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TEMA 9: LA ASISTENCIA RELIGIOSA

La asistencia religiosa o espiritual se refiere a la ayuda que se proporciona a las personas en


situaciones en las que se hace difícil o incluso imposible el ejercicio de su derecho a la libertad
religiosa. A través de este servicio, el Estado garantiza los derechos de los ciudadanos que se
encuentran bajo su dependencia, como los militares, los pacientes hospitalizados y los
reclusos, entre otros.

El fundamento de la asistencia religiosa radica en el reconocimiento de la libertad religiosa que


establece el artículo 16 de la Constitución Española. Asimismo, el Estado, en su calidad de
Estado social de derecho y Estado promocional de los derechos, tiene la responsabilidad de
garantizar los derechos fundamentales de todos los ciudadanos.

Un ejemplo de la importancia de la asistencia religiosa se puede encontrar en los centros


penitenciarios, donde se ofrece asistencia religiosa a los reclusos que lo solicitan. En estos
casos, se garantiza el derecho a la libertad religiosa y se proporciona un servicio espiritual que
puede ser muy importante para los reclusos en su proceso de recuperación y reinserción en la
sociedad.

El derecho a la asistencia religiosa está reconocido en la Ley de Libertad Religiosa de España, y


se garantiza a través de acuerdos entre el Estado y confesiones religiosas como la Iglesia
Católica y la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (FEREDE). Los poderes
públicos tienen la obligación de promover la plena libertad y la igualdad de todas las personas,
incluido el derecho a practicar su religión y a recibir asistencia religiosa de la confesión
correspondiente en instituciones públicas y privadas como centros sanitarios, fuerzas armadas
y establecimientos penitenciarios.

Por ejemplo, los militares de confesión evangélica tienen derecho a participar en actividades
religiosas y ritos propios de las Iglesias pertenecientes a la FEREDE, en los días y horas de
precepto de las diferentes confesiones que la integran, previa la oportuna autorización de sus
jefes, que procurarán que aquéllos sean compatibles con las necesidades del servicio,
facilitando los lugares y medios adecuados para su desarrollo, según el artículo 8.1 del Acuerdo
de la FEREDE de 1992. De esta manera, se garantiza la libertad religiosa de los militares y se
facilita su asistencia a actos de culto y otros ritos propios de su confesión.

La asistencia religiosa es un derecho constitucional que garantiza el acceso a los servicios


religiosos en situaciones en las que se hace difícil o imposible su ejercicio debido a la
dependencia o encarcelamiento, entre otros casos. En España, este derecho se encuentra
regulado por la Ley de Libertad Religiosa y se garantiza a través de acuerdos entre el Estado y
las confesiones religiosas, como la Iglesia Católica y la Federación de Entidades Religiosas
Evangélicas de España (FEREDE).

La legislación española establece que la asistencia religiosa será dispensada por ministros de
culto designados por las Iglesias pertenecientes a la FEREDE con la conformidad de ésta y
autorizados por los Mandos del Ejército que prestarán la colaboración. Además, se garantiza el
ejercicio del derecho a la asistencia religiosa en centros penitenciarios, hospitales, centros
escolares y otros establecimientos públicos, siempre y cuando los ministros de culto sean
designados por las iglesias respectivas, con la conformidad de la FEREDE, y debidamente
autorizados por los centros o establecimientos públicos correspondientes.

Por ejemplo, en el caso de las Fuerzas Armadas, existe un Servicio de Asistencia Religiosa que
está regulado por el Real Decreto 1145/1990 y donde se designa a capellanes permanentes,
capellanes no permanentes y colaboradores, dependiendo de las necesidades. En el ámbito
hospitalario, según la Orden de 20 de diciembre de 1985, se garantiza un servicio de asistencia
religiosa en cada centro donde se facilitan los medios y el centro asume los costes. En cuanto a
los centros penitenciarios, según la Orden de 24 de noviembre de 1993, las autoridades
eclesiásticas nombran y organizan la asistencia religiosa, no hay vinculación con el centro y los
costes son asumidos indirectamente por la Administración. En resumen, la asistencia religiosa
es un derecho fundamental del ciudadano y se garantiza su ejercicio dentro de los límites
establecidos por la legislación.

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