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ORACIÓN GENERAL DE DEFENSA, PROTECCIÓN, BENDICIÓN, SÚPLICA Y

AGRADECIMIENTO

“CORAZA DE PROTECCIÓN, LAZOS DE AMOR MARIANO”


“LIBRANOS SEÑOR, DEL MAL Y DEL MALIGNO”

PARA QUE ESTA ORACIÓN TENGA MÁS EFICACIA DEBES ESTAR EN UNIÓN
CON DIOS ESTANDO EN GRACIA DE DIOS (CONFESADO)

Amado Padre Celestial, Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, te


alabamos, te bendecimos, te glorificamos, de damos gracias, reconocemos
Tu Grandeza y Tu Poder, reconocemos que Tú lo eres Todo y sin Ti no somos
nada, te pedimos perdón por faltar a tu Infinito Amor y reparamos con una
verdadera entrega, alabanza y adoración todas nuestras faltas y pecados.
Indignamente nos ponemos a tu servicio como hijos y esclavos tuyos y de la
Bienaventurada y siempre Virgen María, nos acogemos a Tu Divina
Voluntad. Conscientes de nuestra pequeñez y fragilidad suplicamos tu
protección en la misión que nos has encomendado desde la eternidad
porque, con cuerdas humanas nos atrajiste, con lazos de amor. (Cifrar Oseas
11, 4).

Acuérdate Padre Celestial de nuestro Movimiento Lazos de Amor Mariano,


muéstranos tu Gran Benevolencia y pon sobre él, la Omnipotencia de tu
Brazo, para llevarle a su plenitud. Recuerda Padre las reiteradas promesas
que nos has hecho a través de tus profetas y de tu propio Hijo, de escuchar
nuestras justas peticiones y librarnos del peligro. Atiende con filial amor las
intenciones que te presentamos.

Renunciamos a todos los pecados, vicios y a todo aquello que nos impide
amar y servir mejor. Te suplicamos Señor que seamos sanados de todos los
miedos, para tener una conversión total. Quítanos el miedo a la cruz y saca
de nosotros todo espíritu que nos tienta a no querer ser misioneros y
abandonar nuestros apostolados. Da las virtudes para defendernos y las
gracias necesarias para combatir y perseverar.

Nos confiamos y abandonamos en tu Amor, Señor, amparados por la gracia


de nuestro bautismo, de nuestra Consagración Total a María, de los
sacramentos que hemos recibido y llevamos en tu corazón, por los méritos
infinitos de la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, la
intercesión de la Virgen María y San José, reconociéndonos una nada, amada,
rescatada, ayudada, perdonada y enamorada por Cristo, para la gloria de la
Santísima Trinidad.

Nos atrevemos a suplicar también, la ayuda e intercesión de toda la Iglesia,


triunfante, militante y purgante, con todos los santos y bienaventurados del
Cielo, especialmente nuestros santos patronos, de las Milicias Celestiales en
cabeza de San Miguel, San Gabriel y San Rafael, de nuestro Santos Ángeles de
la guarda, Nos unimos a toda la adoración, contemplación, oración,
penitencia, reparación de toda la Iglesia y de las almas víctimas, monjes,
ermitaños y consagrados en el mundo entero. Ofrecemos y consagramos
todos nuestros sacrificios, oraciones y todo el valor impetratorio, meritorio y
satisfactorio de nuestras buenas obras a la Virgen María para aliviar a las
benditas almas del purgatorio. Pedimos a todos los misioneros y sus
familiares fallecidos de nuestra comunidad, que se han salvado, a las
personas también fallecidas que evangelizamos, que intercedan por nosotros
desde la eternidad.

Líbranos Señor de nuestros enemigos, protégenos de nuestros agresores,


líbranos de los agentes del mal, sálvanos de los hombres sanguinarios” (Cifrar
Salmo 59, 2-3).

En el Nombre de Jesús retiramos todos los demonios y espíritus inmundos


que han sido invocados en el pasado, en el presente o que serán llamados en
el futuro en contra de nuestra comunidad. En el Nombre de Nuestro Señor
Jesucristo, los aislamos, encadenamos, amarramos, amordazamos,
confundimos y los enviamos mudos y atados a los pies de la Cruz de Cristo,
para que sean enviados por El, al lugar que les corresponda. Les prohibimos
en el Nombre de Jesús asociarse, volvernos a perturbar, y ayudarle a las
personas que los invoquen para hacerle daño a Lazos de Amor Mariano, a
nuestras familias y sus bienes materiales.

En el Nombre de Jesús destruimos y quitamos toda fuerza, poder y acción


maléfica a los ritos, pactos, maleficios, sacrilegios, profanaciones, brujerías
de todo tipo: de anudamientos, putrefacción, perforación, congelación,
ahogamiento, velación, conjuros, hechizos, maldiciones, ritos, pactos,
consagraciones satánicas, misas negras, aquelarres, con sacrificios humanos y
de animales, mentalismo, altares de idolatría, ofrecimientos y sellos
satánicos, muñecos, amarres, ataduras, ligaduras, cintas, agujas, clavos,
pinzas, encantamientos, vudús, ataduras intergeneracionales, entierros, toda
contaminación por música inmoral, blasfema y satánica, todo tipo de
prácticas ocultistas y de nueva era, reuniones de satánicos, rezos, y todo lo
que se hace en contra de cualquier misionero de nuestro Movimiento, su
oración y vida de gracia, nuestras familias, de las casas de retiros, lugares
donde se hacen apostolados, colegios y de todas las propiedades vehículos y
bienes del Movimiento.

En nombre de Nuestro Señor Jesucristo los expulsamos de nuestra


comunidad, y los enviamos a los pies de la Cruz de Cristo, todos los espíritus
de homosexualismo, lesbianismo, lujuria, soberbia, masturbación,
pornografía, adulterio, fornicación , lascivia, sensualidad, drogadicción,
alcoholismo, envidia, murmuración, división, doble vida, enfermedad física o
mental, accidentes, muerte, infecundidad, abortos, incoherencia,
desobediencia, pereza, acedia, tibieza espiritual, espíritus de sueño y
cansancio, agobio, desánimo, desaliento, desesperación, incomunicación,
inmortificación, impiedad, inseguridad, miedo, soledad, depresión, ansiedad,
rabia, rencor, susceptibilidad, enemistad, distracción, suicidio, ruina, mentira,
espíritus inteligentes, idolatría, riquezas mal obtenidas, injusticias y abusos,
espíritus que dañan la devoción a la Virgen María y nos impiden vivir el
carisma y la fraternidad, que imposibilitan la oración y la alabanza, que
generan duda y confusión frente a la vocación, que dañan los noviazgos y
matrimonios, que afectan la moralidad del acto conyugal, que afectan el
discernimiento de los directores, espíritus de soltería que impiden la
conformación de familias santas, y todos aquellos que estén atacando
nuestro Movimiento o quieran hacerlo. Te rogamos Santísima Virgen María
que los ates, humilles y aplastes con tu talón Virginal.

En el Nombre de Jesús quemamos con el Fuego del Espíritu Santo todas las
camisetas, medallas, rosarios, objetos, fotos, planos de construcción e
imágenes de Lazos de Amor Mariano, que estén siendo utilizadas por
cualquier siervo de satanás para hacer daño y evitar la obra
evangelizadora. Los rociamos con agua exorcizada para que todo quede
purificado, y prohibimos en el Nombre de Jesús que puedan volver a usarse
en contra de nuestra comunidad y de cualquier persona.

En el Nombre de Jesús prohibimos a todos los demonios y adoradores de


satanás poner espíritus de confusión y distorsión de lo que es Lazos de Amor
Mariano para la Iglesia, los obispos y sacerdotes. Atamos los demonios que
ponen tentaciones para que la comunidad sea atacada.

En el Nombre de Jesús quitamos todos los impedimentos que los demonios,


espíritus malignos, brujos y servidores de satanás ponen para dañar la
asistencia a los retiros espirituales, consagraciones y apostolados. En el
Nombre de Jesús les prohibimos que hagan daño a los ejercitantes y
misioneros.

En el Nombre de Jesús destruimos e impedimos todos los ataques de los


brujos, hechiceros, magos, paleros, santeros, espiritistas, chamanes,
masones, comunismo, socialismo, satánicos y de todos los adoradores de
satanás y falsos profetas, en contra de nuestra comunidad, y todo lo que nos
lleva a querer dejar de ser misioneros y abandonar el apostolado. Dadnos
Señor la gracia de no pecar, y de sanar el corazón, para que, de ahí, no se
pueda pegar el enemigo. Dadnos la gracia de nunca odiar y siempre amar, de
arrepentirnos inmediatamente después de pecar con dolor y contrición
perfecta y buscar el sacramento de la confesión lo más rápido posible.

En el Nombre de Jesús expulsamos y enviamos encadenados y confundidos a


los pies de la Cruz de Cristo a todos los espíritus mudos que nos impiden
pedir ayuda, predicar, hacer acompañamientos, hacer oración, y practicar la
caridad. Que nos obstaculizan, nos ponen tentaciones, para no hacer con
fervor y amor la oración y contemplación, Eucaristía, Santo Rosario, ayuno,
meditación, la lectura espiritual, las oraciones del consagrado, lectura
espiritual, apostolado, vida familiar, académica y laboral, nos distraen y
limitan nuestro crecimiento en la vida interior, y en la vida de familia.

“Espíritu mudo y sordo, yo te lo ordeno: sal del muchacho y nunca más


vuelvas a entrar en él”. Marcos 9, 25.

Renovamos nuestra Consagración Total a Jesús por María y te pedimos


Madre Santa que intercedas por nosotros, para que tengamos más
conversión, un incremento permanente de la gracia, protección celestial para
nuestros estudios, trabajos y bienes temporales, salud física, mental,
espiritual y comunitaria, para que ningún ataque haga efecto en nosotros
según sea la Voluntad de Dios, y así poder servir más.

A las personas que nos hacen daño o intentan hacerlo, los perdonamos de
todo corazón y clamamos Misericordia para ellos porque no saben lo que
hacen. Te pedimos Señor que, les regales abundantes gracias de conversión y
arrepentimiento. Permíteles experimentar fuertemente tu Amor manifestado
en la Cruz a todos los que quieren destruirnos; sana sus corazones y libéralos.
Les devolvemos todo en oraciones y súplicas por su salvación. Les enviamos a
todos la bendición de María Auxiliadora y los consagramos a la Sangre
Preciosa de Cristo y al Inmaculado Corazón de María para su salvación.

Con la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo cubrimos a todas las


personas infiltradas en nuestra comunidad, confundimos sus planes y
rogamos al Espíritu Santo que con su Fuego abrasador y purificador, las
desespere para que no puedan soportar estar en la comunidad y salgan
silenciosamente, o se conviertan fuertemente a ti.

Sumergimos en la Sangre Preciosa de Jesús, en el Purísimo Corazón de San


José y en el Corazón Traspasado de María, a Lazos de Amor Mariano y a
todos sus miembros y familiares, para que los enemigos no puedan tocarnos.
Nos cubrimos con el manto de la Virgen María y rogamos por la intercesión
de todos los santos patronos de nuestro Movimiento, para que los
misioneros obtengamos la gracia de negarnos a nosotros mismos, cargar con
nuestra cruz de cada día y seguir a Jesús hasta dar la vida por Él.(Cifrar Mateo
16, 24).

Te rogamos Señor que custodies, protejas y permanezcas en los corazones de


los Apóstoles de la Inmaculada, de los siervos, laicos consagrados,
matrimonios, directores y de todos los misioneros. Guarda, Señor, y protege
nuestras vocaciones y expulsa por los méritos de tu Infancia toda asechanza y
artimaña de satanás en contra nuestra. Señor Dios, Rey del universo, si es Tu
Voluntad envía buenos y santos obreros a tu mies, verdaderos consagrados a
Tu Corazón por medio de María. Dadnos sacerdotes y misioneros santos,
familias santas, fecundas y numerosas.
En el Nombre de Jesús de Nazaret protegemos la Bendición de la Virgen
María Auxiliadora y libera el carisma de Lazos de Amor Mariano de todo tipo
de ataque, los sellamos con la Sangre Preciosa de Jesús, y pedimos la defensa
de San Miguel Arcángel y de San José. Te suplicamos Señor hagas un
exorcismo sobre cada uno de los misioneros.

En el nombre de Jesús protegemos todas las casas de retiros del Movimiento,


los colegios, sedes y lugares donde se evangeliza y se dicta la preparación
para la Consagración Total a Jesús por María en todos los países donde
estamos presentes. Protegemos todos los apostolados. Cubrimos con la
Sangre Preciosa de Jesús todas las redes sociales, aplicaciones y medios
masivos de información a través de los cuales anunciamos la Buena Nueva
del Evangelio. En el Nombre de Jesús, protegemos toda la comunidad de la
ideología de género, del modernismo teológico, de la masonería, del
socialismo, del comunismo y de todo tipo de ideologías anticristianas;
prohibimos en el nombre de Jesús que entren en nuestra comunidad. Te
rogamos Señor que sigamos obteniendo abundantes frutos de conversión y
santidad en las almas que nos han sido encomendadas.

Consagramos a Lazos de Amor Mariano al Padre Celestial, pidiendo, si es Su


Voluntad, el don de la liberación para todos los misioneros. Pedimos al
Espíritu Santo que nos dé la unción, las virtudes, los frutos, los dones y
carismas necesarios para cooperar en la salvación de las almas; el don del
verdadero amor, el discernimiento de espíritus, el carisma de la alabanza, de
hablar en lenguas, de interpretarlas, el don de gobierno, la sabiduría del
Amor de Dios, el don de la escucha del Espíritu Santo, el carisma de amar
profundamente la Cruz, la eficacia en la palabra y los demás dones que
quieras darnos para que seas glorificado. Te rogamos Señor que abras
totalmente nuestras potencias del alma, nuestros sentidos internos y
externos, y nuestro cuerpo a la vida, al amor puro y santo, a la gracia, a la
misericordia, y nos des todo lo necesario para alcanzar la vida mística en
santidad.

Te pedimos Señor que por la intercesión de la Virgen María, que es Reina del
Cielo y dispensadora de tus bienes, nos regales en abundancia gracias
tumbativas de conversión, anhelo ardiente de santidad, amor encendido, la
santa pureza, castidad, docilidad, humildad profunda, renuncia, radicalidad y
fidelidad al Evangelio, rectitud de intención, contrición perfecta, coherencia,
obediencia ciega, diligencia, celo apostólico ardoroso, comunicación,
mortificación universal, sinceridad, piedad, alegría, fe viva, esperanza,
caridad rebosante, prudencia, voluntad firme, justicia, templanza, verdadero
espíritu de abnegación y sacrificio, perseverancia final, compasión, ardor por
vivir en la Divina Voluntad, oración y todo lo que tu Corazón lleno de
generosidad nos quiera conceder.

"Una cosa he pedido a Yahveh, una cosa estoy buscando: morar en la


Casa de Yahveh, todos los días de mi vida, para gustar la dulzura de
Yahveh y cuidar de su Templo." Salmo 27, 4.

Todo esto lo pedimos por la intercesión de la Virgen María y de San José, y lo


sellamos con la Sangre Preciosa de Jesús en el corazón de cada misionero,
para la gloria de la Santísima Trinidad. Declaramos que esta comunidad es
totalmente de María, la encomendamos a su perpetuo socorro, auxilio y a su
continuo milagro.

"Engrandeced conmigo a Yahveh, ensalcemos su nombre todos


juntos." Salmo 34, 4.

Te damos gracias Señor por tu Infinito amor, misericordia, ternura, perdón,


bondad, justicia y protección, te damos gracias porque sabemos con certeza
que escuchas nuestros ruegos, que nos concedes más de lo que necesitamos
y pedimos; bendito, alabado y glorificado seas por todos los siglos, que tu
alabanza esté siempre en nuestra boca y que podamos cantar eternamente
tus misericordias, unidos a los coros de los ángeles, y con ellos decir Santo,
Santo, Santo.
Salmo 23
Yahvé es mi pastor, nada me falta. En verdes pastos me hace reposar. Me
conduce a fuentes tranquilas, allí reparo mis fuerzas. Me guía por cañadas
seguras haciendo honor a un nombre.
Aunque fuese por valle tenebroso, ningún mal temería, pues tú vienes
conmigo; tu vara y tu cayado me sosiegan.
Preparas ante mí una mesa, a la vista de mis enemigos; perfumas mi cabeza,
mi copa rebosa.
Bondad y amor me acompañarán todos los días de mi vida, y habitaré en la
casa de Yahvé un sinfín de días. Amen.

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