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TEMA 4: EVALUACIÓN E INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA EN LA HIPOCONDRÍA

MODELOS EXPLICATIVOS DE LA PREOCUPACIÓN EXCESIVA POR LA SALUD


El miedo a la muerte es adaptativo; ha sido útil para que el ser humano sobreviva a lo largo
de todos estos años. Sin embargo, hay personas que se inquietan de manera desmesurada por
cualquier indicio de su cuerpo, haciendo interpretaciones catastrofistas de la misma que interfieren
en su vida diaria. Se piensa que estas personas tienen dificultades para tolerar la incertidumbre, y
que por tanto buscan continuamente la certeza absoluta de que están sanas, involucrándose para
ello en la búsqueda recurrente de atención clínica. El perfil clínico de la hipocondría puede resumirse
de la siguiente manera:

 Síntomas corporales: lo habitual es que la persona con hipocondría presente quejas físicas
(un bulto, una mancha, dolor…) en cualquier zona del cuerpo, que percibe como
amenazantes y peligrosas (interpretación dramática).
 Preocupación por el cuerpo: tendencia a ser consciente del cuerpo, a estar pendiente del
funcionamiento corporal: tasa cardíaca, el consumo de calorías, etc. Atención selectiva,
distribución de los recursos atencionales, sesgo atencional e hipervigilancia.
 Miedo a la enfermedad: como se ha mencionado, presentan un elevado miedo a la
enfermedad (se concibe la enfermedad como algo muy catastrófico).
 Creencia de enfermedad: las personas no tienen una convicción absoluta (no están 100%)
seguros), sino que tienen una sospecha; si no fuera así, estaríamos hablando de delirios.
 Resistencia a la información médica tranquilizadora: habitualmente, el paciente toma
acciones para resolver sospechas entorno a su estado de salud. Estas acciones van desde
acudir al médico (cuando el médico le dice que está bien, suele tranquilizarse, pero muy a
corto plazo vuelve a preocuparse) hasta la autoexploración e hipervigilancia. Estos pacientes
tienen cierta tendencia a no estar de acuerdo con lo que les dice el médico.
 Conductas de seguridad (búsqueda de información tranquilizadora, comprobación corporal y
evitación de situaciones y estímulos): ayudan a que se tranquilicen.

Aunque estemos hablando mayoritariamente de conductas de aproximación (comprobar el


cuerpo, acudir al médico, etc.), hay pacientes que también tienen un perfil evitativo (evitación de la
búsqueda de información y de la comprobación). De hecho, lo normal es que el mismo paciente
oscile entre periodos de aproximación y evitación.

Dentro de este perfil, hay muchos términos que están relacionados y que conviene
diferenciar.

 Ansiedad por la salud

Hoy en día, es mejor utilizar este concepto que utilizar “hipocondría”, ya que resulta más
aceptable para el paciente, y se ajusta mejor al trasfondo del trastorno. La ansiedad por la salud es
un continuo, donde estas personas se situarían en los niveles más elevados.

 Tanatofobia

Miedo a la muerte; es muy probable que esté presente en la hipocondría, pero no es exclusivo de la
misma.
 Fobia a la enfermedad

Mientras que la hipocondría hace alusión a la creencia de que uno tiene actualmente una
enfermedad, la fobia a la enfermedad se define como el temor a que uno pueda contraer una
enfermedad en el futuro.

El paciente con hipocondría generalmente tiene síntomas variados (dolor de espalda,


hinchazón en la mano, etc.) que se interpretan en relación con múltiples enfermedades. Asimismo,
los estímulos temidos por el paciente son estímulos internos, es decir, sensaciones físicas. ¿Cómo
hace frente el paciente a su ansiedad? Como los estímulos son internos, se llevan a cabo conductas
de comprobación (se presta atención a esas sensaciones). Además, como se ha comentado, estos
pacientes presentan resistencia a la información tranquiliz adora.

Por el contrario, en la fobia a la enfermedad se teme un síntoma único, que se relaciona con
una enfermedad única. Así, los estímulos que disparan este temor son estímulos externos, como,
por ejemplo, noticias, programas de televisión, hospitales, médicos, etc. Por ello, llevan a cabo
conductas de evitación de esos estímulos. También se observa una cualidad fóbica, ya que mientras
que en la hipocondría la preocupación es más constante y no tan intensa, en la fobia a la enfermedad
se genera el temor de una forma muy súbita e intensa.

Caso de Jessica

Jessica presenta preocupación por síntomas variados: manchas de su piel, bultos, temblor de
extremidades… que relaciona con diferentes enfermedades (cáncer, esclerosis múltiple etc.).
Además, hace conductas de comprobación de estímulos internos, como ponerse la mano en el
corazón para comprobar su tasa cardíaca, además de consultas a médicos y búsqueda de
información. Cree que tiene una enfermedad actualmente (“no puedo decirle que puedo estar
muerta para el fin de semana”). Las pruebas negativas no detienen sus preocupaciones. Presentaría
un diagnóstico de hipocondría.

Caso de María

María presenta una fobia a la enfermedad, ya que tiene preocupación por contraer la enfermedad
en el futuro (“se que no tengo una enfermedad del corazón ahora, pero podría desarrollarla en el
futuro”), y hay un único síntoma que le preocupa, al igual que una única enfermedad (del corazón).
Lleva a cabo conductas de evitación, como evitar ir a las evaluaciones cardiológicas y ver programas
de TV, y presenta una cualidad fóbica (“miedo intenso y rápido”).

Caso de Juan

En este caso, estaríamos hablando de algún trastorno psicótico, ya que Juan tiene una falsa creencia
que mantiene con mucha firmeza; de hecho, no se involucra en la búsqueda de evidencias
(comprobación), porque está tan seguro que no lo necesita. Además, tiene actitudes de recelo y
desconfianza hacia los médicos (podría pensar perfectamente “el médico intenta ocultarme que
tengo una enfermedad porque se ha compinchado con mi familia para…”). Por último, el contenido
de su queja es claramente extraño e irreal.

IMPACTO PSICOLÓGICO DEL COVID-19


Un meta-análisis (Salari et al., 2020) se planteó analizar la prevalencia del malestar psicológico en
población general durante la pandemia, y se encontraron 17 estudios de calidad media/alta donde se
encontraba una prevalencia de estrés (29,6%, en 5 estudios con n = 9074), ansiedad (31,9%, en 17
estudios con n = 63.439) y depresión (33,7%, en 14 estudios con n = 44.531). Se concluyó que era
relevante preservar la salud mental y desarrollar intervenciones psicológicas dirigidas a grupos
vulnerables. Las características psicológicas de miedo/ansiedad ante el COVID-19 son las siguientes:

 Miedo a lo desconocido y baja tolerancia a la incertidumbre.


 Baja tolerancia al aislamiento social y escaso apoyo social.
 Ansiedad por la enfermedad.
 Sensibilidad al asco.
 Miedos provocados por desinformación / aspectos políticos.
 Escasa habilidad de afrontamiento del estrés y autoeficacia.

Es necesario abordar estos aspectos para mejorar el afrontamiento en personas vulnerables (por
ejemplo, supervivientes COVID-19, pacientes con TOC o hipocondría, etc.).

La coronafobia es un término acuñado por Asmundson y Taylor (2020), donde se engloban


las personas con ansiedad/miedo al COVID-19 que experimentan síntomas fisiológicos desagradables
que se desencadenan por pensamientos o información asociada a esta enfermedad. Se considera
coronafobia cuando se obtiene una puntuación mayor o igual a 9 en la Coronavirus Anxiety Scale.
Está fuertemente asociada con nivel elevado de depresión, ansiedad generalizada, desesperanza,
ideación suicida y deterioro funcional. De hecho, se han visto casos de suicidio por coronafobia.
Neuroticismo, coronafobia e hipocondría predicen la psicopatología relacionada con la pandemia.

MODELO EXPLICATIVO DE LA HIPOCONDRÍA / ANSIEDAD POR LA SALUD (Salkovskis y Warwick,


2001).
A lo largo de la experiencia vital de estas personas, observan experiencias de personas
cercanas con una enfermedad, se crían con actitudes protectoras de los padres… es decir, se dan una
serie de factores en el desarrollo de la vida que dan lugar a una serie de creencias o supuestos
erróneos sobre la salud, la enfermedad, las conductas saludables, etc. Las creencias comunes en
hipocondría serían:

 Los síntomas físicos siempre son una señal de que algo va mal en tu cuerpo.
 Todo síntoma ha de tener una causa física identificable.
 Es posible conocer, con absoluta certeza, que no estás enfermo.
 Si no me preocupo por mi salud, tendré mayor probabilidad de enfermar.
 Tengo un elevado riesgo de enfermar.
 Si no vas al médico en cuanto notes algo inusual, será demasiado tarde.
 La única forma de excluir realmente una enfermedad grave es que mi médico me mande que
me haga pruebas clínicas.
 Si mi médico me manda que me haga pruebas, es porque está convencido de que me pasa
algo malo.

Estos supuestos o creencias pueden permanecer inactivos hasta que son activados por un
incidente crítico, como puede ser percibir algo en el cuerpo, conocer alguna noticia… así, se
desarrolla la ansiedad por la salud, es decir, la interpretación dramática de las sensaciones físicas,
imágenes mentales negativas, etc.

Este modelo también proporciona una ecuación para calcular el grado de ansiedad que
puede estar la persona experimentando: la probabilidad se refiere a la creencia de probabilidad de
desarrollar la enfermedad que tiene la persona; el daño percibido se refiere, por su parte, a las
consecuencias que cree que puede tener estas enfermedad; por otra parte, el afrontamiento alude a
la capacidad que cree tener el paciente para afrontar esa enfermedad; y el rescate, a los factores
auxiliares (percepción de las posibles ayudas que podría tener).

Como se ha visto, el factor precipitante puede ser la sensación corporal y la interpretación de


la misma. El origen de estas sensaciones corporales puede ser muy diverso, y es importante ayudar al
paciente a que comprenda su experiencia, indagando en las condiciones que tenía en su vida cuando
empezó a experimentar esas sensaciones, para poder detectar el origen y así darle una explicación
más completa. El origen de estas sensaciones se divide en:

 Cambios en la rutina: por ejemplo, sueño, dieta, exposición al frío, consumo de alcohol, etc.
 Inactividad: transitoria o continuada.
 Problemas físicos leves: jaqueca, resfriado, diarrea, malestar estomacal, congestión nasal,
esfuerzo de los músculos intercostales, dispepsia, alergia, malestar menstrual, etc.
 Ansiedad y otras emociones: sensaciones corporales asociadas a la activación del SN
simpático y parasimpático.

Lo mencionado anteriormente alude al inicio del pensamiento catastrofista; pero el


pensamiento catastrofista no se limita a ese evento, sino que se generaliza, y se termina convirtiendo
en una tendencia. Es muy importante, por tanto, explicar por qué se mantiene esa conducta.
La persona tiende a interpretar los estímulos como amenazantes y peligrosos, y eso
contribuye a activar el estado emocional de miedo, que viene acompañado de reacciones físicas,
produciéndose un ciclo de retroalimentación entre activación fisiológica e interpretaciones negativas
(similar a lo que ocurre en los ataques de pánico). Por otra parte, estas personas tienden a focalizar
su atención al cuerpo, para así poder detectar cualquier mínimo cambio; como ya sabemos, cuanto
más atendamos a algo, más cosas percibiremos, y por tanto esa hipervigilancia contribuye a la
percepción de sensaciones físicas (que dan lugar a interpretaciones negativas).

También tienden a hacer conductas de seguridad, que contribuyen a reducir el malestar,


pero que a la misma vez perpetúan la evitación al estímulo y por tanto el mantenimiento del
problema (es una conducta sometida a reforzamiento negativo).

Las conductas de comprobación se materializan de forma distinta según los síntomas:


En cuanto a las conductas de búsqueda de información tranquilizadora, estos son algunos
ejemplos:

 Preguntar a un familiar o amigo por los síntomas.


 Pedir a un miembro de la familia o amigo que compruebe el síntoma.
 Ir al médico de familia o especialista para preguntar acerca de los síntomas o la enfermedad
temida.
 Hacer planes para buscar atención médica.
 Revisar los síntomas en un artículo o un libro de medicina.
 Buscar en Internet información acerca de los síntomas o la enfermedad temida.
 Comparar los síntomas con los síntomas de otra persona.

Refiriéndonos ahora a las áreas de evitación en la ansiedad por la salud (las conductas que se
mencionan son actividades que se evitan):

 Centros médicos:
o Someterse a un procedimiento médico.
o Asistir a las citas médicas.
o Tener chequeos médicos regulares.
o Autoexploración mensual de las mamas.
o Visitar a un amigo en el hospital.
o Ir a una clínica de especialidades, por ejemplo, clínica del cáncer, unidad de cuidados
paliativos.
o Pensar sobre citas médicas, hospitales, etc.
o Visitar un centro médico relacionado con una experiencia difícil.
 Relacionada con la enfermedad:
o Ver/leer historias en medios de comunicación sobre temas de salud.
o Visitar sitios de salud en internet.
o Historias con un personaje que tiene una enfermedad grave.
o Hablar con un amigo/familiar sobre la salud y la enfermedad.
o Hablar con un amigo/familiar que tiene una enfermedad temida.
o Pensar en situaciones relacionadas con la enfermedad.
 Relacionada con la muerte:
o Historias relacionadas con un personaje que se está muriendo (TV, cine, lectura,
conversaciones).
o Pensar en la muerte y morir.
o Leer obituarios.
o Escribir un testamento.
o Hacer los arreglos funerarios para uno mismo u otros.
o Asistir a un funeral.
o Visitar un cementerio.
 Síntomas corporales:
o Ejercicios y deportes.
o Experimentar calor intenso.
o Estar en lugares con alta temperatura y mal ventilados.
o Pensar en síntomas corporales.
o Tomar ciertos alimentos (por ejemplo, cafeína, comidas picantes).

EVALUACIÓN, DIAGNÓSTICO CLÍNICO Y DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL DE LA HIPOCONDRÍA


*Ver criterios diagnósticos del trastorno de ansiedad por la enfermedad en tema 1.

Es muy fácil que la hipocondría tenga conexión con otras condiciones; por ejemplo, con el
trastorno de pánico, con la ansiedad generalizada, con el TOC, con la depresión, etc. Eso significa que
hay que tener claras las características de cada uno (aunque siempre siendo consciente del
solapamiento).

Trastorno de pánico

Trastorno obsesivo-compulsivo

En la hipocondría, si el paciente quisiera no hacer las conductas de seguridad o de


comprobación, podría no hacerlas; hay capacidad de resistencia a la conducta, mientras que en el
TOC esto se vuelve mucho más difícil (es prácticamente imposible resistir la compulsión). Además, a
nivel cognitivo, el paciente con TOC reconoce la irracionalidad de sus pensamientos y acciones,
mientras que, en la
hipocondría, no se reconoce,
ya que las interpretaciones
negativas tienen su origen en
un esquema cognitivo. Por
tanto, para el paciente es
“lógico” estar preocupado, y,
de hecho, tiende a
exteriorizar y hacer pública
su queja, mientras que en el
TOC no se observa esa tendencia.

Ansiedad generalizada:

Trastorno de somatización
RELACIÓN TERAPÉUTICA Y PAUTAS PARA LA ENTREVISTA
RELACIÓN TERAPÉUTICA:
El paciente:
- Tiene la sensación de no haber recibido una explicación satisfactoria de su problema.
Muchas veces se habrán limitado a descartar muchas causas de su problema, pero no a dar
una etiología concreta.

- Tiene la sensación de no haber podido explicar su problema. Impresiones de que el médico le


ha dedicado poco tiempo para explicar todas sus sensaciones, dificultades, quejas, etc.
Muchas veces puede salir con la sensación de que hay cosas y detalles que no le ha dicho
sobres su enfermedad. Nosotros debemos intentar que esto no ocurra, que en las primeras
interacciones sienta que no hay prisa con el tiempo y no se le va a limitar la exposición de
este malestar físico, aunque sean síntomas triviales.

OJO, esto lo haríamos en los primeros momentos y contactos, en los que nos adentramos en
su experiencia, luego durante el procedimiento terapéutico esta parte ya no es recomendable
y por tanto en tratamiento no será una pauta a buscar.

- Está descontento con la actitud de los médicos hacia su problema. El paciente no puede
interpretar por nuestra parte algún gesto de indiferencia o menosprecio, cosa que ya habrá
sentido probablemente en su relación con médicos anteriormente.

En definitiva, discrepancia entre la agenda del paciente y la del terapeuta.

Lo habitual es que el paciente venga derivado de un médico de cabecera o presionado por


éste mismo o por su familia. Por ello, su actitud no será abierta y receptiva en un primer momento.
Comunicar idea de que trabajamos más allá de los problemas psicológicos, que podemos tratar a
personas con problemas físicos en el sentido de que sepan lidiar con esta problemática y con las
reacciones emocionales asociadas.

NO forzar a tomar decisión de si quiere seguir con nosotros en un primer contacto, es


importante primero solo tener un contacto con su dolor y su experiencia. Si tras un primer contacto
sigue mostrando reticencia, podemos insistir en que reflexione en si nunca ha tenido dudas sobre la
naturaleza de sus síntomas, es decir, si nunca ha pensado sobre si puede deberse a cuestiones
psicológicas, de relación con su propio cuerpo durante todo este tiempo que lleva lidiando con los
síntomas y en esa lucha de intentar resolver su problema y sus síntomas de forma definitiva
(recuerda que no son pacientes con sintomatología delirantes, sino más de característica ansiosa, las
creencias no son delirantes). Tras esto, podemos sugerir trabajar con esta parte de duda y es difícil
que se sigan negando a seguir dentro de la relación terapéutica.

Es posible que también tenga insatisfacción con otros profesionales, debemos intentar
explorar los motivos y que esto no se replique con nosotros.
Debemos intentar encontrar una agenda de trabajo que contemple las metas y expectativas
del paciente y su agenda y que a la vez sea viable con nuestro plan de trabajo. Esto pasa por aceptar
las quejas somáticas del paciente, reconocer su identidad somáticas, aceptar que el paciente tiene
ese problema orgánico e intentar dar una explicación del porqué de sus síntomas que le sea
aceptable (esto es fundamental). Incluir por tanto una explicación que incluya todos los matices de la
experiencia.

Plantear hipótesis diferentes a lo físico, pero no demoler desde un principio su hipótesis


puramente orgánica. Recuerda que estamos creando la relación, durante unas semanas vamos a
intentar abordarlo desde otra perspectiva, pero dejando en stand by su perspectiva, dejarlo a un lado
sin menospreciarla. Elaborar una hipótesis que no sea desafiante, para que el paciente vea viable
trabajar en esos términos.

Habilidades clínicas:
Debemos reflexionar sobre nosotros mismos, si pensamos que vamos a ser clínicos
preparados para manejarnos con un paciente que va a ser difícil, que nos va a desafiar ¿Vamos a ser
capaces de tolerar a un paciente que se va a apegar constantemente a la queja, dolor y malestar y
que nos va a cuestionar constantemente lo que planteemos y nuestra metodología de trabajo, sin
ánimo de cambio, pacientes que mejoran en una cosa u empeoran en otra diferente de forma
recurrente, etc.?

Se requiere “un terapeuta hábil y flexible que sea capaz de aceptar al paciente ‘como es’, de
descifrar ‘el idioma de malestar’ somático del paciente, y que tolere las conductas frustrantes que
parecen estar simultáneamente presentes en la búsqueda y rechazo de ayuda” (Starcevic y Lipsitt,
2001, p. xii).

Habilidades fundamentales:

- Empatía. Podría ser incluso más fácil porque todos en algún momento de nuestra vida hemos
podido sentir una sintomatología cercana).
- Aceptación. Para ello hay que aceptar su identidad somática, reconocer explícitamente su
dolor y su experiencia
- Comprensión de las implicaciones, función de los síntomas, etc.
- Explicación y educación. No solo de sus síntomas, sino de esa experiencia corporal en el
conjunto de la vida de los pacientes y sus relaciones, emociones etc. Comprender qué lugar,
valor y significado tiene esa vivencia corporal dentro del a vida del paciente. NO debemos
quedarnos en algo superficial. Adaptar la explicación al nivel educativo, necesidades y
capacidad de comprensión.

Estrategias de comunicación basadas en la entrevista motivacional de Miller y Rollnick (2002). La


motivación debe ser explícita y el papel del terapeuta debe ser evocador y persuasivo:

 Comprender las ambivalencias del paciente hacia el tratamiento psicológico y superar sus
resistencias (interrumpir, negar e ignorar). Frente a las actitudes desafiantes que observamos
en nuestra relación con él no debemos sentirnos apelados a lo personal, sino que
entendamos que es su forma usual en la que la persona se mueve en la interacción con
nosotros.

 Mostrar empatía y escucha reflexiva.

 En vez de “sermonear”, reforzar la auto-motivación. Tenemos que evitar dar charlas de qué
tiene que hacer y cómo. Intentar reforzar los avances que pueda ir exhibiendo el paciente.

 Usar términos médicos-no psicológicos.

 Evitar las discusiones y el estilo conversacional imperativo, crítico, amenazante, moralizante,


argumentativo, interpretativo… Evitar tener una actitud de confrontación con el paciente, no
ser autoritarios, no dar consejos en un primer momento, etc.
 Responder a las resistencias (reflejo amplificado, acuerdo con un cambio, frase auto-
motivacional, enfatizar el control del paciente).

Ejemplo de reflejo amplificado

Terapeuta: Una de las metas del tratamiento es ayudarte a que aprendas que no necesitas volver a
visitar a médicos para obtener más opiniones sobre tu dolor abdominal. Vas a aprender un nuevo
enfoque …
Paciente (interrumpiendo): No, no, eso no tiene ningún sentido. Necesito llegar al fondo de esto, en
términos médicos, no psicológicos.
Terapeuta (de manera genuina): Oh, de acuerdo. Estás diciendo que debes continuar yendo al
médico cada vez que te duele el abdomen, y que esta estrategia te ha resultado útil en el pasado
para encontrar una buena explicación y tratamiento para tus síntomas.
Paciente: Bueno, realmente, no. Los médicos no me han resultado de utilidad. No saben qué hacer.
Lo único que hacen es decirme que estoy sano, no encuentran nada malo. Deben pensar que me lo
estoy inventando o que estoy loco.
Terapeuta: Ya veo. Por lo tanto, debes pensar que el próximo médico al que vayas tendrá todas las
respuestas. Parece que confías bastante en que él finalmente será capaz de ayudarte a resolver todo
esto.
Paciente: Bueno, probablemente me diga lo mismo que los médicos anteriores…

Ejemplo de acuerdo con un cambio

Terapeuta: Una de las metas del tratamiento es ayudarte a que aprendas que no necesitas volver a
visitar a médicos para obtener más opiniones sobre tu dolor abdominal. Vas a aprender un nuevo
enfoque …
Paciente (interrumpiendo): No, no, eso no tiene ningún sentido. Necesito llegar al fondo de esto, en
términos médicos, no psicológicos.
Terapeuta: Estás absolutamente convencido de que tus síntomas tienen una base médica real. Yo no
soy médico, por lo tanto, no puedo darte una explicación para los síntomas. También me has dicho lo
frustrado que te has sentido con los médicos. Si reduces esta frustración esto podría ayudarte a
desarrollar una mejor relación con tus médicos. Y quizás así, ellos podrán ayudarte de una manera
más eficaz.

Ejemplo de frase auto-motivacional

Terapeuta: Una de las metas del tratamiento es ayudarte a que aprendas que no necesitas volver a
visitar a médicos para obtener más opiniones sobre tu dolor abdominal. Vas a aprender un nuevo
enfoque …
Paciente (interrumpiendo): No, no, eso no tiene ningún sentido. Necesito llegar al fondo de esto, en
términos médicos, no psicológicos.
Terapeuta: De acuerdo, entonces has tratado con todas tus fuerzas de encontrar una explicación
médica para tus síntomas. Después de todo, los síntomas son reales. Pero, como decías antes, este
enfoque no ha resultado útil. De hecho, esto te hace sentir frustrado.
Paciente: Si, ese es exactamente mi problema.
Terapeuta: ¿Qué cosas podrías hacer respecto del problema?
Enfatizar el control del paciente

Terapeuta: Una de las metas del tratamiento es ayudarte a que aprendas que no necesitas volver a
visitar a médicos para obtener más opiniones sobre tu dolor abdominal. Vas a aprender un nuevo
enfoque …
Paciente (interrumpiendo): No, no, eso no tiene ningún sentido. Necesito llegar al fondo de esto, en
términos médicos, no psicológicos.
Terapeuta: Bien, la decisión sobre cómo afrontar tus síntomas es totalmente tuya. Yo no puedo
decirte lo que has o no has de hacer. Lo que si quiero señalar es que parece que estás diciendo que
tu manera de manejar esto no ha sido muy útil. Quizá sea el momento de intentar algo nuevo.
Paciente: Supongo que no me va a hacer daño escuchar un poco de su terapia aunque decida no
volver.

A veces, los síntomas del paciente tienen relación con cómo interacciona a modo de juegos
con su familia o con su pareja. No hay una comunicación madura, clara y sincera, sino a modo de
juegos. Cuando hablamos de juegos, nos referimos a una serie de secuencia de transacciones que
sigue una puta deprimida, plausible, predecible, pero que se rige por pautas implícitas, en las que hay
una motivación inconsciente, de tal manera que lo que podemos observar es que entre el paciente
hipocondriaco y su pareja hay una comunicación referente a un nivel social (por ejemplo, me duele
tal, y responde: qué puedo hacer por ayudarte, ve al médico, … pero que detrás de los mensajes hay
un nivel de comunicación psicológico: actitudes infantiles, inmaduras, de sobreprotección,
autoritarias, etc.). Hay discrepancia entre mensajes sociales y lo que hay implícito (no voy a dejar que
te vayas, me tienes atrapado, etc.). El paciente y la pareja estarían jugando a esto juntos con cierta
teatralidad y falsedad. Muchas veces juegan a si no fuera por la enfermedad…, es decir, el discurso
de “nos va bien, no tenemos problemas de ningún tipo y solo nos va mal por la enfermedad”.

Otras veces, el malestar físico aparece para justificar fracasos, negligencias, faltas de
compromiso... En definitiva, como indicador de una autoestima baja y como respuesta a esta.

Facilitar la evaluación psicológica:

Examinar la actitud del paciente hacia el psicólogo y sus procedimientos.

 Informar sobre el trabajo del psicólogo, insistiendo en que entre sus labores figura la
participación en el tratamiento de problemas físicos que pueden verse afectados por factores
psicológicos.
 Plantear que la evaluación pretende obtener un conocimiento detallado del problema y que,
la decisión sobre si la ayuda psicológica es conveniente y desea recibirla no ha de tomarla
ahora.
 Apelar a las posibles dudas del paciente (aunque sean mínimas) respecto a que su problema
no sea totalmente físico
Facilitar la conversación sobre el cambio:

ENTREVISTA:

- Descripción resumida del problema


- Historia del problema (Vincular relato con la historia de su vida (crisis, metas, momentos
vitales, etc.)
- Análisis pormenorizado del problema:
1. Desencadenantes: sensaciones corporales, situaciones/estímulos externos, y
pensamientos intrusivos y dudas.
2. Cognitivo: interpretaciones erróneas sobre síntomas, consecuencias temidas de la
exposición a situaciones, imágenes intrusivas sobre enfermedad y muerte, focalización
de atención en cuerpo, recuerdos selectivos sobre enfermedad, creencias
disfuncionales sobre salud y enfermedad, intolerancia a la incertidumbre.
3. Conductual: verificación corporal, evitación de situaciones o actividades, y búsqueda de
tranquilización.
4. Fisiológico: sensaciones y signos corporales, síntomas de activación de SNA, y cambios
físicos consecuencia de focalización/comprobación corporal.

Áreas fundamentales que explorar en la entrevista:

 Variables moduladoras.
 Estado de ánimo.
 Impacto del problema en la vida del paciente y viceversa. Útil en la búsqueda de
desencadenantes.
 Historia de tratamientos anteriores.
 Historia de enfermedad personal y familiar. Hay pacientes que buscan solución fuera de la
medicina tradicional (homeopatía, soluciones esotéricas, etc.).
 Reacciones/actitudes de familiares. Comparten visión, que piensa la familia, hay apoyo, …
 Situación psicosocial.
 Áreas de fortalezas y debilidades personales.
 Motivación hacia el tratamiento.

- Entrevista diagnóstica estructurada para la hipocondría (SDIH)


- Escala de obsesiones-compulsiones de Yale-Brown adaptada a la hipocondría (H-YBOCS-M)

Ejemplos de preguntas de evaluación de la ansiedad por la salud:

Preguntas generales sobre las preocupaciones por la salud


 ¿Está preocupado por su salud?, ¿puede hablarme de ello?
 ¿Qué síntomas o enfermedades le preocupan?
 ¿Se preocupa mucho por la muerte y por morir?
 ¿Qué parece desencadenar un episodio de preocupación por su salud?, ¿síntomas
corporales?, ¿noticias acerca de la enfermedad?, ¿la enfermedad de un amigo o miembro de
la familia?
 ¿Los miembros de su familia o amigos le dicen que usted se preocupa demasiado por su
salud?
 ¿Su médico le dice que usted se preocupa demasiado por su salud?

Gravedad de las preocupaciones por la enfermedad


 En los últimos 12 meses, ¿cuántos meses se ha preocupado mucho por sus síntomas o por
tener o desarrollar una enfermedad grave?
 ¿Cuánto interfieren estas preocupaciones en su vida o actividades?

Efectos de la búsqueda de ayuda


 ¿Ha ido al médico para consultar por la enfermedad o síntoma que le preocupa?
 ¿Qué pruebas o exámenes le han hecho en relación con este problema?
 ¿Alguna vez ha tenido miedo de ir al médico porque estaba preocupado de que pudiera
encontrarle un problema grave?
 ¿Qué otros profesionales de la salud han consultado por este problema?
 ¿Qué efectividad tuvo la atención que recibió?

Respuesta a la evaluación del médico


 ¿Quedó satisfecho con la forma en que el médico manejó sus problemas de salud?
 ¿Cree que el médico se equivocó en el diagnóstico y recomendaciones?
 ¿Le preocupa que el médico pueda haber pasado por alto un problema de salud grave?
 A pesar de que el médico le tranquilizó, ¿después comenzó a preocuparse de nuevo por su
salud?

Comprobación y tranquilidad que busca


 ¿Revisa su cuerpo para ver si está sano o para ver si hay algo malo? En caso afirmativo,
¿cómo lo hace?, ¿con qué frecuencia?
 ¿Revisa los fluidos corporales (p. ej., orina, saliva, heces) para ver si algo está mal? En caso
afirmativo, ¿con qué frecuencia?
 ¿Habla con su familia y amigos sobre sus síntomas corporales para saber qué opinan? En
caso afirmativo, ¿con qué frecuencia?
 ¿Pasa tiempo leyendo sobre problemas de salud o buscando información médica en
Internet? En caso afirmativo, ¿cuánto tiempo?
Evitación
 ¿Hay cosas que le resultan incómodas de hacer por sus problemas de salud?
 ¿Evita algunas actividades debido a sus problemas de salud?
 ¿Le molestan las cosas que le recuerdan la enfermedad y la muerte?, ¿Evita alguna de estas
cosas?

Implicación de los familiares en la ansiedad por la salud


 ¿Qué efecto tienen los síntomas sin explicación médica de ___ en su relación diaria (o en la
de su familia)?
 ¿Hay algún patrón (de relación) que parezca que se haya desarrollado debido a los síntomas
de ___?, ¿cuál es?
 ¿De qué manera cree que su relación/vida familiar podría ser diferente si ___ no tuviera
problemas con estos síntomas?
 ¿Hay alguien más (p.ej., los niños) que se vea afectado de alguna manera por los problemas
de ___ con sus síntomas sin explicación médica? (si es así, explique quién y cómo)
 ¿Qué es lo que usted (o la familia) tiende a hacer para afrontar los problemas de ___ con sus
síntomas sin explicación médica? (después de obtener la respuesta, preguntar también:)
 Cuándo ___ experimenta los síntomas ¿le pide ayuda o que le tranquilice?, ¿ésto produce
enfado o discusiones?, ¿de qué manera?
 ¿Los miembros de la familia tienen una tendencia a ayudar a ___ asistir o participar en la
búsqueda de información tranquilizadora y conductas de comprobación? Si es así, ¿ha
funcionado?

CUESTIONARIOS Y AUTORREGISTROS
AUTORREGISTROS:
Ayudan a:

Desarrollar la habilidad de identificar y observar los factores que se encuentran


implicados. Descubrir que emociones se están sintiendo, su patrón de pensamiento, ser consciente
de todas las conductas que lleva a cabo y, en definitiva, sus episodios de ansiedad por la enfermedad
y sus componentes

Convertirse en “observador imparcial” y con distancia afectiva. Ayuda a aportar


distancia de los síntomas y a verlos desde otro punto de vista.

Los modelos parten desde algunos más detallados hasta otros más sencillos,
dependiendo del perfil del paciente con el que estemos trabajando o según el momento, conforme el
paciente se vaya habituando a la metodología podemos ir complicando el formato y la información.

MEDIDAS DE AUTOINFORME:
MEDIDA GENERAL

- Inventario de Cuantificación de Síndromes Somatomorfos (QUISS) (Wedeking et al., 2007).

ESCALAS DE SÍNTOMAS SOMÁTICOS

- Escala de Hipocondríasis del MMPI (Hathaway y McKinley, 1967).

- Subescala de Somatización del SCL-90-R (Derogatis et al., 1976).


- Índice de Síntomas Somáticos (SSI) (Escobaret al., 1989).

- Cuestionario de Salud del Paciente (PHQ-15) (Kroenke et al., 2002).

ESCALAS DE CONDUCTA DE ENFERMEDAD. Los que más recomienda por sus propiedades
psicométricas y por sus versiones en castellano. Es muy completo porque evalúa la preocupación por
el cuerpo por el dolor, creencias hipocondriacas, discapacidad funcional asociada a la salud, fobia a la
enfermedad, etc.

- Cuestionario de Conducta de Enfermedad (IBQ) (Pilowsky y Spence, 1983).

- Escalas de Actitud hacia la Enfermedad (IAS) (Kellner, 1986).

- Escala para la Evaluación de la Conducta de Enfermedad (SAIB) (Rief et al., 2003).

ESCALAS DE CARACTERÍSTICAS COGNITIVO-CONDUCTUALES. Ideal si trabajamos con el modelo de


Clark y Salvskoskis. Dimensiones cognitivas y afectivas (focalización atencional, hipervigilancia,
incertidumbre, etc.).

- Escala de Amplificación Somatosensorial (SSAS) (Barsky et al., 1990).

- Cuestionario de Ansiedad por la Salud (HAQ) (Lucock y Morley, 1996).

- Escala de Vigilancia Corporal (BVS) (Schmidt et al., 1997).

- Cuestionario de Cogniciones sobre el Cuerpo y la Salud (CBHQ) (Rief et al., 1998).

- Cuestionario de Metacogniciones-Cogniciones sobre la Ansiedad por la Salud (MCHA) (Boumna y


Meijer, 1999).

- Inventario de Ansiedad por la Salud (HAI) (Salkovskis et al., 2002).

- Inventario Multidimensional de Rasgos Hipocondríacos (MIHT) (Longley et al., 2005).

- Índice de Sensibilidad a la Ansiedad-3 (ASI-3) (Taylor et al., 2007).

- Escala de Trastorno de Síntomas Somáticos-Criterio B (SSD-12) (Toussaint et al., 2016). -Inventa

ESCALAS DE SUBTIPOS: FOBIA A LA ENFERMEDAD

- Escala Multicomponente de Fobia al SIDA (MAPS) (Harrell y Wright, 1998).

- Cuestionario de Ansiedad Cardíaca (CAQ) (Eifert et al., 2000).

- Escala de Miedo al Cáncer de Mama (BCFS) (Champion et al., 2004).

CORONAVIRUS:

- Escala de Miedo al Covid-19 (FCV-19S) (Ahorsu et al., 2020).

- Escala de Ansiedad ante el Coronavirus (CAS) (Lee, 2020).

- Escalas de Estrés Covid-19 (CSS) (Taylor et al., 2020).


TRATAMIENTO DE LA HIPOCONDRÍA
TRATAMIENTOS FARMACOLÓGICOS Y BASADOS EN LA INFORMACIÓN TRANQUILIZADORA
Se suelen necesitar varias actuaciones combinadas y teniendo en cuenta las características
personales. Nos encontramos en el prototipo de la complejidad psicopatológica porque nos
encontramos en la barrera entre lo que llamábamos psicosis y neurosis (psicológico y biológico).

1. Farmacoterapia
No se suele considerar de elección en esta condición clínica, de hecho, el paciente suele
rechazar esta opción. Cuando se les da a elegir en una elección informada entre un tratamiento
farmacológico y una psicoterapia, una pequeña proporción se decanta por la farmacoterapia.
Además, muchos no se adhieren adecuadamente y abandonan o no cumplen las pautas. Recordemos
además que tan solo en aquellos casos que cursan con sintomatología muy intensa será oportuno. La
necesidad de psicoeducación es importante en cuanto a los días que tardan en actuar muchos de
ellos, efectos secundarios, activación de preocupaciones, etc.

TRASTORNO DE ANSIEDAD POR LA ENFERMEDAD

Inhibidores de la recaptación de la serotonina (SRIs) como la fluoxetina, la paroxetina y la


fluvoxamina.

Otros antidepresivos como la duloxetina, la imipramina y la nefazodona.

TRASTORNO DE SÍNTOMAS SOMÁTICOS

Inhibidores de la recaptación de la serotonina y la norepinefrina (SNRIs) como la venlafaxina y la


duloxetina.

Antidepresivos tricíclicos.

Ligandos alfa-2-delta (p.ej., pregabalina y gabapentina).

Otros agentes: hierba de San Juan, escitalopram y ketamina.

Los síntomas de dolor responden mejor que otros síntomas somáticos no dolorosos.

Contraindicaciones:

- Amplificación de los efectos secundarios. Incrementado por la hipervigilancia a todo lo que


sienten en el cuerpo.
- Confirmación “encubierta” de la creencia de enfermedad.
- No aporta estrategias para el manejo del problema.
- Baja aceptación por parte de los pacientes.

2. Información tranquilizadora
Se busca restaurar el nivel de confianza del paciente en su estado de salud. Estas estrategias
algunos clínicos las subrayan como útil y la recomiendan y otros son mucho más críticos hacia esta
estrategia. ¿Hay que sedar al paciente con nuestras palabras?, ¿Siempre?, ¿Bajo qué circunstancia?
Cuando resulte de utilidad para el paciente. NO se debe repetir una y otra vez la misma explicación
para cosas que ya han sido analizadas e investigadas, manejar la información ya repetida y sabida no
es efectivo. Debemos dirigirnos a analizar e investigar en relación con cuestiones que no han sido
analizadas o exploradas, dar información nueva. En este aspecto también hay discrepancias, algunos
autores sí consideran positivo repetir la información a pesar de ya se sepa, porque así acabará
autoconvenciéndose al respecto de su estado de salud.

Información tranquilizadora: “explicar los síntomas, informar al paciente de los conocimientos


médicos actuales, y decir al paciente que no hay nada por lo que preocuparse” (Howard y Wessely,
1996, p. 307).

Información médica tranquilizadora: “proceso de proporcionar a un paciente información y


explicaciones sobre la naturaleza y origen benigno y/o inocuo de sus síntomas u quejas, después de
que se haya realizado un adecuado examen médico y después de que los datos médicos hayan sido
recogidos y examinados” (Starcevic, 1991, p. 123).

Investigaciones:

Kellner (1982, 1986): Repetición de pruebas y revisiones médicas + información tranquilizadora

Kellner (1983): 36 pacientes con hipocondría tratados 64% mejorados

Fava et al. (2000): 10 pacientes con hipocondría tratados mejor que 10 pacientes con hipocondría
controles

Lucock et al. (1997): 60 pacientes sometidos a gastroscopia. Hipocondría + información


tranquilizadora = exacerbación de preocupación

¿Hay que evitar tranquilizar al paciente?

No, la información tranquilizadora entendida como "restablecimiento de la confianza” no es


negativa, sino que constituye una de las metas del tratamiento del paciente hipocondríaco.

¿Cómo conseguirlo?

Diferenciar entre “información tranquilizadora apropiada" (proporcionar en términos claros


y comprensibles información relevante que el paciente desconoce) e “información tranquilizadora
inapropiada" (realizar pruebas clínicas innecesarias y ofrecer repetidamente datos irrelevantes o
redundantes). Estas últimas agravan la ansiedad "(i) incrementando la probabilidad percibida de las
interpretaciones preexistentes...; (ii) aumentando la gama de tales interpretaciones cuando se
proporciona información nueva, mal comprendida y ambigua”.

Factores que obstaculizan la información tranquilizadora

Por parte del paciente:

1) Pensamientos automáticos negativos y errores cognitivos


2) Ideas inadecuadas sobre los síntomas/enfermedades
3) Actitudes disfuncionales acerca de la salud
4) Dudas sobre la información facilitada al médico (p. ej., "¿describí los síntomas con el
suficiente detalle?, si no lo hice el médico ha podido pasar por alto la gravedad de lo que me
ocurre “).
Por parte del facultativo:

1) No utilizar terminología y explicaciones sencillas


2) Expresar afirmaciones contradictorias en la consulta
3) No resolver las contradicciones entre sus opiniones y las de otros colegas
4) Mostrar conductas que pueden ser percibidas como desinterés y hostilidad
5) Realizar falsas predicciones

Elementos que facilitan la información tranquilizadora:

1) Escuchar y tomar nota de sus quejas de manera detallada (conceder tiempo suficiente y
comprobar con amabilidad los datos).
2) Reconocer la veracidad de sus síntomas y de su angustia.
3) Elicitar sus temores y creencias sobre los síntomas y de la "evidencia" que considera que
apoya sus preocupaciones.
4) Explicar por qué sus preocupaciones son infundadas y modificar la "evidencia" inadecuada.
5) Dar una explicación satisfactoria/no amenazante de sus síntomas que incluya una clara
justificación del proceso que los explica.
6) Dar una explicación satisfactoria de las pruebas o tratamientos realizados, con la
precaución de no trasmitir mensajes contradictorios;
7) Comprobar si todo discutido le ha tranquilizado y, en caso contrario, trabajar las dudas
residuales.

Información médica tranquilizadora apropiada y efectiva

- ¿Quién da la información tranquilizadora?

En centros en los que trabajan varios profesionales no se debe dar una información
parcelada, para evitar malentendidos en sentido de que uno dice una cosa y otro otra. Es preferible
que toda la información esté facilitada por uno de los miembros del equipo: el profesional que sea
accesible y que tenga confianza en él, porque esto va a afectar muchísimo en cómo va a aceptar esa
información y el lugar que le dará. Debe ser su psicólogo o su médico. Por ello, es importante generar
una relación con el paciente para ser una figura de confianza de quien recibir esta información.

- ¿Cuándo y a quién debería dar la información tranquilizadora?

Para un perfil de pacientes con una actitud muy hostil, desafiantes, con mucha ira, … la
información tranquilizadora no funcionará. Para un perfil más emocional, con sintomatología
ansiosa, depresiva, dependiente, baja autoestima funciona mejor. La información tranquilizadora
debe darse una vez analizadas las condiciones físicas que le afectan y relativas a sus quejas. Para un
paciente con necesidad de dependencia no cubierta, puede ser importante que sepa que hay una
persona importante a la que puede acudir si lo necesita y no siempre que su estado de salud sea
alarmante. Dentro de un marco profesional, es importante que sepa que tiene un vínculo al que
puede acudir, aunque no haya una sintomatología exacerbada y preocupaciones excesivas sobre su
salud.
- ¿Cómo debería darse la información tranquilizadora?

Palabras con solo una connotación psicológica pueden generar desconfianza y rechazo, sobre
todo al inicio. NO tomar decisiones sobre sus síntomas, sino involucrar a las personas en la toma de
decisiones a la hora de fomentar hábitos saludables. El paciente debe tener un rol activo en su
cuidado de la salud y no depositar esa toma de decisiones solo en el profesional.

Es importante…

- Examinar los registros médicos


- Mostrar aceptación al paciente
- Programar citas regulares
- Usar un lenguaje claro y sencillo
- Proporcionar información y explicaciones relevantes
- Fomentar la responsabilidad del paciente
- Cambiar la atención hacia cuestiones subyacentes y activas del paciente
- Ajustar el “estilo de información tranquilizadora” al paciente
- Proporcionar información tranquilizadora repetidamente
- Proporcionar pruebas médicas adicionales y exámenes médicos

PROGRAMAS DE INTERVENCIÓN COGNITIVO-CONDUCTUAL: COMPONENTES BÁSICOS


TERAPIAS CONDUCTUALES:
- Desensibilización sistemática (Rifkin, 1968)
- Detención del pensamiento y relajación (Kumar y Wilkinson, 1971)
- Implosión (O’Donnell, 1978)
- Refuerzo positivo (Mansdorf, 1981)
- Principio de Premack (Williamson, 1984)

Hipocondría ≈ fobia  exposición (Tearnan, Goetsch y Adams, 1985)

Hipocondría ≈ TOC  prevención de respuesta (Salkovskis y Warwick, 1986)

TRATAMIENTOS COGNITIVO-CONDUCTUALES:
Tratamiento de la somatización y la hipocondría (Kellner, 1985, 1986, 1987)

Tratamiento del estilo somático amplificador (Barsky, 1996; Barsky et al., 1988; Barsky y Ahern,
2004).

Tratamiento de las interpretaciones catastróficas (Salkovskis y Bass, 1997; Salkovskis et al., 2003;
Warwick y Salkovskis, 1990, 2001; Warwick et al., 1996).

Tratamiento de la ansiedad por la salud y el miedo a la muerte (Fureret al., 2001, 2007; Furer y
Walker, 2005, 2006).
Tratamiento de la hipocondría y la ansiedad por la salud (Abramowitz y Braddock, 2008; Abramowitz
et al., 2010)

Otros programas (grupos de Asmundson, Avia, Belloch, etc.)

PRINCIPIOS DEL TRATAMIENTO:

1. El objetivo es ayudar al paciente a identificar en qué consiste el problema y no lo que no es.

2. Reconocer que los síntomas realmente existen y que el tratamiento aspira a ofrecer una
explicación satisfactoria de los mismos.

3. Distinguir entre dar información relevante en oposición a reasegurar con información irrelevante o
repetitiva.

4. Las sesiones de tratamiento no deberán ser nunca combativas; preguntar y colaborar con el
paciente es el estilo adecuado.

5. Las creencias del paciente están invariablemente basadas en una evidencia que es convincente
para él; en vez de desaprobar la creencia, descubrir la observación que el paciente toma como
evidencia y trabajar en colaboración con él.

6. Establecer un contrato por un período de tiempo limitado que cubra las exigencias del terapeuta
mientras se consideran los temores del paciente.

7. La atención selectiva y sugestionabilidad típicas de muchos pacientes deben utilizarse para


demostrar la forma en que la ansiedad puede dar lugar a la creación de síntomas e “información” a
partir de hechos inocuos.

8. Lo que los pacientes hayan entendido de lo hablado en la sesión de tratamiento debe ser siempre
comprobado pidiéndoles que hagan un resumen de ello y de la forma en que les repercute.

COMPONENTES DEL TRATAMIENTO:

 Formulación de un modelo comprensivo.


 Auto-observación de la preocupación por la salud.
 Comprensión y manejo del estrés.
 Modificación de las conductas disfuncionales.
 Reatribución de los síntomas.
 Cambio de los supuestos disfuncionales sobre la salud/enfermedad.
 Aceptación del malestar físico/emocional.
 Redirección de la atención fuera de los síntomas.
 Construcción de un estilo de vida más satisfactorio.
 Mantenimiento de logros y prevención de recaídas.

FORMULACION DE UN MODELO COMPRENSIVO

Lo primero que hacemos es revisar sus síntomas, todo el recorrido que ha hecho, pruebas
clínicas realizadas, médicos visitados, resultados, conclusiones, etc. Se buscan evidencias que
respaldan los síntomas y luego se hace ver al paciente que hay datos que no concuerdan con su idea
de que está enfermo. Se busca sacar como conclusión que su evidencia única son sus síntomas.
Hacemos ver que hay muchos datos en contra de su idea de enfermedad.

A partir de esa conclusión, se debaten otras aproximaciones posibles: no estoy enfermo sino
que creo que estoy enfermo; estoy demasiado preocupado por mi salud; me estoy relacionando con
mi cuerpo / entorno de forma no saludable (NO USAR TERMINOS HIPOCONDRÍA, SOMATIZACIONES,
ETC.). Entre psicólogo y paciente se explora si hay otra visión o perspectiva que pueda ser útil para él.
Se observa si esto tiene algo que ver con el propio paciente, si le puede aportar algo o puede hacerle
descubrir algo. Todo ello desde una postura nada impositiva. Incluir aquí varios términos y modelos
relacionados con la ansiedad:

- Naturaleza y experiencia de la ansiedad

- Importancia de los pensamientos negativos (modelo A-B-C)

- Papel de las conductas de seguridad

- Papel de la vigilancia corporal

- Factores que influyen en la aparición de síntomas corporales

A continuación, comparamos las dos posibles hipótesis estoy enfermo – cómo me estoy
relacionando con mi cuerpo. Puede ser útil que primero adopte una cierta distancia. Es decir,
introducir todos estos conceptos y ejemplos, pero abordarlo primero en un supuesto o desde la
situación de otra persona: relatar el caso de una persona con preocupaciones hipocondriacas en una
situación ficticia pero como si fuera verdad. Esto permite introducir elementos claves y elaborar
entre los dos una figura explicativa y una formulación de los factores que implican que esa persona
se preocupe demasiado por esa enfermedad concreta. Allana el terreno a que el paciente haga algo
parecido en su caso. Permite analizar si esa propuesta coincide con su propia experiencia.

A partir de aquí, quedaría recoger información que apoye la nueva hipótesis explicativa. Para
este punto, el uso de los autorregistros es fundamental. Es crucial, el paciente está tan focalizado en
su malestar físico que no está centrado en otros elementos que forman parte de su experiencia.
Debemos animarle a que observe y descubra en su experiencia todos estos elementos (poco a poco):

1ª fase: Situaciones (externas o internas) desencadenantes del episodio de preocupación.

2ª fase: Desencadenantes, síntomas, ansiedad (y otras emociones disfóricas), pensamientos y


acciones emprendidas.

Fuentes de estrés:
Muchas veces los precipitantes son microestresores de la vida cotidiana. Los autorregistros
sobre estos estresores permiten una toma de conciencia de que hay cosas que incomodan al
paciente y que no sabe resolver o que sobrepasan a su capacidad de manejo y que provienen de
fuentes muy dispares de la vida diaria.

 Domésticas (p.ej., dificultad para organizar el cuidado de niños, espacio saturado, conflictos
de pareja).
 Sociales (p.ej., sentirse aislado, amigos/familiares que viven lejos, problemas con los amigos,
obligaciones sociales no deseadas).
 Vecinos y entorno (p.ej., inseguridad, tráfico, contaminación, ruido, vecinos molestos).
 Laborales (p.ej., recursos insuficientes, falta de reconocimiento, presiones de tiempo,
conflictos con jefes/compañeros/clientes).
 Colegio o universidad (p.ej., conflictos, tareas, pagos).
 Finanzas (p.ej., deudas, facturas, hipoteca).
 Presión de tiempo (p.ej., muchas tareas y responsabilidades, poco tiempo libre,
interrupciones frecuentes).
 Salud (p.ej., problemas sexuales, sobrepeso, discapacidad)
 Preocupaciones internas (p.ej., dificultad para la auto-expresión, insatisfacción con
elecciones de vida, preocupación sobre significado de la vida)
 Legales (p.ej., multas, juicios).

Estilos de pensamiento:
Los autorregistros nos van a acercar también a conocer este estilo:

 Sobregeneralización (p.ej., “Este dolor de cabeza significa que debo tener un tumor
cerebral”).

 Razonamiento emocional (p.ej, “Debo estar enfermo, de lo contrario no me sentiría tan


ansioso”).

 Pensamiento todo-nada (p.ej., “Las pruebas médicas son inútiles si no son 100 por ciento
exactas”).

 Pensamiento sesgado a lo negativo (p.ej., “Me centro en la información negativa sobre mi


salud”).

 Salto a las conclusiones catastróficas (p.ej., “A menudo pienso que nunca me recuperaré si
desarrollo una grave enfermedad”).

 Atención selectiva (p.ej., “Siento más dolor y sensaciones corporales molestas que la mayoría
de la gente”).

 Pensamiento supersticioso (p.ej., “No voy a los hospitales. He hecho esto durante años y no
he cogido ninguna enfermedad desagradable”).

Comprensión y manejo del estrés


Es fundamental entender que hay fuentes externas e internas de estrés y conectarlo con la
percepción de amenaza, respuestas de lucha huida, respuestas más somáticas para tener una visión
de conjunto evitando el sistema dualista cartesiano, hablar del SNA, etc. Integrar a partir del estrés
todo lo que sabemos que está involucrado en este tipo de respuestas. Acciones a llevar a cabo:

1. Identificar los estresores.


2. Comprender la reacción de estrés.
3. Aprendizaje de estrategias de relajación.
4. Aprendizaje de resolución de problemas.
5. Aprendizaje de manejo del tiempo.
Modificación de las conductas disfuncionales
Poner a prueba las creencias sobre la utilidad de las conductas de seguridad. Creen que sus
conductas mejoran o evita su enfermedad

1) Conductas de auto-inspección corporal (p.e. comprobar su garganta). Pedirle que tosa


repetidamente e intensificando su conducta para que se pueda dar cuenta de que lejos de
aliviar el síntoma consigue lo contrario. La observación implica actuar sobre el síntoma.

2) Lecturas sobre enfermedades. Decir al paciente que en consulta lea un artículo de una
enfermedad grave diferente a las que le preocupan, que hable de la enfermedad de los
síntomas, del tratamiento, etc. Puede empezar a sentir síntomas y preocupaciones sobre esta
enfermedad. A la semana que viene preguntamos cómo se ha desarrollado esta experiencia y
reflexionamos sobre ello.

3) Consultas médicas “prueba médica final” . Esta estrategia puede demorarse para una
estrategia posterior si está en un proceso médico concreto de pruebas ahora. Constatamos
que la evolución de los síntomas tras la consulta se reduce de forma sustancial, pero no de
forma permanente, solo por unos días para luego volver a alcanzar cotas equivalentes a las del
inicio. Resulta de utilidad este registro porque puede darse cuenta de que seguir por esa línea
no mejora sus síntomas y que su forma de tratar el problema está involucrada de alguna
manera en su persistencia. No anticipar conclusiones sobre la prueba de qué descubrimos con
estas pruebas médicas. Si posee buen sentido de humor y capacidad de ironizar con las cosas
se le puede plantear la metáfora de la enfermedad inteligente: mira que enfermedad más
inteligente que sabe cuándo te estas sometiendo a las palabras tranquilizadoras te du medico
Tus síntomas cambian en intensidad, numero de síntomas, otros nuevos, cuando tu medico
descarta cosas.
Cuantas más pruebas clínicas se someta, menos probable de que esté sano porque
siempre habrá un matiz o coincidencia de que no esté sano, tiene más datos sobre lo que
preguntarse sobre pequeñas desviaciones, incongruencias etc.

Prevención de las conductas de autoexploración corporal y búsqueda de información


tranquilizadora.

Que sea consciente de que sus conductas no alivian sus síntomas, lo hacen solo muy a cp, de
hecho, aumentan el malestar. No plantearlo como un todo o nada sino como algo gradual ya que son
conductas muy instauradas ya y cuya frecuencia no se dan cuenta. Debemos centrarnos en reducir
frecuencia e intensidad dentro de un margen que el paciente pueda ir asimilándolo. Estrategias para
reducir la comprobación y la búsqueda de información tranquilizadora: (leer pequeños casos que se
intercalan en las diapositivas).

1. Posponer la comprobación y la búsqueda de información tranquilizadora a un momento


determinado posterior.

2. Reducir gradualmente la frecuencia de la comprobación y la búsqueda de información


tranquilizadora.

3. Detener la comprobación y la búsqueda de información tranquilizadora en conjunto.

 Psicoeducación sobre el papel de las conductas de comprobación en el mantenimiento de la


ansiedad por la salud.
 Definir las reglas específicas de prevención de respuesta (comprobación corporal, búsqueda
de información tranquilizadora, limpieza, análisis mental, restricción de dieta, etc.).
 Enfatizar que no realizar las conductas de seguridad es una elección difícil.
 Colaboración de familiares/amigos implicados en las conductas de seguridad.
 Para los pacientes que no pueden detener sus rituales, usar un enfoque de aproximación
gradual.
 Registrar cumplimientos/incumplimientos de las reglas.

El paciente puede sentir que no se puede resistir. Hay que hacerle ver que no es verdad y que
empezar a reducir esas conductas es una decisión y está bajo su control (lanzar mensajes de
afirmación de la capacidad, no culpabilizar). Resistirse a la urgencia de realizar la conducta ritual
mediante otros focos de actividades, condiciones estimulares que le hagan enfocar su atención en
otro elemento positivo. Muy importante el uso de autorregistros, que marque los compromisos de lo
que va a hacer, qué quiere reducir, en qué medida, etc. Dejarlo todo muy claro y operativo
(formulario de diapositiva 30 y ejemplo de 31 y 32).

Prevención de búsqueda de información médica:

 Negociar la frecuencia de consultas médicas.


 Depositar la decisión de consulta en algún familiar. Ojo, debemos tener claro que la
inquietud no va a desaparecer, no es que vaya a estar conforme con esta decisión.
 Elaborar una lista con los síntomas por los que no ha de consultar.
 Elaborar una lista de síntomas por los que puede consultar (p.ej., caída, rotura de huesos,
sangrado, etc.).
 Si surge un nuevo síntoma, valorar si es transitorio, antes de ir al médico.

No plantearlo desde un punto de vista rígido, sino que debemos hacer partícipe al paciente
de su toma de decisiones. Está claro que tendremos que ayudar a encontrar los inconvenientes y las
ventajas.

Instruir a los familiares para el manejo de las demandas del paciente.


Identificar la forma habitual en que los familiares responden a las quejas del
paciente (resentimiento, enfado, evitación, culpa, tranquilizándole, asumiendo sus tareas,
acompañándole al médico, …). Es esperable que se sientan desesperados, resentidos y sobrepasados
porque nunca parece ser suficiente, la demanda de ayuda es constante. Muchas veces acaban
explorando en forma de culpabilización, hostilidad y queja. Tras esto puede sentirse culpable,
arrepentirse e intentará compensar los daños siendo pasivo ante las demandas del paciente y por
tanto reforzando sus conductas. Es un ciclo.

Informarles de los efectos negativos que tienen sus intentos de tranquilizar al


paciente (p.e. comparar la tensión arterial):

- Aumenta la ansiedad.
- Probabilidad de ser expuesto a información alarmante.
- Aumenta la dependencia y sentimiento de vulnerabilidad. Sobre todo, en aquellos casos en
los que encontramos familiares con una actitud complaciente y entregado a las quejas,
viviendo incluso con entusiasmo su rol de cuidador (sería el otro tipo de familiares). Tenemos
que investigar que necesidades está cubriendo su rol de cuidador (autoestima, modelos de
funcionamiento familiar llevados al extremo: si no te cuido constantemente entonces no te
quiero, …).

Lo que los familiares han de hacer/no han de hacer:


 Intentar comprender por qué el paciente está preocupado por la salud y cómo se mantiene
dicha preocupación.
 No acusar al paciente de estar “loco”, “neurótico” o “farsante”.
 No quejarse, criticar, castigar o hacer sentir culpable al paciente por su preocupación por la
salud.
 Reforzar el esfuerzo del paciente por aprender nuevas formas de manejar su ansiedad por la
salud.
 Darse un descanso si se siente estresado con el paciente.
 No culparse porque sus esfuerzos bien intencionados por ayudar al paciente hayan estado
manteniendo la ansiedad por la salud.
 No ser tan protector con el paciente.
 No tranquilizar al paciente cuando está preocupado y solicitando información
tranquilizadora.
 Tener en cuenta que hay otras cosas importantes en su propia vida, además de cuidar del
paciente.

Pauta de actuación: “cuando X le hable de sus molestias físicas y de temas relacionados con
la enfermedad, dígale con tono de voz neutro (ni agresivo ni suave) lo siguiente: ‘no puedo contestar
a tus comentarios’. Si insiste de nuevo, vuelva a repetir la frase anterior e intente hablar de otro
tema”.

Exposición a los estímulos elicitadores de la ansiedad. Tenemos una triple aproximación a la


exposición.

- Identificar desencadenantes internos y externos de la ansiedad.  Presentación de la lógica


del uso de la exposición.
- Elaboración de jerarquías de estímulos/situaciones.
- Exposición a estímulos externos, exposición a los pensamientos/imágenes y exposición a
signos/sensaciones corporales.
- Asignación gradual de tareas de exposición.

NO OLVIDAR:

- Dar adecuadas observaciones de ánimo, apoyo, refuerzo, …


- Evitar comentarios tranquilizadores.

Psicoeducación sobre la exposición:


 Presentar la exposición y la prevención de respuesta como técnicas para debilitar los
pensamientos y patrones de conducta desadaptativos.
 Describir la exposición y la prevención de respuesta.
 Dar ejemplos específicos de tipos de exposición y prevención de respuesta.
 Subrayar que la exposición ayuda a manejar niveles razonables de incertidumbre.
 Definir qué es la habituación. Usar un gráfico que ilustre el patrón de reducción de la
ansiedad (habituación) con los ensayos repetidos y prolongados de exposición.
 Explicar los tipos de exposición (en vivo, en imaginación e interoceptiva).
 Trabajo colaborativo paciente-terapeuta para elaborar la jerarquía y planificar las tareas de
exposición.

1. Exposición a estímulos externos


- Elaborar una lista detallada de situaciones/estímulos temidos, incluidos los que
desencadenan los mayores temores.
- Asignar USA a cada ítem, entre 0 (sin ansiedad) 100 (máxima ansiedad) (¿qué ansiedad
sentirías que tuvieran que afrontar___?).
- Jerarquizar listado según nivel USA y decidir orden de exposición.
- Enfoque de aproximación gradual. Comenzar con ítems ≤40 USA.
- Preferiblemente la primera exposición de cada ítem bajo supervisión del terapeuta.
- Especificar la tarea de exposición: cómo, durante qué tiempo, y qué conductas de seguridad
no están permitidas.
- Duración de sesión de exposición de aprox. 90 min.
- Usar hoja de registro de exposición.

2. Exposición a pensamientos/imágenes:

Crear la propia historia siguiendo las siguientes pautas:

1. No se preocupes por la ortografía o gramática. Lo más importante es que sea lo más real posible y
que le genere las emociones más fuertes posibles.
2. Escriba su historia en el tiempo presente o futuro, no pasado.

3. Use “yo”, “mío”, “me” para hacer la historia más real para usted.

4. Describa las sensaciones corporales, los posibles signos de enfermedad que le han preocupado o
los pensamientos que inician el patrón de preocupación.

5. Describa en términos gráficos la enfermedad que más le preocupe. Hable sobre las etapas de la
enfermedad y sus preocupaciones en cada etapa.

6. Describa las preocupaciones y dudas que experimenta a medida que escribe la historia.

7. Describa algunos de los resultados catastróficos que tanto le preocupan: estar extremadamente
enfermo, sentirse impotente, morir.

8. Describa cualquier preocupación que tenga sobre otras personas que están cerca de usted, como
la familia o los amigos.

9. Trate de escribir al menos una página para cada historia.

La idea es grabarlo, registrarlo, para que pueda exponerse a ello una y otra vez. Será como
una peli de miedo, ya que el estímulo dejará de generar la emoción y se percibirán también otros
aspectos nuevos.

3. Exposición interoceptiva:

Proceso de inducción de sensaciones

1) Valorar la intensidad, ansiedad y similaridad de las sensaciones provocadas (rango de 0-8).


Construir jerarquía.
2) Escoger el ejercicio que provoque menos ansiedad.
3) Desencadenar las sensaciones todo lo fuerte que se pueda, sin distraerse.
4) Repetir las recomendaciones del paso 3 hasta reducir la ansiedad a 2 ó menos.
5) Cuando la ansiedad se haya reducido a 2 ó menos, pasar al siguiente ejercicio.
6) Cada ejercicio se practica hasta 5 veces al día, si se necesitan menos ensayos se pasa al
siguiente.
NO sabemos cuál puede funcionar mejor o peor, por tanto, debemos evaluar antes cómo
actúa cada estímulo concreto en la persona y que malestar genera. Debemos hacer pruebas hasta
poder hacer una escala de 0-8 (intensidad ansiedad y similaridad) y empezar por el 2, un estímulo
que genere pocos niveles de malestar. Prolongar el estímulo medio minuto como máximo más desde
que empiecen a generarse las sensaciones de malestar. Repetir exposición varias veces hasta que el
nivel de ansiedad generada por el estímulo se reduzca considerablemente. Es verdad que en este
caso hay que ser más creativo para replicar sensaciones parecidas a los síntomas temidos.

P.e. en el caso de diap 49,50: nauseas: metiendo los dedos en la garganta (esto puede
generar una irritación en la garganta, puede generar una irritación en la garganta), provocar un
mareo, vértigo, nausea, un olor muy malo y algo que a nivel estimular genere eso. Percepción de
bultos: usar plastilina y maquillaje, material protésico, …

Reatribución de los síntomas (experimentos conductuales)


- Desconfirmación de las predicciones. Si hay preocupaciones exageradas por síntomas
cardiorrespiratorios y ha dejado de hacer actividad física, vamos a plantearle una actividad
que suponga un aumento en los indicadores físicos de esfuerzo (p.e. bajar y subir rápido las
escaleras).

- Método de encuestas para recoger datos. Si queremos que normalice la percepción de


síntomas, que tome conciencia de que notar sensaciones corporales es lo normal. Las
fluctuaciones es lo usual. Usar registros sobre diversos indicadores físicos en anónimos
sanos. Conclusión esperable: que respondan que sí pero que es algo normal y no les inquieta.
Mucho más fácil hacerlo en una ciudad que en un pueblo. Formular y controlar el diseño de
las preguntas para que las respuestas vayan a nuestro favor, como esto confirme sus
síntomas va a ser catastrófico.

- Demostrar el papel de la atención y los pensamientos en la percepción de síntomas. Pedir


que el paciente con los ojos cerrados se focalice en otras partes del cuerpo durante unos
minutos de forma calmada. Que se dé cuenta de que es capaz de sentir lo que sucede en
otras partes del cuerpo que interpreta como sin enfermedad y que se dé cuenta de que
puede enfocar su atención en cosas internas o externas (que mire una lámina artística, diga
lo que opina, si le gusta, qué es lo que ve, donde lo pondría en su casa, …). Tras esta práctica,
le preguntamos por la parte del cuerpo en la que suele focalizar su atención, nos dirá que
durante la práctica no ha sentido sensaciones aversivas.

Experimentos conductuales:

- Provocar la rumiación sobre un tema actual (no necesariamente la ansiedad pro la salud).
P.e. piensa en torno al bullying (si tiene hijos), piensa sobre tus depósitos bancarios y el mal
momento actual, … verá que se pueden activar determinadas sensaciones corporales
vinculadas a ese estrés corporal por pedirle que piense en una temática concreta.

- Posponer la consulta o llamada médica. Es posible que pese a los avances, el paciente en un
momento dado plantee que necesite esta consulta urgente. Plantear unos días de margen
para esta consulta para que vea que no es tan urgente y la lectura alarmista no tiene sentido.
- Reducción de una conducta de seguridad (p.ej., postura para dormir, medicación). Un
hombre preocupado por los ictus; su preocupación se acentuaba cuando se iba a dormir; se
compró una cama articulada porque tenía la sensación de que si dormía con almohada no le
llegaba suficiente sangre al cerebro. Dormir se convertía en drama, no encontraba la posición
para asegurar su “bienestar cerebral”. Se trabajaron posturas de dormir y de forma gradual
se fueron eliminando esos elementos de seguridad, no cambiar la cama, cambiar de forma
gradual los depósitos para el cuello, adaptar la almohada hasta encontrar el grosor
recomendado.

- Analizar la diferencia entre “días con foco” y “días sin foco”. Planificar días en los que va a
estar centrado en los síntomas, en ese parte del cuerpo, en rumiar, etc. Por otra parte,
planear días en los que se lleven a cabo actividades diferentes y entretenidas, que permitan
una focalización diferente. Importante el autorregistro sobre esto.

Técnicas verbales:

 Examinar las evidencias (a favor/en contra) e identificar explicaciones alternativas


 Discutir la probabilidad de la enfermedad
 Discutir la necesidad de certidumbre de estar sano
 Adoptar la perspectiva de otra persona
 Evaluar los costos y desdramatizar

Ejemplo para examinar la evidencia: Método dual. Supone plantear las dos hipótesis sobre
el problema: tengo tal enfermedad vs creo o estoy preocupado porque creo que tengo la
enfermedad. Método dual, se usará a lo largo de la terapia para ir indicando todas las evidencias,
experiencias, resultados de experimentos que se han ido descubriendo a lo largo de la terapia. No es
un ejercicio puntual sino algo que va acompañando a lo largo de toda la terapia. Apuntar evidencias a
favor y en contra de ambas hipótesis. Se puede hacer en forma de tabla o en otros formatos.

Ver diapositivas 58, 59, 60, 61, 62, 63 y 64: examinar la probabilidad de la enfermedad para
incorporarlo al método dual, a dos hipótesis diferentes. Es fundamental también aquí trabajar con la
incertidumbre, lo que representan estas diaps son evidencias en el sentido de que puede pasar, no
podemos asegurar que sea imposible porque no es así, pero la probabilidad es bajísima. Tener una
certidumbre máxima es una hipótesis que no va a suceder y que no le va a confirmar ningún
profesional. El paciente debe transitar desde la necesidad de certeza absoluta a manejarse con las
posibilidades, con la convicción de que, si está aferrado a la idea de certezas absolutas, estará
abocado al fracaso y malestar permanente, porque nunca tendrá esa información y al a vez dejará de
atender a aspectos mucho más valioso y significativo para el paciente: su familia, mascota,
actividades, la comunidad…, por tanto, disfrutará menos de la vida esta persona. Certeza solo hay
una que nos tenemos que morir, la vida es duda). Importante también distanciarse de tu propia
perspectiva, hacerlo desde el de otra persona y que te podría aportar a ti la visión de esta persona
(p.e. un amigo tuyo que te parece que es solvente).

Evaluar costos y desdramatizar:

¿Estoy sobreestimado la frecuencia de ...(síntoma)?

¿Estoy exagerando el malestar que … (síntoma) me produce?

¿Puedo tolerar cierto … (síntoma) durante el día?

¿Qué tendría de malo si padeciera … (enfermedad temida)?

¿Estoy sobreestimando las consecuencias negativas?

Sería un absurdo plantear esto si se trata de una preocupación y una interpretación de la


enfermedad, acontecimiento o síntomas que es realmente grave y catastrófico. La
descatastrofización tiene cabida cuando la interpretación del paciente no tiene que ver con una
magnitud de la enfermedad no lleva a la muerte o a una consecuencia claramente limitante.
Cambios de supuestos disfuncionales sobre la salud/enfermedad

- Creencias sobre salud/enfermedad. Técnicas de reatribución y experimentos conductuales.


- Creencias metafísicas (esto me pasa como castigo de dios por ser un mal hermano. Toque
supersticioso y garantía de evitación de enfermedad sin razones físicas claras). Inducción de
disonancias y educación.

Ejemplos diapositivas 67 y 68: creencias sobre enfermedad y religión que no son compatibles
y se pueda resolver esta creencia gracias a esta falta de ajuste. El paciente pensaba que dios podía
castigarle por sus actos y que enfermaría sin embargo cree en un dios que no castiga. Ejemplo de la
68 (identificar incoherencia):

Aceptación del malestar físico/emocional


Las experiencias desagradables y molestas (p.ej., dolor, ansiedad, preocupación, tristeza,
culpa, recuerdos de experiencias desagradables) son parte normal de la vida. Intentar evitar a toda
costa las experiencias desagradables puede ser perjudicial. Los intentos desesperados de
evitar/escapar son variados, incluyendo:

 Buscar tratamiento tras tratamiento para eliminar el síntoma. Muchas veces hay cosas que
mejoran o empeoran el síntoma, pero puede que nada lo elimine permanente.
 Tratar de distraernos de la experiencia (p.ej., exceso de alcohol).
 Tratar de no pensar en la experiencia.
 Evitar hablar de la experiencia, aun cuando sería apropiado hacerlo.
 Evitar cualquier recuerdo de la experiencia.

Dolor + Falta de Aceptación = Sufrimiento

Ansiedad + Falta de Aceptación = Sufrimiento

Aceptar la realidad de la experiencia implica optar por continuar con su vida de todos modos,
alcanzar la comprensión serena de que la experiencia es parte de su vida, que puede continuar
durante algún tiempo, y que lo mejor es seguir con la vida a pesar de la experiencia.

La aceptación puede variar de 0% o 100% según el momento /circunstancias.

La aceptación implica observar las sensaciones, emociones, pensamientos, recuerdos y


conductas, y reconocerlas como lo que son y cómo se relacionan con la realidad.

Recordar que estas personas hacen de la enfermedad su punto central de vida,


posiblemente están desvinculadas de sus responsabilidades, sus círculos sociales, sus aspiraciones no
estrictamente de la salud. Buscar que la persona pueda centrarse de disfrutar de actividades de la
vida sencillas. Esto está muy ligado con examinar o volver lo que fueron tus valores de vida, tus cosas
que han podido ser relevantes en tu vida. Esto va a ser otra cuestión a modo de cierre que es
fundamental para estar involucrándose de una forma más determinada en otras facetas de su vida.
Establecer objetivos consonantes con sus valores. Ejemplo:

Una forma de facilitar la aceptación de un síntoma difícil es darse cuenta de cuándo


se produce y pasar 15-20 minutos observándolo con calma sin tratar de cambiarlo ni de distraerse.
Describa el síntoma con tanto detalle como pueda. Observe cómo puede cambiar a medida que pasan
los minutos (aumentar y disminuir en intensidad con el tiempo). Note otras reacciones que puede
tener en su cuerpo a medida que observa el síntoma. ¿Nota tensión/activación o sensación de calma?
¿Qué pensamientos y emociones notas? ¿Sus pensamientos son de miedo, preocupación,
desesperación, la ira o la desesperanza? ¿O bien, de calma? Observar los síntomas sin tratar de
cambiarlos te puede ayudar a aceptarlos.

Redirección de la atención fuera de los síntomas


- Papel de la hipervigilancia corporal en el mantenimiento de la ansiedad por la salud.
- Experimentos conductuales que ilustren el efecto del atención/distracción en la percepción
de síntomas.
- Reconducción de la atención

Ejemplo:

Centre su atención en el estómago. Concéntrese exactamente en cómo se encuentra


su estómago en estos momentos. Observe cualquier hinchazón, sensación gaseosas u otras molestias.
Concéntrese en todo el abdomen. ¿Siente su lado derecho un poco diferente de su lado izquierdo? ¿De
qué más se está dando cuenta? Si nota alguna molestia, concéntrese en ella. Después de 10 ó 20
minutos, califique su nivel de ansiedad. ¿Nota que se encuentra más ansioso cuando se centra en esta
parte del cuerpo? ¿Qué pensamientos negativos está teniendo? ¿Está notando cada vez una mayor
sensación de molestia en el estómago?

Técnicas de distracción

- Externalización simple.
- Ejercicios mentales.
- Actividades absorbentes.
- Recuerdos y fantasías agradables.

Entrenamiento atencional

- Ejercicios auditivos de atención selectiva.


- Ejercicios auditivos de atención desviada.
- Ejercicios auditivos de atención dividida.

Diferenciar distracción saludable (centrarse en metas y actividades que resulten útiles para la
persona) de distracción no saludable (p.ej., exceso de trabajo, consumo de alcohol, dormir, ver la
TV).

Construcción de un estilo de vida más satisfactorio


- Identificar y clarificar los valores del paciente en diversas áreas de vida.
- Establecer metas y actividades consonantes con tales valores.
- Fomentar un estilo de vida saludable.
Ejemplos:

Tómese un momento para pensar en las actividades que le han producido sensación de
satisfacción y el disfrute en el pasado (tal vez en una época más feliz de su vida). Indique algunas de
estas actividades:

Piensa en las actividades que le han producido sensación de satisfacción y placer cuando era
un niño y un adolescente. Haga una lista de estas actividades:

¿Hay actividades que haya describe anteriormente que pudiera incluir en sus planes para
cada semana? ¿Hay actividades en su rutina en las que podría centrarse y disfrutar más? ¿En qué
actividades puede centrarse en las próximas semanas para aumentar su sensación de satisfacción o
placer en la vida?

Importancia de operativizar estas actuaciones: diapositiva 79, 80 y 81 (su evaluación)

INTERACCIÓN CON OTROS PROFESIONALES EN EL ABORDAJE DE LA HIPOCONDRÍA

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