Está en la página 1de 4

Universidad Nacional

Autónoma de México
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
Sistema de Universidad Abierta y Educación a Distancia

Proceso de Gobierno en México


(Ámbito federal)
Grupo 9122
Prof. Raúl Fernando Fernández Puente

Elliott Ruiz Hernández


Actividad 5.2 Opinión
20 de enero de 2024
LA AUDITORÍA SUPERIOR DE LA FEDERACIÓN Y SUS
ANTECEDENTES

Desde la época Colonial, existe la inquietud por controlar y contener los gastos
de la Federación, sobre todo en época de crisis, cuando la inestabilidad política
y económica se ha dejado sentir. Aunque no siempre se ha llamado Auditoría
Superior de la Federación, siempre ha existido un ente fiscalizador que revise
la cuenta pública, en menor o mayor grado.

El problema histórico parece ser que estos organismos siempre han dependido
de un poder, en particular, el Legislativo. Esto ha derivado en el control político
de un poder sobre los demás, a través de la revisión de los gastos. En esto
reside la diferencia entre la Auditoría Superior y otros organismos del pasado
como el Tribunal Mayor de Cuentas o la Contaduría Mayor de Hacienda: que la
ASF es “independiente” de los demás poderes, y por eso se le considera, a su
actuar, una fiscalización superior.

Sin embargo, el hecho de la que Auditoría Superior ya no esté subordinada al


poder Legislativo no es garantía de autonomía ni de imparcialidad, mucho
menos de “superioridad”, como se espera que la consideremos, por lo menos
en teoría.

Desde mi perspectiva, mientras los poderes tengan mano a la hora de nombrar


al Auditor Superior y demás funcionarios de alto nivel de la ASF, estos seguirán
respondiendo a sus intereses y protegiendo el mal uso de los recursos
públicos. Es increíble cómo, a lo largo de la historia de México, los órganos
fiscalizadores han ido y venido, con diferentes nombres y muy distintas
funciones, pero siempre en favor de un régimen o grupo en el poder.

Coincido con las palabras de Solares Mendiola cuando afirma que “la dinámica
democrática que favorece una eficaz rendición de cuentas exige la ampliación
del principio de división de poderes, no sólo a los tres poderes clásicos del
Estado, sino a todo el sistema político y la estructura social...”
“...Los diversos sectores políticos y sociales depositarios de un monto de
poder, aunque sea pequeño, tratarán de ejercerlo en beneficio propio,
contribuyendo a la vigilancia y supervisión de quienes detentan una porción
mayor de poder” (2004, p. 125).

Es decir, no basta con un Auditoría Superior condicionada por el poder político,


hace falta que todos los sectores de la sociedad se conviertan en fiscalizadores
del gasto público, y esto sólo es posible a través de una verdadera política de
transparencia y rendición de cuentas.

El mayor problema de la Auditoría es que entrega resultados siempre un año


tarde, cuando menos, dada la complejidad de su labor. De manera que cuando
hacen pública alguna inconsistencia en el gasto público, ya es tarde para
actuar o ya no hay interés de la ciudadanía en llamar cuentas a los
responsables.

Tampoco podríamos pensar en que todos los poderes tengan la facultad de


revisar a todos los poderes. En un escenario de polarización, esto podría poner
a México en condiciones de conflicto político nunca antes vistas. Lo que sí es
posible es encontrar un modelo, y plasmarlo en la ley, que nos garantice que la
cabeza de la Auditoría Superior de la Federación no responde a intereses
particulares o de grupo.

Por otro lado, me parece que las “observaciones” que hace normalmente la
ASF a la cuenta pública, en los tres niveles de gobierno, carecen de sentido
vinculatorio, es decir, aunque hay observaciones, ¡no pasa nada! Rara vez los
funcionarios son sancionados, aún y cuando no se comprueban todos los
gastos que deben comprobarse.

Y peor aún, o la Auditoría Superior no tiene la capacidad de ir más allá de las


facturas y los comprobantes para detectar la malversación de fondos, o
simplemente hay arreglos en lo obscurito para que estos actos de corrupción y
posibles desvíos salgan a la luz. Este es el problema de tener un Auditor
Superior ligado a los partidos políticos. Vivimos en una falsa “independencia” y
fiscalización superior, al igual que en los años 1500.

REFERENCIA
SOLARES MENDIOLA, Manuel. (2004). La Auditoría Superior de la
Federación: antecedentes y perspectiva jurídica. Instituto de Investigaciones
Jurídicas. Universidad Nacional Autónoma de México. México.

También podría gustarte