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Aunque era Dios, no consideró que el ser igual a Dios fuera algo a lo cual
aferrarse.
En cambio, renunció a sus privilegios divinos; adoptó la humilde posición de un
esclavo y nació como un ser humano.
Fil. 2:6-7
Mas aun si todo fuera una asombrosa coincidencia, comparar estas Fiestas con un
embarazo hace total sentido, pues la Gracia de Dios es realmente como un
vientre en el cual Su calidad de vida “Eterna”, llamada en el griego “Zoe”, es
concebida en nosotros como un fruto de nuestra unión con Cristo, simplemente
al creer en Él.
También hace total sentido que la escritura se refiera a este suceso como un
“nuevo nacimiento”, por el cual podemos “ser hechos hijos de Dios”,
Es a través de creer las mentiras del diablo como el hombre podrá ser destruido,
de hecho, el primer Jinete del Apocalipsis consiste en “falsa doctrina“, y será así
como le abrirá el paso a los otros tres.
La Buena Noticia es que en Cristo no hay condenación, sino solo perdón, amor,
aceptación y vida “Zoe” – vida eterna de bendición para todo aquel que cree en
Él.
Hoy, viendo a mis hijos adultos y habiendo experimentado con ellos no solo
tribulaciones y angustias, sino muchos momentos gozosos y satisfactorios que
hicieron que mi vida valiera la pena vivirla, yo te digo a ti que la Gracia y el
Amor de Dios son reales y están disponibles para ti; yo pude comprobar que en
Cristo la vida cambia su destino del que nosotros tememos, a algo mas allá de lo
que pedimos o imaginamos (Ef. 3:20)
Sea donde te encuentres tu, mujercita embarazada, casada o soltera, sea que tu
bebé haya sido planeado o inesperado; que estés viviendo un embarazo sano o
uno de alto riesgo, te invito a vivir tu vida en ese vientre de su Gracia, en el cual
tu bebé se hallará protegido y en el cual encontrarás salud, provisión, y una vida
nueva para ti y para él o ella, aun después de nacido(a).
Por último, si te encontraras sin poder concebir, ven a conocer a Jesús en este
blog, pues
Todos estos casos producirán como resultado un vientre hostil para el embrión o
el feto, en donde la salud y la vida de esa “Nueva Criatura” estará en peligro. En
un vientre hostil, una nueva vida no podrá afirmarse ni desarrollarse sanamente,
causando que la gestación se interrumpa y si lograra completarse, probablemente
el bebé nacería débil, enfermo, o aun mal formado; en casos extremos, la vida
de estos seres no será muy larga, mas si será muy dolorosa para ellos y para los
que decidan no negarles su amor.
Los efectos que arriba enlisté fueron también mi propia experiencia espiritual,
por lo cual te garantizo que bajo un “evangelio diferente” no existirá seguridad
alguna, ni solidez para establecer, afirmar o desarrollar una Vida Abundante;
este “evangelio diferente” podrá prometerte salud, dinero y amor y todas las
cosas que el Evangelio de Gracia garantiza cuando se cree, mas no
sin labor ardua y sin un destino desgarrador al final del camino, el cual en
muchos casos llega súbita e inesperadamente, por las mismas razones que a mi
bebé le ocurrió, por mencionar algunas:
Como antecedente, durante la vida de Jesús, Israel era el único pueblo que creía
en un solo Dios, el Dios YHVH, el Dios de Abraham, Isaac y Jacobo (llamado
después “Israel”, Gen. 35:10, ver también Ex. 3:6; Mat. 22:32; He.3:13); todas
las naciones a su alrededor, llamadas “gentiles” porque no conocían al Dios de
Israel, eran de creencias de raíz “babilónica”, cuyas prácticas politeistas se
habían extendido por el mundo de aquel entonces, diversificadas de acuerdo a la
“imaginación” de cada cultura (romana, griega, azteca, etc).
Sin embargo, aunque Dios escogió a Israel para darse a conocer ante toda la
humanidad, por ser Israel el mas pequeño de los Pueblos (Deut. 7:7), ellos se
sintieron superiores, basando su grandeza en su “carne“, esto es, en su linaje y
sus prácticas de la Ley, lo cual les impidió mirar a través del lente con el que
Dios miraba a su amada humanidad caída, el Lente de la Gracia, cuyo plan
abarcaba a la humanidad entera,
pues de tal manera amo Dios al mundo que nos dio a su Hijo Jesús para
que todo aquel que en el crea no se pierda mas tenga vida eterna a través de
El. Juan 3:16
Trágicamente para los judíos y felizmente para los gentiles,
A lo suyo vino, y los suyos no Lo recibieron. Pero a todos los que Lo recibieron
les dio el derecho (el poder) de llegar a ser hijos de Dios, es decir, a los que
creen en Su nombre, que no nacieron de sangre, ni de la voluntad de la carne,
ni de la voluntad del hombre, sino de Dios. Juan 1:11-13
Sin embargo, cegados por su mente religiosa, los líderes fariseos – eruditos de
la Ley de Moisés, temerosos de perder su “trabajo”, lo defendieron como
verdaderos capos. Uno de estos líderes religiosos era Saulo, un israelita nacido
en Tarso de Cilicia, hoy Turquía (He. 22:3; Fil. 3:5).
Saulo era un hombre fiel a sus creencias; hijo de fariseos (Hechos 23:6), hecho
fariseo en la escuela de “Gamaliel” (Hechos 22:3), otro fariseo altamente
respetable por todos en Jerusalém (Hechos 5:33); que en sus propias
palabras, “tenia su confianza en su carne”
Mas nota el Amor de Dios para ambos grupos, y sin discriminar a ninguno, nos
envió a su “pequeño” a traernos a la Luz, para darnos no solo perdón, sino
¡una herencia! por la Fé en Jesucristo.
Por otro lado, aunque Pablo nunca caminó con Jesús, ni estuvo con ellos en el
Aposento Alto el Día de Pentecostés (Hechos 2), él fue el único apóstol que
recibió la revelación completa del Evangelio de Gracia directamente de
Jesucristo – el Jesús resucitado y el primero que entendió en que consistía “el
misterio de Dios” (Ef. 3:1-12), al cual Pablo llamó: “Mi Evangelio” (Rom.
16:25; 1 Cor. 3:10; 1 Co. 15:10; Ef. 3:2 y 7, etc.)
No fue hasta que el Espíritu Santo cayó sobre los gentiles en casa del
Centurión, y hasta que conocieron a Pablo y vieron lo que Dios estaba haciendo
a través de él entre las naciones gentiles, cuando los otros apóstoles comenzaron
a entender en que consistía la Gracia de Dios (Hechos 11), incluyendo a Pedro
mismo, quien no comprendió de inmediato de que se trataba este “misterio de
Dios” (Hechos 10 y 11; 2 Pedro 3:14-16); mas cuando logró entender que
la Gracia de Dios nos es multiplicada tan solo por el conocimiento (experiencial)
de Dios y de Jesús nuestro Señor (2 Pe. 1:2), al igual que Pablo, vivió y murió
por darlo a conocer (1 Pe. 1:2; 4:10; 5:10 y 12).
Por todo lo anterior, a menos que tu seas judío para entender claramente las
enseñanzas de los otros 11 apóstoles, enviados a “rescatar” judíos del judaísmo,
si lo único que hicieras por el resto de tu vida fuera leer las epístolas de Pablo, tu
vida sería edificada y resguardada en “el Vientre de la Gracia“, sin las
complejidades y herejías de lo que hoy se conoce como “cristianismo”, el cual es
una dosis del Nuevo Pacto, diluida con muchas dosis del Viejo, mezcla
explosiva de “evangelios diferentes” que está “reventando muchos odres” y
“desgarrando muchos trapos” (Mat. 2:22)
Adios al Viejo Sistema
Por ejemplo, el sistema operativo “Windows 10” intenta reemplazar todas las
versiones anteriores de Windows; aquellos que no quieran pagar lo que será una
suscripción anual, solo podrán usar las versiones anteriores hasta que éstas se
vuelvan incompatibles con las nuevas aplicaciones; por el contrario, una
computadora antigua no podrá recibir la instalación de Windows 10, y de lograr
instalarse, difícilmente funcionará como fue diseñado, pues los viejos
procesadores no podrán alcanzar la eficiencia del Nuevo Sistema diseñado para
pantalla táctil.
De la misma manera, para que la Nueva Criatura experimente tal poder, además
de un nuevo procesador necesitará desinstalarse el “viejo sistema”, de lo
contrario, su viejo controlador – la Ley, dejará sin efecto al nuevo (Gal. 5:4).
Los dos pactos no podrán “correr” juntos sin invalidar el uno al otro, produciendo
una vida “de doble ánimo”, una vida “virtual” (de pretensión); finalmente el
sistema “corrupto” causará que cada área de tu vida se apague. Enseguida
entenderás por qué.
Buscando un video en YouTube que pudiera explicarlo mejor que yo, encontré
tanta confusión, que usaré esta sección para explicarlo brevemente, mas si
tu eres lector(a) de este sitio, esto te servirá como un repaso, pues hemos
estudiado este tema exhaustivamente desde el principio, como lo veras
en el Mapa del Sitio.
La Biblia está dividida en dos Testamentos, el Viejo y el Nuevo. El Viejo
Testamento es lo que los judíos conocen como “El Torah”, al cual llaman
“Moisés y los Profetas”. El Viejo Testamento era solo la anunciación de uno
Nuevo, por lo que era “provisional” o “temporal”, e incluye dos pactos:
1. El Pacto entre Dios y Abraham (Gen 15) era la promesa de Jesús. Este era un
Pacto de Gracia, pues Dios lo haría todo, Abraham solo creyó en las promesas de
Dios y durmió profundamente; Abraham le creyó a Dios y le fue contado por
“justicia” (rectitud) (Gen. 15:6; Rom. 4:6; Gal. 3:6). Abraham creía tanto en la
integridad de Dios, que cuando Dios le pidió a su hijo, varias décadas después,
Abraham no se lo negó, considerando ”que Dios era poderoso para levantar aun
de entre los muertos…” (Heb. 11:17-19). Sin embargo, Dios no permitió que
Abraham matara a su hijo, mas Dios no se detuvo en entregarnos a Su Hijo y
efectivamente, fue capaz de traerlo de los muertos.
La Ley no fue diseñada para que el hombre pudiera hacerla, ni el hombre fue
diseñado para vivir de ella, pues esta Ley solo anunciaba al único que podría
darnos la vida, Jesús. Aquellos profetas como David o Salomón que lograron
deleitarse en esta Ley, lograron ver a Jesús en ella, pues sin ver a Jesús produce
la muerte (1 Cor. 15:56).
Por esta causa Pablo la llamó : “El ministerio de muerte gravado en piedra” (2
Cor. 3:7), pues en efecto, esta Ley expone a la luz que no hay vida en nosotros,
produciendo “efectos de muerte“. La Biblia muestra el efecto de la Ley en el
Pueblo de Israel, en su idolatría y en la maldad de sus reyes.
Al contemplarnos a través del lente de la Ley, obtendremos una imagen
distorcionada de nosotros mismos, y por consiguiente de los demás, pues la Ley
magnifica nuestra imperfección e inhabilidad por alcanzar la vida perfecta de
Dios con nuestro propio esfuerzo, produciendo sentimientos de juicio, culpa,
frustracion, inadecuacia, condenación, crítica, envidia, ira, etc. Bajo la Ley, aun
despues de mucho esfuerzo, siempre quedará la sensación de que no se hizo lo
suficiente y en efecto, la Biblia dice que esta Ley no podía hacernos perfectos
(Heb. 7:19), y solo con nuestra muerte podríamos volver a ser inocentes ante
Dios.
Durante el Pacto de La Ley, que solo existió durante 1500 años, aun la edad del
hombre se redujo de 120 a 80 años, como lo muestra el Salmo de Moisés, (Sal.
22), que habla de Israel en el desierto, ya que esta Ley solo ofrecía bendición si
se cumplía al 100%, mas de romperse en una de sus cláusulas, traía maldición
(Deut. 28).
Porque cualquiera que guarda toda la ley, pero falla en un punto, se ha hecho
culpable de todos. Sant. 2:10
Mas Dios nunca olvidó sus promesas a Abraham, por lo que al darles la Ley
también estableció los sacrificios, que anunciaban la manera en que Jesús
proveería nuestra muerte siendo nuestro sacrificio perfecto por TODA la
humanidad y así confirmar no solo la Ley, sino sus promesas a Abraham. (Jer
31; Ez. 16:60-63; Ez. 36:22-28; Ez. 37:24-28). Mientras ellos ofrecían estos
sacrificios, gozaban de bendición, protección y paz.
Shalom
Pacto de Vida
La semana pasada te mostré que la esencia del Viejo Testamento era la promesa
de Jesucristo y que el Pacto con Moises solo fue un “paréntesis” necesario para
demostrar a la humanidad que la “rectitud por el hacer” es una meta irrealista e
inalcanzable.
El Nuevo Pacto, entró en vigencia hasta el Libro de los Hechos, cuando Jesús,
después de su muerte y resurrección, nos dio su “Espíritu de Hijos”, cumpliendo
con ello también las promesas hechas a Abraham y todas las profecías, letra por
letra, acerca de si mismo (Jer 31; Ez. 16:60-63; Ez. 36:22-28; Ez. 37:24-28; etc.).
Por la Gracia de Dios, este Nuevo Pacto no es mas entre Dios e Israel, o
ninguna otra nación, sino entre Dios y su Hijo Jesús a favor de toda la
humanidad; Jesús es su “mediador” (Heb. 8:6), Él lo firmó, Él lo ejecutó y Él lo
hace efectivo en nosotros “por su Espíritu”, el cual opera por medio de la fe.
Pues si aquel primer pacto hubiera sido sin defecto, no se hubiera buscado lugar
para el segundo (Heb.8:7)
Cuando Dios dijo: “Un nuevo pacto,” hizo anticuado al primero; y lo que se
hace anticuado y envejece, está próximo a desaparecer. 8:13
Asimismo, el Nuevo Pacto no tiene mas substitutos, pues es “pacto perpetuo”-
para siempre; cualquier “substituto” solo te hará retroceder a la “rectitud por
obras” y por consiguiente, a la maldición de la Ley de donde Jesús ya te sacó.
Porque el pecado no tendrá dominio sobre ustedes, pues no están bajo la Ley
sino bajo la gracia. Rom. 6:14
Bajo este Nuevo Pacto de Gracia, “Todo lo que no procede de fe, es pecado”
(Rom. 14:23), por tanto, la incredulidad será lo único que excluya al hombre de
recibir lo que Dios nos ha dado gratuitamente; asímismo, el rechazo de este
Pacto será el único pecado imperdonable (Heb. 10:29), esa es precisamente la
ofensa al Espíritu Santo, quien es el Espiritu de Jesucristo y la esencia de la
Biblia entera ( Mar 3:28; Mat. 12:31; Luc. 12:10).
Por último, muchos enseñan que al creer en Jesús, podremos ahora cumplir la
Ley de Moisés, pues Él escribirá su Ley en nuestro corazón, mas es aquí
cuando hemos sido desviados de la verdad, pues la Ley que Jesus escribe no es
la Ley de Moisés.
A esto también se refería Jesús cuando dijo que el Vino Nuevo reventará los
odres viejos y el enmiendo de tela nueva en trapo viejo rasgará el vestuario;
necesitamos un “odre nuevo” – un corazón nuevo, un corazón que cree y un
vestido nuevo que es el Nuevo Pacto; este Pacto es la única cobertura de rectitud
posible para la humanidad, no tejida de intentos y buenas intenciones sino del
trabajo consumado de Jesús en la Cruz, por tanto esta vestidura no tiene defectos
ni hoyos.
Lázaro, cuyo nombre significa “a quien Dios ayuda” estaba lleno de llagas, por lo
que vivía en tormento. Aquí vemos una figura de Jesús, durante su crucifixión,
representando a la humanidad.
El rico le pide a Abraham que envíe a Lázaro a su familia para que ellos no vayan
al mismo lugar de tormento y Abraham le dice que ellos tienen a Moisés y a los
Profetas. El rico le dice que si alguno fuera de entre los muertos se
arrepentirían, mas Abraham le contesta que si no oyen a Moisés y a los profetas,
tampoco se persuadirán, aunque “alguno” se levantare de los muertos.
Este mismo Mesías, narrador de esta parábola, fue el primero que se levantó de
los muertos y el mismo que dijo:
El objetivo del Viejo Pacto no era que la gente se vistiera de su propia justicia,
sino que creyeran en aquella vestidura de justicia que les sería dada por Gracia
cuando su Mesías viniera; sin embargo, el Mesías ya vino y ya se levantó de los
muertos y aun muchos no han creído en Él, ni permiten que otros crean en Él, y
sin creer en Él, no podemos vestirnos de Él.
Otros “creen” haber creído en Él, mas no creen que lo que hizo fue suficiente, por
tanto aun siguen cubiertos con sus vestiduras del Viejo Pacto, ofreciendo sus
propios sacrificios y castigos, o sus propias obras de purificación, como si Cristo
nunca hubiera existido.
Para recibir la vestidura del Nuevo Pacto solo es necesario estar de acuerdo con
Cristo en que la necesitas en lugar de la tuya; esto equivale a usar su rectitud en
lugar de cualquier rectitud propia, si crees que esta existe, o en lugar de tu
desnudez, si al igual que yo estas convencido(a) que no existe tal cosa como
rectitud propia. Esta es la humildad “bíblica”.
La Lógica de Dios
Gracias por regresar a este estudio que titulé: “El Vientre de la Gracia”,
refiriéndome a los efectos vivificadores, fortalecedores, protectores y
transformadores de creer el Evangelio de Gracia de nuestro Señor Jesucristo, el
cual anuncia el Nuevo Pacto.
Conociendo ahora quien fue el apóstol Pablo, el heredero de este Evangelio (por
lo que lo llamaba “Su Evangelio”) y la diferencia entre los Pactos de la Biblia,
lograremos “escudriñar”, dividir o filtrar la “Palabra” (Logos) del Nuevo
Pacto de la del Viejo.
Este proceso reemplazará nuestra lógica acerca de Dios, acerca de nosotros
mismos y acerca de los demás con la “lógica de Dios”, produciendo el
“arrepentimiento” del Nuevo Pacto; Pablo se refirió a este proceso como “ser
transformados por el renovamiento de nuestra mente”.
Esta escritura nos muestra que al igual que Abraham, solo creyendo podemos
recibir esa justificación; ésto es lo que la Biblia llama: “ser justificado por la fe”,
esta fe no es simplemente creer lo que nuestra mente se imagine, como Pablo les
dijo a estos filósofos; cuando la Biblia habla de la fe, se refiere a la fe en
Jesucristo y su trabajo consumado en la Cruz, éste es el tema del Evangelio de
Gracia, por tanto sólo los que lo crean podrán apropiarse de ello, Dios no
forzará su justificación en nadie.
“Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está
escrito: Mas el justo por la fe vivirá” Rom. 1:17.
Nota que la justicia que se revela no es la del hombre, sino la de Dios, pues el
Viejo Testamento claramente confirmó que el hombre carece de la misma.
Para los que visitan esta página por primera vez, quiero aclarar que cuando Dios
habla de su justicia, no necesariamente se refiere a “su venganza” o a
su retribución o paga; la justicia de Dios es “su rectitud”, su integridad y su
sistema para hacernos justos, el cual no es un sistema de mérito o esfuerzo
humano, sino de Gracia (esto es “gratis”), a través de la fe en Jesucristo.
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura (nueva creación) es; las
cosas viejas pasaron, ahora han sido hechas nuevas. 2 Cor. 5:17
Recuerdo mis años de cristianismo mezclado en los cuales nunca me pude
considerar una “Nueva Criatura”. Mirando dentro de mi, como se nos enseña,
solo encontraba “las cosas viejas” que supuestamente habían pasado pero que yo
aun veía en mi, por lo que siempre me pregunté si yo realmente estaba “en
Cristo”.
¿Te ha sucedido a ti amada(o)? ¿o quien crees que sea esa “Nueva Criatura”,
Jesucristo, la humanidad o sólo los creyentes? Me dirás: “Solo los que creen en
Cristo están en Cristo”, mas si miras el contexto de este verso (v. 14-17), te
darás cuenta que Pablo se refería a toda la humanidad.
Porque ustedes han muerto, y su vida está escondida con Cristo en Dios. Col.
3:3
No hay Judío ni Griego; no hay esclavo ni libre; no hay hombre ni mujer,
porque TODOS son uno en Cristo Jesús. Gal. 3:28
Aquí no leemos que solo los creyentes. Aquí dice que TODOS han sido
incluidos en Cristo.
.No amado, no me volví universalista, los universalistas creen que todas las
religiones o creencias los llevan a Dios o que todos ya somos salvos, creamos o
no en Jesús y eso no es lo que yo digo. Permite que Pablo lo aclare por mí.
Así pues, tal como por una transgresión resultó la condenación de todos los
hombres, así también por un acto de justicia (la crucifixión) resultó la
justificación de vida para todos los hombres. Rom. 5:18
Veamos otra cita:
Pues el amor de Cristo nos apremia (nos controla), habiendo llegado a esta
conclusión: que Uno murió por todos, y por consiguiente, todos murieron. Y por
todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para Aquél que
murió y resucitó por ellos. 2 Cor. 5:14-15
Si yo pudiera cambiar esta traducción de la Biblia quedaría así:
Uno murió POR TODOS para que no vivan mas por si mismos sino a través del
que murió y resucito por ELLOS.
Con esto solo quiero expresar que el Amor de Dios nos incluyó a todos en Jesús,
pues Jesús nos sufrió a todos en El. TODOS estamos en Cristo y su amor nos
sujeta para que no caigamos en pedazos. Su amor es ese “cemento” que nos une
a todos. (Col. 3:14)
Pero ahora, unidos a Cristo Jesús por la sangre que él derramó, ustedes (judíos
y gentiles, énfasis mío) que antes estaban lejos están cerca. Ef. 2: 13
La versión el mensaje lo narra así:
Ahora bien, por causa de Cristo muriendo esa muerte y derramando esa sangre,
ustedes que una vez estuvieron excluidos todos juntos ahora están incluidos en
todo.
Cristo es nuestra paz. Él hizo de judíos y de no judíos un solo pueblo, destruyó el
muro que los separaba y anuló en su propio cuerpo la enemistad que existía.
Puso fin a la ley que consistía en mandatos y reglamentos, y en sí mismo creó de
las dos partes UN SOLO HOMBRE NUEVO. Así hizo la paz. Ef. 2:14-15 DHH
Date cuenta amado que el muro del que habla era “La Ley”; este muro no solo
nos separaba de Dios sino de otros humanos. Hoy el Pueblo escogido de Dios
eres tu, y también el judío y todos los hombres (y mujeres), TODOS.
Regresa la próxima semana para que sepas por qué la Nueva Creación no vive
como Nueva Creación.
Shalom
No Más Separación
Después de haberte mostrado lo que el Nuevo Pacto realmente es, y que este
Pacto nos hizo a TODOS Nuevas Criaturas, ¿a que se debe que no todas
las Nuevas Criaturas vivan como tales?
Un buen ejemplo es el hombre esclavo que salió de Egipto, quien pasó por el
mar Muerto y llegó al desierto como un “nuevo hombre” – ¡un hombre libre!;
mas este nuevo hombre nunca dejó de verse como esclavo, pues en su corazón
seguía añorando la seguridad de su vida de esclavo, lloraba por “los pepinos, los
melones, los puerros, las cebollas y los ajos” (Num. 11:5), que requieren
trabajo arduo para poder comerse, cuando Dios tenia preparados para él “una
tierra de trigo y cebada, de viñas, higueras y granadas” (Deut. 8:8) -alimentos
cuya cosecha solo requiere alcanzar con la mano.
Al final, solo aquellos que creyeron la promesa de “Vida Nueva en Patria Nueva”
pudieron entrar en ella. Los que no creyeron murieron quejándose en el desierto;
sin embargo, aquellos que lograron entrar, poco tiempo después demandaron
reyes (1 Sam. 8), como los tenía Egipto y las naciones babilónicas, sin pensar que
esos reyes tomarían sus impuestos, tomarían a sus hijos para sus guerras, a sus
hijas para sus palacios, aun sus tierras, y cuando el rey fuera malo (muy a
menudo), el pueblo gemiría. En resumen, Israel nunca aceptó la Gracia de Dios
por causa de su mentalidad esclava que les robó el gozo de su nueva patria, aun
después de haber entrado, hasta que fueron llevados cautivos a Babilonia y
finalmente se convirtieron en lo que nunca dejaron de creer ser: esclavos, y “así
como el hombre piensa en su corazón, tal es él” (Prov. 23:7).
Por esta razón muchos nativos Hawaianos viven rehusándose a participar del
nuevo sistema, mostrando su indignación con rechazo hacia lo que el nuevo
gobierno les ofrece , quemando la propiedad pública, pintando las paredes,
ensuciando las calles, y con actos de violencia aun entre si mismos, aunque
algunos de ellos se gozan de tener agua caliente y de los privilegios que su nueva
ciudadanía les otorga.
Es por ello que sin creer el Evangelio, no podremos entrar en este descanso y la
pared imaginaria continuará levantando nación contra nación (ethnos vs ethnos) y
reino contra reino.
Shalom
Ese es el hombre nuevo del que la Biblia habla. Todo el mundo ha sido
concebido como “La Nueva Criatura”; puesto que el pecado del hombre ha sido
puesto en Jesus, tu pecado murió con Él y al haberse Él levantado como el
primero de esta Nueva Creación, es nuestra garantía de que el mundo entero
podrá levantarse al nacer de esta verdad, la cual al creerse engendrará la misma
vida de Cristo en aquel que la reciba con fe; a esto lo conocemos en términos
bíblicos como “nacer de nuevo”, “recibir la vida eterna” o “ser salvo”.
Por ello Pablo dijo que a partir de ese momento, ya no conocemos a nadie
“según la carne” (5:16), que es como se conocía el Viejo Hombre, con sus viejas
creencias. Se que la religión enseña que la carne es “los apetitos, pasiones o
fragilidades humanas”, mas Pablo no se refería a la carne de esta manera.
De lo anterior, cuando Pablo dice en Rom. 8:1 “no hay condenación para los que
están en Cristo Jesus”, antes de ello dice ‘por consiguiente’, puesto que es la
conclusión de todo lo que habló en el Cap. 7. La frase “para los que no caminan
conforme a la carne sino conforme al espíritu”, no se encuentra en todas las
versiones de la Biblia, ni en español, ni en inglés, pues no es parte del texto
original, sino que fue añadido del versiculo 4 por algun comentarista y con el
tiempo se convirtió en parte de esta Epístola, como ha sucedido a menudo con la
escritura a través de los años.
“si tu has entendido lo que Cristo hizo, y que por ello ahora tu eres esa Nueva
Creación en Cristo, cree también que el sistema viejo que trajo la muerte a
Adan y a la humanidad entera ya no esta vigente y que hoy vives bajo uno
nuevo, en donde ya no necesitas vivir como Adan vivió, condenado a la
incircuncision de tu carne, calificándote a ti mismo o a los demás de acuerdo a lo
que hacen, sino confiando en lo que Cristo hizo para sacarnos a todos de ese
viejo sistema y darnos su vida – ésto fue lo que hizo:
Cuando te digo que Jesus murió por los pecados de todo el mundo, se hace
verdad cuando lo creemos? O seria mas acertado decir que es una verdad que
puedes creer y nacer de ella?
Este Año de Placer y Deleite del Señor, esta era de su aceptación, y buena
voluntad aun está abierta para todos los humanos desde el año 30 D.C; sin
embargo, cada humano necesitará entrar por la Puerta – Jesucristo, y estar de
acuerdo con su Nueva Constitución, antes de recibir ese nuevo sello en su
pasaporte de su nueva ciudadanía, que es el Sello del Espíritu, pues este sello
solo se recibe al creer el Evangelio de Gracia.
Al igual que muchos líderes raciales, lo único que el diablo necesita es evitar
que la gente crea en el Nuevo Sistema o hacer que se sienta descalificada o
excluida del mismo para mantenerlos enfermos “como viejas criaturas”,
trabajando arduamente por su “renovación” y su libertad con su confianza
puesta en su carne (que ya expliqué en esta sección) lo cual le trajo la muerte a
Adán; trágicamente, similar a pertenecer a una banda de gangsters, o a ser
arrestado durante el holocausto, una vez cayendo en su engaño, difícilmente se
sale de ahí con vida, a menos que lo hagamos en brazos de Cristo Jesús.
Mas si tu amado(a) estuvieras contento ahí, déjame decirte que el querer vivir
bajo las cosas viejas te hará sentirte viejo, agotado y fracasado desde muy
temprano, pues bajo ese viejo sistema no existe descanso y de alcanzar lo que
con tanto esfuerzo buscas, descubrirás que nunca será suficiente.
Mas contra ello existe una cura a tu alcance – la cura de Pablo, La Ley de Vida y
Libertad del Nuevo Pacto – el Vientre de Gracia donde nos es otorgada la Vida,
la perfección, rectitud, amor y aceptación de Cristo como un regalo y no como
un premio, lo cual al apropiarnos de ella con fe produce “olor de vida para vida”,
una vida abundante llena de descanso y de fruto.
Miren que nadie los haga cautivos por medio de su filosofía y vanas sutilezas,
según la tradición de los hombres, conforme a los principios (las normas)
elementales del mundo y no según Cristo. Porque toda la plenitud de la Deidad
reside corporalmente en El, y ustedes han sido hechos completos (han alcanzado
plenitud) en Él, que es la cabeza sobre todo poder y autoridad.
Col. 2: 8-10
¿Mas cómo sabemos si lo que hemos creído es la verdad que cura, o si sólo es
quimioterapia espiritual, especialmente cuando cada “evangelio diferente” afirma
ser la única verdad?
La Buena Noticia es que Jesús mismo nos contestó esta pregunta, cuando dijo:
“Guárdense de los falsos profetas, que vienen a ustedes vestidos de ovejas, pero
que por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conocerán” Mat. 7:15
(ver Mat. 7:15-20)
Aunque Mateo 7 merece una sección por separado, su contexto es la hipocresía
de querer vivir bajo la Ley. Jesús les estaba hablando fuertemente a los fariseos,
quienes queriendo juzgar a la gente bajo la Ley, no aceptaban que ellos mismos
no podían seguirla.
No todo el que me dice ‘ Señor, Señor’ entrará en el reino de los cielos, sino el
que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos (Mat. 7:21).
Bajo la Ley, nadie podía hacer la voluntad de Dios, y esta fue justamente la
razón por la cual Jesús encarnó como un humano, Él vino a hacer la voluntad de
su Padre: quitó lo viejo para establecer lo nuevo (ver Heb. 10:1-9).
Jesús confirmó la Ley al entregar su carne y su sangre por todos nosotros y una
vez confirmada o cumplida, la dejó clavada en la Cruz! (Ver Col. 2:14).
Hoy solo queda “Lo Nuevo” y Jesús mismo nos aclara que es esto nuevo:
Esta es la voluntad de mi Padre: que todo aquel que mira al Hijo y cree en él
tenga vida eterna, y que yo lo resucite en el día final. Juan 6:40
Jesús le dijo:
—Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá. Y
todo aquel que vive y cree en mí no morirá para siempre. ¿Crees esto? Juan
11:25-27
El apóstol Juan también nos aclara cuales son los “nuevos mandamientos” bajo
el Nuevo Pacto:
pues hemos oído de su fe en Cristo Jesús y del amor que tienen por (hacia)
todos los santos, a causa de la esperanza reservada para ustedes en los
cielos. De esta esperanza ustedes oyeron antes en la palabra de verdad, el
evangelio (las buenas nuevas) que ha llegado hasta ustedes. Así como en todo
el mundo está dando fruto constantemente y creciendo, así lo ha estado
haciendo también en ustedes, desde el día que oyeron y comprendieron la
gracia de Dios en verdad Col. 1: 4-6
Este amor no es un amor fingido, o interesado, o forzado por la etiqueta o el
convencionalismo, es un amor que sale del espíritu (v.8)
Una vez mas te invito a leer el resto del Capítulo, para que te des cuenta a que se
refiere Pablo (y la Biblia entera) cuando habla de “La Verdad”.
Miren que nadie los haga cautivos por medio de su filosofía y vanas sutilezas,
según la tradición de los hombres, conforme a los principios (las normas)
elementales del mundo y no según Cristo. Col. 2:8
Aqui Pablo nos da una clave de lo que es la mentira. ¿Cuales son los principios
elementales del mundo?
16-17 Así que no permitas que nadie te presione con detalles de dieta*, los
servicios de adoración, o días festivos**. Todas esas cosas son meras sombras
proyectadas ante lo que estaba por venir; la sustancia es Cristo.
* Prohibiciones o normas referentes a alimentos puros o impuros
**Festividades religiosas
20-23 Así, pues, si con Cristo has puesto atrás toda esa religión pretenciosa e
infantil ¿por qué te dejas intimidar por ella? “¡No toques esto! ¡No pruebes
eso! ¡No te acerques a esto! “¿Crees que las cosas que hoy están aquí y mañana
se esfuman valen la pena ese tipo de atención? Tales cosas suenan
impresionantes si se dicen en un tono suficientemente profundo, y aun dan
la ilusión de ser piadosas, humildes y abnegadas, pero son sólo otra forma de
presunción y de hacerse ver importantes.“
Contrario a las palabras de Pablo, mucha gente desconfía o rechaza todo aquello
que no les de esta “ilusión de santidad o piedad”, por lo que prefieren someterse
a este tipo de líderes y engaños, antes que creer el Evangelio de la Gracia de
Dios sin añadiduras; ganar su justificación a base de méritos y esfuerzo propio
(creyendo que esto es posible), es mas satisfactorio o gratificante para ellos que
confiar en algo que consideran falso por ser gratuito y sin esfuerzo.
A muchos otros les gusta que los reten y les hablen con dureza porque esto los
“motiva a hacer algo”, o los inspira a “ser mejores”; tristemente a muchos de
ellos así los motivaban de pequeños, por tanto aprendieron a responder
solamente a este tipo de “motivación”.
Curiosamente, aunque te sientas mas motivado a hacer más, a esforzarte más, a
“ser mas” o a “ser mejor”, lo que logremos con nuestro esfuerzo solo
permanecerá mientras por esfuerzo podamos conservarlo, asumiendo que las
demandas auto impuestas o impuestas por otros sobre nosotros no acabaran con
nuestra salud, con nuestra familia o aun con nuestra misma vida; sea que el
resultado final te enorgullezca o te decepcione, siempre habrá algo mas que
alcanzar en esta lista sin fin.
Por último, querer cumplir esta lista de requisitos contrarios a ti, que Pablo llama
“La Ley”, te dará un valor falso, pues este valor no es conforme al alto valor que
Cristo te dio, sino “conforme a la carne”.
Este fue el caso de Israel en el tiempo de Jesús, los fariseos se sentían de un valor
superior y puesto que tenían riquezas, creían que éstas eran el resultado de su
“piedad“, mientras que el pueblo se encontraba como quizá tu te encuentres:
enfermo(a), sintiéndose agobiado(a), lleno(a) de cargas y obligaciones,
temeroso(a), preocupado(a), inadecuado(a), frustrado(a), o fracasado(a),
culpable, sucio(a), imperfecto(a), rechazado(a), o incapaz de jamás poder
cumplir los requisitos de Dios y del mundo, lo cual te dejará sintiéndote con un
valor depreciado, que te motivará a esforzarte mas o por el contrario, te llevará en
espiral cuesta abajo, caído de la Gracia de Dios (Gal. 5:4)
Lo mas trágico de “la Ley” es que es la fuerza del pecado, por lo que éste se
manifestará tarde o temprano en formas aun desconocidas para ti, que tarde o
temprano te conducirán a la muerte (1 Cor. 15:56) .
Habiendo conocido que hemos muerto a la Ley por medio del cuerpo de Cristo y
con ello liberados de la misma al haber sido unidos a aquel que resucitó de entre
los muertos, para poder servir en la renovación del Espíritu y no en lo antiguo de
la letra (ver. Rom. 7:5-6), solo nos queda creerlo o no creerlo.
Sea cual sea lo que tú decidas creer amado lector, tus creencias darán fruto, sea
fruto de vida para Dios, o fruto para muerte; sin embargo, aunque por los frutos
seremos conocidos, es importante que en el caminar diario no vivamos
inspeccionando los frutos, especialmente en los demás, pues “Ya no juzgamos
a nadie por la carne” (2 Cor. 5:16).
Los frutos son para disfrutarse, lo cual sólo podremos hacer cuando caigan del
árbol. Mientras no caen, dejemos que el que da el crecimiento – el Espíritu
Santo, los haga brotar y madurar y disfrutemos el proceso simplemente entrando
en ese descanso, en donde viviremos protegidos en el vientre de Su Gracia.
No existe duda alguna que la lista anterior nos pueda ser añadida por Gracia, a
través de la revelación personal del Amor de Dios y de quienes somos en
Cristo, pues si Dios nos dio a su Hijo Jesús, cuanto mas nos dará junto con Él
todas las cosas (ver Rom 8:32); de hecho, Él ya nos ha dado todas las cosas para
que vivamos esta vida bajo su sonrisa ( ver 2 Pe. 1:3); mas Jesús NO dijo “por
mis buenas dádivas o dones los conocerás”, Él dijo: “Por sus frutos los
conocerás”.
El medir a la gente “conforme a la carne” (como lo explique en
mensajes anteriores), nos conducirá al error de los Saduceos – la clase alta del
sacerdocio levítico, quienes basados en su riqueza material, en la prosperidad de
su vida, en su linaje, o su posición sacerdotal, etc., se sentían superiores y libres
de la maldición de Deut. 28 que incluye gran pobreza y enfermedad y todo tipo
de dolores y tragedias.
Hoy el juicio con el que nos juzgamos y juzgamos a los demás es a través del
juicio que Jesús llevó en su cuerpo, aquel que ya “Consumado Fue” y por el cual
hizo volver al primer Adán al polvo, levantando al “Nuevo Adan”- Jesucristo,
quien nos ha sentado junto con Él en las alturas, unidos para siempre al Padre;
por ésto que Jesús hizo, Dios puso a toda la humanidad “en Cristo”, lo cual
somos “aceptos en el Amado”, y de valor excedentemente preciado; ésta es la
única verdad acerca de los hombres y la única voz que debes escuchar acerca de
ti.
Creer esta verdad dará el fruto al que Jesús se refería, el fruto que
su Espíritu producirá en ti, una persona cada día mas sana, mas libre, mas feliz,
más a semejanza de Cristo, viviendo su Vida “Zoe” – abundante y eterna, la
cual fluirá de ti sin poder evitarlo y sin tener que esforzarte por imitarla.
Al cielo y a la tierra pongo hoy como testigos contra ustedes de que he puesto
ante ti la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Escoge, pues, la vida
para que vivas, tú y tu descendencia, 20 amando al Señor tu Dios, escuchando
Su voz y allegándote a El; porque eso es tu vida y la largura de tus días, para
que habites en la tierra que el Señor juró dar a tus padres Abraham, Isaac y
Jacob. Deut. 30:19
Así es amado(a), en esta serie he puesto delante de ti la vida y la muerte para que
no dudes en escoger la Vida que existe en la Palabra del Nuevo Pacto. Hoy el
cielo ya nos ha sido abierto y está a nuestro favor y no en nuestra contra, gracias
a que Jesús nos “allegó a Dios” a través de su muerte y resurrección; en Él sólo
hay bendición y no mas maldición; Él es nuestra vida y la largura de nuestros
días porque su vida es eterna.
Cuando tú conoces quien es Jesús, cuando logras entender Su Gran Amor por ti
revelado en su Evangelio de Gracia y vives contemplando tal belleza, no podrás
evitar amar a Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas,
y a los demás como a ti mismo, no es un mandamiento, es una promesa y ésto
será el primero de muchos frutos.