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Expediente : 3391-2020

Especialista : Diego Mauricio André Mendoza Campos

Sumilla : Solicito nulidad parcial de la Resolución de Vista del


26NOV2023, emitida por la Segunda Sala de
Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de Lima
Norte.

SEÑOR JUEZ DEL PRIMER JUZGADO PENAL DE


INVESTIGACIÓN PREPARATORIA DE INDEPENDENCIA DE LA
CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA NORTE

JORGE CARLOS CABRERA MALDONADO defensa técnica de


HADHER YSMAEL VIZCARRA FLORES, en el proceso penal
instaurado por presunto delito de TID en contra del estado, a usted
respetuosamente digo:

I. Petitorio

Conforme lo establece el Artículo 224 del Código Civil, solicito la


nulidad parcial de la Resolución de Vista del 26NOV2023, emitida
por la Segunda Sala de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia
de Lima Norte, en el extremo en el que dispone la medida de
comparecencia restrictiva con vigilancia electrónica personal (Art.
287-A del CPP) en favor de mi patrocinado HADHER YSMAEL
VIZCARRA FLORES, y conforme al principio de legalidad, dado
que no existe comparecencia con detención después de haber
vencido el plazo de prisión preventiva, dejando sin efectos la
inaplicable medida de “mandato de comparecencia restrictiva con
vigilancia electrónica personal dentro del perímetro del domicilio”,
conforme al artículo 287-A y 288 del CPP, en tanto esta “medida de
aseguramiento”, es una continuación de la prisión preventiva, lo cual
esta proscrito por nuestro ordenamiento al continuar incurriéndose en
excesos de carcelaria.

II. Fundamentos de hecho y derecho

II.1 Mi patrocinado ha cumplido medida cautelar personal de


prisión preventiva desde el 18.09.2020 por dieciocho (18)
meses, los cuales vencieron el 17.03.2022.
Posteriormente, se declaró fundado la prolongación de la
prisión preventiva por doce (12) meses, los cuales vencieron el
17.03.20231.

Mediante Auto de Adecuación del plazo de prolongación de


prisión preventiva, este se amplió por seis (06) meses
adicionales, venciendo dicho plazo el 17.09.20232.

Mediante Resolución de Vista de fecha 26.11.20233, la


Segunda Sala de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia
de Lima Norte resolvió la acumulación de ocho (08) días de
plazo no computable a la prisión preventiva, plazo que venció
indefectiblemente el 25.09.2023; dictándose, además, en dicha
resolución la medida de comparecencia restrictiva con
vigilancia electrónica personal.

Haciendo la sumatoria de lo anteriormente descrito, mi


patrocinado cumplió la medida coercitiva personal de prisión
preventiva por treinta y seis (36) meses y ocho (08) días;
habiendo sido liberado el día 13.12.2023; es decir, que estuvo
detenido injustamente por setenta y nueve (79) días
adicionales.

II.2 La libertad de mi patrocinado, en su calidad de imputado, fue


obtenida conforme lo establece el Artículo 273 del Código
Procesal Penal, que señala que al vencimiento del plazo (36
meses, mas 8 días adicionales de cómputo de no plazo) sin
haberse dictado sentencia de primera instancia, el juez de
oficio o a solicitud de las partes, decretará la inmediata
libertad del imputado, sin perjuicio de dictar concurrentemente
las medidas necesarias para asegurar su presencia en las
diligencias judiciales, incluso las restricciones a que se
refieren los numerales 2) al 4) del artículo 288, que a la letra
señalan: “2) La obligación de no ausentarse de la localidad en
que reside, de no concurrir a determinados lugares, o de
presentarse a la autoridad en los días que se le fijen; 3) La
prohibición de comunicarse con personas determinadas,
siempre que no afecte el derecho de defensa; y, 4) La
prestación de una caución económica, si las posibilidades del
imputado lo permiten. La caución podrá ser sustituida por una
fianza personal idónea y suficiente”. (el subrayado es nuestro)

1
Resolución 06, del 16.03.2022.
2
Resolución 03, del 15.03.2023
3
Auto de Vista, Resolución 05, del 20.11.2023
II.3 Ahora bien, la Segunda Sala de Apelaciones de la Corte
Superior de Justicia de Lima Norte, confirma lo establecido en
el Artículo 273 al señalar en su Auto de Vista, Resolución N°
05 de fecha 20.11.2023 cuando señala: “ 2.33. En este orden
de ideas, conforme lo establece el artículo 273 del CPP, al
haberse vencido el plazo de la medida coercitiva personal sin
la emisión de sentencia y a fin de asegurar la presencia de los
procesados a las diligencias que viene desarrollando el órgano
jurisdiccional, así como para fines del juicio oral a realizarse
(…)”.

II.4 En ese orden de ideas debió haberse decretado la inmediata


libertad del imputado, sin perjuicio de dictar concurrentemente
las medidas necesarias para asegurar su presencia en las
diligencias judiciales, incluso las restricciones a que se
refieren los numerales 2) al 4) del artículo 288.

II.5 Sin embargo, la Segunda Sala de Apelaciones, señaló: “(…) se


hace necesario dictar medida de comparecencia restrictiva con
vigilancia electrónica personal, conforme al artículo 287-A y
288 del CPP, en tanto esta medida de aseguramiento, resulta la
más adecuada en función de la forma y circunstancias de los
hechos que se vienen atribuyendo”.

II.6 Sin embargo, la “comparecencia restrictiva con vigilancia


electrónica personal, dentro del perímetro del domicilio” no
puede ser aplicada en las circunstancias en la que se encuentra
mi defendido en vista que ya se cumplió con el plazo máximo
de 36 meses de prisión preventiva y la libertad se ha otorgado
por vencimiento del plazo de la prisión preventiva, no por cese
de esta medida coercitiva; es decir, se está continuando con la
detención personal afectando la libertad física y locomoción,
máxime si el Art. 287-A del Código adjetivo señala a la letra:
“Artículo 287-A.- Comparecencia restrictiva con vigilancia electrónica
personal

1. El juez puede imponer la medida de comparecencia restrictiva con


vigilancia electrónica, antes que la medida de prisión preventiva, si de la
valoración de las condiciones de vida personal, laboral, familiar o social,
o las condiciones de salud, de la persona procesada; si con ella se
garantiza en el mismo grado el normal desarrollo del proceso.

2. El Juez puede disponer la cesación de la prisión preventiva por la


comparecencia restrictiva con vigilancia electrónica personal, si, aun
cuando subsistan los presupuestos del artículo 268, la persona procesada
acredita que tiene condiciones de vida personal, laboral, familiar o social,
o las condiciones de salud, que permiten concluir que con esta medida se
asegura la finalidad del proceso en el mismo grado.

3. En ambos casos, el Juez impone las medidas restrictivas del artículo


288, conjuntamente con las disposiciones que regulan la vigilancia
electrónica personal.”

II.7 Es de apreciarse que en el numeral 3) del artículo antes


mencionado señala que solo se pueden adoptar la medida
restrictivas de vigilancia electrónica personal conjuntamente
con las restricciones mencionadas el art. 288 del CPP en dos
casos: antes de la medida de prisión preventiva o cuando se
disponga la cesación de esta; pero no establece que “DEBA o
PUEDA” aplicarse cuando el plazo de prisión preventiva ha
vencido.

II.8 Para mejor ilustración del ad quo, esto se encuentra


plenamente detallado en el Art. 6 del D. L. Nº 1514 que
modifica los artículos 3, 5, 6, 7, 8, 9 y 11 del Decreto
Legislativo Nº 1322, Decreto Legislativo que regula la
vigilancia electrónica personal establece la definición y
modalidades de la vigilancia electrónica personal, en cuyo
numeral 1 señala: “(…) 3.2. Para el caso de personas
procesadas, la vigilancia electrónica es una alternativa a la
prisión preventiva o la variación de la misma , que se
impone con la medida de comparecencia restrictiva, de
acuerdo a lo previsto en el artículo 287-A del Código Procesal
Penal, Decreto Legislativo Nº 957. Es dispuesta por el juez, de
oficio, a pedido de parte o del Ministerio Público, a fin de
garantizar su presencia y los fines del proceso.” (el subrayado
y resaltado es nuestro)

II.9 De igual manera en el numeral 2 del artículo mencionado


previamente, se detalla: “(…) 5.7.Las exclusiones previstas en
el 5.5. no se aplican en los supuestos de personas procesadas
que se encuentren con plazo máximo de prisión preventiva
vencida y que el Ministerio Público no haya formulado
requerimiento fiscal acusatorio, para lo cual el Juez puede
imponer la vigilancia electrónica personal, como medida de
restricción adicional a la de comparecencia que disponga,
siempre que se fundamente la proporcionalidad de la medida
en relación a los fines del proceso.” (el subrayado y resaltado
es nuestro)
II.10 Estando así las cosas, se tiene que el Juez puede imponer la
medida restrictiva de vigilancia electrónica personal como
restricción adicional al tipo de comparecencia que disponga
siempre y cuando la situación del procesado sea la de
vencimiento del plazo máximo de prisión preventiva y el
Ministerio Público no haya formulado requerimiento
acusatorio, situación distinta a la que se advierte en el presente
caso, ya que este se encuentra en etapa de valoración de
elementos de convicción, estadio previo a la etapa estelar del
proceso que es el Juicio Oral.

II.11 Se debe tomar lo mencionado por la Corte Suprema en el


Acuerdo Plenario Nº 02-2019/CJ-116 en el aspecto general 4
de sus fundamentos jurídicos señala que “…la vigilancia
electrónica tiene naturaleza múltiple, para facilitar las opciones
de libertad del sistema penal. Es una medida que restringe la
libertad deambulatoria y, como tal, debe concebirse
mayormente como una medida restrictiva de la libertad – salvo
si se trata de una radicación en un lugar determinado sin
opciones de salida, qué se convertirá en una pena privativa de
libertad atenuada o en una restricción del arresto
domiciliario…”; ergo, el mandato de COMPARECENCIA
CON RESTRICCIÓN CON VIGILANCIA ELECTRONICA
PERSONAL DENTRO DEL PERIMETRO DEL
DOMICILIO, es una detención domiciliaria, que está regulada
en el Artículo 290 del CPP, que no se puede aplicar tampoco
por ya no corresponde prisión preventiva, pues ésta ya se
cumplió por 36 meses, y conforme el inciso 7, del artículo 290
del CPP, “el plazo de la detención domiciliaria es el mismo
que el fijado para la prisión preventiva”, consecuentemente no
se puede aplicar.

II.12 La Jurisprudencia de la Corte Suprema ha señalado la


imposibilidad de acumular sucesivamente la Detención
Domiciliaria (en este caso vigilancia electrónica dentro del
perímetro del domicilio) a la Prisión Preventiva, ya que la
Primera Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema, en el
Caso David Pezúa de Vivanco, en el R.N. N° 362-2005 de
fecha 10 de enero de 2006, estableció que resultaba lesivo a
los derechos fundamentales que una vez dictado el mandato de
libertad a favor de un procesado por exceso de carcelería, se
dicte una nueva medida cautelar limitativa del derecho a la
libertad ambulatoria, como es el arresto domiciliario.
Precisando que:
[…] este Supremo Tribunal considera que (salvo extrema necesidad) no es
pertinente que resuelta la libertad por exceso de detención se establezca
arresto domiciliario, pues se estaría imponiendo dos medidas cautelares
sucesivas que afectan el mismo derecho fundamental; la libertad
ambulatoria, debiéndose imponer otras medidas como reglas de conducta
que permitan el aseguramiento personal del encausado a los fines del
proceso y la no perturbación de la actividad probatoria; por tanto no
apreciándose en el presente, la concurrencia de criterios objetivos y
razonables que permitan amparar el arresto domiciliario dictado en contra
de Pezúa de Vivanco, se deberá revocar tal medida dictando contra el
acusado recurrente el mandato de comparecencia sujeto a restricciones
razonables a su persona.

Además, indicó que la imposición de una nueva medida


cautelar que afecta el derecho fundamental a la libertad
ambulatoria del encausado, debía sujetarse al test que imponen
los principios de subsidiariedad, razonabilidad, provisionalidad
y proporcionalidad. En ese sentido, el juzgador no solo debe
sujetar el caso concreto al test de los principios antes
enunciados, sino que debe explicar las razones de extrema
necesidad que lo llevan a imponer la nueva medida.

II.13Estando así las cosas, la Segunda Sala Penal Especial, en la


Resolución Nº 257 del 10 de agosto de 2004, presidida por el
Dra. Zavala Valladares, Barandiarán y Sequeiros Vargas
señalaron lo siguiente: “(…) Tercero.- La detención
domiciliaria (como medida cautelar) por su naturaleza, sus
propósitos y los requisitos para su implementación, y además
por su carácter temporal y excepcional, presumiendo de los
criterios de subsidiaridad, provisionalidad, razonabilidad y
proporcionabilidad, resulta similar a la detención preventiva
que por su material ejecución resulta ser más rigurosa y
perjudicial, sin embargo en ambas situaciones hay privación de
locomoción, sujeto a vigilancia permanente, en consecuencia,
variar la medida de detención por exceso de detención y luego
imponer la medida de detención domiciliaria como medida de
seguridad, resulta excesivo, porque eventualmente se puede
prolongar en términos generales y bajo ese criterio hasta
sesenta meses (en el presente caso y hasta setenta y dos meses
según la norma vigente), el tiempo de prolongación de la
medida cautelar de privación de la libertad del procesado, lo
que desnaturaliza la razonabilidad, provisionalidad y
proporcionalidad de la medida cautelar. Cuarto.- Para este
colegiado resulta válido, legal y razonable computar
acumulativamente el tiempo de detención domiciliaria,
fundamentalmente debido a que en estos casos se trata de
medidas cautelares tendientes a evitar o disminuir el peligro
procesal y bajo el presupuesto del tiempo razonable de
duración de dicha medida coercitiva personal, teniendo en
cuenta el principio de presunción de inocencia, entonces
procederíamos contradictoriamente si admitimos que al variar
la medida de detención preventiva por exceso de detención y
luego otorgar la comparecencia con restricciones sometido al
arresto domiciliario, porque bajo los argumentos antes
referidos estaríamos prolongando la privación de la libertad de
locomoción del procesado por tiempo mayor al que la ley
faculta”.

II.14Asimismo, en el Recurso de Nulidad Nº 3314-2005, expedida


por la Segunda Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema
declararon “Haber Nulidad”, consecuentemente declararon
procedente la variación levantándose la medida de arresto
domiciliario, bajo las siguientes consideraciones: Se advierte
que la sala penal especial, luego de mantener con detención
provisional al procesado Cano Ángulo, por más de treinta y
seis meses, varió dicha medida excepcional por la de
comparecencia sujeta a arresto domiciliario, sin efectuar una
debida motivación respecto a la necesidad de mantener
restringida su libertad ambulatoria, sin tener en cuenta la
conducta procesal de cada uno de los procesados”. Mantener
ambas medidas resulta violatoria a la garantía al plazo
razonable como lo veremos más adelante: “A la fecha los
procesados se han encontrado incursos en este proceso por más
de seis años con siete meses habiéndose encontrado con
detención preventiva por cuarenta y siete meses y con arresto
domiciliario por más de treinta y dos meses, lo que resulta
violatorio de la garantía al plazo razonable”

II.15Bajo el Principio de Legalidad, primero, podemos afirmar que


conforme el artículo 2, numeral 24, literal d, de la Constitución
Política del Estado establece lo siguiente: “Nadie será
procesado ni condenado por acto u omisión que al tiempo de
cometerse no esté previamente calificado en la ley, de manera
expresa e inequívoca, como infracción punible; ni sancionado
con pena no prevista en la ley”. Y, en segundo lugar, el
artículo II del Título Preliminar del Código Penal determina lo
siguiente: “Nadie será sancionado por un acto no previsto
como delito o falta por la ley vigente al momento de su
comisión, ni sometido a pena o medida de seguridad que no
se encuentren establecidas en ella”. (Resaltado adicional)
II.16Señor Magistrado, la norma procesal penal sobre los principios
de las medidas de coerción procesal señala en el Artículo
253.1 “Los derechos fundamentales reconocidos por la
Constitución y los tratados relativos a los Derechos Humanos
ratificados por el Perú, solo podrán ser restringidos, el marco
del procesal penal, si la Ley lo permite y con las garantías
previstas en ella.”, es decir, el marco proceso penal peruano no
ampara que después de haber estado en prisión preventiva por
el plazo máximo, (36 meses) se continue con la misma medida
de coerción bajo otro nombre o nomenclatura.

II.17La injerencia legitima de la autoridad en los derechos


fundamentales de la libertad personal son impuestas para
lograr los fines del proceso, no son fines en sí misma. Se debe
tener presente que una característica fundamental en las
medidas coercitivas es su carácter cautelar, de tal forma que
solo puede mantenerse mientras persistan las condiciones que
le dio origen, de tal forma que, estas figuras del derecho
procesal no pueden extenderse mucho en el tiempo para evitar
que tengan el carácter de una pena anticipada. ( SANGUINÉ, Odone;
Prisión Provisional y derechos fundamentales, En: Seminario de Derecho
Procesal Penal I, Lima: PUCP, 2004, pp. 454 – 477).

II.18Debemos tener también en consideración la aplicación del


principio de inocencia, que a lado de la prisión preventiva está
sometida a un límite temporal razonable a fin de evitar que se
convierta en una pena anticipada. El principio de inocencia
conjuntamente con el derecho a la libertad exige que le prisión
preventiva sea de carácter excepcional y que la liberta sea la
condición del ser humano, como regla. ( TRIBUNAL
CONSTITUCIONAL, Caso Carlos Zelada Dávila, Expediente 808-2002-HC/TC,
Sentencia de fecha 8 de julio de 2002, Fundamento 2.)

Por lo expuesto,

Sírvase usted Señor Juez tener por efectuado el pedido de nulidad


parcial de la Resolución de Vista de fecha 26NOV2023, ordenando
su libertad con comparecencia con restricciones a que se refiere los
numerales 2) al 4) del Artículo 288 del CPP, a fin de ejercer su
libertad física y locomoción que tiene derecho desde el día
25.09.2023.
OTROSI DIGO: Autorizo la presente de conformidad con el Artículo 290
del TUO del LOPJ modificada por la Ley 26624.

Lima, 02 de febrero del 2024

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