos socialistas: Partido Socialista del Sureste en Yucatán, Partido Socialista Agrario en Campeche,
Partido Socialista Radical en Tabasco, el Partido Socialista del Trabajo de Veracruz y Partido Socialista Fronterizo en
Tamaulipas, todos ellos en la franja oriental del país sobre el Golfo de México, hubo sin embargo otros partidos
socialistas, como el Partido Socialista del Trabajo en el Estado de México que se fundaría hasta 1925 y que no tendrían
un papel relevante en la política inquilinaria.
231
alternativa reformista, popular y hegemónica frente al autoritarismo del gobierno
federal” (1998: 287-327), que con Obregón y Calles había impreso un carácter
República.
Según este autor, estos movimientos de corte populista, que se desarrollaron a nivel
utilizando la movilización popular como principal soporte de las nuevas elites políticas
locales y regionales, que buscaban fortalecerse contra el creciente poder del gobierno
central (Ibíd.).
que se dieron tanto en Yucatán, Campeche y Veracruz en esos años, en donde los
agrario, sino que intentaba desarrollar una política de carácter social que incorporara a
desaparecer.
Los Casos de Aguascalientes, Nayarit y Zacatecas son, por su parte ejemplos de una
movilización inquilinaria que tiene como telón de fondo dos situaciones críticas; una
232
ubicada en las relaciones entre la iglesia católica y el gobierno callista que afectó
particularmente el centro occidente del país aunque también llegó a San Luís Potosí, y
regional, ahí en donde las viejas elites no habían sufrido prácticamente ninguna
que derivó en una gran inestabilidad política que, en el caso de los gobiernos de
entre el también líder agrarista y gobernador José Ma. Elizalde, de filiación callista, y el
Arellano Valle64.
Este enfrentamiento llevaría, primero, a imponer, por parte del gobierno del gobierno
hecho que se revertiría 10 meses más tarde con el desafuero del gobernador por parte
del congreso local. Ahí daría comienzo un turbulento episodio de la política estatal que
gobernadores interinos.
fuerte raigambre católica, que fue además al años siguiente uno de los más
importantes puntos de desarrollo del conflicto cristero, la ley inquilinaria parece una
64
Hijo de un terrateniente local y antiguo gobernador pofirista Rafael Arellano Ruíz Esparza.
233
gobernador, a pesar de su origen agrarista, no parece haber contado con un
importante respaldo, ni del congreso, ni del campesinado local, que un año después
gobierno estatal sin mayor oposición por parte de las autoridades centrales, en
realidad la alianza con los arrendatarios aparecía como estratégica tanto para el
gobierno local como para el federal en un contexto político y social en el que los
muy importante en la vida política del estado impulsando una fuerte oposición a las
medidas de reparto agrario puestas en marcha por el gobierno de Calles desde que
parecía ser muy estrecha, Belaunzarán provenía de las filas de la CROM, y como
senador fue firmante de la carta de apoyo, por parte de varios legisladores ligados a
Rancaño: 120), con la que se pretendió provocar un cisma entre los católicos
234
mexicanos, presumiblemente impulsada por Morones y por el mismo Calles y que
que, a su vez, contaba con el respaldo de los escasos sindicatos nayaritas y por
Calles, que llevó a una crisis política que, ante la destitución del gobernador a
la ocupación de la capital del estado por el ejército federal (Meyer, Jean, 1997: s/p).
La llegada de Peña Ledón en 1926 como tercer gobernador constitucional desde 1918,
en el marco de la agitación producida entre el clero y los grupos católicos del estado
por la ley Calles, y del enfrentamiento entre las autoridades estatales y el jefe de
gobierno con los grupos sociales locales a través del impulso a la reforma agraria y de
65
La llamada Ley Calles se publico en el diario oficial el día 2 de julio de 1926. Era reglamentaria del artículo 130
constitucional, que establecía la capacidad del estado de regular las actividades de las iglesias y sus representantes,
con el decreto reglamentario se restringió el poder y la presencia de la iglesia católica en la vida política y civil del país,
particularmente en la educación limitando además la presencia sacerdotes extranjeros.
235
hablando, como para impulsar el marco jurídico inquilinario que se decretó en esos
estados, en realidad, parece que éste, además de responder a una demanda real de la
población urbana, fue un recurso a través del cual los grupos políticos que emergieron
contrahegemónicas
escenarios del país, parece desenvolverse en una actitud oscilante entre la represión
militar en aquellas situaciones que revelaban una mayor articulación entre los
tolerancia con la que se abordaron algunas luchas reivindicativas sobre este tema. Al
236
Así, por una parte, los sindicatos de arrendatarios que la propia CROM intentó
del gobierno federal por emplear a esta organización obrera para encauzar la inquietud
principales ciudades del país, o la misma influencia de los gobiernos locales en ellas66,
estrategia que contrasta con la que se utilizó para enfrentar al sindicato inquilinario
parecer había sido capitalizado por el gobierno local y estuvo fuertemente influido por
la experiencia del SRRI y por la presencia de militantes anarquistas, por lo que terminó
siendo reprimido de manera violenta por el ejército, como lo habían sido las
En el contexto general del movimiento inquilinario hay uno, en particular, que parece
espontáneas u originadas desde la propia base social, sin responder a las luchas por
el poder político local, lo que parece explicar el tratamiento del que fueron objeto por
Éste parece ser el caso de Matías Romero, tal vez el ejemplo de la lucha de
parece haber tenido menor impacto en la realidad social del país y la más acotada a
66
Aunque como lo señala Tamayo (op. cit.: 130 y 131), en varias regiones del país la CROM no era un organismo que
reducía su política laboral al colaboracionismo con el gobierno, ni la CGT estaba integrada por sindicatos que se
identificaban con el anarcosindicalismo (lo que explica por qué a pesar de que en Orizaba el movimiento sindical estuvo
liderado por miembros de la CROM, fue reprimido por el gobierno federal), lo que es innegable son las alianzas que la
dirigencia nacional de esta confederación obrera tuvo con los gobiernos de Obregón y Calles, y de su interés por
hacerse del control de las protestas de los arrendatarios de vivienda en varias de las ciudades del país, particularmente
cuando a finales del gobierno obregonista, y en medio del conflicto por la sucesión presidencial en 1923, la CGT apoyó
a Adolfo de la Huerta, contrincante del oficialista Calles, apoyado, a su vez, por la CROM (ver Rodríguez, M., 1980)
237
un problema local, y más directamente vinculada a una organización gremial: los
ferrocarrileros.
Esta condición “apolítica”, es la que podría explicar la razón por la qué fue tratada con
intentar arrebatar a éste los predios y viviendas que arrendaban a los trabajadores, no
fue reprimido y fue capaz de sobrevivir por décadas hasta alcanzar, aunque de
tuvieron mayor trascendencia en el logro de sus demandas, se podría decir que hay
económica nacional del momento, y que estuvo vinculado a hechos políticos que
Revolución.
consideramos que la clase obrera en México apenas estaba en formación67, por lo que
aparecía como el principal movimiento de masas urbanas del país aglutinado en torno
67
El proletariado urbano en México, según datos del censo de 1910, apenas reunía 240,000 personas, casi la mitad de
los 500,000 artesanos, y cerca de 46 veces menos que los 11 millones de trabajadores rurales existentes en el país
(García Mundo, O.: 60, y De la Mora, R.: 36 y 37)
238
a un problema y a reivindicaciones comunes; en este sentido se convierte en un
movimiento que alcanza una representación social sólo superada por el movimiento
campesino.
tema. Pero, sobre todo, puso por primera vez en la mesa algunos de los grandes
la propiedad del suelo, las condiciones de impunidad en las que operaba el régimen de
producción de vivienda de bajo costo. Los tres temas estuvieron en el centro de las
disputas entre el capital inmobiliario y los inquilinos, y formaron parte de las líneas de
mediación que empleó el Estado en su relación con la sociedad civil por muchos años.
Vistas desde otra perspectiva, las luchas inquilinarias fueron, también, un factor que
influyó en la configuración orgánica del capital inmobiliario como un sector del capital a
urbanos del porfiriato con militares y políticos ligados a la nueva élite gobernante,
239
enriquecida a través de prácticas especulativas inmobiliarias a galope del movimiento
Aliados con de las nuevas elites políticas en su enfrentamiento con los arrendatarios,
extranjeros), que podían darles apoyo. Operaron, en este sentido, tanto en el nivel
legal y político llegando, incluso, a emplear medios ilegales como el cohecho y hasta el
Fue también uno de los escenarios en los que tal vez, de manera más clara se dibujó
la lucha por la hegemonía entre los poderes políticos locales y federales, y en donde
lograr el respaldo de las crecientes masas urbanas, que si bien no tenían en ese
Tal vez el caso más claro de la pugna entre el proyecto político centralista y uno que
que respaldó sus demandas con la primera iniciativa de la ley inquilinaria que se
presentó ante el congreso estatal en 1921 y, después, con la Ley que finalmente se
aprobó en julio de 1922, y quien respaldó las huelgas de alquileres, lo que contrasta
68
Esta importancia militar quedó de manifiesto en la misma rebelión delahuertista que había contado con el respaldo
de casi la mitad del ejército y estuvo a punto de desencadenar una nueva guerra civil, la cual fue posible conjurar
gracias al apoyo de los agraristas, campesinos armados que jugaron un papel determinante en el conflicto armado.
240
con la posición del gobierno federal, que terminó por intervenir reprimiendo al sindicato
social, por parte del partido Comunista que, sin presencia efectiva en el movimiento
La oposición del gobierno del Distrito Federal al movimiento inquilinario, los intentos de
69
Me refiero a la disputa entre Carranza y Obregón que no se reduciría al ámbito político, sino que derivó en una
rebelión militar, llamada Revolución de Agua Prieta, que culminaría con la muerte del primero y el encumbramiento
político del segundo.
241
central sindical (incorporando la reivindicación de los arrendatarios al programa de
local. Se ubicaba así, junto con la salud, la educación y la política laboral como un
armadas.
el desarrollo capitalista del país, sino como un problema propio del ejercicio del poder,
Los primeros, sólo alcanzaron a ver los efectos últimos de una larga crisis y de las
que, en el mejor de los casos, intentaba lograr un marco jurídico en torno al inquilinato,
alojamiento.
Los segundos, tuvieron incluso una perspectiva aún más limitada del problema, no
242
monto de los alquileres, mediante negociaciones que les permitieran defender el
243
244
CAPÍTULO 4
La construcción del Estado posrevolucio-
nario y la cuestión habitacional
Es la Revolución, la palabra mágica, la palabra que va a cambiarlo todo y que nos va a dar una alegría inmensa y una
muerte rápida.
Por la Revolución el pueblo mexicano se adentra en sí mismo, en su pasado y en su sustancia, para extraer de su
intimidad, de su entraña, su filiación.
Octavio Paz
El laberinto de la soledad
desde mediados del siglo XIX había operado dentro de los términos más puros del
mexicana, junto con todos los temas de justicia social que dejó pendientes el
dimensión.
245
1. La herencia del liberalismo mexicano
partes del siglo XIX, en el marco de esas disputas surgió de un caos eterno un país
además casi la mitad del territorio conseguido con la independencia, y hubo un sin fin
Del poder político se hizo casi dueño un dictador tropical autoerigido en “Alteza
por casi 21 años, hasta que fue depuesto por una insurrección liberal que llevó a la
En sus afanes por incorporar al país en el rumbo de las naciones modernas, los
liberalismo económico aplicando con rigor el principio del “dejar hacer” y la poca, si no
En el marco de esta lógica, tanto los liberales del primer momento, como en particular
Gortari, Hira, y Ziccardi, Alicia, 1998: 202 y 203), y fuera de ella, por mantenerse al
margen mientras los agentes de la producción creaban la riqueza que en algún ilusorio
246
La realidad resultante fue otra, y en materia de vivienda particularmente dramática
prevaleciendo, como hemos visto, una situación deplorable en las condiciones de vida
población.
Entre los primeros síntomas de que en la realidad urbana de principios del siglo XX la
cuestión habitacional era ya un problema, y que éste rebasaba con mucho los
Estas iniciativas, que sólo intentaban convertir en ley una práctica que ya desde finales
de siglo se venían dando en las colonias industriales, sin tal vez proponérselo, o al
poder resolver, a partir de los mecanismos propios del capitalismo liberal del siglo XIX,
e industrialización en México.
247
del porfiriato fue el cambio de los principios democráticos por el autoritarismo, pero el
Este liberalismo, en sus dos etapas, dejó en manos del capital comercial y del naciente
país, sino la creación de algunas de las condiciones materiales para este crecimiento
(entre ellas la vivienda), sin que el Estado se planteara una participación directa en
ello. Por el contrario, en las iniciativas liberales del siglo XIX, se hizo énfasis en los
Es cierto que fieles a esta visión, los gobiernos de esta época, en particular el del
En efecto, hasta la segunda década del siglo XX se aprecia un vacío casi total de
similares, al menos, a las que ya se venían otorgando en las colonias industriales del
248
El incremento de los alquileres de las viviendas urbanas, y las condiciones precarias
en las que se producía la vivienda para la mayor parte de la población de las ciudades,
regímenes liberales habían optado por la aplicación de una política casi irrestricta de
“dejar hacer”, como medio para impulsar el desarrollo del país, en palabras de Medina:
Hasta el final del régimen porfirista se conocen sólo dos antecedentes de mecanismos
que en rigor se referían a la que se venía construyendo en las ciudades sin las
Empleados Públicos del estado de Chihuahua emitida en 1906 (Barragán, J. I.: 57, y
249
Creado el 4 de enero de 1841, el CSSM asumió las atribuciones de diferentes
creada desde 1535 y que aún continuaba operando. El nuevo organismo tenía un
obligatorio, de hecho sus funciones durante las primeras tres décadas de existencia
Entre sus funciones estaban las de inspección sanitaria de lugares públicos, boticas,
consultivo del organismo que las expidió, según Chanfón no hay indicios de haber sido
atendidas (Ibíd.).
El segundo caso fue una iniciativa del gobierno del estado de Chihuahua a finales del
observaba en buena parte de las ciudades del país para entonces, en la que el
250
producidas (ver Cuadro 9), y que en el caso particular de Chihuahua comenzaba a
presentar cifras sin precedente, incluso en comparación con las ciudades más grandes
del país, sólo baste mencionar que para 1900 la capital de ese estado, llego a alcanzar
tasas de crecimiento cercanas al 10,5%, muy por encima de las que presentaban las
habitacional, y de haberlo habido, lo más probable es que haya sido muy marginal, no
una práctica (la autoconstrucción), que había operado siempre al margen de cualquier
regulación, y era uno de los medios de producción de vivienda más socorrido por la
251
En el resto de los estados y en el propio Distrito Federal, no aparece hasta ese
para la de los sectores de bajo ingresos, de hecho, fuera de estas dos iniciativas,
antes del inicio de la Revolución no se tiene información sobre ninguna otra dirigida a
En realidad, durante el régimen liberal, el marco jurídico más vinculado con la cuestión
del alojamiento había sido la legislación relativa a la dotación de suelo, que quedaba
producción de alojamiento no iba más allá de algunas disposiciones aisladas sobre las
hecho después de que en 1846 se promulgó el bando 2898 que contenía algunas
70
Decreto del 4 de enero de 1823 destinado a estimular la colonización, ley de colonización del 6 de abril de 1830, reglamento de
colonización del 14 de diciembre de 1846, ley de colonización del 16 de febrero de 1854 ley de terrenos baldíos del 20 de julio de
1863, ley de colonización del 31 de mayo de 1875 ley de colonización del 15 de diciembre de 1883, ley de terrenos baldíos del 20
de julio de 1894.
71
Decreto del 14 de octubre de 1823 para el repartimiento de tierras en la nueva provincia de Tehuantepéc, ley sobre terrenos de
comunidad y de repartimiento de 1866, ley agraria del imperio del 16 de septiembre de 1866.
72
Ley de colonización del 18 de agosto de 1824, Ley de desamortización del 25 de junio de 1856, y artículo 27 de la constitución de
1857.
252
Lo que prevaleció en la intervención gubernamental fue una visión de auxilio social a
durante la etapa de la guerra civil y hasta después de que esta concluyó73 (ver Cuadro
prevaleció fue un desinterés gubernamental profundo por este tema hasta finales del
porfiriato.
Sólo cuando éste concluía, y con mayor virulencia hasta que estalló el movimiento
revolucionario surgió un interés en el ambiente político del país por este tema. A partir
73
A finales de 1915, en plena lucha de facciones entre el Constitucionalismo y la Convención Nacional de Aguascalientes,
Venustiano Carranza creó dormitorios para personas sin hogar, así como albergues y centros educativos para niños huérfanos (Fte:
Fuentes, Mario Luís. La asistencia social en México. Historia y perspectivas. México: Ediciones del Milenio, 1998 citado por
Barbosa Cruz, M.: s/p).
253
de entonces fueron apareciendo varias iniciativas, provenientes tanto de los sectores
radicales del liberalismo mexicano, como de los propios gobiernos estatales, que
habitacional en México
urbanas. Ni siquiera aparece como una reivindicación esencial dentro las luchas
obreras que se desataron a principios de siglo y que tuvieron su momento más álgido
del estado de Sonora al norte del país, y Río Blanco (enero de 1907), en la región
sector social, el más estructurado orgánicamente a finales del siglo XIX, la cuestión
74
La primera asociación obrera, que superó las iniciativas mutualistas, fue el Círculo de Obreros fundado en 1874, a
éste siguieron la Confederación de Asociaciones de Trabajadores (1876) y la Orden Suprema de Empleados
Ferrocarrileros Mexicanos y un conjunto creciente de organismos laborales entre los que estuvieron la Unión Liberal
Humanidad en Cananea y el Gran Círculo de Obreros Libres en Orizaba que protagonizaron las huelgas en esos dos
centros obreros (Trueba Urbina, A., 1978: 351).
254
cuestión habitacional en una posición marginal con respecto de las principales
Sin embargo, a juzgar por la mención que en el Programa del Partido Liberal se hizo
de la cuestión habitacional, sin duda éste era un asunto que debía estar presente entre
los trabajadores a finales de la dictadura75. Sin ser una reivindicación que fuera más
allá de las prácticas que se venían acostumbrando en buena parte de las “modernas”
haciendas desde el último tercio del siglo XIX, lo significativo de esta mención era que
política del país como un tema separado de las demandas laborales, y como una
Hasta ese momento, el problema del alojamiento había sido concebido como algo
relativo al ejercicio del derecho de propiedad del suelo y, en menor medida, como una
75
En el punto 27 del Proyecto publicado en 1906, por el periódico Regeneración, referente a los temas de “Capital y
Trabajo”, se propone “Obligar a los patrones o propietarios rurales a dar alojamiento higiénico a los trabajadores
cuando la naturaleza del trabajo de éstos exija que reciban albergue de dichos patronos o propietarios”, lo que resultó
de esta iniciativa es que provenía de una auscultación que los promotores del PLM, habían realizado en distintas
regiones del país para elaborar el proyecto del programa de este partido (Flores Magón, R. 1906 [a] y [b])
255
2.1. El origen de los rasgos clientelares de la política
inquilinaria.
normativas que en esa materia se impulsaron a partir del Proyecto del Programa del
cada vez más, como un tema recurrente en las demandas de la población urbana, y
que se conformaron a lo largo de los casi siete años que tomó el conflicto armado de
la guerra civil, así como una cuestión crucial para la consolidación y la hegemonía de
de la República de 1917.
La visión del Programa del PLM y su proyecto, sin embargo, sólo apuntaron a uno de
los temas que constituirían el trípode de la política habitacional del país a partir de los
años 20: la dotación de vivienda en alquiler para los trabajadores. La política urbana
256
durante los cerca de treinta años que siguieron a la revolución maderista que llevó a la
A pesar de su limitado enfoque, no cabe duda, sin embargo, que los planteamientos
del Programa del PLM, desde su promulgación hasta 1914, fueron la base de todas las
donde en una propuesta mucho más radical que la de 1906, se exigía “la expropiación
de todos los medios de producción y de las casas” (Flores Magón, et alt., 1911: s/p).
Fue también utilizado por los diferentes grupos político-militares como un instrumento
para atraer el apoyo de distintos sectores sociales en sus diferentes disputas por el
instrumento de alianzas políticas hábito que, a partir de entonces, será una constante
76
Sólo como ejemplo cito la incorporación de la propuesta que obligaba a los empresarios a dotar de vivienda a sus trabajadores,
junto con otras propuestas reformistas, en el Pacto de la Empacadora dirigido a derrocar a Madero y que fue utilizado por Pascual
Orozco para establecer vínculos con los distintos grupos políticos reformistas inconformes con el gobierno maderista, a pesar de las
alianzas que había establecido con los grupos conservadores que apoyaron su rebelión. Este hecho marca, me parece, la
inauguración de la práctica de emplear la política habitacional como un instrumento de alianza entre grupos políticos, que se
desarrollará durante el resto de la guerra civil y que permanecerá en la práctica de los gobiernos posrevolucionarios.
77
A la Renuncia de Huerta el 15 de julio de 1914, se convocó ese mismo año a una Convención Revolucionaria, inicialmente
convocada para realizarse a partir del 1º de octubre en la ciudad de México, terminará por trasladarse a la ciudad de Aguascalientes
el 10 de octubre siguiente, ésta Convención incluía a todos los grupos político-militares, con la intención de alcanzar acuerdos que
evitaran una confrontación generalizada; su fracaso derivó en una guerra civil de la que surgió como hegemónico el grupo
constitucionalista que en principio demandaba la reinstauración de la constitución de 1857, y que terminó impulsando un Congreso
del que surgiría en 1917 una nueva Constitución.
257
Esta iniciativa, que suprimía los aumentos de alquileres en la capital del país, se puso
de México y sólo un día antes de que dieran inicio los trabajos de la Convención, en un
De hecho el decreto parece haber formado parte de una serie de medidas tendientes a
bajar los precios de los alquileres en una tercera parte (Lear, J., 2001: 119 y 137).
le permitían a los constitucionalistas tener como aliado a una organización obrera cuya
Partido Liberal Mexicano (entre ellos Antonio Díaz Soto y Gama, y Santiago R. de la
algunas de las reivindicaciones del programa del PLM, entre las que estaba el tema de
la vivienda obrera.
258
mismo que había ocurrido con las primeras iniciativas constitucionalistas en la ciudad
Este fue el caso, por ejemplo de los dos decretos del gobierno de la Convención
durante los dos breves períodos que ocupó la ciudad de México dirigidas a hacerse del
mismo año, se otorgaba una moratoria al pago de los alquileres en esa misma ciudad
Tal vez los ejemplos más reveladores son la Ley Agraria, publicada el 26 de octubre
de 1915, que retoma, en lo general, los planteamientos zapatistas del Plan de Ayala
proyecto de Ley general del Trabajo (del 7 de noviembre de 1915), que establece las
259
Reformas Político-Sociales publicadas el 18 de abril de 1916, poco antes de la
fundamentales que, por otra parte, no son muy distintos a los que el gobierno
circunstancial.
Algo muy similar ocurriría en el otro lado de la moneda en esta lucha de facciones por
de 1915 emitió tres decretos dirigidos al control de los alquileres, uno en el Puerto de
Veracruz (Berra, E., 1987: 387 y García Mundo, O., 1976: 44), a la sazón capital del
Convención, y del rompimiento del gobierno carrancista con la Casa del Obrero
Mundial con motivo de una huelga general en la capital del país, que demandaba el
pago de salarios en oro ante la pérdida de valor del papel circulante, y que llevó a
260
dirigentes en la ciudad de México, con lo que la vida de esta organización llegó a su fin
COM y su disolución.
impone un congelamiento de los alquileres a los precios vigentes a abril de ese año,
(14 de julio) (Ibíd.), prohíbe a los propietarios aumentar el precio de los alquileres y les
de los inquilinos, sino que éstos perdieron su vigencia de manera inmediata sin que
provisional, y que incluso las medidas tomadas a favor de los inquilinos en Veracruz
261
Veracruz, Colección de Leyes y Decretos, 1916, No. 940, p. 540, citado en Berra, E.:
387).
(al menos en un principio), el control de la nueva elite política sobre la vida política del
país, las iniciativas en materia de arrendamiento de vivienda por parte del gobierno
el período revolucionario (incluyendo los últimos años del porfiriato y los primeros que
política habitacional en México, sólo apuntan a uno de los tres temas que emergerían
esos años como los factores fundamentales del problema habitacional, y que definirían
los rumbos a través de los que transitaría la política habitacional en México al concluir
el movimiento revolucionario.
Los otros dos serían, por una parte, la construcción de vivienda, que apenas aparece
insinuado en el programa del PLM y que finalmente se plasmaría en la fracción XII del
artículo 123 constitucional y, por otra parte, el que sería, por así decirlo, la política de
262
vivienda “oculta”, que tendería a institucionalizar una práctica que desde la
En el caso mexicano, a diferencia de lo que venía pasando en otras partes del mundo
en esos años, no sólo en Europa, sino incluso en algunos países de América Latina,
producción de vivienda de bajo costo nunca se planteó, hasta los años 20, como una
Lo más que se llegó a proponer, como ya hemos visto, fue la obligación de los
de los centros de población, que de hecho intentaba institucionalizar una práctica que
ya se venía realizando en el país con las colonias obreras en las ciudades industriales
venta a los trabajadores urbanos fue un tema que, todavía hasta principios de los años
anecdótico, para sólo aparecer como una parte fundamental de la política habitacional
Este desdén por un marco jurídico que impulsara la construcción de vivienda para
78
Las primeras legislaciones de casas baratas aparecieron en Europa a finales del siglo XIX, entre ellas destacan la ley
Belga de 1889, la inglesa de 1890, la francesa de 1894 y la española de 1911. en el caso latinoamericano, tal vez los
casos más representativos, si no es que los únicos, son el chileno con la Ley de habitaciones Obreras de 1906 y la de
Argentina de ese mismo año (cfr. Castrillo Romón María A., 2003: s/p; y Dattwyler, Rodrigo Hidalgo, 2000: s/p)
263
apartado específico a las condiciones del trabajo ni a la vivienda, los términos
tema laboral en el artículo 123, y dentro de él el tema de la vivienda, todo hace pensar
construcción de vivienda para los trabajadores, pero aún tardaría mucho en ponerse
estado de Guanajuato, en los años 30, pero sólo hasta los años 40 se comenzaría a
La solución real a la cuestión habitacional todo ese tiempo, sería la que venía
operando de hecho desde el siglo XIX, en particular desde que con el porfiriato se fue
para los pobladores pobres de las ciudades, para los que incluso las precarias
79
Había sólo tres artículos referidos al tema laboral, el 4 y 5 relativos a la libertad del trabajo, y el 9 que regulaba el
derecho de asociación (Diario de Debates del Congreso Constituyente: s/p).
264
tal y como sí se tenía, o fue surgiendo, con respecto a la propiedad agrícola. Ante este
Ante una situación generalizada de crisis política durante casi una década, y ante un
aparato gubernamental frágil que se movía al ritmo que lo hacían las coyunturas
político militares y de la manera como estas se fueron resolviendo, buena parte de los
Tal vez el caso que más claramente ilustra este fenómeno fue la ciudad de México, en
periferia urbana, la mayoría de los cuales estuvieron dirigidos a los pobladores pobres
de la ciudad (ver Cuadro 12). En ese período las crisis económicas coyunturales y el
urbana.
Éste traslado se vio además favorecido por la poca permanencia y aplicación de las
80
Aunque al parecer la economía mexicana terminó recuperándose hacia 1920, en los primeros años de la Revolución
hubo síntomas de una crisis económica, entre 1910 y 1914 tuvo un receso que entre 1915 y 1916 se convirtió en
contracción, y la recuperación de la manufactura y la minería hacia finales de la década se dio con menos trabajadores
que antes (Womack, J., 1987: 17).
265
capacidad para permanecer en las vecindades de las áreas centrales pagando los
relativamente altos alquileres, viendo en la compra de una parcela a bajo costo en las
afueras de la ciudad una mejor opción, que brindaba además la expectativa de auto-
Esta dinámica que era utilizada por un número cada vez mayor de población ubicada
Varias de estas promociones inmobiliarias así como otras, dirigidas a sectores sociales
de ingresos medios y altos, fueron impulsadas por los viejos fraccionadores que
venían operando desde el porfiriato82, varios de ellos extranjeros, que habían protegido
inversiones a través de empresas registradas en sus países de origen, con lo que las
81
En este estudio se estimaba que la llamada Herradura de tugurios, que flanqueaba a la ciudad de México por el norte
y el oriente, abarcaba cerca de 1,100 ha. y una población superior a los 500 mil habitantes (cfr., INV, 1958)
82
Ampliación Vallejo, Ahuehuetes, Balbuena, Portales y la colonia Santo Tomás fueron promovidas por empresas del
promotor norteamericano Herbert P. Lewis o directamente por él, la colonia Central fue impulsada por Gustavo P.
Hubp, principal accionista de la empresa promotora, Alberto Braniff, fue el desarrollador del fraccionamiento de la
Hacienda de Guadalupe y Remigio Noriega de las colonias Aragón y Valle Gómez (Jiménez M., J.: 157-164 ).
266
Cuadro 12: Promoción de Fraccionamientos en la ciudad de México
1910-1917
Nacionalidad del Perfil
Colonias Año Promotor
promotor socioeconómico
Ampliación Colonia Cía. Mexicana de
1911 Estadounidenses Bajo (HT)
Calzada Vallejo Terrenos, S.A.
Buenos Aires 1911 Antonio Sala et alt. Mexicanos Bajo (HT)
La Concepción * 1912 José G. Salazar et alt. Mexicano Medio
Colonia Aragón 1913 Remigio Noriega Español Bajo (HT)
San Miguel Rafael Martínez de la
1913 Mexicano Medio-Alto
Chapultepec * Torre
Cía. Predial San Mayoría
Zacahuitzco 1913 Bajo (HT)
Simón, S.A. estadounidense
Cía. de Terrenos
Colonia Central 1914 Estadounidenses Medio
Central
Col. Sto. Tomás 1914 Herbert P. Lewis Estadounidense Medio
Cía. Mexicana de
Ahuehuetes 1915 Estadounidenses Bajo (HT)
Terrenos, S.A.
Ignacio Rivera y
Argentina 1915 Mexicano Bajo
Sucesores
Cía. Mexicana de
Balbuena 1915 Estadounidenses Bajo (HT)
Terrenos, S.A.
Cía. Fraccionadora Sn.
Parque Sn. Andrés 1915 s/d Medio-Bajo
Andrés
Cía. Mexicana de
Portales 1915 Estadounidenses Bajo (HT)
Terrenos, S.A.
Valle Gómez * (b) 1915 Remigio Noriega Español Bajo (HT)
Campestre * 1916 M.L. de Teresa e hijo Mexicano Alto
Banco de Londres y
Huerta del Carmen * 1916
México
Capital Inglés Alto
Escandón 1916 Sres. Escandón Mexicano Medio
Fracc. Agrícola de la
México-
Hacienda de 1916 Alberto Braniff Alto
estadounidense
Guadalupe
Cía. de Construcc. y
Romero Rubio * 1916
Préstamos de Méx.
N/D Bajo (HT)
Cía Urbanizadora
Nativitas 1916 N/D Bajo (HT)
Mexicana
Americana * (a) 1917 American Colony, S.A. Estadounidense Alto
Fte: Elaborado a partir de la relación de fraccionamientos presentada por Jiménez M., J:156, corregida con base en los datos
expuestos por él en las páginas siguientes (157-164), sin embargo hay que señalar que en el cuadro original hay
inconsistencias en relación con el plano de colonias de la página 332, en donde 7 de las colonias (*) se formaron antes de
1910, Dolores Morales, por su parte, confirma que una de ellas se desarrolló entre 1900 y 1910 (a) y otra entre 1884 y 1898
(b) (Morales, M. D. 1974:Plano No. 6, p. 104).
Nota: HT desarrollos ubicado en la Herradura de Tugurios según el Instituto Nacional de la Vivienda (cfr. INV, 1958)
magnitud, se vivió en otras ciudades del país como Guadalajara, en donde los
267
precisamente cuando concluía el período de la guerra de facciones: la colonia
Un par de año antes, el mismo gobierno de ese estado había impulsado el desarrollo
para establecer una colonia para trabajadores del gobierno estatal, pagaderos en
grandes del país, como Monterrey, Puebla o Veracruz, es posible suponer que este
presentó durante esos años o iniciarían poco después de los años 20 en ciudades
participación del capital inmobiliario parece haber operado bajo condiciones muy
actores
Con base en los dos casos mejor documentados (Cd. de México y Guadalajara), es
posible sostener que el capital inmobiliario que venía operando desde el porfiriato, vio
verían, más tarde, que esta sería una forma de establecer alianzas con la nueva elite
268
revolucionaria emanada del constitucionalismo. Un caso típico de cómo se expresaron
En realidad, los vínculos del capital inmobiliario con el poder político no se perdieron
habían presentado durante el siglo XIX, en donde políticos de todo nivel participaron
incluso miembros de la familia del propio presidente Díaz (ídem: 123 y ss.).
Durante el gobierno maderista, las cosas no variaron notablemente, no sólo uno de los
Díaz para poner fin al conflicto armado de 1910 (Taibo II, P. I. 2006, 82-87), sino que
gobierno de la República83.
83
La mayoría de los concejales electos en el último período porfirista continuaron en el ayuntamiento, entre los cuales
se encontraban Pedro Lascuráin y Xavier Icaza y Landa, prominentes inmobiliarios. De ellos, el primero fue nombrado
presidente del ayuntamiento en 1911, y después, se incorporó al gabinete Madero como Secretario de Relaciones
Exteriores en sustitución de Manuel Calero, otro importante promotor inmobiliario porfirista (Jiménez M., J. H.: 123 y
124).
269
En buena medida, lo que sucedió durante la primera etapa de la Revolución y a la
segundo plano de los grandes inversionistas y políticos del porfiriato que habían
cohabitado con ellos. Así la cuestión inmobiliaria terminó por quedar en manos de
porfiristas pero que no formaron directamente parte del grupo en el poder, lo que les
13). Varios de ellos, no sólo sobrevivirían a la guerra civil, sino que permanecerían
México a partir de los años 20s, pero ahora a la sombra de los gobiernos de la
posrevolución, continuando con sus negocios hasta bien entrado el siglo XX85.
A éstos se irían incorporando nuevos promotores inmobiliarios86, entre los que estarían
algunos ligados al ámbito financiero, que emergieron como los relevos de la promoción
armado. Tal vez el ejemplo que más claramente ilustra este caso es el de Agustín
Legorreta García, presidente del Banco Nacional de México, con vínculos con la vieja
burguesía porfirista y con la nueva clase política que emergió de la Revolución, con la
84
Después de la caída del régimen de Díaz, se convocaron elecciones y Madero (principal dirigente político en la etapa
inicial del movimiento revolucionario), resultó electo; sin emprender un programa de reformas y quedando intactos los
problemas y las divisiones de fondo de la sociedad mexicana, a dos años de la caída de Díaz, Victoriano Huerta,
ministro de guerra da un golpe de estado y ocupa la presidencia, con lo que resurge el movimiento revolucionario, que
17 meses después derriba al gobierno usurpador.
85
Nuevamente uno de los miembros de la familia Braniff vuelve a ser un buen ejemplo, Arturo, hermano menor de
Oscar (ya mencionado), fue el promotor del fraccionamiento Echegaray, uno de los desarrollos inmobiliarios que por los
años 60 participarían en el impulso al proceso de metropolización de la ciudad de México con los municipios del estado
de México, ubicados al norte de ella (Jiménez M., J. H.: 126).
86
Este es el caso de José G. de la Lama, un oscuro arquitecto que emergió durante y después de la Revolución como
uno de los principales promotores inmobiliarios en la ciudad de México (cfr: Collado, M. del C., 1999).
270
Como había sucedido durante el porfiriato, estos viejos y recientes empresarios
dedicados al negocio de los bienes raíces urbanos, pronto se ligaron con la emergente
elecciones de 1940 (Meyer, J., 1977: 376-378 y Cruz Rodríguez, M. S., 1995: 96).
Las relaciones de los promotores inmobiliarios con el capital financiero y con la clase
87
Hay que señalar que en este mismo período se construyó la avenida de los Insurgentes, que revalorizó los predios
colindantes a ella y favoreció la especulación inmobiliaria y el desarrollo de todo el suroeste de la ciudad, un sector en
donde se construyeron numerosos fraccionamientos destinados a los sectores medios y altos de la sociedad capitalina.
271
habitacional. La propia incorporación de los políticos al negocio inmobiliario, los
en México
Todas las medidas tomadas durante al guerra civil, y durante los primeros años de la
hasta 1922, irían delineando no sólo uno de los brazos de la futura política habitacional
Dentro de ellas estuvieron la fracción XII del artículo 123 constitucional que, en teoría,
(retomando casi literalmente los postulados del programa del PLM), y la tolerancia al
que permitieron dar una salida a las rebeliones inquilinarias en la década de los 20s y
parte de los 30s, y que los mismos gobiernos de Carranza y Obregón emplearían
gubernamentales.
272
Así pues, en torno a la construcción de alianzas que se dieron durante la guerra civil, y
a las salidas que se dio al conflicto inquilinario en México, incluso desde de las
En sus rasgos generales ésta estaría delineada por una triple naturaleza: por ser un
distintos grupos sociales y políticos que fueron emergiendo desde principios del siglo
XX; por estar dirigido de manera selectiva a sólo algunos de los grupos sociales,
clientelar que estaría ubicado en el escenario de las relaciones entre la nueva clase
actuación, que darían respuesta a los tres temas centrales en torno a los que habían
finalmente los que darían rumbo a la política habitacional del estado posrevolucionario:
arrendadores.
propiedad, y
273
Estos tres temas de las demandas habitacionales, que se delinearían en las primeras
de política social a lo largo de los años 20, 30 y 40, del siglo XX, de la mano de un
ejercicio político selectivo, corporativo y clientelar que el Estado emplearía como eje
En esas casi tres décadas, que conforman el periplo a lo largo del cual se conforma el
nuevo Estado mexicano, los tres temas centrales de la política habitacional se irían
escenario urbano.
del tercer milenio, la adoptó a los tiempos neoliberales y a los intereses financieros
88
Junto con la política agraria que se desarrollaría en un primer momento como la política económico-social central del
nuevo régimen, la educativa y la de salud.
274
3.1. La búsqueda de la hegemonía y la definición del perfil
Querétaro, puerta del bajío mexicano, concluyen los trabajos del Congreso
constitución liberal del país el 5 de febrero de 1857, que había servido de base al
marco jurídico que regirá en el país por el resto del siglo XX y, según lo que se alcanza
de prensa (art. 7), de asociación (art. 9) , de trabajo (arts. 4 y 5), de culto (art. 24), y el
carácter laico y gratuito de la educación pública (art. 3), sino que se establece, con la
Estado mexicano y se ofrece, con ella, una condición que será determinante para la
en la historia del país, se sientan las bases de una política habitacional institucional
ligada a las relaciones entre el capital y el trabajo (art. 123, fracción XII).
275
La definición del Estado mexicano como principal promotor del desarrollo económico
capitalista es, posiblemente, uno de los resultados más trascendentes del movimiento
Por primera vez desde que México nace como país independiente, se define con
estado nacional; la caótica experiencia de los primeros dos tercios del siglo XIX y el
(Roman, R. 1976: 145 - 156), abren la puerta a un gobierno que se asume a sí mismo
y social.
Durante los dos primeros tercios del siglo XIX México era una nación sólo de nombre,
en todos los niveles de la vida social y económica; ni los numerosos gobiernos de esos
años habían logrado que su influencia abarcara todo el territorio del país, ni existía una
mercado nacional, tuviera una función unificadora (Córdova, A., 1979: 9 - 12).
276
Con los gobiernos liberales del último tercio del siglo XIX había dado inicio la
como industrial, relaciones sociales y de producción con rasgos que habían quedado
sociales urbanas, que nunca llegaron a proponerse una transformación social radical.
obrero anarcosindicalista y, tal vez, con la única excepción del PLM en su momento
más radical, el modelo económico capitalista mismo estuvo en tela de juicio, como
Como lo señala Roman (op. cit.: 9-16), lo que estaba en el centro de la disputa que
definición del papel que en el proyecto nacional deberían tener los diferentes sectores
del capital nacional y el capital extranjero; en el centro del conflicto estaban los
277
enfrentamientos entre las élites económicas y políticas, que ya habían aparecido en el
social, sino una reforma que redefiniera el papel del gobierno, el de las élites
través de un instrumento que serviría no sólo para sentar las bases legales del
régimen, sino, sobre todo, para establecer los términos de la hegemonía del nuevo
Estado mexicano.
grupo débil (orgánicamente hablando), dividido, sin justificación legal ante el conjunto
de la sociedad ni ante los sectores del capital que habían emergido a la sombra del
económica y que se sostuvo vía la coerción impuesta por la dictadura (Córdova, A.: 9-
El incipiente desarrollo capitalista logrado en el último tercio del siglo XIX y la primera
278
problemas a diversos segmentos de la población89; y provocó divisiones internas entre
Había derivado de él, y dentro de las mismas filas de los grupos dominantes, la
conciencia de una transformación política que redibujara los lazos de articulación entre
economía y con base en el que se crearon las condiciones de una, aún incipiente, pero
vieran reflejados los intereses de todos los sectores sociales y económicos del país, y
dirección política, para después buscar el consenso con el resto de los grupos sociales
revolucionario.
El marco constitucional resultante fue así, la base para que esta nueva clase
social y político que, al ser el único que ofrecía un proyecto viable de país en el que
podían verse reflejados todos los sectores sociales o al menos la mayoría de ellos,
resultaba, así, esencial para la consolidación del Estado nacional y del proyecto
económico capitalista.
89
Es precisamente en este período de emergencia del capitalismo en México que se imponen condiciones de trabajo
que derivan en creciente malestar en los trabajadores, y en la progresiva organización de los trabajadores urbanos y en
la oposición a las condiciones de explotación impuestas a los obreros (Roman 11), implica además transformaciones
en los procesos de producción en el campo que enfrentarán una fuerte oposición de la población rural a los cambios
estructurales que supone la economía capitalista, tal vez el ejemplo más dramático de esto fue la sublevación indígena
en Yucatán que llevó a la llamada guerra de castas y que se prolongó desde 1847 hasta 1901. (cfr. Reed, N., 1971, y
Preciado S., 2001)
279
3.1.2. El segundo paso en la consolidación de la hegemonía: el
culminante de la lucha de facciones y el camino por el cual la nueva elite política militar
logró aglutinar en torno a ella a gran parte de la sociedad civil, y fue también el
disponía del monopolio del poder político ni militar y en donde, si es que se puede
cada uno de los cuales se asumía como legítimo continuador de la lucha maderista y
muestra el intento entre los diferentes grupos por imponer su hegemonía sobre el resto
280
a través de la construcción de alianzas y acuerdos, sin que hubiera en realidad un
excepto en las posiciones más radicales del zapatismo con respecto a la cuestión
Por encima de las diferencias, principalmente de orden político (ídem: 36), el fracaso
La guerra civil que deriva del fracaso de la Convención, y el mismo triunfo del
dirección política, e impulsar un proyecto nacional sin disponer del consenso de los
281
La iniciativa de impulsar un Congreso Constituyente, que recogiera las aspiraciones y
manera, como un medio fundamental para integrar a los diferentes sectores, que
dejado claro que, dado que no estaba en disputa el modelo de orden económico-social
colocó en posición de consolidar el poder a nivel nacional, y para esto era necesario
planteando, a lo largo del movimiento revolucionario, así como los mecanismos que
los integrantes del movimiento constitucionalista, que reunía en sus filas desde
miembros del viejo régimen porfirista, hasta agraristas radicales, obreros organizados
asuntos relacionados con el papel de la iglesia, las relaciones entre capital y trabajo, la
282
lo largo de los debates se reflejó la diversidad de posiciones que estaban presentes al
que en los debates más polémicos (la situación de la iglesia, la educación, las
relaciones capital-trabajo, por ejemplo), se impusieran posiciones que iban más allá de
las propuestas planteadas por el liderazgo constitucionalista, a tal grado que del
antagónicas, en torno de las cuales se tejió una red compleja de compromisos, que
constitucional y, con base de ella, se sentaran las bases de una estabilidad política
Como lo muestra Roman (op. cit.: 59–101), en las deliberaciones del Congreso
como los propios radicales pertenecían a la emergente, y poco numerosa, clase media
De hecho no parece que se pueda sostener la idea de que las mismas reformas
283
dirigidos a conformar un entramado jurídico para impulsar la creación de un Estado
posiciones del liberalismo mexicano, y en los puntos más polémicos, parece haber
en el nuevo proyecto nacional. Las posiciones que pretendían imprimir los cambios
país superando la parálisis liberal del siglo XIX; las otras, más tradicionales,
del Congreso, fue una posición nacionalista que buscaba privilegiar la idea de
Tal fue el sentido de las propuestas de carácter económico en las versiones originales
284
posesión de bienes raíces por las corporaciones religiosas, no sólo llevaban el interés
una nueva clase de pequeños propietarios rurales que pudieran responder a las
necesidades del desarrollo industrial reviviendo el espíritu liberal del siglo XIX, sino
económico90.
privado, y la posibilidad, por parte del Estado, de definir y llevar a cabo aquellas que
fueran del interés nacional, dejaron las puertas abiertas para que con el tiempo le
nacionales en aquellas regiones con escasos recursos naturales (como, por ejemplo,
Yucatán).
Este fue, desde otra perspectiva, el sentido que prevaleció en las disposiciones
parece haber estado implícita la idea de equilibrar jurídicamente la relación entre los
asociación y huelga, garantizando condiciones básicas del trabajo que las igualaran, o
90
Más tarde, estos artículos servirían para impulsar la expropiación petrolera en 1938, y establecer los términos a los
que se debería sujetar la propiedad privada en los centros urbanos, sentando así las bases de la planeación urbana
institucional que se desarrolló a partir de 1976.
285
Como lo muestra Roman, las posiciones más radicales en torno a los aspectos
momento, se daba bajo condiciones de una alta dependencia externa (op. cit.: 72-
106).
privilegió, sobre todo, fue el desarrollo de una clase capitalista nacional como motor
Estado mexicano
Entre estos tres temas, parece ser que el acuerdo ideológico fundamental plasmado
entre los diferentes sectores sociales, idea que partía de una noción de la sociedad
286
mexicana como una entidad orgánica conformada por distintas entidades corporativas
que integraban a los individuos (ciudadanos), en torno a intereses comunes, pero que
indispensable para conformar una sociedad civil corporativa, ante la que el gobierno
población nacional.
necesario), que la intervención del Estado se diera sin atender las demandas
específicas de los individuos91, sino en función de los intereses de los grupos sociales,
los individuos de la sociedad y que, por lo tanto, hubieran tenido que ser incorporados
dentro de los derechos individuales92, ante los cuales el Estado debería emprender
287
Revolución, particularmente a partir de la creación de la COM, y se abordaron como
una cuestión vinculada con las relaciones corporativas entre capital y trabajo, mientras
que su solución se estableció como una responsabilidad de los empresarios sin que se
sujetos a una mediación forzosa por parte del Estado a través de la legislación laboral.
indispensable para el desarrollo capitalista, sino más bien a los términos de acuerdo
288
vivienda a las relaciones entre capital y trabajo, sino que deviene del uso clientelar
que, durante el conflicto armado, de dio a las reivindicaciones que sobre ese tema se
presentaron por las organizaciones inquilinarias y por parte del movimiento obrero
En particular era un asunto que formaba parte de los acuerdos que esta
sentido, una carta más en el juego de las alianzas entre las elites político-militares que,
tanto de orden estructural ubicadas en las relaciones entre capital y trabajo, como de
naturaleza más coyuntural, para resolver las circunstancias que afectaban a los
trabajadores, que derivaban de la lucha armada. Entre las primeras estaban algunas
que se venían planteando ya en el movimiento obrero desde los últimos años del
dominical obligatorio, la jornada laboral de 8 horas; así como otras que fueron
apareciendo como resultado mismo del movimiento sindical a partir de 1912: el salario
que buscaban resarcir a los trabajadores urbanos de los efectos negativos que, en sus
289
disminución de los precios de productos de primera necesidad y reducción de los
constitucionalista una vez concluida la guerra civil. La lucha por el pago de los salarios
en metálico derivó finalmente en una gran huelga urbana de la ciudad de México que,
facciones más radicales del movimiento obrero, y de que este asunto se filtró
Parece, más bien, que se abordó como una cuestión de carácter coyuntural, asociada
facciones más moderadas del movimiento obrero. En este sentido, no sólo apareció
como una reivindicación tardía y con un bajo perfil, sino que, desde el inicio estuvo
ligada a las relaciones corporativas que se perfilaban desde las alianzas entre el
290
Es precisamente esta ubicación de la cuestión habitacional en el marco de un sistema
política habitacional quedó atada a la política laboral y económica del Estado, a las
del país.
como un triunfo de la clase trabajadora y una responsabilidad del capital, que como un
medio para reforzar la legitimidad social del Estado. Las políticas de vivienda como
cada etapa por la que se desarrolló el bloque histórico, a las condiciones específicas
de cada momento y a los términos en los que se planteaba la relación entre los
necesidades de legitimación del Estado ante la sociedad civil y/o a su papel como
promotor del desarrollo capitalista, apareció como un valioso medio tanto para
sociales, como para involucrar a todos los sectores del capital nacional en la creación
aquellos otros sectores del capital que apenas emergían en el escenario nacional,
291
4. La vivienda en el contexto general de las prioridades
del Estado
Comienza con la nueva década, la construcción del que Medina (op. cit.: 15-18)
denomina segundo Estado mexicano (después del Estado liberal del siglo XIX), cuya
fase de consolidación abarcará los siguientes 26 años, en los que se definirán las
él, las peculiaridades del proceso de urbanización, las condiciones en las que se
gubernamental en ella.
demográficas de finales de los años 30, cuando se agudizarán los flujos migratorios y
dará inicio el proceso de urbanización del país (Unikel, L., 1972: 230), será también
suelo y en el arrendamiento.
93
Aprobada y promulgada la Constitución de 1917, Venustiano Carranza, jefe del ejército constitucionalista es electo
presidente para el período 1917-1920, poco antes de concluir este período, en el marco de la elección de candidatos
para sucederle, inicia una sublevación militar (Rebelión de Agua Prieta), encabezada por Adolfo de la Huerta en apoyo
a Álvaro Obregón, aspirante a la presidencia, que concluye con la muerte de Carranza, de junio a noviembre de 1920
se realiza el interinato de Adolfo de la Huerta y a finales de ese año es electo presidente Álvaro Obregón.
292
Es una etapa en la que la continuidad de un proyecto político, que de hecho se
extiende hasta los primeros años de la década siguiente94, permitirá establecer buena
mexicana, y definir el papel que la producción habitacional tendría en él como uno más
materia habitacional, el momento en que se definen los rasgos y los diferentes campos
Durante la etapa de estabilización política, que va desde inicios de esta década hasta
la Constitución y durante los próximos casi cincuenta y cinco años las disposiciones de
la fracción XII del artículo 123 fueron prácticamente letra muerta, en realidad los
las banderas sociales más utilizadas por los regímenes posrevolucionarios para
reforzar sus vínculos hegemónicos con los trabajadores públicos, el movimiento obrero
organizado y los sectores sociales urbanos de bajos ingresos, aunque traducida a una
La construcción de vivienda social como uno de los soporte del desarrollo económico,
no aparecerá como uno de los asuntos torales de la política pública sino hasta finales
94
El segundo presidente de la década, Plutarco Elías Calles, tercero desde 1917, conservará una influencia
determinante en los gobiernos de los siguientes 3 presidentes durante un período conocido como el “Maximato”, hasta
su expulsión del país por Lázaro Cárdenas en 1936.
293
capitalismo nacional lo permitió. Hasta entonces la producción habitacional
siendo, hasta los años cuarenta, la forma dominante de promoción habitacional para
los trabajadores y, en general, para los sectores de bajos ingresos (Coplamar, 1982:
mismos rasgos que ya en los primero años de la Revolución habían provocado las
inquilinario fue brotando en varias de las ciudades más pobladas del país (e incluso en
otras de menor importancia demográfica), con una fuerte relación con los sectores
toda claridad que los términos en los que se estableció la cuestión habitacional en la
Constitución, si bien respondieron a los acuerdos políticos con una porción del
294
El problema habitacional en México hasta la segunda década del siglo no era
calpanerías y las colonias industriales, así como los pequeños promotores urbanos de
vivienda colectiva en alquiler, habían servido para cubrir las necesidades más o menos
de manera suficiente.
Más bien parece que el principal problema del alojamiento se manifestaba en términos
cualitativos aunque en gran medida tenía su origen con el monto de los alquileres y en
en los centros urbanos, pero en el fondo era un problema de especulación con los
alquileres, que incrementaban sus montos por encima de los niveles en los que lo
hacían los ingresos de la mayor parte de la población urbana y, por supuesto, era un
de importancia, con respecto a la necesidad de construir las alianzas entre los grupos
95
Ésto se constata en el hecho de que entre 1907 y 1921, la relación entre familias nuevas y el incremento de
viviendas se había mantenido relativamente equilibrada con un déficit que se redujo del 0.28 al 0.19% en este período
(ver Cuadro 6)
295
políticos dominantes, entre la emergente sociedad política y los diferentes sectores de
capitales hacia una economía que había dependido de ellos para su funcionamiento y
pacíficamente las diferencias entre los diferentes caudillos por el control del poder y
Las prioridades del Estado quedaron así definidas: el reconocimiento internacional que
indispensable para la consolidación del Estado. Éstos serían los ejes de las políticas
296
estabilidad económica y política es por encima de todo “la prioridad” del Estado, los
siempre en función de ellas, mientras tanto quedarán aplazadas hasta que corran
mejores vientos.
gubernamentales
política, y la postergación de otras fue una manifestación del escaso peso específico
La estabilización política del régimen pasó por tres vías que surgen de forma
partir de ésta se ponen en marcha los mecanismos que permitirían atender los
problemas más urgentes; se crean las instituciones fundamentales del gobierno como
297
Estas prioridades definirán, desde un principio, las líneas de acción a las que el
de los años 40, en estos casi cinco lustros se perfilará la forma de actuación del
social.
Estas dos décadas y media serán también decisivas en la definición del carácter de las
Carranza, el conflicto de poder entre las dos alas dominantes del constitucionalismo, e
iniciadas las gestiones con los acreedores internacionales, la tarea fundamental fue
por la necesidad de dejar fuera de las disputas políticas a las fuerzas armadas y evitar
298
que éstas fueran el fiel de la balanza en los diferendos políticos, sino
fundamentalmente porque permitía reducir los costos que para el erario público
federal y para 1921 todavía absorbía el 61% (ídem: 39 y 42), esto significaba que el
lograr el consenso del campesinado, el cual en 1921 representaba a cerca del 69% de
social más beligerante, había sido la base de apoyo fundamental del ejército
general para lograr la estabilidad social y política del país, para reducir la carga que
éste representaba para las finanzas públicas y para alcanzar el reconocimiento del
nuevo gobierno por parte de la mayoría de la población del país, más allá de su
relevancia social, era claramente la iniciativa más urgente y de mayor impacto político
y económico.
En consecuencia fue ésta la primera iniciativa social del gobierno que se puso en
mandos, logrando que para 1924 el gasto militar se redujera al 36% del presupuesto
federal (ídem: 42), permitió crear colonias agrarias que, además de dar una salida
una base de apoyo incondicional que más tarde sería de enorme importancia para
299
enfrentar la rebelión delahuertista, y sobre todo permitió disponer de recursos fiscales
reforma social que permitió fortalecer la relación del Estado con el campesinado para
escena más como un mecanismo político que social, dirigido a alcanzar la cohesión
práctica de las revueltas aún tardó casi dos décadas, prácticamente hasta la aparición
del primer presidente civil en la historia reciente de México, en todo este tiempo, la
política social a la que se le dio mayor énfasis fue la política agraria, como garantía de
ejército, una segunda cuestión indispensable en estabilidad política del país era dar
96
En estos años hubo dos sublevaciones militares encabezadas por mandos inconformes con la política de
desmovilización y retiro de mandos y tropa, una en torno al proceso electoral de 1924 y otra en 1929 como resultado
del asesinato de Obregón, por militares que se veían desplazados con su muerte (Medina P., L: 42-49), ésta última fue
la llamada Rebelión Escobarista, encabezada por el general Gonzalo Escobar, jefe de operaciones en Coahuila, que se
sublevó en marzo de 1929 desconociendo al presidente provisional Emilio Portes Gil. A pesar de su brevedad (duraría
menos de dos meses), llegó a movilizar a su favor a cerca del 28% del ejército y se extendió a varios estados del país y
aglutinaría a varios políticos entre los que estaría el ex gobernador de San Luís Potosí y promotor del movimiento
inquilinario en ese estado Aurelio Manrique. Terminaría siendo derrotada militarmente por el mismo Calles con una
importante participación de la Liga Nacional Campesina, con este triunfo, Calles logró la depuración del ejército, en el
cual sólo quedaron los oficiales leales al régimen (Carmona, Doralicia, 2005: s/p).
300
los primeros pasos en la configuración de un programa de reformas sociales que
avanzando en los reclamos más urgentes del sector obrero y de las clases medias
Aunque a principios de la década de los años veinte el peso específico del sector
obrero y de las clases medias era mucho menos relevante que el del campesinado, a
lo largo del movimiento armado estos sectores habían emergido con mayor
burocracia, así como las movilizaciones de los sectores medios y bajos ingresos
inquilinos era un hecho latente que podía tener impacto en la propia operación del
producción, exigía el establecimiento de las reglas del juego que dieran certeza a la
impulsaron tres iniciativas del gobierno dirigidas a responder a las demandas más
301
Civiles y del Retiro (IPCYR), como un instrumento gubernamental para administrar los
recursos de las jubilaciones de los empleados federales y, entre otras cosas, otorgar
de casas. La segunda en 1929, fue la primera reforma del artículo 123 constitucional
que abría la puerta para que dos años más tarde se promulgara la primera Ley Federal
del Trabajo, como ley reglamentaria de ese artículo en materia laboral; y la última el
decreto de 1934 por medio del cual el gobierno federal habilitaba al del Distrito Federal
La creación del IPCyR significó, de hecho, la primera ocasión en la historia del país en
cumplimiento del la fracción XII del artículo 123 en la medida que ésta se refería a los
empleados de las empresas privadas ubicadas fuera de los núcleos urbanos, más bien
parece estar relacionado con la coyuntura inquilinaria del momento y con la necesidad
Nueve años después del decreto del IPCyR se emite otro decreto del gobierno federal
vivienda para trabajadores públicos, pero a diferencia de aquella, ésta estuvo dirigida a
los trabajadores de menores ingresos del gobierno de la capital del país, y fue la base
de los primeros conjuntos habitacionales que entre 1934 y 1936 se produjeron ahí.
302
Con la reforma de 1929 al artículo 123 y la promulgación de la Ley Federal del
Trabajo, se establecieron las bases que regulaban las relaciones laborales, tanto en lo
que se refería a los derechos y obligaciones de los trabajadores como de las propias
Este marco reglamentario fue un paso fundamental para precisar el papel del Estado
habitacional
A inicios de la década de los años 20, prácticamente con una total paralización de la
actividad financiera y del apoyo de ésta a las actividades productivas, el papel del
303
producción y ser un promotor de la actividad industrial, sentando las bases para
Aunque los primeros pasos en esta dirección se dan durante el gobierno de Obregón,
partir de 1924, con él se impulsa una fuerte labor legislativa y de programas públicos
dirigidos, entre otras cosas, a reformar el sistema fiscal heredado del porfiriato,
comercial y monetaria y, sobre todo, crear las instituciones promotoras del desarrollo
Más allá de las, obviamente, necesarias iniciativas para crear las instituciones
económico del país, tanto como factor de equilibrio sociopolítico, como del desarrollo y
sistema monetario y bancario. La crisis de la década anterior había dejado claro que
En ella se estableció el monopolio del Estado sobre la emisión del papel moneda y la
creación de un banco central en México fue precedida por varias ideas que desde
tanto dentro del mismo Congreso como provenientes del Comité Internacional de
304
Banqueros para México con el que se mantenían las negociaciones sobre la deuda
sin embargo no es sino hasta 1925, en el marco de una serie de iniciativas para la
Durante ese mismo año y el siguiente se emprendieron una serie de iniciativas que,
finalmente en 1926 la Ley de Bancos de Fideicomisos (Medina P., L. op. cit.: 98).
a verse tres años después de la creación del Banco de México, para entonces ya
Tanto la creación del Banco de México como el resto de las iniciativas jurídicas se
parecer en ella se sentaron las bases de una nueva relación entre el Estado y el sector
bancario nacional con miras a regularizar el sistema financiero, aunque aún quedaban,
y quedaron, temas por resolver sobre reclamos de deuda por los acreedores bancarios
305
A pesar de que, como lo señala Marichal (op. cit.: 37 y 38), la creación del Banco de
del sistema financiero público que soportaría las iniciativas de inversión gubernamental
Entre la creación del Banco de México y los últimos años de la década de los 40, es
(Del Castillo S., L., 2001: 47), como banca de desarrollo, fundamentalmente dirigida al
industrial) y de beneficio social (vivienda para obreros, clínicas, escuelas entre otros).
306
construcción de infraestructura urbana básica (agua y drenaje), y progresivamente se
36,7% de estos recursos en este rubro, casi 3 veces más que en infraestructura
será sólo a partir de 1947, con la absorción del Banco para el Fomento de la
Habitación (BFH) (ídem: 75), y una nueva Ley Orgánica en 1949, que se orientó a las
actividades de préstamo para la adquisición de vivienda (Catalán V., R., 1993: 23). A
partir de entonces hay un giro en el destino de sus fondos hacia este rubro llegando a
307
4.3. La cohesión de la clase política y la cuestión habitacional
Otra cara de la estabilidad tuvo que ver con la institucionalización de la vida política y
de las demandas sociales; como lo señala Medina (op. cit.: 50), a diferencia de otras
nacional.
CDCCL, a la demanda de apertura del régimen a los nuevos grupos sociales surgidos
al cobijo de la dictadura (Cortés, O., 2001: Cáp. IV, y Monroy C., M. et alt., 1997: Cáp.
VII).
En realidad, fuera del movimiento zapatista, reducido a una pequeña porción del
centro y sur del país, y que se estructuró y sostuvo sobre la base de la reivindicación
partidista que diera cohesión y cuerpo al conjunto de demandas sociales que fueron
97
Me refiero a la Revolución maderista que terminó con la renuncia de Porfirio Díaz a la presidencia, la guerra contra la
usurpación de Victoriano Huerta que concluyó con su renuncia, y la guerra de facciones entre el ejército
constitucionalista y el de la Convención de Aguascalientes.
308
apareciendo a lo largo de casi siete años de lucha armada, y las incluyera en un
alcanzado desaparecieron (Medina P., L.: 57-70). Esto llevó, al concluir el movimiento
cohesionaban en torno a un caudillo, que más que encauzar una serie de demandas
emergentes de la Revolución, fue así una idea que se fue construyendo desde finales
de la guerra civil, y con mayor claridad a partir del proceso de elección presidencial de
Carranza. Por ese tiempo había surgido en el entorno del general Obregón la
necesidad de crear un partido que agrupara a los diferentes grupos políticos en torno a
abanderaba las principales demandas del movimiento revolucionario, entre ellas las
por inclusión obvia el de la vivienda), y sirvió como medio para aglutinar a los sectores
arribo de Obregón al poder, sobre la base del apoyo de los militares afines y los
309
CROM), que habían sostenido en el Congreso Constituyente las posiciones
Ni este partido, ni el gran número de los que se crearon a lo largo de la década de los
años 2098, en su gran mayoría en el marco de las disputas nacionales y estatales entre
las dos cabezas visibles del liderazgo posrevolucionario (Obregón y Calles), lograron
específicas, sin nunca lograr rebasar los límites de los intereses de los grupos
fuerte.
(PNR), que da paso, poco a poco, a la disminución del peso de los generales
política nacional, la que alcanzará definitivamente el poder hacia 1946 con la elección
El PNR será para esa clase política civil emergente, más que para los viejos militares
98
Según Medina se llegaron a identificar a lo largo de la década a cerca de 8.000 partidos políticos de estas
características (op. cit.: 60)
310
enriquecimiento personal, el mecanismo para alcanzar el poder y cohesionar, en torno
a ella, a la sociedad civil. Gracias a él este grupo podría disponer de los medios para
Tanto este partido, como la propia clase política que le dio origen y que se reprodujo a
agenda política del Estado. Las demandas gremiales del obrerismo habían sido
retomadas precisamente por esta nueva clase política, y sostenidas por ella se habían
el apoyo de alguna facción del que había recurrido a ella en distintos intentos de
No parece casual por lo tanto, que fueran precisamente los gobiernos civiles los que
dieran prioridad a demandas sociales y económicas que hasta los años cuarenta
habían permanecido aletargadas y que permitieron, por una parte, allegarse el apoyo
de los sectores medios de la población, y por otra, reimpulsar el desarrollo del capital
99
Además de la Rebelión Escobarista, hubo, al menos otras dos revueltas en esas dos décadas que intentaron romper
la institucionalidad revolucionaria por la vía de los cuartelazos, en las cuales hubo también participación de algunos
grupos de políticos civiles, este fue el caso de la rebelión de 1927, al parecer promovida por el general Arnulfo R.
Gómez en oposición a la reelección de Obregón, y la de 1938, del también General Saturnino Cedillo, opuesto a la
política petrolera de Lázaro Cárdenas.
311
inmobiliario y la aparición de las primeras grandes empresas de la industria de la
la vivienda que se habían hecho presentes desde 1912 y, particularmente, desde 1922
como una prioridad para el establecimiento de los vínculos entre el Estado y los
trabajadores urbanos.
Mexicana (PRM), en 1938, y ocho años más tarde con su reestructuración corporativa,
que en las primeras dos décadas de la posrevolución (ver Cuadro 14); se emitirían los
312
decretos de congelamiento de alquileres y gran parte de los Códigos Civiles, y la
Seguro Social en 1942, que sirvieron para cubrir viejas demandas de los trabajadores
apoyo y respaldo.
había ido mucho más allá de algunas aisladas y muy escasas iniciativas de
313
El paso decisivo para ello fue la reforma que llevó a la transformación del PNR en el
PRM. Más allá del cambio de siglas, este cambio supuso una modificación radical en
y después, cuando se desplaza definitivamente a los militares de él, a otra más amplia
estructura partidista.
Esto se logró con la corporativización de las estructuras del partido, sobre la base de
La estructura partidista les permitió a cada uno de los sectores la consecución de sus
a los obreros la consolidación de los derechos laborales (y muchos años más tarde la
concreción de la fracción XII del artículo 123 a través de la creación del INFONAVIT), y
a los sectores medios aquellas por las que se venían movilizando desde la década de
los años 20, el congelamiento de alquileres, Códigos Civiles o Leyes Inquilinarias que
100
Así como la CTM y la CNC fueron la base del respaldo social de Lázaro Cárdenas, a CNOP fue la punta de lanza de
Ávila Camacho para disminuir la representatividad del sector obrero en el partido, muy afín al liderazgo cardenista, el
peso electoral que se le reconoció de inmediato es una muestra clara de ello, en el proceso de selección de candidatos
para diputados del PRM que habrían de participar en la elección del 1o. de julio de 1943, recién creada la CNOP
nominó cincuenta y seis candidatos, la CNC cuarenta y tres y la CTM veinticuatro (Cf. Lastra L., J. M., 2002)
314
regulara las relaciones entre arrendatarios y arrendadores, y la operación de una
irregulares.
en el que aparece por primera vez, y precisamente asociado con las reivindicaciones
de los sectores medios, la demanda de la vivienda como una cuestión propia de las
clases populares urbanas (ídem: 156). Los sectores que conformaron esta
ascendente102.
Significó además, como se ha dicho, el medio a través del cual se creo la nueva clase
política llegando a cubrir el 55% de los puestos del Congreso de la Unión, mientras
101
En 1939 se crea el Partido Acción Nacional como la opción de la derecha moderada conformada por sectores de
una clase media urbana conservadora, a la que se añadieron católicos y representantes del empresariado
descontentos con la política social del régimen, y sobre todo con el corporativismo de PRM, (Medina: 153 y 154). Este
partido no tendrá un peso real en la vida política del país sino hasta las dos últimas décadas del siglo XX, el Partido
Comunista Mexicano, fundado en 1919, declarado ilegal en 1925, sólo vivió un tiempo de legalidad durante el
cardenismo y apenas hasta los años 70 alcanza su registro y dará pie más adelante a la formación del Partido
Socialista Unificado de México y en la década de los 90 al Partido de la Revolución Democrática; otros partidos
surgieron a la sombra del propio partido oficial como el Partido Popular Socialista y el Partido Auténtico de la
Revolución Mexicana, ambos ya desaparecidos, pero en realidad nunca representaron una alternativa real contra el
PRI.
102
Según Medina (op. cit.: 156), entre 1900 y 1950 la clase media se incrementó en 255.5% en términos absolutos, y
en 87.6% en su peso relativo dentro del total de la población.
315
en los cuadros políticos que casi imperceptiblemente desplazaron a los cuadros
La reforma del PRM, que llevó al surgimiento del PRI, más allá de los ajustes
158-161).
nacional. Por si acaso quedaba una duda, los sectores radicales del cardenismo (la
Con el PRI los sectores medios y moderados se hacían definitivamente del poder, las
libre asociación, seguro social), ahora la gran prioridad era el desarrollo económico, el
316
4.4. El desarrollo industrial y la política social
Como ya se señaló, a pesar del relativamente largo período de duración del conflicto
armado, y de que éste se extendió por gran parte del territorio nacional, al iniciar la
década de los veinte no parece haber habido una destrucción de la base productiva
más bien parece haber estado asociado a tres factores esenciales de la vida
sistema fiscal heredado del Porfiriato, que basado en una tributación casi
Las medidas iniciadas desde los primeros años de la década de los 20 para la
Una tarea que tomó más tiempo fue la de impulsar el desarrollo del capital nacional en
dañada, sin embargo la inestabilidad política y, al parecer, los términos en los que se
103
Hasta el Porfiriato, a pesar del impulso industrial de las últimas décadas del siglo XIX, el modelo económico había
sido esencialmente Primario Exportador y, por supuesto, lo continuaba siendo a principios de los años veinte. De
hecho, la agricultura continuó siendo la base de la economía hasta entrada la década de los años sesenta, no sólo
representaba una buena parte de las exportaciones sino que además proveía al mercado interno para el consumo y de
materias primas a la industria (Del Castillo, S., J.: 21).
317
habían aprobado dos de los artículos más radicales de la Constitución (27 y 123), hizo
Desde los primeros gobiernos posrevolucionarios fue clara la apuesta por el modelo de
desarrollo capitalista industrial, y lo fue más a partir de la crisis de 1929 con la recesión
de los años treinta (Del Castillo: 21 y Díaz: 24), es desde entonces que se impone el
del marco jurídico que ofreciera un campo de referencia a las relaciones laborales; el
apoyo financiero que canalizara el ahorro social; medidas fiscales proteccionistas para
La Ley Federal del Trabajo, como se ha visto, fue el marco de referencia de las
intereses. Jugaba un doble papel, con ella se reglamentaban los derechos laborales
contuviera “los excesos” de los trabajadores, cuestión que desde los debates del
318
(exenciones fiscales, permisos de importación, aranceles diferenciados), como a
través de apoyos financieros, primero por medio del propio Banco de México, en su
con las obras de irrigación, la obra pública en prácticamente todo el Maximato estuvo
112).
nuevo como del viejo capital), a través de los mecanismos de conciliación y arbitraje,
Esta lógica de actuación prevaleció a lo largo de las dos décadas y media del período
actividades productivas sino, al igual que lo hizo con la infraestructura, para cubrir
ciertas áreas que, ya fuera por su baja rentabilidad o por el prolongado círculo de
319
En este sentido, fuera de la política educativa, y en cierta medida del reparto agrario,
enfáticamente dirigidas a crear las condiciones del desarrollo capitalista del país, la
revolución como una demanda social que fue creciendo en importancia, permaneció
lapso, tardaron en abordar el tema y sólo lo hicieron en la medida que el sector público
La producción habitacional vendría hasta más tarde, y sólo lo haría bajo las
necesidades del desarrollo del capital inmobiliario y del relativamente joven capital de
para ello.
320
CAPÍTULO 5
Financiamiento y Producción de Vivienda
Social: los instrumentos corporativos de la
política habitacional
A diez años de haber concluido la guerra civil en México, y aprobarse el marco jurídico
torno a él se habían comenzado a dar desde los inicios de la segunda década del siglo
que las viviendas precarias aglomeradas en patios de vecindad, los barrios creados
en donde se asentaban los sectores sociales de mayores ingresos y las nuevas clases
inmobiliario que, como en los últimos años del siglo XIX, se dedicaba a la promoción
321
inmobiliaria y construcción de vivienda para sectores sociales medios y altos con
“urbanísticos” sin servicios en las periferias urbanas más desfavorables, para una
población que se veía desplazada de las áreas centrales, y que edificaría una vivienda
con ella a las disposiciones del artículo 123, salvo algunas excepciones, no superó las
condiciones en las que se venían construyendo las viviendas en alquiler para obreros
en las periferias de las factorías, y en la práctica no fue más allá de una reproducción
extemporánea, no sólo con respecto a las iniciativas de vivienda de bajo costo puestas
322
en operación desde finales del siglo XIX en Inglaterra y Francia, y a principios del XX
en la realidad latinoamericana por esos mismos años, sino que lo es también con
respecto a las manifestaciones sociales que habían brotado desde la segunda década
del siglo en gran parte de la realidad urbana en México y que permanecieron latentes,
Son también una política insuficiente que no se desprende de una percepción clara de
habitacional en el salario.
iniciativa, la cual quedó con un carácter declarativo, que más que reflejar las buenas
intenciones del Estado posrevolucionario, pareció saldar una vieja deuda política con
de la vivienda, y menos aún en las que habitaba la mayor parte de la población urbana
del país.
323
A pesar de esta escasa presencia pública en la construcción y el financiamiento
instrumentos que en ese tiempo se perfilan para operarla, las líneas de actuación que
se definen, y la forma en la que las distintas acciones que emprende el Estado desde
forma, subsidiaria.
estado mexicano: las iniciativas legales para enfrentar el problema inquilinario, que se
aplicaron en las décadas de los años 20 y 30 en distintos estados del país, y la venta a
bajo precio o cesión de suelo público a grupos sociales de presión por parte de
gobierno federal y algunos gobiernos locales que, en los hechos, reproducían las
guerra civil.
324
construcción de vivienda y cubrió los espacios sociales que ésta fue incapaz de
abarcar.
actuación que formaron un solo cuerpo, que además permitiría atender de manera
fue dentro de ellos, uno de los que más claramente reflejó su personalidad y que de
Con este rostro y esta osamenta, la política habitacional se convertiría en uno de los
en México, fue a través del cual se edificó la mayor parte de las ciudades del país, y a
325
2. El punto de partida de las políticas habitacionales:
habitacionales públicos
que a principios de siglo, según datos censales de 1950, los materiales con los que
construcción rural. En todo el país, alrededor del 82% de las casas estaban
20,11% de embarro, varas y otros materiales frágiles, mientras que sólo el 18,45% del
total estaban edificadas con ladrillo, block, piedra o cemento, una situación que difería
como un subproducto fue creando el marco de referencia para lo que vendría a ser
326
Cuadro 15: Características Materiales de la Vivienda, 1930-1950
1930 1950
Viv. de mat. Viv. mat. Viv. de mat. Viv. mat.
Entidad Total de Total de
Pétreos (1) Perecederos (2) Pétreos (1) Perecederos (2)
Federativa vivienda vivienda
No. de No. de No. de No. de
s % % s % %
Viv Viv Viv Viv
Aguascalientes 27.081 1.271 4,69 25.810 95,31 38.116 3.244 8,51 34.872 91,49
Baja Calif. Nte. 8.233 154 1,87 8.079 98,13 48.472 3.833 7,91 44.639 92,09
Baja Calif. Sur 8.224 1.325 16,11 6.899 83,89 10.629 2.002 18,84 8.627 81,16
Campeche 17.729 5.824 32,85 11.905 67,15 25.072 7.015 27,98 18.057 72,02
Coahuila 88.622 4.199 4,74 84.423 95,26 141.282 12.567 8,89 128.715 91,11
Colima 13.913 1.001 7,19 12.912 92,81 24.988 4.170 16,69 20.818 83,31
Chiapas 105.821 2.471 2,34 103.350 97,66 182.721 14.824 8,11 167.897 91,89
Chihuahua 90.912 4.577 5,03 86.335 94,97 167.487 4.873 2,91 162.614 97,09
Distrito Fed. 101.094 49.703 49,17 51.391 50,83 626.262 416.955 66,58 209.307 33,42
Durango 81.427 2.176 2,67 79.251 97,33 120.252 4.133 3,44 116.119 96,56
Guanajuato 196.054 19.811 10,10 176.243 89,90 273.510 34.291 12,54 239.219 87,46
Guerrero 130.030 3.722 2,86 126.308 97,14 187.352 5.556 2,97 181.796 97,03
Hidalgo 138.859 25.928 18,67 112.931 81,33 172.339 31.874 18,49 140.465 81,51
Jalisco 267.078 12.813 4,80 254.265 95,20 355.769 31.077 8,74 324.692 91,26
México 199.723 11.963 5,99 187.760 94,01 283.226 15.432 5,45 267.794 94,55
Michoacán 204.026 7.937 3,89 196.089 96,11 288.980 14.117 4,89 274.863 95,11
Morelos 26.531 1.226 4,62 25.305 95,38 58.075 11.413 19,65 46.662 80,35
Nayarit 38.102 4.829 12,67 33.273 87,33 61.833 8.526 13,79 53.307 86,21
Nuevo León 81.954 25.054 30,57 56.900 69,43 146.810 28.838 19,64 117.972 80,36
Oaxaca 231.485 7.811 3,37 223.674 96,63 310.623 17.670 5,69 292.953 94,31
Puebla 221.315 27.266 12,32 194.049 87,68 343.595 69.649 20,27 273.946 79,73
Querétaro 48.823 8.665 17,75 40.158 82,25 60.098 10.661 17,74 49.437 82,26
Quintana Roo 2.141 210 9,81 1.931 90,19 5.542 699 12,61 4.843 87,39
Sn. Luís Potosí 118.611 11.636 9,81 106.975 90,19 170.354 12.216 7,17 158.138 92,83
Sinaloa 75.835 21.394 28,21 54.441 71,79 119.980 33.359 27,80 86.621 72,20
Sonora 60.902 3.538 5,81 57.364 94,19 98.698 13.102 13,27 85.596 86,73
Tabasco 35.854 4.415 12,31 31.439 87,69 65.434 13.545 20,70 51.889 79,30
Tamaulipas 62.351 8.269 13,26 54.082 86,74 148.602 21.830 14,69 126.772 85,31
Tlaxcala 41.228 3.603 8,74 37.625 91,26 58.875 3.766 6,40 55.109 93,60
Veracruz 268.154 36.576 13,64 231.578 86,36 415.506 70.855 17,05 344.651 82,95
Yucatán 85.273 25.838 30,30 59.435 69,70 111.180 38.243 34,40 72.937 65,60
Zacatecas 100.067 5.200 5,20 94.867 94,80 131.322 4.825 3,67 126.497 96,33
Datos Complem. 0 6.224 5.097 81,89 1.127 18,11
Total Nacional 3178.452 350.406 11,02 2.828.046 88,98 5.259.208 970.257 18,45 4288.951 81,55
Fte: , INEGI,1996: 120 y 155.
En particular este carácter simbólico parece haber tenido que ver con el mensaje
diferentes sectores sociales marginales, no fuera hacia ellos a los que se dirigieron los
327
Las demandas más patentes en este rubro estaban, como lo reflejó el movimiento
obrero y a los sectores de más bajos recursos, sin embargo es precisamente hacia los
Esta será una práctica recurrente en adelante, lo será en los programas de vivienda de
finales de los años cuarenta del mismo IPCyR, y lo seguirá siendo con los que
trabajadores del Departamento del Distrito Federal (DDF)105, que tienen un carácter
los arquitectos del país, hasta entonces tan interesados en la diatriba estética, como
104
No se hace referencia a los resultados del financiamiento por parte de la Dirección de Pensiones Militares por no
disponer de información para estos años.
105
Éste era entonces el organismo federal encargado del gobierno de la ciudad de México.
328
la creación del IPCyR, cuando éste ya había financiado más de 3.600 viviendas
ganó un proyecto, que abordaba el tema habitacional desde una perspectiva novedosa
Enrique del Moral) (INFONAVIT: 60-62). Estos son el primer intento en abordar el tema
iniciativa de las 10 viviendas obreras construidas en Irapuato por Enrique del Moral
urbanístico y arquitectónico.
Otra iniciativa importante, aunque dirigida más a sectores medios, iniciada a finales ya
sur de la ciudad de México (la Unidad Esperanza Narvarte) (González Pozo, A., 1994:
202).
329
Además de las cinco experiencias más significativas del período que incluye tanto las
realizadas por el DDF (San Jacinto y Balbuena), como las del IPCyR (Presidente
Alemán y Presidente Juárez) y la del BFH (Unidad Esperanza), hubo en los poco más
libres; en 1938, Alberto Arai y otros arquitectos vinculados con la Unión de Arquitectos
63), más tarde, en 1942, durante su estancia en México, Hannes Meyer presentó el
proyecto de una colonia obrera para 2 mil familias en Lomas de Becerra, que incluía
Ninguno de estos proyectos fue construido, todos se pensaron para cubrir la demanda
como el primer centro industrial del país106, y prácticamente todos fueron resultado de
Todas ellas son iniciativas que preceden sólo unos años a los primeros conjuntos
106
En 1930, la producción bruta industrial del país se concentraba en un 28.5% en la ciudad de México, para 1950 esta
cifra llegaba al 40% (González Pozo, A., 1994: 200-202).
330
multifamiliares emprendidos por el IPCyR, y parece razonable suponer que ejercieron
Desde la creación del IPCyP, una de las líneas fundamental de la política habitacional
para vivienda dirigidos a los distintos sectores o grupos de trabajadores al servicio del
empresas públicas.
formado parte de los mecanismos de mediación que construyó en su relación con los
vivienda para cada uno de estos sectores que, con este trato privilegiado, fueron
331
Desde esta misma lógica, el Estado iría creando diversos instrumentos financieros
En el transcurso de casi 75 años, que van de la creación del IPCyR, hasta la reforma
del año 2002 que haría desaparecer al FOVI, sustituyéndolo por la SHF, el gobierno
federal y los gobiernos locales terminarían por configurar una compleja y desarticulada
construirían vivienda.
A principios del presente siglo, esta red llegaba a estar conformada por más de 104
o menos permanente financian o construyen vivienda, a los que habría que añadir al
desaparecidos y que no han sido sustituidos por ningún otro, en su mayoría creados
por el gobierno federal, que en algún momento financiaron vivienda y que casi
AE-11 a AE-15).
efectos de este estudio hemos recurrido a una clasificación de todos ellos que permite
organismo de vivienda que operan bajo control del gobierno federal (Organismos
332
Nacionales de Vivienda Social [ONAVIS]), y por el FONHAPO para aquellos a través
de los que los gobiernos estatales operan sus respectivos programas de vivienda
vivienda en:
(OEDUOPS)
(ONEPEC)
Regional (ONEDER)
107
Faltaría además incluir un grupo que integre a los organismos municipales de vivienda social, de los cuales se han
detectado cuatro en los estados de Guanajuato, México y Yucatán, de los cuales no disponemos de información
estadística, por lo cual no quedan incorporados a este estudio más que a nivel referencial. En este sentido, no se
puede afirmar que este conjunto de agrupaciones de organismos abarquen el total de los existentes, sin embargo, con
base en la información disponible, se considera que sí reflejan un universo suficientemente amplio como para conocer
la forma en que operan, y el peso que cada grupo de organismos tiene en el conjunto de acciones que desarrolla el
sector público en materia de vivienda en México, el carácter que éstas tienen y los efectos que tienen en la realidad
urbana del país
333
Esta clasificación dibuja un perfil complejo del conjunto de los organismos que
financian y/o construyen vivienda en México, que es, tal vez, uno de rasgos más
y con las instancias corporativas con base en los cuales funcionaba el partido oficial.
334
3.1. La naturaleza clientelar de los instrumentos financieros de
laborales que le permitieron, a lo largo del siglo XX, jugar un papel hegemónico en la
Cada uno de estos “sectores” representó a un “cuerpo” social, y con respecto a cada
uno, el Estado asumió compromisos distintos. Con el sector campesino, nacido de las
su fidelidad institucional.
En el caso particular de la CTM, habiendo nacido por impulso del propio gobierno
cúpula (el Congreso del Trabajo) (De la Garza T., E., 1998: 9-13).
petroleros (STPRM), los ferrocarrileros (STFRM), los electricistas (SME), los cañeros
335
(FNC), trabajadores del Seguro Social (SNTSS), y los trabajadores de la educación
(SNTE)108.
llenar el vacío de los sectores populares urbanos y las clases medias al interior del
partido oficial (Cf. Lastra L., J. M. 2002). Este organismo agrupó en torno a él a los
en 1941, en la que había una muy alta representatividad del gremio magisterial (casi la
industriales.
organizaciones sociales que se conformaron en las áreas urbanas, entre las que
108
FSTSE: Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado; FSTSGEM: Federación de Sindicatos de
Trabajadores al Servicio de los Gobiernos de los Estados e instituciones Descentralizadas de Carácter Estatal de la
República Mexicana; STPRM: Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana; STFRM: Sindicato de
Trabajadores Ferrocarrileros de al República Mexicana; Sindicato Mexicano de Electricistas; FNC: Federación Nacional
de Cañeros; SNTSS: Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social; y SNTE: Sindicato Nacional de
Trabajadores de la Educación.
336
A través de su filiación partidista, todos estos organismos jugarían, a lo largo de todo
sistema político en su conjunto. La retribución por parte del gobierno, a este papel
política nacional, sería el impulso de una política social que, en materia de vivienda, se
Para finales de los años 40 había quedado perfilada la estructura corporativa del
Estado mexicano a través del partido que era su soporte, y a través de él, la sociedad
ella, y con base en ella misma se impulsarían las diferentes políticas sociales del
Ésta, por encima de las otras dos políticas sociales esenciales del Estado mexicano
(la educación y la salud), sería la que con mayor claridad reflejaría su carácter
de aquellas, no se le reconocería un carácter universal sino hasta los años 80, y aún
337
determinaron, al menos en parte, las prioridades de las políticas públicas del nuevo
agenda de las políticas públicas. Por una parte, el orden de las demandas y
estructura corporativa del Estado, por otra, el peso específico que, en la configuración
de las fuerzas políticas emergentes, tuvo cada uno de los sectores sociales.
También parece que a esto se añadió la falta de recursos financieros por parte del
primeros gobiernos hasta la década de los años cuarenta, que en materia de inversión
En efecto, entre 1924 y1940, período durante el que transcurrieron cinco gobiernos de
servicios públicos), nunca superó el 15% de toda la inversión pública, de hecho sólo
entre 1929 y 1933 superó la décima parte de ésta, el resto del tiempo osciló entre
menos del 6% y el 10%, la gran prioridad del régimen fue, sin duda, las
comunicaciones y el transporte, que estuvieron todos esos años por encima del 75%
338
Cuadro 16: Destino de la inversión pública federal realizada por sexenio (millones de pesos), 1925-1982
Inversión Pública Fomento Comunicaciones y Administración y Convenios de
Fomento Industrial 2/ Beneficio Social 4/ Comercio y Turismo
Federal Agropecuario 1/ Transportes 3/ Defensa 5/ coordinación
Período
Monto de %/total Monto de %/total Monto de %/total Monto de %/total Monto de %/total Monto de %/total Monto de %/total
Presidencial
Total la de la de la de la de la de la de la de
inversión inversión inversión inversión inversión inversión inversión inversión inversión inversión inversión inversión inversión inversión
Calles (1924-
380 60 15,79 0 0,00 298 78,42 22 5,79 0 0,00 0 0,00 0 0,00
1928)
Portes Gil
201 20 9,95 0 0,00 152 75,62 29 14,43 0 0,00 0 0,00 0 0,00
(1929-1930)
Ortiz Rubio
164 20 12,20 0 0,00 125 76,22 19 11,59 0 0,00 0 0,00 0 0,00
(1931-1932)
A.L. Rodríguez
183 20 10,93 0 0,00 139 75,96 24 13,11 0 0,00 0 0,00 0 0,00
(1932-1933)
Cárdenas
1.218 216 17,73 90 7,39 790 64,86 117 9,61 5 0,41 0 0,00 0 0,00
(1934-1940)
Ávila Camacho
3 873 674 17,40 450 11,62 2.250 58,09 427 11,03 72 1,86 0 0,00 0 0,00
(1940-1946)
M. Alemán
13 593 2.699 19,86 3.144 23,13 5.728 42,14 1.859 13,68 163 1,20 0 0,00 0 0,00
(1946-1952)
Ruiz Cortinez
28.056 3.886 13,85 9.671 34,47 9.662 34,44 4.035 14,38 802 2,86 0 0,00 0 0,00
(1953-1958)
López Mateos
67.360 7.142 10,60 25.253 37,49 16.747 24,86 16.311 24,21 1.907 2,83 0 0,00 0 0,00
(1959-1964)
Díaz Ordaz
128.439 14.075 10,96 51.457 40,06 28.040 21,83 32.366 25,20 2.501 1,95 0 0,00 0 0,00
(1965-1970)
Echeverría
374.730 58.642 15,65 150.086 40,05 81.311 21,70 70.358 18,78 10.138 2,71 4.195 1,12 0 0,00
(1970-1976)
López Portillo
2.931.950 450.582 15,37 1.434 908 48,94 413.482 14,10 397.354 13,55 81.135 2,77 37.585 1,28 48.909 1,67
(1976-1982)
1/ Comprende: agricultura (grande y pequeña irrigación y otras inversiones agrícolas); ganadería, forestal, almacenes, rastros y pesca.
2/ Comprende: energía y combustibles (electricidad, petróleo y gas), siderurgia (hierro, acero, carbón y coque); minería y otras industrias.
3/ Comprende: terrestres (carreteras, ferrocarriles y ductos); marítimas, aéreas y tele comunicaciones.
4/ Comprende: servicios públicos, urbanos y rurales; hospitales y centros asistenciales; educación e investigación y habitación.
5/ Comprende: defensa y edificios públicos.
6/ Incluye 9,596 millones de Coplamar.
7/ Incluye 58,399 millones de Promoción Regional.
8/ Incluye 125,058 millones de Desarrollo Regional y Ecología.
9/ Incluye 258,832 millones de Desarrollo Regional y Ecología.
FUENTES: - 1925-1970: Secretaría de la Presidencia, Dirección de Inversiones Públicas.
- - 1971-1984: Presidencia de la República, II Informe de Gobierno de Miguel de La Madrid
Datos tomados de: Instituto Autónomo de México (2007), Destino de la inversión pública federal realizada, Periodo 1925-1984, en: http://biblioteca.itam.mx/recursos/ehm.html#vivienda.
339
Incluso en el marco de la baja inversión en política social, ésta se enfocó en un
acción de los trabajadores a través de cooperativas de vivienda popular (De Gortari R.,
etapa del movimiento armado se habían ensayado, por la emergente elite político-
se emitieron para el control de los precios de los alquileres y para resolver la demanda
de suelo por parte de grupos sociales de presión en algunas ciudades del país.
los arrendatarios de principio de los años 20s, iniciando con un mecanismo que evitara
A este último sector, en particular se dirigirá el primer organismo público que financió y
que, junto con la DPM son, sin duda, los organismos que, con sus sucesivas
340
transformaciones, han dado la mayor continuidad a la iniciativa pública en la
[1933], y el INV [1954]), y más tarde, mucho más tarde, casi 50 años después de la
mediatizadores: por una parte leyes sobre arrendamiento o Códigos Civiles que
fraccionamientos, primero a los impulsados por los propietarios privados, que habían
agotarse éstas, a los ejidatarios y comuneros, beneficiarios del reparto agrario, que
iniciativas que se articularon en tres ejes de actuación que corrían de manera paralela,
341
fueron teniendo una representatividad social y un peso político específico, lo
política habitacional.
Los efectos de esta política corporativa y tripartita tendrán una expresión tanto social
como urbanística que delinearon no sólo las condiciones en las que se alojó la
del país. Así, al modelo funcionalista de los polígonos habitacionales, que sería
342
Diagrama 1: Principales Organismos Públicos con funciones de promoción y financiamiento de vivienda en México
1925-2006
Organismo 1925 1926 1928 1933 1934 1937 1938 1940 1942 1943 1946 1947 1949 1954 1955 1956 1958 1959 1960 1961 1962 1963 1964 1966 1970 1972 1976 1978 1981 1982 1988 1991 1993 1997 2001 2002 2003 2006
IPCyR 1
ISSSTE 1 2
FOVISSSTE 2 3
D.P.M. 4
ISSFAM 4 6
FOVIMI 5 6
DDF 7 8 9 10
BFH 11
BANHUOPSA 12 11 13 14
BANOBRAS 14
IMSS 15 16 17
INV 18
INDECO 18 19
FONHAPO 19
OREVIS 20 21
CAPFCE 22 23
PEMEX 24 25
FOVI-FOGA 26 27
SHF 27
CFE 28 29
INI 30 31 32 33
CNDPI 33
CLFC 34 35 36
INFONAVIT 37 38
Fuente: Elaboración propia con base en información de: INV, Connolly, Garza Gustavo 1978, Barragán 1994, CONAFOVI (OP. CIT), ISSFAM http://www.issfam.gob.mx/, CIDAC: 45; y Diarios y Periódicos Oficiales, CFE
Período de operación de los programas habitacionales Período de existencia del organismo sin operación de programas habitacionales Período en el que se generalizan los programas de vivienda en gobiernos locales
Abreviaturas:
(IPCyR) Instituto de Pensiones Civiles y del Retiro (IMSS) Instituto Mexicano del Seguro Social (FOVI) Fondo de Operación y Financiamiento Bancario a la Vivienda
(ISSSTE) Instit. de Seguridad y Servicios Soc. de los Trab. del Estado (INI) Instituto Nacional Indigenista (SHF) Sociedad Hipotecaria Federal
(FOVISSSTE) Fondo de Vivienda del ISSSTE (CNDPI) Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CFE) Comisión Federal de Electricidad
(DPM) Dirección de Pensiones Militares (INV) Instituto Nacional de la Vivienda (CLFC) Compañía de Luz y Fuerza del Centro
(ISSFAM) Instituto de Seguridad Social para las Fzas. Arm. de México (INDECO) Instituto Nal. para el Desarrollo de la Comunidad y de la Vivienda Pop (INFONAVIT) Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trab
(FOVIMI) Fondo de la Vivienda Militar (FONHAPO) Fideicomiso Fondo Nacional de Habitaciones Populares (BNOSPSA o BANOBRAS) Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos S.A.
(D.D.F) Departamento del Distrito Federal (OREVIS) Organismos Estatales de Vivienda (PFV) Programa Financiero de Vivienda
(BFH) Banco de Fomento de la Habitación (CAPFCE) Comité Administrador del Programa Federal de Construcc. de Escuelas *(CMLFM) Compañía Mexicana de Luz y Fuerza Motriz
(BANHUOPSA) Banco Nacional Hipotecario Urbano y de Obras Públicas (PEMEX) Petróleos Mexicanos
Notas:
(1) Desaparece el IPCyR y es sustituido por el ISSSTE (14) Se convierte en BNOSPSA, (BANOBRAS) (27 Desaparece FOVI y es sustituido por SHF
(2) Creación del FOVISSSTE absorbe las funciones de vivienda del ISSSTE (15) Se crea el IMSS (28) Se crea CFE
(3) Se Reestructura el FOVISSTE como mecanismo financiero (16) El IMSS Inicia programas habitacionales de vivienda en alquiler para derechohabientes (29) Inicia CFE financiamiento de vivienda
(4) El IPM se transforma en el ISSFAM (17) El IMSS suspende programas de vivienda en alquiler, conserva sólo créditos a sus empleados (30) Se Crea el Instituto Nacional Indigenista
(5).Se crea el Fondo de Vivienda Militar (18) Desaparece el INV y es sustituido por INDECO (31) El INI inicia programas de vivienda para indígenas
(6) Se fusionan FOVIMI e ISSFAM en un solo organismo (19) Desaparece el INDECO y sus funciones las absorbe el FONHAPO (32) Se suspenden los programas de vivienda del INI
(7) Se crea el Departamento del Distrito Federal (D.D.F.) (20) Inicia creación de OREVIS promovidos por INDECO y operados con participación Federal (33) El INI se transforma en la CNDPI
(8) El D.D.F. inicia la construcción de vivienda para sus trabajadores (21) Desaparecen los OREVIS promovidos por INDECO y se generalizan OREVIS locales (34) inicia nacionalización de la industria eléctrica se crea la CMLFM*
(9) El DDF inicia la construcción de casas de interés social (22) Se crea el CAPFCE (35) Se crea la CLFC
(10) Desaparece el DDF como dependencia federal, continua la política local (23) Inicia CAPFCE construcción de vivienda (36) Año probable de inicio en el financiamiento de vivienda en CLFC **
(11) BANHUOPSA absorbe al BFH y multiplica su participación en vivienda (24) Se crea PEMEX (37) Inicia la operación del INFONAVIT
(12) Se crea el BANHUOPSA y desde ese año inicia el financiamiento de viv. (25) Inicia Pemex producción de vivienda (38) Se Reestructura el INFONAVIT, queda sólo como mecanismo financ
(13) Se crea al interior de BANHUOPSA el Fondo de Habitaciones Populares (26) Se crea el PFV coordinado por FOVI y al que se integra BANHUOPSA Nota: ** Información no oficial obtenida a través de un trabajador de CLFC
343
3.3. El carácter centralizado de la política de construcción y
financiamiento de vivienda
en el manejo de los recursos financieros que permite un control, por parte del gobierno
surgimiento de una gran número de organismos locales desde finales de los años 40, no
social de los organismos nacionales de vivienda social (ONAVIS), por encima de todos los
demás109.
La participación de estos organismos, en su conjunto, abarca más del 65% de los créditos
otorgados por el sector público desde 1973 a 2005, a los que habría que añadir los
créditos que se dependen de los programas de vivienda manejados de manera directa por
organismos que la precedieron), que alcanzan más del 20% de los concedidos para este
De esta manera, la participación del sector público federal, considerando además los
109 1
Estos están integrados por: FOVISSSTE, FOVIMI, FONHAPO, SHF e INFONAVIT (ver cuadros AE-1 )
344
marginal en el volumen total de créditos (3,28% en conjunto)110, alcanza cerca del 90%
del financiamiento público (ver Cuadros AE-21), mientras que los organismos que se
operan desde los gobiernos locales a través de los Organismos de Seguridad Social para
(OREVIS), así como los organismos de desarrollo urbano y obras públicas estatales
(ONENDUVSS)112, apenas llegan a cubrir menos del 10% de los créditos entregados por
entidades públicas.
Este proceso de alta concentración a favor de los organismos públicos federales ha sido
sesenta aparecieron los encargados de las políticas de vivienda social de las entidades
permanecido con pocas variaciones; entre 1973 y 2005 el peso de los ONEVIS en la
disposición de créditos para la vivienda ha oscilado entre máximos del 99% (1975), de los
110
No se consideran aquí los Organismos Nacionales o Estatales para Programas Emergentes (ONEPC), ni los Organismos
Nacionales o Estatales para Programas o Proyectos de Desarrollo Regional (ONEDER), que representan menos de un
punto porcentual.
111 4
Organismos Estatales de Desarrollo Urbano y Obras Públicas o Sectorizados (ver cuadro AE-1 ).
112 4
Organismos Estatales y/o municipales no sectorizados en desarrollo urbano y vivienda (ver cuadro AE-1 )
345
este organismo desde 1980), nunca ha bajado del 80% de los créditos (ver Cuadro AE-
21).
Incluso en relación con los créditos otorgados por los mecanismos privados el peso de los
organismos públicos federales ha sido cada vez más importante. Según los datos
década siguiente, una vez puestos en marcha los fondos solidarios para el financiamiento
privado113, superando el 84% de los créditos otorgados, mientras que éstos apenas
Esta diferencia ha ido aumentando desde entonces, en gran medida por la aparición de
con lo que para el quinquenio 2000-2005 la inversión pública llegó a representar más del
346
manera exclusiva al financiamiento de vivienda, hasta otros que sólo de manera
complementaria a los organismos nacionales de vivienda social (ONAVIS), que son los
Gráfica 6
TOTAL DE CRÉDITOS OTORGADOS POR ORGANISMOS
PÚBLICOS 1973-2005
12,000,000
10,000,000
No. DE CRÉDITOS
8,000,000
6,000,000
4,000,000
2,000,000
0
L
S
IS
ER
VS
S
EN S
EC
L
E
TA
O
I
P
EP
ES
+N
AV
EV
U
ES
ED
EP
TO
D
R
EF
D
U
N
D
O
N
ED
O
O
P
SE
O
E+
N
O
O
BD
ORGANISMOS
347
Instituto de Pensiones Civiles y del Retiro, y de la Dirección de Pensiones Militares
los miembros de las fuerzas armadas (FOVIMI-ISSFAM). Los otros tres atienden la
para la construcción de vivienda para una población nacional que al parecer se percibía
formada por otros tantos segmentos, en un esquema que desde sus orígenes fue
marginalmente rurales]).
ponía en la mesa de las reivindicaciones sociales el tema habitacional como una cuestión
central, y en la que un Estado, emergente de una guerra civil, con escasos recursos
348
cimientos en los que se sostenía el naciente capital inmobiliario, que estaban en la raíz
La salida por la que al parecer se optó para enfrentarlo en ese momento, determinó, de
se fueron creando los distintos organismos de vivienda para atender a diferentes grupos
sociales.
En el intermedio que va desde la creación del IPCyR y de la DPM, hasta el INV en 1954, y
fuera de la breve y poco fructífera iniciativa del Banco de Fomento a la Habitación (BFH)
Fue sólo en el marco del proceso de migración rural a los centros urbano-industriales del
vivienda para los sectores de bajos ingresos a través del Instituto Nacional de la Vivienda
349
(INV [1954])114, y casi una década después de éste, otro para las capas urbanas medias
(el FOVI-FOGA).
Fue sin embargo hasta los años 70, cuando queda consolidado y perfilado de manera
protagónico.
que continuó, como lo habían estado el INV y del INDECO, dirigido a los sectores
populares, sino que se impulsa la creación de los llamados fondos solidarios que darán
lugar a la creación del FOVISSSTE, del FOVIMI y del INFONAVIT, los dos primeros
dentro de una lógica similar a la que había prevalecido con la creación del IPCyR y de la
tercero, como un instrumento que se basaba en la reforma al, ya casi olvidado, artículo
123 constitucional, y que creaba un fondo (con aportaciones del Estado y las empresas),
En la actualidad estos cinco organismos son la base de la actuación pública federal, sobre
vivienda social en el país, y en ellos se apoya buena parte del capital inmobiliario
114
Que en 1970 daría lugar a la creación del INDECO y casi una década después 1981, a la creación del FONHAPO.
115
En su segunda fase, llamada de desarrollo estabililzador (de 1954 a 1970 aproximadamente) (Rivera Ríos 1993: 32 a
43).
350
dedicado a la construcción habitacional. Es también a través de ellos, que se desarrolla la
actuación centralizada corporativa del Estado Mexicano en este rubro de la política social,
y en torno a los cuales, como columna vertebral, se articulan y operan el resto de los
INFONAVIT
cerca del 47% de los créditos que en su conjunto ofrecían los organismos nacionales (ver
llegando a multiplicarse casi en 14 veces los créditos otorgados en el ejercicio 2005 con
respecto a los que se entregaron en los dos primeros ejercicios de este organismo. Entre
1972 y 2005 ha proporcionado alrededor de 3.6 millones de créditos que representan casi
el 53% de los que han otorgado en su conjunto los organismos nacionales de vivienda
351
Gráfica 7
este tipo de programas dirigió su inversión de manera exclusiva los primeros 10 años de
financiero, la nueva construcción siempre ha representado más del 97% de sus créditos,
mientras que los destinados a mejoramiento financiero y físico del parque habitacional
existente no han rebasado cada uno, en promedio, un punto porcentual (ver Cuadro AE-
6)116.
116
Para efecto de los distintos programas que llevan a acabo estos organismos se retoma aquí la clasificación empleada
por el CONAVI para homologar las características de cada uno de ellos en las distintas instituciones, en este sentido se
consideran los programas de Vivienda Completa (que incluye los subprogramas de vivienda nueva, en arrendamiento,
disponibilidad de terreno para construcción de vivienda y cofinanciamiento); Vivienda Inicial (incluye pie de casa,
autoconstrucción y disponibilidad de terreno para vivienda inicial); Mejoramiento Físico (considera ampliación y
mejoramiento); Mejoramiento Financiero (abarca pago de pasivos, refinanciamiento hipotecario y pago de enganche o
entrada); e infraestructura (dentro del que esta adquisición de suelo, urbanización, lotes y servicios e insumos para la
vivienda).
352
Al igual que el resto de los organismos nacionales, éste ha desarrollado una política de
manera en los estados en los que se ubican las 4 principales zonas metropolitanas del
país, se ha invertido el 35,9% de los créditos otorgados entre 1973 y 2005 (18,7% entre el
Distrito Federal y Estado de México, entidad que en más de la mitad de sus municipios
está conurbada con la capital del país, Jalisco 6,1%, Nuevo León 7,9%, y Puebla 3,2%),
mientras que los estados con menores niveles de desarrollo urbano y económico
(Chiapas, Guerrero, Oaxaca) apenas alcanzan cifras promedio cercanas al uno por ciento
FONHAPO
Un caso similar, aunque de menor importancia que el anterior, tanto por el número, como
por el monto de los créditos otorgados es el FONHAPO, que desde los últimos años de
política de vivienda social. El mismo año en que dejaba de funcionar INDECO, para dar
relativamente corta historia (22,577), que representaban casi una quinta parte del total de
los ONAVIS en 1981, jugando un papel en el financiamiento de vivienda social sólo por
Este organismo, dirigido a los sectores de más bajos ingresos, ha sido, desde entonces,
SEDESOL, la punta de lanza de las iniciativas públicas de crédito para este sector, y al
igual que ésta, fue dejando de ofrecer créditos para vivienda completa, destinando sus
353
recursos, hasta los primeros años de este siglo, al financiamiento de programas de
el financiamiento de vivienda completa fue, de hecho, una constante desde los primeros
(74,6%), y a lotes con servicios (25,4), (ver Cuadros AE-8 y 17), lo que contrasta con el
modesto papel que jugó por algunos años en el financiamiento de vivienda nueva y que
llegó a representar cifras de tan sólo 7,61% de los créditos otorgados (ver Cuadro 17). La
importante en la última década del siglo XX, aparentemente como resultado de las
políticas de eliminación de subsidios que por influjo del Banco Mundial y el Fondo
Puebla C., Claudia, 2002), lo que llevó a constreñir su participación en cerca de una
A partir del presente siglo, su papel se reactivó y ha tomado el peso relativo que tuvo en
las primeras dos décadas en que operó, aunque su estrategia de actuación se modificó
354
cuales se han dirigido más del 50% de los créditos, con lo que, en los hechos, ha dejado
programas financieros de vivienda para los sectores sociales de más bajos ingresos
desde finales de los años 90 del siglo pasado. La política habitacional para ellos, que
inicia en los años 50 con el INV, fue adquiriendo una importancia fundamental en los años
setenta con INDECO, y se consolida como una parte esencial de la política social a
principios de los ochenta, pero pierde importancia con los gobiernos neoliberales a finales
de esa década (ver Cuadro AE-5), y termina siendo manejada fundamentalmente por la
SEDESOL a través de programas aún más centralizados en el gobierno federal y con una
FONHAPO es el único que opera programas de vivienda rural. En realidad éste ha sido un
créditos para este tipo de vivienda en 2003 y 2005, aunque en cifras relevantes con
19).
355
Cuadro 17: FONAHAPO integrado (Total de Créditos Otorgados), 1982-2005
ENTIDAD 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 TOTAL
FEDERATIVA (a) (a) (a) (a) (a) (a) (a) (a) (a) (a) (a) (a) (a) (a) (a) (a) (b) (b) (b) (b) (b) (c) (d) (e)
AGUASCALIENTES 428 1.213 2.835 0 3.699 1.014 2.564 661 163 62 1.360 0 0 1.000 78 245 124 525 1.303 7.868 8.979 7.115 6.900 6.108 54.244
BAJA CALIFORNIA 0 0 3.150 3.638 5.725 5.908 2.710 4.632 12.908 23 848 813 1.451 75 257 274 125 309 548 0 4.389 2.617 706 731 51.837
BAJA CALIF. SUR 0 696 100 504 194 0 417 172 501 50 492 266 400 50 117 332 0 115 700 1.800 783 1.829 3 278 9.799
CAMPECHE 0 605 282 0 180 1.861 1.876 1.070 177 1.450 464 2.425 1.300 110 162 1.148 900 428 756 391 264 915 1.515 2.115 20.394
COAHUILA 0 0 425 248 1.662 3.644 37 1.073 609 3.434 1.477 3.302 936 837 9 0 730 324 1.660 1.039 946 1.800 1.127 794 26.113
COLIMA 0 0 769 2.981 1.522 816 900 100 458 108 253 125 1.073 80 345 256 362 798 910 2.000 6.257 2.306 6.970 1.039 30.428
CHIAPAS 504 400 2.084 0 200 504 676 540 2.082 700 100 1.272 0 833 359 130 1.530 895 1.940 5.913 8.389 17.772 12.884 17.077 76.784
CHIHUAHUA 0 0 844 1.351 2.162 5.107 6.936 4.120 766 2.325 2.601 401 450 1.119 600 103 1.211 1.035 5.000 3.267 12.947 14.991 1.269 5.386 73.991
DISTRITO FED. 0 0 383 599 1.502 1.470 8.585 4.682 3.127 682 3.147 2.188 3.046 4.456 2.585 2.282 1.223 1.158 756 32 0 1.026 322 485 43.736
DURANGO 0 0 480 1.276 409 2.024 2.043 793 537 200 1.587 1.184 115 788 367 386 0 348 1.060 771 3.783 6.390 6.936 4.767 36.244
GUANAJUATO 0 0 0 125 949 7.952 2.473 340 15.103 4.986 700 6.070 805 150 95 105 100 512 341 1.350 541 4.661 2.813 9.580 59.751
GUERRERO 0 0 90 406 2.970 2.304 2.207 0 525 0 385 0 100 5.800 552 452 151 514 135 81 4.534 12.913 3.221 7.794 45.134
HIDALGO 0 0 1.298 405 100 135 476 0 1.608 2.617 6.856 1.564 8.196 878 4.589 484 1.554 344 823 2.719 10.063 11.883 928 3.667 61.187
JALISCO 0 0 260 1.728 999 425 4.521 0 351 570 0 120 540 1.300 912 269 322 1.294 776 0 481 511 1.845 3.102 20.326
MEXICO 0 0 3.677 2.854 9.273 5.555 5.145 5.207 180 2.596 842 1.256 1.882 1.288 807 602 463 1.485 2.865 24 7.343 3.563 3.012 11.978 71.897
MICHOACAN 0 665 1.341 3.641 3.161 3.238 473 5.531 177 2.031 1.706 2.500 1.439 0 119 163 168 799 1.312 725 0 3.402 3.371 5.516 41.478
MORELOS 0 0 0 90 275 2.044 1.271 177 100 127 150 612 252 383 85 229 122 366 263 900 220 1.271 264 3.094 12.295
NAYARIT 0 0 0 442 200 0 831 4.249 60 821 683 900 0 547 837 148 51 455 0 250 13.311 3.608 1.979 1.002 30.374
NUEVO LEON 0 1.141 700 546 2.580 3.791 3.160 384 0 490 6 797 443 214 0 0 0 631 113 365 1.159 358 2.673 2.470 22.021
OAXACA 0 267 638 864 1.205 1.074 2.326 635 1.562 794 380 809 524 257 793 1.028 610 809 2.337 0 0 2.561 160 6.001 25.634
PUEBLA 0 0 0 0 2.568 1.687 1.507 702 1.865 260 484 2.694 286 0 6 433 982 2.093 1.248 0 756 12.810 5.657 11.882 47.920
QUERETARO 0 0 0 818 622 1.773 500 2.560 154 693 304 2.305 3.556 1.051 241 39 206 431 619 15 266 2.691 1.221 3.026 23.091
QUINTANA ROO 0 0 4.390 0 4.209 0 3.257 0 3.546 2.375 2.775 7.389 2.189 706 0 25 0 120 91 768 1.597 2.865 2.809 561 39.672
SAN LUIS POTOSI 0 0 620 880 1.406 635 0 0 1.684 203 1.387 700 1.070 312 0 607 950 366 0 7.816 6.401 6.335 6.620 5.515 43.507
SINALOA 0 150 913 1.293 1.519 0 708 474 2.356 0 1.157 2.350 1.333 1.139 219 304 163 440 1.670 1.141 2.444 2.393 1.381 2.403 25.950
SONORA 0 2.330 0 2.801 2.196 365 1.917 486 482 1.776 546 686 289 187 97 S/D 0 903 200 1.090 1.699 4.729 5.146 3.214 31.139
TABASCO 0 0 0 808 279 0 200 512 316 207 0 2.193 2.738 148 0 150 0 0 0 280 8.571 4.396 3.782 5.286 29.866
TAMAULIPAS 0 0 498 524 1.311 2.389 800 929 5.389 2.853 5.796 0 245 1.510 2.861 3.322 222 685 1.425 11 5.360 16.354 35.234 8.574 96.292
TLAXCALA 0 0 94 278 671 8 6 550 858 0 1.440 100 0 693 45 0 0 147 511 365 1.437 3.280 2.053 2.575 15.111
VERACRUZ 0 0 626 0 804 1.706 1.572 1.980 1.302 222 536 1.336 799 170 822 435 341 2.029 1.697 218 982 9.591 4.104 12.398 43.670
YUCATAN 0 0 0 101 3.207 2.551 0 166 410 750 193 948 1.471 200 207 737 780 0 1 260 4.818 882 1.066 2.895 21.643
ZACATECAS 0 0 505 1.334 1.139 182 410 109 150 150 550 520 842 0 500 138 108 547 1.000 1.364 23.146 12.448 5.958 11.197 62.297
NO DISTRIBUID. NAL 0 0 0 0 0 0 500 0 0 0 0 0 0 0 0 0 70 1.294 0 0 1.864
1.295.68
TOTAL 932 7.467 27.002 30.535 58.898 60.162 61.004 42.834 59.506 33.555 39.205 47.825 37.770 26.281 18.666 14.826 13.498 20.905 32.060 42.823 141.936 181.560 133.929 162.510
9
Fuente: Elaboración propia a partir de CONAVI. Sistema de Estadísticas Históricas de Vivienda. http://estadistica.conafovi.gob.mx/historicos/index.php
Notas:
(a) Incluye sólo FONHAPO Normal
(b) Incluye FONHAPO Normal y FONHAPO Subsidios
(c) incluye FONHAPO Normal. FONHAPO Subsidios y Vivienda Rural
(d) Incluye FONHAPO Normal y FONAEVI
(e) Incluye FONHAPO Normal. FONAEVI y Vivienda Rural
356
Cuadro 18: FONHAPO integrado (Distribución Porcentual de Total de Créditos Otorgados), 1982-2005
ENTIDAD 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005
TOTAL
FEDERATIVA (a) (a) (a) (a) (a) (a) (a) (a) (a) (a) (a) (a) (a) (a) (a) (a) (b) (b) (b) (b) (b) (c) (d) (e)
AGUASCALIENTES 45,9 16,2 10,5 0,0 6,3 1,7 4,2 1,5 0,3 0,2 3,5 0,0 0,0 3,8 0,4 1,7 0,9 2,5 4,1 18,4 6,3 3,9 5,2 3,8 4,1
BAJA CALIFORNIA 0,0 0,0 11,7 11,9 9,7 9,8 4,4 10,8 21,7 0,1 2,2 1,7 3,8 0,3 1,4 1,8 0,9 1,5 1,7 0,0 3,1 1,4 0,5 0,4 4,0
BAJA CALIF. SUR 0,0 9,3 0,4 1,7 0,3 0,0 0,7 0,4 0,8 0,1 1,3 0,6 1,1 0,2 0,6 2,2 0,0 0,6 2,2 4,2 0,6 1,0 0,0 0,2 0,8
CAMPECHE 0,0 8,1 1,0 0,0 0,3 3,1 3,1 2,5 0,3 4,3 1,2 5,1 3,4 0,4 0,9 7,7 6,7 2,0 2,4 0,9 0,2 0,5 1,1 1,3 1,6
COAHUILA 0,0 0,0 1,6 0,8 2,8 6,1 0,1 2,5 1,0 10,2 3,8 6,9 2,5 3,2 0,0 0,0 5,4 1,5 5,2 2,4 0,7 1,0 0,8 0,5 2,0
COLIMA 0,0 0,0 2,8 9,8 2,6 1,4 1,5 0,2 0,8 0,3 0,6 0,3 2,8 0,3 1,8 1,7 2,7 3,8 2,8 4,7 4,4 1,3 5,2 0,6 2,3
CHIAPAS 54,1 5,4 7,7 0,0 0,3 0,8 1,1 1,3 3,5 2,1 0,3 2,7 0,0 3,2 1,9 0,9 11,3 4,3 6,1 13,8 5,9 9,8 9,6 10,5 5,9
CHIHUAHUA 0,0 0,0 3,1 4,4 3,7 8,5 11,4 9,6 1,3 6,9 6,6 0,8 1,2 4,3 3,2 0,7 9,0 5,0 15,6 7,6 9,1 8,3 0,9 3,3 5,7
DISTRITO FED. 0,0 0,0 1,4 2,0 2,6 2,4 14,1 10,9 5,3 2,0 8,0 4,6 8,1 17,0 13,8 15,4 9,1 5,5 2,4 0,1 0,0 0,6 0,2 0,3 3,4
DURANGO 0,0 0,0 1,8 4,2 0,7 3,4 3,3 1,9 0,9 0,6 4,0 2,5 0,3 3,0 2,0 2,6 0,0 1,7 3,3 1,8 2,7 3,5 5,2 2,9 2,8
GUANAJUATO 0,0 0,0 0,0 0,4 1,6 13,2 4,1 0,8 25,4 14,9 1,8 12,7 2,1 0,6 0,5 0,7 0,7 2,4 1,1 3,2 0,4 2,6 2,1 5,9 4,6
GUERRERO 0,0 0,0 0,3 1,3 5,0 3,8 3,6 0,0 0,9 0,0 1,0 0,0 0,3 22,1 3,0 3,0 1,1 2,5 0,4 0,2 3,2 7,1 2,4 4,8 3,5
HIDALGO 0,0 0,0 4,8 1,3 0,2 0,2 0,8 0,0 2,7 7,8 17,5 3,3 21,7 3,3 24,6 3,3 11,5 1,6 2,6 6,3 7,1 6,5 0,7 2,3 4,7
JALISCO 0,0 0,0 1,0 5,7 1,7 0,7 7,4 0,0 0,6 1,7 0,0 0,3 1,4 4,9 4,9 1,8 2,4 6,2 2,4 0,0 0,3 0,3 1,4 1,9 1,6
MEXICO 0,0 0,0 13,6 9,3 15,7 9,2 8,4 12,2 0,3 7,7 2,1 2,6 5,0 4,9 4,3 4,1 3,4 7,1 8,9 0,1 5,2 2,0 2,2 7,4 5,5
MICHOACAN 0,0 8,9 5,0 11,9 5,4 5,4 0,8 12,9 0,3 6,1 4,4 5,2 3,8 0,0 0,6 1,1 1,2 3,8 4,1 1,7 0,0 1,9 2,5 3,4 3,2
MORELOS 0,0 0,0 0,0 0,3 0,5 3,4 2,1 0,4 0,2 0,4 0,4 1,3 0,7 1,5 0,5 1,5 0,9 1,8 0,8 2,1 0,2 0,7 0,2 1,9 0,9
NAYARIT 0,0 0,0 0,0 1,4 0,3 0,0 1,4 9,9 0,1 2,4 1,7 1,9 0,0 2,1 4,5 1,0 0,4 2,2 0,0 0,6 9,4 2,0 1,5 0,6 2,3
NUEVO LEON 0,0 15,3 2,6 1,8 4,4 6,3 5,2 0,9 0,0 1,5 0,0 1,7 1,2 0,8 0,0 0,0 0,0 3,0 0,4 0,9 0,8 0,2 2,0 1,5 1,7
OAXACA 0,0 3,6 2,4 2,8 2,0 1,8 3,8 1,5 2,6 2,4 1,0 1,7 1,4 1,0 4,2 6,9 4,5 3,9 7,3 0,0 0,0 1,4 0,1 3,7 2,0
PUEBLA 0,0 0,0 0,0 0,0 4,4 2,8 2,5 1,6 3,1 0,8 1,2 5,6 0,8 0,0 0,0 2,9 7,3 10,0 3,9 0,0 0,5 7,1 4,2 7,3 3,7
QUERETARO 0,0 0,0 0,0 2,7 1,1 2,9 0,8 6,0 0,3 2,1 0,8 4,8 9,4 4,0 1,3 0,3 1,5 2,1 1,9 0,0 0,2 1,5 0,9 1,9 1,8
QUINTANA ROO 0,0 0,0 16,3 0,0 7,1 0,0 5,3 0,0 6,0 7,1 7,1 15,5 5,8 2,7 0,0 0,2 0,0 0,6 0,3 1,8 1,1 1,6 2,1 0,3 3,1
SAN LUIS POTOSI 0,0 0,0 2,3 2,9 2,4 1,1 0,0 0,0 2,8 0,6 3,5 1,5 2,8 1,2 0,0 4,1 7,0 1,8 0,0 18,3 4,5 3,5 4,9 3,4 3,4
SINALOA 0,0 2,0 3,4 4,2 2,6 0,0 1,2 1,1 4,0 0,0 3,0 4,9 3,5 4,3 1,2 2,1 1,2 2,1 5,2 2,7 1,7 1,3 1,0 1,5 2,0
SONORA 0,0 31,2 0,0 9,2 3,7 0,6 3,1 1,1 0,8 5,3 1,4 1,4 0,8 0,7 0,5 0,0 0,0 4,3 0,6 2,5 1,2 2,6 3,8 2,0 2,4
TABASCO 0,0 0,0 0,0 2,6 0,5 0,0 0,3 1,2 0,5 0,6 0,0 4,6 7,2 0,6 0,0 1,0 0,0 0,0 0,0 0,7 6,0 2,4 2,8 3,3 2,3
TAMAULIPAS 0,0 0,0 1,8 1,7 2,2 4,0 1,3 2,2 9,1 8,5 14,8 0,0 0,6 5,7 15,3 22,4 1,6 3,3 4,4 0,0 3,8 9,0 26,3 5,3 7,4
TLAXCALA 0,0 0,0 0,3 0,9 1,1 0,0 0,0 1,3 1,4 0,0 3,7 0,2 0,0 2,6 0,2 0,0 0,0 0,7 1,6 0,9 1,0 1,8 1,5 1,6 1,2
VERACRUZ 0,0 0,0 2,3 0,0 1,4 2,8 2,6 4,6 2,2 0,7 1,4 2,8 2,1 0,6 4,4 2,9 2,5 9,7 5,3 0,5 0,7 5,3 3,1 7,6 3,4
YUCATAN 0,0 0,0 0,0 0,3 5,4 4,2 0,0 0,4 0,7 2,2 0,5 2,0 3,9 0,8 1,1 5,0 5,8 0,0 0,0 0,6 3,4 0,5 0,8 1,8 1,7
ZACATECAS 0,0 0,0 1,9 4,4 1,9 0,3 0,7 0,3 0,3 0,4 1,4 1,1 2,2 0,0 2,7 0,9 0,8 2,6 3,1 3,2 16,3 6,9 4,4 6,9 4,8
NO DISTRIBUIDO
0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,8 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,7 0,0 0,0 0,1
NACIONAL
TOTAL 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0
Fuente: Elaboración propia a partir de: CONAVI, Sistema de Estadísticas Históricas de Vivienda, http://estadistica,conafovi,gob,mx/historicos/index,php
(a) Incluye sólo FONHAPO Normal (incluye los programas de adquisición, ampliación y construcción de vivienda)
(b) Incluye FONHAPO Normal y FONHAPO Subsidios
(c) incluye FONHAPO Normal, FONHAPO Subsidios y Vivienda Rural
(d) Incluye FONHAPO Normal y FONAEVI
(e) Incluye FONHAPO Normal Vivienda Rural y FONAEVI
357
Cuadro 19: FONHAPO (Vivienda Rural), número de créditos otorgados por Programa (1)
2004 y 2005
FOVI-FOGA (SHF)
operado con importantes márgenes de utilidad (Garza, G. y Schteingart, M., y 1978: 103 y
casi treinta años de operación, pasando de un promedio cercano a los 17.500 créditos
anuales en los años setenta, a cerca de 49 mil en la última década considerada en este
otorgados por todos los organismos nacionales entre 1973 y 2005 (ver Cuadro AE-5).
358
Por el propio perfil socioeconómico hacia el que está enfocado, este organismo se ha
garantía hipotecaria, que para 2007 tienen un precio de mercado que oscila entre los
PROFIVI)117 , con una baja asignación de créditos subsidiados que alcanzan montos por
debajo de los 153,808 pesos (Programa PROSAVI)118. A pesar de que entre 1998 y 2003
apenas cercano a una quinta parte (18,7%), del total de los créditos que ha otorgado el
organismo en los últimos años, que contrastan con los destinados a los programas no
Gráfica 8
FOVI- PARTICIPACIÓN DE LOS PROGRAMAS
PROFIVI Y PROSAVI
400,000
350,000
300,000
No. DE CRÉDITOS
250,000
200,000
FOVI PROFIVI
150,000 FOVI-PROSAVI
100,000
50,000
0
1997 1999 2001 2003 2005
AÑOS
117
Programa de Financiamiento a la Vivienda (el programa normal de operación).
118
Programa de Apoyos y Subsidios a la Vivienda
359
En el caso de FOVI y la SHF, a diferencia de lo ocurrido con el FONHAPO, la
sólo a partir de 1999 cuando comienzan a dirigirse hacia ellos recursos en un momento
población como resultado de la crisis del sistema financiero de 1994, que llevó a la banca
Entre ese año y hasta 2003, la presencia de programas subsidiados fue adquiriendo una
carácter irrelevante en 1997 (0,23%), a llegar a representar entre la tercera y quinta parte
del total de créditos asignados entre 1999 y 2003 (ver Cuadro 20).
Fovi integrado 46.688 100,00 55.425 100,00 59.118 100,00 46.704 100,00 47.555 100,00 46.136 100,00 54.229 100,00 65.320 100,00 54.449 100,00
Profivi 46.582 99,77 45.882 82,78 41.791 70,69 34.915 74,76 37.575 79,01 33.955 73,60 40.616 74,90 55.520 85,00 50.093 92,00
Prosavi 106 0,23 9.543 17,22 17.327 29,31 11.789 25,24 9.980 20,99 12.181 26,40 13.613 25,10 9.800 15,00 4.356 8,00
1 2
Fte: Cuadros AE-9, AE-10 - AE-11 y AE-11
manera notable entre 1994 y 1999 con respecto a todos los ONAVIS, llegando a
representar casi la tercera parte de todos los créditos otorgados por estos organismos, en
una dinámica en la que los créditos subsidiados llegaron a representar casi la mitad del
incremento observado con respecto a 1996, que fue el último año en que FOVI operó sin
360
este tipo de créditos (ver Cuadros AE-5 y 20), esta presencia, sin embargo, fue sólo
Este mecanismo, a diferencia de los otros cuatro ubicados en los OREVIS (FOVISSSTE,
asignación de los créditos, de hecho desde que operaba el FOVI-FOGA y, más aún,
desde que la SHF se ha hecho cargo del Fondo, este organismo no tiene, al parecer,
compromisos ni con los gobiernos estatales (Patiño, L.: 261), ni con designios sectoriales
(a través de la SEDESOL), del gobierno federal, aunque sí parece haber operado por un
Esta “neutralidad” política en el manejo e los créditos, sin embargo, no impidió que la
dinámica en la asignación de sus créditos entre las distintas entidades federativas tuviera
otorgados desde 1973 por los dos programas que opera, este organismo ha concentrado
mientras que alrededor de un 15% se concentran en otras dos entidades, cuyas capitales
son las otras dos más importantes aglomeraciones urbanas en el país (Jalisco con 6,9% y
Nuevo León con un 8,2%) (ver Cuadros AE-111 Y AE-112), es decir, que poco más de la
federativas, en las que, por otra parte, se reúne un porcentaje similar de la población total,
y casi 10% más que la urbana nacional (33,17 y 45,95% promedio anual entre 1980 y
2005 respectivamente).
361
En el resto de los estados, sin embargo, no hay una coincidencia entre la asignación de
créditos y el peso relativo de la población, y ésta más bien parece haber respondido a la
forma en la que está distribuida la demanda efectiva (es decir con mayor nivel
adquisitivo), que a las necesidades de vivienda, de esta manera, entidades como Baja
California o Sonora han recibido un apoyo financiero entre cinco y diez veces mayor que
otras como Chiapas y Oaxaca, a pesar de que ésta tienen entre un 23 y un 79% más
FOVIMI-ISSFAM
Los otros dos organismos que conforman el conjunto de los ONAVIS: FOVIMI y
(DPM y IPCyR respectivamente). Con respecto al primero, los datos disponibles sólo
éste, en el conjunto de los organismos nacionales, es poco representativa (0,51% del total
armadas que, por otra parte, cuentan además de éste con un mecanismo crediticio
Su peso relativo desde la década de los 70, salvo en tres años, se ha mantenido en cifras
por debajo de un punto porcentual, con un máximo cercano a los 5000 créditos y un
promedio anual constate de poco más de los 1000 financiamientos (ver Cuadro AE-5),
que curiosamente han presentado una tendencia a la concentración en las grandes áreas
metropolitanas similar a las que podemos observar en el caso del resto de los organismos
362
nacionales. Poco más de la tercera parte de los créditos se han asignado al Distrito
una baja asignación en las entidades con más población rural, es sensiblemente distinto
del financiamiento que se ha aplicado en otros estados del país, que contrasta por
ejemplo, con el caso de FOVI. Aquí, después de las entidades con las mayores
En relación con el resto de los ONAVIS, al parecer, éste ha conservado un carácter poco
que ha entregado no sólo es el más bajo dentro del conjunto, sino incluso está muy por
debajo con respecto a otros organismos públicos, sólo como ejemplo, entre 1983 y 2005
Petróleos Mexicanos (PEMEX), otorgó en promedio anual más de tres veces lo que
FOVIMI-ISSFAM (4.650 v.s. 1399), mientras que los trabajadores de la Comisión Federal
FOVISSSTE
Enfocado sólo a los servidores públicos federales (aunque a él continúan adscritos los
363
burócratas de Baja California Sur), ha conservado, en los últimos casi treinta años, un
peso relativo en el conjunto de los ONAVIS por encima del 10% de los créditos otorgados
(ver Cuadro AE-5), sólo cuatro puntos porcentuales por debajo de FOVI, un organismo
cuya población objetivo representa proporcionalmente un nicho que parece ser mucho
Hasta los años 80, siguiendo el mismo enfoque que había prevalecido en el IPCyR, se
al 50% de los créditos otorgados. A pesar de esto, vistos en el conjunto en las últimas tres
décadas estos dos programas no han rebasado en promedio el 13% de los créditos (ver
México, de esta forma, cerca de la tercera parte se han dirigido a solicitantes del Distrito
Federal y del Estado de México (17 y 11,4%), respectivamente (ver Cuadros AE-111 y AE-
significativamente más equilibrado, con mínimos del orden del 1,2% en Colima y un
máximo del 3,8 en el estado de Hidalgo y Puebla, en donde los estados con mayores
Nuevo León y Puebla con 3,8; 3,1 y 3,0% respectivamente), mientras que estados con
2,4%, y Oaxaca 2,1%), es, en este sentido, el organismo nacional que distribuye
364
4.1.3. La función integral de los ONAVIS
la vivienda edificada desde 1971 a 2005, y cerca del 89,57% de toda la vivienda de nueva
construcción financiada por el sector público en ese período, que en un 83,19% estuvo
decir que estos cinco organismos son los principales agentes financieros de vivienda, sólo
este período construyó cerca del 64% del total del parque habitacional.
Estos organismos han desplazado tanto al sector privado como al resto de las
conjunto ejercieron un presupuesto que permitió cubrir el 76,95% de todos los créditos
otorgados en conjunto entre el Estado y los distintos organismos privados, en tanto que
estos últimos apenas alcanzaron a otorgar el 14,09%, y que el resto de los organismos
A pesar de las diferencias que existen entre los programas objetivo de los organismos que
otorgados), a través de créditos para la construcción de vivienda completa (78,73 del total
de los créditos otorgados), y vivienda progresiva o inicial (6,04% del total de los créditos
otorgados), el resto, alrededor del 15,23% de los créditos otorgados por estos
365
Sus recursos financieros se ha centrado en la construcción de vivienda completa, de
hecho sólo el 7,12% de los créditos otorgados para nueva construcción por los
progresiva, frente al 92,88% que se han asignado vivienda completa (ver Cuadro AE-161),
industria de la construcción.
El peso relativo de los créditos entregados por parte de estos organismos en las últimas
83,83% en la última década del siglo pasado, y un 93,67% de todos los créditos otorgados
por los organismos públicos entre 2000 a 2005, y en las décadas precedentes este peso
se mantuvo prácticamente constante (92,14% entre 1971 y 1980, y 91,86% entre 1981 y
que considerando los créditos otorgados por SEDESOL, el número total de los créditos
Con base en estos organismos, el sector público federal aparece, sin duda, como el
principal agente financiero de vivienda social, con una capacidad de intervención que no
sólo abarca a los principales grupos de la sociedad, (desde burócratas hasta grupos
366
prácticamente a todos los niveles de gobierno, constituyéndose en la principal fuente de
% De créditos
ONAVIS SEDESOL públicos/total
PERÍODO
% % público y
privado
1971-1980 92,14 0,13 92,27
1981-1990 91,86 1,67 93,53
1991-2000 83,83 9,41 93,24
2001-2005 93,67 0,10 93,77
1 5
Fte: Elaboración propia con base en Cuadros AE-16 a AE-16
4.2. SEDESOL
Éste es un organismo que tiene su origen en las sucesivas reformas que llevaron en 1976
social del Estado y, como tal, en el principal instrumento de mediación con los sectores
367
La SAHOP supuso en su momento, la incorporación de las políticas habitacionales y de
social de los gobiernos que intentaron impulsar un nuevo Estado desarrollista con una
M., 2000: 164-167), y que impulsaron una política social que llevó, además, a la creación
de iniciativas que redujeron la capacidad del Estado para resolver los problemas
mediados de los años 80 en adelante (Ídem: 67-92), que implicaron reducir la acción
centralizado que le permitía al gobierno federal compensar los efectos sociales de las
Las iniciativas en materia de vivienda que llevó a cabo este organismo, se enmarcan así,
la población (por medio de una gran diversidad de programas [ver Cuadro AE-13]), la
privada.
Desde esta perspectiva, la acción habitacional de SEDESOL parece haber estado dirigida
a jugar un papel más de carácter compensatorio, acorde con las reformas que llevaron a
368
la vivienda y que, como hemos visto, llevó a un debilitamiento en el campo de actuación
del FONHAPO.
créditos que venía otorgando el organismo que lo precedió (más del doble, en un solo
año, del total de créditos otorgados entre 1980 y 1990 [ver Cuadro AE-21]), sino que fue
jugado un papel cada vez más complementario a la política crediticia operada por el
porque ha compensado con su participación el número total de los créditos otorgados por
En efecto, del total de créditos otorgados a través de esta Secretaría, de 1971 a 2005, el
vivienda inicial (autoconstrucción), por sólo un 8,38% de los dirigidos a vivienda completa
(ver Cuadro AE-161). Del mismo modo, este organismo se ha abocado a través de
distintos programas (ver Cuadro AE-13), a financiar mejoras materiales en las viviendas o
a mejorar las condiciones financiera de aquellas que han recurrido, con anterioridad, a
y de éste sólo el 0,97% a la vivienda completa, mientras que más del 88% (la diferencia
con respecto al total), se destinó al mejoramiento físico y financiero (ver Cuadro AE-161).
Este papel, como mecanismo financiero para la vivienda autoconstruída, y para acciones
de mejoramiento ha sido cada vez más claro en los últimos gobiernos. Aunque inicia, de
369
hecho, con el gobierno de Miguel de la Madrid (1982-1988), con el que podemos decir
que dan comienzo las reformas neoliberales, se consolida definitivamente con el gobierno
de Carlos Salinas (1988-1994), y se mantiene con los siguientes dos gobiernos (1994-
Gráfica 9
SEDESOL: TOTAL DE CRÉDITOS P/NVA CONSTR. EN
RELACIÓN CON TOTAL DE CRÉDITOS POR SEXENIO
1200000
1000000
No. DE CRÉDITOS
800000
600000
VIV COMPL
VIV INICIAL
400000
TOT DE CRED. P/.
NVA. CONSTR.
200000 TOT. DE CRED.
OTORGADOS
0
1973- 1977- 1983- 1989- 1995- 2000-
1976 1982 1988 1994 2000 2005
PERÍODOS
Este organismo no registra ningún crédito para vivienda progresiva durante la década de
los setenta, cuando el 100% de los escasos financiamientos otorgados fueron para
vivienda de nueva construcción, pero en las dos siguientes el número de los otorgados
para este rubro con respecto al total se redujo significativamente a favor de los créditos
para mejoras. Así, en los años ochenta sólo el 32,81% se asignaron a vivienda completa
por un 5,25% destinados a la autoconstrucción, y cerca del 62% (el resto con respecto al
total), para mejoramiento físico y financiero (ver Cuadro AE-163); para la década siguiente,
los créditos para vivienda completa prácticamente habían desaparecido (sólo el 0,05% de
los créditos para nueva construcción), mientras que la vivienda inicial pasó a 12,54% de
370
los préstamos y más del 87% (el resto sobre el total), a mejoramiento físico y financiero
Durante los primeros cinco años del siglo XXI, este organismo abandonó totalmente el
créditos para autoconstrucción (0,70% del total de créditos), para dedicarse de manera
AE-165 y Gráfica 1), que le permitían, con un monto relativamente corto de recursos,
ingresos, para entonces su papel subsidiario de los programas emprendidos por los
político y clientelar.
4.3. ODEPES
programas habitacionales, son los que aquí hemos denominado Mecanismos Financieros
Éstos están integrados por un conjunto de instituciones o empresas públicas que, aunque
de vivienda, tanto para sus propios trabajadores (como es el caso de las empresas
públicas), como para sectores de la población que están relacionados con sus objetivos
371
4.3.1. IMSS
Dentro de estos es posible que el caso más destacado sea el Instituto Mexicano del
Seguro Social (IMSS), Creado casi 20 años después del IPCyR, como otro organismo de
seguridad social (1943), que añade a las funciones de de pensiones para el retiro de
El IMSS, además del crédito hipotecario a sus trabajadores, reprodujo el esquema de las
institucional dirigida casi de manera exclusiva a los trabajadores públicos, fue inaugurada
A diez años de su creación, el IMSS, entre 1953 y 1964 impulsó una política similar para
los trabajadores beneficiarios de esa institución, que la llevó a producir un total de 10.600
estados de Colima, Durango y Sonora (de las cuales siete se realizaron en la capital del
372
convirtieron en ejemplos paradigmáticos de la política habitacional dirigida a los
trabajadores.
Después del gobierno de Adolfo López Mateos (1958-1964), en pleno auge del modelo de
Instituto más conjuntos con estas características, y éstos junto con los creados por el
IPCyR quedaron prácticamente como las únicas experiencias de vivienda en alquiler que
produjo el sector público, pese a que todos los organismos de pensiones que aparecieron
desde entonces en los distintos estados del país se plantearon, como parte de sus
conjuntos habitacionales por casi 30 años, hasta que en 1982, como parte del
neoliberales, se emitiera el decreto por parte del Gobierno Federal con el que inicia el
373
siete unidades más en el Valle de México que concluyó con la liquidación del fideicomiso
La escasa información de que se dispone sobre el desarrollo crediticio del IMSS en los
años que sucedieron a la creación de los conjuntos habitacionales, dirigidos a sus propios
empleados (ver Cuadro 22), impiden hacer una valoración sobre su impacto en el
conjunto de las políticas habitacionales, sin embargo, es posible sostener que este
México, y que hasta mediados de los años 60 tenía un peso relativo similar al de el
374
4.3.2. Programas extraordinarios (CAPFCE, CONAGUA E INI)
extraordinaria, financiaron vivienda sin que su objeto de actuación haya sido éste, ni las
los registros de la CONAVI, tanto la Comisión Nacional del Agua (CNA), organismo
Federal encargado de administrar los recursos hídricos del país, como el Instituto
vivienda (ver Cuadro 22), en un número que oscila entre los dos y tres mil créditos.
Programa de Construcción de Escuelas (CAPFCE), que realizó sólo por dos años (entre
denominado “la casa que crece”, en una iniciativa que respaldaba la construcción de
espacio educativo para alojar a maestros rurales, a través del cual se construyeron del
orden de 2000 casas (Barragán, J. I., 1994 : 150), sin que haya referencia a otros
Entre estas iniciativas, es importante resaltar el caso del Instituto Nacional Indigenista,
organismo creado en 1948, como trasfondo de las iniciativas que sustentaban el modelo
de desarrollo industrial del país en ese entonces, para impulsar una política de apoyo de
carácter paternalista hacia las comunidades indígenas. Este organismo no tiene registros
119
Desde 2003 transformado en al Comisión Nacional para el Desarrollo de Pueblos Indígenas (CDI) (DOF, 2003)
375
la insurrección indígena en Chiapas, después de 1994, se dio a la tarea de impulsar
Aunque poco significativa en el número de los créditos asignados (cerca de 2300 en seis
años, [ver Cuadro 22]), pese a que la población indígena en el país alcanza cerca del 10%
población, y que sólo se sostiene durante el últimos años del gobierno de Ernesto Zedillo
(1994-2000), y los primeros dos de Vicente Fox cuando, al parecer, el tema chiapaneco
Un caso muy distinto a los anteriores es el de las empresas estatales que crearon
permanente. La pionera entre éstas parece haber sido Ferrocarriles Nacionales de México
(FERRONALES), que desde su nacionalización hacia finales de los años 30, comienza a
ofrecer vivienda a sus trabajadores, política que se replicaría años más tarde, cuando a
del Centro (CLFC), (1966), iniciaron acciones similares, a las que podríamos sumar los
hecho retoma, en los inicios de FERRONALES como empresa pública, la dinámica que ya
376
México en el último tercio del siglo XIX. Tal vez el ejemplo más claro de los compromisos
adquiridos por estas empresas con los trabajadores, y de los conflictos que se derivaron
El caso de este sector de los trabajadores públicos es tal vez uno de los que muestran
Desde antes de que este organismo surgiera, el suministro de alojamiento a través del
acuerdos implícitos entre los trabajadores ferrocarrileros y las empresas que conformaban
el sistema ferroviario nacional, sin que esto formara parte de un marco reglamentario, ni
hechos no hizo sino continuar con usos y costumbres que venían operando desde los
377
contratos de arrendamiento, terrenos disponibles de la empresa para ser empleados en la
predios, adquirió con el tiempo un carácter de “prestación”, que en los hechos terminó por
crear derechos de cuasi-propiedad sobre los terrenos y las viviendas, que sólo se
empresa estatal, cuando las viviendas que poseía la empresa, y que eran ocupadas por
Al igual que sucedió con los ferrocarrileros, y tal vez al influjo del trato que estos habían
logrado por parte del Estado “patrón”, en los años cincuenta, comienzan a implantarse
Aunque los datos de los que disponemos sobre el comportamiento crediticio de este
organismo sólo nos permite tener una idea de las condiciones en las que ha operado
desde 1983, es decir sólo por poco menos de la mitad del tiempo que tiene de existencia,
120
Hay diferentes decretos en las décadas de 1960 y 1980 en los que se autoriza a la empresa a enajenar a favor del
sindicato para la construcción de casas habitación para los trabajadores ferrocarrileros en diferentes partes del país (DOF,
29 de octubre de 1986 (b); DOF, 3 de noviembre de 1986 (a)).
378
es posible, a través de ellos, darnos una idea de su lógica de funcionamiento y del
financieros similares.
PEMEX es, dentro de los organismos que aquí consideramos parte de los ODEPES, el
que mayor cantidad de créditos ha otorgado entre 1983 y 2005. En ese período otorgó
cerca del 65% del total de los créditos que éstos financiaron, representando casi el 15,5%
de total de los entregados por el FOVISSSTE para toda la burocracia federal en el mismo
período, más del doble de los otorgados por la Comisión Federal de Electricidad, y casi 9
veces más que la Compañía de Luz y Fuerza del Centro (CLFC) (ver Cuadro 22 y Gráfica
10).
Grafica 10
CRÉDITOS OTROGADOS POR ODEPS
160,000
140,000
120,000
No. DE CRÉDITOS
100,000
80,000
60,000
40,000
20,000
0
EX
PI
AX
C
FE
L
AM
TA
LF
D
M
C
-O
N
TO
C
-C
PE
I- C
UA
SS
IN
G
IM
NA
O
C
ORGANISMOS
379
Esta entidad ha conservado una dinámica muy inestable en el otorgamiento de sus
créditos (ver Gráfica 11), y al parecer estas fluctuaciones han correspondido con
momentos críticos en las relaciones entre la antigua dirigencia del sindicato petrolero con
el gobierno federal. Entre 1983 y 2005, el promedio anual de créditos otorgados por la
empresa a los trabajadores sindicalizados rondó los 3.100; sin embargo, a finales de los
años ochenta este número osciló ostensiblemente entre un máximo de 5000 créditos en
1987, en los momentos en que había una importante confrontación entre el saliente
mínimo de 500 créditos en el primer año del gobierno salinista (cuando ese conflicto hizo
crisis con la detención policíaca del principal líder del sindicato), llegando incluso a
Gráfica 11
PEMEX: Comportamiento Crediticio 1983-2005
12,000
10,000
No. DE CRÉDITOS
8,000
6,000
4,000
2,000
0
1983-
1985-
1987-
1989-
1991-
1993-
1995-
1997-
1999-
2001-
2003-
2005-
Años
financiamiento habitacional por parte de la empresa llegó a máximos entre los 7 y los 10
mil créditos (ver Cuadro AE-161), con un incremento notable en los años posteriores a la
380
convulsión económica de 1994, cuando la crisis del sistema financiero llevó a una práctica
contrasta claramente con la drástica reducción que hubo esos mismos años en el número
tendiente a recuperar los vínculos clientelares con el Sindicato Petrolero (ver Cuadro AE-
5).
vivienda es, de manera dominante, la vivienda completa, a la que ha entregado cerca del
para mejoramiento de vivienda (cerca del 48% de los créditos), y sólo marginalmente el
el 22,2% de los créditos), y con la ubicación de las principales zonas de extracción en los
mitad de los restantes estados del país, incluso en algunos en los que no parece haber
El caso de las otras dos empresas públicas que otorgan crédito, la CFE y la CLFC, no
381
comportamiento general de la actividad financiera sobre el tema de vivienda en el mismo
lapso analizado. Para el caso de la primera, al igual que PEMEX, sólo disponemos de
datos a partir de 1983, con lo que sólo podemos tener una idea de alrededor de 22 de los
casi 40 años que lleva otorgando financiamiento para la vivienda a sus trabajadores,
mientras que con la segunda los datos son aún más escasos, y sólo se dispone de ellos
para los últimos dos años del período analizado y aún estos sin una distribución territorial
Con estas limitaciones, es posible apreciar que la CFE tiene un comportamiento mucho
menos irregular que el de PEMEX, con máximos cercanos a los 2700, y mínimos
superiores a los mil créditos, que en su asignación y número no parecen haber sido
pensar en que este organismo ha estado menos sujeto a las relaciones clientelares entre
el sindicato y el Estado, algo que puede ser también el caso de la CLFC que, a juzgar por
el comportamiento de los dos años de los que disponemos datos, no muestra variaciones
significativas en el número de créditos ejercidos, que ha rondado en los 3000 (ver Cuadro
22).
nacional de los créditos, que parecen responder a una estructura territorial del empleo
más equilibrada de la primera con respecto a la segunda. Entre 1983 y 2005, a pesar de
la endémica concentración de los recursos en la capital del país que, en el caso de la CFE
(con poco más del 10% de los créditos), el financiamiento habitacional alcanzó a todas las
382
Para el caso de la CFE es significativo el hecho de que fuera del caso de Jalisco en
donde se concentran el 6.1 de los créditos, el resto de los estados en los que se localizan
las principales zonas metropolitanas del país no tiene un trato particularmente favorable
Puebla reciben montos semejantes e incluso inferiores a otros estados con menos peso
empresa.
tienen una influencia decisiva en la asignación de los créditos, y por supuesto en los
el conjunto total de los créditos otorgados por el Estado, tienen los que ofrecen los
ODEPES, estos ofrecen, posiblemente, uno de los ejemplos más claros del manejo
decir, parecen estar destinados a reforzar los lazos del Estado con grupos sociales
383
que el Estado ampliaba su participación en la actividad económica121, o cuando impulsaba
una reforma estructural de la economía en los años 80, que reducía sensiblemente su
En este sentido, a través de los organismos que se han incluido en los ODEPES, el
ejercidos a través del CAPFCE, los del INI e incluso los dirigidos a los ferrocarrileros), con
otros de control (PEMEX en los ochenta), y/o privilegio (como parecen ser los casos del
mismo PEMEX, así como de CFE y CLFC), construyó un entramado instrumental dirigido
Desarrollo
vivienda para distintos segmentos de la población nacional, entre los que están desde sus
propios trabajadores hasta grupos sociales que están relacionados con sus objetivos
financieros.
121
Cuando en los años 50 comenzaron el IMSS, CAPFCE y PEMEX a ofrecer créditos para vivienda
384
Este “sistema” está integrado básicamente por el ya mencionado Banco Nacional de
del Ejército, Fuerza Aérea y Armada (BANJERCITO) (1947), así como otras instituciones
financieras destinadas a impulsar el ahorro del sector social (como el Banco de Ahorro
económicos estratégicos que el Estado tomó en sus manos, como fue el de la industria
azucarera (Financiera Nacional Azucarera [FINA] en 1943 ), a los que se agregó hacia
agrícola (ver Cuadro AE-11), y finalmente, en los años 80, Fomento Industrial Somex
(FISOMEX), como una institución estatal tenedora de acciones de distintas empresas con
participación estatal.
A pesar de que, como en el caso anterior, el objeto de varios de estos organismos no era
BANRURAL), desde una lógica que parece responder a criterios muy similares a los que
llevaron a impulsar estos programas en las empresas públicas aunque desde un enfoque
que, según los datos disponibles, que parece haber privilegiado a un número muy
nivel).
122
Esta institución bancaria nació con el nombre de Banco Nacional Hipotecario y de Obras Públicas (BANHUOP) (ver
diagrama 1)
123
Que tiene su origen en el Patronato del Ahorro Nacional (PAHNAL), creado en 1949.
124
Este organismo no es el primero en el financiamiento rural en México, de hecho desde 1926 se había creado el Banco
Nacional de Crédito Agrícola al que en 1935 se sumaría el Banco Nacional de Crédito Ejidal, a estos dos se añadiría un
tercer organismo en 1965, el Banco Nacional Agropecuario, los tres operarían en paralelo hasta 1975, cuando se creó el
Banco Nacional de Crédito Rural (BANRURAL) (en liquidación desde 2003), que unificó las tres instituciones existentes en
una sola, me refiero aquí a este banco por ser EL ÚNICO del que se tiene información sobre el otorgamiento de
financiamiento habitacional.
385
En otros casos, el crédito habitacional formó parte de los mecanismos financieros con los
que se apoyó al sector de la economía que tenía como objetivo la institución bancaria,
como fue el caso de Financiera Nacional Azucarera (FINA), que otorgó créditos para la
vivienda a trabajadores cañeros; mientras que otros más operaron como banca de crédito,
de gobierno (Federal, Estatal y Municipal), el segundo, entre otros objetivos, para financiar
tercero, otorgando crédito hipotecario a los miembros del ejército, fuerza aérea y armada
instituciones. En el caso de FINA (en liquidación desde el año 2000), aunque este
125
Hay noticias periodísticas de la creación de un fideicomiso para la construcción de casas de obreros del Sindicato de
Trabajadores de la Industria Azucarera que ya operaba desde 1989 (fte: http://cdi.gob.mx/ini/noticias/19-sep-02.html)
386
El análisis sobre la relevancia de los créditos habitacionales que otorgaron estas
estadística por parte del CONAVI, sin embargo es posible darnos una idea del
ellos queda de manifiesto que todas estas instituciones otorgaron créditos para vivienda
durante estos años, incluso hasta el final de la operación de aquellas que iniciaron un
Las tres instituciones que asignaron el mayor monto de sus recursos a la vivienda, en
relación con el total de su cartera crediticia, fueron las mismas que desde su fundación
consideraban como una parte importante de sus funciones este rubro. Aunque en
términos absolutos poco significativa, BANSEFI es la institución que más se distingue por
financiamiento habitacional entre el 82.5 y más del 99% de su cartera crediticia, de hecho
en los últimos tiempos esta institución se ha enfocado casi de manera exclusiva a este
Cartera vigente 1.308 100 1.454 100 33.016 100 245 100
Créditos otorgados como agente financiero 0 0 0 0 0 0 0 0
Créditos otorgados al sector objetivo 0 0 0 0 0 0 0 0
Consumo 4 0.3 254 17,5 59 0,2 8 3,2
Vivienda 1.303 99,7 1.200 82,5 1.103 3,3 237 96,8
Créditos a entidades gubernamentales 0 0 0 0 0 0 0 0
Créditos a intermediarios financieros 0 0 0 0 31.854 96,5 0 0
Cartera Reestructurada en programas
n. a. n. a. n. a. n. a. n. a. n. a. n. a. n. a.
propios
Otros Créditos 0 0 0 0 0 0 0 0
1. Sólo registra los trimestres II, III y IV
2. Sólo registra el primer trimestre
Fte: Comisión Nacional Bancaria y de Valores, estadísticas 2005, http://www.cnbv.gob.mx/estadistica/boletines/BD/200503/excel/200503250.xls
387
Aunque con menor énfasis relativo, pero mucho más en términos absolutos,
miembros de las fuerzas armadas del país, y que estas cuentan además, como se ha
visto, con el apoyo financiero del FOVIMI. Desde 1997 hasta el año 2000 este organismo
había dedicado casi una tercera parte de sus recursos a la vivienda, y sólo a partir de
2001 ha venido reduciendo estos montos a cifras que se ubican entre la mitad y un tercio
Por su parte, BANOBRAS es el que más peso ha tenido, desde su origen como banca de
número de créditos asignados. En efecto, este organismo, que fue una pieza fundamental
para el desarrollo de las primeras iniciativas en materia de vivienda social desde finales
de los años cuarenta y, sobre todo a lo largo de los años cincuenta, y después de una
años setenta, hacia los años ochenta prácticamente desapareció del escenario financiero
de la vivienda, y sólo hasta la última década del siglo XX lo retomó, para de nuevo
programas que financia. Aunque desde los primeros años de su operación se enfocó
fundamentalmente a la vivienda completa, y así continuó hasta los años setenta, en los
años 90 modificó este enfoque, aunque a partir de 2003 parece que ha retomado esa
388
línea de crédito, llegando a abocarse casi exclusivamente al financiamiento de desarrollos
Gráfica 12
BANOBRAS: Comportamiento Crediticio 1973-2005
35000
30000
25000
No. DE CRÉDITOS
20000
15000
10000
5000
0
1973-
1975-
1977-
1979-
1981-
1983-
1985-
1987-
1989-
1991-
1993-
1995-
1997-
1999-
2001-
2003-
2005-
AÑOS
constante los últimos años, así de 1997 a 2005 su participación en el sector es apenas
máximo de 1,7% y un mínimo de 0,1%) (ver Cuadro 25), en términos absolutos hasta
1998 fue el que más recursos aportaba al financiamiento habitacional entre todas las
389
Esta última institución, en particular, a pesar de que su sector objetivo ha sido la pequeña
2000 del orden del 0,1% de su cartera de crédito al financiamiento habitacional, que
aunque poco relevante en relación con los créditos totales que ofrece (ver Cuadro 26), le
financiamiento de vivienda. A pesar de esto, del año 2000 hasta el 2005 ha ido
0,2% de su cartera de créditos, proporción incluso superior a las que han otorgado
cercana al 50% del monto total de los recursos que BANOBRAS ha dedicado al
institución.
390
Cuadro 24: BANJERCITO. Financiamiento habitacional en relación con cartera de crédito vigente
(en miles de pesos)
1997-2005
1 2
1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005
Concepto %/ %/ %/ %/ %/ %/ %/ %/ %/
Monto Total Monto Total Monto Total Monto Total Monto Total Monto Total Monto Total Monto Total Monto Total
Cartera
vigente 1.492.674 100 5.995.751 100 5.987.146 100 7.117.324 100 7.333.601 100 8.861.027 100 19.090.563 100 18.526.115 100 3.124.774 100
Créditos
otorgados
como agente
financiero 3.727 0,2 4.466 0,1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
Créditos
otorgados al
sector objetivo 875.717 58,7 3.393.076 56,6 3.427.393 57,2 4.662.945 65,5 1.262.510 17,2 1.962 0 102 0 3 0 0 0
Consumo 53.639 3,6 190.568 3,2 132.555 2,2 224.375 3,2 4.026.519 54,9 6.814.995 76,9 8.182.108 42,9 9.276.142 50,1 2.574.311 82,4
Vivienda 559.591 37,5 2.383.344 39,8 2.365.158 39,5 2.170.574 30,5 2.024.287 27,6 2.025.679 22,9 2.065.084 10,8 2.135.113 11,5 548.502 17,6
Créditos a
entidades
gubernamentales 0 0 24.297 0,4 62.040 1 59.430 0,8 20.285 0,3 18.391 0,2 8.843.268 46,3 7.114.857 38,4 1.961 0,1
Créditos a
intermediarios
financieros 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
Cartera
Reestructurada
en programas
propios 0 0 0 0 n. a. n. a. n. a. n. a. n. a. n. a. n. a. n. a. n. a. n. a. n. a. n. a. n. a. n. a.
Otros Créditos 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
1. Sólo registra el cuarto trimestre
2. Sólo registra el primer trimestre
Fte: Comisión Nacional Bancaria y de Valores. estadísticas 2005. http://www.cnbv.gob.mx/estadistica/boletines/BD/200503/excel/200503218.xls
391
Cuadro 25: BANOBRAS. Financiamiento habitacional en relación con cartera de crédito vigente (en miles de pesos)
1997-2005
1 2
1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005
Concepto
Monto %/Total Monto %/Total Monto %/Total Monto %/Total Monto %/Total Monto %/Total Monto %/Total Monto %/Total Monto %/Total
Cartera
vigente 80.224.501 100 370.869.879 100 425.891.508 100 469.266.274 100 508.309.788 100 578.480.209 100 614.816.905 100 540.021.920 100 127.643.369 100
Créditos otorgados
como agente financiero 37.710.308 47 178.488.149 48,1 201.409.303 47,3 216.343.880 46,1 233.291.693 45,9 249.462.321 43,1 272.532.879 44,3 273.048.156 50,6 65.618.885 51,4
Créditos otorgados al
sector objetivo 0 0 6.902.038 1,9 3.946.419 0,9 4.140.426 0,9 5.383.766 1,1 8.376.477 1,4 10.891.917 1,8 13.446.175 2,5 3.571.101 2,8
Consumo 0 0 0 0 0 0 80.962 0 91.825 0 104.528 0 84.841 0 67.314 0 15.390 0
Vivienda 1.397.462 1,7 5.938.000 1,6 1.621.998 0,4 345.949 0,1 572.148 0,1 798.338 0,1 820.723 0,1 801.118 0,1 202.351 0,2
Créditos a entidades
gubernamentales 39.299.467 49 176.713.988 47,6 212.848.304 50 242.285.722 51,6 265.281.248 52,2 313.857.970 54,3 320.839.397 52,2 247.154.225 45,8 57.085.392 44,7
Créditos a intermediarios
financieros 58.300 0,1 2.827.704 0,8 6.065.484 1,4 6.069.335 1,3 3.689.108 0,7 5.880.575 1 9.647.149 1,6 5.504.934 1 1.150.250 0,9
Cartera Reestructurada
en programas propios 0 0 0 0 n. a. n. a. n. a. n. a. n. a. n. a. n. a. n. a. n. a. n. a. n. a. n. a. n. a. n. a.
Otros Créditos 1.758.964 2,2 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
1. Sólo registra el cuarto trimestre
2. Sólo registra el primer trimestre
Fte: Comisión Nacional Bancaria y de Valores. estadísticas 2005. http://www.cnbv.gob.mx/estadistica/boletines/BD/200503/excel/200503221.xls
392
Cuadro 26: NAFINSA. Financiamiento habitacional en relación con cartera de crédito vigente (en miles de pesos)
1997-2005
Vivienda 0 0 0 0 0 0 611.913 0,1 674.094 0,1 734.116 0,1 868.974 0,1 886.975 0,1 215.679 0,1
Créditos a entidades
gubernamentales 37.326.126 25,4 168.458.443 25,3 214.114.544 30,5 221.471.479 31,9 238.631.713 34,6 246.869.820 34,2 213.081.714 29,3 136.896.454 22 48.434.826 30,7
Créditos a
intermediarios
financieros 9.038.457 6,1 67.413.718 10,1 80.002.984 11,4 67.390.352 9,7 67.757.177 9,8 68.838.245 9,5 68.693.590 9,4 88.201.786 14,2 23.106.310 14,7
Cartera Reestructurada
en programas propios 1.792.143 n. a. n. a. n. a. n. a. n. a. n. a. n. a. n. a. n. a. n. a. n. a. n. a. n. a. n. a. n. a. n. a. n. a.
393
Cuadro 27: BANCOMEXT. Financiamiento habitacional en relación con cartera de crédito vigente (en miles de pesos)
1997-2005
1 2
1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005
Concepto
Monto %/Total Monto %/Total Monto %/Total Monto %/Total Monto %/Total Monto %/Total Monto %/Total Monto %/Total Monto %/Total
Cartera
Vigente 72.105.496 100 321.765.575 100 279.736.811 100 251.963.184 100 231.857.098 100 274.448.920 100 274.261.776 100 254.920.125 100 59.117.948 100
Créditos otorgados
como agente financiero 20.787.989 28,8 90.379.881 28,1 82.001.514 29,3 70.679.248 29,3 55.733.725 24 46.313.183 16,9 39.092.137 14,3 29.185.647 11,4 5.470.272 9,3
Créditos otorgados
al sector objetivo 14.298.242 19,8 35.476.303 11 52.548.907 18,8 68.415.348 18,8 78.806.455 34 103.896.737 37,9 115.552.696 42,1 106.085.546 41,6 25.615.560 43,3
Consumo 0 0 0 0 0 0 95.860 0 92.881 0 76.858 0 91.008 0 104.973 0 26.154 0
Vivienda 0 0 0 0 0 0 212.916 0 256.099 0,1 264.349 0,1 382.457 0,1 457.798 0,2 110.684 0,2
Créditos a entidades
gubernamentales 5.446.633 7,6 21.346.563 6,6 8.406.859 3 9.366.193 3 25.702.468 11,1 63.669.887 23,2 64.717.870 23,6 77.039.257 30,2 19.001.923 32,1
Créditos a intermediarios
financieros 27.780.938 38,5 171.439.298 53,3 136.779.531 48,9 103.193.619 48,9 71.265.470 30,7 60.227.905 21,9 54.425.608 19,8 42.046.903 16,5 8.893.356 15
Cartera Reestructurada
en programas propios 3.791.694 5,3 3.123.530 1 n. a. n. a. n. a. n. a. n. a. n. a. n. a. n. a. n. a. n. a. n. a. n. a. n. a. n. a.
Otros Créditos 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
1. Sólo registra el cuarto trimestre
2. Sólo registra el primer trimestre
Fte: Comisión Nacional Bancaria y de Valores. estadísticas 2005. http://www.cnbv.gob.mx/estadistica/boletines/BD/200503/excel/200503215.xls
394
Dentro de los mecanismos financieros que han ido derivando en la participación en el
social.
créditos entre 1983 y 1987, concentrados en sólo cuatro entidades de la República, que
parecen responder con el ámbito regional en el que habían actuado normalmente las
empresas en las que participa, entre las que destaca particularmente el estado de México,
395
Aunque poco significativos tanto en términos absolutos como relativos, los casos de
Este organismo, diseñado desde su fundación en 1943, para apoyar el desarrollo de esta
rama de la producción, para entonces uno de los considerados como estratégicos para la
2001: s/p), y aún se observaba en el año 2000, último año de su operación antes de que
126
Para finales de la década de los años 70 el gobierno federal era propietario de 49 de los 66 ingenios del país, proceso
que concluye con la nacionalización de todos los ingenios en 1982. Finalmente se vuelven a privatizar los ingenios entre
1988 y 1991 (Aroche Herrera, David, 2004 s/p).
396
Por su parte BANRURAL, otro organismo de la banca de desarrollo que se encuentra en
liquidación desde 2003, y que desde sus orígenes tampoco estaba destinado al
hasta el último año en que estuvo operando su cartera de créditos, aunque no parece
haberse dirigido a financiar vivienda rural, sino que, al igual que BANCOMEXT, da la
impresión que los créditos otorgados fueron asignados a empleados de esta institución
financiamiento de vivienda por parte de todos estos organismos tuvo por lo general un
carácter secundario, coyuntural y, en algunos casos, más bien dirigido a operar como un
México (Rivera Ríos 1993: 21 y 22), sólo el primero estuvo parcialmente enfocado al
pública, entre los que estuvieron una buena parte de los primeros conjuntos
habitacionales de finales de los años 40, e incluso de los construidos antes de los
397
Cuadro 29: FINASA, financiamiento habitacional en comparación con cartera de crédito
vigente (en miles de pesos)
1997-2005
Concepto 1997
1
1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005
2
Monto %/Total Monto %/Total Monto %/Total Monto %/Total Monto Monto Monto Monto Monto
Cartera
vigente 11.087.528 100 46.608.753 100 43.150.704 100 33.622.141 100 0 0 0 0 0
Créditos otorgados
como agente finan. 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
Créditos otorgados al
sector objetivo 11.082.383 99,95 46.580.318 99,94 43.111.961 99,91 33.598.128 99,93 0 0 0 0 0
Consumo 666 0,01 4.522 0,01 6.621 0,02 2.500 0,01 0 0 0 0 0
Vivienda 4.479 0,04 23.913 0,05 32.122 0,07 21.513 0,06 0 0 0 0 0
Créditos a entidades
gubernam. 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
Créditos a
intermediarios
financieros 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
Cartera
Reestructurada en
programas propios 0 n. a. n. a. n. a. n. a. n. a. n. a. n. a. 0 0 0 0 0
Otros Créditos 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
1. Sólo registra el cuarto trimestre
2. Sólo registra el primer trimestre
Fte: Comisión Nacional Bancaria y de Valores, estadísticas 2005, http://www.cnbv.gob.mx/estadistica/boletines/BD/200503/excel/200503232.xls
1 2
1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2.004 2005
Concepto
Monto %/Total Monto %/Total Monto %/Total Monto %/Total Monto %/Total Monto %/Total Monto %/Total Monto Monto
Cartera
vigente 10.983.016 100 49.550.691 100 88.754.626 10084.067.771 10040.389.366 10034.427.098 100 13.593.601 100 n. a. n. a.
Créditos otorgados
como agente fin. 0 0,00 0 0,00 0 0,00 0 0,00 0 0,00 0 0,00 0 0,00 n. a. n. a.
Créditos otorgados al
Sector objetivo 6.428.012 58,53 29.505.682 59,55 35.383.687 39,8736.110.398 42,9535.166.527 87,0727.949.430 81,18 11.316.921 83,25 n. a. n. a.
Consumo 617 0,01 695 0,00 0 0,00 57.901 0,07 72.306 0,18 75.151 0,22 28.482 0,21 n. a. n. a.
Vivienda 173 0,00 165 0,00 0 0,00 0 0,00 0 0,00 0 0,00 234.835 1,73 n. a. n. a.
Créditos a entidades
gubernamentales 214.257 1,95 396.120 0,80 1.236.381 1,39 1.900.237 2,26 547.389 1,36 604.451 1,76 325.593 2,40 n. a. n. a.
Créditos a
intermediarios financ. 581.755 5,30 13.648.654 27,54 52.134.558 58,7445.999.235 54,72 4.603.144 11,40 5.798.066 16,84 1.687.770 12,42 n. a. n. a.
Cartera
Reestructurada en
programas propios 3.088.688 28,12 4.225.430 8,53 n, a, n, a, n. a. n, a, n. a. n, a, n. a. n, a, n. a. n, a, n. a. n. a.
Otros Créditos 669.514 6,10 1.773.945 3,58 0,00 0 0,00 0 0,00 0 0,00 0 0,00 n. a. n. a.
1. Sólo registra el cuarto trimestre
2. Sólo registra el primer trimestre
Fte: Comisión Nacional Bancaria y de Valores. estadísticas 2005. http://www.cnbv.gob.mx/estadistica/boletines/BD/200503/excel/200503246.xls
398
Los mecanismos financieros de vivienda de los otros dos, sólo parecen haber operado
como instrumentos de carácter clientelar, por parte del Estado, dirigidos a estrechar los
lazos entre éste y los empleados de la banca de desarrollo, la cual habiendo sido
diseñada para promover la industria, resultaría fundamental a partir de los años 40 para
Los casos del BANJERCITO y BANRURAL, por su parte, parecen más bien responder a
las necesidades del Estado por reforzar sus vínculos con dos segmentos sociales y
venía desempeñado para entonces la DPM, y aunque no se dispone de datos que permita
conocer su desempeño desde que fue creado hasta finales de siglo, el hecho de que los
fuerzas armadas, refuerza la idea de que operó como un mecanismo que reforzó los lazos
entre el Estado y uno de los componentes institucionales más inestables hasta los años
40.
con uno de los momentos más fecundos en la política de reforma agraria en el país y de
vivienda parecen tener motivaciones similares a las que estuvieron detrás de la creación
conformaron casi en su totalidad a la par que se impulsó el desarrollo industrial del país y
399
se extendió la participación del Estado en diferentes sectores de la economía (FINA,
BANSEFI y SOMEX), y que derivaron en programas financieros que atendieron tanto a los
(FISOMEX).
objetivos coyunturales sin que se perciba una definición clara de las metas por alcanzar ni
respondido a intenciones muy diversas que van desde la voluntad de atender la demanda
desde una visión no muy alejada a la que podía prevalecer en la banca privada (como en
el caso de BANSEFI).
400
4.5. Organismos Estatales de Vivienda Social (OREVIS)
Con la creación de los últimos dos mecanismos de política habitacional en los años
Éstos, en su mayoría, habían sido impulsados inicialmente por el propio INDECO a través
de convenios con los gobiernos locales, pero al desaparecer éste fueron sustituidos por
organismo heredero del INDECO), como una vía de descentralización de los recursos de
este organismo y para involucrar a los gobiernos estatales en los programas de vivienda
social.
principalmente para la que habitaba las llamadas zonas marginales urbanas, e incluso
para las zonas rurales (aunque en este caso no pasó de tener más que un carácter
discursivo). Las tres primeras experiencias fueron iniciativas de gobiernos estatales que
se dieron con antelación a que se creara INDECO, muy probablemente influidas por la
política federal que en 1954 con el INV abrió en la ciudad de México un flanco de
actuación en materia habitacional hacia los sectores populares que no tenían acceso a los
127
Me refiero a los dos últimos instrumentos creados por el gobierno federal y que no fueron precedidos por ningún otro.
Los surgidos en los años 80 (FONHAPO), y en 2002 (SHF), se consideran en este trabajo como una continuación de éstos.
128
Aunque el INV tenía, en teoría, una cobertura nacional, en realidad prácticamente todos sus estudios y programas
financieros se concentraron en la capital del país.
401
De hecho, hasta finales de la década de los años 60s , pese a haber sido el sector social
movilizaciones inquilinarias hasta los años 30, los trabajadores urbanos carecían hasta
entonces, casi en todo el país, de algún mecanismo financiero, federal o local, para
acceder a una vivienda de bajo costo, y exceptuando las casi anecdóticas experiencias
del Distrito Federal y de Guanajuato de los años 30, y del INV en la ciudad de México
durante los años cincuenta, hacia ellos prácticamente no se había dirigido la iniciativa
Sólo hasta los años sesenta aparecieron los primeros organismos estatales dirigidos ex-
que siguió un año después el Instituto Promotor de la Vivienda Popular del Estado de
A pesar de estas primeras iniciativas, fue en realidad hasta los años setenta cuando la
129
Al respecto se puede señalar que para 1980, casi 15 años después de creado el primero, sólo el 23,12% de la población
de Guerrero y el 16,22% de la de Hidalgo era urbana, aunque ya para entonces en Sonora la población urbana era ya tan
3
importante como en Jalisco (cerca del 59%), la segunda entidad más urbanizada el país (ver Cuadro AE-12 )
402
sociales de bajos ingresos dio un giro radical. Al parecer la conflictividad urbana de esos
del magisterio (1958) (Cf. Anaya Pérez, M. A., 1982, y Loyo Brambila, A, 1992), habían
pesado más que las revueltas inquilinarias que prácticamente habían concluido para los
años treinta, y llevó a que la política social del estado en materia de vivienda volviera los
del Distrito Federal (DGHP), creada en 1970, que parece haber sido el detonador del
siguientes, y que llevaría a que a finales de los años 70s en casi la mitad de los estados
se habría conformado instituciones de este tipo, aunque de ellos sólo la tercera parte eran
organismos estatales realmente autónomos, creados por iniciativa de los propios estados,
mientras que el resto, incluyendo los fundados en el Distrito Federal, fueron iniciativas del
gobierno federal, la mayor parte de ellos a través de convenios entre el INDECO y los
locales de 17 entidades del país, incluyendo el Distrito Federal. Éstos junto con los tres
fundados la década anterior, representaron una cobertura de dos terceras partes de las
entidades federativas, entre las cuales se encontraban aquellas que habían presentado el
mayor dinamismo urbano y en donde se localizaban los principales centros urbanos del
país.
403
Dentro de estos, al menos 24 organismos, nueve fueron resultado de convenios entre el
INDECO y los gobiernos estatales realizados, en su totalidad, entre 1978 y 1979 (ver
Cuadro AE-32), lo que muestra una clara intención desde el gobierno federal para
INDECO, representaron, en todos los casos en los que operaron los convenios, la primera
iniciativa con participación local para enfrentar el problema habitacional de los sectores
Todos ellos se conformaron con las mismas estructuras operativas, tuvieron el mismo
de vivienda social (es decir la mayor parte de la demanda), y funcionaban con base en las
aportaciones de INDECO en dinero y en especie (principalmente suelo), así como con las
dirigidas a la misma población objetivo que los anteriores, mostraron, en algunos casos,
federal.
Entre ellos estuvieron los que además de la promoción habitacional incluyeron funciones
404
(IEBC), que sustituyó al organismo estatal Bienes Raíces del Estado de Baja California
(creado en 1969) (ver Cuadro AE-31), y que junto a las funciones heredadas, de
Con características similares, pero sin haber sustituido a ningún otro organismo previo,
México y el Instituto de Desarrollo Urbano y Rural (INDEUR), en Sonora (ver Cuadro AE-
32), que además de tener atribuciones para la promoción y construcción de vivienda social
venta de suelo urbano a bajo precio, en un intento por parte del Estado de intervenir en
urbana, aunque sin hacer énfasis en la venta de suelo barato, se crearon en Coahuila el
405
A la par de estas, dirigidas esencialmente a la producción de vivienda de bajo costo para
la población de escasos recursos, por primera vez a nivel local aparecen instituciones que
tierra. Este fue el caso de dos iniciativas del gobierno federal para enfrentar la
más importantes del país: el Distrito Federal y el estado de Nuevo León, en donde se
crearon dos organismos con el objetivo de atender los problemas de precarismo y la falta
producción de vivienda de bajo costo para la población de bajos ingresos, con acciones
de ordenamiento urbano.
la conurbación que conformaban esa ciudad y los municipios limítrofes, pero que
posteriormente extendió su campo de acción al resto del estado. Este organismo, que en
un principio operaba con recursos de los gobiernos federal y estatal, estuvo dirigido a la
406
habitacional se enfocó, principalmente, al mejoramiento de la vivienda y al apoyo de la
En 1984, once años después de su creación, se modificó el decreto que le dio origen y
Otro caso relevante entre los organismos creados en la década de los años 70s a nivel
local fue el del Distrito Federal (cuyo gobierno, por aquel entonces, dependía del gobierno
federal y se ejercía a través del Departamento del Distrito Federal [DDF]). Ahí se creó uno
de los primeros organismos públicos dirigido a la población urbana de bajos recursos con
(DGHP), que aunque de corta existencia (1970-1977) (ver Cuadro AE-32), representó la
Éste, fue concebido como un programa que incluía la construcción de nuevos tipos de
130
En los cuatro años para los que se dispone de información en las estadísticas históricas del CONAVI, (1989, 1991 y
1993), sólo en el último se ejercieron créditos para vivienda nueva (915), que en comparación con todos los registrados
para este organismo (7488), apenas representaron el 12,23%, mientras que el apoyo a la autoconstrucción esos años
alcanzó el 59,7% y lotes con servicios el 28,06%.
131
Aparte de las experiencias de los desarrollos habitacionales de los años 30s, ya desde los años 50 se habían
desarrollado iniciativas en el Distrito Federal en materia de vivienda, tanto a través de la regularización de la tenencia de la
tierra como por medio de la construcción de vivienda de bajo costo, pero éstas acciones se habían desarrollado a través de
un organismo federal, el Instituto Nacional de la Vivienda, que aunque se abocó fundamentalmente a acciones en la capital
del país, tenía un alcance, al menos en teoría, nacional.
407
obras de urbanización, así como también al desarrollo de programas de erradicación de
Tres años más tarde de su creación, en 1973, a sólo un mes de que se creara
FOMERREY, y al igual que aquél, con la participación del gobierno federal, se crea el
Este organismo fue creado prácticamente bajo la misma idea que respaldó la creación de
Más allá de la novedad que en materia de producción masiva de vivienda popular significó
parte, una duplicidad en las funciones asignadas a la primera (ver Cuadro AE-32), estos
estatales, y que llevaría al gobierno mexicano en dos de sus niveles (estatal y federal), a
política habitacional.
132
Este es un término al parecer acuñado en una investigación realizada para el Instituto Nacional de la Vivienda (INV), por
la UNAM, la ENAH y el INAH en 1965 para la colonia Buenos Aires, en la ciudad de México, y cuyos resultados fueron
publicados en 1968 por el propio INV (Cf. INV, 1968), Una Ciudad Perdida, Instituto Nacional de la Vivienda, México, D.F,
México)
408
En este sentido los casos de la DGHP y de FIDEURBE en la ciudad de México, y
particular, desde su creación se articuló de manera estrecha con tres de los organismos
federales que en ese momento atendían los dos ejes de la problemática habitacional en el
país: el financiamiento para la realización de obra pública y, por supuesto, vivienda (con
[DAAC-SRA]).
dos últimos), fueron los organismos que institucionalizaron , por primera vez, una política
federativas, en 1979 a Sonora con el INDEUR (que sustituía al antiguo PROVIP), y en los
409
del gobierno del DF y que asumió las funciones de la DGHP y de FIDEURBE, además de
las que tenía a su cargo la Procuraduría de Colonias Populares (PCP) (Massolo, A., 1983:
que, unidos a los tres que se habían fundado en la década anterior (ver Cuadro AE-31),
conformaron un universo de casi el 60% de las entidades del país que habían
que vivía en condiciones de precarismo, y que durante casi 50 años (desde las huelgas
de vivienda de bajo costo, y habían tenido como prácticamente única alternativa para
A más de medio siglo de que habían iniciado las huelgas inquilinarias en diferentes
estados del país, en protesta por las condiciones de vivienda, por fin el Estado mexicano
impulsaba, en casi las dos terceras partes de las entidades la creación de organismos
para financiar y producir vivienda para los pobladores urbanos pobres, en una estrategia
133
De estos 19, tres habían sido creados en el Distrito Federal y para finales de la década sólo permanecía CODEUR que
en 1977 había asumido las funciones de los dos organismos precedentes, mientras que en Nuevo León operaban
simultáneamente dos organismos con funciones similares: FOMERREY y el INDECO-Nuevo León.
410
la acción del gobierno federal a través de INDECO, y la de los gobiernos estatales. La
política habitacional de los estados quedó así atada de manera definitiva al control
Hacia los años 80, el espectro de organismos locales encargados de la vivienda social se
completa prácticamente en los términos que existe hasta la actualidad134 (ver Cuadros
AE-33 y AE-34), sufriendo desde entonces sólo algunas reformas, pero sin que éstas
estatales en esta materia. Para esa década los 13 estados que no habían conformado
reserva territorial que venía operando ese organismo en cada entidad. A partir de
En esa década, los organismos que se habían creado a través de convenios con el
Desde ese momento, el 100% de los estados asumieron, con el apoyo financiero del
134
Excepto por el caso del estado de Tlaxcala que a finales de los años 90 liquidó al IVET como organismo público
descentralizado para que la Secretaría de De Obras Públicas, Desarrollo Urbano y Ecología, ahora reformada como
Secretaría de Obras Públicas, Desarrollo Urbano y Vivienda, asumiera las funciones de promoción habitacional.
411
vivienda social dirigida esencialmente a la población urbana más pobre (ver Cuadros AE-
cañeros, trabajadores del IMSS, etc.), y que sería la causa de una intervención pública en
partir de estos años. De esta manera, algunos de los organismos estatales que se crearon
a partir de los años ochenta en cierta mediada duplican y hasta triplican las funciones de
California), que coexistió varios años con la Inmobiliaria del Estado (IEBC), y con otro
organismo creado también el los 80s, para atender los problemas de precarismo urbano y
Rurales y Populares (PEDCRP) (ver Cuadros AE-33 y AE-34), los tres dirigidas
En este mismo estado, hacia los años 90, se crean otros dos organismos (ver Cuadro AE-
35) que se desprendieron de Ia IEBC, para atender a regiones específicas del estado,
412
pero básicamente con las mismas funciones que desde los 70s se habían asignado a la
Inmobiliaria del estado. De esta manera, junto con la ya existente Promotora estatal
Tijuana (es decir cuatro de los cinco municipios del estado, exceptuando el de Mexicali en
donde se ubica la capital estatal), se fundaron entre mayo y junio de 1993 las inmobiliarias
En el caso del Distrito Federal y del Estado de Nuevo León, una fiebre similar a la que en
los años 80 había llevado a la creación de varios organismos en Baja California, condujo a
de Gobierno del Distrito Federa135 (ver Cuadro AE-35), se creó el Instituto de la Vivienda,
que hasta hoy es el responsable e la política habitacional del Gobierno del Distrito
Federal, y que desarrolló sus funciones paralelamente a las que venía realizando el
FIBIDESU desde principios de los años 80, y continuó haciéndolo hasta 2003, cuando
Por su parte, en el estado de Nuevo León, en 2003, se resucita al Instituto de Vivienda del
Estado de Nuevo León (Ibíd.), que después de una muy breve existencia había
desaparecido casi siete años antes, cuando sus funciones fueron asumidas por
FOMERREY. Desde entonces hasta la fecha los dos organismos continúan operando de
manera paralela, atendiendo ambos a los grupos sociales de bajos ingresos del estado.
135
Desde 1928 y hasta 1994 el gobierno del Distrito Federal quedó a cargo de un Regente (a cargo del gobierno del DF) y
de delegados (a cargo del gobierno de las delegaciones en que se dividía administrativamente el DF), nombrados
directamente por el presidente de la República y que operaba a través del Departamento del Distrito Federal. El estatuto
que permite la elección del gobierno de la ciudad de México se publica en julio de 2004 y el primer gobierno electo desde
1928 toma posesión en 1997.
413
Hay además, otros casos en los que se crearon dependencias estatales que asumieron
las funciones de planeación urbana, y que a pesar de no tener asignadas facultades para
donde surgieron existía ya un organismo creado esos mismos años para ello, financiaron
Desarrollo Urbano e Infraestructura del estado de Sonora creada en 1982 (SIDUR), que
operó paralelamente al INDEUR, a su vez fundado desde la década de los años 70, y que
habitacional se amplió, emergiendo a nivel local organismos que no tenían que ver
(SUBSAI), que fue sustituida en 1988 por la Coordinación de Asuntos Indígenas (CAI), la
cual tenía entre sus funciones la de participar con las instancias de gobierno
Este organismo público es tal vez una de las instancias que más claramente dejan ver el
manejo político de los programas habitacionales en los estados, era una dependencia de
la Secretaría de Gobierno del estado (equivalente a ministerio del interior), lo que hacía
que las iniciativas de política social para la población indígena, entre las que estaba la
vivienda, estuvieran atadas a la política de seguridad del estado, en una entidad en la que
evidente la importancia que tenía para ese fin el control de las comunidades.
414
Otro caso similar al anterior es el de la Secretaría de Desarrollo Urbano, Vivienda y Obras
Públicas (SEDUVOP), en el estado de San Luís Potosí, que operó de manera paralela al
instituto Estatal de Vivienda (INESVI), y del organismo que sustituyó a éste, Promotora del
Estado (PESLP), ambos antecedentes del actual Instituto de Vivienda del Estado
CONAVI registra que produjo vivienda en 2001 y 2002 y que operó paralelamente a él.
76,5 del total de las instituciones estatales detectadas (ver Cuadro AE-12), y aunque
se dispone de información para todos los años en los que los respectivos organismos han
operado, sin embargo con base en ella podemos hacernos una idea del peso específico
que estos tienen en el conjunto de los “sistemas” que financian y construyen en el país, y
financiamiento de vivienda.
En términos generales, se puede apreciar que el peso de los créditos otorgados por los
ONAVIS desde 1971 hasta 2005, representó casi el 10% de los que ejercieron, en
conjunto, todos los programas que opera de manera directa el gobierno federal,
alcanzando el 8,62% de todos los créditos otorgados por el sector público en ese mismo
período (ver Cuadro AE-21). Aunque esta participación les otorga una posición de relativa
415
importancia en el conjunto de los organismos públicos sólo por debajo de los organismos
estatales de los que se tiene información estadística tengan una capacidad de cobertura
diez veces menor que las seis instituciones que están centralizadas.
Además de esta posición secundaria con respecto a los ONAVIS y SEDESOL, estos
mantenido desde que eran auspiciados y, en cierta medida, controlados por el INDECO,
De hecho, en los primeros años de operación, y a pesar de que presentaban una fuerte
influencia en su funcionamiento por parte del gobierno federal a través del INDECO, y del
discurso populista de los gobiernos de la década de los setenta, estos organismos apenas
tuvieron un carácter testimonial, condición que sólo se superó hasta finales de los años
ochenta, cuando en los primeros años del gobierno neoliberal de Carlos Salinas (1988-
|1994), llegaron a cubrir casi una tercera parte de todos los créditos otorgados por el
sector público (ver Cuadro AE-21), en un momento en el que la política social, como
Una situación muy similar a ésta la vivieron de nuevo a finales de la década de los
noventa y en los primeros años del presente siglo, cuando sin alcanzar la relevancia del
período salinista, los OREVIS llegaron a cubrir entre un 13% y un 20% del total de los
416
gradualmente hasta llegar a cubrir para el año 2005 sólo cerca del 3,5% de los créditos
otorgados. Del total asignado entre 1973 y 2005, más del 40% se concentraron en las
entidades que conforman la mayor área metropolitana del país (Distrito Federal con el
36,36% y estado de México con 5,35%), mientras que cuatro estados más reúnen cerca
cercanos al 4% (Chihuahua), y mínimos del orden del 0,04% (Morelos) (ver Cuadros 31 y
32).
FONHAPO, parecen responder a dos inercias que se encuentran fuera de una lógica
premeditada: por una parte un ejercicio centralizado de los recursos que asigna
FONHAPO en la principal aglomeración urbana del país, y por otra la propia capacidad (e
interés), de los gobiernos locales de impulsar programas de vivienda social con apoyos
federales provenientes principalmente de este organismo y recursos propios que, por otra
En este sentido, parece que la política habitacional de los gobiernos locales no responde
a las prioridades nacionales ni es comparable con la que aplican los organismos federales
136
No se considera Puebla para el que no se dispone de información estadística.
417
en la materia, ni la vivienda aparece en todos ellos con el mismo nivel de prioridad. Al
que entre 1973 y 2005 apenas se hayan aplicado el 24,41% del total de los créditos
este proceso dio inicio en los años 80, cuando a diferencia de lo ocurrido la década
(ver Cuadro AE-162), en ésta sólo el 15,61% tuvo este destino (ver Cuadro AE-163), y
aunque en la década siguiente y en los primeros años de este siglo hubo un incremento
significativo de los créditos destinados a ese rubro (ver Cuadros AE-164 y AE-165), al
parecer el objetivo de estos organismos está siendo más el de abarcar un mayor volumen
de población con créditos de muy bajos montos financieros dirigidos a mejoras o vivienda
418
Cuadro 31: OREVIS. Total de créditos otorgados por Entidad Federativa 1973 - 2005
ENTIDAD
1973 1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 TOTAL
FEDERATIVA
AGUASCALIENTES 0 6.799 1.749 688 4.154 3.100 1.932 5.055 6.592 4.393 4.284 4.337 3.203 4.339 50.625
BAJA CALIFORNIA 697 14.875 2.099 6.072 22 51 413 59 64 3 3.063 27.418
BAJA CALIF. SUR 101 173 85 221 21 409 23 306 1.339
CAMPECHE 930 190 20 601 1.075 8.430 3.024 22.588 7.871 8.793 6 53.528
COAHUILA 200 0 251 700 1.151
COLIMA 525 1.148 2.035 392 616 272 186 544 5.049 1.612 12.379
CHIAPAS 0 299 631 12.789 13.719
CHIHUAHUA 0 150 369 285 7.693 9.755 8.320 8.220 34.792
DISTRITO FED. 8.093 2.568 495 6.610 0 1.904 110 2.166 1.140 0 15 2.385 3.862 904 1.551 3.199 38.623 58.323 5.335 4.515 6.323 1.145 3.526 6.393 2.384 2.506 3.978 1.941 23.396 57.039 18.015 36.052 18.933 323.429
DURANGO 0 28 2.169 1.065 5.450 939 7.876 4.181 6.563 28.271
GUANAJUATO 60 236 232 3.568 3.500 5.461 3.098 2.780 2.901 1.763 23.599
GUERRERO 4.921 2.795 2.661 10.377
HIDALGO 15 200 223 132 1.493 12.286 235 344 14.928
JALISCO 0 1.707 10.252 3.881 15.840
MEXICO 3.691 4.966 2.087 1.250 405 405 23.561 633 10.635 47.633
MICHOACAN 0 3.856 2.855 3.684 1.245 252 11.892
MORELOS 0 300 36 27 363
NAYARIT 262 1.337 179 120 200 2.098
NUEVO LEON 4.472 2.451 915 7.838
OAXACA 3.553 2.539 5.103 3.470 7.428 12.687 9.998 44.778
PUEBLA 0 0
QUERETARO 666 653 48 3.332 3.222 7.921
QUINTANA ROO 6.423 2.292 1.524 2.560 120 285 13.204
SAN LUIS POTOSI 1.852 807 482 983 4.124
SINALOA 52 46 1.841 1.939
SONORA 332 61 8 3.699 173 3.124 7.397
TABASCO 6.260 175 80 25 2.079 1.500 4.890 4.239 13.508 24.122 7.582 64.460
TAMAULIPAS 2.183 57 2.662 2.642 8.672 6.023 22.239
TLAXCALA 225 576 2.304 3.105
VERACRUZ 651 120 50 147 3.330 3.330 117 5.392 13.137
YUCATAN 420 2.000 40 2.460
ZACATECAS 1.473 1.518 15.114 1.083 1.978 1.166 1.213 23.545
NO DISTRIBUIDO
0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
NACIONAL
TOTAL 8.093 2.568 495 6.610 0 1.904 110 2.166 1.140 0 3.706 7.351 3.862 904 1.551 5.286 72.840 97.918 43.707 22.434 15.258 10.466 17.030 18.006 51.687 68.955 61.628 94.827 59.089 99.793 36.154 48.755 25.235 889.528
Fuente: Elaboración propia a partir de datos tomados de: CONAVI. Sistema de Estadísticas Históricas de Vivienda. http://estadistica.conafovi.gob.mx/historicos/index.php
419
Cuadro 32: OREVIS. Distribución porcentual de total de créditos otorgados por Entidad Federativa 1973 - 2005
ENTIDAD
1973 1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 TOTAL
FEDERATIVA
AGUASCALIENT
0,00 6,94 4,00 3,07 0,00 39,69 0,00 17,22 3,74 7,33 10,70 4,63 0,00 4,29 12,00 6,57 17,19 5,69
ES
BAJA
0,96 15,19 4,80 27,07 0,00 0,00 0,00 0,12 0,00 0,07 0,67 0,06 0,11 0,00 0,00 6,28 0,00 3,08
CALIFORNIA
BAJA CALIF. S. 0,14 0,18 0,00 0,38 1,45 0,20 0,00 0,00 0,00 0,59 0,04 0,32 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,15
CAMPECHE 1,28 0,19 0,05 0,00 0,00 0,00 0,00 3,34 2,08 12,23 4,91 23,82 13,32 8,81 0,02 0,00 0,00 6,02
COAHUILA 0,27 0,00 0,00 1,12 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 1,02 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,13
COLIMA 0,72 1,17 4,66 1,75 4,04 2,60 1,09 3,02 9,77 2,34 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 1,39
CHIAPAS 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 2,86 0,00 0,00 1,22 0,00 20,75 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 1,54
CHIHUAHUA 0,00 0,15 0,00 1,64 1,87 0,00 0,00 0,00 14,88 14,15 13,50 8,67 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 3,91
DISTRITO FED. 100 100 100 100 0 100 100 100 100 0 0,40 32,44 100 100 100 60,52 53,02 59,56 12,21 20,13 41,44 10,94 20,70 35,50 4,61 3,63 6,45 2,05 39,59 57,16 49,83 73,95 75,03 36,36
DURANGO 0,00 0,00 0,00 0,12 0,00 0,00 12,74 0,00 2,06 7,90 1,52 8,31 7,08 0,00 18,15 0,00 0,00 3,18
GUANAJUATO 0,08 0,24 0,53 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 6,90 5,08 8,86 3,27 4,70 2,91 0,00 0,00 6,99 2,65
GUERRERO 6,76 2,85 6,09 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 1,17
HIDALGO 0,02 0,20 0,00 0,99 0,87 14,27 0,00 0,00 23,77 0,34 0,00 0,36 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 1,68
JALISCO 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 2,77 10,81 0,00 0,00 0,00 7,96 0,00 1,78
MEXICO 99,60 67,56 39,48 1,72 0,41 0,93 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 34,17 1,03 0,00 0,00 10,66 0,00 0,00 0,00 5,35
MICHOACAN 0,00 3,94 6,53 0,00 24,14 0,00 0,00 0,00 0,00 1,81 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,52 0,00 1,34
MORELOS 0,00 0,00 0,00 0,00 1,97 0,00 0,00 0,20 0,05 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,04
NAYARIT 0,36 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 7,43 0,00 0,26 0,19 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,79 0,24
NUEVO LEON 6,14 0,00 5,61 0,00 6,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,88
OAXACA 4,88 2,59 11,68 15,47 0,00 0,00 43,62 0,00 24,55 0,00 0,00 0,00 0,00 10,02 0,00 0,00 0,00 5,03
PUEBLA 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
QUERETARO 0,91 0,00 1,49 0,00 0,00 0,00 0,28 0,00 0,00 0,00 5,41 3,40 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,89
QUINTANA ROO 8,82 2,34 3,49 11,41 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,19 0,30 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 1,48
Sn LUIS POTOSI 2,54 0,00 1,85 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,78 1,04 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,46
SINALOA 0,00 0,00 0,00 0,00 0,34 0,00 0,00 0,00 0,09 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 5,09 0,00 0,00 0,22
SONORA 0,46 0,06 0,02 16,49 0,00 0,00 1,02 0,00 6,04 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,83
TABASCO 8,59 0,18 0,18 0,11 13,63 0,00 8,81 27,16 0,00 6,15 21,92 25,44 12,83 0,00 0,00 0,00 0,00 7,25
TAMAULIPAS 0,00 2,23 0,00 0,25 0,00 25,43 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 2,79 14,68 6,04 0,00 0,00 0,00 2,50
TLAXCALA 0,31 0,00 1,32 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 4,73 0,00 0,35
VERACRUZ 0,00 0,00 0,00 0,00 4,27 0,00 0,00 0,00 0,23 0,07 0,24 3,51 5,64 0,12 14,91 0,00 0,00 1,48
YUCATAN 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 4,01 11,74 0,00 0,00 0,00 0,06 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,28
ZACATECAS 2,02 1,55 34,58 0,00 0,00 0,00 0,00 6,01 0,00 2,87 0,00 1,23 2,05 0,00 0,00 0,00 0,00 2,65
NO DISTRIBUIDO
0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
NACIONAL
TOTAL 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100
Fuente: Elaboración propia a partir de datos tomados de: CONAVI, Sistema de Estadísticas Históricas de Vivienda. http://estadistica.conafovi.gob.mx/historicos/index.php
420
4.6. Mecanismos Financieros de los Organismos Estatales de
entidades federativas, el mismo orden de prioridades que supuso la creación del IPCyR y
de los mecanismos financieros para los trabajadores del Estado, tanto de las empresas y
pensiones federal, y casi 20 años antes de que aparecieran los primeros organismos
Para los años sesenta, estas iniciativas abarcaban al menos la mitad de las entidades
empleados estatales, tal y como lo había hecho el IPCyR para los federales, y comienzan
a darse los primeros casos de fusión de los servicios de pensiones con los de salud en
421
Pensiones (ambos en el estado de Sonora), y once organismos creados en la siguiente
década, con lo que en cerca de 15 años en al menos doce estados del país se crearon
cosas, se abocan al financiamiento de vivienda social (ver Cuadro AE-31). Se sigue así, la
lógica del IPCyR con base en la cual por más de 40 años los mecanismos institucionales
Se repiten también las funciones y el tipo de créditos, y el destino de éstos, sólo se tienen
Excepto por el caso de dos organismos estatales que en los años sesenta, de manera
retiro (y con éstas las de crédito hipotecario), en los estados de Sonora (ISSSTESON, en
vivienda, parecen surgir como un efecto de réplica del Instituto de Pensiones Federal, en
vivienda.
422
Prevención de la Policía del Distrito Federal (CPPP), (antecedente inmediato de la actual
Caja de Prevención de la Policía Preventiva del Distrito Federal), creado en 1942, el resto
ciudad de México.
Estas acciones ofrecieron la pauta para conformar fondos de retiro para los trabajadores
política de construcción de vivienda que tuviera un doble efecto, por una parte apoyar el
negociación por parte de los gobiernos estatales con la emergente burocracia provincial,
Así, casi dos décadas después de haberse creado el Instituto de Pensiones Civiles y del
sido el que más claramente había mostrado una actitud beligerante en torno a la cuestión
inquilinaria en las tres décadas precedentes, lo que hace suponer que no era
prevalecientes, sin embargo fue sin duda el sector al que de manera prioritaria se enfocó
la política habitacional pública hasta mediados del siglo XX, y sobre el que se centraría
137
Que se traduce en la aparición de la primera empresa constructora importante en el país: Ingenieros Civiles Asociados
(ICA), que surge, precisamente, de la mano de la primera iniciativa de construcción del conjunto habitacional promovida por
el IPCyR, el conjunto Multifamiliar Presidente Miguel Alemán.
423
ésta casi cuatro décadas desde la creación del IPCyR, hasta la aparición de los primeros
Para finales de esa década, al menos 16 de las 32 entidades federativas habían creado
organismos de pensiones (ver Cuadro AE-31), que a través de los fondos de retiro
subsisten con algunas reformas hasta hoy. A ellos se sumarían en las décadas siguientes
algunos pocos casos (como los de Michoacán, San Luís Potosí, Tabasco y Tamaulipas),
en donde de manera tardía, se crearon otros similares a los anteriores (a diferencia de los
Institutos de Seguridad Social, por entonces en boga), con lo que a finales de los años
En casi todos los casos los créditos otorgados se dirigen a la adquisición, construcción o
alto rango, con lo que al parecer se pretendía evitar el tráfico de influencias que
En los años 70, la mayor parte de los organismos creados para financiar vivienda para los
en nuevos organismos que añadieron a sus funciones originales los servicios de salud,
creando en casi todos los casos institutos de seguridad social, siguiendo con ello una
línea de acción que había nacido en Sonora, y en el estado de México, y que, para
424
entonces, llevó también a la transformación del IPCyR, convirtiéndolo en el Instituto de
En esa misma década los estados en los que hasta ese momento no se habían
mayoría ofrecían, junto con los servicios de salud, créditos hipotecarios, con lo que, para
entonces, en más del 78% de las entidades (al menos 25 de las 32, incluyendo el Distrito
privilegiado.
estados de Morelos, Puebla, Quintana Roo, y Zacatecas con lo que se llega a 28 de las
32 entidades federativas cubiertas (cerca del 88% del total). A partir de entonces sólo
De manera parecida a lo que sucedió con los OREVIS, en la creación de los ORESS, en
425
Pensiones y Otros Beneficios Sociales para los Trabajadores de la Educación
(DPOBSPTE), que operó independientemente con respecto a otro organismo creado años
más tarde (1966), para los trabajadores de la administración pública estatal: la Dirección
de Pensiones y Otros Beneficios Sociales para los Trabajadores al Servicio del Estado de
Más tarde, en esta misma entidad federativa, en los años 80 se fundaron tres organismos
más de pensiones para trabajadores públicos que se sumaron a los anteriores, uno para
los trabajadores de la educación al servicio del estado ( Fondo de la Vivienda para los
también de carácter estatal, para los trabajadores al servicio del municipio de Torreón
Con estos organismos, que en la práctica seguían las pautas que habían ido
construyéndose a nivel federal138, da inicio en los estados el trato selectivo entre los
otros. Así, al igual que en Coahuila, en Chihuahua se crearon en los años 80 dos
preventiva que venía operando desde 1942 (Caja de Previsión de la Policía Preventiva
[CPPP]), se sumó la Caja de Previsión para los Trabajadores de Lista de Raya del Distrito
138
En el caso del gobierno federal este fue el caso de los trabajadores empleados en las empresas estatales estratégicas
como fueron los ferrocarrileros, los petroleros y electricistas, e incluso recientemente el caso del magisterio con el Fondo
especial para la vivienda del Magisterio impulsado por el gobierno foxista
426
Hay además otro estado en el que a los financiamientos del organismo de pensiones se
sumaron nuevos fondos para la vivienda de los trabajadores públicos, éste es el caso de
Pensiones (que, a su vez, funcionaba desde 1957), se sumaron dos fideicomisos más que
Al igual que sucede con los datos estadísticos disponibles acerca de los OREVIS, sobre
los ORESS se dispone de muy escasos datos, incluso menos que en el caso de aquellos.
Con los disponibles sólo podemos tener una idea aproximada de su comportamiento en
1990 y 1992 además de los últimos siete años analizados (1999 a 2005), que aún siendo
muy limitados (sólo la quinta parte del tiempo que han operado), permiten aproximarnos a
Estos organismos absorben sólo una muy pequeña porción de los créditos otorgados por
todo el sector público, en un promedio que para los años de los que se tiene registro, se
ubica en torno al 0,46% del total de los créditos concedidos, con una presencia máxima
cercana al 2,5% y mínimos que rondan el 0,02% de los créditos de todos los organismos
social es, sin embargo, muy regular, en los pocos años de los que se dispone información,
salvo por un comportamiento inusual en 2003, el resto de los años han estado muy cerca
del promedio total, situación que contrasta con la mayor parte de los sistemas crediticios
427
Este comportamiento, sin embargo no presenta la misma uniformidad analizando el
registros de 18 entidades (de las 32 existentes), en las que estos organismos otorgan
créditos. En la mitad de ellas los ejercidos en las últimas tres décadas no rebasan las 300
unidades, es decir, menos de uno diario, mientras que del resto sólo en seis entidades se
rebasan los mil créditos, con un máximo en el estado de Coahuila, con 9000 otorgados,
seguido por los poco más de 7000 en el estado de Guanajuato (ver Cuadro AE-22).
En conjunto, los organismos de seguridad social de estas dos entidades cubren más del
50% del total de los créditos concedidos por todos los ORESS (30,31% Coahuila y
24,12% Guanajuato), que aunados con los que se asignan en Jalisco (12,39%), llegan a
superar las dos terceras partes del total. De los restantes sólo Colima, Estado de México y
Veracruz, otorgan créditos que representan cifras entre el 5 y el 9%, muy por encima de
los demás que se ubican por debajo de un punto porcentual (ver Cuadro 33).
El comportamiento en cada uno de los estados es, igualmente, errático, más allá de los
escasos datos disponibles, no parece haber una asignación presupuestal constante para
el otorgamiento de créditos, a pesar de que en todos los organismos existe una cuota de
donde en un solo año se asignaron 9000 créditos (2003), pero no se asignó ninguno ni en
Excepto en Guanajuato y Jalisco, en donde, en los pocos años de los que se dispone de
datos, la frecuencia de los créditos es bastante homogénea (en el primero con un número
muy cercano a los 1.000 créditos en promedio en seis años consecutivos, y el segundo
428
con un número que ronda los 1.800 en promedio durante, el resto muestran un
En cuanto al destino del financiamiento brindado por estos organismos, parece haber
seguido el mismo que se observa en general en los créditos del sector público (fuera del
OREVIS, así, de una estrategia que parece haber priorizado los créditos para nueva
vivienda hacia los años 80, se tendió a ir apoyando, cada vez más, el mejoramiento físico
y financiero, hacia donde se dirigió cerca del 30% de los créditos en la década siguiente y
En términos generales, se puede considerar que este tipo de organismos, más allá de
pretender reproducir en el nivel estatal la experiencia del IPCyR, y más adelante del
social, sino que da la impresión que en su gran mayoría operan como mecanismos
discrecionales de crédito, sin contar con una política clara de asignación de recursos, ni
convirtiéndola en uno de los segmentos de la población que, pese a haber sido uno de los
primeros beneficiarios de este tipo de créditos, terminó por ser uno de los que menos
429
Cuadro 33: ORESS. Total de créditos otorgados por Entidad Federativa y su distribución porcentual
1973 - 2005
1989 1991 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 TOTAL
ENTIDAD FEDERATIVA
No. % No. % No. % No. % No. % No. % No. % No. % No. % No. %
AGUASCALIENTES ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND 463 2,64 144 2,95 150 11,24 757 2,55
BAJA CALIFORNIA ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND 88 6,59 88 0,30
BAJA CALIF. SUR ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND 0 0,00
CAMPECHE ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND 0 0,00
COAHUILA ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND 9.000 51,23 ND ND ND ND 9.000 30,31
COLIMA ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND 2.580 14,69 ND ND ND ND 2.580 8,69
CHIAPAS ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND 151 3,10 133 9,96 284 0,96
CHIHUAHUA ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND 0 0,00
DISTRITO FEDERAL ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND 816 4,65 7 0,14 0,00 823 2,77
DURANGO ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND 0 0,00
GUANAJUATO ND ND ND ND 976 100 980 100 986 100 1.209 100 996 5,67 1.049 21,50 964 72,21 7.160 24,12
GUERRERO ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND 0 0,00
HIDALGO ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND 0 0,00
JALISCO ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND 1.687 9,60 1.989 40,77 ND ND 3.676 12,38
MÉXICO ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND 620 3,53 1.199 24,58 ND ND 1.819 6,13
MICHOACÁN ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND 0 0,00
MORELOS ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND 90 0,51 ND ND ND ND 90 0,30
NAYARIT ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND 0 0,00
NUEVO LEÓN ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND 77 0,44 177 3,63 ND ND 254 0,86
OAXACA ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND 0 0,00
PUEBLA ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND 0 0,00
QUERÉTARO ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND 0 0,00
QUINTANA ROO ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND 0 0,00
SAN LUÍS POTOSÍ ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND 172 0,98 ND ND ND ND 172 0,58
SINALOA ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND 0 0,00
SONORA 40 100 150 8,73 ND ND ND ND ND ND ND ND 800 4,55 ND ND ND ND 990 3,33
TABASCO ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND 83 0,47 ND ND ND ND 83 0,28
TAMAULIPAS ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND 0 0,00
TLAXCALA ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND 76 0,43 ND ND ND ND 76 0,26
VERACRUZ ND ND 1,569 91,27 ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND 1.569 5,28
YUCATÁN ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND 45 0,26 100 2,05 ND ND 145 0,49
ZACATECAS ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND 62 0,35 62 1,27 ND ND 124 0,42
NO DISTRIBUIDO NAL. 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0,00
TOTAL 40 100 1.719 100 976 100 980 100 986 100 1.209 100 17.567 100 4.878 100 1.335 100 29.690 100,00
Fuente: Elaboración propia a partir de datos tomados de: CONAVI, Sistema de Estadísticas Históricas de Vivienda,
http://estadistica.conafovi.gob.mx/historicos/index.php
430
4.7. Organismos Municipales de Vivienda Social (OMVS)
Hasta finales de los años ochenta y, en cierta manera, relacionados con los
organismos que los gobiernos estatales han creado para impulsar políticas
Éstas son distintas a las que se han creado en municipios de algunos estados del país
Dentro de todos los organismos considerados en este trabajo, este conjunto es de los
que menos información se dispone, en realidad sólo se tiene registro de seis de ellas
en cinco estados del país (ver Cuadro AE-14), que se sabe que operan programas de
evaluación de los programas que han operado, ni de registros que permitan conocer el
139
Como es el caso del Instituto Municipal de Pensiones de Chihuahua o de los creados para atender a los
trabajadores de la educación de los municipios de Torreón y Saltillo en el estado de Coahuila, registrados, para efectos
de este estudio, en los ORESS, o como de los creados por el gobierno estatal de Baja California para impulsar
programas de suelo barato y vivienda social en los municipios de Ensenada, Tecate y Tijuana registrados en las
OREVIS
431
Lo que resalta es la superposición de funciones que, en materia de políticas y
programas de vivienda social, supone su existencia a nivel de los estados en los que
dificultades para operar programas de desarrollo urbano y social, lo que hace pensar
que su origen responde más a una intencionalidad política, que a una política clara
vivienda, ya sea como parte de las funciones sustantivas de los gobiernos estatales,
impulsados tanto por los gobiernos estatales como por el propio gobierno federal.
Esto ha dado lugar a la existencia de una gran diversidad de organismos, que con
432
gobiernos locales, destinadas a desarrollar programas de vivienda de forma paralela a
programas dentro de la política social de los propios gobiernos estatales, que sin estar
vinculados de manera directa con los programas habitacionales, recurren a ellos como
Del mismo modo, se han creado otro conjunto de organismos enfocados a atender a
prioritarias por los gobiernos estatales o por el mismo gobierno federal, con una
permanencia relativamente breve hasta cumplir con los objetivos para los que fueron
creados.
De manera similar a los anteriores, por su carácter coyuntural, pero que han tenido,
gobierno federal o de manera asociada con éste por los gobiernos estatales, para el
433
empleados públicos que ha jugado un papel particularmente activo en la vida política y
laboral del país en los últimos años, el magisterio, que pese a quedar cubiertos, en
materia habitacional, por el FOVISSSTE, han recibido (de manera similar a otros
(OEDUOP)
actual SEDESOL140), desde finales de la década de los años 70, en todas las
Éstos han ido reestructurándose casi de manera paralela a como lo han venido
haciendo las distintas secretarías que a nivel federal han precedido a la SEDESOL, y
por lo general, estos organismos fueron los responsables de coordinar los programas
140
Fue el primer organismo federal enfocado, como una de sus tareas fundamentales, a la planeación del desarrollo
urbano en el país, y que dentro de sus funciones incorporó la coordinación de la política habitacional del gobierno
federal
434
(OREVIS), a pesar de lo cual algunos de ellos conservaron, en su propia estructura
habitacionales, y aún de estos sólo se disponen de datos para cuatro años de la última
década (ver Cuadro 35). Se han detectado, además, otras dos dependencias estatales
Notas:
(1) Estado de Aguascalientes: Sólo Subprogramas de Ampliación y Rehabilitación
(2) Estado de Sonora: Sólo Subprogramas de Mejoramiento e Infraestructura
(3) Estado de Chiapas: 96% Subprogramas de Ampliación y Rehabilitación
435
A partir de los escasos datos disponibles, durante los años en los que se tienen
han disminuido o aumentado su participación sin que ello correspondiera con la del
resto de los organismos (ver Cuadro AE-21), lo que hace pensar que la fluctuación en
conflictiva, desde el punto de vista político, desde mediados de los años 90), ha tenido
la cual ha ejercido cerca de las tres cuartas partes de los créditos que en conjunto han
otorgado las tres entidades estudiadas (ver Cuadro 35), y que representa por sí sola, y
en un solo año (2004), casi la mitad de los créditos otorgados por todos los
organismos estatales de vivienda social en el país y casi el doble de los que el propio
organismo estatal de vivienda social ha ejercido (ver Cuadros AE-21, AE- 22 y AE-23).
436
por el Instituto de Vivienda del Estado, cuya participación en la asignación de créditos
de vivienda analizadas hasta aquí, particularmente con los programas que viene
créditos de bajo monto que permiten cubrir a una población objetivo relativamente
Entre los tres casos analizados, sólo en el caso de Chiapas se observa la entrega de
créditos para vivienda nueva (tanto para construcción completa como para la de tipo
progresivo), aunque el número de créditos para este rubro apenas se acerca al 10%
del total, mientras que en las otras dos entidades federativas prácticamente el total de
los créditos se han dirigido a los programas de mejoramiento (ver Cuadro 34).
(ONENDUVSS)
437
secretarías del gobierno federal que se operan de manera complementaria a sus
los Pueblos Indígenas (SAPI) (que desde 1996 venía ya operando esta clase de
marginalidad.
Son también los casos del Instituto de Servicios Descentralizados de Salud Pública en
tenido alguna regularidad. En primer caso durante 1996, 2000 y 2004, se llevaron a
cabo programas en este rubro y los operaron dos organismos consecutivos, mientras
a cabo, de manera ininterrumpida durante seis años (desde 1998 hasta 2003) (ver
Cuadro 36).
141
Este último organismo se creó en 1994, el año en el que inició la insurrección indígena en ese estado, sustituyendo
a la Secretaría de Participación Ciudadana, que a su vez había derivado de otros dos organismos que en esa entidad
se habían formado para atender la cuestión indígena (la Subsecretaría de Asuntos Indígenas (SUBSAI), y la
3 4 5
Coordinación de Asuntos Indígenas (CAI) (ver Cuadros AE-3 AE-3 y AE-3 )
438
En el resto de los organismos y las entidades federativas, los programas de
aquellas experiencias que mostraron mayor continuidad. Los casos mas relevantes, en
este sentido, son los que operan los sistemas de desarrollo integral de la familia
seguridad social, y que funcionan bajo un control muy directo de los gobernadores
estatales.
giro que presentó en cuanto a la orientación de los créditos. En la década de los años
noventa sólo alrededor del 7,8% se destinaron a vivienda nueva y el restante 92,2%,
mientras que en los primeros años de este siglo, los asignados a nueva vivienda, tanto
del 47% (36,13% y 10,79% respectivamente) (ver Cuadro AE-165). Este es un caso
grupos de la población de menos recursos, sobre todo porque los créditos se han
dirigido a vivienda completa, cuando en la mayor parte de los programas para este
439
Cuadro 35: ONENDUVSS. Total de créditos otorgados y su distribución porcentual
1991-2004
Notas:
(1) Sólo realiza Subprogramas de Ampliación y Rehabilitación
(2) Sólo realiza Subrograma de Vivienda Nueva
(3) Sólo realiza Subprograma de Pie de Casa
(4) Se incluye este organismo en sustitución de la SUBSAI (que es el que aparece en las estadísticas de CONAVI), porque para 1996 era el
organismo que lo había sustituido.
Aunque aquí sólo se hace mención de los que se dispone de datos estadísticos, y que
440
como resultado de iniciativas públicas provenientes del gobierno federal aunque,
respuesta a situaciones de emergencia que ocurren en cualquier parte del país, pero
cataclismo, como son las áreas costeras o aquellas que se ubican en regiones
sísmicas142.
finales de los años cuarenta y principios de la década de los sesenta por el IPCyR y
BANOBRAS143 (respectivamente).
damnificados.
142
Se han detectado diferentes programas de este tipo en distintos estados del país, que en su momento se crearon de
manera conjunta por el gobierno federal y los gobiernos estatales para atender a situaciones de emergencia, como es
el caso del programa emergente impulsado en Oaxaca derivado de los sismos de 1999, o el creado en los estados de
Quintana Roo en 2005 y en el de Tamaulipas en septiembre de 2006
http://zedillo.presidencia.gob.mx/pages/disc/oct99/05oct99.html,
http://www.reynosa.gob.mx/prensa/septiembre/270906_1/prensa.html,
http://www.unidaddelvocero.com/2005/Julio/noticias/tblnoticias/jul25.htm
143
Aunque BANOBRAS fue el principal agente financiero, en la realización de la Unidad Habitacional Nonoalco
Tlatelolco, más tarde llamada Presidente Adolfo López Mateos, participaron además el ISSSTE (sucesor del IPCyR
desde 1959), y algunas empresas aseguradoras privadas (Barragán, J. I.: 78)
441
Todos estos organismos tuvieron un objeto determinado, y operaron sólo hasta que
éste se cumplió, RHP funcionó hasta 1987, Fase II, que integró a los damnificados que
habían quedado excluidos inicialmente del decreto que dio lugar a la creación de RHP,
se extendió hasta 1988 y el PRALM hasta 1995, los tres realizaron sus tareas de
1984. Estos tres mecanismos fueron, tal vez, las experiencias en las que de manera
(Casanueva, Cristina, 1991: 54-60), los intentos iniciales que hubo por parte de los
primeros responsables de RHP por capitalizar políticamente los trabajos del organismo
a favor del partido oficial, fueron rápidamente contrarrestados por una activa y directa
Hacia finales de los años 80, y en parte como derivación de los programas
aquellos que habían estado sujetos al régimen de rentas congeladas según los
Este organismo continuó en funciones durante los años 90, como un mecanismo de
práctica como un mecanismo de apoyo al decreto que llevó a la eliminación total del
442
El alcance que tuvieron estos en la realización de sus respectivos programas de
actividad se remite sólo a los años en los que cumplieron los objetivos señalados en
primeros tres años (1986 a 1988), que es cuando se ejecutan la mayor parte de los
créditos otorgados por RHP, FASE II y PRALM, coincide con una reducción drástica
de los créditos otorgados por los organismos estatales de vivienda social y por los
programas que operaba SEDESOL en esos mismos años (ver Cuadros AE-21 a AE-
23), lo que hace suponer que los recursos federales dirigidos a éstos se pudieron
importancia.
mayor parte de los casos se refiere a la vivienda que se había edificado a partir de los
443
Cuadro 36: ONEPEC. Total de créditos otorgados y su distribución
porcentual, 1986 2000
Notas:
(1) Sólo Subprogramas de Ampliación y Mejoramiento
(2) Sólo 1755 créditos para Programa de Mejoramiento Físico. el resto para Programa de
Vivienda Completa
(3) Sólo Subprogramas de Ampliación y Rehabilitación
Dentro de la lógica que llevó a crear organismos que, entre otras funciones, realizaron
desde la década de los años cincuenta, y más tarde en las de los 70s y 80s se
444
desaparecido una vez alcanzados los objetivos para los que fueron creados (ver
Cuadro AE-14).
Una de las primeras experiencias en este sentido fue la creación de una empresa
del gobierno federal para la industrialización de una región agrícola del estado de
Ésta fue una empresa pública que operó un plan de industrialización de la región de
los valles de Apan e Irolo, al suroeste del estado de Hidalgo y noreste de la ciudad de
región.
En los años 70s se crean además, también por iniciativa federal, fideicomisos para
445
un papel estratégico en el comportamiento económico de algunas entidades
además (al menos en los motivos que les dieron origen), atender la problemática
política habitacional en esa entidad federativa, y más adelante con los organismos de
Otros dos casos similares fueron el del Fideicomiso Puerto Vallarta (FPV), con
puerto turístico ubicado en Bahía de Banderas, estado de Jalisco, que en este caso
con el fin de impulsar la consolidación del enclave siderúrgico que se creó ahí por
iniciativa del gobierno federal y que de 1982 a 1994 realizó programas de vivienda en
paralelo con Promotora Michoacana de Vivienda (PROMIVI) (ver Cuadros AE-32 y AE-
34).
condiciones urbanas para el desarrollo económico de esos dos centros turísticos y del
446
polo siderúrgico más importante del país, realizaron junto con las de ordenamiento
vivienda. En el caso de los centros turísticos, sobre todo, para los sectores de la
En la década de los ochenta se crearon, bajo una perspectiva similar a la que justificó
puertos industriales.
En esa misma década, se creó, por parte del gobierno estatal, la Comisión de
Todos estos organismos, aunque sin operar de manera tan restringida como los
447
los decretos que los crearon. En consecuencia, su participación en el financiamiento
(existente o prevista), ha sido sólo la de ciudades en las que han funcionado, y sus
En particular, tomando como ejemplo aquellos casos para los que se dispone de
ha habido una correspondencia cronológica significativa (ver Cuadro 37), lo cual pone
en evidencia que funcionan con un alto grado de autonomía. Lo que es notable, sin
cada caso, destacando el caso del FIDELAC, que es el que, al parecer, ha operado de
poblada, que requirió una importante inversión en vivienda para soportar a la población
Otro caso que se distingue es el del FIDACA, no sólo porque ha otorgado cerca del
40% de los créditos otorgados por estos organismos, sino porque a pesar de que su
objetivo fundamental era apoyar el desarrollo económico de ese centro turístico, tuvo
448
paisajístico, con la clara intención de revalorar las zonas costeras y desplazar a la
población de bajos ingresos a otras de bajo atractivo para las actividades turísticas.
Los programas habitacionales, en este caso, resultaron esenciales para cumplir los
DUPORT DUPORT
CODEUR ALTAMIRA OSTION FIDACA FIDELAC FIMAGA FPV
(Tabasco) (Tams.) (Ver.) (Gro.) (Mich.) (Col.) (Jal.) TOTAL
Año (1) (2) (2) (3) (4) (5) (6)
No. % No. % No. % No. % No. % No. % No. % No. %
1983 0 00,0 0 00,0 172 20,57 0 00,0 664 79,43 0 00,0 0 00,0 836 100,00
1984 0 00,0 0 00,0 245 85,66 0 00,0 41 14,34 0 00,0 0 00,0 286 100,00
1985 0 00,0 895 89,23 98 9,77 0 00,0 10 1,00 0 00,0 0 00,0 1.003 100,00
1986 0 00,0 0 00,0 100 55,56 0 00,0 0 00,0 0 00,0 80 44,44 180 100,00
1987 0 00,0 0 00,0 0 00,0 0 00,0 0 00,0 0 00,0 0 00,0 0 00,0
1988 0 00,0 0 00,0 0 00,0 1.620 81,82 0 00,0 0 00,0 360 18,18 1.980 100,00
1989 400 100,00 0 00,0 0 00,0 0 00,0 0 00,0 0 00,0 0 00,0 400 100,00
1990 0 00,0 0 00,0 0 00,0 592 79,78 150 20,22 0 00,0 0 00,0 742 100,00
1991 0 00,0 0 00,0 0 00,0 71 28,74 176 71,26 0 00,0 0 00,0 247 100,00
1992 0 00,0 0 00,0 0 00,0 93 46,73 106 53,27 0 00,0 0 00,0 199 100,00
1993 0 00,0 0 00,0 0 00,0 0 00,0 63 100,00 0 00,0 0 00,0 63 100,00
1994 0 00,0 0 00,0 0 00,0 0 00,0 0 00,0 0 00,0 0 00,0 0 00,0
1995 0 00,0 0 00,0 0 00,0 0 00,0 0 00,0 218 100.00 0 00,0 218 100,00
TOTAL 400 6,50 895 14,54 615 9,99 2376 38,61 1.210 19,66 218 3,54 440 7,15 6.154 100,00
Fuente: Elaboración propia a partir de datos tomados de: CONAVI, Sistema de Estadísticas Históricas de Vivienda,
http://estadistica.conafovi.gob.mx/historicos/index.php
Notas:
(1) Sólo para Subprograma de Ampliación y Rehabilitación
(2) Sólo Subprograma de Lotes con Servicios
(3) Subprogramas Vivienda Nueva (164), Lotes con Servicios (1968), Ampliación (24) y Autoconstrucción (220)
(4) Subprogramas Apoyo a la Autoconstrucción (389), Lotes con Servicios (495), Vivienda Nueva (163) y Ampliación (163)
(5) Sólo Subprograma de Vivienda Nueva
(6) Subprogramas Autoconstrucción (80) y Lotes Con Servicios (360)
449
poco relevante (14,54% y 9,99% del total de todos los organismos considerados en los
Algo parecido a lo que se aprecia en estas empresas parece haber ocurrido en los
ejercido sólo por el FIDELAC, y representa menos de la mitad del desarrollado por el
FIDACA.
vivienda nueva (sólo alrededor del 20% de los créditos), de los cuales más de la mitad
Tal vez una de las iniciativas que, actualmente, muestran con mayor claridad la
social, y que permite escudriñar en los motivos que hay detrás de la enorme
450
programa especial de financiamiento para uno de los sectores laborales que más
activamente han jugado, en los últimos años, un papel protagónico en la vida política
Éste es uno de los gremios que sin duda tuvo a lo largo del siglo XX un papel
tuvo una amplia presencia en el contexto nacional desde que se impulsó, en los años
treinta del siglo pasado, la política educativa del nuevo Estado posrevolucionario. En
efecto, a partir de que se impulsa en 1921 uno de los principales proyectos sociales
del nuevo Estado con la creación de la Secretaría de Educación Pública (SEP) (DOF.
de amplia cobertura y que nace afiliado a la CTM, y con ello a la política de articulación
acceso a las viviendas en alquiler que produjo el IPCyR y a los programas de vivienda
que impulsó el ISSSTE a través del Fondo para la Vivienda de esa institución.
tenido en la vida laboral e incluso política del país, con respecto al conjunto de los
144
Desde la creación de la SEP, el gremio magisterial se expandió por el país de la mano de la política de educación
pública del gobierno posrevolucionario, una de las principales, si no la única hasta ese momento, política social del
régimen. A partir de 1932 surgieron al menos dos iniciativas de organización sindical de los trabajadores de la
educación que derivarían en la conformación del STERM: la Confederación Mexicana de Maestros (o Magisterial de
México) (1932), y la Liga de Trabajadores de la Enseñanza (1934), que coexistirán con otras asociaciones hasta que
en 1943 todo el magisterio quedó reunido en un solo organismo, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación
(SNTE).
451
distintos sectores de los trabajadores públicos, ha hecho, sin embargo, que de manera
seguridad social, un trato diferenciado y privilegiado con respecto a la mayor parte del
Este fue, por ejemplo, el caso de los mecanismo financieros de vivienda para
trabajadores del magisterio que aparecieron en algunos estados del país, en algunos
la Secretaría de Hacienda y Crédito Público aportaron recursos del erario (cf. DOF,
2006).
Con base en este programa, y para la administración de los recursos provenientes del
estatales, por medio del cual existe la obligación por parte de éstos de crear sus
452
respectivos fideicomisos (31 estatales más uno para el Distrito Federal), para poder
acceder a estos recursos, de los cuales, entre 1994 y 2002 se habían creado al menos
Los objetivos del programa son distintos a los que se propone el fondo para la vivienda
otorgar créditos, a bajas tasas de interés, para el pago del enganche y gastos de
453
escrituración en la adquisición de vivienda, a pesar de lo cual parte de los créditos
Notas:
(a) Integra los datos de CONAVI del programa Especial para la
Vivienda del Magisterio (PEFVM) y del Fondo para la Vivienda
del Magisterio (FOVIM), por referirse al mismo Programa
Especial. Incluye Subprogramas de Vivienda nueva (año 2002),
y Pago de Enganche (años 2003, 2004 y 2005).
(b) Subprogramas: Ampliación y Rehabilitación (4161), y
Vivienda Nueva (79)
(1) Abarca 16 Entidades Federativas, pero los créditos se
concentran en sólo 5 (Aguascalientes, Jalisco, Querétaro,
Quintana Roo, y Sonora) 81,5% en 2002, 79,09% en 2003 y
86,31 en 2005
A pesar de la aún corta existencia de este programa, de que cubre sólo a un gremio de
alcanzado a otorgar un numero de créditos que en los años que ha operado, llegan a
representar casi el 72% de los que en conjunto han ejercido los Organismos Estatales
FOVISSSTE entre 1998 y 2005, y casi la quinta parte de todos los créditos del
454
organismo de vivienda de PEMEX en casi 23 años de operación (ver Cuadros 39, AE-
clientelar, resalta todavía más por el hecho de ser un mecanismo en el que, a pesar de
funcionar con base en recursos públicos (incluso parte de ellos provienen del propio
por BANOBRAS, en el manejo de los recursos hay una participación directa del propio
actuación, a pesar de que parece haber evidencias de que los recursos asignados se
145
La dirigencia sindical nombro directamente al Vocal Ejecutivo del Fondo para la Vivienda del Magisterio (Diario
Transición, 2006)
455
456
CAPÍTULO 6
Los brazos compensatorios de la política
habitacional: el inquilinato y la política de
suelo
Como se ha mostrado, la conformación de la estructura instrumental de la política
través de un largo proceso que fue integrando, poco a poco, a los distintos sectores de
casi medio siglo el tiempo que se necesitó para crear los mecanismos financiero que
de ser casi simbólica, a convertirse en la clave sobre la que se soporta esta política
social.
Entre 1925, año de la creación del IPCyR y 1946, los escasos programas operados
apenas alcanzaron a construir cerca de 10,000 viviendas (ver Cuadro 41), mientras
que en el país entre 1931 y finales de la década de los años cincuenta se habían
edificado más de dos millones de casas (ver Cuadro AE-21). En los primeros poco
de medio punto porcentual del parque habitacional edificado, es decir menos de una
Esta situación comenzaría a cambiar cuando a finales de los años cuarenta se inicia la
por el IPCyR, y poco más tarde por el IMSS, y las primeras unidades residenciales en
457
cincuenta, en la ciudad de México, pero sería sólo hasta que se fundan los primeros
fondos solidarios para el financiamiento de vivienda social de los años 70, con el
vivienda de financiamiento público creció casi 24 veces más que la edificada durante
los primeros veinte años de programas públicos, su peso con respecto al total
participación privada que, por otro lado, resultaba insuficiente para atender una
demanda creciente de alojamiento (participó apenas con poco más de una cuarta
Revolución Mexicana, ni tampoco, por supuesto, parecen haberlo hecho con respecto
a los que habían sido la base de la producción habitacional a finales del siglo XIX.
458
La construcción del nuevo alojamiento se había basado, así, en la edificación de
alojamiento colectivo para las clases medias, que emergían de la fragua de la nueva
de autoconstrucción, fueron así, los mecanismos a través de los cuales la mayor parte
problema habitacional.
régimen, que sobrevivieron a la guerra civil; entre los segundos los promotores que,
459
La respuesta del Estado a estos procesos fue “dejar hacer”, tanto en materia de
que llevó, por un lado, a la aparición de nuevas vecindades en las áreas recién
irregulares.
Estas prácticas, pronto, como ya lo habían hecho en el período liberal, mostraron ser,
más que una solución, el origen de un complejo problema social que si bien se
raíces profundas en el régimen de propiedad del suelo y en las formas en las que se
Los mecanismos a través de los cuales el Estado las enfrentó fueron básicamente
socio-políticas en los distintos estados en los que se pusieron en marcha; por otro,
propiedad del suelo. Todos ellos utilizados como instrumentos institucionales que, a
460
1. Permanencia del arrendamiento como mecanismo de
acceso a la vivienda
hay indicios que permiten considerar que éste fue una vía fundamental de alojamiento
sociales de bajos ingresos en las periferias urbanas, y a partir de los años setenta
urbana, y que por sí sola parece revelar que ésta era una situación común en las
condiciones de alojamiento en el país, y de que hay datos que muestran que en 1900,
(Barragán, J. I.: 39), y que para 1920 cerca del 96% de la población de Guadalajara
vivía en habitaciones de las cuales no era propietaria (cf. López Moreno, 1996), lo que
parece reforzar este supuesto es el hecho de que aun entre 1950 y 1960 la vivienda
en cerca del 10%, y porque en ese último año, en un país aún dominantemente
agrícola, cerca del 46% de la vivienda en prácticamente todas las entidades (excepto
Oaxaca y Guerrero), más del 30% continuaba bajo este régimen de tenencia (ver
Cuadros 41 y 42).
A partir de los años sesenta, y particularmente desde los setenta, sin embargo, esta
461
Así, en los siguientes cuarenta años, el peso porcentual de la vivienda en renta se
hasta mediados del siglo XX, o en donde el peso de éste conservaba una gran
importancia (como es el caso de la capital del país y del estado de Nuevo León), se
redujera hacia finales del siglo a casi una tercera parte de lo que representaba hacía
cuatro décadas, llegando en este último estado a quedar por debajo de la media
Este proceso sin embargo fue muy diferenciado entre los distintos estados del país, lo
fue hasta entre aquellos que presentaban similitudes hacia los años cincuenta y
sesenta, o que entonces se ubicaban por encima de la media nacional, que en algunos
drásticamente.
Hay, incluso, casos en los que la importancia del inquilinato se invierte de manera
pronunciada, situación que contrasta con otros en los que se conserva con muy pocas
variaciones, como son los de Yucatán, que vio reducir la presencia de vivienda en
alquiler de un 41% en 1960, a menos del 16% en el 2000, mientras que en el estado
y 32% respectivamente.
en las cuales los flujos migratorios se convirtieron a partir de los años setenta en el
soporte de sus elevadas tasas de crecimiento demográfico, (en este caso por la
fundación y desarrollo del centro turístico de Can Cun), que es similar al de Baja
California Sur (por los desarrollos turísticos de Loreto y Los Cabos), o de entidades
462
fronterizas con los Estados Unidos como Baja California y Tamaulipas (en particular
Es también el caso de otras dos entidades federativas (Jalisco y Puebla), en las que
los años sesenta y para el año 2000 aún se conservaba en más del 30% de las
capital poblana.
vivienda sujeta a este régimen de tenencia. Los únicos tres casos que resaltan entre
ellas son los de Colima, Morelos y el estado de México en donde el peso relativo de
463
Cuadro 41: Total de vivienda propia y no propia por Entidad Federativa, 1950-2000
1950 1960 1970 1980 1990 2000
Entidad total de total de
total de total de no no
federativa total de no total de no no propias no propias viviendas viviendas
propias propias viviendas propias viviendas propias propias propias propias propias
viviendas propias viviendas propias (1a) (1b) particulares particulares
particulares particulares (1b) (1c)
(3) Habitadas (3)
AGUASCALIENTES 38.116 20.777 17.339 42.152 21.263 20.889 52.722 30.995 21.727 83.791 51.914 31.877 129.853 95.503 34.350 199.398 150.204 49.194
BAJA CALIFORNIA 48.472 25.241 23.231 98.889 44.910 53.979 155.859 90.942 64.917 238.603 140.231 98.372 362.727 252.426 110.301 559.402 402.325 157.077
BAJA CALIF. SUR 10.629 6.723 3.906 14.429 8.131 6.298 21.246 15.172 6.074 39.671 28.704 10.967 67.304 51.935 15.369 104.341 78.187 26.154
CAMPECHE 25.072 16.469 8.603 30.648 17.432 13.216 42.296 31.526 10.770 75.879 58.889 16.990 107.894 89.015 18.879 156.125 129.673 26.452
COAHUILA 141.282 71.916 69.366 165.130 76.355 88.775 186.001 109.880 76.121 282.705 184.433 98.272 404.691 307.495 97.196 539.169 420.206 118.963
COLIMA 24.988 14.743 10.245 30.949 15.674 15.275 41.840 25.089 16.751 64.270 40.704 23.566 88.627 64.065 24.562 124.714 88.825 35.889
CHIAPAS 182.721 138.785 43.936 226.075 154.296 71.779 275.437 213.643 61.794 370.319 277.193 93.126 594.025 495.990 98.035 778.845 644.457 134.388
CHIHUAHUA 167.487 91.664 75.823 226.885 109.168 117.717 287.499 169.985 117.514 391.464 263.653 127.811 529.799 411.935 117.864 733.379 568.660 164.719
DISTRITO FED. 626.262 159.313 466.949 902.083 188.106 713.977 1.219.419 457.687 761.732 1.747.102 838.804 908.298 1.789.171 1.166.385 622.786 2103.752 1.489.494 614.258
DURANGO 120.252 79.425 40.827 135.404 82.620 52.784 149.582 107.987 41.595 198.378 149.074 49.304 262.164 218.108 44.056 322.288 266.700 55.588
GUANAJUATO 273.510 167.926 105.584 311.981 177.576 134.405 358.587 251.622 106.965 474.800 340.584 134.216 687.136 551.958 135.178 918.822 742.084 176.738
GUERRERO 187.352 154.066 33.286 222.234 162.807 59.427 275.954 226.821 49.133 377.847 296.062 81.785 501.725 426.159 75.566 651.149 542.720 108.429
HIDALGO 172.339 137.789 34.550 183.750 126.671 57.079 210.744 171.171 39.573 272.162 213.925 58.237 362.933 305.238 57.695 491.482 415.495 75.987
JALISCO 355.769 201.790 153.979 433.157 214.658 218.499 536.134 312.041 224.093 776.809 464.642 312.167 1.029.178 726.244 302.934 1.378.666 950.217 428.449
MÉXICO 283.226 217.949 65.277 342.997 216.241 126.756 624.250 453.109 171.141 1.281.270 900.940 380.330 1.876.545 1.467.827 408.718 2743.144 2.154.432 588.712
MICHOÁCAN 288.980 221.189 67.791 340.067 227.133 112.934 391.009 298.519 92.490 494.638 373.188 121.450 663.496 541.945 121.551 846.333 677.308 169.025
MORELOS 58.075 35.150 22.925 73.552 35.988 37.564 108.903 65.885 43.018 175.397 116.526 58.871 244.958 188.419 56.539 354.035 271.735 82.300
NAYARIT 61.833 45.355 16.478 71.598 48.164 23.434 96.444 72.296 24.148 132.440 100.736 31.704 168.451 139.240 29.211 219.181 175.494 43.687
NUEVO LEÓN 146.810 77.013 69.797 194.641 82.078 112.563 292.153 162.012 130.141 461.105 316.067 145.038 642.298 525.638 116.660 878.600 706.321 172.279
OAXACA 310.623 259.706 50.917 339.576 239.412 100.164 375.394 318.786 56.608 448.665 369.370 79.295 587.131 518.542 68.589 738.087 640.607 97.480
PUEBLA 343.595 251.014 92.581 368.785 225.916 142.869 443.321 321.824 121.497 589.485 412.605 176.880 772.461 604.115 168.346 1028.692 809.190 219.502
QUERÉTARO 60.098 40.681 19.417 68.190 40.908 27.282 80.870 61.562 19.308 120.503 93.045 27.458 193.434 161.344 32.090 295.143 242.962 52.181
QUINTANA ROO 5.542 4.074 1.468 9.836 6.411 3.425 15.316 11.672 3.644 44.440 32.513 11.927 102.859 75.925 26.934 210.482 143.119 67.363
SAN LUÍS POTOSÍ 170.354 121.571 48.783 192.553 121.541 71.012 216.461 163.143 53.318 283.031 212.422 70.609 379.336 307.483 71.853 489.828 399.915 89.913
SINALOA 119.980 81.667 38.313 132.095 76.635 55.460 206.750 155.814 50.936 319.834 254.638 65.196 422.242 357.414 64.828 572.816 474.949 97.867
SONORA 98.698 60.752 37.946 137.862 71.147 66.715 185.607 124.341 61.266 276.848 196.035 80.813 378.587 303.715 74.872 527.427 429.713 97.714
TABASCO 65.434 50.254 15.180 77.368 46.794 30.574 126.706 95.992 30.714 180.929 129.763 51.166 285.319 225.938 59.381 410.388 328.462 81.926
TAMAULIPAS 148.602 87.866 60.736 197.115 100.411 96.704 266.032 166.139 99.893 379.476 244.094 135.382 488.508 358.428 130.080 677.489 505.865 171.624
TLAXCALA 58.875 45.544 13.331 65.245 45.457 19.788 72.470 59.476 12.994 92.327 73.922 18.405 137.135 115.049 22.086 193.288 162.412 30.876
VERACRUZ 415.506 316.341 99.165 507.912 319.270 188.642 688.798 507.556 181.242 1.015.323 733.133 282.190 1.262.509 1.001.504 261.005 1597.311 1.272.046 325.265
YUCATÁN 111.180 76.720 34.460 117.475 69.241 48.234 129.642 101.651 27.991 200.966 161.174 39.792 273.958 236.685 37.273 371.242 313.418 57.824
ZACATECAS 131.322 90.314 41.008 148.463 96.067 52.396 152.923 117.074 35.849 184.132 144.925 39.207 238.779 195.231 43.548 298.217 239.182 59.035
Datos Complem 6.224 203 6.021 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
Total Nacional 5.259.208 3.369.990 1.889.218 6.409.096 3.468.481 2.940.615 8.286.369 5.471.412 2.814.957 12.074.609 8.213.908 3.860.701 16.035.233 12486898 3.548.335 21.513.235 16.836.377 4.676.858
(1a) incluye viviendas rentadas y en otra situación
(1b) incluye viviendas rentadas. prestada o en otra situación y no propia no especificada
(1c) Incluye viviendas rentadas. prestada o en otra situación. no propia no especificada y tenencia no especificada
(2) No incluye los refugios. debido a que no se captaron características en esta clase de vivienda. Se excluyen además 136.341 "Viviendas sin información de ocupantes").
(3) Excluye. del total de viviendas existentes (a). los refugios (d) (debido a que no se captaron características en esta clase de vivienda. además de 425.724 viviendas sin información de ocupantes y del servicio exterior mexicano (e). y las viviendas colectivas (f)
Fte: 1950 y 1960: DGE; VII y VIII Censo General de Población;1970-2000: INEGI: IX. X. XI y XII Censo General de Población y Vivienda Tomado de: INEGI (1996). Tomado de Cien Años de Censos de Población. INEGI. Aguascalientes. México. México.
464
Cuadro 42: Distribución porcentual de vivienda propia y no propia por Entidad Federativa, 1950-2000
1950 1960 1970 1980 1990 2000
Entidad federativa
total de % % no total de % % no total de % % no total de % % no total de % % no total de % % no
viviendas prop./total prop./total viviendas prop./total prop./total viviendas prop./total prop./total viviendas prop./total prop./total viviendas prop./total prop./total viviendas prop./total prop./total
AGUASCALIENTES 38.116 54,51 45,49 42.152 50,44 49,56 52.722 58,79 41,21 84.353 61,96 38,04 130.709 73,55 26,45 199398 75,33 24,67
BAJA CALIFORNIA 48.472 52,07 47,93 98.889 45,41 54,59 155.859 58,35 41,65 240.825 58,77 41,23 373.898 69,59 30,41 559402 71,92 28,08
BAJA CALIF. SUR 10.629 63,25 36,75 14.429 56,35 43,65 21.246 71,41 28,59 40.014 72,36 27,64 68.694 77,16 22,84 104341 74,93 25,07
CAMPECHE 25.072 65,69 34,31 30.648 56,88 43,12 42.296 74,54 25,46 76.309 77,61 22,39 110.366 82,50 17,50 156125 83,06 16,94
COAHUILA 141.282 50,90 49,10 165.130 46,24 53,76 186.001 59,07 40,93 284.170 65,24 34,76 408.495 75,98 24,02 539169 77,94 22,06
COLIMA 24.988 59,00 41,00 30.949 50,64 49,36 41.840 59,96 40,04 64.848 63,33 36,67 90.263 72,29 27,71 124714 71,22 28,78
CHIAPAS 182.721 75,95 24,05 226.075 68,25 31,75 275.437 77,57 22,43 373.543 74,85 25,15 597.724 83,50 16,50 778845 82,75 17,25
CHIHUAHUA 167.487 54,73 45,27 226.885 48,12 51,88 287.499 59,13 40,87 393.394 67,35 32,65 540.922 77,75 22,25 733379 77,54 22,46
DISTRITO FED. 626.262 25,44 74,56 902.083 20,85 79,15 1.219.419 37,53 62,47 1.754.727 48,01 51,99 1.799.410 65,19 34,81 2103752 70,80 29,20
DURANGO 120.252 66,05 33,95 135.404 61,02 38,98 149.582 72,19 27,81 199.397 75,15 24,85 263.191 83,20 16,80 322288 82,75 17,25
GUANAJUATO 273.510 61,40 38,60 311.981 56,92 43,08 358.587 70,17 29,83 477.826 71,73 28,27 701.247 80,33 19,67 918822 80,76 19,24
GUERRERO 187.352 82,23 17,77 222.234 73,26 26,74 275.954 82,2 17,8 381.657 78,35 21,65 512.445 84,94 15,06 651149 83,35 16,65
HIDALGO 172.339 79,95 20,05 183.750 68,94 31,06 210.744 81,22 18,78 274.018 78,60 21,40 367.400 84,10 15,90 491482 84,54 15,46
JALISCO 355.769 56,72 43,28 433.157 49,56 50,44 536.134 58,2 41,8 780.596 59,81 40,19 1.044.185 70,57 29,43 1.378.666 68,92 31,08
MÉXICO 283.226 76,95 23,05 342.997 63,04 36,96 624.250 72,58 27,42 1.289.093 70,32 29,68 1.883.098 78,22 21,78 2743144 78,54 21,46
MICHOACÁN 288.980 76,54 23,46 340.067 66,79 33,21 391.009 76,35 23,65 497.364 75,45 24,55 677.141 81,68 18,32 846333 80,03 19,97
MORELOS 58.075 60,53 39,47 73.552 48,93 51,07 108.903 60,5 39,5 177.014 66,44 33,56 246.373 76,92 23,08 354035 76,75 23,25
NAYARIT 61.833 73,35 26,65 71.598 67,27 32,73 96.444 74,96 25,04 133.080 76,06 23,94 171.855 82,66 17,34 219181 80,07 19,93
NUEVO LEÓN 146.810 52,46 47,54 194.641 42,17 57,83 292.153 55,45 44,55 462.774 68,55 31,45 647.367 81,84 18,16 878600 80,39 19,61
OAXACA 310.623 83,61 16,39 339.576 70,5 29,5 375.394 84,92 15,08 451.577 82,33 17,67 589.295 88,32 11,68 738087 86,79 13,21
PUEBLA 343.595 73,06 26,94 368.785 61,26 38,74 443.321 72,59 27,41 592.156 69,99 30,01 775.525 78,21 21,79 1028692 78,66 21,34
QUERÉTARO 60.098 67,69 32,31 68.190 59,99 40,01 80.870 76,12 23,88 121.025 77,21 22,79 195.569 83,41 16,59 295143 82,32 17,68
QUINTANA ROO 5.542 73,51 26,49 9.836 65,18 34,82 15.316 76,21 23,79 44.977 73,16 26,84 106.094 73,81 26,19 210482 68,00 32,00
SAN LUÍS POTOSÍ 170.354 71,36 28,64 192.553 63,12 36,88 216.461 75,37 24,63 284.343 75,05 24,95 382.035 81,06 18,94 489828 81,64 18,36
SINALOA 119.980 68,07 31,93 132.095 58,02 41,98 206.750 75,36 24,64 321.844 79,62 20,38 426.257 84,65 15,35 572816 82,91 17,09
SONORA 98.698 61,55 38,45 137.862 51,61 48,39 185.607 66,99 33,01 278.409 70,81 29,19 383.290 80,22 19,78 527427 81,47 18,53
TABASCO 65.434 76,80 23,20 77.368 60,48 39,52 126.706 75,76 24,24 182.219 71,72 28,28 286.693 79,19 20,81 410388 80,04 19,96
TAMAULIPAS 148.602 59,13 40,87 197.115 50,94 49,06 266.032 62,45 37,55 381.385 64,32 35,68 494.454 73,37 26,63 677489 74,67 25,33
TLAXCALA 58.875 77,36 22,64 65.245 69,67 30,33 72.470 82,07 17,93 92.955 80,07 19,93 137.412 83,89 16,11 193288 84,03 15,97
VERACRUZ 415.506 76,13 23,87 507.912 62,86 37,14 688.798 73,69 26,31 1.020.276 72,21 27,79 1.271.457 79,33 20,67 1597311 79,64 20,36
YUCATÁN 111.180 69,01 30,99 117.475 58,94 41,06 129.642 78,41 21,59 201.746 80,20 19,80 275.231 86,39 13,61 371242 84,42 15,58
ZACATECAS 131.322 68,77 31,23 148.463 64,71 35,29 152.923 76,56 23,44 184.641 78,71 21,29 239.707 81,76 18,24 298217 80,20 19,80
Datos
6.224 3,26 96,74 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
Complementarios
Total Nacional 5.259.208 64,08 35,92 6.409.096 54,12 45,88 8.286.369 66,03 33,97 12.142.555 68,03 31,97 16.197.802 77,87 22,13 21.513.235 78,26 21,74
Fte: Elaboración propia con base en: 1950 y 1960: DGE; VII y VIII Censo General de Población;1970-2000: INEGI: IX. X. XI y XII Censo General de Población y Vivienda Tomado de: INEGI (1996). Tomado de Cien Años de Censos de Población. INEGI. Aguascalientes. México. México
465
Da la impresión, de que a pesar de que la vivienda en renta presenta una franca
peso relativo en los últimos cuarenta años del siglo XX, y de que en entidades en donde
visto disminuir su importancia muy debajo de lo que se ha visto en el resto del país, este
régimen de tenencia tiene aún una presencia notable en aquellas regiones en las que los
Como sea que se dibuje el futuro, lo que sin duda es relevante para este trabajo, es el
mitad del siglo XX, muy probablemente llegó a representar, en las primeras tres décadas
sesenta entre un 45% y la quinta parte de los alojamientos existentes conservando aún
50% entre los años sesenta y el año 2000, observó una recuperación significativa en la
466
última década del siglo XX, cuando, exceptuando el Distrito Federal, todos los estados del
Cuadro 41)146, que en conjunto representó más de un millón que se añadieron a las ya
federativas en donde este parque habitacional creció en 40% con respecto al que ya
había en la década anterior, y en cerca de dos tercios de ellas fue superior a la media
146
Particularmente significativo es el caso de los estados de Quintana Roo, Querétaro y Baja California Sur, en donde este
crecimiento fue de más del doble que el comportamiento promedio del país con 70,12%, 62,61% y 150,1% respectivamente.
467
A este régimen de alojamiento, en las últimas cuatro décadas del siglo XX aún acudieron
entre un tercio y una quinta parte de los habitantes del país, aunque con un claro
descenso de su importancia con respecto a otras opciones para acceder a una vivienda,
que venía observando en las décadas anteriores, ubicándose en los últimos veinte años
en torno al 22% del parque habitacional, es decir que hay indicios de que en los próximos
años a este régimen de tenencia aún pueden acuden cerca de uno de cada cinco
urbana en México, la política institucional dirigida a regular las condiciones en las que se
ofrece ha sido, entre las tres líneas de actuación de las políticas públicas en materia de
vacío encuentra en la actuación gubernamental. Esto es así a pesar de que fue la primera
en ser atendida por los gobiernos provisionales durante la guerra civil y los primeros
de un marco legal que operó durante las primeras tres décadas de vigencia de la
468
La regulación de las relaciones entre arrendatarios y arrendadores fue, sin duda, la
primera iniciativa gubernamental que se impulsó en México como paliativo para enfrentar
alquileres que se desataron apenas iniciada la Revolución Mexicana, y tiene sus primeras
diferentes partes del país, y se impulsaron por distintos grupos políticos durante la guerra
civil, pasando por los planes y programas que lo incluyeron dentro de sus postulados.
política vigente, cuando se impulsan en el país las primeras leyes inquilinarias que
A partir de entonces, ésta será una política de carácter predominantemente local, que se
impulsó sólo en algunas entidades del país, y que, salvo por los decretos de
oposición a los grupos de interés locales y al apoyo que estos llegaron a tener de los
gobiernos centrales.
En este sentido, la política inquilinaria parece ser el instrumento de política social más
469
batallas que en los propios ámbitos regionales se desataron entre distintos grupos
políticos por alcanzar una representatividad política, e incluso entre éstos y las viejas
oligarquías locales.
Es, también, y tal vez por estas mismas razones, la política habitacional más errática y de
menor alcance nacional, y la única que con el tiempo fue perdiendo casi totalmente
vigencia, hasta quedar casi como un referente testimonial de las luchas inquilinarias,
remitida a unas cuantas leyes que aún perviven, y a algunas disposiciones en los Códigos
habitacional que se han dado en México desde los años 70, y al margen de las principales
suelo, prácticamente el único mecanismo al que pudieron recurrir los sectores populares
urbanos durante más de 30 años para acceder, en condiciones más o menos razonables,
a una vivienda, es decir, hasta que se impulsaron en México las primeras políticas
urbanos de bajos ingresos con la creación del Instituto Nacional de la Vivienda, y que
podríamos incluso extender hasta los años setenta cuando se creó INDECO, el
Fue, en este sentido, durante casi medio siglo, uno de los tres pilares esenciales de la
sido durante los años 20 y 30 la de mayor impacto social, y tal vez la que más claramente
470
(al menos en sus inicios), se empleó como un mecanismo de alianza entre los gobiernos
Más allá de los decretos promulgados de manera coyuntural entre 1910 y 1917 en
diferentes partes del país por las distintas fuerzas que se confrontaron durante la guerra
civil, es una iniciativa, impulsada por un gobierno estatal, la que marca el inicio la política
inquilinaria en México: la promulgación del decreto 634 por parte del General Salvador
Alvarado, cuando fue gobernador provisional del estado de Yucatán (apenas unos 20 días
Ésta es, se podría decir, la primera ley inquilinaria en el país, y es, también, la primera
iniciativa jurídica que rebasa el carácter provisional de los decretos que se impulsaron en
otras entidades a partir del decreto de control de alquileres emitido por Venustiano
Carranza en 1914, como jefe máximo del constitucionalismo. Sin embargo, parece
los pobladores urbanos, por un gobierno, como el de Alvarado, que se instaura por
nombramiento de Carranza a finales de la guerra civil, y que tiene como principal objetivo
471
De hecho, tanto el decreto inquilinario de enero como el de julio de 1917, se ubican en un
conjunto amplio de iniciativas legales del gobierno yucateco, que en el transcurso de casi
educación y al trabajo (Ley del Trabajo del 15 de enero de 1915 y Código del Trabajo del
Dentro de todas ellas, al igual que sucedió en el país entero, no se impulsa una reforma
(19 de mayo de 1917), no hay indicios de que la aplicación de ninguna de las dos haya
A estas iniciativas de Alvarado, siguiría otra ley (Ley de Inquilinato), que se promulgó más
gobernador Hircano Ayuso, en pleno apogeo del Partido Socialista del Sureste como
partido hegemónico en esta entidad, y en el marco de las luchas por el control de ese
Al igual que lo ocurrido en 1917 en Yucatán, a finales de ese mismo año, otros dos
triunfante en la guerra civil, lanzan sendas iniciativas con objetivos similares aunque con
Lara presenta, ante el Congreso local, un proyecto de Ley Inquilinaria (Méndez, R.: 27-
472
30), que es rechazada por el órgano legislativo, que representa aún los intereses
No hay indicios de que estas iniciativas tuvieran un efecto significativo en las condiciones
de los arrendatarios en estas dos entidades, pero los movimientos inquilinarios que se
antiguos dueños (Berra, E., 1987: 388), dan elementos para pensar que la intención de
estas iniciativas no era promover un cambio de fondo en la cuestión inquilinaria, sino que
militar del constitucionalismo, sobre todo estando en puerta las elecciones que llevarían a
Nava, “que habían desaparecido las causas que lo habían originado” (García M., O.,
1976: 46), con lo que, la cuestión inquilinaria, que había venido siendo abordado por los
distintos grupos en pugna, quedó marginada y más bien se emprendió de inmediato una
147
En el proyecto de decreto del Distrito Federal se proponía que los alquileres se fijaran sobre la base del ½ porcentual
sobre el valor catastral, y se establecían condiciones mínimas de habitabilidad, esta iniciativa fue apoyada por la Liga de
Inquilinos y no prosperó ante el rechazo de los diputados locales.
473
Después de las iniciativas de Alvarado y de la emitida por Ayuso en Yucatán, los
entre 1921 y 1922, en plena efervescencia inquilinaria que se extendía ya a tres de las
transcurso de esos dos años, además del reglamento a la Ley de inquilinato promovida el
20 de enero de 1921 en Yucatán, se presentó ese mismo mes, pero ahora en Veracruz, la
propuesta, a la que ya nos hemos referido, de Ley inquilinaria por el gobernador Adalberto
Tejeda (Ortega A., M., 1986: 68), que a pesar de no ser aprobada por el Congreso local,
introduce en este estado la discusión sobre este asunto, que llevaría, al año siguiente, a la
En la inercia de estas iniciativas, también en 1921 se promulga en Campeche una ley del
Inquilinato (Méndez, R., A., 2001: 31), además de un decreto en el estado de Veracruz
edificación de vivienda para “clases medias y menesterosas” (Cf. Cruz Rodríguez, M. S.,
los propietarios limitar el monto de los arrendamientos a no más del 10% anual sobre el
Al año siguiente, además de la publicación del reglamento de la ley del Inquilinato del
estado de Yucatán, en este mismo estado se publica, en abril de 1922, una nueva ley
inquilinaria que sustituye a la promulgada por Ayuso dos años antes y al reglamento que
se derivó de ella el año anterior (Méndez R., A.: 31), mientras que, con el trasfondo de la
474
inquilinato del estado de Veracruz, mientras se propone al Congreso federal una ley
Todas estas medidas, tanto las que prosperaron, como las que se quedan en el nivel de
República, y hay indicios de que responden a las pugnas internas en todos esos estados
entre las elites políticas locales que se estaban conformando y que buscaban afianzar su
El movimiento inquilinario y la lucha hegemónica entre las elites políticas parecen así,
locales y a la construcción de alianzas con el gobierno central en las luchas por el poder
requerimientos de las alianzas entre los distintos grupos políticos estatales y nacionales.
En estas condiciones, tanto las luchas inquilinarias, como la misma respuesta que los
las pugnas por el poder político nacional se solucionaran, y ya despejado el panorama los
475
gobierno central, y a que las pugnas locales se pospusieran en aras de la estabilidad
política nacional, en 1925 resurgen las movilizaciones inquilinarias en varios estados del
país, presentando condiciones similares a las que envolvieron los sucesos y las iniciativas
En ese año y el siguiente se impulsan, y se aprueban por los congresos locales de cuatro
estados, leyes inquilinarias; tres en 1925, en San Luís Potosí (29 de mayo),
estado de Nayarit (20 de junio). Excepto la primera, de la que hay claros indicios de
Saturnino Cedillo, por el control político del estado, las otras tres se ubican tanto en el
contexto territorial como en el de la crisis política que precedió la Guerra Cristera, que se
En el caso potosino, la ley inquilinaria de 1925, es sólo una de las reformas sociales a
través de las cuales se estableció la alianza entre gobierno y los grupos sociales urbanos
pero no fue la única, mientras que en los otros tres casos (Aguascalientes, Zacatecas y
Nayarit), en los que se promulgó una ley inquilinaria en estos años, el trasfondo del
indicios de que la ley inquilinaria se da en el marco de la lucha por el poder entre la elite
en el estado.
148
Ésta consistió en un conflicto armado, entre los gobiernos de Plutarco Elías Calles y su sucesor Emilio Portes Gil, y
milicias católicas que resintieron la aplicación de la llamada Ley Calles que, entre otras disposiciones, estableció la clausura
de escuelas religiosas y la expulsión de sacerdotes extranjeros, limitaba el número de sacerdotes y se les obligaba a éstos
a registrarse ante las autoridades municipales, para que éstas les otorgaran licencia para ejercer, limitando además la
enseñanza religiosa. Fue también una rebelión que fue aprovechada por la banca internacional y por las empresas
petroleras para presionar al gobierno callista a ceder a las condiciones que se pretendían en materia de la deuda externa, la
primera, y a la no retroactividad del artículo 27 constitucional en beneficio de las segundas (Meyer, Jean, 1973: 143 a 166).
476
El caso de Zacatecas parece similar al anterior, aquí la legislación inquilinaria se
de la oligarquía local que, por otra parte no parecía contar con el respaldo del gobierno de
grupos cromistas ligados al gobierno de Calles, con los de poder económico locales. En
inquilinaria de Veracruz impulsada por Tejeda unos años antes, más que modificar
las políticas del gobierno federal, parece estar dirigida a enviar señales a los
1926 (Méndez R., A.: 31), se inscribe en una crisis política incluso más aguda de las que
venía desarrollándose desde el primer gobierno constitucional del estado en 1918 y que
477
A diferencia de lo que había sucedido en Yucatán, la ciudad de México y Veracruz, en
donde las primeras iniciativas de política inquilinarias parecen haber tenido su origen en
las pugnas entre los diferentes grupos emergidos de la guerra civil, en donde la vieja elite
centro occidente del país éstas iniciativas más bien parecen haber respondido al
enfrentamiento entre las viejas clases dominantes que habían pervivido y los nuevos
enfrentamiento que se vio agudizado por el inicio de la guerra cristera y que llevó a que,
de los gobiernos del llamado Maximato150 (1928-1934), la política inquilinaria entró en una
que limitó considerablemente los lazos de articulación entre el aparato estatal y las masas
En este contexto, entre 1937 y 1939 se impulsa una nueva serie de iniciativas en materia
inquilinaria. En septiembre de 1937 se emite una nueva ley en el estado de Veracruz (que
gobierno de Adalberto Tejeda, en octubre de ese mismo año se emite la Ley del
149
Diez días antes de cumplir un año de vigencia, la ley inquilinaria del estado de Nayarit es derogada y la reglamentación
inquilinaria quedaría reducida a algunas disposiciones establecidas en el nuevo Código Civil del Estado (Méndez, R.: 31)
150
Período en el que, ya muerto Obregón, Plutarco Elías Calles se convertiría en la cabeza dominante de la vida política
nacional, con una enorme influencia en la toma de decisiones políticas y económicas del país, etapa que concluye
formalmente con la llegada de Lázaro Cárdenas al gobierno en 1934, aunque su completa exclusión del escenario político
nacional sólo se concretará con su extradición, en abril de 1936.
478
Inquilinato del estado de Tamaulipas, en 1938 se vuelve a promulgar una ley inquilinaria
en Nayarit, y en enero de 1939 otra en el estado de Sinaloa (ver Cuadro 44), la mayoría
estados (Méndez R., A.: 35 a 50), que llevarían a que, además de estas leyes, se
campesino, y en general con las fuerzas políticas reformistas (Adame Cerón, M. A., 2001:
social y, como veremos, más bien se canalizaría a través de una política de suelo que
Las alianzas fundamentales del gobierno federal fueron, en este período, con obreros y
campesinos, que en la estructura corporativa del partido oficial, el PRM (sustituto del
respaldo social del gobierno cardenista. El sector popular, y dentro del él los arrendatarios
En este contexto, la política inquilinaria durante el cardenismo más bien parece haber sido
una respuesta, que de manera coyuntural, se dio en algunos estados del país a las
151
Sólo como ejemplo baste citar las huelgas en el pago de alquileres que se dieron en el puerto de Mazatlán, Sinaloa en
1935, y el que estalló en Tepic, Nayarit en 1938 que influirían en sendas iniciativas inquilinarias (Perló C., M., 1979: 791 y
792)
479
desde los años veinte, a través de los gobiernos estatales. La diferencia fue que ahora no
fueron resultado de las pugnas entre las elites políticas locales, sino más bien parece que
surgieron como una réplica de la línea de masas que se venía aplicando desde el
gobierno central.
Al final del gobierno de Lázaro Cárdenas, las diferentes coyunturas nacionales y locales
habían permitido que se pusiera en marcha, con más o menos continuidad, nueve leyes
Todavía, hacia los años 40, habría un último impulso a la política inquilinaria en el país
que partiría también de una coyuntura nacional y se resolvería igualmente a nivel local.
Teniendo como telón de fondo algunas de protestas por aumentos injustificados en los
480
Aparentemente, como respuesta, y contando con la justificación legal de la suspensión de
se impulsaron varias medidas regulatorias, por una parte, la incorporación del tema del
inquilinato en los Códigos Civiles locales, varios de los cuales había sobrevivido desde el
En realidad, a partir de la década de los años cuarenta, los Códigos Civiles serían el
mayor parte de los estados del país. Desde entonces, y en varios casos, como el de
Zacatecas, vendrían a sustituir a las leyes inquilinarias promulgadas durante las dos
décadas anteriores152.
Esta práctica fue inaugurada desde 1928, a finales del gobierno callista, con la
promulgación del Código Civil para el Distrito Federal (aplicable también a los territorios
de Baja California Sur y Quintana Roo), que incluía una serie de disposiciones
alquiler de fincas urbanas que, en general, correspondían con algunas de las demandas
de los movimientos inquilinarios de esos años (como eran las relativas a las condiciones
mantenimiento los edificios, entre otras), aunque sin incorporar medidas que regularan el
481
Cuadro 45: Relación de Códigos Civiles y legislación inquilinaria en las distintas entidades
federativas 1917 a 2005
Códigos Civiles
Precedente de Códigos Civiles Entidades con Decreto
publicados después Disposiciones en
Entidad Códigos Civiles (CC) o Leyes de “congelamiento de
de la Constitución de materia de control de
Federativa (CC) o Leyes Inquilinarias (LI) alquileres”
1917 (fecha de alquileres
inquilinarias vigentes (año de promulgación)
publicación)
Ley de inquilinato de
Aguascalientes 1925
7 de diciembre de 1947 C.C. de 1947 1943
Baja California ND 22 julio de 1959 C.C. de 1972 1954
Cód Civ. del D:F del 26 de Incrementos máximos del
Baja Calif. Sur mayo de 1928
C.C- de 1996
10% sobre renta vigente
Ley de inquilinato de
Campeche 1921
13 de octubre de 1942 C.C. de 1942
Coahuila ND 6 de octubre de 1941 C.C. de 1999 1942
C.C. de 1954 y LI
Colima ND 25 de septiembre de 1954 de 2004 para casos
de desastre
Chiapas ND 2 de febrero de 1938 C.C. de 1938 1942
Chihuahua ND 11 de julio de 1942 C.C. de 1974
Incrementos máximos del
Distrito Federal ND 26 de mayo de 1928 C.C. de 1928
10% sobre renta vigente
1942
Durango ND 22 de enero de 1948 C.C. de 1948 1942
Guanajuato ND 14 de mayo de 1967 C.C- de 1967 1944
Incremento máximo igual al
Guerrero ND 15 de septiembre de 1937 C.C. de 1993
80% del aumento al SM
1944
1/12 y 2% mensual sobre
CC. de 29 de abril de
Hidalgo 1892
8 de octubre de 1940 C.C. de 1940 valor catastral de la
propiedad
12% anual sobre valor
Jalisco ND 6 de junio de 1933 C.C. de 1995 catastral de la propiedad o 1953
10% sobre el comercial
México ND 29 de diciembre de 1956 C.C. de 2002 1942
CC. de 14 de julio de L.I. del 24 de Incremento máximo igual al
Michoacán 1895
30 de julio de 1936
diciembre de 1984 70% del aumento al SM
Morelos ND 24 de febrero de 1946 C.C. de 1993
Ley de inquilinato de
Nayarit 1926
1 de julio de 1938 C.C. de 1993
CC. del 1 de mayo de
Nuevo León 1909
6 de julio de 1935 C.C. de 1935 1944
CC. de 18 de julio de 12% anual sobre valor
Oaxaca 1888
25 de noviembre de 1944 C.C. de 1944
catastral de la propiedad
Puebla 1 de enero de 1902 1 de junio de 1985 C.C- de 1985
Querétaro ND 29 de diciembre de 1950 C.C. de 1990
CC. del D:F del 26 de
Quintana Roo mayo de 1928
C.C. de 1980
Incremento o reducción
Ley de inquilinato de máximos del 25% sobre
San Luís Potosí 1925 18 de abril de 1946 C.C- de 1946
renta vigente y con
autorización judicial
CC. de 27 de septiembre
Sinaloa de 1904 y ley de 18 de junio de 1940 C.C. de 1940
inquilinato de 1939
Ley de inquilinato de
Sonora 1959
L.I. de 1959
C.C. del 9 de abril
Tabasco ND 24 de agosto de 1951
de 1997
Ley de inquilinato de C.C. del 10 de Incremento máximo igual al
Tamaulipas 1937
4 de octubre de 1961
enero de 1987 65% del aumento al SM
Tlaxcala ND 20 de octubre de 1976 C.C. de 1976
Ley de inquilinato de
Veracruz 1937
L.I. de 1937 1942
Ley de inquilinato del Incremento máximo igual al
Yucatán 1922
18 de diciembre de 1941 C.C. de 1993
100% del aumento al SM
Ley de inquilinato de Incremento máximo igual al
Zacatecas 1925
15 de febrero de 1965 C.C. de 1986
100% del aumento al SM
Nota: LI= Ley Inquiliniaria; CC= Código Civil; SM: Salario Mínimo
Fte: Para el Distrito Federal: Diario Oficial de la Federación; para Entidades Federativas: Diarios y Boletines Oficiales de cada entidad federativa
482
En la década de los años treinta, con el telón de fondo de las otras leyes inquilinarias
promulgadas en ese período, y con características muy similares al del Distrito Federal, se
promulgaron, en cuatro estados más, sendos Códigos Civiles que incluían disposiciones
tiempo que Lázaro Cárdenas fue presidente de la República: el del estado de Jalisco de
En dos de ellos (Jalisco y Nuevo León), se ubicaban las dos aglomeraciones urbanas más
importantes del país, después del Distrito Federal, y también en dos (Jalisco y Nayarit), el
movimiento inquilinario había emergido en la última década como una fuerza social con
No sería, sin embargo, sino hasta la década de los cuarenta cuando este mecanismo
comenzaría a generalizarse en el resto del país. En ese periodo en al menos nueve de los
estados se publican Códigos Civiles que, siguiendo la pauta del decretado para la ciudad
Quintana Roo), ya fuera a través de una ley dirigida ex profeso a regular ese tema, o
sus respectivos Códigos Civiles, ya fuera como nuevas iniciativas o en sustitución de las
leyes inquilinarias precedentes: Tabasco (1951), Colima (1954), estado de México (1956),
153
En el estado de Nuevo León éste venía a sustituir el promulgado a finales del porfiriato en 1909
483
Baja California (1959), Tamaulipas (1961), Zacatecas (1965) y Puebla (hasta 1985) (ver
Cuadro 45).
Prácticamente en todas ellas, se reprodujeron, de una u otra forma, las disposiciones del
Código Civil para el Distrito Federal de 1928, estableciendo, además de las obligaciones
urbanas, los términos y las garantías para el pago de alquileres, la conservación de las
edificaciones, la regulación del derecho de tanto (o de preferencia por parte del inquilino
para adquirir la vivienda alquilada cuando ésta se vendiera), y en muy pocos casos
En algunos casos, estas últimas disposiciones, que significaban, tal vez, la medida más
rentas de las viviendas a un cierto porcentaje con respecto al valor fiscal de las fincas, en
cierta medida respondiendo a las demandas inquilinarias de los años veinte (por ejemplo
en los Códigos de Hidalgo, Jalisco y Oaxaca); en otros sujetaron los aumentos de los
alquileres a un porcentaje del incremento de los salarios mínimos (como en los casos de
sustancialmente las prácticas de los arrendadores y sólo ponían freno a las de corte
las viviendas), incluso medidas que se presentaban como dirigidas al control de los
permitían rendimientos anuales cercanos al 24% del valor de las fincas (ver Cuadro 45).
484
Ni siquiera iniciativas tardías, como es el caso de la ley de Michoacán de 1984, tendieron
a influir más allá de lo que los Códigos Civiles venían haciendo, y las medidas de control
1987).
la segunda Guerra Mundial (22 de mayo de 1942), se inicia una intensa labor legislativa,
uno que expidió el gobierno de la República para el Distrito Federal, a los que casi una
década después se añadirían otros dos, para el estado de Jalisco (en 1953), y para el de
Junto con las leyes inquilinarias, los Códigos Civiles y los decretos de Congelamiento de
alquileres expedidas hasta ese momento, por lo menos 19 entidades del país disponían,
para finales de la década de los cuarenta, de algún instrumento jurídico que regulara el
485
inquilinato en México, en algunos casos operando simultáneamente una ley inquilinaria o
sino, sobre todo, a la importancia que adquirió el sector popular dentro del partido oficial
Federal, por el propio gobierno local (que en ese tiempo era nombrado por el presidente
pobladores de colonias proletarias, política a la que no parecen haber sido ajenos los
154
Este fue el caso de los estados de Aguascalientes, Coahuila, Chiapas, Distrito Federal, Durango, Guerrero, Nuevo León
y Veracruz (ver Cuadro 46)
486
En efecto, aunque desde el Congreso económico de la CTM realizado en 1941, se había
reconocido a la vivienda como uno de los problemas más urgentes y se plantearon varias
iniciativas que no prosperaron155, fue la CNOP quien jugó, sin duda, un papel primordial
en la incorporación del tema inquilinario en la agenda del partido oficial, como uno de los
principales asuntos a tomar en cuenta para incorporar a este partido a los sectores
populares urbanos.
se planteó como uno de los más importantes por atender en la agenda del naciente
organismo (Méndez, R., A.: 48), y aunque es cierto que la mayor parte de los decretos de
organismo estuviera detrás de las iniciativas de la mayor parte de los Códigos Civiles
emitidos por esos años, así como de los distintos decretos de congelamiento y de las
sucesivas prórrogas que se aprobaron para el Distrito Federal en 1946 y 1948, incluso
constitucionales (y con ello la justificación que había dado pie a los decretos impulsados
desde 1942).
muchos años después, hasta que en 1992 fue derogado por el, entonces presidente,
Salinas de Gortari, es decir, operó por cerca de 50 años, siendo una bandera casi
permanente del sector popular del PRI, y nunca puesta en cuestionamiento hasta que
arribaron los gobiernos neoliberales a principios de los años 80. De aparecer como una
155
Entre otras iniciativas propone la elaboración de un plan de construcción de vivienda popular y la necesidad de
establecer un régimen inquilinario “equitativo y humano” (Méndez R. A.: 44 y 45)
487
a beneficiar a inquilinos que pagaban bajos alquileres (menos de 300 pesos en el D.F.), el
congelamiento de rentas terminó por ser una bandera política en manos del partido oficial,
propuestas frustradas de ley inquilinaria para el Distrito Federal (1ª en 1945, 2ª en 1947 y
Ley de Inquilinato de 1959 en Sonora, la de Michoacán en 1984 y una ley inquilinaria para
El tema del inquilinato quedó, por último, prácticamente fuera de la agenda política
nacional con la creación de los fondos para la vivienda de los años setenta, es decir,
habitacional. A partir de entonces, fuera del estado de Puebla, en donde hasta 1985 se
decreta un nuevo Código Civil que incorpora el tema del arrendamiento (y que sustituía al
que había permanecido vigente desde 1902), de la Ley Inquilinaria del estado de
mayor parte de los Códigos Civiles vigentes en otras entidades), y de la excepcional (por
su aplicación más que por su carácter), Ley Inquilinaria para casos de desastre del estado
de Colima, todas las iniciativas emitidas significaron una actualización de los Códigos
488
Civiles decretados previamente, y con ellas se tendió a homogeneizar la reglamentación
inquilinaria en el país.
disuasorio de la inversión privada en vivienda para arrendamiento (ver Barragán, J. I.: 67),
que como lo señala Coulomb parece tener poca sustentación científica (Coulomb, R.,
2006: 136).
Esta misma percepción parece estar detrás de una inercia que llevó a que, en todo el
país, casi una quinta parte de la población nacional haya quedado sujeta a las “libres”
fuerzas del mercado para acceder a una vivienda en alquiler, con una pobre
vivienda
informal, a través del cual se desarrolló la forma más común de producción habitacional
489
en prácticamente todas las ciudades del país: la llamada autoconstrucción o, tal vez más
y el capital inmobiliario, que se había venido practicando desde mediados del siglo XIX, y
que fue la vía a través de la cual la población de bajos ingresos había podido hacerse de
un predio para auto-financiar y auto-edificar su vivienda en las grandes ciudades del país,
nulos servicios urbanos, hacia donde se fue dirigiendo la nueva (y creciente), población
rural que migró a las ciudades y no encontró cabida en las viviendas en alquiler de las
áreas centrales.
Esta práctica del capital inmobiliario fue acompañada por algunas iniciativas de los
aparición de colonias populares como una vía de desfogue de la presión social, surgida
ante la escasa construcción de vivienda, por la falta de vivienda a bajo costo y por las
Dentro de las tres líneas a través de las cuales se ha llevado a cabo la política
habitacional del Estado mexicano desde la segunda década del siglo XX, tal vez la que ha
490
conformación del espacio urbano en México, es la política de suelo urbano. Aunque
podemos decir que ésta inicia de la mano de las incipientes reformas sociales impulsadas
durante los primeros gobiernos de la posrevolución, en realidad tiene sus orígenes en una
capitalista del suelo urbano en el país a mediados del siglo XIX, y que, como lo muestra
François Tomás, pudo haber tenido sus antecedentes en el mismo período colonial con la
Sin embargo, como lo señala este mismo autor (Ibíd.), lo que hoy llamamos
asentamientos irregulares son más bien resultado del proceso de urbanización capitalista,
que hoy se presenta en prácticamente todas las ciudades del país como resultado de un
largo proceso iniciado a través de las promociones inmobiliarias que, saltándose la exigua
llegando no sólo a las capitales estatales sino a prácticamente a todas las ciudades del
Este proceso se desarrolló de la mano del emergente capital inmobiliario que encontró
suelo a las áreas urbanas con nulos o muy escasos servicios, dirigidos a los segmentos
de la población media y de bajos ingresos que vieron en esta práctica la única vía para
491
hacerse de la propiedad de un alojamiento ante una vivienda en arrendamiento que se
resolvió la demanda de vivienda durante la primera parte del capitalismo en México, y fue
el medio a través del que, en gran medida, se resolvería la falta, o insuficiencia, de los
mitad del siglo XX, en el principal mecanismo para acceder a un alojamiento propio y, con
Este carácter subsidiario lo adquirió desde los primeros años de la posrevolución en los
que se ensayó como una medida emergente para resolver el conflicto inquilinario, y se
consolidó como tal por más de treinta años sustituyendo casi por completo a los
mecanismo de producción de vivienda social, pasando más tarde a jugar un rol de tipo
complementario de las políticas financieras de vivienda que operaron a partir de los años
setenta. Así, habiendo emergido como una salida coyuntural al problema de los
país.
Este mecanismo adquiriría, a lo largo de prácticamente tres cuartas partes del siglo XX un
doble rostro: por una parte se mostraría como una política corporativo-permisiva (muchas
492
suelo para los sectores pobres de la población urbana; por otra (y complementaria a la
promociones por parte del gobierno federal, práctica a la que se sumaron más tarde los
regularización que se fundaron tanto en el seno de los propios gobiernos estatales como,
Hay varios ejemplos que ilustran el origen y el uso clientelar de la política de suelo en
guerra civil, en los momentos en los que las elites emergentes inician la construcción de
su legitimidad política y social. Estas iniciativas fueron, de hecho, el camino que siguieron
los primeros gobiernos que surgieron de la Constitución de 1917, y que ante la falta de
una política institucional de producción de vivienda para los pobres urbanos, impulsaron, a
través de la cesión gratuita o venta a bajo precio de suelo público la formación de lo que
irregulares.
Al igual que sucedió con la legislación inquilinaria, el primer ejemplo de una política de
suelo dirigida a la población urbana de bajos recursos provino de una iniciativa impulsada
Socialista del Sureste, encabezado por Carlos Castro Morales (1918-1920), un dirigente
de este partido, de origen ferrocarrilero, que apenas iniciado su gobierno emite un decreto
(Decreto No. 82, del 22 de marzo de 1918), en el que se declara de utilidad pública la
493
En la ciudad de México, cuatro ejemplos más ilustran esta práctica, pero ahí con
Peralvillo, Postal y Federal. La primera de ellas se realizó a través de una cesión gratuita
terrenos federales en torno a las espuelas de ferrocarril que daban acceso a las industrias
de esa zona (Collado H. Ma. del C, 1999: 202), la segunda fue la donación de terrenos
federales que realizó Álvaro Obregón en 1922, para fundar una colonia popular, en parte
de los terrenos que ocupaba el antiguo hipódromo (Jiménez M. J. H.: 208 a 215), casi al
mismo tiempo que reprimía los movimientos inquilinarios del puerto de Veracruz y de la
ciudad de México.
Las otras dos fueron las colonias Postal y Federal, fundadas en los siguientes dos
Gobernación (equivalente al ministerio del interior), a los que les fue vendido un predio
federal a bajo precio; la segunda promoción, realizada también en 1925, durante este
mismo gobierno, fue la Colonia Postal, creada para empleados del servicio de correos,
que al igual que la anterior ocupó terrenos públicos donados por el gobierno federal
(Jiménez M., J. H.: 209, 214 y 215; Berra, Stoppa: 127-134; y Collado H. Ma del C.: 15).
Junto con estas iniciativas, se desarrollaban otras, promovidas por los viejos
494
sociedades que vinculaban recursos financieros con tráfico de influencias, tal y como lo
habían hecho esos mismos promotores inmobiliarios durante el antiguo régimen. Un claro
Colonia Federal, y que fueron adquiridos por un promotor inmobiliario (Federico A. Luna),
mexicano, que a partir de entonces impulsaría una doble práctica, consistente, por una
que se combinó, e incluso fue rápidamente desplazada, con una amplia tolerancia al
ejidatarios y comuneros, que no cubrían los requisitos establecidos por los nuevos
demanda social de vivienda, además de que favorecía a importantes sectores del capital
inmobiliario, a los que pronto se habían incorporado las nuevas elites gobernantes que no
156
Este es el caso por ejemplo de los decretados en la ciudad de México en 1920 y 1924, que sustituyeron al reglamento de
1903 y que, aunque en su momento significaron una innovación importante en la reglamentación urbana en México,
tampoco lograrían imponerse al uso habitual de la urbanización irregular.
495
parecían estar interesadas en afectar ni los intereses de un sector del capital en el que se
habían refugiado buena parte de los capitales durante la guerra civil, ni, por supuesto, los
suyos propios, pero por encima de esto, lo que parece haber privado detrás de esta
práctica gubernamental, fue la rentabilidad política que se podía obtener de esta válvula
las siguientes dos década, cuando durante el gobierno cardenista se consolida la venta
ilegal de suelo rústico de las periferias urbanas como la forma dominante para resolver las
Una vez superado el período del Maximato157, durante la década de los años 30 a los 40,
manera mucho más activa y generalizada que con los gobiernos anteriores la creación de
157
Etapa que va del término del período presidencial de Calles (1928), al inicio del gobierno de Lázaro Cárdenas (1934),
caracterizada por el dominio y control político del primero sobre la política nacional, y su influencia determinante en los
presidentes en turno, que llevarían a que en un período de 6 años se sucedieran 3 presidentes: Emilio Portes Gil (1928-
1930), Pascual Ortiz Rubio (1930-1932) y Abelardo L. Rodríguez (1932-1934).
158
Según Perló (op. cit., 1979: 795), este término se refiere a un tipo de asentamiento reconocido (de manera implícita), por
las autoridades del Departamento del Distrito Federal, que no cumplían con los requisitos impuestos por la reglamentación
de 1924, como la introducción de servicios antes de la construcción y venta de casas, entre otros. Aunque esta
denominación comienza a utilizarse de manera generalizada desde los años 30, a partir de los 50 comenzarán a
denominarse de diversas formas. Para efectos de este trabajo se emplearán de manera indistinta los términos empleados
para referirse a este tipo de asentamientos en México: colonias proletarias, ciudades perdidas, asentamientos irregulares.
496
entregar, sólo en la ciudad de México, más de 50,000 lotes urbanos (Perló, 1979: 794),
cinco veces más que todas las viviendas producidas por el Instituto de Pensiones desde
gubernamental: uno que, en cierta forma, pone en evidencia la participación ex-ante del
Estado mediante la creación de las condiciones para que se desarrollen este tipo de
llevarían a regularizar su estatus jurídico con una intervención directa por parte del
Estado.
posterior urbanización a través de la oficina de cooperación (Perló C., M., 1979: 799, y
159
La Ley de Expropiación que permitió el desarrollo de esta política se publicó precisamente durante este mismo período
(DOF. 25 de Noviembre de 1936)
497
urbana de la reforma agraria, que además de dar una respuesta a las demandas
los pobladores de estas colonias a las filas del emergente sector popular del naciente
PRM160.
En particular en el período cardenista, tal vez influido por una fuerte reactivación del
paulatinamente se extendería a todos los estados del país como una práctica
estructural del Estado y del capital inmobiliario, para ofrecer vivienda barata a las grandes
relaciones políticas entre el gobierno y los pobladores de estas colonias. A partir de ella y
160
Como lo cita Perló (op. cit, 1979: 800), en 1939, a finales del gobierno cardenista ya existía al interiro de PRM un consejo
de colonos que agrupaba a un numero importante de colonias proletarias, entre ellas a varias de las reconocidas durante el
ese período.
498
2.1.3. La institucionalización de los asentamientos irregulares
Estado creó otro mecanismo dirigido a resolver los problemas que surgieron en torno al
regularización de la tenencia del suelo urbano, que de tener, como lo señala Azuela, una
de suelo, “se convirtió en uno de los ejes permanentes de la gestión urbana del Estado
Mexicano” (Azuela de la C., A. y Cruz R..: 221), y en una de las principales vías de
Su origen parece haber estado en las acciones de expropiación que se dieron durante el
político quedó definido sólo hasta la década de los años 40 durante el gobierno de Ávila
hegemónicas con los sectores campesino y obrero que se habían impuesto en el gobierno
cardenista a las que se añadió el sector popular, y se impulsaron iniciativas que llevaron a
un fortalecimiento del papel hegemónico del gobierno con respecto a ellos: a través de los
Defensa del Trabajo (Azuela y Cruz: 114 y 115), y se dieron los primeros pasos en el
499
reconocimiento institucional de los asentamientos irregulares, como un medio para
integrar a los habitantes de éstos al recién creado sector popular del partido oficial.
En este tema, en particular, desde inicios de la década de los 40, en el Distrito Federal se
(Azuela de la C., A., 1997: 222 y Azuela de la C. A. y Cruz R., M. S.: 117)161.
Durante ese período además se impulsó un mecanismo jurídico ideado por el regente de
la ciudad (Javier Rojo Gómez), a través del cual se permitió dar cierta legitimidad a las
colonias proletarias que habían resultado de una invasión de tierras, que además
permitiría incorporar a los pobladores a la CNOP, y con ello disminuir la fuerza relativa
que en el partido del gobierno tenían los sectores obrero y campesino, sobre los que el
influencia.
del Distrito Federal (DOF, 28 de marzo de 1941), a través del cual se facultaba al
161
En el caso de México existen dos modalidades de la propiedad de la tierra: la propiedad individual regida por el derecho
civil, y la propiedad de los núcleos agrarios (ejidos y comunidades), formada a partir de la reforma agraria, que tiene
connotaciones jurídicas y políticas muy distinta de la primera. En ese entonces casi todos los asentamientos irregulares de
las periferias urbanas se crearon en tierras de propiedad privada, que habían permanecido en manos de los antiguos y
nuevos terratenientes, pero a partir de los años 50 éstos comenzaron a surgir en ejidos y terrenos comunales (Azuela,
1997: 221, 222 y 224)
500
la política interna del Distrito Federal), para reconocer a un grupo de colonos por cada
se le otorgaba el reconocimiento, a las filas del partido oficial (Azuela de la C., A., 1997:
propiedad. Desde 1941, cuando fueron creadas las primeras asociaciones, este fue
sustituidos en 1972 por una nueva forma de representación de los habitantes del Distrito
Federal (DF), las juntas de vecinos (Azuela de la C. A. y Cruz R., M. S.: 126).
Desde que concluye el gobierno de Ávila Camacho, hasta finales de los años sesenta, la
pobres de la ciudad de México prácticamente desapareció (Azuela de la C., A., 1997: 223
y 224), lo cual no impidió que hubiera, tanto a nivel federal como local, una clara
501
Durante todo ese tiempo, y con el reglamento de Asociaciones Pro-Mejoras, como única
inexistencia de una política habitacional institucional para los sectores populares urbanos,
magnitudes y con un nivel de generalización162, que hacen suponer que el manejo político
ciudad de México se reprodujo, junto con la irregularidad, hacia otras entidades del país,
Cuando en los años setenta inicia, por fin, una política tendiente a solucionar el problema
fenómeno había alcanzado ya, sin duda, niveles nacionales. Un reflejo de esto es el
ejidos y terrenos comunales, por parte del gobierno federal, siguieron casi de inmediato la
tierra en predios de propiedad privada. A partir de entonces será éste un eje fundamental
162
Aunque no disponemos de datos estadísticos que permitan dimensionar este problema a nivel nacional, las magnitudes y
ritmos de expansión urbana que buena parte de las capitales del país experimentaron a partir de entonces, parecen ilustrar
el nivel de generalización de este fenómeno y el grado al que había llegado en los años setenta.
502
2.2. La instrumentación de la política de suelo
Casi en paralelo con la creación de los instrumentos financieros que serían la base de la
corresponderían con las dos direcciones que, en los hechos, habían venido teniendo las
Aunque la primera iniciativa en estas dos direcciones fue la creación del Instituto Nacional
administración de una bolsa de suelo para la producción de vivienda social, no fue sino
Hasta la creación del INDECO, la política de suelo había tenido un carácter reactivo, se
copartícipes de las ventas ilegal de suelo, estableciendo, para cada caso, mecanismos de
cuestión, sin que esto hubiera implicado, necesariamente, la asignación de suelo público
503
Las ventas a bajo precio o donación que se habían realizado hasta entonces, como fue el
mientras que la expropiación sólo se había empleado como un recurso extremo para
resolver aquellos casos en los que la conciliación había resultado insuficiente, sin que se
hubieran emprendido iniciativas para conformar una reserva de suelo que “compitiera” con
el mercado inmobiliario.
INDECO, en este sentido fue una iniciativa novedosa, que buscaba ser preventiva, y que
de suelo público, sin embargo el verdadero desarrollo de esta línea de actuación vendría
vivienda social.
Los orígenes de esta iniciativa estuvieron en 1970 con la creación del Programa Nacional
163
Éstos son unos fondos establecido en el Código Agrario de 1942, que se formaban a partir de los recursos financieros
comunes, de las comunidades ejidales, provenientes de la explotación de terrenos colectivos y de la indemnización por
expropiación de tierras (arts. 157 y 142)
504
Este programa, sin embargo tuvo una corta duración y fue sustituido en 1973 por el
desde los años 50, se venían desarrollando en buena parte de las áreas ejidales y
comunales que envolvían, ya para entonces, a buena parte de las áreas urbanas
Dos años antes, se había publicado la Ley Federal de Reforma Agraria (DOF, 1971), que
venía a sustituir el Código Agrario de 1942, en la que se estableció que los poblados
ejidales deberían tener un Fundo Legal y una zona de urbanización (Cap. III, Arts 90 y
92), que se asignaba a través de un certificado de derecho a solar urbano firmado por el
propio presidente de la República (Azuela de la C., A., 1997: 225). Esta disposición,
llenaba un vacío, que había llevado a cerrar los ojos al proceso de formación de áreas
urbanas en terrenos ejidales desde hacía más de 20 años, pero también abría paso a la
urbanización progresiva de los ejidos y terrenos comunales que colindaban con las áreas
Y este proceso no tardaría, sólo como ejemplo baste citar que para 1979, a sólo 8 años
505
creado CORETT, el 91% de los ejidos que rodeaban la ciudad de México habían iniciado
una zona urbana. Pronto las zonas de urbanización en ejidos y comunidades, y los
certificados de derecho a solar urbano fueron utilizados como una forma oculta de
inmobiliarias ilegales (Azuela de la C., A., 1997: 224 y 225), y también pronto éste sería
La legislación agraria, y los instrumentos para operarla fueron, así, los mecanismos de los
de las nuevas áreas que se incorporaron a las ciudades sino para intervenir en el
Aquí cabría una pregunta, cuya respuesta permite aclarar uno de los rasgos
respuesta a esta interrogante está en el origen mismo del ejido y en las condiciones
históricas en las que se creó esta peculiar figura de propiedad de la tierra rural en México.
506
La formación de ejidos o comunidades, a partir del reparto agrario consagrado en la
bienes comunales164, y consejo de vigilancia [LFRA, Art. 22]), que son también la
ejidal la realizaran las dependencias agrarias del gobierno, y ésta se validara por la
presencia de funcionarios públicos, creó una subordinación formal y jurídica del ejido al
presidente de la República, lo que llevó en los hechos a que éste concediera poderes
que agudizó el fenómeno minifundista (Warman, A., 2003: 87), todo lo cual tendría una
164
Es la entidad de representación ejecutiva del ejido integrado por un presidente, un secretario y un tesorero (LFRA, Art.
37)
165
Esta concesión implicaba condiciones restrictivas: la explotación de la tierra por el titular, obligatoriedad de mantenerla
productiva, no podía venderse, alquilarse ni usarse como garantía, era inalienable, pero podía ser heredada ,el
incumplimiento de estas condiciones anulaban la concesión y la pertenencia al ejido sin compensación (LFRA, Arts: 75, 76,
77, 78 y 85).
166
Se estima que a lo largo de todo el proceso de dotación agraria se formaron cerca de 30.000 ejidos que concentraban
más de 100.000.000 ha., más de la mitad del territorio nacional, del mismo modo que el reparto agrario, el número de
ejidatarios y comuneros creció a lo largo de este período, para 1940 se estimaba que llegaban a 1.5 millones de
campesinos, y para 1991 a los 3.5 millones (Warman, A.: 85 y 87)
507
A este proceso de fragmentación de la propiedad colectiva proveniente del reparto
sector agrario en el partido oficial fue uno de los principales soportes de la política
A cambio de este apoyo el sector agrario recibió un trato político preferencial durante
servicios a los fundos legales (áreas urbanas ejidales), sino en una abierta tolerancia a
prácticas que violaban las condiciones en las que se había establecido el reparto ejidal y
comunal, entre ellas, por supuesto, la venta irregular de parcelas dentro de los fundos
ejidales y la ampliación de estos sin el aval de las autoridades agrarias, a través de las
servicios urbanos.
tierra ejidal y comunal, tenía que pasar irremediablemente por el marco jurídico e
institucional agrario, en particular por el que regulaba las zonas de urbanización ejidal. La
mecanismo institucional que se creaba para poder regularizar, a través de las zonas
urbanas ejidales y los certificados de derecho a solar urbano, la venta ilegal que se hacía
que se había ejercitado entre mediados de los años 30 y 40, pero ahora sobre propiedad
508
ejidal y comunal, se convertiría en el organismo público que terminaría por consolidar
2.2.2. CORETT
creación de un organismo agrario para resolver un problema urbano, que de ser una
con la liquidación de éste, en el principal dotador de suelo para los programas de vivienda
de los OREVIS, y en uno de los principales instrumentos de la política urbana y social del
gobierno federal.
Este organismo, conjuntó desde un principio los medios tanto para enfrentar los efectos
de la venta ilegal de los ejidos como para resolver el problema político que ésta implicaba,
que se basaron en el reconocimiento explícito del hecho pero sin aceptar su carácter
ilegal (y por lo tanto encubriendo a los ejidatarios, que de otro modo perderían sus
Como lo señala Azuela (Azuela de la C., A., 1977: 229), el éxito de CORETT como
509
los segundos una vía institucional para resolver el problema de propiedad que derivaba de
Pero su gran limitación se fincó, precisamente, en que sus acciones sólo se presentan a
cobijo del partido oficial, mientras que el Estado funcionó, en realidad, como un gran
Durante los años que siguieron a su creación, e incluso hasta hoy, este organismo,
suelo público, así como el instrumento más importante, en manos del gobierno federal,
para dar una salida alterna a la insuficiente producción de vivienda social de bajo costo en
el país.
510
incorporado en 1999 (DOF, 1999), al área de actuación del gobierno federal responsable
reformas legales promovidas desde finales de los años ochenta, cuando, se impulsaron
por parte del gobierno federal, una serie de iniciativas que modificarían sensiblemente el
marco jurídico que hasta ese momento regulaba la propiedad rural, y que continuaba
obedeciendo a los términos que desde 1971 se habían establecido en la Ley Federal de la
Nacional de Suelo para la Vivienda y el Desarrollo Urbano (SNSVDU) (Olivera, G., 2001:
instrumento que pretendía superar el círculo vicioso que suponía la creación de reservas
Con base en ese instrumento, en ese sexenio (1982-1988), se expropiaron 22 mil ha para
formar una bolsa de suelo que cubriera la demanda que normalmente se dirigía a los
a los largos procesos expropiatorios, a los intereses políticos y económicos así como a las
167
Según Garcés y Márquez, fueron 14 mil, que sumadas a las existentes permitían disponer de una bolsa de suelo de 17
mil ha. a las que se adicionaron las 19 mil regularizadas por la CORETT (Garcés, C. y Márquez, B.: 12)
511
dinámicas especulativas prevalecientes, derivó en nuevos procesos de ocupación ilegal
reservas territoriales y, como una más de las medidas compensatorias de las políticas
tenencia de la tierra pasó a ser la acción fundamental para enfrentar la ilegalidad de los
superficie, y se expidieron cuatro veces más títulos de propiedad, que entre 1970 y 1988
(citados por Oliveira, G.: 61), llegando en 1994 a más de un millón de escrituras en todo el
país, de las que más del 27% se concentraron en la ciudad de México y el Estado de
México, entidades que conforman la principal zona metropolitana del país (ver Cuadro
47).
Como una más de las “reformas estructurales” impulsadas por el siguiente gobierno
promulgó una nueva ley sobre este tema que modificó (refuncionalizando), la relación de
las facultades que ésta tenía con respecto al reparto de tierras y al otorgamiento de
512
Cuadro 47: CORETT. Escrituras entregadas por Entidad Federativa, 1974-2006
ENTIDAD- 1974-1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 TOTAL
FED. No. % No. % No. % No. % No. % No. % No. % No. % No. % No. % No. % No. % No. % No. %
Ags. 5.854 0,54 57 0,07 825 0,83 740 0,53 559 0,54 470 0,52 587 0,52 211 0,20 552 0,88 697 1,10 1.014 1,82 331 0,62 782 1,70 12.679 0,60
B. C. 18.927 1,74 1.745 2,00 3.986 4,01 2.448 1,76 2.404 2,31 2.293 2,55 2.449 2,16 1.908 1,78 1.523 2,43 1.394 2,19 792 1,42 704 1,32 754 1,64 41.327 1,96
B. C. S. 5.230 0,48 16 0,02 225 0,23 716 0,52 471 0,45 429 0,48 296 0,26 225 0,21 342 0,55 216 0,34 192 0,34 117 0,22 176 0,38 8.651 0,41
Camp 8.729 0,80 304 0,35 30 0,03 565 0,41 659 0,63 1.076 1,20 2.420 2,13 1.091 1,02 665 1,06 1.008 1,59 610 1,09 1.043 1,96 1.016 2,21 19.216 0,91
Coah. 6.434 0,59 540 0,62 1.381 1,39 1.635 1,18 4.072 3,91 600 0,67 4.840 4,27 2.811 2,62 284 0,45 669 1,05 1.055 1,89 868 1,63 328 0,71 25.517 1,21
Col. 13.024 1,20 2.040 2,34 1.365 1,37 1.255 0,90 2.274 2,19 1.389 1,55 1.694 1,49 2.427 2,27 957 1,53 1.636 2,57 1.222 2,19 925 1,74 771 1,68 30.979 1,47
Chis 6.735 0,62 508 0,58 477 0,48 529 0,38 432 0,42 3.386 3,77 1.477 1,30 1.024 0,96 519 0,83 4.131 6,50 901 1,62 2.376 4,47 1.477 3,21 23.972 1,14
Chih. 32.545 3,00 1.297 1,49 3.158 3,17 6.302 4,54 4.206 4,04 2.295 2,55 3.491 3,08 1.693 1,58 1.022 1,63 403 0,63 293 0,53 396 0,74 459 1,00 57.560 2,73
D. F. 141.294 13,01 10.770 12,34 8.262 8,30 9.539 6,87 7.235 6,96 1.786 1,99 2.369 2,09 2.238 2,09 1.069 1,71 1.083 1,70 608 1,09 413 0,78 1.471 3,20 188.137 8,93
Dgo. 29.742 2,74 2.726 3,12 4.214 4,24 4.874 3,51 4.250 4,09 5.606 6,24 4.208 3,71 4.724 4,41 890 1,42 1.557 2,45 629 1,13 1.400 2,63 845 1,84 65.665 3,12
Gto. 87.543 8,06 6.880 7,89 9.011 9,06 8.074 5,81 3.974 3,82 5.748 6,39 4.333 3,82 4.449 4,15 3.070 4,90 2.542 4,00 1.977 3,55 1.646 3,10 942 2,05 140.189 6,65
Gro. 15.779 1,45 1.299 1,49 4.209 4,23 3.349 2,41 2.032 1,95 3.439 3,83 2.732 2,41 2.995 2,80 2.051 3,28 2.847 4,48 1.519 2,73 1.897 3,57 907 1,97 45.055 2,14
Hgo. 7.424 0,68 1.545 1,77 1.887 1,90 2.529 1,82 2.097 2,02 2.739 3,05 3.249 2,87 2.693 2,51 2.467 3,94 2.512 3,95 1.866 3,35 1.528 2,87 925 2,01 33.461 1,59
Jal. 100.938 9,29 10.173 11,66 14.924 15,00 13.919 10,02 15.254 14,66 7.816 8,69 8.501 7,50 3.904 3,64 3.499 5,59 3.959 6,23 8.799 15,79 6.683 12,57 5.068 11,02 203.437 9,65
Méx. 153.422 14,12 8.929 10,23 10.547 10,60 10.802 7,78 10.110 9,72 9.249 10,29 8.681 7,66 17.176 16,03 3.704 5,91 6.976 10,98 8.637 15,50 6.404 12,05 9.295 20,22 263.932 12,52
Mich. 21.616 1,99 7.974 9,14 6.472 6,51 4.915 3,54 2.862 2,75 5.277 5,87 6.549 5,78 5.678 5,30 6.120 9,77 4.605 7,25 3.757 6,74 4.518 8,50 2.765 6,01 83.108 3,94
Mor. 22.320 2,05 951 1,09 1.042 1,05 3.029 2,18 2.167 2,08 2.307 2,57 3.021 2,66 4.904 4,58 2.280 3,64 2.486 3,91 1.949 3,50 2.092 3,94 2.038 4,43 50.586 2,40
Nay. 15.955 1,47 2.184 2,50 2.365 2,38 3.108 2,24 1.806 1,74 1.977 2,20 3.786 3,34 2.449 2,29 1.313 2,10 1.536 2,42 1.504 2,70 1.861 3,50 1.983 4,31 41.827 1,98
N. L. 12.964 1,19 85 0,10 813 0,82 1.266 0,91 537 0,52 343 0,38 421 0,37 611 0,57 233 0,37 79 0,12 167 0,30 68 0,13 457 0,99 18.044 0,86
Oax. 13.955 1,28 1.326 1,52 1.323 1,33 692 0,50 2.074 1,99 1.259 1,40 2.194 1,94 2.347 2,19 3.577 5,71 2.406 3,79 1.809 3,25 1.994 3,75 259 0,56 35.215 1,67
Pue. 26.109 2,40 1.411 1,62 2.864 2,88 8.912 6,42 5.366 5,16 4.921 5,47 3.634 3,21 5.200 4,85 2.129 3,40 2.569 4,04 2.845 5,10 1.487 2,80 1.934 4,21 69.381 3,29
Qro. 19.166 1,76 3.201 3,67 2.054 2,06 1.371 0,99 1.613 1,55 1.313 1,46 3.174 2,80 1.951 1,82 962 1,54 1.556 2,45 1.511 2,71 577 1,09 489 1,06 38.938 1,85
Q. Roo 6.566 0,60 576 0,66 342 0,34 1.557 1,12 627 0,60 389 0,43 864 0,76 848 0,79 555 0,89 504 0,79 602 1,08 642 1,21 454 0,99 14.526 0,69
S. L. P. 6.860 0,63 1.908 2,19 502 0,50 1.451 1,04 1.461 1,40 1.726 1,92 1.557 1,37 1.290 1,20 645 1,03 879 1,38 433 0,78 515 0,97 557 1,21 19.784 0,94
Sin. 67.042 6,17 3.603 4,13 1.480 1,49 5.172 3,72 3.596 3,46 2.403 2,67 7.709 6,80 5.784 5,40 4.744 7,58 2.340 3,68 2.526 4,53 2.195 4,13 2.565 5,58 111.159 5,27
Son. 46.065 4,24 1.686 1,93 2.943 2,96 2.694 1,94 3.144 3,02 1.643 1,83 3.546 3,13 3.227 3,01 2.597 4,15 759 1,19 802 1,44 910 1,71 665 1,45 70.681 3,35
Tab. 9.675 0,89 1.218 1,40 1.632 1,64 2.254 1,62 201 0,19 2.923 3,25 1.897 1,67 1.411 1,32 643 1,03 460 0,72 557 1,00 779 1,47 897 1,95 24.547 1,16
Tams. 65.324 6,01 1.505 1,72 2.937 2,95 6.157 4,43 4.267 4,10 7.794 8,67 11.390 10,05 7.249 6,77 3.211 5,13 3.408 5,36 1.582 2,84 3.473 6,53 901 1,96 119.198 5,66
Tlax. 1.350 0,12 5 0,01 276 0,28 198 0,14 1.395 1,34 557 0,62 703 0,62 680 0,63 142 0,23 107 0,17 55 0,10 485 0,91 320 0,70 6.273 0,30
Ver. 78.765 7,25 7.699 8,82 5.772 5,80 22.821 16,43 10.613 10,20 3.116 3,47 8.145 7,19 10.558 9,85 7.698 12,29 3.848 6,06 2.673 4,80 2.307 4,34 2.450 5,33 166.465 7,90
Yuc. 25.882 2,38 1.688 1,93 1.620 1,63 3.869 2,79 1.207 1,16 2.342 2,61 1.927 1,70 1.971 1,84 1.502 2,40 3.082 4,85 1.577 2,83 1.389 2,61 1.273 2,77 49.329 2,34
Zac. 12.948 1,19 1.402 1,61 554 0,56 2.173 1,56 1.055 1,01 1.281 1,43 1.517 1,34 1.416 1,32 1.657 2,65 1.284 2,02 1.267 2,27 1.134 2,13 756 1,64 28.444 1,35
TOTAL 1.086.182 100 87.251 100 99.492 100 138.915 100 104.020 100 89.892 100 113.361 100 107.143 100 62.622 100 63.538 100 55.730 100 53.157 100 45.979 100 2.107.282 100,00
Fte: CORETT, Dirección de Planeación y Sistemas
513
A partir de esa reforma, los terrenos concedidos a los ejidos y comunidades dejaban
comuneros, que ahora son sociedades de propietarios de estas tierras, sin que sus
transfiriéndose los derechos del Estado sobre las tierras a los núcleos ejidales y
Con esta reforma, entre otros objetivos, en materia urbana se pretendía, al parecer,
superar las condiciones que habían dado pié a la venta oculta e ilegal de la propiedad
agraria, creando las condiciones para que ésta se decidiera, en principio, desde los
propios núcleos agrarios, y para que la titulación, al no tener que pasar por el
238)168.
Desarrollo Urbano (PISO)169, creado en 1996, y que, a partir de las reformas de 1992
manera concertada entre sector público y núcleos agrarios, un oferta legal de suelo a
168
Según este autor, el tiempo que duraban los trámites de titulación disminuyó de casi 10 años a cerca de 18 meses
(Ibíd.)
169
Este programa fue una de las líneas fundamentales de la política urbana, establecida en el Plan Nacional de
Desarrollo Urbano 1995-2000, y tenía como objetivo fundamental crear, con la participación de ejidatarios y comuneros,
una bolsa de suelo para satisfacer los requerimientos de vivienda y equipamiento derivado de la expansión de los
principales centros urbanos del país de finidos a su vez en el Programa Cien Ciudades (Olivera G., L. 2005: s/p).
514
Aunque estas reformas, en efecto modificaron los mecanismos de control
comunal a las áreas urbanas, a través de promociones legales en las que pudieran
autónoma o asociados con empresas privadas), y se abrieron vías para una mayor
muestran Jones y Ward (citados por Olivera, G.: 72), la capacidad de decisión de
ejidos y comunidades quedó sujeta a nuevas formas de regulación por parte del
Esto se puede apreciar en los tres primeros años de operación del programa PISO,
durante los cuales más del 80% de las reservas territoriales se conformaron
regularización, mientras que sólo poco más del 18% se desincorporó de los ejidos a
515
Como lo señala Olivera, la creación de reserva territorial, como medida preventiva, no
territoriales, como se puede observar en el mismo Cuadro 64, casi la mitad de las que
proceso de consolidación, sin servir para los objetivos que se propuso el programa
revertir la oferta de suelo irregular, baste señalar que se estima que cada año se
requieren en el país cerca de 30 mil ha. para satisfacer la demanda de suelo en las
principales ciudades del país, de la que entre el 60 y 65% se dirige a suelo ejidal y
comunal (Garcés, C. y Márquez, B., 2007: 15), es decir entre 18.000 y 19.500 ha., no
programa SUELO, entre 1996 y 2000, fue apenas de 8.770,33 ha, menos de la mitad
de las previstas.
Esta diferencia es aún mayor si tomamos en cuenta, como lo señala Olivera (op. cit.:
urbano, en gran parte debido a que no ha roto con los lazos clientelares con los que
516
nació, ni se ha propuesto contrarrestar los beneficios que, a través de los
esta forma, la venta ilegal por parte de los ejidatarios y comuneros, que ahora se
del suelo, con lo que no se han modificado las formas clientelares del manejo de la
irregularidad, sino que sólo se flexibilizaron los mecanismos del comercio irregular del
suelo ejidal y comunal; por decirlo de otra manera, se volvieron menos tensas las
incrementado de manera constante hasta finales del siglo XX, con cifras que
superaban las 100 mil escrituras anuales entre 1996 y 2000, casi el doble del
promedio anual entre 1974 y 1995, concentrándose además en más de una tercera
parte en las cinco entidades en las que se localizan las mayores áreas metropolitanas
517
del país (Distrito Federal, Estado de México, Jalisco, Nuevo León y Puebla) (ver
Cuadro 47).
terrenos comunales, ni los programas que se han impulsado a partir de ellas han
irregularidad (Garcés, C. y Márquez, B.: 25), es decir que el ritmo de escrituración que
mantuvo CORETT en promedio los últimos cinco años del siglo XX, que ya había
mostrado un incremento sustancial con respecto a los años anteriores (ver Cuadro 47),
Esta situación, incluso se ha agravado en los primeros años del siglo XXI, cuando
2004 y 2006 títulos de propiedad para entre 46.000 y 50.000 predios (ver Cuadro 47),
cada año, con lo que no sólo queda intacto el parque habitacional en condiciones de
predios.
la tierra
518
desarrollaron, en diferentes estados del país, iniciativas para enfrentar el problema de
política habitacional para los sectores populares de esa entidad, se planteó emprender
futuro, esto es, mediante la expropiación de tierra a los núcleos agrarios y su venta a
los propios ejidatarios, “una ficción jurídica”, en palabras de Azuela, que sería la base
la tierra, un recurso que con la legislación agraria de 1971, quedaría sólo en manos del
de este procedimiento.
iniciativas en diferentes entidades del país en la misma dirección sólo que, a diferencia
de la etapa inicial de aquella, desde sus orígenes, éstas estarían enfocadas sólo a la
invadidos por los posesionarios, quedando, de esta manera, sin poder intervenir en las
dinámicas más agudas de urbanización ilegal que ocurrían en los núcleos ejidales y
comunales.
519
Siguiendo con la lógica de integrar la política de producción y financiamiento de
complejas del país. Estas dos, a diferencia de la anterior, fueron promovidas por el
entidades del país tienen, al menos, un organismo encargado de estas funciones (ver
tenencia del suelo urbano y la orientación que éste debe tener en el marco de la
política social ha presentado rasgos distintos entre los distintos estados que ilustran el
papel que este mecanismo ha tenido tanto en la política urbana como en la política
En 14 de las entidades políticas del país (cerca del 44% del total), siguiendo la
con la promoción de la vivienda social, formando parte de las funciones que realizan
manera indisoluble.
520
Desde una óptica similar, aunque no de manera tan claramente asociada a la política
planeación urbana y, a partir de los años noventa, a la política social (ver Cuadro 49),
En siete de estas entidades (las dos Baja Californias, Coahuila, Jalisco, Nayarit,
haciendo coincidir sus acciones con la política urbana y/o a la social utilizando también
suelo público.
Hay otros casos en los que esta función ha quedado también subordinada a la política
urbana y social, sólo que sin estar asignada a un organismo autónomo. Estos son los
Dentro del conjunto de todos estos organismos, los casos más relevantes, para este
trabajo, son ocho entidades en las que, al igual que ya sucedía en el Distrito Federal
populares, ha quedado en manos las respectivas secretarías de gobierno, que son las
521
responsables de la política interna y la seguridad en cada entidad (además de la
BAJA CALIFORNIA Dirección de Patrimonio Inmobiliario y Regularización de la Organismo descentralizado, sectorizado a la secretaría de
DIPIRTT Tenencia de la Tierra Promoción y Desarrollo Económico
SUR
Organismo de vivienda descentralizado, sectorizado a la
CAMPECHE INVICAM Instituto de la Vivienda del Estado de Campeche
Secretaría de Obras Públicas y Comunicaciones
Comisión Estatal para la Regularización de la Tenencia de la Organismo descentralizado, sectorizado a la Secretaría de
COAHUILA CERTTURC
Tierra Urbana y Rústica de Coahuila Desarrollo Social
Organismo de vivienda descentralizado sectorizado a la
COLIMA IVECOL Instituto de Vivienda del Estado de Colima
Secretaría de Desarrollo Urbano
Organismo de vivienda descentralizado sectorizado a la
CHIAPAS INVI Instituto de la Vivienda del Estado de Chiapas
Secretaría de Obras Públicas y Vivienda
CHIHUAHUA DGDUE Departamento de Regularización del suelo Urbano Dependencia de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología
DISTRITO FED. DGRT Dirección General de Regularización Territorial Dependencia de la Secretaría de Gobierno
Organismo de vivienda descentralizado, sectorizado a la
DURANGO IVED Instituto de la Vivienda del Estado de Durango
Secretaría de Desarrollo Social
GUANAJUATO DGSTT Dirección General de Seguridad en la Tenencia de la Tierra Dependencia de al Secretaría de Gobierno
Organismo de vivienda descentralizado, sectorizado a al
GUERRERO INVISUR Instituto de Vivienda y Suelo Urbano de Guerrero
Secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Públicas
Organismo de vivienda descentralizado, sectorizado a la
Instituto de la Vivienda, Desarrollo Urbano y Asentamientos
HIDALGO INVIDAH Humanos
Secretaría de Obras Públicas, Comunicaciones, Transportes y
Asentamientos
Organismo descentralizado, sectorizado a la Secretaría de
JALISCO PRODEUR Procuraduría de Desarrollo Urbano
Desarrollo Urbano
Organismo de vivienda descentralizado, sectorizado a la
MÉXICO IMEVIS Instituto Mexiquense de la Vivienda Social
Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda
MICHOACAN DAH Dirección de Asentamientos Humanos Dependencia de la Secretaría de Urbanismo y Medio Ambiente
Organismo descentralizado sectorizado a la Secretaría de
MORELOS CERT Comisión Estatal de Reservas Territoriales
Gobierno
Dependencia del Instituto de la Vivienda (organismo
NAYARIT DRRT Dirección de Regularización de Reservas Territoriales descentralizado), sectorizado a la Secretaría de Obras
Públicas
Dependencia de FOMERREY (organismo descentralizado)
NUEVO LEON DIRTT Dirección de Regularización de la Tenencia de la Tierra
sectorizado a la Secretaría de Obras Públicas
Comisión para la Regularización de la Tenencia de la Tierra Organismo descentralizado sectorizado a la Secretaría de
OAXACA CORETTURO
Urbana en el Estado de Oaxaca Obras Públicas
PUEBLA DITT Dirección de Tenencia de al Tierra Dependencia de la Secretaría de Gobernación
QUERETARO SEDUOP Secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Públicas Secretaría de gobierno estatal
Instituto de Fomento a al Vivienda y Regularización de la Organismo de vivienda descentralizado, sectorizado a la
QUINTANA ROO INVIQROO
Propiedad del Estado Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente
Organismo descentralizado sectorizado a la Secretaría de
SAN LUIS POTOSI PESLP Promotora del Estado de San Luís Potosí
Desarrollo Urbano, Vivienda y Obras Públicas
Organismo de vivienda descentralizado, sectorizado a la
SINALOA INVIES Instituto de Vivienda del Estado de Sinaloa
secretaría de desarrollo social
Organismo de vivienda descentralizado, sectorizado en la
SONORA INVIES Instituto de Vivienda del Estado de Sonora
Secretaría de Economía
Organismo Descentralizado, Sectorizado a la Sria. de
TABASCO CERTT Coord..Estatal para la Reg. de la Tenencia de la Tierra
Gobierno
Organismo de vivienda descentralizado, sectorizado a la
TAMAULIPAS ITAVU Instituto Tamaulipeco de la Vivienda y Urbanización
Secretaría de Obras Públicas, Desarrollo Urbano y Ecología
TLAXCALA DATT Dirección de Asuntos de la Tenencia de la Tierra Dependencia de la Secretaría de Gobierno
VERACRUZ DGPE Dirección General del Patrimonio del Estado Dependencia de la Secretaría de Finanzas y Planeación
Fte: Elaboración propia con base en Directorio de Integrantes de la Asociación Mexicana de Organismos para la Regularización de la Tenencia de la Tierra (AMORTT).
522
Esta condición de subordinación a los lineamientos de la política interna, queda más
de manifiesto en el hecho de que, entre estas ocho entidades, sólo en dos los
Entre todos ellos, el caso más singular es el del Distrito Federal que, como hemos
organismo que vinculaba las funciones de promoción de vivienda social con las de
política social que más tarde se generalizaría a la mayor parte las entidades del país.
México.
convertido en una tarea fundamental de las políticas urbana y social de los distintos
la que en realidad tienen muy poca incidencia sino, fundamentalmente, por el carácter
170
Aquí se hace referencia a la Asociación Mexicana de Organismos para la Regularización de la Tenencia de la Tierra
(AMORTT), fundada en 2005.
523
mexicano, no sólo a nivel del gobierno federal sino, incluso aún más, en los gobiernos
locales.
los hechos, las funciones que se realizan a nivel de las entidades federativas171.
asentamientos humanos, de las cuales tres son del gobierno del estado: la Comisión
estatal que oficialmente tiene asignada esta tarea, y dos organismos más, que además
Inmobiliaria Estatal Tijuana Tecate (INETT), y una más del gobierno municipal, el
171
Este es el caso, por ejemplo, de varios fideicomisos que se han conformado para apoyar financieramente las tareas
de legalización de los asentamientos irregulares en varias ciudades del país como:
-. El Fideicomiso para cooperar en la solución de los problemas de las colonias proletarias de Tijuana, Baja California;
.- El Fideicomiso para cooperar en la solución de los problemas de las colonias propietarias de Ciudad Madero,
Tamaulipas.;
.- El Fideicomiso para cooperar en la solución de los problemas de las colonias proletarias de Tampico, Tamaulipas
(SHCP: s/p).
172
Este fideicomiso es el resultado de la fusión de dos organismos precedentes que tuvieron funciones similares: el
Fideicomiso para la Administración de las Reservas Territoriales del Estado de Baja California (FIADERT), que tenía
originalmente la tarea de administrar las reservas expropiadas por SEDUE (hoy SEDESOL), y destinarlas a la
regularización de colonias populares y a la construcción de vivienda, y el Fideicomiso para el Desarrollo Urbano de la
zona Este de Tijuana (FIDUZET), creado en 1998 cuando el anterior cede sus reservas al gobierno municipal, que es
sustituido por el FIMAT en 2005, con el que se extendió su campo de acción al resto de la ciudad de Tijuana (H. XVIII
Ayuntamiento de Tijuana, 2007, s/p)
524
De manera similar, en el estado de Jalisco, además de la Procuraduría de Desarrollo
propiedad del estado; mientras que en, el caso del estado de Chiapas, además de las
Aunque no se dispone de una relación detallada de otros municipios del país en donde
forma en la que, al igual que sucede en los organismos de vivienda locales, las tareas
en una red muy compleja de mecanismos locales que no parecen tener un impacto
Esta limitación no sólo se desprende del impedimento que tienen para intervenir en las
particular las municipales, pueden asignar a los procesos expropiatorios, con lo que en
525
526
Conclusiones
de 600 mil habitantes (es decir casi el equivalente a la población de toda la provincia
podemos, más que preguntarnos ¿qué es lo que ha hecho posible, que después de
del siglo XIX, y que comenzaría a superarse sólo hasta los años 30 del siglo XX, a raíz
construyó la mayor parte del parque habitacional; por otra, la falta de instrumentos que
habitacional, e hicieran posible regular las condiciones en las que se produjo, y sobre
La política habitacional en México abordo tarde esta problemática, pero sobre todo no
lo hizo para resolver el problema social que implicaba, ni desde una perspectiva que
527
que sólo entendió éstas en función de los intereses de los distintos grupos políticos
resultado de esto. Hoy existen cerca de cien organismos en el país que de alguna
manera financian vivienda, en cada entidad federativa hay al menos dos organismos
públicos que financian y/o construyen de manera directa vivienda y al menos uno que
Y todo esto a través de una red de instrumentos que abordan las necesidades de
burócratas federales, por otro los estatales, más allá los obreros y trabajadores de la
empresa privada, los miembros de las fuerzas armadas, grupos sociales urbanos
Una red, que por otra parte resulta incomprensible cuando observamos que en los
últimos treinta años de política habitacional, sólo seis organismos de esa multitud,
todos bajo control del gobierno federal, han financiado cerca del 90% de todos los
528
Y aún así, o tal vez por eso mismo, en los primeros cinco años del siglo XXI, cuando
llegando a poco más de medio millón anuales (ver Cuadro AE-4), se continúan
anualmente, que representan poco más del 20% de todos los financiamientos
otorgados por el sector público en los últimos años, en una realidad urbana en la que
existente.
inversión de trabajo físico y recursos financieros individuales, ha sido, hasta finales del
disponible en el país.
política que no logró extenderse a toda la realidad social del país y en la que ha habido
que realiza la sociedad civil. Estas limitaciones de la política habitacional están es sus
encontrar los rasgos que hasta hoy la caracterizan, y que la definen como una política
529
sociales organizados con intereses comunes que se articularon en torno a las
estructuras políticas del propio Estado, y fue clientelar en tanto que se empleó con el
Estos tres rasgos se soportaron en una estructura que operó a través de tres líneas
complementario que ha terminado por ser de tipo subsidiario de dos de ellas en torno
Estas tres líneas son: el financiamiento público de vivienda social en torno a la cual
momentos han ofrecido al Estado una válvula de escape a la presión social que surgió,
vivienda social
En México, aunque por lo común, al hablar de la política habitacional del Estado, nos
referimos a los programas de vivienda social que desarrollan los distintos Organismos
Nacionales de Vivienda Social (ONAVIS), y a los distintos programas que lleva a cabo
ha involucrado, desde los albores del nuevo Estado mexicano, a un gran número de
530
Más allá de que los ONAVIS y SEDESOL, en conjunto, cubren más del 86% del total
crediticio del sector público (ver Cuadro AE-21), y que son los organismos que asumen
política y social del país, y en cierta manera la segregación socio-espacial que muestra
Tal parece que el origen corporativo que tuvo el financiamiento de vivienda para los
trabajadores públicos, con la creación del IPCyR, fue determinante en el camino que
De esta manera, como ya lo señaló Arnaldo Córdoba, del mismo modo que la creación
fuerza organizada, además del ejército, con la que directamente podía contar el
los distintos grupos de la sociedad mexicana (INDECO y sus sucesores, FOVI con los
construcción.
531
Esta práctica, de emplear la política habitacional como un instrumento hegemónico,
iniciada con los primeros gobiernos de la posrevolución, y refrendado por los que les
sucedieron hasta finales de los años 90, no se fue patrimonio exclusivo de aquellos
que hasta principios de los años ochenta ostensiblemente emplearon la política social
como un mecanismo clientelar, sino que continuó con los gobiernos neoliberales de los
financieros que privilegiaron a uno de los gremios de mayor peso en la vida política y
social del país, no sólo por el número de sus agremiados sino por su misma presencia
instrumentos y los mismos mecanismos a través de los que aquellos operaron, sino el
mismo criterio clientelar y el orden de atención social que había construido el gobierno
central, no obstante que para cuando se crearon los primeros organismos locales, las
condiciones que pudieron haber justificado en los años veinte la creación del IPCyR y
la DPM ya habían sido superadas (la necesidad urgente del estado posrevolucionario
Ahí, como en un esquema fractal, se crearon, casi dos décadas después del
estados y municipios, y sólo más de veinte años después de éstos, los primeros
532
Del mismo modo, casi a la par de la creación de las instituciones que precedieron a la
programas que se asociaron a la política social del gobierno en turno, con un fuerte
El hecho de que ni los organismos de seguridad social, ni los de vivienda social, así
como tampoco los programas promovidos por las distintas secretarías encargadas del
desarrollo urbano en los distintos estados, hayan logrado tener un impacto decisivo en
la política pública de vivienda social, está sin duda asociado a la centralización, que en
Esto mismo, sin embargo, es lo que explica la naturaleza testimonial, casi simbólica,
de vivienda social, ni por una revalorización de su papel en ese tema, después de más
de 30 años no han logrado desarrollar una estructura operativa y financiera que les
Su intervención en este campo de la política social más que estar motivada en una
533
porque permite a los gobiernos locales tener un margen de negociación tanto con
política habitacional en el marco de la política estatal aparece así más que como un
convenientes, y con grupos sociales que, en la balanza de las alianzas locales, juegan
un papel determinante.
dirigidos a la burocracia (federal y estatal), han cumplido los distintos organismos que
como del programa especial de financiamiento para vivienda del magisterio. Todos
política económica y social del Estado, llegando incluso a duplicar los mecanismos
como una especie de aristocracia obrera, y sólo pasaron a un segundo plano cuando
de los años setenta, buscaron el respaldo político de los obreros y los sectores
534
Desde una óptica distinta, aunque sin perder del todo el carácter clientelar que ha
respondido a objetivos específicos y han contado con los recursos financieros que les
conservar el rasgo selectivo y por tanto discriminatorio del resto de los programas e
otros que por razones diferentes se ubican en la esfera de las prioridades del Estado,
y al igual que a aquellos se les atiende en relación con la importancia funcional que
funcionales al Estado.
Un caso similar, pero que parece haber operado de manera más apegada a las
necesidades sociales que les dieron origen, es el de los organismos que tuvieron a su
en términos generales, cumplieron con los objetivos para los que fueron creados.
públicos, pareció haber iniciado un proceso de cambio con las reformas que a
535
operación, durante casi dos décadas, con el sindicalismo oficial. Con estas reformas,
transparente y flexible, y podríamos decir que eliminaron, en gran medida las prácticas
Estas iniciativas, sin embargo, contrastan con la operación del Programa Especial de
de una alianza construida por el gobierno federal con una dirigencia sindical promovida
(si no es que impuesta), por él mismo en 1989173, y que a partir de 1994 ha sido uno
contando con el apoyo de los sucesivos gobiernos neoliberales desde entonces sin
para la vivienda del magisterio son, tal vez, los que mejor dibujan la situación actual de
la política habitacional en México, que por una parte buscó una reestructuración de los
que se operan desde las instancias centralizadas del gobierno federal (en particular
mecanismos de crédito para la vivienda social, dándoles una viabilidad financiera que,
sin embargo, contrastó con una reducción del impacto social de los programas de
crédito, que cada vez fueron menos asequibles a los sectores de la población con
menores ingresos.
173
Ese año, el gobierno federal retira su apoyo (y al parecer exige la renuncia), del viejo líder magisterial Carlos
Jonjitud, y apoya de manera decisiva el ascenso de una nueva dirigencia encabezada por Elba Esther Gordillo, que en
los primeros años del siglo XXI habría de jugar un papel fundamental en el apoyo del primer gobierno de la oposición
desde 2002, y en el proceso electoral de 2006, cuando dio un apoyo decisivo al candidato oficial.
536
términos generales, operando con las mismas características que los han
caracterizado desde sus orígenes. Aunque en la mayor parte de ellos, fuera de los
Las reformas neoliberales parecen haberse abocado así a eficientar los mecanismos
permiten disponer de una válvula de escape ante una eventual crispación de una
sociedad, que ha visto, desde el impulso de las reformas “estructurales” de los años
de carácter universal de la que no sólo han quedado al margen los sectores sociales
2. La política Inquilinaria
dirigido a construir y reforzar los lazos hegemónicos del Estado con la población
537
en arrendamiento, ni durante las primeras iniciativas en 1917 cuando es muy probable
que la vivienda en alquiler representara más de la mitad del parque habitacional, y aún
menos en los últimos años, en los que, a pesar de disminuir en su importancia relativa,
una de cada cinco viviendas en el país continúa bajo este régimen de tenencia, a
como hemos visto, casi con toda seguridad la forma de alojamiento dominante para la
mayor parte de la población urbana, a ella aún estaban sujetas, para los años sesenta,
más del 45% de las viviendas existentes a nivel nacional, llegando a representar para
entonces, en las tres entidades con mayor nivel de urbanización en el país, más del
50% del parque habitacional (Distrito Federal 79,15%, Jalisco 50,44% y Nuevo León
57,83%), y más del 30% en prácticamente todas las entidades federativas (con
Desde entonces y hasta finales del siglo XX, su importancia como medio de acceso a
que en los años setenta se pusieron en operación los programas de vivienda social
disminuyó en más de un cincuenta por ciento abarcando apenas poco más del 22% de
Este proceso, sin embargo parece haber tocado fondo, a diferencia de lo ocurrido
entre 1960 y 1990 cuando en promedio la vivienda en alquiler en el país vio reducir su
538
peso en aproximadamente 8 puntos porcentuales, en la última década censal éste
apenas disminuyó en menos de medio punto porcentual. La relevancia que aún hoy
que en este período, fuera del Distrito Federal, en todas las entidades federativas el
del 20% con respecto a la década precedente, (casi el doble del crecimiento de la
una.
Dos casos son particularmente reveladores de esto que, por otra parte, muestran la
A pesar de esta radical diferencia entre estas entidades, en ambos casos este tipo de
Distrito Federal y 32% en Quintana Roo), aunque en la capital del país ésta se da
539
como resultado de una tendencia decreciente, mientras que en el estado caribeño
Gráfica 13
EVOLUCIÓN DE LA VIVIENDA EN ALQUILER (Distrito Federal y
Quintana Roo) 1950-2000
90.00%
Porcentaje /total de viviendas
80.00%
70.00%
60.00%
50.00% D.F-
40.00% Q.R.
30.00%
20.00%
10.00%
0.00%
1950 1960 1970 1980 1990 2000
Años
tercera parte del parque habitacional disponible (como en Jalisco, Baja California y
Colima), en tanto que otros, tal y como sucedió con la capital del país, desde los años
decreciente desde los años sesenta hasta los noventa del siglo pasado, en la última
mientras que unas más, aunque con una tendencia global a disminuir, han presentado
540
un comportamiento muy irregular en su peso relativo (once del total de los estados del
permanecen formas precarias que había desde el siglo XIX (como la vivienda en
vecindad), a las que se han ido agregando nuevas modalidades, que en muchos casos
las existentes desde principios del siglo XX, como es el caso de los cuartos de
diversos tipos de refugios, que aunque tienen una representación marginal con
Los casos más significativos en este sentido son los del Distrito Federal, el estado de
Quintana Roo, que aunque presenta una discreta reducción porcentual en este tipo de
vivienda, su presencia aún alcanza a cerca del 10% del parque habitacional.
A partir de estos ejemplos, se puede apreciar que las condiciones tanto de tenencia
174
Estos son alojamientos construidos en las azoteas o terrados de los edificios de departamentos, originalmente
destinados al personal de servicio doméstico, o empleados como trasteros, que han sido habilitados como
apartamentos mínimos que comparten con otros del mismo tipo los servicios sanitarios.
541
diversidad, y que está asociada tanto a los comportamientos demográficos como a los
Cuadros 51 y 52).
de la vivienda en renta entre las distintas entidades federativas, ni tampoco con las
principalmente a las entidades en donde se localizan las grandes áreas urbanas del
país, o a las regiones en las que se ubican polos emergentes de desarrollo como
referencia a las condiciones diversas en las que se está ofreciendo este tipo de
542
Cuadro 50: Variaciones en la tipología habitacional de la vivienda particular, 2000-2005
Entidad Total de vivienda particular Casa independiente Departamento en edificio Vivienda en vecindad Cuarto de azotea No especificado (1)
Federativa % de % de % de % de % de % de
2000 2005 2000 2005 2000 2005 2000 2005 2000 2005 2000 (1) 2005
incremento incremento incremento incremento incremento incremento
AGUASCALIENTES 200.529 245.625 22,49 178.373 224.569 25,90 11.641 12.863 10,50 2.265 2.039 -9,98 125 114 -8,80 8.125 6.040 -25,66
BAJA CALIFORNIA 609.667 738.338 21,11 460.159 542.378 17,87 37.644 92.550 145,86 31.238 36.040 15,37 387 546 41,09 80.239 66.824 -16,72
BAJA CALIF SUR 105.064 135.912 29,36 92.355 113.437 22,83 4.224 7.950 88,21 4.031 6.017 49,27 135 73 -45,93 4.319 8.435 95,30
CAMPECHE 157.054 184.090 17,21 150.817 162.691 7,87 782 13.825 1667,90 1.335 2.653 98,73 26 94 261,54 4.094 4.827 17,90
COAHUILA 544.322 625.231 14,86 506.833 594.041 17,21 4.048 8.081 99,63 7.696 5.972 -22,40 346 266 -23,12 25.399 16.871 -33,58
COLIMA 132.201 149.189 12,85 116.605 137.138 17,61 2.558 2.355 -7,94 2.524 2.651 5,03 141 159 12,77 10.373 6.886 -33,62
CHIAPAS 806.131 916.302 13,67 732.572 858.399 17,18 5.795 7.699 32,86 15.941 15.940 -0,01 406 489 20,44 51.417 33.775 -34,31
CHIHUAHUA 755.379 852.596 12,87 668.237 756.763 13,25 8.840 25.421 187,57 23.149 17.126 -26,02 391 416 6,39 54.762 52.870 -3,45
DISTRITO FED, 2.131.410 2.287.189 7,31 1.243.468 1.188.549 -4,42 572.862 705.518 23,16 210.463 276.637 31,44 12.843 8.994 -29,97 91.774 107.491 17,13
DURANGO 325.124 358.302 10,20 307.569 345.510 12,34 1.485 1.413 -4,85 1.657 1.272 -23,23 60 91 51,67 14.353 10.016 -30,22
GUANAJUATO 925.865 1.048.543 13,25 847.849 976.416 15,16 29.728 37.294 25,45 9.795 10.973 12,03 318 290 -8,81 38.175 23.570 -38,26
GUERRERO 657.577 701.656 6,70 595.662 639.729 7,40 21.823 24.400 11,81 15.506 15.531 0,16 909 910 0,11 23.677 21.086 -10,94
HIDALGO 494.183 558.448 13,00 455.611 517.894 13,67 10.227 11.397 11,44 12.365 14.638 18,38 271 336 23,99 15.709 14.183 -9,71
JALISCO 1.392.775 1.582.089 13,59 1.206.615 1.357.211 12,48 100.121 125.423 25,27 28.550 28.788 0,83 1.770 2.017 13,95 55.719 68.650 23,21
MÉXICO 2.892.815 3.243.566 12,12 2.265.800 2.485.021 9,68 187.883 311.460 65,77 196.137 257.430 31,25 3.704 2.963 -20,01 239.291 186.692 -21,98
MICHOACÁN 854.788 913.390 6,86 793.508 851.087 7,26 14.237 27.885 95,86 9.473 7.484 -21,00 390 344 -11,79 37.180 26.590 -28,48
MORELOS 367.230 403.054 9,76 316.135 345.287 9,22 14.924 19.690 31,94 13.853 16.132 16,45 582 594 2,06 21.736 21.351 -1,77
NAYARIT 219.819 244.445 11,20 207.781 231.289 11,31 3.321 4.321 30,11 2.469 2.921 18,31 89 163 83,15 6.159 5.751 -6,62
NUEVO LEÓN 888.087 1.014.042 14,18 811.207 934.016 15,14 22.817 26.616 16,65 14.366 16.767 16,71 916 1.297 41,59 38.781 35.346 -8,86
OAXACA 740.551 802.854 8,41 694.556 758.083 9,15 5.863 6.776 15,57 17.018 18.887 10,98 351 420 19,66 22.763 18.688 -17,90
PUEBLA 1.065.379 1.207.470 13,34 877.459 1.008.155 14,89 73.765 87.863 19,11 55.004 69.548 26,44 853 868 1,76 58.298 41.036 -29,61
QUERÉTARO 298.175 359.953 20,72 269.847 328.815 21,85 7.353 9.200 25,12 6.925 7.791 12,51 118 124 5,08 13.932 14.023 0,65
QUINTANA ROO 213.327 285.742 33,95 164.286 178.936 8,92 16.978 35.571 109,51 22.447 31.153 38,78 458 451 -1,53 9.158 39.631 332,75
SAN LUÍS POTOSÍ 492.650 557.534 13,17 455.040 522.015 14,72 17.143 19.388 13,10 4.900 4.803 -1,98 145 220 51,72 15.422 11.108 -27,97
SINALOA 574.931 642.114 11,69 533.834 589.167 10,37 9.818 17.065 73,81 14.806 9.310 -37,12 191 289 51,31 16.282 26.283 61,42
SONORA 529.937 614.595 15,98 498.692 560.730 12,44 6.160 24.305 294,56 3.190 3.423 7,30 129 184 42,64 21.766 25.953 19,24
TABASCO 412.452 473.121 14,71 374.123 433.899 15,98 11.340 12.635 11,42 13.494 14.892 10,36 868 1.073 23,62 12.627 10.622 -15,88
TAMAULIPAS 682.651 789.118 15,60 596.318 642.386 7,73 23.149 82.774 257,57 31.473 28.823 -8,42 688 670 -2,62 31.023 34.465 11,09
TLAXCALA 194.472 233.881 20,26 176.558 208.644 18,17 6.916 10.883 57,36 4.676 8.655 85,09 70 78 11,43 6.252 5.621 -10,09
VERACRUZ 1.605.497 1.777.972 10,74 1.468.839 1.589.001 8,18 31.058 78.862 153,92 60.416 71.294 18,01 1.675 1.949 16,36 43.509 36.866 -15,27
YUCATÁN 373.244 435.381 16,65 361.819 365.164 0,92 1.198 53.604 4374,46 517 970 87,62 50 81 62,00 9.660 15.562 61,10
ZACATECAS 299.249 325.214 8,68 280.042 311.336 11,17 4.905 5.608 14,33 1.996 1.749 -12,37 90 85 -5,56 12.216 6.436 -47,31
ESTADOS UNIDOS
MEXICANOS 21.942.535 24.706.956 12,60 18.708.569 20.757.756 10,95 1.270.606 1.910.695 50,38 839.675 1.008.309 20,08 29.495 26.648 -9,65 1.094.190 1.003.548 -8,28
(1) incluye local no construido para habitación, vivienda móvil, refugio y no especificado
Fte: 2000: INEGI: XII censo general de población y vivienda, 2005: e INEGI: II Conteo de población y vivienda
543
Cuadro 51: Peso relativo en la tipología habitacional de la vivienda particular 2000-2005
Total de vivienda Departamento en
particular Casa independiente edificio Vivienda en vecindad Cuarto de azotea No especificado (1)
Entidad Federativa 2000 2005 2000 2005 2000 2005 2000 2005 2000 2005
2000 2005 %/total de %/total de %/total de %/total de %/total de %/total de %/total de %/total de %/total de %/total de
viv. Part, viv. Part, viv. Part, viv. Part, viv. Part, viv. Part, viv. Part, viv. Part, viv. Part, viv. Part,
AGUASCALIENTES 200.529 245.625 88,95 91,43 5,81 5,24 1,13 0,83 0,06 0,05 4,05 2,46
BAJA CALIFORNIA 609.667 738.338 75,48 73,46 6,17 12,53 5,12 4,88 0,06 0,07 13,16 9,05
BAJA CALIF SUR 105.064 135.912 87,90 83,46 4,02 5,85 3,84 4,43 0,13 0,05 4,11 6,21
CAMPECHE 157.054 184.090 96,03 88,38 0,50 7,51 0,85 1,44 0,02 0,05 2,61 2,62
COAHUILA 544.322 625.231 93,11 95,01 0,74 1,29 1,41 0,96 0,06 0,04 4,67 2,70
COLIMA 132.201 149.189 88,20 91,92 1,93 1,58 1,91 1,78 0,11 0,11 7,85 4,62
CHIAPAS 806.131 916.302 90,88 93,68 0,72 0,84 1,98 1,74 0,05 0,05 6,38 3,69
CHIHUAHUA 755.379 852.596 88,46 88,76 1,17 2,98 3,06 2,01 0,05 0,05 7,25 6,20
DISTRITO FED, 2.131.410 2.287.189 58,34 51,97 26,88 30,85 9,87 12,10 0,60 0,39 4,31 4,70
DURANGO 325.124 358.302 94,60 96,43 0,46 0,39 0,51 0,36 0,02 0,03 4,41 2,80
GUANAJUATO 925.865 1.048.543 91,57 93,12 3,21 3,56 1,06 1,05 0,03 0,03 4,12 2,25
GUERRERO 657.577 701.656 90,58 91,17 3,32 3,48 2,36 2,21 0,14 0,13 3,60 3,01
HIDALGO 494.183 558.448 92,19 92,74 2,07 2,04 2,50 2,62 0,05 0,06 3,18 2,54
JALISCO 1.392.775 1.582.089 86,63 85,79 7,19 7,93 2,05 1,82 0,13 0,13 4,00 4,34
MÉXICO 2.892.815 3.243.566 78,33 76,61 6,49 9,60 6,78 7,94 0,13 0,09 8,27 5,76
MICHOACÁN 854.788 913.390 92,83 93,18 1,67 3,05 1,11 0,82 0,05 0,04 4,35 2,91
MORELOS 367.230 403.054 86,09 85,67 4,06 4,89 3,77 4,00 0,16 0,15 5,92 5,30
NAYARIT 219.819 244.445 94,52 94,62 1,51 1,77 1,12 1,19 0,04 0,07 2,80 2,35
NUEVO LEÓN 888.087 1.014.042 91,34 92,11 2,57 2,62 1,62 1,65 0,10 0,13 4,37 3,49
OAXACA 740.551 802.854 93,79 94,42 0,79 0,84 2,30 2,35 0,05 0,05 3,07 2,33
PUEBLA 1.065.379 1.207.470 82,36 83,49 6,92 7,28 5,16 5,76 0,08 0,07 5,47 3,40
QUERÉTARO 298.175 359.953 90,50 91,35 2,47 2,56 2,32 2,16 0,04 0,03 4,67 3,90
QUINTANA ROO 213.327 285.742 77,01 62,62 7,96 12,45 10,52 10,90 0,21 0,16 4,29 13,87
SAN LUÍS POTOSÍ 492.650 557.534 92,37 93,63 3,48 3,48 0,99 0,86 0,03 0,04 3,13 1,99
SINALOA 574.931 642.114 92,85 91,75 1,71 2,66 2,58 1,45 0,03 0,05 2,83 4,09
SONORA 529.937 614.595 94,10 91,24 1,16 3,95 0,60 0,56 0,02 0,03 4,11 4,22
TABASCO 412.452 473.121 90,71 91,71 2,75 2,67 3,27 3,15 0,21 0,23 3,06 2,25
TAMAULIPAS 682.651 789.118 87,35 81,41 3,39 10,49 4,61 3,65 0,10 0,08 4,54 4,37
TLAXCALA 194.472 233.881 90,79 89,21 3,56 4,65 2,40 3,70 0,04 0,03 3,21 2,40
VERACRUZ 1.605.497 1.777.972 91,49 89,37 1,93 4,44 3,76 4,01 0,10 0,11 2,71 2,07
YUCATÁN 373.244 435.381 96,94 83,87 0,32 12,31 0,14 0,22 0,01 0,02 2,59 3,57
ZACATECAS 299.249 325.214 93,58 95,73 1,64 1,72 0,67 0,54 0,03 0,03 4,08 1,98
ESTADOS UNIDOS
MEXICANOS 21.942.535 24.706.956 85,26 84,02 5,79 7,73 3,83 4,08 0,13 0,11 4,99 4,06
(1) incluye local no construido para habitación, vivienda móvil, refugio y no especificado
Fte: 2000: INEGI: XII censo general de población y vivienda, 2005: INEGI: II Conteo de población y vivienda
544
3. La política de suelo
tierra no sólo su justificación y razón de ser, sino una condición indispensable para su
propia existencia y, por lo que se alcanza a percibir, lo continuará siendo aún por
mucho tiempo. Ésta continúa siendo hoy una vía fundamental para resolver el
problema de alojamiento al menos para más de la quinta parte de la población del país
después de haber permanecido casi siempre como una segunda alternativa para
acceder a una vivienda, primero detrás del alquiler mientras éste constituía la forma
financiamiento desplazó al inquilinato como la forma más común para acceder a una
vivienda.
vivienda, subsanando a través de élla los efectos que las iniciativas de ajuste
población.
respondido por largo tiempo al interés del régimen en apoyar medidas de contrapeso a
545
Esto parece haber sido así desde los primeros gobiernos de la posrevolución, que
falta de recursos públicos para construir vivienda social, hasta los últimos gobiernos
neoliberales que han utilizado a la CORETT como uno de los programas sociales
fundamentales del régimen en turno para mitigar los efectos empobrecedores de los
últimos veinte años como uno de los principales mecanismos de política social en el
país.
cincuenta años, permaneciendo así incluso durante los primeros años de operación de
haciéndola jugar un doble papel político y económico a partir del cual parece ahora
tener una doble finalidad: por una parte parece estar destinada a reforzar los lazos
entre el Estado y los sectores sociales que en menor medida venían apoyando las
políticas del partido en el poder y, por otra, parece funcionar como un medio para
por una realidad en que la irregularidad llega a representar, según reconoce el propio
2005: 22).175
175
Este es un dato que reconoce la misma SEDESOL y que comparten organismos internacionales, que estiman que la
irregularidad en la tenencia de la vivienda alcanza en México al 60% del parque construido (OIT: 19), y que podemos
constatar con los patrones de producción de vivienda en los últimos 50 años (ver cuadro AE-4).
546
La regularización de la tenencia de la tierra continúa siendo, así, utilizada como
asentamientos humanos irregulares (ver Cuadro 47), lo que representó casi una
tercera parte de todos los créditos otorgados por los ONAVIS en el mismo período (ver
Cuadros 47 y AE-21), y llevó a que casi el 10% de las familias del país tuvieran una
547
Su importancia como mecanismo administrador de suelo público para el desarrollo
creación hasta 2005, en todo el país se habían expropiado un promedio anual de 5 mil
hectáreas, que en conjunto habían permitido conformar una bolsa de suelo, destinada
SHF: 66), es decir, cerca de la tercera parte terrenos ejidales o comunales que, se
estima, fueron necesarios para absorber la demanda de suelo en el país (cf. Garcés,
años 70 (Guillén R., H., 1997: 149-174), y que mantuvo prácticamente inalteradas las
limitaciones que encontraba la mayor parte de la población urbana para acceder a una
que parece encontrar en la CORETT más bien un mecanismo de respaldo que una vía
de solución.
país para 2005, después de casi treinta años de política de suelo y de regularización
548
ellos, el papel monopólico que tiene CORETT como agente regularizador de la
Aunque es difícil englobar a todos estos organismos en una sola condición, y a pesar
que, como por ejemplo en el estado de Baja California, hay entidades que tienen a su
parecen operar como agencias gestoras para la regularización del suelo ante
En realidad, al igual que sucede con los organismos estatales que financian vivienda,
están incorporadas a las secretarías de gobierno, que son las entidades responsables
549
queda subordinada a los mecanismos de negociación y control político empleados por
el gobierno estatal en su relación con la sociedad civil, y sólo en función de ella queda
Estos ejemplos no sólo ilustran la cara más evidente del manejo clientelar de la política
de suelo, sino que son un reflejo de sus rasgos dominantes en todo el país. Desde sus
del gobierno federal, llegando a convertirse, sin duda, en el brazo complementario más
habitacional, que a lo largo de casi un siglo fue consolidándose, hasta alcanzar a ser
vivienda.
Fue siempre, sin embargo, una política reactiva, que se desarrolló rezagada con
forma de hacerse de una vivienda y que llegó a edificar a través de ella entre la mitad
y dos tercios del parque habitacional existente (ver Gráfica 14). En estas condiciones,
550
suelo nunca fue capaz de intervenir de manera efectiva en los procesos de
Gráfica 14
P ro d u c c ió n d e v iv ie n d a 1 9 8 3 -2 0 0 0
800
700
600
miles de viviendas
500
A u t o c o n s t ru c c ió n
400
D e s a rro lla d o re s
300
200
100
0
1983
1985
1987
1989
1991
1993
1995
1997
a ños 1999
anticiparse a ellos, llegó tarde con respecto al fenómeno de la irregularidad, y una vez
ubicada frente a él sólo atendió sus efectos y nunca sus causas, y en consecuencia ha
consumados.
México, fue una condición que estuvo presente en los de expansión urbana iniciados
desde inicios del siglo XX, y que a lo largo de él se fueron repitiendo en las diferentes
ciudades del país, prácticamente bajo las mismas dinámicas de ocupación ilegal:
551
convirtiéndose en el principal mecanismo de incorporación de suelo a las áreas
En las raíces de este fenómeno han estado presentes dos condiciones fundamentales
que no fueron abordadas por la política de suelo en sus orígenes y, más adelante, sólo
Hay, en el contexto general de las tres líneas de actuación a través de las que opera la
política habitacional en México, cuatro factores que parecen estar detrás de las
limitaciones que ésta tiene como instrumento idóneo para convertirse en una política
552
eficientemente y actúen de manera complementaria como un solo instrumento de
3. El carácter reactivo de la política de suelo, que impide que ésta sea un instrumento
condenada a desaparecer.
responder a las condiciones específicas del inquilinato en cada una de las regiones y
PEA se ubica en un mercado informal de trabajo, y que por lo tanto queda al margen
553
Y, por último, implica la exclusión de todos los sectores sociales (cerca de una quinta
alojamiento, sin encontrar en la política financiera de vivienda social una vía que le
mercado que queda sujeto a las relaciones más adversas de la oferta y la demanda.
corporativa ay clientelar.
Unos de los resultados de la política social que con mayor énfasis se han difundido en
los últimos años en México, son los que a través de los mecanismos que opera el
alcanzó en el país cifras inéditas que llegaron en 2005 a duplicar el máximo histórico
de créditos que hasta 1999 se había alcanzado con cerca de 300 mil otorgados en un
año, y a multiplicar por casi 3,5 veces el número de créditos otorgados antes de las
reformas a los Fondos de Vivienda en 1992, para llegar a poco más de los 646.000
casi el 65% del total los créditos públicos y privados en todo el país, a cubrir casi el
90% de ellos (ver Cuadro AE-21), absorbiendo por sí solos prácticamente todo este
554
crecimiento, del cual, además, casi el 92% se concentró en el INFONAVIT (50,97%), y
el FONHAPO (40,66%).
En estas condiciones, el impacto que la política de vivienda pública de los últimos años
INFONAVIT, el cual ha sido el principal soporte de las casi 400,000 viviendas nuevas
que en promedio se construyeron por el sector público cada año (ver Cuadros AE-4 y
AE-6), y que apenas han representado cerca del 57% de las que el Plan Nacional de
176
Si consideramos como índice de cobertura el 1,62%, que sería el resultado de cubrir con 700.000 viviendas
(retomando la meta del Plan Nacional de Vivienda), la demanda surgida del total de la PEA nacional (43.181.700
habitantes), este organismo habría llegado para el 2005 a superar este índice (igual a 2,46% de los empleados
privados asegurados en el IMSS [14.915.786], con respecto al total de créditos asignados para vivienda terminada en
2005 [371.706]).
555
basada en un sistema corporativizado de mecanismos financieros, del cual quedan al
población económicamente activa (PEA), hace resaltar aún más las limitaciones de
Del resto de ella sólo la adscrita al FOVISSSTE, aunque con menor peso relativo en el
conjunto, disfruta de condiciones similares177, mientras que casi el 60% queda sujeta a
créditos que en su mayor parte no permiten adquirir una vivienda completa, que se
programas financieros de muy bajo presupuesto que no hacen posible adquirir una
el último quinquenio censal, poco más del 37% de la vivienda completa que se financió
(ver Cuadro 52), y apenas alcanza una cobertura del 0,67%178 de la demanda anual
estimada, es decir cerca de dos y media veces menos que lo requerido a nivel
177
De forma similar a lo que sucede con el INFONAVIT, el FOVISSSTE para el año 2005 tenía una cobertura de la
demanda superior a la nacional (2.09%), que resulta del ejercicio de 50.047 créditos (Cuadro AE-5), para atender a una
demanda potencial total de 2.398.000 beneficiarios (Cuadro AE-23).
178
Índice que resulta de dividir el total de la vivienda completa financiada en promedio por el sector público y privado
entre 2001 y 2005 (ver Cuadro AE-4), menos la financiada por INFONAVIT y FOVISSSTE (Cuadros AE-5 y AE-6)
(439.592-275.854=163.737), entre la PEA total promedio (2001-2005) (Cuadro AE-22) menos la adscrita al INFONAVIT
y FOVISSSTE (Cuadro AE-23) (41.831.020-17.313.786=25.867.914).
556
nacional, y casi una cuarta parte de lo que alcanzan a cubrir el INFONAVIT y el
De esta manera, en realidad el impacto que tuvieron las reformas de 1992 (en
tuvo ningún efecto en la mayor parte de ella, que continúa o teniendo acceso a
No. De
Organismo %
Viviendas
INFONAVIT (a) 232.478 52,88
FOVISSSTE (b) 43.376 9,87
Resto de Público y Privado (c) 163.738 37,25
Total (d) 439.592 100,00
Fuente: (a) Cuadro AE-6
(b) Cuadro AE-5
(c) d-(a+b)
(d) Cuadro AE-4
habitacional en México, que desde sus orígenes, y por definición, es selectivo y por lo
callejón sin salida, que implica siempre la existencia de segmentos sociales relegados,
y más que una muestra para ir incorporando a un número cada vez mayor de sectores
En un escenario prospectivo, parece que la opción a este callejón sin salida pasa
557
financiamiento de la vivienda social, a través de la construcción progresiva de un
es determinante una reconsideración del papel que los fondos solidarios, en particular
Los fondos solidarios son, con toda claridad, los mecanismos que mejor han operado y
que mayor cobertura relativa (con respecto a su esfera de actuación), y absoluta (con
esta especie de gravamen a todo aquél que se incorporara a este sistema financiero.
depende sólo de las aportaciones del gobierno federal al fondo de vivienda, por lo que
menos un incremento de alrededor de una tercera parte más de las aportaciones que
se hacen a partir del erario público, y que, al parecer, los gobiernos estatales no se
En este sentido las vías de solución, implicarían repensar mecanismos para que los
558
recursos que actualmente manejan, y sin que perdieran la viabilidad financiera, se
SEDESOL.
En esta vía de subsidio cruzado, la política de suelo podría jugar una papel
enfrentar los efectos que en la demanda de este tipo de alojamiento en función de los
Las líneas de investigación que se abren en este sentido, deberían hacer énfasis en
conjunto social, hoy fragmentado, en una sola línea de política habitacional que tuviera
cobertura universal.
559
El estudio de las peculiaridades de los mecanismos y procesos a través de los que
que recién en los últimos años (ver Coulomb, R. y Schteingart, M., 2006), retoman el
que en este trabajo hemos tratado, avanzando en una óptica que integre los agentes,
actores y procesos que les son comunes, y sólo desde la cual, consideramos, podrán
560
ANEXO ESTADÍSTICO Y
CUADROS SÍNTESIS
561
Cuadro AE-11: Organismos y/o programas de vivienda existentes y liquidados de los que
se dispone de información estadística, 1973-2005
(ONAVIS – ODEPES – BDE)
ORGANISMOS LIQUIDADOS,
ORGANISMOS EXISTENTES QUE OPERAN PROGRAMAS
O EXISTENTES QUE OPERAN
TIPO DE ORGANISMO DE FINANCIAMIENTO PARA VIVIENDA DE MANERA
DE MANERA COYUNTURAL
PERMANENTE
PROGRAMAS DE VIVIENDA
SECTOR PÚBLICO
1- FOVISSSTE (A) (C) (P)
2- FOVIMI (B) ISSFAM (A) (C) (P)
1- FONHAPO NORMAL (A) (C)
1- ONAVIS 2- FONAEVI (A) (C) 1- INDECO (A) (D)
ORGANISMOS 3- FONHAPO (P) 3- FONHAPO SUBSID. (A) (C)
NACIONALES DE 4.-VIVRURAL (A) (C)
2- FOANVIR (FONDO NACIONAL
VIVIENDA SOCIAL DE LA VIVIENDA RURAL (DN) (F)
1- PROFIVI (A) (C) 1- FOVI-FOGA (A) (D)
4- SHF (P)
2- PROSVI (A) (C)
5- INFONAVIT (A) (C) (P)
562
Cuadro AE-12: Organismos y/o programas de vivienda existentes y liquidados de los que
se dispone de información estadística, 1973-2005
(OREVIS)
563
Cuadro AE-13: Organismos y/o programas de vivienda existentes y liquidados de los que se
dispone de información estadística, 1973-2005
(ORESS – SEDESOL)
564
Cuadro AE-14: Organismos y/o programas de vivienda existentes y liquidados de los que se
dispone de información estadística, 1973-2005
OEDUOPS, ONENDUVS, ONEPEC, ONEDER, OMVS Y PEF
ORGANISMOS EXISTENTES QUE OPERAN ORGANISMOS LIQUIDADOS, O EXISTENTES QUE
TIPO DE ORGANISMO PROGRAMAS DE FINANCIAMIENTO PARA VIVIENDA OPERAN DE MANERA COYUNTURAL PROGRAMAS
DE MANERA PERMANENTE DE VIVIENDA
1- SPDR (SRIA DE PLANEACIÓN Y DESARROLLO
7- OEDUOPS REGIONAL) (AGS) (C) (F) (P)
2- SOP (CHIS) (SOPV EN CONAVI) (A) (C) (P)
ORGANISMOS
3- SEDUVOP (SLP) (SDUCOP EN CONAVI) (A) (C) (P)
ESTATALES DE
4- SIDUR (SON) (A) (C) (P)
DESARROLLO URBANO Y 5- DIR. DE DESARROLLO URBANO (YUC) (C) (F) (P)
OBRAS PÚBLICAS O 6- SRIA DE COM. Y OBRAS PUB (VER) (D) (F)
SECTORIZADOS 7- SRIA DE DESARROLLO URBANO (VER) (D) (F)
8- IVE PROG. VIVAMOS MEJOR (TAM) (C) (F) (X)
8- ONENDUVSS 1- SEPI (CHIS) (B) (C) (P) (7) 4- SUBSAI (CHIS) (A) (D)
ORGANISMOS 2- PI (SIN) (6) (A) (C) (P)
ESTATALES y/o 3- PI -YUC (YUC) (A) (C) (P) (8)
MUNICIPALES NO 5- INDESALUD (CAM) (A) (C) (X)
6- SEPI (CHIS) (A) (C) (X)
SECTORIZADOS EN
7- DIF (PUE) (A) (C) (X)
DESARROLLO URBANO Y
VIVIENDA NI EN 8- DIF (VER) (A) (C) (X)
SEGURIDAD SOCIAL
565
Cuadro AE-15: CUADRO DE ORGANISMOS Y/O PROGRAMAS DE VIVIENDA EXISTENTES
Y LIQUIDADOS DE LOS QUE SE DISPONE DE INFORMACIÓN ESTADÍSTICA (1973-2005)
(SECTOR PRIVADO)
ORGANISMOS LIQUIDADOS, O
ORGANISMOS EXISTENTES QUE OPERAN
EXISTENTES QUE OPERAN DE MANERA
TIPO DE ORGANISMO PROGRAMAS DE FINANCIAMIENTO PARA
COYUNTURAL PROGRAMAS DE
VIVIENDA DE MANERA PERMANENTE
VIVIENDA
SECTOR PRIVADO
14- FYOP 1- HABITAT MÉXICO (A) (C)
FUNDACIONES Y
2- PROVIVAH (FIDEICOMISO PRIVADO) (A)
ORGANISMOS PRIVADOS
(C)
SIN FINES DE LUCRO
566
Cuadro AE-21: Participación de los sectores público y privado en la producción habitacional 1973-2005
(número de créditos totales por año, organismo y sector)
BDE Total de
Total Anual Total de Créditos % Particip. % Participación
Privados Créditos
ONAVIS ODEPS PEF OREVIS ORESS SEDESOL OEDUOPS ONENDUVS ONEPEC ONEDER de Créditos Pública/tot. Privada/total
(Incluye FYOP Y Públicos y
Públicos Publ. + Priv. Publ. + Priv.
Años NE BEM) Privados
%/
No de %/ No de %/ No de %/ No de %/ No de %/ No de No de %/ No de %/ No de %/ No de %/ No de %/Total Anual %/Total Anual
Tot. No de No de
Créd. Tot. Créd. Tot. Créd. Tot. Créd. Tot. Créd. Tot. Créd. Créd. Tot. Créd. Tot. Créd. Tot. Créd. Tot. Créd. Público y Público y
Anual Créd. (*) Créd. Privado Privado
Anual Anual Anual Anual Anual Anual Anual Anual Anual
1971 0 0 0 0 1.640 100,00 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1.640 11.854,33 13.494 12,15 87,85
1972 0 0 0 0 18.565 100,00 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 18.565 11.854,33 30.419 61,03 38,97
1973 38.556 75,78 0 0 4.232 8,32 8.093 15,91 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 50.881 11.854,33 62.735 81,10 18,90
1974 47.376 80,03 0 0 9.256 15,64 2.568 4,34 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 59.200 11.854,33 71.054 83,32 16,68
1975 63.557 98,98 0 0 157 0,24 495 0,77 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 64.209 11.854,33 76.063 84,42 15,58
1976 70.143 88,96 0 0 2.096 2,66 6.610 8,38 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 78.849 11.854,33 90.703 86,93 13,07
1977 50.968 97,73 0 0 1.184 2,27 0 0,00 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 52.152 11.854,33 64.006 81,48 18,52
1978 87.028 97,16 0 0 641 0,72 1.904 2,13 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 89.573 11.854,33 101.427 88,31 11,69
1979 85.096 96,64 0 0 2.850 3,24 110 0,12 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 88.056 11.854,33 99.910 88,14 11,86
1980 85.304 94,42 0 0 2.149 2,38 2.166 2,40 0 0 725 0,80 0 0 0 0 0 0 0 0 90.344 0 90.344 100,00 0,00
1981 107.118 90,11 0 0 4.583 3,86 1.140 0,96 0 0 6.031 5,07 0 0 0 0 0 0 0 0 118.872 0 118.872 100,00 0,00
1982 79.299 88,17 0 0 5.583 6,21 0 0,00 0 0 5.060 5,63 0 0 0 0 0 0 0 0 89.942 0 89.942 100,00 0,00
1983 87.405 84,12 4.101 3,95 733 0,71 3.706 3,57 0 0 7.124 6,86 0 0 0 0 0 0 836 0,80 103.905 43.085 146.990 70,69 29,31
1984 119.794 82,35 7.246 4,98 1.119 0,77 7.351 5,05 0 0 9.681 6,65 0 0 0 0 0 0 286 0,20 145.477 52.712 198.189 73,40 26,60
1985 149.443 86,02 6.598 3,80 1.386 0,80 3.862 2,22 0 0 11.438 6,58 0 0 0 0 0 0 1.003 0,58 173.730 67.200 240.930 72,11 27,89
1986 182.924 83,43 5.003 2,28 1.885 0,86 904 0,41 0 0 4.587 2,09 0 0 0 0 23.771 10,84 180 0,08 219.260 37.242 256.502 85,48 14,52
1987 180.500 80,28 6.913 3,07 2.454 1,09 1551 0,69 0 0 4.165 1,85 0 0 0 0 29.253 13,01 0 0,00 224.836 63.300 288.136 78,03 21,97
1988 159.513 86,48 4.731 2,56 0 0,00 5.286 2,87 0 0 2.979 1,62 0 0 0 0 9.960 5,40 1.980 1,07 184.449 80.000 264.449 69,75 30,25
1989 152.179 63,97 2.443 1,03 0 0,00 72.840 30,62 40 0,02 6.106 2,57 786 0,33 0 0 3.081 1,30 400 0,17 237.875 35.883 273.758 86,89 13,11
1990 205.266 66,20 2.497 0,81 2.820 0,91 97.918 31,58 0 0 740 0,24 0 0 0 0 86 0,03 742 0,24 310.069 41.557 351.626 88,18 11,82
1991 170.510 45,51 2.466 0,66 13 0,00 43.707 11,67 1.719 0,46 136.000 36,30 0 0 18.896 5,04 1.080 0,29 247 0,07 374.638 35.056 409.694 91,44 8,56
1992 191.982 63,89 5.772 1,92 11.748 3,91 22.434 7,47 0 0 66.133 22,01 0 0 0 0 2.238 0,74 199 0,07 300.506 129.362 429.868 69,91 30,09
1993 219.165 51,83 5.142 1,22 7.436 1,76 15.258 3,61 0 0 173.807 41,10 0 0 0 0 1.983 0,47 63 0,01 422.854 102.416 525.270 80,50 19,50
1994 240.794 50,58 1.440 0,30 22.773 4,78 10.466 2,20 0 0 199.810 41,97 0 0 0 0 789 0,17 0 0,00 476.072 85.198 561.270 84,82 15,18
1995 191.157 36,25 5.142 0,98 30.527 5,79 17.030 3,23 0 0 280.011 53,10 0 0 0 0 3.202 0,61 218 0,04 527.287 17.503 544.790 96,79 3,21
1996 176.256 29,96 9.773 1,66 2.175 0,37 18.006 3,06 0 0 367.981 62,54 0 0 10.189 1,73 4.017 0,68 0 0 588.397 3.169 591.566 99,46 0,54
1997 184.397 32,80 13.147 2,34 14.244 2,53 51.687 9,19 0 0 295.844 52,62 0 0 0 0 2.878 0,51 0 0 562.197 4.588 566.785 99,19 0,81
1998 192.536 45,09 11.988 2,81 15.247 3,57 68.955 16,15 0 0 137.859 32,28 0 0 300 0,07 145 0,03 0 0 427.030 3.269 430.299 99,24 0,76
1999 298.001 64,43 7.082 1,53 898 0,19 61.628 13,32 976 0,21 91.752 19,84 0 0 120 0,03 2.097 0,45 0 0 462.554 1.090 463.644 99,76 0,24
2000 354.608 75,92 8.921 1,91 876 0,19 94.827 20,30 980 0,21 3.892 0,83 0 0 757 0,16 2.232 0,48 0 0 467.093 5.992 473.085 98,73 1,27
2001 323.598 71,18 8.330 1,83 10.754 2,37 59.089 13,00 986 0,22 44.939 9,88 6.505 1,43 424 0,09 0 0 0 0 454.625 3.707 458.332 99,19 0,81
2002 474.368 68,68 9.885 1,43 4.559 0,66 99.793 14,45 1.209 0,18 95.719 13,86 2.144 0,31 3.047 0,44 0 0 0 0 690.724 9.735 700.459 98,61 1,39
2003 606.119 86,81 10.122 1,45 7.842 1,12 36.154 5,18 17.567 2,52 19.051 2,73 0 0 1.342 0,19 0 0 0 0 698.197 33.568 731.765 95,41 4,59
2004 568.865 73,62 10.794 1,40 5.690 0,74 48.755 6,31 4.878 0,63 106.230 13,75 26.867 3,48 582 0,08 0 0 0 0 772.661 42.362 815.023 94,80 5,20
2005 646.256 89,93 9.006 1,25 3.770 0,52 25.235 3,51 1.335 0,19 33.030 4,60 0 0 0 0 0 0 0 0 718.632 49.900 768.532 93,51 6,49
TOTAL 6.790.081 65,76 158.542 1,54 201.885 1,95 889.528 8,62 29.690 0,29 2.110.694 20,44 36.302 0,35 35.657 0,35 86.812 0,84 6154 0,06 10.345.351 1.054.583 11.399.934 90,75 9,25
Fuente: Elaboración propia a partir de datos tomados de: CONAVI. Sistema de Estadísticas Históricas de Vivienda. http://estadistica.conafovi.gob.mx/historicos/index.php. Para acciones públicas en 1971 y 1972 Connolly. P. et alt. ; para inversión privada 1971-1979: ITAM. tomado de:
http://biblioteca.itam.mx/recursos/ehm.html#
Nota (*): para la inversión privada anual de 1971 a 1979 se considera el promedio anual a partir del dato proporcionado por el ITAM (ibid)
567
Cuadro AE-22: Participación de los sectores público y privado en la producción habitacional, 1973-2005
(número de créditos totales y su distribución porcentural por entidad federativa)
BDE Total de
ONAVIS ODEPES OREVIS ORESS SEDESOL OEDUOPSONENDUVS ONEPEC ONEDER Total Créditos Total de
Años PEF Estatal de Privados Créditos Participación Participación
NE Créditos (Incluye Públicos y Pública Privada
Públicos FYOP Y Privados
(*) BEM (**)
%/Total %/Total
%/ %/ %/ %/ %/ %/ %/ %/ %/ %/ Anual Anual
No de No de No de No de No de No de No de No de No de No de No de No de No de
Tot. Tot. Tot. Tot. Tot. Tot. Tot. Tot. Tot. Tot. Público y Público y
Créd. Créd. Créd. Créd. Créd. Créd. Créd. Créd. Créd. Créd. Créd. Créd. Créd.
Estat. Estat. Estat. Estat. Estat. Estat. Estat. Estat. Estat. Estat. Privado por Privado por
Entidad Entidad
AGUASCALIENTES 157.788 60,06 380 0,14 10.062 3,83 50.625 19,27 757 0,29 34.438 13,11 8.649 3,29 0 0,00 0 0,00 0 0,00 262.699 1.317 264.016 99,50 0,50
BAJA CALIF. 330.499 90,11 2.206 0,60 1.720 0,47 27.418 7,48 88 0,02 4.848 1,32 0 0,00 0 0,00 0 0,00 0 0,00 366.779 8.201 374.980 97,81 2,19
BAJA CALIF. SUR 59.544 87,42 466 0,68 352 0,52 1.339 1,97 0,00 6.412 9,41 0 0,00 0 0,00 0 0,00 0 0,00 68.113 897 69.010 98,70 1,30
CAMPECHE 52.674 33,23 7.231 4,56 12.960 8,18 53.528 33,77 0,00 29.249 18,45 0 0,00 2.864 1,81 0 0,00 0 0,00 158.506 560 159.066 99,65 0,35
COAHUILA 264.909 71,22 1.803 0,48 2.046 0,55 1.151 0,31 9.000 2,42 93.051 25,02 0 0,00 0 0,00 0 0,00 0 0,00 371.960 3.513 375.473 99,06 0,94
COLIMA 83.946 70,72 938 0,79 793 0,67 12.379 10,43 2.580 2,17 17.843 15,03 0 0,00 0 0,00 0 0,00 218 0,18 118.697 1.240 119.937 98,97 1,03
CHIAPAS 147.901 30,62 2.857 0,59 12.054 2,50 13.719 2,84 284 0,06 277.354 57,43 26.867 5,56 1.917 0,40 0 0,00 0 0,00 482.953 1.430 484.383 99,70 0,30
CHIHUAHUA 370.243 82,28 2.045 0,45 7.851 1,74 34.792 7,73 0,00 35.038 7,79 0 0,00 0 0,00 0 0,00 0 0,00 449.969 5.239 455.208 98,85 1,15
DISTRITO FED. 659.699 58,10 27.624 2,43 20.509 1,81 323.429 28,48 823 0,07 16.617 1,46 0 0,00 0 0,00 86.812 7,65 0 0,00 1.135.513 21.007 1.156.520 98,18 1,82
DURANGO 130.737 65,60 1.323 0,66 5.811 2,92 28.271 14,19 0,00 33.143 16,63 0 0,00 0 0,00 0 0,00 0 0,00 199.285 825 200.110 99,59 0,41
GUANAJUATO 288.005 84,18 7.117 2,08 2.699 0,79 23.599 6,90 7.160 2,09 13.546 3,96 0 0,00 0 0,00 0 0,00 0 0,00 342.126 5.178 347.304 98,51 1,49
GUERRERO 119.248 45,33 1.358 0,52 590 0,22 10.377 3,94 0,00 129.116 49,08 0 0,00 0 0,00 0 0,00 2.376 0,90 263.065 1.747 264.812 99,34 0,66
HIDALGO 162.726 51,05 3.938 1,24 1.882 0,59 14.928 4,68 0,00 135.256 42,44 0 0,00 0 0,00 0 0,00 0 0,00 318.730 1.809 320.539 99,44 0,56
JALISCO 340.857 87,47 2.818 0,72 6340 1,63 15.840 4,06 3.676 0,94 19.707 5,06 0 0,00 0 0,00 0 0,00 440 0,11 389.678 13.423 403.101 96,67 3,33
MEXICO 570.366 59,90 2.625 0,28 4.181 0,44 47.633 5,00 1.819 0,19 325.638 34,20 0 0,00 0 0,00 0 0,00 0 0,00 952.262 7.503 959.765 99,22 0,78
MICHOACAN 175.758 81,78 2.090 0,97 1.127 0,52 11.892 5,53 0,00 22.829 10,62 0 0,00 0 0,00 0 0,00 1.210 0,56 214.906 7.088 221.994 96,81 3,19
MORELOS 87.018 81,34 1.574 1,47 864 0,81 363 0,34 90 0,08 17.069 15,96 0 0,00 0 0,00 0 0,00 0 0,00 106.978 1.704 108.682 98,43 1,57
NAYARIT 75.045 71,40 677 0,64 901 0,86 2.098 2,00 0,00 26.381 25,10 0 0,00 0 0,00 0 0,00 0 0,00 105.102 717 105.819 99,32 0,68
NUEVO LEON 414.710 80,89 3.863 0,75 7.279 1,42 7.838 1,53 254 0,05 78.722 15,36 0 0,00 0 0,00 0 0,00 0 0,00 512.666 9.296 521.962 98,22 1,78
OAXACA 86.662 31,49 5.946 2,16 1.193 0,43 44.778 16,27 0,00 136.627 49,65 0 0,00 0 0,00 0 0,00 0 0,00 275.206 906 276.112 99,67 0,33
PUEBLA 225.329 77,01 2.955 1,01 446 0,15 0,00 0,00 54.860 18,75 0 0,00 9.007 3,08 0 0,00 0 0,00 292.597 5.810 298.407 98,05 1,95
QUERETARO 137.564 67,41 657 0,32 13.958 6,84 7.921 3,88 0,00 43.979 21,55 0 0,00 0 0,00 0 0,00 0 0,00 204.079 4.270 208.349 97,95 2,05
QUINTANA ROO 139.287 67,52 101 0,05 37.259 18,06 13.204 6,40 0,00 16.452 7,97 0 0,00 0 0,00 0 0,00 0 0,00 206.303 823 207.126 99,60 0,40
SAN LUIS POTOSI 211.859 75,73 1.902 0,68 412 0,15 4.124 1,47 172 0,06 61.289 21,91 0 0,00 0 0,00 0 0,00 0 0,00 279.758 2.216 281.974 99,21 0,79
SINALOA 212.203 83,59 1.068 0,42 1.386 0,55 1.939 0,76 0,00 36.040 14,20 0 0,00 1.214 0,48 0 0,00 0 0,00 253.850 2.421 256.271 99,06 0,94
SONORA 256.678 89,00 1.290 0,45 2.850 0,99 7.397 2,56 990 0,34 18.426 6,39 786 0,27 0 0,00 0 0,00 0 0,00 288.417 4.361 292.778 98,51 1,49
TABASCO 79.509 30,19 14.936 5,67 10.222 3,88 64.460 24,48 83 0,03 93.716 35,59 0 0,00 0 0,00 0 0,00 400 0,15 263.326 2.252 265.578 99,15 0,85
TAMAULIPAS 335.001 70,43 13.817 2,90 1.891 0,40 22.239 4,68 0,00 101.810 21,40 0 0,00 0 0,00 0 0,00 895 0,19 475.653 3.277 478.930 99,32 0,68
TLAXCALA 54.448 73,54 123 0,17 2252 3,04 3.105 4,19 76 0,10 14.039 18,96 0 0,00 0 0,00 0 0,00 0 0,00 74.043 292 74.335 99,61 0,39
VERACRUZ 252.204 68,71 31.282 8,52 6.674 1,82 13.137 3,58 1.569 0,43 42.699 11,63 0 0,00 18.896 5,15 0 0,00 615 0,17 367.076 4.545 371.621 98,78 1,22
YUCATAN 144.991 63,66 1.050 0,46 785 0,34 2.460 1,08 145 0,06 76.584 33,62 0 0,00 1.759 0,77 0 0,00 0 0,00 227.774 3.707 231.481 98,40 1,60
ZACATECAS 106.210 55,73 240 0,13 2.292 1,20 23.545 12,35 124 0,07 58.182 30,53 0 0,00 0 0,00 0 0,00 0 0,00 190.593 1.181 191.774 99,38 0,62
NO DISTRIBUIDO 56.463 44,57 10.242 8,08 20.250 15,98 0,00 0.00 39.734 31,36 0 0,00 0 0,00 0 0,00 0 0,00 126.689 925.828 1.052.517 12,04 87,96
TOTAL NACIONAL 6.790.081 65,63 158.542 1,53 201.891 1,95 889.528 8,60 29.690 0.29 2.110.694 20,40 36.302 0,35 35.657 0,34 86.812 0,84 6.154 0,06 10.345.351 1.054.583 11.399.934 90,75 9,25
Fuente: Elaboración propia a partir de datos tomados de: CONAVI. Sistema de Estadísticas Históricas de Vivienda. http://estadistica.conafovi.gob.mx/historicos/index.php.
Notas: (*) Se agregan a los datos No Distribuidos por entidad federativa los proporcionados por El Sistema de Estadísticas Históricas de CONAVI (45 créditos). a los que se suman los datos de 1971 y 1972 citados por Connolly. P. et alt. (ibid) (20.205 créditos).
(**) Se agregan a los datos No Distribuidos por entidad federativa los proporcionados por El Sistema de Estadísticas Históricas de CONAVI (819.139 créditos) a los que se suman los datos de 1971 y 1979 citados por ITAM (ibid) para (106. 689 viviendas)
568
Cuadro AE-31: Organismos estatales de vivienda, 1940s-1960s
ONAVIS-ORESS
Organismo
estatal al
Entidad Organismo Nombre del Organismo 1940s 1950s 1960s que da
continuidad
Dirección de Pensiones Civiles del Estado
DPCEBC 1958-1970 s/d
Baja de Baja California
California Bienes Raíces del Estado de Baja
BREBC 1969-1978 no hay
California
Dirección de Pensiones y Otros Beneficios
DPOBSTSE Sociales a Favor de los Trabajadores al 1966-1993 no hay
Servicio del Estado de Coahuila
Coahuila
Dirección de Pensiones de los
DPTE 1ª Trabajadores de la Educación del Estado 1961-1975 no hay
de Coahuila
Dirección de Pensiones Civiles del Estado
Colima DPCEC 1963-2006 no hay
de Colima
Dirección de Pensiones Civiles del Estado
Chihuahua DPCECH 1957-1981 no hay
de Chihuahua
Distrito Caja de Prevención de la Policía
CPPP 1942-2006 no hay
Federal preventiva del Distrito Federal
Dirección de Pensiones del Estado de
Durango DPED 1968-2006 no hay
Durango
Guanajua Dirección de Pensiones del Estado de
DPEG 1955-1977 no hay
to Guanajuato
Dirección Estatal de Colonias Urbanas
Guerrero DECPEG 1964-1979 no hay
Populares del Estado de Guerrero
Instituto de Préstamo y Compensaciones
IPCR 1956-2006 no hay
Hidalgo de Retiro del estado de Hidalgo
PEV Patronato Estatal de la Vivienda 1969-1988
Dirección de Pensiones Civiles del Estado
Jalisco DPCE-JAL 1953-2006 no hay
de Jalisco
Dirección de Pensiones para Empleados
DPEM 1951-1969 no hay
del Estado de México y Municipios
México
Instituto de Seguridad Social del Estado de
ISSEMYM 1969-2006 DPEM
México y Municipios
Dirección de Pensiones Civiles del Estado
Nayarit DPCEN 1955-1975 no hay
de Nayarit
Nuevo Dirección de Pensiones del Estado de
DPENL 1957-1983 no hay
León Nuevo León
Fondo de Pensiones para los Empleados
Oaxaca FPO 1958-2006 no hay
del Gobierno de Oaxaca
FPB Fondo de Protección Burocrática 1948-1949 no hay
Dirección de Pensiones del Estado de
DPES 1949-1962 FPB
Sonora
Sonora Instituto de Seguridad y Servicios Sociales
ISSSTESON 1962-2006 DPES
de los Trabajadores del Estado de Sonora
Instituto Promotor de la Vivienda Popular
IPROVIP 1965-1979
del Estado de Sonora
Dirección de Pensiones Civiles del Estado
Tlaxcala DPCET 1958-2006 no hay
de Tlaxcala
ICR Instituto de Compensaciones de Retiro 1951-1958 no hay
IPR Instituto de Pensiones de Retiro 1958-1967 ICR
Veracruz
Instituto de Pensiones del Estado de
IPEVER 1967-2006 IPR
Veracruz
Fte: Periódicos, Boletines de los distintos estados y de varias fechas y para el Distrito Federal el Diario Oficial de la Federación de
varias fechas
569
Cuadro AE-32: Organismos estatales de seguridad social y de vivienda
de los años 1970s
ONAVIS-ORESS
Organismo
estatal al
Entidad Organismo Nombre del organismo 1970s
que da
continuidad
1
IEBC Inmobiliaria del Estado de Baja California 1978-2006 BREBC
Baja
California Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores
ISSSTECALI 1970-2006 DPCEBC
del Gobierno y Municipios del Estado de Baja California
Baja Cal.
INDECO-BCS INDECO-Baja California Sur 1978-1982 No hay
Sur
IEVP Instituto Estatal de Vivienda Popular 1975-2006 No hay
Coahuila Dirección de Pensiones y Otros Beneficios Sociales para los
DPOBSTE 1975-1999 DPTE 1a
Trabajadores de la Educación Pública del Estado de Coahuila
DGHP Dirección General de Habitaciones Populares 1970-1977 No hay
Fideicomiso de Interés Social para el Desarrollo de la Ciudad de
FIDEURBE 1973-1977 No hay
Distrito México
Federal 2
PCP ,
CODEUR Comisión de Desarrollo Urbano del Distrito Federal 1977-1982 DGHP,
FIDEURBE
Durango INDECO-DGO INDECO-Durango 1978-1983 No hay
IR Instituto Revolución 1974-1985 No hay
Guanajuato
ISSEG Instituto de Seguridad Social del Estado de Guanajuato 1977-2006 DPEG
FIDACA Fideicomiso para el Desarrollo Económico y Social de Acapulco 1976-2006 No hay
Guerrero Instituto de Seguridad Social de los Trabajadores del Estado de
ISSSTEG 1979-1988 s/d
Guerrero
FPV Fideicomiso Puerto Vallarta 1973-2006 No hay
Jalisco Inmobiliaria y Promotora de la Vivienda de Interés Público del
IPROVIPE 1978-2006 No hay
Estado de Jalisco
México AURIS Instituto de Acción Urbana e Integración Social 1970-2003 No hay
FIDELAC Fideicomiso Lázaro Cárdenas 1973-1994 No hay
Michoacán
DPEM Dirección de Pensiones del Estado de Michoacán 1970-2006 s/d
Dirección de Pensiones y Servicios de Seguridad Social del Estado
Nayarit DPSSSEN 1975-2006 DPCEN
de Nayarit
3
FOMERREY Fomento Metropolitano de Monterrey 1973-2006 No hay
Nuevo León
INDECO-NL INDECO Nuevo León ¿1979?-1983 No hay
Oaxaca INDECO-OAX INDECO Oaxaca 1978-1982 No hay
Querétaro INDECO-QRO INDECO Querétaro 1978-1982 No hay
San Luís
Potosí DPESLP Dirección de Pensiones del Estado de San Luís Potosí ¿1974?-2006 s/d
INDECO-SIN INDECO Sinaloa 1979-1983 No hay
Sinaloa Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores de
ISSSTESIN 1978-2006 No hay
la Educación del Estado de Sinaloa
INDEUR-SON Instituto de Desarrollo Urbano y Rural del Estado de Sonora 1979-1992 IPROVIP
Sonora 4
SDUR Secretaría de Desarrollo Urbano y Rural 1979-1985 DOP
DPET Dirección de Pensiones del Estado de Tabasco 1974-1980 s/d
Tabasco
INDECO-TAB INDECO Tabasco ¿1979?-1982 No hay
Departamento de Previsión Social y Pensiones para los
5
DPSPET Funcionarios, Trabajadores de Base al Servicio del Estado y 1977-1987 OPSPTE
Tamaulipas
Personal Federalizado de Educación
INDECO-TAM INDECO Tamaulipas 1978-1982 No hay
Veracruz INDECO-VER INDECO Veracruz 1978-1987 No hay
Instituto de Seguridad Social de los Trabajadores del Estado de
Yucatán ISSTEY 1976-2006 No hay
Yucatán
1. Bienes Raíces del Estado de Baja California: éste organismo fue sustituido por IEBC, tenía a su cargo la administración del suelo propiedad del estado y el estudio de la
planeación urbanística, pero no tenía a su cargo la producción el financiamiento de vivienda
2. Procuraduría de Colonias Populares; este era un organismo encargado de canalizar las gestiones de servicios públicos de los pobladores de bajos ingresos que habitaban las
colonias populares del Distrito Federal
3. en 1984 queda como único fideicomitente el estado de NL. y su acción se extiende a todo el estado de Nuevo León. En 1996 absorbe las funciones del IVNL creado un año
antes,
4. El origen de esta Secretaría es la Dirección de Obras Públicas del Estado creada en 1972, a la que sustituyó en 1977 la Dirección de Obras Públicas y Asentamientos Humanos,
convertida en Secretaría de Desarrollo Urbano y Rural en 1979, en 1984 se le añaden funciones en materia de promoción de vivienda, que se le retiran un año después creándose
la Secretaría de Infraestructura y Desarrollo Urbano SIDUR
5.
Hasta 1977 existía la Oficina de Previsión Social y Pensiones para los Trabajadores del Gobierno del Estado creada en 1959, aunque ésta no ofrecía créditos hipotecarios ni
financiamiento para vivienda.
Fte: Periódicos, Boletines de los distintos estados y de varias fechas y para el Distrito Federal el Diario Oficial de la Federación de varias fechas
570
Cuadro AE-33: Organismos estatales 1980 (a)
ONAVIS-ORESS
Organismo
Entidad Organismo Nombre del organismo 1980s estatal al que
da continuidad
Instituto de Seguridad Social y Servicios Sociales para los
ISSSSPEA ¿1989?-2006 s/d
Aguascalientes Servidores Públicos del Estado de Aguascalientes
IVEA Instituto de Vivienda del Estado de Aguascalientes 1989-2006 SOPVP1
INDECO-BC INDECO Estado de Baja California 1980-1982 No hay
IVEBC Instituto de Vivienda del Estado de Baja California 1982-1990 INDECO-BC
Baja California
Promotora Estatal para el Desarrollo de las Comunidades Rurales y
PEDCRP2 ¿1981?-2006 s/d
Populares del Gobierno de Baja California
Baja Cal. Sur INVIBCS Instituto de Vivienda del Estado de Baja California Sur 1982-2006 INDECO-BCS
CHAC Comisión Habitación de Campeche 1982-1986 No hay
INVICAM Instituto de Vivienda del Estado de Campeche 1986-2006 CHAC
Campeche
Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del
ISSSTECAM 1987-2006 DPEC3
Estado de Campeche
4 Fondo de la Vivienda para los Trabajadores de la Educación al
FVTESE 1986-2006 No hay
Servicio del Estado de Coahuila
Dirección de Pensiones y Otros Beneficios Sociales para los
Coahuila DPOBSTSMT 1984-2006 No hay
Trabajadores al Servicio del municipio de Torreón
Dirección de Pensiones y Otros Beneficios Sociales para los
DPOBSTSMS 1983-2006 No hay
Trabajadores al Servicio del municipio de Saltillo
FIMAGA Fideicomiso Manzanillo-Las Garzas 1984-2006 No hay
Colima
IEC Inmobiliaria del Estado de Colima 1982-1992 No hay
INPROVICH Instituto de Desarrollo Urbano y Promoción de Vivienda de Chiapas 1982-1993 No hay
Instituto de Seguridad Social de los Trabajadores del Estado de
ISSTECH 1981-2006 No hay
Chiapas Chiapas
SUBSAI Subsecretaría de Asuntos Indígenas 1983-1988 No hay
CAI Coordinación de Asuntos Indígenas 1988-1991 SUBSAI
DGDUV5 Dirección General de Desarrollo Urbano y Vivienda 1986-1987 No hay
IVIECH Instituto de Vivienda del Estado de Chihuahua 1987-2006 DGDUV6
Chihuahua
IMPE7 Instituto Municipal de Pensiones 1983-2006 FJP8
DPECH Dirección de Pensiones del Estado de Chihuahua 1981-2006 DPCECH
Caja de Previsión para los Trabajadores a Lista de Raya del Distrito
CPTLR 1982-2006 No hay
Federal
RHP9 Renovación Habitacional Popular 1985-1987 No hay
FaseII Fideicomiso Programa Emergente de Vivienda Fase II 1985-1988 RHP10
Distrito
Federal FICAPRO Fideicomiso Programa Casa Propia 1987-2003 No hay11
Fideicomiso para Promover y Realizar Programas de Vivienda y
FIVIDESU 1984-2003 No hay 12
Desarrollo Social y Urbano
Programa de Reconstrucción de la Unidad Habitacional Adolfo
PRALM13 1986-1995 No hay
López Mateos-Nonoalco Tlatelolco
Durango IVED Instituto de Vivienda del Estado de Durango 1983-2006 INDECO-DGO
COPLADE-GTO14 Comité de Planeación para el desarrollo del Estado de Guanajuato 1981-2006 No hay
Guanajuato
IVEG Instituto de Vivienda del Estado de Guanajuato 1986-2006 IR
INDESUR Instituto de Desarrollo Urbano de Guerrero 1982-1984 INDECO-GRO
IVGRO Instituto de Vivienda de Guerrero 1984-1987 INDESUR
INVISUR Instituto de Vivienda y Suelo Urbano de Guerrero 1987-2006 IVGRO
Guerrero Instituto de Seguridad Social de los Trabajadores del Estado de
ISSTEG 1979-1988 s/d
Guerrero
Instituto de Seguridad Social de los Servidores Públicos del Estado
ISSSPEG 1988-2006 ISSTEG
de Guerrero
Hidalgo INVIDUH Instituto de Vivienda y Desarrollo Urbano del Estado de Hidalgo 1988-1999 PEV
1.
El antecedente de este organismo son las funciones que en materia de vivienda tenían las Secretaría de Obras Públicas y Vivienda Popular (SOPVP), en particular la
Subdirección de Ingresos y Programas de Vivienda, la Dirección General de Vivienda Popular, Departamento de Parques de Materiales y Procuraduría de Colonias Populares
2. Tiene competencia en cuatro de los cinco municipios del Estado (Tecate, Playas de Rosarito, Ensenada y Tijuana), exceptuando el que corresponde con la capital estatal.
3. No se tiene información de la fecha en que se creó este organismo
4. Otorga créditos para adquisición, mejora y alquiler de vivienda, y para redención de hipotecas a los trabajadores de la Sección 38 del Sindicato Nacional de Trabajadores de
la Educación (SNTE).
5. Esta Dirección formaba parte de la Secretaría de Gobierno, y dentro de otras funciones tenía a su cargo diseñar, establecer, conducir y vigilar el programa estatal de vivienda
popular promover la vivienda progresiva y la autoconstrucción, además de regularizar y urbanizar los asentamientos humanos.
6. Con la Creación del IVIECH se modificó la Ley Orgánica del Estado de Chihuahua, retirándole a la DGDUV las funciones relativas a la promoción pública de vivienda,
quedando sólo con funciones de desarrollo urbano.
7. Ofrece servicios de préstamo hipotecario entre otros sólo a los trabajadores públicos del municipio de Chihuahua
8. Fondo de Jubilados y Pensionados, este organismo no registra antecedentes de prestamos hipotecarios, y fue creado el 1 de enero de 1982
9. Fue un organismo emergente creado para atender a los damnificados de los sismo de 1985 en la Ciudad de México
10 Fue creado para atender a los damnificados de los sismos de 1985 que no fueron incluidos en el decreto de expropiación en que se basó el PRH.
11. Creado para la adquisición por parte de sus ocupantes, de las viviendas y locales comerciales integrados a éstas, preferentemente aquéllas que quedaron sujetas al
régimen de rentas congeladas derivado de los Decretos de “congelación de Rentas” de 1946, 1947 y 1948. El 26 de febrero de 2003 se fusionó al Instituto de Vivienda del
Distrito Federal.
12. Destinado a satisfacer las necesidades de la población de ingresos mínimos de la Ciudad de México, sus objetivos, entre otros, consistieron originalmente en: la promoción
de programas de construcción y mejoramiento o restauración de vivienda; la construcción de unidades y conjuntos de vivienda vertical terminada o conjuntos habitacionales; el
otorgamiento de créditos para la construcción, mejoramiento y adquisición de vivienda relacionada con el Fideicomiso y la adquisición de materiales de construcción o pago de
mano de obra. En 2003, junto con FICAPRO se fusiona al Instituto de Vivienda del Distrito Federal
13. Forma parte de los programas destinados a la reconstrucción de la ciudad de México, específicamente para la reconstrucción de la unidad habitacional de mayores
dimensiones que fue afectada por los sismos de 1985.
14. Es el organismo de coordinación entre el gobierno estatal y el gobierno federal que con la participación social, es el encargado de la preparación, el seguimiento de la
ejecución y la evaluación de resultados de las políticas, planes generales, programas y proyectos del sector público, aunque dentro de sus funciones no está la de promover ni
producir vivienda de interés social, en los registros de CONAFOVI aparece que en 1998 se produjeron viviendas por la iniciativa de este organismo.
Fte: Periódicos, Boletines de los distintos estados y de varias fechas y para el Distrito Federal el Diario Oficial de la Federación de varias fechas
571
Cuadro AE-34: Organismos estatales 1980 (b)
ONAVIS-ORESS
Organismo
estatal al que
Entidad Organismo Nombre del organismo 1980s
da
continuidad
Michoacán PROMIVI Promotora Michoacana de la Vivienda 1982-1996 No hay
Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los
ISSSTEM 1980-1984 No hay
Trabajadores del Estado de Morelos
Instituto de Crédito para los Trabajadores al Servicio del
ICTSGEM 1984-2006 ISSSTEM
Gobierno del Estado de Morelos
Morelos
Instituto para la Promoción y Desarrollo Urbano del Estado
IPDUEM 1980-1982 No hay
de Morelos
CAPROMOR Instituto Casa Propia de los Morelenses 1982-1988 IPDUEM
INVIMOR Instituto de Vivienda del Estado de Morelos 1988-2006 CAPROMOR
INDECO-NAY INDECO Nayarit 1980-1982 No hay
Nayarit
INVIEN Instituto de Vivienda del Estado de Nayarit 1982-1995 INDECO-NAY
Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los
ISSSTELEON 1983-2006 DPENL
Trabajadores del Estado de Nuevo León
PROVILEON Promotora de al Vivienda de Nuevo León 1983-1995 INDECO-NL
Nuevo León Fideicomiso Fondo para la Vivienda de los Trabajadores al
FOVILEON-Burócratas 1988.2006 No hay
Servicio del Estado
Fideicomiso Fondo para la Vivienda de los Trabajadores de
FOVILEON-Educación 1988-2006 No hay
la Educación
Oaxaca IVO Instituto de Vivienda del Estado de Oaxaca 1982-2006 INDECO-OAX
Comité de Planeación para el desarrollo del Estado de
COPLADE-PUE15 1981-2006 No hay
Puebla
Puebla IEP Inmobiliaria del Estado de Puebla 1981-1991 No hay
Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los
ISSSTEP 1981-2006 ¿?
Trabajadores al Servicio del Estado de Puebla
Querétaro COMEVI Comisión Estatal de Vivienda del Estado de Querétaro 1982-2004 INDECO-QRO
IVQROO Instituto de Vivienda de Quintana Roo 1982-2002 No hay
Quintana
Roo Instituto de Seguridad Social de los Servidores Públicos del
ISSSEQROO 1989-2006 No hay
Estado de Quintana Roo
San Luís
INESVI Instituto Estatal de la Vivienda ¿1982?-2002 s/d
Potosí
Sinaloa INVIES Instituto de Vivienda del Estado de Sinaloa 1983-2006 INDECO-SIN
Sonora SIDUR16 Secretaría de Infraestructura y Desarrollo Urbano 1985-2006 SDUR
INVI (1º) Instituto de Vivienda de Tabasco17 1982-1993 INDECO-TAB
Tabasco
ISSET Instituto de Seguridad Social del Estado de Tabasco 1980-2006 DPET
Comité de Planeación para el desarrollo del Estado de
COPLADE-TAM18 1981-2006 No hay
Tamaulipas
19 Desarrollo Urbano del Puerto Industrial de Altamira,
DUPORT-ALTAMIRA 1981?-2006 No hay
Tamaulipas S.A.I.
ITAVU Instituto Tamaulipeco de Vivienda y Urbanismo 1982-2006 INDECO-TAM
Unidad de Previsión y Seguridad Social del Estado
UPSSET 1987-2006 DPSPET
de Tamaulipas
¿1982?-
Talxcala IVET instituto de vivienda del Estado de Tlaxcala ¿?
¿2001?
INVERVI Instituto Veracruzano de Vivienda 1987-1999 INDECO-VER
Veracruz Desarrollo Urbano del Puerto Industrial de Ostión,
DUPORT-OSTIÖN 1981-1999 No hay
S.A.
Comisión Ordenadora del Desarrollo Urbano y de Vivienda
CODUVY 1986-1987 No hay
del Estado de Yucatán
Yucatán
Comisión Ordenadora del Uso del Suelo del Estado de
COUSEY 1987-2006 CODUVY
Yucatán
Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los
ISSSTEZAC 1986-2006 SE20
Zacatecas Trabajadores del Estado de Zacatecas
IZVS Instituto Zacatecano de la Vivienda Social ¿1982?-1997 s/d
15. Idem al caso de Guanajuato, en los registros de CONAFOVI aparece que produjo vivienda en 1996
16. Aunque esta Secretaría surge con la desaparición de la SDUR y en teoría se le retiran las facultades de promoción de la producción de vivienda, hay registros de
CONAFOVI de que produjo vivienda social en el estado en 1989 y 1991.
17. Este es el primer organismo con esta denominación, en 2003 apareció nuevamente otro con el mismo nombre y con funciones similares.
18. Idem al caso de Guanajuato, en los registros de CONAFOVI aparece que produjo vivienda en 1996
19. Empresa estatal sectorizada en la Secretaría de Desarrollo Económico y del Empleo del Estado de Tamaulipas, según la ley orgánica de la adm. Publica del
estado de 1999, su objeto es el desarrollo urbano del puerto industrial de Altamira.
20. Seguro del Empleado A.C., era un organismo de pensiones que no otorgaba créditos hipotecarios ni financiaba la producción de vivienda.
Fte: Periódicos, Boletines de los distintos estados y de varias fechas y para el Distrito Federal el Diario Oficial de la Federación de varias fechas
572
Cuadro AE-35: Organismos estatales de vivienda
creados a partir de 1990 hasta 2006
ONAVIS-ORESS
Organismo
Entidad Organismo Nombre del organismo 1990s 2000s estatal al que
sustituye
Baja INEE Inmobiliaria Estatal de Ensenada 1993-2006 IEBC1
California INETT Inmobiliaria Estatal de Tijuana-Tecate 1993-2006 IEBC1
Instituto de Pensiones para los
IPTSE Trabajadores al Servicio del Estado de 1993-2006 DPOBSTSE
Coahuila
Coahuila
Dirección de Pensiones de los
DPTEE Trabajadores de la Educación del Estado 1999-2006 DPOBSTE
de Coahuila
Colima IVECOL Instituto de Vivienda del Estado de Colima 1992-2006 IEC
Consejos Consejos Municipales del Estado de
1994-2006 No hay
Municipales2 Chiapas
Instituto de la Vivienda del Estado de
INVI 1993-2006 INPROVICH
Chiapas
Chiapas
SPC Secretaría de Participación Comunitaria 1991-1994 CAI
Secretaría de Atención a los Pueblos
SAPI 1994-2000 SPC
Indígenas
SEPI Secretaría de los Pueblos Indios 2000-2006 SAPI
Distrito
INVI Instituto de Vivienda del Distrito Federal 1995-2006 No hay
Federal
Consejos Consejos Municipales del Estado de
Durango 1994-2006 No hay
Municipales Durango3
Instituto de Vivienda, Desarrollo Urbano y
Hidalgo INVIDAH Asentamientos Humanos del Estado de 1999-2006 INVIDUH
Hidalgo
IMEVIS Instituto Mexiquense de Vivienda Social 2003-2006 AURIS
México Consejos Consejos Municipales del Estado de
1994-2006 No hay
Municipales México4
Michoacá Instituto de Vivienda del Estado de
IVEM 1996-2006 PROMIVI
n Michoacán
Instituto Promotor de Vivienda, Desarrollo
Nayarit INPROVINAY 1995-2006 INVIEN
Urbano y Ecología de Nayarit
Nuevo IVNL 1º Instituto de la Vivienda de Nuevo León 1995-19965 PROVILEON
León IVNL 2º Instituto de Vivienda de Nuevo León 2003-2006 no hay6
Puebla IPVP Instituto Poblano de la Vivienda Popular 1991-2006 IEP
Instituto de la Vivienda del Estado de
Querétaro IVEQRO 2004-2006 COMEVI
Querétaro
Instituto de Fomento a la Vivienda y
Quintana
INVIQROO Regularización de la Propiedad del Estado 2002-2006 IVQROO
Roo
de Quintana Roo
Consejos
Consejos Municipales de San Luís Potosí7 1994-2006 No hay
Municipales
San Luís PESLP Promotora del Estado de San Luís Potosí 2002-2004 INESVI
Potosí Instituto de Vivienda del Estado de San
INVIESP 2004-2006 PESLP8
Luís Potosí
Secretaría de Desarrollo Urbano, Vivienda
SEDUVOP9 1993-2006 s/d
y Obras Públicas del Estado de SLP
COPROVI Coordinación para Promoción de Vivienda 1992-2005 INDEUR-SON10
Sonora
INVES Instituto de Vivienda del Estado de Sonora 2005-2006 COPROVI
Instituto de Desarrollo Urbano y Vivienda
INDUVITAB 1993-2003 INVI-CDUT11
Tabasco de Tabasco
INVITAB Instituto de Vivienda de Tabasco 2003-2006 INDUVITAB
Secretaría de Obras Públicas, Desarrollo
Tlaxcala SECODUVI 2001-2006 SOPDUE12
Urbano y Vivienda del Estado de Tlaxcala
INVERVI y
Instituto Veracruzano de Fomento al
Veracruz IDERE 1999-2006 DUPORT-
Desarrollo Regional
OSTION
Zacatecas COPROVI Consejo Promotor de la Vivienda Popular 1997-2006 IZVS
1. Estos organismos absorben las funciones de al Gerencia IEBC para Ensenada, (en el caso de INEE ) y de Tijuana y Tecate (en el caso de INTT), sin que la IEBC
desaparezca como organismo para los otros dos municipios del estado.
2. Es un instrumento mediante el cual la autoridad municipal promueve la planeación y participación social en la gestión gubernamental, abarcan distintos rubros, aunque
están considerados en el art. 115 constitucional, se desarrollaron mucho a través del programa solidaridad en el gobierno de Salinas de Gortari, CONAFOVI registra que a
través de ellos se realizaron acciones de vivienda en 1996 y 1997.
3. Idem al caso de Chiapas, CONAFOVI registra que a través de ellos se realizaron acciones de vivienda en 1996.
4. Idem al caso de Chiapas, CONAFOVI registra que a través de ellos se realizaron acciones de vivienda en 1997, 1998, 1999 y 2000..
5. Las funciones de este organismo pasan en 1996 a FOMERREY.
6. En 2003 vuelve a formarse el IVNL, que aunque en los hechos retoma las facultades del que desapareció en 1996 y cuyas funciones fueron absorbidas por FOMERREY,
no implicó la sustitución de ningún otro organismo y parece duplicar las funciones en materia de vivienda con FOMERREY
7. Idem al caso de Chiapas, CONAFOVI registra que a través de ellos se realizaron acciones de vivienda en 1999, 2000 y 2002.
8. Aunque actualmente aún opera PESLP, en el decreto de creación del INVIESP en 2004 se facultó al gobernador del estado para que “cuando procediera” estableciera su
liquidación. Actualmente aún sigue operando y tiene a su cargo labores de regularización de la tenencia de la tierra en el estado.
9. Según la ley orgánica de la administración pública del estado publicada en PO el 24 de octubre de 1997 no tiene dentro de sus atribuciones la realización ni el
financiamiento de vivienda pero si la elaboración de programas de vivienda, y promover mecanismos para la construcción de vivienda, además de la regularización de los
asentamientos irregulares. CONAFOVI registra que produjo vivienda en 2001 y 2002.
10. Aunque en el decreto de creación de COPROVI no se establece de manera explícita que sustituye al INDEUR-SON, éste desaparece el mismo año de su creación, y en
materia de vivienda asume facultades que anteriormente estaban asignadas al INDEUR.
11. El INDUVITAB es resultado de la fusión del primer instituto de Vivienda de Tabasco y de la Comisión para el Desarrollo Urbano de Tabasco, asumiendo funciones en
materia de promoción de vivienda y planeación urbana.
12. El antecedente de SECODUVI es la Secretaría de Obras Públicas, Desarrollo Urbano y Ecología (SOPDUE), cuyo decreto de surgimiento fue abrogado con la creación de
aquella. La SOPDUE no tenía responsabilidades en materia de vivienda, sin embargo CONAFOVI tiene registros de viviendas promovidas por este organismo desde el año
2000, un año antes de su desaparición.
Fte: Periódicos, Boletines de los distintos estados y de varias fechas y para el Distrito Federal el Diario Oficial de la Federación de varias fechas
573
CUADRO AE-4: Producción de vivienda por sector (público, privado y social)
(*)
Público (a) 62.000 5,39 175.000 9,32 573.053 14,86 1.160.145 28,61 1.948.478 33,84 2.058.688 74,47
Privado (b) 331.000 28,79 503.000 26,79 106.689 (**) 2,77 420.979(***) 10,38 387.418 6,73 139.272 5,04
1.199.27
Popular 756.888 65,82
3
63,88 3.176.444 82,37 2.474.123 61,01 3.421.035 59,43 566.356 20,49
TOTAL (c) 1.149.888 100,00 1.877.273 100,00 3.856.186 100,00 4.055.247 100,00 5.756.931 100.00 2.764.296 100,00
Ftes:
(a)1973-2005: Cuadro 59, tomado de CONAVI, Sistema de Estadísticas Históricas de Vivienda,
http://estadistica.conafovi.gob.mx/historicos/index.php, Para 1971 y 1972: Connolly, P. et alt. (1977) Las Políticas Habitacionales
del Estado Mexicano, Centro Operacional de Vivienda y Poblamiento (COPEVI), México, D.F., México. (Cuadros 10 y 12, pp. 89 y
116); 1951-1960 y 1961-1970: Hugh Evans, Towards a Policy for Housing Low Income families in México, Department of
Architecture, Cambridge University, Inglaterra, 1974 (Disertación Doctoral, tomado de Garza G. y Schteingart, M., 1978, La Acción
Habitacional del Estado en México, El Colegio de México, México (cuadro 22, p. 65).
(b) Para 1951-1960 y 1961-1970: Hugh Evans, Towards a Policy for Housing Low Income familias in México, Department of
Architecture, Cambridge University, Inglaterra, 1974 (Disertación Doctoral, tomado de Garza G. y Schteingart, M., 1978, La Acción
Habitacional del Estado en México, El Colegio de México, México (cuadro 22, p. 65). Para 1971-1979 INEGI, DGE. Información
sobre aspectos geográficos, sociales y económicos, México,1983, y Anuario Estadístico de los Estados Unidos Mexicanos tomado
de : http://biblioteca.itam.mx/recursos/ehm.html#vivienda; Para 1983-1990, 1991-2000 y 2001-2005: Cuadro 59, datos tomados de
CONAVI, Sistema de Estadísticas Históricas de Vivienda, http://estadistica.conafovi.gob.mx/historicos/index.php,
(c) Dirección General de Estadística, Censos Generales de Población y Vivienda: VII (1950), y VIII (1960); INEGI, Censos
Generales de Población y Vivienda: IX (1970), X (1980), XI (1990); XII (2000); e INEGI, II Conteo de Población y Vivienda (2005).
Tomado de http://www.inegi.gob.mx/est/.
Nota: (*) Para la estimación de acciones del sector público se Incluye sólo Programas de Vivienda Completa (se excluye el
subprograma de Vivienda Usada, y el Programa de Vivienda Inicial).
(**) Sólo incluye datos de 1971 a 1979
(***) Sólo incluye datos de 1983 a 1990
574
Cuadro AE-5: ONAVIS: Total de Créditos Otorgados y su Participación Porcentual 1973-2005
INDECO-
FOVI-SHF
FONHAPO
Año FOVISSTE ISSFAM (Integrado) INFONAVIT TOTAL
(Integrado)
(2)
(1)
No. % No. % No. % No. % No. % No. %
1973 4.003 10,38 0 0 243 0,63 29.226 75,8 5.084 13,19 38.556 100
1974 4.432 9,35 250 0,53 2.911 6,14 17.671 37,30 22.112 46,67 47.376 100
1975 7.014 11,04 410 0,65 4.571 7,19 15.782 24,83 35.780 56,30 63.557 100
1976 8.956 12,77 911 1,30 8.932 12,73 12.877 18,36 38.467 54,84 70.143 100
1977 9.263 18,17 271 0,53 9.914 19,45 11.135 21,85 20.385 40,00 50.968 100
1978 11.905 13,68 403 0,46 24.018 27,60 20.239 23,26 30.463 35,00 87.028 100
1979 6.135 7,21 521 0,61 22.137 26,01 15.312 17,99 40.991 48,17 85.096 100
1980 12.137 14,23 348 0,41 20.252 23,74 14.830 17,38 37.737 44,24 85.304 100
1981 13.455 12,56 500 0,47 22.577 21,08 18.282 17,07 52.304 48,83 107.118 100
1982 752 0,95 426 0,54 932 1,18 28.122 35,46 49.067 61,88 79.299 100
1983 11.561 13,23 0 0,00 7.467 8,54 13.131 15,02 55.246 63,21 87.405 100
1984 6.374 5,32 85 0,07 27.002 22,54 19.182 16,01 67.151 56,06 119.794 100
1985 22.256 14,89 262 0,18 30.535 20,43 21.613 14,46 74.777 50,04 149.443 100
1986 23.045 12,60 712 0,39 58.898 32,20 20.988 11,47 79.281 43,34 182.924 100
1987 14.499 8,03 311 0,17 60.162 33,33 25.281 14,01 80.247 44,46 180.500 100
1988 14.923 9,36 1.179 0,74 61.004 38,24 24.903 15,61 57.504 36,05 159.513 100
1989 19.848 13,04 451 0,30 42.834 28,15 17.121 11,25 71.925 47,26 152.179 100
1990 24.986 12,17 518 0,25 59.506 28,99 30.720 14,97 89.536 43,62 205.266 100
1991 48.178 28,26 667 0,39 33.555 19,68 30.772 18,05 57.338 33,63 170.510 100
1992 34.977 18,22 4.129 2,15 39.205 20,42 24.638 12,83 89.033 46,38 191.982 100
1993 35.231 16,08 4.832 2,20 47.825 21,82 20.942 9,56 110.335 50,34 219.165 100
1994 47.314 19,65 4.904 2,04 37.770 15,69 40.109 16,66 110.697 45,97 240.794 101
1995 32.469 16,99 0 0,00 26.281 13,75 35.662 18,66 96.745 50,61 191.157 100
1996 28.731 16,30 357 0,20 18.666 10,59 25.318 14,36 103.184 58,54 176.256 100
1997 23.241 12,60 411 0,22 14.826 8,04 46.688 25,32 99.231 53,81 184.397 100
1998 15.323 7,96 255 0,13 13.498 7,01 55.425 28,79 108.035 56,11 192.536 100
1999 17.862 5,99 1.166 0,39 20905 7,02 59.118 19,84 198.950 66,76 298.001 100
2000 24.301 6,85 1.433 0,40 32060 9,04 46.704 13,17 250.110 70,53 354.608 100
2001 26.641 8,23 1.233 0,38 42823 13,23 47.555 14,70 205.346 63,46 323.598 100
2002 11.068 2,33 228 0,05 141936 29,92 46.136 9,73 275.000 57,97 474.368 100
2003 68.168 11,25 2.162 0,36 181.560 29,95 54.229 8,95 300.000 49,50 606.119 100
2004 60.954 10,72 2.687 0,47 133.929 23,54 65.320 11,48 305.975 53,79 568.865 100
2005 50.047 7,74 2.806 0,43 162.510 25,15 54.449 8,43 376.444 58,25 646.256 100
TOTAL 740.049 10,90 34.828 0,51 1.411.244 20,78 1.009.480 14,87 3.594.480 52,94 6.790.081 100
Fuente: Elaboración propia a partir de datos tomados de: CONAVI, Sistema de Estadísticas Históricas de Vivienda,
http://estadistica.conafovi.gob.mx/historicos/index.php
Notas:
(1) incluye FONHAPO Normal, FONHAPO Subsidios, FONAEVI y Vivienda Rural
(2) Incluye PROFIVI y PROSAVI
575
Cuadro AE-6: INFONAVIT,Número de céditos oorgados por pograma
1973-2005
576
Cuadro AE-7: INFONAVIT, Distribución porcentual de total de créditos otorgados por Entidad Federativa
1973-2005
Entidad Federativa 1973 1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 TOTAL
AGUASCALIENTES 0,0 0,8 1,7 2,1 1,4 1,4 1,3 0,3 1,4 1,5 1,1 1,1 1,3 1,1 1,9 1,5 1,8 1,3 0,3 1,8 1,7 2,3 2,9 2,3 2,5 1,7 1,6 1,5 1,6 2,0 2,1 2,2 1,9 1,8
BAJA CALIFORNIA 13,8 5,6 0,6 2,1 1,3 3,3 4,2 1,8 3,6 4,1 4,0 2,9 5,7 3,0 3,2 2,8 3,8 2,6 4,8 3,1 3,5 4,1 4,2 4,2 3,4 3,8 3,7 4,3 5,1 5,3 6,2 6,6 5,6 4,5
BAJA CALIF. SUR 0,8 0,6 0,3 0,3 0,0 0,7 0,4 0,5 0,4 1,3 0,7 0,1 0,6 0,8 1,1 2,1 0,9 1,0 0,5 0,6 0,6 0,5 0,9 0,8 0,7 1,0 0,8 0,7 0,7 0,8 0,7 0,8 0,6 0,7
CAMPECHE 0,0 1,3 0,0 0,5 0,0 0,3 0,9 0,8 0,4 0,4 0,4 0,8 0,6 0,9 0,7 0,6 1,0 0,3 0,1 1,3 0,6 0,8 0,6 0,6 1,0 0,6 0,5 0,4 0,6 0,5 0,3 0,5 0,3 0,6
COAHUILA 3,2 1,4 3,7 5,6 3,4 3,9 4,2 3,3 2,4 4,1 2,8 4,5 3,9 3,6 3,7 4,7 2,0 4,0 5,9 5,2 4,6 7,4 5,2 3,9 7,0 5,7 4,4 4,7 4,5 4,9 5,1 5,5 5,9 4,8
COLIMA 0,0 1,1 0,0 0,6 4,6 0,8 0,2 0,5 0,6 0,9 0,5 0,6 0,6 0,5 0,7 0,7 0,4 1,2 1,0 0,7 0,2 0,6 0,7 0,7 0,8 0,9 1,0 1,1 1,2 1,3 1,1 1,0 0,9 0,9
CHIAPAS 0,0 0,4 0,7 0,0 0,7 1,2 0,5 2,0 0,5 2,4 1,4 1,6 1,6 0,7 0,7 1,7 3,2 1,0 0,5 0,9 0,6 1,2 2,2 0,7 1,7 0,9 1,4 1,1 0,9 0,8 0,8 0,7 0,7 1,0
CHIHUAHUA 9,4 5,0 4,0 3,4 6,7 3,8 5,7 6,7 5,7 5,2 3,9 3,9 5,4 3,0 3,7 4,8 2,8 8,4 6,6 5,0 5,2 6,2 5,0 6,7 5,9 6,5 5,0 5,8 5,8 6,9 8,4 7,6 7,5 6,1
DISTRITO FED. 8,1 25,8 38,3 17,4 15,4 26,3 17,2 12,6 16,8 13,1 14,8 9,8 5,0 10,0 10,4 12,0 14,7 14,3 11,0 10,5 13,0 7,4 10,2 5,1 11,0 15,4 10,7 12,3 11,8 10,9 8,7 9,1 7,2 11,1
DURANGO 0,0 1,6 1,0 1,2 2,2 1,4 2,9 2,5 2,0 3,9 1,0 2,0 3,7 1,0 1,3 2,5 2,0 0,6 2,2 2,2 1,2 2,2 3,3 1,9 1,8 1,5 1,6 1,4 1,5 1,5 1,4 1,2 1,4 1,7
GUANAJUATO 0,5 4,3 1,1 3,1 1,4 3,9 5,4 4,1 6,3 3,3 4,2 5,8 5,4 4,0 4,1 3,3 4,0 4,2 6,0 3,5 4,0 3,1 3,9 4,3 5,1 3,5 4,3 4,2 4,0 5,0 5,3 5,4 4,3 4,4
GUERRERO 0,0 0,0 0,0 0,7 3,7 0,9 1,0 1,8 1,3 2,8 1,4 2,4 1,4 0,6 1,6 1,5 0,7 1,9 3,8 3,0 2,9 1,9 2,3 2,3 1,6 1,5 1,1 0,5 0,7 0,7 0,6 0,6 0,7 1,2
HIDALGO 3,1 0,7 1,0 0,0 2,6 0,7 1,1 0,8 1,1 0,1 1,1 1,3 0,5 0,7 1,8 2,1 1,4 1,9 1,7 1,4 1,6 2,7 1,6 1,9 1,9 1,6 2,7 1,9 2,4 2,2 1,9 1,8 1,8 1,8
JALISCO 22,6 13,7 6,1 4,3 4,0 5,7 3,8 8,5 7,3 7,9 4,5 3,5 3,9 5,4 4,7 6,1 6,3 6,4 7,9 6,0 5,6 5,2 5,4 5,3 5,6 6,3 6,2 5,4 6,0 5,4 5,9 6,5 7,9 6,1
MEXICO 4,7 4,8 11,8 19,4 14,7 6,2 7,6 8,7 9,8 7,3 6,7 6,5 9,9 10,8 8,2 4,5 8,7 6,5 7,1 9,3 9,2 5,3 3,4 11,9 5,1 5,9 6,9 7,1 8,2 8,0 7,1 7,3 7,2 7,6
MICHOACAN 0,0 0,2 3,1 4,3 6,6 1,6 3,1 4,0 4,0 3,7 2,5 2,2 1,9 1,3 3,5 2,3 2,2 1,6 2,0 2,0 3,0 2,9 2,2 2,2 2,7 2,3 2,2 2,2 2,7 2,4 2,4 1,8 2,2 2,4
MORELOS 0,1 0,9 0,1 1,4 3,0 1,2 0,6 1,6 0,9 1,0 0,1 1,1 0,9 0,9 1,6 2,1 1,6 1,4 0,9 1,4 1,7 1,2 1,2 1,2 1,3 1,2 1,7 1,2 1,7 1,5 1,3 1,0 1,0 1,3
NAYARIT 0,0 0,4 0,2 1,0 0,0 0,4 0,3 1,0 0,5 0,7 0,4 0,3 0,2 1,1 0,0 1,1 0,6 1,3 0,3 0,5 0,5 0,7 0,6 0,6 0,8 1,1 0,9 0,9 1,0 0,9 1,0 0,7 0,7 0,8
NUEVO LEON 13,2 8,0 10,2 7,3 1,9 7,5 9,0 9,6 8,2 6,7 8,0 6,1 7,6 9,5 4,9 9,2 7,2 7,1 7,3 8,1 9,0 9,1 9,1 6,3 6,9 6,5 6,9 6,6 7,0 7,4 7,5 8,8 10,3 7,9
OAXACA 3,0 0,8 0,4 0,1 1,1 1,3 2,3 1,0 0,7 0,8 0,8 0,3 1,2 1,1 0,4 0,3 2,6 0,7 1,6 1,4 0,5 1,3 0,9 1,4 1,1 0,9 0,9 0,8 1,0 0,7 0,6 0,4 0,5 0,8
PUEBLA 5,7 3,7 3,5 4,4 4,2 3,0 5,2 3,9 3,7 2,6 2,8 3,7 2,8 5,2 5,8 7,3 6,1 3,8 5,4 4,0 3,1 4,1 2,2 2,6 2,1 2,5 2,2 2,1 2,4 2,4 3,0 3,2 3,0 3,2
QUERETARO 3,9 0,0 0,7 1,1 2,9 0,7 1,5 1,2 1,0 2,6 1,5 2,2 3,6 2,7 2,7 1,2 2,5 2,0 0,2 1,9 2,7 2,2 1,6 3,3 2,4 2,6 2,6 2,1 2,2 2,2 2,1 1,8 1,6 2,1
QUINTANA ROO 0,3 0,0 0,0 0,5 1,0 0,6 1,2 0,0 0,2 0,2 0,9 0,5 1,0 1,2 1,0 0,7 0,1 1,4 1,8 1,6 1,1 1,2 0,9 1,8 1,3 1,2 0,8 1,7 1,9 1,4 2,1 2,3 3,2 1,5
SAN LUIS POTOSI 2,7 2,4 0,8 1,6 1,1 1,8 2,2 2,6 3,0 4,1 3,4 3,9 4,3 3,5 4,1 3,8 3,2 3,0 2,2 4,8 3,6 3,3 4,1 3,5 3,7 2,1 2,5 2,8 2,4 2,6 2,4 2,4 2,3 2,9
SINALOA 0,1 3,0 1,5 1,9 2,2 2,3 3,4 3,1 3,8 5,1 0,8 1,0 1,0 3,4 2,5 3,6 1,4 3,0 2,6 2,6 2,4 1,5 3,4 4,3 4,5 3,1 5,6 6,0 4,2 4,0 3,9 3,6 3,1 3,5
SONORA 1,2 3,5 1,4 4,6 4,1 2,5 2,7 3,8 1,8 1,2 3,9 3,8 2,4 3,4 2,6 3,1 3,4 3,6 5,2 4,2 4,1 4,1 5,7 4,9 4,1 4,7 5,7 6,7 4,6 4,2 4,4 4,0 4,1 4,3
TABASCO 2,2 0,2 0,4 0,5 0,0 0,2 0,9 0,8 0,3 0,8 0,1 0,4 0,0 0,2 0,6 2,8 0,2 0,9 0,7 0,4 0,4 1,5 0,9 1,0 1,2 1,2 1,0 0,8 1,1 1,0 1,1 0,8 0,8 0,8
TAMAULIPAS 0,0 3,1 3,0 1,4 2,7 6,8 4,0 3,8 5,2 5,0 1,1 2,4 2,8 3,0 2,7 2,8 2,7 5,5 3,2 4,4 4,3 6,2 6,2 5,2 5,9 5,1 6,5 6,2 4,6 5,6 5,6 5,9 7,0 5,1
TLAXCALA 0,6 0,2 0,0 0,0 0,4 0,0 0,4 0,2 0,3 0,3 0,2 0,6 0,7 1,0 1,1 1,8 0,8 0,9 1,1 0,2 0,7 0,5 0,6 0,7 0,7 1,0 0,7 0,7 0,8 0,8 0,8 0,7 0,7 0,7
VERACRUZ 0,8 5,6 3,1 5,7 4,9 6,1 4,6 6,3 4,6 4,7 6,2 7,3 2,6 4,5 7,1 4,5 8,3 5,6 3,9 5,1 4,9 5,0 5,1 5,4 3,4 3,9 3,6 3,2 3,7 3,6 3,2 3,3 2,8 4,1
YUCATAN 0,0 1,0 0,4 2,4 0,8 2,1 1,3 1,6 1,2 1,5 1,9 1,8 1,3 1,9 1,9 1,1 2,2 2,3 1,5 2,2 2,5 3,1 3,0 2,2 2,1 2,8 3,0 2,9 3,0 2,5 2,6 1,9 2,3 2,3
ZACATECAS 0,0 0,2 0,8 1,0 1,0 1,2 0,7 0,6 1,3 0,8 0,4 0,5 0,7 1,2 0,6 1,4 1,0 0,4 0,7 0,6 1,1 1,2 0,7 0,8 0,8 0,8 0,9 0,6 0,5 0,6 0,6 0,6 0,6 0,7
NO DISTRIBUIDO
NACIONAL 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 16,6 15,2 15,4 8,9 9,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 1,3
TOTAL 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100
Fuente: Elaboración propia a partir de datos tomados de: CONAVI, Sistema de Estadísticas Históricas de Vivienda, http://estadistica.conafovi.gob.mx/historicos/index.php
577
Cuadro AE-8: FONAHAPO INTEGRADO: Total de créditos otorgados por programa
1982-2005
Apoyo a la Ampliación y Lotes con Disponibilidad En
Programa Vivienda Nueva Pie de casa
Autoconstrucción rehabilitación servicios de terreno arrendamiento Total
No. % No. % No. % No. % No. % No. % No. % No.
1982 (a) 932 100,00 0 0,00 0 0,00 0 0,00 0 0,00 0 0,00 0 0,00 932
1983 (a) 0 0,00 5.569 74,58 0 0,00 1.898 25,42 0 0,00 0 0,00 0 0,00 7.467
1984 (a) 673 2,49 9.298 34,43 8.713 32,27 8.318 30,81 0 0,00 0 0,00 0 0,00 27.002
1985 (a) 648 2,12 14.539 47,61 3.024 9,90 11.824 38,72 0 0,00 0 0,00 500 1,64 30.535
1986 (a) 1.233 2,09 31.875 54,12 6.342 10,77 18.994 32,25 0 0,00 0 0,00 454 0,77 58.898
1987 (a) 270 0,45 26.809 44,56 14.482 24,07 18.601 30,92 0 0,00 0 0,00 0 0,00 60.162
1988 (a) 1.446 2,37 20.756 34,02 25.950 42,54 12.852 21,07 0 0,00 0 0,00 0 0,00 61.004
1989 (a) 3.259 7,61 23.822 55,61 7.822 18,26 7.931 18,52 0 0,00 0 0,00 0 0,00 42.834
1990 (a) 2.726 4,58 11.408 19,17 26.393 44,35 18.979 31,89 0 0,00 0 0,00 0 0,00 59.506
1991 (a) 219 0,65 10.327 30,78 19.374 57,74 3.635 10,83 0 0,00 0 0,00 0 0,00 33.555
1992 (a) 41 0,10 0 0,00 24.986 63,73 3.038 7,75 11.140 28,41 0 0,00 0 0,00 39.205
1993 (a) 0 0,00 0 0,00 22.854 47,79 5.902 12,34 19.069 39,87 0 0,00 0 0,00 47.825
1994 (a) 107 0,28 0 0,00 16.933 44,83 4.080 10,80 16.650 44,08 0 0,00 0 0,00 37.770
1995 (a) 148 0,56 0 0,00 6.381 24,28 7.017 26,70 12.735 48,46 0 0,00 0 0,00 26.281
1996 (a) 101 0,54 75 0,40 9.794 52,47 2.157 11,56 6.539 35,03 0 0,00 0 0,00 18.666
1997 (a) 0 0,00 400 2,70 9.580 64,62 74 0,50 4.772 32,19 0 0,00 0 0,00 14.826
1998 (b) 89 0,66 0 0,00 3.417 25,31 4 0,03 9.988 74,00 0 0,00 0 0,00 13.498
1999 (b) 24 0,11 0 0,00 2.737 13,09 254 1,22 17.890 85,58 0 0,00 0 0,00 20.905
2000 (b) 128 0,40 0 0,00 3.900 12,16 0 0,00 28.032 87,44 0 0,00 0 0,00 32.060
2001 (b) 10 0,02 0 0,00 25.109 58,63 0 0,00 17.704 41,34 0 0,00 0 0,00 42.823
2002 (b) 85 0,06 0 0,00 117.792 82,99 0 0,00 24.059 16,95 0 0,00 0 0,00 141.936
2003 (c) 388 0,21 839 0,46 157.574 86,79 0 0,00 22.759 12,54 0 0,00 0 0,00 181.560
2004 (d) 828 0,62 0 0,00 102.909 76,84 0 0,00 30.192 22,54 0 0,00 0 0,00 133.929
2005 (e) 98 0,06 0 0,00 125.192 77,04 0 0,00 32.803 20,19 4.417 2,72 0 0,00 162.510
TOTAL 13.453 1,04 155.717 12,02 741.258 57,21 125.558 9,69 254.332 19,63 4.417 0,34 954 0,07 1.295.689
Fuente: Elaboración propia a partir de cuadros 7, 8, 9 y 10, con datos tomados de: CONAVI, Sistema de Estadísticas Históricas de Vivienda, http://estadistica.conafovi.gob.mx/historicos/index.php
Notas: (a) Incluye sólo FONHAPO Normal
(b) Incluye FONHAPO Normal y FONHAPO Subsidios
(c) incluye FONHAPO Normal, FONHAPO Subsidios y Vivienda Rural
(d) Incluye FONHAPO Normal y FONAEVI
(e) Incluye FONHAPO Normal, FONAEVI y Vivienda Rural
578
Cuadro AE-9: FOVI-SHF (Incluye PROFIVI desde 2001*), total de créditos otorgados por Entidad Federativa
1973-2005
ENTID.
1973 1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 TOT.
FED.
AGS 71 18 550 225 7 222 45 269 80 77 26 618 104 0 5 522 627 2.338 3.081 1.717 240 766 0 379 493 1.139 672 465 395 408 485 893 583 17.520
B. C.. 82 151 172 190 56 182 224 264 851 2.123 625 2.082 4.164 978 1.455 1.318 1.038 1.208 624 739 631 2.213 3.669 2.751 4.459 5.494 5.667 6.006 5.858 5.513 7.401 7.697 5.722 81.607
B. C. S. 0 0 0 0 0 0 0 0 4 192 0 42 0 199 0 214 100 138 183 354 127 21 0 0 290 209 398 383 669 987 1.221 2.311 1.132 9.174
CAM. 2 14 15 4 17 19 0 0 0 0 0 0 0 250 87 0 0 13 40 0 0 16 0 0 84 0 0 133 125 62 167 185 125 1.358
COAH. 522 717 1.202 1.032 488 1.431 647 671 1.286 1.773 591 861 1.025 1.618 1.069 1.011 166 1.395 1.929 1.268 384 2.155 1.300 1.508 1.780 1.152 1.543 623 860 727 793 1.217 973 35.717
COL. 45 15 21 57 97 107 78 6 30 8 0 0 455 24 0 292 220 368 923 529 324 1.373 722 290 661 526 363 199 222 115 58 179 238 8.545
CHIS 22 34 55 39 28 90 12 0 1 0 0 188 307 48 134 142 485 1.002 360 489 860 1.009 335 282 0 45 160 119 454 299 425 392 7.816
CHIH. 1.321 666 554 873 423 618 317 388 356 616 127 317 306 199 1.239 749 114 1.081 1.338 735 409 2.685 1.127 1.546 1.723 2.888 3.710 2.748 2.723 2.054 2.764 4.140 1.880 42.734
D.F.. 8.624 6.521 1.046 2.158 2.151 203 1.014 1.502 1.341 1.383 327 677 8 400 247 521 545 808 2.392 1.411 1.520 1.495 6.018 3.978 6.012 3.531 3.610 3.812 4.749 2.645 2.114 1.772 1.843 76.378
DGO. 151 81 180 100 71 71 40 126 88 440 0 150 444 404 901 155 160 591 244 272 294 1.062 901 0 398 504 121 167 124 57 163 217 159 8.836
GTO. 127 201 896 623 875 1.768 878 863 1.328 1.812 75 428 236 778 1.218 180 592 536 2.008 1.266 1.314 1.426 2.495 1.851 1.869 2.397 1.877 1.696 1.693 1.273 1.256 2.028 2.206 40.069
GRO. 125 16 6 2 1 15 8 4 10 3 128 770 504 134 1.488 428 174 174 56 79 0 371 0 461 1.104 676 206 72 71 36 285 374 209 7.990
HGO. 53 35 39 25 21 39 52 43 532 259 1.400 2.366 100 451 51 569 0 256 449 531 19 553 646 834 0 459 344 240 184 87 108 284 269 11.298
JAL. 2.633 1.391 1.566 1.626 1.045 3.249 2.381 781 1.036 1.361 899 1.615 2.487 2.878 2.688 2.056 2.045 1.558 1.261 1.305 844 1.602 0 0 2.843 4.092 2.481 1.974 2.167 2.058 3.697 5.446 5.508 68.573
MEX. 6.019 3.974 2.895 51 127 2.331 2.465 4.306 498 464 5.269 3.224 2.754 4.388 5.104 5.474 1.723 4.357 3.303 1.863 3.840 4.146 2.856 1.744 7.501 7.192 7.445 5.333 4.959 5.366 4.965 5.286 5.598 126.820
MICH. 1.090 119 169 479 432 410 517 385 759 333 0 0 0 144 304 1.084 1.644 1.373 338 520 586 386 824 374 1.237 735 415 355 367 291 300 880 550 17.400
MOR. 486 100 170 69 237 119 161 358 284 1.892 53 60 2.010 20 546 190 0 0 36 80 0 73 249 439 703 1.083 591 104 293 108 140 220 277 11.151
NAY. 43 42 55 126 93 112 109 107 120 133 0 0 0 0 148 0 100 51 95 190 149 368 201 296 176 430 215 154 159 157 170 409 305 4.713
N. L. 3.313 1.549 2.154 2.377 2.792 3.915 3.739 2.726 2.801 2.648 901 1.316 488 1.783 1.000 1.978 924 2.271 1.791 845 274 2.261 2.762 1.659 3.475 2.282 1.989 1.739 2.116 2.562 3.356 4.701 6.998 77.485
OAX. S/D 9 17 7 3 18 4 2 16 0 0 0 0 200 0 522 200 258 36 0 0 578 0 352 544 628 269 34 137 129 40 280 339 4.622
PUE. 1.047 518 402 249 401 1.159 451 358 859 684 70 448 444 920 654 391 946 1.493 615 889 427 267 910 198 1.515 1.144 1.475 880 1.657 1.821 1.476 1.231 1.445 27.444
QRO 401 250 474 267 215 526 342 483 301 856 160 373 84 0 630 818 1.137 1.097 641 171 189 1.168 291 372 2.129 1.975 1.184 1.283 1.090 1.013 979 1.265 1.284 23.448
Q.ROO 10 86 445 19 176 170 6 0 0 216 569 1.318 1.635 1.341 988 999 864 1.859 112 186 32 396 26 56 480 343 642 1.309 1.356 1.621 2.095 3.342 3.208 25.905
S.L.P.. 645 305 837 202 163 292 221 599 650 521 88 120 299 842 2.287 1.543 692 1.520 2.071 2.555 2.377 4.539 802 772 1.238 885 1.094 442 426 396 528 755 564 31.270
SIN. 274 252 309 165 50 255 111 95 169 1.034 0 254 252 596 265 1.000 1.026 675 875 1.477 751 2.979 2.726 1.115 1.258 1.816 1.556 1.273 884 419 785 2.025 2.059 28.780
SON. 1.250 178 507 1.128 343 1.159 601 205 499 2.186 1.363 1.210 2.400 286 998 1.326 555 1.332 2.132 1.005 1.419 2.489 2.928 1.277 1.364 1.339 1.314 1.361 1.773 1.508 1.951 2.693 2.518 44.597
TAB. 44 44 78 60 25 113 174 38 137 114 400 121 229 S/D 17 0 0 2 0 66 96 43 44 117 69 73 39 201 112 45 366 475 335 3.677
TAMS. 114 115 553 193 250 419 214 63 134 261 0 0 0 0 43 347 21 570 565 713 182 292 151 827 1.291 1.298 950 1.028 1.331 1.176 1.663 2.902 1.856 19.522
TLAX. 0 S/D 4 3 0 13 0 0 0 0 0 0 0 62 42 124 56 303 87 72 0 0 743 233 270 78 89 6 25 49 34 25 23 2.341
VER. 257 140 275 224 386 815 178 94 89 173 60 295 32 465 622 549 246 670 846 1.089 1.054 1.728 1.147 1.227 999 1.129 1.191 513 464 325 497 1.375 1.084 20.238
YUC. 204 71 88 36 82 205 83 30 338 1.232 0 517 965 1.181 1.137 276 644 1.810 1.435 1.927 2.479 1.363 564 98 111 209 104 160 361 436 418 350 276 19.190
ZAC. 251 59 48 268 80 194 240 64 111 93 0 0 0 140 0 133 420 130 264 424 492 435 551 229 224 176 192 62 106 57 42 138 135 5.758
NO
DIST. 0 0 0 0 0 0 0 0 3.575 5.234 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 8.809
NAL.
TOTAL 29.226 17.671 15.782 12.877 11.135 20.239 15.312 14.830 18.282 28.122 13.131 19.182 21.613 20.988 25.281 24.903 17.121 30.720 30.772 24.638 20.942 40.109 35.662 25.318 46.582 45.882 41.791 34.915 37.575 33.955 40.616 55.520 50.093 920.785
Fuente: Elaboración propia a partir de datos tomados de: CONAVI, Sistema de Estadísticas Históricas de Vivienda, http://estadistica.conafovi.gob.mx/historicos/index.php
579
Cuadro AE-10: FOVI-SHF (Incluye PROFIVI desde 2001*), Distribución porcentual de total de créditos otorgados por Entidad Federativa
1973-2005
ENTID. FED. 1973 1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 Total
AGUASCALIENTES 0,2 0,1 3,5 1,7 0,1 1,1 0,3 1,8 0,4 0,3 0,2 3,2 0,5 0,0 0,0 2,1 3,7 7,6 10,0 7,0 1,1 1,9 0,0 1,5 1,1 2,5 1,6 1,3 1,1 1,2 1,2 1,6 1,2 1,9
BAJA CALIFORNIA 0,3 0,9 1,1 1,5 0,5 0,9 1,5 1,8 4,7 7,5 4,8 10,9 19,3 4,7 5,8 5,3 6,1 3,9 2,0 3,0 3,0 5,5 10,3 10,9 9,6 12,0 13,6 17,2 15,6 16,2 18,2 13,9 11,4 8,9
BAJA CALIF. SUR 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,7 0,0 0,2 0,0 0,9 0,0 0,9 0,6 0,4 0,6 1,4 0,6 0,1 0,0 0,0 0,6 0,5 1,0 1,1 1,8 2,9 3,0 4,2 2,3 1,0
CAMPECHE 0,0 0,1 0,1 0,0 0,2 0,1 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 1,2 0,3 0,0 0,0 0,0 0,1 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,2 0,0 0,0 0,4 0,3 0,2 0,4 0,3 0,2 0,1
COAHUILA 1,8 4,1 7,6 8,0 4,4 7,1 4,2 4,5 7,0 6,3 4,5 4,5 4,7 7,7 4,2 4,1 1,0 4,5 6,3 5,1 1,8 5,4 3,6 6,0 3,8 2,5 3,7 1,8 2,3 2,1 2,0 2,2 1,9 3,9
COLIMA 0,2 0,1 0,1 0,4 0,9 0,5 0,5 0,0 0,2 0,0 0,0 0,0 2,1 0,1 0,0 1,2 1,3 1,2 3,0 2,1 1,5 3,4 2,0 1,1 1,4 1,1 0,9 0,6 0,6 0,3 0,1 0,3 0,5 0,9
CHIAPAS 0,1 0,2 0,3 0,3 0,3 0,4 0,1 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,9 1,5 0,2 0,5 0,8 1,6 3,3 1,5 2,3 2,1 2,8 1,3 0,6 0,0 0,1 0,5 0,3 1,3 0,7 0,8 0,8 0,8
CHIHUAHUA 4,5 3,8 3,5 6,8 3,8 3,1 2,1 2,6 1,9 2,2 1,0 1,7 1,4 0,9 4,9 3,0 0,7 3,5 4,3 3,0 2,0 6,7 3,2 6,1 3,7 6,3 8,9 7,9 7,2 6,0 6,8 7,5 3,8 4,6
DISTRITO FED. 29,5 36,9 6,6 16,8 19,3 1,0 6,6 10,1 7,3 4,9 2,5 3,5 0,0 1,9 1,0 2,1 3,2 2,6 7,8 5,7 7,3 3,7 16,9 15,7 12,9 7,7 8,6 10,9 12,6 7,8 5,2 3,2 3,7 8,3
DURANGO 0,5 0,5 1,1 0,8 0,6 0,4 0,3 0,8 0,5 1,6 0,0 0,8 2,1 1,9 3,6 0,6 0,9 1,9 0,8 1,1 1,4 2,6 2,5 0,0 0,9 1,1 0,3 0,5 0,3 0,2 0,4 0,4 0,3 1,0
GUANAJUATO 0,4 1,1 5,7 4,8 7,9 8,7 5,7 5,8 7,3 6,4 0,6 2,2 1,1 3,7 4,8 0,7 3,5 1,7 6,5 5,1 6,3 3,6 7,0 7,3 4,0 5,2 4,5 4,9 4,5 3,7 3,1 3,7 4,4 4,4
GUERRERO 0,4 0,1 0,0 0,0 0,0 0,1 0,1 0,0 0,1 0,0 1,0 4,0 2,3 0,6 5,9 1,7 1,0 0,6 0,2 0,3 0,0 0,9 0,0 1,8 2,4 1,5 0,5 0,2 0,2 0,1 0,7 0,7 0,4 0,9
HIDALGO 0,2 0,2 0,2 0,2 0,2 0,2 0,3 0,3 2,9 0,9 10,7 12,3 0,5 2,1 0,2 2,3 0,0 0,8 1,5 2,2 0,1 1,4 1,8 3,3 0,0 1,0 0,8 0,7 0,5 0,3 0,3 0,5 0,5 1,2
JALISCO 9,0 7,9 9,9 12,6 9,4 16,1 15,5 5,3 5,7 4,8 6,8 8,4 11,5 13,7 10,6 8,3 11,9 5,1 4,1 5,3 4,0 4,0 0,0 0,0 6,1 8,9 5,9 5,7 5,8 6,1 9,1 9,8 11,0 7,4
MEXICO 20,6 22,5 18,3 0,4 1,1 11,5 16,1 29,0 2,7 1,6 40,1 16,8 12,7 20,9 20,2 22,0 10,1 14,2 10,7 7,6 18,3 10,3 8,0 6,9 16,1 15,7 17,8 15,3 13,2 15,8 12,2 9,5 11,2 13,8
MICHOACAN 3,7 0,7 1,1 3,7 3,9 2,0 3,4 2,6 4,2 1,2 0,0 0,0 0,0 0,7 1,2 4,4 9,6 4,5 1,1 2,1 2,8 1,0 2,3 1,5 2,7 1,6 1,0 1,0 1,0 0,9 0,7 1,6 1,1 1,9
MORELOS 1,7 0,6 1,1 0,5 2,1 0,6 1,1 2,4 1,6 6,7 0,4 0,3 9,3 0,1 2,2 0,8 0,0 0,0 0,1 0,3 0,0 0,2 0,7 1,7 1,5 2,4 1,4 0,3 0,8 0,3 0,3 0,4 0,6 1,2
NAYARIT 0,1 0,2 0,3 1,0 0,8 0,6 0,7 0,7 0,7 0,5 0,0 0,0 0,0 0,0 0,6 0,0 0,6 0,2 0,3 0,8 0,7 0,9 0,6 1,2 0,4 0,9 0,5 0,4 0,4 0,5 0,4 0,7 0,6 0,5
NUEVO LEON 11,3 8,8 13,6 18,5 25,1 19,3 24,4 18,4 15,3 9,4 6,9 6,9 2,3 8,5 4,0 7,9 5,4 7,4 5,8 3,4 1,3 5,6 7,7 6,6 7,5 5,0 4,8 5,0 5,6 7,5 8,3 8,5 14,0 8,4
OAXACA 0,0 0,1 0,1 0,1 0,0 0,1 0,0 0,0 0,1 0,0 0,0 0,0 0,0 1,0 0,0 2,1 1,2 0,8 0,1 0,0 0,0 1,4 0,0 1,4 1,2 1,4 0,6 0,1 0,4 0,4 0,1 0,5 0,7 0,5
PUEBLA 3,6 2,9 2,5 1,9 3,6 5,7 2,9 2,4 4,7 2,4 0,5 2,3 2,1 4,4 2,6 1,6 5,5 4,9 2,0 3,6 2,0 0,7 2,6 0,8 3,3 2,5 3,5 2,5 4,4 5,4 3,6 2,2 2,9 3,0
QUERETARO 1,4 1,4 3,0 2,1 1,9 2,6 2,2 3,3 1,6 3,0 1,2 1,9 0,4 0,0 2,5 3,3 6,6 3,6 2,1 0,7 0,9 2,9 0,8 1,5 4,6 4,3 2,8 3,7 2,9 3,0 2,4 2,3 2,6 2,5
QUINTANA ROO 0,0 0,5 2,8 0,1 1,6 0,8 0,0 0,0 0,0 0,8 4,3 6,9 7,6 6,4 3,9 4,0 5,0 6,1 0,4 0,8 0,2 1,0 0,1 0,2 1,0 0,7 1,5 3,7 3,6 4,8 5,2 6,0 6,4 2,8
SAN LUIS POTOSI 2,2 1,7 5,3 1,6 1,5 1,4 1,4 4,0 3,6 1,9 0,7 0,6 1,4 4,0 9,0 6,2 4,0 4,9 6,7 10,4 11,4 11,3 2,2 3,0 2,7 1,9 2,6 1,3 1,1 1,2 1,3 1,4 1,1 3,4
SINALOA 0,9 1,4 2,0 1,3 0,4 1,3 0,7 0,6 0,9 3,7 0,0 1,3 1,2 2,8 1,0 4,0 6,0 2,2 2,8 6,0 3,6 7,4 7,6 4,4 2,7 4,0 3,7 3,6 2,4 1,2 1,9 3,6 4,1 3,1
SONORA 4,3 1,0 3,2 8,8 3,1 5,7 3,9 1,4 2,7 7,8 10,4 6,3 11,1 1,4 3,9 5,3 3,2 4,3 6,9 4,1 6,8 6,2 8,2 5,0 2,9 2,9 3,1 3,9 4,7 4,4 4,8 4,9 5,0 4,8
TABASCO 0,2 0,2 0,5 0,5 0,2 0,6 1,1 0,3 0,7 0,4 3,0 0,6 1,1 0,0 0,1 0,0 0,0 0,0 0,0 0,3 0,5 0,1 0,1 0,5 0,1 0,2 0,1 0,6 0,3 0,1 0,9 0,9 0,7 0,4
TAMAULIPAS 0,4 0,7 3,5 1,5 2,2 2,1 1,4 0,4 0,7 0,9 0,0 0,0 0,1 0,0 0,2 1,4 0,1 1,9 1,8 2,9 0,9 0,7 0,4 3,3 2,8 2,8 2,3 2,9 3,5 3,5 4,1 5,2 3,7 2,1
TLAXCALA 0,9 0,0 0,0 0,0 0,0 0,1 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 4,5 0,3 0,2 0,5 0,3 1,0 0,3 0,3 0,0 0,0 2,1 0,9 0,6 0,2 0,2 0,0 0,1 0,1 0,1 0,0 0,0 0,4
VERACRUZ 0,9 0,8 1,7 1,7 3,5 4,0 1,2 0,6 0,5 0,6 0,5 1,5 0,1 2,2 2,5 2,2 1,4 2,2 2,7 4,4 5,0 4,3 3,2 4,8 2,1 2,5 2,8 1,5 1,2 1,0 1,2 2,5 2,2 2,2
YUCATAN 0,7 0,4 0,6 0,3 0,7 1,0 0,5 0,2 1,8 4,4 0,0 2,7 4,5 5,6 4,5 1,1 3,8 5,9 4,7 7,8 11,8 3,4 1,6 0,4 0,2 0,5 0,2 0,5 1,0 1,3 1,0 0,6 0,6 2,1
ZACATECAS 0,9 0,3 0,3 2,1 0,7 1,0 1,6 0,4 0,6 0,3 0,0 0,0 0,0 0,7 0,0 0,5 2,5 0,4 0,9 1,7 2,3 1,1 1,5 0,9 0,5 0,4 0,5 0,2 0,3 0,2 0,1 0,2 0,3 0,6
NO DISTRIB NAL. 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 19,6 18,6 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 1,0
TOTAL 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100
Fuente: Elaboración propia a partir de datos tomados de: CONAVI, Sistema de Estadísticas Históricas de Vivienda, http://estadistica.conafovi.gob.mx/historicos/index.php
Nota: *PROFIVI (Programa de Financiamiento a la Vivienda [programa normal]) Otorga crédito para la adquisición de vivienda en el rango de 45,001-500,000 UDIS (153,808-1,708,985 pesos de 2007)
580
Cuadro AE-111: FOVI-SHF- integrado(*), Total de créditos otorgados
1973-2005
ENTIDAD 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005
1973 1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 TOTAL
FED. (a) (a) (a) (a) (a) (a) (a) (a) (a)
AGS 71 18 550 225 7 222 45 269 80 77 26 618 104 0 5 522 627 2.338 3.081 1.717 240 766 0 379 493 1.139 672 465 395 958 1.177 1.195 682 19.163
B. C.. 82 151 172 190 56 182 224 264 851 2.123 625 2.082 4.164 978 1.455 1.318 1.038 1.208 624 739 631 2.213 3.669 2.751 4.459 5.494 5.783 6.181 5.918 5.620 7.401 7.697 5.722 82.065
B. C. S. 0 0 0 0 0 0 0 0 4 192 0 42 0 199 0 214 100 138 183 354 127 21 0 0 290 209 398 383 1.030 1.493 1.633 2.314 1.176 10.500
CAM. 2 14 15 4 17 19 0 0 0 0 0 0 0 250 87 0 0 13 40 0 0 16 0 0 84 0 0 208 377 596 195 208 125 2.270
COAH. 522 717 1.202 1.032 488 1.431 647 671 1.286 1.773 591 861 1.025 1.618 1.069 1.011 166 1.395 1.929 1.268 384 2.155 1.300 1.508 1.780 1.262 1.700 627 860 945 1.739 2.042 1.435 38.439
COL. 45 15 21 57 97 107 78 6 30 8 0 0 455 24 0 292 220 368 923 529 324 1.373 722 290 661 751 653 373 234 299 531 596 259 10.341
CHIS 22 34 55 39 28 90 12 0 1 0 0 188 307 48 134 142 485 1.002 360 489 860 1.009 335 282 35 199 612 770 1.324 715 1.001 493 11.071
CHIH. 1.321 666 554 873 423 618 317 388 356 616 127 317 306 199 1.239 749 114 1.081 1.338 735 409 2.685 1.127 1.546 1.723 3.121 3.966 2.748 2.782 2.054 2.764 4.140 1.883 43.285
D.F.. 8.624 6.521 1.046 2.158 2.151 203 1.014 1.502 1.341 1.383 327 677 8 400 247 521 545 808 2.392 1.411 1.520 1.495 6.018 3.978 6.012 3.531 5.179 4.268 4.934 2.695 2.136 1.844 1.843 78.732
DGO. 151 81 180 100 71 71 40 126 88 440 0 150 444 404 901 155 160 591 244 272 294 1.062 901 0 398 674 438 484 493 657 1.065 900 537 12.572
GTO. 127 201 896 623 875 1.768 878 863 1.328 1.812 75 428 236 778 1.218 180 592 536 2.008 1.266 1.314 1.426 2.495 1.851 1.869 2.397 1.877 1.696 1.700 1.273 1.468 2.037 2.228 40.319
GRO. 125 16 6 2 1 15 8 4 10 3 128 770 504 134 1.488 428 174 174 56 79 0 371 0 461 1.104 676 206 72 71 350 345 383 210 8.374
HGO. 53 35 39 25 21 39 52 43 532 259 1.400 2.366 100 451 51 569 0 256 449 531 19 553 646 834 0 459 344 240 184 168 108 284 269 11.379
JAL. 2.633 1.391 1.566 1.626 1.045 3.249 2.381 781 1.036 1.361 899 1.615 2.487 2.878 2.688 2.056 2.045 1.558 1.261 1.305 844 1.602 0 0 2.843 4.092 2.481 1.974 2.295 2.058 4.068 6.080 5.745 69.943
MEX. 6.019 3.974 2.895 51 127 2.331 2.465 4.306 498 464 5.269 3.224 2.754 4.388 5.104 5.474 1.723 4.357 3.303 1.863 3.840 4.146 2.856 1.744 7.501 7.934 9.188 7.215 6.458 6.678 5.294 5.287 5.598 134.328
MICH. 1.090 119 169 479 432 410 517 385 759 333 0 0 0 144 304 1.084 1.644 1.373 338 520 586 386 824 374 1.237 735 415 461 883 660 573 957 562 18.753
MOR. 486 100 170 69 237 119 161 358 284 1.892 53 60 2.010 20 546 190 0 0 36 80 0 73 249 439 703 1.083 591 104 293 108 140 220 277 11.151
NAY. 43 42 55 126 93 112 109 107 120 133 0 0 0 0 148 0 100 51 95 190 149 368 201 296 176 651 721 156 554 656 1.129 693 321 7.595
N. L. 3.313 1.549 2.154 2.377 2.792 3.915 3.739 2.726 2.801 2.648 901 1.316 488 1.783 1.000 1.978 924 2.271 1.791 845 274 2.261 2.762 1.659 3.553 2.810 3.384 2.918 2.627 3.213 3.650 4.789 7.657 82.868
OAX. 0 9 17 7 3 18 4 2 16 0 0 0 0 200 0 522 200 258 36 0 0 578 0 352 544 628 706 1.279 743 301 770 448 349 7.990
PUE. 1.047 518 402 249 401 1.159 451 358 859 684 70 448 444 920 654 391 946 1.493 615 889 427 267 910 198 1.515 1.728 2.904 1.893 2.662 3.102 2.333 1.495 1.463 33.895
QRO 401 250 474 267 215 526 342 483 301 856 160 373 84 0 630 818 1.137 1.097 641 171 189 1.168 291 372 2.129 1.975 1.184 1.409 1.262 1.014 1.697 1.270 1.284 24.470
Q. ROO 10 86 445 19 176 170 6 0 0 216 569 1.318 1.635 1.341 988 999 864 1.859 112 186 32 396 26 56 480 1.218 1.887 1.315 1.581 2.403 3.243 3.956 3.739 31.331
S. L. P.. 645 305 837 202 163 292 221 599 650 521 88 120 299 842 2.287 1.543 692 1.520 2.071 2.555 2.377 4.539 802 772 1.238 1.447 2.053 1.490 1.107 1.196 2.037 2.425 985 38.920
SIN. 274 252 309 165 50 255 111 95 169 1.034 0 254 252 596 265 1.000 1.026 675 875 1.477 751 2.979 2.726 1.115 1.286 4.095 4.161 2.585 1.484 909 1.392 2579 2.207 37.403
SON. 1.250 178 507 1.128 343 1.159 601 205 499 2.186 1.363 1.210 2.400 286 998 1.326 555 1.332 2.132 1.005 1.419 2.489 2.928 1.277 1.364 3.221 3.416 2.234 2.074 1.977 2.503 2.901 2.540 51.006
TAB. 44 44 78 60 25 113 174 38 137 114 400 121 229 0 17 0 0 2 0 66 96 43 44 117 69 73 39 201 112 214 391 602 335 3.998
TAMS. 114 115 553 193 250 419 214 63 134 261 0 0 32 0 43 347 21 570 565 713 182 292 151 827 1.291 1.572 1.420 1.231 1.653 1.357 1.779 3.849 2.176 22.387
TLAX. 257 0 4 3 0 13 0 0 0 0 0 0 965 62 42 124 56 303 87 72 0 0 743 233 270 78 414 44 82 263 554 413 490 5.572
VER. 257 140 275 224 386 815 178 94 89 173 60 295 32 465 622 549 246 670 846 1.089 1.054 1.728 1.147 1.227 999 1.656 1.495 1.070 1.182 758 775 2.063 1.419 24.078
YUC. 204 71 88 36 82 205 83 30 338 1.232 0 517 965 1.181 1.137 276 644 1.810 1.435 1.927 2.479 1.363 564 98 111 470 837 648 607 647 487 436 298 21.306
ZAC. 251 59 48 268 80 194 240 64 111 93 0 0 0 140 0 133 420 130 264 424 492 435 551 229 224 211 407 120 148 190 137 216 142 6.421
NO DIST. 3.575 5.234 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 8.809
NAL.
TOTAL 29.226 17.671 15.782 12.877 11.135 20.239 15.312 14.830 18.282 28.122 13.131 19.182 21.613 20.988 25.281 24.903 17.121 30.720 30.772 24.638 20.942 40.109 35.662 25.318 46.688 55.425 59.118 46.704 47.555 46.136 54.229 65.320 54.449 1.009.480
Fuente: Elaboración propia a partir de cuadros 15. 16. 17 y 18. con datos tomados de: CONAVI. Sistema de Estadísticas Históricas de Vivienda. http://estadistica.conafovi.gob.mx/historicos/index.php
581
Cuadro AE-112: FOVI-SHF-integrado, Distribución porcentual de total de créditos otorgados
1973-2005
ENTIDAD 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005
1973 1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 TOT,
FEDERATIVA (a) (a) (a) (a) (a) (a) (a) (a) (a)
AGUASCALIENTES 0,2 0,1 3,5 1,7 0,1 1,1 0,3 1,8 0,4 0,3 0,2 3,2 0,5 0,0 0,0 2,1 3,7 7,6 10,0 7,0 1,1 1,9 0,0 1,5 1,1 2,1 1,1 1,0 0,8 2,1 2,2 1,8 1,3 1,9
BAJA CALIF. 0,3 0,9 1,1 1,5 0,5 0,9 1,5 1,8 4,7 7,5 4,8 10,9 19,3 4,7 5,8 5,3 6,1 3,9 2,0 3,0 3,0 5,5 10,3 10,9 9,6 9,9 9,8 13,2 12,4 12,2 13,6 11,8 10,5 8,1
BAJA CALIF. SUR 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,7 0,0 0,2 0,0 0,9 0,0 0,9 0,6 0,4 0,6 1,4 0,6 0,1 0,0 0,0 0,6 0,4 0,7 0,8 2,2 3,2 3,0 3,5 2,2 1,0
CAMPECHE 0,0 0,1 0,1 0,0 0,2 0,1 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 1,2 0,3 0,0 0,0 0,0 0,1 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,2 0,0 0,0 0,4 0,8 1,3 0,4 0,3 0,2 0,2
COAHUILA 1,8 4,1 7,6 8,0 4,4 7,1 4,2 4,5 7,0 6,3 4,5 4,5 4,7 7,7 4,2 4,1 1,0 4,5 6,3 5,1 1,8 5,4 3,6 6,0 3,8 2,3 2,9 1,3 1,8 2,0 3,2 3,1 2,6 3,8
COLIMA 0,2 0,1 0,1 0,4 0,9 0,5 0,5 0,0 0,2 0,0 0,0 0,0 2,1 0,1 0,0 1,2 1,3 1,2 3,0 2,1 1,5 3,4 2,0 1,1 1,4 1,4 1,1 0,8 0,5 0,6 1,0 0,9 0,5 1,0
CHIAPAS 0,1 0,2 0,3 0,3 0,3 0,4 0,1 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,9 1,5 0,2 0,5 0,8 1,6 3,3 1,5 2,3 2,1 2,8 1,3 0,6 0,1 0,3 1,3 1,6 2,9 1,3 1,5 0,9 1,1
CHIHUAHUA 4,5 3,8 3,5 6,8 3,8 3,1 2,1 2,6 1,9 2,2 1,0 1,7 1,4 0,9 4,9 3,0 0,7 3,5 4,3 3,0 2,0 6,7 3,2 6,1 3,7 5,6 6,7 5,9 5,9 4,5 5,1 6,3 3,5 4,3
DISTRITO FED. 29,5 36,9 6,6 16,8 19,3 1,0 6,6 10,1 7,3 4,9 2,5 3,5 0,0 1,9 1,0 2,1 3,2 2,6 7,8 5,7 7,3 3,7 16,9 15,7 12,9 6,4 8,8 9,1 10,4 5,8 3,9 2,8 3,4 7,8
DURANGO 0,5 0,5 1,1 0,8 0,6 0,4 0,3 0,8 0,5 1,6 0,0 0,8 2,1 1,9 3,6 0,6 0,9 1,9 0,8 1,1 1,4 2,6 2,5 0,0 0,9 1,2 0,7 1,0 1,0 1,4 2,0 1,4 1,0 1,2
GUANAJUATO 0,4 1,1 5,7 4,8 7,9 8,7 5,7 5,8 7,3 6,4 0,6 2,2 1,1 3,7 4,8 0,7 3,5 1,7 6,5 5,1 6,3 3,6 7,0 7,3 4,0 4,3 3,2 3,6 3,6 2,8 2,7 3,1 4,1 4,0
GUERRERO 0,4 0,1 0,0 0,0 0,0 0,1 0,1 0,0 0,1 0,0 1,0 4,0 2,3 0,6 5,9 1,7 1,0 0,6 0,2 0,3 0,0 0,9 0,0 1,8 2,4 1,2 0,3 0,2 0,1 0,8 0,6 0,6 0,4 0,8
HIDALGO 0,2 0,2 0,2 0,2 0,2 0,2 0,3 0,3 2,9 0,9 10,7 12,3 0,5 2,1 0,2 2,3 0,0 0,8 1,5 2,2 0,1 1,4 1,8 3,3 0,0 0,8 0,6 0,5 0,4 0,4 0,2 0,4 0,5 1,1
JALISCO 9,0 7,9 9,9 12,6 9,4 16,1 15,5 5,3 5,7 4,8 6,8 8,4 11,5 13,7 10,6 8,3 11,9 5,1 4,1 5,3 4,0 4,0 0,0 0,0 6,1 7,4 4,2 4,2 4,8 4,5 7,5 9,3 10,6 6,9
MEXICO 20,6 22,5 18,3 0,4 1,1 11,5 16,1 29,0 2,7 1,6 40,1 16,8 12,7 20,9 20,2 22,0 10,1 14,2 10,7 7,6 18,3 10,3 8,0 6,9 16,1 14,3 15,5 15,4 13,6 14,5 9,8 8,1 10,3 13,3
MICHOACAN 3,7 0,7 1,1 3,7 3,9 2,0 3,4 2,6 4,2 1,2 0,0 0,0 0,0 0,7 1,2 4,4 9,6 4,5 1,1 2,1 2,8 1,0 2,3 1,5 2,6 1,3 0,7 1,0 1,9 1,4 1,1 1,5 1,0 1,9
MORELOS 1,7 0,6 1,1 0,5 2,1 0,6 1,1 2,4 1,6 6,7 0,4 0,3 9,3 0,1 2,2 0,8 0,0 0,0 0,1 0,3 0,0 0,2 0,7 1,7 1,5 2,0 1,0 0,2 0,6 0,2 0,3 0,3 0,5 1,1
NAYARIT 0,1 0,2 0,3 1,0 0,8 0,6 0,7 0,7 0,7 0,5 0,0 0,0 0,0 0,0 0,6 0,0 0,6 0,2 0,3 0,8 0,7 0,9 0,6 1,2 0,4 1,2 1,2 0,3 1,2 1,4 2,1 1,1 0,6 0,8
NUEVO LEON 11,3 8,8 13,6 18,5 25,1 19,3 24,4 18,4 15,3 9,4 6,9 6,9 2,3 8,5 4,0 7,9 5,4 7,4 5,8 3,4 1,3 5,6 7,7 6,6 7,6 5,1 5,7 6,2 5,5 7,0 6,7 7,3 14,1 8,2
OAXACA 0,0 0,1 0,1 0,1 0,0 0,1 0,0 0,0 0,1 0,0 0,0 0,0 0,0 1,0 0,0 2,1 1,2 0,8 0,1 0,0 0,0 1,4 0,0 1,4 1,2 1,1 1,2 2,7 1,6 0,7 1,4 0,7 0,6 0,8
PUEBLA 3,6 2,9 2,5 1,9 3,6 5,7 2,9 2,4 4,7 2,4 0,5 2,3 2,1 4,4 2,6 1,6 5,5 4,9 2,0 3,6 2,0 0,7 2,6 0,8 3,2 3,1 4,9 4,1 5,6 6,7 4,3 2,3 2,7 3,4
QUERETARO 1,4 1,4 3,0 2,1 1,9 2,6 2,2 3,3 1,6 3,0 1,2 1,9 0,4 0,0 2,5 3,3 6,6 3,6 2,1 0,7 0,9 2,9 0,8 1,5 4,6 3,6 2,0 3,0 2,7 2,2 3,1 1,9 2,4 2,4
QUINTANA ROO 0,0 0,5 2,8 0,1 1,6 0,8 0,0 0,0 0,0 0,8 4,3 6,9 7,6 6,4 3,9 4,0 5,0 6,1 0,4 0,8 0,2 1,0 0,1 0,2 1,0 2,2 3,2 2,8 3,3 5,2 6,0 6,1 6,9 3,1
SAN LUIS POTOSI 2,2 1,7 5,3 1,6 1,5 1,4 1,4 4,0 3,6 1,9 0,7 0,6 1,4 4,0 9,0 6,2 4,0 4,9 6,7 10,4 11,4 11,3 2,2 3,0 2,7 2,6 3,5 3,2 2,3 2,6 3,8 3,7 1,8 3,9
SINALOA 0,9 1,4 2,0 1,3 0,4 1,3 0,7 0,6 0,9 3,7 0,0 1,3 1,2 2,8 1,0 4,0 6,0 2,2 2,8 6,0 3,6 7,4 7,6 4,4 2,8 7,4 7,0 5,5 3,1 2,0 2,6 3,9 4,1 3,7
SONORA 4,3 1,0 3,2 8,8 3,1 5,7 3,9 1,4 2,7 7,8 10,4 6,3 11,1 1,4 3,9 5,3 3,2 4,3 6,9 4,1 6,8 6,2 8,2 5,0 2,9 5,8 5,8 4,8 4,4 4,3 4,6 4,4 4,7 5,1
TABASCO 0,2 0,2 0,5 0,5 0,2 0,6 1,1 0,3 0,7 0,4 3,0 0,6 1,1 0,0 0,1 0,0 0,0 0,0 0,0 0,3 0,5 0,1 0,1 0,5 0,1 0,1 0,1 0,4 0,2 0,5 0,7 0,9 0,6 0,4
TAMAULIPAS 0,4 0,7 3,5 1,5 2,2 2,1 1,4 0,4 0,7 0,9 0,0 0,0 0,1 0,0 0,2 1,4 0,1 1,9 1,8 2,9 0,9 0,7 0,4 3,3 2,8 2,8 2,4 2,6 3,5 2,9 3,3 5,9 4,0 2,2
TLAXCALA 0,9 0,0 0,0 0,0 0,0 0,1 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 4,5 0,3 0,2 0,5 0,3 1,0 0,3 0,3 0,0 0,0 2,1 0,9 0,6 0,1 0,7 0,1 0,2 0,6 1,0 0,6 0,9 0,6
VERACRUZ 0,9 0,8 1,7 1,7 3,5 4,0 1,2 0,6 0,5 0,6 0,5 1,5 0,1 2,2 2,5 2,2 1,4 2,2 2,7 4,4 5,0 4,3 3,2 4,8 2,1 3,0 2,5 2,3 2,5 1,6 1,4 3,2 2,6 2,4
YUCATAN 0,7 0,4 0,6 0,3 0,7 1,0 0,5 0,2 1,8 4,4 0,0 2,7 4,5 5,6 4,5 1,1 3,8 5,9 4,7 7,8 11,8 3,4 1,6 0,4 0,2 0,8 1,4 1,4 1,3 1,4 0,9 0,7 0,5 2,1
ZACATECAS 0,9 0,3 0,3 2,1 0,7 1,0 1,6 0,4 0,6 0,3 0,0 0,0 0,0 0,7 0,0 0,5 2,5 0,4 0,9 1,7 2,3 1,1 1,5 0,9 0,5 0,4 0,7 0,3 0,3 0,4 0,3 0,3 0,3 0,6
NO DISTRIBUIDO
0,9
NACIONAL 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 19,6 18,6 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
TOTAL 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100
Fuente: Elaboración propia a partir de datos tomados de: CONAVI, Sistema de Estadísticas Históricas de Vivienda, http://estadistica.conafovi.gob.mx/historicos/inde.php
582
Cuadro AE-121: Evolución de la población total en México por Entidad Federativa
1910-2005
ENTIDADES 1910 1921 1930 1940 1950 1960 1970 1980 1990 2000 2005
AGUASCALIENTES 120.511 107.581 132.900 161.693 188.075 243.363 338.142 519.439 719.659 944.285 1.065.416
BAJA CALIFORNIA NORTE 52.272 39.294 48.327 78.907 226.965 520.165 870.421 1.177.886 1.660.855 2.487.367 2.844.469
BAJA CALIFORNIA SUR 0 23.537 47.089 51.471 60.864 81.594 128.019 215.139 317.764 424.041 512.170
CAMPECHE 86.661 76.419 84.630 90.460 122.098 168.219 251.556 420.553 535.185 690.689 754.730
COAHUILA 362.092 393.480 436.425 550.717 720.619 907.734 1.114.956 1.557.265 1.972.340 2.298.070 2.495.200
COLIMA 77.704 91.749 61.923 78.806 1 12.321 164.450 241.153 346.293 428.510 542.627 567.996
CHIAPAS 438.843 421.744 529.983 679.885 907.026 1.210.870 1.569.053 2.084.717 3.210.496 3.920.892 4.293.459
CHIHUAHUA 405.707 401.622 491.792 623.944 846.414 1.226.793 1.612.525 2.005.477 2.441.873 3.052.907 3.241.444
DISTRITO FEDERAL 720.753 906.063 1.229.576 1.757.530 3.050.442 4.870.876 6.874.165 8.831.079 8.235.744 8.605.239 8.720.916
DURANGO 483.175 336.766 404.364 483.829 629.874 760.836 939.208 1.182.320 1.349.378 1.448.661 1.509.117
GUANAJUATO 1.081.651 860.364 987.801 1.046.490 1.328.712 1.735.490 2.270.370 3.006.110 3.982.593 4.663.032 4.893.812
GUERRERO 594.278 566.836 641.690 732.910 919.386 1.186.716 1.597.360 2.109.513 2.620.637 3.079.649 3.115.202
HIDALGO 646.551 622.241 677.772 771.818 850.394 994.598 1.193.845 1.547.493 1.888.366 2.235.591 2.345.514
JALISCO 1.208.855 1.191.957 1.255.346 1.418.310 1.746.777 2.443.261 3.296.586 4.371.998 5.302.689 6.322.002 6.752.113
MÉXICO 989.510 884.617 990.112 1.146.034 1.392.623 1.897.851 3.833.185 7.564.335 9.815.795 13.096.686 14.007.495
MICHOACAN 991.880 939.849 1.048.381 1.182.003 1.422.717 1.851.876 2.324.226 2.868.824 3.548.199 3.985.667 3.966.073
MORELOS 179.594 103.440 132.068 182.711 272.842 386.264 616.119 947.089 1.195.059 1.555.296 1.612.899
NAYARIT 171.173 163.183 167.724 216.698 290.124 389.929 544.031 726.120 824.643 920.185 949.684
NUEVO LEÓN 365.150 336.412 417.491 541.147 740.191 1.078.848 1.694.689 2.513.044 3.098.736 3.834.141 4.199.292
OAXACA 1.040.398 976.005 1.084.549 1.192.794 1.421.313 1.727.266 2.015.424 2.369.076 3.019.560 3.438.765 3.506.821
PUEBLA 1.101.600 1.024.955 1.150.425 1.294.620 1.625.830 1.973.837 2.508.226 3.347.685 4.126.101 5.076.686 5.383.133
QUERETARO 244.663 220.231 234.058 244.737 286.238 355.045 485.523 739.605 1.051.235 1.404.306 1.598.139
QUINTANA ROO 9.109 10.966 10.620 18.752 26.967 50.169 88.150 225.985 493.277 874.963 1.135.309
SAN LUIS POTOSÍ 627.800 445.681 579.831 678.779 856.066 1.048.297 1.281.996 1.673.893 2.003.187 2.299.360 2.410.414
SINALOA 323.642 341.265 395.618 492.821 635.681 838.404 1.266.528 1.849.879 2.204.054 2.536.844 2.608.442
SONORA 265.383 275.127 316.271 364.176 510.607 783.378 1.098.720 1.513.731 1.823.606 2.216.969 2.394.861
TABASCO 187.574 210.437 224.023 285.630 362.716 496.340 768.327 1.062.961 1.501.744 1.891.829 1.989.969
TAMAULIPAS 249.641 286.904 344.039 458.832 718.167 1.024.182 1.456.858 1.924.484 2.249.581 2.753.222 3.024.238
TLAXCALA 184.171 178.570 205.458 224.063 284.551 346.699 420.638 556.597 761.277 962.646 1.068.207
VERACRUZ 1.132.859 1.159.935 1.377.293 1.619.338 2.040.231 2.727.899 3.815.422 5.387.680 6.228.239 6.908.975 7.110.214
YUCATÁN 339.613 358.221 386.096 418.210 516.899 614.049 758.355 1.063.733 1.362.940 1.658.210 1.818.948
ZACATECAS 477.556 379.329 459.047 565.437 665.524 817.831 951.462 1.136.830 1.276.323 1.353.610 1.367.692
DATOS COMPLEMENTARIOS 11.763
Total Nacional 15.160.369 14.334.780 16.552.722 19.653.552 25.791.017 34.923.129 48.225.238 66.846.833 81.249.645 97.483.412 103.263.388
Fuentes: Elaboración propia con base en:
- Total de Población 1910-1990: INEGI. Censos Generales de Población y Vivienda de 1910 a 1990; Tomado de INEGI (1996). Estados Unidos Mexicanos, Cien Años de Censos de Población, INEGI, Aguascalientes, México.
- 2000: INEGI. XII Censo General de Población y Vivienda. 2000
583
Cuadro AE-122: Evolución de la población total en México,
participación porcentual por Entidad Federativa, 1910-2005
ENTIDADES 1910 1921 1930 1940 1950 1960 1970 1980 1990 2000 2005
AGUASCALIENTES 0,79 0,75 0,80 0,82 0,73 0,70 0,70 0,78 0,89 0,97 1,03
BAJA CALIFORNIA 0,34 0,27 0,29 0,40 0,88 1,49 1,80 1,76 2,04 2,55 2,75
BAJA CALIFORNIA SUR 0,00 0,16 0,28 0,26 0,24 0,23 0,27 0,32 0,39 0,43 0,50
CAMPECHE 0,57 0,53 0,51 0,46 0,47 0,48 0,52 0,63 0,66 0,71 0,73
COAHUILA 2,39 2,74 2,64 2,80 2,79 2,60 2,31 2,33 2,43 2,36 2,42
COLIMA 0,51 0,64 0,37 0,40 0,44 0,47 0,50 0,52 0,53 0,56 0,55
CHIAPAS 2,89 2,94 3,20 3,46 3,52 3,47 3,25 3,12 3,95 4,02 4,16
CHIHUAHUA 2,68 2,80 2,97 3,17 3,28 3,51 3,34 3,00 3,01 3,13 3,14
DISTRITO FEDERAL 4,75 6,32 7,43 8,94 11,83 13,95 14,25 13,21 10,14 8,83 8,45
DURANGO 3,19 2,35 2,44 2,46 2,44 2,18 1,95 1,77 1,66 1,49 1,46
GUANAJUATO 7,13 6,00 5,97 5,32 5,15 4,97 4,71 4,50 4,90 4,78 4,74
GUERRERO 3,92 3,95 3,88 3,73 3,56 3,40 3,31 3,16 3,23 3,16 3,02
HIDALGO 4,26 4,34 4,09 3,93 3,30 2,85 2,48 2,31 2,32 2,29 2,27
JALISCO 7,97 8,32 7,58 7,22 6,77 7,00 6,84 6,54 6,53 6,49 6,54
MÉXICO 6,53 6,17 5,98 5,83 5,40 5,43 7,95 11,32 12,08 13,43 13,56
MICHOACAN 6,54 6,56 6,33 6,01 5,52 5,30 4,82 4,29 4,37 4,09 3,84
MORELOS 1,18 0,72 0,80 0,93 1,06 1,11 1,28 1,42 1,47 1,60 1,56
NAYARIT 1,13 1,14 1,01 1,10 1,12 1,12 1,13 1,09 1,01 0,94 0,92
NUEVO LEÓN 2,41 2,35 2,52 2,75 2,87 3,09 3,51 3,76 3,81 3,93 4,07
OAXACA 6,86 6,81 6,55 6,07 5,51 4,95 4,18 3,54 3,72 3,53 3,40
PUEBLA 7,27 7,15 6,95 6,59 6,30 5,65 5,20 5,01 5,08 5,21 5,21
QUERETARO 1,61 1,54 1,41 1,25 1,11 1,02 1,01 1,11 1,29 1,44 1,55
QUINTANA ROO 0,06 0,08 0,06 0,10 0,10 0,14 0,18 0,34 0,61 0,90 1,10
SAN LUIS POTOSÍ 4,14 3,11 3,50 3,45 3,32 3,00 2,66 2,50 2,47 2,36 2,33
SINALOA 2,13 2,38 2,39 2,51 2,46 2,40 2,63 2,77 2,71 2,60 2,53
SONORA 1,75 1,92 1,91 1,85 1,98 2,24 2,28 2,26 2,24 2,27 2,32
TABASCO 1,24 1,47 1,35 1,45 1,41 1,42 1,59 1,59 1,85 1,94 1,93
TAMAULIPAS 1,65 2,00 2,08 2,33 2,78 2,93 3,02 2,88 2,77 2,82 2,93
TLAXCALA 1,21 1,25 1,24 1,14 1,10 0,99 0,87 0,83 0,94 0,99 1,03
VERACRUZ 7,47 8,09 8,32 8,24 7,91 7,81 7,91 8,06 7,67 7,09 6,89
YUCATÁN 2,24 2,50 2,33 2,13 2,00 1,76 1,57 1,59 1,68 1,70 1,76
ZACATECAS 3,15 2,65 2,77 2,88 2,58 2,34 1,97 1,70 1,57 1,39 1,32
DATOS COMPLEMENTARIOS 0,05
Total Nacional 100,00 100,00 100,00 100,00 100,00 100,00 100,00 100,00 100,00 100,00 100,00
Fuentes: Elaboración propia con base en:
- Total de Población 1910-1990: INEGI, Censos Generales de Población y Vivienda de 1910 a 1990; Tomado de INEGI (1996), Estados Unidos Mexicanos, Cien Años de Censos de Población, INEGI, Aguascalientes, México-
- 2000: INEGI, XII Censo General de Población y Vivienda, 2000
584
Cuadro AE-123: Evolución de la población urbana por entidad federativa
1980-2005 (*)
ENTIDADES 1980 1990 2000 2005
%/ Tot. de pobl %/Tot. de Pobl. %/Tot. de %/Tot. de
Pobl. Total Pobl. Urb. Pobl. Total Pobl. Urb. Pobl. Urb. Pobl. Total Pobl. Urb.
estatal pobl estatal Total pobl estatal pobl estatal
AGUASCALIENTES 519.439 293.152 56,44 719659 492.378 68,42 944.285 687.987 72,86 1.065.416 773.185 72,57
BAJA CALIFORNIA 1.177.886 915.451 77,72 1660855 1.369.862 82,48 2.487.367 2.088.680 83,97 2.844.469 2.419.662 85,07
BAJA CALIFORNIA SUR 215.139 115.010 53,46 317764 188.392 59,29 424.041 267.629 63,11 512.170 358.783 70,05
CAMPECHE 420.553 200.923 47,78 535185 273.161 51,04 690.689 365.783 52,96 754.730 420.317 55,69
COAHUILA 1.557.265 1.053.992 67,68 1972340 1.571.801 79,69 2.298.070 1.936.816 84,28 2.495.200 2.126.608 85,23
COLIMA 346.293 188.951 54,56 428510 286.583 66,88 542.627 380.701 70,16 567.996 408.192 71,87
CHIAPAS 2.084.717 365.014 17,51 3210496 753.290 23,46 3.920.892 1.121.689 28,61 4.293.459 1.375.869 32,05
CHIHUAHUA 2.005.477 1.214.634 60,57 2441873 1.692.226 69,30 3.052.907 2.302.408 75,42 3.241.444 2.552.843 78,76
DISTRITO FEDERAL 8.831.079 8.831.079 100,00 8235744 8.092.449 98,26 8.605.239 8.504.748 98,83 8.720.916 8.599.534 98,61
DURANGO 1.182.320 408.352 34,54 1349378 589.839 43,71 1.448.661 737.891 50,94 1.509.117 835.548 55,37
GUANAJUATO 3.006.110 1.431.307 47,61 3982593 2.136.806 53,65 4.663.032 2.721.891 58,37 4.893.812 2.979.227 60,88
GUERRERO 2.109.513 487.721 23,12 2620637 934.028 35,64 3.079.649 1.201.022 39,00 3.115.202 1.258.712 40,41
HIDALGO 1.547.493 250.982 16,22 1888366 485.566 25,71 2.235.591 684.010 30,60 2.345.514 724.807 30,90
JALISCO 4.371.998 2.609.395 59,68 5302689 3.574.731 67,41 6.322.002 4.511.083 71,36 6.752.113 4.986.379 73,85
MÉXICO 7.564.335 4.448.453 58,81 9815795 6.997.723 71,29 13.096.686 9.551.961 72,93 14.007.495 10.222.262 72,98
MICHOACAN 2.868.824 962.745 33,56 3548199 1.439.243 40,56 3.985.667 1.750.438 43,92 3.966.073 1.867.150 47,08
MORELOS 947.089 306.940 32,41 1195059 662.297 55,42 1.555.296 923.712 59,39 1.612.899 981.602 60,86
NAYARIT 726.120 219.258 30,20 824643 317.257 38,47 920.185 384.830 41,82 949.684 417.994 44,01
NUEVO LEÓN 2.513.044 2.016.643 80,25 3098736 2.700.590 87,15 3.834.141 3.403.649 88,77 4.199.292 3.806.350 90,64
OAXACA 2.369.076 357.033 15,07 3019560 601.978 19,94 3.438.765 772.576 22,47 3.506.821 852.754 24,32
PUEBLA 3.347.685 1.066.206 31,85 4126101 1.663.404 40,31 5.076.686 2.255.707 44,43 5.383.133 2.599.842 48,30
QUERETARO 739.605 259.099 35,03 1051235 489.408 46,56 1.404.306 715.843 50,98 1.598.139 821.654 51,41
QUINTANA ROO 225.985 109.026 48,24 493277 295.772 59,96 874.963 640.176 73,17 1.135.309 856.840 75,47
SAN LUIS POTOSÍ 1.673.893 582.935 34,83 2003187 865.814 43,22 2.299.360 1.085.298 47,20 2.410.414 1.210.796 50,23
SINALOA 1.849.879 774.042 41,84 2204054 1.052.975 47,77 2.536.844 1.335.626 52,65 2.608.442 1.483.425 56,87
SONORA 1.513.731 893.772 59,04 1823606 1.226.035 67,23 2.216.969 1.592.580 71,84 2.394.861 1.797.886 75,07
TABASCO 1.062.961 249.035 23,43 1501744 475.753 31,68 1.891.829 647.469 34,22 1.989.969 667.279 33,53
TAMAULIPAS 1.924.484 1.279.580 66,49 2249581 1.650.722 73,38 2.753.222 2.164.550 78,62 3.024.238 2.446.943 80,91
TLAXCALA 556.597 133.795 24,04 761277 267.947 35,20 962.646 371.511 38,59 1.068.207 363.649 34,04
VERACRUZ 5.387.680 1.845.487 34,25 6228239 2.438.671 39,16 6.908.975 2.880.847 41,70 7.110.214 3.040.648 42,76
YUCATÁN 1.063.733 528.211 49,66 1362940 759.407 55,72 1.658.210 975.816 58,85 1.818.948 1.092.781 60,08
ZACATECAS 1.136.830 206.464 18,16 1276323 329.302 25,80 1.353.610 454.281 33,56 1.367.692 506.612 37,04
Total Urbana Nacional 66.846.833 34.604.687 51,77 81249645 46.675.410 57,45 97.483.412 59.419.208 60,95 103.263.388 64.856.133 62,81
Fuentes: Elaboración propia con base en:
- Total de Población 1910-1990: INEGI, Censos Generales de Población y Vivienda de 1910 a 1990; Tomado de INEGI (1996), Estados Unidos Mexicanos, Cien Años de Censos de Población, INEGI, Aguascalientes, México-
- 2000: INEGI, XII Censo General de Población y Vivienda, 2000
-2005: INEGI, II Conteo de Población y Vivienda, 2005
* Incluye localidades con más de 15,000 habitantes.
585
Cuadro AE-131: ISSFAM, Total de créditos otorgados por Entidad Federativa
1973-2005)
ENTIDAD
1973 1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 TOTAL
FEDERATIVA
AGUASCALIENTES 0 0 30 10 0 0 0 2 2 0 0 0 0 0 0 0 0 18 0 30 30 48 0 0 0 0 18 0 0 0 8 11 13 220
BAJA CALIFORNIA 0 0 20 15 0 4 1 2 2 2 0 0 0 110 0 0 0 0 0 57 40 160 0 9 63 0 60 0 0 0 19 24 65 653
BAJA CALIF. SUR 0 0 7 7 3 2 5 0 5 2 0 0 0 80 40 40 80 20 0 0 0 20 0 0 0 0 36 0 0 0 17 63 63 490
CAMPECHE 0 0 0 10 5 0 0 0 0 60 0 0 40 0 0 0 12 0 60 51 12 12 0 0 0 0 50 52 0 0 6 13 55 438
COAHUILA 0 0 10 1 0 2 0 1 1 3 0 0 0 0 0 41 0 13 0 46 69 100 0 0 0 36 0 0 0 0 10 19 8 360
COLIMA 0 0 2 0 0 3 0 2 5 1 0 0 0 0 0 0 0 31 58 58 89 58 0 0 0 0 89 0 0 0 40 49 48 533
CHIAPAS 0 0 0 8 5 1 1 0 1 1 0 0 0 60 0 0 1 50 0 286 276 199 0 12 200 31 0 145 39 0 61 126 135 1.638
CHIHUAHUA 0 0 14 1 0 4 2 3 7 5 0 0 0 0 0 0 0 0 44 224 207 114 0 1 81 0 7 48 15 25 16 30 18 866
DISTRITO FED. 0 98 0 398 140 106 100 105 71 120 0 0 100 30 0 244 0 0 16 442 1.184 1.216 0 0 0 0 98 390 340 0 107 101 65 5.471
DURANGO 0 0 12 0 2 0 2 1 0 2 0 0 0 0 0 0 0 0 0 50 138 162 0 0 0 0 0 0 0 0 15 19 23 426
GUANAJUATO 0 0 8 25 14 3 8 7 7 1 0 0 0 0 0 0 0 0 22 108 108 108 0 0 1 24 0 0 108 0 124 119 115 910
GUERRERO 0 0 0 50 3 3 2 2 7 2 0 0 0 0 0 0 165 0 0 164 126 126 0 37 0 0 71 0 42 0 119 164 161 1.244
HIDALGO 0 0 20 0 2 0 1 2 1 4 0 0 0 0 0 0 0 0 44 206 111 44 0 0 0 0 61 34 0 0 159 300 219 1.208
JALISCO 0 40 80 30 25 76 72 35 113 66 0 0 0 0 60 316 0 0 0 582 374 444 0 0 0 12 0 0 0 0 84 118 70 2.597
MEXICO 0 0 90 60 15 137 221 139 4 2 0 0 0 54 0 0 0 0 116 560 626 495 0 0 0 0 0 116 0 0 530 445 289 3.899
MICHOACAN 0 27 0 75 0 1 1 1 4 2 0 0 0 0 0 41 27 0 52 52 52 79 0 0 0 36 72 58 0 36 86 42 29 773
MORELOS 0 0 18 30 4 13 16 4 9 6 0 0 0 62 40 40 0 0 40 120 108 127 0 0 0 24 0 108 81 0 27 51 33 961
NAYARIT 0 0 0 6 5 1 1 2 0 1 0 0 0 0 0 40 0 40 0 0 65 0 0 0 0 0 0 0 40 0 28 42 43 314
NUEVO LEON 0 0 0 1 0 2 4 3 0 2 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 14 12 38
OAXACA 0 0 0 15 1 4 0 2 2 1 0 0 0 0 0 0 45 45 0 50 452 364 0 0 42 0 145 27 0 0 24 75 138 1.432
PUEBLA 0 0 30 60 8 6 18 7 10 3 0 0 0 100 0 41 0 0 0 159 0 0 0 0 0 0 128 131 0 41 117 161 205 1.225
QUERETARO 0 0 0 5 10 6 3 0 1 2 0 0 0 0 0 0 0 40 72 89 72 72 0 0 0 0 17 0 0 0 35 33 16 473
QUINTANA ROO 0 0 0 0 3 0 2 0 0 1 0 0 60 0 0 40 0 51 48 48 48 132 0 0 0 0 48 0 68 0 0 21 13 583
SAN LUIS POTOSI 0 0 10 1 0 2 1 1 1 5 0 0 32 0 0 0 0 0 42 42 42 67 0 0 0 0 0 25 32 0 56 43 28 430
SINALOA 0 10 10 15 0 1 2 3 48 88 0 0 0 0 0 0 28 0 0 213 151 221 0 0 0 0 47 24 0 0 8 48 50 967
SONORA 0 14 10 20 0 0 0 0 2 1 0 0 0 116 0 126 16 0 0 24 46 146 0 85 0 0 40 24 46 0 15 23 30 784
TABASCO 0 0 8 18 2 0 0 0 0 0 0 0 30 0 0 0 30 0 0 92 32 46 0 0 0 80 0 44 0 0 40 30 21 473
TAMAULIPAS 0 0 0 0 8 2 3 2 4 3 0 0 0 100 69 68 12 0 0 15 37 0 0 13 0 0 63 49 0 0 37 71 115 671
TLAXCALA 0 0 0 0 7 0 2 0 2 0 0 0 0 0 78 78 0 25 0 0 0 0 0 0 24 0 0 73 0 0 53 58 98 498
VERACRUZ 0 38 20 50 3 20 41 14 10 38 0 0 0 0 24 64 0 132 53 217 108 156 0 200 0 12 99 0 278 126 264 288 510 2.765
YUCATAN 0 23 0 0 5 4 12 8 4 2 0 85 0 0 0 0 35 36 0 100 185 100 0 0 0 0 0 85 100 0 55 74 111 1.024
ZACATECAS 0 0 11 1 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 17 0 44 44 88 0 0 0 0 17 0 44 0 2 11 7 287
NO DISTRIBUIDO
0 0 0 0 0 0 0 0 176 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 177
NACIONAL
TOTAL 0 250 410 911 271 403 521 348 500 426 0 85 262 712 311 1.179 451 518 667 4,129 4.832 4.904 0 357 411 255 1.166 1.433 1.233 228 2.162 2.687 2.806 34.828
Fuente: Elaboración propia a partir de datos tomados de: CONAVI, Sistema de Estadísticas Históricas de Vivienda, http://estadistica.conafovi.gob.mx/historicos/index.php
586
Cuadro AE-132: ISSFAM, Distribución porcentual de total de créditos otorgados por Entidad Federativa
1973-2003)
ENTIDAD
1973 1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 TOTAL
FEDERATIVA
AGUASCALIENTES 0 0,0 7,3 1,1 0,0 0,0 0,0 0,6 0,4 0,0 0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 3,5 0,0 0,7 0,6 1,0 0 0,0 0,0 0,0 1,5 0,0 0,0 0,0 0,4 0,4 0,5 0,6
BAJA CALIFORNIA 0 0,0 4,9 1,6 0,0 1,0 0,2 0,6 0,4 0,5 0 0,0 0,0 15,4 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 1,4 0,8 3,3 0 2,5 15,3 0,0 5,1 0,0 0,0 0,0 0,9 0,9 2,3 1,9
BAJA CALIF, SUR 0 0,0 1,7 0,8 1,1 0,5 1,0 0,0 1,0 0,5 0 0,0 0,0 11,2 12,9 3,4 17,7 3,9 0,0 0,0 0,0 0,4 0 0,0 0,0 0,0 3,1 0,0 0,0 0,0 0,8 2,3 2,2 1,4
CAMPECHE 0 0,0 0,0 1,1 1,8 0,0 0,0 0,0 0,0 14,1 0 0,0 15,3 0,0 0,0 0,0 2,7 0,0 9,0 1,2 0,2 0,2 0 0,0 0,0 0,0 4,3 3,6 0,0 0,0 0,3 0,5 2,0 1,3
COAHUILA 0 0,0 2,4 0,1 0,0 0,5 0,0 0,3 0,2 0,7 0 0,0 0,0 0,0 0,0 3,5 0,0 2,5 0,0 1,1 1,4 2,0 0 0,0 0,0 14,1 0,0 0,0 0,0 0,0 0,5 0,7 0,3 1,0
COLIMA 0 0,0 0,5 0,0 0,0 0,7 0,0 0,6 1,0 0,2 0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 6,0 8,7 1,4 1,8 1,2 0 0,0 0,0 0,0 7,6 0,0 0,0 0,0 1,9 1,8 1,7 1,5
CHIAPAS 0 0,0 0,0 0,9 1,8 0,2 0,2 0,0 0,2 0,2 0 0,0 0,0 8,4 0,0 0,0 0,2 9,7 0,0 6,9 5,7 4,1 0 3,4 48,7 12,2 0,0 10,1 3,2 0,0 2,8 4,7 4,8 4,7
CHIHUAHUA 0 0,0 3,4 0,1 0,0 1,0 0,4 0,9 1,4 1,2 0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 6,6 5,4 4,3 2,3 0 0,3 19,7 0,0 0,6 3,3 1,2 11,0 0,7 1,1 0,6 2,5
D, FEDERAL 0 39,2 0,0 43,7 51,7 26,3 19,2 30,2 14,2 28,2 0 0,0 38,2 4,2 0,0 20,7 0,0 0,0 2,4 10,7 24,5 24,8 0 0,0 0,0 0,0 8,4 27,2 27,6 0,0 4,9 3,8 2,3 15,7
DURANGO 0 0,0 2,9 0,0 0,7 0,0 0,4 0,3 0,0 0,5 0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 1,2 2,9 3,3 0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,7 0,7 0,8 1,2
GUANAJUATO 0 0,0 2,0 2,7 5,2 0,7 1,5 2,0 1,4 0,2 0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 3,3 2,6 2,2 2,2 0 0,0 0,2 9,4 0,0 0,0 8,8 0,0 5,7 4,4 4,1 2,6
GUERRERO 0 0,0 0,0 5,5 1,1 0,7 0,4 0,6 1,4 0,5 0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 36,6 0,0 0,0 4,0 2,6 2,6 0 10,4 0,0 0,0 6,1 0,0 3,4 0,0 5,5 6,1 5,7 3,6
HIDALGO 0 0,0 4,9 0,0 0,7 0,0 0,2 0,6 0,2 0,9 0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 6,6 5,0 2,3 0,9 0 0,0 0,0 0,0 5,2 2,4 0,0 0,0 7,4 11,2 7,8 3,5
JALISCO 0 16,0 19,5 3,3 9,2 18,9 13,8 10,1 22,6 15,5 0 0,0 0,0 0,0 19,3 26,8 0,0 0,0 0,0 14,1 7,7 9,1 0 0,0 0,0 4,7 0,0 0,0 0,0 0,0 3,9 4,4 2,5 7,5
MEXICO 0 0,0 22,0 6,6 5,5 34,0 42,4 39,9 0,8 0,5 0 0,0 0,0 7,6 0,0 0,0 0,0 0,0 17,4 13,6 13,0 10,1 0 0,0 0,0 0,0 0,0 8,1 0,0 0,0 24,5 16,6 10,3 11,2
MICHOACAN 0 10,8 0,0 8,2 0,0 0,2 0,2 0,3 0,8 0,5 0 0,0 0,0 0,0 0,0 3,5 6,0 0,0 7,8 1,3 1,1 1,6 0 0,0 0,0 14,1 6,2 4,0 0,0 15,8 4,0 1,6 1,0 2,2
MORELOS 0 0,0 4,4 3,3 1,5 3,2 3,1 1,1 1,8 1,4 0 0,0 0,0 8,7 12,9 3,4 0,0 0,0 6,0 2,9 2,2 2,6 0 0,0 0,0 9,4 0,0 7,5 6,6 0,0 1,2 1,9 1,2 2,8
NAYARIT 0 0,0 0,0 0,7 1,8 0,2 0,2 0,6 0,0 0,2 0 0,0 0,0 0,0 0,0 3,4 0,0 7,7 0,0 0,0 1,3 0,0 0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 3,2 0,0 1,3 1,6 1,5 0,9
NUEVO LEON 0 0,0 0,0 0,1 0,0 0,5 0,8 0,9 0,0 0,5 0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,5 0,4 0,1
OAXACA 0 0,0 0,0 1,6 0,4 1,0 0,0 0,6 0,4 0,2 0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 10,0 8,7 0,0 1,2 9,4 7,4 0 0,0 10,2 0,0 12,4 1,9 0,0 0,0 1,1 2,8 4,9 4,1
PUEBLA 0 0,0 7,3 6,6 3,0 1,5 3,5 2,0 2,0 0,7 0 0,0 0,0 14,0 0,0 3,5 0,0 0,0 0,0 3,9 0,0 0,0 0 0,0 0,0 0,0 11,0 9,1 0,0 18,0 5,4 6,0 7,3 3,5
QUERETARO 0 0,0 0,0 0,5 3,7 1,5 0,6 0,0 0,2 0,5 0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 7,7 10,8 2,2 1,5 1,5 0 0,0 0,0 0,0 1,5 0,0 0,0 0,0 1,6 1,2 0,6 1,4
QUINTANA ROO 0 0,0 0,0 0,0 1,1 0,0 0,4 0,0 0,0 0,2 0 0,0 22,9 0,0 0,0 3,4 0,0 9,8 7,2 1,2 1,0 2,7 0 0,0 0,0 0,0 4,1 0,0 5,5 0,0 0,0 0,8 0,5 1,7
SAN LUIS POTOSI 0 0,0 2,4 0,1 0,0 0,5 0,2 0,3 0,2 1,2 0 0,0 12,2 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 6,3 1,0 0,9 1,4 0 0,0 0,0 0,0 0,0 1,7 2,6 0,0 2,6 1,6 1,0 1,2
SINALOA 0 4,0 2,4 1,6 0,0 0,2 0,4 0,9 9,6 20,7 0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 6,2 0,0 0,0 5,2 3,1 4,5 0 0,0 0,0 0,0 4,0 1,7 0,0 0,0 0,4 1,8 1,8 2,8
SONORA 0 5,6 2,4 2,2 0,0 0,0 0,0 0,0 0,4 0,2 0 0,0 0,0 16,3 0,0 10,7 3,5 0,0 0,0 0,6 1,0 3,0 0 23,8 0,0 0,0 3,4 1,7 3,7 0,0 0,7 0,9 1,1 2,3
TABASCO 0 0,0 2,0 2,0 0,7 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0 0,0 11,5 0,0 0,0 0,0 6,7 0,0 0,0 2,2 0,7 0,9 0 0,0 0,0 31,4 0,0 3,1 0,0 0,0 1,9 1,1 0,7 1,4
TAMAULIPAS 0 0,0 0,0 0,0 3,0 0,5 0,6 0,6 0,8 0,7 0 0,0 0,0 14,0 22,2 5,8 2,7 0,0 0,0 0,4 0,8 0,0 0 3,6 0,0 0,0 5,4 3,4 0,0 0,0 1,7 2,6 4,1 1,9
TLAXCALA 0 0,0 0,0 0,0 2,6 0,0 0,4 0,0 0,4 0,0 0 0,0 0,0 0,0 25,1 6,6 0,0 4,8 0,0 0,0 0,0 0,0 0 0,0 5,8 0,0 0,0 5,1 0,0 0,0 2,5 2,2 3,5 1,4
VERACRUZ 0 15,2 4,9 5,5 1,1 5,0 7,9 4,0 2,0 8,9 0 0,0 0,0 0,0 7,7 5,4 0,0 25,5 7,9 5,3 2,2 3,2 0 56,0 0,0 4,7 8,5 0,0 22,5 55,3 12,2 10,7 18,2 7,9
YUCATAN 0 9,2 0,0 0,0 1,8 1,0 2,3 2,3 0,8 0,5 0 100,0 0,0 0,0 0,0 0,0 7,8 6,9 0,0 2,4 3,8 2,0 0 0,0 0,0 0,0 0,0 5,9 8,1 0,0 2,5 2,8 4,0 2,9
ZACATECAS 0 0,0 2,7 0,0 0,4 0,0 0,0 0,0 0,2 0,0 0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 3,3 0,0 1,1 0,9 1,8 0 0,0 0,0 0,0 1,5 0,0 3,6 0,0 0,1 0,4 0,2 0,8
NO DISTRIBUIDO
0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 35,2 0,0 0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,5
NACIONAL
TOTAL 0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0
Fuente: Elaboración propia a partir de datos tomados de: CONAVI. Sistema de Estadísticas Históricas de Vivienda, http://estadistica.conafovi.gob.mx/historicos/index.php
587
Cuadro AE-14: Evolución de la población urbana por entidad federativa
1980-2005 (*)
ENTIDADES 1980 1990 2000 2005
%/ %/ %/ %/
Pobl. Total Pobl. Urb. Tot. de pobl. Pobl. Total Pobl. Urb. Tot. de pobl. Pobl. Total Pobl. Urb. Tot. de pobl. Pobl. Total Pobl. Urb. Tot. de pobl.
Urb. Nal. Urb. Nal. Urb. Nal. Urb. Nal.
AGUASCALIENTES 519.439 293.152 0,85 719.659 492.378 1,05 944.285 687.987 1,16 1065416 773.185 1,19
BAJA CALIFORNIA 1.177.886 915.451 2,65 1.660.855 1.369.862 2,93 2.487.367 2.088.680 3,52 2844469 2.419.662 3,73
BAJA CALIFORNIA SUR 215.139 115.010 0,33 317.764 188.392 0,40 424.041 267.629 0,45 512170 358.783 0,55
CAMPECHE 420.553 200.923 0,58 535.185 273.161 0,59 690.689 365.783 0,62 754730 420.317 0,65
COAHUILA 1.557.265 1.053.992 3,05 1.972.340 1.571.801 3,37 2.298.070 1.936.816 3,26 2495200 2.126.608 3,28
COLIMA 346.293 188.951 0,55 428.510 286.583 0,61 542.627 380.701 0,64 567996 408.192 0,63
CHIAPAS 2.084.717 365.014 1,05 3.210.496 753.290 1,61 3.920.892 1.121.689 1,89 4293459 1.375.869 2,12
CHIHUAHUA 2.005.477 1.214.634 3,51 2.441.873 1.692.226 3,63 3.052.907 2.302.408 3,87 3241444 2.552.843 3,94
DISTRITO FEDERAL 8.831.079 8.831.079 25,52 8.235.744 8.092.449 17,34 8.605.239 8.504.748 14,31 8720916 8.599.534 13,26
DURANGO 1.182.320 408.352 1,18 1.349.378 589.839 1,26 1.448.661 737.891 1,24 1509117 835.548 1,29
GUANAJUATO 3.006.110 1.431.307 4,14 3.982.593 2.136.806 4,58 4.663.032 2.721.891 4,58 4893812 2.979.227 4,59
GUERRERO 2.109.513 487.721 1,41 2.620.637 934.028 2,00 3.079.649 1.201.022 2,02 3115202 1.258.712 1,94
HIDALGO 1.547.493 250.982 0,73 1.888.366 485.566 1,04 2.235.591 684.010 1,15 2345514 724.807 1,12
JALISCO 4.371.998 2.609.395 7,54 5.302.689 3.574.731 7,66 6.322.002 4.511.083 7,59 6752113 4.986.379 7,69
MÉXICO 7.564.335 4.448.453 12,86 9.815.795 6.997.723 14,99 13.096.686 9.551.961 16,08 14007495 10.222.262 15,76
MICHOACAN 2.868.824 962.745 2,78 3.548.199 1.439.243 3,08 3.985.667 1.750.438 2,95 3966073 1.867.150 2,88
MORELOS 947.089 306.940 0,89 1.195.059 662.297 1,42 1.555.296 923.712 1,55 1612899 981.602 1,51
NAYARIT 726.120 219.258 0,63 824.643 317.257 0,68 920.185 384.830 0,65 949684 417.994 0,64
NUEVO LEÓN 2.513.044 2.016.643 5,83 3.098.736 2.700.590 5,79 3.834.141 3.403.649 5,73 4199292 3.806.350 5,87
OAXACA 2.369.076 357.033 1,03 3.019.560 601.978 1,29 3.438.765 772.576 1,30 3506821 852.754 1,31
PUEBLA 3.347.685 1.066.206 3,08 4.126.101 1.663.404 3,56 5.076.686 2.255.707 3,80 5383133 2.599.842 4,01
QUERETARO 739.605 259.099 0,75 1.051.235 489.408 1,05 1.404.306 715.843 1,20 1598139 821.654 1,27
QUINTANA ROO 225.985 109.026 0,32 493.277 295.772 0,63 874.963 640.176 1,08 1135309 856.840 1,32
SAN LUIS POTOSÍ 1.673.893 582.935 1,68 2.003.187 865.814 1,85 2.299.360 1.085.298 1,83 2410414 1.210.796 1,87
SINALOA 1.849.879 774.042 2,24 2.204.054 1.052.975 2,26 2.536.844 1.335.626 2,25 2608442 1.483.425 2,29
SONORA 1.513.731 893.772 2,58 1.823.606 1.226.035 2,63 2.216.969 1.592.580 2,68 2394861 1.797.886 2,77
TABASCO 1.062.961 249.035 0,72 1.501.744 475.753 1,02 1.891.829 647.469 1,09 1989969 667.279 1,03
TAMAULIPAS 1.924.484 1.279.580 3,70 2.249.581 1.650.722 3,54 2.753.222 2.164.550 3,64 3024238 2.446.943 3,77
TLAXCALA 556.597 133.795 0,39 761.277 267.947 0,57 962.646 371.511 0,63 1068207 363.649 0,56
VERACRUZ 5.387.680 1.845.487 5,33 6.228.239 2.438.671 5,22 6.908.975 2.880.847 4,85 7110214 3.040.648 4,69
YUCATÁN 1.063.733 528.211 1,53 1.362.940 759.407 1,63 1.658.210 975.816 1,64 1818948 1.092.781 1,68
ZACATECAS 1.136.830 206.464 0,60 1.276.323 329.302 0,71 1.353.610 454.281 0,76 1367692 506.612 0,78
Total Urbana Nacional 66.846.833 34.604.687 100,00 81.249.645 46.675.410 100,00 97.483.412 59.419.208 100.00 103263388 64.856.133 100,00
Fuentes: Elaboración propia con base en:
- Total de Población 1910-1990: INEGI. Censos Generales de Población y Vivienda de 1910 a 1990; Tomado de INEGI (1996). Estados Unidos Mexicanos. Cien Años de Censos de Población. INEGI. Aguascalientes. México-
- 2000: INEGI. XII Censo General de Población y Vivienda. 2000
-2005: INEGI. II Conteo de Población y Vivienda. 2005
* Incluye localidades con más de 15.000 habitantes.
588
Cuadro AE-151: FOVISSSTE, Número de créditos otorgados por
programa, 1973-2005
589
Cuadro AE-152: FOVISSSTE, Distribución porcentual de total de créditos otorgados por Entidad Federativa, 1973-2005
ENTIDAD
FEDERATIVA
1973 1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 TOTAL
AGUASCALIENTES 0,0 1,1 1,6 0,1 1,6 0,2 0,4 3,2 0,1 0,0 0,2 0,8 0,2 10,0 5,1 2,4 2,2 2,8 2,5 1,4 4,0 4,0 4,2 1,0 1,0 1,1 1,6 0,5 1,5 1,3 2,0 1,7 2,0 2,3
BAJA CALIFORNIA 0,0 0,2 1,4 2,2 7,6 4,4 1,8 1,8 3,7 0,0 12,8 5,0 3,6 1,8 2,6 3,4 4,6 2,5 4,1 0,8 1,0 1,6 3,0 1,5 1,0 2,1 1,1 1,9 1,9 7,7 2,0 1,9 2,8 2,6
BAJA CALIF, SUR 0,0 0,2 0,3 0,3 0,0 3,0 5,2 0,3 1,0 0,0 0,5 1,7 2,0 0,7 1,1 1,4 1,3 1,7 2,4 1,8 1,7 1,6 0,5 2,1 0,7 1,5 1,9 2,0 1,4 0,9 1,1 1,7 1,7 1,5
CAMPECHE 0,0 0,7 0,0 1,1 0,1 2,0 0,3 0,1 1,5 0,0 0,2 0,5 0,1 1,0 1,4 0,7 2,1 1,4 1,7 1,6 1,0 1,4 0,7 1,2 1,6 1,0 0,0 2,1 1,2 1,3 1,0 0,7 1,1 1,1
COAHUILA 0,0 0,2 7,1 0,3 2,7 2,0 1,8 2,3 5,7 0,0 4,2 1,5 1,4 2,9 1,0 3,6 4,7 2,4 3,4 1,7 4,8 8,0 3,4 4,0 4,5 2,4 4,7 2,6 2,6 2,5 2,8 2,3 2,0 3,3
COLIMA 0,0 0,7 0,6 0,1 1,6 1,8 2,0 0,2 0,1 0,0 0,2 1,0 0,1 0,4 1,7 0,7 0,4 1,6 1,0 1,6 0,2 2,4 1,6 1,4 0,9 1,5 1,5 2,3 1,9 1,1 1,2 1,2 1,3 1,2
CHIAPAS 0,0 1,5 0,9 0,0 0,6 1,6 2,3 1,8 3,4 0,0 4,3 1,3 1,0 1,5 0,9 1,2 2,6 2,6 3,6 2,3 6,1 0,7 3,5 2,3 3,8 3,1 0,9 6,2 1,6 1,2 1,7 2,4 2,1 2,4
CHIHUAHUA 0,0 0,3 7,8 0,2 2,2 4,1 0,8 5,9 7,9 14,6 2,6 3,3 2,1 1,2 4,8 3,6 2,5 4,1 3,2 1,3 3,3 4,9 5,4 2,0 3,7 4,0 6,7 6,6 6,3 2,1 3,3 3,7 3,4 3,7
DISTRITO FED, 91,6 41,6 47,5 79,4 27,1 22,5 38,8 44,6 23,4 18,6 13,0 21,5 16,8 26,0 27,5 32,4 18,9 16,7 26,3 17,7 19,0 11,3 8,4 13,6 9,6 7,5 8,8 10,3 9,4 7,1 11,1 8,2 6,4 17,0
DURANGO 0,0 0,2 2,1 0,1 0,9 2,5 3,0 0,3 1,3 0,0 0,2 4,4 0,6 0,5 0,9 1,6 1,8 1,5 2,2 3,8 6,8 6,2 2,2 1,4 7,0 1,2 1,5 0,7 1,5 1,4 2,2 2,1 2,6 2,5
GUANAJUATO 0,6 4,5 1,2 0,2 0,6 5,4 2,4 6,0 5,7 0,0 2,3 3,6 2,0 1,3 1,5 1,1 3,4 3,2 2,7 2,9 2,3 2,3 5,7 2,9 1,6 3,0 4,4 4,9 5,3 2,1 3,2 3,9 3,9 3,2
GUERRERO 0,0 0,0 2,1 0,2 6,6 4,2 0,6 0,8 1,4 0,0 0,6 1,1 2,0 3,7 1,1 4,6 3,0 4,1 1,9 3,2 2,3 2,0 2,0 3,6 2,9 1,9 1,3 2,7 1,9 0,9 1,5 3,2 2,0 2,4
HIDALGO 0,0 0,6 0,2 0,0 0,8 3,8 0,2 0,1 0,7 0,0 0,5 1,5 1,7 3,3 1,5 3,8 2,8 2,6 2,1 2,7 0,9 4,3 4,2 1,3 4,4 7,7 9,1 1,9 6,9 2,7 3,8 3,1 3,4 3,1
JALISCO 1,2 13,5 3,6 0,2 3,0 2,0 1,6 12,1 4,1 44,8 3,7 5,6 1,3 4,3 3,0 1,3 2,7 2,0 0,9 2,6 2,4 0,7 7,7 7,9 2,7 5,6 4,7 9,4 3,9 5,6 3,9 4,9 3,4 3,8
MEXICO 0,0 2,3 1,0 0,5 8,0 7,2 13,4 0,9 5,7 0,0 7,1 5,3 33,9 9,9 3,6 10,2 11,1 6,8 5,8 15,5 6,7 3,9 4,4 7,9 7,2 8,4 8,9 9,0 10,5 28,9 20,6 17,6 20,7 11,4
MICHOACAN 0,0 4,0 5,0 0,3 3,8 7,7 1,3 1,7 6,2 6,6 5,4 4,4 1,1 2,7 4,7 3,4 3,2 5,8 3,2 4,3 3,8 3,2 4,6 6,7 5,6 2,3 2,1 3,1 3,1 0,9 3,1 3,6 3,8 3,7
MORELOS 0,0 0,5 0,0 0,3 3,8 0,2 0,5 0,4 3,1 0,0 3,2 2,7 4,0 1,5 1,7 1,5 0,7 1,4 1,1 1,6 0,7 1,9 0,8 0,6 1,3 0,4 0,4 1,0 1,6 0,6 2,0 3,4 2,9 1,7
NAYARIT 0,0 0,1 0,1 0,8 0,0 1,9 0,2 0,1 0,2 0,0 0,2 0,2 0,3 0,4 0,3 0,4 0,6 1,9 2,2 0,9 0,5 1,8 1,5 0,6 1,7 0,1 2,0 2,1 3,0 1,2 1,0 1,4 1,8 1,2
NUEVO LEON 0,0 6,8 2,9 2,8 4,2 0,1 0,4 0,6 0,4 0,0 6,0 1,8 0,8 4,7 3,2 1,0 0,4 2,3 2,7 2,9 5,0 2,3 5,7 7,2 5,8 7,3 1,3 0,5 1,2 3,9 2,8 3,0 3,2 3,1
OAXACA 0,0 2,5 2,9 0,0 4,1 1,2 0,2 0,5 1,2 0,0 1,2 2,0 1,1 1,3 0,9 1,4 3,6 2,7 1,6 3,0 2,1 1,6 2,7 3,3 6,9 2,8 3,3 1,7 1,4 0,5 1,5 2,5 2,1 2,1
PUEBLA 0,0 1,1 0,4 0,3 2,2 0,6 1,0 0,6 5,6 0,0 0,6 1,8 1,6 4,8 3,3 3,5 4,1 4,6 3,0 3,0 4,2 4,4 1,5 4,2 2,4 2,8 5,6 3,0 1,7 1,6 3,2 2,7 3,4 3,0
QUERETARO 0,0 2,3 0,1 0,1 0,9 0,2 0,4 0,3 0,3 0,0 4,6 0,2 0,5 0,6 5,8 2,6 0,5 1,2 1,2 2,1 2,1 1,8 0,9 2,5 1,5 4,5 3,3 2,4 2,5 2,1 2,3 2,3 2,4 1,9
QUINTANA ROO 0,0 0,0 0,0 0,1 0,6 0,1 2,1 0,2 0,1 0,0 2,6 2,3 1,3 0,8 0,7 0,5 0,3 2,0 1,9 1,0 0,9 0,6 0,4 0,2 2,7 2,6 0,8 1,2 0,8 1,4 2,1 1,8 1,8 1,3
SAN LUIS POTOSI 6,5 3,4 0,9 0,1 0,5 4,4 0,7 0,4 3,6 0,0 0,5 2,6 1,7 1,9 3,0 3,4 3,2 2,4 3,0 2,6 3,4 9,6 5,7 3,1 1,4 6,3 4,4 4,3 4,0 6,8 2,1 1,9 2,0 3,3
SINALOA 0,0 0,2 1,8 1,7 1,7 4,5 0,4 3,2 0,4 0,0 0,5 2,1 5,3 1,3 2,4 1,1 2,8 3,4 1,5 2,4 2,1 2,7 2,8 2,5 2,9 1,7 1,0 2,5 2,7 1,9 2,5 3,1 3,0 2,4
SONORA 0,0 0,2 1,8 3,3 2,7 2,9 0,9 6,9 2,5 0,0 7,5 4,5 1,0 1,6 1,0 1,6 2,7 3,7 2,5 1,7 2,0 1,3 2,0 1,6 3,4 1,6 4,1 4,0 1,7 4,9 1,7 2,3 2,4 2,4
TABASCO 0,0 0,5 0,5 0,9 1,9 0,2 0,4 0,3 0,2 0,0 2,2 1,6 3,4 0,7 2,1 0,5 1,0 1,7 1,5 2,0 0,8 0,7 1,3 0,8 1,2 2,1 2,8 1,3 2,1 0,5 1,8 1,5 0,8 1,3
TAMAULIPAS 0,0 2,8 1,0 0,9 6,5 2,3 10,4 2,9 7,0 0,0 4,9 5,4 1,4 1,9 4,9 1,4 4,4 2,5 2,6 1,9 2,9 4,0 4,4 2,4 3,5 4,1 3,4 3,3 8,1 3,0 4,0 3,8 3,8 3,6
TLAXCALA 0,0 1,7 0,0 0,0 0,4 0,0 0,0 0,1 0,1 0,0 0,1 0,3 0,1 0,7 1,3 1,4 0,8 1,2 0,9 0,8 0,6 2,4 1,4 2,5 0,8 0,7 0,4 1,0 0,5 0,3 0,8 0,9 0,9 0,9
VERACRUZ 0,0 1,7 1,4 3,3 1,9 6,0 1,3 1,1 1,8 0,0 5,2 8,1 1,7 4,5 5,2 2,5 3,4 3,7 2,6 4,9 3,5 3,1 2,8 3,6 0,8 5,1 6,7 2,8 3,7 2,4 3,8 4,2 3,2 3,4
YUCATAN 0,0 4,5 2,7 0,1 0,9 0,7 5,0 0,3 0,3 0,0 1,0 1,1 4,5 1,7 1,7 0,9 1,3 1,6 3,3 2,6 1,3 2,3 4,0 1,5 3,8 2,8 0,7 1,1 1,7 1,0 1,6 1,4 2,3 2,0
ZACATECAS 0,0 0,2 1,1 0,0 0,6 0,1 0,1 0,1 1,3 15,3 1,7 0,7 1,3 0,5 0,2 0,9 3,2 1,9 1,4 1,2 1,6 0,9 0,7 2,7 1,4 0,7 0,9 1,6 2,6 0,3 1,5 1,7 1,5 1,3
NO DISTRIBUIDO
0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,5 0,0 0,0 0,0
NACIONAL
TOTAL 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100
Fuente: Elaboración propia a partir de datos tomados de: CONAVI, Sistema de Estadísticas Históricas de Vivienda, http://estadistica.conafovi.gob.mx/historicos/index.php
590
Cuadro AE-161: Total de viviendas producidas por los sectores público y privado, por tipo de programa
1971-2005
% de Nva.
% de Nueva % de Nueva
% Viv. Completa e % de Nueva Constr. por
No. De Construcción Construcción
inicial /Tot de Constr./Total Org./Total de
PROGRAMAS Viviendas
Nueva Constr. de Créditos Nueva
por Org. /Total por Org. /Total
TIPO DE ORGANISMO (*) Producidas de Viv. de Vivienda
por Org. por Org. Constr.por
Publ+Priv. Edific.
SECTOR
VIV COMPL 5.346.027 92,88 78,73 83,19 71,47 32,53
VIV INICIAL 410.049 7,12 6,04 6,38 5,48 2,50
1- ONAVIS TOTAL NVA, CONSTR, 5.756.076 100,00 84,77 89,57 76,95 35,03
TOT DE CRED, 6.790.081 x 100,00 x x x
VIV COMPL 96.775 100,00 61,04 1,51 1,29 0,59
VIV INICIAL 0 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
2- ODEPA TOTAL NVA, CONSTR, 96.775 100,00 61,04 1,51 1,29 0,59
TOT DE CRED, 158.542 x 100,00 x x x
VIV COMPL 22.281 98,02 16,80 0,35 0,30 0,14
VIV INICIAL 450 1,98 0,34 0,01 0,01 0,00
3- BDE TOTAL NVA, CONSTR, 22.731 100,00 17,14 0,35 0,30 0,14
TOT DE CRED, 132.626 x 100,00 x x x
VIV COMPL 170.862 78,70 19,21 2,66 2,28 1,04
VIV INICIAL 46.230 21,30 5,20 0,72 0,62 0,28
4- OREVIS TOTAL NVA, CONSTR, 217.092 100,00 24,41 3,38 2,90 1,32
TOT DE CRED, 889.528 x 100,00 x x x
VIV COMPL 14.843 94,89 49,99 0,23 0,20 0,09
VIV INICIAL 800 5,11 2,69 0,01 0,01 0,00
5- ORESS
TOTAL NVA, CONSTR, 15.643 100,00 52,69 0,24 0,21 0,10
TOT DE CRED, 29.690 x 100,00 x x x
VIV COMPL 20.577 8,38 0,97 0,32 0,28 0,13
VIV INICIAL 224.935 91,62 10,66 3,50 3,01 1,37
6- SEDESOL TOTAL NVA, CONSTR, 245.512 100,00 11,63 3,82 3,28 1,49
TOT DE CRED, 2.110.694 x 100,00 x x x
VIV COMPL 635 66,15 1,75 0,01 0,01 0,00
VIV INICIAL 325 33,85 0,90 0,01 0,00 0,00
7- OEDOUP TOTAL NVA, CONSTR, 960 100,00 2,64 0,01 0,01 0,01
TOT DE CRED, 36.302 x 100,00 x x x
VIV. COMPL. 2.973 60,80 8,34 0,05 0,04 0,02
VIV INICIAL 1.917 39,20 5,38 0,03 0,03 0,01
8- ONENDUVSS TOTAL NVA, CONSTR, 4.890 100,00 13,72 0,08 0,07 0,03
TOT DE CRED, 35.657 x 100,0 x x x
VIV COMPL 18.138 100,00 20,89 0,28 0,24 0,11
VIV INICIAL 0 0 100,0 0,01 0,01 0,00
9- ONEPEC TOTAL NVA, CONSTR, 18.460 100,00 20,89 0,29 0,25 0,11
TOT DE CRED, 86.818 x 100,00 x x x
VIV COMPL 545 44,17 8,85 0,01 0,01 0,00
VIV INICIAL 689 55,83 11,20 0,01 0,01 0,00
10- ONEDER TOTAL NVA, CONSTR, 1.234 100,00 20,05 0,02 0,02 0,01
TOT DE CRED, 6.154 x 100,00 x x x
VIV COMPL 0 0,0 0,0 0,00 0,00 0,00
VIV INICIAL 0 0,0 0,0 0,00 0,00 0,00
11- OM (S/D) TOTAL NVA, CONSTR, 0 0,0 0,0 0,00 0,00 0,00
TOT DE CRED, 0 x 0,0 x x x
VIV COMPL 4.054 100,00 19,06 0,06 0,05 0,02
VIV INICIAL 0 0,00 0,0 0,00 0,00 0,00
12- PEF TOTAL NVA, CONSTR, 4.054 100,00 19,06 0,06 0,05 0,02
TOT DE CRED, 21.269 x 100,00 x x x
VIV COMPL 42.634 99,25 88,84 0,66 0,57 0,26
VIV INICIAL 322 0,75 0,67 0,01 0,01 0,00
13- NE (**) TOTAL NVA, CONSTR, 42.956 100,00 89,51 0,67 0,57 0,26
TOT DE CRED, 47,.990 x 100,00 x x x
TOT VIV COMPL 5.740.344 89,33 55,49 89,33 76,74 34,93
TOT VIV INICIAL 685.717 10,67 6,63 10,67 9,17 4,17
TOTAL SECT, PUB, TOTAL NVA, CONSTR, 6.426.061 100,00 62,12 100,00 85,91 39,11
TOT DE CRED, 10.345.351 x 100,00 x x x
SECTOR PRIVADO
VIV COMPL 4.020 97,69 97,69 0,05 0,05 0,02
VIV INICIAL 95 2,31 2,31 0,00 0,00 0,00
14- FYOP TOTAL NVA, CONSTR, 4.115 100,00 100,00 0,06 0,06 0,03
TOT DE CRED, 4.115 x 100,00 x x x
VIV COMPL 1.048.487 99,83 99,81 14,02 14,02 6,38
VIV INICIAL 1.756 0,17 0,17 0,02 0,02 0,01
15- BEM TOTAL NVA, CONSTR, 1.050.243 100,00 99,98 14,04 14,04 6,39
TOT DE CRED, 1.050.468 x 100,00 x x x
VIV COMPL 1.052.507 99,82 99,80 14,07 14,07 6,40
VIV INICIAL 1.851 0,18 0,18 0,02 0,02 0,01
TOTAL SECT, PRIV TOTAL NVA, CONSTR, 1.054.358 100,00 99,98 14,09 14,09 6,42
TOT DE CRED, 1.054.583 x 100,00 x x x
VIV COMPL 6.792.851 x 59,59 90,81 90,81 41,34
VIV INICIAL 687.568 x 6,03 9,19 9,19 4,18
TOTAL PUBL Y PRIV, TOTAL NVA, CONSTR, 7.480.419 x 65,62 100,00 100,00 45,52
TOT DE CRED, 11.399.934 x 100,00 x x x
TOTAL VIV Edificada
Total de vivienda
por Sectores Público, 16.432.660 x x x x 100
producida en la década Privado y Social
Fuentes: Elaboración propia con base en:
- Total de Vivienda1970-1990: INEGI, Censos Generales de Población y Vivienda No, IX (1970), X (1980), XI (1990); Tomado de INEGI (1996), Estados Unidos Mexicanos, Cien Años de Censos de Población, INEGI,
Aguascalientes, México: 201, 230 y 262, (ver cuadro 34)
- 2000 y 2005: INEGI, XII Censo General de Población y Vivienda, 2000; e INEGI, II Conteo de Población y Vivienda, 2005, Tomado de http://www,inegi,gob,mx/est/;
- Vivienda por Sector y Organismo: 1973-2005: CONAVI, Sistema de Estadísticas Históricas de Vivienda, http://estadistica,conafovi,gob,mx/historicos/index,php; 1971 y 1972: Connolly, P, et alt., (1977) Las
Políticas Habitacionales del Estado Mexicano, Centro Operacional de Vivienda y Doblamiento: Cuadros 10 y 12, pp, 89 y 116
Nota (*)Comprende los Programas de Vivienda Completa (no incluye vivienda usada), y Vivienda Inicial, que se consideran como el total de Nueva Construcción; Total de Créditos comprende los Programas de
Vivienda Completa (incluyendo vivienda usada), Vivienda Inicial, Mejoramiento Físico, Mejoramiento Financiero e Infraestructura
(**) Incluye los datos de Organismos citados en el Sistema de Estadísticas de CONAVI que no se logró identificar ni ubicar en la administración pública federal o estatal
591
Cuadro AE-162: Total de viviendas producidas por los sectores público y privado, por tipo de programa
1971-1980
% de Nva. % de Nueva
% Viv.Completa e % de Nueva % de Nueva
No. De Constr. por Construcción
PROGRAMAS inicial /Tot de Constr./Total Construcción por
TIPO DE ORGANISMO Viviendas
Nueva Constr. de Créditos
Org./Total de por Org. /Total
Org. /Total de
(*) Producidas Nueva Constr. de Viv.
por Org. por Org. Vivienda Edific
por SECTOR Publ+Priv.
SECTOR PÚBLICO (**)
VIV COMPL 528.028 100 100 92,14 77,68 13,69
VIV INICIAL 0 0 0 0,00 0,00 0,00
1- ONAVIS TOTAL NVA. CONSTR. 528.028 100 100 92,14 77,68 13,69
TOT DE CRED. 528.028 x 100 x x X
VIV COMPL 0 0 0 0 0,00 0,00
VIV INICIAL 0 0 0 0 0,00 0,00
2- ODEPA TOTAL NVA. CONSTR, 0 0 0 0 0,00 0,00
TOT DE CRED. 0 x 0 x x X
VIV COMPL 0 0 0 0 0,00 0,00
VIV INICIAL 0 0 0 0 0,00 0,00
3- BDE TOTAL NVA. CONSTR. 0 0 0 0 0,00 0,00
TOT DE CRED. 20.416 x 100 x x X
VIV COMPL 21.946 100 100 3,83 3,23 0,57
VIV INICIAL 0 0 0 0,00 0,00 0,00
4- OREVIS TOTAL NVA. CONSTR. 21.946 100 100 3,83 3,23 0,57
TOT DE CRED. 21.946 x 100 x x X
VIV COMPL 0 0 0 0.00 0,00 0,00
VIV INICIAL 0 0 0 0,00 0,00 0,00
5- ORESS
TOTAL NVA. CONSTR. 0 0 0 0,00 0,00 0,00
TOT DE CRED. 0 x 0 x x X
VIV COMPL 725 100 100 0,13 0,11 0,02
VIV INICIAL 0 0 0 0,00 0,00 0,00
6- SEDESOL TOTAL NVA. CONSTR. 725 100 100 0,13 0,11 0,02
TOT DE CRED. 725 x 100 x x X
VIV COMPL 0 0 0 0 0,00 0,00
VIV INICIAL 0 0 0 0 0,00 0,00
7- OEDOUP TOTAL NVA. CONSTR. 0 0 0 0 0,00 0,00
TOT DE CRED. 0 x 0 x x X
VIV. COMPL. 0 0 0 0 0,00 0,00
VIV INICIAL 0 0 0 0 0,00 0,00
8- ONENDUVSS TOTAL NVA. CONSTR. 0 0 0 0 0,00 0,00
TOT DE CRED. 0 x 0 x x X
VIV COMPL 0 0 0 0 0,00 0,00
VIV INICIAL 0 0 0 0 0,00 0,00
9- ONEPEC TOTAL NVA. CONSTR. 0 0 0 0 0,00 0,00
TOT DE CRED. 0 x 0 x x X
VIV COMPL 0 0 0 0 0,00 0,00
VIV INICIAL 0 0 0 0 0,00 0,00
10- ONEDER TOTAL NVA. CONSTR. 0 0 0 0 0,00 0,00
TOT DE CRED. 0 x 0 x x X
VIV COMPL 0 0 0 0 0,00 0,00
VIV INICIAL 0 0 0 0 0,00 0,00
11- OM (S/D) TOTAL NVA. CONSTR. 0 0 0 0 0,00 0,00
TOT DE CRED. 0 x 0 x x X
VIV COMPL 0 0 0 0 0,00 0,00
VIV INICIAL 0 0 0 0 0,00 0,00
12- PEF TOTAL NVA. CONSTR. 0 0 0 0 0,00 0,00
TOT DE CRED. 0 x 0 x x X
VIV COMPL 22.354 100 100 3,90 3.29 0,58
VIV INICIAL 0 0 0 0,00 0,00 0,00
13- NE (**) TOTAL NVA. CONSTR. 22.354 100 100 3,90 3,29 0,58
TOT DE CRED. 22.354 x 100 x x X
TOT VIV COMPL 573.053 100 100 100,00 84,30 14,86
TOT VIV INICIAL 0 0 0 0,00 0,00 0,00
TOTAL SECT. PUB. TOTAL NVA. CONSTR. 573.053 100 100 100,00 84,30 14,86
TOT DE CRED. 593.469 x 100 x x x
SECTOR PRIVADO (***)
VIV COMPL 0 0 0 0,00 0,00 0,00
VIV INICIAL 0 0 0 0,00 0,00 0,00
14- FYOP TOTAL NVA. CONSTR. 0 0 0 0,00 0,00 0,00
TOT DE CRED. 0 x 0 x x X
VIV COMPL 106.689 100 100 100,00 15,70 2,77
VIV INICIAL 0 0 0 0,00 0,00 0,00
15- BEM (***) TOTAL NVA. CONSTR. 106.689 100 100 100,00 15,70 2,77
TOT DE CRED. 106.689 x 100 x x X
VIV COMPL 106.689 100 100 100,00 15,70 2,77
VIV INICIAL 0 0 0 0,00 0,00 0,00
TOTAL SECT. PRIV TOTAL NVA. CONSTR. 106.689 100 100 100,00 15,70 2,77
TOT DE CRED. 106.689 x 100 x x X
VIV COMPL 679.742 100 100 100,00 100,00 17,63
VIV INICIAL 0 0 0 0,00 0,00 0,00
TOTAL PUBL Y PRIV. TOTAL NVA. CONSTR. 679.742 100 100 100,00 100,00 17,63
TOT DE CRED. 700.158 x 100 x x x
Total de Vivienda TOTAL VIV Edificada por
3.856.186 x x x x 100
Edificada en la Década Sectores Público, Priv. y Soc.
Fuentes: Elaboración propia con base en:
- Total de Vivienda1970-1990: INEGI, Censos Generales de Población y Vivienda No. IX (1970), X (1980), XI (1990); Tomado de INEGI (1996), Estados Unidos Mexicanos, Cien Años de Censos de Población, INEGI, Aguascalientes,
México: 201, 230 y 262. (ver cuadro 34)
- 2000 y 2005: INEGI, XII Censo General de Población y Vivienda, 2000; e INEGI, II Conteo de Población y Vivienda, 2005. Tomado de http://www.inegi.gob.mx/est/;
- Vivienda por Sector y Organismo: 1973-2005: CONAVI, Sistema de Estadísticas Históricas de Vivienda, http://estadistica.conafovi.gob.mx/historicos/index.php; 1971 y 1972: Connolly, P. et alt. (1977) Las Políticas Habitacionales del
Estado Mexicano, Centro Operacional de Vivienda y Doblamiento: Cuadros 10 y 12, pp. 89 y 116. Participación Privada de 1971 y 1979: ITAM en: http://biblioteca.itam.mx/recursos/ehm.html#
Notas (*)Comprende los Programas de Vivienda Completa (no incluye vivienda usada), y Vivienda Inicial, que se consideran como el total de Nueva Construcción; Total de Créditos comprende los Programas de Vivienda Completa
(incluyendo vivienda usada), Vivienda Inicial, Mejoramiento Físico, Mejoramiento Financiero e Infraestructura. Sector Privado 1971-1979
(**) Para esta década Incluye los datos de Organismos Públicos citados en el Sistema de Estadísticas de CONAVI que no se logró identificar ni ubicar en la administración pública federal o estatal (2149
viviendas) (ver Cuadros 57 y 59), y los datos de Participación Pública de 1971 y 1972 citados en: Connolly, P. et alt., (ibid) (20,205 viviendas) (ver cuadro 32), los cuales se suman al Subprograma de Vivienda
Completa, al total de Nueva Construcción y al Total de Créditos.
(***) Los datos disponibles de inversión privada en el Sistema de Estadísticas de CONAVI parten de 1983 (ver cuadro 59), Para la década 1971-1980 aquí se incluyen sólo los datos de Participación
)
Privada de 1971 y 1979 (106, 689 viviendas citados por el ITAM en: http://biblioteca.itam.mx/recursos/ehm.html# (ver cuadro ITAM 1), los cuales se incorporan a la Banca Privada y se suman al Subprograma de Vivienda
Completa, al Total de Nueva Construcción y al Total de Créditos del Sector Privado.
592
Cuadro AE-163: Total de viviendas producidas por los sectores público y privado, por tipo de programa
1981-1990
% de Nva. % de Nueva
% Viv.Completa e % de Nueva % de Nueva
No. De Constr. por Construcción
inicial /Tot de Constr./Total Construcción por
PROGRAMAS Viviendas
Nueva Constr. de Créditos
Org./Total de por Org. /Total
Org. /Total de
TIPO DE ORGANISMO (*) Producidas Nueva Constr. de Viv.
por Org. por Org. Vivienda Edific
por SECTOR Publ+Priv.
VIV COMPL 1.064.894 88,08 74,81 80,91 61,30 26,26
VIV INICIAL 1.44,.076 11,92 10,12 10,95 8,29 3,55
1- ONAVIS TOTAL NVA. CONSTR. 1.208.970 100,00 84,93 91,86 69,60 29,81
TOT DE CRED. 1.423.441 x 100,00 x x x
VIV COMPL 39.312 100,00 99,44 2,99 2,26 0,97
VIV INICIAL 0 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
2- ODEPA TOTAL NVA. CONSTR. 39.312 100,00 99,44 2,99 2,26 0,97
TOT DE CRED. 39.532 x 100,00 x x x
VIV COMPL 4.396 100,00 60,92 0,33 0,25 0,11
VIV INICIAL 0 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
3- BDE TOTAL NVA. CONSTR. 4.396 100,00 60,92 0,33 0,25 0,11
TOT DE CRED. 7.216 x 100,00 x x x
VIV COMPL 22.173 73,03 11,40 1,68 1,28 0,55
VIV INICIAL 8.189 26,97 4,21 0,62 0,47 0,20
4- OREVIS TOTAL NVA. CONSTR. 30.362 100,00 15,61 2,31 1,75 0,75
TOT DE CRED. 194.558 x 100,00 x x x
VIV COMPL 40 100,00 100,00 0,00 0,00 0,00
VIV INICIAL 0 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
5- ORESS
TOTAL NVA. CONSTR. 40 100,00 100,00 0,00 0,00 0,00
TOT DE CRED. 40 x 100,00 x x x
VIV COMPL 19.001 86,20 32,81 1,44 1,09 0,47
VIV INICIAL 3.041 13,80 5,25 0,23 0,18 0,07
6- SEDESOL TOTAL NVA. CONSTR. 22.042 100,00 38,06 1,67 1,27 0,54
TOT DE CRED. 57.911 x 100,00 x x x
VIV COMPL 0 0,0 0,00 0,00 0,00 0,00
VIV INICIAL 0 0,0 0,00 0,00 0,00 0,00
7- OEDOUP TOTAL NVA. CONSTR. 0 0,0 0,00 0,00 0,00 0,00
TOT DE CRED. 786 x 100,00 x x x
VIV. COMPL. 0 0,0 0,0 0,00 0,00 0,00
VIV INICIAL 0 0,0 0,0 0,00 0,00 0,00
8- ONENDUVSS TOTAL NVA. CONSTR. 0 0,0 0,0 0,00 0,00 0,00
TOT DE CRED. 0 x 0,0 x x x
VIV COMPL 0 0,0 0,0 0,00 0,00 0,00
VIV INICIAL 0 0,0 0,0 0,00 0,00 0,00
9- ONEPEC TOTAL NVA. CONSTR. 0 0,0 0,0 0,00 0,00 0,00
TOT DE CRED. 66.157 x 100,0 x x x
VIV COMPL 163 19,13 3,00 0,01 0,01 0,00
VIV INICIAL 689 80,87 12,70 0,05 0,04 0,02
10- ONEDER TOTAL NVA. CONSTR. 852 100,00 15,70 0,06 0,05 0,02
TOT DE CRED. 5.427 x 100,00 x x x
VIV COMPL 0 0,0 0,0 0,00 0,00 0,00
VIV INICIAL 0 0,0 0,0 0,00 0,00 0,00
11- OM (S/D) TOTAL NVA. CONSTR. 0 0,0 0,0 0,00 0,00 0,00
TOT DE CRED. 0 x 0,0 x x x
VIV COMPL 0 0,0 0,0 0,00 0,00 0,00
VIV INICIAL 0 0,0 0,0 0,00 0,00 0,00
12- PEF TOTAL NVA. CONSTR. 0 0,0 0,0 0,00 0,00 0,00
TOT DE CRED. 0 x 0,0 x x x
VIV COMPL 10.166 100,00 76,17 0,77 0,59 0,25
VIV INICIAL 0 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
13- NE (**) TOTAL NVA. CONSTR. 10.166 100,00 76,17 0,77 0,59 0,25
TOT DE CRED. 13.347 x 100,00 x x x
TOT VIV COMPL 1.160.145 88,15 64,15 88,15 66,79 28,61
TOT VIV INICIAL 155.995 11,85 8,63 11,85 8,98 3,85
TOTAL SECT. PUB. TOTAL NVA. CONSTR. 1.316.140 100,00 72,78 100,00 75,77 32,46
TOT DE CRED. 1.808.415 x 100,00 x x x
SECTOR PRIVADO (***)
VIV COMPL 0 0,0 0,0 0,00 0,00 0,00
VIV INICIAL 0 0,0 0,0 0,00 0,00 0,00
14- FYOP TOTAL NVA. CONSTR. 0 0,0 0,0 0,00 0,00 0,00
TOT DE CRED. 0 x 0,0 x x x
VIV COMPL 420.979 100,0 100,00 24,23 24,23 10,38
VIV INICIAL 0 0,0 0,00 0,00 0,00 0,00
15- BEM (***) TOTAL NVA. CONSTR. 420.979 100,0 100,00 24,23 24,23 10,38
TOT DE CRED. 420.979 x 100,00 x x x
VIV COMPL 420.979 100,0 100,00 24,23 24,23 10,38
VIV INICIAL 0 0,0 0,00 0,00 0,00 0,00
TOTAL SECT. PRIV TOTAL NVA. CONSTR. 420.979 100,0 100,00 24,23 24,23 10,38
TOT DE CRED. 420.979 x 100,00 x x x
VIV COMPL 1.581.124 x 70,92 91,02 91,02 38,99
VIV INICIAL 155.995 x 7,00 8,98 8,98 3,85
TOTAL PUBL Y PRIV. TOTAL NVA. CONSTR. 1.737.119 x 77,92 100,00 100,00 42,84
TOT DE CRED. 2.229.394 x 100,00 x x x
TOTAL VIV Edificada
Total de vivienda
por Sectores Público, 4.055.247 x x x x 100,00
producida en la década Privado y Social
Fuentes: Elaboración propia con base en:
- Total de Vivienda1970-1990: INEGI, Censos Generales de Población y Vivienda No. IX (1970), X (1980), XI (1990); Tomado de INEGI (1996), Estados Unidos Mexicanos, Cien Años de Censos de Población, INEGI,
Aguascalientes, México: 201, 230 y 262. (ver cuadro 34)
- 2000 y 2005: INEGI, XII Censo General de Población y Vivienda, 2000; e INEGI, II Conteo de Población y Vivienda, 2005. Tomado de http://www.inegi.gob.mx/est/;
- Vivienda por Sector y Organismo: 1973-2005: CONAVI, Sistema de Estadísticas Históricas de Vivienda, http://estadistica.conafovi.gob.mx/historicos/index.php; 1971 y 1972: Connolly, P. et alt. (1977) Las Políticas
Habitacionales del Estado Mexicano, Centro Operacional de Vivienda y Doblamiento: Cuadros 10 y 12, pp. 89 y 116
Nota (*)Comprende los Programas de Vivienda Completa (no incluye vivienda usada), y Vivienda Inicial, que se consideran como el total de Nueva Construcción; Total de Créditos comprende los Programas de Vivienda
Completa (incluyendo vivienda usada), Vivienda Inicial, Mejoramiento Físico, Mejoramiento Financiero e Infraestructura
(**) Incluye los datos de Organismos citados en el Sistema de Estadísticas de CONAVI que no se logró identificar ni ubicar en la administración pública federal o estatal
(***) Para esta década se incluyen sólo los datos disponibles de inversión privada en el Sistema de Estadísticas de CONAVI que parten de 1983 (ver cuadro 59).
593
Cuadro AE-164: Total de viviendas producidas por los sectores público y privado por tipo de programa
1991-2000
% de Nva. % de Nueva
% Viv.Completa e % de Nueva % de Nueva
No. De Constr. por Construcción
inicial /Tot de Constr./Total Construcción por
PROGRAMAS Viviendas
Nueva Constr. de Créditos
Org./Total de por Org. /Total
Org. /Total de
TIPO DE ORGANISMO (*) Producidas Nueva Constr. de Viv.
por Org. por Org. Vivienda Edific
por SECTOR Publ+Priv.
VIV COMPL 1.827.171 93,00 82,33 77,96 66,90 31,74
VIV INICIAL 137.617 7,00 6,20 5,87 5,04 2,39
1- ONAVIS TOTAL NVA. CONSTR. 1.964.788 100,00 88,53 83,83 71,94 34,13
TOT DE CRED. 2.219.406 x 100,00 x x x
VIV COMPL 32.073 100,00 45,25 1,37 1,17 0,56
VIV INICIAL 0 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
2- ODEPA TOTAL NVA. CONSTR. 32.073 100,00 45,25 1,37 1,17 0,56
TOT DE CRED. 70.873 x 100,00 x x x
VIV COMPL 14.826 97,05 14,54 0,63 0,54 0,26
VIV INICIAL 450 2,95 0,44 0,02 0,02 0,01
3- BDE TOTAL NVA. CONSTR. 15.276 100,00 14,99 0,65 0,56 0,27
TOT DE CRED. 101.935 x 100,00 x x x
VIV COMPL 52.244 59,99 12,93 2,23 1,91 0,91
VIV INICIAL 34.847 40,01 8,63 1,49 1,28 0,61
4- OREVIS TOTAL NVA. CONSTR. 87,091 100,00 21,56 3,72 3,19 1,51
TOT DE CRED. 403,998 x 100,00 x x x
VIV COMPL 1.769 68,86 48,14 0,08 0,06 0,03
VIV INICIAL 800 31,14 21,77 0,03 0,03 0,01
5- ORESS
TOTAL NVA. CONSTR. 2.569 100,00 69,90 0,11 0,09 0,04
TOT DE CRED. 3.675 x 100,00 x x x
VIV COMPL 851 0,39 0,05 0,04 0,03 0,01
VIV INICIAL 219.796 99,61 12,54 9,38 8,05 3,82
6- SEDESOL TOTAL NVA. CONSTR. 220.647 100,00 12,59 9,41 8,08 3,83
TOT DE CRED. 1.753.089 x 100,00 x x x
VIV COMPL 0 0 0 0,00 0,00 0,00
VIV INICIAL 0 0 0 0,00 0,00 0,00
7- OEDOUP TOTAL NVA. CONSTR. 0 0 0 0,00 0,00 0,00
TOT DE CRED. 0 x 0 x x x
VIV. COMPL. 1.024 43,41 3,39 0,04 0,04 0,02
VIV INICIAL 1.335 56,59 4,41 0,06 0,05 0,02
8- ONENDUVSS TOTAL NVA. CONSTR. 2.359 100,00 7,80 0,10 0,09 0,04
TOT DE CRED. 30.262 x 100,00 x x x
VIV COMPL 18.138 100,00 89,35 0,77 0,66 0,32
VIV INICIAL 0 0 0,0 0,01 0,01 0,01
9- ONEPEC TOTAL NVA. CONSTR. 18.460 100,00 89,35 0,79 0,68 0,32
TOT DE CRED. 20,661 x 100,0 x x x
VIV COMPL 382 100,00 52,54 0,02 0,01 0,01
VIV INICIAL 0 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
10- ONEDER TOTAL NVA. CONSTR. 382 100,00 52,54 0,02 0,01 0,01
TOT DE CRED. 727 x 100,00 x x x
VIV COMPL 0 0 0,0 0,00 0,00 0,00
VIV INICIAL 0 0 0,0 0,00 0,00 0,00
11- OM (S/D) TOTAL NVA. CONSTR. 0 0 0,0 0,00 0,00 0,00
TOT DE CRED. 0 x 0,0 x x x
VIV COMPL 0 0 0,0 0,00 0,00 0,00
VIV INICIAL 0 0 0,0 0,00 0,00 0,00
12- PEF TOTAL NVA. CONSTR. 0 0 0,0 0,00 0,00 0,00
TOT DE CRED. 1.827 x 100,0 x x x
VIV COMPL 0 0 0 0,00 0,00 0,00
VIV INICIAL 322 100,00 14,81 0,01 0,01 0,01
13- NE (**) TOTAL NVA. CONSTR. 322 100,00 14,81 0,01 0,01 0,01
TOT DE CRED. 2,175 x 100,00 x x x
TOT VIV COMPL 1.948.478 83,14 42,28 83,14 71,35 33,85
TOT VIV INICIAL 395.167 16,86 8,57 16,86 14,47 6,86
TOTAL SECT. PUB. TOTAL NVA. CONSTR. 2.343.645 100,00 50,85 100,00 85,81 40,71
TOT DE CRED. 4.608.628 x 100,00 x x x
SECTOR PRIVADO
VIV COMPL 0 0 0,0 0,00 0,00 0,00
VIV INICIAL 0 0 0,0 0,00 0,00 0,00
14- FYOP TOTAL NVA. CONSTR. 0 0 0,0 0,00 0,00 0,00
TOT DE CRED. 0 x 0,0 x x x
VIV COMPL 387.418 100,00 99,94 14,19 14,19 6,73
VIV INICIAL 0 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
15- BEM TOTAL NVA. CONSTR. 387.418 100,00 99.94 14.19 14.19 6.73
TOT DE CRED. 387.643 x 100.00 x x x
VIV COMPL 387.418 100,00 99,94 14,19 14,19 6,73
VIV INICIAL 0 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
TOTAL SECT. PRIV TOTAL NVA. CONSTR. 387.418 100,00 0,10 0,01 0,01 0,01
TOT DE CRED. 387.643 x 100,00 x x x
VIV COMPL 2.335.896 x 46,75 85,53 85,53 40,58
VIV INICIAL 395.167 x 7,91 14,47 14,47 6,86
TOTAL PUBL Y PRIV. TOTAL NVA. CONSTR. 2.731.063 x 54,66 100,00 100,00 47,44
TOT DE CRED. 4.996.271 x 100,00 x x x
TOTAL VIV Edificada
Total de vivienda
por Sectores Público, 5756931
producida en la década Privado y Social x x x x 100
Fuentes: Elaboración propia con base en:
- Total de Vivienda1970-1990: INEGI, Censos Generales de Población y Vivienda No. IX (1970), X (1980), XI (1990); Tomado de INEGI (1996), Estados Unidos Mexicanos, Cien Años de Censos de Población, INEGI,
Aguascalientes, México: 201, 230 y 262. (ver cuadro 34)
- 2000 y 2005: INEGI, XII Censo General de Población y Vivienda, 2000; e INEGI, II Conteo de Población y Vivienda, 2005. Tomado de http://www.inegi.gob.mx/est/;
- Vivienda por Sector y Organismo: 1973-2005: CONAVI, Sistema de Estadísticas Históricas de Vivienda, http://estadistica.conafovi.gob.mx/historicos/index.php; 1971 y 1972: Connolly, P. et alt. (1977) Las Políticas
Habitacionales del Estado Mexicano, Centro Operacional de Vivienda y Doblamiento: Cuadros 10 y 12, pp. 89 y 116
Nota (*)Comprende los Programas de Vivienda Completa (no incluye vivienda usada), y Vivienda Inicial, que se consideran como el total de Nueva Construcción; Total de Créditos comprende los Programas de Vivienda
Completa (incluyendo vivienda usada), Vivienda Inicial, Mejoramiento Físico, Mejoramiento Financiero e Infraestructura
(**) Incluye los datos de Organismos citados en el Sistema de Estadísticas de CONAVI que no se logró identificar ni ubicar en la administración pública federal o estatal
594
Cuadro AE-165: Total de viviendas producidas por los sectores público y privado por tipo de programa
2001-2005
% de Nva. % de Nueva % de Nueva
% Viv.Completa e % de Nueva
No. De Constr. por Construcción Construcción
inicial /Tot de Constr./Total
PROGRAMAS Viviendas
Nueva Constr. de Créditos
Org./Total de por Org. /Total por Org. /Total
TIPO DE ORGANISMO (*) Producidas Nueva Constr. de Viv. de Vivienda
por Org. por Org.
por SECTOR Publ+Priv. Edific
VIV COMPL 1.925.934 93,75 73,53 87,81 82,57 69,67
VIV INICIAL 128.356 6,25 4,90 5,85 5,50 4,64
1- ONAVIS TOTAL NVA. CONSTR. 2.054.290 100,00 78,43 93,67 88,07 74,32
TOT DE CRED. 2.619.206 X 100,00 x x x
VIV COMPL 25.390 100,00 52,75 1,16 1,09 0,92
VIV INICIAL 0 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
2- ODEPA TOTAL NVA. CONSTR. 25.390 100,00 52,75 1,16 1,09 0,92
TOT DE CRED. 48.137 x 100,00 x x x
VIV COMPL 3.059 100,00 100,00 0,14 0,13 0,11
VIV INICIAL 0 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
3- BDE TOTAL NVA. CONSTR. 3.059 100,00 100,00 0,14 0,13 0,11
TOT DE CRED. 3.059 x 100,00 x x x
VIV COMPL 74.499 95,89 27,69 3,40 3,19 2,70
VIV INICIAL 3.194 4,11 1,19 0,15 0,14 0,12
4- OREVIS TOTAL NVA. CONSTR. 77.693 100,00 28,88 3,54 3,33 2,81
TOT DE CRED. 269.026 x 100,00 x x x
VIV COMPL 13.034 100,00 50,18 0,59 0,56 0,47
VIV INICIAL 0 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
5- ORESS
TOTAL NVA. CONSTR. 13.034 100,00 50,18 0,59 0,56 0,47
TOT DE CRED. 25.975 x 100,00 x x x
VIV COMPL 0 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
VIV INICIAL 2.098 100,00 0,70 0,10 0,09 0,08
6- SEDESOL TOTAL NVA. CONSTR. 2.098 100,00 0,70 0,10 0,09 0,08
TOT DE CRED. 298.969 x 100,00 x x x
VIV COMPL 635 66,15 1,79 0,03 0,03 0,02
VIV INICIAL 325 33,85 0,92 0,01 0,01 0,01
7- OEDOUP TOTAL NVA. CONSTR. 960 100,00 2,70 0,04 0,04 0,03
TOT DE CRED. 35.516 x 100,00 x x x
VIV. COMPL. 1.949 77,01 36,13 0,09 0,08 0,07
VIV INICIAL 582 22,99 10.79 0,03 0,02 0,02
8- ONENDUVSS TOTAL NVA. CONSTR. 2.531 100,00 46,91 0,12 0,11 0,09
TOT DE CRED. 5.395 x 100,0 x x x
VIV COMPL 0 0 0,0 0,00 0,00 0,00
VIV INICIAL 0 0 0,0 0,00 0,00 0,00
9- ONEPEC TOTAL NVA. CONSTR. 0 0 0,0 0,00 0,00 0,00
TOT DE CRED. 0 x 100,0 x x x
VIV COMPL 0 0 0 0,00 0,00 0,00
VIV INICIAL 0 0 0 0,00 0,00 0,00
10- ONEDER TOTAL NVA. CONSTR. 0 0 0 0,00 0,00 0,00
TOT DE CRED. 0 x 0 x x x
VIV COMPL 0 0 0 0,00 0,00 0,00
VIV INICIAL 0 0 0 0,00 0,00 0,00
11- OM (S/D) TOTAL NVA. CONSTR. 0 0 0,0 0,00 0,00 0,00
TOT DE CRED. 0 x 0,0 x x x
VIV COMPL 4.054 100,00 20,85 0,18 0,17 0,15
VIV INICIAL 0 0,00 0,0 0,00 0,00 0,00
12- PEF TOTAL NVA. CONSTR. 4.054 100,00 20,85 0,18 0,17 0,15
TOT DE CRED. 19.442 x 100,0 x x x
VIV COMPL 10.114 100,00 100,00 0,46 0,43 0,37
VIV INICIAL 0 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
13- NE (**) TOTAL NVA. CONSTR. 10.114 100,00 100,00 0,46 0,43 0,37
TOT DE CRED. 10.114 x 100,00 x x x
TOT VIV COMPL 2.058.668 93,86 61,73 93,86 88,26 74,47
TOT VIV INICIAL 134.555 6,14 4,03 6,14 5,77 4,87
TOTAL SECT. PUB. TOTAL NVA. CONSTR. 2.193.223 100,00 65,77 100,00 94,03 79,34
TOT DE CRED. 3.334.839 x 100,00 x x x
SECTOR PRIVADO
VIV COMPL 4.020 97,69 97,68 0,17 0,17 0,15
VIV INICIAL 95 2,31 2,32 0,00 0,00 0,00
14- FYOP TOTAL NVA. CONSTR. 4.115 100,00 0,0 0,18 0,18 0,15
TOT DE CRED. 4.115 x 100,0 x x x
VIV COMPL 133.401 98,70 98,70 5,72 5,72 4,83
VIV INICIAL 1.756 1,30 1,30 0,08 0,08 0,06
15- BEM TOTAL NVA. CONSTR. 135.157 100,00 100,00 5,79 5,79 4,89
TOT DE CRED. 135.157 x 100,00 x x x
VIV COMPL 137.421 98,67 98,67 5,89 5,89 4,97
VIV INICIAL 1.851 1,33 1,33 0,08 0,08 0,07
TOTAL SECT. PRIV TOTAL NVA. CONSTR. 139.272 100,00 100,00 5,97 5,97 5,04
TOT DE CRED. 139.272 x 100,00 x x x
VIV COMPL 2.196.089 x 63,21 94,15 94,15 79,44
VIV INICIAL 136.406 x 3,93 5,85 5,85 4,93
TOTAL PUBL Y PRIV. TOTAL NVA. CONSTR. 2.332.495 x 67,14 100,00 100,00 84,38
TOT DE CRED. 3.474.111 x 100,00 x x x
TOTAL VIV Edificada
Total de vivienda
por Sectores Público, 2.764.296 x x x x 100
producida en la década Privado y Social
Fuentes: Elaboración propia con base en:
- Total de Vivienda1970-1990: INEGI, Censos Generales de Población y Vivienda No. IX (1970), X (1980), XI (1990); Tomado de INEGI (1996), Estados Unidos Mexicanos, Cien Años de Censos de Población, INEGI,
Aguascalientes, México: 201, 230 y 262. (ver cuadro 34)
- 2000 y 2005: INEGI, XII Censo General de Población y Vivienda, 2000; e INEGI, II Conteo de Población y Vivienda, 2005. Tomado de http://www.inegi.gob.mx/est/;
- Vivienda por Sector y Organismo: 1973-2005: CONAVI, Sistema de Estadísticas Históricas de Vivienda, http://estadistica.conafovi.gob.mx/historicos/index.php; 1971 y 1972: Connolly, P. et alt. (1977) Las
Políticas Habitacionales del Estado Mexicano, Centro Operacional de Vivienda y Doblamiento: Cuadros 10 y 12, pp. 89 y 116
Nota (*)Comprende los Programas de Vivienda Completa (no incluye vivienda usada), y Vivienda Inicial, que se consideran como el total de Nueva Construcción; Total de Créditos comprende los Programas de
Vivienda Completa (incluyendo vivienda usada), Vivienda Inicial, Mejoramiento Físico, Mejoramiento Financiero e Infraestructura
(**) Incluye los datos de Organismos citados en el Sistema de Estadísticas de CONAVI que no se logró identificar ni ubicar en la administración pública federal o estatal
595
Cuadro AE-171: CFE, Total de créditos otorgados por Entidad Federativa
1983-2005
ENTIDAD
1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 TOTAL
FEDERATIVA
AGUASCALIENTES 31 18 25 14 15 14 23 10 8 7 4 7 8 3 19 6 7 41 27 12 19 14 2 334
BAJA CALIFORNIA 53 35 44 152 49 18 36 16 56 118 106 58 51 98 43 28 31 142 258 183 193 77 132 1.977
BAJA CALIF. SUR 23 31 19 10 12 7 17 0 4 8 23 10 10 72 113 17 8 17 18 5 23 8 8 463
CAMPECHE 14 127 11 6 4 20 14 1 7 9 8 6 11 6 4 3 2 17 6 4 3 5 0 288
COAHUILA 106 95 87 96 41 45 63 90 157 139 74 56 52 65 69 35 24 85 57 12 49 41 16 1.554
COLIMA 14 143 11 6 4 21 12 4 10 13 24 23 32 76 17 19 44 84 85 168 73 25 12 920
CHIAPAS 32 168 26 14 54 53 34 35 54 95 77 45 44 91 35 25 18 77 32 25 34 33 19 1.120
CHIHUAHUA 80 78 65 36 30 31 48 18 92 106 59 55 44 128 79 33 98 112 79 24 34 120 122 1.571
DISTRITO FED. 846 471 693 383 297 97 322 103 153 114 253 159 133 163 124 61 55 145 92 56 85 47 44 4.896
DURANGO 80 92 65 36 28 41 49 18 120 115 59 49 26 88 54 29 33 120 45 36 58 39 31 1.311
GUANAJUATO 52 133 38 121 24 33 27 36 60 91 117 60 59 112 93 51 54 143 100 61 77 75 61 1.678
GUERRERO 54 121 44 67 37 10 35 11 90 162 105 76 160 40 29 21 37 41 66 63 33 18 18 1.338
HIDALGO 7 10 6 3 4 25 14 12 123 91 86 45 18 43 26 17 9 42 17 10 13 17 32 670
JALISCO 77 113 63 38 24 52 77 37 100 162 64 77 82 248 263 176 115 188 173 70 142 81 89 2.511
MEXICO 54 0 44 24 22 70 38 21 26 42 46 73 43 92 88 68 166 187 98 46 47 49 46 1.390
MICHOACAN 54 103 44 24 20 40 39 30 37 72 87 78 68 120 88 238 182 214 105 60 190 130 36 2.059
MORELOS 109 37 89 49 90 77 100 2 52 69 35 37 29 11 21 13 10 29 29 17 21 17 5 948
NAYARIT 19 9 16 9 6 17 15 3 128 122 47 10 12 24 20 9 8 35 19 15 19 13 94 669
NUEVO LEON 76 191 62 134 24 154 42 19 26 37 53 18 34 61 44 44 37 111 114 35 69 57 38 1.480
OAXACA 43 23 35 19 34 25 27 32 27 36 41 29 26 53 222 73 21 44 24 7 13 3 6 863
PUEBLA 56 143 45 25 361 212 117 28 51 15 65 16 22 35 33 28 14 48 42 22 42 38 17 1.475
QUERETARO 23 24 19 10 5 10 93 120 45 36 28 20 14 16 20 15 17 26 16 8 15 11 30 621
QUINTANA ROO 9 0 7 4 21 5 13 0 0 7 3 2 1 0 29 0 0 0 0 0 0 0 0 101
SAN LUIS POTOSI 31 31 25 14 34 14 27 10 24 49 41 24 14 63 26 23 27 51 51 81 26 20 5 711
SINALOA 36 18 29 16 21 10 24 23 12 51 45 33 79 173 123 25 19 49 39 23 22 51 20 941
SONORA 54 35 44 24 19 13 34 32 37 139 156 36 66 88 76 40 31 104 62 35 53 34 34 1.246
TABASCO 32 13 26 14 110 18 115 21 22 66 37 53 17 55 34 19 14 33 21 9 4 5 2 740
TAMAULIPAS 33 166 27 78 51 72 172 256 195 99 92 52 38 88 63 29 48 102 53 27 40 46 18 1.845
TLAXCALA 7 15 6 3 3 5 21 13 1 2 13 4 4 1 4 4 1 3 2 6 3 1 0 122
VERACRUZ 114 107 94 52 235 320 227 70 139 341 281 176 120 175 234 199 166 320 141 101 224 260 133 4.229
YUCATAN 35 58 28 16 25 50 20 28 126 166 75 39 51 35 48 25 28 63 32 16 35 28 7 1.034
ZACATECAS 23 12 19 10 7 5 17 5 11 4 13 14 7 3 9 5 2 21 9 4 6 5 4 215
TOTAL 2.277 2.620 1.856 1.507 1.711 1.584 1.912 1.104 1.993 2.583 2.217 1.440 1.375 2.326 2.150 1.378 1.326 2.694 1.912 1.241 1.665 1.368 1.081 41.320
Fuente: Elaboración propia a partir de datos tomados de: CONAVI, Sistema de Estadísticas Históricas de Vivienda, http://estadistica.conafovi.gob.mx/historicos/index.php
596
2
Cuadro AE-17 : CFE, Distribución porcentual de total de créditos otorgados por Entidad Federativa
1983-2005
ENTIDAD
1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 TOTAL
FEDERATIVA
AGUASCALIENTES 1,4 0,7 1,3 0,9 0,9 0,9 1,2 0,9 0,4 0,3 0,2 0,5 0,6 0,1 0,9 0,4 0,5 1,5 1,4 1,0 1,1 1,0 0,2 0,8
BAJA CALIFORNIA 2,3 1,3 2,4 10,1 2,9 1,1 1,9 1,4 2,8 4,6 4,8 4,0 3,7 4,2 2,0 2,0 2,3 5,3 13,5 14,7 11,6 5,6 12,2 4,8
BAJA CALIF. SUR 1,0 1,2 1,0 0,7 0,7 0,4 0,9 0,0 0,2 0,3 1,0 0,7 0,7 3,1 5,3 1,2 0,6 0,6 0,9 0,4 1,4 0,6 0,7 1,1
CAMPECHE 0,6 4,8 0,6 0,4 0,2 1,3 0,7 0,1 0,4 0,3 0,4 0,4 0,8 0,3 0,2 0,2 0,2 0,6 0,3 0,3 0,2 0,4 0,0 0,7
COAHUILA 4,7 3,6 4,7 6,4 2,4 2,8 3,3 8,2 7,9 5,4 3,3 3,9 3,8 2,8 3,2 2,5 1,8 3,2 3,0 1,0 2,9 3,0 1,5 3,8
COLIMA 0,6 5,5 0,6 0,4 0,2 1,3 0,6 0,4 0,5 0,5 1,1 1,6 2,3 3,3 0,8 1,4 3,3 3,1 4,4 13,5 4,4 1,8 1,1 2,2
CHIAPAS 1,4 6,4 1,4 0,9 3,2 3,3 1,8 3,2 2,7 3,7 3,5 3,1 3,2 3,9 1,6 1,8 1,4 2,9 1,7 2,0 2,0 2,4 1,8 2,7
CHIHUAHUA 3,5 3,0 3,5 2,4 1,8 2,0 2,5 1,6 4,6 4,1 2,7 3,8 3,2 5,5 3,7 2,4 7,4 4,2 4,1 1,9 2,0 8,8 11,3 3,8
DISTRITO FED. 37,2 18,0 37,3 25,4 17,4 6,1 16,8 9,3 7,7 4,4 11,4 11,0 9,7 7,0 5,8 4,4 4,1 5,4 4,8 4,5 5,1 3,4 4,1 11,8
DURANGO 3,5 3,5 3,5 2,4 1,6 2,6 2,6 1,6 6,0 4,5 2,7 3,4 1,9 3,8 2,5 2,1 2,5 4,5 2,4 2,9 3,5 2,9 2,9 3,2
GUANAJUATO 2,3 5,1 2,0 8,0 1,4 2,1 1,4 3,3 3,0 3,5 5,3 4,2 4,3 4,8 4,3 3,7 4,1 5,3 5,2 4,9 4,6 5,5 5,6 4,1
GUERRERO 2,4 4,6 2,4 4,4 2,2 0,6 1,8 1,0 4,5 6,3 4,7 5,3 11,6 1,7 1,3 1,5 2,8 1,5 3,5 5,1 2,0 1,3 1,7 3,2
HIDALGO 0,3 0,4 0,3 0,2 0,2 1,6 0,7 1,1 6,2 3,5 3,9 3,1 1,3 1,8 1,2 1,2 0,7 1,6 0,9 0,8 0,8 1,2 3,0 1,6
JALISCO 3,4 4,3 3,4 2,5 1,4 3,3 4,0 3,4 5,0 6,3 2,9 5,3 6,0 10,7 12,2 12,8 8,7 7,0 9,0 5,6 8,5 5,9 8,2 6,1
MEXICO 2,4 0,0 2,4 1,6 1,3 4,4 2,0 1,9 1,3 1,6 2,1 5,1 3,1 4,0 4,1 4,9 12,5 6,9 5,1 3,7 2,8 3,6 4,3 3,4
MICHOACAN 2,4 3,9 2,4 1,6 1,2 2,5 2,0 2,7 1,9 2,8 3,9 5,4 4,9 5,2 4,1 17,3 13,7 7,9 5,5 4,8 11,4 9,5 3,3 5,0
MORELOS 4,8 1,4 4,8 3,3 5,3 4,9 5,2 0,2 2,6 2,7 1,6 2,6 2,1 0,5 1,0 0,9 0,8 1,1 1,5 1,4 1,3 1,2 0,5 2,3
NAYARIT 0,8 0,3 0,9 0,6 0,4 1,1 0,8 0,3 6,4 4,7 2,1 0,7 0,9 1,0 0,9 0,7 0,6 1,3 1,0 1,2 1,1 1,0 8,7 1,6
NUEVO LEON 3,3 7,3 3,3 8,9 1,4 9,7 2,2 1,7 1,3 1,4 2,4 1,3 2,5 2,6 2,0 3,2 2,8 4,1 6,0 2,8 4,1 4,2 3,5 3,6
OAXACA 1,9 0,9 1,9 1,3 2,0 1,6 1,4 2,9 1,4 1,4 1,8 2,0 1,9 2,3 10,3 5,3 1,6 1,6 1,3 0,6 0,8 0,2 0,6 2,1
PUEBLA 2,5 5,5 2,4 1,7 21,1 13,4 6,1 2,5 2,6 0,6 2,9 1,1 1,6 1,5 1,5 2,0 1,1 1,8 2,2 1,8 2,5 2,8 1,6 3,6
QUERETARO 1,0 0,9 1,0 0,7 0,3 0,6 4,9 10,9 2,3 1,4 1,3 1,4 1,0 0,7 0,9 1,1 1,3 1,0 0,8 0,6 0,9 0,8 2,8 1,5
QUINTANA ROO 0,4 0,0 0,4 0,3 1,2 0,3 0,7 0,0 0,0 0,3 0,1 0,1 0,1 0,0 1,3 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,2
SAN LUIS POTOSI 1,4 1,2 1,3 0,9 2,0 0,9 1,4 0,9 1,2 1,9 1,8 1,7 1,0 2,7 1,2 1,7 2,0 1,9 2,7 6,5 1,6 1,5 0,5 1,7
SINALOA 1,6 0,7 1,6 1,1 1,2 0,6 1,3 2,1 0,6 2,0 2,0 2,3 5,7 7,4 5,7 1,8 1,4 1,8 2,0 1,9 1,3 3,7 1,9 2,3
SONORA 2,4 1,3 2,4 1,6 1,1 0,8 1,8 2,9 1,9 5,4 7,0 2,5 4,8 3,8 3,5 2,9 2,3 3,9 3,2 2,8 3,2 2,5 3,1 3,0
TABASCO 1,4 0,5 1,4 0,9 6,4 1,1 6,0 1,9 1,1 2,6 1,7 3,7 1,2 2,4 1,6 1,4 1,1 1,2 1,1 0,7 0,2 0,4 0,2 1,8
TAMAULIPAS 1,4 6,3 1,5 5,2 3,0 4,5 9,0 23,2 9,8 3,8 4,1 3,6 2,8 3,8 2,9 2,1 3,6 3,8 2,8 2,2 2,4 3,4 1,7 4,5
TLAXCALA 0,3 0,6 0,3 0,2 0,2 0,3 1,1 1,2 0,1 0,1 0,6 0,3 0,3 0,0 0,2 0,3 0,1 0,1 0,1 0,5 0,2 0,1 0,0 0,3
VERACRUZ 5,0 4,1 5,1 3,5 13,7 20,2 11,9 6,3 7,0 13,2 12,7 12,2 8,7 7,5 10,9 14,4 12,5 11,9 7,4 8,1 13,5 19,0 12,3 10,2
YUCATAN 1,5 2,2 1,5 1,1 1,5 3,2 1,0 2,5 6,3 6,4 3,4 2,7 3,7 1,5 2,2 1,8 2,1 2,3 1,7 1,3 2,1 2,0 0,6 2,5
ZACATECAS 1,0 0,5 1,0 0,7 0,4 0,3 0,9 0,5 0,6 0,2 0,6 1,0 0,5 0,1 0,4 0,4 0,2 0,8 0,5 0,3 0,4 0,4 0,4 0,5
NO DISTRIBUIDO NAL. 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
TOTAL 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100
Fuente: Elaboración propia a partir de datos tomados de: CONAVI, Sistema de Estadísticas Históricas de Vivienda. http://estadistica.conafovi.gob.mx/historicos/index.php
597
Cuadro AE-18: BDE, Créditos otorgados y su
distribución porcentual 1973-2005
598
Cuadro AE-19: BANOBRAS, Número de créditos otorgados por programa
1973-2003
599
Cuadro AE-201: PEMEX, Número de créditos otorgados por programa
1983-2005
600
Cuadro AE-202: PEMEX, Total de créditos otorgados por Entidad Federativa
1983-2005
ENTIDAD
1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 TOT.
FEDERATIVA
AGUASCALIENTES 0 0 43 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 1 0 0 0 1 0 0 0 0 0 46
BAJA CALIFORNIA 0 0 0 0 0 0 0 220 0 0 0 0 0 0 0 0 0 3 6 0 0 0 0 229
BAJA CALIF. SUR 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 3 0 0 0 0 0 3
CAMPECHE 0 0 0 0 60 0 120 124 0 555 97 0 125 334 372 143 95 138 222 71 821 577 289 4.143
COAHUILA 0 231 0 0 0 0 0 2 0 0 0 0 0 1 0 0 0 7 8 0 0 0 0 249
COLIMA 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 6 12 0 0 0 0 18
CHIAPAS 8 200 216 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 33 54 0 168 179 95 953
CHIHUAHUA 0 0 40 40 95 20 0 2 0 0 10 0 3 68 43 29 0 42 15 2 29 20 16 474
DISTRITO FED. 286 898 397 100 633 974 185 528 0 0 255 0 553 1.058 1.851 2.667 1.826 2.670 501 1.890 2.050 1.550 1.856 22.728
DURANGO 0 0 0 0 0 0 0 2 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 9 0 0 0 0 12
GUANAJUATO 0 94 365 365 220 100 3 8 230 470 52 0 183 362 340 226 331 221 319 188 587 572 203 5.439
GUERRERO 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 8 10 0 0 0 0 20
HIDALGO 0 190 110 90 350 286 2 15 0 0 188 0 150 289 197 152 164 176 358 214 146 108 83 3.268
JALISCO 0 0 0 0 0 0 0 7 0 0 0 0 0 4 3 22 9 7 52 4 57 136 6 307
MÉXICO 63 71 118 100 0 0 28 136 0 0 59 0 35 85 63 108 70 87 10 22 51 80 49 1.235
MICHOACÁN 0 0 0 0 0 0 0 2 0 0 0 0 0 0 0 0 0 21 8 0 0 0 0 31
MORELOS 0 0 0 0 0 0 2 6 0 0 0 0 0 1 0 0 0 4 5 0 0 0 0 18
NAYARIT 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 3 5 0 0 0 0 8
NUEVO LEÓN 139 314 0 74 87 200 11 22 0 156 14 0 73 116 62 112 53 118 235 98 191 220 88 2.383
OAXACA 0 12 13 0 9 0 1 13 0 0 77 0 156 262 400 336 110 134 81 4 223 201 51 2.083
PUEBLA 0 146 45 0 0 0 2 10 0 0 44 0 58 214 322 334 34 43 31 18 62 65 52 1.480
QUERÉTARO 0 0 0 0 20 0 1 10 0 0 0 0 0 0 0 0 0 4 1 0 0 0 0 36
QUINTANA ROO 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
SAN LUÍS POTOSÍ 0 0 0 40 0 0 0 0 0 0 161 0 87 138 222 224 180 34 17 26 25 29 8 1.191
SINALOA 0 100 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 9 18 0 0 0 0 127
SONORA 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 19 24 0 0 0 0 44
TABASCO 830 549 409 490 228 762 4 48 0 0 656 0 694 1.419 2.122 2.088 249 396 298 113 1.155 582 201 13.293
TAMAULIPAS 382 705 1.350 1.068 2.066 361 3 39 0 103 239 0 557 953 1.308 904 78 282 141 47 528 320 538 11.972
TLAXCALA 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 1
VERACRUZ 103 1.037 1.174 835 457 444 157 193 243 1.905 1.073 0 1.093 2.140 3.607 3.138 1.421 1.595 1.585 138 2.364 1.163 1.188 27.053
YUCATÁN 0 0 0 0 0 0 0 4 0 0 0 0 0 1 0 0 0 5 6 0 0 0 0 16
ZACATECAS 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 23 0 1 1 0 0 0 0 25
NO DISTRIBUIDO
13 79 462 294 977 0 11 0 0 0 0 0 0 0 0 0 2 1.573 5 3 5 3.424
NACIONAL
TOTAL 1.824 4.626 4.742 3.496 5.202 3.147 531 1.393 473 3.189 2.925 0 3.767 7.447 10.912 10.506 4.622 6.072 5.605 2.840 8.457 5.805 4.728 102.309
Fuente: Elaboración propia a partir de datos tomados de: CONAVI. Sistema de Estadísticas Históricas de Vivienda. http://estadistica.conafovi.gob.mx/historicos/index.php
601
Cuadro AE-203: PEMEX, Distribución porcentual de total de los créditos otorgados por Entidad Federativa
1983-2005
Entidad Federativa 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 TOT,
AGUASCALIENTES 0,0 0,0 0,9 0,0 0,0 0,0 0,0 0,1 0,0 0,0 0,0 0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
BAJA CALIFORNIA 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 15,8 0,0 0,0 0,0 0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,1 0,0 0,0 0,0 0,0 0,2
BAJA CALIF. S. 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
CAMPECHE 0,0 0,0 0,0 0,0 1,2 0,0 22,6 8,9 0,0 17,4 3,3 0 3,3 4,5 3,4 1,4 2,1 2,3 4,0 2,5 9,7 9,9 6,1 4,0
COAHUILA 0,0 5,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,1 0,0 0,0 0,0 0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,1 0,1 0,0 0,0 0,0 0,0 0,2
COLIMA 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,1 0,2 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
CHIAPAS 0,4 4,3 4,6 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,5 1,0 0,0 2,0 3,1 2,0 0,9
CHIHUAHUA 0,0 0,0 0,8 1,1 1,8 0,6 0,0 0,1 0,0 0,0 0,3 0 0,1 0,9 0,4 0,3 0,0 0,7 0,3 0,1 0,3 0,3 0,3 0,5
DISTRITO FED. 15,7 19,4 8,4 2,9 12,2 31,0 34,8 37,9 0,0 0,0 8,7 0 14,7 14,2 17,0 25,4 39,5 44,0 8,9 66,5 24,2 26,7 39,3 22,2
DURANGO 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,1 0,0 0,0 0,0 0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,2 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
GUANAJUATO 0,0 2,0 7,7 10,4 4,2 3,2 0,6 0,6 48,6 14,7 1,8 0 4,9 4,9 3,1 2,2 7,2 3,6 5,7 6,6 6,9 9,9 4,3 5,3
GUERRERO 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,2 0,0 0,0 0,0 0,0 0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,1 0,2 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
HIDALGO 0,0 4,1 2,3 2,6 6,7 9,1 0,4 1,1 0,0 0,0 6,4 0 4,0 3,9 1,8 1,4 3,5 2,9 6,4 7,5 1,7 1,9 1,8 3,2
JALISCO 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,5 0,0 0,0 0,0 0 0,0 0,1 0,0 0,2 0,2 0,1 0,9 0,1 0,7 2,3 0,1 0,3
MEXICO 3,5 1,5 2,5 2,9 0,0 0,0 5,3 9,8 0,0 0,0 2,0 0 0,9 1,1 0,6 1,0 1,5 1,4 0,2 0,8 0,6 1,4 1,0 1,2
MICHOACAN 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,1 0,0 0,0 0,0 0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,3 0,1 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
MORELOS 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,4 0,4 0,0 0,0 0,0 0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,1 0,1 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
NAYARIT 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,1 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
NUEVO LEON 7,6 6,8 0,0 2,1 1,7 6,4 2,1 1,6 0,0 4,9 0,5 0 1,9 1,6 0,6 1,1 1,1 1,9 4,2 3,5 2,3 3,8 1,9 2,3
OAXACA 0,0 0,3 0,3 0,0 0,2 0,0 0,2 0,9 0,0 0,0 2,6 0 4,1 3,5 3,7 3,2 2,4 2,2 1,4 0,1 2,6 3,5 1,1 2,0
PUEBLA 0,0 3,2 0,9 0,0 0,0 0,0 0,4 0,7 0,0 0,0 1,5 0 1,5 2,9 3,0 3,2 0,7 0,7 0,6 0,6 0,7 1,1 1,1 1,4
QUERETARO 0,0 0,0 0,0 0,0 0,4 0,0 0,2 0,7 0,0 0,0 0,0 0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,1 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
QUINTANA ROO 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
SAN LUIS POTOSI 0,0 0,0 0,0 1,1 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 5,5 0 2,3 1,9 2,0 2,1 3,9 0,6 0,3 0,9 0,3 0,5 0,2 1,2
SINALOA 0,0 2,2 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,1 0,3 0,0 0,0 0,0 0,0 0,1
SONORA 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,1 0,0 0,0 0,0 0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,3 0,4 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
TABASCO 45,5 11,9 8,6 14,0 4,4 24,2 0,8 3,4 0,0 0,0 22,4 0 18,4 19,1 19,4 19,9 5,4 6,5 5,3 4,0 13,7 10,0 4,3 13,0
TAMAULIPAS 20,9 15,2 28,5 30,5 39,7 11,5 0,6 2,8 0,0 3,2 8,2 0 14,8 12,8 12,0 8,6 1,7 4,6 2,5 1,7 6,2 5,5 11,4 11,7
TLAXCALA 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
VERACRUZ 5,6 22,4 24,8 23,9 8,8 14,1 29,6 13,9 51,4 59,7 36,7 0 29,0 28,7 33,1 29,9 30,7 26,3 28,3 4,9 28,0 20,0 25,1 26,4
YUCATAN 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,3 0,0 0,0 0,0 0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,1 0,1 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
ZACATECAS 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0 0,0 0,0 0,0 0,2 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
NO DISTRIBUIDO
0,7 1,7 9,7 8,4 18,8 0,0 2,1 0,0 0,0 0,0 0,0 0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 28,1 0,2 0,0 0,1 0,1 3,3
NACIONAL
TOTAL 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0
Fuente: Elaboración propia a partir de datos tomados de: CONAVI. Sistema de Estadísticas Históricas de Vivienda. http://estadistica.conafovi.gob.mx/historicos/index.php
602
Cuadro AE-21: Evolución en el Incremento total de la vivienda por Entidad Federativa
1910-2005
ENTIDAD Increm. Increm. Increm. Increm. Increm. Increm. Increm. Increm.
1910 1930 1911-1930 1950 1931-1950 1960 1951-1960 1970 1961-1970 1980 1971-1980 1990 1981-1990 2000 1991-2000 2005 2001-2005
FEDERATIVA
Aguascalientes 26.636 27.081 445 38.116 11.035 42.152 4.036 52.722 10.570 84.353 31.631 130.709 46.356 200.673 69.964 245.785 45.112
Baja California 8.874 8.233 -641 48.472 40.239 98.889 50.417 155.859 56.970 240.825 84.966 373.898 133.073 610.057 236.159 738.857 128.800
Baja Calif. Sur 0 (1) 8.224 8.224 10.629 2.405 14.429 3.800 21.246 6.817 40.014 18.768 68.694 28.680 105.229 36.535 136.055 30.826
Campeche 20.498 17.729 -2.769 25.072 7.343 30.648 5.576 42.296 11.648 76.309 34.013 110.366 34.057 157.172 46.806 184.206 27.034
Coahuila 78.292 88.622 10.330 141.282 52.660 165.130 23.848 186.001 20.871 284.170 98.169 408.495 124.325 544.660 136.165 625.452 80.792
Colima 15.131 13.913 -1.218 24.988 11.075 30.949 5.961 41.840 10.891 64.848 23.008 90.263 25.415 132.330 42.067 149.355 17.025
Chiapas 85.588 105.821 20.233 182.721 76.900 226.075 43.354 275.437 49.362 373.543 98.106 597.724 224.181 806.551 208.827 916.832 110.281
Chihuahua 77.727 90.912 13.185 167.487 76.575 226.885 59.398 287.499 60.614 393.394 105.895 540.922 147.528 755.959 215.037 853.155 97.196
Distrito Federal 59.933 101.094 41.161 626.262 525.168 902.083 275.821 1.219.419 317.336 1.754.727 535.308 1.799.410 44.683 2.132.413 333.003 2.288.397 155.984
Durango 93.934 81.427 -12.507 120.252 38.825 135.404 15.152 149.582 14.178 199.397 49.815 263.191 63.794 325.309 62.118 358.450 33.141
Guanajuato 235.014 196.054 -38.960 273.510 77.456 311.981 38.471 358.587 46.606 477.826 119.239 701.247 223.421 926.284 225.037 1.049.193 122.909
Guerrero 116.522 130.030 13.508 187.352 57.322 222.234 34.882 275.954 53.720 381.657 105.703 512.445 130.788 657.989 145.544 702.078 44.089
Hidalgo 135.843 138.859 3.016 172.339 33.480 183.750 11.411 210.744 26.994 274.018 63.274 367.400 93.382 494.317 126.917 558.670 64.353
Jalisco 276.177 267.078 -9.099 355.769 88.691 433.157 77.388 536.134 102.977 780.596 244.462 1.044.185 263.589 1.394.026 349.841 1.583.222 189.196
México 195.185 199.723 4.538 283.226 83.503 342.997 59.771 624.250 281.253 1.289.093 664.843 1.883.098 594.005 2.893.357 1.010.259 3.244.378 351.021
Michoacán 194.836 204.026 9.190 288.980 84.954 340.067 51.087 391.009 50.942 497.364 106.355 677.141 179.777 855.512 178.371 914.005 58.493
Morelos 39.602 26.531 -13.071 58.075 31.544 73.552 15.477 108.903 35.351 177.014 68.111 246.373 69.359 367.399 121.026 403.273 35.874
Nayarit 36.302 38.102 1.800 61.833 23.731 71.598 9.765 96.444 24.846 133.080 36.636 171.855 38.775 220.118 48.263 244.676 24.558
Nuevo León 73.980 81.954 7.974 146.810 64.856 194.641 47.831 292.153 97.512 462.774 170.621 647.367 184.593 888.552 241.185 1.014.414 125.862
Oaxaca 255.592 231.485 -24.107 310.623 79.138 339.576 28.953 375.394 35.818 451.577 76.183 589.295 137.718 741.005 151.710 803.320 62.315
Puebla 271.232 221.315 -49.917 343.595 122.280 368.785 25.190 443.321 74.536 592.156 148.835 775.525 183.369 1.065.882 290.357 1.207.882 142.000
Querétaro 55.575 48.823 -6.752 60.098 11.275 68.190 8.092 80.870 12.680 121.025 40.155 195.569 74.544 298.372 102.803 360.212 61.840
Quintana Roo 901 2.141 1.240 5.542 3.401 9.836 4.294 15.316 5.480 44.977 29.661 106.094 61.117 213.566 107.472 286.012 72.446
San luis Potosí 166.751 118.611 -48.140 170.354 51.743 192.553 22.199 216.461 23.908 284.343 67.882 382.035 97.692 492.914 110.879 557.839 64.925
Sinaloa 66.675 76.835 10.160 119.980 43.145 132.095 12.115 206.750 74.655 321.844 115.094 426.257 104.413 575.292 149.035 642.299 67.007
Sonora 48.400 60.902 12.502 98.698 37.796 137.862 39.164 185.607 47.745 278.409 92.802 383.290 104.881 530.435 147.145 614.957 84.522
Tabasco 33.270 35.854 2.584 65.434 29.580 77.368 11.934 126.706 49.338 182.219 55.513 286.693 104.474 412.634 125.941 473.272 60.638
Tamaulipas 61.592 62.351 .759 148.602 86.251 197.115 48.513 266.032 68.917 381.385 115.353 494.454 113.069 683.068 188.614 789.420 106.352
Tlaxcala 36.668 41.228 4.560 58.875 17.647 65.245 6.370 72.470 7.225 92.955 20.485 137.412 44.457 194.549 57.137 233.962 39.413
Veracruz 206..582 268.154 61.572 415.506 147.352 507.912 92.406 688.798 180.886 1.020.276 331.478 1.271.457 251.181 1.606.194 334.737 1.778.442 172.248
Yucatán 79.463 85.273 5.810 111.180 25.907 117.475 6.295 129.642 12.167 201.746 72.104 275.231 73.485 373.432 98.201 435.555 62.123
Zacatecas 98.951 100.067 1.116 131.322 31.255 148.463 17.141 152.923 4.460 184.641 31.718 239.707 55.066 299.483 59.776 325.404 25.921
No especificado 6.224 6.224 -6.224
Total nacional 3.151.726 3.178.452 26.726 5.259.208 2.080.756 6.409.096 1.149.888 8.286.369 1.877.273 12.142.555 3.856.186 16.197.802 4.055.247 21.954.733 5.756.931 24.719.029 2.764.296
Fuentes: 1910-1990: Dirección General de Estadística, Censos Generales de Población No. III (1910), V (1930), VII (1950), VIII (1960); INEGI, Censos Generales de Población y Vivienda No. IX (1970), X (1980), XI (1990); Tomado de INEGI (1996), Estados Unidos Mexicanos, Cien
Años de Censos de Población, INEGI, Aguascalientes, México: 100, 120, 155, 176, 201, 230 y 262.
2000 y 2005: INEGI, XII Censo General de Población y Vivienda, 2000; e INEGI, II Conteo de Población y Vivienda, 2005. Tomado de http://www.inegi.gob.mx/est/
Notas: 1) En 1910, el estado de Baja California Sur formaba parte del territorio de Baja California, por lo que los datos de la población censada en éste último incluye la de la primera.
603
Cuadro AE-22: Empleados privados del sector terciario y empleados públicos
federales y estatales, 2004-2005
604
Bibliografía
de México) [on line], [citado: 08 junio 2005], s/p. Disponible en la World Wide
Web
http://omega.ilce.edu.mx:3000/sites/estados/libros/chihua/html/chihuahua.html
Adleson Gruber, Steven Lief (1982), Historia Social de los Obreros Industriales de
Álvarez, José Rogelio (Director) (1987), “Banco”, en Enciclopedia de México, Tomo II.
Anaya Pérez, Marco Antonio (1982), Historia del movimiento ferrocarrilero 1952-1958,
605
Archivo General de la Nación (AGN) (2003), “Consejo Superior de Salubridad”; #134,
AGN, (Ciudad de México) [on line], [citado: 22 mayo 2005], s/p. Disponible en la
http://catarina.udlap.mx/u_dl_a/tales/documentos/lri/aroche_h_d/capitulo2.pdf
http://www.manelaisa.com/texto/Articulos/PagArticulos4.htm
Ayala Alonso, Enrique (2003), “Cómo la casa se convirtió en hogar. Vivienda y ciudad
núm. 146(017), 1 de agosto (Barcelona) [on line], [citado: 22 agosto 2005], s/p.
606
line], [citado: 19 septiembre 2005], s/p. Disponible en la World Wide Web
http://www.ub.es/geocrit/sn/sn-146(071).htm#_ednref11
núm. 146(053), 1 de agosto (Barcelona) [on line], [citado: 26 julio 2005], s/p.
607
Beinstein, Jorge (2006), “El concepto de crisis a comienzos del siglo XXI”, en Revista
Herramienta, No. 30. (Buenos Aires) [on line], [citado: 16 agosto 2007], s/p.
Bernal Antonio y Arenas Carlos (1992), “Sevilla: El difícil despegue de una ciudad
D.F., México.
608
Bradley, Quintin (1997), The Leeds Rent Strike of 1914: A reappraisal of the radical
Leeds Tenants Federation. (UK) [on line], [citado: 14 abril 2005], s/p. Disponible
la Unión, (Ciudad de México) [on line], [citado: 15 marzo 2005], s/p. Disponible
http://www.cefp.gob.mx/intr/edocumentos/pdf/cefp/cefp0392001.pdf).
Estudio, Rebelión (Buenos Aires). [on line], [citado: 19 Mayo 2005), pp. 1-100.
609
CANACEM (Cámara Nacional de la Industria del Cemento) (2002), Los Antecedentes.
Cardoso, Ciro (1983), México en el siglo XIX (1821-1910), Ed. Nueva Imagen; México
D.F., México.
http://www.inep.org/content/view/1646/74/
España.
610
World Wide Web:
http://www.aq.upm.es/Departamentos/Urbanismo/public/ciu/num/ciu_36.html
Catalán Valdés, Rafael (1993), Las Nuevas Políticas de Vivienda, FCE, México, D.F.,
México.
http://www.ciesas-
golfo.edu.mx/istmo/docs/borradores/Urbanizacion%20Mat%EDas%20Romero
%20V.%20CERBULO/Urbanizaci%F3n%20Matias%20Romero%20V%20Cerbu
lo.pdf
Cerutti, Mario (1998), “El gran oriente y la formación del mercado nacional en México
a finales del siglo XIX”, en Silva Riquer, Jorge y López Martínez, Jesús
México.
611
Cervantes Bello, Francisco (2001), “HIPOTECAR LA CASA: EL CRÉDITO EN LA
cima del poder: elites mexicanas 1830-1930. Instituto Mora, México D.F.,
México.
Connolly, Priscilla et alt. (1977), Las políticas habitacionales del Estado mexicano,
612
Coplamar (1982), Necesidades esenciales en México: vivienda. Coplamar-Siglo XXI.
México.
Córdova, Arnaldo (1979), La Formación del Poder Político en México, Era, serie
ediciones Antorcha. (Ciudad de México) [on line], [citado: 21 de julio 2005], s/p.
http://www.antorcha.net/biblioteca_virtual/historia/leyenda/leyenda.html
México.
Cox, Robert, W. (1998), “Gramsci y la cuestión de la sociedad civil a fines del siglo
XX”. en Kanoussi; Dora (comp.) Los estudios gramscianos hoy: Plaza y Valdés;
613
Cruz Rodríguez Ma Soledad (1994), Crecimiento Urbano y Procesos Sociales en el
Latina, Konrad Adenauer Stiftung, (Buenos Aires) [on line], [citado: 09 marzo
614
2005], s/p. Disponible en la World Wide Web:
http://docencia.izt.uam.mx/egt/publicaciones/capituloslibros/
Del Río María Eugenia (2000), Breve historia de Baja California Sur, El Colegio de
615
México) [on line], [citado: 17 de noviembre 2005], s/p. Disponible en la World
Geografía Historia i Historia de l´Art.. (Girona) [on line], [citado: 22 abril 2006],
http://www.tdx.cesca.es/TESIS_UdG/AVAILABLE/TDX-0531105-
121356//Tmdh1de3.pdf#search=%22Bilbao%20%22sevilla%201919%22%22
México.
México.
616
Espejel, Laura y Olivera, Alicia y Salvador Rueda (1988), Emiliano Zapata. Antología.
Estévez, José y Gill, Ramón (2003), la Casa del Obrero Mundial. (Ciudad de México)
[on line], [citado: 14 de diciembre 2005], s/p. Disponible en la World Wide Web:
http://www.antorcha.net/biblioteca_virtual/historia/com/casaobreromundial.html
Falcón Vega, Romana (1984), Revolución y caciquismo. San Luis Potosí, 1910-1938,
Flores Magón, Ricardo, et alt. (1906) (a), Junta Organizadora del Partido Liberal
http://www.antorcha.net/biblioteca_virtual/historia/programa/34.html
Flores Magón, Ricardo, et alt. (1906) (b), Proyecto del Programa del Partido Liberal,
http://www.antorcha.net/biblioteca_virtual/historia/programa/37.html
http://espora.org/biblioweb/manifiesto23sep.html
617
Flores Olague, Jesús, et alt. (1996), Breve historia de Zacatecas, Fideicomiso Historia
de México), [on line], [citado: 14 mayo 2007], s/p. Disponible en la World Wide
Web:
http://omega.ilce.edu.mx:3000/sites/estados/libros/zacateca/html/zacatec.html
Fontana, Benedetto (1988), “El problema del sujeto histórico”, en Kanoussi; Dora
(comp.) Los estudios gramscianos hoy: Plaza y Valdés, México, D.F., México.
California Press, University of California Institute for Mexico and the United
(BID) (Ciudad de México), [on line], [citado: 16 Agosto 2007), pp. 1-32.
http://www.eclac.org/celade/noticias/paginas/3/28353/CGarces.pdf
618
García Mundo, Octavio (1976), El movimiento inquilinario en Veracruz, 1922.
México.
Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires. (Buenos Aires) [on line],
floresta.com.ar/documentos/huelgainquilinos1907.doc
619
Gomez Galvarriato, Aurora (2002), “Measuring the Impacto of institucional Change in
México.
D.F., México.
620
Gordon R, Sara (1996), “Entre la eficacia y la legitimidad: el Pronasol como política
social”, en Casas R., Las políticas sociales de México en los años noventa,
Grant Wood, Andrew (2005), “Postrevolutionary Pioneer: Anarchist Maria Luisa Marín
Social History and Literatura in Latin América, Vol. 3, No. 3. spring, Department
NC) [on line], [citado: 09 marzo 2005], s/p. Disponible en la World Wide Web:
http://www.ncsu.edu/project/acontracorriente/spring_05/Wood.pdf
Grayson, John (1998), Opening the Window - revealing the hidden history of tenants
Grosso, Juan Carlos (1985), “Estructura productiva y fuerza de trabajo en el área del
México.
Hall, Peter (1996), Ciudades del mañana. Historia del urbanismo en el siglo XX,
621
QUARTERLY MAGAZINE December. (Stockholm) [on line], [citado: 14 abril
http://www.iut.nu/Global%20Tenant/GT%20dec%202005.pdf#search=%22UCL
%20union%20locataires%22
D.F., México.
Puebla, México.
INEGI (1992), XI Censo General de Población y Vivienda, 1990. INEGI, México, D.F.,
México.
México.
622
INEGI (2002), XII Censo General de Población y Vivienda, 2000. INEGI, México, D.F.,
México.
México.
Ingenieros Civiles Asociados (ICA) (1997), ICA: hacemos realidades grandes ideas.
Instituto Nacional de la Vivienda (INV) (1968), Una Ciudad Perdida, Instituto Nacional
Jarquín, María Teresa y Herrerón Peredo, Carlos (1995), Breve historia del estado de
2005. Stockholm, (New Jersey) [on line], [citado: 14 abril 2005], p. 1-13.
http://www.iut.nu/Global%20Tenant/GT%20dec%202005.pdf#search=%22UCL
%20union%20locataires%22
623
Jiménez Muñoz, Jorge (1993), La traza del poder. Historia de la política y los negocios
http://www.mexicodesconocido.com.mx/espanol/cultura_y_sociedad/arte/detalle
.cfm?idcat=3&idsec=14&idsub=52&idpag=2239
de México) [on line], [citado: 15 marzo 2005], s/p. Disponible en la World Wide
Web: http://www.juridicas.unam.mx/publica/rev/hisder/cont/14/cnt/cnt3.htm
Lear, John (2001), Workers, neighbors and citizens. The Revolution in Mexico City.
México.
624
Loner, Beatriz Ana (1999), CLASSE OPERÁRIA: MOBILIZAÇÃO E ORGANIZAÇÃO
Alegre) [on line], [citado: 13 abril 2006], s/p. Disponible en la World Wide Web:
http://www.ifch.unicamp.br/mundosdotrabalho/arquivos/capa.pdf
López Moreno, Eduardo (1996), La Vivienda Social: Una Historia, Red Nacional de
625
Loyo Brambila, Aurora (1992), el movimiento magisterial de 1958 en México, Editorial
http://www.gcal.ac.uk/radicalglasgow/chapters/rent_strikes.html
de México) [on line], [citado: 29 febrero 2006], s/p. Disponible en la World Wide
Web: http://http://www.estaciongomezpalacio.galeon.com/
Marichal, Carlos (1999), “Debates Sobre los orígenes de la Banca Central en México”,
Aires) [on line], [citado: 13 marzo 2006], s/p. Disponible en la World Wide Web:
http://www.eh.net/XIIICongress/cd/papers/28Marichal104.pdf.
626
Martínez Escamilla, Ramón (1978), Escritos de Emiliano Zapata, Editores Mexicanos
Martínez López-Cano Ma. del Pilar (1996), “El crédito eclesiástico en Nueva España,
D.F., México.
Medina Peña, Luis (1995), Hacia el nuevo Estado: México, 1920-1994. Fondo de
627
Melgar Bao, Ricardo (2001), “REDES Y REPRESENTACIONES COMINTERNISTAS:
durante el siglo XX; UNAM y Miguel Ángel Porrua; México, D.F., México.
Meyer Jean (1977), “La ciudad de México ex de los palacios”, en Krauze et. al.,
Meyer, Jean (1997), Breve historia de Nayarit, Fideicomiso Historia de las Américas,
http://omega.ilce.edu.mx:3000/sites/estados/libros/nayarit/html/nayar.html
de-arquitectura/arquitectura-colonial-2/
Monroy Castillo, María Isabel y Calvillo Unna Tomás (1997), Clubes liberales:
protagonistas, ideas, hechos. SEP, ILCE, CIE. (Ciudad de México) [on line],
628
http://biblioteca.redescolar.ilce.edu.mx/sites/estados/libros/sanluis/htm/SEC_69.
html
filosofía política del siglo XX”, en Kanoussi; Dora (comp.) Los estudios
146(016).htm#_ednref5
Morales Ma. Dolores y Gayón Córdova, María (2001), “VIVIENDAS, CASAS Y USOS
Morales, Ma. Dolores (1974), “La expansión de la Ciudad de México en el siglo XIX: el
629
del Departamento de Investigaciones Históricas, Vol. I, Instituto Nacional de
México.
(Ciudad de México) [on line], [citado: 17 abril 2006], s/p. Disponible en la World
Wide Web:
http://www.canalsocial.net/GER/ficha_GER.asp?id=1474&cat=biografiasuelta
630
Ochoa Serrano Álvaro y Sánchez Díaz Gerardo (2003), Breve Historia de Michoacán,
de México) [on line], [citado: 12 abril 2006], s/p. Disponible en la World Wide
Web:
http://omega.ilce.edu.mx:3000/sites/estados/libros/sinaloa/html/sinalo.html
631
Schteingart, Martha, Entre el Estado y el mercado, La vivienda en el México de
España.
Pérez Siller, Javier (2002), Crisis fiscal: reforma hacendaria y consolidación del poder:
México.
http://bdigital.binal.ac.pa/bdp/republicano5.pdf
632
Portelli, Hugues (1992), Gramsci y el Bloque histórico. Siglo XXI editores, México,
D.F., México.
www.antropoetica.com/rebelion/castas3.hml#bibliografia. México.
México.
633
SEGUNDO CONGRESO DE HISTORIA ECONÓMICA La historia económica
[on line], [citado: 17 abril 2006], s/p. Disponible en la World Wide Web:
http://www.economia.unam.mx/amhe/memoria/
http://www.ejournal.unam.mx/historia_moderna/ehm24/EHM02404.pdf
Reed, Nelson (1971), La Guerra de Castas en Yucatán, Editorial Era. México, D.F.,
México.
D.F., México.
http://www.ub.es/geocrit/sn/sn-146(015).htm
634
Ribera Carbó, Eulalia (2004), “Ocupación, Integración y Segregación del Espacio de la
Rodney, Anderson (1976), Outcasts in Their Own Land: Mexican Industrial Workers,
(Ciudad de México) [on line], [citado: 17 abril 2006], s/p. Disponible en la World
Wide Web:
http://www.uasnet.mx/iies/eventos/ponencias/mesa2m_e_romero_ibarra.htm.
635
México) [on line], [citado: 13 abril 2006], s/p. Disponible en la World Wide Web:
http://omega.ilce.edu.mx:3000/sites/estados/libros/colima/html/colim.html
D.F., México.
(Mérida) [on line].. H. Congreso del Estado de Yucatán. [citado: 15 junio 2005],
http://www.congresoyucatan.gob.mx/interes/HISTORIA/xxv_legislatura_constitu
cional.htm
636
Sánchez Cuen, Manuel (1998), "El crédito a largo plazo, en México reseña histórica
Sánchez M., Víctor (2003), Contexto y Antecedentes de Rojo y Negro: órgano del
http://www.geocities.com.CaptolHill/Parlament/1461/Contexto.html
[on line], [citado: 12 octubre 2005], pp. 1-46. Disponible en la World Wide Web:
http://www.sedesol.campeche.gob.mx/gobernadores/gobernadores.pdf
de México) [on line], [citado: 13 abril 2006], s/p. Disponible en la World Wide
637
Web:
http://www.morgan.iia.unam.mx/usr/Industrial/BOL%207/SOBERANIS/HTML
Rica.
Sreenan, Dermot (1995), “The 1931 Barcelona Rent Strike”, en Red & Black
Revolution No2., (Dublin) [on line], [citado: 07 mayo 2005], p. 14. Disponible en
Taibo II, Paco I. (1983), “Inquilinos del D.F. a colgar la rojinegra”, en Revista Historia
Taibo II, Paco Ignacio (2006), Pancho Villa, una biografía narrativa, Planeta, México,
D.F., México.
Tamayo, Jaime (1988), Jalisco desde la Revolución: Los movimientos sociales, Vol.
Jalisco. México.
Tiset, Jacquy (2005), “FRANCE: CNL, a young ninety years old organization”, en
638
Disponible en la World Wide Web:
http://www.iut.nu/Global%20Tenant/GT%20dec%202005.pdf#search=%22UCL
%20union%20locataires%22
Trejo Delarbe, Raúl (1976), “The Mexican Labour Movement: 1917-1975”, en Latin
http://www.jstor.org/view/0094582x/di013022/01p0091r/0
Trueba Urbina, Alberto (1978), Nuevo Derecho del Trabajo, Porrúa, México, D.F.,
México.
http://www.angelfire.com/home/espagueti/ing/0/0/1.htm.
639
Viñas, David (1983), Anarquistas en América Latina, Editorial Katún, col. Antología de
Warman, Arturo (2003), “La reforma agraria mexicana, una visión de largo plazo”, en
Weissman Joselit, Jenna (2005), “The Landlord as Czar, Pre-World War I Tenant
Activity”, en Ronald Lawson (editor), The Tenant Movement in New York City,
1904-1984, Rutgers University Press, New Brunswick, (New Jersey) [on line],
http://www.tenant.net/Community/history/hist-toc.html
640