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De los autores:

Nibaldo Calvo Buides (Cuba, 1972)

Economista, periodista y Experto Provincial de ajedrez.

Licenciado en Economía por la Universidad de La Habana.

Cursó Diplomado en el Instituto Internacional de

Periodismo José Martí, en La Habana.

Posee rating internacional de ajedrez.

Ha obtenido premios en concursos periodísticos.

Arnaldo Calvo Buides (Cuba, 1972)

Abogado, periodista y Experto Provincial de ajedrez.

Licenciado en Derecho por la Universidad de La Habana.

Posee rating internacional de ajedrez.

Ha obtenido premios en concursos periodísticos.


Prólogo

Reinaldo Vera González-Quevedo, oriundo de la provincia

de Matanzas, Cuba, obtuvo la segunda y definitiva norma de

Gran Maestro en el Festival de Verano Berlín Occidental, en

1988, justamente en el centenario del natalicio de otro

cubano, José Raúl Capablanca, ídolo universal quien fuera

campeón mundial desde 1921 hasta 1927.

Entre los palmarés de Reinaldo Vera se encuentran las

conquistas de los Campeonatos Nacionales Juveniles en 1976

y en 1979, convirtiéndose así en el primer cubano en

obtener dos títulos nacionales de esa categoría.

En la categoría de Mayores en 4 ocasiones resultó

subcampeón Nacional y en par de veces Campeón; recordista

nacional de simultáneas en 1991 al enfrentarse a 130

ajedrecistas, medallista de oro defendiendo el tercer

tablero cubano en la Olimpiada Mundial de 1998 (Elista,

capital de la República Autónoma Rusa de Kalmikia) y

capitán del conjunto femenino cubano en la Olimpiada

Mundial celebrada en el 2004 en Calviá (Mallorca), España.

Siempre tenemos presente un refrán que reza: Serás grande

en la medida en que no hagas sentir a los demás que son

pequeños. Es ahí donde radica la grandeza de este Gran


Maestro, caracterizado por su modestia, sencillez y

honestidad.

Los autores.

Contenido

Capítulo I Inicios…………………………………………………………………………

Capítulo II Primeros éxitos y despunte………………………

Capítulo III Mundiales juveniles…………………………………………

Capítulo IV Campeonatos Nacionales…………………………………

Capítulo V Campeón Nacional en 1997……………………………

Capítulo VI Campeón Nacional en el 2001……………………

Capítulo VII Torneos Capablancas IM…………………………………

Capítulo VIII Vera en Torneos Carablancas IM……………

Capítulo IX Gran salto en Olimpiadas……………………………

Capítulo X Recordista Nacional en Simultáneas…

Capítulo XI Preparación y asesoramiento……………………

Capítulo XII Tablero por medio con Vera………………………

Capítulo XIII ¿Qué opinan de Vera? ……………………………………

Anexos

I Cómo analiza Vera………………………………………………………………………………

II Diez victorias……………………………………………………………………………………

III Cuatro tablas……………………………………………………………………………………

IV Tres derrotas………………………………………………………………………………………
V Currículum Vitae………………………………………………………………………………

INICIOS

Reinaldo Vera González-Quevedo, el sexto en Cuba en

lograr el máximo título de la Federación Internacional de


Ajedrez(FIDE), nació el 7 de enero de 1961 y es natural de

Unión de Reyes, provincia de Matanzas.

A los 9 años aprendió los movimientos de las piezas junto


a Jorge Dopaso, un muchacho de 10 años que vivía al lado de
su casa, puerta con puerta.

―Allí fue donde por primera vez vi un juego de ajedrez


que aún conservo, porque después de tanto tiempo hace poco
me lo regaló, cuando cumplí años.‖

―Me imagino que también haya jugado con el hermano de


Dopaso, mayor que él, y algún otro niño del barrio. Pero
recuerdo que en breve comencé a jugar en diferentes casas
del pueblo, y a nivel de escuela obtuve resultados
destacados. Entonces ya me interesé por enfrentarme contra
jugadores de mayor categoría.‖

En aquellos tiempos el norteamericano Robert Fischer


asombraba al mundo con su espectacular maestría, no exenta
de excentricismo.

El ajedrez se popularizó y nuestro país no quedó atrás.


Había una verdadera fiebre ajedrecística, cuenta el
unionense.
―Precisamente, en el ´72 se dispara el ajedrez.¡Fue
tremendo! Se jugaba en todos los lugares. Yo soy un
producto de esa época.‖

El ambiente propició la apertura de una pequeña Sala en


el pueblo para la práctica de la disciplina, dirigida por
reconocidos trebejistas de la localidad: Santiago García,
Miguel Ángel Álvarez, Jorge Sardiñas y Julián Pérez, este
último ―en aquella época era el mejor de Unión de Reyes,
muy bueno. Era un jugador fuerte a nivel provincial.‖

Contagiado por la fiebre del momento, en cuanto tenía un


chance Vera se daba sus brinquitos al estrenado local. Solo
jugaba con los niños y miraba las partidas de los jóvenes y
adultos, porque ―tenían un nivel bastante alto comparado
conmigo.‖

Estuvo meses observando cómo ellos se batían tablero por


medio. Y cual reciprocidad, le empiezan a prestar unos
libros y el pequeño se sumerge en sus estudios. Decide
desentrañar los secretos del aparente noble juego; entonces
es que aprende a reproducir partidas y...

―Uno de esos días que yo seguía los encuentros entre los


mayores, se me acerca uno de ellos que jugaba bien, pero
que no alcanzaba el nivel de los más fuertes. Él miraba
igual que yo. Me reta y le gano la primera, la segunda y la
tercera. El tipo se quedó impresionado.‖

El niño ya se sintió para aspirar a más, dirimir con los


mejores de allí. Comienza con Santiago, quien ―me
apabullaba. Me ganaba 4 ó 5 partidas seguidas y no le hacía
ni una tabla. Jugábamos sin reloj, pensábamos a discreción.

―Pero llegó el momento en que ya le ganaba alguna.


Recuerdo que cuando obtuve mi primera victoria, emocionado
se lo dije a mi abuelo. A él no le interesaba mucho el
ajedrez, pero estaba al tanto de lo que acontecía allí.
Entonces me dice: ―Ah, te dejó ganar seguro...‖

―Realmente creo que no fue así, sino que a partir de que


comienzo a jugar contra él fui adquiriendo cierto nivel,
cercano al suyo. Ya yo estaba parejo con él. Con Julián no,
él no perdía conmigo.‖

II

PRIMEROS ÉXITOS Y DESPUNTE

Once años tenía cuando participó en su primera


competencia oficial: las eliminatorias para los Juegos
Nacionales Escolares de 1973, categoría 13-14 años. Se
disputaban cuatro plazas.

A nivel municipal obtuvo el primer puesto. Fue la primera


ocasión que jugó fuera de su Unión de Reyes natal. Estuvo
en pueblitos aledaños, como son Cidra, Sabanilla...De esa
experiencia, confiesa:

―Hace poco yo estaba en un evento escolar y veía la


contentura de los padres cuando el muchacho ganaba. A
veces, como uno ha visto tanto ajedrez, no le da tanta
importancia, pero recordé mis comienzos, cuando fui campeón
de Sabanilla y otros pueblitos..., y en verdad, para mis
padres era lo más grande del mundo. Sentían tremendo
orgullo.‖

En el Campeonato Provincial, donde participaron los


alumnos de la Escuela de Iniciación Deportiva provincial
(EIDE), concluyó segundo, detrás de Raúl Cabrera
(representante del municipio de Cárdenas), conocido por
Cabrerita.
―Era un muchacho muy talentoso. A mí me derrotaba
claramente. Pudo haber llegado lejos, pero era vago para
estudiar y así no se puede aspirar a tanto en este
deporte.‖

Vera ya había logrado su propósito: clasificar para el


nacional. Ahora requería de una esmerada preparación.

―Concerté con Julián un match de 20 partidas. El marcador


comenzó 3-0 a su favor. Luego yo comencé a ganar. No sé si
él me dejó o no. Me da la impresión que sí, quizás al ver
que iba delante ―aflojó‖ la mano para que no me
desmoralizara. El match quedó parejo, no recuerdo con
exactitud.‖

Es en esta fase previa al certamen superior cuando recibe


el apoyo de una persona, por la cual sintió gran estima. Se
trata de Félix Galbany(fallecido), entonces comisionado
provincial y leyenda del ajedrez matancero. Mejor dejemos
que el propio Vera nos comente:

―Conocí a Galbany por mi papá, que me apoyaba mucho. Yo


en esta etapa también practicaba baloncesto y tenis de
mesa. Me destacaba más en el tenis. En baloncesto era
mediocre; sin embargo, fui a la provincial 13-14 años, el
mismo año en que asistí a la de ajedrez.

―Pero mi papá, que era una gran persona, se dio cuenta de


que yo tenía más para el ajedrez y me ayudó y motivó mucho,
a pesar de que él ni sabía mover las piezas.

―Él no tenía ninguna relación con Galbany, pero me llevó


a su casa para que me diera clases, las primeras que
recibí.

―Julián, Santiago, Sardiñas y Álvarez me ayudaron


facilitándome bibliografías, jugábamos y comentábamos
partidas, pero Galbany fue quien me dio las primeras clases
de aperturas. Durante horas estudiamos.

―Además, mi papá le escribió a Gerardo Lebredo (La


Habana), una de las figuras importantes de aquel momento, y
nos mandó revistas y algún libro.‖

-¿Y qué hiciste en los Juegos Escolares Nacionales?

-Me ―mataron‖. Hice 3 puntos y medio de 5 en las primeras


rondas y después perdí 5 seguidas. Jugué el tercer tablero
y Cabrerita el cuarto.

―Estratégicamente los tableros estaban cambiados, para


tratar de lograr una buena actuación. Los dos primeros lo
ocuparon un muchacho de Cárdenas, de apellido Campos, quien
estaba en la EIDE y después integró el equipo provincial
de lucha deportiva, y Carlos Piqué, quien luego obtuvo
bronce en el Nacional Juvenil de 1979. Colectivamente no
quedamos muy bien.

―Parece que en las últimas rondas me ―invadieron‖ los


nervios. Era mi primera competencia nacional. Tal vez la
comida me cayó mal...sé que tuve muchos problemas
estomacales. Quizás tuvo que ver con el nerviosismo.‖

Luego de esta discreta actuación, ingresó en octavo grado


en la Escuela Deportiva, en el municipio de Varadero,
Matanzas.

―El primer año de adaptación me resultó difícil. Yo había


cursado la primaria y séptimo grado en mi Unión de Reyes
natal, y no era lo mismo ahora que sólo los fines de semana
podía ver a mi familia y amigos.

―Salía de pase los sábados a la 1 de la tarde y tenía que


regresar los domingos, sin transporte escolar.
―Yo tenía 12 años y para mí resultaba complicado. Tuve
que hacer un gran esfuerzo.‖

El Experto Nacional Rigoberto Alderete fue su principal


entrenador en el centro de alto rendimiento. Tocó al
cardenense, radicado ahora en España, moldear el talento
puesto en sus manos.

―En aquella época Alderete era muy joven. Tenía 23 años.


No era el Alderete de ahora. Tenía poca experiencia, pero
mucha motivación por jugar bien y porque progresáramos. Muy
entusiasta, siempre estaba investigando.

―Sobre todo, sentía amor por el ajedrez, y eso es muy


importante transmitirlo. Gelfand decía lo mismo de
Polugaesvky.

―Alderete era muy apasionado. A mí me transmitió el deseo


de avanzar, superarme. Nos desarrolló el juego agresivo,
táctico, más tarde, durante años, tuve que perfeccionar el
estilo posicional.

―Llegó a ser uno de los mejores preparadores de Cuba.


Dirigió a un equipo femenino cubano en una Olimpiada
Mundial. Por él también pasaron los ahora Maestros
Internacionales (MI) René Alonso y Juan Joel Arencibia.‖

Vera considera que el mayor salto en su carrera deportiva


sobrevino ese primer año en la EIDE. Al inicio del curso,
entre alrededor de 14 trebejistas, se ubicaba en el séptimo
lugar cualitativamente. Al finalizar, ya era el número uno.

―Yo estudiaba una cantidad de horas increíbles. Imagino


que hayan sido ocho diarias por lo menos. Es una cosa que
me parece imposible.

―Me despertaba a la cinco de la mañana y estudiaba una


hora, hasta las seis, en que daban el de pie. Desayunaba e
iba para las clases. En el tiempo de receso reproducía
alguna partida. Eran 15 minutos los que tenía.

―Después que terminaban las clases, a las 12, volvía a


ver algo un rato antes de almorzar. Aunque fuese media
hora. Y una vez que almorzaba, ni dormía un ratito, volvía
hasta que a las tres comenzaba el entrenamiento hasta las 6
ó 7 de la tarde. Me bañaba y seguía dos horas más por la
noche.

―Por eso tuve un desarrollo muy grande. Era una pasión


tremenda. Recuerdo que celebré un match con Alderete,
porque él quiso ver cómo yo estaba. Conservo algunas de
esas partidas en sus fases de apertura, de las que me ganó
algunas muy buenas. Incluso, desde el punto de vista
teórico con el tiempo yo me he quedado sorprendido con una
de ellas, concretamente una variante Gotemburgo, sistema
Najdorf, defensa Siciliana.

―Me superó con un plan que él creó ahí sobre el tablero,


y desde hace casi 10 años se ha convertido en una de las
posiciones fundamentales de esta variante. En ese momento
Alderete me hizo el truco principal y obtuvo una ventaja
tremenda.‖

-¿Y cómo quedó el match?

-No recuerdo si le gané alguna partida...yo creo que sí.


Perdí 4 por 1, o algo así. Una diferencia notable. Él
jugaba muy bien.

-Cuando los fines de semanas ibas para Unión de Reyes,


¿te batías con Julián?, ¿y con los otros?

-Yo creo que sí jugué contra Julián, pero no estoy seguro


de que le ganara con facilidad. Sí recuerdo que en un
torneo municipal derroté claramente a Sardiñas con un tema
estratégico de la Siciliana. Se sorprendió que desde la
misma apertura yo lo pudiera aventajar ...ya yo estaba
adquiriendo una formación que ellos no habían desarrollado.

―En el caso de Julián, a finales del primer año en la


EIDE, quizás estábamos parejo. Pero Julián, repito, era un
jugador difícil y de cierto nivel en la provincia.‖

—¿Asististe a los Juegos Escolares Nacionales de 1974?

—Sí, pero me ―liquidaron‖ de nuevo. Jugué 5 torneos de


este tipo y nunca hice nada. Participé desde el ´73 hasta
el ´77. Mi mejor resultado fue un bronce por equipos, en el
´76 ó 77, donde individualmente debo haber realizado el 50
por ciento de los puntos posibles.

―Los del ´74 se desarrollaron en la provincia de Pinar


del Río. Lo más interesante fue que en la ronda inicial en
el primer tablero derroté al hoy GM Jesús Nogueiras. Empecé
bien, teniendo en cuenta que él era la figura principal de
la provincia de Villa Clara, y ya se sabía que iba a
descollar. Su formación ajedrecística era más completa que
la mía, tenía más base.

―Pero resulta que lo suspenden del evento, porque se


detecta que estaba pasado de categoría. Me llevaba año y
medio, ya pertenecía a la categoría superior, 15-16 años,
pero la gente de Villa Clara lo pusieron en el equipo.
Entonces se me retiró el punto que había ganado.

―A Nogueiras lo admiro desde sus inicios. A temprana edad


(13 ó 14 años) reproducía de memoria partidas clásicas,
como la inmortal y la siempreviva, y de Alekhine. Era un
espectáculo verlo, y en ocasiones Maestros experimentados
se acercaban para celebrárselo.‖

Allí también se enfrentó a José Ramón Huergo -gran amigo


suyo desde aquel entonces-, otro de los favoritos, y el
unionense salió airoso en las dos oportunidades.
—¿Rivales más difíciles en Juegos Escolares Nacionales?

—Había uno de la región de Oriente que siempre me ganaba:


José Toll. Comentaban que también estaba pasado de
categoría, pero bueno....quizá lo decían por su elevada
estatura. En los Juegos del ´74 me ganó las dos y resultó
el medallista de oro en el primer tablero. Era un gran
jugador.

―Luis Enrique Valdés (Pinar del Río) también era


incómodo, al igual que José Antonio Telo, de Camagüey, y
Pablo Canalejo, de Ciudad de La Habana.‖

-¿Por qué esos resultados discretos en Juegos Escolares?

-Siempre tuve mucha presión en estos eventos por equipos.


Esa preocupación de que si pierdes embarcas al colectivo...
también tanta gente en estas competencias tal vez me
desconcentrara un poco.

―Incluso, mis primeras Olimpiadas Mundiales por equipo


fueron malas. Después he logrado buenas actuaciones, pero
al principio no me fue bien.‖

Durante su segundo curso en la EIDE (1974-1975) por vez


primera participa en una confrontación internacional. Un
tope escolar contra Bahamas, realizado en la provincia de
Santiago de Cuba.

―Para mí significó un gran estímulo, una motivación para


continuar superándome; me hizo pensar que podía llegar a
ser alguien en el ajedrez.

―Fue un evento por equipos, yo jugué el último tablero.


Arrasamos, me parece que solo hicimos una tabla. Jugué una
partida y la gané.‖

En esa época el comisionado nacional era Jorge Vega.


Previo al tope, junto al MI Jesús Rodríguez visitó varias
EIDE de Cuba para ver cómo estaban los muchachos. Vera se
coló en el equipo, sobre todo, porque en el Nacional
Juvenil (menores de 20 años) del año anterior, con solo 13
ya se había ubicado en séptimo lugar.

Y así se situaba, junto a Nogueiras, entre los


trebejistas más prometedores de la Isla.

―Era mi primer Nacional Juvenil. Resultó muy difícil ante


mi escasa edad. Estaban Amador Rodríguez, Lázaro Bueno,
Luis Sieiro...todos tenían 19 ó 20 años. Creo que logré una
excelente actuación, derroté a Bueno, quien resultó
campeón, y a Juan José Atala, de Holguín, que el siguiente
año se tituló.‖

Cierto es que no obstante los indeseados resultados en


Escolares, Vera sí rindió una loable actuación en
Campeonatos Nacionales juveniles. Eran eventos
individuales, asegura, en los que no sentía ese peso de la
responsabilidad que cuando sucede en contiendas colectivas.

Así lo atestigua que en la siguiente edición mejoró de


manera notable su ubicación anterior. Quedó tercero. Y en
1976 llegó el alegrón: dramáticamente se agenció el
título...

―El torneo se disputó en Guines(La Habana), donde conocí


a un gran amigo, el árbitro Lázaro Darromán Cotilla, quien
fuera posteriormente presidente de la Federación y
Comisionado Nacional.

―Nogueiras y yo quedamos empatados en el primer lugar con


8,5 puntos de 12. Entonces efectuamos un match de desempate
a 6 partidas.‖

El matancero exhibía mejor puntuación en el sistema de


desempate Sonnemborg Bergerg(4950 por 4850), por lo que con
igualar aseguraba el campeonato.
La primera parte resultó decididamente favorable al
villaclareño Nogueiras, quien hizo dos puntos y medio en
las tres primeras rondas. Todo parecía indicar que sería el
campeón.

A partir de la cuarta ronda, Vera se ―reviró‖ y le


infringió dos derrotas.

La sexta partida se disputó bajo fuerte presión por ambos


adversarios. Desde las movidas iniciales se vio cierto
distanciamiento de las líneas teóricas, quizás ante la
necesidad de buscar más bien elementos sorpresivos que las
variantes más correctas.

Nogueiras, sin completar su desarrollo, se lanzó a una


aventura por el flanco rey, castigada mediante una acción
central. Vera remató al rey enemigo situado en el centro
del tablero, adjudicándose el punto y el campeonato.

Este año también le llegó otro alegrón: con 15 años


lideró uno de los grupos de la semifinal nacional de
mayores y, a su vez, obtuvo el título de Experto Nacional.

No jugó la final porque coincidió con el Mundial Juvenil.


Pero mejor dejemos para más adelante sus incursiones en
estas citas del orbe.

En el ´79 vuelve a conquistar el título juvenil,


convirtiéndose así en el primer cubano en obtener dos
títulos nacionales de esa categoría.

En la última ronda se impuso al villaclareño Pedro


Mestre, en 30 movidas de una Defensa Siciliana Ataque
Ritcher Rauzer, para totalizar 8 unidades y concluir
invicto con 5 victorias y 6 tablas.
III

MUNDIALES JUVENILES

El primer Campeonato Mundial Juvenil de Ajedrez se


realizó en Birmingham, Inglaterra, en junio de 1951, en el
que triunfó el yugoslavo Borislav Ivkov. Se jugó por
Sistema Suizo, el mismo que, con algunas modificaciones, se
utiliza actualmente.

En sus inicios, el certamen se realizaba cada dos años, y


a partir de 1973 adquirió frecuencia anual.

Admitían ajedrecistas de uno u otro sexo; aunque no era


común que lo hiciera alguna muchacha.

La FIDE se encargó de desarrollar y estimular más el


ajedrez entre las mujeres. Auspició los mundiales juveniles
femeninos a partir de 1982.

Volviendo a los hombres, la primera incursión de un


cubano fue en el quinto campeonato, efectuado en
Munchenstein y Basuesa, Suiza, 1959, donde el entonces
monarca juvenil del patio, Enrique Velasco, se ubicó en el
puesto 22 entre 26 contendientes.

En estos clásicos Cuba ha coronado a dos representantes:


al holguinero Walter Arencibia, en 1986, y al tunero Lázaro
Bruzón, en el 2000.

Primera incursión

En cuanto a Vera, concurrió a la decimoquinta prueba,


disputada en 1976 en Groningen, Holanda, donde finalizó
entre los puestos del 18 al 24 entre 54 rivales. Resultó
campeón Mark Diesen, de Estados Unidos, siguiéndole por
orden hasta el quinto lugar, Ftacnik (Checoslovaquia);
Grinberg (Israel); Cámpora (Argentina) y Leow (Singapur).

―Asistí con Jorge Vega, entonces Comisionado Nacional,


quien no tenía muchos conocimientos del juego ciencia. Es
incuestionable que de por sí es desventajoso para cualquier
competidor que se encuentre en situación semejante, más en
esta actividad que requiere muchos análisis antes de cada
encuentro. Es evidente lo beneficioso que resulta disponer
de buenos preparadores en eventos de ese tipo.

―Era mi primera salida internacional, vi la nieve por vez


primera. Yo tenía 15 años. Cumplí 16 unos días después del
torneo, mientras estaba en Praga, de tránsito para Cuba.

―Vega me decía: sal, mira la nieve y regresa para acá. Él


me vigilaba mucho en el hotel, me trataba como un hijo
suyo.‖

En ese evento Vera conoció a jugadores latinoamericanos


que luego se convirtieron en Grandes Maestros y grandes
amigos suyos, entre ellos el mexicano Marcel Sisniega y
Daniel Cámpora, considerado por muchos años el mejor
trebejista argentino.

―Recuerdo que Cámpora era mayor que yo, tenía casi 20


años. Siempre que me decía Che, yo pensaba que se burlaba
de la figura de Ernesto Che Guevara. Al percatarse de mi
asombro cada vez que me nombraba de esa peculiar manera, me
explicó el significado de esa palabra, que en Argentina
significa amigo.

―Yo estaba muy bien en esa competencia; pero perdí la


última partida. Y en el ajedrez ¡como vale un punto!

―Causé buena impresión en la lid; fíjate que el GM


Kavalek, quien escribió parte del libro del torneo, elogió
mis cualidades tácticas al analizar una de mis victorias.
―Kavalec plasmó algo así ´es difícil describir el estilo
de un niño de 15 años; pero podemos decir que el del
jugador cubano es muy agresivo...Siempre causó buena
impresión en este juego, aunque tuvo dificultades en el
campo posicional.‖

Kavalec se encontraba allí de entrenador de Mark Diesen,


quien finalmente se adjudicó el trono. El encuentro Vera-
Diesen fue tablas.

―En el torneo perdí dos partidas, ambas con piezas


negras: contra el checo Ftacnik y con Vladimirov (URSS);
este último perteneció posteriormente al equipo de
analistas de Garry Kasparov.

―En la ronda del adiós tuve tablero por medio a Mestel,


quien luego fuera GM e integrante del equipo nacional
inglés.

―Tuve una gran ventaja en toda la partida, al final


llegué con un peón de más pero tenía alfil de diferente
color al suyo.

―Queriendo arriesgar calculé mal, sacrifiqué mi alfil,


pensando que un peón mío coronaría. Pasé por alto que dos
peones de él comenzaban a darme jaque, unido ya al alfil de
ventaja, por lo que me rendí. Eso me lanzó al puesto 18.

―De lo contrario, hubiera finalizado más o menos entre el


10 y el 12. Recuerdo que me puse muy triste por esa derrota
y lloré un poco. Cosas de muchachos.‖

Segunda incursión

El decimosexto campeonato correspondiente a 1977 se


efectuó en Innsbruck, Austria, con 48 participantes.
Resultó campeón Arthur Yusupov, de la URSS, con 10,5 puntos
de 13 posibles, secundado por el colombiano Alonso Zapata
(9.5) y Popovic (Yugoslavia).

¿Quién representó a Cuba?, pues nuevamente Reinaldo Vera


porque en esa fecha en nuestro país aún no se había
dirimido el nuevo campeón nacional juvenil, y como el
matancero lo era desde el anterior, preparó sus maletas y
ocupó asiento en Austria.

Destacadísima fue su actuación, al totalizar 8,5 para un


meritorio empate del tercero al sexto, mostrando ya su
potencial en el mundo de los jaques y enroques.

―A esa lid viajé con Ángel Real Valdés, miembro de la


Comisión Nacional, todo un entusiasta del ajedrez; pero
tampoco contaba con suficiente nivel técnico.

―De nuevo asistí con inadecuado asesoramiento. Otros se


presentaron con personas de alto nivel; por ejemplo,
Yusupov recibió indicaciones del Maestro Internacional Mark
Dvoretsky, quien provenía de la escuela de Botvinik, un
grande del ajedrez universal de todos los tiempos.

―Hoy por hoy Dvoretsky es uno de los mejores preparadores


del mundo. Tiene varios libros, algunos hablan de la
preparación de Yusupov para ese Mundial Juvenil.

―No obstante, siempre salí con ánimo en cada partida, me


sentía con más confianza y madurez ajedrecística. No me
puedo quejar en cuanto a mi desempeño, tuve un resultado
muy gratificante.

―Mi enfrentamiento contra Yusupov concluyó en tablas, no


sin antes librar enconada lucha en que llegué a tener un
peón de ventaja.‖
IV

Campeonatos Nacionales

Cuatro subtítulos

En cuatro ocasiones Reinaldo Vera obtuvo el segundo


puesto en estos certámenes. Sus seguidores se preguntaban
cuándo le llegaría el momento de conquistar la máxima
corona, sin desestimar esos desempeños que dan muestras de
estabilidad competitiva.

Abrió con los subtítulos en 1983, en Sagua de Tánamo,


donde con 7,5 puntos de 11 posibles quedó empatado en la
cima con Guillermo García (fallecido) y fueron a un match
de desempate.

Muy pocos imaginaron que el matancero quedara abrazado en


la cima, puesto que requirió conquistar el punto en los
tres últimos cotejos.

Aunque Guillermito tuvo mejor promedio (4 victorias y 7


empates) por 5 éxitos, 5 tablas y una derrota de Vera, el
reglamento establecía la celebración de un match a 10
partidas.

Ganaría Guillermito si acumulaba 5 unidades, y Vera si


llegaba a 5,5. Esta ventaja para el primero por haber
terminado con mejor promedio en la etapa anterior.

Guillermito se agenció el match: 5,5 por 2,5.

Dos años después, en la provincia de Camagüey, sobrevino


la segunda de plata, entre 16 participantes.

La última ronda se inició con un triple empate en la cima


entre los MIs Jorge Armas, José Luis Vilela y Vera.
Armas derrotó al Maestro FIDE Evelio Otero en 26 movidas
de una Defensa Indobenoni, luego Vera en solo nueve jugadas
entabló con el GM Román Hernández en un Gambito de Dama.

Entonces la atención se centró en el encuentro entre los


MI Lexy Ortega contra Vilela, ganado por el primero.

Así a Armas, con 10 unidades, lo secundaron Vera (9,5) y


Vilela y Lexy, ambos con 9, por ese orden del sistema de
desempate Sonemberg Berger.

Llegó 1990 y la magna cita cubana del ajedrez varonil le


correspondió a Santiago de Cuba.

En pugna 26 trebejistas, que se enfrentarían bajo el


sistema suizo a 11 rondas.

El GM holguinero Walter Arencibia no solo cargó con el


título en esa 29 edición, sino que también conquistó su
segunda norma de GM, convirtiéndose en el séptimo criollo
con ese pergamino. Nunca antes un cubano había logrado una
norma de GM en un campeonato nacional.

Vera llegó a la última ronda con 6,5 unidades y se


enfrentó contra Joaquín C. Díaz, cotejo que concluyó con la
división del punto.

Mientras que otro matancero, Juan Joel Arencibia, derrotó


a Juan Borges y condujo a un abrazo en el segundo lugar con
Vera, ambos con 7,5; pero el sistema de desempate le sonrió
a Vera.

Un año después, en la provincia de Holguín, se llevó al


cuello la cuarta plateada. Del evento rememora:

―Totalicé 8 puntos de 11 (5 victorias y 6 tablas). En la


última ronda derroté a Irisberto Herrera, entonces
Nogueiras y yo quedamos empatados en la cima; pero se
decidió definir al campeón por el sistema de desempate y no
mediante un match. Este método le favoreció.

―Recuerdo que en la clausura dijo de manera jocosa: ´¡qué


suerte que esta vez no hay match de desempate!´, trayendo
al caso lo ocurrido en el Nacional Juvenil de 1976.‖

Campeón Nacional en 1997

La biblioteca Ramón Guiteras, ubicada en la ciudad de


Matanzas, fue sede del 34 Campeonato Nacional Masculino,
donde 14 concursantes lucharon por el trono, entre ellos
los MIs Irisberto Herrera (Las Tunas) y Julio Becerra
(Ciudad de La Habana), campeón y subcampeón,
respectivamente, de la anterior cita.

El torneo contó con una primicia: por vez primera en


eventos oficiales en Cuba se aplicó el sistema de las 7
horas a finish. El conocido tie break ajedrecístico.

Cada jugador luego de las tres horas reglamentarias de


que dispone (dos para 40 movidas y una más para 20),
dispone de solo media hora para finalizar el cotejo. De tal
manera se agilizaron las partidas y eliminaron los días de
partidas selladas.

Una corona bien merecida. Así tituló el periodista Coto


Wong el trabajo aparecido en el periódico Granma, del 3 de
abril de 1997. Cito textualmente:

Aunque en los últimos campeonatos de Cuba se ubicó entre


los punteros no le fue posible al GM yumurino Reinaldo Vera
ceñirse la corona nacional.
Después de varios años con la máxima categoría
ajedrecística y de luchar por el acceso al trono,
finalmente pudo cumplir el viejo anhelo de ser campeón.

(...)el matancero pudo satisfacer su propia expectativa y


concretar un resultado que lo apuntala como uno de los
trebejistas del patio con más solidez y potencia de juego.

“Estoy muy contento porque pude cumplir un viejo deseo


que todos los años estuvo presente, y aunque en más de tres
veces el desempate me dio como perdedor, nunca abandoné las
esperanzas, ahora supe que podía ganar el Campeonato de
Cuba, el cual era una vieja deuda con la afición matancera
y con la de mi municipio de Unión de Reyes.”

Vera, quien en los últimos años formó parte del elenco


olímpico, ha tenido un comienzo de año fructífero, al
título de monarca cubano sumó el de los torneos ibéricos de
Sevilla y Coria del Sur y un onceno entre 200 jugadores –50
GM y más de 60 MI- en la importante ciudad española de
Linares.

“He jugado últimamente con un buen nivel práctico lo que


significa haber desentrañado las complejidades que se
presentan en cada partida y desempeñarme con soltura.”

Sin embargo, en esta 34 versión, recién finalizada en su


Matanzas natal, parecía que ocurriría lo mismo de años
anteriores cuando después de un accionar sólido ocupaba un
sitio entre los cuatro primeros lugares.

La lucha frontal entre él y su compañero de equipo, el


también GM Amador Rodríguez (Holguín), hizo pensar en una
historia conocida.

Ambos llegaron a la última ronda con 9 puntos de 13


posibles (5 victorias y 8 tablas) para dejar al sistema de
desempate Sonnenberg Berger la sentencia final.
Vera aventajó 57,00 por 53,50 al holguinero, quien de esa
forma perdió la posibilidad de adicionar otro campeonato a
los obtenidos en 1984 y 1988.

“Amador siempre es un rival muy difícil, pero yo empecé


el torneo convencido de que hasta el final no paraba porque
me sentí jugando un buen ajedrez y esto es fundamental;
cuando te presentas así las cosas salen bien.”

VI

Campeón Nacional en el 2001

La provincia cubana de Las Tunas acogió a los 16


trebejistas que discutirían el trono nacional de 2001. El
GM villaclareño Jesús Nogueiras, campeón defensor, se
encontraba entre los 16 contendientes que buscarían la
corona de la 38 edición.

Vera ganó esta versión. Su victoria de la última ronda


ante el MI Richard Leyva le permitió acumular 12,5 unidades
de 16 posibles, para superar por media al GM habanero
Leinier Domínguez, logrando este por segundo año
consecutivo el subcampeonato.

―Esta competición la incluyo entre las principales de


todas en las que he participado en Cuba.

―En esa etapa me encontraba muy bien, la preparación la


había cumplido en su totalidad y exhibía un ELO superior a
los 2550.

―Debo destacar que coincidieron jugadores de los que


siempre le dan calidad a estos eventos, como son los casos
de Nogueiras y Walter; junto a dos jóvenes que ya estaban
despuntando: Leinier y Bruzón.
―A partir de la quinta ronda comencé a jugar con muletas.
Sucede que acostumbraba correr por las noches y en una de
esas me torcí un pie y se me hizo un esguince. Por suerte
el dolor no fue tanto como para retirarme del evento.

―Chico, ¡tenía que ganar!, es que yo desde 1996 tenía una


gran deuda con Las Tunas, precisamente a raíz del
Campeonato Nacional de ese año del cual fue sede. En aquel
entonces comencé con ¡6 puntos de 7 posibles!. Esperaba
ganarlo; pero concluí empatado en el tercer escaño.‖

VII

TORNEOS CAPABLANCAS IM

José Raúl Capablanca Graupera, el tercer campeón mundial


de ajedrez, falleció el 8 de marzo de 1942. Veinte años
después se celebró el primer torneo internacional en su
memoria.

Desde 1974 se dirime en más de un grupo. En la actualidad


consta del Élite, Premier I, Premier II y Mixto.

Como escribiera cierta vez el periodista Jesús González


Bayolo, grande como Capablanca nació el torneo para
homenajearlo.

Fortísimos fueron los iniciales, cuyo primer triunfador


resultó el argentino Miguel Najdorf. Con excepción de
Petrosian, todo lo que más valía y brillaba en la década
del ´60 jugó en los Capablanca, incluyendo al
norteamericano Robert Fischer, quien compitió por teletipo
en la cuarta edición (1965) al negarle la visa el
Departamento de Estado de su país.

Precisamente, la primera norma de Gran Maestro lograda


por un cubano ocurrió en la versión de Cienfuegos-73,
mediante Silvino García, quien luego en 1975 completó la
segunda para convertirse en el primer cubano en recibir el
más importante título de la Federación Internacional de
Ajedrez.

Asimismo, el lamentablemente fallecido Guillermito García


abrió la senda triunfal de los cubanos en el grupo
principal de este emblemático torneo, al llevarse el trofeo
dorado en 1980.

VIII

VERA EN TORNEOS CAPABLANCAS IM

Reinaldo Vera interviene por vez primera en el clásico de


1977, en Cienfuegos, y en el grupo Maestro II se ubica en
los lugares 8-9.

Después ha participado en otras 19 ediciones, y entre sus


actuaciones destaca el subcampeonato en el Premier II de
1992, en su provincia natal, donde finalizó con 8 y media
rayas.

―Durante todo el torneo marchaba de líder, pero en la


última ronda perdí con el mexicano Gilberto Hernández,
quien en definitiva resultó el campeón e hizo su primera
norma de Gran Maestro.‖

Compitiendo en idéntico grupo, también sobresalen los


terceros puestos en 1986 y 1989 (en este último invicto con
cuatro sonrisas y 8 empates), así como en el Premier I de
1993.
―El de 2002 era el Capablanca donde parecía que iba a
conseguir mi mejor desempeño, pues con tablas en la última
partida ganaba el grupo Élite, pero perdí con Lázaro Bruzón
y él quedó campeón.

―Los dos habíamos llegado a ese encuentro igualados con 5


puntos. Con la derrota descendí entre los lugares 2 y 4,
pero, por mala suerte, cuando se aplicó el desempate quedé
cuarto.‖

IX

GRAN SALTO EN OLIMPIADAS

Desde 1980 hasta el 2002 Vera ha formado parte de los


equipos cubanos en 10 citas olímpicas.

En su debut, en Malta, 1980, defendiendo el sexto tablero


ganó 3 encuentros, entabló 1 y perdió 2 (3,5 puntos de 6),
con un rendimiento del 62,5 por ciento.

Entre los países americanos la escuadra nuestra ocupó la


tercera plaza, detrás de Estados Unidos y Canadá, para así
encabezar la lista de los latinoamericanos.

Mas, lo trascendente de Vera no es solo haberse


mantenido invicto en las ediciones de 1996, 1998 y 2002,
sino que en la intermedia logró alcanzar la medalla dorada
(7 unidades de 9) defendiendo el tercer tablero.

Cristalizaba así una fenomenal hazaña, convirtiéndose en


el segundo cubano ganador del máximo galardón en esas
citas, casi 6 décadas después que el genial José Raúl
Capablanca obtuviera el metal dorado del primer tablero en
Buenos Aires, 1939.

La edición de 1998 se celebró en Elista, capital de la


República Autónoma Rusa de Kalmikia. Vera fue quien más
aportó a la escuadra cubana, que finalmente acumuló 29
unidades, válidas para ubicarse en la posición 24, a la
cabeza de Iberoamérica.

El matancero se anotó el punto en los encuentros contra


Chile, Canadá, Eslovenia, Lituania y Suecia, y logró la
media unidad ante Yemen, Kazajstán, Armenia y Yugoslavia,
sin apuntarse derrota alguna.

―En la primera ronda enfrentamos a Yemen, representación


de inferior calidad a la nuestra.

―En mi encuentro particular, en el medio juego había


conseguido una ventaja considerable. Hubo un momento en que
Walter Arencibia se me acerca y me dice: ´¡Esto es cuatro a
cero a nuestro favor!´

―Pero mis errores condujeron a que los papeles se


cambiaran, ¡Ahora yo era el que estaba inferior!, tuve que
pelear duro para luchar las tablas.

―Al concluir con el medio punto me le acerqué a Walter y


le comuniqué: ¡Esto está pintando feo para mí!

―Imagínate, haber comenzado de esa manera constituía una


gran preocupante; pero vencí las barreras sicológicas y
finalmente de las 14 rondas jugué 9, con balance de 5
victorias y 4 tablas.‖

—¿Cuándo comprendiste que podías obtener la presea


dorada?

—Tras ganar la penúltima partida, el ecuatoriano Plinio


Pazos se puso a sacar cuentas y, al percatarse de mis
chances, nos lo comunicó, recomendándonos de que no me
pusieran a jugar en la ronda final, pues con el por ciento
que tenía aseguraba la medalla.

―Sin embargo, José Luis Vilela, capitán de nuestro


equipo, dudaba en tomar la decisión. Finalmente se
determinó que no jugara, en gran medida a los criterios
esgrimidos por Silvino García, directivo de la disciplina.

―Ese año me seleccionaron entre los 10 mejores


deportistas en nuestro país. Ha sido la única ocasión.‖

RECORDISTA NACIONAL EN SIMULTÁNEA

El 28 de abril de 1991, en la sala José White, de la


ciudad de Matanzas, el Gran Maestro de 30 años Reinaldo
Vera se enfrentaba contra 130 ajedrecistas, marca nacional
que dejaba atrás la impuesta en marzo de 1933 por el
fallecido Maestro Nacional Francisco Planas.

Cuando Planas implantó el récord en la capital cubana,


ganó 97 partidas, perdió 3 y las 13 restantes fueron
tablas. La simultánea se extendió a 14 horas de juego, con
3 de descanso.

Antes de esa actuación, Capablanca, en 1922, había sido


el primero en la historia del ajedrez en jugar frente a más
de un centenar de tableros. Tal hazaña lo condujo a ser
reconocido como el mejor simultaneísta de la época.

El entonces campeón mundial jugó en la ciudad de


Cleveland, Ohío (Estados Unidos) teniendo como resultado
101 victorias y una derrota, en solo 7 horas de juego.

Entre sus contrincantes se encontraban varios campeones


del oeste y de otros Estados de la unión.

Retornando a la simultánea de Vera, esta fue auspiciada


por la Comisión Municipal de Ajedrez de Matanzas, que la
presidía Héctor L. Morales, acompañado por Joaquín Mestre
(Vice), Enrique A. Ruiz Galup (Arbitraje), Reynold Santiago
(Organización) y Maité Fernández (Escolares), quienes
fueron apoyados por el entonces comisionado provincial
Joaquín Yei.

―Para la actividad no tuve una adecuada preparación


porque desde enero mi padre estaba hospitalizado (falleció
en junio de ese año producto de cáncer).

―Para suplir en gran medida mi escasa preparación física,


caminaba mucho dentro del centro médico. Una o dos horas.‖

La sesión duró nueve horas y media, contando los breves


descansos de Vera para ser examinado por un médico y un
psicólogo, pendientes de su estado físico y anímico.

Entre sus rivales tuvo a un Maestro FIDE, Julio Espinosa,


con quien hizo tablas, dos Expertos Nacionales, 20 Expertos
Provinciales, 25 jugadores de Primera Categoría y otros sin
títulos pero con fuerza de juego, además de algunos
estudiantes que aprendieron el juego ciencia al ser
introducido el ajedrez en las escuelas en el curso 1989-
1990.

Cerca de las seis de la tarde había hecho rendirse a 47


contrincantes y solo dos le habían dividido el punto.
Una hora después encajó su primer revés, por medio del
Experto Provincial Enrique Poo, en 22 movidas de una
defensa Moderna.

El segundo vencedor resultó el estudiante de la


Universidad de La Habana Reytel Pérez, a las 8:30 p.m., y
el tercero el trabajador local Rafael Riopedre.

Los cálculos indican que Vera caminó entre cinco y seis


kilómetros durante la sesión. Finalmente ganó 95 cotejos,
entabló 20 y perdió 15.

Estuvo a punto de quebrar otro récord nacional, el de


más triunfos en una simultánea; pero se quedó a dos de
igualárselo a Planas.

Le solicito a Vera alguna anécdota de aquel memorable día


y elige esta: ―Entre mis rivales se encontraba mi hijo
Ramoncito, quien tenía seis años.

―Se encontraba sentado al lado del Experto Provincial


Vladimir González, a quien constantemente solicitaba
consejos.

―En un momento determinado Vladimir le dice que con esa


jugada que había realizado le comerían la dama.

―Entonces el niño se metió por debajo de la mesa y me


suplicó ´no me comas la dama, no me comas la dama´. Y
comenzó a caerme atrás durante toda la partida, por debajo
de las mesas. Yo le decía: no te preocupes, no te la voy a
comer.

―En definitiva no cumplí con mi palabra porque se la


comí, le gané lo más rápido posible para quitármelo de
arriba.
―Aquella simultánea fue un espectáculo muy bien
organizado. Le agradezco a cuantos tuvieron que ver con esa
encomienda.‖

Luego Héctor L. Morales le propuso elevar la marca a 300


en 1993, fecha en que Matanzas cumpliría el 300 Aniversario
de fundada.

―Yo le dije, ¿tú estás loco?...En realidad yo había


terminado muy agotado contra los 130; imagínate ahora
contra 300.

―Claro, siempre tengo presente que en aquella ocasión no


concurrí en óptima forma física.‖

El récord se mantuvo incólume hasta el 21 de febrero de


2004, fecha en que el GM habanero Leinier Domínguez se
enfrentó contra 150 en la Escuela Internacional de
Educación Física y Deporte, en La Habana.

Concluyó con 139 victorias, 10 tablas y una sola derrota,


de manos del niño de ocho años Bryan Manuel Frías Rey.

XI

PREPARACIÓN Y ASESORAMIENTO

— ¿Le dedicas muchas horas a tu preparación?

-―Por diversas razones hoy por hoy le dedico menos


tiempo. Tengo ocupaciones como entrenador, eso implica leer
mucho, investigar.

―También invierto tiempo en comentarios de partidas para


revistas y otras publicaciones, así como en la preparación
de un libro sobre los Grandes Maestros cubanos, proyecto
en conjunto con el periodista Jesús G. Bayolo. Yo me
encargo del contenido de las partidas.

―Y no olvidar que también tengo familia, y uno necesita


estar junto a ella y ayudar en la formación de los hijos.

―Aún así, como promedio me consagro 3 ó 4 horas diarias a


la preparación; antes eran 7 u 8.

―Hasta ahora con 3 ó 4 me mantengo al nivel necesario


para ocupar lugares decorosos en torneos entre GMs.‖

—¿Entrenas solo?

—Sí. Aquí en Cuba ese ha sido mi problema durante muchos


años.

―Estuve un tiempo entrenando 7 u 8 horas con el MI René


Alonso. Él me ayudó a estabilizar mis resultados; pero para
cualquier trebejista es beneficioso ampliar criterios y en
nuestra provincia él es el único MI que se encuentra aquí.

―Esa limitación me ha motivado a preparar a muchachos de


la escuela deportiva provincial para que suban el nivel y
así me ayuden a mí también.‖

—¿A cuáles entrenadores les debe más tus resultados?

—Al principio, a Julián Pérez, allá en Unión de Reyes. Me


prestaba materiales, jugaba conmigo, es muy importante
tenerlo en cuenta.

―Pero cuando entré en la EIDE en 1973, vinieron los


progresos con Rigoberto Alderete. Agradezco todo ese
entusiasmo que me transmitió, salidos de su gran humanismo
y metodología.

―Alderete me entrenó hasta 1976, en que matriculé en la


preselección nacional juvenil y comencé a recibir clases de
Eleazar Jiménez y de Silvino García, sobre todo de este
último recibí lecciones muy provechosas.

―Por esa etapa logré el título de Experto Nacional; pero


siempre he considerado que fue producto del trabajo de
Alderete.‖

—¿A quiénes has asesorado?

—Asesoré al actual GM cubano Lázaro Bruzón cuando, con 14


años, se preparaba para participar en un mundial de su
categoría.

―Bastó que la Federación cubana me comunicara que él


jugaba bien para solicitarle que lo enviaran una semana
para Matanzas.

―Cada vez que dispongo de tiempo imparto conferencias o


doy simultáneas a los mejores jugadores jóvenes de mi
provincia.

—¿En el extranjero le han solicitado asesoramiento?

—Cuando el GM argentino Alejandro Hofman clasificó para


el Mundial celebrado en el 2000 en Las Vegas, Estados
Unidos, me pidió asesoramiento. Lo hice por 20 días.

―Algo parecido hice con el GM cubano Amador Rodríguez


para el Interzonal de 1985, en Suiza.‖

—¿Tenemos entendido que ha asesorado al GM español


Francisco (Paco) Vallejo, participante en los fuertes
torneos Linares?

—Sí. Cuando lo conocí en Cuba él tenía 8 ó 10 años y ya


vislumbraba por su talento. Javier Ochoa, trebejista
ibérico, me había dado buenas referencias del niño. La
verdad es que me cayó bien, era muy simpático. Vino con
Ángel, su padre.
―Paco a los 11 años de edad comenzó a estudiar en el
colegio ibérico Marcote. Al irse el entrenador ruso que
había allí, Ángel le sugirió al dueño de la escuela que yo
podía ocupar esa plaza.

―El propietario me hizo la propuesta vía telefónica; pero


por determinadas razones no acepté, aunque me entusiasmaba
la idea de preparar a este gran talento.

―Pasó el tiempo y en 1998 Paco, que ya era tremendo


jugador, con más de 2500 puntos de Elo, quería que alguien
le acompañara al Campeonato europeo y al Mundial, ambos de
la categoría juvenil.

―Hasta entonces lo estuvo preparando el GM Zenón Franco,


quien, a mi entender, desarrolló una excelente labor
durante 5 años. Paco aumentó su nivel, avanzaba; pero aún
no había ganado un torneo.

―Fue cuando Ochoa habló conmigo porque el muchacho quería


que fuera yo quien lo acompañara a los dos campeonatos.

―Acepté para ayudarlo y transmitirle mis experiencias


competitivas.

―En el europeo comenzó arrollador; mas, no supo


controlarse y perdió una partida donde rehusó las tablas.
Marchaba en primer lugar y debía haber aceptado el empate.

―Y en la última ronda con tablas se agenciaba el título;


pero se puso nervioso, jugó errático y perdió. Ese
resultado lo condujo al segundo puesto.

―Luego en el mundial también comenzó arrollador: esta vez


supo controlarse, yo lo ayudé mucho para que lo lograra. Y
conquistó el título. Significó su primera victoria
relevante.
―En los últimos años me ha propuesto que yo sea su
analista en los Torneos Linares donde él ha jugado.

―En realidad es más lo que yo he aprendido junto a él que


él conmigo. Es un extra clase, se ha ubicado entre los
primeros 20 del mundo.

―Y para mí ha sido una oportunidad dorada poder ver cómo


juegan los mejores del mundo y compartir criterios con sus
entrenadores. Tengo la esperanza que esta experiencia me
sirva en un futuro para preparar jóvenes cubanos que
aspiren a ser campeones mundiales.‖

—¿Qué valoraciones tienes respecto a tu estreno como


capitán del conjunto femenino cubano en la XXXVI Olimpiada
Mundial, celebrada en el 2004 en Calviá (Mallorca), España?

—Considero que fue positivo mi debut, teniendo en cuenta


que las chicas cumplieron con el lugar que les señalaba el
ELO y asimismo mejoraron seis lugares respecto a la
anterior cita, en Bled 2002.

―De acuerdo al rating estaban preclasificadas en el


puesto 23, y finalmente compartieron del 22 al 27; aunque
en el desempate quedaron en el 24, con 23 puntos de 42
posibles (57,14 por ciento).

―En posteriores Olimpiadas el ajedrez femenino cubano


puede continuar mejorando; pero para eso requiere de
entrenamientos sistemáticos, realizar concentrados, tres o
cuatro veces al año, confrontar más con nuestros Maestros
Internacionales. Cuando suceda, se verán los resultados.‖
XII

TABLERO POR MEDIO CON VERA

—Fuera de los mundiales juveniles, ¿cuál fue tu primera


actuación individual en el extranjero?

—El XXI Torneo Internacional Costa del Sol, en España,


1981.

―Fue un buen estreno; entre 12 participantes, siete de


ellos GMs, finalicé en la sexta plaza con dos victorias,
siete tablas y dos derrotas.

―Ese fue el torneo donde dividí el punto con el ex


campeón mundial Mijail Tal.‖

—¿Alguna línea lleva tu nombre?

—No. Sí existe una sublínea del sistema Botvinik de la


defensa Eslava.

―La creé en 1984 y ese año en torneos oficiales la jugué


dos veces contra Rainer Knaak (ex RDA), ambas con
resultados de tablas. Primero en el Capablanca IM, después
en un torneo en Tujan, Colombia.

―El cubano Leinier Domínguez la ha empleado con muchos


éxitos y la ha mejorado con sus contribuciones.‖

—¿En algún momento te ha aburrido el ajedrez?

—Nunca. Es que yo lo disfruto, forma parte de mi


cotidianidad. Aunque no tenga que prepararme para algún
evento, me pongo a reproducir partidas, es una costumbre
que siempre ha estado a mi lado.
―Acostumbro navegar por internet para actualizarme de las
competencias en diferentes países, y revisar resultados
generales y particulares, novedades, etc...‖

—¿Qué opinas de la intuición ajedrecística?

—Es la capacidad de comprender mejor sin poder calcular


la posición completamente. Aunque continúes analizando
descubres que no llegarás a una conclusión matemática, pero
sientes que esa es la jugada correcta, aunque no puedas
demostrártelo a ti mismo.‖

—¿Cómo anda tu intuición?

—La considero bastante buena. Mi juego se caracteriza por


ser intuitivo. Poco a poco la experiencia te ayuda a
desenvolverte en este sentido y, ante una posición te
´hueles´ si hay algo o no.

―El fallecido Mijail Tal, conocido como el genio de Riga,


es un buen ejemplo de la intuición ajedrecística.‖

—¿En el ajedrez has sido supersticioso?

—Lo he sido por etapas...pero no he llegado a extremos...

——¿A qué te refieres con los extremos?

—Por ejemplo, recuerdo el caso de mi paisano Lexy Ortega,


durante un torneo en La Habana en que nos hospedamos en el
St John, allá por los años ´80.

―La comida era excelente, sin embargo, Lexy estuvo como


cuatro días comiendo arroz, huevo frito y col, porque decía
que era lo que lo tenía con la racha victoriosa.

―Y está el español Juan Manuel Bellón, quien acostumbra


colorear los bordes de su planilla y al anotar la C que
identifica el caballo le hace un dibujito.
―Es costumbre verlo en torneos con su paquetico de
plumones.

―Garry Kasparov no ha estado ajeno a estas cosas, le


gustaba quitarse el reloj pulsera y ponerlo encima de la
mesa.‖

—¿Cómo valoras tu estilo de juego?

―En la actualidad posicional y sólido. Prefiero acumular


pequeñas ventajas y luego en el final buscar rematar con
brillantez.

―No acostumbro ´chocar´ tempranamente. Quién sabe, a lo


mejor hubiera alcanzado mejores resultados con sistemas de
ese tipo.

―Cuando joven jugaba bastante agresivo, tenía un


repertorio encaminado hacia ello. Con decirte que prefería
el Peón Rey; a partir de los ´80 cambié para Peón Dama, en
gran medida para seguir a dos vanguardistas cubanos:
Guillermito García y Jesús Nogueira.‖

—¿Cuáles son tus aperturas y defensa predilectas?

―Mi apertura favorita es el Peón Dama y me siento bien


cuando combato la India del Rey y la Nimzoindia, sobre todo
en esta última cada vez que planteo la variante Capablanca.

―Con negras, contra el Peón Rey me inclino por la defensa


Siciliana Variante Najdorf. Es lo más incisivo en mi
repertorio. Esta línea te exige cruzar armas y con
muchísima precisión.

―Contra el Peón Dama alterno entre la Indobenoni y la


Semieslava.‖

—¿Además del mítico Bobby Fischer tienes otros ídolos?


―Simpatizo también con el legendario Garry Kasparov,
quien, para mí, junto a Fischer y Capablanca, son los más
grandes de todos los tiempos.

―Agrego al indio Wiswanatan Anand. Lo conozco


personalmente, he tenido la oportunidad de compartir con
él, verlo analizar posiciones y jugar.

―Y merecen algunas líneas nuestro José Raúl Capablanca,


excelente finalista, campeón mundial desde 1921 hasta 1927.

―En la actualidad muchos lo toman como referencia. Eso


dice mucho de su talento.

―Me impresionan aquellas partidas del match que sostuvo


por el cetro de Cuba contra Corzo. Capablanca lo ganó con
solo 13 años.

―Y fuera del terreno de juego el cubano fue una de las


personas más inteligentes que ha existido en el ajedrez
mundial. Era muy culto, muy aceptado socialmente.‖

—¿Cómo marchan tus encuentros con excampeones mundiales?

—A Vasily Smyslov, quien fuera campeón mundial en 1957,


lo derroté en 1990 durante un torneo en Barcelona; mientras
que contra Alexander Khalifman, titular del orbe en 1999,
me he anotado 1,5 puntos. Le gané en 1989 en un torneo en
San Petersburgo (entonces Leningrado) e hicimos tablas en
el Mundial por Equipos de Lucerna-93.

―Contra Mijail Tal, el genio de Riga, titular mundial en


1960, el cotejo finalizó en tablas en Costa del Sol, 1981.
Y en el 2001 en el Mundial por Equipos logré idéntico
resultado contra el ucraniano Ruslan Ponamariov, quien un
año después fuera campeón mundial.‖

Y nada despreciable sería agregar aquí su victoria en


Roma, 1990, contra un subcampeón mundial, David Bronstein,
conocido por el genio del ajedrez moderno (igualó en 1951
el match por la corona ante Mijail Botvinik, 12 a 12; pero
este último por ser el campeón la retuvo).

—¿Cuáles consideras tus partidas más significativas de


por vida?

—Son dos. Cuando en el Abierto de Berlín, 1988, frente al


yugoslavo Cvitan obtuve la segunda media norma de GM. La
otra en la Olimpiada de Ajedrez de 1998, en Elista, Rusia,
donde la victoria contra el sueco Stellan Brynell me abrió
las puertas hacia la medalla de oro en el tercer tablero.

— ¿Y tu derrota más dolida?

—La de la última ronda del Campeonato Mundial Estudiantil


de 1978, en México, ante el inglés David Goodman.

―Nuestro equipo –Guillermo García, Amador, Vilela,


Nogueiras, Jorge Armas y yo- marchaba al frente del torneo,
y caímos con Inglaterra y nos costó el primer lugar.

—¿Has sido víctima de alguna injusticia?

—Recuerdo lo ocurrido en la Olimpiada Mundial del 2000.


¡Fui un desastre!, solo hice 1,5 puntos de 5 posibles.

―En gran medida influyó mi estado anímico. Me encontraba


demasiado molesto porque yo tenía el mayor Elo de Cuba; al
segundo, que era Jesús Nogueira, lo aventajaba como en 30
puntos; sin embargo, a él lo ubicaron en el primer tablero
de la selección.

―Hubo mucho debate en la Comisión Nacional; pero todo


quedó ahí, la realidad es que quedé desplazado en el orden
de los tableros.

―Se creó una comisión para otorgar el veredicto final y,


pese a que los miembros de mayor graduación y conocimiento
ajedrecísticos votaron a mi favor, no fue decisivo.
―Opino que para tal determinación tuvieron en cuenta su
historicidad, y no consideraron quién se encontraba mejor
en ese momento. A mi entender, ese procedimiento fue
injusto. Lo considero una injusticia hacia mi persona.

―Aunque en general Nogueiras ha sido mejor que yo, en ese


momento yo tenía mejores resultados.‖

—Aparte del ajedrez, ¿a qué te gustaría haber dedicado tu


empeño?

—Me hubiera gustado dedicarme a escribir cuentos. He


leído a Borges y me fascina ese otro mundo creador.‖

— ¿Te costó mucho trabajo conjugar los estudios escolares


con tu carrera ajedrecística?

—Durante la primaria, secundaria y preuniversitario no


tuve dificultades en los estudios escolares. Yo no
estudiaba mucho y sacaba buenas calificaciones.‖

—¿Te graduaste en la Universidad?

—Sí. En 1986 me gradué de Licenciatura en Cultura Física.

―Yo había finalizado el primer año de Idioma Inglés, que


era lo que había solicitado en segunda opción -la primera
fue psicología, la carrera que más ansiaba-; pero las
ausencias por compromisos competitivos decidieron que
cambiara para Cultura Física.

— ¿Tu hijo Reinaldito se dedica al ajedrez?

—A él no le motiva. Sabe jugar, de vez en cuando hecha


una partida conmigo, pero de ahí no pasa. Ya él tiene 12
años.

―Ansiaría estar más tiempo junto a él. En ocasiones me ha


dicho ´papi, tu casi nunca estás aquí, vienes un mes y te
vas el otro´.
―Yo lo comprendo y no dudo que cuando esté más grandecito
comprenda mis sacrificios.

―Vivo agradecido del apoyo que siempre me ha brindado mi


esposa, Melba Naranjo, con quien estoy casado desde 1991.
Cuando entonces, de otro matrimonio ella tenía un hijo,
Ramón Francisco, a quien siempre he querido como si lo
fuera mío también.

―Ellos, junto a Reinaldito y mi suegra Teresita, han sido


decisivo para que mi carrera deportiva esté rodeada de
armonía y comprensión. Para toda actividad intelectual,
esto es decisivo.‖
XIII

¿QUÉ OPINAN DE VERA?

Cuando Vera pertenecía a la categoría escolar visitaba la


Sala de ajedrez de mi municipio (Jagüey Grande, prov.
Matanzas), donde yo era entrenador. Lo conocía de las
competencias provinciales a las que yo llevaba a mis
alumnos.

Él tenía una noviecita en una de las escuelas secundarias


de este municipio y a menudo venía a verla y siempre pasaba
para jugar, principalmente rápid-transit, porque no tenía
mucho tiempo.

Se le veía mucho talento, además de tener mucha voluntad.


Cada vez que venía, yo notaba sus avances. Asimilaba toda
indicación que uno le diera.

Jugué contra Vera en un torneo (Aguirre-Haza), en la


década del ´80. Yo llevaba las blancas y jugamos una
defensa Siciliana. La partida finalizó tablas.

Ya era un jugador fuerte. Creo que entonces tenía el


título de MI. Pero con él sí perdí en dos simultáneas que
realizó en Matanzas. Participamos 8 ó 9 ajedrecistas de
buen nivel. Esos encuentros le servían de preparación.
También impartía elementos técnicos, aconsejaba a los
muchachos, cooperaba con libros, enciclopedias y llevaba
sus partidas para que nosotros la analizáramos y
‗sacáramos‘ algo.

(Noel Martínez, Experto Nacional)


Reinaldo desde niño fue muy inteligente. No era de los
que tenía dificultades en el estudio, de lo contrario, se
destacaba en la escuela, sobre todo en las matemáticas.

En esta asignatura tenía una maestra, Erundina Toledo,


que había estudiado en la antigua República Democrática
Alemana y al regresar aplicó nuevos métodos de enseñanzas y
estuvo entre el grupo de alumnos que más lo asimiló.

Se caracterizaba por tener muchos amigos. En la casa


jugábamos al teatro y le gustaba fantasear con los
personajes de la televisión; de pronto quería hacer como
Supermán y lanzarse del techo de la casa, y había que estar
cuidándolo en ese sentido.

No era majadero, pero con un mundo muy propio, personal,


interesante como niño. Presentaba un gran equilibrio
emocional y muy cariñoso con la familia.

Te lo digo porque yo soy ocho años mayor que él y lo


veía, y me daba cuenta de que siempre mostraba interés por
investigar, descubrir el mundo, y estudiaba de manera
estable, todo lo contrario a mí.

Cuando él comenzó a jugar ajedrez mi papá lo ayudó


bastante, le hizo ver las posibilidades que tenía. Se
percató de que este hijo tenía más condiciones para el
deporte que yo.

Reinaldo me enseñó a mover las piezas, pero de ahí no


avancé más. Nunca he sentido motivación, yo admiro mucho el
mundo del ajedrez, pero para mi cerebro es muy complicado,
como lo fue la matemática durante mi etapa de estudiante.

Me cuesta mucho trabajo asimilarlo. No creo que tenga la


inteligencia suficiente para dominarlo. Lo veo muy
abstracto, aunque yo me muevo con otro tipo de abstracción
en mi carrera.

De su calidad humana te digo que durante 15 años nuestra


madre (Mirta) padeció del Mal de Alzheimer y en todo ese
tiempo fue un hijo ejemplar. Estuvo al lado de ella,
compartiendo las atenciones conmigo y nuestra hermana, lo
cual posibilitó que pudiera mantener mi vida en el teatro,
realizar unas giras...

Siempre estuvo pendiente de ella. Muy preocupado con


todas sus medicinas. O sea, que no era una gente que vivía
en las nubes; sabía aterrizar. (Pedro Vera, hermano y
director del teatro D´Sur)

Reinaldito tenía más o menos 12 años cuando el padre, muy


preocupado por su educación, lo llevó a la Sala de ajedrez
que se había abierto uno o dos meses antes, aquí, en Unión
de Reyes.

Desde pequeño se le vio el interés por este juego. Al


principio, claro, Santiago, Sardiñas y yo le ganábamos,
pero ya al poco tiempo, a los 4 ó 5 meses, nosotros
perdíamos, porque jugaba mucho más.

En esa época el ajedrez cobró tremenda fuerza aquí. Se


abrió la Sala y en la ciudad de Matanzas, capital
provincial, logramos conseguir libros, alrededor de diez
mesas con sus juegos, relojes, se hizo una biblioteca...

Todas las noches Santiago, Sardiñas y yo la abríamos


voluntariamente, no nos pagaban por eso. Reinaldito empezó
a ir noche por noche, o sino a mi casa. Había veces que nos
metíamos el sábado y domingo enteros jugando.

Cuando el padre hace las gestiones con Galbany para que


entrara en la Escuela Deportiva, Galbany me preguntó: ¿Qué
tú crees del muchacho?, y le digo: El muchacho promete, si
puedes trata de conseguirle la beca.

Cuando en sus inicios concertamos el match de 20


partidas, y le gané las tres primeras y después creo que él
me lo ganó, realmente no le aflojé la mano, sino que él iba
cogiendo más fuerza y era más difícil ganarle. Cuando uno
juega ajedrez, y le gusta, no quiere perder con nadie. Uno
trata de ganar, pero si el otro juega más que tú...

Teoría no podía enseñarle, la aprendió después, pues yo


no tenía suficiente conocimiento y en la Sala no existían
entrenadores. Yo más bien lo ayudaba jugando partidas.

En una ocasión, ya era GM, jugamos en una simultánea que


realizó en el centro del pueblo. Creo yo que él fue quien
me llevó bien entonces y me dio la posibilidad de hacer
tablas. (Julián Pérez)

Nosotros desde muchachos siempre andábamos juntos, éramos


como si fuéramos hermanos. No utilizábamos la puerta de la
calle de nuestras casas, sino que brincábamos por la cerca
del patio.

Mi hermano sabía jugar un poco ajedrez y me enseñó a


mover las piezas, y yo a Vera un año después, quien
aprendió y le interesó.

Jugábamos en mi casa o en la de él al regreso de la


escuela. Era un muchacho muy sacrificado, pero no se puede
dejar de mencionar a Pedro Vera, su papá, que, el pobre,
con una enfermedad bastante grave cómo lo ayudaba.

Recuerdo que diariamente le conseguía las partidas del


match Fisher-Spassky para que él las reprodujera. La verdad
que Reinaldo se merece todo lo que logró con su esfuerzo, y
con el apoyo de su papá y de Julián. Yo nada más le enseñé
a mover las piezas y las primeras jugadas para dar jaque
mate pastor, porque era lo poco que conocía. Además, no me
interesaba ese deporte. Lo mío era la gimnasia, el judo,
pero no era deportista. Prefería otras diversiones, como
saltar, montar bicicletas...

Él asimiló rápido lo que le enseñé. Era muy inteligente,


tenía buena cabeza, siempre me ganaba. Ya después no podía
ni jugar con él, porque con dos jugadas acababa conmigo.
Porque te digo, Rey nació para el ajedrez.

Salía de la escuela y todas las tardes iba por la Sala de


Ajedrez que habían abierto, y por las noches su papá lo
educó al estudio del ajedrez. Tenía que dedicarle buen
tiempo, hasta en las vacaciones, por lo que esto nos alejó
de los otros juegos de la infancia. Muchas veces hasta
lloraba, y que no se apene de lo que estoy diciendo, pero
es que él era un muchacho y le gustaba jugar a las espadas,
corretear, jugar a los patines...

Pero no, no, no...su papá lo ponía ahí y hasta que no


terminara no se podía levantar. Lo fue encaminando al
estudio. Ya lo otro se lo ganó él, pero el mérito más
grande es de su papá.

El famoso juego de ajedrez que utilizamos para que


aprendiera a jugar ajedrez, se lo regalé hace poco cuando
cumplió años. Se puso muy contento. Yo tenía hasta el
tablero, pero aquí los muchachos jugando damas lo
deterioraron.

En todo ese tiempo el juego estuvo guardado aquí en la


casa y nunca me había pasado por la mente dárselo. La idea
surgió cuando conversando con un amigo de él, Joaquín
Mestre, le dije: ―Yo te voy a dar una cosa para que se la
obsequies a Rey en su cumpleaños‖.

Se lo regalé mediante Joaquín Mestre porque él también


vive en Matanzas y tenía más posibilidades que yo de verlo.
A mí me resultaba más difícil, por lo distante que vivo, y
porque él casi siempre está de viaje.

Su vida se ha convertido en ajedrez. Cada vez que él


juega sigo sus actuaciones, porque la verdad es que me
gusta cómo lo hace. Él va a Oriente, a La Habana, y
seguimos sus resultados. Nos ponemos contentos cuando gana,
pero si pierde me encabrono. Es que yo lo siento como si
fuera mi hermano.

Él viene aquí y me manda a buscar, seguimos como cuando


muchachos, con la diferencia de que el tiempo ha pasado y
tenemos familias.

Hace tres años realizó una simultánea frente a mi casa y


mi niña que tenía 12 años y le gustaba el ajedrez jugó;
pero perdió. Yo no he jugado más con él. Vaya, ni me
atrevo.

Sí quisiera que pusieran ahí, porque él se va sentir muy


orgulloso al igual que yo, que gracias a su padre es lo que
es ahora. Yo le enseñé los primeros pasos, pero eso no es
lo que vale, sino la dedicación de su padre hacia él.

Él puede ser muy bueno, no te lo discuto, pero él siempre


tiene que pensar en todo el apoyo de su padre. Lo demás fue
un empujón. Sería bonito que si escribieran algo dedicaran
un pedazo grande a Pedro Vera. (Jorge Dopaso)

A Vera y a mí nos une una entrañable amistad. Lo admiro


tanto por su lealtad con sus amigos como por los resultados
ajedrecísticos.
Desde que él comenzó a despuntar, me dediqué a seguir de
cerca sus resultados. De manera religiosa archivaba los
desempeños en torneos, cuánto ganaba o perdía de Elo, y así
por el estilo, estaba al detalle.

A veces le he recordado sobre su desempeño en determinado


certamen, y se sorprende porque no recuerda con exactitud
cómo fue todo. Es que han sido muchos los torneos en que ha
participado.

No he perdido esa costumbre de seguirle sus actuaciones.


Por internet estoy pendiente de sus desempeños en los
eventos en que participa en el exterior; aunque ya no son
tantos como antes porque como sabes se ha dedicado más a la
pedagogía. Y estoy completamente seguro que ahí también le
irá bien porque ahora tiene experiencia y capacidad de
comunicación.

Siempre quise escribir un libro de ajedrez, donde


reflejara sus actuaciones y que tuviera como título
Reinaldo Vera: Gran Maestro del Centenario.

La verdad es que no he tenido todo el tiempo que se


requiere para eso. Debo priorizar mis responsabilidades
como profesor en la Universidad de Matanzas Camilo
Cienfuegos.

¿Van a hacerle un libro?, ¡qué bien, qué bueno! Pueden


contar conmigo si necesitan esclarecer algún dato sobre
Vera.

(Dr. Vladimir Vega)


ANEXOS

¿CÓMO ANALIZA VERA?

(1)Vera,R (2534) - Arencibia,Walter (2542) [D27]

Holguin, 2002

1.d4 d5 2.c4 dxc4 3.Cf3 e6 4.e3 Cf6 5.Axc4 c5 6.0–0 a6 7.a4


Cc6 8.De2 cxd4 9.Td1 d3?! (mucho ordenador por la mañana
lleva a confusiones en la tarde. Según me comentó el propio
Walter, aquí extrapoló una idea de la variante 7.Ab3 a esta
posición. Lo normal es 9...Ae7 10.exd4 0-0 11.Cc3) 10.Axd3
Dc7 11.Cc3 Ad7 (Era mejor desarrollar el flanco de Rey y
enrocar cuanto antes. Uno se pregunta cómo un GM puede
olvidar este concepto, sin embargo a mí también me pareció
una buena jugada durante la partida, pues retrasa el
desarrollo del alfil de casillas negras esperando que las
blancas definan si avanzan o no su peón e y en ese caso el
alfil pudiera situarse ventajosamente en c5. Pero como se
verá en la partida las blancas aprovecharán la permanencia
del rey negro en el centro. Lo mejor era, como hemos dicho
11...Ad6 ó 11...Ae7) 12.e4 Cg4 De nuevo una jugada
ambiciosa, se amenaza Cd4! Y en caso de g3 entonces Ac5 y
todo funciona a la perfección para el negro. 13.Cd5 Este
sacrificio lo preví antes de realizar e4. Walter también lo
vio, pero consideró que podía correr el riesgo. La verdad
es que las blancas obtienen un fuerte ataque y las piezas
negras quedan bastante atadas. (Muchas partidas se han
perdido al pasar por alto el tema 13.h3 Cd4! Ganando. )
13...exd5 14.exd5+ Ce7 La alternativa era {14...Cce5 15.Af4
(15.Cxe5 Dxe5 16.Dxe5+ Cxe5 17.Te1 f6 18.f4 Ab4 19.Te2 Ag4
y las negras están mejor) 15...Ad6 16.Tac1 Db8 17.Cxe5 Axe5
18.Axe5 Dxe5 (18...Cxe5 19.Te1 f5 20.f4)19.Dxe5 Cxe5 20.Te1
con ventaja}15.Ac4 Dd6 16.Td4! Mejor que 16.b3 o 16.g3. La
torre apoya el desarrollo del alfil a f4, al mismo tiempo
que se prepara para ejercer presión por e4. Rd8 (16...0-0-
0- 17.Af4) 17.Af4 Db6 18.a5 Dc5 19.b4! Es importante
desalojar la Dama de la diagonal a7-d4 para que no ataque
la torre en d4. Dxb4 20.Cg5 Ch6 21.Ce6+ fxe6 (21....Rc8
22.Axa6) 22.dxe6 Chf5 23.De5!! El golpe decisivo y mucho
mejor que la captura inmediata en d7. 23...Cd6 Única para
impedir la entrada de la Dama por c7 (si 23...Tc8 24.exd7
ganando) 24.Txd6 Dxc4 25.Txd7+ Re8 26.Tc1 Db5 (26...Db3
27.Tcd1) 27.Dc7! Después de esta jugada, las negras
difícilmente pueden evitar el mate. La amenaza principal es
Tcd1 y Td8. 27...Db3 (27...Cc6 28.Txc6 Dxc6 29.Td8+ Txd8
30.Df7 ++; 27...g6 28.Tcd1) 28.Txe7+! Y ante el mate
inminente, Walter abandonó (28...Axe7 29.Dd7+ Rf8 30.Tc8+
Txc8 31.Dxc8+ Ad8 32.Dxd8++) (1–0)

II

DIEZ VICTORIAS

(1) Vera,R (2485) - Smyslov,V (2570) [D10]

Barcelona, 1990

1.d4 d5 2.c4 c6 3.Cc3 Cf6 4.cxd5 cxd5 5.Af4 Cc6 6.e3 e6


7.Ad3 a6 8.Tc1 h6 9.De2 Ad6 10.Axd6 Dxd6 11.f4 g5 12.g3
gxf4 13.gxf4 Ad7 14.Cf3 Tg8 15.Ce5 De7 16.Rd2 Tc8 17.Thg1
Txg1 18.Txg1 Db4 19.Rc1 Re7 20.De1 Ae8 21.Rb1 Da5 22.a3 Cb8
23.f5 exf5 24.Axf5 Tc7 25.e4 dxe4 26.Axe4 Db6 27.Ac6 Axc6
28.Cxc6+ Rf8 29.Cxb8 Dxd4 30.Dg3 Tc5 31.Td1 De5 32.Dxe5
Txe5 33.Cd7+ Cxd7 34.Txd7 Th5 35.Td2 Rg7 36.Rc2 Th3 37.Tf2
h5 38.Ce4 1–0

(2) Vera,R (2470) - Khalifman,A (2545) [E94]

Leningrado, 1989

1.d4 Cf6 2.c4 g6 3.Cc3 Ag7 4.e4 d6 5.Ae2 0–0 6.Cf3 e5 7.0–
0 Ca6 8.Te1 c6 9.Af1 Ag4 10.Ae3 Cd7 11.d5 c5 12.Ae2 Axf3
13.Axf3 f5 14.a3 Cf6 15.g3 Ce8 16.Tb1 Af6 17.Ag2 Ag5
18.Axg5 Dxg5 19.exf5 gxf5 20.f4 exf4 21.Dd2 Dg4 22.Dxf4
Dxf4 23.gxf4 Tf7 24.h3 Cg7 25.Rf2 b6 26.Cb5 Td8 27.b4 Rf8
28.Tb3 Tdd7 29.Te6 cxb4 30.axb4 Cc7 31.Cd4 b5 32.Af1 Tde7
33.Tee3 Txe3 34.Txe3 bxc4 35.Axc4 Ch5 36.Ta3 Cxf4 37.Txa7
Ccxd5 38.Ta5 Tb7 39.Axd5 Txb4 40.Ta8+ Rg7 41.Cxf5+ Rg6
42.e3 Tb2+ 43.Rg3 Ch5+ 44.Rf3 Txh2 45.Ae4+ Rf7 46.Ta7+ Rf8
47.Ad5 Th3+ 48.Rf2 Th2+ 49.Cg2 h6 50.Tf7+ Re8 51.Tf3 Th1
52.Cf4 Rd8 53.Ta3 Th2+ 54.Cg2 Cf6 55.Af3 d5 56.Ta7 Th1
57.Cf4 Tb1 58.Tf7 Ce4+ 59.Re3 Cg5 60.Tf8+ Re7 61.Cg6+ Rd6
62.Ae2 Tg1 63.Tf6+ Rc5 64.Ce7 d4+ 65.Rf4 Rb4 66.Cd5+ Rc5
67.Ce7 Rb4 68.Cd5+ Rc5 69.Cc7 Tg2 70.Ca6+ Rd5 71.Cb4+ Rc5
72.Ca6+ Rd5 73.Cb4+ Rc5 74.Cd3+ Rc4 75.Tc6+ Tb5 76.Tc2 Rb6
77.Tb2+ Rc7 78.Re5 Ch3 79.Cc5 Tg5+ 80.Rxd4 Cf4 81.Tb7+ Rd8
82.Ac4 Tg1 83.Re5 Td1 84.Tg7 Re8 85.Ab3 Cd3+ 86.Rd6 1–0

(3) Bronstein,D (2445) - Vera,R (2475) [A73]

Roma, 1990

1.d4 Cf6 2.c4 c5 3.d5 e6 4.Cc3 exd5 5.cxd5 d6 6.e4 g6


7.Cf3 Ag7 8.Ae2 0–0 9.0–0 Ca6 10.Af4 Cc7 11.Cd2 Cfe8 12.Cf3
Cf6 13.Te1 Ch5 14.Ag5 f6 15.Ae3 f5 16.e5 dxe5 17.Axc5 Te8
18.Ac4 Ca6 19.Ae7 Txe7 20.d6+ Te6 21.Cxe5 Rf8 22.d7 Te7
23.Dd5 Cf6 24.Dd6 Axd7 25.Tad1 Tc8 26.Da3 Cc5 27.Dxa7 Cfe4
28.Cxe4 fxe4 29.Cxd7+ Txd7 30.Txd7 Dxd7 31.b4 Ac3 32.Te3
Dd1+ 33.Af1 Ad4 34.bxc5 Axe3 35.fxe3 Dc1 36.c6 Txc6 37.Db8+
Rg7 38.De5+ Tf6 39.De7+ Tf7 40.De5+ Rh6 0–1

(4) Vera,R (2495) - Garcia,G (2485) [D37]

Matanzas, 1992

1.d4 d5 2.c4 e6 3.Cc3 Cf6 4.Cf3 Ae7 5.Af4 0–0 6.e3 c5


7.dxc5 Axc5 8.Dc2 Cc6 9.a3 Da5 10.0–0–0 Ad7 11.g4 Tfc8
12.Rb1 Af8 13.Cg5 g6 14.h4 Ag7 15.h5 Ae8 16.hxg6 hxg6 17.f3
b5 18.cxb5 Ce7 19.Ae5 d4 20.Axd4 Ced5 21.Cxd5 Txc2 22.Cxf6+
Rf8 23.Cgh7+ Re7 24.Ac5+ 1–0

(5) Vera,R (2485) - Morovic Fernandez,I (2585) [D85]

Linares MEX , 1994

1.d4 Cf6 2.c4 g6 3.Cc3 d5 4.cxd5 Cxd5 5.e4 Cxc3 6.bxc3 Ag7
7.Cf3 c5 8.Tb1 0–0 9.Ae2 b6 10.0–0 Ab7 11.Dd3 Aa6 12.De3
Dc8 13.d5 e6 14.c4 exd5 15.cxd5 Axe2 16.Dxe2 Da6 17.Dc2 Cd7
18.Ag5 Tfe8 19.Tbd1 b5 20.Tfe1 c4 21.h4 Cc5 22.d6 Cd3
23.Txd3 cxd3 24.Dxd3 Dxa2 25.d7 Ted8 26.Axd8 Txd8 27.Dxb5
De6 28.Td1 a6 29.Da4 Db6 30.Td5 Db1+ 31.Rh2 Db6 32.e5 De6
33.Dd4 Af8 34.Cg5 Dc6 35.Ce4 Ae7 36.Cf6+ Rg7 37.Ce8+ Rg8
38.e6 1–0

(6) Vera,R (2562) - Kurajica (2564) [E32]


Málaga, España 1996

1.d4 Cf6 2.c4 e6 3.Cc3 Ab4 4.Dc2 0–0 5.a3 Axc3+ 6.Dxc3 Ce4
7.Dc2 f5 8.Ch3 b6 9.f3 Cd6 10.e3 c5 11.dxc5 bxc5 12.Ae2 a5
13.b3 Dh4+ 14.Cf2 Cc6 15.0–0 Cf7 16.Ab2 d6 17.f4 e5 18.Af3
Ta6 19.Dc3 Dh6 20.Tae1 e4 21.Ae2 Cfd8 22.Rh1 Df6 23.Dc2 Df7
24.g4 Ab7 25.gxf5 Ce7 26.f6 Cf5 27.fxg7 Te8 28.Cg4 Te6
29.Dc3 Tb6 30.Dxa5 d5 31.cxd5 Axd5 32.Td1 Cb7 33.Da8+ Te8
34.Da7 Td6 1–0

(7) Vera,R (2535) - Dgebuadze,A (2460) [D02]

Ubeda, España 1998

1.d4 e6 2.g3 d5 3.Ag2 Cf6 4.Cf3 Cbd7 5.0–0 c6 6.Cbd2 b6


7.e4 Ab7 8.De2 Ae7 9.e5 Cg8 10.Te1 h5 11.h4 Ch6 12.Ah3 g6
13.Cf1 b5 14.Ag5 Axg5 15.Cxg5 Db6 16.c3 c5 17.a4
bxa4 18.Dc2 Re7 19.Txa4 a5 20.Ce3 Ac6 21.Ta3
Thg8 22.c4 cxd4 23.Cxd5+ exd5 24.e6 Ce5 25.exf7 Chxf7
26.Tf3 Rd8 27.Txf7 Te8 28.Tg7 Ta7 29.Txa7 Dxa7 30.cxd5 Axd5
31.Dc8+ 1–0

(8) Pigusov,E (2565) - Vera,R (2510) [D02]

Linares, España 1997

1.Cf3 d5 2.g3 Cc6 3.d4 Af5 4.c4 e6 5.Ag2 Cb4 6.Ca3 Ae7
7.0–0 c6 8.Ad2 Cf6 9.c5 Ca6 10.b4 Cc7 11.Db3 a6 12.Cb1 Ce4
13.Ae1 h5 14.Ce5 f6 15.Cd3 Cg5 16.f3 Ch3+ 17.Rh1 h4 18.gxh4
Axd3 19.Dxd3 Cf4 20.De3 e5 21.Cd2 Cce6 22.Cb3 Dd7 23.Td1 a5
24.bxa5 Cxd4 25.Cxd4 Axc5 26.Ag3 Cxg2 27.Rxg2 0–0 28.Db3
Axd4 29.f4 Tfe8 30.e3 exf4 31.Axf4 Dg4+ 0–1

(9) Palermo,G - Vera,R [D30]

Habana, 1981

1.d4 d5 2.c4 e6 3.Cf3 c6 4.Cbd2 Cf6 5.g3 c5 6.Ag2 Cc6


7.cxd5 exd5 8.0–0 Af5 9.Da4 Dd7 10.Td1 c4 11.b3 c3 12.Cf1
a6 13.Ce5 b5 14.Cxd7 Rxd7 15.Ce3 Ae6 16.Da3 Axa3 17.Axa3 b4
18.Ac1 a5 19.Cc4 dxc4 20.d5 c2 21.Td2 c3 22.dxc6+ Rc8
23.Td4 a4 24.bxa4 Txa4 25.c7 b3 26.Txa4 b2 27.Ta8+ Rd7
28.Txh8 Re7 29.Af1 Cd5 30.e4 Cxc7 31.Ag5+ f6 32.Tc1 fxg5
33.Txc2 b1D 0–1
(10) Brynell,Stellan (2485) - Vera,Reynaldo (2530) [B52]

Elista (ol) , 1998

1.e4 c5 2.Cf3 d6 3.Ab5+ Ad7 4.Axd7+ Dxd7 5.0–0 Cc6 6.c3


Cf6 7.d4 cxd4 8.cxd4 d5 9.e5 Cg8 10.b4 e6 11.b5 Ca5 12.Da4
b6 13.Ad2 Cc4 14.Ab4 Axb4 15.Dxb4 Ce7 16.Cbd2 Tc8 17.Tac1
0–0 18.a4 h6 19.Tfd1 Tc7 20.Cxc4 dxc4 21.Txc4 Txc4 22.Dxc4
Tc8 23.Db3 Cd5 24.h3 Tc3 25.Db2 Dc7 26.Ta1 g6 27.Dd2 Rg7
28.Ch2 Tc2 29.Dd3 Dc4 30.Dxc4 Txc4 31.Cf3 Cc3 32.a5 Tb4
33.axb6 axb6 34.Ta8 Txb5 35.Tc8 Ce2+ 36.Rh2 Tb2 37.g3 b5
38.Tc7 Rf8 39.Rg2 b4 40.Tb7 b3 41.Ch2 Cxd4 42.Cg4 Rg7
43.Tb4 Cc6 44.Tb6 Ce7 45.Tb8 Cd5 46.Rf3 Tb1 47.Ce3 Ce7
48.Cc4 Cc6 49.Tb6 Tc1 50.Cd2 Cxe5+ 51.Rf4 Cc4 52.Cxb3 Tc2
53.Tc6 g5+ 0–1
III

CUATRO TABLAS

(1) Tal,M (2555) - Vera,R (2455) [D32]

Costa del Sol, Malaga , 1981

1.c4 e6 2.Cf3 d5 3.d4 c5 4.cxd5 exd5 5.Cc3 Cc6 6.Ag5 Ae7


7.Axe7 Cgxe7 8.e3 c4 9.Ae2 Tb8 10.b3 Da5 11.Tc1 b5 12.bxc4
bxc4 13.0–0 Af5 14.Ch4 Ae6 15.f4 f5 16.Cf3 0–0 17.Da4 Tb2
18.Dxa5 Cxa5 19.Cg5 Ad7 20.Af3 h6 21.Ch3 Ae6 22.Tb1 Tfb8
23.Cf2 ½–½

(2) Sokolov,I (2616) - Vera,R (2584) [D44]

Barcelona, 2000

1.d4 d5 2.c4 e6 3.Cc3 c6 4.Cf3 Cf6 5.Ag5 dxc4 6.e4 b5 7.a4


Ab7 8.axb5 cxb5 9.Cxb5 Axe4 10.Da4 Cc6 11.Ce5 Ab4+ 12.Cc3
Tc8 13.f3 0–0 14.fxe4 Dxd4 15.Cxc6 Dxe4+ 16.Ae2 Axc3+
17.bxc3 Dxg2 18.Ce7+ Rh8 19.Tf1 Dxg5 20.Cxc8 Ce4 21.Tf3
Dh4+ 22.Rd1 Td8+ 23.Rc2 Td2+ 24.Rc1 h6 25.Ta2 De1+ 26.Ad1
Cc5 27.Txd2 Cxa4 28.Cd6 f5 29.Cxc4 Cc5 30.Te2 Cb3+ 31.Rc2
Ca1+ 32.Rc1 Cb3+ ½–½

(3) Smirin (2600) - Vera,R [B81]

Winnipeg, 1997

1.e4 c5 2.Cf3 d6 3.d4 cxd4 4.Cxd4 Cf6 5.Cc3 a6 6.Ae3 e6


7.g4 h6 8.f4 b5 9.Ag2 Ab7 10.g5 hxg5 11.fxg5 Ch5 12.g6 Dh4+
13.Af2 Df6 14.gxf7+ Dxf7 15.Dg4 e5 16.Ce6 Th6 17.Cxf8 Rxf8
18.Ae3 Cf4 19.Axf4 exf4 20.0–0 Tf6 21.Ce2 Cd7 22.Txf4 Ce5
23.Dg3 Txf4 24.Cxf4 Rg8 25.Tf1 Ac6 26.Cd5 Da7+ 27.Rh1 Axd5
28.exd5 Tf8 29.Txf8+ Rxf8 30.Dh3 Df2 31.Dc8+ Re7 32.De6+
Rd8 33.Dxd6+ Cd7 34.h3 Dxc2 35.Da3 Dd2 36.Rh2 Dd4 37.d6
De5+ 38.Rg1 De1+ 39.Rh2 De5+ 40.Rg1 De1+ 41.Rh2 ½–½

(4) Vera,R (2485) - Tiviakov,S (2640) [E32]

Moscú, 1994

1.d4 Cf6 2.c4 e6 3.Cc3 Ab4 4.Dc2 0–0 5.a3 Axc3+ 6.Dxc3 b6
7.Ag5 c5 8.dxc5 bxc5 9.e3 a5 10.Ch3 d6 11.0–0–0 Ta6 12.Ad3
Cbd7 13.f4 Ab7 14.Dc2 Da8 15.Cf2 Tb8 16.e4 e5 17.f5 Ac6
18.De2 Aa4 19.Td2 Tb7 20.g4 Ce8 21.Ae3 Cb8 22.g5 Cc6 23.Dh5
Tab6 24.Cg4 Ce7 25.Tf1 Da6 26.f6 Cg6 27.fxg7 Tb3 28.Tdf2
Txd3 29.Ch6+ Rxg7 30.Txf7+ Txf7 31.Txf7+ Rh8 32.Txh7+ Rxh7
33.Cf5+ Rg8 34.Dxg6+ Rh8 35.Dh5+ Rg8 36.Ch6+ Rh8 37.Cf5+
Rg8 38.Ch6+ Rh8 ½–½

IV

TRES DERROTAS

(1) Vera,R (2525) - Gulko,B (2635) [A21]

Luzern, 1993

1.d4 d6 2.Cf3 Ag4 3.c4 Cd7 4.Cc3 e5 5.e3 c6 6.h3 Ah5 7.Ae2
Ae7 8.0–0 f5 9.c5 e4 10.cxd6 Axd6 11.Cd2 Axe2 12.Dxe2 Cgf6
13.Cc4 Ac7 14.b3 b5 15.Cd2 De7 16.Td1 0–0 17.Cf1 Cb6 18.Ab2
Cfd5 19.a4 f4 20.exf4 Cxf4 21.Dxe4 Dg5 22.Df3 Tae8 23.Dg4
Dxg4 24.hxg4 b4 25.Ca2 Ce2+ 26.Rh1 Cd5 27.f3 Te6 28.Ac1
Tff6 29.g5 Tf5 30.Ch2 Axh2 0–1

(2) Miles,A (2595) - Vera,R (2535) [A07]

Habana, 1998

1.Cf3 d5 2.g3 c6 3.Ag2 Ag4 4.c4 e6 5.cxd5 exd5 6.0–0 Ad6


7.d3 Ce7 8.Cc3 0–0 9.h3 Ah5 10.e4 Cd7 11.Dc2 Tc8 12.Cd4 Ag6
13.f4 Ac5 14.Ae3 f6 15.b4 Ab6 16.Ca4 Af7 17.Cc5 Cxc5
18.bxc5 Ac7 19.Af3 b6 20.Ag4 Tb8 21.Ce6 Axe6 22.Axe6+ Rh8
23.Tab1 bxc5 24.Axc5 Ab6 25.Rg2 Dc7 26.h4 Tfd8 27.Tfc1 dxe4
28.dxe4 Axc5 29.Dxc5 Td6 30.Txb8+ Dxb8 31.Ab3 Td2+ 32.Rh3
Dc8+ 33.f5 Dd7 34.Db4 Dd8 35.Db7 Td7 36.Da6 Db8 37.Dc4 Dd8
38.Dc5 Db8 39.Tc3 Db6 40.Ae6 Dxc5 41.Txc5 Tb7 42.g4 Tb5
43.Tc3 g6 44.Td3 gxf5 45.Td8+ Rg7 46.exf5 Tb7 47.g5 c5
48.Td6 Tc7 49.Rg4 Cc6 50.Rf4 Cd4 51.Ac4 fxg5+ 52.hxg5 a5
53.Td8 1–0

(3) Jusupov (2665) - Vera,R (2510) [D10]

Linares, 1997

1.d4 d5 2.c4 c6 3.Cc3 dxc4 4.e4 b5 5.a4 b4 6.Ca2 Cf6 7.e5


Cd5 8.Axc4 e6 9.Ce2 Ab7 10.0–0 c5 11.Ad2 Cd7 12.a5 Tc8
13.a6 Aa8 14.Tc1 Ae7 15.dxc5 0–0 16.Cxb4 Cxe5 17.Axd5 exd5
18.Ac3 Cg6 19.Ad4 Da5 20.Cd3 Dxa6 21.Ta1 Db7 22.Da4 Tfe8
23.Cg3 Af8 24.b4 f5 25.Dxa7 Db5 26.Tfd1 f4 27.Cf5 Dc6
28.Ta6 Db5 29.h3 Te4 30.Cd6 1–0
V

CURRICULUM VITAE

GM Reinaldo Vera González-Quevedo

Fecha de Nacimiento: 7 de enero de 1961

Licenciado en Cultura Física (desde 1986)

Gran Maestro Internacional de Ajedrez (desde 1988)

Miembro del Consejo de entrenadores de la Federación

Internacional de Ajedrez (FIDE)

Profesor adjunto de la Universidad de Matanzas

Formado en la escuela cubana de Ajedrez. Ha participado

como atleta en 10 olimpiadas desde Malta 1980, hasta Bled

2004 y en cuatro campeonatos mundiales por equipos. Entre

los principales logros deportivos podemos señalar los

siguientes:

 Campeón absoluto de Cuba (1997 y 2001).

 Subcampeón de Cuba en cuatro oportunidades (1983,

1985, 1990, 1991).

 Campeón Panamericano por equipos en los años 1987,

1991, 1995, 2000 y 2003.

 Medalla de oro en el tercer tablero en la Olimpiada

de Elista (Kalmikia 1998).


 Ha ganado más de 30 eventos internacionales

(contando torneos de semi-rápidas y Blitz).

Experiencia pedagógica y como entrenador:

 Profesor adjunto de la Universidad de Matanzas, Cuba.

 Entrenador y analista del GM cubano Amador Rodríguez

en el Torneo Interzonal de Biel 1985.

 Entrenador y analista del GM argentino Alejandro

Hoffman para el mundial de Las Vegas 2000.

 Entrenador y analista del GM español Francisco (Paco)

Vallejo en el Campeonato europeo juvenil de Avilés

1998 donde finalizó 2do lugar y en el Campeonato

Mundial Juvenil (sub-18) del mismo año, donde se

proclamó Campeón Mundial.

 También ha sido analista de Vallejo en el torneo de

Linares (el torneo más fuerte del mundo) en los años

2003, 2004 y 2005.

 Ha sido entrenador o impartido conferencias sobre el

Ajedrez en diferentes países.

 Jefe técnico de la Comisión Provincial de Ajedrez de

Matanzas.

 Profesor invitado del curso de Ajedrez Para Todos de

la televisión cubana.

 Ha contribuido en la formación de jóvenes cubanos,

entre ellos el GM Lázaro Bruzón.


 Entrenador invitado por la Federación Española de

Ajedrez para múltiples cursos a juveniles y a la

selección femenina.

 Impartió conferencias sobre José Raúl Capablanca en la

Universidad de Tulane, New Orleáns (Estados Unidos).

 Conferencista en el Primer Congreso Mundial de Ajedrez

y Educación celebrado en Menorca, España, en octubre

del 2004.

 Entrenador de la selección femenina cubana en la

Olimpiada Mundial, celebrada en Calviá, España, 2004.

Ha colaborado con las siguientes publicaciones de

Ajedrez:

 Jaque Mate (Cuba)

 Revista Jaque (España)

 Revista Peón de Rey (España)

 Teoría (España)

 Revista Gambito (España)

 Revista 8X8 (España)

 Revista Ajedrez de Estilo (Argentina)

 Revista Al Paso (Canadá)

 Revista Europe Echecs (Francia)

 New in Chess (Holanda)

 Informador (Yugoslavia)
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