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3.10.

RESPECTO DE LA DETERMINACIÓN JUDICIAL DE LA PENA:

3.10.1.- Corresponde precisar lo siguiente: El acuerdo plenario N.º 4-2009/CJ-116 (13/11/2009),


establece que la regla general es que la individualización de la pena es tarea que corresponde a los
tribunales esencialmente unida a la función de juzgar, y siempre deben hacerlo dentro del marco
legal, con independencia de la posición de la acusación. El petitum o petición de pena no integra el
objeto del proceso penal ni define el principio acusatorio, aunque, desde luego – y en la concepción
asumida por el Nuevo Código Procesal Penal, tiene incidencia en el principio de contradicción y la
garantía de defensa procesal, pues, fija los términos del debate al señalar un tope máximo a la pena
a imponer en el caso concreto y expresa un límite a las funciones encomendadas tanto al Ministerio
Público cuanto al Poder Judicial dentro de la organización del Estado. El Nuevo Código Procesal
Penal, en consecuencia, impide imponer una pena concreta superior a la instada por el Ministerio
Público, ello presupone desde luego, que la pena solicitada sea la legalmente prevista, respete el
marco penal adecuado al tipo legal y a las demás circunstancias modificativas de la responsabilidad.

3.10.2.- Ahora bien, es menester reiterar que los criterios de determinación de la pena, desde el
espacio punitivo fijado por el tipo penal, están desarrollados, básicamente, por los artículos 45º, 45-
Aº y 46º del Código Penal, a partir de los cuales se hace uso del principio de proporcionalidad, en
tanto garantía constitucional, de carácter transversal, anclada en cada derecho fundamental -la
libertad personal en este caso- que guía el ámbito de restricción del mismo. A esta pauta legal, de
los preceptos del Código Penal, sin embargo, corresponde igualmente determinar si se presentan
circunstancias atenuantes privilegiadas -que no han sido recogidas positivamente en nuestra
legislación-, causales de disminución de la punibilidad y/o reglas de reducción de la pena por
bonificación procesal, en cuyo caso será posible la imposición de una pena por debajo del mínimo
legal.

DE LA PENA PRIVATIVA DE LA LIBERTAD:

3.10.3.- Para efectos de la determinación de la pena -en el caso de autos- el operador judicial debe
de tomar en cuenta el artículo 45-Aº referido a la individualización de la pena. En el presente caso,
los hechos materia de imputación se encuentran previstos y sancionados en el artículo 176-A del
Código Penal, siendo la pena establecida en referido artículo la siguiente:

TERCIO SUPERIOR
TERCIO INFERIOR TERCIO INTERMEDIO
(DE 13 AÑOS A 15
(DE 09 AÑOS A 11 AÑOS (DE 11 AÑOS A 13 AÑOS)
AÑOS)
UNICAMENTE CIRCUNSTANCIAS DE UNICAMENTE
CIRCUNSTANCIAS DE AGRAVACIÓN Y CIRCUNSTANCIAS
ATENUNACIÓN ATENUNACIÓN AGRAVANTES

En el presente caso, tomando en cuenta la carencia de antecedentes penales del acusado, se debe
ubicar la pena concreta en el extremo mínimo del tercio inferior, esto es 09 años de pena privativa
de libertad.

RESPECTO AL ESTADO DE EBRIEDAD DEL ACUSADO AL MOMENTO DE LOS


HECHOS:
Al respecto, la Corte Suprema de Justicia de la República, en la CASACIÓN N°1520-2021, ICA
en relación al Estado de ebriedad como agravante del delito de violación sexual y grave
alteración de la conciencia, estableció en su fundamento decimoprimero que:

“(…) La ingesta de alcohol en exceso tiene incidencia en la alteración de la conciencia, debido a


que sus efectos atentan contra la conducta de la persona que lo consume; no obstante, para que
esta ingesta sea una eximente de responsabilidad, el grado de consumo de alcohol debe haber
afectado de modo suficiente la conciencia del sujeto, cuya probanza no solo se establece con el
examen pericial toxicológico respectivo; sino, además, con la evaluación de las circunstancias
concretas del caso y de las condiciones personales del agente que determinen que en esa
coyuntura no era capaz de comprender su acto lesivo”

Por lo tanto, para determinar si el estado de ebriedad del agente deba ser considerada como
eximente, causa de posible disminución de la pena y como una circunstancia específica de
agravación, tendrá que valorarse el examen pericial de dosaje etílico o toxicológico que acredite el
estado de ebriedad o de qué modo fue afectado el sujeto en su conciencia, la evaluación de las
circunstancias concretas del caso y de las condiciones personales del agente que determinen que en
esa coyuntura no era capaz de comprender su acto lesivo.
En el presente caso de conformidad con el Dosaje Etílico N°5602-2022 y el Informe Retrospectivo
N°007-2023, practicado al acusado, aplicando el método de Widmark, se tiene que éste se
encontraba en estado etílico al momento de los hechos, puesto que tenía 1.63 gramos de alcohol por
litro de sangre, el cual tiene un margen de error de + o - 0.16; por lo tanto, el acusado tenía una
alcoholemia entre 1.44 a 1.82 gramos de alcohol por litro de sangre, cuyo resultado debe
aceptarse como un aproximado puesto que depende y varía de muchos factores intrínsecos y
extrínsecos. resultado que, de acuerdo a la Tabla de Alcoholemia, se encontraría entre el 2do
periodo: Ebriedad (Euforia, verborragia y excitación, pero con disminución de la atención y pérdida
de la eficiencia en actos más o menos complejos y dificultad en mantener la postura. Aquí está
muy aumentada la posibilidad de accidentes de tránsito, por disminución de los reflejos y el campo
visual) y 3er periodo: ebriedad absoluta (Excitación, confusión, agresividad, alteraciones de la
percepción y pérdida de control).
Síntomas que se han verificado en el actuar del acusado, quien conforme a la declaración de la
hermana de la agraviada se tambaleaba y no mantenía el equilibrio, quien intento tocar la puerta de
su inmueble (tienda de abarrotes) al no recibir respuesta se fue con la menor, además se tiene que el
acusado reconoció haber llevado a la menor agraviada a su domicilio ingresándola al interior de su
habitación lugar en donde le realizo tocamientos por encima de la ropa, para luego tomar conciencia
de lo que estaba haciendo y llevarla a la cocina en donde le dio de comer, hasta que su padre llego
quien le llamó la atención, quien al reaccionar llevó de regreso a la menor al lugar donde la recogió,
por ende, el estado de ebriedad del acusado, alteró su estado de conciencia parcialmente, empero su
capacidad no estuvo gravemente afectado; concurriendo el supuesto de Responsabilidad atenuada,
prevista en el artículo 21 del Código Penal en concordancia con el artículo 20, -la grave alteración
de la conciencia- en cuyo caso se está ante la posibilidad de disminuir prudencialmente la pena
hasta límites inferiores del mínimo legal;
En razón a ello se disminuye 2 años a la pena de 09 años, quedando 07 años de pena privativa de
libertad.
Por otro lado, se advierte que el acusado venía cursando en 11avo semestre, de la carrera
profesional de Medicina en la Universidad Andina del Cusco (UAC), habiéndose acreditado ello
con el caudal probatorio presentado por la defensa del acusado, por ende, a criterio de este
colegiado a fin de no perjudicar el proyecto de vida del acusado YURI DAN HUAMAN
RONDAN, considera razonable y proporcional establecer la pena SEIS AÑOS DE PENA
PRIVATIVA DE LIBERTAD EFECTIVA.

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