Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Síntomas corporales: lo habitual es que la persona con hipocondría presente quejas físicas
(un bulto, una mancha, dolor…) en cualquier zona del cuerpo, que percibe como
amenazantes y peligrosas (interpretación dramática).
Preocupación por el cuerpo: tendencia a ser consciente del cuerpo, a estar pendiente del
funcionamiento corporal: tasa cardíaca, el consumo de calorías, etc. Atención selectiva,
distribución de los recursos atencionales, sesgo atencional e hipervigilancia.
Miedo a la enfermedad: como se ha mencionado, presentan un elevado miedo a la
enfermedad (se concibe la enfermedad como algo muy catastrófico).
Creencia de enfermedad: las personas no tienen una convicción absoluta (no están 100%)
seguros), sino que tienen una sospecha; si no fuera así, estaríamos hablando de delirios.
Resistencia a la información médica tranquilizadora: habitualmente, el paciente toma
acciones para resolver sospechas entorno a su estado de salud. Estas acciones van desde
acudir al médico (cuando el médico le dice que está bien, suele tranquilizarse, pero muy a
corto plazo vuelve a preocuparse) hasta la autoexploración e hipervigilancia. Estos pacientes
tienen cierta tendencia a no estar de acuerdo con lo que les dice el médico.
Conductas de seguridad (búsqueda de información tranquilizadora, comprobación corporal y
evitación de situaciones y estímulos): ayudan a que se tranquilicen.
Dentro de este perfil, hay muchos términos que están relacionados y que conviene
diferenciar.
Hoy en día, es mejor utilizar este concepto que utilizar “hipocondría”, ya que resulta más
aceptable para el paciente, y se ajusta mejor al trasfondo del trastorno. La ansiedad por la salud es
un continuo, donde estas personas se situarían en los niveles más elevados.
Tanatofobia
Miedo a la muerte; es muy probable que esté presente en la hipocondría, pero no es exclusivo de la
misma.
Fobia a la enfermedad
Mientras que la hipocondría hace alusión a la creencia de que uno tiene actualmente una
enfermedad, la fobia a la enfermedad se define como el temor a que uno pueda contraer una
enfermedad en el futuro.
Por el contrario, en la fobia a la enfermedad se teme un síntoma único, que se relaciona con
una enfermedad única. Así, los estímulos que disparan este temor son estímulos externos, como,
por ejemplo, noticias, programas de televisión, hospitales, médicos, etc. Por ello, llevan a cabo
conductas de evitación de esos estímulos. También se observa una cualidad fóbica, ya que mientras
que en la hipocondría la preocupación es más constante y no tan intensa, en la fobia a la enfermedad
se genera el temor de una forma muy súbita e intensa.
Caso de Jessica
Jessica presenta preocupación por síntomas variados: manchas de su piel, bultos, temblor de
extremidades… que relaciona con diferentes enfermedades (cáncer, esclerosis múltiple etc.).
Además, hace conductas de comprobación de estímulos internos, como ponerse la mano en el
corazón para comprobar su tasa cardíaca, además de consultas a médicos y búsqueda de
información. Cree que tiene una enfermedad actualmente (“no puedo decirle que puedo estar
muerta para el fin de semana”). Las pruebas negativas no detienen sus preocupaciones. Presentaría
un diagnóstico de hipocondría.
Caso de María
María presenta una fobia a la enfermedad, ya que tiene preocupación por contraer la enfermedad
en el futuro (“se que no tengo una enfermedad del corazón ahora, pero podría desarrollarla en el
futuro”), y hay un único síntoma que le preocupa, al igual que una única enfermedad (del corazón).
Lleva a cabo conductas de evitación, como evitar ir a las evaluaciones cardiológicas y ver programas
de TV, y presenta una cualidad fóbica (“miedo intenso y rápido”).
Caso de Juan
En este caso, estaríamos hablando de algún trastorno psicótico, ya que Juan tiene una falsa creencia
que mantiene con mucha firmeza; de hecho, no se involucra en la búsqueda de evidencias
(comprobación), porque está tan seguro que no lo necesita. Además, tiene actitudes de recelo y
desconfianza hacia los médicos (podría pensar perfectamente “el médico intenta ocultarme que
tengo una enfermedad porque se ha compinchado con mi familia para…”). Por último, el contenido
de su queja es claramente extraño e irreal.
Es necesario abordar estos aspectos para mejorar el afrontamiento en personas vulnerables (por
ejemplo, supervivientes COVID-19, pacientes con TOC o hipocondría, etc.).
Los síntomas físicos siempre son una señal de que algo va mal en tu cuerpo.
Todo síntoma ha de tener una causa física identificable.
Es posible conocer, con absoluta certeza, que no estás enfermo.
Si no me preocupo por mi salud, tendré mayor probabilidad de enfermar.
Tengo un elevado riesgo de enfermar.
Si no vas al médico en cuanto notes algo inusual, será demasiado tarde.
La única forma de excluir realmente una enfermedad grave es que mi médico me mande que
me haga pruebas clínicas.
Si mi médico me manda que me haga pruebas, es porque está convencido de que me pasa
algo malo.
Estos supuestos o creencias pueden permanecer inactivos hasta que son activados por un
incidente crítico, como puede ser percibir algo en el cuerpo, conocer alguna noticia… así, se
desarrolla la ansiedad por la salud, es decir, la interpretación dramática de las sensaciones físicas,
imágenes mentales negativas, etc.
Este modelo también proporciona una ecuación para calcular el grado de ansiedad que
puede estar la persona experimentando: la probabilidad se refiere a la creencia de probabilidad de
desarrollar la enfermedad que tiene la persona; el daño percibido se refiere, por su parte, a las
consecuencias que cree que puede tener estas enfermedad; por otra parte, el afrontamiento alude a
la capacidad que cree tener el paciente para afrontar esa enfermedad; y el rescate, a los factores
auxiliares (percepción de las posibles ayudas que podría tener).
Cambios en la rutina: por ejemplo, sueño, dieta, exposición al frío, consumo de alcohol, etc.
Inactividad: transitoria o continuada.
Problemas físicos leves: jaqueca, resfriado, diarrea, malestar estomacal, congestión nasal,
esfuerzo de los músculos intercostales, dispepsia, alergia, malestar menstrual, etc.
Ansiedad y otras emociones: sensaciones corporales asociadas a la activación del SN
simpático y parasimpático.
Refiriéndonos ahora a las áreas de evitación en la ansiedad por la salud (las conductas que se
mencionan son actividades que se evitan):
Centros médicos:
o Someterse a un procedimiento médico.
o Asistir a las citas médicas.
o Tener chequeos médicos regulares.
o Autoexploración mensual de las mamas.
o Visitar a un amigo en el hospital.
o Ir a una clínica de especialidades, por ejemplo, clínica del cáncer, unidad de cuidados
paliativos.
o Pensar sobre citas médicas, hospitales, etc.
o Visitar un centro médico relacionado con una experiencia difícil.
Relacionada con la enfermedad:
o Ver/leer historias en medios de comunicación sobre temas de salud.
o Visitar sitios de salud en internet.
o Historias con un personaje que tiene una enfermedad grave.
o Hablar con un amigo/familiar sobre la salud y la enfermedad.
o Hablar con un amigo/familiar que tiene una enfermedad temida.
o Pensar en situaciones relacionadas con la enfermedad.
Relacionada con la muerte:
o Historias relacionadas con un personaje que se está muriendo (TV, cine, lectura,
conversaciones).
o Pensar en la muerte y morir.
o Leer obituarios.
o Escribir un testamento.
o Hacer los arreglos funerarios para uno mismo u otros.
o Asistir a un funeral.
o Visitar un cementerio.
Síntomas corporales:
o Ejercicios y deportes.
o Experimentar calor intenso.
o Estar en lugares con alta temperatura y mal ventilados.
o Pensar en síntomas corporales.
o Tomar ciertos alimentos (por ejemplo, cafeína, comidas picantes).
Es muy fácil que la hipocondría tenga conexión con otras condiciones; por ejemplo, con el
trastorno de pánico, con la ansiedad generalizada, con el TOC, con la depresión, etc. Eso significa que
hay que tener claras las características de cada uno (aunque siempre siendo consciente del
solapamiento).
Trastorno de pánico
Trastorno obsesivo-compulsivo
Ansiedad generalizada:
Trastorno de somatización
RELACIÓN TERAPÉUTICA Y PAUTAS PARA LA ENTREVISTA
RELACIÓN TERAPÉUTICA:
El paciente:
- Tiene la sensación de no haber recibido una explicación satisfactoria de su problema.
Muchas veces se habrán limitado a descartar muchas causas de su problema, pero no a dar
una etiología concreta.
OJO, esto lo haríamos en los primeros momentos y contactos, en los que nos adentramos en
su experiencia, luego durante el procedimiento terapéutico esta parte ya no es recomendable
y por tanto en tratamiento no será una pauta a buscar.
- Está descontento con la actitud de los médicos hacia su problema. El paciente no puede
interpretar por nuestra parte algún gesto de indiferencia o menosprecio, cosa que ya habrá
sentido probablemente en su relación con médicos anteriormente.
Es posible que también tenga insatisfacción con otros profesionales, debemos intentar
explorar los motivos y que esto no se replique con nosotros.
Debemos intentar encontrar una agenda de trabajo que contemple las metas y expectativas
del paciente y su agenda y que a la vez sea viable con nuestro plan de trabajo. Esto pasa por aceptar
las quejas somáticas del paciente, reconocer su identidad somáticas, aceptar que el paciente tiene
ese problema orgánico e intentar dar una explicación del porqué de sus síntomas que le sea
aceptable (esto es fundamental). Incluir por tanto una explicación que incluya todos los matices de la
experiencia.
Habilidades clínicas:
Debemos reflexionar sobre nosotros mismos, si pensamos que vamos a ser clínicos
preparados para manejarnos con un paciente que va a ser difícil, que nos va a desafiar ¿Vamos a ser
capaces de tolerar a un paciente que se va a apegar constantemente a la queja, dolor y malestar y
que nos va a cuestionar constantemente lo que planteemos y nuestra metodología de trabajo, sin
ánimo de cambio, pacientes que mejoran en una cosa u empeoran en otra diferente de forma
recurrente, etc.?
Se requiere “un terapeuta hábil y flexible que sea capaz de aceptar al paciente ‘como es’, de
descifrar ‘el idioma de malestar’ somático del paciente, y que tolere las conductas frustrantes que
parecen estar simultáneamente presentes en la búsqueda y rechazo de ayuda” (Starcevic y Lipsitt,
2001, p. xii).
Habilidades fundamentales:
- Empatía. Podría ser incluso más fácil porque todos en algún momento de nuestra vida hemos
podido sentir una sintomatología cercana).
- Aceptación. Para ello hay que aceptar su identidad somática, reconocer explícitamente su
dolor y su experiencia
- Comprensión de las implicaciones, función de los síntomas, etc.
- Explicación y educación. No solo de sus síntomas, sino de esa experiencia corporal en el
conjunto de la vida de los pacientes y sus relaciones, emociones etc. Comprender qué lugar,
valor y significado tiene esa vivencia corporal dentro del a vida del paciente. NO debemos
quedarnos en algo superficial. Adaptar la explicación al nivel educativo, necesidades y
capacidad de comprensión.
Comprender las ambivalencias del paciente hacia el tratamiento psicológico y superar sus
resistencias (interrumpir, negar e ignorar). Frente a las actitudes desafiantes que observamos
en nuestra relación con él no debemos sentirnos apelados a lo personal, sino que
entendamos que es su forma usual en la que la persona se mueve en la interacción con
nosotros.
En vez de “sermonear”, reforzar la auto-motivación. Tenemos que evitar dar charlas de qué
tiene que hacer y cómo. Intentar reforzar los avances que pueda ir exhibiendo el paciente.
Terapeuta: Una de las metas del tratamiento es ayudarte a que aprendas que no necesitas volver a
visitar a médicos para obtener más opiniones sobre tu dolor abdominal. Vas a aprender un nuevo
enfoque …
Paciente (interrumpiendo): No, no, eso no tiene ningún sentido. Necesito llegar al fondo de esto, en
términos médicos, no psicológicos.
Terapeuta (de manera genuina): Oh, de acuerdo. Estás diciendo que debes continuar yendo al
médico cada vez que te duele el abdomen, y que esta estrategia te ha resultado útil en el pasado
para encontrar una buena explicación y tratamiento para tus síntomas.
Paciente: Bueno, realmente, no. Los médicos no me han resultado de utilidad. No saben qué hacer.
Lo único que hacen es decirme que estoy sano, no encuentran nada malo. Deben pensar que me lo
estoy inventando o que estoy loco.
Terapeuta: Ya veo. Por lo tanto, debes pensar que el próximo médico al que vayas tendrá todas las
respuestas. Parece que confías bastante en que él finalmente será capaz de ayudarte a resolver todo
esto.
Paciente: Bueno, probablemente me diga lo mismo que los médicos anteriores…
Terapeuta: Una de las metas del tratamiento es ayudarte a que aprendas que no necesitas volver a
visitar a médicos para obtener más opiniones sobre tu dolor abdominal. Vas a aprender un nuevo
enfoque …
Paciente (interrumpiendo): No, no, eso no tiene ningún sentido. Necesito llegar al fondo de esto, en
términos médicos, no psicológicos.
Terapeuta: Estás absolutamente convencido de que tus síntomas tienen una base médica real. Yo no
soy médico, por lo tanto, no puedo darte una explicación para los síntomas. También me has dicho lo
frustrado que te has sentido con los médicos. Si reduces esta frustración esto podría ayudarte a
desarrollar una mejor relación con tus médicos. Y quizás así, ellos podrán ayudarte de una manera
más eficaz.
Terapeuta: Una de las metas del tratamiento es ayudarte a que aprendas que no necesitas volver a
visitar a médicos para obtener más opiniones sobre tu dolor abdominal. Vas a aprender un nuevo
enfoque …
Paciente (interrumpiendo): No, no, eso no tiene ningún sentido. Necesito llegar al fondo de esto, en
términos médicos, no psicológicos.
Terapeuta: De acuerdo, entonces has tratado con todas tus fuerzas de encontrar una explicación
médica para tus síntomas. Después de todo, los síntomas son reales. Pero, como decías antes, este
enfoque no ha resultado útil. De hecho, esto te hace sentir frustrado.
Paciente: Si, ese es exactamente mi problema.
Terapeuta: ¿Qué cosas podrías hacer respecto del problema?
Enfatizar el control del paciente
Terapeuta: Una de las metas del tratamiento es ayudarte a que aprendas que no necesitas volver a
visitar a médicos para obtener más opiniones sobre tu dolor abdominal. Vas a aprender un nuevo
enfoque …
Paciente (interrumpiendo): No, no, eso no tiene ningún sentido. Necesito llegar al fondo de esto, en
términos médicos, no psicológicos.
Terapeuta: Bien, la decisión sobre cómo afrontar tus síntomas es totalmente tuya. Yo no puedo
decirte lo que has o no has de hacer. Lo que si quiero señalar es que parece que estás diciendo que
tu manera de manejar esto no ha sido muy útil. Quizá sea el momento de intentar algo nuevo.
Paciente: Supongo que no me va a hacer daño escuchar un poco de su terapia aunque decida no
volver.
A veces, los síntomas del paciente tienen relación con cómo interacciona a modo de juegos
con su familia o con su pareja. No hay una comunicación madura, clara y sincera, sino a modo de
juegos. Cuando hablamos de juegos, nos referimos a una serie de secuencia de transacciones que
sigue una puta deprimida, plausible, predecible, pero que se rige por pautas implícitas, en las que hay
una motivación inconsciente, de tal manera que lo que podemos observar es que entre el paciente
hipocondriaco y su pareja hay una comunicación referente a un nivel social (por ejemplo, me duele
tal, y responde: qué puedo hacer por ayudarte, ve al médico, … pero que detrás de los mensajes hay
un nivel de comunicación psicológico: actitudes infantiles, inmaduras, de sobreprotección,
autoritarias, etc.). Hay discrepancia entre mensajes sociales y lo que hay implícito (no voy a dejar que
te vayas, me tienes atrapado, etc.). El paciente y la pareja estarían jugando a esto juntos con cierta
teatralidad y falsedad. Muchas veces juegan a si no fuera por la enfermedad…, es decir, el discurso
de “nos va bien, no tenemos problemas de ningún tipo y solo nos va mal por la enfermedad”.
Otras veces, el malestar físico aparece para justificar fracasos, negligencias, faltas de
compromiso... En definitiva, como indicador de una autoestima baja y como respuesta a esta.
Informar sobre el trabajo del psicólogo, insistiendo en que entre sus labores figura la
participación en el tratamiento de problemas físicos que pueden verse afectados por factores
psicológicos.
Plantear que la evaluación pretende obtener un conocimiento detallado del problema y que,
la decisión sobre si la ayuda psicológica es conveniente y desea recibirla no ha de tomarla
ahora.
Apelar a las posibles dudas del paciente (aunque sean mínimas) respecto a que su problema
no sea totalmente físico
Facilitar la conversación sobre el cambio:
ENTREVISTA:
Variables moduladoras.
Estado de ánimo.
Impacto del problema en la vida del paciente y viceversa. Útil en la búsqueda de
desencadenantes.
Historia de tratamientos anteriores.
Historia de enfermedad personal y familiar. Hay pacientes que buscan solución fuera de la
medicina tradicional (homeopatía, soluciones esotéricas, etc.).
Reacciones/actitudes de familiares. Comparten visión, que piensa la familia, hay apoyo, …
Situación psicosocial.
Áreas de fortalezas y debilidades personales.
Motivación hacia el tratamiento.
CUESTIONARIOS Y AUTORREGISTROS
AUTORREGISTROS:
Ayudan a:
Los modelos parten desde algunos más detallados hasta otros más sencillos,
dependiendo del perfil del paciente con el que estemos trabajando o según el momento, conforme el
paciente se vaya habituando a la metodología podemos ir complicando el formato y la información.
MEDIDAS DE AUTOINFORME:
MEDIDA GENERAL
ESCALAS DE CONDUCTA DE ENFERMEDAD. Los que más recomienda por sus propiedades
psicométricas y por sus versiones en castellano. Es muy completo porque evalúa la preocupación por
el cuerpo por el dolor, creencias hipocondriacas, discapacidad funcional asociada a la salud, fobia a la
enfermedad, etc.
CORONAVIRUS:
1. Farmacoterapia
No se suele considerar de elección en esta condición clínica, de hecho, el paciente suele
rechazar esta opción. Cuando se les da a elegir en una elección informada entre un tratamiento
farmacológico y una psicoterapia, una pequeña proporción se decanta por la farmacoterapia.
Además, muchos no se adhieren adecuadamente y abandonan o no cumplen las pautas. Recordemos
además que tan solo en aquellos casos que cursan con sintomatología muy intensa será oportuno. La
necesidad de psicoeducación es importante en cuanto a los días que tardan en actuar muchos de
ellos, efectos secundarios, activación de preocupaciones, etc.
Antidepresivos tricíclicos.
Los síntomas de dolor responden mejor que otros síntomas somáticos no dolorosos.
Contraindicaciones:
2. Información tranquilizadora
Se busca restaurar el nivel de confianza del paciente en su estado de salud. Estas estrategias
algunos clínicos las subrayan como útil y la recomiendan y otros son mucho más críticos hacia esta
estrategia. ¿Hay que sedar al paciente con nuestras palabras?, ¿Siempre?, ¿Bajo qué circunstancia?
Cuando resulte de utilidad para el paciente. NO se debe repetir una y otra vez la misma explicación
para cosas que ya han sido analizadas e investigadas, manejar la información ya repetida y sabida no
es efectivo. Debemos dirigirnos a analizar e investigar en relación con cuestiones que no han sido
analizadas o exploradas, dar información nueva. En este aspecto también hay discrepancias, algunos
autores sí consideran positivo repetir la información a pesar de ya se sepa, porque así acabará
autoconvenciéndose al respecto de su estado de salud.
Investigaciones:
Fava et al. (2000): 10 pacientes con hipocondría tratados mejor que 10 pacientes con hipocondría
controles
¿Cómo conseguirlo?
1) Escuchar y tomar nota de sus quejas de manera detallada (conceder tiempo suficiente y
comprobar con amabilidad los datos).
2) Reconocer la veracidad de sus síntomas y de su angustia.
3) Elicitar sus temores y creencias sobre los síntomas y de la "evidencia" que considera que
apoya sus preocupaciones.
4) Explicar por qué sus preocupaciones son infundadas y modificar la "evidencia" inadecuada.
5) Dar una explicación satisfactoria/no amenazante de sus síntomas que incluya una clara
justificación del proceso que los explica.
6) Dar una explicación satisfactoria de las pruebas o tratamientos realizados, con la
precaución de no trasmitir mensajes contradictorios;
7) Comprobar si todo discutido le ha tranquilizado y, en caso contrario, trabajar las dudas
residuales.
En centros en los que trabajan varios profesionales no se debe dar una información
parcelada, para evitar malentendidos en sentido de que uno dice una cosa y otro otra. Es preferible
que toda la información esté facilitada por uno de los miembros del equipo: el profesional que sea
accesible y que tenga confianza en él, porque esto va a afectar muchísimo en cómo va a aceptar esa
información y el lugar que le dará. Debe ser su psicólogo o su médico. Por ello, es importante generar
una relación con el paciente para ser una figura de confianza de quien recibir esta información.
Para un perfil de pacientes con una actitud muy hostil, desafiantes, con mucha ira, … la
información tranquilizadora no funcionará. Para un perfil más emocional, con sintomatología
ansiosa, depresiva, dependiente, baja autoestima funciona mejor. La información tranquilizadora
debe darse una vez analizadas las condiciones físicas que le afectan y relativas a sus quejas. Para un
paciente con necesidad de dependencia no cubierta, puede ser importante que sepa que hay una
persona importante a la que puede acudir si lo necesita y no siempre que su estado de salud sea
alarmante. Dentro de un marco profesional, es importante que sepa que tiene un vínculo al que
puede acudir, aunque no haya una sintomatología exacerbada y preocupaciones excesivas sobre su
salud.
- ¿Cómo debería darse la información tranquilizadora?
Palabras con solo una connotación psicológica pueden generar desconfianza y rechazo, sobre
todo al inicio. NO tomar decisiones sobre sus síntomas, sino involucrar a las personas en la toma de
decisiones a la hora de fomentar hábitos saludables. El paciente debe tener un rol activo en su
cuidado de la salud y no depositar esa toma de decisiones solo en el profesional.
Es importante…
TRATAMIENTOS COGNITIVO-CONDUCTUALES:
Tratamiento de la somatización y la hipocondría (Kellner, 1985, 1986, 1987)
Tratamiento del estilo somático amplificador (Barsky, 1996; Barsky et al., 1988; Barsky y Ahern,
2004).
Tratamiento de las interpretaciones catastróficas (Salkovskis y Bass, 1997; Salkovskis et al., 2003;
Warwick y Salkovskis, 1990, 2001; Warwick et al., 1996).
Tratamiento de la ansiedad por la salud y el miedo a la muerte (Fureret al., 2001, 2007; Furer y
Walker, 2005, 2006).
Tratamiento de la hipocondría y la ansiedad por la salud (Abramowitz y Braddock, 2008; Abramowitz
et al., 2010)
2. Reconocer que los síntomas realmente existen y que el tratamiento aspira a ofrecer una
explicación satisfactoria de los mismos.
3. Distinguir entre dar información relevante en oposición a reasegurar con información irrelevante o
repetitiva.
4. Las sesiones de tratamiento no deberán ser nunca combativas; preguntar y colaborar con el
paciente es el estilo adecuado.
5. Las creencias del paciente están invariablemente basadas en una evidencia que es convincente
para él; en vez de desaprobar la creencia, descubrir la observación que el paciente toma como
evidencia y trabajar en colaboración con él.
6. Establecer un contrato por un período de tiempo limitado que cubra las exigencias del terapeuta
mientras se consideran los temores del paciente.
8. Lo que los pacientes hayan entendido de lo hablado en la sesión de tratamiento debe ser siempre
comprobado pidiéndoles que hagan un resumen de ello y de la forma en que les repercute.
Lo primero que hacemos es revisar sus síntomas, todo el recorrido que ha hecho, pruebas
clínicas realizadas, médicos visitados, resultados, conclusiones, etc. Se buscan evidencias que
respaldan los síntomas y luego se hace ver al paciente que hay datos que no concuerdan con su idea
de que está enfermo. Se busca sacar como conclusión que su evidencia única son sus síntomas.
Hacemos ver que hay muchos datos en contra de su idea de enfermedad.
A partir de esa conclusión, se debaten otras aproximaciones posibles: no estoy enfermo sino
que creo que estoy enfermo; estoy demasiado preocupado por mi salud; me estoy relacionando con
mi cuerpo / entorno de forma no saludable (NO USAR TERMINOS HIPOCONDRÍA, SOMATIZACIONES,
ETC.). Entre psicólogo y paciente se explora si hay otra visión o perspectiva que pueda ser útil para él.
Se observa si esto tiene algo que ver con el propio paciente, si le puede aportar algo o puede hacerle
descubrir algo. Todo ello desde una postura nada impositiva. Incluir aquí varios términos y modelos
relacionados con la ansiedad:
A continuación, comparamos las dos posibles hipótesis estoy enfermo – cómo me estoy
relacionando con mi cuerpo. Puede ser útil que primero adopte una cierta distancia. Es decir,
introducir todos estos conceptos y ejemplos, pero abordarlo primero en un supuesto o desde la
situación de otra persona: relatar el caso de una persona con preocupaciones hipocondriacas en una
situación ficticia pero como si fuera verdad. Esto permite introducir elementos claves y elaborar
entre los dos una figura explicativa y una formulación de los factores que implican que esa persona
se preocupe demasiado por esa enfermedad concreta. Allana el terreno a que el paciente haga algo
parecido en su caso. Permite analizar si esa propuesta coincide con su propia experiencia.
A partir de aquí, quedaría recoger información que apoye la nueva hipótesis explicativa. Para
este punto, el uso de los autorregistros es fundamental. Es crucial, el paciente está tan focalizado en
su malestar físico que no está centrado en otros elementos que forman parte de su experiencia.
Debemos animarle a que observe y descubra en su experiencia todos estos elementos (poco a poco):
Fuentes de estrés:
Muchas veces los precipitantes son microestresores de la vida cotidiana. Los autorregistros
sobre estos estresores permiten una toma de conciencia de que hay cosas que incomodan al
paciente y que no sabe resolver o que sobrepasan a su capacidad de manejo y que provienen de
fuentes muy dispares de la vida diaria.
Domésticas (p.ej., dificultad para organizar el cuidado de niños, espacio saturado, conflictos
de pareja).
Sociales (p.ej., sentirse aislado, amigos/familiares que viven lejos, problemas con los amigos,
obligaciones sociales no deseadas).
Vecinos y entorno (p.ej., inseguridad, tráfico, contaminación, ruido, vecinos molestos).
Laborales (p.ej., recursos insuficientes, falta de reconocimiento, presiones de tiempo,
conflictos con jefes/compañeros/clientes).
Colegio o universidad (p.ej., conflictos, tareas, pagos).
Finanzas (p.ej., deudas, facturas, hipoteca).
Presión de tiempo (p.ej., muchas tareas y responsabilidades, poco tiempo libre,
interrupciones frecuentes).
Salud (p.ej., problemas sexuales, sobrepeso, discapacidad)
Preocupaciones internas (p.ej., dificultad para la auto-expresión, insatisfacción con
elecciones de vida, preocupación sobre significado de la vida)
Legales (p.ej., multas, juicios).
Estilos de pensamiento:
Los autorregistros nos van a acercar también a conocer este estilo:
Sobregeneralización (p.ej., “Este dolor de cabeza significa que debo tener un tumor
cerebral”).
Pensamiento todo-nada (p.ej., “Las pruebas médicas son inútiles si no son 100 por ciento
exactas”).
Salto a las conclusiones catastróficas (p.ej., “A menudo pienso que nunca me recuperaré si
desarrollo una grave enfermedad”).
Atención selectiva (p.ej., “Siento más dolor y sensaciones corporales molestas que la mayoría
de la gente”).
Pensamiento supersticioso (p.ej., “No voy a los hospitales. He hecho esto durante años y no
he cogido ninguna enfermedad desagradable”).
2) Lecturas sobre enfermedades. Decir al paciente que en consulta lea un artículo de una
enfermedad grave diferente a las que le preocupan, que hable de la enfermedad de los
síntomas, del tratamiento, etc. Puede empezar a sentir síntomas y preocupaciones sobre esta
enfermedad. A la semana que viene preguntamos cómo se ha desarrollado esta experiencia y
reflexionamos sobre ello.
3) Consultas médicas “prueba médica final” . Esta estrategia puede demorarse para una
estrategia posterior si está en un proceso médico concreto de pruebas ahora. Constatamos
que la evolución de los síntomas tras la consulta se reduce de forma sustancial, pero no de
forma permanente, solo por unos días para luego volver a alcanzar cotas equivalentes a las del
inicio. Resulta de utilidad este registro porque puede darse cuenta de que seguir por esa línea
no mejora sus síntomas y que su forma de tratar el problema está involucrada de alguna
manera en su persistencia. No anticipar conclusiones sobre la prueba de qué descubrimos con
estas pruebas médicas. Si posee buen sentido de humor y capacidad de ironizar con las cosas
se le puede plantear la metáfora de la enfermedad inteligente: mira que enfermedad más
inteligente que sabe cuándo te estas sometiendo a las palabras tranquilizadoras te du medico
Tus síntomas cambian en intensidad, numero de síntomas, otros nuevos, cuando tu medico
descarta cosas.
Cuantas más pruebas clínicas se someta, menos probable de que esté sano porque
siempre habrá un matiz o coincidencia de que no esté sano, tiene más datos sobre lo que
preguntarse sobre pequeñas desviaciones, incongruencias etc.
Que sea consciente de que sus conductas no alivian sus síntomas, lo hacen solo muy a cp, de
hecho, aumentan el malestar. No plantearlo como un todo o nada sino como algo gradual ya que son
conductas muy instauradas ya y cuya frecuencia no se dan cuenta. Debemos centrarnos en reducir
frecuencia e intensidad dentro de un margen que el paciente pueda ir asimilándolo. Estrategias para
reducir la comprobación y la búsqueda de información tranquilizadora: (leer pequeños casos que se
intercalan en las diapositivas).
El paciente puede sentir que no se puede resistir. Hay que hacerle ver que no es verdad y que
empezar a reducir esas conductas es una decisión y está bajo su control (lanzar mensajes de
afirmación de la capacidad, no culpabilizar). Resistirse a la urgencia de realizar la conducta ritual
mediante otros focos de actividades, condiciones estimulares que le hagan enfocar su atención en
otro elemento positivo. Muy importante el uso de autorregistros, que marque los compromisos de lo
que va a hacer, qué quiere reducir, en qué medida, etc. Dejarlo todo muy claro y operativo
(formulario de diapositiva 30 y ejemplo de 31 y 32).
No plantearlo desde un punto de vista rígido, sino que debemos hacer partícipe al paciente
de su toma de decisiones. Está claro que tendremos que ayudar a encontrar los inconvenientes y las
ventajas.
- Aumenta la ansiedad.
- Probabilidad de ser expuesto a información alarmante.
- Aumenta la dependencia y sentimiento de vulnerabilidad. Sobre todo, en aquellos casos en
los que encontramos familiares con una actitud complaciente y entregado a las quejas,
viviendo incluso con entusiasmo su rol de cuidador (sería el otro tipo de familiares). Tenemos
que investigar que necesidades está cubriendo su rol de cuidador (autoestima, modelos de
funcionamiento familiar llevados al extremo: si no te cuido constantemente entonces no te
quiero, …).
Pauta de actuación: “cuando X le hable de sus molestias físicas y de temas relacionados con
la enfermedad, dígale con tono de voz neutro (ni agresivo ni suave) lo siguiente: ‘no puedo contestar
a tus comentarios’. Si insiste de nuevo, vuelva a repetir la frase anterior e intente hablar de otro
tema”.
NO OLVIDAR:
2. Exposición a pensamientos/imágenes:
1. No se preocupes por la ortografía o gramática. Lo más importante es que sea lo más real posible y
que le genere las emociones más fuertes posibles.
2. Escriba su historia en el tiempo presente o futuro, no pasado.
3. Use “yo”, “mío”, “me” para hacer la historia más real para usted.
4. Describa las sensaciones corporales, los posibles signos de enfermedad que le han preocupado o
los pensamientos que inician el patrón de preocupación.
5. Describa en términos gráficos la enfermedad que más le preocupe. Hable sobre las etapas de la
enfermedad y sus preocupaciones en cada etapa.
6. Describa las preocupaciones y dudas que experimenta a medida que escribe la historia.
7. Describa algunos de los resultados catastróficos que tanto le preocupan: estar extremadamente
enfermo, sentirse impotente, morir.
8. Describa cualquier preocupación que tenga sobre otras personas que están cerca de usted, como
la familia o los amigos.
La idea es grabarlo, registrarlo, para que pueda exponerse a ello una y otra vez. Será como
una peli de miedo, ya que el estímulo dejará de generar la emoción y se percibirán también otros
aspectos nuevos.
3. Exposición interoceptiva:
P.e. en el caso de diap 49,50: nauseas: metiendo los dedos en la garganta (esto puede
generar una irritación en la garganta, puede generar una irritación en la garganta), provocar un
mareo, vértigo, nausea, un olor muy malo y algo que a nivel estimular genere eso. Percepción de
bultos: usar plastilina y maquillaje, material protésico, …
Experimentos conductuales:
- Provocar la rumiación sobre un tema actual (no necesariamente la ansiedad pro la salud).
P.e. piensa en torno al bullying (si tiene hijos), piensa sobre tus depósitos bancarios y el mal
momento actual, … verá que se pueden activar determinadas sensaciones corporales
vinculadas a ese estrés corporal por pedirle que piense en una temática concreta.
- Posponer la consulta o llamada médica. Es posible que pese a los avances, el paciente en un
momento dado plantee que necesite esta consulta urgente. Plantear unos días de margen
para esta consulta para que vea que no es tan urgente y la lectura alarmista no tiene sentido.
- Reducción de una conducta de seguridad (p.ej., postura para dormir, medicación). Un
hombre preocupado por los ictus; su preocupación se acentuaba cuando se iba a dormir; se
compró una cama articulada porque tenía la sensación de que si dormía con almohada no le
llegaba suficiente sangre al cerebro. Dormir se convertía en drama, no encontraba la posición
para asegurar su “bienestar cerebral”. Se trabajaron posturas de dormir y de forma gradual
se fueron eliminando esos elementos de seguridad, no cambiar la cama, cambiar de forma
gradual los depósitos para el cuello, adaptar la almohada hasta encontrar el grosor
recomendado.
- Analizar la diferencia entre “días con foco” y “días sin foco”. Planificar días en los que va a
estar centrado en los síntomas, en ese parte del cuerpo, en rumiar, etc. Por otra parte,
planear días en los que se lleven a cabo actividades diferentes y entretenidas, que permitan
una focalización diferente. Importante el autorregistro sobre esto.
Técnicas verbales:
Ejemplo para examinar la evidencia: Método dual. Supone plantear las dos hipótesis sobre
el problema: tengo tal enfermedad vs creo o estoy preocupado porque creo que tengo la
enfermedad. Método dual, se usará a lo largo de la terapia para ir indicando todas las evidencias,
experiencias, resultados de experimentos que se han ido descubriendo a lo largo de la terapia. No es
un ejercicio puntual sino algo que va acompañando a lo largo de toda la terapia. Apuntar evidencias a
favor y en contra de ambas hipótesis. Se puede hacer en forma de tabla o en otros formatos.
Ver diapositivas 58, 59, 60, 61, 62, 63 y 64: examinar la probabilidad de la enfermedad para
incorporarlo al método dual, a dos hipótesis diferentes. Es fundamental también aquí trabajar con la
incertidumbre, lo que representan estas diaps son evidencias en el sentido de que puede pasar, no
podemos asegurar que sea imposible porque no es así, pero la probabilidad es bajísima. Tener una
certidumbre máxima es una hipótesis que no va a suceder y que no le va a confirmar ningún
profesional. El paciente debe transitar desde la necesidad de certeza absoluta a manejarse con las
posibilidades, con la convicción de que, si está aferrado a la idea de certezas absolutas, estará
abocado al fracaso y malestar permanente, porque nunca tendrá esa información y al a vez dejará de
atender a aspectos mucho más valioso y significativo para el paciente: su familia, mascota,
actividades, la comunidad…, por tanto, disfrutará menos de la vida esta persona. Certeza solo hay
una que nos tenemos que morir, la vida es duda). Importante también distanciarse de tu propia
perspectiva, hacerlo desde el de otra persona y que te podría aportar a ti la visión de esta persona
(p.e. un amigo tuyo que te parece que es solvente).
Ejemplos diapositivas 67 y 68: creencias sobre enfermedad y religión que no son compatibles
y se pueda resolver esta creencia gracias a esta falta de ajuste. El paciente pensaba que dios podía
castigarle por sus actos y que enfermaría sin embargo cree en un dios que no castiga. Ejemplo de la
68 (identificar incoherencia):
Buscar tratamiento tras tratamiento para eliminar el síntoma. Muchas veces hay cosas que
mejoran o empeoran el síntoma, pero puede que nada lo elimine permanente.
Tratar de distraernos de la experiencia (p.ej., exceso de alcohol).
Tratar de no pensar en la experiencia.
Evitar hablar de la experiencia, aun cuando sería apropiado hacerlo.
Evitar cualquier recuerdo de la experiencia.
Aceptar la realidad de la experiencia implica optar por continuar con su vida de todos modos,
alcanzar la comprensión serena de que la experiencia es parte de su vida, que puede continuar
durante algún tiempo, y que lo mejor es seguir con la vida a pesar de la experiencia.
Ejemplo:
Técnicas de distracción
- Externalización simple.
- Ejercicios mentales.
- Actividades absorbentes.
- Recuerdos y fantasías agradables.
Entrenamiento atencional
Diferenciar distracción saludable (centrarse en metas y actividades que resulten útiles para la
persona) de distracción no saludable (p.ej., exceso de trabajo, consumo de alcohol, dormir, ver la
TV).
Tómese un momento para pensar en las actividades que le han producido sensación de
satisfacción y el disfrute en el pasado (tal vez en una época más feliz de su vida). Indique algunas de
estas actividades:
Piensa en las actividades que le han producido sensación de satisfacción y placer cuando era
un niño y un adolescente. Haga una lista de estas actividades:
¿Hay actividades que haya describe anteriormente que pudiera incluir en sus planes para
cada semana? ¿Hay actividades en su rutina en las que podría centrarse y disfrutar más? ¿En qué
actividades puede centrarse en las próximas semanas para aumentar su sensación de satisfacción o
placer en la vida?