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Revista Palabra y Realidad Nº 12-13 2016-2017
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Democracia y Educación de John Dewey: 1er.
Antonio Fuguet Smith.
Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL)
Instituto Pedagógico de Caracas (IPC).
afsefe@gmail.com
Resumen
El propósito de este artículo es destacar el impacto de la vida
y obra de J. Dewey al describir hechos, su producción intelectual
y sus idearios sustantivos. Este propósito se enmarca en la
conmemoración del 1er. Centenario de su libro: “Democracia y
Educación”, editada en 1916. El libro es considerado como uno
de los textos más influyentes en la democracia y la educación del
siglo XX. En el 2016 se realizaron eventos sobre su significado y
vigencia, especialmente en algunas universidades, incluyéndose
al Instituto Pedagógico de Caracas. Se destaca que el libro
promueve una Filosofía para una sociedad democrática, las
relaciones sociales y desarrollo del individuo. Se reconoce su
influencia en la modernización de la educación y la renovación
pedagógica y democrática en la Venezuela del siglo XX. Se plantea
que, en tiempos de crisis, el libre debate fortalece la democracia, como
forma de vida con libertad, igualdad, confraternidad y dignidad.
Del evento realizado en el IPC, las conclusiones describen sus tres
características fundamentales: filósofo, pedagogo y psicólogo.
El artículo, en consideración a su propósito, se organiza en seis
aspectos: John Dewey Persona, Estructura del Libro Democracia
y Educación, Impacto Académico, Críticas al Pensamiento
Deweyano, Supuestos Psicológicos y Pedagógicos y, Elementos
de Reflexión en Tiempos de Crisis.
Palabras claves: Democracia; Educación; Pensamiento Deweyano.
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 Abstract
The purpose of this article is to highlight the impact of
the life and work of J. Dewey by describing facts, intellectual
production and his substantive ideals. This purpose is part of the
commemoration of the 1st. Centennial of his book: “Democracy
and Education”, published in 1916. The book is considered one
of the most influential texts in democracy and education of the
twentieth century. In 2016, events were held on its meaning
and validity, especially in some universities, including the
Pedagogical Institute of Caracas. It is emphasized that the book
promotes a Philosophy for a democratic society, social relations
and development of the individual. Its influence is recognized
in the modernization of education and the pedagogical and
democratic renovation in twentieth-century Venezuela. It is
emphasized that, in times of crisis, free debate strengthens
democracy, as a way of life with freedom, equality, fraternity and
dignity. From the event held at the IPC, the conclusions describe
his three fundamental characteristics: philosopher, pedagogue
and psychologist. The article, in consideration of its purpose, is
organized into six aspects: John Dewey Person, Structure of the
Book Democracy and Education, Academic Impact, Criticisms of
Dewey Thinking, Psychological and Pedagogical Assumptions,
and Elements of Reflection in Times of Crisis.
Keywords: Democracy; Education; Dewey thought.
A menos que la educación tenga algún marco de referencia,
es inevitable que no tenga sentido, sin un objetivo unificado.
La necesidad de un marco de referencia debe ser admitida.
Existe en este país un marco tan unificado.
Se llama democracia.
John Dewey, 1937
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Introducción
Para conmemorar el 1er. Centenario de la Obra de John
Dewey: “Democracia y Educación”, editada en 1916, en el
2016 se ha venido realizando, en todo el mundo, eventos sobre
el significado y vigencia de esta magnífica obra de la creación
humana. Muchos países han programado actividades de diversa
naturaleza, entre otros: Inglaterra, España y en los Estados de la
Unión. La Sociedad Dewey, para el estudio de la Educación y
la Cultura, ha promovido eventos a fin de destacar su vigencia
y proyección en la educación para el mundo de hoy. Sin duda
alguna, esta obra de Dewey sobresale al ser uno de los libros más
influyentes en la democracia y la educación del siglo XX.
Uno de los más destacados eventos fue el denominado
“Conferencia Democracia y Educación de John Dewey: 100
años pasado, presente y relevancia futura”, en la Universidad
de Cambridge entre el 28 de septiembre y el 1 de octubre de
2016. Se destaca que la obra plantea una discusión sobre cómo la
educación debe funcionar para permitir unas relaciones sociales
democráticas y el crecimiento y desarrollo del individuo. Se
sostiene que, el vivir juntos en democracia, se permite proteger a
la persona y mantener la equidad social, fundamentado en una
teoría del conocimiento sobre la interacción social. Se argumenta,
además, que esta obra promueve una filosofía de educación
centrada en las necesidades de una sociedad democrática
cambiante.
La conferencia referida, ofreció espacios para tener como
centro la relectura del propio texto del libro: su historia, contexto
sociopolítico y uso en diferentes contextos y configuraciones,
que en un espacio de análisis crítico se permitiera establecer su
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vigencia para la educación contemporánea. Al tener presente el
espíritu de Dewey, tal conferencia constituyó una oportunidad
para buscar ideales que orienten proyectos, con la participación
de actores comprometidos con la educación y la democracia y
que se concreten en planes de acción directa, de colaboración y
de compromiso.
También en Venezuela se realizaron eventos conmemora–
tivos. Veamos dos de ellos. En el “Foro 100 Años de Democracia
y Educación de J. Dewey”, realizado por la Escuela de Educación
de la Universidad Central de Venezuela, el 28 de abril de 2016,
se planteó ampliamente que tal libro es el de mayor influencia
en la modernización de las ideas pedagógicas a nivel mundial
y que contribuyó en la renovación pedagógica y democrática
de la educación venezolana en el siglo XX, aún con vigencia y
proyección en la educación en el mundo de hoy.
En esta oportunidad se pudieron debatir planteamientos
sobre la relación entre democracia, pedagogía y educación,
con especial referencia a la educación y la sociedad venezolana
actual. Las ponencias trataron sobre:
• El significado de la obra y vida de Dewey, por la Dra.
Yolanda Ramírez (UCV).
• Pedagogía, educación y democracia, por la Dra. Nacarid
Rodríguez T. (UCV).
• Educación y democracia en la historia de la educación
venezolana, por el Dr. Ramón Uzcátegui (UCV).
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• Democracia en las escuelas venezolanas de hoy, por la Dra.
Mildred Meza (UNESR).
Este notorio espacio permitió la publicación de un libro
denominado: Educación y Democracia en Venezuela: 100 años
del libro “Democracia y Educación” de John Dewey, bajo la
coordinación del Dr. Ramón Uzcátegui. Constituye, pues, una
memoria del foro, a fin de destacar que los educadores tenemos
un compromiso con la educación y la democracia en la Venezuela
de hoy, bajo la convicción de que el diálogo, el intercambio y el
libre debate de las ideas fortalecen la democracia. Democracia
entendida no sólo como un régimen político, sino como una
forma de vida en la cual la libertad, la igualdad, la confraternidad
y también la dignidad, son principios esenciales, inalienables de
la existencia del hombre en sociedad.
En nuestra universidad, UPEL-IPC, realizamos un foro
denominado “Dewey: Pasado, Presente y Futuro”. Este evento
fue motivado a fin de presentarle un homenaje a Dewey por
parte de los hijos del Padre Pedagógico en este 1er. centenario de
Democracia y Educación. Fue promocionado por el Doctorado en
Educación y la Línea de Investigación y Desarrollo en Políticas
Públicas e Innovaciones Educativas. Las ponencias versaron
sobre su:
• Vida y obra, por el Dr. Antonio Fuguet Smith.
• Visión filosófica, por el Dr. Emilio A. Arévalo.
• Visión pedagógica, por el Dr. Gilberto Picón M.
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 Las conclusiones de este foro, describen sus tres
características fundamentales: filósofo, pedagogo y psicólogo.
Dewey inicia, consolida ese perfil y hace perdurar su ideario
democrático y educativo. Así, que como una forma de recoger,
sistematizar y comunicar parte del discurso presentado en el
Foro del IPC, se deriva el propósito de este artículo. Se busca
destacar el impacto de la vida y obra de J. Dewey en académicos
dedicados a la educación en diverso escenarios mundiales. En
síntesis se describe hechos, producción intelectual e idearios
sustantivos de J. Dewey.
Se organiza este artículo en cinco partes: John Dewey
Persona, Estructura del Libro Democracia y Educación, Impacto
Académico, Críticas al Pensamiento Deweyano, Supuestos
basados en la Psicología y la Pedagogía y Elementos de Reflexión
en Tiempos de Crisis.
John Dewey Persona
John Dewey nació en Burlington, Vermont, el 20 de octubre
de 1859. Murió el primero de junio de 1952. Fue un filósofo,
pedagogo y psicólogo. Quizás el filósofo estadounidense más
importante de finales del siglo XIX y de la primera mitad del siglo
XX. Fue junto con Charles Peirce y William James fundador de
la filosofía del Pragmatismo. Entre sus conceptos más relevantes
figuran la pedagogía progresista y la escuela activa, conceptos
inspiradores en una enseñanza centrada en el sujeto. Sus ideales
sobre arte, lógica, ética, psicología y democracia son considerados
como influyentes en la visión del mundo de hoy.
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En síntesis, creía que se podría alcanzar la plena democracia
con la educación y la gestión de una sociedad civil. Para ello se
requiere de una opinión pública plenamente informada mediante
la comunicación efectiva entre ciudadanos, expertos y políticos.
Siendo estos últimos los responsables de las políticas adoptadas.
Su conocimiento y experiencia se evidenció profundamente
en las Instituciones educativas donde estudió y prestó sus
servicios. Cabe destacar su Alma máter: Universidad Johns
Hopkins donde en 1884 presentó su tesis doctoral sobre Kant y
las Universidades de Chicago, Columbia y New York.
Los autores más influyentes en Dewey son: a) Williams
James y sus Principios de la Psicología Funcional; b) Charles
S. Peirce, de cuyos escritos deriva el marco darwiniano sobre
el reto, respuesta, irritación y duda como parte de la teoría de
la indagación cuestionadora y, c) George Herbert M., con la
importancia de una nueva Psicología Social.
A su vez, recibe el impacto de las vivencias y hechos
históricos de su tiempo: a) crece después de la guerra de
secesión, etapa de inmensa necesidad de paz y unión, b) vive
una transición de una sociedad y economía agrícola-esclavista
a una industrial-laboral, c) observa y se integra a movimientos
de voces y activistas y, d) analiza las condiciones negativas de
desarrollo educativo del entrono. Con respecto a su destacada
labor como activista, figura como entre los primeros promotores
de la igualdad de género y voto de la mujer, democracia sin
individualismos y oposición a todo régimen totalitario.
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Estructura del Libro Democracia y Educación
Antes de presentar su estructura, se debe hacer el siguiente
planteamiento. Dewey inicia su producción intelectual desde el
siglo XIX. Su producción antes de 1916, fue como un período
preparatorio al libro Democracia y Educación. Posterior a ese
año, se dedica a profundizar en sus contenidos. Ya para 1897
redacta su obra máxima, según nuestra opinión, denominada
“Mi Credo Pedagógico”. Escribe sobre temas de relevancia: éticos
y educación, Psicología para el maestro, el interés y el deseo,
la escuela y la sociedad. Desde 1902 hasta los década de los 40
presenta más trabajos importantes. Además del libro centenario,
también en 1916 escribe sobre la naturaleza del contenido y sobre
la naturaleza del método.
Posterior a 1916 escribe sobre: la necesidad de una Filosofía
de la Educación, la relación entre Ciencia y Filosofía como
base para un Filosofía de la Educación, la naturaleza de los
fines, la libertad, el continuo entre objetivos, valores y medios,
pensamiento efectivo como meta educacional, individualidad y
experiencia, educación progresiva y la ciencias de la educación,
ciencia como contenido y método, las condiciones escolares y
el desarrollo del pensamiento, el proceso y el producto de la
actividad reflexiva, procesos psicológicos y la lógica formal,
interés y deseo, educación en USA y cultura, organización del
contenido en la educación progresiva y la salida de la confusión
educacional, entre otras temáticas importantes.
Ahora bien, el libro centenario lleva por denominación y
referencia:
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Democracy Education: An Introduction to the Philosophy
of Education (1916.) The Macmillan Company. Prefacio escrito
por Dewey en agosto de 1915 en la ciudad de Nueva York.
Traducción de Lorenzo Luzuriaga (1941), Editorial LOSADA, S.
A. de Buenos Aires.
Se estructura en 26 capítulos con títulos, subtítulos y
sumarios cada uno. Ellos son:
Capítulo I: La educación como necesidad de la vida:
renovación de la vida por transmisión, educación y comunicación
y, el lugar de la educación sistemática.
Capítulo II: La educación como función social: naturaleza
y significación del medio ambiente, medio ambiente social,
medio social como educativo y, la escuela como medio ambiente
especial.
Capítulo III: La educación como dirección: el ambiente
como rector directivo, modos de dirección social, la imitación y
la psicología social y, algunas aplicaciones a la educación.
Capítulo IV: La educación como crecimiento: las condicionas
del crecimiento, los hábitos como expresión del crecimiento y, la
significación educativa de la concepción del desarrollo.
Capítulo V: Preparación, desenvolvimiento y disciplina
formal: la educación como preparación, la educación como
desenvolvimiento y, la educación como adiestramiento de
facultades.
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 Capítulo VI: La educación conservadora y la progresiva: la
educación como formación, la educación como recapitulación y
retrospectiva y, la educación como reconstrucción.
Capítulo VII: La concepción democrática en la educación:
las implicaciones de la asociación humana, el ideal democrático,
la Filosofía platónica de la educación, el ideal individualista del
siglo XVIII y, la educación como nacional y social.
Capítulo VIII: Los fines de la educación: la naturaleza de un
fin, los criterios de los buenos fines y, aplicaciones a la educación.
Capítulo IX: El desarrollo natural y la eficacia social como
fines: la naturaleza como proveedora del fin, la eficacia social
como fin y, la cultura como fin.
Capítulo X: El interés y la disciplina: la significación de los
términos, la importancia de la idea del interés en la educación y,
algunos aspectos sociales de la cuestión.
Capítulo XI: Experiencia y pensamiento: la naturaleza de la
experiencia y, la reflexión en la experiencia.
Capítulo XII: El pensamiento en la educación: los elementos
esenciales del método.
Capítulo XIII: La naturaleza del método: la unidad de la
materia de estudio y del método, el método general e individual
y, los rasgos del método individual.
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Capítulo XIV: La naturaleza de la materia de estudio: la
materia de estudio del educador y del alumno, el desarrollo de
la materia de estudio en el alumno, la ciencia o conocimiento
racionalizado y, la materia de estudio como social.
Capítulo XV: El juego y el trabajo en el programa: el lugar de
las ocupaciones activas en la educación, ocupaciones existentes
y, trabajo y juego.
Capítulo XVI: La significación de la geografía y la historia:
extensión del sentido de las actividades primarias, la naturaleza
complementaria de la historia y la geografía y, la historia y la
vida social presente.
Capítulo XVII: la ciencia en el plan de estudios: lo lógico y
lo psicológico, la ciencia y el progreso social, el naturalismo y, el
humanismo en la educación.
Capítulo XVIII: Valores educativos: la naturaleza de la
comprensión o apreciación, la valoración de los estudios y, la
segregación y organización de valores.
Capítulo XIX: Trabajo y ocio: el origen de la oposición y la
situación presente.
Capítulo XX: Estudios Intelectuales y prácticos: la oposición
entre la experiencia y el verdadero conocimiento, la teoría
moderna de la experiencia y el conocimiento y, la experiencia
como experimentación.
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 Capítulo XXI: Los estudios físicos y sociales: naturalismo y
humanismo: el fondo histórico del estudio humanista, el interés
científico moderno por la naturaleza y, el problema educativo
presente.
Capítulo XXII: El individuo y el mundo: el espíritu como
puramente individual, el espíritu individual como el agente de
la reorganización y, equivalentes educativos.
Capítulo XXIII. Aspectos vocacionales de la educación: el
significado de la vocación, el lugar de los fines vocacionales en la
educación y, oportunidades y peligros presentes.
Capítulo XXIV: Filosofía de la educación: una revisión
crítica y, la naturaleza de la filosofía.
Capítulo XXV: Teorías del conocimiento: continuidad
contra dualismo y, escuelas de método.
Capítulo XXVI: Teorías de la moral: lo interno y lo externo,
oposición entre deber e interés, inteligencia y carácter y, lo social
y lo moral.
Impacto académico
John Dewey desarrolló una obra que dejó profunda huella
en autores, que se dieron a la tarea de destacar su obra. Así,
podemos referir, por ejemplo, los escritos de:
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• Wiener P. Philip (1949): Evolution and the founders of
pragmatism, Cambridge, Harvard UP.
• White G. Morton (1949): The origin of Dewey´s
instrumentalism, NY: Viking Press
• Milton H. Thomas (1962): A Centennial Bibliography,
Chicago: UCP.
• Archambault, Reginald D. (1964, 1974): John Dewey on
Education, Chicago, UCP.
Centraremos la atención en el trabajo de Archambault
(1974). Selecciona 29 escritos de Dewey, como en una especie de
reedición antológica y redacta una introducción o presentación
muy sustantiva de la obra deweyana. En dicha presentación,
se refieren algunas condiciones negativas sobre el entorno
de la época. Dice que Dewey observó ampliamente que en
política existe una tendencia a demorar, distorsionar y encubrir
problemas antes que solucionarlos. Pero, la más dramática de
sus observaciones la encontró en las escuelas mismas ya que
prácticamente se viola todo sentido común, con la perpetuación
de una inadecuada teoría que la fundamente. Esta segunda
observación nos indica que en el entender de Dewey la acción
educativa debe estar sustentada y orientada en una teoría propia
que contenga los principios psicopedagógicos, sociales y de
gestión con vista a una educación para la democracia.
Archambault (1974), resume la obra de Dewey, según los
siguientes objetos de análisis:
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• Filosofía, ciencia y educación: se centra la atención en la
verdad.
• Ciencia, valores y educación: se centra la atención en ética
como base de las metas.
• Teoría educacional: se centra en metas, objetivos, contenidos,
medios, alumno, escuela, sociedad y rol del maestro.
La estructura de la selección de las 29 obras de Dewey, se
presenta con una categorización que se despliega así:
Tanto los objetos de análisis como las categorizaciones
de las obras constituyen indicadores de las preocupaciones
de Dewey, que se convierten en temáticas o elementos para
abordar o atender en sus escritos. Hoy llamamos esto a líneas
y descriptores de investigación y desarrollo innovativo. Otros
autores han presentado los mismos objetos y categorías, aunque
llamados diferentemente. Ejemplo de ello se evidencia en la
estupenda obra sobre los 100 años de los libros de Currículum
de Schubert Et All. (2002), donde se cita en 33 páginas a Dewey
con referencia a 9 de sus obras. Se categorizan sus ideas con las
siguientes temáticas:
• Metas educacionales y pensamiento crítico.

• Filosofía y educación (2 obras).

• Modelo de escuela activa.

• Ética y educación (7).

• Formación docente e autoimagen.

• Estética y educación (3).

• Medios y materiales.

• Ciencia y educación (2).

• Democracia, educación y valores.

• Psicología y educación (5).

Además este libro de la historia del desarrollo curricular
presenta, en el listado de términos, la obra de Dewey asociado a
• Sociedad y educación (2). varios conceptos, siendo algunos de ellos:

• Principios de la pedagogía (8). • Formación docente.

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• Core currículum.
• Innovación de materiales.
• Autoimagen.
• Currículum democrático.
• Educación democrática.
• Valores democráticos.
Críticas al pensamiento Deweyano
No todos los lectores de Dewey comparten sus ideales.
Nos atrevemos a plantear que sus detractores no son docentes,
pero si posiblemente administradores escolares o asesores
gubernamentales que han dejado a un lado la realidad del aula y
especialmente del aula activa. Pero, la obra de Dewey se centra en la
posibilidad atender los intereses y necesidades de los educandos,
considerándose sus individualidades, en una experiencia de
inclusión. Sin embargo, existen posiciones adversas en USA,
particularmente en lo concerniente a reportes sobre educación
realizados por comisiones y entes gubernamentales. Las
críticas se amparan en reportes oficiales interpretándolos como
demostración de un fallo de sus planteamientos. Esto debido a
que se entiende que la atención individual del estudiante y la
permisibilidad de acción estudiantil, supuestamente, afectan la
disciplina escolar y con ello el logro de los aprendizajes.
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Muestra de ello es el informe que se considera como la
primera y más famosa de las evaluaciones generales de un sistema
escolar realizado en USA y denominado: Equality of Educational
Opportunity Survey (EEOS), conocido comúnmente como
“Informe Coleman” por el nombre de su director, el sociólogo
James A. Coleman. Este reporte se apoya en un estudio realizado
durante el gobierno de Lindon B. Johnson, al convertirse en el
sucesor de John F. Kennedy, encomendado por el Congreso. Se
deseaba analizar en primera instancia los factores asociados con
las oportunidades educativas, considerándose aspectos como
raza, color, religión y origen, en las instituciones de todos los
niveles.
Oficialmente se inicia el 10 de Junio de 1965 y su
presentación se realiza en Julio de 1966. Se aplicaron pruebas
a 570000 alumnos y a 60000 profesores en unas 4000 escuelas.
Se centró la atención en aspectos como: la segregación racial en
las escuelas, las características de las escuelas, el aprendizaje
de los alumnos y las relaciones entre las características de las
escuelas y el aprendizaje de los alumnos. Uno de las fallas de
esta evaluación es que se aplicaron pruebas de aptitud y no
de rendimiento escolar. En pocas palabras, fue un estudio más
psicométrico que edumétrico. Es de suponer que se asumió
como rendimiento las calificaciones asignadas a los alumnos en
sus respectivas escuelas.
Como se esperaba, se encontró mucha segregación racial.
Pero, no se encontró diferencias de recursos disponibles en las
escuelas, por mucho que estuvieran segregadas. Tampoco se
encontró grandes diferencias de aprendizaje entre las escuelas
y que no se asocia a los recursos de los centros sino a su
composición social y a una pequeña tendencia a la acción de los
docentes. Estas relaciones nos demuestran la importancia del
origen familiar para el rendimiento y del docente. Aspectos estos
muy destacados de la obra deweyana.
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 Las interpretaciones a estos hallazgos, llevo a la comunidad
estadounidense a pensar que el informe argumentaba que las
escuelas no hacían la diferencia y por lo tanto se tendría que
dar un giro en la dinámica escolar. Así que, se argumentó
que se debían realizar procesos escolares más cónsonos
con las estrategias del avance científico que se tradujese, no
necesariamente en el bienestar, pero si en el aspecto de seguridad
nacional, en momentos en que la carrera espacial se encontraba
en sus avances. Desde este ángulo se apoderó un ideario en las
políticas educacionales para centrarse en la enseñanza de las
ciencias, aumentar las vocaciones en disciplinas científicas como
bases para la hazaña espacial y su efecto en el mejoramiento
del aprendizaje escolar. A pesar de que no se identificó a este
conjunto de críticas como causado por el ideario Deweyano, la
visión de enseñanza se remite al enfoque disciplinario y a un
supuesto método riguroso de la actividad científica, alejado del
pensamiento crítico.
Luego, en 1983, cuando el Departamento de Educación de
EEUU publicó el informe “A Nation of Risk”, se inicia un debate
que se fundamenta en una de sus afirmaciones que manejaba la
idea que hay una creciente ola de mediocridad en las escuelas. Tal
situación llevaría a que USA sería superado en poder y riqueza
por otras naciones. Así que se plantea el impulso de un plan
escolar estándar para todas las escuelas, basado en disciplina
escolar y rigurosidad de las ciencias, propuesta que se presentó
como una alternativa frente al modelo personalizado y de acción
en el aula.
Pero, esta crítica olvidaba la otra cara de los planteamientos
de Dewey, la condición gregaria y comunitaria del humano,
que incluye al alumno, quien es un ser pensante. Desde esta
perspectiva surgen defensas para el pensamiento de Dewey.
Nicholas Tampio (2016) asegura que la educación progresista
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considera a las personas desde sus propios intereses de
aprendizaje y que tienen voz en su comunidad. Su filosofía de
la educación anima a luchar por un mundo donde todos tienen
la libertad para expresar su propia personalidad. El movimiento
reformista no solo busca que los niños rindan exámenes
estandarizados, sino que intenta suprimir un espíritu que toca
élites económicas y políticas.
En esta discusión, se torna importante otra propuesta:
Paideia Proposal. Mortimer Adler se presenta, en 1982, con un
cuerpo organizado de idearios para la innovación educacional
en USA, que apoya abiertamente el pensamiento Deweyano. Se
parte que el ciudadano puede desde la escuela aprender a ganar
una buena vida y disfrutar de ello plenamente, así como la de
contribuir con una sociedad democrática. De aquí la importancia
de vivir la vida con responsabilidad.
Se destaca en la propuesta Paideia que es falso el supuesto
de que algunos niños pueden ser totalmente educados y otros
sirven para el entrenamiento laboral. Se parte, como dijo Dewey,
entonces, en tener supuestos más cónsonos con una filosofía de
la educación para todos. Dentro de esta dimensión se destaca
la posibilidad del dominio de habilidades del pensamiento y,
con ello, lograr un alto nivel de expectativas educacionales en
los sujetos. Ahora bien, planteamos aquí que el pensamiento y
las expectativas educacionales necesitan de buenas escuelas en
donde, como observó Dewey, se requiere de una adecuada teoría
que lo sustente.
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Supuestos Psicológicos y Pedagógicos
Del legado que Dewey nos dejó, cabe destacar dos obras
que pueden ilustrar mejor la base teórica de la acción de educar.
Ellas son:
• What Psychology can do for the teacher (1895), original The
Psychology of Number en coautoría con James McClellan.
• My Pedagogic Creed (1879), edited by E. L. Kellogg & Co.
La idea del apoyo de la Psicología al docente, se inicia
con el planteamiento de que el valor de los hechos y la teoría
radica en poder determinar su aplicabilidad para el logro de
propósitos definidos. Si eso funciona bien, si remueve fricciones,
si es actividad libre, si economiza esfuerzo y si logra resultados
enriquecedores, entonces eso es valorado como una contribución
a un perfecto encaje entre fines y medios. Así que el valor de la
Psicología está en sus frutos para la educación. Educación como
proceso racional debe estar en armonía con los principios de la
Psicología del desarrollo, así que el maestro no puede depender
de principios vagos. Ahora bien, en su escrito se evidencia la
fuerte relación entre Psicología y Pedagogía. Veamos como
ayuda al docente:
• El estudio de la Psicología tiene un alto valor ya que
desarrolla el poder de conectar pensamiento con la
formación de hábitos lógicos de la mente.
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• También tiene un valor práctico para la formación docente
ya que imprime un perfil asociado a su personalidad,
carácter, rectitud en la acción, cuyas fuentes pueden ser las
habilidades innatas, la experiencia y uso de los métodos y
las técnicas de enseñanza.
• Los criterios para el buen manejo de las fuentes anteriores
están vinculados con las funciones escolares, destinadas a
integrar tanto el trabajo escolar como un todo y la adaptación
de la estructura escolar a la individual del estudiante.
• Lo anterior se asocia a la interrogante de lo que debe ser
enseñado partiéndose del hecho de que se está en el mundo
y en sociedad, pero tenemos una persona individual que
atender.
• Las funciones psicológicas se dan en un orden: de instintos
a intereses, luego a propósitos y metas. Lo cierto es que
el logro de habilidades básicas, permite el desarrollo
de habilidades más complejas pero controladas. Se va
desde un control físico a uno psíquico. Vamos de manos
y cuerpo a pensamientos, metas y propósitos. Desde esta
perspectiva el desarrollo continuo va sujeto a conceptos
como percepción, memoria, imaginación y juicios.
• Cada contenido de aprendizaje tiene su naturaleza y tiene
además su propio lugar y método. Si respetamos esta
condición se está en la vía de una mejor pedagogía.
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 Veamos ahora el Credo Pedagógico. Inicia cada parte de
esta obra con la expresión yo creo que… y se refiere a la educación,
la escuela, el contenido o materia, el método y, la escuela y el
progreso social. Veamos:
• Educación: toda educación procede por la participación
individual en la conciencia social. Se inicia desde el
nacimiento, continúa moldeando los poderes del individuo,
lográndose conciencia y formándose hábitos, ideas,
sentimientos y emociones.
• La verdadera educación viene a través de la estimulación
de los poderes del niño por demanda de las situaciones
sociales en las que se encuentra. El individuo sujeto a
educación es un ser sociable y la sociedad es orgánicamente
la unión de individuos.
• Es escenario que sirve de estímulo para actuar como
miembro de una unidad emerger desde sus propias
limitaciones y debe concebirse como promotor del bienestar
de su grupo. Este estímulo se basa en sus capacidades,
intereses y hábitos.
• La escuela es primeramente una institución social y
educación un proceso social. La idea es traer al sujeto a
compartir su herencia de la especie humana y usar sus
poderes para fines sociales.
• La escuela debe prestar atención a la realidad presente de
cómo es la vida y representarla en la experiencia que se
ofrece, en forma simplificada, que gradualmente con las
actividades se pueda aprender el significado de ello. La
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continuidad racional dará crecimiento al sujeto, aumentando
su identidad, pertenencia, ética, con pensamiento y acción
comunitaria.
• El contenido curricular debe gradualmente lograr la
conciencia de la vida en unidad social. No deben incorporarse
abruptamente sino racionalmente. La concentración y
relación de los contenidos se da en el espacio de las propias
actividades de los sujetos, no de las disciplinas y artes que
enseñamos.
• Las disciplinas y artes son pretextos que se seleccionan para
verlas desde el ámbito de la expresión e interpretación de
la experiencia social. Así que cabe en educación, también,
cocinar, coser, entrenamiento manual, etc., siempre que
esas actividades sean ilustrativas del mundo civilizado,
que en sus fases de desarrollo, dejan herencia cultural a los
sujetos.
• Las actividades llevaran a la continua restructuración de la
experiencia así que el proceso y el objetivo de la educación
son la misma cosa.
• Método y el orden de desarrollo del sujeto es lo mismo. El
orden de presentar o tratar un material queda implícito la
naturaleza propia del ser.
• Educación es fundamentalmente el método de
progreso social. La concepción es unificar el ideal de
la individualización con el social. Es individual, en la
formación del carácter como genuina base de derecho de
vida, pero es social cuando ese derecho se vincula con
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 la influencia social sobre el individuo y no de su propia
percepción. Influencia devenida por la sociedad en general,
las comunidades y por supuesto la experiencia escolar.
Estos principios de su Credo Pedagógico conciben a la
educación íntimamente relacionada con ideales y valores como
democracia, libertad, vida, experiencia entre otros conceptos
de índole socioeducativos, que imprimen una visión de la
experiencia curricular como una reproducción de la sociedad.
Es decir de la vida propia del estudiante. Así que, currículum
es entendido como la experiencia vital que el sujeto vive bajo el
auspicio de la escuela.
Elementos de reflexión en tiempos de crisis
Hoy en el mundo y especialmente en Latinoamérica,
encontramos proyectos políticos para acabar con la democracia.
Para ello, se programa un sistema educacional ideologizante,
que no educa para el pensamiento ni para vivir en una sociedad
multidimensional y compleja. Por medio del engaño con un
supuesto proceso de revolución, logran una involución total de
la realidad de los países. Se lleva al sujeto a asumir ideales que a
la larga se afianzan en la repetición de un cuerpo de argumentos
que desprecian los verdaderos principios democráticos:
participación real, libertad de acción y expresión, separación
de poderes, alterabilidad gubernamental, Estado de derecho,
justicia imparcial, respeto a la privacidad y a la propiedad.
Esta situación se describe ampliamente en los libros
Revoluciones Emergentes y Revolución y Caricatura (Fuguet,
2015 y 2016 respectivamente). Se plantea que la revolución
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estatista, militarista e ideológica no es la respuesta en este 1er.
siglo del III Milenio ya que no genera procesos de transformación
frente a una sociedad del conocimiento, cambiante, globalizada y
tecnológica. Así se proponen 5 revoluciones emergentes o alternas
que constituyen un amplio camino de verdadera Revolución ya
que las revoluciones del Pensamiento, Sentimiento, Compromiso,
Racionalidad y Experticia, tocan la fibra del ser humano hacia la
perfectibilidad. Constituyen una opción diferente a la revolución
que se convierte en dictadura.
Asimismo, con la idea de reflexionar sobre la revolución
que se convierte en dictadura se hace énfasis en la génesis de
la situación de la Venezuela actual, que se caracteriza por una
insensata concepción de progreso, con deficiencias conceptuales,
estratégica y ética. El Socialismo del Siglo XXI ha propiciado el
secuestro de las instituciones democráticas, un abuso de poder,
la malversación y el desconocimiento de idearios que no encajan
en los modelos mentales de los nuevos dueños y oligarcas del
país. Esta crítica lleva al planteamiento de una nueva agenda de
rescate de una verdadera revolución que fortalezca los valores
democráticos de la Patria.
Las 5 revoluciones emergentes se definen así:
• La revolución del pensamiento: desarrollo de altos niveles
de habilidades de pensamiento sistémico y creativo, de
visión de globalidad e integración.
• La revolución del sentimiento: como motores de acción,
identificación, sensibilidad social, de transcendencia y como
escenario de las inteligencias múltiples, especialmente la
emocional y espiritual.
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• La revolución del compromiso: entrega, creencias, metas
de altura, elevación, trabajo realizado con gusto y pasión,
que conducen a ser los mejores.
• La revolución de la racionalidad: manejo racional de las
estructuras conceptuales de las ciencias, humanidades
y la tecnología, con criterio de socialización, madurez,
oportunidad y significación.
• La revolución de la experticia: obligación profesional de
ser cuidadoso y responsable, aplicación del conocimiento,
respeto y consideración de la formación, experiencia y
libertad en el ejercicio del conocimiento.
Se plantea, en concordancia, que el dominio de las
bases fundamentales de esas revoluciones, como: desarrollo
del pensamiento, inteligencia emocional, teoría de la
acción, constructivismo y racionalidad, experticia y ética
institucionalizada en los profesionales, llevan a la consolidación
de individuos preparados como ciudadanos y servidores
públicos, que actúan cónsonos con lo que representa una
verdadera democracia. Así se argumenta que la superación de
los interminables efectos de un período prolongado de dictadura,
lleva consigo la organización de los ciudadanos para logar
restablecer la democracia y esto requiere de procesos educativos
de altura, que desarrollen capacidad para vivir en democracia.
Se trae a colación algo que Fuguet (2016) llama: El Cuento
que no es Cuento, sobre la experiencia vivida por el Dr. Luzuriaga,
traductor al Castellano del libro Centenario. A él le tocó vivir por
dos veces el impacto de la dictadura, en el caso de Argentina,
impregnado de demagogia y eufemismos. Dejó a España en la
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búsqueda de libertad, para crear y dar, después de la guerra civil.
Llegó a una Argentina relativamente libre, cuyo cuerpo docente
y profesional estaba presto para recibir conocimiento. Ahí
tomó fuerza el pensamiento de Dewey. Pero un nuevo régimen
dictatorial, cerrado de mente y espíritu, optó por prohibir la
lectura y publicación de la obra centenaria, aunque por poco
tiempo. Obra que era la base del pensamiento libre, progresista
e innovador y que conjuntamente con otros clásicos, estimulan
el desarrollo del pensamiento autónomo y libre. Él tuvo que
abandonar por un tiempo su nueva patria y vino a Venezuela.
Ahora bien, ¿Estaremos viéndonos nosotros en este
escenario cruel? Así que, el mejor recurso es la argumentación
y el poder de convocatoria de una reserva moral del magisterio.
Pero ese es un cuento que no es cuento. Ante situaciones como las
descritas anteriormente, el pensamiento de Dewey sigue vigente,
como un faro que alumbra y nos hace recordar principios de
acción sustantivos: Entre ellos, que:
• El valor del pensamiento es que nos enriquece y habilita de
un conocimiento acerca de nuestra actuación y convierte
la acción, que puede ser ciega e impulsiva, en una acción
inteligente.
• Está, por supuesto, rodeado de valores y actitudes ya que el
pensamiento nos permite enriquecer la visión de las cosas y
sus significados.
• En concordancia con esto, la educación es entonces una
acción consciente que persigue el crecimiento y el desarrollo
integral del sujeto. Envuelve cambios y modificación en
direcciones definidas.
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• Ese cambio está destinado a la adquisición de procesos
efectivos de acción, autorrealización, disposición de
cuestionamiento y persistencia en el esfuerzo para superar
obstáculos.
• El camino de la libertad puede ser encontrado en el
conocimiento de los hechos mismos que nos invitan a
emplearlos en estricta unión con deseos y finalidades.
• Esta sentencia está asociada a la conducta moral, que
establece que la consecución de logros, metas o finalidades,
se encuentra amalgamada a una actividad humana que está
rodeada de valores, significados e, incluso, de imaginación.
• Nada justifica a los medios, excepto cuando ponemos a
las metas como parámetros, pero debemos aceptar las
consecuencias de una manera imparcial.
• De aquí la necesidad de que la libertad se relacione con
hechos de la vida real y no separada de ellos. La libertad
involucra eficiencia en la acción, habilidad para llevar
planes, superar obstáculos y experimentar cosas nuevas, lo
que nos lleva al cambio de la realidad.
Conclusiones
• El pensamiento de J. Dewey se encuentra incólume por
su contenido y vigencia. Su influencia en el afianzamiento
de la democracia y de la educación se traducen en una
vida bien vivida. Su ideario define que la educación
debe funcionar para permitir unas relaciones sociales
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democráticas y el crecimiento y desarrollo del individuo,
ya que vivir juntos en democracia permite proteger a la
persona y mantener la equidad social, fundamentado en
una teoría del conocimiento sobre la interacción social.
• Se derivan tres descriptores fundamentales que las
características de Dewey: filósofo, pedagogo y psicólogo.
Perfil que inicia, consolida y hace perdurar lo expresado
en su ideario democrático y educativo. Y destacándose
la necesidad de hacer educación en base a una verdadera
teoría que la sustente.
• Dewey promueve una filosofía de educación centrada en las
necesidades de una sociedad democrática cambiante. Sus
ideales orientan proyectos, con la participación de actores
comprometidos con la educación y la democracia y que se
concreten en planes de acción directa, de colaboración y de
compromiso.
• El análisis crítico de sus obras, especialmente Democracia
y Educación, desde una perspectiva de pasado, presente
y futuro, permite espacios para tener como centro la
relectura de los textos, considerándose su historia, contexto
sociopolítico y, en diferentes escenarios, observar su
vigencia para la educación contemporánea.
• En el contexto particular de Venezuela se nota una
significativa influencia en la modernización de las ideas
pedagógicas y democráticas de la educación en el siglo XX.
Se considera que los educadores deben comprometerse con
la educación y la democracia en la Venezuela de hoy, bajo
la convicción de que el diálogo, el intercambio y el libre
debate fortalecen la democracia, forma de vida con los
principios esenciales de libertad, igualdad, confraternidad
y dignidad.
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Notas sobre Filosofía y Educación en John Dewey: a
propósito del centenario de su obra “Democracia y
Educación”.
Notes about Philosophy and Education in John Dewey: in connection with the centennial of his book “
Democracy and Education”.
Emilio Arévalo
Instituto Pedagógico de Caracas, Venezuela
RESUMEN
La obra “ Democracia y Educación” ha dejado una gran
huella en la educación y en la pedagogía contemporáneas de los
siglos XX y XXI, como una de las bases teóricas de la Escuela
Activa y Progresiva en las sociedades democráticas . Asimismo,
el Pragmatismo, como corriente filosófica, ha reaparecido en
pensadores como Rorty y Habermas. El propósito de este trabajo
es destacar algunas ideas básicas de este libro y reflexionar sobre
su importancia para la pedagogía y la educación . La experiencia
es un primer concepto central en Dewey. La vida humana es
un continuo experimentar (observar, ensayar y transformar)
que le permite al humano reproducirse socialmente; es decir,
reconstruirse. La experiencia abarca pasado, presente y futuro,
y todas las regiones de la experiencia humana: naturaleza,
estética, moral, interacción social y conducta individual. La
educación, segunda idea básica, es una constante reorganización
y reconstrucción de la experiencia que capacita al hombre para
dirigir el curso de la experiencia subsiguiente. La democracia,
como sistema político-social, tercer concepto, favorece el
despliegue del talento y experiencias, a través de una escuela
activa y democrática, cuarto concepto, que eduque con libertad,
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