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Consejo Provincial de Educación

Instituto Superior de Formación Docente Nº 3 P.E.P.


San Martín de los Andes – Neuquén
Prof. Marcela Lucero
Asignatura: Literatura y Formación de lectores.
Estudiante: Gonzalo Romay

En algún lugar de la mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, había un gato


garabato, que al ritmo del arroz con leche hacía a todos bailar. Qué punch, que panch, que
punch, que panch, el último que se sienta, saca una silla y no juega más. Mi mama me mima,
ma, me, mi, mo, mu. Zu, zu, zu, de la juventud. El tesoro escondido gritaba: filosofía barata y
zapatos de goma, el que no se escondió se embroma, ¿y si mejor jugamos en el bosque
mientras el lobo no está? Comentaba una abuelita al pasar ¿el lobo está? Sal de ahí chivita,
chivita, sal de ahí, de ese lugar, o que aparezca el lobo, que no se comió a caperucita, ni a su
abuelita, que había ido a la iglesia un domingo a la mañana, cuando “siempre listos”, gritaban
los Boy Scout.

Viene Goku con todos sus Sayains a jugar con Hugo, por ahora no hay problema diría
Alf. Y pin uno, pin dos, pin tres, pin cuatro, pin cinco, pin seis, pin siete, pin ocho, eso, eso,
eso, eso, eso. Y no había problema, el día era para Conocer a Perón, el día era soleado, y
por ahí pasaba una chica con faroles, y se alzaba la barrera para que pase la farolera de la
puerta al sol, subo la escalera y encendió el farol. Tanto calentaba el sol, que salió el
escarabajo con bus, cucú señor, soy coco miel, bichito de suerte soy yo. ¡¡Qué suerte!! ¡¡Qué
suerte!! ¡¡Qué suerte que esta noche voy a verte!! Y si no nos vemos, prende la luz, que
teeeeeeeeeeeeeeengo miedo. Miedo a las brujas, desconsolada lloraba Mariel y el Capitán,
una noche en Santiago de Chile, mientras Charly exclamaba ¡No bombardeen Buenos Aires!

Pero otras cosas no sanan, y tenía tanta ilusión por ser mayor…

Con la uva se hace el vino, con la harina se hace el pan y sin agua y sin cemento, nos
prendimos a jugar un mundial y si quieren venir que vengan, les presentaremos batalla,
aunque nadie supo luchar por los sueños que se hundieron allá, no volvieron más, uh, no
volvieron. ¿Quiénes no volvieron? Los pichiciegos, que, tengo que contarles como los
recuerdan todos por acá, más allá de aquella sucesión de presidentes imbéciles, o asesinos,
o borrachos, o descerebrados.

Comunicado N° 1 de la junta de comandantes en jefes de las Fuerzas Armadas: He


declarado el estado de sitio en todo el territorio de la República Argentina. El estallido social
que nos marcó para siempre. Y quiera el pueblo votar porque vengo a proponerles un sueño
gritó el pingüino desde la patagonia rebelde, no se porque me puse a pensar en él, ¿Será que
no tuve tiempo de entenderlo todo aquella vez?

Carta abierta a la patria, septiembre de 1988, Buenos Aires, Argentina. Querido amigo,
se me acaba de caer el mate, por eso te vuelvo a escribir. Dale vení, pensalo bien, si a donde
vas, ni conoces: y yo no tenía más amor que el del Río de la Plata. Argentina, Argentina,
Argentina.

Y sin embargo te quiero, acaríciame en sueños, el suave murmullo de tu suspirar,


anhelaba la muchacha ojos de papel, que no sabía a dónde ir. Y claro, nadie sabe donde ir
hoy “saldremos desde córdoba, a la estratosfera, y podremos estar en Japón en una hora y
media” ¿A Japón quería ir este demente? Preguntaba chanquete desde su barco, mientras
exclamaba “no nos moverán” ante la inminente expropiación y, aunque Los gatos le ofrecieron
irse a naufragar con ellos, prefirió quedarse aferrado al Balcón de Europa. España decí
alpiste..

Amanecer de otra manera, la voz de un pañuelo hizo que se oyera, y atado a la


mochila supo ser la nueva bandera, de Macondo a la ciudad de la furia, del norte al sur
napolitano, el sur del suburbio. Por morocho, por pobre, por desdeñado, le ofreció sus ganas,
su laburo y fue llenando el hueco del ídolo esperado. Me van a tener que disculpar señores,
hay un tipo con el que no puedo, porque mi barrio nació una mañana de sábado de primavera
en la puerta de mi casa.

Una nueva noche fría en el barrio, los tranzas se llenan los bolsillos, cuando ya me
empiece a quedar solo iré a la Casa Tomada y ¡Bang! ¡bang! Estás liquidado entre historias
de cronopios y de famas, o de instrucciones para dar cuerda un reloj. Paloma canta en el
Circo Beat, en un mundo de hadas frente al ataúd, en una padre nuestro que no quiere
escuchar y un ave maría para rezongar.

¿Y por que siempre? dice Gregorio cuando sabe que siempre estoy volviendo a
saludar a Buenos Aires, yo te quiero desde cerca y desde lejos te extraño, por eso vuelvo y
revuelvo… y volver y volver y volver, con la frente marchita cantaba Gardel y entre risas de
Borges, Evita bailaba con Freud en medio de un mar de fueguitos. Y como nadie más los
escuchó, dejó de cantar, se apagó su voz y colorín colorado, esta historia, recién ha
comenzado.

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