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20230 ad d ~~ a ea “~ “- a - “~~ = = “o eo ad od ad ‘esue temp, finato dé mde de cusnener aftos dedicadios a (a Soomacier de aceoses, Urs Hagen define low objectives que debe penseguic vin acto? y propoccions las eden! cxpectfics para logoarlos. Ast, plontes shondar ea los tidus bcos y en ln poopin paicologa para oftecer wna bucne ineonpastncién, ¢ peopone cosmeiones aucéneicas on escens, Gran eonneedona de las cos a forana de recast of eize libwe eat Is eicena, emcoininet use ocupeciéa migattes ze expera en ol ecenario, babar er a ae ti tmnaghnachtin hisndoicay set capa de tsnenpreenr pesonajes de épace com auednition swuyiceite, Ess definieiva, Uns Hagen effect wn sinmimie- iow dle ayudar prdcricas que han hecho de-alto ane de bas fs iaflupenses de Eanados Unidios, con alamiaos cot el pablico, apa preulagg gas ads sls he oven pan ef acne ar besser em bo ue a ape op semural ce celiene. os que pecmiaen tesioor wan aceor al der vida a way ame OaneTG, “8 a NOTOEF fo) igs PB sn A enon Gorin | Uta Hagen | Un reto para el actor ESCUELA DEL ACTOR SORIANO 1274 “enki: 908 53 98° | Uta Hagen Un reto para el actor — eed Boe ALBA EDITORIAL, su. AX pres Bscénicas ‘Tire onanu:A QuusmicR Kn ‘Anna Xorrontatseia ‘Dieter Moll de Alba Fiera een: abril de 2002 Depéstio leet: 8-2 015.02, Impreie: Liberdspex ak Impredo en Expaia Sumario Agradecimientos, una disculpa yun pequeiio consejos, Prélogo PRIMERA PARTE ELACTOR 1.Elmundo detactor gg 2.Los objetivosdelactor gg 8.Lastécnicasdelactor Las técnicas externas —_ —__ — 7% Las téenicashumanas ag SEGUNDA PARTE LAS TECNICAS HUMANAS 4. Ely sg 5.Latransfereneia agg 6. Los sentidos fisicos — ts 17.Los sentidos psicolégicos — ———_______ 3 8,C6mo animarelenerpoylamente gy Eleuerpo Lamente Eos olijetor,txiar eos, == eae eee (Aare maaan eee EEE Deel a alle eee eee ene 9.Laexpeetativa ag ‘TERCERA PARTE LOS EFERCICIOS Bf eee ene ete NE EERE ESE Objetivo general 9 1 2 1B Mw 15. 16. 1, 18. 19, 20, ‘Los seis pasos — Consejos para la presentacién, Primer ejercicio: Los objetivos fisicos Consejos para la presentacign — ‘Segundo ejercicio: El cuatro lado imaginario La comunicacién __ La utilizacién del cuarto lado como objetivo primordial La utilizaci6n subliminal del cuarto lado Consejos para la presentacin, ‘Tercer ejercicio: Los cambios de identidad —____ Primera parte Consejos para Ja presentacién — Segunda enh eee aeceeeceeeeceeeree eee ‘Consejos para la presentaciéa Guarto ejercicio: Momento a momento —_ Consejos para la presentacién Quinto ejercicio: Cémo recrear sensaciones fisicas Primera parte Consejos para Ja presentacién Segunda parte Consejos para la presentacién, ‘mo recrear los exteriores en el escenario — Sexto ejercicio: ‘Consejos para la presentaciém — ‘Séptimo ejercicio: Cémo ocupat el tiempo mientras esperas — Consejos para la presentacion, Octavo ejercicio: Hablar contigo mismo Consejos para la presentacién Noveno ejercicio: Hablar al pablico Consejos para la presentacién Décimo ejercicio: Flestilo La imaginacién histériea _ Consejos para la presentacin a imaginacién historiea —_ 8 202 207 28 288 285 26 2 230 232 285 205 236 27 238 24 ue 249 250 254 255 362 265 368 ars am en 285 a1 299 son 308 308 sa 21, Las combinaciones —_ (CUARTA PARTE ELPAPEL 22.La obra 28, El abajo preparatorio y el ensayo Blensayo 24, Cémo orquestar el papel dramético 1. :Quién soy ‘yoo? __ 2, :Cufles son canis cixcunstanciasy? —__ 3. ,Cules son «ais» relaciones? 4, Qué eslo que «yor quiero? 5, eQué se interpone en «mir camino? 6. :Qué es lo que «yor tengo que hacer para conseguir lo ‘que «yo» quiero? Bpilogo — Alprofesor indice air 381 sa 34 61 862 368 368, 359 307 408; “07 ag A la memoria de Herbert, miinspirador : Agradecimientos, una disculpa y un pequerio consejo ® Siempre he pensado que los agradecimientos deberfan figurar al final dem libro porque slo she disfratado mucho con su lectura me inte- | xesa saber quién ha contribuido a hacerlo realidad. Sin embargo, me sumaré ala convencfén y expresaré mis agradecimientos l comienzo. En Bl repeto ala interpretacén, mi anterior libro, cada vez que me cuestionaba la valde cientfica de mis airmaciones sobre la motivacién hhomana su origen psicolégico, me remita al doctor Jacques Pala. En aquel entonces él me aseguré que la mayorfa de mis teorias (basadas ‘inicamente en fa intucin y en la experiencia personal) tenfan finda- ‘mento, En este libro le agradezco de nuevo las acaraciones que me a proporcionado en otros campos. En Un mts para a actrhe profundizado \ cn mis investigaciones acerca del comportamiento humano, Cuando él i doctor Palaci se trasladé a vivir a Pars, hace ya un tiempo, tuve la suerte de conocer al doctor Harvey White, un psicélogo y psiquiatra neoyor- quino muy conocido, Quiero agradecerle su impagable inspiracién y ayuda, A pesar de no estar siempre de acuerdo conmigo, finalmente rmanifest6 que mis conclusiones «le parecfan bien» | ‘Ano ser por los agotadores esfuerzos de ii alumna Jane Flanagan, hubiera tardado scis aiios en vez de cuatro en escribir este libro, Trabajando de noche, cuando terminaba su jornada laboral, se dedied a ‘mecanografiar una y otra vez cada pégina emborronada que yo le entre- gaba, interpretando correctamente los garabatos y borrones que yo afia- ia en los margenes y entre linea y lined, De esta manera, en mis clases, Jefa la versién en limpio y revsaba el contenido. También debo mucho a los alumnos que escucharon atentamente cada uno de los muevos capt tulos. Gracias a sus preguntas, a sus instructivos comentarios y a su ale- ‘veces, su confusi6n, di propios estudiantes hicieron de conefile de Indias practicando los muc- vos efron) aporando con ello un valor y una sustancia notables 2 ‘Cuando por fin pude presentarle una versiGn definitiva del texto a Robert Stewart, mi editor, éte volvi6 a emborronaria con sus brillantes sugerencias, cosa que le agradezco profundamente. En esta tltima etapa aparecié mi buen amigo Jesse I. Feiler, dramaturgo, yun hacha en infor- ‘itica, que me libré de Ia laboriosa tarea de reescribir de nuevo el manuscrito. Escaneé el documento y trabajé con el disquete en su pro- pio ordenador introduciendo cada una de las interminables correccio- nes. EL resultado fue. tan. maravilloso. que el mismo Robert Stewart qued6 prendado. A Jesse le estoy infinitamente agradecida por ello, Después vivi mi primera experiencia con los correctores editoriales, ‘esas personas que, en mis libros anteriores, fueron los responsables de corregir Ja puntuaci6n, Ia gramética, la sintaxis, la estructura de los pésrafos, ls repeticiones y cosas por el estilo. El esmero y la calidad del trabajo que realizaron Carole McCurdy y Linda Epstein me han dejado estupefacta. Nunca conoc! a la sefiora Epstein pero si estuve codo con codo con Carole McCurdy durante varios dias atendiendo a sus revisio- nesyanotaciones. Las correcciones yreestructuracién de frases que pro- pponian eran siempre mas acertadas que las mifas, A ambas se lo agradez~ co de todo corazén, especialmente por aceptar mi utilizacién de raytisculas y negrita para enfatizar todo aquello que tengo que repetir diez veces a los actores en mis clases, y para destacar el contenido que creo que es esencial en la interpretacién teatral y muy relevante para los problemas alos que se enfrenta el actor; me refiero a todo aquello que cen la lectura pueda pasar inadvertido. Me disculpo ante las feministas que puedan ofenderse por las constantes referencias a los miembros de la profesién como eel actor», o «ls. Han de comprender lo tedioso que resulta mencionar cada vez los dos sexos, lo ella, actor o actriz, Yo me lam \{ misma actor, muy pocas veces actriz, pienso.en mf misma como un miembro de Ia especie humana, u no como miembro de un género. Las mujeres estin incluidas aqui, por supuesto. El objetivo de este libro es incitaral lector llevar a la préctica lo que en lsc refiere. Les sera muyitil a todos aquellos actores que pongan pacientemente a prueba estas propuestas paso a paso a lo largo de los afios, Este libro no puede absorberse o asimilarse de un tirén, Ademas, teorizar sin pasar ala acci6n crea confusién y ¢s aburrido, y puede indu- civ formar opiniones insustanciales. ‘65 wwe ae EeeEEEewvw wearer rrrwerceoeoerleoerel eller ererneerlcrmlcTerelerlerl oe erel_erlrlerlhTC Prélogo Qué se necesita? e Se necesita talento, Talento aparece en el diccionario como wdon natural de una persona con aptitudes especiales o creativas», En un actor, ami parecer, este don consiste en poser una gran sensibilidad y percepci6n paralavista, el ofdo, el tacto, el gusto y el olfato, una sensibilidad excepscio- nal hacia los demés, una facultad para conmoverse ficilmente ante el dolor o la belleza, y tener una imaginacién exuberante sin perder el con- trol de la realidad, Sitmno esti dotado de estas virnuces, debe sentir ademés ‘un deseo inquebrantable de ser actor y una necesidad de expresar los sen. timientos que reconoce perceptiblemente en el personaje con quien vaa identificarse en el escenario, La necesidad de expresarse no ha de confun- irse con la vanidad 0 con un egaismo tipo «jMirame, aq tanto se estila en el teatro, De la misma manera que la sensibilidad no ha de confundirse con Ja neurosis y sus manifestaciones inherentes. En teorfa, un actor debe ser mentalyy fisicamente més fuerte que él resto de la gente, puesto que aprende a entender los problemas psico stoy yols que J6gicos de los seres humaaos en el momento en que pone sus propias pasiones, amores, miedos y céleras al servicio del personaje que esté interpretando. Ast aprender. a enfrentase asf mismo, ano ocultarse nada sf mismo, Para todo elo se equiere una curiosidad insaciable porla condicién humana Es necesario también disponer de un cuerpo sano, desarrollado y conservado como el de un atleta. Se necesita tener una vor educa, fe sible como la de un cantante/pwenque ung sonserie un acento perto- nal debe-desarcollacun bei acento esGiUdaT part ver capac de decir teatroaetextn. Siun actor potencial tiene talento, sea por herencia genética o por tun don divno, debe saber que sin la tenacidad y discplina necesarias este talento nol serviré para nada, ay, Para ser algo més que un actor efectivo y correcta, hi amplia formacién en las artes liberales. Si uno no ha recihido una edie cacién académica, no hay que olvidar que leyendo se aprende mucho ‘cerca del comportamiento humano y las condiciones sociales, bajo las que el hombre ha tenido queluchar alo largo de Ia historia; yno slo leyendo la teratura dramética sino alos maestros de la novelay las iam merables biografias que dan fe de la realidad del pasado. Tenemos piers »as parair a museos, galerias librerfas, teatros, conciertosy especticulos de danza. Estas fuentes de inspiracién contribuirén a que nuestro deseo de duminacién crezea y estimularén nuestra fuerza creativa, 2 ce falta una Souras.es una memoria autobiogrifica que escribi como respuesta ala curiosidad de mj nieta acerca de todo aquello que me impulsé a ser actriz, Escribirla me sirvié para descubrirlo que habia sido esencial en mi trabajo. Los privilegios de mi herencia cultural, que no son mérito mio, la. {nfluencia de mis padres en mis primeros diccisiete afios, una conciencia desarrollada de la ética del trabajo, los valores que he asimilado, todo lo ue ha sido crucial para mi evoluci6n artstica y que todavia hoy me sus- ‘enta, constituy6 algo extraordinario y me doy cuenta de que no todo el ‘mundo ha gozado de la misma suerte. Creo que puede resultar muy tii que me extienda un poco més respecto a estas origenes, Naci después de la primera guerra mundial en Géttingen, una de las, ciudades universitarias més antiguas de Alemania, Sus calles adoquina- Gas y su anquitectara me trasladaban a la época medieval, Nuestra gran casa de ladrillo y «mi» precioso jardin trasero se ubicaban cerca de los bosques, praderas y riachuelos, rodeados de colinas yvalles que se exten- fan hacia las afueras de la ciudad, Los descubrimientos que me depara- fan esos parajes en nuestros paseos cotidianos vinieron a sumarse a los que me revelaba nuestro jardin y la costa en donde veraneabamos, Los recuerdos de imagenes, sonidos, olores y texturas de la infancia han Constituido hasta el dia de hoy una fuente de inspir: in para mai trabajo de actriz, Mi madre siempre estuvo cerca de mi para ensefiarme una hueva conch, piedrecita o flor, para responder a mis preguntasy alen- tarme a seguir investigando. 18 En casa, el arte yl creatividad eran nuestra relgiGn, y Dicsexistfa s6lo en la medida en que ea responsable de ello. La historia nos ayuda, >a profundizar en fa comprensién dea ucha del hombre por comba lt los problemas dela sociedad, Tenfaos que aprender aapreciar y capiar el milagr def prodfcein del artista parala comunidad adie tr mo éte marcaba ls épocas sucesras con ss hutllasrebelindooe contra el stats quo; es decir, era muy importante aprender del esfuerso «que hacia cl artist por luminary nur! sia del hombre, Mipadce, germano gulés, hijo de votnista,habfa sido actor en a Adolescencia compositor y music6logo en la veintena, Finalmente ejen Gi6 de profesor de historia del are, Durante la primera guerra mundial, como consecuencia de una enfermedad que to libré del ejército y debido a la falta de estudiantes (pues la mayorfa estaba en el frente), mi padre disfruté de mucho tieme po para estudiar: Desenterré las partituras de las 6peras de Hiindel, que ‘nunca se habfan vuelto a tocar desde la muerte del compositor las edits Yas tradujo al alemn. Después dela guerra, produyjo y dirgis las 6pe- ras, fundando los Gottingen Handel Festivals, que pronto se ganaron ‘una reputacién. Mi madre, danesa, era soprano. En los festivales inter- Pretaba a Rodelinda, Cleopatra y Teéfane. Recuerdo a mis tres afios star en un paleo sentada en el regazo de alguien y ver un ensayo de ves tuarlo, Tedavia hoy se me pone la piel de gallina cada vez que me siento cn un palco, También me contaron que cuando empecé a dar mis pr- ‘eros pases, y sin poder decir dos palabras juntas con sentido, ya tarare- ‘bay cantaba las melodias de Handel, Amediados de los afios veinte, Alemania sufifa una fuerte inflacién, ‘un alto indice de desempleo yse vivfa una tremenda inquietud social. Mi Padre acept6 de buen grado la oferta de vigar a Estados Unidos para Presidir el departamento de historia del arte en la Universidad de ‘Wisconsin, en Madison, Yo tenfa seis afios cuando viv mi primera expe- Hlencia dolorosa, Tuve que despedirme de amigos, patientes, habitacio- nes conocidas, paisajes,y de mi jardin, Lloré porque los adultos tambi Horaban al presentir que iban a dejar todo aquello para siempre, Sin 9 embargo, mi corazén lata con fuerza ante cada neva aventura que me aguardaba, Seguramente fue entonces cuando empecé a actuar. Re- cuerdo perfectamente el vale en el Mercedes Benz descapotable de mi ‘iahaciael tren que nos levarigal barco yl olora nuevo desusasientas Alpasar por los pueblos yo salidaba desde el coche a los paseantes, eam Jando a una princesa, actuando como ilo hubiera heck toda mi vida, En Madison no fui infeiz de una manera constiente, aunque en Io 1s profundo de mise ocultaba un chocant sentimienta de desarraigo debido ala diferencia abismal que exista entre los valores de mi familia ys de la culeura norteamericana del Medio Oeste. Gon el idioma no tue problema, ms que aprenderto lo absorb; pero en la escucla, desde ‘que llegué hasta que dejé Madison definitivamente, alos diecisiete aiios, yo era una nila erara» alos ojos de mis amigos. Inchuso vefan a mis Padres como sexes extrafios porque no pertenecan al lub socal, o no Jogaban al bridge, n al goif,o porque no se integraban en la vida social de a ciudad. Mis padres hicieron amigos enlafaculad, gente que com- Parti sus intereses, pero yo tive un solo amigo de verdad en Ja excuela Primaria, y otro durante el bachillerato con quien compart! muctias cosas, Estoy convencida de que muchos artistas sienten este tipo de extafiamiento durante Ia infanci, sensimiento que te leva ajugar con ‘wimaginaci6n, la misma que se more del iteraara, la misc, la pine ‘uray las artes intexpretativas ‘En casa, leer era tan importante como comer: En la mesa se entabla- ‘ban apasionadas conversaciones sobre las grandes obras de William Faulkner, Virginia Woolf, Willa Cather, Ernest Hemingway, Thomas Mann, etc. La polémica era nuestro deporte favorito porque aprendta- ‘mos a formarnos una opinién propia. De vez en cuando, mi padre impartfa seminarios en casa a sus estudiantes y yo escuchaba a escondi- das, Ast aprend! muchas cos, entre otras 2 ponderar una obra de arte y no daria por buena simplemente porque fuera famosa. Nunca me Prohibicron estar presente en las conversaciones entre adultos, siempre youando no molestara. Si me incomodaba o Ia situacién me sobrepasa: ba, me retiraba, 20 Después de tomar la firme determinacién de ser actriz (fue a los ‘ueve alos, lve a Bizabeth Bergner en el papel de santa Jana) let todas las biograis de actores que pude: Duse, Bernhardt, Bengoer Bassermas, Kean, Booth, Barrymore, etc. Mis padres me insrujeron sobre le historia del teatro y me proporcionaron muchas obres & ee suince aos ya haa led, o hain pasado por mis mancs, a mayoia de sic: Goethe, Molitre, Schiller, Shakespeare, Shaw, Lesing, Hauptinann, O'Neil Ibsen, Stindberg, hoy ete Recuerdo que ne regularon un modémo estuche de maquillaje yun libro de loseciones 1/me pasaba ls horas maquillindome al estilo oriental, de payaso, de bullarina ode campesina rus, Losafios que extudié dana morlerna fae ron igualmente ructiteros para mi formacién teatral Mi madre haba sido alumna de Daterone en Heleranyseguidora de Mary Wigman yme lnseribié en el departamento de dana superior de a universidad dente también taba con profesoresvstantes como Harald Kreutzberg y anya Hotm, La agigad cinéca yl beta corporal que se adguiere Practicando ese arte es muy il para todo actor, joven o mayor ‘Asi fue de afortanada mi vida hogarefia, en la que aparte de comer, dormir, estudiar y hacer coros, todavia tenfa tiempo para un snfta a ctiridades més, Mi nermano tocabaclviolin, mimadse enseRabe canta Yensayaba los reitalesircos. Mi padre, cuando no trabajaba en wn nuevo libro, compen, Cuarteto de cuerdas Pro-Arte ensayaba musica de cimara on nucstro salon por su buena aetstcay yn me saba el repertorio de naemorta she sir de casa En aquel entonces Regaron los viajes a Europa, Mi padre tenfa un acuerdo con la iversidad mediante el que le concerfan seis meses de cxcedenca cada we fos para su uabaj de investigaci, en garde tomarse el habinual aio sabtico al completa oe site alos de ena 22. En estos perfodosvajamos juntos por Escandinavia, Belgien, Ho, lands, Suia, Alemania, Francia e Inglaterra, Cuando nos instabemes lunes meses cn un gas yo estudiaa com tutoresparticularesy asta ‘mescucl. Mi verdadero aprendizaje se mutre dela varied de culeuns y Yo practicaba piano cuatro horas al dia. El 2 en las que he crecido. Mi carrera de actriz iba evolucionando. Los pa- 0s por los salones y jardines de los palacios que visitabamos eran una inyecci6n de imaginacién para mi, y me convertfa en reina, princesa, dama de honor, sirvienta, amante, en todo lo que encajara con mi fantae sia de creer que vivia en aquellos lugares en otros siglos. En los claustros, iglesias, y catedrales cra una penitente, una mértir, una hereje, una miembro del coro, una monja o una reclusa; eso sf siempre estimulada Por las vividas descripciones que hacia mi padre acerca de la vida del pintor, escultor, arquitecto 0 artesano que habia creado aquellos liga: res, (Un dia descubrimos unas pequefias esculturas obscenas, talladas en-lacolumnadeuna.iglesia,le-un artista en sefial de protesta contrala servidumbre a la que le sometia el clero reinante o los nobles que le habfan encomendado la obra.) Llegué a entender, en lo més profiundo de mis entrafias, que hubo gente que vivié realmente en aquellos edifi- ios, yasi, més adelante, me result ffeil identificarme con los personae .jesno contemporancos que tuve que interpretar. De hecho, vivi durante luna semana entera en un castillo del Rin que pertenecfa a un amiga de Ja familia, Tenfa su fos0, su puente levadizo, sus amplios pasillos de pie- dray hasta una mazmorra. Jugar a morosy cristianos ee convirtié en algo ‘fs que una mera diversiGn. La fantasia que yo tenfa de viviren un tiem po remoto no se mitigaba nunca. No hace mucho, vsité la Conciegeriede Paris, , de pie, en la celda de Marfa Antonieta, me invadié una sensae ign casi mistica de estar alli con ella presente. Reconozco que en algunas ocasiones mis padres tenfan que arras trarme por los pasillos de los museos y las galerias de arte porque yo pre- feria quedarme a jugar en un parque, como el de los Jardines del Tivoli de Copenhague. Pero hoy agradezco estas vivencias tanto como las lar- {gas horas en que practiqué el piano obligada, hasta que tocar se convir~ H6 en algo placentero. El poco dinero de bolsillo que me sobraba lo cempleaba en ir a teatros, ballets, éperas y conciertos, donde via muchos de los grandes artistas del momento. Algunos se convirtieron en mis ‘modelos, y mis padres nunca dejaron de recordarme que tinicamente Podria lograr mis objetivos con Ja misma dedicacién y disciptina que se 2 requiere para hacerse monjao cura, Mi ética de trabajo, muy sigurosa, te obligaba.a sltar de una clase de piano a una sesién de danza moder. 1a, volver corriendo a casa a leer tina obra de teatro, bajar al salon a escuchar una 6peraeffla radio, subir a hacer sesiones de maquillajey finalmente caer redonda en la cama lena de satisfaccién. O de 10 com- trario, metérme en la cama con mala conciencia si habia holgazaneado o perdido el diay, con ello, la oportunidad de aprender algo nuevo, Las leeciones que me aportaban los grandes artsas y mi conciencia cada vez més Hicida acerca de cusles eran los requisites y dedicacion necesaros para especalizarse en uma vocacin, me hacian dudar de mi capacidad para cumplir con esas enormes responsebildades, Tenfayo realmente Ia fuerza o incluso el deseo de ser «como una monjan,yla ism devoci6n hacia mi propia vocaciGn? El ansia de vviry el modelo de familia Feliz del que habia disfratado en mi cam ocupaban la primera Slaen mis efos de futuro. Mimadre me alentabaarellexionary a pro- fundizar en todas mis dudas. Pero, con esa ingenuidad propia de la Juventud, cada vez que me enamoraba de alguien y sofiaba con el mati ‘monio y los jos, me convencia a mf misma de que podia tenerlo todo. [Las dudas nunca defaron de acosarme totalmente y los confictos entre mivida personal y profesional devivigon en una lucha que me acompa- 46 hasta cumplios los cuarenta, El ltimo viaje a Europa bajo el cobijo de mis padres fre después de is afios. Me inscribi en la Royal Avadeuy of Dramatic Art de Londres, Alli me sentfa cada vez més adul ta, Estaba interna en una residencia con habitacién propia; entraba y salfa.a mi gusto entre clase y clase y poco a poco iba descubriendo la citt dad, Los parques y palacios, la Torre de Londres, el Parlamento, el cast lo de Windsor y a abadia de Westminster se hicieron realidad ante mis ojos y dieron vida alos isabelinos, Me seducfa la idea de estudiar con alumnos que compartfan mis suefios 2 pesar de que el nivel de ensei z2 era pobre. Por lo menos el sistema era académico y se otorgalit importancia a la educaci6n de la vo2, ala dicciénal movimiento, pris cuando nos colocaban en fila alo largo de la barra y nos hacian revilat mi graduaci6n escolar, a los deci 28 io los parlamentos de Rosalinda o Gertrudis a coro, haciendo todos los sisinos gestos e inflexiones, yo presentfa que algo iba mal ‘Tras esta explosién de libertad, de sentirme sola en esta biisqueda de uma vida consagrada al teatro,mme resulté terriblemente dificil satisfacer el deseo de mis padres de finalizar mis cursos de formacién en la Universidad de Madison. Desde febrero hasta junio de 1987, asistia alas clases en un estado de frustraci6n permanente. Me quejaba y pediaa gritos a mis padres que yo lo que queria era actuar y dejar las ciencias y Jas matematicas. Finalmente transigieron y, lenos de fe y valentia, me ejaron volar a la costa Este, En mi primera audici6a «profesional» me llevé.el papel de Ofelia en el Hamlet de Eva Le Gallienne, Ensayamos todo el verano en Westport, Connecticut y actuamos en Dennis, ‘Massachusetts y en Cape Coda finales de agosto. Fue una experiencia aterradora, aunque excitante. Aterradora por Ja responsabilidad que tuve que asumir al haberme sido confiado un papel de semejante envergadura; excitante porque formaba parte de ‘una compaifa profesional en una gran obra bajo la direcci6n de una persona que compartia el mismo concepto del teatro como forma de arte que mis padres, lo opuesto al concepto de un simple producto de entretenimiento y diversi6n. Cuando terminaron las exitosas funciones de dicho montaje, regresé a Westport con el resto de actores de la com patifa para ensayar una serie de obras que formarian parte de una fatura compatifa de repertorio. Unos meses mis tarde el proyecto se derram= 1b6 y me fui a Nueva York muy apesadumbrada en busca de trabajo. En enero de 1988 me presenté a una audicién de Alfred Lunt y Lynn Fontanne tras la que me concedieron el magnifico papel de Nina en La _goviota. Asi fue como despegé mi carrera en Broadway. Esti claro que tuve suerte, pero equé era lo que me hacia estar (casi) preparada para encamar estos papeles? Fue un conjunto de cosas: el bagaje que me habfan dado mis padres, mi educacién, un cuerpo entre- nado y bien preparado, un sentido de efe hist6rica» que me permitia Iucir el vestuatio de mis personajes y no un disfraz, una vox decente, un bbuen acento estindar y el talento del novato que todavia cree en las cir 24 cunstanias das del obra antes de que esta fe se acabeexfumando al adquitir conciencin de los recursos tenicos de actor profesional. Mi tenacidad me mantuvo firme en los retos que se presentaron ensayando y actuando con los Lunt, a pesar de que su disciplina era cen veces mayor que lami, Comtaf, dormfan y vivian para la obra y para sus papele. La atencién que presaban a cada detalle, angue fuera para salir un solo segundo aescen, era infin. lo ensyos debiamos per sonaenos media hora antes y cuando habia funein tenfamos que estar ‘varias horas antes en el camerino, con cada horquilla en su sitio y las, cejas perfectamente pintadas. (Como decia miss Fontanne: «No te maquillas para el espectador que leva gemelos en un paleo sino para el que lleva gemelos en primera fila».) Espirita y mente debfan estar en. perfecta sintonfa para triunfar en Ia aventura de dar vida a una obra ante un maravilloso piblico que habfa venido a compartir la experien- cia contigo. Los nueve aiios que transcurrieron desde el verano de 198: primavera de 1947 fueron afios de transicién en mi carrera. Dur este triste perfodo me convert en una «fimcionaria» de Broadway, una tramposa profesional. Perdf el oremusy el amor por el teatro hasta que empecé una carrera teatral auténtica y logré recuperar su sentido. Durante todo 6308 afios actué de seis.a diez semanas en la programacién fija de verano; incluso me quedaba tiempo para destrozar algunas obras de Shaw ensayando solamente durante una semana, Participé en varios montajes de Broadway junto a Paul Muni, José Ferrer (con quien vivi un breve matrimonio), Paul Robeson, Alfred Drake, ete, Trabajé con di Margaret Webster y Marc Connelly, Salt de gira muy a menudo. En 1939, con el empuje de mi agente, casi me rendf alos pies de Follywood. Las estrellas de cine eran entonces viet grandes estudios, yse las conocfa como wel ganado». Los acto- res eran pura mercancia yno podfan escoger la pelicula en Ja que actus rian ni el papel que iban a interpreta, Todo ello obstaculizaba cexcesivamente la necesidad que imperaba en mi de decidir mi propio destino. (Aiios después, cuando John Houseman me reprendié por no tala te tores como Guthrie McClinti, mas de! % hhaerme convertido en parte de su wganado» de actores de Stratford, Gonnecticut, le dejé bien claro que yo no era un caballo.) los veintiuno, nave un hijo y una casa en el campo, La lucha entre Ja profesién y a maternidad no era lo que més me preocupaba. Lo que ‘me inquietaba de veras era mi nivel de preparacién como actriz. Estaba muy inftuenciada por la «jergar de los montajes de Broadway y por las costumbres de la profesi6n, Cuando dejé a los Lunt, mi estilo de trabajo estaba impregnado de estereotipes y vicios, pequ permitian marcar y dar forma ala obra tras el primer ensayo. Las obras efios trucos que me acababan sienclo meros clichés convencionales, los mismos de Jos que yo habia renegado en mi infancia, Ser «profesional» consistfa en poder contar tin chiste entre bastidores antes de salie a escena simulando que {uno no se tomaba la cosa demasiado en serio, Otros trucos del profesio- nal eran acelerar el ritmo exageradamente, colocar y decir ala perfec: i6a los textos cOmicos, forzar al maximo la energia teatral, levantar la ‘or para atraer Ia atencién del piblico, salir de escena conJa cabeza bien alta para Ilevarse un aplauso, cruzar majestuosamente el escenario luciendo el vestuario o repantigarse con gracia sobre el repasabrazos del sof en lugar de simplemente sentarse en él. Yo siempre fui buena en afmica y asimilé todos estos trucos sin problema, Me preguntaba sireal- mente haba aprendido todo lo que se debfa aprender de la interpreta- cién. Tuve muy buenas criticas, mi nombre figuraba en todas las mar- quesinas. Sin embargo me invadia un gran vacio y me sentfa una actriz funcional y egocéntrica presidiendo unos fuegos artificiales. Mis esfuer 205 no se veian recompensados s6lo con la aprobactén, los aplausos y las buenas criticas. Empecé a perder las ganas de ir a trabajar: En 1945 mi ‘matrimoni6 termin6. Volvia.a estar sola y continué trabajando, pero s6lo para ganarme lavida, En 1947 mi suerte cambi6 una vez més, Harold Clurman me hizo Junia prueba para una obra de Broadway. Nunca habfa trabajado con un Girector como él. Em los primeros ensayos senti que no estaba a la altura, yde pronto tuve que aprender andarya hablar de nuevo. Con él no se rarcaban maneras de déeir un texto ena primera lectura, nose fjaban 26 10s movimientos escénicos ni se «lustraban las conductas de los perso- najessupersicalmente, Noe interesaba hacer teatro de masas, sino que investigaba en la vida de los personajes y en su comportamiento cuando éstos entraban en conflicio en escena, Me pedia que trabajara desde dentro y que diera una nueva vida ala persona en la que me iba a con- vertir. No queria que ilustrara el personaje segtin las ideas teatrales pre- concebidas. Mi amor por el teatro y la fe de waficionada» renacié Confieso que al desembarazarme de las apariencias que tanta seguridad ‘me habfan confé‘ido en el pasado, ahora necesitaba que aquellos cuya opinion yo respetaba me confirmaran que estaba interpretando bien, De lo contratio, nunca hubiera confiado en este nuevo método de tre bajo. Elsegundo golpe de suerte leg6 cuando el primer actor del montaje de Clurman tavo que dejar la compaiifay Herbert Berghof ocup6 su Jngar, Herbert, un conocido actor europeo con una profunda compren- sin de Ia interpretacion contemporinea, me ayudé inmediatamente a ‘similar ya desarrollar la mueva técnica que estaba aprendiendo. Son las téenicas que todavia hoy aplicoy que munea dejan de aportarme nuevos descubrimentos, tan desafiantes o més que las que requiere cualquiera de las artes interpretatvas. Entoncessenti que ya estaba preparada para confiontar la batalla por convertirme en tna verdadera artista einiciar también la lucha personal contra el teatro comercial, la mismna que sigo librando actualmente, Herberty yo nos enamoramos y,a medida que nuestras vidas fueron entrelaadndose, me inv daba crédito a mis ofdos, A DEL ACTOR fel, $8 55 96 ESCUEL/ ‘aaah En el momento cumbre de la depresin, cuando el mercado, Jos montajes comerciales de Nueva Yorky los ambulantes se vinie- ron abajo, a los miles de actores que solian estar en el paro se les. sumaron otros miles. Ls trabajos para sobrevivir que los actores esperaban ansiosamente entre papel y papel también desaparecie- ron; camarero, pinche de cocina, secretario de oficina, chico de los recados, o empleado del hogar. Los actores estaban literalmente en Jacalle, Bl joven Henry Fonda fue uno de tantos que se sum6 a vem: der manzanas en Times Square. Una de las ideas innovadoras de Franklin Delano Roosevelt que nos sac6. lel estercolero. fue el Works Progress Administration (WA), organismofen el que se inclufa el Teatro Federal. Este epi- sodio fue el tinico en Ia historia de nuestro pafs en el que existié un teatro nacional subvencionado por él gobierno, que inicialmente llegé incluso a comprometerse a no interferis yecto fue de gran envergadura y muy ambicioso, y consiguié mila grosamente mantenerse en pie, aunque s6lo fuera por unos afios, de 1935 a 1989. Su final fue debido tinicamente a la persecucién anticomunista de los comités del Congreso, que decidieron privar Jo de las néminas estatales. Las estadisticas son abrumadoras, En cuatro aiios se produjeron mis de mil doscientos proyectos, desde especticulos de circo, marionetas, obras musicales, hasta operetas, obras contemporé- neasy clisicas. S6lo en el primer afio, se emplearon més de doce miltrabajadores del mundo del teatro en treintay und ciudades. Su trabajo llegé a proyectarse ante millones de espectadores, Los dra- maturgos, impresionados antes tales esfuerzos, contribufan con su trabajo sin exigir derechos de autor. Algunos montajes tuvieron mucho éxito, Otros fueron muy innovadores, A pesar de que la calidad del trabajo solfa ser pobre, en ningiin momento afecté al entusiasmo de los artistas Entre los montajes habia catorce obras de O'Neill, nueve de ‘Shaw, Asesinato en la catedral de T. $, Eliot, Macbeth (con actores sensurar. El pro- 48 negros) y Doctor Fausto de Marlowe (bajo el patrocinio de Orson ‘Welles yJohn Houseman, quienes colaboraron poco después en la creacidn del maravilloso, aunque de corta vida, Mercury Theater) La obra The Cradle Wil Rork de Mare Blitzstein fue considerada tan esubversivan que se la tach6 de ser la responsable de la ley del Congreso que acabé con el Teatro Federal en junio de 1989. Un miembro del Congreso pregunt6 si Christopher Marlowe habia sido comunista. Otros consideraban a Shakespeare demasiado sub- versio, (No hay {ue olvidar los intentos del Congreso de eliminar la Fundacin Nacional de las Artes o Jos de la Moral Majority {Consejo Moral] de retirar Romeo Julieta de las librerias con el pre- texto de que inducia a os adolescentes al suicidio yal consumo de droges.) Una figura central que se encargé del Teatro Federal fue laextraordinaria Hallie Flanagan, ‘La primera mitad de los afios cuarenta fue una época de auge econémico debido, paradéjicamente, a la segunda guerra mundial. El teatro comercial resurgié con obras de evasi6n, comedias ce gue- ‘ma ligeras (participé en un par de elas no sin sentirme culpable: The ‘Adiniral Had a Wifey Vide, ambas con José Ferrer), yalgiin montaje ris serio como Thare Shall Be No Nighty Otela, Habia muy pocos mon- tajesinteresantes de indole no comercial a excepcién de algunas nk cintivas por parte de refugiados curopeos, como la seccién de teatro de la Nueva Escuela de Tnvestigacién Social, dirigida por Erwin Piscator, o Ia inanguracién del Seminario de Max Reinhardt en California y, en 1945, la fundacién del Estudio HB, de Herbert Berghof, en Nueva York Berghof querfa crear un espacio un hogar en el que, conjuntamente con sus colegas, se pudiera experimentar practcar y aprender nuevas téenicas, en lugar de vagabuadlear por ® Para ampliar la informacion sobre su persona suslogros.a pesar delosinsi perables obsticulor que se le presentaron, remitirse 2 la biografia Halle ‘umuagan A Lifein the American Thecire de Joanne Bentley (Nueva York: Knopf, 1988). 49 los es quejéndose de no encontrar otra sla para el abajo de creaci6n. En 1947, bajo los mismos principios, se finds el Actors’ Studio, del que Herbert Benghoffue socio findador. Mientras tanto, con Ia aparicién dehuevos dramaturgos como Tennessee Williams, Horton Foote y Arthur Miller, de los montajes de la ya establecic, Playwrights Company y los interesantes géneros que nacieron del musical norteamericano, los afios cnarenta finalizaron con un sent tmiento de esperanza y los cincuenta arrancaron en plena forma? Conservo un recorte publifitario de una agencia teatral de diciem. bre del aio 1980 que amuncia todos los expecticulos que ofrecia Broadvay.aquella semana. Habfa tres obras de George Bernard Sha tuna de Shakespeare, de Pinero, de Anouilh, de Van Draten, Josmusicales Guys and ells Paljag, The King and, South Pacfcy Cal ‘Me Madian con actores como Judy Garland, Gertrude Lawrence, Yul Brynner, Ethel Merman, Bert Lahr, Phil Silvers, Audrey Hepburn, Richard Burton, Julie Harris, David Niven, Jessica Tandy, Hume Cronyn, Charles Laughton, Charles Boyer, Vivien Leigh, Lawrence Olivier, Henry Fonda, Cedric Hardwicke y yo misma, Conforme svanzabala décadh, el eiterio comercial se hacfa predominante ylos ‘ontajesiban perdiendo calidad. Incluso cuando parecia que todo ‘ba viento en popa, muchos nos sentiamos mal por la falta de cont, nuldad ya constante presencia del marketing, la gran prioridad que ‘regia nustras actividades. En consecuencia, os artistas més jovenes, ‘muy inguletos ants aque panorama, se rebelaron, El Off-Broadway volo a emerger tras los arduos esfuerzos del Teatro Phoenix, Circle in the Square y el Teatro Cherry Lane entre otros, Muchos ‘Sctores jovenes empezaban a dejar su huella: Geraldine Page, Jason nip conocer en detalle el panorama teatral de Notteaméeay Europa bos de los aos cineuents, remitrae ala lectara de fa Search Theos da “ri Bentley (Nueva Yorks Knopf. 1953). raion Phoenix ctué en I obra Un met en el campa de Turgusnicy, yen La ‘buena persona de Sechud, de Brecht, 50 Robards, Maureen Stapleton, por mencionar unos pocos, se formar banen el estudio HB. Samuel Beckett empezaba a causarun gran impacto y Edward Albee llamaba la atencién de muchos con Historia del Z00, La caja de orenay El sueiio americana, Pero el yugo del macartismo ya se cernia sobre el pais, Durante Jos «fabulosos cincuenta», cuando las comunidades teatrales de escritores, directores y actores ya se habfan establecido, de pronto vieron ahogar sus voces en un ambiente de terror en el que las a ciones, claudicaciones y suicidios resultaban frecuentes, De fo «star familiarizado con este episodio negro en el que las creenciasy convicciones personales se pusieron en juego, en el que positig- parse ala izquierda del centro estaba considerado un crimen, en el {que personas famosas se convirtieron en victimas de los comités del Congreso afin de intimidar los ciudadanos menos conocidosy ast someterlos, es posible leer sobre ello en muchas crdnicas politicas © en las biografias de las victimas y perpetradores de estos crime- nes. Es importante si uno quiere evitar que se repita una época tan ‘eriblemente triste, Todavéa hoy me resulta dificil remover aquel pasado, pues a herida que me dej6 es muy profunda. Me gustaria citar unas declaraciones que se me permitieron hacer gracias a Edward R. Murrow, el osado periodista que opuso resistencia al senador Joseph McCarthy, el responsable de la «caza de brujas» anticomunista, Durante un tiempo, el programa de radio de Murrow se presentaba mediante la locucién steep mi credo», en el que muchas de las victimas del macartismo podfan desahogarse " expresando sus creencias y opiniones. Se recopilaron cientos de declaraciones en un pequefio libro!. Mi intervencién empieza con la siguiente cita: 1 Ese da, vol. 2, ed. Raymond Sting (Nueva York: Simon & Schuster, 1954), 51 tins: DBSSSSSESSECCCVS sSé que de una manera toalmente accidental, luchando por abit me paso a tavés def ireaidad de la vida, no sempre he sido fel nis ideals. Pero en mi propio mundo real no he hecho nada malo, no heii en contra demi fe he side deshoneso conmigo mismo, He sido amenazado, chantajeado, inultado ye pasado hambre. Pero he segido el juego, He luchado por una buena causa. Yahora aque tc ha acaba, impera una paz indesripdble, Creo en Miguel Angel, en Vetézquezy en Rembrandt en el poder del azo, en el mis terio de color en Ja redencin de todas ls cosas a través de Ja Belleza eterna, yen el mensaje del Arte que ha bendecido estas ‘manos Amén. Amn.» Enas palabras fueron ns dl pintor agonizan te Louis Dubedaten a obra Theodor’ Dilemma, de George Bernard Shave Esl credo de un pints, unser humano especticn, ys6lo una parte dl eredo del autor, cas convieciones estén resumias en la totalidad de su obra. No como escrtora,profeta ofil6sofa, pero en tanto que actriz, me serviré de Ia contribucién de un dramaturgo para parafrasear mi ideari creo en ls antigos griegos que inicio ron muestro teatro hace 2.500 ais, en el milgro de los dones de Eleonora Duse, en el poder de fa verdad, en el misterio de ls seni _mientos, en laredencién de todas as cosas através da imaginacién eterna, yen el mensaje del arte que, mediante e!incansable yIabo- "oso trabao, otorgala inspiracign y creacion a todoslos artistas ben- dios. Amén, Amén. Rn Ia otra parte de mi vide, me siento sculpablee por ses fel nis deales aunque no tanto como el pobre Louis Dubedaty, por supuesto, no por ls mismasrazones. Como guia de mi vida tengo Ja Declaracién de a Independencia yl Declaracién de Derechosy me tas tomo al pie de la letra, muy a pesar de muchos. También ano mis fuerzas gracias a Miguel Angel, Rembrandt, Bch, Mozart, Shaw y Shakespeare, ya ls lecciones de Jess, Platén y Aristteles.Hstos randicscreadores yrevolucionarios me hen ayudado'a encontrar ia Juz, la grandezay el esplendor del mundo, Me han ayudado a dscer- ni ya distanciarme del barullo frenético de los conformistas que 82 SAE tergversun Js ideas para adecuaras asus nectidades précis ya sus deseos personales prvarnos con elo de salacin esprit Saber que cada dia hay algo nuevo que aprender, que hay cjetivos indsambicowos que aleanzg y lgo ner que apoar los dems, transforma cada da de una vida en algo mis preciso, ¥me vento agaecida, Una comva por ot. Sha no extra sin Shakespeare, Bach sin las palabras de Grist, Beethoven sin Mozart, ysn todos lls oso vrfimos etre, Me sent my ongallosa la primera ‘ee que hice un buen pan de molde, algo tn sencllo de lo qu os pueden disutro plantar un bulb y dare ida, o hacer que el pe. sonaje tome vida humana desde la pina den texto yexpete su pnto de visa, ayudando alos dems a entender un poco més odat estas cosas, y el esfuerzo para hacerlas bien, me permiten serhones- ‘ta conmigo misma y luchar por una buena causa al tiempo que me scabro paso a través de Ia inrealidad de la vida» y soy «amenazada, chantajeada, insultada y paso hambres, Logré sobrevivir a los teléfonos pinchados, al FBI, a tener que andar de puntillas, a mirar de soslayo en los cafés para comprobar que no me escucharan, Sobrevivi en un gstado mental méssano que muchos otros. No tuve que luchar contra Ja culpa ya que no traicioné a nadie. No guardé rencor por haber sido traicionada o cacusada» ante el Comité del Congreso porque mis acusadores permanecieron en el anonimato. No fai ala cércel, no me suicidé yen cuanto alla lista negra que me impidi6 trabajar en la television yen el cine, en realidad me salvé de la tentaci6n de entrar en el mundo comercial y de tener que transigir respecto a mis ideales mis de lo que ya lo habia hecho en Broadway. Pero fue Is tnica época de mi vida en que tuve miedo de perder el control sobre sni propio destino. j¥s6lo por eso tengo el derecho a sentirme todavia hoy ultrajadat ‘Todaviame cuesta ser objetivay entender con perspectivalarela- ci6n del teatro con Jos tremendos trastornos sociales de los afios 58 k E t ' , i } T ~ sesenta y setenta (pero sme di cuenta de que los artistas tardaron mucho en reflejar y esclarecer aquellos tiempos). En enero de 1961, con la investidura de nuestro nuevo joven presidente, sentado al Jado del poeta Robert Frast, se nos presenté el reto de entender que para ganarnos la libertad hemos de aceptar las responsabilidades que ella conlleva, y que debemos volver a intentar hacer algo por ‘nuestro pafs mas que por nosotros mismos. Muchos aceptaron el desafio. El movimiento de los derechos civiles al estilo Gandhi trajo tras de él grandes avances en nuestra cultura, pero las promesas se frustraron después de la tragedia del asesinato de Kennedy y de Martin Luther King Jr., y mas tarde de nuevo con el de Robert Kennedy. La promocién de los derechos civiles de Lindon B. Johnson y sa ambiciosa lucha por la pobreza se vio frenada a causa de su instigacin a nuestra cada vez mayor implicacién en Vietnam, Lasituacion empeoré con la administracién siguiente, mientras la guerra ya llegaba a Camboya y la gente fue tomando conciencia de Ja corrupei6n que reinaba en nuestro gobierno Mientras tanto, los hijos de la generacién del macartismo rompian lsilencio. fstos reaccionaron ante el conformismo social de sus ppadresal ignal que ante los hip6crtas valores de la clase media y ante Jaimportancia que sc le otorgaba ala adquisicion de bienes materia. Jes. La rebelién de los j6venes contaba, c6mo no, con muchas mode- rados, y también con dos tipos de extremistas radieales con objetivos totalmente opuestos. Por una parte smrgieron los flousrchiléeen («loo nifios de las flores» o «hippies»), que predicaban amor y paz y busca- ban un estilo de vida lo més sencillo posible, luchando tinicamente por las necesidades mas basicas de la vida en comunidad. Muchos de éllos fracasaron en sus intentos y se echaron a perder, concretamen- te evadiéndose de la realidad y cayendo en el consumo de drogas y sustancias quimicas famosas por liberar la mente. Por otro lado, 1 grupo de los jévenes activistas politicos crefa que podia cambiar el régimen establecido mediante técticas terroristas desplegadas contra aquellos que ellos mismos escogian como delincuentes, Este grupo Bt ] | { i también acabé destrozéndose «.imimocon sus propias armas case- ras, Los acontecimientos de Asia intensificaron la polarizacién de zuestro pais originando un ntimero cada vez mayor de objetores de conciencia, de manifestantepor la pazy de otros movimientos que rovocaron el final de Ja trégica guerra de Viemam. En consecuen- cia, rasa forzosa dimisi6n de mest presidente y, bajo mi modesto parecer, con el resungimiento de cuatro afios de una honorable pre- sidencia democratica, aleanzamos los afios ochenta. Pero zqué oct r7i6 con Ja cultura en las dos décadas previa? Durante muchos afios la actividad teatral no se vio extremada- mente afectada por los episodios turbulent, tl vez debido al per- sistente temor de la aparicién de nuevas campatias del Congreso contra sus posturas politica. (Silas tropas del gobierno disparaban, contra los estudiantes en Kent State, .qué seria capaz de hacer el Congreso con los artistas?) En 1962, las cidasy cinicas acusaciones que emitié Edward Albee en ¢Quién tea Virginia Weel? contra las costumbres sociales de la clase media causaron una gran sensacion, yla obra ejerci6 una enorme infiuencia sobre muchos de sus jéve- nes colegas en los afios que prosiguieron, Pero en el transcurso de los aflos sesenta, Broadway prosperé gracias a su programacién habitual y a las obras que importaba de Inglaterra. En sélo un aio Jhubo en cartel dieciséis obras inglesas con un reparto predominan temente inglés eclipsando las obras ylos actores norteamericanos, ‘También el Otetsroadiway se gané a reputacién como espacio que odia aportar pingties beneficios. As{ nacté el gran negocio, Los sindicatos solicitaban sus exigencias eminimase, que eran cada vez ésaltas, con el fin de protegerse dela explotacién, Los precios de ‘aquilla aumentaron, las crticas aparecian con regularidad y las obras populares se concebfan siempre con la intencién de que se Pudieran trasladar al norte de la ciudad. Finalmente, ya casi no habia diferencia entre Broadway yel OffBroadwiay. Como Herbert solia decir: «Ahora los colmados del centro intentan competir con Jos supermercados del norte de la ciudad. 55 CECE Cee eE REE: Ante esa situaci6n se produjo una reaccién temporal con la rea Parici6n del movimiento original del O&Broadway. Elntimero cre- ciente de participantes ocupaba los escenarios mis pequetios, en Jos dticos y s6tanos se eesarrollaban talleres con la intencién de Inuir de las nuevas demandas sindicales y de los altos presupues- {08 que éstas implicaban, intentando una vez mnés expresarse den ‘ro del teatro experimental sin tener que asumir un fuerte riesgo econ6mico. Estas nuevas iniciativas formaron lo que se dio en la. ‘mar el OfF Off-Broadway. El Café Gino fue un trampolin para muchos j6venes actores, directores y escritores como el talentoso Lanford Wilson; Ellen: Stewartabri6'su Café La Maia, que todavia hoy nos ofrece todo tipo de especticulos experishentales, Pero el movimiento Off OffBroadway fie répidamente contaminado de pies a cabeza con las précticas de marketing de diversa indole. Las iniciativas mas exitosas se fusionaron con el Off Broadway; otras ‘muchas entraron en decadencia o degeneraron en meros proyec- tos de escaparate, El término escaparate (showcase) habla por sf ‘mismo: los miembros de la profesiGn se exhiben en el escaparate Para venderse al mejor postor; cada uno de ellos despliega indivi- cualmente su talento para atraer al agente o al buscador de talen- ‘es, entre ellos el productor o el autor al que ha invitado para que « del teatro anticuado, Desesperados por actuat, los actores estaban tan confundidos que se permitieron las atrocidades més indignas. En una ocasi6n, dos jévenes me preguntaron qué tenfan que haber hecho cuando el director de escena les pidid en una audicién que se colocaran en fila para medir la Jongitud de sus penes. Sor- prendidisima les die: «jNo tenfais que haberle dejado!». No se ‘mostraron muy satisfechos con mi respuesta. Para Ja mayorfa, los afios ochenta todavia estén demasiado cerca en el tiempo para emborronarlos con los sentimientos del pasado, Ahora, ante el siglo 20x en que estamos pagando el precio de las extravagancias ylos derroches de la era Reagan, entenderéis cémo se reflejaron estos excesos de Ia década en los productos ingleses de importacién como Nicholas Nickleby y en las obras tea- trales superespectaculares de Andrew Lloyd Webber. En nombre del carte», descuartizaron un teatro entero con el fin de construir ‘unas enormes rampas para patinar sobre ruedas y unas pistas de patinaje sobre hielo. El lado positive fue poder ver obras de August Wilson y de escritoras feministas en ciernes como Beth Henley y Wendy Wasserstein. Muchos actores decidieron que el Método ya estaba obsoleto y se inelinaron por el formalismo imi- tando alos actores que actuaban en las obras inglesas de importa- Cada vez més, y no s6lo en Nueva York sino en todo el pafs, los « alos escenarios, La raz6n primor- ial de que las productoras ofrezcan estas invitaciones no suele nacer de su admiracién porlas capacidades del artista. Confian en que la fama de tas estrellas garantizard la venta anticipada de las entradas, «amortizard sus inversione’>, Ademés, ala mayorfa del Piiblico le atrae la idea de vera estas estrellas en vivo, y no mues- tran especial interés por un teatro serio y riguroso. Las recurren- 67 tes frases de los actores «quiero volver con mi primer amor, el tea- tro», © «necesito pulir mi oficio», o «tengo que recuperar el ent- siasmo por actuar», 0, todavia mejor, «quiero poner a prueba mi | lcaltad hacia el teatrog son clichés aparentemente nobles, pero generalmente falsos, 0, al menos, engafiosos. Un actor no aporta nada al teatro si su técnica estd oxidada o es inapropiada, sisu ver dadera motivaci6n es alimentar sus flacos ideales y su reputacién, creyendo asi que su categorfa teatral (que ha ido disminuyendo en cada ocasi6n) realzard su imagen. Insisten en que lo que hacen ¢s comprometerse con una obra, y al mismo tiempo sélo quieren Pactar un scontrato restringidos. «Quiero recuperar mis rafces»_ xno implica un compromiso con el teatro si el contrato restringido consiste en buscar un rinc6n durante unos meses en el escenario mientras aceptan ofertas lucrativas declarando que lo hacen ja fin de «ser més vistos»! Sus nobles experimentos son bisicamente de indole oportunista y no hacen més que sumergir nuestro teatro en sun mercado corrosivo.fisios son hechos sabidos. Yo trato simple- mente de enfocarlos con la intencién de que el actor sepa fijarse ‘unos objetivos y luchar por ellos. Los artistas establecidos que no tienen quejas probablemente sospecharén de mé, sin entender donde puede residir el problema, Evidentemente estén triunfan- do en Ta ruleta del show businessy aciertan cada vez. el miimero que da impulso a sus carreras, {Me quito el sombrero ante ellos! Pero clinnumerable resto de actores que, con necesidades parecidas a Jas mias, intentan borrarse las itusiones de la mente creyendo que no tienen otra alternativa que la de bailar el baile para ser capaces de funcionar, estin atrapados en una tela de araiia infestada de frustraciones espirituales de la que intentan escapar mediante el alcohol, las drogas 0 los psiquiatras, Para aliviar el tremendo dolor | que sienten han de reflexionar sobre sus valores primordiales y | dar un cambio subsiguiente a sus prioridades, Estos actores consti- | tuyen ejemplos para los j6venes artistas que deben tomar concien- | cia de esta dicotomfa antes de caer en trampas similares. Han de 68 darse cuenta de que tener un pie en cada mundo no es bueno para nadie, y menos par Llegamnos al meollo del problema recurrente del artista cuando {ste insite en que debe «ganarge la vida», Ante todo, uno tiene que Juchar contra la idea que afirma que un actor s6lo es profesional cuando cobra por actuar, En dos ocasiones distintas, joseph Papp me abrazé agradecido por mi brillante» actuacién mientras se Jamentaba de que yo no hubiera podido «trabajar». La primera vez fue después de la representaci6n de una obra para la que me habia estado preparando durante meses en el estudio HB, y la segunda en u propio teatro, el Public Theatre, al finalizar Charlotte obra en Ja que desempeiié un papel que ya habia representado en Broadway y en una gira que duré casi dos afios. En cada una de las ocasiones se referfa a que mi colaboracién no podfa considerarse trabajo porque yo no habia sido pagada por ello. Me quedé aténi- ta, sobre todo porque no percibi el menor indicio de que él mismo se hubiera dado cuenta de lo absurda que era su visién. Sin embar- {go, no dudé de mi conviccidn de que uno no puede pretender que elarte te pague de otra manera que no sea a través de la satisfac- cién que aporta tu propio trabajo. Yo sabfa que con aquellas dos actuaciones «no profesionales» habia llegado al coraz6n y a la mente de cientos de personas y que habia nutrido su alma con ali- mentos mejores que los culebrones Dallas o Dinastia, donde me hhubieran visto millones de personas y par las que bubiera obtenie ellos. domuchisimo dinero. ‘Todo el que busca su salvacion a través de subvenciones y aseso- ramiento de las fundaciones nacionales y estatales de las artes acaba probablemente quejndose de que su ayuda va destinada ‘inicamente a las compaiifas que contratan a actores por dinero. as instivuciones, por lo visto, se han convertido en tina prolonga- cién de nuestros sindicatos. Creo que una.veu que, distoatas deanna buena técnicanagne has adquirido un criterio y un poder de comunicacién, el puiblico, por 69 reducido que sea, te recompensaré con el respeto due peveect sit) Ceseas comprometerte de verdad con el teatro, con Iaitana dence cién que 3 Las técnicas del actor Amato de wn psn porta expresién persona de un pnts de visa Particular y de un objetivo concreto, el actor debe adquirir un domino doco, porque dels conn, ode cen ‘buena voluntad no le servirén para nada. seta gran fla de conocnientoy mucha einformaen sobre la naturaleza de este oficio, més que sobre las otras ar tes, Se sce que laren coun ofcio menmenneaeren no reqsere nica signa. ti nacido prom aa ee ignoraciy de ls prejicor que una ees een ne figura deni tonto con lento staes a opinion de aqucloe que . Cuando le pre. sguntaron aDuse qué técnica empleaba para crear este carte Psico- \6gico», se refiibaél como la gaciao wel done, que podria defini se mejor como eluso consciente de las respuesta inconscientest use, a pear deser la mis grande, no era la tinica que confer un tono reais asus personajes. Oxos, como Tommaso Salvin, e ‘rigico italiano para quien ella habfa trabajado, el actor austrineo Joseph Kainz, lacslla italoaustefaca Alexander Mois el ale, 2nin Albert Baseman también encontraron un estilo personal en Is creacién de personaje otorgéndole una dimension real, ana autenticidady un gran sentido de la espontancidad. Conseguian {ue el pablco vera una gran experiencia.a través de susactracio. nes. Este tipo de actor era el que Constantin Stanistavsy, actor y director rus, buscaba para poner en préctiea mu mxétoda, Se obje- vo era detnraqello que los diferenciaba de los actores tradicts, a Alot Sworn, clado en Dude Ween inicio te Modero etn ak esi ‘set descents te centre oon onbia Ethene ia cto ae ees mega no ene edad Se ne a ma bet alaemaertincreeararte esacan claramente ls modasy St de acanain eco gac ede ea en 83 eT POSTS SCSCSSSSESSSUSSSESVUIVIID ee pe nales y formalistas y dar una concreci6n a las fuentes aparentemen- te misteriosas de su trabajo. De dénde procedian sus convicciones ysu fe? Por qué vericuetos 3s llevaba su imaginacién? ¢Cuél era el Secreto que les permitia fjar,ja concentracién en el escenario de Tavida teatral en lugar de dejar que se difiminara por el audito- rio? zComo supieron distinguir las acciones crefbles de las no crei. bles? , YOR, cbiceicia) L + “Teenlicas Inteenlas H Cjevcreior de Caiteire de ner . SOW 7) Llamadas ear lebéQeno ne R Yecinuc Z | ree rr 4 El yo Cuando era una actriz joven lefa y ofa hablar de las recomendacio- nes que daban una y otra vez los buenos actores, como por ejem- plo: «jDebes soltarte cuando actias!». Era un consejo muy noble para la persona que deseaba «sacrificarse por el bien del arte» Pero yo no tenfa ni idea de c6mo enfocarlo. Finalmente entendi que era una advertencia para los actores vanidosos y egocéntricos que disfrutaban exhibiéndose, explotando todos los detalles que més atraian al puiblico, sin prestar atencién a su papel nia las cir- cunstancias de la obra. Yo todavia no sabfa c6mo soltarme en el escenario, Queria seguir los pasos de Duse. Ella hacia hincapié en que lo tinico que tenfa que ofrecerle al teatro era la «revelacién de su alma». Yo sabia que su alma, de una profundlidad y complejidad considerables, erala que le habia hecho destacar entre los demés, dando vida a tantos persona Jjes diferentes, Este uso de si misma fue el que la diferencié de los actores formalistas que preferfan ilustrar alos personajes que encar- naban sin ningtin tipo de compromiso personal, psicolgico o emo- ional. Durante varios afios actué mal porque me vi atrapada entre ‘ona manera ilustrativa de interpretar personajes com lo qe no me identificaba y el deseo de implicarme emocionalmente en ellos. Finalmente logré ver la luz: jtengo que encontrarme a mi misma dentro del papel! La luz volvi6 a apagarse cuando me di cuenta de que no estaba muy segura de quién era yo. ¢En qué consistia esta alma que yo, al igual que Duse, querfa poner al servicio del arte? Elalma, epsiquer en griego, y el yo, son una misma cosa, y tie- nen connotaciones semanticas diferentes. El alma suele conside- rarse algo infinito, misterioso y dificil de definir; la psique tiene un significado més cientifico que se asocia con la psicologia moderna. 95 4 | DAAAA SAE SSES ERIE TIE EE Enestos tiempos tan pragméticos, el yo, a pesar de su complejidad, impresiona menos que otros términos, es algo més accesible para elactor, mas facil de explorar. Ademés, el yo no parece estar tan interesado como el alma en les conceptos del bien ye] mal, facili tando asf el descubrimiento y la justificacién del comportamiento que resulta de la bisqueda de la felicidad y de la autogratificacién, esenciales para la existencia humana, Siempre me he considerado una persona con un arraigado sen- tido de identidad. Esta icentidad consistfaen lo siguiente: la imagen que tenfa de mi era la de una persona sociable, franca, generosa, con sentido del humor, afectuosa, dulce y fuerte al mismo tiempo y lista pero ingenua, Este conjunto de valoraciones intuitivas se acom- afiaba de la imagen visual que tenfa de mi: una niffa, hija de la naturaleza, atravesando un campo de flores salvajes con la melena al viento y los ojos como platos, un ser curioso y con los brazos bien abiertos. De hecho, nunca tuve el pelo largo ni los ojos grandes y aras veces corrfa a campo traviesa con o sin cutiosidad. En cuantoa Jas grandes cualidades que me atribuia, no tardé en descuibrir que constituian s6lo una parte de mi personalidad y que esa imagen era ‘un t6pico. Tal vez aquél fuera un cliché més tipico si cabe que el que construsa de mf misma para interpretar un personaje después del Primer contacto con él, Entendi perfectamente que debia aprender 2 ampliar el concepto que tenfa de mi, y ahondar en Ja idea de quién erayo en realidad silo que deseaba era implicar a mi alsa y poneria al alcance de los diferentes personajes. Todas esas maravillosas cualidades que me habia atribuido des- equilibraron la percepcién que tenia de mi, y por fin legué a entender por qué era incapaz de identificarme de una manera fel con los personajes que interpretaba. Tuve que ser honesta conmi- go misma y admitir la arrogancia, la crueldad, la frustraci6n, la nvidia y el egofsmo que se aduefiaba de mf en segiin qué circuns- ‘ancias. Ya no podia negarme a profundizar en mi estupidez, en misimpulsos neuréticos, en mis miedos y en mis ambigtiedades; en 96 ~~} otras palabras, en las cualidades positvasy negatvas propias de mi persona y de los demés Cuando critco alos ahamnos que fjan de antemano las accio- nes de los personajes, que hablan sobre elas en lugar de levarias a cabo porque no saben eémo justicarlas, me responden por sist malo mismo que decfa yo cuando me excusaba: «Pero si yo no soy asi, «yomuicaharia na cosa as, «700 soy imio», «jo n0 oy mand6n», «jo nunca soy tan tonto», etc, Ademés,siles pido que recuerden el dia que se cayeron o tropezaron en mitad de un baile de fin de curso o de una festa, 0 cuando se les derramé un vaso sobre el emmoquin, 0 cvando se levantaron por Ta mafana con un grano en la nariz, entonces miran al suelo, a veces incluso se rubo- rizan, como le ocurrié a Duse durante aquel famoso episodio, y se vuelven timidos. En exe momento les recuerdo que cuando se pe- tean con un compatiero en los ensayos se comportan como unos rmandones y que cuando sueltan ruiitos absurdos y hablan a sus perritos como si fueran bebés, parecen tontos, A veces, cuando estoy con un clentifco, o con un electrcista, me siento extipida a sulado,pesar de que la imagen tpica que tengo de mf misina sea genial, Sian intolerante portero expresa sus opiniones racista, me comporto con arroguncia; pueda comportarme como tuna esnob, aunque me considere la més liberal entre las lberales y Ia mas ‘humanista entre las humanists. Me considero una persona vaien tex pesur ee que ettnclo veo un raton me pongo histérca, Es er- dente quelos components bisicos de los personajes que encarna- emosrescen en agin hagur de nuestro ser, Otraleccién a aprender es que la hicha por conocerse a uno mismo no termina nunca y que s tara mucho en poner en pric cacon coherencia nuestros descubrimientos, hasta conseguir que nuestro trabajo de identificacién sea natural y orglinico, Otro de nib lmportantes progress se produ cuando me dbcunta de que cada yea que me comportaba mal, generalmente porque me sentia uenos cimientos para tu nueva infancia, Ahora ya sabes que Belle Reve se perdié a pesar de «tus» luchas €n vano por mantenerla para que «tus» acreedores no te la arreba. taran. Tienes que buscar un sustituto para este sentimiento de desarraigo y esta desesperacin motivados por una pérdida tan querida, Mudarte, aunque sea a un lugar mejor, podria ser una 106 experiencia traumética, yte harfa sentir insegura o temerosa, como Je ocurre a Blanche, Dejar una casa de verano, o vaciar un espacio con el in de alquilarto, o cualquier otra cosa que pueda hacerte sentir desplazada te resultara muy titil para este papel. Blanche se ha enfrentado a los familiares agonizantes que se echaban en sus brazos antes de mori. Afortunadamente, ti nunca hhas experimentado nada semejante, pero si que te habras sentado en Ia cama de uni ser querido enfermo y le habrés visto tiritar de frfo o habrés tomado la mano de algiin familiar 0 un amigo tam- bién enfermo de gripe o bronquitis, o habras estado cerca de algyin pariente que ha suftido una gripe intestinal y ha tenido vémitos y diarreas. Todas estas experiencias son suficientes para cubrir las transferencias que necesitas para la enfermedad de Margaret, la prima de Blanche, por ejemplo. Con asisira uno de esos funerales tan soporiferos ya es suficiente para imaginar c6mo son los otros. Sabrés como es el ataiid, los omamentos florales, el monétono dis- curso del cura, el hieratismo de os demas dolientes, etc. Cuanto mas poderosas sean las imagenes que visualizas, més fuentes ter ras para eacusar» a Stella de haber-«te» abandonado en mitad de estas terribles pesadillas. Ms tarde, en Ia obra, cuando «tii» confiesas a Mitch el gran amor que sientes por «tu» joven marido y lo culpable que «te» sien- tes tras su suicidio, tienes que buscar a alguien a quien hayaa admi rado mucho, a quien hayas adorado, que constituya para ti el sim- bolo perfecto del romanticismo. Sino encuentras ni un primer amor, o la persona idénea, sustitiyelo por un fdolo de tu adoles- cencia, alguien inaccesible a quien venerabas y con quien fantasea- bas, siempre y cuando en tu memoria resida una imagen potente y sensorial de tu hombre perfecto. Sino logras identificarte con el Pavoroso momento en que descubres a «tu joven marido en los brazos de su-amante, piensa lo que represent6 aquel momento para Blanche: para ella fue una aberraci6n, una experiencia repul- siva, comparable a tocar una serpiente viscosa, una arafia gigante o 107 VPOODDPDSGOEPECCCOer* una rata sucia y chillona. Puedes transferir todo aquello que te pro- voque repulsién, Es decir, necesitards un detonante psicologico ara evocar ese momento. Te serd preciso asociar el suicidio de «tu» marido a una catistrofe,de la que te sientas responsable y cul- pable ya que él se suicidé porque «ti» le habjas acusado de ser el responsable de haberte hecho sentir asqueada. Piensa i alguna vez despidieron a alguien de su trabajo por culpa tuya, por haber dicho o hecho algo perjudicial para esta persona, si alguien fue atracado porque te dejaste una puerta abierta; 0 si alguien tuvo un accidente de coche por conducir borracho porque ti no le adver. tiste. Gualquier desastre. que crees que podfas haber evitado pue- des transferirlo al sentido de culpa que «te» atormenta tras Ia muerte de Allan Grey. Llegados a este punto, debes ya tener una idea de cémo evar a cabo la tarea de seleccionar realidades personales y transferirlas a Jos hechos ficticios, y de cémo intercalar éstos imaginativamente en la vida pasada del persongje. De igual manera buscarts sustitutos para iden tificarte con la explotacién sexual que sufre Blanche (una historia verdadera o una historia que estuvo a punto de suceder es suficiente para asumir que hubo més de una), con la tendencia al alcoholismo (no dista mucho de una fuerte obsesién por los dulces © por las pizzas), con el sentimiento de ser constantemente obser- vada y criticada, con la mala reputacién por culpa de haberte com- portado mal (a todos nos ha ocurrido alguna vez). con la miseria, el desamparo y la necesidad de que alguien te acoja (algo muy comin entre los actores), 0 con todo aquello que necesites para solidificar tu identificacién con el pasado de Blanche antes de comenzar la obra. El siguiente paso, que ya habris empezado a dar intuitiva- mente, es tratar de identificarte con las caracteristicas més elemen- tales de la personalidad de Blanche, con sus necesidades bésicas, las fuerzas motoras que propician sus acciones a lo largo de la obra, Ente ellas, habrés yotado su gusto por la belleza, la elegancia, la gentileza, la delicadeza, la necesidad de ser amada y protegida y sus 108 r inclinaciones aparentemente contradictorias por la sensualidad, por borrar susilusiones, por el sentido de impotencia ante las reali- dades mas crucles y por la necesidad de evadirse de todo lo negati- yo que la rodea. Si el conjunto de sus rasgos humanos te resultan ajenos y la emulacién de su persona se limita a dar una imagen de Blanche que no tiene nada que ver contigo, profundiza en cada ‘uno de los rasgos, uno por uno, y trata de encontrar tu propiaxeali- Gad en ellos. Piensa en las €pocas en que distrutabas de tus oxgias poéticas, cuando llorabas o te deleitabas con Browning, Keats 0 Rilke. Si alguna vez has asistido a un c6ctel o aperitivo en una sala de reuniones de un hotel y has disfrutado de las exquisitas pastas de téservidas en bandejas de porcelana al son de Ja miisica de un cuar- teto de cuerdas, haz como si eso ocurriera cada dia de tu vida. Si crees que eres descuidado con a1 ropa, ponte un par de guantes de algodén blanco inmaculado y trata de mantenerlos flamantes hasta el final de la jornada. Fijate en c6mo estos guantes tan elegantes han influido en tu personalidad y la decepcién que sientes cuando se ensucian. Disfruta de una hora libre y date un buen baiio de sales, suaviza tu piel con aceites hasta satinarla, rociate con un per- fume aromético después de secarte con la toalla, ponte la mejor lenceria que tengas imaginando que éste es tu comportamiento habitual con el objetivo de reforzar tu sentido de feminidad. Cept- Tate el pelo hasta que reluzca. Si como yo, sueles andar en sanda- lias, patillas de deporte o descalza por la casa, ponte unas medias transparentes, unos zapatos de tacén y un vestido de volantes en ugar de tu camisa y pantalén de diario. Pon la mesa con el mejor ‘mantel de lino y cuberterfa que tengas y deleita con una cena ima. inaria a oa nuevo pretendiente. Enciende una vela, Cégelay ponte frente al espejo. Fijate en cémo la luz de la llama te favorece y te borra las arrugas de alrededor de los ojos, Intenta recordar alguna ver en que en una audicién muy esperada mentiste sobre ta edad porque crefas que eras demasiado mayor para Optar al papel. Haz un esfuerzo por recuperar el horrible sentimniento de que te descu- 109 La necesidad de ser amada y protegica se vuelve imperiosa cuando nos sentimos abandonaclos y nos mostramos especialmen- Xe wubberables ante una simacin dificil, Casi toda el mundo he suftido més de una vez este tipo de experiencia, particularmente hacia el final de In adolescencia. Ast que debe vesultor relativa: maute ficil encontrar una transferencia para esta realidad, Yio pee uo. oturTe cuando deseas sexualmente o con Iujuriaa un hom, bre muy masculino, con un torso musculose que brilla con el sudor y que despierta en ti las fantasfas eréticns mis salvajes. Yno & contradictorio sentir un deseo imperioso de tener una pareja, sensible, inteligente, romantica y dulce yal mismo tiempo desear- Ja ansiosamente En cuanto al autoengatio, podemos basamos en muchos ejem los de nuestra vida daria. Nos miramos en el espejoy vemos lo médicoy tenemos miedo, 1s transferencias para mostrar el gusto que tiene Blanche por 4a gentileza, el decoro y la dignidad pueden reforsarse mediante tina biisqueda de identifcacién con su horror por la erudeza, la ‘vulgaridad, la brutalided ya violencia, y esulta facil de evocar para todo aquel que ha vvjdo un tiempo en unia gran chudad, También hay que recrear este rechazo ante estas manifestaciones de horror 10 ‘Para poder construir «tu» relacién personal con Kowalski, 0 con la Pareja vecina del piso de ariba, con los jugadores de pquer, con Ios otros verinos y transetintese inchaso con el bulliio de la cae Podrés aplicarlas para recrea¥ el ambiente del Barrio Latino y del apartamento de Kowalski, donde se ird revelando «tu vida, Hasta ahora me he centrado en el trabajo preparatorio de las transferencias imaginativas, que son las que ayudardn a corroborse ‘tuidentificacién con el pasado del ersonaje, Desde el momento en gue empezamos a trabajar sobre el presente, el momento en que ei Personaje aparece en el escenario, por asi decirlo, surge un nuevo clemento, Es el elemento-esencial para combinaro alternat nace, tras transferencias con las que tendremos que hacer en el fature Este proceso noforma parte del trabajo Preparatorio sino de las sesiones de ensayo. A este trabajo lo denomino Ja particularizacién: €s una recreacién Jo més concreta posible de cada acontecimiento, Persona o lugar, incluso de cada objeto, por imper ‘ceptible que sea Es una investgacisn «fondo de cada detalle que pueda ayudarnos 2 descubrirIarelacion que el detalle mantiene cone personae, de qué manera estos detalles se perciben u obsiaculizano faitns tog objetivos del persongje y, en consecuencia, cémo condicionaran “ius comportamiento. No podemos dar nada por hecho ni aber 2 ss cosas en general sino que hemos de hacerlas lo més espec ‘Acas posible. Todo tiene que concretarse. Hay que evaminar qué es cada cosa ydefinirla minuciosamente, Pondré un ejemplo wtilizando los objetos aparentemente irrele- antes que usa Blanche cuando se queda solaen elapartamenta al pnicio dela obra. Una vez que ha asimilado el caos que hay en la BabitaciOn, que ha visto que slo hay una cama muy pequeia deshechay que alli no hay lugar para ella, descubrrie a través de la Puerta medio cerrar de wn armatio, una boteladeleaholy, aco ‘guido, se serviré una buena copa, Durante el ensayo, fjate bien Ge esta botella. Es un whisky de marca o es malo? esta llena? + Notarén después que falta whisky en la botella? eCémo es el tapén, nL de corcho o de rosca? gE vaso de donde bebes es un vaso barato?

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