UDEA LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA

8° SEMESTRE
ELABORA: ITZEL C. ORIGEL GONZÁLEZ

TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD DEPENDIENTE

INTRODUCCIÓN
Los trastornos de la personalidad clasificados dentro del grupo C, son afecciones mentales
que tienen un impacto significativo en áreas del ser humano como su autoimagen, las
relaciones interpersonales y sus emociones. Estos trastornos implican ciertos patrones, de
conducta, pensamiento y sentimientos que son inflexibles y persistentes respecto de lo que
catalogamos como normal.

Los trastornos de personalidad del grupo C incluyen:

1. Trastorno de ansiedad por separación: este trastorno se caracteriza por una ansiedad
excesiva cuando una persona se separa de las personas a las que está apegada,
como su pareja o sus padres. Puede manifestarse en síntomas como llanto,
temblores, dolores de cabeza y problemas para dormir.
2. Trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad: las personas con este trastorno
pueden ser muy perfeccionistas y tener dificultades para tomar decisiones, debido a
su necesidad de control y orden. Pueden ser inflexibles y rígidos en su pensamiento,
y tener problemas para adaptarse a situaciones nuevas o cambios inesperados.
3. Trastorno de personalidad dependiente: las personas con este trastorno pueden
tener un miedo excesivo a ser abandonadas y sentir una necesidad extrema de tener
a alguien que les cuide. Pueden ser sumisas y tener dificultades para tomar
decisiones por sí mismas.
4. Trastorno de personalidad por evitación: las personas con este trastorno pueden
evitar situaciones sociales y tener dificultades para establecer relaciones
interpersonales. Pueden sentir una gran ansiedad en situaciones sociales y tener una
autoimagen negativa.

En este texto desarrollaremos con mayor amplitud el trastorno de la personalidad

dependiente, en donde conoceremos cuales son los criterios de diagnóstico, las
características diagnósticas, ejemplo de un caso clínico y opciones de tratamiento.
DESARROLLO
Trastorno de la personalidad dependiente GRUPO C
301.6 (F60.7)

Criterios diagnósticos
A. Deben cumplirse los criterios generales del trastorno de personalidad (F60).

G1. El modo de ser propio del individuo y su forma permanente de vivenciar y comportarse
se desvía de forma importante de las normas aceptadas y esperadas de la propia cultura.
Esta desviación ha de manifestarse en más de una de las siguientes áreas:
1. Cognición (p.ej., en la manera de percibir e interpretar las cosas, personas y
acontecimientos; en el desarrollo de las actitudes y la imagen de sí mismo y de los
demás).
2. Afectividad (rango, intensidad y adecuación de la respuesta emocional y la
afectividad).
3. Control de los impulsos y satisfacción de deseos.

4. Modo en que se relaciona con los demás y manejo de situaciones interpersonales.

G2. La desviación debe manifestarse de forma generalizada como un comportamiento rígido

y desadaptativo que interfiere en una amplia gama de situaciones personales y sociales (p.
ej., no se limita a una situación o estímulo desencadenante).
G3. Se produce malestar general, efecto negativo en el entorno social o ambos, claramente
atribuibles al comportamiento referido en el criterio G2.
G4. Evidencia de que la desviación es estable y de larga duración, con inicio al final de la
infancia o la adolescencia.
G5. La desviación no puede ser explicada como una consecuencia o manifestación de otros
trastornos mentales del adulto. No obstante, pueden darse condiciones agudas o crónicas
que se recogen en las categorías FOO-F59 o F70-F79 de esta clasificación y que coexisten o
se superponen a la misma.
G6. La alteración no se debe a enfermedad del sistema nervioso central, traumatismo o
disfunciones cerebrales. (En caso de que se demuestre una causa orgánica se utilizará la
categoría (F07).
 B. Al menos cuatro de los siguientes síntomas han de estar presentes:
I. Fomentar o permitir que otras personas asuman responsabilidades importantes de
la propia vida.
II. Subordinación de las propias necesidades a las de aquellos de los que se depende y
sumisión excesiva a sus deseos.
III. Resistencia a hacer peticiones, incluso razonables, a las personas de las que se
depende.
IV. Sentimientos de incomodidad y abandono al estar solo, a causa de un temor
exagerado a ser incapaz de cuidar de sí mismo.
V. Preocupación de ser abandonado a su propia suerte.
VI. Escasa capacidad para tomar decisiones cotidianas sin un apoyo, consejo y
reaseguramiento excesivo por parte de los demás.

Características diagnósticas
ASPECTOS COGNITIVOS:

♦ Aprensión para estar solo

♦ Temor a la separación o desaprobación, a la pérdida de apoyo
♦ Necesidad constante de concejo y reafirmación
♦ Empatía con los demás
♦ Imagen de sí mismos como ineficaces y débiles
♦ Suele minimizar las dificultades
♦ Pensamiento poco critico
♦ Ingenuos, con tendencia a ser persuadidos fácilmente
♦ Fuerte necesidad que les cuide
♦ Funden su identidad con la de otros
♦ Anteponen las necesidades de los demás a las suyas propias

Exposición de caso clínico

➢ Historias de diván Capítulo 7 y 8
https://www.youtube.com/watch?v=W49Kx-uDd8c

En el capítulo 7 y 8 de la serie Historias de Diván podemos ver un claro ejemplo del

trastorno de la personalidad dependiente. A continuación, resumo los capítulos:
Luciana es una mujer joven de aproximadamente 30 años, ella acude con un psicoterapeuta
para externar que tiene sentimientos de tristeza por que “nadie la quiere por ser mala”. El
caso se desarrolla a partir de la mala relación que tiene con sus medios hermanos debido a
que ella no cuida de su madre enferma como “le toca” lo que la conflictúa ya que cree es su
responsabilidad hacerse cargo de sus cuidados asumiéndola totalmente ya que ella es
producto de una infidelidad de la madre hacia con su padre, por lo que existe desprecio de
sus mismos hermanos y familia paterna. Por muchos años ella se hizo responsable por
“culpa y deber” de ese rol, sin siquiera pensar en que sus hermanos no son participes y no
cuidan de su misma madre.
Cuando ella decide juntarse a vivir con su novio su madre la culpa por abandonarla, le
cuestiona quien cuidará de ella que está enferma y la ofende contantemente en ser una
“puta” por irse y dejarla a su suerte lo que en Luciana genera un sentimiento de ser egoísta
y mala por cumplir sus propios deseos.
Luciana vive con su novio quien normalmente le dice que hacer y la obliga a tener sexo con
otras personas. Al ella negarse, el concurridamente la golpea y finalmente termina
pidiéndole perdón cada vez que lo hace o bien Luciana termina haciéndolo. La manipula, la
culpa de hacerlo enojar y ella lo justifica constantemente con el argumento de que su novio
sufrió mucho cuando era niño. Ella expresa no tener el valor de dejarlo sabiendo que lo que
hace está mal, porque no lo quiere abandonar, cuestionandose qué va a hacer sola y
adónde irá, que ella no sirve para nada y que tiene miedo a quedarse sola.
Durante el proceso terapéutico que ella lleva se da cuenta que tiene que poner límites en
las diferentes áreas de su vida. Comienza por hacerlo con sus hermanos a quienes confronta
argumentando que todos son tan hijos de su madre como ella, acción que los descoloca
pero que funciona a su favor y empieza a repartir las responsabilidades de los cuidados de
su madre con ellos. Posteriormente se presenta una situación con su novio, quien en una
ocasión la intenta obligar a tener sexo con uno de los amigos de él, a lo que ella se niega y lo
amenaza con denunciarlo si la vuelve a tocar, situación que igualmente lo desconcierta. Con
esto, toma la decisión de dejarlo, pero con la interrogante de a dónde irá.
Una amiga de su madre es una mujer mayor que vive sola y le ofrece a Luciana vivir con ella
un tiempo mientras rehace su vida y se reestablece en otro sitio. Así pasan algunas semanas
hasta que encuentra en donde vivir, pero regresa el sentimiento de abandonar ahora a la
señora y la culpa por buscar sus propias aspiraciones sin cuidar de las de los demás.
Después de algunas otras semanas de ya vivir sola, tener un trabajo estable y sentirse plena,
conoce a un chico que pretende invitarla a salir y conocerse a lo que ella se niega y
manifiesta con su psicoterapeuta tener miedo a confiar, a que la rechacen lo que le genera
mucha inseguridad en ella misma.

Finalmente, con el proceso, comprende que tiene que intentarlo y enfrentar sus miedos, ya
que no puede ir por el resto de su vida dudando y dejando de lado los cambios por miedo.
En este caso encontramos síntomas característicos de las personas con trastorno
dependiente como:

✓ Una persona descalificada y criticada por sus acciones o la toma de decisiones, en

donde todo lo que ella haga se desaprueba,
 ✓ Una persona sobrevalorada por los vínculos cercanos como su familia, al darle y
asumirle responsabilidades importantes como el tener que hacerse cargo de su
madre enferma, es decir que a pesar de todo lo malo que puedan sentir o pensar
sobre ella, tiene el rol con mayor responsabilidad,

✓ Imposibilidad de estar sola,

✓ Miedo al abandono o a abandonar, como a su madre, a la amiga de su madre, a su

novio,

✓ Pasividad en relaciones personales al no sobreponerse a sus pensamientos, sus

acciones o su cuerpo ante los demás y de cierta forma estar obligada a que los
demás decidan por ella,

✓ No tener la determinación en el momento correcto de irse o terminar una relación

por miedo e inseguridad a estar sola,

✓ Incapacidad de toma de decisiones en diferentes aspectos de su vida, si irse o no, si

conocer a otra persona o no,

✓ Dificultad para expresar desacuerdo, a pesar de que a ella no le gustaba compartir

parejas sexuales lo hacía para evitar que su novio se enojara o peor aún, la golpeara,

✓ Solucionar y buscar la forma de no ser abandonados por los demás como es el tener
que aguantar a pesar de estar consciente de que era violentada, justificar
constantemente a su novio en las reacciones violentas que tenía con ella,

✓ Una persona complaciente y sacrificada por los demás como era el caso de sus
hermanos y su madre, haciéndose cargo de ella.

Tratamiento

→ Psicoterapia dinámica (grupo).

→ Psicoterapia cognitivo-conductual.
 → Dependiendo el caso, se sugiere canalizar a psiquiatría para síntomas como
depresión y ansiedad.

CONCLUSIONES GENERALES

El trastorno de la personalidad dependiente tiene una necesidad dominante y excesiva de

que le cuiden, lo que conlleva un comportamiento sumiso y de apego exagerado, y miedo a
la separación, que comienza en las primeras etapas de la edad adulta y está presente en
diversos contextos, se manifiesta por cinco (o más) de los hechos siguientes:

1. Le cuesta tomar decisiones cotidianas sin el consejo y la tranquilización excesiva de otras

personas.
2. Necesita a los demás para asumir responsabilidades en la mayoría de los ámbitos
importantes de su vida.
3. Tiene dificultad para expresar el desacuerdo con los demás por miedo a perder su apoyo
o aprobación. (Nota: No incluir los miedos realistas de castigo.)
4. Tiene dificultad para iniciar proyectos o hacer cosas por sí mismo (debido a la falta de
confianza en el propio juicio o capacidad y no por falta de motivación o energía).
5. Va demasiado lejos para obtener la aceptación y apoyo de los demás, hasta el punto de
hacer voluntariamente cosas que le desagradan.
6. Se siente incómodo o indefenso cuando está solo por miedo exagerado a ser incapaz de
cuidarse a sí mismo.
7. Cuando termina una relación estrecha, busca con urgencia otra relación para que le
cuiden y apoyen.
8. Siente una preocupación no realista por miedo a que lo abandonen y tenga que cuidar de
sí mismo.

BIBLIOGRAFÍA
▫ American Psychological Association [APA]. (2014). Manual de diagnóstico y estadístico de los
trastornos mentales (DSM-5).
▫ https://psisemadrid.org/trastorno-de-personalidad-dependencia/