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El documento discute la naturaleza conflictiva de la humanidad y la necesidad de normas y leyes para mantener el orden social. Estas leyes son supervisadas por soberanos y el estado impone restricciones a la libertad a través de su poder para permitir la convivencia mediante un contrato social. Aunque las leyes limitan la libertad de hacer el mal a otros, se permite resistir un asalto usando la violencia si es una respuesta razonable.
El documento discute la naturaleza conflictiva de la humanidad y la necesidad de normas y leyes para mantener el orden social. Estas leyes son supervisadas por soberanos y el estado impone restricciones a la libertad a través de su poder para permitir la convivencia mediante un contrato social. Aunque las leyes limitan la libertad de hacer el mal a otros, se permite resistir un asalto usando la violencia si es una respuesta razonable.
El documento discute la naturaleza conflictiva de la humanidad y la necesidad de normas y leyes para mantener el orden social. Estas leyes son supervisadas por soberanos y el estado impone restricciones a la libertad a través de su poder para permitir la convivencia mediante un contrato social. Aunque las leyes limitan la libertad de hacer el mal a otros, se permite resistir un asalto usando la violencia si es una respuesta razonable.
Por su naturaleza, la humanidad se ha encontrado con un conflicto bastante
fuerte, somos seres sociables que cooperan con otras personas para desarrollarse de mejor forma, pero al mismo tiempo nuestros instintos (que podríamos llegar a catalogar como salvajes) nos hacen problematizarnos con otros humanos, les tenemos desconfianza a otras personas, nos dan inseguridad, lo cual provoca peleas constantes y esto no permitiría la estabilidad social que se necesita para la funcionalidad de una comunidad, así que para evitar confrontaciones violentas que se pudiesen dar por la inclinación de las personas a seguir sus pasiones, es que surgen las normas para poder ejercer la justicia, una serie de leyes guiadas por la razón que buscaran la paz, y dichas leyes serán supervisadas por soberanos capacitados.
Esta forma de regulación de la conducta se lleva a cabo por medio de un poder
que gobernara por sobre toda la gente, el poder del estado. Por lo que, podemos decir, que esta imposición hacia la libertad fue un acuerdo común entre las personas para hacer posible una convivencia, y por lo tanto vivimos en un contrato social con el estado y sus leyes, que se encargan de repartir lo que le corresponde por justicia a cada persona.
Ahora, el limite a la libertad de poder hacer el mal a otra persona es lo que se
castiga por el estado, pues la labor del estado, en parte, es monitorear que las personas vivan en un ambiente socialmente pacifico, pero, por ejemplo, no estamos obligados a renunciar a nuestro derecho de poner resistencia ante un asalto, esto quiere decir que incluso más allá de las categorías en las que pueden caer nuestras acciones por si solas (como malas o buenas) hay otro punto a tomar en cuenta, el uso de la razón aplicada para decidir optar por una respuesta violenta contra otra persona, pues aunque hagamos una acción en contra de las leyes impuestas por el estado, el soberano debe tener a consideración si es que hubo un uso correcto de la razón que eximiría de culpa a la persona que cometió la falta.