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520 SECCIÓN 8 Parto

OA y el parto vaginal van seguidos de menores tasas de parto por ⬛ Consecuencias maternas y neonatales
cesárea, laceración vaginal y pérdida de sangre materna (Le Ray,
2005; Sen, 2013; Shaffer, 2006, 2011). En general, la distocia de hombros es más riesgosa para el feto que
Como desventaja, la rotación manual está vinculada a mayores para la madre. Los principales riesgos maternos incluyen los des-
tasas de laceración cervical. Por tanto, la inspección cuidadosa del garres perineales graves y hemorragia posparto, generalmente por
SECCIÓN 8

cuello uterino después de la rotación es obligatoria. atonía uterina, pero también por laceraciones (Gauthaman, 2016;
Para el parto exigente en posición OP persistente, se pueden Rahman, 2009). Por el contrario, la lesión neuromusculoesqueléti-
aplicar fórceps o dispositivos de vacío, lo cual se realiza a menudo ca neonatal significativa y la asfixia constituyen una preocupa-
conjuntamente con episiotomía. Además, si la cabeza está com- ción. Estas lesiones específicas se describen en el capítulo 33 (p.
prometida, el cuello uterino totalmente dilatado, y la pelvis es ade- 630). En una revisión de 1 177 casos de distocia de hombros, la
cuada, la rotación con pinzas puede ser intentada por aquellos que lesión del plexo braquial se diagnosticó en 11% y la fractura
posean habilidades. Estas técnicas operatorias vaginales se descri- clavicular o humeral en 2% (Chauhan, 2014). MacKenzie y
ben en el capítulo 29 (p. 561). asociados (2007) revisaron 514 casos, y reportaron que 7% de los
Con poca frecuencia, la protrusión del cuero cabelludo fetal a neonatos mostró evidencia de acidosis en el parto, y 1.5% requirió
través del introito es consecuencia del marcado alargamiento de la reanimación cardiaca o desarrolló encefalopatía isquémica
cabeza fetal producido por la moldura en combinación con la for- hipóxica (HIE). En otra reseña de 200 casos, las tasas de acidosis
mación de un gran caput succedaneum. En algunos casos, es posi- fetal grave y HIE eran de 0.5% en cada una de ellas cuan-
ble que la cabeza ni siquiera esté comprometida, es decir, el diáme- do el parto se completaba en 5 minutos. Estas tasas aumentaron a
tro biparietal puede no haber pasado por la entrada pélvica. En 6 y 24%, respectivamente, con retrasos en el parto ≥5 minutos
estos casos, el parto es característicamente largo y el descenso de la (Leung, 2011a).
cabeza lento. La palpación cuidadosa por encima de la sínfisis pue-
de revelar que la cabeza fetal está situada por encima de la en-
⬛ Predicción y prevención
trada de la pelvis. Resulta apropiada la realización de cesárea rápi-
damente. Los riesgos de distocia de hombros aumentan en presencia de ma-
En el Parkland Hospital, se prefiere el parto espontáneo o rota- crosomía fetal, obesidad materna, segunda etapa de parto prolon-
ción manual para el manejo de la posición OP persistente. Cuando gada, y un evento anterior (Mehta, 2004; Overland, 2009; Schum-
se hace necesario, se emplea la rotación manual a la posición OA mers, 2015). Aunque estos factores se asocian claramente con esta
seguido de parto con fórceps o el parto con fórceps desde la posi- complicación, no ha sido posible establecer una identificación de
ción OP. Si ninguno de los dos puede completarse con facilidad y instancias individuales antes del hecho. El Colegio Americano de
seguridad, se realiza el parto por cesárea. Obstetras y Ginecólogos (2017c) hizo una revisión de los estudios
y llegó a la siguiente conclusión:
DISTOCIA DE HOMBROS 1. La mayoría de los casos de distocia de hombros no se puede
Tras la aparición completa de la cabeza fetal durante el parto vagi- predecir y evitar con precisión.
nal, es posible que el resto del cuerpo no le siga de inmediato. El 2. La inducción electiva del parto o la cesárea electiva para todas
hombro fetal anterior puede quedar encajado detrás de la sínfisis las mujeres sospechosas de tener un feto macrosómico no son
y no salen utilizando el empuje materno y la tracción hacia abajo apropiadas.
que normalmente se ejercen. Como el cordón umbilical está com- 3. La cesárea planificada puede ser considerada para las mujeres
primido dentro del canal de parto, esta distocia constituye una diabéticas con un feto cuyo peso se estima en >4 500 g.
emergencia.
Pueden realizarse varias maniobras, además de la tracción hacia
Peso al nacer
abajo en la cabeza y el cuello del feto, para liberar el hombro. Esto
requiere un enfoque de equipo, en el que la comunicación efectiva Hay correspondencia entre el aumento de la incidencia de distocia
y el liderazgo resultan vitales. de hombros y el aumento del peso al nacer (Acker, 1985; Øverland,
No existe consenso sobre una definición específica de la dis- 2012; Stotland, 2004). Las características maternas comúnmente
tocia de hombros. Algunos centran la atención en si las maniobras citadas asociadas con un mayor peso fetal al nacer son la obesidad,
para liberar los hombros son necesarias, mientras que otros usan embarazo después del parto, multiparidad y diabetes (Jolly, 2003;
el intervalo de tiempo de parto de cabeza a cuerpo como definitoria Koyanagi, 2013). La combinación de macrosomía fetal y diabetes
(Beall, 1998). Spong y colaboradores (1995) informaron que el mellitus materna aumenta la frecuencia de la distocia de hombros
tiempo medio del parto de cabeza a cuerpo en nacimientos normales (Langer, 1991; Nesbitt, 1998). Esta predisposición puede derivarse
era de 24 segundos en comparación con 79 segundos en aquellos del hecho de que los fetos de mujeres diabéticas tienen circunferen-
con distocia de hombros. Estos investigadores propusieron que se cias de hombro y extremidades más grandes, y mayores diferencias
utilizara un tiempo de parto de cabeza a cuerpo >60 segundos para de tamaño de hombro a cabeza y entre el pecho y la cabeza en re-
definir la distocia de hombros. Actualmente, sin embargo, el diag- lación con los fetos de peso comparable de madres no diabéticas
nóstico sigue dependiendo de la percepción clínica de que la trac- (McFarland, 1998; Modanlou, 1982). Dicho esto, la traducción de
ción normal hacia abajo necesaria para liberar el hombro fetal es estas medidas específicas en umbrales clínicos ecográficos autóno-
ineficaz. mos ha mostrado una sensibilidad predictiva deficiente (Burkhardt,
Debido a estas definiciones divergentes, la incidencia de la 2014).
distocia de hombros varía. Una revisión reciente cita una utilidad Preventivamente, la inducción precoz del parto ha dado lugar
clínica promedio del 1% de todos los partos (Ouzounian, 2016). a resultados conflictivos. En un estudio, aproximadamente 800
La incidencia ha aumentado en las últimas décadas, probable- mujeres con sospecha de fetos macrosómicos fueron asignadas al
mente debido al aumento de peso del feto al nacer (MacKenzie, azar a la inducción precoz entre 37 y 39 semanas o a cuidado de
2007; Øverland, 2014). Una mayor identificación y documenta- expectante (Boulvain, 2015). Las tasas de distocia se redujeron en
ción también puede producir un aumento de la incidencia (Kim, dos tercios en el grupo de intervención, y en ninguno de los gru-
2016). pos se observó lesión del plexo braquial. A pesar de que no se
CAPÍTULO 27 Parto vaginal 521

realizaron mediciones, esta práctica se equilibra con la morbilidad ⬛ Tratamiento


del parto precoz. Por otra parte, también debe considerarse la
Debido a que la distocia de hombros no se puede predecir con
pobre precisión de la predicción del peso fetal anteparto (Hoop-
precisión, los clínicos deben conocer bien los principios de su
mann, 2010; Malin, 2016; Noumi, 2005). Por el contrario, un es-
tratamiento. Debido a la compresión del cordón con esta distocia,

CAPÍTULO 27
tudio aleatorio anterior de 284 mujeres evidenció que las tasas de
uno de los objetivos es reducir el tiempo de parto de la cabeza al
distocia de hombros no se redujeron con la inducción precoz a las
cuerpo, el cual se equilibra con el segundo objetivo, que es evitar
38 semanas (Gonen, 1997).
lesiones al feto y a la madre por manipulaciones agresivas. En con-
Como se analizó anteriormente, la cesárea puede ser conside-
secuencia, se recomienda un intento inicial de tracción suave,
rada para prevenir la distocia de hombros. Dicho esto, Rouse y
asistido por los esfuerzos de expulsión materna. La analgesia ade-
Owen (1999) concluyeron que una política profiláctica de parto
cuada es, sin duda, ideal. Algunos médicos abogan por realizar
por cesárea para los fetos macrosómicos requeriría más de mil
una episiotomía grande para proporcionar espacio para las mani-
partos por cesáreas con morbilidad concomitante para evitar una
pulaciones. La episiotomía en sí no reduce las tasas de lesiones
sola lesión permanente del plexo braquial.
del plexo braquial, pero eleva las tasas de laceración de tercer y
cuarto grado (Gurewitsch, 2004; París, 2011; Sagi-Dain, 2015).
Distocia de hombro anterior Puede elegirse la episiotomía para completar las maniobras nece-
El riesgo de distocia de hombro recurrente varía de 1 a 13% (Bin- sarias.
gham, 2010; Moore, 2008; Ouzounian, 2013). Para muchas muje- Después de una tracción suave, se pueden utilizar varias técni-
res con distocia de hombro previa, puede ser razonable la realiza- cas para liberar el hombro anterior de su posición impactada detrás
ción de un ensayo de parto. El Colegio Americano de Obstetras y de la sínfisis. Una discusión más detallada de estos y del tema se
Ginecólogos (2017c) recomienda que se haga una valoración del presenta en la tercera edición de Obstetricia operativa de Cunningham
peso fetal estimado, edad gestacional, intolerancia materna a la y Gilstrap (Cunningham, 2017). De estos, la presión suprapúbica
glucosa y gravedad de lesiones neonatales previas, y que los ries- moderada puede ser aplicada por un asistente, mientras que la trac-
gos y beneficios de la cesárea sean analizados con cualquier mujer ción hacia abajo se aplica a la cabeza del feto. La presión se aplica
con un historial de distocia de hombros, después de lo cual cual- con el talón de la mano al hombro anterior encajado arriba y detrás
quier modo de parto puede ser apropiado. de la sínfisis. Así pues, el hombro anterior se deprime o se gira, o
ambos, para que los hombros ocupen el pla-
no oblicuo de la pelvis, donde puede libe-
rarse el hombro anterior.
A menudo, cuando se requieren pasos
adicionales, se selecciona a continuación la
maniobra de McRoberts. Esta maniobra con-
siste en quitar las piernas de los estribos y
flexionarlas bruscamente hacia el abdo-
men. A menudo se aplica simultáneamente
presión suprapúbica (figura 27-5). Gher-
man y asociados (2000) analizaron la ma-
niobra de McRoberts utilizando pelvimetría
de rayos X, y observaron que el procedi-
miento causaba enderezamiento del sacro
en relación con las vértebras lumbares, rota-
ción de la sínfisis del pubis hacia la cabeza
materna, y una disminución del ángulo de
inclinación pélvica. Aunque esto no aumen-
ta las dimensiones pélvicas, la rotación ce-
fálica tiende a liberar el hombro anterior
impactado. Gonik y colaboradores (1989)
probaron la posición de McRoberts objetiva-
mente con modelos de laboratorio y encon-
traron que la maniobra reducía las fuerzas
necesarias para liberar el hombro fetal. Si
no tiene éxito, la mayoría pasa a liberar el
hombro posterior o a rotar el diámetro bisa-
cromial hacia uno de los diámetros oblicuos
de la pelvis materna.
Con la liberación del hombro posterior,
el obstetra cuidadosamente barre el brazo
posterior del feto a través de su pecho,
seguido de la liberación del brazo (figura
27-6). Si es posible, los dedos del opera-
dor se alinean de forma paralela al eje lar-
go del húmero fetal para disminuir los
riesgos de fracturas óseas. Luego se gira la
FIGURA 27-5 Maniobra de McRoberts. La maniobra consiste en quitar las piernas de cintura escapular hacia uno de los diáme-
los estribos y flexionar bruscamente los muslos hacia el abdomen. El asistente tam- tros oblicuos de la pelvis, con la consi-
bién proporciona presión suprapúbica simultáneamente (flecha). guiente liberación del hombro anterior.
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De las maniobras de rotación, Woods (1943) informó que gi-


rando progresivamente el hombro posterior 180 grados en forma
de sacacorchos, se podía liberar el hombro anterior impactado.
Esto se conoce frecuentemente como la maniobra de sacacorchos de
Woods (figura 27-7). Rubin (1964) recomendó dos maniobras. Pri-
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mero, los hombros del feto se mueven de lado a lado aplicando


fuerza al abdomen materno. Si esto no tiene éxito, la mano pélvica
alcanza el hombro fetal más accesible, que es empujado entonces
hacia la superficie anterior del tórax. La mayoría de las veces esta
maniobra abduce ambos hombros, lo que a su vez produce un
diámetro bisacromial menor. Esto permite el desplazamiento del
hombro anterior por detrás de la sínfisis (figura 27-8).
Si no tuvieran éxito inicialmente, pueden repetirse y por últi-
mo se pueden elegir otros métodos. Con una maniobra de Gaskin,
la parturienta se da la vuelta hacia sus rodillas y manos. Aquí, la
tracción hacia abajo contra la cabeza y el cuello intenta liberar el
hombro posterior (Bruner, 1998). Los desafíos con ésta incluyen
inmovilidad por la analgesia regional, y tiempo perdido en el re-
A posicionamiento del paciente.
En algunos, el brazo posterior es inaccesible para la liberación.
Cluver y Hofmeyr (2009) describieron la tracción posterior de la es-
linga de la axila para liberar el brazo posterior. Con este método
alternativo, un catéter de succión se enrosca debajo de la axila y
ambos extremos se unen por encima del hombro. La tracción ha-
cia arriba y hacia afuera en el bucle del catéter libera el hombro.
En una pequeña serie de 19 casos, esta maniobra resultó exitosa
en 18 casos. Sin embargo, la lesión neonatal incluyó tres casos de
fractura humeral y uno permanente y cuatro transitorios de pará-
lisis de Erb (Cluver, 2015).
Puede intentarse la fractura deliberada de la clavícula anterior con
el pulgar para presionarlo hacia y contra la ramificación púbica
con el fin de liberar la impactación del hombro. En la práctica, sin
embargo, la fractura deliberada de la clavícula de un neonato
grande es difícil. Si resulta exitosa, la fractura se cura rápidamente
y suele ser trivial en comparación con la lesión del nervio braquial,
asfixia o muerte.

FIGURA 27-6 Liberación del hombro posterior para aliviar la


distocia de hombro. A. La mano del operador se introduce en
la vagina a lo largo del húmero posterior fetal. B. El brazo es
entablillado y barrido a través del pecho, manteniendo el brazo
flexionado por el codo. C. La mano fetal se agarra y el brazo se FIGURA 27-7 Maniobra de Woods. La mano se coloca detrás
extiende a lo largo del lado de la cara. El brazo posterior se li- del hombro posterior del feto. El hombro se gira en forma de
bera de la vagina. sacacorchos para que el hombro anterior impactado se libere.
CAPÍTULO 27 Parto vaginal 523

CAPÍTULO 27
A B

FIGURA 27-8 La segunda maniobra de Rubin. A. El diámetro bisacromial está alineado verticalmente. B. El hombro fetal más fácil-
mente accesible (aquí se muestra la parte anterior) se empuja hacia la pared torácica anterior del feto (flecha). Más a menudo, esto
resulta en el secuestro de ambos hombros, lo que reduce el diámetro bisacromial y libera el hombro anterior impactado.

La maniobra de Zavanelli implica el reemplazo de la cabeza del mientras se aplica tracción normal hacia abajo a la cabeza del
feto en la pelvis seguido de parto por cesárea (Sandberg, 1985). Se feto.
administra terbutalina, 0.25 mg por vía subcutánea, para producir 4. La maniobra de McRoberts requiere dos asistentes. Cada asis-
relajación uterina. La primera parte de la maniobra consiste en tente sostiene una pierna y flexiona bruscamente el muslo ma-
devolver la cabeza a una posición OA u OP. El operador flexiona terno hacia el abdomen.
la cabeza y la empuja lentamente hacia la vagina, y a continuación
se realiza el parto por cesárea. Sandberg (1999) revisó 103 casos Estas maniobras resolverán la mayoría de los casos de distocia
reportados. La maniobra tuvo éxito en 91% de los casos cefálicos de hombros.
y en todos los casos de atrapamientos de cabeza. A pesar del re- Si los pasos mencionados anteriormente fallan, entonces se
emplazo exitoso, las lesiones fetales fueron comunes pero pudie- pueden intentar los siguientes pasos, repitiendo cualquiera de las
ron haber sido el resultado de las múltiples manipulaciones utili- maniobras:
zadas previo a la maniobra de Zavanelli (Sandberg, 2007). 5. Se intenta la liberación del brazo posterior. Sin embargo, con
La sinfisiotomía, en la que interviene el cartílago sinfisario y gran un brazo completamente extendido esto suele ser difícil de lo-
parte de su apoyo ligamentoso se corta para ensanchar la sínfisis grar.
púbica, se describe en el capítulo 28 (p. 548). Se ha utilizado con 6. Se aplica la maniobra de tornillo de Woods.
éxito para la distocia de hombros (Goodwin, 1997; Hartfield, 1986). 7. Se intenta la maniobra de Rubin.
La morbilidad materna puede ser significativa debido a las lesiones
del tracto urinario. La cleidotomía consiste en cortar la clavícula con El Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (2017c) ha
tijeras u otros instrumentos afilados y generalmente se hace en un concluido que ninguna maniobra es superior a la otra al liberar un
feto muerto (Schramm, 1983). hombro impactado o reducir la posibilidad de lesión. Sin embar-
go, la realización de la maniobra de McRoberts se considera un
enfoque inicial razonable. En una revisión de más de 2 000 casos,
Simulacro de distocia de hombro Hoffman y sus colegas (2011) señalaron una tasa de éxito del 84%
Hernndez y Wendel (1990) sugieren el uso del simulacro de disto- con la liberación posterior del hombro, y tasas comparables de
cia de hombros para organizar mejor el manejo de las emergen- lesión neonatal en comparación con otros métodos estándar. Esto
cias: contrasta con una revisión de 205 casos, en la cual la liberación del
hombro posterior produjo tasas de lesiones neonatales superiores
1. Pida ayuda, movilice asistentes y anestesia y personal pediátri- a los métodos de rotación (Leung, 2011b). Spain y asociados
co. Inicialmente, se realiza un intento de tracción suave. Drene (2015) observaron que la duración más que una maniobra especí-
la vejiga si está distendida. fica aumentaba la ocurrencia de lesión neonatal.
2. Se puede desear una episiotomía generosa en este momento Es importante destacar que el paso de una maniobra a la si-
para permitir mayor espacio posterior. guiente debe ser organizado y metódico. Como se ha señalado, la
3. La mayoría de los profesionales utiliza inicialmente la presión urgencia por aliviar la distocia se debe sopesar con las fuerzas de
suprapúbica porque tiene la ventaja de la simplicidad. Sólo se tracción y manipulaciones potencialmente perjudiciales. Lerner y
necesita un asistente para proporcionar presión suprapúbica, colaboradores (2011), en su valoración de 127 casos de distocia de
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hombros, reportaron que todos los neonatos sin secuelas de disto- mujeres con cesárea previa, con presentación de nalgas, y con
cia de hombro nacieron a los 4 minutos. Por el contrario, los neo- gestación multifetal (Cheyney, 2014; Cox, 2015). El Colegio Ame-
natos más deprimidos (57%) tuvieron intervalos de parto de cabe- ricano de Obstetras y Ginecólogos (2017b) considera que estas
za a cuerpo de >4 minutos. El porcentaje de neonatos deprimidos son contraindicaciones absolutas. Además, el Colegio considera
aumentó bruscamente después de 3 minutos. que los hospitales y centros de maternidad acreditados son el lu-
SECCIÓN 8

Los protocolos y adiestramiento para tratar con la distocia de gar más seguro para el parto, pero reconoce la autonomía de la
hombros utilizando la educación y simulacros basados en la simu- paciente bien aconsejada.
lación cuentan con el apoyo basado en la evidencia. Estas herra-
mientas mejoran el rendimiento y la retención de los pasos de la
⬛ Nacimiento en agua
simulación (Buerkle, 2012; Crofts, 2008; Grobman, 2011). Su uso
se ha traducido en la mejoría del resultado neonatal en algunas Como una opción para aliviar el dolor, algunas mujeres eligen pa-
investigaciones, pero no en todas (Crofts, 2016; Fransen, 2017; sar parte de la primera etapa del trabajo de parto en una bañera
Kim, 2016; Walsh, 2011). El Colegio Americano de Obstetras y grande llena de agua. Con esta práctica, un estudio realizado por
Ginecólogos (2012) también ha creado una lista de verificación de Cochrane encontró tasas más bajas de uso de anestesia y que no
seguridad del paciente para guiar el proceso de documentación en hay efectos adversos neonatales o maternos mayores en compara-
el caso de la distocia de hombros. ción con el parto tradicional (Cluett, 2009).
No obstante, para el parto, el nacimiento en agua acarrea mayor
preocupación por los daños neonatales y sin beneficios comproba-
POBLACIONES ESPECIALES dos. Estudios casuísticos describen que la aspiración conduce a aho-
gamiento en agua dulce (Pinnete, 2004). El riesgo de avulsión del
cordón umbilical durante el parto en agua se aproxima a tres por
⬛ Nacimiento en casa mil nacimientos, y se produce primordialmente por sacar al recién
nacido del agua de forma abrupta (Schafer, 2014). Por último, los
En 2014, 0.7% de los partos en los Estados Unidos fueron partos
informes casuísticos también enumeran las infecciones graves, que
en casa planeados y el 0.2% no fueron planeados (MacDorman,
enfatizan la necesidad de protocolos de saneamiento rigurosos.
2016). De los nacimientos no planificados en un periodo de 15
Dicho esto, en la mayoría de los estudios en gran escala que com-
años en Noruega, 69 de 6 027 o 1.1% resultó en muerte fetal o
paran los partos en la tierra y el agua, las tasas de infección mater-
neonatal. Esta alta tasa fue atribuida a infección, prematuridad, y
na o neonatal no aumentan (Bovbjerg, 2016; Burns, 2012; Thoeni,
desprendimiento de la placenta (Gunnarsson, 2017). La multipa-
2005). En resumen, varios estudios comentan sobre las deficien-
ridad y la distancia hasta el hospital fueron riesgos atribuidos
cias del estudio y las complicaciones aisladas, pero no identifican
(Gunnarsson, 2014). En Estados Unidos, la juventud, la falta de
evidencia definitiva de mayores tasas generales de daños neonata-
atención prenatal, raza minoritaria, y menor nivel educacional
les por nacimiento en agua en poblaciones de bajo riesgo (Davies,
fueron riesgos asociados al parto en casa no planificado (Decler-
2015; Taylor, 2016). Sin embargo, dada la escasez de datos robus-
cq, 2010).
tos y el potencial de complicaciones graves, el Colegio Americano
Por el contrario, la demografía de las mujeres que eligen el
de Obstetras y Ginecólogos (2016a) recomienda actualmente que
nacimiento en casa planificado en Estados Unidos favorece a las de
“el nacimiento se produzca en tierra, no en el agua”.
raza blanca, no fumadoras, que reciben pago por cuenta propia,
que tienen educación universitaria y que son multíparas (MacDor-
man, 2016). Como beneficios percibidos, el parto planificado en ⬛ Mutilación genital femenina
casa para aquellas mujeres con embarazos de bajo riesgo resulta
en menos intervenciones médicas, incluyendo aumento del traba- Esta práctica se refiere a la modificación vulvar y perineal médica-
jo de parto, episiotomía, parto vaginal quirúrgico y parto por cesá- mente innecesaria. En Estados Unidos, es un delito federal reali-
rea (Bolten, 2016; Cheyney, 2014). Respecto a la seguridad del zar una cirugía genital innecesaria en una niña menor de 18 años.
parto planificado en el hogar, no se dispone de datos de los ensa- Dicho esto, se practican formas de mutilación genital femenina en
yos aleatorios, y los estudios observacionales en gran escala se países de África, Oriente Medio y Asia. Hasta 200 millones de
derivan de sistemas de atención heterogéneos, cuyos resultados mujeres en todo el mundo han sufrido uno de estos procedimien-
pueden no ser generalizables. Por ejemplo, en varios países desa- tos, y aproximadamente 513 000 niñas en Estados Unidos estuvie-
rrollados, un gran número de mujeres bien estudiadas tienen el ron en riesgo de ser sometidas a esta práctica en 2012 (Goldberg,
parto en casa atendidas por parteras con buen entrenamiento y en 2016; UNICEF, 2016). La sensibilidad cultural es imperativa, por-
un entorno estrechamente integrado al sistema sanitario local que muchas mujeres pueden sentirse ofendidas por la sugerencia
(Birthplace in England Collaborative Group, 2011; de Jonge, 2015; de que han sido agredidas o mutiladas (American College of Obs-
Hutton, 2016). El nivel de dicha coordinación en Estados Unidos tetricians and Gynecologists, 2014).
es menos uniforme. La Organización Mundial de la Salud (2008) clasifica las muti-
En general, los riesgos de nacimientos en el hogar en Estados laciones genitales en cuatro tipos (cuadro 27-1). Las complicacio-
Unidos son pequeños, pero mayores que los del parto en el hospi- nes a largo plazo de la cirugía y sus cicatrices asociadas incluyen
tal. Los partos en el hogar asistidos por comadrona conllevan un la infertilidad, dolor genital, disminución de la calidad de vida
riesgo de mortalidad neonatal de 1.3 por cada mil nacimientos. sexual y propensión a infección urogenital (Almroth, 2005; An-
Ésta es una tasa casi cuatro veces mayor en comparación con los dersson, 2012; Nour, 2015). En general, las mujeres con síntomas
partos en el hospital asistidos por la partera. Las causas subyacen- significativos después de los procedimientos de tipo III son candi-
tes más comunes de muerte son las atribuidas a eventos del traba- datas a la cirugía correctiva. Específicamente, la división del tejido
jo de parto y al parto, anomalías congénitas, y a la infección. En cicatricial de la línea media para reabrir la vulva se denomina des-
relación con las lesiones neonatales, las tasas de convulsiones neo- infibulación.
natales y disfunción neurológica grave se elevan de manera simi- La mutilación genital femenina se ha asociado con algunas
lar en los grupos con nacimientos en el hogar (Grünebaum, 2013, complicaciones maternas y neonatales adversas. La Organización
2014, 2017; Snowden, 2015; Wasden, 2016). Y lo que es muy im- Mundial de la Salud (2006, 2008) estimó que estos procedimientos
portante, el parto en casa conlleva riesgos sustanciales para las aumentaron las tasas de morbilidad perinatal de 10 a 20 por mil
CAPÍTULO 27 Parto vaginal 525

CUADRO 27-1 Clasificación de la mutilación genital


femenina según la Organización Mundial
de la Salud

CAPÍTULO 27
Tipo I Eliminación parcial o total del clítoris y/o
prepucio.
Tipo II Eliminación parcial o total del clítoris y de los labios
menores, con o sin escisión de los labios
mayores.
Tipo III Escisión parcial o total de labios menores y/o
mayores, seguida de fusión de la herida,
denominada infibulación, para cubrir y estrechar
la vagina. Con o sin clitoridectomía.
Tipo IV Pinchazo, perforación, incisión, raspado,
cauterización u otra lesión en los genitales
femeninos.
Adaptado de la Organización Mundial de la Salud, 2008.

nacimientos. También se observan pequeños aumentos de los


riesgos de parto prolongado, cesárea y hemorragia posparto (Berg,
2014; Chibber, 2011; Wuest, 2009). Cabe destacar que las conse-
cuencias psiquiátricas pueden ser profundas. FIGURA 27-9 Desinfibulación. Aunque no se muestra aquí, pri-
Para prevenir las complicaciones obstétricas, se puede realizar mero se infiltra lidocaína a lo largo de la incisión planeada, si
la desinfibulación anteparto o intraparto (figura 27-9) (Esu, 2017). no se dispone de analgesia regional. A modo de protección, se
En mujeres no sometidas a desinfibulación, las tasas de desgarre insinúan dos dedos de una mano detrás del estante creado por
del esfínter anal con el parto vaginal pueden aumentar (Berggren, los labios fundidos pero delante de la uretra y la cabeza coro-
2013; Rodriguez, 2016). En conformidad con nuestras experien- naria. Entonces se hace la incisión de la línea media. Después
cias, en muchos casos la desinfibulación intraparto permite un par- del parto, los bordes ásperos se suturan con material absorbi-
to vaginal exitoso sin complicaciones mayores. ble rápidamente para asegurar la hemostasia. (Reproducida
con permiso de Hawkins JS: Lower genital tract procedures. En
⬛ Cirugía reconstructiva pélvica previa Yeomans ER, Hoffman BL, Gilstrap LC III, et. al. (eds): Cunnin-
gham and Gilstrap´s Operative Obstetrics, 3a. ed. New York,
Estas cirugías en general se realizan a mujeres en edad reproduc-
McGraw-Hill Education, 2017.)
tiva, y por tanto, el embarazo después de estos procedimientos es
frecuente. Por supuesto, hay preocupaciones por la recurrencia de
los síntomas después del parto vaginal, y los datos de alta calidad En casos raros en los que se ha producido muerte neonatal o
para ayudar a la toma de decisiones basadas en evidencia son li- es cierta debido a anomalías asociadas, el parto vaginal puede ser
mitados. Para las mujeres con cirugía previa por estrés de inconti- razonable, pero la cabeza o el abdomen deben ser reducidos en
nencia urinaria, la cesárea electiva aporta protección ligeramente tamaño para el parto. La eliminación de líquido por cefalocentesis
mayor contra la incontinencia posparto (Pollard, 2012; Pradhan, o paracentesis con guía ecográfica se puede realizar intraparto.
2013). Dicho de otra manera, la mayoría de las mujeres con ciru- Como se describe en la página 523, la cleidotomía puede reducir el
gía correctiva previa por incontinencia pueden tener parto vaginal diámetro bisacromial. Para los fetos hidrocefálicos en posición de
sin recurrencia de síntomas. Además, la cesárea no siempre brin- nalgas, se puede realizar cefalocentesis suprapúbicamente cuando
da protección. Obviamente, la recurrencia de síntomas y la nece- la cabeza entra en la pelvis. Actualmente, estas prácticas son más
sidad de cirugía vaginal adicional deben ser sopesadas con el ries- pertinentes en los países en desarrollo.
go quirúrgico de la cesárea (Groenen, 2008). Sólo se dispone de
escasa información en relación con los resultados en mujeres que
han sido sometidas a cirugías previas por incontinencia anal o pél- TERCERA ETAPA DEL TRABAJO
vica o prolapso de órganos. Tales casos requieren individualiza-
ción.
⬛ Parto de la placenta
El parto en la tercera etapa comienza inmediatamente después del
⬛ Fetos anómalos parto fetal y termina con el parto placentario. Los objetivos inclu-
En raras ocasiones, el parto puede ser obstruido por hidrocefalia yen la entrega de una placenta intacta, y evitar la inversión uterina
extrema, anomalía del tallo del cuerpo, o por agrandamiento ab- o hemorragia posparto. Las dos últimas son complicaciones intra-
dominal fetal masivo producto de una vejiga muy distendida, as- parto graves y constituyen emergencias, como se describe en el
citis u organomegalia (Costa, 2012; Sikka, 2011). Con formas más capítulo 41 (p. 755).
leves de hidrocefalia, si el diámetro biparietal es <10 cm o si la Inmediatamente después del nacimiento del recién nacido, se
circunferencia de la cabeza es <36 cm, entonces se puede permitir examina la consistencia y el tamaño del fondo uterino. Si el útero
el parto vaginal (Anteby, 2003). se mantiene firme y no hay sangrado inusual, se debe esperar vi-
526 SECCIÓN 8 Parto

gilante hasta que la placenta se separa. No se emplean ni masajes


ni presión hacia abajo en el fondo, pero éste se palpa con frecuen-
cia para asegurarse de que no se vuelva atónico y se llene de san-
gre proveniente de la separación placentaria. Para prevenir la inver-
sión uterina, no debe utilizarse la tracción del cordón umbilical para
SECCIÓN 8

extraer la placenta del útero. Los signos de la separación incluyen un


repentino chorro de sangre a la vagina, un fondo globular más
firme, un alargamiento del cordón umbilical a medida que la pla-
centa desciende hacia la vagina, y elevación del útero hacia el ab-
domen. Con el último, la placenta, una vez separada, pasa al seg-
mento del útero inferior y la vagina. Aquí, su volumen empuja el
cuerpo uterino hacia arriba.
Estos signos aparecen a los pocos minutos del parto, y el tiem-
po medio varía de 4 a 12 minutos (Combs, 1991; Frolova, 2016;
Shinar, 2016b). Una vez que la placenta se separa de la pared ute-
rina, se le puede pedir a la madre que se agache, y la presión in-
traabdominal a menudo expulsa la placenta hacia la vagina. Estos
esfuerzos pueden fallar o pueden no ser posibles debido a la anal-
gesia. Después de asegurar que el útero se contrae firmemente, el
cordón umbilical se mantiene un poco tenso pero no se tira. La
presión se ejerce con una mano colocada alrededor del fondo para
impulsar la placenta desprendida hacia la vagina (figura 27-10). Al
FIGURA 27-11 Membranas que estaban algo adheridas al re-
mismo tiempo, el talón de la mano ejerce presión hacia abajo en-
vestimiento uterino, se separan con una tracción suave con
tre la sínfisis del pubis y el fondo uterino, lo cual también ayuda a
pinzas de anillo.
prevenir la inversión.
Una vez que la placenta atraviesa el introito, se alivia la pre-
sión sobre el útero. La placenta se levanta suavemente y se retira.
Se debe tener cuidado para evitar que las membranas placentarias
sean arrancadas y olvidadas atrás. Si las membranas comienzan a ⬛ Tratamiento de la tercera etapa
rasgarse, se sujetan con una abrazadera y se eliminan suavemente
Las prácticas dentro de la tercera etapa del trabajo de parto pue-
(figura 27-11).
den ser consideradas en general como tratamiento expectante o
activo. El tratamiento implica esperar signos de separación pla-
centaria y permitir que la placenta salga espontáneamente o con
ayuda por estimulación del pezón o la gravedad (Organización
Mundial de la Salud, 2012). En contraste, el manejo activo de la
tercera etapa del parto consiste en la sujeción temprana del cor-
dón, tracción controlada del cordón durante la expulsión de la
placenta y administración inmediata de oxitocina profiláctica. El
objetivo de esta tríada es limitar la hemorragia posparto (Begley,
2015; Jangsten, 2011; Westhoff, 2013).
Como se señaló anteriormente, la sujeción retardada del cor-
dón umbilical con abrazadera no aumenta las tasas de hemorragia
posparto, y por tanto el pinzamiento temprano es un componente
menos importante en este trío. Del mismo modo, la tracción del
cordón puede también ser menos crítica (Deneux-Tharaux, 2013;
Du, 2014; Gülmezoglu, 2012). Muchos, pero no todos, recomien-
dan el masaje uterino tras parto placentario con el fin de prevenir
la hemorragia posparto. .Apoyamos esto con la advertencia de que
la evidencia para esta práctica no es fuerte (Abdel-Aleem, 2010).
Por tanto, los uterotónicos desempeñan un papel esencial en la
disminución de la pérdida de sangre el posparto. Las opciones in-
cluyen oxitocina (Pitocin), misoprostol (Cytotec), carboprost (He-
mabate), y los ergots, a saber, ergonovina (Ergotrate) y metilergono-
vina (Methergine).
Además, fuera de Estados Unidos se usa una combinación de
oxitocina y ergonovina (Syntometrine). También, en otros países,
se dispone de carbetocina (Duratocin), un análogo de oxitocina de
FIGURA 27-10 Expresión de la placenta. Nótese que ¡la mano acción prolongada, que es eficaz para prevenir las hemorragias
no está tratando de empujar el fondo del útero a través del ca- durante la cesárea (Attilakos, 2010; Su, 2012). De estos, la
nal de parto! Cuando la placenta sale del útero y entra en la va- Organización Mundial de la Salud (2012) recomienda la oxitocina
gina, el útero es elevado con la mano sobre el abdomen mien- como un agente de primera línea. Las drogas a base de ergot y
tras el cordón se mantiene en posición. La madre puede misoprostol son alternativas en ambientes que carecen de oxi-
ayudar en la salida de la placenta haciendo presión. A medida tocina.
que la placenta llega al perineo, el cordón se levanta, lo cual a Sin afectar las tasas de hemorragia posparto, retención pla-
su vez eleva la placenta fuera de la vagina. centaria, o duración del trabajo de parto en la tercera etapa (Soltani,
CAPÍTULO 27 Parto vaginal 527

2010), se pueden administrar uterotónicos antes o después de la ⬛ Eliminación manual de placenta


expulsión de la placenta. Sin embargo, si se administran antes de
la expulsión de la placenta, pueden atrapar a un segundo gemelo En aproximadamente 2% de los nacimientos simples, puede que
no diagnosticado, no dado a luz. Esta preocupación es menos re- la placenta no sea expulsada con prontitud (Cheung, 2011). Hay

CAPÍTULO 27
levante con el uso generalizado de la ecografía. tres posibilidades que incluyen placenta adherente, en la que las
contracciones uterinas son insuficientes para desprender la pla-
centa; constricción del segmento uterino inferior, y placenta des-
Oxitocina de alta dosis
prendida pero atrapada; o una placenta adherente mórbida. Los
La oxitocina sintética es idéntica a la producida por la hipófisis riesgos consistentes para la placenta retenida incluyen muerte fe-
posterior. Su acción se nota aproximadamente 1 minuto después tal, parto previo por cesárea, retención previa y parto prematuro
de ser administrada, y tiene una vida media de 3 a 5 minutos. (Belachew, 2014; Coviello, 2015; Endler, 2014; Nikolajsen, 2013).
Cuando se administra como un bolo, puede causar hipotensión Para este último, en un estudio con casi 46 000 partos, el análisis
profunda. Secher y colaboradores (1978) reportaron que un bolo predijo que 90% de las placentas sería expulsado espontáneamen-
intravenoso de 10 unidades de oxitocina causó una caída transito- te en 180 minutos para gestaciones a las 20 semanas; 21 minutos
ria marcada en la presión arterial, con un aumento brusco en el a las 30 semanas; y 14 minutos a las 40 semanas (Dombrowski,
gasto cardiaco. Svanström y asociados (2008) confirmaron esos ha- 1995).
llazgos. Estos cambios hemodinámicos pueden ser peligrosos para La hemorragia posparto puede complicar una placenta reteni-
las mujeres hipovolémicas por hemorragia, o aquellas con ciertos da, y el riesgo de sangrado se acumula con la extensión de la ter-
tipos de enfermedades cardiacas. Así, la oxitocina debe adminis- cera etapa. Así, en ausencia de sangrado, algunos recomiendan el
trarse como una solución diluida por vía intravenosa continua, co- manejo expectante durante 30 minutos, mientras que otros utili-
mo infusión o como inyección intramuscular. zan un umbral de 15 minutos (Cummings, 2016; Deneux-Tharaux,
Puede ocurrir intoxicación por agua como resultado de la ac- 2009; Shinar, 2016a). La Organización Mundial de la Salud (2012)
ción antidiurética de dosis altas de oxitocina, si se administra en cita un límite de 60 minutos. En particular, si se produce un san-
un gran volumen de solución de dextrosa sin electrólitos (Wha- grado fuerte y la placenta no puede ser expulsada por técnica es-
lley, 1963). Por tanto, si hay que administrar oxitocina en dosis tándar, se indica la remoción manual de la misma (figura 27-12).
altas durante un periodo considerable, se debe aumentar su con- Cuando se realiza, algunos administran una dosis única de anti-
centración en lugar de aumentar el caudal de infusión. bióticos por vía intravenosa; sin embargo, una revisión sistemática
A pesar del uso rutinario de la oxitocina, no se ha establecido de estudios observacionales no encontró beneficios (Chibueze,
una dosis profiláctica estándar para su uso después del parto va- 2015). Aunque el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos
ginal o por cesárea. Nuestra práctica consiste en agregar 20 uni- (2016c) concluye que los datos ni apoyan ni refutan esta práctica,
dades (2 mL) de oxitocina por cada litro de infusión. Esta solución la Organización Mundial de la Salud (2012) recomienda la profi-
se administra después de la expulsión de la placenta a una veloci- laxis. En nuestra institución, administramos una dosis única para
dad de 10 a 20 mL/min, 200 a 400 mU/min, durante unos minu- mujeres que aún no reciben antibióticos.
tos hasta que el útero permanece contraído firmemente y se con-
trola el sangrado. Luego se reduce la tasa de infusión a 1 a 2 mL/
min hasta que la madre esté lista para su traslado a la sala de re-
cuperación de la unidad de posparto. La infusión generalmente se CUIDADO INMEDIATO POSPARTO
suspende en ese momento. Para las mujeres sin acceso intraveno-
so, se inyectan 10 unidades de oxitocina intramuscular. La hora inmediatamente posterior a la expulsión de la placenta es
crítica. Durante este tiempo, se reparan las laceraciones. A pesar
de que se administran uterotónicos, la hemorragia posparto como
Otros uterotónicos resultado de la atonía uterina es más probable en este momento.
La ergonovina y metilergonovina tienen niveles de actividad simi- Los hematomas pueden expandirse. En consecuencia, el tono uteri-
lares en el miometrio, y actualmente sólo se produce metilergono- no y el perineo son evaluados frecuentemente. La Academia Ame-
vina en Estados Unidos. Estos agentes alcaloides de ergot no pro- ricana de Pediatría y el Colegio Americano de Obstetras y Ginecó-
porcionan una protección superior contra la hemorragia posparto logos (2017b) recomiendan que la presión arterial materna y el
en comparación con la oxitocina. Por otra parte, la seguridad y la pulso sean registrados inmediatamente después del parto y cada 15
tolerabilidad son mayores con la oxitocina (Liabsuetrakul, 2011). minutos para las primeras 2 horas. La placenta, las membranas y el
Por estas razones, los agentes alcaloides ergóticos son considera- cordón umbilical se examinan en busca de integridad y anomalías,
dos de segunda línea para la prevención de la hemorragia pospar- como se describe en el capítulo 6 (p. 111).
to. Si se selecciona, una dosis de 0.2 mg de metilergonovina se
administra lentamente por vía intravenosa en un periodo no me-
⬛ Laceraciones del canal de nacimiento
nor de 60 segundos para evitar la hipertensión repentina (Novar-
tis, 2012). La metilergonovina está relativamente contraindicada Las laceraciones del tracto genital inferior pueden afectar el cuello
para las mujeres hipertensas. uterino, la vagina o el perineo. Las laceraciones del cuello uterino
El misoprostol es un análogo de la prostaglandina E1, que ha y la vagina se describen en el capítulo 41 (p. 763). Las del perineo
demostrado ser inferior a la oxitocina en la prevención de la he- suelen seguir el parto vaginal, en su mayoría son laceraciones de
morragia posparto (Tunçalp, 2012). Sin embargo, en entornos de primer y segundo grado. Las laceraciones se clasifican por su pro-
escasos recursos que carecen de oxitocina, el misoprostol es ade- fundidad, y en la figura 27-13 se presentan las definiciones com-
cuado para la profilaxis de la hemorragia, y se administra como pletas y los ejemplos visuales. De estas, las laceraciones de tercer
una dosis oral única de 600 µg (Mobeen, 2011; Organización grado reflejan lesión del esfínter anal y ahora están subcategoriza-
Mundial de la Salud, 2012). Notablemente, aunque se prefiere la das como:
oxitocina para la prevención de hemorragias, los alcaloides del
ergot y las prostaglandinas juegan un papel más importante en el (3a) <50% de desgarre del esfínter anal externo (EAS);
tratamiento de la hemorragia posparto, lo cual se analiza en el ca- (3b) >50% de desgarre de EAS; y
pítulo 41 (p. 759). (3c) EAS más desgarres del esfínter anal interno (IAS).
528 SECCIÓN 8 Parto
SECCIÓN 8

A B

FIGURA 27-12 Extracción manual de la placenta. A. Una mano agarra el fondo, la otra se inserta en la cavidad uterina, y los dedos
se barren de lado a lado a medida que avanzan. B. Cuando la placenta se desprende, se agarra y se retira.

1 2 4

3a 3b 3c

FIGURA 27-13 1. Laceración perineal de primer grado: lesión en el epitelio vaginal o en la piel perineal. 2. Laceración de segundo
grado: lesión del perineo que no afecta el complejo del esfínter anal pero involucra los músculos perineales, que son músculos
perineales transversales bulbo-esponjosos y superficiales. 3a. Laceración de tercer grado: <50% del esfínter anal externo (EAS) está
desgarrado. 3b. Laceración de tercer grado: >50% de la EAS está desgarrado, pero el esfínter anal interno (NIC) permanece intacto.
3c. Laceración de tercer grado: EAS y IAS están desgarrados. 4. Laceración de cuarto grado: el cuerpo perineal, el complejo com-
pleto del esfínter anal y la mucosa incorrecta están lacerados. (Reproducida con permiso de Kenton K, Mueller M: Episiotomy and
obstetric anal sphincter lacerations, En Yeomans ER, Hoffman BL, Gilstrap LC III, et al. (eds.): Cunningham and Gilstrap’s Operative
Obstetrics, 3a. ed. Nueva York, McGraw-Hill Education, 2017.)
CAPÍTULO 27 Parto vaginal 529

Las laceraciones de tercer y cuarto grado se consideran lesiones línea media comienza en la horquilla, se hace incisión de la línea
obstétricas del esfínter anal (OASIS), y su incidencia combinada media del cuerpo perineal, y termina mucho antes de llegar al es-
varía de 0.5 a 5% (Blondel, 2016; Friedman, 2015). Los factores de fínter anal externo. La longitud de la incisión varía de 2 a 3 cm en
riesgo para estas laceraciones más complejas incluyen nuliparidad, dependencia de la longitud perineal y el grado de adelgazamiento

CAPÍTULO 27
episiotomía de línea media, posición OP persistente, parto por ci- del tejido. La episiotomía mediolateral comienza en la línea media
rugía vaginal, raza asiática, longitud perineal corta y aumento de de la horquilla y se dirige hacia la derecha o la izquierda en un
peso fetal al nacer (Ampt, 2013; Dua, 2009; Gurol-Urganci, 2013; ángulo de 60 grados con respecto a la línea media (figura 27-14).
Landy, 2011). La mayoría de los estudios, pero no todos, indican Este ángulo explica la distorsión de la anatomía perineal durante
que la episiotomía mediolateral brinda protección (Jangö, 2014; la coronación y, en última instancia, produce una incisión a 45 gra-
Räisänen, 2011; Shmueli, 2016). dos de la línea media para suturar (El-Din, 2014; Kalis, 2011). La
Las tasas de morbilidad suben a medida que aumenta la seve- episiotomía lateral comienza en el punto 1 a 2 cm del lateral de la
ridad de la laceración. Comparadas con laceraciones más simples, línea media. También está en ángulo hacia la tuberosidad isquiáti-
las lesiones del esfínter anal se asocian con una mayor pérdida de ca derecha o izquierda.
sangre y dolor puerperal. La interrupción de la herida y las tasas Antes de la episiotomía, la analgesia puede ser proporcionada
de infección son otros riesgos (Goldaber, 1993; Lewicky-Gaupp, por analgesia regional para el parto, por bloqueo bilateral del ner-
2015). Stock y colaboradores (2013) reportaron que aproximada- vio pudendo, o por infiltración local de lidocaína al 1% En cambio,
mente 7% de las laceraciones de 909 OASIS tuvo complicaciones. algunos abogan por el uso de crema de lidocaína-prilocaína al
A largo plazo, las lesiones del esfínter anal están relacionadas con 2,5% (crema EMLA), pero ésta debe aplicarse una hora antes del
aproximadamente el doble de las tasas de incontinencia fecal en parto previsto, lo cual puede ser logísticamente difícil (Franchi,
comparación con el parto vaginal sin OASIS (Evers, 2012; Gyha- 2009; Kargar, 2016).
gen, 2014). Los datos sobre la dispareunia a largo plazo son limi- Si la episiotomía se realiza innecesariamente temprano, el san-
tados, y las tasas aumentan en algunos, pero no en todos los estu- grado incisional puede ser considerable antes del parto. Si se rea-
dios (Mous, 2008; Otero, 2006; Salim, 2014; Sundquist, 2012). liza demasiado tarde, no se evitarán las laceraciones. Típicamente,
Para asegurar la correcta reparación, es esencial la identificación la episiotomía se completa cuando la cabeza es visible durante una
y correcta categorización. El diagnóstico de OASIS mejora con la contracción a un diámetro de aproximadamente 4 cm, es decir,
experiencia clínica (Andrews, 2006). El ultrasonido endoanal intra- coronación. Cuando se utiliza de conjunto con el parto con fór-
parto, realizado en estudios de investigación, también aumenta la ceps, la mayoría realiza una episiotomía después de la aplicación
detección, y las tasas de desagarre clínicamente ocultas en primípa- de las cuchillas.
ras varían de 6 a 12% (Corton, 2013; Faltin, 2005; Ozyurt, 2015). Pocos datos comparan directamente los tipos de línea media y
Dicho esto, actualmente son pocos los datos que apoyan la ecografía mediolateral. Como se señala, la episiotomía de línea media tiene
endoanal intraparto rutinaria, y el Colegio Americano de Obstetras una mayor probabilidad de producir desgarre del esfínter anal
y Ginecólogos (2016b) no lo recomienda (Walsh, 2015). (Coats, 1980; de Leeuw, 2001). Las tasas de dolor autopercibido y
Las mujeres con un OASIS previo tienen una mayor tasa de dispareunia a corto plazo son similares, o aumentan con la episio-
recurrencia en comparación con las multíparas sin OASIS ante- tomía mediolateral (Fodstad, 2013, 2014; Sartore, 2004).
rior (Baghestan, 2012; Edozien, 2014; Elfaghi, 2004). Los riesgos
son similares a los de las primíparas en la población general y son
bajos (Basham, 2013; Boggs, 2014; Priddis, 2013). La macrosomía
fetal y el parto vaginal quirúrgico son riesgos notables en este gru-
po de parturientas y pueden influir en el asesoramiento en futuros
embarazos. Específicamente, las pacientes pueden optar por el
parto por cesárea para evitar repetir OASIS. Esta consideración
puede ser más pertinente para aquellos casos con incontinencia
anal posparto previa, con complicaciones de OASIS que requieren
cirugía correctiva, o con traumas psicológicos (American College
of Obstetricians and Gynecologists, 2016b). Sin embargo, la cesá-
rea planificada se sopesa con los riesgos operativos asociados que
se discutieron en el capítulo 30 (p. 568).

⬛ Episiotomía
Tipos
En contraste con las laceraciones espontáneas, la perineotomía es
una incisión intencionada del perineo. La episiotomía es una inci-
sión del pudendo –órganos genitales externos. En el lenguaje co-
mún, sin embargo, el término episiotomía a menudo se usa como
sinónimo de perineotomía, una práctica que seguimos aquí. Los
libros de texto de obstetricia y las directrices organizativas difieren FIGURA 27-14 Se corta una episiotomía mediolateral a medida
considerablemente en su descripción de las técnicas de episioto- que la cabeza del bebé corona. Los dedos se insinúan entre el
mía. Kalis y asociados (2012) han presentado una clasificación, y perineo y la cabeza. La incisión comienza en la línea media y
estamos de acuerdo con la necesidad de una estandarización ter- se dirige hacia la tuberosidad isquiática ipsilateral en un ángulo
minológica. de 60 grados con respecto a la línea media. (Reproducida con
Las episiotomías de línea media y mediolateral son los dos ti- permiso de Kenton K, Mueller M: Episiotomy and obstetric anal
pos principales y varían según el ángulo de incisión perineal. Las sphincter lacerations. En Yeomans ER, Hoffman BL, Gilstrap LC
estructuras involucradas reflejan los encontrados en la laceración III, et al. (eds.): Cunningham and Gilstrap’s Operative Obstetrics,
de segundo grado, y su reparación es análoga. La episiotomía de 3a. ed. Nueva York, McGraw-Hill Education, 2017.)
530 SECCIÓN 8 Parto

Incluso un número menor de estudios comparan la episiotomía yos aleatorios mostró menores tasas de traumatismo perineal/
lateral con la mediolateral o de línea media. Un ensayo aleatorio vaginal severo en mujeres tratadas con un uso restrictivo, es decir,
comparó los tipos lateral y mediolateral en nulíparas. Los grupos no uso selectivo de episiotomía para el parto espontáneo en lugar de
presentaron divergencias en las puntuaciones del dolor, calidad de la episiotomía de rutina (Jiang, 2017). Es importante destacar que
esta revisión no distinguió entre episiotomías de línea media y
SECCIÓN 8

vida sexual, o en trauma vaginal o perineal, incluyendo OASIS


(Karbanova, 2014a, b; Necesalova, 2016). Los autores también in- mediolaterales.
formaron que las episiotomías mediolaterales requerían menos El Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (2016b) ha
tiempo y sutura para la reparación. Así, entre los tres, la episiotomía concluido que se prefiere el uso restringido de la episiotomía en
mediolateral puede ser la incisión preferida para reducir las tasas lugar del uso rutinario. Somos de la opinión de que el procedimiento
de OASIS. debe aplicarse selectivamente para indicaciones apropiadas. Así, la
episiotomía puede considerarse para indicaciones como distocia de
hombros, parto de nalgas, macrosomía fetal, parto vaginal opera-
Indicaciones torio, posiciones OP persistentes, longitud perineal marcadamente
En el pasado, se practicaba una episiotomía de rutina para evitar corta, y otros casos en los que la imposibilidad de realizar una
una laceración de desgarre y para limitar el dolor posoperatorio y episiotomía resulta en ruptura perineal significativa. La regla final
las lesiones del esfínter anal. Pero una revisión Cochrane de ensa- es que no hay sustituto para el juicio quirúrgico y el sentido común.

A B

C D
FIGURA 27-15 Reparación de episiotomía mediolateral. A. El epitelio vaginal y los tejidos más profundos se cierran con una sutura
única de bloqueo continua. El ángulo parece menos agudo ahora (aproximadamente 45°), debido a que el perineo ya no está
distendido. B. Después que el componente vaginal de la laceración se repara, los tejidos perineales más profundos se vuelven a
aproximar mediante una sutura única, continua y sin bloqueo. Las episiotomías pequeñas pueden no requerir esta capa más
profunda. C. Los músculos perineales transversales superficiales y bulboesponjosos se vuelven a aproximar con una técnica similar,
continua y sin bloqueo. D. Por último, la piel perineal se cierra con una sutura subcuticular. (Reproducida con permiso de Kenton K,
Mueller M: Episiotomy and obstetric anal sphincter lacerations . En Yeomans ER, Hoffman BL, Gilstrap LC III, et al. (eds): Cunningham
and Gilstrap’s Operative Obstetrics, 3a. ed. Nueva York, McGraw-Hill Education, 2017.)
CAPÍTULO 27 Parto vaginal 531

Con este nuevo enfoque, las tasas de episiotomía han dismi- Para una reparación adecuada, es necesario conocer el soporte
nuido. Oliphant y colaboradores (2010) utilizaron la Encuesta de perineal y la anatomía, y esto se trata en el capítulo 2 (p. 19). La
Alta del Hospital Nacional para analizar las tasas de episiotomía analgesia adecuada es imperativa, y las mujeres sin analgesia regio-
entre 1979 y 2006 en Estados Unidos. Notaron un descenso del nal pueden experimentar altos niveles de dolor durante la sutura

CAPÍTULO 27
75% en la tasa de episiotomía ajustada por edad. En Estados Uni- perineal. Una vez más, puede usarse lidocaína inyectada localmen-
dos, en el 2012 se realizó la episiotomía a aproximadamente 12% te ya sea sola o como suplemento del bloqueo del nervio pudendo
de los partos vaginales (Friedman, 2015). bilateral. En las pacientes con analgesia epidural, puede ser nece-
saria una dosificación adicional.
Las laceraciones de primer grado no siempre requieren repa-
⬛ Laceración y reparaciones de episiotomía ración, y se colocan suturas para controlar el sangrado o restaurar
la anatomía. Aquí no hay muchos datos que sirvan de guía para la
Por lo general, las reparaciones perineales son diferidas hasta que selección de la sutura, y es adecuada la sutura fina absorbible o de
la placenta ha sido expulsada. Esta política permite una atención absorción tardía, y con cola adhesiva.
íntegra a los signos de separación y expulsión de la placenta. Otra La corrección de laceración de segundo grado, así como las re-
ventaja es que la expulsión de la placenta no interrumpe ni altera paraciones con episiotomía de línea media y mediolateral incluyen
la reparación. Esto es especialmente cierto si se debe realizar la pasos similares. A saber, estos cierran el epitelio vaginal y aproxi-
extracción manual. La principal desventaja es la pérdida continua man los músculos bulboesponjoso y perineal transverso superficial
de sangre hasta que se completa la reparación. La presión directa durante la restauración del cuerpo perineal (figura 27-15 y 27-16).
aplicada con una esponja de gasa ayuda a limitar este volumen. Para esto, la mayoría de los estudios apoyan un método de sutura

A B

C D

FIGURA 27-16 Reparación de episiotomía de línea media. A. Se coloca una puntada de anclaje sobre el vértice de la herida pa-
ra comenzar un cierre de carrera y bloqueo con sutura 2-0 para cerrar el epitelio vaginal y los tejidos más profundos y volver a
aproximar el anillo himenal. B. Un punto de transición redirige la sutura de la vagina al perineo. C. Los músculos perineales trans-
versales y bulboesponjosos superficiales se vuelven a aproximar utilizando una técnica continua, sin bloqueo, con la misma
longitud de sutura. Esto ayuda a la restauración del cuerpo perineal para un soporte a largo plazo. D. La sutura continua se lleva
hacia arriba como una sutura subcuticular. El nudo final se ata cerca del anillo himenal. (Reproducida con permiso de Kenton K,
Mueller M: Episiotomy and obstetric anal sphincter lacerations.. En Yeomans ER, Hoffman BL, Gilstrap LC III, et al. (eds.): Cunnin-
gham and Gilstrap’s Operative Obstetrics, 3a. ed. Nueva York, McGraw-Hill Education, 2017.)
532 SECCIÓN 8 Parto

que es más rápido que la colocación de sutura interrumpida y, con fuerza de este cierre se deriva del tejido conectivo que rodea el
pocas excepciones, produce menos dolor (Grant, 2001; Tetera, esfínter, a menudo llamado cápsula, y no del músculo estriado.
2012; Kindberg, 2008; Valenzuela, 2009). Por tanto, las suturas en serie interrumpidas incorporan fibras de
Las agujas romas son adecuadas y probablemente disminuyen esfínter y tejido conector periesfínter para unir los extremos del
la incidencia de lesiones por pinchazo (El-Refaie, 2012; Mornar, esfínter. Hay pocos datos basados en evidencia para guiar la se-
SECCIÓN 8

2008). Comúnmente los materiales de sutura utilizados son poli- lección de sutura para la reparación del esfínter, pero el material
glactina 910 de calibre 2-0 (Vicryl) o catgut crómico. Con el prime- de absorción tardía puede proporcionar resistencia a la tracción
ro, las principales ventajas son una disminución del dolor posqui- durante la curación. Esta teoría es sustentada por el estudio ante-
rúrgico y menor riesgo de dehiscencia de la herida (Jallad, 2016; rior de Jallad y colaboradores (2016), que mostró mayor tasa de
Kettle, 2010). Sin embargo, los cierres con poliglactina 910 tradi- descomposición perineal después de la reparación de OASIS con
cional, ocasionalmente requieren de la eliminación de la sutura catgut crómico.
residual del sitio de reparación debido al dolor o dispareunia. Es- Con la técnica de superposición, los extremos del esfínter anal
ta desventaja se puede reducir usando poliglactina 910 de absor- externo se llevan a la línea media y se colocan uno encima del
ción rápida (Vicryl Rapide) (Bharathi, 2013; Kettle, 2002; Leroux, otro. Este método sólo es adecuado para laceraciones de tipo 3c,
2006). aquellas que implican el esfínter anal externo e interno. Dos filas
Para la reparación de laceración de tercer grado, hay dos mé- de suturas tipo colchón viajan a través de ambos extremos del
todos disponibles para reparar el esfínter anal externo. El prime- esfínter para recrear el anillo anal. Al comparar los dos métodos,
ro es una técnica de extremo a extremo, que es de nuestra preferen- ninguno aportó resultados anatómicos o funcionales superiores a
cia y se muestra en la figura 27-17. Inicialmente, los extremos largo plazo (Farrell, 2012; Fernando, 2013; Fitzpatrick, 2000). Tam-
cortados del esfínter anal externo, que a menudo se retraen, son bién con laceraciones tipo 3c, el IAS se repara antes del EAS y se
aislados y llevados a la línea media. Es importante destacar que la describe a continuación.
Con reparaciones de laceración de
cuarto grado, los bordes rasgados de la mu-
cosa rectal se vuelven a aproximar (figura
27-18). En un punto de 1 cm de proximi-
dad al vértice de la herida, las suturas se
colocan aproximadamente a 0.5 cm de dis-
tancia en la musculatura rectal y no entran
en el lumen anorrectal
Los clínicos a menudo usan poliglactina
910 calibre 4-0 o catgut crómico para esta
línea de sutura. Algunos recomiendan una
segunda capa de refuerzo por encima de és-
ta (Hale, 2007). De no hacerse, entonces la
siguiente capa para cubrir la mucosa ano-
Superior
rrectal está formada por reaproximación del
Cápsula posterior esfínter anal interno. Este cierre sin bloqueo
se completa con suturas 3-0 o 4-0 (véase la
figura 27-18B). Después de cualquier repa-
ración, los recuentos de agujas y esponjas
se reconcilian y se registran en la hoja de
parto.
Inferior Anterior Para reducir la morbilidad infecciosa
asociada con las laceraciones del esfínter
anal, el Colegio Americano de Obstetras y
Ginecólogos (2016c) recomienda una dosis
única de antibiótico en el momento de la
reparación.
Esta práctica es apoyada por la eviden-
FIgura de ocho cia (Buppasiri, 2014; Duggal, 2008; Lewic-
ky-Gaupp, 2015; Stock, 2013). Una dosis
FIGURA 27-17 En resumen, con una aproximación de extremo a extremo del esfínter única de cefalosporina de segunda genera-
anal externo (EAS), se coloca una sutura a través del músculo EAS, y de cuatro a seis ción, o de clindamicina para las mujeres
suturas simples interrumpidas 2-0 o 3-0 de poliglactina 910 se colocan en las posicio- con alergia a la penicilina, es adecuada.
nes de las 3, 6, 9 y las 12 en punto a través del tejido conectivo del periesfínter. Para Con OASIS se prescriben, posoperatoria-
empezar, se identifican y se agarran los extremos interrumpidos del músculo estriado mente, ablandadores de heces durante una
EAS y la cápsula. La primera sutura se coloca posteriormente para mantener una ex- semana, y se evitan los enemas y suposito-
posición clara. Entonces se coloca otra sutura en posición inferior a las 6 en punto. rios.
Las fibras musculares del esfínter se reajustan a continuación mediante una sutura en Desafortunadamente, no siempre se ase-
forma de un ocho. Por último, el resto de la fascia se cierra con un punto colocado gura la función normal incluso con la repara-
antes del cilindro del esfínter y con otro colocado en la parte superior del cilindro. ción quirúrgica correcta y completa. Algunas
(Reproducida con permiso de Kenton K, Mueller M: Episiotomy and obstetric anal mujeres pueden experimentar incontinencia
sphincter lacerations. En Yeomans ER, Hoffman BL, Gilstrap LC III, et al. (eds.): Cunnin- fecal continua causada por lesión a la inerva-
gham and Gilstrap’s Operative Obstetrics, 3a. ed. Nueva York, Educación McGraw-Hi- ción de la musculatura del piso pélvico (Ro-
ll, 2017.) berts, 1990).
CAPÍTULO 27 Parto vaginal 533

CAPÍTULO 27
A B

FIGURA 27-18 A. La sutura de la mucosa anorrectal comienza por encima del vértice de la laceración utilizando un método continuo,
sin bloqueo, con agujas finas para sutura absorbible tal como 3-0 o 4-0 catgut crómico o poliglactina 910. Las suturas se colocan a tra-
vés de la submucosa incorrecta aproximadamente a 0.5 cm de distancia del borde anal. B. Una segunda capa de refuerzo utiliza sutu-
ras 3-0 de absorción retardada en forma continua, sin bloqueo. Ésta incorpora los extremos desgarrados del esfínter anal interno (IAS),
que se pueden identificar como la estructura fibrosa blanca brillante que se encuentra entre la submucosa del canal anal y las fibras
del esfínter anal externo. En muchos casos, el IAS se retrae lateralmente y se debe buscar y recuperar para su reparación. (Reproduci-
da con permiso de Kenton K, Mueller M: Episiotomy and obstetric anal sphincter lacerations. In Yeomans ER, Hoffman BL, Gilstrap LC III,
et al. (eds.): Cunningham and Gilstrap’s Operative Obstetrics, 3a. ed. New York, McGraw-Hill Education, 2017.)

⬛ Cuidado de la laceración perineal Acker DB, Sachs BP, Friedman EA. Risk factors for shoulder dystocia. Obs-
tet Gynecol 66(6):762, 1985.
Inicialmente, las bolsas de hielo aplicadas localmente ayudan a Almroth L, Elmusharaf S, El Hadi N, et al. Primary infertility after genital
reducir la hinchazón y disipar el malestar (de Souza Bosco Paiva, mutilation in girlhood in Sudan: a case-control study. Lancet 366:385,
2016). En los días siguientes, los baños de asiento tibios ayudan 2005.
a la comodidad y la higiene. Además, una pequeña botella de Al-Wassia H, Shah PS. Efficacy and safety of umbilical cord milking at
birth: a systematic review and meta-analysis. JAMA Pediatr 169(1):18,
agua tibia puede limpiar el sitio después de vaciar o eliminar las 2015.
heces. La aplicación tópica de lidocaína al 5% en un ensayo alea- American Academy of Pediatrics: Delayed umbilical cord clamping after
torio (Minassian, 2002) no fue eficaz para aliviar el dolor causado birth. Pediatrics 139(6):e20170957, 2017a.
por la laceración perineal o de episiotomía. Los analgésicos orales American Academy of Pediatrics, American College of Obstetricians and
que contienen codeína proporcionan un alivio considerable. Las Gynecologists. Guidelines for Perinatal Care, 8a. ed. Elk Grove Village,
tabletas de NSAID pueden ser administradas para malestares me- AAP, 2017b.
American College of Obstetricians and Gynecologists. Documenting shoul-
nores. der dystocia. Patient Safety Checklist No. 6, August 2012.
Debido a que el dolor puede indicar un hematoma grande vul- American College of Obstetricians and Gynecologists. Guidelines for Wo-
var, paravaginal, de la fosa isquiorrectal o celulitis perineal, estos men’s Health Care, 4a. ed. Washington, ACOG, 2014.
sitios deben ser examinados cuidadosamente si el dolor es severo American College of Obstetricians and Gynecologists. Immersion in water
o persistente. El manejo de estas complicaciones se discute en los during labor and delivery. Committee Opinion No. 679, November
capítulos 37 y 41 (pp. 674 y 764). Además del dolor, la retención 2016a.
American College of Obstetricians and Gynecologists. Prevention and ma-
urinaria puede complicar la recuperación de la episiotomía (Mul- nagement of obstetric lacerations at vaginal delivery. Practice Bulletin
der, 2012, 2016). Su tratamiento se describe en el capítulo 36 (p. No. 165, July 2016b.
660). American College of Obstetricians and Gynecologist. Prophylactic antibio-
Para las mujeres con laceraciones de segundo grado o desgarre tics in labor and delivery. Practice Bulletin No. 120, June 2011, Reaffir-
del esfínter anal, se suele proscribir el coito hasta después de la med 2016c .
primera visita puerperal a las 6 semanas. En comparación con las American College of Obstetricians and Gynecologists. Delayed umbilical
cord clamping after birth. Committee Opinion No. 684, January 2017a.
mujeres con perineo intacto, aquellas que presentan traumatismo American College of Obstetricians and Gynecologists. Planned home bir-
perineal muestran tasas más altas de relaciones sexuales retrasa- th. Committee Opinion No. 697, April 2017b.
das a los 3 y 6 meses, pero no a 1 año (McDonald, 2015; Rådestad, American College of Obstetricians and Gynecologists. Shoulder dystocia.
2008; Signorello, 2001). Practice Bulletin No. 178, November 2002, Reaffirmed May 2017c.
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juries and associated risk factors for vaginal singleton term births in
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