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(Para 8 personas)
Ingredientes
Preparación
1. Limpiar bien el lechón raspando con un cuchillo filo todos los pelitos que quedaran todavía
en el cuero.
2. Frotar exterior e interiormente el lechón con el jugo de limón.
3. Mezclar en una fuente aparte todos los ingredientes, de modo que se forme una salsa y
aderezar el lechón noche antes de poner al horno.
4. Momentos antes de poner el cerdo al horno, rociarlo con el jugo que hubiera escurrido en
la noche y hacer unos pequeños cortes en las articulaciones de los brazuelos y piernas,
separando los nervios de estos miembros. Esto se realiza para evitar que se encojan al
cocer.
5. Poner el lechón en una lata honda para recibir el jugo que suelta al cocer, con la parte del
cuero hacia abajo para que, en contacto con el jugo, se cueza primero. Dar vuelta después
de una hora para que el cuero ya cocido recién se dore y se ponga crocante. En horno
moderado, dejar cocer más o menos dos y media horas (horno americano 350 grados
Fahrenheit; horno europeo 176 grados centigrados).
Lechona asada
Sujetándole con la mano izquierda por sus manitas delanteras, se le degüella con un cuchillo fino,
desde el cuello al corazón, a fin de que muera en el acto. Suspéndase por las patas traseras hasta
que haya sar-grado completamente, rebozándole a continuación en su misma sangre y
espolvoreándole con un puñado de pez bien machacada y seca.
Una vez hecha esta primera operación, se le sumerge en un caldero de agua caliente; antes de
que llegue a hervir se le seca con un paño, o simplemente con la mano, pelándolo muy fácilmente.
Se lava al chorro de agua, se le destripa y se le vuelve a lavar hasta que quede bien limpio.
Colóquese a escurrir. Así se realiza en Castilla.
En otras regiones suelen encallarlo Esta operación consiste en que una vez pelados se les
sumerge en un caldero, donde hay agua cociendo para que se encallen. Ahora bien, esta
operación no es muy recomendable, pues endurece su piel. Cuanto menos tiempo transcurra
desde las operaciones de matarlo y limpiarlo hasta meterle en el horno, mejor, pues en este caso,
como en otros muchos, hay un viejo refrán castellano que dice: <El lechón, del cuchillo al asador.>
EL ASADO
Se extiende el cochinillo sobre una mesa o tabla, se le abre de abajo hacia arriba, excepto la
cabeza, pues una vez asado le da una figura especialmente graciosa. Se le da un corte, o más
bien un golpe, a lo largo de la espina dorsal, de abajo hacia arriba, con el fin de que quede más
extendido. Colóquese en una tartera de barro, después de haberlo espolvoreado con sal fina, y en
cuya tartera habremos puesto un poquito de agua y atravesado el cochinillo con unos palitos de
laurel al objeto de que no se pegue a la cazuela durante el asado y su fina piel quede destruida. Ha
de entrar en horno abierto, (aclaración mía: horno abierto si es de panadería, en el de casa la
puerta cerrada), con su parte interior hacia arriba. Cuando por esta parte ha cogido su punto de
asado, se procede entonces a darle la vuelta. No sólo continuaremos asándolo, sino que a partir de
este momento cuidaremos de su presentación, le daremos unos <untos> con buena manteca de
cerdo fresca, cuidando de que su fina piel, aún correosa, no se chasque.
El rabito saldrá ensortijado, las orejillas las cubriremos con unos cucuruchos de papel de estraza
que habremos humedecido antes para que no se quemen y cuyo único fin es proteger aquellas del
exceso de calor que van a recibir. Con un tenedor se pica su fina piel, a fin de que no se formen
diminutas vejigas con el aire que hay dentro. se introduce de nuevo en el horno. Su punto exacto
de cochura se produce cuando la piel toma un color avellanado, y al golpearle con los nudillos de la
mano suene a hueco como la piel de un tambor, la piel tersa. Es éste el momento preciso para
sacarlo del horno. Se le pasan por él unas plumas o una brocha impregnadas con manteca de
cerdo derretida. En algunos sitios lo hacen pasándole un trozo de tocino fresco. De ambas
maneras recibirá un brillo que realzará su presentación. (En la manteca se habrán puesto unos
ajos.)
Si el tostón es de buena calidad no necesita más ingredientes que los expuestos anteriormente. Se
le sirve en su propio jugo, sazonándolo con sal a gusto del asador. Si el cochinillo no reuniese las
condiciones de alta calidad deseada, o si su tiempo de cochura fuese mayor del previsto, o el gusto
de los comensales fuese muy español, en este caso es aconsejable añadir al jugo del tostón tomillo
salsero o ajos machacados. También en Filipinas se refuerza la salsa del cochinillo con las
asadurillas, muy picadas, que una vez rehogadas y con la adición de vino blanco, se las liga con la
salsa del cochinillo, reduciéndola un poco al fuego. En Cuba y en algunos otros países de
Hispanoamérica les place acompañarlo con salsas picantes, o alegrías (guindillas), etc. Pero
continuo insistiendo que cuando se trata de un cochinillo de alta calidad y crianza, no necesita más
que el sencillo procedimiento explicado al principio. En Mallorca, a los tostones les llaman
<lechonas>, y su peso suele ser de unos 15 a 20 kilos. Se introduce el animal en el horno y se van
turnando los asadores hasta que se asa, pues son muchas las horas que tarda en coger su punto
de cochura, y más aún si le embuten algún relleno de carnes, frutas o verduras. En este caso, se
puede llegar a necesitar hasta 24 horas de horno para que esté a punto.
Se suelen servir estas «lechonas» trinchándolas como si se tratase de un embutido, sirviéndolas
en lonchas que se cortan a partir de la cabeza hasta el rabo, y aderezándolas con salsas, más bien
fuertecitas, al estilo mallorquín.
ALTA PRESENTACIÓN DEL COCHINILLO ASADO
Es necesario no abrir el tostón de arriba abajo para el asado al estilo puramente castellano, sino
solamente lo necesario para poder limpiarlo con el fin de que quede casi entero y en la posición
como si estuviese vivo echado sobre sus patas. Una vez asado y bien acaramelada y brillante su
piel, cuidando especialmente de que sus orejillas estén tiesas y su rabito ensortijado, se le pasa
unas plumas o brocha con manteca derretida o ajo para barnizarlo, colocándolo sobre unas andas
de madera, sobre las que se habrá puesto una gran bandeja metálica para el aditamento de unos
costrones de pan frito, haciendo mosaico, y, entre las juntas, unas ramitas de tornillo salsero y
espliego. Las andas pueden ser de madera oscura, y los brazos para que los cocineros los agarren
pueden simular las patas o manos de una ternera. En el momento de ser presentado ante los
comensales el tostón en andas y volandas, se le vuelca un chaparrón de ron, que prenderá al
rociar al cochinillo, ardiendo también el tomillo, que desprenderá un aromático olor campestre.
Lo ideal es ofrecer este cochinillo partiéndolo con el borde de un plato, demostrando de esta
manera su alta calidad y su perfecto punto de cochura. Son muchos los establecimientos en estas
tierras castellanas que se han hecho famosos y donde el cochinillo constituye el plato de choque.
Estos han sido: La Pinilla de Arévalo, el de Botín de Cuchilleros, y Cándido en Segovia, entre otros
muchos
Lechón al horno
1 lechón ( ½ kilo)
papas
4 dientes de ajo, tostado, pelado y molido
1 cucharilla de comino molido
1/2 cucharilla de orégano picado
½ cucharilla de pimienta molida
½ taza de ají molido
1 cucharada de tomillo, picado fino
1/2 de taza de vinagre
perejil picado
sal
aceite
1 limón
1 ensalada
Preparación:
1. Limpiar bien el lechón
2. Frotar con el jugo de limón la parte exterior e interior del lechón.
3. Aderezar el lechón una noche antes de poner al horno.
4. Hacer una salsa mezclando todos los ingredientes en una fuente.
5. ¡ Momentos antes de poner el cerdo al horno, rociarlo con el jugo que hubiera escurrido en la
noche y hacer unos pequeños cortes en las articulaciones de los brazuelos y piernas, separando
los nervios de estos miembros. Esto se realiza para evitar que se encojan al cocer.
6. Poner el lechón en una lata honda para recibir el jugo que suelta al cocer, con la parte del cuero
hacia abajo para que, en contacto con el jugo, se cueza primero. Dar vuelta después de una hora
para que el cuero ya cocido recién se dore y se ponga crocante. En horno moderado, dejar cocer
más o menos dos y media horas (horno americano 350 grados Fahrenheit; horno europeo 176
grados centigrados).
7. Sacar del horno y despresar.
Servir:
Servir acompañado de papas y ensalada
Es una imagen casi mítica: un cochinillo dorado, crujiente, aromático, con aspecto de feliz pese a
estar evidentemente muerto, y las más de las veces con una estúpida manzana en la boca (si al menos se
la hubieran dado en vida, algo le habría aprovechado). Tú, claro, como buen novato, te sientes incapaz
de preparar tal maravilla. ¡Pues vas a ver, es de lo más sencillo! Eso sí, tendrás que rascarte la cartera,
porque el animalito es cualquier cosa menos económico. Y muy importante: antes de preparar el
cochinillo, mientras te lo comes, y si me aprietas aún después de digerirlo, ¡no se te ocurra pensar en
Babe!
Por si te lo estás preguntando, con un cochinillo de cuatro kilos comen bien seis personas. Lo sé porque
nosotros éramos cinco, uno de ellos el notorio Moncho E., y no sobró nada.
(Nota: si haces clic en las fotos, se abre una ventana nueva con la foto en grande. Las fotos grandes son
de unos 35 k cada una).
Empecemos por el principio: mientras
el horno se precalienta a 160º
(puede ser menos, pero no más),
pon en una fuente de barro o en una
bandeja de horno un poco profunda
un par de dedos -horizontales- de
agua o caldo, agrega un chorrete de
vino blanco seco, 4 hojas de laurel, y
romero, tomillo y perejil al gusto.
Preparación
Después de sacrificado, bien desangrado, pelado y vaciado, se lava al chorro de agua fría hasta quedar
blanco por dentro y por fuera.
Colocado el tostón encima de una mesa, le abrimos el espinazo a punta de cuchillo desde la gaita hasta el
rabo, cuidando no romper la piel.
En una cazuela o asador colocamos unas tablillas, ponemos el cochinillo encima y de espaldas, echamos
un poquito de agua, sazonamos por dentro y lo metemos al horno.
En el horno
Estando a una temperatura aproximada de 200 grados, introducimos el cochinillo tal cual.
Pasada una hora, lo sacamos, añadimos agua a la cazuela (que se habrá evaporado) y si ha cogido color le
damos la vuelta.
Ya con el lomo hacia arriba, se picotea la piel cuidadosamente, le damos una pincelada con aceite de oliva
virgen, por todo el lomo y de nuevo lo metemos al horno otras dos horas aproximadamente.
En la última media hora, estaremos pendientes por si fuera necesario proteger alguna parte por exceso de
calor: orejas, patas...
Cuando consideremos que está la piel dorada y crujiente puede estar asado y a punto, entonces lo
sacamos definitivamente del horno y lo presentamos en la mesa.
Presentación y trinchado
Por tradición histórica el cochinillo asado se presenta en la mesa entero, tal cual sale del horno. Se parte o trincha
con un plato en presencia de los comensales. Es un ritual para mostrar el punto justo de cochura y de su ternura. El
jugo o salsa lo rectificamos de sal y servimos aparte en puchero de barro, bien caliente.
Cochinillo asado
4 Personas
Laurel
Sal gorda
1/2 L. de agua
Manteca de cerdo
Ajo
Se pone el cochinillo en una cazuela de barro encima de unas ramas de laurel y se le sala
con sal gorda. Se echa el agua y se mete en el horno a doscientos grados. Se mantiene una
hora y media, transcurrido este tiempo se saca el cochinillo del horno, se le da la vuelta, y
se le unta con manteca de cerdo y ajo. Se tapan las orejas con papel de aluminio y se pincha
el cochinillo con un tenedor para que no se le hagan bolsas. Se mete en el horno otra hora,
transcurrida la cual se saca y se comprueba si se puede cortar con el borde de un plato, en
cuyo caso esta listo para servirlo
Cochinillo asado
1 cerdito de 3 semanas,
50 gr. de manteca,
2 dientes de ajo,
laurel,
sal,
pimienta.
Recetas para el
cochinillo
Cochinillo con dos tipos de
relleno. Se limpia, se vacía por el
gaznate y se ata por el cogote. Antes de
que se oree, se le abre la oreja por debajo
de la piel; se rellena de pasta tarentina
una vejiga de buey, al extremo de la cual
se ata una paja hueca, y a través de ella
se introduce en la oreja todo el relleno
que quepa. Después se cierra con papel y
se sujeta con unos ganchos. Se prepara otra pasta de la manera
siguiente: machacas pimienta, aligustre, orégano, un poco de raíz de
laser y le añades un chorro de garum; agrégale también sesadas cocidas, huevos crudos, espelta cocida y el
jugo de la cocción y, si tuvieras, pajaritos, piñones, pimienta en grano, ligado todo con garum. Se rellena el
cochinillo, se cierra con papel y se le sujeta con unos ganchos; se mete en el horno y, cuando está bien asado,
se le rocía de aceite y se sirve.
Este cochinillo lleva dos rellenos: uno de especias, el de la pasta tarpeyana. que se introduce por la oreja; el
otro, es una pasta formada con los ingredientes que se citan para rellenar al animal por la panza.
Cochinillo al garum. Se vacía el interior del cochinillo dejando algunos menudos. Se machaca pimienta,
aligustre y orégano; se le rocía de garum, se añade una sesada, dos huevos crudos y se mezcla. Se rellena el
cochinillo una vez oreado, se le cierra con ganchos y, dentro de una rejilla, se le sumerge en una olla de agua
hirviendo. Cuando está cocido, se le quitan los ganchos para que suelte el jugo. Se sirve espolvoreado de
pimienta.
Cochinillo relleno cocido. Se vacía el interior del cochinillo y se le deja orear. Se machaca pimienta,
aligustre y orégano; se agrega garum y sesadas cocidas en cantidad suficiente; se baten igualmente huevos, se
trabaja con garum; se añaden también en lonchas salchichas cocidas. Pero, antes de haber oreado el
cochinillo, se le baña en garum; luego se le rellena, se le cierra con ganchos y, dentro de una rejilla, se le
sumerge en una olla de agua hirviendo. Una vez cocido se escurre y se sirve sin pimienta.
Cochinillo asado con pasta de miel. Se limpia el cochinillo, se le vacía por el gaznate y se le seca. Se
machacan 25 gramos de pimienta, miel y vino y con este machacado se pone a cocer. Se desmenuza la pasta
en seco y se mezcla poco a poco con el contenido de la olla. Se remueve con una rama de laurel verde y se
cuece hasta que se hace ligero y untuoso. Se rellena el cochinillo con esta pasta, se cierra, se cubre con papel
y se le mete en el horno. Se desata y se sirve.
Nótese cómo en esta receta no se hace ninguna referencia a la sal ni a ningún ingrediente salado y sí
aparecen. sin embargo. componentes dulces (miel, vino). No somos capaces de precisar si se trata de un
plato casi dulce o la ausencia de sal es un olvido de Apicio.
Cochinillo cocido y caliente con salsa cruda al estilo de Apicio. En un mortero se pone
pimienta, aligustre, semilla de culantro, menta y ruda; se machaca; se empapa de garum, se añade miel y vino
y se trabaja con garum. Añadir esta salsa al cochinillo cocido y muy caliente, que habrá sido secado previa
mente con un paño limpio.
Cochinillo a la viteliana. Se prepara el cochinillo como el jabalí, se sazona con sal y se asa en un horno.
En un mortero se pone pimienta, aligustre, se empapa de garum y se trabaja con vino y vino de pasas; se pone
a cocer en una olla con un poco de aceite. Cuando esté bien asado se rocía el cochinillo con la salsa, de
manera que lo absorba también por debajo de la piel.
Cochinillo a la manera de Flaco. Se prepara el cochinillo como el jabalí, se sazona con sal y se mete
en el horno. Mientras se asa, se pone en un mortero pimienta, aligustre, alcaravea, semilla de apio, raíz de
laser, ruda verde; se machaca, se empapa de garumy se trabaja con vino y vino de pasas; se pone a cocer en
una cazuela con un poco de aceite y se liga con fécula. Cuando el cochinillo está asado, bañarlo copiosamente
con la salsa, espolvorearlo con semilla de apio en polvo y servirlo.
Cochinillo con laurel. Deshuesa el cochinillo y átalo como para prepararlo al garum de vino y déjalo
orear. Se mete en el interior bastante cantidad de laurel verde y se asa en el horno. Se pone en un mortero
pimienta, aligustre, alcaravea, semilla de apio, raíz de laser y se machaca. Se empapa de garumy se trabaja
con vino y vino de pasas. Se pone a hervir en una cazuela con un poco de aceite y se amalgama bien. Se retira
el laurel del cochinillo, se le cubre de salsa abundantemente y se sirve.
Cochinillo a la manera de Frontino. Se deshuesa, se orea y se ata. Se pone en una cazuela garum,
vino y se agrega puerro y eneldo en manojo. A media cocción se añade defritum. Cuando está cocido, se retira
y se seca. Se espolvorea de pimienta y se sirve.
Cochinillo al vino cocido. Se orea el cochinillo y se le prepara. En una cazuela se pone aceite, garum,
vino y agua; se agregan puerros y culantro en manojo; a media cocción, se añade defrítum para que dé color.
Se pone en un mortero pimienta, aligustre, alcaravea, orégano, semilla de apio y raíz de laser y se machaca; se
empapa de garum y jugo de su propia cocción y se trabaja con vino y vino de pasas. Se pone la salsa en una
cazuela y se hierve. Cuando ha cocido se liga con fécula. Se extiende el cochinillo en una fuente y se le rocía
con la salsa. Se espolvorea de pimienta y se sirve.
En esta receta se habla de dos tipos de preparado: con el primero se cuece el cochinillo; el segundo es una
salsa hervida que se vierte sobre el animal cocido.
Cochinillo al estilo de Celso. Se prepara y se le inserta bajo la piel pimienta ruda, cebolla, ajedrea; se le
meten huevos batidos por las orejas; en un vaso, se trabaja pimienta, garum y un poco de vino y se sirve.
Salsa para el cochinillo asado. Se machaca pimienta, ruda, ajedrea, cebolla, yemas de huevos cocidos,
garum, vino, aceite y finas hierbas. Se pone a cocer. Se vierte la salsa sobre el cochinillo, extendido en una
fuente y se sirve.
La cantidad de ingredientes hace pensar que el tamaño del cochinillo debía ser grande. Por otra parte, el
desorden en que se citan los componentes del relleno, así como la omisión acerca de cómo debían
prepararse, da una impresión un poco caótica de este plato. Es cierto que los romanos, en comidas de gala,
ponían en la mesa animales de gran tamaño rellenos con otros más pequeños, pajaritos sobre todo, que
aparecían enteros. No obstante, este relleno un tanto exótico para nosotros puede sustituirse por otro
preparado, incluso con los mismos ingredientes, pero en picadillo. Resultará más familiar, aunque también
menos original.
Salsa fría para cochinillo cocido. Se machaca pimienta, eneldo, un poco de orégano y piñones; se
empapa con vinagre y se añaden dátiles, carenum, miel, mostaza preparada y aceite gota a gota. Se espolvorea
de pimienta y se sirve.
Salsa para el cochinillo preparado de cualquier modo. 25 gramos de pimienta, 1/4 litro de vino,
un vaso grande de aceite de buena calidad, otro de garum y un vasito pequeño de vinagre.
El cochinillo se puede preparar a gusto del consumidor, cocido, asado o incluso frito. aunque esta última
forma no aparece en Apicio, al menos para esta carne.
Lirones.
Se rellenan los lirones con un picadillo de cerdo y la carne de sus miembros picada, acompañada de pimienta,
piñones, laser y garum. Una vez cosidos y colocados sobre una fuente de barro, se meten en el horno, o bien,
una vez rellenos, se cuecen en un clíbano.
Los lirones pueden sustituirse por otro mamífero parecido (conejo. por ej.). La carne de sus miembros se
refiere a la de sus patas traseras y delanteras, que se le quitan para que tenga una forma más regular.