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Folio:

Seudónimo: Brillante

Título del cuento: Dura venganza

Vertiente: Cuentos para Don Quijote

Categoría: Estudiantes de Educación Media Superior


Cuento Se acercaba lentamente a un arbusto lejos del palacio cuidadosamente sin

causar ningún ruido para que no la descubrieran que no estaba haciendo sus deberes

de princesa, se acercó a un arbusto y susurrando laisse-moi entrer, él se sacudió

fuertemente creando un hueco en su centro en donde la se abrió paso por la abertura

del arbusto, donde pudo visualizar el jardín donde venía a descansar de sus deberes

de princesa, adentrándose en él, a lo lejos observo una silueta desconocida, por el

miedo se escondió detrás de un árbol que estaba cerca de ella estando escondida

detrás de aquel frondoso árbol escuchando una voz .

- Por fin tengo paz -dijo aquel extraño y se sentó en el césped del gran jardín

en el que había grandes y frondosos árboles, hermosas flores de cualquier

color y un pequeño lago a las orillas del jardín, las aves cantaban

La pequeña niña al observar al sujeto a lo lejos calmo sus nervios y se animó para salir

de su escondite y poder conversar con el desconocido que entro a su jardín secreto, de

puntillas se acercó hasta él y con una dulce voz menciono lo siguiente

- Una disculpa joven pero que hace en este lugar, pensé que era la única que

conocía el jardín-

- Perdone señorita me encontré con este lugar después de unos

inconvenientes con mi padre y yo tampoco sabía que alguien aparte de mi

sabia de este hermoso lugar, me gustaría que podamos compartirlo, desde

que entre me enamore de este lugar y no creo que pueda dejarlo de ahora en

adelante- dijo con una sonrisa en su rostro, haciendo ojuelos en sus mejillas y

sus dientes relucir, aparentando inocencia

- Lo siento si soné un poco posesiva con el lugar, solo me sorprendí por ver a

un caballero como usted en este lugar, ya que en estas semanas no vi a


nadie rondando por aquí y claro que no me molesta compartir el lugar con

alguien y menos si ese alguien es tan caballeroso- dijo con una dulce sonrisa

- Me halaga señorita, y ahora que nos veremos seguido por aquí, ¿podría

contarme de usted? Y este maravilloso lugar - después de mencionar aquello

se inclinó ante ella, con su mano derecha en su pecho y la izquierda detrás

de él, mirándola fijamente con una sonrisa pintada en sus labios.

Ella con un notorio nerviosismo impidió que aquel sujeto se incline por completo ante

ella, estando cansada que todo el mundo la tratara diferente y con gran respeto dentro y

fuera del palacio.

- Por favor no haga eso no soy alguien de la realeza para que se incline hacia

mi- mintió- así que por favor no lo haga.

- Disculpe no fue mi intención solo quería dar un poco de respeto y si eso

quiere no lo hare, -levanto su cuerpo y puso sus manos cruzadas en su

pecho, aun con su sonrisa- y bien cuéntame sobre ti, que haces en este lindo

lugar-

- Yo me llamo … Nelli- estirando su brazo en forma de saludo un poco

nerviosa- tengo 11 años y solo vengo a despejar mi mente del trabajo y tener

momentos de paz, leyendo algún libro que tengo por aquí- sintiéndose un

poco más calmada de que el no supiera que era la princesa del reino Shell.

- Un gusto Nelli, mi nombre es Adam de 13 años-correspondiendo el saludo-

estrechando su mano- es increíble que alguien más comparta el amor por los

libros, ¿podrías decirme que libros tienes por aquí?, claro si gustas.

La princesa y Valentín siguieron conociéndose en los días que pasaban en el jardín

descubriendo que tenían mucho en común, teniendo un amor por los libros que
hablaban de ciencia y de historias sobre los reinos, contando sobre las criaturas

mágicas que estas viven, pero escondidas en algún lugar del bosque, los dos

disfrutaban mucho la compañía del otro al seguir siendo niños jugaban en las tardes y

reían sin parar, desbordando alegría de sus cuerpos al estar juntos en las tardes.

Con el paso del tiempo sus encuentros disminuían considerablemente, ala semana lo

máximo que se veían era unas tres veces, ya que la princesa tenía deberes más

pesados que cuando era niña, ahora su mente estaba repleta de libros y versos para

gobernar algún día con lealtad y respeto por su pueblo, pero cada vez que podía iba al

jardín para poder encontrarse con su amigo Valentín para poder despejar su mente y

tener paz junto el, en ocasiones tampoco podía ver en el jardín a Valentín , ella suponía

que también estaba ocupado con su trabajo y por eso no podía visitarla. Las veces que

se veían disminuían hasta que la princesa ya no volvió más al jardín dejando a su

amigo con ansias de verla hasta que se cansó de esperarla con los años.
En el país de Nisha está conformado por cuatro reinos, el más grande siendo el reino

de Shell en el cual el rey Leonardo y su única hija Inés reinaban con justicia y respeto

en el reino, su pueblo respetaba las leyes y todos vivían una gran vida gracias al rey, la

gente confiaba en que la princesa algún día reinara igual que su padre incluso mejor.

Era una chica muy lista y hermosa, que su belleza fue heredada de su difunta madre

que murió dando a luz a ella, y en memoria de su esposa el rey ama tanto a su hija que

daría todo por ella. Inés creció siendo fuerte y valiente, empeñándose en sus deberes

de princesa, estudiando la historia de su país, creando relaciones con los hijos de los

reinos vecinos excepto con el reino de Calx que era sombrío y frio como sus reyes, así

teniendo una amistad con el hijo legitimo del reino vecino de Millos el príncipe Ronford

con 17 años de edad es el jefe general de los soldados teniendo a su disposición más

de dos mil soldados con grandes capacidades en el combate, su mejor amiga Leila

princesa e hija única de los reyes Lion. Entre los tres tenían una amistad increíble, las

más cercanas eran Inés y Leila, Ronford estaba muy ocupado la mayor parte del tiempo

así que no las veía seguido. Leila pasaba su tiempo con Inés, ellas eran inseparables,

estudiaban juntas y mientras que Inés entrenaba con su espada ella se dedicaba a

ensayar su postura, habla y comportamiento que toda reina necesita en el reino de

Lion.

Las relaciones con los reinos vecinos mejoraron con los años excepto con el reino de

Calx, ellos no querían dialogar los problemas entre ambos solo les importaba ser los

mejores y tener más territorio creando una guerra entre ambos reinos. La situación

cada vez empeoraba con el hecho que el rey de Shell se enteró que había espías en su
palacio para poder derrocarlos, y el reino se declaró en guerra con Calx, teniendo de

aliados a los reinos vecino, el rey Leonardo mando cartas para poder tener su apoyo.

Queridos reyes.

Por medio de esta carta quisiera comentarles que varios problemas se suscitaron en el

reino debido a espías dentro de mi palacio provenientes del reino de Calx, que

decidieron iniciar una guerra en nuestra contra, así que les pido que por favor me

brinden de su ayuda para pasar de esta adversidad y poder ganar la guerra aliándonos

en contra del ahora reino enemigo. Espero con ansias su afirmación a la alianza.

Rey Leonardo

de Shell

La carta fue enviada a los alrededores el reino Lion y Millos, los cuales aceptaron sin

duda al ayudar a su amigo el rey de Shell , si muy bien el reino de Calx tampoco tenía

una buena relación con ellos, se sabía que Calx gobernaban los reyes más egoístas y

avaros en el mundo en el que tenían a un hijo legítimo que al principio en su niñes él no

era como sus padres, si no amable y respetuoso pero con el tiempo su corazón se fue

pudriendo como el de sus padres siendo grosero y malicioso, ya no era el niño lindo de

bonita sonrisa si no en su lugar tenía una cara amargada y sombría.

Al declarar la guerra entre ambos reinos, los reyes de Calx invadieron inmediatamente

a Shell, el rey Leonardo protegió a su reino y a sus habitantes poniendo tropas que los

protegiera, teniendo el apoyo de los otros dos reinos vecinos, teniendo demasiados

soldados a comparación del reino enemigo superándolos por tres veces más que los

soldados de Calx.
En medio de los dos reinos existía un rio que delimitaba el territorio de cada uno, ahí se

encontraba luchando a los soldados del reino de Lion, Millos y Shell contra Calx, cada

uno con espadas y rifles atacándose entre sí, el príncipe de Millo, Ronford, peleaba en

el frente del batallón como general de todas las tropas de los reinos. Los soldados se

estaban a listando todos con un rifle y espada, teniendo un ataque de larga distancia y

otra de corta, para poder defenderse a un mejor, Ronford diseñó una estrategia ,

cañones en el frente, atrás de ellos defendiendo los rifles, y más atrás los más

habilidosos en las espadas, los jinetes que también estaban en el frente del batallón

tenían espadas y armadura siendo los mejores en todo desde combate de cuerpo a

cuerpo, hasta poder manejar un rifle a gran distancia, todo estaba preparado para ganar

esta guerra a cualquier costo.

Por otro lado, el rey de Shell tenía un plan que ejecutaría, ese plan consistía en quitarle

la vida a los reyes de Calx, pero solo a ellos, no tenía interés alguno en su hijo, así que

lo dejaría vivir para que pueda gobernar el su reino, pero dejándole una enseñanza de

por vida. Su plan consistía en poner veneno en la comida de sus majestades para que

mueran de una manera no tan violenta, para eso tenia a un subordinado estando de

espía en el reino enemigo como sirviente personal de los reyes, dejarlos sin vida y así

se encargaría de la guerra a la vez, es matar a dos pájaros de un tiro, literalmente.

Las ordenes llegaron hasta el sirviente que estaba de espía en el palacio de Calx,

teniendo indicaciones de poner la botellita de veneno en los vasos de sus majestades,

aquel liquido venenoso tenía efecto después de cuatro horas de ser ingerido, para ese

entonces seria de noche y el escaparía hasta llegar al reino de Shell y ser protegido por

el rey Leonardo.
La hora de la cena llegó y como fue indicado el sirviente caminaba directo al gran

comedor del palacio para servir sus alimentos, pero antes de entregar los platillos puso

en marcha su plan, estaba temblando, claramente ya que el seria el que les daría su

última cena y la razón por la que morirán, su mano temblando, abrió la pequeña botella

que contenía el veneno mortal y sirvió suficiente en cada vaso, a lo lejos escucho pasos

y rápidamente guardo el frasco vacío pero sin darse cuenta el frasco se calló de sus

bolsillos y corrió a darles los platillos a los reyes del palacio, tan pronto llegó al gran

comedor y sirvió su comida desapareció del lugar.

-La comida por fin llegó cariño, moría de hambre - dijo la reina con una sonrisa que

lucía sínica en su rostro.

-si es así, por favor no mueras delante de mí, me daría asco verte en ese estado

“cariño”- dijo el rey con un notorio sarcasmo en la palabra cariño.

Después de esa pequeña platica los dos estuvieron cenando en un silencio sepulcral en

el que solo se escuchaban los cubiertos cortando la carne y yendo a su boca. La reina

sentía mucha sed y toma un gran trago de su vaso bañado en oro, el rey hizo lo mismo

degustando el líquido y dejando la copa en su lugar y los dos comieron todo su platillo

hasta terminar la última gota de su copa.

Después de la cena los dos subieron igual en silencio hasta llegar a la recamara y

desacerase a cambiar sus ropas para poder descansar. Los reyes ya estaban

durmiendo en la misma cama con tranquilidad sin saber que esa era su última noche

juntos estando vivos.

La hora marco las once y media, en la habitación se escuchaban una tos muy fuerte por

parte de los dos, los reyes no podían respiran, su estómago rugía a pesar de haber

comido, su cabeza daba vueltas y tenían un gran dolor en todo su cuerpo, sus piernas
no podían mantenerse en pie, el rey se arrastraba por el piso hasta llegar a la puerta y

pedir ayuda, la reina seguía tosiendo en la cama, los sirvientes oyeron el grito de ayuda

pero nadie fue a su rescate, el rey seguía gritando ayuda pero nadie venia, la reina

tosía todo el tiempo hasta que sintió un dolor agudo en su estómago y garganta, la

mano que cubría su boca tenía sangre, seguía tosiendo y su mano cada vez se cubría

de sangre, mientras el rey seguía pidiendo ayuda pero nadie venía, se sentía cansada y

cerro sus ojos, su tos seso cuando la reina ya había muerto, su esposo no seguía

pidiendo ayuda hasta que también los gritos cesaron y el rey también había muerto.

El sirviente por fin llego al palacio de su querido rey Shell, informándole que por fin hizo

su orden y pidiéndole protección, el rey a cambio estaba muy feliz de la noticia ya que

sabía que probablemente los reyes ahora mismo estaban muertos y para mañana en la

mañana no habría guerra, el rey mando a llamar a los demás dándoles la noticia que en

una semana habría un gran banquete para celebrar el fin de la guerra y de los reyes de

Calx.

- ¿Cuéntame y el príncipe como esta’?

- Él ahora se encuentra en su viaje fuera del país él no está enterado de la

guerra ya que se fue antes de que iniciará, volverá en una semana, mi rey- el

sirviente seguía temblando del miedo de ser castigado si se le descubría que

él fue que mato a los reyes.

- Hiciste un gran trabajo y como recompensa podrá retirarte de lo más relajado

en un lugar lejano y no tendrás que preocuparte del dinero-. Dicho esto, el rey

se fue directo a su recamara para poder descansar, ya que mañana será un

gran día y pasara tiempo con su hija Inés.


Ala maña siguiente el rey Leonardo despertó con una gran sonrisa e iniciando su día,

bajo por las grandes escaleras que tiene el palacio de Shell y camino directo al

comedor donde lo espera un gran banquete, ya sentado en la gran mesa su querida

hace presencia en el gran comedor para desayunar con su padre.

- Hola papá, ¿cómo has dormido?, espero que bien. -dijo la princesa con una

sonrisa al ver a su padre tan feliz.

- Muy bien hija, pude descansar muy bien anoche querida hija. - le sonrió a su

hija e inició su desayuno. Pero antes de darle un mordisco a su banquete

llego el mensajero real.

- Muy buenos días majestad, tenemos noticias del reino de Calx, al parecer los

reyes del reino enemigo han fallecido por circunstancias extrañas se

sospecha que fue por una enfermedad, y a consecuencia de esto los

concejales reales del reino de Calx decidieron rendirse en la guerra y que su

hijo tome el puesto de rey y hacerse cargo del reino, su majestad. - el

mensajero esperaba en su lugar alguna indicación, después de dar la noticia.

- ¡Eso es una gran noticia!, y tenemos que celebrarla a lo grande, ve a llamar a

los reyes de los reinos vecinos nuestros amigos para celebrar esta gran

noticia, tenemos que hacer los preparativos, llama a la organizadora de

eventos esto será a lo grande, ya te puedes retirar. - el rey sonriente

desayuno muy feliz de que por fin le hayan podido confirmar que su plan

funcionó.

La princesa al escuchar también la noticia de que por fin esta guerra haya terminado le

alegraba demasiado ya que nadie más saldrá lastimado, por fin podrá conocer al futuro

rey de Calx, ya que este nunca se le ha visto.


El príncipe al regresar al palacio de su gran viaje después de que le llegara el mensaje

de sus padres muertos, noto una penumbra y silencio sepulcral en todo el palacio.

Sabía que ya nadie lo recibiría después de uno de sus viajes, fue directo a su recamara

para descansar, sus emociones eran confusas no sabía si llorar o desatar su furia por el

hecho de no estar con ellos en su muerte, se fue de su habitación para recorrer el

palacio donde creció y creo recuerdos con sus padres al, pasar por la cocina se percató

de una botella pequeña en una esquina de la cocina, al levantarla y leer su contenido,

supo que lo que contenía esa botella era veneno con el que su padres consumieron y

fallecieron, su cuerpo no contenía la ira y se sintió impotente de no poder proteger a su

padres, el sabia de la rivalidad que tenían los reinos así que no dudo en que el rey

Leonardo los mando a envenenar.

Tomo toda su espada y rifle y salió de inmediato en su caballo a cobrar venganza por

las muertes de sus padres; ojo por ojo, diente por diente.

El banquete inicio de maravilla, llegaron personas de todo el mundo al palacio para

celebrar la interminable rivalidad de los dos reinos, el único que no se presento fue el

nuevo dey de Calx, el príncipe heredero.

Inés estaba preciosa con un vestido largo color verde, color símbolo de su reino y

nación, con su cabello ondulado y castaño recogido, con preciosas joyas reposando en

su cuello y manos, su belleza era inigualable, al bajar al salón principal del palacio todo

mundo quedo boca abierto al ver a la princesa tan deslumbrante.

Ya era la hora del banquete y todos los invitados se sentaron alrededor de la gran mesa

lujosa, el rey se levantó de su lugar para poder dar el brindis.


- Este festín es para poder celebrar el fin de la guerra con el reino enemigo y

festejar que no tendremos más problemas con ellos porque sus reyes ahora

están muertos, ¡salud! Y disfruten este festín.

Todo mundo grito con gran alegría el nombre del reino para celebrar la victoria de la

guerra. Al terminar el banquete el rey se fue a su alcoba a descansar ya que era un

poco viejo para seguir con la fiesta, pero ordeno que en su ausencia siguiera la

celebración de su victoria.

Al llegar a su alcoba el rey noto que su ventana estaba abierta y en ella estaba una ave

majestuosa, un águila, esta hermosa ave se adentró a la alcoba del rey y se acercó a

él, el rey estaba estupefacto por la bella que era el ave y en un parpadeo aquella ave se

convierte en un hombre alto y musculoso con una mirada llena de ira y rencor, al poder

conciencia que un extraño estaba en su cuarto, abrió su boca para pedir ayuda, pero

exactamente en un abrir y cerrar de ojos solo las palabras del rey se quedaron en su

boca pero con un gran dolor en su estómago, estaba perforado por la espada de aquel

hombre, antes de hacer cualquier movimiento del rey, el hombre lo tomo y lo lanzo a su

cama y al hacerlo salieron cientos de plumas del colchón, la cama rápidamente se

cubrió de sangre se su majestad, el hombre con una fuerza impresionante lo tomo de la

cabeza y susurró las siguientes palabras llenas de odio

- Tú no eres el bueno aquí eres un asesino y un cobarde – al decir estas

palabras, saco su espada de su espalda, el rey esbozo un grito agonizante

ante aquella acción, el hombre al tener bien sujetada su espada y la cabeza

del rey, sin dudar ni un segundo más degolló al rey, tomo su cabeza

chorreante de sangre y la tiro lejos.


Inés subía las escaleras para ir a la alcoba de su padre y darle las buenas noches,

escucho ruidos extraños y apresuró sus pasos, al abrir la puerta se encontró con una

escena desgarradora, lo primero que sus ojos vieron fue a su padre en su cama llena

de sangre degollado y chorros de sangre por el suelo, siguió ese camino de sangre con

la mirada hasta que miro la cabeza se padre en el suelo junto a su corona, no sabía que

hacer, era tanta su impresión y que recobro el sentido hasta que sintió sus mejillas

humedecerse por las incontables lagrimas que caían de sus ojos color verde, al seguir

observando su alrededor vio aquel hombre responsable de tal atrocidad y en un abrir y

cerrar de ojos aquel hombre era un águila majestuosa que iba directo a la ventana

abierta, sus pies se movieron con rapidez para llegar al responsable, pero antes de

tocar la ventana el águila abrió sus alas y voló hasta un caballo y antes de llegar a él se

transformó de nuevo a hombre y cabalgar a gran velocidad en dirección al reino de

Calx. Después de verlo huir se dio vuelta para ir a la cabeza de su padre y con grito

desgarrador tomo su cabeza llorando y pidiendo ayuda a los guardias, en cuestión de

segundos una tropa de elite se acervo a la princesa y vieron el terrible crimen, una

princesa manchada de la sangre de su padre teniendo en brazos su cabeza y gritando y

llorando por su querido papa, al cesar su llanto, comenzó a pensar y tomó acción para

cobrar venganza hacia aquel individuo asesino, ordeno a los guardias que pongan al

reino en estado de emergencia, a los sirvientes que recojan el cuerpo de su padre aun

con lágrimas en su rostro les entrego la cabeza de su padre y se puso la corona y salió

corriendo del lugar para llegar a su habitación y tomar una espada, bajo las escaleras y

fue directo ala establo por un caballo, sabia a donde fue el asesino así que iría por él.
Cabalgo todo el camino a gran velocidad por su noble corcel y en el camino seguía

llorando, recordando a su padre con gran amor y aprecio hacia él, una cosa que tenía

muy clara es que su padre tendría justicia y seria por su mano.

Por fin llego a su destino, el castillo del reino de Calx, por fuera se veía tenebroso con

una estructura muy siniestra, toco las puertas del castillo pero estaban abiertas, sin

dudarlo entro y no observo a nadie en el lugar, estaba en el gran salón y lo único que

pudo ver fue una pequeña luz que venía de una ventana, se acercó a la ventana y sus

espaldas estaba el asesino de su padre, al escuchar pasos, Inés se voltea

inmediatamente y se pone en guardia, tomando su espada firmemente para no mostrar

ninguna debilidad ante el sujeto, el hombre se acercó a ella hasta que se detuvo en el

pequeño rayo de sol que era lo único que iluminaba el salón, y al poder mirar su cara

Inés inmediatamente lo reconoció era su mejor amigo de la infancia, aquel muchacho

de gran corazón y linda sonrisa era el verdugo de su padre, se acercó a él y bajo su

espada, quería abrazarlos, pero sus piernas no se movían, así que el que se acercó a

ella con un paso lento y con pisadas fuertes fue el, mientras él se acercaba cada vez

más ella solo estaba con su semblante serio pero sus ojos no paraban de dejar caer

lagrimas al verlo a él y recordar a su amado padre.

Al estar frente a frente Adam ya sabía quién era aquella hermosa dama con vestido

manchado de sangre y ver sus ojos soltar lágrimas, rápidamente la abrazo con fuerza y

con gran cariño, ella estaba en shock no sabía qué hacer si solo dejarse llevar y

corresponder el abrazo, al final no pudo resistirse y acepto la muestra de afecto pero al

hacerlo recordó que él fue el asesino de su padre y su cuerpo comenzó a sentir esa ira,

su mente se cegó por ese sentimiento y sin pensarlo tomo una daga que tenía en su

muñeca y lo apuñalo en el corazón.


Adam tocó su pecho y observo su mano llena de un líquido rojo, sangre, sus ojos

miraron inmediatamente a Inés su única y mejor amiga con los ojos rojos y una mirada

llena de ira y se desplomo en el suelo aun mirándola soltó de su boca su última palabra.

- Lo siento -y sus ojos se cerraron y así dio fin a su vida.

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