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LA IMPORTANCIA DE NO HACER

NADA
LA IMPORTANCIA DE DISCUTIRLO
TODO

María de la Torre de las Cuevas


2019-1020

EL CRÍTICO COMO ARTISTA


Historia del arte ETSAM
EL CRÍTICO COMO ARTISTA
Biografía de Oscar Wilde
Oscar Wilde nació en 1854 en Dublín y murió en 1900 en Paris. Fue uno de los
escritores más ingeniosos y populares de su tiempo y está considerado uno de los
dramaturgos más destacados del Londres victoriano tardío. Cultivó el ensayo, la
novela, el teatro, la poesía y el relato breve.
Sus padres eran unos destacados intelectuales de Dublín, por lo que desde pequeño
adquirió gran fluidez en el francés y el alemán. Estudió en Trinity College y en
Magdalen College, donde se licenció con los conocimientos más altos en estudios
clásicos, los Mods, considerados los exámenes más difíciles del mundo.
Se involucró en la filosofía del esteticismo, guiado por sus tutores Walter Pater
(“mayor maestro de la prosa inglesa”) y John Ruskin, a los cuales nombra en varias
ocasiones en este ensayo.
La Importancia de No Hacer Nada y, poco después, La Importancia de Discutirlo Todo
fueron publicados en 1890, un mes después de la aparición de la novela El retrato de
Dorian Grey. En esta novela criticó la estricta moral de la época victoriana que
influenciaba en la calidad artística. Es importante tener en cuenta este dato, ya que en
este libro criticará también numerosas veces a esa sociedad británica.
En 1895 fue encarcelado acusado de “incidencia grave” por su homosexualidad”. Tras
dos años en prisión partió a Francia, donde murió como un indigente.
Sociedad de Inglaterra del siglo XIX
Desde la primera línea del ensayo, Wilde nos presenta la localización de los personajes:
la biblioteca de una casa en Piccadilly con vistas a Green Park.
A principios de siglo, Inglaterra fue el primer país en experimentar la revolución
industrial. Ello supuso un aumento de la población y un cambio hacia una sociedad
más industrial y urbana.
Wilde no estaba de acuerdo con los valores y la moral de su época y lo pone en
manifiesto a través de las palabras de Gilbert: “nacido en un siglo donde solo se trata
con seriedad lo aburrido y vivo con el terror de no ser comprendido”. Es cierto que,
aunque toda su vida fue popular, en sus últimos días apenas recibió el consuelo de un
par de amigos.
Wilde encuentra el problema, “…un nivel al que nosotros apenas podemos llegar con
este sistema de valores nuestro que hace hincapié en enfatizar lo racional y lo
emotivo”, y sitúa también las causas, “desde que apareció la imprenta y el fatal hábito
de la lectura se desarrolló en las clases medias y las bajas, la literatura ha tendido a
apelar cada vez más a la vista y cada vez menos al oído”.
Wilde también intenta desestabilizar ese sistema que estaba presente en su época y
que sigue vigente hoy en día: “lo que llaman pecado es un elemento esencial del
progreso”, “la calidad crea multitud de males”, “la conciencia es significativa de
nuestro imperfecto desarrollo”, “nadie sabe lo que son las virtudes”, “es nuestra
vanidad la que hace que matemos al criminal, pues podría hacernos ver cuánto
ganamos con su crimen” y “es por su propia paz por lo que el santo acude al martirio.
Así se ahorra ver los frutos de su siembra.”
En la segunda parte pone en manifiesto la cuantía de trabajo de la etapa victoriana y lo
que ha provocado: “vivimos en una época de subcultura y exceso de trabajo; una
época en la que las gentes son tan laboriosas que se han vuelto rematadamente
estúpidas”, “enseñamos a la gente a recordar, pero no la enseñamos a evolucionar”. Y
pone una solución: “Inglaterra no será un país civilizado hasta que haya incorporado la
utopía a sus territorios”, “lo que necesitamos son individuos, sin carácter práctico,
capaces de ver más allá del presente”.
Siguiendo este mismo esquema señala otro problema y solución: “el espíritu inglés,
considerado como un instrumento del pensamiento, es tosco y deficiente”, “lo único
que puede purificarlo es desarrollo del instinto crítico”.
Por otro lado, el arte es uno de los temas principales de La Importancia de Discutirlo
Todo, en el que destaca la capacidad de la sociedad inglesa para confundir con mucha
frecuencia la esfera de la ética y del arte, los cuales “son completamente distintas e
independientes”. Además, apunta que están viviendo un renacimiento de las artes
decorativas en el que “la fealdad no tiene cabida”.
Definición de crítica
A lo largo de los dos ensayos tanto la crítica como el crítico son el hilo conductor de la
conversación entre Gilbert y Ernest.
Sitúa el origen del espíritu crítico en Grecia y lo señala como la mayor herencia que
Alejandría nos ha dejado. Esta ciudad fue el lugar donde se perfeccionaron las formas
del espíritu griego y por ello, “fue en esa ciudad donde Roma buscó sus modelos
artísticos”.
Para Wilde, la crítica es sumamente importante porque sin ella no existe evolución en
el arte: “solo quiero resaltar que una era sin crítica es una era donde el arte es
inamovible, hierático, limitado a la repetición de modelos formales, o bien una era sin
arte alguno”.
“Debemos al espíritu crítico griego las diferentes formas artísticas (…) se lo debemos
todo, salvo el soneto”.
Por último, el autor ofrece una definición más cerrada de lo que es la crítica:
La crítica es “a la vez creativa e independiente”. Es independiente porque no se debe
juzgar según “los vires criterios de imitación o semejanza”. Por otro lado, es “un arte
creativo”. “Parte de un material para darle una forma tanto nueva como deliciosa”, “es
una creación dentro de otra creación” y “el crítico parte de materiales que otro ya
purificaron para él”. Para Wilde “la crítica más elevada deja constancia de tu propia
alma”
En esta ocasión, la crítica de la que habla nuestro autor es la que trata la obra de arte
como punto de partida y no se limita a descubrir las intenciones del artista, sino que su
objetivo es llegar a una nueva creación en la que se vea al objeto como en realidad no
es.
Definición de crítico
“El crítico será sin duda un intérprete”. “Ahora bien, su objetivo no siempre será el de
explicar la obra de arte”. Los críticos ahondan los misterios de las obras y explican las
relaciones con movimientos artísticos, pensamientos, otras épocas… por muy
intérpretes que sean nunca se van a limitar a repetir un mensaje con una forma nueva.
Sin embargo, hay algo que Gilbert dice que es necesario para que un crítico pueda
serlo: “solo intensificando su propia personalidad puede el crítico interpretar la
personalidad y la obra de otros”.
Paralelamente a la crítica, Wilde estructuró una serie de características que tiene un
crítico.
“El crítico no está limitado por una forma de expresión subjetiva. El método dramático
le pertenece y también el método épico. Puede servirse del diálogo (…) o puede
adoptar la narración”. Esta primera característica es importante a la hora de buscar la
verdad en las palabras de un crítico y es que, Gilbert señala que cuanto más objetivo
parece algo, más subjetivo es, puesto que en el fondo la forma objetiva es la más
subjetiva porque “el hombre es menos el que es cuando habla con su propia voz” y
“dale una máscara y te dirá la verdad”.
Por otro lado, “la imparcialidad no es una de las cualidades del verdadero crítico”. Esto
es explicado al afirmar que únicamente podemos dar una opinión ecuánime de las
cosas que no conocemos, pero entonces esa opinión carecería totalmente de valor.
Por lo tanto, un crítico deberá tener preferencias, pero nunca prejuicios.
Seguidamente se menciona la racionalidad y es que “hay dos maneras de aborrecer el
arte, una es aborrecerlo, la otra es apreciarlo racionalmente”. Por lo que podemos
concluir que un crítico no puede ser racional, ya que el arte no apela a la razón.
Además, “un poco de sinceridad es peligrosa y mucha sinceridad es definitivamente
desastrosa”.
Asimismo, la sensibilidad es una cualidad primordial en cualquier crítico. “Poco a poco
debe nacer en él una sensibilidad que lo llevará de una manera sencilla y natural a
elegir el bien antes que el mal y a rechazar lo que es vulgar y discordante, a seguir con
gusto instintivo y delicado todo cuanto posee gracia y encanto y belleza.” “Ese gusto
llegará a ser crítico y consciente”. Para ello, es importante cultivar las artes que nos
conmueven y no las que nos enseñan (artes decorativas).
Para finalizar Gilbert asegura que “el crítico representará al individuo perfecto” y que
es al crítico estético “a quien el arte se dirige”.
Definición de arte
“No hay estado de ánimo que el arte no pueda proporcionarnos, y quienes hemos
descubierto su secreto sabemos de antemano cuáles serán nuestras experiencias.”
Wilde destaca el poder que tiene el arte de emocionarnos y lo prefiere a las
verdaderas emociones que nacen de la experiencia, ya que podemos elegir el día y la
hora de sentirlas, incluso podemos sentir tristeza sin estar tristes.
Como dice Gilbert “sentiré un odio feroz por alguien que nunca me ha hecho ningún
daño, o despertará en mí un profundo amor por alguien a quien jamás llegaré a ver”. A
mi juicio, esto es algo muy bueno, aunque puede llegar a ser un poco triste.
Según Oscar Wilde debemos recurrir al arte para todo “porque el arte nunca nos hace
daño”.
“El arte, y solo el arte, nos permite alcanzar la perfección; el arte y solo el arte, nos
protege de los sórdidos peligros de la existencia.”
Esto tiene un poco que ver con su crítica a esa sociedad británica de finales del siglo
XIX, en la que la finalidad de la vida y de la sociedad es “la emoción por la acción”, en
la que se exige trabajo y esfuerzo y en la que se exige a los ciudadanos contribuir al
bien común para garantizar su propia continuidad. Mientras que la finalidad del arte es
“la emoción por la emoción”. “La sociedad con frecuencia perdona al criminal, pero
jamás perdonara al soñador”. Con estas aclaraciones se concluye que todas las artes
son inmorales, excepto aquellas formas inferiores que buscan estimular la acción.
Wilde también define de cierta manera lo que los artistas son. Gilbert llama “artistas
sin límites” a aquellos que son capaces de aceptar los hechos de la vida y
transformarlos en belleza, mostrando su escala cromática y su verdad, y que “a partir
de ellos construye un mundo más real que la propia realidad”. Por otro lado, el
verdadero artista “avanza de la forma al pensamiento y a la pasión” y nunca podrá
juzgar las obras de otros y apenas la suya propia.
Es importante también destacar que “las peores obras se hacen siempre con las
mejores intenciones” (queriendo impresionar) y que “el arte no se dirige al
especialista” (el arte es universal).
Filosofía: contemplación, modernidad, alma, imaginación, espíritu crítico
A lo largo del ensayo el autor nombra los filósofos Platón y Aristóteles para hablar del
arte y de la belleza. Mientras Platón percibía todo el arte como una unidad en la que
tiene que haber armonía entre todas las obras y una relación entre la ficción y la
realidad, Aristóteles prefería centrarse en lo concreto e ir investigando cada
manifestación de arte por separado.
De la misma forma, Wilde vuelve a hacer referencia a ellos para introducir la idea
filosófica de la contemplación. Para Platón y Aristóteles “no había forma de energía
más noble”. Además, hay que mencionar a los filósofos Filón, Eckhart, Kant, Böhme y
Swedenborg.
“Deja que te diga que no hacer nada es la cosa más difícil del mundo, la más difícil y la
más intelectual”.
La acción de contemplación es limitada, solo unos pocos son los encargados de llevarla
a cabo. El personaje Gilbert se incluye en ese grupo al que llama “los elegidos”.
“Los elegidos” son “demasiado cultos y demasiado críticos, demasiado sutiles en lo
intelectual y demasiado curiosos de placeres exquisitos, para aceptar ninguna
especulación de la vida a cambio de la vida misma”. Por ello, no aceptan la religión y la
metafísica no les satisface, insinúa que sus padres ya agotaron toda la fe de la especie.
“Las puertas de la ciudad de Dios no se abren ya para nosotros. Se hallan custodiadas
por la ignorancia”.
A partir de la contemplación de lo particular conseguirán comprender sus propias vidas
y, desarrollando el espíritu crítico, conseguirán comprender la especie humana,
alcanzando la “modernidad”.
Para el autor es importante partir de lo concreto. Para entender la época en la que uno
vive tiene que comprender todos los siglos que le han precedido. Del mismo modo,
“para saber algo acerca de uno mismo, debemos saberlo todo acerca de los demás”.
Wilde distingue dos “esferas” del alma.
Por un lado, la “esfera de la vida práctica” es aquella que “la contemplación ha
despojado a la energía de la libertad y a la actividad de su capacidad de elección”.
Por el otro lado, la “esfera subjetiva” es donde realmente opera el alma. Sin embargo,
“el espíritu que habita en nosotros no es una entidad espiritual única que nos hace
personales e individuales (…) es algo que ha habitado en lugares temibles y ha
establecido su morada en antiguos sepulcros”. Dicho de otra manera, nosotros no
estamos viviendo nuestra vida propia, sino que vivimos la vida de los muertos.
Además, este espíritu tiene memoria y “guarda curiosos pecados”, “es más sabio que
nosotros y su sabiduría es amarga”, ya que “nos colma de deseos imposibles”.
Aunque nos haga perseguir sueños inalcanzables, para Gilbert esta parte de nuestra
alma tiene algo bueno y es que “puede ayudarnos a dejar atrás el tiempo en el que
nacimos y adentrarnos en otras épocas sin sentirnos exiliados en ellas. Puede
enseñarnos a escapar de nuestra experiencia y comprender las experiencias de
quienes son más grandes que nosotros”.
Según mi punto de vista, Gilbert nos quiere decir que la “esfera subjetiva del alma” nos
ofrece la capacidad de empatizar con personas de otras épocas y así poder
entenderlas, entendernos a nosotros mismos y por fin, alcanzar la modernidad.
Otro aspecto es que la imaginación es lo que nos permite vivir estas vidas
innumerables y “la imaginación es el resultado de la herencia”. Esto quiere decir que la
imaginación es el cúmulo de experiencias que ha tenido la especie humana a lo largo
de la historia.
Sin embargo, para que la especie pueda perfeccionarse es donde entra en juego el
espíritu crítico. Este debe elegir. El espíritu crítico, a través de una exigente selección,
“ha dotado al instinto de inteligencia y de conciencia”.
Gilbert concluye esto con la siguiente afirmación: “la vida contemplativa, la vida cuyo
propósito no es hacer sino ser, y no únicamente ser sino devenir, eso es lo que el
espíritu crítico puede proporcionarnos.
Frases sugerentes
A continuación, voy a desarrollar una serie de ideas que me han llamado la atención, o
bien por cómo están enunciadas o porque no estoy de acuerdo o por su crítica a la
sociedad.
“Antes canonizábamos a los héroes. Ahora, lo moderno es vulgarizarlos.”
“Y cuando la obra es incompresible, toda explicación le perjudica”. El atractivo de una
obra es que cada uno pueda interpretarla de una manera distinta, no simplificarla a un
solo enunciado. Wilde asegura que los hombres de su tiempo pierden el tiempo
intentando explicar, por ejemplo, si alguien era un místico es “que solo era incapaz de
expresarse”, si alguien quería esconder algo es “que tenía muy poco que revelar”. Al
final todas estas explicaciones perjudican tanto al arte como al artista.
“El periodismo es ilegible y la literatura no se lee.” Esto ocurre hoy en día también. Las
noticias publicadas por los periódicos pueden estar en muchas ocasiones mal
estructuradas por la rapidez con las que se escriben, o simplemente pueden decir
cosas que no son ciertas y, distintos medios de comunicación se pueden contradecir
entre ellos. Mientras que la literatura siempre está mejor escrita, lleva más tiempo y
suele tener más correcciones, pero no es habitual su lectura.
“Al menos los cigarrillos tienen el encanto de dejarte insatisfecho”. “La única utilidad
que tienen los agregados de las embajadas es la de proporcionar tabaco excelente a
sus amigos”. “Cualquiera puede escribir una novela en tres volúmenes”. Estos son tres
ejemplos de frases que dice a lo largo de todo el ensayo que provocaran la enemistad
con las clases populares, que le consideraban un frívolo.
“No es la época quien hace al hombre, sino el hombre quien crea su época”. Bajo mi
punto de vista, esto quiere decir que solo progresaremos si nosotros evolucionamos, si
a través de nuestro espíritu crítico sabemos elegir y así podremos hacer de nuestra
época algo que merezca la pena. El problema, según Wilde, es que su sociedad es una
sociedad de mediocres que no le interesa progresar, ya que solo importa el trabajo y
colaborar con el bien común para asegurar su continuidad, además “El público inglés
suele sentirse a gusto cuando le habla un mediocre.”
Este punto anterior tiene que ver también con esta paradoja: “da la impresión de que
cada nueva escuela que surge clamase contra la crítica cuando en realidad debe su
existencia a la facultad crítica del hombre”.
“Cualquiera puede hacer historia, solo un buen hombre puede escribirla”. Sí que es
cierto lo que dice de que la palabra es lo que nos eleva de los animales, pero en esta
ocasión no estoy del todo de acuerdo con esta proposición. Es difícil escribir, pero es
también muy difícil hacer las cosas. Sé que es difícil criticar una obra de Miguel Ángel,
pero yo veo aún más difícil hacer una obra de Miguel Ángel. Yo veo imposible
conseguir la verosimilitud que Bernini consigue en El rapto de Proserpina únicamente a
través de un bloque de mármol. Sin embargo, veo más factible hablar y opinar sobre
ella.
“El movimiento, ese problema de las artes visibles, solo puede reflejarse en la
literatura”. Sin entrar en el arte digital, ya que en la época del autor no existía,
comúnmente las artes visuales son la pintura, el dibujo, el grabado y la escultura. Al
respecto creo que en muchas obras sí que se puede observar movimiento, en las del
Barroco, en concreto, siempre intentaban reflejar el momento de máxima tensión, por
lo que representan un movimiento.
“La música es el arte perfecto”.
“¡Ay de ti, querido Ernest, si te sientas en compañía de un hombre que se ha pasado la
vida intentando educar a los demás!” Esta situación es calificada por Wilde como una
“espantosa experiencia” ya que ese hombre habrá estado tan ocupado en educar a los
demás que no se habrá preocupado de su propia educación. Este hecho yo lo veo
relacionado mucho con la hipocresía e incoherencia, unos valores que están hoy en día
muy presentes. Se pueden ver en aquellos políticos que dicen que debemos
apretarnos el cinturón mientras ellos se suben el sueldo, en los influencers que piden a
sus fans que colaboren con aluna ONG a la vez que ellos no ayudan de ninguna forma,
o simplemente lo podemos ver en el día a día de aquellas personas que son la clara
personificación del refrán consejos vendo que para mí no tengo.
“Todo pensamiento es en esencia peligroso”.
“El bien sin poder es mal”.
Conclusión
En definitiva, podemos resumir el discurso de Gilbert en varias ideas: es más difícil
hablar de algo que hacerlo, el trabajo del crítico es mucho más complicado y creativo
que el del propio creador, la mejor crítica es aquella que revela algo de la obra que el
artista no ha puesto ahí, aquel que no puede hacer algo es precisamente el más idóneo
para criticarlo, el mejor crítico es parcial, insincero e irracional, no hacer nada es la
cosa más difícil del mundo, el arte es inmoral por naturaleza y todo pensamiento es
peligroso.

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