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Revista
de
Investigaciones Folclóricas
21
diciembre de 2006
ISSN 1668-1878
vol. 21
diciembre de 2006
Fundadora
Martha Blache
Directora
Flora Losada
Vice Directora
Ana María Dupey
Comité Editorial
Silvia Balzano
Eva Bomben
Patricia Coto de Attilio
Noemí Elena Hourquebie
Consejo Editor
Ana María Cousillas - Universidad de Buenos Aires
Manuel Dannemann - Universidad de Santiago de Chile
Rosa A. Jordan - Louisana State University
Juan Angel Magariños de Morentin - Universidad Nacional de La Plata
Alicia Martín - Universidad de Buenos Aires
Summaries.....................................................................................................................8
La relocalización del género criollista entre los agentes sociales del campo
artístico. Construcción de las subjetividades de los artistas dedicados
al folklore y de los grupos de rock y su proyección sobre la argentinidad..............94
Eva Bomben, Ana María Dupey y María Esther Necuzzi
En Memoria
Información bibliográfica
Noticias
Otra vez, como todos los años nos encontramos, en este espacio ahora virtual de la Revista de
Investigaciones Folclóricas, todos aquellos que nos interesamos en la temática del Folclore. El
concepto de tradición que manejamos desde la disciplina sostiene que existe un camino procesual
en que existiría una negociación – implícita a veces, explícita otras - entre los cambios y las
permanencias, en las formas y valores de los comportamientos folclóricos. Si trasladamos la
idea de tradición a la concepción integral que anima a la Revista creemos que este número, un
poco más que los anteriores, muestra los cambios y las permanencias, tanto en su forma textual
como en los valores que la animan y sustentan. Y ello es así pues la Revista sigue manteniendo
similar línea editorial, y por supuesto, tratando de mostrar, como siempre se hizo, novedades
teóricas, trabajos empíricos de interés para la disciplina.
Sintetizamos lo que habíamos anunciado en nuestro último número, es decir que la Dra.
Martha Blache, luego de 20 años de labor fecunda y comprometida al frente de La Revista dejaba
su dirección. Una dirección que obtuvo los logros editoriales de los que hoy gozamos y que
festejábamos, en cada Año Nuevo, como un obsequio. Consideramos que en sucesivas apariciones
la Revista fue “creciendo” en cuanto a la cantidad de artículos que incluyó y a la calidad de los
mismos. Fue mejorando su calidad de impresión hasta cuando pudo hacerse en soporte de papel
y luego en el soporte electrónico. También en forma continua fue adaptándose a las normas
editoriales vigentes internacionalmente. Al punto que hoy existen ofrecimientos de diversos
portales científicos para incluirla en sus páginas. A lo largo de este tiempo hemos podido ver
cómo se ha ido cumpliendo, paulatinamente, lo que anunciábamos en el primer número: se
convirtió en un canal de comunicación entre científicos de distintas latitudes acercando la lectura,
no sólo de trabajos empíricos sino de posturas teóricas vigentes en el mundo contemporáneo.
Incluso se crearon fuertes lazos de conocimiento, y amistad en ocasiones entre estudiosos de
Argentina, América Latina, E.E.U.U., Europa, Asia y África. Y éstos han sido algunos de los
logros que obtuviéramos durante la presencia de la Dra. Blache al frente de La Revista.
Tal como se anunciara en nuestro último volumen, desde la presente edición se encuentran
como responsables de la Revista, la Licenciada Flora Losada en carácter de Directora y la
Licenciada Ana María Dupey como Vicedirectora. Ana María Dupey ha sido, además, la
responsable editorial del presente número, si bien el equipo editorial ha asumido, como siempre,
las diversas tareas que hacen a la presentación final de la Revista. Le damos las gracias, muy
especialmente, a la Dra. Martha Blache que sigue acompañando a los actuales editores con su
conocimiento, su empuje e, incluso, su labor concreta.
Del 19 al 22 de setiembre del 2006 se realizó en la ciudad de Salta el VIII Congreso Argentino
de Antropología Social y, en el marco del mismo, tuvo lugar el Simposio “Relocalizando el folclore.
Formas expresivas, actores, escenarios y contextos en el marco de las tensiones del mundo
actual”. El Simposio fue coordinado por Silvia Balzano y Ana María Dupey y las doce ponencias
que allí fueron presentadas integran el presente número. A ellas se agregan cuatro artículos de
conocidos estudiosos del Folclore.
Los tres primeros trabajos ponen de manifiesto las inquietudes de algunos intelectuales y
comunicadores sociales de la primera mitad del siglo XX por situar las prácticas folclóricas en
contextos culturales distintos a los de su lugar de origen. Diego J. Chein enfoca el tema de la
transposición del relato folclórico al relato literario en la obra “Mis Montañas”, distinguiendo
las operaciones discursivas que este proceso conlleva. Beatriz Ocampo analiza los contextos
económicos, políticos y sociales en los que surgieron las agrupaciones culturales - de Santiago
del Estero y Chaco – en la década del 40; como ejemplos de cultura nativa y tradicionalista.
Taro Nagano enfoca la tarea de Pedro Berrutti quien, mediante la revista Danzas Nativas,
populariza las danzas folclóricas en un contexto urbano, en la década del 50. Analiza las
transformaciones que se producen en las danzas en este proceso así como la posición ambivalente
de los bailarines entre el amor a la tradición y el deseo de renovar su repertorio. Por su parte,
Angélica Quiroz estudia el armado de los pesebres y la adoración del Niño Dios, analizando la
función social de los “esclavos” – estos nuevos “gestores” de la identidad patrimonial - en cuya
responsabilidad recae el mantenimiento de la tradición del armado de los pesebres como de la
organización de los grupos de niños y jóvenes adoradores.
Dos artículos refieren, desde enfoques diversos, a la relación con el género criollista por
parte de intérpretes actuales. Ricardo Kaliman identifica la apelación al discurso identitario
criollista de la nación, por parte de uno de los intérpretes más conocidos del género folclórico
musical de carácter mediático: el chaqueño Palavecino. Para ello analiza los aspectos que giran
en torno a su actuación en diversas representaciones y, también, cómo éstas son percibidas e
interpretadas. Eva Bombén, Ana María Dupey y María E. Necuzzi estudian cómo elaboran sus
subjetividades los artistas dedicados al folclore musical y los grupos de rock. Y cómo, los
representantes de estos grupos, apelan al género criollista en la conformación de sus identidades
grupales.
La siguiente trilogía de artículos nos hace virar la temática abordada en los artículos
anteriores al explorar la actuación de actores sociales en instituciones cerradas que expresan la
lucha por obtener y reafirmar sus identidades sociales en estos contextos. Así Silvia Balzano y
Martha Blache, al enfocar su trabajo en las estrategias de resignificación del discurso médico
por parte de mujeres internadas por discapacidad mental, también ponen de manifiesto cómo
estas elaboran categorías autoreconocimiento y reconocimiento de los otros. Elena Hourquebie
devela cómo un grupo de adolescentes institucionalizados actúan ciertos rituales que connotan
valores específicos con que los identifica el resto de los jóvenes en situación de reclusión. Por
su parte, Juan Antonio Seda analiza cómo pacientes internados con diagnóstico de disminuidos
mentales establecen comunicaciones verbales en las que pueden advertirse sus intentos por
restablecer una identidad social con características positivas.
Los dos trabajos siguientes abordan los relatos orales como objeto de estudio y nos muestran
las diversas posibilidades heurísticas que se abren a los estudiosos de la narrativa. El primero
de ellos, que responde a la autoría de María Inés Palleiro, Patricio Parente y Flora Delfino
Kraft, enfoca tres fenómenos narrativos distintos: el relato oral de la Media Res, narraciones
sobre OVNIS y cadenas de la suerte enviadas por e-mail. No obstante se hallan articulados por
la utilización de una metodología que logra establecer cómo, a través del proceso constructivo
del relato, diferentes grupos expresan creencias colectivas que recortan o dan indicios de sus
identidades diferenciales. Por su parte María Inés Palleiro en un trabajo de autoría individual
María Inés Palleiro estudia el trabajo estético del narrador José Nicasio Corso en distintos
contextos, estableciendo ciertas regularidades retóricas distintivas de su actuación.
Finalizamos los trabajos de este volumen con cuatro artículos. José Manuel Pedrosa nos
ofrece un estudio donde analiza el modo en que diversos autores literarios modernos y
contemporáneos han reflexionado teóricamente sobre el fenómeno de la oralidad; así como el
cine y el arte han reelaborado antiguas tradiciones orales. Solimar Otero aborda en detalle el
ritual de curación al que acuden los migrantes cubanos en E.E.U.U y que representa la tradición
afroamericana. Describe la actuación de los seres sobrenaturales que guían la realización del
ritual, información ésta conseguida de primera mano pues fue aceptada como “ahijada” de una
especialista en este tipo de cura. Y de E.E.U.U., nos volvemos a Argentina, más específicamente
la provincia de Neuquén donde Rolando Silla enfoca el “trabajo” reflexivo que realizan las cantoras
que habitan en la Zona Norte sobre el mundo que las rodea, a partir de las poesías que ellas
interpretan. Finalmente Sergio Visacovsky homenajea a Santiago Alberto Bilbao, antropólogo
argentino fallecido en julio del 2006, reseñando su trayectoria académica y su paso temprano
por la disciplina del Folclore. Nos unimos en su recuerdo.
Agradecemos sinceramente la colaboración de la Dra. María Inés Palleiro y la Lic. Cristina
Soruco, y las estudiantes Flora Delfino Kraft y Mónica Pardo.
Nos despedimos cordialmente de nuestros lectores hasta el próximo número.
La Dirección
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Summaries
Our aim is to reconstruct the configuration worked out by Joaquín V. González of a paradigm
for the representation of folk tales, which had a decisive influence upon the national illustrated
production at least up to the 1930s. Our analysis tries to recover the articulation between the
operations of collecting, recording, interpreting and evaluating the folk narratives and the
construction of a foundation for the legitimacy for considering some individuals as suitable for
the transcription.
In the provinces of Santiago del Estero and Chaco, the cultural associations “La Brasa”, “La
Peña Los Bagres”, “El Ateneo del Chaco” and “El Fogón de los Arrieros”, respectively, grew and
developed in the forties. These associations, integrated by the local culture producers constituted
meeting centers of intellectual and artistic reflection, discussion and production about
controversial issues like, for example, the position the province should have among the other
provinces, in the nation and in the world.
In spite of the intellectual and artistic concern that theirs members showed about what was
happening in Europe, their main preoccupation was the local and regional culture, the particular
features, the landscape, the traditions, etc. It was an authentic “awakening of the province”
(Thiesse 1991:17).
In this work, I try to analyze the economic, political and social contexts in which these
associations emerged, and the consensus, the agreements and disagreements within these ones
and in its interrelations as well. The objective of this analysis is to see which were the differences
and the similarities and how they were taking over and dialoguing among themselves, with the
other provinces, with the country and with the world.
Keywords: cultural associations, decade of the 40´s, local culture, consensus and disagreements,
politics.
Urbanizing the folk dance performance, Danzas Nativas magazine and the
negotiation of sociocultural space. (page 39)
Taro Nagano
In the later part of the 1950’s Argentine folkdance practice gets really urban characteristics.
The predominance of the traditionalists, which is evident in the first stage of the urbanization
of folkdance practice, gives way to consumerism, commercialism and withdrawal of performance
from the nationalist ideology by the second stage. It testifies the fact that the specialized magazine
Danzas Nativas was published between 1956 and 1958 directed by the educator and publisher
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Pedro Berruti. In this period, folkdance amateurs had to reconsider its ambivalent position
between the love for tradition and desire to renew the traditional dance repertory in their
circle.
Nativity scenes and worships: both are customary acts, which are in a context of
modernization of rituals (page 47)
Angélica Quiroz
In the Province of Jujuy, one of the deepest cultural and Christian traditions is to set up
Nativity scenes and to worship Baby Jesus; there are also sets of rules about these traditions
that operate in a family for ages.
When the Quebrada the Humahuaca was declared World Heritage in the year 2003, local
institutions started to organize events so as to set a higher value on the towns through their
cultural expressions. At these new stages, “to show” as the characteristic of culture is also” a
meeting” and “a confrontation” by others, it leads people to reconsider “the slaves´” social role.
Slaves are devotees whose responsibility is to maintain the tradition of setting up Nativity
scenes and to organize groups of children and young people who represent them when “visiting”
other Nativity scenes. To participate on exhibitions organized by official institutions has to do
with, besides its religious reverence, the different ways to manage the resources that make
possible the presence of participants.
This project analyses and describes the performance of these new “administrators” of the
patrimonial identity under tensions generated by changes of modern conceptions about the
different actions taken in order to revalue culture.
Identity construction among a group of female residents at the Montes de Oca Colony is
analyzed. After an average of 25 years of residency in this neuropsychiatric hospital, these
women have been re-socialized within a biomedical context. Much of the terminology used to
construct their identity is taken from this context and resignified according to their own
worldview. Thus, terms such as “little idiot” or “little moron” are not used to address a person’s
lack of cognitive ability but her inadequacy to manage her everyday life activities and her need
to relay on a third person’s help. Those women considered to be “smart” construct their own
identity by means of contrast with the “sick” ones and displaying their abilities to properly
function according to institutional requirements.
Emic categories are analyzed following the new trends in Folkloristics which take into account
the messages within the group tradition, the current processes of identification and differentiation
between groups, the several contexts of message production and the transformation of the
institutional codes.
This paper focuses on conversational interactions among residents at the Montes de Oca
Colony, a neuropsychatric hospital. It analyzes patients’ interactions, taking into account that
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the institutional context establishes formal rules, but in the daily practices they cunningly
modify them.
Verbal performances display by these residents, secluded on account of their intellectual
disability, show an amazing versatility and a coherent intention to improve their personal
situation among the residents and among the staff of the institution.
Coded routines among institutionalized adolescents in conflict with the law (page 81)
Elena Hourquebie
Criollos and Criollismo in the Industry of Modern Argentine Folclore (page 88)
Ricardo J. Kaliman
The industry of modern Argentine folkloric music is just another case of the dialectics between
socially active identities and the search for economic profit. What seems particular about it is
certain widespread identitary discourse, which we may call “national – criollista”, whose roots
may be traced back to the earliest romanticism and which is constantly reproduced in the practice.
A more closed consideration shows that within this predominant identity intricate variants can
be recognized, among which conflict arise not always completely hidden. In this paper, I briefly
examine some particularities adopted by criollismo in the image, repertory and performance of
the Salteño musician Chaqueño Palavecino.
The relocation of the criollista genre among the social agents of the artistic field.
The construction of the subjectivities of the artists dedicated to Folklore, the groups
of rock and their projection about the Argentine nationality (Page 94)
Eva Bomben, Ana María Dupey, María Esther Necuzzi
This work deals with how Folklore artists and national rock appeal to the criollista genre in
the conformation of their identity and what they relate to Argentine nationality and what they
do not.
The criollista genre includes a set of heterogeneous values, attitudes, cognitive, expressive
and pragmatic components, that takes the gaucho and his world as a sign of Folklore and
nationality. These elements are socially available to be transferred to new speeches. According
to this, we are going to analyze how in the nowadays speeches of the groups under study –
compiled in interviews during the years 2004-5 - textual homologies are activated with the
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mentioned genre during the process of conformation of their respective artistic identities and
the characterization of the Argentine nationality.
The discursive construction of the belief from the Folklore: Oral tales, UFO
narratives and e- mails in chain (page 102)
María Inés Palleiro, Patricio Parente, Flora Delfino Kraft
The aim of this presentation is to analyze the discursive construction of belief in oral tales,
UFO narratives and e-mails. By means of intertextual analysis, the authors identify some
discursive strategies dealing with “rhetorics of identity” in different channels of discourse.
Voice as model: the debt of literature, motion pictures and modern art with oral
tradition (page 128)
José Manuel Pedrosa
This paper studies some approaches, commentaries and theories about orality and oral tradition
made by several authors from Latin America (Gabriel García Márquez, Severo Sarduy, Mario
Vargas Llosa, Guillermo Cabrera Infante,Gioconda Belli), Spain (Miguel de Unamuno, Ana María
Matute, Antonio Muñoz Molina, Luis Mateo Díez, Unai Elorriaga), and other countries (Friedrich
Nietzsche, John Berger, Adonis, Amélie Nothomb, E. L. Doctorow). This paper analyses as well
some cinema adaptations of old oral traditions (Pedro Almodóvar, Guillermo del Toro).
Keywords: Oral tradition, relationship among orality, writing and motion picture industry.
This essay focuses on the health system and well being in Cuban Santeria. In the contemporary
North American society, several of the culturally diverse health systems are becoming closer in
the personal practices of multicultural communities. The inclusive structure of Santeria could
be used as a case study to understand how alternative and folk health systems can develop
together with biomedicine. In reviewing the African philosophy of Yoruba people, and using
ethnographic examples, we can understand that the Cuban popular medicine and religion have
a predisposition to expand and adapt to new socio-cultural contexts.
Which are the societies’ abilities for self diagnosis? Do primitive or folk cultures have got
these skills? Is it a unique ability of Western urban middle classes? The aim of this article is to
analyze the discourse of a group of women from the North part of the Argentine province of
Neuquén. We will focus on their ability to think about the contemporary world and their position
in relationship to men. We will use poetry and studies of cultural values traditionally gathered
by folklorists.
In Memoriam.
Folclore and Disciplinary Modernization in Santiago Bilbao´s Work (page 169)
Sergio Visacovsky
After 1983, many Argentine social anthropologists –defined here as “porteños”– have perceived
Folclore as an exotic and redundant field, since they considered its empirical object as a social-
anthropological property. This perspective was a sign of the creation and strengthening of
academic training in Social and Cultural Anthropology during the 1980s. However, this approach
couldn’t understand the place given to Folclore by anthropologists in other time. At the beginning
of the 1980s, during the last Military Dictatorship, some students of “Ciencias Antropológicas”
at Buenos Aires University decided to be trained in Folclore, because they considered that
discipline to be very similar to Social Anthropology, which was forbidden at that time. The first
cohort of the same degree had analogous ideals at the beginning of the 1960s: Social Anthropology
hasn’t been shaped yet, and Folclore was considered a shortcut to Social Anthropology. I want
to show the role played by Folclore as a way of disciplinary modernization in the 1960s through
early Santiago Alberto Bilbao´s trajectory, who passed away in June 21 st 2006 in Caracas,
Venezuela.
I hope this short article presents a different perspective of the relationship between Folclore
and Social Anthropology in Argentina, and, at the same time, I would like to pay tribute to one
of the greatest pioneers of our discipline.
FEFGDG
Revista de Investigaciones Folclóricas. Vol. 21: 13-16 (2006) Página 13
Introducción al simposio
“Relocalizando el folclore. Formas expresivas,
actores, escenarios y contextos en el marco
de las tensiones del mundo actual”.
Ana María Dupey*
Una de las declaraciones más recurrentes en de los actores sociales que actúan el folclore
el mundo académico y social ha sido la como expresión de sus identidades sociales
destradicionalización de las sociedades y la actuales. Ello implicaba focalizar en cómo los
pérdida del folclore en cuanto proceso social y actores sociales a través de complejos entrama-
simbólico en el que se toma como referencia y dos sociales se hallan abocados a la construc-
manifestación a la tradición, así como también ción, negociación y desarrollo de sus identi-
se han proclamado las graves consecuencias dades en tensión con las fuerzas que los
que en términos de la reducción de la diversidad impactan: a) la pérdida por parte del estado
cultural acarrean dichos procesos. Dada las nacional de su capacidad como agente
implicancias que tienen estas afirmaciones en organizador de identidades sociales y políticas
relación con la identidad de la disciplina del y, b) el avance del mercado con propuestas
Folclore y la de los propios folcloristas se identificatorias, a través del consumo. Estos
organizó un simposio que se tituló “Reloca- cambios institucionales han impulsado la
lizando el folclore. Formas expresivas, actores, búsqueda de referentes simbólicos alternativos
escenarios y contextos en el marco de las en el folclore.
tensiones del mundo actual” que se alojó en el La interpelación fue acogida por investi-
VIII Congreso Argentino de Antropología Social, gadores provenientes de contextos académicos
realizado en Salta entre el 19 y 22 de setiembre de producción heterogéneos, con distintos
del 2006. El propósito del simposio consistió estilos de investigación y perspectivas teórico
en provocar una reacción entre los inves- metodológicas diversas: contextualistas,
tigadores acerca de la reiterada retórica sobre centradas en la actuación, constructivistas,
la desaparición de la tradición, el folclore y de procedentes de la genética textual y sociología
los géneros folclóricos. Ello requería de una de la cultura; brindando en sus respuestas
convocatoria que se distanciara de los lugares significativos aportes sobre la interactividad de
consagrados de reflexión teórica centrados en la comunicación del folclore y su potencialidad
el origen del folclore asociado a los viejos para crear alteridades sociales que reaccionan
tiempos, o a los géneros folclóricos como monu- ante la proyección de la comunicación dominan-
mentos culturales del pasado y que convocara te. De este modo, efectivizan una apertura del
a repensar las nuevas relocalizaciones de los universo de colectivos sociales que despliegan
viejos géneros folclóricos, los significados y comportamientos folclóricos en escenarios
usos sociales novedosos a los que se aplica la inusuales y mediante formas expresivas
tradición y el folclore, las interacciones entre inéditas.
los antiguos y nuevos canales por los que En el simposio se fueron conjugando
circulan las manifestaciones folclóricas, pero intereses múltiples y diversos en torno de la
sobre todo que se centrara en la agentividad relocalización del folclore.
* Las autora y la Dra. Silvia Balzano se desempeñaron como Coordinadoras del Simposio “Relocalizando
el folclore. Formas expresivas, actores, escenarios y contextos en el marco de las tensiones del mundo
actual” realizado en el marco del VIII Congreso Argentino de Antropología Social efectuado en Salta del
19 al 22 de setiembre del 2006
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Los tres trabajos primeros refieren a los gráficas y gestuales de las danzas, su musi-
esfuerzos de intelectuales y comunicadores calización, sus usos sociales y propósitos y cómo
sociales por relocalizar el folclore en distintos esta relocalización es interpretada y evaluada
contextos culturales con finalidades políticas en forma diferencial entre los nuevos y viejos
diferentes durante la primera mitad del siglo tradicionalistas. Pero, también, destaca la
XX, poniendo de manifiesto que no se trata de creciente influencia del mercado y el consumo
un proceso novedoso, sino que tiene su propia en las nuevas formas de trasmitir las danzas
historia. folclóricas.
Diego Chein en Configuración de un En un cuarto trabajo, “Pesebres y adora-
paradigma de representación del relato ciones: lo ancestral en el contexto de la
folclórico en la obra de Joaquín V. González modernización”. Angélica Quiroz analiza cómo
aborda cómo el relato folclórico es elevado a se relocalizan las prácticas tradicionales -como
la forma literaria por el autor de “Mis el armado y presentación de pesebres y la
Montañas” y cómo el sujeto autoral se dota a adoración del Niño Dios-, en el marco del
si mismo de competencias para localizar los proceso de patrimonialización que ha culminado
relatos y tradiciones en la obra literaria. con la declaración de Patrimonio de la
Proceso que conlleva operaciones de extracción Humanidad de la Quebrada de Humahuaca,
de las tradiciones de los sectores populares, de Provincia de Jujuy, Argentina. A través de las
selección, embellecimiento, autentificación e modalidades de representación e interpre-
inmediatez. Chein destaca el doble juego de tación, que en torno a las mencionadas
proximidad y distanciamiento que opera prácticas, efectivizan los devotos o esclavos y
González como autor en el relacionamiento los niños y jóvenes, se dilucidan aquellos
del relato folclórico con su texto, con el objeto aspectos de la tradición que se mantienen
de generar las matrices de una literatura vigentes pero también los que son emergentes
nacional. Beatriz Ocampo en Agrupaciones y se incorporan. Combinando aportes de la
culturales locales en la década del 40, identifica Semiótica, la Teoría de la Organizaciones y el
la dinámica de las prácticas que instituciones Folclore va poniendo de manifiesto cómo se
culturales de las provincias de Santiago del redefinen los roles que el devoto / esclavo debe
Estero y el Territorio Nacional del Chaco desempeñar para articular la actuación de las
despliegan en torno a la representación política prácticas tradicionales del grupo en términos
de lo local provinciano - cuyos signos distintivos de las actuales fuerzas económicas, sociales y
residen en el paisaje, las tradiciones y su políticas que las atraviesan y negociar con
folclore- con respecto a aquellas que se orientan novedosos participantes, como es el caso de
a una visión universalista de la cultura. A agencias del estado que reclaman una mayor
través de un meticuloso análisis va dilucidando injerencia en la orientación de las prácticas, o
las heteronomías de las perspectivas de los los turistas que buscan usufructuar las
miembros de las distintas agrupaciones, sus prácticas consuetudinarias.
puntos de encuentro y divergencia. Sitúa la En un giro hacia la actualización de los
problemática en el agonístico proceso de la géneros folclóricos tradicionales en nuevos
avanzada de la cultura nativa y tradicionalista contextos, Ricardo Kaliman en Criollos y
de las provincias en su confrontación con la criollismo en la industria del folclore musical
modernización que promueve la cultura indaga la actual apelación al discurso iden-
universal. Finalmente, en Urbanización de la titario criollista de la nación por parte de
práctica de las danzas folclóricas. Revista intérpretes mediáticos como El Chaqueño
Danzas Nativas y la negociación del espacio Palavecino. Para ello profundiza en los
sociocultural Taro Nagano se concentra en las repertorios, los recursos retóricos y de la
prácticas realizadas para relocalizar las danzas actuación que pone en juego en las represen-
folclóricas de origen rural en el contexto taciones que realiza en distintos escenarios, así
urbano. Se centra en la agentividad de Pedro como también, cómo son percibidas e inter-
Berrutti, -quien aplicando los modernos medios pretadas por el público. Situándose, para ello,
de comunicación impresos- se aboca a la en la dialéctica que se establece entre la
repopularización de las mismas en las ciudades. propuesta mediática del folclore moderno y las
Mediante un detallado análisis va señalando identidades socialmente vigentes. Por su parte,
como a lo largo de este proceso se van Eva Bombén, Ana María Dupey y María E.
transformando las formas estéticas coreo- Necuzzi en La relocalización del género
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criollista entre los agentes sociales del campo tivas de sus identidades diferenciales. En “La
artístico. Construcción de las subjetividades de construcción discursiva de la creencia desde el
los artistas dedicados al folclore y de los grupos Folclore: relatos orales, narrativas OVNI y e-
de rock y su proyección sobre la argentinidad mails en cadena” María Inés Palleiro, Patricio
investigan cómo representantes de los grupos Parente y Flora Delfino Kraft estudian los
mencionadas apelan el tradicional género mecanismos de construcción narrativa de las
criollista en la conformación de sus respectivas creencias, que circulan por diferentes canales.
identidades grupales y en la noción de La primera de los autores se centra en cómo
argentinidad que elaboran. Para su estudio en el proceso constructivo del relato se realizan
indagaron acerca de las homologías textuales operaciones de actualización y transformación
activadas con respecto a dicho género en los de modelos o matrices –entendiendo por éstas
actuales discursos de los grupos mencionados. la combinación de núcleos temáticos, esti-
Se trata de una primera aproximación a la lísticos, y compositivos identificados mediante
temática, para su posterior estudio com- el recurso intertextual del análisis de textos-
parativo. que forman parte de la memoria colectiva de
Una trilogía de artículos exploran escenarios un grupo, a través del trabajo de reelaboración
inéditos y actores sociales no tradicionales que estética que efectúa el narrador. Lo que ilustra
activan la comunicación folclórica en la que con el estudio de versiones del relato Media
expresan sus identidades sociales en contexto Res correspondiente a su Archivo de Narrativa
de instituciones cerradas. Silvia Balzano y Tradicional Argentina. El segundo de los
Martha Blache en “Lúcidas e idiotitas”. autores se concentra en la comparación entre
Categorías identitarias construidas por las los relatos que transmiten experiencias
internas de una colonia neuropsiquiátrica: Una extraordinarias vinculadas con OVNIS que
perspectiva folclórica mediante un riguroso elaboran los pobladores de localidad de Barreal
estudio ponen de manifiesto cómo expresiones en San Juan –en particular el grupo de
del discurso médico son resignificadas y baqueanos- y la narración científica, que acerca
recontextualizadas en los discursos de mujeres de los mismos elaboran los científicos, que se
internadas por discapacidad mental en una desempeñan en el Observatorio Astronómico
institución cerrada. De este modo, ponen de próximo a dicha localidad. A través del análisis
manifiesto cómo en forma creativa las internas intertextual identifica una “zona de contacto”
elaboran categorías propias de autoreco- entre ambas producciones que le permite
nocimiento y reconocimiento de los otros con dilucidar por un lado, cómo los representantes
los que interactúan. Elena Hourquebie en del medio científico son portadores de
Prácticas codificadas entre adolescentes categorías a priori, naturalizadas y acientíficas
institucionalizados elucida cómo a través de cuando analizan los relatos de OVNIS referidos
ciertos rituales que se actúan en situación de por los pobladores alejándose de los paradigmas
reclusión connotan valores específicos para el del pensamiento científico y por otro, cómo
grupo que los identifica y permite comprender actores sociales ajenos a dicho medio
la dinámica social intragrupal frente a los desarrollan en sus relatos procesos cognitivos
constreñimientos de la institución en la que se y argumentaciones consistentes en base a
hallan recluidos. En Procesos de comunicación pruebas empíricas observables, a pesar de no
e intercambios en instituciones de salud mental. pertenecer socialmente al campo de la ciencia.
Una aproximación a la Colonia Montes de Oca, Cuestionando, de este modo, aquellas
Juan A. Seda aborda cómo los pacientes, aseveraciones en torno a que en los relatos
internados por su discapacidad mental, folclóricos solo se pueden encontrar creencias
establecen una comunicación verbal infundadas y que solo la ciencia posee el
intencional y situada en la que restituyen la monopolio del método lógico. Flora Delfino
positividad de su identidad social en el marco Kraft analiza el sentido de las tradicionales
de una institución que los define por una “cadenas de la suerte” que actualmente circulan
carencia cognitiva. en la Internet. Cadenas, que apuntan como
Con estilos de investigación semejantes en señala la investigadora, a establecer la
dos trabajos se explora cómo través del proceso posibilidad de concretar las expectativas
constructivo del relato, uno de los géneros más individuales, más que a las convicciones
estudiados por los folcloristas, diferentes religiosas personales de los usuarios. En el
grupos expresan creencias colectivas indica- reenvío de los mensajes afirma no solo se
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relocaliza una noción socialmente vigente como El recorrido por los trabajos presentados da
la del milagro posibilitado por fuerzas extra- cuenta de cómo la tradición en sus múltiples
ordinarias y da cuenta de las maneras manifestaciones –géneros folclóricos- es
intersubjetivas de entender el mundo sino que, desplazada, relocalizada, resignificada, modi-
también, pone de manifiesto cómo el medio – ficada en su forma expresiva por distintos
la web- contribuye a generar certidumbre entre grupos sociales en una diversidad de ubica-
los receptores acerca de que en un futuro ciones sociales y simbólicas que emergen en
inmediato ocurran acontecimientos deseados. relación con un mundo contemporáneo en
Por lo que la circulación de éstos mensajes transformación para significar el presente. Ello
puede favorecer disposiciones en el sujeto que debilita las perspectivas que aseveraban la
contribuyan al cumplimiento de la expec- determinación de la tradición que expresa el
tativas. folclore sobre la agentividad de los actores
Finalmente, en “Blancaflor, la hija del sociales y la constituían en una referencia
diablo: autoría y estilo en el repertorio de un cultural primordial, unificante y conservadora.
narrador folclórico” María Inés Palleiro se Más bien se potencian aquellas visiones que
propone estudiar cómo localiza en distintos destacan sus transformaciones, la dinámica de
contextos los saberes narrativos comunitarios sus usos sociales, pero sobre todo el innovativo
un narrador, José Nicasio Corso, que es y contingente trabajo interpretativo que
considerado el portavoz del grupo. Se concentra realizan los agentes. Cuestión que cala en la
en particular en el trabajo estético que realiza estructura epistemológica al dejar al
éste narrador sobre el mensaje; para ello descubierto el reduccionismo cognitivo con el
realiza un estudio comparativo con los relatos que operaban quienes declamaban la reite-
que sobre la misma matriz de la “Fuga mágica” ración mimética de la tradición y el peligro de
interpretan otros narradores. De este modo, su extinción. Ocultando los deslizamientos,
da cuenta de la regularidades de la elaboración reubicaciones, escisiones, desfasajes que le da
retórica que son distintivas de las actuaciones la práctica de la vida social y que dan cuenta
de Corso ante su auditorio. de su contemporaneidad y vigencia.
FEFGDG
Revista de Investigaciones Folclóricas. Vol. 21: 17-29 (2006) Página 17
Configuración de un paradigma
de representación del relato folclórico
en la obra de Joaquín V. González
Diego J. Chein*
ta entre los textos y las condiciones históricas reconocido como relato folclórico ya estaba
y sociales de su producción, circulación y re- siendo recogido, registrado, interpretado y
cepción. evaluado. De acuerdo con la hipótesis que
Los profundos cambios en estas condiciones hemos indicado, la producción literaria de
que constituyeron una importante presión para Joaquín V. González articuló un paradigma muy
el desplazamiento de la noción de literatura y influyente en el posterior desarrollo de estas
la redefinición del rol del letrado en general y operaciones de apropiación de los relatos
el escritor en particular no serán examinados folclóricos.
en profundidad en el presente trabajo. 1 Hacia
el final del presente artículo, recogeremos Matrices de representación de los
brevemente sólo algunas de las articulaciones relatos folclóricos en Mis montañas
de esta transformación social y cultural, en El viaje como eje de unidad del texto
especial aquellas que pueden resultar de mayor
interés para comprender las tempranas formas Mis montañas no es ni una novela, ni una
de producción letrada que hacia la década de autobiografía, ni un relato o diario de viajes,
1930 desarrollaron los primeros folclorólogos ni una colección de estampas costumbristas, ni
argentinos. un volumen de cuentos. Algunas características
Las operaciones de incorporación y re- presentes en esta obra la vinculan en diversos
presentación del folclore que pone en juego grados y sentidos con cada uno de estos
González constituyen unos procedimientos de géneros, pero ninguno de ellos da cuenta de la
construcción y apropiación de la cultura unidad que articula sus materiales diversos. No
popular que desde hace tiempo pueden resultan inmediatamente evidentes las
resultarnos evidentes (o incluso imper- relaciones de sentido que reúnen los frag-
ceptibles) luego de una extensa repetición y mentos, los breves relatos y cuadros.
proliferación en los circuitos de la escritura, Sin embargo, podemos afirmar que el hilo
pero que en la época en que González publicaba conductor que explícitamente hilvana las
Mis montañas resultaban novedosos en el secciones fragmentarias desde una perspectiva
contexto de la producción letrada nacional. La narrativa y que constituye el marco general de
indagación de los mismos en la obra de Joaquín inserción y representación de los relatos
V. González cobra una significación más amplia folclóricos incluidos es el de un viaje. Este viaje
a la luz de la hipótesis de que en el proceso de que permite aglutinar los fragmentos no es el
su intervención literaria se configura un viaje prefigurado en géneros como el relato o
auténtico paradigma de inscripción y repre- el diario de viaje. Se trata de un viaje que se
sentación del folclore cuya influencia es crucial presenta desde un comienzo como un retorno.
en el campo intelectual argentino al menos Mis montañas se inicia con el siguiente pasaje:
hasta la década de 1930. Nos concentraremos
en el caso de la representación de los relatos “Buscando reposo, después de rudas fatigas,
folclóricos para explorar en profundidad las de esas que rinden el cuerpo y envenenan
matrices que configuraron un duradero modelo el alma, quise visitar las montañas de mi
de recolección, registro, interpretación y tierra natal, ya para renovar impresiones
valoración de estos relatos orales. apenas esbozadas en un libro, ya para re-
Resulta necesario advertir que la categoría frescar mi espíritu en presencia de los pa-
de relato folclórico, tal como llegará a ser rajes donde transcurrió mi primera edad.
establecida y definida por la disciplina de la Los recuerdos de infancia, y la poesía de las
folclorología, constituye un concepto inexis- regiones de portentosa belleza donde un
tente en el contexto intelectual en el que tiempo se alzó el hogar de mis mayores, eran
González desarrolló la obra en la que nos la fuente de los consuelos que yo anhelaba,
concentraremos. No es sino hasta la década de en medio de esas luchas que sólo la historia
1930 cuando en nuestro país encontramos los describe y analiza, y en las cuales cada uno
primeros intentos sistemáticos de definir esta derrama, cuando no la sangre de sus venas,
categoría de un modo preciso y científico. Sin esa otra sangre invisible que filtra en el cora-
embargo, lo que otorga sentido a nuestro zón de heridas más hondas y dolorosas, abier-
análisis es el hecho de que tanto en la obra de tas por las injusticias de los hombres, los
González como en una extensa producción desencantos del patriotismo inexperto y las
letrada posterior lo que luego llegaría a ser infidencias de las amistades prematuras.
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Para eso, y para rendir este nuevo tributo superpone con la referencia de la partida que,
al pueblo en que he nacido, pidiendo a la li- al abandonar la infancia, implicó dejar atrás el
teratura patria un rincón humilde para es- rincón natal, 2 es decir, el punto inicial de la
tas páginas en que quiero reflejar su natu- ida de la que este viaje es el retorno. Este
raleza y sus sencillas costumbres, empren- pasaje constituye sólo una muestra de las
dí con algunos amigos, en Marzo de 1890, complejas articulaciones que se desarrollan
un viaje al interior de la Sierra de Velazco.” entre los distintos planos en los que se disemina
(González 1971: 51) el motivo del viaje. Y así como el retorno
presupone siempre el haberse ido, el viaje en
El tópico del viaje se disemina y se expande el espacio y el viaje literario a la provincia, al
en numerosos planos entrelazados. El origen campo, a la infancia, no serían lo que son sin
del libro es un viaje de retorno al pago, de la la mediación de la antípoda que se ha
capital nacional a la provincia, de la ciudad atravesado: la capital, la ciudad, la edad adulta.
populosa al campo. El regreso en el espacio se El viaje de retorno como hilo conductor de
traslapa con, y constituye el detonante de, el los fragmentos que se deslizan en la obra
regreso en la memoria y en el tiempo: del confiere y define al mismo tiempo el lugar que
presente turbulento al pasado apacible, de la les cabe a los relatos folclóricos y al sujeto que
edad adulta a la infancia. los escribe. Así, mientras el lugar de estos
relatos es el de la provincia, el campo y la
“Todo un poema inenarrable de ventura, todo infancia (en contraposición con la capital, la
un paraíso sepultado para siempre, todo un ciudad y la edad adulta), el sujeto se determina
cielo de memorias dichosas, se iluminaban en un lugar que es en sí mismo el resultado de
ante mis ojos, recobraban vida en mi cere- un trayecto del que estos términos son el origen
bro, contornos visibles, palabra, murmullos y la culminación, pero en el que media el pasaje
y cantos; veía cruzar, medio envueltas en por la ciudad, la capital, la edad adulta.
radiante neblina, las imágenes de los seres La provincia, el campo y la infancia
amados, y todo el suave rumor de aquella configuran un locus que se constituye en un
vida.” (González 1971: 252). origen primordial, en un reservorio de los
valores espirituales necesarios para reencauzar
Retorno en el espacio y regreso con la
el derrotero que la capital, la urbe y la edad
memoria tejen una trama de los “cuadros” y
adulta han desencaminado. Emerge como
las “impresiones” en la que se articulan un viaje
elemento constitutivo y esencial de este origen
representado como real y un viaje literario que
y fuente de los valores espirituales y la poesía
se propone al lector. En la última sección de
lo que en la época comienza a ser designado,
su obra, en dirección hacia el punto en que
aunque todavía irregular y confusamente, como
propone el cierre al lector (“digamos ya nuestro
“folclore”.
adiós a la montaña”, González 1971: 253), el
autor propone:
El relato folclórico entendido como
“tradición”
“Antes de abandonar el terruño nativo, quie-
ro hablar de la flor del aire, el adorno y el
orgullo de mis montañas, como quien bus- Lo que décadas más tarde llegará a ser
case embriagar el alma en el momento de identificado por la folclorología como relatos
la partida, con un perfume favorito que man- folclóricos aparece representado una y otra vez
tuviese durante la ausencia vivos los recuer- en la escritura de Mis montañas. Comprender
dos. Yo me alejaba sin término conocido, con el paradigma de interpretación y repre-
inquietudes indefinidas y con tristezas va- sentación que en torno al relato folclórico
gas en el fondo de mi ser; por eso absorbía comienza a constituirse en este punto puede
con ansia la naturaleza, sin darme cuenta contribuir también a iluminar las continuidades
del anhelo íntimo por condensar en esos úl- y rupturas que la folclorología argentina
timos coloquios muchos de aquellos años mantendrá con esta posición intelectual y
futuros, inciertos, incoloros, que en vano literaria. Pero para ello, es necesario evitar
trataba de sondear.” (González 1971: 239) una lectura anacrónica y recuperar las
categorías específicas a partir de las cuales los
En este punto, la partida que implica el dar relatos folclóricos comenzaron a constituirse
cierre y dejar atrás el viaje literario se en objeto de representación.
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La categoría con la que González designa a ambas constituirá un elemento crucial tanto
lo que luego será concebido como relato del paradigma de representación de estos
folklórico es la de “tradición”. Tradición es un relatos como de la definición por parte de
término que recubre varios significados y González de una auténtica literatura nacional.
categorías diferentes en el discurso del autor. Del hecho de concebir a los relatos
Sobre algunas de ellas nos ocuparemos más folclóricos a partir de esta noción de las
adelante. Aquí nos referimos a un significado “tradiciones” se deriva una serie de conse-
del término “tradición” que hace tiempo ha cuencias en el modo en que los mismos se
entrado en desuso: las “tradiciones” como seleccionan, se representan, se interpretan y
relatos del pasado del pueblo de una nación, de se evalúan. El frecuente deslizamiento que se
una etnia o incluso de una familia, mediante observa en los usos que González hace de esta
los cuales éstos expresan el espíritu o el acepción de tradición, desde la designación de
sentimiento propios en un momento dado de los relatos mismos hasta la referencia a los
su historia. 3 La referencia de esta noción de hechos allí narrados (e, incluso, a hechos que
“tradición” se recubre en buena medida con la no han sido transmitidos por ninguna suerte
categoría posterior del relato folclórico, pero de relato oral), 6 es revelador de la distancia que
su alcance es, al mismo tiempo, más amplio y separa a la noción de tradición de la de relato
más restringido. Más amplio, porque “tradición” folclórico. Este deslizamiento, que resultaría
incluye aquellos hechos que no son signi- extraño en relación con la categoría de relato
ficativos para el historiador pero que pondrían folclórico, se explica por el hecho de que las
de manifiesto el espíritu del pueblo que subyace tradiciones no son concebidas como textos. Las
a la Historia, incluso las anécdotas o sucesos “tradiciones” no son textos, no constituyen un
que no han sido transmitidos de generación en hecho concreto y específico de lenguaje, sino
generación por medio de algún tipo de texto sencillamente una anécdota, una historia o un
oral relativamente estable. 4 Su significación argumento. 7 Y entre la noción de la tradición-
como episodios representativos del espíritu o relato como argumento y la noción de la
sentimiento de un pueblo es suficiente para que tradición como hecho o sucedido la proximidad
sean considerados tradiciones. Más restringido, es mucho mayor que entre ésta última y la
por un lado, porque esta misma significación noción del relato folclórico como texto.
que se concibe como elemento necesario de una En cuánto argumentos o historias, las
tradición tiende a relegar muchos relatos tradiciones son concebidas como puro
folclóricos a los que el sujeto letrado no contenido, como significado carente de forma.
atribuye esta significación esencial; y, por otro, De allí que la elaboración formal que les otorga
porque, o bien excluye los relatos folclóricos el sujeto letrado no sea percibida como la
de carácter meramente ficcional, o bien tiende transformación de una forma previa, sino más
a anular u omitir en ellos dicho carácter. Para bien como un acto por el cual se otorga una
González, las tradiciones entendidas como “la forma, adecuada y elevada, a un contenido puro
historia misma de los pueblos que no tienen que carece de ella. 8
historia” (González 1930: 123), como los relatos Por el mismo motivo, la fuente particular y
a través de los cuales un pueblo recuerda su concreta de las tradiciones carece también de
pasado, excluye la convención de ficcionalidad, 5 importancia y suelen no aparecer registradas
y en consecuencia, tenderá a seleccionar los en las transcripciones. No se trata de un texto
relatos folclóricos que respondan a las oral narrado por tal o cual informante, 9 sino
características de los mitos, las leyendas y los de una historia que es propia de un pueblo.
relatos de aparecidos. La supuesta atribución La inclusión de los relatos folclóricos en
de veracidad por parte del pueblo al relato que esta categoría amplia de tradición que venimos
refiere es central para identificar al mismo reseñando involucra otras consecuencias
como una tradición. Como veremos más significativas en relación con los modos en que
adelante, la brecha que se tiende entre la son representados. Concebidos como relatos a
veracidad presuntamente atribuida por el través de los cuales el pueblo recuerda la
pueblo a las “tradiciones” y la verdad histórica Historia, tal como cree que ha ocurrido,
de los hechos positivamente comprobados abre interpretados como una manifestación del
un espacio en el cual cobra sentido la sentimiento del pueblo en esa etapa, y
concepción de una verdad que es diferente de colocados en el mismo plano que otros
una y de otra, y que, como mediación entre recuerdos o hechos colectivos, familiares o
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inmediata del ámbito natural y popular que ha Desde un comienzo, el autor explicita los
de reflejar. Para González, es éste el sujeto valores que subyacen a su producción:
idóneo de una auténtica literatura y poesía
nacional, de la que Mis montañas pretende ser “Yo no quiero transmitir en estas páginas,
una muestra ejemplar. que llevan mi alma, impresiones engañosas
Es posible retomar ahora, con nuevos ni mentidos sentimientos” (González 1971:
elementos de juicio, los interrogantes con que 244).
abríamos nuestra indagación a partir de un
fragmento en el que González daba cuenta del Luego, en la descripción de las flores que
canto popular de la copla en su pueblo natal. encarnan la belleza pura y etérea de la región,
Un juego constante entre proximidad y se introduce una polémica que, sin mencionar
distancia perfilan la relación del sujeto autorial explícitamente el nombre del contrincante,
con el folclore, con el pueblo y con la naturaleza deja entrever con nitidez al lector ilustrado el
que le aportarían su sello característico. El blanco de la crítica:
desdoblamiento del objeto de representación es
un producto de este movimiento: la proximidad “El escritor que ha comparado la llanura de
que permite apreciar la “dulce poesía mi provincia con la Palestina, ha tenido una
campesina” resulta inseparable del distan- visión local y por ella ha calumniado al con-
ciamiento necesario para apartar las impurezas junto.” (González 1971: 249).
de “la escena prosaica”, para extraer la
“impresión perfecta”, “la impresión de la La crítica dirigida al autor de Facundo co-
belleza” a partir del “conjunto grosero”. Se trata mienza por destacar como una falta la visión
del mismo sujeto dual que, más adelante, parcial, incompleta. Sarmiento ha reducido el
emitirá juicios como el siguiente: todo a una de sus partes, el desierto, y ha deja-
do de lado la montaña. Y la descripción de la
“Pasó la Chaya montañesa, y allá, como en flor del aire se presenta también como una res-
las ciudades, todo se ha confundido: la más puesta y una corrección a aquellos que, como
alta y etérea poesía de la naturaleza y de Sarmiento, no pudieron apreciar las manifesta-
las almas inocentes con la prosa descarna- ciones de la belleza pura y etérea en la región:
da, con la barbarie impúdica, con las
desnudeces y las groserías de la bestia.” “Para mostrar a los profanos y a los incré-
(González 1971: 183) dulos, a esos que no ven y no traducen lo
que vive debajo de las formas rudas, áspe-
La posibilidad de captación de la esencia ras o salvajes, que tiene también las galas
poética que residiría en una naturaleza comunes de toda la tierra, la flor del aire
idealizada y moralizada (y en un espíritu puede llenar sus manos de mil flores, de las
popular de ella emanado, “las almas inocentes”) que tejen el tapiz donde levanta su aéreo
requiere tanto de la proximidad de una vivencia trono” (González 1971: 251-252).
no mediada como de la distancia propicia para
discriminar adecuadamente en la confusión, ¿Qué es lo que impide a Sarmiento percibir
para identificar y decantar lo prosaico, “la l o q u e G o n z á l e z e s c a p a z d e a p r e c i a r ? 11
barbarie impúdica”, “las desnudeces y las González ya ha ensayado una respuesta a este
groserías de la bestia”. interrogante:
Una de las caras de este sujeto bifronte, la
que remite a la naturaleza y el pueblo, a la “Ah! pero los pintores de la Naturaleza, si
provincia, al campo y a la infancia, se asocia no la aman y el amor no mueve el pincel o
con un valor de la producción cultural y letrada la pluma, suelen recibir de ella el justo cas-
que no es, estrictamente hablando, el valor de tigo por su irrespetuosa profanación, porque
verdad ni el valor estético formal: la tiene también sus caprichos, y a veces ocul-
autenticidad. Las fronteras que separan a ta, como orgullosa de su pobreza, sus mejo-
quienes pueden legítimamente reclamar, exigir res y más bellos adornos. ¿Quién, si no ha
y encarnar este valor de aquellos que carecen vivido en su intimidad y su privanza, podría
de las propiedades necesarias para hacerlo son sorprenderla en los momentos de desplegar
trazadas con nitidez por González en la última los tesoros de su hermosura esquiva?”
sección de su obra, titulada “La flor del aire”. (González 1971: 249-250).
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La relación no mediada que González narradas con una retórica de tono solemne e
reclama para sí en relación con la naturaleza inscriptas a través de comparaciones en el pan-
de su región natal se sustenta en el supuesto teón de una mitología universal, como en el
de que él mismo sería una emanación de esa caso de la leyenda del “genio” del Famatina y
naturaleza; la máxima proximidad con ella, la de su “olimpo destruido”, o con el tono melan-
“intimidad” que los reúne, derivan de su cólico de la leyenda romántica, como en la his-
carácter nativo y del amor consustancial que toria del ave conocida como “la monja”, quién
en ella lo arraigan. En ello se apoya el valor de se habría enamorado de un wagneriano
la autenticidad. La carencia de esta propiedad Lohengrín.
es la que conduce a Sarmiento a la visión
sesgada, a la calumnia y a la profanación. Tensiones en el discurso como manifes-
Y la misma relación no mediada con la tación de la dualidad del sujeto
naturaleza se extiende a la relación con el
pueblo que la habita: Esta doble constitución del sujeto que
recoge, interpreta y reelabora las tradiciones
“Símbolo sencillo y puro de las almas rústi- imprime profundas huellas en el modo de
cas, ese aroma sólo se manifiesta al obser- representación de los relatos orales. En el
vador amante que sabe arrancar la revela- discurso que asume y se apropia de los relatos
ción, así como el sentimiento de aquellas populares se inscribe una tensión, siempre
jóvenes campesinas, apenas perceptible al presente, entre la asimilación y el distan-
mundo” (González 1971: 251) ciamiento en relación con el sujeto popular.
En la sección XX de Mis montañas, titulada
La consubstanciación entre pueblo y natu- “Una cacería”, el autor narra la del extravío
raleza local, propia del modelo herderiano, per- del perro “Yankee”, cuando en una excursión
mite derivar la misma base de autoridad para de caza se alejó persiguiendo un enorme
la expresión auténtica del lenguaje de la natu- venado y fue seguido por uno de los campesinos,
raleza y el del corazón de “las almas rústicas”: quien presenció la desaparición del animal en
la máxima proximidad, la empatía propia del la boca del infierno. González, quien no ha
“observador amante”. participado de aquella excursión, toma
La forma elevada, necesaria para transmu- conocimiento de esta historia años después a
tar estas impresiones y sentimientos auténti- partir del relato de otro campesino. De todos
cos en obras de una verdadera y excelsa litera- modos, la historia es referida por el autor de
tura nacional, constituye el aporte indispensa- un modo vívido, no como la repetición de un
ble de la otra faz de este sujeto bifronte, la que relato que ha sido escuchado, sino recons-
remite a la capital, la ciudad y la edad adulta. truyendo literariamente el curso de su
Con un tono claramente programático, señala- acontecer. Sin embargo, el narrador con visos
ba González en La tradición nacional: de omnisciencia realiza un giro de perspectiva
significativo en el punto del relato en que el
“Esa epopeya está forjada en la mente del perro se lanza a la persecución: adopta el punto
pueblo, y resuena en sus cantos sencillos; de vista de quienes permanecieron en el
los nombres de los héroes son bendecidos campamento ignorando la suerte del perro y el
en la campaña humilde del llano y de la campesino que fue tras él. La narración
montaña; sólo falta el poeta que recoja esos escamotea, de este modo, la referencia
cantos dispersos, y los cincele y los funda al temporalmente ordenada y directa del episodio
fuego de las grandes inspiraciones que se demoníaco. Cuando el campesino regresa, el
perpetúan por el sentimiento y por la idea.” episodio es referido en estilo directo:
(González 1930: 280)
“- Señor, llegué hasta el fin de la quebrada,
La materia insustituible de una literatura y he visto a Yankee seguir corriendo al ve-
nacional ya “está forjada en la mente del pue- nado por una cueva sin fondo, donde ardían
blo” y se expresa “en sus cantos sencillos”, pero árboles y piedras, y brotaban llamaradas de
requiere de la facultad propia del poeta culto azufre: el perro y el venado seguían corrien-
para darle forma, cincelarla y fundirla, capaz do uno tras otro sin darse caza, y los dos,
de integrar en su labor inspirada el sentimien- arrojando chorros de fuego por los ojos, se
to y la idea. Así, las tradiciones populares son perdieron en la gruta, pasando por medio de
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las llamas. Oí unos ruidos extraños, sentí el caso de la tradición publicada en un medio
que los cerros se estremecían, y unas voces periodístico, titulada “El patrón del Huaco”. En
desde el fondo de la tierra me amenazaban, realidad, casi desde el comienzo de la narración,
y he visto al Diablo sentado en la puerta de el relato es atribuido a la voz de uno de los
la cueva; le mostré la cruz de mi cuchillo, criados de la familia de González. Pero, a
recé unas oraciones y di la vuelta; la mula medida que el relato avanza, se desarrollan
huía espantada; no podía contenerla; y vi que extensos pasajes en los que la voz del criado
me seguían unos animales desconocidos, tiende a confundirse con la de un narrador
arrojándome chispas, pero sin acercárseme, impersonal. Pero en el momento culminante,
porque les mostraba por encima del hombro en el que se hace referencia a los hechos
la señal de la cruz. Sólo cuando asomó la milagrosos, la narración recupera todas las
mañana dejaron de perseguirme los demo- señales personales del estilo directo.
nios. Era uno de los diablos, señor, ese ve- Aunque “El patrón del Huaco” no integra el
nado, que ha venido a llevar a los infiernos corpus de relatos articulados en Mis montañas,
al pobre perro!...” (González 1971: 236) sino que ha sido publicado como unidad
independiente, la narración también se articula
González reproduce las palabras del campe- con el tópico del viaje de retorno al pago, el
sino, no sin antes anunciar que el mismo “no mismo tópico que encadena los relatos de Mis
tuvo sino pocas palabras reveladoras de una montañas. El relato es introducido a través de
psicología y creadoras de una leyenda” la siguiente digresión del autor:
(González 1971: 236). El autor logra marcar la
distancia del sujeto popular al evitar asumir “Tengo en el alma algo como una vaga tris-
mediante su narración la veracidad positiva de teza que no sé de donde viene ni por qué
lo narrado. En realidad, la calificación misma razón; pero cuando pasa uno por esos mo-
de la historia como “leyenda” insinúa la nega- mentos, siente deseos de remontarse en alas
ción de esta veracidad. Pero al mismo tiempo, de su memoria a tiempos mejores, que siem-
la historia recogida es portadora de una ver- pre son los que han pasado.
dad diferente, es reveladora “de una psicolo- ¡Oh, niñez, dichosa edad –diré, parodiando
gía”, entraña un valor de autenticidad que sale al Hidalgo de la Mancha,- en ti nada hay que
a la luz a partir de la mirada analítica del suje- no despierte un acorde, nada que no sea una
to letrado. Pero la tensión entre asimilación y armonía, un idilio, un poema! De ella quie-
distanciamiento, no sólo se manifiesta en la ro hablar; quiero volver a ella, aunque sea
atribución del punto crítico del relato a la voz para recordar episodios insignificantes, que
del sujeto popular y en la calificación expresa tienen todo el encanto de esas leyendas del
que de este se emite, sino que penetra en el hogar que hacen reverdecer las canas del
interior mismo de la reconstrucción de las pa- anciano.” (González 1964: 33)
labras del otro. Inmediatamente después de la
reproducción de estas palabras del campesino, El retorno al pago, a la provincia, al campo
el autor manifiesta: “Cuando en su lenguaje y a la infancia, es representado aún como un
rudo, pero sensiblemente conmovido, el joven regreso a través de la memoria. Pero hacia el
paisano concluyó su relato […]”. Al tiempo que cierre del relato, otra digresión autorial agrega
se afirma que el relato ha sido emitido en un al desplazamiento en la memoria un despla-
“lenguaje rudo”, la transcripción en estilo di- zamiento real en el espacio, un viaje de retorno
recto borra visiblemente las señales de esa efectivo:
rudeza. Como manifestación de la tensión en
la que se articula el sujeto transcriptor, la in- “Después de veinte años de ausencia volví a
dicación del “lenguaje rudo” funciona simultá- ver aquel nido amado de mis primeros años.
neamente como una señal positiva de la au- En una hoja de mi cartera escribí: “En este
tenticidad del relato y como un juicio de valor día he penetrado a la vieja morada de mis
negativo, con el que contrasta el valor elevado padres, después de una larga ausencia. Vuel-
del lenguaje efectivamente utilizado por vo hombre, más en experiencia del mundo
González. que en años; pero vuelvo lleno de lágrimas
En muchas otras tradiciones recogidas por sin forma al hogar donde pasé las más be-
González se recurre al estilo directo como llas horas de mi vida, después de haber vis-
estrategia para mantener la distancia. Este es to desaparecer a mi padre, y de haber dado
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yo mismo a mi madre una pobre sepultura ticiosa ni la mirada científica bastan por sí
en tierra extraña.” (González 1964: 38). solas, porque la posibilidad de penetrar, aún
científicamente, en la verdad acerca del pueblo
La indicación del retorno recupera también que estas tradiciones encierran presupone la
el momento de la partida, y el otro polo de la consubstanciación con ese origen. 13
antípoda por la que se ha transitado, la edad En síntesis, la dualidad constitutiva del
adulta: “vuelvo hombre”, con “experiencia del sujeto que recoge, transcribe e interpreta las
mundo”. tradiciones se manifiesta fundamentalmente en
La recurrencia con la que el tópico del viaje las marcas de una constante tensión entre la
de retorno a la provincia, al campo y a la asimilación y el distanciamiento en relación con
infancia aparece en las transcripciones de las el sujeto popular: apropiación de la historia,
tradiciones que recoge González, tanto en Mis asimilación con el sentimiento que presun-
montañas como en las que publicó de modo tamente expresa y distanciamiento de las
independiente, sugiere que el mismo constituye formas y el lenguaje en que son transmitidas;
un marco de sentido necesario para las asimilación con el sentido trascendente de la
operaciones de la transcripción. 12 El viaje de leyenda y distanciamiento de las creencias
retorno escenifica la dualidad que constituye y supersticiosas que encarna, etc. Las tensiones
legitima al sujeto que recoge, transcribe e que de ellas derivan se resuelven en la
interpreta las tradiciones, y configura el elaboración discursiva de los relatos con
espacio originario de la poesía, los sentimientos recursos tales como la alternancia entre el
e ideales puros. estilo directo y el indirecto (así como del
En “El patrono del Huaco”, la tensión entre indirecto libre), la introducción de disgresiones,
la asimilación y el distanciamiento con el sujeto ya para confirmar el efecto emotivo sincero
popular no sólo se manifiesta en los signi- producido por el relato en el autor, ya para
ficativos cambios de perspectiva y voz introducir la reflexión y el análisis racional y
narrativas, sino también, como en el caso distante.
analizado del perro “Yankee”, en los pasajes El desdoblamiento del sujeto entre quien
en que el autor explícitamente toma posición cuenta con la experiencia inmediata y quien
respecto de la creencia popular. Luego de la toma distancia para observar y analizar no sólo
relación del milagro, el autor anota: subyace a la representación de las tradiciones,
entendidas como historias acerca del pasado de
“Seguía a mi viejo amigo con la frente som- un pueblo que expresan su espíritu esencial,
bría y el labio mudo: las supersticiones, las sino también a la presentación de las costum-
maravillas de un Dios que yo no compren- bres populares en general y de la naturaleza
día, narradas por la fe más pura, habían sem- propia del territorio. Introduciendo una
brado su germen en mi conciencia informe. descripción del vuelo de los cóndores en los
Mi espíritu, lleno de temores supersticiosos, Andes, el autor afirma:
sólo pudo fortalecerse cuando, delante de los
libros de la ciencia y de los fenómenos visi- “He observado mil veces esta escena, ya du-
bles, pudo deducir las verdades grandes y rante mis viajes, ya desde el viejo corredor
pequeñas que brotan con el ejercicio libre e de un rancho de la hacienda, perdido entre
independiente de la inteligencia” (González los valles de la montaña, o entre las rocas
1964: 38). de una ladera pastosa. Más quiero situarme
en lugar solitario para transmitir lo primi-
El desdoblamiento temporal entre pasado y tivo, lo salvaje, lo grandioso.” (González
presente, entre la infancia y la edad adulta, 1971: 215-216)14
entre el origen y el regreso, entre la ingenuidad
y la ciencia, etc., ponen de manifiesto esta Como en el caso de “La flor del aire”, la
dualidad con la que se construye y legitima el experiencia directa y repetida, el contacto
sujeto autorial. No se trata simplemente de la vivencial y la íntima familiaridad forman parte
superación de uno de los extremos opuestos por de la base de autoridad de este sujeto, pero el
el otro, sino que ambos, la manifestación de la lugar de la percepción poética es también el
asimilación y la de la distancia, resultan del distanciamiento. La perspectiva familiar y
igualmente necesarios para definir su base de distanciada de este observador de la naturaleza
autoridad. Ni la creencia ingenua y supers- y las costumbres se articula, sin dudas, con una
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posición social 15 y, sobre todo, con la posición de la elite. Al mismo tiempo, la visibilidad
de un productor cultural, de un letrado cuyo política cada vez más evidente de estos nuevos
rol y significación se hallan en pleno proceso sectores sociales exigía una rearticulación de
de redefinición. la hegemonía y de las producciones discursivas
El encuentro con la poesía que emerge de dominantes. En el espacio social más res-
los relatos, las costumbres y la naturaleza tringido de la producción letrada, las tendencias
propias de la región requiere tanto de la íntima de racionalización y especialización de ciertas
proximidad y familiaridad como de la posibilidad actividades y disciplinas (la política, la
de observación serena y distante. Pero la educación, la historiografía) producían un
comunicación de la misma exige también el quiebre de la tradicional unidad orgánica de la
trabajo de la forma: literatura y el saber letrado.
La emergencia de este paradigma de
“Cada uno de los detalles de esos cuadros es representación de los relatos folclóricos
una fuente de hondas impresiones artísti- constituyó un enclave central en el programa
cas, difíciles de concebir si no se las ha re- para una auténtica literatura nacional que
cogido por la experiencia, y más arduas aún González propuso e inició con la publicación de
de pintar, si no se llega a imprimir al len- Mis montañas. En el contexto social amplio, el
guaje la misma rapidez y la misma infinita rescate de las “tradiciones” se articuló con las
riqueza de tonos y de elementos salvajes, necesidades de una producción escrita que
diré así, los cuales, no por haber quedado negociara con los gustos, intereses y repre-
fuera de la cultura moderna, son menos ri- sentaciones de otros sectores sociales que
cos en colores, en imágenes y en asuntos. ahora era necesario captar ideológicamente, y
[…] En aquella cacería he visto episodios de en el contexto más restringido de la producción
eterna impresión, por lo inverosímiles al letrada, se constituyó en buena medida una
simple entendimiento, y por el terror que reacción frente a la especialización científica
me causaron al verlos realizados por seres del discurso historiográfico. Según el reclamo
de mi especie” (González 1971: 230). de González, la historiografía especializada
habría excluido de sí el cultivo del “bien decir”,
El sujeto autorial, que se distancia como el cuidado de la forma que agrada. La
observador y presupone esa distancia en el producción historiográfica contemporánea,
lector, es capaz de imprimir la forma adecuada como la de Mitre, estaría dirigida a especia-
a su discurso para capturar y transmitir el listas y resultaría inaprensible y poco atractiva
elemento poético. para otros lectores. González entendía que,
como consecuencia de esta especialización, el
Coda: Vinculación entre folclore e discurso historiográfico habría perdido la
historiografía capacidad para cumplir con una de sus
funciones esenciales: la formación ciudadana,
La configuración de este paradigma de el cultivo del sentimiento nacional.
representación de los relatos folclóricos por Ésta era precisamente la función que le
parte de González se desarrolla como parte cabría recuperar a la literatura nacional según
integral de un proceso de redefinición de la los principios de su programa. La auténtica
noción de literatura y de la actividad del literatura nacional, cuyos materiales serían las
letrado. González asiste y participa de la crisis costumbres y creencias populares, aquello que
de la antigua noción de literatura como el todavía confusa e irregularmente comenzaba a
conjunto orgánico de todo lo escrito, de la designarse como folclore, se constituía para
concepción retórica de literatura como González, primero, en un complemento y, más
conjunción inseparable del “bien decir” y el tarde, en una alternativa al discurso histo-
“bien pensar”. En el terreno social, el progre- riográfico positivista y liberal.
sivo acceso de nuevos sectores sociales a la En el prólogo a “Recuerdos de la tierra” de
lectura e incluso a la escritura tuvo como Martiniano Leguizamón, uno de los libros que
consecuencia la aparición de nuevos circuitos pretenden continuar la serie literaria inaugu-
de escritura y lectura que fracturaban la rada por Mis montañas, González expresaba:
correspondencia biunívoca entre la antigua
noción de literatura, entendida como el “Pertenece, pues, este libro, al género va-
conjunto de todo lo escrito, y el sector social liosísimo de los que preparan en lenta y
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laboriosa gestación los elementos de la fu- embargo, tanto en las declaraciones del mismo
tura historia nacional, la historia verdade- Carrizo, como en las de sus promotores,
ra, la que sigue a una nación como organis- Ernesto Padilla y Alberto Rougés, emerge
mo fisiológico y como personalidad huma- claramente la idea de que aquel era un trabajo
na, sin desprenderla de sus orígenes, de sus de tipo histórico, una labor que sacaba a la luz
adherencias fatales hacia la tierra que ha- los materiales que develaban la auténtica
bita y el ambiente que respira y la rodea. historia velada por la historiografía liberal.
Nuestra historia de hoy, fruto de investiga- Por otra parte, la obra de González se
ciones pacientes sobre los archivos de papel constituyó en el origen de un programa, una
y la memoria de los hombres, comprobada serie y un canon de la literatura nacional. Mis
por sus propias deficiencias, habrá de trans- montañas se presentó como un modelo del libro
formarse por completo en el futuro, gracias de una región, y diferentes escritores, como
a la observación de aquellas leyes fundamen- Martiniano Leguizamón, Ricardo Rojas o
tales; y entonces los hombres y sus actos Eduardo Talero, intentarán producir la obra
podrán ser juzgados con la única imparciali- que introduciría a su región de origen en el
dad posible, y puestas de relieve aquellas mapa de este canon literario nacional.
cualidades superiores que influyeron como Incluso las primeras publicaciones de
fuerzas eficientes de la nacionalidad en la algunos folclorólogos, como Palo’ I Chalchal del
dirección de la corriente civilizadora” (en tucumano Tobías Rosenberg, se orientaron en
Leguizamón 1957: 10). esta misma dirección. Y la consideración de esta
estrecha vinculación primaria entre repre-
Antes del surgimiento del campo de la sentación del folclore y producción de
folclorología como disciplina científica materiales para una historiografía alternativa
autónoma, buena parte de las operaciones se hace necesaria para comprender tanto el
letradas de recolección, registro, interpretación punto de partida y la transición hacia la
y valoración del folclore se realizaron sobre la folclorología, como las rupturas que los
base de una autocomprensión de la propia propulsores de esta nueva disciplina se vieron
actividad como el desarrollo de un modo en situación de sostener. En efecto, los nuevos
alternativo e incluso opuesto (tanto disci- folclorólogos que, como el mismo Tobías
plinaria como políticamente) de hacer historia. Rosenberg, pugnaron por el reconocimiento
Tal es el caso, por ejemplo, de la primera etapa académico del carácter científico de la nueva
de la labor de Juan Alfonso Carrizo. La disciplina, debieron sostener con insistencia el
adscripción de Carrizo a la folclorología será estatuto autónomo de la disciplina del folclore,
posterior a la producción de buena parte de sus sobre todo en confrontación con una concepción
obras y en este proceso de incorporación fueron de la misma como disciplina auxiliar de
objeto de una significativa resignificación. Sin historia.
Notas
1
En otro trabajo en curso de elaboración de generación en generación, hasta que se suprimió el
desarrollaremos con detalle la transformación de la sistema claustral, el recuerdo de cada uno de esos
noción de literatura y del rol del escritor que subyace al episodios que se habían celebrado más en los años
posicionamiento y la producción literaria de González. pasados, y cuyo relato formaba el tema de las veladas
estudiantiles” (González 1930: 85).
2
El ingreso a la vida adulta y el terruño es
presentado con los rasgos típicos de la pérdida del 4
Así, por ejemplo, González da muestras de la
paraíso, como un paso hacia “ese porvenir incierto, irrelevancia de la transmisión oral para definir la
velado y sombrío, ese vacío indefinible que empieza categoría, cuando habla de “las tradiciones que los
desde la separación del hogar, desde que se entra en la literatos de este siglo han desenterrado de los archivos
adolescencia, desde que se comienza a ver la vida, a de la Colonia, o recogido de los ancianos [que las]
sentir sus realidades y a profundizar sus inmensurables conservaban en su memoria” (González 1930: 134)
abismos...” (González 1971: 237).
5
Cfr. Mignolo 1985 y 1987-1988.
3
Entre muchos otros, un ejemplo de este uso del
término “tradición” por parte del autor es el siguiente: 6
Este deslizamiento aparece en usos como: “He ahí
“Es en Córdoba donde deben ir a recogerse todas las el campo inmenso de la musa nacional, no explotado
tradiciones de la vida monástica […] Allí se conservaba sino por historiadores que, en sus momentos de ocio, se
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entretuvieron en referir los hechos tradicionales que 250). Él es el observador privilegiado que ha podido
encontraron flotando sobre la superficie de la historia” captar el momento efímero y elusivo.
(González 1930: 96); “Así pues, no debemos relatar las
tradiciones populares con el estilo severo y descarnado 12
Por ejemplo, en el texto titulado “Mi primera
del historiador que refiere juzgando, sino más bien con biblioteca (Escrito para un libro patriótico)”, González
el del artista que procura encantar, vistiendo la verdad expresa: “Si he de contribuir a este libro de la patria
con los atractivos de la belleza y la imaginación; porque con una nota intensa, por lo íntima y desprendida del
la naturaleza misma de los sucesos tradicionales, fondo de mi alma, me es forzoso alejarme de la época
nacidos espontáneamente del carácter de una raza, de en que vivo y volver al terruño, donde manan las fuentes
un pueblo, de una familia, en el transcurso de su vida inagotables del recuerdo y donde vibran las únicas
social o doméstica, y en los que se reflejan sus armonías que yo puedo comprender: me vuelvo a la
genialidades, sus caprichos, sus gustos, sus pasiones, infancia y a mi pueblo montañés, porque todavía existen
exige que sean contados más bien en la velada del allá voces que me llaman, notas errantes que me
invierno y en el reducido círculo del hogar, que responden, sombras fugaces que vienen a mi encuentro.”
analizados en las academias donde se juzgan y se pesan (González 1936: 49). Nuevamente, la referencia al viaje
los grandes problemas de la ciencia, de la política o del en la memoria se articula luego con el viaje real en el
arte.” (González 1930: 74. El destacado es nuestro). espacio: “Ya ha pasado mucho tiempo. He vuelto hecho
hombre a aquel pueblo donde formé mi célebre
7
Más allá de la continuidad de la categoría biblioteca, donde adquirí esta enfermedad de los libros,
“tradición”, la concepción del relato folclórico como y al volver, no he encontrado sino algunas reliquias
argumento, como historia narrada, y no como texto oral salvadas de la dispersión total de la que fue Biblioteca
concreto, va a ser predominante en la producción de Avellaneda; en la casa paterna no ví más que la soledad
transcripciones de los mismos hasta el surgimiento del y la desnudez; en la huerta y en la viña ni un recuerdo
campo disciplinario de la folclorología desde mediados de los árboles y rosales exuberantes de la infancia; y
de la década de 1930. Un análisis que manifiesta esta por último, en el fondo de mi ser un hacinamiento de
persistencia en transcripciones como las de Ricardo ruinas, entre las cuales arde, como lámpara de un
Rojas y Juan Carlos Dávalos puede consultarse en una santuario, una llama inextinguible, -un deseo
sección de Chein (2004). alimentado de esperanza, una sed de ideal siempre más
intensa, cada vez más insaciable!” (González 1936: 56).
8
Así presenta González, por ejemplo, la leyenda de Al cerrar otro de sus relatos, “La maestra de palotes”, el
un ave local: “Llámanle en mi tierra la monja, porque autor afirma: “Un viento del desierto, de los que pasan
siempre vive triste, piando tan bajo como si orase en para no volver jamás, arrancó la tela luminosa en que
secreto, y porque nunca se ha sabido de cierto la novela se hallaran descriptas esas escenas, cuadros e imágenes
de sus amores ni de su nido […] El alma de la gente adorables, que hoy después de treinta años reaparecen
montañesa es poética, sensible, y ha indagado la historia al poder de la evocación, desvanecidos, difusos, y como
del pajarillo melancólico. Sabe que fue una joven, salvados de entre los huesos de un sepulcro. Volví
enamorada de un imposible, de un caballero del bosque, entonces a la aldea nativa, por la calle única de árboles
de un Lohengrín de ignorado y quizá celestial origen entretejido con el rosal añoso que al viajero inglés
[…]” (González 1971: 245). Continúa a partir de este sorprendiera por su pompa y magnificencia. Recuerdos
punto la narración de esta “historia” que el pueblo “sabe”, de su lozana juventud quedaban todavía; retoños diez
la reseña de este conocimiento popular recogido por el veces renovados me ofrecían sus flores inmortales; nidos
letrado (no de un texto oral, en sentido estricto), y cantos nuevos respondieron a los silenciosos latidos
desplegando algunos de los recursos formales de mi corazón atravesado de hondas cicatrices, y cuando
característicos de un género letrado que González entré en la querida vivienda que nos asilara en los días
conoce y aprecia, el de la leyenda romántica. sangrientos que quiero olvidar, oí el bullicio arrobador
de otra naciente generación de niños y de pájaros que
9
También la noción de informante emergerá a partir salían a recibirme. Y como la madre y gentil castellana,
del establecimiento del campo de la folclorología como señora de la heredad, notase en mis nubladas pupilas
disciplina científica autónoma. Cfr. Chein 2004 y 2005. una lágrima empeñada en regar el umbral de su
santuario, me condujo al comedor, y señalando con
10
Como corolario de la narración del episodio, gracia exquisita un sitio de la gran mesa, me dijo: - Ven,
González introduce una serie de reflexiones acerca de siéntate aquí, donde Augusta te enseñó los primeros
la necesidad de volver a los orígenes para retomar el palotes.” (González 1964: 52).
destino histórico de la nación, extraviado por las
vanidades y los mezquinos intereses contemporáneos. 13
El mismo desdoblamiento explícito del sujeto,
Encadenando desplazamientos metafóricos y analógicos, aparece en Mis montañas cuando González hace
articula mediante estas reflexiones la imagen del referencia a las tradiciones que contaba la Mamá
despojado sepulcro de su abuelo con el sentimiento y Leonita: “era lo que daba tema inagotable a las veladas
espíritu patriótico de la revolución de mayo: “Sí, la turba junto al fogón de la casa, lo que ahuyentaba el sueño de
ebria de placeres o de victorias báquicas ensordece la mis párpados y lo que después cuando he sido hombre,
selva al pasar, pero sobre la tumba que se abre bajo sus ha sumergido mi pensamiento en las más profundas
danzas grotescas cae una piedra fúnebre. La imagen de cavilaciones. ¡Cuánto pesan en el destino de las
la patria se encierra en ella; hay en su estertor postrero sociedades humanas esas fuerzas ocultas […]” (González
un resplandor de esperanza, como la tenue vislumbre 1971: 193-194).
del astro que se pierde tras de la cima.” (González 1971:
138). 14
En otro pasaje: “hallábame sobre una roca,
distante de todo objeto que pudiera impedirme la
11
En contraposición con la falta destacada en plenitud de la visión, y a la hora en que el sol, oculto
Sarmiento, González se presenta como el sujeto idóneo por elevada sierra, iluminaba el espacio sin herir la
para repararla: “y yo he podido contemplar alguna vez pupila; parecíame hallarme en el mundo del sueño”
un detalle de imperecedera impresión” (González 1971: (González 1971: 203).
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15
Por ejemplo, cuando transmite sus impresiones y desacordes, tropel de angustiosas carreras, crujidos
acerca de una escena de cacería, puntualiza: “Nosotros, de ramas rotas, alaridos feroces o dolientes de lucha a
mi padre y mis hermanos, apostados sobre una colina muerte, y todo reproducido por los ecos y cubierto por
dominante, presenciamos con las emociones más nubarrones de polvo.” (González 1971: 225); y, más
profundas y diversas el cuadro que comienza, la escena adelante, “Después de una fatigosa y agitada carrera,
de corte épico, iniciada con espantoso estrépito de llegamos a contemplar la última escena de un drama
relinchos de furor, aullidos de pelea, gritos desesperados lúgubre” (González 1971: 227).
Bibliografía citada
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la contienda por la representación legítima del folclore: Buenos Aires, Atlántida.
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Vol. 19. Buenos Aires, www.personales.ciudad.com.ar/ la tierra. Buenos Aires, Mar Océano.
0007852800, pp. 97-113. MIGNOLO, Walter (1985) “Dominios borrosos y do-
minios teóricos: ensayos de elucidación conceptual”. Re-
CHEIN, Diego J. (2005) “La construcción social de vista Filología. Año XX, Buenos Aires.
los ‘cuentos del zorro’ en el período de emergencia del
campo de la folklorología”. En: Palleiro, María Inés MIGNOLO, Walter (1987-1988) “Sobre las condicio-
[comp.]: Narrativa: identidades y memorias. Bue- nes de la ficción literaria”. Revista de Estudios His-
nos Aires, Editorial Dunken, pp. 71-88. pánicos. Puerto Rico, Universidad de Puerto Rico –
Facultad de Humanidades.
GONZÁLEZ, Joaquín V. (1930) La tradición na-
cional. Buenos Aires, Editorial La Facultad. ROJAS, Ricardo (1925) El país de la selva. Buenos
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GONZÁLEZ, Joaquín V. (1936) Obras completas
ROSENBERG, Tobías (1936) Palo’ I Chalchal.
de Joaquín V. González. Tomo XVIII. Buenos Aires,
Sociedad Sarmiento, Tucumán.
Universidad Nacional de La Plata.
TALERO, Eduardo (1907) Voz del desierto. Buenos
GONZÁLEZ, Joaquín V. (1964) Los fuegos de San Aires, Edición de la “Sociedad de Escritores” de Buenos
Juan y otros relatos. Buenos Aires, Eudeba. Aires.
FEFGDG
Revista de Investigaciones Folclóricas. Vol. 21: 30-38 (2006) Página 30
Beatriz Ocampo*
Introducción
Bagres, El Ateneo del Chaco y El Fogón de los percibe, con claridad, las consecuencias dejadas
Arrieros respectivamente. en la provincia por el proyecto Modernizador
Estas agrupaciones, integradas por los de la Generación del 80. En efecto, cincuenta
productores y animadores de cultura locales años más tarde, la provincia crecía en su
constituyeron centros de encuentros para la pobreza y ya era imposible ocultar el desastre
reflexión, discusión, producción y divulgación ecológico que la explotación indiscriminada del
artística e intelectual de temas controversiales, bosque había producido. El ferrocarril y el
como por ejemplo, sobre el lugar que debía obraje, vistos en la década anterior como ejes
ocupar la provincia y sus propias mani- del progreso, terminaron configurando una
festaciones culturales entre las demás época aciaga en la economía santiagueña. La
provincias, en la nación y en el mundo. A su gran oleada inmigratoria argentina de finales
vez, la existencia de una permanente tensión del siglo XIX y comienzos del XX no tuvo como
entre una apertura y valorización de la cultura destino la provincia de Santiago del Estero y
universal, representada, sobre todo, por las sólo, posteriormente afluirán a su territorio
manifestaciones y expresiones europeas y las contingentes árabes: sirios y libaneses,
de la cultura local y regional, con sus particularmente.
particularismos, el paisaje, el canto folclórico Otra fue la situación del Chaco. La
y las tradiciones, era el reflejo de los disensos, expansión económica, gracias a la producción
acuerdos y consensos políticos e ideológicos de de algodón y la explotación forestal, además
sus integrantes. de las distintas oleadas inmigratorias, fueron
El contexto político, económico y social en dando nacimiento a una mentalidad y a una
que estas asociaciones surgieron y eclipsaron sociedad sustentada en el progreso y la riqueza
señala diferencias locales en la misma nación económica. Este carácter de modernidad, de
argentina. Así, la conformación de las una sociedad en constante evolución, marcaría
provincias en tanto unidades jurídico-políticas la imagen del territorio. Contrariamente a lo
se produjo en diferentes momentos en Chaco y que acontecía en Santiago del Estero, el Chaco
en Santiago del Estero. El Territorio Nacional aparecía como una tierra de promisión, a la que
del Chaco se constituyó en provincia autónoma mucha gente ansiaba llegar y radicarse. Esta
recién en el año 1952, bajo la Presidencia del situación favoreció la migración interna, por
Gral. Juan Domingo Peron, en tanto Santiago un lado y por el otro el destino de diferentes
del Estero lo hizo en 1820 al separarse de oleadas inmigratorias, provenientes de
Tucumán. El Territorio Nacional del Chaco diferentes países de Europa.
tenía, en tanto tal, un régimen especial, carente En este trabajo me propongo comprender y
de poder legislativo y un ejecutivo constituido comparar la resonancia que la situación
por un gobernador territorial elegido por política, económica, y social tuvo en La Brasa
Buenos Aires. Sin límites reconocidos, el y en la peña Los Bagres, El Ateneo del Chaco y
territorio se extendía hacia las provincias el Fogón de los Arrieros y la actitud y
limítrofes de Santa Fe, Santiago del Estero, posicionamiento que, a raíz de ellas, tuvieron
Salta, Formosa, Corrientes. Señalo esta sus integrantes. Además, intento analizar el
situación geoespacial porque esta carencia de discurso y comportamiento de sus integrantes
fronteras establecidas con las provincias con relación al campo de la cultura en tanto
vecinas, en la época que nos ocupa, es de suma factor coadyuvante de la construcción de una
importancia ya que facilitará una circulación identidad local. Me interesa comprender cómo
de personas que no se verificará en la provincia sus miembros transitaban entre la cultura local
de Santiago del Estero. Esta circulación tendrá y la cultura universal y cómo se planteaban los
una incidencia importante en el desplazamiento acuerdos y disensos sobre estos temas.
de las élites que estarán en el origen de las Finalmente, trataré de mostrar las
agrupaciones chaqueñas tanto de la peña Los controversias que se plantearon acerca de cuál
Bagres y del Ateneo del Chaco como del Fogón debía ser la cultura más representativa de la
de los Arrieros y que se verá favorecida por la realidad local.
expansión económica y el progreso de la época.
En relación al contexto económico y social La Brasa (1925-1946)
en la época de la creación de La Brasa, en 1925,
se produce el “Despertar de la Provincia” Fue una organización cultural fundacional
(Thiesse 1991:17). En Santiago del Estero se del pensamiento provincial y santiagueño cuyo
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cultura más importante, Orestes Di Lullo. En nucleado en torno a los escritores Benavento y
primer lugar, por los dilemas acerca de la a Listeni que simbolizaba al inmigrante; otra,
educación libre o laica, que puso en juego las la del tallista Juan de Dios Mena que
convicciones católicas de Di Lullo, antagónicas representaba al gaucho y finalmente, la del
a las del liberal Canal Feijóo y el socialista escultor Domínguez que expresaba al indígena.
Horacio Rava. Además de estas situaciones en A raíz del gran desarrollo económico del
el interior del país, se produjeron otras Chaco, acudieron y se radicaron numerosos
divergencias por asuntos relacionados con las egresados de las Universidades Nacionales de
posiciones del gobierno argentino respecto del Tucumán, del Litoral, Córdoba y Buenos Aires.
orden internacional; el alineamineto con los El escritor chaqueño Guido Miranda en su obra
países aliados frente a la contienda, Di Lullo Fulgor del desierto verde llama generación del
defendió la neutralidad argentina. 37 al grupo que bajo la égida del médico
Tiempo después, la adhesión o el rechazo al tucumano Alberto Torres, formado por
gobierno peronista (1945-1955) marcó un punto profesionales y técnicos, se núcleo alrededor
de inflexión en la vida de La Brasa, agudizando de su figura, gravitando en la vida cultural de
las controversias en el interior de la misma. Resistencia. Torres había frecuentado a Miguel
Lillo y a Rafael Canssinos Assens, en Madrid.
De la peña de Los Bagres al Ateneo del Imbuido de las corrientes literarias y artísticas
Chaco y El Fogón de los Arrieros de la época se propuso difundir entre los
artistas de la capital chaqueña lo aprendido más
Hacia 1936, año en que figuras notables de allá del Atlántico.
la cultura chaqueña conformaron la peña Los Fue así como los hombres aglutinados por
Bagres, en “El Chaco. Album Gráfico- Torres conformaron la peña de Los Bagres, en
Descriptivo”, se señalaba con orgullo que el 1936. Era un grupo heterogéneo de escritores,
territorio del Chaco era una tierra de gran pintores, bohemios con inquietudes afines. El
progreso económico y de una cultura y vitalidad Ateneo del Chaco, nació de este núcleo de
industrial, suscitando la admiración del resto artistas, el 30 de agosto de 1938, ante la
del país. En efecto, a los signos de la necesidad por un lado, de ampliar y sistematizar
modernidad que afloraban en toda la provincia, las actividades de la peña y por el otro
gracias a la explotación forestal y algodonera, propender a una mayor inserción en la
se sumaba la afluencia de profesionales y provincia y en la región.
técnicos de otros lugares del país que aportaban El periódico La Voz del Chaco anunció la
sus inquietudes artísticas, literarias y realización de la asamblea constitutiva en la
científicas. Esta situación podría ser el cual se acordó “constituir una entidad que
fermento para la reflexión acerca de la cultura propenda al fomento de todas las altas
e identidad chaqueña y el pedido de manifestaciones del espíritu, sean estas
reconocimiento de los derechos políticos de los estéticas o científicas”. En esta reunión se eligió
ciudadanos en los territorios; un sello que la comisión directiva integrada por Alberto
marcaría el lugar del Chaco en relación a las Torres, como presidente y entre los vocales
otras jurisdicciones del país y el mundo. figuraba ya Juan de Dios Mena.
En este contexto, se generaron sociedades, El Dr. Torres en una declaración hecha a
clubes, centros, cafés, que facilitaban y un diario local describiendo la realidad cultural
promovían el encuentro de personas y el chaqueña manifestaba su preocupación por la
desarrollo de inquietudes artísticas y literarias. falta de una auténtica identidad y cultura
En esta época, el periodismo cobró vigor y se chaqueña. Afirmaba “..existe un interna-
transformó en vocero de los intereses y cionalismo rotariano, comunista, varios
aspiraciones de los chaqueños y de todas las nacionalismos y socialismos...aun (de) algún
actividades culturales. En la década del 30 masón y socialista, grupos raciales y regionales
circulaban con regularidad tres diarios: La Voz extraños al ambiente y que el sol de este Chaco
del Chaco, El Territorio y El Día y la Revista: ha sido incapaz de fundir en una auténtica
Estampas Chaqueñas. La historiadora María originalidad chaqueña”.
Silvia Leoni de Rosciani afirma que ya para Esta falta de una identidad chaqueña se
entonces se habían configurado los tres convertirá en una preocupación y en el objetivo
arquetipos que representarían las tres principal a alcanzar por El Ateneo, de tal suerte
vertientes de la cultura chaqueña: un grupo que permitirá asumir con “su presencia y
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prestancia dentro y fuera del país, la repre- fueron el santafesino Aldo Boglietti,
sentación como una muestra clara y digna de incorporado tardíamente al Ateneo, y el también
toda la patria”. santafecino Juan de Dios Mena. El domicilio
En las primeras reuniones de la Comisión del primero sirvió de lugar de reunión de
se presentó un programa de actividades que pintores, escultores, escritores y en general de
incluía la búsqueda de nuevos adherentes y la la bohemia capitalina. Allí se daban cita:
creación de diferentes secciones: teatro, Alberto Torres, Estela Cuatrocchio, Guido
música, artes plásticas, ciencias y ciencias Miranda, entre otros. Sus actividades fueron
aplicadas, cultura política y ciencias sociales, complementarias a las del Ateneo, durante
historia y ciencias educacionales, literatura y mucho tiempo. El Ateneo y El Fogón venían a
extensión cultural. Posteriormente, y hacia ser como las dos carátulas de una misma
1945 se organizaron múltiples e importantes realidad. Uno era el ámbito cultural ortodoxo,
actividades. Así, se realizó el primer Congreso el otro el ambiente heterodoxo. “En uno
de Instituciones Culturales del Litoral Norte y dominaban las expresiones austeras y señeras
del Paraguay y en 1950, el Concurso de de la cultura...; en el otro, deliberadamente,
Pianistas del Noreste argentino. Hacia 1942 el se le retorcía el cogote a la seriedad solemne y
Ateneo dio el puntapié incial de lo que antinatural... Eran, fielmente, una parte viva
posteriormente hará que Resistencia sea del espíritu de Resistencia” (Novas1957).
considerada la “Ciudad de las Esculturas”: donó Durante la década del 40 se crearon varias
al Municipio un busto denominado El asociaciones, como la Academia de Arte
Calchaqui, del artista Luis Perlotti. Esta Escénico, la filial de la Sociedad Argentina de
iniciativa la continuará, posteriormente, El Escritores, entre otras, con el fin de expandir
Fogón de los Arrieros. y dar a conocer la cultura local y también la
Estas actividades y proyectos colocaban al europea. La imagen del Chaco y su vasto
Ateneo del Chaco en un lugar de prestigio e desarrollo económico tenía su paralelo en el
importancia capaces de transformar a ámbito cultural. En distintas publicaciones, se
Resistencia en el centro cultural artístico más hacía referencia a Resistencia como “la
importante del Norte argentino, según los avanzada cultural del nordeste argentino”.
señala la revista Noticias Gráficas de 1942. Los En el Manifiesto de la fundación de El Fogón
integrantes del Ateneo pertenecían a familias se lee:
acomodadas de Resistencia y aunque
simpatizantes de diferentes partidos políticos “Hace diez años, sin plan ni premeditación
–socialistas, radicales, conservadores-señalaron alguna, nacía en Resitencia El Fogón de los
su prescindencia política en las actividades de Arrieros. Así, espontáneamente, respon-
la asociación. diendo más a una necesidad espiritual y
Las actividades que se realizaban eran: humana. En la misma forma fue creciendo
cursos, conferencias con disertantes nacionales y afianzándose en el conocimiento de la
y extranjeros, conciertos, exposiciones gente.... (no es) ni siquiera una institución,
pictóricas. Muchos de los conferencistas habían tan sólo un grupo humano, unidos por
visitado o pertenecían a La Brasa, en Santiago razones de afinidad fundamental: el ideal de
del Estero. Se propusieron presentar las nuevas la amistad y la cultura realizados en
corrientes literarias y artísticas pero, al mismo principios de respeto y comprensión...La vida
tiempo, rescatar las manifestaciones culturales nos ha enseñado a saber escuchar todas las
regionales en búsqueda de un perfil propio para opiniones y aceptar todas las sugerencias, a
el Chaco. Se consideró de vital importancia recibir las críticas y a no envanecernos con
promover a artistas y escritores locales, entre los elogios....”.
los cuales ocupa un lugar relevante uno de los
integrantes más destacados del Fogón de los Firman dicho manifiesto Mena (capataz) a
Arrieros, el tallista Juan de Dios Mena. la izquierda y a la derecha Boglietti (peón). A
El Ateneo extendió su quehacer más allá de partir de este momento se presentarán,
los límites de la ciudad, llegando a pueblos y siempre, de la misma manera.
ciudades del interior y del Nordeste. Canal Feijóo escribió sobre El Fogón y uno
En la línea trazada por la peña Los Bagres y de sus mentores: “Aldo Boglietti fue un
continuada por El Ateneo del Chaco, surgió El realizador de irrealidades y un irrealizador de
Fogón de los Arrieros, en 1944. Sus promotores realidades. mejor, fue un fundador y un
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Hilda Torres Varela, profesora de literatura, Las asociaciones culturales que acabo de
llegó a El Fogón alrededor de 1950, representó presentar tienen más similitudes que
la posición opuesta a la de Mena y dio a El diferencias. En efecto, ambas se constituyen
Fogón la impronta europeísta que primó en esta como entidades con fines puramente espi-
segunda época, señala Guido Miranda. Desde rituales, con ideales humanistas, altruistas y
un principio trató de imponer su orientación de amistad, lejos de las ambiciones partidarias
cultural universalista, en su lectura europeísta de la política. Responden a iniciativas de
particularmente afrancesada. Sus discrepancias profesionales, técnicos, artistas, pertenecientes
con la defensa de la cultura nacional impulsada a las clases urbanas, fundamentalmente
por Mena y la simpatía de éste por el peronismo acomodadas de la provincia y se proponen
fueron evidentes, al punto que ella lo define desarrollar actividades culturales: artísticas,
como un gaucho malo. La temprana muerte de literarias y científicas.
Mena, en 1954, acalló esta disputa y la Tanto La Brasa como la peña Los Bagres,
hegemonía de la cultura francesa se impuso en El Ateneo del Chaco y El Fogón de los Arrieros
El Fogón. se proponen llenar un vacío en las políticas
Torres Varela fue becada por el Gobierno culturales del país. Si bien la primera realiza
francés para realizar estudios en La Sorbonne. actividades más académicas y de alta cultura
Sus temas de interés giraban en torno a las que las chaqueñas, las dos tienen la misma
artes y las letras entre 1910 y 1914 en los países concepción ideológica acerca de cuál debe ser
de Europa y de Estados Unidos. Posterior- la cultura que se irradie a toda la población: la
mente fue distinguida con el premio Charles cultura letrada y de élite, cualquiera sea su
Blanc de la Academia Francesa con la medalla expresión, gauchesca, nativista, folclórica u
de plata del CNRS (Centre Nationale de obras literarias y artísticas europeas.
R.I.F. 21, 2006 Página 38
Notas
1
Otras asociaciones crecieron y se desarrollaron en Aráoz Anzoategui de Salta, Raúl Galan; Tarja en Jujuy;
otras provincias, por ejemplo La Carpa en Tucumán Calibar en La Rioja; Megafón en Mendoza.
que en 1944 reunió, entre otros, a Manuel Castilla y
Bibliografia
FEFGDG
Revista de Investigaciones Folclóricas. Vol. 21: 39-46 (2006) Página 39
El objetivo de este estudio es poner de relieve referentes privilegiados para abordar el tema.
el proceso de la urbanización de la práctica de Por carecer de datos empíricos suficientes, he
danzas folclóricas argentinas, a través de la optado por realizar un estudio histórico al
lectura de la revista Danzas Nativas que se disponer, como ya se dijera, de una fuente
publicó hacia finales de la década de 1950. Este secundaria de gran riqueza como ha sido la
material proporciona abundante información revista Danzas Nativas. En 1987 comencé el
sobre dos instituciones culturales, netamente aprendizaje de las danzas folclóricas argentinas
urbanas, que habrían de tener una función en una academia privada, donde también
relevante en el proceso señalado: la peña adquirí el conocimiento de la parte técnica. Esta
folclórica y la academia de danzas. Si las danzas experiencia me permitió conocer a fondo un
criollas fueran puramente folclóricas o campo de la práctica que, pocas veces, ha
exclusivas del ámbito rural, no se explicaría concitado el interés de los estudiosos dentro y
cómo hay quienes las aprenden en academias, fuera de la Argentina. Este aprendizaje lo hice,
o quienes la practican en peñas. Sin embargo, fundamentalmente, por amor a las danzas, y
aún no se ha prestado la debida atención a esta durante mucho tiempo no advertí la posibilidad
práctica de las danzas folclóricas en el medio que me brindaba para realizar una observación
urbano. Por ello, y dentro del marco conceptual etnográfica. Sin embargo considero que en mi
del Simposio, se podría convenir que cierta participación, por el hecho de pertenecer a otra
manera de practicar danzas folclóricas, es el cultura, se dio, quizás, una situación en cierta
producto de la descontextualización y de la forma homologable a una práctica etnográfica.
relocalización de una serie de conocimientos Esto compensaría en parte la carencia ya
musical-coreográficos y que, por lo tanto, el señalada de datos primarios. Si bien la
estudio de las danzas folclóricas debe tomar en academia de danzas y la peña folclórica son
consideración el aspecto de la urbanización, tal temas relacionados, en el presente trabajo se
como se manifiesta en las peñas y academias. ha dado mayor relevancia a la segunda. La peña
Entonces, estas instituciones han sido los folclórica es una fiesta bailable donde la
concurrencia suele bailar, preferentemente, De modo que al terminar la década del 1940,
danzas criollas. Por otra lado es también un que fue la “época de oro” del tango, las danzas
local comercial donde el consumo de comidas y folclóricas llegan a ocupar un espacio
bebidas, acompaña al espectáculo de música considerable en Buenos Aires. Luego de la
folclórica que sirve de principal atracción. La caída del gobierno de Perón la sociedad
peña que aquí se estudia es aquella de la década argentina queda dividida entre peronistas y
del 50 ; un baile de otros tiempos al que la gente anti-peronistas. Pero el fenómeno de la afición
concurría con ropa formal. Ir a bailar “folclore” a lo telúrico no decae y en la década del 1960
significaba algo más que una alternativa, por llega el “boom” masificado con los festivales y
cuanto implicaba también una manifestación programas televisivos. La revista Danzas
ideológica. Para el estudio histórico de la Nativas se publicó en una época de transición,
práctica de danzas folclóricas en el ámbito es decir, del tradicionalismo cerrado y
urbano, he tomado como base la definición que espontáneo al fenómeno masivo abierto y
desarrolla Carlos Vega acerca del tradicio- comercial. Entonces a través de la lectura
nalismo 1. Vega señala que el tradicionalista “se meticulosa de esta fuente de información
manifiesta en plenitud cuando, después de podríamos aproximarnos a las inquietudes de
aceptar la decadencia o la desaparición de cosas los aficionados de las danzas folclóricas en
o actividades de antaño, toma por modelo a los aquella época.
diversos grupos sociales históricos que las
animaron y se entrega a la empresa de Foro: primera etapa de Danzas Nativas
vivificarlas en sí mismo y en su contorno” (Vega
1981: 8). El desarrollo del movimiento La revista Danzas Nativas se publicó entre
tradicionalista argentino se divide en dos julio de 1956 y mayo de 1958 y se llegó a editar
períodos, según este autor. El primero se inicia hasta el número 20. A pesar de su corta vida,
con la aparición del Martín Fierro que luego la revista Danzas Nativas es una publicación
generó una serie de producciones y actividades muy original y valiosa dedicada al tema de
tradicionalistas cuyo centro fue Buenos Aires; danzas criollas. El director de la revista Pedro
el segundo, después de haber decaído el Berruti (1914-1986) era educador, empresario
primero con la Primera Guerra Mundial, surge y autor de varios libros. Entre sus obras, la
desde las provincias con la llegada del conjunto más conocida Manual de ingreso en 1er año 2 es
de Andrés Chazarreta a Buenos Aires (Vega una publicación de larga vida que lleva 85
1981: 95). Es decir, el viejo tradicionalismo ediciones hasta el día de hoy. Luego el Manual
porteño decae en la década del 1910 y luego de danzas nativas que se publicó en 1954 y lleva
resurge con los nuevos que provienen del ya 17 ediciones, es también un longseller del
interior del país. que se vendieron más de 70.000 ejemplares por
Vega no pudo escribir mucho sobre el todo el país, según el cálculo de la editorial 3 .
segundo período del movimiento tradicionalista Berruti se recibió de Maestro Normal
debido a su muerte prematura. Después del Nacional en 1935 y luego se especializó en la
éxito de Chazarreta y de Gómez Carrillo, a los educación física recibiendo en 1938 el título de
que se refiere Vega, pasaron muchas cosas. Profesor Normal de Educación Física Nacional.
Además del aporte de los artistas provincianos Se dedicó a la docencia por un tiempo, pero
que llegaron a la capital, la educación pública luego de obtener ganancias con sus libros,
del Estado fue un factor muy importante para estableció una empresa editorial con la que
crear un clima favorable al resurgimiento del publicó varios libros. Con respecto a las danzas
tradicionalismo. Desde la década del 1920 el criollas, es muy probable que hubiera tomado
nacionalismo cultural va ganando terreno poco interés en ellas por su perspectiva educativa
a poco hasta que culmina el proceso bajo el durante el estudio en el Instituto Nacional de
gobierno de Perón. La incorporación del Educación Física o en sus días de maestro de
Folclore como materia optativa, fue un estímulo las escuelas primarias. Sin embargo, se
grande para los docentes que tomaron desconoce cómo se hubiera contactado con el
conciencia de que el cultivo de música y danzas ambiente de los tradicionalistas en los 40.
criollas podrían ser actividades propicias para Manual de danzas nativas es un libro que
sus alumnos. Por otra parte, la inmigración merece un análisis minucioso pero en razón
masiva de los provincianos hacia la zona del del límite de espacio me apresuro a decir que
Litoral fue otro factor coadyuvante. su originalidad consiste en el peculiar modo de
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ahora, con la premisa de cimentar la base de 5: 68). Entre las respuestas, el tono
la cultura nacional mediante el estudio del prevaleciente era que no había que llamarlas
folclore. De modo que éste se vuelve más “folclóricas” y la mayoría de los encuestados
esencialista comparado con la vieja modalidad manifestaron más bien indiferencia a la
que era más performativo vinculado a la repre- pregunta. Únicamente José A. Lojo Vidal,
sentación teatral. Curiosamente la revista destacado bailarín y profesor de danzas, abogó
Danzas Nativas busca el equilibrio entre el por la iniciativa sosteniendo que cada época
tradicionalismo del primer período y las nuevas forja una nueva tradición como vehículo de las
inquietudes folclóricas. Mientras los artículos relaciones sociales y culturales (Danzas
sobre el folclore científico suministrados por Nativas, núm. 5: 18). En el lado opositor, Luis
la joven investigadora Dora J. Ares de Parga López Delgado, un viejo tradicionalista porteño
otorgaban prestigio al contenido de la revista, que dudaba de la validez de las danzas nuevas,
los testimonios de los viejos tradicionalistas señalaba que las creaciones de autor conocido
también servían para dar sustancia a la persiguen el lucro, la ganancia fácil y los
continuidad de una práctica cultural. derechos de autor, y criticaba el comercialismo
Como se ha señalado anteriormente, otra en el ambiente (Danzas Nativas, núm. 6: 30).
característica notable de la revista Danzas Justamente la polémica sobre las danzas
Nativas fue el intento de crear un espacio de nuevas debe ser comprendida en relación con
opiniones. Berruti solía contestar las cartas que el deseo de conservar la coreografía tradicional
le eran dirigidas una a una y trataba de crear en cuanto fuera posible. La 2ª pregunta sobre
un foro de opiniones entre los aficionados a las el palmoteo en la introducción de las danzas y
danzas folclóricas. Y de ahí surgió la idea de la 4ª sobre el zapateo o repiqueteo en la Zamba
realizar encuestas “sobre la actualidad en el conciernen a la inquietud de conservar lo
mundo de las danzas y el folclore”. Entre el tradicional. Con respecto al palmoteo 6 sobre
núm. 5 y el núm. 8 de la revista se publicó una 8 encuestados contestaron negativamente,
serie de respuestas al cuestionario elaborado aunque hubo una referencia a la variedad
por la redacción. En estas respuestas, 8 en total, regional y otras observaciones un tanto
expusieron sus ideas algunos conocidos permisivas considerándolo como una modalidad
tradicionalistas y folclorólogos, 4 . Las cinco nueva en el salón urbano.
preguntas formuladas por la Dirección La misma tendencia se manifestó en las
correspondían a las opiniones polémicas del respuestas a la pregunta sobre el zapateo y
tradicionalista Víctor Jaime Freire mani- repiqueteo en la Zamba. 4 sobre 8 lo rechazaron
festadas en su artículo publicado en el número tajantemente sosteniendo que no correspondía
4 5 . Entre las preguntas, la 1ª y la 3ª se solicitan a la modalidad tradicional de esta danza. Sin
opiniones acerca de la nueva experimentación embargo 5 admiten que existen modalidades
dentro del marco del tradicionalismo. De la regionales que permiten hacer escobilleo suave.
misma manera, la 2ª y la 4ª cuestionan la nueva Lo más irritante para algunos era la
modalidad de interpretar las danzas incomprensión de la Zamba que se caracteriza
tradicionales. Salvo la 5ª que solicitan la por ser suave de cadencia y movimiento.
evaluación de la coyuntura, todas las preguntas Entonces Lojo Vidal criticó el abuso de los
sacan a luz los puntos de discordia en el aficionados señalando que “la zamba no es
ambiente. Por tanto resulta muy interesante danza de aprenderse en cuatro o cinco clases
analizar las respectivas respuestas a la para darle después una ‘interpretación
encuesta. personal’” (Danzas Nativas, núm. 6: 27) y por
La 1ª pregunta era: ¿qué piensa usted de las otro lado Dionisio Chaca opinó que no se debe
danzas nuevas originales? Se refieren a las manejar el pañuelo en un continuo revoleo
danzas creadas por autor conocido en base a la “como para espantarse las moscas” (Danzas
rítmica y elementos coreográficos criollos. Nativas, núm. 7: 31). De todos modos resulta
Sobre el particular, Berruti, quien era autor claro que en los salones urbanos se observaban
de la danza La mañanita, tomó palabra en el algunas modalidades nuevas que causaban
acto del estreno de la dicha danza y sostuvo disconformidades a los ojos de tradicionalistas.
que “la aparición de las danzas nuevas es un
signo de progreso en el movimiento tradi- La 3ª pregunta era: “nos agradaría conocer su
cionalista sin que ello signifique el reemplazo opinión sobre la ejecución de nuestra música
de auténticas piezas” (Danzas Nativas, núm. con instrumentos metálicos de viento”. Éste
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parece haber sido un tema de controversia de grandes salones”; 2º, “permitirá a todas las
la época. Según Víctor Jaime Freyre, algunos grandes orquestas, que hasta ahora se dedican
músicos como Waldo de los Ríos o José María a cultivar otros géneros, interpretar nuestra
de Hoyos experimentaban orquestaciones no música nativo-popular dignamente”; 3º, “se
tradicionales con el fin de universalizar la verán obligadas a incluir entre sus elementos
música folclórica argentina. Sobre todo la a los músicos especializados en nuestro
iniciativa por José María de Hoyos de aplicar folclore”; y 4º, “la posibilidad de trabajo se
instrumentos metálicos de viento, tipo Jazz extenderá sin duda hacia el cine, radio,
Band, en la ejecución de la música folclórica y televisión y grabación de discos, en una forma
el tango causaba tanto aplausos como mucho más amplia que la lograda hasta el
negaciones (Danzas Nativas, núm. 6: 47). presente” (Danzas Nativas, núm. 6: 45-46).
En el número 4 de Danzas Nativas, citando Entre los 8 encuestados, 5 rechazaron la
a Vega, Freyre lo criticaba de la manera propuesta de De Hoyos más o menos con la
siguiente: misma argumentación que la de Freyre. Uno
dio voto blanco porque no lo había oído.
“...dicho uso, que quita fuerza a nuestra Únicamente Lojo Vidal admitió la iniciativa de
música, no nos es familiar auditivamente. De Hoyos como una inquietud artística de
Que el oído nacional, el oído folclórico, el adecuar instrumentos no folclóricos a la música
oído familiarizado, lo rechaza” (Danzas vernácula y sugirió que debería persistirse en
Nativas, núm. 4: 61). esa ambición o idea, “ya que no significa esto
destruir lo otro, lo tradicional, pues el tronco,
la raíz es esto último” (Danzas Nativas, núm.
Ante esta crítica José María de Hoyos se
5: 19). Sin embargo, con respecto al gusto en
defendió publicando una nota extensa para
las orquestaciones, recomendó “extraer de cada
subrayar los propósitos y méritos de su
instrumento los matices agradables al oído del
experimentación. De Hoyos, quien se define
oyente y se debe saberlos combinar entre sí”
como intérprete de la música nativo-popular,
(Danzas Nativas, núm. 5: 19).
opina que para universalizar su contenido hay
Isabel Aretz manifestó otra opinión de la
que salir del “localismo” e introducir los
misma índole como lo muestra la siguiente cita:
instrumentos de viento, para llegar a competir
con la música foránea (Danzas Nativas, núm.
“Para mí o el folclore se presenta lo más
6: 43):
fielmente posible, o se crean expresiones
inspiradas en folclore, de gran nivel artístico”
“ (...) ha llegado el momento de perfeccionar (Danzas Nativas, núm. 8: 27).
la música nativo-popular en tal sentido,
fundado en que son ésos los instrumentos Merece la pena una reflexión sobre esta
que, por constituir el elemento impres- tendencia negativa a pesar de los supuestos
cindible en todas las orquestas del mundo, méritos que subraya De Hoyos. En la década
imponen músicas de otros países, como ser: del 50, el ritmo enérgico del Mambo colmó la
mambos, bugui-buguis, boleros, baiaos, cha- pista de baile del sonido estridente de
cha-chaes, etc., en una proporción mucho instrumentos metálicos de viento. Pérez Prado
mayor que la nuestra, sujeta siempre al visitó Buenos Aires en 1952 6. Por lo que el tipo
reducido perímetro de su frontera, sin de orquestación que utilizaba De Hoyos era
posibilidad alguna de que puedan asimilarla muy familiar entre los argentinos a través del
las más diversas culturas” (Danzas Nativas, furor del Mambo. Aunque no había ninguna
núm. 6: 43-44). prueba certera de que los tradicionalistas
pensaran que el Mambo arrinconara las danzas
Es muy curioso ver que De Hoyos es nativas, lo que sí era cierto, era que el sonido
partidario de la libre circulación de tipos de los instrumentos metálicos de viento se
musicales. En un sentido es precursor de relacionaba con la música y bailes foráneos. En
economistas neoliberales y propone aumentar el número 3 de Danzas Nativas se publicó una
la competitividad de la música doméstica carta al director de un joven tradicionalista que
mediante el uso de los instrumentos de viento. se lamentaba de la falta de interés a la música
Como sus méritos señaló que: 1º, “son vernácula. En la parte final de la misma se lee
fácilmente audibles en locales abiertos o lo siguiente:
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amerita otro estudio que se focalice en las convirtió en el lenguaje común de muchos
causas del divorcio entre profesionales y provincianos trasladados a Buenos Aires.
aficionados. Por otra parte, es necesario Acumular datos empíricos acerca de las
estudiar la actividad de los provincianos peñas y academias existentes es otra tarea a
residentes en Buenos Aires que tampoco están seguir a gran escala en todas las ciudades de
presentes en la revista. Solamente músicos y Argentina e inclusive de los países limítrofes.
profesores provincianos que actuaron para Para llevar a cabo ese objetivo es necesario
beneficiar el ambiente tradicionalista dejan contar con la colaboración de muchos colegas
rastros de existencia, pero no hay nada del por lo que espero que haya logrado causar
Chamamé, la danza que, según Pujol, se alguna resonancia entre los lectores.
Notas
1
Carlos Vega, Apuntes para la historia del 4
Se publicaron las contestaciones de las siguientes
movimiento tradicionalista argentino, Buenos Aires: personas: Lázaro Flury, José A. Lojo Vidal, Ñusta de
INM, 1981. Piorno, Luis López Delgado, Nicandro Reyes, Dionisio
Chaca, Isabel Aretz, y Justo P. Sáenz (h.).
2
Actualmente se titula Manual de ingreso al 3er
ciclo de la EGB. 5
“La tradición folklórica debe respetarse como la
historia misma”, Núm 4, pp. 59-61.
3
Las cifras y los datos biográficos de Pedro Berruti
fueron ofrecidos por la Editorial Escolar (Vidal 2650, 6
Pujol, Sergio, Historia del baile: de la milonga a la
Capital Federal, tel. 4543-4141). disco, Buenos Aires: Emecé, 1999. Pp. 238.
Bibliografía
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música popular en La Pampa. Santa Rosa, FEP. milonga a la disco. Buenos Aires, Emecé.
MCBEE, Randy D. (2000) Dance Hall Days: RUSSO, Ismael, y Héctor MARTÍNEZ GARCÍA,
Intimacy and Leisure among Working-Class (2005). Diccionario del quehacer folkfórico
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London, New York University Press.
SARAVIA, Juan Carlos (2002). Memorias de un
PORTORRICO, Emilio Pedro (2004). Diccionario chalchalero. Buenos Aires, Editorial Sudamericana.
FEFGDG
Revista de Investigaciones Folclóricas. Vol. 21: 47-60 (2006) Página 47
Pesebres y adoraciones:
lo ancestral en el contexto de
la modernización de los rituales
Angélica Quiroz*
el uso de papel maché, telas y vellón, cartón, devoción e institucionalización operan conjunta
plástico, etc. Las figuras representan a la y separadamente, como formas de aproximación
mayoría de los actores que participan del y distanciamiento de una costumbre que
nacimiento de Jesús. Pastores, ángeles, la demanda una actitud mística pero, a la vez,
Virgen María, San José, los Reyes Magos, el pragmática. Esta última intensificada por la
burro, la vaca, las palomas, las gallinas, los intervención de nuevos actores sociales cuya
ciervos y cualquier otro animal, salvo actividad se ha incrementado, especialmente a
serpientes o reptiles, considerados malditos partir de la declaración como Patrimonio de la
según la tradición cristiana 3 , comparten la Humanidad de la Quebrada de Humahuaca en
escena divina. En las representaciones, se el año 2003, punto de partida para la difusión,
destaca la imagen del Niño Dios; de una en eventos, de la conservación y preservación
dimensión superior a la de las otras. Está de la cultura para la afirmación de la identidad.
ubicada en el centro del pesebre; recostada en Las convocatorias para llevar al Niño Dios
una cuna, catre, moisés o cesto que facilita su o las representaciones de los adorantes en
traslado posterior en los recorridos para entornos diferentes de los acostumbrados por
“visitar” a otros pesebres o participar en los devotos - como casas de familia, de parientes
encuentros organizados por las instituciones o amigos, y a las parroquias o iglesias cercanas-
oficiales. ahora parten frecuentemente de los respon-
La escenografía se monta según la dispo- sables de las instituciones públicas, quienes
nibilidad física de la casa, generalmente, en un deben cumplir los objetivos trazados por las
lugar amplio y destacado de la vivienda. Se debe políticas culturales de gestión. Si bien estos
facilitar el acceso para los que deseen lineamientos ya se encuentran en la
contemplarlo y para el despliegue de la Constitución 5 de la Provincia de Jujuy del año
coreografía de las danzas de los adorantes. 1986, no existe hasta el año 2002, un
Comúnmente, se elige un patio central con compromiso económico sustentable que
techo o se lo aprovisiona con él o, un garaje, promueva su ejecución 6 . La trascendencia
con salida a la calle. En los diseños del paisaje internacional de la “Declaración”, proba-
del pesebre, se observan lugares con variados blemente conduzca a los gobernantes a adoptar
accidentes geográficos, que hacen del terreno medidas tangibles para promover este punto
que se proyecta, un espacio con relieves de la política estatal cuya repercusión supera
atractivos para su contemplación, como el territorio nacional.
montañas, ríos con puentes, grutas, salientes, En esta etapa de transición en la toma de
huaicos 4 , valles, etc. Se ubica en un mesón o, decisiones para el afianzamiento de una política
en su defecto, y por las dimensiones de su cultural, la necesidad de constituir un grupo
armado, que, inclusive ocupa la pared como de identidad referencial, por parte de los
parte del decorado, a modo de bóveda celestial, actores que la promueven, cobra relevancia en
en el piso del recinto. Jujuy. Esto se evidencia en la participación
En todo este complejo figurativo deno- cada vez más activa de sus representantes en
minado “pesebre”, el esclavo combina, en un todo evento que propicie la “revalorización del
paisaje alegórico, los personajes seleccionados patrimonio cultural”. La intervención en la
y su disposición en el escenario con el fin de mayor cantidad de “espectáculos” organizados
expresar su profunda devoción cristiana y por las instituciones públicas (y por ende
mantener una tradición sostenida, por gene- políticas) se interpreta, en el interior de esos
raciones, en su familia. g r u p o s 7, c o m o u n r a s g o d e p e r t e n e n c i a
inherente a su función social y que debe ser
Fundamentación respetado por el responsable de toda expresión
cultural (“esclavos”, “pasantes” 8 , jefes de
En el noroeste argentino, el armado del comparsas, encargados o presidentes de
pesebre y la adoración del Niño adquieren asociaciones gauchas, delegados escolares,
connotaciones particulares a partir de la etc.).
declaración como Patrimonio de la Humanidad La actuación, exposición o escenificación del
a la Quebrada de Humahuaca, punto de partida pesebre que, traspasando los límites familiares,
para la difusión, en eventos, de la conservación íntimos o barriales, interviene en contextos
y preservación de la cultura para la afirmación institucionalizados - en los “encuentros”,
de la identidad. En estos nuevos contextos, “concursos”, “muestras” de pesebres y
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con ponchos, pantalones yutos 22 , sombreros la arcilla, la lona, el papel madera, témperas,
ovejeros y una chuspa 23 que le cruza el pecho; hojas, corteza de árboles, arena, agua, etc. Se
las mujeres con polleras de barracán y ojotas 24 . establece una relación de causa-consecuencia,
La escena se completa con guanacos, llamas, entre los objetos y el fin para el que se los
ovejas, cabras, situados en un paisaje de emplea, ya que su parentesco, parecido o
topografía árida que representa la puna jujeña familiaridad con aquello que se quiere
y donde la vegetación se reduce a cactus y tolas. representar, motivará su incorporación en la
En algunos, además suelen incluirse vasijas composición. Por ejemplo, las lonas, por su
como yuros 25 o virques 26 . tono, marrón, ocre o verde oliva, pueden
Estos lugares de concentración turística semejar sin gran esfuerzo en la modificación
“deben” mostrar lo que distingue, lo que de su textura o color, un monte o una montaña;
“representa” a la cultura anfitriona, por ello la arcilla tampoco precisa una elaboración
además de exponer un motivo simbólico de la compleja para su transformación en chozas o
cultura cristiana, “venden” un producto de la lomadas.
cultura local no solo en la fisonomía del Estos elementos, en otros casos, como por
“hombre” puneño (“jujeño”) sino también en sus ejemplo en las letras de los villancicos
costumbres, en su indumentaria y además, la tradicionales refieren a símbolos ya adheridos
obra artesanal (tallado en madera o modelado a la actividad manual del armado de pesebre.
en cerámica) impresa en esas mismas Así surge de la lectura del villancico El pesebre
producciones. más lindo:
Sin embargo, los “esclavos” de pesebres
barriales o de tradición familiar, se enor- “Un lindo pesebre quiero fabricar.
gullecen al mostrar un “Niñito” cuyo origen, Para que celebren esta Navidad
generalmente refieren, es de España, Cuzco o Cajones y ramas necesitará,
Bolivia. La mayor parte de esos “Niños-Dios” Pintura y lonas y un rubio bebé” 27
representan la fisonomía del hombre de raza La posibilidad del concepto “lindo” se
blanca o aria (rubios, ojos celestes, cabello
encuentra en relación directa con los
rizado, tez clara) así como del resto de los
elementos necesarios para la “fabricación”, en
integrantes de la escena divina. En estos casos tanto que cada uno de éstos y en su conjunto,
la representación simbólica de la devoción
representarán la “artificialidad” (objeto creado,
cristiana se reduce a la posesión de un “Niño”
alterado o modificado por la mano del hombre)
que ha permanecido, por generaciones, en el en una relación directa y no de causa-efecto
seno familiar y al que se le atribuyen, al menos
como sería en el primero de los casos. Para
en el interior del grupo, dones milagrosos.
hacer un pesebre “lindo” se necesitan esos
También operan como símbolos de la elementos. La belleza o la fealdad, en tanto
festividad cristiana, no vinculados precisa-
cualidades unívocas adjudicables al símbolo
mente con una concepción antropomórfica de
pesebre, conlleva la existencia (apronte o
la Navidad o del origen milagroso o, al menos ausencia) de tales objetos.
misterioso, de la aparición del Niño Dios en el
No sucede lo mismo con la eficacia, y no
grupo familiar o en la comunidad, las boas de
connotación del término fabricar, que remite a
papel brillante y verde, las luces, la corona de la artificiosidad (hechura, fabricación en la que
adviento, etc.
interviene la imaginación o el ingenio del
hombre) y está en relación directa o analógica,
b. Plano pragmático y no derivada, de los elementos.
No llegan a constituir símbolos más que en tamientos. De este modo, las características no
un conjunto armónico y según la disposición establecen diferencias taxativas, sino que
que le adjudica el armador del pesebre. abordan ambos aspectos en función de cada una
de las actuaciones en el ritual.
-Elementos híbridos Para este análisis es necesario considerar
N o s e e n c u e n t r a n e n r e l a c i ó n c o n l o s que las funciones sociales, en tanto actuación,
anteriores, ya que están “adjuntos” al pesebre no se resuelven solamente desde las teorías de
y no cumplen en él una tarea simbólica sino l o s c o m p o r t a m i e n t o s h u m a n o s c o m o l a
q u e d e p e n d e n d e u n a r e l a c i ó n c o n e l Antropología Social, la Etnografía del Habla o
interpretante, que le la Sociología, sino que
adjudica una función. además, se pueden
Están condicionados articular otras teorías,
por el uso que se hace ya que el esclavo o
de ellos y no por su responsable de pese-
calidad representativa: bres, en tanto actor
enchufes, sillas, ollas, social, cumple funcio-
cables, diario, repasa- nes que revelan otras
dores o rejillas, bolsas preocupaciones como
de plástico y aguayo. por ejemplo la provi-
Objeto social “devo- sión de recursos para
to-esclavo” que su actuación se
El análisis de los concrete. Por ello, en
comportamientos del tanto actuación ges-
devoto o esclavo parte Foto l: tora, una visión desde
Pesebre El Niño Salvador perteneciente a la Familia
del análisis del dis- las Ciencias de la
Aliaga del Bº Alberdi de San Salvador de Jujuy, Jujuy
c u r s o d e l a s e n t r e - Elementos primarios: cartón, témperas, lonas, etc. Administración Insti-
vistas con especial tucional que abarque el
atención a aquellas área de la gestión de
Foto Il:
intervenciones, res- los recursos financie-
Pesebre El Niño Salvador perteneciente a la Familia
puestas o acotaciones Aliaga del Bº Alberdi de San Salvador de Jujuy, Jujuy ros y humanos, permi-
orientadas a su fun- Elementos híbridos: cables, enchufes, diarios, ollas, t e u n a c e r c a m i e n t o
c i ó n e n c a l i d a d d e sillas, etc. que puede completar
“gestor de recursos” al la interpretación de su
decir de las teorías quehacer 28 .
administrativas orga- La gestión de los
nizacionales. recursos orienta las
Las entrevistas funciones de los “ges-
permiten identificar tores” 29 para cumplir
frecuentemente la au- cuatro objetivos: pro-
torreferencia a su mover, facilitar, redu-
función simbólica y de cir y contribuir.
gestión de recursos
económicos. En este El “esclavo-devo-
sentido se evidencian to” es promotor
insistentes acotaciones Desde una aproxi-
que permiten recons- mación conceptual
truir una: genérica la promoción 30
-Autopercepción de la función simbólica está vinculada, según la cuarta acepción del
-Autopercepción de la función gestora DRAE, en el caso puntual de los esclavos a un:
(pragmática)
Ambas funciones se interconectan y actúan “Conjunto de actividades cuyo objetivo es dar
alternada o simultáneamente, sin embargo, el a conocer algo o incrementar sus ventas.”
límite está dado en cada uno de los planos: de
devoción cristiana o de gestión de recursos en La acción de dar a conocer se corresponde
l o s q u e e x p l i c a c a d a u n o d e s u s c o m p o r - con el de exhibir, y el vender será siempre en
R.I.F. 21, 2006 Página 54
su referente: despertar interés, convocar, desde un compromiso con las modernas pautas
lograr la participación. Se vende también un de actuación social. Esto sucede en la
nombre y un estilo. Es frecuente escuchar “este madrugada del Día de los Reyes Magos, el 6 de
pesebre es muy conocido”, “los chicos son muy enero, cuando los niños reciben los regalos y
mimados”, “el pesebre de los Maldonado, como un modo de compartir su alegría con el
Jurado, Tolaba, Aparicio” etc., “los chicos nos Niño le ofrecen sus juguetes:
buscan solos”, “lo padres se acercan con sus
hijos y éstos con los nietos y así, por “Las noches de adoración culminan el día
generaciones”. Se vende un prestigio, una de Reyes (6 de enero), y es en esa fecha donde
trayectoria, una tradición. algunos niños como costumbre llevan hasta
La promoción en tanto función co-gestora el Pesebre de los más variados juguetes, por
de la simbólica orienta una actuación de
eso no es extraño ver escenas singulares
acuerdo con las demandas del grupo. Hay
como autitos detrás de José, tampoco es
pautas preestablecidas que, a la manera de los
extraño encontrar un ejército de soldados en
“ r i t u a l e s i n s t i t u c i o n a l i z a d o s ” 31, d a d o u n
la recreación del Nacimiento en Belén, que
contexto, exigen un determinado compor-
no fueron puestos con ninguna mala
tamiento: “un deber ser”. El ritual de prepa-
intención, sino con el buen sentimiento de
ración inherente al de institución aparece
los niños al querer realizar una ofrenda para
incorporado en la actuación habitual a partir
de las nuevas propuestas del ritual de la el niñito Jesús.” 32 (El pesebre de Jurado,
adoración: convocatoria, uniformes, coreografía familia de Perico)
y música, ornamentación, alimentación, todos
vinculados con una necesidad aún no cubierta No obstante, cuando los elementos son
sino de gestión futura. escasos se los debe comprar en los negocios:
La promoción se vincula con la satisfacción Ante la pregunta: ¿Cómo se llegó a poseer
del objetivo: “la búsqueda de recursos: la un pesebre tan grande?, ¿quiénes colaboran en
gestión financiera como ritual subyacente pero su provisión o mantenimiento?, responden:
no menos relevante.” Lo financiero no siempre “Nosotros los compramos, a veces se pierden…
es operativo. Encauza una tensión que responde casi siempre los compramos nosotros” (MA)
a los modernos lineamientos de la exposición. Más adelante la informante aclara que
El pesebre se muestra, se expone, es para la dispone de su jubilación para hacerlo, lo cual
gente, para su contemplación. Para exhibir es da cuenta de la responsabilidad adicionada a la
necesario poseer, como primera condición. La función simbólica del “esclavo”. Lo financiero
exposición implica una contemplación, visión, también es un requisito indispensable para el
deducción, apreciación, es decir un modo de agasajo, en agradecimiento a la participación
interpretar esa realidad. de los niños con su adoración.
La posesión debe responder a las exigencias Es necesario un asistente financiero,
de la demanda y la demanda, en el decir de los entidad humana, acción, previsión, presu-
informantes ocasionales, está vinculada con la puesto, etc. que, al decir de A. J. Greimas
extensión (tamaño del espacio destinado para constituye el “actante adyuvante” 33 de todo
el pesebre), cantidad de imágenes (figuras) o, comportamiento. El devoto cuenta con infinidad
al menos, las necesarios para representar el de recursos; uno de ellos es la providencia.
pesebre y la complejidad de su infraestructura: Dentro del rito de “preparación” se pueden
el Niño Dios, María, José, Los Reyes Magos, mencionar los compromisos de los prome-
los pastores y los infaltables animales en su santes, los ofrecimientos de padrinazgos o
variedad e insospechada inclusión (caracoles, madrinazgos periódicos que solventan, de un
peces en paisajes desérticos, osos, jirafas, etc.) modo ocasional, los gastos, productos de la
en las más variadas como originales esceno- exhibición. La categoría actancial ‘adyuvante’
grafías. Muchas veces los gestores son los versus ‘oponente’ consiste en aportar la ayuda
propios niños quienes incorporan juguetes de operando en el sentido del deseo, o facilitando
su edad y preferencias. la comunicación”.
De este modo, se puede observar un La promoción financiera es el correlato de
sincretismo entre lo moderno y lo tradicional: la función simbólica del esclavo o devoto: Dios
lo profano y lo sagrado dentro de una siempre lo ayuda, aún en los momentos más
cosmovisión que privilegia la devoción pero conflictivos, críticos o de absoluta carencia:
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“ y a mí el Niño de no darme me dice mirá: Obsérvese que existen tres estrategias para
esto me has pedido, tomá. Ni me falta que justificar el acto:
me diga…Sí porque hoy día, a veces la
situación económica. Mi marido hace dos a. Duda: mediante el empleo del operador
años estaba sin trabajo, con dos chicos en “por ahí” que remite a “quizás” o “tal vez”.
Córdoba, yo jubilada y no me alcanzaba para Tampoco la acusación está direccionada:
nada…para nada…Me ha hecho tanto probablemente los chicos no sean los
milagros…Faltaba que me diga calmate culpables: “viene la familia, los amigos, etc.
Clara, tomá…Por eso yo le digo, tengo una b. Equilibrio: hay una ida y vuelta: “sacan
fe…me hace ver y me hace sentir que él está pero también donan”
conmigo. Entonces cómo no devolverle con c. Causa Consecuencia: el pesebre es
pequeñas cosas…” 34 público, por ende “es de todos”. Si es de
todos, se las pueden llevar (a las imágenes);
La retribución siempre es mutua. El no es una falta.
“esclavo-devoto” mantiene una transacción
simbólica unívoca aunque siempre deficitaria El “devoto-esclavo” permeabiliza la parti-
para la magnanimidad de Dios. cipación de todos. No hay restricciones. Al igual
que Dios en la cruz, con Él están el ladrón y el
El “esclavo-devoto” es facilitador
probo, salvando las distancias. Así entiende su
La participación de los otros es importante
oficio y de ese modo lo expone, lo actúa.
para el gestor desde el momento en que su
trabajo implica una “puesta en escena” y por lo
El “esclavo-devoto” es reductor
tanto constituye una tarea pública. Los
La tolerancia lleva a otra característica de
elementos que se disponen en el pesebre son
la función gestor del “esclavo-devoto”: la
también públicos, por estar expuestos y la
reducción. Como consecuencia de lo anterior,
“sustracción de las imágenes” (robo) es un
la facilitación implica también reducir que es
factor potencial que ellos no desconocen.
también trastrocar por algo equivalente Desde
Tampoco desconocen los riesgos que implica
la semiótica de los comportamientos reducción
una “denuncia (no institucional) o mani-
es nivelación y la nivelación opera en el orden
festación expresa por el robo” La sospecha
de la igualdad.
genera incomodidad y ésta, a su vez, remite a
La noción opera desde la concepción
la negación o a la “no participación” para evitar
religiosa que han retomado numerosos autores
esa percepción. La “ausencia” de un compor-
cristianos: San Agustín, Santo Tomás, Santa
tamiento esperado sustituye, en otro momento
Teresa y de cuya tradición literaria ha dado
de la interpretación a una “falta de operatividad
cuenta la liturgia de la Iglesia Católica.
en la resolución de estos casos”.
Desde el efecto contingente: malestar o
La inoperancia no debe subsumir el nivel
incomodidad por sospechas o acusaciones la
simbólico de la función actancial “devoto-
reducción también implica un aditamento del
esclavo”. Es ésta última la que debe abarcar a
plano simbólico: ser “devoto-esclavo” comporta
la primera, por ello, en el pesebre, todo se
modos cristianos, nobles y piadosos.
justifica, se entiende y se tolera. Es una
vocación superior, enaltecedora. Así lo explican
El “esclavo-devoto” como contribuyente
las informantes:
Por último, la operación contribución es la
“Por ahí, a lo mejor, hay chicos que agarran característica primordial de la función social
y se lo llevan (imágenes de animalitos y del gestor. Es la más rica en su análisis ya que
otras) …entonces por ahí desaparecen los opera en función de tres objetivos siempre
animalitos (del pesebre) y hay chicos que desde el plano “función social”
también vienen y ponen los animalitos…Pero
casi siempre los compramos nosotro’. a. Ética
Cuando vamos armando y vemos que está b. Jurídica
casi vacío, por eso se llevan los animalitos. c . Financiera
Y…no se puede prohibir porque esto es
público. Viene la familia, vienen los amigos a. Función social ética
y bueno y así desparecen los animalitos, las La contribución, también promoción ética,
cosas que se ponen en el pesebre…” 35 se resuelve al nivel de la organización. Ésta
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implica una estructura y por ende, opera por el grupo de pares y que éstos, a su vez,
niveles relacionales, verticales u horizontales. modelicen la función social: ser puntero es
La democratización de cada uno de los procesos gozar de un respeto, tener don de mando, ser
que involucra el desarrollo del ritual es responsable y fundamentalmente devoto. No es
fundamental. diferente en las organizaciones estatales ya
En un pesebre existen estas categorías. Hay que:
adoradores en su fase inicial: pequeños niños
(de l a 5 años) que son traídos por sus padres, “El desempeño superior depende de un mejor
adoradores “retirados” pero no desvinculados uso de los recurso existentes y de los
de su función social: conocimientos y destrezas del personal” 39
“Hay generaciones enteras que vienen a A pesar de su escasa formación las “devotas-
adorar. Los chicos se van haciendo grandes esclavas” conocen este proceder y lo ejercitan.
y traen a sus hijos… ¡y adoran con ellos!” 36
(CM) b. Función social jurídica
La contribución jurídica es inherente a toda
Los grupos se constituyen por edades y según organización. Para que ésta exista es necesario
la antigüedad van ocupando cargos o la regulación de los actos. La semiosis
constituyendo grupos: “organización” apela a una estructura y su
relación es siempre normativa, no caótica,
“Hay dos punteros (para ochenta y cinco porque de este modo, dejaría de serlo. La
chicos). “…están formando dos grupos, tautología “organización jurídica” alude a una
porque hay grupos de más adolescentes: de clasificación tipológica más que a una
quince más o menos a doce. Y después hay definición. Las reglas están determinadas, en
chicos más chicos,…y esos ya son chiquitos tanto ritual, de un modo implícito. Probable-
de entre once años que ya dirigen al segundo mente, en una fase organizacional primitiva,
grupo…” (por “son dirigidos”) 37 haya sido necesario el reforzamiento periódico
y hasta la instauración de normas deter-
Las informantes entienden que la cons- minadas, por imitación, más que por su
titución por niveles es el mejor modo de condición natural.
desarrollar aptitudes de mando y responsa-
bilidad. La antigüedad en el rol y la experiencia “Yo era madrina. Antes de tenerlo al pesebre,
habilita e impone un comportamiento, el de era madrina. Al terminar el período,
“adulto” y como consecuencia, depositario de nosotros continuamos (solos)…Yo no sabía
una responsabilidad. al principio… Entonces le dije, diganmé ¿qué
“¿Cómo son elegidos los ‘punteros’?” (niños tengo que hacer?, ¿cuáles serían mis
guías o capitanes de grupos) obligaciones como madrina? Porque era la
En este sentido es clara la explicación de la primera vez que amadrinaba a un Niño Y
informante. Se delegan responsabilidades. No bueno consistía en colaborar porque siempre
se violan espacios: el “esclavo-devoto” conoce hay gastos…Que a los chicos, todos los días
el procedimiento y las reglas y “espera” que un refresco…” (MA) 40
éstas se cumplan en el interior del grupo. No
participan, porque saben que lo hacen de ese La persona que se incorpora al ritual sabe
modo y está bien: que debe respetar las normas. En los pesebres
la función “madrina” remite en la informante
“Ellos, los chicos observan el comporta- a un compromiso financiero como ofrenda. El
miento. El respeto que demuestran ellos régimen jurídico es voluntario una vez
mismos hacia la imagen. Qué no va hacer finalizado el ciclo: tres años de madrinazgo,
un chico que sea revoltoso o que no dirija músico, instructor o puntero. El rito de cierre
(don de mando) a los demás chicos. Tiene organiza el ciclo jurídico en el grupo: la
que observar todo eso…” (MA) 38 responsabilidad puede delegarse a otro.
lo son. Las barreras entre las disciplinas pueden ser, a la vez sustentables o provisio-
sociales y organizacionales deben superarse nales.
para aproximarnos al complejo escenario de Cierro este trabajo con una frase del Dr.
las tensiones sociales y completar las Juan Ángel Magariños:
respuestas.
Los datos aportados por el fenómeno social “no existe interpretación verdadera, sino
y logrados mediante las entrevistas, las fotos interpretación coherente con determinadas
y los comportamientos son también “objetos semiosis sociales vigentes, ni interpretación
semióticos” cuyo análisis busca respuestas que falsa, sino interpretación divergente respecto
se reformulan o completan en hipótesis que de determinadas semiosis sociales vigentes.”
Notas
1
“Sicuris: ejecutante de sicu. un gran límite para la aplicación de la legislación
Sicu: origen incierto, probablemente del kechuwa correspondiente y para cualquier tarea que deba
suqus=un tipo de caña o del kechuwa sukai=silbar emprenderse en este sentido.” (Rodríguez y Rivero
musicalmente o del aymara sico=flautillas atadas como 2002:41)
alas de órgano.” (Guzmán y otros 1998: 96).
7
El sentido de pertenencia como afirmación o
2
“Chala: del kechuwa Schalla= hojas y tallos secos negación de las características identificatorias del grupo
del maíz. (Adj.) delgada, seca. Hoja que envuelve la produce su aceptación o rechazo (Blache y Magariños
mazorca del maíz. Ya seca se usa para cocinar, para liar de Morentín 1980:11)
cigarrillos.” (Guzmán y otros 1998: 38)
8
“Y un buen día entre el grupo de familiares que
3
“La maldición de la serpiente”, Génesis 3.14-15; veneraba al Señor se decidió que, de ahí en más, habría
“Los reptiles”, Levítico 11. 41-45. (El libro del Pueblo de de hacérsele una fiesta en su honor para agradecer los
Dios, La Biblia 1993: 33, 151) muchos favores y milagros que les concedía. Año a año,
una pareja unida por matrimonio religioso debe ser la
4
"Huaico: del kechuwa wáy’ko. Quebrada, hondo- encargada de ‘pasar la fiesta’. En el catolicismo popular
nada, cuenca, depresión de la tierra formada por del área andina ‘pasar la fiesta’ implica que el
hundimiento.” (Guzmán y otros 1998: 58) matrimonio ofrendante o ‘pasante’ se han de hacer
cargo de la organización y sufragio de los gastos que
5
“Sección II Cultura, educación y salud pública. demande la fiesta” (Losada 2001:31)
Capítulo I Cultura. Artículo 65. Política Cultural. l. El
Estado debe orientar su política cultural hacia la 9
DRAE (2001): “objeto. (Del lat. obiectus).
afirmación de los modos de comportamiento social que m. Todo lo que puede ser materia de conocimiento o
reflejen nuestra realidad regional y argentina. 2. Para sensibilidad de parte del sujeto, incluso este mismo.
esos fines el Estado: l) Preservará y conservará el 2. Aquello que sirve de materia o asunto al ejercicio
patrimonio cultural existente en el territorio provincial, de las facultades mentales.
sea del dominio público o privado, y a tales efectos, 3. Término o fin de los actos de las potencias.
creará el catastro de bienes culturales; […] 4. El Estado 4. Fin o intento a que se dirige o encamina una
estimulará, fomentará y difundirá el folclore y las acción u operación.
artesanías como factores de desarrollo personal 5. Materia o asunto de que se ocupa una ciencia o
mediante la legislación adecuada.” (Constitución de la estudio.
Provincia de Jujuy 1988: 33) 6. cosa.
6
“La defensa, protección y/o conservación del 10
“…en especial en el caso de los objetos y
Patrimonio cultural arqueológico, en sus diversas comportamientos, habrá que actualizar y utilizar
manifestaciones, es sumamente compleja, ya que si bien (comparando, contraponiendo, transformando) las
hace falta una ‘política de protección y conservación’, distintas semiosis (verbal, visual, comportamental) que
legislación adecuada apoyada por los recursos están vigentes en la sociedad a la que pertenece el
económicos suficientes que permitan su imple- intérprete y, de entre ellas, aquellas de las que tal
mentación, ejecución, seguimiento, para lograr relativos intérprete dispone y asocia como relacionadas con lo
‘éxitos’, hace falta también, ‘conciencia y respon- que percibe.” (Magariños de Morentín 2003: 6).
sabilidad’ de quienes están en los niveles superiores del
gobierno de cada provincia para entender esta 11
“El de Tolaba, en los suburbios de San Salvador de
problemática y además, de la población, en general, Jujuy, es de los más renombrados. Con 109 años de
involucrada. existencia, reúne tradición y belleza.
Entonces, nos queda simplemente, preguntarnos:
¿es posible la aplicación de una ley que contemple una “Su dueña recuerda que, según contaba su abuelo,
problemática de estas características, sin contar con los el pesebre se inició frente a la Plaza Belgrano,
recursos adecuados para hacerlo? cuando eso era un ‘rancherío’, para luego reubicarse
Entendemos que la respuesta no puede dejar dudas en un ‘rastrojo’ en lo que hoy es el cruce de las calles
al respecto, la experiencia demuestra que una legislación Belgrano y Patricias Argentinas…“ (Guzmán y otros
inadecuada y la falta de recursos en general representan 1997:130-131)
R.I.F. 21, 2006 Página 59
12
Compendio de la Calidad (Gobierno de la Provincia para almacenar líquidos, y muy especialmente servir
de Salta 2002:73-78) chicha.” (Guzmán y otros 1998:110)
13
“En el lenguaje espontáneo y ‘mal hecho’, los 26
“Virque: del kechuwa wírk’i. Vaso de boca ancha,
cuatro elementos (proposición, articulación, designación cántaro. De uso frecuente en la vida doméstica tanto
y derivación) dejan entre ellos intersticios abiertos: las para guardar alimentos como para la preparación de la
experiencias de cada uno, las necesidades o las pasiones, chicha. ‘Entierrenmén en un virque, / de chicha o de
los hábitos, los prejuicios, una atención más o menos vino blanco, / Pa’ que me muera contento, / I’ invitar a
despierta han constituido centenares de lenguajes los gusanos”. (copla popular norteña) “(Guzmán y otros
diferentes que no se distinguen solo por la forma de las 1998:107)
palabras, sino, sobre todo, por la manera en que estas
palabras recortan la representación.” (Foucault
27
Villancico “El pesebre más lindo” (Cartilla de
2002:159) Canciones de la Parroquia San Pedro y San Pablo del
Barrio San Pedrito de San Salvador de Jujuy 2004:3)
14
“Puesta en valor: acción de habilitar un objeto o
lugar patrimonial para su apreciación por el público
28
La “violación” de un campo teórico ajeno a los
general. Contempla acciones de interpretación y promovidas por las Ciencias Sociales como aptos para
conservación.” (Programa Nacional de Cultura de la interpretación de los comportamientos humanos
México 2001-2006) encuentra su correlato en la justificación que hace
García Canclini sobre la necesidad de abrir el juego de
15
Ídem 14. la investigación antropológica hacia los campos de
investigación de otras ciencias especialmente cuando
16
Justo Yurquina, 66 años, Pesebre “Niño de Belén” se aborda el ámbito urbano como escenario de inter-
del Bº Los Ceibos, zona sur de San Salvador de Jujuy. pretación: “Las incertidumbres acerca de qué es una
ciudad y cómo estudiarla, compartidas por otras ciencias
17
Mercedes D, 55 años, docente, catequista y sociales, exigen reorientar el conjunto de los estudios
preceptora del IFD Nº 7 “Populorum Progressio-Intela” urbanos. Estos estudios son, por eso mismo, una
de San Salvador de Jujuy. ocasión propicia para examinar las condiciones actuales
del trabajo inter o transdisciplinario, las condiciones
teóricas y metodológicas en las que los saberes parciales
18
Dos tradiciones de Mérida [Venezuela]: El Pesebre
y la Paradura pueden articularse.” (García Canclini 2006)
(http://webdelprofesor.ula.ve/ciencias/lico/Libros/ 29
Programa de Capacitación de la Dra. María Escat
Visitanmerida/Dostradiciones.pdf -)
Cortés, formadora de recursos humanos y management
19
Margarita Aliaga, informante, 56 años, “esclava” en la WEB: //http.Gestiopolis.com
del pesebre Niño Salvador del Bº Alberdi de San 30
DRAE (2001): promoción. (Del lat. promotio, -onis).
Salvador de Jujuy
f. Acción y efecto de promover.
|| 2. Conjunto de los individuos que al mismo tiempo
20
Ante el incremento de la población concentrada
han obtenido un grado o empleo, principalmente en los
en estos núcleos habitacionales y la gran cantidad de
cuerpos de escala cerrada.
pesebres pertenecientes a estos sectores en los
|| 3. Elevación o mejora de las condiciones de vida,
encuentros, este aspecto está siendo analizado en las
de productividad, intelectuales, etc.
entrevistas realizadas a los responsables de pesebres,
|| 4. Conjunto de actividades cuyo objetivo es dar a
en diciembre de 2006 y enero de 2007.
conocer algo o incrementar sus ventas.
21
Mina 9 de Octubre, situada en las Serranías del 31
“Así, el acto de institución es un acto de comu-
Zapla, Palpalá. Esta localidad se encuentra aproxi- nicación, pero de un tipo particular: significa a alguien
madamente a 35 km de San Salvador de Jujuy. En el su identidad, pero a la vez en el sentido de que la expresa
año 1985 la mina fue cerrada y sus pobladores debieron y la impone expresándola frente a todos (kategoresthai,
trasladarse a las viviendas de Alto Comedero. El es decir, acusar públicamente) notificándole así con
informante, Nazario A. Segovia, 56 años, es integrante autoridad lo que él es y lo que él tiene que ser” (Bourdieu
de una banda de sikuris y fue entrevistado el 6 de enero 1999: 81)
de 2006 en la Parroquia San Pedro y San Pablo del
Barrio San Pedrito (zona sur de San Salvador de Jujuy) 32
Dirección de Turismo de la Municipalidad de Perico
(2004) El Pesebre de la Familia Jurado
22 “
del quechuwa yúthu=perdiz […] 3) ropa que queda
corta, más de lo habitual…” (Guzmán y otros 1998:110) 33
“Reconocemos, sin embargo, sin dificultad, dos
esferas de actividad y, en el interior de éstas, dos tipos
23
“Chuspa: del kechuwa ch’uspa. Bolsa tejida, de funciones bastante distintas: I. Las unas que
generalmente destinada a guardar coca. ‘Algunas de consisten en aportar la ayuda operando en el sentido
estas bolsas tienen pequeños apéndices del tamaño de del deseo, o facilitando la comunicación.” (Greimas
una moneda, lo que parece indicar que también 1976:273)
sirvieron y sirven de monederos y para portar el dinero
en papel” (Gisbert, 1992:86)” (Guzmán y otros 1998:48)
34
Informante Clara Maldonado, 50 años, pesebre de
“Los Maldonado” del Bº lº de Marzo de San Salvador de
24
“Ojota: del kechuwa ussut’a=sandalia. Sandalia Jujuy
rústica. ‘Calzado de indios’ (G.P.)” (Guzmán y otros 35
Ídem 19.
1998:75)
36
Ídem 34.
25
“Yuro: del kechuwa yúru=tinaja. Vasija de cuello
largo y estrecho, producto de la alfarería local. Sirve 37
Ídem 19.
R.I.F. 21, 2006 Página 60
38
Ídem 19. 40
Ídem 19.
39
Conceptos desarrollados en la conferencia de la 41
Ídem 19.
Firma Eslab Inter American Development Bank (1999)
¿de burócratas a gerentes? Las ciencias de la gestión 42
Ídem 19.
aplicadas a la Administración del Estado Edit. IDB,
Estados Unidos. 43
Ídem 19.
Bibliografía
FEFGDG
Revista de Investigaciones Folclóricas. Vol. 21: 61-73 (2006) Página 61
Hace ya más de tres décadas que el folclore ha deración el proceso de producción, circulación
venido consolidando un nuevo paradigma de y significación de dichos fenómenos, el sistema
interpretación de la realidad social al munirse de comunicación que generan, las reglas
de un bagaje teórico y metodológico más sociales que ponen de manifiesto, entre otros
afinado, reformulando viejos planteos e incor- aspectos. Las reformulaciones llevadas a cabo
porando nuevos enfoques provenientes de las en la disciplina, y la incorporación de otros
Humanidades y Ciencias Sociales. Todo ello conocimientos, permitieron a los investiga-
facilitó el camino para que los folcloristas dores percatarse de comportamientos folcló-
encauzaran el análisis de los fenómenos ricos en áreas en las que no se habían adentrado
sociales que estudian hacia otras dimensiones, y con orientaciones que aún no habían
que atienden en especial a las relaciones que explorado.
guardan con la vida social de la que se nutren Es dentro de este encuadre folclórico que
y con el contexto en el que se dan. Al enfatizar nos proponemos abordar los procesos comu-
estas relaciones debieron tomar en consi- nicativos de un grupo de mujeres, internadas
diferenciación. El grupo reconoce como propios Silvia: ¿Por qué a veces unas dicen tontita o
algunos comportamientos por estar ellos enfermita?
mostrando su idiosincrasia, y conforme Patricia: Se pone mal la paciente si le decís
consolidan el sentimiento de ajenidad con otros, tontita. Te miran a la cara.
están meramente reafirmando su propia Silvia: ¿No se puede decir eso?
identidad, mostrando, a su vez, la forma en que Patricia: No. Se ponen mal y se van. Si le
el grupo se reconoce a sí mismo como tal. Por decís tontita, se dan cuenta cuando le decís.
otra parte el grupo no construye al azar su Silvia: Y si decís mental bajo ¿se dan cuenta?
identidad diferencial sino que lo hace respecto Patricia: No se ponen mal con eso. Eso no
de otro grupo determinado. Por lo tanto, el le afecta mal. Tampoco le afecta si le decís
mensaje a la par que los identifica, les sirve enfermita. Le afecta cuando le decís idiotita,
para distinguirse de otros grupos con los que porque se da cuenta. Se va despacito,
están en contacto y frente a los cuales les despacito, te mira, te mira y se va.
interesa diferenciarse. A su vez estas interac- Silvia: ¿Pero las mental bajo entienden eso
ciones, ya sean intra o intergrupales, ponen de idiotita?
de manifiesto armonías y conflictos, al mismo Patricia: Sí. ¡Ah no! No se van rápido. Se
tiempo que muestran el modo en que los elabo- van despacito. Te miran, te miran y se van.
ran y eventualmente los resuelven. Desde luego Se dan cuenta. No les gusta que le digan así.
que la identidad no es un conjunto rígido de Silvia: Sí, porque yo nunca oí que alguien
valores, sino que éstos se modifican según el les dijera así. Si vos le decís a las mental
sistema de relaciones que un grupo establece bajo que son idiotitas, ¿se dan cuenta?
con otros y por las influencias que ejercen Patricia: Sí. Porque te miran. La mirada te
recíprocamente unos sobre otros. De manera dice. Y se van.
que diacrónicamente puede ir modificándose la Silvia: Pero algunas ni se pueden ir...
identidad de un grupo ya que es preciso tomar [refiriéndome al caso de las que están en silla
en cuenta el modo en que construye a los otros de ruedas]. Por ejemplo, si yo le digo a
con quienes sucesivamente se relaciona Amirro...[refiriéndome a una paciente en
diferencialmente. silla de ruedas].
Los argumentos esgrimidos por Estela dan Patricia: Te mira, la mirada. Les afecta esto.
cuenta del efecto de significación del mensaje
que emite, puesto que dentro del conjunto de Como vemos Patricia emplea una diversidad
las internas de la Colonia, algunas de ellas se de términos para referirse a las mental bajo,
identifican como aptas para valerse por sus pero el uso que hace de ellos no es indistinto.
propios medios y, al mismo tiempo, diferen- Mientras que enfermita pareciera ser un
ciarse de aquellas otras que carecen de esta término meramente descriptivo de una
aptitud o de quienes manifiestan compor- situación, que se emplea en contextos de
tamientos anómalos, como es el hecho de interacción grupal, los términos idiotita, tontita
hablar solo sin que medie interlocutor alguno. suelen usarse en contextos de privacidad, en
Esta distinción denota que las mental alto, que referencia a una mental bajo ausente y son
también se autodenominan lúcidas o normales, ofensivos. A pesar de que el uso del diminutivo
constituyen un subgrupo dentro del grupo de le quita, en cierta medida, la connotación de
las internas. Mientras Estela se incluye en la insulto, las pacientes pueden sentirse ofen-
categoría de mental alto, enumera las carac- didas, de ahí su uso en contextos de privacidad3.
terísticas que la diferencian del mental bajo. Es interesante destacar que, al decir de
En la interacción con personas ajenas a la Patricia, cuando estos términos son usados en
Colonia, las lúcidas se presentan a sí mismas presencia de las mental bajo, éstas reaccionan
resaltando su capacidad y competencia para airadamente, pero no lo manifiestan verbal-
desempeñar múltiples tareas dentro del espacio mente sino que reprueban silenciosamente
colonial (Balzano 2005). dicha designación, fijando la mirada en quien
La categoría émica de mental alto, a su vez, así las desvaloriza y optan por alejarse de esa
está asociada a los “sanos”, que remite inmedia- menoscabante situación.
tamente a la exclusión de un “otro enfermo” al Muchas de las referencias que dan cuenta
que suelen referirse también como enfermitas, de la “otredad” de las “anormales” están
tontitas o idiotitas. Al respecto nos dice Patri- basadas en la percepción de extrañeza que
cia, una mujer de 54 años, internada a los 33: perciben las mental alto respecto de algunas
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de las que consideran enfermitas. Mientras con En las asiduas charlas que mantuvimos con
un grupo de pacientes relevaba el por qué de nuestras informantes clave, nos llamó la
la inclusión en la mencionada categoría, atención la ausencia de una referencia concreta
algunas de las pacientes señalaban, por a la competencia intelectual de las mental bajo.
ejemplo, “ésas [refiriéndose a las enfermitas] La falta de alguna mención a la capacidad
toman mate con agua fría”. El dato que inicial- cognitiva de este grupo, nos llevó a preguntar
mente podría parecer insignificante no lo es directamente por sus habilidades de com-
dentro del ámbito colonial. El hecho de calentar prensión. Y es Estela quien nuevamente nos
la pava implica desplazarse hasta la cocina y explica:
usar fuego. Por un tema de seguridad, muy
pocas pacientes están autorizadas a hacerlo 4. Silvia: Por ejemplo, Gaetano, ¿te entiende
El comer cosas inapropiadas, tales como cuando le hablás?
colillas de cigarrillos, o comer de la basura son Estela: Sí. ¡Y cómo te contesta! Le decís una
también instancias que ayudan a construir esta cosa y te contesta.
categoría. Al respecto una de las informantes Silvia: ¿Te contesta cualquier cosa o te
comentó: “Te juro por mi padre que es contesta bien?
repugnante”, refiriéndose a una mental bajo Estela: Te contesta bien.
que tenía esta práctica. Silvia: Pero entonces no es bajo, si entiende
El impedimento para entablar lazos sociales y te contesta.
con otras pacientes es otro parámetro que Estela: Sí, es bajo.
tienen en cuenta para la construcción de la Silvia: ¿Cómo sabés entonces que es bajo?
noción de “anormalidad”, que forma parte del Estela: Porque no se viste sola, porque no
proceso de identificación y diferenciación. Muy se cambia sola. No va al baño sola. Y si va
pocas de las mental bajo establecen algún tipo al baño, no alcanza a llegar al baño o va en
de relación y si lo hacen, establecen lazos con cualquier lugar.
otras percibidas como tales. La mayoría Ambas pacientes mencionadas en la
permanece sola o se conecta con su cuidadora,
ejemplificación de Estela tienen un diagnóstico
siendo la cuidadora la que inicia la vinculación
de retraso mental moderado. Ante la pregunta
con ella 5 . En tanto que expresiones como “ella directa por la capacidad de las pacientes de
es amiga de todas” o “no tiene problemas: está
entender lo que se dice, se advierte que dicha
con todas” es un indicativo de mental alto. Otro
capacidad no está puesta en juego y no se
tanto puede decirse de las que entablan lazos emplea como criterio en la categorización émica
amorosos relativamente estables con otros
de alto, bajo o medio. No hemos observado
internos de la Colonia, que en su mayoría son
hasta ahora ninguna situación en la que la
también lúcidos. capacidad de entender fuera puesta en tela de
El atavío es otro indicador émico al que las
juicio. Tal como se desprende del testimonio
mental alto parecieran recurrir para dis-
de Estela, aun a las pacientes profundas se les
tanciarse de las mental bajo. Al respecto una reconoce esta capacidad de comprensión, si no
paciente me decía: “Las gatosas no usan ropa
es a través de la palabra, a través de la mirada.
particular como nosotras”. Existen dos
El aspecto que vuelve a remarcarse como
categorías relativas a la ropa, la que llaman criterio clasificatorio es la habilidad para
ropa particular y la ropa que provee la Colonia.
desempeñarse en forma independiente.
La ropa particular es cualquier tipo de
Si en términos generales tenemos que, por
indumentaria provista, ya sea por familiares o un lado las mental alto se caracterizan por
por empleados de la Colonia que generosamente
poder hacer una vida independiente dentro del
regalan prendas propias que han dejado de
contexto de la Colonia y las mental bajo,
usar, o adquirida por las pacientes mismas. No necesitan de la ayuda de terceros para
debe entenderse que las prendas provistas por
funcionar, ¿cuáles son las características
la Colonia sean necesariamente de peor calidad, atribuidas a las mental medio? Veamos cómo
lo determinante en este caso es vestir algo construye esta categoría Dora, de 50 años,
diferente de lo que poseen las mental bajo. El institucionalizada a los 23:
pelo teñido, las uñas pintadas, los ojos y los
labios maquillados parecieran responder Silvia: ¿Y Villarroel?
también a este deseo por distinguirse y señalar Dora: ¡Uh! Ésa contesta y empuja a las
que son diferentes del resto. viejitas.
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Silvia: ¿Por qué decís que es mental medio? relativamente de las actividades institucionales
Dora: Porque no hace nada. Se empaca. que se les proponen, y colaboran mínimamente
‘¡Andá a bañarte y cámbiate!’, le decís y se en los trabajos comunes.
empaca y empieza a llorar. Se empaca.
Entonces la tenés que llevar vos para Códigos grupales
cambiarla.
Silvia: ¿Y Richarte? Tal como advirtiéramos, en todos los
Dora: Nada. Vos la mandás y no quiere testimonios hasta ahora citados, observamos
hacer. ‘Ahora voy’ y no viene más. que nuestros informantes clave plantean
Silvia: ¿Entiende? modalidades identitarias que los distinguen de
Dora: Sí que entiende. otros subgrupos, de los cuales quieren
Silvia: ¿Puedo decir que las mental medio diferenciarse, tales como el mental bajo y
son las que entienden, pero se empacan? medio. Sin embargo, como anticipáramos, éste
Dora: Sí. no es el único efecto de significación del
Silvia: Y Jacinta Gutiérrez, ¿es alto o medio? mensaje folclórico, ya que también responde a
Dora: Medio. un código compartido por un grupo. Como es
Silvia: ¿Por qué? sabido, toda sociedad está regida por códigos
Dora: Porque no se baña. A la mañana se institucionales que regulan pautas, relaciones
levanta, se moja la cabeza. Y se empaca, es y procesos. Lo institucional genera un código
porfiada. ‘¡Andá a bañarte!’. ‘No. Ya me que permite que el individuo se desenvuelva
bañé’. Pero se baña sin jabón. Es porfiada. de determinada manera, de acuerdo con los
derechos, obligaciones y sanciones establecidas
Dora reitera la ausencia del componente por los organismos constitutivos que abarcan
cognitivo en la construcción de esta categoría a todos los habitantes de una sociedad. Pero el
émica intermedia. A ambas pacientes les código propio del fenómeno folclórico es aquel
reconoce la posibilidad de llevar a cabo la tarea que surge a partir de las transformaciones y
encomendada. No se trata ya de una impo- reelaboraciones que los individuos hacen del
sibilidad física, sino de una condición de la código institucional. Para Richard Bauman
voluntad. La percepción es que la paciente (1989 [1972]:41-42), el proceso de comunicación
entiende y puede hacer lo que se le pide, pero que produce el fenómeno folclórico difiere del
no lo hace por terquedad u obstinación. modo de comunicación institucional, por poseer
La categoría de mental medio es sumamente determinadas dimensiones estéticas, expre-
heterogénea. La mayoría de las que la com- sivas y estilísticas, que permiten distinguir
ponen son viejitas y muy pocas son mujeres cuándo una comunicación verbal está deli-
jóvenes, pero el aspecto común a todas ellas es mitando un grupo folclórico. Esta diferenciación
que, conociendo las normas, no se atienen a proviene del uso artístico del lenguaje hablado
ellas: se olvidan de lo que se supone deben que adquiere una significación especial, más
hacer, protestan porque se les pide que allá de su dimensión referencial e informativa
colaboren o frecuentemente lloran mostrando a la que denomina “comunicación verbal
rebeldía, entendida como una forma pueril de artística”. Implícito en el uso artístico, subyace
comportamiento que las acerca a la noción de la creatividad del lenguaje, gobernado por
“anormalidad”. reglas adquiridas y usadas que le permiten al
Demás está decir, que esta visión de las hablante responder libremente a situaciones
mental medio como “vagas”, sin disposición para contextuales. La comunicación verbal artística
colaborar en las tareas de la institución es se centra en la interacción comunicativa entre
recogido por las mental alto a partir del emisor y receptor, cuando comparten conven-
discurso institucional, en especial por parte del ciones estéticas del sistema expresivo. Para
cuerpo de enfermeras y sus auxiliares, que no poder decodificar la información incorporada a
pueden contar con ellas para enfrentar la esa emisión, los receptores deben percibirla
sobrecarga de trabajo que tienen. Esto hace que como un uso especial del lenguaje, que adquiere
sean las mental alto las que deban ocuparse de una significación particular en un contexto
lo que las mental medio no “quieren” hacer. determinado, que excede su significación léxico-
En las historias clínicas de estas pacientes se sintáctica.
considera que están “adaptadas pasivamente” La comunicación verbal artística guarda
al ámbito de la Colonia, es decir participan semejanza con el concepto de “metacódigo”, que
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enunciáramos al proponer las características lugar. Entre el cuadro y uno de los comedores
fundamentales para identificar el fenómeno adyacentes al mismo, transcurren la mayor
folclórico (Blache y Magariños de Morentin parte del día. Las pacientes que aquí se alojan
1980:12) y que ajustáramos doce años después son llamadas las chicas del cuadro, las que
(Magariños de Morentin y Blache 1992:32-33). tienen posibilidades de movilidad, traspasan y
El metacódigo da cuenta de las reelaboraciones deambulan también por otros espacios, aunque
y transformaciones del código institucional que no siempre son bienvenidas. Podría decirse
regula el comportamiento de un grupo. entonces que el cuadro, como espacio, les
Requiere, por lo tanto, de un código establecido pertenece a las mental bajo puesto que las
e identificable al que modifica con marcas o enfermas están vigiladas, protegidas, y al
connotadores sobreañadidos, tanto al lenguaje mismo tiempo separadas del resto. Las otras
como al comportamiento. áreas, como los dormitorios, el comedor
A pesar de los cambios de paradigma en la central, las otras galerías externas e incluso
conceptualización de la discapacidad mental el tinglado externo, donde suelen reunirse
(Verdugo Alonso 2002) la clasificación de los algunas pacientes a media mañana o media
pacientes en la Colonia sigue apegada a los tarde, son espacios usados y transitados por el
cánones más tradicionales de la concepción del resto de las pacientes.
retardo mental que agrupa en retardo mental Entre las chicas del cuadro, las llamadas
leve, moderado, grave y profundo. Pero en los gatosas, esto es las que no pueden controlar
testimonios brindados por Estela, Patricia y esfínteres, son las que indefectiblemente
Dora, reparamos que adaptan y modifican ese reciben las expresiones más duras: insultos o
saber médico conforme al metacódigo que han agresiones acompañan siempre la orden de
elaborado, que no se rige por los mismos alejarse cuando la paciente está en condiciones
parámetros del código institucional. Y son de hacerlo y fuera del dominio que se le asigna.
precisamente esas reelaboraciones y trans- En numerosas ocasiones, mientras conducía
formaciones las que ponen en evidencia la entrevistas con algunas pacientes en los
potencia creativa de los grupos sociales, los que espacios comunes, era frecuente que alguna
no son meros receptores de acervos legados, gatosa se acercara a participar. En los registros
construidos por otros, sino que tienen la de las notas de campo pueden leerse enunciados
capacidad de crear bienes culturales sobre la tales como: “¡Salí de acá vos, que siempre estás
base de la retícula proporcionada por la meada!” o “¡Ésta es una asquerosa!” como forma
estructura social provista por la sociedad que de señalamiento del hecho consumado.
los contiene. Algo diferente ocurre cuando la mental bajo
se encuentra en su propio espacio. En una
Uso del espacio ocasión en que conversaba con una paciente
dentro del cuadro, mientras ésta alimentaba a
Aunque “sanas” y “enfermas” se hallan otra, postrada y sin posibilidades de hacerlo por
conviviendo en una institución total, el sus propios medios, una tercera se acercó y
interjuego de inclusión-exclusión se advierte dirigiéndose a mí, dijo: “¡Qué olor a m..., ¿qué
tanto en la interacción cotidiana como en el hacés acá, Silvia?”, sorprendida por mi
uso del espacio 6. Las “sanas” tienen sus propios permanencia dentro de este entorno en donde
códigos en el uso que, en el diario convivir, había cierta pestilencia. Como puede
hacen del espacio. Mientras ellas tienen sus advertirse, el comentario de la paciente
áreas de desplazamiento dentro de la institución confirma que, dentro del cuadro, son las mental
reconocen al cuadro como el lugar de perte- alto las que deben retirarse, en el caso de que
nencia de las mental bajo. El cuadro, dentro algo las incomode.
de los términos de la Colonia, es un espacio Otro uso del espacio está relacionado con
que, en el caso del pabellón en estudio, está aquellas internas que poseen ropa particular y
construido en una de las galerías cubiertas, tienen armarios, llamados cofres, en donde
protegido con alambre tejido, de modo tal de guardan sus pertenencias. La ropa que provee
prevenir posibles accidentes o el abandono del la institución es guardada en armarios comunes
espacio pabellonal. Las pacientes -algunas en ubicados en diferentes habitaciones dentro del
silla de ruedas, otras con dificultades para pabellón. Un recorrido por los dormitorios de
desplazarse, otras ancianas, pero todas las pacientes me permitió identificar cuáles de
dependientes de terceros- son ubicadas en este las pacientes tenían cofres, esto es pequeños
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roperos móviles, celosamente cerrados con categorizaciones etarias, hemos encontrado las
candados. En el inicio de mi investigación, un siguientes referencias: las nenas son pacientes
elemento que nos permitía rápidamente relativamente jóvenes, no agresivas, que
identificar posibles informantes claves fue la necesitan ser atendidas en forma constante; las
posesión de pequeñas llaves, que colgaban del chicas es la denominación que utilizan para
cuello, a modo de cadenas. Cada cofre está referirse a cualquier paciente –incluso adulta-
ubicado en el dormitorio de la respectiva internada en la Colonia y las viejitas es el
paciente, de tal manera de tener sus objetos término con el que se refieren a las mujeres
de higiene personal y ropa a mano. De todos ancianas internadas. La categoría de señora,
los cofres existentes en los dormitorios, el 95% inexistente dentro del ámbito de la Colonia,
pertenecían a mujeres consideradas mental alude a una persona adulta que no está
alto. Los cofres guardan pertenencias que han internada. En el decurso vital de chica se pasa
sido dadas por sus familias o fueron adquiridas a viejita, no habiendo instancia etaria que
con dinero que provee la Colonia al que se le remita a la adultez.
da el nombre de peculio. Cada paciente, por A la “sala de contención” la denominan
desplegar labores en la Colonia recibe cierta calabozo, se trata de una habitación pequeña,
cantidad de dinero del cual puede disponer sin ventanas, construida dentro del pabellón
libremente para comprarse lo que desee. Las con rejas y una cama en donde son tempo-
pacientes son transportadas en un autobús de rariamente recluidas aquellas pacientes que
la institución hasta un mini mercado localizado tienen actitudes agresivas o están atravesando
en Torres, un pequeño pueblo próximo a la una crisis, por lo que constituyen un riesgo para
Colonia, en donde realizan sus compras, sus compañeras y para el personal auxiliar. En
acompañadas por el personal de Servicios un interesante y agudo trabajo, Claudia
Sociales de la Colonia. Los artículos más Malacrida (2005) rescata los recuerdos de un
frecuentemente comprados son galletitas y grupo de pacientes a los que la autora llama
dulces, así como shampoo, crema enjuague, “sobrevivientes de las salas de contención”,
jabón de tocador y cigarrillos. instalaciones que se utilizaron en Canadá hasta
Del uso del espacio que hacen las internas inicios de la década del ’80.
en la vida cotidiana, se desprende que las men- Del mismo modo, la medicación según sea
tal alto pueden circular por un área más amplia, la dosis, va tomando diferentes denomi-
mientras que las mental bajo y medio transitan naciones. Al referirse a la medicación habitual,
por ámbitos más reducidos. De modo tal que algunas pacientes suelen denominarla
los espacios en los que unas y otras se mueven, “confites” por la variedad de colores. Sin
también funcionan como acuerdos de identifi- embargo, cuando los médicos aumentan la dosis
cación y diferenciación entre las pacientes. terapéutica, debido a una crisis, la denominan
“pichicata”. Esta produce excesiva somnolencia
La jerga de las internas y deja a la paciente sin fuerza para levantarse
o para caminar, imposibilitándola de realizar
Como hemos podido observar, las internas las tareas habituales. Por lo tanto la conse-
emplean habitualmente un número consi- cuente ausencia de la paciente de los espacios
derable de términos a los que le dan un valor habituales convierte al castigo en una sanción
comunicativo que va más allá de su significado pública. De esta manera, se pone en evidencia
léxico-sintáctico. Así hemos visto, por ejemplo, su supuesto “mal comportamiento” y se
que utilizan términos especiales para clasificar transforma en un escarmiento ejemplificador,
a las distintas pacientes que conforman la aunque estudios recientes muestran, cada vez
población de la Colonia, que difieren de los que con más claridad, la ineficacia de la medicación
los profesionales médicos utilizan en sus como forma de reducir los comportamientos
diagnósticos. Asimismo identifican a las antisociales (Biersdorff 2002) 7.
pacientes que no pueden controlar esfínteres En cuanto a los apodos, a las mental bajo
como gatosas; en el habla cotidiana para les suelen endilgar sobrenombres de naturaleza
referirse a un determinado espacio del pabellón despectiva a diferencia de las mental alto que
lo denominan cuadro y a los pequeños armarios más usualmente son llamadas por sus apellidos,
móviles los llaman cofres. nombres o apodos que no son desdeñosos. Una
Con respecto al uso del término chica, si de las pacientes era conocida como Caballo
bien no hemos profundizado en el tema de las salvaje por su fortaleza y agresividad, pero
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también por su hábito de robarle comida a las y revela tanto las ansias de las mental alto por
demás. Otro apodo, también despectivo es el salir de la reclusión a la que están sometidas,
de la Osa, una mujer de inmenso tamaño, como la imperiosa necesidad de contacto con
bastante impulsiva, que tenía por costumbre, el afuera de la institución. El saber médico-
entre otras cosas, quitarle los cigarrillos a legal se maneja con códigos institucionales
quien estuviera fumando. socialmente reconocidos, que llevan a recluir
Tanto la jerga y los apodos, como así también a quien sufre algún tipo de discapacidad mental
las categorías émicas, el uso del espacio y los en una institución, buscando garantizar su
códigos compartidos por las internas, estarían seguridad y la de la sociedad y planificar su
indicando la presencia de arraigadas tradi- rehabilitación, con la finalidad de insertarlo a
ciones que se han ido transmitiendo a lo largo la sociedad. Por su parte, las mental alto o
de los años entre las moradoras de la Colonia l ú c i d a s , reelaboran ese código y lejos de
Montes de Oca. Y no es de extrañar la interpretar la situación de institucionalización
existencia de estas tradiciones, si tenemos en como una forma de rehabilitación, la perciben
cuenta que esta institución tiene cerca de cien como un castigo. Cuestionan su estadía en la
años de funcionamiento y que las pacientes Colonia al no encontrar explicación de por qué
tienen un promedio de internación de más de siguen estando internadas, como lo explicita
dos décadas. una de las pacientes: “¿Por qué, Silvia, si yo
La tradición es otro componente del estoy bien y trabajo, por qué el juez no me da
fenómeno folclórico que ha concentrado la el alta?”. Si desde su interpretación de los
atención de los folcloristas desde los mismos requerimientos institucionales ellas están bien
inicios de este campo de estudio. En el devenir de salud, se portan bien y llevan a cabo las
de la disciplina focalizaron su interés en la tareas que les asignan ¿por qué siguen
tradición como uno de los elementos clave en internadas? Al observar la realidad que las
la composición del fenómeno folclórico. Se rodea señalan a las mental bajo y medio como
ocuparon de su validez como fuente histórica, las aptas para vivir en la Colonia, al mismo
lo que dio lugar a encendidas polémicas (Raglan tiempo que estiman que ellas deberían estar
1936); de su capacidad de dar cuenta de los eximidas de esa frustrante reclusión. Los
valores dominantes de un grupo social (Paredes razonamientos sobre quién es apto para vivir
1971); de su ciclo de vigencia (Cortazar 1954); dentro de la Colonia y quién no, es un tema
de su vinculación con la identidad cultural reiterado entre las internas.
(Honko 1986); de las modificaciones que puede Tal como lo anticipáramos, con una edad
sufrir en cuanto a su forma o contenido (Blache promedio de 52 años y casi 24 años en promedio
y Magariños de Morentin 1980a); o de cómo se de internación, estas mujeres han pasado la
apela a ella para impugnar o convalidar un mayor parte de su vida adulta internadas bajo
sistema (Bascom 1954). Por cierto que la un modelo de atención asilar que recuerda
tradición no es una norma autoritaria e muchos de los escenarios foucaultianos de
inmutable, sino un caudal que es utilizado en Vigilar y Castigar (Foucault 1976). ¿Por qué
el presente, basado en experiencias previas hablamos de un modelo de atención asilar?
sobre la manera que tiene un grupo de dar Porque la Colonia mantiene al paciente por un
respuesta y vincularse a su entorno social. Hoy elevado tiempo de estadía en la institución, por
los folcloristas llegan a conclusiones compar- su falta de contacto con el mundo externo, por
tidas por otras ciencias sociales y ven en la la escasa ocupación de los pacientes en
tradición un mecanismo de selección proyec- actividades laborales o de la vida cotidiana, que
tado hacia el pasado para legitimizar el se compensa con terapia medicamentosa 8 . Por
presente (Handler y Linnekin l984). consiguiente, la rehabilitación y posterior
inserción del paciente en la sociedad dejan de
Percepción de la internación ser los elementos claves en el modelo de
atención de la Colonia. Los recursos humanos
La entrada a cualquier pabellón de la con que cuenta son deficientes para un
Colonia suscita entre las pacientes una serie adecuado proceso de atención; por otra parte,
de preguntas al recién llegado ¿Usted puede tampoco se implementan estrategias para
hacer algo para sacarme de acá? ¿Sabe algo de generar oportunidades sociales para los
mis hermanos? ¿Por qué mi familia no me viene pacientes internados en condiciones de alta
a visitar? La sucesión de reclamos es inagotable clínica, ni se desarrollan estrategias de
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bajo y medio a un sector de las compañeras grupos una estrecha vinculación dada la
con las que conviven en la Colonia. Subrayan proximidad física en que desarrollan sus
categóricamente las diferencias que tienen con respectivas actividades, por la diaria inter-
ellas que van desde considerarlas ineptas para acción y por compartir el contexto físico y social
valerse por sus propios medios, incapaces para en el que se desenvuelven y coexisten,
llevar a cabo múltiples tareas dentro de la influenciándose recíprocamente. Cada uno de
institución o para entablar lazos sociales con estos grupos tendrá la capacidad cognitiva y
otras pacientes. Se visten de manera distinta, simbólica de producir en su trayectoria bienes
transitan por diferentes circuitos, y no cuidan culturales y alcanzará relieve a medida que se
de su arreglo personal. diferencien de los otros grupos folclóricos
Teniendo en cuenta estas apreciaciones gestados dentro de la institución. Desde luego
podemos decir que quienes se autodesignan que deberá atenderse a las transformaciones
como mental alto o “lúcidas”, como también que pueden sufrir, ya sea ante el surgimiento
gustan llamarse, constituyen un grupo de nuevos grupos, la desaparición de otros o
folclórico, que es identificable a partir de la los cambios de la situación contextual. Estas
interacción continuada y reiterada de sus circunstancias podrán alterar el sistema de
miembros, por compartir ciertas tradiciones, y relaciones que entre ellos establezcan, como
por el modo particular que adquieren deter- así también el juego de las identidades
minados mensajes que circulan entre ellas, los compartidas y diferenciales.
que las identifican como pertenecientes a dicho Asimismo reparamos que, a pesar de las
grupo. De este modo ponen en evidencia la claras distinciones propuestas por la psiquiatría
creatividad y singularidad que tienen los grupos francesa del siglo XIX, el retardado y el enfermo
folclóricos de originar sus propios códigos a mental terminan recluidos dentro del espacio
partir de las adaptaciones y reelaboraciones que psiquiátrico. Estudios provenientes de di-
efectúan sobre el código institucional que los ferentes ámbitos científicos en las cuatro
rige, al que denominamos metacódigo. últimas décadas revelan una tenencia
Ciertamente que, al igual que las mental generalizada dentro del ámbito de la salud
alto, los restantes integrantes del plantel de la mental que desalienta la institucionalización
Colonia: médicos, enfermeras, asistentes en grandes asilos por los efectos nocivos que
sociales, auxiliares o personal administrativo, la internación provoca en los mismos pacien-
pueden configurar, a su vez, otros grupos tes. No obstante esto, la Colonia Montes de Oca
folclóricos. De constatarse éstos, cada uno de mantiene un modelo de atención basado más
ellos tendrá sus tradiciones, códigos y mensajes en la supervisión que en la rehabilitación y
identificadores y diferenciadores, vale decir que búsqueda de posibilidades de reinserción
generará su propio folclore. Habrá entre estos comunitaria.
Notas
1
Parte del trabajo de campo realizado en la Colonia que emiten, no es de extrañar entonces que sean
fue financiado a través del Proyecto de Investigación capaces de entender gestos, miradas y expresiones
Plurianual (PIP 2005-2006, Nº 5029) otorgado por el poniendo al descubierto su humanidad. Sobre las
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y nociones de humanidad en pacientes con retardo mental
Técnicas. severo o profundo, véase Bogdan y Taylor 1989 y Klotz
2001.
2
Los nombres que se emplean para las entrevistadas
son pseudónimos. 4
Tampoco se permite en este pabellón el uso de
cuchillos ni tenedores. Sólo en el pabellón de las
3
Entre las mismas pacientes internadas, existen psicóticas se admite el uso de estos utensilios.
actitudes diferentes respecto de las consideradas
enfermitas: mientras que para algunas pacientes, las 5
Llamamos cuidadora a una paciente que goza de
enfermitas son seres distantes, con los que no pueden buena salud que se ocupa de atender a otra que no goza
relacionarse, para otras, en especial para las encargadas de las mismas condiciones. Una descripción precisa sobre
de cuidarlas, la conexión que establecen con ellas es este tipo de interacción puede encontrarse en: “Estudios
muy intensa. Las cuidadoras pasan la mayor parte de de Antropología en una Institución Neuropsiquiátrica:
su día dedicadas a acompañarlas y a atender sus Intercambio social y reciprocidad en la Colonia Montes
necesidades. Son expertas en interpretar las señales de Oca. En Publicaciones del Seminario de
R.I.F. 21, 2006 Página 72
6
Fue Erving Goffman quien primero definió las 9
Uno de los proyectos de la actual intervención
características de las “instituciones totales” en la consiste en distinguir a las familias de los pacientes
primera sección de su obra Internados. Caracterizó a según sus capacidades para contener emocionalmente
la “institución total” como un lugar de residencia y a sus familiares internados. En muchos casos, se
trabajo donde un gran número de individuos en igual advierte un excelente disposición por parte de los
situación, aislados de la sociedad por un período familiares que no los reintegran a sus domicilios
apreciable de tiempo, comparten en su encierro una simplemente por problemas económicos. En estos casos,
rutina diaria, administrada formalmente. se ha iniciado un proceso de reinserción familiar con
aquellas familias “continentes”, pero con dificultades
7
Asimismo, la literatura especializada en el tema económicas. El proyecto de reinserción contempla la
muestra que los comportamientos agresivos tienen una entrega de una suma de dinero para solventar los gastos
función comunicativa, con la que el paciente puede del paciente, así como también un control, tanto desde
expresar aburrimiento, frustración, o el deseo de lo sanitario como desde lo social, de las condiciones de
cambiar la propia situación (Biersdorff 2002). adaptación del paciente a su vida familiar.
Bibliografía citada
PANTANO, Liliana (2006) “El aporte de los datos Folklore. México, Universidad Autónoma de México,
para una comprensión actual del fenómeno de la pp. 209-22.
discapacidad. La prevalencia según tipo de discapacidad
en Argentina: análisis y reflexiones”. Documentos de RAGLAN, Lord (1936) The Heroe. London.
Trabajo. Buenos Aires, Pontificia Universidad Católica
VERDUGO ALONSO, Miguel Angel (2002) “Análisis
Argentina.
de la definición de discapacidad intelectual de la
Asociación Americana sobre Retraso Mental de 2002”.
PAREDES, Américo (1971) “Folklore e Historia: dos Acceso online: (http://inico.usal.es/publicaciones/pdf/
cantares de la frontera del Norte”. 25 Estudios de AAMR_2002.pdf)
FEFGDG
Revista de Investigaciones Folclóricas. Vol. 21: 74-80 (2006) Página 74
Introducción
El presente trabajo describe y analiza procesos 1995:118). Desde esta perspectiva, el folclore
de comunicación entre hombres internados en analiza al hecho comunicativo como portador
el Pabellón 6 de la Colonia “Montes de Oca”, de un mensaje que da cuenta de una realidad
desde una perspectiva folclórica, analizando el contextual.
contexto en que se producen las expresiones y La Colonia Montes de Oca es una institución
los diferentes niveles de uso de tales de internación de personas con discapacidad
actuaciones. Un elemento común que se mental y el diagnóstico de la mayoría de los
registra en estas interacciones es el intento pacientes es retraso u oligofrenia. La ins-
de diferenciación, por ejemplo demostrando titución se halla en una locación rural en el
una competencia comunicativa más sofisticada Partido de Luján, a unos cien kilómetros de la
que el resto de sus compañeros de pabellón. ciudad de Buenos Aires. Silvia Balzano (2003)
La astucia para manipular ambigüedades ha analizado las competencias valoradas en un
normativas o zonas grises en los sistemas de pabellón de mujeres, encontrando que son
control institucional es una de las habilidades particularmente apreciadas las habilidades
más valoradas y en varios casos hay intención referidas al intercambio social, con inde-
de remarcar tales libertades a través de la pendencia de las clasificaciones médicas que
actuación verbal. estratifican al retraso mental en leve,
Estas formas de comunicación tienen cierta moderado, grave y severo o profundo. Tal
similitud con las llamadas narraciones de perspectiva antropológica enfatiza las
experiencia personal, que en el ámbito de los relaciones e intercambios sociales producidos
estudios folclóricos fueron analizadas por al interior del grupo, en lugar de las
Barbara Allen, destacando que ellas “...no clasificaciones médicas.
ocurren nunca en un vacío interaccional, sino Los intercambios entre los pacientes están
que responden –constituyen también una mediados por las reglas de la institución pero
respuesta- a la interacción circundante” (Allen tal plexo normativo está en permanente tensión
y negociación. En primer lugar, desde el punto cigarrillos, o que ejerce cierto liderazgo y goza
de vista formal confluyen sobre las relaciones de consideración y prestigio ante sus com-
en las que pueda intervenir el individuo pañeros de pabellón. Los entrevistados que
internado, las normas del derecho civil, ya que protagonizan los intercambios verbales aquí
en su calidad de interdicto se ve privado del descriptos, son pacientes con discapacidad
ejercicio de su derecho a disponer de sus bienes mental leve y presentan su estrategia como una
y de su persona. Así por ejemplo, la decisión actuación absolutamente individual, producto
de estar internado es tomada en general por de su propia circunstancia y habilidad. En
un juez en materia civil, quien dispone la ambos casos ellos mismos ensalzan como
insania de la persona a través de un proceso marcador diferencial, su aptitud negociadora e
ordenado por el Código Civil y el Código de idoneidad para manejar favorablemente los
Procedimientos, en el cual hay un peso intersticios normativos en la institución.
determinante del dictamen médico. Los pacientes con los que se realizaron
La totalidad de los intercambios cotidianos varias conversaciones informales no aceptaron
se producen en un ambiente de convivencia la grabación magnetofónica e incluso fueron
intensa, en un edificio donde los principales algo reacios al registro escrito. El motivo de
lugares de encuentro son el comedor y las desconfianza es la posibilidad de verse perju-
habitaciones. Al comedor concurren todos los dicados en lo que consideran su situación de
habitantes de cada pabellón al momento del privilegio. Ambos casos indican una permisión
desayuno, el almuerzo y la cena. Durante el institucional a ciertas conductas que estarían
resto del día es un lugar utilizado en general prohibidas si se realizara una aplicación
para jugar a las cartas, tomar mate, mirar rigurosa de las normas, en un juego entre lo
televisión, conversar o sólo quedarse sentado. prescripto y su interpretación dinámica en la
Cada pabellón tiene varias habitaciones, en las práctica cotidiana.
cuales hay no menos de cuarenta camas. Todos los nombres propios han sido
Durante el día es común ver a algunos modificados en este texto pero se han
pacientes quedarse durmiendo, aunque la mantenido las referencias a localidades
norma es que se levanten y realicen alguna cercanas a la Colonia, así como a las ubicaciones
actividad. La posibilidad de ampliar los límites de pabellones debido a que no son iguales entre
del pabellón es salir a los espacios abiertos sí estos agrupamientos.
dentro de la Colonia, lo cual hacen muchos ya
sea para realizar algún trabajo, visitar amigos 1. “Hay que jugarle al 18”
o novias de otros pabellones o simplemente
deambular. El diagnóstico médico de Alfio es retraso
En los intercambios verbales descriptos en mental leve. Es un hombre al que yo le hubiera
este trabajo, el paciente entabla un dialogo con dado no menos de 45 años, que sin embargo
algún empleado de la institución o bien con un luego me dijo que tiene 34. Trabaja en Torres
par, denotando una negociación que mejora su (una localidad muy pequeña aledaña a la
situación, su fama o sus pertenencias. Este Colonia) como cortador de pasto, va allá todos
trabajo enfoca esas comunicaciones como los días en bicicleta y vuelve al mediodía para
estrategias de presentación de estas personas el almuerzo. Es un caso muy especial, ya que
en la interacción con sus pares y la utilización la salida a los pacientes está vedada y hay
de recursos verbales para construir y sostener vigilancia para que no escapen de los límites
una identidad personal diferente de la identidad del predio. Es llamativo que alguien internado,
que socialmente se le atribuye (Goffman, que puede salir y que tiene una bicicleta,
2001:127). vuelva todos los días al pabellón. Tampoco
La vida en la institución está totalmente podría ser contratado legalmente como
regimentada en cuanto a horarios, actividades trabajador, ya que para cualquier tipo de
y límites territoriales, con pautas homogéneas obligación jurídica debería intervenir su
para toda su población. Una presentación curador y el juzgado que ordenó su internación
diferente del individuo requiere diferenciarse en la Colonia. Sin embargo trabaja como tantas
por diversos medios, tales como demostrar que personas en un régimen informal.
se mueve con más libertad que otros internados Alfio habla de forma totalmente articulada,
dentro del pabellón, que obtiene con mayor con acento provinciano. Le pregunté de dónde
facilidad bienes escasos como por ejemplo es y me dijo que de Santa Fe. Refiere a su
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internación como si estuviera allí por propia ataque, mientras otros pacientes ayudaron a
voluntad, como si fuera un inquilino: separar. El golpeado se incorporó lentamente,
con un corte detrás de la oreja de donde le
“…mi hermano me está tramitando una brotaba mucha sangre. Un paciente lo llevó a
pensión, cuando salga veré si me quedo acá las duchas a limpiarse la herida y luego fueron
o me voy a vivir afuera…”. a la enfermería donde lo vendaron en toda la
cabeza, en forma de vincha. Más tarde, el
Se presenta así como quien está en igualdad paciente golpeado me contó que la discusión se
de posición en relación a las autoridades había producido por el lugar donde sentarse
judiciales que ordenaron su internación o las para el almuerzo, pero me pidió que “no vaya a
autoridades médicas del Instituto. No le gusta contar”.
que yo anote mientras él habla, por lo cual Las peleas son comunes en este pabellón y
prosigo la conversación omitiendo registrarla se transforman en un espectáculo para los que
en el cuaderno. De esta manera también se estén presentes en ese momento. Pero cuando
presenta como quien establece un control sobre la autoridad intervino, enseguida varios otros
el entrevistador. La entrevista es para él una pacientes colaboraron para volver a la calma.
oportunidad para desplegar un repertorio de Enseguida terminada la pelea, escuché una
competencias lingüísticas que superan las conversación en tono jocoso entre Alfio y otro
posibilidades de intercambio equivalente con paciente con retraso mental leve, de la que
sus compañeros de pabellón. Es un momento rescaté el comentario final:
que puede entenderse como lo que Richard
Bauman (1992) denomina un evento artístico, “Hay que jugarle al 18, la sangre”.
en tanto situación de la actuación verbal que
el folclore estudia. Me llamó la atención y le consulté si es común
Alfio habla con seguridad sobre diferentes que apuesten a lo cual me dice que sí, que él y
temas de la Colonia y el pabellón, se muestra otro paciente juegan seguido a la quiniela. Lo
como un experto que pasó por distintos hacen en una agencia de Robles, otra de las
momentos. Remarca la importancia de llevarse localidades cercanas:
bien con médicos y empleados, ya que haciendo
favores es como luego puede pedirlos. Los “A veces alguno agarra algo”.
favores se circunscriben a ir a comprar cosas
al pueblo o pequeñas diligencias que le pidan Las apuestas en general son de uno o dos
los empleados del pabellón o los médicos. pesos, pero me llamó la atención por la
Presenta a su relación con el resto de los complejidad que implica una apuesta: manejo
compañeros de pabellón como distante, poco de dinero, probabilidad de incrementarlo,
comprometida en razón de su diferencia, dice intervención comercial en un ámbito externo,
de manera algo displicente: reglas internas del juego, simbología y
sociabilidad alrededor de ese juego. Esta vez
“Me llevo bien con los chicos… No les doy no tenía certeza si era verdad que Alfio apostaba
mucha conversación porque se te pegan”. o se trataba de una postura ante mí con el
propósito de acrecentar la sofisticación de su
Sin embargo no observé en las distintas visitas presentación. Sí puedo afirmar que Alfio conoce
al pabellón que Alfio liderara un grupo, ni que y describe perfectamente los mecanismos y
vinieran a consultarlo otros internados, ni procedimientos para apostar y cobrar en caso
siquiera que infundiera temor o respeto. de acertar números ganadores de la quiniela.
Un día, mientras charlábamos, observamos En el dialogo entre pacientes sobre el
una escena violenta entre otros dos pacientes, número 18, que corresponde a “la sangre” en
a tres metros de nuestra ubicación. Era una la simbología propia de ese juego, había una
pelea por un lugar en la mesa para almorzar, complicidad con aires de superioridad frente a
en la cual uno de los contrincantes cayó al suelo los que se golpeaban. Los apostadores se ubican
y el otro tomó una vara de hierro, que se usa por encima jerárquicamente por resolver sus
para mover las grandes ollas, y lo golpeó conflictos de otra manera, manejan otros
repetidas veces en la cabeza, haciéndolo códigos simbólicos mucho más complejos que
sangrar mucho. La pelea fue breve porque la lucha física, muy común en ese pabellón. El
enseguida llegó el empleado a cargo y frenó el objetivo de jugar no es sólo obtener dinero, sino
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mostrarse y presentarse como alguien que las normas institucionales y los códigos del
comprende y comparte un universo simbólico grupo. Este personaje del pabellón no se está
con otras personas “normales”. comunicando sólo con el entrevistador sino con
Como ya se expuso anteriormente, la todo el grupo, está actuando su rol a través del
actuación verbal de Alfio apunta a construir un intercambio comunicativo, que excede lo
personaje que posee competencias difícilmente manifestado en el mensaje verbal explícito.
presentes en el contexto de los pabellones
poblados por personas con retraso mental. Se 2.“Tito, … ¿Yo puedo salir?”
muestra como alguien amable, de lenguaje
articulado, que puede salir del predio y Tito dice que me vio varias veces pero que
trabajar. También juega a la quiniela y nunca pudimos conversar. Tiene 45 años, nació
despliega conocimientos sobre números y en Trenque Lauquen y fue internado en 1970
símbolos, que exceden las posibilidades de casi con diagnóstico de retraso mental moderado.
todos sus compañeros de la Colonia. Es difícil Está sentado, apoyado contra la pared, al lado
explicarse desde la lógica externa por qué de una ventana, muy instalado en ese lugar
pudiendo salir, según él manifiesta, Alfio se haciendo despliegue y exhibición de sus
queda a vivir en la Colonia. Quizás parte de la pertenencias sobre la mesa. Tiene mate y
explicación esté en el prestigio alcanzado por cigarrillos que deja expuestos con tranquilidad,
sus posibilidades expresivas, que lo destacan sin temer que alguien se los arrebate. El
como persona independiente. arrebato o por lo menos el pedido insistente
Los integrantes de este grupo producen sería la conducta esperable si el propietario no
diversidad de estrategias en la interacción, gozara de un especial prestigio en el grupo. Mi
negociando entre sí y con las autoridades de la interés se concentra en conocer cuáles son las
institución a partir de las competencias competencias comunicativas desarrolladas por
comunicativas que logran demostrar en el Tito para lograr ese rol dentro del pabellón más
grupo. Los relatos de Alfio refieren parti- violento de la Colonia.
cularmente a sus competencias intelectuales, Mientras converso con Tito viene una mujer
intenta demostrar y remarcar por su diferencia a buscarlo. A ella la había saludado antes varias
respecto de los demás pacientes y para ello veces en el pabellón de la entrada y siempre
utiliza variados recursos. Se ubica afuera de que me interceptaba me pedía un cigarrillo o
ese conjunto, viste como un trabajador, se un peso, cuando le decía que no tenía, ella sólo
moviliza en bicicleta desde el pabellón hasta saludaba con un beso y se despedía ama-
su lugar de trabajo a donde regresa a la hora blemente. Parece tener mucha confianza en el
del almuerzo diariamente. Su manera de hablar trato, quizás sea la novia de Tito, pero recién
es pausada como si estuviera pensando lo que cuando ella se fue le pregunté a él sobre las
dice, ausculta a su interlocutor y aparta a otros relaciones entre los pacientes de diferente sexo,
pacientes cuando se acercan y quieren formar si se hacen regalos a las chicas. Afirma que sí
parte también de la plática. En ese gesto y que para eso tiene su bolso (lo señala,
expresa la actitud condescendiente pero firme, guardado bajo la mesa):
que generalmente tomamos los adultos cuando
un niño está interrumpiendo una charla seria “Nosotros damos un poco de yerba, azúcar,
reservada a personas mayores. leche, masitas. Hasta leche le damos. A
Pero los pacientes “más retrasados” a los que cambio las chicas entregan el amor…. Con
él aparta, también forman parte de su una tuve un bebé, el bebé está acá en
audiencia, ya que la situación actuada implica Luján…”
que él se muestra como una persona entre-
vistada, hablando de igual a igual con el Describe a la madre de su hijo como una
entrevistador, ante sus compañeros y también mujer “de cara gordita” del Pabellón 1, llamada
ante las autoridades y asistentes del pabellón. Claudia, remarcando que ella vive en un lugar
Esto puede afirmarse tomando como unidad de tranquilo. Las investigaciones sobre pabellones
análisis la actuación en su contexto conven- femeninos de la Colonia (Balzano 2004a, 2004b
cional (Bauman 1992:7). En este caso no es y 2005) dan cuenta de una realidad totalmente
solamente lo que dice lo que produce la distinta a los masculinos en relación al control
actuación de Alfio sino también en qué lugar, sobre los accesos, las situaciones violentas y
qué momento, cómo vincula estos artificios con las formas de intercambio, lo cual explica el
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peñados por los protagonistas de estos un castigo físico, aunque no existe una instancia
intercambios encuentran un auditorio rele- superior que dirima ese tipo de conflictos, más
vante al interior del pabellón, situación de la bien hay consensos generales para sindicar a
que también forma parte el investigador. Las alguien, pero no testigos ni jueces de una
interacciones cara a cara van formando un contienda.
conjunto de conductas esperables por parte del Si bien en muchos casos la violencia es
otro, según su ubicación en el grupo y la constitutiva de las relaciones de manera
circunstancia que se esté desarrollando. cotidiana, existen normas y jerarquías
Cuando le pregunto a Tito si no desearía reconocidas, el tráfico de bienes entre los
volver a su localidad de origen, contesta: “Sí, pacientes constituye y consolida este tipo de
me dan ganas, pero mi familia tiene que hacer relaciones dependientes, de las cuales dan
los papeles…”. Dice que por la tarde no hacen cuenta los diálogos transcriptos. La legalidad
nada, pero que hay pautas de disciplina muy como tal, requiere ser narrada, difundida y
rígidas. Si no se cumple, los empleados castigan actuada para obtener o mantener legitimidad.
a quien incumple: “Los empleados te dan…” Los actores se constituyen a través de la palabra
(hace un gesto con la mano izquierda de castigo y su actuación, es su manera de exteriorizar
físico). su pensamiento, su propia persona, en un
Me despido hasta otra oportunidad, pero no contexto que precisamente pone en duda los
me da la mano. Noto entonces que la tiene significados. Los pacientes manipulan las
deformada y con movilidad reducida. Me limito reglas del juego de la Colonia, al negociar en
a saludarlo verbalmente y me voy, pero quedé los intersticios. Sobre estas operaciones hay
pensando cómo no noté antes su mano deforme. posteriormente una narración que pondera esa
Tito desarrolla una estrategia de disimulo, propia habilidad o astucia para obtener lo que
conoce las pautas y se “normaliza” en una las normas no hubieran permitido en su
actuación en la que confluyen el cuerpo y la aplicación literal, o sea, no sólo se elude la
palabra, obteniendo como resultado el control aplicación estricta de la norma formal, sino que
de la información que recibirá su interlocutor se explica por qué y cómo. En muchos casos
(Goffman 2001:111). existe una conciencia de lo permitido y lo
prohibido, pero en las prácticas cotidianas se
El objetivo de estas actuaciones ponen en cuestión las limitaciones legales,
corriendo las fronteras de las posibilidades de
Siguiendo a Richard Bauman, hemos tomado
la perspectiva folclórica para analizar la cultura obrar. A raíz de la noción de esos desafíos, el
paciente que obtiene un beneficio gana en
emergente como “elemento vital en la vida
autoestima (Edgerton 1984:133).
social humana”, considerando a la actuación
como el nexo entre tradición, práctica y Hay una actuación verbal que realza las
competencias comunicativas frente al grupo de
emergencia en el arte verbal (Bauman 1992:43).
personas internadas, pero también ante las
La circunstancia de tratarse de una institución
de internación de pacientes con discapacidad autoridades y visitantes. La actuación está
mediada por un dialogo, es intencional,
mental no minimiza la riqueza de los
respondiendo al propósito de obtener un
testimonios y creemos que por el contrario,
enfatiza la significación de la comunicación reconocimiento del interlocutor y del entorno
grupal y es situada, por ser realizada en el
artística en los grupos humanos.
El Pabellón Seis de la Colonia Montes de contexto específico de una colonia de
Oca es un lugar donde es difícil obtener bienes internación para personas con discapacidad
o prestigio, las personas no pueden acumular mental. Hasta aquí, son acuerdos interper-
muchas pertenencias, ya que el hurto es sonales, cara a cara, que aparentemente no
común, a pesar de ser prescripta su sanción de requerirían ser publicitados pero que al ser
diversas formas. Algunos objetos cobran mayor actuados en un intercambio conversacional,
valor en función de su utilidad o de su escasez, acrecientan el prestigio de los protagonistas,
por no ser provistos por la institución (por que se constituyen en los personajes que desean
ejemplo los cigarrillos, cuyo consumo está interpretar ante un interlocutor que registra
prohibido formalmente, pero todos fuman). el diálogo. La sofisticación de estas opera-
Cuando se quiere hablar mal de alguien puede ciones se realza al tomar en cuenta el contexto
decirse de él que es “ladrón” porque esa en que tienen lugar y la importancia en la
conducta merece de parte de quien es “robado” mediación de los intercambios, en lo que
R.I.F. 21, 2006 Página 80
Bibliografía
BALZANO, Silvia (2005) “¿Quiénes son los ‘anor- GOFFMAN, Erving (2001) Estigma. La identidad
males’ dentro de una clínica psiquiátrica?”. Libro de deteriorada. Buenos Aires, Amorrortu.
Ponencias de Congreso ALA, Rosario, Julio de 2005.
GOFFMAN, Erving (2004) Internados. Ensayos
BAUMAN, Richard (1989) “Identidad diferencial y sobre la situación social de los enfermos mentales.
base social del folklore”. Serie de Folklore Nº 7: 27-46. Buenos Aires, Amorrortu.
FEFGDG
Revista de Investigaciones Folclóricas. Vol. 21: 81-87 (2006) Página 81
Necesidad de códigos
Silvia Duschatzky y Cristina Corea (2004:44) Los códigos enunciados: icónico (tatuaje),
que “la transgresión a la ley no sólo está verbal (jerga), quinestésico 7 o performativo
orientada por la lógica de la necesidad, sino (actuaciones), pueden ser leídos, analizados e
por otras demandas o búsquedas vinculadas a interpretados como folclóricos desde las
la conquista de un lugar en el grupo y de un actuales perspectivas de la disciplina, porque
sistema referencial que organice, de algún permiten la inscripción subjetiva y social de
modo, el caos de la experiencia”. estos jóvenes dentro de un grupo, cuyo mensaje
Algunos aspectos de esta población impactan diferencialmente codificado es re-creado y re-
rápidamente por ser muy visibles en el cuerpo, tradicionalizado cada vez que se despliega como
como los tatuajes y las cicatrices de cortes actuaciones propias en distintos contextos.
autoinferidos, que fueron descriptos en trabajos
anteriores 4 y permitieron dar cuenta de las La entrevista como testimonio
reelaboraciones que hacen de otros códigos, a
Convocamos a Leonardo -contando con su
lo que algunos autores denominan “meta-
buena disposición para narrar- para una
código” grupal. Otra posibilidad de decodificar
entrevista y le proponemos conversar sobre los
conductas es a través del discurso verbal del
códigos que manejan en el interior del grupo
joven, que es accesible con su valor émico sólo
de internos, en el pabellón.
a través de quienes co-participan de la cultura
en la que circulan, sabiendo que “el lenguaje Su relato es a la vez, un conjunto de
es advenimiento del ser mismo que aclara y enunciados que permite conocer los códigos
oculta” (Fritz, 2004:24), ya que el análisis de grupales casi al margen de él mismo y, un relato
los discursos directos dejan entrever un sentido de las experiencias en las que fue consti-
oculto. Finalmente, otras conductas de estos tuyendo su subjetividad, su lugar en el mundo,
jóvenes requerirían de la observación por lo que adquiere una dimensión testimonial.
participante por tratarse concretamente de La conversación con Leonardo gira en torno
actuaciones, pero, teniendo en cuenta que se a dos ejes muy relacionados: la negociación del
trata de un instituto de régimen cerrado y rol del ingresante al instituto y la ubicación
máxima seguridad, de varones y, que la que inicial y tentativamente le asignan en un
presencia de un observador inevitablemente d e t e r m i n a d o p i s o 8, l o q u e i m p l i c a u n a
alteraría la escena, serán recuperadas a partir jerarquización dentro del sector al que debe
de entrevistas con informantes “calificados” 5 . integrarse. Así expresa con las particularidades
En consecuencia, nos basamos, para el habituales de su lenguaje:
presente trabajo, en una entrevista abierta con
Leonardo, joven de diecisiete años que desde Ingresa un pibe. Si no tiene conocidos se le
los trece sobrelleva sucesivas internaciones de pregunta: ¿de dónde venís?, ¿por qué caíste?,
características asistenciales y penales. ¿de dónde sos?, y se observa cómo está
Cabe destacar que esta investigación tiene vestido: zapatillas boing, con resorte.
la particularidad de no agotar en ella su ¡Cualquiera no tiene zapatillas con resorte!,
finalidad, como investigación pura, sino que es como un código: ¡sos re-chorro!. Se le ve
tiene como propósito encaminarse hacia una si es bueno 9 (frente a mi expresión de
intervención, en tanto el Instituto constituye extrañeza, aclara), no buena persona,
el campo de trabajo a mi cargo, como asistente significa ´picante´, delincuente en la calle,
social y, el trabajo de campo como antropóloga, (entonces se decide) que salga al comedor.
interpenetrándose los vicios y riesgos de cada Se le recibe en una mesa, es de mi
una, al pasar alternativamente del extra- ranchada.
ñamiento a la situación de implicación 6.
En función de las condiciones planteadas La pregunta ¿de dónde venís? se refiere a la
respecto del contexto institucional y de mi indagación sobre la trayectoria institucional o
relación con el informante, hemos introducido delictiva previa, lo que permite la ubicación del
una variación instrumental-metodológica que ingreso en relación a un grupo de referencia.
va transformando el modelo estructurado de Es frecuente que el ingresante o algún
la entrevista hacia un modelo de intervención compañero suyo tenga (o haya tenido) en el
dialógica, ya que la implicación marca la instituto algún conocido, compañero o familiar
necesidad de “abandonar un saber constituido que haya compartido la actividad transgresora
para poder pensar en situación”, tal como lo o alguna institucionalización previa lo que le
señalan Duschaztky y Corea (2004:108). facilita o bien le obstaculiza su incorporación.
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Le facilita, si la relación directa o mediada por categorización del “nuevo” 12. Este suele quedar
ese “nexo” ha sido positiva, entonces “se lo incorporado, aunque sometido, en un lugar
r e c i b e e n u n a m e s a ” 10 y s e i n t e g r a a l a dentro del sistema de ubicación internamente
“ranchada”. Pero puede verse la incorporación vigente, paralelo al instituido, que le garantiza
obstaculizada, ya que se mantiene una conducta protección a cambio de dinero y otros bienes
solidaria en relación al propio grupo, que se materiales.
manifiesta más allá de los individuos concretos Con posterioridad, la posición en el pabellón
y de los contextos en que se encuentren: si el será negociada mediante el atravesamiento de
ingresante o algún par directo tuvo ante- ciertas pruebas, las que desencadenan una
riormente algún problema con alguno de los actuación ritualizada. Refiere Leonardo que se
jóvenes que actualmente está en el Instituto o inicia con una provocación al ingresante, como
con algún allegado a éstos, los problemas el robo de alguna pertenencia que pudiera
quedan pendientes y se arrastran, pudiendo ser tener en su celda y explica la reacción de éste
saldados o cobrados por un compañero en el esperada por parte del grupo.
nuevo destino. En forma semejante, opera la
pregunta de ¿dónde sos?, que remite al Sigue Leonardo: Cuando falta algo (por
territorio y a la ubicación o posicionamiento ejemplo) robaron un champú. No se quién
personal en él. fue. No puedo revisar celda por celda, se va
En cuanto a la pregunta ¿por qué caíste?, a dar cuenta el empleado. (Se) Apaga el Tele
permite el reconocimiento dentro de una (televisor) y dice: la ra sa- sa sa sa –sa sá…
jerarquía por el tipo de causa delictiva, en la Elena : -¿la ra sa- sa sa sa-sa sá ? (repito la
que ser bueno, ser buen delincuente, frase)
picante 11 ; supone robo con armas, asalto a Leonardo (aclara): que se vaya a la concha
bancos, secuestros extorsivos. Se encuentran de la madre el que me sacó el champú. El
en un rango menor los jóvenes cuyas causas que fue robado no sabe (quién se lo sacó) y
se relacionan con robos sin armas y arrebatos, tiene que putear.
quedando en un último lugar y ya “sin El que le robó, salta (reacciona). Si no
derechos” o sea sin ninguna consideración (saltás), alguien te va a ver, y... (perdés
entre los pares, los ingresos por violación. posición). Yo fui valiente de apagar la tele.
El análisis del relato nos confronta con un “No importa ganar o perder, lo que importa
“portavoz grupal”, que, como señala María Inés es “pararse de manos” (pelear).
Palleiro (1992:90), deja en su mensaje plasmado
un contenido referencial que “remite al El mostrarse dispuesto al enfrentamiento
universo de representaciones que configura la con el o los otros, a través de una performance
visión particular del mundo de dicho grupo y que podríamos considerar “ritual”, le dará
que le otorga su identidad cultural”. acceso a una posición favorable dentro del
grupo al que se va a incorporar, aunque, en la
Continúa Leonardo la narración, diciendo: pelea, haya sido vencido. Este texto da cuenta
de que, en esta particular cultura no se prioriza
Si es medio gil, (y recibe) visita, cigarro, la fuerza física, sino el conocimiento y
$15 (entonces) el Picante lo saca al comedor aceptación de una regla que los precede y que,
y lo cuida. con cada actuación, se va confirmando.
Elena:-¿y cómo lo cuida? Asimismo, se puede advertir, en el párrafo
Leonardo:- que tenga su ropa, que esté piola, siguiente, cómo queda en evidencia otra
que haga su conducta, que no lo delate. Y estrategia regulativa de la convivencia, a
las cosas que le traen son de los dos: 7 pesos través de la representación de ciertos roles
para el pibe y 8 para el Picante. Al que paga emergentes, con los que encubren la verdadera
le conviene porque recién ingresa, se evita dinámica de interacción grupal.
problemas y peleas. Paga y nadie lo pelea.
Continúa Leonardo: Si sos Picante podés
El interrogatorio previo, sumado a la mandar a dos “coche bomba” (indicándoles):
observación que los jóvenes realizan sobre la andá, vayan y péguenle a aquel. Yo le saqué
conducta del ingresante ó ingreso, confirmado (el champú, por ejemplo) y va a apagar la
por la ropa que viste (zapatillas y ropa deportiva tele 13 .
de marca y alto precio) permiten la rápida Elena: - ¿Coche bomba?
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Leonardo: - Coche bomba son dos tontos, una aparente cohesión grupal, con la que se
pero programados. Siempre fueron estúpidos fortalecen en situación de encierro, haciendo
y te quieren pegar para no quedar mal con el más tolerable y ventajosa la cotidianeidad de
Picante. El Picante es pillo. Los otros ya algunos. Decimos aparente cohesión grupal, ya
están quebrados (no tienen autonomía, que siempre hay un margen de negociación,
responden a órdenes). respecto del total acatamiento (ya sea por parte
El picante no va porque lo engoman y le de la totalidad de los jóvenes o de la totalidad
cortan diez días el teléfono. de las reglas); como así también señalamos el
bienestar de algunos, ya que “esas normas no
En este texto Leonardo remite a la cuestión poseen carácter democrático y, por el
institucional y a la vulnerabilidad de la justicia, contrario, se imponen en forma vertical, con
ya que se aplica como sanción el aislamiento los recursos de la violencia y la intimidación,
en la celda y la interrupción de las llamadas entre otros” (Fritz y otros, 2004:65), réplica de
telefónicas a quienes no son sino chivos la dominación del poder coercitivo y
emisarios 14 del líder 15, quien se mantiene al hegemónico 18, que también rige en el afuera
margen, preservado por el silencio grupal y del instituto.
eludiendo la sanción. Respecto a la génesis y transmisión de los
Sigue diciendo Leonardo: códigos de esta subcultura, las respuestas
oscilan entre aquellos especialistas que la ven
Al fin y al cabo terminan sin teléfono: los como resultado de las condiciones de vida en
dos coche bomba. Y el robado queda bien, institutos o incluso en la “cárcel” y producidas
porque peleó. El Picante devuelve las cosas fundamentalmente por esta última, a los que
si ve que el otro peleó, o lo esconde en el la relacionan con factores externos, aún
colchón del coche bomba. La mayoría de las anteriores al comienzo de la conducta delictiva
peleas son de coche bomba. (Fritz y otros, 2004:68). En una entrevista, el
Director del Instituto Roca, destaca que “el
Resulta interesante el juego de roles que código carcelario lo aprenden afuera” 19 . No
reproduce Leonardo en su discurso, en función obstante, recuperando los datos presentados en
de la interacción 16 con la entrevistadora quien, las Jornadas de Trabajo Social de la Universidad
no es para él ni un par, ni un miembro de su Nacional de La Plata 20 sobre esta misma unidad
grupo social. Como vimos, por una parte de análisis, resulta ilustrativo el dato que el
describe la escena para el investigador, en forma 76 % de los jóvenes internos posee algún
impersonal, incorporando aclaraciones que familiar directo con antecedentes penales,
ayudan a su comprensión. Por otra parte, representando los hermanos mayores la
desliza en breves referencias coloquiales, su proporción más alta (38%). Es oportuno
experiencia subjetiva, se involucra e identifica, destacar que el 16 % de esta población cuenta
dando cuenta de haber sido él mismo el con más de un familiar privado de su libertad,
protagonista en una situación semejante: “No lo que permite reconocer la incidencia de esta
se quién fue (…), no puedo revisar (…), yo fui vía directa en la transmisión cultural; a lo que
valiente (…), andá, vayan y péguenle (…), yo sumamos el dato que más del 50 % de los
le saqué (…)”, con lo que finalmente, se jóvenes posee también su propia experiencia
desenmascara. En este análisis tomo la de internación institucional y se encuentra
metáfora de la máscara 17 como “Significante relacionado con pares transgresores, lo que les
plástico visual y substractum etnográfico”, tal permitió aprender y reactualizar los códigos 21 ,
como titula Hipólito G. Bolcatto su trabajo, en participar en su reelaboración y contribuir a
el que señala como uno de los objetivos de la su circulación.
máscara el de “esconder” la personalidad, y, en
el caso de Leonardo se ejemplifica el proceso Conclusiones
de implicación y desimplicación de la conducta,
a través de su relato. Observamos la incidencia de las relaciones
Estas conductas o comportamientos entre pares fundadas en una “apropiación
normatizados, aceptados y reconocidos como desigual de bienes materiales y simbólicos,
propios del grupo, remiten al concepto de donde una parte se apropia de algo a expensas
código, a través del cual los internos confirman de otra…” 22 generando relaciones sociales
la identificación con el rol delictivo y logran asimétricas. Estas relaciones toman formas
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diversas que pueden ser interpretadas como aparte, se distingue y que estando aparte, está
conductas adaptativas (Merton, 1964), prácticas adentro, pertenece. Se trata de una cultura que,
de refugio (Saltalamacchia, 1998), conductas a través de ciertos comportamientos, se
impugnadoras (Lombardi Satriani, 1986), diferencia de otras por la circulación de un
esperables en una estructura social con un mensaje codificado, interpretable con valor
orden dominante, excluyente. Las pautas inter- diferencial en la medida en que un grupo lo
pares facilitan al joven institucionalizado conoce y lo comparte y mediante el cual toma
sobrevivir en un ámbito de restricciones, distancia de la sociedad. Una cultura que se
generando una ley, que dista de la ley social y manifiesta en comportamientos que reac-
que requiere, para vivir en el internado de un tualizan una conflictiva social y exponen
rápido aprendizaje que le permita la inclusión. mediante la reelaboración de prácticas
Recuperando información del trabajo de campo comunicativas que la preceden dando cuenta
con los jóvenes de la población en estudio, se de su validez y vigencia. Una cultura que
puede dar cuenta de que refieren distintas desplaza y encubre los males sociales: exclusión,
situaciones de aprendizaje en relación con los delincuencia, droga, pobreza y desigualdad.
códigos grupales, aprendizajes anteriores a la Males que, sin embargo, pueden ser traducidos
internación entre aquellos que integran grupos como “bienes” folclóricos, al decir de Manuel
de calle y/o sostienen conductas transgresoras Dannemann, en tanto se constituyen en
manteniendo contacto con pares y/o adultos que propios, comunes, aglutinantes y represen-
tienen experiencia de institucionalización; tativos de los adolescentes que confluyen en
mientras que, el que ingresa por primera vez, un lugar que hicieron suyo: “la calle” y con
sin experiencia, sin trayectoria ni contacto con determinadas conductas en las que se
pares de cultura delictiva, tuvo que aprenderlo inscribieron como sujetos .
una vez ingresado. Este aprendizaje se logra Estos planteos pretenden des-cubrir aspectos
con un alto costo emocional y, muchas veces, del proceso de formación cultural de este grupo,
económico, debiendo superar pruebas de valor a través de algunos comportamientos que
“iniciático”. Estas pruebas, como la de pararse podemos considerar folclóricos, a la vez que
de manos le podrán valer la aceptación del aproximarnos a los mecanismos de cons-
grupo, si ha demostrando que sabe hacerse trucción y deconstrucción de la subjetividad,
respetar y le otorga derechos; o la sumisión en un contexto social conflictivo y violento. Se
y dependencia de algunos para estar observa en este trabajo, que Leonardo actuó
preservados, debiendo compartir los bagallos como un ventrílocuo, haciendo hablar a otros,
que la visita les trae o pagar la prote a pares sin dejar nunca de ser él mismo quien hablaba
de más peso. y que lo hacía desde una realidad socio cultural
Significativamente observamos que en el que le posibilitó trasmitir los valores
interior del internado se reproduce la identificatorios de su grupo, transformando y
arbitrariedad, la explotación del otro, la reelaborando “la retícula que le provee la
desigualdad, la dominación mediante la estructura de la sociedad que lo contiene”
instalación de un rígido sistema normativo, en (Blache y Magariños de Morentin, 1992) 23 .
el que se reconoce y valora una identidad Una lectura que contemple la decodificación
construida al margen de las reglas socialmente de las distintas estrategias comunicativas a las
admitidas, que necesita ser ocultada, y que estos jóvenes apelan, permitirá adecuar los
encubierta como forma de preservar la propia tratamientos institucionales con inter-
vida; mediante estrategias metacomunicativas venciones más eficaces, pudiendo evitar la
altamente codificadas y ritualizadas que instalación de los jóvenes en un circuito de
consolidan otra modalidad de cultura. Una repetición que los lleve a reincidir en la
cultura que, tradicional y modernamente conducta delictiva, con una altísima posibilidad
podemos conceptualizarla como folk., ya que de conformar la población del sistema
estando dentro de la sociedad mayor, está carcelario de adulto, en la siguiente etapa.
Notas
1
Expresión que utiliza Erving Goffman. 2
Ver Michel Foucault.
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3
Citado por Richard Bauman. Identidad Diferencial 14
Chivo emisario es un tipo especial de portavoz
y base social del Folklore. En: Martha Blache (comp). grupal. Es el depositario de aquellos aspectos negativos
Narrativa Folklórica II. Buenos Aires, Fundación que la tarea ofrece al grupo. El punto es, que cuando se
Argentina de Antropología. va un chivo emisario de un grupo no se lleva todo lo
malo (del grupo) y, entonces, la pregunta que se hace el
4
Ver bibliografía. resto de los integrantes es ¿Quién será el próximo?
(Dora García 2003:29).
5
Calificados por conocer y compartir los códigos dada
su pertenencia al grupo de internos, y estar dispuestos 15
Líder es aquel en que se depositan los aspectos
a colaborar en el trabajo de investigación que se realiza. positivos de la tarea grupal.. Señala Dora García que
ambos roles, líder y chivo emisario están íntimamente
6
Adhiero al planteo metodológico de Duschatzky y relacionados, ya que uno surge como preservación del
Corea (2004:96) cuando plantean los tres caminos que otro (en el proceso de disociación que lleva adelante
confluyen en el pasaje de la posición de observación a todo grupo en la discriminación de roles).(Dora García,
la de implicación: a) la variación de los supuestos de 2003:29).
lectura de los datos en relación al concepto de violencia,
b) la variación de los instrumentos de recolección de
16
Me refiero puntualmente a la entrevista con el
información considerando que las palabras testimonian investigador, quien es por otra parte el asistente social
algo de lo que pasa y, c) la variación de la posición de que le ha sido asignado.
enunciación de los investigadores, los que pueden
reformular sus intervenciones e interpretaciones
17
Por haber sido relevada en tatuajes personales
abandonando el saber construido, alterarse y “devenir presentados en un trabajo previo.
otro en el curso de una investigación”. 18
Ver: Boiven y otros. Cap. 3, La construcción del
otro por la desigualdad.
7
Crespi y Ferrario (1995:106). Se refiere a las
reacciones musculares o quinestésicas como trasmisoras 19
Documento publicado en Internet por el Equipo
de significados expresivos.
Nizkor y Derechos. Human Rights. Informe : “Cárcel y
niños” Servicio Paz y Justicia y Hogares Don Bosco,
8
Tomado el piso como posesión territorial.
Obra Salesiana. www.derechos.org/serpaj/doc/
carcel.html - 96k -
9
Se sugiere consultar el glosario de términos
específicos de la cultura carcelaria al final del artículo. 20
14 y 15 de septiembre 2006 “La producción de
conocimientos en Ciencias Sociales y su aporte a la
10
El Instituto cuenta con una distribución en tres construcción de un proyecto de sociedad”. VI Jornadas
plantas. Cada piso tiene un comedor en el que se de Investigación y III Jornadas de Extensión
encuentran tres mesas de cemento con bancos del
Universitaria. Universidad Nacional de La Plata.
mismo material. El lugar en la mesa lo determina el
grupo de jóvenes, y en general se mantiene fijo, 21
Valga como ejemplo el glosario carcelario
aglutinando a los de una misma “ranchada”. recopilado en el Servicio Penitenciario bonaerense en
dos períodos con diferencia de 10 años mostrando el
11
Se sugiere consultar el glosario de términos dinamismo del lenguaje. Ver Fritz y otros (2004: 113 y
específicos de la cultura carcelaria al final del artículo. sig.).
12
“Nuevo” en el sentido del joven que ingresa por 22
Boivin y otros (1999:160), refiriéndose a las
primera vez al instituto M.B, donde se realiza este relaciones de dependencia.
trabajo de investigación.
23
Citado en Martha Blache (1994:8).
13
El televisor en el comedor del piso permanece
permanentemente prendido. Si hay algún altercado, uno 24
Fritz y otros (2004:115-140) Glosario carcelario.
de los jóvenes lo apaga para ser escuchado por el resto. Corroborado en la experiencia del autor .
Glosario 24
Bagayo: mercadería que trae la familia para Hacerse cargo: asumir la responsabilidad de un
consumo del interno. acto, delito, etc.
Beneficio: gracia, conveniencia, otorgamiento de Hacer conducta: observar las reglas producidas por
algo. la institución cuando se busca un beneficio.
Buscar la reacción: provocar a un igual con el Hacer tocar: cuando por diferencias, uno o más
objeto de medir su coraje. Molestar hasta que el otro internos echan del pabellón a un igual o iguales,
reaccione. impidiéndole/s continuar viviendo en el mismo.
Engomado: cierre de las puertas de las celdas. Segregar a un interno del piso o del pabellón, mediante
Encerrado. la intimidación o violencia.
Gil: aquel que delinque de una forma que no resulta Hacerse respetar: no ser molestado.
aceptada por las reglas no escritas pero que rigen entre
los internos; o aquel que por su conducta merece tal Ingreso: detenido que por orden judicial es alojado
apodo. en un instituto, cárcel, o comisaría.
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No tener derecho: no tener autoridad moral, no Quebrado: aquel que alguna vez fue de valía en el
poder opinar sobre nada. ambiente del hampa y se convirtió en confidente.
P a g a r p r o t e: pagar a otros internos (mediante Rancho: uso sintético del término ranchada.
algún tipo de concesión) para ser protegido o no
Ranchada: grupo unido de internos que comparten
molestado, en un pabellón.
intereses y afectos comunes en un mismo piso o
pabellón, o en diferentes pabellones.
Pararse de manos: pelear para hacerse valer.
Refugiado: aquel que tiene problemas de
Picante: persona que se hace valer. convivencia con sus pares, ya sea por el delito imputado
(ejemplo violación) o por su conducta, o forma de vida,
Pillo: vivo, astuto. o por deuda pendiente en la vida en libertad.
Piola: que es aceptado y respetado por todos. Se lo ganó: obtuvo con legitimidad lo que deseaba o
intentaba lograr.
Primario: inexperto. Se dice de aquel interno que Salta: reacciona.
cae detenido por primera vez en un instituto o en una
cárcel. Tener derecho: a ser respetado, por hacerse valer.
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Revista de Investigaciones Folclóricas. Vol. 21: 88-93 (2006) Página 88
Criollos y criollismo
en la industria del folclore musical
Ricardo J. Kaliman*
Folclore e identidad
Entiendo aquí por folclore moderno las prácticas raciones. De hecho, el folclore moderno se
de origen rural que, desde fines de la década inspiró en esas formas, y el grado de lealtad a
de 1930, comenzaron a abrirse camino en los ellas sigue siendo parte de la definición del
medios masivos de comunicación, inicialmente capital simbólico para muchos de sus cultores.
suscitado por la creciente población de inmi- Sin embargo, el folclore moderno, además
grantes del interior del país hacia Buenos de haber adquirido muchos rasgos que los
Aires, pero luego decisivamente impulsado por folclórologos tradicionales consideraban
sectores dominantes de la sociedad, sobre todo incompatibles con el folclore auténtico, tales
durante la década peronista. Durante los años como la autoría reconocida o la performance
1960, este circuito vivió una nueva e impor- en ambientes urbanos, llevó desde el principio
tante revitalización, y sigue ocupando hoy una la impronta de su articulación en el mercado y
significativa franja a cuya dinámica con- el curso de su historia no puede comprenderse
tribuyen tanto la industria cultural como los sin examinar la incidencia que tuvo sobre él la
reclamos y las expectativas de grandes sectores dinámica de las industrias culturales. Es
populares. Es, en suma, lo que más gene- precisamente esta relación la que constituye
ralmente se conoce con la palabra “folclore”, el foco de la investigación de la que quiero
como cuando hablamos de un conjunto ofrecer aquí algunos resultados. Tal vez no esté
folclórico, de un festival folclórico o de un de más aclarar que en persecución de este
programa de radio folclórico. Sin embargo, le objetivo dejo de lado todos los descréditos a
agrego el adjetivo “moderno” para diferenciarlo priori que a veces se implica en las aproxi-
del sentido que esta palabra tuvo originalmente, maciones académicas a la industria cultural.
que fue adoptado por los estudiosos de la Asumo que lo que designamos con este nombre
folclorología argentina y que se reducía a no es sino una forma que han tomado las
aquellas formas estrictamente rurales, relaciones entre los factores económicos y las
practicadas en ese ámbito y mantenidas prácticas culturales durante el siglo XX,
tradicionalmente a través de varias gene- relaciones que, después de todo, siempre han
existido y que subyacen incluso a las que se Mi investigación se basa, por una parte, en
consideran las obras de arte más desin- el examen de la publicidad, las entrevistas y
teresadas: Virgilio no era desatento a las los comentarios periodísticos, las presen-
directivas de Mecenas, ni Moliere a las de taciones en público; y, por otra parte, en los
Versailles, ni Shakespeare a las de su testimonios de los seguidores de diversas
abigarrado público, los empresarios teatrales figuras que se relacionan, con mayor o menor
y la corte real. Y los intereses de los éxito, con la industria del folclore moderno
respectivos financistas no eran siempre más argentino. Me he concentrado particularmente
nobles y altruistas que los de los empresarios en la imagen del Chaqueño Palavecino, por
de la industria cultural más reciente. En todo razones que espero queden aclaradas al final
caso, lo que particulariza a la industria cultural de este trabajo. La mayor parte de las fuentes
entre todas estas formas son rasgos tales como testimoniales, provienen, en efecto, de
la reproducción en masa, el aprovechamiento entrevistas semiestructuradas a seguidores de
consciente y claramente dirigido de un aparato este intérprete salteño, la mayoría de sectores
publicitario cada vez más sofisticado y de cada sociales populares.
vez mayor alcance, y el lucro como medida del La industria del folclore moderno musical
éxito. Reconocidos estos factores, lo que cabe argentino no es, por cierto, sino una instancia
es preguntarse, como cabría hacerlo en más de esta dialéctica entre las identidades
cualquier práctica cultural, de qué manera ellos socialmente vigentes y los intereses lucrativos.
afectan al desarrollo de las prácticas cultu- En todo caso, lo que parece particularizarla es
rales. la extendida vigencia de cierto discurso
Creo que son precisamente estos descréditos identitario cuyas raíces pueden rastrearse
los que han tendido a conceptualizar las mani- hacia el más temprano romanticismo y que se
festaciones de la industria cultural, no sin reitera, a veces aparentemente esclerosado, en
cierto reduccionismo, a una manipulación del las publicidades, en la oratoria de los festivales,
consumo por parte de los productores, que, en los guiones y hasta en los títulos de los
según un difundido apocalipsis, es capaz de programas de radio y televisión. Sin embargo,
lograr que los consumidores acepten cualquier un análisis más detenido muestra que, como
producto que se les imponga. La cuenta de los en toda práctica cultural, no sólo entran en
fracasos, que son numéricamente más que los juego, en relaciones y ritmos bastante
éxitos, y la recurrencia de las brevedades de complejos, varias otras identidades, sino que
experimentos industriales no debidamente en el seno de la propia identidad invocada por
ajustados a las expectativas del público, puede ese discurso preponderante, la que podemos
bastar, momentáneamente, para echar por llamar nacional-criollista, lejos de haber
tierra estas simplificaciones. La hipótesis de permanecido impertérrita durante décadas,
trabajo inicial en relación con el objetivo pueden reconocerse intrincadas variantes,
general de mi investigación es la de que la entre las cuales se plantean conflictos que no
cultura popular, en el contexto de la industria permanecen siempre del todo soterrados.
cultural, si bien es afectada por ella y por lo Como breve ilustración de la primera de
tanto no puede entenderse completamente sin estas propiedades, a la que me dedico en otro
esta incidencia, incluye sin embargo más que trabajo, me limitaré a ofrecer aquí una breve
ella. Lo que en términos económicos se visua- lista de las identidades más importantes que
liza como demanda se deriva, en realidad, de he reconocido entre los seguidores del folclore
la dinámica independiente de las identidades moderno argentino y que de una u otra
vigentes en grandes grupos de la sociedad, que, manera, se articulan con la dinámica de la
al articularse en un mercado, mantienen sin industria. Podemos reconocer, en efecto, por
embargo su lógica propia a la que los intereses lo menos las siguientes: identidades genera-
de lucro tienen siempre que atender, y de hecho cionales, que determinan distintos tipos de
atienden sistemáticamente. Esta particular aficiones según la edad de los participantes de
relación de factores sella con una modalidad la práctica; identidades de grado y naturaleza
propia la reproducción de las identidades de formación, que nos permite distinguir entre
culturales en las sociedades contemporáneas, quienes se afilian a un folclore “ilustrado” y
y es precisamente el estudio de esta modalidad quienes, en cambio, se incorporan a la práctica
lo que orienta, como un objetivo general, mi en un contexto que podríamos llamar de
estudio. “educación informal”; identidades de clase, en
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la que pueden distinguirse una variedad de oligárquico se esfuerza precisamente por dejar
matices que pueden involucrar otros rasgos afuera de su construcción al indio (que, como
además de los recursos económicos; identidades ocurrió en otras naciones latinoamericanas,
provinciales, de particular incidencia en la podía reclamarse como el legítimo hijo del
práctica del folclore moderno, y que a veces territorio) y al inmigrante (en quien se
condiciona las preferencias por ciertos géneros depositan las culpas de procesos sociales como
o incluso ciertos conjuntos de intérpretes; la industrialización y el sindicalismo, dos de
identidades de género, que afloran esporá- las principales amenazas contra la hegemonía
dicamente en algunos testimonios, aunque la terrateniente). En un sentido más general, todo
variable de género tiende a ser más recurrente el proceso que dio lugar al surgimiento del
en la caracterización de los “targets” de los folclore moderno, de hecho, se articula con la
empresarios y productores de la industria historia de lo que se ha dado en llamar el
musical; y, finalmente, identidades políticas, discurso criollista, y la identidad nacional que
que tienden a distribuirse en las opciones de le da sentido acaba equiparándose con la
la izquierda y la derecha, aunque en algunos identidad implicada en este discurso, que
casos pueden perfilarse distinciones más podemos llamar entonces, “identidad criolla”.
sutiles. Diversos aspectos de la identidad criolla, y
sobre todo del discurso criollista, han sido
Identidad criolla estudiados con relativo detenimiento, muchos
otros quedan todavía en las sombras y, a
Sin embargo, lo que desarrollaré más en menudo, su real complejidad no alcanza a
detalle hoy se refiere a la otra propiedad, la revelarse del todo por cierta confianza en
que apunta a la identidad nacional-criollista. insistentes sobrentendidos. Podríamos sinte-
La dialéctica arriba reseñada por la cual el tizar lo que está claro y hasta cierto punto
folclore moderno se consolida en la sociedad consensuado en los siguientes tres elementos:
argentina resulta de la articulación de un
impulso de los migrantes de las zonas rurales •La identidad criolla es una identidad étnica,
del interior del país a reproducir las costumbres es decir una en la que se entrecruzan
que les son familiares y que les proporcionan consideraciones “raciales” y culturales, por
un sentido de seguridad y comunidad; con una lo menos porque es posible configurarla en
perspectiva generalizada entre los sectores oposición al indio, al negro y al inmigrante
dominantes, que se inclinan por emblematizar europeo o asiático. Sin embargo, esto no es
la unidad espiritual de la nación precisamente obstáculo para que, en determinados
en esa vida campesina. Las motivaciones contextos, pueda hablarse de “acriolla-
históricas de esta perspectiva son conocidas: a miento”, para referirse a individuos de otros
comienzos del siglo XX, la oligarquía pampeana orígenes que adoptan los rasgos funda-
comienza a percibir que los cambios sociales mentales del grupo.
que ha traído la modernización se están •Tiene un fuerte contenido de clase y refiere
configurando como una amenaza contra su primariamente a los sectores menos privi-
secular hegemonía. En lo ideológico, su legiados económicamente de la sociedad
reacción consiste en construirse a sí mismos argentina.
como los señores naturales del territorio, •Está constantemente relacionada con la
reivindicando al campo, donde su poder sigue vida campesina, y en muchos casos, en parti-
siendo indiscutible, como el reservorio de la cular, se la visualiza como heredera de las
esencia misma de la nación. La difusión del prácticas del gaucho, que llega a convertirse
folclore se nutre de esta alianza de intereses, de esta manera, en el referente histórico
y los propios campesinos, y sus herederos, fundacional, construido imaginariamente de
asumen como propia esta perspectiva esen- diversas maneras. Correlativamente, las
cialista, que, aunque de manera relativamente imágenes de la vida gauchesca constituyen
subordinada, ha convertido a sus propias el principal repertorio de símbolos mediante
prácticas en un capital simbólico nada los cuales se reconocen las manifestaciones
desdeñable. exteriores de esta identidad.
En consecuencia, esta concepción de lo
nacional, impregnada de una fuerte conno- Más allá de los distintos signos que pueden
tación étnica, en la medida en que el discurso reconocerse como manifestaciones de esta
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niño y antes de alcanzar el éxito que ahora las identidades “ilustradas”. Por contraste,
le permite dedicarse de lleno al folclore, fue los seguidores del Chaqueño asignan un
camionero y luego chofer de ómnibus. Se fuerte valor al mantenimiento de esta
insiste en estos datos biográficos tanto en sonoridad y “clasicidad” del repertorio.
su publicidad como en sus entrevistas, y sus • Familiaridad en el trato y campechanía.
seguidores son conscientes de ello. Esta El Chaqueño se dirige al público, cuando
propiedad marca una proximidad que lo habla, en un tono familiar, sin ningún
aleja, por ejemplo, de grupos como Los rebuscamiento ceremonial ni pretensiones
Chalchaleros, cuya marca de clase es moralizantes o didácticas en ningún sentido.
absolutamente diferente, más vinculada a la No hay una retórica de escenario visible,
oligarquía salteña. sino un tono de fiesta compartida, que se
• Guapeza (energía): los recitales del refuerza, por ejemplo, con prácticas como
Chaqueño brindan una permanente imagen las de preparar y comerse un asado o
de fuerza. Canta sus temas con su gruesa y compartir un vino en el escenario.
fuerte voz, casi gritando (aunque sin falsetes
ni esfuerzos demasiado visibles) y, mientras Sobre la base de estos elementos, podemos
no canta, se mueve a grandes pasos por todo reconstruir una imagen del criollismo que
el escenario, sin disminuir su vitalidad en encarna el Chaqueño Palavecino, que tendrá
ningún momento. Son legendarias, y forman puntos comunes con otros intérpretes, y otros
parte de su publicidad, sus largas presen- no, pero el conjunto difícilmente coincida punto
taciones, como su tradicional amanecida en por punto con el de ninguno de los otros.
la Serenata de Cafayate. Correlativamente, no todos asignan el mismo
• Lealtad a su tierra de origen: varios de valor a cada uno de estos rasgos, aunque, en
los músicos que lo acompañan son ori- términos generales, ninguno deja de ser
ginarios del Chaco salteño, y es conocido reconocido. Con respecto a las diferenciaciones
como patrocinante de jóvenes promesas de dentro de la circulación subjetiva de la
la misma región. Los temas de su repertorio identidad criolla arriba reseñadas, está claro
hablan a menudo de la gente y los lugares que la relación con el campo funciona de
de esa zona. En sus espectáculos, siempre manera diferente entre aquellos que se
reserva un momento para anunciar que va identifican por una familiaridad directa con
a cantar coplas “de la forma en que las esos valores, por un lado, y, por otro, para
cantan en mi tierra”, esto es acompañadas quienes no pasa de un signo identitario más
solamente por violín y bombo. Sus segui- bien abstracto.
dores valoran esto como una virtud, incluso La ambigüedad alcanza puntos potencial-
aunque provengan de otras zonas del país y mente más conflictivos en relación con la otra
no tengan ningún conocimiento directo del diferenciación antes apuntada. Consideremos,
Chaco de Palavecino. para ello, la canción emblemática del
• Sonoridad y repertorio tradicionales: Chaqueño, “Amor salvaje”, con la que alcanzó
Además del bombo y el violín, la banda del su primer pico de fama y que repite inelu-
Chaqueño incluye guitarras y un bandoneón diblemente en cada presentación, con una
(la gran cantidad de instrumentos acompaña acogida general del público, que la corea, como
la imagen de fuerza antes aludida, pero corea las repeticiones del estribillo que el
además le permite estar al nivel del volumen Chaqueño, infaltablemente, pone en escena.
de los instrumentos electrónicos con los que Ahora bien, la canción relata un apasionado
se presentan muchos de los otros intér- encuentro entre un hombre y una mujer que
pretes en los festivales). Por otra parte, su no se conocen y que no vuelven a verse, lo cual
repertorio incluye sólo las formas va en contra de los valores consagrados por la
tradicionales de los géneros clásicos del moral tradicional, pulcramente vigilada, por
folclore moderno: zamba y chacarera sobre ejemplo, en el repertorio de los Chalchaleros,
todo, pero también gato y algo de folclore e incluso en el de los Nocheros (en los que hay
del litoral. No marca diferencia particular pasión carnal, pero nunca alusión al
de interpretación entre una canción y otra. descompromiso entre los amantes). Esta
Se limita a decir la letra cantando. De trasgresión del Chaqueño a las pautas morales
hecho, toda innovación más o menos tradicionales, y adjudicadas a los propios
experimental puede considerarse capital de gauchos en las versiones más idealizadas del
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FEFGDG
Revista de Investigaciones Folclóricas. Vol. 21: 94-101 (2006) Página 94
El trabajo trata sobre cómo los artistas de folclore y rock nacional apelan al
género criollistas en la conformación de su identidad y qué vinculaciones y
desvinculaciones establecen con la nacionalidad argentina. Partimos de la noción
de género criollista entendiendo por éste un conjunto heterogéneo de valores,
actitudes, componentes cognitivos, expresivos y pragmáticos que toma al gaucho
y su mundo como signo del folclore y la nacionalidad. Elementos que se hallan
disponibles socialmente para ser traspasados a nuevos discursos. Atendiendo a
esta posibilidad se analiza cómo en los actuales discursos de los grupos bajo
estudio compilados a través de entrevistas realizadas en el año 2004-5 se activan
homologías textuales con el referido género en los procesos de conformación de
sus respectivas actividades artísticas y en la caracterización de la nacionalidad
argentina.
Palabras clave: género criollista, rock, folclore musical, identidad, nacionalidad.
Es en este núcleo de la resistencia que el Asimismo, sostienen que lo que cohesiona a tan
canon de ambos géneros (rock y folclore) es diversos grupos –aunque no se conozcan entre
coincidente, según la perspectiva de La Vuelta. si- es la solidaridad. Entendida de este modo,
Integrantes de Labaina, 4 (entrevista38.1) la identidad argentina, es la que posibilita el
que se definen como intérpretes de rock armado de proyectos comunes entre todos,
mestizo, coinciden con la banda anterior acerca socialmente participativos e inclusivos. El rock
de que el folclore es lo propio, porque se lo ha que ellos interpretan, entienden que se
aprendido y gusta -genera placer en el receptor- relaciona con la identidad argentina no solo por
y se opone a los intereses ajenos generando un expresar la identidad social de los jóvenes sino
sentido de identidad. Aunque a diferencia del por valorizar la de otros grupos como los
grupo anterior, no circunscribe el folclore, indígenas, que también negocian políticamente
exclusivamente, al gaucho y al campo. Si bien su posición en la sociedad y su representación
el rock nacional y el folclore son manifes- en la identidad argentina.
taciones que proyectan la identidad nacional Miembros de Arbolito 6 (entrevista 40.4)
ésta la definen como una idiosincrasia múltiple cuestionan aquellas versiones autorizadas
y heterogénea con fuerzas contradictorias. desde el poder en torno a símbolos como el
Idiosincrasia que comprende aquellas expre- gaucho, el Martín Fierro, el himno nacional,
siones presentes en el género criollista como el folclore. Hacen explícitos los procesos de
la picardía y la práctica social del asado y la domesticación de sentido ejercidos sobre los
música que interpretan Bersuit Vergarabat, símbolos patrios por el gobierno durante la
Sumo, Divididos, Arbolito ( en la que se valoriza dictadura militar, la explotación que los medios
lo propio, el folclore). Pero, también, abarca la de comunicación hacen del folclore, la negación
mentalidad de delegar en exceso el poder en de la identidad nacional por anacrónica durante
gobernantes que no defienden los intereses la última década, y su ocultamiento por la
locales, los contradictorios sentimientos entre historia oficial. En estos enunciados, los
el interior y Buenos Aires y la falta de adhesión entrevistados ponen de manifiesto la calidad
a los actuales símbolos nacionales para generar performativa de dichas producciones así como,
cohesión social (proponen sustituir el Himno también, la responsabilidad de quienes
Nacional por uno distinto “medio rabioso, actuaron. Destacando de este modo su carácter
medio gritón, cargado de bronca” sentimiento de constructos, presentando al mismo tiempo
que para el entrevistado tiene un efecto una visión alternativa a la autorizada. La
aglutinante). Idiosincrasia que se halla misma se centra en una perspectiva de la
encerrada en un estado de cosas que vuelve identidad como un querer hacer de quienes
sobre si misma frustrando y haciendo fracasar tienen la voluntad de vivir “acá” que es
al pueblo como colectivo. modalizado con la cualidad de “honestamente”
Para la banda Chau Pekín 5 (entrevista 40.1) pero, también, es un saber acerca de la
expresiones clásicas del género criollista como diversidad de la cultura que se expresa entre
el Martín Fierro corresponden a otro momento otros aspectos en la música de las regiones del
histórico, y han dejado de tener vigencia para país. Pero la identidad es algo más que la
representar la identidad nacional, aunque la voluntad de un hacer, es afirmación de lo que
figura Juan Moreira presenta continuidad hasta es propio y a la vez expresión de: “el orgullo de
el presente como ilustran con el personaje haber nacido acá”.
Duraznito de las letras de la cumbia villera, Los entrevistados de la banda La Colosa 7
porque ambos comparten su condición de (entrevista 7.2) consideran que a pesar que el
perseguidos por la policía. Hoy, la identidad folclore es plural y heterogéneo nos identifica
argentina requiere del reconocimiento de su a todos porque es nuestro. Esta es considerada
pluralidad y heterogeneidad, en particular de una condición objetiva, no depende exclusi-
aquellos grupos que han sido negados vamente de criterios subjetivos: que las
históricamente: indígenas, afroamericanos, personas estén de acuerdo o gusten de sus
inmigrantes de origen europeo y latinoa- manifestaciones. Por otro lado, presentan un
mericanos. Pero la adscripción a cada uno de solapamiento entre esta categoría (folclore) y
los grupos, para los entrevistados, no se el criollismo, y su expresión máxima el gaucho
determina por lazos biológicos –“no es cosa de como representante de lo argentino, enten-
sangre”- sino por la experiencia que el sujeto diendo -gaucho- como un símbolo, que significa
ha vivido aquí, en el territorio del país. argentinidad a pesar que su referente -el
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personaje- corresponda al pasado. A éste último el folclore de las regiones del país son un
se le atribuyen comportamientos: tomar mate, referente histórico de ineludible revisión. Pero
hacer gauchadas, arreglarse con lo que hay y esta identidad de la resistencia se erige no solo
capacidad para la improvisación que consideran frente a los actuales intereses foráneos sino
se encuentran presentes en las acciones de los principalmente se identifica con la nación
argentinos y por lo tanto, son distintivos de su manipulada, bastardeada e instrumento
identidad junto con el folclore de las provincias. ideológico de muerte que impuso la Dictadura
Ese criollismo, también, es expresión de Militar, en nuestro pasado inmediato. “Nación”
mestizaje entre los grupos. que despierta en los jóvenes no solo sen-
Chorros Vagos 8 ( entrevista 4.5) es una timientos de rabia, bronca e impotencia sino
agrupación reciente que señala el valor horror. Esta experiencia los lleva a afirmar la
preconfigurador de la tradición, dentro de ella, no necesaria recursividad entre identidad
consideran que el folclore refiere a compor- nacional y nacionalismo, sino que depende del
tamientos que son nuestros porque tienen un uso al que se somete a la primera. Uno de los
efecto identitario, se localizan en las distintas miembros de Arbolito señala que el nacio-
regiones de nuestro país y no se encuentran nalismo adquiere un valor diferencial, según
en ningún otro. La propiedad de dichas la posición en la que se lo emplace cuando
conductas debe ser exclusiva para que sostiene que “puede haber circunstancias que
identifiquen a quienes son sus portadores. uno puede ser nacionalista o combatir al
Asumen que el gaucho, como símbolo de nacionalismo, es una herramienta, depende
argentinidad, logra la representación de la para que uses esa herramienta”.
unidad a pesar de las desigualdades que oculta. En breve, la identidad nacional para las
En este recorrido por las distintas bandas no se determina biológicamente ni por
perspectivas de las bandas de rock se observa una suma de rasgos culturales sino como un
una actitud cognitiva crítica con respecto a los proceso de apropiación colectivo de “algo” que
modelos impuestos, que fijan estereotipos en se percibe como exclusivo. Dicha exclusividad
forma repetida. Vuelven sobre el género está dada por la localización de ese “algo” en
criollista, la figura del gaucho y el folclore para un espacio social emplazado en el “acá”.
producir una apertura que posibilite la Identidad que comprende un plural de colectivos
inclusión de los múltiples otros que hoy sociales heterogéneos que abarcan desde los
configuran nuestra sociedad, entre ellos, los indígenas hasta los inmigrantes de origen
jóvenes son un grupo relevante, que tradi- europeo y latinoamericano, así como también
cionalmente ha encontrado su expresión los afroamericanos. Aguantar, resistir, hacer
identitaria a través del rock nacional. Para ello gauchadas, arreglarse con lo que se tiene,
plantean una política de la identidad nacional hacer rock folclórico, querer vivir acá, reco-
plural y heterogénea, en la que el criollismo y nocer la pluralidad social y regional son
el folclore de las regiones del país constituyen acciones prácticas a las que se atribuyen valor
el capital simbólico de lo propio y lo local junto de argentinidad. Acciones muchas de ellas que
con lo indígena, que posibilita establecer se hallan presentes en el género criollista.
diferencias con respecto a la identidad de otros
países y a partir de ella la integración con Artistas del folclore musical y
Latinoamérica. En la caracterización del criollismo
proceso identitario no solo toman en cuenta sus
aspectos objetivos, aquellos que se imponen a Con criterios semejantes a los utilizados en
los agentes sociales sino, también, subjetivos: las entrevistas realizadas al grupo anterior se
la experiencia vivencial que de dichos aspectos abordó cómo relocalizan el género criollista en
tienen los sujetos. En todos los casos, se trata relación con la identidad nacional, los músicos
de una identidad en proceso, no clausurada, que se auto adscriben como artistas de folclore.
multifacética e incluso con fuerzas contra- Enzo (Entrevista 42.1) 9 a lo largo de su
dictorias, pero que es valorada positivamente. trayectoria laboral ha participado en distintos
Hay una cualidad que atraviesa esa argen- grupos musicales (Los Chasquis, Cía de Ariel
tinidad, que también es distintiva del rock, la Ramírez) y en la actualidad ha conformado el
resistencia frente a la anomia, al no lugar. Esta propio. Señala la paradoja de que sí bien la
permitiría afirmar positivamente su locali- Argentina presenta una pluralidad de culturas
zación en el mundo y para ello, el criollismo y en su diversidad regional -incluso en aquella,
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radial de la novela Moreira por la que éste se valor como fuerza incorporativa de los
convirtió en su ídolo, a diferencia del Martín ciudadanos y agente de estructuración de
Fierro en el que percibe una faz racista. identidad argentina. Pero la fragmentación
Uno de los integrantes del grupo musical El social que se produjo en el país a raíz de la
Desquite, adopta una perspectiva que contrasta pérdida del empleo y las crisis de la última
con la anterior. Considera que el gaucho es década han impulsado la emergencia de
anacrónico, sus costumbres están en desuso y movimientos sociales que buscaron nuevos
que ya la gente no se viste como antes, aunque referentes identitarios sostenidos por la
se pueda apreciar personas que las usan en el “tradición”. Cuestión, que en su opinión ha sido
campo. Pero, “ya no se visten de gaucho para aprovechada por las multinacionales de la
la vida”. Prácticas, costumbres, vestimenta han industria de la música para proponer un
perdido vigencia porque estaban asociadas a folclore encasillado en el “sueño del amor” y
otra modalidad de trabajo en un medio rural y “la fiesta” y la diversión como sucedáneo de la
a una caracterización de género varón: búsqueda de identidad. Estrategia que repro-
machista, que gustaba de la vida social en los duce la dirigencia política por desconocer las
boliches (“establecimiento comercial modesto demandas de la gente.
que se dedica al despacho y consumo de bebidas Estos artistas han ofrecido puntos de vistas,
y comidas” 13 ) guitarreadas y reuniones con creencias, evaluaciones acerca de la actual
amigos; que respetaban la palabra empeñada y vinculación del criollismo con la nación, en
eran directos, “sin demasiadas vueltas para las cuanto sistema de significación cultural, según
cosas”. Todo lo que hoy representa aquel la caracterización de Homi Bhabha 15. Destacan
referente es grotesco “una caricatura”. Sin la visibilidad privilegiada de las expresiones
embargo, reconoce que condensa aquello que referidas al gaucho, y la invisibilidad a la que
se considera “lo propio” de los argentinos y se fueron sometidas aquellas propias de otros
ha constituido en emblema de la nacionalidad. grupos sociales que conforman la nación. En
Para él, no es el andar a caballo o vestirse como cuanto a la figura del gaucho y su mundo los
el gaucho lo que indica la calidad folclórica, sino entrevistados presentan oscilaciones entre
cuando las expresiones emergen de la necesidad quienes remiten al gaucho a un mundo rural
de los campesinos. Asocia al folclore con lo del pasado, hoy anacrónico, y aquellos que
propio, el interior del país y el campo así como consideran que es un estilo de vida presente
a un tipo somático. Observa que en el ámbito en el ámbito rural y en las provincias. Pero,
de los artistas del folclore musical donde se también, quienes consideran que es una
desenvuelve, ser “morocho” es una credencial imitación grotesca o una idealización de un
que facilita el ingreso a esos ambientes conglomerado heterogéneo de distintos y
mientras que ser rubio lo limita. desiguales agentes sociales o que el lugar del
Juan guitarrista y militante político, gaucho fue ocupado posteriormente, por los “
tucumano, (Entrevista 20.4) 14 encuentra que el cabecitas negras” y “los trabajadores”. Tam-
folclore y la tradición son el sello de la bién, se mencionan comportamientos distin-
identidad de un país, porque transportan tivos (aguantar, resistir, hacer gauchadas,
señales y signos que las personas perciben arreglarse con lo que se tiene, improvisar,
como una necesidad emocional, conectan reunirse en boliches, trabajar en soledad y
generaciones sucesivas entre sí, y vinculan el agruparse en festividades) que son homólogos
presente con el pasado. Dentro de esta pers- a las prácticas actuales de los argentinos.
pectiva el gaucho es la persona que siente y Los entrevistados han abordado la identidad
practica espontáneamente su tradición en el nacional o argentinidad, desde ángulos
medio rural, aunque cuando éste se traslada a diferentes. Han hecho referencia a la arbi-
la ciudad se torna intencionalmente en trariedad en la representación política de los
conservador, reniega de todo lo que sean distintos sectores sociales que conforman la
nuevos usos y costumbres recientemente nación y de los tratamientos desiguales de los
incorporadas. Hoy el gaucho no puede repre- que han sido objetos. Mientras se exalta a unos
sentar a la nación porque para el entrevistado (criollo varón) como provenientes de la edad
el peronismo de los 40-50, lo sustituyó por los de oro de la nación a otros se los presenta como
“cabecitas negras” y en los 70 por los resto arqueológico (indígenas) o se los
“trabajadores” La categoría trabajador y el invisibiliza (inmigrantes, afroamericanos,
mismo concepto de trabajo adquirieron un gran mujeres etc.)
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Han sostenido que las expresiones del lizado sino como el espacio donde confluyen
folclore y las tradiciones son signos y señas múltiples fuerzas configuradoras.
para la identificación cognitiva y emotiva con Se observa además que la identidad nacional
la nación, porque son indicadores de lo propio no se refiere en todos los casos a una raíz
y lo exclusivo. Singularidad que emana de su telúrica única, sino a múltiples marcos
localización: hacerse acá. Pero para que se referenciales. Recuperan cómo la identidad
produzca la identificación afirman se requiere nacional se organiza social y simbólicamente
de la adhesión no sólo a la forma de una en términos de confrontaciones con respecto a
manifestación folclórica sino también a los fuerzas que promueven el desarraigo, la
valores que transporta. Proceso que distinguen diáspora, la fragmentación social o la pérdida
de la adhesión masiva a formas folclóricas que de autonomía económica y política por el
propugnan empresas discográficas con avance de los intereses foráneos.
propósito de entretenimiento.
Asimismo, las distintas voces de los Conclusiones
entrevistados, han afirmado que la identidad
La compleja pluralidad de perspectivas que
se relaciona con la demanda de que deter-
manifestaron los artistas nos confronta con la
minados signos y señales se presenten como
difícil tarea de presentar una síntesis que no
exclusivos, que no sean poseídos por otros.
ahogue, lo que es distinto en sus pensamientos.
Exclusividad que no es algo dado sino que de
A medida que analizábamos las entrevistas el
acuerdo con las argumentaciones presentadas
sentido de identidad nacionalidad-argentinidad
deviene de la localización de la cultura en una
se desplazaba con respecto al criollismo y
organización social y en un espacio donde estos surgían otros referentes. Estos deslizamientos
signos y señales devienen en identidad. sacaban a la luz las múltiples otredades que
Localización que le permite al sujeto repre- ellos perciben conforman, en la actualidad, la
sentarse en el orden diferenciante de la sociedad nacional. Los relatos que fueron
otredad. 16 ( es decir, en relación con los signos armando los hicieron no solo sobre la base de
y señales de los lugares del otro). A la vez los sus experiencias personales sino como señala
signos y señales se interpretan como símbolos Homi Bhabha 17 a “todo el laborioso relato de la
visibles de una forma codificada de comu- colectividad misma” del que es un ejemplo el
nicación de la identidad, y en un medio de criollismo.
participación emotiva en la que los sujetos Todos concluyen en que la identidad nacional
constituyen sus subjetividades colectivas. El no es algo acabado, sino que exige un trabajo
criollismo ha sido destacado como género de construcción social y política pero también
discursivo que localiza social y espacialmente de sentido. Sentido que en el pasado se
distintos recursos culturales con el objeto de pretendió monopolizarlo a través del criollismo,
producir efectos simbólicos identificadores y y se presentó como el dominante frente a otras
diferenciadores en términos de la nacionalidad identidades sociales y a otros referentes
pero también como lo evidencian los artistas orientadores de prácticas sociales. No encon-
consultados es un punto de referencia para el tramos argumentos que deslegitimen la
ejercicio de la conciencia reflexiva sobre cómo identidad nacional si con respecto al uso que
se ha construido y construye la identidad hacen de ella nacionalistas y dictaduras
nacional. Ello les ha permitido efectuar militares. Mas bien se observa una tendencia
formulaciones acerca del peso asignado a lo local hacia la restitución del valor de la identidad
en la definición de lo nacional, de cuáles han nacional como medio de inclusión social y
sido y son los criterios de inclusión que se han participación política.
aplicado y aplican, de cómo se piensa la Al interrogar sobre la identidad los entre-
interacción y articulación entre lo local y lo vistados privilegian su dimensión espacial en
nacional, y de cómo la localización da sentido el sentido del ámbito donde se trama la vida
a los comportamientos de los individuos. Hay cotidiana social, el folclore y la tradición y
que hacer notar que la mayor parte de los donde ésta adquiere una singularidad distintiva.
artistas cuando mencionan el fenómeno de la Espacio cuya escala puede ser la regional,
localización de los símbolos no lo abordan como barrial o rural pero que adquiere un valor
un sedimento geológico espacialmente loca- simbólico y un carácter especial que permite a
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sus ocupantes afirmarse. No se trata del espacio fundación de la Argentina estaría dando cuenta
mítico de la nación, la pampa que modeló el de la incapacidad del estado nacional para
arquetipo argentino como formula Carlos proveer signos culturales, una historia y un
Astrada, sino de aquel en donde se concreta la futuro común en los que los ciudadanos
diversidad. radiquen sus identidades, a pesar de los
Esta vuelta al espacio social inmediato en recientes esfuerzos por efectuar celebraciones
la construcción de la identidad, en las vísperas públicas en las fechas patrias, que generen un
de la celebración del bicentenario de la sentido de comunidad en ellos.
Notas
1
Para una caracterización del género criollista ver “Campañas del Desierto”. (http://es.wikipedia.org/wiki/
los trabajos Vigencia del género criollista en el discurso Arbolito).
periodístico actual Revista de Investigaciones
Folclóricas 2004: 19 p.32-38 y La interpretación de lo 7
Entrevista realizada por A. Bellsola, A Gallardo,
gauchesco en el proceso de enmarcado del discurso de M.V Fernandez, L. Vidal.
movimientos trabajadores desocupados en la Argentina
actual 1er. Congreso Latinoamericano de Antro- 8
L Diaz y L Sarrasqueta.
pología Rosario, Argentina, 11 al 15 de julio 2005.
9
Entrevista realizada por Ariana Andrade, Beatriz
2
En Rock Chabón e identidad juvenil en la Argentina Ballesteros y Sebastián Alexis Ghelerman.
neoliberal en Los noventa. Política, sociedad y
cultura en América Latina y Argentina de fin de 10
Entrevistas realizadas por Ariana Andrade, Beatriz
siglo comp. Daniel Filmus FLACSO/ Eudeba, 1999. Vila, Ballesteros y Sebastián Alexis Ghelerman.
Pablo Rock Nacional, crónicas de la resistencia juvenil
Los nuevos movimiento sociales 1. Mujeres. Rock 11
Nuevo Diccionario de Americanismo, Gunther
Nacional. Bs.As. CEAL1985 p.83-148 Hanesch y Reinhold Werner dir. Bogotá, Instituto Caro
y Cuervo, 1993 p. 431
3
Entrevista realizada por Vanesa Di Pietro,
Fernandez Bardo G., García Gabriela, Minutella, 12
Nuevo Diccionario de Americanismo, Gunther
Eduardo, Rodriguez Cañete, S. Hanesch y Reinhold Werner dir. Bogotá, Instituto Caro
y Cuervo, 1993 p. 296
4
Entrevista realizada por Leandro Aspis y Diego
Litmovich. 13
Nuevo Diccionario de Americanismo, Gunther
Hanesch y Reinhold Werner dir. Bogotá, Instituto Caro
5
Entrevista realizada por M. J. Fernanadez, T. y Cuervo, 1993 p. 137
Damonte, M. Sasso, P.L.Vensentini.
14
Entrevista realizadas por Gimena, Camarero y Paz
6
“Arbolito es una banda musical argentina compuesta Zapiola.
por egresados de la Escuela de Música Popular de
Avellaneda. Fue creada en 1998 y se caracteriza por su 15
Homi Bhabha Narrando la nación. p. 212.
estilo que fusiona música folclórica de la región
(chacarera, huayno, saya, zamba, candombe, entre 16
Homi Bhabha El lugar de la cultura Buenos
otros) con ritmos foráneos... (principalmente rock y Aires, Manantial, 2002 p. 66
reggae)... Toma su nombre de “Arbolito, el vindicador”,
un texto de Osvaldo Bayer que reivindica las luchas 17
Homi Bhabha El lugar de la cultura Buenos
aborígenes del siglo XIX en el contexto de las primeras Aires, Manantial, 2002 p. 177
Bibliografía
ASTRADA, Carlos (1948) El mito gaucho. Buenos Méndez y Mercado, Leticia Irene, coord., México, IIA/
Aires, Ediciones del Sur. UNAM.
La construcción discursiva
de la creencia desde el Folclore:
relatos orales, narrativas OVNI
y e-mails en cadena
María Inés Palleiro, Patricio Parente,
Flora Delfino Kraft*
En este trabajo exploramos, desde la perspectiva del Folclore, algunas
manifestaciones narrativas de la creencia en distintos canales y códigos
discursivos. En la primera parte, rastreamos la incidencia del universo de
creencias en las transformaciones de la matriz folclórica “El Mundo de Abajo”, e
indagamos en su conexión intertextual con relatos de “Tratos con el diablo”.
Luego, planteamos el examen de las tensiones y articulaciones entre la narrativa
popular y el discurso de la ciencia en un archivo de testimonios orales de
encuentros con OVNIs. Por último, proponemos un análisis sobre ciertos e-mails
“en cadena” que circulan en Internet, que pretenden posibilitar los “deseos” de
los receptores. Estos distintos aportes enfocan el análisis en los mecanismos de
construcción discursiva de la certeza y su relación con expresiones de identidad
grupal.
1. Introducción
El eje de este trabajo, que presenta el estado geográfica (Hufford 1995). Abordamos la
de avance de las investigaciones realizadas en narrativa en su dimensión cognitiva, como
el año 2006 dentro del Programa de Entre- principio de organización secuencial de la
namiento en el Proceso de Investigaciones experiencia (Bruner 2003), deconstruible a su
Folklóricas (EPIF), de la Sección Folklore del vez en itinerarios dispersivos, que dan cuenta
Instituto de Ciencias Antropológicas de la de la estructura diseminativa del recuerdo.
Universidad de Buenos Aires, gira en torno a Caracterizamos el relato folclórico como un
la construcción narrativa de la creencia en mensaje estéticamente marcado que funciona
diversos soportes. Estas investigaciones como vehículo de expresión narrativa de la
guardan continuidad con las encaradas por el identidad diferencial de un grupo (Bauman
mismo Programa en los años 2004 y 2005, 1974). Tenemos en cuenta la elaboración
alrededor del eje de las manifestaciones poética del discurso histórico (White 1973) -que
narrativas de la identidad y la memoria. tienen como contrapartida el ingreso de la
Consideramos la creencia como una materia histórica en el discurso fictivo- como
adhesión subjetiva a la categoría de “certeza”, estrategias para la creación de un “efecto de
expresada mediante operaciones de mo- realidad”, que apunta a la construcción de un
dalización asertiva (Greimas & Courtès 1964) verosímil narrativo (Barthes 1970). Nos
y configurada en una práctica discursiva interesa destacar que los mecanismos de
manifiesta en todo nivel social, sin distinción construcción narrativa de la creencia están
alguna de categoría económica, cultural o basados en un mecanismo de conexión
*María Inés Palleiro, Dra. en Filosofía y Letras, UBA, inespalleiro@gmail.com; Patrico Parente, Lic. y Prof.
en Ciencias Antropológicas, UBA, pparen28@hotmail.com; Flora Delfino Kraft, estudiante avanzada en
Ciencias Antrolopógicas, UBA, florad@gmail.com. Este trabajo da cuenta de la investigación desarrollada
en el año 2006 por los integrantes del Programa de Entrenamiento en el Proceso de Investigación Folklórica
(EPIF), Sección Folklore, ICA-UBA, coordinado por la Dra. María Inés Palleiro con la supervisión de la
Licenciada en Ciencias Antropológicas Ana María Dupey, directora de la Sección Folklore.
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de Aarne & Thompson (op. cit.), “The Smith e “historia”, que se remonta a la diferenciación
and the Devil”, ya que uno de los ejes de su entre “poesía” e “historia” de la Poética de
organización retórica es el tópico de “El trato Aristóteles 3 , convergen las estrategias de
con el diablo”. Su articulación episódica gira elaboración ficcional de la creencia en las
en torno a las “tareas imposibles” que el héroe diversas especies narrativas, desde el “cuento”,
protagonista Media Res debe superar en el hasta el “caso” y el discurso ritual. En “Media
Inframundo para recuperar la “Media Res” Res”, la superación de las “pruebas” permite al
perdida como consecuencia de un trato de su héroe lograr la recompensa de un “castillo de
padre con el diablo. El núcleo temático de las oro” y consumar su matrimonio con una
tareas imposibles, codificado en el Índice de princesa cautiva en el Inframundo. Se logra de
Motivos Narrativos de Thompson (1993) con el este modo una “restauración del orden”
número H 911, “Impossible tasks”, se advierte (Greimas 1976) marcada por la recuperación de
en la organización de las dos series de la “Media Res” perdida. Esta aproximación al
“Pruebas”. La primera serie es la de las pruebas proceso de organización temática, compositiva
que el héroe debe superar en el “Mundo de y retórica de un relato, clasificado por la
Arriba”: mover una piedra de gran tamaño, narradora como “cuento”, da pie para examinar
derribar un cerro y arrancar un árbol de raíz. sus vinculaciones con el proceso constructivo
Esta primera parte tiene como contrapartida del “rito” y del “caso”, que permite observar la
una segunda serie de pruebas más complejas incidencia de las creencias grupales en la
en el Inframundo: atravesar un río de llamas génesis narrativa.
de fuego, enfrentarse con unas fieras y cruzar
un lago de aguas hirvientes. Las “tareas La construcción verbal de la creencia en
imposibles” del Inframundo guardan una el rito y en el caso
estrecha relación con las “pruebas” o “pasos”
rituales que deben pasar los participantes de El “trato con el diablo” por medio del cual
la ceremonia ritual de la Salamanca para llegar se produce la fragmentación metonímica del
al climax de la celebración del trato con el protagonista “Media Res”, que se parte en dos
diablo. Una de las estrategias de la organización mitades, es celebrado por el padre, quien decide
retórica es la contraposición entre el héroe y entregar al hijo a cambio de un guanaco. Esta
el diablo, que guarda correspondencia con la celebración da pie para establecer un vínculo
antítesis entre el Mundo de Arriba y el Mundo intertextual con el rito de la Salamanca. De
de Abajo. La personificación del diablo presente acuerdo con la relación explicativa del artesano
en el “cuento” (“…el hombre va, y se encuentra riojano Marino Córdoba, este rito consiste en
con otro hombre, todo de neegro…en una mula un “encuentro con el demonio” en el que “el
neegra…que el diablo, era…”) constituye un hombre” o “la mujer” celebran el “pacto” de
punto de contacto con la relación del ritual. La entrega del alma al diablo a cambio de riquezas
representación figurativa del diablo acude en o favores 4 . Nos interesa analizar aquí las
el cuento a la técnica descriptiva. Esta técnica consideraciones relativas a la relación entre
permite la incorporación del espacio en la “ficción” y “creencia”, a propósito de las
sucesión de acciones del relato, que favorece mencionadas operaciones de modalización de
la escenificación visual del discurso (Génette la certeza. En una reflexión metapragmática,
1970). Por su parte, la elaboración retórica de Marino Córdoba se refiere al valor de verdad
la secuencia de las pruebas tiene como resorte del discurso ritual (“…lo que pasa en la
compositivo el recurso de la exageración o Salamanca no son cuentos, que es cierto… es
hipérbole, articulado alrededor del tópico de los un rito…pero de ahí, la gente saca las historias
adynata o impossibilia (Curtius 1975). Este y los cuentos para contar…”). El enunciador
tópico, que tiene que ver con la alteración del contrapone en su discurso el carácter de “cierto”
orden natural, correlativa de una reversión del del ritual a la condición fictiva de “las historias”
orden social, está presente también en la y los “cuentos”. De acuerdo con esta reflexión,
ceremonia de la Salamanca 2 . Tales analogías de la que nos ocupamos con mayor
constituyen indicios de la incorporación del detenimiento en otro trabajo de esta misma
universo de creencias del grupo en la publicación, el “cuento” de “Media Res” tiene
articulación del “mundo posible” del relato una conexión con la creencia en el “rito” del
sometido a la elaboración retórica propia del trato con el diablo, sometida a procesos de
discurso ficcional. En la tensión entre “ficción” reelaboración ficcional. Mediante estos procesos
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el narrador “saca” elementos para construir el aceptación como verdadera de una “realidad
“mundo posible” del relato, articulado a partir distinta” 6 . En cuanto al esquema compositivo,
de un desdoblamiento analógico del universo tanto en el “cuento” como en el “caso” puede
de referencia real (Reisz de Rivarola 1979, identificarse la presencia de cláusulas
Palleiro 1993). explicativas a cargo de la voz del narrador
Así como con el discurso del rito, también general. Tales cláusulas adquieren el valor de
puede establecerse una conexión intertextual recursos de intensificación enfática de la
de este “cuento” con el “caso” local de un “trato afirmación que sostiene la intervención
con el diablo”. Este relato refiere un sobrenatural del demonio, orientada a
acontecimiento de ocurrencia histórica en la modificar el curso natural de los acon-
comunidad, narrado por Andrea Carrizo. Dicho tecimientos (“Otro hombre…que el diablo, era,
“caso” tiene como protagonista a un “ma- el que le ha pedido el hijo a cambio del
trimonio” que “había hecho un trato con el guanaco…” [texto del cuento”Media Res”]). La
diablo para tener un hijo…y el diablo le ha conexión causal del desenlace del relato con la
dicho que [la mujer] iba a quedar embarazada intervención demoníaca aparece mencionada
en seguida…y que…cuando ha tenido el hijo, de manera explícita en otra cláusula ex-
que le ha salido un guanaco”. Luego de esta plicativa del “caso”. Esta cláusula explicita “Que
instancia de “complicación”, en términos de eso le ha pasado [al matrimonio protagonista,
Labov & Waletzky (1967), la narradora agrega que tuvo un hijo guanaco]…por tener tratos con
una cláusula explicativa, en la que expresa que el diablo”. La incorporación de tales cláusulas
“eso le ha pasado por tener tratos con el diablo, puede ser considerada al mismo tiempo como
que ha tenido un hijo guanaco”. Finaliza la un recurso argumentativo de la aceptación de
narración con una suerte de “coda” final, que su carácter de acontecimiento “cierto”,
proyecta las consecuencias de la acción sobre mediante su presentación como un “caso” de
una instancia posterior, en un tiempo durativo ocurrencia real organizado a partir de las
expresado mediante el uso del pretérito estrategias compositivas características de la
imperfecto. Esta forma verbal tiene además un narrativa personal de experiencias individuales
matiz desrealizante propio del discurso ficcional (Labov & Waletzky op. cit.).
(“…Y que el guanaco siempre la seguía a todas La conexión intertextual entre los dos
partes…como si fuera su mamá…”). relatos y de éstos con el rito pone de manifiesto
En la confrontación intertextual, puede la hibridación genérica entre el “cuento” y el
advertirse, tanto en el “cuento” como en el “caso”, que remite a su vez a la interconexión
“caso”, un proceso de identificación analógica entre las categorías de “ficción”, “historia” y
del guanaco con lo demoníaco, que remite a la “creencia” (Palleiro 1992b). El discurso ritual
creencia local en la existencia de repre- tiene que ver con la puesta en acto de aspectos
sentaciones zoomorfas del demonio. Esta relacionados con el universo de creencias del
creencia está plasmada en el discurso “cierto” contexto en un evento comunicativo que
del rito. En el “caso”, puede advertirse un involucra a distintos actores sociales. En
proceso de identificación metafórica del hijo de efecto, el rito privilegia la dimensión
la mujer con un guanaco, vinculado con la performativa, relacionada con la realización
intervención demoníaca. Esta identificación se de un conjunto de acciones en una secuencia
produce de acuerdo con una lógica sinecdótica fija, caracterizada por la regularidad en el
(Briggs 2002) que asocia la causa (el pacto) con ordenamiento secuencial (Rappaport 1992).
la consecuencia (el nacimiento de un guanaco) 5. También pueden identificarse en el “caso”
La articulación del “caso” pone en discurso el estrategias de ficcionalización, como las
proceso de construcción de un universo ficcional personificaciones y animizaciones presentes en
a través de relaciones de analogía, que la construcción retórica del tópico del “trato
encuentran su expresión lexical en el “como con el diablo”.
si” (Mannoni 1969). Es así como el narrador, al En esta sección del trabajo, partimos de la
aludir directamente al “como si” (“…el confrontación de un relato clasificado por su
guanaco…la seguía…como si fuera su narradora como “cuento” con otro clasificado
mamá…”) se refiere a los procedimientos de como “caso”, para comparar luego ambos con
duplicación del universo real en un “mundo la relación explicativa de ritos y ceremonias
posible” ficcional en cuya génesis intervienen cultuales como la de la Salamanca. Tal
los mecanismos de creencia, vinculados con la comparación sirvió para advertir los meca-
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nismos de resignificación de los relatos a la luz tecnologías”- que por el movimiento, dinámica,
del universo de creencias culturales, ligadas a velocidad y presunta voluntad que se les
relaciones de accesibilidad, compatibilidad y atribuye, parecen carecer de un consenso
concebilidad entre mundos posibles (Hintikka científico que explique su naturaleza de forma
1989). La presentación del relato de un “caso” certera (Parente 2005). Entre las variadas y
de un trato con el diablo, que presenta variopintas referencias dentro de la feno-
conexiones analógicas con un rito considerado menología OVNI referida por los pobladores de
como “cierto” por los miembros de una Barreal, podemos distinguir tres formas
comunidad, reelaborado a su vez en un específicas y dominantes: “luces”, OVNIs y, en
“cuento”, garantiza que éste sea considerado menor medida, extraños flashes 7 . No obstante,
por el grupo como un “mundo posible” un factor especial actúa como común deno-
concebible, y a la vez accesible y compatible minador de esta tipología: la intencionalidad
con el universo real. Las similitudes entre estas adjudicada a estos sucesos. Las historias de
especies narrativas ponen de manifiesto a la encuentros resaltan cómo estos eventos pueden
vez los mecanismos de construcción poética de responder lumínicamente o con un movimiento
la materia histórica y la dimensión inter- a los estímulos provocados por los narradores,
subjetiva de los criterios de verdad enunciados e incluso ser capaces de copiar / huellear
en el discurso. desplazamientos humanos o animales.
En relación con el género discursivo
3. La legitimidad en relatos sobre luces mencionado, el relato intenta persuadir sobre
no convencionales la existencia de un hecho que se tiene por
verdadero, que se reitera en el tiempo y tiene
En este apartado retomamos el rele- actualidad en el presente. Además, los sujetos
vamiento de narrativas OVNI realizado en una enmarcan la situación de la que se dicen haber
localidad al sudoeste de la provincia de San sido protagonistas en un tiempo y espacio
Juan durante el 2004 y 2005, en el marco del específicos, claramente definidos, y a la vez, a
trabajo de campo efectuado para la Tesis de la hora de autorizar el relato, ninguno se
Licenciatura (Parente 2006). Tal relevamiento, califica como creyente ni se ampara en una
efectuado en la localidad de Barreal, permitió cuestión de fe.
reconocer que, mientras sectores académicos Ahora bien, si tomamos en cuenta el
y populares han oficializado la pertenencia de contexto de observación en el que los
los eventos OVNI a un mundo sobrenatural y, narradores sitúan los eventos, encontramos
en consecuencia, se han pronunciado en contra otras marcas que también confieren autoridad
de su factibilidad, una variada gama de a los testimonios. Tales marcas permiten
narradores se constituyen como testigos entender la remanida categoría de “testigo
presenciales de experiencias cuya legitimación calificado” como una construcción social
se nutre de estrategias discursivas marca- profundamente relacionada a las valoraciones
damente empiristas. Este problema permite sociales de un colectivo social específico.
considerar estos relatos como especies En este sentido, es preciso resaltar, en
narrativas vinculadas con la leyenda (Dégh primer lugar, que la mayoría de los residentes
1988a, 1988b), en tanto arena discursiva de de Barreal entrevistados señalan a los
debate por la atribución de su legitimidad. A la baqueanos locales como los actores sociales
vez, tal disputa de sentidos nos permite el más proclives a la producción de relatos OVNI.
análisis de los distintos mensajes que están Este aspecto gravitó como opción metodológica
vehiculizando las narrativas, entre los cuales en el momento de focalizar el análisis,
nos interesa particularmente analizar los que preferentemente, en los testimonios de estos
se conforman como expresiones folclóricas de actores. Los baqueanos afirman que las
dinámicas endo y exogrupales. observaciones de luminiscencias ocurren en un
entorno rodeado de varios testigos. Esta
Narraciones extra-ordinarias afirmación constituye un recurso argumen-
tativo que, más que obedecer a la lógica
Entendemos aquí las narrativas OVNI como probatoria propia de los enunciados de
aquellas que dan cuenta de un testimonio sobre legitimación occidental, basada en la
la observación de eventos preferentemente consideración de un individuo totalmente
luminosos -y en menor medida “aero- autónomo, señala una vivencia protagonizada
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una diversidad de imágenes, y al mismo tiempo De todas formas, es posible que el usuario que
se caracterizan por una invocación a potencias creó el archivo haya utilizado un nombre ficticio
invisibles. Consideramos que la vinculación para no ser identificado y a la vez para
reticular se encuentra favorecida no sólo por favorecer la idea de que el mensaje “lo
la tecnología propia de este canal virtual sino, trasciende”; aunque el ignorar su procedencia
fundamentalmente, por las diversas nociones no invalida su circulación. El rasgo distintivo
de la realidad que confluyen en las múltiples de estos mensajes “de la suerte” es indicar la
decisiones subjetivas. No obstante, consi- condición de volver a enviarlos en un tiempo
deramos factible que estos mensajes, limitado a varios usuarios para favorecer la
delimitados en este contexto enunciativo, concreción de lo que se desea. Es así que en el
pueden estar relacionados con un deseo básico final del texto de uno de los mensajes virtuales
de establecer un universo previsible, más que invariablemente se propone, por ejemplo: “En
con las convicciones religiosas personales de 48 horas envía sólo 9 copias a tus amigos y
los usuarios. Una posible explicación de la familiares” 13. Otra de las peculiaridades de estos
convergencia en tal multiplicidad y diversidad enunciados se encuentra en la advertencia final,
de discursos pueda encontrarse tal vez, por un que alude a recomendaciones como “tus
lado, en la relación entre creencia y la noción problemas se resolverán” o “recibirás un
de imposible en nuestra sociedad, que subyace milagro. No lo ignores”. Encontramos de este
en la idea de “milagro” (Campagne 2002). Por modo desde amenazas implícitas en enunciados
otro lado, quizás tenga algo que ver el hecho imperativos como “Si lo envías, tu deseo se
que estos mensajes parecen funcionar como realizará. Si no lo envías, sucederá lo contrario
“dones” del emisor al receptor. El invocar las a tu deseo. SUERTE!!!”, hasta coacciones
potestades de seres más poderosos que las explícitas: “No es una broma, si tu lo borras,
personas permite considerarlos como una forma lo lamentarás, confía...”. Lo que se propone en
de recreación de lo que Mauss señala como “la estas formas enunciativas es, en última
cuarta obligación social”, de los hombres a los instancia, una sanción por no creer en los
dioses y espíritus (Godelier 1996), capaz de poderes propiciatorios de los seres sobrena-
propiciar ciertos acontecimientos anhelados. turales, que son quienes tienen la potestad de
cumplir lo solicitado (Blache 1982). En el
El reenvío como fuerza propiciatoria universo del discurso cristiano vinculado con
el dominio semántico de lo imposible, las
Como ya lo adelantamos, el aspecto intervenciones de seres espirituales, inteligen-
recurrente de estos discursos virtuales es cias separadas, ángeles puros o ángeles caídos
presentarse como un mensaje destinado a son considerados como fenómenos de
establecer la posibilidad de concretar las extraordinaria rareza (Campagne op. cit.). No
expectativas individuales sólo si el receptor lo obstante, “las cadenas de la suerte” dan cuenta
vuelve a enviar hacia otras direcciones de una tensión que se establece entre las repre-
electrónicas. La conformación heterogénea de sentaciones institucionales y las convicciones
estos correos involucra, en su contenido personales de los sujetos. Es así como en la
semántico, tanto aspectos relacionados con recurrencia de estos mensajes entre algunas
concepciones cristianas, asociadas con casillas de la web puede llegarse a descubrir
imágenes de santos, ángeles o vírgenes, hasta una amplia persistencia de la noción de
las de brujas o motivos relacionados con ideas “milagro” como acontecimiento de ruptura con
“orientales” de autoconocimiento. Estos los eventos esperados, propiciado por la
archivos adjuntados a los mensajes llevan mediación de fuerzas sobrenaturales consen-
implicada la presunción de que los sujetos tidas por una divinidad (Leenhardt 1973).
receptores pueden establecer una identificación Consideramos que dicha recurrencia de esta
profunda entre sus nociones previas acerca de representación social puede estar vinculada con
lo “sobrenatural” representado y su signi- una necesidad ontológica de seguridad y
ficación, vinculada con la posibilidad de cambio.
propiciar beneficios a los “creyentes” 12. Otra La brecha entre lo real y lo virtual
particularidad de estos discursos es que, si bien disuelta por la creencia
se puede identificar a la última persona que lo
ha enviado -ya que suele tratarse de alguien En nuestra realidad cotidiana, la difusión del
“conocido”-, se desconoce quién lo ha elaborado. conocimiento puede observarse, por ejemplo,
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reciprocidad entre los sujetos de la red. De esta favoreciendo de este modo la circulación de
forma, la circulación de mensajes en la “nación- “vínculos de prodigio.”
virtual” da cuenta de la valoración positiva de
relaciones previamente establecidas. 18 Consi- 5. Conclusiones
deramos también que las suposiciones
personales tenidas por ciertas favorecen el Los itinerarios narrativos analizados en
cumplimiento de expectativas que se presen- estas contribuciones individuales han permitido
tan como “profecías que se autocumplen” generar una reflexión acerca de los mecanismos
(Watzlawick 2000). De este modo, es probable de construcción discursiva de la certeza desde
que generen efectivamente algún cambio de la perspectiva disciplinar del Folclore. Los
actitud de algunos usuarios, a partir de que la distintos abordajes han enfocado el análisis de
creencia en el contenido enunciado favorezca textos que permiten relacionar el universo de
la realización de sus esperanzas futuras, creencias con expresiones de la identidad
potenciando el reconocimiento de los efectos grupal. El estudio de estos enunciados intentó
beneficiosos del reenvío. Cabe acotar al enriquecer con nuevos matices la reflexión
respecto que “El hombre camina por el presente sobre los posibles aportes del Folclore a la
con los ojos vendados” y que, por lo tanto, sólo configuración social del saber. A partir de la
mirando hacia el pasado puede llegar a indagación acerca de la relevancia del consenso
comprobar cuál es el sentido de lo expe- grupal en la credibilidad otorgada a ciertas
rimentado (Kundera 2004:13). Es así como los expresiones narrativas, el trabajo apuntó a
sujetos, de acuerdo con sus propias contribuir al examen de las relaciones entre el
representaciones de lo posible podrán saber social y la episteme, en un intento de
establecer o no, mediante asociaciones pensar y discutir la frontera siempre difusa que
aleatorias y personales, alguna concordancia separa el saber popular del conocimiento
entre sus expectativas y lo acontecido, fundado.
Notas
1
Esta matriz tiene algunos elementos temáticos en saber empírico como los del conocimiento científico,
común con el tipo No. 471 del Índice General de Tipos sobre la base de un asentimiento subjetivo, ligado con
Narrativos de Aarne-Thompson (1928) “The bridge to la persuasión o la validación testimonial (entrada
the Other World”. correspondiente a la “creencia”, en Ferrater Mora 1973).
2
Uno de estos “pasos” iniciales es el de la inversión 7
En general, la primera designa aquellos eventos
del crucifijo, que funciona como núcleo desencadenante que los nativos mencionan observar deambulando a
de una serie de desórdenes naturales con los que se escasa altura del terreno, variando sus colores y
debe enfrentar todo participante para llegar a la tamaños, mientras que los llamados OVNIs aluden a la
culminación del acto ritual. aparición de artefactos aéreos inexplicables o las mismas
extrañas luces, pero ubicadas en el cielo. Por último,
3
Conviene recordar al respecto que Aristóteles los f l a s h e s s o n u n a m e t á f o r a d i s c u r s i v a l o c a l p a r a
considera a la Poesía como más universal y filosófica denominar sucesos que semejan el disparo de una
que la Historia, que se ocupa de lo que efectivamente cámara de fotos, que pueden acompañar al viajero a
sucedió, mientras que la primera trata sobre lo que puede corta distancia o desplazarse en el firmamento.
suceder. Este planteo da lugar para el desarrollo de lo
que mucho más tarde será la “lógica de los mundos 8
Precisamente, al sugerir como explicación de las
posibles”. observaciones relatadas la probabilidad de ilusiones
ópticas o confusiones, proponen mitigarlas con
4
Para un análisis específico de esta entrevista, y de instrumental adecuado; pero si se les menciona sobre
su resemantización generada por la exposición de la los reportes de utilización instrumental y captación de
obra del artista en el Museo, véanse Palleiro (1992 a) y extraños eventos luminosos por parte de científicos,
Palleiro (2005). alegan sobre la presencia de preconceptos o la
subjetividad de los investigadores involucrados.
5
El mismo proceso puede advertirse en la
presentación descriptiva de la figura del diablo como 9
Con este término los especialistas de la institución
combinación yuxtapuesta de partes de distintos resignifican las historias, ya que los testigos no
animales, en el discurso ritual de la Salamanca (Córdoba necesariamente aluden a “extraterrestres” para explicar
en Palleiro 1992 a). el origen de su observación.
6
En ocasiones, la creencia está asociada con un orden 10
Merece destacarse la clasificación alternativa de
suprasensible, que duplica tanto los enunciados del estos relatos como “historias” y “testimonios”, que tiene
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que ver precisamente con el problema de la legitimación. detenemos en el análisis de este procedimiento, que
Recordamos al respecto las consideraciones de White será objeto de un desarrollo posterior.
(1973) acerca de la “poética de la historia”, relacionadas
con las estrategias retóricas de reelaboración ficcional 15
Recordamos que, para Malinowski, la estructura
de narraciones presentadas como “testimonios” o social establece mecanismos institucionales por medio
“historias”. de los cuales los individuos satisfacen sus necesidades.
Dentro de este modelo, las necesidades tanto derivadas
11
Dentro de la conformación discursiva heterogénea como integrativas son las que se encuentran
de estos e-mails existen, por ejemplo, mensajes que sobreañadidas a las necesidades básicas del hombre
advierten sobre algún peligro al que están expuestos (Firth op. cit.).
los sujetos, que hemos denominado en otra oportunidad
mensajes “de advertencia” (Delfino Kraft op. cit.). Otros
16
Además, esa necesidad de protección se encuentra
relatos, que también forman parte de nuestro archivo y favorecida por la permanente referencia mediática a la
que hemos designado como mensajes “de ayuda”, “inseguridad”, que, en nuestro contexto actual, hace
funcionan como prueba en apoyo de solicitudes de surgir un reclamo en la población de una mayor
reenvío orientadas a “recaudar fondos” para salvar la protección mediante la intervención de mecanismos
vida de alguien en una situación desesperada. estatales. Consideramos que este pedido de intervención
puede llegar a derivar en represión, presentada bajo la
12
Para una referencia a la modalidad de vinculación f o rma d e u n d i s ci p l i n a mi e n to s o ci a l ( D e l f i n o Kra f t
entre sentido e imagen, véase Zunzunegui (1989). inédito).
13
Consideramos, por un lado, que las limitaciones
17
Se puede advertir también, en estas repre-
temporales pueden estar relacionadas no solamente con sentaciones religiosas, el proceso imaginativo de
la urgencia del usuario receptor para ver cumplida su desdoblamiento de las características humanas. Es que,
aspiración, sino sobre todo, con la idea de que sólo se al potenciar mediante la imaginación algunas de las
dispone de un tiempo breve para ser favorecido, y que capacidades humanas experimentadas y propiciando la
ello implica beneficiar a otros en ese período. sustracción de otras, se produce una sustitución
metafórica de lo real por lo imaginario que converge en
la expresión de los seres invisibles (Godelier op. cit.)
14
Este desplazamiento metonímico de deseos
que, en este caso, deben manifestarse por medio de las
ocasionado por la falta tiene como correlato un
imágenes para afirmar su presencia.
procedimiento de condensación metafórica, susceptible
de ser resuelto en un “mundo posible” en el que este 18
Por razones de espacio dejamos para un próximo
deseo se vea satisfecho. Por razones de espacio, no nos trabajo la profundización de este aspecto.
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El estilo de un narrador constituye una marca intertextual (Palleiro 2004). Dicha matriz
de su autoría, que revela un trabajo sobre la opera como nodo de dispersión de recorridos
estructura del mensaje. Intento examinar aquí narrativos diferentes. Insisto en el carácter
algunas marcas de este trabajo poético, a partir de constructo analítico de la matriz narrativa,
de una aproximación al repertorio de un que sirve al investigador como instrumento
narrador, reconocido en su comunidad por su para ordenar las piezas de su archivo. Defino
talento artístico. Me centro en el análisis de el archivo a partir de su acepción etimológica
un relato, “Blancaflor, la hija del diablo”, como de arkhé o principio de organización de la
eje de confrontación con otras piezas de su memoria, cuya estructura flexible reproduce las
repertorio. Mediante esta confrontación, trato asociaciones dispersivas del recuerdo (Derrida
de identificar las huellas de su estilo personal 1997). En una dirección similar, considero la
en la textura polifónica del relato. 1 narración como un principio cognitivo de
articulación secuencial de la memoria (Bruner
El repertorio y las matrices narrativas 2003), deconstruible en itinerarios no
secuenciales, similares a la estructura
Entiendo por “repertorio de un narrador” un deconstructiva de un hipertexto (Nelson 1992,
inventario disponible de “matrices” que forman Landow 1994, Palleiro 2004). Sobre la base de
parte del conjunto de saberes narrativos de un estos conceptos, caracterizo al relato folclórico
grupo. Tales matrices están almacenadas en como la expresión narrativa de la identidad
la memoria individual de un narrador al que diferencial de un grupo (Bauman 1974), que
este grupo legitima como su portavoz, en virtud actualiza en cada nuevo contexto sincrónico de
de su habilidad para la actuación o performance actuación patrones narrativos estabilizados en
artística (Bauman 1974, Palleiro 2002). un proceso de transmisión diacrónica. Estas
Caracterizo la “matriz” como una combinación delimitaciones conceptuales se integran en un
de núcleos temáticos, compositivos y diseño teórico para el registro y análisis de un
estilísticos comunes a relatos diferentes, archivo de narrativa tradicional en su
identificadas mediante la confrontación dimensión de proceso, centrado en el examen
del auditorio, y otros aspectos relativos a la la macrosecuencia inicial del “trato con el
modalidad de interacción comunicativa. Todos diablo”, que tiene como otras microunidades
estos datos, consignados en libretas de campo, la salida del héroe en busca del diablo para
fueron incluidos en la transcripción e devolverle el dinero y la del hallazgo casual de
incorporados al archivo. sus tres hijas bañándose en una laguna. Este
Los relatos del repertorio de Corso incluidos hallazgo lleva al joven a ocultar las ropas de
en mi archivo son: 1) “Juan del Pavo” (una las muchachas y a devolverlas luego a cambio
versión, narrada en 1985), 2) “Pedro Ordimán de información sobre la morada del diablo. La
y los dos riñones” (tres versiones, narradas en macrounidad inicial finaliza con la llegada del
1985, 1986 y 1988), 3) “Pedro Ordimán y el protagonista a la casa del diablo, donde es
diablo” (una versión, narrada en 1986), 4) invitado a permanecer. La macrosecuencia
“Pedro Ordimán y el gigante” (una versión, siguiente corresponde a las “tareas imposibles”
narrada en 1987), 5) “Un álbum [sic] y medio” impuestas al joven por el diablo. Tales “tareas”
(una versión, narrada en 1988), y 6) el que ahora constituyen una regularidad temática del relato
me ocupa, “Blancaflor, la hija del diablo”, folclórico, codificada en el Índice de Motivos
narrado en las tres versiones arriba de Thompson con el número H 911, bajo el
mencionadas. Los títulos de los relatos, que rótulo temático de “Impossible tasks” 8. Estas
suman un total de seis en diez versiones, tareas, organizadas en el número de tres,
fueron dados por el mismo narrador 5 . Trabajo consisten en sembrar y cosechar en el mismo
en esta oportunidad con la primera de las día una canasta de duraznos y de manzanas
versiones de “Blancaflor”, para establecer maduras, respectivamente; y en domar un
conexiones intertextuales con las demás piezas conjunto de mulas que constituyen repre-
de su repertorio con el objeto de identificar sentaciones zoomorfas del diablo y su familia.
regularidades de composición y estilo en los El héroe logra superar estas tareas gracias a
distintos relatos 6 . Esta identificación está la ayuda de Blancaflor, la menor de las hijas
orientada a rastrear las huellas discursivas de del diablo, que se enamora de él y que funciona
los procesos de formación de un repertorio 7. como Auxiliar Mágico o Adyuvante (Greimas
1976). La tercera macrosecuencia, que presenta
El tópico del trato con el diablo en su también una organización ternaria, es la de “La
organización compositiva y retórica fuga mágica” propiamente dicha. Esta está
El trato con el diablo es un tópico recurrente organizada alrededor del tópico de las
en el repertorio de este narrador. Es así como, metamorfosis. Es así como cada una de las
de todos los relatos de distintos narradores que microunidades secuenciales corresponde a una
integran la matriz de “La fuga mágica”, el de transformación vegetal, zoomorfa o antro-
José Nicasio Corso es el único que incluye dicho pomorfa del héroe y de Blancaflor, en su huida
tópico, que aparece también en “Pedro de la casa del diablo. La última de estas
Ordimán y el diablo”, con un desarrollo transformaciones logra confundir a su
narrativo independiente. Este recorrido guarda perseguidora, la mujer del diablo, quien hace
similitud con el tipo No. 330 del Índice de Tipos pesar sobre el héroe la maldición del olvido.
Narrativos de Aarne y Thompson, “The Smith La macrosecuencia final es la de la “res-
and the Devil”. En “Blancaflor”, el trato con el tauración del orden” (Greimas op. cit.), dada
diablo es el núcleo generador de la acción por el regreso del joven a su lugar de origen
narrativa, que da lugar a un itinerario donde logra recuperar la memoria con la ayuda
secuencial articulado alrededor de la matriz de de Blancaflor. El relato culmina con el
“La fuga mágica”. El desarrollo episódico se reconocimiento por señas de Blancaflor,
abre con la partida del héroe en busca de seguido de las bodas y un fin de fiesta.
aventuras (función “a” de Propp), que tiene Como regularidades compositivas, cabe
como contrapartida la llegada a una tabeada destacar la ya mencionada organización
donde pierde una importante suma de dinero. ternaria de las distintas unidades secuenciales,
Dicha pérdida da lugar a la celebración del pacto que se extiende a la presentación de las “hijas
para obtener suerte y dinero. El pacto le del diablo” en el número de tres. Esta
asegura ciertamente la victoria en el juego, organización ternaria está unida a una
que funciona en la organización narrativa como dinámica antitética y a la reiteración de
correlato antitético de la anterior derrota. situaciones paralelas, en una gradación de
Todos estos núcleos episódicos se integran en importancia. El juego antitético se advierte,
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es advertido por el mismo diablo acerca de los orientada a establecer un vínculo con el
peligros que acechan a los viajeros, en un contexto, que lleva implicada una comparación,
discurso directo que constituye un recurso de introducida por el nexo “que”: “...que aquí
dramatización teatral (“…Dice el diablo:-En también hay jarillal, un campo”. Este uso del
todo el camino espantan muy fiero…No se procedimiento comparativo, reforzado por
vaya, que usted no va a aguantar los espantos deícticos lingüísticos y gestuales, es también
que van a salir, aquí hay espantos en todo el una regularidad de estilo de este narrador,
camino…”). La reiteración agrega un énfasis empleada también en otros relatos de su
particular a tales alusiones y los deícticos repertorio. En efecto, en “Juan del Pavo,”
espaciales refuerzan el anclaje de la acción Corso recurre a una estrategia similar para
narrada en el ámbito contextual de narración. localizar la acción narrada en un ámbito rural
Alusiones del mismo tipo pueden encontrarse de características análogas a las del contexto.
en otros relatos del repertorio de Corso, como De este modo, para referirse a la ubicación de
“Juan del Pavo” y “Pedro Ordimán y los dos la vivienda de sus Oponentes (Greimas op. cit.),
riñones” analizados en Palleiro (2002) y Palleiro unos “gauchos ladrones”, el narrador establece
(2001), respectivamente. En dicho análisis, una conexión comparativa con el lugar de
pude identificar en las alusiones procedimientos narración, reforzada por el uso de deícticos
de construcción retórica muy similares a los lingüísticos y gestuales: “...Los gauchos
del relato que ahora me ocupa. Esta similaridad ...vivían ahí...como de aquí a la barrera...en
incluye los campos semánticos y los dominios un campo...” [El narrador señala con su dedo
de referencia a los que remiten tales alusiones. índice un lugar relativamente distante, desde
Es así como también en dichos relatos el donde se divisa una barrera] Del mismo modo
narrador alude al entorno paisa-jístico, a la que en “Blancaflor”, esta clase de compa-
fauna local y a la vestimenta, aperos y raciones crea por una parte un efecto de
costumbres del gaucho. Hace referencia realidad y genera por otra operaciones de
también a la creencia en la eficacia de ciertas duplicación entre texto y contexto, vinculadas
prácticas como el curanderismo, asociado con con el sistema de desdoblamientos referenciales
ritos locales como el de la Salamanca, orientado característicos del discurso ficcional (Reisz de
a propiciar la intervención de fuerzas sobre- Rivarola 1979, Palleiro 1993). Esta tensión
naturales en los procesos de curación. Todas duplicante se advierte con mayor nitidez en
estas estrategias del repertorio guardan una otros segmentos del recorrido de “Blancaflor”,
gran semejanza con los recursos utilizados por como el siguiente, en el que el nexo
el narrador en el relato “Blancaflor”, y cons- comparativo “como” sirve como marca del
tituyen de este modo una marca de autoría desdoblamiento: “...se ha ido [el joven] como
personal. ser de aquí, de La Rioja a Córdoba...”. Puede
advertirse en este ejemplo que el narrador
Las comparaciones y las descripciones establece el eje de referencia espacial del relato
a partir de una conexión analógica con el lugar
Del mismo modo que las alusiones, las geográfico de narración, reforzada por el
comparaciones y descripciones constituyen, en deíctico espacial “aquí”. La recurrencia en el
el repertorio de “Gardel”, recursos de uso de la misma técnica en distintos relatos,
incorporación del universo de referencia del con una articulación retórica similar, permite
contexto en el espacio textual. Mediante las considerarla como un rasgo de estilo propio del
comparaciones, el narrador establece una narrador.
relación analógica entre algunos elementos del Las descripciones permiten al narrador
entorno contextual y otros del mundo posible incorporar la dimensión simultánea del espacio
del relato. Esta vinculación entre texto y en la sucesión temporal de acciones. Tal
contexto está subrayada por el uso de deícticos, incorporación tiende a crear “procesos de
que sirven como shifters o embragues de espectáculo” (Génette 1974) capaces de generar
conexión entre texto y contexto. Es así como, en el receptor una representación visualizada
por ejemplo, en la macrosecuencia inicial del del espacio verbal. Corso emplea este recurso
“trato con el diablo ” el narrador ubica el lugar para insertar elementos del ámbito contextual
de encuentro entre el protagonista y el en el mundo narrado, con una técnica
demonio “...a la orilla del campo...en un jarillal particular que constituye una marca de autoría.
así...” y agrega seguidamente, una aclaración Este uso particular de la técnica descriptiva
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“voy”, que coincide con el del verbo declarativo plano, mediante un juego de contrapunto,
introductorio (“dice”) favorece en efecto, la contribuye a esclarecer el sentido de las
actualización de la escena del regreso del acciones ubicadas en el primero. Al igual que
protagonista al hogar paterno. Este uso alterna en el relato anterior, también aquí se intercala
con el del futuro (“mirá”), que resalta el matiz a continuación un segmento de diálogo, en un
de apelación del vocativo. Tales formas presente de comentario. El empleo de la misma
temporales establecen un contrapunto con modalidad de construcción retórica en relatos
respecto al tiempo-eje de narración, el pretérito diferentes, vinculada en este caso con el uso
perfecto compuesto (Weinrich op. cit.), que de tiempos verbales, en correspondencia con
expresa los avances de la acción (“han la estructura semántica, pone de manifiesto,
llegado”) 13 . A partir de este eje, propio del una vez más, la marca de autoría del narrador
primer plano narrativo, el narrador introduce en las diversas piezas del repertorio.
un juego perspectivista con respecto a un
segundo plano narrativo, marcado por el uso Arcaísmos, repeticiones y expresiones
del imperfecto. Este juego perspectivista puede formulaicas
advertirse, por ejemplo, en la macrosecuencia
inicial del relato: Otro rasgo distintivo del estilo de este
narrador es el uso de expresiones formulaicas,
...Un joven…se le ha dado por ir al otro unido a una reflexión metapragmática acerca
pueblo…Ha salido…y ha encontrado una del código tradicional.
grande tabeada. Estaban tabeando…y él Este uso correlativo del uso formulístico y
llevaba plata…-¡Bueh!- dice- ¡Ya no tengo de cláusulas metapragmáticas puede advertirse
más qué jugar!... en ejemplos como el siguiente:
Las acciones puntuales de la partida del Dice [el joven]:-¡Voy a rodar tieerra!...Antes,
héroe y la llegada a la “tabeada” están referidas la gente decía con palabras que eran palabras
en pretérito perfecto compuesto, usado en el antiguas: -¡Me voy a rodar tieerra!...Ha
español de La Rioja como tiempo-eje del primer salido por los caminos, por el campo...
plano narrativo. El imperfecto, entretanto,
presenta acciones durativas como la de “estar El empleo de la fórmula “ir a rodar tierra”
tabeando”, que corresponde al telón de fondo está seguido en efecto de una cláusula
del escenario de la tabeada, propio de un aclaratoria, en la que se menciona a un
segundo plano. Inmediatamente después, el conjunto de emisores anteriores, aludido
narrador recurre al presente del comentario mediante el colectivo “gente”. Esta mención
con valor actualizador, para introducir el lleva implicada una referencia al proceso de
discurso directo del protagonista. Este transmisión tradicional, en el que llegan a
contrapunto de tiempos verbales revela la cristalizarse expresiones como ésta, cuyo uso
construcción en profundidad del discurso. está asociado con la narración folclórica. La
Una construcción similar se advierte en cláusula metapragmática aclara los alcances
el relato “Juan del Pavo”: semánticos de esta expresión cristalizada,
mediante una remisión al universo de
...Pedro ha traído una mula...y se ha vestido referencia del contexto (“Ha ido por los
de mujer...Al verlo...parecía tooda una caminos, por el campo”). En un trabajo anterior
mujer...Y...:-¡Buenas tardes!- dice... (Palleiro 2006), me ocupé específicamente de
este uso particular de las expresiones
También aquí el pretérito perfecto marca el formulaicas, al que consideré como una
primer plano narrativo, en el que está ubicada modalidad recurrente de mi archivo. Destaqué
la acción de adoptar un disfraz encubridor. En allí el valor mnemotécnico del uso de fórmulas,
un segundo plano, el narrador refiere el efecto asociado con la repetición, unido a una función
de esa acción, vinculado con la apariencia del c o h e s i v a 14. E s t e e m p l e o c o m o r e c u r s o d e
personaje, en una temporalidad difusa. Este cohesión coincide aquí con la adopción de una
segundo plano remite al tópico de la contra- modalidad polisindética, dada por el uso de un
posición entre realidad y apariencia, que es uno coordinante copulativo al inicio de frase. Este
de los ejes de sentido del relato, vertebrador uso, propio del estilo oral, otorga al discurso
de las distintas acciones. Es así como el segundo una particular vivacidad. En el discurso de
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Todos estos aspectos revelan la eficacia del manifiesta con particular intensidad en el
narrador para la actuación o performance. Esta proceso constructivo de este relato, que expresa
eficacia, reconocida por el grupo que lo aspectos constitutivos de la identidad grupal
distingue mediante el apelativo de “Gardel”, se con el sello de su autoría personal.
Notas
1
Agradezco al Dr. Richard Bauman el obsequio de picos” o “lugares comunes” del nivel retórico. Esto ocu-
su obra dedicada a la autoría del discurso en “un mundo rre, por ejemplo, con el tópico que ahora nos ocupa, el
de voces de otros” que me inspiró uno de los ejes de de los adynata o impossibilia, que corresponde a una
este artículo. Agradezco también a los Dres. Fernando “enumeración de imposibles” que alteran el orden na-
Fischman y Luciana Hartmann la convocatoria al tural, utilizados ya en la Antigüedad clásica para cons-
Simposio sobre performance y autoría del discurso, que truir la imagen de un “mundo al revés” (Curtius 1975:
me aportó también elementos para la génesis de este 144-145). Este erudito asocia dicho tópico con una pa-
trabajo. rodia del Hades homérico. Tal asociación interesa espe-
cialmente a propósito de este relato oral, en el que las
2
Los núcleos temáticos señalados en dicho Índice tareas imposibles están vinculadas con el dominio
como “partes” de este “tipo” son: “I.Hero comes into semántico del mundo infernal.
ogre´s power. II.The ogre assigns the hero impossible
tasks. III.The flight. IV.The forgotten fiancée. V.Waking 9
Para un análisis de este relato desde la perspectiva
from magic forgetfulness. VI.The old bride chosen” de los itinerarios de dispersión de una matriz narrati-
va, véase Palleiro (2005: 215-236).
3
Para una consideración específica de las opera-
ciones de desplazamiento metonímico en relación con
10
Para un análisis particular de este relato, también
la contigüidad existencial, véase Jakobson y Halle (1956). en relación con los procesos de configuración de su re-
pertorio, véase Palleiro (2002: 41-81).
4
“Carlos Gardel: cantor popular y actor cinema-
tográfico. Falleció en Medellín en 1936. Fue ídolo de
11
El personaje del “gaucho” aparece asociado en efec-
masas… Su voz, naturalmente varonil, dio al tango una to, en distintos relatos del repertorio del narrador, con
calidad artística que hasta entonces no había tenido…” el campero riojano.
(Pinto 1950). 12
Este recurso constituye un tópico literario, muy
5
Las distintas versiones de “Blancaflor” fueron usado, por ejemplo, en la poética petrarquista, que hace
publicadas en distintas antologías de mi autoría: Palleiro uso frecuente de esta cualificación de excelencia refe-
(1990) y Palleiro (1992 a) y, bajo la forma de apéndice rida a los metales y piedras preciosas, mediante el de-
documentado, en Palleiro (1992 b). Los textos de los nominado epitheton ornans.
relatos “Pedro Ordimán y los dos riñones” y “Juan del 13
El empleo de esta forma de pretérito compuesto
Pavo” fueron publicados en forma completa y en
como eje de narración, en sustitución del pretérito per-
transcripción dialectal, acompañados de su corres-
fecto simple propio del español rioplatense («llegó») es
pondiente análisis, en los artículos “Las artes de curar
característica del habla dialectal riojana.
y sus representaciones narrativas en el repertorio de
un narrador folklórico” (Palleiro 2001) y “´Juan del 14
Este uso de las fórmulas, fue estudiado ya por
Pavo´: el repertorio de un narrador folklórico y la Milman Parry (1928), a propósito de la épica homérica,
génesis de un archivo” (Palleiro 2002), respectivamente. y su vinculación específica con el estilo oral, utilizado
por bardos serbocroatas contemporáneos, fue puesto
6
La elección de la versión primera se debe a que de manifiesto por Lord (1960)
este trabajo se inscribe en un proyecto de edición gene-
ral de mi archivo, que tiene como punto de partida el 15
De este modo, mientras que la metáfora está liga-
registro y análisis de las versiones más antiguas, para da con mecanismos de sustitución propios del símbolo,
su posterior confrontación intertextual con las más re- que dan lugar a operaciones de asociación dentro de un
cientes. paradigma evocado “en ausencia”, la metonimia esta-
blece una relación indicial de existencia entre signo y
7
Para una aproximación inicial al repertorio de un referente, entre elementos contiguos “en presencia”,
narrador a partir del análisis de otro de los relatos de dentro de la misma cadena de discurso (Jakobson 1964).
Corso, véase Palleiro (2002). Sobre la base de este es- Un enfoque psicoanalítico vincula el procedimiento
tudio inicial, profundizo aquí el análisis tomando como metafórico con los mecanismos de represión y enmas-
eje otro de sus relatos, para identificar regularidades caramiento del deseo, que dan lugar a sustituciones y a
de estilo en sus distintas manifestaciones narrativas. la metonimia con el “deseo de lo que falta” (Le Galliot
Para la consideración del problema de la autoría en el 1981). Para una profundización de los problemas de la
relato folklórico, véase Bauman (2004). metáfora y la metonimia en su relación con el discurso,
véase Palleiro et al 2004; especialmente la sección dedi-
8
Conviene recordar que Thompson (1946) define el cada a “La metáfora y la metonimia” (pp. 126-131).
motivo como unidad mínima independiente del nivel
temático, que se encuentra en distintos relatos y al 16
Para una profundización del problema de la creen-
“tipo” como una combinación relativamente estable de cia en el discurso narrativo folclórico, véase el artículo
“motivos”. Muchos de estos “motivos” coinciden con “tó- “La construcción discursiva de la creencia desde el Fol-
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clore: relatos orales, narrativas OVNI y mails en cade- tos discursivos vinculados con esta “retórica de la des-
na” escrito en coautoría con Parente y Delfino Kraft, integración”, en los que puede identificarse la misma
que forma parte de esta misma publicación. dinámica metonímica de la fragmentación y la falta en
la textura de la secuencia correspondiente a las prue-
17
Esto ocurre por ejemplo en el relato “Media Res” bas del héroe en el Inframundo, que guardan también
de María Isabel Flores, transcripto y analizado en una conexión intertextual con la relación explicativa
Palleiro (2006). Destaco en mi análisis los procedimien- del rito de la Salamanca de Marino Córdoba.
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FEFGDG
Revista de Investigaciones Folclóricas. Vol. 21: 128-143 (2006) Página 128
En diversos trabajos anteriores 1 he estudiado Pero sí que existe esa deuda y lo cierto es
el modo en que la cultura de la modernidad, en que puede rastrearse en muchos de los argumen-
especial la de los siglos XX y XXI, que muchos tos, de los motivos, de la poética que hasta hoy
consideran cada vez más distante de la cultura han desarrollado no pocos creadores modernos.
de transmisión oral (identificada tan a menudo, A veces -sin exageración puede decirse-, lo oral
y tan injustamente, con la época pre-moderna), ha llegado y sigue llegando a ocupar el centro
tiene, a despecho de lo que aseguran los prejui- de lo que podríamos considerar la más pura en-
cios y apriorismos más arraigados, una deuda traña poética de escritores y de artistas de la
muy profunda con el patrimonio cultural más talla de Gabriel García Márquez, Luis Mateo
tradicional, el que ha sido transmitido de viva Díez o Pedro Almodóvar, que serán algunos de
voz, de una generación a otra y de una persona los nombres que veremos desfilar por estas pá-
a otra, durante siglos. ginas.
En esta época de libros, de anuncios, de La reflexión acerca de las relaciones entre
emails, messengers, zappings, blogs, video- oralidad y escritura, entre voz hablada y cifra
juegos, de códigos cada vez más encriptados en escrita, se halla también presente en la obra de
soportes audiovisuales, informáticos, internáu- algunos de los pensadores emblemáticos de la
ticos, de tecnologías -en fin- que corren a un modernidad. Dos pasajes bien reveladores de El
ritmo crecientemente enloquecido, puede sonar caminante y su sombra muestran el modo -desa-
exagerado, incluso romántico o nostálgico, in- sosegado, escéptico, nihilista- en que tales cues-
sistir en que muchos de los más importantes tiones fueron interpretadas por Friedrich
escritores y cineastas y hasta de los músicos y Nietzsche, a quien muchos consideran el pri-
artistas visuales de los últimos tiempos y de hoy mer pensador radicalmente moderno:
mismo, tienen contraída una deuda fundamen-
tal con la voz, con los relatos contados por sus Estilo escrito y estilo hablado. El arte de es-
mayores o llegados a ellos por vía oral, al modo cribir exige sustitutos de los medios de ex-
tradicional, el de siempre, en conversación con presión del habla: el acento, los gestos, el
cualquiera. tono, la mirada... Por eso el estilo escrito es
muy diferente y mucho más difícil que el es- ¿Hay un lenguaje oral y otro escrito? ¿Hay
tilo hablado, porque trata de ser tan expresi- estilo oral? ¿Es acaso la oratoria una cosa y
vo como el habla con menos medios. Los dis- la literatura otra?
cursos de Demóstenes fueron pronunciados Ver que rhetor en griego es lo mismo que
de un modo distinto a como los leemos: tuvo orator en latín y hablador -decidor más bien-
que rehacerlos para que se pudieran leer. en castellano, y que retórica, por lo tanto vie-
Cicerón debería haberlo hecho con sus dis- ne a ser oratoria y... habladuría. Y que lite-
cursos, porque hoy encontramos en ellos ratura es otra cosa. ¿Qué le queda a un ora-
muchas más huellas del foro romano de lo dor que no sea otra cosa, a un retórico que
que el lector puede soportar. no sea literato, si le quitan la voz? Pero la
voz, su modulación, es ya un estilo 3.
Cómo utiliza el pensador una conversación.
Sin necesidad de ser un espía, uno puede en- Si nos acercamos a los tiempos que corren,
terarse de muchas cosas si sabe mirar bien, acaso nos sorprenda que hasta un representan-
manteniéndose durante cierto tiempo fuera te de la racionalista y relativista filosofía con-
de la vista de los demás. Pero los hombres temporánea, Daniel Innerarity, siga proclaman-
no saben utilizar una conversación; ponen do «la superioridad de lo oral sobre lo escrito»:
demasiada atención en lo que quieren decir
y contestar, mientras que el verdadero oyen- La superioridad de lo oral sobre lo escrito
te se contenta con responder de pasada y con está acompañada por la primacía de lo poéti-
decir algo para cumplir las reglas de la cor- co sobre lo prosaico. En última instancia, la
tesía, acumulando en su memoria llena de estructuración rítmica de la poesía pertene-
recovecos todo lo que su interlocutor ha ex- ce a una imagen ordenada, religiosa, del
puesto, además del tono y la actitud de su mundo. Las formas métricas ofrecen al reci-
discurso2. tador cómodos puntos de descanso para la
memoria. La idea de que la repetición de fór-
Las opiniones de Miguel de Unamuno -otro mulas idénticas es un indicio de la transmi-
de los pensadores emblemáticos de la cultura sión oral de la épica de Homero se encuen-
moderna- acerca de la oralidad eran mucho más tra en un escrito de August Wilhelm Schlegel
comprometidas y vitalistas que las de Nietzsche: -nos encontramos ya a mediados del siglo XIX-,
en el que advierte: «los versos de Homero
Se ha dicho de la nariz de Cleopatra y del estaban originariamente determinados a ser
influjo que tuvo en los destinos de la civiliza- cantados de memoria, en un lenguaje que
ción grecolatina. Pero... ¿y en la voz?, ¿la voz poseía en un grado mucho mayor que el nues-
de Cleopatra?. Acaso se han conquistado más tro las propiedades en virtud de las cuales
corazones con la voz, con la boca que habla, Homero llama a las palabras «aladas». El fre-
que con la mirada, con los ojos que miran y cuente retorno de determinadas frases, la
llaman. ¿Cómo sonaría la voz de Jesús cuan- entera repetición de todo un discurso que
do habló a la Samaritana? Hay una belleza hacía poco se acababa de recitar y muchos
íntima, hay un estilo en ciertas personas que pequeños detalles podían así bullir después
sólo un ciego puede apreciar. Hay más voces más fácilmente en el oído del que escuchaba
que caras que no engañan. Y no es su timbre y sentía musicalmente: todo lo cual puede
o su tono en el sentido acústico; es su estilo, parecerle monótono y una parada innecesa-
el estilo de la voz. Es, a las veces, lo que lla- ria al lector actual (que no está acostumbra-
mamos tonillo. do a asignar una voz a la poesía ni a escu-
Valle-Inclán me hacía notar una vez que charla)». La recitación premoderna es
Hernán Cortés, cuya espada era estilo, apla- repetitiva, manteniéndose así vinculada a su
caba un motín de aztecas haciendo rodar so- origen poético: los mismos escasos libros que
bre sus cabezas y sus corazones una arenga una familia poseía -heredados a menudo por
en castellano -en extremeño-, lengua que los varias generaciones- eran leídos una y otra
aztecas no entendían. Su voz mandaba. Su vez en el curso de la vida 4.
voz era un estilo que se imprimía en los co-
razones. Y todo estilo escrito que no procede No resultaría nada difícil continuar trayen-
de estilo hablado; toda letra que no derive de do a colación citas y juicios eruditos acerca del
voz, de palabra, no es estilo, no es nada. fenómeno de la oralidad y de su relación con la
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escritura y con las demás artes en el mundo a partir de una frase, casi siempre una frase
moderno y en el contemporáneo. Pero conside- completa, y esa frase parte del mundo sono-
ro preferible atender -tras esta introducción- a ro. Así que ya podemos precisar dos cosas: la
otras voces, las de los propios escritores y ar- instancia, la importancia del mundo sonoro
tistas que -en sus propias reflexiones -no es un azar que yo sea cubano y que la
metapoéticas, en entrevistas, etc.-, han reco- música sea tan importante en Cuba- y el he-
nocido su deuda con lo oral, porque las confe- cho de que esa frase es, digamos, una frase
siones desde dentro, pronunciadas en primera hecha. En el caso de mi segunda novela, De
persona por cualquier autor, pueden ser muchas dónde son los cantantes, la frase generadora
veces más vivas, felices y significativas que cual- fue «Plumas, sí, deliciosas plumas». Yo no sé
quier interpretación desde fuera -como las que por qué en el énfasis de ese «sí», que perte-
hacen los críticos-. nece mucho al habla cubana, en que todo se
Comencemos por una curiosa leyenda fami- afirma, había algo que desarrollar. Y en defi-
liar (recordada, una vez más, en ocasión del cum- nitiva, la novela es una especie de desarrollo
pleaños número 79 del escritor) que circula acer- de esa habla cubana, de ese modo enfático,
ca del arte literario de Gabriel García Márquez: si se quiere, y a veces paródico del habla cu-
bana.
En la familia se suele contar una historia so- -¿Son frases que le sugieren imágenes o anéc-
bre el riachuelo de Aracataca, que explica Jai- dotas a partir de las cuales se desarrolla des-
me, el hermano. Gabriel Eligio García (el pués la novela?
telegrafista) y Luisa Márquez (mejor conoci- -En general, la frase generadora es exami-
da en la familia como la Úrsula de Cien años) nada, investigada a muchísimos niveles. En
tuvieron 11 hijos. Los primeros, como Gabo, el caso de Cobra, yo estaba en una playa fran-
nacieron en Aracataca. Los demás, como Jai- cesa, en Cannes, y de pronto llegó un anti-
me, que es ingeniero civil, nacieron en Sucre. guo travesti, ya quizás vuelto a convertir en
Dicen que aquellos que de pequeños se baña- su personaje inicial, y me dijo: «Cobra se
ron en el río de los huevos de dinosaurio son mató en jet, en el Fuji Yama». Por un meca-
más inteligentes, fantasiosos y espabilados nismo que no conozco, y que es, podríamos
que los otros 5. decir, de orden compulsivo, casi patológico,
esa frase me llevó a escribir el libro. El im-
pacto que produjo en mí me llevó a explorar
Si sobre los orígenes del arte de García
todos sus niveles. El mecanismo de la escri-
Márquez corre esta reveladora anécdota fami-
tura es para mí de orden compulsivo, es de-
liar, otros escritores tienen también sus mitos cir una vez oída la frase no puedo dejar de
de orígenes, o sus métodos para tirar del hilo
escribir. Los niveles son numerosísimos y no
originario de la ficción y sacar con él una histo-
podría aquí explicitarlos todos porque sería
ria. El cubano Severo Sarduy ha declarado, so- como volver a escribir el libro.
bre las chispas inspiradoras de sus novelas, que
-Podríamos hablar de los más importantes.
lo oral, lo verbal, lo sonoro, es el elemento que
¿Quién era Cobra?
de manera fatal lo condiciona todo: desde el tí- -Cobra fue un travesti -es decir, un actor que
tulo hasta la elección y la configuración de los
se disfraza- de los años sesenta. Se hizo cé-
personajes.
lebre en el Carroussel, un night club parisino
especializado en travestis. Yo no lo conocía,
-¿Qué le lleva a usted a escribir una novela? pero había oído hablar de él. Llegó a crear
-Me parece bien empezar hablando justamen- un modo de actuar personal cuya tradición
te de cómo se genera el libro. Creo que esa se conserva. Los actores del Carroussel ha-
palabra, generación, es importante. Podemos bían partido al Japón a realizar una gira tea-
postular como principio que no se trata de tral, y regresando a Francia, el jet en que
un problema de inspiración ni de un trabajo viajaban se estrelló contra el Fuji Yama. Éste
puramente mecánico. Hay que escapar a esas sería el primer estrato de la frase, el detalle
dos dicotomías o antinomias en que está apre- biográfico. Aunque informativo y casi banal,
sada la práctica del escritor actual, o la ins- es necesario que ese primer estrato se ahon-
piración, residuo romántico, totalmente de, que vayan surgiendo de él, un poco como
decimonónico, o el trabajo asiduo. En mi caso, del inconsciente, todas las cosas que contie-
el proceso de generación del libro se produce ne 6.
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La maestría verbal, oral, de otro gran escri- varme al recinto de un college de un subur-
tor cubano, Guillermo Cabrera Infante, ha sido bio negro de la ciudad, donde me explicó,
glosada de este modo por Mario Vargas Llosa: había tenido que «refugiarse» el director del
programa de radio que me iba a entrevistar.
Era fascinante oírlo hablar de las películas, Se llamaba El gusanillo de los libros (no con-
que conocía con una minucia de detalles fundirlo con la «polilla», por favor). «Los pro-
asombrosa, evocar diálogos, recordar imáge- gramas dedicados a la literatura tienen la
nes, oírlo contar anécdotas de los actores en vida difícil en este país», precisó. Pero aña-
sus roles profesionales o en sus vidas priva- dió que, pese a su apariencia paupérrima, El
das, y comprobar que en esas expansiones se gusanillo de los libros era escuchado en toda
zambullía de veras en la ilusión en cuerpo y California por la gente que visitaba librerías
alma, como lo hacen los niños. Había sido un y compraba libros. Y que era un verdadero
periodista excepcional y algo de ese oficio de privilegio aparecer en él porque su editor era
improvisados y repentinos le quedó siempre, muy «discriminatorio» (palabra que en inglés
pues le bastaban tres o cuatro frases para es un elogio).
poner a sus oyentes en situación y capturar Sí, el local no podía ser más miserable. Un
su atención y deleitarlos con una salida ines- pequeño galpón oscuro, en un rincón perdi-
perada o una ocurrencia genial. Aunque, de- do de un college de tercera o cuarta catego-
bido a los golpes y a las traiciones, se había ría, que dividía un cristal impulcro a un lado
vuelto algo desconfiado y receloso, una vez del cual estaba el técnico y su equipo de gra-
vencida su inicial resistencia, podía ser la bación, y al otro, el «gusanillo» en persona,
persona más cálida y afectuosa, que abría su sentado en una silla de inválido. Se trataba
casa y su corazón a todo el mundo 7. de un hombre joven, algo grueso y que, pese
a su limitación física, se movía con desenvol-
Un breve excurso: en una entrevista de la tura. Parecía muy serio. Me acurruqué como
gran narradora española Ana María Matute, ésta pude a su lado y me explicó que el programa,
describía así su propia arte oral: de una hora, consistiría en una primera me-
dia hora en la que él «contaría» mi libro a
-Cuenta usted las historias como nadie. Es sus oyentes, ilustrando su relato con algu-
una gran narradora oral. nas lecturas, y que, en la segunda mitad, con-
-En eso tiene razón. Cuando yo cuento un versaríamos. Apenas comenzó a hablar que-
cuento los niños lo dejan todo. Ni televisión, dé prendido de lo que decía y, casi inmedia-
ni Internet, ni videojuegos... se quedan en-
tamente, conquistado. Tenía la impresión de
candilados. Nunca han visto a una vieja que
que hablaba de un libro ajeno, pero no por-
ponga tantas caras.
que traicionara en lo más mínimo mi histo-
-Usted interpreta todos los papeles. Es una
ria, sino porque su síntesis más bien la em-
gran payasa.
bellecía, depurándola y reduciéndola a lo
-Es cierto. El gran vikingo, el amor de mi
vida, siempre me llamaba payasa. Tenía ra- esencial. No hacía la menor crítica, no daba
zón8. opinión personal alguna, se limitaba a «con-
tar» la novela con una neutralidad absoluta,
Retornemos a Vargas Llosa, para quien la desapareciendo detrás de los personajes y la
ejecución oral de un discurso escrito, incluso historia, sustituyéndolos en cierto modo, con
de una novela de autor, cerrada, ¡del propio una destreza consumada y pequeños pero
Vargas Llosa!, puede llegar a mejorar la ver- muy eficaces efectos -pausas, énfasis, cam-
sión puesta por escrito y publicada. Éste es el bios de tono- que enriquecían extraordina-
vivísimo recuerdo que le dejó la versión oral de riamente aquello que contaba. No sólo había
una de sus novelas, que escuchó contar a una leído el libro de manera exhaustiva; había se-
especie de periodista-juglar que le entrevistó en leccionado de modo tan certero los fragmen-
Los Angeles, «hace unos veinte años, en el cur- tos que me hizo leer que éstos, a la vez que
so de un enloquecido viaje de diez días por los ilustraban muy exactamente su relato, deja-
Estados Unidos, con motivo de la aparición de ban en el oyente una curiosidad afanosa so-
una de mis novelas en inglés»: bre lo que vendría después.
El diálogo fue para mí tan sorprendente como
La encargada de pilotarme por las obligacio- la primera parte de su programa. Sus pre-
nes del día me recogió en el hotel para lle- guntas no incurrían en los inevitables luga-
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res comunes ni se apartaban un segundo del buen número de años después, en New York,
libro que nos tenía allí reunidos. Más bien, me lo volví a encontrar, otra vez frente a un
me obligaban a retroceder a la época en que micrófono, esta vez en un estudio refrigera-
por primera vez tuve la idea de aquella fic- do y elegante de Manhattan. En el tiempo
ción, a rememorar las experiencias que me transcurrido, El gusanillo de los libros había
la sugirieron, y luego, al proceso que la fue dado un salto espectacular. Por lo pronto, ya
plasmando en palabras, a las lecturas, ocu- no sólo se oía en California, sino en todo Es-
rrencias, memorias de que me fui sirviendo tados Unidos, donde un gran número de emi-
a la hora de escribirla, y, por último, a reve- soras lo habían adoptado. Pero ni el forma-
lar aquellas intimidades más secretas que, to, ni el rigor ni la originalidad con que su
como ocurre casi siempre cuando uno escri- conductor lo llevaba, habían experimentado
be una novela, fueron apareciendo, atraídas innovaciones. El «gusanillo» seguía contan-
misteriosamente por la imaginación para irri- do los libros que comentaba con la misma
garla, para dar apariencia de vida a los fan- pericia hechicera que yo recordaba y some-
tasmas. tiendo a su autor a un interrogatorio apasio-
[...] Él creía que con su programa no hacía nante, a una verdadera catarsis creativa 9.
otra cosa que satisfacer su pasión de lector y
ganarse -seguro que a duras penas- los Por cierto, que una apostilla de la escritora
frejoles, tratando de contagiar a sus oyentes nicaragüense Gioconda Belli a las líneas ante-
el apetito por la literatura. Pero la verdad es riores de Vargas Llosa desvelaba el nombre del
que El gusanillo de los libros era mucho más fabuloso entrevistador:
que eso. Una variante contemporánea de la
antiquísima tradición de los contadores de Termino de leer el artículo de Vargas Llosa
historias, los remotos ancestros de los escri- aparecido en la edición del domingo. Vivo en
tores, aquellos fantaseadores que desde la Los Angeles y quería hacerle saber a Mario
noche de los tiempos han acompañado la que quien hace esas maravillosas entrevis-
marcha de la historia verdadera añadiéndole tas a las que se refiere y cuyo nombre no
una historia fingida, inventada, mentirosa, puede recordar es Michael Silverblatt 10.
indispensable para hacer más grata, o me-
nos ingrata, la vida de los seres humanos. Y, por cierto también, que estos modos de
Sólo que «el gusanillo» de mi historia -es una reinventar oralmente los discursos no son ex-
vergüenza que no recuerde su nombre, o, aca- clusivos de los periodistas norteamericanos.
so, nunca lo supe-, en vez de fraguar histo- Introduzcamos otro excurso, planteado esta vez
rias, las adaptaba, tomándolas de los libros por el novelista español Antonio Muñoz Molina,
que le gustaban y transformándolas en his- acerca de cómo el comentario oral puede ser
torias orales, como aquellas que narraban las capaz no ya de modificar, sino de reiventar, un
hechiceras junto al fuego o cuentan todavía, discurso anterior:
en los pueblos antiguos, como Irlanda o las
tribus indígenas del Canadá, de Estados Uni- En otro tiempo, las películas, como la mayor
dos, de México y Guatemala o de los Andes, parte de los hechos de la realidad, nos sedu-
los juglares ambulantes. Apenas pude con- cían una sola vez, y apenas vistas y perdidas
versar con él, porque mi implacable piloto me ingresaban en los rituales de la narración
arrastró de inmediato a la segunda cita de la oral y la memoria. Al día siguiente de ver
mañana. En el auto que nos regresaba al cen- una película, los niños de la calle se la conta-
tro de Los Angeles le dije que el programa ban tumultuosamente unos a otros, y al ha-
del «gusanillo» me había parecido extraordi- cerlo, sin darse cuenta, la modificaban y la
nario. «Bueno, me comentó, sí, es importan- volvían a inventar. Lo que el entusiasmo
te aparecer en él. Pero se trata de una per- había iluminado lo magnificaba más tarde la
sona muy difícil. Muy independiente. Sólo ha- celebración del recuerdo. La experiencia del
bla de los libros cuando le gustan. Y, por prin- cine era casi tan singular en el tiempo como
cipio, rechaza todos los best sellers, sin leer- lo es la de la pintura en el espacio 11.
los».
Pensé que con semejante política, mi admi- He aquí una última anécdota oral -un home-
rado «gusanillo» se moriría de hambre o per- naje al rumor que llega del pasado- recordada
dería pronto su programa. No fue así. Un por Vargas Llosa, esta vez con motivo de la
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concesión del doctorado honoris causa por la uni- mañanas de invierno, cuando llovía tanto que
versidad parisina de La Sorbona: las cuadrillas de aceituneros no podían salir
a los caminos. Ese es sin remedio el pasado
Termino con un recuerdo familiar. Cuando de uno, y recordarlo siempre lo convierte en
era niño, insistía para que mi abuela viejeci- una especie de desterrado en el tiempo, en
ta, una excelente contadora de cuentos, me un testigo obligatorio y casi único de cosas
contara una y otra vez la historia de un an- que casi nadie más puede saber ni contar.
tepasado al que ella, para decir que se trata- Imágenes y voces perdidas, voces sobre todo,
ba de un hombre de costumbres poco reco- las de los afiladores y los caldereros ambu-
mendables, llamaba un liberal. Este caballe- lantes, sonidos tan precisos como el de un
ro, una mañana, a la hora del almuerzo ad- llamador cuando alguien lo golpeaba en la
virtió a su mujer y a sus hijos que salía un puerta de una casa: nada más oírlo, se sabía
momento a la Plaza de Armas de Arequipa a dónde estaban llamando, porque el eco de
comprar un periódico. La familia nunca vol- cada llamador -eran de hierro, tenían forma
vió a saber de él, hasta muchos años después, de una delicada mano de mujer que sujetaba
cuando se enteró que el desaparecido había una bola- sonaba tan inconfundiblemente
muerto en París. Lo más bonito del cuento como el de una voz humana. Y en aquel rei-
era el final. «¿Y a qué se escapó a París ese no, el de los colores y las voces, el de las his-
tío liberal, abuela?». «A qué iba a ser, hijito. torias oídas a los mayores y las ciudades y
¡A corromperse!». El amor a Francia tiene los países soñados, la radio definía el tama-
una antigua tradición en la familia de este ño del mundo, era la generosa prolongación
escribidor, que les agradece una vez más el de nuestras vidas, de nuestro hábito insom-
inmerecido honor que hoy le confieren 12. ne de imaginar y oír...
[...] El tiempo pasa en vano y una parte de
Atendamos ahora al ámbito español, en el que nuestra memoria sigue perteneciendo a
la deuda con la voz, o la irradiación de la voz aquel mundo abandonado. Uno vive anhelan-
como modelo, puede reconocerse en declaracio- do el timbre de un teléfono que cancele brus-
nes tan contundentes como la del novelista An- camente el silencio, imaginando las caras de
tonio Orejudo: esa gente cuya voz oye en la radio. Desde la
calle suben voces que recuerdan los roman-
Mi intención, más que la distancia o la frial- ces que cantaban las niñas cuando jugaban a
dad sobre lo narrado, es conseguir algo próxi- la comba, y si lee una página que lo conmue-
mo a la oralidad 13. ve piensa que esas palabras se las está di-
ciendo alguien al oído, un hombre o una
Conozcamos ahora de qué modo agradece el mujer tan lejanos como los locutores de la
novelista Antonio Muñoz Molina la posición que Pirenaica, como aquellas madres arrastradas
ocupan en su memoria, en su imaginario perso- a la infamia y aquellos desalmados hijastros
nal y en su poética el eco de las voces del pasa- de las novelas radiofónicas de Sautier
do: Casaseca. El mundo de donde uno viene se
extinguió hace muchos años, pero lo que le
En treinta años el mundo ha cambiado tanto queda de él, si es que no lo ha perdido todo,
que algunas veces las cosas de ayer mismo es la apetencia de las voces, la avaricia de
nos parecen muy antiguas, en parte porque oírlas y de reconocerlas en el silencio de los
pertenecen a la irrealidad de la infancia, y libros y en el rumor de los bares y de las ca-
sobre todo porque son historias y sensacio- lles, y sobre todo el deseo de que las pala-
nes que tienen una ambigua luz de pasado bras que uno mismo escribe adquieran en el
lejano. Quienes nacimos en aquel mundo alma y en la imaginación de quien las lea el
clausurado sentimos con frecuencia que es- sonido cálido e indudable de una voz 14.
tamos recordando imágenes de hace un si-
glo: ciegos guiados por lazarillos de cabeza El narrador español contemporáneo más fas-
rapada que cantaban romances de crímenes cinado e influido por la tradición oral es, segu-
en las esquinas de los mercados, mujeres que ramente, Luis Mateo Díez, cuyas confesiones
se cargaban a la cintura un cántaro recién metapoéticas son de una lucidez extrema. El
llenado de agua en una fuente pública, rela- gran narrador leonés se considera a sí mismo
tos de guerra oídos junto al fuego en las un traductor de las voces campesinas escucha-
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extraordinarios o sorprendentes, el mito ex- tegra títulos como El idioma de los muertos,
plica las tradiciones cosmológicas y sobrena- acerca de un soldado republicano que consigue
turales de un pueblo, la fábula pretende dar que su ejecución, dictada por un tribunal fran-
una lección moral o satirizar una conducta quista, sea varias veces aplazada, gracias a los
humana, la anécdota quiere entretener o relatos orales que -cual nuevo y atribulado
edificar. La estructura de los mitos y las le- Sherezade- va hilvanando. Su autor, Alberto
yendas es menos rígida que la de los otros Méndez, publicó el libro en 2004, muy pocos
géneros. Por su localización, el mito se sitúa meses antes de su muerte y de que su único
en el más allá o en los orígenes de un pue- libro publicado recibiese una auténtica lluvia de
blo: la leyenda está ligada íntimamente a una premios (como el de la Crítica y el Nacional de
época y a un lugar. Y en lo que respecta al Literatura). Que Los girasoles ciegos es una
contenido moral que, como sabemos, es muy especie de filtro que destila sonidos de antiguas
importante en estos géneros populares, la le- voces y los depura en letra escrita lo ha dicho la
yenda remite a una moral primitiva, mien- viuda del escritor, Milagros Valdés, en una de-
tras que el mito contiene una ética religiosa finición tan sintética como acertada:
implícita o la fábula suele estar centrada en
la moral práctica. Finalmente, por el centro Los girasoles ciegos es el resultado del tra-
de interés: el héroe polariza todo el interés bajo que realizó a lo largo de toda su vida, de
en el cuento, la explicación en el mito, la relatos que fue oyendo y anotando, de histo-
moral en la fábula, el placer de persuadir o rias contadas entre susurros, y para él fue el
engañar en la anécdota y la relación de los inicio de lo que quería hacer en el futuro. El
hechos en la leyenda. premio lo entiendo como un tributo a su la-
Si resumimos estos elementos carac- bor callada 18.
terizadores en lo que concierne a la leyenda,
veremos que se trata de un relato utilitario, Otro narrador español contemporáneo, el
destinado a narrar hechos extraordinarios o jovencísimo Unai Elorriaga, ha sido también su-
sorprendentes, con una forma poco rígida, re- mamente claro y explícito al reconocer su deu-
mitiéndose siempre a épocas y lugares con- da con la tradición oral:
cretos, bajo el prisma más o menos etéreo
de una moral primitiva y centrándose, ante -El libro está lleno de historias que usted oyó
todo, en la caracterización de los hechos. en la niñez.
Es la caracterización en la que, más o me- -Y que sigo oyendo. Me fascina cuando la gen-
nos, están de acuerdo todos los folcloristas, te cuenta bien, y mis tías cuentan muy bien;
que, además, casi siempre inciden en la enor- en el cuarto de costura, con mi madre, las
me dificultad de deslindar todos estos géne- escuchaba hablar. Fascinado. ¡Qué bien
ros, muy especialmente al hablar de las tra- estructuran las historias!
diciones y leyendas que, como señala Alfon- -Y usted es el niño que está con ellas en el
so Reyes, y es otro interesante dato libro.
caracterizador, suelen revelar un vínculo his- -Sí, soy yo, tirado en el suelo, recogiendo al-
tórico y entonces crecen como derivaciones fileres con un imán; estaba horas y horas en
de las vidas reales, o un vínculo geográfico, el taller, y estaba echado en el suelo porque
y entonces son explicaciones míticas de los me habían dicho que era bueno para crecer...
nombres de lugares, poblaciones y calles, y En ese taller de costura oía a gente muy ma-
hasta de los accidentes topográficos y la fiso- yor; un tío mío decía que mis cuatro tías jun-
nomía del paisaje. tas tenían más de quinientos años.
Historia y geografía serían, así, dos vínculos -¿Qué oía?
que arraigan a las leyendas, y que normal- -Hablaban de enfermedades, sale en el libro
mente las nutren para revestirlas de una con- hablaban de la próstata, los niños no tenía-
creta realidad. Y hablar de historia y geogra- mos próstata, y hablaban de la falta de riego,
fía sería también una manera de hablar de y aquello parecía algo fabuloso, extraño: fal-
memoria y naturaleza 17. ta de riego... Parecía una metáfora 19.
Uno de los libros españoles más notables de Saldremos ahora del ámbito de la literatura
los publicados en los últimos tiempos es Los gi- en español para apreciar cómo escritores de
rasoles ciegos, una colección de relatos que in- otras tradiciones han desarrollado poéticas en
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que lo oral puede sustanciarse de muchas ma- públicas, y la transcripción de algunas de sus
neras diferentes. El británico John Berger in- palabras, no puede ser más reveladora:
terpreta la narración de historias orales como
un acto de resistencia frente a la pobreza y la Cuando Adonis recitó sus versos en la últi-
adversidad, como una especie de argucia de ma Feria del Libro de Francfort, el recinto
Sherezade puesta una y otra vez en práctica con donde lo hizo se llenó a rebosar y cuantos
el fin de obtener la salvación: escucharon al poeta lo hicieron con auténti-
ca veneración. Nacido en 1930 en Qasabin,
El secreto de contar historias entre los po- una pequeña aldea de Siria, no tuvo noticia
bres está en la convicción de que los relatos de los indispensables adelantos tecnológicos
se cuentan para que puedan ser escuchados (la electricidad, los automóviles, la radio...)
en otros sitios, donde alguien, o quizá una hasta que cumplió 12 años. Con 13 entró por
legión de personas, sepan mejor que el na- primera vez en una escuela, pero por enton-
rrador o los protagonistas de la historia qué ces ya sabía escribir gracias a su padre y co-
significa la vida. Los poderosos no pueden nocía los secretos de una lengua, la árabe,
contar historias: las bravatas son lo contra- en la que es uno de los más indiscutibles poe-
rio de las historias, y cualquier historia, por tas, eterno candidato al Premio Nobel. Se li-
plácida que sea, tiene que carecer de temor, cenció en Filosofía en Damasco en 1954 y,
y los poderosos viven hoy con nerviosismo. dos años después, se trasladó a Beirut, don-
Una historia remite la vida a un juez alter- de se entregó definitivamente a la poesía.
nativo y más definitivo que está lejos. Puede Desde 1975, vive en París.
que el juez esté situado en el futuro, o en un Su llegada a la Feria de Francfort fue como
pasado que aún presta atención, o puede que la llegada de un músico de rock. La gente se
en algún lugar más allá de la montaña, don- arremolinó a su alrededor, llovieron los gol-
de la suerte del día ha cambiado (los pobres pes de luz de los flashes de los fotógrafos. El
tienen que referirse a menudo a la buena o recital tardó en empezar, el lugar se cargó
mala suerte) de forma que los últimos se han de energía y, cuando Adonis tomó la palabra,
convertido en los primeros. se produjo una profunda comunión entre el
El tiempo de la historia (el tiempo dentro de poeta y quienes lo oían.
una historia) no es lineal. Los vivos y los «Lo que los occidentales deben aprender es
muertos se encuentran como oyentes y jue- que la poesía está hecha para ser dicha, para
ces dentro de ese tiempo, y cuanto mayor sea ser escuchada, y no únicamente para ser leí-
el número de oyentes que parecen estar allí, da. Es entonces cuando todo el cuerpo parti-
más íntima se hace la historia para cada oyen- cipa, célula a célula, y la poesía se convierte
te. Las historias son una forma de compartir en una fiesta», comentó ayer Adonis. «Occi-
la creencia de que la justicia es inminente. Y dente debe aprender a poner el corazón al
por esa creencia, los niños, mujeres y hom- lado de la razón» 21.
bres lucharán en un momento dado con asom-
brosa ferocidad. Por eso los tiranos tienen Para la novelista belga Amélie Nothomb, la
miedo a que se narren historias: toda histo- sonoridad de las palabras no sólo puede identi-
ria remite de alguna forma a la historia de ficarse con la belleza, sino también con el ho-
su caída. rror. El suyo es un modo sumamente original
«Dondequiera que fuese, sólo tenía que pro- de relacionarse con el mundo de lo oral:
meter una historia y la gente le acogía para
pasar la noche; una historia es más fuerte -También habla de palabras que le producen
que un zar. Sólo había una cosa: si empezaba crisis de asma.
a contar historias antes de la cena, nadie -¡Era una repugnancia absoluta! No soporta-
sentía nunca hambre y no le daban nada de ba que nadie las dijera, me producían una
comer. Así que el viejo soldado siempre pe- angustia terrible, un desagrado que afectaba
día antes un cuenco de sopa» [Andréi mi cuerpo. Ahora conservo esa capacidad de
Platónov] 20. odio por ciertas palabras, pero el oírlas ya
no me provoca trastorno. Es el caso de la ho-
Para el poeta sirio Adonis, la dimensión oral rrible hormona. En ese caso, la sonoridad es-
de la poesía es absolutamente básica, trascen- pantosa va unida a un contenido que tam-
dental. La descripción de una de sus lecturas bién lo es 22.
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criaron los abuelos. Esta niña oía ruidos y «Que te estés quieto, que no tengo ganas, que
veía una sombra. Los vecinos le dijeron que ahora no». Si no la despiertan, lo cuenta todo.
se enfrentara a ella y le preguntara lo mis- Muchas veces, los chistes empezaban así,
mo: quién era y qué quería. Así lo hizo, y la porque alguien se dormía. Mi abuela era una
sombra, que resultó ser su madre, le dijo: mujer muy recta, pero cuando murió el abue-
«Quiero que gastes el hábito de Santa Rita, lo, en su velatorio, estaba la pobre así, me-
porque es una promesa que yo no cumplí» dio dormida, y empezó la tía Justina con sus
[por gastar hábito se entiende llevarlo hasta cosas. Entonces, la abuela abrió los ojos y
que se cae a pedazos]. El hábito de Santa Rita dijo: «Ay, hijas mías, tan rápido es el reír
es negro, con una correa negra y el escudo como el llorar, así que reíd lo que queráis».
de la santa en el lado del corazón. Se lo pu- Yo no he visto mayores jolgorios que en los
sieron siendo niña y no se lo quitaron hasta velatorios.
que se cayó en pedazos. Antes de ponérselo, [...] [María Jesús] [Mi madre] me decía: «Si
claro, se bendice el hábito, el cordón y la co- me muero fuera de casa, cuida de que todo
rrea. Todo eso ha sido vivido por mí. Por eso esté bien y de que vaya con la cabeza cubier-
digo a todo el mundo que cumpla sus prome- ta, que soy viuda. Revísame tú de todo por-
sas, para evitar complicaciones a los vivos. que María Jesús no puede hacerlo. No me
Yo no creo que un muerto se pueda aparecer pongas ni zapatos ni medias, que así voy más
en figura, pero sí en sombra». deprisa para allá».
[...] [María Jesús, hermana de Pedro [...] [María Jesús] Siendo yo moza, mi madre
Almodóvar:] A mí me imponían los muertos, me dijo: «Mira, hija, si me llega a ocurrir algo,
pero era decidida. Si en la habitación donde tú y tu hermana tenéis que gastar hábito por
se coloca el cadáver hay un espejo, se tapa o una promesa que hice durante la guerra». Si
se le da la vuelta para que no se refleje por- no se cumplen las promesas, no te vas del
que no es bueno. todo, te quedas en el entresueño; así que com-
[...] pré dos hábitos de San Antonio y le dije que
-La gente -dice Raimunda- iba a los velatorios desde ese mismo día empezara a gastarlos.
a cumplir. Se decía así, «vamos a cumplir». Gastó los dos hábitos y cumplió ella misma
Los hombres se ponían en la cocina, que era su promesa.
muy grande, y las mujeres, en la habitación [...] [María Jesús:] Donde mis abuelos, al su-
del muerto, con los dolientes. Pero por la bir al entresuelo quedaba un hueco en la es-
noche, cuando se marchaban los que habían calera, a la derecha. Yo, al subir, siempre
ido a cumplir, los amigos jóvenes de la fami- veía tres personas en ese hueco: un abuelo
lia empezaban a contar chismes o a hacer sentado con una garrota y otras dos perso-
bromas con alguien que se había quedado nas. Nunca le dije nada a nadie, pero subía y
dormido y que soñaba en voz alta. Se empe- bajaba corriendo. Eso me pasó de pequeña.
zaba así y se terminaba a carcajadas. Está- Luego pasaron los años, veinte o más, y un
bamos un día en un velatorio, empezaron los día veo a mi abuela con unas fotografías en
jóvenes a hablar y saltó mi tía Justina [nom- la mano y le pregunto quiénes son. «Este es
bre supuesto]: «Tres dedos más arriba o tres mi padre», me dijo, y resultó ser el abuelo de
dedos más abajo, siempre estáis hablando de la garrota. No pregunté por los otros dos.
lo mismo». Pero es que ella era la peor, por- [...] [María Jesús:] El padre de mi madre
que contaba más chismes que nadie. El caso murió con 32 años, en un accidente; mi ma-
es que el velatorio acababa en juerga. Si el dre tenía tres años. Después de morir se le
muerto había sido por la mañana, en ese aparecía a su cuñado cuando trabajaba en el
momento se empezaban a matar las gallinas campo. El cuñado venía muy malo a casa. En
del corral para preparar el caldo. Al medio- el pueblo le dijeron que le preguntara qué
día, ya está el cocido preparado con la galli- quería. Le preguntó y le dijo que había ofre-
na entera y su jamón. ¿Que moría durante cido al patrón del pueblo una misa y no la
la noche? Pues se ofrecía infusiones de tila y había podido decir porque su vida había sido
al día siguiente chocolate con churros. Alre- muy corta; que la dijera él, y que luego, des-
dedor del muerto siempre había mucha acti- pués de decirla, quería despedirse de él a la
vidad, nunca te dejaban sola. Una amiga mía, puerta del cementerio, cuando fuera de no-
no diré su nombre, se quedó dormida duran- che. Lo hicieron todo tal como dijo y jamás
te el velatorio y empezó a decir en sueños: se volvió a aparecer 27.
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Más sobre cine y fuentes orales: Carlos Igle- cia, y, en definitiva, de la infancia. Es la
sias es un joven director de cine que en 2006 muerte del alma». El realizador reconoce
estrenó Un franco, 14 pesetas, una película -in- también que en las guerras «no existe blan-
terpretada también por él- sobre la vida de los co y negro y que siempre hay dos partes a
emigrantes españoles -su familia y él mismo lo las que escuchar».
fueron- en la próspera Suiza de las décadas de Excelente dibujante e ilustrador, Del Toro
1960 y 1970. Casi todo en su película nace de lo habla de sus referencias pictóricas para po-
oral: der crear los personajes fantásticos que apa-
recen en sus obras cinematográficas. «Los
He tenido con mi padre conversaciones de surrealistas y simbolistas son fundamenta-
adulto a adulto que no tuve entonces. Había
les en mi trayectoria. También he estado muy
mil detalles que desconocía y que ahora he
influenciado por Goya, especialmente por sus
descubierto. En esta película hay mucho tra- pinturas negras que son las que más admiro.
bajo de documentación, mucho trabajo de
Saturno devorando a sus hijos me sirvió de
horas y horas escuchando mil historias de la
inspiración para crear el Hombre pálido, uno
vida cotidiana de aquellos años 28. de los personajes principales de El laberinto
También en 2006 ha sido estrenada El labe- del fauno». Para la película, ha elegido una
serie de tonalidades que encajan con el am-
rinto del fauno, una película hispano-mexicana
biente de misterio y fantasía que perseguía
dirigida por Guillermo del Toro, en cuya base
vuelve a estar la energía fecundadora de la pa- el cineasta. «He construido un drama que tie-
ne sus raíces en un contexto de guerra al que
labra oída y luego mitificada:
he añadido elementos mitológicos y un cuen-
Unas tapas de cuero envejecido ocultan la to de hadas. Es una película muy minuciosa
historia y los impresionantes dibujos que rea- y personal» 29.
lizó Guillermo del Toro para El laberinto del
fauno, una película llena de fantasía en una Algunos artistas modernos se han propuesto
España marcada por los rescoldos de la Gue- hacer hablar a las cosas. Demos, casi para ter-
rra Civil. Las historias que escuchó a los minar, un salto desde la literatura y el cine has-
exiliados en su México natal fueron el inicio ta un tipo de arte que enfrenta al público al con-
de una idea que se fue gestando en la mente cepto de escultura sonora:
de este peculiar creador de ficción y que ha
culminado con la presentación en Cannes de Como su propio nombre indica, la Sala de
la película. Dos mundos fundidos en uno dis- Turbinas del Tate Modern estaba impregna-
curren por las imágenes que protagonizan da del ruido de los generadores eléctricos.
Sergi López, Ariadna Gil, Maribel Verdú e Más tarde, en 2000, después de que se lleva-
Ivana Vaquero. Por un lado se narra cómo ran las máquinas y una central eléctrica se
un militar fascista, Sergi López, trata de re- convirtiera en museo de arte moderno y con-
ducir a un grupo de maquis escondido en las temporáneo, el atrio, que recuerda a una ca-
montañas de un pueblo del norte de España, tedral, quedó en silencio, salvo por el zumbi-
y por otro un cuento de hadas vivido por una do apenas perceptible de un único generador
niña con una imaginación portentosa. que aún gira tras una pared distante.
El laberinto del fauno se sitúa en 1944 y na- El sonido ha vuelto ahora, aunque ya no es
rra el viaje de Ofelia, una niña de 13 años, tan reconocible. A veces parece música de
que junto a su madre, Carmen, embarazada, arpa, el rugir previo a un temblor de tierra;
se trasladan a un pequeño pueblo en el que otras, evoca el sonido metálico de la sala de
se encuentra destacado Vidal, el cruel capi- máquinas de un barco de vapor, o una parti-
tán franquista, nuevo marido de Carmen y tura electrónica minimalista. En realidad, lo
por el que Ofelia no siente simpatía. que hace que los visitantes se detengan es el
Del Toro recuerda que escuchaba a los sonido «silencioso» del Puente del Milenio,
exiliados españoles referirse a los maquis el pasadizo de acero de 320 metros de longi-
como «la última resistencia justa del siglo tud diseñado por Norman Foster y Anthony
XX». Y añade que el fascismo es «un tema Caro, que une el Tate Modern con la Cate-
ideal para contarlo como si fuese un cuento dral de San Pablo a través del Támesis.
de hadas para adultos. El fascismo es sobre ¿Por qué es silencioso? Porque se trata del
todo una forma de perversión de la inocen- sonido amplificado de las inaudibles vibracio-
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nes del puente que Bill Fontana, el artista Muchos, en cambio, subestiman, por impal-
estadounidense, ha convertido en escultura pables o en apariencia efímeros, otros ras-
sonora. Harmonic Bridge se podrá escuchar tros, otras huellas magníficas de la creativi-
hasta el 16 de julio. dad y el talento del hombre. Nos referimos a
«Para mí, el puente es como un largo instru- aquellas obras colectivas, manifestaciones
mento de cuerda», afirma Fontana, de 59 artísticas, formas de cultura tradicional y po-
años... Como cualquier estructura creada por pular, que de ordinario no requieren cobijar-
el hombre, emite un sonido interior. Para se en la solidez de la roca o la perdurable
capturarlo, Fontana dispuso ocho aceleró- plasticidad del mármol como soportes mate-
metros, o sensores de vibraciones, a lo largo riales, sino que se legan y perennizan a tra-
del puente, que recogen las vibraciones pro- vés del hilo inmaterial de tradiciones orales,
vocadas por las barcas que pasan, los vien- hábitos comunitarios, herencias artísticas o
tos, los pasos rítmicos y las olas que golpean técnicas ancestrales, que como las aguas de
el único pilar central del puente. «La veloci- un río subterráneo discurren de padres a hi-
dad del sonido a través del acero es 10 veces jos, de abuelos a nietos, de una generación a
superior a la del aire», dice Fontana. Cada otra, en cualquier confín del planeta.
sensor está conectado a una caja de control En efecto, desde un punto de vista histórico,
situada en la Sala de Turbinas, donde se los fundamentos culturales de la mayoría de
amplifica y se mezcla el sonido antes de ser los pueblos han sido construidos gracias a tra-
transmitido por 11 altavoces. diciones orales milenarias. La Ilíada y La
La tecnología se transforma en arte cuando Odisea constituían un repertorio de relatos
Fontana crea «una partitura de breves com- que eran recitados por los aedas, cantores
posiciones espaciales». Mediante un ordena- épicos de la Grecia antigua, y que devinieron
dor, Fontana selecciona, por ejemplo, el so- inmortales a través de la escritura gracias a
nido de tres o cuatro sensores a la vez y crea las narraciones de Homero. El Mahabarata
rutas por distintos altavoces. También con- y el Ramayana, cuentos épicos escritos en la
trola el volumen, de forma que el sonido se India a finales del primer milenio antes de
intensifique o se atenúe. Sin embargo, eso Cristo, se basan en los antiguos Vedas, tex-
sólo funciona como infraestructura, ya que tos considerados tan preciosos que sólo po-
el sonido real -en directo- cambia constante- dían transmitirse oralmente entre generacio-
mente 30. nes de brahmanes.
Los pueblos originarios de lo que hoy es Amé-
Termino este artículo con unas palabras de rica son también depositarios de tradiciones
Javier Pérez de Cuéllar, ex secretario general orales de una asombrosa diversidad. Y entre
de la ONU, acerca del valor de lo oral como pa- ellas, las que corresponden a las cosmogonías
trimonio esencial e insustituible de la cultura maya, azteca e inca son, además, sorpren-
humana. Aunque la mayor parte de sus refe- dentemente compatibles con la moderna as-
piración a lo que se ha dado en llamar desa-
rencias miran hacia la gloriosa herencia del pa-
rrollo durable. Tales tradiciones, enriqueci-
sado, los datos y testimonios que acoge este ar-
das con el aporte de España y otras regiones
tículo prueban que, en el presente -y segura-
del mundo, han dado lugar a visiones cultu-
mente también en el futuro-, hasta en un mun-
rales sincréticas de extraordinaria riqueza.
do como el nuestro, sometido al gobierno cada
Los Comentarios reales del Inca Garcilaso de
vez más tiránico de los ingenios tecnológicos, la Vega representan al respecto la primera
la energía de la voz sigue y es previsible que expresión literaria mestiza del continente
seguirá viva, operativa, desbordante, fecunda: americano. Ella recoge la historia, los mitos
y las leyendas del Imperio de los Incas, que
Nadie de buen juicio en el mundo de hoy al- el autor heredó oralmente de sus ancestros.
berga dudas acerca de la importancia que tie- Se trata de narraciones que pudieron ser «sal-
nen y de la salvaguardia que merecen aque- vadas» para la posteridad. Pero, ¿qué decir
llos monumentos históricos o artísticos ca- de las tradiciones orales perdidas para siem-
talogados como Patrimonio de la Humanidad. pre o que sobreviven apenas en tantos luga-
Nadie ignora tampoco el rango de España o res del mundo?
del Perú en el mapa universal de estos vesti- Si toda forma de patrimonio cultural es frá-
gios tangibles y cimeros del talento creativo gil, su expresión inmaterial, aquella que ha-
o del tesón. bita el espíritu y el corazón del hombre, lo
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es de modo muy particular. la idea de patri- zar los vínculos de reciprocidad entre lo eco-
monio responde a un modelo único, domina- nómico, lo ecológico, lo social y lo cultural.
do por determinados criterios estéticos e his- Recordemos, a título de ejemplo, la existen-
tóricos, lo cual hace que nuestras definicio- cia en el Perú de ciertas técnicas ancestrales
nes resulten demasiado estrechas. Ellas pri- en la construcción de viviendas que permi-
vilegian la élite, lo monumental, lo escrito, ten enfrentar con particular solvencia los fre-
lo ceremonial. Hay que revisar estas concep- cuentes movimientos sísmicos. Las viviendas
ciones y elaborar mejores métodos de identi- así construidas son más resistentes a los te-
ficación y de interpretación de nuestro patri- rremotos y menos costosas. Estas técnicas
monio. Sin comprender los valores y las as- han sido probadas con buen éxito en Améri-
piraciones que inspiraron al creador, al ar- ca Central, que sufre a menudo el mismo tipo
tista, el objeto fuera de contexto histórico no de desastres naturales. Nada impide que en
puede recuperar su verdadero sentido. En el futuro este bagaje ancestral pueda ser útil
otras palabras: el propio patrimonio material a poblaciones que en otras latitudes sufren
no puede ser interpretado sino a través de lo los efectos de catástrofes sísmicas semejan-
inmaterial: la lengua, por ejemplo, que es tes.
reflejo de una concepción del mundo, de una Por ello, nos complace que la Unesco haya
cosmogonía, de una cultura. Por ello, nues- logrado en los últimos años, y a través de un
tra diversidad lingüística es un triunfo, y su conjunto de iniciativas, que la perspectiva cul-
mengua empobrece ese fondo común de co- tural cobre importancia en las agendas polí-
nocimientos y herramientas del pensamien- ticas nacionales e internacionales, sobre todo
to creativo y de la comunicación con que en cuanto al desarrollo. El Informe de la Co-
cuenta la humanidad. misión Mundial de Cultura y Desarrollo, que
Pero no se trata tan sólo de la lengua, sino entre 1993 y 1995 tuve el honor de presidir,
de música, bailes, rituales, artesanía, medi- la Declaración Universal sobre la Diversidad
cina tradicional, farmacopea, artes culina- Cultural de 2001 y el actual proceso de pre-
rias, métodos y sistemas agrícolas, técnicas paración de una próxima Convención Inter-
de construcción de viviendas y recintos pú- nacional sobre la Salvaguardia del Patrimo-
blicos, etcétera. Es decir, de aquellas formas nio Inmaterial de la Humanidad, se inscribe
de creación colectiva o individual que ema- en la mejor tradición de este organismo de
nan de una cultura compartida y se basan en Naciones Unidas, aquella que lo vincula al
la tradición. Se trata entonces, conviene re- salvamento y la salvaguardia de monumen-
cordarlo, de un patrimonio cultural en extre- tos excepcionales del patrimonio físico de la
mo vulnerable que es preciso preservar con humanidad.
celo. Tanto más cuanto en el contexto de la En la Mesa Redonda de Ministros de Cultura
mundialización nos debatimos entre la ten- convocada por la Unesco en septiembre de
tación de un modelo cultural único y la posi- 2002 en Estambul, con el fin de proporcionar
bilidad de reforzar y desarrollar el tesoro in- insumos para la futura Convención Interna-
menso de nuestra diversidad. cional sobre Patrimonio Inmaterial, propuse
En este sentido, el patrimonio cultural in- dos ejes conceptuales para el andamiaje
material, no por intangible resulta inerte. institucional y jurídico del futuro instrumen-
Todo lo contrario: es tal vez lo más vivaz, to: establecer, de un lado, las atribuciones y
dinámico y estimulante de nuestro legado. A deberes de cada Estado Parte en la determi-
despecho de su fragilidad, en efecto, muchos nación de las formas de patrimonio que de-
conocimientos ancestrales podrían aportar ben ser protegidas en su territorio, y, de otro,
respuestas específicas para la solución de la responsabilidad de la comunidad de nacio-
algunos complejos problemas contemporá- nes en la consagración del principio de soli-
neos, en especial en campos como la ecología daridad y cooperación internacionales para
o la medicina tradicional. Sobre todo en una la salvaguardia del patrimonio inmaterial de
época en la que parece tan necesario refor- los Estados... 31.
Notas
1
José Manuel Pedrosa, «Oralidad y escritura: influen- Songling a Borges y Juan Goytisolo)», Revista de Folk-
cias y convergencias (de la literatura artúrica y Pu lore 254 (2001) pp. 39-43; Pedrosa, «La oralidad frente a
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la escritura, la música y el cine: teorías, prácticas, nes de gran enjundia sobre el fenómeno de la oralidad y
intertextualidades», Revista de Folklore, 270 (2003) 190- de sus conexiones con la escritura.
201; Pedrosa, «La deuda con la voz, o los avatares de la
oralidad en la cultura moderna», Revista de Investiga- 18
Aurora Intxausti, «La cruda mirada de Alberto
ciones Folclóricas 18 (2004).pp.128-139. Méndez sobre la posguerra narra el Nacional de Narra-
tiva», El País 7 de octubre de 2005, p. 38.
2
Friedrich Nietzsche, El caminante y su sombra, trad.
A. Varela (Buenos Aires: Gradifco, 2004) pp. 66 y 119. 19
Entrevista de Unai Elorriaga con Juan Cruz, «Pa-
rece que estoy a la mitad de algo», El País, 4 de junio de
3
Miguel de Unamuno, «[La personalidad de la voz]», 2006, p. 56.
Alrededor del estilo, ed. L. Robles (Salamanca: Univer-
sidad, 1998) pp. 105-107. Tomado de un artículo publica- 20
John Berger, «La resistencia ante los muros»,
do en Los Lunes del Imparcial el 31 de agosto de 1924. Babelia, 5 de febrero de 2005, pp. 10-11.
4
Daniel Innerarity, La irrealidad literaria 21
Entrevista de Adonis con José Andrés Rojo, «La
(Pamplona: EUNSA, 1995) p. 69. poesía es esencialmente trágica», El País, 15 de marzo
de 2005, p. 39.
5
Omero Ciai, «Whisky y sopa de langosta», El País, 9
de marzo de 2006, p. 45. 22
Entrevista de Amélie Nothomb con Octavi Martí,
«Tener hambre es terrible, pero no tener la posibilidad
6
Entrevista de Marvel Moreno con Severo Sarduy, de padecerla es aún peor», Babelia, 28 de enero de 2006,
«Plagio, robo y pillo todo lo que me gusta», Caravelle 68 pp. 2-3.
(1997) pp. 163-169, pp. 164-165.
23
Entrevista de E. L. Doctorow con Eduardo Lago,
7
Mario Vargas Llosa, «Así en la paz como en la gue- «El historiador da cuenta de los hechos, el novelista lle-
rra», El País, 6 de marzo de 2005, pp. 13-14. ga al fondo de los sentimientos», El País, 13 de mayo de
2006, p. 2.
8
Entrevista de Ana María Matute con Rosa Mora,
«La Edad Media es la vida en estado puro», El País, 29 de 24
Israel Punzano, «Mazzuco rastrea en sus raíces para
mayo de 2005, p. 42. narrar la emigración italiana», El País, 1 de diciembre
de 2004, p. 44.
9
Mario Vargas Llosa, «El gusanillo de los libros», El
País, 21 de agosto de 2005, p. 11. 25
Entrevista de Pedro Almodóvar con Ángel S.
Harguindey, «Tal vez tenga que inventarme una nueva
10
Gioconda Belli, «El gusanillo de los libros», El País,
vida», El País, 17 de marzo de 2006, p. 62.
23 de agosto de 2005, p. 11.
26
Entrevista de Pedro Almodóvar con Elsa Fernández-
11
Antonio Muñoz Molina, Las apariencias (reed. s.l.:
Santos, «La muerte en La Mancha está llena de vida y de
Biblioteca de Autores Andaluces, 2004) p. 204.
gracia», El País, 26 de junio de 2005, p. 52.
12
Mario Vargas Llosa, «El amor a Francia», Babelia,
Juan José Millás, «Historias de aparecidos», El País
27
19 de marzo de 2005, pp. 14-15.
Semanal, 5 de marzo de 2006, pp 40-46.
13
Entrevista de Antonio Orejudo con Jesús Ruiz Man-
tilla, «Existe una extraña aversión hacia los narradores
28
Entrevista de Elsa Fernández-Santos con Carlos
Iglesias, «Orgullo y memoria de un emigrante», El País,
puros», El País, 29 de enero de 2005, p. 35.
5 de mayo de 2006, p. 56.
14
Muñoz Molina, Las apariencias, pp. 51-54. 29
Entrevista de Guillermo del Toro con Aurora
15
Luis Mateo Díez, «Ámbitos de la leyenda», El pasa- Intxausti, «Mi vida está inundada de fantasía y magia,
do legendario (Madrid: Alfaguara, 2000) pp. 11-28, p. 15. las llevo dentro», El País, 28 de mayo de 2006, p. 58.
16
Díez, «Ámbitos de la leyenda», p. 17.
30
Alan Riding, «Un artista sonoro esculpe los susu-
rros de un puente», The New York Times / El País, 6 de
17
Díez, «Ámbitos de la leyenda», pp 19-23. Hasta la p. julio de 2006, p. 12.
27 se prolongan las interesantísmas consideraciones
metaliterarias del autor. También en las pp. 237-242 del 31
Javier Pérez de Cuéllar, «Defensa de lo inmate-
volumen El pasado se podrán encontrar interpretacio- rial», El País, 12 de marzo de 2003, p. 46.
FEFGDG
Revista de Investigaciones Folclóricas. Vol. 21: 144-157 (2006) Página 144
Este ensayo aborda el tema de la religión de la después a las cuatro esquinas. Los objetos de
santería cubana y, especialmente, enfoca su uso común para hacer una limpieza incluyen
papel en la actualización y reafirmación de las (pero no se limitan a): las telas, las aves, las
ideas acerca de la salud y el bienestar de los yerbas, las flores, los líquidos benditos, las
cubanos en la diáspora de los Estados Unidos. piedras, el humo del tabaco, las frutas, y otros
En tanto sistema de creencias que eslabona los elementos naturales que se pueden añadir para
aspectos de la espiritualidad y el cuerpo el rito según lo que “pide” el santo o espíritu
humano, la santería utiliza el acto de limpiar ayudante en el proceso. Los elementos
ritualmente las personas y ciertos objetos esenciales y necesarios para cualquier limpieza
claves, para mantener la salud y el bienestar se descubren mientras se desarrolla la
espiritual y físico de sus creyentes. El ritual ceremonia por medio de la comunicación
de la limpieza se puede realizar como una constante entre los seres desencarnados y el
ceremonia que abre el camino para el inicio de oficiante del rito –como la posesión de espíritus,
otros rituales, o se puede oficiar como un rito la adivinación con caracoles, las cartas o los
en sí mismo. Lo que sucede más comúnmente cocos. El rito de la limpieza es un punto focal
es que la madrina o el padrino en la religión donde el cuerpo y el espíritu se pueden sanar
del iniciado tome un objeto, lo bendiga en el activamente al mismo tiempo. La unión entre
nombre de los dioses yorubas, u Orichas, y el cuerpo y el espíritu, justamente por ser
luego pase el objeto por todo el cuerpo del percibida, hace del ritual de la limpieza un
creyente –empezando por la cabeza y excelente punto de partida para comenzar a
terminando con los pies. Se prepara, entonces, explorar los pensamientos que gobiernan las
para depositarlo según la forma que indique el actitudes sobre la salud, lo limpio y el cuerpo
sistema de adivinación usado por el en la santería cubana.
especialista; pero, específicamente dos de los Un asunto corriente y variado en la práctica
lugares más comunes en la práctica son: por la folclórica y cotidiana lo constituye el hecho de
puerta del lado de afuera hacia la calle, y llamar a un especialista espiritual, madrina o
espiritual con una lógica consistente y compleja perspectiva holística del mundo. Las creencias
que se perpetúa porque los creyentes pueden de la santería orientan al devoto de una manera
hacer de este sistema parte de su propio sentido que integra las filosofías personales, las
de ser, individualmente y como una comunidad reacciones a su alrededor, las acciones, y el
que tiene una densa historia repleta con valores intercambio con otros. La santería también
universales que se pueden aplicar directamente ofrece un sistema para pronosticar, diag-
a la gente que los está viviendo (Abiodun 1983: nosticar, y estabilizar la salud física y
13-30). espiritual, así como el bienestar en la vida de
Las manifestaciones de los santos y los sus creyentes. Este tipo de pensamiento se
Orichas, se llaman caminos en castellano, u ona parece a otros sistemas de salud folclóricos que
en Yoruba, las dos indican lo mismo: una forma funcionan como parte de un sistema más amplio
de denominar la manifestación del dios basada de creencias (Hufford Ibíd., O’Connor 1995:6).
en la narrativa mitológica de la santería. Estos Más adelante, voy a presentar algunas de las
caminos de los santos u Orichas se usan, ventajas que ofrecen la santería y otras
imaginan, piensan, y forman parte de la tradiciones folclóricas de la salud al poseer una
imaginación social y religiosa utilizada como variedad de soluciones alternativas a la
recurso cognitivo, no sólo para restablecer la medicina “convencional”, para tratar problemas
salud en la santería sino, también, como base de salud en relación a los grandes dilemas en
para entender y desarrollar el estilo de la vida espiritual del creyente. Justamente, su
resolución de dilemas sociales y culturales popularidad y legitimidad en contextos
(Cabrera 1980; Ortiz 1993: 54-63; Bolívar 1990). contemporáneos, sigue creciendo por su
Este tipo de amalgamación socio-religiosa es característica de ver las situaciones en forma
un proceso que también se puede advertir en holística con el mundo del cliente o creyente.
la creolización lingüística de la isla (Ortiz 1924; Sin embargo, primero voy a revisar las
Cabrera 1986; Olmstead 1953:157-164; creencias especificas que tratan el concepto de
Abraham 1953; Oyelaran 1982:89-99; Bascom la salud del ser humano en la regla de ocha, la
1951:14-24; Castellanos 1996:39-50). santería, como se la denomina también en
El antropólogo Arjun Appadurai piensa que contextos populares.
el hecho de inventar culturas transnacionales
y complejas nos muestra cómo la imaginación Onsanyin: el oricha de la “medicina”
se puede ampliar hasta convertirse en las
narraciones de un “pueblo” –como en el caso Hay dos sectas, o awos como se llaman en
de Santa Bárbara y el Oricha Chango o La el idioma Yoruba y lucumí, de la religión de la
Caridad del Cobre y la Oricha Ochun. Estos santería que se dedican al hecho de curar el
intercambios, ricos en chispa y performa- cuerpo del ser humano, las yerbas y la salud
tividad, son obras “sutiles” y también de acción, total de la persona. Los babalawos, o sacerdotes
que se manifiestan en la vida cotidiana. El del dios de la adivinación y la sabiduría,
sentido de la celebración de estas obras, Orunmila, y los sacerdotes, llamados
pequeñas y grandes, está basado en la profunda osainyistas y oniseguns del sector de Osanyin
estética del pueblo, y muchas veces se pierden / Osain, el dios de las yerbas y del bosque, son
de la vista de los investigadores porque estos los dos grupos de especialistas que atienden a
no están buscando este tipo de procesos sino los que están graves y en peligro de muerte.
los ejemplos singulares que sirven para Los Babalawos adivinan mediante un proceso
justificar sus propias teorías (Appadurai 2000:1- denominado d’ifa, o ‘tirar Ifa,’ que consiste en
20). el conocimiento básico de los versos mitoló-
gicos de los 256 odús según la formación
La santería como un sistema de salud establecida por una cadena sagrada, “opele,”
hecha de las semillas del árbol del mismo
La santería se comporta como un sistema nombre. Esta se asocia con los mitos, las yerbas
de creencias que contiene elementos de un y ciertas acciones, los ebos o los sacrificios, que
sistema de salud folclórico (Hufford 1997:731). el cliente debe cumplir para asegurar la salud,
Para sus devotos, las creencias, la mitología, y la prosperidad y el bienestar (Bascom 1980;
los rituales de la santería incorpora todos los Abimbola 1976; Ajayi 1996). Para cualquier
aspectos de la vida. La religión contiene una babalawo es importante establecer una relación
completa filosofía de la vida, que propone una con el dios de los caminos, elegua, porque este
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interpretan como espirituales y que los médicos Lo importante que se debe tener presente
de la ciencia occidental no reconocen. Por en esta comparación es que el babalawo
ejemplo, la idea de que hay enfermedades mandará a su cliente al médico y también
específicas que se desarrollan a causa de oficiará sus obligaciones de curar como un
penitencias dadas por los Orichas por razones sacerdote de Ifa (véase Cabrera 1984). Además
variadas: un ebo que nunca se cumplió, o el que, si uno duda del médico “convencional” (si
rompimiento de un tabú de comida, o el mal no está practicando en contextos culturales
comportamiento por parte del creyente específicos, como en Nigeria y en Cuba)
(Cabrera 1993: 51-54; Verger 1969:51). Estas mandará a su paciente a un babalawo o un
causas de enfermedades espirituales, que se onisegun para asegurar que los aspectos
manifiestan también físicamente, no se pueden espirituales de una enfermedad física también
remediar adecuadamente mediante la actuación se solucionen. Ahora vemos que, para los
de un médico “convencional”. Sin embargo, los babalawos y en la filosofía Yoruba, los doctores
creyentes y oficiantes de la santería, no tienen médicos no se ven como “rivales”, sino como
ningún problema en remediar los aspectos otro grupo de especialistas al que se puede
físicos de estos casos con la ayuda y la sabiduría consultar para ayudar a los creyentes de la
de un médico convencional al que se respeta religión. De este modo, muchas veces los
como otro profesional de una rama importante babalawos conocen mejor lo que están haciendo
de la salud de los seres humanos (Cabrera los clientes que comparten con los médicos, en
1984:10). todos los aspectos de su vida, para resolver una
Esta creencia en la incorporación y enfermedad o un problema grave de salud en
colaboración del saber en varias ramas de su vida.
pensamiento y de experiencia se encuentra
claramente entre los babalawos nigerianos La santería como un recurso para la
(Idowu 1967:62-77). En Nigeria se reporta que salud: un ejemplo etnológico
los babalawos reconocen su devoción eterna y
humilde con el aprendizaje en esta frase He estado trabajando en calidad de
popular: investigadora, y como una ahijada con el
privilegio de asistente de rituales, en la casa
“Aborúboyè, ó yá ju iró lo” espiritual, el ile de la Iyalocha Nilda Estévez.
Ella es una sacerdotisa dedicada a la diosa del
“Es mejor y más honorable el confesar la
amor, la miel y el agua dulce en la religión de
propia ignorancia que hacerse el sabio en
la santería, Ochún. Hace quince años que
falso” (Ajayi 1996: 10).
Estévez llegó a los Estados Unidos procedente
Así, los babalawos se ponen en la posición de La Habana, Cuba. Estévez, de sesenta y siete
social y fundamental del sabio que siempre está años de edad, tiene treinta años -como se dice
listo para compartir su información y también en la santería– de iniciada en la religión, como
para preguntar, aprender y evolucionar a otro una Iyalocha de Ochún. Ella vive en el Sur de
nivel, sin tener que pasar ninguna vergüenza California, en Los Ángeles y, en el pasado,
si tienen que buscar ayuda. Incluso se aprueba viajaba a Cuba dos o tres veces al año para
aprender hasta de los estudiantes recién oficiar en los ritos de la santería que deben
llegados a las enseñanzas de Ifa, como de nuevas observarse para fortalecer su fuerza espiritual,
revelaciones de los jóvenes (Ajayi 1996:9). Este su aché como santera. Nilda se constituye en
ambiente incrementa la curiosidad y el deseo una ayuda espiritual para aquellos que viven
de nuevas ideas y formas de analizar y en Los Ángeles y están buscando en la santería
solucionar problemas. Si este ambiente de algo complementario en sus vidas: clientes de
cooperación se compara con el estilo de diversas nacionalidades latinas, cubanos ya
autoridad casi total, que el doctor de la ciencia iniciados en las tradiciones afrocubanas,
médica desarrolla al tratar a sus pacientes y estudiantes, artistas, y escritores interesados
en el hecho de no compartir información sobre en investigar la santería cubana en este
su campo de especialidad con el lego, se puede contexto diaspórico. Aunque ella se ha mudado
ver como Ifa, en el interior de la filosofía de la varias veces en el transcurso de nuestro trabajo
santería, le da al paciente más explicaciones y juntas, su casa -no importa donde quede- sigue
opciones para entender las soluciones de sus constituyendo el foco espiritual, donde se busca
problemas de salud. la ayuda de Estévez para la adivinación, los
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rituales, y los consejos que ofrece a sus ahijados nichos de comunidades que coexisten como
y clientes. Es crucial reconocer esta locali- parte de otra historia y el resto del mundo. Lo
zación por la importancia que tiene el concepto más importante a ver en este escenario es que
de “hogar” en las poblaciones diaspóricas y las poblaciones de “latinos” y otros inmigrantes
ambulantes que se entienden en la práctica en los Estados Unidos cambian la cultura
más como un grupo de relaciones entre norteamericana. Vemos, por ejemplo, que los
personas en una “familia” y, no solamente, devotos y clientes de la santería como sistema
como un punto fijo geográficamente. El ile o el de medicina tradicional, siguen sus costumbres
“hogar” se convierte en un punto referente de acerca de la salud cotidiana en conjunción con
los procesos de significación de (re)esta- las de la medicina científica, y también incluyen
blecimiento que se forman constantemente en otras tradiciones folclóricas que han aparecido
una población diaspórica. El hogar como un en los Estados Unidos de la mano de
significante del proceso de domesticación es poblaciones recién llegadas.
más inmediato que el concepto de asociación Estévez es una santera común, pues su
con la patria en términos de la realidad vocación al santo no proviene del hecho de
cotidiana. Pero, es importante señalar que hacer dinero o ascender en los círculos sociales,
estos dos niveles de mostración de la identidad sino que se dedica al trabajo espiritual por
no son exclusivos pues se cruzan y se utilizan razones de su propia salud y bienestar. Estévez
las metáforas de uno a otro ámbito. Esto es se hizo santera para desarrollar una habilidad
significativo si advertimos nuevamente la para adivinar, sanar, y aconsejar a otros. Ella
insistencia en la incorporación, dentro del tiene ahijados en Las Vegas, La Habana, Los
sistema de la religión, de aspectos ajenos a la Ángeles, y en Miami. La idea de un centro
tradición de la santería cubana. Como sucede espiritual, en términos de un destino de
con las culturas, los niveles de referencia se socorro, se puede ver metafóricamente en la
pueden enlazar de una forma que abre el persona de Nilda como una representación de
potencial para el discurso; abrirse y volverse la diosa Ochún en la tierra, y también en la
más amplio para ayudar a los devotos. Esto se casa donde ella instala y cuida a los dioses, los
corresponde directamente con los aspectos de Orichas, que forman parte del arsenal espiritual
la religión Yoruba en tanto establece un que utiliza para solucionar los problemas de
complejo grupo de procesos de afiliación social sus ahijados y clientes. Este centro es
en términos del folclore oral y el proceso compacto, pero se puede mover de locación
discursivo (Barber 1999:1-17). Este proceso de geográfica porque implica la culminación de
reconstruir el concepto de hogar en la práctica unos procesos sociales y sagrados que se
del establecimiento de una casa de santo es caracterizan por desarrollarse en contextos
importante en los rituales de curación de diaspóricos: el Oricha se inició en África con
devotos. Rituales como el de la limpieza usan los ambulantes yoruba que llevaban sus dioses
y costumbres a distintos pueblos al establecer
la noción similar y positiva, de que el cuerpo
los dieciséis reinos legítimos de la nación (Yai
humano se puede sanar, rehacerse. Así como
1994:107-115). Esta noción de un centro
el ile recrea el hogar santo, la limpieza puede
espiritual en continua restauración se aplica a
purificar y sanar lo que está roto y dañado en
la práctica de sanar y ayudar a los creyentes
el cuerpo, la mente y el alma de una persona.
que concurren a santeras como Estévez. El
En una tradición “holística” como la de la concepto se convierte en un instrumento útil,
santería el oficiante de los ritos de la salud un idea viva, que ayuda a sanar al situar al
tiene que guardar con el hogar un sentido de cliente dentro de un origen cultural y sagrado.
restauración. Asume la responsabilidad de La conexión a este origen se convierte en otra
tratar a sus ahijados, que son la mayoría de plataforma donde el ser curado puede renacer
sus ahijados y clientes, en una forma que se de nuevo. El símbolo del hogar y de la sanación
adapte a las situaciones de la vida que enfrenta como un proceso que ocurre allí, en la casa
la comunidad latina en los Estados Unidos. Los sagrada, produce en el cliente el sentido de
problemas para obtener trabajos estables, la comienzo de una nueva etapa de su vida por
ciudadanía, los hijos, los matrimonios, la medio de un nuevo “camino” que los Orichas le
educación, la necesidad de aprender inglés, de han presentado en la casa del santo, en el hogar
encontrar casas estables, y otros dilemas que del ile.
trae la aculturación a la vida norteamericana. Estévez se especializa en limpiezas de todo
Estos problemas también se encuentran en tipo: de personas, de casas, de autos, de objetos
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rituales y sagrados. En las semanas anteriores las relaciones entre los objetos se entienden a
a escribir este ensayo, ayudé a Estévez en partir del concepto de posiciones relativas
limpiezas hechas con aves vivas, un pescado y (Hallen 2000; Abiodun 1983:13-30 ). Para un
también con pedazos de aso funfun, una tela mundo que se interpreta completamente en
blanca consagrada por el Oricha Obatala. Su forma holística, se ve que los Orichas tienen
sistema de diagnóstico en estos ritos consiste sus elementos humanos y los seres humanos
en “leer” al creyente con cartas, o con los obi, tienen sus elementos de la eternidad del
los cocos, tirados en el nombre de sus Orichas espíritu. La existencia, entonces, no se
y sus guías espirituales. Las limpiezas se entiende como una experiencia fija en un
hicieron en constante comunicación con estos cuerpo o período temporal. Por eso, las energías
seres. También se utilizaron, como guía y el aché del universo se pueden invocar, en
mitológica, los pataki, o las historias sagradas ritos específicos, para sanar, cambiar destinos
de la santería para indicar, por imitación, el y protegerse del mal. Pero, uno tiene que saber
destino de los hechos rituales. Por ejemplo, el la técnica y, es allí cuando se busca como
trabajo del pescado se dedicó al Oricha del mar, recurso a especialistas, como un babalawo o
Olokun y, en éste, se tenía que rezar y “pedir” una Iyalocha como Estévez.
el camino para el trabajo. Al final, el pez, Casi todos los santeros cubanos, como
después que se lo pasó por el cuerpo del devoto, Estévez, son expertos en las variadas
fue llevado al mar para conducir a la tradiciones que se unifican para enmarcar la
“enfermedad” por ese camino de esperanzas práctica de la religión afrocubana. Hay una
que la habrá de neutralizar. En otras palabras, trinidad de tradiciones básicas en la religión
cada Oricha gobierna un universo denso, con folclórica de Cuba y su diáspora: 1) la santería,
historias, colores, elementos naturales y 2) el espiritismo, y 3) el palo. Estos tres aspectos
sobrenaturales, números, y otros aspectos de de la religión popular se balancean, según la
la “imaginación social” de la santería. Estos inclinación del especialista, antes de hacer
elementos actúan como guías para los rituales cualquier tipo de limpieza, adivinación y/o
e indican muchos caminos para crear permiso para continuar con el rito. Para los
situaciones con el potencial de sanar y cambiar que combinan las tres ramas, como Estévez,
la vida del cliente por medios sobrenaturales. se utilizan varios métodos para advertir lo que
Como Karin Barber lo advirtiera en su se necesita para limpiar a un cliente. Por
ensayo seminal sobre la religión tradicional de ejemplo, una tirada de los obi, o cuatro pedazos
los Yorubas, “How man makes god in West de coco se complementan con una consulta con
Africa: Yoruba attitudes towards the orisa,” la los antepasados, los muertos, por medio de una
relación entre el Oricha y el devoto es una tirada de cartas u otro rito que ayuda al
relación de simbiosis. Es decir, el dios y el especialista a comunicarse con sus recursos
creyente se necesitan el uno al otro de forma espirituales. En síntesis, la religión criolla en
que repliquen las relaciones entre los seres la diáspora cubana sigue haciendo un proceso
humanos: padres e hijos, esposos y esposas, de amalgama e incorporación de sus diversos
doctores y pacientes, amigos y compañeros de aspectos originales: las tres ramas ya men-
viaje, guerreros unidos para una causa. cionadas, que se encuentran por debajo, como
Sugiero que este tipo de organización de las base filosófica del sincretismo y que guían las
relaciones entre el ser humano y el ser divino nuevas influencias que se incorporan en el
en la religión de la santería nos presenta exilio. Uno tiene que ser adepto y tener mucha
nuevos puntos de vista para analizar las experiencia para combinar efectivamente estas
relaciones humanas. Considero que la intimidad tradiciones dentro de la lógica y la liturgia
y el sentido de jugar a la vida, el “sere” de los folclórica con que se evalúa el poder de una
yoruba, que los humanos sienten por lo divino santera o santero para servir a su comunidad
en la religión los acercan más, en un nivel de creyentes. Muchas veces, la forma más
cotidiano, a la experiencia de los elementos efectiva para desarrollar el talento del individuo
espirituales. Esta unión no hace lo sagrado más en el papel de santero o santera es, para un
profano. Al contrario, para los que toman en oficiante de la religión, especializarse en un
serio sus creencias en la santería cubana, esto aspecto del curar o remediar.
hace que vivan con más rectitud, respeto y En Estévez, la limpieza es uno de sus
atención a los detalles del mundo que los rodea. talentos especiales que ella dedica a Ochún y a
En la epistemología del pensamiento yoruba, sus ahijados. Como cualquier santera efectiva,
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para servir a su comunidad religiosa, Estévez el nombre del espíritu, Francisca Siete Sayas,
utiliza sus recursos espirituales que están indica esta conexión con la diosa yorubeña
basados, muchas veces, en varias iniciaciones porque se dice que Yemanyá lleva siete sayas
dentro de la propia santería y, también, en el (Cabrera 1980:17-18, 55). El uso de muñecas
desarrollo de poderes de adivinación y espirituales como representaciones de
comunicación con seres espirituales que ha antepasados, de muertos, es utilizado en Cuba
heredado de su familia o de los mentores y en la diáspora cubana, por santeros que
espirituales. La creencia de la religión yoruba también desarrollan poderes como médiums
es que todos los seres humanos nacen con (Brown 2003). Es así que figuras sobrena-
relaciones especiales con los Orichas (Drewal turales, como Francisca Siete Sayas, pueden
1992; Barber 1981:724-745). La santería cubana intervenir para solucionar los problemas y
le añade a esta creencia su criollismo; también hasta curar a los clientes que acuden a Estévez.
los seres humanos vienen al mundo bien Esto representa un recurso auxiliar en la
acompañados, por ejemplo uno puede nacer con santería como sistema de la medicina
muertos de cada nación del planeta, con folclórica.
“indios” y “chinos” protectores, con seres que En la religión cotidiana afrocubana las
se encuentran conectados al creyente por la figuras de los muertos, como Francisca Siete
historia religiosa completa de la familia –el Sayas, también son importantísimas por el
idiosincretismo del contexto social, geográfico hecho de representar al microcosmos del dilema
y cultural de Cuba y su diáspora-. Aunque el de la integración étnica entre los africanos que
individuo nace con estos guardianes y dones llegaron a ser cubanos. Por ejemplo, Estévez
potenciales, tiene que desarrollarlos por medio señala que Francisca Siete Sayas fue una
de la tradición, como la santería, el palo y el “conga” en cuanto a su origen africano, que
espiritismo. Los dones de Estévez, su gracia vivió su vida en La Habana en el siglo XIX como
como ella dice, ya estaban presentes en ella una cartomántica, curandera, sacerdotisa de la
como capacidades, antes de hacerse santera. religión yorubeña debajo de la Oricha
Estas potencias se ejemplifican en los seres Yemanyá, y que también sirvió como una palera
guardianes, los Orichas y los Egungun, los –devota a las tradiciones mágicas bantú en
antepasados, que se llaman para realizar un Cuba. Vemos así que Francisca Siete Sayas
rito como el de la limpieza. La efectividad de representa un antepasado profesional para
una limpieza tiene mucho que ver con la Estévez. Sin embargo, racial y étnicamente, el
estabilidad e integración de los sistemas de individuo no tiene que ser “congo” para
creencias que se están utilizando y, espe- practicar el espiritismo, o palo debajo de una
cíficamente, cómo un santero o santera guía de muerto como Francisca Siete Sayas, ni
demuestran su especialidad y dones personales, ser “yoruba” para ser santero.
dentro de esta amalgama de ideas y en el Todos estos entrelazamientos entre los seres
nombre de la santería. Esto dicho, Estévez humanos del presente y los antepasados indican
tiene que saber cómo ampliar los límites de la entendimientos especiales. En principio estos
religión de la santería para usar otras tipos de genealogías espirituales ilustran que,
tradiciones, como recursos espirituales, en desde la perspectiva de la santería, lo físico y
ritos como la limpieza que forman parte de sus lo espiritual están conectados por las relaciones
propios talentos sino, también, para legi- entre los seres que se parecen a los de la
timarse como una santera de la tradición familia, las amistades, y los enemigos. El rol
yoruba, que le otorga el oficio social para hacer de Francisca Siete Sayas en un rito como el de
el trabajo de sanar a sus ahijados y clientes. la limpieza, al obrar como guía principal por
Un recurso especial que Estévez le ofrece a medio de la posesión y la adivinación, nos deja
sus clientes es la integración con su guía ver cómo Estévez presenta los recursos que
espiritual, la muerta, Francisca Siete Sayas. posee en una arena semipública y de actuación.
Este espíritu representa un antepasado Por ejemplo, aunque Estévez es una Iyalocha
espiritual, un ser que se conectó a Estévez de la diosa Ochún, su conexión con Francisca
desde que nació. Francisca Siete Sayas se Siete Sayas la deja trabajar y utilizar los
representa como una muñeca vestida de azul y elementos de la diosa Yemanyá. Esto
blanco, los colores que indican el Oricha que representa un arsenal especial de elementos
gobierna, o gobernaba a la muerta en la vida sagrados que Estévez puede usar para sanar y
terrenal, la diosa del mar, Yemanyá. También resolver problemas de la comunidad santera.
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Su uso de este recurso espiritual hasta se NE: “Una se siente bien cansada.”
puede ver como más efectivo, metafísicamente, SO: “Sí, también, es la verdad.”
porque el permiso dado a Estévez para utilizar
estos dones del mar tiene su origen en una (De la transcripción de una de las
selección tan personal como única. entrevistas, hecha en Mayo 1997, con la
Estévez habla con mucha convicción sobre Iyalocha Nilda Estévez por la autora)
su rol como madrina de la religión de la
santería. Para ella es importante poder El baño es una limpieza que enfoca la
adivinar las necesidades de sus ahijados. Casi atención, directamente, en el cuerpo del
siempre, se necesitará una limpieza para creyente. La persona, haciéndose este ritual a
asegurar el buen comienzo de otro rito o sí mismo, puede rejuvenecer partes de su ser,
simplemente puede ser el recurso ritual para interna y externamente. En la conversación
el dilema entre manos. Una limpieza, para citada arriba, Estévez habla claramente sobre
Estévez, es una forma de recreación, una cómo una madrina reconoce a su ahijados en
limpieza literal y metafísica de la persona que un proceso diagnóstico, casi por instinto. Pero,
invita a lo nuevo. Lo principal es reconocer que el proceso de ordenar y revisar los baños de
cada situación tiene su propia solución. Estévez limpieza toma años de experiencia pues se trata
me habló sobre estos temas al tratar el de cargar, por parte de las madrinas santeras,
reconocimiento de los ahijados: el peso y la responsabilidad espiritual de sus
ahijados.
Solimar Otero: “Aaah. También ¿cómo, cómo La “prescripción” de estos tipos de limpieza
es que uno sabe? Bueno, vamos a decir, abre el camino para crear relaciones de
alguien entra a tu casa y te dice: ‘Mira, confianza más profundas entre una madrina y
madrina, necesito algo, no me siento nada sus ahijados. Como se explicó anteriormente,
de bien.’ ¿Cómo, cómo es ese proceso, qué lo principal para el especialista espiritual es
pasa? Uno viene, y se sienta contigo, y, y...” su habilidad para escuchar a los clientes. Esto
Nilda Estévez: “Vamos a ver, vamos a ver es, más que el hecho del ritual, un recurso para
m´ija, cómo es de verdad —” la comunidad que atienden porque se hace de
SO: “Sí.” una forma total, en términos de la vida y los
NE: “Tú, tú tiene tu madrina. ¿No? Y tú te problemas que se le presentan al cliente. Si se
sientes mal. Tú vas a la casa de tu madrina. compara con el sistema médico al que se
Tú le dice, ‘Mi madrina qué debo de hacer? enfrentan en la sociedad norteamericana
¿Qué hacer? Bueno, vamos a darte un baño, muchos latinos y creyentes de la santería, se
con flores blancas y cascarilla. 3 ” puede decir que los trabajadores espirituales
SO: “Sí.” como Estévez ofrecen un respaldo cotidiano que
NE: “Una de esas limpiezas que se hace con reemplaza las creencias culturales sin el
cascarilla. Ese baño.” estigma de sentirse como un “extranjero” en
SO: “Un baño, a –ha.” el país donde se vive. Como la relación con los
NE: “¿Qué más hace la madrina? Primero Orichas, los enlaces entre la madrina y sus
mira, registra, a su ahijada, bueno para ver ahijados son recíprocos y cercanos. Las
lo qué esta pasando.” madrinas tienen la responsabilidad mayor de
SO: “A ver lo qué está pasando, sí.” alimentar la salud espiritual de sus ahijados y
NE: “A ver lo qué hay de malo.” esto tiene consecuencias físicas para ellas en
SO: “Sí. ¿Y cómo te sientes después de dar lo relativo al cansancio de su persona. Sin
una limpieza? ¿Te sientes mal?” embargo, una practicante con experiencia se
¿Te sientes cansada? ¿Te sientes limpia tú?” puede reponer usando las mismas técnicas que
NE: “ No. Después de dar una limpieza uno recomienda a sus clientes: una limpieza del
tiene que limpiarse a uno mismo.” cuerpo y el espíritu para renovarse otra vez.
SO: “A-haa, a-haa.” Las especialistas en el ritual de la limpieza
NE: “Porque la carga que tú estás llevando en la santería también, cuando es preciso, les
la madrina la recoge.” proveen de las enseñanzas necesarias a sus
SO: “¿De veras?” clientes y ahijados para hacerse sus propias
NE: “Sí, sí. Cuando yo acabo de hacer una limpiezas. La preferencia de Estévez al usar el
limpia tengo que darme un baño especial.” ritual de la limpieza como un baño y también
SO: “O, sí, claro.” en sus formas múltiples y variadas, es común
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entre los santeros cubanos para examinar la el derivar al creyente a la medicina científica
aptitud de los ahijados para aprender los utilizada también como un recurso, y ello no
principios básicos que requiere realizar el invalida el argumento espiritual y religioso por
trabajo espiritual de la santería (Cabrera identificar y conquistar el problema de la salud.
1984:132; Mason 1994:23-39). El examinar a los En la santería, es favorable que los
ahijados, es decir percibir cómo ellos aprenden individuos utilicen todos los recursos que se
el proceso de diagnosticar y cumplir la limpieza presentan para lograr la salud, la prosperidad
adecuada para la situación en cuestión, es una y el bienestar. Si un doctor de la medicina logra
base importante para seleccionar los padres y curar a un devoto de la santería este hecho no
madres de las futuras generaciones en la le quita al devoto la confianza en la religión.
religión. La santería es una tradición que Al contrario, se cree que es el aché de las
utiliza el noviciado como la forma principal de medicinas bendecidas por los Orichas y
continuar las costumbres de una casa diferente. especialmente por Onsanyin, los dioses que han
Lo más común es el aprendizaje, entre los ayudado al doctor de la medicina científica a
padrinos y los ahijados, de los ritos y narrativas aliviar al paciente de su enfermedad. Cabrera
esenciales y sagradas de la rama particular de nos cuenta cómo ésta fue la idea en la Cuba de
la tradición. Como se ha visto aquí, la antes, que hasta las propias manos del doctor
enseñanza y aplicación del ritual de la limpieza, y los implementos para una operación se
es una forma sencilla de empezar el proceso de considerarían bajo la guía de los Orichas, que
evaluación del potencial del novicio para ser se interesan en un todo en la vida de sus hijos
un curandero y adivinador apto. Este proceso (Cabrera 1984:10). Entonces, la santería puede
se aplica, específicamente, a los ahijados que incorporar la técnica de la medicina dentro de
se encuentran en la familia religiosa, los sus prácticas y las creencias sobre la salud en
omoile, de una casa de la santería y no tanto a la tradición. Un creyente, o paciente, puede
los clientes casuales de la tradición. explicarse la eficacia de varias estrategias de
No todos de los santeros son iguales. Existe la salud, aunque parezcan ser bien diferentes,
una variada jerarquía y vías de especialización desde adentro del pensamiento de la religión y
entre los sacerdotes de la santería, según su no tener que dejar sus creencias y convicciones
camino de santo y guías espirituales (Cabrera espirituales.
1984). Esto se ve más claramente hasta entre Este tipo de apertura por parte de la religión
los santeros, los babalawos, y los onsanyistas yoruba en general, no solamente se encuentra
que se aplican, también, al oficio de curar el en la santería cubana sino, también, en otras
cuerpo como ser humano. En la santería tradiciones de base yorubeña, como el
cubana, como en la medicina tradicional de los candomblé en Brasil que ofrece la implemen-
yoruba, existen grupos de especialistas que tación de una forma de atacar los problemas
poseen recursos de la sabiduría esotérica y la de la salud mediante múltiples vías (Abimbola
técnica ritual que pertenecen a devotos 1968; Verger 1995; Voeks 1997). Dos ejemplos
iniciados en sectas particulares, y muchas de este tipo de apertura por parte de los que
veces, secretas hasta dentro de las comunidades creen globalmente en los Orichas y, el
que componen la religión cubana cotidiana. lamentable cierre de la mente por parte de
Pero, existe el acuerdo tácito de derivar a los médicos de la ciencia occidental, se ven en el
clientes y los ahijados, especialmente por cine nigeriano, en la película Thunderbolt, y
razones serias de salud, a sus compañeros con en el estreno documental sobre el SIDA y la
conocimientos especializados en las prácticas religión de Candomblé Brasilero, Odo Ya! Life
de la medicina de la santería (Cabrera 1993:25- with AIDS. 4 Las dos producciones exploran la
72). El ejemplo más común es el de dirigir a un relaciones entre la medicina tradicional
ahijado a un babalawo para ayudarlo en una yorubeña y la medicina occidental para resolver
las problemas de la salud, personales y sociales
situación grave de salud. La santería, entonces,
(Kelani 2000; Cypranio 2001:230-236).
se puede ver como un sistema de creencias
religiosas que incorpora un pensamiento sobre A modo de conclusión: santería y
la salud y el bienestar, abierto y estable en medicina convencional
tanto se deja reemplazar con la contribución
de sus diversos miembros para solucionar los Los santeros que vienen del contexto de la
dilemas en la vida de los creyentes y, también, diáspora cubana son ejemplos de trabajadores
los de los clientes de fuera de la fe. Esto incluye que demuestran capacidades variadas para
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manejar los aspectos culturales, medicinales y parece ser que los individuos, en la sociedad
la política cotidiana. La forma en que los contemporánea, tienen la tendencia a selec-
santeros se mueven entre América Latina, el cionar lo que ellos necesitan de diversos
Caribe, África, Europa, y los Estados Unidos sistemas y filosofías que tratan a la salud del
ha establecido las rutas contemporáneas y ser humano basados, por supuesto, en la
globales de la religión de la santería (Canizares experimentación y la efectividad de los
1994:59-63). Hoy en día existe un entusiasta tratamientos (Hufford 1988:21). El trabajo que
mercado donde se buscan varios tipos de cosas se presenta aquí indica que los creyentes y los
y actividades asociadas con los Orichas clientes de la santería no son diferentes en este
yorubeños: artículos religiosos, dinero, aspecto. Individuos entregados a creencias
sabiduría y, especialmente, la legitimación holísticas como la de la santería, usan una
cultural e histórica por asociación espiritual combinación de recursos cuando están
(Palmié 1995:73-105). Muchos participantes, solucionando un problema de la salud, porque
para practicar bien la religión, necesitan mover ésta es concebida manifestándose y desarro-
los objetos religiosos (por ejemplo, recipientes llándose en distintos aspectos de la persona,
llenos con los utensilios del santo) entre no solamente en el físico. Una conclusión que
fronteras internacionales. Lo que se le hace se puede estimar es que, al combinar las
más fácil a los devotos de la santería cubana medicinas convencionales con las medicinas
es que la religión yorubeña ya es diaspórica en tradicionales, los devotos de la santería pueden
su alcance tradicional (Law 1973:207-222) y, verse como un ejemplo de cómo los grupos
por eso, existe un sistema no sólo de reconstruir folclóricos no tienen que eliminar sus creencias
el templo ile, de un awo, sino también una guía, para recibir los beneficios de la ciencia
en forma de itan o pataki, historias sagradas moderna. Al contrario, el sistema incorporativo
para hacer y aprender del acto de viajar de la religión de la santería se comporta en
(Abimbola 1994:137-142; Yai 1994: 107-115; una forma más abierta y segura de su lugar en
Drewal 1992:66). El movimiento fluido de los la vida de sus creyentes. La existencia pacífica
Orichas entre África y las Américas es, como entre la medicina tradicional del pueblo cubano
lo han notado hace años los sabios Pierre y la medicina científica era una realidad para
Verger y William Bascom, similar a un los cubanos y esta actitud es la que trajeron al
transitar por rutas que no se gastan nunca. Las inmigrar a los Estados Unidos.
comunidades envueltas en el mundo de De esta manera, la estructura incorporativa
devoción a los Orichas llevan una historia de la santería nos puede servir como un caso
folclórica bien profunda y llena de modelos de de estudio de cómo sistemas de la salud,
cómo se puede continuar el engrandecimiento folclóricos y alternativos, pueden crecer al lado
de la familia espiritual en los nuevos contextos de la medicina convencional. Tales sistemas de
geográficos y sociales. Estas familias son creencias holísticas le dan poder al individuo
colaboradoras e incorporativas en su forma de porque el cliente o paciente se estimula a
ser, mezclando nuevos elementos en formas experimentar y a tomar un papel activo en su
tradicionales –que, de todos modos, eran salud y en su bienestar. En la sociedad
abiertas en África al empezar la diáspora (Apter contemporánea norteamericana, los diversos
1991:235-260). Rituales como la limpieza, y las sistemas de la salud se están juntando más y
creencias que gobiernan a la santería como un más en la práctica personal de comunidades que
recurso para la salud, solidifican este proceso pertenecen a las identidades múltiples que se
de incorporación tradicional por medio de la han traído a este país (Hufford 1997:734-735).
actualización comunal y personal. Para los devotos de la santería, una religión
Se ha visto que la existencia de la medicina cubana y yorubeña diaspórica, en este ambien-
convencional al lado de la medicina tradicional te, ha servido para nutrir la base incorporativa
y folclórica, como se encuentra en la santería, y heterogénea de la tradición al añadir hasta
no elimina el uso de cualquier sistema (Hufford más creyentes y clientes buscando un alivio más
1997:738; O’Connor 1995:1-28). Al contrario, integral y profundo para la raíz de sus males.
Notas
1
Todas las traducciones del Yoruba o inglés al 2
Osanyin/Osain en Cuba se <<trabaja>> con los
castellano por Otero. santos católicos San Antonio Abad y San Silvestre.
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3
Cascarilla es una tiza blanca que se usa en la 4
Thunderbolt, 2000, director Tunde Kelani, Nigeria,
santería cubana para purificar con polvo. En la religión 100 min.
tradicional de los yoruba, la cascarilla se llama efun, y Odo Ya! Life with AIDS, 1997, director Tania
se usa para ritos similares de purificación. Cypriano, Brasil, 58 min.
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Rolando Silla 1
1
Departamento de antropología social. UNICEN. Olavarría.
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hacer impostando la voz, para que sonara como Sin embargo, la afirmación de este último es
canto de mujer. Esta situación era muy rara, bastante habitual y existe una invisibilidad
pero muchos de ellos se hicieron famosos en social de la música masculina. De todas
este papel de ´cantoras”. Según Belver, este maneras, y si bien los pobladores no son
oficio se traspasa por línea femenina de madre contundentes con respecto a esto, pareciera que
a hija. Esto es relativo. Existen casos así, y hasta hace 20 ó 30 años atrás la música era
por ejemplo la cantora Bersabé Villegas es una actividad exclusivamente femenina.
madre de Esther Castillo, una de las más Gregorio Alvarez dice al respecto: “Las cuecas
famosas en la actualidad, que a su vez es madre son cantadas habitualmente por mujeres, a las
de María Luisa y Margarita, quienes si bien en que se las distingue con el nombre de cantoras.
este momento abandonaron la actividad, fueron Gozan de mucho aprecio. Se solía considerar
cantoras. Pero en otros casos esta “descen- que el cantar era un oficio femenino, por lo
dencia matrilineal” no se observa, y la cantora que se conceptuaba indicio de afeminamiento
pudo haber aprendido su oficio de otras si lo realizaba un varón, pero en la actualidad
mujeres, con las cuales incluso no existía (fines de los años 60’) tiende a desaparecer aquel
ningún lazo familiar, o incluso de hombres. Por prejuicio (1968:37) (...) En oportunidad de una
otro lado, el oficio de cantora no es constante fiesta de señalada, en la que la cantora no pudo
a lo largo de la vida de una mujer. Por años seguir cantando por haber enronquecido su voz,
puede actuar, por determinado motivo le solicitó a su marido que la reemplazara y
abandonar, y tiempo después volver a la éste, tras las consiguientes reservas, no pudo
actividad. sustraerse al pedido y ... cantó, pero lo hizo
De acuerdo a los pobladores este oficio es con voz atiplada, imitando la de su mujer. No
de origen chileno. Luisa, criancera y cantora hubiera sido pertinente hacerlo con su voz de
en su juventud, y en el momento de mi hombre” (1968:48)3. En la actualidad se encuen-
entrevista, concejal de Las Ovejas, me contaba tran cantores de cueca que participan en fiestas
que sus abuelos y bisabuelos vinieron de Chile, públicas sin que su virilidad se ponga en duda
eran cantores y le transmitieron la profesión. por los espectadores, ni que tengan la necesidad
El tipo de actividad rural hacia proclive el de acomodar su voz a un registro femenino.
desarrollo de este arte, como ella misma lo Sin embargo, y al mismo tiempo, los pobladores
relata refiriéndose a su juventud: en la familia acostumbran a mantener un discurso en donde
aprendían todos, porque había una guitarra y priorizan la actividad musical femenina. Sólo
todos aprendían, y en las noches se hacían después de una larga charla con ellos llegan a
brasas, en el campo, y siempre se llevaba la admitir la existencia de cantores. También es
guitarra. Todas las noches la guitarra, con toda verdad que no he escuchado hombres inter-
la gente, que algunas mujeres tejían, las otras pretar tonadas; en general los hombres cantan
cuecas y otros tipos de ritmos, como el corrido
vigilaban de alrededor de unas brasas, porque
mexicano, el chamamé o la cumbia, todos
todo se hacía a mano, se hacían los ponchos, se
ritmos muy apreciados por los pobladores.
hacían las medias, se hacían los pulloveres.
La cantora actúa en diferentes opor-
Todo lo de lana se hilaba y se lavaba bruta; se
tunidades utilizando sólo la guitarra y voz. Es
hilaba, se tejía todo, se hacía a mano. Antes no
común que mientras el rasgueo de la guitarra
había nada que se comprara hecho (...) El que
va en un registro, la voz lo hace en otro. Sin
no tenía máquina, la cosía a mano nomás.
embargo se mantiene la armonía de la obra.
Mientras algunas trabajaban los otros Los tonos habitualmente utilizados son MI y
cantaban; así era la vida en la noche. En el día LA. En general no rasguean con las uñas sino
estábamos en los trabajos de agricultura y con la primer articulación de los dedos. Cuando
animales, y en las noches que nos reuníamos, ejecuta cuecas, puede que se incorpore un
las noches de invierno, hacíamos lo otro: cantar, tañidor: un hombre que se coloca al costado de
t r a b a j a r y u n a v i d a a l e g r e 2. L a m ú s i c a la cantora y realiza una percusión utilizando
acompañaba las tareas laborales al interior del sus dedos en la caja de la guitarra que la
hogar. Mientras algunos trabajaban, especial- cantora está ejecutando. Es también habitual
mente en tareas de hilado y confección de que al comenzar o al terminar, la cantora se
prendas, otros amenizaban con la música. Se disculpe, por su mala voz o por sus letras: La
habrá podido observar que Luisa no hace más oyente compaña, que me disculpen le pido,
hincapié en la música cómo una actividad la letra y la mala voz, los defectos que han
típicamente femenina, tal cual lo afirma Belver. habido 4 . En cada oportunidad la c a n t o r a
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ejecuta canciones acordes a la ocasión, sin añade ripios, tararea, duplica sílabas y vocales,
desmedro de que también interprete temas que repite fragmentos; en fin, deforma los ele-
no tienen relación con el evento. Algunas mentos tradicionalmente conformados. Pero
ocasiones ya no son tan comunes, como en el esta desintegración obedece a un proceso de
caso del velorio de un niño recién nacido, construcción, pues sólo se trata de recrear las
denominado de angelito. Hasta hace unas nuevas formas poéticas que han de ajustarse a
décadas atrás, el cuerpo del niño fallecido no las frases musicales. Hay normas de recrea-
se colocaba acostado en un ataúd sino sentado; ción, y sus productos, en cuanto no coinciden
se le colocaban flores, y se le cantaban tonadas generalmente con los de la poética castellana,
de angelito como ésta: Que glorioso el angelito, constituyen el conjunto de formas sui generis
papelito colorado, una coronita lleva, a de la cueca chilena” (1947:20). Hay en la cueca
Jesucristo (...), Adiós puerta de mi casa, En la chilena un grupo principal de formas usuales,
mesa que estoy sentado, Adiós flores que me con variantes, y algunas formas extrañas más
adoran, Yo se que estoy alumbrado, Adiós les o menos irregulares, nada frecuentes, que se
digo a mis tíos, Y a mis padres, Al mismo deben a procesos o circunstancias ocasionales
tiempo, Adiós mi acompañamiento, Para (...), o a confusión, mezcla u olvido. En el caso de
Adiós queridos padrinos, Adiós gloria en el que estas estructuras raras sean regulares y
cielo, Adiós leche que mamé, Desde que yo fui equilibradas, importa tener en cuenta que
mortal, Adiós vientre virginal, Seno en donde puede tratarse de formas antiguas en desuso
me crié, En mi católica fe, (...), Vivo con gozo y (...) La transformación que la música impone a
ternura, Me voy a la sepultura, Adiós queridos los elementos poéticos de la cueca chilena
padrinos 5. Según Luisa los versos eran así, que obedece a normas fijas (1947:38). Vega acepta
contenían con el cielo, con el rezo, con el adiós la capacidad de recreación, pero siempre
que el niñito dejaba en los padres en la familia. dentro de un marco de reglas fijas. Las letras
También existen versos que refieren a y sonidos que se salen de lo que considera la
acontecimientos considerados críticos para los norma de la cueca (norma que el mismo
pobladores y que la cantora relata, le hace una folclorólogo estipuló colocando como vara de
décima: asesinatos, suicidios, puentes que por medición la “poética castellana”), son tratadas
una tormenta se derrumbaron y ocasionaron como deformaciones, resabios de ritmos histó-
graves problemas a los pobladores, cómo: Yo ricamente anteriores u errores de los ejecu-
soy Domingo Cachilo, La calavera sin seso, Y tantes. Lo interesante del juicio “formas
por mis malas costumbres, Me encuentro en la antiguas en desuso” es que acepta la idea de
cárcel preso 6. En estos casos es común que la cambio y transformación histórica. Esto nos
cantora aclare al público en una primera sirve para afirmar, como hace Abu-Lughod para
estrofa que se va a referir a un hecho el caso de los Beduinos que “to say that the
verdadero: Atención la compañía, para poder poems are formulatic and traditional is not,
empezar, porque les quiero contar, los percances however, to deny the tremendous creative
de la vida 7 . Otra ocasión en la que todavía possibilities of the genre. Elements and
puede actuar la cantora es en los casamientos: structures are combined in seemingly infinite
Viva novios y padrinos, Vivan los acompañados, ways to express new meanings” (1988:180). En
Viva la vaca y el vino, y el cura que los ha este caso tradición significa que reconoce una
casado 8. ligación con el pasado.
El origen de las letras es diverso. Algunas Llama la atención cómo en estas escuelas
son canciones populares o de autores que de Folclore, típicas de mediados del siglo XX,
circulan en el mercado comercial de la música se dictamina desde la ciencia cuestiones tales
folclórica, tanto de Argentina como de Chile, a como cual es la cueca correcta, y al mismo
los cuales las cantoras realizan algunas tiempo señalando que elementos culturales
modificaciones. Los temas musicales inter- entraran y cuales no en las tradiciones
pretados por la folclorista chilena Violeta nacionales. Sin embargo, Vega está dispuesto
Parra 9 son un ejemplo de ello. Otros son a aceptar una creatividad del cantautor, si bien
creados por ellas mismas. limitada a la permanencia de la tradición, que
Las letras del bricoleur recuerda a la idea de estructura. Autores como
Vega, al caracterizar los ritmos populares y
En su estudio sobre la cueca, Carlos Vega colocarlos bajo una estructura, produjeron y
reconoce que “El cantor parte y reparte versos, sentenciaron sobre lo que es un ritmo o
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costumbre y lo que no lo es, muchas veces más están reelaborados y colocados de una manera
allá de lo que los propios pobladores decían o diferente. Sin embargo el sentido es el mismo:
hacían. A partir de este proceso terminaron interpelar la superioridad racial blanca de la
creando las tradiciones oficiales. mujer como preferida y más deseable por los
Un aspecto en relación a lo anterior y digno hombres. Lo mismo ocurre en la actualidad.
de resaltar de folclorólogos como Vega es la Se pueden escuchar diferentes temas inter-
importancia que otorgan a lo que parece no se pretados por diferentes cantoras y en dife-
ha transformado. Por ejemplo ante el verso La rentes ocasiones, en donde la canción no es
culebra en el espino, Se arrolla y desaparece, exactamente la misma, sino una combinación
La mujer que engaña a un hombre, Corona de de varias, reelaboradas y creándose así una
oro merece, Vega dice que fue cantada por una nueva canción. Lo mismo ocurre con muchas
viejita de Puerto Montt (Chile); y muestra su estrofas e imágenes poéticas que las cantoras
asombro cuando comprueba que es la misma interpretan, al punto de que se torna imposible,
que publicó Domingo Sarmiento en un artículo en muchos casos, distinguir con exactitud un
de 1842 (1947:21). El verso había “sobrevivido” tema y un autor de otro.
100 años.
Lo que me parece digno de resaltar, mas que La temática femenina
la sobrevivencia o no de una letra, es la
capacidad de las cantoras de “cortar y pegar”. En muchas letras se evidencia la autoría de
De citar ideas y estrofas, recombinarlas sin una mujer, ya que las temáticas refieren a
perder la armonía y el equilibrio; y sin temor problemas femeninos, como en el caso de un
al plagio. Al punto de que algunas canciones verso para la fiesta de San Juan: El joven que
parecieran inspirarse en la técnica del bricolage me quiera, Juanito se ha de yamar. Si no ha de
asociada al mito, pues en muchos casos la yamarse Juanito, El nombre le he de quitar.
cantora no opera, por lo menos completamente, Juanito de oro, no le cuentes a nadie, que yo te
con materias primas, sino con elementos adoro 10 . Es evidente que la autora es una
previamente elaborados, con fragmentos de mujer, y que quien lo canta también, ya que
obras, con sobras y trozos de una composición refiere al hombre que una mujer desea. Otros
heteróclita (Lévi-Strauss,[1962]1992:35). Así, tienen que ver con la seducción y picaresca.
por ejemplo el tema de la mujer “morena pero En un programa radial de FM de Las Ovejas,
agraciada” se repite, copia y transforma en el refiriéndose a su juventud, Luisa recitó:
tiempo y en el espacio. Por ejemplo Vega Corazón de chifle, chafla, rodeado de terciopelo,
recopila en Chile una cueca en donde una mujer como querés que te silbe, si otro silbó primero.
morena se compara ante una mujer blanca: Luisa decía que como la familia era numerosa
Déjame pasar que voy, en busca de aguas nunca faltaba otro que contestara el refrán: hay,
serenas, para lavarme la cara; me dicen que soy cuando será ese cuando, y esa dichosa mañana,
morena, Por morena que fuera, No me cuando me estarán diciendo, acuéstate en esta
cambiara, Por una que tuviera, Blanca la cara, cama. Llama la atención que un refrán de
Blanca azucena, Si la azucena es blanca, Yo soy seducción está siendo cantado y respondido
morena. Yo soy morena, Pero agraciada dentro de un mismo grupo familiar 11.
(1947:17). En un acto de bricoleur, una Otros, como los cantados por Jovita y
variación del mismo tema fue cantado por Uberlinda, abordan una temática más femenina
Corina del Tránsito Alfaro de Morales en y refieren al peligro que corre una joven si
Neuquén 40 años después: La vida y dejenmé, pierde su honor ante los hombres: La niña 12
Pasar que voy, La vida y en busca, De agua que quiere a un joven, se destina a padecer, ahí
serena. La vida, para la-, varme la cara, la vida queda ´desacreditada´, si no se casa con él. Si
y que dicen, que soy morena. La vida déjenme, un joven mira a una niña, con el fin de ser
Pasar que voy, Que soy morena si; No me casado, se le acerca otra mejor, y la pobre queda
trocaran, Por otra que tuviera, Blanca la cara. a un lado. Algunos tienen por gala, de engañar
Blanca la cara sí, Blanca azucena, Si la azucena a cualquier pobre; ninguna niña se cree, lo que
es blanca, Yo soy morena (CEFN,1987). La prometen los hombres 13 . Lo interesante de
canción, que recuerda los versos bíblicos del estos versos es que mujeres que practican y
Cantar de los Cantares (“soy negra pero llevan adelante “una tradición” estén poniendo
hermosa”), no es la misma, pero tiene en duda el habitualmente denominado
elementos de la primera que en la segunda “complejo honor-vergüenza”: la dependencia de
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se apoya en trabajos de estadística realizados cristiana. Decimos esto porque ninguna de estas
por él mismo, mientras trabajaba en la región mujeres deja de considerarse cristiana (sea
como médico. Para Vessuri “this does not mean católica, evangélica o pentecostal), y ninguna
that the ideal or desideratum of conduct is not de las cantoras dejaría de considerarse católica,
there. Our starting point in the analysis of the ya que su tipo de actividad está asociado a la
gap between ideal and practice, then, involves fiesta y por ende al grupo de población
the recognition that the ideological principles autoconsiderado de católicos, y a q u e s u s
operate upon individual conduct, together with contrapartes de evangélicos y pentecostales
other factors, which have to do with reniegan de las fiestas.
relationships of power, economic and political
phenomena, and so forth, that is, with other Violencia familiar
aspects of social life different from ideology,
and which have a determinant importance with Las mujeres de la región ven en el hombre
respect to individual conduct” (1971:229). Para un ser deseado pero a la vez enemigo potencial,
Vessuri, el campesino criollo tiene los ideales capaz de humillarlas ante el resto de la
de castidad y honor, pero no los puede llevar a sociedad. Lo significativo, y lo que pone un
la práctica debido a su situación de opresión; y tanto en duda el modelo de “honor-vergüenza”,
principalmente en el caso de la mujer de tener es que en los versos citados la mujer está
la necesidad de migrar a la ciudad y emplearse cuestionando la situación más que afirmándola,
como doméstica o en trabajos de baja renta y por lo que la hegemonía no estaría tan clara.
con poca protección. Nuestro caso es mas Stolen señala que en Santa Cecilia “men`s
parecido al de Vessuri, si bien en el Alto control over resources and women is not
Neuquén no podemos hablar de relaciones de associated with conflict and grievances. Women
patronazgo como en Santiago del Estero, ya que largely accept their role in the existing order
no se encuentran en la actualidad grandes of things, not because they cannot see or
propietarios que pudieran cumplir esa función. imagine alternatives (they are to a certain
En rigor, nuestro caso pareciera no degree exposed to alternative role models), but
contemplar ni un modelo ni el otro, y los because they see it as natural (and part of the
crianceros estarían en un punto intermedio divine order) and also as beneficial (de esta
entre los valores de honor-vergüenza del manera) masculine dominance is based on
mediterráneo y la no presencia de estos common values or shared meaning rather than
valores. Encontramos muchas variaciones y on the use of force” (1996:212). En nuestro caso
magnitudes de estos dos valores. Los ideales parecería que también la dominancia masculina
de virginidad y valores de honor-vergüenza se es aceptada y existen valores compartidos,
encuentran en la población. Pero en la práctica complicidad y una desigualdad entre el hombre
no es habitual que se lleven a cabo; y las y la mujer, o por lo menos algunos hombres y
mujeres no son desaprobadas públicamente por algunas mujeres de la región.
transgredir esas normas. Esto no significa que Por ello pegarle a la mujer está muchas
no exista una dominancia del hombre, pero no veces bien visto, incluso por las propias
está anclada en esos valores morales. Un mujeres. En determinado momento hubo un
hombre puede juntarse con una mujer que caso muy comentado en Las Ovejas cuando una
tiene hijos de uno o más hombres, y esto no pareja de profesionales que se instalaron en la
ser necesariamente un problema. Aunque en localidad pero no eran originarios de la región
algunas oportunidades lo sea. Mas que moral o se divorció y la mujer se juntó con un muchacho
inmoral sería visto como amoral, como de la localidad. Agustina me contaba que esta
posturas que en principio no están ni bien ni mujer profesional lo tenia dominado a su
mal, relativizando lo que afirma Annick Prieur, marido y en su percepción esto era una
de que “that Latin American masculinity is desgracia de la mujer, pues un hombre no
constructed partly in opposition to Christian puede ser dominado. Por ende, y en este caso
morality, and that the virtues of humility and si bien la dominación femenina puede existir
willingness to forgive are considered more (es pensable y existen casos empíricos que lo
appropiate for women that for men” (1996:93). evidencian), no es algo deseable. Agustina me
En el caso del Alto Neuquén podríamos decir contaba que esta mujer al marido lo maltrataba
que los valores de la mujer también están y que lo hacía irse de las fiestas para quedarse
parcialmente opuestos a cierta idea de moral ella sola con el muchacho de Las Ovejas. Sin
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embargo, Agustina me contó que finalmente el por el marido y la mayor parte de los hombre
marido actúo correctamente cuando, mintiendo eran mal yestado y sargentones. En la fiesta
un día dijo que se iba y luego volvió y los del día del casamiento una mujer (la cantora)
encontró a los dos. Entonces el marido le pegó le decía a otra (la novia) y a los asistentes
una gran paliza a su mujer. Agustina me resaltó (hombres y mujeres) que su tiempo de felicidad
que el marido debió irse del pueblo porque la iba a ser poco, pues pronto sufriría los golpes
policía lo corrió. Así el deshonor del joven de su marido. Otro aspecto que sorprende de
foráneo por no poder controlar la sexualidad esta letra es que no atribuye el ser golpeada ni
de su mujer tuvo cierto resarcimiento cuando, a un designio de Dios o del diablo, sino a las
encontrándola en falta, pudo ofrecerle un acciones, voluntad y agencia de los propios
castigo agrediéndola físicamente. Que la policía hombres, o por lo menos de algo más abstracto
lo persiga y que el joven profesional deba como el destino; tal cuando expresa “el malo
escapar le agrega mayor valor a lo ocurrido. no tienta a nadie/son engaños de la vida”.
En otra oportunidad, estábamos con También existe en el relato una especie de idea
Agustina y su marido mirando un programa de superación, en donde es en el pasado cuando
sobre problemas de pareja y de la vida diaria los hombres maltrataban a sus mujeres. Vemos
emitido desde Buenos Aires y conducido por una lo contrario que mostré en las primeras notas
famosa ex-vedette. Se presentaba un caso en del artículo. Aquí el pasado aparece como
donde un hombre salía, además de su mujer, retraso y no como utopía. Las dos posturas
con su amante y la hija de su amante. En escena juegan alternativamente en la región. Por otro
las tres mujeres le querían pegar, y de hecho lado, en este caso el ritual del casamiento no
le pegaron frente a las cámaras, al punto que está, o por lo menos no sólo está, para crear
el personal de la producción debió separarlos. un sentido de comunidad entre dos grupos
Ante esto el hombre no respondió a los golpes familiares, sino también para dividir los
que las mujeres le daban. Agustina se intereses respectivos de hombres y mujeres.
sorprendió, y se preguntaba por qué el hombre En nuestro caso la dominancia masculina no
no les pegaba. Su marido le respondió que en se ejerce sin el uso de la fuerza. Esto señala
TV quedaba muy feo que un hombre le pegue a una falta de hegemonía masculina más que el
una mujer. ejercicio de ésta. Es la misma falta de
Pero simultáneamente tenemos prácticas hegemonía que hace que tal vez ocurra la
femeninas que expresan su descontento con la violencia física ejercida hacia las mujeres,
situación: las cantoras resaltan la situación de siempre prontas a revelarse.
opresión. Un problema cuestionado y tratado Este problema de “la mujer golpeada” fue
por la cantora refiere al grado de violencia también detectado por miembros del sistema
física que padece. Se solía cantar a los novios de salud. Una encuesta realizada por médicas
el día de su casamiento a la llegada y antes del hospital de Las Ovejas realizada a 62
que se bajaran del caballo en la puerta de la mujeres, el 25% de población femenina mayor
casa, Cásate niña cásate, gosá los meses de 18 años de la localidad, mostró que el 44%
primeros, y después estarás desiando, la vida de este grupo considera que sufre o ha sufrido
da las solteras, 1. Todos los meses prímeros, maltrato conyugal (Garcia-Sanz,1998). Estás
son dulce mas que la miel, y cuando pasa mas médicas se vanagloriaban de “haber descu-
tiempo, son mas amargo que hiel, 2. El hombre bierto el problema” cuando éste ya había sido
para casado, ningún vicio ha de tener, y el tempranamente “diagnosticado” por las propias
primer vicio que saben, es pegarle a la mujer, mujeres de la región en su carácter de cantoras.
3. Muchos tienen al disir, el malo lo tintaria, el Las médicas estaban negando que al
malo no tíenta a nadie, son engaños de la vida, reflexionar sobre su situación de opresión las
4. Dispidida. vivan novia y la compaña, cantoras estaban ejerciendo cierta agencia,
cogollíto de sipré, sí están durmiendo entendida como “the exercise of any measure
dispíerten, sí están triste alegrensé 15. Según la of resistance and self-determination used by
mujer que recopiló esta tonada: se cantaban abused woman to regain control in her attempt
con ese contenido porque la mayor parte de los to stop the abuse she experiences” (Connel,
hombre eran muy severo con las mujeres ellos 1997:118). Así, que vivan en un contexto
eran los señores que se sentaban a mandar, la “tradicional”, “marginal” o “no-moderno”, con
mujer tenía que hacer el trabajo de ama de casa ideas, experiencias y prácticas diferentes a las
y el trabajo del campo y así muy maltratada de las mujeres de clase media urbana, que en
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general son tomadas como la norma, no implica reinforce a sense of superiority by Westerners,
necesariamente la falta de reflexibilidad y a form of arrogance that deserves to be
agencia de estas mujeres. Esto no significa que challenged (Abu-Lughod 2002:789).
la agencia que ejerzan ni que las decisiones que Así, en un contexto y actividad que
tomen sean las mismas que las que promueven fácilmente podríamos denominar “tradicional”
y desean las mujeres, en general de afuera, no encontramos al mismo tiempo varios elementos
originarias de la zona y que controlan las de lo que habitualmente se denomina
instituciones estatales. Una Asistente Social modernidad: reflexibilidad de la mujer sobre
de Andacollo me contaba que en los talleres su situación de opresión, denuncia pública de
que organizan sobre violencia familiar se esta condición y una agencia secular de lo dado,
intenta que la mujer golpeada que participa cree criticando la causalidad “mística”, “religiosa” y
conciencia de su situación y se rebele contra el / o “sobrenatural” de lo que ocurre en el seno
hecho. Al mismo tiempo promueven que la familiar.
mujer se separe de su marido golpeador. En El perfil de la cantora es muy diverso, y no
general estos talleres no cuentan con es considerada un reservorio moral de la
demasiada presencia de la población, y sus sociedad. De diferentes edades, si bien en su
promotores saben ser acusados de que mayoría son de edad avanzada, y con diferentes
destruyen a las familias. situaciones en su vida privada. Las hay
Muchos pobladores encuentran en los cultos casadas, con parejas estables e hijos de sus
pentecostales y evangélicos una solución para respectivos maridos, solteras con hijos,
los problemas de familia y de alcoholismo. Los alcohólicas, etc. De todas maneras, cuando la
técnicos reniegan de estas salidas pues cantora está casada la situación no deja de ser
consideran que el cristianismo reproduce el problemática. En este caso es común que sea
patriarcado, y que en el caso del alcoholismo acompañada por su marido, que ejerce el rol
el adicto sólo está dejando una dependencia (el de protector. Esto no impide que en el ritmo
alcohol) por otra (Dios y la Biblia). Por lo tanto de la fiesta algunos hombres intenten seducir
esto no sería una verdadera solución al a la cantora y genere la irritación de su esposo,
problema, de la misma manera que las poesías que puede decidir que su mujer deje de ofrecer
de las cantoras no serían un verdadero el espectáculo y ambos volverse a su hogar.
diagnóstico. Patricia Connel analizando las Estas situaciones incluso pueden llegar a
mujeres caribeñas negras que viven en Gran generar mucha violencia en el seno familiar; y
Bretaña, señala que “in legal and social contexts se cuentan casos de mujeres que tuvieron que
agency is usually constructed in opposition to dejar esta actividad debido a los maltratos de
victimization, and tends to be understood in a sus maridos. Es entonces una práctica que a la
unidemensional way. Law and popular culture vez de poner en primer plano la figura
largely equate an abused woman´s agency with femenina, en el carácter de artista ante el
separation from the relationship. Such women público, debe pagar en la intimidad con sufrir
who manage to leave abusive situations are los golpes de su pareja conyugal. También
positively defined as ´survivors´, while those existen casos en que las mujeres saben cantar
do not leave the abusive situation are pero nunca lo hicieron en público debido a que
negatively defined as victims” (1997:118). La sus padres no se lo permitían, por este miedo
negación de la posibilidad de la existencia de de perder su honor. Pero también existen casos
diferentes tipos de agencia, así como la excesiva contrarios.
importancia que se da a la autonomía de los Las mujeres del Alto Neuquén no sólo cantan
individuos, en vez de hacer hincapié en el tipo lo que consideran sus problemas. También
de relación que crean las personas, implica una realizan prácticas relativas a intentar suprimir
falta de reconocimiento de la diferencia, y olvida o bajar la intensidad de ese maltrato. Una
el hecho de que libertad y liberación no forma es la decisión de migrar de la mujer. Una
significa lo mismo para diferentes grupos mujer nacida en Las Ovejas y ahora residente
humanos, que podrían en potencia encontrar en Chos Malal, actualmente profesional, me
soluciones que no están contempladas por el contaba que debió realizar sus estudios fuera
paradigma que resalta el valor de la autonomía de la región con mucho esfuerzo y falta de
y la toma de conciencia. Por ello deberíamos dinero, pero su aliciente era que no quería
ser precavidos y atentos al hecho de que volver a Las Ovejas a casarse con un criancero,
“projects of saving other women depend on and recordando su infancia de niña golpeada y su
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padre alcohólico. Es común que cuando un gain social legitimacy and seem less dangerous:
grupo familiar consigue, debido al pedido que poems, as part of a great cultural tradition,
solicita a la provincia, una casa en alguno de cannot represent rebellions against the values
los pueblos de la región (Varvarco, Las Ovejas, of society” (1988:240). Pero luego expresa lo
Andacollo, etc.) las mujeres se retiren al contrario: “Poetry is, in so many ways, the
poblado y en los campos sólo queden los discourse of opposition to the system and of
hombres, en general los más viejos. Algunas defiance of those who represent it: it is
mujeres también terminan migrando a ciudades antistructure just as it is antimorality”
un poco más grandes como Chos Malal o (1988:251). Para la autora, “The existence of
Zapala. Es difícil saber si es una causa de lo two Bedouin discourses leads us to conclude
que venimos hablando, pero de hecho esta área that the dominant ideology of honor does not
se caracteriza por la gran ausencia de mujeres, set the limits on the thinkable and the
en especial mujeres jóvenes y en situación de unthinkable, or perhaps the feelable and the
buscar pareja. un feelable” (1988:256). No es mi intención
En general se han considerado las formas entrar en una discusión sobre si la poesía de
locales de contestación a lo establecido como las cantoras refuerza o no su situación de
una forma incompleta de crítica social o hasta opresión. Tal vez como en el caso de Abu-
reforzadora del status quo, en nuestro caso, del Lughod deberíamos dar las dos opciones como
patriarcado. Jean Anyon, al estudiar niñas de erradas y correctas a la vez, dependiendo de
una escuela señala que a “acomodação e a que rasgo de la cultura y vida social tomemos.
resistência, neste caso, feitas individualmente Lo que sí querría destacar es que considero que
pelas mulheres, são freqüentemente uma ação estas manifestaciones nativas de interpelación
defensiva (não importa a criatividade que ela a la sociedad en que se vive no puede ser
envolva), que não visa à transformação das menospreciada como pre-conciencia que luego
estruturas patriarcais ou de outras estruturas un movimiento más articulado, basado en la
sociais, mas cujo objetivo é obter uma certa ciencia y el pensamiento occidental, superará.
proteção nestas estruturas” (1990:23). Abu- Debemos, por el contrario tomarlo en toda su
Lughod señala dos posiciones contrarias en una integridad, incluso para poner en duda de que
misma etnografía. Primero expresa que los sólo occidente es capaz de reflexionar y colocar
Ghinnawa son en última instancia reforzadores innovaciones sobre su sociedad, costumbres y
de la sociedad: “Through association with the formas de pensar; y que la liberación no es
traditional Bedouin world, the sentiments that unívoca y puede adquirir múltiples y ambiguas
violate the cultural ideals of honor and modesty manifestaciones.
Notas
1
El siguiente trabajo es parte de mi tesis doctoral, femenina también parece haberse manifestado en
Santos e nação: crianceros católicos na fronteira austral Chile. En la colección de cuecas chilenas que en 1942
argentino-chilena (Neuquén), MN-UFRJ, 2005. recopiló Carlos Vega en una expedición por varias
regiones del centro y sur de Chile, se puede apreciar en
2
Existe una apreciación generalizada, entre los una gran mayoría de las letras que su autor e intérprete
pobladores de mayor edad, de que varias décadas atrás, es una mujer; y qué, al igual que veremos en nuestro
cuando ni el Estado nacional ni el provincial caso, el sesgo contra los hombres también está presente”
subvencionaba la región, todos eran más trabajadores, (1947:46).
unidos y emprendedores que en la actualidad. El
bienestar material (mejores caminos, mayor ayuda 4
Uberlinda del Carmen Alfaro (en IPCP)
social, mayor posibilidad de que sus hijos estudien,
mayor acceso al sistema estatal de salud) es apreciado, 5
Recitado por Luisa Vázquez
pero simultáneamente es percibido como de decadencia
moral y / o espiritual. Por ende parte del ideal social y la 6
Recitado por Fidelminda
utopía, tiende a referirse al pasado y no al futuro.
7
CEFN (1987)
3
Comenta también que la folclorista y recopiladora
chilena Violeta Parra le informó que en los campos 8
Recitado por Luisa Vázquez
chilenos a los cantores se les llama “mariquitas y al
final del jolgorio suelen ser víctimas de una vapuleadura 9
Téngase en cuenta que Violeta Parra era una
de parte de algunos” (1947:48). La preeminencia recopiladora de canciones folclóricas. Por ende es
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imposible saber si las letras interpretadas por las quieren no tienen. Sin embargo no estaba tan de acuerdo
cantoras fueron tomadas de las grabaciones de autores con la persecución que en el pasado se hizo sobre las
como ella o, a la inversa, esta folclorista tomó muchas yerbateras. Respecto al cambio de la forma de dar a luz
de las letras de las cantoras y las hizo triunfar en el parece haber sido más traumático. Una mujer me
mercado discográfico. contaba lo que sufrió cuando la obligaron a dar a luz en
el hospital; primero por tener que parir delante de un
10
Recitado por Luisa Vázquez hombre, cuando ella siempre lo hacía sola o con la
partera; y segundo por la posición: la acostaron cuando
11
Esto puede llegar a indicar una preferencia del ella estaba acostumbrada a parir sentada agarrada de
casamiento entre primos. En una oportunidad, al
un travesaño. Esto hizo que muchas mujeres dieran a
preguntarle por el origen de una familia criolla a un luz en la clandestinidad. Volviendo a la opinión de Luisa,
informante, me dijo que existen más de 100 personas es interesante notar que está apreciando como positivo
de ese apellido en toda la región. Me explicó que los
algo que en general se considera típico de las sociedades
primeros de esa familia se casaron entre primos. Le modernas y urbanas, o en términos de Giddens, de la
pregunté entonces si antes era común casarse entre “post-traditional society”. Luisa está valorando la
primos. Me contestó que en las tribus sí; luego me
posibilidad de la mujer de elegir: “the reflexive project
respondió que afuera (de las tribus) también, y aún of self, a basic characteristic of everyday life in a post-
ahora lo hacen. Según su opinión los primos están más traditional world, depends upon a significant measure
cerca y tienen más posibilidades de contacto. Si una
of emotional autonomy (...) Choice is something to do
chica va a un baile con el primo la madre no se preocupa, with colonizing the future in relation to the past and is
porque son primos. Según mi informante, eso hace que the positive side of coming to terms with inertial
el contacto sea más fácil y que pueda terminar en una
emotions left from past experiences (1994:74) (...) The
relación amorosa. Esto es percibido por las instituciones decision to have only a few children, a demographic
estatales como incesto y / o problemas de familia. change of the first significance in modern societies in
12
Niña aquí significa mujer virgen. the nineteenth and early twentieth centuries, was part
of the dissolution of traditional family systems, not a
13
Tonada chicoteada (en IPCP). result of changes in technologies of contraception”
(1994:79). Sin embargo, lo que estamos apreciando en
14
Las transformaciones que ha realizado el sistema nuestro caso es que más que una sociedad tradicional,
de salud estatal sobre las familias de crianceros es muy moderna o post-tradicional, lo que encontramos es una
grande. En 30 años bajaron la natalidad de promedio de combinación particular de lo que la sociología considera
15 hijos por matrimonio a 8. Acostumbraron a la mujer modelos o tipos-ideales de sociedad.
embarazada a atenderse en el hospital. La obligaron a
cambiar la forma de parición, de sentada haciendo 15
Vega también recopiló este tipo de letras en las
fuerza hacia abajo a acostada en una camilla. cuecas chilenas: “Ay, para qué/Para qué me casaría/Ay,
Persiguieron a través del poder policial a las yerbateras, tan bien que/Tan bien que estaba soltera,/Ay, si mi pa-
especialistas en plantas medicinales. Todo esto tiene /Si mi padre me pegaba,/Ay, mi mari-/Mi marido dice
diferentes valoraciones en la población. Luisa, por ¡fuera! (1947:25); o en esta otra de mayor ironía: “Mi
ejemplo veía con buenos ojos la planificación familiar marido me quiere/Mi vida, como a una reina,/que no
porque antes las mujeres no sabíamos nada como deja costilla/mi vida, que no me quiebra./Que no me
cuidarnos y los teníamos, no como ahora que hay tanta quiebra, si,/Mi vida, y es muy pudiente,/Que me toma
cosa que tienen los hijos que quieren las mujeres y si del pelo/Mi vida, delante ´e gente” (1947:29).
Bibliografía
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FEFGDG
Revista de Investigaciones Folclóricas. Vol. 21: 169-177 (2006) Página 169
In Memoriam
Folclore y modernización disciplinaria
en la obra de Santiago Bilbao
Sergio Visacovsky*
Para gran parte de los antropólogos sociales argentinos –o, más exactamente,
porteños– el folclore se ha tornado algo exótico después de 1983. A partir de
entonces, la disciplina folclórica pasó a ser vista por una mayoría de los practi-
cantes de la antropología social como un campo que no tenía razón de ser, puesto
que los objetos empíricos de los que se ocupaba eran, en verdad, ya propiedad de
la antropología social. Coincidente con la aparición y consolidación de especiali-
zaciones en antropología social y cultural hacia fines del primer lustro de los
años 1980, esta visión no podría reconocerse en el lugar que se le concedió al
folclore en otros momentos de la historia de la antropología en la Argentina.
Una de ellos fue apenas unos años antes, hacia comienzos de los años 1980, en
tiempos de la última dictadura militar, cuando muchos estudiantes de “Cien-
cias Antropológicas” en la Universidad de Buenos Aires optaban por la orienta-
ción en folclore, puesto que consideraban que la misma era la que más se aproxi-
maba a la aún inexistente orientación en “antropología social”. Un ideal seme-
jante habían compartido los estudiantes de la primera camada de la carrera,
cuando el folclore se convirtió en un atajo para acceder al anhelado campo de “lo
social”. Quisiera ilustrar este punto a través de una reseña de la trayectoria
temprana de Santiago Alberto Bilbao, fallecido recientemente en Caracas, Ve-
nezuela, el 21 de abril de 2006, quien constituyó un sorprendente ejemplo de
transformación de la antropología porteña de comienzos de la década de 1960.
Mi deseo, al mismo tiempo, es que este pequeño trabajo funcione como un since-
ro homenaje.
seía un afán recopilador orientado al conoci- cómo la inclinación por lo pintoresco había ca-
miento de las costumbres y modos de vida ru- racterizado la producción local sobre los estu-
rales a través de la observación de festivida- dios acerca de religión, y abogaba porque los
des y ceremoniales, la obtención de narrativa mismos se transformasen en análisis de diná-
oral y, eventualmente, la consulta de archivos. micas culturales. Pero este giro no consistía
Sin duda, a esta cualidad aludía Bilbao cuando en un mero cambio de perspectiva disciplinar;
definía al folclore como “dirigido a lo concre- obedecía, en mayor medida, a una toma de con-
to”, vía para conocer la “realidad nacional”: ciencia por parte de los antropólogos, quienes
acaso, otra modo de designar el conocimiento debían dirigir comprometidamente su mirada
fundado en el contacto directo con las peque- a dichos fenómenos en tanto expresiones de
ñas localidades indígenas y criollas del inte- pobreza, aislamiento, desintegración y olvido,
rior del país, o en otros términos, del trabajo y transformar las especulaciones intelectuales
de campo (en oposición a la pura especulación). en aportes susceptibles de ser aplicados a la
solución de los problemas por los que las co-
Sus próximos pasos estuvieron ligados a la munidades atravesaban 5 .
figura de Ciro René Lafón (1923-2006) 4 , duran- Bilbao redactó junto a Aznar y González una
te el curso de un trabajo de campo en la Pro- descripción de la fiesta de Punta Corral (Aznar,
vincia de Jujuy, en el que participaron, ade- Bilbao y González 1967), e individualmente un
más los también estudiantes Pablo Aznar, pequeño artículo de divulgación en la popular
Rodolfo Merlino y Alfredo Scalfaro, y una per- colección Códex de folclore (Bilbao 1965). El
sona del Instituto Nacional de Investigaciones texto se asemejaba a tantos otros que por en-
Folklóricas, José A. Rodríguez. El trabajo ha- tonces aprovechaban una experiencia en terre-
bía surgido en el invierno de 1961; Lafón, en no para narrar anécdotas o situaciones curio-
su rol de arqueólogo, se encontraba con su sas. Así, comenzaba con unas notas de campo
equipo excavando en Laguna Colorada, en el de agosto de 1962 donde relataba una ceremo-
Departamento de Tilcara, y allí había decidido nia de “chaya” a la Pachamama, que fue obser-
llegar a un santuario ubicado en Punta Corral, vada en el Pasaje Punta Corral, en el departa-
hecho que los motivó a documentar las pere- mento de Tumbaya en Jujuy (límite oriental
grinaciones y fiestas tradicionales llevadas a de la Puna Argentina). Para él, esta era una
cabo en Semana Santa (Lafón 1967:257). Ya en muestra de “lo sacramental que caracterizaba
Buenos Aires, Lafón consultó a Cortazar, quien a las comunidades folk”, entendiendo por esto
había visitado el lugar (Lafón 1967:257). El ob- la presencia de “elementos mágicos y cultura-
jetivo del trabajo era simple: obtener documen- les” (Bilbao 1965:36). Señalaba que en la cere-
tación fotográfica, cinematográfica y sonora. monia pervivía una estructura pre-hispánica;
Bilbao, de acuerdo a la versión de Lafón, llevó sin embargo, es llamativo que él proporcione
durante el mes de agosto de 1962 un estudio una lista de “elementos” culturales (burro,
de la comunidad de Punta Corral, centrándose mula, caballo, jarro de hojalata, vino, vestimen-
en un conflicto desplegado entre agosto de 1961 ta) que son de raíz europea. Sin embargo, jun-
y abril de 1962, cuando el párroco de Tilcara to a éstos proporcionaba una serie de datos
intentó oponerse a las creencias locales, en económicos, y enfatizaba las cuestiones de sub-
especial a la adoración de una imagen de la sistencia, la necesidad de obtener productos
Virgen. Este hecho dividió a la población: la básicos de otras zonas, y la existencia de algu-
“elite” del pueblo -entre quienes estaban mu- na forma de autoabastecimiento. La ceremo-
jeres de instituciones religiosas locales y co- nia de la “chaya”, entonces, se vinculaba al modo
fradías recientemente constituidas- apoyó al pá- en que la comunidad recibía al hombre que
rroco (Lafón 1960 65:284). Lafón interpretó el había partido en busca de productos no exis-
conflicto en términos de un “choque cultural” tentes en la zona.
entre la cultura europea y la aborigen, lo que Al año siguiente, Lafón dirigió un nuevo tra-
habría trastocado los ordenes económico, so- bajo de campo de tan sólo seis semanas en la
cial y religioso (Lafón, 1960-65:285), y veía en Quebrada de Huichairas, tributaria de la Que-
esta puja entre “lo europeo” y “lo autóctono” el brada de Humahuaca, que desemboca en el céle-
surgimiento de una nueva religión local, que bre Pucará de Tilcara. En un artículo basado
anticipaba en el ámbito religioso una futura en algunos aspectos de la investigación, Lafón,
integración económica y social (Lafón 1960- subrayaba su pretensión de contribuir al cono-
65:288). Lafón llamaba la atención acerca de cimiento de los habitantes de la zona, a los que
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suma, era la atracción que ejercían las áreas minifundios, postulando que su superación se
más desarrolladas sobre las subdesarrolladas lograría mediante asociaciones cooperativas
lo que determinaba los movimientos migra- propulsadas por la mediación del antropólogo
torios (Bilbao 1964-65: 186). Bilbao enfatizaba entre el estado y los grupos locales. Tras un
en “las condiciones miserables de vivienda, ali- primer paso por Presidencia Roque Sáenz Peña,
mentación y salubridad” (Bilbao 1964-65 189) Chaco, Bilbao estudió etnográficamente la crisis
de los migrantes temporarios, víctimas de pre- productiva del azúcar en Tucumán, junto a su
juicios por parte de las poblaciones locales (“bo- esposa, Hebe Vessuri. Su foco principal de
rrachos”, “ociosos”, “vagabundos”) y víctimas atención lo constituyeron los “cañeritos”,
políticas de caudillos paternalistas (Bilbao propietarios o arrendatarios de minifundios que
1964-65: 190). dependían de su trabajo y el de su familia para
Aunque el interés de Bilbao por la zona es- subsistir, y que generalmente acudían a los
taba estrechamente vinculado con el progra- ingenios como “obreros del surco” u
ma desarrollista (Bilbao 1967-71:327) 12 , su vi- “obreristas”. Su labor con los “cañeritos” se vio
sión, como veremos, tendió a alejarse de él. El coronada con la creación de la “Cooperativa
artículo se proponía evaluar los recursos natu- Trabajadores Unidos Limitada de Campo
rales y humanos de la zona boscosa para su Herrera”, concreción de un proyecto de reforma
recuperación y desarrollo (Bilbao 1964-65: 143). agraria gradual, basada en un conocimiento
Ya Palavecino había demandado una mayor profundo de las realidades culturales, sociales
preocupación por parte del estado acerca de la y económicas locales, dirigida a desterrar el
situación indígena en la zona Chaqueña, si bien minifundio mediante el aliento del coope-
más centrada en atenuar los efectos perturba- rativismo, fortalecido en la mejora tecnológica,
dores de la modernización, como la ruptura de la financiación estatal y la organización del
formas de vida tradicionales a manos de las mo- proletariado rural y los medianos productores.
dernas que provocaba conflictos adaptativos Este programa colisionó tanto con los planes
(Palavecino1958-59; y 1962). Nada de esto se revolucionarios de la guerrilla rural, como con
encontraba en Bilbao; no existía tal conflicto la implantación en febrero de 1975 del plan
entre “lo tradicional” y “lo moderno”, no se tra- represivo del ejército por decreto presidencial.
taba de un problema adaptativo, sino que el ma- Entonces, Bilbao fue sorprendido en pleno
lestar, los conflictos, la marginalidad, el sub- desarrollo de su trabajo, detenido y torturado,
desarrollo, el aislamiento y la pobreza eran con- debiendo salvar su vida a través del exilio,
secuencia de la misma expansión del capitalis- mientras las oficinas de su esposa Hebe Vessuri
mo bajo diferentes formas de explotación. En en la Universidad de Tucumán fueron con-
otras palabras, los trabajadores sufrían la po- fiscadas por las fuerzas armadas. Exiliados en
breza y la marginalidad porque estaban “bien Caracas, Bilbao permaneció distante del mundo
adaptados”: el “atraso” era expresión de cau- académico, al que muy ocasionalmente –y con
sas estructurales, manifestación en última ins- renuencias- volvió.
tancia de las relaciones de dependencia a esca- Nunca obsesionado por la necesidad de
la nacional. De ese modo, los problemas no se publicar sus trabajos –gran parte circuló bajo
reducían a los contextos locales (pueblerinos, la forma de informes o documentos de trabajo,
provinciales), sino que incluían al país global corriendo suerte adversa tras el golpe militar
y, aún más, las relaciones internacionales (Bil- de 1976-, dedicó sus últimos años a estudiar y
bao 1967-71:355-359). a publicar las trayectorias de dos antropólogos
europeos que tuvieron significativa influencia
La historia posterior llevó a Bilbao por otros en la Argentina, el suizo Alfred Métraux y el
caminos. Tras la “Noche de los Bastones alemán Roberto Lehmann-Nitsche. El modo en
Largos” en 1966, se alejó del ámbito académico, que ambos se diluyeron en la memoria de las
ingresando en 1967 al Instituto Nacional de generaciones contemporáneas debió darle
Tecnología Agropecuaria, donde realizó una buenas razones para mantener y reforzar su
auténtica labor pionera y experimental, desconfianza hacia la academia.
elaborando diagnósticos sociales dirigidos a
formular decisiones políticas desde el estado. Gracias a alguna vieja cátedra de Folclore
Prolongando sus intereses tempranos en los (nuevamente el Folclore), su nombre circuló
procesos de reforma agraria en Latinoamérica, entre los estudiantes de aquella sombría
abordó la cuestión de la extensión de los carrera de Ciencias Antropológicas en tiempos
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de la última dictadura militar como una mente, tomó aquello que la disciplina podía
leyenda ejemplar; una leyenda que contaba la ofrecerle a comienzos de la década de 1960.
historia de un antropólogo de campo que, “en Molesto con los esfuerzos de algunos jóvenes
el pasado”, había estudiado la dura vida colegas por reivindicar su trayectoria, quizá
campesina no como reservorio de tradiciones, porque presentía la usual ingratitud con que
sino como expresión de condiciones reales de una gran mayoría de los antropólogos argen-
vida. “Ver gente de carne y hueso, no abstrac- tinos solemos tratar a nuestros ancestros
ciones o idealizaciones”, era la moraleja de la disciplinarios, Bilbao no esperaba homenajes.
leyenda. Sé que este relato significó mucho El entendía que lo único que había hecho era
para varios estudiantes de entonces, y muy trabajar, en el sentido que tradicionalmente le
probablemente alimentó las ilusiones de adjudica al término el trabajador manual.
quienes se volcaron transitoriamente al Respetando su voluntad, no es la ofrenda ritual
folclore anhelando encontrar la utópica el modo en que esperaba que se lo recuerde,
antropología social, deseo que Bilbao, en sus sino por la consulta de ese trabajo que reclama,
propias palabras, jamás compartiera. Extra- aún con sus limitaciones y sus dificultades para
ñado con la identificación de su trabajo como permanecer vigente, un lugar legítimo en el
“antropología social” y del trabajo de campo desarrollo de nuestra disciplina en la Argen-
como “etnografía”, insistía en que él, simple- tina.
Notas
1
Son muchos los testimonios que confirman la ad- como arqueólogo de un Oswald Menghin (1888-1973),
miración –aunque no necesariamente la adhesión- ha- Lafón es a menudo recordado por muchos de quienes
cia la concepción etnológica de Bórmida, nutrida de lec- fueron sus alumnos como uno de los profesores que los
turas de la filosofía de Hegel, el romanticismo alemán, ayudaban a iniciarse en la práctica de la investigación
la fenomenología de Husserl y el folclore de Ernesto de campo. Uno de ellos fue Bilbao.
De Martino. Para muchos, su aproximación devolvía a
la etnología una trascendencia y universalidad de la 5
“¿No será posible que nuestro esfuerzo pueda con-
que, quizá, se veía despojada al interesarse por grupos tribuir a terminar con el terrible drama del noroeste de
humanos marginales al desarrollo histórico occiden- nuestro país, el de las ‘‘provincias pobres’, que es, sola-
tal. mente, una falta de ajuste de su estructura social y
económica? ¿No será llegado el momento de salir a la
2
Cortazar la tradujo al español en 1948 (el original calle, ir a ver esas comunidades, estudiarlas, compren-
en inglés es de 1944), siendo editada por Sudamerica- derlas y canalizar sus problemas por la vía de solucio-
na. nes reales y no teóricas o de gabinete? Cientos de co-
munidades folk, cientos de culturas mixtas, viven a lo
3
Cortazar había sucedido a su maestro Rojas -ex- largo y ancho de nuestro país, vegetando algunas, du-
pulsado durante el gobierno peronista- en la titularidad rando otras, luchando por sobrevivir las más. No se
de la cátedra de Literatura Argentina en la Facultad de han rehecho muchas de ellas del choque con culturas
Filosofía y Letras de la UBA, y había gestado una efí- superiores o distintas. Pero periódicamente siguen sien-
mera licenciatura en Folclore. Además de la recepción do visitadas por seudo antropólogos que van a mirar su
de Malinowski, había adoptado el esquema de Robert ciclo vital como el Virrey asistía hace cien años a las
Redfield del continuum que iba de la sociedad folk a la fiestas de nativos en África: como espectadores, cuan-
sociedad urbana, identificando a la primera con las co- do no como coleccionistas de recetas desconocidas, co-
munidades campesinas pequeñas, homogéneas, plas inéditas o costumbres raras. Hoy no puede conce-
autosuficientes y aisladas. Lo folk, para Cortazar, res- birse ni tolerarse esa posición. No tenemos el derecho
pondía a lo colectivo, tradicional, oral, anónimo, funcio- de solazarnos con nuestra tarea o informar de todo lo
nal y regional (Blache 1991:62). que vimos como al regreso de una excursión de caza o
de una gira de inspección. Si la posibilidad que hemos
4
Nacido en 1923, se había iniciado como historiador entrevisto es real, que así lo creemos, ha llegado la
y especializado en arqueología del Noroeste, encontrán- hora de convertirnos en antropólogos militantes. De
dose al frente de la asignatura homónima en la carrera usar de nuestros conocimientos, explicar los fenóme-
de Historia de la UBA desde 1952. Tras los procesos de nos, dar consejos, encauzar, llamar la atención sobre
reforma iniciados en ésta última en 1955, Lafón fue cuestiones que sólo el antropólogo profesional puede
confirmado en la dirección del Instituto de Arqueolo- ver en su exacta dimensión y no postergar un momento
gía, cargo que ocupaba interinamente desde 1953, en más una intervención directa o indirecta” (Lafón 1960-
lugar de Eduardo Casanova. Lafón se identificaba como 65:288-9, énfasis nuestro). En este encendido discurso
nacionalista de la línea de FORJA, simpatizante Lafón no precisaba quiénes eran sus adversarios, pro-
peronista, pero quizá su juventud y el no ocupar altos bablemente colegas muy cercanos como para obviar las
cargos hasta 1955 lo salvaron de la purga posterior al reglas de buena convivencia académica. Sin embargo,
golpe de la “Revolución Libertadora”. Lejos de las pre- no es difícil divisar allí tanto a los practicantes del fol-
tensiones teóricas de Bórmida, sin gozar del prestigio clore tradicional como a la etnología, aunque por dife-
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rentes motivos. Si al folclore se le podía endilgar su el respeto y la conservación de sus pautas tradiciona-
obsesión por lo pintoresco, a la etnología se le podía les.
endosar su manía especulativa. Y esta “etnología espe-
culativa” sólo podía corresponder al pensamiento de 7
La monografía fue publicada mucho más tarde
Bórmida. Es verdad que no toda la etnología argentina (Bilbao 1975b).
se reducía a Bórmida, pero por entonces este había ob-
tenido un gran prestigio en el Instituto y el Departa- 8
De ahí que recurra al mismo tiempo a etnólogos
mento de Ciencias Antropológicas de la UBA, contaba como Jean Vellard, de quien utiliza su caracterización
ya con un buen número de discípulos entre los alum- de la “civilización de la miel” para Paraguay, y Enrique
nos, y dominaba el espacio de producción teórica tras la Palavecino, y a especialistas en folclore como Orestes
exclusión de su maestro, José Imbelloni (1885-1967) de Di Lullo.
la UBA.
9
Santiago del Estero se caracterizó siempre por su
6
El gobierno debía “posibilitar el desarrollo econó- población escasa y bajo crecimiento demográfico. En
mico mediante la creación de fuentes de trabajo loca- 1947 tenía 479.473 habitantes que descendieron a
les, a partir de la iniciativa de organismos e institucio- 476.503 en 1960 para una superficie de 136.351 km 2.
nes oficiales y privadas, sobre la base de un proyecto de
obras públicas por parte del Gobierno Provincial. Para- 10
Bilbao destacaba también la dimensión cultural
lelamente, debería facilitarse a los agricultores la ad- del fenómeno migratorio. A partir de su información
quisición de herramientas, semillas y fertilizante para acerca de los migrantes que retornaban a sus lugares
mejorar la tecnología y explotación tradicionales me- de origen, planteaba el tema del contacto de éstos con
diante la protección y prevención de plagas como lógico otras pautas culturales, por un lado las urbanas (aun-
complemento. Esta tarea supone la colaboración del que los desplazamientos principales eran hacia los lu-
INTA y de las agronomías regionales y provinciales. Se gares de cosecha, sin pasar y/o permanecer en las ciu-
entiende que también será necesario asegurar un mer- dades más allá de lo que las detenciones del ferrocarril
cado de productos agrícola-ganaderos como una protec- obligue) y por el otro, de mayor importancia, con otras
ción frente a la competencia no pocas veces desleal de subculturas rurales a las que estaban más expuestos,
otras regiones productoras. Queda sobreentendido que como lo demostraba la abundante presencia de ritmos,
el desarrollo económico se vincula estrechamente con posturas y actitudes masculinas “típicamente”
el régimen de propiedad y posesión de la tierra tanto correntinas en las coreografías de los bailes de San José
como el régimen de explotación y comercialización. Un del Boquerón (en el Departamento de Copo).
censo local de propiedades y condiciones de trabajo no
muy difícil de hacer proporcionaría la información pre- 11
Bilbao caracterizaba a la estancia ganadera de la
cisa. La construcción de obras de riego y aprovecha- región como una estructura señorial, patriarcal y lati-
miento de agua mejorarían la producción y el estado fundista (Bilbao, 1964-65: 170) la que, sin embargo, no
sanitario, a la vez que permitirían la creación de fuen- dio paso a una oligarquía ganadera, pese a las semejan-
tes de trabajo. Como consecuencia de esta serie de me- zas con las pampas bonaerenses. Nuevamente, Bilbao
didas concretas la tenencia de circulante aumentaría lo explicará invocando causas económicas (el tipo de
con lógica repercusión en el comercio de la zona, que patrón extensivo, la lejanía con los centros exportadores
deberá ayudarse con la mejora de las vías de comunica- que les impedía acceder al capital extranjero), ecológicas
ción, su mantenimiento y su conservación que propor- (agotamiento de tierras) y sociales (las subdivisiones
cionarían nuevas fuentes de trabajo, además de permi- de la propiedad resultado de la herencia de la tierra),
tir una mayor circulación de los productos” (Lafón 1969- (Bilbao 1964-65: 172).
70:326). Estas medidas debían complementarse con una
mejora del sistema educativo, replanteando programas 12
Bilbao menciona un número especial de la Revis-
de estudio en función de las necesidades locales, inclu- ta Latinoamericana de Sociología de 1969 (editada por
yendo la alfabetización y la transferencia de tecnología el Centro de Investigaciones Sociales del Instituto
agrícola, el perfeccionamiento del sistema sanitario, el Torcuato Di Tella) dedicado a la temática de la
saneamiento ambiental y habitacional, contemplando marginalidad .
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FEFGDG
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En memoria
Reimund Kvideland
(1935-2006)
a nuestros trabajos de campo y a nuestras ta- siglo XX, que con su buen manejo del alemán y
reas institucionales. Estuvo, como siempre, del inglés pudo leer y evaluar a los clásicos de
animoso y alegre, y nadie podría haber pensa- la órbita germana y de la sajona, y compartir
do que su fallecimiento sería un año después. con investigadores de ésta y, obviamente, de
Estoy convencido de que Reimund Kvideland la nórdica, muchos esfuerzos para darle rigor
fue uno de los estudiosos mejor formados, más científico a la disciplina que él supo enalte-
activos e influyentes de la segunda mitad del cer.
Manuel Dannemann
El 12 de diciembre del 2005 había partido res docentes y no docentes admiran y utilizan
Mildred Merino de Zela hacia el «país del si- su obra.
lencio», para volver a re-encontrarse con los Ella formó parte del Instituto Riva Agüero
de siempre, los que amaron la vida y costum- de la Universidad Católica y fue gestora del
bres de pueblos y recogieron relatos, tradicio- Museo del mismo Instituto a los que dedicó su
nes, canciones, danzas, juegos, pasatiempos, vida, casi desde su juventud y donde organizó
potajes que las manos habilidosas de tales pue- el Centro de Documentación y Archivo del Folk-
blos habían hilvanado, modelado, modulado, lore –CENDAF- de los que fue directora y miem-
elaborado y fabricado, utilizando mil colores, bro de honor hasta los últimos días de su vida,
todos extraídas de su convivencia con la natu- en este mundo.
raleza madre siempre vivificante. En su larga trayectoria ocupó cargos impor-
Ella partió para encontrarse con José María tantes: en 1964 asume la dirección de la Es-
Arguedas, Josafat Roel Pineda, Efraín Morote cuela Nacional de Danzas Peruanas a instan-
Best, César Muelle, entre otros, quienes con cias de José María Arguedas y Josafat Roel Pi-
ella y como ella también se abocaron a la iden- neda, cuando la Escuela fundada en 1948, por
tificación, registro y análisis de lo que ahora Rosa Elvira Figueroa, se nacionaliza como Es-
se llama patrimonio cultural vivo. Por eso cuela Nacional de Música y Danzas Folklóricas
aprendió de cada pueblo sus saberes y expre- Peruanas, dependencia de la Casa de la Cultu-
siones artísticas creadas por los runa o comu- ra dirigida por Arguedas por quien guardaba
nes que hacen historia y cultura sin escribir respeto, admiración y profundo cariño.
sino con objetos, manifestaciones y expresio- Entre 1965 y 1967, la Escuela es transferida
nes materiales y espirituales. al Ministerio de Educación como un Centro no
Es que la universidad de la vida aparte de sólo de enseñanza de danzas y música sino
las universidades donde se formó y laboró le como un Centro que forma profesionales para
permitió seguir una fructífera labor y obra de enseñar música y danzas. Cuando se crea la
defensa del Folclore como vida cotidiana, como Sección normal: es quien estructura los planes
proyección o representación y como disciplina curriculares con esta finalidad. Por eso, esta
científica. Son testigos de este quehacer la Escuela es convertida como un centro de in-
Pontificia Universidad Católica del Perú, la vestigación y desde 1972 como Escuela Nacio-
Universidad Nacional Mayor de San Marcos, nal Superior de Folklore y, que finalmente, se
la Escuela Nacional de Antropología e Historia le da el nombre de José María Arguedas.
de México, y todas las Universidades con An- La cercanía académica, laboral y profesio-
tropología en el Perú y América, notorio cuan- nal con José María Arguedas hizo de Mildred
do sus componentes estudiantes y trabajado- Merino de Zela una de las bio-bibliógrafas más
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sensibles sobre la vida y obra de nuestro Entre otras publicaciones que ha dejado la
antropólogo y literato andino; producto de esa Dra. Merino de Zela son: «Bailes folclóricos del
dedicación es que publica: Repositorio de Altiplano», «Pueblos y costumbres del Perú»,
Arguedas, y Vida y obra de José María Arguedas. “El tipo de ‘Cuentos de Fórmula’: Folklore del
Entre otras funciones asumió la conducción Perú”, y cientos de artículos periodísticos so-
y participación en los cursos de verano que im- bre la cultura folclórica.
partió a los profesores de todos los puntos del Finalmente, queremos recordar que,
país sobre las raíces de diversas manifestacio- Mildred Merino de Zela, fue una destacada co-
nes, especialmente las danzas; junto a las cá- leccionista de las artes plásticas y principal-
tedras de Antropología y Folklore y producto mente de las artesanías de los pueblos más
de este esfuerzo son los libros que compiló: representativos de costa, sierra y selva del
Folklore, publicados por la Municipalidad de Perú, cuyas colecciones ahora forman parte del
Lima Metropolitana, y Ensayos sobre Folklore patrimonio de la Universidad Católica. Al mis-
Peruano, publicado por la Universidad Ricardo mo tiempo se le reconoce como una persona
Palma. que articulaba con labor en la defensa y pro-
Igualmente, su labor de investigadora le per- moción del Folclore porque era miembro de
mitió ser partícipe de los foros académicos de diversas instituciones académicas nacionales y
Folklore y de los que se resalta el de Cajamarca extranjeras. Por eso, algunas de las más
en 1986, Ayacucho 1988 y el del 2005, en esta enjundiosas obras ya han sido traducidas a
última se le dio merecido reconocimiento. otros idiomas.
FEFGDG
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Información bibliográfica
o definitivamente hacia los centros urbanos. so, la relación con región o la ocupación labo-
Al mismo tiempo muchos de los actuales habi- ral. Así las tradiciones celebradas reflotan un
tantes (en particular varones) tienen su ascen- pasado reciente o lejano, otras veces fusionan
dencia en nativos de la ciudad correntina de a ambos.
Goya. Han traído con ellos creencias, valores, Tres categorías colaboran en su compren-
devociones y una religiosidad que se manifies- sión. Rasgos genéricos, estructura del festival
ta en su atención cotidiana a los santos, sobre y acción simbólica. La representación del tiem-
todo a la virgen de Itatí y de una manera espe- po y la noción de ritual permiten dentro de este
cial al santo negro San Baltasar. A través de análisis una reflexión anclada en lo antro-
los años, la fiesta ha ido transformándose pero pológico. Los debates sobre estos temas enri-
comparte rasgos comunes con las provincias del quecen el trabajo. La noción de hecho social
litoral y países vecinos como Paraguay, Brasil total aprehende este acontecimiento como ma-
y Uruguay. nifestación política, religiosa y económica de
El Capítulo II, incursiona en «Los estudios una comunidad.
locales sobre la religiosidad popular y la fiesta Con un desarrollo atractivo y desde un pun-
de San Baltasar». El amplio e interesante to de vista antropológico, coincidimos con
relevamiento documental del que obtuvo Cricco Cricco que la investigación de esta fiesta cum-
los antecedentes de estudios locales de la Fiesta plió con el objetivo de relevar un festejo popu-
de San Baltasar, da cuenta de tres importan- lar y comprender su significación para la co-
tes cronistas. Pila, Lupis y Cernadas nutren munidad de Puerto Reconquista.
de las visiones tradicionalistas a Reconquista Una mención especial merecen las coloridas
para dar una definición de alteridad a la comu- fotos y las notas que acompañan cada capítulo,
nidad del lugar. La homogeneidad cultural con las últimas por su riqueza y como parte esen-
que presentan las tradiciones pueden cues- cial del texto. Aportan datos históricos, econó-
tionarse desde puntos de vista que critican los micos, geográficos de efectividad para la com-
modelos de análisis que subsumen los conflic- prensión de los temas tratados. A título de re-
tos de dominación internos y externos al gru- ferencia pueden citarse trabajos sobre la in-
po folclórico en el propio símbolo. fluencia cultural guaranítica, la de los negros
Por otra parte, entrevistas y observaciones esclavos en Santa Fe y en Corrientes en el si-
participantes de la investigadora fueron las glo XVII, crónicas jesuíticas. Informes sobre
fuentes de conocimiento de las experiencias Reconquista extraídos de fichas del Instituto
culturales y sociales sobre temas de religiosi- Nacional de Tecnología Agraria (INTA). Docu-
dad popular del Museo histórico Municipal y el mentos internos e inéditos de capacitación del
Instituto de Cultura popular. Ellas aportan las Instituto Cultural Popular.
miradas actuales de dos instituciones (una ofi- Podemos concluir que con este trabajo, los
cial y otra privada) en las que el concepto de estudios sobre religiosidad popular en Argen-
religiosidad popular describe un fuerte vínculo tina reciben un aporte de interés. Se suma a
entre los pobres (el pueblo) y sus creencias y ello el orgullo del Museo del Sitio Ramsar
mitos. Jaaukanigás de Reconquista de iniciar sus pu-
Estudios e instituciones, que podrían llamar- blicaciones científicas con esta tesis de licen-
se localistas (en tanto abordan el contexto, su ciatura en Antropología como parte de estu-
descripción, las costumbres de sus agentes y dios relevantes sobre el patrimonio total de uno
rasgos de religiosidad popular) exponen las ca- de los sitios Ramsar más ricos de Sudamérica,
racterísticas con que definen la región y parti- destinada a especialistas y público interesado.
cipan de esta manera en la creación de un fol-
clore regional. Eva Bombén
En el Capítulo III. Etnografía de la Fiesta
de San Baltasar describe la celebración Luis Díaz G. Viana (Coordinador) El nuevo
retomando un modelo para el análisis de los orden del caos. Consecuencias sociocul-
festivales que proviene de los estudios del fol- turales de la globalización. Madrid, España,
clore complementado desde una perspectiva Departamento de Antropología de España y
antropológica. Propuesto por Stoeltje aborda América, Consejo Superior de Investigaciones
los festivales comunitarios en los EEUU, esti- Científicas. Biblioteca de Dialectología y
mando que en ellos se reflejan un abanico de Tradiciones Populares XL. Ministerio de
tradiciones que incluyen lo étnico, lo religio- Educación y Ciencia, 2004, 292 pp.
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La tesis con la que trabaja Luis Díaz G. Viana hasta desaparecer. Plantea como una pecu-
es que la globalización acarrea un conflicto liaridad del sujeto social que su relación con
previsible, el de la inseguridad global y plantea los órdenes convencionales no es meramente
como pregunta si ¿el problema está en el transitiva, sino que es también reflexiva. El
terrorismo que existió desde siempre o en que sujeto entonces se encuentra sujetado y en sus
se lo ha supuesto global? sujeciones se cifran sus procesos de identi-
Pone en evidencia que la globalización ficación y sus estructuras de relación con otros.
arrastra desequilibrios en todos los planos: La globalización, destaca el autor, como
económicos, social, humano, de política proceso histórico es su cualificación como
interna, de tensión entre lo estatal y lo global proceso de desobjetivación y de sujeción. El
y, desarrolla en cuatro partes, a lo largo del diagnóstico de un mundo social globalizado es
libro, algunas consecuencias socioculturales el de la muerte del sujeto social. El capitalismo
que regulan la dimensión de la sensación de global, sólo puede operar en un mundo
pérdida en el mundo presente. Destaca que la radicalmente libre de cualquier sujeción,
Antropología debe recuperar su vocación de poblado por individuos radicalmente autó-
proyecto humanizador y asesorar a organismos nomos que se constituyen en la negación de su
internacionales representativos y democráticos condición relacional: un agente sin regla, o
en la elaboración de leyes no eurocéntricas. también se representa por el camino inverso,
La primer parte del libro se titula El el individuo que incorpora el orden colectivo
consumo de lo perdido: la solidaridad, la en su propia persona: una regla sin agente.
identidad, la tradición. La segunda: Pérdida Estas dos imágenes coinciden en la anulación
de la experiencia: de la ciudadanía de los del sujeto biográfico como agente creador y
extranjeros al extrañamiento de los ciudadanos. recreador de vida social, sería la disolución de
La tercera: El abandono de la variedad local (y toda forma de estructura, un difusionismo como
posibles estrategias para combatirla) y la cuarta mecánica de la globalización en todos los
parte: De la discutible inevitabilidad del órdenes culturales. Carmen Ortiz García
conflicto. (CSIC, Madrid): “Celebración y consumo,
En el primer capítulo el autor, Pedro Tomé algunas notas sobre la revitalización de la fiesta
Martín (Universidad de Salamanca), bajo el en España”. Explica que ante la amenaza de la
título: “Economía y solidaridad: cuando los homogenización mundial que representa la
pobres de los países ricos dan a los ricos de los globalización se ha necesitado actualizar
países pobres”, parte de una investigación en aspectos de la tradición cultural propia para
la ciudad de Avila, y da cuenta de cómo la contribuir a reforzar su propia conciencia
proliferación de ONGs considerada como “la identitaria, y uno de los ámbitos que puede
nueva solidaridad” sirve para crear una resultar ejemplificador es el de las fiestas y
apariencia de solidaridad y acción social que rituales en general. Plantea la autora que en
disimula la acción concreta de las estructuras Europa, el crecimiento de los rituales festivos
de poder, como así también, para perpetuar es visible a partir de la década de 1980, y ha
aquello contra lo que dice luchar. Deja en contribuido a él la extensión masiva del turismo
evidencia desde las administraciones públicas, y su evolución, ya que se han empezado a
el fomento de la vinculación con las ONGs, que demandar productos más variados y hay
serían quienes refuerzan, por otra parte, la intereses culturales por conocer la vida
limitada capacidad de los gobiernos nacionales tradicional de los lugares visitados
para garantizar las condiciones básicas La segunda parte, reúne tres artículos. El
necesarias de vida. Angel Díaz de Rada primero, de Dámaso-Javier Vicente Blanco
(UNED, Madrid) escribe: “El sujeto en la (Universidad de Valladolid) “Tratamiento del
corriente. Reflexiones sobre el sujeto social en elemento extranjero y técnica jurídica: la
condiciones de globalización”. En éste se legislación española de extranjería o la pérdida
propone abordar al sujeto social en la de la experiencia”. Trata la cuestión del
globalización destacando que ésta no puede ser derecho como constructor de la realidad social
entendida como una dimensión independiente y el inmigrante como representación de la
de las síntesis locales y de los contextos extranjería: obstáculos legales a la integración
concretos en los sujetos concretos, personas, jurídica y el status del mismo en situación
grupos y redes. Destaca que no hay vida social jurídica irregular. En el segundo, de Cristina
sin sujeto, ni corriente que pueda arrastrarlo Sánchez-Carretero (CSIC, Madrid): “De
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busca sus raíces históricas, examina sus los payadores han sufrido también perse-
escenarios, muestra los cambios en sus cuciones políticas y cárcel en algunos casos de
relaciones con la literatura y la música, las trayectoria militante.
variables modalidades de los contrapuntos y el El resurgimiento del tradicionalismo y su
acceso a los medios de comunicación masivos, repertorio refuerzan la figura del payador como
entre otros temas. artista popular en un género fuertemente
Con el análisis de la estructura de la payada tradicional según la investigadora, lo que se
y del uso de diversos géneros musicales, aprecia en la vestimenta para las actuaciones,
Moreno Chá devela los cambios producidos a la temática, el vocabulario, entre muchos otros
través del tiempo y su estado actual. La rasgos. Opina que en la actualidad su figura es
recepción del canto de los payadores es objeto cada vez más simbólica para el criollismo,
también de interesante reflexión, considerando cuando hay pocos payadores profesionales en
los antiguos espacios de actuación y los más actividad, aunque por otro lado se ganan
nuevos con sus diferentes públicos. nuevos espacios y públicos.
En el marco institucional y académico, la El valioso aporte del CD está en el criterio
autora muestra la repercusión del movimiento de selección de los temas grabados, que
payadoril con la conmemoración oficial del Día valoriza la capacidad de improvisación poética
del Payador en la Capital Federal, la Provincia en eventos con público, donde se aprecia la
de Buenos Aires, la República Argentina y la fuerte relación emocional que surge con el
República Oriental del Uruguay. En ese marco, compañero de payada y los espectadores. La
dejan constancia las celebraciones anuales de introducción del relevante payador uruguayo
los “Encuentros de payadores rioplatenses” Carlos Molina con su testimonio hablado sobre
desde 1986 en el mes de julio en Buenos Aires, qué es un payador es otro motivo de congra-
Argentina, y desde hace seis años en el mes de tulación.
agosto en San José de Mayo, Uruguay. También es muy reveladora la selección de
Asimismo la bibliografía sobre payadores desde diferentes escenarios urbanos y rurales con
mediados del siglo XX hasta la actualidad distintos públicos, y la inclusión de una payada
destaca el interés en la actividad de los en un encuentro internacional en Cuba.
repentistas. Moreno Chá muestra en las grabaciones las
Otro elemento interesante es la con- diferentes temáticas y versificaciones en el
frontación de los payadores rioplatenses con canto del payador, los géneros más comunes
improvisadores de otras latitudes de América de su repertorio y prácticamente un panorama
y Europa, que analizada por Ercilia Moreno Chá del siglo XX en las diversas modalidades del
evidencia la buena recepción en el exterior por canto payadoresco. Se pueden observar así, a
la valoración de la calidad poética, la velocidad través de las distintas personalidades de los
de la improvisación, y otros factores. payadores y de la actuación en distintos
El tema de la formación del payador con su contextos, todas las variantes en el manejo de
aprendizaje oral recorre las diferentes diferentes recursos.
posibilidades en el tiempo, destacando que “todo Este Homenaje al Payador Rioplatense
es tradicional a nivel generativo pero todo es permite entonces recuperar las voces de
original a nivel de la actuación”, cuando la artistas desaparecidos y de artistas actuales,
improvisación rige su canto. Este proceso de que brindan un documento muy valioso sobre
formación se desarrolla con la práctica frente este arte popular y tradicional, que nos distin-
a diferentes públicos y territorios, haciendo gue “frente al mundo en el campo de la música
crecer la facilidad y el vuelo de la improvisación y la literatura”, como expresa Moreno Chá.
poética en su camino a lo largo de la vida. La completa bibliografía incluida en el texto,
Moreno Chá señala la resignificación del las breves biografías de los payadores y los
canto del payador, que se ha modificado en los precisos comentarios sobre las bandas grabadas
diferentes contextos culturales y sociales desde con fechas y lugares entre 1970 y 2003, suman
la época de la independencia. En esa larga elementos muy importantes sobre este arte,
historia ha transitado los más disímiles temas, en un trabajo excepcional por sus méritos y por
desde lo rural a lo urbano, desde lo político a la escasez de investigaciones que hoy se
lo filosófico. La unión latinoamericana que se realizan en este campo.
enaltece en el siglo XX ha ido unida a los
reclamos de justicia social, y se recuerda que Beatriz Seibel
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José Manuel Pedrosa. La historia secreta de diversos autores sobre distintos aspectos
del Ratón Pérez. Madrid, Páginas de Espuma, que, no por estudiados, no merecen otros
2005; 332 pp. sesgos posibles. De este modo, es muy desta-
cable el primer estudio, debido a José Luis
Este simpático libro aborda un mito largamente Agúndez García que, para analizar los límites
conocido por nuestros niños: el ratoncito que entre la tradición oral y la literatura, analiza
cambia los dientes caídos por monedas o regalos cuentecillos de autores de los siglos XIX y XX.
de cualquier índole. El autor, en un trabajo Este artículo permite pensar estas cuestiones,
monumental de comparación de cuentos, uniendo la filología y la lingüística, para
leyendas, canciones, costumbres, entre otros iluminar breves relatos de autor que recuperan
textos posibles, observa todas las líneas el estilo de la oralidad.
recurrentes que dan sustento a este mito El segundo ensayo, en dialecto valenciano,
infantil y lo defiende, frente al avance de otras escrito por Rafael Beltrán, analiza la
formas, como el hada de los dientes, que supervivencia de un motivo medieval, las
intenta imponer la videocultura moderna. La pruebas de imposible realización, para acceder
obra se conforma con tres partes bien a la mano de una princesa. El tercer texto,
delimitadas que funcionan como una intro- escrito en lengua portuguesa es una des-
ducción, un nudo, que muestra la aplicación de cripción de cuentos folclóricos lusitanos,
la metodología de la literatura comparada tomando como parámetro de comparación,
entre los diversos textos, y una conclusión, que narraciones de autores como los hermanos
analiza el desarrollo de mitos como éste, en la Grimm. Similar en su metodología es la
modernidad y postmodernidad. siguiente investigación sobre las interacciones
El autor revela un profundo conocimiento entre El diablo cojuelo de Vélez de Guevara
de una gran variedad de textos y de la consulta y cuentos folclóricos franceses. Escrita en
de bibliografía, desde escritores emblemáticos, francés por François Delpeche, busca recons-
como Mircea Eliade, hasta la comprensión de truir el proceso creativo del novelista en su
películas infantiles, como las de Walt Disney. contacto con fuentes orales; por consiguiente
El ordenamiento interno de los temas y la es muy meritorio el esfuerzo de formulación y
demostración metodológica revelan una actitud comprobación de hipótesis de escritura.
muy pedagógica de José Manuel Pedrosa. El cuarto ensayo analiza muy detalla-
Además la cuidada edición se completa con damente las aventuras de un refrán popular
dibujos de libros antiguos españoles. «Le quitay de la hora como puta», que reaparece
De esta manera, es una obra muy intere- en distintas obras, tanto orales como escritas,
sante para todo tipo de lector. Un investigador en España y en América, hasta sus últimas
encontrará la aplicación de una metodología resonancias en una producción cinematográfica
comparatista. Un estudioso que se inicia puede moderna. De la versión considerada original,
encontrar temas posibles para futuras el hombre condenado a muerte que podría
investigaciones y también un neófito puede salvarse de la horca, si acepta la mano de una
leer, sin complicaciones, este ensayo y mujer desconocida y, al verla, rechaza la oferta,
deslumbrarse con las cercanías y puntos de el estudioso José Fradejas Lebrero observa las
contacto entre diferentes culturas y épocas. más mínimas variaciones. En una línea similar,
En conjunto, un volumen muy útil. se encuentra el escrito de Aurelio García, al
considerar los cruces de las tradiciones de
Patricia Coto de Attilio España y América. El estudio de Carlos Gonzá-
lez Sanz insiste sobre la problemática del
folclore, en la situación de encuesta, en la
Rafael Beltrán y Marta Haro, editores. El medida en que el recopilador puede cometer
cuento folclórico en la literatura y en la una serie de errores, que tornan parciales los
tradición oral. Universitat de Valéncia, 2006, resultados, aun de investigaciones muy serias
309 pp. y arduas.
El séptimo artículo, escrito por María Jesús
Muchos libros se han publicado sobre el tema Lacarra, es un interesante recorrido del cuento
de la narrativa folclórica y sus relaciones con «El pan comido: el sueño más maravilloso» por
la narración oral y la literatura. El presente sus versiones hispánicas de la tradición oral y
volumen implica una recopilación de estudios escrita. Lo destacable es el intento de
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reconstrucción de contextos sociales para las en un contexto urbano sobre la base de una
distintas versiones. El siguiente ensayo de José investigación realizada por ellos durante el
Manuel Pedrosa analiza, con mucho acierto, el transcurso del año 2005. De esta forma, la obra
discurso omitido en muchas narraciones orales ofrece una multiplicidad de miradas sobre
y escritas. En el conjunto de textos de esta temas generales y específicos, destacada por
colección, constituye una hipótesis de lectura el Dr. Alejandro Frigerio en su presentación
atrayente en la medida en que se analiza lo del libro, que pone en relación diversos niveles
dicho o lo escrito desde la problemática del de análisis que comprenden la indagación de
poder. El estudio de Joseph Pujol, que analiza discursos, prácticas y performances sociales
cuentos de animales burladores, escrito en relacionados con la fiesta de San Patricio en
catalán, es notable por el nivel de detallismo Buenos Aires en ese año.
con el que este investigador compara distintas La propuesta de una aproximación analítica
versiones orales y escritas. El volumen se basada en la configuración de un archivo
cierra con un artículo muy sugerente que compuesto por variadas expresiones narrativas
permite que Jesús Suárez reflexione sobre la y performativas, de la que se desprenden
dificultad de clasificar como cuento o leyenda, distintos itinerarios analíticos, se puede
relatos recopilados, si se toma en cuenta la observar en el propio trazado de la estructura
actitud del narrador y de su comunidad de de la obra, que se desdobla en dos partes.
pertenencia. A partir del cuento «El gaitero y La primera es un trabajo de investigación
los lobos», la reflexión, que implica una conjunto realizado por los miembros del
hipótesis sobre la influencia del contexto de Programa de Entrenamiento en el Proceso de
actuación en la problemática genérica, es muy la Investigación Folklórica (EPIF), radicado en
motivadora. la Sección Folklore del Instituto de Ciencias
Como puede verse, es un libro sumamente Antropológicas de la UBA, y sirve a modo de
valioso para investigadores de distintas introducción de la obra. Esta Parte General
procedencias, europeos y americanos, que comienza con el desarrollo de las categorías
recupera muchas de las preocupaciones nunca analíticas que serán utilizadas en el transcurso
resueltas en su totalidad, y promueve futuras del trabajo. De este modo, con objeto de
investigaciones y, fundamentalmente, rescatan considerar los distintos contextos festivos,
culturas populares siempre en riesgo de recuperan el concepto de performance o
perderse. actuación comunicativa estéticamente marcada
(Bauman 1974) delineado por las nuevas
Patricia Coto de Attilio
corrientes de estudio folclórico, y lo vinculan
con los procesos de “invención de tradiciones”
María Inés Palleiro (comp) “San Patricio (Hobsbawn & Ranger 1983) y la actuación de
en Buenos Aires: Celebraciones y rituales memorias sociales (Palleiro 2004b). En este
en su dimensión narrativa”, Buenos Aires, despliegue analítico, los conceptos mencionados
Dunken, 2006. operan en la examen de variados contextos,
canales y códigos discursivos, de manera de
Los festejos del día de San Patricio han advertir sobre los itinerarios dispersivos del
trascendido las fronteras del espacio y el basto corpus trabajado y, en consecuencia,
tiempo para extenderse a distintos países del sobre la estructura diseminativa del recuerdo
mundo donde hoy en día cobran gran y la memoria (Assman 1997).
notoriedad. En Buenos Aires, en los últimos De aquí en adelante, mediante una serie de
años, la difusión mediática de la celebración estudios etnográficos e históricos, la obra ilus-
del patrono de Irlanda ha promovido encuentros tra los rasgos diferenciales de los distintos es-
públicos y multitudinarios que marcan un pacios festivos de celebración. Desde un punto
contraste con el tono serio y religioso de los de vista histórico, los autores exploran la his-
festejos realizados por los miembros de la toria y leyenda de San Patricio en la tradición
comunidad irlandesa en la Argentina. medieval; su retradicionalización festiva en el
Como bien nos comentan los autores, esta contexto americano y el contexto histórico lo-
publicación no pretende determinar quién tiene cal e internacional de la migración irlandesa
el derecho legítimo a festejar, sino que está en Argentina. Al mismo tiempo, haciendo uso
interesada en el estudio de los procesos de de una perspectiva sincrónica, sustentada en
resignificación de la tradición celta e irlandesa un trabajo de campo con observación partici-
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En otras palabras, Patricia Fasano invita con desde el análisis de la dinámica cultural, con
su obra, a recorrer, sin culpas, las variadas una breve revisión histórica de la disciplina y
escenas desde sus secretos, desde lo que “no explicitación de conceptos actualmente vigentes
se habla” para reconocer la validez del chisme (tradicionalización, contexto, actuación y
como recurso de indiscutible valor en las audiencia), y continúa con los siguientes
prácticas de investigación de las estructuras trabajos : Fernando Fischman : ¨La producción
sociales y sus actores en los que deberemos cultural judía argentina como patrimonio¨;
reconocernos también con un rol. Natalia Gavazzo: ¨El patrimonio cultural
boliviano en Buenos Aires: usos de la cultura e
Angélica Quiroz integración¨; Laura López: ¨Narrativas sobre
el candombre y la negritud en Buenos Aires¨;
María Eugenia Domínguez: ¨Cultura nacional,
Alicia Martín (compiladora). Folclore en tradición y trabajo: Notas sobre la introducción
las grandes ciudades. Arte popular, de la capoeira angola en Buenos Aires¨; Julieta
identidad y cultura. Buenos Aires, Libros del Infantino: ¨Los nuevos artistas circenses en la
Zorzal, 2005, 256 pág. ciudad de Buenos Aires: identidad, trabajo y
cultura¨; Cecilia Mariana Benedetti: ¨El rock
Los nueve artículos que conforman el libro, tal nacional en los 90: el caso de La Renga¨;
como lo señala la compiladora en la Intro- Hernán Morel: ¨Identidad, tradición y poder
ducción, dan cuenta de distintas investi- entre las murgas de la ciudad de Buenos Aires¨,
gaciones sobre el actual folclore de la ciudad Analía Canale: ¨La murga porteña como género
de Buenos Aires. En estos capítulos se pueden artístico¨y Carolina Crespo: ¨Cuerpos paródicos:
identificar algunas de las transformaciones la carnavalización de lo carnavalesco¨. Estas
culturales que se han producido en esta ciudad ¨investigaciones tienen en común la indagación
por el aporte de inmigrantes antiguos y en prácticas sociales centradas en tradicio-
recientes y su inserción bajo formas de un arte nalizaciones que se apropian, reelaboran e
callejero que retradicionaliza saberes prove- instalan saberes que se creían perdidos o
nientes del pasado, dando sentido a las acciones inexistentes en nuestra ciudad¨, señala la
del presente. compiladora, teniendo entonces ¨valor diag-
Constituyen el cuerpo del libro una nóstico sobre el panorama cultural en proceso¨.
Introducción a cargo de Alicia Martín, en la que
fundamenta el estudio del folclore en la ciudad Noemi Elena Hourquebie
FEFGDG
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Noticias
El programa de las Jornadas será anuncia- En la ciudad de Buenos Aires, Argentina, entre
do el 20 de junio del 2007. el 14 y 17 de noviembre del 2006 se llevaron a
Consultas: Departamento de Investigaciones cabo los mencionados encuentros organizados
Culturales Bartolomé Mitre 85,6300 Santa por el I.U.N.A Instituto Universitario Nacional
Rosa, La Pampa, República Argentina, Tel/Fax: del Arte, Área Transdepartamental de Folklore
(54) 2954–427401, Contacto: Lic. María Inés centrados en el tema “Folklore y Educación
Poduje Email: sc_investiglapampa@cpenet. como símbolo de identidad macional”. Se
com.ar efectuaron mesas redondas sobre las danzas
Instituto Nacional de Antropología y folklóricas con especial referencia al tango y
Pensamiento Latinoamericano, 3 de Febrero al malambo, conferencias sobre los temas “El
1378,1426 Buenos Aires, República Argentina, folklorista: como baqueano y como rastreador
Tel/Fax: (54) 11-4783-6554, Contacto: Lic. Ana a cargo de la prof. Olga Fernández Latour de
María Dupey E-mail: anamdupey@tutopia.com Botas y “El folklore en la educación. El folklore
o ana.dupey@inapl.gov.ar y la educación” dictada por el Dr. Manuel
Dannemann y presentaciones de ponencias
sobre los siguientes ejes:
II Congreso Universitario de Folklore
y 2da. Jornadas de Arte Popular 1. Folklore: Teoría y metodología
2. Folklore y medios e comunicación,
La Escuela de Artes de la Facultad Humanidad 3. Folklore y narrativa
de la Universidad Nacional de Córdoba organizó 4. Folklore e investigaciones regionales
el II Congreso Universitario de Folklore y la 5. Folklore, arte y estética
2da. Jornadas de Arte Popular, que se llevaron 6. Folklore y movimiento sociales
a cabo entre el 6 y 7 de octubre del 2006 en la
ciudad de Córdoba, provincia de Córdoba,
Argentina. A lo largo de dos días de trabajo no
sólo se expusieron significativas ponencias en Fabula
las que investigadores de distintas univer- Zeitschrift für Erzählforschung /
sidades e institutos de enseñanza desplegaron Journal of Folktale Studies / Revue
un amplio abanico temático sobre el folclore y d’Etudes sur le Conte Populaire
de propuestas teórico metodológicas sino que,
también, se realizaron conferencias y paneles Fabula es una revista periódica especializa en
en los que se profundizaron no solo la actual la investigación de la narrativa folclórica.
configuración del campo del Folklore sino un Publica artículos, informes, reseñas y noticias
conjunto de problemáticas asociadas. Asimismo, en inglés, francés, y alemán. En el Congreso
se desarrollaron tales actividades como Clínica ISFNR sostenido en la ciudad de Göttingen en
de Música, proyección de documentales 1998, Fabula fue declarada la revista oficial del
comentadas por sus realizadores, presen- International Society for Folk Narrative
taciones poéticas y la actuación de los Research (ISFNR). La revista fundada en 1958
conjuntos artísticos Las Nanas, El Cauce y por Kurt Ranke es actualmente editada en
Concierto Trío. En dichos eventos participaron forma conjunta por Rolf Wilhelm Brednich y
no solo investigadores de la Universidad Ulrich Marzolph quienes suceden a los
Nacional de Córdoba sino también de la prestigiosos investigadores Rudolf Schenda,
Universidad Nacional de Tucumán, de la Elfriede Moser-Rath, y a Hans- Jörg Uther. Los
Universidad de Buenos Aires, del CONICET, actuales miembros del consejo editor son
Universidad Nacional de Jujuy. Instituto Cristina Bacchilega, Regina Bendix, Maja
Superior de Formación Docente y Técnica Arte Boškoviæ-Stulli, Toshio Ozawa, and Hans-Jörg
Folclórico José Hernández de La Plata, Uther. Fabula es publicada por Walter de
Secretaría de Cultura de Formosa y Fondo Gruyter y Cia en Berlín
Nacional de las Artes. (http: // www.degruyter.de/).
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