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28 DE ENERO DE 2024

Valentín Matehu Maruri


Docente: Mgst. Pamela Rodriguez

Consulte un artículo científico actual sobre la efectividad del masaje cicatrizal


aplicado en heridas de poca evolución, analícelo y anote sus propias
conclusiones.

Introducción
La piel actúa como una barrera protectora vital contra daños ambientales,
siendo crucial para mantener la homeostasis. Alteraciones en su integridad
pueden exponer a pacientes a riesgos como infecciones y desequilibrios. La
cicatriz cutánea, resultado de respuestas fisiológicas tras heridas, implica un
proceso de cicatrización con etapas de inflamación, proliferación y maduración.
Factores pueden alterar este proceso, tratados con enfoques invasivos y no
invasivos, como fisioterapia con técnicas de masaje. La fisioterapia es esencial,
ya que respuestas orgánicas inadecuadas pueden causar problemas físicos y
afectar la autoimagen, especialmente en áreas visibles.
El masaje manual o mecánico, una práctica comúnmente empleada por
fisioterapeutas en el tratamiento de cicatrices y quemaduras, se inicia cuando
la herida ha alcanzado su total cerradura, típicamente alrededor de la tercera o
cuarta semana post lesión. Aunque el mecanismo de acción subyacente aún no
se comprende en su totalidad, se postula que la aplicación de fuerzas
mecánicas puede desencadenar cambios en la matriz extracelular y en la
apoptosis de fibroblastos durante el proceso de remodelación.

La evidencia disponible respalda el empleo del masaje en el contexto de


cicatrices, destacándose su eficacia especialmente en cicatrices
posquirúrgicas. Los beneficios asociados con esta intervención incluyen, pero
no se limitan a, un incremento en la flexibilidad, eliminación de bandas tensas,
reducción del dolor y prurito, mejoras estéticas y en la calidad de la piel, así
como en la hidratación, sensibilidad y aceptación de la lesión por parte del
paciente. Por otro lado, los efectos adversos asociados son mínimos.

La elección del tipo de masaje está intrínsecamente vinculada a la ubicación de


la lesión, la edad del paciente y las características específicas de la cicatriz.
Entre los métodos empleados se encuentran la pinza rodada, fricciones
longitudinales o transversales, amasamiento y drenaje linfático, cuya selección
varía en función de la topografía de la lesión. Es relevante señalar que, durante
la aplicación del masaje, se utilizan productos hidratantes y térmicos, y el uso
de fármacos concomitantes para aliviar los síntomas es infrecuente.

En ciertas instancias, el masaje mecánico se combina con baños con el


objetivo de amalgamar los efectos proporcionados por la presión con las
propiedades hidratantes y térmicas inherentes a la hidroterapia. Además, se
exploran técnicas complementarias, como la vacuoterapia, que permite la
movilización del tejido mediante la creación de un vacío para aspirar la zona
tratada.

Es imperativo mencionar que la presencia de heridas abiertas, infección,


hemorragia, fragilidad cutánea, inflamación y/o dolor intenso contraindica la
realización del masaje en este contexto.

Con respecto a la terapia de masaje, esta se conceptualiza como la


manipulación de los tejidos cutáneos y subyacentes con diversos grados de
presión, con el potencial de inducir efectos tanto fisiológicos como psicológicos
en pacientes con quemaduras. La revisión detalla tres estudios en los cuales se
implementó la terapia de masaje, todos ellos en pacientes que presentaban
quemaduras de segundo y tercer grado.
La diversidad de técnicas utilizadas durante la terapia de masaje abarca
percusiones, presiones, fricciones longitudinales y transversales, cizallamiento,
picoteo, pinza rodada y movimientos de deslizamiento. La aplicación de aceites
para facilitar el deslizamiento sobre la piel es común en estos procedimientos.
La duración del masaje varía, con sesiones que oscilan entre 15 y 30 minutos,
y la frecuencia de las intervenciones se extiende desde dos veces por semana
durante cinco semanas hasta una vez por semana durante tres meses, con
algunas variantes adicionales.

El análisis de los resultados se efectúa mediante mediciones que evalúan la


mejora de la cicatriz, la reducción del dolor y prurito, y se compara con grupos
de control que reciben atención habitual sin masaje. Además, se destaca la
inclusión de elementos de educación sanitaria dirigidos a los participantes, así
como la provisión de folletos informativos en un estudio específico

Conclusiones
Desde mi perspectiva, basada en los estudios consultados, puedo afirmar que
el objetivo primordial es acompañar el proceso fisiológico de cicatrización de
los tejidos para favorecer una recuperación más eficiente. Sin embargo, la
fragilidad natural de este proceso y la posibilidad de que la cicatrización no siga
el curso normal, dando lugar a cicatrices hipertróficas y queloides, representen
desafíos importantes tanto para el funcionamiento físico como para el bienestar
emocional de los pacientes.
La literatura científica expone varios tratamientos no farmacológicos para las
cicatrices patológicas, tales como la presoterapia, laserterapia, crioterapia,
masoterapia y electroterapia. La elección de un método de tratamiento debe
basarse en la naturaleza de la cicatriz y sus características. La falta de
evidencia sólida proveniente de estudios experimentales y la variabilidad entre
las intervenciones y herramientas de evaluación limitan la capacidad de llegar a
conclusiones definitivas.
Además, se destaca que existe evidencia que respalda el uso del masaje en
cicatrices, con mayor eficacia observada en cicatrices posquirúrgicas como lo
habíamos mencionado anteriormente. Ofreciendo beneficios significativos
como aumento de la flexibilidad, eliminación de bandas tensas, disminución del
dolor y prurito, mejora estética, calidad de la piel, hidratación, sensibilidad,
aceptación de la lesión por parte del paciente, reducción de los niveles de
ansiedad y mejora del estado de ánimo. Cabe destacar que en los estudios se
realizó un tratamiento con varias técnicas de fisioterapia, y no solo con masaje
cicatrizal. Esto quiere decir que el masaje es solo una de las múltiples opciones
fisioterapéuticas que podemos aplicar.
Referencias
Universidad De Lleida, E. D. L. T. N. F. E. C., Patológicas, P. Y. P. P. L. D. D., & Prurito,
E. D. Y. L. S. P. U. R. (2014). EFFECTIVENESS OF NON-PHARMACOLOGICAL
TREATMENTS IN PATHOLOGICAL, TRAUMATIC AND POSTOPERATIVE SCARS
FOR REDUCING ITCHING, PAIN AND PSYCHOLOGICAL SYMPTOMS: A
SYSTEMATIC REVIEW” Por: Ester García Martínez Facultad de enfermería Grado en
fisioterapia Tutorizado por: Francesc Valenzuela Pascual Trabajo final de grado Curso
(S/f). Udl.cat. Recuperado el 31 de enero de 2024, de
https://repositori.udl.cat/server/api/core/bitstreams/032dd886-8c10-4072-903f-
cffba6db1bd5/content

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