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Terra.org > Rehabilitar > Vehículos sostenibles > Los cambios internos de bicicleta: una tecnología desconocida
Vehículos sostenibles
Aunque suenan con otro ritmo, los cambios internos para bicicleta fueron inventados hace más
de un siglo. Su aparición en 1902 revolucionó el mundo de la bicicleta como medio de
transporte. Curiosamente, para mucha gente en nuestro país son unos auténticos desconocidos.
Son fáciles de identificar pues son un cilindro hermético ancho encajado en el buje de la rueda
trasera. A primera vista, acostumbrados a la orquestación típica de los cambios externos, uno
tiene la impresión que los cambios internos nos parecer que puedan ser capaces de dar mucho
desarrollo. Sin embargo, ya hemos detallado en el artículo sobre los cambios de marcha que
existen verdaderas maravillas en cambios internos capaces de una ratio de hasta el 500 %. A
estas impresionantes características, los cambios internos se han convertido en un estándar para
la bicicleta urbana por su bajo mantenimiento y alta fiabilidad aunque sean más caros de
compra.
Cambio interno de 3 velocidades Dentro del cilindro de un cambio interno vibran un sin fin de engranajes cuyo movimiento no
instalado en el buje de la rueda es nada fácil de explicar. Esta disposición armónica de los engranajes dentro del buje compone
trasera una música diferente. Una música que distingue a cualquier bicicleta que lo lleve. En el cambio
de marchas interno el desarrollo de cada una de las marchas expresa la esencia pura de su
diseño. Vaya, para encontrar un paralelismo musical podríamos decir que son como las cuerdas
de una guitarra vibrando sin más acompañamiento que los dedos virtuosos en un concierto
“unplugged”.
En un cambio interno, el piñón no siempre da las mismas vueltas que la rueda. En realidad sólo
pasa en un caso. En un cambio de marchas interno siempre hay una marcha en la que el piñón
da las mismas vueltas que la rueda; en otras palabras, una marcha con lo que tenemos una
transmisión directa. En un cambio de tres velocidades, suele ser la 2º marcha, la primera suele
ser la corta y la tercera la larga. Este caso suele ser general para todos los cambios internos de 3
velocidades. En los cambios de 4 velocidades suele ser la 3º marcha, en los de 5 velocidades
también la 3º, en los de 7 y ocho la 4º marcha. Aunque esta suele ser una regla general, para
estar seguro no está de más consultar los manuales técnicos de cada fabricante. Las marcas mas
Cambio interno de 5 velocidades de conocidas, Sturmey-Archer, Sram y Rohloff facilitan en sus páginas web las características
SRAM, tecnología alemana de técnicas en formato PDF de sus modelos. La excepción es Shimano que fabrica su modelo
precisión Nexus de 3, 4, 7 o 8 velocidades pero de los que no ofrece sus características en internet.
En estos datos técnicos podemos encontrar valiosa información, la que nos ocupa ahora es la
referente a los desarrollos. Para interpretar correctamente la música de los desarrollos de los
cambios internos debemos fijarnos en el dato de la Ratio. La ratio es la diferencia en porcentaje
entre la marcha más corta a la marcha más larga. Un cambio de tres velocidades interno, suele
tener un ratio alrededor de 177% (recordemos que un cambio externo de 7 velocidades tiene
una ratio de un 200 %). Generalmente, también nos dan la relación de transmisión de cada
marcha en porcentaje, en este caso la primera seria de 73%, la 2º de 100% y la tercera de
136%. Estas cifras aunque no lo parezcan, también nos aportan la relación de transmisión de
cada marcha. Para hacerlo más sencillo, podemos dividir estas cifras por 100 y nos queda que
la 1º tiene una relación de 0,73, la 2º es de 1 y la 3º de 1,36. Seguro que ahora este dato ya nos
es más familiar.
Corte de un cambio interno de
bicicleta ¿Qué hacemos ahora con estos resultados? Volvamos al ejemplo de la bicicleta con un plato de
42 dientes y un piñón de 19. Decíamos que la relación de transmisión se calculaba dividiendo
los dientes del engranaje impulsor (el plato) por los dientes del engranaje que recibe el
movimiento (el piñón) esto nos daba un desarrollo de 2,21.
Pero ahora el piñón pasa a ser el engranaje impulsor de un cambio interno del cual, gracias a Internet, sabemos los desarrollos resultantes
de cada marcha. El desarrollo total de cada marcha se consigue multiplicando los dos desarrollos. Entonces tenemos los siguientes
desarrollo:
1º marcha: 2,21 x 0,73 = 1,61
2º marcha: 2,21 x 1 = 2,21
3º marcha: 2,21 x 1,36 = 3
http://www.terra.org/articulos/art01338.html 18/08/2006
Terra.org - Los cambios internos de bicicleta: una tecnología desconocida Página 3 de 4
Si con estos datos queremos comparar lo que avanza una la bicicleta urbana de rueda de 28” y a una bicicleta urbana plegable de 16”,
debemos multiplicar los desarrollos de cada marcha por el perímetro de la rueda en cuestión y nos sale lo siguiente:
Conclusión: reiteramos que el tamaño de la rueda no importa tanto como el resultado final y en esto es básico un buen diseño de las
bicicletas. El resultado de los cálculos nos dice que una bicicleta de rueda pequeña puede ser tan rápida como una de rueda grande, pero
todo dependerá de los desarrollos que se monten, tanto en cambios internos como externos. De ahí que las bicicletas plegables urbanas de
rueda de 20 y 16 pulgadas equipadas con cambios internos triunfen en este medio. Os recomendamos la experiencia de volar con alguna
máquina plegable de altas prestaciones equipada con cambio interno como puede ser una Dahon Helios XL con un buje SRAM de 7
velocidades...
http://www.terra.org/articulos/art01338.html 18/08/2006
Terra.org - Los cambios internos de bicicleta: una tecnología desconocida Página 4 de 4
http://www.terra.org/articulos/art01338.html 18/08/2006