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Taller de Ética

UNIDAD I. El sentido de aprender sobre UNIDAD III. Ética en el ejercicio de la


Ética. profesión.
1.1. Generalidades sobre Ética. 3.1 La Ética en la Ciencia y en la Tecnología.
1.1.1 Desarrollo histórico (Sócrates, Platón, 3.1.1 Implicaciones éticas de la
Aristóteles y Epicuro) investigación científica.
1.1.2 Concepto y objeto de estudio de la 3.1.1.1 Límites y decisiones éticas de la
Ética. investigación científica.
1.1.3 Ramas de la Ética: metaética, Ética 3.1.2 Comportamiento ético y
normativa y Ética aplicada. motivaciones del investigador.
1.2 Valores éticos 3.2 Implicaciones éticas en el desarrollo y
1.2.1 Respeto y responsabilidad, Respeto a aplicación de la tecnología.
la vida, A la diversidad, A la naturaleza, 3.2.1 Conceptos y problemas de la
Dignidad, Libertad Tecnoética y Bioética.
1.2.2 Amor, Propio, Al prójimo, A la patria 3.2.2 Comportamiento ético del tecnólogo.
1.2.3 Gratitud, Perdón, Redención 3.3 Deontología: Consideraciones
1.2.4 Equidad, Empatía, Solidaridad, generales de la Ética profesional.
Fraternidad, De genero 3.4 Códigos de Ética profesional.
1.2.5 Verdad, De la palabra y del actuar 3.5 Dilemas éticos profesionales.
1.2.6 Justicia, Servicio, Trabajo,
Compromiso, Honestidad

UNIDAD II. El sentido sociocultural de la UNIDAD IV. La Ética en las instituciones y


Ética. organizaciones.
2.1 Significado y sentido del 4.1 Derechos humanos laborales.
comportamiento ético. 4.2 Responsabilidad social.
2.1.1 En el ámbito personal y social. 4.3 Ética empresarial.
2.1.2 En el ámbito académico. 4.4 Liderazgo ético.
2.1.3 En el ejercicio de la ciudadanía. 4.5 Toma de decisiones éticas.
2.1.4 En la interacción con la comunidad. 4.6 Cultura organizacional ética.
2.2 El juicio moral y el juicio ético.
2.3 Axiología
2.4 Virtudes
2.5 Derechos Humanos.
TALLER DE ÉTICA

UNIDAD II. El sentido sociocultural de la Ética.

2.1 Significado y sentido del comportamiento ético.

La Ética se ocupa de los actos humanos, de aquellos que dependen de la razón y la libertad. La
ética busca una verdad que integra al hombre, sus conocimientos y su comportamiento dentro
de una sociedad. Ésta también justifica, analiza y fundamenta la forma de vida, los principios y las
bases morales de los individuos.

Comportamiento ético. Se define cómo la capacidad de reflexionar en torno a las posibles formas
de resolver cada situación con responsabilidad personal y social para un mundo pacífico y
sostenible y con la motivación y voluntad de preocuparse por el bien común.

2.1.1 En el ámbito personal y social.

Persona (lo es al nacer)

La ética personal forma parte integral del actuar de las personas respecto a las acciones realizadas
en la ejecución de sus actos vivenciales, sean estos de cualquier naturaleza. Se trata de una forma
de vida, de un compromiso permanente cuya violación es inexcusable ante la propia persona y
aquellos que conocieron de las acciones violatorias.
■ La ética personal está muy influida por el problema del bien y el mal en cada individuo a la lucha
del impulso del yo instintivo para satisfacer todos sus deseos y la necesidad del yo social de
controlar o reprimir la mayoría de esos impulsos con el fin de que el individuo

Todos los padres reconocen la importancia de inculcar a sus hijos una serie de valores en los que apoyarse toda su
vida. En estas primeras edades, la base de la educación se centra en la adquisición y el aprendizaje de hábitos que
deberá incorporar cada hijo a su vida diaria, haciéndolos suyos. Cuando estos hábitos se asimilan, se convierten en
valores. A lo largo de toda nuestra vida, esos valores que vivimos se convierten en virtudes.

10 Consejos para educar a los niños en valores

1. Dedicar tiempo a transmitir valores. Se educa por la calidad de las relaciones que establezcamos con ellos y no
por la cantidad de horas de convivencia con los hijos.
2. Tener paciencia. No agotar la paciencia en las jornadas diarias que están llenas de tensiones, estrés y prisas que
hacen perder los nervios y los hijos suelen pagar.
3. Corregir con amor. Corregir si su conducta no es la correcta y sin subir el tono, más bien, demostrarles afecto
físico (abrazos y besos.
4. Educar en positivo. Alabar su buen comportamiento. Ellos necesitan saber que los padres están satisfechos con
ellos, y continuar así.
5. Adelantarnos a los acontecimientos. Hemos de adelantarnos y formar hijos obedientes, ordenados, sinceros,
etc., antes de que sean desobedientes, desordenados, mentirosos, etc.
6. Razonar siempre, nunca imponer. Es necesario hacerles comprender las cosas razonadamente, y no como una
orden que han de acatar.
7. Evitar amenazas. El método de amenazas funciona 2 o 3 veces, luego el niño se acostumbra y no hace
caso y los padres pierden credibilidad. Después de una conducta incorrecta se reprende al hijo.
8. Educar individualmente. Cada hijo tiene un carácter, una personalidad y necesidades específicas.
9. Mostrar respeto: No ridiculizarlo o humillarlo, evitar que se acompleje.
10. Educar con el ejemplo. Los padres son un ejemplo a seguir por sus hijos. Si observan que el padre lucha
por resolver sus problemas, haremos personas responsables y libres capaces de afrontar cualquier obstáculo.

Personalidad ( se forja con la educación y disciplina).

Actividad X. Recordar advertencias en casa de actuar de cierta manera o te expones a riesgos.


(Tres participantes)

Mi casa, mi primera escuela; mi escuela, mi segunda casa: disciplina inculcada en casa) (Tres
participantes). Interpretación, ejemplo de cada una
Qué es lo que nos ha llevado a los problemas morales en la actualidad?

1. El aborto que se define como la extirpación del feto del vientre materno; puede ser
espontaneo, (Natural); provocado (intencional), indirecto (no era la intención);
terapéutico (para preservar la vida de la madre); legal, cuando en algunos países
privilegian $, derechos de la mujer de ser libre en sus decisiones.
2. Eutanasia (suicidio); Distanasia, prolongar la vida.
3. Drogadicción. Las drogas son sustancias que al consumirlas produce una sensación de
alivio, placer y felicidad, produciendo daños individuales al organismo debido a dosis
excesivas o adicción y sus nefastas consecuencias. Las de mayor consumo son cocaína,
LSD, heroína, mariguana, incluyendo el alcohol y tabaco. Las consecuencias morales son
del orden psicológico, educacional, social, económico y político.
La adicción significa pérdida de la libertad, siendo capaz de sacrificar cualquier cosa para
obtener las dosis. En un principio la persona ignorancia las consecuencias, pero se ve
presionada por amigos o por moda y decide dar el primer paso sin saber las
consecuencias que implica, involucrando niños, adolescentes, jóvenes y adultos.
La prevención del crecimiento a este problema es mediante educación mediante
películas, videos, novelas y artículos; quedando en manos de autoridades, familiares,
educacionales y gubernamentales.
El problema social es el narcotráfico (producción, transporte, y distribución), generando
enfrentamientos entre mafias por la gran demanda.
Desde el punto de vista político se relaciona con los crímenes internos y entre naciones
debido a las ganancias que representa, con la publicación constante en lo diarios y
desarrollo de corrupción en las autoridades. Muchas estrategias se han implementado
sin dar soluciones y fenómeno que consideran semejante a la década de los treintas por
el alcohol y tabaco.
4. Prostitución. Definición: “Intercambio de placer sexual por dinero”.
En este negocio interviene un cliente, alguien que se prostituye, los lenones que
proveen del local y condiciones, y los proxenetas que son el contacto entre cliente
proveedor del servicio.
Algunos justifican este negocio argumentando que no se afecta a nadie y qué al
contrario, ambos participantes reciben felicidad, basta que haya condiciones higiénicas
y privacidad.
Desde el punto de vista de la Ética, “el sexo debe practicarse en un contexto de amor” y
en la prostitución solo impera el placer y el dinero, por lo que se desvirtúa este acto.
Además, estos ambientes suelen estar relacionados con otros delitos como robo,
estafas, homicidios, trata de blancas, pedofilia, pornografía entre otros.
La Ética debería considerar que para muchas prostitutas representa su “modus vivendi”,
exponiendo como justificativo o atenuante del problema Ético debido a las condiciones
económicas extremas por el abandono del marido o pareja irresponsable, el hambre o
enfermedad de hijos pequeños; la falta de oportunidades de trabajo en donde se
privilegia al varón discriminando a la mujer, el acoso sexual al que son sometidas en el
empleo; el condicionamiento de ascensos a cambio de favores sexuales, etc.
empujándola a un callejón sin salida.

Otro problema relacionado repercute en la salud, por el peligro de exponerse a


enfermedades venéreas como el SIDA debido a la promiscuidad sexual y en donde los
programas sociales de salud no abastecen medicamentos eficaces ni de forma oportuna,
con desenlaces en historias que terminan en hospitales, manicomios o cárcel.
5. Corrupción (Tema a desarrollar y exponer por equipos)
6. Agresividad individual (Tema a desarrollar y exponer por equipos)
7. Agresividad social (Tema a desarrollar y exponer por equipos)
8. Agresividad con el medio ambiente. (Tema a desarrollar y exponer por equipos)

La ética social estudia las normas y principios morales de la vida colectiva. Constituye el
complemento necesario de la ética individual, que considera la responsabilidad del individuo
con respecto a los demás y para consigo.

■ La ética social se tiene en conjunción con la ética personal de cada persona que integra la
sociedad, es decir no es moral, ya que la moral es lo que está ‘definido’ como lo bueno en la
sociedad, y la ética social es lo que en realidad en conjunto estamos aceptando como lo bueno,
y lo que decidimos acatar dentro de la misma, teniendo así las adecuadas consideraciones
dentro de la misma para y con los demás, es decir ‘el respeto a terceros’.

SENTIDO SOCIOCULTURAL DE LA ETICA

Cada persona nace en el seno de una cultura, es decir, se encuentra de entrada en un mundo
de significados, de instituciones y de formas de vida cultivados por sus antecesores. Tiene que
aprender a formar su propia visión del mundo a partir de creencias y actitudes que le son
transmitidas por su comunidad cultural. De este modo, las acciones y decisiones de cada uno
de sus miembros de una sociedad influyen en el desarrollo de cada cultura; la cultura se
produce y se reproduce a través de las acciones y decisiones de los individuos.

Así pues, existe una interacción constante entre los individuos y la comunidad en la formación
y el cambio de una sociedad. Actualmente, aunque hay diferentes definiciones del concepto
de cultura, todas ellas incluyen elementos como las formas de conocimiento, las creencias, el
arte, la moral, las leyes, las costumbres y prácticamente todas las capacidades y los hábitos
adquiridos por los seres humanos como miembros de una sociedad. Para algunos autores, el
concepto de cultura se opone al de naturaleza y se usa para nombrar el conjunto de
conocimientos, técnicas, valores, creencias, prácticas, que caracterizan a un grupo humano y
que se transmiten de una generación a otra.

La cultura es información transmitida por enseñanza y aprendizaje, y no por herencia


genética. En su sentido más amplio, la cultura puede considerarse actualmente como el
conjunto de rasgos distintivos, espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que
caracterizan a una sociedad o a un grupo social. Ella engloba, además de las artes y las letras,
los modos de vida, los derechos fundamentales del ser humano, los sistemas de valores, las
tradiciones y las creencias.1 De acuerdo con lo anterior, una cultura es una comunidad de
personas con una tradición que ha sido cultivada a través del tiempo; que comparte una
lengua, una historia, creencias, valores y prácticas. Además, sus miembros participan en un
proyecto de vida basado en expectativas comunes. Una cultura es continuidad, tradición y así
se arraiga en el pasado; pero también es proyecto, elección de fines y valores que orienten la
acción colectiva, y así, está orientada hacia el futuro.

En este sentido, una cultura no es estática, sino que lleva en sí misma las posibilidades de su
propio cambio; por ello, una cultura es un espacio de posibilidades, ofrece a sus miembros
distintas elecciones posibles entre la repetición y la innovación. Por otro lado, también se
habla de cultura para referirse a un conjunto más amplio que abarca varias culturas o pueblos
distintos; por ejemplo, cuando se dice cultura occidental, cultura oriental, cultura cristiana,
cultura indígena. En este caso, se consideran algunos rasgos comunes que constituyen las
creencias o valoraciones que sirven de base a todas las demás, que pueden presentar
variaciones entre los diferentes elementos que forman la “gran cultura”.

El sentido sociocultural de la ética adquiere significancia a partir del actuar ético del individuo,
un actuar que puede ser:

a) Aceptación por parte del individuo de las normas establecidas en una sociedad
determinada. Tal aceptación producirse, desde el punto de vista ético, de dos formas:

1) Por reflexión y convencimiento: Esto es, tras un proceso en el que sin duda desempeñan
un papel importantísimo la situación familiar, la convivencia, la situación económica y cultural,
en suma, la influencia del medio ambiente, el individuo decide, tras un proceso de reflexión
y análisis, aceptar y dar como buenas las normas establecidas en la sociedad en la que se
desenvuelve.

2) Aceptación por comodidad: En este caso el individuo manifiesta una total y completa
sumisión al medio ambiente, adaptándose por rutina y para evitar complicaciones de
cualquier tipo, a la normativa vigente en su comunidad. Así, hay muchos individuos que por
rutina, comodidad o negligencia aceptan, sin ningún tipo de reflexión previa, las normas que
la sociedad establece, sea cual fuere el sistema político vigente en ese momento.

b) No aceptación de las convenciones establecidas en un orden social determinado: No todos


los individuos aceptan las normas establecidas en la sociedad en la que se encuentran. En
regímenes democráticos asistimos, casi a diario, a las lógicas discrepancias que ciertos
individuos, ciudadanos en este caso, mantienen ante las normas y leyes que del gobierno en
el poder se derivan. Y con la misma frecuencia, también, asistimos a las dos posturas más
usuales que tales personas utilizan cuando mantienen un cierto o total desacuerdo con las
leyes promulgadas:

1) De un lado, las que, haciendo uso de las libertades que todo régimen democrático
garantiza, discrepan públicamente, argumentando los motivos por los cuales no les parecen
justas o idóneas las pautas de conducta arbitradas en esa comunidad o en ese pueblo, e
intentando, con el mismo derecho, transformarlas, ofreciendo para ello las alternativas que
consideren más adecuadas para que aquéllas sean a su vez sustituidas.

2) De otro, las que, despreciando las normas de toda convivencia, realizan actos contrarios a
la ley, bien individualmente o bien organizadamente. Tal actitud, antidemocrática y egoísta,
puede provocar un amplio abanico de consecuencias que van desde la marginación de la ley
hasta la forma más inhumana y cobarde de discrepancia como es el terrorismo.

c) La tercera postura describe también una de las relaciones que desgraciadamente adoptan
algunos individuos ante la sociedad: A nadie se le escapa que existen individuos que intentan
sólo y exclusivamente conseguir lo que quieren, y para ello, suelen disfrazarse de personas
que aceptan la moral convencional y las normas legalmente establecidas, llegando incluso a
utilizar el vocabulario moral al uso, con el fin de conseguir sus fines personales. En el lenguaje
figurado se suele denominar a estos individuos “camaleones”, queriendo señalar con ello a
personas que, buscando el favor y el interés propio, mudan con facilidad de pareceres y
doctrinas. Quizá éstos no suelen ser los más dañinos para la sociedad porque, tarde o
temprano, ésta puede detectarlos y localizarlos, pero sea cual fuere el peligro que supongan,
no deja de ser ésta una actitud reprochable por todo aquel que se considere o tienda a
considerarse una persona honesta.

A) Luis Villoro, El concepto de ideología y otros ensayos, FCE, México, 1985, p. 177.

B) Sentido sociocultural: Todos formamos parte de una cultura, en la cual debemos aprender
a desarrollarnos. Aprender los modos de vida de esta, las creencias, las técnicas y los valores,
las tradiciones, entre otras, propias de cada cultura.
La moral y los principios éticos varían según cada sociedad y cultura. Los principios
socioculturales adquieren significancia a partir del

actuar ético del individuo, estos pueden ser:


- La aceptación de las normas que establecen en la sociedad, produciéndose desde 2 puntos
de vista éticos como:
• La reflexión y convencimiento, desempeñados por la familia, la convivencia y la situación
económica.
• Aceptación por comodidad, ya que el individuo deberá presentar un completo interés con
el medio ambiente, adaptándose por rutina evitando complicaciones.
- La no aceptación de las convicciones establecidas en un orden social determinado, ya que
no todos aceptan las normas que la sociedad establece.

2.1.2 En el ámbito académico.

Ámbito académico

La ética favorece la dignidad y el constructo moral, además del pensamiento crítico. Pero
además a través de esta materia, chicas y chicos pueden llegar a entender los fundamentos de
su papel en la sociedad, y posicionarse como personas de importancia para la sociedad.
La ética académica es seguir una serie de reglas y normas que involucran tanto a los profesores y
personal docente de las instituciones educativas, como a los alumnos y padres de familia directa o
indirectamente; ya que desempeña un papel muy importante en la relacione que existe entre
maestro y alumno donde debe haber aplicación de valores mutuamente.

■ La enseñanza que el profesor dé a su alumno no solo transmite un cúmulo de conocimientos, si


no, una actitud ante la vida y sus semejantes. El trato de respeto entre profesor y alumno es
esencial para la relación que estos dos seres compartirán.

La ética académica es el conjunto de principios y normas que conducen a una práctica


académica responsable, íntegra, justa y rigurosa en el ámbito universitario y profesional. La
ética académica es inherente a las actividades sustantivas de la Universidad: docencia,
investigación y difusión de la cultura.

A nivel colectivo, la ética contribuye a asumir responsablemente los deberes y ejercer los
derechos en el respeto a los demás, practicar la tolerancia y la solidaridad entre las personas, y
a ejercitarse en el diálogo afianzando los valores comunes de una sociedad participativa y
democrática

Los cuatro grandes principios que proponen son Respeto por la Autonomía, Beneficencia, No
Maleficencia y Justicia.

2.1.3 En el ejercicio de la ciudadanía.

¿Por qué una ética ciudadana? Etimológicamente la palabra ciudadano proviene del latín civis-civitas. La
ciudadanía es la condición que tienen las personas como ciudadanos de un país y con ello obtiene una
serie de derechos civiles políticos y sociales, pero estos derechos no vienen solos, se acompañan de una
serie de deberes y responsabilidades para con la sociedad en la que vive, tales como: respetar los bienes
públicos, pagar impuestos, proteger el medio ambiente, entre muchos otros deberes. La ética ciudadana
nos da la idea de que la ciudadanía la ejerce un tipo ideal de “buen ciudadano” y a las competencias cívicas
que éste debería tener. Ejerce la ciudadanía con ética aquel ciudadano que respeta las normas de
convivencia, participa activa y responsablemente dentro de su sociedad, que es solidario, tolerante, aquel
que conoce sus deberes y los cumple.
Los valores expresan la conciencia que los seres humanos se han ido formando de lo que es bueno y lo
que es malo. Los valores básicos (libertad, autonomía, igualdad, justicia, tolerancia, solidaridad, entre
otros) son universales, por eso han permanecido en la conciencia de la humanidad durante siglos. Los
valores son cualidades relacionales que nos ayudan a establecer un puente entre las necesidades que
tenemos y nuestra realidad. Aunque los valores son universales, cada sociedad los concibe y asume de
manera específica, esto le da carácter de relatividad a los valores, sin perder el carácter de universalidad.

La universalidad de los valores se explica en el hecho de que los valores sean aceptados por todas las
sociedades pero en la práctica de estos valores intervienen diversas modalidades. Los valores señalan un
imperativo o un deber ser, son propuestas de ideales a ser alcanzados; describe lo que los seres humanos
deben esforzarse por realizar. Aunque los valores son definidos como ideales, los mismos señalan un deber
de realización, pues de nada serviría tener muchos ideales en nuestro intelecto, si no lo podemos llevar a
la práctica. Vivir de acuerdo a los valores implica un esfuerzo continuo por parte de cada hombre y cada
mujer que quiere ser correcto. Se da una lucha constante, porque en la vida cotidiana, en nuestras
actividades, las relaciones sociales, las relaciones familiares, nos enfrentamos a muchos antivalores:
injusticia, falta de solidaridad, violencia, falta de equidad, discriminación, etc. Con los cuales tenemos que
lidiar y hasta descubrirlos en nosotros mismos.

Los antivalores se dan en el día a día de nuestras vidas, pueden estar presentes en todas nuestras
relaciones. No siempre somos solidarios con personas que nos necesitan, queremos, muchas veces
imponer nuestras opiniones por encima de la de los demás, porque es la manera en la que nos sentimos
importantes, muchas veces discriminamos a los demás, nos burlamos de los demás, maltratamos a otros,
engañamos a otros. Para vivir los valores se requiere de educación y sensibilidad de tal manera que
podamos estar a la expectativa cuando en nuestros instintos humanos somos tentados a hacer algo que
lleva consigo un antivalor. Una vida basada en valores no proviene de leer sobre valores, o participar en
actividades sobre estos, o de admirarlos en otras personas. Surge de la voluntad propia de cada persona
de hacer aquello que sabemos que vale para todos. Es indispensable que estemos dispuestos a evaluar
nuestros.

Es muy probable que todas las personas tengamos capacidad para conocer los valores, mas no todas
somos capaces de mantener la misma ordenación que se nos da. De ahí la importancia de hacer una
jerarquización de los valores, orientada a la búsqueda del bien común, no individual ni particular.

La Etica Ciudadana nos educa para desarrollar valores para la vida en sociedad, pues son estos los que nos
facilitan la relación con otras personas y aumentan el nivel de bienestar común. Algunos de esos valores
son: la solidaridad, la tolerancia, el respeto, la justicia, el diálogo, la equidad, la justicia, etc. Sin embargo,
contrapuestos a estos valores existen antivalores que dificultan la vida de los seres humanos en sociedad,
entre muchos otros, citamos: el individualismo, el egoísmo, la intransigencia, la violencia, la intolerancia,
la competitividad, orgullo, racismo, etc.

https://www.cnzfe.gob.do/transparencia/images/docs/etica/Los_valores_para_una_ciudadania
_etica.pdf

2.1.4 En la interacción con la comunidad.

¿Cómo han de afrontar las ciudades los conflictos que se producen en sociedades cada vez más
diversas, plurales y abiertas? ¿De qué manera la ética puede contribuir a la toma de decisiones,
el diseño de herramientas de intervención y ejecución de acciones en términos de política pública
y gobernanza democrática? ¿Cómo dar respuesta a los nuevos retos y necesidades de la
ciudadanía apelando al entendimiento y favoreciendo la generación de comunidad? ¿Cuál es la
conexión entre los modelos de convivencia y la Agenda 2030?

El ser humano es un animal social, vive, se relaciona con otros, habita un territorio,
comparte intereses comunes. Las organizaciones sociales son complejas, como lo son
las formas en que sus miembros interactúan entre sí y con su entorno. Vivimos en una
sociedad cada vez más diversa, plural y abierta.

La acción de convivir no está exenta de dificultades y problemas. Las sociedades


avanzan de acuerdo a cómo los encaren y resuelvan. Los conflictos no permanecen
inalterables, por el contrario, mutan al mismo tiempo que lo hace la propia sociedad. Los
conflictos se dan en la cotidianidad, entre las y los ciudadanos, son concretos, toman
forma y acontecen en las ciudades, como espacio de expresión más inmediato, están
atravesados por criterios éticos y se ven determinados por las características de cada
territorio.

Habitualmente los contextos y circunstancias determinan la forma en que las personas


analizamos, comprendemos y encaramos las realidades con las que nos enfrentamos.
No se puede operar sobre la realidad de manera uniforme. En una sociedad tan
dinámica, cambiante y diversa, el conocimiento de la realidad, la percepción de la misma
y su análisis poliédrico emergen como elementos clave en la toma de decisiones, diseño
de herramientas de intervención y ejecución de acciones en términos de política pública
y gobernanza democrática.
La construcción de comunidad es un proceso vivo, permanente y sinérgico en el que el
conjunto de la sociedad está involucrado. Dar respuesta a los nuevos retos y
necesidades actuales de la ciudadanía implica regular las diversas formas de
convivencia, apelar al entendimiento, favorecer la generación de comunidad, que ésta
se empodere, se cuide y establezca entre sus miembros los mejores y más sanos
vínculos.
A nivel colectivo, la ética contribuye a asumir responsablemente los deberes y ejercer los
derechos en el respeto a los demás, practicar la tolerancia y la solidaridad entre las personas, y
a ejercitarse en el diálogo afianzando los valores comunes de una sociedad participativa y
democrática, respeto a los derechos humanos, actuar con honestidad, decir la verdad, entre
otros.

Los valores éticos son parte de la formación para la transparencia e integridad, como un aspecto
esencial en la vida de todo ser humano y es responsabilidad de cada persona ponerlos en
práctica, para lograr trascender e interrelacionarnos en la sociedad. La falta de valores en
sociedad puede traer consecuencias legales al violar las leyes y normas establecidas, lo que
puede resultar en consecuencias multas, sanciones o incluso penas de prisión.

La Ética, como condicionante de la conducta de los integrantes de una sociedad, espacial,


histórica y culturalmente determinada, puede ayudarnos a comprender el rol de la educación
como agente institucional de socialización así como poder interpretarla como expresión cultural
contextualizada.

2.2 El juicio moral y el juicio ético.

Diferencia entre juicio moral y juicio ético


La diferencia entre el juicio moral y el juicio ético es simple: en el primer caso
intentamos decidir si una conducta, decisión o acción es aceptable o inaceptable, o
sea, buena o mala; mientras que un juicio ético evalúa las opciones disponibles
para decidir cuál es la manera moral, aceptable o correcta de enfrentar un
dilema y resolverlo.

Así, por ejemplo, un juicio moral puede decirnos si estuvo bien o mal haber votado a
favor de la pena de muerte en nuestro Estado, pero sólo un juicio ético nos puede
indicar cuál sería la manera correcta, idónea, más humana, de ponerla en práctica.

Fuente: https://concepto.de/juicios-morales/#ixzz8Dg3cJQWC
¿Qué es un juicio moral?
Un juicio moral consiste en la evaluación mental de una acción, conducta o
decisión en términos morales, o sea, de acuerdo a un sistema social y cultural de
valoración que diferencia entre lo bueno y lo malo.

Así, un juicio moral sirve para afirmar o negar que alguna acción constituya una
conducta moral (aceptable) o inmoral (inaceptable), guiándonos por ciertas
consideraciones innatas del ser humano (la empatía, los sentimientos, por ejemplo) y
también por consideraciones de tipo social, histórico, cultural, religioso, etc.

Un juicio moral es un acto consciente, en el que se toman en cuenta ciertos elementos


de la situación, como la motivación de un acto, los fines y medios empleados y las
consecuencias a corto, mediano y largo plazo que produce. Todo ello orientado
hacia una reflexión tanto racional como afectiva sobre lo que es bueno y malo, lo
cual nunca es simple de determinar y puede conducir a dilemas y contradicciones.

Dicho de un modo simple, nuestra capacidad de juicio moral consiste en distinguir entre
el bien y el mal como categorías más o menos absolutas. Por ello depende de nuestra
conciencia moral, la cual se nos inculca en el hogar cuando somos niños y luego en
la escuela, y a menudo a través de la religión y la filosofía.

Ver también: Valores morales

Elementos de un juicio moral


Todo juicio moral involucra tres elementos diferentes, que son:

• El objeto, que viene a ser la conducta, decisión o acción que está siendo juzgada
moralmente, y que por lo tanto debe ser tenida como moral o inmoral.
• Las circunstancias, que son el contexto en que el acto juzgado tiene lugar y las
condiciones que lo acompañan y lo condicionan.
• La intención, que es la motivación detrás de la acción juzgada y el deseo concreto
que se busca satisfacer en concreto.

Fuente: https://concepto.de/juicios-morales/#ixzz8Dg3qqZlW

Ejemplos de juicio moral:

• Un juez debe decidir si es moral o inmoral, es decir, bueno o malo, la acción que llevó a
cabo un médico al ayudar a morir a un hombre cuadripléjico que estaba internado en su
hospital, tomando en cuenta el deseo explícito del hombre de morir y el juramento
hipocrático del médico. ¿Estuvo bien ayudarlo a morir o ha debido prolongarle una
existencia dolorosa en contra de su deseo?
• Un hombre se entera de que su hijo ha atropellado a un peatón al volver borracho a casa.
Temiendo por su destino, le ofrece a su jardinero que asuma él la culpa y confiese el
crimen en su lugar, a cambio de pagarle los estudios universitarios a sus hijos y mantener
a su familia durante el tiempo que pase en prisión. El jardinero acepta, pero el hijo debe
decidir si está bien que un inocente vaya a la cárcel en su lugar, o si debe confesar su
crimen y arruinar su futuro.

El juicio Ético.

Los juicios éticos son actos mentales que permiten juzgar nuestras
acciones, conductas o procedimientos de cara al conjunto de
alternativas existentes y al sistema de valores morales al cual
adherimos como parte de una sociedad.

Un juicio ético es la facultad de razonar y determinar qué acción, conducta o actitud es la


más adecuada, de entre un conjunto de alternativas, en función del sistema de valores que
compartimos con la sociedad donde vivimos.

Los elementos del juicio Ético son el objeto, el fin y la circunstancia y permiten identificar cuando
un acto o circunstancia se adecua a las normas morales de la sociedad o la persona. En ese
sentido, se entiende por objeto al acto o conducta que ejecuta el individuo con independencia de
la circunstancia.

Ejemplo de juicios éticos. En la escuela nos forman con valores éticos y en relación con aquellas
acciones que convengan mejor a nuestros propósitos de ser personas honradas y honestas.
Entonces el hacer carrera en el mundo del crimen o del narcotráfico, entonces al reflexionar sobre
las consecuencias que acarrean, un juicio ético establecería que el crimen tiene consecuencias
atroces en nuestras vidas, las vidas de nuestros seres queridos, entonces, por nuestro bien y el de
los nuestros, no debemos contemplar esa opción.

2.3 Axiología

La axiología es una rama de la Filosofía que estudia la naturaleza de


los valores: Lo bello, lo bueno, lo agradable, etc., y su influencia. El
término axiología deriva del griego axios: Lo que es valioso o estimable,
y logos: Ciencia. La axiología es la teoría del valor o de lo que se considera valioso; pero

no sólo trata de los valores positivos, sino también de los valores negativos o
antivalores, analizando los principios que permiten considerar que algo es o no valioso, y
considerando los fundamentos de tal juicio.

Es de tal importancia un valor que puede llegar a volverse norma: establece lo que
se debe hacer y ser; no puede desobedecerse; sirve para instaurar el orden y las
jerarquías, pero el desapego a éstas puede coartar la libertad y desembocar en

castigos.

Una norma no puede tener aplicación indiscriminada ni ilimitada, se debe ponderar


y revisar permanentemente para garantizar que vele por la integridad de todos, sin
afectar a nadie al hacerlo. Otro tanto puede decirse de los valores que deben ser

evaluados, de acuerdo con cada sociedad, pues sólo así podrán tener sentido.

Los Valores de la axiología son: honestidad, lealtad, identidad cultural, respeto, responsabilidad,
solidaridad, amor, tolerancia, gratitud, laboriosidad, sociabilidad, etc., son fundamentales para
convivir pacíficamente en la sociedad.

Y algunos de sus principios son: la rectitud, integridad, honestidad, la dignidad humana, el


servicio o idea de contribuir, el potencial, entre otros.

En cierta forma, la moral posee su propio lenguaje que se manifiesta a través de


normas no escritas, pero que ya están impuestas en las sociedades; el no cumplirlas
se paga con indiferencia y rechazo. No puede siquiera pensarse en acciones punitivas
por faltas a la moral o por pensar distinto. Su lengua es la tradición, la cultura y los
valores, no las leyes, pues no es lo mismo ser libre de creer lo que se quiera, que de
hacer lo que se quiera motivado por lo que se cree. La ley no se discute ni tiene
excepciones y se aplica a todos por igual;

2.4 Virtudes

Se entiende por virtudes o virtudes humanas al conjunto de rasgos que una persona posee o
practica y que responden a una cierta consideración social de lo deseable, sustentada en
otros valores como el bien, la verdad, la justicia y la belleza.

Para decirlo de otra manera, una persona virtuosa es aquella que está dispuesta a actuar de
acuerdo a ciertos conceptos previos de lo moral. Por otro lado, dependiendo del contexto, este
término puede tener que ver con lo religioso.

La idea misma de virtud puede cambiar en el tiempo y de acuerdo a cada cultura, conforme al
modo en que cambia también el concepto de lo moral, o sea, de lo bueno, lo justo y lo bello.
Por ejemplo, en la Antigüedad Clásica se le daba mucha importancia a la virtud (areté),
considerada como la plenitud y perfección de la naturaleza, especialmente la humana.

para los antiguos griegos la virtud fue siempre un tema de debate. Sócrates, Platón y Aristóteles
y las distintas escuelas filosóficas griegas plantearon su propio método hacia una existencia
virtuosa, o sea, plena, verdadera, buena.

Actualmente es común emplear el término virtudes como un antónimo de defectos.

Se conoce como virtudes teologales aquellas que la Iglesia Cristiana implantó mediante su
culto, al menos conforme a la teología católica. Estas virtudes son tres:

• Fe. La seguridad y confianza expresas en el culto y la doctrina de Jesucristo, sin necesidad de


pruebas o demostraciones de ningún tipo.
• Esperanza. La entrega a la espera de la justicia divina y de la realización del reino de Dios en
la Tierra que conducirá a la vida eterna.
• Caridad. La capacidad de amar al prójimo como se ama uno a sí mismo, mediante la práctica
del bien y la generosidad fraterna.

Además de esas tres virtudes básicas, existen las llamadas virtudes cardinales que pertenecen
a muchas otras religiones y no sólo el cristianismo. Estas virtudes sobre las que descansa la
moralidad humana son cuatro:

• Templanza. La moderación en el goce de los placeres y la procura de un equilibrio vital.


• Prudencia. El respeto y la adecuación a la hora de lidiar o comunicarse con los demás.
• Fortaleza. La capacidad para sobreponerse al temor y a la temeridad, y soportar los dolores
mundanos.
• Justicia. El empeño en velar por el bien común de toda la sociedad.

2.5 Derechos Humanos.

Los Derechos Humanos son el conjunto de prerrogativas sustentadas en la dignidad


humana, cuya realización efectiva resulta indispensable para el desarrollo integral de
la persona. Este conjunto de prerrogativas se encuentra establecido dentro del
orden jurídico nacional, en nuestra Constitución Política, tratados internacionales y
las leyes.

Los derechos humanos son derechos inherentes a todos los seres humanos, sin
distinción alguna de nacionalidad, lugar de residencia, sexo, origen nacional o étnico,
color, religión, lengua, o cualquier otra condición. Todos tenemos los mismos
derechos humanos, sin discriminación alguna. Estos derechos son interrelacionados,
interdependientes e indivisibles.

Los derechos humanos universales están a menudo contemplados en la ley y


garantizados por ella, a través de los tratados, el derecho internacional
consuetudinario, los principios generales y otras fuentes del derecho internacional.
El derecho internacional de los derechos humanos establece las obligaciones que
tienen los gobiernos de tomar medidas en determinadas situaciones, o de
abstenerse de actuar de determinada forma en otras, a fin de promover y proteger
los derechos humanos y las libertades fundamentales de los individuos o grupos.
El respeto hacia los derechos humanos de cada persona es un deber de todos. Todas
las autoridades en el ámbito de sus competencias, tienen la obligación de promover,
respetar, proteger y garantizar los derechos humanos consignados en favor del
individuo.
Los derechos humanos son inalienables. No deben suprimirse, salvo en
determinadas situaciones y según las debidas garantías procesales. Por ejemplo, se
puede restringir el derecho a la libertad si un tribunal de justicia dictamina que una
persona es culpable de haber cometido un delito.

Los derechos humanos son iguales y no discriminatorios: La no discriminación es un


principio transversal en el derecho internacional de derechos humanos. Está
presente en todos los principales tratados de derechos humanos y constituye el
tema central de algunas convenciones internacionales como la Convención
Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial y la
Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la
Mujer.

El principio se aplica a toda persona en relación con todos los derechos humanos y
las libertades, y prohíbe la discriminación sobre la base de una lista no exhaustiva de
categorías tales como sexo, raza, color, y así sucesivamente. El principio de la no
discriminación se complementa con el principio de igualdad, como lo estipula el
artículo 1 de la Declaración Universal de Derechos Humanos: “Todos los seres
humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos”.
Los derechos humanos incluyen tanto derechos como obligaciones. Los Estados
asumen las obligaciones y los deberes, en virtud del derecho internacional, de
respetar, proteger y realizar los derechos humanos. La obligación de respetarlos
significa que los Estados deben abstenerse de interferir en el disfrute de los derechos
humanos, o de limitarlos. La obligación de protegerlos exige que los Estados impidan
los abusos de los derechos humanos contra individuos y grupos. La obligación de
realizarlos significa que los Estados deben adoptar medidas positivas para facilitar el
disfrute de los derechos humanos básicos. En el plano individual, así como debemos
hacer respetar nuestros derechos humanos, también debemos respetar los derechos
humanos de los demás.
La aplicación de los derechos humanos a la que se encuentran obligadas todas las
autoridades se rige por los principios de universalidad, interdependencia,
indivisibilidad y progresividad.
El principio de la universalidad. Todas las personas son titulares de todos los
derechos humanos. Dicho principio se encuentra estrechamente relacionado a la
igualdad y no discriminación. No obstante, para lograr la igualdad real se debe
atender a las circunstancias o necesidades específicas de las personas.
Principio de Interdependencia: Consiste en que cada uno de los derechos humanos
se encuentran ligados unos a otros, de tal manera que el reconocimiento de uno de
ellos , así como su ejercicio, implica necesariamente que se respeten y protejan
múltiples derechos que se encuentran vinculados.
Principio de Indivisibilidad: Implica que los derechos humanos no pueden ser
fragmentados sea cual fuere su naturaleza. Cada uno de ellos conforma una
totalidad, de tal forma que se deben reconocer, proteger y garantizar de forma
integral por todas las autoridades.
Principio de interdependencia e indivisibilidad: Todos los derechos humanos, sean
éstos los derechos civiles y políticos, como el derecho a la vida, la igualdad ante la ley
y la libertad de expresión; los derechos económicos, sociales y culturales, como el
derecho al trabajo, la seguridad social y la educación; o los derechos colectivos,
como los derechos al desarrollo y la libre determinación, todos son derechos
indivisibles, interrelacionados e interdependientes. El avance de uno facilita el
avance de los demás. De la misma manera, la privación de un derecho afecta
negativamente a los demás.
Principio de Progresividad: Constituye una obligación del Estado para asegurar el
progreso en el desarrollo constructivo de los derechos humanos, al mismo tiempo,
implica una prohibición para el Estado respecto a cualquier retroceso de los
derechos. El Estado debe proveer las condiciones más óptimas de disfrute de los
derechos y no disminuir ese nivel logrado.

1.1.3 En el ámbito personal y social.

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