Está en la página 1de 2

Discurso

Estimada licenciada, compañeros estudiantes y demás invitados. Ante todo, un cordial saludo de
mi parte. Es para mi un honor contar con su presencia dentro de este evento. Mi nombre es Karla
Azucena Mena Rodriguez y soy parte del grupo 2 de la clase de expresión oral y escrita y quien a
este estado a cargo de abordar este tema de suma importancia y urgente: el maltrato animal. En
nuestra sociedad, a menudo nos consideramos seres civilizados y avanzados, pero
lamentablemente, hay una parte oscura de nuestra relación con los animales que no podemos
ignorar. Si bien el maltrato animal ocurría desde muchos siglos o periodos de la sociedad. El
maltrato animal toma muchas formas, desde la crueldad intencional hasta la negligencia y el
abandono. Los animales, sean domésticos o salvajes, merecen ser tratados con respeto y
compasión. Los animales son seres vivos capaces de sentir dolor, miedo y sufrimiento, por lo que
es nuestra obligación tratarlos con respeto y compasión. El maltrato animal adopta muchas
formas, desde el abandono y la negligencia, hasta la explotación en granjas industriales, los
espectáculos circenses crueles, las peleas de gallos o perros, y la caza furtiva que amenaza la
supervivencia de especies enteras. Cada una de estas prácticas es una afrenta a la dignidad de los
animales y una muestra de nuestra falta de empatía y consideración hacia ellos.
No podemos permitir que el sufrimiento animal siga siendo una realidad cotidiana. Debemos
alzar nuestras voces y tomar medidas concretas para proteger a los animales de cualquier forma
de maltrato. Esto implica promover la adopción responsable de mascotas, educar sobre la
importancia de la esterilización y castración, y fomentar el respeto hacia todas las formas de
vida.
Además, debemos exigir una legislación más estricta y efectiva para castigar a aquellos que
cometen actos de maltrato animal. Las leyes deben ser contundentes y asegurar que los
culpables enfrenten consecuencias proporcionales a la gravedad de sus acciones. Además, es
crucial destinar recursos adecuados para la aplicación de estas leyes y fortalecer los organismos
encargados de proteger a los animales.
También es fundamental promover una mayor conciencia sobre el impacto de nuestras
elecciones y acciones diarias en la vida de los animales. Podemos optar por una alimentación
vegana o vegetariana, reducir el consumo de productos de origen animal y rechazar la
participación en espectáculos crueles que explotan a los animales. Cada elección cuenta y
puede marcar la diferencia para millones de seres vivos.
El respeto y la compasión hacia los animales son señales de una sociedad ética y justa. No
podemos permitirnos ser indiferentes ante el sufrimiento de aquellos que no pueden
defenderse por sí mismos. Debemos trabajar juntos para construir un mundo donde los
animales sean tratados con dignidad y respeto, donde el maltrato animal sea una cosa del
pasado.

También podemos contribuir individualmente a combatir el maltrato animal. Podemos adoptar


una postura de consumo responsable, evitando productos derivados de la crueldad animal y
apoyando empresas y marcas que promuevan el bienestar animal. Además, podemos denunciar
cualquier caso de maltrato animal que presenciemos y apoyar a organizaciones dedicadas a la
protección y rescate de animales. En conclusión, el maltrato animal es una problemática de gran
magnitud que requiere de nuestra atención y acción inmediata. No podemos seguir ignorando las
terribles consecuencias que tiene para los seres vivos que comparten nuestro planeta. Es nuestro
deber moral y ético proteger y respetar a todas las formas de vida. Quiero aprovechar este
momento para expresar mi más sincero agradecimiento a todos ustedes por estar aquí hoy y por
dedicar su tiempo y atención a este importante tema del maltrato animal.

También podría gustarte