Calderón Hernández Evelyn - 655

Todos unidos contra el maltrato animal.

La relación del ser humano con los animales ha sido desde siempre, siglos atrás,
donde se ve la relación que tienen. Por un lado, vemos que ellos son compañeros
de viaje de esta vida; pero al mismo tiempo se ve como hay personas que los
usan como objetos, para saciar no solo nuestra hambre y nuestras necesidades,
sino también para nuestro propio entretenimiento al utilizarlos como si fueran
juguetes, usarlos como herramientas de trabajo y matarlos para nuestra
vestimenta. Toda especie tiene que ser respetada, ya que los humanos nos
identificamos con ellos.

A lo que voy con todo esto, es que me ha tocado ver muchas veces el maltrato
hacia los animales, principalmente con: caballos, toros y puercos.

Estos animales son muy maltratados (por las condiciones en que a veces los
tienen y también por la manera tan cruel en como los matan para nosotros poder
alimentarnos de ellos), no se me hace justo saber y ver la manera en como los
someten, me da tristeza. Hablando de otros animales como los perros y gatos, que
también son muy maltratados, el enojo se hace presente en mí cuando veo un
video en las redes sociales de personas que golpean a sus mascotas, al saber de
personas que pueden abandonar a un ser indefenso y que incondicionalmente ha
estado para esa persona, privarlos de alimento, tenerlos en malas condiciones de
salud. Un día me tocó ver como un señor iba en la carretera caminando, llevaba a
su perro, lo soltó y lo pateó hasta que muriera, desde ahí he optado por darle
mucho cariño a los perros, y si llego a tener uno cuidarlo hasta su final, eso es lo
que debemos hacer con ellos, respetarlos, amarlos, cuidarlos y evitar que pasen
por un maltrato.

Debemos entender por otra parte que esto no quiere decir que a los ciudadanos
contemporáneos nos resulten indiferentes los sentimientos de los animales; de
hecho, es posible que seamos mucho más sensibles con respecto a las
generaciones rurales, que son criadas en estrecho contacto con los animales y
que desde pequeños ven como el sacrificio de aves de corral y de animales de
cría se tiene que hacer para poder satisfacer una necesidad vital de nosotros, que

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es comer. Sin embargo, estos últimos poseen una mayor conciencia de lo que
implica el consumo de la carne animal: han visto directamente de donde proviene
y como se obtiene, y ello puede implicar paradójicamente, un mayor grado de
respeto por la vida.

No ocurre lo mismo en las sociedades urbanas, que crecen de espaldas a la

existencia de los animales sacrificados. La idea de que algunos animales son
dignos de preservar y cuidar, y otros en cambio deben usarse como producto
industrial, es en el fondo, contrario a la empatía de entrada, inaceptable.

La crueldad como tal, es exclusiva del ser humano. No hay crueldad en la

naturaleza, si bien de por sí puede resultarnos implacable: el depredador devora a
su presa sin ningún remordimiento y sin cuestionarse sobre su dolor, porqué es
ese el camino hacia su propia supervivencia. Pero sin tampoco obtener un disfrute
particular al respecto.

El ser humano, en cambio, está dotado de conciencia y de la capacidad para

imaginar las consecuencias de sus actos y de empatizar con el sufrimiento de
otros seres vivos, humanos o no y esto se me hace muy poco coherente y egoísta
porque al tener conciencia deberíamos preocuparnos por hacer mejor las cosas y
ser mejores personas y no estar haciéndole daño a los demás. Por ende, la
indiferencia ante el dolor ajeno le pertenece de manera exclusiva y es un claro
indicio de que algo anda mal en los aspectos mentales. No en vano la crueldad
hacia los animales es tomado como un síntoma claro y reconocible de trastornos
de la personalidad en adultos y adolescentes.

Tristemente en México está más presente el maltrato animal, de los 18 millones de

perros, solo el 30% tiene dueño, mientras el resto se encuentra en las calles. Tan
solo en la ciudad de México se sacrifican 9 de cada 10 perros y gatos que no
fueron reclamados o adoptados. Se dice que Grecia también tiene un mayor
porcentaje de maltrato animal, a los griegos no les importan, más bien los ven
como objetos desechables. Por otra parte, los países con menos maltrato animal
son: Reino Unido, Suecia y Francia, ya que en estos países ponen sanciones o
algún otro castigo cuando ven a una persona maltratando a un animal.

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 ¿Qué es lo que podríamos hacer para evitar el maltrato animal?

El maltrato animal es una acción a la que hay que ponerle un alto inmediato. Es
nuestro deber y responsabilidad enseñar a las demás personas y principalmente a
los niños que el maltrato hacia los animales es incorrecto, ya que son un ser vivo y
por ende tiene sentimientos y que debemos respetar a todo lo que tiene vida.

La educación que se les da a los niños les ayudará a establecer sus valores, van a
adquirir principios morales y éticos imitando a los modelos que tiene a su
alrededor. Ya que, si son niños abusados, estos están aprendiendo a “ver normal”
esas acciones y ponerlas en práctica con los animales.

Enseñar a los niños desde muy pequeños el autocuidado, la empatía y la

responsabilidad. El autocuidado para que aprendan a cuidar su propio cuerpo y
reconozcan que lo que les duele, también les duele a los animales. La empatía
para poder interpretar lo que quieren, lo que les gusta o no les gusta a nuestras
mascotas a pesar de que no puedan hablar. La responsabilidad para que se den
cuenta de que no solo es tenerla y ya, sino que hay que darles atención,
compañía, amor, cariño y atender sus necesidades. Es indispensable que
entiendan esto los niños porque en muchas ocasiones se adquiere a una mascota
y se dejan a un lado todos los deberes que se necesitan al tener un ser vivo en
casa y bajo nuestra responsabilidad.

Cada vez que no tomamos en consideración el maltrato, somos participes de una

actitud moralmente injusta y perdemos una oportunidad de identificar un
comportamiento que podría ser un indicador de violencia contra los animales.

Una manera que considero que puede ayudar a que la gente sea consciente
acerca de estos maltratos son las protestas, ya que muchas personas las ven y
aunque su resultado a veces es lento, el mensaje siempre llega. Una frase que
tengo muy presente en mí es: “Nunca le hagas algo a alguien que no quisieras
que te hicieran a ti”.

También siento que impulsar más la cultura de adopción podría frenar

significativamente el maltrato animal o al menos reducir el número de animales

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abandonados. Digo que se podría reducir porque se dejaría de explotar a las
hembras para que dejen de tener crías y venderlas.

La defensa de los animales siento que se basa en el respeto, la empatía y la

tolerancia. Como personas no debemos abusar de nuestra autoridad sobre los
animales que son más indefensos contra nosotros. A las personas que hacen el
maltrato animal les hacen falta muchos valores y principios, si desde pequeños les
hubieran enseñado a respetar, querer y cuidar a los demás, estas serían muy
diferentes en cuanto a personalidad porque no buscarían hacer daño ni dar un
maltrato hacia los demás.

Debemos tener una compañía responsable, al igual que los animales se

encuentran ahí para nuestra compañía, nosotros debemos estar ahí para ellos. No
te conviertas en un testigo del maltrato, haz lo que puedas para evitar que alguien
maltrate a su mascota o algún otro animal. Lidera con el ejemplo, da un buen
ejemplo con los animales, muestra a niñas y niños, y a tu comunidad, como tratar
a los animales con amor y consideración, se un ejemplo mostrándole a los niños
que los animales también son un mundo, más que una mascota es parte de tu
familia, que te apoyará en tus peores momentos y estará en tus momentos más
felices, son ese rayo de luz que ilumina tu camino cuando no sabes que más
hacer, cuando te encuentras solo ellos siempre te ayudarán a seguir adelante a
pesar del dolor que tengas en tu alma. Si en tus posibilidades cabe ayudar a algún
animal que te encuentres, no dudes en hacerlo, cambiarás la vida de ese animal y
también cambiará la tuya. El que exijamos leyes más estrictas para la protección
de los derechos de los animales, que las leyes de bienestar animal sean más
estrictas y que las penas sean más severas para las personas que den algún tipo
de maltrato, darán más lugar a menos casos de crueldad.