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PRIMER TOMO
Quito — Ecuador
Talleres Gráficos Nacionales
1961
CUARTA JORNADA
4
PRESENTACION
"Cuarta Jornada", contiene el pensamiento del Presi-
dente Velasco Ibarra, que constituye, amplia y precisa ex.
plicación del mayor fenómeno sociológico y político que se
ha operado en este Continente en muchísimos años; la elec-
ción de un mismo hombre por cuarta vez, para la Primera
Magistratura de un país, hecho por si solo ya significativo;
es más aún, si se toma en consideración la abrumadora ma-
yoría de votos que hicieron esa elección.
El presente libro, no es otra cosa que la presentación
en orden cronológico de los discursos del doctor José María
Velasco Ibarra, a partir del ya famoso discurso que pronun-
ciara en Riobamba, durante la inauguración del monumento
al héroe, Capitán Edmundo Chiriboga, el que significa para
el país la afirmación de su nacionalidad, proyectada a nues-
tras amazónicas fronteras y para América y el mundo, el
llamado valiente, sereno e indeclinable, hacia el imperio de
~4Y '
la justicia y el derecho, como bases insustituibles de armonía,
paz y progreso para la humanidad.
Todos los discursos contenidos en "Cuarta Jornada", a
excepción del de la transmisión del mando y alguno que otro
de tipo protocolario, fueron hechos por el Presidente en con-
tacto íntimo con las multitudes, que le hicieron por cuarta
vez Presidente del Ecuador; son por lo tanto la expresión de
los anhelos de un pueblo en labios de su máximo conductor;
son principalmente voces de humanidad, que revelan su do-
lorosa e impresionante realidad y encuentran en el vigor, la
decisión, clarividencia, imaginación y realismo del hombre
que las expresa, su reivindicación en el presente y en el
futuro.
Son sus discursos la aspiración de solución exacta y hu-
mana a la infinidad de problemas, que enfrenta en el mo-
mento actual el pueblo ecuatoriano; son ellos, la teoría y prác-
tica de un Gobierno, que como en ningún otro país, siendo
producto del auténtico pueblo -la chusma gloriosa- se orien-.
ta a lograr. para aquel, el mayor de los beneficios posibles.
En el estado de crisis actual, por el que atraviesa la hu-
manidad, que no es otra cosa, que el resultado de la decisión
del hombre individuo y del hombre universo a lograr, digni-
dad, bienestar y cultura sin privilegios para unos pocos e in-
justicias para muchos; cuando corno consecuencia de ese es-
tado de crisis, la humanidad se debate en el temor y el ho-
rror a su posible destrucción; cuando en América y en otros
continentes, la decisión del hombre a ser digno y la necia
terquedad de los privilegiados al chocar, han creado el caos,
la destrucción Y la muerte; el doctor Velasco, como Presiden-
te de los ecuatorianos, realiza en el centro del mundo la par-
te de revolución universal que nos corresponde, en un am-
biente de paz y armonía; sin enfrentar con beligerancia una
clase social con otra, está logrando para el pobre la justicia
económica, social y cultural que haga plena su dignidad.
Sus discursos son la expresión magnífica de esa acer-
tada conducción de la revolución nacional, que cimentada en
la paz y unión de los ecuatorianos, habrá de resolver el pro-
blema del agro, mediante una reforma agraria que responda
a nuestra realidad y que lejos de producir el caos de la im-
productividad y la miseria, fortalezca la economía nacional
y eleve el nivel de vida de los ecuatorianos; habrá de reivin-
dicar al indio de la sierra y al montuvio de la costa, llevando
al páramo helado y al pantano insalubre la parte de civili-
zación y progreso a que ellos tienen derecho y para la que
ellos siempre fueron su base primera y última de sustenta
ción y existencia; habrá de llevar la Nación a todos los rin:
eones de la Patria, mediante sus planes realistas de vialidad;
habrá de llevar alimento, morada y saber á- Das ñlñás desval
lidos que deambulan famélicos y taciturnos por nuestras
grandes urbes y pequeñas aldeas; habrá de llevar la escuela
laica a todos los ángulos de la patria y elevará la condición
económica del maestro para lograr de él, mejor formación
del espíritu nacional; en fin, el Ecuador con Velasco, hace
sir parte de revolución en el mundo, al margen del odio, la
destrucción y la muerte; "Cuarta Jornada", es la doctrina y
aplicación de esa revolución, que bajo la vigorosa, serena e
inteligente conducción del Presidente Velasco Ibarra, la está
llevando a cabo el Ecuador y que en forma inevitable habrá
de servir de modelo para los demás pueblos del Continente.
SALA DE PRENSA DE LA PRESIDENCIA DE LA REPUBLICA
EL PROTOCOLO DE RIO DE JANEIRO ES NULO
—4—
del 10 de Agosto, ante los héroes del 2 de Agosto, que él, el*
pueblo ecuatoriano, está resuelto a mantener y afirmar a to-
da costa la nacionalidad autónoma de la República del Ecua-
dor con todos los componentes de esta nacionalidad.
Pasan dos meses y pocos días y las Fuerzas Armadas Na-
cionales conmemoran hoy el acontecimiento de un héroe mi-
litar y este monumento es hecho con el dinero del pueblo
ecuatoriano; entre soldados pobres y pueblos pobres levantan.
este monumento militar, que es el símbOlo de la grandeza del
pueblo ecuatoriano y que es la prueba terminante de que el
alma popular y el alma militar, se funden en un solo himno
por la inmortalidad de la patria.
Os pido que consideréis, señoras y señores, militares de
todas las armas: la identidad de ideales entre el pueblo y la
fuerza militar. Mirad al pueblo, en silencio trabaja y sufre„
en silencio lucha contra la naturaleza, en silencio rinde el
egoísmo de la tierra y de la naturaleza con su trabajo de siem-
pre, con su esfuerzo de siempre; el pueblo modesto va creando,
la futura patria, va creando la civilización y el momento que
es menester sentir el honor, el momento que es menester de-
fender la libertad, el momento que es menester proclamar la
justicia para todos, el pueblo que trabaja en el silencio, el
pueblo humilde, el pueblo de donde brotan chiflones de sabi-
duría cuando es menester que estos chiflones broten, ese mo-
mento se pone de pie y, como le vimos el cinco de Junio, arro-
lla todos los obstáculos, vence todos los cálculos y proclama
al Ecuador y proclama la libertad y la justicia como funda-
mento de la Patria Ecuatoriana.
Mirad ahora al soldado, él también está en el silencio, en
el más completo y absoluto silencio, él está obligado a obe-
decer; él tiene derecho a mandar, pero sea que mande, sea que
obedezca, la voz de mando o de obediencia son hechas única-
mente en homenaje a una gran obra de abnegación y de sa-
crificio. El soldado un día está en un clima, otro día está en
otro clima; un día está con su familia, otro día se le ordena
que abandone su familia y vaya a la frontera de la Repúbli-
ca; el soldado no tiene otra norma que la del honor, él no tie-
ne derecho a temer la muerte, el soldado tiene un grande y
noble concepto de lo que es la muerte. ¿Qué es la vida cuando
la vida se reduce a la vulgaridad cuotidiana? En cambio la
muerte es vida perdurable cuando con la muerte se conquista
el honor, la gloria y la inmortalidad de una patria.
Mirad la identidad profunda del ideal militar y del ideaL
popular; en un caso el desinterés sublime, en otro caso el he-
roísmo sublime; en un caso el dominio de la naturaleza para
que de ella brote la civilización, en el otro caso el dominio de.
uno mismo, el dominio de su voluntad, de su cuerpo y de su_
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EL ESPIRITU NO SE RINDE
NO SOLO LA CULTURA
"Una vez oí decir: el Ecuador es un país pequeño, no pue-
de figurar militarmente, que figure en la literatura, que fi-
gure en el artesanado, que figure en el arte, que figure con
el pretil de San Francisco, que figure con la iglesia de la Com-
pañía de Jesús, que figure con sus glorias artísticas. Yo no
estoy de acuerdo con esto. Una patria es un complejo de fac-
tores que los unos complementan a los otros. Grecia fue gran-
de, fue sabia mientras el ejército supo garantizarla grande y
sabia, cuando Grecia sintió la bota triunfadora del extranje-
ro, desaparecio la grandeza de Grecia. Roma fue grande
cuando sus huestes militares supieron garantizarle y dignifi-
carie y estimularle; el momento que el bárbaro descompuso a
Roma, la sabiduría jurídica de Roma, la sabiduría poética de
-Roma se descompuso también. La patria toda se complemen-
ta; la fuerza militar de un pueblo le infunde aliento a este
pueblo y el aliento de este pueblo despierta la grandeza en los
corazones y el genio de los cerebros. ¿Querernos un Ecuador
artista, un Ecuador sabio, un Ecuador de grandes ideales?
Tengamos también un ejército fuerte para que este ejército
fuerte, creando y manteniendo la patria, sepa por obra de
ella infundir gloria en los letrados, en los poetas y en los sa-
- bios.
¡Es la hora de la patria, señoras y señores, es la hora de
la patria! Yo he pensado toda esta mañana, allá en esa tri-
buna, cómo la patria resuelve para cada cual el problema in-
terno de su vida. La vida de cada cual, por dentro, es una tra-
gedia, y por fuera muchas veces es una risotada, es una ale-
gría. Cuánta contradicción en la vida del hombre, cuántos
momentos de desesperanza, cómo le inquieta la pobreza, la
enfermedad, la insatisfacción de todas las cosas.
La patria resuelve este misterio interno del hombre, la
patria no puede subsistir si los hombres no aman el honor, si
los hombres no tienen sed de justicia, si los hombres no son
heroicos, si los hombres no desafían la muerte por los gran-
des valores superiores de la vida; entonces el hombre se en-
cuentra a sí mismo, entonces el hombre se supera; entonces
=el hombre desprecia lo pequeño, lo cuotidiano y lo empírico y
se vincula y se unifica con el cielo; el hombre por la patria
se unifica con el sacrificio, resuelve su problema interno; se
supera y se unifica con el cielo, única patria del espíritu hu-
mano. ¡Esto le pasó al gran Chiriboga! Cuando le hicieron
una insinuación sin honor, él se unificó con el heroísmo y
con el deber; es decir, él se fundió con la divinidad y resolvió
su problema-de la vida y nos irradió un ejemplo para que no-
sotros, como él, sepamos resolver el problema de nuestra vida
amando a la patria, es decir amando el honor, el desinterés,
la inmolación, el sacrificio de todos los días; y cada uno de
vosotros hombres y mujeres del Cinco de Junio. Y cuando a
cada uno de vosotros, soldados de la Repúbliica del Ecuador,
,soldados de la gran patria Venezolana que estáis aquí presen-
tes, que habéis invocado hace un instante las glorias de Co-
lombia la grande y de Bolívar, el excelso padre de la patria y
Libertador él sólo de toda la América del Sur, cuando a vo-
sotros alguna vez haya una tentación que insinúe un grito
vulgar, replicad a esta tentación: ¡Viva el honor! ¡Viva el
«Heroísmo! ¡Viva el Ecuador! ¡Viva la América Hispana!
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CUARTA JORNADA
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vados para que Hispanoamérica llene su misión histórica.
Hispanoamérica —como toda personalidad— tiene su propia
originalidad, su propia misión histórica. Ha de defender, en
consecuencia, su personalidad quijotesca, enamorada de los
valores superiores, dispuesta a todo por los valores superiores.
El Panamericanismo, para ser eficaz y popular, ha de
convertirse cuanto antes en verdadera, sincera colaboración
económica, técnica y jurídica dentro del respeto a la sobera-
nía nacional, estimulando las sanas iniciativas y originalida-
des espirituales de cada pueblo. Si Sudamérica ha de contri-
buir en las consecuncias de una política internacional, que
ella en definitiva no dirige, es de estricta justicia que se com-
pensen los riesgos y esfuerzos sudamericanos procurando el
levantamiento de las condiciones económicas y culturales de
sus pueblos. Es la hora de que los Estados Unidos se abran a
una amplia y profunda comprensión de los problemas del
mundo y de las tendencias que apuntan hacia un futuro
próximo que el estadista verdadero está obligado a intuir.
El Ecuador respeta las iniciativas en favor del desarme
de los pueblos; pero cree que previo a todo desarme se debe
establecer la equidad y la justicia en el Continente. En un
Continente como el americano en que falta población y-so-
bran tierras, absurdo e insoportable resulta cualquier impe-
rialismo exclusivista que, basado en la obscuridad de un es-
tatuto, pretenda negar gloriosas e innegables actividades his-
tóricas que dieron base física a una personalidad territorial.
obligada a garantizar el futuro de sus generaciones. Un pue-
blo consciente no puede jamás despreciar el asiento geográfi-
co que le dieron sus descubridores y sus héroes y que, por
obra de la técnica, de los milagros de la técnica moderna,
construirá en el futuro la indispensable base de su nacio-
nalidad.
Varias veces diplomáticos peruanos reconocieron que. el
Ecuador era dueño de vastas regiones en el Oriente amazóni-
co. Excluir al Ecuador del Amazonas es atentado contra la
conciencia jurídica sudamericana; es un abuso artificioso de
la fuerza que no puede subsistir, que no subsistirá. Si se quie-
re la paz, si la palabra Derecho significa algo más que una
simple palabra, es urgente que los países a quienes la natura-
leza concedió el maravilloso canal amazónico lleguen a un es-
tatuto de convivencia racional y equitativa en ventaja de to-
das ellas y de las futuras generaciones.
El principio de la no intervención de un Estado en los
asuntos internos o externos de otro Estado, debe ser respeta-
do y con ningún pretexto se puede atentar contra él. El mal
de la tiranía, el mal de la momentánea desorientación de un
pueblo, se corrigen por la reacción de la conciencia pública.
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) Hay que educar la conciencia pública, que elevarla; hay que
preocuparse por aclarar la conciencia continental latinoame-
ricana. La intervención franca o disfrazada no es remedio a
los males de la tiranía o de la desorientación momentánea
de un pueblo. Hay remedios peores que las enfermedades, por-
que producen derivaciones imprevistas y morales. Ante todo,
duélanos o nó, cuéstenos o nó, reconozcamos la verdad de lás
cosas. l as ideas no se contienen con alambres de púas. Lo di-
jo Pascal: el mundo tiende al reposo por la agitación, pero
no halla sino la agitación que le conduce a un nuevo movi-
miento. Vivimos un período crítico. Procuremos el equilibrio
momentáneo sin pretender extinguir lo que de profundo tie-
nen las ideas. Sólo la justicia procurará el equilibrio. Y, por
otro lado, a medida de la facilidad de comunicaciones e in-
formaciones y de que ésta armonice y unifique la conciencia
continental, la soberanía de cada nación irá cediendo en lo
que tenga de anárquico y peligroso ante el lento progreso de
la soberanía moral del Continente y, tal vez un día quede es-
tablecida la saludable presión de la conciencia continental pa-
ra corregir delitos y crímenes que puedan cometerse dentro
de un territorio. Esperemos ese día. Acelerémoslo intensifi-
cando la formación de la conciencia continental. No preten-
damos que la intervención definida desde afuera lo justo y lo
útil en los asuntos internos o externos de un Estado. Un Es-
tado tiene perfecto derecho a defenderse y defender sus insti-
tuciones; no tiene derecho a intervenir en otro Estado.
Difícil saber desde afuera con exactitud los factores ín-
timos de un pueblo. Hoy puede tal vez hacerse un bien. Pero
mañana puede cometerse un atentado irreparable. En todo
caso, la intervención es fuente de inseguridad, injusticia y
sangre.
El Ecuador sabe que para su progreso le son indispen-
sables la ayuda de la técnica y de los capitales extranjeros.
Solicitará esta ayuda en nombre de la solidaridad, de las re-
soluciones panamericanas, de la interdependencia humana.
Garantizará plenamente a los inversionistas extranjeros. Pe-
ro no subordinará jamás su dignidad de Nación ni aceptará
que se le impongan las normas de su proceder internacional.
Capital y técnica extranjera para cumplir su tarea de coope-
ración civilizada han de respetar las leyes nacionales.
Para los hombres ecuatorianos del 5 de Junio de 1960,
los intereses nacionales priman sobre todas las demás cues-
tiones y es completamente inadmisible predender que "se
congele" un reclamo vital y justo de' la Patria llamado más
bien al más hábil y eficiente dinamismo hasta obtener sa-
tisfacción indispensable.
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Hace pocos días, Honorables Legisladores, restaurasteis
la vigencia de un principio. Se trataba de un principio y na-
da más que de un principio; pero de un principio vital para
la República del Ecuador y de un principio básico para to-
do el Derecho Internacional Público. No se trataba de un
asunto de extensión territorial ni de métodos jurídicos para
recuperar territorios.
Persona que lleva en sus hombros muy alta responsabi-
lidad Oficial en el orden internacional, enunció en hora su-
mamente importante para el destino internacional de la Re-
pública que los intereses continentales primaban sobre todas
las demás cuestiones. Pendiente la cuestión limítrofe entre el
Ecuador y el Perú, la opinión nacional no pudo por menos de
intranquilizarse ante las posibles consecuencias de declara-
ción tan inoportuna y superficial. Cuando en Río de Janeiro,
en 1942, se entregó la mitad del territorio nacional sin una so-
la protesta valiente en el seno de la Conferencia de Cancille-
res, sin una sola exposición vibrante, sin un golpe de puño en
la mesa anunciando al mundo que, mientras se pretendía re-
chazar la agresión totalitaria contra la democracia occiden-
tal, en esos mismos momentos el Ecuador tenía invadido par-
te de su territorio, se utilizó la excusa absurda de que el Ecua-
dor se había sacrificado por el Panamericanismo. Los ecua-
torianos escucharon por consiguiente con alarma la repeti-
ción en 1959 y en otros términos de la misma excusa de 1942.
Aquello de que los intereses continentales priman sobre las
demás cuestiones, era para nosotros una inquietante ame-
naza.
El Congreso de 1959 no pudo adoptar resolución alguna
sobre la declaración peligrosa del señor Ministro de Relacio-
nes Exteriores, porque la mayoría gubernativa impidió que
el Congreso borrase de la historia diplomática de la Repúbli-
ca ese principio absurdo e inmoral. Vosotros, Honorables Le-
gisladores, representantes de la soberana popular expresada
el 5 de Junio, soberanía popular que afirmó el vigor de la na-
cionalidad ecuatoriana, no podíais quedar indiferentes ante
el hecho de que continúe flotante una norma diplomática que
en definitiva, se traducía en la subordinación del Ecuador
so pretexto de tranquilidad internacional, en la posible en-
trega de derechos territoriales ecuatorianos so pretexto del va-
lor superior de los intereses continentales.
Vosotros, Honorables Legisladores, en la noche del 18 de
Agosto de 1960, al rechazar el concepto de que los intereses
continentales priman sobre las demás cuestiones y, por con-
siguiente, la política del Ministerio de Relaciones Exteriores
entre 1956 y 1960 que se sintetizaba —en lo que fundamental-
te afecta al Ecuador— en ese concepto, anunciasteis a la Amé-
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rica que erais Representantes de un Estado soberano resuel-
to a defender por todos los medios posibles la integridad de
su territorio y con éste su vida misma, pues el Ecuador jamás
aceptará como legal y justo el permanecer arrinconado entre
el Mar y el Ande después de haber descubierto el Amazonas
y colonizado y administrado inmensas regiones del Oriente
amazónico. Los Tratados celebrados con el cañón en el pe-
cho de los contratantes, son nulos de acuerdo con las normas
panamericanas.
Aquello de que los intereses continentales priman sobra
todas las demás cuestiones, jurídicamente es algo abstracto,
algo vacío de todo sentido en el Derecho Internacional Públi-
co. Sólo el total desconocimiento de lo que es el Derecho In-
ternacional Público, de su diferencia con el. Derecho Consti-
tucional, de lo que es una Conferencia internacional, pudo
permitir esa afirmación abstracta, superficial y que, dado él
momento en que se la hizo, constituía una verdadera ver-
güenza para el Ecuador. Un Continente es un conjunto de
Estados soberanos. Un Estado soberano no es como una Pro-
vincia dentro de un Estado unitario. Cada uno de los Estados
soberanos lucha por su vida y busca su desarrollo, y lo único
real y positivo es el equilibrio entre los intereses legítimos de
un Estado soberano. El interés continental no es otra cosa
que ese equilibrio pacífico entre los Estados soberanos. No
hay un interés continental diverso de ese equilibrio.
Salvasteis el 1° de Agosto el honor nacional y, por obra de
los Legisladores, representantes del pueblo del 5 de Junio,
amaneció para la Patria un nuevo día en el que sin encender
odios ni buscar guerras, procuraremos que la República sea
inviolable en sus derechos, que se escuchen sus legítimos re-
clamos, que su futuro quede garantizado, y que sientan todos
el deber de perfeccionar y ennoblecer cada día en los distintos
aspectos la vida interna de la nacionalidad.
Quienes no han hecho sino motej arme y calumniárme eft
toda oportunidad y continuarán motejándome y calumnián-
dome, se permitieron citar un texto mío a propósito de la pe-
regrina tesis de interés continental. Pero mi texto es parte
de un contexto claro y preciso con motivo de una circunstan-
cia perfectamente determinada. Se lo aisló del contexto y se
me atribuyó una conclusión absurda. Por dicha, desde 1922
no he cesado de defender en toda oportunidad, con la palabra
y con la pluma, en las Cámaras Legislativas y en las Juntas
Consultivas, dentro del País y en el Exterior la tesis del Ecua-
dor Amazónico, la tesis de que el Ecuador está dispuesto a un
arreglo honrado, pero jamás a renunciar a su carácter de Na-
ción amazónica y a la Región Oriental indispensable para
su futuro desarrollo.
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que también manejan fondos públicos y no- fbndos propios
de las personas que las componen, incurren, por manejar
fondoá ajenos, en los mismos defectos que el Gobierno. Digo
mal: incurren en defectos mucho más graves y de peores: con-
secuenciás; porque al Gobierno le limitan la crítica periodís-
• 4 tica, la protesta de la opinión pública, el temor del trastorno'
cívico, mientras que las Juntas Autónomas, sin tun verdadero,
responsable personal, hacen lo que les parece y abusan como•
les place sin preocuparse de la opinión pública.
Hay provincias en que para el servicio de agua potable
existen tres Entidades que ninguna ha podido hasta ahora
atender a ese servicio.
Naturalmente toda regla tiene excepción y ciertas Jun-
tas autónomas por la honorabilidad y competencia de sus
miembros han hecho bienes al País y suplido la deficiencia y
descuido de la Nación, de los Consejos Provinciales y Conce-
jos Cantonales. Estamos tan mal organizados que ciertas ano-
malías administrativas hacen bienes relativos. Pera, si que-
remos reajustar realmente nuestra vida nacional y ponerla
a la altura de lo que exigen los tiempos, tenemos que coordi-
nar y unificar lo que debe ser unificado y coordinado. No po-
dremos comprender de golpe el mal funesto de la anarquía y
dispersión de las Juntas autónomas. Os ruego sí, Honora-
bles Legisladores, que lo enmendéis prudente y gradualmen-
te. Hay Juntas autónomas compuestas de muchísimos miem-
bros con numerosas dependencias. Las hay que, dentro de
ellas mismas, abrigan otras Entidades autónomas. No sé por
qué los caminos al Oriente han de quedar encargados a una
Junta Autónoma. El 5 de Junio no producirá los efectos que
el pueblo espera, si no dictáis ciertas medidas respecto a cier-
tas Juntas Autónomas.
La Junta de Beneficencia de Guayaquil no es, bajo nin-
gún aspecto, la Entidad autónoma contra la cual se dirigen
mis observaciones. Esa benemérita Junta tiene larguísima
tradición y su vida obedece a circunstancias jurídicas muy
especiales completamente ajenas al espíritu anárquico y
perficial que nos ha inspirado en el orden administrativo. La
Junta de Beneficencia de Guayaquil es una Entidad ilustre,
de servicio público nacional.
-
Emprendamos en una profunda reforma constitucional_
Si no queremos que desaparezca radicalmente la separación
de Poderes y el equilibrio republicano, reformemos el fun-
cionamiento de nuestras Cámaras Legislativas y que la Cons-
titución, ella misma, reglamente en su texto el funcionamien-
to del Congreso. ••
Comisiones de Legisladores debidamente establecidas,
deberían estudiar y elaborar las leyes en principio aceptadas,
y éstas quedarían aprobadas o rechazadas en un solo debate•
én la Cámara respectiva con la intervención de oradores de-
signados para sostener los diversos puntos de vista. No todos
pueden tratar todos los problemas en discursos de' extensión
indefinida.
Error conceder al Senado y a la Cámara de Diputados las
mismas atribuciones. También en esto nos debe ilustrar Si-
món Bolívar. Tuvo de la misión del Senado moderno una an-
tevisión genial. La Cámara de Diputados es el órgano de la
soberanía popular y debe aprobar o rechazar en última ins-
•Lancia todas las leyes y decretos. El Senado debería ser un
Cuerpo técnico funcional, de ponderación y equilibrio. Daría
el pase a toda ley definida como de carácter técnico con las
indicaciones necesarias para obligar a la Cámara de Diputa-
dos a una nueva consideración de las leyes.
La Constitución debería determinar en detalle qué son
decretos legislativos de emergencia económica y en qué cir-
cunstancias pueden ser expedidos.
He observado ya que junto al Estado Político ha surgida
el estado técnico, el de los servicios públicos, el de la produc-
ción, de salubridad de la asistencia social, de la importación
y exportación exige una coordinación sin la cual el fracasa
económico es una amenaza sumamente grave. en todas par-
tes, el Estado técnico se coordina como dependencia de la
Presidencia de la República. Las Juntas de Planificación al
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• _•■••■ •..,~111111•11i
ciones con términos angustiosos que impedían la competen-
cia de nacionales y extranjeros para obras que habían de con-
tratarse en las postrimerías del régimen, aplazadas injusta-
mente durante cuatro años; favores de instituciones de cré-
dito con finalidad específica a personas de influencia guber-
nativa en asuntos sin relación con esas finalidades específi-
cas; el nepotismo escandalosamente enriquecedor; la incuria
y desorden en servicios vitales para el Estado. La Exposición
hecha hace pocos días por los Miembros de la Asociación de
Trabajadores de Telecomunicaciones de Pichincha al Minis-
tro de Obras Públicas y Comunicaciones, es una de las prue-
bas de la decadencia y corrupción administrativa contra las
cuales deberá luchar bravamente el Gobierno futuro mediante
el trabajo, la honradez y la justicia obligando a todos a que
cumplan su deber. Se ha llegado a vender cargos de la edu-
cación pública en ciertas provincias. Tal vez nunca ha ha-
bido Administración más floja y corrompida que la que hoy
termina.
El Gerente General del Banco Central se refiere en la
Memoria que he citado, a una de las más espantosas llagas
del ordenamiento fiscal ecuatoriano: la dispersión de los in-
gresos públicos en toda clase de entidades autónomas y en
una burocracia infecunda:
"La participación del Gobierno en los ingresos públicos
totales que alcanzó el 42 % en 1957, se redujo al 4170 en 1958.
Este es, quizá, uno de los males más graves que afectan al sec-
tor público de la economía ecuatoriana, porque la dispersión
de los recursos y gastos estimula el crecimiento de la burocra-
cia, dificulta la coordinación administrativa e impide el fi-
nanciamiento adecuado de las inversiones de desarrollo".
Los graves males anteriormente apuntados no se compen-
san bajo ningún aspecto con la construcción de ciertos gran-
des edificios, algunos enteramente desproporcionados a las
posibilidades económicas de la República y para los cuales se
han hecho importaciones absolutamente inconvenientes con
el fin de favorecer intereses particulares. La Junta de Pla-
nificación y Coordinación Económica en su Informe de 1958
hace observaciones serias a propósito de ciertas inversiones
de las Cajas de Previsión. Se lee en el Informe:
"Tampoco puede la Junta dejar de señalar las repercusio-
nes potenciales que involucran un volumen de construcción,
ejecutado en forma masiva, en un solo lugar y en un período
tan corto. Es muy probable que se haga sentir un fuerte im-
pacto inflacionario a través del alza del costo de Ios mate-
riales y talvez de los salarios sin contrapartida de bienes y
servicios disponibles".
— 50
En resumen, la deuda externa que al 31 de Agosto de 1956
fue de $ 376'223.910,50 al 31 de Mayo de 1960 llegó a $
429'053.222,08, y la deuda interna que el 31 de Agosto de 1956
llegó a $ 490'924.955,79 al 31 de Mayo de 1960 llegó a $
808'490.496,24. Por tanto del 19 de Septiembre de 1956 al 31
de Mayo de 1960 la deuda externa se elevó "en $ 52'829.312,58,
y la interna en $ $17'565.540,45. El Presupuesto de operación
se ha incrementado grandemente, y se ha mantenido estáti-
co en el curso de los cuatro años últimos el Presupuesto de
capital.
SENTIR A LA PATRIA
Señor Gobernador;
Señor Obispo; -
Señor - Alcalde;
Autoridades Militares;
Distinguidas señoras y señores:
*
LA PATRIA SERA GRANDE
LOS CONCEJOS
Señores Legisladores;
Señores Ministros:
Whadattesliik :Cit}-,11%
que yo respeto en ustedes la altísima misión, la altísima fun-
ción que hoy desempeñan; a la vez, también me siento vincu-
lado con esos lazos de una misma aspiración nacional, de
una misma solidaridad humana, de un mismo concepto a
favor del Ecuador. —~1045~
SUPERVIGILAR LOS ACTOS DE LOS GOBIERNOS
Yo les agradezco a ustedes infinito señores, por toda la
labor fundamental que están haciendo aquí en el Congreso.
No importa que los críticos del Congreso deseen que el Con-
greso no intervenga en política, deseen que el Congreso no
critique los actos políticos, pero es cierto que desde la serena
y tranquila Inglaterra, hasta la ilustre y bulliciosa Italia, to-
dos los Parlamentos tienen como función principal en el mo-
mento actual y lo han tenido siempre desde que nacieron„
el supervigilar los actos de los Gobiernos; ya de los Gobiernos
que fueron, ya de los Gobiernos presentes, pero la supervigi-
lancia de los actos políticos, la orientación de la política, la
orientación de las bases fundamentales sobre las cuales un
pueblo quiere vivir, eso corresponde fundamentalmente al
Parlamento, sin que esto quiera decir, que el Parlamento no
legisle, que el Parlamento no trabaje legislando, sin que esto
quiera decir que una función fundamental elimine las otras
funciones de carácter igualmente importantes, como son la
de dictar la Legislación del País.
HACER ESCUELAS
LIBERTAD Y DEMOCRACIA
No habéis notado vosotros cómo los hombres hablan de
libertad y odian la libertad. Se vive hablando de libertad y
de democracia y los mismos que hablan de libertad y de de-
mocracia, odian en su fondo la libertad y la democracia. Li-
bertad y democracia, para pronunciar discursos, libertad y
democracia para ser aplaudidos en los discursos, libertad y
democracia para engañar a los pueblos, pero en realidad, vi-
ven los hombres temblando la libertad y viven los hombres
temblando la democracia; cómo el hombre católico tiene te-
rror a la libertad del protestante; hablará de libertad, pero
en la práctica tiene terror al protestante; y cómo el protes-
tante habla de libertad, pero si puede le impedirá que hable
el católico, tiene terror de que hable el católico; cómo el hom
bre que no es judío, tiene terror de que el judío actúe y le
inculpa toda clase de crímenes, incapaz de comprender la
libertad del judío, la vida del judío, la evidencia del judío, la
originalidad del judío; cómo los occidentales tienen terror de-
los orientales y cómo los orientales tienen terror de los oc-
cidentales; todos hablan de libertad y todos se tienen terror,
todos se tienen miedo; nadie comprende la eterna verdad que
está en el fondo de cada hombre, la eterna verdad por la
cual todo hombre padece, la eterna verdad que agita la huma-
nidad; nadie es capaz de llegar a esta eterna verdad y vincu-
lados con esa eterna verdad respetar los matices, las ramifi-
caciones y las ramas, que no son otra cosa que el aspecto de
. la misma savia, del mismo tallo de angustia con que el hom-
bre busca el ideal que lo oriente, que lo salve, que lo libre.
La antipatía del ateo al creyente, la antipatía del creyen-
te al ateo, la antipatía del francés al alemán y del alemán al
francés; la Antipatía de un hombre de una nación al hombre
de otra nación; hasta dentro de una Patria, las reticencias,
las rivalidades de una provincia a otra, aspectos todos de te-
rror a la Libertad. El hombre no se ama, los hombres no se
aman, los hombres se temen. Decir que el •laicismo es la quin-
ta esencia de la cultura es una gran verdad. El profesor laico
este sí que respeta la conciencia, este sí que no le cohibe al
niño católico, ni al niño libre pensador, ni al niño judío, ni al
niño protestante. El Profesor laico sube a la cima del ideal, y
desde allí, desde la cima del ideal, ve cómo se mueven los se-
res vivos, ve cómo se mueven los campos, ve cómo se mueve
el trigo movido por el viento, arriba está contemplando lo que
pasa por debajo, arriba en el ideal de verdad y de tolerancia,
el maestro laico contempla sin odio que haya niños católicos,
niños protestantes, niños nacionalistas, niños masones o de
padres masones, lo comprende todo, lo respeta todo, todo tie-
ne una razón de ser, todo arranca de una raíz de verdad, el
maestro laico no cohibe, no define, el maestro laico no hace otra
cosa que determinar ante los niños aquello que es indestruc-
tible, aquello que es cierto, aquello que se ha llegado en la
convicción común, aquello que demuestra la ciencia o aquello
que la ciencia dice que es discutible, sin cohibir las almas, sin
perturbar los criterios.
Yo creo que el laicismo, es la quinta esencia de la cultu-
ra, porque es la quinta esencia de la comprensión y porque
comprendiendo se ama; el que todo lo comprende, lo ama to-
do y lo perdona todo. Todo tiene señoras y señores, su razón
de ser en el temperamento de un individuo, en su formación
anterior, en su sistema nervioso, en los libros que lee, en las
impresiones primeras de la vida, todo tiene su razón de ser.
Esto lo comprende el maestro laico. El maestro laico es la su-
prema garantía 'de las conciencias, el maestro laico, es la su-
prema garantía de tranquilidad a los padres de familia. Así
he visto yo el laicismo en una república como Chile. Así he
visto yo el laicismo en uno de los paises más cultos del mundo,
en la Francia heredera de la Grecia antigua por la delicadeza
de su espíritu.
Que nadie crea, que estas mis palabras a favor del laicis-
mo pueden bajo ningún aspecto lastimar la enseñanza parti-
-82—.
cular, religiosa o no religiosa, ese es otro aspecto. Estoy- reco-
nociendo al católico el derecho de ser católico, y al protestan-
te el derecho de ser protestante, y al indiferente el derecho de
ser indiferente. Por consiguiente por obra de la libertad den
hombre, por obra de la libertad de expresión, reconozco el de-
recho de la escuela católica, de la escuela protestante y de la
escuela nacionalista; a nada de esto me opongo, respeto estas
expresiones de la libertad; lo que digo es que la escuela laica
es la garantía en los estados modernos de paz social, de res-
peto a las conciencias, de tranquilidad de las familias si es
que la escuela laica como es el caso, entre vosotros, sabe ser
real y verdaderamente la escuela laica..
FERVOR DEL ALMA
Yo oigo ese deseo de muchas personas de que en
la escuela laica, a los niños que deseen aprender religión
ses les dé clases de religión; yo oigo, respeto este deseo, pe-
ro yo no participo de ese deseo. Yo tengo de la Religión otro:
concepto, yo no creo que haya religión por el- hecho de hacer
que un niño repita cosas religiosas, por el hecho de que un ni-
ño oiga repetir de una manera obligatoria, de una manera fría
tales o cuales normas religiosas, y que esto sea el deber reli-
gioso que haya que cumplir, yo no concibo, así la Religión; la
Religión es fervor del alma, y esto no es cuestión, postiza,
esto no es un reglamento postizo escolar, no es una tarea obli-
gatoria de donde brota el concepto religioso. La Religión, la
única maestra de verdadera Religión es la madre, que conoce
la intimidad de su hijo. La Religión es algo muy grande. ¿Qué
sacamos -de una repetición externa, reglamentaria y obligato-
ria de una cosa religiosa? el el alma queda fría, si no se encien-
de el amor a Dios y el amor al prójima; única norma religio-
sa: EL AMOR A DIOS Y EL AMOR AL PROJIMO.
Ojalá hubiera en el mundo actual mucha religión. Ojalá
hubiera habido mucha religión, ojalá hubiera tenido Cristo
quién le siga. No estaríamos hoy reclamando escuelas para to-
dos los niños y trabajo- para todos los maestros. Yo espero que
el avance de la humanidad, yo espero que el profundo dolor-
de los tiempos contemporáneos, yo espero que este dolor que
producen los Sputnics de un lado, y los Pioners por otro lado,
y las bombas Yanquis y las bombas Rusas, que el enorme do-
lor del hombre, haga que el hombre sea más religioso y que
después de 1.000 años se transforme la sociedad, por obra de
l- a religión verdadera. Amar al Prójimo, es Amar a Dios.
Mientras tanto, señoras y señores, procuremos nosotros
cumplir nuestro deber aquí en esta Patria Ecuatoriana, pro-
curemos nosotros forjar al hombre heróico, al hombre que ame
kilábda~ .
Alelb • k..'d"....""^'
- _
el saber, aI hombre escrupuloso, al hombre que no sepa mu-
cho de los elogios externos, al hombre que mire la gloria hu-
mana como debe ser mirada la gloria humana, al hombre
que mire sobre todo la vida interior, el cumplimiento de sus
deberes, las normas de fraternidad, las normas de auxilio a sus
semejantes, procuremos formar a los buenos patriotas. Hoy
mismo en el Ecuador estamos en un momento en que cuanta
falta nos hacen los profesores que sepan forjar al hombre, los
religiosos que sepan enseñar el deber a las conciencias de los,
hombres; hoy mismo estamos planteando ante el mundo el
SER o NO SER de la República del Ecuador. A este dilema del
SER o NO SER de la República del Ecuador, yo os convoco a
todos vosotros a que adoptéis no. el NO SER, sino el SER..
TENEMOS QUE SER VALIENTES
Nosotros no estamos atacando a nadie, no estamos desa-
fiando a nadie, pero tenemos perfecto derecho a proclamar
que nosotros como todos los países americanos, como•Panamá.,
como Guatemala, como Colombia, como el Perú, tenemos de-
recho a nuestro puesto digno en la tierra para el desarrolla
de nuestras generaciones futuras. Es una cosa que me impre-
siona; cada vez que el Ecuador habla de sus derechos, por ele-
vadamente que hable de sus derechos, por dignamente que Ios
formule, la prensa peruana nos insulta. He leído hace poco,
unos insultos tan horribles en-un periódico de Lima a la mis-
ma República del Ecuador, que uno no puede menos de indig-
narse. Nosotros no queremos la guerra, nosotros no la provo-
caremos, nosotros no atacaremos, pero nosotros somos tan dig-
nos y tenemos tanto derecho a la nacionalidad como el Perú,
NI UN MILIMETRO MENOS, igualdad ante la ley, igualdad
ante el derecho.
Perfecta igualdad ante la ley Internacional. Qué' signifi-
ca, ese desprecio con que se nos dice, que nosotros hemos sido
nada, que todo lo que hemos sido, lo debemos al Perú; qué
significa esa calumnia contra la historia de la Presidencia de
Quito; acaso aquí en Quito, no se desarrolló una cultura físi-
ca, una de las más grandes después de México, igual a la de
México? Qué tenemos nosotros que pedirle limosna de cul-
tura a ningún país sudamericano. Acaso la Presidencia de Qui-
to por sus misioneros, no fue la que paseó de un lado a otro
Mainas y Quijos fundando culturas, fundando ciudades, evan-
gelizando, pereciendo en mano de los salvajes y civilizando
también a los salvajes, haciendo actos de heroísmo y haciendo
acto de apostolado. La. Presidencia de Quito no tiene por qué
pedir misericordia de honor y de glorias, a ninguna tierra su-
damericana,.
— 84 --
-La Universidad de Quito, los Sabios de Guayaquil que
undaron museos científicos en España, la Revolución del 10
de Agosto, el sacrificio del 2 de Agosto; acaso no significa esa
un comprimido de cultura, un comprimido de espíritu nacio-
nal, que en un lado y en otro lado estalló, fue a la guerra, fue
al triunfo. Tenemos que ser serenos, pero, tenemos que ser va-
lientes. Nosotros no provocaremos, nosotros no atacaremos a
nadie; si alguien nos ataca nosotros nos defenderemos de ra-
ma en rama y de roca en roca. Qué significa aquello de por
INSPIRACION del PERU reunir una conferencia de Canci-
lleres en donde se escribe que los países sudamericanos • te-
nemos obligación de creer en las Instituciones Interameri-
canas, obligación de aceptarlas, de creerlas y adaptarnos a
ellas; pues bien, el momento que cumpliendo esta obliga-
ción proclamamos que los tratados hechos con el cañón
en el pecho, son TRATADOS NULOS, por falta de voluntad
libre, esos momentos se nos amenaza con que van a
imponer los tratados por la fuerza. Ningún tratado se impone
por la fuerza; por la fuerza podrán matar, por la fuerza no
•conquistarán los corazones; y si hoy día mueren un millón de
ecuatorianos, no por eso se habría impuesto ningún tratado,
porque tres millones de ecuatorianos estarían protestando al
día siguiente contra la injusticia, en un momento en que to-
dos hablan de garantías, de democracia, de igualdad, de auto-
determinación de los pueblos; de aquí la gran mentira moder-
na, hablar de verdades morales y ser incapaces de creer en
,éllas.
PRACTICAR EL DERECHO
Grande función la vuestra maestros que creéis en el fu-
turo, y que sabéis que infaliblemente la justicia triunfará en
América Hispana. La justicia triunfará en América Hispana,
porqUe la raza Latina y •la raza Hisuana tendrán un día que
zer las dueñas del mundo Occidental si el mundo Occidental
--ha de humanizarse alguna vez. La raza Latina y la Raza His-
pana, nosotros creemos en la estabilidad de la raza Latina, de
la raza Hispana y queremos que el Ecuador sea uno de los
factores del triunfo de esta raza Latina, de esta raza Hispana
y creemos que todos los países hispanoamericanos están es-
trictamente obligados no a hablar de cooperción sino a prac-
ticar la cooperación, no a hablar de derecho sino practicar el
derecho, no a hablar contra las tiranías sino a no practicar la
tiranía; tanta tiranía ejerce un salvaje contra los ciudadanos
aislados, como un. pueblo prepotente que sin razón ni justicia
pretende excluir al- pueblo débil de las ventajas que la civili-
-mación ha dado a todos los pueblos grandes y débiles.
— 85- —
Ayudadme pues maestros a poner: las bases: del; Ecuador
del futuro. Estamos en pobreza, no importa. Aguantemos un
poco la pobreza, pero ya mismo pongamos las bases que nos
lleve a todos a la plenitud, al bienestar, a la salud, a la justi-
cia; eso exigidme a mí, eso exigid a mis colaboradores, sino po-
demos daros hoy todo, pongamos las bases que nos lleven a
una nacionalidad distinta, a un continente hispanoamericanG
distinto y lo diré en una palabra a un Pamericanismo distin-
to, un Panamericanismo de justicia entre pueblos, de respeto.
entre pueblos y de verdadera solidaridad- económica entre
pueblos.
JUSTICIA PARA TODOS
Ayudadme a que se practique la disciplina. No podemos
llegar a nada sino tenemos disciplina. Si todo el mundo aspira:
a todo, no podremos llegar a nada. Hay nomás decían unos
partidarios míos: no puede el Velasquismo, barrer con todos
los empleados, no puede barrer con los empleados que han da-
do pruebas de idoneidad, de técnica y de lealtad a- su- servicio;
si el Velasquismo aspira a durar cuarenta años, principie por
conquistar moralmente al pueblo ecuatoriano; practicando et
desinterés y la justicia para con todos.
Esta bien que se remueva al emPleadwdeshonestb, al hom-
bre que ha hecho negociados, al hombre que ha comprado ili
citamente caballos que no debía comprar. Está bien que el Go-
bierno se defienda de los enemigos asérrimos, enemigos asé-
rrimos que lo van a:sabotear, que no le van a dejar Gobernar;
pero aparte de ésto, todo empleado eficaz, honesto debe ser
respetado si queremos que el Velasquismo principie por prac-
ticar la justicia y la verdad.
TRABAJO Y DISCIPLINA\
Ayudadme pues maestros a predicar a- los hombres er de-
sinterés, el espíritu de sacrificio, la disciplina Muchos aquí;
en el Ecuador admiran a Rusia y no hay como negar, que en.
Rusia ha progresado el núcleo' ruso extraordinariamente, no-
hay como negar. Por qué ese progreso? Obra- de la- disci-
plina, por obra del misticismo -de ese pueblo-, por obra» del- es-
fuerzo en el trabajo y en la disciplina. Queremos salir nosotros.
de nuestra pobreza, queremos nosotros las carreteras, quere-
mos nosotros la vivienda popular, queremos nosotros electrifi-
cación, pues tenemos que trabajar, tenemos que trabajar con
dureza, disciplina y abnegación. El burócrata que trabaje las
ocho horas que el reglamento le impone y que todos trabaje-
mos y todos empeñemos en ser los obreros forjadores de. la Pa,-
tria del 10 de Agosto.
— 86 --
• 21.1-.-
REIVINDICACION DE LA DIGNIDAD NACIONAL
TRIUNFO DE LA NACIONALIDAD
•
•,
SACRIFICIO PATRIOTICO
' Creo pues señores, que la obra hecha por el Congreso Na-
cional en materia Internacional, no puede ser más grande;
pero tenemos la obra interna. Obra interna que forzosamente
tiene que traducirse en vigorizar nuestra obra internacional;
hay una absoluta solidaridad entre la obra interna y la obra
externa; la obra externa es gloriosa pero sucumbirá si no po-
nemos de pie al pueblo mediante la obra interna; y esta obra
externa exige señores Diputados y señores Senadores, vues-
tro noble sacrificio patriótico. No dejéis por favor, por la Pa-
trip., no dejéis bajo ningún aspecto la obra sin terminarse.
Necesitamos organizar definitivamente lo que buenamente po-
damos el país en el momento acual, para que la obra interna
guarde armonía, no tengamos las penas de que falle la obra,
externa, en la cual ustedes, son héroes de la Nacionalidad tal.
como la palabra suena, HEROES DE LA NACIONALIDAD:
e
TODOS LOS ECUATORIANOS TENEMOS QUE SER
HEROES
Desde la Tribuna del Estadio, el Jefe del Estado se dirige a los estu-
diantes universitarios de la Central, que ofrecen su respaldo a la po-
litica internacional, en una espontánea manifestación,
el 20 de Setiembre de 1960.
— 92 — .
YO NO OS TRAICIONARE NUNCA
TRABAJO ASIDUO
UNIDOS Y FUERTES
No captéis intrigas, no os dejéis sorprender por las intri-
gas. Que el velasquismo permanezca unido y fuerte. El Palacio
Presidencial está abierto a vosotros; con vuestra ayuda y vues-
tra inspiración rectificaremos los errores, pero permaneced
unidos y fuertes en defensa de la dignidad de la Patria, de la
Soberanía Nacional y de la Justicia que debemos a todos y
cada uno de los ecuatorianos. El cuarto Velasquismo ha prin-
cipiado su Administración con un gesto verdaderamente mag-
nífico que lo consagrará ante la Historia. El cuarto Velasquis-
mo; inspirado por vosotros, con la repercusión que vuestros
anhelos patrióticos han tenido en las Cámaras Legislativas,
ha principiado por proclamar qua el Protocolo de Río de Ja-
neiro es NULO.
— 94 —
'95
SOLDADO VUESTRO ,
El Dr. José Maria Velasco Ibarra, se dirige a una multitud que respal-
da al Gobierno, en la ciudad de Guayaquil, el 24 de Setiembre de 1960.
— 100 —
ACTITUD CONSTRUCTIVA
POSICION LIMPIA
Nuestra posición, heroico pueblo de Guayaquil, nuestra
posición no puede ser más limpia, no puede ser más neta, no
puede tener más fuerza que la que hoy, nosotros le hemos da-
do. Proclamar que en la América no puede haber paz, mientras
no haya el cumplimiento estricto del derecho; proclamar que
que no se puede hablar de desarme, mientras no se principie
por devolver a nuestra Patria, la región por ella descubierta,
por ella colonizada, por ella civilizada, y en la cual estuvo has-
ta el año de 1857 el Encargado de Negocios de la República de
los Estados Unidos.
b td vé`
:N•t'
_rwm7wwrwyw
_
Ttn.WH
— 104 —
VENCEREMOS
HOMBRES DE CORAZON
SURJA LA JUVENTUD
ALMA ECUATORIANA
Pero el alma ecuatoriana, es alma ecuatoriana; alma de
hombres apasionados y bravos, alma de resoluciones extre-
mas, y por lo mismo que es alma de resoluciones extremas: al-
ma que tiene grandes cualidades y grandes defectos; utiliza-
mos nuestras grandes cualidades, y aquí, en la que es actual
provincia de Los Ríos, se puso las bases de la gran audacia,
que justificada por la unión a los hombres de Babahoyo, los
hombres de Los Ríos de los hombres de Guayaquil en un mo-
mento dado arrasó al enemigo extranjero de la Ría de Gua-
yaquil y venció al traidor enfermo y consolidó por primera
vez, la unidad nacional de la cual estamos viviendo ahora.
No había entonces, la unidad nacional que ahora existe, esto
hasta cierto punto, no del todo, pero hasta cierto punto, esto
es una excusa, no solamente a Dn. Gabriel García Moreno, sine
a las personas que con él, trataron con Castilla en odio a Ur-
bina y Robles. Entonces eran Guayaquil, Quito y Cuenca, tres
grandes potencias que se asociaban; no había la unidad nacio-
nal que existe ahora, sino especie de preocupación de los ame-
ricanos del Sur por lograr soberanía, los conservadores lla-
maban a los emperadores, llamaban a Europa para que de-
fiendan ellos, y los que diríamos Liberales, ahora, llamaban a
los Estados Unidos de manera que no teníamos entonces, la
fé en los destinos americanos, dudábamos de los destinos
americanos y unos llamaban a España, y otros llamaban a Es-
tados Unidos; vosotros, con vuestra victoria, establecisteis
que los hombres de América Hispana son capaces de imponer
unidad, de abatir al traidor Extranjero y de vencer al traidor
de nuestro territorio patrio.
EL LIBERALISMO, ES VERDAD
Es admirable. Yo he admirado cómo las pasiones políticas,
han logrado perturbar el alma y la pluma de los hombres
ecuatorianos; ha sido menester llegar aquí a Babahoyo, para
que tanto el pueblo como los oradores, pronuncien sin tener
vergüenza y elogien sin tener vergüenza el nombre de Dn.
Gabriel García Moreno; nos llamamos liberales y tenemos
un liberalismo tan flojo, tenemos un liberalismo tan va-
cío, un liberalismo donde todo el mundo falsea, un libe-
ralismo sin armas, sin constancia, sin robustez para de-
cir que somos liberales; tenemos que ignorar ante el pue-
blo entero la hazaña formidable en que Gabriel García
Moreno, él, él solo, corrigiendo sus errores, estuvo un día en
Loja y otro en Ibarra, y otro en el Oriente y otro en el Occi-
dente, y logró unificar la Patria, con una voluntad férrea, con
unas dotes de acción extraordinaria, infundiendo en todo el
ambiente entereza, fusilando al traidor, latigeando a otro, es-
timulando la virtud, salvando a la Patria; este hecho los libe-
rales tenemos que aplaudir, porque el liberalismo es verdad
y nosotros no podemos tener otra norma que la verdad; pre-
cisamente ahora, este Ecuador, ha declarado una tesis jurí-
dica, que yo la he de sostener, sólo o acompañado con los go-
biernos que me apoyen o sin ningún gobierno que me apoye,
confiado únicamente en dos cosas: en la fuerza inmediata de
la verdad y en la fuerza poderosa e infalible de los pueblos que
siempre tienen la verdad, y a la larga proclaman estar siem-
pre con la verdad.
LA O. E. A.
La Tesis ecuatoriana• es muy sencilla: "Hay que respetar
los tratados, sí señor. La O. E. A. en el artículo catorce, dice
que hay que respetar los tratados, y nosotros sabemos que hay
que respetar los tratados; pero también hay un artículo en la
O. E. A., creo que el 17, dice: "que el territorio de los estados
es inviolable, y que por consiguiente son nulas las adquisicio-
nes territoriales hechas por medio de las armas, por medio de
la invasión, por medio de la coacción aún diplomática, aún
económica, mucho más por medio de la coacción de las armas";
nosotros que creemos en el primer artículo, creemos en el se-
gundo, y creemos que el Perú que invadió nuestros territorios,
— 121 —
que hasta incendió nuestras poblaciones, que nos impuso un
tratado como consta en el mismo tratado, mientras él tenía
el territorio invadido, carece de derecho adquirir ese territo-
rio vital para la República del Ecuador, por obra de la inva-
sión y por obra de las armas; nosotros no reconoceremos esa
adquisición terriorial hecha por obra de las armas, de acuerdo
con los Estatutos de la Organización de Estados Americanos,
nada más.
NO RECONOCEREMOS LAS ADQUISICIONES POR OBRA
DE LA FUERZA
No decimos más, y desafiamos a cualquier entidad publi-
cista, sindical o de estado y de sentido común, a cualquier go-
bierno, a que contradiga estos hechos: si esta tesis es escamo-
teada por los intereses de los estados; esta tesis si sabéis per-
sistir en ella, tarde o temprano será aclamada por el corazón
de los pueblos inclusive por los peruanos, el auténtico pueblo
peruano aclamará nuestra tesis. Nosotros nos dirigimos a la
conciencia de los pueblos; ni amenazamos con guerra, ni pro-
vocamos con guerra; yo no estoy de acuerdo que nuestras ma-
nifestaciones cívicas en las calles sean una provocación; no
faltaba más que en un momento de decencia con esta Patria
acostumbrada en entregarse plenamente al extranjero, no
hubiera pueblo que en las calles y plazas que protesten, que
no reconocemos las adquisiciones hechas por obra de la fuer-
za de acuerdo con los estatutos de la Organización de los Es-
tados Americanos.
Tenemos que imitar lo que el Vicepresidente de la Repú-
blica, Dr. Carlos Julio Arosemena Monroy, hizo con grande
eficacia, con grande elegancia en un discurso magnífico, im-
provisado y preciso, allá en México ante las Cámaras Legisla-
tivas de México; cuatro palabras para revelar que también el
Ecuador es una Nación Hispanoamericana. ¿Creíais vosotros
que el Ecuador no es una Nación Hispanoamericana? El
Perú, parece que cree que no somos una Nación Hispanoame-
ricana; nos amenaza, porque decimos que no sabremos noso-
tros reconocer, las adquisiciones territoriales hechas por las
armas, nos amenazan, nos dicen que estamos conmoviendo,
perturbando la conciencia continental; habría que preguntar:
¿Quién perturba la conciencia continenal: el tirano que
pretende subyugar al hombre orgulloso, o el hombre orgulloso
que dice al tirano: TU NO TIENES DERECHOS, YO ESTOY
AMPARADO EN LA VERDAD Y LA JUSTICIA?
¿Esto es perturbar la paz continental?
¿Es tan miserable la paz hispanoamericana, que ha de ci-
mentarse en la injusticia y en la barbarie?
Tenemos que buscar otra clase de paz hispanoamericana;
una paz en que estos pueblos —todos ellos— cuenten con ele-
mentos geográficos y económicos necesarios para garantizar,
su vida actual y para garantizar el futuro de la nación.
En total, lejos de aprovechar la recordación vuestra pa-
ra hablar en el lenguaje franco y claro que debemos hablar.
lo cual no es una provocación, lo cual no es amenaza, se haya
ocultado, no se haya dado a esta victoria, a este hecho histó-
rico, el valor que necesitan, sólo por antipatía a Dn. Gabriel
García Moreno. Yo por mi parte estoy muy lejos de Dn. Ga-
briel García Moreno en lo espiritual, sobre todo del Gabriel
García Moreno último, el joven era mucho más audaz, el joven
García Moreno era mucho más audaz, mucho más liberal;
mas tarde este hombre eminente, admirablemente patriota y
honrado, concibió un concepto político-religioso, que real-
mente lo aleja de los que tenemos un criterio laico y liberal
para concebir un estado, pero vosotros en nombre de ese crite-
rio laico y liberal sabemos que el liberalismo es bastante f uer-
te para reconocer y aplaudir al héroe, en el momento que el.
héroe es héroe, sea cual fuere el partido o la doctrina política
que lo ampare.
GUAYAQUIL ES LA PATRIA DE LA
PASION Y DEL SENTIMIENTO
— 128 —
cer al sentimiento"; no hay cosa más profunda, no hay cosa
más grande; creemos que obedecemos a la razón, pero en el
fondo estamos obedeciendo a ese cáliz impetuoso de la pasión,
de la intuición humana. Cuando la pasión es generosa capta
irradiante al contacto con las dificultades de la historia; to-
dos nuestros razonamientos se reducen a obedecer al senti-
miento. Guayaquil, ciudad de sentimientos, es por ésto, la que
empuja, la que impulsa todas las grandes revoluciones ecua-
torianas.
AFIRMACION DE LA VERDAD
— 130 —
BASES DE SU PERSONALIDAD
Y aquí más fácil establecer un derecho internacional ame-
ricano a causa de esta base fundamental de un mismo credo
político en Hispanoamérica, de una misma raza, de .una mis-
- ma educación, de una misma tradición, de una misma religión,
de una misma modalidad fundamental del ser; de aquí ha re-
sultado fácil hablar del Derecho Internacional Americano, so-
bre todo de un derecho internacoinal hispanoamericano, cen-
tro-americano, sudamericano, hispano-latinoamericano. No
es monstruoso, por consiguiente que Latinoamérica, heredera
de Caballeros, heredera del Quijote, aleccionada por Bolívar,
por Rodó, por Sarmiento; no es ridículo que en esta América
Española, en donde abundan las tierras y falta población, trai-
gamos la invasión ridícula, ultra-ridícula del imperialismo ex-
clusivista europeo para pretender asfixiar a un pueblo peque-
ño, arrebatándole las bases en que se constituye su nacionali-
dad? Hay o no hay tierras abundantes en América Latina?
Hay o no hay falta de población en América Latina? En el
Amazonas ha habido o no ha habido naciones que han ido allá
a hacer su asiento jurídico, su asiento claro, su asiento termi-
nante? Un poco más de tierras en medio de la indefinición
- ‘> * de límites en la colonia, un DOC() más de tierras más al norte,
j
más al sur, pero, quién puede negar que en el canal amazó-
11. nico el Ecuador, el Perú, Colombia, el Brasil, tienen su campo
propio y su canal puesto por la naturaleza en beneficio de la
América Hispana, en beneficio de los hombres, en beneficio de
la paz, del progreso y del desarrollo que deben tener las gene-
raciones futuras? Quién puede negar esto, señores Congresis-
tas de la República del Ecuador? El Perú no va a negar. Este
momento tengo presente la memoria de 1853, del Ministro de
Gobierno y Relaciones Exteriores del Perú, José Manuel Tira-
do, reconociendo expresamente el carácter amazónico de su
propio país, del Ecuador, de Colombia y del Brasil; este m0-
— 132 —
— 134 —
Cuba reclama, por qué no va a reclamar el Ecuador?; nosotros
no alteramos la paz al reclamar; no altera la paz nunca la
víctima, sino el victimario; no altera nunca la paz el pueblo
que siente que se asfixia, sino el pueblo que lo tiene al otro
injustamente asfixiado. Cuando por tener generosidad de es-
píritu jurídico amplio, podríamos tener aquí una América.
Hispana llena de esperanzas, con capacidad de desarrollo eco-
nómico, con capacidad de vigorizar al pueblo sud-americano,
con capacidad de ilustrar a nuestras masas sudamericanas,
Con plena capacidad de dar el pan, el abrigo, la carretera, el
regadío a nuestros pueblos sudamericanos, a nuestros campe-
sinos sudamericanos, para que sea el capital humano, la fuer-
za humana de la raza hispanoamericana la que haga cumplir
alguna vez su función purificadora en nuestra historia.
PRACTICAR LA JUSTICIA
SERVICIO AL PUEBLO
ES EL PUEBLO
SANTUARIO CIVICO
. :
J1/2, •
--140—
— 143 —
sino aún la coacción diplomática, aún la coacción económica;
pues bien, acaban los mismos Plenipotenciarios, los mismos Ge-
nerales peruanos en estos días, acaban de reconocer, QUE SUS
TROPAS ENTRARON A LAS ENTRAÑAS Y AL CORAZON
DE LA REPUBLICA, luego esa guerra de agresión, esa gue-
_, rra infame, no podía contener otro resultado, que un tratado
de agresión impuesto por la fuerza, violando las normas de
la civilización, de la convivencia hispanoamericana, y por
consiguiente, un tratado NULO, ABSOLUTAMENTE NULO,
y un triunfo al Ecuador AMAZONICO, SIEMPRE AMAZO-
NICO.
EL TRATADO DE RIO ES EL FRUTO DE LA
INSOLENCIA IMPERIALISTA
Sería el colmo de la tontería, que nosotros manchemos
nuestra causa, provocando, atacando, retando; nosotros no
provocaremos, somos demasiado inteligentes; si el Perú quie-
re atacar, que ataque y que se ponga al desnudo, se pruebe
una vez más el tratado de Río de Janeiro, obra de la inva-
sión, del abuso y de la insolencia imperialista e invasora.
Nosotros somos demasiado inteligentes para manchar nues-
tra causa en un momento actual, como el momento sudame-
ricano; en que tenemos instituciones que de una manera cla-
ra y terminante están a nuestro favor, instituciones que de
una manera matemática nos dan la razón; ¿nosotros atacar,
provocar?, jamás, pero el que nos invada, si alguna vez alguien
nos invade, por poderoso que sea, sepa que pagará con su
sangre, las venganzas invencibles de una Patria Soberana,
que no puede permitir que nadie la humille ni conculque.
- Nosotros no nos amedraremos, nosotros no perderemos la cal-
ma, nuestro frente interno, aun cuando otra cosa crean las
-5 radiodifusoras peruanas, nuestro frente interno permanecerá
..-1»t .absolutamente unido y solidario ante este modesto servidor
de la Patria, Presidente Constitucional de la República.
FUNCION VITAL
UN IDEAL NACIONAL
CIELOS INVULNERABLES
Yo aprecio y respeto a todas las Fuerzas Armadas de la
República, yo sé lo que cada una de ellas técnicamente sig-
nifican y representan en una empresa militar; la empresa
militar es la quintaesencia de la intuición defensiva de los
hombres, por eso es que todo en las Fuerzas Armadas es sa-
bio, todo es psicológico, todo está perfectamente estudiado,
todo responde a diversas actitudes psicológicas y morales de
los hombres. Rindo pues mi homenaje, a las Fuerzas Arma-
das de Tierra, a las Fuerzas Armadas que custodian nuestras
costas y lo rindo con toda sinceridad„ que crean ellas, que
yo las comprendo, las aprecio, las amo y las respeto. Pero es
lo cierto, que las condiciones de la guerra moderna, han dado
a la aviación una misión muy especial, una misión excelsa,
yo os felicito a vosotros, jóvenes aviadores, yo os felicito a
vosotros Jefes de estos jóvenes aviadores, por la misión tras-
cendental que la milicia moderna os ha dado, que la guerra
moderna os ha dado, yo espero que los cielos de nuestra Pa-
tria, que los cielos de Guayaquil, y de Quito y de El Oro y de
todas partes, sean invulnerables por el heroísmo grandioso
de los jóvenes aviadores de la República del Ecuador.
ANHELO DE AVENTURA
La aviación misma, como está la aviación, es tan grande
y tan magnífica; la aviación corresponde a este anhelo de
aventura, sin el cual el hombre deja de ser hombre; vosotros
véis al hombre empírico, buscando su negocio, buscando su
salud, buscando su bienestar, ese pobre hombre, no repre-
senta a la especie humana, y vosotros no podéis saber cuántos
dolores, cuántas aflicciones, hay en medio de un hombre em-
pírico, consagrado al negocio, porque la especie humana na-
ció para otra cosa, no nació para conquistar únicamente ri-
quezas; la especie humana nació para conquistar el honor.
la verdad y la justicia, por el valor, por el heroísmo, por la
decisión en afirmar la verdad, el honor y la justicia.
LENGUAJE DE SOLDADO
411
41,
ECUADOR — URUGUAY
BUSCAR A UN PUEBLO
INTERES CONTINENTAL
HOMBRES DE CORAZON
• Señor Embajador:
CRISIS EN EL MUNDO
Hay en el mundo una muy grave crisis. Son las bases mo-
rales —y no otras— las que están sacudidas y como consecuen-
cia de ésto se ha producido la confusión y las tinieblas en los
órdenes internacional y económico, diplomático y social.
La humanidad busca la paz. Aparentemente hay sólo lu-
chas y confusiones. En el fondo, es la paz lo que la humani-
dad quiere. Y esta paz no puede ser obtenida sin el imperio
del derecho para grandes y pequeños, débiles y fuertes. La
igualdad ante el deber y ante la ley, la sinceridad en la bús-
queda de la justicia, la cooperación para que Estados e indi-
viduos puedan vivir, desenvolverse y obtener finalidades espi-
— 171 —
rituales —sin las cuales todo sucumbe— son condiciones in-
dispensables de una convivencia realmente humana.
El egoismo exclusivista territorial o económico no permi-
tirá la paz; porque los pueblos grandes o pequeños se manten-
drán en indomable rebelión contra el egoismo exclusivista te-
rritorial o económico. Los pueblos muerden el freno de la de-
rrota, porque nada pueden contra una mayor fuerza, pero pre-
paran con inagotable reacción, los días de rebelión y de re-
vancha.
MISION DE LOS EE. UU.
Los Estados Unidos de Norte América, ilustre Patria vues-
tra, señor Embajador, tiene en el momento actual la misión
sagrada de mantener en el mundo el equilibrio y de defender
la libertad y democracia realmente amadas, efectivas y vividas.
En su misión los Estados Unidos de Norte América encontra-
rán de parte del Ecuador y de su pueblo espontánea, fácil, en-
tusiasta cooperación. La civilización de nuestro tiempo
—como la de todas las épocas— tiene mortales enemigos. Los
enemigos de la hora son la tendencia cuantitativa en todo y
para todo, en lo individual y lo nacional, en lo continental y la
mundial, en lo público y en lo privado, con su amenaza de con-
vertir al hombre en simple engranaje de la sociedad o del Es-
tado; la lucha de clases con su odio ciego y sus revanchas in-
definidas; la preponderancia de un Estado sobre los demás Es-
tados con toda clase de recursos y artificios.
EL REMEDIO
El remedio contra estos males es regresar al idealismo es-
piritualista; es la fé en la libertad y la justicia como valores;
efectivos. Demos a los pueblos la impresión sincera de que la-
boramos por hacer efectiva la libertad por convertir la justi-
cia en efectividad, y no preponderarán los actuales enemigos
de la civilización.
La América, el Continente americano, en el cual, todas las
Naciones son iguales en derechos y obligaciones, está llamada
a procurar para la humanidad una nueva edad un nuevo mo-
mento histórico de idealismo, de respeto a los derechos, de coo-
peración y fraternidad. El panamericanismo con sus declara-
ciones es la protesta contra la política que casi destruyó al
Viejo Continente y que tantas desgracias ha ocasionado en el
nuestro por no haber escuchado las sabias enseñanzas de Bo-
lívar, genio universal magnífico, y de los pocos discípulos que
Bolívar ha tenido: un Rodó, un Martí, en cierto sentido un
Wilson.
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— 172 —
NO INTERVENCION
Tenemos que procurar que en América haya justicia. Que
las declaraciones panamericanas no queden escritas sino que
:sean efectivas. Toda intervención de cualquier Estado en los
-asuntos de otro Estado tiene que quedar condenada, anatema-
- tizada. Toda intervención extracontinental o dentro del Con-
tinente es inmoral y antijurídica. Los sinsabores de las Na-
ciones Unidas en el Congo donde los factores nacionales están
apenas en embrión, demuestran que prácticamente la inter-
vención conduce al caos. ¡Qué diremos de una intervención
en un Estado con factores nacionales definitivos y diversas
fuerzas nacionales precisas y determinadas que desde afuera
no pueden ser debidamente conocidas! Quede a la conciencia
popular del Continente ir rectificando los desvíos de la políti-
ca interna de los pueblos. Puede ser que con el tiempo la con-
ciencia continental de los pueblos y de la opinión pública de-
termine intervenciones colectivas con bases reales y justas. Es-
peremos estos tiempos que aún no llegan.
PROSCRIPCION DE LA GUERRA
La guerra debe quedar proscrita para siempre. El esfuer-
zo de la civilización ha consistido precisamente en desautori-
zar la guerra, en negarle —en cuanto esencia bélica— efectos
jurídicos. La invasión, el incendio de ciudades y pueblos para
conquistar territorio son actos abominables para la conciencia
contemporánea y constituyen ignominia jurídicas después
de las declaraciones panamericanas aceptadas por todos
los Estados de la América. La primera Conferencia Paname-
ricana de Washington del 2 de octubre de 1889 al 19 de abril
de 1890 declaró ya que "las cesiones de territorio serán nulas
y se tendrán como no acontecidas si se verifican bajo amena-
za de guerra o con presión de fuerzas armadas". Urgente que
después de estas declaraciones y de las normas y estatutos de
la Séptima Conferencia de Montevideo de 1933 y de la Octava
Conferencia Interamericana de Lima de 1938 y de la Carta de
la Organización de los Estados Americanos, se vivan práctica-
mente estas normas, declaraciones y estatutos. De otro modo
la conciencia popular se cree envuelta en farsas y reacciona
poderosamente, a veces, en forma primitiva.
EL ECUADOR
Nuestro País señor Embajador, está empeñado, como lo
observáis con sagacidad, en el mejoramiento de las condiciones
— 173 —
sociales y económicas de sus habitantes. Anhelamos para
nuestro empeño una cooperación financiera fácil, rápida, efi-
ciente. Hay que aprovechar los momentos en que pueblos y
gobiernos se empeñan por su mejoramiento económico y social.
Talvez las demoras indefinidas con diversos pretextos traigan
el recurso cuando ya los espíritus no están en capacidad de
aprovecharlos y agradecerlos.
Laudable el recuerdo vuestro de que la actuación de los-
Estados Unidos en la última Conferencia de Bogotá representa
el anhelo de vuestro País por ayudar a los latinoamericanos.
Si nos empeñamos rápida y eficientemente en la práctica de
la cooperación, si educamos para la verdadera libertad y la au-
téntica democracia, no tendrán éxito los enemigos de la civi-
lización en su lucha que jamás terminaría, porque siempre será
el dolor en la historia.
Recordáis en vuestro discurso que el Ecuador dió el Pri-
mer Grito de la Independencia en el Continente sudamericano.
Por feliz coincidencia la Undécima Conferencia Interamerica-
na que será por antonomasia la Conferencia preocupada con
el problema de la libertad en el Continente y del respeto entre
sus pueblos, se realizará en Quito la Ciudad del 2 de Agosto de
1810. Colombia, la Grande dió la libertad a la América del
Sur e inició la doctrina que desconoce a la guerra —en cuanta
tal— capacidad intrínseca para crear situaciones humanas
como lo demostró después de Pichincha, después de Tarqui.
Colombia la Grande —la de Simón Rodríguez, de Espejo y de
Nariño— la de Bolívar, ante todo anunció los principios que
siglos después consagrarían el panamericanismo y la Sociedad
de las Naciones de Wilson y de Briand.
Presentad al Presidente de los Estados Unidos de Norte
América toda mi amistad y consideraciones. Las declaracio-
nes idealistas y afirmativas, humanas y futuristas del Presi-
dente Electo de los Estados Unidos han llenado de esperanza
las corazones del mundo y especialmente los de América espa-
ñola. Formulo fervientes votos por el progreso creciente de
los Estados Unidos y por vuestro éxito personal Señor Emba-
jador. }
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— 174 —
— 175 —
por una idea, aquel que cruza como cruzasteis vosotros tantas
veces, campos desolados, noches lóbregas para combatir por
aquello que creísteis que era la verdadera religión o por aquello
que creísteis que era la verdadera libertad; aquellos hombres,
aquellas mujeres merecen bien de la humanidad, porque la
humanidad vive del ideal y de la pasión por el ideal; esas son
las grandes pasiones que no hay más que canalizarlas para
formar a los grandes pueblos, para formar a los grandes paí-
ses; canalicemos vuestras pasiones, hombres del Carchi, ca-
nalicémoslas hacia una Patria Ecuatoriana vigorosa, fuerte,
justa y poderosa en el orden internacional, y triunfaremos; y,
con vuestras glorias, dolores, exaltaciones y pasiones, veréis
un día el bienestar económico como consecuencia, como pre-
mio de vuestra grandeza ideal, porque la economía se rinde
ante el hombre espiritual, al paso que el hombre que niega
del espíritu, la economía lo corrompe y lo degrada.
REALIDAD NACIONAL
Si vosotros hubiérais tenido, como Colombia tiene sus De-
partamentos; si hubiérais tenido vuestro Consejo Provincial
desde hace muchos años, pero no como una simple denomi-
nación jurídica, no como una simple circunscripción teórica-
geográfica, sino con autoridad propia, con recursos propios,
con abundantes recursos propios; si las entradas nacionales
se hubieran distribuído en tres tendencias nacionales, unas
entradas, unos recursos nacionales para la Nación, para la
Nación como totalidad, para las necesidades nacionales; otros
recursos para las necesidades provinciales; otros recursos pa-
ra las necesidades cantonales; si hubiéramos tenido una Na-
ción fuerte, con Consejos Provinciales fuertes, con propia au-
toridad, con propios recursos, y con Concejos Cantonales fuer-
tes, con propios recursos, y con propia autoridad, no lamen-
taríamos el lamentable, el desastroso atraso que hoy hay en_
el Ecuador; ¡qué escuelas las ecuatorianas! ¡en qué bancos
se sientan los niños!, en qué textos aprenden; hay lugares
donde no existe ni el Mapa Ecuatoriano; hay lugares donde no
llega la Geografía Ecuatoriana, llega la historia y la geogra-
fía peruana; y queremos formar Patria y vivimos en ese des
cuido, y vivimos en este atraso; ¡qué cárceles las ecuatoria-
nas!, qué monstruosidad de cárceles; ¡qué servicios de asís-
— 177 —
tencia!, nos complacemos con cambiar nombres; un día era la
Beneficencia Pública, otro día en la Asistencia Pública,
hoy en la Asistencia Social; estamos ufanos con los
nombres y qué pobreza esencial, y qué carencia y mi-
seria; sea Asistencia Pública, Asistencia Social o Bene-
ficencia, da lo mismo, la misma realidad de pobreza. Por eso
me complazco, señores, de que hoy se celebre esto que se lla-
ma la Provincia del Carchi, el nacimiento del Carchi como
provincia; hasta el año 44 fue una simple denominación geo-
gráfica, desde el 44 para acá es una entidad con escasos re-
cursos, con escasos poderes que vive en gran parte de la de
pendencia del Estado, que tiene que estar pidiendo al Esta-
do recursos y ayuda; pues hoy, que tenemos una nueva vida
nacional, hoy que creemos que somos una entidad igual al
Perú, igual al Brasil; hoy que creemos que tenemos derechos
que defender en el Continente; hoy que el pueblo ecuatoriano
y el Congreso han levantado la frente, tenemos necesidad de
reorganizarnos por dentro, en el orden institucional, en el
orden de la justicia social. Al Congreso le supliqué que hicie-
ra un pequeño esfuerzo para esta reorganización, el Congre-
so, —que ha hecho muy buenas cosas por cierto—, ha dado
ciertas leyes importantes, se descuidó de esto. Alguna vez,
tenemos necesidad de una organización decente; la Nación, la
provincia, el municipio; recursos nacionales para las necesi-
dades nacionales; recursos provinciales, para las necesidades
provinciales; recursos cantonales para las necesidades canto-
nales; alguna vez tenemos que hacer este esfuerzo; ayudadme
a cumplirlo y hacerlo, ayudadme a desautorizar esa tenden-
cia malvada a destruir la Patria creando toda clase de enti-
dades autónomas; en muchas partes, —no aquí en Tulcán
por dicha— pero en muchas partes se quiere dar agua pota-
ble a la población, lejos de encargarle al Municipio, darle re-
cursos para que de agua a la población, se crea una junta au-
tónoma y se le dota de recursos para que tenga empleados,
secretarías, máquinas de escribir, burocracia propia, y ella dé
agua a la población, con lo cual se han duplicado los gastos, se
ha desautorizado al Concejo Cantonal y se ha creado una en-
tidad inmoral. En alguna provincia hay tres entidades autó-
nomas encargadas de dar agua potable, —creo que esas tres
entidades existen hace quince años— es una provincia que se
muere de sed, pero los intereses creados están rebosando de
agua fresca, cosa tan inmoral. Hemos sido técnicos en desor-
ganizarnos.
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— 178 —
SECTARISMO LIBRESCO
Después vino la época libresca y nos dedicamos al secta-
rismo libresco que no sirve para nada. En lo uno hay la hom-
- bría, en el otro hay amargura. Hoy enfoquemos toda vuestra
fuerza de hombres, toda vuestra pasión de hombres del Nor-
te, todo vuestro amor a las causas grandes; enfoquemos vues-
tra fuerza, dirijamos vuestra fuerza, dirijamos el personalis-
. mo de los ambateños, dirijamos la sentimentalidad del coste-
ño, dirijamos el espírítu meditativo del quiteño, dirijamos la
fuerza de combate del riobambeño, todo, toda esta multiplici-
,dad de factores que forman una gran Patria, que nos han da-
do un Montalvo, que nos han dado un Rocafuerte; dirijamos
- todo esto hacia dos cosas: la reivindicacón internacional del
Ecuador y el levantamiento económico y social del pueblo
ecuatoriano.
Señor Presidente: yo he abusado de vuestra bondad, por
. mi culpa habéis consentido en que distinguidos oradores ha
'bien a pesar de que eso no estaba en el orden del día, por mi
culpa y por vuestra bondad me habéis tolerado un largo dis-
curso, pero por lo menos recibid, señor Presidente, toda mi
gratitud y que el pueblo del Carchi, los hombres del Norte,
.sepan que yo no averiguo quien ha dado el voto por mí yo no
averiguo eso, yo respeto la libertad de la persona, yo respeto
,e1 sentimiento ajeno, yo respeto las simpatías ajenas, yo no
averiguo eso; de hecho hoy soy Presidente del Ecuador, y de
'hecho hoy quiero serviros con todas las fuerzas de mi alma, y
Jquiero que me ayudéis a salvar a la Patria Ecuatoriana.
-
CIVISMO
i83
hay que creer que porque se esboza un prográma abstracto,
este programa abstracto puede a rilicarse inmediatamente a
las realidades arduas, difíciles de la vida.
Hasta ahora el Ecuador ha vivido de declaraciones líri-
cas. Liberalés, conservadores, socialistas, declamaciones alre-
dedor de estos conceptos. No siempre los liberales, han sabido
ser liberales; no siempre los conservadores han sabido ser con-
servadores; no siempre los socialistas han sabido ser socialis-
tas; con mucha frecuencia estas denominaciones han ocul-
tado ansias de nombradía y casi siempre realidades de sacri-
ficio; por esto nuestra Patria un día perdió 200.000 kilómetros
cuadrados. ¿Por qué perdimos nosotros 200.000 kilómetros cua-
drados y por qué no los perdió el Perú? Porque el Perú a
pesar de sus luchas ha sabido tener el concepto de las reali-
dades, ha sabido gobernar para dominar las realidades; y no-
sotros hablamos de liberalismo, hablamos de conservadorismo
y hablamos de socialismo o comunismo, pero hemos deápre-
ciado las reales y positivas necesidades del pueblo: declama-
dores y sin gobierno, por eso estamos hoy presenciando la
miseria que amenaza a la República y de la cual yo trataré
de sacarla, porque yo sí sé servir a los humildes.
Para mí jamás la palabra pueblo ha sido una palabra de
declamación, jamás. Cuando subí a la Primera Magistratura
el año 34 lo primero que hice es decir a mi dinámico Ministro
de Obras Públicas y noble amigo de siempre: es me-
nester ensanchar y por lo menos empedrar la carre-
tera que conduce de Tulcán. a Quito; y nos empeñamos
en esa obra, salvamos los barrancos que existían cuando yo
llegué a la primera magistratura; y la carretera que hoy existe
con todos los defectos; la carretera empedrada con todos sus
inconvenientes, fué obra absoluta del Ministro Montero y de
Velasco Ibarra, en su Primera Administración en el Poder. Me
empeñé yo inmediatamente en hacer que Tulcán tuviese cier-
tos edificios públicos hasta por decencia frente a Colombia,
hasta por dignidad frente a Colombia; la Gobernación, tales o
cuales escuelas, porque he creído siempre que la declamación
'lírica no conduce a nada; es menester mezclarse en el barro- de
las necesidades, para sin mancharse en el barro, hacer del ba-
rro el sedimento de la civilización humana.
MEZCLADO CON EL HUMILDE
Cuando yo llegué a mi Tercer Gobierno, ya amenazaba a
Tulcán la terrible pobreza. Creí que el- camino para salvar a
Tulcán era conectándolo con carreteras, con carreteras al
Oriente y Occidente y con todo el deseo de servir a los humil-
des; Tulcán me vio a mí personalmente vigilando la carretera
T~TrTTITITT~T' ~15W
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, .
— 184 — *
Tufiño-Maldonado, en el barro, mezclado con el humilde, sin-
tiendo al humilde; como operario, como peón, como trabaja-
dor, a cuatro mil metros de altura, enterrado en el barro, en
el barranco; así estuve yo en el frío más glacial mezclado con
el operario; debe haber muchos aquí que me vieron, que con-
migo treparen a la altura y conmigo descendieron; porque
en verdad, sacar al Ecuador, sacar a Tulcán de la miseria, hay
que hacerlo y lo haremos.
Si Bolívar, si Sucre, dieron Independencia a la América
cuando todos los factores parecían absurdos, probándonos así
la potencia de la voluntad humana, cuando la volutad huma-
na está perfectamente dirigida por el cerebro, ¿no vamos no-
sotros a poder sacar a Tulcán de la miseria? Sí, la sacaremos.
LA CARRETERA SE HARA
El señor Ministro de Obras Públicas, que también está
con los humildes, y que está prácticamente con los humildes
terminará la carretera a Maldonado; a él, a este hombre de
trabajo, a este gran amigo mío le dije yo, desde antes que sea
Ministro, cuando yo pensé pedirle que me acompañara: "Ca-
rretera Tufiño-Maldonado, carretera Tufiño-Maldonado" por-
que eso os desahogará, eso y la conquista de mercados para
los productos ecuatorianos de los cuales se ha hablado cien
veces antes de ahora, eso dará desahogo, alentará al trabajo
del agricultor, eso será una fuente de reposo y de paz para la
ciudad de Tulcán, para la provincia del Carchi. Yo os respon-
do a vosotros que la carretera se hará, y tengo títulos para de-
cir que se hará. Yo convoco aquí a los que me vieron trabajar
esa carretera; mi acción en esa carretera era tan intensa co-
mo el deseo vuestro. Quiero insistir un poco en esto de que yo
practicamente estoy con el humilde; hace dos días me han
denunciado que en la cárcel de Laja había una huelga de
hambre, por la infelicidad económica en que habían caído los
reclusos, porque los Municipios no cumplían con su deber de
dar las rentas necesarias a esa cárcel de reclusos, y he aban-
donado el banqiiete, he ido inmediatamente allá, a ese lugar'
lóbrego y espantoso, a ese lugar en donde el estómago del hom-
bre más fuerte se revuelve, a ese tugurio infecto, allí he visto
cómo están los infelices, allí he estado con los infelices, ahí he
mejorado su situación en 24 horas, ahí han tenido pan abun-
dante en 24 horas, lo van a tener durante este mes y voy a
buscar un medio de financiación; y si este medio de financia-
ción me falla, seguiré con el método que he adoptado hasta el
momento; ahí he estado con los infelices, aliviando su situa-
ción, de hombre a hombre, casi solo con mis edecanes, con el
Alcalde de la ciudad y con el Gobernador de la ciudad de Laja.
— 185 —
NO ESTAREIS ABANDONADOS
POLITICA DE VIVIENDA
CONSOLAOS
Nada más tremendo, señoras y señores, que la pobreza en
:nuestras poblaciones y en nuestros campos, en nuestras cár-
celes, en nuestros Municipios, en nuestros Institutos escola-
res. No solamente hay pobreza, consolaos amigos míos y hom-
bres del Carchi, consolaos! no solamente hay pobreza en esta
provincia. Creedme que si visitáis el- sur de nuestra provincia
de Loja, encontraréis una pobreza espantosa. También allí el
problema del contrabando. Es un problema, creedme; pero qué
podemos hacer, ¿lanzarnos a una lucha de clases, lanzarnos
a un precipitado combate contra los capitales?; yo personal-
mente no lo haré, de manera que os digo con verdad, lo dije
antes de ser Presidente, no he ocultado y lo repito ahora: Una
lucha de clases en el momento actual incitando a unos ecua-
torianos contra otros, engendrando la desconfianza, haciendo
que huyan los pocos capitales de que disponemos, no haría
sino aumentar la miseria, provocar una hecatombre revolu-
cionaria de la cual no nos curaríamos jamás. Yo no haré ja-
:más lucha de clases; yo pediré a los ricos y les impondré a los
ricos que cumplan con su deber y pediré a todos que haya la
coordinación y unidad nacional como el único método para de-
fendernos de la miseria.
-- 189 --
EL PROBLEMA INTERNACIONAL
VIVIMOS DE LA INJUSTICIA
Naturalmente yo estoy ubicado en situaciones legales,
dentro de engranajes administrativos, dentro de procedimien-
tos que unos se engranan con otros, que no me permiten dar
a mis afectos, dar a mis deseos, dar a mis afanes toda la rea-
lización que yo deseara; pero dentro de esa red de circuns-
tancias, en que un Presidente Constitucional se siente colo-
cado, dentro de ese engranaje de dificultades vosotros podéis
creer en la absoluta buena voluntad para con vosotros, en mi
deseo de aliviaros vuestra situación económica. Yo compren-
do lo que es la angustia de un hombre que necesita tener su
espíritu tranquilo para poder meditar en cosas profundas, y
que no lo puede hacer porque tiene que pagar el arrendamien-
to, y que no lo puede hacer porque tiene que alimentar una
mujer y a varios hijos; es la gran injusticia de la sociedad que
ja.ay que irla reformando y modificando poco a poco; las so-
ciedades están organizadas a base de injusticia, hay que irlas
reformando, no creando nuevas injusticias y nuevos odios
sino reformándolas con orientación firme y poderosa de quien
ansía que en la sociedad, cada persona ocupe el puesto que
debe ocupar, y de quien comprende que lo económico debe
ser para bien del hombre y no el hombre para vivir angustia-
do ante las miserables y bajas realidades económicas.
MAS JUSTICIA
Esto dicho, señores Profesores, no puedo menos de aplau-
dir el recuerdo que ha hecho el Ministro de Educación Públi-
ca de ciertas fechas ecuatorianas, que representan un paso
del Ecuador hacia adelante, hacia más humanidad, hacia
más justicia. Todo lo que sea anhelar el optimismo del alma
ecuatoriana es una cosa noble y sana, y los hechos históricos
citados por el dinámico y distinguido señor Ministro de Edu-
cación Pública, servirán para levantar el alma de la Patria
cuando a la República del Ecuador -se le decía hace pocos días-
"Que los intereses continentales primaban sobre las demás
cuestiones", cuando se le decía hace pocos días "Que se le ha-
bía sacrificado en aras del Panamericanismo", se estaba crean-
do con insensates en el país, un complejo de inferioridad; si
jos intereses continentales priman sobre los legítimos intere-
-- 201 --
'Bes ecuatorianos, si al Ecuador se le ha sacrificado para el
Panamericanismo, el Ecuador es un país inferior; eso es lo
-que poco a poco va cimentándose en la conciencia, y perdido
el brío nacional, perdido el arranque nacional, perdido el or-
gullo nacional; poco a poco invaden al país, la disolución, la
descomposición; el maestro también pierde su brío, el profe-
sor pierde la fe, el alumno pierde la esperanza y los elemen-
tos de disociación van actuando de una manera negativa;
pero cuando decimos que el Ecuador es la Patria de Espejo
y de Rocafuerte y de Montalvo, que la Patria Ecuatoriana tie-
ne tanto derecho como el Perú, tanto como los Estados Uni-
dos, como Francia, como España, y como todas las naciones
del mundo, entonces surge, poco a poco, la cohesión nacional,
el orgullo nacional; entonces tenernos algún objeto en la His-
toria, un objeto en Hispanoamérica; entonces sí el profesor
tiene interés en formar alumnos que sirvan a la grandeza de
la Patria y que digan algo a Hispanoamérica. Entonces el
profesor ya se dirige a seres vivientes, a seres actuantes, el
profesor ya es un ser activo que se dirige a elementos activos,
el profesor tiene una finalidad, el alumno una finalidad, por-
que la Nación Ecuatoriana, porque la América Hispana, por-
que la humanidad tiene una finalidad que está forjada por el
profesor que está preparando el alumno, que un día será pro-
fesor, conductor y maestro.
FORJADORES DE ESPIRITES
Apenas habrá, señores profesores, algo más respetable que
la función que vosotros tenéis: Maestros! Formadores de
maestros, creadores de maestros. Yo os decía al principio_ que
yo no soy ni un profesor ni un maestro, que agradezco la
amabilidad de los nobles oradores que han hablado antes, pe-
ro que yo no soy; pero más o menos en la mente tengo una
especie de idea, de concepto vago de lo que es o debe ser un
profesor y un maestro; y vosotros perdonaréis este modesto
diálogo mío, sólo en el afán de manifestaros mi interés por
vosotros, mi interés yo no podría manifestaros sino di ciéndoos
qué es lo que creo de un profesor y de un maestro; en defini-
tiva, qué es un maestro, qué es un profesor: es un espíritu
humano que se imprimé en otro espíritu humano; es el espí-
ritu del hombre o de la mujer experimentados que se imprime
en el espíritu del hombre o de la mujer sin experiencia, espí-
ritu de hombre o de mujer, lleno de plasticidad, lleno de ma-
leabilidad, del cual pueden brotar muchas grandes cosas, en
el cual pueden brotar muchos grandes males; el espíritu de
un hombre que se comunica con otro espíritu de hombre; el
uno dotado de poder activo, el otro principalmente de poder
— 202 —
receptivo; el uno ya forjado, el otro por forjarse; el uno tal vez
un poco rígido ya, por la experiencia de la vida, el otro lleno
de variabilidad; el uno ya con un horizonte con perspectiva
amplia, el otro con la curiosidad de la esperanza; sois pues
los creadores de espíritus, los forjadores de los espíritus que
un día se abrirán a la claridad de la vida, he aquí vuestra im-
portancia, he aquí vuestra responsabilidad. El profesor que ha-
bla delante de 20 alumnos en cualquier materia; lo mismo dá
que esa materia sea: Etica, o que sea Matemáticas, o que sea
Química; el profesor que habla delante de 10, 20 o de 30 alum-
nos, con su gesto, con su modo, con su irradiación, con sus pa-
labras, con sus enseñanzas está imprimiendo en un alma jo-
ven, está dejando una huella, está extrayendo de esa alma
jóven a la que se dirige todo lo que ella tiene de latencia, la-
tencia a lo grande, a lo afirmativo y a lo noble, como también
capacidad de negación y de delito; he aquí vuestra enorme res-
ponsabilidad, señores profesores.
TRIUNFAR EN LA VIDA
Lo decía muy bien el distinguido profesor, que habló an-
tes que el señor Ministro de Educación Pública, (señor José
Blas Gimeno), y lo decía muy bien el señor Ministro de Edu-
cación Pública, y lo han dicho bien el Director General de
Educación y la señora Lea Hearn, que habló en representa-
ción del Director del Servicio Cooperativo Interamericano de•
Educación Pública; tenemos hoy una humanidad un poco ra-
ra, hay que orientarla, primero comprender y despues orien-
tarla, he aquí vuestra gran misión. Muchos creen que hoy esta--
mos al fin del mundo, tengo evidencia que hay muchos adven-
tistas que esperan ya mismo que Cristo descienda sobre la tie-
rra, y que San Pablo le sirva de Ministro de Relaciones Exterio-
res; yo creo como un sociólogo americano, Lester Wolf, que la,
humanidad apenas ha vivido un cuarto de hora, apenas ha vi-
vido un cuarto de hora, y estas inquietudes que nos afligen, y
estos trastornos que nos afligen no es más que el esfuerzo sub
terráneo, profundo, y eterno de la humanidad para abrirse a
una mayor justicia, a una mayor libertad, a una mayor sin-
ceridad; yo os ruego señores que miréis la vida con optimis-
mo, como decía el representante de la UNESCO: mirad la ho-
ra actual con grande optimismo, por terribles que sean las
dificultades ecuatorianas, hispanoamericanas, americanas y
mundiales, enseñad a los niños a que ellos se preparen para
triunfar en la vida, para que con ellos triunfe la civilización
y triunfe la humanidad y triunfe la especie humana; es lo
que con tanta fuerza ha visto un gran filósofo francés, Sartre,
al comentar últimamente el marxismo; a él le choca este mar-
xismo con fórmulas definidas; la humanidad va a llegar a tal
lugar, ahí va a quedarse estable, feliz y contenta; el profesor
Sartre, con mucha razón, quiere encontrar en el marxismo
una insinuación a una lucha de la humanidad indefinida que
no sabemos cuando terminará, en busca de la emancipación
general del hombre; estas contradicciones que nos aquejan,
estas injusticias que nos envuelven junto con anhelos de jus-
ticia, estos choques entre realidades, entre bloques, entre con-
ceptos, no es más que un empuje de donde surge la humani-
dad hacia mayores y más grandes esperanzas; tenemos
que formar a los niños para esta noble y grande tarea,.
— 206 —
la tarea del triunfo de la vida, la tarea de la esperanza, sobre
todo en Sudamérica, en América en general, pero de una ma-
nera especial para nosotros, en América Hispana, en el Con-
tinente.
HISPANOAMERICA ES CALIDAD
Bolívar, Rodó, Martí no son sino una dádiva en el enor-
me caos de la humanidad. Qué podría dar el yo hispanoame-
ricano, el espíritu Hispanoamericano, la Historia Hispanoame-
ricana, estimulada, forjada por vosotros, tecnificada por voso-
tros, mejorada por vosotros, aun cuando conservando su esen-
cia; la América Española no es tercera fuerza, ni cuarta fuer-
za, ni quinta fuerza en las clasificaciones ridículas con que
todo se reduce a cantidad; me repugnan con toda la inten-
sidad de mi espíritu; la América Hispana es una calidad, la
América es una innovación en la Historia, la América His-
pana tiene que dar la síntesis del indio Americano y del for-
midable colonizador español. La América Hispana,, no es del
-.español ni del indio, es la síntesis de dos poderosas fuerzas,
la una que comulgaba con el Chimborazo, con el Aconcahua,
la otra que se injertó en la primera trayendo toda la perso-
nalidad, el quijotismo, el amor a los grandes valores morales,
ésto hay que cultivar, ésto hay que enriquecer con la técni-
ca, ésto hay que enriquecer con el amor al trabajo, enrique-
cer con la disciplina, enriquecer con la austeridad, para que
la América Hispana sea un día la fuerza que le diga algo a
esta pobre especie humana dividida en bloques tremendos, en
odios, en razas que se consumen y se retan a muerte unos a
otros. Qué queda del espíritu en esta pelea, qué queda del
valor del hombre auténtico en esta pelea; con decir pueblos
amantes de la libertad, no hemos dicho nada, con decir pue-
blos amantes de la paz, no hemos dicho nada, con decir "el
comunismo abajo", no hemos dicho nada, con decir "los Es-
tados Unidos abajo", no hemos dicho nada, absolutamente
nada; conceptos miopes, conceptos sin amplitud, conceptos
sin trascendencia; unamos los valores todos de la especie hu-
mana, y que la América Española sea la que dirija estos va-
lores hacia la meta del espíritu soberano, he aquí el único
deber.
NOBLEZA, FRANQUEZA
PADRE DE LA PATRIA
menda está' ahora, ahora que les dejo hacer lo que les dá la
gana, ahora' que les 'dejo con las intrigas, ahora que les dejo
con las calumnias, ahora que en paz han provocado a los alum-
nos; ahí está la clemencia, clemencia que, como decía Roca-
fuerte, "quiere llenarse de justicia", porque no se imaginen los
bellacos y amargados que yo voy a caerme de una manera ri-
dícula.
Me apoya el pueblo, me apoyan las fuerzas Armadas de la
Patria, y con el apoyo del pueblo, con el apoyo de las Fuerzas
Armadas, poco a poco haremos que la tesis jurídica de la Pa-
tria, triunfe con la conciencia de los pueblos sudamericanos, y
haremos que las carreteras, los regadíos, las viviendas, la elec-
trificación, haga poco a poco el progreso económico y biológi-
co de cada uno de los habitantes de la República del Ecuador.
Muchas gracias. Viva el pueblo, Viva la Patria.
In■
— 213 —
SIGNIFICADO DE ARMAMENTISMO
Hoy se habla de armamentismo, pero el armamentismo,
ron boca de un hombre tan inteligente como Krushev es sim-
plemente un alarde sicológico de propaganda, y en boca de
los otros es una insinceridad; lo que Piensa cada cual son las
influencias, cómo conquistar, cómo ser más fuerte. No habría
que hablar hoy de la gran mentira del armamentismo mien-
tras los hombres no se desarmen moralmente; cuántos años
pasarán para que los hombres se desarmen moralmente.
Lo que a nosotros nos compete es saber que nunca corno en
este tiempo, en nuestra Historia, toda ella agitada y convulsa,
las Fuerzas Armadas tienen que ser vigorizadas, tienen que
ser ennoblecidas, hay que darles Perspectivas cada vez más
grandes y más nobles, hay que hacer que aprovechen en todo
el aporte científico. Nosotros, señores Generales y señor Mi-
nistro de Defensa, no podemos tener un ejército muy grande;
— 216 —
pero sí podemos tener uno muy intenso, que es lo que yo de-
seo con todo el fervor de mi alma, un ejército muy intensa,.
un ejército que no ataque, un ejército que no conteste a un
enunciado jurídico con la amenaza salvaje del ataque, pero sí
un ejército muy intenso que sepa que la Patria es inviolable
y que esté siempre dispuesto a dejarse matar para que la Pa-
tria sea inviolable.
Qué importa la vida sin dignidad! Sepamos morir unos
pocos años antes, pero sepamos ser invencibles en el momen-
to que se trate de atacar a la Patria; un ejército defensivo,
que al defender a su Patria sepa atacar para que la Patria sea
invencible. He aquí la norma suprema que debéis tener voso-
tros, distinguidos jóvenes militares.
ACEPTAMOS DEFENDERNOS
FUNDACION DE QUITO
"Compatriotas de Quito;
Compatriotas del Ecuador:
FALSIFICADORES DE LA HISTORIA
LA VERDADERA LIBERTAD
TRABAJO INTENSO
— 228 —
a mayores amenazas, mayor coraje debe haber en honrar la-
fiesta de Quito, por aquellos que de una manera especial es-
taban obligados a honrarla. Os agradezco, señor Dr. Yépez del.
Pozo, porque vuestra palabra neutral, y sensata, haya hecha
justicia a cierto movimiento político al cual pretenden ahora-
abrumarlo con toda clase de calumnias y tergiversaciones, to-
da clase de sofismas, maniobras y artificios, olvidando que por-
encima de todas las maniobras está la Patria a la que se de-
be honrar, sostener y vigorizar en esta hora no de miserables
farsantes ni de ruines conveniencias, sino hora en que se dis-
cute ante la conciencia hispanoamericana los derechos sobe-
ranos de la República a tener un puesto en el Río Amazonas.
En esta hora verdaderamente singular en que todos los ecua-
torianos desafiando cualquier peligro real o supuesto, efecti-
vo o tendencioso, sencillo o abultado, deberíamos repetir mil
veces las glorias de Quito, porque repetir las glorias de Quito
es repetir las glorias de quien supo poblar, civilizar y dar cul-
tura al Oriente que ahora nos ha sido arrebatado por obra de
la cobardía y de la traición.
Un grupo hace una demostración impertinente y contra
este grupo llueven los silletasos y llueven los garro-
tazos y a este grupo se le pone en fuga; este es el gran acon-
tecimiento que impide que los que debían celebrar la victoria
de Quito, no la celebren con lealtad y este acontecimiento con-
fuso, en el cual el pequeño grupo fue vencido y derrotado; co-
mo vos lo habéis aclarado; este acontecimiento sirve para to-
do un escándalo con el que, en estos días, que debían ser de
solemne patriotismo, que debían ser de sinceridad en homena-
je a Quito, se pretenda aplastar a un movimiento político que
vive en el corazón del pueblo ecuatoriano y que el pueblo ecua-
toriano, señor Presidente de esta sociedad de Quiteños, señor
Yépez del Pozo, que el pueblo ecuatoriano sabrá defenderlo
contra todos los farsantes, contra todos los que hoy hablan
de cosas inauditas; un choque entre dos grupos es una cosa
inaudita; inaudito es asesinar en las calles de Quito a uno de
esos dos grupos, asesinar en las calles de Quito al pueblo so-
berano de Quito que con perfecto derecho iba a oir a un can-
Clidato en tiempo electoral; eso es inaudito y por la falta de
sanción hoy se erigen en apóstoles de moralidad los que de-
bían estar en la cartel si hubiera verdadera justicia. Pero ya
vendrá la sanción, tiene que haber sanción; mientras más yer-
gan la cabeza, más reaccionaremos también para que haya
sanción. Yo debo garantizar a todos los ecuatorianos; a todos
consta que yo no he levantado mi voz en estos tres meses pa-
ra acusar ni maldecir a nadie, pero si se pretende injustamen-
te socabarme el terreno, si se pretende impedirme la obra, si
- 229--
mientras la gran mayoría del pueblo ecuatoriano me aplaude,
- pocos farsantes pretenden impedirme que yo sirva al pueblo
ecuatoriano, entonces sí, llámese como se llamare, yo me re-
vestiré de la suficiente fuerza para aplastar a los farsantes o
.ser aplastado por ellos.
LOS QUE CREEMOS EN QUITO
FE EN LOS PUEBLOS
FE EN TRES COSAS
— 242 —
UN SOLO PELIGRO
Ahora el Ecuador no tiene sino un peligro; no hay tal pe-
ligro inminente del comunismo, que pueda hacernos permi-
tir que aceptemos como hipótesis la pérdida de nuestros de-
rechos, no hay tal. Tampoco hay, como se anda diciendo por
otros lados, por otras miopías, el peligro del imperialismo
norteamericano; nada de eso. Nosotros sabremos mantener
nuestra independencia, en nuestras manos está ser indepen-
dientes; en nuestras manos está ser fieles al honor, a los prin-
cipios del Derecho Internacional; no hay tal enemigo comu-
nista que pueda perturbarnos en esta hora de unión nacional.
No hay tal peligro imperialista de otra índole que pueda per-
turbarnos en nuestra hora actual de unión y solidaridad na-
cional; actualmente no hay más peligro que el que pudiéramos
perder nuestro honor con una claudicación internacional; pe-
ro yo estoy divagando; ¿cómo hablar de perder el honor de-
lante de los militares de la Marina Ecuatoriana? ¿cómo ha-
blar de perder el honor delante de los soldados de la Repúbli-
ca y de los ecautorinanos que me escuchan?; Nosotros esta-
mos dispuestos a pelear, ciento o trescientos años, para de-
cirle a la América que no puede ella tener paz mientras no se
haga plena justicia a la República del Ecuador. Lo único que
reclamamos: plena justicia a la República del Ecuador.
Nuestras esperanzas están, no en los Gobiernos que pa-
san con una elección, pero en los pueblos que quedan y que re-
nuevan las aspiraciones; nuestra esperanza está en los pue-
blos y a los pueblos; a pesar de que no se da a estas noticias
la importancia que debiera darse, ya por los periódicos po-
demos ver cómo los pueblos y los partidos políticos empiezan
a sentir con el problema ecuatoriano. En tres meses hemos
logrado que los pueblos y los partidos políticos y la juventud
sientan con el pueblo ecuatoriano.
— 244 ---
CUMPLIR EL DEBER
REVOLUCION DE LA PATRIA
EL 5 DE JUNIO
Mi noble amigo de tantos años, el señor Julio Cárdenas,
nos recordaba hace poco, y se asociaba a los demás oradores,
al recordar la trascendencia del 5 de Junio. El 5 de Junio, no
es un triunfo cualquiera, no es el triunfo de la cantidad, no
es el triunfo del mayor número, no es el triunfo únicamente
del empuje de vuestros brazos, hombres del Ecuador, y de vues-
tras nobles pasiones, mujeres del Ecuador. El 5 de Junio, es
sobre todo, para quienes saben sentir el honor, una enorme
responsabilidad y un gran deber de redimir económicamente
al pueblo y de mantener intacto y glorioso el territorio y el ho-
nor de la República del Ecuador.
Fijémonos todos los dirigentes, no el pueblo, porque el
pueblo lo sabe, porque el pueblo lo siente, porque el pueblo lo
intuye, porque en el pueblo todo es sacrificio, todo es abnega-
ción; fijémonos los dirigentes, los que dirigen al velasquismo,
fijémonos en la responsabilidad enorme que el 5 de Junio pu-
so sobre nosotros, desde el punto de vista nacional, desde el
punto de vista moral, desde el punto de vista del trabajo, des-
de el punto de vista de luchar todos los días por la prosperi-
dad económica y social de este enorme pueblo que nos dio el
triunfo, no para satisfacer nuestras concupiscencias, no para
satisfacer nuesta vanidad y nuestro orgullo, sino para que des-
de las alturas del Poder, tengamos la grandeza, la única gran-
deza, de servir con humildad y constancia al pueblo ecuato-
riano.
Yo os aseguro señores de la parroquia Guayas, que
por obra del Ministro de Fomento, Jaime Nebot; por obra del
benemérito y mil veces apreciado amigo señor Ministro de
Obras Públicas, Carlos Valdano; y, por obra de los demás Mi-
nistros de Estado, hoy se trabaja eficazmente en todas las
Provincias del Ecuador. No importa que no tengamos en don-
de publicar esas obras, no importa que se las calumnie, no
importa que se les reste méritos; nosotros estamos trabajando
en todas las Provincias de la República del Ecuador. Carrete-
ras, cuarteles, escuelas, policías, teléfonos, telégrafos, todo, ab-
solutamente todo, en toda la República del Ecuador. La Patria
está recibiendo la sacudida del Movimiento Velasquista.
ESPERAD SEIS MESES
Yo decía en Cuenca, hace un mes, y lo repito ahora: es-
perad; esperad 6 meses y veréis al velasquistno en pleno cum-
plimiento de su deber de trabajar. No el absurdo que me hi-
cieron decir, que en seis meses iba a hacer la felicidad de la
— 251 —
Patria, iba a hacer el progreso económico de la República; ese-
absurdo nunca lo dije, ni vosotros lo decís, ni vosotros lo po-
déis pedir; lo que pedís es honradez y trabajo de todos los días.
Yo digo ahora, esperad cinco meses; ya se ha pasado un-
mes, y veréis cómo, en todas las provincias del país, el velas-
quismo está en pleno trabajo, para obtener no la grandeza de
una oligarquía, a nosotros no nos interesan las oligarquías, pa-
ra obtener la grandeza y el vigor del pueblo ecuatoriano, raíz
de la nacionalidad, fuente de la nacionalidad, apoyo de la Pa-
tria, brazo que hace carreteras y palacios y progresos, corazo-
nes de la mujer del pueblo que inflaman al pueblo en genero-
sidad, en nobleza, en orgullo nacional; he aquí lo que prometí
en Cuenca, he aquí lo que vuelvo a prometeros a vosotros.
LA DIVISION
Cuán triste es en verdad, la división, las polémicas, la
incomprensión entre velasquistas. Tengo evidencia de que vo-
sotros, cuando asistís a estas polémicas, sentís el alma pro-
fundamente entristecida; y yo, os acompaño en vuestra
tristeza.
Vosotros, hombres del pueblo, veis el panorama de la Pa
tria en su conjunto, desdeñáis las pequeñas cosas, veis la to-
talidad de la obra que se debe hacer; no os ocupáis de cositas
personales. Con qué tristeza debéis ver que vuestros esfuerzos
sublimes para el 5 de Junio, que el sacrificio de vuestras vidas,
el reto que hicisteis a los tiranos que os echaban piedras, que
os asesinaban, puedan quedar infecundos por pequeñas cosas,
personales, por pequeñas ambiciones; pero, yo espero siempre-
que el día de mañana será mejor. A cada día le basta su ma-
licia. Hasta hoy estamos teniendo ciertas tristezas; hasta hoy,
nos vemos a veces torpemente desautorizados, cuando debía-
mos ser noblemente estimulados. No importa, el pueblo que-
da y sus servidores quedan, y nosotros y vosotros haremos
grande la Patria, con nuestro amor a la Patria, con nuestro
amor al pueblo, con esa consagración al servicio de la Repú-
blica.
Que sigan los Ministros su tarea; que siga el Ministro de
Obras Públicas con sus carreteras, con sus regadíos, con sus
proyectos materiales para crear fuentes de trabajo, para fo-
mentar la producción, para mejorar higiénicamente a los hom-
bres de la República. Que siga el Ministro Nebot fomentando'
la agricultura y la industria. Que siga el Ministro de Educa-
ción creando escuelas por todas partes. Que siga el Alcalde de
Guayaquil removiendo por completo a su ciudad y restauran-
do un Guayaquil digno de su historia y de sus promesas. Que
— 252 —
siga el Gobernador y el Presidente de la Cámara de Diputados
y todos los dirigentes del velasquismo, que sienten el deber de
la Patria, que tienen conciencia, que tienen honradez, que sa-
ben lo que tienen cuando detentan un acto de Poder, que si-
gan cumpliendo sus tareas.
Poco a poco la Patria adquirirá más y más optimismo cí-
vico y como lo único que interesa en un hombre es el espíritu,
es el optimismo, el optimismo del pueblo ecuatoriano y de sus
dirigentes conscientes, la restauración económica, la restaura-
ción moral y el triunfo internacional de la República del
.Ecuador.
'153101r
EL PELIGRO DE LA PATRIA
Se nos ha advertido respecto al peligro del comunismo,
yo no veo sino un peligro en la Patria ahora: el dolor del pue-
blo ecuatoriano, su angustia por obra de la miseria, su angus-
tia por falta de viviendas, su angustia por falta de drogas, su
angustia por falta de trabajo; no hay otro peligro. El velas-
quismo con cada carretera que hace, con cada regadío que
_fomenta, está luchando contra el comunismo. El comunismo
•es una palabra tras de la cual algunos ocultan sus odios, sus
:rencores y algunos tal vez sus utopías; pero el comunismo en el
Ecuador es sobre todo una palabra que disfraza el profundo
-malestar de un pueblo que ama la libertad, de un pueblo que
.cree en Cristo, de un pueblo que cree en el Evangelio y que
-no quiere sino que se lo sirva, que se lo redima, que se lo le-
vante espiritualmente para ser heraldo de la libertad, de la
justicia y de la democracia, sin peligro alguno del tal comu-
;nismo.
Qué nos vienen con el peligro comunista para hacernos
perder el brío patrio! Apenas el Congreso de la República in-
sinuó que el Tratado de Río de Janeiro era nulo, apenas se
levantó una onda popular contra el Tratado de Río de Janei-
ro, el Perú dijo por sus periódicos que esta agitación era obra
comunista. Os fijáis?, es el Perú quien imputó al comunismo
la energía patria con que rechazamos el Protocolo de Río de
.Janeiro. Insensatez peruana.
Nosotros no invocamos la inviolabilidad del territorio de
la Patria por comunistas, señores del Perú, nosotros hablamos
de la inviolabilidad del territorio de la Patria y estamos resuel-
tos a mantener intacto su territorio, porque nosotros sabemos
lo que es el honor nacional, sabemos lo que es el tricolor na-
cional, sabemos lo que es la tradición histórica nacional, y sa-
ternos lo que representa el Amazonas para el futuro de los
países sudamericanos. No hay tal comunismo en nosotros.
-253—
Yo quiero antes dé terminar, daros una noticia que debe
ser grata a vosotros. No sé si El Universo y El Telégrafo hayan
publicado, pero en El Comercio de hoy aparece que una gran
revista mexicana defiende los derechos territoriales del Ecua-
dor con los mismos argumentos con que nosotros, que no so-
mos comunistas, hemos defendido los derechos territoriales
del Ecuador. Fijáos lo que dice esa revista; esa revista mexi-
cana dice: "O el Panamericanismo es una farsa o el Ecuador
tiene pleno derecho en sus reclamos". He aquí la voz de México,
después que oímos la voz de los partidos políticos de Chile
después que oímos la voz de la juventud de Montevideo.
Señores, al que no tiene espíritu lo poco de espíritu se lo
quita. Al que tiene espíritu como tiene el pueblo ecuatoriano,
al que tiene espíritu como tiene la Nación ecuatoriana se le
da espíritu en abundancia y aun las cosas materiales se rin-
den a la Patria con fe en el futuro, con espíritu y con esperan-
za en la justicia y en el bien.
LOS DOS GRANDES PROBLEMAS
Yo no he podido menos que hablar de esta cuestión inter-
nacional, porque en definitiva los dos grandes problemas fun-
damentales que el velasquismo tiene son: redimir al pueblo
del hambre, de la falta de higiene, del tugurio; al mismo tiem-
po, inmediatamente, redimirlo de todo lo que tenga de odio.
de toda doctrina disolvente; el Ecuador no está hoy para la
lucha de clases, el Ecuador está hoy para la unión sagrada al
rededor del tricolor nacional; y el segundo problema, induda-
blemente, es el problema internacional. Cómo la gente se ate-
rra de que el velasquismo haya levantado su voz; los hombres
de negocio, los hombres de bancos, de letras por cobrar, de
depósitos por hacer, de transacciones, están aterrados. Lo que
pudo hacer Panamá no puede hacer el Ecuador. Las quejas de
Guatemala no las puede tener el Ecuador. Las reinvindicacio-
nes de la Argentina no las puede tener el Ecuador. Hay que de-
jar a los hombres que hagan negocio. Nosotros tenemos otra
mentalidad. Nosotros ayudamos a los negocios porque establece-
mos el imperio del orden, el imperio de la regularidad; pero-
en nombre de los negocios, o en nombre del comunismo nadie
pretenda sellar nuestra protesta contra quienes quieren colo-
nizar la Patria y desmembrar a la República del Ecuador. Y
mirad cómo la gente es noble y buena, mirad cómo los pobres
son ricos y cuán pobres son los ricos. En verdad los ricos son
bien pobres, y cuán ricos son los pobres. Aquí se me entregan
$ 350,00 para la defensa nacional, os fijáis en el sacrificio que
eso representa en una pequeña parroquia, en un pequeño
pueblo; os fijáis el símbolo de amor, de consagración a la Re-
— 254 —
•
e.
BIENAVENTURADOS LOS POBRES:
ELLOS SON LOS RICOS
EN NUESTRAS MANOS
SEGUID ESPERANDO
NUESTRA REVOLUCION
El otro día alguien se burlaba de la revolución que esta-
mos pregonizando; nuestra revolución no es un homenaje a
un hombre, nuestra revolución no es para que un determina-
— 273 —
do caballero tenga empleos, la revolución no es para que na-
die tenga empleo; empleos y funciones deben tener los que
sientan al pueblo velasquista, los que sientan al pueblo ecua-
toriano, los que estén dispuestos a sacrificarse por el pueblo
ecuatoriano, por el pueblo velasquista.
No es una cuestión de empleos, no es una cuestión de
ventajas personales; nuestra revolución es una verdadera re-
volución, porque es un cambio substancial de perspectivas;
¿qué ha predominado hasta ahora en la política ecuatoriana,
qué ha inspirado hasta ahora, la política ecuatoriana? Ha
inspirado el interés de círculo, ha inspirado el interés del par-
tido, no el partido que realiza un programa en bien de la pa-
tria, sino el interés del partido que se compone de un círculo
de determinadas personas más o menos grandes, más o me-
nos pequeñas, con olvido, con mengua del pueblo ecuatoriano;
las elecciones han sido una burla; mientras unas clases so-
ciales han tenido todo el bienestar y todo el lujo, en Guaran-
da no hay luz, no hay canalización, no hay agua potable, y
lo que pasa en Guaranda pasa en todas partes.
Hace pocos momentos uno de vosotros se quejaba y decía:
iGuaranda, la provincia olvidada; reflexionad que lo mismo di-
ce Manabí, lo mismo dice Los Ríos; reflexionad que lo mis-
mo dice Carchi; por donde vosotros paséis vuestra mirada
vais a encontrar la falta de elementos para la civilización
ecuatoriana. Yo me pregunto: un pueblo como el ecuatoriano,
tan intuitivo, tan generoso, tan decente; un pueblo con una
capacidad de comprender lo que es justo, lo que es honrado,
lo que es leal, un pueblo con una capacidad tan grande para
despreciar el sofisma, para captar el sofisma y despreciarlo,
para despreciar la vileza; ¿qué habría podido hacer, qué hu-
biera hecho si las gentes, si los dirigentes, si los gobernantes
se hubieran consagrado todos ellos con el máximo de sacrifi-
cio, a levantar la condición cultural, la condición económica,
la condición biológica, la condición agrícola, la condición sin-
dustrial del pueblo ecuatoriano?
Podéis vosotros imaginar lo grande, -es decir, ya es sufi-
cientemente grande, más grande no puede ser-, pero podéis
imaginar la pujanza que hubiera tenido en los destinos na-
cionales; no hubiéramos perdido doscientos mil kilómetros
-c uadrados !
EL PUEBLO ABANDONADO
MI GRATITUD INFINITA
-11A-GAMO OBRAS
VUESTRO GRITO
BANCO DE LA VIVIENDA
NO PIDO VENGANZAS
PARTIDOS DE HONOR
DERECHO INDIVIDUAL
Una administración moral, estoy convencido yo, de nues-
tro Ecuador, que se llama cristiano, que se llama republicano,
que dice que detesta al comunismo ateo; en este Ecuador el
hombre individual carece de derecho estoy convencido, a bus-
car servicios, a entrar en una oficina burocrática; concurre
un pobre para hacer un reclamo en una oficina burocrática,
y se le contesta que espere, que venga mañana, que acuda
después de ocho días.
El Ministro del Tesoro es una gran persona; por el Minis-
tro del Tesoro está viviendo el Ecuador ahora; el Ministro del
Tesoro está sacando plata de la nada para que hagamos ca-
rreteras, para que hagamos regadíos.
Es la gran generalidad de la burocracia ecuatoriana, esa
burocracia elevada por los gobiernos anteriores, sobre la cual
no he cesado de protestar yo; es esa la burocracia, que donde-
quiera que vaya el hombre pobre, la madre abandonada, la
viuda angustiada, le recibe y le dice que venga después de
ocho días, y jamás respeta al individuo.
Señores Ministros, que después de haber recibido una ca-
ja con un millón quinientos mil sucres, y con doscientos trein-
ta y ocho millones de sucres de deuda estáis haciendo una
obra extraordinaria de fomento y de creación, mandad, impo-
ned a vuestros subordinados que haya una, dos, tres horas a
la semana para oir al individuo pobre, para oir a aquel que no
tiene abogados, mandad que se le respete.
— 302 —
HACIENDO OBRAS
ENORMES ESFUERZOS
— 306 —
palpando el pueblo. No importa ahora la injusticia, no im-
porta que los calumniadores se burlen de nosotros; hombres
que no toman la vida a lo serio, hombres sin responsabilidad,
hombres cuya vida es el chantaje y el chiste; qué os importa.
Yo os pido, señores Ministros del Tesoro, de Fomento y de Eco-
nomía, que dejando a un lado a los técnicos extranjeros, —yo
ya no sé qué hacerme con tanto técnico extranjero--, hagáis
el esfuerzo de los esfuerzos, para que el pueblo ecuatoriano,
viva cuarenta años de paz; el esfuerzo de borrar el sistema tri-
butario actual, crear el sistema tributario justo, equitativo,.
cómodo, bien consultado psicológicamente; la patria os agra-
decerá por este maravilloso esfuerzo, con el cual reviviremos
a toda la noble gente que nos está escuchando. Estas nobles
gentes que están aquí a nuestro alrededor, son todas pobres,.
señores Ministros, pero cuánta es la riqueza de su corazón.
Por eso dije un día y hoy repito esta frase que me gustó
aun cuando haya sido dicha por mí —algo de lo mío debe gus-
tarme también—: sé que los pobres son los ricos y los ricos son
los pobres. ,
Antes de pasar a la última y más trascendental parte de
mi exposición, yo quiero agradecer por su discurso, no sólo al
señor Ministro de Gobierno, sino también al gran luchador, al
señor doctor Araujo. Al verlo aquí, al ver aquí sentado a mi
lado al doctor Araujo, que siempre me ha querido y que ha sido,
correspondido con afecto, qué estarán diciendo las gentes que•
detestan al hombre batallador, al hombre fanático de un con-
cepto, al hombre de fé; hay hombres que no pueden concebir
sino los seres de 50 años, o de 60, como yo; no pueden conce-
bir sino una humanidad de 60 años, decrépita, cansada, ca-
llada. No pueden concebir un hombre fogoso, un hombre en-
tusiasta; pues yo sí concibo un hombre fogoso y entusiasta, y
así como creo que el doctor Araujo no estaba bien como Mi-
nistro de Gobierno actualmente, así creo que el doctor Araujo,
es una de las grandes garantías para el Velasquismo del fu-
turo.
La vida le hará saber que la fogosidad debe tener también_
su medida. La vida le enseñará muchas cosas, y como el Ve-
lasquismo tiene que durar 30 o 40 años, el doctor Araujo será
una de las reservas de este grandioso movimiento Velasquista.
EL PROTOCOLO
ABANDERADO DE LA LIBERTAD
LA RELIGION
NO SON COMUNISTAS
CIENCIA PRODIGIOSA
VIVIFICAR AL ECUADOR
No puedo menos de felicitar al señor Gerente de la Caja
de Pensiones por su escrupulosidad de conciencia, por ese
amor a las cosas rectas, por ese interés por el dolor de los hom-
bres. Así tenemos que vivificar al Ecuador, manifestándonos
cada día más servidores de la humanidad, más escrupulosos
acerca del manejo de los dineros públicos.
El señor Gerente de la Caja de Pensiones ha tenido la
buena suerte de ser miembro del Instituto. Cuando planeó es-
ta obra y se la dejó perfectamente meditada, la pasión polí-
tica, el odio político la paralizó durante cuatro años.
Una justicia inminente ha hecho que el señor Gerente
de la Caja de Pensiones vea la realización de su obra, y que
mi gran amigo, el señor doctor Jurado González, entonces
Presidente del Instituto, vea también él, como miembro dis-
tinguido del Instituto, la realización.
Mil y mil gracias amigo Eugenio de Janón, por sus no-
bles palabras. Usted supo ser amigo mío principalmente cuan-
do yo bajé del Poder. Usted me combatió cuando fui Presi-
dente y fue mi amigo cuando bajé del Poder. Eso me revela
la nobleza de su corazón y yo me complazco mucho que una
institución que tiene que estar inspirada en el corazón, lo
cuente a usted como uno de sus miembros.
OBRA INDISPENSABLE
á
— 329 —
juventud, única manera de que la técnica pedagógica produz-
ca efecto; nada se saca con tener todas las técnicas pedagó-
gicas imaginables, si no hay un verdadera amor a la niñez,
si no hay un verdadero deseo de imprimir el alma honorable-
de una mujer o de un hombre, en el alma flexible de una ni-
ña o de un niño, y la señora de Mata Martínez es así, ama a
la juventud, ama a la niñez; se desvela por ella y pone toda
su capacidad sicológica, lo cual es otra cosa muy durable y
muy grande, pues tener la capacidad sicológica para condu-
cir las almas, y sobre todo las almas de un niño o de una ni-
ña, es una dote superior que da la naturaleza a muy raros se-
res, y la señora lo tiene. A mí me consta cómo por obra de
ella pudimos levantar ese monumento que es el Colegio 24:
de Mayo; no había dinero para hacerlo; no había posibilida-
des de hacerlo, por consiguiente no había esa voluntad para
hacerlo; pero para quien ama, nada es imposible; para quien
siente lo que representa la mujer, nada es imposible; y la se-
ñora de Mata Martínez quiso que el Ministro Martínez Coba.
hiciera ese edificio, y por obra de la señora, se hizo ese mag-
nífico edificio del 24 de Mayo. Ojalá esto sirva de lección pa-
ra nuestro País: saber querer lo imposible y saber hacer lo im-
posible; para nosotros que todo es difícil, para nosotros que
todo demora meses y años, saber querer lo imposible, y saber-
hacer lo imposible. una hermosa y estupenda lección.
VERSOS IMPRESIONANTES
1
perfectamente tenidos, tan perfectamente vestidos; ésa es
obra de un apóstol, ésa es obra no de un político que odia,
sino de un apóstol que ama; la política es toda fugaz, tempo-
ral, transitoria, que muchas veces siembra injusticias al mis-
mo tiempo que conquista triunfos. El apostolado es la obra
permanente y universal de amor, paz y cordialidad entre to-
dos los miembros de la especie humana. Contad, señor Vica-
rio, con todo el apoyo en cuanto me lo permitan las circuns-
tancias. Debéis saber vosotros que hace un rato una modesta
niña depositó unos fondos para la defensa nacional; mirad
la grandeza del corazón del pueblo; por eso he dicho yo siem-
pre, que el pobre es el rico, y que el rico es el pobre; el pobre
vive desafiando todos los días el dolor, la miseria, por eso es
pobre y ese desafío se hace grande, y se hace noble.
Yo recibí hace poco, unos tantos sucres, que puse en ma-
nos del Ministro del Tesoro para la Defensa Nacional; voso-
tros sí sentís lo que es la defensa nacional; hay una serie de
hombres que hoy explotan sin entender la cuestión inter-
nacional, y que pueden comprometer grandemente, nuestro
éxito final; nuestro éxito final está en la grandeza moral de
nuestros reclamos, nuestro éxito final está en conquistar pa-
ra nosotros a todos los pueblos de la América del Sur, nuestro
éxito final está en movilizar la opinión continental, en defen-
sa de nuestra causa; no podemos ganar en tres meses, lo que
Demos perdido en siglo y medio, pero nosotros tenemos sem-
brado ahora el derecho del Ecuador, en todos los ecua-
torianos; estáis sembrando el derecho ecuatoriano, por la
.sangre de vuestra sangre, y huesos de vuestros huesos; y co-
mo no es posible matar a cuatro millones de hombres, un
día u otro en plazo no lejano, por obra de la movilización de
los espíritus populares en toda la América obtendréis voso-
tros que el Amazonas sea vuestro.
EL PUEBLO NO PUEDE VIVIR SIN IDEAL
Señores, para irme, lo único que os pido es, que caigáis
bien en cuenta de vuestra grandeza moral esta mañana, que
caigáis bien en cuenta de vuestro sacrificio; día domingo, día
de sol, lugares distantes, caminar a pie, alquilar automóviles,
todo esto son grandes sacrificios, que revelan cómo el pueblo
no puede vivir sin ideal; a vosotros no os satisface la rutina
diaria, de levantaros, alimentaros y dormir; explota, estalla de
vuestras almas el amor a la justicia, el amor a la Patria, el
odio a los tiránicos, el odio a los miserables, el odio a la in-
justicia, y todo esto estallado magníficamente en esta vues-
tra gran manifestación; mil gracias señores y señoras.
Me estaba olvidando de pediros un favor, y este favor sí
me lo vais a hacer ya no es como el favor de hace un momen-
to, en que yo os decía que simplemente seáis caballeros, yo os
pedía unión; hoy voy a pediros acción.
El Concejo Municipal, ha resuelto poner mi nombre en
esta Avenida magnífica que vamos a construir; después de
poco se va a terminar, yo le voy a rogar al Concejo Munici-
pal, por la amistad que a mí me manifiesta, por el cariño
que me tienen, yo voy a rogaros a vosotros por el cariño que
me debéis, que abandonéis esa idea; yo quiero ser bueno por
toda la vida, yo quiero ser bueno y orgulloso; pero la bondad
consiste en amar al prójimo, en servir al prójimo, en hacer to-
do lo posible por el bien del prójimo; y para mí el orgullo consis
te en no reclamar nada por mis actos buenos, si acaso tengo la
buena suerte de haceros, y en no querer jamás que mis ami-
gos aparezcan reclamando para mí nada, como compensación
de mis actos buenos. Dejemos que la historia, dejemos que las
generaciones futuras, si acaso yo soy fiel hasta el fin, si aca-
so yo soy leal hasta el fin, juzguen como deben juzgar; no
nos apresuremos a juzgar a mi favor; yo os ruego encarecida-
mente que habiendo tantos hombres en la República no me
escojáis a mi. Este es mi ruego, vosotros lo meditaréis, y el
Presidente del Concejo Cantonal, en respeto a vuestra medi-
tación, cumplirá lo que vosotros deseáis, que seguramente se-
rá aquello que nos permita ser plenamente orgullosos.
- 341 -
Señor Embajador:
_
HONDA ESPERANZA EN EL FUTURO DE LA
PATRIA
Señores Ministros,
Señor Presidente de la Junta de Acción Cívica Nacional,
Señor Secretario General de la Administración Pública,
Distinguidos profesores,
Distinguidos señores:
LEALTAD A LA PATRIA
FUTURO DE LA REPUBLICA
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pueblo, expresado en símbolos monetarios; el dolor del pue-
blo, la angustia del pueblo, que en un momento dado olvida,
para consagrar sus esfuerzos en servicio de la Patria; es gran-
demente aleccionadora, señores, esa contribución a la Defensa_
Nacional de parte del pueblo ecuatoriano. Recibidla, señor Mi-
nistro de Defensa, y empleadla inmediatamente en hacerle un
bien al soldado de la República, a ese soldado que sufre calla-
do, sometido a la disciplina, dispuesto a morir y a afrontar, en
el borde de la existencia, la muerte o la posibilidad de la muer-
te. La gente heroica necesita mejorar su vida y necesita te-
ner elementos para defender a la Patria. Que esto sea una
base, pequeña sí se quiere —cien mil sucres; poca cosa para las
unidades militares—, pero cuán significativa y cuán grande.
Estoy convencido, señores de la Acción Cívica, que si el Ecua-
dor se mantiene firme en sus tesis, el Ecuador triunfará.
JUSTICIA AL GOBIERNO
Yo jamás, señores, nunca en mi vida, he dicho aquel dis-
parate que me hacen decir: que la XI Conferencia Interame-
ricana, que se reune después de dos meses, devolverá al Ecua-
dor el Amazonas. Basta pensar cinco minutos para ver el dis-
parate. El Perú es poderoso, tiene hábiles diplomáticos y ha
decidido no asistir a la Conferencia.
Durante un siglo y medio, nosotros no hemos hecho otra
cosa sino perder y perder. Cómo se puede, pues, creer que yo
podría decir que en una Conferencia que se reune des-
pués de dos meses, vamos a recuperar lo perdido? Eso es un
sofisma que se ha ninventado para combatir al Gobierno.
Yo no concibo cómo puede haber tanta falta de ca-
ballerosidad; yo acudo a ustedes para que hagan justicia al
Gobierno. Lo que el Congreso hizo, lo que los ciudadanos como
ustedes han hecho ahora, es declarar ante la conciencia de A-
mérica que el Protocolo de Río de Janeiro es nulo y que no
habrá paz en América mientras no se resuelva definitivamen-
te el problema del Ecuador.
Eso mismo ha hecho el Africa, lo está haciendo ahora; eso
está haciendo Asia; eso ha hecho Panamá; eso ha hecho Gua-
temala. Por qué el Ecuador no iba a hacerlo? Por qué sólo
el Ecuador, en las naciones enteras del Orbe, está obligado a
sacrificarse por los intereses mundiales y a no hablar de esos
' intereses sino cuando ya no hay ningún problema mundial, es
decir no hablar nunca? Ya cuando se apaguen los volcanes y
se apague el sol, cuando desaparezca la vida en el cosmos, en-
tonces sí tiene derecho el Ecuador a hablar? Nosotros hemos
denunciado la verdad; ésta es una verdad que dada la sensi-
bilidad de los pueblos, está llamada a sembrarse en los pueblos,
porque a cualquier pueblo que se le muestre el mapa de la Amé-
rica del Sur y se le haga saber en dónde estuvo el Ecuador un
día y dónde está ahora y cuáles son los antecedentes para que
el Ecuador esté ahora donde está, yo creo que no habrá pue-
blo, que no habrá juventud, no habrá obreros que no estén con
el pueblo ecuatoriano y forzosamente tendrá que venir un im-
pulso de abajo hacia arriba, tendrá que hacerse encarnar en
la conciencia americana y cuando los gobiernos quieran tener
completa paz en América, tendrán que estar con el Ecuador y
hacerle justicia, o si no, no habrá paz en América. Lo que-
hizo, el Perú frente a Chile, lo que hizo Italia después del Tra-
tado de la Segunda Gran Guerra, lo que hacen todas las gran-
des naciones, lo que hacen todos los grandes pueblos: reivin-
dican sus derechos, no para tal fecha precisa, sino para el
tiempo que sea menester; puede ser un año o un mes, pueden
ser diez años o un siglo. La cuestión consiste en vivir vibran-
tes en la América Española.
Yo quiero aclarar esto, señores, delante de personajes co-
mo ustedes, en honor a la verdad; porque hay un sofisma in-
soportable: Cuándo pude yo haber dicho que después de dos
meses estará el Ecuador en el Amazonas? Son cuestiones que
hay que negociar, pero cómo podemos negociar en un ambien-
te caldeado hispanoamericano? La negociación, para ser efi-
caz, debe ser en un ambiente de paz, pero cuando se hayan
preocupado los gobiernos de América, de que el problema del.
Ecuador debe tener solución, ahí vendrá la solución eficaz.
Agradezco a ustedes, señores, por esta manifestación de
verdadera ecuatorianidad, que tan grande significación tiene
para el País en el momento actual.
EL MUNDO OCCIDENTAL
INDUSTRIALIZACION EN EL PAIS
.t '
..".:...-•-■-•■•••■•■■-•-•••■••
A Presentación . III
gR El Protocolo de Río de Janeiro es Nulo
(Riobamba, 17 de Agosto de 1960) 3
Cuarta Jornada — Trasmisión del Mando
(Quito, 1° de Setiembre de 1960) 11
El Mundo está agitado
(Quito, 1. de Setiembre de 1960) 53
América Latina: Libertad y Justicia
(Quito, 2 de Setiembre de 1960) 55
Sentir a la Patria
1-1* 7 de. Setiembre de 1960) 59
Patria será Grande
(Esmeraldas, 7 de Setiembre de 1960) 031
Legislar, función fundamental del País
(Quito, 13 de Setiembre de 1960)
Los maestros son los forjadores de la Patria
(Quito, 14 de Setiembre de 1960) 75
* Reivindicación de la dignidad nacional
(Quito, 20 de Setiembre de 1960) • 87
.k Todos los ecuatorianos tenemos que ser héroes
(Quito. 20 de Setiembre de 1960) 91
mi Momento decisivo para nuestro pueblo: ser o no ser
(Guayaquil, 24 de Setiembre de 1960) 99
Centenario de la Batalla de Guayaquil
(ttualyaquil, 24 de Setiembre de 1960)
Política moderna
(Babahoyo, 6 de Octubre de 1960) 117
Mensaje a Guayaquil
(Guayaquil, 8 de Octubre de 1960) 125
Santuario Cívico
(Guayaquil, 8 de Octubre de 1960) "T, 139