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Iglesia Santa Católica Apostólica Tridentina

del Espíritu Santo

“La Santa Cruz será


mi luz, no será el
demonio mi gula.
¡Apártate, satanás!
No me sugieras cosas
vanas, maldad es lo que
me brindas, bebe tu
mismo veneno”

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RENUNCIA AL MAL Y RENOVACION


DE LAS PROMESAS BAUTISMALES

Señor Jesús, por esta señal de la cruz, envuélvenos a todos nosotros, a nuestros
familiares y bienes, en tu amor, en tu poder y en tu sangre, para que el enemigo no
pueda perjudicarnos † (se hace la señal de la cruz)

En nombre de Jesucristo, por su sangre derramada, por sus cinco llagas, por la
intercesión de la Virgen María, la Inmaculada, que aplastó la cabeza de la
serpiente....

.... Yo renuncio a satanás, autor de todo mal, de todo pecado y padre de toda
mentira.
.... Yo renuncio a todo espíritu de impaciencia y de rabia; de resentimiento y
ofensa; de tensión nerviosa y agresividad; de juicio temerario y presunción; de ira
y de odio; de chismes, de mentira y calumnia.
.... Yo renuncio a todo espíritu de desánimo y tristeza; de melancolía y soledad;
de fracaso y frustración; de desconfianza del amor de Dios y del prójimo; de
auto-rechazo y auto-condenación.
....Yo renuncio a todo y cualquier espíritu de miedo: miedo de Dios y de satanás;
miedo de las personas, de los animales y de las cosas; miedo del futuro, de las
enfermedades y de las cosas; miedo de la muerte; miedo de las alturas y de la
oscuridad; miedo de accidentes y de asaltos; miedo de perder mi imagen y mi
prestigio; miedo de hablar en público y de dar testimonio de tu Evangelio; miedo
de la pérdida de un familiar y de la condenación eterna.
.... Yo renuncio a todo espíritu de complejo y auto-piedad; de ansiedad, angustia
y preocupación; de traumas y enfermedades.
.... Yo renuncio a todo espíritu de desequilibrio emocional y psíquico; de
autodestrucción.
.... Yo renuncio a todo espíritu de venganza; a todo deseo de fracaso y muerte de
mi hermano; a todo espíritu de injusticia y explotación de la persona humana.
.... Yo renuncio a todo espíritu de rebeldía contra Dios, contra mi hermano y
contra mí mismo, no aceptando mis flaquezas.
.... Yo renuncio a todo espíritu de gula, drogas y tabaco; a todo espíritu de
alcoholismo, blasfemia y sacrilegio.
.... Yo renuncio a todo espíritu de celos y envidia; de pereza e hipocresía; de

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fingimiento, falsedad y adulación.


.... Yo renuncio a todo espíritu de palabrotas y chistes; de sexo y lujuria; de
masturbación y fornicación; de prostitución y adulterio; de homosexualidad y
lesbianismo; de orgía y de juerga.
.... Yo renuncio a todo espíritu de autosuficiencia, egoísmo; de vanidad, orgullo y
status; de materialismo; de ambición y de poder, de hurto y robo.
.... Yo renuncio a todo espíritu de superstición y de falta de fe, de duda y
confusión religiosa; de horóscopo, suertes, cartomancia, control mental, pirámides,
meditación trascendental.
.... Yo renuncio a todo espíritu de idolatría y falsas religiones; seicho-ne-ié e
iglesia mesiánica; de esoterismo, masonería y rosacrucismo.
.... Yo renuncio a todo espíritu de magia negra y brujería; de espiritismo.
.... Yo renuncio a todos los espíritus y espíritus guí que invocaron sobre mí; a
todo herencia de falsas religiones que traigo de mis antepasados.
.... Yo renuncio de todo corazón a todo efecto de bautismo, consagración o
cruzamiento, hecho en mi persona al espiritismo, a la magia negra o a otra falsa
religión.
.... Yo renuncio a todos los remedios, pases espiritistas, cirugías y tratamientos
hechos en centros espiritistas; maldiciones o plagas, mal de ojo que lanzaron sobre
mí o mi familia.
.... Yo renuncio a toda revista y película pornográfica y a toda literatura,
películas, música, contrarias a la sana doctrina de la salvación.
.... Yo renuncio a todo espíritu del mundo, y a todo modo no cristiano de vivir.
.... Yo ordeno a todo espíritu malo del que haya sido liberado, que vaya a los pies
de Jesús, para que Él disponga de el.
.... Yo prohíbo a todo espíritu que me haya dejado, que retorne a mí, para
perjudicarme.

¡Gracias, Jesús, porque me liberaste!, ¡Jesucristo es mi único dueño y Señor!,


¡Dios es mi Padre!, ¡María es mi Madre!

¿Crees en Dios Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra?


R. Sí, creo.

¿Crees que, Jesucristo es el Hijo del Padre y que murió para salvarte?
R. Sí, lo creo.

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¿Crees que, el Espíritu Santo amor del Padre y del Hijo, habita en tu corazón?
R. Sí, lo creo.

¿Crees que, la Iglesia Católica es la única y verdadera?


R. Sí, lo creo.

¿Crees que, eres miembro vivo de esta Iglesia?


R. Sí, lo creo.

¿Crees que, la Palabra de Dios libera, cura, alimenta y perdona los pecados?
R. Sí, lo creo.

¿Crees que, cada uno crea su propio infierno cuando, libre y conscientemente,
se aparta de Dios?
R. Sí, lo creo.

¿Crees que, Jesucristo condena el amor libre, las relaciones sexuales


prematrimoniales, el aborto, el meretricio y el divorcio?
R. Sí, lo creo.

¿Crees que todos los males: muertes, enfermedades, guerras, no provienen de


Dios, sino el abuso de nuestra libertad?
R. Sí, lo creo.

¿Crees que, de todos los males hasta del pecado cuando nos arrepentimos y lo
confesamos, Dios tiene el poder de obtener un bien mayor?
R. Sí, lo creo.

( Rezar el Credo )

Al terminar la profesión de fe, la persona o personas por quienes se va a orar,


hacen en forma individual su aceptación plena del triunfo de Jesús sobre sus vidas,
ratificando su renuncia y profesión de fe.
El Sacerdote dará a cada persona una hoja impresa con la siguiente oración para
lograr este fin:

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ORACION DE RENUNCIA
(Hecha por el paciente)

Padre Santo, yo N................ Creo que tu palabra es viva y eficaz. Hoy mismo y para
siempre me vuelvo, a ti Misericordioso Padre de todo corazón, con toda mi alma, con
toda mi fuerza y muy sinceramente confieso con mi boca que Jesucristo tu Hijo; es mi
Señor. Creo en mi corazón que resucitó, que está vivo y es el mismo de ayer, hoy y
siempre.

Alabo y exalto, Padre Bueno, tu Santo Nombre, porque gracias a la muerte y


resurrección de Jesucristo, Mi Señor y Salvador: el pecado, la muerte, el mundo, la
maldición, la condenación, satanás y todas sus obras, ¡están vencidos para siempre!

Y a partir de hoy, yo N........................... Acepto en mi la victoria eterna del Señor


Jesucristo y participo de ella para siempre en todo mi ser, físico, psicológico y
espiritual.

Además, yo N........................... Apoyado (a) en la victoria eterna del Señor


Jesucristo, hoy mismo y para siempre; corto y destruyo en el NOMBRE DEL SEÑOR
JESUCRISTO Y POR EL PODER DE SU PRECIOSISIMA SANGRE, toda obra de
satanás, ataque, seducción, opresión, obsesión, tentación, etc., que venga en contra de
mí (persona, familia, casa, trabajo, pertenencias, etc.) por medio de: brujería, hechicería,
magia negra, blanca o de cualquier color, sortilegios de amor, vudú, fetichismo,
maleficios, curanderismos, ritos ocultos, ceremonias satánicas, invocaciones diabólicas,
maldiciones ajenas, paternas y/o maternas, herencias ancestrales malignas (paternas y
maternas), y consecuencias intergeneracionales, ocultismo, esoterismo, espiritismo,
espiritualismo, evocaciones de los muertos, limpias, ouija, masonería, gnosticismo,
lectura de cartas, de la mano, del café, de agua, de la arena y de todo tipo de
adivinación.

Y también ahora mismo, en el NOMBRE DEL SEÑOR JESUCRISTO Y POR EL


PODER DE SU PRECIOSISIMA SANGRE quede cortada y destruida, cualquier cosa
que haya sido hecha por cualquier persona viva o muerta en el pasado, en el presente o
en el futuro, consciente o inconscientemente, voluntaria o involuntariamente incluso
todo poder que provenga del ejercicio del control mental: dianética, meditación
(trascendental, profunda, zen, budista, yoga, metafísica, para-psicológica, hipnosis) e

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incluso todo poder que venga del ejercicio de amuletos, talismanes, imágenes, lociones,
veladoras, polvos, alimentos, o cualquier otra cosa no mencionada, que esté afectando,
destruyendo, dañando u oprimiendo mi ser, mi familia y mis pertenencias.

A partir de hoy y para siempre quede atado y amordazado, todo espíritu ajeno
opuesto a Dios, que se esté manifestando en mi ser; físico, psicológico o espiritual;
produciendo: soberbia, ira, lujuria, alcoholismo, malos deseos, envidia, gula,
adivinación, premoniciones, falsa religiosidad, dolor, enfermedad, miedo, angustia,
depresión, confusión, idolatría, egolatría.

Renuncio a todas estas cosas, libre y voluntariamente, rechazo todo esto de mi ser, y
en todas las áreas de mi vida.

En el NOMBRE DEL SEÑOR JESUCRISTO Y POR EL PODER DE SU


PRECIOSISIMA SANGRE, quede nulificada toda acción, interacción, toda
comunicación e intercomunicación espiritual y todo espíritu ajeno opuesto a Dios,
quede atado y amordazado; seas quien seas y cuantos sean; te llames como te llames;
estés unido a quien estés unido y lo mando a la Eucaristía y a todas las Eucaristías que
se celebran en todo el mundo en ese momento.

Espíritu inmundo, en el nombre de Cristo Jesús te prohíbo que regreses y te prohíbo


que te vengues de mi y de quienes me rodean, en el nombre de Nuestro Señor Jesucristo.
Amén.

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ORACION
RESERVADA A LOS SACERDOTES
PARA INICIAR LA LIBERACION

Oh Dios Omnipotente y misericordioso, que entre los muchos poderes que has
concedido a tus sacerdotes has dado también éste: que todo lo que cumplan dignamente
en tu nombre, según tus enseñanzas, tenga valor como si fuera cumplido por ti; rogamos
a tu inmensa misericordia para que los lugares que estamos por visitar sean visitados
por tu presencia; los lugares que estamos bendiciendo sean bendecidos por ti.

Que en cualquier lugar, en donde entremos, a pesar de nuestra pequeñez, por los
méritos de tus Santos, huyan los demonios y entre el Ángel de la paz. Por Cristo
Nuestro Señor.

Escucha nuestra oración, Dios Santo y Padre omnipotente; dígnate enviar del cielo a
tu santo Ángel, que custodie, proteja, se establezca y defienda a los habitantes de este
lugar. Por Cristo, Nuestro Señor.

Ven cerca de nosotros, Señor, nuestro Dios. Defiende y protege, con tu continua
ayuda, a todos aquellos que confían en la salvación que nos has obtenido por medio de
la cruz. Por Cristo, Nuestro Señor.

Dios omnipotente y eterno, tu sólo estás presente y actúas en donde quieras con
poder, porque dominas en donde quiera.

Escucha nuestras súplicas: sé Tú el protector de este lugar para que no intervenga


ningún poder del maligno, sino que, en virtud de la santa cruz y por la gracia del
Espíritu Santo, se cumpla en este lugar un servicio puro a tus ojos y halla esa libertad
que Tú nos das. Por Cristo, Nuestro Señor. Amén.

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ORACION PARA ANULAR UNA MALDICION
(Realizada por el Sacerdote)

Señor Jesucristo, creo que tú eres el Hijo de Dios y el único camino a Dios, que
moriste en la Cruz por mis pecados y por mí fuiste resucitado entre los muertos.

Con fundamento en lo que hiciste por mí, y por mi hermano (a) por quien te suplico,
apoyado en el poder de mi Sacerdocio:

Creo que las reivindicaciones de satanás contra nosotros están canceladas en tu


Cruz.

Y así, Señor Jesús yo me someto a Ti, y me comprometo a servirte y a obedecerte y


basado en esto tomo, posesión contra cualquier fuerza maligna de las tinieblas que, de
alguna forma, haya entrado en la vida de ese hermano (a) nuestro (a) sea por sus propios
actos, sea por actos de su familia o de sus antepasados, o de alguna otra cosa que
desconozcamos. Donde quiera que haya en sombra en la vida, cualesquiera fuerzas
malignas, yo las destruyo ahora, Señor.

No permito que N.................. Esté sometido (a) a esta maldición por más tiempo y,
en el nombre poderoso de Jesús, el Hijo de Dios y la autoridad de mi Sacerdocio
Sacramental, destruyo todas las fuerzas del mal que lo (a) atormenten, lo (a) libero,
totalmente de esta maldición.

Yo invoco al Espíritu Santo de Dios, para que invada a mi hermano (a)


N........................ Y realice su liberación del mal, entera y realmente, como sólo el
Espíritu de Dios, puede hacer. En nombre de Jesucristo. Amén.

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EXORCISMO
DE UNA CASA ATORMENTADA POR EL DEMONIO
FORMA BREVE DEL MANUAL TOLEDANO
(La realiza el Sacerdote)

Al comienzo (en la puerta principal, antes de entrar en la casa)

Señor, creemos en la Palabra de la Escritura cuando dice:

“Si caminamos en la luz como Él mismo está en la luz, estamos en comunión


unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesús nos purifica de todo pecado” (1Jn.
1,7)

Por eso nosotros te pedimos, oh Padre eterno, en nombre de tu Hijo Jesús, que toda
especie de pecado cometido dentro de esta casa, para violar la paz y santidad de un
verdadero hogar cristiano, sea lavado y limpio, por medio de la preciosa sangre de Jesús
nuestro Señor, que quita del mundo todo el pecado, deshonestidad, odio y mal.

(Rezar esta oración en todos los cuartos de la casa asperjando también agua
bendita antes de entrar en la casa y en cada cuarto).
Al final, (agradecer al Padre celestial, en nombre de Jesús, ya que toda tiniebla y
todo mal ya salieron para siempre de esta residencia):

¡Oh! Padre del cielo, creemos que la noche avanza y el día se aproxima, por eso
queremos abandonar las obras de las tinieblas y vestir la armadura de luz (cfr. Rm
13,12)

Padre celestial, queremos quedarnos de pie, ceñidos a nuestra cintura con la verdad
y revistiéndonos con la coraza de la justicia, calzando los pies con la propagación del
Evangelio de la paz, empuñando siempre el escudo de la fe, con el que podemos
extinguir las flechas ardientes del maligno. Y queremos tomar el yelmo de la salvación
de Jesucristo y la espada del Espíritu Santo, que es la Palabra de Dios (cfr. Ef. 6, 14-17)

¡Padre Santo, en nombre de Jesús nuestro Señor, nosotros te agradecemos, desde el


fondo del corazón, porque hiciste salir para siempre de esta casa toda tiniebla y todo
mal!

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Señor Jesús, nuestro amado Salvador, bendice esta casa, toda y cada uno de sus
habitantes, para que la luz de tu presencia protectora, la llene de amor y de paz, entre y
aquí permanezca siempre como señal de tu misericordia infinita!

¡Espíritu Santo del Padre y del Hijo, aumenta cada vez más en nosotros la fe y la
confianza en el poder del Señor resucitado! ¡Amén, Aleluya!

(Rezar: Padre nuestro, Ave María y Gloria)

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ORACIONES PARA BENDECIR
Y LIBERAR CASAS, LUGARES DE TRABAJO, CAMPOS
(Las realiza el Sacerdote)

Visita, ¡oh! Padre, nuestra casa (negocio, oficina...) y aleja las insidias del enemigo;
que los Santos Ángeles, vengan a guardarnos en tu paz, que tu bendición permanezca
siempre con nosotros. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

Señor Jesucristo, que has mandado a tus apóstoles para que invocaran la paz sobre
los habitantes de la casa en donde ellos entraran, santifica, te rogamos, esta casa por
medio de nuestra oración confiada.

Derrama sobre ellas tus bendiciones, y la abundancia de tu paz. Que llegue tu


salvación, como llegó, a la casa de Zaqueo cuando tú entraste en ella.

Encomienda a tus Ángeles, para que la cuiden, y que alejen de ella todo poder del
maligno.

Y concede a todos aquellos que en ella habitan, que te agraden por sus obras
virtuosas, y merezcan así ser acogidos, a su tiempo, en tu morada celestial.

Te lo pedimos en nombre de Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.

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BENDICION DE LA CASA
(La realiza el Sacerdote)

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Oremos: Óyenos, Señor, Padre Santo, Dios eterno y todopoderoso, y dígnate mandar
del cielo a tu santo ángel para que él guarde, ayude, proteja, visite y defienda a todos los
que viven en esta casa. Danos la paz, el amor, la salud, la prosperidad.

Defiéndenos de todos los peligros y enemigos del cuerpo y del alma y danos, a cada
uno de nosotros, una buena hora de la muerte.

Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

(Recorrer toda la casa asperjando agua bendita)

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BENDICION DE CUALQUIER MEDICINA
(Rit. Rom. Tit. IX, C. VII, No. 4)
(La realiza el Sacerdote)

V. Nuestro auxilio está en el nombre del Señor.


R. Que hizo el cielo y la tierra.

Oremos: Oh Dios, que maravillosamente creaste al hombre y más maravillosamente


lo redimiste, que te has dignado socorrer con múltiples remedios las diversas
enfermedades que aquejan la mortalidad humana: atiende propicio nuestras
invocaciones y derrama desde el cielo tu santa † bendición sobre esta medicina para
quien (o quienes) la tome merezcan recibir la salud del cuerpo, la mente y el espíritu.

Por Cristo nuestro Señor. Amén.

(Se asperja con agua bendita)

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BENDICION DEL AGUA
(Rit. Rom. Tit. IX, C. II)
(La realiza el Sacerdote)

El sacerdote, revestido de sus ornamentos sagrados, pronuncia la siguiente


invocación:

V. Nuestro auxilio está en el nombre del Señor


R. Que hizo el cielo y la tierra.

Exorcismo de sal:

Te exorcizo, oh criatura de la sal, por Dios † vivo, por Dios † verdadero, por Dios
† santo, por Dios que ordenó por medio del profeta Elíseo, que fueses puesta en el
agua para sanar su esterilidad: para que te conviertas como sal exorcizada en salud
para los creyentes, para que seas salud de alma y cuerpo para todos aquellos que te
consuman; para que huya y se aparte del lugar donde seas puesta, toda maldad,
toda acción del demonio, todo espíritu inmundo, conjurado por este Señor que ha
de venir a juzgar a los vivos y a los muertos y el siglo presente por medio del fuego.
Amén.

Oremos: Imploramos humildemente tu inmensa clemencia, omnipotente y


eterno Dios para que te dignes con tu piedad bendecir † y santificar † esta criatura
de la sal que Tú creaste, para uso del género humano: a fin de que se convierta en
salud de alma y cuerpo para todos los que la consuman; y para que todo aquello
que sea tocado por esta sal carezca de toda inmundicia y de toda impregnación del
espíritu del mal. Por Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Exorcismo del Agua:

Te exorcizo, ¡oh! Criatura del agua, en nombre de Dios † Padre omnipotente, en


el Nombre de Jesucristo † su Hijo Nuestro Señor, y con el poder del Espíritu †
Santo: para que seas agua exorcizada para ahuyentar toda fuerza del enemigo y

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para que puedas erradicar y arrancar al mismo enemigo con sus ángeles apostatas
por virtud del mismo Jesucristo Nuestro Señor, que ha de venir a juzgar a los vivos
y a los muertos y este siglo por el fuego. Amén.

Oremos: ¡oh! Dios, se propicio a nuestras súplicas e infunde la fuerza de tu


bendición † a esta agua que hemos preparado con estas purificaciones, para que
ésta tu criatura sirva par alejar a los demonios, sanar las enfermedades; para que
al ser derrotado sobre las casas y los lugares de los fieles, éstos queden libres de
toda inmundicia y de todo mal: que no resida allí un espíritu pestilente: se alejen
todas las insidias del enemigo, y si hay algo que perjudique a los que habiten en
ella o a su tranquilidad por la aspersión de esta agua, huyan; para que la salud que
te pedimos por invocación de tu nombre quede defendida de toda impugnación del
maligno. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

El Sacerdote coloca tres veces sal en el agua a manera de cruz diciendo:

Que esta mezcla de la sal y del agua se realice en el nombre del Padre † y del
Hijo † y del Espíritu † Santo. Amen.

V. El Señor esté con ustedes.


R. Y con tu espíritu

Oremos: ¡Oh Dios!, autor de todo poder y Rey insuperable de todo dominio y
siempre triunfador magnífico, que reprimes las fuerzas del dominio del mal, que
superas la sevicia del enemigo, que poderosamente vences las huestes enemigas: a ti,
humildemente te pedimos ¡oh! Señor que mires con bondad estas criaturas de la sal y
del agua y las santifiques con tu bondad; para dondequiera que sean regadas por
invocación de tu santo nombre desaparezca toda infestación del espíritu inmundo, sea
alejado el terror de la serpiente infernal y que con la presencia del Espíritu Santo nos
concedas benigno tu misericordia ya que humildemente te la suplicamos.

Por Nuestro Señor Jesucristo tu Hijo que vive y reina contigo en la unidad del
Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

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BENDICION DEL ACEITE
(Rit. Rom. Tit. IX, C. VII, No. 8)
(La realiza el Sacerdote)

V. Nuestro auxilio está en el nombre del Señor


R. Que hizo el cielo y la tierra.

Exorcismo:

Te exorcizo, criatura del aceite, por Dios Padre omnipotente que hizo el cielo y la
tierra, el mar y todo lo que allí existe. Que se aleje de este aceite toda fuerza del
adversario, toda acción diabólica y toda incursión de satanás, a fin de que dé a todos los
que lo usen mental y corporal, en el nombre de Dios Padre omnipotente, de Jesucristo
su Hijo y Señor Nuestro y del Espíritu Santo Paráclito y en el amor del mismo Señor
Jesucristo que ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Amén.

V. Señor, escucha nuestra oración.


R. Y llegue a Ti nuestro clamor.
V. El Señor esté con vosotros
R. Y Con tu espíritu.

Oremos: Señor Dios omnipotente, delante de quien está con temor el ejército de los
ángeles, cuyo servicio espiritual conocemos, dígnate mirar, bendecir † y santificar †
este aceite con que el que mandase ungir a los enfermos, a fin de que, una vez obtenida
la salud, te diesen gracias a Ti, Dios vivo y verdadero. Te rogamos que cuantos usen
este aceite que bendecimos en tu nombre queden libres de toda enfermedad, de todo
dolor y todas las insidias del enemigo, y asimismo se libren de toda adversidad y nunca
sean heridos por la mordedura de la antigua serpiente, ya que los has redimido con la
sangre de tu Hijo. Por el mismo Señor Nuestro Jesucristo que contigo vive y reina en la
unidad del Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.

(Se hace la aspersión con agua bendita)

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ORACION
PARA LA LIBERACION DEL YUGO HEREDITARIO
(Para que la recen los padres a favor de un hijo)

Padre de misericordia, N......................... (decir el nombre de la persona) es tu hijo


(a). Antes de ser engendrado por nosotros, él ya era tu hijo (a). Tú sabes sus
necesidades.Tú sabes todo lo que le oprime. Por eso, Padre, te pido que deshagas en la
vida de N...................... todo mal. Rompe todo yugo hereditario negativo que haya caído
sobre él. Quiebra toda maldición, plaga, hechicería, que puedan haber caído sobre ese
hijo (a) tuyo (a). Deshaz, con el poder de la sangre de Jesús, todo pacto o alianza que
sus ancestrales hayan hecho con satanás. Que ellos sean perdonados en la sangre de
Jesús y que N......................... sea liberado (a) para servirte. ¡Amén!

Jesús, Tú viniste para salvarnos. Tu sangre fue derramada por nuestra salvación. Tú
amas a N......................... Y quieres salvarlo.

Por eso, nosotros te pedimos, Jesús que tu sangre caiga poderosamente sobre la
mente de N.................., quebrando todas las argollas del mal que ahí están escondidas.

Deshaz, Jesús, todo yugo hereditario negativo que pasa sobre N.............................

Principalmente del alcohol y del tabaco. Libera a este hermano tuyo por el poder de
tu sangre redentora. ¡Amén!

¡Espíritu Santo, Tú eres luz! Tu luz puede penetrar lo más profundo de nuestro ser,
curándonos de todo mal. Te pido, Espíritu Santo, que derrames tu luz sobre N...............,
liberándole de todos los eslabones del mal y de todo lazo, tropiezo y celo de satanás.
Que Dios sea siempre adorado en la vida de N.................., y que, por el poder del
nombre de Jesús, el enemigo sea encadenado e impedido volver a atormentarlo. Te
ruego por este hijo (a) tuyo, ¡oh Virgen María, Madre de Dios! ¡Amén!

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ORACION
PARA LA LIBERACION Y LA SANACION INTERIOR

Espíritu del Señor, Espíritu de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, Santísima
Trinidad, Virgen Inmaculada, Ángeles, Arcángeles y Santos del paraíso, desciendan
sobre mí.

Fúndeme, Señor, plásmame, lléname de ti, úsame.

Aleja de mí todas las fuerzas del mal, destrúyelas, aniquílalas, para que yo pueda
sanar y obrar el bien.

Echa de mí los maleficios, las brujerías, la magia negra, las misas negras, las
hechicerías, las maldiciones, el mal de ojo, las ataduras; la infestación diabólica, la
posesión diabólica, la obsesión diabólica, todo lo que es mal, pecado, envidia, celo,
perfidia; la enfermedad física, psíquica, moral, espiritual y diabólica.

Quema todos esos males en el infierno, para que no puedan tocarme a mí a ninguna
otra criatura humana.

Ordeno y mando con la fuerza de Dios omnipotente en el nombre de Jesucristo


Salvador, por la intercesión de la Virgen Inmaculada, a todos los espíritus inmundos, a
todas las presencias que me atormentan, que me dejen inmediatamente, me dejen
definitivamente, y que vayan al infierno eterno, encadenados por San Miguel Arcángel,
por San Gabriel, por San Rafael, por nuestros Ángeles Custodios y que sean aplastados
todos esos espíritus malignos por el calcañar de la Santísima e Inmaculada Virgen
María.

A Jesús Salvador. Oh Jesús Salvador, Señor mío y Dios mío, mi Dios y mi todo, que
con el sacrificio de la Cruz nos has redimido y has derrotado el poder de satanás, te
ruego que me liberes de toda presencia maléfica y de todo influjo del maligno. Te lo
pido en tu nombre; te lo pido por tus llagas; te lo pido por tu sangre; te lo pido por tu
cruz; te lo pido por la intercesión de María Inmaculada y Dolorosa.

La sangre y el agua que brotan de tu costado desciendan sobre mí y me purifiquen,


me liberen y me sanen. Amén.

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ORACION POR LA SANACION INTERIOR

Señor Jesús, Tú has venido a curar los corazones heridos y atribulados, te ruego que
cures los traumas que provocan turbaciones en mi corazón; te ruego, en especial, que
cures aquellos que son causa de pecado.

Te pido que entres en mi vida, que me cures de los traumas psíquicos que me han
afectado en mi tierna edad y de aquellas heridas que me han provocado a lo largo de
toda mi vida.

Señor Jesús, Tú conoces mis problemas, los pongo todos en tu corazón de Buen
Pastor. Te ruego, en virtud de aquella gran llaga abierta en tu corazón, que cures las
pequeñas heridas que hay en el mio. Cura las heridas de mis recuerdos, a fin de que
nada de cuanto me ha acaecido me haga permanecer en el dolor, en la angustia, en la
preocupación, en la tristeza o en la depresión.

Cura, Señor, todas esas heridas que, en mi vida, han sido causa de raíces de pecado.
Quiero perdonar a todas las personas que me han ofendido, mira esas heridas interiores
que me hacen incapaz de perdonar. Tú que has venido a curar los corazones afligidos,
cura mi corazón.

Cura, Señor Jesús, mis heridas íntimas que son causa de enfermedades físicas.

Yo te ofrezco mi corazón, acéptalo, Señor, purifícalo y dame los sentimientos de tu


corazón divino. Ayúdame a ser humilde y benigno.

Concédeme, Señor, la curación del dolor que me oprime por la muerte de las
personas más queridas. Haz que pueda recuperar la paz y la alegría, por la certeza de
que tú eres la Resurrección y la Vida. Hazme testigo auténtico de tu Resurrección, de tu
Victoria sobre el pecado y la muerte, de tu presencia Viviente entre nosotros. Amén.

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ORACION PARA LA SANACION FISICA

Señor, Jesús, te adoro y te doy gracias por la fe que me has dado en el bautismo. Tú
eres el Hijo de Dios hecho hombre. Tú eres el Mesías Salvador. En este momento
quiero decirte como Pedro, “No hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres en el
que podamos ser salvados”.

Te acepto, Señor Jesús, en mi corazón y en mi vida: quiero que tú seas el Señor


absoluto. Perdona mis pecados, como has perdonado los pecados del paralítico del
Evangelio. Purifícame con tu sangre divina.

Yo pongo a tus pies mi sufrimiento y mi enfermedad. Sáname, Señor, por el poder


de tus gloriosas llagas, por tu cruz y por tu preciosísima sangre.

Tú eres el buen Pastor, y yo soy una de las ovejas de tu redil: ten compasión de mí.

Tú, Jesús, quien dijiste: “Pidan y les será dado”. Señor, el pueblo de Galilea iba a
colocar a tus pies a sus enfermos y los curabas.

Tú eres siempre el mismo, Tú tienes siempre el mismo poder. Yo creo que tú,
puedes sanarme porque tienes la misma compasión que tenías con los enfermos que
encontrabas porque eres la resurrección y la vida.

Gracias, Jesús, por lo que harás: acepto tu plan de amor por mí. Creo que me
manifestarás tu gloria. Aun antes que conozca cómo vas a intervenir, te doy gracias y te
alabo. Amén.

18
Iglesia Santa Católica Apostólica Tridentina
del Espíritu Santo

12
ORACION CONTRA EL MALEFICIO
(Exclusiva para el Sacerdote)

Kyrie eleison. Dios y Señor Nuestro, oh Soberano de los siglos, omnipotente y


todopoderoso, tú que lo has hecho todo y que lo transformas todo con tu sola voluntad;
tú que en Babilonia, transformaste en rocío de llama del horno siete veces más ardiente
y que protegiste y salvaste a tus tres niños santos; tú que eres doctor y médico de
nuestras almas; tú que eres la salvación de aquellos que se dirigen a ti, te pedimos y te
invocamos, has vana, expulsa y pon en fuga toda potencia diabólica, toda presencia y
maquinación satánica, toda influencia maligna y todo maleficio o mal de ojo de
personas maléficas y malvadas realizados sobre tu siervo......................., haz que en
cambio, de la envidia y el maleficio obtenga abundancia de bienes, fuerza, éxito y
caridad; tú Señor, que amas a los hombres, extiende tus manos poderosas y tus brazos
altísimos y potentes y ven a socorrer a este (a) hijo (a) tuya te lo pido por Nuestro Señor
Jesucristo. Amén.

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PLEGARIA DE LIBERACION

Oh, Señor, Tú eres grande, tú eres Dios, tú eres Padre, nosotros te rogamos, por la
intercesión y con la ayuda de los arcángeles Miguel, Rafael y Gabriel, que nuestros
hermanos y hermanas sean liberados del maligno que los ha esclavizado. Oh, santos,
vengan todos en nuestra ayuda.

De la angustia, la tristeza y las obsesiones.


Nosotros te rogamos: R. Líbranos, oh Señor.
Del odio, la fornicación y la envidia.
Nosotros te rogamos: R. Líbranos, oh Señor
De los pensamientos, de celos, de rabia y de muerte.
Nosotros te rogamos: R. Líbranos, oh Señor
De todo pensamiento de suicidio y de aborto.
Nosotros te rogamos: R. Líbranos, oh Señor
De toda forma de sexualidad mala
Nosotros te rogamos: R. Líbranos, oh Señor

19
Iglesia Santa Católica Apostólica Tridentina
del Espíritu Santo

De la división de la familia, de toda amistad mala.


Nosotros te rogamos: R. Líbranos, oh Señor
De toda forma de maleficio, de hechizo, de brujería y de cualquier mal oculto.
Nosotros te rogamos: R. Líbranos, oh Señor

Oh, Señor, que dijiste “la paz les dejo, mi paz les doy”, por la intercesión de la
Virgen María concédenos ser liberados de toda maldición y gozar siempre de tu paz.
Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

Nota:
Los objetos, amuletos, talismanes, ouijas, libros de ocultismo, etc., que se usan para prácticas de
brujería en el ocultismo, son fuentes de daño que pueden afectar a las personas que los tocan, los
usan, o los destruyen; por tal motivo, cuando lleguen contigo, hermano Sacerdote, a llevarte estos
objetos, a notificarte que los han destruido o tirado, no dudes en usar el poder de tu sacerdocio y
conjurarlos aunque estén ya destruidos o hayan sido tirados, con la siguiente oración de conjuro que
repetirás por tres veces delante de las afectadas:

PLEGARIA DEL CONJURO


Con el poder y autoridad de mi Sacerdocio:

Te conjuro, serpiente antigua, por el juez de vivos y muertos, por el Creador del
mundo que tiene poder para enviarte a la gehena, para que pronto en este instante y para
siempre, te alejes de estos objetos (mencionar aquí los objetos que se están conjurando
o libros de ocultismo). Te lo ordena, maldito diablo, el que ordenó a los vientos y al mar
y a las tempestades. Te lo ordena, el que te mandó sumergirte desde lo alto de los cielos,
a las profundidades de la tierra. Te lo manda, el que te mandó retroceder.

Oye, pues, satanás y teme; y vencido y postrado aléjate, conjurado en el nombre de


Nuestro Señor Jesucristo, que ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos y al
mundo por medio del fuego. Amén.

Signos de protección:

De los signos de protección que el cristiano, puede llevar eficazmente consigo para
defenderse de los ataques del adversario, son de gran eficacia: las medallas, reliquias de
los Santos, escapularios, etc.

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