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TRABAJO SOCIAL
SEPTIEMBRE DE 2023
Introducción:
Hoy la noción de estereotipos de género está articulada con la noción de identidad de género la
cual considera a las mujeres débiles e inferiores al hombre son creencias que tienen el propósito
de adoctrinar a los miembros de una sociedad acerca de la forma en que mujeres y hombres
piensan sienten y se comportan en consecuencia llegamos a internalizar normalizar creer y actuar
con base en estos estereotipos en las prácticas cotidianas se espera que los hombres sean lógicos
independientes valientes con cualidades que le son inculcadas desde la infancia mientras que las
mujeres se consideran ilógicas pasivas temerosas afectivas y preocupadas por los asuntos
domésticos tradicionalmente el lugar natural de las mujeres ese lugar y allí deben permanecer
para cuidar de los hijos y la casa en consecuencia las mujeres ven reducidas sus oportunidades
laborales con respecto a los hombres y si acceden al mercado laboral lo harán con
responsabilidad de salarios y cargos menores
El machismo es una condición social que ha dominado en varias regiones del mundo, incluyendo
a la colombiana, esto debido a aspectos culturales que han marcado la historia, sobre todo por las
luchas y guerras que se han suscitado, así como el rol del hombre como el proveedor del hogar y
la autoproclamación de ser el líder de su familia.
El origen del machismo surge en la cultura patriarcal del dominio del hombre y la subordinación
de las mujeres, tanto en lugares urbanos y rurales, sin distinguir rango o posición social. Parte de
la jerarquización cultural y social de las características masculinas sobre las femeninas en lo
físico y psicológico. Existe una desvalorización de las capacidades de la mujer, desembocando
en actos discriminatorios hacia ellas en lo social, laboral y jurídico. El hombre suele acudir al
rigor de la fuerza para fijar límites
Analice los patrones socioculturales que han condicionado las características de los géneros
masculino y femenino en Colombia.
En la actualidad se evidencia que desde la niñez los padres de familia asignan diferentes
actividades para niños y niñas que van desde su forma de vestir hasta los juegos que puede
establecerse dependiendo de su sexo, lo que crea una brecha enorme porque en sí son las mujeres
las principales fuentes de enseñanza de los hijos sin menos acabar la responsabilidades de los
padres, sin embargo las madres educan a las niñas como personas frágiles y con actividades de
menor peso que los niños, mientras tanto en los varones lo que hacen es inducir un carácter
fuerte, con ideas claramente machistas por lo que a través del tiempo estas se incorporan a su
vida cotidiana transformándose en estereotipos, actitudes y creencias que se van trasmitiendo.
Una de las causas frecuentes por las que las mujeres son víctimas de violencia son los patrones
culturales que se han trasmitido a lo largo de su vida en el que se minimiza el papel de la mujer y
prevalece la subordinación ante los hombres, como lo dice un estudio realizado en España al
hablar de los factores socioculturales: “Este tipo de violencia no es el resultado de casos
inexplicables de conducta desviada o patológica. Por el contrario, es una práctica aprendida,
consciente y orientada, producto de una organización social estructurada sobre la base de la
desigualdad entre hombres y mujeres” (Ruiz-Pérez, BlancoPrieto, y Vives-Cases, 2004)
Estos patrones de pensamientos que han trasmitidos de generación en generación donde la mujer
es la que debe realizar los quehaceres de la casa y si logra conseguir trabajo porque el marido le
permite trabajar entonces hay una sobre carga en cuanto al trabajo y el hogar y todo esto ha
repercutido de manera negativa para el desarrollo de las mujeres, pues en muchos casos, el
miedo a denunciar actos de violencia, las obliga a permanecer en situaciones de desventaja frente
a la pareja, la mayoría de las mujeres consideran que es su deber mantener la unidad familiar a
pesar de la violencia que ejercen contra ellas, otras naturalizan a la violencia como algo normal
de pareja y perduran años con su maltratador
Como resultado del machismo, ha surgido el movimiento feminista. El propósito del feminismo
es reivindicar los derechos de las mujeres en la sociedad, y erradicar las desigualdades entre
hombres y mujeres, pretendiendo abolir cualquier forma de discriminación en razón del género.
Las pretensiones del feminismo se enfocan en políticas que aborden todos los aspectos
relacionados con la discriminación y la violencia de género que siguen sufriendo las mujeres.
Esto es que la sociedad tenga equidad e igualdad, al existir una cantidad elevada de agresiones
hacia las mujeres, situación que no ha sido atendida eficazmente por el Estado y menos por parte
de la sociedad, lo que hace parte del machismo para las feministas.
Estos movimientos, se conciben entonces a los movimientos sociales como una conjunción entre
lo universal y lo particular. La reivindicación de intereses colectivos de la comunidad y a su vez
en el individuo, se concibe desde la sociología como movimientos organizacionales en lo
ideológico, lo cual está constantemente sujeto a cambios.
Los movimientos feministas en el país, como el de Viejas Verdes, Siete Polas y Estamos Listas,
entre otros impulsados también por la tecnología, avanzan en el único fin que las une a todas:
igualdad en lo político, social, sexual, educativo, económico y laboral.
Estos movimientos sociales van de la mano con los de la comunidad LGTBIQ+, ya que el hecho
de las protestas, marchas y desfiles referentes a los derechos humanos y el género visibilizan y
sensibilizan a una sociedad sumergida histórica y culturalmente en la religión católica la cual
tiene mal visto cualquier tipo de diferencias a las conservadoras.
Dicho esto, si relacionamos en la diversidad sexual que está conformada por las personas que no
encajan en los roles femenino o masculino que se transmiten como correctos en la sociedad. Se
puede representar la diversidad sexual a través de la comunidad LGBTI+ (lesbianas, gays,
bisexuales, transexuales, intersexuales, más), para esta comunidad y las mujeres han sido
discriminados, violentados y no se le ha garantizado sus derechos por el motivo de nuestra
cultura que parte desde los hogares, llenos de estereotipos, roles que lo único que hacen es
fomentar más violencia.
En los años 40 en Medellín, Colombia los movimientos sociales LGBTI iniciaron con el grupo
denominado “los felipitos”. En los años 70 con la iniciativa de León Zuleta surgieron varios
movimientos LGBTI con el fin de reivindicar lo que también estaba sucediendo en ese momento
en Norteamérica pues empezaba a visibilizarse la problemática de violencias de género.
Uno de los movimientos LGBTI más importantes se conoce como Colombia Diversa, la cual se
funda en año 2004 como un grupo de personas que se encaminan a trabajar por los derechos
humanos de la población LGBTI, integrado por profesionales de diversas áreas.
El cual incluso hoy en la actualidad Según Colombia Diversa, persisten las violaciones graves de
derechos humanos hacia las personas LGBT y la falta de debida diligencia del Estado, en este
apartado presentamos la situación actual de derechos humanos de las personas lesbianas, gay,
bisexuales y trans (LGBT) en Colombia. Los homicidios aumentan y la impunidad persiste, entre
2012 y 2015, fueron asesinadas 405 personas LGBT en el país. A pesar de la tendencia general
de reducción de homicidios en Colombia durante los últimos años, en 2015 registramos un
aumento de homicidios de personas LGBT en comparación de los años anteriores. Ese año,
fueron registrados 110 casos, en comparación de los 94 registrados en 2012, los 104 de 2013 y
los 97 de 2014. En este sentido, los homicidios han aumentado a pesar de los esfuerzos de la
Fiscalía, la Policía Nacional y Medicina Legal para investigar de manera más adecuada estos
crímenes, identificar a los responsables y sancionarlos.
Entre los autores del texto sugerido como según Tajfel y Turner (1986) conciben la identidad
como “aquellos aspectos de la propia imagen del individuo que se derivan de las categorías
sociales a las que percibe pertenecer” (p. 16). Así, al definirse como mujer u hombre las personas
apelan a su identidad social de género.
(Dovidio et al., 2003:813). Por ejemplo, uno de los estereotipos más extendido acerca de la
mujer es que son sumisas (Fiske et al., 2002); sin embargo, muchas mujeres no se ajustan a este
estereotipo (ej. aquellas que se desarrollan profesionalmente), entonces se construyen
subagrupamientos estereotípicos que penalizan la desviación del comportamiento esperado (ej.
descuidan a su familia). Tales subagrupamientos son funcionales ya que permiten explicar los
casos que no se ajustan a la categorización previa acerca de un grupo social.
Los roles sociales, junto con sus expectativas de logro, forman parte de los valores culturales e
influyen en el comportamiento de las personas (Geis, 1993). De esta manera, cuanto mayor es la
fortaleza de la estructura social y la aceptación de dichas expectativas, la ideología que mantiene
el sistema adquiere mayor consistencia.
Lo anteriormente mencionado da pie para hablar de este tema tan importante de género y
violencia por motivos de género, es necesaria la perspectiva de género en las acciones diarias
porque las desigualdades de género existen y pueden afectar a personas de diversas maneras, la
capacitación a los 3 poderes del estado y actuar en consecuencia para transformarlas y para el
diseño y ejecución de políticas públicas con perspectiva de género.
En estas mismas diferencias en cambio al hablar de género nos referimos a las características que
la sociedad asigna a hombres y mujeres no es algo con lo que no hacemos es una construcción
social que nos dice y enseña cómo debemos ser qué actividades debemos realizar que nos debe
gustar que debemos vestir decir y pensar en resumen que es y cómo ser masculino o femenina es
un poco como tener puesta una camisa de fuerza, y qué diferencias hay entre lo masculino y lo
femenino, lo femenino y lo masculino entonces son como etiquetas que la sociedad nos impone
al nacer que se consideran apropiadas y deseables para cada sexo y que nos diferencia desde que
somos niñas, niños, estas etiquetas o estereotipos de género nos hacen creer que tenemos
diferencias naturales en nuestro comportamiento o personalidad, por ejemplo que las mujeres son
delicadas y débiles o que no saben conducir autos o jugar fútbol, mientras que los hombres son
todo lo contrario fuertes ,valientes y saben todo sobre autos pero no es cierto, ser mujer no
significa ser débil y ser hombre tampoco significa ser valiente, estas etiquetas también nos dicen
que debemos cumplir un rol como mujeres y como hombres estos son los roles de género, el rol
femenino adecuado es la maternidad y crianza de los las hijas las tareas del hogar, dar sustento
emocional a la familia, en otras palabras dedicarse al trabajo reproductivo, adicionalmente
muchas tienen empleos remunerados y se les continúa haciendo responsables del cuidado del
hogar. es decir, se les asigna más carga de trabajo. encontraste el rol masculino es el de
proveedor ser el sustento económico de la familia y tener un trabajo remunerado a esto le
llamamos trabajo productivo. pero a ellos mayormente no se les hace responsables por el cuidado
del hogar y qué tienen de malo estas diferencias el problema está en que generalmente la
sociedad da mucho valor al rol masculino y minimiza lo femenino. esta diferencia pone a los
hombres en una posición de superioridad frente a las mujeres dando lugar a la discriminación
desigualdad y sobre coloca a los hombres en una posición de poder sobre las mujeres desde esta
posición de supuesta superioridad, los hombres creen tener el derecho de imponer sus gustos u
opiniones sobre las mujeres, ya que son más valiosos, a diario podemos escuchar frases como
anda cocinar y no opines yo gano el dinero y mando,, las mujeres deben cuidar a los hijos y no
trabajar sobre todo pueden creer tener el control sobre sus parejas, como visten a dónde salen,
sus amistades, el dinero que gasta, si puede trabajar fuera de casa o no, cuando las mujeres
quieren tomar sus propias decisiones con todo el derecho y no aceptan estas imposiciones la
violencia en el resultado un instrumento útil para mantener su superioridad sobre ella, más allá
de todo los roles de género nos ponen muchos límites sobre lo que queremos hacer en nuestras
vidas y es muy agotador tener que cumplir todas las exigencias de la sociedad y no poder ser
como realmente queremos ser, es muy común que si un hombre o una mujer quiere hacer algo
distinto al establecido sea juzgado o juzgada por las demás personas pero no tengamos miedo
seamos valientes y enfrentemos estos estereotipos rompamos los moldes y elijamos libremente lo
que queremos hacer es ir sentir y vivir
Conclusión:
Hoy en día se trata de entender que si los roles de género son socialmente construidos pueden ser
igualmente deconstruidos uno de los primeros pasos es cuestionar los estereotipos de género, en
la recreación de las representaciones mediáticas, se trata de crear nuevas representaciones en las
que las mujeres sean autónomas, fuertes e independientes, tanto en la esfera de lo público como
de lo privado, por ejemplo que mujeres atletas, altas ejecutivas se trata también de hacer nuevas
representaciones de hombres que consiguen y aceptan empleos por salarios menores, que se
desempeñan en roles masculinos no tradicionales como enfermería o prefieren quedarse en la
casa al cuidado de los hijos, hoy debemos señalar los roles de género cuando los identifiquemos
ya que al guardar silencio solamente estamos permitiendo que continúen presentes y
reproduciéndose en la vida cotidiana, cada uno de nosotros puede hacer la diferente, empezar con
nosotras mismas, no tenemos que encajar en los modelos dominantes, de mujer ideal,
exploremos nuestra propia identidad enseñemos a los niños y niñas que ellos también pueden
hacer la diferencia, los estereotipos de género están en todo lugar y reproducirlos puede tener
graves consecuencias en la reproducción de diferentes manifestaciones de la vida de género y
mantener relaciones inequitativas en nuestra familia y sociedad.
Referencias:
Bard, G. (2016). Culturas políticas. Resignificando la categoría desde una perspectiva de género.
Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales, 61(227), 137-166.
Etchezahar, E. (2014, noviembre). La construcción social del género desde la perspectiva de la
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Percepción y representación de la comunidad LGBTI en la sociedad Catalina Henríquez Vega
Javier Mauricio Díaz Mantilla, Universidad Autónoma de Bucaramanga,2019
Naciones Unidas, Situación de derechos humanos de las personas LGBT en Colombia, 2010-
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Naciones Unidas, Situación de derechos humanos de las personas LGBT en Colombia, 2010-
2015
Catalina Henríquez Vega, Javier Mauricio Díaz Mantilla, Proyecto de Grado-Percepciones-
LGBTI., Universidad Autónoma de Bucaramanga, 2019.
Tania Bolaños Enríquez, Ariel Charry Morales, prejuicios y homosexualidad, el largo camino
hacia la adopción homoparental. especial atención al caso colombiano,2018
Arias Retana, Ana Lucía (Autor, Autor/a), Vargas Villalobos, Yensi, Homosexualidad y
familia,2013
Hernando Muñoz Sánchez., «Mitos y prejuicios sobre las personas LGTB», 2014.
Autora: Ana Lucía Arias Retana, Yensi Vargas Villalobos; «Homosexualidad y familia,2013