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DEJÓ DE CAER
Mauricio Rodríguez
En un distópico mundo dos personajes encuentran unos libros escondidos que cambiarán tanto su
forma de actuar y pensar como de habitar un espacio que les atosiga y arremete.
el día que la nieve dejó de caer
Personajes:
Lenina
Juan
Voz en off (metálica): Cinta detenida. Tiempo para volver al trabajo. 30 segundos
Juan: Devuélvala.
Lenina: No!
Lenina hace un movimiento con su mano sobre su cabeza y con los ojos le saca una foto a los
libros que se proyectan, son El Eternauta, Un Mundo Feliz, Farenheit 451. Los libros están
quemados y gastados, no se llegan a leer bien.
Voz metálica en off: Tiempo estimado para volver al trabajo 10 segundos. Conteo final.
La cinta comienza a funcionar nuevamente, esta vez los movimientos serán mucho más
rápidos, indicando que el tiempo está pasando, una música acompaña este momento, se los ve
ansiosos por terminar y hablar sobre el descubrimiento. Cinta se frena, se encienden las luces
de la fábrica. Se abren las puertas sobre la pantalla.
Voz en off: Fin de la primera jornada. Tiempo de descanso y almuerzo: 5 minutos y conteo
el día que la nieve dejó de caer
final.
Lenina y Juan van a sala de alimentos (a proscenio), ella lleva escondidos los libros dentro del
mameluco, los saca mirando para todos lados.
Juan: Esto no está bien. (Silencio. Aceptando los libros) Tranquila acá no llegan las cámaras.
Lenina: Mi madre me leía… antes se podía. A estos nunca los había visto, ni escuchado
nombrar.
Lenina: De verdura.
Ambos al unísono sacan una pastilla de sus bolsillos, inhalan fuerte y se la comen.
De la misma forma que con los libros se saca una foto. El momento retratado se ve en la
pantalla: es ella misma, pero con otra ropa, vestida con elegancia y un peinado diferente.
Ambos se colocan juntos y se sacan varias fotos sin abrazarse ni tocarse, él aparece con cosas
raras en la cabeza, se ríen y divierten mientras se sacan las fotos, suena música de fondo que
se ve interrumpida por la voz metálica.
Voz metálica en off: Fin del descanso. Comienzo de la segunda jornada y conteo final.
Vuelven al trabajo. Se paran en los mismos lugares de antes pero ahora se miran con disimulo.
La luz del proyector transiciona hacia un apagón.
Voz en off: Final de la jornada diaria. Tiempo para dejar el establecimiento, 5 minutos.
Nuevamente un pestañeo a negro y vemos a Lenina y Juan caminando por la calle bajo una
nieve que cae copiosamente, todo alrededor es ordenado, pulcro y pálido, nadie anda en la
calle y todo se asilencia con la caída lenta de los copos. Ellos caminan en el lugar y se mueve el
fondo. La misma nieve espesa acompaña el ambiente y les ralentiza el caminar.
Lenina: (con un tono algo cariñoso dejándole entrever otro tono) Anímese Juan.
Frenan
Los mira en silencio, Juan mira para todos lados. En la pantalla podemos ver que unos perros
robotizados se acercan, Juan llama con el codo a Lenina, ella sigue mirando los libros, leyendo
algunas partes, Juan llama con más insistencia. Lenina le hace un gesto con la mano para que
pare de leer. Él insiste, Lenina lo mira y ve su cara de espanto, mira hacia atrás y ve los
perros, comienzan a correr juntos. Los perros son muy veloces, nuestros protagonistas doblan
por distintos, lugares, Juan y Lenina se separan, en la pantalla podemos ver como siguen a
uno y al otro. Lenina, los pierde, Juan es atrapado y llevado hacia atrás de la pantalla, Lenina
el día que la nieve dejó de caer
escucha su grito ahogado, metálico, perderse en el aire. Lenina mira hacia adelante, la luz del
proyector va desapareciendo. Apagón.
Escena 3. La búsqueda.
Lenina aparece caminando, cansada, perpleja, en los confines de la ciudad, todo empieza a
dejar de ser ordenado y pulcro. Todo, Lentamente, se convierte en un gran basural. La imagen
a modo de video clip y acompañada con música, nos muestra que camina durante un largo
tiempo, la nieve sigue cayendo. Lenina se detiene a descansar. Está ahí un momento y de atrás
de una pequeña loma una silueta bien definida le habla ( es la de un anciano pero aún no lo
distinguimos).
Anciano: No lo sabes, pero tampoco tienes muchas opciones que digamos. ¿Me equivoco?
Lenina: No.
Anciano: Habla, no es seguro estar afuera a esta hora, quizá pueda darte cobijo. Se acerca la
hora y los perros salen de cacería.
Lenina: (exaltada. Respirando agitada) Eso. Los perros. Los perros se llevaron a mi…
Lenina: (sin saber qué decir) No, no … compañero. A mi compañero de trabajo, a mi amigo.
Anciano: Causalidad, no casualidad. ¿Me creerías si te digo que esos libros los puse yo?
Anciano: Es la forma que tenemos para cambiar algunas cosas, quienes no se hacen
preguntas, quienes no piensan en si hay una posibilidad de vivir mejor, simplemente
denuncian la aparición de los libros y todo queda en la nada, pero quienes sí deciden
indagar, corren estos riesgos, como ustedes.
Anciano: Mirá a tu alrededor, niña. Allá no se puede, aquí la reglas son otras. (Pausa.
Mirándola) Claro, todo esto es nuevo para vos. ¿En qué año estamos?
Lenina: 2083.
El anciano hace un gesto hacia la pantalla y el basural que se veía de fondo se transforma en
una animación, lo que le cuenta a Lenina estará graficado en imágenes.
Anciano: 2083 dijiste. Hace 100 años, en esta tierra se volvió a vivir en democracia, un
sistema de gobierno que quedó obsoleto hace tiempo, luego de la guerra. ¿Ves las torres?
En ese sistema las personas elegían a quienes ocupaban esos lugares: sus representantes,
quienes tomaban las decisiones que importan a todos, pero había algo por encima de ellos:
la constitución, allí estaba el orden y las libertades de los pueblos.
Lenina: Y todo eso, ¿Qué tiene que ver conmigo y con Juan?
Anciano: Así que Juan. (Pausa) Mucho tiene que ver, somos muchos los que vivimos acá, en
las afueras, en estos grandes basurales y hemos decidido luchar contra lo que nos oprime
(señalando hacia las torres en la pantalla que se ven a lo lejos). No es un camino fácil. No es
de un día para el otro, pero sumando cada vez a más personas creemos que es posible. Por
eso es importante que encuentres a… coso...
Lenina: Juan.
Anciano: a Juan.
el día que la nieve dejó de caer
Lenina: Lo voy a encontrar. (Pausa) Usted sabe mucho, se nota que ha leído.
Anciano: Muchos más de los que me gustaría recordar y claramente los logré no comiendo
esas pastillas horribles que les dan a ustedes.
El hace el mismo movimiento que antes hacia la pantalla y la parte de arriba del basural se
corre dejando ver distintas verduras sembradas. Lenina está asombrada.
Anciano: Lo encontrarás en la torre del este. Ve antes de la segunda sirena. Los perros, no
te atacan si no les tienes miedo, y recuerda, es importante decir lo que uno tiene o quiere
decir.
Juan: (despertando. Sin entender) ¿Qué hace usted acá? Es tarde, Lenina. Hay que dormir y
mañana trabajar.
Lenina: Juan despier… Despertate Juan. Mañana no vamos a la fábrica. Ni mañana ni nunca.
¿Tenes los libros?
Lenina sonríe y asiente con la cabeza. Juan toma la mano de Lenina también sonriendo y
confiándole todo su ser.
Ambos se giran quedando de frente a la pantalla que proyecta una nieve que cae con
intensidad. Lenina y Juan se dan las manos en contraluz y de es espaldas al público. En la
pantalla se suceden imágenes a gran velocidad (un collage de varias sociedades y fragmentos
de la humanidad), mezcladas con la nieve que va copando la escena hasta que por un
momento se vuelve roja y el cielo se despeja sobre un azul y blancos muy claros, quedando los
cuerpos en una silueta definida de dos personas tomadas de la mano. Atinan a dar un paso
hacia la pantalla. Apagón.
Fin.