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DISCREPANCIA FISCAL

INTRODUCCION

Aunque ya existía desde antes, después de la Reforma Fiscal, empezó a


escucharse mucho el concepto Discrepancia fiscal. La principal preocupación de
las personas físicas ha sido la noticia de que los Bancos reportarán al SAT la
suma de los pagos que realicemos en nuestras tarjetas de crédito para
compararlos contra nuestros ingresos), para ver si estamos gastando más de lo
que ganamos.

La discrepancia fiscal involucra a todas las personas físicas que realizamos


erogaciones, tenemos una chequera, una tarjeta de crédito, compramos un
automóvil, una casa o departamento, usamos los servicios públicos, ahorramos
para el futuro, etc. Ya no existen cuentas bancarias fiscales y no fiscales, todas
son fiscalizables, pues el secreto bancario es cosa del pasado.
ANTECEDENTES

Los antecedentes en la legislación fiscal mexicana acerca de la discrepancia fiscal


existen desde el año de 1978. El primero de enero de 1980 entra en vigor la
reforma publicada en el Diario Oficial de la Federación del 29 de diciembre de
1978 en la cual se adiciona el segundo párrafo del Art. 48 de la Ley del Impuesto
Sobre la Renta vigente desde 1964 y que por vez primera estableció lo siguiente:

“Cuando una persona física realice en un año de calendario erogaciones


superiores a los ingresos que hubiera declarado en ese mismo año, las
autoridades fiscales procederán como sigue:

I. Comprobarán el monto de las erogaciones y la discrepancia con la


declaración del contribuyente y darán a conocer a éste el resultado de
dicha comprobación.
II. El contribuyente en un plazo de veinte días, informará por escrito a la
autoridad fiscal las razones que tuviera para inconformarse o el origen que
explique la discrepancia… … y ofrecerá las pruebas que estimare
convenientes, las que acompañará con su escrito o rendirá a más tardar
dentro de los cuarenta y cinco días siguientes.
III. Si no se formula inconformidad o no se prueba el origen de la discrepancia,
ésta se estimará ingreso de los señalados en el Capítulo IX de este Título
en el año de que se trate y se formulará la liquidación respectiva.
IV. Las discrepancias que resulten de la aplicación de este precepto, no serán
consideradas como constitutivas del delito de defraudación fiscal".,

Pero fue hasta el año de 1992 en que se tipifica como delito de defraudación fiscal
a la discrepancia fiscal. Posteriormente, en 1997 se estableció la obligación de las
instituciones de crédito de informar a la Secretaría de Hacienda las operaciones
sospechosas, relevantes, inusuales o preocupantes, iguales o superiores a 10 mil
dólares con la finalidad de detectar posible lavado de dinero y depósitos no
justificables.
En el año de 2002, se establece la obligación de informar en la declaración anual
de personas físicas, sobre préstamos, donativos y premios de un millón de pesos
o más, así como declarar la venta de casas habitación, herencias, legados y
viáticos en cantidades mayores de 500 mil pesos. A partir de 2006, los fedatarios
públicos deben informar mensualmente sobre operaciones de personas no
inscritas ante el Registro Federal de Contribuyentes. En ese mismo año se
establece que la casa habitación se considera como domicilio fiscal y la obligación
de informar sobre ventas superiores a 100 mil pesos pagadas en efectivo. Se
intercambia información con el INEGI para identificar la casa habitación de
cualquier persona.

A partir del año 2008 se envían al Buró de Crédito los créditos fiscales no
pagados. Se reduce el límite a 600 mil pesos para informar en la declaración
anual sobre préstamos, donativos y premios. En ese mismo año, en el mes de julio
entra en vigor la Ley del Impuesto a los Depósitos en Efectivo (IDE), como una
forma de controlar al comercio informal y detectar el lavado de dinero.

Se estrecha el círculo para evitar la venta de facturas con la obligación de emitir


las facturas con el Código Fiscal Digital y la facturación por medios electrónicos,
aún así no se ha terminado con este problema, la delincuencia siempre encuentra
la forma de evadir los controles.

Hasta el ejercicio fiscal de 2013, la figura de “Discrepancia Fiscal” se encontraba


prevista en el artículo 107 de la LISR; para este 2014 se reubicó en el numeral 91,
y según se advierte de su texto actual, se pretendió puntualizar tanto su alcance
como su procedimiento, a saber.

CONCEPTO DE DISCREPANCIA FISCAL


La discrepancia fiscal es la diferencia entre el exceso de egresos no justificados
contra los ingresos declarados de una persona física.

¿QUIÉNES SON OBJETO DE DISCREPANCIA FISCAL?

De conformidad con el artículo 91 de la LISR, las personas físicas podrán ser


objeto del procedimiento de discrepancia fiscal cuando se compruebe que el
monto de las erogaciones en un año de calendario sea superior a los ingresos
declarados por el contribuyente, o bien a los que le hubiere correspondido
declarar.

¿QUÉ SE CONSIDERA INGRESOS Y QUÉ SE CONSIDERA GASTOS?

La ley entiende que para satisfacer dichos gastos tuvo que haber un ingreso por lo
que dicha diferencia se debe a un ingreso no declarado.

Se debe dejar claro que la Ley considera Ingresos:

 Salarios, honorarios, rentas, intereses, venta de bienes inmuebles,


dividendos, etc.

 Premios en rifas, sorteos, loterías.

Y como Erogaciones (gasto/egreso):

 Los gastos.

 La adquisición de bienes muebles o inmuebles.

 Los depósitos en cuentas bancarias o en inversiones financieras.

No se tomarán en consideración:

 Los depósitos que el contribuyente efectúe en cuentas que no sean propias


 Ni los traspasos entre cuentas del contribuyente o a cuentas de su
cónyuge, de sus ascendientes o descendientes, en línea recta en primer
grado.

¿CÓMO DETERMINA LA AUTORIDAD QUE EXISTE DISCREPANCIA FISCAL?

Para la autoridad es relativamente fácil determinar una discrepancia fiscal para las
personas inscritas o no al RFC o que no declaran:

 Basta con saber a cuánto ascienden sus consumos en tarjetas de crédito o


débito.

 Que autos compra o,

 Si adquieres alguna propiedad.

El fisco cruzara información con los bancos para determinar la discrepancia fiscal
de:

 Erogaciones efectuadas por cualquier persona física con tarjetas de crédito.

 Adquisiciones de bienes.

 Depósitos en cuentas bancarias y en inversiones financieras.

La información que brinda el banco a la autoridad no es su única fuente de


información, la obtiene también a través de las declaraciones informativas que por
obligación deben hacer:

 Notarios.

 Arrendatarios.

 Quienes pagan sueldos y/o dividendos.


 De operaciones con Clientes y Proveedores.

 De los auditores externos y dependencias de gobierno.

 Información de compañías de servicios como luz, teléfono,

 Padrón de las AFORES, IMSS e INFONAVIT

 El mismo contribuyente tiene la obligación de informar el monto de sus


ingresos, incluyendo préstamos, donativos, intereses y premios.

La autoridad cuenta con herramientas suficientes de cruce de información para


detectar condiciones de discrepancia fiscal en las personas físicas, y combatir a la
economía informal, que de paso sea dicho, no solo se da en la calle.

Cuando las erogaciones son superiores a los ingresos, la autoridad puede optar
por la presunción de ingresos en relación a los gastos mencionados en el párrafo
anterior, siempre y cuando se trate de personas físicas que no estén inscritas en
el Registro Federal de Contribuyentes (RFC), o bien que estándolo, no presenten
las declaraciones a las que están obligadas; o que aun presentándolas, declaren
ingresos menores a las erogaciones referidas.
Tratándose de contribuyentes que perciban ingresos por sueldos y salarios o
asimilados a salarios y que no estén obligados a presentar la declaración anual, se
considerarán como ingresos declarados los manifestados por los sujetos que
efectúen la retención.

La autoridad no podrá considerar la presunción de ingresos, tratándose de


depósitos que el contribuyente efectúe en cuentas que no sean propias y que
califiquen como erogaciones, cuando se demuestre que dicho depósito se hizo
como pago por la adquisición de bienes o de servicios, como contraprestación
para el otorgamiento del uso o goce temporal de bienes, para realizar inversiones
financieras ni los traspasos entre cuentas del contribuyente o a cuentas de su
cónyuge, de sus ascendientes o descendientes, en línea recta en primer grado.
Por los ingresos que sean determinados mediante la presunción por parte de la
autoridad y por la actividad preponderante del contribuyente, deberá pagar el
impuesto por los ingresos omitidos y las sanciones económicas que determine la
autoridad.

En el caso de que se trate de un contribuyente que no se encuentre inscrito en el


RFC, las autoridades fiscales procederán a inscribirlo.

Para conocer el monto de las erogaciones las autoridades fiscales podrán utilizar
cualquier información que obre en su poder, ya sea porque consiste en sus
expedientes, documentos o bases de datos, o porque haya sido proporcionado por
un tercero u otra autoridad.

PROCEDIMIENTO DE DISCREPANCIA FISCAL

Para los efectos fiscales del artículo 91 de la Ley de ISR, las autoridades fiscales
procederán como sigue:

I.- Notificarán al contribuyente, el monto de las erogaciones detectadas, la


información que se utilizó para conocerlas, el medio por el cual se obtuvo y la
discrepancia resultante.

II.- Notificado el oficio al que se refiere la fracción anterior, el contribuyente contará


con un plazo de veinte días para informar por escrito a las autoridades fiscales,
contados a partir del día siguiente a la fecha de notificación, el origen o fuente de
la procedencia de los recursos con lo que se efectuó las erogaciones detectadas y
ofrecerá, en su caso las pruebas que estimen idóneas para acreditar que los
recursos no constituyen ingresos gravados en los términos del presente título.

Las autoridades fiscales podrán, por una sola vez requerir información o
documentación adicional al contribuyente, la que deberá proporcionar en el
término previsto en el artículo 53 inciso C del Código Fiscal de la Federación.
III.- Acreditada la discrepancia, ésta se presumirá ingreso gravado y se formulará
la liquidación respectiva, considerándose como ingresos omitidos el monto de las
erogaciones no aclaradas y aplicándose la tarifa prevista en el artículo 152 de esta
ley, al resultado así obtenido.

CONCLUSIÓN

Los contribuyentes deben poner atención a las erogaciones que realizan en


transacciones o con tarjetas de crédito, ya que la postura de la autoridad ocupa la
lógica de que no se puede gastar más de los ingresos que se optimen, salvo por
préstamos y donativos que no se declaren.

El contribuyente actualmente debe tener la cultura personal de guardar todos los


comprobantes y que dejar sus cuentas lo más claras posibles ya que la autoridad
se apoya primordialmente en la información bancaria o en los movimientos
financieros, y debemos tener siempre un soporte que nos permita justificar
cualquier acción.

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