Este documento es una oración que pide la protección de Dios a través del poder de la sangre de Cristo. En 3 oraciones o menos, la oración invoca la sangre de Cristo para sellar y proteger al individuo de fuerzas malignas, sellar su cuerpo, mente y espíritu, y pedir la guía y compañía de Dios y los santos.
Este documento es una oración que pide la protección de Dios a través del poder de la sangre de Cristo. En 3 oraciones o menos, la oración invoca la sangre de Cristo para sellar y proteger al individuo de fuerzas malignas, sellar su cuerpo, mente y espíritu, y pedir la guía y compañía de Dios y los santos.
Este documento es una oración que pide la protección de Dios a través del poder de la sangre de Cristo. En 3 oraciones o menos, la oración invoca la sangre de Cristo para sellar y proteger al individuo de fuerzas malignas, sellar su cuerpo, mente y espíritu, y pedir la guía y compañía de Dios y los santos.
Espíritu eterno como víctima sin mancha, purificará nuestra conciencia de las obras de muerte, para que sirvamos al Dios vivo. Oración a la preciosa sangre de Cristo
Oración para sellarse y protegerse
con la sangre de Cristo:
Señor Jesús, en Tu nombre y con el Poder de Tu Sangre
Preciosa sellamos toda persona, hechos o acontecimientos a través de los cuales el enemigo nos quiera hacer daño. Con el Poder de la Sangre de Jesús sellamos toda potestad destructora en el aire, en la tierra, en el agua, en el fuego, debajo de la tierra, en las fuerzas satánicas de la naturaleza, en los abismos del infierno y en el mundo en el cual nos moveremos hoy.
Te suplico Señor que selles mí vida personal con todas mis
pertenencias. Sello mi salvación con Tu Preciosa Sangre, sello mis sentimientos, para que todos mis afectos sean cubiertos. Sello con Tu Sangre mis inquietudes para estar seguro de alcanzar la respuesta a mis necesidades. Sello mi corazón para que no entre ningún espíritu de rencor, amargura, odio, depresión, soberbia, orgullo, vanidad, jactancia, tristeza, duda o miedo.
Sello con Tu Sangre mi voluntad para que esté atenta
siempre a hacer el bien, sello mi mente para que tenga solo pensamientos que me permitan alcanzar el gozo, la paz y así cambiar mi manera de vivir. Sello con Tu Sangre, Señor, mi cuerpo para que reciba la salud, sea protegido del pecado y de las enfermedades y accidentes.
Sello mi pasado para que toda herida que aún me haga
daño sea sanada con Tu Sangre bendita. Sello mi presente para que todas mis actividades sean cubiertas con Tu Sangre protectora. Sello mi futuro para que mis planes, proyectos sean preservados de todo ataque y toda influencia del maligno Con el poder de la Sangre de Jesús sellamos nuestra casa y a todos los que habitan en ella (nombrarlos a todos con nombre y apellido), sellamos con el Poder de la Sangre de Jesús a todas las personas que El Señor enviará a nuestra casa, así como los alimentos y los bienes que El Señor generosamente nos envíe para nuestro sustento. Con el poder de la Sangre de Jesús sellamos tierra, puertas, ventanas, objetos, ropa, paredes, techos y pisos, el aire que respiramos y en fe colocamos un círculo de Su Sangre alrededor de toda nuestra familia. Sello a mis seres queridos, a mis amigos, vecinos, a mis compañeros de trabajo para que todos sean protegidos.
Con el Poder de la Sangre de Jesús sellamos los lugares en
donde vamos a estar este día y las personas, empresas o instituciones con quienes vamos a tratar (nombrar cada una de ellas). Con el poder de la Sangre de Jesús sellamos nuestro trabajo material y espiritual, los negocios de toda nuestra familia, los vehículos de todos ellos, las carreteras, los aires, las vías y cualquier medio de transporte que habremos de utilizar, Con Tu Sangre Preciosa sellamos los actos, las mentes y los corazones de todos los habitantes y dirigentes de nuestra patria a fin de que Tu Paz y Tu Corazón reinen en ella.
Sello mi economía en la sangre de Jesús, para que se derrame
abundantemente Tu Providencia en mi vida, para que Tu Prosperidad llegue en abundancia. Sello mis deudas para que el devorador huya y desaparezcan. Invoco Tu Sangre preciosa, Señor Jesús, sobre mi boca y sello mis palabras para que sean sólo de bendición.
Tu Sangre preciosa me haga invisible, cuando se nos acerque
el enemigo nos permita reconocerlo y vencerlo por la invocación de Tu Nombre. Sello todo mi ser y me coloco bajo tu protección para que me libres de toda acechanza del mal. Con el poder de la Sangre de Jesucristo rompo y destruyo toda potestad de interferencia, la interacción del maligno y prohíbo toda comunicación entre espíritus. Oración a la preciosa sangre de Cristo
Pido Señor Jesús, que envíes a tu Santísima Madre la Virgen
María, para que se haga presente en este lugar, en mi hogar y en mi trabajo y me acompañe con San Miguel Arcángel, y sus nueve coros angélicos, San Gabriel, San Rafael y mi Ángel de la Guarda. Gracias Señor porque Tu eres el guardián que nunca duermes. Gracias Señor, por Tu Sangre preciosa, porque gracias a ella somos preservados de todo mal. Tu Sangre nos hace invisibles, bendito y alabado seas por siem- pre Señor, Amén.
ORACIÓN DE SELLAMIENTO POR LOS HIJOS
En el Nombre de Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu
Santo, sello y protejo, con el Poder de la Sangre, de Jesucristo el Señor, a: (en este momento nombre a todos sus hijos), sello su consciente, inconsciente, subconsciente; ser físico, ser biológico, psicológico, material, y espiritual.
Los sello y los protejo, con el Poder de la Sangre
Preciosa, de Jesucristo el Señor, de todo accidente, dentro y fuera de la escuela o trabajo, de cualquier atropello, al cruzar calles o avenidas; de alcoholismo, tabaquismo, drogadicción, sexualidad, sensualidad, lujuria, obscenidad.
Los sello y los protejo, con el Poder de la Sangre de
Jesucristo, el Señor, de sufrir algún secuestro, secuestro, o de la enfermedad de la Influenza; de sufrir algún robo, abuso de autoridad, por parte de cualquier maestro, o abuso de cualquier compañero; de riñas dentro y fuera de la escuela, o de su trabajo. Sello y protejo a mis hijos en la Sangre de Jesucristo, el Señor, de algún mal golpe, de caerle mal a alguien, de venganza, de apatía, de indiferencia ante cualquier dolor ajeno, de indiferencia a la Eucaristía, desprecio a los adultos, y a los propios padres.
Sello y protejo a mis hijos con el Poder de la Sangre
de Jesucristo, el Señor, de cualquier maldición, de parte de cualquier persona que le quiera hacer daño y de cualquier abuso de autoridad, física y verbal, psicológica y mental. De cualquier persona que los quiera engañar, sonsacar o involucrar en cualquier problema que no les corresponda.
Sello y protejo a mis hijos con el Poder de la Sangre
de Jesucristo, el Señor, de cualquier desilusión, obsesión, depresión; enfermedad física y mental. Señor Jesucristo ¡derrama tus Bendiciones sobre mis hijos! ¡Escóndelos en el Corazón Inmaculado, de la Santísima Virgen María! En el Nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu santo. ORACIÓN DE LIBERACIÓN Y CURACIÓN CON LA PRECIOSA SANGRE DE CRISTO
Ven, Espíritu Santo, penetra en las profundidades de mi
alma con tu amor y tu poder. Arranca las raíces más profundas y ocultas del dolor y del pecado que están enterradas en mí.
Lávalas en la Sangre preciosa de Jesús y aniquila
definitivamente toda la ansiedad que traigo dentro de mí, toda amargura, angustia, sufrimiento interior, desgaste emocional, infelicidad, tristeza, ira, desesperación, envidia, odio y venganza, sentimiento de culpa y de autoacusación, deseo de muerte y de fuga de mí mismo, toda opresión del maligno en mi alma, en mi cuerpo y toda insidia que él pone en mi mente.
¡Oh bendito Espíritu Santo! Quema con tu fuego abrasador
toda tiniebla instalada dentro de mí, que me consume e impide ser feliz. Destruye en mí todas las consecuencias de mis pecados y de los pecados de mis antepasados que se manifiestan en mis actitudes, decisiones, temperamento, palabras, vicios.
Libera Señor, toda mi descendencia de la herencia de
pecado y rebeldía contra las cosas de Dios que yo mismo le transmití.
¡Ven, Santo Espíritu! ¡Ven en nombre de Jesús! Lávame en
la preciosa Sangre de Jesús, purifica todo mi ser, quiebra toda la dureza de mi corazón, destruye todas las barreras de resentimiento, dolor, rencor, egoísmo, maldad, orgullo, soberbia, falta de tolerancia, prejuicios e incredulidad que hay en mí. Y, en el poder de Jesucristo resucitado, ¡libérame, Señor! ¡Cúrame, Señor! ¡Ten piedad de mí, Señor! ¡Ven, Espíritu Santo! Hazme resucitar ahora a una nueva vida, plena de tu amor, alegría, paz y plenitud.
Sé que estás haciendo esto en mí ahora y asumo por la fe mi
liberación, cura y salvación en Jesucristo, mi Salvador.
¡Gloria a Ti, mi Dios! ¡Bendito seas para siempre! ¡Alabado
seas, oh mi Dios! En nombre de Jesús y por María, nuestra Madre.
Así sea.
ORACIÓN CONTRA TODO MAL
Espíritu del Señor, Espíritu de Dios, Padre, Hijo y Espíritu
Santo, Santísima Trinidad, Virgen Inmaculada, ángeles, ar- cángeles y santos del paraíso desciendan sobre mí.
Fúndeme, Señor, modélame, lléname de ti, utilízame. Expulsa
de mí todas las fuerzas del mal, aniquílalas, destrúyelas, para que yo pueda estar bien y hacer el bien.
Expulsa de mí los maleficios, las brujerías, la magia negra, las
misas negras, los hechizos, las ataduras, las maldiciones y el mal de ojo; la infestación diabólica, la posesión diabólica y la obsesión y perfidia; todo lo que es mal, pecado, envidia, celos y perfidia; la enfermedad física, psíquica, moral, espiritual y diabólica.
Quema todos estos males en el infierno, para que nunca más
me toquen a mí ni a ninguna otra criatura en el mundo.
Ordeno y mando con la fuerza de Dios omnipotente, en nom-
bre de Jesucristo Salvador, por intercesión de la Virgen Inma- culada, a todos los espíritus inmundos, a todas las presencias que me molestan, que me abandonen inmediatamente, que me abandonen definitivamente y que se vayan al infierno eterno, encadenados por San Miguel Arcángel, por San Ga- briel, por San Rafael, por nuestros ángeles custodios, aplasta- dos bajo el talón de la Virgen Santísima Inmaculada. CORAZA DE SAN PATRICIO
Me armo hoy con el poder de la Santísima Trinidad, en la
unidad de Dios, Creador del Universo. Me armo hoy con el Bautismo de Cristo, su crucifixión y resurrección, su ascensión y gloriosa segunda venida.
Me armo hoy con la dirección de Dios para guiarme; el poder
de Dios para sostenerme; la sabiduría de Dios para instruirme; la palabra de Dios para darme voz; el escudo de Dios para protegerme; el ejército de Dios para defenderme, contra las trampas de los demonios, contra las tentaciones de los vicios, contra todos aquéllos que conspiren contra mí.
Invoco hoy a todas esas virtudes contra cada poder hostil y
despiadado que me ataque, contra los hechizos de los falsos profetas, contra las leyes negras del paganismo, contra las leyes falsas de la herejía, contra los engaños de la idolatría, contra cada artificio y conjuro que ata el alma al mal.
Cristo, protégeme hoy de todo veneno, quema, ahogamiento y
herida fatal. Cristo esté conmigo, Cristo esté detrás de mí, Cristo esté en mí, Cristo esté a mi lado; Cristo para ganar, Cristo para consolarme y restaurarme, Cristo para estar donde el peligro amenace; Cristo e s t é