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TITULO II: DE LA NACIONALIDAD Y CIUDADANÍA

CAPITULO I
La nacionalidad hondureña se obtiene por nacimiento o naturalización. Los
nacidos en Honduras, en el extranjero de padres hondureños, a bordo de
embarcaciones o aeronaves hondureñas, o infantes encontrados en el país son
hondureños por nacimiento. La naturalización se concede a residentes,
inmigrantes seleccionados, y cónyuges extranjeros de hondureños. La renuncia
a la nacionalidad previa es requerida. Se prohíbe a los hondureños por
nacimiento invocar otra nacionalidad mientras residan en Honduras. Los
naturalizados no pueden representar oficialmente a Honduras en su país de
origen. El matrimonio y su disolución no afectan la nacionalidad. Los
hondureños por nacimiento no pueden perder su nacionalidad, incluso si
adquieren otra. La pérdida de la nacionalidad por naturalización ocurre al
naturalizarse en el extranjero o por cancelación de la carta de naturalización.
CAPITULO III
DE LOS CIUDADANOS
El artículo 36 de la Constitución de Honduras establece que todos los
hondureños mayores de dieciocho años son considerados ciudadanos. El
artículo 37 enumera los derechos de los ciudadanos, que incluyen la elección y
la posibilidad de ser electo, optar a cargos públicos, asociarse para formar
partidos políticos, y otros reconocidos por la Constitución y las leyes. Sin
embargo, los ciudadanos que forman parte de las Fuerzas Armadas y Cuerpos
de Seguridad del Estado no pueden votar, pero sí son elegibles en casos no
prohibidos por la ley.
El artículo 38 establece que todo hondureño tiene la obligación de defender la
patria, respetar las autoridades y contribuir al sostenimiento moral y material de
la nación. El artículo 39 señala que todos los hondureños deben ser inscritos
en el Registro Nacional de las Personas.
Los deberes del ciudadano, según el artículo 40, incluyen cumplir y velar por el
cumplimiento de la Constitución y las leyes, obtener la Tarjeta de Identidad,
ejercer el sufragio, desempeñar cargos de elección popular, cumplir con el
servicio militar, y otros establecidos por la Constitución y las leyes.
El artículo 41 detalla las circunstancias en las que la calidad de ciudadano
puede suspenderse, como auto de prisión por delito grave, sentencia
condenatoria firme, y otras condiciones judiciales. El artículo 42 expone las
situaciones en las que se pierde la calidad de ciudadano, como prestar
servicios a enemigos en tiempo de guerra, colaborar contra el Estado,
desempeñar empleo en el extranjero sin licencia, entre otros.
Por último, el artículo 43 establece las condiciones para restablecer la calidad
de ciudadano, incluyendo sobreseimiento definitivo, sentencia absolutoria,
amnistía, indulto y cumplimiento de la pena.
TITULO III: DE LAS DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANTÍAS
CAPITULO I
DE LAS DECLARACIONES
El artículo 59 establece que la persona humana es el fin supremo de la
sociedad y el Estado, subrayando la obligación de respetar y proteger su
dignidad. Se crea la Institución del Comisionado Nacional de los Derechos
Humanos para garantizar los derechos y libertades, cuyas prerrogativas serán
reguladas por una ley especial.
El artículo 60: Afirma que todos los hombres nacen libres e iguales en derechos
en Honduras, sin clases privilegiadas. Declara punible toda discriminación por
motivos como sexo, raza o clase, estableciendo sanciones para los infractores.
El artículo 61: Garantiza a los hondureños y extranjeros residentes en el país
derechos como la inviolabilidad de la vida, seguridad individual, libertad,
igualdad ante la ley y propiedad.
El artículo 62: Limita los derechos individuales por la seguridad colectiva, los
derechos de los demás y las exigencias del bienestar general y del desarrollo
democrático.
El artículo 63: Aclara que las declaraciones, derechos y garantías mencionadas
no niegan otros derechos derivados de la soberanía, la forma republicana,
democrática y representativa de gobierno, y la dignidad humana.
El artículo 64: Prohíbe la aplicación de leyes o disposiciones que disminuyan,
restrinjan o tergiversen las declaraciones, derechos y garantías establecidos en
la Constitución.
CAPITULO II
DE LOS DERECHOS INDIVIDUALES
Los artículos mencionados pertenecen a una constitución y abordan diversos
aspectos relacionados con los derechos individuales y libertades
fundamentales. Establecen la inviolabilidad del derecho a la vida, prohibición de
la pena de muerte, reconocimiento de derechos para aquellos por nacer,
garantía de integridad física y moral, así como el respeto a la libertad personal.
Además, se destaca el derecho de los ciudadanos a actuar sin perjudicar a
otros, la prohibición de hacer justicia por sí mismos o ejercer violencia. También
se establecen límites a la detención, garantizando el acceso a la autoridad
competente en un plazo determinado. Y se asegura la libertad de expresión sin
censura previa, con responsabilidad legal para quienes abusen de este
derecho o restrinjan la circulación de ideas.

CAPITULO III
DE LOS DERECHOS SOCIALES
El artículo 111 establece que la familia, el matrimonio, la maternidad y la
infancia están bajo la protección del Estado. El artículo 112 reconoce el
derecho de hombres y mujeres a contraer matrimonio con igualdad jurídica,
siendo válido solo el matrimonio civil celebrado ante un funcionario competente
y bajo las condiciones requeridas por la ley. También se reconoce la unión de
hecho entre personas legalmente capaces para contraer matrimonio, y la ley
determinará las condiciones para que esta unión surta los efectos del
matrimonio civil.
El artículo 113 reconoce el divorcio como medio de disolución del vínculo
matrimonial, y la ley regulará sus causales y efectos. El artículo 114 establece
que todos los hijos tienen los mismos derechos y deberes, sin reconocer
calificaciones sobre la naturaleza de la filiación. Además, ningún registro o
documento referente a la filiación puede consignar declaraciones diferenciando
los nacimientos ni señalando el estado civil de los padres.
El artículo 115 autoriza la investigación de la paternidad, y la ley determinará el
procedimiento para llevar a cabo dicha investigación. Por último, el artículo 116
reconoce el derecho de adopción y establece que la ley regulará esta
institución
CAPITULO IV
DE LOS DERECHOS DEL NIÑO
El Artículo 119 establece la obligación del Estado de proteger a la infancia,
asegurando que los niños gocen de la protección de los acuerdos
internacionales sobre sus derechos. Las leyes de protección a la infancia son
de orden público, y los establecimientos oficiales para este propósito son
considerados centros de asistencia social.
El Artículo 120 especifica que los menores de edad, deficientes física o
mentalmente, los de conducta irregular, huérfanos y abandonados están
sujetos a legislación especial de rehabilitación, vigilancia y protección según el
caso.
En el Artículo 121 se establece la obligación de los padres de alimentar, asistir
y educar a sus hijos durante la minoría de edad, y en otros casos legalmente
procedentes. El Estado proporcionará especial protección a los menores cuyos
padres o tutores no puedan proveer económicamente para su crianza y
educación.
El Artículo 122 establece la creación de jurisdicción y tribunales especiales para
asuntos de familia y menores, prohibiendo el ingreso de menores de dieciocho
años a cárceles o presidios.
En el Artículo 123 se garantizan los derechos de seguridad social y educación
para todo niño, incluyendo el derecho a crecer y desarrollarse en buena salud
con cuidados especiales desde el periodo prenatal. Se mencionan beneficios
como alimentación, vivienda, educación, recreo, deportes y servicios médicos
adecuados.
El Artículo 124 protege a los niños contra abandono, crueldad y explotación,
prohibiendo el trabajo antes de una edad mínima adecuada y cualquier
ocupación perjudicial para su salud, educación o desarrollo. Se prohíbe la
utilización de menores para mendicidad, con penas establecidas por la ley.
El Artículo 125 insta a los medios de comunicación a cooperar en la formación
y educación del niño, mientras que el Artículo 126 establece que todo niño
debe figurar entre los primeros en recibir auxilio, protección y socorro en
cualquier circunstancia.
CAPITULO V
DEL TRABAJO
Los artículos 127 al 141 de la legislación laboral en Honduras establecen una
serie de derechos y regulaciones destinadas a proteger a los trabajadores y
garantizar condiciones laborales justas. A continuación, se presenta un
resumen continuo de estos artículos:
Toda persona en Honduras tiene el derecho al trabajo, a elegir su ocupación y
a renunciar a ella. Además, se garantiza el acceso a condiciones de trabajo
equitativas, satisfactorias y la protección contra el desempleo (Artículo 127).
Las leyes que rigen las relaciones entre empleadores y trabajadores son de
orden público. Se prohíben actos que impliquen renuncias o restrinjan
garantías, como la jornada laboral no exceder de ocho horas diarias y cuarenta
y cuatro a la semana (Artículo 128).
Se establece el principio de igualdad salarial por trabajo igual, prohibiendo la
discriminación. Además, se fija un salario mínimo y se reconoce el derecho a
vacaciones remuneradas, descanso en días feriados y otros beneficios
(Artículos 128 y 129).
El despido injustificado da lugar a indemnizaciones y reconocimiento de
salarios dejados de percibir. También se reconoce la situación jurídica de los
trabajadores a domicilio y se protege a los trabajadores domésticos (Artículos
129 y 130).
La ley regulará contratos laborales específicos, como los de agricultura,
transporte, actividades petroleras y mineras, y otros de modalidades
particulares (Artículo 132).
Se reconoce el derecho de huelga y paro, sujetos a regulación legal, y se
promueve la libre asociación de trabajadores y empleadores (Artículos 133 y
134).
La legislación laboral estará inspirada en la armonía entre el capital y el trabajo,
y el Estado debe proteger los derechos de ambos (Artículo 135).
El trabajador puede participar en las utilidades de su empleador, sin asumir
riesgos o pérdidas (Artículo 136).
Se otorga preferencia a los trabajadores hondureños en igualdad de
condiciones, y se establecen porcentajes mínimos de empleo para ellos
(Artículo 137).
El Estado tiene la obligación de vigilar e inspeccionar empresas para hacer
efectivas las garantías laborales, promover la conciliación y el arbitraje, así
como fomentar la formación profesional de los trabajadores (Artículos 138, 139
y 140).
Los patronos, según su capital o número de trabajadores, deben proporcionar
servicios de educación, salud, vivienda u otros según lo determine la ley
(Artículo 141).
CAPITULO VI
DE LA SEGURIDAD SOCIAL
El Artículo 142 de la Constitución de Honduras asegura el derecho a la
seguridad económica en caso de incapacidad para trabajar. El Instituto
Hondureño de Seguridad Social administra servicios para cubrir contingencias
como enfermedad, vejez y desocupación.

El Artículo 143 establece la obligación de contribuir al financiamiento del


Seguro Social por parte del Estado, patronos y trabajadores, de manera
gradual y progresiva.

En el Artículo 144 se declara de utilidad pública la expansión del régimen de


Seguridad Social a trabajadores urbanos y rurales. En resumen, estos artículos
buscan garantizar la seguridad económica mediante la creación y expansión de
servicios de Seguridad Social con contribuciones tanto estatales como de los
interesados.

CAPITULO VII
DE LA SALUD
El artículo 145 reconoce el derecho a la protección de la salud y establece el
deber de todos de participar en la promoción y preservación de la salud
personal y comunitaria. También señala que el Estado debe conservar un
ambiente adecuado para proteger la salud de las personas.
El artículo 146 establece que corresponde al Estado, a través de sus
dependencias y organismos constituidos según la ley, regular, supervisar y
controlar productos alimenticios, químicos, farmacéuticos y biológicos.
El artículo 147 establece que la ley regulará la producción, tráfico, tenencia,
donación, uso y comercialización de drogas psicotrópicas, limitándolas a
servicios asistenciales de salud y experimentos científicos bajo la supervisión
de la autoridad competente.
En el artículo 148, se crea el Instituto Hondureño para la Previsión del
Alcoholismo, Drogadicción y Farmacodependencia, el cual se regirá por una ley
especial.
El artículo 149 indica que el Poder Ejecutivo, a través del Ministerio de Salud
Pública y Asistencia Social, coordinará las actividades públicas de los
organismos de salud, priorizando a los grupos más necesitados. Además, el
Estado supervisará las actividades privadas de salud de acuerdo con la ley.
Por último, el artículo 150 establece que el Poder Ejecutivo fomentará
programas integrados para mejorar el estado nutricional de los hondureños.
CAPITULO VIII
DE LA EDUCACIÓN Y CULTURA
El artículo 151 de la Constitución de Honduras establece que la educación es
una función esencial del Estado, orientada hacia la conservación, fomento y
difusión de la cultura, sin discriminación. La educación nacional debe ser laica,
basada en principios democráticos, y vinculada al desarrollo económico y social
del país.
En el artículo 152 se reconoce el derecho preferente de los padres para elegir
el tipo de educación de sus hijos. El artículo 153 establece la obligación del
Estado de desarrollar la educación básica, mediante organismos
administrativos y técnicos dependientes de la Secretaría de Educación Pública.
La erradicación del analfabetismo es destacada en el artículo 154 como una
tarea primordial del Estado, con la colaboración de todos los hondureños. El
artículo 155 reconoce y protege la libertad de investigación, aprendizaje y
cátedra.
Los artículos 156 a 159 regulan la educación formal, con la Universidad
Nacional Autónoma de Honduras como la única entidad facultada para la
educación superior. También se aborda la creación y funcionamiento de
universidades privadas.
La financiación de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras se
establece en el artículo 161, con una asignación no menor al seis por ciento del
presupuesto de ingresos netos de la República. La docencia se destaca como
una función social y humana en el artículo 162.
El artículo 163 establece que la formación de docentes es responsabilidad
exclusiva del Estado. Se garantiza la estabilidad y una jubilación justa para los
profesionales en ejercicio de la docencia en los artículos 164 y 165.
Se reconoce el derecho de fundar centros educativos en el artículo 166, y se
establece la obligación de propietarios en áreas rurales de sostener escuelas
básicas. La enseñanza de la Constitución, Historia y Geografía es obligatoria
(artículo 168).
El patrimonio cultural de Honduras, incluyendo aspectos antropológicos y
artísticos, es protegido en los artículos 172 y 173. El Estado promoverá la
cultura física, deportes y la divulgación de producciones culturales en los
artículos 174 a 176.
Finalmente, se establece la colegiación profesional obligatoria en el artículo
177, sujeta a regulación por ley.
CAPITULO IX
DE LA VIVIENDA
La Constitución de Honduras, en sus artículos 178 a 181, garantiza el derecho
a una vivienda digna para los ciudadanos hondureños. El Estado se
compromete a implementar programas de vivienda de interés social y regular
aspectos como arrendamientos, uso del suelo y construcción. Además, se
promueve la creación de sistemas para abordar el problema habitacional, y se
establece que los créditos para vivienda, internos o externos, serán regulados
en beneficio de los usuarios finales. Se crea el "Fondo Social para la Vivienda"
para impulsar el desarrollo habitacional, su organización y funcionamiento
serán definidos por una ley especial.

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