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ESTUDIOS TEMÁTICOS.

DOMINGO, 06 DE AGOSTO DE 2023


LECCION: CRISTOLOGÍA.
TÍTULO: BASES DOCTRINALES Y ARTÍCULOS DE FE (LETRA B, ARTÍCULO 4)

EL MESÍAS ES LA SIMIENTE DE LA MUJER (GN. 3:15)


Cuando el veredicto de Dios a la serpiente con la maldición de arrastrarse sobre su vientre,
luego señaló “Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente
suya¸ ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar”, esto significa entrar en una
guerra con Eva y su descendencia y respecto a la simiente está señalando que se establecía
el gobierno del mal gobernado por Satanás y en la simiente de Eva se anuncia el reino del
bien en que un descendiente de la mujer, esa mujer será la madre del vencedor supremo
sobre Satanás (Rom. 16:20; Ap. 19: 9). Este versículo de Génesis 3:15 se ha convertido en
el ”protoevangelio”, el primer evangelio, porque es la profecía más temprana que promete
un gran Libertador.

EL MESÍAS ES EL HIJO DE DIOS (SALMO 2)


Este salmo es mesiánico y profético, es un salmo que se cita 18 veces en el N.T. (7 en los
evangelios, 5 en Apocalipsis, 3 en Hebreos, 2 en Hechos y 1 en Filipenses). En los versículos
1-3 revelan una rebelión a nivel mundial contra el Señor y su rey, el ungido de Jehová. En
los versículos 4-6, Él confirma a su rey escogido entre las naciones, y en los versículos 7-9
Dios confirma que su rey es su Hijo y en los siguientes versículos invita al mundo a
contemplar a su Hijo y brindarle completa obediencia. Ahora, ningún rey histórico de Judá,
del linaje de David, cumple con lo indicado en este salmo; este Rey, el Hijo de Dios,
dominará y ejercerá juicios universales; los demás reyes y líderes del mundo tendrán que
rendir servicio a su Hijo, temerle y someterse.

EL MESÍAS ES EL MEDIADOR ENTRE DIOS Y EL HOMBRE (JOB 33: 23-28)


Lo que señala el Apóstol Pablo sobre Jesús como Dios-hombre, vale decir, un Mediador
entre Dios y la humanidad (1° Tim.2:5) concuerda con lo revelado en el libro más antiguo,
Job, donde admite Job que Dios es tan justo y recto que ninguna persona podría ser justa
en su presencia (Job 9:2) y ahora surge la pregunta ¡cómo podría poseer la cualidad de
justo?: todos somos pecadores ante un Dios justo, imposible tener trato con Él al menos
que hubiera una persona que efectivamente pueda comunicarse con Dios como un
mediador. Job estaba en un estado de desesperanza, a menos que alguien interviniera en
su favor (Job 33: 23-28); estaba destinado a morir, ir al sepulcro y a la vez comparecer ante
un Dios santo.
Job había expresado su convicción respecto a su Redentor, Él vivía y que pondría sus pies
en la tierra en tiempos postreros. Este Redentor-Mediador debía ser Dios-hombre y sería
uno entre milo, un ángel, alguien muy escogido, único en su especie como lo señala en el
N.T. en Jn. 1:14, 18; 3:16; 1° Jn. 4:9. Este Dios-hombre sería el único capaz de declarar lo
que es correcto, librar a Job del sepulcro mediante la “redención”. El libro de Job también
incluye estas descripciones:
- Es el fiel amigo en el cielo (Job 16:19; Ap. 1:5)
- Posee un testimonio en las alturas (Job 16:19; He. 9:16,24)
- Es Redentor (Job 19:25; 33:24,28; Gn. 48:16; Gál. 3:8-22)
- Es un Mediador (Job 33:23; 1° Ti. 2:5-6)
- Es el único (Job. 23:33;Jn. 3:16)
- Es el único que limpia del pecado (Job. 9:30-31) 1° Jn. 1:5)
- Es el Sanador (Job 33:25; Stgo 5:16; 1° P. 2:24)
- Es el dador de cánticos (Job 33:27; Ef. 5:18-19; Col. 3:16)

EL MESÍAS ES PROFETA, SACERDOTE Y REY.


La promesa de la labor profética del Mesías aparece por primera vez en Dt. 18, donde se
revela que vendría un profeta “mayor que Moisés” (Dt. 18: 15-22). Los profetas desde
Josué a Malaquías cumplieron una función intercesora, el pueblo no podía soportar la
gloriosa presencia del Señor como dice Dt. 5:23-27. Israel necesitaba un mediador que
pudiera actuar en su nombre, que se comunicara con Dios y que transmitiera sus palabras.
Este ministerio intercesor sigue siendo necesario en todos los tiempos y en los diferentes
pactos.
La revelación y la aplicación del pacto exige un representante divino, un gran Profeta.
Pedro declara en Hch. 3:22-23, que el Mesías cumplía la profecía de Dt. 18: 15.22; Esteban
lo confirma en Hch. 7:35-38; los judíos del siglo 1 entendieron la profecía de Moisés como
referencia del Mesías (Jn. 1:21-25); los habitantes de Jerusalén lo reconocieron cono
profeta a Jesús (Mt. 21:11) y Jesús mismo lo declara (lc. 13:33)
Este gran profeta, el gran Sumo Sacerdote, el Rey, el Renuevo es el Señor Jesucristo
mismo.
Hoy, Jesús es nuestro Rey sobre el reino universal de Dios, el el futuro regresará para
sentarse en el trono de David (Mr. 25:31) y reinará por mil años como Rey davídico (Reino
mesiánico o Reino milenial, Ap. 20:1-6).

EL CRISTO ENCARNADO:
1) LA ENCARNACIÓN: Jesús era el Dios-hombre: verdadera y completamente Dios y a la
vez verdadera y completamente humano. Cristo poseía la gloria divina ( Jn. 17:5; Is. 42:8) ;
Cristo es la representación exacta de la Deidad (He. 1:3; Col. 1:15). Las doxologías del N.T.
al igual que la doxología de 1° Crón. 29:10-11 destacan que el Hijo es digno de adoración;
también lo señalan He. 13:20-21; 1° P. 4:11; 2° P. 3:18; Ap. 4:11; Ap. 5: 9.-10.
Cristo debería ser adorado con una adoración equivalente a la que se le brinda a Dios en el
A.T.; como segunda persona de la Trinidad no olvidemos estuvo en todo el proceso de la
creación. En la oración que se hace a Jesucristo y por enseñanza de Él (Jn. 14:14; 15:16;
16:23-24) constituye también una prueba más de su Deidad. Los discípulos pidieron
dirección al momento de elegir al sucesor de Judas Iscariote; Esteban en su oración pide:
“señor, recibe mi espíritu” y “Señor, no le tomes en cuenta este pecado”. Pablo escribió
“porque todo el que invocare el nombre del Señor, será salvo”; también Pablo apeló a
Cristo para que se apartara de él el “mensajero de Satanás”.
La adoración es más que una oración, implica alabanza; Pablo escribe así a los Efesios ( Ef.
5: 18-20); el cántico de alabanza de Ap. 5: 9-10 se centra en el Señor Jesús.
También en el A.T. encontramos varios salmos mesiánicos (2; 22; 24; 45; 72; 110) y varios
cánticos de judíos precristianos cantaban exaltado al Mesías.
Otro aspecto importante para resaltar la Deidad de Cristo son las denominaciones como
“temor del Señor”; “por reverencia a Cristo”: “ en el temor de Cristo”. “cántico al Cordero.
Cristo como la segunda persona de la Trinidad exhibe y ejerce plenamente todas las
características divinas y los atributos que conocemos de Dios: Eternalidad; Gloria; gracia;
Santidad; Inmutabilidad; Vida; Amor; Misericordia; Omnipotencia; Omnipresencia;
Omnisciencia; Justicia; Autoexistencia; Soberanía; Verdad, etc.: esto proporción ejemplos
de la semejanza de Jesucristo con Dios, por eso los escritores del N.T. dicen “Jesús es la
imagen del Dios invisible” (Col. 1:15; He. 1:3; 2° Cor. 4:4)
La Biblia también emplea muchos títulos en referencia a Cristo, algunos han identificado
más de 250 títulos y símbolos de Cristo, tales como:
Admirable Josué 13:18 Jehová de los ejércitos Sal. 24:10
El Señor Sal. 110:1 Sabiduría de Dios Prov. 8/ Lc. 11:49
Emanuel Is. 7:14/Mt.1:23 Padre Eterno Is. 9:6
Dios fuerte Is. 9:6 Consejero Is. 9:6
El brazo de Jehová Is. 53:1 El que abre brecha Mi.2:13
El ángel de Jehová Zac. 1: 11-21 El esposo Mt. 9:15
El Hijo de Dios Mr. 1:1 El Santo Mr. 1:24
El Hijo del Altísimo Lc. 1_32 El Verbo Jn. 1:1
El Unigénito Jn. 1:14 El Pastor Jn. 10:14
La Vida Jn. 14:6 La Verdad Jn. 14:6
El camino Jn. 14:6 El Señor de gloria 1° Cor. 2:8
La cabeza de la Iglesia Ef. 4:16 Rey de reyes 1° Tim. 6:15
Señor de señores 1° Tim. 6:15 Salvador Tito 12:13
El Todopoderoso Ap. 1:8 El Alfa y la Omega Ap. 1:8
El primero y el último Ap. 1:17 El Verdadero Ap. 3:7
Fiel y Verdadero Ap.19:11 El principio y el fin

En su encarnación Cristo rindió todos sus atributos divinos a la voluntad del Padre (Fil. 2:5-
7), “se despojó a sí mismo”, un acto voluntario donde el Hijo de Dios adoptó la forma de
esclavo, siendo en humillación despojándose de Hijo preencarnado a un ser encarnado en
hombre, por eso los judíos quisieron apedrearle por blasfemia a Jesús diciéndole: “porque
tú, siendo hombre, te haces Dios” (Jn. 10:33); Jesús afirmaba que el verle a Él era ver al
Padre, que tenía autoridad sobre toda carne y en el monte de la Transfiguración, la Deidad
encarnada del Hijo toma forma visible, retiró el velo de su humanidad y permitió que la
esencia divina resplandeciera (Mt. 17;2).

PROXIMA LECCIÓN:
LA ANUNCIACIÓN DEL PRECURSOR Y DE CRISTO
EL NACIMIENTO VIRGINAL
LA HUMANIDAD DE JESÚS Y LAS OPINONES ERRÓNEAS
EL BAUTISMO DE JESÚS

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