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MÓDULO XII.

ACCIONES DE FILIACIÓN

1. DISPOSICIONES GENERALES: CARACTERES, CONSECUENCIAS DEL PRINCIPIO DEL DOBLE


VÍNCULO FILIAL. COMPETENCIA: PRINCIPIO Y EXCEPCIONES.

CAPÍTULO 6- Acciones de filiación. Disposiciones generales

ARTÍCULO 576.- Caracteres. El derecho a reclamar la filiación o de impugnarla no se extingue por


prescripción ni por renuncia expresa o tácita, pero los derechos patrimoniales ya adquiridos están sujetos
prescripción.

Según Grosman, “Son acciones de estado aquellas cuyo objeto es lograr un pronunciamiento
judicial que determine el emplazamiento de una persona en cierto estado de familia o su desplazamiento
del estado en que se encuentra”. El concepto sobre acciones de estado observa tres orientaciones:

1. restrictiva: la que identifica a las acciones de estado con las acciones relativas a la filiación;

2. amplia: la que sostiene que a todo estado corresponde una acción; y

3. de transición: en la que se reconoce la amplitud del concepto de acción de estado, pero en la


práctica, se desarrolla el tema dentro de la filiación.  El CCyC recepta la postura “de transición” al
entender que las acciones de estado exceden el campo de las acciones filiales, pero que estas y las de
divorcio son las que se presentan con mayor presencia y desarrollo doctrinario

Así, las acciones de estado de familia constituyen el género y las acciones de filiación, una de las
tantas especies —como lo son el divorcio, la nulidad del matrimonio, entre otras—. Las acciones de
filiación suelen ser las típicas acciones de estado de familia por la virtualidad de emplazar y desplazar en
el estado de hijo.

Los caracteres esenciales de las acciones de estado de familia es que estas son:

a) INALIENABLES  no puede ser objeto de cesión, renuncia, excepto en los casos en los
que
b) se permita expresamente su transacción.
c) IRRENUNCIABLES;
d) INHERENTES A LA PERSONA;  las acciones de estado no pueden ser ejercidas por vía
subrogatoria, lo que no impide que se puedan iniciar en representación de alguien, incluso cuando se
trata de personas menores de edad y con capacidad restringidao incapaces (arts. 26 y 32 CCyC). el art.
583 CCyC, al regular la acción de reclamación en las que los niños aparezcan inscriptos solo con filiación
materna (art. 255 CC), también faculta expresamente al Ministerio Público para promover dicha acción,
al expresar en el art. 103, inc. b i), que ello acontece “cuando los derechos de los representados están
comprometidos, y existe inacción de los representantes”. De este modo, si la madre (con quien el niño
tiene vínculo filial) no inicia el correspondiente reclamo de paternidad extramatrimonial, el Ministerio
Público está facultado para incoar esta acción.
e) IMPRESCRIPTIBLES el cúmulo de derechos y deberes que nacen con el emplazamiento
o se terminan con las impugnaciones son de índole no patrimonial como así también patrimonial;
incluso algunos tendrían un carácter mixto, como acontece con los alimentos y la vivienda, debiéndose
distinguir derechos patrimoniales de extrapatrimoniales

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ARTÍCULO 577.- Inadmisibilidad de la demanda. No es admisible la impugnación de la filiación
matrimonial o extramatrimonial de los hijos nacidos mediante el uso de técnicas de reproducción
humana asistida cuando haya mediado consentimiento previo, informado y libre a dichas técnicas, de
conformidad con este Código y la ley especial, con independencia de quién haya aportado los gametos.
No es admisible el reconocimiento ni el ejercicio de acción de filiación o de reclamo alguno de vínculo
filial respecto de éste. -(ppio de La teoría de los actos propios.)

Al estar presente la voluntad procreacional, el CCyC recepta uno de los efectos o consecuencias
jurídicas que lo diferencian de manera sustancial de la filiación por naturaleza: la imposibilidad de
impugnar la filiación derivada de dicha voluntad procreacional debidamente exteriorizada
(consentimiento informado, libre y formal).

ARTÍCULO 578.- Consecuencia de la regla general de doble vínculo filial. Si se reclama una filiación
que importa dejar sin efecto una anteriormente establecida, debe previa o simultáneamente, ejercerse la
correspondiente acción de impugnación

Principio o máxima del derecho filial: nadie puede tener más de dos vínculos filiales, cualquiera
sea la conformación de estos vínculos (maternos y/o paternos)

Una de las consecuencias del máximo de vínculos filiales reside en la imposibilidad de que se
pueda proceder a reconocer a una persona o plantear una acción de reclamación si esa persona ya
ostenta un doble vínculo filial. Se trata de una regla de orden público que prima sobre la autonomía de
la voluntad y el posible deseo de tres personas de co-criar a un niño y tener —los tres— un vínculo filial
con esa persona.

CASO HIPOTÉTICO: en el marco de un matrimonio integrado por dos mujeres, una de ellas tiene
relaciones sexuales con un hombre. Por aplicación del principio legal de presunción de conyugalidad que
establece el art. 566 CCyC, el niño que nace de ese matrimonio tiene vínculo con ambas mujeres, es
decir, estaríamos frente a un caso de comaternidad: con quien da a luz, por presunción legal de la
maternidad que prevé el art. 565 CCyC, y con la cónyuge de esta mujer, por la mencionada presunción
legal que se deriva del matrimonio y la consecuente voluntad de formar una familia que se deriva del
matrimonio. ¿Qué podría hacer el hombre, con quien tuvo relaciones sexuales la mujer que está casada
con otra mujer? Como en el caso anterior, que compromete a un matrimonio conformado por dos
personas de diverso sexo: impugnar la filiación de la cónyuge para después proceder a obtener el
correspondiente emplazamiento a través de la figura del reconocimiento.

ARTÍCULO 581.- Competencia. Cuando las acciones de filiación sean ejercidas por personas
menores de edad o con capacidad restringida, es competente el juez del lugar donde el actor tiene su
centro de vida o el del domicilio del demandado, a elección del actor.

El CCyC forma parte de un contexto normativo más amplio conviviendo con otras legislaciones
como, la ley 26.061. Esta normativa se preocupa de manera precisa por el tema de la competencia para
la resolución de conflictos jurídicos que involucra a niños y adolescentes, siendo la noción de “centro de
vida” un concepto central y determinante. el art. 3º de la mencionada ley, define qué se entiende por el
“interés superior del niño”, y expresa en el último inciso, el f: “Se entiende por centro de vida el lugar
donde las niñas, niños y adolescentes hubiesen transcurrido en condiciones legítimas la mayor parte de
su existencia. Este principio rige en materia de patria potestad, pautas a las que se ajustarán el ejercicio
de la misma, filiación, restitución del niño, la niña o el adolescente, adopción, emancipación y toda

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circunstancia vinculada a las anteriores cualquiera sea el ámbito donde deba desempeñarse” y agrega
que “Cuando exista conflicto entre los derechos e intereses de las niñas, niños y adolescentes frente a
otros derechos e intereses igualmente legítimos, prevalecerán los primeros”.

2. MEDIOS DE PRUEBA. PRESUNCIONES LEGALES QUE ADMITEN PRUEBA EN CONTRARIO: A)


CONVIVENCIA DE LOS PROGENITORES Y B) POSESIÓN DE ESTADO. LAS PRUEBAS BIOLÓGICAS EN LOS
JUICIOS DE FILIACIÓN. ANTECEDENTES LEGISLATIVOS, POSICIONES DOCTRINARIAS Y JURISPRUDENCIA.
DIFERENCIAS ENTRE PRESUNCIÓN LEGAL, INDICIO GRAVE, INDICIO. RELACIÓN CON EL DERECHO A LA
IDENTIDAD BIOLÓGICA: LA TOMA COMPULSIVA DE MUESTRAS. POSICIÓN DEL CÓDIGO CIVIL Y
COMERCIAL. PRUEBA GENÉTICA POST MORTEM. CUESTIONES CONEXAS: ALIMENTOS PROVISORIOS,
DAÑOS Y PERJUICIOS, PETICIÓN DE HERENCIA.

ARTÍCULO 585.- Convivencia. La convivencia de la madre durante la época de la concepción hace


presumir el vínculo filial a favor de su conviviente, excepto oposición fundada.

“El concubinato de la madre con el presunto padre durante la época de la concepción hará
presumir su paternidad, salvo prueba en contrario”. Es sabido que esta presunción tiene un peso relativo
a la luz de la fuerza y valor que ostenta la prueba de ADN; sin embargo, como tal probatio probatisima
puede no estar, el CC mantiene la convivencia como un elemento de interés a ser tenido en cuenta en
un proceso judicial en el que se pretende demostrar el lazo filial entre dos personas. Se trata, al igual
que la posesión de estado, de situaciones fácticas que deben ser probadas mediante cualquier medio.

Una pareja del mismo sexo —sea casada o no— puede acceder a la paternidad/maternidad
mediante el uso de las técnicas de reproducción humana asistida, que se rigen por otras reglas. En este
marco, ni la posesión de estado, ni la convivencia son elementos relevantes, sino la reiterada voluntad
procreacional, debidamente explicitada a través del consentimiento previo, informado y libre (arts. 560
y 561 CCyC).

ARTÍCULO 584.- Posesión de estado. La posesión de estado debidamente acreditada en juicio tiene
el mismo valor que el reconocimiento, siempre que no sea desvirtuada por prueba en contrario sobre el
nexo genético

La acreditación de la posesión de estado en un juicio donde se disputa la filiación de una persona


será siempre una cuestión de prueba porque, de por sí, todo lo que es “fáctico” o de “hecho” —como la
posesión de hecho, la separación de hecho, la guarda de hecho o la llamada unión de hecho—, al ser
conductas, comportamientos o lazos que se entretejen en la realidad con independencia de la ley,
deben someterse a la interpretación y consideración de una autoridad. La valoración de si hay o no
posesión de estado está a cargo del juez porque se trata de verificar situaciones fácticas. Ahora bien,
una vez verificada esa realidad, la ley le otorga un valor de peso, es decir, igual que el reconocimiento
que produce el emplazamiento filial por sentencia judicial.

Es sabido el rol que ostenta la prueba genética en los procesos de filiación. Tanto el sometimiento,
realización y resultado de la prueba de ADN como, en definitiva, su negativa a tal prueba han sido los
dos ejes centrales en materia probatoria en este tipo de juicios, por lo cual la importancia práctica de la
posesión de estado como de la convivencia, por sí solos, se ha diluido. Esta es una de las principales
razones por las cuales el CCyC se detiene en la regulación de la prueba principal (la genética, sea que el
presunto demandado esté vivo o haya fallecido) y de qué sucede ante su negativa, y no de las pruebas
como la posesión de estado, la convivencia o la pluralidad de convivencias.

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ARTÍCULO 579.- Prueba genética. En las acciones de filiación se admiten toda clase de pruebas,
incluidas las genéticas, que pueden ser decretadas de oficio o a petición de parte.

Ante la imposibilidad de efectuar la prueba genética a alguna de las partes, los estudios se pueden
realizar con material genético de los parientes por naturaleza hasta el segundo grado; debe priorizarse a
los más próximos.

Si ninguna de estas alternativas es posible, el juez valora la negativa como indicio grave contrario a
la posición del renuente.

- Las pruebas biológicas no son solo las de ADN, sin que también hay otras como las pruebas de
compatibilidad inmunológica o el sistema de HLA

El CCyC se hace eco de este desarrollo científico y, por lo tanto, no alude de manera general a las
“pruebas biológicas”, sino que se refiere y valoriza una en particular: la prueba genética y, dentro de
ella, la prueba de ADN. Banco Nacional de Datos Genéticos: muestras hemáticas; 2. hisopados bucales;
3. material cadavérico; 4. evidencias obtenidas a partir de los allanamientos, requisas u otros actos
celebrados por orden judicial, ya sea material orgánico u objetos; 5. ADN extraído.

Las normas del CCyC dedicadas a las pruebas en los procesos de filiación, se puede observar el
siguiente orden de prelación:

a. prueba genética sobre el presunto padre;

b. prueba genética sobre parientes;

c. negativa a someterse a la prueba genética y

d. otros medios de prueba (convivencia durante la concepción, posesión de estado, etc.).

Cabe destacar que las pruebas mencionadas en los puntos b), c) y d) no se superponen, sino que
se pueden complementar.

¿En qué se funda esta jerarquía? En el principal derecho humano involucrado en el campo de la
filiación: el derecho a la identidad. La alta probabilidad de paternidad que arroja la prueba de ADN es el
fundamento básico que le da la fuerza que esta prueba ostenta en los juicios de filiación. A tal punto que
la negativa a su realización constituye un indicio grave y no un simple indicio

Para que la prueba de ADN tenga el alto valor de certeza que gira en torno a esta prueba, se debe
tratar de vínculos de parentesco generados en el marco de la filiación por naturaleza o biológica, no así
por TRHA con material de tercero o por adopción; ello porque, justamente, el elemento central en esta
prueba consiste en la verificación del lazo genético entre dos personas.

Se encuentra involucrado, de manera directa, el derecho a la identidad; el derecho a la verdad


biológica, es decir, a que se construya la identidad sobre la base de la certeza acerca de los lazos
biológicos o “de sangre”

¿Cuál es la diferencia entre indicio a secas e indicio grave? tanto el indicio como la presunción
son posturas que no logran llegar a la verdad sobre el lazo biológico, sino que extraen determinadas

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consecuencias jurídicas de un determinado comportamiento —como lo es la negativa a someterse a la
prueba de ADN—.

El indicio implica que, amén de la negativa, debe complementarse esa situación con alguna otra
prueba. La presunción, no: es decir, se carece de ese requisito extra.

Que la negativa sea un “indicio grave” significa que no se necesita, de manera obligatoria o como
requisito sine qua non, otra prueba para hacer que tal conducta renuente tenga fuerza y que, por ende,
se pueda hacer lugar a la acción de reclamación de la filiación (postura semejante a la presunción). No
obstante, si se cuenta con prueba hábil para fortalecer la negativa —y, en definitiva, acercarse a la
verdad biológica—, ella deba ser incorporada al proceso (postura semejante, o que tiene algún
elemento, a la del indicio).

El valor de la prueba genética sobre parientes Esta previsión relativa a la prueba de ADN por
parte de los parientes debe valorarse de manera especial; aquella prueba realizada sobre ambos
progenitores del presunto padre (abuelos paternos): según entiende el CCyC es esta la prueba genética
que tiene fuerza por el alto índice de compatibilidad.

ARTÍCULO 580.- Prueba genética post mortem. En caso de fallecimiento del presunto padre, la
prueba puede realizarse sobre material genético de los dos progenitores naturales de éste.

Ante la negativa o imposibilidad de uno de ellos, puede autorizarse la exhumación del cadáver.

El juez puede optar entre estas posibilidades según las circunstancias del caso.

Si los progenitores naturales del presunto padre —es decir, aquel con quien lo une una filiación
biológica— aceptan someterse a la prueba genética, se evitaría tener que apelar a una prueba más
compleja, como lo es la de ADN sobre material cadavérico. Como las circunstancias de la exhumación
pueden ser diversas —tiempo acontecido desde la muerte del presunto padre, grado de descomposición
del cadáver o que el cuerpo se encuentre conjuntamente con otros cuerpos, se delega en el juez, como
conductor del proceso, la facultad de decidir entre la extracción de material cadavérico o la prueba
genética sobre los parientes por naturaleza del alegado padre.

Pesa sobre los herederos qué actitud adoptan al respecto, sabiendo que la actitud negativa a
esclarecer la verdad biológica estando ello a su alcance —por ejemplo, prestándose a la realización de la
prueba si son parientes hasta el segundo grado— constituye una conducta a ser evaluada, de mínima,
como un indicio grave (y no un mero indicio).

Lo más importante y beneficioso de lograr es que determinados parientes se presten a la


realización de la prueba genética, la que realmente tiene un alto valor probatorio y conduce a la
búsqueda de la verdad biológica. Ello solo se logra y tiene fundamento científico si se lleva adelante
sobre los parientes hasta el segundo grado. Fuera o más allá de este vínculo de parentesco, la prueba
genética pierde fuerza y, por ello, resulta más certero que se realice sobre material cadavérico que
sobre otros parientes por fuera del grado que indica la norma.

En definitiva, el régimen legal que se prevé en torno a la prueba genética en los procesos de
filiación es la siguiente: “a) si el presunto padre vive, pero se opone, esa negativa funciona como un
indicio grave; b) si el presunto padre vive, pero resulta imposible producir la prueba (por ejemplo, está
rebelde, no se lo puede encontrar) la prueba puede realizarse sobre material genético de los parientes

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del demandado hasta el segundo grado; c) si el presunto padre no vive, puede practicarse sobre material
genético de los padres del demandado; d) si éstos se oponen o no existen, se puede autorizar la
exhumación del cadáver”.

ARTÍCULO 586.- Alimentos provisorios. Durante el proceso de reclamación de la filiación o incluso


antes de su inicio, el juez puede fijar alimentos provisorios contra el presunto progenitor, de conformidad
a lo establecido en el Título VII del Libro Segundo.

Esta normativa es una clara muestra de cómo se materializa el “interés superior del niño” en la
legislación civil. Siempre que la petición lo sea de manera concomitante con el reclamo judicial sobre el
vínculo filial, por aplicación del principio de protección al más vulnerable, conjuntamente con el interés
superior del niño

Sucede que los alimentos satisfacen un derecho humano; de allí, su especial atención y
facilitación. En este contexto, se advierte que el derecho alimentario interacciona de manera directa con
el derecho a la dignidad y a la calidad de vida.

Se debe demostrar el requisito de toda medida provisoria: la verosimilitud del derecho.

ARTÍCULO 587.- Reparación del daño causado. El daño causado al hijo por la falta de
reconocimiento es reparable, reunidos los requisitos previstos en el Capítulo 1 del Título V de Libro
Tercero de este Código.

Un lapso único de cinco años, sea que el daño se produzca en la órbita contractual o en el
extracontractual (conf. art. 2560 CCyC).

3. ACCIONES DE RECLAMACIÓN DE LA FILIACIÓN. LEGITIMACIÓN ACTIVA Y PASIVA. FUNCIÓN DE


LOS ORGANISMOS DEL ESTADO PARA PROCURAR EL EMPLAZAMIENTO FILIATORIO. CADUCIDAD.
CÓMPUTO DEL PLAZO. PRUEBA: REMISIÓN. SENTENCIA.

ARTÍCULO 585.- Convivencia. La convivencia de la madre durante la época de la concepción hace


presumir el vínculo filial a favor de su conviviente, excepto oposición fundada.

“El concubinato de la madre con el presunto padre durante la época de la concepción hará
presumir su paternidad, salvo prueba en contrario”. Es sabido que esta presunción tiene un peso relativo
a la luz de la fuerza y valor que ostenta la prueba de ADN; sin embargo, como tal probatio probatisima
puede no estar, el CC mantiene la convivencia como un elemento de interés a ser tenido en cuenta en
un proceso judicial en el que se pretende demostrar el lazo filial entre dos personas. Se trata, al igual
que la posesión de estado, de situaciones fácticas que deben ser probadas mediante cualquier medio.

Una pareja del mismo sexo —sea casada o no— puede acceder a la paternidad/maternidad
mediante el uso de las técnicas de reproducción humana asistida, que se rigen por otras reglas. En este
marco, ni la posesión de estado, ni la convivencia son elementos relevantes, sino la reiterada voluntad
procreacional, debidamente explicitada a través del consentimiento previo, informado y libre (arts. 560
y 561 CCyC).

ARTÍCULO 584.- Posesión de estado. La posesión de estado debidamente acreditada en juicio tiene
el mismo valor que el reconocimiento, siempre que no sea desvirtuada por prueba en contrario sobre el
nexo genético

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La acreditación de la posesión de estado en un juicio donde se disputa la filiación de una persona
será siempre una cuestión de prueba porque, de por sí, todo lo que es “fáctico” o de “hecho” —como la
posesión de hecho, la separación de hecho, la guarda de hecho o la llamada unión de hecho—, al ser
conductas, comportamientos o lazos que se entretejen en la realidad con independencia de la ley,
deben someterse a la interpretación y consideración de una autoridad. La valoración de si hay o no
posesión de estado está a cargo del juez porque se trata de verificar situaciones fácticas. Ahora bien,
una vez verificada esa realidad, la ley le otorga un valor de peso, es decir, igual que el reconocimiento
que produce el emplazamiento filial por sentencia judicial.

Es sabido el rol que ostenta la prueba genética en los procesos de filiación. Tanto el sometimiento,
realización y resultado de la prueba de ADN como, en definitiva, su negativa a tal prueba han sido los
dos ejes centrales en materia probatoria en este tipo de juicios, por lo cual la importancia práctica de la
posesión de estado como de la convivencia, por sí solos, se ha diluido. Esta es una de las principales
razones por las cuales el CCyC se detiene en la regulación de la prueba principal (la genética, sea que el
presunto demandado esté vivo o haya fallecido) y de qué sucede ante su negativa, y no de las pruebas
como la posesión de estado, la convivencia o la pluralidad de convivencias.

ARTÍCULO 582.- Reglas generales. El hijo puede reclamar su filiación matrimonial contra sus
progenitores si no resulta de la inscripción en el Registro del Estado Civil y Capacidad de las Personas. La
acción debe entablarse contra los cónyuges conjuntamente.

El hijo también puede reclamar su filiación extramatrimonial contra quienes considere sus
progenitores.

En caso de haber fallecido alguno de los progenitores, la acción se dirige contra sus herederos.

Estas acciones pueden ser promovidas por el hijo en todo tiempo. Sus herederos pueden continuar
la acción iniciada por él o entablarla si el hijo hubiese muerto en la menor edad o siendo persona
incapaz. Si el hijo fallece antes de transcurrir un año computado desde que alcanzó la mayor edad o la
plena capacidad, o durante el primer año siguiente al descubrimiento de las pruebas en que se haya de
fundar la demanda, su acción corresponde a sus herederos por todo el tiempo que falte para completar
dichos plazos.

Esta disposición no se aplica en los supuestos de técnicas de reproducción humana asistida cuando
haya mediado consentimiento previo, informado y libre, con independencia de quienes hayan aportado
los gametos.

Cuando se reclama la filiación matrimonial se trata de un supuesto de legitimación pasiva


necesaria, destacándose que debe hacérselo “conjuntamente”. Esto se funda en la presunción legal de
filiación del cónyuge de quien da a luz, por lo cual, si se demanda la filiación de una mujer y esta se
encuentra casada —ya sea con una persona de igual o diverso sexo— se debe demandar a ambos —o
sea, a los integrantes del matrimonio—. Ello, porque si se hace lugar al reclamo contra quien dio a luz,
automáticamente opera la presunción legal prevista tanto en el art. 566 CCyC (presunción de filiación).
Esto no acontece cuando el reclamo es en el ámbito de la filiación extramatrimonial. En ese caso el
reclamo es individual.

Cuando se trata de la filiación matrimonial, la acción se debe dirigir contra los herederos de ambos
presuntos progenitores, si es que los dos fallecieron, sino contra el sobreviviente y herederos del otro;

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en cambio, se debe deducir contra los herederos del presunto progenitor difunto de manera individual
cuando se trata de una filiación extramatrimonial.

- La incaducidad de las acciones de filiación para el hijo y, por el contrario, la caducidad para el
resto de los legitimados activos. el hijo puede “en todo tiempo” iniciar las acciones de filiación, sean de
reclamación, como se dice en el articulado en análisis, como así también las de impugnación

Si quien fallece es el hijo, y la posibilidad expresa de que sus herederos puedan continuar la acción
iniciada en vida del hijo o de que, si se produjo su deceso y el hijo no entabló la acción, los herederos la
puedan iniciar. En este supuesto especial que involucra a los herederos del hijo como legitimados
activos, el CCyC mantiene la triple posibilidad:
a. que los herederos continúen la acción iniciada por el hijo y que, como falleció durante el
proceso, no pudo culminar;
b. que los herederos inicien la acción si el hijo fallece siendo menor de edad —18 años— o siendo
incapaz; y
c. que los herederos inicien la acción si el hijo muere antes de que haya transcurrido un año desde:
• Que aquel alcanzó la mayoría de edad;
• La plena capacidad;
• El año siguiente al descubrimiento de las pruebas en que se haya de fundar la demanda; en
todos estos casos, en el tiempo que falte para completar el plazo anual.

ARTÍCULO 583.- Reclamación en los supuestos de filiación en los que está determinada solo la
maternidad. En todos los casos en que un niño o niña aparezca inscripto sólo con filiación materna, el
Registro Civil debe comunicar al Ministerio Público, el cual debe procurar la determinación de la
paternidad y el reconocimiento del hijo por el presunto padre. A estos fines, se debe instar a la madre a
suministrar el nombre del presunto padre y toda información que contribuya a su individualización y
paradero. La declaración sobre la identidad del presunto padre debe hacerse bajo juramento;
previamente se hace saber a la madre las consecuencias jurídicas que se derivan de una manifestación
falsa.

Antes de remitir la comunicación al Ministerio Público, el jefe u oficial del Registro Civil debe citar a
la madre e informarle sobre los derechos del niño y los correlativos deberes maternos, de conformidad
con lo dispuesto en la ley especial. Cumplida esta etapa, las actuaciones se remiten al Ministerio Público
para promover acción judicial.

Se trata de un régimen especial que adopta la legislación civil de fondo a los fines de dar
cumplimiento al derecho de todo niño a tener doble vínculo filial, con las consecuencias beneficiosas
que sederivan de tal emplazamiento dual.

La actuación del Ministerio Público puede ser complementaria (cuando la madre en


representación de su hijo inicia la acción de reclamación de la paternidad extramatrimonial) o principal
(ante la ausencia de tal inicio por parte de la madre o representante legal del niño). Además, regula un
proceso previo de carácter administrativo o extrajudicial que no es el supuesto que prevé de manera
general el art. 103 CCyC —de ausencia, carencia o inacción ante el compromiso concreto de derechos
económicos, sociales y culturales—; sino un supuesto especial: lograr que el presunto progenitor
proceda a reconocer a su hijo.

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4. ACCIONES DE IMPUGNACIÓN DE FILIACIÓN. PRINCIPIO DE ESTABILIDAD DE LAS FILIACIONES,
EL DERECHO A LA IDENTIDAD (ESTÁTICO Y DINÁMICO) Y EL PRINCIPIO DEL INTERÉS SUPERIOR DEL
NIÑO. IMPUGNACIÓN DE LA MATERNIDAD. IMPUGNACIÓN DE LA FILIACIÓN PRESUMIDA POR LA LEY.
LEGITIMACIÓN ACTIVA. CADUCIDAD: CÓMPUTO DEL PLAZO. ANTECEDENTES Y DISCUSIONES
RESPECTO A LA CONSTITUCIONALIDAD DEL SISTEMA DEL CÓDIGO CIVIL. ACCIÓN DE NEGACIÓN DE
FILIACIÓN PRESUNTA E IMPUGNACIÓN PREVENTIVA: SUPUESTOS Y DIFERENCIAS. LEGITIMACIÓN Y
CADUCIDAD. ACCIÓN DE IMPUGNACIÓN DEL RECONOCIMIENTO: REQUISITOS. LEGITIMACIÓN ACTIVA.
CADUCIDAD DE LA ACCIÓN: PRESUPUESTOS. ACCIÓN DE NULIDAD DEL RECONOCIMIENTO.

ARTÍCULO 588.- Impugnación de la maternidad. En los supuestos de determinación de la


maternidad de conformidad con lo dispuesto en el artículo 565, el vínculo filial puede ser impugnado por
no ser la mujer la madre del hijo que pasa por suyo. Esta acción de impugnación puede ser interpuesta
por el hijo, la madre, el o la cónyuge y todo tercero que invoque un interés legítimo.

La acción caduca si transcurre un año desde la inscripción del nacimiento o desde que se conoció la
sustitución o incertidumbre sobre la identidad del hijo. El hijo puede iniciar la acción en cualquier tiempo.

En los supuestos de filiación por técnicas de reproducción humana asistida la falta de vínculo
genético no puede invocarse para impugnar la maternidad, si ha mediado consentimiento previo,
informado y libre.

La impugnación de la maternidad se centra o se genera por “no ser la mujer la madre del hijo que
pasa por suyo”, siendo una acción única o la misma, sea que la persona que dio a luz esté o no casada.
Es decir, así como la determinación de la maternidad es única, se trate de una filiación matrimonial o
extramatrimonial, lo mismo sucede con su contracara, la acción de impugnación.

Todos los legitimados, menos el propio hijo, están habilitados a plantear la impugnación de la
maternidad dentro de un determinado lapso temporal: un año; que comienza a correr desde la
inscripción de nacimiento o, en su defecto, desde que se tuvo conocimiento sobre la sustitución o
incertidumbre en torno al lazo biológico entre quien dio a luz y el niño cuya filiación quedó determinada.

ARTÍCULO 589.- Impugnación de la filiación presumida por la ley. El o la cónyuge de quien da a luz
puede impugnar el vínculo filial de los hijos nacidos durante el matrimonio o dentro de los trescientos
días siguientes a la interposición de la demanda de divorcio o nulidad, de la separación de hecho o de la
muerte, mediante la alegación de no poder ser el progenitor, o que la filiación presumida por la ley no
debe ser razonablemente mantenida de conformidad con las pruebas que la contradicen o en el interés
del niño. Para acreditar esa circunstancia puede valerse de todo medio de prueba, pero no es suficiente
la sola declaración de quien dio a luz.

Esta disposición no se aplica en los supuestos de técnicas de reproducción humana asistida cuando
haya mediado consentimiento previo, informado y libre, con independencia de quienes hayan aportado
los gametos.

¿En qué supuestos opera esta acción? En el de todos los niños nacidos en un matrimonio, y dentro
de los 300 días de la interposición de la demanda de divorcio de nulidad, de la separación de hecho o
muerte de alguno de los miembros de la pareja conyugal. ¿Cuál es el objetivo? Desplazar o desvirtuar la
determinación legal que se deriva de la presunción de filiación del o la cónyuge, derivada del
matrimonio que prevé el mencionado art. 566 CCyC. ¿Cómo se debe probar? Alegando que el cónyuge

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no puede ser el progenitor, o que la filiación presumida por ley no debe ser razonablemente mantenida
de conformidad con las pruebas que la contradigan o en el interés superior del niño.

La gran mayoría de los casos en los cuales se van a plantear la impugnación de la filiación
presumida por ley lo será en el marco de matrimonio conformados por parejas integrada por personas
de diferente sexo, lo cierto es que, por aplicación del reiterado principio de igualdad y no discriminación,
la normativa no puede ni debe estar cerrada a las parejas del mismo sexo. ¿Por qué en la gran mayoría
de los casos este tipo de planteos judiciales va a ocurrir en el contexto de un matrimonio integrado por
personas de diverso sexo? Porque, para alcanzar la maternidad, los matrimonios conformados por dos
personas del mismo sexo —en especial, por dos mujeres— deben someterse al uso de las técnicas de
reproducción humana asistida y, por ello, son otras las normas y reglas que rigen esta otra causa fuente
filial.

ARTÍCULO 590.- Impugnación de la filiación presumida por ley. Legitimación y caducidad. La acción
de impugnación de la filiación del o la cónyuge de quien da a luz puede ser ejercida por éste o ésta, por el
hijo, por la madre y por cualquier tercero que invoque un interés legítimo.

El hijo puede iniciar la acción en cualquier tiempo. Para los demás legitimados, la acción caduca si
transcurre un año desde la inscripción del nacimiento o desde que se tuvo conocimiento de que el niño
podría no ser hijo de quien la ley lo presume.

En caso de fallecimiento del legitimado activo, sus herederos pueden impugnar la filiación si el
deceso se produjo antes de transcurrir el término de caducidad establecido en este artículo. En este caso,
la acción caduca para ellos una vez cumplido el plazo que comenzó a correr en vida del legitimado.

El CCyC recepta una legitimación amplia, ya que legitima a la madre, al presunto padre biológico y
“a cualquier tercero que invoque un interés legítimo”, pero sin perder de vista algunos argumentos u
observaciones que esgrime la postura ecléctica en la compleja tensión entre identidad estática y
dinámica, teniéndose en cuenta que, ante determinada situación fáctica, prime la identidad dinámica
sobre la estática como lo destaca y defiende la postura ecléctica. Esto se deriva de lo que expresa el art.
589 CCyC, que se refiere también a la acción de impugnación de la filiación presumida por ley; esta
acción es viable cuando la determinación que establece el art. 566 CCyC no deba ser “razonablemente
mantenida”, ya sea por “las pruebas que la contradicen o en el interés del niño”.

Desde cuándo comienza a correr el plazo de caducidad: desde que se tiene conocimiento de que
se puede no ser el progenitor biológico, más allá de que sea igual para todas las acciones.

El CCyC introduce las modificaciones pertinentes para que el nuevo régimen jurídico sea
compatible con la obligada perspectiva constitucional-internacional.

Ellas son las siguientes:

a. se mantiene la figura de la caducidad para todos los legitimados activos —que, tras la reforma,
se ve ampliada—, salvo para el hijo cuyas acciones de filiación son incaducables;

b. se unifican los plazos en un año para todas las acciones de filiación; y

c. se modifica el modo o desde cuándo comienza a correr el plazo: desde que se tomó
conocimiento de que se puede no ser el progenitor biológico, siendo impertinente que el plazo

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comience a transitar a espaldas o sin conocimiento por parte del interesado, más allá de que para el hijo
no caduque.

ARTÍCULO 591.- Acción de negación de filiación presumida por la ley. El o la cónyuge de la mujer
que da a luz puede negar judicialmente el vínculo filial del hijo nacido dentro de los ciento ochenta días
siguientes a la celebración del matrimonio. La acción caduca si transcurre un año desde la inscripción del
nacimiento o desde que se tuvo conocimiento de que el niño podría no ser hijo de quien la ley lo
presume.

Si se prueba que él o la cónyuge tenía conocimiento del embarazo de su mujer al tiempo de la


celebración del matrimonio o hubo posesión de estado de hijo, la negación debe ser desestimada. Queda
a salvo, en todo caso, la acción de impugnación de la filiación que autorizan los artículos anteriores.

Esta disposición no se aplica en los supuestos de técnicas de reproducción humana asistida cuando
haya mediado consentimiento previo, informado y libre, con independencia de quienes hayan aportado
los gametos.

La acción de negación de la filiación matrimonial se relaciona con la determinación legal de tal


filiación. De este modo, es sabido que la presunción legal opera dentro de los 300 días de acontecidos
ciertos y determinados hechos jurídicos (interposición de la demanda de divorcio o nulidad) o fácticos
(separación de hecho o fallecimiento). Ahora

Aquellos niños nacidos en el marco de un matrimonio, pero cuyo nacimiento se produjo dentro de
los 180 días posteriores a la celebración de las nupcias, el cónyuge presumido progenitor por ley puede
incoar la acción de negación del vínculo filial determinado en virtud de lo dispuesto en el art. 566 CCyC.
¿Qué se debe probar a los fines de hacerse lugar a la acción de desplazamiento? La falta de nexo
biológico.

Obstan el desarrollo de esta acción si se acredita y prueba que él o la cónyuge de quien da a luz
(progenitor por presunción legal) tenía conocimiento del embarazo de la mujer al tiempo de la
celebración del matrimonio o la existencia de posesión de estado de hijo. Si se da alguna de estas dos
situaciones, la ley impide el progreso de la acción de negación, sin perjuicio de quedar abierta la
posibilidad de incoar la acción de impugnación

El plazo de caducidad es de un año. Comienza a correr desde la inscripción del nacimiento o desde
que se tuvo conocimiento de que el niño podría no ser hijo de quien la ley presume.

ARTÍCULO 592.- Impugnación preventiva de la filiación presumida por la ley. Aun antes del
nacimiento del hijo, el o la cónyuge pueden impugnar preventivamente la filiación de la persona por
nacer.

Esta acción puede ser ejercida, además, por la madre y por cualquier tercero que invoque un
interés legítimo.

La inscripción del nacimiento posterior no hace presumir la filiación del cónyuge de quien da a luz si
la acción es acogida.

Esta disposición no se aplica en los supuestos de técnicas de reproducción humana asistida cuando
haya mediado consentimiento previo, informado y libre, con independencia de quienes hayan aportado
los gametos.
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Es otro supuesto excepcional, y que opera en un campo temporal más o menos breve y también
determinado. La acción preventiva tiene por finalidad impedir que el niño que nace dentro de un
matrimonio sea inscripto como hijo de quien ha celebrado nupcias con quien dio a luz. En otras
palabras, por aplicación de lo previsto en el art. 566 CCyC, para los hijos nacidos dentro de un
matrimonio, se presume la filiación con el cónyuge de quien dio a luz. ¿Cómo evitar esta presunción
legal a favor del cónyuge? Mediante una sentencia favorable dictada en el marco de un proceso de
impugnación preventiva de la filiación presumida por la ley.

Al plazo anual que el CC preveía para las acciones de impugnación si se trataba de la filiación
matrimonial, es mantenido; solo que antes era solo para la filiación matrimonial y ahora lo es para todas
las acciones filiales.

En materia de legitimación activa, se extiende la habilitación para incoar la acción preventiva,


además de al cónyuge, a la madre y a cualquier tercero con interés legítimo.

ARTÍCULO 593.- Impugnación del reconocimiento. El reconocimiento de los hijos nacidos fuera del
matrimonio puede ser impugnado por los propios hijos o por los terceros que invoquen un interés
legítimo. El hijo puede impugnar el reconocimiento en cualquier tiempo. Los demás interesados pueden
ejercer la acción dentro de un año de haber conocido el acto de reconocimiento o desde que se tuvo
conocimiento de que el niño podría no ser el hijo.

Esta disposición no se aplica en los supuestos de técnicas de reproducción humana asistida cuando
haya mediado consentimiento previo, informado y libre, con independencia de quienes hayan aportado
los gametos.

En cuanto el principio del interés superior del niño, sabido que se trata de un principio rector o
columna vertebral en todo conflicto que involucra a niños y adolescentes.

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