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MONÓLOGO PARA DIPLOMADO DE ARTE MEXICANO

Personaje X - La niña extranjera llegó una tarde en la que todos en el pueblo estábamos
ocupados en nuestras tareas diarias. Quiero que se imaginen lo que eso fue para nosotros,
la gente de Nopasanada. Un pueblo donde aparte de que el sol sale cada mañana y se oculta
cada tarde, lo único que hacíamos era pastorear, hacer pan y queso, y lavar. Eso sí, cómo
les importaba a los grandes que todo estuviera limpio.
(Haciendo las voces de la gente) - Mi mamá siempre con lo mismo: “Niños, ¿ya se bañaron?
Lávense bien las orejas y las rodillas”. Luego Ramona: “¿Quién ensució el patio? Seguro
fueron las cabras de Abundio. Ahora voy a tener que volver a lavarlo. ¡No hay descanso!” Y
el gruñón de Hilario: “Sí, con eso de que el cielo no quiere llover, hay que ir con las cubetas
hasta el pozo. ¡Ay, mi espalda! Me duele tanto que no me deja dormir”. Y Abundio:
“Tampoco duerme el bebé de mi vecina” -o sea mi hermanito- (continúa con voz de
Abundio) “¡Qué manera de berrear!” Entonces llega mi abuela y regaña a todos: “¿Qué
tanto se quejan? Yo estoy ciega y con noventa años encima y, sin embargo, la vida me
parece un regalo. Dense cuenta, problemas los que tienen los pueblos vecinos que están en
guerra. Ustedes no saben de eso porque nunca les ha tocado una guerra, pero a mí sí, de
niña, y créanme: somos afortunados”. La verdad es que mi abuela casi siempre tiene razón.
A la gente de mi pueblo le gustaba quejarse, pero en realidad, fuera de algunos problemillas,
vivíamos tranquilos, sin novedad: hasta esa tarde en que llegó la niña extranjera.

Lo primero que te recomiendo es que lo leas en voz alta varias veces.


Si quieres memorízalo o haz una cartulina gigante y leelo desde ahí.
Debes ensayarlo y videograbarlo como si se lo dijeras a la cámara (al frente)
Disfruta la actividad!!

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