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Título: Rig Veda (VR)

Datación: 2000-1500 ET (Era Teocrática idem a C.)

Ubicación: India.

Ediciones:

1975 Villar, F. Himnos Védicos. Ed Nacional. Madrid.


1975 Doniger, Wendy. Mitos hindues. Siruela. España. 2004.
1980 De Mora, J. M. El Rig Veda. México.
2014 Tola, F. Himnos del Rig Veda. Ed Las Cuarenta. Bs. As.
2020 Nicolon, Ricardo. Himnos del Rig Veda. Compilación sin fines de lucro.

Comentarios:

1833 Loiseleur Deslongchamps y Colebrooke en el Libro de Manu. Traducción y notas


de García Calderón (1924). Ed. Digital. 2019.
1913 Coomaraswamy. Mitos y leyendas hindúes y budistas. Ed. Digital.
1932 Coomaraswamy. Los Vedas. Ed. Digital.
1981 Kramrisch, Stella. La presencia de Siva. Ediciones Siruela. España. 2003.
1999 Avila, Susana. Mitología de la India. Miraguano. España.
1986 Vyasa. Maha-Bharata. Traducción de Julio Padilla. Edicomunicación. Barcelona.
2000 Pérez Martin, Fernando. Los Vedas en la luz de la doctrina secreta. Ed. Digital.
2003 Tola-Dragonetti. El Vedismo. Los Vedas lo Uno como origen de todo el orden
cósmico. AEO 39. España.
2004 López Salort, Daniel. Las Miradas de la India, en Presencias de lo Sagrado, Ed.
Konvergencias.
2007 Cattedra, Olivia. La noción de realidad (sat) en algunos himnos cosmogónicos del
Rig Veda. Konvergencias. Filosofía y Culturas en Diálogo. Año 5, Nº 16 Tercer
Cuatrimestre. Argentina.
2012 Kashyap. R. L. Lo esencial del Rig Veda. Traducción de Anselmo Hernández
Quiroz. Sri Aurobindo Kapāli Sāstry Institute of Vedic Culture, Bangalore, India.
2014 Valmiki. Ramayana. UIE. LPP. Bolivia.

1
Texto:

Libro [Mandala] 1

Himnos [sūktas 1-10] del Sabio Madhuchchhandā Vaishvāmitra.

Himno [sūkta] al Sacerdote Agni.

(VR 1.1) (Villar 1975) 1 A Agni alabo, el sacerdote, del sacrificio divinidad, oficiante,
/oferente, máximo dador de bienes. 2 Agni, merecidamente ensalzado por los cantores
antiguos y digno de serlo por los modernos, que él reúna aquí a las divinidades. 3 Por
Agni consiga los bienes suficientes y el bienestar de día en día, gloriosa, abundante en
hijos. 4 Oh Agni, el sacrificio, la ofrenda que envuelves por completo, ésa va entre las
divinidades. 5 Agni, sacerdote, sabio veraz, glorioso, venga como divinidad entre las
divinidades. 6 Cuando en verdad al que te adora, oh Agni, procures la felicidad, tuya
será en efecto, Angiras. 7 Hacia ti, Agni, de día en día avanzamos, oh iluminador,
nosotros, mediante el pensamiento, llevándote el honor, 8 A ti que riges los ritos,
guardas las leyes, brillante, que creces en tu propia casa. 9 Sé para nosotros padre
accesible a su hijo, Agni, permanece a nuestro lado para nuestra felicidad.

Himno a los guerreros: Indra y el conductor de carros de combate, Vayu.

(VR 1.2) (Villar 1975) 1 Oh Vayu, acude, oh hermoso. Estos Somas están servidos.
Bebe de ellos. Escucha la llamada. 2 Oh Vayu, los cantores te celebran con himnos,
ellos que tienen Soma prensado, que conocen los días. 3 Oh Vayu, tu vaca viene
haciendo partícipe al adorador, extensa, para la bebida del Soma. 4 Oh Indra-Vayu,
estos son los Somas prensados. Venid con los dones que dan satisfacción. Porque los
jugos del Soma os reclaman. 5 Oh Vayu, e igualmente Indra, vosotros dos distinguís los
Somas prensados, oh divinidades ricas en botín. Siendo tales, venid aquí rápidamente.
6 Oh Vayu, e igualmente Indra, venid a la cita del prensador rápidamente, con ese
pensamiento, oh señores. 7 Invoco al Juez Mitra de ilustre pensamiento, y al Juez
Varuna que protege al extranjero, ambos que cumplen el pensamiento marcándolo con
grasa ritual. 8 Oh Mitra-Varuna, oh divinidades vigorizadas por el orden, mediante el
orden habéis alcanzado el alto poder. Los dos poetas, Mitra-Varuna, poderosos, de
ancha sede, a nosotros nos ha otorgado el pensamiento activo.

(VR 1.2) (Kashyap-Hernández 2012) 1-6 […] 7 Invoco a Mitra el de discernimiento


purificado /y a Varuna el destructor de enemigos, /al perfeccionar un entendimiento
brillante. 8 Mediante la Verdad, Mitra y Varuna /–quienes incrementan la verdad,
quienes tocan la verdad- /gozan de un vasto poder de voluntad. 9 Mitra y Varuna, los
poetas videntes, los de múltiples nacimientos, los de amplios domicilios; para nosotros
/sostienen el discernimiento que opera el trabajo.

Himnos al Guerrero Indra.

(VR 1.4) (Villar 1975) 1 A la divinidad experta en hacer buenas obras, buena para la
petición como una vaca buena para ordeñar para el ordeñador, nosotros lo invocamos de
día en día. 2 Ven a nuestros ritos de exprimir el Soma; bebe del Soma, oh bebedor de
Soma; dadora de vacas es en efecto la embriaguez de la divinidad rica. 3 Que
conozcamos nosotros luego los buenos pensamientos íntimos de Indra; no mires por

2
encima de nosotros, que tu mirada nos vea; ven aquí. 4 Ve lejos; pregunta por el
poderoso, invencible Indra, el sabio que es mejor que los amigos. 5 Que digan los que
nos critican: «os habéis privado de cualquier otra cosa, poniendo en Indra la ofrenda». 6
Que los pueblos piadosos nos llamen felices, oh prodigiosa divinidad; que estemos bajo
el amparo de Indra. 7 Trae el rápido soma al rápido Indra que adorna el sacrificio, que
embriaga a los hombres, que acelera y divierte a los amigos. 8 Habiendo bebido del
soma, oh divinidad de cien poderes, te has convertido en destructor de enemigos; has
impulsado hacia la lucha al héroe. 9 Eres divinidad fuerte en las batallas, te
fortalecemos, oh divinidad de cien poderes, para la obtención de los despojos, oh Indra.
10 Al que es un gran flujo de riqueza, que ayuda, amigo del que exprime el Soma, a ese,
Indra, cantad.

(VR 1.4) (Kashyap-Hernández 2012) 3 No te muestres más allá de nosotros, ven.

(VR 1.5) (Villar 1975) 1 Venid pues aquí, sentaos, cantad a Indra, amigos que ofrecéis
cánticos de alabanza. 2 Al primero de entre los muchos tesoros deseables, a Indra, junto
con el Soma exprimido celebrad. 3 Que él nos ayude en el trabajo, que él nos ayude en
la riqueza, que él nos ayude en la ofrenda, que venga a nosotros junto con el botín. 4 A
aquel a quien sus enemigos no detienen a sus caballos en las refriegas, a ese, Indra,
cantad. 5 Para el bebedor de soma, estos somas exprimidos puros, van para su disfrute,
los Somas con mezcla de leche agria. 6 Para la bebida del soma exprimido, naciste
fuerte de una vez, oh Indra, para la soberanía, oh divinidad poderosa. 7 Que los rápidos
Somas te penetren, oh Indra, poseedor de cantos; que te sirvan de provecho, oh
divinidad sabia. 8 A ti los cantos de alabanza fortalecieron, a ti los himnos, oh
divinidad de cien poderes; que nuestros cantos te fortifiquen. 9 Que Indra gane este
botín que vale por mil, Indra de inagotable ayuda, en quien está todo el vigor
masculino. 10. Que los mortales no ataquen nuestros cuerpos, oh Indra poseedor de
cantos; eres el señor, aparta de nosotros el arma homicida.

Himno a Indra y al Piadoso.

(VR 1.6) (Villar 1975) 1 Uncen los caballos del sol, rojizos, que se mueven desde el
inmóvil espacio; los espacios luminosos brillan en el cielo. 2 Uncen al carro los dos
caballos de este Indra, estimados, provistos de alas de pájaro, rojos, valientes,
portadores de hombres. 3 Creas la luz para el hombre desprovisto de luz, una forma
para el hombre desprovisto de forma, oh jóvenes, naciste junto con las auroras. 4
Entonces a su manera los Sabios Angiras han efectuado el embarazo de nuevo (?),
habiendo tomado un nombre sacrificial. 5 Con los guías que han roto la fortaleza, has
encontrado, oh Indra, las vacas aun en su escondite (?). 6 Como los hombres piadosos
sus oraciones, los cánticos han ensalzado al dador de los bienes suficientes, grande,
célebre. 7 El piadoso es visto junto con Indra, unido a quien está lleno de confianza,
ambos gozosos, igualmente luminosos. 8. Junto con los irreprochables, celestiales, la
divinidad combatiente resplandece poderosamente con las muchedumbres de piadosos
amadas de Indra. 9 Ven de allí, oh divinidad que gira en derredor, o del espacio
luminoso del cielo; en él los cantos confluyen. 10 Desde aquí, desde la tierra, o desde el
cielo, suplicamos la consecución de ofrendas a Indra, o desde el gran espacio.

(VR 1.6) (Kashyap-Hernández 2012) 3 ¡Oh Poderoso!, manifiestas el conocimiento


para alguien que no lo tiene y también la forma para lo que carece de ella. /Naces con
los rayos del alba del conocimiento.

3
Himno a Indra y las cinco comunidades primeras.

(VR 1.7) (Villar 1975) 1 Hacia Indra los cantores con vigor, hacia Indra los recitadores
con sus himnos, hacia Indra las melodías han resonado. 2 Indra asociado a los dos
corceles; Indra asociado al carro enjaezado por la palabra, divinidad que posee el
trueno, de color de oro. 3 Indra ha hecho al sol subir al cielo para ser visto
extensamente; ha abierto un paso en la montaña con las vacas. 4 Ayudanos, oh Indra,
en los botines y en las batallas, poderoso con ayudas poderosas. 5. Nosotros llamamos a
Indra para la gran batalla, a Indra para la pequeña, asociado en los combates, divinidad
poseedor del rayo. 6 A nosotros, oh divinidad varón, siempre dador, ábrenos esa
caldera, oh divinidad a quien no se puede hacer retroceder. 7 Los himnos que impulso
tras impulso son más poderosos, de Indra poseedor del rayo […], no omito la hermosa
plegaria de esta divinidad. 8 Como el toro macho a los rebaños, Indra pone en
movimiento las poblaciones con su fuerza poderosa, a quien no se puede hacer
retroceder. 9 Divinidad que manda sola en las poblaciones, en las riquezas, Indra de
cinco poblaciones. 10 A Indra nosotros proclamamos en vuestra ayuda desde todas
partes, desde todas las comunidades; que él sea exclusivamente nuestro.

Himno a Indra y el botín de guerra.

(VR 1.8) (Villar 1975) 1 Oh Indra, los bienes suficientes benéficos, victorioso, siempre
triunfante tráela, la más alta, para nuestra ayuda. 2 Gracias a la cual mantengamos
alejados a los enemigos por la lucha a mano, ayudados por ti, a caballo. 3 Oh Indra,
ayudados por ti nosotros recibamos el rayo con el mazo. Que venzamos en el combate a
los enemigos. 4 Que nosotros con los guerreros, con los arqueros, oh Indra, contigo
como aliado podamos vencer a nuestros enemigos. 5 Grande es Indra, y que la riqueza
corresponda al poseedor del rayo también más allá. Como el cielo es su fuerza en
extensión. 6 Los hombres que en la lucha o en la consecución de descendencia han
tenido éxito, o los cantores piadosos [...] 7 El vientre bebedor de Soma como el océano
se infla, como las anchas aguas, desde la cabidad bucal. 8 Pues la generosidad de éste es
plena, rica en vacas, grande como una rama madura para el adorador. 9 Pues así, oh
Indra, tus ayudas son ricas para uno como soy, están a punto para el adorador. 10 Pues
son cosas estimadas por él, el himno y lo que es recitado, las cosas propias de la súplica,
para Indra, para la bebida del Soma.

Himno a Indra y el soma.

(VR 1.9) (Villar 1975) 1 Oh Indra, ven, embriágate con el licor del Soma, en todas las
formas (?) en que se exprime el Soma. Grande que domina por su fuerza. 2 Arrojadle,
gozoso, en el Soma, para Indra gozoso, activo para el activo en todas las cosas. 3
Embriágate, oh Indra de hermosos labios con los himnos gozosos, oh Divinidad que
pertenace a todas las poblaciones, junto con estas preparaciones del Soma. 4 Los cantos
se han derramado en tu honor; se han levantado a tu encuentro, insuficientes, hacia el
toro, señor. 5 Trae con rapidez tu bien material resplandeciente, apreciable, oh Indra;
que tu bien material sea ancho, dominante. 6 Estimúlanos a nosotros, oh Indra, desde
allí a la riqueza, a nosotros llenos de celo, resplandecientes, oh Divinidad muy
poderosa. 7 Otórganos, Indra, la gloria consistente en vacas, consistente en botín,
poderosa, ancha, de la duración de la vida, inagotable. 8 Concédenos la gloria poderosa,
el resplandor que gana mil bienes, oh Indra, estas satisfacciones llevadas en carro. 9

4
Cantando canciones a Indra, el señor de los bienes suficientes, digno de ser cantado en
estrofas, que se dirige hacia la ofrenda para la ayuda [...] 10 En todos los modos de
exprimir el Soma el hombre piadoso en honor de Indra que en ello se complace,
poderoso, un poderoso himno entona.

Himno a Indra y el poeta Kausika.

(VR 1.10) (Villar 1975) 1 A ti cantan los cantores, los cantores de himnos entonan el
himno en tu honor. Los sacerdotes a ti, oh Divinidad de cien poderes, como a un
puntal te han levantado. 2 Cuando subió de montaña en montaña y miró la cantidad de
cosas por hacer, entonces Indra divisa su trabajo como un carnero se pone en
movimiento junto con el rebaño. 3 Unce los dos corceles provistos de crines, machos
que llenan la cincha; así pues, oh Indra bebedor de Soma, estimula la escucha de
nuestros cantos. 4 Ven hacia los himnos, apruébalos, canta, grita; y fortalece, oh
chamán Vasu, nuestro rito al igual que nuestro sacrificio. 5 El himno a recitar es
refuerzo para Indra de numerosas recompensas; así pues, Indra fuerte, se complazca en
nuestros actos de exprimir el Soma y en nuestras amistades. 6 A él nosotros rogamos
para la amistad, a él para la riqueza, a él para la posesión de hombres; él que es el
fuerte, nos ayude, Indra, repartiendo los bienes materiales del botín. 7 Bien abierto,
bien vaciado, oh Indra, bendición das, el establo de vacas ábrelo, consigue el tesoro, oh
Divinidad que actúas con las piedras de molienda del soma. 8 A ti cuando te
estremeces no te dominan los dos mundos; captura las aguas resplandecientes por el sol;
arrójanos las vacas. 9 Oh Divinidad de oídos atentos, escucha cuando llamamos; recibe
mis cantos; haz este himno mío más próximo que un compañero. 10 Pues nosotros
sabemos que eres el más viril, que escucha las llamadas en medio de los botines;
nosotros invocamos de la Divinidad más viril la ayuda, que hace ganar mil botines de
guerra. 11 Oh Indra, oh poeta Kausika bebe el Soma exprimido que te embriaga,
prolonga nuestra vida como una nueva; haz al cantor ganador de mil botines de
guerra. 12 Que estos cantos te rodeen por todas partes, oh Divinidad ganadora de
cantos; los crecimientos vayan tras la Divinidad cuya fuerza vital ha crecido; que las
gracias sean agradables.

Himno [sūkta 11] del Sabio […].

[…]

Himnos [sūktas 12-23] del Sabio Medhātithi Kānva

Himnos a Agni.

(VR 1.12) (Villar 1975) 1 Elegimos a Agni, mensajero, oferente omnisciente de este
sacrificio, sabio. 2 Agni, Agni, con llamadas siempre te invocan, señor del lugar
portador de ofrendas, querido para muchos. 3 Oh Agni, trae aquí a los dioses, eres
nacido para el derramamiento de la grasa ritual; eres nuestro oferente digno de
veneración. 4 A éstos despiértalos vigilantes, cuando, oh Agni, vas a cumplir la función
de mensajero; con los dioses te sientas en la sede sacrificial. 5 Oh Venerable, ungido de
manteca derretida, destruye siempre a los seres perjudiciales, Agni, a los seres
demoníacos. 6 Por Agni el fuego es encendido, conocedor, señor de la casa, joven,
portador de las ofrendas, provisto de lengua en la boca. 7 Al sabio Agni alaba con
himnos, cuyas normas son verdaderas en el sacrificio, dios que aleja los espíritus

5
atormentadores. 8 Oh Agni, el que siendo señor de las ofrendas te protege a ti, oh dios,
que eres mensajero, de ése sé siempre protector. 9 El que el fuego desea poseer
teniendo ofrendas para la fiesta de los dioses, a él, oh Agni purificador, séle propicio. 10
Eres para nosotros, purificador venerado, Agni, a los dioses aquí convoca para el rito y
la ofrenda por nosotros ofrecida. 11 Eres, celebrado por nosotros con un himno nuevo,
tráenos la riqueza abundante en hombres, objeto de nuestro deseo. 12 Oh Agni, con
llama resplandeciente, con todas las invocaciones de las divinidades este himno acepta
con complacencia, de nuestra parte.

(VR 1.13) (Kashyap-Hernández 2012) 1 Trae a los dioses para nosotros/ ¡Oh bien
encendido/ Agni!, a quien pertenecen las ofrendas, /sacerdote principal, el purificado,
haz el sacrificio”. 2 ¡Oh progenie de tu propia extensión!, ¡Oh poeta-vidente!, guía
nuestro deleitante sacrificio para que sea entre los dioses, /para que se labore su
advenimiento ahora. 3 Llamo aquí a este sacrificio /al querido Narāshamsa uno quien
lauda a los dioses que van delante, /de Él es la lengua meliflua y Él fabrica las
ofrendas. 4 ¡Oh Agni adorado!, trae en tu alegremente dichosa carroza a los dioses,
/invocas a los dioses /y los estableces con el mantra en nosotros. 5 Con el debido orden
es esparcido el sagrado asiento, /cuya superficie es de luminosa claridad mental /¡Oh
sabios!, /ahí se tiene la visión de lo inmortal.

Himno de los Poetas Kanvas a las divinidades.

(VR 1.14) (Villar 1975) 1 Oh Agni, hacia las oblaciones, hacia las plegarias, para la
bebida del Soma junto con todos estas divinidades, ven y haz la ofrenda. 2 Los Poetas
Kanvas te han invocado. Ellos cantan, oh divinidad inspirada, tus poemas. Ven, oh
Agni junto con las divinidades. 3 A Indra-Váyu, a Brhaspati, a Mitra, a Agni, a Pusan,
a Bhaga, a los Adityas, a la tropa de los Maruts invoco. 4 Las gotas del soma os son
ofrecidas, embriagadoras, productoras de embriaguez, las gotas de miel que yacen en la
fuente. 5 Los Kanvas deseosos de ayuda, que preparan el lecho ritual, te invocan, los
portadores de la ofrenda que disponen la celebración. 6 Las divinidades que te traen,
portadores con la espalda reluciente de grasa ritual, con el pensamiento dispuesto, a
esas divinidades para la bebida del Soma 7 A esas divinidades sacrificiales,
robustecidas por el orden, hazlos, oh Agni, provistos de esposas divinas. Hazlos beber
miel, oh divinidad de buena lengua. 8 Las que son divinidades sacrificiales, dignas de
ser invocadas, esos beban por tu lengua de la miel, oh Agni, a los gritos rituales [vasat].
9 Que desde el espacio del sol a todas las divinidades que se despiertan con la Aurora,
el oferente inspirado traiga aquí. 10 Bebe, oh Agni, la bebida sómica junto con todos las
divinidades, con Indra, con Váyu, con los designios de Mitra. 11 Como oferente
establecido por el hombre te asientas, oh Agni, sobre los sacrificios. Siendo tal, sacrifica
este rito nuestro. 12 Unce pues al carro, oh las divinidad, los corceles rojizos, rojos.
Con ellos trae aquí a las divinidades.

Himno de Kutsa y Trita, hijo del agua.

(VR 1.15) (Colebrooke-García Calderón 1924) Tres ascéticos hermanos hijos [Aptya]
del agua [ap] estaban muertos de sed mientras viajaban por un desierto de arena. Al
cabo hallaron un pozo y Trita descendió y sacó agua para sus compañeros; pero los
hermanos ingratos robaron sus efectos y lo dejaron en el pozo, cubriendo a este con una
pesada rueda de carro. En su apuro, Trita el hermano traicionado pronunció los himnos
[…]. Kutsa se hallo también una vez en semejante apuro y pronunció la evocación […]

6
Himno a Indra.

(VR 1.16) (Villar 1975) 1 Que los corceles te traigan aquí, Divinidad macho, para la
bebida del Soma, oh Indra, los corceles que contemplan el sol. 2 Que los dos corceles
traigan aquí hacia estos granos tostados que gotean grasa a Indra en el carro que mejor
rueda. 3 A Indra llamamos por la mañana, a Indra cuando avanza la ceremonia, a Indra
para la bebida del Soma. 4 Ven hacia nuestro Soma prensado con los corceles provistos
de crines, oh Indra; te llamamos para el Soma. 5 Ven hacia este nuestro himno, hacia
este rito de exprimir el Soma; bebe como búfalo sediento. 6 Estos Somas, jugos
exprimidos, están en el lecho sacrificial; bébelos para la fuerza. 7 Este himno, el
primero, te toque el corazón, el muy benéfico; bebe, pues, el Soma exprimido. 8 Indra
va hacia todo jugo exprimido para la embriaguez, el matador de Vrtra, para la bebida
del Soma. 9 Llena pues este deseo nuestro mediante vacas, caballos, oh Divinidad de
cien poderes; que te alabemos provistos de buenos pensamientos.

Himno al guerrero Brhaspati y al poeta Kaksivat

(VR 1.18) (Villar 1975) 1 Haz que resplandezca, oh señor del Brahma, señor de la
fórmula sagrada, Brhaspati, el portador del Soma. El Poeta Kaksivat, está impaciente.
2 El cual, rico, destructor del mal, procurador del bien, aumentador del alimento, siendo
tal, a nosotros nos acompañe, él que es fuerte. 3 Que la maldición del mortal enemigo,
que su daño no nos alcance; protégenos, oh señor del brahma Brhaspati. 4 No recibe
daño el hombre a quien Indra, el señor del brahma Brhaspati y Soma favorecen. 5
Eres, oh señor del brahma Brhaspati, y Soma e Indra, a este mortal protegan del
tormento, y también el favorable derecho [Daksiná]. 6 Al señor de la sede,
extraordinario, querido, amigo de Indra, le he pedido ganar con sabiduría. 7 Aquel sin
el cual el sacrificio no se realiza, incluso si es el de un Sabio, ése deja salir el carro de
los pensamientos. 8 El propicia la fabricación de la ofrenda, hace que el rito avance. La
ofrenda llega hasta las Divinidades. 9 He visto a Narasamsa Agni, el muy intrépido, el
muy extenso que confiere una sede como el cielo.

Himno al Sacerdote Agni y a los Poetas guerreros Maruts.

(VR 1.19) (Villar 1975) 1 Hacia este apreciado sacrificio has sido llamado para
protección. Junto con los Maruts, ven oh Agni, 2 Ni divinidad ni mortal, oh grande, por
encima de tu fuerza. Junto con los Maruts, ven, oh Agni. 3 Que conocen el gran espacio,
todas las Divinidades que no mienten [...]. Junto con los Maruts, ven oh Agni. 4 Que,
temibles, han cantado el canto sagrado, fuera de alcance por su fuerza [...]. Junto con los
Maruts, ven oh Agni. 5 Que hermosos, de aspecto terrible, de magnífico poder,
protectores del extranjero [...]. Junto con los Maruts, ven oh Agni. 6 Que se asientan en
el cielo sobre la zona brillante del firmamento, ellos que son Divinidades [...]. Junto
con los Maruts, ven oh Agni. 7 Que hacen agitarse las montañas más allá del océano, de
las olas [...]. Junto con los Maruts, ven oh Agni. 8 Que se extienden con los rayos
solares más allá del océano con su fuerza [...]. Junto con los Maruts, ven oh Agni. 9
Extiendo para ti la miel del Soma para que bebas el primero. Junto con los Maruts, ven
oh Agni.

Himno a los artesanos Rbhus.

7
(VR 1.20) (Villar 1975) 1 Este homenaje en honor de la estirpe divina ha sido tributado
por los poetas, con la boca, homenaje que es el supremo dador de bienes preciados. 2
Los que para Indra han modelado los dos corceles enjaezados por la palabra, se han
hecho por sus esfuerzos acreedores del sacrificio. 3 Hicieron para los dos chamanes
Násatyas el carro de fácil conducción que gira en torno del mundo. Ellos modelaron la
vaca que produce néctar. 4 Los artesanos Rbhus con su trabajo han hecho de nuevo
jóvenes a los dos padres, cuyas fórmulas se cumplen, de pensamiento recto. 5 Vuestra
embriaguez se ha unido a la de Indra acompañado de los poetas Maruts y a la de los
Ádityas, los reyes. 6 La célebre copa de la divinidad Tvastar recientemente hecha
vosotros la habéis reconstruido en número de cuatro. 7 Vosotros concedednos bienes
preciados en número de tres veces siete, para el que prensa el Soma, de uno en uno
como precio de las buenas recitaciones. 8 Conductores del ritual, lograron y obtuvieron
para sí, por su buen hacer, una parte del sacrificio entre las divinidades.

(VR 1.20) (Kashyap-Hernández 2012) 4 Los Ribhus, que son verdad-pensamiento, y


que anhelan constantemente el camino correcto, /hicieron a los Padres jóvenes de nuevo
al darles una gracia [imbuirlos]. 5 […] 6 Y esta copa del dios Tvashtri, nueva y bien
pulida, /la hiciste de nuevo que fuese cuádruple.

Himnoa a las Aguas y las Energías Interiores [Apaha]

(VR 1.23) (Kashyap-Hernández 2012) 20 Soma me ha dicho a mí que en las aguas


/dentro de ellas están todas las medicinas. /Y que Agni es quien otorga felicidad
próspera para todos, /y que las aguas son curativas, remedios para todos.

Himnos [suktas 24-30] del Sabio Shunahashepa Ājīgarti.

Himno a la sabiduría de la poetisa Aditi.

(VR 1.24) (Kashyap-Hernández 2012) 12 Una intuición en el corazón ve esa verdad.


[…] 15 ¡Oh Hijo de Aditi! Que permanezcamos entonces en la ley de tus obras, /y que
seamos inocentes ante la Madre Infinita Aditi.

Himno a la piedad de Varuna, el juez.

(VR 1.25) (Villar 1975) 1 Si como las comunidades, oh Divinidad Varuna, tu ley
nosotros quebrantamos día tras día, 2 no nos entregues al arma mortífera que mata, del
enfado al furor del ofendido. 3 Para la misericordia tu pensamiento, como un cochero a
su caballo atado, desatamos con nuestros cantos, Varuna. 4 Mis deseos vuelan para la
búsqueda del bienestar como las aves hacia sus residencias. 5 ¿Cuándo haremos venir
aquí al señor Varuna, gloria del poder, para obtener piedad, Divinidad que mira de
lejos? 6 Eso lo han logrado los dos por igual; siendo favorables no dejan de preocuparse
de quien cumple la ley, del adorador. 7 El conoce el camino de las aves que vuelan por
el espacio, conoce las naves del océano. 8 Conoce los doce meses provistos de
descendencia quien guarda la ley; el que los conoce nace de nuevo. 9 Conoce la carrera
del viento ancho, inmenso, elevado, conoce a los que presiden 10 Varuna que mantiene
las leyes se ha instalado en las moradas acuáticas para la soberanía, Divinidad del buen
poder. 11 Desde allí la Divinidad que conoce contempla todas las cosas ocultas las
hechas y las que están por hacer. 12 Que este hijo de Aditi [Aditya] de pensamiento
favorable nos haga siempre favorables los caminos, que aumente nuestras vidas. 13

8
Llevando una vestimenta de oro Varuna se ha revestido una capa resplandeciente. Las
Divinidades Vigilantes se han instalado en derredor. 14 A esa Divinidad no la
pretenden engañar los mentirosos ni los hombres nocivos, ni los que tienden
emboscadas. 15 Este ha logrado para sí una distinción no dividida entre los hombres, en
nuestros propios vientres. 16 Mis pensamientos se alejan como vacas por los campos de
pastoreo buscando la Divinidad que mira de lejos. 17 Entrevistémonos nosotros dos en
el lugar desde el que me ha sido traída la dulce bebida; como un oferente, degusto el
brebaje querido. 18 Que vea la Divinidad visible por todos, que vea el carro en la
tierra. Que él acepte estas palabras mías. 19 Oh Sabio, rijes todas las cosas del cielo y de
la tierra. Presta atención a mi aproximación oferente. 20 Desátanos el lazo superior,
suelta el lazo intermedio y también los inferiores, para la vida.

(VR 1.25) (Tola 2014) 1 Aunque todos los días, como hombres que somos, violemos
tus normas, oh Varuna, 2 no nos entregues al golpe mortal de tu ira, ni al furor de tu
terrible cólera. 3 ¡Ojalá que con nuestros cantos, oh Varuna, soltemos tu espíritu hacia
la misericordia, como un cochero suelta su caballo! 4 Como pájaros hacia su nido, mis
palabras conciliatorias alzan el vuelo, deseando alcanzar mi felicidad. 5 ¿Cuándo
llevaremos hacia la misericordia a la Divinidad Varuna, adornado con la gloria de la
soberanía y cuya vista se extiende al infinito? 6 Esto poseen ambos Varuna y Mitra en
común: llenos de cuidado, no son indiferentes para el que los venera y cumple sus leyes.
7 Varuna conoce el camino de las aves, que vuelan por el cielo; y Soberano del océano,
conoce también el camino de la nave. 8 Mantenedor del Orden, conoce los doce meses
cargados de descendencia; conoce al Orden que nace además de ellos. 9 Conoce el
camino del vasto, elevado, poderoso viento; y conoce a los que tienen su trono más
arriba en el cielo supremo. 10 Varuna, el mantenedor del Orden, ha tomado asiento en
su morada, sabio como para ejercer la universal soberanía. 11 Atento, contempla desde
allí las cosas maravillosas, las que ya existen y las que en el futuro han de existir. 12
¡Ojalá que, todos los días, el prudente hijo de Aditi nos conceda buenos caminos y
prolongue nuestras vidas! 13 Varuna lleva su capa de oro y se ha puesto su vestidura de
gala. A su alrededor se han sentado sus servidores, espías de hombres. 14 A esta
Divinidad no intentan hacerle daño los malvados ni los que utilizan el engaño ni los que
son agresivos. 15 Ha conseguido para sí, en toda su integridad, el respeto de los
hombres y, en nuestros corazones, el de cada uno de nosotros. 16 Como vacas que van
hacia los prados, así parten mis oraciones, deseando encontrar a Varuna, cuya vista se
extiende al infinito. 17 Conversemos nuevamente pues me han traído el dulce jugo y,
con gusto, como un sacerdote de sacrificio [hotar] lo estás bebiendo. 18 ¡Ojalá que
pueda ver al que todos desean ver! ¡Ojalá vea su carro posado en tierra! ¡Ojalá mis
cantos sean de su agrado! 19 Oh Varuna, escucha mi llamada, concédeme hoy tu
misericordia. Te he invocado ansiando conseguir tu protección. 20 Oh Divinidad sabia,
gobiernas todo, el cielo y la tierra. Escúchame en tu camino. 21 Para que pueda vivir
suelta mis cadenas de arriba, desata las de en medio, desata las de abajo.

Himno a Usha.

(VR 1.30) (Kashyap-Hernández 2012) 20 Amante de las alabanzas, ¡Oh Usha!, la Sin-
muerte, ¿Cuál mortal es apto para gozarte? ¡Oh Luminosa! ¿A quién alcanzas?

Himnos [suktas 31-35] del Sabio Hiranyastūpa Āngirasa.

Himnos a Agni.

9
(VR 1.31) (Villar 1975) 1 Eres, oh Agni, el primer Angiras, divinidad, te has hecho
amigo benévolo de las divinidades; bajo tu acción han nacido los Maruts poetas de
lanzas brillantes, que actúan con inteligencia. 2 Eres, oh Agni, primero, Angiras por
excelencia, poeta, de las divinidades rodeas las acciones sagradas de los hombres;
omnipresente a toda criatura, sabio, hijo de dos madres, que te presentas de variadas
maneras al hombre. 3 Eres, Agni, te manifestaste en primer lugar a los hijos del Sol:
Matarisvan y a Vivasvat por tu inteligencia. Cielo y tierra temblaron en la elección;
aceptaste la carga; adoraste a los grandes, oh Vasu. 4 Eres, oh Agni, el que hiciste al
cielo enrojecer para el hombre; para Purüravas, el que bien actúa, aun mejor actuador
eres. Cuando por la fuerza te liberas de tus padres, a ti primeramente y en adelante a tu
emplazamiento te condujeron. 5 Eres, Agni, eres el que, fuerte, aumentas la
prosperidad al que ofrece una libación, eres digno de ser alabado. Eres el que conoce la
invocación ritual [vasat], el que otorga las principales fuerzas de la vida; desde el
principio los pueblos te desean ganar. 6 Agni, al hombre que sigue malos caminos
salvas en la hora del reparto sagrado, oh eres el que te mueves a lo lejos. Eres el que en
el ruido y en la batalla peligrosa, con unos pocos, destruyes en la refriega a un número
superior. 7 Pones al mortal en la inmortalidad suprema, en la gloria que crece de día en
día, Eres el que aun estando anhelante, a ambas Casas deleite procuras y gozo al
sacrificador. 8 Eres Agni, nos honras al cantor para el logro de los botines, una vez que
has sido alabado. Que podamos realizar con éxito el acto sacrificial mediante la obra
nueva; mediante la ayuda de las divinidades, oh cielo y tierra, favorecednos. 9 Eres,
Agni, en medio de padres, divinidad entre divinidades, oh ser irreprochable, eres
atento. Sé el conservador de la vida y el protector para el poeta, tú, oh noble divinidad,
todos los bienes has sembrado. 10 Eres, Agni, el protector, el padre eres para nosotros,
el que da la fuerza vital; nosotros somos tus parientes. A ti las riquezas centuplicadas, a
ti multiplicadas por mil van, observas los preceptos, oh divinidad libre de error. 11 A ti,
oh Agni, fue al primer ser rico que hicieron las divinidades para Ayu, a quien hicieron
Jefe de la Casa de Nahusa; Hicieron a la oblación instructora del hombre, para
enseñarle que el hijo Agni nace de un padre como soy -el hombre sacrificador (?). 12
Eres, Agni, con tus poderes, o divinidad, protege a nuestros benefactores y a nosotros
mismos, oh divinidad digna de ser invocada. Protector de los hijos de nuestra familia
eres, de nuestras vacas, proteges vigilantemente bajo tu mandato. 13 Eres, oh Agni,
para tu adorador protector cercano, para el inerme con cuatro ojos alumbras la llama. El
que ofrece la oblación para la salvación y para la abundancia, de ese suplicante acoges
en tu pensamiento las palabras rituales. 14 Eres, Agni, al que te ofrenda el sacrificio
procuras la riqueza deseable en alto grado. Incluso del pobre, protector y padre te
deleitas en ser; gobiernas al ignorante, le enseñas las direcciones, eres el más Sabio. 15
Eres, Agni, al hombre que te ofrece presentes lo proteges como una coraza ajustada en
derredor. Quien proporciona dulces alimentos, quien procura felicidad en su morada y
ofrece el sacrifico de seres vivos, ese está en estrecha vecindad del cielo. 16 Esta
ofensa, Agni, perdónanos, este camino que hemos hecho de lejos. Aliado, padre,
protector de los que hacen ofrendas, activo iluminador de los hombres. 17 Como Manu,
oh Agni, como Angiras, oh Angiras, como Yayati en su residencia, como antes, oh
brillante, acércate, trae al linaje divino, hazlo sentar sobre la grasa sacrificial y
santifícala, a ella, que te es querida. 18 Por este himno, Agni, que te hemos ofrecido,
fortificanos con el poder o con la sabiduría; guíanos después a lo mejor; llévanos a tu
benevolencia consistente en bienes suficientes.

Himnos a Indra que mató al demonio Vrtra.

10
(VR 1.32) (Doniger 1975) 1-15 Contaré las heroicas hazañas de Indra, aquellas que el
Esgrimidor del Rayo realizó primero. Mató al gran reptil y liberó las aguas; abrió las
entrañas de la montaña. Mató al gran reptil que tenía su guarida en la montaña; Tvastr
hizo el rayo rugiente para él. Como las vacas mugientes, las aguas deslizantes corrieron
derechas al océano. Regocijándose en su virilidad como un toro, escogió el Soma y
bebió el extracto de los tres cuencos. El Generoso recogió el rayo como arma y mató al
primogénito de los grandes reptiles. Oh Indra, cuando mataste al primogénito de los
grandes reptiles y venciste los engañosos señuelos del Astuto, en ese mismo momento
produjiste el sol, el cielo y la aurora; desde entonces, no has encontrado ningún enemigo
irresistible. Indra mató a Vrtra, el enemigo mayor, el sin-hombros, con su rayo grande y
mortal. Como las ramas de un árbol derribado por el hacha, el gran reptil yace postrado
en el suelo. Pues como un no-guerrero embotado por la embriaguez, Vrtra desafió al
gran héroe que había vencido al poderoso y que bebió Soma hasta las heces. Incapaz de
resistir el violento ataque de sus armas mortales, el que encontró en lndra un enemigo
irresistible fue despedazado, su nariz aplastada. Sin pies ni manos luchó contra Indra,
que le golpeó en la espalda con su rayo. El novillo castrado que quería llegar a ser el
igual del toro viril, Vrtra, quedó despedazado en muchos lugares. Sobre él, cuando yacía
como una caña rota, las aguas crecieron para el Manu aquellas aguas que Vrtra había
encerrado con su poder. El gran reptil yacía ahora a sus pies. La energía vital de la
madre de Vrtra disminuyó, pues Indra le había lanzado su arma mortal. Por encima
yacía la madre, abajo yacía el hijo; la demonia estaba tendida como una vaca con su
becerro. En medio de las aguas que nunca permanecían calmas ni en descanso, yacía el
cuerpo. Las aguas se desbordaron sobre el lugar secreto de Vrtra; el que encontró en
Indra un enemigo irresistible yacía en gran oscuridad. Las aguas, que tenían al demonio
por esposo, al gran reptil como protector, estaban encerradas como las vacas apresadas
por los Panis. Cuando lndra mató a Vrtra, abrió la salida de las aguas que había estado
cerrada. Oh, Indra, te convertiste en el pelo de la cola de un caballo cuando Vrtra te
golpeó en tu rayo. Eres, la única divinidad, el valiente, conseguiste las vacas,
conseguiste el Soma; liberaste los siete ríos para que pudieran fluir. El rayo y el trueno,
la niebla y el granizo que él había esparcido no le portaron éxito, cuando el gran reptil
e Indra lucharon, pues el Generoso salió victorioso para todo el tiempo futuro. Oh Indra,
¿qué vengador del gran reptil viste, qué miedo entró en tu corazón cuando lo habías
matado? Entonces, espantado, cruzaste los noventa y nueve ríos como un halcón, cruza
los cielos. lndra, que blande el rayo en su mano, es el rey de lo que se mueve y de lo que
está inmóvil, de lo manso y de lo que tiene cuernos. Él gobierna al pueblo como su rey,
rodeándolo como una llanta rodea los radios de la rueda.

(VR 1.32) (Villar 1975) 1 Quiero, pues, proclamar las hazañas de Indra, las que ha
hecho en primer término la divinidad del rayo; él dio muerte a la serpiente, atravesó a
lo largo el camino para las aguas, hendió el vientre de las montañas. 2 Dio muerte a la
serpiente que se había asentado en la montaña; Tvastar le había modelado el rayo que
resuena. Como las vacas que mugiendo se dispersan, las aguas descendieron derechas al
océano. 3 Macho en celo, eligió el Soma; bebió del Soma prensado en las tres vasijas
[trikadrukas] divinidad generosa, tomó el arma arrojadiza; mató a esta serpiente, la
primera nacida. 4 Cuando mataste, Indra, a la primera nacida de las serpientes,
aniquilaste las acciones arteras de los arteros demonios; entonces, engendrando al sol,
al cielo, a la Aurora, en verdad ya no encontraste más enemigos. 5 Indra dio muerte a
Vrtra, el más Vrtra de todos, al demonio Vyamsa, con el rayo, con la gran arma
mortífera; Como las ramas desgajadas por el hacha, así la serpiente yacía en tierra. 6

11
Como un mal guerrero embriagado por nefasta borrachera, Vrtra desafió al gran
luchador, divinidad que rechaza con poder, bebedor de Soma; no pudo resistir el
choque de las armas mortíferas de este Indra; fue aniquilado, quedando sin rostro,
Vrtra que tenía a Indra por enemigo. 7 Sin pies, sin manos, había combatido contra
Indra; este le golpeó con el rayo en su espalda. Buey que se pretendía la réplica del toro,
Vrtra yacía disperso en mil lugares. 8 Como yacía de tal modo, como un buey
destrozado, las aguas avanzan sobre él, discurriendo para el hombre. / Las que Vrtra
había asediado con fuerza, a los pies de ellas la serpiente quedó desde entonces tendida.
9 Se marchitó la fuerza de aquella de quien Vrtra era el hijo; Indra descargó sobre ella
su arma mortífera; arriba estaba la madre, abajo estaba el hijo; el demonio-hembra
yacía como una vaca con su ternero. 10 En medio de las corrientes de aguas que nunca
se detienen, el cuerpo de Vrtra yacía escondido; las aguas circulan a través del
escondite de Vrtra; en duradera tiniebla yacía aquel cuyo enemigo fue Indra. 11 Las
aguas que tenían por dueño al aborigen, que tenían por guardián a la serpiente habían
quedado inmóviles, bloqueadas, como las vacas encerradas por el no piadosos [Pani].
El orificio de las aguas, que había sido obstruido, Indra lo descubrió cuando dio muerte
a Vrtra. 12 Te convertiste en una crin de caballo, Indra, cuando Vrtra te golpeó. Como
Dios (Uno) te apoderaste de las vacas, te apoderaste del Soma, oh héroe, diste vía libre a
los siete ríos para que fluyeran. 13 Ni el rayo ni el trueno han hecho triunfar a este
demonio, ni la niebla que esparcía, ni el granizo. Cuando Indra y la serpiente lucharon,
la divinidad generosa quedó vencedora para siempre. 14 ¿Qué vengador de la serpiente
has visto Indra, de modo que el temor se ha apoderado de ti que la habías matado, para
que hayas atravesado las noventa y nueve corrientes de agua, como un ave de presa
sobresaltada atraviesa el espacio? 15 Indra es el rey del que avanza y del que no se
mueve, del animal que tiene cuernos y del que está privado de ellos, el que porta el rayo
en sus brazos. El solo, rey, manda en las poblaciones; como la llanta a la rueda, así las
ha rodeado él siempre.

(VR 1.32) (Tola 2014) 1 He de narrar ahora las hazañas de Indra /las primeras que llevó
a cabo, /armado con el rayo /mató a la serpiente, /dejó libres a las aguas, /desgarró el
vientre de los montes. 2 /Mató a la serpiente /que en el monte se había establecido.
/Tvashtar fabricó para El el rayo sibilante. /Como mugientes vacas /las aguas fluyeron
bruscamente, /y se precipitaron hacia el océano. 3 /Impetuoso como un toro, /reservó
para sí el soma. /En las tres vasijas bebió su jugo. /El Generoso tomó el rayo arrojadizo,
/y mató a la primogénita de las serpientes. 4 /Oh Indra, /después que mataste /a la
primogénita de las serpientes /y desbarataste los ardides de los demonios hechiceros /e
hiciste nacer al Sol, al Cielo y a la Aurora, /ya no encontraste enemigo para ti. 5 /Indra
mató a Vritra, /el archirretenedor de anchas espaldas, /con su gran arma de muerte, el
rayo. /Como ramas de árbol cortadas por el hacha, /la serpiente yace, clavada en tierra. 6
/Como uno que no es guerrero, /malamente embriagado, /Vritra provocó al Gran Héroe,
/al destructor de multitudes, al impetuoso. /No resistió el choque de sus armas de
muerte. /Fue destrozado, aniquilado, /el que tuvo por adversario a Indra. 7 /Sin pies, sin
manos, /luchó con Indra. /Éste clavó el rayo sobre su lomo. /Buey que quiso compararse
con un toro, /Vritra yace desparramado por doquiera. 8 /Las aguas crecen en ánimo /y
pasan por encima del que yacía /como una caña destrozada. /A sus pies estaba la
serpiente. /que, con su grandeza, /las había tenido encarceladas. 9 /Desfallecieron las
fuerzas /de Danu la madre de Vritra. /Indra lanzó contra ella su arma de muerte.
/Encima quedó la madre, /debajo quedó el hijo. /Danu yacía, /como una vaca con su
ternero. 10 /Se desparraman las aguas /por sobre el cuerpo de Vritra, /que está arrojado,
oculto /en medio de los ríos /que nunca se detienen, /que nunca se dan reposo. /En

12
inmensa oscuridad se sumergió /el que tuvo por adversario a Indra. 11 /Encarceladas
estuvieron las aguas, /como esclavas del demonio, /vigiladas por la serpiente, /cual las
vacas en las cuevas de los demonios Panis (VR 10,108). /Indra mató a Vritra /y abrió la
clausurada caverna de las aguas. 12 /En crin de caballo te convertiste, Vritra, /cuando te
clavó en su lanza. /Tú, Indra, Divinidad sin igual, /conquistaste las vacas, /conquistaste,
héroe, el soma. /Liberaste a los Siete Ríos: cinco ríos del Penjab al oeste: Vitastá,
Asikm, Parushm o Iravatí, Vipásh y Shutudri más el Sarasvatí y el Sindhu [Indo], /para
que fluyeran. 13 /No le sirvió el rayo /ni el trueno ni el granizo /ni la niebla que
esparció. /Cuando Indra y la serpiente combatieron, /triunfó, /y para siempre, el
Generoso Indra se regocijó. 14 ¿Qué vengador de la serpiente viste, /oh Indra, /que en
tu corazón, /después de matarla, /brotó el terror, /cuando asustado /atravesaste los
noventa y nueve ríos /como un halcón los aires? 15 Indra, que en su brazo lleva el rayo,
/es el Rey del que camina /y del que descansa, /del animal doméstico /y del animal
salvaje. /Como un rey, /domina sobre los pueblos; /sujeta todo, /como el aro los radios
de la rueda.

(VR 1.32) (Mylus 2003) 1 Quiero contar ahora las hazañas de Indra, las primeras que
realizó el portador del rayo. Mató al reptil, liberó las aguas y hendió el seno de los
montes. […] 4 Cuando tú, oh, Indra, mataste al primogénito de los reptiles y cuando
burlaste las hechicerías de los hechiceros, cuando creaste sol, cielo y aurora, ya no
encontraste, ciertamente, a partir de entonces enemigo alguno. 5 Indra mató con el rayo,
su gran arma, a Vtra, el malvado Vtra, el de anchos hombros. Como los troncos de los
árboles talados por el hacha, así yace el reptil tendido sobre la tierra.

Himno al Sacerdote funerario Savitar.

(VR 1.35) (Tola 2014) 1 Invoco primeramente a Agni, /para alcanzar prosperidad;
/invoco a Mitra y a Varuna, /para que su protección me concedan; /invoco a la Noche
/que procura el reposo al mundo; /invoco a la Divinidad Savitar, /para que me otorgue
su ayuda. 2 /Avanza con las tinieblas, /procurando reposo al mortal y al inmortal /La
Divinidad Savitar viene en su carro de oro /contemplando a todos los seres. 3 /Avanza
hacia arriba, hacia abajo, /digno de veneración, /con sus brillantes corceles. /Desde lejos
la Divinidad Savitar llega, /toda desdicha aniquilando. 4 /Envolviéndose en tiniebla y
en fuerza, /venerado, esplendente, /ha subido a su excelso carro, /adornado con perlas
de estrellas y con clavos de oro /de múltiples colores. 5 Sus caballos, /negros y con
blancas patas, /y que tiran del carro con timón de oro, /han contemplado a todas las
gentes. /Siempre los seres y los mundos /han reposado en el regazo /del Divino Savitar.
6 /Tres son los cielos, /dos forman el regazo de Savitar: /Uno, /que acoge a los mortales,
/es el mundo de Yama, el primer hombre y Rey de los muertos (VR 10,10) (VR
10,14). /Como el carro en su eje, /las cosas inmortales reposan en Savitar. /¡Quien
comprende, que lo diga! 7 /Aguila de profunda inspiración. /Espíritu de vida, Guía
bueno, /ha contemplado los espacios. /¿Dónde está ahora el sol? /¿Quién lo sabe? /¿A
qué cielos sus rayos se han dirigido? 8 /Ha contemplado las ocho cumbres de la tierra,
/los tres desiertos sobre muchas distancias, /y los Siete Ríos. /La Divinidad Savitar, de
dorados ojos, /ha venido trayendo preciosos dones /para el que lo venera. 9 /La
Divinidad Savitar, de doradas manos, /lleno de actividad y de energía, /avanza entre los
cielos y la tierra: /elimina las dolencias, /impulsa al sol, /llena el cielo con las tinieblas.
10 /¡Ojalá venga hacia nosotros el de doradas manos, /el Espíritu de vida, el Guía
bueno, /el misericordioso Auxiliador! /Es la tarde, /y entre alabanzas está ahí la
Divinidad Savitar, /expulsando a demonios hechiceros. 11 /Oh Savitar, oh Divinidad,

13
/protégenos e intercede por nosotros, /mientras recorres tus antiguos caminos, /que se
extienden en el espacio, /firmemente construidos, /sin polvo y sin lodo,
/suaves de recorrer.

Himnos [suktas 36-43] del Sabio Kanva Gaura.

Himno a Agni y los Jefes de comunidades.

(VR 1.36) (Villar 1975) 1 A la activa divinidad de muchas comunidades adoradoras de


divinidades, con bien pronunciadas palabras me dirijo, a Agni al que también muchos
otros suplican. 2 Los pueblos a Agni han puesto como ofrendador constantemente
acrecentado; queremos honrarte presentándote ofrendas. Eres para nosotros, hoy ponte
en buena disposición en lo que a los premios de la victoria se refiere, oh divinidad
verdadera. 3 A ti mensajero te elegimos y oferente, eres, que todo lo sabes. Tus llamas,
cuando te haces grande, circulan en diferentes direcciones; en el cielo tus resplandores
brillan. 4 Las divinidades a ti, Varuna, Mitra, Aryaman, juntamente te encienden como
mensajero, a ti, divinidad antigua. El mortal que te ha honrado, oh Agni, ése gracias a ti
todo consigue. 5 Eres, Agni, el oferente lleno de encantos, señor de la casa, mensajero
de las comunidades. En ti todos los decretos salidos están reunidos, los que las
divinidades han hecho, 6 En ti, oh Agni, el más joven y benéfico, toda ofrenda es
quemada. Eres, benévolo para con nosotros, suplica a las divinidades abundancia de
héroes. 7 A él en verdad los adoradores se aproximan, a Agni que brilla. Mediante
ofrendas el fuego los hombres encienden pasando a través de los errores. 8 Destruyendo
la resistencia atravesaron los dos mundos, las aguas; una amplia extensión para su
vivienda hicieron. Que el macho esté en el poeta Kanva poderoso, ofrecido en oblación;
que relinche el caballo en las luchas por las vacas. 9 Siéntate junto con nosotros. Eres
grande. Arde, principal invitador de las divinidades. Oh Agni que participas en el
alimento sacrificial, feliz, protege el rojo humo hermoso. 10 A quien las divinidades
para el hombre pusieron como supremo sacrificador, oh transportador de las ofrendas, a
quien Kanva y el poeta Medhyatiti hicieron conductor del botín, a quien hizo el poeta
Vrsan, a quien hizo el poeta Upastuta 11 Al que encendió como fuego Medhyatiti y
Kanva, por designio divino de él los placeres han brillado lejos; a él estas estrofas; a él,
Agni, con ellas lo robustecemos. 12 Proporciona abundantes riquezas, oh divinidad
fiel, pues de ti con las divinidades hay amistad. Eres la gloriosa batalla gobiernas; ten
compasión de nosotros, eres grande, 13 Ponte erguido para ayudarnos a nosotros como
la divinidad Savitar hija del Sol. Recto para ser ganador de la batalla, cuando
entramos en conflicto, con los instituidores del sacrificio, con los ungüentos. 14.
Erguido, defiéndenos del peligro con tu señal luminosa; quema a todo demonio. Ponnos
erguidos para correr, para vivir; otórganos el honor entre las divinidades. 15
Dispersándolos en todas direcciones con un arma mortífera, mata a los enemigos, oh
divinidad de quijada abrasadora. El que es enemigo nuestro, el hombre que afila su
espada durante las noches, que ése enemigo no logre apoderarse de nosotros, 16
Protégenos, Agni, de las ofensas, de las injurias del enemigo. Protégenos del ofensor,
del que desea matarnos, oh divinidad brillante, oh el más joven de las divinidades. 17
Agni ha ganado abundancia de héroes, Agni para Kanva ha ganado buena suerte. Agni
y Mitra han favorecido a Medhyatiti, Agni ha favorecido a Upastuta en la conquista. 18
Mediante Agni invocamos desde lejos a los jefes de comunidades: a Turvasa, a Yadu,
a Ugrádeva. Que Agni guíe a Navavástvá, a Brhadratha a Turviti fuerza dominante para
Dasyu. 19 A ti, Agni, puso Manu como luz para los hombres que son y han de venir.
Has brillado para Kanva, oh bien nacido, eres el que al ser grande adoran las

14
poblaciones. 20 Los rayos de Agni son brillantes, agresivos, producen espanto, es
imposible aproximarse a ellos. A los poderes destructivos, a los hechiceros, a todo
demonio siempre consume.

Himnos a los Poetas Maruts.

(VR 1.37) (Villar 1975) 1 La saltarina tropa de los Maruts, invencible, resplandeciente
en el carro, vosotros, oh Kanvas entonad un himno de alabanza en su honor. 2 Los
Maruts, que dotados de animales blancos, de lanzas, de hachas, de resplandores
nacieron capaces de obtener de sí su propio resplandor. 3 Como si fuera aquí, se
escuchan sus látigos cuando hablan en sus manos. En su marcha obtienen el resplandor.
4 Vosotros, en honor de la tropa regocijante, de poder temible, potente, entonad la
fórmula sagrada entregada por las divinidades. 5 Alaba a la alegre tropa de los Maruts,
toro entre las vacas, que se ha vigorizado bebiendo el jugo prensado en las encías de
las piedras. 6 Quien de vosotros es el más alto, oh héroe, sacudidores del cielo y de la
tierra, ya que vosotros los sacudís como el pliegue. 7 Ante vuestra marcha, ante vuestro
poderoso ímpetu el hombre se ha humillado, la montaña poderosa ha cedido. 8 La tierra
bajo su arrastre como un jefe de comunidad envejecido tiembla de miedo en sus
venidas. 9 Pues poderoso es su nacimiento, la fuerza para la salida del vientre de la
madre, pues tras el nacimiento la fuerza es doble. 10 Estos hijos elevados se han
extendido en sus marchas por los campos, bramando, de rodillas para la marcha. 11
Incluso a este ancho, largo hijo de la nube que no se cansa con sus avances los Maruts
lo hacen temblar. 12 Oh Maruts, esta es vuestra fuerza. Vosotros habéis sacudido a los
hombres, vosotros habéis sacudido las montañas. 13 Cuando los Maruts avanzan ellos
hablan entre sí en el camino. Algún hombre los escucha. 14 Avanzad rápidamente con
vuestros rápidos caballos. Hay ofrendas para vostros entre los poetas Kanvas.
Embriagaos allí. 13 Pues allí hay en efecto Soma para embriagaros. Nosotros somos de
ellos durante toda la duración de la vida a vivir.

(VR 1.37) (Kashyap-Hernández 2012) 2 Llevados por un ciervo moteado, con armas
reveladoras del lenguaje, los Maruts son auto-luminosos. 3 Las palabras son sus fustas
en mano, las escucho justo en el momento en que son pronunciadas. Su habla logra
maravillas en mi viaje.

(VR 1.38) (Villar 1975) 1 ¿Qué cosa ahora, oh Maruts amantes de quien, como un
padre a su hijo, en los brazos habéis tomado vosotros para quienes ha sido dispuesto el
lecho ritual? 2 ¿A dónde vosotros ahora vais? ¿Qué trabajo acometéis del cielo como de
la tierra? ¿A dónde se regocijan de vosotros como las vacas? 3 ¿Dónde los favores más
nuevos?, oh Maruts, ¿dónde los bienes? ¿Dónde todas las buenas suertes? 4 Si vosotros
que sois hijos de Prsni fueseis mortales, el que os alaba sería inmortal. 5 Que vuestro
cantor no se haga indeseable como el animal salvaje en la pradera. El camino del
Sacerdote funerario Yama que no se acerque. 6 Que la disolución funesta no os dé
muerte. Que caiga junto con la red. 7 En verdad los poetas Maruts hijos del chamán
Rudra terribles, impetuosos, incluso en el desierto producen la nube privada de vientos.
8 Como una vaca mugiente el relámpago ruge. Como una madre sigue al ternero
cuando la lluvia de estos Maruts se ha derramado. 9 Incluso durante el día producen
tinieblas con la lluvia [Parjanya] que transporta el agua, cuando inunda la tierra. 10 A
partir de ruido de los Maruts a lo largo de toda la morada terrestre los hombres han
temblado. 11 Oh Maruts, con vuestros fuertes caballos de incansable carrera marchad a
lo largo de los ríos resplandecientes provistos de un cercado. 12 Que sean fuertes

15
vuestras llantas, los carros y caballos y las riendas bien preparadas. 13 Dirígete al señor
del Brahma con vistas a la vejez mediante una plegaria continua, a Agni visible como
Mitra. 14 Mide el canto en tu boca, manten el tono como la lluvia Parjanya, canta el
verso propio del himno. 15 Celebra a la tropa de los Maruts, terrible, laudable, que
canta. Que los Maruts sean fortalecidos aquí por nosotros.

(VR 1.39) (Villar 1975) 1 Cuando, como una llama, desde la lejanía lanzáis la medida
de la melodía, ¿por la fuerza de quién?, oh Maruts, ¿por el poder de quién?, ¿hacia
quién avanzáis?, ¿hacia quién, oh divinidades que hacéis estremecer? 2 Que vuestras
armas sean fuertes para repeler, recias para contener. Que la fuerza más alabada sea la
vuestra, no la del mortal taimado. 3 Lo que es sólido vosotros lo destruís. Oh señores,
vosotros hacéis rodar lo pesado. Vosotros avanzáis a través de los árboles de la tierra, a
través de las regiones montañosas. 4 No, un enemigo para vosotros no se ha encontrado
ni en el cielo ni en tierra, oh divinidades que consumís al violento. Que la fuerza sea
vuestra, oh hijos de Rudra en duración ininterrumpida, en compañía para no ser nunca
atacada. 5 Hacen temblar las montañas, dislocan los árboles. Oh Maruts, vosotros
habéis avanzado como gente embriagada, oh divinidades, junto con todo el linaje (?). 6
Vosotros habéis uncido a los carros los animales moteados; el caballo rojo lo arrastra.
La tierra ha escuchado vuestra marcha. Los hombres se han asustado. 7 Deseamos en
breve vuestra ayuda para la descendencia. Venid ahora en nuestra ayuda como antes en
la del poeta Kanva que se había asustado. 8 El odioso que enviado por vosotros, oh
Maruts, o enviado por un mortal se dirije a nosotros, a ese apartadlo lejos con vuestra
fuerza, con vuestro poder, con vuestras ayudas. 9 Vosotros, oh divinidades adorados,
oh divinidades previsores, habéis hecho donación completa de Kanva. Venid a
nosotros, oh Maruts, con ayudas completas, como los relámpagos van a la lluvia. 10
Vosotros lleváis una fuerza completa, oh divinidades de hermosos regalos, un poder
completo, oh divinidades sacudidoras. Oh Maruts, lanzad el odio como una flecha a
quien odia a los cantores, a quien tiene pensamientos violentos.

Himno al Sacerdote funerario Pushan.

(VR 1.42) (Villar 1975) 1 Oh Pusan, recorre los caminos, aleja la desgracia, oh hijo del
descanso. Acompáñanos, oh divinidad, delante, abriéndonos el camino. 2 Oh, Pusan, el
lobo hostil, malvado, que nos amenaza, a ese lobo recházalo a golpes del camino. 3 A
ese salteador de caminos, ladrón, que medita emboscadas, apártalo de la senda. 4 Eres,
de ese tal, lleno de doblez, de palabra malvada, sea quien sea, haz girar con tus pies el
arma incandescente. 5 Esa tu ayuda, oh divinidad maravillosa, de buen consejo, Pusan,
imploramos, con la que estimulaste a nuestros padres. 6 Así pues, oh divinidad de
todas las buenas suertes, oh supremo portador del hacha dorada, haz que los botines nos
sean fáciles de ganar. 7 Condúcenos a través de las zonas secas, haz que los caminos
nos sean favorables, de fácil tránsito. Oh Pusan, concédenos aquí el poder. 8
Condúcenos hacia los buenos pastos. Que no se produzcan nuevas fatigas en nuestro
camino. Oh Pusan, concédenos aquí el poder. 9 Da, regala espléndidamente, concede,
senos propicio, llena nuestro vientre. Oh Pusan, concédenos aquí el poder. 10 No
irritemos a Pusan. Lo ensalzamos con nuestros himnos. Imploramos bienes a la
divinidad hacedora de maravillas.

Himno al chamán Rudra.

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(VR 1.43) (Villar 1975) 1 A Rudra, previsor, el muy generoso, el más fuerte, que
podamos decir que sea grato a su corazón. 2 Que Aditi procure en consecuencia a
nuestro ganado, a nuestros hombres, a nuestras vacas, que Aditi procure en
consecuencia a nuestra descendencia el poder que emana de Rudra. 3 Que Mitra,
Varuna, que Rudra nos preste atención en consecuencia, que todos en consecuencia nos
presten atención unánimemente. 4 Al señor de la estrofa, al señor del sacrificio, Rudra
de remedios saludables, le imploramos este su favor y salvación. 5 El cual,
resplandeciente como el sol, brilla como el oro, el más hermoso de las divinidades, el
chamán Vasu. 6 Que otorgue buena suerte a nuestro corcel, buen camino al cordero y a
la oveja, a los hombres y a las mujeres, a las vacas. 7 Impon sobre nosotros, oh Soma,
los bienes preciados de cien hombres, la gran fama de una poderosa virilidad. 8 Que las
asechanzas, oh Soma, que las enemistades, no nos extravíen. Oh jugo del Soma, haznos
partícipes del botín. 9 Tus hijos de inmortalidad que están en el más alto escalón del
orden, atiéndelos con diligencia, oh Soma, eres su cabeza en el santuario. Conoce, oh
Soma, que están presentes.

Himnos [suktas 44-50] del Sabio Praskanva Kānva.

Himnos al Sacerdote Agni.

(VR 1.44) (Villar 1975) 1 Oh Agni, envíanos el excelente don resplandeciente de la


Aurora, oh inmortal. Al que es devoto de las divinidades, eres el conocedor de todas
las cosas, llévale hoy las divinidades que se lavantan a la Aurora. 2 Eres un mensajero
bienvenido que transporta las ofrendas a las divinidades, oh Agni, conductor del carro
de los sacrificios. Junto con los chamanes Asvins, junto con la Aurora, a nosotros
abundancia de héroes concede. 3. Hoy elegimos como mensajero al buen Agni de
muchos querido, a Agni que tiene el humo como señal, resplandeciente de luz, que
embellece la celebración ritual en la perfección de los sacrificios. 5 Soy el que a ti te
celebraré, oh inmortal, alimentador de todos los seres. Oh Agni, a ti que eres nuestro
protector inmortal, oh partícipe del alimento sacrificial, a ti el mejor de los oferentes, oh
transportador de las ofrendas. 6 Conviértete en decidor de cosas buenas para el que te
invoca, oh el más joven de los Agni, eres el que hablas palabras dulces, que eres
honrado con excelentes sacrificios. Alargando la vida del poeta Praskanva para que
viva, rinde homenaje al linaje divino. 7 Las comunidades juntas a ti te encienden,
sacerdote omnisciente. Convoca a las divinidades previsores, oh Agni muy invocado,
inmediatamente. 8 Convoca a Savitar, a la Aurora, a los dos Asvin, a Agni, en los
primeros resplandores de la noche. Los Kanva, exprimidores del Soma te encienden a ti
que eres conductor de ofrendas, oh divinidad que haces eficaces los ritos. 9 Oh Agni,
eres el señor de los ritos, el mensajero de las comunidades. Convoca aquí hoy a las
divinidades que se levantan con la Aurora para la bebida del Soma, a las divinidades
que ven por el sol. 10 Oh Agni, durante las anteriores Auroras has brillado rico en luz,
bello para ser visto. Eres la ayuda en las concentraciones, el sacerdote en los sacrificios,
eres pariente del hombre. 11 Que podamos colocarte como oferente del sacrifico que
observa los tiempos rituales, oh divinidad, como Manu, como mensajero previsor, ágil,
inmortal. 12 Cuando, grande como Mitra, íntimo de las divinidades, sacerdote, vas a la
embajada, como las olas rumorosas de un río brillan los rayos de Agni. 13 Escucha, oh
divinidad de oídos atentos, junto con las divinidades conductores del sacrificio, oh
Agni. Que se sienten en el lugar sacrificial Mitra y Aryaman marchando temprano hacia
el rito. 14 Que los Maruts escuchen la alabanza, ellos que traen buenos regalos, que

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tienen a Agni por lengua, que son abundantes en ritos. Que beba el Soma Varuna,
portador de la ley, junto con los chamanes Asvin y la Aurora.

(VR 1.45) (Villar 1975) 1 Eres Agni aquí a los chamanes Vasus, los guerreros Rudras,
a los Sabios Adityas sacrifica, al pueblo nacido de Manu que hace aceptable el
sacrificio, que rocía con dones y felicidad. 2 Las divinidades que escuchan benévolos a
quien los adora, oh Agni, son visibles fácilmente. A ellos, oh Agni de rojos caballos,
que te deleitas en los cantos, en número de treinta y tres convócalos. 3 Como los poetas:
Priyamedha, como Atri, oh Jatavedas, como Virüpa, como Angiras, oh todopoderoso,
presta oídos a la plegaria de Praskanva Los poetas Priyamedhas que oran grandemente
para su protección, han invocado al que rige los ritos, Agni, mediante su brillante llama.
5 Oh divinidad regado con los dones de la oblación, oh divinidad real, escucha estos
cantos mediante los cuales los hijos del poeta Kanva te llaman en su ayuda. 6 A ti, oh
poseedor de la más poderosa fama, te invocan en las comunidades los vivientes, el de
cabellera de fuego, oh Agni querido por muchos, para el transporte de la ofrenda. 7 A ti,
como sacrificador que ofrece puntualmente las ofrendas, sapientísimo, atento, que te
extiendes a lo lejos, los sabios, oh Agni, en los sacrificios celestiales. 8 A ti, los Sabios,
habiendo prensado el Soma, te han hecho ir hacia la satisfacción, a ti que transportas la
oblación, oh Agni, potente rayo de luz, para el hombre oferente. 9 A los que marchan
temprano, oh divinidad creadora por la fuerza, oh divinidad real, para que beban el
Soma aquí hoy hazlos sentar, a la gente divina, sobre el lecho ritual, oh Chamán Vasu.
10 Hacia aquí a la gente divina, oh Agni, convoca. Este Soma, oh divinidad de buenos
regalos, bebedlo más allá del día.

Himnos a la Aurora.

(VR 1.48) (Villar 1975) 1 Junto con tus beneficios, para nosotros, oh Aurora,
resplandece, hija del cielo, con tu elevado resplandor, oh esplendorosa, con la riqueza,
oh divinidad poseedora de dones. 2 Poseedoras de caballos, de vacas, que obtienen
cumplidamente todo bien, con frecuencia se ponen a resplandecer. Estimula ante mí los
himnos de alabanza, Aurora, infunde la inclinación a la donación de los ricos. 3 La
Aurora ha brillado y brillará también ahora, divinidad impulsadora de los carros. Los
que en sus venidas se mantienen a la espera son como en el mar los que esperan la
riqueza. 4 Los señores de la ofrenda que disponen su pensamiento en el momento de tus
salidas para la donación, aquí precisamente el poeta Kanva, el primero de los Kanvas,
canta el nombre de esos héroes. 5 Ea, pues, que la Aurora viene como una joven
hermosa engendrando placeres, avanza despertando a la gente provista de pie, pone en
vuelo a las aves. 6 Ella que pone en actividad el mercado, que pone en actividad a los
que se afanan, sigue como un rastro, humedeciéndolo. Las aves nunca se detienen, si
han sido lanzadas al vuelo durante tu resplandor, oh dadora de bienes. 7 Ella ha uncido
sus caballos desde lejos, desde la salida del sol. Con sus cien carros esta Aurora
hermosa camina al encuentro de los hombres. 8 Todo ser animado se ha doblegado ante
su vista; ella, hermosa, hace la luz. Que la generosa hija del cielo aleje la enemistad, que
la Aurora aparte las faltas. 9 Oh Aurora, resplandece con dorado resplandor, oh hija del
cielo, trayéndonos la abundancia, irradiando la buena fortuna. 10 Pues la respiración, la
vida de todo ser ocurre en ti, cuando oh bella divinidad, brillas a lo lejos; así, oh
divinidad resplandeciente, escucha nuestra llamada desde tu alto carro, oh dadora de
mercedes. 11 Oh Aurora, consigue el botín que resplandece en la familia humana. Con
él trae a las divinidades hasta las celebraciones del hombre piadoso, que como guías
del sacrificio te cantan. 12 Trae a todas las divinidades para la bebida del Soma, oh

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Aurora, desde el espacio. Concédenos la posesión de vacas, de caballos, de hombres,
que es el premio que corresponde a la plegaria, oh Aurora. 13 Aquella cuyas
resplandecientes llamas se nos han mostrado brillantes, que ella nos dé la riqueza que
lleva consigo todo bien, dotada de bellos ornatos, portadora de fortuna. 14 Los cantores
antiguos te llamaron en su auxilio para que les ayudases, oh divinidad grande; así, pues,
acepta nuestras alabanzas, oh Aurora, mediante tu donación, mediante tu refulgente
resplandor. 15 Oh Aurora, cuando hoy con tu resplandor obras las dos puertas del cielo,
otórganos una amplia protección contra el lobo, otórganos los placeres alimenticios
consistentes en vacas. 16 Obsequíanos con la alta riqueza portadora de todo ornato, con
las ofrendas cultuales, con tu resplandor que todo lo vence, oh gran Aurora, con los
botines, oh divinidad que otorga el botín.

(VR 1.49) (Villar 1975) 1 Ven, oh Aurora, con tus resplandecientes caballos (?) desde
el espacio luminoso del cielo. Que te traigan tus caballos rosados a la residencia del
portador del Soma. 2 El carro sobre el que te has instalado, oh Aurora, es rico en
adornos, hermoso; protege con él hoy, oh hija del cielo, a los hombres de buena fama. 3
Incluso los pájaros alados, la especie de los bípedos, la especie de los cuadrtipedos, oh
divinidad blanca, oh Aurora, se ha puesto en marcha según tus tiempos establecidos,
desde los límites del cielo. 4 Resplandeciendo a lo lejos iluminas con tus rayos todo el
espacio luminoso. Así, oh Aurora, los poetas Kanvas que buscan la riqueza material te
han invocado con sus cantos.

Himnno a Surya [Sol]

(VR 1.50) (Villar 1975) 1 A esta divinidad Jatavedas, los resplandores lo elevan hacia
arriba para que todo ser vea al Sol. 2 Estas, como ladrones, las estrellas, huyen con los
resplandores ante el Sol visible a todos. 3 Sus resplandores se han hecho visibles a lo
lejos, rayos de luz a lo largo de las gentes, llameantes como fuegos. 4 Atravesando
veloz hacia el fin, visible a todos, creador de la luz eres, oh Sol. Iluminas todo el
espacio. 5 Frente a las comunidades de las divinidades, frente a los hombres, te elevas,
frente a todo ser para que vea al Sol. 6 Mediante el ojo, oh divinidad resplandeciente,
al que se activa a lo largo de los pueblos, oh Varuna, lo ves. 7 Atraviesas el cielo, el
ancho espacio sombrío, midiendo los días mediante las noches, viendo a las gentes, oh
divinidad. 8 Oh divinidad Sol, te transportan en el carro siete corceles, con tu cabellera
de fuego, oh divinidad que ves desde lejos. 9 Ha uncido las siete magníficas hijas del
Sol. Con ellas, que se uncen a sí, avanza. 10 Nosotros estamos fuera de las tinieblas,
viendo en derredor la luz más arriba. Hacia la divinidad Sol, entre las divinidades,
nosotros nos hemos dirigido, hacia la luz superior. 11 Cuando te levantes hoy, oh
divinidad grande como Mitra, cuando escales lo más alto del cielo, expulsa de mí, oh
Sol, la enfermedad de mi corazón y la amarillez de mi piel. 12 Ponemos la amarillez
de piel en los loros, en los pájaros, y además ponemos sobre los pájaros dorados la
amarillez de mi piel. 13 Este Aditya se ha levantado junto con toda su fuerza, poniendo
en mis manos a mi enemigo. No caeré en poder de mi enemigo!

(VR 1.50) (Kashyap-Hernández 2012) 10 Contemplando la Luz altísima más allá de la


oscuridad /llegamos al sitio de la Divinidad, al Dios Sol, a la Luz más elevada de todas.

Himnos [suktas 51-57] del Sabio Savya Āngirasa.

Himnos al guerrero Indra.

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(VR 1.56) (Villar 1975) 1 Este ha agitado muchas copas de este Soma como el caballo
agitó a la joven, la divinidad inquieta. Ella se hace beber la fuerza espiritual para su
grandeza, habiendo dejado rodar hacia aquí el carro dorado, con sus caballos uncidos,
poderoso. 2 Los himnos, buscando ser dirigidos, abundantemente, como hacia el océano
en su navegación, van deseosos de alcanzar a esta divinidad. Sube hacia el señor de la
fuerza, de la repartición sacrificial, como los buscadores suben a la montaña, con tu
fuerza. 3 Esta divinidad vencedora, grande en las epopeyas del hombre, sin caminos
con polvo; como la cima de la montaña brilla con poder su fuerza; por la cual al
poderoso demonio (?) Susná, el broncíneo rayo en embriaguez fogoso sujetó con
firmeza en medio de los aliados con cadenas. 4 Cuando la divina fuerza por ti
robustecida acompaña a Indra para ayudarle, como el sol a la aurora, quien con su
fuerza poderosa repele a lo lejos las tinieblas, levanta el polvo hacia lo alto, enfurecido.
5 Cuando la superficie, el espacio inconmovible tiraste, lo fijaste violentamente en los
pórticos del cielo; cuando el combate por el sol, en la embriaguez, oh Indra, con alegre
excitación, mataste a Vrtra, dejaste caer la corriente de las aguas. 6 En el cielo el
fundamento colocaste con fuerza de la tierra, oh Indra, en sus emplazamientos, oh
divinidad poderosa; en la embriaguez del Soma dejaste libres las aguas; rompiste de
Vrtra los bastiones de piedra, por en medio.

(VR 1.57) (Villar 1975) 1 Traigo una oración a Indra: el generoso, el grande, el de
bienes suficientes, de poder verdarero, fuerte, cuya donación es incontenible como en
el torrente de las aguas, por toda la eternidad abierta para la fuerza. 2 Que todo sea
concorde con tu impulso; como las aguas por un terreno en declive son las
preparaciones del Soma de quien porta la oblación, cuando el rayo deseable de Indra,
que aplasta, dorado, ha sido afilado como sobre una piedra. 3 Trae a esta divinidad
terrible, oh preparada como la Aurora, lo necesario para la ceremonia en honor de esta
divinidad admirable, cuya naturaleza, cuyo nombre de Indra, la luz, han sido hechos
para su gloria como los corceles para la carrera. 4 Nosotros aquí presentes somos tuyos,
Indra muy alabado, quienes caminamos asiéndonos a ti, oh divinidad de bienes
suficientes; pues nadie más que tú, oh divinidad que encuentras placer en los cantos, se
apodera de los cantos; acepta estas voces nuestras como las gentes. 5 Abundante, oh
Indra, viril; nosotros somos tuyos; llena el deseo, oh divinidad magnánima, de este
cantor; el alto cielo te ha atribuido la virilidad y esta tierra se ha inclinado ante tu fuerza.
6 Eres, Indra, esta gran montaña, ancha, con el rayo, oh divinidad del rayo, la has roto
en pedazos. Has soltado las aguas encerradas para que discurran; llevas toda la fuerza
junta.

Himnos [suktas 58-64] del Sabio Nodha Gautama.

Himno a Agni.

(VR 1.58) (Villar 1975) 1 En verdad Agni, nacido de la fuerza, inmortal, traspasa a sus
enemigos cuando se ha convertido en oferente y mensajero de Vivasvat. Ha medido el
firmamento por los más firmes caminos; mediante la función divina desea ganarse a las
divinidades, mediante la ofrenda. 2 Separando para sí su propio alimento Agni que no
envejece, se mantiene en los zarzales, buscando con avidez el alimento. Su espalda
brilla como la espalda de un corredor ungido; tronando como la llanura del cielo, ha
enrojecido. 3 Colaborando con los guerreros Rudras, con los chamanes Vasus, Agni es
sacerdote, oferente sentado sobre el altar, poseedor de la riqueza, inmortal. Penetrando

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como un carro en las tribus, entre los Ayu, él, que es una divinidad, reparte las
riquezas en orden. 4 Conducido por los vientos se instala en los aires a su antojo, con
sus llamas en forma de guadaña, resonando fuertemente. Cuando rápidamente, Agni, te
lanzas como un toro sobre los árboles, negro es tu camino, oh divinidad de olas
brillantes, oh divinidad que no envejece. 5 Agni, de encías que queman, es conducido
en el bosque por el viento. Sobre el rebaño como un toro poderoso se lanza.
Recorriendo con su fuerza el espacio infinito, lo inmóvil, lo móvil se espanta, incluso
las aves. 6 A ti te entregaron los Sabios Bhrgu a los hombres a modo de estimada
riqueza, divinidad a quien los hombres fácilmente invocan, a ti, que eres, oh Agni,
oferente, huésped deseable, querido como Mitra por el linaje de las divinidades. 7 Las
siete lenguas lo han elegido como oferente, el que mejor honra a las divinidades, a
Agni a quien han elegido para los sacrificios los instituidores del culto. A Agni,
asistente de todos los chamanes Vasus, lo venero con deleite, le imploro riquezas. 8 Oh
hijo de la fuerza, hoy a nosotros que te suplicamos, oh tú que tienes ia grandeza de
Mitra, indestructible protección concédenos. Oh Agni, al que invoca defiéndelo de la
ansiedad, hijo de la fuerza, con la fortaleza del bronce. 9 Sé protección para el que te
invoca, oh divinidad brillante, sé protección para quienes son generosos, oh divinidad
generosa. Defiende, oh Agni, de la angustia al que invoca; que mañana haya venido la
divinidad rica en devoción, al punto.

Himno a Agni.

(VR 1.60) (Villar 1975) 1 Al hermoso trasportador de las ofrendas a las divinidades ,
conductor del conocimiento, mensajero celoso que alcanza su objetivo, al dos veces
nacido, celebrado como la riqueza, generoso, lo trajo Matarisva a los sabios Bhrgus.
Siguen sus órdenes unos y otros, tanto los oferentes celosos de ofrendas y los mortales;
incluso antes del día fue colocado como oferente merecedor de ser invocado, señor de
las comunidades, en las comunidades, piadoso. Un nuevo himno de alabanza salido de
de nosotros, alcance a Agni de lengua de miel, una vez nacido, a quien los sacerdotes de
la Casa del hombre, los Ayus que ofrecen libaciones, lo han engendrado en la ciudad.
Como celoso, brillante, benéfico entre los hombres, como sacerdote modelo ha sido
colocado en las comunidades, como divinidad protectora de la casa, jefe de la misma
en la casa, Agni ha llegado a ser rey de la riqueza, dador de las riquezas. 5 Nosotros a
ti, Agni, siendo tal, señor de las riquezas proclamamos con himnos, los Gotamas como a
un caballo corredor que trae el premio adornándote; que mañana haya venido al punto
rico en devoción.

Himnos [suktas 65-73] del Sabio Parāshara Shāktya.

[…]

Himnos [suktas 74-93] del Sabio Gotama Rāhūgana.

Himno a Agni.

(VR 1.74) (Villar 1975) 1 Mientras nos aproximamos al sacrificio recitemos un himno
en honor de Agni que incluso desde lejos nos escucha. 2 Agni que, el primero [...],
cuando las poblaciones entran en conflicto, preserva la hacienda a su adorador. 3 Que
las gentes digan: ha nacido Agni que quebranta las resistencias, ganador de premios
combate tras combate. 4 Aquel de quien eres el mensajero en su morada, a quien vas

21
para la consumición de las oblaciones, para quién realizas el sacrificio de forma
magnífica, 5 a ese la gente llama donante de buenas oblaciones, oh Angiras, amigo de
los dioses, oh joven hijo de la fuerza, poseedor de buena grasa sacrificial. 6 Y conduce
aquí a estas divinidades para que podamos suplicarles y para que ellos puedan, oh
divinidad resplandeciente, consumir las oblaciones. 7 Nunca se escucha el ruido de
caballos de tu carro al moverse, cuando vas, oh Agni, de embajada. 8 El caballo de
carreras por ti protegido no tiene temor; tu adorador, colocado detrás, ha pasado, oh
Agni, delante del primero. 9 Una brillante, gran abundancia en héroes, oh Agni, deseas
lograr de parte de los dioses, oh divinidad, para tu adorador.

Himnos al Sacerdote Agni, el primero de los sabios Angiras.

(VR 1.75) (Villar 1975) 1 Acepta este himno, el que se extiende más a lo lejos, el más
acepto a las divinidades, derramando en la boca de las divinidades las libaciones. 2 Oh
al primero de los sabios Angiras, oh Agni, principal adorador, una amistosa oración
benéfica queremos dirigirte. 3. ¿Quién de entre los hombres es tu pariente, oh Agni?,
¿quién es tu oferente? ¿quién es el ser en quien estás instalado? 4 Eres, oh Agni,
pariente de los hombres, amigo querido, compañero adorable para sus compañeros. 5
Sacrifica por nosotros a Mitra y a Varuna, sacrifica a las divinidades según el alto
orden; oh Agni, santifica tu propia casa.

(VR 1.76) (Villar 1975) 1 ¿Qué forma de dirigirme a ti es más agradable al deseo de tu
espíritu, qué pensamiento? ¿Quién alcanzó mediante sacrificios tu benevolencia?, ¿con
qué espíritu podremos rendirte homenaje? 2 Ven aquí, Agni, como oferente, siéntate, sé
nuestro conductor infalible. Que te protejan los dos mundos que todo lo abarcan;
sacrifica a las divinidades para que tengan una gran benevolencia. 3 Consume, oh
Agni, todos los seres nocivos; sé el protector de los sacrificios contra las maldiciones.
Trae después al señor del Soma Indra con sus dos caballos; nosotros hemos preparado
la hospitalidad para este Agni rico en dones. 4 Mediante un himno que procura
descendencia, conductor del sacrificio con la boca, invoca, y siéntate aquí con las
divinidades; cumple la función de oferente, la función del sacerdote purificador con
soma [potar], oh divinidad adorable; sé dador y engendrador de bienes. 5 Así como
sacrificaste a las divinidades con las ofrendas de Manu inspirado, con ayuda de los
poetas, eres poeta de la misma manera, oh Agni, oferente real, sacrifica hoy con tu
lengua de fuego portadora de gozo.

(VR 1.77) (Villar 1975) 1 ¿Cómo podríamos honrar a Agni?, ¿qué canción apreciada
por la divinidad es cantada en honor de estea divinidad luminosa?, Agni que, inmortal,
poseedor del orden, oferente, sumo sacrificador, coloca a las divinidades entre los
mortales. 2 Al que en los ritos sacrificiales es el oferente más benéfico, poseedor del
orden, a ése haced venir mediante la adoración; cuando Agni acerque divinidad al
mortal, que esté también atento con su espíritu, que realice el sacrificio. 3 Pues él es la
fortaleza, él es el joven viril, él es el que actúa con rectitud, como Mitra, es el conductor
del carro de lo misterioso, a quien invocan como divinidad maravillosa, primero en los
sacrificios, las Casas arias devotas de divinidades. 4 Que este Agni, el más viril de los
varones, triunfante, acepte complacido con su ayuda nuestros cantos, nuestra inspiración
y la de aquellos que, generosos, de enorme poder, estimulados por el botín, se han
complacido siempre en las oraciones. 5 Así Agni, el que comprende [Játavedas] el
orden, ha sido alabado por los cantores de himnos [Gotamas]; que este aumente en ellos

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el esplendor, que aumente la fuerza, que éste Agni, conocedor, acceda al crecimiento
deseado.

(VR 1.78) (Villar 1975) 1 A ti , oh el que comprende [Játavedas], el muy poderoso, los
poetas Gotamas con nuestro canto te enaltecemos con esplendor. 2 A ti te ensalza con
su canto Gotama, deseoso de riqueza. A ti te enaltecemos con esplendor. 3 A ti, el
principal ganador de botín, nosotros llamamos como hizo el Sabio Angiras. A ti
enaltecemos con esplendor. 4 A ti, principal destructor de enemigos, que quebrantas a
los poetas Dasyu de la Casa Gotama, a ti enaltecemos con esplendor. 5 Hemos dicho
en honor de Agni, nosotros los poetas Rahüganas una palabra dulce como la miel. A ti
enaltecemos con esplendor.

Himno al guerrero Indra.

(VR 1.82) (Villar 1975) 1 Escucha nuestros cantos, oh divinidad magnánima, no como
uno que se niega. ¿Cuándo nos harás generosos?; déjate suplicar; unce, Indra, tus dos
caballos. 2 Han comido, se han embriagado los poetas maruts; queridos para nosotros
han derramado bienes. Los cantores, poseedores del resplandor, han entonado la
alabanza con una nueva plegaria; unce, Indra, tus dos caballos. 3 A ti, hermoso de
contemplar, queremos celebrarte, oh divinidad magnánima. Ahora, una vez cantado,
con el cofre del carro repleto, avanza hacia tus deseos; unce, Indra, tu dos caballos. 4
Este sube sobre el carro, macho, procurador de vacas, el cual piensa en la copa llena que
causa el enjaezamiento de los caballos; unce, Indra, tus dos caballos. 5 Que esté uncido
tu caballo derecho y tu caballo izquierdo, oh divinidad de cien poderes; embriagado
por el Soma llega con este carro hasta la mujer querida; unce, Indra, tus dos caballos. 6
Unzo con la plegaria tus dos caballos provistos de crines; avanza hacia adelante; has
recogido las riendas; los fuertes jugos del Soma te han embriagado; acompañado por el
sol de Pusan, oh divinidad del rayo, junto con tu mujer te has embriagado.

Himno al guerrero Indra.

(VR 1.84) (Doniger 1975) 13-15 Indra, al que nadie podía oponerse, mató noventa y
nueve enemigos Vrtras con los huesos de Dadhyañc. Cuando Indra buscaba la cabeza
de caballo que estaba escondida en las montañas, la encontró en Saryanavat. Entonces
ellos conocieron el nombre secreto de la vaca de Tvastr, en la casa de la luna.

Himnos a los Poetas guerreros Maruts.

(VR 1.86) (Villar 1975) 1 Oh Maruts, aquel de quien en la morada vosotros estáis
vigilantes, oh resplandecientes señores del cielo, / ese es el hombre que tiene la mejor
de las protecciones. 2 Oh divinidades que sois trasportadores mediante la ofrenda, sed
transportados bien por los sacrificios, bien mediante los pensamientos del cantor. Oh
Maruts, escuchad mi plegaria. 3 El magnánimo señor de quien al cantor ayudáis, ese
accede a rebaños ricos en vacas. 4 En el lecho ritual de ese hombre hay Soma prensado
con ocasión de las ofrendas. La oración es entonada y el brebaje embriagador bebido. 5
Que a éste lo escuchen los mundos, de forma que esté sobre todos los seres humanos.
Para él los placeres que fluyen hacia el sol. 6 Nosotros os hemos servido, oh Maruts, a
lo largo de numerosos otoños con la ayuda de las poblaciones. 7 Oh Maruts adorados en
lugar preeminente, que sea feliz ese mortal cuyas satisfacciones rituales vosotros deseéis

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calmar. 8 Oh señores cuya fuerza es real, el esfuerzo del oferente vosotros conocéis, el
deseo del que está ansioso. 9 Oh vosotros cuya fuerza es real, manifestadla con poder.
Atravesad al demonio nocturno con el rayo. 10 Ocultad las tinieblas ocultables.
Atravesad todo contra el demonio glotón. Atri cread la luz que deseamos.

(VR 1.86) (Kashyap-Hernández 2012) 9 ¡Oh ustedes! Quienes poseen la fuerza


relampagueante de la Verdad, manifiéstenla mediante su poder. Perforen con sus luces
relampagueantes al rākshasa. 10 Disipen la oscuridad escondida, repelen a cada
devorador. Creen la luz la cual anhelamos.

(VR 1.87) (Villar 1975) 1 Divinidades de gran energía, de gran fuerza, desbordantes,
incansables, que nunca vacilan, que avanzan, muy amados, muy viriles, sean ungidos,
cualquiera que sean, con resplandores como las Auroras con las estrellas. 2 Cuando en
los repliegues vosotros habéis percibido el curso como los pájaros, oh Maruts, por un
camino cualquiera, vuestros cofres fluyen gota a gota en vuestros carros. Derramad la
grasa ritual de forma de miel en favor del cantor. 3 La tierra tiembla bajo su empuje
como vacilante con sus pasos, cuando se uncen para la belleza. Estos poetas Maruts
regocijados, alborozados, de lanzas resplandecientes, su propia grandeza celebran, son
sacudidores. 4 Esta es la tropa joven que corre por su propio poder, poseedora de
caballos manchados, incansable, dominante, provista de energías. Eres real,
irreprochable, que venga las faltas, la tropa viril benefactora de este poema. 5 Hablamos
por el engendramiento del poder antiguo. La lengua avanza por el ojo del Soma. Cuando
ellos, los cantores, han alcanzado a Indra con su esfuerzo. Han conseguido nombres
sacrificiales. 6 Para su gloria se han adornado con los rayos solares, ellos se han
adornado con las riendas, ellos se han adornado como cantores, estos poetas
provistos de hermosos anillos. Ellos, provistos de hachas, provistos de flechas, sin
temor, conocen la amada institución de los poetas guerreros Maruts.

(VR 1.88) (Villar 1975) 1 Oh Maruts, vosotros venís con vuestros carros
relampagueantes, de hermosos resplandores, provistos de lanzas, teniendo por alas los
caballos. Volad hacia nosotros como pájaros, con el más elevado reconfortamiento, oh
poetas de hermosos pensamientos. 2 Estos poetas guerreros avanzan según su propia
decisión con sus caballos rosados, dorados, que arrastran a los carros, para la belleza.
Brillante como una placa de oro, provisto de hachas es el carro. Golpean la tierra con la
llanta de su carro. 3 Para el esplendor sobre vuestros cuerpos están las hachas. Ellos
levantan sus hastas como árboles. Por vosotros, oh Maruts, bien nacidos, muy
poderosos, los sacerdotes ponen en movimiento la piedra de prensar el soma. 4 A lo
largo de los días, ávidos, han impulsado en vuestro honor este pensamiento y a la
divinidad productora de lluvia Varkarya. Produciendo la fórmula sagrada los poetas
Gotama con sus cantos han empujado hacia arriba el recipiente de la fuente para beber.
5 Este tronco no era visible cuando el poeta Gotama a vosotros, oh Maruts, en secreto
os vio, percibiendo a los jabalíes de ruedas doradas, de dientes de hierro, corriendo a lo
lejos. 6 Esta música vuestra, oh Maruts, fortalecedora, susurra en derredor como la del
sacerdote. Con sus dos manos hizo sonar libremente la música de estas canciones
según la propia naturaleza.

Himno a Aditi.

(VR 1.89) (Kashyap-Hernández 2012) 10 Aditi es el Cielo, Aditi es el mundo


Intermedio, /Aditi es la Madre Tierra, el Padre y el Hijo. /Aditi es el colectivo de

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Todos-los-Dioses, ella es la población quíntuple, /Aditi es todo lo que ha nacido y lo
que está aún por nacer.

Himno piadoso a la Aurora y los chamanes Asvins.

(VR 1.92) (Villar 1975) 1 Estas Auroras han conseguido su luz; en el lado oriental del
oscuro espacio se han puesto la luz como ornamento; sacando las armas como valientes
las vacas rojizas, las madres, avanzan al frente. 2 Los rayos dorados de las Auroras han
emprendido el vuelo de buena gana; las vacas rojizas fáciles de engalanar se han
equipado; las Auroras han puesto su marca al modo antiguo; las Auroras rojizas han
esparcido el rayo de luz resplandeciente. 3 Brillan como las mujeres habilidosas en su
trabajo; desde lejos venidas en el mismo viaje, trayendo el placer para el adorador rico
en bienes, todas las cosas para el sacrificador que exprime el Soma. 4 Al igual que una
danzarina se pone por encima vestidos, descubre su seno como la vaca descubre su ubre.
Produciendo la luz para todo el universo, la Aurora abrió las tinieblas como las vacas
abren el establo. 5 Su llama resplandeciente es visible, se extiende, rechaza la negra
oscuridad. La hija del cielo ha clavado su rayo de luz resplandeciente como se clava el
poste sacrificial, engalanándolo con adornos en las celebraciones rituales. 6 Nosotros
hemos atravesado al otro lado de esta tiniebla. La Aurora brillando establece las
demarcaciones. Sonríe como una amante para agradar, la Aurora resplandeciente de
hermoso rostro ha incitado a los hombres a la jovialidad. 7 Conductora luminosa de las
generosidades, la hija del cielo es invocada por los poetas Gotamas. Asignanos, oh
Aurora, riquezas consistentes en descendencia, consistentes en héroes, destacables por
los caballos, notables por las vacas. 8 Oh Aurora, que logre la bienes resplandecientes,
abundante en héroes, con multitud de esclavos, destacable por los caballos. Brillas por
una fama de hermosos hechos, movida por magníficos dones, oh divinidad que tiene
una hermosa parte, la alta bienes suficientes otórganos. 9 La divinidad mirando todos
los seres brilla a lo lejos, afrontando la mirada. Incitando a moverse a todo ser vivo,
capta la voz de todo hombre piadoso. 10 La divinidad antigua que nace una y otra vez,
poniéndose como adorno el mismo color como un ganador en el juego, hábil, la apuesta
de su contrincante sigiloso remueve la edad del mortal envejeciéndolo. 11 Iluminando
los bordes del cielo se despertó. A su hermana aleja. Disminuyendo las especies de
hombres, la joven brilla por la mirada del amante. 12 Extendiéndose como se extiende
al ganado, resplandeciente, afortunada, como un río, su turbulencia brilla a lo lejos. Sin
desvirtuar las leyes divinas, manifestándose mediante los rayos solares, brilla. 13 Oh
Aurora, tráenos ese resplandeciente regalo, oh divinidad abundante en dones, por
medio del cual tengamos descendencia y linaje. 14 Oh Aurora, hoy aquí, eres abundante
en vacas, rica en caballos, resplandeciente, haz resplandecer los bienes suficientes para
nosotros, oh luminosa. 15 Prepara, pues, oh divinidad abundante en dones, los caballos
rosados, oh Aurora, y traenos toda la buena suerte. 16. Oh divinidad chamán Asvin,
milagrosos, de nosotros sea la carrera abundante en vacas, abundante en oro; conducid
el carro hasta el lugar de descanso, oh divinidad animados por idénticos sentimientos.
17 Los cuales dos chamanes Asvin producid en verdad el ruido del cielo (?), producid
la luz para el hombre; traednos el refrigerio vosotros dos, oh chamanes Asvin. 18 Aquí,
a los dos chamanes divinos portadores de la alegría, milagrosos, poseedores de un
áureo camino, traigan muy de mañana para la bebida del Soma.

Himnos [suktas 94-98] del Sabio Kutsa Āngirasa.

Himnos al Sacerdote Agni.

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(VR 1.96) (Villar 1975) 1 Nacido de la fuerza, al modo antiguo, Agni, de una vez ha
asumido toda la sabiduría. Las aguas y la vasija del soma Dhisana han hecho prosperar
su amistad; las divinidades han hecho que Agni se convierta en el dador de riqueza. 2
Mediante la antigua invocación [nivid], mediante la sabiduría de Ayu el primer
hombre este Agni emanó a estos descendientes de los hombres; mediante su mirada
resplandeciente ha emanado al cielo y a las aguas; las divinidades han hecho que Agni
se convierta en el dador de la riqueza. 3 A este Agni lo han venerado como al primer
cumplidor del sacrificio, rociado de grasa sacrificial, que avanza hacia adelante, hijo
de la fuerza, Bharata de abundantes regalos; las divinidades han hecho que Agni se
convierta en el dador de la riqueza. 4 Este, Proveedor [Matarisva], dueño de la
abundante prosperidad, ha encontrado un camino para la descendencia al ser
descubridor del sol; guardián de las comunidades, emanador de los dos mundos, las
divinidades han hecho que Agni se convierta en el dador de la riqueza. 5 Noche y
Aurora, que se amortiguan recíprocamente su apariencia, dan de mamar asociadas a su
único descendiente Agni; entre cielo y tierra brilla como una joya dorada; las
divinidades han hecho que Agni se convierta en el dador de la riqueza. 6 Cimiento de la
riqueza, lugar en que confluyen los bienes, bandera del sacrificio, realizador del
pensamiento, pájaro; para proteger su inmortalidad a éste las divinidades han hecho que
se convierta en el dador de la riqueza. 7 Ahora y antes sede de las riquezas, asiento de lo
que ha nacido y de lo que nace guardián de lo que es y de lo que llega a ser en
abundancia, las divinidades han hecho que Agni se convierta en el dador de la riqueza.
8 Que Agni, que es dador de la riqueza poderosa, dador de la riqueza consistente en
hombres esforzados nos ofrezca esa riqueza; que el dador de la riqueza nos dé el gozo
consistente en hombres valientes, que el dador de la riqueza nos dé larga duración de
vida. 9 Así, pues, vigorizado por la leña, irradíanos la riqueza, oh divinidad
clarificadora, para nuestra gloria. Que esto nos lo otorguen Mitra, Varuna, Adití, el
Océano, la Tierra y el Cielo.

(VR 1.97) (Villar 1975) 1 Arrojando el mal de nosotros mediante tus llamas, irradia, oh
Agni, la riqueza, apartando de nosotros el mal mediante tus llamas. 2 Nosotros
ofrecemos este sacrificio para alcanzar ricos campos, un camino feliz, y la riqueza [...]
apartando de nosotros el mal mediante tus llamas. 3 Cuando delante el más
resplandeciente de ellos, cuando delante nuestros señores [...] apartando de nosotros el
mal mediante tus llamas. 4 Cuando por ti, Agni, nuestros señores, cuando por ti
nosotros engendramos descendencia [...] apartando de nosotros el mal mediante tus
llamas. 5 Cuando los rayos de Agni llenos de fuerza avanzan desde todas partes [...]
apartando de nosotros el mal mediante tus llamas. 6 Pues eres, oh Agni cuyo rostro está
vuelto en todas direcciones, estás rodeando por todas partes [...] apartando de nosotros
el mal mediante tus llamas. 7 Oh Agni cuyo rostro está vuelto en todas direcciones, haz
que saltemos por encima de nuestros enemigos como una nave [...] apartando de
nosotros el mal mediante tus llamas. 8 Siendo tal, haznos pasar por encima de nuestros
enemigos como se pasa un río con una nave, para nuestra salvación [...] apartando de
nosotros el mal mediante tus llamas.

(VR 1.98) (Villar 1975) 1 Que podamos permanecer en el favor del Protector de
hombres [Vaisvanara] Agni, él es el rey, el conductor de los seres a la gloria. Nacido
aquí, todo este mundo contempla; Vaisvanara Agni, se funde con el sol. 2 Agni a quien
se invoca en el cielo, a quien se invoca en la tierra, Agni a quien se invoca, ha entrado a
residir en todas las plantas; Vaisvanara Agni,, a quien se invoca por su fuerza, que él a

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nosotros de día y de noche nos proteja de todo daño. 3 Oh Vaisvanara Agni,, que esto
de ti sea verdad: que las riquezas y los donantes generosos nos acompañen. Que esto
nos lo otorguen Mitra, Varuna, Aditi, el Océano, la Tierra y el Cielo.

Himno [sukta 99] del Sabio Kashyapa Mārīcha.

(VR 1.99) (Villar 1975) 1 Exprimamos el Soma en honor del Játavedas Agni; que él
consuma la hacienda del que nos sea hostil. Que este Agni nos pase por encima de todos
los malos caminos, de los pehgros, como se pasa un río con una nave.

Himnos [suktas 100-115] del Sabio Kutsa Āngirasa.

Himno a Varuna.

(VR 1.105) (Pérez Martín 2000) 15 En el corazón, Varuna descubre el pensamiento


sabio, ya que estableció comprensión divina y discernimiento espiritual en el corazón
humano.

Himno a los chamanes Vasus y a las divinidades.

(VR 1.106) (Villar 1975) 1 A Indra, a Mitra, a Varuna, a la tropa de los Maruts, a Aditi,
nosotros invocamos para que nos favorezcan. Como a un carro de un lugar sin caminos,
oh chamanes Vasus dadores de regalos, de toda tribulación a nosotros apartadnos. 2
Siendo tales, oh Adityas, venid para nuestra completa felicidad. Sed divinidades
portadores de salvación en nuestras luchas con el enemigo. Como a un carro de un lugar
sin caminos, oh chamanes Vasus dadores de regalos, de toda tribulación a nosotros
apartadnos. 3 Que nos favorezcan los poderes benéficos si son invocados y las dos
divinidades, madres de divinidades, robustecidas por el orden. Como a un carro de un
lugar sin caminos, oh chamanes Vasus dadores de regalos, de toda tribulación a
nosotros apartadnos. 4 Nosotros imploramos con nuestros cantos a Narásamsa Agni
poseedor de premios, estimulándolo aquí, y a Pusan poseedor de hombres disponibles.
Como a un carro de un lugar sin caminos, oh chamanes Vasus dadores de regalos, de
toda tribulación a nosotros apartadnos. 5 Oh Brhaspati, depáranos el bienestar. La
felicidad que es salutífera para los hombres, ésa te imploramos. Como un carro de un
lugar sin caminos, oh chamanes Vasus dadores de regalos, de toda tribulación a
nosotros apartadnos. 6 A Indra matador de la serpiente, señor de la fuerza, lo llamó en
su auxilio el Sabio Kutsa, comprimido en su fosa. Como a un carro de un lugar sin
caminos, oh chamanes Vasus dadores de regalos, de toda tribulación a nosotros
apartadnos. 7 Que la divinidad Aditi nos proteja junto con las divinidades. Que la
divinidad salvadora nos salve infatigable. Que Mitra-Varuna sean espléndidos con
nosotros, y Aditi, el río, la Tierra y el Cielo.

Himno a las divinidades.

(VR 1.107) (Villar 1975) 1 El sacrificio se dirige hacia el favor de las divinidades. Oh
Adityas, sed benévolos. Que vuestro favor venga hacia nosotros, el cual incluso desde
una situación angustiosa sería lo que mayor libertad nos otorgaría. 2 Que las
divinidades se aproximen a nuestro ruego, implorados por las canciones de los Angiras.
Que Indra nos otorgue su protección suplicado por los partidarios de Indra, Aditi por
los partidarios de Aditi, los Maruts por los partidarios de los Maruts. 3 Que Indra,

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Varuna, Agni, Aryaman, Savitar nos otorguen ese favor. Que Mitra, Varuna, sean
espléndidos con nosotros, y Aditi, el río, la Tierra y el Cielo.

Himno al Resplandor [Aurora-Aditi].

(VR 1.113) (Villar 1975) 1 Así pues, la luz de las luces, la más brillante, ha llegado; la
luz resplandeciente ha nacido, extendiéndose. Como la noche fue puesta en retirada por
impulso de Savitar, ha dejado así el sitio a la Aurora. 2 Con su luminoso ternero,
resplandeciente, radiante, ha llegado; la noche le ha cedido sus asientos. Parientes,
inmortales, siguiendo el uno la misma dirección del otro, el día y la noche marchan
trocándose los colores. 3 El camino de las dos hermanas es común, ilimitado; ese
camino recorren la una y la otra dependientes de Dios. Recíprocamente no se estorban,
no se detienen, benéficas, Noche y Aurora, parientes, de forma exterior diferente. 4
Guía luminosa de generosidades, se ha mostrado resplandeciente, nos ha abierto las
puertas. Habiendo puesto en actividad al mundo animado nos ha otorgado las riquezas;
la Aurora ha despertado a todos los seres. 5 Al que yacía en el suelo en posición
trasversal la poderosa Divinidad para marchar lo ha despertado, a la búsqueda del
alimento, de la riqueza a otro individuo a los que son de visión débil para ver de lejos.
La Aurora ha despertado a todos los seres. 6 A uno a la dominación, a otro a la gloria, a
otro a la búsqueda de la grandeza, a otro a emprender su trabajo. Para el examen de las
diferentes existencias, la Aurora ha despertado a todos los seres. 7 Esta hija del cielo se
ha hecho visible brillando a lo lejos, joven de blancos vestidos. Teniendo como propio
todo el bien terrestre, oh Aurora dichosa, brilla aquí hoy a lo lejos. 8 Sigue al rebaño de
las Auroras pasadas, en cabeza de las que se acercan apareciendo de nuevo, brillando
de lejos, glorificando al ser vivo, la Aurora, que nunca despierta a lo que está muerto. 9
Oh Aurora, cuando has hecho que Agni se encienda, cuando has brillado a lo lejos por
la mirada del sol, cuando has despertado a los hombres que van a ofrecer el sacrificio,
entonces has conseguido entre las Divinidades un mérito brillante. 10 ¿Cuánto tiempo
estará la Aurora en medio de las Auroras que ya han brillado y de las que volverán a
brillar? Ansiosa, siente nostalgia de las primeras; con gusto va con las otras, previsora.
11 Ya se fueron los mortales aquellos que vieron la primera Aurora brillante. / Ahora es
contemplada por nosotros; vienen a continuación los que deben verla en el tiempo
venidero. 12 Haciendo retroceder a los enemigos, protegiendo el orden, hija del orden,
de abundantes favores, que pone en movimiento la riqueza, de buenos presagios, que
trae consigo el banquete de las Divinidades, oh Aurora, eres la más bella, brilla hoy
aquí. 13 La Aurora divina ha brillado a lo lejos continuamente en el pasado; además hoy
también ha brillado la Divinidad poderosa; además ha de brillar a lo largo de los días
venideros; sin envejecer, sin morir, avanza según sus propias leyes. 14 Con sus
apariciones ha brillado en los confines del cielo; la Divinidad ha apartado la negra
vestidura Despertando a todos los seres la Aurora avanza con sus rosados caballos, con
su carro bien uncido. 15 Trayendo la prosperidad deseable, ha puesto la luz
resplandeciente, la Aurora que brilla intensamente. Ultima de las pasadas, primera de
las que brillan a continuación, la Aurora ha brillado. 16 Levantaos; la fuerza vital ha
llegado a nosotros; la oscuridad se ha ido; la luz llega. Ha dejado el camino para el
avance del sol; nosotros hemos llegado al momento en que los hombres prolongan su
vida. 17 Mediante el encadenamiento de palabras de los himnos, el conductor del ritual
suplicando, el cantor, hace venir las Auroras resplandecientes. Brilla, pues, hoy, oh gran
Señora para el que canta; irradíanos una vida de abundante descendencia. 18 Las
Auroras que brillan a lo lejos, poseedoras de vacas, dueñas de todos los hombres para el
mortal adorador, cuando surgen las generosidades como las del guerrero Vayu, esas

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Auroras dadoras de caballos consígalas el preparador del Soma. 19 Madre de las
Divinidades, rostro de Aditi, luz del sacrificio, resplandece en la altura, otorgadora de
mercedes a la oración nuestra, resplandece a lo lejos, engéndranos en el linaje del
hombre, oh poseedor de todas las cosas. 20 El brillante tesoro que traen las Auroras,
resplandeciente para el que ofrece sacrificios y se esfuerza, que Varuna, Mitra nos lo
proporcionen, y Aditi, y el río, y el cielo y la tierra.

(VR 1.113) (Tola 2014) 1 Ha llegado esta luz, /la más hermosa de las luces; /ha surgido
la aparición resplandeciente, /que se difunde por doquiera. /Así como el Resplandor
es puesto en marcha, /para que surja el sol, /así la Noche se ha retirado ante el
Resplandor. 2 /La luz Blanca ha llegado, /brillante, con su brillante ternero; /la noche
Negra le ha cedido el lugar. /Emparentadas, inmortales, /siguiéndose la una a la otra, /la
Noche y la Aurora avanzan, /intercambiando sus colores. 3 /Idéntico y sin fin /es el
camino de las dos hermanas. /En alternada marcha, /ambas avanzan /instruidas por las
Divinidades. /A precisa distancia la una de la otra, /no entran en conflicto, /no se
detienen. /La Noche y el Resplandor /tienen idéntico espíritu, /pero distinto aspecto. 4
/Ha aparecido, llena de resplandores, /la que nos trae las alegrías. /Resplandeciente, /ha
abierto para nosotros, /de par en par las puertas del cielo. /Incitando al universo, /ha
puesto al descubierto las riquezas. /El Resplandor ha despertado a todos los seres. 5 El
generoso Resplandor /a despertado a todos los seres, /para que se levante el que yacía,
/en pos de su sustento o bien de la riqueza, /para que vean hasta lo lejos /los que nada
veían. 6 La Aurora ha despertado a todos los seres, /para que busquen /éste el poder, ése
la gloria, aquél la grandeza, /para que el otro vaya a sus quehaceres, /para que todos
persigan /sus diversas formas de existencia. 7 El hijo del Cielo ha aparecido,
/difundiendo sus resplandores. /Es varona joven, /con brillante vestimenta. /Oh
Resplandor afortunado, /eres dueño /de lo que es bueno en esta tierra, /difunde tu luz,
hoy día, entre nosotros. 8 Este Resplandor sigue el camino /de los que ya pasaron, /va a
la cabeza de los que están viniendo /en sucesión continua, /difundiendo sus
resplandores, /haciendo que lo que vive /se ponga en movimiento /-mas no despierta a
nadie /del sueño de la muerte-. 9 /Para las Divinidades, oh Resplandor, /has realizado
una hermosa obra: /has hecho que el fuego se encendiera; /con el ojo del sol /iluminaste
las tinieblas; /y despertaste a los mortales /que deben ofrecer el sacrificio. 10 /¿Cuánto
tiempo permanecerá /entre los que ya brillaron /y los que en el futuro han de brillar?
/Con todo corazón /ansia reunirse /con los que ya pasaron; /por su propia voluntad
avanza, /esperado por los otros. 11 /Pasaron los mortales, /que vieron a los
Resplandores del pasado /difundir sus luces. /Este es el que a nosotros /nos ha sido
dado contemplar. /Ya vienen otros hombres /que han de contemplar nuevos
Resplandores. 12 /Oh Resplandor, /como el mejor de todos, /difunde tu luz hoy entre
nosotros, /alejando a nuestros enemigos, /protector del Orden, /nacido según el Orden,
/rico en favores, auspicioso, /provocando los cantos de alegría, /trayendo contigo la
fiesta de las Divinidades. 13 /Una vez tras otra, sin cesar, /brilló en el pasado el divino
Resplandor. /Generoso ha brillado hoy /y brillará en los días por venir. /Avanza por su
propia voluntad, /inmortal y eternamente joven. 14 /En las puertas del cielo /ha brillado
con sus colores. /La Divinidad echó de lado /el manto sombrío de la Noche. /El
Resplandor llega, /despertando a todos los seres, /con sus rojos caballos, /en su bien
uncido carro. 15 /Trae sus fecundos dones /y, atrayendo las miradas, /levanta su
esplendorosa señal. /Ha brillado este Resplandor, /el último de los que ya pasaron, /el
primero de los que vienen /brillando en sucesión continua. 16 /¡Levantaos! /Ha venido a
nosotros /el espíritu de vida; /la tiniebla se ha retirado; /llega la luz. /Cede el camino al
sol para que avance. /Hemos alcanzado aquel momento, /en que le conceden las

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Divinidades /una nueva etapa a nuestra vida. 17 /Cual un cochero, /con las riendas de
sus palabras, /el cantor, que las elogia, /hace surgir al resplandeciente Resplandor. /Oh
Generoso, /brilla para el que te canta. /Otórganos, brillando, /una vida abundante en
descendientes. 18 /¡Ojalá que el que ofrece el soma obtenga, /en el momento en que los
cantos /como el viento se levantan, /los Resplandores que brillan para el mortal
piadoso, /generosos en vacas, /donatrices de caballos, /que conservan completos a los
hombres! 19 /Difunde luz, madre de las Divinidades, /el rostro de Aditi, /el emblema de
los sacrificios, /inmensa. /Brilla, haciendo honor a nuestro ruego. /Entre nuestra gente,
/haznos abundantes en descendencia, /tú que posees todos los bienes. 20 /¡Ojalá que
Mitra y que Varuna, /Aditi, Sindhu [Indo], /la Tierra y el Cielo /nos den aquella
abundancia /bienhechora y espléndida, /que los Resplandores aportan /para el que
ofrece el sacrificio, /para el que es activo /en el servicio de las Divinidades!

(VR 1.113) (Kashyap-Hernández 2012) 16 “Elévate y procede hacia los planos


superiores, nuestro ser interior (jīva) ha emergido, la ignorancia (tama) ha partido, la
Verdad-Luz se aproxima hacia nosotros […].

Himnno a Surya [Sol], Mitra y Varuna.

(VR 1.115) (Villar 1975) 1 El brillante rostro de las Divinidades subió, el ojo de Mitra,
de Varuna, de Agni. Ha llenado cielo y tierra, y el espacio íntermedio. El Sol es el soplo
vital de lo que se mueve y de lo que está en reposo. 2 El Sol a la Divinidad Aurora
resplandeciente, como un joven marido a su mujer, la sigue, cuando los hombres que
sirven a las Divinidades estiran los yugos en honor del sol resplandeciente. 3 Los
resplandecientes caballos dorados del Sol, brillantes, presurosos, propios para despertar
el entusiasmo, respetuosos, se establecieron en la cumbre del cielo. A diario rodean la
tierra y el cielo. 4 Esto la divinidad del Sol, esto su grandeza: en medio de su acción ha
replegado el tejido extendido; cuando unció los caballos dorados lejos del
establecimiento común, la noche ha extendido su vestido para él. 5 El Sol hace visible
en lo más alto del cielo esta hermosura de Mitra, de Varuna. Infinita la belleza
resplandeciente de este Sol; oscura la otra que los caballos repliegan. 6 Hoy, oh
Divinidades, al surgimiento del Sol, salvadnos de la desgracia, de la falta. Que eso nos
otorguen Mitra, Varuna, el río, la Tierra, el Cielo.

Himnos [suktas 116-126] del Sabio Kakshīvān Dairghatamas.

Himno al guerrero Indra.

(VR 1.117) (Doniger 1975) 22 Oh Asvines, ponéis una cabeza de caballo sobre
Dadhyañc, hijo del sacerdote Atharvan. Él, siendo honrado, os habló de la miel de
Tvastr que estaba oculta para vosotros, que realiza hazañas prodigiosas.

Himnos al Resplandor [Aurora-Aditi].

(VR 1.123) (Villar 1975) 1 El ancho carro de la vaca ha sido uncido; sobre él las
Divinidades inmortales se han instalado. De la oscuridad ha salido la noble, poderosa
Señora, cuidándose de la casa del hombre. 2 Anterior a todo el mundo ha aparecido
ganando el botín, alta, triunfante. Desde arriba ha mirado la joven que nace de nuevo; la
Aurora ha llegado la primera en el momento de la llamada. 3 Cuando hoy repartas a los
hombres los dones, oh Aurora divina entre los hombres, oh bien nacida, la Divinidad

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Savitar, señor de la casa, nos declare entonces inocentes ante el Sol. 4 Al amanecer va
de casa en casa, de día en día, poniéndose los nombres. Deseando dar, la Aurora
luminosa ha venido continuamente; obtiene una y otra vez la parte mejor de las
riquezas. 5 Hermana de los adityas: Bhaga, gemela de Varuna, oh Aurora generosa,
despierta la primera. Que el que es causante del mal, ése quede rezagado; que le
venzamos con la vaca como carro. 6 Que surjan las generosidades, que surjan las
ofrendas rituales; los fuegos se han encendido brillantes. Los bienes anhelados,
escondidos por las tinieblas los han hecho visibles las Auroras resplandecientes. 7 La
una se va, la otra viene, las dos mitades del día de formas opuestas, día y noche,
marchan juntas. Una ha apartado la tiniebla de las dos zonas de alrededor. La Aurora
con su carro resplandeciente ha brillado. 8 Del mismo aspecto hoy, del mismo aspecto
el día siguiente, siguen la larga sede de Varuna. Sin tacha las Auroras en un solo día las
treinta distancias [yojana] realizan una tras otra, lo cual es el designio divino. 9 Conoce
el nombre del día primero; la blanca ha nacido de la oscuridad, resplandeciente. La
joven no infringe la institución de la ley sagrada yendo día tras días a la cita. 10 Como
una joven engreída de su hermosura vas, oh Divinidad, hacia la Divinidad que te desea
con ardor. Joven sonriente, descubres tus senos brillando en el oriente. 11 De hermosa
presencia, como una joven equipada por su madre, la Aurora descubre su cuerpo para
que se le vea. Oh Aurora, eres feliz, brilla más a lo lejos; las otras Auroras no te
igualarán en eso. 12 Poseedoras de caballos, de vacas, de todos los bienes, marchando
junto con los rayos del sol, van y vienen las Auroras portadoras de nombres felices. 13
Sigues las huellas del orden, pon en nosotros un poder más y más feliz, Oh Aurora, eres
asequible a las plegarias, brilla hoy para nosotros; y que los bienes sean para nuestros
señores.

(VR 1.124) (Villar 1975) 1 La Aurora brillando, habiéndose encendido el fuego, el sol,
levantándose ha hecho ascender la luz. La Divinidad Savitar nos ha incitado, a bípedos
y cuadrúpedos, a ir ahora a nuestros quehaceres. 2 Sin infringir las leyes divinas,
conteniendo las generaciones del hombre, la Aurora, la última de las que se han ido en
sucesión continua, la primera de las que vienen, ha brillado a lo lejos. 3 Esta Aurora,
hija del cielo, se ha manifestado revestida de luz, idéntica a sí, desde el oriente. Camina
por el sendero del orden; como una que sabe, no pierde su rumbo. 4 Se ve su pecho
como el de una joven; como el poeta Nodhas ha descubierto sus queridos (?). Como
una mosca despertando a los que duermen ha llegado la primera en la sucesión de las
que vienen. 5 En el lado oriental del espacio oscuro la engendradora de las vacas ha
encendido la luz. Se extiende más y más a lo lejos llenando el regazo de sus dos padres.
6 Así ella, la primera entre muchas, no elude que la vea nadie, ni ajeno ni pariente.
Engreída de su cuerpo sin tacha, no retrocede ni del pequeño ni del grande, la
Divinidad resplandeciente. 7 Como una mujer sin hermano, va en busca de los
hombres; como quien sube al asiento del carro para ganar el botín de guerra; como la
mujer amante para su esposo, la Aurora de hermosas vestiduras deja libre sus senos. 8
La hermana ha dejado sitio a su hermana mayor; se aleja de ella como la que ha de ser
vista de nuevo. Brillando a lo lejos con los rayos del sol se cubre de ungüento como las
mujeres que van a una cita. 9 De sus hermanas precedentes en el curso de los días, esta
Aurora, la última, alcanza a la anterior por detrás. Que estas Auroras más nuevas nos
irradien la abundancia ahora como antes, los días hermosos. 10 Despierta, oh Aurora
generosa, a los que dan con generosidad; que duermen sin despertar los avaros.
Resplandece generosamente para los generosos, oh señora, con generosidad para tu
adorador, oh generosa, despiertas. 11 Esta joven ha brillado desde el oriente; ella
enjaeza la hilera de vacas rosadas. Que brille a lo lejos ahora; que su luz esté en lugar

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sobresaliente; que el fuego se instale de casa en casa. 12 Por ti los pájaros han levantado
el vuelo desde su nido y también los hombres que toman alimento al amanecer. Al que
está en casa llevas un gran bien, oh Aurora divina, para el mortal que te adora. 13
Vosotras, Auroras, dignas de alabanza, habéis sido alabadas, Auroras amantes habéis
sido vigorizadas por el himno. Que ganemos mediante la súplica vuestra oh Divinidad,
una recompensa de mil, de cien.

Himno del Huésped.

(VR 1.125) (Tola 2014) 1 El huésped: El huésped, que llega en la mañana, /trae
consigo una joya como beneficio. /El que es sensato /acoge al huésped /y se hace de un
tesoro. /Mediante él, /incrementa su descendencia, /prolonga su vida /y, rodeado por sus
hijos, /disfruta de sus bienes. 2 El príncipe: "Huésped de la mañana, /el que te acoge,
/cuando llegas cargado de presentes, /como se atrapa a un pájaro con la red, /aquél
poseerá vacas hermosas, /abundante oro y caballos excelentes, /y gran vitalidad le
otorga Indra."

(VR 1.125) (Tola 2014) 3 El huésped: "He venido esta mañana, /con mi carro colmado
de presentes beneficiosos, /buscando a un bienhechor, /hijo de mis deseos. /Dale de
beber el jugo de la embriagante planta, /exalta, con cantos de alegría, /al que es el señor
de los hombres. 4 /Como ríos afluyen sin cesar las vacas, /que aportan la felicidad,
/hacia aquel que sacrifica /o se dispone a sacrificar. /Envolviéndolo de gloria, /de todas
partes llegan las corrientes de alimento /para aquel que es generoso y liberal. 5 /El
generoso tiene su morada /en la bóveda del cielo; /se reúne con las Divinidades; /las
aguas y los ríos le aportan alimentos: /la dádiva sagrada /constituye su prosperidad. 6
/Para los que dan la dádiva sagrada son las cosas hermosas de esta tierra; para los que
dan la dádiva sagrada los soles que brillan en el cielo; los que dan la dádiva sagrada
prolongan la duración de su existencia; los que dan la dádiva sagrada gozan de la
inmortalidad. 7 /¡Que no alcancen el mal y el pecado /a los que son generosos! /¡Que los
que ofrecen sacrificios, /y viven llenos de piedad, /jamás se tornen viejos y decrépitos!
/¡Que todos sirvan de muralla protectora /a los que son generosos! /¡Que las desdichas
acosen /al que no sabe lo que es la generosidad!

Himnos [suktas 127-139] del Sabio Paruchchhepa Daivodāsī.

Himno a los jueces: Varuna, Mitra y el soma.

(VR 1.137) (Villar 1975) 1 Hemos prensado el Soma; venid vosotros dos con las
piedras. Estos Somas mezclados con leche de vaca son embriagadores, estos Somas
son embriagadores. Reyes que alcanzáis el cielo, venid hasta nosotros. Estos Somas son
para vosotros, oh Mitra-Varuna, mezclados con leche de vaca. Soma puro mezclado con
leche de vaca. 2 Venid; estos Somas son jugos, Somas mezclados con leche, prensados,
mezclados con leche. Para vostros en el despertar de la Aurora, junto con los rayos del
sol, el Soma es prensado para Mitra, para Varuna, para que ellos lo beban, el querido
Soma para el orden, para que lo beban. 3 A esta planta la ordeñan igual que a la vaca de
la Aurora con la ayuda de las piedras; ordeñan el Soma con ayuda de las piedras Venid
hacia nosotros, girando hacia acá para la bebida del Soma. Este es el Soma prensado por
los señores para vosotros dos, oh Mitra-Varuna, prensado para que bebáis.

Himnos [suktas 140-164] del Sabio Dīrghatamā Auchathya.

32
Himno al Sacerdote Agni.

(VR 1.145) (Villar 1975) 1 Preguntad a este Agni; él ha venido; él sabe; él, conocedor,
recibe nuestra veneración, él recibe nuestra veneración; en él están las órdenes, en él
los estímulos; él es el señor de la prosperidad, de la fuerza impetuosa. 2 A él preguntan;
en cambio él no pregunta, ya que él, Sabio, con su propia inteligencia comprende; él no
olvida la primera ni la última palabra. Sigue fielmente la fuerza de su inteligencia, sin
caer nunca en el descuido. 3 A él se dirigen las cucharas rituales, a él las yeguas de
carrera; que él sólo oiga todas mis palabras; dador de abundantes ordenes rituales
[praisas] conquistador, conductor del sacrificio, prestador de protección segura, recién
nacido, ha tomado la fuerza. 4 El va a aproximarse cuando las llamas se reúnen; apenas
nacido se ha acercado sigiloso junto con sus compañeros (?); lo tocan a Agni poderoso
para el placer, para el gozo, cuando las ofrendas amantes llegan hasta él que se
aproxima. 5 Este Agni, animal que vive en el agua, animal que se mueve en el bosque,
se ha situado en la más alta piel, él ha proclamado sus leyes a los mortales, Agni
conocedor real que conoce el orden.

Himnos a los Jueces Varuna y Mitra.

(VR 1.152) (Villar 1975) 1 Vosotros dos estáis revestidos de vestimentas holgadas.
Vuestros pensamientos incorruptibles, ungen impetuosamente. Vosotros dos habéis
derribado lo falso, seguís, oh Mitra-Varuna, toda norma moral. 2 Más de uno no
comprende esto de estas Divinidades: la verdadera fórmula recitada por el Poeta,
tempestuosa. El de cuatro puntas, poderoso, da muerte al de tres puntas; los que insultan
a las Divinidades han envejecido los primeros. 3 Sin pies, ella va la primera de las
provistas de pies: ¿quién ha comprendido eso de vosotros, oh Mitra-Varuna? El embrión
lleva la carga incluso de éste mundo (?); salva la ley; derrota al desorden. 4 Nosotros
vemos al amante de las vírgenes avanzando en derredor, pero no acostándose al lado,
vestido de telas estiradas sin repasar; es la institución querida de Mitra y de Varuna. 5
Nacido como un no-caballo sin bridas es un corcel; gritando fuertemente vuela con la
espalda vuelta al cénit. Los jóvenes se han complacido en la fórmula incomprensible,
cantando ante Mitra, ante Varuna, la institución. 6 Las vacas que ayudan al hijo del
Poeta Mamata Dirghatamas, hacen beber al que ama la fórmula en una misma ubre. El
que conoce el rito de la ofrenda participe del alimento; el que quiere ganar por su boca,
dé lugar al Poema (?) [Adid]. 7 Que pueda haceros venir, oh Mitra-Varuna, hacia el
disfrute de la ofrenda junto con el homenaje, con vuestra ayuda, oh Divinidades. Que
nuestra fórmula sea vigorosa en las competiciones; que sea nuestra la lluvia celeste que
lleva al éxito.

(VR 1.153) (Villar 1975) 1 Nosotros ofrecemos un alto sacrificio en honor de vosotros
dos, todos juntos, oh Mitra-Varuna, mediante oblaciones, mediante homenajes,
mediante grasas sacrificiales, oh Divinidades que apreciáis las grasas sacrificiales, y de
lo que os llevan en nuestro provecho, junto con los pensamientos, a la manera de
oficiantes. 2 La alabanza a vosotros, como vuestra función, os ha sido ofrecida,
alabanza que es carro uncido, oh Mitra-Varuna, que es himno de alabanza, cuando el
oferente os unge en el sacrificio, el patrón que desea conseguir vuestra benevolencia, oh
toros. 3 Aditi, la vaca, se ha hinchado de leche para el hombre en beneficio del orden,
oh Mitra-Varuna, para el que proporciona la ofrenda, cuando os aguijonea para el
sacrificio, honrándoos el ofrendador como oferente humano. 4 En las comunidades que

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se embriagan, las vacas y las aguas divinas hagan hinchar la planta del Soma. Que el
señor de la casa sea el primero en ese sacrificio; gustad, bebed de la leche de la vaca
que es la aurora.

Himno al Sacerdote Vishnu.

(VR 1.154) (Doniger 1975) 1-6 Proclamaré las hazañas heroicas de Vishnu, que separó
los reinos terrenales, que apuntaló la morada superior, cuando el de amplia zancada pisó
por tres veces. Vishnu es alabado por su heroica hazaña, él que permaneció en la
montaña vagando cruelmente como una bestia salvaje. Toda criatura mora en sus tres
amplios pasos. Que la resonante oración vaya a Vishnu, que vive en las montañas, el de
amplia zancada, el toro que, solo, separó con tres pasos esta muy extensa morada. Sus
tres pisadas, inagotablemente llenas de miel, embriagan con su propio poder; sólo él ha
sostenido por tres veces la tierra, y el firmamento, y todas las criaturas. Que sea el que
pueda alcanzar su querida morada, donde se embriagan los hombres que aman a los
dioses; allí uno se une con el de amplia zancada, Vishnu, en su lugar supremo, la fuente
de miel. Queremos ir a vuestras moradas, Indra y Vishnu, donde hay ganado infatigable,
de muchos cuernos. Allí el lugar supremo del toro de amplia zancada brilla
resplandeciente.

(VR 1.154) (Villar 1975) 1 Que sea el que proclamo las proezas de Visnú, que ha
recorrido de parte a parte los espacios terrestre, que ha fijado la más elevada sede
habiendo recorrido a paso mesurado por tres veces el recorrido, con ancho paso. 2
Visnú intenta hacer eso mediante su acción viril como un temible animal que camina
poderosamente, que habita en las montañas. En sus tres anchos pasos permanecen todos
los seres. 3 Que la invocación sonora llegue a Visnú, que habita en las montañas, de
ancho paso, viril, quien esta sede extensa, ancha, él solo ha recorrido en tres pasos 4 Del
cual los tres pasos llenos de dulzura, inagotables, se embriagan por su propia iniciativa;
el cual ha fijado por tres veces la tierra, el cielo, todos los seres. 5 Que alcance este
querido camino de esta Divinidad en quien los hombres se embriagan, pues este es el
parentesco de la Divinidad de ancho caminar, el manantial de la miel en la suprema
morada de Visnú. 6 Nosotros queremos ir a las moradas de vosotros dos Visnú e
Indra.en donde están las vacas provistas de cuernos, incansables. Allí la suprema sede
de la Divinidad macho de ancho paso brilla intensamente.

Himno a Brahma.

(VR 1.158) (Kashyap-Hernández 2012) 6 La persona que ha devenido completamente


ciega debido a su apego, /se torna vieja y débil por sus actividades divisivas. /Por el otro
lado, para los Sabios quienes buscan las Aguas divinas (Energías), /la potente palabra
Brahma se convierte por sí en su auriga durante el viaje.

Himno al Padre [tierra], la madre [cielo] y el hijo.

(VR 1.160) (Villar 1975) 1 Estos son el Cielo y la Tierra, benéficos para todos,
poseedores del orden, portadores del sabio del espacio, el sol. La Divinidad Sol, puro,
avanza según el orden entre las dos Divinidades que son sus envolturas, cielo y tierra,
Divinidades de buen engendramiento. 2 De ancha extensión, poderosos, inagotables, el
padre tierra y la madre cielo (?) velan sobre los seres. Los dos mundos son muy
emprendedores, como dos jóvenes hermosas cuando el padre las revistió de hermosuras.

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3 El hijo, conductor de sus padres, purificador, Sabio, hace resplandecer a los seres con
su poder. A la vaca multicolor y al toro de buena semilla ordeña a diario el esperma de
ese toro. 4 Este, el más ingenioso de las ingeniosas Divinidades es el que engendró los
dos mundos salutíferos para todos, el que ha medido los dos espacios con su acción
benéfica. Ayudado por soportes que no envejecen, los ha fijado. 5 Los dos poderosos
seres, objeto de nuestras súplicas, otorgadnos gran fama, dominio amplio, con el cual
destaquemos sobre las estirpes de los hombres todos los días; dotadnos de un poder
maravilloso.

Himno ritual del caballo.

(VR 1.162) (Kashyap-Hernández 2012) 2 “La fuerza-vital con forma universal


(vishvarūpa) y con lustro dorado (rekshasa), al ser purificada (nirnijā) y completamente
cubierta (pravriita) por el cuerpo hecho de voluntad, es sujetada (gribhītām) y
conducida (nayanti) al frente por el no-nacido (aja), con soltura fácil (suprāng) y con el
sonido apropiado. /Esta va directo al querido abrazo de Indra y Pūshan”.

Himno a Dios (Uno)

(VR 1.164) (Kashyap-Hernández 2012) 1 […] 6 Dios (Uno). […]

(VR 1.164) (Pérez Martín 2000) 20 Dos pájaros de bellas alas, unidos por lazos de
amistad, han encontrado refugio en el mismo árbol. Uno de ellos, come el dulce fruto de
la higuera, el otro no come, solamente mira 21 Vi al Pastor, el incansable Uno,
aproximándose y desapareciendo de los caminos. El, manifestado, toda sustancia
presente, una y otra vez viaja por el mundo. El noble Pastor de todo el universo, el
iluminado que ha entrado en mi. 22 Sobre la copa de los árboles dicen; los higos están
sabrosos. Ninguno mereció conocer al Padre.

(VR 1.164) (Kashyap-Hernández 2012) 39 OM. Los versos del Resplandor [Riks] se
alojan en el supremo éter indestructible, /ahí donde todas las divinidades se aposentan.
/Alguien quien no conoce Eso, ¿qué hará con el verso del Resplandor [Rik]? Para él,
¿de qué utilidad es el verso del Resplandor [Rik]? […] 46 Los Sabios describen la
seidad Uno [única] [ekam sat] de muchas maneras. /Es llamada Agni, Yama,
Matarishvān.

(VR 1.164) (Cattedra 2007) 46 […] el Uno que es [ekam sat], inspiró a los Sabios para
que hablaran de muchos modos […].

Himnos [suktas 165 y 170] del Sabio Indra.

(VR 1.165) […]

Himno al Sabio Agastya.

(VR 1.170) (Villar 1975) 1 No hay ahora ni mañana. ¿Quién conoce lo que es invisible?
Lo que se espera según un plan de otro, queda sin efecto. 2 ¿Por qué nos haces perecer,
oh Indra? Los Maruts son tus hermanos. Arréglate con ellos convenientemente. No nos
des muerte en la lucha. 3 ¿Por qué, hermano Agastya, aún siendo amigo, nos
menosprecias? Nosotros conocemos bien tu pensamiento, no nos quieres dar nada. 4

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Que preparen el altar, que enciendan el fuego delante. Entonces, que nosotros dos te
ofrezcamos un sacrificio, inmortal. 5 Oh señor de los bienes, eres dueño de los bienes.
Eres, señor de los pactos, el principal dador de pactos. Oh Indra, ponte de acuerdo con
los Maruts, y después consume las oblaciones de acuerdo con los tiempos rituales.

(VR 1.170) (Kashyap-Hernández 2012) 1 No es ahora, ni es mañana /¿Quién conoce


aquello que es Supremo y Maravilloso?, /ello tiene movimiento y acción en la
consciencia de otro, /pero cuando uno se quiere aproximarse a ello mediante el
pensamiento, este se desvanece antes de poder ser alcanzado. 3 […] 4 Incluso en la
piedra él está ahí para el hombre, él está ahí en el medio de su hogar. /Él es como Dios
Uno universal en las criaturas; él es el Inmortal, el pensador perfecto.

Himnos [suktas 165-191] del Sabio Agastya Maitrāvaruni.

Himno a los Maruts.

(VR 1.166) (Kashyap-Hernández 2012) 2 Ellos conllevan consigo mismos la dulzura de


la ānanda como su progenie eterna y juegan su juego, brillante en las actividades del
conocimiento.

Himno piadoso al guerrero Indra y los poetas Maruts.

(VR 1.171) (Villar 1975) 1 A vuestro encuentro voy con este homenaje. Con el himno
imploro la benevolencia de los valerosos. Con el ánimo alegre, oh Maruts, en virtud de
vuestros conocimientos, refrenad la cólera. Desenganchad los caballos. 2 Este himno de
alabanza, oh Maruts, provisto de homenaje, hecho con el corazón, con el espíritu, ha
sido puesto en vuestro honor, oh divinidades. Acercaos a él, que os complacéis con el
espíritu, pues vosotros sois los que hacéis crecer el homenaje. 3 Una vez alabados, que
los Maruts tengan piedad de nosotros. Alabado el magnánimo muy benéfico Indra. Que
nuestros recipientes se mantengan rectos, preparados durante todos los días, oh Maruts,
en virtud de nuestro deseo. 4 Evitando la presencia de ese temible Indra, tiemblo, oh
Maruts, de miedo. Para vosotros las ofrendas estaban preparadas para el fortalecimiento.
Nosotros las preparamos lejos. Tened piedad de nosotros 5 La gloria mediante la cual
los hombres Manas se distinguieron durante las Auroras, en los resplandores de las
sucesivas Auroras con fuerza, esa gloria dánosla a nosotros junto con los Maruts, oh
toro, eres temible junto con los temibles, eres, robusto, dador de la fuerza. 6 Protege, oh
Indra, a los señores del que es más fuerte. Sé quien apacigua el rencor de los Maruts,
eres hecho dominador por buenos signos. Que conozcamos la fuerza que fluye
pródigamente.

(VR 1.171) (Kashyap-Hernández 2012) 2 ¡Oh Maruts Huestes de los Vientos!, éste
himno que los confirma [stoma] conlleva mi postración. /¡Oh Divinidades!, fue
modelado por el corazón, fue establecido por la mente.

Himnos al guerrero Indra.

(VR 1.175) (Villar 1975) 1 Embriágate; ha sido bedida, como la grandeza de la copa, oh
poseedor de corceles, la bebida embriagadora. El Soma, macho, ganador de botines,
principal ganador de mil botines, es tuyo, oh Divinidad macho. 2 Que venga a nosotros
la bebida embriagadora, viril, amable, vencedora, oh Indra, triunfante, inmortal. 3 Pues

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eres el fuerte, ganador, impulsas el carro del hombre; poderoso, quema al Dasyu sin ley
como a una copa mediante la llama. 4 Roba la rueda al sol, oh Divinidad potente en
fuerza; lleva al guerrero Kutsa mortífero para el demonio (?) Susna, con los caballos
del vigilante del viento Vata. 5 Pues tu embriaguez es la más fuerte y tu poder el más
eficaz; que pases por el principal poseedor de caballos gracias al vencedor de Vrtra, que
otorga espacio libre. 6 Puesto que para los antiguos sacerdotes, oh Indra, has sido como
un placer, como el agua para el sediento, te llamo según el mandato tradicional.

(VR 1.176) (Villar 1975) 1 Embriágate para nosotros para el logro del bien; oh jugo del
Soma entra viril en Indra. Cuando te estremeces irrumpes con fuerza en el enemigo;
delante no lo encuentras. 2 En este Indra haz penetrar los cantos, que es el único dueño
de las poblaciones, por el cual su autonomía es sembrada como trabajando viril la
cebada. 3 Entre los brazos del cual están todos los bienes de las cinco moradas; espía,
mata a quien nos odia, como el rayo celeste. 4 Da muerte a quien no prensa el Soma
difícil de alcanzar, que no es para ti motivo de consuelo; danos sus posesiones, incluso
si pasa por un señor generoso. 5 Has ayudado a Indra del cual la fuerza es doble; en los
cantos debe producirse el rito ininterrumpidamente; Oh jugo del Soma, has ayudado en
los botines a la Divinidad poseedora del botín, en la lucha. Puesto que para los antiguos
sacerdotes, oh Indra, has sido como un placer, como el agua para el sediento, a ti te
llamo según el mandato tradicional.

El Sabio Agastya y su esposa Lopamudra.

(VR 1.179) (Tola 2014) 1 Lopamudra: "Durante muchos otoños he trabajado /la noche,
el día, /en las madrugadas que envejecen, /y me he cansado. /La vejez destruye la
belleza de los cuerpos. /Los maridos, sin embargo, /deberían acercarse a sus mujeres." 2
Lopámudrá: "Los Sabio [rishis] piadosos del pasado, /que, con las Divinidades, /acerca
de las verdades platicaban, /aun ellos desistieron de las penitencias, /pues no lograban
encontrar el fin. /Las mujeres deberían unirse a sus maridos." 3 Agastya: "No es inútil el
esfuerzo, /que protegen las Divinidades inmortales. /Pero vamos, /venzamos a nuestros
rivales, /triunfemos en este certamen de mil mañas, /cuando, frente a frente y unidos, /lo
hagamos avanzar." 4 Lopámudrá "No sé de dónde /pero me ha venido este deseo, /por
mi toro que de sí me aleja." Lopámudrá sedujo a su marido; /la necia dejó al sabio
/exhausto y resoplando. 5 Agastya: "Le digo a este soma, /que he bebido, /que llevo en
mí, en mi corazón: /'Perdónanos el pecado que hayamos cometido'. /El hombre está
lleno de deseos." 6 /Cavando con su azadón, /mientras deseaba progenie, /descendencia
y fuerza, /dos cosas /el Sabio poderoso hizo prosperar: el amor y el ascetismo, /y, por
obra de las Divinidades, /sus deseos se hicieron realidades.

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Libro [Mandala] 2 Gritsamada Bhārgava.

(VR 2.1-3) Himnos de Gritsamada Bhārgava.

Himnos al Sacerdote Agni.

(VR 2.3) (Kashyap-Hernández 2012) 5 Que se abran de par en par las Puertas divinas
mediante nuestra postración, amplias por nuestro llamado y de fácil acceso.

(VR 2.4-7) Himnos de Somāhuti Bhārgava discípulo de Gritsamada.

Himnos al Sacerdote Agni.

(VR 2.4) (Villar 1975) 1 Invoco para vostros a Agni de bello resplandor, invocado con
bellos himnos, huésped de las comunidades, a quien se dirigen bellas ofrendas, que,
como Mitra, es deseable, Divinidad Játavedas Agni en un pueblo ligado a las
Divinidades. 2 Los Sabios Bhrgus, que lo adoran en la morada de las aguas, lo
colocaron desde el principio en las primeras comunidades de Ayu; que éste esté por
encima de todos los mundos, Agni representante de las Divinidades, poseedor de
hermosos caballos. 3 Las Divinidades. colocaron a Agni, amado, en medio de las
primeras comunidades, como los hombres que desean sin preocupaciones colocan a
Mitra; que ilumine éste las noches que aspiran a él, que es digno de ser servido por el
ofrendante en su casa. 4 Su prosperidad es agradable como la de un ser propio,
agradable el aspecto de esta Divinidad ardiente cuando se excita, Agni que mueve
impetuosamente su lengua entre las plantas, como el caballo que mueve el carro sacude
sus crines. 5 Cuando me ponderaron la enorme fuerza de la Divinidad devoradora de
madera, manifestó su color como lo hizo para los sacerdotes poetas Usij; este Agni
brilla alegremente con luz resplandeciente, quien habiendo envejecido, de repente se ha
hecho joven. 6 Agni que ilumina los bosques como si estuviera sediento, que resuena en
su camino como el agua, como las ruedas de un carro, Agni de negro camino, ardiente,
gozoso, brilla como el cíelo sonriendo entre las nubes. 7 Agni que se extendió
abrasando a lo largo de la ancha tierra, camina como un animal, libre, sin pastor; Agni,
inflamado, abrasando los matorrales, de rostro ennegrecido, ha como saboreado la
tierra. 8 Ahora, en recuerdo de tu primer auxilio, en el momento de la tercera repartición
sacrificial te ha sido cantado este himno. Oh Agni, danos la recompensa consistente en
abundancia de hombres ungidos, la abundancia en ganado, la riqueza consistente en
descendencia. 9 En forma que gracias a ti los poetas Grtsmadas, oh Agni, en secreto
triunfantes, se alcen sobre sus vecinos, ricos en héroes, vencedores de quienes les
atacan; da la energía al cantor junto con los generosos señores.

(VR 2.5) (Villar 1975) 1 El oferente ha nacido visible, padre para los padres, con vistas
a su patrocinio, llegando hasta la noble riqueza; que podamos gobernar sus victoriosos
caballos. 2 Agni en quien las siete riendas extendidas están, conductor del sacrificio,
como Manu la octava rienda divina maneja; siendo el que ordena el ritual de
sacrificio [potar] todo esto maneja. 3 El corrió hacia adelante cuando pronunció las
palabras sagradas, aceptó esa función; rodeó todas las funciones poéticas como la llanta
rodea la rueda. 4 Pues Agni puro ha nacido como Sacerdote asistente [prasastar] junto
con su poder puro; quien conoce las reglas inalterables de esta divinidad, crece hacia
arriba como las ramas. 5 Estas vacas activas han seguido la marca de este Agni en
función del Gran Sacerdote Nestar; las hermanas que han venido aquí, ¿son acaso

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mejores que las tres vacas ordeñadas en el ritual de luna? 6 Cuando la hermana se
aproxima desde la madre trayendo la grasa ritual, el fuego madre Adhvaryu se alegra
con la llegada de éstas, como el grano con la lluvia. 7 Que Agni como sacerdote [rtvig]
haga actuar al Sacerdote para su propia satisfacción; que nosotros podamos ganar la
oración y el sacrificio en forma adecuada; nosotros hemos hecho la ofrenda. 8 De modo
que el oficiante experto actúe en forma adecuada para con todas las divinidades dignas
de adoración, este sacrificio que nosotros hemos realizado permanece en nosotros.

(VR 2.6) (Villar 1975) 1 Acepta, oh Agni, esta leña encendida y este mi asiento junto al
altar y escucha estos cantos. 2 Que podamos rendirte homenaje, oh Agni, con este
himno (?), oh hijo de la fuerza, oh conquistador de caballos, con este himno, oh
divinidad bien nacida. 3 A ti que aceptas los cantos, que repartes los bienes, oh
divinidad distribuidora de bienes, con cantos podamos honrarte, nosotros que somos tus
adoradores. 4 Sé el señor generoso, oh señor de los bienes, oh distribuidor de los bienes,
aparta de nosotros los odios. 5 A nosotros la lluvia del cielo reparte, a nosotros la
fuerza inquebrantable, a nosotros el alimento multiplicado por mil. 6 Para el que te
honra, para el que te pide ayuda, oh divinidad el más joven, oh mensajero, gracias a
nuestro canto, oh sumo sacrificador, preséntate como oferente. 7 Pues eres, oh Agni, te
mueves entre ambos linajes –divino-hombre-, conocedor de ambos, oh sabio, como
mensajero de la comunidad de tus aliados. 8 Eres el que sabes, hazte favorables a las
divinidades, sacrificales, oh conocedor del sacrificio en el orden debido; siéntate sobre
este lecho ritual.

(VR 2.7) (Villar 1975) 1 Oh Agni, el más joven, Bharata, trae aquí la más excelsa,
resplandeciente, deseada riqueza, oh Chamán Vasu. 2 Que no nos alcance el poder
adverso de una divinidad o de un mortal; líberanos de esa enemistad. 3 Que nosotros
podamos con tu ayuda, como a través de los torrentes de agua, a través de todos los
enemigos pasar. 4 Resplandeciente, oh Agni purificador, brillas a lo lejos, divinidad
dignoa de adoración; has sido homenajeado con las ofrendas rituales. 5 Eres, oh Agni,
Bharata, con novillas, con toros, con hembras de ocho pies por nosotros eres
homenajeado. 6 Oferente antiguo, que come madera y bebe grasa poderoso hijo de la
fuerza […]

(VR 2.8-43) Himnos de Gritsamada Bhārgava

Himnos al Sacerdote Agni.

(VR 2.8) (Villar 1975) 1 Como estimula sus carros quien se esfuerza en obtener la
recompensa, así ensalza tú a Agni uncido al carro de sacrificio, glorioso, bondadoso. 2
Agni es un buen conductor para el adorador, que no envejece, que hace envejecer al
enemigo, divinidad de rostro admirable, homenajeado con ofrendas. 3 Agni que a
causa de su belleza es adorado en las casas de noche y al amanecer, cuya ley no admite
abolición. 4 Agni que brilla refulgente con su llama, como el sol con su resplandor, con
sus llamas que no envejecen, ungido con aceite del sacrificio. 5 Los himnos han
fortalecido a Agni, el devorador, con vistas a su realeza; él ha asumido toda la belleza. 6
Los favores de Agni, Indra, Soma, de las divinidades, nos acompañen a nosotros, libres
de todo mal; que triunfemos de nuestros enemigos.

(VR 2.9) (Villar 1975) 1 Agni como oferente se ha instalado sobre el asiento del
oferente, divinidad que se manifiesta en el resplandor, brillante, de enorme poder,

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protector de las leyes inviolables, el mayor de los chamanes Vasus, portador de mil
favores, Agni de lengua pura. 2 Eres el mensajero, nuestro protector desde lejos, el
conductor hacia la suprema riqueza, oh toro. Agni, para la continuidad de nuestra
descendencia y de nosotros conviértete en un protector incansable, brillante. 3 Que
podamos servirte, Agni, en el más alto alumbramiento, que podamos servirte con
himnos de alabanza en la más baja residencia. Sacrifico en honor del claustro materno
de donde naciste; en el fuego, una vez encendido, se han vertido las ofrendas. 4 Agni,
eres el supremo sacrificador, ofrece el sacrificio con ayuda de la ofrenda; acoge el don
de la ofrenda con gusto, pues eres el señor de todas las riquezas, el que enseña la
palabra brillante. 5 Tu riqueza de doble forma nunca perece, la riqueza de ti que naces
de día en día, oh divinidad maravillosa; haz, oh Agni, al cantor rico en alimento, hazlo
dueño de una riqueza consistente en buena descendencia. 6 Con este rostro de buena
acogida para nosotros, oferente, sumo sacrificador a las divinidades, salud danos;
Pastor que no puede ser engañado, protector nuestro desde lejos, irradianos resplandor y
riqueza.

(VR 2.10) (Villar 1975) 1 Agni es digno de ser proclamado el primero como un padre
en la sede del sacrificio, cuando ha sido encendido por el hombre; vestido de belleza,
inmortal, brillante, magníficamente engalanado, digno de ser escuchado, este Agni es
un caballo victorioso. 2 Que Agni, de resplandeciente brillo, escuche mi invocación
junto con todos los cánticos, inmortal, brillante; dos caballos obscuros arrastran el carro
de Agni; se ha provisto de dos caballos rojos o de dos caballos de color de fuego, Agni
que se extiende a lo lejos. 3 En el ser femenino, con las varas de madera tendidas en
horizontal han engendrado los sacerdotes a esta divinidad bien nacida; Agni es el
recién nacido en las plantas; por la noche reside en un lugar oculto, Agni imposible de
ser encerrado en virtud de los poderes. 4 Dejo caer sobre Agni la oblación, la grasa
sacrificial, sobre Agni que desciende a todos los seres, que ancho en extensión,
poderoso por su fuerza, voluminoso, se le ve resplandeciente por los alimentos. 5
Derramo sobre Agni que en todos lados está enfrente; que saboree esto con un
pensamiento benigno; Agni que tiene la belleza de un adolescente, que resplandece con
luz, Agni que mueve su lengua para que no sea tocado su cuerpo. 6 Que Agni
vigorizado por los dones, conozca la parte en la ofrenda; que nosotros teniéndote Agni
como mensajero, hablemos como Manu; llamo a Agni, divinidad perfecta, con la
lengua, con el discurso, a Agni que empapa de miel la oblación, obtengo el premio de
la lucha.

Himno al guerrero Indra.

(VR 2.12) (Tola 2014) 1 Aquella Divinidad llena de sabiduría, /que, apenas nació
primera de todos, /sobrepasó a las divinidades con su poder; /ante cuya vehemencia
temblaron los dos mundos, /por la grandeza de su valor, /aquel, hombres, es Indra. 2
Aquel que dio firmeza /a la tierra que temblaba; /que aquietó a las montañas agitadas;
/que extendió el espacio entre el cielo y la tierra, a la distancia, /y dio consistencia al
cielo, /aquel, hombres, es Indra. 3 /Aquel que dejó libres a los Siete Ríos /matando a la
serpiente Vritra; /que hizo salir a las vacas, /poniendo de lado al demonio Vala; /que
entre dos piedras hizo surgir el fuego; /y que es el que gana en los combates, /aquel,
hombres, es Indra. 4 /Aquel que creó cuanto se mueve, /que subyugó a la raza bárbara /y
la hizo desaparecer; /que se apoderó de la riqueza del enemigo /como se apodera de la
apuesta /el jugador que gana, /aquel, hombres, es Indra. 5 Aquel que es la Divinidad
terrible; /por quien las gentes se preguntan: /"¿Dónde está?"; /de quien algunos dicen

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que no existe; /que, como apuestas, hace desaparecer /las riquezas del enemigo, /en Él
poned vuestra fe, /aquel, hombres, es Indra. 6 /Aquel que estimula al abatido, /al pobre,
y al cantor brahmán, /que lo suplican; /aquel de hermoso rostro, que protege /al que
unció las piedras /y al que exprime el soma, /aquel, hombres, es Indra. 7 /Aquel que
tiene bajo su poder /los caballos y las vacas, /las aldeas y los carros; /que creó al sol y a
la aurora, /y que es el guía de las aguas, /aquel, hombres, es Indra. 8 /Aquel a quien los
ejércitos invocan, /cuando chocan, /los adversarios de ambos bandos; /hacia quien
claman, cada cual por separado, /los dos que han subido al mismo carro, /aquel,
hombres, es Indra. 9 /Aquel sin el cual los hombres nunca triunfan; /a quien invocan los
que luchan /pidiendo su socorro; /que puede enfrentarse a todo el universo, /y que
mueve lo que es inconmovible, /aquel, hombres, es Indra. 10 /Aquel que ha destruido
con su dardo, /uno tras otro, /sin que ellos lo esperaran, /a los que una gran ofensa han
cometido; /que no perdona al arrogante su arrogancia, /y que es el destructor de los
demonios, /aquel, hombres, es Indra. 11 /Aquel que, en el cuadragésimo otoño,
/encontró a Shambara, el demonio, /refugiado en la montaña; /que mató a la serpiente,
/el hijo de Danu, /que hacía gala de su fuerza, /aquel, hombres, es Indra. 12 /Aquel
Toro, poderoso, irresistible, /que dejó libres a los Siete Ríos /para que fluyeran; /que,
teniendo en su brazo el rayo, /rechazó al demonio Rauhina, /cuando escalaba el cielo,
/aquel, hombres, es Indra. 13 /Ante él se inclinan el cielo y la tierra; /las montañas
temen su vehemencia; /famoso es, como gran bebedor de soma; /en su brazo y en su
mano carga el rayo, /aquel, hombres, es Indra. 14 /Con su protección ayuda /al que
exprime el soma /y al que cuece la ofrenda, /al que recita la alabanza /y al que prepara el
sacrificio; /le dan fuerza la oración, el soma y las ofrendas, /aquel, hombres, es lndra. 15
/Tú, que lleno de impetuosidad, /arrebatas a otros la riqueza, /y se la das /al que exprime
el soma /y al que cuece la ofrenda; /eres en verdad. /Oh lndra, /¡ojalá que, como amigos
tuyos, /rodeados de hijos fuertes, /podamos alzar la voz en la asamblea!

Himno a Indra y los poetas Usij.

(VR 2.21) (Villar 1975) 1 Al ganador de todas las cosas, ganador de despojos, ganador
del sol, ganador siempre, vencedor de los hombres, ganador de los campos, ganador de
los caballos, ganador de las vacas, ganador de las aguas, a Indra, tráele el Soma
deseable, a esta divinidad adorable. 2 A esta divinidad superior, destructora,
vencedora, invencible, ganadora, ordenadora, devoradora, guía difícil de dominar,
siempre ganadora, a Indra, dirigidle el homenaje. 3 Siempre vencedor, comedor de
gentes, vencedor de gentes, destructor, combatiente, que ha crecido según su deseo, que
reúne los ejércitos, victorioso entre las comunidades, ensalzado; que proclame de Indra
las acciones, las proezas. 4 Indra que no cede, toro, del que se enfurece arma mortal,
profundo, inconmensurable, dotado de una sabiduría inaccesible, que estimula al débil,
que aplasta, que robustece, ancho, Indra de hermoso sacrificio, ha engendrado las
Auroras, el sol. 5 Mediante el sacrificio, los poetas Usij, activos, que activan los
pensamientos, reflexivos, han encontrado el camino; mediante la llamada, mediante la
asistencia, buscadores de ayuda en Indra, estimulando su pensamiento, han logrado las
riquezas. 6 Oh Indra, danos las más hermosas riquezas, el resplandor del pensamiento,
la buena suerte, el crecimiento de las riquezas, la salud de nuestros cuerpos, la suavidad
de nuestra voz, el tránsito feliz de los días.

Himnos a Indra y el jefe Krivi.

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(VR 2.22) (Villar 1975) 1 En las tres vasijas [trikadrukas] el búfalo Indra ha bebido a
saciedad el Soma mezclado con cebada, prensado por Vishnu como él quiso. Este Soma
lo embriagó para hacer grandes empresas, al grande, el ancho; este Soma a él lo
acompañó, divinidad a la divinidad, al verdadero Indra el verdadero jugo del Soma. 2
Entonces esta divinidad llena de resplandor dominó por la fuerza al Jefe comunitario
Krivi mediante la lucha; ambos mundos llenó con su grandeza; creció luego; tomó a uno
en su vientre, al otro excedió [...] 3 Nacido junto con el poder, junto con la fuerza, has
crecido, aumentando junto con tus poderes de héroe, divinidad victoriosa respecto a tus
enemigos, vigoroso dador de riqueza al adorador, de un bien deseable [...] 4 Esta acción
de héroe tuya la referente a las aguas, oh príncipe, oh Indra, debe ser proclamada la
primera por estar realizada al principio del día, cuando por la fuerza de la divinidad
hiciste fluir la fuerza vital al hacer fluir las aguas. Es superior por su fuerza a todo
impío; que la divinidad de cien poderes otorgue el poder, otorgue el goce.
Himnos al Guerrero Ganesha [Ganapati-Brahmanaspati-Brihaspati].

(VR 2.23) (Kashyap-Hernández 2012) 1 Te invocamos a ti, el líder de las huestes de la


Palabra Potente del Veda [mantras], /un excelso poeta entre los poetas, quien causa la
escucha de la inspiración divina. /El jerarca principal entre los conocedores de Brahma,
el Señor de las Palabras Potentes del Veda [mantras]. /Que Él nos escuche y se
manifieste en nosotros mediante sus protecciones”.

(VR 2.24) (Coomaraswamy 1932) 6-7 Los Comprehensores solares […] de la Ley, los
Primeros Sacrificadores cuando hubieron descubierto las cosas que eran de quienes no
conocían ninguna Ley, se volvieron; ellos, los autores del canto emprendieron su
gloriosa vía.

(VR 2.25) (Villar 1975) 1 Tras encender el fuego, venza a los enemigos; que se refuerce
estableciendo la ofrenda el oferente. Este adelante al nacido de un nacido, al cual el
señor del brahma Brhaspati hace su aliado. 2 Que venza a los hombres enemigos con
hombres, que extienda la abundancia con vacas. El es activo. Los hijos y la
descendencia aumenta de aquel a quien el señor del brahma Brhaspati hace su aliado. 3
Como un río torrencial que avanza con violencia, se impone sobre los rebeldes, como
un toro sobre los castrados, con su propia fuerza. Como la afluencia violenta del fuego,
no se puede detener a aquel a quien el señor del brahma Brhaspati ha hecho su aliado. 4
Para él fluyen las corrientes celestiales; este es el primero entre los combatientes que
llega entre las vacas, sin que su fuerza disminuya destruye por su propia fuerza, aquel a
quien el señor del brahma Brhaspati ha hecho su alidado. 5 Que para éste murmuren
todos los ríos, para el han puesto todas las protecciones infalibles. Prospera feliz en el
favor de las divinidades aquel a quien el señor del brahma Brhaspati ha hecho su
aliado.

Himno a los Adityas.

(VR 2.27) (Avila 1999) 1 «Que nos escuche Mitra, Aryaman, Bhaga / a nosotros. /La
divinidad de fuerte naturaleza / Varuna, Daksha y Amsha».

Himno de la poetisa Aditi a Varuna.

(VR 2.28) (Villar 1975) 1 Que este himno de la poetisa Aditi, del que es rey por sí,
sobrepase en grandeza a todos los existentes, la poetisa es una divinidad amable para la

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ofrenda; imploro el honor de Varuna el poderoso. 2 Que seamos dichosos en tu servicio,
devotos, oh Varuna, habiéndote dirigido la palabra en el momento de aproximarse las
Auroras consistentes en vacas, despiertos como los sacerdotes del fuego Agnis a lo
largo de los días. 3 Que estemos bajo tu protección, divinidad de muchos hombres,
Varuna conductor, divinidad de ancha alabanza. Vosotros, hijos de Aditi, imposibles
de engañar, asociaos al sacrificio, oh divinidades. 4 El Aditya ha dado libre curso, él
que es una divinidad repartidora; los ríos van según la ley de Varuna. No se cansan, no
se detienen estos ríos; como aves vuelan rápidamente en su circuito. 5 Suelta de mí la
falta como una brida; que encontremos el orificio de tu orden, oh Varuna. Que el hilo no
se corte estando hilando el pensamiento; que la regla del oferente no se rompa antes del
tiempo establecido. 6 Aparta de mí, Varuna, el temor, oh soberano que posees el orden,
acéptame junto a ti. Aparta de mí la angustia como la soga del ternero; lejos de ti no
puedo hacer ni un guiño. 7 No nos acoses con tus armas vengadoras, oh Varuna, que
castigan, oh Asuras que cometen delitos. Que nosotros no vayamos por los caminos
carentes de luz; elimina nuestras luchas para que nosotros podamos vivir. 8 Tu
homenaje pasado, Varuna, el presente y el futuro, oh divinidad dnacida para la fuerza,
nosotros queremos formularlo, pues en ti, como en una montaña, están asentados los
mandatos inquebrantables, oh divinidad imposible de engañar. 9 Borrar las faltas
cometidas por mí; que no sea castigado por el delito cometido por otros, oh rey. Hay
numerosas Auroras que aún no han brillado; asígnanos en ellas a nosotros vivos, oh
Varuna. 10 Un pariente o un amigo, oh rey, que a mí, en el sueño asustado, me dice
«miedo», o un ladrón que quiere engañarnos o un lobo, , oh Varuna, de él protégenos.
11 Varuna, no incurro en la carencia de un generoso, querido, rico en dones, amistoso.
Que no me vea privado de bienes suficientes, oh rey, aptos para Agni.

Himno a las divinidades.

(VR 2.29) (Villar 1975) 1 Oh Adityas, portadores del orden, fértiles, haced que el
pecado esté lejos de mí, como una mujer que da a luz en solitario. A vosotros, oh
Varuna, Mitra, divinidades, conozco lo que es benéfico, os llamo para obtener vuestro
favor. 2 Vosotros, oh divinidades, son el conocimiento previo, vosotros la fuerza;
vosotros apartad lejos las cosas desagradables. Vosotros los indulgentes tened
indulgencia incluso hoy, y tened compasión de nosotros también en el futuro. 3 Qué
haríamos nosotros de una amistad futura con vosotros, qué de una amistad antigua, oh
chamanes Vasus. Vosotros, oh Mitra-Varuna y Aditi, oh Indra-Maruts, concedednos el
bienestar. 4 Oh divinidades, vosotros sois nuestros amigos. Siendo tales tened
compasión de mí que sufro. Que nuestro carro tirado por un cierto número de animales
no esté en el servicio divino. Que no nos fatiguemos, toda vez que somos amigos
vuestros. 5 Sólo he cometido contra vosotros un gran pecado por el cual a mí me habéis
castigado como un padre a su hijo travieso. Lejos están las cuerdas, lejos las
desgracias, oh divinidades. No a mí en mi hijo me atrapéis, como a un pájaro. 6 Estad
hoy inclinados hacia mí, oh divinidades sacrificiales. Estoy asustado, que pueda
ocultarme en vuestro corazón. Salvadnos, oh divinidades, de ser destrozados por el
lobo, salvadnos de caer en la fosa, oh divinidades sacrificiales. 7 Oh Varuna, que no
sea el que encuentre la ausencia de un amigo generoso, querido, de ricos dones. Que no
me vea lejos, oh rey, de la abundancia de feliz gobierno. Que nosotros podamos hablar
alto en la reunión religiosa, siendo abundantes en héroes.

Himno al chamán Rudra.

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(VR 2.33) (Tola 2014) 1 Venga a nosotros tu benevolencia, /oh Padre de los Maruts.
/No nos prives de contemplar la luz del sol. /¡Ojalá que el Héroe nos sea propicio en su
caballo! /¡Ojalá, oh Rudra, /que, mediante nuestros hijos, /podamos propagarnos! 2 /Oh,
Rudra, podré, /con las yerbas salutarias que otorgas, /alcanzar un centenar de otoños.
/Alejas de nosotros las angustias y los odios, /y las enfermedades y dolencias. 3 /Oh
Rudra, que llevas en el brazo el rayo, /por tu poder, /eres el mejor de todo lo creado, /el
más fuerte entre los fuertes. /Allende las angustias, /condúcenos hacia la felicidad.
/Rechaza lejos de nosotros /los ataques de la desdicha. 4 /¡Ojalá no te irritemos, oh
Rudra, /con nuestros homenajes, /con algún ingrato elogio, /con alguna invocación
común a otros, oh Toro! /Con tus remedios /levanta a nuestros hombres. /Oigo decir que
eres /el mejor médico entre los médicos. 5 /Podré complacer a Rudra,/ a quien se llama
/con invocaciones, elogios y oblaciones. /¡Que Rudra, benevolente y asequible,
/moreno, de hermoso rostro, /no nos haga presa de su cólera! 6 /Con su poderosa fuerza,
/el Toro, que acompañan los Maruts, /me ha llenado de alegría, /mientras lo suplicaba.
/¡Ojalá, libere de todo mal, /encuentre, consiga /la benevolencia del Dios Rudra: /sería
la sombra en el calor ardiente! 7 /Oh Rudra, /¿dónde está tu mano misericordiosa /que
da salud y da frescor? /Alejas el mal que proviene de las Divinidades, /ten compasión
de mí, oh Toro. 8 /Elevo mi supremo elogio /al Toro blanquinegro. /Inclinándome, /he
de rendir homenaje a la Divinidad radiante. /Ensalzamos el nombre tremendo de Rudra.
9 /Con vigorosos miembros y múltiples formas, /terrible, moreno, /se ha adornado /con
brillantes ornamentos de oro. /Jamás la dignidad divina /puede separarse de Rudra,
/Soberano de este vasto mundo. 10 /Con derecho /llevas las flechas y el arco, /con
derecho /el adorable multicolor adorno de oro, /con derecho /disfrutas de un poder
inmenso, /no existe nada más fuerte. 11 /Elogia al joven, /de quien todos hablan, /que
está sentado en el alto asiento de su carro, /destructor y tremendo, /que es como una
fiera pavorosa. /Ten compasión de tu cantor, oh Rudra, /que te está elogiando: /¡Que tus
armas barran a los otros! 12 /Oh Rudra, /como un hijo que se inclina ante su padre /que
lo está bendiciendo, /así ante ti me he inclinado, /mientras avanzas. /Ensalzo al que
otorga la abundancia, /al señor bueno y justo. /Elogiado por nosotros, /otórganos, oh
Rudra, tu remedio. 13 /Oh Maruts, /deseo vuestras yerbas que son puras, /las que
producen la salud, oh Toros, /las que son benéficas, /las que eligió Manu, nuestro padre;
/deseo la salud y el bienestar, /que otorga Rudra. 14 /¡Ojalá no nos alcance Rudra con su
dardo! /¡Ojalá pase lejos de nosotros /la poderosa mala voluntad de la Divinidad
terrible! /Relaja la tendida cuerda de tu arco /para los que son generosos con nosotros.
/¡Oh Rudra misericordioso, /ten compasión de nuestros descendientes! 15 /Oh negro
Toro, que atraes las miradas, /no te irrites con nosotros, /no nos hagas daño, oh
Divinidad. /Escucha nuestra invocación, oh Rudra. /¡Ojalá que, rodeados de fuertes
hijos, /podamos levantar la voz en la Asamblea.

Himno a un pájaro agorero.

(VR 2.42) (Tola 2014) 1 Graznando, haciendo conocer su raza, lanza sus gritos, como
un barquero lanza su barca. Pájaro, si eres de buen augurio, ¡que entonces no te alcance
ninguna mala mirada, 2 que no te dañe el águila, que no te dañe el ave de rapiña que no
te alcance el arquero con sus flechas! Graznando del lado de los Patriarcas, alza tu voz,
lleno de buenos presagios, prediciendo sólo felicidades. 3 Pájaro, grazna del lado
derecho de la casa, lleno de buenos augurios, prediciendo sólo felicidades. ¡Que nada
pueda el ladrón contra nosotros, nada el malvado! Y, rodeados de fuertes hijos,
¡podamos levantar nuestra voz en la Asamblea!

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Libro [Mandala] 3 Vishvāmitra

Himnos a las divinidades.

(VR 3.1) (Colebrooke-García Calderón 1924) 1 Te ofrecemos este nuevo y excelente


elogio de ti ¡oh espléndido y alegre sol Pushan! Acoge con satisfacción estas palabras
que te dirijo; ven a visitar a esta alma que te desea como un hombre lleno de amor desea
a una mujer! Ojalá pueda ser nuestro protector este sol Pushan que contempla todos los
mundos. 2 Meditemos en la adorable luz del divino ordenador Savitri: Ojalá pueda
guiar nuestras inteligencias! Deseosos de aliento, solicitamos los dones del sol
espléndido Savitri que debe ser adorado con mucha veneración. Hombres venerables,
guiados por el entendimiento, saludad al divino sol Savitri con oblaciones y alabanzas.

(VR 3.4) (Kashyap-Hernández 2012) 5 Envestidos en la forma de divinidades, /muchos


poderes nacidos en los hallazgos del conocimiento /se desplazan hacia este sacrificio.

(VR 3.7) (Kashyap-Hernández 2012) 7 Las divinidades se mueven de acuerdo a la ley


de los “Trabajos de las divinidades”.

Himno al Sacerdote Agni.

(VR 3.26.) (Kashyap-Hernández 2012) 7 “Soy el Fuego, Soy desde mi nacimiento el


conocedor de todas las cosas nacidas; /la luz es mi ojo, en mi rostro está lo inmortal;
/Soy el triple Rayo, Soy el mensurador del mundo intermedio, /Soy la incesante
iluminación, Soy la ofrenda”. 8 Él ha alcanzado el conocimiento de la Luz al seguir el
pensamiento de su corazón.

Historia del sacerdote vidente Vishvamitra.

(VR 3.33) (Tola 2014) 1 Vishvamitra: Saliendo jubilosas del seno de los montes, como
dos yeguas sueltas que rivalizan en la carrera, cual dos hermosas vacas que se lamen
mutuamente, la Vipasha y la Shutudri se apresuran con sus aguas. 2 Incitadas por Indra,
os dirigís hacia la mar ansiosas de galopar, como los dos caballos de un carro de
combate. Os encontráis, y, desbordantes de olas, oh hermosas, os vertéis la una en la
otra. 3 He llegado a la Shutudri, la más maternal de las corrientes; hemos llegado a la
Vipasha, ancha y venturosa. Como dos vacas lamiendo a sus terneros, van lado a lado
por el mismo lecho. 4 Vipasha y la Shutudri: Vamos corriendo, desbordantes de agua,
por el lecho que el mismo Dios Uno nos hizo. No puede detenerse nuestra rápida
carrera. ¿Qué desea el poeta, que está llamando a las corrientes? 5 Vishvamitra: En
vuestra rápida carrera, deteneos un momento, sagradas corrientes, para que escuchéis mi
amistosa palabra. Hacia el río se eleva mi sublime oración. Buscando vuestra ayuda os
he llamado, soy el hijo de Kushika. 6 Vipasha y la Shutudri: Indra, que en la mano lleva
el rayo, trazó nuestro lecho, y mató a Vritra, el valladar de los ríos. Savitar nos condujo
con diestra mano, y vastas vamos gracias a su impulso. 7 Vishvamitra: Sin cesar ha de
cantarse el heroísmo y esta hazaña de Indra: despedazó a la serpiente, destruyó con el
rayo los obstáculos, y las aguas fluyeron buscando su camino. 8 Vipasha y la Shutudri
Cantor, no olvides tus palabras, que han de repetir las edades venideras. En tus cantos,
oh poeta, muéstranos tu benevolencia y, entre los hombres, no quieras reducir nuestra
grandeza. Vaya a ti nuestro homenaje. 9 Vishvámitra: Escuchad, hermanas, al poeta. De
lejos vino, con la carreta y el carro de combate. Agachaos, oh corrientes; sed fáciles de

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atravesar, sin llegar con vuestras ondas hasta el eje de los carros. 10 Vipáshá y Shutudri:
Queremos hacer caso, poeta, a tus palabras, pues viniste desde lejos, con la carreta y el
carro de combate. Vipáshá: Para ti me he de agachar, cual una mujer con sus pechos
cargados de leche. Shutudri: Te he de acoger con los brazos abiertos, cual la muchacha
que acoge al esperado amante. 11 Vishvámitra: Después que os crucen los Bharata,
tropa impetuosa, incitada por Indra, que va en busca del botín de vacas, que sólo
entonces se lance veloz vuestra carrera. Vuestra buena voluntad estoy buscando, de
vosotras que merecéis nuestro homenaje. 12 Cruzaron los ríos los Bharata, que van en
busca del botín de vacas. El poeta obtuvo la gracia de los ríos. Creced refrescantes y
generosos; llenad vuestros lechos; id veloces. 13 ¡Qué hacia arriba empujen vuestras
olas las pinas de los carros! Dejad libres, oh aguas, las correas. ¡Qué los bueyes, que no
hacen daño a nadie y no tienen culpa, no caigan al abismo!

Himno a Indra de cien poderes.

(VR 3.37) (Villar 1975) 1 Para la fuerza que domina las fuerzas adversas, y para la
dominación de los enemigos, oh Indra, nosotros te dirigimos hacia aquí. 2 Que los
oficiantes hagan favorable hacia aquí a tu espíritu, a tu ojo, oh Indra, divinidad de cien
poderes. 3 Tus nombres invocamos, oh divinidad de cien poderes, con todos nuestros
cantos, oh Indra, para la victoria sobre el adversario. 4 En las cien posiciones del muy
alabado nosotros lo engrandecemos, posiciones de Indra que sostiene las poblaciones. 5
A Indra el muy invocado lo invoco para la muerte del enemigo en las batallas, para la
obtención de bienes. 6 Sé el vencedor en los combates; a ti te invocamos, oh divinidad
de cien poderes, oh Indra, para la muerte del enemigo. 7 En los resplandores, en el ir a
la lucha, en las victorias y en la gloria, oh Indra, domina, y también en los ataques. 8
Bebe para nuestra ayuda el poderoso, resplandeciente, vigilante Soma, oh Indra,
divinidad de cien poderes. 9 Las virtudes de Indra, oh divinidad de cien poderes, que
son tuyas en las cinco generaciones, oh Indra, esas virtudes tuyas, las quiero. 10 Has
llegado, Indra, a una fama elevada; recibe un resplandor insuperable. Nosotros elevamos
tu poder. 11 Ven a nosotros desde las proximidades, así como desde la lejanía, oh
divinidad fuerte; el mundo que es tuyo, oh divinidad de las piedras de exprimir, oh
Indra, de allí ven.

Himno a Indra y el soma.

(VR 3.40) (Villar 1975) 1 Oh Indra, eres el toro, nosotros, una vez prensado el Soma, te
llamamos; bebe de esta dulce bebida. 2 Oh Indra, toma con gusto el poderoso Soma
prensado, oh divinidad muy suplicado; bebe, toma sorbos del Soma que deleita. 3 Oh,
Indra, fomenta nuestro sacrificio abundante en dádivas, junto con todas las divinidades,
oh alabado señor de las comunidades. 4 Oh Indra, estos Somas prensados van hacia tu
sede, oh poderoso señor, los jugos resplandecientes. Deposita en tu vientre el Soma
exprimido, oh Indra, el Soma apreciado; tus jugos son celestes. 5 Encuentras placer en
los cantos, bebe este Soma prensado nuestro; estás ungido con las corrientes de la dulce
bebida: oh Indra, el honor das. 7 Los resplandores del suplicante acompañan a Indra sin
cesar; se ha regocijado con la bebida del Soma. 8 Ven a nosotros desde cerca y desde
lejos, oh vencedor de Vrtra, acéptanos estos cantos. 9 Si eres llamado desde una zona
intermedia entre la proximidad y la lejanía, entonces, Indra, ven aquí desde allí.

Himno a Indra y el soma.

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(VR 3.41) (Villar 1975) 1 Ven pues a nosotros, en dirección a mí, convocado para la
bebida del Soma, con tus dos corceles, oh divinidad poseedora de las piedras de moler.
2 Sentando está el oferente nuestro que se atiene a los tiempos rituales; se extendió el
lecho ritual en fila continua; por la mañana temprano se pusieron en actividad las
piedras de prensar el Soma. 3 Estas plegarias, oh divinidad de las plegarias, son hechas;
instala el lecho ritual; toma sobre ti el pastel ritual, oh divinidad fuerte. 4 Complácete
en estos ritos nuestros de exprimir el Soma, en estos himnos, oh vencedor de Vrtra, en
estas plegarias, oh Indra que te complaces en las plegarias. 5 Los pensamientos lamen al
ancho bebedor de Soma, señor de la fuerza, a Indra, como las madres al ternero. 6
Embriágate pues de la fuerza del Soma para el gran favor; no te burles del cantor. 7
Nosotros, entregados a tu servicio, oh Indra, velamos siendo portadores de la ofrenda;
también tú por nosotros, oh chamán Vasu. 8 No te hospedes lejos de nosotros; ven
hacia aquí, oh divinidad amante de los caballos; oh Indra autónomo, embriágate aquí. 9
Que los dos corceles provistos de crines te traigan hacia aquí en el carro hermoso, los
dos corceles con la espalda grasienta, para que te asientes en el lecho ritual.

Himno a Indra y los guerreros Kusikas.

(VR 3.42) (Villar 1975) 1 Ven hasta este Soma nuestro prensado, oh Indra, mezclado
con leche, con tus dos caballos, hasta este Soma que es tuyo y nos ama. 2 Ven, Indra,
hasta esta bebida que reposa sobre el lecho ritual, prensada por las piedras de prensar;
¿no tomas de ella hasta la saciedad? 3 Hacia Indra mis plegarias se han dirigido
enviadas desde aquí para que Indra se dirija aquí a beber el Soma. 4 A Indra lo
convocamos aquí con himnos de alabanza para la bebida del Soma, con plegarias,
¿acaso no va a venir? 5 Oh Indra, estos Somas prensados ingiérelos, oh divinidad de
cien poderes, en tu vientre, oh divinidad dadora de regalos. 6 Pues sabemos que eres el
ganador de los botines en los combates, audaz, oh divinidad sabia; a tu benevolencia
acudimos. 7 Bebe, Indra, este Soma nuestro mezclado con leche y con grano molido,
viniendo hasta este Soma prensado por varones. 8 Produzco para ti, Indra, el Soma en
tu propia morada para que lo bebas; que él encuentre placer en su corazón. 9 Indra, te
convocamos para la bebida del Soma prensado, divinidad primera, los guerreros
Kusikas que buscamos ayuda.

Himno a Indra y los caballos dorados.

(VR 3.44) (Villar 1975) 1 Este Soma deseado sea para ti, prensado con ayuda de las
doradas piedras; contento, oh Indra, ven a nosotros con los dorados caballos; colócate
sobre el carro dorado. 2 Resplandeciente, haces brillar a la Aurora; resplandeciente, al
sol dejaste lucir; conocedor, Sabio, oh divinidad de dorados caballos, acrecientas,
Indra, todos los resplandores. 3 El cielo que nutre el Soma de color dorado, la tierra de
aspecto dorado, Indra los fija, la abundante provisión de los dos dorados entre los que
Indra camina. 4 Una vez nacido, divinidad macho color de oro, ilumina todo el espacio
del cielo; Indra de caballos dorados toma el arma dorada, el rayo dorado en sus dos
brazos. 5 Indra, el rayo refulgente, brillante, provisto de resplandores ha descubierto, el
Soma prensado por las piedras doradas; ha conducido las vacas junto con los dorados
caballos.

(VR 3.45) (Villar 1975) 1 Ven, Indra, con los alegres caballos dorados de pelos
semejantes a plumas de pavo; que nadie te retenga como a un pájaro retienen los
cazadores de aves. Ve más allá de ellos como se va más allá de un desierto. 2 Vencedor

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de Vrtra, destructor de la caverna, rompedor de ciudadelas, impulsor de las aguas,
conductor del carro, guía de los dos corceles, Indra, es incluso rompedor de lo que está
encerrado. 3 Tu poder, como los pozos profundos, lo haces prosperar como a las vacas;
como las vacas que tienen un buen guardián alcanzan el prado, como los arroyos
alcanzan el lago, han alcanzado. 4 A nosotros la descendencia, los bienes suficientes
tráenos, como su herencia a quien da su consentimiento; como alguien con un gancho el
árbol y el fruto maduro, sacude Indra, los bienes que estimulan. 5 Indra, entregado a tu
ser, rey autónomo, tienes propia dirección, resplandeces intensamente; robustecido así
por la fuerza sé para nosotros el que más nos escucha, oh divinidad muy alabada.

Himno a Indra y los Sacerdotes Adhvaryu.

(VR 3.46) (Villar 1975) 1 De ti, toro luchador, rey autónomo, fuerte, joven, poderoso,
alegre, que no envejece, poseedor del rayo, Indra, magnánimo, son las fuerzas viriles
poderosas. 2 Eres grande, oh búfalo, por tus fuerzas de toro, oh divinidad fuerte que
logras los botines, vencedor de los otros; de todos los seres eres el único rey; lleva al
combate y haz residir en tranquilidad a los pueblos. 3 Por tus grandes dimensiones
destacas brillando sobre las divinidades, irresistible por todas partes; por encima del
cielo y de la tierra, Indra destaca por su grandeza, por encima del ancho y grande
espacio intermedio, esta divinidad que avanza. 4 Ancha, profunda, fuerte por
naturaleza, que todo lo abarca, la fuente de los pensamientos, Indra, los Somas
prensados lo penetran incesantemente como los arroyos al océano. 5 Indra, el Soma que
tierra y cielo llevan por designio tuyo como una madre al embrión, a ese Soma los
Sacerdotes Adhvaryu te lo envían, oh toro, para que lo bebas.

Himno a Indra y los Poetas Maruts.

(VR 3.47) (Villar 1975) 1 Indra, acompañado de los Poetas Maruts, toro, bebe para tu
placer el Soma según tu propio deseo, para embriagarte; derrama en tu vientre la oleada
de esta bebida; eres desde antiguo el rey de los Somas prensados. 2 Oh Indra que
formas grupo junto con los Maruts, bebe el Soma, porque eres el vencedor de Vrtra,
fuerte, sabio; vence a los enemigos, ahuyenta las guerras y danos por todas partes
seguridad. 3 Según los ritos, oh protector del rito, bebe el Soma, Indra, junto con las
divinidades tus amigos, prensado por nosotros, a las cuales divinidades, los Maruts,
hiciste partícipes, los cuales te asistieron; mataste al demonio Vrtra; ellos te dieron la
fuerza. 4 Los cuales a ti, oh divinidad magnánima, te fortalecieron en la muerte de la
serpiente Vrtra, los cuales en el combate contra Sambara, oh señor de los corceles, los
cuales en la búsqueda de las vacas; los cuales, oradores, ahora a ti te embriagan; bebe,
Indra, el Soma en compañía de los Maruts. 5 A la divinidad acompañada por los
Maruts, toro, fortalecido, generoso en botines, señor celestial, Indra, vencedor en todo,
poderoso, dador de la fuerza, para la ayuda inmediata, aquí lo llamamos.

Emanación de Indra.

(VR 3.48) (MH 282) (Villar 1975) 1 Inmediatamente, una vez nacido, el toro joven
aceptó con gusto la ofrenda del jugo prensado; del jugo bien preparado bebe según tu
propio placer, mezclado con leche, sómico, bebe primero. 2 Cuando naciste, ese día
bebiste con deseo de este Soma, el jugo de la planta del Soma, que reside en la
montaña; tu madre, la joven engendradora, lo derramó en la casa del gran padre al
principio del tiempo. 3 Acercándose a su madre pidió alimento; miró hacia el Soma

48
concentrado como hacia una ubre; la divinidad rápida corrió ahuyentando a los otros;
hizo grandes cosas de múltiples rostros. 4 Poderoso, que vence a los fuertes, de fuerza
suprema, esta divinidad se ha hecho un cuerpo según su propio deseo; Indra, habiendo
superado por su naturaleza a Tvastar, arrebatandolo, bebió el Soma en las copas. 5
Invoquemos a Indra el magnánimo para prosperar en este combate, al más viril, para la
obtención del botín de guerra, divinidad que escucha, terrible, para la ayuda en los
combates, destructor de los enemigos, ganador de los botines de guerra.

Himno a Indra y el botín.

(VR 3.49) (Villar 1975) 1 Canta al gran Indra a quien todas las poblaciones bebedoras
de Soma han dirigido su deseo, divinidad poderosa a quien cielo y tierra, y las
divinidades han emanado como destructor de enemigos hechos por el demonio (?)
[rbhu] Vibhvan 2 Al cual, rey autónomo, el más viril , que se mantiene sobre los
corceles, nadie en los combates doblega en modo alguno; divinidad poderosa, quien
con sus guerreros ganadores de vacas, él, que se extiende sobre ancha superficie, ha
destruido la vida del demonio (?) Dasyu. 3 Poderoso en los combates como caballo que
atraviesa los obstáculos, penetrador de los dos mundos, divinidad generosa, apto para
ser invocado con oraciones en las acciones rituales, como el sabio Bhaga querido como
un padre, de provechosa invocación, dador de la fuerza. 4 Portador del cielo, del
espacio, divinidad interrogada, recta como el carro del guerrero conductor Vayu
provisto de un tronco de caballos hecho de bienes, iluminador de las noches,
engendrador del sol, repartidor de la parte como la inspiración del botín. 5 Invoquemos
a Indra el magnánimo para prosperar en este combate, el más viril, para la obtención del
botín, divinidad que escucha, terrible, para la ayuda en los combates, destructor de los
enemigos, ganador de los botines.

Himno a Indra y los guerreros Kusikas.

(VR 3.50) (Villar 1975) 1 Que Indra beba! Salud. De él es el Soma cuando llega;
divinidad poderosa, toro, acompañado de los Maruts. Que esta divinidad de ancha
extensión se llene con estos alimentos; que la ofrenda satisfaga el deseo de su cuerpo. 2
Te enjaezo los dos caballos respetuosos para la rapidez, cuya obediencia has disfrutado
desde antiguo. Que los caballos te traigan aquí, oh divinidad de hermosos labios; bebe
de este Soma bien prensado que te es querido. 3 Han hecho un Soma mezclado de leche
cantando a Indra que ayuda al éxito, para el ejercicio de la primacía. Ebrio por haber
bebido el Soma, oh divinidad que avanza ganando terreno, haz avanzar juntas para
nosotros a las vacas de múltiples maneras. 4 Satisfaz este deseo con vacas, caballos, con
un don consistente en oro, y aumentalo; los guerreros Kusikas anhelantes de los rayos
del sol, cantores, han hecho para ti, Indra, con sus pensamientos, una ofrenda. 5
Invoquemos a Indra el magnánimo para prosperar en este combate, al más viril para la
obtención del botín, divinidad que escucha, terrible, para la ayuda en los combates,
destructor de enemigos, ganador de los botines.

(VR 3.54-56) Himnos del Sabio Prajāpati Vaishvāmitra.

(VR 3.54) 8 Dios (Uno).

Himno a la Aurora.

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(VR 3.61) (Villar 1975) 1 Oh Aurora, abundante por abundancia, acepta complacida
la alabanza del cantor, oh gran Señora. Antigua, oh divinidad, y joven, generosa,
avanzas según las leyes, oh poseedora de todas las cosas buenas. 2 ¡Oh Aurora divina,
resplandece inmortal! Poseedora de un brillante carro, que pones en movimiento las
generosidades. Que los caballos fáciles de conducir te traigan, esos caballos que tienen
un vasto resplandor que ciega, tienes el color del oro. 3 Oh Aurora, miras de frente a
todos los seres, te yergues como luz de lo inmortal. Persiguiendo siempre el mismo fin,
eres la más nueva, gira como una rueda. 4 Como quien deshace una cuerda, la Aurora
generosa avanza, dueña de los pastos. Engendrando el sol, feliz, de hermosa acción, se
ha extendido desde los confines del cielo, de la tierra. 5 Invoco a la divina Aurora que
brilla a lo lejos; presentadle con adoración el hermoso canto. La donadora de miel ha
fijado en el cielo la luz erguida, resplandeciente, ha brillado con mirada amable. 6 La
sagrada hija del cielo ha sido despertada por los cantos. Abundante, ha llegado hasta
los dos mundos. Oh Agni, vas hacia la Aurora que llega brillante, deseoso de una
abundancia agradable. 7 En la base del orden, el toro, anhelando las Auroras, ha
penetrado en los dos grandes mundos. Las fuerzas de Mitra, de Varuna, son grandes; ha
derramado por doquier su rayo como el oro.

Himno Gāyatrī al Sabio meditante Savitar [Savitri].

(VR 3.62) (Pérez Martín 2000) 1 Cantemos para la protección de la Casa de los
Bharatās [Bhāratam janam]. […]

(VR 3.62) (Agud-Rubio 2000) 10 Dirigimos nuestro meditar a este amado resplandor
Savitar, la divinidad. Qué él incite nuestras meditaciones.

(VR 3.62) (Kashyap-Hernández 2012) 10 Nosotros meditamos en ese excelente


esplendor del Dios Sol. /Que Él impela nuestros pensamientos”.

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Libro [Mandala] 4 Vāmadeva

(VR 4.1-15) Himnos a Agni.

(VR 4.2) (Kashyap-Hernández 2012) 11 Que el conocedor discrimine el Conocimiento


y la Ignorancia, /lo recto que permanece abierto y lo torcido que está cerrado en los
mortales.

(VR 4.3) (Kashyap-Hernández 2012) 16 ¡Oh Manifestador (vedho) de todo!, ¡Oh Fuego
conocedor (vidushe)!, para ti (1) (hablo) estas palabras secretas (ninya) que guían
(nithāni) (2), las sabias “palabras-videntes” que se revelan a sí mismas (ashamsisham)
para el vidente (3), a través de estos pensamientos y de la voz del vidente iluminado que
se eleva cantando un himno.

(VR 4.16-32) Himnos a Indra.

Himno a la emanación de Indra.

(VR 4.18) (Tola 2014) 1 Este es el antiguo y aceptado camino, por donde emanaron
todas las Divinidades, y por donde Él también, puesto que ya está crecido, debería
nacer. ¡Que, procediendo de esta manera, no cause la destrucción de su madre! 2 Indra:
Por ahí no he de salir. Es un pasaje estrecho. Oblicuamente saldré por el costado. Tengo
por realizar muchas hazañas, aún no realizadas: con el uno pelearé, con el otro entraré
en arreglos. 4 ¿Qué acción extraña pudo haber llevado a cabo, Él, a quien su madre
portó en su seno durante miles de meses y numerosos otoños? Pues no hay quien se le
compare ni entre los que ya emanaron, ni entre aquellos que todavía han de emanar. 5
Considerándolo una vergüenza, su madre escondió a Indra, que rebosaba fuerza. Pero Él
se irguió, revelando su naturaleza: no bien acababa de emanar y ya llenaba ambos
mundos. 6 Alegremente bulliciosas, se precipitan las Aguas liberadas por Indra:
parecen buenas mujeres que reunidas parlotean. Pregúntales ¿qué están diciendo?, ¿qué
montaña hicieron ellas estallar? ¿que las tenía encarceladas? 7a ¿Le están dirigiendo
palabras de elogio? O ¿quieren las Aguas hacer suya alguna falta cometida por Indra?
10 La joven Vaca dio a luz al Toro recio, fuerte e invencible, el poderoso Indra. La
madre, sin lamerlo, soltó a su ternero para que se fuera, y Él, estaba ansiando irse. 8 La
joven mujer te abandonó; la demonia Kushava se apoderó de ti; las Aguas se
compadecieron del niño; y bruscamente Indra se irguió. 9 Oh Generoso, el demonio
Vyamsa te derribó y te arrancó la mandíbula. Pero, aunque estabas herido, fuiste el
vencedor, y destrozaste con tus armas la cabeza del monstruo. 11 Hacia el Búfalo la
madre volteó sus ojos y dijo: "Hijo, las Divinidades te abandonan". E Indra dijo,
disponiéndose a matar a Vritra: "Amigo Vishnu, avanza." 7b La madre dijo: "Mi hijo
mató a Vritra con su gran arma de muerte, y dejó libres a los ríos para que fluyeran". 12
¿Quién hizo de tu madre una viuda? ¿Quién trató de matarte, mientras yacías y mientras
caminabas? ¿Qué Divinidad sintió compasión por ti, cuando mataste a tu padre,
agarrándolo de los pies? 13 Indra "Por necesidad cociné las entrañas de un perro. No
encontré entre las Divinidades quien se compadeciera de mí. Y sin honores veía a mi
mujer. Entonces fue que el Águila me trajo el soma'''. 3 Miró a la madre que se iba y
dijo: "No dejaré de seguirla, la seguiré." Y, en la casa de Tvashtar, Indra bebió el
precioso soma, que había sido presurado en las jarras.

Himnos a Indra y el soma.

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(VR 4.26) (Tola 2014) 1 Indra: "Fuí Manu, fuí Sürya, el sol; soy Kakshivat, el
inspirado Sabio [Rishi]; doblego al guerrero Kutsa, hijo de Arjuna; soy el poeta Ushaná.
Contempladme". 2 Indra: "Le concedí la tierra al ario, y las lluvias al mortal piadoso.
Conduje las Aguas bulliciosas de los ríos. A mi voluntad las Divinidades se avinieron".
3 "Embriagado por el soma, destruí, de un solo golpe, cuando presté mi ayuda a mi
amigo Divodása, las noventainueve fortalezas de Shambara el demonio, y, completando
el número, lo aniquilé a él como centésimo". 4 Indra: "¡Qué ese pájaro, oh Maruts,
sobrepase a todos los pájaros, que esa Águila veloz sobrepase a todas las águilas,
porque ella, con sus fuertes alas, por su propio impulso, sin recurrir a nada, trajo para
Manu la ofrenda que a las Divinidades nos agrada!" 5 Llena del recelo de no poder tal
vez traerlo, rápida como el pensamiento, lanzóse el águila por el vasto camino. Pronto
retornó con la dulzura del soma, y para sí ganó inmensa gloria. 6 Desde lejos,
lanzándose ante sí, el Águila llevó la planta, el pájaro llevó la dulce embriaguez.
Rogiéndolo con fuerza, el amigo de las Divinidades trajo el soma, que conquistara en el
más alto cielo. 7 El águila agarró y trajo el soma, mil, diez mil ofrendas a la vez. Allá la
divinidad de la abundancia Puramdhi, en la embriaguez del soma, atrás dejó a sus
enemigos, ella, la sabia, ellos, los necios.

(VR 4.26) (Kashyap-Hernández 2012) 1 Devine Manu, Soy Surya […] 2 Soy el que
doy la tierra al hombre Noble [Aryo], Soy el que hago llover la fuerza al mortal quien
ofrenda; Soy el que traigo a las aguas a fondo, las Divinidades se mueven de acuerdo a
las percepciones de mi mente.

Himno a Indra y el arquero Krishanu.

(VR 4.27) (Tola 2014) 1 El Aguila Indra: "Estando todavía en el seno de mi madre, ya
conocía todas las generaciones de las Divinidades. Cien fortalezas de hierro me
guardaban los demonios, en raudo vuelo escapé de ellas, soy, el Águila". 2 Soma:
"Contra su voluntad me trajo, pues los sobrepasaba en valor y en energía. Puramdhi
dejó atrás a sus enemigos, y, llena de ímpetu, pasó a los vientos". 3 El Águila se lanzó
desde los cielos, Los vientos impulsaban a Puramdhi, y al vigilante del soma Krishanu,
el arquero, con rápido pensamiento, disparó contra ella, 4 Como al salvado de las
aguas Bhujyu, las dos divinidades gemelas luminosas Ashvins, el Águila, lanzándose
ante sí, les trajo el soma desde la excelsa cumbre a los que estaban con Indra. Del pájaro
cayó una pluma, mientras volaba, en su camino. 5 ¡Qué el Héroe, el Generoso Indra,
lleve a sus labios, para beber, para embriagarse, la blanca copa, con la leche y la clara
yerba que se hincha, la flor de la dulzura, que le ofrecen los sacerdotes Adhvaryus!

(VR 4.28) (Villar 1975) 1 Contando con tu alianza, siendo amigo tuyo, Indra hizo que
las aguas fluyeran juntas para el hombre. Ha dado muerte a la serpiente, ha hecho fluir
los siete ríos, ha abierto los canales que estaban como obstruidos. 2 Contando con tu
alianza, Indra ha arrancado la rueda del sol con su fuerza en un solo intento, oh jugo del
Soma, rueda que rodaba en la alta cima; toda la fuerza vital del gran demonio fue
suprimida. 3 Indra ha dado muerte, Agni ha quemado a los Dasyu antes del medio día.
Derribó al suelo en un lugar difícil de atravesar que era su casa, a muchos miles de
enemigos que avanzaban, con ayuda de su flecha, por su propio deseo. 4 Hiciste que los
Dasyu fuesen los más bajos de todos los seres; hiciste que las familias de los demonios
quedasen sin honores rituales. Vosotros dos habéis eliminado, habéis aniquilado a los
enemigos, habéis llevado a cabo la venganza con armas mortíferas. 5 Así pues, es

52
verdad, vosotras dos divinidades generosas, Indra y Soma, que los corrales de caballos,
de vacas habéis forzado, que habéis obstruido las cosas que estaban cubiertas por
piedras, penetrando a través de las tierras.

(VR 4.33-37) Himnos a los Artesanos Ribhus.

(VR 4.38-41) Himnos a los reyes-guerreros y al Caballo Divino”, Dadhīkrāvan.

Historia del rey Trasadasyu.

(VR 4.38) (Tola 2014) 1 De vosotros Mitra y Varuna vienen los antiguos dones, que
Trasadasyu vertió sobre los piadosos Purus. Vosotros les disteis a Trasadasyu, que les
ganaba tierras y les procuraba campos, el martillo de los impíos Dasyu, terrible y
poderoso; 2 y les disteis aquel corcel Dadhikra, que les brindó muchos bienes, famoso
en todo el mundo, alazán veloz, águila impetuosa, honrado por su amo, valiente como el
propio rey. 3 Los piadosos Purus gozan y se regocijan, cuando en su veloz carrera se
lanza como por un abismo, lleno de avidez en los pies, como un héroe que ansia batallas
y combates. Arrastrando el carro vuela como el viento. 4 Cuando sale a conquistar
vacas, va acumulando botín en los combates, siendo el que más consigue. Hace gala de
sus recursos. Fija en las multitudes su mirada. Vale más que el que lo guía. Realiza más
que un hombre. 5 En los combates, los guerreros corren, gritando, tras de él, como tras
un ladrón, que arrebató un vestido. Para conquistar la gloria y los rebaños, se lanza
como hambrienta águila, que se precipita desde el cielo. 6 Ansiando por entrar, el
primero, en la batalla, avanza con su séquito de carros; conquistando para sí la corona
del triunfo, como un hermoso novio, lamiéndose el polvo, mordiendo el freno. 7 Este
corcel, fuerte y leal, obediente en los combates, adelantándose rápidamente entre los
carros, que avanzan velozmente, lanzándose ante sí, levanta el polvo sobre su cabeza. 8
Ante él, los enemigos, cuando se enfurece en los combates, tiemblan de terror, como
ante el trueno de los cielos. Cuando lucha contra miles es feroz, incontenible. 9 Todos
alaban la impetuosidad y la excelencia del rápido corcel, que los llena de abundancia.
Desplegándose en el campo de batalla todos dicen: "Dadhikra está avanzando con miles
de guerreros". 10 Como el sol extiende su luz sobre las aguas, Dadhikra ha cubierto, con
su fuerza, los Cinco Pueblos. ¡Ojalá que este caballo, valiente, y que conquista vacas
por centenas, por millares, cubra con miel las palabras que pronuncio!

(VR 4.42) (Tola 2014) 1 Varuna: "Doblemente es mía la reyecía, por ser guerrero y
porque a todos doy la vida, como son míos los Inmortales. Las Divinidades siguen la
voluntad de Varuna. Soy el Rey de las Divinidades de la Suprema Morada". 2 Varuna:
"Soy, Varuna, soy el Rey, y a mí, antes que a nadie, me fueron concedidos la dignidad y
el poder divinos. Las Divinidades siguen la voluntad de Varuna. Soy el Rey de las
Divinidades de la Suprema Morada". 3 Varuna: "Soy, Varuna, soy el Señor. Como
Tvashtar, con mi grandeza, lleno de sabiduría, hice surgir los dos espacios que se
extienden a lo lejos, profundos y firmemente establecidos; hice surgir a los dos mundos,
y les di firmeza y consistencia; hice nacer a todos los seres". 4 Varuna: "Hice manar las
aguas, que destilan humedad. En la mansión del Orden, y de acuerdo con el Orden, di
firmeza y consistencia al cielo. El hijo de Aditi, acatador del Orden, extendió a lo lejos
los Tres Mundos.

(VR 4.42) (Tola 2014) 5 Indra: "A mí me invocan los hombres de briosos caballos
cuando compiten por el premio, a mí, cuando están rodeados en la batalla. Provoco la

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lucha, soy Indra el Generoso, levanto el polvo en torbellinos, soy de insuperable
fuerza". 6 Indra: "Todo lo he hecho. Nadie puede detener mi divino, irresistible
empuje. Los dos mundos, que no tienen límite, tiemblan de terror, cuando me han
exaltado los cantos y el embriagante soma". 7 ¡Todos los seres lo saben y se lo dices a
Varuna, oh Señor! Sabemos que mataste a los Vritras y que dejaste correr en libertad los
ríos que estaban encerrados.

(VR 4.42) (Tola 2014) 8 Nuestros Padres, los Siete Rishis, estuvieron ahí, cuando al
poste ataron a Daurgaha. Mediante el sacrificio, obtuvieron para ella a Trasadasyu, un
destructor de los demonios, como Indra, una Divinidad. 9 Oh Indra y oh Varuna, con
sus ofrendas y homenajes, la mujer de Purukutsa obtuvo vuestra gracia: le disteis a
Trasadasyu, un destructor de los demonios, como Indra, una Divinidad. 10 Llenando
nuestros deseos, podamos gozar nosotros de la riqueza, las Divinidades. Divinidades
de la ofrenda, las vacas de los prados. Oh Indra y oh Varuna, concedednos cada día
aquella vaca, que no rehuya el que la ordeñen.

Himnos a los Chamanes Ashvins.

(VR 4.45) (Kashyap-Hernández 2012) 3 Con su miel ustedes dos alegran los
movimientos y sus caminos. /¡Oh Ashvins! El saco de piel que portan está repleto de
miel. 4 […] 5 […] 6 Por la fuerza de la predisposición propia de la Naturaleza ustedes
dos se mueven conscientemente en todos los caminos. 7 “¡Oh Ashvins!, sosteniendo el
pensamiento en mí he declarado /su carro, el cual es indestructible y guiado por corceles
perfectos, /mediante el cual se mueven al unísono sobre todos los mundos /hacia el gozo
rico en ofrendas que cumple el objetivo.

Himnos a los guerrero: Indra y Vayu.

(VR 4.46) (Villar 1975) 1 Bebe, oh Vayu, el Soma prensado, la más excelsa de las
bebidas, en medio de nuestras ceremonias, pues eres el principal bebedor. 2 Con cien
ayudas ven a nosotros provisto de tu gran tiro, tienes a Indra por compañero de carro.
Oh Vayu, bebed los dos del Soma prensado. 3 Que a vosotros dos, oh Indra-Vayu, hacia
la comida ritual mil corceles os traigan para la bebida del Soma. 4 El carro de asientos
dorados, oh Indra-Vayu, apto para la fiesta ritual conducidlo, pues, aquí, carro que pasa
a través del cielo. 5 Venid con vuestro carro que resplandece extensamente hacia el
adorador. Oh Indra-Vayu, venid aquí. 6 Oh Indra-Vayu, este es el Soma prensado.
Animados por los mismos sentimientos que las Divinidades, este Soma bebed en casa
del adorador. 7 Que vuestro avance sea hacia aquí, oh Indra-Vayu, que vuestra parada
sea aquí para la bebida del Soma.

(VR 4.47) (Villar 1975) 1 Oh Váyu, el Soma resplandeciente te ha sido ofrecido, la más
excelsa de las bebidas, en las ceremonias rituales. Ven aquí para la bebida del Soma tras
haber sido suplicado, oh Divinidad, con tu nutrido tiro. 2 oh Indra y Váyu, os ganáis la
bebida de estos Somas. Pues las gotas luminosas del Soma van hacia vosotros como las
aguas hacia las tierras bajas todas juntas. 3 Oh Váyu e Indra, los dos poderosos, en un
mismo carro, señores de la fuerza, provistos ambos de un nutrido tiro, venid para
auxiliarnos, para la bebida del Soma. 4 Oh vosotros dos, héroes, los tiros vuestros que
son objeto de súplicas para el adorador, ésos a nosotros, oh Indra-Váyu que consumáis
la ofrenda, conducidlos aquí.

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(VR 4.48) (Villar 1975) 1 Toma las ofrendas. Las riquezas del extranjero son como
insípidos discursos. Oh Váyu, con tu resplandeciente carro ven para la bebida del Soma
prensado. 2 Apartando los odios, provisto de tu nutrido tiro, con Indra por cochero, oh
Vayu, ven con tu resplandeciente carro para la bebida del Soma prensado. 3 Los dos
negros –noche y aurora- revestidos de todos sus ornamentos han seguido. Oh Váyu, ven
con tu resplandeciente carro para la bebida del Soma prensado. 4 Que te transporten los
caballos uncidos por el pensamiento en número de noventa y nueve. Oh Váyu, ven con
tu resplandeciente carro para la bebida del Soma prensado. Unce tus cien caballos
florecientes, o que tu carro, de ti que posees mil, venga aquí con su pensamiento.

Himno a los guerreros: Brhaspati e Indra.

(VR 4.49) (Villar 1975) 1 A vosotros dos, oh Indra-Brhaspati, esta querida ofrenda en
vuestra boca así como este himno y esta bebida, son ofrecidos. 2 Este Soma, oh Indra-
Brhaspati, es derramado en vuestro honor, agradable para embriagarse bebiéndolo. 3
Venid a nuestra casa vosotros dos, oh Indra-Brhaspati, e igualmente Indra, oh bebedores
del Soma, para beber el Soma. 4 Conocednos, oh Indra-Brhaspati, la abundancia
centuplicada, plena en caballos, multiplicada por mil. 5 Oh Indra-Brhaspati, nosotros os
llamamos con nuestros cantos al Soma, para la bebida de este Soma. 6 Bebed, oh Indra-
Brhaspati, el Soma en la casa del adorador, Embriagaos, vosotros a quienes os gusta.

Himnos a la emanación de Aurora y los caudillos.

(VR 4.51) (Villar 1975) 1 He aquí que esta luz, la primera de todas, ha salido desde el
oriente, de las tinieblas, luminosa. Que ahora las hijas del cielo, las Auroras, faciliten el
camino a los hombres, resplandeciendo. 2 Las Auroras brillantes han surgido por el
oriente como postes rituales hechos en las ceremonias. Brillando a lo lejos,
resplandecientes, brillantes, han abierto las dos puertas del redil, de las tinieblas. 3 Que
las Auroras magnánimas estimulen hoy, brillando, a los donantes para la donación
generosa. Que los avaros permanezcan dormidos dentro de la oscuridad, sin ser
despertados, en el interior de las tinieblas. 4 ¿Acaso va a haber hoy un viaje vuestro,
antiguo o nuevo, oh Auroras divinas, viaje por el cual a los caudillos Navagva y
Angiras, Dasagva el de siete brazos, oh Auroras plenas, irradiasteis bienes
suficientes? 5 Vosotras, Divinidades, recorréis con los caballos uncidos por el orden
todos los seres en un solo día, despertando, oh Auroras, al viviente que duerme, bípedos
y cuadrúpedos para caminar. 6 ¿Cómo la primera de aquellas Auroras por la cual
repartieron las Divinidades las distribuciones de los demonios Rbhu? Cuando las
Auroras se adornan resplandecientes no son distinguibles, son semejantes, sin envejecer.
7 Estas son realmente las Auroras que antes fueron felices, de poderoso resplandor,
realmente nacidas del Orden, en las cuales el que sacrifica, se esfuerza, el que con
himnos alaba, reza, la plenitud logró en un solo día. 8 Ellas avanzan por el mismo sitio
desde el oriente, desde el mismo lugar, de la misma forma, ensanchándose. Las Auroras
divinas se despiertan como una multitud que tira de las vacas, despertándose desde la
sede del Orden. 9 Estas Auroras avanzan en verdad de la misma manera, semejantes
entre sí, de color inmutable, ocultando el negro horror con sus cuerpos blancos, claras,
brillantes, resplandecientes. 10 Oh hijas del cielo que brilláis a lo lejos, concedednos, oh
Divinidades, la plenitud abundante en descendencia. Que seamos dueños de varones al
ser despertados por vosotros del blando lecho. 11 Oh hijas del cielo, brillantes, oh
Auroras, a vosotras me dirijo tengo como enseña el sacrificio. Que seamos nosotros
apreciados entre las gentes; que el cielo y la tierra divina nos concedan eso.

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(VR 4.52) (Villar 1975) 1 Esta mujer generosa que brilla a lo lejos desde su hermana,
hija del cielo, ha sido vista. 2 Como una yegua resplandeciente, rojiza, la madre de las
vacas, protectora del orden, la Aurora, ha sido la compañera de los dos chamanes
Asvin. 3 Eres la compañera de los dos chamanes Asvin, la madre de las vacas, riges, oh
Aurora, el bien material. 4 A ti que proteges de la enemistad de manera vigilante, oh
Divinidad pródiga en generosidad, te hemos despertado con nuestros cantos. 5 Los
rayos dichosos han sido vistos como la multitud que tira de las vacas. La Aurora ha
llenado la ancha llanura. Llenándola, oh Divinidad resplandeciente, has desvelado la
oscuridad con tu luz. Oh Aurora, refuérzanos según tu propia naturaleza. Extiendes el
cielo con tus rayos, tu querido ancho espacio aéreo, oh Aurora, con tu brillante
resplandor.

Himno a la reencarnación [avatara].

(VR 4.54) (Pérez Martín 2000) 2 Dispensas sobre las divinidades sagradas la más
elevada acción, la inmortalidad. Para los hombres, como su participación, abres
sucesivas existencias.

56
Libro [Mandala] 5 Atri

(VR 5.1-28) Himnos a Agni.

(VR 5.3-6) Himnos de Vasushruta Ātreya

Himno a Agni.

(VR 5.4) (Kashyap-Hernández 2012) 10 Medito en ti con un corazón hacendoso,


/siendo un mortal, llamo al Inmortal.

Himno a Indra y Vayu.

(VR 5.7) (Kashyap-Hernández 2012) 4 Si, Él crea la luz de la intuición incluso para uno
quien está lejos en la noche. 5 […] 6 “El hombre mortal debe llegar a conocerlo a Vāyu
como uno quien sujeta la multitud de deseos para que así pueda Él establecer todo en él.
Indra, en el hombre mortal; Él saborea todos los alimentos y construye una casa para
el ser […]”.

(VR 5.11-14) Sutambara Ātreya

(VR 5.27) Himno de Atri Bhauma.

(VR 5.37-43) Himnos de Atri Bhauma.

Himno a los Maruts.

(VR 5.42) (Kashyap-Hernández 2012) 10 A los rākshasās quienes van de prisa al ataque
en el nacimiento de las Divinidades en el aspirante, ¡Oh Maruts!, a ellos acomete en
tus carros sin ruedas.

Himnos a las Divinidades.

(VR 5.46) (Villar 1975) 1 Como un caballo, ya que conozco, me he uncido al varal del
carro que arrastro, carro que avanza hacia adelante, que presta ayuda. No deseo su
reposo ni tu retroceso. El que conoce los caminos, el que marcha en cabeza, me
conduzca derecho. 2 Oh Agni, oh Indra, oh Varuna, oh Divinidades, concedednos
protección de la tropa de los poetas guerreros Maruts, oh Visnú. Que ambos Nasatyas,
Rudra y las mujeres divinas, Püsan, Bhaga, del río Sarasvati, se complazcan. 3 Indra-
Agni, Mitra-Varuna, Aditi, el Sol, la Tierra, el Cielo, los Maruts, las montañas, las
aguas, los invoco, y a Visnú, Pusan, al señor del brahma, Bhaga y a Samsa, Savitar, para
que nos favorezcan. 4 Que también Visnú y Váta que no fracasan, Dravinoda y Soma
nos reconforten, y también los Rbhu y los dos Asvin y Tvastar y Vibhá nos ayuden con
vistas al botín. 5 Que también esta cohorte de los Maruts que reside en el cielo, digna
del sacrificio, venga aquí para sentarse sobre el lecho ritual. Que Brhaspati y Püsan nos
concedan un refugio protector, y Varuna, Mitra, Aryaman. 6 Y que estas montañas
famosas, los ríos resplandecientes, nos sirvan de protección. Que Bhaga el repartidor
venga con su poder, con su protección. Que Aditi que se extiende anchamente escuche
mi llamada. 7 Que las esposas de las Divinidades nos ayuden benévolas. Que adelanten
su ayuda para nuestra propagación, para que obtengamos el botín. Las cuales esposas

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terrestres y las que están en el trabajo de las aguas, estas Divinidades propicias a la
invocación nos otorguen refugio. 8 Que las mujeres esposas de Divinidades acojan
nuestra llamada: Indrani, Agnayi, las dos Asvini, la Reina. Que Rodasi, Varunáni nos
escuchen. Que acojan nuestra llamada, las Divinidades que son la norma de las
mujeres.

(VR 5.47) (Coomaraswamy 1932) 5 Que gran maravilla, que gran paradoja, oh gentes,
que cuando los ríos corren, las aguas permanecen quietas.

(VR 5.49) (Villar 1975) 1 He suplicado hoy vuestro favor a la Divinidad Savitar y a
Bhaga que distribuye los bienes preciados del hombre. Oh vosotros dos, señores, de
amplio goce, que os dirijo a mí de día en día, oh chamanes Asvin, procurando vuestra
amistad. 2 Conoces el avance de los demonios Asura, provee a la Divinidad Savitar de
himnos. Que el hombre entendido llame con su homenaje a la Divinidad muy poderosa,
también repartidor de los bienes preciados del hombre. 3 Al resplandecer la Aurora,
Pusan, Bhaga, Aditi, distribuyen gozos sin contrapartida. Que Indra, Visnú, Varuna,
Mitra, Agni, Divinidades maravillosas, engendren días felices. 4 Que Savitar,
Divinidad inaccesible al ataque, protección a nosotros proporcione. Que los ríos
portadores de felicidad lo imiten. Cuando hago una exhortación como oferente del rito
digo: “Que seamos señores de los bienes preciados del botín”. 5 Los que presentan a
los chamanes Vasus un homenaje como este, que esos sean quienes se dirijan a Mitra a
Varuna mediante hermosos himnos. Que se aleje el miedo. Haced espacio libre. Que nos
podamos regocijar con la ayuda de Cielo y Tierra.

(VR 5.50) (Villar 1975) 1 Que todo mortal obtenga la amistad de la Divinidad
conductora. Todo mortal aspira a los bienes preciados. Que pueda lograr el resplandor
para prosperar. 2 Estos son tuyos, oh Divinidad conductora, y los que están dispuestos
a asentir con éstos. Estos vayamos en compañía de las cosas que acompañan, pues estos
somos aptos para ser regalados con bienes preciados. 3 Por consiguiente, honrad
adecuadamente a los señores nuestros huéspedes, por consiguiente también a sus
esposas. Que el rechazador Savitar rechace a la lejanía a todo ser que se instala en el
camino, a los enemigos. 4 Cuando el caballo de tiro, animal de pesebre perfectamente
equipado, se puso a correr, el amigo de los hombres, que tiene su residencia llena de
héroes, gana bienes preciados como Sabios. 5 Este es, oh Divinidad conductora, el
señor de tu carro, la abundancia para la felicidad Para la felicidad, para la abundancia,
para el bienestar nosotros somos los que imploramos a las Divinidades, nosotros somos
los que imploramos a las Divinidades.

(VR 5.52-61) Himnos de Shyāvāshva Ātreya.

Himno a los Poetas Maruts.

(VR 5.53) (Tola 2014) 1 ¿Quién sabe su origen? ¿Quién estaba en la gracia de los
Maruts, cuando uncieron a su carro sus antílopes moteados? 2 ¿Quién los oyó, cuando
estaban ya subidos en su carro? ¿Cómo vinieron? ¿Para qué mortal generoso se han
vertido las amigas lluvias cargadas de abundancia? 3 Ellos me dijeron: "Contempla y
elogia a los Jóvenes, a los Héroes sin tacha y sin defecto, que han venido, para
embriagarse, con las aves al romper el alba". 4 "Brillan por su propia luz, y van
provistos de ornamentos, guirnaldas, collares y pulseras, hachas de guerra, arcos y
carros de combate". 5 Oh Maruts de abundantes dones, para que la alegría sea mía,

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incito vuestros carros, son como los días que avanzan en medio de la lluvia. 6 Sobre
ambos mundos vuelcan las lluvias de la divinidad Parjanya, el tesoro, que estos señores
generosos vierten desde el cielo para el mortal piadoso, y las lluvias van por el desierto.
7 Cuando sus antílopes moteados se han difundido por el cielo, entonces los ríos,
perforando el espacio, se vierten con sus aguas, como vacas, como caballos al fin de la
jornada. 8 Venid, Maruts, desde el cielo, desde el aire, desde el lugar cercano donde
estéis; no permanezcáis jamás lejos de nosotros. 9 ¡Que no os detengan los ríos que
fluyen al Indo: Rasa, Anitabha, Kubhá, Krumü, y el Sindhu [Indo]; que no os sea
obstáculo el Sarayu! ¡Ojalá tengamos vuestra gracia! 10 Las lluvias siguen la cohorte de
vuestros carros, la tropa de los jóvenes Maruts. 11 ¡Ojalá podamos seguir vuestras
cohortes, vuestros batallones, vuestros regimientos! 12 ¿Para qué noble oferente de
oblaciones han salido hoy día los Maruts? 13 Traéis el trigo y la semilla inagotable para
nuestros hijos y nuestros descendientes. Otorgadnos la gracia que os pedimos: una
felicidad que no abandone nuestra vida. 14 ¡Ojalá que podamos superar a los que nos
lanzan sus calumnias, dejando atrás adversidades y desgracias, que las aguas, lloviendo
en la alborada, sean para nosotros remedio, felicidad y bienestar! ¡Ojalá estemos cerca
de ellas, oh Maruts! 15 Oh héroes Maruts, aquel mortal, a quien vosotros protegéis,
aquel tiene a las Divinidades de su lado y lo rodean buenos hijos. ¡Ojalá esa sea nuestra
suerte! 16 Elogia a aquellos Generosos. Han de gozar con la venida del que los elogia,
como las vacas en la pradera. Háblales, como a viejos amigos que han venido. Con tu
canto ensalza a los Maruts, que desean tus elogios.

Himnos a los Sabios Jueces Varuna y Mitra.

(VR 5.62) (Kashyap-Hernández 2012) 1 Ahí está la Verdad fija tuya cubierta por la
Verdad, /allá donde ellos desembridan los caballos del Sol.

(VR 5.62) (Tola 2014) 1 Vuestra inconmovible Ley del Universo está oculta. Donde
sueltan los corceles de la Divinidad Sürya y se encontraban por millares, vi al sol, la
suprema maravilla de las Divinidades. 2 Oh Mitra y oh Varuna, ésta es vuestra
grandeza: que den las nubes su leche día a día, siempre dispuestas, e inmóviles; sois
vosotros los que hacéis que en abundancia fluyan todas las vacas de los prados; y que
girando avance el sol como solitaria rueda. 3 Con vuestra grandeza, oh Reyes, vosotros
disteis consistencia al cielo y a la tierra, hicisteis crecer las plantas, y que nos dieran las
vacas su abundante leche, y vertisteis la lluvia en copiosas gotas. 4 ¡Qué vuestros bien
uncidos caballos os traigan hacia aquí, que vengan con sus riendas firmemente
sostenidas! Un manto de grasa derretida [ghi] os acompaña, y, gracias a vosotros, los
ríos hacen rodar sus aguas. 5 Así como con fórmulas protegen el césped del sacrificio,
así protegéis el Orden, que crece sin cesar, con inmensa, ilustre, esplendorosa forma.
Inspirando respeto, vosotros dos, de firmes decisiones, oh Mitra y oh Varuna, estáis
sentados en vuestro alto trono, en medio de las oblaciones. 6 Desde lejos, con manos
que la sangre jamás mancha, protegéis al que es piadoso en medio de sus oblaciones.
Ambos, sin irritaros jamás, tenéis, como supremos soberanos, una reyecía, que
sostienen millares de columnas. 7 Con adornos de oro, y de acero puro, es vuestro
trono; brilla en el cielo como un látigo, construido en lugar fértil o auspicioso. ¡Ojalá
que obtengamos algo de la miel, que se encuentra en vuestro alto trono! 8 Al romper el
alba, cuando sale el sol, subís en vuestro áureo trono, en columnas de acero sostenido. Y
desde ahí, oh Mitra y oh Varuna, contempláis lo infinito y lo limitado. 9 Oh Mitra y oh
Varuna, generosos protectores de este mundo, protegednos con escudo, grueso, que no

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pueda ser atravesado, que carezca de defectos. ¡Ojalá triunfemos cuando queramos
obtener botín!

(VR 5.63) (Villar 1975) 1 Oh pastores del orden, subid al carro, los dos cuyas leyes son
firmes en el más alto cielo. Al que vosotros dos, oh Mitra-Varuna, ponéis en
movimiento, para ése la lluvia proporciona la más dulce bebida desde el cielo. 2 Como
soberanos vosotros dos reináis sobre este universo, oh Mitra-Varuna, en el sacrificio, oh
vosotros dos que veis el sol. Nosotros imploramos de vosotros dos la lluvia, beneficio
que da inmortalidad. Los truenos discurren a través del cielo y de la tierra. 3 Soberanos,
toros formidables, señores del cielo y de la tierra son Mitra-Varuna que discurren a lo
lejos. Os aproximáis con nubes replandecientes al trueno; vosotros hacéis llover al cielo
por el hábil quehacer de Asura. 4 Vuestro hábil quehacer, oh Mitra-Varuna en el cielo
está fijado; el sol, la luz discurre como arma resplandeciente. A este sol vosotros lo
ocultáis mediante la nube, mediante la lluvia en el cielo. Oh lluvia [Parjanya] las gotas
dulces del Soma se ponen en movimiento. 5 Los Maruts equipan el carro fácil para el
resplandor como un héroe, oh Mitra-Varuna, para los combates. Los truenos discurren a
través de los espacios resplandecientes; oh soberanos, regadnos con la leche del cielo. 6
Parjanya pronuncia una palabra que aporta refrigerio, resplandeciente, refulgente, oh
Mitra-Varuna. Los Maruts se visten de nubes gracias a su poder; haced llover al cielo
rojizo, sin tacha. 7 Oh Mitra-Varuna, Sabios, vosotros hacéis valer las leyes según
vuestra ley gracias al poder de Asura. Vosotros dos regís todo el universo según el
orden. Vosotros colocáis en el cielo el sol, carro resplandeciente.

(VR 5.64) (Villar 1975) 1 Mediante la estrofa nosotros invocamos en vuestro favor a
Varuna que destruye la violencia, a Mitra, que como dos corrales con los dos brazos
habéis rodeado el espacio celeste. 2 Esos dos brazos tendedlos bienintencionados hacia
este cantor. Pues vuestro afecto favorable he invocado en mi favor en todas las
residencias. 3 En caso de que alcance una salida, quisiera ir por el camino de Mitra. Los
hombres han continuado bajo la protección de esta querida divinidad. A vosotros dos,
oh Mitra-Varuna, quisiera dedicar la suprema ofrenda mediante un himno en que pueda
competir en la morada de los patronos y los compañeros. 5 A nosotros, oh Mitra, con
tus resplandores e igualmente Varuna, para asentarle, para que en el propio
establecimiento de los patronos y de los compañeros nos reforcemos. 6 Vosotros a
nosotros en quienes, Varuna, mantenéis vuestro poder y vuestra alta fuerza, hacednos
amplio camino para la obtención del botín, para la riqueza, para el bienestar. 7 Cuando
luce para mí la Aurora, oh divinidades dignas del sacrificio, en la residencia de las
divinidades, rica en vacas, oh señores que sostenéis a Arcananas con las manos y con
los pies enjugad el Soma prensado.

(VR 5.68) (Villar 1975) 1 Comenzad vosotros a cantar con entusiástica plegaria en
honor de Mitra, de Varuna. Oh vosotros dos que sois poseedores de enorme poder
empezad a cantar el alto orden. 2 Los dos soberanos que en su seno tienen la grasa
sacrificial, ambos Mitra y Varuna, divinidades famosas entre las divinidades. 3 Siendo
tales, otorgadnos los dos a nosotros la gran riqueza ubicada en la tierra, la gran riqueza
celestial. Vuestro poder entre las divinidades es grande. 4 Promoviendo el orden
mediante el orden las dos divinidades han obtenido un gran poder. Las dos divinidades
que no perjudican, crecen. 5 Haciendo llover al cielo, haciendo derramarse a las aguas,
los dos señores de la felicidad consistente en dones, han alcanzado el alto trono.

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(VR 5.69) (Villar 1975) 1 A los tres espacios luminosos, oh Varuna, a los tres cielos, oh
Mitra, a los tres espacios intermedios vosotros dos los mantenéis, reforzando, velando
por la fuerza del poder, según la ley que no envejece. 2 Vuestras vacas, oh Varuna,
proveen la bebida, vuestros ríos, oh Mitra, dan como leche el líquido de miel; tres toros
se mantienen como dadores del esperma de los tres mundos, resplandecientes a lo lejos.
3 Invoco a la divinidad Aditi por la mañana, a medio día, a la salida del sol. Invoco a
Mitra-Varuna para la riqueza que aporta felicidad completa, para la descendencia
prolongada, la felicidad, el provecho. 4 Vosotros dos que son los portadores del espacio
resplandeciente, oh Adityas divinos, y del espacio terrestre, las divinidades inmortales
no esquivan vuestras leyes sólidas, oh Mitra-Varuna.

(VR 5.70) (Villar 1975) 1 Puesto que vuestra plegaria está presente ahora, oh Mitra y
Varuna, que me gane vuestro favor. 2 Siendo tales, oh divinidades que libráis del daño
de una vez, que alcancemos nosotros la felicidad para disfrutar, que nosotros seamos
tales, oh chamanes Rudras 3 Protegednos, oh Rudras, con vuestros guardianes;
salvadnos, oh divinidades salvadoras; que triunfemos de los Dasyu con nuestros
cuerpos. 4 Oh divinidades de energía inagotable, que no suframos en nuestros cuerpos
el perjuicio procedente de nadie, ni en nuestra descendencia ni linaje.

(VR 5.71) (Villar 1975) 1 Venid a nosotros, oh Mitra-Varuna que cuidáis al extranjero,
con vuestra fuerza, a este estimado ritual. 2 Pues vosotros, oh Mitra-Varuna, previsores,
sois los rectores de todo. Hinchad nuestros pensamientos, vosotros que podéis. 3 Venid
a nosotros, al Soma prensado del adorador, oh Mitra-Varuna para la bebida de este
Soma.

(VR 5.72) (Villar 1975) 1 Nosotros hacemos ofrenda a Mitra-Varuna con nuestras
palabras, a la manera de Atri. Tomad asiento sobre el lecho ritual para la bebida del
Soma. 2 Con vuestra ley vosotros sois divinidades que tenéis una sólida resistencia;
con los preceptos vosotros sois divinidades que hacéis organizarse a los hombres.
Tomad asiento sobre el lecho ritual para la bebida del Soma. 3 Que Mitra y Varuna
acepten nuestro sacrificio para su solaz. Tomad asiento en el lecho ritual para la bebida
del Soma.

(VR 5.76-77) Himnos de Atri Bhauma.

Himno a la Aurora y a Ushas.

(VR 5.80) (Wilkins 1900) 1 Salve, rosada Ushas, divinidad dorada, que cabalgas /En tu
carro reluciente, vienes como /Una encantadora novia por su madre engalanada
/Descubriendo tímidamente toda tu oculta gracia /A nuestros asombrados ojos; o como
una esposa /Que decía a su señor, con meditado orgullo 2 /Hermosura que, cuanto mas
amorosamente se miran /Parecen más frescas, más inmaculada, cada sucesiva mañana
/Años y años llevas viviendo y sin embargo, /Eres siempre joven. Eres el aliento y la
vida /De todo cuanto respira y vive, despertando día tras día /A miríadas de postrados
durmientes, como de la muerte /Haciendo aletear a los pájaros en sus nidos /Y alentando
a los hombres a aplicarse con esmero /A sus obligaciones diarias y tareas asignadas,
/Afanándose para lograr riquezas, placer o renombre».

(VR 5.80) (Villar 1975) 1 A la de radiante camino, alta, sagrada según el orden, de
rosada presencia, brillante, a la Aurora divina que trae al sol, los cantores la despiertan

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con sus plegarias. 2 Esta Aurora hermosa, que despierta a la gente, que hace
transitables los caminos, avanza hacia adelante. Poseedora de un alto carro, alta, que
penetra en todas las cosas, la Aurora despliega la luz a lo largo de los días. 3 Esta
Aurora equipada con vacas rojizas, salutífera, se ha apropiado de la riqueza
incansablemente. Trazando los caminos para una buena marcha, la divinidad, honrada
por muchos, cuidadora de todos los bienes, brilla a lo lejos. 4 Esta Aurora de múltiples
colores es dos veces fuerte, descubriendo su cuerpo desde el oriente. Camina por el
sendero del orden con rectitud como quien conoce; no marca [hierra] las direcciones. 5
Esta Aurora como una mujer resplandeciente, conocedora de su hermosura, se
mantiene de pie, como quien se baña, para que nosotros la veamos. La Aurora, hija del
cielo, ha llegado junto con la luz, rechazando las hostilidades, las tinieblas. 6 Esta
Aurora, hija del cielo, que va al encuentro de los hombres, como una joven hermosa,
deja sueltos sus pechos. Descubriendo a su adorador los bienes, de nuevo la joven ha
engendrado la luz como antes.

(VR 5.80) (Mylus 2003) 1 A la que camina, alta, por una senda brillante, la divinidad
Usas, que roja resplandece de acuerdo con la ley universal, la que conduce al sol, a ella
entonan sus cantos devotos los extasiados. 2 La hermosa, la que despierta a los hombres
y hace los caminos fácilmente transitables, va a la cabeza sobre el alto carro, la alta, que
todo lo mueve. Usas da luz al comienzo del día. […] 5 Como una mujer hermosa que
conoce su cuerpo, se mantiene erguida en medio del baño, digna de admiración.
Apartando la discordia y la oscuridad, ha llegado Usas, la hija del cielo, con su luz. 6 La
hija del cielo descubre sus pechos como una bella mujer a los hombres. Desvelando al
devoto sus hermosuras, como una jovencita, ha creado la luz ahora igual que antes.

(VR 5.81-82) Himnos de Shyāvāshva Ātreya.

Himno a Sūrya-Savitri.

(VR 5.81) (Kashyap-Hernández 2012) 1 Conociendo todos los fenómenos, Él, por sí
solo, ordena las Energías del sacrificio. 2 […] 3 “Al despertarse su movimiento
ascendente, /también las otras divinidades alcanzaron /mediante su fuerza la grandeza
de la Divinidad”.

(VR 5.81) (Pérez Martín 2000) 1 Los Profetas [Rishis] adornan con cantos su mente,
adornan con cantos sus pensamientos.

Himno al productor Bhaga.

(VR 5.82) (Kashyap-Hernández 2012) 4 ¡Oh Divino Productor!, envía hoy sobre
nosotros fructífera felicidad /desecha lo que pertenece al mal sueño. 5 ¡Oh Divino
Productor!, deshecha todos los males. /Lo que es bueno, eso envía hacia nosotros.

(VR 5.83-86) Himnos de Atri Bhauma.

Himno a Parjanya.

(VR 5.83) (Tola 2014) 1 Invoca con tu canto al Fuerte, elogia a Parjanya. Con tu
homenaje trata de ganártelo. Mugiente Toro, de abundantes dones, deposita en las
plantas su semen cual germen de vida. 2 Destroza los árboles y aniquila a los demonios.

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Ante él, que lleva una ingente arma, la tierra tiembla de terror. Aún el inocente huye de
Parjanya, que es fuerte como un toro, cuando, entre truenos, aniquila a los impíos. 3
Cual cochero que azota a los caballos con su látigo, hace salir a sus lluviosas
mensajeras, las nubes. A lo lejos se eleva su rugido de león, cuando Parjanya llena de
lluvia el cielo. 4 Los vientos soplan, se precipitan los rayos, las plantas crecen, se
desborda el cielo, el alimento brota para todos los seres, cuando Parjanya con su semen
anima a la tierra. 5 Oh tú, oh Parjanya, ante cuya voluntad se inclina la tierra, por cuya
voluntad el ganado retoza, por cuya voluntad las plantas se tornan de múltiples colores.
Danos tu poderosa protección. 6 Dadnos, oh Maruts, las lluvias del cielo. Haced manar
a borbotones las ondas del Caballo Parjanya. Ven hacia nosotros con tu trueno,
vertiendo las aguas, Espíritu de vida, Padre nuestro. 7 Muge, truena, deposita tu
simiente de vida, vuela por todas partes con tu carro desbordante de agua. Hala tu odre,
con la boca hacia abajo y desatada: parejos se tornen las alturas y los valles. 8 Alza tu
gran cubo y viértelo. ¡Que los ríos se precipiten, desatados! Unta con grasa de
abundancia al cielo y tierra. ¡Buen abrevadero haya para las vacas! 9 Cuando tú,
Parjanya, mugiendo y tronando, aniquilas a los impíos, gozan el mundo y cuantos viven
en la tierra. 10 Has llovido tu lluvia, retenía ahora. Has tornado transitables los
desiertos. Para que sirvan de sustento has hecho brotar las plantas. Y, de parte de los
hombres, un himno de gratitud has recibido.

Himno al Padre [tierra].

(VR 5.84) (Villar 1975) 1 En verdad así eres portadora, oh Tierra, del pensamiento de
las montañas, vivificas el suelo con tu poder, oh gran divinidad de altos derechos. 2
Los himnos de alabanza resuenan en tu honor, oh divinidad que te mueves, durante las
noches, protejes la semilla fecunda como a un caballo que relincha, oh blanca
divinidad. 3 Con tu fuerza sujetas al suelo fuertemente los bosques, fuerte eres, cuando
los relámpagos de la nube [...] y las lluvias del cielo llueven.

Himno a Varuna.

(VR 5.85) (?) (Wilkins 1900) «El señor poderoso de las alturas espía nuestras acciones
de cerca. Las divinidades conocen cuanto los hombres hacen, aunque éstos se esmeren
en ocultar sus actos: De todo el que permanezca quieto, se mueva, se escabulla de un
lugar a otro, O se esconda en una celda secreta, las divinidades sus movimientos
siguen. Dondequiera que dos juntos conspiren creyendo que están solos, El rey Varuna
está allí como un tercero y todos sus planes son conocidos. Esta tierra es suya, a él
pertenecen estos vastos e infinitos cielos. Todos los mares descansan en él y sin
embargo, también en esa pequeña charca él reside. Quienquiera que en lo más lejos del
firmamento proyecte la forma de salir ganador, Ni siquiera allí podrá eludir la mano de
Varuna el rey. Sus espías que descienden de los cielos se infiltran por todo este mundo;
Sus mil ojos, escudriñándolo todo, rastrean hasta el último rincón de la tierra. Todo
cuanto existe en el cielo y la tierra y más allá de los cielos Se había expuesto ante el ojo
de Varuna el rey. Él cuenta cada uno de los más leves pestañeos en los ojos de cada
mortal; Maneja esta universal estructura como un jugador echa los dados. Que esos
lazos corredizos que lanzas para atrapar a los malos, ¡oh divinidad! A todos los
mentirosos capturen, pero deja que eviten a los veraces».

63
Libro [Mandala] 6 Bharadvāja

(VR 6.1-30) Himnos del Sabio Bharadvāja Bārhaspatya.

Himno al Gran Sacerdote [hotar] Vaishvanara.

(VR 6.9) (Tola 2014) 1 Siguiendo sus sabias ordenanzas, los dos cielos, el día claro y la
noche oscura, ruedan y se alternan. El Fuego Vaishvanara ha nacido, y, como un rey,
con su luz ha derrotado a las tinieblas. 2 No conozco la trama ni la urdimbre ni lo que
tejen cuando están en el certamen. ¿Qué hijo, aquí, podría decir lo que tiene que decir
en modo superior al de su padre? 3 El conoce la trama y la urdimbre y, de modo y en el
momento convenientes, puede decir lo que tiene que decir, sólo él, que sabe todo
aquello, como guardián que es de lo Inmortal, que vive aquí abajo entre nosotros y, sin
embargo, ve por encima de los seres. 4 Él es el primer Sacerdote [hotar].
¡Contempladlo! Es la Luz Inmortal entre los hombres. Nació firmemente establecido,
imperecedero, creciendo sin cesar. 5 Firme luz, fijada para que la podamos contemplar;
es la mente, más rápida que todo lo que vuela. Todos los Dioses, con una sola voluntad
y un solo pensamiento, sin titubear, van hacia El, como sólo y único objetivo. 6 Están
atentos mis oídos, está atenta mi mirada, ha surgido la Luz inspiradora que en mi
corazón está establecida, mi espíritu vuela hacia lo lejos. ¿Qué he de decir? ¿Qué he de
imaginar? 7 Todos los Dioses, llenos de temor, le rindieron su homenaje, cuando surgió
en medio de la oscuridad. Para darnos su ayuda ¡que el Fuego Vaishvanara nos proteja!
para darnos su ayuda ¡que nos proteja el Inmortal!

Himno a Agni.

(VR 6.16) (Kashyap-Hernández 2012) 13 ¡Oh Fuego! desde el Loto /de la cabeza de cada
Sabio cantor, /Atharvan te frotó hasta incendiarte ahí. […]

(VR 6.16) (Kramrisch 1981) 39 Agni es como un arquero feroz Rudra.

(VR 6.16) (Kashyap-Hernández 2012) 47 ¡Oh Fuego! Traemos a ti mediante la Palabra


de iluminación con esta oblación /forjada por el corazón.

(VR 6.37-43) Himnos del Sabio Bharadvāja Bārhaspatya.

(VR 6.44-46) Himnos del Sabio Shamyu Bhārhaspatya.

(VR 6.48) Himno del Sabio Shamyu Bhārhaspatya.

(VR 6.49-52) Himnos del Sabio Rijishvā Bhāradvāja

(VR 6.51) 1 La unicidad fundamental del universo se enraíza en el orden eterno, en


la pura y agradable faz del Sagrado Orden que brilla como oro del cielo en el amanecer.

(VR 6.53-74) Himnos del Sabio Bharadvāja Bārhaspatya.

64
Himnos a Pushan.

(VR 6.54) (Villar 1975) 1 Oh Pusan, condúcenos en unión de un hombre sabio que
conozca puntualmente el camino, que pueda decir «por aquí». 2 Que podamos reunirnos
con Pusan que nos asigna nuestras morada: y nos dirá «ahí están». 3 La rueda de Pusan
no está estropeada, el carro no cae, ni el aro de esta rueda vacila. 4 El que ha honrado
con ofrendas a esta Divinidad, a ése Pusan no lo olvida. Ese es el primero en conseguir
los bienes. 5 Que Pusan camine tras nuestras vacas, que Pusan proteja nuestros corceles.
Que Pusan gane para nosotros el botín. 6 Oh Pusan, camina tras las vacas del
sacrificador, del que prensa el Soma, e igualmente de las de nosotros que te alabamos. 7
Que ninguna se pierda, que ninguna sufra daño, que no caigan en la fosa. Regresa con
las vacas libres de daño. 8 A Pusan que escucha, atento, que nada deja perder de la
hacienda, señor de la abundancia, nosotros invocamos. 9 Oh Pusan, que en tu ley
nunca suframos daño. Aquí estamos tus adoradores. 10 Que Pusan nos rodee desde
fuera con su brazo. Que nos recupere el ganado perdido.

(VR 6.55) (Villar 1975) 1 Ven, oh hijo del descanso, ardiente; deseo que los dos seamos
aliados. Sé nuestro conductor del carro del orden. 2 Al supremo conductor de carros, de
cabellera ceñida en forma de concha, poseedor de una espléndida generosidad, dueño de
la abundancia, nosotros imploramos. 3 Eres una fuente de plenitud, oh Divinidad
ardiente, oh cúmulo de bienes, oh Divinidad que tiene machos cabríos por caballos,
amigo de todo piadoso. 4 Ensalcemos a Pusan ahora, Divinidad que tiene machos
cabríos por caballos, que dispone del botín, que es llamado amante de su hermana. 5 He
hablado a la Divinidad pretendiente de su madre. Que esa Divinidad amante de su
hermana nos escuche! El es hermano de Indra, él es amigo mío. 6 Que los machos
cabríos, sumisos, traigan en el carro a Pusan, ellos que son portadores de la Divinidad
que otorga esplendor a los hombres.

Himno a la Aurora [Usas].

(VR 6.64) (Villar 1975) 1 Las Auroras se han levantado brillantes para resplandecer,
refulgentes como las olas de las aguas. Ella hace todos los buenos caminos, fáciles de
recorrer; ha surgido la rica, la generosa vaca Daksina (VR 1.18). 2 Has sido vista
resplandeciente, brillas a lo lejos extensa; tu resplandor, tus rayos han volado por el
cielo. Pones a la vista tus senos brillando, oh Aurora, resplendaciente de fulgores. 3 Las
vacas rosadas transportan a la Aurora feliz que se extiende amplia. Como un arquero
esforzado expulsa a los enemigos, repele las tinieblas, como un hábil conductor. 4 Tus
buenos caminos en las montañas son fáciles de recorrer; en la ausencia de vientos
atraviesas las aguas, resplandeces. Pues eres así, tráenos la plenitud, oh hija del cielo,
de ancho caminar, inmensa, para gozar de ella. 5 Pues eres así, tráenos plenitud, oh
Aurora incontestada, con la ayuda de los toros traes el don deseado. Eres, hija del cielo,
que, como Divinidad eres vista por tu generosidad en la primera invocación. 6 Por ti los
pájaros han levantado el vuelo desde su nido y también los hombres que toman alimento
al amanecer. Al que está en casa llevas un gran bien, oh Aurora divina, para el mortal
que te adora.

(VR 6.64) Brillando con magnificencia se ha levantado la Aurora. Ella hace todos los
caminos fácilmente transitables. Hasta el cielo se han elevado sus rayos. Hace
retroceder la oscuridad como un soldado heroico a los enemigos. Aves y hombres se
han levantado al verla.

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Himno a la Aurora y al Sabio escriba Bharadvája.

(VR 6.65) (Villar 1975) 1 Esta es para nosotros la hija nacida del cielo. Brillando ha
despertado las residencias de los hombres, quien con su resplandeciente rayo en las
noches ha sido reconocida a través de las tinieblas de la oscuridad. 2 Las Auroras con
sus caballos enjaezados de rosa han pasado a través de estas tinieblas brillan
resplandecientes provistas de carros dorados. Transportando el alto sacrificio, estas
apartan las tinieblas de la noche. 3 Trayendo gloria, botín, placer, vigor al mortal
adorador, oh Auroras magnánimas, conceded hoy a vuestro adorador ayuda y plenitud,
vosotras que tenéis a vuestra disposición la abundancia en hombres. 4 Pues en efecto,
en este momento existe un bien vuestro para el adorador, para el hombre devoto, oh
Auroras. Ahora existe ese bien para el adorador cuando canta los himnos; justamente
antes lo habéis traído a uno como soy. 5 Pues en efecto, en este momento, oh Aurora
que permaneces en las alturas de las montañas, los Angiras cantan y celebran los
rebaños de vacas recibidos. Con la plegaria y con la oración han profundizado la
llamada a las Divinidades por parte de los hombres ha sido eficaz. 6 Brilla, oh hija del
cielo como antes para nosotros, para el adorador, oh Aurora magnánima, como para
Bharadvája. Otorga al cantor la plena abundancia en hijos; concédenos la gloria de
amplio camino.

Himno al Cielo y a la Tierra

(VR 6.70) (Tola 2014) 1 El Cielo y la Tierra, abundantes en mantequilla [ghi], que a
todos los seres dan realce, vastos y sin límites, que destilan dulzura y están provistos de
bellos ornamentos, por ley y orden de Varuna permanecen separados y firmemente
establecidos, fecundos, sin envejecer jamás. 2 Ricos en leche, inagotables, con
innúmeras corrientes, siguiendo sus puras ordenanzas, producen mantequilla [ghi] para
el mortal piadoso. Ambos, el Cielo y la Tierra, gobiernan este mundo, beneficiosos para
el hombre. 3 Oh Tierra y oh Cielo, aquel hombre que os rinde su homenaje, para
obtener honrada vida, aquel hombre conquista su objetivo, y, oh copas enfrentadas, en
sus hijos prolonga su existencia. De vosotros fluyen seres y cosas de infinitas formas
sometidos a las mismas uniformes leyes. 4 Para obtener su gracia, los vates suplican al
Cielo y a la Tierra, cubiertos de mantequilla [ghi], adornados con mantequilla [ghi],
destilando mantequilla [ghi], abundantes en mantequilla [ghi], vastos y sin límites,
honrados los primeros cuando se elige al sacerdote familiar [purohita]. 5 La Tierra y el
Cielo, que fluyen miel, que destilan miel, que crean miel, han de producir miel para
nosotros, dando a las Divinidades poder y sacrificios, y a nosotros, la gloria, el premio
y el vigor viril. 6 ¡Ojalá que el Cielo y que la Tierra, que son nuestro Padre y nuestra
Madre, que todo lo saben y realizan sólo lo que es bueno, hagan fluir para nosotros el
alimento en abundancia! ¡Que los dos Mundos, liberales y benevolentes para todos, nos
den el premio, la ganancia, la riqueza!

Himno al guerrero Brhaspati.

(VR 6.73) (Villar 1975) 1 El cual, hendedor de rocas, primer nacido, sagrado, Brhaspati,
descendiente de los Angiras, que cuida de las ofrendas, de doble camino, que reposa en
la brasa, como un padre, toro, muge poderosamente al cielo y a la tierra. 2 El cual,
incluso para un hombre así, Brhaspati, ha hecho posible la invocación a las
Divinidades. Destruyendo los seres adversos aniquila las plagas fortificadas, venciendo

66
a los enemigos, dominando a los adversarios en las batallas. 3 Brhaspati ha conquistado
los bienes, esta Divinidad ha conquistado los grandes rebaños de vacas. Cuando desea
conquistar las aguas, el sol, Brhaspati es irresistible; él da muerte al enemigo con
cantos.

Himno piadoso al chamán Rudra y el soma..

(VR 6.74) (Villar 1975) 1 Oh Soma y chamán Rudra, haced valer vuestro poder de
Asuras; que nuestros deseos lleguen a vosotros en forma adecuada. Distribuyendo en
cada caso los siete tesoros, sed la salvación para nuestros bípedos, la salvación para
nuestros cuadrúpedos. 2 Oh Soma y Rudra, dispersad la enfermedad que penetra en
nuestra casa. Alejad la disolución; que las cosas que procuran la felicidad, las que
proporcionan el renombre, nos pertenezcan. 3 Oh Soma y Rudra, proporcionadnos para
nuestros cuerpos todos los remedios. Alejad, apartad de nosotros la falta cometida que
se encuentra en nuestros cuerpos. 4 Oh vosotros, Divinidades de armas afiladas, de
afilados dardos. Soma y Rudra benévolos, tened aquí piedad de nosotros. Liberadnos
del lazo de Varuna, protegednos a nosotros que tenemos buena disposición de espíritu.

Himno de bendición de armas.

(VR 6.75) (Tola 2014) 1 Cuando ingresa al seno del combate, cubierto con su armadura,
el guerrero tiene la apariencia de una nube de tempestad. ¡Ojalá que triunfes con tu
cuerpo libre de heridas! ¡Ojalá que te proteja el poder de tu armadura! 2 ¡Ojalá que con
el arco conquistemos vacas, que con el arco ganemos las batallas, que con el arco
triunfemos en los ardientes combates! El arco causa el desastre del enemigo. ¡Ojalá que
con el arco conquistemos todas las regiones de la tierra! 3 La cuerda del arco se acerca a
tu oído, como para decirte algo, como una mujer que ha abrazado a su marido. Silba,
cuando está tensa. Es tu ayuda en el combate. 4 ¡Que las dos puntas del arco, que van
como mujer a una cita, sostengan la flecha en el seno de su cuerda, como una madre
sostiene a su hijo! ¡Que, reuniéndose y separándose bruscamente, rechacen a enemigos
y adversarios! 5 El carcaj es padre de muchas flechas; numerosas son sus hijas. Vibra al
entrar en la contienda. Atado a la espalda del guerrero, cuando lo ponen a trabajar,
triunfa en todos los combates y batallas. 6 El buen cochero, de pie en su carro de
combate, conduce a sus caballos hacia adelante, a donde quiere. Elogiad el poder de las
riendas: dirigen al caballo según la voluntad de su cochero. 7 Los caballos, de
poderosos cascos, llenos de ímpetu, levantan terrible ruido con los carros de combate.
Pisoteándolos con sus patas, aniquilan, sin cejar, a enemigos y adversarios. 8 La ofrenda
es su carro de transporte. En ella están sus armas y su armadura. ¡Ojalá que siempre,
alegres y contentos, nos sentemos ahí, en el sólido carro! 9 Alrededor del soma los
Antepasados se encuentran siempre reunidos; nos conceden vigor y nos ayudan en la
desdicha; son poderosos y profundos; llevan esplendorosas armas; las flechas son su
fuerza; jamás se cansan; todos son valientes por igual; son grandes y derrotan a todos
los ejércitos. 10 Oh Antepasados brachmanes, que merecéis el soma, ¡ojalá nos sean
propicios, la Tierra y el Cielo incomparables! Oh Divinidades, que dais incremento a la
verdad, ¡ojalá que la divinidad Püshan nos proteja de la desdicha! Protegednos. ¡Ojalá
que nadie, que esté meditando nuestro mal, llegue a dominarnos! 11 Con plumas de
águila está cubierta; un cuerno de antílope es su diente, y, atada con el cuero de una
vaca, vuela cuando es lanzada. ¡Ojalá las flechas nos den su protección en el combate,
en que los hombres chocan entre sí y se separan! 12 No nos toques, oh flecha, que
vuelas derecha hacia adelante. ¡Que como roca sea nuestro cuerpo! ¡Qué Soma

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interceda por nosotros! ¡Que Aditi nos proteja! 13 El látigo azota su lomo, rasga sus
costados. Oh látigo, incita en los combates a los inteligentes caballos. 14 Cual una
serpiente con sus anillos, la correa protectora envuelve la mano del guerrero,
defendiéndolo del golpe de la cuerda de su arco. Sabe todas las mañas. Es como un ser
humano. ¡Que de todas partes proteja a este guerrero! 15 Rindo gran homenaje a la
divina flecha, que nació de la divinidad de los juncos Parjanya, cargada de veneno, que
lleva en su cabeza el cuerno de un venado, cuyas fauces son de acero. 16 Oh flecha,
afilada por las oraciones, vuela una vez disparada. Avanza, alcanza a nuestros
enemigos. ¡No dejes a ninguno de ellos! 17 ¡Que la divinidad de la oración
Brahmanaspati y la divinidad de la libertad Aditi nos protejan, que todos los días nos
protejan, donde vuelan las flechas que parecen niños de cabellos sueltos! 18 Cubro con
la armadura las partes delicadas de tu cuerpo. ¡Que el rey Soma te cubra con su bálsamo
de vida! ¡Que Varuna te dé la libertad del amplio espacio! ¡Que las divinidades gocen
con tu triunfo! 19 ¡Que las divinidades hagan daño a aquel que quiere destruirnos:
allegado, enemigo o extranjero! La oración es mi íntima coraza.

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Libro [Mandala] 7 Vasishtha

(VR 7.1-17) Himnos a Agni.

(VR 7.3) (Colebrooke-García Calderón 1924) 1 ¡Guardián de esta mansión! conócenos;


vuélvete para nosotros una feliz mansión; danos lo que te pedimos y concede la
felicidad a nuestros bípedos y a nuestros cuadrúpedos. 2 ¡Guardián de esta casa! Haz
que nos acrecentemos nosotros y nuestra fortuna. ¡Luna! mientras subsistas
benignamente, ojalá podamos nosotros y nuestras vacas y nuestros caballos, estar
exentos de decrepitud; cuídanos, como protege un padre a sus hijos. 3 Guardián de esta
mansión ¡ojalá podemos estar reunidos en una mansión feliz deliciosa, melodiosa que tú
nos hayas conseguido; conserva bajo tu protección nuestras riquezas y defiéndenos; lo
esperamos.

(VR 7.10) (Kashyap-Hernández 2012) 3 Nuestras palabras son pensamientos que se


encaminan a la Divinidad.

(VR 7.16) (Kashyap-Hernández 2012) 8 Danos la paz [sham] que escucha desde lejos la
Verdad.

(VR 7.35) (Pérez Martín 2000) 9 Con percepciones del corazón, los Sabios [Rishis]
penetraron en el secreto del árbol de la vida de los miles de ramas.

Himno a las Divinidades.

(VR 7.39) (Villar 1975) 1 Recto, Agni ha difundido el pensamiento de Vasu; la llama
avanza inclinada hacia la familia divina. Las dos piedras han emprendido el camino
como dos conductores del carro. Que el oferente puesto en movimiento ofrezca para
nosotros la ofrenda ritual. 2 El lecho ritual que se aborda con facilidad para estas
divinidades ha sido dispuesto. Como dos jefes de comunidad en la multitud de las
comunidades se apresuran Váyu y Pusan en el momento de la primera llamada, de los
primeros resplandores de la Aurora, provistos de un gran tronco de tiro para nuestra
salvación. 3 Que las divinidades que recorren el camino, los chamanes Vasus, se
solacen aquí; que en el ancho espacio se adornen brillantes. Haced vuestros caminos del
lado de acá, oh divinidades de ancha carrera; escuchad a este mensajero venido en
vuestro favor. 4 Pues estas divinidades, dignas de ser honradas en los sacrificios,
auxiliares, alcanzan su sede común. A ellos, amistosos, sacrificiales, eres oh Agni, en la
ceremonia ritual tráelos, con obediencia, a Bhaga, los Nasatyas, Purandhi. 5 Oh Agni,
trae aquí, hacia mis oraciones dirigidas a ellos, desde el cielo y desde la tierra, a Mitra, a
Varuna, a Indra, a Agni, a Aryaman, a Aditi, a Visnú. Que Sarasvati, que los Maruts se
regocigen. 6 He ofrecido el sacrificio de las divinidades dignas de ser sacrificados junto
con mis oraciones. Que libre de ataduras Agni obtenga el deseo de los mortales.
Concedednos los bienes inagotables, siempre triunfantes. Que nos veamos
acompañados por las divinidades, asociadas a nosotros. 7 Que los dos mundos
implorados por los Poetas Vasisthas; las divinidades poseedoras del orden: Varuna,
Mitra, Agni, nos ofrezcan, resplandecientes, el canto más próximo. Vosotros
protegednos siempre a nosotros con vuestros favores.

Himno al chamán Rudra.

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(VR 7.46) (Villar 1975) 1 Llevad a Rudra estas plegarias, portador del arco tendido, el
de la flecha veloz, autónomo, dominador sin ser dominado, director del ritual de armas
cortantes. Que él nos escuche. 2 Pues él en su residencia vela sobre la gente terrenal, y
con su poder también sobre la gente divina. Acércate por tu deseo a nuestra casa que te
desea. Exime de la enfermedad a nuestros hijos, oh Rudra. 3 Tu arma, que lanzada del
cielo recorre la tierra en torno, no nos cause molestia. Tienes mil remedios, oh soplo
benéfico. No nos produzcas daño en nuestros hijos, en nuestros descendientes. 4 No nos
des muerte, oh Rudra. No nos entregues. Que no nos veamos apresados en la red de tu
cólera. Déjanos participar en el lecho ritual, en la palabra de la vida.

Himno a las Aguas liberadas por Indra..

(VR 7.49) (Villar 1975) 1 Las aguas cuyo elemento esencial es el océano, desde en
medio del mar avanzan purificándose, sin detenerse. Las aguas a quienes Indra, toro
portador del rayo, ha dado libre curso, que esas aguas divinas me favorezcan aquí. 2 Las
aguas del cielo, o las que fluyen en tierra, o las que surgen al excavar, o las que nacen
espontáneamente, en fin las aguas todas cuyo destino es el océano, aguas puras,
limpias, que esas aguas divinas me favorezcan aquí. 3 Las aguas en medio de las cuales
el rey juez Varuna avanza observando lo verdadero y lo falso de los hombres, aguas
que rezuman dulzura, puras, limpias, que esas aguas divinas me favorezcan aquí. 4 Las
aguas en quienes el rey Varuna, en quienes Soma y todas las divinidades se embriagan
de fuerza, en quienes Agni el que pertenece a todos los hombres [Visvanara] ha
penetrado, que esas aguas divinas me favorezcan aquí.

Himno a los Adityas.

(VR 7.51) (Villar 1975) 1 Que nos beneficiemos del presente favor de los Adityas, de su
protección la más salutífera. Que estas divinidades fuertes, atendiéndonos, hagan que
nuestro sacrificio presente sea sin tacha, en un estado de bienestar imperecedero. 2 Que
los Adityas, que Aditi, se regocijen. Mitra, Aryaman, Varuna, los más justos. Que sean
nuestros Vigilantes del universo, que beban el Soma para favorecernos hoy. 3 Todos los
Adityas, y los Maruts todos y todas las divinidades y todos los demonios Rbhu, Indra,
Agni, los dos chamanes Asvin, que han sido alabados por nosotros [...] protegednos
hoy con vuestra salvación.

Himno al Padre [tierra], y la Madre [cielo].

(VR 7.53) (Villar 1975) 1 Invoco en primer lugar al cielo y a la tierra, altos, adorables,
mediante sacrificios, mediante alabanzas, ansiosamente. Pues los antiguos cantores
tenían ante sí al entonar sus himnos a estos dos grandes seres, padres de las
divinidades. 2 Honrad sobre todo a los dos padres primogénitos mediante himnos más
nuevos en la sede del orden. Oh Cielo y Tierra, venir a nosotros junto con la estirpe
divina. Grande es vuestro amparo. 3 Vosotros sois, oh Cielo y Tierra, los dadores de
bienes abundantes al hombre generoso. Dadnos un bien que sea generoso. Protegednos
hoy con vuestra ayuda.

Himnos a Indra y los poetas Maruts.

(VR 7.57) (Villar 1975) 1 La clase de los Maruts, oh divinidades sacrificiales, se


embriaga de la dulce bebida con vigor. Los cuales poetas hacen temblar incluso los dos

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anchos mundos; hinchan la frente cuando parten, terribles. 2 Pues son los que protegen
al cantor, los que guían el pensamiento del sacrificador. Sentaos hoy sobre el lecho
sacrifical en nuestras ofrendas rituales para vuestro placer, oh divinidades satisfechas. 3
Otros no brillan tanto como estos Maruts con ornamentos dorados, con armas, con
cuerpos. Ellos que adornan todas las cosas, al adornar los dos mundos se ungen de un
ungüento común para su belleza. 4 Que esa arma vuestra resplandeciente permanezca
alejada cuando nosotros os cometamos falta por la debilidad de los hombres. Que no
caigamos en ella nosotros, oh divinidades del sacrificio. Que sea para nosotros vuestra
gracia la más favorable. 5 Que los Maruts se regocijen en lo hecho aquí, divinidades sin
tacha, puros, resplandecientes. Asistidnos con vuestra buena disposición espiritual, oh
divinidades sacrificiales. Hacednos avanzar con los botines para nuestra prosperidad. 6
Una vez alabados, que los señores, los Maruts, acepten las ofrendas con todos sus
nombres. Haced a nuestra descendencia partícipe de la inmortalidad. Excitad las
riquezas, las generosidades, las larguezas. 7 Oh Maruts, una vez alabados, presentaos
todos ante los patronos con vuestro auxilio. Los cuales nos fortalezcan, poseedores de
cien bienes. Vosotros protegednos de continuo con vuestras ayudas saludables.

(VR 7.58) (Villar 1975) 1 Levantad la voz para cantar a la tropa que ha crecido junta,
que es tropa poderosa de la divina multitud. Ellos sacuden los dos mundos con su
poder, alcanzan el firmamento desde el abismo, desde el espacio sin vigas. 2 Incluso
vuestro nacimiento, oh Maruts, se ha producido en virtud de un movimiento violento,
oh divinidades violentas, dotados de pasión arrebatada, infatigables, que se adelantan
por sus grandezas, por su fuerza. Todo el que contempla la luz del sol siente miedo en
vuestra marcha. 3 Conceded la alta fuerza a los patronos generosos. Que los Maruts
acepten nuestra alabanza. / Como el camino recorrido hace pasar al hombre más allá,
que nos haga pasar más allá a nosotros con ayudas deseables. 4 El cantor sostenido por
vosotros, oh Maruts es poseedor de cien bienes. Sostenido por vosotros, el caballo
victorioso es poseedor de cien bienes. Sostenido por vosotros, el soberano Indra da
muerte a Vrtra. Que este don vuestro sobresalga, oh poetas sacudidores. 5 A estos hijos
de Rudra que distribuyen beneficios deseo regocijarlos. ¿Acaso los Maruts no se van a
inclinar hacia nosotros? Si se han enojado en secreto o si abiertamente, nosotros nos
excusamos de ese pecado contra los poderosos. 6 Esta alabanza de los generosos ha sido
proclamada. Que los Maruts acojan con agrado este himno. Incluso de lejos rechazad la
enemistad, oh toros. Vosotros mismos protejednos de continuo con vuestras ayudas
saludables.

(VR 7.59) (Kashyap-Hernández 2012) 12 Adoramos al “Padre-y-Madre” de los tres


mundos (trayambakam) [o también, “al de Tres ojos”], quien otorga la oliente fragancia
de la gracia, incrementa la fuerza y nutre. /Que sea liberado de la atadura a la Muerte tal
como un pepino de su vaina, /pero no así de la inmortalidad.

(VR 7.61) (Kashyap-Hernández 2012) 5 Las verdades ocultas no existen para el


ignorante sin consciencia.

Himnos a Varuna y Mitra.

(VR 7.63) (Villar 1975) 1 Se levanta, rico, que todo lo ve, común apoyo de los hombres,
el sol, ojo de Mitra, de Varuna, divinidad que ha enrollado las tinieblas como una piel.
2 Se levanta el incitador de los pueblos, la gran señal ondulante del sol, deseando hacer
rodar la misma rueda que transporta el caballo Etasa, uncido a los varales del carro. 3

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Resplandeciente se eleva desde el seno de las Auroras, alabado por los cantores. Esta
divinidad siempre a mi Savitar me ha parecido, que no burla la ley común. 4 El
resplandor del cielo, que ve en ancha extensión, se levanta, cuyo fin está en la lejanía
que atraviesa veloz hacia su fin, resplandeciente. Que ahora las gentes excitadas por el
sol vayan a sus cometidos, hagan sus trabajos. 5 Donde los inmortales le han dado paso
recorre sus caminos como un halcón volando. Nosotros a la salida del sol queremos
rendir homenaje a vosotros dos mediante alabanzas, oh Mitra-Varuna, mediante
ofrendas. 6 Que Mitra, Varuna, Aryaman a nosotros y a nuestra descendencia nos
otorguen el amplio espacio. Que todas las cosas nos sean de buen tránsito, de buen
camino; vosotros protegednos siempre con vuestros favores. 7 Que se compadezca
incluso de quien ha cometido una falta; que nosotros estemos ante Varuna libres de
falta. Cumpliendo los preceptos de Aditi , vosotros protegednos siempre con bienestar.

(VR 7.65) (Villar 1975) 1 Os invoco al amanecer a vosotros dos, con himnos. Mitra y
Varuna de sentimientos puros, de los cuales dos es la espiritualidad imperecedera, la
más poderosa, que os ponéis en movimiento en el paso de todo ser con atención. 2 Pues
estos dos son los Asuras de las divinidades, estos dos los Aryas, estos dos haced
nuestros establecimientos poderosos. Que nosotros os alcancemos a vosotros dos donde
los cielos y tierras y los días rebosan de leche. 3 Estas dos divinidades de múltiples
lazos, del desorden son las barreras difíciles de atravesar para el mortal
malintencionado. Oh Mitra-Varuna, que nosotros atravesemos los momentos difíciles
con vuestra ayuda por el camino del orden como las aguas con un navio. 4 Oh Mitra-
Varuna, nuestra oblación con grasas sacrificiales, nuestro campo de pastoreo, regad, con
oblaciones líquidas. Según vuestro deseo aquí en favor de los hombres colmadnos de
agua celeste deseada. 5 Esta es la alabanza, oh Mitra, oh Varuna, que como el Soma
puro al guerrero Vayu, a ti te ha sido ofrecida. Aceptad mis pensamientos, despertad
las plenitudes; vosotros protegednos siempre con vuestros favores.

Himnos al resplandor [la aurora].

(VR 7.76) (Pérez Martín 2000) 4 Los Patriarcas encontraron la luz, y con correcta
enunciación, produjeron el alba.

(VR 7.77) (Tola 2014) 1 Ha venido brillando como una mujer joven; a todo ser viviente
ha puesto en movimiento. Ya el fuego debe ser encendido por los hombres. La Aurora
ha hecho la luz, expulsando a la tiniebla. 2 Ha surgido inmensa frente a todo el mundo;
ha brillado, llevando su blanca y resplandeciente vestimenta, la madre de las vacas, la
conductriz de los días. 3 Afortunada, nos trae el ojo de las Divinidades, el Sol, y
conduce un blanco y hermoso caballo. La Aurora ha aparecido, adornada con los rayos,
aportándonos magníficos presentes, y por todo el mundo se difunde. 4 Ven con tus
bienes a la mano, expulsa hacia lo lejos con tus rayos a nuestros enemigos, concédenos
seguridad y praderas extendidas, aleja a nuestros adversarios, apórtanos tesoros, haz
surgir para nosotros la liberalidad, oh Generosa. 5 Brilla para nosotros en el cielo con
tus mejores rayos, oh Aurora, dando una nueva extensión a nuestra vida y
concediéndonos el alimento y el regalo de vacas, carros y caballos, oh Tú que posees
todos los bienes. 6 Hija del Cielo, noble Aurora, a quien la Casa de sacerdotes
Vasishthás hacen crecer con sus himnos y oraciones, danos Tú riqueza ingente,
inmensa. Y Vosotros Divinidades protegednos siempre con vuestras bendiciones.

Himno a la victoria del rey Sudas.

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(VR 7.83) (Tola 2014) 1 Seguros de vuestra benevolencia, avanzaron, oh Dioses,
deseosos de botín, con sus grandes hachas de guerra. Vosotros dos, oh Indra y oh
Varuna, destruísteis a nuestros enemigos, aborígenes y arios; con vuestra ayuda,
protegisteis a Sudas. 2 Oh Indra y oh Varuna, vosotros dos nos defendisteis en la
batalla, en que los hombres se entrechocan con las banderas en alto, donde nada es
agradable, donde sienten terror los seres, los que ven la luz del sol. 3 Sudas: "Oh Indra
y oh Varuna, los horizontes de la tierra se han cubierto de polvo, y el tumulto ha llegado
hasta los cielos. Los odios de los pueblos se han alzado contra mí. Escuchad mi
llamado, y venid hacia mí con vuestra ayuda". 4 Oh Indra y oh Varuna, vosotros dos,
con vuestras armas de muerte, derrotasteis irresistiblemente a Bheda y protegisteis a
Sudas. Cuando os invocaron, vosotros escuchasteis los himnos de los sacerdotes
[Tritsu]; eficaz resultó su sacerdocio. 5 Sudas: "Oh Indra y oh Varuna, me acosan la
maldad del enemigo, la enemistad y el odio de mis rivales. Vosotros disponéis del éxito
de ambos bandos, por eso protegednos en este día decisivo". 6 Oh Indra y oh Varuna,
ambos bandos os invocan para conseguir el triunfo en los combates. Vosotros
protegisteis a Sudas, junto con los Tritsu, cuando lo acosaban los diez Reyes. 7 Oh
Indra y oh Varuna, los diez impíos Reyes, coaligados, no vencieron a Sudas. Eficaces
fueron los elogios, que los sacerdotes hicieron de vosotros, congregados en el sacrificio:
las Divinidades se hicieron presentes a su llamado. 8 Oh Indra y oh Varuna, vosotros
socorristeis a Sudas en la batalla de los diez Reyes, cuando estaba rodeado por doquiera.
Fue entonces que los sacerdotes [Tritsu], con los cabellos trenzados y vestidos de
blanco, llenos de piedad os veneraron, con su homenaje y su oración. 9 En las batallas
destroza el uno a nuestros enemigos, protege el otro siempre la Ley. Os invocamos con
nuestro canto, oh Toros. Concedednos vuestra protección, oh Indra y oh Varuna. 10
¡Ojalá que Indra, Varuna, Mitra y Aryaman nos den inmensa gloria, ilimitada
protección, y la imperecedera luz de su madre Aditi, que incrementa y fortalece el
Orden! Y para la Divinidad Savitar un himno de alabanza llevamos en el corazón.

Himno al Sabio Vasishtha y Varuna.

(VR 7.86) (Tola 2014) 1 Inteligentes son los hombres, gracias a la grandeza de Aquel,
que separó los dos vastos mundos, dándoles firmeza y consistencia; impulsó hacia
arriba al sol y al amplio firmamento, y extendió la tierra a la distancia. 2 A mí me digo:
"¿Cuándo he de estar cerca de Varuna? ¿Libre de cólera se alegrará con mi ofrenda?
¿Cuándo he de contemplar, con el corazón sereno, su benevolencia?" 3 Oh Varuna,
pregunto por mi culpa, deseando descubrirla. Me acerco a los Sabios para interrogarlos
y todos me dicen lo mismo: "Varuna está irritado contigo". 4 ¿Cuál ha sido, Varuna, mi
gran falta, para que quieras destruir a tu cantor y a tu amigo? ¡Dímelo, oh tú imposible
de engañar, oh tú que sólo de ti dependes! ¡Ojalá que, libre de pecado, pueda acercarme
a ti, solícito, con mi homenaje! 5 Perdónanos las malas acciones, que cometieron
nuestros padres, y las que nosotros mismos cometimos. ¡Libera, oh Rey, a Vasishtha,
como a un ladrón de ganado, como a un ternero, de su cadena! 6 No ha sido mi
voluntad, Varuna; ha sido una ofuscación, el licor, la cólera, la vanidad, los dados; y los
mayores tienen parte en la falta del menor ni el sueño impide la realización del mal. 7
Liberado de culpa, he de servir, como un esclavo, a la Divinidad colérica y generosa.
Divinidad llena de nobleza, hace reflexionar a los que no reflexionan; más sabio que los
otros, conduce hacia la riqueza al que quiere prosperar. 8 ¡Oh Varuna, que sólo de ti
dependes, que este himno de alabanza quede fijado en tu corazón! ¡Ojalá tengamos

73
felicidad en el trabajo y en el reposo! Oh Divinidades, protegednos siempre con
vuestras bendiciones.

(VR 7.86) (Kashyap-Hernández 2012) 2 Mientras comulgaba conmigo, solo, me


preguntaba /¿Cuándo habré de habitar con el Señor de Señores? /¿Aceptará mi oblación
con alegría y no con disgusto? /¿Cuándo, con la mente pacificada, veré su Caridad?.

Himno a Varuna.

(VR 7.87) (Villar 1975) 1 Varuna marcó los caminos al sol; las olas marinas de los ríos,
yeguas como aguacero derramado; poseedor del orden hizo las grandes carreras para los
días. 2 El viento, tu soplo, ha rugido poderoso en el espacio como un animal voraz en el
pasto tras vencer. En medio de los dos grandes, elevados mundos estos, todas tus
funciones amadas están, oh Varuna. 3 Los espías de Varuna encargados de su cometido
observan ambos mundos bien establecidos. Los Sabios, poseedores del orden, expertos
en el sacrificio, previsores, son los que han disfrutado el homenaje. 4 Varuna me dijo a
mí, iniciado: la vaca lleva tres veces siete nombres. El que conoce la huella que la
manifieste como cosa secreta si desea ser útil, como cantor, a la generación futura. 5
Tres cielos han sido colocados dentro de él, tres tierras encima, formando un orden de
seis objetos. El rey Varuna, Sabio, ha puesto en el cielo esta hamaca dorada para que
brille. 6 Varuna alcanza el río como el día, como la gota blanca, animal vigoroso.
Varuna que suscita una recitación profunda, que atraviesa el espacio de parte a parte,
dotado de poder para atravesar, es el rey de este mundo.

(VR 7.87) (Tola 2014) 1 Al sol, Varuna le marcó el camino; y soltó, hacia el océano, las
corrientes de los ríos, cual la señal de la carrera suelta a las yeguas; y a los días, les
trazó su curso. 2 El viento, que es tu espíritu, cruza los espacios, como impetuoso potro,
que triunfa, en la pradera. Todo lo que existe, entre estos dos ingentes mundos, oh
Varuna, todo es adorable obra tuya. 3 Los Vigilantes de Varuna, animados de un solo
espíritu, vigilan ambos bien fundados mundos. Sabios piadosos conocen los ritos y
prudentes, elevan a esta Divinidad sus oraciones. 4 Varuna me dijo, a mí el sensato:
"Tres veces siete son los nombres de la Vaca. ¡Como cosa secreta dígalos el Sabio,
conocedor del rastro, a las generaciones que lo siguen, brindándoles su ayuda!" 5 Tres
cielos tienen en él su apoyo y tres tierras por debajo de ellos, todos en un orden de seis
organizados. El Sabio real Varuna creó en el cielo, para cubrirlo de belleza, aquel
columpio de oro, el sol. 6 Desde el cielo hacia el mar ha bajado Varuna, como blanca
gota, como poderosa fiera; es Él quien reina en las profundidades y mide el espacio;
recorre sin esfuerzo sus dominios; es el Señor de todo lo existente como el sol. 7
Varuna perdona al que es culpable, pero, actuando dentro de las órdenes de Aditi, no
tengamos culpa ante Varuna. ¡Protegednos siempre con vuestras bendiciones!

(VR 7.88) (Tola 2014) 1 Oh Vasishtha, eleva un canto puro, y el que más le agrade,
hacia el misericordioso Varuna, para que siempre nos envíe, cargado de bienes, al Toro,
el sol poderoso y digno de homenajes. 2 Vasishtha: “Cuando llegué a su presencia
pensé que el Fuego era el rostro de Varuna. ¡Ojalá que el Gran Vigilante Varuna me
conduzca a contemplar la maravilla: el sol y las tinieblas en su rocosa mansión! 3
Cuando con Varuna subamos a la nave, y la lancemos hacia el medio del océano, y
naveguemos sobre la cresta de las olas, ¡ojalá que hermosamente nos balanceemos en el
columpio de la nave!" 4 Varuna hizo subir a Vasishtha en la nave; y, con su poder,
experto Hacedor, lo hizo Rishi; y, El sabio, lo hizo cantor, en aquel momento feliz entre

74
todos los momentos, para cuanto tiempo durasen las auroras y los días. 5 Vasishtha: "Y
ahora ¿adonde se ha ido la amistad de que gozamos antes con todo afecto? Fui entonces
a tu excelsa mansión, oh Varuna, que de ti dependes, a tu casa de innumerables
puertas". 6 Vasishtha: "Oh Varuna, he sido tu amigo, tu constante y querido
compañero. Oh misterioso, ¡ojalá que no paguemos cargados de culpas, los pecados que
hemos cometido contra ti. En tu sabiduría da protección al cantor". 7 Estamos viviendo
en tu sólida casa. ¡Ojalá Varuna nos libere de sus lazos! Buscamos protección en el seno
de Aditi. Protegednos siempre con vuestra gracia.

Himnos a los guerrero: Indra y Vayu.

(VR 7.92) (Villar 1975) 1 Oh Vayu, ven hasta nosotros, oh bebedor de la bebida pura.
Troncos de mil caballos, oh divinidad que posees todos los bienes, son tuyos. La hierba
embriagadora te ha sido ofrecida, de la que tú, oh divinidad, has tomado el primer
trago. 2 El activo prensador del Soma estuvo presente en los actos rituales para la
bebida del Soma de Indra, de Vayu, cuando los oficiantes amantes de las divinidades os
traen la primicia de la dulce bebida según la costumbre de sus padres. 3 Con los tiros
con que te diriges hacia el adorador, oh Vayu, para atender sus plegarias en su casa
[...]. Dispon para nosotros los bienes suficientes que procura el bienestar, el don
consistente en héroes, en vacas, en caballos. 4 Los que son para Vayu embriagadores de
Indra, que aspiran a la divinidad, que son generosos donantes, con esos patronos seamos
nosotros los destructores de las resistencias, vencedores de los enemigos en combate
con nuestros hombres. 5 Ven a nuestro rito con el tronco de cien caballos, a nuestro
sacrificio con el tronco de mil caballos. Oh Vayu, embriágate en este Soma. Vosotros
protegednos con vuestra protección.

Himno al Sacerdote Vishnu.

(VR 7.100) (Villar 1975) 1 El mortal que rinde homenaje a Visnú divinidad de ancho
paso, alcanza el arrepentimiento suplicando a las divinidades. El que con un
pensamiento puro ofrezca sacrificios, el que desee ganarse la amistad de una divinidad
tan grande, viril [...] 2 Eres, Visnú, da tu benevolencia para todos los hombres, tu
pensamiento, oh divinidad de rápido caminar, que no sufre olvidos, de modo que nos
llenes de bienestar abundante, de plenitud abundante en caballos, en oro. 3 Por tres
veces esta divinidad recorrió esta tierra de cien resplandores en virtud de su grandeza.
Que Visnú presida, más fuerte que el fuerte, pues el nombre de esta divinidad potente
es temible. 4 Esta divinidad Visnú, ha recorrido esta tierra ayudando al hombre para su
posesión. Sus cantores son gentes de sentimientos inalterables; la divinidad que bien
engendra ha hecho para ellos una ancha residencia. 5 Conozco las acciones sacrificiales
proclamo hoy este nombre tuyo, oh Sipivistha (?) activo. Soy menos fuerte te canto
divinidad fuerte que resides en el punto más lejano de este espacio. 6 ¿Qué había en ti,
oh Visnú, abarcable con la vista por lo cual proclamaste «soy Sipivistha»? No escondas
de nosotros esa bella forma, siendo así que te presentaste bajo otra forma en el combate.
7 Oh Visnú, pronuncio el grito ritual [vasat] desde mi boca; oh Sipivistha, gusta de esta
ofrenda mía. Que mis alabanzas, mis cantos te robustezcan. Vosotros protegednos de
una vez con vuestra salvación.

Himno a las ranas.

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(VR 7.103) (Tola 2014) 1 Después de yacer durante un año, como brahcmanes
cumpliendo un voto de silencio, las ranas han levantado su voz, que inspira la
Divinidad de las lluvias. 2 Cuando las aguas del cielo han caído sobre las ranas, que,
como odres secos, están yaciendo en el charco, entonces en coro surge su canto, como el
mugido de las vacas acompañadas de sus terneros. 3 Cuando llega la estación lluviosa y
llueve sobre las ranas, que lo están ansiando y están sedientas, lanzando gritos de júbilo,
como un hijo que se acerca a su padre, la una se acerca a la otra, mientras está cantando.
4 La una amistosamente saluda a la otra, cuando ambas se han gozado con el correr de
las aguas. Cuando mojadas por la lluvia, dan saltitos a su gusto; la multicolor une su voz
con la verde. 5 Cuando la una repite las palabras de la otra, como el alumno las del
maestro, lo que, en medio de las aguas, melodiosamente decís parece una recitación
hecha al unísono. 6 La una tiene el mugido de la vaca, la otra el balido de la cabra; la
una es moteada, la otra es verde. Todas tienen el mismo nombre, pero son de variado
aspecto, y modulan la voz, cantando de múltiple manera. 7 Como brahmcanes que
cantan en algún rito nocturno del soma, al borde de la laguna de un recipiente lleno, así
vosotras, oh ranas, celebráis el día del año que inicia la estación lluviosa. 8 Como
brahcmanes ocupados en presurar el soma, han dejado oír su voz, entonando la oración
anual; como sacerdotes [adhvaryus] que se afanan, llenos de sudor, en preparar la
ofrenda de leche caliente, todas ellas han aparecido, ninguna se ha mantenido oculta. 9
Han respetado la institución divina del doceavo mes. Estos hombrecillos no infringen la
ordenación de las estaciones: al llegar la estación lluviosa, nosotros también vertemos la
oblación de leche caliente. 10 Riquezas nos dio la del mugido de vaca, nos dio la del
balido de cabra, nos dio la moteada, nos dio la verde. Dándonos vacas por centenas, en
múltiples ritos del soma, prolongan la duración de nuestra vida.

76
Libro [Mandala] 8

Himnos a las Divinidades.

(VR 8.6) (Pérez Martín 2000) 10 Algunos de los Sabios se sumergieron en el Sol, con
su propio ser ahí [Atman], nacieron como un sol. De mi Padre he recibido la
percepción de la Verdad, he nacido como un sol:

(VR 8.27) (Pérez Martín 2000) 14 Pues el Espíritu de Dios Uno son las divinidades con
los mortales, copartícipes todos de gratos dones.

(VR 8.28) (Villar 1975) 1 Los tres sobre treinta Divinidades que se han sentado en el
lecho ritual, han dado generosamente si han recibido beneficio. 2 Varuna, Mitra,
Aryaman, los Agnis que ofrecen juntos los dones, acompañados por su esposas son las
Divinidades ante quienes se lanza el grito ritual. 3 Las Divinidades orientadas al oeste,
y las de arriba y las de aquí abajo son nuestros Vigilantes y también las del este, con
toda la vivienda. 4 Que sea como quieren las Divinidades. Nadie puede frenar su
acción, ni siquiera el hombre avaro. 5 Siete son las lanzas de los siete Maruts, siete sus
resplandores. Ellos se han revestido de siete ornamentos.

(VR 8.29) (Villar 1975) 1 Uno, moreno, de formas variadas, hermoso, joven, se unge de
un ungüento dorado. 2 Uno, ha tomado asiento en el regazo, resplandeciente entre las
Divinidades, Sabio. 3 Uno, lleva en su mano el hacha de bronce, Divinidad estable
entre las Divinidades. 4 Uno, lleva en su mano el rayo allí depositado; con él golpea a
los enemigos. 5 Uno, lleva en su mano un arma punzante, brillante, poderoso, dotado de
remedios curativos. 6 Uno, ha hecho seguros los caminos, como un ladrón; él conoce
los bienes preciados. 7 Uno, ha andado tres pasos, Divinidad de ancho paso, en donde
las Divinidades se embriagan. 8 Dos caminan con las aves; con el que es Uno como
viajeros pasan la noche fuera. 9 Dos han hecho su residencia en el cielo, Divinidades
supremas, soberanas, que beben la grasa ritual. 10 Varios, cantando componen la gran
melodía ritual; con ella hacen brillar al sol.

(VR 8.29) (Tola 2014) 1 Soma. Uno es de color marrón, multiforme, hermoso y joven;
y se cubre de dorados ungüentos. 2 Agni. Otro, brillante, se ubicó en su nido; es el sabio
entre las Divinidades. 3 Tvashtar. Otro lleva en su mano hacha de acero; es el
sedentario entre las Divinidades. 4 Indra. Otro lleva en su mano el rayo; con él
destruye a los demonios. 5 Rudra. Otro lleva en su mano afilado dardo; es puro, terrible
y posee plantas curanderas. 6 Pushan. Otro vigila, como un bandido, los caminos, y
sabe el lugar de los tesoros escondidos. 7 Vishnu. Otro, el de los grandes pasos, ha
recorrido los Tres Mundos. En uno de ellos las Divinidades se deleitan. 8 Ashvins y
Surya. Dos van en carro de alados caballos con una sola dama. Viajan como viajeros. 9
Mitra y Varuna. Dos en el más alto cielo han hecho su morada; son los dos Supremos
Soberanos9; crema derretida es su bebida. 10 Sacerdotes Angiras o Atris. Otros,
ofreciendo su homenaje, concibieron el gran himno. Con él hicieron que brillara el sol.

(VR 8.30) (Villar 1975) 1 No hay entre vosotros pequeño ni adolescente, oh


Divinidades. Todos igualmente grandes. 2 Con palabras tales debéis ser alabadas,
Divinidades que veláis sobre el extranjero, los cuales sois treinta y tres, Divinidades
dignas del sacrificio del hombre. 3 Siendo tales, protegednos; siendo tales,
favorecednos; siendo tales hablad en nuestro favor. No nos apartéis del camino paterno

77
hacia la lejanía, desde sitios lejanos. 4 Los cuales, oh Divinidades, estáis aquí, todos los
propios de todos los señores, procuradnos una extensa protección para obtener vacas,
caballos.

Alabanza de la piedad

(VR 8.31) (Tola 2014) 1 Aquel sacerdote brachmán que, por sí o por otros, ofrece el
sacrificio, exprime el soma y cuece la ofrenda, aquel brachmán agrada a Indra. 2 El
Poderoso Indra protege, contra todo mal, al hombre que le brinda el pastelillo de arroz
y el soma mezclado con la leche. 3 Su carro se tornará famoso; impulsado por las
Divinidades alcanzará el bienestar; y triunfará sobre sus enemigos. 4 La divinidad de
la abundancia Ida, producirá en su casa, día a día, inagotablemente, abundantes bienes,
aportándole hijos, aportándole vacas. 5 Oh Divinidades, a los dos esposos que, con
corazón unido, exprimen el soma y lo purifican, y lo mezclan con la leche prescrita, 6 y
juntos toman sus alimentos y juntos se acercan al césped del sacrificio, a ellos nunca
puede faltarles el sustento. 7 No niegan la benevolencia de las Divinidades ni tratan de
ocultarla, y procuran alcanzar hermosa fama. 8 Llegan al término completo de su vida,
rodeados de hijos y de niños, decorados con adornos de oro. 9 Invitan a sus festividades,
tienen bienes suficientes, respetan a los Inmortales, rinden a las Divinidades el debido
homenaje, y juntan en amor sus pechos y el peloso sexo. 10 Buscamos la protección de
los Montes y de los Ríos y de Vishnu, el Auxiliador. 11-12 Para otorgarnos felicidad
¡que vengan Püshan, los bienes suficientes, Bhaga, que todo lo concede más que otros,
el espacioso Camino, que hacia la felicidad conduce, la irresistible piadosa Aramati,
todos con inspiración divina, y el favor de los Ádityas! 13 Así como Mitra, Aryaman y
Varuna nos dan su protección, así son fáciles de recorrer los caminos de la Verdad. 14
Con mi canto propicio a la Divinidad Agni, el más antiguo de vosotros, las buenas
Divinidades [Vasus], y lo venero como a un ser querido, como a un amigo que hace
prosperar los campos. 15 Ligero es el carro del que está con las Divinidades; él es un
héroe en todos los combates. Aquel que se esfuerza por ganar, con sus sacrificios, el
corazón de las Divinidades, aquél triunfa sobre los que no sacrifican. 16 No puedes
sufrir daño, pues: sacrificas, exprimes el soma, honras a las Divinidades. Aquel que se
esfuerza por ganar, con sus sacrificios, el corazón de las Divinidades, aquél triunfa
sobre los que no sacrifican. 17 Nadie con sus actos puede hacerle daño ni rechazarlo ni
excluirlo. Aquel que se esfuerza por ganar, con sus sacrificios, el corazón de las
Divinidades, aquél triunfa sobre los que no sacrifican. 18 Para él son la descendencia y
los rápidos caballos. Aquel que se esfuerza por ganar, con sus sacrificios, el corazón de
las Divinidades, aquél triunfa sobre los que no sacrifican.

Himno a Dios (Uno).

(VR 8.43) (Kashyap-Hernández 2012) 21 Eres el Señor quien mira con ojos ecuánimes
a todas las personas en variadas tierras.

(VR 8.47) Himno del Sabio Trita Āptya

(VR 8.49) Himno del Sabio Praskanva Kānva

(VR 8.49-59) Himnos de los Sabios Rishis Vālakhilya.

Himno a la creación: Prajapati y Brahma.

78
(VR 8.58) (Pérez Martin 2000) 1 Ardiendo en muchos sitios, el fuego es Dios Uno. 2
Gobernando sobre todo, el sol es Dios Uno. 3 El amanecer que ilumina todo esto, es
Dios Uno. 4 Y ciertamente Dios Uno es lo que con variaciones aparece como todo esto.

(VR 8.58) (Tola 2014) 2 "Uno [...] es el fuego, aunque encendido múltiples veces; Uno
es el sol que resplandece a través del universo; Uno es la aurora que ilumina todo, el
Uno se convirtió en todo esto".

Himno a Agni.

(VR 8.71) (Pérez Martín 2000) 12 Agni con miras al sacrificio divino, mientras se
celebra la ceremonia. Agni primero en las oraciones; Agni en el combate; Agni para la
prosperidad de los campos.

Himnos a las Divinidades.

(VR 8.72) (Villar 1975) 1 Grande es el favor de las Divinidades; nosotros lo


solicitamos, el favor de los toros para favorecernos. 2 Que éstos siempre estén
asociados a nosotros, Varuna, Mitra, Aryaman y las Divinidades previsoras que nos
hacen prosperar. 3 Hacednos atravesar los numerosos peligros como las aguas con
ayuda de las naves, vosotros, oh conductores del carro del orden. 4 Obtengamos
nosotros un favor, oh Aryaman, un favor, oh Varuna, digno de ser celebrado, pues os
pedimos un favor. 5 Pues las Divinidades previsoras que velan sobre el extranjero son
los que gobiernan el favor y no, oh Aditi, el maleficio. 6 Nosotros a vosotros, oh
Divinidades generosas, cuando residimos y cuando andamos el camino, oh
Divinidades, os invocamos para ser fortalecidos. 7 De nosotros, oh Indra, oh Visnú, que
somos estos vuestros parientes, cuidaos, oh Maruts, oh Asvin. La fraternidad, oh
Divinidades generosas, desde el origen, por igual en el seno de nuestra madre nosotros
la llevamos. Pues vosotros, oh Divinidades generosas, tenéis a Indra por jefe, estáis
orientados hacia el cielo. Por eso me dirijo a vosotros.

Himno a Indra y los poetas Maruts.

(VR 8.83) (Villar 1975) 1 La vaca, madre famosa de los Maruts generosos, bebe,
uncida, conductora de carros. 2 En cuyo seno todas las Divinidades mantienen con
vigor sus leyes y también el sol y la luna para que se les pueda ver. 3 Esto cantan
siempre nuestros activos cantores a los Maruts para la bebida del Soma. 4 Hay este
Soma prensado. Los Maruts beben de él, que resplandece por sí, e igualmente los dos
chamanes Asvin. 5 Mitra, Aryaman, Varuna beben una y otra vez del Soma purificado,
de triple asiento, que procura descendencia. 6 De este Soma prensado, rico en leche,
Indra a su voluntad al amanecer como un oferente se embriaga. 7 ¿Acaso los señores se
han excitado? Como las aguas, más allá de los enemigos corren, Divinidades de fuerza
purificada. 8 ¿Qué favor de vosotros, las grandes Divinidades, deseo hoy, vosotros que
resplandecéis extraordinariamente por vuestro propio poder? 9 Los cuales, por todas las
zonas terrestres, por las zonas resplandecientes del cielo se han extendido, los Maruts,
para la bebida del Soma. 10 A estas Divinidades de fuerza purificada ahora desde el
cielo invoco, a los Maruts, para la bebida de este Soma. 11 A estos, que han separado
los dos mundos, a los Maruts, los invoco ahora para la bebida de este Soma. 12 Invoco

79
ahora a esta famosa tropa de los Maruts establecida en la montaña para la bebida de este
Soma.

Himno de Indra y el escéptico.

(VR 8.100) (Kashyap-Hernández 2012) 3 Nema, un escéptico, declaró: “No hay ningún
Indra, ¿Quién lo ha visto alguna vez?” 4 Indra replicó: “Aquí estoy, ¡Oh adorador!
Mírame aquí /Todo lo que existe lo sobrepaso en mi gloria. /La verdad me hace
poderoso, /Y también rasgo los mundos.

80
Libro [Mandala] 9 Soma

Himnos al Soma e Indra.

(VR 9.1) (Villar 1975) 1 Fluye resplandeciente con la corriente más dulce, mas
embriagadora, oh Soma, has sido prensado para que Indra te beba. 2 El Soma que
destruye los demonios, que vive entre todos los hombres, se dirige hacia su fuente natal
formada por el hierro, de madera se ha instalado en su sede. 3 Sé, oh Soma, el principal
dador de ancho espacio, el más generoso, el supremo matador de Vrtra, Indra; estimula
la oblación de los patronos generosos. 4 Fluye hacia la comida ritual de las grandes
Divinidades con tu savia para proporcionar botín, renombre. 5 Hacia ti nos
encaminamos eres nuestra meta día a día; oh jugo del Soma, en ti están puestas
nuestras esperanzas. 6 La hija del sol purifica el Soma que fluye en derredor mediante el
filtro de pelos de oveja, ininterrumpidamente. 7 Las diez tiernas mujeres (dedos) lo
toman en la asamblea ritual, las diez hermanas en el punto extremo del cielo. 8 Esas
vírgenes lo hacen, fluir, hacen resonar, soplando la gaita. Hacen salir el licor
triplemente protector. 9 Las vacas, las vacas productoras de leche mediante la mezcla de
leche ponen a punto a esa criatura, al Soma, para que Indra lo beba. 10 Indra golpea a
todos los enemigos en la embriaguez de este Soma, y este héroe imparte su
generosidad.

(VR 9.2) (Tola 2014) 1 Fluye con ímpetu a través del tamiz, oh soma, invitando a las
Divinidades. Oh licor, eres el Toro, entra en el corazón de Indra. 2 Ven galopando, oh
licor, alimento poderoso, el luminoso Toro. Lleno de fuerza, acomódate en la vasija
que te anida. 3 La corriente del jugo creador ha dejado fluir para nosotros la agradable
dulzura; y el Sabio Soma se ocultó en las aguas. 4 Cuando te ocultes en la leche, las
grandes aguas fluirán hacia ti, el Grande, abundantes como ríos. 5 El jugo exprimido
como un océano se purificó en las aguas, la columna que sostiene el cielo, el soma, que
nos ama en el tamiz. 6 Mugió el toro, el soma dorado y poderoso, agradable a ver como
un amigo; brilla rivalizando con el sol. 7 Los cantos inspirados, oh licor, se embellecen
con tu fuerza, y con ellos te adornas para procurarnos la embriaguez. 8 Para que nos
concedas la embriaguez regocijante, nos acercamos a ti, creador de espacio; y son
grandes los elogios que todos te debemos. 9 Como Parjanya, que nos da la lluvia, fluye
para nosotros, quieres a Indra, con tu corriente de dulzura, oh licor. 10 Eres el que
conquista las vacas y caballos, el que vence a los hombres, el que consigue el premio;
eres el alma original del sacrificio.

(VR 9.8) (Villar 1975) 1 Estos Somas afluyen a satisfacer el deseo querido de Indra,
reforzando la fuerza viril de esta Divinidad. 2 Purificándose, alojados en la escudilla,
avanzando hacia los chamanes: Vayu y los Asvin, que estos Somas nos otorguen la
abundancia en hombres. 3 Estimula el corazón de Indra, oh Soma, a la donación,
purificándote, para instalarte en la sede del orden. 4 Los diez dedos te limpian, te hacen
fluir las siete inteligencias; los cantores te aclaman. 5 A ti que has atravesado el filtro de
pelos de oveja para la embriaguez de las Divinidades, nosotros te revestimos con la
leche de las vacas. 6 Purificándose en los recipientes, la Divinidad rojiza, el corcel, de
los vestidos hechos con leche de vacas se ha investido. 7 Fluye purificado hacia los
patronos generosos; hiere a todos nuestros enemigos. Oh savia del Soma, penetra en el
amigo. 8 A la lluvia del cielo hazla fluir en derredor; el resplandor de la tierra, la fuerza
en las batallas, otórganos, oh Soma. 9 A ti que tienes mirada de Señor, que eres bebido

81
por Indra, nos proporcionas el sol, ojalá te alcancemos para obtener descendencia y
dicha.

(VR 9.15) (Villar 1975) 1 Este Soma en virtud del pensamiento avanza a través del
filtro, héroe de rápidos caballos, marchando hacia su cita con Indra. 2 Este Soma
cumple sus funciones culturales de manera múltiple en honor del alto grupo de las
Divinidades, donde se asientan los inmortales. 3 Este Soma enviado por los dedos del
sacerdote es conducido al interior por un hermoso camino, cuando lo exprimen con
celo religioso. 4 Este Soma, sacudiendo con fuerza sus cuernos, los afila siendo como
es el toro del rebaño, logrando proezas con su fuerza. 5 Este Soma se lanza impetuoso
con sus tallos brillantes, hermosos él, que es el señor de los ríos. 6 Este Soma habiendo
atravesado la espesura del filtro para procurar sólidos bienes, desciende a las vasijas. 7
A este Soma digno de ser limpiado, lo limpian los asistentes Áyu en las vasijas de
madera, al que produce los grandes placeres. 8 A este célebre Soma lo limpian los diez
dedos, las siete inteligencias, al bien armado, el supremo embriagador.

(VR 9.18) (Villar 1975) 1 Una vez prensado, el Soma que tiene su morada en la
montaña ha fluido en derredor en el interior del filtro. En la embriaguez eres el dador de
todos los bienes. 2 Eres el cantor, eres el poeta, eres el dulce jugo nacido de la planta.
En la embriaguez eres el dador de todos los bienes. 3 Todas las Divinidades unánimes
han alcanzado tu bebida. En la embriaguez eres el dador de todos los bienes. 4 Eres, oh
Soma el que ha tomado en sus manos todos los bienes valiosos. En la embriaguez eres
el dador de todos los bienes. 5 Eres, oh Soma el que ordeña a la vez a estos dos grandes
mundos, como a dos vacas madres. En la embriaguez eres el dador de todos los bienes.
5 Eres, oh Soma el que rodeas al fluir a la vez a ambos mundos con el botín. En la
embriaguez eres el dador de todos los bienes. Este Soma, Divinidad poderosa ha
resonado en las vasijas al purificarse. En la embriaguez eres el dador de todos los
bienes.

(VR 9.27) (Villar 1975) 1 Este Soma, poeta al que imploramos, fluye en el filtro,
purificándose, destruyendo a los enemigos. 2 Este Soma, conquistador del sol, se
derrama en derredor para Indra, para el guerrero Vayu, en el filtro, este Soma
consumador de la fuerza. 3 Este Soma prensado, cabeza del cielo, toro, es conducido
por los señores, el Soma que todo lo sabe, hasta el interior de las vasijas de madera. 4
Este Soma, Purificador [Pavamána] deseoso de vacas, ha resonado, deseoso de oro, el
jugo del Soma, siempre victorioso, invulnerable. 5 Este Soma, Purificador
[Pavamána], asentado en el cielo, corre en competencia con el sol, este Soma que es la
embriaguez embriagadora en el fíltro. 6 Este Soma, poderoso, ha corrido en el espacio,
es el toro, el corcel, el jugo del Soma purificándose, hacia Indra.

(VR 9.45) (Villar 1975) 1 Soma Purifícate para la embriaguez, tienes mirada de
hombre, para placer de las Divinidades, oh jugo del Soma, para que Indra beba. 2 Fluye
para cumplir para nosotros el oficio de mensajero; fluyes para Indra, respecto a las
Divinidades mejor que nuestros amigos (?). 3 A eres, Divinidad rojiza, nosotros le
endulzamos mezclado con la leche de las vacas, para embriaguéz. Abrenos las puertas
para la riqueza. 4 El Soma ha traspasado el filtro como el caballo vencedor traspasa la
meta (yugo) en la carrera. El jugo del Soma es el señor entre las Divinidades. 5 Los
oficiantes amigos han cantado juntos al Soma que salta en la vasija de madera a través
del filtro de pelos de oveja. Las plegarias han dirigido gritos de alegría al jugo del

82
Soma. 6 Purifícate mediante esta corriente, mediante la cual, una vez batido, al adorador
le proporcionas, oh jugo del Soma, abundancia en hombres.

(VR 9.48) (Villar 1975) 1 Soma, eres portador de las fuerzas viriles en las recidencias
del gran cielo, nosotros te imploramos, amado Soma, mediante esta buena obra poética.
2 Soma, eres audaz en el deseo de botín, digno de ser cantado, gran realizador de
grandes obras, embriaguez capaz de quebrantar cien fortalezas. 3 Oh Soma de la buena
fuerza, desde el cielo, eres el rey con vistas a la riqueza, el águila de vuelo seguro te ha
traído. 4 Para que todo ser humano pueda ver el sol, a este Soma, bien común, que
atraviesa el espacio, vigilante del orden, el ave lo ha traído. 5 Cuando fue enviado hacia
acá, obtuvo el poder supremo de Indra, el Soma que proporciona auxilio, el muy activo.

(VR 9.50) (Villar 1975) 1 Soma tus fuerzas, surgen como el bramido de la ola del río.
Afila la punta de la flecha 2 En el momento en que eres prensado surgen las tres
palabras generosas, cuando caminas sobre el filtro de pelo de oveja. 3 Sobre el filtro de
pelo de oveja los sacerdotes hacen fluir al Soma apreciado, el corcel, mediante las
piedras, el Purificador [Pavamána] que destila dulzura. 4 Purifícate, oh supremo
embriagador, a través del filtro, al pasar, oh poeta, para asentarte en la fuente originaria
del canto. 5 Purifícate, oh supremo embriagador, ungido con el unguento de leche de las
vacas, oh jugo del Soma, para que Indra beba.

(VR 9.52) (Villar 1975) 1 Que el Soma que tiene su morada en el cielo, que procura la
riqueza, nos reporte el botín en virtud de su jugo. Una vez prensado, fluye en el filtro. 2
Por tus caminos antiguos, en, el filtro de pelos de oveja, que el querido Soma fluya en
derredor en mil corrientes una y otra vez. 3 El que es como una vasija (?) ése
remuévelo, oh jugo del Soma, remueve el don mismo; oh Soma que asestas terribles
golpes, sacúdelo terribles golpes. 4 Oh jugo del Soma tantas veces invocado, sacude la
fuerza de aquellos hombres que nos tienden asechanzas. 5 Oh jugo del Soma, con tus
cien o con tus mil ayudas purifícate que repartes generosamente la riqueza.

(VR 9.55) (Villar 1975) 1 Reparte en derredor nuestro granos y granos, alimentos y
alimentos, oh Soma, y toda clase de bienes. 2 Oh jugo del Soma, una vez que se ha
producido tu plegaria, una vez que ha tenido lugar el nacimiento de tu jugo, toma
asiento en el amado lecho ritual. 3 Oh dador de vacas, oh dador de caballos, purifícate
para nosotros, oh Soma, con tu jugo durante los próximos días futuros. 4 Eres el que
triunfa sin ser derrotado, el que destruye al enemigo cuando le ataca, siendo así,
purifícate, oh Soma conquistador de mil bienes.

Himno al Soma, Indra y Vishnu.

(VR 9.56) (Villar 1975) 1 El Soma, rápido corcel, derrama en derredor el orden
poderoso en el filtro, destruyendo los seres maléficos, él que rinde culto a las
Divinidades, cuando el Soma derrama cien corrientes activas para lograr el botín,
penetrando en la amistad de Indra. Las diez jóvenes te han dirigido gritos de alegría
como una jovencita a su amante. Eres purificado, oh Soma, para conseguir el botín. Eres
dulce, oh Soma, fluye en derredor para Indra, para Vishnu, Protege de la dificultad a los
señores, a tus adoradores.

Himnos al Soma.

83
(VR 9.57) (Villar 1975) 1 Corrientes de incomparable abundancia avanzan con las
lluvias del cíelo para conseguir un botín que vale mil. 2 Contemplando las amadas obras
poéticas todas, el Soma se derrama, el corcel, blandiendo las armas. 3 Purificado
intensamente por los Ayus como un rey con vasallos, ceÍoso custodio de la ley, se ha
asentado como un ave de presa en las vasijas de madera. 4 Todos los bienes del cielo y
de la tierra, una vez purificado, oh jugo del Soma, confiérelos a nosotros.

(VR 9.59) (Villar 1975) 1 Purifícate, oh Soma que conquistas las vacas, que conquistas
los caballos, que conquistas todos los bienes, que conquistas las cosas agradables;
confierenos un tesoro rico en descendencia. 2 Purifícate para las aguas, eres imposible
de engañar, purifícate para las plantas, purifícate para los pensamientos. 3 Oh Soma,
Purificador [Pavamána], pasa a través de los obstáculos. Eres el poeta, toma asiento en
el lecho ritual. 4 Oh Purificador [Pavamána], procúranos el sol. Desde tu nacimiento
has sido grande. Oh jugo del Soma, superas a todas las cosas.

Himnos al Soma e Indra.

(VR 9.60) (Villar 1975) 1 Entonad en honor de Purificador [Pavamána] un himno-


gayatri, de la Divinidad muy activa, del jugo del Soma de mil miradas. 2 A ti,
Divinidad de mil miradas y de mil favores los Sacerdotes han purificado a través del
filtro de pelo de oveja. 3 Purificador [Pavamána] ha fluido a través del filtro de pelo de
oveja, y ahora fluye hacia los recipientes, penetrando en el corazón de Indra. 4
Purifícate, oh Soma, Divinidad muy activa para la generosidad de Indra, para nuestra
salvación. Confiérenos una semilla rica en descendencia

Himnos al Soma y los Sabios.

(VR 9.73) (Coomaraswamy 1932) 9 El Pastor de la Ley, el Comprehensor que presencia


los distintos mundos del Sol, introduce dentro del pozo a los que no están cualificados,
ni iniciados (avratan). Los hombres de visión, los Primeros Sacrificadores pasan el
cedazo de la Ley por la criba purificadora, la lengua del pozo de Varuna, con la Magia
(mayaya); pero el que no es capaz de ello cae en el pozo.

(VR 9.87) (Kashyap-Hernández 2012) 3 Es el vidente (rishi) entre los sabios (vipra)
quien guía a las personas.

Himno al Soma, Indra y el Sacerdote Navagva Dadhyan.

(VR 9.108) (Tola 2014) 1 Para Indra fluye en toda tu pureza, oh soma, eres la
embriaguez más dulce, la que mayor fuerza comunica, la grande, la divina embriaguez.
2 Después de beberte, el Toro Indra se llena de vigor, al beber el soma que provoca la
alegría. Con su hermosa apariencia se dirigió hacia el alimento lechoso, como el caballo
hacia la meta. 3 Eres el más esplendoroso, oh clarificado, llamaste hacia la Inmortalidad
a la generación de las Divinidades. 4 Gracias a él, el Sacerdote Navagva Dadhyan
abrió las puertas; gracias a él los Sabios consiguieron, en el favor divino, beber del licor
de la inmortalidad [amrita] placentera; gracias a él la gloria y la fama conquistaron. 5 Al
ser presurado, el que más embriaga fluye a borbotones; y se clarifica en la lana de la
oveja, jugando como la ola de las aguas. 6 Con su fuerza hizo salir a las vacas que
provienen de las aguas y que estaban encerradas en la roca. Como una piel, desplegó el
rebaño de vacas y caballos. Destroza, oh poderoso. 7 Exprimid y verted el soma. Como

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un caballo que corre hacia el elogio, atraviesa las aguas, atraviesa los espacios; borbota
en el recipiente de madera y en el agua flota. 8 Es el caballo que fluye a borbotones,
abundante en leche, amado por la generación de las Divinidades. Nació del Orden, y,
gracias al Orden, se incrementó y creció. Es el Rey, la Divinidad, el mismo poderoso
Orden. 9 Oh Señor del alimento, oh Divinidad, que ansias a las Divinidades, vierte tu
luz sobre la gloria y sobre el gran poder. Abre el tesoro de la región del medio. 10 Oh
inteligente, cuando te presuren, galopa, como un caballo, en las vasijas, eres el Señor de
las comunidades. Purifica la lluvia de los cielos, la corriente de las aguas. Para el
combate excita nuestros pensamientos. 11 Han ordeñado a este Toro, el soma del cielo,
que fluye a borbotones, que provoca la embriaguez y que consigo trae todos los bienes.
12 Nació el Toro, soma inmortal, el que produce vida, iluminando las tinieblas con su
luz. Elogiado por los poetas, se pone su rica vestimenta, triple –planta, agua y leche-
debido a su grandeza. 13 Ha sido presurado el que nos trae las riquezas y los bienes, el
alimento que reanima, y los hogares confortables. 14 Indra ha de beber de él y los
Maruts y Aryaman y Bhaga. Con él hemos de inducir a Indra, a Mitra y a Varuna a que
nos den su gran ayuda. 15 Fluye, conducido por los hombres, para que te beba Indra,
eres el más dulce, el que posee las mejores armas. 16 Como los ríos penetran en el mar,
penetra así en el corazón de Indra, receptáculo del soma. Mitra, Varuna y Váyu te
acogen con agrado. Eres la más alta columna de los cielos.

Himno a la inmortalidad.

(VR 9.111) (Pérez Martín 2000) 3 Hazme inmortal en ese reino donde se mueven
incluso cuando se unen, donde mundos lúcidos están llenos de luz.

Himnos al Soma e Indra.

(VR 9.112) (Tola 2014) 1 Diversos son los deseos y las ocupaciones de los hombres:
roturas desea el carpintero, enfermedades, el médico, el sacerdote, alguien que ofrezca
un sacrificio. Fluye por todas partes para Indra, oh soma. 2 Con sus yerbas secas, sus
plumas de pájaro y sus piedras, el herrero desea, al romper el alba, algún rico cliente.
Fluye por todas partes para Indra, oh soma. 3 Soy poeta, mi padre es médico, mi madre
muele granos con dos piedras. Cada uno de nosotros, deseando acumular riquezas,
sigue, como a vacas, a sus propias ideas. Fluye por todas partes para Indra, oh soma. El
caballo de tiro desea un carro ligero, risas, el bufón, pelosa hendidura, el falo, agua, la
rana. Fluye por todas partes para Indra, oh soma.

(VR 9.113) (Tola 2014) 1 ¡Que Indra, que mató a Vritra, beba el soma en la localidad de
Sharyanavat, incrementando sus fuerzas para realizar alguna gran hazaña! Fluye por
doquiera para Indra, oh soma. 2 Generoso Soma, Señor de las regiones celestiales, mana
desde la vasija del soma [árjika] en toda tu pureza, exprimido con la palabra santa y la
verdad, con la fe y el ascetismo. Fluye por doquiera para Indra, oh soma. 3 La hija del
Sol, Surya trajo al Búfalo, que Parjanya hizo crecer; los músicos Gandharvas lo
acogieron y en él pusieron su sabor. Fluye por doquiera para Indra, oh soma. 4 Diciendo
la verdad, brillas con la verdad, diciendo sólo lo que es verdadero, tú, cuyos actos son
veraces, diciendo sólo lo que puede ser creído, oh Rey Soma, preparado por el
sacerdote, fluye por doquiera para Indra. 5 Confluyen los jugos del poderoso, del que,
en verdad, es fuerte; se reúnen los sabores del que es delicioso. Oh tú, color de oro,
clarificado bajo la fórmula sagrada, fluye por doquiera para Indra, oh soma. 6
Dondequiera que un brachmán, diciendo palabras rítmicas, con la piedra en la mano, se

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exalta ante ti, oh claro soma, y gracias a ti hace nacer la alegría, fluye por doquiera para
Indra, oh soma. 7 Donde está la luz eterna, en aquel mundo inmortal, donde el sol está
fijado, llévame ahí, oh claro soma. Fluye por doquiera para Indra, oh soma. 8 Donde
está el rey Vaivasvata, Yama, donde está la más secreta alcoba de los cielos, donde
están las aguas que siempre manan, ahí hazme inmortal. Fluye por doquiera para Indra,
oh soma. 9 Donde está el libre ir y venir, en la más alta bóveda, en la más alta esfera del
cielo, donde están los mundos de esplendor, ahí hazme inmortal. Fluye por doquiera
para Indra, oh soma. 10 Donde están los anhelos y los deseos, donde está el zenit del
sol, donde están la espontaneidad y el contento, ahí hazme inmortal. Fluye por doquiera
para Indra, oh soma. 11 Donde están las alegrías y las felicidades, los gozos y los
placeres, donde se cumplen los deseos del deseo, ahí hazme inmortal. Fluye por
doquiera para Indra, oh soma.

(VR 9.113) (Pérez Martín 2000) 9 En la tercera esfera del más íntimo cielo donde
lúcidos mundos están llenos de luz […] 11 […] en ese reino donde las alegrías y las
felicidades se combinan y se cumplen anhelados deseos.

86
Libro [Mandala] 10

(VR 10.1-7) Himnos del Sabio Trita Āptya

Himnos al primer Sacerdote Agni.

(VR 10.1) (Tola 2014) 1 Se ha erguido inmenso, por delante de las Auroras; surgiendo
de las tinieblas, ha venido con su luz. El hermoso Agni acaba de nacer, y ya llenó todos
los mundos con su brillante resplandor. 2 Oh Agni, has nacido como el hijo de ambos
mundos; te has difundido con tu belleza sobre las plantas. Venciendo a las tinieblas y a
las noches, has salido, mugiendo, hermosa criatura, del seno de tus madres, la leña que
produce el fuego. 3 Es Vishnu. Nació lleno de sabiduría y de grandeza, y protege la
tercera morada, la Suprema. Cuando con sus palabras han preparado su alimento,
animados de un solo espíritu, los Sacerdotes le ofrecen sus elogios. 4 Tus madres, que
son las que te aportan el sustento, cargadas de alimentos, se acercan a ti, que creces con
el alimento; y luego, bajo diversa forma, retornas a donde ellas. Eres el primer
Sacerdote [Hotar] en las tribus de los hombres. 5 Cantamos al primer Sacerdote
[Hotar] de brillante carro, al emblema esplendoroso de todo sacrificio, al rival de
cualquier Divinidad por su grandeza y por su gloria, a Agni, el huésped de los hombres.
6 Cubierto con hermosas vestimentas, ha nacido el rojo Fuego en el centro de la tierra,
en el hogar de Ila. A las Divinidades rinde tu homenaje, oh Rey, como divino Sacerdote
familiar [purohita]. 7 Oh Agni, te has difundido por la tierra y por el cielo, como el hijo
que propaga a sus padres. Oh eres el más joven, eres el poderoso, ven aquí, y trae
contigo a las Divinidades Inmortales, que así lo están deseando.

(VR 10.2) (Tola 2014) 1 Oh Tú el más joven, llena de alegría a todas las Divinidades,
que lo están deseando. Señor de los momentos oportunos del sacrificio, los conoces,
por eso ofrece el sacrificio con aquellos que son los Sacerdotes asistentes [ritvijs]
divinos. Eres el más efectivo de los Sacerdotes principales [hotars]. 2 Eres el Sacerdote
principal [hotar] y el Sacerdote segundo [potar] entre los hombres. Eres prudente,
donador de bienes suficientes, cumplidor del Orden. Diciendo el grito ritual [svahá],
presentaremos nuestras ofrendas, y que Agni, digno de ello, presente el homenaje, a
Dios (Uno), a las Divinidades. 3 Hemos entrado en el camino de las Divinidades, para
avanzar cuanto podamos. Agni sabe, que El sacrifique. El es el Sacerdote principal
[hotar], que Él disponga los sacrificios y los momentos oportunos. 4 Cuando nosotros,
ignorantes, violemos, oh Divinidades, vuestras normas, de vosotros que sois Sabios,
que todo lo rectifique Agni, que es el que sabe, de acuerdo con los momentos
oportunos, en que ha de distribuir a las Divinidades. 5 Cuando los mortales de escasa
inteligencia, se despreocupen, sin malicia, del sacrificio, que entonces Agni, el
Sacerdote principal [hotar] experto y más efectivo, dándose cuenta, honre a las
Divinidades, de acuerdo con los momentos oportunos del sacrificio. 6 Tu padre te
procreó como rostro, como luminoso emblema de todos los sacrificios. Apórtanos,
mediante el sacrificio, hogares llenos de hombres, y alimentos agradables, nutritivos,
suficientes para todos. 7 Oh Agni, eres a quien engendraron el Cielo y la Tierra, las
Aguas y Tvashtar, el artífice de cosas bellas. Conoces el camino que conduce hacia los
Antepasados, resplandece esplendorosamente, apenas seas encendido.

(VR 10.5) (Tola 2014) 1 Océano único, portador de riquezas, el de múltiples


nacimientos habla desde nuestro corazones. Busca el pecho, en el regazo de los dos que
están ocultos, rastro del ave escondido en medio de la fuente. 2 Habitando en el mismo

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nido, los fogosos búfalos se han unido con sus hembras. Los Sabios vigilan el rastro de
la Verdad, han ocultado los nombres supremos. 3 Los dos, veraces y hechiceros, se han
unido; formando al niño, le han dado vida, lo han hecho crecer. Centro de cuanto existe,
de lo que se mueve y de lo que es inmóvil; y han extendido, con prudencia, el hilo del
Poeta. 4 Las ofrendas, sendas de la Verdad, atienden desde la edad remota, para darle
fuerzas, al bien nacido. Ambos mundos se han cubierto con un manto y se han
fortalecido con la grasa y el alimento de las dulces oblaciones. 5 Sabio y lleno de
empeño, sacó de la dulce ofrenda, para que sean vistas, a las siete esplendorosas
hermanas. El que nació en el pasado las retuvo en el espacio etéreo. Buscando, encontró
el escondite de la Divinidad Püshana. 6 Siete barreras construyeron los Sabios. Contra
alguna de ellas choca el infeliz mortal. El apoyo del hombre se levanta en la gran casa
del Supremo, donde terminan los caminos, en los fundamentos más profundos. 7 Lo
inexistente y lo existente están en el Supremo Cielo, en la cuna del primogénito
Daksha, en el regazo de Aditi. Agni es el que primero, para nosotros, en el pasado,
nació de la Verdad; es el Toro, es la Vaca.

(VR 10.5) (Pérez Martín 2000) 6 Los Sabios han hecho siete marcas. Por una de ellas el
angustiado mortal puede liberarse. Así liberado de los senderos, verdadero pilar de la
vida, permanece sobre cimientos firmes en el hogar del más alto.

(VR 10.7) (Colebrooke-García Calderón 1924) 1 Soy el igual de los Rudras, de los
Vasus, de los Adtyas y de los Visvadewas. 2 Sostengo al mismo tiempo al sol Mitra y
al Océano Varuna, al firmamento Indra y al fuego, Agni como a los Asvins. 3 Soporto
a la luna Soma que destruye a los enemigos y al sol llamado Tvashtri, Pushan [Bhaga].
4 Concedo riquezas al adorador honesto que hace sacrificios., que hace oblaciones y que
satisface a las divinidades. 5 Soy la reina, la donadora de las riquezas, la que posee el
conocimiento y la primera de las divinidades que merecen ser adoradas, la que han
hecho las divinidades, universal, presente en todas partes y que compenetra todos los
seres. El que come alimentos por intermedio mío, como el que ve, respira, oye por mí y
que, sin embargo, no me conoce, está perdido; que escuche entonces la fe que anuncio.
6 Declaro lo mismo que adoran las divinidades y los hombres. Hago fuerte al que
escojo; lo hago Brahama, santo y sabio. Teniendo el arco de Rudra por matar al
demonio, enemigo de Brahma; hago la guerra por todos los pueblos contra sus
enemigos; y recorro el cielo y la tierra. 7 He llevado al padre sobre la cabeza de este
espíritu universal y mi origen está en medio del Océano; y por consiguiente
compenetro todos los seres y toco el cielo con mi forma. Dando nacimiento a todos los
seres, paso como el viento; estoy encima del cielo, más allá de la tierra y lo que es el
gran Dios Uno, lo soy.

Trita Áptya e Indra decapitan a Trisiras.

(VR 10.8.) (Doniger 1975) 8-9 Áptya aliado de Indra, fue enviado por lndra, conocía
las armas de los antepasados y entabló batalla. Habiendo matado a Trisiras, que tenía
siete rayos [riendas], Trita liberó las vacas del hijo de Tvastr. Indra fulminó al
gobernante cuya fuerza era grande. Después de que hubo llevado a casa las vacas del
hijo de Tvastr, que podía asumir todas las formas, le cortó sus tres cabezas.

Himno a las aguas curativas [Apaha].

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(VR 10.9) (Villar 1975) 1 Oh aguas, vosotras sois en efecto portadores de gozo. Siendo
tales hacednos aptos para recibir la fuerza, para contemplar el gran gozo. 2 Vuestra
savia más favorable, haced que de ella participemos aquí, como las madres dan su
leche. 3 Vayamos a ponernos a disposición de aquel al servicio de cuya morada os
encamináis con ardor, y nos engendráis a nosotros, oh aguas. 4 Que para nuestra dicha
las aguas divinas nos ayuden para la bebida del Soma. Que derramen sobre nosotros
dicha y salvación. 5 A las dueñas de los bienes, que reinan sobre las poblaciones, las
aguas, les pido un remedio. 6 El Soma me ha dicho que todos los remedios están dentro
de las aguas, e igualmente Agni que a todos aporta la dicha. 7 Oh aguas, dadme un
remedio que sirva de protección para mi cuerpo, y para que vea durante mucho tiempo
el sol. 8 Alejad de mí, oh aguas, cualquier mal que se encuentre en mí, y todo lo malo
que he cometido, y todo lo que he jurado en falso. 9 He buscado hoy las aguas. Nos
hemos reunido con su savia. Ven, oh Agni, rico en leche, a mí, tal cual soy, inúndame
de resplandor.

(VR 10.9) (Tola 2014) 1 Oh Aguas, puesto que sois benéficas, concedednos vigor para
que podamos contemplar una gran alegría. 2 Dadnos vuestra mejor esencia, como
amorosas madres. 3 Queremos rendiros homenaje por bien de aquel, hacia cuyo hogar
vais apresuradamente. Vosotras nos hacéis rejuvenecer. 4 ¡Ojalá las Divinas Aguas sean
nuestra dicha y estén para ayudarnos, para que las podamos beber! ¡Ojalá que fluyendo
nos aporten felicidad y bienestar! 5 Remedios pido a las Aguas, que son dueñas de las
cosas buenas y que reinan sobre los hombres. 6 Soma me dijo que en las Aguas están
todos los remedios; y que está también en ellas Agni, que a todos nos aporta la dicha. 7
Aguas, concedednos generosamente vuestros remedios, que son protección para mi
cuerpo, para que, por largo tiempo, pueda contemplar la luz del sol. 8 Aguas, llevaos el
mal que existe en mí, la injusticia que haya cometido, el falso juramento que haya
hecho. 9 Busqué hoy día a las Aguas, y encontramos su mejor esencia. ¡Ven, oh Agni,
cargado de alimento, y envuélveme en tu resplandor!

(VR 10.9) (Kashyap-Hernández 2012) 1 ¡Oh Aguas!, ustedes en verdad son el asiento
de la felicidad. /Otórguenos la gran fuerza a nosotros, /para que podamos tener así la
visión del Supremo.

Yama rechazó a Yami.

(VR 10.10) (Doniger 1975) 1-14 Dice Yami: Que pueda atraer a mi amigo a una
amistad íntima, ahora que él (?) ha cruzado el vasto océano; que el sabio reciba el sol
del padre y mire lejos sobre la tierra. Dice Yama: Tu amigo no desea esa amistad
íntima, que una mujer de su clase se convierta en extranjera. Los héroes, los hijos del
gran espíritu (?), sostenedores del firmamento, ven lejos en todas direcciones. Yami:
Los inmortales desean esta descendencia dejada por el mortal. Que tu poder creador de
pensamiento se una con el mío; entra en mi cuerpo como el esposo entra en el cuerpo de
la esposa. Yama: ¿Haremos ahora lo que no se ha hecho antes? ¿Hablaremos lo injusto
los que ahora hablamos justamente? El Gandharva en las aguas y la esposa de las aguas
[Saranyu]; ése es nuestro origen, nuestro nacimiento más alto. Yami: El dios Tvastr, el
creador, el impulsor, el moldeador de todas las formas, nos formó hombre y esposa
cuando todavía estábamos en la matriz. Nadie puede desobedecer sus mandatos; la tierra
y el cielo son nuestros testigos. Yama: ¿Quién ha presenciado ese primer día? ¿Quién
lo ha visto? ¿Quién puede hablar de él? El reino de Mitra [terrenal] y Varuna [espiritual]
es inmenso. Mujer lasciva, ¿qué dirás en tu tentación hacia los hombres? Yami: El

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deseo por Yama se ha precipitado sobre mí, Yami, el deseo de yacer con él en el mismo
lecho. Que se abra mi cuerpo a él como una esposa a su esposo. Que demos vueltas
juntos como las dos ruedas de un carro. Yama: Los espías de los dioses que vagan aquí
abajo no están quietos ni parpadean sus ojos. Mujer lasciva, ve rápidamente con otro
hombre que no sea el que soy. Da vueltas con él como las dos ruedas de un carro.
Yami: Ella le serviría noche y día; engañaría al ojo del sol durante el momento en que
parpadea. Los gemelos están estrechamente unidos como el cielo y la tierra. Que Yami
se comporte con Yama como si ella no fuera pariente suya. Yama: En edades
posteriores habrá Casas en las que las parientes actuarán con los parientes como si no
fueran parientes. Haz una almohada de tu brazo para un toro, hermosa mujer. Desea a
un esposo que no sea el que soy. Yami: ¿Qué bien es un hermano cuando una mujer no
tiene protector? ¿Qué bien es una hermana cuando la destrucción se precipita sobre ella?
Vencida de deseo, te lo pido una y otra vez: une tu cuerpo a mi cuerpo. Yama: Nunca
aceptaré unir mi cuerpo a tu cuerpo. Al hombre que se une con su hermana le llaman
malvado. Busca tus placeres con otro hombre que no sea el que soy.. Tu hermano no
quiere esto, hermosa. Yami: ¡Qué vergüenza, qué vergüenza! Yama, eres débil; no veo
el poder creador del pensamiento ni ningún coraje en ti. Verdaderamente, que otra
mujer te abrace como una cincha abraza al semental o la enredadera se abraza al árbol.
Yama: Yami, en verdad abrazarás a otro hombre, y él te abrazará, como la enredadera
abraza al árbol. Desea el poder creador de su pensamiento, y que él desee el tuyo. Únete
con él en una unión propicia.

Himno a las divinidades.

(VR 10.12) (Kashyap-Hernández 2012) 6 En este mundo el nombre del inmortal es


difícil de ser captado por la mente, /debido a que es envestido de características y
dotado de muchas formas. […] 8 El pensamiento donde se reúnen las Divinidades en lo
secreto, /no sabemos de éste.

Himno a Yama.

(VR 10.13) (Pérez Martín 2000) 1 Los Profetas [Rishis] se unen al anciano brahman en
homenaje.

(VR 10.13) (Coomaraswamy 1932) 4 Por el bien [kam] de los Ángeles, Él eligió la
muerte, y por el bien de su progenie no eligió la inmortalidad: ellos sacrificaron al
Profeta, Brhaspati; Yama entregó su propio cuerpo amado.

Himnos a Yama.

(VR 10.14) (Tola 2014) 1 Propicia con tu ofrenda al Rey Yama, hijo de Vivasvat, el
Congregador de los hombres, que se internó en los grandes montes, encontrando un
camino para muchos. 2 Yama fue el primero que para nosotros encontró el camino,
camino que no nos puede ser arrebatado. Por él se fueron nuestros Padres y por él se
van todos los que nacen, siguiendo cada uno su destino. 3 Mátalí, engrandecido por los
Kavyas, Yama, por los Añgiras, Brihaspati, por los Rikvans, y los que las Divinidades
engrandecieron y los que engrandecieron a las Divinidades se regocijan allí los unos
con el sacrificio, los otros con la ofrenda. 4 Oh Yama, toma asiento en este césped junto
con nuestros Padres, los Añgiras. ¡Que te conduzcan hacia aquí los versos que entonan
los poetas! Regocíjate, oh Rey, con esta ofrenda. 5 Ven, Yama, con los Añgiras y con

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los Vairüpas, que merecen sacrificios. Regocíjate en este sacrificio, tomando asiento en
este césped. Invoco también a Vivasvat, tu Padre. 6 ¡Ojalá estemos en la gracia y
tengamos la benéfica benevolencia de nuestros Padres, los Añgiras, los Navagvas, los
Atharvans y los Bhrigus, que merecen sacrificios y que gozan con el soma! 7 Avanza,
avanza por los antiguos caminos, por donde se fueron nuestros Padres. Verás a los Dos
Reyes, gozándose con las ofrendas, a Yama y la Divinidad Varuna. 8 Reúnete, en el
más alto cielo, con Yama y con los Antepasados, con el mérito de tus buenas obras.
Deja aquí tus pecados, regresa a tu morada, asume, lleno de vigor, un nuevo cuerpo. 9
Apartaos, idos, alejaos. Para él nuestros Padres construyeron esta morada, adornada con
aguas, con sus días y con sus noches. ¡Que Yama le conceda un lugar de reposo! 10
Yendo por el buen camino, deja atrás, corriendo, a los dos hijos de Sarama, los dos
mastines de cuatro ojos y de manchada piel. Acógete a nuestros Padres, que son
generosos y que se regocijan con Yama en una misma fiesta. 11 Recomiéndalo, oh
Yama, a tus dos mastines los guardianes de cuatro ojos que vigilan el camino, que
observan a los hombres. Dale, oh Rey, felicidad y bienestar. 12 Los dos sombríos
mensajeros de Yama, de anchos hocicos, devoradores de vida, vagan entre los hombres.
¡Ojalá nos concedan dulce vida para contemplar el sol! 13 Para Yama exprimid el soma,
para Yama verted la ofrenda. El sacrificio ha sido preparado y se dirige hacia Yama: el
Fuego es el mensajero. 14 Para Yama verted la ofrenda rica en mantequilla [ghi].
Avanzaos. ¡Ojalá nos conceda vivir una larga vida entre las Divinidades! 15 Para el
Rey Yama verted la más dulce ofrenda. Este homenaje es para los antiguos Sabios
[rishis], aquellos que en el pasado abrieron el camino. 16 Vuela por las tres vasijas. Los
seis espacios, uno inmenso. Los versos del Veda [trishtubh] [gayatrí], todo está fijado
en Yama.

(VR 10.14) (Pérez Martín 2000) 8 […] se unía con las recompensas de sus sacrificios y
buenas obras dejando atrás lo denigrante, se encontraba de vuelta en su hogar unido
con su forma de esplendor.

(VR 10.17) (Doniger 1975) 1-2 «Tvastr ofrece una boda para su hija»; al oír esto, todo
el mundo se reúne. La madre de Yama, la esposa del gran Vivasvat, desapareció. Ellos,
las divinidades, ocultaron de los mortales a la mujer inmortal. Haciendo una mujer
idéntica, se la dieron a Vivasvat. Saranyu dio a luz a los dos Asvines, y luego abandonó
a los dos gemelos.

Himno funerario.

(VR 10.18) (Tola 2014) 1 Véte, oh Muerto, por el otro camino, por el que es tuyo
propio, distinto del camino de las Divinidades. A ti, que ves y oyes, te digo: "No hagas
daño a nuestros varones ni a nuestra descendencia". 2 Ya que os habéis ido, borrando el
rastro de la Muerte, prolongando la duración de vuestras vidas, llenos de descendencia y
de riquezas, manteneos puros y libres de pecados, oh piadosos. 3 Los vivos se han
separado de los muertos. Para nosotros exitosa ha sido hoy la invocación que dirigimos
a las Divinidades. Nos vamos dispuestos al baile y a la risa, pues hemos prolongado la
duración de nuestras vidas. 4 Para los vivos coloco esta muralla. ¡Que a este límite
ninguno de ellos llegue! ¡Que vivan cien otoños abundantes! ¡Que oculten a la Muerte
con un monte! 5 Oh Creador, como los días siguen a los días, como las estaciones tras
las estaciones avanzan en su orden, así dispon sus vidas: que el joven no se vaya antes
que el anciano. 6 Avanzando todos en vuestro orden, llegad al término de vuestras
vidas, alcanzad la vejez. ¡Ojalá el creador de cosas bellas, la Divinidad Tvashtar, esté

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de acuerdo, y prolongue la duración de vuestra vida! 7 ¡Que, adornadas con ungüentos y
con crema, se acerquen estas mujeres, que no son viudas y tienen maridos buenos! ¡Que
sin lágrimas ni dolencia, con sus mejores joyas, antes que nada, suban al lecho
conyugal! 8 Levántate, mujer, ven hacia el mundo de los vivos. Estás yaciendo al lado
de uno que está muerto. Ven para ser la esposa de un hombre que toma tu mano y quiere
ser tu marido. 9 Tomando el arco de la mano del muerto, para procurarnos poder, gloria
y fuerza, te digo: "Allá estás tú, aquí nosotros. ¡Ojalá que, llenos de heroísmo,
venzamos las insidias y las enemistades!" 10 Acércate a tu Madre Tierra, la Tierra
amplia y vasta, llena de ternura. ¡Que ella, mujer joven y suave como lana para el que es
generoso, te proteja del seno de la Destrucción! 11 Abovédate, Tierra, no lo oprimas.
Dale buena entrada, buena acogida. Cúbrele, Tierra, como una madre cubre a su hijo
con la franja de su vestimenta. 12 ¡Que la Tierra, abovedada, se mantenga firme! ¡Qué
mil columnas la sostengan! ¡Que esta morada esté siempre llena de alimento! ¡Que en
ella tenga para siempre su lugar de refugio! 13 Por encima de ti doy firmeza a la tierra.
¡Ojalá ya no reciba daño cuando deposite estos terrones! ¡Que los Antepasados
mantengan firme este pilar! ¡Que en el más allá Yama te construya tu morada! 14 A mí
también me han de colocar, como la pluma de la flecha —pero retengo mis palabras—
como a un caballo con la rienda.

(VR 10.19) Himnos del Sabio Bhrigurvāruni

(VR 10.20-26) Himnos del Sabio Vimada Aindra

(VR 10.27-29) Himnos del Sabio Vasukra Aindra

(VR 10.28) Himnos del Sabio Indra

(VR 10.30-34) Himnos ddel Sabio Kavadha Ailudha

Himno contra el juego de dados.

(VR 10.34) (Tola 2014) 1 El jugador: "Cuando giran en el tablero, me embriagan los
dados Saltarines del gran árbol de las nueces, nacidas en un lugar ventoso. La siempre
despierta nuez del lugar del soma [vibhitaka] me gusta como un trago de soma de
Muñjavat". 2 Ella no me regañaba, no se molestaba, era amable con mis amigos y
conmigo. Por causa de una jugada con un punto de más, he arrojado lejos de mí a mi
fiel esposa". 3 La suegra lo odia, nada quiere su mujer con él, el infeliz no encuentra
quien lo compadezca. Como viejo caballo que se vende, no veo para qué sirve el
jugador. 4 Otros acarician a la mujer del jugador, de cuyos bienes desea apoderarse el
dado codicioso. Su padre, su madre, sus hermanos dicen de él: "No lo conocemos,
llévenselo preso". 5 El jugador: Si decido: "No he de jugar más", mis amigos se van y
me dejan, pero apenas los Negros dados, arrojados sobre el tablero, dejan oír su voz, me
voy, como una cortesana, al lugar donde ellos citan. 6 El jugador va a la casa de juego,
con el cuerpo temblando, preguntándose: "¿Ganaremos?" Los dados aumentan su deseo,
dando a su rival las jugadas buenas. 7 En verdad que los dados tienen gancho y aguijón,
son arteros, son ardientes y torturan; sus regalos momentáneos son como aquellos de
los niños; están cubiertos de miel, pero, a la fuerza, le quitan la victoria al vencedor. 8
Baila su tropa de cincuentaitrés nueces del juego. Sus leyes se cumplen como las de la
Divinidad Savitar. No se inclinan ante la cólera de ningún poderoso; el mismo Rey les
rinde pleitesía. 9 Ruedan hacia abajo, saltan hacia arriba; no tienen manos, pero

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domeñan al que las tiene. Divinos carbones echados en el tablero, son fríos, pero
queman el corazón. 10 Abandonada sufre la mujer del jugador, y también la madre, por
un hijo que nadie sabe por dónde vaga. Y él, endeudado, temeroso, buscando dinero, va
de noche furtivamente a las casas ajenas. 11 Sufre el jugador, cuando ve a las mujeres, a
las esposas de los otros, y sus bien tenidas casas. Por la mañana comenzó a jugar como
él sujetar negros caballos, por la noche se ha abatido junto al fuego, convertido en
pordiosero. 12 El jugador: “Extiendo mis dos manos hacia el jefe de vuestra tropa, el
primero, el rey de vuestro grupo. Nada conservo en mi poder, estoy diciendo la verdad.
13 No juegues con los dados, labra tu campo, goza con tus bienes, estimándolos en
mucho. Ahí están tus vacas, ahí está tu mujer", así me enseña la noble Divinidad
Savitar. 14 Haced amistad con nosotros, y tenednos compasión; no nos hechicéis con
vuestra cruel magia; cesen vuestra cólera y malevolencia. ¡Que otro caiga bajo el poder
de los negros dados!

Himno a Surya.

(VR 10.37) (Tola 2014) 1 Honor al ojo de Mitra y de Varuna. Dedicad este elogio veraz
a la gran Divinidad. Recitad vuestra alabanza para Sürya, brillante emblema, que ve
hasta lo lejos, nacido de las Divinidades, Hijo del Cielo. 2 ¡Que mi palabra veraz de
todas partes me proteja, dondequiera que se extienden la Tierra y el Cielo, y mientras
duren los días! Todo cuanto se mueve, se da al reposo, mas las aguas siempre fluyen, y
nunca se detiene Sürya. 3 Jamás ningún impío ha podido hacerte frente, cuando avanzas
en tu carro, jalado por tus alados corceles. Un resplandor se extiende tras de ti por el
cielo oriental, con otro resplandor avanzas, oh Sürya. 4 Expulsa de nosotros toda falta
de vigor, el olvido de los sacrificios, la enfermedad, los malos sueños, con aquel
resplandor, con que arrojas a la tiniebla, con aquella luz, con que a los seres pones en
actividad. 5 Cuando has surgido, velas por la actividad de todo; sin irritarte jamás,
surges por tu propio impulso. Oh Sürya, ¡ojalá que las Divinidades aprueben el
propósito, por el cual hoy te invocamos! 6 ¡Ojalá que el Cielo y la Tierra oigan nuestra
invocación! ¡Ojalá que las Aguas, Indra y los Maruts oigan nuestra voz! Jamás nos falte
la visión de Sürya. ¡Ojalá que, viviendo en la felicidad, alcancemos la vejez! 7 ¡Ojalá
que, llenos de hijos, con pensamiento alegre y buena vista, sin enfermedad y sin pecado,
gozando de larga vida podamos dirigir hacia ti nuestra mirada, cuando surges día a día,
oh Tú de múltiples amigos! 8 Oh Sürya, que ves hasta lo lejos, ¡ojalá que, gozando de
vida, podamos dirigir hacia ti nuestras miradas, hacia ti que portas la gran luz,
esplendoroso, deleite para todo ojo, cuando subes del encendido horizonte! 9 Por orden
tuya, todos los seres entran en actividad, y durante la noche se reposan. Oh Sürya de
dorada cabellera, en gracia a nuestra inocencia, surge día tras día, trayéndonos cada vez
mayor prosperidad. 10 Sé para nosotros dicha, con tu mirada, con tu día y con tu luz, en
el frío y en el calor. Danos, oh Sürya, magníficos bienes suficientes, para que seamos
felices en el viaje y en el hogar. 11 Conceded protección, oh Divinidades, a nuestra
doble especie, al hombre y al animal. ¡Que pueda comer, vigorosa y satisfecha! Dadnos,
sin mal alguno, felicidad y dicha. 12 Oh Divinidades, cuanta grave ofensa os hayamos
hecho, con nuestras palabras o por imprevisión, cargad ese pecado, oh Buenos, sobre
aquel que, lleno de odio, esté meditando nuestro mal.

(VR 10.42-44) Himnos del Sabio Kridhna Āngirasa

Himno a Indra y al Sabio Brihaspati.

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(VR 10.47) (Tola 2014) 1 Oh Indra, Señor de las riquezas, deseando conseguir bienes,
hemos tomado en nuestra mano tu mano derecha, pues sabemos, oh Héroe, que eres el
Señor de los rebaños. Danos la riqueza esplendorosa que rebosa fuerza. 2 Danos la
riqueza esplendorosa que rebosa fuerza, la que posee armas excelentes y concede ayuda
y protección, la que dirige bien, la que es el océano, el fundamento de todos los tesoros,
la que debemos elogiar y ensalzar siempre, la generosa. 3 Danos la riqueza esplendorosa
que rebosa fuerza, la que dispone de buenas fórmulas sagradas y tiene a las Divinidades
de su parte, grande, profunda y vasta, la que tiene firmes fundamentos, la que
acompañan los famosos Sabios[rishis], poderosa, triunfadora. 4 Oh Indra, danos la
riqueza esplendorosa que rebosa fuerza, la que procura el alimento, la que tiene a su
servicio hombres elocuentes, la vencedora, la que consigue el premio, la que se
incrementa, la sumamente hábil, la que destruye a los demonios y toma las ciudades, la
real y verdadera. 5 Danos la riqueza esplendorosa que rebosa fuerza, abundante en
hombres, carros y caballos, la ganancia que se cuenta por centenas, por millares, la que
acompaña alegre tropa, la que tiene a su servicio hombres elocuentes. 6 Mi meditación
va hacia Brihaspati, el Sabio, el de siete toros, a quien con sinceridad todos ensalzamos,
el descendiente de los Añgiras, a quien debemos acercarnos, rindiéndole homenaje.
Danos la riqueza esplendorosa que rebosa fuerza. 7 Como empeñosos mensajeros,
brotando del fondo de mi mente, mis elogios van hacia Indra; quieren, llegando a su
corazón, ganarse su benevolencia. Danos la riqueza esplendorosa, que rebosa fuerza. 8
Dame, oh Indra, lo que te estoy pidiendo, una gran morada, que no tenga su igual entre
los hombres. ¡Que el Cielo y la Tierra den su aprobación! Danos la riqueza
esplendorosa que rebosa fuerza.

(VR 10.48-50) Himnos del Sabio Indra Vaikuntha

(VR 10.51-53) Himnos del Sabio Agni Sauchīka

(VR 10.51) (Doniger 1975) 1-9 Varuna: Grande y firme era la membrana que te
envolvía cuando entraste en las aguas. Dios (Uno) [Un único dios], ¡oh Agni Jatavedas!
vió todos tus diversos cuerpos, -en el cielo, el sol, en el aire, el rayo, los cometas, y en
la tierra, el fuego sacrificial, el fuego doméstico y el fuego digestivo en todos los
hombres-. Agni: ¿Quién me vio? ¿Cuál fue el Dios (Uno) que descubrió mis diversos
cuerpos? ¡Oh Mitra y Varuna! ¿Dónde están todos los palos de combustible por los que
Agni va a los dioses? Varuna: Te estuvimos buscando en tus diversas formas, oh Agni
Jatavedas, cuando entraste en las aguas y las plantas. Fue Yama quien te descubrió con
tu luz brillante que brilla más allá de la distancia de diez días de viaje. Agni: Fue por
miedo al papel del Sacerdote recitador Hotr por lo que huí, para que los dioses no
pudieran sujetarme, oh Varuna. Mis cuerpos entraron en varias plantas y aguas; soy
Agni, he dejado de preocuparme por ello. Varuna: Ven. Manu, que ama a los dioses,
desea sacrificar. Cuando hayas completado el ritual, vivirás en la oscuridad, Agni. Haz
los caminos que llevan a los dioses fáciles de seguir; lleva las ofrendas con corazón
benevolente. Agni: Los hermanos de Agni corrieron antiguamente de acá para allá por
esta causa como el caballo de un carro por un camino. Por miedo a esto me fui lejos,
Varuna. Huí como un búfalo ante la cuerda del arco del cazador. Varuna y los demás
dioses: Haremos una vida sin vejez para ti, Agni Jatavedas, para que no seas lastimado
cuando hayas sido ungido. Entonces, con corazón benévolo llevarás la parte de la
ofrenda a los dioses, ¡oh bien nacido! Agni: Destina para mí sólo lo que precede a los
sacrificios y lo que los sigue, la parte nutritiva de la ofrenda; y la mantequilla clarificada
de las aguas y el Hombre de las plantas. Y que la vida de Agni sea larga, ¡oh dioses!

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Varuna y los demás dioses: Lo que precede al sacrificio y lo que sigue al sacrificio
será para ti solo, las partes nutritivas de la ofrenda. Todo este sacrificio será para ti,
Agni; las cuatro regiones del cielo se inclinarán ante ti.

(VR 10.54-56) Himnos del Sabio Brihaduktha Vāmadevya

(VR 10.54) (Doniger 1975) 2 No has luchado con nadie por un solo día, ni tienes
ningún enemigo, oh generoso. Las batallas tuyas que en ellas se cuentan son toda
ilusión mágica; no has luchado con ningún enemigo ni hoy, ni en el pasado>.

Himno a los Patriarcas arios.

(VR 10.56) (Coomaraswamy 1932) 4-5 Los Patriarcas, a quienes en tanto que Ángeles,
los Ángeles han otorgado su Providencia […] han recorrido las regiones, estableciendo
las antiguas moradas sin medida […] derramando su progenie diversamente.

(VR 10.57-60) Himnos del Sabio Bandhu Gopāyana

Himno para hacer regresar el espíritu de un muerto.

(VR 10.58) (Tola 2014) 1 Si tu espíritu se ha ido a lo lejos, a donde Yama, hijo de
Vivasvat, lo hacemos regresar, para que aquí habite y viva. 2 Si tu espíritu se ha ido a lo
lejos, hacia el cielo, hacia la tierra, lo hacemos regresar, para que aquí habite y viva. 3
Si tu espíritu se ha ido a lo lejos, hacia la tierra de cuatro bordes, lo hacemos regresar,
para que aquí habite y viva. 4 Si tu espíritu se ha ido a lo lejos, hacia las cuatro regiones
del universo, lo hacemos regresar, para que aquí habite y viva. 5 Si tu espíritu se ha ido
a lo lejos, hacia el ondulante océano, lo hacemos regresar, para que aquí habite y viva. 6
Si tu espíritu se ha ido a lo lejos, hacia los rayos de la luz, hacia las alturas, lo hacemos
regresar, para que aquí habite y viva. 7 Si tu espíritu se ha ido a lo lejos, hacia las aguas,
hacia las plantas, lo hacemos regresar, para que aquí habite y viva. 8 Si tu espíritu se ha
ido a lo lejos, hacia el sol, hacia la aurora, lo hacemos regresar, para que aquí habite y
viva. 9 Si tu espíritu se ha ido a lo lejos, hacia las elevadas montañas, lo hacemos
regresar, para que aquí habite y viva. 10 Si tu espíritu se ha ido a lo lejos, hacia todo el
universo, hacemos regresar, para que aquí habite y viva. 11 Si tu espíritu se ha ido a lo
lejos, hacia las más apartadas regiones, lo hacemos regresar, para que aquí habite y viva.
12 Si tu espíritu se ha ido a lo lejos, hacia lo que ha sido, hacia lo que será, lo hacemos
regresar, para que aquí habite y viva.

Himno a Brahma Rudra [Raudra Brahman].

(VR 10.61) (Kramrisch 1981) 1 Himno de la palabra poderosa y salvaje [raudra


brahman]. 2 […] 3 El, el más poderoso, que con la flecha en la mano da en el blanco. 4
En la aurora del mundo, cuando la negra vaca de la noche cósmica se tiende con las
vacas rojizas de la mañana. 5-6 […] El Padre hizo el amor con la hija. De súbito, se
echó hacia atrás y su semilla cayó a tierra, en el lugar del sacrificio 7 En relación con
ellos, los dioses crearon un poema, una palabra de poder [brahman], y a partir de ella
dieron forma a Vastospati, el guardián de la morada, el guardián del orden sagrado
[vratapá]. 8 Como un toro furioso el Padre echaba espumarajos, corriendo de aquí para
allá con escasa comprensión. Como una persona rechazada, ella se fue corriendo hacia

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el sur en la noche cósmica. 9 A pesar de aquel contratiempo, o a causa de él, pronto se
escuchó en la tierra el ruido de las pisadas de la progenie del Padre.

(VR 10.61) (Doniger 1975) 5-6 Cuando su falo se alargó de ansia por el acto del
hombre, el varonil se retrajo. Retiró de nuevo de la muchacha, su hija, el falo incansable
que había introducido. Cuando estaban en la mitad del acto de unión, cuando el padre
estaba satisfaciendo su deseo por la muchacha, los dos dejaron que un poco de la
semilla derramada cayera sobre la tierra en la matriz de las buenas acciones. Cuando el
padre vertió su semilla en su propia hija, derramó su semilla sobre la tierra al unirse con
ella. 7 Las divinidades benevolentes crearon palabras sagradas y formaron a Rudra
Vastospati, el protector de los ritos sagrados [...] Cuando Agni hizo la semilla para el
gran padre, el cielo, entró en la matriz, habiendo observado que ella se había inclinado
hacia él. El cazador le disparó una flecha audazmente. La divinidad satisfacía su lujuria
en su propia hija [...] Cuando el calor de la pasión llegó al rey para su placer, el cielo
puso aparte sobre el suelo la brillante semilla que había sido derramada. Agni hizo que
naciera el inocente y benévolo grupo de jóvenes y los hizo grandes [...] El cielo es mi
padre, el engendrador, el ombligo aquí. Mi madre es esta ancha tierra, mi familia
cercana. Entre estos dos cuencos extendidos está la matriz; en ella el padre puso el
embrión de su hija.

Himno a los Patriarcas arios.

(VR 10.65) (Coomaraswamy 1932) 11 Los generosos han hecho que el Sol suba al
cielo, y han esparcido las ordenanzas arias sobre el mundo.

(VR 10.67-68) Himnos del Sabio Ayāsya Āngirasa

Himnos a la emanación de divinidades.

(VR 10.72) (Coomaraswamy 1932) 1 Ahora hablaremos claramente del linaje (j n) de


los Ángeles (deva), Como puede verse en los cantos cantados, y de un tiempo [eón]
trascendental (uttare yuge). 2 El Señor del crecimiento Brahmahaspati, como un
herrero con sus fuelles, lo forjó (adhamat); En el eón primordial (p ruye yuge) de los
Ángeles, la Existencia (sat) nació (aj yat) de lo No Existente (asat). 3 En el eón
primordial (prathame yuge) de los Ángeles, lo Existente nació de lo No Existente, Y
con ello las Direcciones, que eran del Yacente con los pies extendidos Varuna
(uttanapad). 4 Del Yacente Varuna nació la Tierra (bhar), de la Tierra nacieron las
Direcciones: el Acto Puro Daksa nació de la Infinita Aditi, y Aditi de Daksa. 5 Aditi
nació, ciertamente; Ella es tu hija, Daksa. De ti también nacieron los Ángeles, el
Bendito, el Rey de la Inmortalidad. 6 En tanto que Ángeles, estabais firmes (atistha) allí
en la Inundación (salila), cada uno enlazado con los otros (susa rabdha). Y como si
fuera de los pies de las danzarinas (n tyat m) surgió el pujante (t vra) polvo (reu). 7
Cuando vosotros, oh Ángeles, junto con los Dispositores (yataya), expandisteis
(apinvata) los Tres Mundos (bhuvan ni), Entonces hiciste nacer en el Mar (samudra) al
Sol (surya) oculto (g ha). 8 Ocho son los hijos de la Infinita Aditi de nacimiento
incorporado (j ta tanva): Con siete Ella elevó a los Ángeles, al Pájaro-Sol Martanda lo
dejó aquí. 9 Con siete Hijos la Infinita Aditi llevó hacia arriba el eón primordial (pèrvya
yuga), Al Pájaro Sol Martanda lo lleva aquí (bharat) en nacimiento y muerte repetidos
(prajyai m tyave).

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(VR 10.72) (Kashyap-Hernández 2012) 1 El Ser [Sat] emanó del no Ser [Asat] […] 2
Tal y como un herrero le da forma a varios objetos, Brahmanaspati moldeó a las
divinidades y les dio formas y funciones necesarias para llevar a cabo sus tareas. […] 5
Aditi, la Divinidad del Infinito, fue la primera en surgir y después vinieron todas las
demás divinidades [devās]. Aditi tuvo ocho hijos, siete de los cuales llegaron a ser
funcionarios en los siete planos universales, mientras que el octavo, Mārtānda, fue
hecho para producir el nacimiento de todos los seres del mundo.

(VR 10.73) (Pérez Martín 2000) Glorifico, como la faz del elevado Agni en el cielo, la
brillante y sagrada luz de Surya.

Himno al río Sindhu.

(VR 10.75) (Tola 2014) 1 Oh Aguas, el poeta ha de cantar, en la gran casa de Vivasvat
Agni, vuestra incomparable grandeza. Fluyeron de siete en siete por tres veces, pero,
con su fuerza, Sindhu supera a las demás corrientes. 2 Varuna te trazó el camino para
que avanzaras, cuando te lanzaste hacia la meta. Vas sobre el dorso de la tierra, cuesta
abajo, guiando a las agitadas aguas, al frente de todas ellas. 3 Hasta el cielo alcanza el
retumbar, que produce sobre la tierra. Entre resplandores lanza hacia adelante su
ilimitado empuje. Parece que las lluvias del cielo atronadoramente se precipitan, cuando
Sindhu avanza como mugiente búfalo. 4 Los ríos se dirigen hacia ti, oh Sindhu, como
madres que van hacia sus hijos, como vacas mugientes cargadas de leche. Las conduces,
como conduce un rey belicoso las dos alas de su ejército, mientras quieres mantenerte a
la punta de todas ellas. 5 ¡Oh Ganges, oh Yamuná, oh Sarasvatí, oh Shutudrí, oh
Parushní, acoged mi elogio. Oh Marudvridha, junto con el Asikní y el Vitasta, oh
Árjíkíya, junto con el Sushoma, escuchadme. 6 Oh Sindhu, en tu carrera te reúnes con el
Trishtama y el Susartu, con el Rasa y el Shvetyá, luego con el Kubha para alcanzar al
Gomatí, con el Mehatnu para alcanzar al Krumu: vas con todos ellos por el mismo
lecho. 7 Corriendo hacia adelante, cristalina y resplandeciente, atraviesa con su
grandeza las regiones y los campos, Sindhu, que nunca es engañada, la más activa entre
las activas como una yegua enjaezada, atrayendo las miradas como una mujer hermosa.
8 Sindhu posee excelentes caballos, carros y vestidos. Es rica en oro, tiene hermosas
formas y abunda en yeguas. Es una mujer joven, rica en lana y rica en hierba sílamá
afortunada, se ha cubierto con un manto de hierba madhüvridh. 9 Sindhu ha uncido su
ligero carro jalado por caballos; con él ha de alcanzar el premio en esta justa. Su
inmensa grandeza suscita admiración. Nunca es engañado, de sí saca su gloria, rebosa
fuerza.

(VR 10.79-80) Himnos del Sabio Agni Sauchīka

(VR 10.81-82) Himnos del Sabio Vishvakarmā Bhauvana

Historia del Sabio Vishvakarman, Gran Arquitecto.

(VR 10.81) (Tola 2014) 1 Aquel Sabio [Rishi], nuestro Padre, que, al sacrificar a todos
los seres, tomó asiento en el sacrificio como Primer Sacerdote [Hotar], aquel, deseando
con sus oraciones conseguir riquezas, hizo desaparecer a los seres ya nacidos, y penetró
en los que después vinieron. 2 ¿Cuál fue el punto de apoyo? ¿Cuál y como fue la
Materia primordial, de donde, con su poder, Vishvakarman, que todo lo ve, hizo nacer a
la tierra y desplegó el cielo? 3 Hacia todas partes están dirigidos sus ojos, su rostro, sus

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manos y sus pies. Dios Uno, agitó el aire con los brazos, con las plumas, mientras
creaba el cielo y la tierra. 4 ¿Cuál fue la madera, cuál fue el árbol, con los cuales
construyeron el cielo y la tierra? Sabios, preguntaos en vuestra mente en donde se apoyó
mientras sostenía los mundos. 5 Oh Vishvakarman, revela, en el Sacrificio, a tus amigos
tus formas supremas, inferiores y medianas. Oh eres el que sólo de ti dependes, ofrece
el Sacrificio, dándote fuerzas. 6 Oh Vishvakarman, fortaleciéndote mediante la ofrenda,
ofrece en sacrificio a la tierra y al cielo. ¡Que los otros hombres sean presa del error!
¡Que nosotros tengamos un generoso protector! 7 Hemos de invocar hoy, para que nos
preste su ayuda en esta lid a Vishvakarman, Señor de la Palabra, veloz al igual que el
pensamiento. ¡Ojalá acepte nuestras invocaciones para que nos dé su protección, El, que
a todos hace el bien y cuya acción es sólo beneficio.

Himno a Dios (Uno).

(VR 10.82) (Kashyap 2012) 1 El padre de la visión, sabio en espíritu, originó estos dos
mundos ricos en luz, los cuales se postran ante él con un gesto de obediencia. Cuando
los antiguos límites se hicieron firmes, entonces el cielo y la tierra llegaron a estar
extendidos. 6 Dios (Uno).

Himno a Manyu. Jefe de las tropas.

(VR 10.84) (Tola 2014) 1 Oh Manyu, a quien acompañan los Maruts subidos contigo al
mismo carro de combate, que nuestros hombres avancen, destrozándolo todo, llenos de
alegría y arrojo, con sus puntiagudas flechas, afilando sus armas, semejantes al fuego. 2
Oh Manyu, triunfa ardiente como el fuego. Te hemos invocado, oh Victorioso, para que
seas jefe de nuestra hueste. Aniquila a nuestros enemigos y reparte sus riquezas. Dando
una prueba de tu fuerza rechaza a quien se nos enfrente. 3 Oh Manyu, domeña el ataque
que se atrevan a dirigir contra nosotros. Lánzate contra nuestros enemigos, destrozando,
destruyendo, aniquilando. Nadie ha detenido tu tremendo ímpetu. Eres sin igual, y
sometes a todos a tu poderosa voluntad. 4 Eres uno solo, pero muchos te invocan. Afila
para el combate a todas nuestras comunidades. Oh eres de indestructible esplendor,
para lograr el triunfo, lanzaremos, secundados por ti, ardiente grito de guerra. 5 Eres,
como Indra, el que hace la victoria. Nada malo pueden decir contra ti. Sé nuestro
Protector. Ensalzamos tu querido nombre, oh Victorioso. Conocemos la fuente de dónde
has nacido. 6 Naciste con el éxito, oh rayo arrojadizo, y llevas en ti, oh Supremo,
extraordinaria fuerza y energía. Con tu poder, oh Manyu, a quien muchos invocan,
tórnate nuestro compañero en la conquista de las grandes riquezas. 7 ¡Que Varuna y
Manyu nos otorguen la riqueza de bienes y ganado, que ha sido acumulada, atesorada!
¡Que nuestros enemigos huyan derrotados, con el terror en su corazón!

Himno al matrimonio de Surya con Soma.

(VR 10.85) (Pérez Martín 2000) 1 La Verdad es la base que sustenta la Tierra. Por la
Ley, los hijos del Infinito están seguros.

(VR 10.85) (Tola 2014) 1 El mundo está sostenido por la Verdad, el cielo está sostenido
por Süryá, el sol, los Ádityas se mantienen por el Orden, y Soma está fijado en el cielo.
2 Por Soma los Ádityas son fuertes, por Soma la tierra es grande. Soma está colocado
en medio de las estrellas. 3 Uno piensa que ha bebido soma, cuando la yerba ha sido
triturada, pero nadie bebió el soma que los bracmanes conocen. 4 Normas para

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mantenerlo secreto protegen al Soma, y guardianes especiales lo vigilan. Estás ahí,
oyendo cantar a las piedras trituradoras del soma. Ningún mortal bebió de ti. 5
Cuando te han bebido, oh Divinidad, de inmediato vuelves a crecer. Vayu es el guardián
del Soma. La luna es la matriz de los años. 6 La estrofa Raibhi fue la acompañante, y la
estrofa Narashamsí la servidora. Bellísimo era el vestido de Süryá, adornado con la
estrofa Gáthá. 7 El pensamiento era la almohada y la vista el ungüento para los ojos. La
tierra y el cielo fueron el ajuar, cuando Süryá partió hacia la casa de su esposo. 8 Los
himnos eran las barras transversales del carruaje; los versos eran el tocado y el lazo de
los cabellos. Los Ashvins fueron los que pidieron a la novia, y Agni precedía el cortejo.
9 Soma fue el novio. Y los conductores de carros [Ashvins] fueron los que pidieron a la
novia, cuando Savitar hizo entrega de Süryá a su esposo, deseándolo ella con todo
corazón. 10 El espíritu fue su carro, el cielo, el toldo que lo cubría. Dos astros
luminosos eran los bueyes, cuando Süryá partió hacia la casa de su esposo. 11 Uncidos
con versos sagrados y con melodías litúrgicas los dos bueyes avanzaban de consuno. El
oído era las ruedas del carruaje y el camino se extendía por el cielo. 12 Los dos astros
brillantes eran las ruedas del carruaje de la que partía, y fijaron el aliento como eje.
Sürya subió en el carro, hecho de espíritu, cuando partió a reunirse con su esposo. 13
Avanzaba el cortejo de Süryá, que Savitar puso en marcha. En los días del Agha
sacrificaron a los bueyes; bajo el signo de las grandes casas lunares [Arjuni], condujeron
a la novia hacia su nuevo hogar. 14 Oh conductores de carros [Ashvins], cuando
vinisteis al matrimonio de Sürya, en vuestro carro de tres ruedas, todas las Divinidades
os dieron su consentimiento. Y el guía del camino Püshan os eligió, Él, el hijo, a
vosotros que sois sus padres. 15 Señores de la belleza, cuando fuisteis para pedir a
Sürya. ¿Dónde estaba vuestra rueda? ¿Dónde os colocasteis, para recibir la indicación?
16 Con exactitud, oh Sürya, los Sacerdotes bracmanes conocen las dos ruedas; sólo los
Sabios conocen la que permanece oculta. 17 He rendido mi homenaje a Sürya y a las
Divinidades , a Mitra y a Varuna, que se preocupan por todo lo que existe. 18 Gracias a
su poder, aquellos dos, el sol y la luna, avanzan, precediéndose y siguiéndose. Giran
alrededor del Sacrificio cual dos muchachos que están jugando. El uno contempla a
todos los seres; el otro nace y renace, disponiendo los momentos del ritual. 19 Sin cesar
renace, siempre nueva, el emblema de las Divinidades, a la cabeza de las Auroras. Con
su venida distribuye entre las Divinidades la parte que les corresponde de las ofrendas.
La luna prolonga nuestra vida. 20 El sacerdote: Sube, oh Sürya, en este dorado carro,
construido con madera de shalmali, adornado con hojas de kimshuka, con adornos de
múltiples colores, que posee buenas ruedas y se desliza suavemente: es el mundo de la
Inmortalidad. Haz agradable para tu esposo este cortejo matrimonial. 21 Aléjate de aquí,
pues ésta ya tiene su marido. Estoy suplicando al Vigilante Vishvavasu, con homenajes
y cantos de alabanza. Busca a otra, con las señales de la pubertad, y que habite aún en la
casa de su padre: es tu derecho natural, no te olvides. 22 Aléjate, Vigilante Vishvavasu,
te suplicamos y rendimos homenaje. Busca a otra que esté llena de deseo. Deja a ésta
con su esposo. 23 ¡Que no tengan espinas y sean bien derechos los caminos, por los que
van nuestros amigos a pedir a la novia en matrimonio! ¡Que Aryaman y Bhaga nos
conduzcan! ¡Que este matrimonio, oh Divinidades, sea fácil de dirigir! 24 Te libero del
lazo de Varuna, con el cual fuiste enlazada por el amistoso Savitar. En el seno del Orden
te establezco, en el seno de las acciones buenas, sana y salva con tu esposo. 25 De esta
parte familiar de la novia, te dejo libre, no de aquella parte familiar del novio. Allá te
enlazo firmemente. Oh generoso Indra, ¡que muchos hijos la rodeen y que su suerte sea
buena! 26 ¡Que el guía del camino Püshan te conduzca desde acá, tomándote por la
mano! ¡Que los conductores de carros [Ashvins] te lleven en su carro! Anda a la casa
de tu esposo, para ser la señora del hogar. Háblales a todos, como quien posee la

99
autoridad. 27 ¡Que la felicidad se acreciente para ti, rodeada de tus hijos! Llénate de
vigilancia para dirigir y conducir tu hogar. Une tu cuerpo al de tu esposo. Y, en la vejez,
podáis los dos gobernar vuestra familia. 28 Comentario: Azul y rojo es el hechizo. En
él se manifiesta la adhesión. Prosperan los parientes de la novia. El esposo es atado con
cadenas. 29 Regala tu vestido y reparte bienes entre los Sacerdotes bracmanes. El
hechizo adquiere pies y, como esposa, toma posesión de tu marido. 30 Su cuerpo se
torna repelente, cuando este mal le da su brillo, cuando el esposo se recubre con el
vestido de la esposa. 31 El sacerdote: ¡Que las Divinidades, que merecen sacrificios,
envíen al lugar de donde han venido a las enfermedades y dolencias, que han seguido el
esplendente cortejo de la novia! 32 ¡Que los ladrones de caminos, que estén en
emboscada, no encuentren a los dos esposos! ¡Que por buenos senderos escapen
siempre a todo mal! ¡Que las adversidades se retiren! 33 Es una esposa afortunada.
Venid y contempladla. Deseadle felicidad, y luego regresad a vuestras casas. 34
Comentario: Es ardiente y acre; tiene espinas; es venenoso, no se puede comer. El
Sacerdote bracmán, el que conoce a Sürya, merece recibir el vestido de la novia. 35
Descuartizamiento, corte, despedazamiento. Mira las formas de Sürya. El Sacerdote
bracmán las purifica. 36 El novio: Para felicidad tomo tu mano, para que, conmigo
como esposo, alcances la vejez. Para que dirijas nuestro hogar te han entregado a mí las
Divinidades: Bhaga y Aryaman, Savitar y Puramdhi. 37 Oh guía del camino Püshan,
envíamela adornada con los mejores augurios. ¡Que sea una mujer, en quien el hombre
puede depositar su simiente de vida, que separe los muslos llena de deseo, y en quien
pueda introducir mi pene también lleno de deseo! 38 El sacerdote: Primeramente, oh
Agni, junto con su cortejo, llevaron hacia ti a Sürya. Devuelve la esposa a su esposo,
concediéndoles descendencia. 39 Comentario: Agni devolvió a la esposa con larga vida
y esplendor. ¡Que su esposo disfrute larga vida! ¡Que viva cien otoños abundantes! 40
Soma, el primero, tomó posesión de ella, luego el Gandharva; Agni fue tu tercer esposo,
un hombre es el cuarto. 41 El novio: Soma se la entregó al Gandharva, el Gandharva a
Agni y Agni me la entregó a mí con hijos y riquezas. 42 El sacerdote: Permaneced
aquí, no os separéis jamás, alcanzad la plenitud de vuestras vidas, gozando y jugando en
vuestra propia casa, con vuestros hijos y con vuestros nietos. 43 El novio: ¡Que
Prajapati nos procure descendencia! ¡Que Aryaman nos cubra de sus gracias hasta
nuestra extrema vejez! Llena de buenos augurios, ingresa en el mundo de tu esposo. Sé
felicidad y dicha para nuestra gente, y para nuestros animales. 44 No tengas mala
mirada, no destruyas a tu esposo. Sé propicia a los ganados, de buen corazón y alegre
aspecto. Produce buenos hijos, ama a las Divinidades, sé agradable, sé felicidad y dicha
para nuestra gente y para nuestros animales. 45 El sacerdote: Generoso Indra, concede
que esta mujer tenga buenos hijos y sea afortunada. Concédele diez hijos, que su esposo
sea el onceavo. 46 Sé la reina frente a tu suegro, sé la reina frente a tu suegra, sé la reina
frente a tu cuñada, sé la reina frente a tus cuñados 47 El novio: ¡Ojalá todas las
Divinidades unan nuestros corazones, las Aguas y Mátarishvan, el Creador y Deshtrí!

(VR 10.85) (Kashyap-Hernández 2012) 3: “El que está bebiendo piensa que es soma
/aquella hierba que han machacado. /Sin embargo, aquello que el conocedor de Brahma
[brahmāna] conoce en realidad como Soma, /de ello nadie puede tener una probada.
[…] 7 El pensamiento fue la almohada /y la visión el colirio de los ojos; /el Cielo y la
Tierra su cofre de obsequios, /cuando Sūryā fue a su esposo. […] 36 Tomo tu mano
para tener un gozo perfecto, para que conmigo, tú esposo, /llegues a la vejez. /Por las
deidades Bhaga, Aryamā, Savitri y Purandhi me has sido dada para ser la divinidad del
Altar de mi hogar.

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(VR 10.86) Himnos del Sabio Indra

Historia del Sabio Indra, su mujer Indraní y un mono.

(VR 10.86) (Tola 2014) 1 Indrání: Donde quiera que haya estado mi amigo, el Mono
Macho, gozando con la comida suculenta de algún piadoso devoto, ahí han dejado de
presurar el soma para Indra y de considerar a Indra una Divinidad. Indra es superior a
todos. 2 Pero eres, Indra, pasas por alto las faltas del Mono Macho, y ya en ningún
lugar encuentras soma para beber. Indra es superior a todos. 3 Indra: ¿Qué te ha hecho,
Indraní, mi Mono Macho, el animal de oscuro pelaje, para que lo odies con tanta ira, o
la suculenta comida de algún piadoso devoto? Indra es superior a todos. 4 Indrání: A tu
querido Mono Macho, que Tú, Indra, tanto proteges, ¡ojalá se le prenda de las orejas
alguno de esos perros, que cazan el jabalí! Indra es superior a todos. 5 El mono ha
hablado mal de mis encantos, tan bien torneados y decorados. Le he de romper la
cabeza. El facineroso, nada bueno sacará de mí. Indra es superior a todos. 6 No hay
mujer que tenga caderas más hermosas que las mías, ni que sea más ardiente, se le
abrace mejor al hombre y levante mejor las piernas. Indra es superior a todos. 7 El
Mono: ¡Ah mamita!, tan fácil de conseguir, para mí también lo serás. Ya mis posaderas,
mis piernas y mi cabeza se escarapelan de placer. Indra es superior a todos. 8 Indra: Oh
Indraní, de hermosos brazos, lindos dedos, cabellera espesa, anchas caderas, ¿por qué,
siendo mujer de héroe, estás mortificando a nuestro Mono Macho? Indra es superior a
todos. 9 Indrání: El sinvergüenza cree que no tengo marido: y lo tengo, soy la mujer de
Indra, y los Maruts son mis amigos. Indra es superior a todos. 10 Cuando he ido a los
sacrificios y a las fiestas, siempre he sido honrada como ordenadora del rito, como
mujer casada, como esposa de Indra. Indra es superior a todos. 11 Y he oído decir a las
mujeres que siendo la mujer de Indra, soy la más afortunada, pues mi esposo jamás se
morirá de viejo. Indra es superior a todos. 12 Indra: Nunca he estado contento sin mi
amigo el Mono Macho. las Divinidades, también, reciben con agrado su ofrenda de
agua pura. Indra es superior a todos. 13 El Mono a su hembra: Vrishákapiya, eres rica,
con buenos hijos y con buenas nueras; Indra comerá tus bueyes. Es la ofrenda que le
agrada y que todo lo consigue. Indra es superior a todos. 14 Indra: Si me cocinan a la
vez quince o veinte bueyes, me como el lomo de todos ellos, y así me quedo satisfecho.
Indra es superior a todos. 15 Vrishákapiya: Oh Indra, como toro de puntiagudos
cuernos, que muge en medio del rebaño, así es la bebida que te agrada y que él te está
preparando: que estés contento es todo su deseo. Indra es superior a todos. 16 Indrání:
Ese no puede, pues el pene le cuelga en medio de las piernas. Éste sí puede, pues el
peludo se le para aun cuando está sentado. Indra es superior a todos. 17 Vrishákapiya:
Ese no puede, aunque el peludo se le pare cuando está sentado. Este sí puede, aunque el
pene le cuelgue en medio de las piernas. Indra es superior a todos. 18 Indra, el Mono
Macho ha conseguido un asno del monte, que ya está muerto, un cuchillo, una canasta,
una vasija nueva y una carreta repleta de leña. Indra es superior a todos. 19 Indra: Voy
mirando, diferenciando al pueblo ario y al pueblo originario; bebo el soma del que lo
prepara sin fraude y sin engaño, y siempre busco al que sabe hacerlo. Indra es superior a
todos. 20 Los despeñaderos, los desiertos, ¡cuántas leguas por recorrer! Vuelve a casa,
Mono Macho, está más cerca. Indra es superior a todos. 21 Indrání: Vuelve a casa,
Mono Macho, haremos las paces. Vuelves por el camino, siendo que ahuyentas el
sueño. Indra es superior a todos. 22 Comentario: Cuando fuisteis a vuestra casa, oh
Mono Macho, oh Indra, ¿a dónde se fue el animal que hace tan gran daño? ¿con quién
se fue el que molesta a la gente? Indra es superior a todos. 23 Parshu Vrishákapiya, hija

101
de Manu, tuvo veinte hijos en un solo día. Aunque su cuerpo sufrió, en verdad que fue
feliz. Indra es superior a todos.

Himno al Primer Gran Sacerdote [Hotar] que es Vaishvanara.

(VR 10.88) (Tola 2014) 1 La ofrenda, la agradable bebida que jamás envejece, ha sido
vertida en el Fuego, creador de claridades, que alcanza hasta el cielo. Las Divinidades
lo difundieron con las oblaciones, para que sostuviera al mundo, para que lo
mantuviera. 2 Hundido en tinieblas, cubierto por ellas estaba el universo. Cuando nació
el Fuego, hízose la luz. Las Divinidades, el Cielo y la Tierra, las aguas y las plantas se
alegraron con su amistad. 3 Inspirado por las Divinidades, que merecen sacrificios,
celebraré al Fuego, inmenso, que jamás envejece. Con su resplandor iluminó los
mundos, al Cielo y a la Tierra, y a los espacios intermedios. 4 Fue el primer Gran
Sacerdote [hotar], amado por las Divinidades, fue su elegido, y lo cubrieron de grasa
derretida. El Fuego Jatavedas hizo prosperar a lo que vuela y a lo que camina, a lo que
está inmóvil y a lo que se mueve. 5 Oh Fuego Jatavedas, te hemos rendido homenaje
con nuestros himnos, cantos y oraciones, pues con tu resplandor te colocaste en la
cumbre de los mundos. Siempre has sido digno de nuestras ofrendas. Llenas los dos
mundos. 6 De noche, es el Fuego la cabeza de este mundo; en el alba, del Fuego nace el
sol, que se eleva en el espacio. Sabed que es magia de las Divinidades, que merecen
sacrificios, si Él, experto y empeñoso, realiza su tarea. 7 Las Divinidades, que protegen
cuerpo y vida, acompañándose de Himnos, vertieron sus ofrendas en aquel Fuego que se
originó en el Cielo, que brilló apenas encendido, cautivando con su grandeza las
miradas, y difundiendo por doquiera su esplendor. 8 Las Divinidades crearon los
Himnos, luego el Fuego, luego la Ofrenda, y llevaron a cabo el Sacrificio, que protege
cuerpo y vida. Lo saben las Aguas, el Cielo y la Tierra. 9 Aquel Fuego, creado por las
Divinidades y en el cual ofrecieron como Sacrificio a todos los mundos, aquel Fuego,
irguiéndose, con su resplandor dio calor al Cielo y a la Tierra. 10 Acompañándose de
cantos elogiosos, las Divinidades crearon en el Cielo, y lo dividieron en tres: terrestre,
atmosférico y celestial; al Fuego que, con sus poderes, ha llenado los dos mundos. El
hace madurar las plantas de toda especie. 11 Todos los seres lograron ver, cuando las
Divinidades que merecen Sacrificios, colocaron en el Cielo al Fuego, bajo la forma del
Sol, hijo de Aditi, y cuando apareció la pareja: sol y luna, de los dos constantes
viajeros. 12 Las Divinidades crearon, para todo el universo, al Fuego Vaishvanara,
como emblema de los días. Él desplegó las esplendorosas auroras, y, viniendo, pone al
descubierto, con su luz, a la tiniebla. 13 Las Divinidades, videntes dignos de
homenajes, crearon al Fuego Vaishvanara, que no conoce la vejez, el astro antiguo que
jamás delinque, que se desplaza sin cesar, testigo del misterio, poderoso, inmenso. 14
Invocamos con nuestros versos al Fuego Vaishvanara, que resplandece cada día, al
vidente, que con su grandeza, rodea por arriba y por debajo, a los dos inmensos mundos.
15 Existen dos caminos para las Divinidades, Antepasados y mortales. Va por ellos
cuanto vive entre la madre Tierra y el padre Cielo. 16 Los dos mundos, que se
enfrentan, sostienen al que se desplaza, al que nació en su cumbre y es captado por la
mente. Está frente a todos los mundos, no conoce la desidia, lleno de ímpetu,
esplendoroso. 17 ¿Quién de nosotros dos, el Gran Sacerdote [Hotar] y el Sacerdote
[Bracman], que dirigimos el Sacrificio, comprende en verdad, cuando hablan el de allá y
el de aquí? Los amigos prepararon la fiesta y ya vienen hacia el Sacrificio. ¿Quién nos
aclarará esto? 18 ¿Cuántos son los fuegos, cuántos los soles, cuántas las auroras,
cuántas las aguas? No os estoy diciendo esto para molestaros, oh Antepasados; os
pregunto para saberlo. 19 Oh Mátarishvan Agni, mientras las llamas de hermosas alas

102
no se envuelven en el brillo de la Aurora, el Sacerdote bracmán, tomando asiento frente
al Gran Sacerdote [hotar], acercándose, ofrece el Sacrificio.

Himno al primer hombre [Purusa].

(VR 10.90) (Doniger 1975) 1-16 El primer Hombre [Purusa] tiene mil cabezas, mil
ojos, mil pies. Se extiende por la tierra en todas partes y la supera en el ancho de diez
dedos. El propio Hombre es todo esto, todo lo que ha sido y todo lo que será. Él es el
señor de la inmortalidad y señor también de lo que crece por el alimento. Ésa es su
grandeza, y el Hombre es todavía mayor que eso. Todas las criaturas constituyen un
cuarto de él; tres cuartos son lo inmortal del cielo. Con tres cuartos el Hombre ha subido
arriba, y un cuarto de él todavía permanece aquí, desde donde se extiende por todas
partes, penetrando lo que come y lo que no come. De él nació Viraj, y de Viraj vino el
Hombre, que, habiendo nacido, se extendió más allá de la tierra por delante y por detrás.
Cuando los dioses ofrecieron el sacrificio, utilizando al Hombre como ofrenda, la
primavera fue la mantequilla resplandeciente; el verano, el combustible; el otoño, la
oblación. Ungieron al Homhre, el sacrificio, nacido en el principio, sobre la hierba
sagrada. Con él los dioses, los Sadhyas y los sabios sacrificaron. De ese sacrificio en el
que se ofreció todo, se obtuvo la mantequilla resplandeciente, y ellos la transformaron
en los animales que viven en el aire, en el bosque y en las aldeas. De ese sacrificio en el
que se ofreció todo, nacieron los versos y los cantos, nacieron los metros y las fórmulas
De él nacieron los caballos y aquellos otros animales que tienen una doble serie de
incisivos; de él nacieron las vacas, y las cabras y las ovejas nacieron de él. Cuando
dividieron al Hombre, ¿en cuántas partes lo dispersaron? ¡¿Qué fue de su boca, qué de
sus brazos, qué de sus dos muslos y cómo llamaron a sus pies? Su boca fue el brahmán,
sus brazos se convirtieron en los nobles, sus dos muslos fueron el pueblo, y de sus pies
nacieron los siervos. La luna nació de su mente; el sol nació de su ojo. De su boca
vinieron lndra y Agni, y de su aliento vital nació el viento [Vayu]. De su ombligo nació
la atmósfera; de su cabeza apareció el cielo. De sus dos pies vino la tierra, y las regiones
del firmamento de sus orejas. De este modo formaron los mundos. Había siete palos de
fuego rodeándole y tres veces siete palos de fuego cuando los dioses, al ofrecer el
sacrificio, ataron al Hombre como animal sacrificial. Con este sacrificio los dioses
sacrificaron; éstos fueron los primeros dharmas. Y estos poderes alcanzaron la bóveda
del cielo, donde habitan los antiguos Sadhyas y los dioses.

(VR 10.90) (Wilkins 1900) 1 Purusha tiene mil cabezas, mil ojos y miel pies.
Envolviendo a la tierra por todas partes, él la sobrepasa en diez dedos. El mismo
Purusha es todo este universo, todo lo que ha sido y todo lo que será. Él es también el
señor de la inmortalidad, pues se expande al alimentarse. Todo lo existente es una cuarta
parte de él, y las tres cuartas partes restantes es lo que es inmortal en el cielo. Con tres
cuartas partes Purusha asciende en las alturas. Una cuarta parte de él fue producido de
nuevo aquí. De él nació Viraj, y de Viraj, Purusha. Cuando los dioses realizaron un
sacrificio, con Purusha como oblación, la primavera fue la manteca, el verano el
combustible y el otoño la ofrenda acompañante. De este sacrificio universal se obtuvo la
cuajada y la manteca. De este sacrificio universal salieron los versos Rich y Saman, las
medidas y el Yajush; de él salieron los caballos y todos los animales que poseen dos
filas de dientes, tales como los terneros, las cabras y las ovejas. «Cuando los dioses
dividieron a Purusha ¿en cuántas partes lo cortaron? El Brahman salió de su boca, el
Rajanya de sus brazos, el ser llamado Vaisya de sus muslos y Sudra salió de sus pies. La
mañana surgió de su alma (manas), el sol de su ojo, Indra y Agni de su boca y Vayu de

103
su aliento. De su ombligo salió el aire, de su cabeza el cielo, de sus pies la tierra, de su
oído los cuatro puntos cardinales; de esta manera los dioses formaron los mundos».

(VR 10.90) (Coomaraswamy 1932) 1 La Persona [Purusa] tiene un millar de ojos, un


millar de cabezas, un millar de pies: Envolviendo a la Tierra por todos lados, gobierna
firmemente establecido en el corazón. 2 La Persona es también todo Esto, a la vez lo
que ha sido y lo que ha de venir, Incluso el Señor de la Vida cuando se levanta por el
alimento. 3 Por grande que sea su Omnipotencia, sin embargo, más grande es la de la
Persona: Un cuarto de él es todas las existencias, tres cuartos en el Espacio [Empíreo]
(divi) inmortal. 4 Con tres partes la Persona está arriba, pero una parte vino a la
existencia aquí: Desde ese momento procedió por todas partes, considerando animar e
inanimar. 5 De él nació la Naturaleza (Viraj), de la Naturaleza nació la Persona: Cuando
nació, extendió la Tierra desde el Este al Oeste. 6 Cuando los Ángeles prepararon el
sacrificio con la Persona para su ofrenda, La Primavera era el aceite, el Verano el
combustible, el Otoño la ofrenda. 7 A Él, a la Persona primogénita, lo rociaron sobre el
esparcido: Los Ángeles, los Santos y los Profetas (Rayaú) hicieron por él el sacrificio. 8
Cuando toda la ofrenda se hubo consumado, de ese sacrificio, se recogió el aceite
esparcido: Eso lo hicieron los pájaros y los animales del campo y del bosque. 9 Cuando
la ofrenda se hubo consumado, de ese sacrificio, nacieron los Versos y las Liturgias
(Sama), Y los Metros, y los Formularios (Yajur) nacieron también de él. 10 De ahí
nacieron los caballos, y todos los animales que tienen dientes cortantes en ambas
mandíbulas. De ahí nacieron las vacas, e igualmente las cabras y las ovejas. 11 Cuando
dividieron a la Persona, ¿cuán múltiplemente le dividieron? ¿Qué era su boca? ¿Qué
eran sus brazos? ¿cómo se nombraron sus muslos y sus pies?. 12 El Sacerdote
Brahmana era su boca; de sus brazos se hizo el Gobernante (Rajanya); De sus muslos se
hicieron los Mercaderes (Vaisya); de sus pies nacieron los Siervos (Sudra). 13 La Luna
(Candrama) nació de su Intelecto (manas); el Sol (Surya) de su ojo; De su boca nació el
Rey Indra y el Fuego Agni; de su soplo (prâna) nació el Viento Vayu. 14 De su
ombligo nació el Firmamento; de su cabeza salió el Cielo (dhyaus); De sus pies la
Tierra: las Direcciones salieron de sus oídos: así designaron a los Tres Mundos (lokan).
15 Con un sacrificio los Ángeles sacrificaron al Sacrificio; se establecieron las primeras
Leyes. 16 Estos Todopoderosos moran en el Espacio (nakam) desde muy antiguo; allí
están los Santos (sadhyas), y los Ángeles.

(VR 10.91) (?) (Colebrooke-García Calderón 1924) 1 A esta víctima que estaba ligada
con lazos por cada lado y extendida por los esfuerzos de ciento un divinidades, los
padres, que ligaron, formaron y colocaron la cadena y la trama, la adoran. El primer
varón extendió y enrolló ésta tela y la desplegó en el mundo y en el cielo estos rayos
del creador reunidos al altar y preparados para los cantos sagrados y los hijos de la
cadena. ¿Cuál era la dimensión de esta víctima divina que todos las divinidades
sacrificaron? ¿cuál era su forma? ¿cuál era el motivo? ¿la clausura? ¿la medida? ¿la
oblación? ¿la plegaria? Primero fue producida la Gayatri acompañada del fuego,
enseguida el sol Savitri acompañado de Ashnih; enseguida la luna espléndida con
Anushtubh y con las plegarias; mientras Vrihali acompañó la elocución de Brthaspti
[Júpiter]. Virati fue sostenida por el sol Mitra y por el agua Varuna; pero la parte
media del día y Trishtuhh formaron la comitiva de Indra; El movimiento [Djagati] vino
después de todas las divinidades y por este sacrificio se formaron los sabios y los
hombres. Cuando se celebró este antiguo sacrificio, fueron formados por él los sabios,
los hombres y nuestros antepasados. Mirando con espíritu atento esta oblación, que
celebraron los santos primitivos, los venero. Los siete sabios inspirados siguen con

104
plegarias y acciones de gracias las huellas de estos santos primitivos y practican con
cordura la ofrenda de los sacrificios; como los conductores de carros se sirven de
riendas para guiar a sus caballos.

Himno a Rudra Siva.

(VR 10.92) (Kramrisch 1981) 9 Rudra [salvaje-celoso] es Siva [amable-piadoso]

Historia del rey Pururavas y la ninfa Urvashi.

(VR 10.95) (Tola 2014) 1 Purüravas: Ten sensatez, mujer cruel, detente; cambiemos
unas palabras; nuestras meditaciones, inexpresadas, no pueden producirnos alegría en
el día de mañana. 2 Urvashí: ¿Qué haría con tus palabras? Pasé para ti, como la primera
de las auroras. Vuelve a tu casa, Purüravas. Soy, como el viento, difícil de alcanzar. 3
Purüravas: Para conquistar el triunfo, no recurrieron a la flecha, el dardo del carcaj; no
recurrieron al ímpetu, que gana vacas por centenas: en cobarde designio hicieron como
que relampagueaba y, ruidosos, dejaron oír balidos cual corderos. 4 Ella le trajo al padre
de su esposo bienestar y alegría. Y cuantas veces su amante lo deseaba, iba de la alcoba
vecina a su alcoba, donde era feliz, pues, de día y de noche, él la penetraba. 5 Urvashí:
Tres veces al día me penetrabas, y, sin que te lo pidiera, me colmabas. Purüravas, a tu
voluntad me avine; fuiste, hombre, el señor de mi cuerpo. 16 Cuando viví entre los
hombres bajo una forma que no es la mía, durante cuatro años todas las noches pasé
contigo. Una gota de crema me alimentaba cada día, y con ella quedaba satisfecha. 6
Purüravas: Aquellas que eran ronda brillante y unida en el cariño, como un ojo en el
lago, asidas entre sí y juguetonas, aquellas se fueron como los colores de la aurora -cada
cual con más premura- y gritaban como vacas cargadas de leche. 8 Como un mortal, me
acerqué a esas inmortales que habían cambiado de forma, ellas huyeron de mí, como
gacelas temerosas, asustadas como caballos que se encabritan contra el coche. 9
Urvashi: Cuando algún mortal, lleno de pasión por esas inmortales, se junta a sus
rondas, como si ellos lo desearan, entonces ellas, embelleciendo sus cuerpos, se
transforman en cisnes, retozando como yeguas que se mordisquean jugando. 7 Urvashí:
Cuando naciste, las Divinidades te rodearon, y te educaron los Ríos, que cantan su
propio elogio. Porque a ti, Purüravas, las Divinidades te crearon para la gran alegría del
combate, para la destrucción de los demonios. 11 Urvashí: Naciste para dar protección
a los hombres, Purüravas, pero malgastaste en mí tus energías. Me di cuenta y te
advertí, en aquellos días. ¿Qué puedas aducir –inútilmente- ahora? 10 Purüravas: Ah,
como un relámpago que cae, brilló para mí Urvashí, la mujer de las aguas que me trajo
la alegría. ¡Ojalá que nuestro hijo nazca viril y noble, ojalá que Urvashí le conceda larga
vida! 12 Purüravas: Cuando nuestro hijo nazca y ansie por su padre, al saberlo todo,
gemirá y hará rodar sus lágrimas. ¿Cómo puede alguien separar a dos esposos de
corazón unido, cuando aún brilla el fuego en la casa de sus padres? 13 Urvashi: Cuando
haga rodar sus lágrimas y gima por tu tierno cariño, te enviaré a tu hijo, que aún llevo en
mis entrañas. Pero vuelve a tu casa, insensato; no has podido conquistarme. 14
Purüravas: ¡Ojalá que Purüravas, tu apasionado amante, se vaya muy lejos para no
volver jamás! ¡Ojalá yazga en el seno de la Muerte! ¡Ojalá lo devoren los lobos
carniceros! 15 Urvashí: ¡Ah, no mueras, Purüravas, no te vayas! ¡Que no te devoren los
funestos lobos! El amor no existe en la mujer, sus corazones son de hiena. 17
Purüravas: A Urvashí, que va por el espacio y los aires atraviesa, soy su amante, le
ruego: venga a ti el deseo de hacer una obra buena: vuelve a mí, mi corazón está
sufriendo. 18 Purüravas, hijo de Ilá, las Divinidades te dicen: estás sometido a la

105
Muerte, tu descendencia debe honrar a las Divinidades con su ofrenda, y en el cielo
encontrarás la dicha.

Himno a Oshadhi [Plantas Sanativas y Pensamientos] del Chaman Bhishak.

(VR 10.97) (Kashyap 2012) 1 […] 2 ¡Oh Madre!, un ciento son tus habitaciones-
soporte, un millar también tus retoños, /por lo tanto tú, con un ciento de poderes, haz
para mí que estas personas (imam) estén libres de enfermedad (agadam). 3 […] 4 ¡Oh
Divinidades madres, oh hierbas!, pliego a ustedes (upabruve) /para que destruyan
(vighnati) los pecados (rapāmsi) y se lleven lejos (chātayamāna) el dolor resultante del
pecado (rapaha). 5 […] 6 El Sabio es el Chamán y el destructor de la enfermedad. 7
Las hierbas [oshadhi] están repletas de deleite del Soma, fuerza abundante (ūrja) y
vigor (ojas). 8-12 […] 13 La enfermedad vuela lejos como un águila. 14-16 […] 17 Las
hierbas descienden del cielo. 18 […] 19 Soma Delicioso nos impele a tener una larga
vida. 20-21 […] 22 Las hierbas dijeron: “Ponemos a salvo a aquél quien está preparado
por el conocedor de la Palabra Piadosa [Brahman]”.

Himno a Indra y su perra Sarama contra los Panis.

(VR 10.108) (Doniger 1975) 1-11 Los Panis dicen: ¿Con qué deseo ha venido Sarama
a este lugar? El camino es largo y fatigoso. ¿Cuál es la intención de tu visita? ¿Cómo
viniste aquí?¿ Y cómo cruzaste las aguas del Rasa? Sarama: He sido enviada como
mensajera de Indra, y deseo vuestros grandes tesoros, oh Panis. Por miedo a que las
saltara, las aguas me ayudaron; así crucé las aguas del Rasa. Panis: Sarama, ¿cómo es
Indra? ¿Cuál es la apariencia de aquel del que vienes como mensajera desde tan lejos?
Si él viene aquí, nos haremos amigos y él será el vaquero de nuestro ganado. Sarama:
No le conozco como alguien que pueda ser engañado; engaña a otros aquel que me
envía aquí como mensajera desde lejos. Las corrientes profundas no le ocultan;
vosotros, Panis, yaceréis allí matados por Indra. Panis: Éstas son las vacas que quieres,
hermosa Sarama, habiendo cruzado más allá de los confines del cielo. ¿Quién te las
daría sin lucha? Y nuestras armas están afiladas. Sarama: Vuestras palabras, oh Panis,
no son ejércitos. Vuestros cuerpos malvados pueden ser a prueba de flechas, el camino a
vosotros puede ser inexpugnable, pero el señor de las palabras sagradas [Brhaspati]
Indra no os perdonará en ningún caso. Panis: Sarama, este tesoro lleno de vacas,
caballos y riquezas está guardado seguro en las montañas. Los Panis, que son buenos
centinelas, lo guardan. En vano has hecho este viaje infructuoso. Sarama: Los Sabios:
Ayasyas, Añgirasas y Navagvas, hechos grandes por Soma vendrán aquí y participarán
de esta gran cantidad de ganado. Entonces os tragaréis vuestras palabras, oh Panis.
Panis: Sarama, puesto que has venido hasta aquí, impulsada por la fuerza de los dioses,
te haremos nuestra hermana. No vuelvas; ¡te daremos una parte del ganado, hermosa
dama! Sarama: No conozco fraternidad ni hermandad con vosotros; Indra y los
temibles Añgirasas son mi familia. Cuando los dejé, me parecieron deseosos del
ganado. Panis, escapad de aquí; escapad lejos de aquí, Panis: Que el mugiente ganado
salga por el camino recto, los animales que el señor de las palabras sagradas [Brhaspati]
Indra, los Sabios inspirados, las piedras de prensar y Soma encontraron cuando habían
sido escondidos.

(VR 10.110) Himnos del Sabio Jamadagni Bhārgava

(VR 10.137) Himnos ddel Sabio Sapta Rishayah

106
Himno a Dios (Uno)

(VR 10.114) (Kashyap-Hernández 2012) 5 Los Sabios videntes describen la seidad del
Uno (ekam santam) en variadas expresiones (bahudha vachobhih).

(VR 10.114) (Pérz Martin) 5 Él, con limpias alas, aunque solo Dios Uno en la
naturaleza, sabios cantores le forman en muchas figuras con canciones.

Himno a Indra embriagado por el Soma.

(VR 10.119) (Tola 2014) 1 Indra: Estoy pensando en lanzarme a conquistar vacas y
caballos. ¿Habré bebido demasiado Soma? 2 Como vientos impetuosos, las copas de
soma, que he bebido, me están arrastrando hacia arriba. ¿Habré bebido demasiado
Soma? 3 Como caballos que jalan un carro, las copas de Soma, que he bebido me están
arrastrando hacia arriba. ¿Habré bebido demasiado Soma? 4 Como mugientes vacas
hacia sus amados terneros, las ideas se agolpan hacia mí. ¿Habré bebido demasiado
Soma? 5 En mi corazón doy vueltas a mis pensamientos, como carpintero que da
vueltas al asiento del carro, que está arreglando. ¿Habré bebido demasiado Soma? 6
Nada me importan las cinco generaciones de los hombres, son apenas como un polvillo
que molesta en el ojo. ¿Habré bebido demasiado Soma? 7 Los dos mundos no se
comparan a uno solo de mis brazos. ¿Habré bebido demasiado Soma? 8 Supero en
grandeza al cielo y a la enorme tierra. ¿Habré bebido demasiado Soma! 9 Ah, ah,
cargaré a la tierra y a otro lugar la llevaré. ¿Habré bebido demasiado Soma? 10
Destrozaré, de un solo golpe, este o aquel costado de la tierra. ¿Habré bebido demasiado
Soma? 11 Parte de mí está en el cielo, parte la he jalado hacia la tierra. ¿Habré bebido
demasiado Soma? 12 Soy inmenso, y llego hasta las nubes. ¿Habré bebido demasiado
Soma? 13 Voy llevando las ofrendas para las Divinidades, parezco una casa atiborrada
de adornos. ¿Habré bebido demasiado Soma?

Himno al guerrero Hiranyagarbha [Prajapati] y a Dios (Uno).

(VR 10.121) (Villar 1975) 1 En el principio nació Hiranyagarbha; una vez nacido él
solo se convirtió en el señor del universo. El consolidó la tierra y este cielo. ¿A qué
Dios honraremos con nuestro sacrificio? 2 El es el que da la vida, él es el que da la
fuerza, cuyo mandato todos los hombres, cuyo mandato las Divinidades respetan.
Cuya sombra es inmortalidad, cuya sombra es muerte. ¿A qué Dios honraremos con
nuestro sacrificio? 3 El es el que por su poder se convierte en el único rey de todo el
mundo que respira, que duerme, que domina los bípedos y cuadrúpedos de este mundo.
¿A qué Dios honraremos con nuestro sacrificio? 4 Por cuyo poder estas montañas
nevadas existen, por cuyo poder existe el océano junto con el río Rasa según dicen, de
quien estos espacios son los dos brazos. ¿A qué Dios honraremos con nuestro
sacrificio? 5 Gracias al cual el cielo es poderoso y la tierra bien asentada, gracias al cual
el firmamento y el cielo están establecidos, que es el que mide el espacio en el cielo. ¿A
qué Dios honraremos con nuestro sacrificio? 6 A quien los dos ejércitos de cielo y
tierra, bien asentados por su ayuda elevan su mirada, temblando en su pensamiento;
sobre el cual el sol naciente brilla con fuerza. ¿A qué Dios honraremos con nuestro
sacrificio? 7 Cuando las grandes aguas se dirigieron en todas direcciones depositando el
germen y engendrando el fuego [Agni], entonces surgió la vida de las Divinidades, ¿A
qué Dios honraremos con nuestro sacrificio? 8 El cual por su poder miró las aguas que

107
depositaron el poder y engendraron el sacrificio. El cual es el único Dios entre las
Divinidades. ¿A qué Dios honraremos con nuestro sacrificio? 9 Que no nos cause daño
el que es el engendrador de la tierra, y el que engendró el cielo, el Dios de leyes que se
cumplen, el que engendró las aguas grandes y brillantes. ¿A qué Dios honraremos con
nuestro sacrificio? 10 Oh Prajapati, ninguno más que tú es dueño de todas estas cosas
engendradas. Que todo lo que deseamos al suplicarte sea nuestro. Que seamos dueños
de bienes suficientes.

(VR 10.121) (Tola 2014) 1 Como Germen de Oro surgió en el Principio. Apenas nació,
fue el único Señor de lo existente. Dio firmeza al cielo y a la tierra. ¿Quién es aquel
Dios a quien debemos honrar con nuestra ofrenda? 2 ¿Quién es aquel Dios a quién
debemos honrar con nuestra ofrenda? Aquel que da la vida y da la fuerza, cuyas órdenes
acatan los seres y las Divinidades, ¿de quién son la sombra, la muerte y la
inmortalidad? 3 ¿Quién es aquel Dios a quien debemos honrar con nuestra ofrenda,
aquel que, por su grandeza, es el único Rey de los seres animados, que duermen y
respiran, el Señor del hombre y del animal? 4 ¿Quién es aquel Dios a quien debemos
honrar con nuestra ofrenda, aquel a quien, por su grandeza, todos dicen que le
pertenecen las montañas nevadas y el océano, la corriente Rasa y las regiones celestiales
que son como sus brazos? 5 ¿Quién es aquel Dios a quien debemos honrar con nuestra
ofrenda, aquel por quien la tierra y el cielo formidable se mantienen firmes, por quien el
firmamento y la bóveda celeste tienen consistencia, y que en el éter mide el espacio? 6
¿Quién es aquel Dios a quien debemos honrar con nuestra ofrenda, aquel hacia quien
dirigieron sus miradas las dos masas enfrentadas, temblando de terror, por su favor
sostenidas, aquel en quien el sol, surgiendo, resplandece? 7 Cuando llegaron las Aguas
poderosas, llevando como germen en sí al Universo, y haciendo nacer al Fuego,
entonces Él emanó, Dios (Uno), Espíritu de vida de las Divinidades. ¿Quién es aquel
Dios a quien debemos honrar con nuestra ofrenda? 8 ¿Quién es aquel Dios a quien
debemos honrar con nuestra ofrenda, aquel que, gracias a su grandeza, contemplaba a
las Aguas, que portaban en sí a Daksha e hicieron nacer al Sacrificio y que, Dios Uno,
está por encima de las Divinidades? 9 ¡Que no nos cause daño aquel que creó el Cielo y
la Tierra, y las Aguas poderosas y espléndidas, y cuya voluntad siempre se cumple!
¿Quién es aquel Dios que debemos honrar con nuestra ofrenda? 10 Oh Prajapati, sólo tú
abarcas todo lo creado. ¡Ojalá consigamos lo que estamos deseando, aquello por lo cual
te presentamos esta ofrenda! ¡Ojalá seamos poseedores de bienes suficientes!

(VR 10.121) (Cattedra 2007) 1 En el comienzo surgió Hiranyagarbha: Nacido como


único Señor de toda la existencia. Afirmó la tierra, y estableció el cielo. ¿A que Dios
adoraremos con nuestras oblaciones? 2 ¿Quién nos ha dado el aliento [âtman], la fuerza,
cuyos mandamientos todas las criaturas, aun los brillantes dioses, deben obedecer?
Aquel para quien la vida es una sombra y asimismo la muerte […] ¿A qué Dios
adoraremos con nuestras oblaciones? 3 Aquel que por su poderío llego a ser el rey del
mundo, de todos los que respiran y de los que sueñan despiertos, de todo hombre y de
toda bestia, el Señor eterno, ¿a qué Dios adoraremos con nuestras oblaciones? 4 Aquel
cuyo poder y majestad hizo elevar las altas cumbres nevadas, el océano pleno de Rasa y
los lejanos ríos, aquel cuyos brazos extendidos abrazan las regiones distantes (el cielo y
la tierra). ¿A qué Dios adoraremos con nuestras oblaciones? 5 Aquel que hizo el cielo
brillante y a la tierra permanente, que fijo las estrellas, el cielo del cielo, y que midió el
aire que impregna los espacios […] ¿a qué Dios adoraremos con nuestras oblaciones? 6
Aquel a quien acuden con el corazón tembloroso las dos armadas buscando sus apoyos,
aquella de más allá del sol que viene a elevarlo los rayos de su luz […] ¿a qué Dios

108
adoraremos con nuestras oblaciones? 7 Y las que traen las aguas superiores, portando el
universo como un embrión, dando vida a Agni, a quien el emano, único principio de
vida de los dioses […] ¿a qué Dios adoraremos con nuestras oblaciones? 8 Aquel que en
su poderío abraza las aguas portadoras de daksa, que instalan el sacrificio, aquel que
para los dioses es el único Dios, ¿quién es este Dios a quien honramos con nuestras
oblaciones? 9 ¡Quiera él perdonarnos!, el que generó la tierra y engendró el cielo, el
Dios de las leyes verdaderas, que engendran a las aguas brillantes. ¿A qué Dios
adoraremos con nuestras oblaciones? 10 Ningún otro más que tú, oh Prajapati, tiene
soberanía sobre todos los seres, quieras Tú donarnos nuestros deseos, cuando te
dedicamos la oblación […] quieras Tú otorgarnos maestría sobre la riqueza […]

Himno a la Palabra o espíritu.

(VR 10.125) (Kashyap-Hernández 2012) 1 Camino con los Rudrās y con los Vasus; con
los ādityās y también con Todas-las-Divinidades (vishvedevāha).

(VR 10.125) (Tola 2014) 1 Voy con los Rudras, con los Vasus, con los Ádityas, y con
todas las Divinidades. Llevo a Mitra y a Varuna, a Agni, a Indra, y a los dos Ashvins. 2
Llevo a Soma, que se debe presurar, a Tvashtar, a Püshan y a Bhaga. Procuro riqueza al
que, procediendo con esmero, presenta la ofrenda, ofrece el Sacrificio, exprime el
Soma. 3 Soy la reina de los tesoros, la que los acumula, soy la sabia, la primera entre los
que merecen sacrificios. Las Divinidades me han depositado en múltiples lugares, me
han dado numerosas sedes, me han hecho asumir diversas formas de voz. 4 Gracias a mí
el hombre come, ve, respira y oye. Sin saberlo, dependen de mí todos. Escucha tú, que
eres ilustre, te estoy diciendo algo que debes creer. 5 Declaro esto, que aceptan las
Divinidades y los hombres: a quien quiero, lo hago poderoso, lo hago Sabio [rishi], lo
hago Sacerdote bracmán, lo hago Sabio. 6 Extiendo el arco de Rudra, para que sus
flechas maten al enemigo de las Divinidades. Provoco la lucha entre los hombres.
Compenetro el Cielo y la Tierra. 7 En la cumbre de este mundo doy a luz a mi padre. Mi
origen está en el Océano y en las Aguas. De ahí me extiendo por todo el universo y con
mi frente toco el firmamento. Soplo con el Viento, abarcando el universo, más allá del
Cielo, más allá de la Tierra: Tal es mi grandeza.

(VR 10.125) (Pérez Martín 2000) 4-5-6 «[...] Soy quien sostiene a Mitra-Varuna. Soy
quien sostiene a Indra-Agni. Soy quien sostiene a los dos Ashvin.

Himno a Ratri, la Noche.

(VR 10.127) (Villar 1975) 1 Ratri [Noche], al llegar, ha mirado con sus ojos, ella la
Divinidad, en diversas direcciones. Se ha revestido de todos los esplendores. 2 Ella, la
Divinidad inmortal, ha llenado el ancho espacio, las depresiones y las alturas. Con la
luz rechaza las tinieblas. 3 Ha apartado con su llegada a su hermana, la Aurora. Las
tinieblas se retiran. 4 Eres la Divinidad a cuya llegada nos hemos retirado a descansar,
como aves a su morada en el árbol. 5 Los hombres se han ido a descansar, al igual que
los animales de la tierra y que las aves aladas, al igual que las águilas orgullosas. 6
Aparta de nosotros a la loba, al lobo, aparta al ladrón, oh Divinidad ondulante. Que
podamos atravesarte con bien. 7 Hacia mí se han instalado las tinieblas negras,
adornadas, ungidas de estrellas. Oh Aurora, ponías en orden como las deudas de Ratri.
8 He hecho llegar hasta ti este homenaje como el vaquero hace llegar las vacas a los
pastos; recíbelo, hija del cielo, oh Ratri [Noche], como se hace llegar al vencedor.

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(VR 10.127) (Tola 2014) 1 La divina Noche ha llegado. Por todas partes, con sus ojos,
nos está mirando. Se ha puesto todas sus galas. 2 La Divinidad inmortal ha llenado el
inmenso espacio, los valles y las cumbres de los montes. Expulsó, con su resplandor, a
las tinieblas. 3 Llegó la Divinidad e hizo que su hermana, la luz del día, se retirara.
También han de retirarse las tinieblas. 4 Con su venida nos entregamos al reposo, como
las aves, en el árbol, en sus nidos. 5 Se han entregado al reposo las aldeas, los que van
caminando, los que tienen alas y las voraces águilas. 6 Oh ondulante, aleja al lobo y a la
loba, aleja al ladrón. Sé, para nosotros, fácil de atravesar. 7 Pintando todo de negro,
palpables, las Tinieblas han llegado a mí. Como a deudas, expúlsalas, oh Aurora. 8
Como un rebaño de vacas, he conducido hacia ti mi Himno; acéptalo, oh hija del Cielo,
oh Noche, como un canto para el vencedor.

Himno a Dios (Uno).

(VR 10.129) (Wilkins 1900) 1-7 No había nada en absoluto ni aire, ni cielo, ¿Qué es lo
que lo cubría todo? ¿En qué descansaba todo? ¿En un profundo estanque de agua?
Entonces no había ni muerte ni no muerte. Ni transición del día a la noche. El Uno
respiraba reposadamente sustentado por sí mismo; Nada existía fuera de él. La
oscuridad, escondida en la oscuridad, Existió primero; un mar eludía su visión. Ese Uno
emitió una voz en el caos que creció por fervor interno. Dentro de ella apareció en
primer lugar el deseo, El germen primario de la mente, que une la nada con la existencia
Al igual que en su búsqueda los sabios descubren algo. El rayo luminoso que fue
disparado A través del lúgubre y oscuro abismo. ¿Estaba abajo, o arriba en lo alto?
¿Qué poeta puede responder a esta pregunta? Allí se hallaron poderes fecundativos y
forcejearon fuerzas poderosas. Una masa sustentada por sí misma por abajo y por
energía por arriba. ¿Quién sabe de dónde salió esta vasta creación? Ningún dios había
nacido todavía: ¿Quién puede entonces desvelar la verdad? ¿De dónde salió este
mundo? ¿Fue creado por mano divina? Sólo el Señor del cielo puede decirlo Si es que
alguien puede hacerlo».

(VR 10.129) (Colebrooke-García Calderón 1924) 1 Entonces no existía allí ni entidad


ni no entidad; ni el mundo, ni el cielo, ni cosa alguna encima de él; nada, por todas
partes, en la felicidad de ningún ser, envolviente ó envuelto; ni agua: todo era profundo
y peligroso. La muerte no existía, no había entonces inmortalidad; ni distinción de día y
de noche. Pero Aquel Dios Uno respiraba sin aspiración, sin aliento, sólo con aquella,
cuya vida sostiene en su seno. Fuera de él, nada existía que después haya existido. Allí
estaban las tinieblas pues; este universo estaba envuelto en tinieblas y era indistinguible
como los fluidos mezclados de las aguas; pero esta masa que estaba cubierta de una
costra fue al fin organizada por el poder de la contemplación. Se formó el primer deseo
de su inteligencia, se tornó en la simiente productiva originaria; a esta simiente los
Sabios, reconociéndola en sus corazones como la inteligencia, la distinguen con el
nombre de no entidad, como el límite de la entidad. El rayo luminoso de estos actos
creadores ¿se esparció en el medio? ¿ó encima? ¿ó debajo? Esta simiente productiva se
tornó antiguamente en providencia ó almas sensibles y materia a los elementos: ella
que está sostenida en su seno por él, fue la parte inferior: y él, que observa, fue la parte
superior. ¿Quién conoce exactamente y quién podría afirmar en este mundo de dónde y
cómo provino esta creación? Las divinidades son posteriores a esta producción del
mundo. Entonces ¿quién puede saber de donde ella procede ó de donde ha salido este
mundo tan variado? ¿Si se sostiene ó no? el que, en el más alto de los cielos, es el

110
Gobernador y el Ordenador de este universo, debe saberlo ciertamente; pero ningún otro
ser puede poseer este conocimiento.

(VR 10.129) (Coomaraswamy 1932) 1 Entonces la No Existencia (asat) no era, ni la


Existencia (sat) tampoco; no era el cielo (rajas), ni tampoco el Empíreo (vyoman) de
más allá: ¿Qué cubría todo (âvar´var) y dónde, o qué era ese lugar de reposo (sarman)?
¿Qué eran las Aguas (ambhaú)?. El Abismo Insondable (gahana ga bh ram). 2
Entonces no era ni la muerte (m¨tyu) ni la vida (am¨ta), ni ningún advenimiento
(praketa) de la noche o del día: Ese Uno respiraba (n t) sin soplo (av ta) por poder
intrínseco (svadh), ningún otro era, ni nada más allá. 3 En el comienzo (agre), la
Obscuridad Inerte (tamas) estaba oculta (ge ha) por la Obscuridad Inerte (tamas). Este
todo era fluido (salila), indeterminado (apraketa): El vacío (tucchi) estaba cubierto
(apihita) por el vacío (bhu): Ese Uno nació (aj yat) por la omnipotencia (mahi) de la
intensión (tapas). 4 En el comienzo, surgió (samavartat) en ello la Voluntad (kama), la
semilla primordial (retas) del Intelecto (manas), eso fue lo primero: Buscando el
corazón (h d) por medio del pensamiento (man) los sabios cantores (kavayaú)
encontraron al pariente (bandhu) de la Existencia en lo No Existente (asat). 5 ¿Qué
rastro se tendió abajo, y qué rastro se tendió arriba?. La Semilla (retas) era, la
Omnipotencia (mahim na) era; el Poder Intrínseco (svadh) abajo, el Propósito (prayati)
arriba. 6 ¿Quién lo conoce exactamente? ¿quién puede exponerlo aquí? ¿De dónde
nació (j t)? ¿de dónde se derramó (vi i)? Estos Ángeles (devas) son de su derrame
(visarjana); de dónde vino a ser (babh va), entonces, ¿quién lo conoce?. 7 De donde
derramó (vis i), esto vino a ser (babh va); si Uno es señalado (dadhe) o no, El que es el
Omni-Ojo (adhyak·a) de ello en el Espacio supremo (vyoman), ciertamente conoce, o
no conoce.

(VR 10.129) (Avila 1999) 1 Entonces el ser no existía, ni tampoco existía el no-ser. / no
existía el espacio etéreo ni, más allá, la bóveda celeste. / ¿Había algo que se agitase?
¿Dónde? ¿Bajo la protección de quién? / ¿Existía el agua, ese profundo e insondable
abismo? 2 No existía la muerte, ni existía lo inmortal, ni signo distintivo de la noche y
del día. / Sólo el Uno respiraba, sin aire, por su propia fuerza. / Aparte de él no existía
cosa alguna. 3 En el comienzo sólo existía tiniebla envuelta en tiniebla. / Todo era agua
indiferenciada. / Principio de devenir rodeado por el vacío, / el Uno surgió, por el poder
de su propio ardor interno. 4 En el comienzo brotó en él el deseo, que fue el primer
semen de la mente. / Buscando en sus corazones, gracias a su sabiduría, / los sabios
encontraron el vínculo que une el ser con el no-ser. 5 Transversalmente extendieron su
cordel / ¿Existía un abajo? ¿Existía un arriba? ¿Existían fecundadores, existían
energías? / Debajo estaba la potencia, arriba estaba el impulso. 6 ¿Quién sabe la verdad?
/ ¿Quién puede decirnos de dónde nació, de dónde esta creación? / Los dioses nacieron
después gracias a la creación del universo. / ¿Quién puede saber, pues, de dónde surgió?
7 Aquel, que en el cielo supremo es su guardián / sólo aquel sabe de dónde surgió esta
creación / ya sea que él la hizo, ya sea que no, o tal vez ni él lo sabe»

(VR 10.129) (Tola-Dragonetti 2003) 1 Entonces no existían ni lo existente ni lo


inexistente, no existía el espacio etéreo, ni el cielo que está más allá. ¿Qué cubría?
¿Dónde? ¿Bajo la protección de quién? ¿Existía el agua, insondable, profunda? 2
Entonces no existía la muerte ni algo inmortal; no existía aparición de la noche, del día.
Sólo aquel Dios (Uno) [Ekam] respiraba sin aire, por su propia naturaleza. Aparte de él
no existía cosa alguna.

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(VR 10.129) (De Palma 2006) 1 No había entonces ni ser ni no-ser; /no había [existía]
el aire ni el cielo que está más allá. / 2 [...] Ese Uno, sin viento, respiraba por su propio
poder. 3 [...] 4 Surgió entonces en el comienzo el deseo /que fue la primera semilla de la
mente. /Los sabios, buscando con sabiduría en su corazón encontraron el eslabón entre
el ser y el no-ser».

(VR 10.129) (Tola 2014) 1 Entonces el No-ser no existía ni tampoco existía el Ser. No
existía el espacio etéreo ni, más allá, la bóveda celeste. ¿Había algo que se agitase?
¿Dónde? ¿Bajo la protección de quién? ¿Existía el agua, ese profundo, insondable
abismo? 2 No existía la muerte, ni existía lo inmortal, ni signo distintivo de la noche y
del día. Sólo lo Uno respiraba, sin aire, por su propia fuerza. Aparte de él no existía cosa
alguna. 3 En el comienzo sólo existía tiniebla envuelta en tiniebla. Todo era agua
indiferenciada. Principio de devenir rodeado por el vacío, lo Uno surgió por el poder de
su propio ardor interno. 4 En el comienzo brotó en El el deseo, que fue el primer semen
de la mente. Buscando en sus corazones, gracias a su sabiduría, los sabios encontraron
el vínculo que une al Ser con el No-ser. 5 Transversalmente extendieron su cordel.
¿Existía un abajo? ¿Existía un arriba? Existían fecundadores, existían energías. Debajo
estaba la potencia, arriba estaba el impulso. 6 ¿Quién sabe la verdad? ¿Quién puede
decirnos de dónde nació, de dónde esta Creación? Las Divinidades nacieron después y
gracias a la Creación del Universo. ¿Quién puede, pues, saber de dónde surgió? 7 Aquel
que en el Cielo Supremo es su Guardián, sólo Aquél sabe de dónde surgió esta
Creación, ya sea que Él la hizo, ya sea que no, o tal vez ni El lo sabe.

(VR 10.129) (Cattedra 2007) 1 No había entonces lo que es ni lo que no es. No había
cielo, ni firmamento más allá del cielo. ¿Qué poder existía? ¿Dónde? ¿Quién era ese
poder? ¿Había un abismo de aguas insondables? No había muerte ni inmortalidad
entonces. No había señales del día o de la noche. El Uno respiraba por su propio poder,
en profunda paz. Sólo el Uno era, no había nada más allá. La oscuridad se ocultaba en la
oscuridad. El todo era fluido e informe. Allí, en el vacío, por el fuego del fervor surgió
el Uno. Y en el Uno surgió el amor. El amor fue la primera semilla del alma. La verdad
de esto la hallaron los Poetas [Kavi] en sus corazones, rastreando en sus corazones con
sabiduría, los Poetas [Kavi] hallaron ese lazo de unión entre el ser y el no ser. ¿Quién
conoce de verdad? ¿Quien puede decirnos dónde y como surgió este universo? Los
dioses son posteriores a su comienzo: ¿quien conoce, pues, de donde viene esta
creación? Sólo ese Dios que ve en lo más alto del cielo, sólo él sabe de donde viene este
universo, y si fue hecho o no creado. Sólo él sabe, o quizás, él no sepa, o quizás, ni aun
el sepa.

Himno de la emanación.

(RV 10.130) (Kashyap-Hernández 2012) El poder universal [devatā] de las


divinidades está en cada uno de los metros de la escritura: Agni [gāyatri], Savitri
[ushnik], Soma [anushtup], Brihaspati [brihatī], Mitra y Varuna [virāt], Indra [trishtup],
Vishvedevāha [jagatī].

Himno chamánico del Asceta.

(VR 10.136) (Tola 2014) 1 El de larga cabellera sostiene al fuego; el de larga cabellera
sostiene al agua; sostiene al cielo y a la tierra; el de larga cabellera sostiene todo y al sol
para que se le vea. El de larga cabellera se llama "luz", esta luz. 2 Los ascetas, cuyo

112
vestido es el aire, desnudos se cubren con harapos de color azafrán, y siguen el curso de
los vientos, cuando las Divinidades han penetrado en ellos. 3 Los ascetas "Exaltados
por nuestra condición de ascetas, nos hemos subido sobre los vientos. Vosotros, oh
mortales, sólo veis nuestros cuerpos". 4 Vuela por el aire, contemplando todas las
formas. Para cada Divinidad el Asceta es un amigo, dispuesto sólo a hacerle el bien. 5
El Asceta es el caballo de Váta, el amigo del viento Vayu, el inspirado por las
Divinidades. Habita en ambos océanos, el de oriente y el de poniente. 6 El de larga
cabellera va por el camino de las Apsaras, de los Gandharvas y de las fieras. Es un
amigo dulce y agradable que conoce las intenciones. 7 Para él viento Vayu batió, y el
servidor Kunamnama molió, cuando el de larga cabellera, junto con Rudra, bebió la
copa de veneno.

Himno a los Sabios.

(VR 10.137) (Kashyap-Hernández 2012) Los siete Sabios rishis [sapta rishayaha]
fueron: Bharadvāja, Kashyapa, Gotama, Atri, Vishvāmitra, Jamadagni y Vasishtha.

Himno mágico contra un rival.

(VR 10.145) (Tola 2014) 1 Arranco esta planta, esta yerba poderosa, con la cual la
mujer expulsa a la rival, recupera a su marido. 2 Eres de extendidas hojas, que das la
dicha, procurada por las Divinidades, poderosa, expulsa a mi rival, haz a mi marido
todo mío. 3 Oh eres la primera, seré la primera, la primera entre las primeras; sea mi
rival la última, la última entre las últimas. 4 No pronuncio su nombre, ya él no goza con
esa mujer. Expulsamos lejos, muy lejos, a la que es mi rival. 5 Soy la que triunfa, eres la
que triunfa; las dos, triunfantes, hemos de triunfar sobre esa rival. 6 A tu lado coloqué a
la triunfadora; con la triunfadora te he rodeado. ¡Que tu corazón corra tras de mí, como
la vaca tras su ternero! ¡Que corra como el agua por su cauce!

Himno a Aranyani [el bosque].

(VR 10.146) (Tola 2014) 1 Aranyání, Aranyání, eres la que andas como perdida, ¿no
preguntas por la aldea?, ¿no se apodera de ti el miedo? 2 Cuando la mosca chichika
acompaña al grillo vrisharava en su canto, entonces se enorgullece Aranyání, como una
reina que va al son de timbales. 3 Parece que vacas estuviesen paciendo, parece que se
viera una casa. Como una carreta, Aranyaní cruje en la tarde. 4 Uno se imagina: alguien
está llamando a su vaca, alguien ha cortado leña, alguien, que vive en el bosque, está
gritando en la tarde. 5 Aranyání nunca mata si "el otro", el tigre no viene. Comiendo
dulce fruta uno, a su gusto, descansa en el bosque. 6 He alabado a Aranyání, que tiene
fragancia de bálsamo, la bien perfumada, rica en frutos sin que nadie la cultive, la madre
de las fieras.

Himno a un muerto.

(VR 10.154) (Tola 2014) 1 Para algunos el soma destila en toda su pureza; otros se
sientan cerca de la grasa derretida. Aquellos para quienes fluye la dulzura del soma
¡ojalá que él también llegue a ellos! 2 Aquellos que por sus ascetismos fueron
invencibles, aquellos que con sus ascetismos alcanzaron el Cielo, aquellos que
practicaron tremendos ascetismos ¡ojalá que él también llegue a ellos! 3 Aquellos que
pelearon en los combates, y que como héroes perdieron la vida, aquellos que fueron

113
generosos ¡ojalá que él también llegue a ellos! 4 Aquellos nuestros Padres, que
cultivaron la Verdad, que observaron la Verdad, y dedicaron sus vidas al ascetismo; oh
Yama, ¡ojalá que él también llegue a ellos! 5 Aquellos Profetas [Videntes], ante
quienes se abrían mil caminos, y que protegen el Sol, los Sabio [Rishis] que dedicaron
sus vidas al ascetismo. Oh Yama, ¡ojalá que él también llegue a ellos!

Canción de triunfo mágico de una mujer.

(VR 10.159) (Tola 2014) 1 El sol ha surgido, y así ha surgido mi felicidad. Astuta,
triunfadora, he reconquistado a mi marido. 2 Soy el estandarte, soy la cabeza, soy la que
puede y la que decide. Mi esposo ha de seguir mi voluntad, pues he triunfado. 3 Mis
hijos destruyen a sus enemigos, mi hija es una reina, he vencido por entero, y es grande
el aprecio que mi esposo me tiene. 4 Oh Divinidades, he ofrecido la oblación, con la
que Indra se tornó glorioso y supremo: ya no tengo rivales. 5 He destruido a mis rivales;
ya no tengo rivales. Victoriosa y triunfadora, he hecho mía la gloria de las demás
mujeres, como un tesoro, que se arrebata, al que es más débil. 6 Vencedora, he
derrotado a mis rivales: dominaré a mi hombre y a su gente.

Himno contra la paloma mensajera de la muerte.

(VR 10.165) (Tola 2014) 1 Oh Divinidades, entonemos un canto y hagamos una


expiación contra la intención de la paloma, que ha venido a esta casa, como enviada,
como mensajera de la Muerte. ¡Felicidad tengan nuestros hombres, felicidad tengan
nuestros animales! 2 ¡Que no nos haga daño la alada flecha! Se ha posado en el fogón,
en el receptáculo del fuego. ¡Felicidad tengan nuestras vacas, felicidad tengan nuestros
hombres! Oh Divinidades, ¡que no nos cause perjuicio la paloma! 3 Sea falso lo que
dice el buho, y nada ocurra porque la paloma se posó en el fogón. Este homenaje es para
Yama, es para la Muerte, por quienes enviada, como mensajera, ha venido la paloma. 4
Expulsad a la paloma con un canto. Deleitándoos con el alimento, conducid a la vaca
alrededor, expulsando todo mal. ¡Que, sin robarnos nuestras fuerzas, en rápido vuelo se
vaya la paloma!

(VR 10.167) Himnos del Sabio Jamadagni Bhārgava

[…]

Himno al viento.

(VR 10.168) (Tola 2014) 1 Ahora cantaré la grandeza del carro del Viento. Avanza
destrozándolo todo; su ruido es atronador. Avanza, alcanzando hasta el cielo,
produciendo rayos y relámpagos como rojas claridades. Avanza, levantando sobre la
tierra torbellinos de polvo. 2 Junto con Él se precipitan las lluvias, que son suyas. Hacia
Él se dirigen, como mujeres hacia una fiesta. Divinidad que avanza junto con ellas, en
un mismo carro, monarca de todo el universo. 3 Va por los caminos del espacio y jamás
se reposa. Es el amigo de las Aguas, el que nació antes que nadie, cumplidor del Orden.
¿De dónde provino? ¿De dónde surgió? 4 Es el aliento de las Divinidades, la progenie
del universo. A su voluntad se desplaza. Se oye el tremendo ruido que produce, pero su
forma es invisible. A la Divinidad Viento rindamos homenaje.

Himno a Surya [Sol].

114
(VR 10.170) (Villar 1975) 1 Que el alto, resplandeciente Sol beba la miel del Soma, él
que pone una vida indestructible en el que administra el sacrificio, eres movido por el
viento, vigilas; él ha favorecido a los seres; él gobierna en numerosos lugares. 2
Resplandeciente, alto, bien sostenido, el principal ganador de botín, luz verdadera fijada
en la base, en el fundamento del cielo, destructora de enemigos, destructora de Vrtra,
principal, destructora de demonios, la luz ha nacido, destructora de demonios,
destructora de rivales. 3 Esta luz, la más bella de las luces, la más elevada, se llama «la
que todo lo consigue», «la que consigue el botín», la luz alta. El Sol que resplandece
sobre todo, que resplandece poderosamente, se ha extendido ampliamente para que se le
vea, fuerza dominante, fuerza inquebrantable. 4 Resplandeciente por luz, oh Sol, has
venido hasta la zona brillante del cielo, por quien todos estos seres han sido traídos, por
ti que eres responsable de toda acción, poseedor de toda divinidad.

Himno de unción del rey.

(VR 10.173) (Tola 2014) 1 Te he colocado en el trono, permanece entre nosotros.


Mantente firme e inconmovible. ¡Que todas las comunidades te deseen! ¡Que jamás de
tus manos se escape el reino! 2 Permanece en el trono. ¡Jamás seas apartado de él! Sé
inconmovible como la montaña. Mantente en el trono, firme como Indra. Afirma tu
reyecía. 3 Con la firme oblación Indra le dio firmeza. ¡Qué Soma y Brahmanaspati lo
defiendan! 4 Firme se mantiene el cielo, firme la tierra, firmes las montañas, firme todo
el universo, y ¡firme se mantenga el Rey de estas comunidades! 5 ¡Que el Rey Varuna
y Brihaspati, que Indra junto con Agni mantengan firme tu reyecía! 6 Con la firme
oblación tocamos al firme Soma. ¡Qué Indra disponga que los clanes solamente a ti te
aporten su tributo!

Himno al guerrero Brhaspati.

(VR 10.182) (Villar 1975) 1 Que Brhaspati nos conduzca a través de los lugares de
difícil travesía, que conduzca hacia atrás el pensamiento para el mal. Que rechace la
mala palabra, que destruya el mal pensamiento, y que procure felicidad, bienestar para
el sacrificador. 2 Que Narasamsa Agni nos asista para el sacrificio anterior; que el
sacrificio ulterior nos sirva de felicidad en las invocaciones. Que rechace la mala
palabra, que destruya el mal pensamiento, y que procure felicidad, bienestar para el
sacrificador. 3 Que la divinidad de cabeza ígnea queme a los demonios; los que odian
el brahma sean para morir para la flecha. Que rechace la mala palabra, que destruya el
mal pensamiento, y que procure felicidad, bienestar para el sacrificador.

Himno a los Adityas.

(VR 10.185) (Villar 1975) 1 Grande sea la ayuda de las tres divinidades, ayuda con
morada celeste, de Mitra, de Aryaman, ayuda inviolable, de Varuna. 2 En efecto, a
estas divinidades ni en casa ni en los caminos extraños los hombres astutos de palabra
maléfica dominan. 3 Al mortal a quien los hijos de Aditi, para que viva, confieren la luz
imperecedera [...]

Himno al chamán Vata ben Vayu.

115
(VR 10.186) (Villar 1975) 1 Que Váta la medicina portadora del remedio, engendradora
de la dicha, insufle hacia acá en favor de nuestro corazón. Que alargue la duración de
nuestra vida. 2 Oh Vata, eres nuestro padre, nuestro hermano, nuestro amigo. Siendo
tal, haznos vivir. 3 Oh Váta, el bien preciado de inmortalidad que está colocado en tu
casa, de él danos para que vivamos.

(VR 10.186) (Kashyap-Hernández 2012) 1 Rishi Ula Vātāyāna: Que Vāyu sople en
nuestros corazones (hride) un bálsamo /el cual es sanador y trae felicidad. /Que
prolongue Él nuestras vidas”.

Himno a Surya [Sol].

(VR 10.189) (Villar 1975) 1 Esta vaca manchada se ha puesto en marcha, se ha sentado
ante la madre y ante el padre, adelantándose, él que es el Sol. 2 Se mueve entre los dos
espacios inspirando desde su soplo. El búfalo ha mirado el cielo. 3 Rige las treinta
sedes. La voz es otorgada al pájaro desde la mañana a lo largo de los días.

Himno al fervor ascético en la Creación.

(VR 10.190) (Tola 2014) 1 Del encendido ardor ascético nacieron el Orden y la Verdad;
de él nacieron la noche y el ondulante océano. 2 Del ondulante océano nació el Tiempo,
que dispone de los días y de las noches y es el Señor de cuanto vive. 3 Según su orden
el Creador produjo el Sol y la Luna, el Cielo y la Tierra, el Espacio que los separa, y la
Luz.

(VR 10.190) (Kashyap-Hernández 2012) 1 La verdad en movimiento y la verdad


nacieron a partir de la energía encendida de la Consciencia.

116
Comentarios:

(UIE. LPP. Ramayana. Bolivia 2014) Vedas: La palabra “veda” significa conocimiento.
Son las Escrituras sagradas más antiguas del planeta. Krishna Dvaipayana Vyasa o
Vyasadev compiló los cuatro Vedas: Rig, Yajur, Sama y Atharva. Compilados en
idioma sánscrito, la lengua madre original. Existe literatura Védica suplementaria: 108
Upanishads, 18 Puranas, Agamas, Sutras, Brahmanas, Aranyakas, Samhitas y vastas
obras sobre filosofía, arte, cultura y ciencia tanto material como espiritual.

(Pardilla 1986) VEDAS: Son cuatro. De ellos, el Rig-Veda es el más antiguo; el


siguiente fue el Yajur-Veda; después de éste vino el Sama-Veda y el último de los
cuatro fue el Atharva-Veda. Cada uno de estos Vedas se compone de dos partes
principales: una sanhita, que es una recopilación de mantras e himnos, y un brahmana,
que contiene preceptos ritualistas y enseñanzas; a su vez unido a cada brahmana va un
upanishad, que contiene doctrina secreta o mística. Los Vedas dictan las instrucciones
que los sacerdotes siguen para invocar y adorar a los diferentes dioses védicos (Indra,
Vayu, Agni, Varuna, etc) a los cuales ofrecían el aceite ghi y el jugo del soma en el
sacrificio del fuego. A este efecto, el upanishad se considera que tiene menos valor
ceremonial que los mantras y los brahmanas, debido a que éstos se transmiten como
transmisión oral [sruti], mientras que los upanishads son para ser aprendidos por lectura
[smriti]. Vyasa fue el recopilador de los Vedas en estos cuatro grupos.

(Colebrooke-García Calderón 1924) Historia de los Vedas. En la época de las primeras


investigaciones de los europeos en la literatura indostánica fue un tema de dudas saber
si existían los Vedas; ó, aunque se hubieran conservado algunos fragmentos de estos
libros sagrados, si una persona, por instruida que fuese, podría ser capaz de comprender
el dialecto anticuado en que estaban escritos. Se creía, además, que si un Brahmaná ó
Bracmán poseyera realmente las Escrituras indias, los prejuicios religiosos le
impedirían, sin embargo, darlos a conocer a persona diferente de un indio regenerado.
Estas nociones, acreditadas por historias populares, se conservaron todavía por largo
tiempo después de que los Vedas fueron comunicados a Dara-Sheku y de que él hubiera
traducido para uso personal en lengua persa, algunos fragmentos de estos mismos
libros. Extractos de los Vedas han sido traducidos también en dialecto Hindú; pero no se
sabe con ocasión de qué se hizo esta traducción en dialecto vulgar. Estas partes de los
Vedas traducidas en persa por Dara-sheku hermano de Orang-zeb hijo mayor del
emperador Shadjean el año 1067 de la égira, 1657 de la era cristiana, en la ciudad de
Bebares, son los Upanishads ó partes teológicas de los Vedas. Esta traducción persa del
Kena-Upanishad del Sama-Veda y del Isa-Upanishad del Yadjur Veda que publicamos
en 1831 con el texto sánscrito y una traducción francesa (G.P.). Sólo se abandonó toda
duda cuando el coronel Polier obtuvo de Djeyepur un manuscrito que él creyó que era
una copia completa de los Vedas y lo depositó en el Museo británico. Casi en la misma
época Sir Robert Chambers recogió en Benares numerosos fragmentos de las Escrituras
indias; en más reciente época el general Martine obtuvo copias de algunas partes de
libros, y Sir William Jones tuvo la suerte de conseguir partes considerables de los Vedas
y tradujo varios pasajes curiosos de uno de ellos. He tenido mayor suerte todavía, pues
he podido reunir en Benares el Texto y Comentario de una gran parte de estos libros
célebres; y sin esperar a que haya podido examinarlos más completamente de los que
me ha sido posible, trataré de dar aquí una corta exposición de lo que principalmente
contienen. La Sociedad Asiática de París obtuvo en 1837 del hábil ministro de
Instrucción Pública S. Gurizot, una asignación anual de 1500 francos destinada a hacer

117
que se forme en la India una copia completa de los Vedas. Esta honorable y útil empresa
ha comenzado ya a ejecutarse. Véase con este motivo la carta del Sr. J. Prinsep,
secretario de la Sociedad Asiática de Calcuta, insertada en el Nouveau Journal
Asiatique, julio de 1838, pág.86. Es un hecho muy conocido el que los indios
consideran que el Veda original ha sido revelado por Brahama y conservado por la
tradición hasta que fue arreglado como hoy se encuentra por un sabio que obtuvo por
ello el sobrenombre de VTA´SA ó Vedavyasa, es decir, Compilador de los Vedas.
Distribuyó a la Escritura india en cuatro partes intituladas Rich, Yadjush, Saman y
Atharvan´a; cada una de las cuales lleva la denominación de Veda. Wilkins y William
Jones llegaron a sospechar, por el examen de varios pasajes notables, que el cuarto Veda
es más moderno que los otros. Es indudable que Manú, como otros legisladores indios,
habla siempre solamente de tres y hace apenas alusión al cuarto, el A´tharvan´a no
designándolo, sin embargo, con el título de Veda. Algunos pasajes sacados de la
escritura india parecen confirmar esta inducción: pues el cuarto Veda no está
mencionado en el pasaje que cité yo en un primer ensayo del blanco Yadjush, ni en el
texto que sigue sacado de la Escritura india por el comentador del Riche (Rig-Veda).
(MDS) <El Rig-Veda deriva su origen del fuego; el Yadjur del aire, y el Sama-veda del
sol.>. Pueden hallarse argumentos a favor de esta opinión en los diccionarios
(sánscritos) populares; pues Amarasinha menciona solamente tres Vedas y menciona el
A´tharvan´a sin darle la mima denominación. Es probable, sin embargo, que alguna
parte por lo menos del A´tharvan´a es tan antigua como la compilación de las tres otras;
y su nombre como los suyos es anterior al arreglo que hizo Vya´sa, pero puede
admitirse la misma cosa con relación a los Itihasa y a los Puranas los cuales constituyen
un quinto Veda como a A´tharvan´a constituye un cuarto Veda. Sería pues, inútil citar
como prueba de estos hechos los mismos Puranas que enumeran siempre cuatro Vedas y
que establecen como cuarto al Itihasa y a los Puranas, puesto que la antigüedad de
algunos de los Puranas todavía existentes es más que dudosa y que la autenticidad de
algunos de ellos en particular no parece haber sido suficientemente bien establecida
hasta hoy; sería igualmente inútil citar los Manduka y Tapaniyas Upanishads en los
cuales el A´tharva-Veda está enumerado entre las Escrituras y en uno de los cuales está
expresamente afirmado el número de cuatro Vedas: pues estos dos Upanishadas
pertenecen al mismo A´tharvan´a. La mención del Sabio Atharvan en diferentes lugares
de los Vedas no peueba nada; y aún en Tattiriya-Upanishad de Yadjur-Veda en que
está citado en oposición con el Rich, al Yadush y al Saman y su suplemento ó
Brahmána, no es decisivo. Pero puede agregarse un pasaje completamente excepcional
que el comentador del Rich ha citado con diferente objeto, del Chhandogya Upanishad
que es una parte del Saman. En este pasaje Narada, habiendo solicitado a Sanalkumara
para que lo instruyera, é interrogado por este último sobre la extensión de su ciencia
anterior, responde: "He aprendido el Rigveda, el Yadjur-Veda, el Sama-Veda y el
Purana que son el quinto y la gramática ó el Veda de los Vedas, los deberes que deben
cumplirse para con los manes, el arte de calcular, el conocimiento de los presagios, las
revoluciones de los períodos, la intención del discurso (ó el arte de razonar) las
máximas de moral, la divina ciencia (ó la construcción de la escritura) las ciencias
dependiente de la santa escritura (ó la acentuación), la prosodia y los ritos religiosos, el
arte de conjurar a los espíritus, el arte del soldado, la ciencia de la astronomía, el
encantamiento de las serpientes, la ciencia de los semidioses (ó la música de las artes
mecánicas): ha estudiado todo eso; no conozco, sin embargo, sino el texto (ó la letra) y
no tengo conocimiento del espíritu" (Chandogya Upanishad, 7.1). (He insertado todo el
párrafo porque contiene una amplia enumeración de las ciencias. Los nombres por los
que la gramática y las otras artes están indicados en el texto original, son oscuros; pero

118
las anotaciones de Sankara los explican. Este pasaje como cualquiera otra parte de un
Veda en que el mismo está mentado (pues se presentan pocos ejemplos) puede, según
los casos, ser más moderno que otra parte a la que le ha sido asignado con anterioridad
el nombre. Se hará notar más tarde que los Vedas son una compilación de plegarias
llamadas Versos [Mantras], con una colección de preceptos y de máximas intituladas
Brahamanas). Parece por este pasaje, comparado con otros de menor autoridad y con
nociones recibidas de los indios mismos, que el Rich, el Yadjush y el Saman son las tres
principales partes del Veda; que el A´tharvan´a es comúnmente admitido como el cuarto
y que diversos poemas mitológicos intitulados Itihasa y Purana se consideran como un
suplemento a la escritura y como tal constituyen un quinto Veda (Cuando el estudio de
las Escrituras indostanas estaba más generalizado que en la actualidad, especialmente en
cuando a los Brahmanas de Kanya-kubdja, los sacerdotes instruidos derivaban sus
títulos del número de Vedas, con los que se habían familiarizado. Desde el momento en
que cada sacerdote se limitó al estudio de un solo Veda, no se derivó título alguno
especial del cumplimiento de este deber ; pero la persona que había estudiado dos Vedas
era llamada Dvideti (que conoce dos Vedas); una persona familiarizada con el estudio
de tres Vedas era llamada Trivedi (que sabe tres Vedas); la versada en cuatro,
Chaturvedi (que sabe ó conoce cuatro Vedas). Como los poemas mitológicos sólo
fueron llamados Vedas en figurado ninguna distinción parece haberse derivado de
conocerlos como añadido a las cuatro Escrituras. Los títulos más arriba mencionados se
han vuelto nombres de familia entre los Bracmanes de Kanodje y se han corrompido en
la pronunciación vulgar cambiándose en Dobé Tiware Chanbé). La verdadera razón por
la que los tres primeros Vedas están mencionados a menudo sin que se mencione al
cuarto debe buscarse, no en su origen y su antigüedad diferentes, sino en la diferencia
de su uso y de su objeto. Plegarias empleadas en los ritos solemnes llamados Yadjnyas
han sido colocadas en los tres principales Vedas: las que están en prosa son llamadas
Yadjush; igualmente, las que están en verso ó medidas se llaman Rich y algunas otras,
destinadas a ser contadas, se llaman Saman: y estos nombres como que distinguen a
diferentes partes de los Vedas, son anteriores a su separación en la compilación de
Vyasa. Pero el A´tharvan´a, no estando empleado en las ceremonias más arriba
mencionadas y conteniendo plegarias empleadas en las purificaciones, en los ritos
destinados a conciliarse el favor de las divinidades y como imprecaciones contra los
enemigos, es esencialmente diferente de los otros Vedas, como lo hace notar el autor de
un tratado elemental sobre la clasificación de las ciencias indostánicas
(MADHUSU´DANA SARASWATI´en el Prast´hana bheda). Pero diferentes escuelas
de sacerdotes han admitido algunas variantes en obras que figuran bajo el mismo título.
Esta circunstancia la toman en consideración los comentadores de los Vedas que relatan
la historia siguiente tomada de los Puranas y de otras autoridades. Habiendo compilado
y arreglado Vyasa las Escrituras, las teogonías y los poemas mitológicos enseñó los
diferentes Vedas a igual número de discípulos; a saber : el Sabio Rish a Pela; el Yadush
a Wesampayana y el Saman a Djemini; como también el A´trarvan´a a Sumantu; y el
Itihasa, así como los Puranas a Suta. Estos discípulos instruyeron a sus respectivos
discípulos, que tornándose preceptores a su vez, comunicaron el saber a sus discípulos,
que tornándose preceptores a su vez, comunicaron el saber a sus discípulos; hasta que,
en fin, a consecuencia de una instrucción sucesiva, se introdujeron tan grandes variantes
en el texto ó en la manera de recitarlo y en los preceptos no menos sagrados por su uso
y su aplicación, que nacieron once escuelas de interpretación de las Escrituras. En
diferentes Samhitas ó colecciones de plegarias, tales como están recibidas en las
numerosas escuelas, con variaciones más ó menos considerables, admitidas por estas
escuelas ya sea en el arreglo del texto entero (comprendiendo las plegarias y los

119
precepto) ya con respecto a sus partes particulares, constituyen las Sakhas ó ramas de
cada Veda. La tradición conservada en los Puranas enumera seis Sanhitas ó colecciones
de plegarias del Rigveda, ochenta y seis del Yadjush ó, comprendiendo las que fueron
introducidas por una segunda revelación de este Veda, ciento una; y no menos de un
millar del Sama-Veda, además de nueve del A'tharvan'a. Pero algunos tratados sobre el
estudio del Veda reducen las S'akhas del Sabio Rish a cinco, y las del Yadjush,
comprendiendo sus dos revelaciones a ochenta y seis. Las autoridades sobre que se
fundan estos hechos son principalmente el Vishnu-Purana 3.4 y el Vidjeya-vitasa sobre
el estudio de la Escritura; así como el Charana-uyuha sobre las Sakhas de los Vedas. La
progresión en que (para emplear el lenguaje de los Puranas) el árbol de la ciencia
produjo ramas numerosas, está así relatada. PELA enseño el Rig-Veda ó el Bawrich a
dos discípulos BHAKALA y INDRAPRAMATI. El primero, también llamado Bhakali,
fue el editor de una Sanhita ó colección de plegarias, y todavía existe una Sakha que
lleva su nombre; se dice que ha producido dos escuelas primero y después tres.
INDRAPRAMTI comunicó su ciencia a su propio hijo MANDYKEYA, por quien fue
compilada una Samhita y de quien ha tomado su nombre una de las Sakhas.
VEDAMITRA, apellidado SAKALYA, estudió bajo el mismo maestro y dio una
colección completa de plegarias: todavía subsiste, pero se dice que ha dado origen a
cinco diferentes ediciones del mismo texto. Las dos otras y principales Sakhas del Rish,
son las de AS'WALA'YANA y de SA'NKHYA'YANA ó quizás KOSHI'TACHI; pero el
Wishn'ú-Purana los omite y da a entender que S'A'KAPU'RN'I, pupilo de
INDRAPRAMARTI, publica la tercera edición, variada según este maestro ó institutor,
y que fue también el autor del Nirukta; si es así, es el mismo que YA'SKA. Su escuela
parece haberse subdividido por la formación de otras tres escuelas que fundaron sus
discípulos. El Yadjush ó Adwaryu consiste en dos diferentes Vedas que está divididos
separadamente en diversas S'akhas. Para explicar los nombres con que se les distingue a
ambos es preciso relatar una leyenda que está consignada con toda gravedad en los
Puranas y en los comentarios sobre los Vedas. El Yadjush, en su forma original, fue
enseñado primero por VES'AMPA'YANA a veintisiete discípulos. En este tiempo,
habiéndole enseñado a YA'DJNAW-ALKYA, le confió la misión de enseñar el Veda a
otros discípulos. Ofendido enseguida por que se negara YA'DJNAW'ALKYA a tomar
sobre sí una parte del pecado cometido por VES'AMPA'YANA, que había matado sin
intención al hijo de su propia hermana, el vindicativo preceptor obligó a
YA'DJANW'ALKYA a que abandonara la ciencia que había adquirido. Vishnu-Purana
3.5 otros asignan diferentes motivos de resentimiento. Este último lo vomitó enseguida
en forma tangible. Habiendo recibido el resto de los discípulos la orden de recoger el
Veda vomitado, tomaron estos la forma de perdiz y devoraron tales textos, que fueron
machados y que por esta razón se han llamados negros; se les llama también Tettiriya,
de tittiri, nombre de la perdiz. Abatido YA'DJNAW'ALKYA por la pena, recurrió al
sol; y por el favor de este astro obtuvo una nueva revelación del Yadjush, al cual se le
llama blanco ó puro, en oposición al otro y se le llama también Valjasaneyi derivado
este según parece, de un nombre patronímico del mismo YA'DJNAW'ALKYA, pues el
Veda declara que <estos textos puros revelados por el sol, están publicados por
YA'DJNAW'ALKYA, el descendiente de VA'DJASANI>. Vrihad-aran'yaka ad calcem.
El pasaje está citado por el comentador del Rig-Veda. En el índice también se dice que
YA'DJNAW'ALKYA recibió la revelación del sol. Pero, según el Vishnu-Purana 3.5, a
los sacerdotes que estudian el Yad'ush, se les llama Vadjins por que el sol que lo reveló
tomó la forma de un caballo (Vadjín). He citado esta absurda leyenda porque los
comentadores de Yadjush blanco remiten a ella. Pero no he encontrado alusión alguna
ni en el mismo Veda ni en la lista explicativa de su contenido. Por el contrario, el

120
índice (del negro) Yadjush da una razón diferente y más racional de este epíteto. Según
esta autoridad, (Kandanukrama vers. 25. Este índice explicativo esta compuesto para
Atreyis'akha. Su autor es KUNDINA, si el texto está exactamente interpretado).
VES'AMPA'YANA enseó el Yadjur-Veda a Yaska, que instruyó a TITTIRI [Esto
concuerda con la etimología de la palabra Teiriya; pues, según los gramáticos (Véase
PANINI 4.3.102), el derivativo implica aquí <recitado por Tittiri aunque compuesto por
diferente persona>. Una explicación semejante dan los comentadores de los
Unpanishads]. UKHU lo recibió de él y lo comunicó a A'TRE'YA, el cual formó la
Sakha, que tomó su nombre de él y para la que se compuso este índice. El Yadjush
blanco fue enseñado por YA'DJNAWALKYA a quince discípulos, que fundaron otras
tantas esculeas. Las más notables de ellas son las Sakhas de KANWA y de
MADHYAANDINA; inmediatamente después vienen las de Djabalsa, Bandhayanas y
Tapanias. Las otras ramas del Yadjush parecen haber sido arregladas en varias clases.
Así se considera que Charakas, ó estudiantes de una Sakha, llamados así según un
preceptor de esta Sakha llamado CHARAKA, comprenden diez divisiones, entre las
cuales están los Kathas ó discípulos de KHATA, discípulos de VES'AMPAW'YANA,
como también los Swetas'wataras, los Opamaniyavas y los Metrayan'iyas; y esta última
clase está dividida nuevamente en cinco, los APASTAMBIYAS, etc. De este número
subsiste todavía la Sakha, ó rama de APASTAMCA, así como la Sakha de ATREYA
entre las que nacieron UKHA; pero las otras, ó la mayor parte de ellas, se han hecho
raras cuando no están completamente extinguidas. SUMANTU hijo de DJEMINI
estudió el Samaveda ó Chhandogya bajo la dirección de su hermano; y su propio hijo
SUKARMAN estudió con el mismo institutor; pero fundó una escuela diferente, la que
dio origen a otras dos que establecieron sus discípulos HIRAN'YANA'BHA y
POSHYINDJI, quienes dieron origen a otras mil; pues LO'KA'KSHI, KUT'HUMI y
otros discípulos de POSHYINDJI, dieron su nombre a escuelas separadas que
aumentaron sus discípulos. Todavía subsiste la Sakha intitulada Kot'humi.
HIRAN'YANA'BNA, el otro descípulo de SUKARMAN, llamados colectivamente los
Samagas del norte, y otros quince llamados los Samagas del mediodia, y KRITI, uno de
sus discípulos, tuvo veinticuatro discípulos, por los cuales y por los sectarios de los
cuales se fundaron otras escuelas. La mayor parte de ellas están perdidas hoy y según
una leyenda, fueron destruidas por el rayo de Indra. La principal Sakha hoy subsiste, es
la de los Ran'ayaniyas, que comprende siete subdicisiones, una de las cuales se intitula
Kot'humi como mencionando más arriba y comprende seis escuelas diferentes. La de los
Talavakaras existe también todavía, por lo menos en parte, como se mostrará al hablar
de los Upanishads. El A'tharva-Veda lo enseño SUAMNTU a su discípulo
KABANDHA, quien lo dividió entre DEVADARS'A y PAT'HAY. El primero de estos
ha dado su nombre a la Sakha llamada Devadaas'i, como PIPPALA'DA, el último de
estos cuatro discípulos, ha dado el suyo a la Sakha de los Peppaladis. Otra rama del
Atharvan'a deriva su nombre de S'onaka, el ternero de los discípulos de BAT'HAY. Los
otros son de menor renombre. Tal es la corta historia del Veda como puede deducirse de
las autoridades antes citadas. Pero estas numerosas Sakhas no difieren tanto una de otra
como podría creerse por la mención de un número igual de Sanhitas ó colecciones
distintas de textos. En general, las diversas escuelas del mismo Veda parecen haber
empleado la misma colección de plegarias; difieren más en sus copias de los Precepto ó
Brahmanas; y algunas de ellas recibieron en el canon de su escritura partes que no
parece que hubieran reconocido las otras. Sin embargo, parece que la principal
diferencia fue siempre el uso de rituales particulares, enseñados en aforismos, sutras que
adoptó cada escuela; y estos rituales no constituyen una parte del Veda sino, del mismo
modo que la gramática y la astronomía, están colocados como apéndices en el Veda.

121
Conviene, quizás, hacer notar aquí, que cada Veda consiste en dos partes denominadas
los Mantras y los Brahmanas ó las plegarias y los Preceptos. La colección completa de
los himnos, plegarias é invocaciones, pertenecientes a cada Veda, se intitula su Samhita.
Cada una de las otras partes de la escritura indostánica está comprendida bajo el título
general de <Divinidad> (Brahmana). Este título general comprende los preceptos que
inculcan los deberes religiosos, las máximas que explican estos preceptos y los
argumentos relativos a la teología (la explicación dada aquí está tomada del
Prashanabheda). Pero en el actual arreglo de los Vedas la parte que contiene pasajes
llamados Brahmanas, encierra muchos que son estrictamente plegarias ó Mantras. La
teología de la escritura indostánica que comprende la parte aumentativa intitulada
Vedanta está contenida en tratados llamados Upanishads, algunos de los cuales son
partes del Brahmana propiamente dicho y otros de los cuales se hallan solamente en
forma separada; uno solo forma parte de la Samhita misma.

DE LA AUTENTICIDAD Y DE LA ANCIANIDAD DE LOS VEDAS

(Loiseleur Deslongchamps- Colebrooke-García Calderón 1924) Aunque no tengo duda


alguno sobre las obras descritas en esta noticia, pienso que es, sin embargo,
conveniente dar a conocer algunas de las razones en que se funda mi creencia en
su autenticidad. Parece necesario establecer estas razones después de que un autor
reciente ha afirmado, de manera cortante, que los Vedas son libros apócrifos (Forgeries,
Pinkerton en su Geografia Moderna, vol. 2º). Se ha dicho ya precedentemente que la
costumbre de leer los Vedas de manera supersticiosa, tiende a conservar el texto
original. En diversas partes de la India, especialmente en Benares, en Djeye-nagar y en
las riberas del Godaveri, se hallan esparcidas copias preparadas para tales modos de
recitación. Las interpolaciones y las falsificaciones se han hecho impracticables, desde
que se ha introducido este uso; y el Rig-Veda, así como los dos Yadjus pertenecientes a
las diferentes Sakhas en las cuales se ha adoptado esta costumbre, han sido preservadas
por esto mismo y desde hace tiempo, de toda alteración. Los índices explicativos del
contenido que corresponde a los diferentes Vedas tienden así a conservar la pureza del
texto, puesto que están allí especificados el tema y una gran parte de cada pasaje.
Además, el índice está preservado de toda alteración por más de una exposición de su
contenido en la forma de un comentario perpetuo. Es una opinión muy fundada y muy
aceptada por los Sabios en la India que ningún libro está exento de cambios y de
interpolaciones mientras no ha sido comentado; pero una vez que se ha publicado la
glosa no puede ocurrir ninguna alteración porque el comentario perpetuo anota cada
pasaje y en general explica cada palabra. Hay comentarios sobre los mismo Vedas que
aseguran la autenticidad del texto. A algunos se les reconoce como que han sido
compuestos en los primeros tiempos; no debo sin embargo fundarme sino sobre
aquellos a los que puedo referirme con toda certidumbre. Tengo fragmentos de la glosa
de UVATA, a mayor parte de la de SAYANA sobre varios Vedas y una glosa completa
de MAHIDARA sobre cada Veda. Poseo también casi todo el comentario de
SANKARA así como otras de autores menos célebres. La autenticidad de los
comentarios, por otro lado está asegurada por una muchedumbre de anotadores, cuyas
obras han sido nuevamente interpretadas por otros. Esta observación es particularmente
aplicable a las partes más importantes de los Vedas, las cuales, como es natural, está
explicadas con el cuidado más minucioso y el más fastidiosos al mismo tiempo. El Sutra
Nirukta con sus comentarios copiosos sobre las palabras que han caído en desuso y
sobre algunos pasajes de las Escrituras, asegura nuevamente a la autenticidad de la
exactitud del texto, como allí se explica. Las remisiones y las citas, en estas obras

122
concuerdan con el texto de los Vedas tal como lo hallamos hoy. La gramática de la
lengua sánscrita contiene reglas aplicables a las anomalías del antiguo dialecto. Los
numerosos y voluminosos comentarios que se han hecho sobre el antiguo dialecto y
sobre otras partes de la gramática, abundan en ejemplos sacados de los Vedas; y aquí
también el texto actual es exactamente semejante a esas antiguas citas. Las obras
filosóficas especialmente, los numerosos comentarios sobre los aforismos de la
Mimansa y del Vedanta aclaran y apoyan cada proposición sentada en esas obras con
amplias citas sacadas de los Vedas. El objeto de la Mimansa es establecer la evidencia,
la fuerza de los preceptos contenidos en la Escritura y ofrecer máximas para su
interpretación y con el mismo objeto reglas de razonamiento, según las cuales se pueda
deducir un sistema de lógica. El objeto del Vedanta es explicar el sistema de teología
mística enseñada por la supuesta revelación y mostrar su aplicación al perseguir
fervorosamente una perfección imposible y un comercio místico con la divinidad. Una y
otra están estrechamente ligadas con los Vedas; y aquí igualmente la autenticidad del
texto está apoyada y confirmada con remisiones y citas. Numerosas colecciones de
aforismos de antiguos autores sobre ceremonias religiosas, contienen en cada línea
remisiones a pasajes de los Vedas. Comentarios sobre estos aforismos citan pasajes de
mayor extensión. Tratados separados interpreta también las plegarias empleadas en las
diferentes ceremonias. Rituales, unos antiguos, otros modernos, contienen el detalle
extenso del ceremonial con todas las plegarias que deben recitarse en los diversos ritos
religiosos, para los que fueron compuestas. Tales rituales todavía subsisten, no solo para
las ceremonias constantemente celebradas, sino para otras que hace tiempo que han
caído en desuso. En todos los pasajes sacados de los Vedas concuerdan con el texto de
la compilación general. Los legisladores indios, con sus comentadores, así como los
copiosos digestos y las compilaciones hechas guiándose por sus obras, se refieren
frecuentemente a los Vedas, especialmente sobre puntos de ley que conciernen a la
religión. Aquí también las citas concuerdan con el texto actual de la Escritura india.
Algunos escritores sobre temas de moral, toman de los Vedas ejemplos de máximas
morales y citan pasajes sacados extensamente de su santa Escritura, en apoyo de sus
preceptos morales como por ejemplo el Libro Niti Mandjari. Estas citas concuerdan
con el texto de los libros sagrados. Citas de la Escritura indostánica se hallan en cada
rama de literatura que estudian los ortodoxos hindúes. La astronomía en cuanto se
refiere al calendario tiene frecuentes ocasiones de referirse a los Vedas. Los escritores
de medicina los citan algunas veces y aun los anotadores de los poetas profanos se
refieren ocasionalmente a su autoridad, explicando pasajes que encierran alusiones al
texto sagrado. Aún los escritores de las sectas heréticas presentan citas de los Vedas. He
hallado parecidas en los libros de los Djenas sin ninguna indicación de la menor duda
sobre la autenticidad del original, aunque no admiten sus doctrinas y no reconozcan su
autoridad. En todas las ramas de la literatura india, mientras leía ó consultaba las obras
de los diversos autores, he hallado reverencias perpetuas a los Vedas y frecuentemente
he verificado las citas. Bajo este aspecto defiendo la autenticidad del texto de la
Escritura india tal como hoy existe, y aunque los pasajes que así he verificado sean poco
numerosos en comparación con la gran extensión de los Vedas, tengo, sin embargo,
motivos suficientes para sostener que ninguna ciencia entre las artes indignas de la
superchería y la falsificación, podrían equivaler al trabajo arduo y difícil de fabricar
obras voluminosas para concordar con las citas muy numerosas que se hallan en muchos
millares de volúmenes compuestos sobre diversos temas en cada rama de la literatura y
dispersados entre las diversas naciones de indios que habitan el Indostán y el Dekhan.
Si alguna parte de lo que está ahora reconocido como Veda, no puede sostener la prueba
de semejante comparación, puede rechazársela como dudosa por lo menos, si no

123
supuesta. Y aun semejantes partes que una severa investigación no pudiera enteramente
confirmar, deberían admitirse con precaución ó rechazarse como puesta en duda.
Indicaré ciertas partes del cuarto Veda que considero que están en esta categoría. Pero
fuera de las excepciones aquí indicadas, las diversas partes del Veda que han sido
examinadas, están exentas de toda sospecha; y hasta que hayan sido declaradas no
auténticas por motivo diverso de una vaga aserción, tienen todos los requisitos para ser
admitidas como copias auténticas de los libros que, por poco dignas que de ello hayan
sido, han tenido por largo tiempo en veneración los indios. Sé que esta opinión tendrá
por contradictores a los que están dispuestos a poner en duda toda la literatura
indostánica y a considerarla como formada enteramente de obras apócrifas,
compuestas hace un corto número de años, cuando más en los últimos siglos. Esta
opinión parece fundarse sobre aserciones y conjeturas que fueron aventuradas
inconsideradamente y que han sido ardientemente aceptadas y propagadas de una
manera extravagante. Debe observarse en primer lugar que una obra no debe ser
condenada de prisa como apócrifa porque al examinarla no parece haber sido realmente
escrita por la persona cuyo nombre está habitualmente asociado a las citas sacadas de
ella. Pues si la obra misma muestra que no se ha tenido por objeto hacer creer que ha
sido escrita por esta persona, la conclusión lógica es que nunca se pretendió atribuírsela.
Así, a los dos principales Códigos de la ley indostánica se les cita habitualmente como
de Manú y de YADJNAWALKYA; pero en los códigos mismos, estas personas son
interlocutores y no autores; y los mejores comentadores declaran expresamente que
estas Institutas fueron escritas por personas diferentes de MANÚ y
YADJNAWALKYA. El más antiguo tratado de Astronomía el Sursyasid-dhanta no
está considerado como escrito por MAYA; pero a este personaje se le presenta como
que recibe su ciencia de una encarnación parcial del Sol; y su conversación forma un
diálogo recitado por otra persona en una asamblea diferente. El texto de la filosofía
Sankya de donde la secta de BUDA parece haber tomado sus doctrinas, no es una obra
de KAPILA aunque le esté vulgarmente atribuido; pero la obra deja ver evidentemente
que ha sido compuesta por ISWARA-KRISHNA; y se dice que recibió la doctrina de
KAPILA de una manera medita, por medio de institutores sucesivos, después de su
publicación hecha por PANCHAS'IKHA que había sido instruido por ASURI, el
discípulo de KAPILA. Pronunciándome a favor de la autenticidad de los Vedas quiero
indicar que son las mismas obras, las mismas composiciones que bajo el título de
Vedas, han sido reverenciadas por los hindús durante centenares, sino millares de años
[(GC) Cualquiera que sean la época a la que quiera hacerse remontar la composición y
la existencia de los Vedas, hay por lo menos una, después de la cual no podrá situárseles
en adelante: es la del comienzo del siglo 16º de nuestra era, época en que menciona a
los cuatro Vedas un sacerdote budista chino que viajaba por la India y la que el autor de
esta nota hizo conocer por primera vez en su traducción de la Noticia histórica de la
India, saca de los escritores indios. Véase Nouveau Journual Asiatique, diciembre
1839, pág.467-468]. Considero probable que fueron compilados por DWEPAYANA, la
persona que se dice que los reunió y a quien por esto mismo se le ha llamado Vyasa ó el
Compilador. No hallo dificultad alguno para admitir que estos pasajes que están ahora
inscritos bajo el nombre de autores humanos, ya sea como los Sabios Rishis, ya sea
como los que recitan el texto, fueron atribuidos a las mismas personas desde hace tanto
tiempo como se hizo la compilación; y probablemente en muchas circunstancias, estos
pasajes fueron realmente compuestos por los autores a quienes están atribuidos. En lo
que concierne a los textos atribuidos a personas divinas, según la mitología india,
puede concluirse de buena fe que los verdaderos autores de estos pasajes, no eran
conocidos cuando se hizo la compilación y por esta razón se les atribuyó a personajes

124
fabulosos. Las diferentes partes que constituyen los Vedas deben haber sido escritas en
diferentes épocas. No puede determinarse con exactitud y confianza, guiándose por
algunos hechos reconocidos, sin embargo, como ciertos, el período exacto en que fueron
compilados ó el período en el cual fue compuesta la mayor parte de los Vedas. Pero la
comarca en que se hizo, la compilación de los Vedas puede serlo, puesto que varios ríos
de la India mencionados están en más de un texto; y en cuanto a la época, me inclino a
pensar que las ceremonias llamadas Yadjnya y las plegarias que deben recitarse en las
ceremonias, son tan antiguas como el calendario que indica haber sido compuesto para
semejantes ritos religiosos. Después de una discusión profundizada sobre la astronomía
de los Vedas, Colebrooke llega a esta conclusión: que cuando el calendario empleado en
los Vedas fue elaborado, se calculaban los puntos solsticiales como se estaban, uno al
comienzo de la constelación Dhnaishtha y otro al medio de la constelación Astesha; y
tal era la situación de los puntos cardinales en el siglo décimo cuarto antes de la era
cristiana. He tenido ya ocasión de mostrar, según otro pasaje de los Vedas, que la
correspondencia de las estaciones con los meses como están allí establecidos unas y
otros y también como se les encuentra indicados en el pasaje citado del Djyotish,
concuerda con esta situación de los puntos cardinales. Llega la hora de cumplir la
promesa que hice de señalar tal ó cual parte de los Vedas que parecieran de dudosa
autenticidad. Son estas los Upanishads aislados de que no he hecho mención antes y que
no están admitidos en las mejores colecciones, cincuenta y dos tratados teológicos
pertenecientes al Atharva-Veda y aún algunos de los allí comprendidos, pero que en
cuanto me permiten afirmar mis investigaciones, no parecen haber sido comentados por
antiguos autores ni haber sido citados en los antiguos comentarios sobre el Vedanta.
Dos de estos Upanishads son particularmente dudosos; uno intitulado Rama-tapaniya
que consiste en dos partes (Curva y Ultara) y el otro llamado Gopata-tapaniya,
comprendiendo también dos partes de las cuales una está llamada Krishn'a-Upanishad.
La introducción de la primera de estas obras contiene un sumario que concuerda en
substancia con la historia mitológica del esposo de SITA y conquistador de Lanka. El
otro exalta al héroe Mathra. Aunque el Rama-tapaniya esté incluido en todas las
colecciones de Upanishads que he visto, aunque el Gopata-tapaniya aparezca en
algunas, me inclino sin embargo, a dudar de su autenticidad y a sospechas que han sido
escritos en tiempos modernos comparativamente a los otros. Esta sospecha está
fundamentada principalmente en la opinión de que las sectas que adoran a RAMA y
KRISHNA como encarnaciones de VISHNU, son comparativamente nuevas. No he
hallado en ningún capítulo de los Vedas la menor traza de semejante culto. La doctrina
real de toda la Escritura india es la unidad de la divinidad en al que está comprendido el
universo; y el politeísmo aparente que considera a los elementos, las estrellas y los
planetas como Dioses. Las tres principales manifestaciones de la divinidad, así como
los otros atributos y energías personificadas y la mayor parte de los otros dioses de la
mitología indostánica, están efectivamente mencionados ó, por lo menos, indicados en
los Vedas. Pero el culto de los héroes deificados no forma parte de este sistema; las
encarnaciones de las divinidades no están igualmente sugeridas en ninguna de las partes
del texto que hasta hoy he podido ver, aunque a ello hayan hecho alguna vez alusión los
comentadores. Según las nociones que he formado de la historia real de la religión
indostánica, el culto de Rama y de Krishna de los Veshavas y el de MAHADEVA y de
BHAVANI de los Sevas y los Saktas han sido generalmente introducidos desde la
persecución de los Budas y de los Djenas. Las instituciones de los Vedas son anteriores
a BUDA, cuya teología parece haber sido tomada de KAPILA, y cuya doctrina práctica
más clara declárase que ha sido la ilegitimidad, la ilegalidad de matar a los animales, a
los que, según su opinión, se les da muerte con demasiada frecuencia, con el propósito

125
de comer carne de ellos y bajo el pretexto celebrar un sacrificio ó Yadjnya. La
destrucción de la secta de BUDA en la India no ha hecho revivir el sistema religiosos
prescrito en los Vedas. Muchas cosas de las cosas allí enseñadas han caído ahora en
desuso; y en lugar suyo han sido instituidas nuevas órdenes de devotos religiosos y se
han establecido nuevas formas de ceremonias religiosas. Rituales fundados en los
Puranas y prácticas tomadas de una fuente más sospechosa todavía, los Tantras han
reemplazado en gran parte a la práctica menos sanguinaria del Yadjnya (ó sacrificio
védico); y la adoración de RAMA y de KRISHNA ha reemplazado a la adoración de los
elementos y de los planetas. Si esta opinión que me he formado es fundada, se deduce
que los Upanishads de que se trata, han sido probablemente compuestos en tiempos
posteriores desde la introducción de esas sectas que tienen en particular veneración a
RAMA y a KRISHNA. Según el mismo principio todo Upanishad que favorece
grandemente a las doctrinas de estas sectas, puede rechazarse como sospechoso. Tal es
el Atmabodha Upanishad en el que Krishna está designado con el título de
MADHUSUDANA hijo de DEVACHI; lo mismo que el Sundaritapani que predica el
culto de DEVI. Los otros Upanishads de que no se ha tratado todavía no presentan, en
cuanto he podido asegurarme por el examen que de ellos he hecho, evidencia interna
alguna de una fecha moderna; solo dejo con respecto a ellos la posibilidad de una duda,
por que no he adquirido la evidencia externa de su autenticidad. Pero es probable que
averiguaciones subsiguientes podrán dar la certidumbre de la exactitud de la mayor
parte de ello, como extraídos de los Vedas y de su autenticidad como obras citadas por
autores conocidos. Desde el punto de vista de la doctrina, parecen conformes a los
Upanishads auténticos. La descripción precedente puede servir para dar alguna noción
de los Vedas. Estas obras son demasiado voluminosas para poder ser traducidas
enteramente y su contenido compensaría difícilmente el trabajo del traductor; menos
todavía el del lector. El dialecto antiguo en que están compuestas y especialmente el de
los tres primeros Vedas es extremadamente difícil y oscuro; y aunque curioso por ser
padre de un lenguaje pulido y refinado (el sánscrito clásico), sus dificultades
continuarán por largo tiempo impidiendo semejante examen de los Vedas completos, tal
como se necesitaría para extraer todo lo que es importante y notable en esas
voluminosas obras. Pero bien merecen ser consultadas por los orientalistas.

Rig Veda.

(Calderón 1924) El nombre de este Veda se deriva del verbo Rish, alabar, que significa
propiamente alguna plegaria ó himno en que está alabada una divinidad. Como estas
plegarias y estos himnos está generalmente en verso, el término se hace también
aplicable a tal ó cual pasaje de uno ú otro Veda que puedan reducirse a medida, según
las reglas de la prosodia. El primer Veda en la compilación de VYA'SA, que comprende
la mayor parte de estos textos, está llamado Rig-Veda, ó como se dice en el Comentario
sobre el índice: <porque abunda en semejantes textos medios (rish)>. Tengo varias
copias del Rig Veda con el índice correspondiente para la Sakalya-sakha y también un
excelente comentario por SA'YANA'CHARYA. En otra colección de Mantras
perteneciente a la A'swalayani-s'akha de este Veda hallo que las primeras secciones de
cada lectura concuerdan con las otras copias, pero el resto de las secciones está omitido.
Me pregunto si puede considerarse como una copia completa de esa Sakha.

(Colebrooke-García Calderón 1924) La samhita del primer Veda contiene Mantras que
son en su mayor parte elogiosas, como lo implica el nombre de Rig-Veda. Esta
colección está dividida en ocho partes (Chan'da), cada una de las cuales está subdividida

126
en igual número de lecturas (adhyaya). Otro modo de división se adopta en el curso del
volumen, estableciéndose una distinción de diez libros (Man'dala), que están
subdivididos en más de cien capítulos (anuvaka) y comprenden un millar de himnos ó
invocaciones (sukia). Otra división de más de dos mil secciones (barga) les es común a
los dos métodos; y el total consta de mas de diez mil versos ó mejor dicho, estancias de
diferentes medidas. Examinando esta voluminosa compilación, pronto se nota un
arreglo sistemático. Capítulos sucesivos y aún libros enteros encierran los himnos de un
autor particular, las invocaciones sobre todo, dirigidas a las mismas divinidades, himnos
relativos a temas semejantes y plegarias destinadas a semejantes circunstancias, están
frecuentemente clasificadas juntas. Esto necesita una explicación. En la lectura regular
del Veda, ordenada a todos los sacerdotes y muy practicada por lo Mahrattas y los
Telingas, se ordena al estudiante ó al lector que note especialmente el autor, el tema, el
metro y el objeto de cada mantra ó invocación. Se considera como menos importante la
inteligencia del significado del pasaje. Los institutores ó fundadores del sistema
indostánico, han recomendado sin duda el estudio del sentido; pero han inculcado con
igual fuerza y con más éxito que se fije la atención en el nombre del Sabio Rishi ó
persona por quien fue primero pronunciado el texto, la divinidad a la que está dirigido, ó
el tema a que se refiere y también en el ritmo ó metro y su objeto ó la ceremonia
religiosa en la que debe ser empleado. La práctica de los sacerdotes modernos está en
conformidad con estas máximas. Como el Korán entre los mahometanos, se pone al
Veda en manos de los niños desde el primer período de su educación; y así continúa
siendo leído por rutina con el objeto de pronunciar las palabras, sin comprender su
sentido. Se recita pues el Veda de diferentes maneras supersticiosas, palabra por
palabra, ora simplemente separándolas, ora de otro modo repitiendo las palabras
alternativamente, lenta ó rápidamente, una vez ó más a menudo. Hay preparados para
estas manera de recitar y para otras más copas del Rig-Veda y del Yadjush (pues el
Sama-Veda sólo es cantado) y se les llama Pada, Krama, Djata, Ghana, etc.; pero estos
diferentes modos de invertir el texto están restringidas, según parece, a los principales
Vedas, es decir, a las ediciones originales del Rig-Veda y del Yadjush, mientras que las
ediciones posteriores en las que está variado el texto ó el arreglo del texto, por
consiguiente consideradas como Sakhas subordinadas, deben ser recitadas de una sola
manera. Parece aquí necesario justificar mi interpretación de lo que está llamado Sabio
Rishi de una mantra. Se ha considerado que el último término significa más bien un
encantamiento que una plegaria: una eficacia sobrenatural se atribuye a la simple
recitación de las palabras de una mantra y como tal es aplicable indudablemente a los
encantamientos ininteligibles del Mantra-Sastra ó de los Tantras y Agams. Pero el
origen del término es ciertamente diferente. La derivación de un verbo significa <hablar
en particular> en el texto del Veda ó de recitarlo en voz baja; y ocurre generalmente que
el sentido de un Mantra cualquiera en las escrituras indostánicas, es una plegaria que
contiene un pedido a una deidad ó actos de acciones de gracias, de alabanzas y de
adoración. El Rishi ó santo de una mantra está definido en el índice del Rig-Veda como
por los comentadores <aquel por quien es pronunciado>; así como la Devata ó deidad es
la que está allí mencionada. En el índice del Vadsanyi Yadjur-Veda, el Rishi está
interpretado como <el vidente ó aquel que se acuerda> del texto; y se dice que la Devata
esta contenida en la plegaria ó nombrada al comienzo ó indicada como la deidad que
comparte la oblación ó la alabanza. Conforme a esta s definiciones la deidad de quien se
hable, por ejemplo el elogio de la generosidad, es la Devazta de varios himnos enteros
dirigidos a los príncipes de quienes recibieron dones los autores de los himnos. El Rishi
ó aquel que habla, está por los demás rara vez, mentado en la mantra; pero en algunos
ejemplos él mismo se nombra. En efecto, un pequeño número de pasajes entre los

127
mantras del Veda está en forma de diálogo; y en semejantes casos los interlocutores
fueron considerados alternativamente como Rishis y Devata. En general, la persona a
quien fue revelado el pasaje, ó según otra glosa, la persona por quien su uso y su
aplicación fueron primero descubiertos, está llamada el Rishi de este mantra.
[Traduciendo literalmente <el Rishi es aquel por quien fue visto el texto, PANINI
(4.2.7) se vale del mismo término para explicar el sentido de los derivados empleados
como nombre de los pasajes en las Escrituras; y sus comentadores concuerdan con los
del Veda en la explicación dada aquí. Por Richi se entiende generalmente el escritor a
quien se supone inspirado; algunas veces, sin embargo, al inspirador imaginado se le
llama Rishi ó santo del texto, u otras veces, al interlocutor del diálogo ó al que
pronuncia la sentencia]. Es entonces evidentemente el autor de la plegaria, a pesar de las
aserciones de los indios, entre los cuales es un artículo de fe que los Vedas no fueron
compuestos por un autor humano. Por esto debe entenderse que, afirmando la existencia
primordial de sus Escrituras niegan que estas obras sean la obra original del Editor
(Vyasa); pero creen que estos libros han sido gradualmente inspirados a escritores
inspirados. Los nombres de los autores respectivos de cada pasaje están conservados en
la Anukraman'i su índice explicativo del contenido, el cual índice explicativo ha sido
revelado de lo alto con el mismo Veda y cuya autoridad no se discute. [Parece por un
pasaje del Vidjeya-villasa, como también según el Vedadipa ó Comentario abreviado,
sobre el Vadjasaneyi, como también por el mismo índice que KA'TYA'YENA es el
autor reconocido del índice del Yadjush blanco. El del Rig-Veda se lo atribuye el
comentador al mismo KA'TYA'YENA, discípulo de Sonaka. Los diferentes índices del
Veda contribuyen a que se conserve el texto verdadero especialmente en donde está
establecido el metro ó el número de sílabas como pasa generalmente]. Según este
índice, VISWAMITRA es el autor de todos lo himnos contenidos en el tercer libro del
Rig-Veda; como BRARADWADJA es con pocas excepciones, el que compuso los que
están compilados en el sexto libro; VASISHTHA de los que están en el séptimo;
CEITSAMADA en el segundo; VAMADEVA, en el cuarto y TUDHA así como otros
descendientes de ATRI, en el quinto. Pero en los libros restantes de este Veda, los
autores son más variados: entre estos últimos, además de AGASTYA-KASYAPA, hijo
de MARICHI; ANGIRAS, DJAMADANI, hijo de BRIGHU; PARASARPA padre de
VYASA; GOTAMA y su hijo NODHA, PRIHASKATI, NARADA, así como otros
célebres santos indostánicos, el más distinguido es KANWA y sus numerosos
descendientes; MEDHA'TUTHI etc.; MADHUCHPANDAS y otros en la posteridad de
VISWAMITRA; SUNASEFA, hijo de ADJIGARTA; EUSTA, HIRANÝASTU'YA,
SAVYA y otros descendiente de Angiras; además de un gran número de santos en la
posteridad de los personajes más arriba mencionados. Es digno de notarse que varias
personas de nacimiento real (por ejemplo cinco hijos del rey VRIHANGIR y
TRAYYARUNA, y TRASADASTU, que a su vez fueron reyes) están mencionados
entre los autores de los himnos que constituyen este Veda; y el texto mismo en algunos
lugares se dirige positivamente y en otros hace una alusión indirecta a monarcas cuyos
nombres son familiares en la historia de la India. Este hecho puede contribuir a fijar la
edad en la que fue compuesto el Veda. Entre los himnos compuestos por autores, reales
en los capítulos siguientes del libro décimo de la Samhita, noto uno compuesto por
MANDHATRI hijo de YUVANASWA; y otro por SIVI, hijo de VSINARA; un tercero
por VASUMANAS, hijo de ROHIDASWA; un cuarto, por PRATARDANA, hijo de
DIVO'DASA; rey de Kasi. Las deidades invocadas parecen ser, según una inspección
rápida del Veda, tan variadas como los autores de plegarias dirigidas a ellas; pero, según
las más antiguas anotaciones hechas sobre las Escrituras indostánicas, estos nombres tan
numerosos de personas y de cosas se resuelven todos en diferentes títulos de tres

128
divinidades y en último término, de un solo. El Glosario de los Vedas [Nighanti]
termina con tres listas de nombre de divinidades: la primera comprende todas las que
parecen sinónimas del fuego, la segunda del aire y la tercera del sol (ver sutra Nirukta
5). En la última parte del Nirukta, que se refiere enteramente a las divinidades, se afirma
dos veces que no hay sino tres dioses: Tisra eva devatah. (En GN 12.2-3, del glosario
explicativo del Veda. La otra consecuencia de que estos tres dioses no designan sino
una sola divinidad está apoyada en numerosos pasajes del Veda y está establecida de
manera clara y concisa al comienzo del índice del Rig-Veda sobre la autoridad del
Nikukta y del Veda mismo. El Rishi de un pasaje particular cualquiera que él sea, es
aquel que tiene la palabra; y aquel por quien está pronunciada es la deidad del texto; y el
número de sílabas constituye el metro de la plegaria. Los Sabios (Rishis) deseosos de
obtener objetos particulares se han acercado a los dioses con plegarias compuestas con
medida. LAS DIVINIDADES SON SOLO TRES, cuyas mansiones son la tierra, la
región intermedia y el cielo; a saber, el fuego, el aire y el sol. Se le llama a cada una de
las divinidades con diversos nombres misteriosos, y el Señor de las criaturas
(PRADJAPATI) es su divinidad colectivamente. La sílaba OM designa a cada
divinidad; pertenece al que habita en la mansión suprema (PARAME SHTHI):
pertenece al que se extiende a lo lejos (Brahama); a Dios (Deva); al alma suprema ó que
domina a todas las otras almas (Adhyatma). Otras divinidades pertenecientes a estas
diversas regiones, son partes de los tres dioses; pues están llamados y descritos
diversamente con relación a sus diferentes operaciones: pero en el hecho no hay sino
una sola divinidad: LA GRAN ALMA (Mahanatma). Se la llama el sol; pues el sol es el
alma de todos los seres; y esto ha declarado el sabio: EL SOL ES EL ALMA DE LO
QUE SE MUEVE (djagat) Y DE LOS QUE NO SE MUEVE (tastush). Las otras
divinidades son parte ó facciones de su persona y lo que está expresamente declarado
por el texto: el sabio lo llama fuego, MITRA'INDRA Y VARUNA, […] (Sutra Niruka
22.4) (El resto del pasaje que está aquí brevemente citado por el autor del índice,
identifica al fuego con la gran alma y la única). El pasaje del Anukramani está en parte
abreviado del Sutra Nirukta 12 y en parte tomado del Brahmana del Veda. Muestra (lo
que puede también deducirse de los textos de las escrituras indostánicas, traducidas en
el presente ensayo y en los que lo han precedido [Ensayos de Colebrooke sobre las
ceremonias religiosas de los Indostánes (Asiatic Resaerches, vol.V, pág.345-388.
Calcuta 1798; y vol.VII pág.232-285, vol. I, pág.123-226, Londres 1837)]. La antigua
religión indostánica tal como está fundada en las Escrituras, no reconoce sino a un solo
Dios, aunque sin embargo no distingue suficientemente a la criatura del creador. (Es
también los que el célebre Bracmán Rammohanroy, que murió en Inglaterra en 1833,
probó en diversos opúsculos publicados en Calcuta en sánscrito, en bengali y en inglés,
éstos últimos reunidos y publicados en Londres en 1832, con el título: Translation of
several principal books, passages and extes of the Veds and of some con roversial works
on Brahmanical theology, by Rammohaanroy, segunda edición un vol, en 8º). Los temas
y los diversos empleos de las plegarias contenidas en los Vedas difieren más que las
divinidades de las que son objeto ó que los títulos con los que son invocados. Cada
verso está lleno de alusiones a la mitología y a las nociones indostánicas sobre la
naturaleza divina y los espíritus celestes. Para las ceremonias innumerables que deben
celebrar un dueño de casa y más todavía, para ritos sin término prescritos a los
anacoretas y a los ascéticos, hay una selección de plegarias, por cada grado de
celebración. Puede bastar aquí la observación de que Indra ó el firmamento, el fuego, el
son, la luna, el agua, el aire, los espíritus, la atmósfera y la tierra, son los objetos a los
que están dirigidas más frecuentemente las plegarias; y los sacrificios variados y
repetidos que se hacen con el fuego, así como el beber el fugo lechoso de la planta de la

129
luna ó Asclepias ácida ofrece abundantes ocasiones para numerosas plegarias, adaptadas
a los diferentes grados de los ritos religiosos. Por lo que escogeré como tema de mis
observaciones las plegarias que me parezcan más singulares y preferencia a otras que
podrían parecer las más bellas muestra de ese Veda. […] Algunas partes de los himnos
tienen una semejanza evidente con otro himno sacada del Yadjush, […] también
pasajes análogos se hallan en el Tettiriyaka ó Yadjush negro y también en el Brahmana
de este Veda. Los ciento un dioses que son los agentes en la formación del universo, de
cuyos sacrificios ha sido tomado uno como tipo, son, según este comentador, los años
de la vida de Brahama ó son respiraciones personificadas en al forma de ANJIRAS, etc.
los siete Sabios que instituyeron los sacrificios a imitación del tipo principal, son
MARICHI y otros. Guyatri, Ushnih, etc., son nombres de los metros ó de las diferentes
longitudes de las estancias y los versos medidos en los Vedas. En Bengala y en las
provincias limítrofes se inmolan delante del ídolo en cada templo célebre, miles de
cabritos y pequeños búfalos; y las personas pudientes hacen semejantes sacrificios de
animales en sus capillas particulares; la secta que ha adoptado este sistema predomina
en Bengala y en muchas otras provincias de la India; es capítulo sanguinario traducido
por el Kalika-puran'a por el Sr.Blaquiere (Asiatic Reaserches, vol. V, pág.371) es una
de las autoridades sobre la que se apoya. Pero esta costumbre no está aprobada por las
otras sectas indias. En nuestros días se ha comenzado ha emprender la traducción de los
Vedas. Un indostanista alemán de noble y elevado espíritu, de saber tan variado como
profundo, Federico Rosen, había ya emprendido en Londres una traducción latina del
Rig-Veda; una muerte prematura y fatal para la ciencia vino a interrumpir su noble
tarea, en el momento en que acababa la impresión del primer libro del Rig-Veda que
comprende ciento veintiún himnos en sánscrito y latín con sabias notas. Londres 1838;
un volumen en 4º publicado bajo este título Rig-veda Sanhita Liberprimus Sanscrite et
Latine;; edidit. Fridericus Rosen. Ha aparecido también en Bombay en 1832 ó 1833 una
traducción de una parte de los himnos del Rig-Veda hecho por el reverendo J.Stetenson,
acompañada del texto y del comentario litografiados, pero sólo han llegado a Europa
escasos ejemplares El Sr. H.H.Wilson, a quien debe tanto el estudio del sánscrito, ha
emprendido también una traducción inglesa completa del Rig-Veda y el Sr. L. Poley
una traducción francesa de un Upanishads. La traducción francesa de los Vedas (Rig-
Veda, Sama-Veda) de los PURANAS, de los Upanishads, de los diversos libros se la
religión de los indostánes, se halla en la colección del Abad Migne (Librería Garnier
Hermanos, editores, 6, calle de Sains Peréz). Véase los libros sagrados de todas las
religiones con excepción de la Biblia, tomo 2.

(Coomaraswamy 1932) (De «El Vedanta y la Tradición Occidental», The American


Scholar, VIII (1939), pp. 226-227). La literatura sagrada de la India sólo es asequible a
la mayor parte de nosotros en traducciones hechas por eruditos expertos en lingüística
más bien que en metafísica; y ha sido expuesta y explicada —o como yo diría más bien,
explicada desde afuera— principalmente por eruditos que ya estaban pertrechados de
las asumiciones de los naturalistas y de los antropólogos, eruditos cuyas capacidades
intelectuales se han inhibido tanto por sus propios poderes de observación que ya no
pueden distinguir la realidad de la apariencia, el Sol Supernal de la metafísica del sol
físico de su propia experiencia. Aparte de éstos, la literatura india ha sido estudiada y
explicada por propagandistas cristianos, cuyo interés principal era demostrar la falsedad
y la absurdidad de las doctrinas implícitas, o por teosofistas, por quienes las doctrinas
han sido caricaturizadas con la mejor de las intenciones y quizás con peores resultados
aún. Por otra parte, el hombre educado de hoy día está completamente fuera de contacto
con esos modos del pensamiento europeo y con esos aspectos intelectuales de la

130
doctrina cristiana que más se acercan a los de las tradiciones védicas. Un conocimiento
del cristianismo moderno será de escasa utilidad, porque la sentimentalidad fundamental
de nuestros tiempos, ha reducido lo que una vez fuera una doctrina intelectual a una
mera moralidad que apenas puede distinguirse de un humanismo pragmático. De un
europeo, difícilmente puede decirse que esté adecuadamente preparado para el estudio
del Vedanta, a menos de que haya adquirido algún conocimiento y comprensión, como
mínimo de Platón, Filón, Hermes, Plotino, los Evangelios (especialmente el de San
Juan), Dionisio, y finalmente del Maestro Eckhart quien, con la posible excepción de
Dante, puede ser considerado desde un punto de vista indio como el más grande de
todos los europeos. El Vedanta no es una «filosofía» en el sentido corriente de la
palabra, sino sólo en el sentido que tiene la palabra en la frase «philosophia perennis», y
sólo si tenemos en la mente la «filosofía» hermética o aquella «Sabiduría» por quien
Boecio fue consolado. Las filosofías modernas son sistemas cerrados, que emplean el
método de la dialéctica, y que dan por establecido que los opuestos son mutuamente
exclusivos. En la filosofía moderna las cosas son así o no son así; en la filosofía eterna
esto depende de nuestro punto de vista. La metafísica no es un sistema, sino una
doctrina congruente; no se interesa meramente en la experiencia condicionada y
cuantitativa, sino en la posibilidad universal. Por consiguiente, considera posibilidades
que pueden no ser ni posibilidades de manifestación ni posibilidades formales en ningún
sentido, así como conjuntos de posibilidad que pueden realizarse en un mundo dado. La
realidad última de la metafísica es una Identidad Suprema en la que se resuelve la
oposición de todos los contrarios, incluida la del ser y el no-ser; sus «mundos» y sus
«dioses» son niveles de referencia y entidades simbólicas, que no son lugares ni
individuos sino estados del ser realizables dentro de vosotros. Las traducciones
existentes de los textos védicos, por muy «exactas» que sean etimológicamente, a
menudo son demasiado ininteligibles o implausibles, y algunas veces son también
admitidamente ininteligibles para el traductor mismo. Por ejemplo, ni los «Sacred
Books of the East», ni las traducciones de las Upanisads tales como las de R. E. Hume,
o las de Mitra, Roer y Cowell, recientemente reimpresas, ni siquiera se acercan a las
pautas establecidas por obras tales como la versión de las Enéadas de Plotino por
Thomas Taylor, o la de la Guide for the Perplexed de Maimónides por Friedländer. Los
traductores de los Vedas no parecen haber poseído ningún conocimiento previo de
metafísica, sino que más bien hubieran extraído sus primeras y únicas nociones de
ontología de las fuentes sánscritas mismas. Como observaba Jung, en Psychological
Types, p. 263, con referencia al estudio de las Upanisads bajo las condiciones
existentes, «una verdadera percepción de la profundidad completamente extraordinaria
de esas ideas y de su pasmosa exactitud psicológica todavía no es sino una posibilidad
remota». Es muy evidente que para una comprensión de los Vedas, un conocimiento del
sánscrito, por muy profundo que sea, es insuficiente. Los indios mismos, en lo que
concierne a los Vedas, no confían en su conocimiento del sánscrito, e insisten en la
necesidad absoluta del estudio a los pies de un gurú. Eso no es posible en el mismo
sentido para los estudiosos europeos. Sin embargo, Europa posee también una tradición
fundada en los principios primeros. Aquella mentalidad que, en los siglos 12 y 13, dio
nacimiento a un cristianismo intelectual que debe tanto a Maimónides, a Aristóteles y a
los árabes como a la Biblia misma, no habría encontrado «difíciles» los Vedas. Por
ejemplo, aquellos que comprendían que «La paternidad y la filiación… son propiedades
dependientes», o que Dios «no puede ser una Persona sin una Naturaleza, ni su
Naturaleza puede ser sin una Persona», Maestro Eckhart 1.268 y 3942, o que hubieran
leído más tarde estas palabras de Dante «Oh Virgen Madre, hija de tu Hijo», Paradiso
23, no habrían visto en la generación mutua de Purusa y Virj, o de Daksa y Aditi un

131
modo de pensamiento arbitrario o primitivo: aquellos que estuvieran familiarizados con
las concepciones cristianas de la Divinidad como «vacío», «desnudo», y «como si no
fuera», no se habrían desconcertado por las descripciones de Eso como «Muerte»
(mtyu), y como no siendo «de ninguna manera» (neti, neti). Para aquellos que incluso
hoy día tienen alguna idea de lo que se entiende por una «reconciliación de los
opuestos», o que han comprendido parcialmente la relación entre la consciencia
consciente del hombre y las fuentes inconscientes de sus facultades, podría ser evidente
la significación de las Aguas como un «manantial inagotable» de las posibilidades de
existencia. Cuando Blake habla de un «Matrimonio del Cielo y el Infierno», o cuando
Swinburne escribe, «Sólo te ruego que seas», en ello hay implícito más de los Vedas de
lo que puede encontrarse en muchas disquisiciones eruditas sobre su «filosofía». ¿Qué
derecho tienen los sanscritistas a confinar sus trabajos a la solución de problemas
lingüísticos? ¿es el miedo lo que les impide esforzarse en la ideología de los textos que
acometen?. Nuestra erudición es ciertamente poco humitaria. Por una parte, el erudito
profesional, que tiene acceso directo a las fuentes, funciona en aislado; por otra, el
propagandista aficionado del pensamiento indio disemina nociones erróneas. Y entre los
dos, no se hace ninguna provisión para el hombre educado de buena voluntad. Lo que
he llamado aquí un «nuevo acercamiento a los Vedas», no es nada más que un ensayo
de exposición de las ideas védicas por medio de una traducción y de un comentario en el
que se dan por sentados los recursos a otras formas de la tradición universal. En 1891,
Max Müller sostenía que el Veda continuaría ocupando a los eruditos «los siglos
venideros». Mientras tanto, además de los eruditos profesionales, hay otros para quienes
los Vedas tienen significado. En cualquier caso, no puede esperarse que se opere
ninguna gran extensión de nuestra medida de comprensión presente si partimos de la
investigación filológica sólo, por muy valiosos que tales métodos de investigación
puedan haber sido en el pasado: y lo que es verdadero para la religión sumerio-
babilónica, no es menos verdadero para los Vedas, a saber, que según Langdon (1914):
«No se pueden hacer más progresos en la interpretación del difícil ciclo de […] las
liturgias hasta que se interprete más profundamente el culto desde el punto de vista de la
historia de la religión». En lo que concierne a la traducción: cada palabra inglesa que se
ha empleado se ha usado expresamente con respecto a su significación técnica. Por
ejemplo, «naturaleza» aquí es siempre el correlativo de «esencia», y denota eso por lo
cual el mundo es como es; aquí no se usa nunca, como en el uso coloquial moderno,
para denotar el mundo, ens naturata. Similarmente, aquí se distingue entre la existencia
y el ser, entre la creación y la emanación, entre el movimiento local y el principio de la
moción, entre lo incalculable y lo infinito, y así sucesivamente. Todo eso es
absolutamente necesario si se ha de transmitir el sentido de los textos védicos. Además,
las pocas palabras inglesas [o españolas] que se han añadido para completar el sentido
de la traducción están en bastardilla: y cuando se emplean varias palabras inglesas [o
españolas] para traducir un solo término sánscrito, las palabras inglesas [o españolas]
están conectadas generalmente por guiones, e.g., îditya, «Sol-Supernal»; Ak·ara,
«Palabra-Imperecedera». En lo que concierne al comentario: aquí he usado simplemente
los recursos de las escrituras védicas y cristianas a la par. Un uso extenso de las fuentes
sumerias, taoístas, fs y gnósticas habría sido a la vez posible e iluminador, pero habría
ampliado el estudio más allá de los límites razonables. En cuanto a las fuentes védicas y
cristianas, cada una de ellas ilumina a la otra. Y eso es en sí mismo una contribución
importante a la comprensión, pues como lo expresa Whitman, «Estos son realmente los
pensamientos de todos los hombres en todas las edades y en todas las tierras, no son
originales míos. Si no son vuestros tanto como míos, no son nada, o casi nada». Sea lo

132
que sea lo que se afirme o se niegue con respecto al «valor» de los Vedas, esto al menos
es cierto, a saber, que sus doctrinas fundamentales no son en modo alguno singulares.

Como nosotros los tenemos, los Vedas encarnan una tradición de antigüedad
inmemorial, desarrollada ya en idiomas característicos, pero que no son en modo alguno
originales o exclusivos en sí mismos: el Veda es anterior a los Vedas. Sin embargo, aquí
no tenemos intención de recalcar este argumento, sino más bien de señalar que hay poco
o nada en la metafísica de las Upanisads que implique necesariamente un «progreso»
con respecto a los libros védicos más antiguos. Los «tres Vedas» se interesan
principalmente en las «Obras» (karma, yajña) y en el «Génesis» (VR 2.120); quizás
también VR 10.71.11, y Sutra Nirukta 1.8; el material exegético, tal como aparece
abundantemente en el Atharva Veda, los Brahmanas, las Upanisads y el sutra nirukta,
se incluye entre las liturgias védicas, por así decir, sólo por accidente e incidentalmente.
El hecho de que el lenguaje de las Upanisads sea menos arcaico que el de los tres Vedas
sólo prueba una publicación posterior de la exégesis tradicional, pero no prueba, y ni
siquiera sugiere a aquellos que reconocen la congruencia de una única tradición en los
Vedas y las Upanisads, que las doctrinas esenciales de las Upanisads no se hubieran
enseñado «siempre» a aquellos que poseían las cualificaciones necesarias. Esto estaría
plenamente de acuerdo con la interpretación tradicional de «Upanisad» como «doctrina
secreta» o «misterio» [rahasya], sin contradecir la connotación tradicional de «doctrina
con respecto al Brahman». En cualquier caso, la historia de la tradición, y la historia
de la literatura, son dos cosas diferentes; y esto es especialmente verdadero en el
India, donde, incluso en el día presente, se siente que nadie excepto un maestro vivo
puede comunicar la verdad última. Además, es un punto de vista erróneo el que describe
los «comienzos» de la «filosofía» india como un proceso de pensamiento «sincretista»,
como una «tendencia a ver que todos los ángeles son realmente Uno». Antes al
contrario, la «mitología» védica, según la poseemos, representa ya una etapa «reciente»
y sofisticada en la historia del simbolismo, un empleo de similitudes e imágenes
incesantemente creciente, y de nombres y epítetos esenciales recién fundados,
acompañado por una tendencia hacia una concepción de estos nombres como los de
poderes independientes, de manera que se había suscitado un aspecto de politeísmo
superficial, del mismo tipo que el que puede reconocerse en el cristianismo cuando se
dijo con respecto a la Trinidad «Nosotros no decimos el único Dios, pues la deidad es
común a varios», Santo Tomás, Sum. Th. I.Q.31.A.295. La «apariencia de politeísmo»
es un desarrollo secundario en la tradición, y este desarrollo ya había tenido lugar
antecedentemente a los Vedas como nosotros los poseemos. Lo que el profesor Langdon
tiene que decir del panteón sumerio-acadio es absolutamente pertinente, a saber, «El
complicado panteón sumerio fue obviamente la obra de los teólogos y del crecimiento
gradual. Casi todos los nombres de las deidades expresan… alguna personificación de
los poderes naturales, de las funciones culturales o éticas, perfectamente inteligibles
para el sumerólogo… nombres dados a concepciones definidamente mitológicas por el
claro pensamiento de los teólogos y aceptados en la religión popular… Puesto que en su
mitología todos los dioses descienden de An, el dios Cielo, es extremadamente probable
que los sacerdotes que construyeron el panteón fueran monoteístas en una etapa más
antigua, en la que solo tenían el dios An, una palabra que significa efectivamente
“alto”… (es decir) no una mitología que brotaba de una religión primitiva, sino una
especulación basada en valores naturales, espirituales y éticos», (Semitic mythology, p.
89). Cf. «el mundo de los dioses (a saber, el îditya-mandala) relativamente homogéneo
en el origen, se ha diferenciado más tarde», (Przyluski, Brahmana Sahmpati, Journal
Asiatique, CCV, 1924, pp. 155-163). Las «deidades abstractas» de la erudición védica,

133
por ejemplo, representan nombres esenciales todavía no divididos de su fuente y
personalizados independientemente: la multiplicación de las deidades, o más bien de los
ángeles, tienen lugar por un tratamiento gradual de los nombres esenciales como si éstos
hubieran sido designaciones personales, como por ejemplo en el caso de Kama,
Visvakarma, Tva, Prajpati. Estas elaboraciones pueden considerarse desde algunos
puntos de vista como un progreso en la ciencia teológica, pero desde ese punto de vista
que tiene en consideración que «los ángeles tienen menos ideas y usan menos medios
que los hombres», y que sostiene que en una única visión y en una única idea «Él» se
contempla a sí mismo y a todas las cosas simultáneamente, y que con el conocimiento
de Ese Uno «todo este universo entero deviene conocido», Mundaka Up. I.1.3, estas
elaboraciones pueden considerarse más bien como un declive. En realidad, la noción de
un progreso o de un declive está fuera de lugar, puesto que un progreso o un declive
absoluto no puede concebirse en metafísica en mayor medida que en el arte: la cosa que
se conoce sólo puede estar en el conocedor según el modo del conocedor. Ruysbroeck:
Todos los símbolos son «según la iluminación de la razón del que los da forma y los
muestra, y es por eso por lo que, bajo unas condiciones que cambian, las formulaciones
alternativas (pary ya) se presentan por sí mismas necesariamente; y cada una de éstas,
en la medida en que es «correcta», y no en la medida de su complejidad o de su
simplicidad, expresa una y la misma verdad. Todo eso concierne al historiador del
estilo, más bien que al expositor del significado de los significados, paramârtha: y ya
eva vidvn. En podría haberse dicho en cualquier tiempo precisamente con respecto a esa
significación última, y no sólo la primera vez que las Upanisads se «publicaron»
finalmente. Puede citarse una simple ilustración de esto en el hecho de la equivalencia
de Varuna, Brahma-Prajapati, Visvakarma, y Narâyana-Visnu, equivalencia que puede
demostrarse fácilmente desde muchos puntos de vista (Cf. Yakas II, p. 36). Que el kavi
[Profeta Poeta] védico era de hecho vidente se muestra por aserciones bien conocidas
tales como «Los sacerdotes hablan de diversas maneras de eso que es sólo Uno: ellos le
llaman Agni, Yama, Maitarisvan…» (VR 1.164.46); «Sacerdotes y cantores hacen
múltiple el nacimiento (del Sol) que es único», (VR 10.114.5); o como cuando Aditi o
Prajapati son identificados con todo lo que es, (VR 1.89.10) y (VR 10.121). En los
Vedas se encuentran las ideas y a menudo las locuciones mismas de las Upanisads, ver
VR 6.16.35, y VR 5.46.1, «No codicio ni la liberación ni una vuelta atrás de nuevo; que
Él que es sabio sea mi guía y me conduzca derecho», donde punar av¨ttam difícilmente
puede comprenderse de otro modo que en la literatura «posterior».

Se dice en el Rig Veda que los Cinco parientes arios son inmigrantes; han venido de
otro lugar a través de las aguas, y han poblado y cultivado las tierras de esta orilla. Este
proceso de toma de tierra se ha interpretado generalmente como haciendo referencia a la
inmigración histórica de un pueblo de lengua aria que, de un color claro y tajantemente
distinto de los obscuros dasyus paganos, cruzó la Sarasvat´ en el Punjab y se estableció
en Bharatavar·a. Esto es una interpretación evemerista de la literatura tradicional que,
hablando estrictamente, está desprovista de todo contenido histórico, cualquiera que sea.
Con esto no queremos decir que no pueda haber habido acontecimientos históricos
análogos a los aludidos en los «mitos» védicos; antes al contrario, asumimos que la
historia tiene lugar siempre de acuerdo con el modelo de la realidad última que se
enuncia en la tradición metafísica, o en la fraseología bíblica, «para que pueda
cumplirse lo que fue anunciado por los profetas» (¨·ayaú). Por consiguiente, puede ser
acertado que la tradición metafísica misma se emplee, por un proceso de inversión,
como un material fuente por el historiador, de la misma manera que el esteta puede usar
un icono como una pieza de adorno, o el antropólogo puede usarlo para sus fines

134
propios. En este sentido, por ejemplo, podemos estar ciertos de que las gentes que
hacían el ritual védico y que cantaban los mantras en su forma registrada, poseían
efectivamente caballos y carros, tenían la experiencia del cruce de mares y de ríos, y
cultivaban el terreno. De ello no se sigue que el mito cósmico mismo hubiera sido
desconocido antes de esta última etapa de la cultura neolítica, que se refleja en el
simbolismo de los mantras en los que se expresa. Algunos de los símbolos no pueden
ser «fechados»; en cualquier tiempo puede haberse aludido al Sol como un pájaro, y no
cabe duda de que en la edad paleolítica ya existía un culto de la Única Madonna. Los
símbolos que implican un nivel cultural específico, pueden haberse desarrollado desde
prototipos más antiguos simultáneamente con su invención efectiva; así, antes del pilar,
el árbol; antes de la rueda, el swastika; antes del arado, el palo de plantar. Andrae, Die
ionische Säule: Bauform oder Symbol?, Berlín, 1933, pp. 65, 66: «Cuando sondeamos
el arquetipo, el origen último de la forma, entonces descubrimos que está anclado en lo
más alto, no en lo más bajo […] El que se maravilla de que un símbolo formal pueda
permanecer vivo no sólo durante milenios, sino de que, como todavía aprenderemos,
pueda volver a la vida de nuevo después de un intervalo de miles de años, debería
recordar que el poder del mundo espiritual, que forma una parte del símbolo, es
sempiterno». (René Guénon, «Du prétendu “empirisme” des ancients», en Le Voile
d’Isis, nº 175, 1934). Es en este sentido como el mito mismo, aparte de la manera de su
formulación (y esto se aplicará incluso a su recensión más reciente en las dos grandes
epopeyas pseudohistóricas), no puede considerarse propiamente como un relato
histórico, ni como interesado en los acontecimientos temporales, sino como una
formulación metafísica de acuerdo con un orden de pensamiento lógico. Otras versiones
de la «tradición única y unánime», por ejemplo, el Génesis, se han de comprender y han
sido comprendidas de la misma manera. De igual modo, los elementos milagrosos en las
vidas de los Mesías no han de considerarse como agregados posteriores impuestos sobre
un núcleo histórico, sino más bien como partes del tema esencial, tema al que se ha
sobreagregado un aspecto de historicidad a modo de acomodo. A algunos estudiosos,
estas tesis les resultarán evidentes por sí mismas, sin necesidad de ninguna
demostración. A otros, sin embargo, les parecerán meramente una teoría fantástica.

(Tola-Dragonetti 2003) La obra que da su nombre a la primera época de la historia de la


India son los cuatro Vedas (Rig Veda, S2ma Veda, Yajur Veda y Atharva Veda). De los
cuatro Vedas el más antiguo es el Rig Veda que debemos ubicar hacia el inicio de la
Época Védica, alrededor del año 1500 antes de Cristo. Ellos constituyen la Shruti,
literalmente “lo que ha sido oído mediante comunicación oral”, la Tradición, es decir en
términos occidentales: la Revelación. Son considerados como literatura sagrada y como
tal contienen la norma de verdad. Su función es así similar a la de la Biblia en el mundo
judeo-cristiano-occidental. Los Vedas profesan una religión politeísta constituida por
Dioses todopoderosos, que se reparten en tres grupos de acuerdo con sus funciones:
soberanos, guerreros, de la producción y de la fertilidad. Muchos de estos Dioses
védicos tienen su correspondencia en Dioses de las religiones de otros pueblos indo-
europeos como persas, griegos, latinos, germanos, escandinavos, etc. Ver G. Dumézil,
Mythe et Épopée, Paris: Gallimard, 1995. Pero los Vedas no sólo constituyen un texto
que contiene las creencias religiosas de la época, sino que también proporcionan
información sobre hechos históricos, concepciones cosmogónicas, prácticas rituales, y
presentan algunas notables intuiciones filosóficas. Dos ideas de los Vedas son
especialmente interesantes para nuestro propósito: la idea de que el origen de todo fue lo
Uno (ekam) y la idea de un Orden Cósmico que todo lo regula (rita). La primera tiene
que ver con la creación y la segunda con el funcionamiento del mundo. La creación es

135
presentada como resultado de diversos procesos. Unas veces la creación es concebida
como una obra de construcción similar a la de una casa. Por tal razón los himnos se
refieren a mediciones (del espacio), a los materiales empleados (madera), a columnas
(que sostienen el cielo y la tierra), a las puertas (el oriente por donde llega la luz), a
cadenas (para fijar la tierra), etc. Los artífices son los Dioses en general, varios Dioses
juntos o algún Dios individual. El Rig Veda conoce a un Dios Tvastri, el carpintero
divino. Otras veces el Rig Veda presenta a la creación como un acto de procreación.
Soma es el padre de las plantas, Sarasvati, la madre de los ríos. Pero la creencia más
generalizada y amplia es la que declara a Dyaus (el cielo) y a Prithivi (la tierra) como el
Padre y la Madre de todo.

(Cattedra 2007) Tal como indica su nombre Veda, los himnos han sido vistos. VID es la
raíz indoeuropea asociada a la visión, intuición y sabiduría, que da origen al término
veda. Los canales de tal visión, han sido naturalmente, los videntes, rsi. Este término,
derivado de otra raíz asociada al tema de la visión DRS, se debilita en el nominativo rsi,
y en su forma natural, deriva como la base nominal en darsana: el punto de vista. Los
himnos son la consecuencia de una experiencia espiritual, por tanto, constituyen el
producto de una percepción de la realidad en época en la que el símbolo y el mito
constituían el lenguaje por excelencia. Aun más, el lenguaje así considerado constituía
la realidad misma. Efectivamente, el corpus védico se conoce específicamente como lo
visto [veda] en un sentido, y lo oído [sruti] en otro. Es la sruti, literalmente, lo oído de
sentido suprahumano, la realidad en sonido. La idea dará paso mas adelante al tema del
Brahman sabda. La revelación es, entonces, vista, oída, y también, rememorada,
recordada [smrti] y así se conforma en tradición: veda-sruti-smrti. Y todo es,
simultáneamente, no humano, no personal, , sin persona o más allá de la persona
[apauruseya], las personas y lo personal; en verdad, más allá del tiempo y el espacio.
Caterina Conio expresa: “La producción poética de los Sabios rsi refleja una serie de
intuiciones que se radican en una conciencia universal y que constituyen el fundamento
revelador de la especulación posterior” (Caterina Conio, Mito e filosofia nelle tradizione
indiana Milano 1974, p. 13). Semejante interpretación evita una consideración evolutiva
del pensamiento indio. Si los himnos son la realidad misma en su expresión de lenguaje
y sonido, si son la realidad en sí, deben, naturalmente, contenerlo todo. Y así el resto de
la elaboración se considera fundamentalmente, exégesis. La autora italiana, en su
estudio sobre la cosmología puránica, examina los antecedentes védicos, los comprende
directamente conectados y considera que la idea de Realidad Última debe analizarse a
partir de las instancias cosmológicas. Considera que el hombre védico sí está situado
frente a una fuerte experiencia de finitud que se capta de diversos modos, y que también
supone en el hombre: “La experiencia de su propia posibilidad creativa, en cada tipo de
operación vuelve a trasformar las cosas y observa su capacidad de comunicarse con el
mundo sobrehumano mediante la plegaria, el rito litúrgico y la mística” (Pág14). Tal
diversidad de experiencias conduce a concebir distintas expresiones en el ámbito
cosmogónico, divididas aproximadamente de este modo: Creación como generación.
Creación como construcción arquitectónica del universo en base a una materia predada.
Como obra mágica. Como emanación transformadora. Como sacrificio ritual. Como
práctica ascética. (Doniger 1981) Conio afirma que el concepto de realidad última está
vinculado a la experiencia de paternidad y de potencia benefactora. Ambas
características tendrían lugar en una instancia teísta muy marcada: la típica del
“politeísmo védico” con sus estructuras polimórficas, polinómicas y, sin embargo, con
una fuerte tendencia monoteísta que se encaminaba hacia una ultima identificación de la
unidad con el ser. La autora italiana también señala que es este un proceso intermitente

136
en el Veda -y la situación de Varuna lo confirma- y que, por consiguiente, deberá
esperar hasta las Upanishad para lograr su desarrollo pleno. Finalmente, Conio sugiere
que el ser védico no es un ser abstracto. Es tan concreto que puede contener esa
experiencia de finitud y orfandad el hombre, y que, ya sea bajo una forma de principio
cósmico, de dios personal o de causalidad impersonal: “Siempre revela la relación
viviente y concreta con el universo y, básicamente, con él, al hombre que posee la
capacidad de reconocerlo (Pág 15). Varenne, en su estudio sobre Cosmogonies
vediques, indica que: “En la poética vedica, el acto cosmogónico se expresa por medio
de muchas raíces verbales: JAN, engendrar, aquí bajo el sustantivo janûs. STAMBH,
erigir un poste, apuntalar. NUD, extender como se desenrolla un tapiz. NUD, empujar,
estimular, con el prefijo PRA, hacia delante. PRATH, extender como se desenrolla un
tapiz. A este último, le ha seguido, muy probablemente, la raíz GHI, que concierne a
todo lo que se refiere a la intuición intelectual, a la inspiración y a la potencia espiritual:
dhyana, meditación profunda. Luego, se añade la aparición de otras raíces sobre el
mismo tema: IS, lanzar hacia adelante, delegar. Vi STHA, repartir, y SRJ, hacer o dejar
fluir. Sam BHU, nacer en, con, junto, o aparecer y desplegarse colectivamente. Como
en los ejemplos ofrecidos anteriormente, ninguno de estos verbos expresa la idea de un
surgimiento desde la nada, sino y siempre, la manifestación de algo que preexiste o si se
prefiere, la realización de algo que no era más que virtual antes del acto cosmogónico.
(J. Varenne, Cosmogonies Védiques, Paris 1982, p. 59). El mito de Indra (VR 132)
venciendo a Vrtra concluye la etapa de los himnos cosmogónicos justamente porque es
a través de este relato como se comprende la aparición del cosmos, luego de destruir el
caos representado por Vrtra. A este último se lo asocia con la fuerza de inercia de la
materia, así como indica, también, las fuerzas separatistas apropiadoras de la
individualidad; el egoísmo. Este ciclo ya no pertenece a los himnos especulativos sino a
los propiamente cosmogónicos, que adquieren la forma de descripción del triple mundo
cielo, atmósfera y tierra. Paralelamente, Varenne recuerda la descripción del arquitecto
del mundo, Visvakarman, que lo construye armoniosa y bellamente. Visvakarman es un
“Rbhu, cierto grupo divino etimológicamente aliado a los Elfos germanos y el Orfeo
griego, que representa, en el panteón védico, la habilidad manual, la destreza y, sobre
todo, la aptitud para crear lo bello”. (Varenne 1982, pág. 129).

(Kashyap 2012) Nociones generales acerca del Rig Veda: En antiguos tiempos, todos
los versos [mantras] del Veda constituían una sola colección, la cual poseía una
estructura no-lineal inherente en la que cada mantra se conectaba a varios otros. La
conexión se lograba a través de la consonancia de los sonidos. Por ejemplo, todos los
mantras con una palabra clave, como “āyāhi” (ven), se agrupaban de manera natural. De
tal manera que así el rishi habría de recitar el grupo de mantras que fuese requerido para
una determinada ocasión. En el curso del tiempo, una estructura linear fue superpuesta
sobre los mantras. Todos lo rik-mantrās fueron reunidos de acuerdo con determinados
criterios y divididos en 10 Mandalas o “Ciclos”, cada uno con varios sūktas o “himnos”
(lit. “lo que está bien dicho”). Este es el texto del Rig Veda Samhitā dividido en diez
libros. Así que un orden lineal ha sido forzado. Similarmente aquellos mantras que
tratan acerca de las labores fueron agrupados y la colección se convirtió en el Yajur
Veda (Nótese que el Yajur Veda contiene ambos yajus y rik-mantrās). Aquellos rik-
mantrās que estaban dispuestos para ser cantados de una forma elaborada se agruparon
en el texto llamado Sāma Veda. Mientras que los mantras que trataban tópicos tales
como la salud, filosofía, educación, etc. llegaron a convertirse en parte del Atharva
Veda Samhitā. El Rig Veda contiene 10,552 mantras que están agrupados en 1,028
sūktas o himnos, los cuales poseen cada uno aproximadamente diez mantras. Los

137
himnos se agrupan a su vez en diez Mandalas de manera dispareja. Por ejemplo, el
Mandala 2 posee 43 himnos [sūktās] mientras que el Manndala 1 y el Mandala 10
poseen cada uno 191 sūktās. Los diez Mandalas pueden ser divididos ampliamente en
dos grupos. En el primer grupo están los seis Mandalas que van del 2 hasta el 7. El
segundo grupo lo constituyen cuatro Mandalas que son el 1, 8, 9 y 10. Cada Mandala
del primer grupo se asocia con un rishi primario. Es decir, todos los mantras de un
determinado ciclo fueron revelados a un solo rishi, o bien a él y sus sucesores o
discípulos. El rishi principal que se asocia con cada uno de los seis Mandalas del primer
grupo son: Mandala 2. Rishi Gritsamada 3. Rishi Vishvāmitra 4. Rishi Vāmadeva 5.
Rishi Atri 6. Rishi Bharadvāja 7. Rishi Vasishtha. En cuanto a los Mandalas del
segundo grupo, hay más de cien rishis que se asocian a ellos en total. Los mantras tratan
con todos los aspectos de la sabiduría, tales como: cuáles son los diversos poderes
universales y las maneras en cómo manifestar estos poderes en nuestra vida cotidiana;
también acerca de las dificultades que enfrenta un buscador espiritual y la manera de
sobrellevarlas, así como sobre los caminos de la devoción, el conocimiento, etc. Y aún
cuando el RV no es un libro de matemáticas o ciencias, contiene un abundante tesoro de
información sobre aritmética, astronomía, la ciencia de la salud (āyurveda), la
fabricación de carrozas, etc. Algunas personas asocian la palabra sabiduría únicamente
con el conocimiento del estado trascendental del Supremo, completamente disociado del
conocimiento sobre la vida en la tierra. Obviamente, los videntes del RV no poseían una
concepción tan estrecha acerca de la sabiduría. Cada sūkta o himno del RV contiene
varios mantras o versos y un encabezado que contiene tres componentes, a saber: a) El
nombre del Rishi (o Rishis) a quien le fue revelado el sūkta. b) El metro (o metros) en el
que están los versos. c) Los poderes universales, dioses (devas) o diosas (devīs), con los
cuales el rishi entra en comunión empleando estos mantras. Algunas concepciones
equívocas acerca de los cuatro Vedas: Nótese que el RV posee solamente rik-mantras.
Sin embargo, no contiene todos los rik-mantras que conforman el Veda, esto es, hay rik-
mantras contenidos en otros Veda-Samhitās que no están incluidos en el RV.

Total de versos [Mantras]: 26.226.

10.552 Rig Veda (Shākalya)


4.773 Krishna Yajur Veda (Taittirīya)
3.998 Shukla Yajur Veda (Vājasaneyi)
1.875 Sāma Veda
5.038 Atharva Veda

Nótese que no todos estos mantras son distintos. El número total dado arriba incluye
repeticiones. Si excluimos todas las repeticiones, el número total puede estar cerca de
los 20.000 mantras. Por último, nótese que hay otras recensiones de cada Veda que no
han sido consideradas aquí.

Los grupos de versos [mantras] o himnos [sūktas] que componen el Veda (conocimiento
tradicional) son los registros de las múltiples experiencias de los Sabios Rishis
(videntes) de las edades previas y tratan acerca de la vida de los hombres y los dioses
desde variados aspectos en los cuales ambos convergen. En la descripción del viaje
interior y en la visión espiritual de estos poetas inspirados, el universo se manifiesta
como una serie de cosmos gobernados por la Ley de la Verdad, la cual es ejecutada por
los dioses quienes son los funcionarios divinos a cargo de esta manifestación del
Supremo Uno. Los himnos hablan en general acerca de la prosperidad material de una

138
sociedad, de las aventuras dinámicas de grandes héroes, y del desarrollo supra-mental
de videntes quienes pudieron ver más allá del tiempo y espacio físicos. Sin embargo,
también hablan profusamente del ascenso espiritual sistemático de la persona hacia el
mundo de la perfección completa, escalando paso a paso hacia ella. Los versos
[mantras] revelan la parte jugada por los variados dioses quienes lo asisten en el
camino, abriéndole puertas cerradas para que explore nuevos horizontes y destrozando
mediante sus luminosas armas ocultas las obstrucciones que le impiden el ascenso. Los
siguientes seis capítulos explican en breve los contenidos del Rig Veda (“El
conocimiento tradicional de los versos iluminativos”), las ideas claves de verso
[mantra], Sabio rishi y el metro védico [chhanda], así como breves reseñas de los diez
ciclos de himnos [mandalās] que lo componen, indicando el nombre de los grandes
Rishis y el de algunos sūktas (himnos) importantes. Los siguientes 20 capítulos
contienen descripciones sumarias de los variados dioses junto con algunos de los
mantras más relevantes que les conciernen. Los restantes capítulos tratan con aspectos
importantes como el Sacrificio del Caballo [Ashvamedha] o bien tópicos filosóficos,
etc. Los escritos cardinales de los hindúes, a saber, los Vedas, consisten principalmente
en versos [mantras] transmitidos antiguamente de manera oral y discipular. En días de
antaño había una sola colección de todos los mantras. Pero con el paso del tiempo, estos
fueron divididos en cuatro colecciones que se traslapan y que llevan los nombres de
Rig-Veda-mantra-Samhitā, Yajur-Veda-mantra-Samhitā, Sāma-Veda-mantra-Samhiā y
Atharva-Veda-mantra-Samhiā. Más adelante aún también el Yajur-Veda fue separado
en dos ediciones, a saber, el Shukla-Yajur-Veda y el Krishna-Yajur-Veda. La colección
de mantras llamada Rig Veda es la más antigua y originaria. Un mantra es una
revelación poética recibida por parte de un sabio humano durante un estado de
concentración profunda. No se trata de una construcción mental ni de una especulación.
Tipos de mantras. Cada mantra contenido en el Veda es de uno de estos tres tipos, a
saber: rik, yajus o sāman. Un rik-mantra posee una estructura métrica determinada por
el número de sílabas en cada verso. Hay siete familias principales de metros llamadas
Gāyatrī, Ushnik, Anushtup, Brihati, Pangktī, Trishtup y Jagatī. Los detalles de estos
metros se darán en una sección posterior. Un yajus-mantra está escrito en prosa rítmica.
Usualmente es breve. Un ejemplo típico es el mantra “(OM) namaha shivāya” contenido
en TS (4.5.8.11). El texto de un sāman-mantra es idéntico al de un rik-mantra, sin
embargo el sāman-mantra es cantado en una manera muy elaborada. De acuerdo con Sri
Aurobindo, el significado profundo de cada uno de los tres tipos de mantras sería el
siguiente: “Rik es el mantra de la consciencia Divina, este trae consigo mismo su luz de
revelación; el Yajus es el mantra del poder Divino, este trae consigo su voluntad o
capacidad de operación; Sāman es el mantra de la dicha (ānanda) Divina, y trae consigo
su realización ecuánime del deleite espiritual de la existencia” (SA). Poderes del
Mantra: El poder esencial del mantra es hacernos ver “el mundo” o la “idea-
pensamiento” establecida más allá de nuestros sentidos. Este contacto con el mundo
supra-físico dota a la persona quien ve con una cierta intensidad de poder que depende
de cada uno ser capaz de sostener. Quien recita el mantra experimenta la esencia-sabor
[rasa] que fue gozado por el poeta vidente (kavi): “El mantra puede no solamente
generar nuevos estados subjetivos en nosotros mismos, alterar nuestro ser físico, revelar
conocimiento y otorgar facultades que no poseíamos previamente, así como producir
resultados similares en otras mentes, sino también producir vibraciones en la atmósfera
mental y vital lo cual resulta en efectos, en acciones e inclusive en la producción de
formas materiales sobre el plano físico” (SA, sobre Kena Up., citado por M.P. Pandit en
Deidades Védicas).

139
Patrones métricos: Cada mantra que hay en el RV es llamado un rik, es decir, una
“Palabra de Iluminación”. Y este se presenta en alguno de los variados patrones
métricos tales como el Gāyatrī, Anushtup, etc. El número de sílabas o aksharās es lo
que determina el metro al cual pertenece cada mantra. Los principales metros son:
Gāyatrī, Ushnik, Anushtup, Brihatī, Pangti, Trishtup y Jagatī. Algunas veces el nombre
de Virāt reemplaza al de Pangti. Los mantras 4 y 5 del himno de la manifestación (RV
10.130) asocian un poder universal o devatā a cada uno de los metros, tal como sigue:
Agni (gāyatrī), Savitri (ushnik), Soma (anushtup), Brihaspati (brihatī), Mitra y Varuna
(virāt), Indra (trishtup), Vishvedevāha (jagatī). Nótese que el metro de un mantra se
divide en varios pādās (o pies). Usualmente el número es de cuatro. Gāyatrī y algunas
de sus variantes sólo tienen tres pies. Algunos metros llegan a tener hasta ocho pādās.
En la mayoría de los libros, se describe el metro Gāyatrī como conteniendo exactamente
24 sílabas (aksharās). Esto no es del todo correcto. Gāyatrī es en realidad el nombre que
se le da a toda una familia de metros, cuyo número de sílabas varía entre 18 y 26.
Además hay algunas variaciones que tienen 5 pies. La familia de metros Gāyatrī posee
al menos 11 variantes, cuyas estructuras son: 5/5/5/5/6; 5/5/5/4/6; 6/7/11; 7/7/7; 7/6/7;
7/10/7; 6/7/8; 8/7/6; 6/6/6; /6/6/7; 7/6/6 (se han omitido sus nombres para no abundar).
El famoso “Gāyatrī mantra” revelado al rishi Vishvāmitra y que se encuentra registrado
en RV 3.62.10, posee solamente 23 letras. Inclusive en el libro clásico de referencias
llamado Anukramanika de Kātyāyana, se le llama al metro solamente como Gāyatrī sin
especificar más.

Signos de acentuación: Cada sílaba se pronuncia en una de tres maneras posibles,


llamadas udātta, anudātta y swarita. El texto impreso del RV indica cuál es la
pronunciación correcta para cada sílaba mediante signos de acentuación. Una línea
vertical por encima de la sílaba significa que es swarita y una línea horizontal por
debajo que es anudātta, mientras que el acento udātta no tiene ningún signo de
acentuación. Hay quienes pretenden generar miedo entre los principiantes diciendo que
un error en la pronunciación de los acentos cambia el significado de la palabra
drásticamente. En el Rig Veda, de entre las más de cien mil palabras que este contiene
el número de palabras cuyo significado cambia al modificar el acento es tan sólo
alrededor de seis. Un ejemplo es: amati: esplendor. Esta palabra posee dos significados
bastante diferentes que dependen de los signos de acentuación colocados sobre las
sílabas. amatihi : esplendor. Amatim : ignorancia (1.53.4), inconsciencia (4.11.6). ̍La
siguiente cita de Sri Aurobindo acerca del poder creativo del mantra es relevante al
presente: “En el sistema de los iniciados antiguos, el cual ha sobrevivido parcialmente
en las escuelas de Yoga indias, la Palabra es un poder, la Palabra manifiesta y crea.
Porque toda manifestación y creación es expresión, todo existe previamente en el
soporte secreto del Infinito, guhāhitam, y tiene solamente que manifestarse aquí en su
forma aparente mediante la consciencia activa. Ciertas escuelas de pensamiento Védico
suponen incluso que los mundos han sido creados por la diosa de la Palabra y que el
sonido es la primera vibración etérea que ha precedido a la formación y posterior
materialización. En el Veda mismo hay pasajes en donde se trata a los metros poéticos
de los sagrados mantrās (anushtubh, trishtubh, jagati, gāyatrī,) como los símbolos de
los ritmos en los cuales el movimiento universal de las cosas es proyectado”. “Luego
entonces, también nosotros manifestamos mediante la expresión, y se dice incluso que
el hombre crea a los dioses mismos por medio del mantra. De nuevo, aquello que hemos
manifestado en nuestra consciencia mediante la Palabra, podemos lograr que se quede
fijo ahí por la Palabra misma para que devenga parte de nuestros sí-mismos y sea
efectivo no sólo en nuestra vida interior sino también sobre el mundo físico exterior.

140
Mediante la expresión formamos, mediante la afirmación establecemos. En tanto que
“un poder de expresión” la palabra es llamada gīhi o vāk; en tanto que “poder de
afirmación”, stoma. En cualquiera de los dos aspectos es llamada manma o mantra,
“expresión del pensamiento en la mente”, y brahman, “expresión del corazón o del
alma” –ya que este parece ser el sentido primitivo de la palabra brahman, la cual
después se aplicó para designar “el Supremo o lo Absoluto”.

El mensaje del Rig Veda

(Kashyap 2012) El objetivo de los rishis o videntes así como de los devās o dioses, es
conducir sistemáticamente a cada ser humano hacia niveles cada vez más elevados de
perfección. Este viaje no se detiene sino hasta que culmina en el perfeccionamiento total
de cada persona, no sólo en el nivel individual sino también al nivel de la interacción
entre los seres humanos y en el nivel de la sociedad. Tan sólo imaginar una condición
tal de perfeccionamiento global, inclusive eso es difícil de conseguir. Permítasenos
intentarlo. A cada uno de nosotros le es familiar el hecho de que hay variadas
profesiones como por ejemplo cocinero, informático, veterinario, médico, etc., así como
variadas ciencias, tecnologías, dispositivos, etc., lo mismo en cuanto a las artes y
oficios. Los expertos en cada campo podrían sugerir algunas modificaciones para que
haya un mejoramiento colectivo e individual. Quizás podemos vislumbrar cómo sería
integrar todos estos cambios, y sin embargo este sería sólo un paso hacia la perfección.
Los videntes Védicos meditaron que el objetivo radical de la perfección completa no
puede ser descrito o inferido racionalmente. De acuerdo con ellos, el plano de la
Verdad, la Justicia, lo Vasto [satyam- ritam- brihat], el cual es pre-existente (esto es, no
manifestado, anterior a la existencia), contiene en sí mismo la semilla de la perfección
perfecta por venir. Para lograr este estado, debemos entrar en contacto con la
consciencia que habita ese plano, a saber, la “Verdad-Consciencia” (rita-chit). El Rig
Veda Samhitā proporciona alusiones detalladas acerca de los caminos a seguir para que
cada uno de nosotros pueda devenir perfecto y alcanzar este estado de consciencia y con
ello el estatus de un rishi (VR 1.164.40; 7.41.4). Una tarea tan grande como esta no
puede ser lograda sólo mediante el esfuerzo humano. En cada tarea humana los dioses
son los colaboradores quienes de hecho hacen la mayor parte del trabajo. Cada vez que
un ser humano hace una tarea con algo de consciencia, él puede ver o sentir la
colaboración de los Poderes Divinos. El viaje humano hacia la perfección es comparado
con la escalada a una montaña de pico en pico (VR 1.10.2) o a un viaje en las
inexploradas aguas de un océano en bote. Después de un cierto estadio, el ser humano
siente que todo el trabajo es hecho por los dioses mismos. También hay poderes
universales de naturaleza adversa los cuales ponen obstáculos en el camino del buscador
humano de la perfección. Estas fuerzas de la oscuridad y la falsedad son llamadas
Dasyu, Vritra, Ahí, Vala, etc. El Veda contiene numerosas referencias a las batallas
simbólicas entre las Fuerzas de la Luz, comandadas por Indra y Agni, y las fuerzas de la
oscuridad. La victoria de los Dioses es celebrada por los rishis mediante himnos en
honor a las deidades. Finalmente, el Rig Veda contiene varias referencias acerca de la
realización del Supremo Uno que acompasa todo en el universo. Las Upanishads
describen algunas prácticas de adoración-meditación [sādhanās-vidyās] de las cuales
varios mantras están presentes en el Rig Veda Samhitā. Cada mantra en el RV es: a)
una plegaria o una alabanza de adoración, dirigida a un poder universal o devata tal
como Agni, b) la invocación de un Poder Universal para que se manifieste en el rishi, c)
la llamada para que el poder universal realice una determinada acción. Muchos mantras
son en verdad celebraciones de las acciones divinas y heroicas de los devatas,

141
incluyendo también la celebración de los obsequios de poderes de luz y fuerza que
otorgan.

La lista de algunas de las “mujeres rishis” (rishikās).

(VR 1.126) Romashā


(VR 1.179) Lopāmudrā
(VR 4.18) Aditi
(VR 5.28) Vishvavārā Ātreyī
(VR 8.1) Sashvatyāngīrasī
(VR 8.71) Sudītīrangirasā
(VR 8.91) Apālā Ātreyī
(VR 9.86) Sikatā Nivāvarī
(VR 9.104) Kāshyapī
(VR 10.10) Yamī Vaivasvatī
(VR 10.28) Vasukrapatnī
(VR 10.39, 10.40) Goshā Kākshīvatī
(VR 10.60.6) Agastyasvasā
(VR 10.72) Aditirdākshāyanī
(VR 10.85) Sūryā Sāvitrī
(VR 10.86, 10.145) Indrānī
(VR 10.95) Urvashī
(VR 10.107) Dakshinā Prājāpatyā
(VR 10.108) Saramā Devashunī
(VR 10.109) Juhūrbrahmajāyā
(VR 10.125) Vāgambhrinī
(VR 10.127) Rātrīrbhāradvājī
(VR 10.134) Godhā
(VR 10.142) Jaritā Sharngā
(VR 10.151) Shraddhā Kāmāyānī
(VR 10.153) Indra-mātaraha
(VR 10.154) Yamī
(VR 10.159) Shachī Paulomī
(VR 10.184) Tvashta Garbhakartā
(VR 10.189) Sārparājñī

(López Salort 2004) (Las Miradas de la India, en Presencias de lo Sagrado, Daniel


López Salort, Ed.Konvergencias). Vedas significa revelación. La palabra está formada
por vid, generalmente traducida como saber. De allí que vidya sea conocimiento y
avidya, ignorancia. Esa raíz vid se relaciona con idea en griego, video en latín y wit en
inglés. El interés de los Vedas está en el enfoque que debe tener el hombre sobre sí
mismo, fundamentalmente para escapar del mundo material y natural , pues todo esto
está lleno de ignorancia y sufrimiento, culminando en la muerte y en un eterno retorno.
Los Vedas se dividen en cuatro: 1) Rig Veda: de rig, sagrado, aproximadamente del
1500 a.C., contiene los himnos a los dioses; 2) Sâma Veda: de saman, cántico, contiene
los himnos de sacrificios y ritos; 3) Yajur Veda: de yajus, ritos del sacrificio, contiene
los aspectos prácticos de la liturgia; 4) Atharva Veda: el más reciente de los Vedas,
aproximadamente del 800 a.C., contiene las oraciones y deberes sacerdotales. Los
Vedas contienen a su vez: versos [Mantras] e Himnos [suktas]; comentarios y
explicaciones de los himnos y normas rituales [Brâhmanas]; Tratados de los Bosques

142
[Aranyakas] que son textos de los ermitaños que no practicaron los rituales y se
retiraron a los bosques a meditar en los Vedas; las Upanishads que son los textos que
narran en forma de mitos e historias las creencias religiosas y filosóficas de la India. Los
más antiguos se remontan al 800 a.C.

(Pérez Martín 2000) Los Vedas son los cuatro libros sagrados de la India antigua de los
cuales se derivan los Upanishads y todas las subsecuentes escuelas de la filosofía hindú.
Nos llevan los Vedas a una edad tan remota, que habríamos perdido todo rastro de ellos
de no ser por el cuidado con que los brahmanes preservaron sus anales tan valiosos.
Transmitidos originalmente por medio de la palabra como la sabiduría de más valor de
generación en generación, fueron finalmente fijadas sus enseñanzas por medio de la
escritura que, incidentalmente, dieron la clave para el lenguaje védico. Existe sin duda
controversia entre los estudiantes occidentales, en relación con la edad de los Vedas, no
estando de acuerdo con los hindúes (y a este respecto con H.P. Blavatsky) quienes les
atribuyen alrededor de 20.000 años, mientras que los estudiantes occidentales,
tergiversando las fechas en cuanto al Rgveda se refiere, les suponen una antigüedad de
entre 1500 a 2000 años antes de Cristo. ¿Cuál es la diferencia entre las palabras Veda y
Rgveda y entre el Rgveda y los otros Vedas? Rg significa palabra en el sentido del
Logos divino, y Veda significa conocimiento en el sentido de la ciencia divina o
sabiduría. Por tanto, el Rgveda es la ciencia de la palabra. En lo que se refiere a la
palabra en si misma, es decir, Rgveda, tenemos una gran y desconcertante verdad que
inmediatamente nos sumerge en el arcano de los misterios védicos. La ciencia de la
palabra revela el conocimiento de los Sabios y el control del sonido, del efecto de la
mezcla correcta de los sonidos en niveles más sutiles, así como su conocimiento y
control del pensamiento y su efecto como un cuadro o visión de planos
supersensoriales, en otras palabras, su maestría en ocultismo, implicando ambos control
sobre los elementos, de ahí el conocimiento de los Sabios rishis acerca del sonido
creador, de la ciencia de la invocación y de la evocación, una ciencia que hemos
olvidado completamente. El Yagur Veda es una colección de fórmulas rituales cantadas
y usadas en ceremonias. Contiene aproximadamente el 30% de los versos del Rgveda.
Yagur significa rito de sacrificio. El Sama Veda se deriva del Rgveda y su propósito
principal es para los cantos. Sama significa melodía. El Atharva Veda ha sido llamado
el Brahma-Veda o Veda de la oración. Contiene muchos encantos y posee una cantidad
de poemas de carácter místico que están a mitad de camino entre los Vedas y los
Upanishads. Es muy revelador en lo que se refiere a la vida y creencias de la gente
común. Tiene alrededor del 16% de los versos del Rgveda y es posterior a éste último y
completa los datos encontrados en el Rgveda. Proviene su nombre del gran Sabio
Atharva. El Rgveda es, como los otros tres, una colección de más de 1000 himnos
compuestos en sánscrito védico, una forma mucho más antigua de lo que llegó a
conocerse como sánscrito clásico. H.P. Blavatsky. dice claramente que el Rgveda es: La
más antigua y respetada de las escrituras hindúes. Sus himnos, son los anales escritos
por los primeros iniciados de nuestra quinta raza que relatan las enseñanzas
primordiales. Si tuviéramos que aportar nuestra mejor evidencia para testificar los
hechos enunciados en la Doctrina Secreta, tendríamos que ir a la verdadera fuente de
la información histórica, es decir, el Rgveda. El Rgveda es una página sacada de la
doctrina secreta de las edades, una mezcla de referencias enigmáticas que ocultan perlas
de sabiduría, expresada en lenguaje poético, mítico, críptico, de símbolos, paradojas,
adivinanzas, por medio de invocaciones, llamadas, dando gracias a varias deidades
cantadas con todo su corazón por los seres humanos a los dioses de la Naturaleza y a la
luz interna que el hombre védico personificó en Surya, el Sol, y Agni, la llama o el

143
fuego. Los himnos no son tratados filosóficos, no dan explicaciones; pueden hacer
preguntas, como por ejemplo, ¿”de dónde ha conseguido el Espíritu Divino su
elevación”?. Pueden hacer alusiones a respuestas, por ejemplo; “el creador de todo, por
el sacrificio se glorifica”, no discuten. Toda la colección es primariamente una canción,
un extraño y oscuro canto, así nos puede parecer, que desconcierta a los estudiantes, y
aun así, es la canción de un pueblo animoso aventurándose en el sendero que conduce al
infinito. Es la poesía de la admiración y adoración por los, “que han oído hablar
acerca de los dos senderos, caminos de los patriarcas,los dioses y los mortales, a lo
largo de cuyos senderos, todas y cada una de las criaturas viajan entre el Padre y la
Madre”. Todo el concepto de la evolución está reflejado en esta simple y críptica
enseñanza, la cual, sin duda, contiene a la doctrina secreta como en un pañuelo. Este es
el secreto del Rgveda, poner en un pequeño espacio lo que necesita tratados para su
explicación. De esos versos crípticos podemos reconstruir poco a poco, laboriosamente,
una única y profunda filosofía, la doctrina secreta. Superficialmente, los Vedas nos
ponen frente a una gran cantidad de multiplicidades, multiplicidades de dioses, de
conceptos, de oraciones. Pero la unicidad subyacente de todo ello es como un hilo de
oro que nos guía al mismo corazón del Veda. Consideremos los principales aspectos
desde los que se pueden estudiar los Vedas: 1º. La espléndida concepción de la Deidad,
el Supremo, el Uno del que nada se puede concebir, el que respira sin alentar por si
mismo, cuya inhalación absorbe todas las cosas hasta el punto del más interno reposo,
cuya exhalación es el poder de la llama real, la energía creadora que origina la
proyección de este universo, y por lo tanto, la manifestación. Esta llama está
personificada por Agni, el fuego, el creador, el preservador, el destructor o regenerador,
el Fohat de la Doctrina Secreta, la más dinámica y enigmática de las deidades védicas, a
cuyo nacimiento, la luz se manifestó. Hay aquí material suficiente para un estudio
profundo del Supremo en Su aspecto inmanifestado y en su aspecto manifestado o
dinámico, el Logos creador, el Ishvara de la especulación hindú más posterior. El
famoso himno de la creación, es el precursor en más de un sentido, de todo pensamiento
filosófico subyacente. 2º. La emanación del universo se concibe como el sacrificio de la
Deidad. El mundo es la ofrenda de la Deidad, Su sacrificio. Se limita a Si mismo en él
para que todo pueda llegar a ser consciente. Una pura concepción teosófica.

Comentarios al Libro [Mandala] 1

Autor: Cientos de Sabios [rishis]. Contiene 191 Himnos [suktas] y 2006 versos
[Mantras].

(Kashyap 2012) Contiene 191 sūktas y 2.006 mantrās, sin lugar a dudas el ciclo más
largo en el RV. Los mantras fueron revelados a alrededor de una centena de rishis. A
continuación ofrecemos una lista con los nombres de aquellos rishis que recibieron la
revelación de tres o más himnos en total en el texto completo del RV. Esta lista contiene
18 nombres. Nótese que en algunos casos, un sūkta es asignado a varios rishis; también
los distintos mantras de un sūkta llegan a ser asignados a diferentes rishis, tal como el
caso de RV 1.165 o 1.179. Nótese que los nombres de “Indra” o “Maruts” que aparecen
aquí, son nombres de seres humanos, por lo que no se refieren a los dioses que ostentan
esos mismos nombres.

Sūktas Rishis

144
1-10 Madhuchchhandā Vaishvāmitra
12-23 Medhātithi Kānva
24-30 Shunahashepa Ājīgarti
31-35 Hiranyastūpa Āngirasa
36-43 Kanva Gaura
44-50 Praskanva Kānva
51-57 Savya Āngirasa
58-64 Nodha Gautama
65-73 Parāshara Shāktya
74-93 Gotama Rāhūgana
94-98,101-115 Kutsa Āngirasa
99 Kashyapa Mārīcha
116-126 Kakshīvān Dairghatamas
127-139 Paruchchhepa Daivodāsī
140-164 Dīrghatamā Auchathya
165-191 Agastya Maitrāvaruni
165, 170 Indra
Aún cuando Angirasa no es mencionado en el Rig Veda, 46 de sus descendientes “los
Āngirasās” son rishis, tales como Kutsa, Hiranyastūpa, etc.

Los primeros 50 sūktas de este mandala sirven como una excelente introducción a lo
que es el RV por completo. El famoso Vedāntin Ānanda-Tīrtha (Swami Madhvachārya,
alrededor del siglo 14º, líder de la escuela Dvaita-Vedānta) nos legó una interesante
interpretación espiritual de los primeros 36 himnos, y fue la primera persona en hacerlo
en los previos 2.000 años.

(VR 1.1) Himno a Agni.

(VR 1.1.6) (Kashyap 2012) Este himno de nueve mantras da el tono completo del RV.
Declara abiertamente que Agni es “el poder de voluntad asociado con la sabiduría”
(kavikratuhu); y que la verdad de Agni es otorgar “el feliz Bienestar” (bhadra) a todos
sus devotos. Los mantras mencionan claramente las ideas básicas del “yoga de la
devoción” y del “yoga de la meditación”. Esta clase de yogas no deben ser tenidos como
un invento de tiempos posteriores, sino más bien como un desarrollo de las ideas
védicas. En el verso 6 se declara que la verdad de Agni es bhadra (felicidad auspiciosa),
creada por el mismísimo Agni. En el RV los mantras para la paz se dividen en tres
grupos: a) sham no mantras. b) svasti mantras. c) bhadra mantras. Sham significa “paz y
bienestar”; svasti significa “entrar a un estado de iluminación” (sva); y bhadra es “un
bien-feliz”, esto es, aquello que da felicidad y también otorga bondad en nuestros
cuerpos sutiles. Sri Aurobindo declara: “bhadra es un bien en el sentido de la felicidad,
las cosas auspiciosas del disfrute divino, la felicidad de la actividad correcta, la
creatividad recta”.

(VR 1.2) Himno a Vayu, Mitra y Varuna.

Verso 7.

(Kashyap 2012) Para lograr una consciencia luminosa en la mente la ayuda de Mitra “el
Dios de la Armonía y la Alegría” y de Varuna “el Señor de la Pureza y lo Vastedad”,
son indispensables. Dado que los trabajos de la mente son constantemente interferidos

145
por los elementos viciados del deseo, la preferencia y el juicio erróneo, hay una carencia
de coherencia y armonía entre uno y otro movimiento mental; hay una pesada limitación
impuesta por la naturaleza de los sentidos a través de los cuales se alimenta la mente
para sí misma. Además hay influencias en el mundo que están en contra del pleno
desarrollo de la mente en dirección hacia la Verdad. Para sortear todo esto es invocada
la ayuda de Varuna “el Señor de la Pureza y la Vastedad” quien rompe las barreras que
limitan al ser y elimina las purezas que se aferran a él, y también la de Mitra quien
opera en la pureza generada por Varuna para establecer las armonías y las alegrías de
las relaciones felices, construyendo un discernimiento espontáneo entre lo correcto y lo
incorrecto. Todas las inarmonías mentales y los movimientos equívocos son convertidos
en armónicos y amplios, con lo cual la acción correcta del pensamiento es completada.

Verso 8.

(Kashyap 2012) El objetivo de estos Poderes es que mediante su trabajo se establezcan


en el individuo las “operaciones-sin-impedimento” de la Verdad. Los medios que estos
poderes emplean para alcanzar su objetivo derivan ellos mismos de la Verdad.
Dondequiera que entran, y en cualquier parte que tocan, ahí generan un incremento en el
contenido de la Verdad. Sus horizontes tocan la Verdad en el hombre. Todas las
limitaciones de la mente y del poder son eliminadas. De tal manera que construyen así
para el hombre un poder de Verdad sin ataduras y auto-efectuante.

Verso 9.

(Kashyap 2012) Mitra y Varuna son videntes, ellos echan una mirada en lo que está más
allá y conocen lo que se está preparando y lo que debe efectuarse ahora. Ellos se
manifiestan de diversas maneras, en varias facultades, (e.g. inspiración, intuición,
revelación, etc.) al interior del buscador, impartiéndole su pureza, vastedad, alegría y
armonía a todos sus movimientos. De tal manera que estos dejan de estar confinados a
las estrechas formaciones de su mente sensorial y de su ego; el domicilio que generan
para sí mismos en su ser es amplío y espacioso. En esa libertad, en esa amplía y distante
visión que por ellos es vista, forjan para el buscador un infalible discernimiento entre
“lo verdadero y lo no-verdadero”, “lo puro y lo mezclado”, el cual hace sin esfuerzos el
gran trabajo de organizar la Verdad en el ser.

(VR 1.4) Himno al Guerrero Indra.

Verso 3.

(Kashyap 2012) Hay muchas maneras mediante las cuales lo Divino responde a la
llamada del ardiente buscador. La respuesta puede ser directa o indirecta. Lo Divino
puede revelarse por sí mismo en ráfagas de iluminación que están más allá del alcance
del entendimiento de la mente humana. Esto conlleva a que el buscador haga un
esfuerzo mayor por entender y asimilar su mensaje, un esfuerzo que puede o no ser
exitoso por completo. He aquí porque el buscador pide a lo Divino venir aquí abajo
hacia él, al nivel en el que se encuentra, para que pueda así devenir fructuosamente uno
solo con su consciencia, devenir uno con ello en su ser. El ascenso de lo inferior es
secundado y completado por el descenso de lo elevado.

(VR 1.6) Himno a Indra.

146
Verso 3.

(Kashyap 2012) Ketu significa “rayo” o “estandarte” en el sentido exterior, sin embargo
en el sentido espiritual significa “el ojo del conocimiento” nacido del entendimiento
interior o intuición. Indra es el Señor de la Divina Mente. Él otorga la visión de lo
supra-físico al Sabio rishi, manifestando así el conocimiento para el rishi quien
previamente no tenía el conocimiento (aketu). La segunda mitad del mantra claramente
establece que Indra se manifiesta a sí mismo o que Indra nace en el sacrificador
mediante “el cuerpo sutil” (rūpa) hecho de los rayos de la divina iluminación. Indra
prepara el cuerpo sutil del buscador. El cuerpo sutil puede entonces sustentar la
revelación divina y el rishi puede sentir así la visión de Indra continuamente.

Ketu significa “rayo” o “estandarte” en el sentido exterior, sin embargo en el sentido


espiritual significa “el ojo del conocimiento” nacido del entendimiento interior o
intuición. Indra es el Señor de la Divina Mente. Él otorga la visión de lo supra-físico al
rishi, manifestando así el conocimiento para el rishi quien previamente no tenía el
conocimiento (aketu). La segunda mitad del mantra claramente establece que Indra se
manifiesta a sí mismo o que Indra nace en el sacrificador mediante “el cuerpo sutil”
(rūpa) hecho de los rayos de la divina iluminación. Indra prepara el cuerpo sutil del
buscador. El cuerpo sutil puede entonces sustentar la revelación divina y el rishi puede
sentir así la visión de Indra continuamente. En el Veda ketu no significa el planeta
malévolo de la astrología. Es la intuición, ver (VR 1.24.12) (VR 5.7.4). La verdad de las
cosas no puede ser encontrada mediante la racionalidad lógica de la mente la cual es un
instrumento imperfecto que busca a tientas la verdad. Pero esta puede ser percibida no
obstante mediante la intuición, una facultad que toca la verdad sin esfuerzo. La intuición
es de hecho una flecha de la verdad que golpea la consciencia humana. Esta trabaja
desde la mente, pero no con toda su intensidad; el intelecto capta los relámpagos de la
intuición y los colorea con sus propios movimientos y durante el proceso su
infalibilidad es perdida. Sin embargo, cuando la intuición amanece en el corazón, esta es
más directa, dado que el corazón es la cámara secreta del alma –como si fuera una
porción de la Divinidad– y ahí hay una posibilidad menor de interferencia por parte de
elementos extraños. La intuición en el corazón ve la verdad tal cual es. Esta intuición
que ilumina y revela no es un producto de la labor humana. Es un obsequio del Dios
Agni, la flama de la iluminación que enciende las vías carentes de luz en el ser y
despierta la facultad de la intuición en la consciencia que está sometida a sus trabajos.

(VR 1.10) Himno a los siete mundos.

Verso 2

(Kashyap 2012) El vidente Védico vio la manifestación entera como una escalera de
consciencia, o como una montaña con varios picos tal como en VR 1.10.2. El objetivo
de la vida es ascender por esta escala o escalera peldaño a peldaño. En correspondencia
con cada peldaño de esta escalera o pico de la montaña, hay un principio de consciencia
y un mundo (loka) que se le asocian. Y en correspondencia con cada mundo, hay en el
ser humano una envoltura de consciencia (kosha) dentro de sí mismo que refleja la
correspondencia entre el microcosmos (la estructura dentro de un ser humano) y el
macrocosmos (el mundo exterior de común visible). Los siete principios, comenzando
por aquél que está en el tope de la escalera se dan a continuación:

147
1. Existencia Pura
2. Consciencia Pura
3. Dicha Pura
4. Conocimiento o Verdad (Ritam)
5. Mente Pura
6. Vida Pura
7. Materia
Para la mayoría de los seres humanos, la consciencia dominante es la de “la Materia”,
aún cuando los otros principios también estén presentes. En correspondencia con estos
siete principios, también se enlistan: a) Los nombres de los siete mundos. b) Sus
nombres correspondientes en el Veda, las Upanishad y los Purānas. c) El dominio
correspondiente en el ser humano.

Estos siete Mundos se dividen naturalmente en tres grupos:


a) La tripleta superior (los tres mundos superiores).
b) El Cuarto Mundo (turīya).
c) La tripleta inferior (los tres mundos inferiores).

Los Nombres dados a los constituyentes de esta triple división aparecen en el Veda y las
Upanishad de este modo:

Rig Veda y Yajur Veda


a) Tripleta superior o tridhātu: i) vasu o substancia (sat). ii) ūrje, fuerza abundante o ser
(chit). iii) priyam o mayas (ananda).
b) El Cuarto Mundo: brihat o lo vasto; ritam brihat (la verdad-vastedad); svar (el
mundo solar). El Sol es aquí “el Sol espiritual” cuya contraparte física es el orbe solar
que se ve en el cielo. Svar también se conoce como u loka (el mundo más allá) en RV
5.1.6; 5.4.11; 3.2.9; 10.13.2; 10.133.1. Y como uruloka (el amplio mundo) en RV
10.128.2.
c) Tripleta inferior: i) dyu o cielo mental ii) antariksha o el mundo intermedio de los
purānas iii) bhūmi o la tierra

Vedānta o Upanishad
a) Tripleta superior: sat-chit-ānanda.
b) Cuarto Mundo: mahas (Taittirīya Up.)
c) Tripleta inferior: bhuhu, bhuvaha, svaha. (Mencionados en VS 36.3, TS 4.1.11.1.)

Todos los siete Mundos se mencionan juntos en Mahānārāyana Up. 35.2 (Taittirīya
āranyaka 10.35.2. Estos son: Satyam, tapaha, janaha, mahaha, svaha, bhuvaha, bhuhu.
[dyu en el RV correspondería a svaha en VS o TA].

La vida vista como un ascenso y el Viaje interior

(VR 1.10) (Kashyap-Hernández 2012) 2 En tanto uno escala pico tras pico /se hace
claro lo mucho que hay de trabajo por hacer.

La Queste o “búsqueda espiritual” es un viaje interminable. Generalmente el humano


por naturaleza se fija para sí mismo una meta tan sólo inmediata; pero este no es el
término final en ningún caso. Cada objetivo alcanzado abre el camino para vislumbrar
una meta que está más adelante y el camino conduce así de lo finito a lo infinito. La

148
mente humana es limitada y es apta para concebir tan sólo horizontes limitados. Sin
embargo “la Realidad” es sin límites y en tanto uno asciende a las alturas del Ser en la
consciencia de uno mismo, uno encuentra expansiones más y más amplias que se
aparecen a la vista, llamando a súbitas aventuras más y más grandes. De tal modo que
por encima de la mente racional común, hay elevaciones de la mente todavía pura, luego
de la superior, después de la mente intuitiva, y más allá, de la mente iluminada y así
sucesivamente hasta tocar los bordes de “la Verdad-mente”. Cada elevación debe ser
ascendida por escalas. Cada grada de consciencia debe ser organizada y normalizada en
uno mismo antes de que uno pase a la siguiente.

(VR 1.13) Himno a Agni.

(Kashyap 2012) La visión de “lo inmortal” es la propia visión del supremo. El asiento
hecho de hierba donde se sientan los sabios es también el propio asiento de los dioses.
El sabio (manīshinaha) es aquél “cuya mente es como una gema muy bien pulida”, o
también “quien señorea sobre su mente”. El encendimiento de Agni es a través de la
recitación misma del mantra y la llamada que se hace a los dioses es a través de “su
boca”, esto es, a través del sonido mismo. Como se puede apreciar, el sacrificio es
puramente interior, mientras que el ritual es tan sólo su cobertura exterior).

(VR 1.15) (Colebrooke-García Calderón 1924) Son dos himnos atribuidos a KUTSA y
también a TRITA, hijo del agua. Tres ascéticos que, según parece, eran hermanos, pues
están nombrados en otra parte del Veda como hijos (Aptya) del agua (ap) estaban
muertos de sed mientras viajaban por un desierto de arena. Al cabo hallaron un pozo y
uno de ellos descendió y sacó agua para sus compañeros; pero los hermanos ingratos
robaron sus efectos y lo dejaron en el pozo, cubriendo a este con una pesada rueda de
carro. En su apuro, el hermano traicionado pronunció los himnos de que se trata. Parece,
según el texto, que KRUTSA se hallo también una vez en semejante apuro y que
pronunció la misma evocación a una evocación semejante; y por esta razón el
compilador del Veda ha colocado estos himnos entre los que tienen por autor a KUTSA.

(VR 1.18) Himno de Kakshivat.

(Colebrooke-García Calderón 1924) El himno VR 1.18.6, es pronunciado por un asceta


llamado Kakshivat en alabanza de la munificencia de Swanayaque le había hecho dones
inmensos. El tema se continúa en el himno VR 1.18.7 y se termina con un diálogo
verdaderamente extraño entre el rey BHAVAVAYYA y su mujer ROMASA hija de
BRIHASPATI. Se podría notar en cuanto a KAKSHIVAT, que su madre USIK fue
esclava (bondmau) de la mujer del rey ANGA. (RN: ¿Qué edición?)

(VR 1.20) Himno a los artesanos Ribhus.

(VR 1.20.4) Los Ribhus hicieron a los Padres ser jóvenes de nuevo.

(Kashyap 2012) “El Cielo y la Tierra” son los Padres del hombre, el ser que se
desenvuelve. “La Tierra” simboliza su cuerpo físico burdo y su nivel de consciencia
material, mientras que “el Cielo significa” el intelecto y la intelectualidad, siendo estos
dos los extremos de su existencia común. Sin embargo estos extremos son temporales y
envejecen. Los Ribhus, poderes de iluminación, artesanos de la inmortalidad, nos traen
múltiples corrientes de “la Verdad” que descienden desde lo alto y penetran la mente y

149
el cuerpo del ser humano junto con sus corrientes rejuvenecedoras, refrescándolos y
haciéndolos jóvenes de nuevo. Al ser portadores de la Verdad en sus obras, ellos buscan
el curso recto y van adonde quiera que esté listo y preparado para recibirlos.

(VR 1.20.6) Los Ribhus hicieron cuatro copas a partir de una.

(Kashyap 2012) Twashtri, “el Arquitecto Divino”, moldea el cuerpo material del
hombre el cual es la base para su desarrollo, el primer medio para su viaje a la meta
divina. El hombre se reconstruye a sí mismo sobre este fundamento en la completa
figura de su alma, desarrolla sus diversas facultades y poderes de expresión e
incorporación. Después él busca el auxilio de los dioses, particularmente el de los
Ribhus –los poderes moldeadores de la Luz– para completar esta tarea. Y ellos proceden
a construir y dar forma a cuatro cuerpos a partir del uno original, estos son: cuerpo
físico, cuerpo vital, cuerpo mental, cuerpo ideal o causal. Estos son “las cuatro copas”
hechas a partir de una sola para que así el sacrificador ofrezca para la Divinidad el
deleite de su existencia, “el Soma”, en toda su plenitud de cuádruple formulación.

(VR 1.22) Himno de Agastya y los Maruts.

(Colebrooke-García Calderón 1924) El vigésimo segundo capítulo del mismo libro


comienza en un diálogo entre AGASTYA y los MARUTS; y el resto del capítulo con
todo el décimo cuarto comprenden veintiséis himnos dirigidos por AGASTYA a estas
divinidades y a los ASWINS, al fuego, al sol y a algunas otras deidades. El último de
estos himnos, fue pronunciado por Agatya por el temor de ser envenenado; dícese en
los rituales que debe empleársele en los encantamientos contra los efectos del veneno.
Otros encantamientos aplicables al mismo objeto, se encuentran en diferentes partes del
Veda; por ejemplo, una plegaria de Vasishta para preservarse del veneno. (VR 7.3.88).

(VR 1.23) Himno a las Aguas y las Energías Interiores [Apaha]

(Kashyap 2012) Las Aguas y las Energías Interiores: Las aguas (āpaha) en el Veda
simbolizan todas las “energías curativas dinámicas”, incluyendo las aguas físicas que
descienden de las montañas.

(VR 1.24) Himno a la sabiduría de la Poetisa Aditi.

(Kashyap 2012) No es suficiente con invocar a “la Divina Madre de Todo” para que
abata la ignorancia y la falsedad de la división. Uno debe también trabajar a su manera
propia desde el estado inferior en el cual uno está aprisionado. Y eso puede ser hecho
sólo mediante la conformación de los movimientos de uno (pensamiento, habla y
acción) a “la Ley de la Verdad”, la Ley que es puesta en marcha en este universo por el
Divino Rector. La regla para el buscador es rechazar persistentemente todo lo que es
contrario a esta Ley y afirmar sus obras en la vida cotidiana de uno mismo. Solamente
siguiendo esta orden puede uno permanecer sin culpabilidad y puro delante de “la
Madre Divina” cuando ella se revela a sí misma en su fuerza y gloria.

(VR 1.25) Himno a Varuna.

(Tola 2014) Varuna es uno de los Dioses más grandes del Vedismo y el más venerable.
Se considera que era el candidato más adecuado para llevar a cabo la transformación del

150
politeísmo védico en monoteísmo (Dumezil 1952). Sus rasgos antropomórficos son
completos. Su función primordial es mantener el Orden físico y moral. Es colérico.
Castiga al culpable, a quien encadena con sus lazos, pero es misericordioso y sabe
perdonar. El presente himno contiene el elogio de Varuna y una súplica para obtener su
benevolencia. Se tiene la impresión de que las estrofas 6 y 17 no formaron parte de la
composición inicial.

(VR 1.30) Himno a Usha.

(Kashyap 2012) Para mirar y gozar la ordinaria alba física, ninguna capacidad especial
es requerida. Con la mirada del ojo es suficiente. La exclamación interrogativa. “cuál
mortal es apto para gozarte”, claramente implica que sólo raras personas tienen la buena
fortuna de la experiencia de Usha. De tal manera que Usha no puede ser el amanecer
ordinario.

(VR 1.32.1-15.) Indra mató a Vrtra y liberó las aguas.

(Doniger 1975) 24. El simbolismo inherente en todos los episodios de Indra es utilizado
por el Poeta védico para alabar a Indra por la mayor de sus hazañas, la muerte del gran
reptil Vrtra, acto que simboliza también la liberación de las aguas o la lluvia que Vrtra
había retenido, la victoria sobre los enemigos de los arios, y la consecuencia del orden
en el cielo. Compárese: Rig Veda 10.124.1-9. Análisis: Émile Benveniste y Lois Renou,
Vrtra et Verethraghna, París 1934; W. Norman Brown, «The ~gvedic equivalent for
Hell», JAOS, LXI (1941), págs. 76-80; «The Creation Myth ofthe ~g Veda», JAOS,
LXII (1942), págs. 85-98; «Theories of Creation in the ~g Veda», JAOS, LXXXV, 1
(1965), págs. 23-34; A. K. Coomaraswamy, «Angel and Titan», JAOS, LV (1935),
págs. 373-419; Heinrich Lüders, «Der Vrtrakampf als vedischer
Weltschopfungsmythos», en Varufla, Gottingen 1951-1959, págs. 183 y ss.

(Mylus 2003) Como corresponde al carácter general de la colección de himnos, el amor


apenas representa ningún papel. Por eso no es posible considerar sin reservas (como de
hecho ha sucedido) la canción VR 1.32 como una balada. En este famoso himno se
aborda el tema ya mencionado de la lucha entre Indra, el rey de los dioses, y el dragón
Vtra. La composición tiene el carácter de una poesía heroica y por su forma recuerda,
efectivamente, a una balada. Aplicar consideraciones morales, en el sentido que más
tarde adquirieron, no sería posible en el marco del Rigveda, sobre todo porque las
características morales ligadas a cada clase social todavía no se habían desarrollado. La
primera vez que aparece una concepción moral es en el himno, ya comentado, del
diálogo entre Yama y Yam.

(Kashyap 2012) Las batallas de Indra contra las fuerzas de la oscuridad, Vritra y Vala:
RV 1.32, 1.33, 1.50-1.57. Indra es “El Señor de la Mente Divina”, no un ser humano.
Estas batallas son simbólicas. Podemos apreciar su significado profundo si estudiamos
los 2 sūktas 1.32 y 1.33 cuidadosamente. Vritra es el titán quien impide que “las
energías dinámicas” (las aguas) alcancen a la humanidad cubriéndolas. Vala es el
enemigo que encierra “las iluminaciones del conocimiento” (las vacas) en su propio
agujero impidiendo que lleguen a los seres humanos. Indra vence a ambos y liberas las
aguas y la Luz para que se vuelquen sobre los seres humanos.

151
(Tola 2014) Himno a Indra es otro de los grandes Dioses del Vedismo. De los 1028
Himnos del Rig Veda, 250 le están consagrados. Es el Dios guerrero, el Dios de la
fuerza y del heroísmo. Realizó múltiples hazañas guerreras. Es el aliado de los arios en
su lucha contra los aborígenes, los "pieles negras". Es impetuoso y valiente, e
irresistible en el combate, pero jovial, generoso y buen compañero para con sus amigos
y devotos, gran bebedor del soma, la embriagante bebida sagrada del Veda, y aficionado
a la comida abundante y buena. Su arma es el rayo, que le forjó Tvashtar, el hábil
Artífice Divino. El presente himno es épico y mitológico. En estilo simple, casi
lacónico, pero no por eso sin vigor, narra la hazaña realizada por Indra al matar al
demonio Vritra, llamado también "la serpiente" y "el archirretenedor" que tenía
prisioneras a las aguas de los montes o de las nubes según las diversas interpretaciones.
Hay que distinguir en él varias partes: las estrofas 1 a 10 que constituyen una
composición unitaria y completa; las estrofas 11 a 14 (esta última curiosa y hermosa)
que vuelven a tratar el mismo mito de Vritra agregando otros temas; y la estrofa 15 que
es una exaltación de Indra, sin mayor relación interna con las estrofas anteriores. Muy
probablemente las estrofas 11 a 15 fueron agregadas posteriormente.

(VR 1.32, 12) Himno a los Siete Ríos

(Tola 2014) Los 5 ríos del Penjab, la región al Oeste de la India: Vitastá (hoy Jhelum),
Asikm (hoy Chenab), Parushm o Iravatí (hoy RávT), Vipásh (hoy Beas) y Shutudri (hoy
Sutlej), y además el Sarasvatí y, el más importante de todos, el Sindhu (hoy Indo). Su
mención constituye un testimonio de la llegada de los indoeuropeos a esa región. Ver
Himnos 3,33 y 10,75.

(VR 1.35) Himno a Savitar.

(Tola 2014) Savitar es un Dios de carácter abstracto. Es el Dios incitador, estimulador


por excelencia. Tal vez originariamente el término savitar fue sólo un epíteto del sol,
que expresaba el poder del astro, como fuente de vida y de actividad. Tiene estrechas
relaciones con dicho astro, con el cual es muchas veces identificado, dando
generalmente la impresión de ser un Dios solar. Pero, paradójicamente, está conectado
también con la tarde y la oscuridad de la noche. Es algo así como el Dios del
movimiento del cielo, con su alternancia de noches y de días, pero asimilado al mismo
tiempo al sol y revestido de sus atributos. La estrofa 10 del Himno 3, 62 está también
dirigida a Savitar y, desde siglos atrás, ha servido, y sirve aún actualmente, a millones
de seres en la India, como oración al romper el alba: "Meditemos en el adorable
esplendor de Savitar. ¡Ojalá estimule nuestros pensamientos".

(VR 1.37) Himno a los poetas Maruts.

(Kashyap 2012) El ciervo moteado es el vehículo de los Maruts. Sus triples huellas
indican los poderes físicos, vitales y mentales. La Palabra es su arma tal y como en el
caso de todos los Dioses. Las palabras que emergen de sus movimientos intempestivos
sacan a la luz lo que estaba oculto. Los beneficios de los mantras dirigidos a los Maruts
se describe en el verso 3. Tal y como un auriga conduce el vehículo mediante la fusta,
las palabras de los Maruts guían al aspirante, y su auxilio se torna inmediatamente
visible para el aspirante. Durante el periodo inicial del ascenso espiritual del aspirante,
las fuerzas hostiles se esfuerzan en bloquear o deshacer el progreso espiritual al causar
dudas en la mente del aspirante tales como, “Puede que los dioses no auxilien; aún

152
cuando lo hiciesen, no son relevantes para el hombre; incluso si auxiliasen, puede que
sea de manera muy limitada; su apoyo puede ser útil en la vida después de la muerte,
pero son insignificantes en esta vida”. El rishi llama reiteradamente a los Maruts para
guardarse de tales ataques:

(VR 1.43) Himno a Brahma.

(Kashyap 2012) En este himno hay en primer lugar una plegaria para que Él Brahma
despierte. Por el poder de su Palabra, “la feliz habla de la Verdad”, los Maruts, Indra,
Mitra, Varuna, Aryamā y otros Dioses más ocupan sus puestos en el sacrificador. Él
mismo ocupa su morada en el sacrificador.

(VR 1.50.10) Himno a Surya.

(Kashyap-Hernández 2012) El hombre está asediado por las oscuridades sin fin de su
propia naturaleza y también perdido en las oscuridades de la ignorancia y la
inconsciencia que lo rodean. Sin embargo hay en él un alma que se rehúsa a permanecer
aprisionada. Ella aspira por la luz, genera aberturas en las paredes que la encierran
mediante la aspiración y la voluntad, y luego empuja en la dirección que va hacia la luz
espiritual que está por encima de la prevaleciente oscuridad psicológica. Siguiendo los
rayos de esta luz super-natural –rehúsando con ello mismo a ser desviado del camino
por atracciones menores-, une y llega finalmente al glorioso Sol de “la Verdad”, el
Divino Sol del cual el sol físico que alumbra la tierra es tan sólo un símbolo material.

(VR 1.65-1.72) Himnos del Sabio rishi Parāshara.

(Kashyap 2012) Los Sūktas 1.65-1.72. Estos himnos debidos al rishi Parāshara son los
más líricos en todo el Veda. Contienen un tesoro de símiles dedicados a Agni tales
como “aquél quien se esconde en la cueva (el espacio secreto en la caverna del corazón)
como un ladrón”, “un cisne (hamsa, el sonido del aliento pacificado)”, etc.

(VR 1.84.13-15) El ciclo védico de lndra.

(Doniger 1975) Indra fabrica un arma con los huesos de Dadhyañc La historia de
Dadhyañc no termina aquí. Otro críptico himno rigvédico refiere el papel de Dadhyañc
en otra decapitación más importante realizada por Indra. Ver Brhaddevatii 3.22-24;
comentario de Saya~a sobre el J.?g Veda 1.84.13; 1.84.15. Compárese: Mahabharata
3.100-101; 12.329 (Roy 12.343); Roy 9.51; Bhagavata 6.10; Brahma 110; Litiga 1-36-
36; Padma 5.19; 6.148.27 y ss.; Skanda 1.1.16; 7.1.31-35; 7.1.65-66; 6.8. Análisis:
Friedrich Max Müller, Contributions to the Science of Mythology, Londres 1897, págs.
743-772; Muir, V, 234-257; W. D. O'Flaherty, «The Submarine Mare in the Mythology
of Siva», JRAS (1971), 1, págs. 19-23. (Saunaka, siglo 5 ET) El vínculo entre este
episodio y el primer episodio de Dadhyañc nos lo proporciona Saunaka, comentador del
siglo v a. C. Identifica Saryanavat no como un lago, sino como una montaña; sin
embargo, menciona también un lago, pues el mito debe proporcionar un hogar acuoso a
la fogosa cabeza de caballo que aparece para destruir el universo al final del eón.
(Sayana, siglo 14) Gran comentador védico explica el mito al que refiere este himno:
Los demonios lograron la supremacía meramente mirando a Dadhyañc, el hijo del
sacerdote Atharvan, mientras estaba vivo. Y cuando fue al cielo, la tierra se llenó de
demonios. Indra, que no podía luchar con los demonios, buscó a ese sabio, y se le dijo

153
que se había ido al cielo. Entonces Indra preguntó a los que allí estaban: «¿No hay aquí
ningún miembro suyo?», y ellos contestaron: «Está la cabeza de caballo por la que
contó a los Asvines el secreto de la miel. Pero no sabemos dónde puede estar esa
cabeza». Entonces dijo Indra: «Buscadla», y ellos la buscaron. La descubrieron en
Saryanavat y se la llevaron. Saryanavat es el nombre de un lago que fluye en la mitad
occidental de la Llanura de Kultl. Con los huesos de esa cabeza, Indra mató a los
demonios.

(VR 1.89) Himno a Aditi.

(Kashyap 2012) Aditi representa la concepción más antigua del infinito, relacionada
especialmente con la idea de una existencia infinita que incluyen el espacio, las
manifestaciones, el tiempo, etc. Este verso se encuentra también en el Atharva Veda
7.6.1, Vājasaneya Samhitā 25.23 y otros libros. Con la palabra putraha (hijo) el mantra
se refiere a todos los seres nacidos de ambos padres “Cielo y Tierra”. Con pañcha
janāha (población quíntuple o cinco tipos de gentes) se refiere a los seres que ocupan
cinco planos de consciencia, a saber: el de la materia (anna), el vital o emocional
(prāna), el mental (mana), el supra-mental (vijñana o mahas) y el de dicha (ānanda).

(Kashyap 2012) Las cosas auspiciosas que se escuchan y la manifestación de la Dicha:


RV 1.89 y 1.90. El primer mantra del himno 1.89 es la bienvenida a todo el
conocimiento auspicioso que provenga de cualquier lado, en tanto que no sea divisivo
para la sociedad. Una plegaria tal no se encuentra en ninguna otra escritura. Los mantras
contenidos en 1.89 y 1.90 son dirigidos para la manifestación de la dicha en cada
individuo. Nótese que la dicha o Ānanda es diferente de la felicidad ordinaria obtenida
mediante los órganos de los sentidos.

(VR 1.94-1.98) Himnos a Agni del Sabio Kutsa.

(Kashyap 2012) Los Sūktas dedicados a Agni por Kutsa: 1.94-1.98. El rishi Kutsa es un
gran devoto de Indra y Agni. El sūkta 1.94 reitera la amistad que tiene con ellos. Los
himnos 1.97 y 1.99 reiteran la idea de la vida vista como un viaje. En el himno 1.97
Agni hace que los efectos de las acciones inarmónicas (llamadas pecados) se marchiten.
En 1.98 se describe a Agni como “la Fuerza” y “la Voluntad Divina” universales.

(VR 1.105) Discurso de Trita.

(Mylus 2003) El relato, a modo de saga, consiste en un monólogo de Trita, un hombre


arrojado a un pozo. Compara con palabras conmovedoras su desgraciada situación
actual con su espléndida posición anterior, de la que otros hombres disfrutan
permanentemente. En sus observaciones sobre el cielo estrellado se observa cómo va
pasando la noche mientras habla. Tras la salida del sol, consigue finalmente liberarse
gracias al dios Bhaspati. Este himno, profundo y evocador, es una obra maestra del arte
poética védica y de su fuerza compositiva.

(VR 1.113) Himno al Resplandor [Aurora].

(Tola 2014) La Aurora es una de las creaciones más bellas del Rig Veda. Es una mujer
joven, llena de feminidad, adornada con hermosas vestimentas, esplendorosa, trayendo
consigo felicidad y alegría, en contraste con el rudo y guerrero Dios Indra y con el

154
sacerdotal Agni. El grado de personificación no es muy pronunciado, pues el fenómeno
natural se hace siempre presente. En este Himno el poeta insiste, sobre todo, en la
regularidad del curso de las auroras, sometidas a una ley fija que no violan, en precisa
alternancia con las noches. Se comprende aquí cómo el espectáculo de la regularidad de
los fenómenos naturales dio origen a la idea de una ley, de un orden, que rige la
actividad del universo, haciendo de él un cosmos. El poeta se refiere a la eternidad de
las auroras que brillaron siempre en el pasado y han de brillar siempre en el futuro, en
contraste con la efímera existencia de los hombres.

(Kashyap 2012) La segunda cita es de RV 1.113.16 donde explícitamente se menciona


la palabra jīva o “alma”. La deidad Usha es laudada en alrededor de veinte sūktas del
RV. Ella es también mencionada preeminentemente en los diez apri sūktas y otros
relevantes. Una lectura cuidadosa de todos estos himnos indica que la mayoría de las
funciones características que se atribuyen a la Diosa carecen de sentido si la
interpretamos solamente como el alba física, así como muchos Indologistas y sus
seguidores Indios están inclinados a hacerlo. Usha significa el amanecer de “la Divina
Consciencia” en el aspirante individual. Ella eleva a todas las personas hacia la fuerza
plena de la luz y derrama la ānanda y el Soma en la existencia mental y corporal. El
alba física la cual vemos cada mañana es un símbolo físico de esta divinidad. La puesta
de “la Divina Consciencia” indica la existencia de los mundos superiores de dicha y
perfección los cuales están más allá del alcance de nuestra consciencia ordinaria. Por
Divina Consciencia queremos dar a entender la consciencia que pertenece a los Dioses
como Indra, Varuna, etc., de manera individual y a todos juntos a la vez. Por ejemplo,
cuando se manifiesta el poder del Dios Varuna en el aspirante se refiere simbólicamente
como “el nacimiento de Varuna en el hombre”; luego entonces la consciencia del
aspirante humano es ensanchada por el poder de Varuna, dado que la amplitud es la
característica de Varuna. De tal manera que la estrechez característica de nuestra
condición humana ordinaria es arrastrada lejos por el agua, como si se tratáse del
monzón tropical que limpia la suciedad de todas las calles. Y tendremos menos la
tendencia de criticar a la gente o de hacer caso a las limitaciones de los demás.
Tendremos más fe en la habilidad de lo Divino en producir la armonía y el progreso
más grande entre todos nosotros y en nuestra colaboración con lo Divino.

(VR 1.115) Himno a Surya.

(Kashyap 2012) Sūrya es al mismo tiempo “la Luz” y “la Verdad” más elevada. La luz
del orbe solar que usualmente vemos es tan sólo la forma física del cuerpo de ese
Divino Sol. Para los rishis védicos sólo hay un Deva universal del cual todos los otros
nombres son formas similares y aspectos universales. Sūrya es el símbolo de este Deva
universal. Él es el sí-mismo de todo lo que se mueve y lo que no se mueve. El mantra
RV 1.50.10 declara que Sūrya es “la Luz más elevada de todas”, el Sūrya que es
obtenido por los rishis. Él es el ojo de Mitra y Varuna, los dioses de la armonía y lo
vasto. El Sol dentro de nosotros y el Sol fuera de nosotros están cubiertos por la
oscuridad: es decir, por las fuerzas de la ignorancia. Sólo mediante la fuerza del tapas
(prácticas de meditación, concentración, aprendizaje, etc.) Él se despierta destruyendo
las fuerzas de la ignorancia. Él asciende junto con sus siete energías o “caballos
brillantes” hacia el océano último de la existencia altísima. Él nos conduce a “la
Verdad” y “a la Inmortalidad” que están más allá del mal y la oscuridad.

(VR 1.117.22) El ciclo védico de lndra y Vrtra.

155
(Doniger 1975) La mitología del dios Indra, rey de los dioses, guerrero de los dioses,
dios de la lluvia, comienza en el Rig Veda. Por desgracia para el estudioso de la
mitología, ninguno de los himnos rigvédicos se propone realmente explicar un mito;
más bien, se alude en ellos a varios mitos, a menudo en términos enigmáticos. Por lo
tanto, para «leer» un mito védico sobre Indra es necesario recurrir a comentarios,
interpretaciones y reelaboraciones posteriores de los mitos védicos, y luego examinar de
nuevo los mismos himnos védicos a la luz de este conocimiento. Indra decapita a
Dadhyañc, que revela el aguamiel de Tvastr a los Asvines: La oscura estrofa que alude a
este mito se clarifica algo por el conocimienlo de varios hechos: que «miel» se refiere al
zumo del Soma, una bebida alcohólica bebida por los sacerdotes y ofrecida a los dioses
en el sacrificio, a menudo mezclada con leche; que el sacrificio védico del caballo
consistía en la decapitación de un semental; que los Asvines tenían cabeza de caballo;
que «Conocer» el secreto del Soma era tener el poder de la fórmula mágica, la palabra;
y que Tvastr, el padre de Indra, es después matado por Indra. Los acontecimientos
reales del relato, y la relación de Indra con ellos, sólo se ponen en claro después de la
lectura de un Brahmana que amplía este texto. Ver Satapatha Brahmana 14.1.1.18-24.
Compárese: l_?.g Veda 4.18; Jaiminfya Brahma~a 3.64; Bhagavata 6.9-11; Bhavi~ya
1.19; Brhaddevata 3.15-25; Devfbhtigavata 1.5; 7.7. Indra frente a los Asvines y
Cyavana: Mahabhtirata (Roy 1.3; 3.124-125; 12.343; 13.161). Los Asvines reemplazan
la cabeza de caballo de Vi~l).ü; Ta~dya Mahabrahma~a. 7.5.6; Satapatha Brahma~a
4.1.5.18; 14.1.1.1-15; Taittirfya Ara~yaka 5.1.1-7; Devfbhtigavata 1.5. Análisis: A. K.
Coomaraswamy, «Sir Gawain and the Green Knight: In dra and Namuci», Speculum
XIX (1944), págs. 104-125 [«Sir Gawain y el Caballero Verde: Indra y Namuci», trad.
A. López y M. Tabuyo, en Sir Gawain y el Caballero Verde, Siruela, Madrid 2001];
Georgcs Dumézil, «Mitra-Varu~a. lndra, los Nasatya», Studia Lingüística, l, París 1947,
121-129; Muir, IV, 99-108; V, 77-139; H. Oertel, «Indra in the Guise of a Monkey
Disturbs the Sacrifice», JAOS, XXVII (1905), págs. 192-196; O'Fiaherty (1973), págs.
85-90. Para Dadhyañc: F. D. K. Bosch, «The God with the Horse's Head», en Selected
Studies in Indonesian Archaeology, La Haya 1961; R. H van Gulik, Hayagrfva, Utrecht
1935; P. C. Dumont, L'Ashvamedha, París 1927; J. C. Heesterman, «The Case ofthe
Severed Head», WZKS&O (1967), págs. 22· 43. Para Vi~~u como caballo, véase
Gonda (1963), 147-149, 167-171, y Rao, I, 1, 260-261.

(VR 1.125) Himno del huésped.

(Tola 2014) Este Himno constituye un elogio de la hospitalidad y de la generosidad. En


las estrofas 5, 6 y 7 el poeta se refiere a la generosidad manifestada en la dádiva hecha
al sacerdote que llevó a cabo alguna ceremonia sagrada. El poeta insiste en los
beneficios materiales que se derivan de las virtudes que elogia. De acuerdo con la
tradición tenemos en este himno un diálogo entre un cantor o sacerdote errante y un
príncipe generoso y liberal. De acuerdo con ello se atribuye al príncipe la estrofa 2 y las
demás al huésped.

(VR 1.154.1-6) Himno a Vishnu.

(Doniger 1975) 47. Vishnu dió tres zancadas. Aunque sólo una pequeña parte de la
mitología de Vishnu puede remontarse al Rig Veda -apenas algo más que la de Siva-,
Vishnu es un dios mucho más claro y ortodoxo; aquellos elementos del culto proto-
indio que fueron asimilados al suyo son generalmente más benévolos, humanos y

156
convencionales que los de Shiva. De sus muchos avataras o encarnaciones, sólo tres -
Krishna, el Buda y Kalkin- aportan destrucción física o moral a la humanidad, e incluso
éstas están finalmente destinadas a provocar nuestro bienestar. Se dice generalmente
que Vishnu ha tenido diez encarnaciones: el pez (mito 51, pág. 152),1a tortuga (mito 72,
pág. 226), el jabalí (mito 54, pág. 156), el hombre-león (mito 55, pág. 158), el enano
(mito 48, pág. 148), Rama (mito 56, pág. 166), Krishna (mito 57, pág. 172), el Buda
(mito 62, pág. 192) y Kalkin (mito 63, pág. 195), así como Parasurama (Rama con el
hacha), el hijo de Jamadagni, que decapitó a su impúdica madre y mató a todos los
Ksatriyas. El avatara védico de Vishnu: el enano Vishnu da tres zancadas. Con mucho,
el mito védico más importante de Vishnu es la historia de sus tres pasos, un mito de
creación basado en el concepto védico de que medir, extender y separar los elementos
del universo es crear. El número mágico tres, que está entretejido en casi toda la
mitología hindú, aparece aquí en los tres padas de Vishnu: esta palabra (afín a otras
palabras indoeuropeas como foot en inglés y pes, pedis en latín) tiene muchos
significados que prestan armónicos o resonancias secundarios a este mito; además
«paso» (pada), significa (ante todo) pie, y es significativo que los pies de Vishnu sean
objeto de culto; pada puede ser traducido también por «huella o pisada», y la huella o
pisada de Vishnu (también objeto de adoración) lleva al adorador al ganado igual que
las huellas de Sarama conducen a Indra al ganado de los Panis; y, finalmente, puede
significar «morada», siendo el supremo de los tres padas el cielo de Vishnu.
Compárese: Hay otras referencias a las tres zancadas, pero éste es el único himno del
Rig Veda dirigido a Vishnu solo. Análisis: Jan Gonda, Aspects of Early Vi~f}uism,
Utrecht 1954, págs. 55-72 y 145-146; F. B. J. Kuiper, «The Three Strides of Vi~~U», en
lndological Studies in Honour ofW Norman Brown (1962), págs. 137- 151; Muir, IV,
63-97 y 121-156; Gaya Charan Tripathi, Der Ursprung und die Entwicklung der
Viimana-legende in der Indischen Literatur, Wiesbaden 1968.

(VR 1.158) La palabra es la guía de los Sabios.

(Kashyap 2012) La palabra māmateya significa “nacido de un intenso apego hacia mí y


lo que es mío (mamata)”. Dīrghatamas significa literalmente “larga-oscuridad”, es
decir, alguien completamente ignorante. Dashame es “divisivo”, esto es, “actividades
que provocan la división”. Dashasya es “acto” como en RV 3.72.8 y 10.4.6. yati es el
“viandante”, es decir, los sabios o practicantes espirituales. Brahma es la “potente
Palabra” en el RV, nunca la deidad Purānica como tal. La segunda parte de este mantra
es citada con mucha frecuencia. Es de notar que tanto el comentarista Sāyana como los
Indologistas piensan que la primera mitad trata acerca de un vidente llamado
“Dīrghatamas” refiriéndose a sí mismo como el hijo de “Mamata”. Ellos traducen en
general así: “Dīrghatama, el hijo de Mamata, se tornó viejo y débil en el décimo
período”. Pero, ¿qué significa “el décimo período o yuga”? Si el mantra es interpretado
de esta otra manera la primera línea no tendría conexión con la segunda parte, y ¿en qué
consistiría la revelación? En la traducción que se ofrece aquí, nosotros utilizamos los
significados más comunes de las palabras en vez de tomarlas como nombres propios.

(VR 1.162 y 1.163) Himno Ritual del caballo y el sacrificio del caballo.

(Kashyap 2012) Estos sūktas son los fundamentos para llevar a cabo “El sacrificio del
caballo” que se discute en el Yajur Veda y en los Purānas. El empleo del simbolismo
del caballo es evidente en los himnos del rishi Dīrghatamas en honor “al caballo
sacrificial” (RV 1.162 y 1.163), en los himnos de distintos rishis dedicados al Caballo

157
Dadhikrāvan (RV 4.3.9 y algunas partes de los himnos 4.38, 4.40 y 7.44), en el pasaje
de apertura de la Brih. Upanishad (1.1) y en el pasaje de conclusión en la Taittirīya
Samhitā (7.5.25). En el RV el Rishi Dīrghatmas Auchatya es asociado con los himnos
que van desde el 1.140 hasta el 1.164, en los cuales se emplea un elevado grado de
simbolismo. Los ritualistas consideran que los dos himnos 1.162 y 1.163 tratan con la
matanza de un caballo durante la ejecución de un sacrificio. Su conclusión se basa en la
asignación arbitraria de significados a muchas de las palabras que se encuentran ahí. Sin
embargo, cada mantra puede ser explicado recurriendo al empleo de un simbolismo
profundo. Por ejemplo en el Mantra RV 1.162.2 donde se declara el secreto del
Ahvamedha. La traducción refleja el significado espiritual y la práctica del Yoga a partir
del Ashvamedha (Sacrificio del Caballo). No hay la necesidad de traducir aja como
“macho cabrío” e introducir la matanza de un animal de esa especie. Aquí se le asigna a
aja su significado más natural, a saber: a-ja “el no-nacido”, lo que anima el cuerpo
como el alma individual. Esta conduce a la imperfecta fuerza-vital de nuestro cuerpo
material al cielo para que así devenga energizada por el nutridor (Pūshan) y por Indra, el
Señor de la Divina Mente. No hay ninguna inmolación corporal aquí.

(VR 1.164) Himno Asyavamiya a Dios Uno [Ekam].

(Cattedra 2007) He aquí un himno fundamental, y poco comentado por los especialistas.
Es la revelación del vidente ciego, Dirghatama Mamateya, y en él establece los
principios fundamentales de la especulación Upanishaica, en particular la concepción
que lleva de la unidad a la multiplicidad por un proceso único nominal y expresivo. Así,
este himno muestra y da la base para comprender como, siendo que lo Uno se hace
multiplicidad, conociendo la parte, se conoce el todo. Podría decirse que introduce el
elemento holográfico. Así, relacionado con el tema de la palabra y de su
cuadruplicación, se dice que la mayoría, tres cuartos (3/4), permanece oculto en el
secreto del cielo en tanto que un solo cuarto se expresa. Presenta, además, el tema del
karma, del jîva -doblemente unido a la unidad y a la multiplicidad- y el samsâra,
dedicando particular importancia a la realidad como el Sol, y así, ofreciendo los
fundamentos de la unión entre la mitología y la meditación sobre los âdityas en las
upanishad. La expresión fundamental de este himno es la siguiente: “[…] el Uno que es,
inspiró a los Sabios para que hablaran de muchos modos […]”; el texto presenta una
natural resonancia con el texto de Chand. Up. 6, y su aporte más notable será la
introducción de la noción de cuaternidad dentro del proceso de manifestación, tema
clave para la comprensión del orden de la manifestación en todos sus niveles no solo
ontológicos, sino biológicos, sociales, y espirituales.

(Kashyap 2012) Consta de 52 mantras revelados al rishi Dīrghatamas Auchatya y está


repleto de intuiciones filosóficas. La intuición es recubierta con un profundo
simbolismo común a todos los mantras de este Rishi. Algunos de estos mantras se
discuten en este trabajo.

Verso 46.

(Kashyap 2012) (Ver VR 10.114.5) Ambos mantras claramente declaran que las
personas sabias (viprā) describen la existencia única de variadas maneras. Debemos
recordar que la existencia única está más allá de la concepción de la mente. Esta no
puede ser descrita a detalle en lenguaje alguno. Aún así un sabio puede experimentar
sólo algunos aspectos de su infinito poder y expresar esa experiencia en un lenguaje. Él

158
le otorga a estos poderes (en sí mismos vastos) nombres tales como Agni, Yama, etc.
Nótese que los mantras se refieren a personas sabias, no a personas ordinarias. Para
estas últimas, un nombre no es un mero apelativo. Cada nombre del Uno tiene un poder
infinito conocido para los adeptos. Nótese también que estos dos mantras y muchos
otros más no declaran que todos los diversos caminos de los distintos adoradores
alcancen la misma meta. Cada sabio tiene su propia experiencia. Cómo puede decir
alguien cualquiera que todas estas experiencias son las mismas o idénticas. Cuando el
Veda emplea la palabra ekam, no se trata del número matemático uno. Ekaha representa
la gama completa de la existencia, la red de la Verdad (ritasya tanta) de la cual nada
puede ser separado. En suma, los pensamientos del Veda son demasiado elevados como
para ser resumidos mediante leyendas simplistas tales como “todos los caminos
conducen a la misma meta”.

(Pérez Martín 2000) Que el alma peregrina era considerada eterna, se evidencia en
varios versos que son altamente esotéricos y pueden confundir a los estudiosos, pero los
teósofos tienen la clave del enigma. La inmortalidad para los Védicos significaba
fundirse con el innato, al cual primero llamó el Sol y luego Atma. Se dice que el sabio
ha encontrado el Sol más allá de la oscuridad, en el cuarto grado de la oración, para,
incluso, nacer como sol. La mejor recopilación se halla en el Jagur-Veda: “He conocido
al poderoso Purusha, al hombre divino refulgente como el Sol sobre la oscuridad. Sólo
conociéndole vence uno a la muerte. No hay otro camino para ello.”

(VR 1.170) Himnos al Sabio Agastya.

(Kashyap 2012) Hay varios sūktas en el Rig Veda que involucran un diálogo entre los
Dioses y los rishis en donde se pone de manifiesto las pronunciadas diferencias que hay
entre ambos, lo cual puede llegar a parecer incluso hostil. ¿Acaso pueden estos himnos
ser explicados desentrincando sus profundos significados? Las personas que conocen
los escritos de Sri Aurobindo pueden dar por respuesta un “sí” definitivo, aún cuando
las personas casadas con el punto de vista ritualista o con las explicaciones que apelan a
eventos físicos puedan tener objeciones. Hay dos himnos debidos a este vidente que
contienen diálogos, a saber, RV 1.170 y 1.171. El primero de estos es un coloquio entre
Indra y el rishi Agastya. Agastya desea progresar mediante la afilada fuerza del
pensamiento. Indra le dice a Agastya que su esfuerzo egoísta debe cesar puesto que no
considera aquella que está más allá del espacio y el tiempo. Indra desea que Agastya
desarrolle un espíritu de postración.

Verso 1

(Kashyap 2012) Dios (Uno). La Realidad Suprema, la Fuente última de Todo, no está
contenida en el Tiempo. Ni en el pasado, ni en el presente, ni siquiera en el futuro ello
puede quedar exhausto. Ciertamente Ello se desenrolla Sí mismo fuera de su infinitud y
se mueve y actúa, esto es, se manifiesta, en una otra consciencia que la suya. Se
reformula a sí mismo en términos del Tiempo y del Espacio en esta creación,
condiciones que son el verdadero opuesto de su propia Eternidad e Infinitud. Se presta a
sí mismo para ser aproximado y realizado a través de esas formas y movimientos. Pero
si debiese uno intentar conocerlo con la mente, pensarlo tal y como sería en su estado
absoluto, en ese momento ello escaparía y pasaría más allá del rango del pensamiento.
La Realidad puede ser realizada a través de su propia manifestación pero no puede ser
conocida en sí misma mediante la mente o el intelecto.

159
Verso 4. Dios (Uno).

(Kashyap 2012) La Divinidad en tanto que Agni está ahí incluso en los objetos más
materiales como la piedra y puede ser sentido por el hombre mediante una apropiada
entonación de su consciencia. Él está ahí también –la flameante Voluntad-Vidente– en
el corazón de su propio ser y puede ser percibido y activado a través de la concentración
y la adoración. Él está esparcido en todo, en tanto que “la Fuerza universal” de Agni
sosteniendo en su propia integridad a todo, y puede ser reconocido y realizado mediante
el ensanchamiento de uno mismo fuera de los límites del ego temporal. La idea de la
Divinidad como “la fuerza inmanente” (esto es, de la fuerza que entra, habita y
permanece) en toda la existencia es desarrollada más adelante como la Vaishvānara-
Vydya (meditación en el Hombre Universal) en la Chhāndogya Upanishad (5.11-18).

(VR 1.171) Diálogo entre Indra y los Maruts.

(VR 1.179) Agastya y Lopamudra.

(Tola 2014) Diálogo entre el antiguo sabio o rishi Agastya y su esposa Lopamudra.
Ésta, cansada de la larga abstinencia sexual de su esposo, lo induce a tener relaciones
con ella. Agastya cede (segunda mitad de la estrofa 3) y luego se purifica bebiendo una
copa de soma. La segunda parte de la estrofa 4 y la estrofa 6 son de un narrador. Este
Himno nos hace recordar al Himno de Yama y Yamí, cuya traducción damos luego,
dando ambos una idea de la naturalidad y franqueza frente al sexo de la mujer védica.

(Mylus 2003) Lopamudra, la esposa del Sabio [Rsi] Agastya, no está conforme con la
continencia ascética de su marido y trata de excitar su sensualidad. Al contrario que
Yam, Lopamudra tuvo éxito.

Comentarios Libro [Mandala] 2 Gritsamada.

Autor: Sabio Gritsamada. Contiene 43 Himnos [suktas] y 429 versos [Mantras].

(Kashyap 2012) Todos los 43 sūktas junto con sus 429 mantras le fueron revelados al
rishi Gritsamada Bhārgava Shaunaka, o a sus descendientes, o discípulos: Sūktas rishi:
1-3; 8-43 Gritsamada Bhārgava 4-7 Somāhuti Bhārgava.

(VR 2.1-3) Himnos a Agni.

(Kashyap 2012) Los primeros tres sūktas son para Agni y los siguientes 12 para Indra.
Todos los dieciséis mantras del primer himno (2.1) identifican a Agni con varias
deidades tales como Indra, el rey Varuna, Brahmanaspati, Brahma, etc. Sin embargo las
deidades favoritas de este rishi son Brihaspati y Brahmanaspati o Ganapati. Estos tres
nombres especifican a la misma deidad focalizándose en distintos aspectos. Verso 5:
Cuando, durante el viaje del Espíritu, el buscador arriba a los límites más lejanos de la
consciencia humana, entonces se topa con una barrera que permanece entre lo humano y
lo Divino, los reinos bajos y elevados de la Existencia. Ningún esfuerzo humano por sí
mismo puede romper esta barrera, abrir las Puertas que están cerradas y atrancar la
entrada. El buscador debe invocar a la Gracia, postrarse sí mismo enteramente y afirmar
su postración constantemente; y es sólo cuando la Gracia responde que la abertura es

160
hecha, las Puertas Divinas se abren de par en par ampliamente permitiéndole cruzar
hacia el reino de Luz. Hay un Mantra que trata con las Puertas Divinas en todos los
himnos denominados āpri, a saber: (1.13), (1.42), (1.188), (2.3), (3.4), (5.5), (7.2), (9.5),
(10.70) y (10.110).

(VR 2.1) (Colebrooke-García Calderón 1924) En el primer capítulo del libro segundo
hay un himno al agua recitado por un rey llamado SINDHUDWIPA, hijo de
AMBARISHA.

(VR 2.4-7) (Kashyap 2012) Himnos del Sabio Somāhuti Bhārgava discípulo de
Gritsamada para Indra.

(VR 2.7) (Colebrooke-García Calderón 1924) 15-18 El séptimo capítulo contiene varios
párrafos, del décimo quinto al décimo octavo sukta que hacen alusión a una leyenda
notable. ASAMATI hijo ó descendiente de IXWAKU había despedido a sus primeros
sacerdotes y había tomado otros: los Bracmanes recitaron encantamientos para
arruinarlo: sin embargo, sus nuevos sacerdotes no solamente neutralizaron sus malos
designios, sino que les pagaron en la mismo moneda y causaron la muerte de uno de
estos Bracmanes: los otros recitaron estas plegarias para su propia conservación y para
resucitar a su compañero.

(VR 2.8-43) Himnos s de Gritsamada Bhārgava a Indra.

(VR 2.8) (Colebrooke-García Calderón 1924) El octavo capítulo comienza con un


himno que hace alusión a una historia concerniente a NABHANE DISHTHA, hijo de
Manú que fue excluido de participar con sus hermanos en partición de la herencia
paterna. La leyenda está contada en el Ettareya Nrahamna 5.14.2 ó segunda parte del
Rig-Veda.

(VR 2.12) Himno a Indra.

(Tola 2014) En este Himno Indra es elogiado como el Dios Supremo, Creador de todo,
Guardián de la moralidad, Protector de los que ofrecen sacrificios. Se hace referencia a
una serie de mitos relacionados con él, como la liberación de los Siete Ríos, como el
demonio Vala, como el sometimiento de los bárbaros, como el demonio Shambara,
como la serpiente Vritra, como el demonio Rauhina. Junto con los Himnos 1,32 y 4,18,
26 y 28, nos da una idea de la rica mitología, religiosa, popular y épica, que existía
alrededor de la figura de este Dios, en contraste con Varuna, cuya mitología es muy
pobre. El Himno 10,121, "Al Dios desconocido" que tiene algunas semejanzas con el
presente, muestra cómo los poetas védicos podían utilizar los mismos temas y
expresiones de elogio para uno u otro Dios. La inspiración de las dos últimas estrofas es
algo diferente de aquella de las anteriores.

(VR 2.23 al 2.26) Himnos a Ganesha [Ganapati, Brahmanaspati, Brihaspati]

(Kashyap 2012) son particularmente interesantes sobre “Ganapati, Brahmanaspati”, el


cual contiene el famoso mantra que comienza “om ganānām twa ganapatim
havāmahe…”. Ganapati, Brahmanaspati y Brihaspati Todos estos tres nombres hacen
referencia a una sola deidad. El nombre de Ganapati aparece dos veces en el RV donde
es identificado con la deidad Brahmanaspati. Sus operaciones básicas son guiar al

161
aspirante y otorgarle riquezas y felicidades. Esta deidad corresponde a Ganesha el
popular dios con cabeza de elefante que es adorado en los Purānas, y cuya trompa tiene
la forma de la sílaba sagrada OM (también escrita AUM). Ganapati (o Ganesha),
también aparece en el Yoga Tantra bajo la forma de la deidad que preside sobre
parāvāk, “el habla suprema”, cuyo asiento está en el llamado mūlādhāra chakra, en la
raíz del cuerpo sutil de cada humano. En el Veda brahma significa “la Palabra Potente”,
es decir, el mantra. Brahmanaspati es “el Señor de los mantras”. Cuando el mantra se
recita apropiadamente este entra en nuestros cuerpos sutiles y libera las fuerzas que
están cubiertas y las guía hacia arriba en la manifestación. Por otro lado, Ganesha es
llamado en los Purānas como Vighñeshvara o “Señor que remueve los obstáculos”.
Obstáculos incluso físicos son causados en nuestras tareas debido a nuestros
pensamientos y deseos conflictivos. Todos los problemas de la existencia cotidiana son
generalmente problemas de armonía. Ganapati coloca el mantra recitado
apropiadamente en el cuerpo sutil utilizando hábilmente su trompa y el poder del mantra
remueve la inarmonía, la causa del obstáculo. De aquí que se diga que Ganapati se
manifiesta en nuestros cuerpos sutiles con todas sus protecciones (ūtibhihi). La misma
idea es recurrente en otros mantras, tal como RV 1.40.1: “él es alabado para que se
devenga despierto”. Este mantra es empleado popularmente al comienzo de muchos
rituales inclusive hoy en día. La palabra gana en este mantra significa “un grupo” o
“una hueste”. Él es el líder de “las huestes de mantras”. Su poder nos permite escuchar
la voz de la inspiración divina en nuestros corazones. Él es llamado “un excelso poeta”
(kavi) debido a que kavi no es un mero poeta sino también el que origina todas las
acciones, tanto en el macrocosmo como en el microcosmo. Cuando él nos escucha, su
acción para nosotros sigue de manera inmediata.

(VR 2.27) Himno a Ūrvashī.

Verso 14

(Kashyap 2012) El vidente hace plegaria para que haya abhayam jyotihi en “ūrvashī”, es
decir, para que se “inunde el ser de Luz-sin-temor en toda su amplitud”. Sāyana mismo
no siempre interpreta esta palabra como un nombre propio.

(VR 2.33) Himno a Rudra.

(Tola 2014) Rudra es un Dios secundario en el Rig Veda. Su antropomorfismo es


completo. Es un Dios terrible, destructor y malévolo, que inspira terror. Se menciona,
con frecuencia, su maldad, su cólera y sus armas, que siembran la destrucción y la
muerte. Representa el aspecto tremendo de la Divinidad. Sin embargo, y por eso mismo,
se le suplica e invoca, pidiendo su benevolencia y su protección y remedios contra las
enfermedades. Es probable que originariamente estuviese relacionado con la tempestad.
De ahí su asociación con los Maruts, sus hijos, que constituyen un grupo de Divinidades
Atmosféricas relacionadas con la lluvia, el rayo, etc. Proporcionó muchos elementos de
la personalidad de Shiva, principal Dios del Hinduismo, varios siglos más tarde.

(VR 2.38) Himno a Savit.

(Mylus 2003) Mientras que las canciones dirigidas a Indra que alaban su heroicidad y su
fuerza resultan a menudo algo estereotipadas, los poetas del Rigveda alcanzan una
especial expresividad y riqueza de sentimientos cuando utilizan tonos íntimos y tiernos.

162
Así, el himno VR 2.38 describe, por ejemplo, cómo el dios Savit conduce a los seres a
la quietud nocturna. Savit es literalmente el dios «activador», que por la mañana reaviva
todo y por la tarde lo hace aquietarse de nuevo. El que ha viajado todo un día con
rápidos corceles debe ahora desengancharlos, el caminante debe descansar. La noche ha
envuelto el mundo en su manto; todo el mundo se va a casa; los hogares se van
encendiendo; la madre ha reservado para su hijo la mejor parte de la comida. Todos los
animales se van a descansar a sus refugios. Así se crea un ambiente que es todavía
capaz de transmitir al lector actual un recogimiento muy especial.

(VR 2.42) Himno a un pájaro agorero.

(Tola 2014) Invocación a un pájaro para que sus cantos sean predicciones de buen
augurio. Aparece en esta composición una de las creencias más comunes y persistentes
de la Humanidad. Este tipo de Himnos nos da a conocer los aspectos no sacerdotales,
populares, de la Religión Védica —supersticiones, magia— y tienen así gran interés.
Los Padres [Patriarcas] son los Antepasados: son los primeros y antiguos antepasados
de la raza humana. Se dividen en varios grupos, siendo los principales los Navagvas,
Vairüpas, Añgirasas, Atharvans, Bhrigus, Vasishthas, algunos de los cuales constituyen
también familias sacerdotales. Viven una vida de felicidad en el reino de Yama (VR 10.
14 y 154).

Comentarios al Libro [Mandala] 3 Vishvāmitra

Autor: Sabio Vishvāmitra. Contiene 62 Himnos [suktas] y 617 versos [Mantras].

(Kashyap 2012) Todos los 62 sūktas junto con los 617 mantras le fueron revelados a
Vishvāmitra Gāthin, a sus ocho descendientes conocidos como los Vaishvāmitra, y a su
padre. Sūktas rishi: VR 3.1-12; 24-53; 57-62 Vishvāmitra Gāthin VR 3.19-22 Gāthī
Kaushikā. VR 3.54-56 Prajāpati Vaishvāmitra. Los primeros 29 sūktas (con excepción
del sūkta 8 y de unos otros pocos mantras) son dedicados a Agni. Los sūktas que van
del 30 al 53 (con excepción del himno 33) están dedicados a Indra. El sūkta 33 está
dedicado a los ríos, los cuales simbolizan el fluir de las energías dinámicas, y no a
meros ríos físicos. El último sūkta 3.62 es dirigido a una variedad de deidades
incluyendo a Savitri, el manifestador.

(VR 3.1-5) (Colebrooke-García Calderón 1924) El tercer libro distribuido en cinco


capítulos contiene invocaciones por VISWAMITRA, hijo de GATHIN y nieto de
KUSIKA. El último himno ó sukta, en este libro, consiste en seis plegarias, de las cuales
una encierra la célebre Gayatri. Este texto notable está retenido más de una vez en los
otros Vedas; pero desde que se reconoce que VISWAMITRA es el Rishi a quien
primero fue revelado, parece que su sitio original y propio es en este himno. Por lo que
agrego aquí una traducción de la plegaria que lo contiene, así como el himno precedente
(estando ambos dirigidos al sol) con el fin de mostrar la profesión de fe del sacerdote
indio con su contexto después de haber dado más de una versión separada del texto en
primeros Ensayos. Se omiten aquí las otras plegarias contenidas en el mismo sukta por
estar dirigidas a otras divinidades.

(VR 3.4) (Kashyap 2012) Así como el buscador va abriendo sucesivas capas de su
consciencia a la Luz y el Conocimiento en los profundos y elevados niveles de
existencia, muchas de sus facultades latentes son despertadas, formadas y puestas en

163
actividad por los apropiados poderes que las presiden. Los dioses nacen en él, Mitra “el
dios del amor y la armonía”; Varuna “el dios de lo vasto y de la pureza”; Indra “el dios
de la luminosa inteligencia”, y otros más se manifiestan y se reúnen a compartir de la
ofrenda más selecta del sacrificio: el Soma o “deleite de la experiencia vital”.

(VR 3.7) (Kashyap 2012) Incluso los dioses observan una ley, y esa ley es la ley de la
Verdad. Dado que los dioses ellos mismos nacen de la Verdad, crecen en la Verdad y
viven en la Verdad. Ellos son emanados del Ser Vasto o Supremo para llevar a cabo su
“Verdad-Voluntad” en la manifestación. Ellos soportan y siguen los trabajos de esta
Voluntad, de su ley de efectuación. Ellos son ambos los guardianes y los ministros de
esta Ley.

(VR 3.19-22) Himnos del Sabio Gāthī Kaushikā.

(VR 3.26) Himnos del Rishi Vishvāmitra

(Kashyap 2012) En el mantra 3.26.7 el rishi se identifica a sí mismo con Agni. Es la


experiencia del Ser Supremo a través de la Identidad. En las Upanishads, hay la
mención acerca de obtener el conocimiento de la Divinidad a través de la completa
identidad. Esta idea también se menciona en el Veda. Damos aquí la experiencia del
Rishi Vishvāmitra y de Vāmadeva. Este mantra fue pronunciado por Vishvāmitra en un
estado de trance de identidad con lo Supremo. El devata o dios de este mantra es
llamado ātma (sí-mismo). De hecho, el rishi también es llamado ātma. Agni es
enaltecido como la suprema realidad o sí-mismo y él deviene consciente de Agni en
tanto que su propio ser. Él exclama ser tridhātu, el principio triple de Existencia, el sat-
chit-ānanda de la doctrina Vedānta. De acuerdo con Sri Aurobindo, la tripleta es: vasu,
la substancia; ūrja, la abundante fuerza de nuestro ser; priyam o mayas, delectación o
amor en la misma esencia de la existencia. La luz clarificada (ghritam) está en el ojo y
el principio de inmortalidad (amritam) está en su rostro. Él es la adorable Luz solar, el
Sol espiritual con su incesante Luz. El mundo entero es en su totalidad una ofrenda
(havi). El Sol da el fundamento para el mundo de la vida-energía (rajasa). De aquí que
él es llamado como el mensurador del mundo intermedio o mundo-vital.

(Kashyap 2012) Verso 8. No es posible llegar a un completo conocimiento de “la


Verdad-Luz” sólo mediante el razonamiento. Tampoco es esto posible mediante las
emociones. El pensamiento se puede atar a sí mismo en las redes de su propia hechura.
Las emociones pueden efervecer y desvanecerse. Las búsquedas que se realizan en las
profundidades del corazón se deben vincular con el pensamiento encumbrado en las
cimas de la mente; el pensamiento debe ser mantenido a flote a través del soporte y
empuje del cuerpo físico. Sólo entonces puede uno alcanzar el conocimiento integral de
la Luz divina.

(VR 3.33) El Sabio Vishvamitra y los ríos Vipasha y Shutudri.

(Tola 2014) Composición de carácter histórico. Vishvamitra, antiguo sacerdote, vidente,


poeta, acompaña a los Bhárata, tribu indoeuropea, en una de sus expediciones. Llegan al
borde de los ríos Vipáshá y ShutudrT, dos de los Siete Ríos del Penjab (VR 1,32, 12); y
Vishvamitra les pide a los ríos que permitan a los Bhárata cruzar sus aguas. Este Himno,
como los Himnos VR 9,38; 6,¡75; 7,83 y otros más, nos da una idea de la turbulencia de
la época, de su situación de guerra y de saqueos. Los ríos, que invoca Vishvamitra,

164
están personificados como mujeres y divinizados. La estrofa 13 parece haber sido
agregada posteriormente a las otras.

(Mylus 2003) Uno de los himnos dialogados más importantes: la conversación del Rsi
Visvamitra con los ríos. Este diálogo muestra la expansión de los pueblos védicos hacia
el este. Visvamitra, el sacerdote de corte (purohita) del rey bhárata Sudas pide a los ríos
Bias y Satlej que dejen pasar sin problemas a los ejércitos de Sudas. Tras una animada
conversación consigue convencer a los ríos y lograr su objetivo.

(VR 3.53.21-24) (Kashyap 2012) Los mantras 3.53.21-24 son dirigidos en contra de
“las fuerzas hostiles no-físicas”, mismas que son interpretadas tendenciosamente por los
comentadores (tal como Durga) como dirigidas en contra de Vasishtha. No hay ninguna
base en el Rig Veda para una tal interpretación.

(VR 3.54-56) Himnos del Sabio Prajāpati Vaishvāmitra.

(VR 3.62) Himno al Sol, Savitri.

(VR 3.62.10) (Kashyap 2012) Este Mandala 3 contiene el famoso “Gāyatrī mantra”
3.62.10. El Sol, Savitri, no es el sol físico que vemos en los cielos, sino la suprema
Efulgencia en el soporte más elevado del firmamento, más allá de la triple
manifestación inferior. Ciertamente, al sol físico se le toma como la imagen de “la
Verdad-Sol”, del Centro de todo el Conocimiento el cual irradia puro Poder. El Sol
universal es la radiancia que surge desde la Suprema Fuente y en la cual está amasado
todo el movimiento creativo del Increado, dado que es la raíz última de todos los
movimientos que ocurren en la manifestación. “Qué esa Luz promueva y energice
nuestros movimientos-del-pensamiento”, así lo declara el rishi. En tiempos Védicos, la
adoración de ídolos [vigrahās] parece que estaba ausente. En tiempos posteriores,
Sāvitri (El Sol en su aspecto dinámico) fue representado bajo un aspecto femenino
como la diosa Sāvitrī, algunas veces con un rostro y otras con seis, sentada sobre un loto
o permaneciendo simplemente sobre las aguas, el símbolo estándar de “las energías
Divinas”. Un par de sus manos sujetan una concha (shankha) y un disco (chakra)
simbolizando la manifestación del universo mediante la palabra-sonido originario. El
segundo par lleva la masa y la espada que representan sus fuerzas dispuestas a la batalla
contra los demonios. Y en el otro par, ella porta con una mano el cuenco de madhu, “el
licor del deleite”, o ānanda, el secreto de la manifestación; y con la otra despliega su
bendición para todos sus devotos. Hoy en día este mantra es utilizado diariamente para
realizar japa (repetir un mantra utilizando un tipo de rosario) durante la adoración
conocida como Sandhya (hecha durante el alba o en el crepúsculo), la cual es realizada
por todos los hindúes y en donde la invocación es dirigida a las cuatro diosas: Sandhya,
Gāyatrī, Sāvitrī y Sarasvatī. La tradición está de acuerdo sin disputa alguna en otorgar la
mayor importancia a este mantra. A ningún otro mantra en cualquier otra colección del
Veda le es dada la misma importancia. Este mantra le fue revelado al rishi Vishvāmitra
Gāthin, quien compuso un himno con 18 mantras, de entre los cuales aquellos que van
del 10 al 12 están dedicados a la deidad Savitri. El metro chhāndas es llamado nichrit
gāyatrī, una variante del metro correspondiente a la familia Gāyatrī, y el cual contiene
23 sílabas. Este mantra en particular es conocido comúnmente por el nombre de su
metro (es decir, “El Gāyatrī mantra”). Algunos lugares más en donde se le encuentra
son: Sāma Veda (1,462); Vājasaneyī Samhitā del Shukla Yajur Veda (3.35, 22.9, 30.2);
Taittirīya Samhitā del Krishna Yajur Veda (4.1.11); etc. También ocurre en muchos

165
otros textos Brāhmana, en las Upanishads, en los Shrauta, etc. Varias de las Upanisads
mayores tal como la Brihadāranyaka Upanishad (6.3.7) ofrecen una explicación de la
importancia del Gāyatrī mantra, al establecer por ejemplo que: “Si uno rociara este
verso incluso sobre un terreno seco, las ramas (de un árbol) crecerían y las hojas
brotarían”.

(VR 3.62.12) (Kashyap 2012) Más de 500 mantras son adscritos a Vishvāmitra. Su
nombre se menciona en otros textos védicos como el Aitareya Āranyaka, Taittirīya
Samhitā, etc. Se dice que su mantra 3.62.12 es para la protección del clan de los
Bharatās o gente de Bhārat (bhāratam janam). Su padre, Gāthi Kaushika, también es un
rishi del Rig Veda. En el RV Samhitā no hay la mención de la supuesta enemistad entre
los rishis Vishvāmitra y Vasishtha, la cual se describe en el Ramāyana.

Comentarios al Libro [Mandala] 4 Vāmadeva Gautama

Autor: Sabio Vāmadeva. Contiene 58 Himnos [suktas] y 589 versos [Mantras].

(Kashyap 2012) Todos los 58 sūktas junto con los 589 mantras le fueron revelados a
Vāmadeva o a sus tres descendientes, los Vāmadevyāha. Sūktas Rishi: VR 4.1-41; 45-
58 Vāmadeva Gautama Estos himnos poseen un alto grado de simbolismo. Una de las
grandes contribuciones del rishi Vāmadeva es la de revelar el poder de algunas deidades
que son mencionadas sólo muy brevemente por otros rishis. En 4.48; 4.46.1; y 4.47.1, él
explora con cierta profundidad el poder de la deidad Vāyu. Vāyu es brevemente descrito
en el cap. 10. También explora en 4.38.1-10; 4.39 y 4.40.1-4 a la deidad Agni
Dadhīkrāvan, esto es, el dios Agni en tanto que “El Corcel”. Además, cuatro sūktas
completos (del 4.33 al 4.37) son dedicados a los Ribhus, “los Artesanos Divinos”.

(VR 4.1-15) Himnos a Agni.

(Kashyap 2012) Los primeros 15 sūktas son dirigidos a Agni, con algunos cuantos
mantras que son dedicados a otras deidades.

(VR 4.2)

Verso 11

(Kashyap 2012) Aquel quien ha de conocer la Verdad debe discriminar constantemente


entre lo real y lo irreal, entre la unicidad y la división, entre lo que conduce a la Verdad
y lo que conduce lejos de ésta. Cuando uno discrimina así y persigue solamente los
caminos del Conocimiento, se dice que su camino es “recto”, “ancho”, “abierto” y
“libre”. Pero si uno escogiese los caminos de la Ignorancia, su camino devendría
“torcido”, “desviado”, “estrecho” y “cautivo”. Incrementar la consciencia de uno es
crecer en Conocimiento; persistir en la inconsciencia y hundirse en ella es ser tragado
por la Ignorancia. Uno es el camino real a la liberación, el otro es el camino para
permanecer en la cautividad.

Verso 18

(Kashyap 2012) La principal deidad es Agni, el Fuego, a quien el Rik es dirigido.


Vāmadeva habla aquí de dos cosas: (1) hordas de Vacas en un lugar opulento y (2) el

166
nacimiento de los dioses. Estas dos cosas juntas iluminan a “ūrvashī”, es decir, ellas son
los “rayos de Luz que inundan la amplitud de los mortales”.

(VR 4.3)

(Kashyap 2012) Las Palabras secretas. Los mantras del RV no son meras
composiciones poéticas o simples palabras entretejidas en canciones de alabanza o
plegaria. Estas tienen un origen más profundo y un carácter distinto. Estas son
“verdades-espíritus” que son rozadas, mentalizadas y después expresadas por el vidente
durante la iluminación, resultado de su ascesis (tapas). Su significado no se hace patente
para todos. Ellas revelan su sentido sólo a aquél quien ve con el ojo interior, al que
escucha a su vez con el oído interior.

(VR 4.16-32) Himnos a Indra.

(Kashyap 2012) Los siguientes 17 sūktas (del 16 al 32) son dedicados a Indra.

(VR 4.18) (Tola 2014) Himno a Indra. interesante, pero oscuro y enredado. Trata del
nacimiento, niñez y hazañas de Indra. Tiene la forma de un diálogo, pero no es fácil
establecer quiénes son los interlocutores y cómo se distribuyen las estrofas entre ellos.
Además no es clara la conexión de las estrofas entre sí. Estrofas 1-2: nacimiento de
Indra. Alguien, la madre de Indra o algún Dios o incluso un narrador, manifiesta que
Indra debería nacer de la manera acostumbrada. Indra pretende tener un nacimiento
extraordinario. Estrofas 3, 4, 5, 8, 10: abandono de Indra por su madre. Estrofas 6, 7,
11: muerte de Vritra por Indra y liberación de las aguas. Estrofa 9: muerte del demonio
Vyañsa por Indra. Estrofas 12-13: muerte del padre de Indra a manos de su hijo;
reacción de los Dioses; situación de indigencia de Indra y de su mujer, hasta que el
Águila le trajo el soma (VR 4,26 y 27). Vishnu: este Dios, importantísimo unos siglos
más tarde y una de las principales figuras del Hinduismo, tiene un papel secundario en
el Rig Veda y sus rasgos no están bien definidos.

(VR 4.26) (Kashyap 2012) En los seis mantras 4.26.1-6 el rishi Vāmadeva se identifica
a sí mismo con la manifestación universal entera, con Sūrya, con Manu, con el rishi
Kakshivān, con Indra, etc. En cuanto a Vāmadeva, una experiencia similar al Rishi
Vishvāmitra de identificación con el Ser Supremo se registra en los siguientes dos
mantras: (VR 4.26.1). “Yo devine Manu, Yo soy Surya…” (VR 4.26.2). “Yo le doy la
tierra al hombre Aryo (Noble), Yo hago llover la fuerza al mortal quien ofrenda; Yo
traigo a las aguas a fondo, los dioses se mueven de acuerdo a las percepciones de mi
mente”.

(VR 4.27) (Tola 2014) Este Himno trata, como el anterior, del mito del Águila que trajo
el soma para Indra y los Dioses desde el cielo. La primera estrofa es dicha por el Águila,
la segunda por Soma. Las demás por Soma o algún narrador. Este Himno agrega
algunos elementos nuevos al mito, tal como lo presenta el Himno anterior. La última
estrofa es una invocación a Indra, que nada tiene que hacer con el mito narrado en las
estrofas anteriores.

(VR 4.33-37) Himnos a los Artesanos Ribhus.

(Kashyap 2012) Los sūktas 33 a 37 son para los Ribhus, “los Artesanos Divinos”.

167
(Villar 1975) Los Rbhu, aunque mencionados en el Rigveda con una cierta frecuencia,
no pueden ser definidos con claridad en cuanto a su carácter y funciones. Es,
efectivamente, posible que en algunos casos la naturaleza de los dioses fuera muy poco
mejor conocida por sus adoradores que lo es por nosotros. Cuentan con once himnos en
su honor, además de ser mencionados en numerosos otros pasajes. La principal
característica de estos dioses es su conexión con Indra, a través de la cual se relacionan
también con los Maruts. Se distinguen por su sabiduría con la que logran el favor de
Indra y la inmortalidad, pues no parecen haber sido inmortales ni divinos desde el
principio.

(Kashyap 2012) Los Ribhus o Divinos Artesanos: El RV le da igual importancia a todos


los aspectos de la vida, no posee rígidas separaciones entre la vida mundana y la vida
espiritual. No considera al sacerdote como superior al artesano. Los Ribhus son los
dioses “Divinos Artesanos”, quienes moldean el cuerpo sutil en nosotros. Ellos hacen
también que los padres se vuelvan jóvenes otra vez. Los Himnos [sūktas] (VR 1.20);
(VR 1.110); (VR 1,111); (VR 4.33-37); son algunos himnos que describen los poderes
de estos dioses quienes, habiendo obtenido la divinidad por virtud de su acción y
conocimiento, trabajan para ayudar al hombre a que igualmente logre la divinidad. Y
cualesquiera actos que ellos hagan estos actos devienen divinos solamente. Las acciones
de los Ribhus sólo se mencionan bajo un lenguaje simbólico. Es claro que sin recurrir al
significado simbólico secreto, no sería posible explicar estos himnos los cuales son
como acertijos. Los Ribhus son tres: Ribhu, Vibhva y Vājā. El plural denota su
colectividad. Y debido a su estrecha asociación todos son indicados mediante la palabra
Ribhu, ya que este es el mayor de ellos. La especialidad de cada uno de ellos es
celebrada por su nombre mismo. Por medio del intelecto y la actividad, Ribhu, el
mayor, construye las formas que empatan con las cualidades de la inmortalidad. Vibhva
produce su extensión. Vājā efectúa la plenitud de la Divina Luz y Substancia. Ellos son
llamados “los carpinteros”, los artesanos de la inmortalidad para el hombre.

(VR 4.38-41) Himnos a los reyes-guerreros y al Caballo Divino”, Dadhīkrāvan.

(Kashyap 2012) Los sūktas 38 a 41 son dirigidos “al Caballo Divino”, Dadhīkrāvan, del
cual se habla en el cap. 38.

(VR 4.38) (Tola 2014) Dadhikra, el corcel del rey Trasadasyu de la Época Védica, era
famoso por su rapidez y valor en los combates. En otros Himnos, como el VR 4,39,
Dadhikra aparece deificado. Encontramos en este Himno referencias a la situación de
guerras y expediciones por botín, como en los Himnos VR 3,33; VR 6,75; VR 7,83,
constituyendo todos ellos testimonios históricos sobre la época.

(VR 4.42) Nacimiento del príncipe Trasadasyu.

(Tola 2014) En las estrofas 1 a 4 Varuna hace su autoelogio; en las estrofas 5 y 6 Indra
hace el suyo; la estrofa 7, que prolonga el elogio de Indra, podría ser atribuida a Varuna.
Es posible ver en estas siete primeras estrofas algo de rivalidad entre Indra y Varuna,
como siglos más tarde, entre Shiva y Vishnu. Las estrofas 8 y 9 se refieren a la leyenda
de la mujer del rey védico Purukutsa, la cual, mediante la intervención de los 7
Antiguos Rishis o videntes, obtuvo de Varuna e Indra, un hijo, Trasadasyu, que ya
conocemos por el Himno 4.38, incluido más arriba. Daurgaha, mencionado en la estrofa

168
8, sería un caballo, ofrecido en sacrificio a los Dioses por Purukutsa. La estrofa 10 es
una invocación a Indra y a Varuna. Estas tres últimas estrofas no tienen relación con las
anteriores, y son tal vez un aditamento posterior.

(VR 4.45) Himno a los chamanes Ashvins.

(Kashyap-Hernández 2012) 3 Con su miel ustedes dos alegran los movimientos y sus
caminos. /¡Oh Ashvins! El saco de piel que portan está repleto de miel.

Los Ashvins son “los Señores de la Dicha”. Ellos traen consigo el deleite de los planos
super-conscientes de la Verdad y buscan aquí el Soma, “el deleite de la vida que goza el
hombre consciente de sí sobre la tierra”. A donde quiera que vayan ellos se
comprometen en este doble movimiento de “buscar la miel del Soma” y “derramar la
miel de la Divina Dicha”. Con esta miel de gozo ellos endulzan todas las actividades del
hombre, aligeran y alegran sus labores de ascenso. Su almacén de miel nunca queda
exhausto; su contenedor siempre está lleno.

(VR 4.45) (Kashyap-Hernández 2012) 6 Por la fuerza de la predisposición propia de la


Naturaleza ustedes dos se mueven conscientemente en todos los caminos.

Ellos se manifiestan en primera instancia en las alturas de la mente purificada. Sin


embargo, ellos no se confinan a sí mismos sólo a tocar estos picos. En tanto que el
hombre mismo procede en su trabajo de integración, armonizando las actividades de las
diferentes partes de su ser, y en tanto que su naturaleza múltiple se sintetiza en un
“patrón del alma”, los Ashvins se mueven hacia dentro de estas regiones derramando
sus ex-hilarantes corrientes de Dicha. Ellos se extienden a sí mismos cada vez más
ancho, sin dejar alguna parte libre de su atención.

(VR 4.45) (Kashyap-Hernández 2012) 7 “¡Oh Ashvins!, sosteniendo el pensamiento en


mí he declarado /su carro, el cual es indestructible y guiado por corceles perfectos,
/mediante el cual se mueven al unísono sobre todos los mundos /hacia el gozo rico en
ofrendas que cumple el objetivo.

El “carro” de los Ashvins es su “movimiento ordenado”, el cual es jalado por poderes


vitales plenamente desarrollados, que nunca decaen, y que se mueven en todos los
rangos del ser del hombre. Los gemelos Ashvins recorren el todo, buscando los deleites
de cada nivel de la existencia, aceptando “la crema de la experiencia”, los arrobantes
Somas que son destilados, purificados y ofrecidos para ellos. Como resultado de este
rápido movimiento y trabajo comprehensivo de los Ashvins, el buscador quien se ha
ofrecido él mismo a ellos encuentra su camino para lograr la meta de la Verdad, estando
ya aclarado para él cuál es este.

(VR 4.48) Himno a Vayu.

(Kashyap 2012) El mantra RV 4.48.1 (vi hi hotra avita) debido a Vāmadeva, establece
que el dios “ha de manifestar (o traer a luz) las energías conscientes”, las cuales aún no
se han manifestado y están escondidas en la oscuridad del subconsciente. Vāyu ha de
manifestar estas energías tal y como lo haría: “un revelador de la felicidad, un hacedor
del trabajo Aryo (vipo na rāyo aryaha)”. “Aryo” significa en el contexto védico el título
de “Noble”, alguien de la “nobleza”, cuya conducta es “noble”. Las asambleas védicas

169
presididas por los brahmanes apreciaban sobre todo el arte de la palabra, y la sagacidad,
ingenio y profundidad del cantor eran el signo de un aryo]. Sri Aurobindo dijo: “El
resultado del trabajo conjunto de Indra y Vāyu es la emergencia del movimiento pleno
de la actividad mental, ahora sólo latente y potencial en el hombre”. No es hacia una
acción ordinaria hacia la cual son llamados Indra y Vāyu. La adoración conjunta de las
deidades Hari-Vāyu en algunas tradiciones Vaishnavas puede ser rastreada al trabajo
conjunto de Indra-Vāyu en el Veda, dado que Indra en el Veda es considerado como “El
Rey de todo” (indro vishvasya rājati); y es el antecedente del “todo-poderoso Hari” de
la tradición Vaishnava.

(VR 4.50) Himno a Brihaspati.

(Kashyap 2012) El sūkta 4.50 es dirigida al deva Brihaspati del cual se trata en el cap.
16.

(VR 4.54) Himno a la reencarnación.

(Pérez Martín 2000) ¿Creía el ser humano védico en la reencarnación? Todavía se


discute esta cuestión, no hay absoluta evidencia de ello. Pero por el verso 2 podría
interpretarse de forma afirmativa. El vate exclama dirigiéndose a la Deidad Solar:

(VR 4.59) Himno chātvarishringo.

(Kashyap 2012) El último himno de este Mandala (4.59) es altamente simbólico,


describe “la cuádruple habla” (chātvarishringo), la cual se dice que ha entrado en los
mortales (4.59.8).

Comentarios al Libro [Mandala] 5 Atri

Autor: Sabio Atri. Contiene 87 Himnos [suktas] y 727 versos [Mantras].

(Kashyap 2012) Todos los 87 sūktas junto con los 727 mantras que estos contienen le
fueron revelados al rishi Atri Bhauma y sus 35 descendientes, los Ātreyaha. Este
Mandala claramente se agrupa en siete secciones. Los primeros 28 sūktas son para
Agni, los siguientes 12 para Indra, después hay 12 para el colectivo de “Todos-los-
dioses” (vishvedevas), 10 para los Maruts, 11 para Mitra-Varuna, seis para los Ashvins
(los dioses de la Dicha y la sanación), y los restantes 10 para variadas deidades tales
como Sūrya-Saviri, Bhaga-Savitri, Usha, Parjanya, la Tierra, etc.
Se considera que el sūkta 5.40 trata con la aparición de un eclipse aún cuando hay
muchas otras interpretaciones. Algunos mantras que tratan del dios Savitri se discuten
en el cap. 12 y también aquellos que tratan con el dios Bhaga en el cap. 13.

(VR 5.3-6) Himnos de Vasushruta Ātreya

(VR 5.4) (Kashyap-Hernández 2012) 10 Medito en ti con un corazón hacendoso,


/siendo un mortal, llamo al Inmortal.

(Kashyap 2012) No es suficiente con pensar en lo Divino, ni de habitar en “la Idea” de


lo Divino después de haberla hecho crecer en la Mente. El corazón también debe

170
participar en la Queste. Debe vaciar sus sentimientos y emociones extraños al sí mismo,
para consagrar sus movimientos a lo Divino. En el corazón está el núcleo central del ser
y ahí debe formarse y hacerse crecer la principal ofrenda a lo Divino. La meditación que
se establece en la mente debe estar soportada por la aspiración divina y su incesante
afirmación en el corazón. Sólo así puede la llamada del hombre, es decir, del mortal,
alcanzar al Uno Inmortal.

(VR 5.7.6) (Kashyap 2012) El mantra RV 5.7.6 hace una alusión al trabajo de Vāyu
soportado por Indra. La casa es la envoltura vital o prānāyāma kosha del hombre. Su
contraparte en el macrocosmos es la región media antariksha o mātari. Vāyu también es
llamado Mātarishvan dado que se dice que él respira (shva) en este mundo intermedio
(mātari). Nótese que todas las batallas entre Indra y los titanes tal como Vritra toman
lugar en este mundo intermedio también conocido como rajas. Ambos, Indra y Vāyu,
aceptan el Soma, el deleite de la existencia liberado por los seres humanos mediante su
trabajo consciente. Cuando Vāyu acepta el Soma se manifiesta Él mismo en el cuerpo
del devoto y hace su cuerpo apto para aceptar las energías de otras deidades.

(VR 5.11-14) Sutambara Ātreya

(VR 5.27) Himno de Atri Bhauma.

(VR 5.37-43) Himnos de Atri Bhauma.


(VR 5.41)

Verso 19.

(Kashyap 2012) En el Rik-mantra 19 la palabra “ūrvashī” ocurre en los dos versos que
lo componen. Aquí se trata de un poder que eleva el canto y cubre con su luz la ofrenda
del sacrificio. Como se puede apreciar, en el RV no se presenta la idea de “ūrvashī”
como una ninfa celeste, ni tampoco como un espíritu acuático. Por lo tanto, la palabra
“ūrvashī” que aparece en el mantra RV 5.41.19 mencionada junto con la diosa “Ilā de la
inspiración” y los “Ríos de la energía”, debe representar una función espiritual similar y
no tratar con la descripción de una ninfa celestial. En el Veda debemos aceptar el
sentido interior sugerido no sólo por el contexto sino también a través de las
etimologías. Por su origen, la palabra “ūrvashī” significa “amplio regocijo” o “deleite
infinito”. Es sólo hasta que se ha encontrado la “Luz-sin-miedo” (abhayam jyotihi) que
uno mismo puede establecerse en ūrvashī, el amplio regocijo. Más allá del cielo de la
Mente (dyuloka), encontramos en el Veda varios planos intermedios entre la Mente y
ritam, es decir, la Supra-Mente. Está Brihat Divā, el “Gran Cielo” y también los trīni-
rochanā o los “tres reinos resplandecientes”. De todos estos reinos celestes Indra es el
Señor. El “gran Cielo” posee el “amplio regocijo” en ūrvashī. Al parecer entonces, es
este simbolismo védico original del que surgieron las leyendas contenidas en los
Purānas. En todas estas referencias el sentido etimológico es dominante: uru (amplio) +
ash (gozar) = ūrvashī. La palabra así formada puede comunicar la amplitud ya sea de
“Luz” o de “Deleite”. Por ende, Ūrvashī en estos himnos del RV está asociada con la
Luz, la amplitud, el habla y la iluminación.

(VR 5.42) Himno a los Maruts.

Verso 10.

171
(Kashyap 2012) Los ataques provenientes de las fuerzas asuras no son producto de
nuestra imaginación encendida, sino ocurrencias cotidianas registradas en los diarios de
los maestros espirituales. Por ejemplo, Sri Aurobindo en la entrada de su diario fechada
el 9 de enero de 1917 citó este mantra como un indicio de su experiencia. En el RV hay
muchas plegarias como esta, daremos una cita más:

(VR 5.76-77) Himnos de Atri Bhauma.

(VR 5.83-86) Himnos de Atri Bhauma.

(VR 5.52-61) Himnos de Shyāvāshva Ātreya.

(VR 5.53) Himno a los Maruts.

Verso 1

(Tola 2014) Himno que ensalza a la joven y brillante tropa de los Maruts, y en el cual se
hace referencia frecuente a las lluvias que los acompañan, y a la abundancia que ellas
originan. Los Maruts son también asociados con el rayo, el trueno y el viento, y son los
constantes compañeros de Indra. Se los considera Dioses de la tempestad.

(VR 5.62) Himno a Mitra y Varuna.

(Tola 2014) Varuna aparece asociado con gran frecuencia con el Dios Mitra. Como
Mitra posee pocas cualidades individuales y es una personalidad poco marcada, los
poetas atribuyen a la pareja Mitra-Varuna las características y atributos propios de
Varuna.

Verso 1

(Kashyap 2012) Lo Absoluto, lo Eterno, lo Supremo Divino, es la realidad que es el


objeto de nuestra realización. Esta es el Uno lustrosamente encendido por los rayos
libres y directos del Sol de la Verdad. Sin embargo esta Verdad que es lo
superconsciente está velada por una otra Verdad, a saber, la Verdad de lo Múltiple, la
cual está oscurecida sin embargo en la sombra de la Ignorancia, figurando al máximo la
experiencia de la multiplicidad antes de llegar a la Verdad de lo Uno. Los caballos
simbolizan las múltiples y diversas energías las cuales son desembridadas o conducidas
al establo para reunirse juntas en el terreno del Sol, el estado de lo Absoluto o Supremo
Divino.

(VR 5.80) Himno a Usas.

(Mylus 2003) El lugar más alto lo ocupan los himnos dedicados a Usas, la diosa de la
aurora. Un himno de este tipo es, por ejemplo, (VR 5.80). Describe cómo todos los
seres reciben con júbilo a la resplandeciente diosa Usas. Usas concede la luz al
comienzo de cada día. Brillando, recorre su camino sin equivocarse de dirección. Se
mantiene erguida en medio del baño, como una mujer hermosa, orgullosa de su cuerpo.
Aparta con su luz la hostilidad y la oscuridad. Descubre sus gracias a quien la adora,
como su pecho la mujer enamorada.

172
(VR 5.81-82) Himnos de Shyāvāshva Ātreya.

(VR 5.81) Himno a Sūrya-Savitri.

Verso 1.

(Kashyap 2012) Energías ordenadas: El Señor de la Verdad, Sūrya-Savitri, ante el cual


se postra el buscador mismo y al cual le abre todo su ser, conoce todos los movimientos
que ocurren en el universo y en el individuo, y con ello conoce eminentemente su causa,
su curso, su meta. Mediante su conocimiento comprehensivo, este supremo Maestro del
ser regula y comanda las energías, los poderes que son activos y que se activan en el
buscador. Y estas energías son múltiples –tantas como corresponden a los siete planos
del ser gobernados por los siete principios de la Existencia: Materia, Vida, Mente,
Verdad-Mente o Supermente, Dicha, Consciencia-Voluntad, y Ser. Todas estas energías
son dinamizadas y ordenadas de manera tal que completen la transmutación del ser
humano en lo Divino.

(Pérez Martín 2000) Meditación visual, verdadero complemente de la meditación


mántrica. El gobernar el pensamiento como un instrumento de poder era la proeza
especial de los Sabios rishis. Para ellos, el pensamiento se ha de moldear en una visión,
pues pertenece a la facultad productora de imágenes de la mente y se considera como
una lente que ha de enfocarse en el objeto de la meditación. Así, los Profetas “orlan su
mente, orlan sus pensamientos”.

Verso 3

(Kashyap 2012) Crecimiento de los Dioses: Sūrya “el Divino Sol de la Verdad” ilumina
variados aspectos del ser del buscador, en tanto yazca él mismo abierto a los rayos de su
Luz reveladora. Entre más y más su ser se establezca en su pensamiento y en su
energización mediante esta Luz y Verdad, las variadas facultades y potencialidades son
activadas en él, creciendo hacia la perfección que culmina en la identificación con la
Divinidad última.

(VR 5.82) Himno al Productor Bhaga.

(Kashyap 2012) El Deleite que fluye desde Bhaga “el Divino productor”, y quien es
también “el Gozador de la manifestación”, no es la Dicha auto-contenida, auto-
confinada, del Inmutable. Se trata de un Deleite que se manifiesta, esto es, de toda la
manifestación. De hecho, el deleite es producido (jana) mediante ānanda (beatitud,
dicha, felicidad) la cual es dinámica. Esta Felicidad es fructífera para todo lo que es
verdad, justicia y bondad. A medida que Bhaga inunda al hombre con este Deleite muy
característico, lo que pertenece a la ignorancia, su nidada de equívocos, falsedad y
males, es desplazada por los felices componentes de una manifestación floreciente de
“la Verdad”. El Gozo Divino es una fuerza en pro de la evolución progresiva. Sin
embargo, el placer humano, generalmente es un elemento que nos aprisiona y nos
confina en la vida de “la Ignorancia”.

(VR 5.82) (Kashyap-Hernández 2012) 5 ¡Oh Divino Productor!, deshecha todos los
males. /Lo que es bueno, eso envía hacia nosotros.

173
El mal no es algo ineluctablemente característico de la vida del hombre sobre la tierra.
Este es el resultado de una ubicación errónea, una reacción errónea y una relación
errónea, que surge debido a los trabajos de la naturaleza bajo la Ignorancia. A medida
que esta sombra de ignorancia es disipada por el advenimiento de la luminosa Dicha del
Divino Señor del gozo, los movimientos justos se forman por sí mismos, mientras que
los erróneos son o corregidos o eliminados. El bien desplaza al mal. El mal es un
fenómeno temporal el cual se queda automáticamente detrás en tanto que el hombre se
abre hacia las felicidades de “la Verdad creativa” y es capaz de sostener sus expresiones
en su propia consciencia.

(VR 5.83) Himno a Parjanya.

(Tola 2014) Parjanya es el Dios de la lluvia y de la tempestad. Su representación oscila


entre el antropomorfismo y el teriomorfismo (toro, caballo, búfalo, etc.). Es un Dios
benéfico, porque gracias a él la tierra se torna fecunda; pero también es un Dios que
inspira temor entre los rayos y los truenos de la tempestad desatada. En el presente
Himno el poeta védico describe, con realismo, una tempestad tropical.

(VR 5.85) Himno a Varuna.

(Mylus 2003) A menudo el cantor pide que Varuna no le tenga en cuenta las faltas que
ha cometido inconscientemente, como en este himno. Muy raramente se manifiesta que
la culpa se ha originado por el consumo de aguardiente, del juego de dados o de la ira.
De los textos puede deducirse indirectamente, aunque con bastante seguridad, puesto
que aparece claramente en la literatura pos-Rigvédica (Aitareya-brahmana), que Varuna
protege especialmente los juramentos y los contratos y que, por consiguiente, castiga a
los que los traicionan. […] Entre las canciones dedicadas a dioses destacan por su
belleza los himnos a Varuna. Los pensamientos y el lenguaje de los Risis presentan aquí
frecuentemente grandeza y elevación, lo que puede explicarse si se piensa que Varuna
es precisamente el protector del orden del universo, de la verdad y de la justicia. Un
excelente ejemplo lo proporciona el famoso himno VR 5.85. El cantor quiere dedicar al
rey supremo, al gran Varuna, una sublime y profunda oración. Varuna ha extendido
sobre los árboles la atmósfera, ha puesto la sabiduría en los corazones y el sol en el
cielo. Al suelo, la tierra y el cielo les ha dado la lluvia y ha enviado los resplandecientes
ríos al mar. En ese momento, el cantor pide a Varuna que, en caso de haber cometido
una injusticia contra alguien, tenga a bien liberarle de ella (es decir, de sus malas
consecuencias).

Comentarios al Libro [Mandala] 6 Bharadvāja

Autor: Sabio Atri. Contiene 75 Himnos [suktas] y 765 versos [Mantras].

(Kashyap 2012) Todos los 75 sūktas junto con los 765 mantras le fueron revelados al
rishi Bharadvāja o a sus descendientes.

(VR 6) (Colebrooke-García Calderón 1924) En el sexto libro se hallan de nuevo tres


himnos, los que, recitados con adoración al sol, se considera que ocasionan una caída de
lluvia, después de un lapso de cinco días. Los dos primeros están dirigidos precisamente

174
a una nube y el tercero a las ranas, porque estas habían croado mientras VASISHTA
recitaba las plegarias precedentes, circunstancia que consideró de feliz augurio.

(VR 6.1-30) Himnos del Sabio Bharadvāja Bārhaspatya.

(Kashyap 2012) Los primeros 16 sūktas están dedicados a Agni, los siguientes 30 a
Indra, incluyendo algunos pocos mantras dedicados a los Vishvedevas. Los restantes
sūktas son dirigidos a varias deidades.

(VR 6.1-16) Himnos a Agni.

(VR 6.5) (Kashyap-Hernández 2012) 2 En la Tierra están establecidos todos los


mundos.

(VR 6.5) Himno a Agni.

Verso 2. La tierra.

(Kashyap 2012) Esta manifestación consiste de muchos planos de existencia, y cada


plano posee su propio sistema de mundos. Cada plano, dhāma, está basado sobre y
gobernado por un principio particular o tattva. De tal modo que hay mundos de Sat,
Chit y Ānanda fundados sobre la verdad del Ser, la Consciencia y la Dicha; el mundo de
Mahas basado en la verdad de la Luz; además los mundos inferiores de Anna, Prāna y
Manas basados sobre los principios de la Materia, la Vida y la Mente. Mientras que
cada mundo es organizado así alrededor de su propia verdad o principio, todos ellos
están envueltos en sus fundamentos sobre la Tierra. Porque la Tierra es la fundación
(prithvi pajasyam) de estos niveles o mundos en escala, y su campo de evolución. Y es
debido a que todos estos mundos están así envueltos en la Tierra que su evolución aquí
deviene posible. La Tierra es la base, el centro y la escena de esta evolución creativa.

(VR 6.9) Himno al fuego o primer sacerdote Vaishvanara.

(Tola 2014) Este Himno como el VR 10,88, que traducimos, ensalzan al Fuego
Vaishvanara o Universal, común a todos los hombres, al fuego considerado en todos sus
aspectos. (VR 6.9,2) Estrofa oscura. El poeta declara en ella su ignorancia y su
incapacidad de superar lo que el Fuego Vaishvanara, su "Padre", puede decir.

(VR 6.16) Himno a Agni.

(Kashyap 2012) El sūkta 6.16 para Agni que contiene 48 mantras describe varias
experiencias de los Sabios rishis, las cuales fueron desarrolladas posteriormente por los
Tantristas.

Verso 10

(Kashyap 2012) Es el texto que corresponde al primer mantra del Sāma Veda Samhitā.

Verso 13

175
(Kashyap 2012) El mantra 6.16.13 declara que: “Agni fue batido en el loto de la cabeza
desde cada sabio cantor”. El centro más elevado que está en la cabeza, esto es, la Mente,
se activa y es abierta a los trabajos de la Consciencia Elevada, en aquél quien ha
encontrado la palabra-Verdad y quien le da voz en su habla. Ahí se reúnen todos sus
movimientos articulados del pensamiento y el sentimiento, la aspiración y la
iluminación, y a partir de su intensidad nace Agni, la flama Voluntad-Vidente quien
toma a cargo el viaje a la Divina Meta.

Verso 47.

(Kashyap 2012) El mantra 6.16.47 habla de “la ofrenda moldeada por el corazón”. La
consagración, es decir, la ofrenda de uno mismo en todos los movimientos que realiza el
ser, es una vía capital que resulta fructuosa para aproximarse a lo Divino. Sin embargo,
tener tal intención en la mente no es suficiente, se requiere también de la plena
convicción. Uno debe trabajar la convicción de manera consciente, clavarla en lo
profundo del corazón y desde ahí orientar y dar forma a los movimientos de uno mismo
en esa dirección. Después de haber organizado la consagración del ser de esta manera,
ha de darse una clara y dinámica expresión en la vida. Dado que esta expresión
confirma la consagración y la convierte en una fuerza, no sólo en la existencia propia de
uno sino en la de otros a su vez.

(VR 6.17-37) Himnos a Indra.

(VR 6.37-43) Himnos del Sabio Bharadvāja Bārhaspatya.

(VR 6.44-46) Himnos del Sabio Shamyu Bhārhaspatya

(VR 6.48) Himno del Sabio Shamyu Bhārhaspatya

(VR 6.49-52) Himnos del Sabio Rijishvā Bhāradvāja

(VR 6.51.1) (Pérez Martín 2000) Tenemos la concepción de la armonía divina u orden
cósmico, el majestuoso movimiento de todas las cosas, su poderosa interrelación, todo
lo cual constituye la verdad universal del ser. La unicidad fundamental del universo se
enraíza en el orden eterno. En la “pura y agradable faz del Sagrado Orden que brilla
como oro del cielo en el amanecer” (VR 6.51.1)

(VR 6.53-74) Himnos del Sabio Bharadvāja Bārhaspatya

(VR 6.61) Himno a Sarasvatī.

(Kashyap 2012) Es dirigido a Sarasvatī, “La Diosa de la inspiración”.

(VR 6.70) Himno a Dyaus [Cielo] y a Prithivi [Tierra].

(Tola 2014) Este Himno está consagrado al Cielo (Dyaus) y a la Tierra (Prithivi), que en
el Rig Veda aparecen generalmente juntos, en par. Son dos Divinidades de antiguo
origen, indoeuropeas, a juzgar por sus correspondientes griega, latina, etc. Como la
mayoría de las Divinidades Védicas son de carácter benéfico, y el poeta elogia sobre

176
todo su fecundidad y sus ricos dones y les pide la abundancia, simbolizada por el ghi o
mantequilla derretida.

(VR 6.75) Himno de bendición de armas.

(Kashyap 2012) Es dirigido a las armas simbólicas.

(Tola 2014) Este Himno contiene la bendición o consagración de las armas de un


guerrero que parte para el combate. Nos proporciona interesante información, sobre
todo acerca del armamento de un guerrero de esa época: el carro de combate tirado por
caballos; el arco, el carcaj, las flechas envenenadas, la correa protectora de la mano del
arquero contra las magulladuras de la cuerda, la armadura. Al igual que otros Himnos,
como VR 3,33, y 4,38, nos da una idea de la situación bélica reinante en la época. Las
estrofas 8-10 rompen la unidad del poema, y su inspiración más sacerdotal contrasta con
la de las demás estrofas. Tal vez fueron intercaladas posteriormente.

(Mylus 2003) Es un himno mágico. Contiene la bendición del sacerdote principal sobre
las armas reales, para asegurarse así la victoria en la batalla. Esta canción también
proporciona información reveladora sobre la guerra en el periodo védico reciente.

Comentarios al Libro [Mandala] 7 Vasishtha

Autor: Sabio Atri. Contiene 104 Himnos [suktas] y 841 versos [Mantras].

(Kashyap 2012) Este Mandala contiene 104 sūktas, con 841 mantras revelados a
Vasishtha o a sus 12 descendientes, los Vāsishta. Sūktas Rishi: 1-104 Vasishtha
Maitrāvaruni. Los primeros 17 sūktas son dedicados a Agni. Los siguientes 15 a Indra
(del 7.18 al 7.32).

(VR 7.1-17) Himnos a Agni.

(VR 7.3) (Colebrooke-García Calderón 1924) Los dos últimos himnos del tercer
capítulo del séptimo libro son notables por estar dirigidos al espíritu guardián de la
habitación y empleados como plegarias que deben recitarse con oblaciones al construir
la casa. La leyenda perteneciente al segundo de estos himnos es singular: VASISHTA,
yendo una noche a casa de VARUNA (con la intención de dormir allí dicen unos, pero
según afirman otros con el propósito de robar grano para calmar su hambre, después de
un ayuno de tres días) fue asaltado por el perro que cuidaba la casa. Pronunció esta
plegaria ó encantamiento para adormecer al perro guardián que ladraba y se disponía a
devorarlo.

(VR 7.4) (Colebrooke-García Calderón 1924) El himno cuarto del capítulo cuarto,
termina con una plegaria a RUDRA, la que, empleada con oblaciones después de un
ayuno de tres días, se supone que consigue una vida feliz de un centenar de años.

(VR 7.10) Himnos a Agni.

Verso 3.

177
(Kashyap 2012) El buscador serio conoce que el habla es poder y es cuidadoso de no
desperdiciarla en conversaciones innecesarias o en exhibiciones que no son relevantes a
su propósito central en la vida. Él conserva el “habla-energía” para un uso más elevado.
Entre menor sea su empleo del habla, sus palabras adquieren un mayor poder. Las
palabras llegan a tener una vibración con una mayor cualidad y con el tiempo tienden a
producirse por sí mismas. Ellas son vehículos para la creciente aspiración hacia lo
Divino que ocurre en el interior; ellas incorporan la flama y la intensidad del corazón
anhelante y en su mejor punto se vuelven verdaderos mantras capaces de comunicar el
mismo estado de consciencia a otros.

(VR 7.16)

(Kashyap 2012) Paz. En el VR hay versos [Mantras] para lograr la Paz y obtener
Felicidad. Cada uno anhela lograr la paz. La carencia de paz en nosotros nos conduce al
mal entendimiento de los demás. Es bien sabido que sin un cierto nivel de paz en la
mente ningún trabajo creativo es posible. La pregunta es: ¿cómo invocamos a la paz en
nosotros mismos? El RV, los demás Vedas y las Upanishads contienen varios mantras
denominados shanti mantras (mantras para la paz). Cantarlos y habitar en su significado
es el primer paso para desarrollar la paz dentro de nosotros. Cuando la paz es así
establecida, entonces el obstáculo que impide la entrada de las felicidades es removido y
estas se vierten sobre nuestro cuerpo. He aquí una nota de Sri Aurobindo en su libro de
poesía llamado Sāvitri: “La eternidad habla, nadie entiende su palabra”. El hombre está
muy perdido en el clamor, el ajetreo y el estruendo de sus deseos, los movimientos del
ego, los pensamientos sin ningún objetivo claro y las acciones mecánicas, tanto que se
haya lejos de poder escuchar las intuiciones de “la Elevada Verdad”. Aquello que
escucha es principalmente su propia voz, de hecho, se trata de las muchas voces de entre
sus variadas personalidades. La palabra que salva no puede alcanzarlo en esta mixtura
de ruidos. El hombre requiere de encontrar posada en “la Paz” si es que quiere escuchar
la voz de “la Verdad”. Y esta Paz es algo mucho más que la quietud o la calma que
pueda saborear la voluntad humana. Estas pueden ser perturbadas por vibraciones
contrarias. Pero no así la sólida Paz que está en el obsequio de Agni. Esta no es
perturbada nunca y se haya siempre abierta a las armonías del Espíritu.

(VR 7.18-32) Himnos a Indra.

(VR 7.35) (Kashyap 2012) Todos los 15 mantras del himno 7.35 tratan acerca de la
manifestación de la paz para todas las personas (sham naha) y es dirigido a la
colectividad de Todos-los-dioses (véase cap. 24).

(VR 7.46) (Kashyap 2012) El 7.46 es dirigido a Rudra.

(VR 7.54-55) (Kashyap 2012) Los himnos 7.54 y 7.55 están dedicados a la deidad
Vastoshpati o la deidad del hogar (véase cap. 43).

(VR 7.59) (Kashyap 2012) El rishi aspira aquí a la inmortalidad para sí mismo y
también para otros que estén comprometidos por sí mismos en el sacrificio interior,
antar-yajña. Él tiene derecho a la inmortalidad en tanto que “un hijo de los Dioses”, una
posición que ha alcanzado no sólo por sus esfuerzos sino por la benigna gracia de los
dioses mismos. Pero este elevado estatus de inmortalidad no puede ser ganado ni
retenido por nadie que no tenga una cierta elevación y fuerza de pureza; lo máximo que

178
puede construir el esfuerzo humano en esa dirección es inadecuado. Sólo la Divinidad
puede promover y moldear la fuerza total requerida y la aptitud necesaria. De nuevo el
deseo, la apetencia, la avaricia, la lujuria, conllevan con su decepción aflicción,
infelicidad, enfermedad y por último la muerte. Y para aquellos quienes aspiran a la
inmortalidad no debe haber nada en ellos que se aferre a su opuesto, a saber, a lo muerto
y a los agentes de la muerte. Aquél quien ha de compartir arriba un elevado estatus debe
ser necesariamente apartado y separado, incluso mientras vive en la envoltura de
ignorancia y oscuridad que caracteriza al mundo humano. “Él debe ser separado de los
agentes de la muerte como si fuese un pepino separándose de su vaina”, así dice el rishi;
“como si fuese el coco maduro soltándose de su vaina”, dicen los santos y los sabios de
posteriores tiempos. El rishi dice: “libéranos de la atadura a la muerte, pero no de la
inmortalidad”. Esta es la base para el pasaje de la Katha Upanishad 6.17 en el cual se
habla de extraer el alma del cuerpo así como la fibra de una hoja de hierba.

(VR 7.61)

Verso 5

(Kashyap 2012) El mundo en el que vivimos y el que vemos alrededor no es todo lo que
compone el universo. Las cosas, las formas, los eventos no son en su totalidad lo que
estos aparentan ser. Detrás de lo que se ve hay mucho que no se ve, vislumbrándose
más allá de lo patente se haya lo oculto. La Naturaleza de lo físico es sólo un anverso
detrás del cual hay un mundo pleno o una serie de mundos, cada uno menos denso y
más sutil que los otros, una vasta organización con sus propias leyes, procesos y
movimientos. De hecho lo que sucede sobre el plano material, es el resultado de las
acciones que ocurren en estos otros planos ocultos de la existencia. No obstante
evidente este lado oculto de la vida no es abierto para el ojo que está cegado por la
ignorancia. Uno debe despertar en el conocimiento, desarrollar la visión interior, antes
de que uno llegue a conocer las verdades del oculto orden de las cosas.

(VR 7.76) La oración Védica.

(Pérez Martín 2000) En todo este importante estudio descubrimos la gran ciencia de los
Sabios rishis y el secreto de los Vedas, sobre su profundo significado esotérico y las
grandes implicaciones filosóficas. Un escritor francés denominó a los Vedas de
“explosivos”. No hay término medio para maravillarse de la gran profundidad de
pensamiento de los Vedas. T. Subba Rao, uno de los primeros teósofos, contemporáneo
de H.P.B. y también vedantista, se refirió a este secreto sucintamente de esta manera:
“Los Vedas tienen un sentido dual diferenciado. Uno, expresado en el sentido literal de
las palabras, y el otro indicado por la métrica y la entonación (svara), los cuales son la
luz de los Vedas. Pandits ilustrados [...] niegan sin duda, que svara tenga nada en
común con la filosofía o las antiguas doctrinas esotéricas, pero la misteriosa relación
entre svara y la luz, es uno de sus más profundos secretos”. Investiguemos estos
secretos. Los himnos Védicos son expresiones de la oración que revelan el profundo
discernimiento del hombre Védico acerca del significado, objeto, y lugar de la oración
en su vida., convirtiéndola en una ciencia de suprema potencia. Deberíamos darnos
cuenta que la palabra oración en el Rgveda, es Brahma, que originalmente significaba
una aspiración de ese poder, creativo y dinámico en el más amplio sentido, y que
permanece latente en cada ser humano, relacionándose directamente con el espíritu de
Atman. Desde ahí hasta el Supremo Principio o Deidad Creadora, como vino a

179
convertirse en edades posteriores, hay tan solo un paso, un muy comprensible paso. La
oración, en el sentido Védico, es la ciencia de la invocación, la llamada de lo inferior
hacia lo superior, y de la evocación, la respuesta de lo superior a su manifestación.
Como A.A. Bailey dice en “Los Rayos y las Iniciaciones”: “La ciencia de la invocación
y de la evocación ... es básicamente una grande y científica actividad de la cual la
humanidad moderna no conoce prácticamente nada, pero que se relaciona con la
construcción de las formas de pensamiento y también con el poder del pensamiento”.
Los Sabios rishis eran antiguos maestros de esta ciencia. Podemos reconstruirla de
acuerdo con las tres líneas de aproximación, de las cuales los dos principales aspectos
son:

Meditación mántrica
y que conducen a Absorción
Meditación visual (dhyana-samadhi)

1. Meditación mántrica es la absorción en sonido, la repetición de palabras o su canto, y


la observación de su efecto en la psique humana y su alrededor. A través de la
combinación especial de las propiedades del sonido que afectan a los organismos
humanos de formas específicas, se desarrolló la ciencia del sonido. Los versos [mantras]
se usan todavía en nuestros dias. La cuestión para nosotros, occidentales escépticos, es
¿pueden las palabras y los sonidos penetrar a través de las envolturas densas de
conciencia ordinaria para ayudarnos en la consecución de nuestros objetivos en la
oración, que es la absorción en lo divino, en el corazón de nuestro ser? Existe en esto un
cierto secreto de la manifestación. Como I.K. Taimni explica en “La Ciencia del Yoga”:
“...donde quiera que exista manifestación de la conciencia hay vibración asociada con
ella ... cada tipo de vibración está unido al correspondiente estado de conciencia ... Se
pueden desarrollar estados de conciencia específicos iniciando tipos específicos de
vibración”. La Doctrina Secreta nos dice lo que sigue acerca de este asunto, “... es un
tremendo poder oculto... La ciencia esotérica enseña que cada sonido en el mundo
visible, despierta su correspondiente sonido en los reinos invisibles y pone en acción
una u otra fuerza en el lado oculto de la naturaleza. Aun más, cada sonido corresponde
a un color y a un número, una potencia espiritual psíquica o física, y a una sensación
en algún plano”. El mundo ha sido creado del caos por el sonido o armonía y
construido de acuerdo con los principios de la proporción musical. Proporción musical,
es decir, sonido ... “comprende forma y número, gobierna sonido” (VR 5.431) Sin duda
el Rgveda se refiere a la poderosa palabra Mahad Akshara, el poder eterno del sonido
místico manifestándose en el hogar de la vaca sagrada Aditi, el Ilimitado o Akasha,
madre de todas las cosas. Los Sabios rishis investigaron y evaluaron los efectos del
sonido producido por cada letra del alfabeto sánscrito, sabiendo así perfectamente lo
que hacían al confeccionar los mantrams. Consideraban que cada letra era la expresión
o vehículo de un poder básico y eterno que contribuía con su influencia peculiar al
efecto total del mantra. Los mantras se usaron para invocar a los dioses y para liberar
los poderes divinos del ser humano. Conviene recordar ahora lo que enunció H.P.B. al
respecto: “La magia de los antiguos sacerdotes consistía ... en dirigirse a sus dioses en
su propio idioma ... ese idioma elemento ... compuesto de ... sonidos, números, y
figuras. El que conoce cómo mezclar los tres, creará la respuesta del poder
determinado, del dios regente del elemento específico buscado. Así, ese lenguaje es de
encantamientos o mantras como los llaman en la India. Siendo el sonido el más potente
y efectivo agente mágico y la primera de las claves que abren las puertas de la
comunicación entre los mortales y los inmortales”. Incluso en la actualidad, en la India

180
se usan ciertos cantos para producir determinados efectos en la atmósfera. Aquel que
conoce como usar el lenguaje de los elementos, es el dueño de ellos. Los Sabios rishis
descubrieron una peculiaridad acerca de los mantras o cualquier emisión de sonido.
Como eran Profetas, podían observar en los reinos más sutiles y vieron que el sonar de
una palabra o nota, iluminaba, brillaba. El sonido produce luz. Para ellos lo que suena
en el éter es visible. El sonido tiene color. El color vibra como el sonido. Esta ciencia
del sonido y su color, proporciona una clave para la magia Védica y para muchos
enigmas, y por medio de cantos iluminados se halla el camino para la inmortalidad. Se
rompieron firmes cercos, la oscuridad se disipó, se generó el alba y se encontró el
camino hacia el cielo. Así;

(VR 7.83) Himno a la victoria del rey Sudas,

(Tola 2014) De carácter histórico, como entre otros el 3,33. Se refiere a la famosa
batalla, en el Penjab, en las orillas del río Parushní (VR 10,75,5), entre el rey Sudas y
los diez reyes coaligados contra él, entre los que se destacaba Bheda. Es un Himno de
agradecimiento a Indra y a Varuna, que concedieron la victoria a su protegido, el Rey
Sudas. Algunas estrofas son dichas por Sudas; la mayor parte parecen narrativas. La
última estrofa parece agregada posteriormente.

Himnos a Varuna del Sabio Vasishtha..

(VR 7.86)

(Tola 2014) El Rishi Vasishtha le pide al Dios que le revele la falta que ha cometido, la
cual lo ha hecho incurrir en su cólera, y le suplica que lo perdone. La última estrofa
parece de distinta inspiración.

(Kashyap 2012) Hay una diferencia fundamental en los modos de aproximarse al


concepto de bhakti desde la alegría del Veda comparado con la posterior literatura
popular. En las canciones bhakti de la épica y edad media, el sentimiento pasional
causado por la separación de la amada y el amante es plasmado muy fuerte. Estas
plegarias y canciones están llenas de vacilaciones. Por el otro lado, el Veda es un libro
de alegría. No hay mención de vacilaciones o actos pasionales o de sufrimiento intenso.
La idea védica es que cuando un devoto invoca a dios, él siempre llega. Aún así se
encuentra por aquí y allá algunos mantras que imploran a la deidad.

(VR 7.88)

(Tola 2014) Himno dirigido a Varuna por el mismo Rishi Vasishtha, que aparece en el
Himno anterior: El poeta se refiere a la estrecha amistad que existió entre él y Varuna y
cómo el Dios lo llevó a través del océano a contemplar "la maravilla —el sol y las
tinieblas en su rocosa mansión"; y termina preguntando por qué esa amistad ha
desaparecido e invocando el perdón de Varuna. La última estrofa, como ocurre en
muchos Himnos, parece agregada, con posterioridad, a las anteriores.

(VR 7.89)

(Mylus 2003) En esta canción, Vasista, el poeta de la corte real triunfante tras las
victoriosa «batalla de los diez reyes», debe admitir que gloria y fortuna solo son útiles si

181
van acompañadas de salud. Para curar su mal, la hidropesía (que Varuna suele imponer
como castigo), se dirige a este dios para pedirle perdón por su anterior falta de juicio.

(VR 7.90-92) Himnos a Vāyu.

(Kashyap 2012) Himnos a Vāyu, la deidad de “la Energía de la Vida”.

(VR 7.103) Himno dedicado a las ranas.

(Tola 2014) El poeta describe cómo, al llegar la estación de las lluvias, éstas dan nueva
vida a las ranas, que salen de sus escondites. Las compara con los brahmanes que,
alrededor del sacrificio, entonan sus oraciones y sus cánticos rituales. Nos dice que las
ranas, al celebrar a su manera el retorno de las lluvias, muestran su respeto por la
ordenación cósmica del ciclo anual.

(Mylus 2003) «Canción de las ranas» De ninguna manera se trata, como antes se había
supuesto, de una sátira sobre los brahmanes, sino de una invocación a la lluvia.

Comentarios al Libro [Mandala] 8

Autor: Varios Sabios. Contiene 103 Himnos [suktas] y 1716 versos [Mantras].

(Kashyap 2012) Este Mandala es el segundo más largo del RV. Los 103 sūktas junto
con los 1.716 mantras les fueron revelados a varios rshis. Sūktas Rishi:
(VR 8.1, 2, 32) Himnos del Sabio Medhātithi Kānva
(VR 8.2, 68, 69, 87) Himnos del Sabio Priyamedha Āngirasa
(VR 8.1, 3, 33) Himnos del Sabio Medhyātithi Kānva
(VR 8.1, 10, 48, 62-65) Himnos del Sabio Pragātha Gaura Kānva
(VR 8.16-18) Himnos del Sabio Irimbithi Kānva
(VR 8.19-22, 103) Himnos del Sabio Sobhari Kānva
(VR 8.27-31) Himnos del Sabio Manu Vaivasvata
(VR 8.29) Himnos del Sabio Kashyapa Mārīcha
(VR 8.35-38) Himnos del Sabio Shyavāshva Ātreya
(VR 8.39-42) Himnos del Sabio Nābhāka Kānva
(VR 8.47) Himno del Sabio Trita Āptya
(VR 8.49) Himno del Sabio Praskanva Kānva
(VR 8.76-78) Himnos del Sabio Kurusuti Kānva
(VR 8.81-83) Himnos del Sabio Kusīdī Kānva
(VR 8.84) Himnos del Sabio Ushanā Kāvya
(VR 8.85-87) Himnos del Sabio Krishna Āngirasa
(VR 8.88) Himnos del Sabio Nodhā Gautama

(VR 8.1-6) Himnos al Guerrero Indra.

(Kashyap 2012) Una peculiaridad de este ciclo es que los sūktas que abren (del 8.1 al
8.6) están dedicados para Indra.

(VR 8.1) (Colebrooke-García Calderón 1924) 1 El libro octavo comienza con una
invocación que hace alusión a una leyenda singular. SANGA, hijo de PLAYOGA y
sucesor suyo en el trono, fue metamorfoseado en mujer, pero recobró su sexo por las

182
plegarias de MEDHYATITHI, a quien por esta razón recompensó muy generosamente.
En este himno se le introduce haciendo elogio de su propia munificencia; y hacia el fin
su mujer SASIWATI, hija de ANGIRA se regocija de su vuelta a la virilidad. 2 El
himno que sigue aplaude la liberalidad de los reyes VIBHIDU, Pakasthaman (hijo de
KURHYANA KURUNGA, KASU (hijo de CHEDI) y TIRINDIRA (hijo de PARASÚ)
que varias veces han concedido dones espléndidos a los autores respectivos de estas
acciones de gracias.

(VR 8.3) (Colebrooke-García Calderón 1924) 7 En el tercer capítulo del mismo libro el
himno séptimo hace el elogio de la generosidad de TRASADASYU, nieto de
MANDHATRI.

(VR 8.4) (Colebrooke-García Calderón 1924) 1 El cuarto se abre con una invocación
que contiene las alabanzas de generosidad de CHITRA. 4 El cuarto himno del mismo
capítulo celebra a VARU, hijo de SUSHAMAN.

(VR 8.11) Himno al Sacerdote Agni.

(Kashyap 2012) Los sūktas dedicados a Agni no conforman un bloque. Los sūktas para
Agni son: 11, 19 (con 37 mantras), 23 (con 30 mantras), 38-40, 43 (con 33 mantras), 44
(con 30 mantras), 60, 71-72, 74-75, 84, y 102-103.

(VR 8.19) Himno al Sacerdote Agni.

(VR 8.23) Himno al Sacerdote Agni.

(VR 8.27)

(Pérez Martín 2000) El ser humano, como H.P.Blavatsky explica, “es un compuesto de
la esencia de todas estas jerarquías celestes”. Sus poderes son expresiones de estas
divinidades, y estas últimas se expresan también a través de las actividades del ser
humano, y el Atharvaveda añade: “Cuando fundieron al hombre mortal completo, los
devas entraron en él.” (nuevamente doctrina secreta.)

(VR 8.29) Himno a varios Dioses.

(Tola 2014) Himno que menciona a varios Dioses, señalando sus principales atributos y
cualidades, pero sin mencionar a quien corresponde cada descripción de los mismos.

(VR 8.31) Alabanza de la piedad.

(Tola 2014) Con excepción de las estrofas 10 a 14, que contienen una invocación a
diversos Dioses y que rompen la continuidad de la composición, pareciendo por ello
intercaladas posteriormente, este Himno constituye una alabanza de la piedad para con
los Dioses, que se manifiesta en las ofrendas y sacrificios y en el reconocimiento de su
benevolencia. El poeta insiste en la enumeración de los beneficios materiales que se
derivan de una conducta piadosa. Las estrofas 5 a 9 contienen, además, una hermosa
descripción de un matrimonio ideal en que reinan la concordia entre los esposos, una
felicidad sencilla y la piedad para con los Dioses.

183
(VR 8.38-40) Himnos al Sacerdote Agni.

(VR 8.43) Himno a Dios Uno.

Verso 21.

(Kashyap 2012) Mirada ecuánime hacia el Todo: Todo lo que hay en el universo es una
manifestación del Ser Divino. Cada forma es una auto-proyección, cada movimiento un
reparto mismo del Señor. Cualquiera que sea el estadio de desenvolvimiento de cada
nivel de la manifestación, el sitial que ocupa cada uno es igualmente divino en su
verdad esencial. Todos los sitiales son así mirados por la Divinidad y deberían ser así
considerados y sentidos por uno quien aspira a la incorporación de la Consciencia
Divina. Ante la Divinidad no hay algo elevado o bajo; nada elegido o rechazado, todas
son formulaciones del Uno por igual, cada una esforzándose por manifestar un rayo del
múltiple esplendor.

(VR 8.44) Himno al Sacerdote Agni.

(VR 8.49-59) Himnos de los Sabios Rishis Vālakhilya. En algunas ediciones del RV
estos himnos se dejan de lado aparte.

(VR 8.60) Himno al Sacerdote Agni.

(VR 8.71-72) Himnos al Sacerdote Agni.

(VR 8.74-75) Himnos al Sacerdote Agni.

(VR 8.84) Himno al Sacerdote Agni.

(VR 8.102-103) Himnos al Sacerdote Agni.

Comentarios al Libro [Mandala] 9 Soma.

Autor: Varios Sabios. Contiene 114 Himnos [suktas] y 1108 versos [Mantras].

Himnos al Soma.

(Kashyap 2012) El carácter especial del Mandala 9 es que todos sus mantras están
dedicados a la deidad Soma, la cual simboliza el Deleite de la existencia. Los 114 sūktas
junto con sus 1,108 mantras le fueron revelados a varios Rishis. Sūktas Rishi:
1 Madhuchchhandā Vaishvāmitra
2 Medhātithi Kānva
3 Shunahashepa Ājigarti
4, 69 Hiranyastūpa Āngirasa
5-24 Asita Devala Kāshyapa
33, 34, 102 Trita Āptya
41-43 Medhyātithi Kānva
44-46 Āyāsya Āngirasa

184
47-49; 75-79 Kavi Bhārgava
50-52 Uchatya Āngirasa
53-60 Avatsāra Kāshyapa
62, 65, 67 Jamadagni Bhargava
65 Bhrigurvāruni
64, 67, 91-92, 113-114 Kashyapa Māricha
67, 90, 97 Vasishtha Maitrāvaruni
80-82 Vasu Bhāradvāja
87-89 Ushana Kāvya
93 Nodha Gautama
94 Kanva Ghaura
95 Praskanva Kānva
102 Trita Āptya
107 Sapta Rishayaha
Nótese que casi todos los himnos están dedicados a una misma deidad, Pavamāna
Soma. Las excepciones son: el Āpri sūkta (9.5) y los sūktas 9.66-67 que contienen
mantras dedicados a Agni también, aparte de Soma.

(VR 9.2 y 9.108)

(Tola 2014) Los dos Himnos que siguen, como casi todos los del libro 9, están dirigidos
a la planta sagrada soma, con la cual se preparaba una bebida embriagante, empleada en
muchos sacrificios y ritos, y también como bebida profana. Ambos Himnos se refieren
al proceso ritual necesario para la confección de esa bebida: se lavaba la planta con
agua, se le presuraba con unas piedras, se filtraba el jugo dulce producido en un tamiz
hecho con lana de oveja y se le mezclaba luego con agua y con leche de vaca. En estos
dos Himnos sus autores no escatiman los elogios para soma y la bebida que con ella se
confecciona, y recurren a un estilo exagerado e hiperbólico, lleno de oscuras referencias
y de incongruencias, adecuado a la exaltación que producía la bebida. "Navagva
Dadhyan": nombre de un antiguo sacerdote. En las dos primeras líneas de esta estrofa
hay una referencia al mito de las vacas encerradas por los demonios. (VR 9.108,6)
Referencia al mito aludido en la estrofa 4.

(VR 9.60) (Kashyap 2012) El sūkta 9.60 que contiene sólo cuatro mantras, indica el
simbolismo que hay detrás de “la purificación de Soma”. En el mantra 9.60.2 se
describe a Soma como “uno con miles de ojos y miles de oídos”.

(VR 9.83) Himno a las aguas curativas [apaha].

(Kashyap 2012) En RV 9.83.1 se dice que un cuerpo que no está preparado por la
práctica de tapas (austeridad / concentración) se rompería ante la presencia de una cierta
experiencia espiritual intensa. De aquí que el rishi hace una plegaria a las corrientes de
poder (apaha) para que refuerce todos nuestros cuerpos para que así, estos cuerpos
sutiles puedan sostener las fuerzas que entran al cuerpo. Luego entonces podemos tener
la visión de la Divinidad Suprema.

(VR 9.111) Himno a la inmortalidad.

(Pérez Martín 2000) Más o menos seis o siete stanzas se refieren así en alegato de
“hazme inmortal” en el cielo. Pero se puede obtener otra insinuación, en esta ocasión,

185
del Atharva-Veda, que dice: “No me dejes caer de ese mundo” ruega el vate, siendo ese
mundo el cielo. Sin duda, esta es una evidencia indirecta, pero está claro que la
inmortalidad no representaba el cielo para los Sabios rishis. “Sea liberado de la muerte,”
grita el poeta, “no apartado de la inmortalidad.”

(VR 9.112) Himno a Indra y el soma.

(Tola 2014) Y la diversidad de los deseos y de las ocupaciones. Himno humorístico y de


inspiración popular, en que el poeta reflexiona sobre las diversas ocupaciones y deseos
de los hombres, buscando cada cual el provecho y el placer a su manera. El estribillo,
que cierra las estrofas, contrasta con el contenido de las mismas, tal vez fue agregado
posteriormente.

(Mylus 2003) De una franqueza completamente cínica es esta canción VR 9.112. Puesto
que se encuentra en el mandala de las canciones del soma y que presenta un estribillo,
nos encontramos posiblemente ante una antigua canción popular integrada en una
canción de labor que acompañaba el prensado del soma. Esta canción merece atención
sobre todo por su fondo realista y poco ortodoxo. En ella se dice que el carpintero desea
un mueble dañado, el médico un miembro roto y el sacerdote un oferente del sacrificio
de soma (para obtener el pago del sacrificio). El herrero desea para sí un cliente rico, el
caballo un buen carro de guerra para tirar de él, el bromista espera las risas de su
audiencia, el miembro viril suspira por la vagina peluda y por el agua la rana.

(VR 9.113) Himno al Soma

(VR 9.113) (Kashyap 2012) El sūkta 9.113 da una excelente descripción simbólica de
cómo se concibe “El Cielo” en el Veda.

(Tola 2014) Himno dedicado a Soma, en su doble aspecto de la planta (sagrada) y del
Dios que la personifica con leves contornos antropomórficos. El Himno empieza con
una invocación de tendencia mítica y épica, al Dios Indra. Siguen algunas referencias al
proceso ritual. Pero el poeta, bajo la inspiración que le produce el soma, se exalta en un
anhelo de inmortalización en un mundo imperecedero de felicidad y resplandor.

(Pérez Martín 2000) El Ser Humano, en la eternidad del peregrinaje, para citar la tercera
proposición fundamental de la Doctrina Secreta. Esto es, el tema de la escatología
Védica. El ser humano védico creía en una vida después de la muerte y sus progresos se
pueden reconstruir por las varias insinuaciones esparcidas en todo el Rgveda y en el
Atharvaveda. La muerte para él era sólo el paso de una vida a otra, una continuación de
existencia hacia un estado de entendimiento incrementado, el cual culminaba en el
paraíso, donde él, en otras palabras, donde el deseo se cumple constantemente.
Cualquiera que estudie Las Cartas de los Maestros y la literatura teosófica, tendrá la
clave de la escatología Védica, tan tristemente incomprendida por los estudiosos.

Comentarios al Libro [Mandala] 10

Autor: Varios Sabios. Contiene 191 Himnos [suktas] y 1754 versos [Mantras].

(Cattedra 2007) Los estudios indológicos atraviesan, en los comienzos del siglo 21, su
tercera etapa, y una de las claves de la misma será resignificar el encuentro de la

186
espiritualidad india más allá de las meras comparaciones filológicas, avanzando en un
renovado espacio hermenéutico. Por consiguiente y aun cuando los himnos del Rg Veda
muestran distintos estratos en su composición, puede afirmarse que aquellos himnos
pertenecientes al Décimo Mandala de la colección son los que verdaderamente plantean
no sólo el tema cosmológico sino ontológico, de ahí que se los denomine himnos
especulativos. Los documentos más sagrados de la antigüedad, los himnos védicos,
encierran los gérmenes de todo el desarrollo posterior. Los himnos son, esencialmente,
mitos, como ya se comprende con mayor facilidad, los mitos no son fantasías. El mito
es el relato alado de un símbolo que apunta a lo indecible y, por lo mismo, constituyen
el pilar metafísico de la India. De alguna manera, en ellos ya está todo. Por
consiguiente, el propósito de las siguientes notas será intentar descubrir en algunos de
los antiguos himnos especulativos, las características específicas que luego florecerán
en la noción vedantina del Brahman no dual. Los himnos cosmológicos y cosmogónicos
más importantes son los siguientes: el Purusa Sûkta (VR 10.90); el Nâsadîya sûkta (VR
10.129); el Hiranyagarbha sûkta (VR 10.121); el Asyavamiya sûkta (VR 1.164); junto
con ellos, presentaremos una de las imágenes y figuras míticas más ricas y sugestivas de
la época védica: Varuna.

(Kashyap 2012) Este mandala contiene muchos himnos famosos. Tiene 191 sūktas con
1754 mantras. La lista que se da a continuación de los nombres de los Rishis adscritos
es una pequeña parte comparada con el total, debido a que a muchos de ellos sólo les
fue revelado uno o dos himnos. Se enlistan solamente los nombres de aquellos rishis a
quienes les fueron revelados tres o más sūktas, tomando como referencia todo el texto
del RV. Sūktas Rishi:
VR 10.1-7 Himnos del Sabio Trita Āptya
VR 10.19 Himnos del Sabio Bhrigurvāruni
VR 10.20-26 Himnos del Sabio Vimada Aindra
VR 10.27-29 Himnos del Sabio Vasukra Aindra
VR 10.28, 86 Himnos del Sabio Indra
VR 10.30-34 Himnos ddel Sabio Kavadha Ailudha
VR 10.42-44 Himnos del Sabio Kridhna Āngirasa
VR 10.48-50 Himnos del Sabio Indra Vaikuntha
VR 10.51-53, 79, 80 Himnos del Sabio Agni Sauchīka
VR 10.54-56 Himnos del Sabio Brihaduktha Vāmadevya
VR 10.57-60 Himnos del Sabio Bandhu Gopāyana
VR 10.67, 68 Himnos del Sabio Ayāsya Āngirasa
VR 10.81, 82 Himnos del Sabio Vishvakarmā Bhauvana
VR 10.110, 167 Himnos del Sabio Jamadagni Bhārgava
VR 10.137 Himnos ddel Sabio Sapta Rishayah

(VR 10.1) Himno a Agni.

(Tola 2014) Elogio de Agni, en su aspecto de fuego, que se enciende en la alborada y


que es implícitamente equiparado con el sol.

(VR 10.2) Himno a Agni.

(Tola 2014) Agni, el Fuego, es un Dios sumamente importante en el Rig Veda.


Conectado íntimamente con el elemento que representa, su antropomorfismo es poco
marcado. Los Himnos lo describen sobre todo como el tipo del sacerdote ideal,

187
oponiéndose así a Indra, el guerrero por excelencia. A Agni los hombres le deben la
prosperidad y la abundancia, y Él está siempre dispuesto a ayudarlos. De acuerdo con el
Rig Veda, Agni tiene múltiples Padres, como son el Cielo y la Tierra, las Aguas y
Tvashtar, el Artífice Divino.

(VR 10.5) Himno a Agni.

(Tola 2014) El presente Himno es un ejemplo de los himnos enigmáticos que contiene
el Rig Veda. En él su autor especula sobre Agni, el Dios Fuego, en un lenguaje
voluntariamente oscuro y que recurre a metáforas de difícil comprensión y muchas
veces discordantes entre sí. Hacemos a continuación, siguiendo principalmente a
Geldner, algunas observaciones que tienden a interpretar las partes oscuras de cada
estrofa: Agni, el de múltiples nacimientos, es la inspiración del poeta; habla desde su
corazón. Los Padres de Agni (el Cielo y la Tierra o bien la Noche y la Mañana, o bien
los dos palillos que producen el fuego) constituyen un misterio. Los búfalos con sus
hembras son las llamas del fuego; y su nido es la leña. Los Padres de Agni son
hechiceros, pues se presentan bajo variado aspecto (Cielo y Tierra; Noche y Mañana;
los dos palillos). Agni, en el altar del sacrificio, es el centro de todo. La última frase es
oscura. Las ofrendas fortalecen a Agni, y Agni a su vez, mediante el sacrificio, produce
la prosperidad del Cielo y de la Tierra, los que, gracias a El, se cubren de belleza
(vegetación, estrellas, etc., según el comentador Sáyana). Las siete hermanas son las
llamas, a las cuales el poeta atribuye el número simbólico de siete. La segunda y la ter-
cera frase de esta estrofa son poco claras. Los Sabios han rodeado la Verdad con siete
(innumerables) obstáculos. Contra alguno de ellos choca el que pretende llegar a ella. El
apoyo del hombre se levanta en la mansión del Ser Supremo, donde los caminos
terminan en lo más hondo de la realidad. Agni es el primogénito de la Verdad, Rita,
término este que también significa el Orden Cósmico. Es igualmente el Principio de
vida, simbolizado por un toro y por una vaca.

(VR 10.6) (Colebrooke-García Calderón 1924) El sexto capítulo del libro décimo
termina con dos himnos cuya plegaria tiene por objeto la destrucción de los enemigos y
que se emplean con el mismo fin en los sacrificios.

(VR 10.7) (Colebrooke-García Calderón 1924) El séptimo capítulo comienza con un


himno en el que SURYA apellidada SAVITRI, la mujer de la luna [Soma], [Soma,
uno de los nombres de la luna es masculino en sánscrito (G.P.). Este matrimonio está
descrito en el Etereya Brahmana, donde la segunda lectura del cuarto libro comienza del
modo siguiente: (BE 4.2) <PRADJAPATI dio su hija SURYA-SAVITRI a SOMA el
rey>. La leyenda muy conocida de los Puranas concierne al matrimonio de Soma con la
hija de Daksha, parece estar fundada sobre esta historia de los Vedas]. Soma es el
personaje que lo pronuncia; como DAKSHIN, hija de PRADJAPATI y DJUHU
hija de BRAHAMA son también las que pronuncian los himnos en los capítulos
siguientes (En la introducción al índice estas diosas y otra, consideradas en el número
de los autores de santos textos, están enumeradas y distinguidas con el apelativo de
Brahmavadini. Un autor inspirado está llamado Brahmavandi en masculino). Hay en
otro lugar un pasaje muy singular que contiene un diálogo entre Yama y su hermana
gemela YAMUNA a quien trata de seducir; pero ella rechaza sus ofrecimientos con
virtuosa resistencia. (Hacia el fin del Vrihad-Aranyaka. VACH está mencionado como
que recibe una revelación de AMBHRINI, quien la había obtenido del sol; pero aquí
ella misma lleva el nombre patronímico absolutamente semejante de AMBURINI).

188
Hacia el fin del capítulo VACH, hijo de AMBHRIN'A pronuncia un himno de un estilo
muy diferente de composición, en alabanza propia, como alma suprema y universal.
VACH, debemos observarle, significa palabra, discurso, y es el poder activo de
BRAHAMA del quien ella procede. (GP) El cielo es el padre, como se declara
expresamente en otro lugar; y el cielo es un producto de espíritu según mas de un pasaje
de los Vedas. Se coloca por consiguiente su nacimiento sobre la cabeza del espíritu
supremo. El comentador indica tres interpretaciones del resto de la estancia: <mi
pariente el santo AMBHRINA está el medio del océano> ó <mi origen, la divinidad
sensible está en las aguas que constituyen los cuerpos de los Dioses> ó <el dios sensible
que está al medio de las aguas, al que penetra la inteligencia, es mi origen>.

(VR 10.7.) 10-11 El décimo capítulo termina con un himno a la noche; y el undécimo
comienza con dos himnos relativos a la creación del mundo.

(VR 10.8) Trita Áptya e Indra decapitan a Trisiras.

(Doniger 1975) 21. Los versos rigvédicos que cuentan esta historia atribuyen el acto a
Trita Aptya (aliado de Indra), así como al propio Indra, y lo relacionan con otros mitos
de Tvastr. Compárese Maitriiyal}f Sa1Jlhitii 4.1.9; Satapatha Briihmal}a 1.2.3; Tait·
tirfya Briihmal}a 3.2.8.9-12; Atharva Veda 6.112-113. Análisis: Maurice Blomfield,
«Trita, the Scapegoat of the Gods», American Journal of Philology, 17 (1896), págs.
430-437; Georges Dumézil, The Destiny of the Warrior, Chicago 1970 (original, París
1969), págs. 12-28; K. Ronnow, Trita Aptya, Upsala 1927.

(VR 10.9) Himno a las aguas y las Energías Interiores [Apaha].

(Kashyap 2012) El sub-himno (mantras 10.9.1-3) se dedica a las aguas o “energías


dinámicas”. Es utilizado en la adoración diaria conocida como sandhya.(Este es un
ritual doméstico en honor a un dios particular que se hereda de manera familiar, pero
también es en honor a todos los dioses y al supremo). Este sub-himno es llamado
Aghamarshana o “el destructor de agha (el pecado)”. Evidentemente no estamos
tratando sólo con las aguas físicas. […] No es posible para nadie tener la visión del
Supremo hasta que los cuerpos físico y sutil están preparados.

(Tola 2014). Las Aguas aparecen en el Rig Veda también divinizadas, pero su
personificación es casi nula. Limpian y purifican, no sólo de las impurezas físicas, sino
también del mal moral, del pecado. Esta concepción del poder purificante de las aguas,
no sólo en lo material sino también en lo espiritual, no es desconocida en la cultura
occidental, pues ella está subyacente en el sacramento del Bautismo, por ejemplo. Las
Aguas además dan vigor y salud. La estrofa tres es algo oscura.

(VR 10.10) Yama rechazó a Yami.

(Doniger 1975) 18. Yama, el primer hijo del sol, se convierte en el primer hombre
mortal y después en dios de los muertos, mientras se dice que Manu, el hijo del sol en
las versiones postvédicas, es el antepasado de la raza humana, pero no es deificado. El
mito de Yama y Yami está relacionado con el corpus de Indra de varias maneras,
aunque el propio Indra no aparezca en el himno rigvédico en el que se basa el mito: el
mito de Yama no es sólo una parte del mito de Saranyu, sino una de sus múltiples
formas; Tvastr actúa en ambos mitos como el arquitecto por excelencia; Vivasvat es el

189
padre de Yama y el esposo de Saranyu; Yama, como Indra, es uno de los cuatro
guardianes (Lokapalas) de las cuatro regiones en la mitología hindú posterior; y los
mensajeros de Yama son dos perros berrendos, descendientes de Sarama, la perra de
lndra. El mito de Yama y el mito de Saranyu pueden ser considerados como ejemplos
del tema de la unión de un hombre mortal con una mujer inmortal, que tiene como
resultado el nacimiento de Agni. (El mito del incesto primordial relata también la unión
de un padre celestial y la hija ctónica para producir un hijo en el sacrificio del fuego, y
en la mitología posterior el dios celestial Rudra se une con Parvati, la hija ctónica de la
montaña, para producir un hijo que es el hijo del fuego.) A pesar de muchas oscuridades
y confusiones -afirmaciones contradictorias sobre la identidad de las madres y los hijos-
es evidente que la idea de geminidad y la idea correlacionada de la conjunción e
interacción de los opuestos (macho y hembra, noche y día, tierra y cielo, mortal e
inmortal, pureza ascética y deseo de descendencia) subyace en ambos conjuntos de
mitos. Nota 53: <Él> (?): puede ser Yama, el sol, o Rudra. Si es Yama, entonces el
océano puede ser el océano metafórico que separa a los mortales de los inmortales,
cruzado por Yama en este himno; si <<él>> es el sol, el océano puede ser el océano real
cruzado todos los días por el sol; si es Rudra, Yami puede estar diciendo que Yama no
tiene que temer a Rudra, el castigador del incesto, puesto que está ausente a través del
océano. Compárese: Atharva Veda 18.1.1-16; Jaiminfya Briihmal}a 1.53; Maitriiyal}
Saf!lhitii 1.5.12; Taittirfya Saf!lhitii 3.3.8; Tiil}dya Mahiibriihmal} a 11.10.21-22;
Narasif!1ha 13. Análisis: K. Geldner, «Yama und Yaml» en Festgabe Albrecht Weber,
Leipzig 1896, págs. 18-22; R. Goldman, «Mortal Man and Inmortal Woman: An
Interpretation of Three Ákhyana Hymns of the Rig Veda», JOIB, XVIII, 4 Junio 1969),
págs. 273-303; Ulrich Schneider, «Yama und Yaml», 1/JK, X (1967), págs. 1-32.

(Tola 2014) Este Himno contiene un diálogo entre Yama y su hermana gemela Yamí.
Yama es el primer hombre y se convierte, al morir, en Rey de los Muertos (VR 10,14).
En este diálogo Yamí le ruega a Yama que sea su marido. El se niega a cometer el
incesto. Es difícil descubrir la finalidad de este diálogo. Tal vez se trata de un mito
destinado a combatir el matrimonio entre hermanos; o bien su autor quiso dejar
establecido que, si bien la raza humana procede de Yama y Yamí, no es mediante una
procreación incestuosa que tal cosa tuvo lugar. Interesante por su forma dialogada, este
Himno lo es también por la concepción moral y religiosa en que se apoyan las palabras
de Yama, por la naturaleza de los argumentos aducidos por Yamí para conseguir su
propósito, y por la cruda y sincera ingenuidad con que ella misma se refiere a la pasión
y al deseo que la dominan.

(Mylus 2003) Carácter épico tiene también el himno dialogado (VR 10.10). Contiene el
diálogo de carácter moral entre los hermanos gemelos Yama y Yam, considerados como
la primera pareja humana. En una conversación que va ganando en intensidad
dramática, Yam intenta conducir a su hermano gemelo al incesto. El relato se encuentra,
sin embargo, mutilado y no presenta ningún desenlace, aunque parece que Yam no
alcanza su objetivo.

(VR 10.12) Himno a las divinidades.

Verso 6.

(Kashyap 2012) La Realidad última es Una, absoluta, indeterminable. Esa misma


Realidad está aquí en el Universo, el Uno manifestado en y como lo Múltiple, unidad

190
extendida en la diversidad, lo Indeterminable determinándose a sí mismo, lo Informal
poniéndose formas. Sin embargo, la mente que está perdida en la multiplicidad es
incapaz de tener una pista de este hecho, incapaz de conocer la verdad de la unicidad
subyacente y que habita dentro. Una Luz elevada de una visión profunda del alma debe
ayudar a la mente a percibir este hecho que es la manifestación en su misma raíz.

(VR 10.13). (Pérez Martín 2000) 1 Los Profetas [Rishis] se unen al anciano brahman
en homenaje. Esta lente del pensamiento-visión se usa para llegar más allá de los
sentidos, para cruzar a la otra orilla, para entrar en comunicación con los dioses.

(VR 10.14-18) Himnos funerarios a Yama.

(Kashyap 2012) La deidad de la Muerte (Yama): Los cinco sūktas que van del 10.14 al
10.18 tratan con variados aspectos de la muerte, tales como los mantras que deben ser
cantados durante la cremación, el camino que debe ser cruzado por el alma (jiva) de la
persona muerta para alcanzar el otro mundo, etc., así como también los caminos
alternativos conocidos como devayāna (el camino de los dioses) y pitriyāna (el camino
de los manes).

(Tola 2014) Este Himno 10.14 es el primero de los cinco Himnos Funerarios que
encontramos en el Rig Veda (10,14-18). Nos da interesante información, no sólo sobre
las creencias relativas a la vida post-mortem, sino también acerca del ritual funerario. El
muerto, cuyo cuerpo es quemado o enterrado, pues ambos métodos existen, recorre un
largo camino, no exento de peligros, y llega finalmente al Reino de Yama, reiniciando
ahí una nueva vida, revestido con un nuevo cuerpo. El presente Himno contiene varias
partes. En la primera (estrofa 1 a 6) tenemos una invocación a Yama, el primer mortal y
Rey de los Muertos. La segunda (estrofa 7 a 11) está dirigida al muerto, a quien se
despide y se da recomendaciones para que tenga éxito en su viaje hacia el Reino de
Yama. En la estrofa 12 los deudos y amigos del muerto ruegan a Yama que les conceda
la vida. La última parte (estrofas 13 a 15), como la primera, está consagrada a Yama. La
última estrofa 16 es oscura y parece no haber formado parte de la composición original.
(Ver VR 10,18 58 y 154).

(VR 10.17.1-2)

(Doniger 1975) Tvastr da su hija a Vivasvat. De los cuatro pares de gemelos del
Brhaddevata (los dos Asvines, las esposas «gemelas», los dos hijos gemelos de Tvastr y
los gemelos Yama y Yami), sólo dos aparecen mencionados en la estrofa rigvédica
original en la que se basa este mito. Análisis: Maurice Blomfield, «The Marriage of
Sarai_lyü», JAOS, XV (1893), págs. 173-188.

(VR 10.18) Himno funerario.

(Tola 2014) Himno funerario que se refiere al ritual de entierro de un muerto. El


contenido de las estrofas es el siguiente: 1. Ruego dirigido a la Muerte para que se retire
y no haga daño a los que quedan vivos. 2-4 Palabras dirigidas a los deudos y amigos. Se
borran las huellas del cortejo fúnebre para que la Muerte no regrese. Se coloca una
piedra que separe a los vivos de los muertos. 5-6. Ruego a los Dioses para que no
envíen muertes prematuras. 7-8. Palabras dirigidas a las mujeres de los deudos para que
se reintegren a la vida conyugal, y a la mujer del muerto, que se ha extendido al lado de

191
él, para que se levante y se disponga a ser la esposa de otro hombre, tal vez el hermano
del muerto. Con un ligero cambio en el texto y con otra interpretación, estas estrofas
fueron utilizadas como argumentos para dar un origen divino a la costumbre de que las
viudas se quemaran junto con sus esposos muertos. 9. Se toma el arco de la mano del
muerto, si éste es un guerrero. 10-13. El entierro propiamente dicho. Como ya men-
cionamos, en la época védica coexistían la cremación y el entierro. 14. Palabras del
poeta: también algún día a él lo "colocarán", pero, sin decir más, retiene sus palabras.

(VR 10.34) Himno al jugador.

(Tola 2014) Este Himno está dedicado a los dados, dotados de vida propia, divinizados,
y con poder maléfico sobre el jugador, de acuerdo con las creencias primitivas,
plenamente vigentes en esta composición. Es un Himno lleno de vida y movimiento y
que oscila entre la pintura realista de las desdichas que acechan al jugador y la
descripción de los dados y de su poder demoníaco, para lo cual su autor utiliza algunas
vigorosas imágenes. Parece que sólo las estrofas 1, 2, 5 y 12 son dichas por el jugador:
las demás parece que no, contrariamente a lo que opinan muchos traductores. Las
estrofas 12 y 14 son súplicas dirigidas a los dados; la 13 contiene un consejo; las demás
son narrativas o descriptivas. Puede constituir parte de un ritual destinado a exorcizar a
alguien dominado por la pasión del juego. Con ese fin se elogia a los dados, se exalta su
poder y se les suplica finalmente que dejen libre a la víctima que han hechizado.

(VR 10.37) Himno a Surya.

(Tola 2014) Sürya, el Sol, es una Divinidad de orden secundario en el Rig Veda. Sólo le
están consagrados diez himnos. El elemento naturalista tiene gran importancia en él, ya
que su forma, diariamente visible, impide su completa antropomorfización y
mitologización.

(VR 10.47) Himno a Indra.

(Tola 2014) Himno dirigido a Indra, pidiéndole que conceda riqueza. Es una letanía que
acumula las cualidades de la riqueza que se pide.

(VR 10.51) Agni huye de los dioses y se oculta en las aguas.

(Doniger 1975) 29. Agni, el dios del fuego, es uno de los dioses hindúes más
importantes, pues es él quien lleva la ofrenda sacrificial a los demás, pero su función
más clara circunscribe en alguna medida el alcance de su mitología. El gran mito indo-
europeo de Agni es el mito del pájaro que lleva el fuego o el elixir de la inmortalidad
del cielo a la tierra, inversión de su diario viaje sacrificial. Esta imagen reverbera a lo
largo de los desarrollos posteriores del mito de Agni en una serie de episodios de buscar
y esconder, con Agni a veces buscando, pero más a menudo escondiendo, trasladándose
a veces de la tierra al cielo, pero más a menudo del cielo a la tierra. Agni huye de los
dioses y se oculta en las aguas. La fuente rigvédica del mito es, como tantos himnos
mitológicos, un diálogo entre figuras opuestas: Varuna, dios de las aguas, y Agni, dios
del fuego; Yama, dios de los muertos, y Agni, que obtiene la duración de una vida
plena. Las aguas y plantas en las que Agni entra (y que sirven en otras partes como
recepláculos para Indra o para el pecado de Indra) son los locus classicus del fuego-agua
proteico: Agni lleva a Soma en una caña hueca del mismo modo que lo hace el halcón

192
indoeuropeo (o Indra); se pensaba también que el fuego sacrificial védico estaba
dormido en los palos de fuego con los que se encendía, y, más tarde, Skanda el hijo del
fuego nació en un bosque de cañas junto a un río. Compárese: Rig Veda 1.65, con el
comentario de Sayana; Kaustaki Brahmana 1.2; Satapatha Briihmal}a 1.2.3; 2.2.3.2-5;
2.3.4.1-2; 6.2.1.1-9; 6.3.1.31-32; 7.3.2.14-15; Taittirfya Briihmal}a 1.1.3.9; Taittirfya
Saf!lhitii 1.5.1; 2.6.6.1; Brahma 98. Análisis: F. D. K. Bosch, The Golden Germ: An
/ntroduction to Indian Symbolism, La Haya 1960; Jean Filliozat, The Classical Doctrine
of Indian Medicine, Delhi 1964 (París 1949), págs. 46-67; Willibald Kirfel, Die fünf
Elemente insbesondere Wasser und Feuer, WalldorfHessen 1951; Claude Lévi-Strauss,
The Raw and the Cooked, Londres 1970 (París 1964) [Lo crudo y lo cocido], págs. 188-
198; F. Max Müller, Contributions, 11, 780-813; Muir, IV, 199-223; O'Flaherty (1973),
págs. 90-110.

(VR 10.58) Himno para hacer regresar el espíritu de un muerto.

(Tola 2014) La finalidad de esta composición es hacer volver a la vida a un hombre, que
acaba de morir. El poeta enumera todos los lugares posibles, a los que el espíritu del
muerto puede haberse ido y expresa su deseo de que regrese. La estrofa 12 es curiosa,
pues se refiere a la posibilidad de que el espíritu del muerto se haya ido hacia el pasado
o hacia el futuro.

(VR 10.61) Himno a Brahma Rudra [Raudra Brahman].

(Doniger 1975) Prajapati y Brahma: Para empezar por el principio, tanto de la historia
como de los relatos de la historia, se debe comenzar con la mitología de la creación tal
como aparece en Rg Veda. Los himnos de la creación -y la mayoría de los himnos
rigvédicos que aluden directamente a mitos- aparecen en los dos libros más tardíos (el
primero y el décimo), que ya muestran el germen de la especulación filosófica que debía
emerger plenamente en los Brahmanas y las Upanisads pocos siglos después. La forma
más básica de la cosmogonía védica está implícita en muchos himnos tempranos,
aunque nunca se describa explícitamente: es la formación de distintos elementos a partir
del flujo cósmico primigenio, la evolución del orden a partir del caos, la separación del
cielo y la tierra. Esta concepción de la creación como separación permanece en el centro
de buena parte de la mitología hindú posterior (así como del pensamiento social hindú)
y forma la chispa que anima el conflicto entre dioses y no dioses (demonios o seres
humanos). Incesto: el Padre comete incesto con su hija Una concepción de la creación
que se inicia en el Rg Veda y persiste a través de la mitología hindú posterior es la idea
del incesto primordial. Ni un solo himno cuenta esta historia, pero se pueden recoger
referencias dispersas para presentar un resumen del mito védico, que nunca nombra
realmente al padre o la hija y simplemente expresa en términos antropomórficos la idea
del Uno que crea un Segundo con quien se une como pareja. El cielo y la tierra, tan
cuidadosa y seguramente separados al principio, se encuentran aquí en un acto que es
creador pero peligroso. Ver RV 10.61.5-7 RV 1.71.5 RV 1.71.8 RV 1.164.33.
Compárese: Rg Veda 3.31.1; 10.61.7; Atharva Veda 10.10.16; Aitareya Brahma~Ja
13.9.10; Brhaddevata 4.110-111; Maitrayal}f Sarrzhita 4.2.12; Taittirfya Sarrzhita 3.4;
10.3; Tii1Jdya Mahiibrahma~Ja 8.2.10; Bhiigavata 3.13; Brahmiil}r;ia 2.3.1;
Brahmavaivarta 1.4, 4.31-35; KaLikii 1-3; Mahiibhiigavata 21; Markal}r;ieya 50;
Matsya 3-4; Siva 2.2.2-4 Análisis: Sadashiv A. Dange, «Prajapati and his Daughter»,
PuriiiJa, V, 1 (enero 1963), págs. 39-46; Friedrich Max Müller, A History of Ancient
Sanskrit Literature, Londres 1859, págs. 529 y ss.; Muir, IV, 45 y ss.; R. Panikkar,

193
«The Myth of Incest as a Symbol for Redemption in Vedic India», en R. J. Zwi
Verblowski y C. J. Bleeker (ed.), Types of Redemption, Studies in the History of
Religion, vol. 18, Leiden 1970, págs. 130 y ss.; O'Flaherty, Ascetism and Eroticism in
the Mythology of Siva, 1973, págs. 114-123, 136-141. Véase también Edmund R.
Leach, «Genesis as Myth», en Edmund R. Leach, Genesis and Myth and Other Essays,
Londres 1969; Philip Spratt, Hindu Culture and Personality, a Psycho-Analytic Study,
Bombay 1966, págs. 105-112, 229, 260; AK. Ramanujan, «The Indian Oedipus» en
Arabinda Podder (ed.), Indian Literature, Indian Institute of Avanced Studies, Simla
1972, págs. 127-137.

(Kramrisch 1981) Su nombre no se pronuncia; no debe mencionarse; sólo


indirectamente se debe hacer referencia a El (AB 3.34). Un himno del Rg Veda (RV
10.61), el texto más sagrado y antiguo de la tradición religiosa de la India, dice de sí
mismo que es una «creación salvaje», o «un poema del Dios Salvaje» (raudra brahman)
(RV 10.61.1). El himno conoce lo que evoca mediante esas palabras, pues Su presencia
está en ellas. En el lúcido frenesí de las imágenes del himno, Él nace y habita. Esto
ocurre cuando el tiempo está a punto de comenzar. En la aurora del mundo, cuando la
negra vaca de la noche cósmica se tiende con las vacas rojizas de la mañana (RV
10.61.4), aparecen dos figuras, el Padre y la hija virgen, su propia hija, los dos actores
de la escena primordial. El Padre hace el amor con la hija. De súbito, se echa hacia atrás
y su semilla cae a tierra, en el lugar del sacrificio (RV 10.61.5-7). «En relación con
ellos, los dioses crearon un poema, una palabra de poder (brahman), y a partir de ella
dieron forma a Vastospati, el guardián de la morada, el guardián del orden sagrado
(vratapá)» (RV 10.61.7). «Como un toro furioso el Padre echaba espumarajos, corriendo
de aquí para allá con escasa comprensión. Como una persona rechazada, ella se fue
corriendo hacia el sur» (RV 10.61.8), en la noche cósmica. A pesar de aquel
contratiempo, o a causa de él, pronto se escuchó en la tierra el ruido de las pisadas de la
progenie del Padre (RV 10.61.9). La creación es un acto de violencia que viola lo
Increado, la totalidad indiferenciada que es antes del principio de las cosas. Y, sin
embargo, se insinúa otro acto de violencia, y este último es mantenido en secreto en es-
tos mantras salvajes y prodigiosos. El está implicado, pues a El se invoca en este himno.
El, el más poderoso, que con la flecha en la mano da en el blanco (RV 10.61.3). El
Padre tuvo que echarse hacia atrás en el acto creador que debía ser impedido o deshecho
por Él, y ello sin embargo tuvo como consecuencia la existencia de la vida en la tierra.
Sin revelar su origen, chispas de sentido resplandecen en la tensa brevedad del raudra
brahman. […] Ellos tallaron (ataksan) —ésta es su traducción literal— esta forma a
partir del poema (brahman) mientras lo creaban (RV 10.61.7). Por la expresión del
mantra sagrado apareció Su forma en su metro, y la visión se concretó en el ritmo de las
palabras del raudra brahman, el poema salvaje, feroz, del dios cuyo nombre oculta
aunque se le vea cuando surge en su naturaleza insondable y en su forma paradójica
como guardián del orden sagrado, señor de vastu. El misterio de la creación en esta
simultaneidad de las manifestaciones comienza con un disparo decisivo, la herida que se
inflige al Padre, la pérdida de su semilla, su caída a la tierra, y el nacimiento del poema
y de la humanidad. En el principio es la palabra cantada por los dioses, la inteligencia
celestial, testigos compasivos de la pasión primigenia y de la acción del cazador. El
misterio del raudra brahman abraza el acto cósmico creador junto con la creación
engendradora de formas del poema. El brahman habla del misterio y al mismo tiempo
habla de su modo de hablar. Oculta y al mismo tiempo transmite Su nombre en la forma
que le da al llamarse a sí mismo raudra brahman, creación salvaje, o creación
«rudraica», pues este poema y la creación son de Rudra, el Dios Salvaje. Raudra, forma

194
adjetivada de Rudra, significa salvaje, de la naturaleza de Rudra. Rudra en cuanto
nombre del dios significaría «el Salvaje» o «el Dios feroz». Sin embargo, según la
tradición védica posterior, la palabra Rudra se deriva de rud, «gritar», «aullar» (TS
1.5.1.1; MS 4.2.12; SB 6.1.3.10). Las palabras de los mantras evocan la acción
primordial y el mito en su totalidad, pero también transmiten a la vez el efecto de esta
acción sobre los dioses, esto es, sobre la evocación consciente. Reflejada en esa
conciencia, la acción adquiere forma de poema. En su transmutación, el actor principal,
cuyo nombre se silencia porque la acción y el efecto sobre su víctima le identifican
plenamente, surge no como Fuego, no como el Arquero Salvaje, sino como Vastospati,
guardián de la morada y del orden sagrado (vratapá). En esta forma emerge del poema
de mágico poder, el brahman. La poesía en el orden sagrado de sus metros es su
dominio. Allí, el fuego del Arquero Salvaje sostiene la forma. Vástospati, creado por los
dioses, la inteligencia celestial, es el guardián de su dominio, el mundo del orden
sagrado, una estructura rítmica que es arte, un cosmos. Éstos son vástu, la casa que él
custodia. De esta manera se produjo Su mundo. El doble significado de la palabra
raudra es deliberado: el poema es sobre Rudra, el dios salvaje, formidable, y es en sí
mismo una creación fieramente salvaje, cargada con múltiples significados. Éstos
surgen de otros himnos, se hacen más explícitos en textos posteriores, y son básicos
para el cosmos de Rudra, que tiene su imagen en los mitos y en las artes visuales. En
estas dos modalidades formales el misterio de este dios dejó su huella durante milenios
en la resistente matriz de la mente india. El dios sin nombre evocado en la escena de
violencia y terror del momento primordial de la creación del hombre —cuando el
tiempo iba a comenzar— es el actor principal, aunque no figure en la escena. Los
dioses, la inteligencia celestial colectiva, observan la escena y en su preocupación la
transforman en un poema mántrico del que surge el dios sin nombre como Vastospati,
guardián del orden sagrado (vratapa). Vástospati significa guardián del vástu, y vástu
significa lugar y morada o casa. El Cazador Salvaje del desierto precósmico es Rudra.
En la forma de su poema, una creación mágica (brahman), los dioses le dan forma como
Vastospati. El vástu que él guarda es el cosmos, el lugar que es su dominio es el lugar
del sacrificio. El orden sagrado del cosmos es actualizado en el lugar del sacrificio en el
ritmo de los ritos y los himnos, análogos a los ritmos que impregnan el cosmos.

(VR 10.71) Himno a Agni.

(Kramrisch 1981) Un himno a Agni, el Fuego (RV 1.71), proyecta luz sobre la naturale-
za de Aquél cuyo nombre oculta la palabra poderosa y salvaje [raudra brahman]. Este
himno celebra a Agni, que había preparado la semilla para el Padre Cielo. Pero cuando
Agni observó la lujuria del Padre por su hija, el cazador se marchó de forma sigilosa,
luego, intrépidamente, disparó su flecha contra el Padre justo cuando estaba apagando
su deseo en su hija. El cazador había apuntado al propio acto creador. El Padre Cielo
derramó su semilla, que cayó a tierra. Agni, el Fuego, trajo a la vida a la progenie del
Padre, la hueste benevolente de los inmaculados jóvenes de Fuego (RV 1.71.5, 8). El
Fuego es cazador. La llama se desliza lentamente, dispara, golpea a la víctima con su
dardo. La flecha de Agni hiere al Padre en el abrazo apasionado a su hija. Pero el calor
de Agni había madurado también la semilla del Padre. Echando espumarajos con
apasionada furia al ser herido por la flecha ardiente, el Padre derrama su semilla sobre la
tierra, el lugar del sacrificio, donde brotará como esplendor de los inmaculados y
benevolentes jóvenes de Fuego, la hueste de los Añgiras, los sacerdotes de Agni. La
ambigüedad de Agni es la ambigüedad del fuego, que mantiene y destruye la vida. Pero
en la medida en que el Padre es objeto de esta ambigüedad, Agni es el nombre del

195
cazador que no es sino una máscara de Aquél cuyo nombre se oculta y al que los dioses,
la inteligencia celestial, en su discernimiento compasivo, dan forma como Vástospati, el
guardián de la morada, el guardián de la ley divina (vratapa).

(Kashyap 2012) Trata con variados aspectos del conocimiento revelados a los videntes.
El primer mantra declara que el primer paso para lograr un verdadero entendimiento es
la condonación del nombre inspirado, esto es, el reconocimiento de un poder no
conocido antes y el otorgamiento para ello de un nombre. En el Veda, un nombre no es
un mero identificador, el nombre se encuentra equipado con poder. La repetición de los
nombres sagrados revela el poder contenido en ellos a quien los recita. Este sūkta tiene
11 mantras, cada mantra comunicando una nueva perspectiva.

(VR 10.72) El nacimiento de los dioses.

(Coomaraswamy 1932) Como señalaba Charpentier, de cuya versión (Suparnasage, pp.


386-388) ésta que damos aquí difiere sólo en pequeños detalles, este himno describe
principalmente la creación desde el «Yacente», y secundariamente los términos del
movimiento de las Aguas por los pies de los danzarines angélicos en una suerte de
orgasmo [corro]. Esta es una figura que se relaciona estrechamente, aunque no es
idéntica, con la del Batimiento del Océano, la Épica samudra manthana. Y como en
algunos otros relatos del comienzo, el polvo o la espuma que surge de las Aguas
removidas deviene la Tierra, es decir, el soporte de los seres vivos en medio de las
posibilidades de existencia. El «Yacente» es originalmente Varuna, «el gran Yaksa
soportado en la espalda de las Aguas», Atharva Veda 10.7.38, de cuyo ombligo surge el
Árbol de la Vida, y en quien está la Hueste Angélica; posteriormente, es Brahma, y
finalmente Narâyana-Visnu. El hecho de que yace soportado en las Aguas corresponde
al reflejo de su imagen en las Aguas, como se describe en Pañcavijsa. (Brahmana
7.8.1). En este sentido recíproco, él, como Daksa, «nace» de Aditi, puesto que es como
una imagen reflejada, y Aditi de Daksa, puesto que las Aguas antecedentes a su brillo, a
su conocimiento, son sólo una posibilidad sin revelar. Puesto que Daksa, «Operación»,
«Pericia», la «mano derecha» de Dios, el puro atto de Dante, es un nombre esencial,
como Visvakarma y Prajapati, se identifica acertadamente con Prajapati, (êatapatha
Brahmana 2.4.4.2107). Traducir correctamente las familiares palabras sat y asat es
mucho más difícil de lo que podría parecer a primera vista. En algunos pasajes, como
Brhadaranyaka Up. 1.4.1 y Chandogya Up. 6.2.2 se ignora o se rechaza la relatividad de
la Existencia respecto a una causa permisiva (a saber, la No Existencia), y se da por
establecido como primera causa el Sí mismo (atman), la Persona (purusa), o la
Existencia (sat). En nuestro texto y en muchos otros, como VR 10.129.1,
Brhadaranyaka Up. 5.2.1, Chandogya Up. 2.2.1, Taittiriya Up., lo que se entiende por el
nacimiento de sat desde asat puede ser el nacimiento del Intelecto, el Sí mismo, la
Persona o la Consciencia, desde la Muerte, la Privación, la Oscuridad Inerte, o la
Inconsciencia; de Dios desde la Divinidad, de la esencia desde la naturaleza, ver Daksa
desde Aditi. Daksa, Tvastar y Visvakarma, que son propiamente nombres esenciales de
Dios con respecto a su actividad creativa, son llamados por los eruditos védicos «dioses
Abstractos», y parecen ser considerados por ellos como personalidades independientes.
Para crear un paralelo adecuado, por ejemplo en la teología cristiana, tendríamos que
considerar a Jehovah, al Padre, al Creador, al Señor de los Ejércitos, etc., e igualmente a
Jesús y a Cristo como «dioses» distintos, con un solemne examen de sus diversos
orígenes y oposiciones étnicos. Por otra parte, los autores védicos y los autores
posteriores son perfectamente conscientes de las identidades; por ejemplo, que Tvastar

196
es lo mismo que Savitri, que Visvakarma, y que Prajapati: y, ciertamente, ello es
perfectamente evidente por los relatos védicos de la personalidad y funciones de
Tvastar. Considerar que Aditi, Niruti, Urvasi, Laksmi, etc., son «diosas» distintas sería
igualmente erróneo. Uma, Parvati, Durga, Kali, etc., no son en modo alguno esencias
distintas, más o menos abstractas unas que otras. En general, sin embargo, sat tiene el
sentido más restringido de «eso que existe» o de eso que «es actual»; así, por ejemplo,
Sayana sobre VR 7.87.6 iguala sat con jagat, el «mundo», literalmente «eso que se
mueve» (por supuesto, con referencia al movimiento local). En Atharva Veda 10.7.21
aparece una distinción muy clara entre sat y asat, «Los afines (a saber, de los Ángeles)
comprenden la rama (del Árbol de la Vida, prasakhaya de Maitri Up. 7.11) establecida
(es decir, en las Aguas como la existencia manifestada de todas las cosas) por vía de
(Siva) de la No Existencia (asat); aquellos de aquí abajo que reverencian la Rama, la
reconocen como la Actualidad (sat)». Aquí, como ocurre a menudo, se contrastan
expresamente los puntos de vista inversos, a saber, el angélico y el humano, el
metafísico-intelectual y el empírico-sensacional; debe observarse la distinción entre las
raíces verbales vid y man, que implican respectivamente el «conocimiento» y la
«opinión», y es difícil ver por qué Whitney ha encontrado la estancia «altamente
oscura». A estos usos de sat como «real» o «actual» o «actualmente existente»,
corresponde el uso de sattva como tensión en relación a tamas como relajación, y
también al uso de sattva como equivalente de bhèta, «ser vivo», «ser mortal» (cuya
existencia depende del mantenimiento de una tensión). En el Rig Veda generalmente,
satya, a saber, la Ley o la Vía del Cielo, y de aquí también «Verdad». De la misma
manera, en Taittiriya Up. 2.6, satya [verdad] se contrasta con antra, y con toda
congruencia, en Maitri Up 6.3, asatya corresponde a sat en Brhadaranyaka Up. 2.3. En
las Upanisads, passim, satya se iguala con Brahman, con Prathama Yaksa, con îtman,
con Purusa, con Prajapati, con Prâna, con îditya, con Arka, etc., es decir, con Dios como
es en sí mismo y como se manifiesta: como Maitri Up. 6.6, donde Prajapati como satya
procede desde ahí a la pronunciación de las formas del mundo más grosero. El símbolo
satya tiene así una referencia completamente distinta del de sat; pero se encontrará que
su referencia incluye e ilumina más la de sat. El mismo tema se desarrolla más en
Aitareya îranyaka 2.1.5, donde satya se trata como triple, de la misma manera que el
OM es a + u + m: aquí «sat es el Espíritu, ti es el Alimento (el medio de ser en un
modo), y tya es el Sol Supernal allí: eso (satya) es triple». La sentencia siguiente, que
suscita la indignación moral de Keith (Aitareya îranyaka, 1909, p. 207, nota 8), es
perfectamente inteligible a la luz de la parte conclusiva de la Brhadaranyaka Up. 5.5.1,
que ha de traducirse como sigue: (1º) «El que conoce esta Vericidad de la Verdad
(satyasya satyattvam), aunque hable mal, no obstante habla la Verdad (satya)», y (2º)
«La primera y la última sílabas son la Verdad, y en el medio está la No Verdad. Esta No
Verdad es comprehendida por ambos lados por la Verdad, de manera que prepondera la
Verdad. La No Verdad no hace daño al que conoce esto». Ninguno de ambos pasajes
considera un problema ético de ningún tipo: ambos tratan de lo que es metafísicamente
Verdadero y No Verdadero, a saber, de Vidya y Avidya. El que comprende que «el
Brahman es todo esto», que la Multiplicidad es meramente el devenir, el término medio
de la Unidad, aunque pueda usar el lenguaje del empirismo (como ciertamente debe
hacerlo), no resulta engañado, ni extraviado, ni perjudicado por ello, pues conoce las
cosas contingentes en el modo eterno; y no es realmente, sino sólo aparentemente, un
«materialista», pues todos sus «hechos» son transformados por su comprensión de ellos.
En cuanto a la encrucijada moral que representan pasajes tales como Kausitaki Up. 3.1.
Puesto que, por hipótesis, el jrvanmukta no tiene motivos, no pueden achacársele
propósitos buenos ni malos; «ciertamente, tales no hacen nada por sí mismos»,

197
Premsagar, cap. 34. O según la «aguda y concisa interpretación» de Deussen (Hume),
ignorada por Keith, «Para quien ha alcanzado el conocimiento del atman y su unidad
con él, y con ello se ha liberado de la ilusión de la existencia individual, sus obras
buenas y malas se acaban: ya no son sus obras, simplemente porque él ya no es un
individuo» (Sechzig Upanisads des Veda, p. 144, nota 1). Aristóteles también tenía el
punto de vista de que el que sobrepasa a sus congéneres más allá de toda comparación
en virtud es una ley para sí mismo, y no ha de ser juzgado por otras leyes. La perfección
y la moralidad son términos inconmensurables. Si algunos se alarman por esta
proposición, que reflexionen que esta doctrina no excusa en modo alguno de sus
obligaciones al Viajero, pues «mientras nosotros estamos en la vía no estamos allí», y
que un hombre que declara ser un Comprehensor, o estar en un estado de Gracia, lo
hace bajo su propia responsabilidad. El hecho de que puede haber falsos profetas, no
afecta a la doctrina en tanto que la forma intrínseca de la Perfección; forma que, por su
naturaleza misma, es inexpresable en los términos de la tesis y de la antítesis, del bien o
del mal. Como dice el Maestro Eckhart, «Al justo no se le da ninguna ley, porque el
justo cumple la ley interiormente, y la lleva en sí mismo» (Claud Field’s selected
Sermons, p. 35); cf. San Agustín, «Ama a Dios, y haz lo que quieras». Sobre la
Perfección y la Libertad, ver René Guénon, Les états multiples de l’être, 1932, cap. 18,
y L’homme et son devenir selon le vedanta, caps. 24 y 26. Eso debe compararse con la
totalidad de Brhadaranyaka Up. 2.3, donde, por ejemplo, se dice que la quintaesencia o
la tintura (rasa) de «eso» es la Persona en el Sol. Es evidente en Brhadaranyaka Up.
5.5.1, donde «Las Aguas (apaú) derramaron (asrjata) la Esencia (satya); la Esencia
derramó al Brahman; el Brahman a Prajapati; Prajapati a los (Distintos) Ángeles»; y se
desarrolla aún más claramente cuando se analiza la referencia, como en ídem 2.3, donde
–tya corresponde a la noción de asat; aquí el Brahman en una semejanza, mortal
(martya) y existente (sthita) es sat, «actual», mientras que el Brahman sin imagen, no
mortal e inmanente y universal (yat) es «allí» o «infinito» (-tya), cf. las glosas de
Ramanuja yadvyapakam y tyattaditaradityarthaú. En algunos casos el significado se
acentúa por el uso de la expresión satyasya satyam, como ídem 2.3.6 y Aitareya
îranyaka 2.1.5 y 2.3.8, donde Eso (el Brahman) «en lo que está unida la realidad última,
allí es donde todos los Ángeles devienen Uno». Así pues, parece que sat no debe
distinguirse de asat como el «Ser» del «No Ser», sino más bien como la «Existencia» de
la «No Existencia»; es decir, del Ser y el No Ser, que no son existentes, sino las
posibilidades de la Existencia. La implicación usual de stha es «existir», es decir, en
tanto que especie natural, como una «cosa»: esto no es incongruente con la glosa de
sthita por Ramanuja, a saber, sthita = avyapaka, «particular», «individual», en oposición
a yat = vyapaka, «universal», «omnipenetrante». Las traducciones comunes de sthita
(Max Müller, Hume, etc.) como «sólido» o «estacionario» son enteramente erróneas,
pues la referencia es a todo lo que está integrado o es actual, ya sea físico o mental. De
la misma manera, las traducciones de yat como «fluido» o «móvil» son igualmente
erróneas, pues los fluidos no son menos «sthita» que los «sólidos», mientras que la
«movilidad» implícita en yat es principial, no local. Como observa Sayana en relación
con VR 5.19.1 sthita padârtha jatam «el significado de la palabra sthita es “nacido”», cf.
Maestro Eckhart, «Todo lo que es conocido o nacido es una imagen», como en
Brhadaranyaka Up. 2.3.1, donde lo que es sthita es también mèrta. Lo que es sthita,
existente, son precisamente los cinco elementos sutiles y sus manifestaciones groseras:
«este todo, esta obra Suya que rota, ha de considerarse como sólida (prthvya), líquida
(apya), flogística (teja), gaseosa (anila) y etérica (kha)», Svetâsvatara Up. 6.2. Sthita es
a yat como tasthuaú a jagata en VR 1.115.1; como dhruva a carat en VR 10.5.3 (dhruva
= sthita también en VR 7.88.7); como ti·Êhatu a anugata en VR 10.19.3 y 1 (donde

198
también stha en 3 corresponde a jiv en 6); como ejat a carat en Mundaka Up. 2.1 (donde
el «carat» es guha sannihitam, «oculto en lo más interior»); y como paribhramati a
carati en Maitri Up. 3.2 y 2.7 (donde también eso que es «carati» es acala, «inmutable»).
En Maitri Up. 6.6, car se usa con respecto a la Persona en el ojo, que «presencia»
(carati) las cosas dimensionadas. En todos estos pasajes gam y car se usan con respecto
a la moción principial, stha con respecto a las cosas que tienen un lugar y una moción
local; cf. Maestro Eckhart 1.114, «Como moción sin moción, aunque es la causa la
moción, y como tamaño sin tamaño, aunque es el principio del tamaño».

La doctrina védica de los Ángeles nunca se ha estudiado seriamente. Ver mi On


translation: maya, deva, tapas, en revista Isis 55. La calificación mínima para un estudio
profundo de este aspecto de la ontología védica no sería meramente un conocimiento de
los Vedas y Upanisads, sino estar familiarizado además con la concepción gnóstica del
Pleroma y de los Eones, y con la teoría cristiana de los ángeles según se esboza en las
secciones de la Summa Theologica que tratan del Gobierno Divino (1.QQ.103-119). El
examen de arriba se ofrece meramente como un ensayo dirigido a comprender mejor el
problema implicado. «Debido a Su gran Plenitud y Majestad (maha-bhagya) ellos
aplican muchos nombres a quien es sólo Uno (ekaika)», Sutra Nirukta 7.4. «Debido a su
Gran Sí Mismidad (mahâtmya) se da una diversidad de nombres a los tres ángeles, a
saber, Agni, Indra-y-Vayu, y Surya, aquí, en el mundo intermediario, y en el Empíreo,
visibles en éste o aquel (mundo), según la ordenación de sus estaciones (sthana-
vibhaga). Es decir, ellos son poderes, y sólo sus nombres son diferentes. Sin embargo,
los sabios cantores dicen en sus fórmulas que ellos (los tres ángeles) tienen un origen
mutuo (Sutra Nirukta 7.4). Los «ángeles» son aquí las Personas de la Trinidad. A estos
ángeles se les llama por nombres diferentes según sus esferas. Algunos dicen que
pertenecen a ellos y que su interés está principalmente en ellos: pero el Sí mismo
(atman, es decir, la Persona) se predica acertadamente sólo como la totalidad de la
asumición distributiva por parte de estos tres Señores del Mundo, que se han
mencionado por separado arriba. Se dice que el arma o el vehículo de cualquiera de
estos (ángeles) es su energía ígnea (tejas). Inversamente, el ángel es el «sí mismo»
(atman) del arma o vehículo. Igualmente, a la Sabiduría (vac) se le lauda por separado
como de esta (esfera), como (de la esfera intermediaria) de Indra, y como celestial. Es
decir, cada uno de los Sí mismos o Personas tiene su propia naturaleza, su propia
potencialidad, su propia sakti. En todos aquellos laudes que se dirigen a muchos ángeles
(bahudevata), y en aquellos laudes juntos que son en el dual, son predominantes los tres
Señores (antedichos)», Sutra Nirukta Brhad Devata 1.69.75. y 7.4 y 5, donde los
Ángeles son también «miembros» del Sí mismo, y VR 5.3.1, donde los Distintos
Ángeles están «en Él», a quien se llama indistintamente como Agni, Varuna, Mitra, e
Indra. Así pues, hasta aquí está claro que los Ángeles de que se habla son los Sí mismos
o Personas de la Trinidad (tridha), ya sea que se designen como se ha mencionado, o
por cualesquiera otros nombres alternativos, esenciales o personales, que se empleen,
tales como îditya, Prâna, Prajapati, Daksa, Mitra-Varuna, Agni, Brahma, Visnu, Siva,
etc. A éstos les corresponderán, por supuesto, nombres esenciales o personales
alternativos de la Sabiduría (vac), tales como Prakrti, MayOa, Urvas, Sarasvati, Laksmi,
Durga, etc. Justamente estos bahudevata, a saber, los daivasya dhaman = deva de VR
7.58.1, los visve yajatraú de VR 1.65, los «pájaros de un único padre» o los
«compañeros de nidada» de VR 10.92.6, los sarva daivatya de Brhadaranyaka Up. 1.2.7,
son los Visve Devah, los «Distintos Ángeles», o la «Hueste Angélica» en un sentido
especial, a quienes se lauda tan constantemente en los Vedas, como VR 10.82.5 y
Atharva Veda 10.7.38; son también los mismos que los «Ángeles» sin especificar

199
cuando éstos se mencionan como ya presentes «en el comienzo», o como cooperando en
el «primer sacrificio», como en VR 10.90 y 129, y como en VR 10.72, donde «nacido»
(anvajayanta) debe tomarse en relación con susarabdha, y con respecto a términos tales
como ekajatatva e itaretarajanmana citados arriba, para significar «conascente» más
bien que nacido efectivamente. Así pues, en lo que concierne a nuestro texto, los
Ángeles mencionados han de considerarse como los del orden primero o supracelestial,
un orden sempiterno con respecto al tiempo, como se reconoce en el Pañcavisa
Brahmana 6.9.15 sig., donde se habla de los Ángeles como una «primera emanación»
(prathamam asrgram) y como la «pronunciación duradera», y donde, en este aspecto, se
contrastan con la venida a la existencia de los seres racionales (manu «hombres»,
«mortales») cuya pronunciación es «de día en día». Decimos «orden» más bien que
jerarquía adrede, porque el orden (dha, samhita) de las Personas representa un orden
natural o lógico, no un orden jerárquico; aquí no hay ninguna procedencia. Este examen
cubre sólo una de las numerosas clases de los ángeles; ciertamente, las huestes de los
ángeles incluyen, además de los Visve Devas, a los Adityas, a los Vasus, a los
Maharajikas, a los Sadhyas, y a otros. En Taittiriya Up. 2.8, se hace alusión a tres
jerarquías de ángeles, de quienes los más altos son simplemente los «Ángeles» (devas)
y los que siguen a éstos son los «ángeles con respecto a las obras» (karma-devas), «que
alcanzan a los ángeles por sus obras» (ye karmana devanapyanti), y que, evidentemente,
son lo mismo que los «ángeles cuyo sí mismo es obras» (karmâtmanas devas) del
Manava Dharmasastra 1.22; los terceros en rango son los «ángeles engendrados»
(ajanajas devas), y todos éstos son superiores a los Patriarcas (pitaraú). En palabras de
Dionisio, «nuestro conocimiento de los ángeles es imperfecto» (Coel. Hier., VI).
Apenas puede dudarse de que Williams Jackson, (J.A.O.S., Vol. 21, pp. 168 y 181),
interpreta acertadamente el avesta vitha como derivado de vispa (sánscrito visva)
«todo», y que los «Omnidioses» que se mencionan a menudo en relación con Ahura
Mazda eran precisamente los «Distintos Dioses» de los textos védicos. La mención de
los Yatis, traducido aquí por «Dispositores» de acuerdo con el significado raíz, es de un
interés especial: pues está implícita su copresencia con los Distintos Ángeles antes de la
moción local. Estos «ascetas» son evidentemente los mismos que los «Profetas» de
otros textos, que, junto con los Patriarcas (pitaras), están deseosos de progenie
(prajakamya, Prasna Up. 1.9). El retorno de los Profetas y de los Patriarcas igualmente,
desde el curso del pitryana a la existencia corporal en un eón (yuga, kalpa) futuro, se
determina por la fuerza inagotada de las obras anteriores; en otras palabras, los Profetas
y los Patriarcas son los portadores de la herencia. El Único Ángel o los Distintos
Ángeles son los dadores de la Vida: pero es el Hombre, «Adan», «Ayu», el que otorga a
cada existencia su carácter específico. En relación al mundo, Brahma-Prajapati es él
mismo un Patriarca en este sentido, pues sus «Obras» (karma) o «Sacrificio» (yajña) en
cualquier eón determinan su reincorporación en la aurora de un ciclo sucesivo. En el
relato épico del Batimiento del Océano, en lugar de los Yatis encontramos a los Ángeles
y a los Asuras tirando en direcciones opuestas. Eso no implica en modo alguno una
igualación de los Yatis con los Asuras, sino más bien una imaginería diferente, en la que
los Yatis, en tanto que portadores de la herencia, son reemplazados por Ángeles y
Demonios: puesto que éstos, colectivamente, representan los factores buenos y malos
(dharmâdharmau) y todos los demás pares de opuestos (dvandvau). (Maestro Eckhart
1.207: «¿Qué son los opuestos?. Dios y el mal, lo blanco y lo negro están en oposición,
una cosa que no tiene ningún lugar en el ser real»). Los opuestos son esenciales a la
existencia de un universo perceptible, aunque, como tales opuestos, no tienen ningún
lugar en lo «invisible». Como hemos visto arriba, el Señor de la Vida (VR 10.90.2),
actúa como causa permisiva, no como causa inmediata de la operación de los principios

200
opuestos (Así, «Él usa a los demonios para Sí mismo», Santo Tomás, Sum. Th.
I.Q.109.A.1). Estas glorias contendientes, los hijos y los discípulos de Prajapati
(Brhadaranyaka Up. 5.2), son la causa inmediata de la idiosincrasia en los seres vivos.
Todo eso corresponde a lo que en el cristianismo se llama el «pecado original», la
«turba» de Boehme: pues no debe olvidarse que la consecuencia del «pecado original»,
a saber, la pérdida de la inocencia, no es especialmente el conocimiento del mal sólo,
sino precisamente el «conocimiento del bien y del mal». «Entonces hiciste nacer en el
Mar al Sol oculto»: esto sería lo mismo que el nacimiento de Agni en las Aguas, donde
yace oculto (es decir, sin reflejar todavía en un contrabrillo) hasta que es buscado y
descubierto por los Distintos Ángeles. Las innumerables alusiones védicas al hallazgo
del Sol o del Fuego, perdido en las Aguas, en las Profundidades (guha), o en la
Obscuridad (tamas) —como VR 5.40.6— hacen referencia primeramente al
oscurecimiento de la Luz que antecede a la Aurora de un ciclo del Mundo, y al hallazgo
de esta Luz por medio de los himnos o de los ritos cantados o celebrados por los
Ángeles o los hombres. Naturalmente, en la aurora de cada día, o durante un eclipse, se
llevan a cabo los ritos análogos y se cantan los mismos himnos, para efectuar el retorno
de la luz oculta. Pero no debe olvidarse que las Aguas, las Profundidades, y la
Oscuridad, son también las Profundidades del Corazón, y que para el que comprende,
los mismos himnos y los mismos ritos son medios para la visión interior de ese Sol
Supernal cuyo brillo y cuya oscuridad son sin sucesión, y no están sujetos a ningún
accidente del tiempo. De los engendrados de Aditi, «los hijos de la Libertad», es decir,
el grupo bien conocido de los Ocho Adityas, se dice que siete retornan vía arriba, por lo
que sería el devayana, hacia la fuente de su ser: mientras que uno permanece en el
mundo, a saber, el Sol manifestado en cada uno de los Tres Mundos, sujeto a la
mortalidad (VR 2.5.2: «el octavo ser angélico es en figura humana»; VR 1.35.6-9,
donde es Savitri quien ilumina el mundo y las ocho direcciones. La mejor lista de los
ocho Adityas aparece en Taittiriya Aranyaka 1.13.3, donde el octavo (Vivasvat) se
identifica con Martana, es decir, Aditya en tanto que deidad manifestada y existente, y
donde los otros parecen ser Mitra, Varuna, Aryaman, Daksa, Bhaga, Amsa, y Agni o
Soma, ver S.B.E. 32, 252 sig. Así pues, aquí se dice que un octavo de la deidad,
invistiendo la mortalidad, permanece encarnado en el universo: en otras partes
encontramos una afirmación de que sólo un cuarto de la deidad está presente aquí. No
debe comprenderse que tales expresiones impliquen una partibilidad del ser, sino sólo la
inconmensurabilidad de la totalidad incalculable de las existencias en el tiempo respecto
a la unidad infinita del ser en la eternidad. Hemos traducido yuga como «eón» en
consideración intencional al significado dual de esta palabra, a saber, (1º) como un gran
período de tiempo, y (2º) como un poder que existe desde la eternidad en el Pleroma y
que es del Pleroma. Eón, «un poder que existe desde la eternidad […] fase de la deidad
suprema que toma parte en la creación y gobierno del universo», New English
Dictionary. En el Nuevo Testamento, Pleroma es la «plenitud» de la Deidad, cf. pèrna y
krtsna en las Upanisads, y akrtsna, «no entero», como caracterizando a la existencia
individual, como en Brhadaranyaka Up. 1.4.7; en el gnosticismo valentiniano,
igualmente, el Pleroma es la morada de los Ángeles. Pero en nuestros tres himnos,
pèrvya yuga, uttara yuga, etc., denotan tanto un lugar más allá del lugar, es decir, la
Eternidad qua locus, como un linaje antiquísimo (la alt Geschlecht de Charpentier), o un
tiempo más allá del tiempo: pèrvya yuga es realmente vyoman, «el cielo sin moción,
este firmamento es la morada del bienaventurado», Maestro Eckhart 1.170; y ese «más
allá» está en el loto del corazón, el locus del espacio en sí mismo (akasa, Maitri Up.
4.2), «todo está contenido en él», Chandogya Up. 8.3, «el que conoce al Brahman
oculto (nihitam) en la caverna del corazón (guhayam), en el Empíreo Supremo (parame

201
vyoman), obtiene todos los deseos y con ello también al Brahman», Taittiriya Up. 2.1,
ver Taittiriya Up. 2.5 y 7. Otros términos que tienen una referencia similar a la de
«Pleroma» ver VR I.163.1 y 1.164.12; bhaman en Chandogya Up. 7.23 y 24; y
Kausitaki Up. 4.8. Ese lugar, esa afinidad, y ese tiempo antiquísimo y supracelestial, se
contrastan con los reinos del nacimiento y de la muerte, los tres Mundos, no como
durando meramente por un tiempo, sino hasta el fin del tiempo; las Personas, los
Ángeles y los Santos, un linaje inmortal, están allí desde donde no hay ningún retorno,
ningún deslizamiento hacia abajo; aunque esto no es la Unidad de las Personas, no es
una inmortalidad absoluta, sino más bien una sthayita de incalculable duración, no fuera
del tiempo, sino de una duración de todo el tiempo. De hecho, esto es un Paraíso, el
Paraíso más allá del Sol, accesible sólo a los Comprehensores: originalmente el Paraíso
de Varuna (Jaiminiya Brahmana 1.42-44), más tarde el Paraíso de Brahma (Kausitaki
Up. 1.2-7), y aún más tarde también el Paraíso de Amitâbha. Por consiguiente, al menos
en los pasajes donde se implica claramente por el contexto esta esfera primordial,
debemos traducir términos tales como vyoman, dyauú, divi, naka, e incluso yuga por
«Empíreo», «Paraíso» o «Pleroma», más bien que como «cielo». El retorno de los siete
Adityas al Empíreo recuerda a Ireneo 3.11.1, «Cristo desde arriba […] continuó
impasible […] y después de descender sobre Jesús retornó adentro de su Pleroma».
Pues mientras que el Paraíso de Brahma está más allá del Sol, más allá de la puerta de
los mundos (loka-dvara, Chandogya Up. 8.6.5) por la cual sólo hay admisión para el
Comprehensor (vidu), ídem, el cielo de Indra es sólo el más elevado de los Tres
Mundos, un cielo accesible a todos aquellos que han hecho buenas obras,
independientemente de la comprensión, y desde donde hay para ellos un constante
retorno a las condiciones terrestres.

(Kashyap 2012) Este himno trata los detalles del nacimiento de los Dioses quienes son
funcionarios universales, esto es, el nacimiento de los poderes asignados para llevar a
cabo las variadas funciones en el universo. El verso 10.72.2 declara que la existencia
(sat) surgió o fue desprendida de aquello que es llamado asat. Declara que tal y como
un herrero le da forma a varios objetos, Brahmanaspati moldeó a los dioses y les dio
formas y funciones necesarias para llevar a cabo sus tareas. El verso 5 declara que Aditi,
la Diosa del Infinito, fue la primera en surgir y que después vinieron todos los demás
devās. Aditi tuvo ocho hijos, siete de los cuales llegaron a ser funcionarios en los siete
planos universales, mientras que el octavo, Mārtānda, fue hecho para producir el
nacimiento de todos los seres del mundo. […] En VR 10.72.2 se establece que tal y
como un herrero le da una forma específica a los objetos que idea, Brahmanaspati
también otorga la forma específica y la funcionalidad para cada objeto del Universo.
Brahmanaspati se encuentra estacionado dentro del hombre, como si estuviese dormido.

(Pérez Martín 2000) En el armonioso orden nacen los dioses o aquellos que brillan
como puntos focales de la conciencia de la Inteligencia Divina. Ellos son los
constructores del universo manifestado, los agentes de la Voluntad Divina, los
guardianes y los Señores de la Ley Universal Una. El mundo védico antiguo vibraba de
alegría y esperanza en íntima comunión con la naturaleza, pleno de contemplación de la
Divinidad en términos de gloria de la creación. Para la mente antigua no existía un
concepto tal como un universo mecánico, sino que todo el cosmos estaba vivo, vibrando
por la Vida existente en él, penetrado por el Espíritu y Sus diferentes manifestaciones.
Más abajo, la escala del ser, siendo los dioses la más alta manifestación de esta
grandiosa jerarquía; (VR 10.72) “El nacimiento de los devas. Proclamamos ahora con
admiración, que podrá verse en las edades aun por venir”. Los dioses cósmicos animan

202
como almas invisibles a los elementos cósmicos, los cuales son sus aspectos visibles.
Por una parte, como regentes de la naturaleza, son responsables de las infinitas
variedades posteriores, y por otra, son contrapartes de ellos. Sin duda, se reflejan en las
potencias divinas, pura doctrina secreta.

(VR 10.73) Himno a las divinidades.

(Pérez Martín 2000) Cuando el sabio saludó al Sol al alba, el iluminador, por quien y
para quien “los inmortales han marcado un sendero,” saludó la luz de nuestra propia
alma que siempre sigue en el despertar a los impulsos divinos. La historia de los dioses
y su acción y reacción, está comprendida en los numerosos mitos védicos, que, desde
luego, constituyen motivo para un profundo estudio En ellos se revelan la profundidad
de discernimiento y complejidad de la mente humana.

(VR 10.75) Himno al río Sindhu.

(Tola 2014) Himno al río Sindhu, hoy llamado el Indo, y a sus afluentes. En dos
estrofas, que parecen intercaladas, el poeta menciona otros ríos, algunos de los cuales no
pertenecen al sistema del Indo, como el Ganges y el Yamuna, su afluente. El río Indo es
presentado como un ser masculino, con excepción de las estrofas 7 y 8, en que aparece
como mujer.

(VR 10.81) Himno a Vishvakarman.

(Kashyap 2012) En los himnos RV 10.81 y 10.82 se considera la manifestación del


universo con cierto detalle. Ambos himnos también se encuentran en el Krishna Yajur
Veda Taittirīya Samhitā (4.6.2). Cada himno posee siete mantras. En RV 10.81.1 se
declara que el creador mismo ha entrado en todas las cosas manifestadas, al mismo
tiempo que vela su suprema forma (o el primer movimiento creativo) en un misterio.
Los mantras 10.81.2-3 posan una serie de preguntas: “¿Cuál es el soporte (adhishtānam)
de la manifestación? ¿Cuál fue el material? ¿Cómo fue formada la tierra y cómo fue
modelada la gloria del cielo? ¿Cuál fue la madera y cuál fue el árbol a partir de lo cual
el cielo y la tierra fueron formados?”.

(Tola 2014) Vishvakarman, al igual que Savitar (VR 1.35), parece ser la personificación
y divinización del epíteto vishvakarman, aplicado a varios Dioses y que significa "El
Hacedor de Todo". Es, por eso mismo, un Dios abstracto, de individualidad poco
marcada. El rasgo más saltante en su carácter, después del de Supremo Hacedor, es el de
Sacerdote, Sacrificador. El presente Himno trata, especialmente, de la actividad
creadora de Vishvakarman, haciéndose presente su característica sacerdotal. Según
Sáyana, la primera estrofa nos dice que Vishvakarman hace desaparecer la realidad
cuando llega el término prescrito para su disolución, y que después, deseando poseer un
nuevo universo, lo crea y penetra en él. Las estrofas 2 a 4 representan la Creación del
Universo como la obra de un modelador, la segunda como la obra de un herrero, la
tercera como la obra de un carpintero. Las estrofas 5 a 7 contienen diversos ruegos a
Vishvakarman, entre los cuales el más interesante es el contenido en la estrofa 5, en que
el poeta le ruega a Dios que le revele sus múltiples formas. En este Himno aparecen ya,
más o menos implícitamente, algunas de las ideas caras a la Filosofía de la India de si-
glos posteriores: la disolución de la realidad, la inmanencia del Ser Supremo en todo,
sus diversas formas. Por la importancia concedida al Sacrificio, este himno se conecta

203
con las especulaciones sacerdotales de textos más recientes y revela su inspiración
brahmánica.

(Pérez Martín 2000) Desde el comienzo de la vida existe el sacrificio, el mundo es el


efecto de tal deseo, cuya esencia es la auto ofrenda, y por su medio el mundo continúa
su rumbo. Así, el sacrificio se repite en cada peldaño de la escala del Ser. En el famoso
Purusha Sukta se nos dice que el hombre divino fue originalmente sacrificado, que de
sus residuos pudo ser. el universo. Esto recuerda la revelación de que el cordero, se
dice, fuera sacrificado en la creación del universo. H.P.Blavatsky explica esta oblación
primaria como “la gradual asfixia y muerte de lo espiritual en lo material”, y se refiere
a San Pablo, “la semilla no se vivifica si no muere antes” (Cor. 15.36) Especifica
también H.P.B que la palabra “aja” (el innato y eterno espíritu) significa también
cordero en sánscrito, de ahí el sacrificio del innato o del cordero. Auto anulación es auto
glorificación. Este tema se repite en todo el Rgveda: VR 10.81.6 Creador de todo, por
el sacrificio se glorifica. Llegando así al corazón de los Vedas. De esta forma, “el alma
peregrina”, continúa H.P.B.: como el Todo Creador ha de sacrificarse él mismo por si
mismo para redimir a todas las criaturas, para resucitar de entre los muchos a la Vida
Una. Esto proporciona un perfecto comentario en el significado interno del sacrificio
Védico [yajman].

(VR 10.82) Himno a Vishvakarman.

(Kashyap 2012) En RV 10.82.1 se declara: “El padre de la visión, sabio en espíritu,


originó estos dos mundos ricos en luz, los cuales se postran ante él con un gesto de
obediencia. Cuando los antiguos límites se hicieron firmes, entonces el cielo y la tierra
llegaron a estar extendidos”.

(VR 10.84) Himno a Manyu.

(Tola 2014) Manyu, la Cólera, es la personificación y divinización, con levísimo


antropomorfismo, de un sentimiento humano. Es el mismo proceso que lleva a convertir
en divinidad al Amor. En este Himno el autor elogia a la Cólera y le pide su ayuda para
conseguir victoria y botín. Este Himno, como otros tantos, da una idea de las condi-
ciones predominantes en la época y del carácter del pueblo védico, aficionado a la
guerra e inclinado al saqueo. Cosa distinta ocurre siglos más tarde: la cólera, al igual
que el deseo, son considerados como reacciones funestas que producen la ruina del
hombre.

(VR 10.85) Himno al matrimonio.

(Kashyap 2012) Trata con el matrimonio simbólico “del deleite de la existencia” o


Soma, con Sūryā, la hija del Sol, “la omnisciente”. Dondequiera que ocurre la palabra
soma en el RV, es acompañada por el epíteto suta (el esfuerzo de liberación). Cuando
hacemos cada trabajo conscientemente, estamos envueltos por este deleite. El
significado pleno de la existencia es realizado sólo cuando esta intrínseca ānanda es
producida y desarrollada en su figura completa envolviendo la vida.

Versos [mantras] 1 al 5.

204
La adoración para Soma se encuentra en los primeros cinco versos (RV 10.85.1-5). El
tercero declara explícitamente que Soma no es una simple hierba y que el Soma que es
conocido por los hombres de conocimiento, ninguno aparte de ellos lo ha bebido. Los
siguientes cinco versos describen a Sūryā, y los restantes tratan con la procesión de
bodas y con las bendiciones para la pareja.

Versos [mantras] 7 y 8.

Estos dos versos mantras 7 y 8 se encuentran en el himno RV 10.85, el cual consiste de


47 versos que describen el matrimonio de Sūryā con Soma. El simbolismo entero de
este himno es demasiado fuerte como para que sea dejado de lado. Sūryā significa “el
Conocimiento iluminado” y Soma “el Deleite en la existencia”. Aún cuando el sentido
común distingue el Conocimiento y el Deleite como dos cosas lejanas una de la otra, en
el RV se propone su unión. Todos los matrimonios humanos son la contraparte de esta
unión divina. El verso 7 describe el simbolismo de la novia. Y para aquella quien
simboliza el Conocimiento, sólo el pensamiento puede ser su almohada y la visión
divina el ungüento para los ojos que les da la claridad. Ambos, el Cielo y la Tierra son
el cofre de obsequios en donde el Conocimiento (Sūryā) guarda sus tesoros. Por último,
el verso RV 10.85.8 declara que Agni, el Dios de la aspiración, es el líder de la
procesión para realizar el Yajña (sacrificio). Los gemelos Ashvins quienes otorgan la
salud perfecta del cuerpo y la mente, son los asistentes en la boda. La mente de Sūryā es
su carroza. Los himnos [sūktās] son los estandartes cruzados del eje de la carroza. Los
mantras Rik y Sāman son los dos bueyes embridados. El camino es el cielo.

Verso [mantras] 36.

El mantra RV 10.85.36 es utilizado aún hoy en día en la celebración de los matrimonios


hindúes como parte del voto de matrimonio que declara el novio a la novia.

(Tola 2014) Este Himno, sumamente interesante e informativo, consta de varias partes.
Las estrofas 1 a 5 contienen unas reflexiones sobre la bebida sagrada soma. Las estrofas
6 a 14 describen, en términos simbólicos para la época, y surrealistas para nosotros, el
vestido, el ajuar y el cortejo de Sürya, la hija del Sol, cuando casó con el Dios Soma.
Las estrofas 15 a 19 tienen poca conexión con las anteriores y no son del todo claras. La
estrofa 16 habla de las dos ruedas visibles del carro de los Ashvins, tal vez el Sol y la
Luna, y de una tercera rueda, secreta y misteriosa, tal vez el Mundo Invisible. La estrofa
17 rinde homenaje a varios Dioses. Las estrofas 18 y 19 se refieren, en términos más o
menos velados, al Sol y a la Luna. Con las estrofas 20 hasta el final entramos en el
dominio de un matrimonio humano y real. Ellas hacen referencia a diversas creencias de
la época y a diversos momentos del ritual matrimonial. La novia, designada a veces con
el nombre de Sürya, es invitada a subir al carro que la llevará a la casa de su esposo
(20). Se le pide al Poeta Gandharva Vishvavasu que deje libre a la novia, pues era la
creencia que toda mujer, antes del matrimonio, era poseída por un Espíritu, un
Gandharva (21-22). La estrofa 23 se refiere a los amigos del novio y parece fuera de
lugar. La novia es liberada de los vínculos que la unen con su familia y enlazada, con
nuevos vínculos, a la familia de su esposo (24-25). Votos de felicidad para la esposa y
consejos que se le da (26-27). Las estrofas 28 a 30 son de oscura interpretación. Hacen
referencia a un amuleto que se le pone a la novia (28) y al regalo que debe hacer de su
vestido (29). Nuevos votos de felicidad (31 y 32). Palabras dirigidas a las personas que
se encuentran en los lugares por donde pasa el cortejo matrimonial (33). Las estrofas 34

205
y 35 son oscuras y contienen referencias al amuleto y al regalo del vestido de la novia.
El novio toma la mano de la novia (36). Ruego dirigido por el novio al Dios Püshan
(37). Invocación al Dios Agni y votos por la felicidad de los esposos (38 y 39). Las
estrofas 40 y 41 indican a los Dioses, Soma, Gandharva y Agni, que han tenido en su
poder a la novia. Votos por la felicidad del nuevo hogar y consejos a la esposa, cuando
ingresa en su nueva casa (42-47). Hemos señalado, hipotéticamente, para algunas
estrofas, la atribución de las mismas al sacerdote que dirige el rito y al novio.

(VR 10.86) Himno Indra y su mujer Indrani y al Mono Macho y su mujer.

(Tola 2014) Diálogo, de inspiración popular, curioso e interesante, que nos pinta, en
términos realistas, una escena de familia del Dios Indra. Como la mayoría de los
Himnos dialogados, muchas de sus estrofas no tienen conexión entre sí y parecen restos
de un conjunto más amplio. Por eso muchas de ellas son oscuras y de difícil
interpretación. Estrofas 1-12. Indra y su mujer se disputan por causa del Mono Macho,
un animal que Indra quiere mucho. Parece que el mono ha insultado a la mujer de Indra,
quitándole valor a sus encantos femeninos (6) y pretendiendo que no tiene marido (9).
Se ha ganado así la enemistad de la mujer, que incita a Indra contra él (1-2), le desea
mal (4), lo amenaza (5), hace resaltar sus encantos (6) y refuta sus dichos, afirmando
que tiene marido y buenos amigos y que todos la honran y hablan de su felicidad (9 a
11). Indra defiende al mono (3 y 8). En la estrofa 7 el Mono Macho dice una
impertinencia contra la mujer de Indra, muy probablemente en voz baja. Estrofas 13-15.
El Mono Macho y su mujer le preparan a lndra un banquete, sin duda para ganarse su
voluntad y adularlo. En la estrofa 14 Indra habla de su hambre proverbial. Estrofas 16-
17. Tal vez un intercambio de crudos improperios entre las mujeres de Indra y del Mono
Macho, rebajando cada cual al marido de la otra. Estrofas 18-19. Vuelven al tema de la
comida para Indra: la estrofa 18 enumera las cosas que el mono se ha procurado para el
banquete; la 19 se refiere a la afición de Indra por el buen soma. Estrofas 20-21. Indra y
su mujer le ruegan al Mono Macho que regrese, presumiéndose que, en vista de la
enemistad de la mujer de Indra, el mono se ha fugado de la casa. Las dos últimas
estrofas son oscuras y parece que es el autor del Himno el que las dice. La
caracterización es notable: el mono, travieso, mal intencionado, burlón e insolente; la
mujer de Indra, muy mujer y muy pagada de sus encantos; Indra, condescendiente, buen
amigo, comilón y bebedor. El estribillo de las estrofas, que contrasta socarronamente
con el contenido y estilo de las mismas, debe haber sido agregado posteriormente.

(VR 10.88) Himno al Fuego Vaishvanara.

(Tola 2014) Vaishvanara es un epíteto del Fuego y significa "común a todos los
hombres", "universal". El Fuego Vaishvanara es el Fuego en todos sus aspectos y
formas, tanto celestes como terrestres. Es la fuente de luz, vida y actividad para todo el
universo y para todos los seres. Y, colocado por los Dioses en el centro del cosmos, es
identificado con el Sol. Este Himno es de inspiración sacerdotal. De ahí la importancia
que tiene en él la institución del Sacrificio, centro de la actividad y de las
especulaciones de los bracmanes. El Himno se refiere tanto al Sacrificio que los
hombres practican diariamente, como en la estrofa 1, como al Sacrificio que realizaron
los Dioses cuando el Fuego nació e iluminó el universo por primera vez. Las estrofas 17
a 19 no tienen estrecha conexión con las demás estrofas, y tal vez hay que pensar que
fueron agregadas posteriormente. Las estrofas 17 y 19 además no son del todo claras. La
estrofa 18 plantea una pregunta, que es contestada en el Himno VR 8.58,2: "Uno ... es el

206
fuego, aunque encendido múltiples veces; Uno es el sol que resplandece a través del
universo; Uno es la aurora que ilumina todo, el Uno se convirtió en todo esto". Textos
como este último sirvieron de base al Vedanta, varios siglos después, para fundamentar
en el Rig Veda, considerado libro sagrado, sus teorías filosóficas de la Unidad básica y
esencial (Advaita) de toda la realidad.

(VR 10.90) Himno al Purusha.

(Kashyap 2012) El Purusha Sūkta: este himno (10.90) es a todas luces el himno más
famoso de los cuatro Vedas. Purusha Sūkta o El Himno de la Persona (Hombre
Universal). Este es el Himno [sūkta] más popular entre todos los sūktas repartidos en los
cuatro Vedas. Sus variantes se encuentran en cada uno de los Vedas. La palabra purusha
posee varios significados tales como: 1) Aquél quien va al frente (purati agre
gachchhati). 2) Aquello que llena todo con su fuerza (piparte purāyati balam yaha). 3)
Aquél quien yace en una ciudad (purusha shete yaha). 4) El alba en la ciudad (pur-
usha), esto es, aquél quien es llenado con luz. 5) Uno repleto de sabiduría y felicidad
eterna (puru-sha). Jean Le Mee dijo: “Purusha mediante sus tres sílabas caleidoscópicas
(pu-ru-sha) continuamente despliega la imagen de la manifestación en un juego sin fin
como un tema musical desarrollado por un hábil mago”

(Doniger 1975) (VR 10.90,1-16) Desmembramiento: el Hombre primordial es


sacrificado. Un mito cosmogónico es el tema de un himno rigvédico que explica la
creación original como consecuencia de un sacrificio primordial, no un verdadero
sacrificio cruento, sino un desmembramiento y una distribución; no una creación real de
algo a partir de la nada, sino más bien una reordenación, otro ejemplo de orden a partir
del caos. El Hombre primordial no es transformado en las diversas formas de vida; él es
siempre esas formas. Hay que señalar que la creación no produce solamente los
elementos físicos del universo, sino también el orden social, los fundamentos de la vida
de la visión hindú, así como las estaciones y las partes del mismo sacrificio del que
procede la creación. Compárese RV 1.162-163; Brhadaranyaka Upanisad 1.4.11 y ss.;
Manu 1.8-12, 31-41; Satapatha Brahmana 2.1.4.11; 14.4.2.23; Taittiriya Brahmana
3.12.9.2; Taittiriya Samhita 4.3.10.1; 7.1.1.4; Vajasaneyi Samhita 14.28 y ss; 31.1-16;
Bhagavata 2.5; Brahmavaivarta 1.5, 8. Análisis: W. Norman Brown, «The Sources and
Nature of Puru~a in the Puru~asükta», JAOS, LI (1931), págs. 108-118; Gonda (1963),
1, 173 (con bibliografía); (1969), págs. 25-28; W. Kirfel, «Der Asvamedha und der
Puru~amedha» en Fetschrift -W Schubring, Hamburgo 1951, págs. 39 y ss.; Muir I, 7-
24; n, 454; IV, 3-62; V, 367; Paul Mus, «Du nouveau sur ~g Veda X.90», Indological
Studies in Honor of W Norman Brown (AOS 47), págs. 165-185; N. J. Shende, The
Purusa-sükta in the Vedic Literature, Poona 1965.

(Tola-Dragonetti 2003) Hay un himno en el Rig Veda (VR 10, 90) de inspiración
sacerdotal y ritual que narra que el mundo fue creado a partir del cuerpo de un ser
gigantesco primordial (purusha) en un sacrificio en que participaron los Dioses. Las
diversas partes de su cuerpo se convirtieron en el cielo, el aire, la tierra, etc. En una de
las estrofas de este mismo himno (probablemente interpolado y de época posterior) se
expresa que partes del cuerpo de la víctima se convirtieron en las cuatro castas: la boca
se convirtió en el el sacerdote, experto en los ritos [brahmana], los brazos, en el guerrero
[rajanya], los muslos en el comerciante [vaishya] y los pies en el servidor [shodra]. Esta
estrofa contiene la única referencia en el Rig Veda a las castas y sirvió de base para la
ulterior especulación sobre esta peculiar institución social de la India.

207
(Tola 2014) Este célebre Himno al Purusha., tardío y de inspiración sacerdotal, trata de
la Creación. Considera que tuvo lugar mediante un Sacrificio. Los Dioses y los rishis, o
antiguos videntes, sacrificaron al Purusha, al hombre gigante y primordial, y del
Purusha, así sacrificado, surgió toda la Creación. La estrofa 12 es el único texto del Rig
Veda que menciona en forma clara e indiscutible las cuatro castas clásicas de la
sociedad, que después se convertirían en característica esencial de la Cultura de la India.
Y es el texto fundamental, que sirvió de base para atribuir un origen divino a dicha ins-
titución y a la relación jerárquica entre sí, con la preeminencia de los brahmanes,
nacidos de la cabeza del Purusha y la colocación de los shüdras en lo ínfimo de la escala
social por haber nacido de los pies del Purusha.

(Cattedra 2007) Se trata de un himno de seis estrofas, número sagrado que simboliza lo
perfecto, expresa la imagen de la creación del universo a partir del auto sacrificio del
hombre primordial: el Purusha. El himno se divide en tres partes. 1-5, 6-10, 11-6. Este
Hombre Primordial posee 1000 números de cada cosa: 1000 cabezas, 1000 ojos, etc.
Ello es indicativo de su infinitud, siendo 1000 el número que simboliza el infinito. Y asi
se lo presenta como la medida de todas las cosas; el universo entero y “[…] todo lo que
fue, es y será […]. En una expresión análoga al Libro [Mandala 1]. El ser primordial se
despliega a partir de su fuerza intrínseca, desde el poder oculto y restringido en su
interior. Henos aquí, en una época muy temprana frente a los inicios de la noción de
sakti mencionada como viraj, su aspecto femenino y, desde aquí, se vuelve a generar el
purusha. La secuencia: Purusha-Viraj-Purusha, así como la doble mención a los dioses
que hacen el sacrificio y que posteriormente son creados, como efecto del sacrificio,
denotan una circunstancia circular que no debe interpretarse como un error o confusión
del texto, sino como un indicativo del proceso de emanación descendente y, en cierta
forma, de degradación de la realidad Una al Multiplicarse en las formas. Y, quizás
también, como sugerente de la doble dependencia de la creación y el sacrificio.
(Taittirîya Samhita 3: Los dioses subsisten por el sacrificio del hombre; y los hombres
por los influjos del cielo). Conio expresa que: “El Purusha que renace de Viraj es
entonces el primer nacido y no identificable simpliciter, con el Purusha generante”. En
la segunda parte se indica cómo él es sacrificado por los dioses, y en la tercera se detalla
el desmembramiento que origina el ordenamiento cuádruple del cosmos manifestado.
Así se organiza la creación y la expresión es: “Así fue instituido el dharma”.
Particularmente, en el orden social, donde se instauran las castas y en la recreación de
los dioses. Varenne considera que este himno, recitado al menos una vez por día por el
hindú, constituye su credo de fe, pues “[…] enseña en efecto que esta idea simple del
orden del mundo no es un acto de azar sino una necesidad intrínseca: el universo es la
medida de un Dios en el que la forma simbólica es análoga a la del hombre” (Pág. 150).
Otro aspecto esencial del purusa sûkta, es el ordenamiento cuádruple. Mainkar registra
las incidencias del himno en las Upanishad, y encuentra que, por lo menos, fundamenta
los siguientes pasajes: La idea del Brahman cuádruple en Chând. Up. 3.18. La creación
y el asvamedha, referidos en Brhad. Up. 7.1; 7.2-5; Aitareya Up. 1.4. Maitrî Up. 7: 4-5-
6. Mundaka Up. 2.4; 1: 6-7. Svetâsvatara Up. 3.14 y 15. El estudioso hindú indica que
en este himno se pueden observar, en relación con la Realidad Última: La presencia de
un Dios todopoderoso; Que todo lo abarca y compenetra; En íntima correspondencia
exterior e interior, microcósmica y macrocósmicamente. Esto es igual a afirmar que la
Realidad Última se presenta como el ser que es, y que siendo, consagra la totalidad de
sus aspectos trascendentes e inmanentes: universo y hombre.

208
(Coomaraswamy 1932) Este texto, traducido casi de acuerdo con la admirable versión
del profesor Brown en J.A.O.S., 51, 108-118, requiere poco comentario adicional. «Se
levanta por el alimento», es decir, «existe». De ello se sigue que amrta no es aquí
«inmortalidad», sino simplemente «vida», como también en VR 10.90.2, donde la
«vida» y la «muerte» son aspectos complementarios de la mortalidad: de la misma
manera que hemos visto que la «muerte» puede ser la Muerte Absoluta, que es lo
mismo que la Inmortalidad Absoluta, o puede ser la «muerte» como el complemento a
la «vida» y la «muerte». La segunda mitad del primer verso enuncia claramente el
mismo pensamiento que el que encuentra expresión en la Maitri Up. 5.1, a saber, el de
la correspondencia exacta de las huellas exteriores e interiores del Sí mismo; y esto
tiende a confirmar la explicación tradicional de dasagulam como «corazón». Con este
curioso término pueden compararse varias medidas del Sí mismo en el corazón, que se
mencionan en las Upanisads. Por ejemplo, la segunda mitad de nuestro verso 1 se repite
literalmente en Svetâsvatara Up. 3.14, precedida por estancias en la que él, el Purusa y
Sí mismo interno, se dice que es agutehamatra, «de la medida de un pulgar», cf. Katha
Up. 4.12 y 6.17, y Chandogya Up. 5.18. Nuevamente, en la Svetâsvatara Up. 3.20 y 5.9,
encontramos «menos que atómico, más grande que la magnitud», y «una centésima
parte de la centésima parte de la punta de un cabello», y sin embargo «sin fin». Todas
estas medidas imaginarias, aplicadas al Sí mismo que mora en el corazón, son
equivalentes a «indimensionado», y eso es lo que significa realmente: (Maestro Eckhart
1.279) «la naturaleza del alma es tan sutil que no podría existir espacio para todo lo que
la perturba». En cuanto a los Perfectos, los Santos, sadhyas, los siddhas de los textos
posteriores: como lo explica acertadamente Sayana: «Allí, en esa forma omniposesiva y
omnipenetrante de Viraj, en el Empíreo primordial, los Santos, que eran desde antiguo
(puratanas) adoradores de la Viraj, moran ahora: moran en ese Espacio, en la forma
omniposesiva y omnipenetrante de Viraj, en el Paraíso, como Poderes asistentes, como
Poderosos Sí mismos» (Chandogya Up. 3.10, y Bhagavad Gita 10.15). Estas figuras
han de comprenderse como los que, por el conocimiento o por la devoción, hace mucho
que han pasado a través de la puerta de los Tres Mundos adentro del Paraíso Empíreo de
más allá, desde donde no hay ningún retorno (deslizamiento hacia abajo, Atharva Veda
19.39.8, VR 46.1), y que ahora moran allí como Poderes Angélicos: quizás hayan de ser
identificados con los Yatis de VR 10.72.7, y en cualquier caso participan en la obra de
la creación. De la misma manera que en el cristianismo, «los hombres pueden merecer
la gloria en tal grado como para igualar a los ángeles, en cada uno de los grados
angélicos; y esto implica que los hombres han de abarcar dentro los órdenes de los
ángeles», Santo Tomás, Sum. Th. I.Q.108.A.8: y según el Maestro Eckhart I.150.151:
«el hombre que es exaltado por encima del tiempo adentro de la eternidad, hará con
Dios lo que Dios hizo en el pasado y también lo que hará en los próximos mil años […]
entendiendo que en la eternidad, exaltada por encima del tiempo, el hombre hace una
única obra con Dios […] la obras hechas por ti allí están todas vivas», y VR 1.398
«Dios hizo el universo y lo hice con él, estando como estaba todo indefinido, aunque
sustancial, en el Padre». En VR 1.164.50, los Sadhyas son «Ángeles desde antiguo»
[pèrve devas]; y como se explica en el Apéndice, sadhya = muni. El Sadhya es así más
que un santo: son Sadhyas quienes en un eón anterior han devenido la Luz del mundo,
el Pilar del Universo. La noción corresponde a la de los «Buddhas anteriores», o a la de
los «hermanos mayores» de Agni en VR 10.51.6. Se observará que aquí el brahman
(verso 12) tiene precedencia sobre el katriya. Sabemos que en la India antigua existió un
conflicto sobre este punto. Una solución muy apreciable se ofrece en la Brhadaranyaka
Up. 1.4.11, donde se dice que el espíritu-poder (brahma) es la fuente (yoni) del poder
temporal, más alto que el cual no hay nada: en otras palabras, el poder espiritual es al

209
poder temporal lo que el Ser es a la Existencia, o lo que lo Inconsciente
(supraconsciente) es a lo consciente, aunque lo consciente tiene naturalmente la
precedencia en el mundo. Lü Tzü en Wilhelm and Jung (Secret of the Golden Flower, p.
27): «El corazón más bajo se mueve como un fuerte y poderoso comandante que
desdeña al gobernante celestial por causa de su debilidad, y se ha adueñado de la
jefatura de los asuntos del estado». Precisamente desde este punto de vista puede
explicarse mejor el carácter de Indra: el Indra original (un aspecto de Agni, VR 5.3.1, y
nacido de la Verdad, ídem 4.19.2) representa el Poder Temporal legítimo (kratra), en
relación a Agni o a Vayu (Prâna) como el Poder Espiritual (Brahma); sin embargo, el
Indra «caído» («engañado», Brhaddevata 7.54) y egoinfatuado, confunde su posición y
afirma su independencia, como en VR 4.142 y VR 10.124. Hemos traducido Indra como
«rey» a modo de prueba, asumiendo que indra, devanam indra, era originalmente, es
decir, antes de los Vedas como nosotros los poseemos, un nombre esencial (En Aitareya
Brahmana 2.4.3 (Ait. Up. 1.3.13 y 14), a Indra («Idamdra») se le llama llanamente un
epíteto (un nombre esencial) del Sí mismo (atman). Ver VR 5.3.1, «Tú (Agni, Varuna,
Mitra) eres Indra para el adorador mortal»), del que es sólo Uno, no una deidad
independiente de un origen étnico extranjero como se ha pensado generalmente. Su
tratamiento como una deidad separada y rival, que a menudo desplaza a Varuna,
proporcionaría así un paralelo antiguo a casos tales como los de Kamadeva que son,
hablando propiamente, «poderes» de Varuna o del Brahman, y que sólo más tarde, o
sólo popularmente, se les ha rendido culto como deidades independientes; êr´-Laksmi
representa un caso similar por el lado de la Madre. Es notable que en el Brhad Devata
1.69, y en Sutra Nirukta 7.5, donde la Trinidad consiste en Agni, Indra y Vayu, y
Aditya, Indra y Vayu cuenten como una única persona; como a menudo es el caso en el
VR. 3.23.2 y 3. Indra identificado con Prajapati y con la Persona en el Sol, Kausitaki
Br. 8.3; e Indra como Gloria (yasas) y Señor de las Existencias (bhètanam-adhipati),
Aitareya Aranyaka 2.3.7. En la Brhadaranyaka Up. 4.2.2, a Indra se le interpreta como
el «Incitador» y como correlativo de Viraj, pues «su lugar de conjunción es el espacio
en el corazón», ídem 3; en Taittiriya Up. 1.6.1. Indra es la «individualidad». La
etimología aceptada conecta indra con ind, «gotear», y con indu, «gota» (especialmente
una gota de soma. Que las gotas de soma pueden significar las individualidades se
sugiere en el Pañcavisa Brahmana 6.9.19. También como un punto matemático, cf.
bindu, parabindu, «punto» que en el simbolismo «yantra» (Maestro Eckhart 1.464, «la
línea fronteriza entre las criaturas unidas y separadas […] Allí mora su nada, enmarcada
en un punto») representa la yo-idad, «yo soy», aha×kara, abhimanatva, la «egoidad» en
la Deidad, y subjetivamente en general. Indra, y más aún el carácter pueril de Indra,
deviene sumamente inteligible cuando se le considera así como una personificación del
ego-principio, aham, abhimana. Ese ego-principio en la Deidad, erigido como una
persona independiente, y usurpando muchas de las funciones divinas, sólo podría
haberse desarrollado (1º) como el rey de un cielo inferior, o (2º) como un demonio que
reclama deliberadamente el trono supernal. El segundo desarrollo parece haber tenido
lugar en el cristianismo, en el caso de Lucifer-Satán, e igualmente en el Avesta, donde
Indra y daeva son poderes demoníacos. Puede sugerirse que el magianismo pre-
zoroastriano tuvo que hacer frente a la posibilidad de una decadencia, similar a la que
tuvo lugar efectivamente en Grecia, por la humanización y la desvitalización
concomitante de los antiguos poderes del Año, poderes elementales, no «inmortales».
¿Fue el orfismo un movimiento en Grecia, comparable al movimiento zoroastriano en
Persia, o relacionado con él (Harrison, Themis, 1927, pp. 465, 466), pero que fracasó a
la hora de alejar una victoria olímpica efectiva?. En este caso, la derogación de los
daevas (incluso a costa de la introducción de una apariencia de dualidad, que en el

210
maniqueísmo se desarrolló todavía más) debe considerarse como el logro supremo de
Zoroastro, y la causa principal de la supervivencia del zoroastrismo como una religión
viva hoy. La victoria olímpica en Grecia selló el destino de la religión griega: Jesús
repitió más tarde lo que Zoroastro había llevado a cabo en Persia, y el cristianismo ha
sobrevivido hasta ahora, en que una vez más la religión occidental está en peligro de ser
racionalizada y reemplazada por un código moral (las comparaciones modernas del
cristianismo y el estoicismo no carecen de una buena razón). Es cierto que en la India la
antigua designación de «Asura» (Titán) adquirió gradualmente un sentido de mal
augurio, y que la de «Deva» (Olímpico) ocupó su lugar como la designación preferida
de los poderes brillantes; pero aquellos a quienes se hizo «Devas» de esta manera (W.
N. Brown, Proselytising the Asuras, J.A.O.S., vol. 39, 1919) devinieron Olímpicos sólo
de nombre (excepto en el caso de Indra), y siguen siendo de hecho los antiguos Titanes.
Así, la victoria Olímpica es meramente nominal; el hecho de que los conquistadores
sean derrotados por los conquistados, corresponde a la derrota de la cultura «aria» por la
cultura «indígena», nuevamente en todo excepto en el nombre. Es cierto que a Indra,
que en los tiempos védicos había sido un poder equiparado a Varuna y Agni y en
competición con ellos, se le relegó, junto con los Gandharvas y Apsarases, una vez
elementales, a un cielo Olímpico de placeres durables; pero la importancia espiritual de
Indra, que nunca fue comparable a la de Varuna, había decrecido rápidamente, hasta que
en la literatura budista y otras literaturas postvédicas, apenas es más que una figura
literaria y deus ex machina. Así pues, en la India, el peligro del olimpismo parece haber
pasado sin una crisis definida. El desarrollo postvédico es más bien devocional que
racionalista. Visnu y Siva, aunque ahora se les concibe algo más personalmente, son
herederos directos de sus prototipos védicos. El hecho de que Siva beba el veneno
producido en el Batimiento del Océano y su iconografía, bastan para revelarle como un
Dios vivo: y si Laksmi es a veces poco más que una figura de retórica, eso nunca es
cierto de Durga. Si Visnu estuvo alguna vez en peligro, eso se previno con la doctrina
de sus encarnaciones y pasiones, sobre todo por su avatarana como Krisna. En Brhad
Devata 7.54: «habiendo obtenido la soberanía entre los Daityas, henchido de orgullo en
razón de su magia titánica (asura-maya) comenzó a acosar a los Ángeles». El primer
desarrollo tuvo lugar en la India, aunque pude observarse que aquí Indra aparece
constantemente en la apariencia de un Tentador, celoso de su trono, y que envía a sus
ninfas a extraviar a los santos de la tierra que podrían desplazarle (la noción de
phthonos aparece primero en Brhadaranyaka Up. 1.4.10). Nadie sino el guerrero y
arrogante Indra introduce elementos de discordia: en VR 4.30.3-5 se le representa
combatiendo contra los poderes celestiales, y sólo mediante el robo o la compra obtiene
la posesión del soma celestial que era originalmente de Varuna y que guardaba el
Gandharva Visvavasu o Krsanu (VR 4.27.3). En cualquier caso, y ya en el Rig Veda,
Indra es enteramente un ángel de este mundo. El desarrollo de Indra, el único de los
Ángeles védicos que se humanizó completamente en los tiempos posteriores,
corresponde exactamente al de las deidades olímpicas en Grecia, que al renunciar a la
incesante actividad, a las procesiones y recesiones de los antiguos Daimones del Año,
serían athanatos = amita, inmortales e inmutables, con lo que, de hecho, salen de la
existencia sin lograr la no existencia. En la India se comprendió claramente que Indra y
sus afines debían renacer como mortales antes de que pudieran lograr o realizar la no
existencia, es decir, la inmortalidad verdadera y absoluta del Sí mismo. Según todas las
apariencias, el «no morir» védico, es equivalente a la «plena duración de los días», y no
a una inmortalidad absoluta, que, como tal, sólo podía predicarse de aquellos que no son
«nacidos»; el hecho de que Agni mismo es «nacido una y otra vez», «de muchos
nacimientos», implica necesariamente que también muere una y otra vez (VR 10.72.9) y

211
esto debe aplicarse a fortiori a todos los otros Ángeles «nacidos», que son sus «partes»
y sus «poderes». El hecho de que Indra es un Ángel celoso de su trono es un aspecto
especialmente llamativo del paralelo psicológico: pues son precisamente los dioses
olímpicos quienes «envidian al hombre una gloria que puede eclipsar su propio
esplendor», envidia que «para el dios de los misterios, Dionisos phthonos, es
desconocida» (Harrison, Themis, p. 469). De aquí la necesidad espiritual de la derrota y
desplazamiento de Indra por Krsna en el episodio Govardhanadhara del Bhagavata
Purana, y el acento budista sobre el demérito relativo de una vida en el cielo de Indra.
En efecto, en la mitología brahmánica, Indra representa esa parte que se le asigna a
Mara (Kamadeva) en el budismo.

(VR 10.92) Himno a Rudra.

Verso 9

(Kramrisch 1981) Rudra [salvaje-celoso] es Siva [amable-piadoso]. Cuando aparecía


disparando, aullaba (arodit). Por eso su nombre es Rudra, el que ruge, según la
etimología popular (MS 4.2.12). Tiene dos naturalezas o «nombres»: uno, salvaje y
cruel (rudra); el otro, amable (siva) y tranquilo (santa). Asume éstos a voluntad (MS
4.2.12). Están relacionados entre sí, pues surgen de la misma raíz escondida
profundamente en este dios. Rudra es siva (RV 10.92.9).

(VR 10.95) Historia del rey Pururavas y la apsara Urvashi.

(Kashyap 2012) Es un coloquio entre Purūravas y Urvashī. Se describe a Purūravas


como alguien que frecuentemente se queja y se lamenta. Él tiene acceso a la amplia
Luz, es decir, que él puede tener contacto íntimo con Ūrvashī. Sin embargo su
naturaleza achacosa no le permite retener esa luz. Por lo tanto, esta luz, Ūrvashī, parte.
Y tal como se describe en otros dos himnos (RV 1.170 y 1.171) la luz que se marcha
declara que no puede permanecer más tiempo en su presencia y le pide a su amante
quedarse satisfecho con el nuevo poder (hijo) que va a nacer de él.

(Tola 2014) Este Himno dialogado se refiere a la vieja leyenda que narra los amores de
un mortal, el rey Purüravas, y una ninfa de las aguas, Urvashí. Es uno de los más
antiguos relatos de amor que se conservan en la literatura universal. En sus líneas
principales la leyenda es la siguiente: Urvashí acepta convivir con Purüravas bajo
ciertas condiciones. Una de ellas es que Urvashí no debe nunca verlo desnudo. Pasan
varios años y los Gandharvas, músicos del cielo y compañeros de las ninfas, desean que
Urvashí retorne a ellos. Simulan entonces, una noche, que le están robando sus corderos
a Purüravas; éste salta del lecho precipitadamente; los Gandharvas fingen un relámpago
y a su luz UrvashT ve desnudo a Purüravas. Debe, por consiguiente, dejarlo. Purüravas
va en su búsqueda y la encuentra jugando con otras ninfas en un lago. Le habla tratando
de convencerla de que regrese a él, mas todo en vano. Es la conversación ante el lago la
que reproduce el Himno Védico. No todo en él es claro. No se comprenden muchos
detalles y no se descubre el nexo de varias estrofas entre sí. Da la impresión de que
faltan algunas. Damos un breve sumario del mismo por estrofas. Estrofas 1.-2.
Purüravas ruega a Urvashí que hable con él. Ella se niega. Estrofa 3. Referencia a la
forma como los Gandharvas hicieron quebrantar a Purüravas su promesa. Estrofas 4. 5.
y 16. La felicidad amorosa que existió entre Purüravas y Urvashí. La vida de Urvashí
entre los humanos. Estrofas 6., 8. y 9. La ronda de las apsaras o ninfas. Su conducta

212
cuando un mortal se junta a ellas. Estrofas 7. y 11. Nacimiento de Purüravas y su
destino. Estrofas 10., 12. y 13. El hijo de Purüravas y Urvashí. Estrofas 14. y 15. Deseo
de Purüravas de dejarse morir. Ruego de Urvashí o de otra persona para que no lo haga.
Estrofa 17. Ultimas palabras de Purüravas a Urvashí, que desaparece por los aires.
Estrofa 18. Una voz divina le promete a Purüravas que ha de encontrar la dicha en el
Cielo.

(Mylus 2003) Historia de Pururavas y Urvasi. Esta es una apsaras, es decir, una ninfa
celeste, que se casa con el rey terrenal Pururavas con la condición de que nunca la vea
desnuda. Pero una noche los gandharvas, un grupo de semidioses, le roban las ovejas y
Pururavas es iluminado por un rayo cuando va a salir en su busca. Este es el preámbulo
del diálogo del Rigveda, pero no lo conocemos por el Rigveda, sino por el Satapatha-
brahmana 11.5.1. El Rgveda comienza su relato cuando Pururavas intenta recuperar a
Urvasi, a quien ha perdido. En el diálogo que se establece entonces, Urvasi explica a
Pururavas que no puede haber un matrimonio duradero entre una diosa y un hombre.

(VR 10.97) Himno de Oshadhi.

(Kashyap 2012) Himno a las Plantas Sanativas y Pensamientos. Fue revelado al rishi
llamado Bhishak cuyo nombre significa “un sanador”. Él pertenece al linaje de
Atharvan. El título del sūkta es “El himno de Oshadhi”. La traducción común de esta
palabra oshadhi es “hierba”. Sin embargo, también significa “aquello que destruye
(dhāyanti) la enfermedad (oshat)”. De tal modo que el himno se refiere a ambos, las
hierbas y los pensamientos sanativos. El énfasis se coloca en los poderes psicológicos
sanativos mediante el empleo de las hierbas como un instrumento. Verso 6. (Kashyap
2012) El sabio es el médico y el destructor de la enfermedad. Verso 7. Se dice que las
oshadhi (las hierbas) están repletas de deleite (Soma), fuerza abundante (ūrja) y vigor
(ojas). Verso 13. La enfermedad vuela lejos como un águila. Verso 17. Las hierbas
descienden del cielo. Verso 19. Soma o el Deleite nos impele a tener una larga vida.
Verso 22. Las mismas hierbas declaran: “ponemos a salvo a aquél quien está preparado
por el conocedor de la Palabra [Brahman]”.

(VR 10.108) Indra, Saram y los Panis.

(Doniger 1975) 23 Sarama habla con los Panis. El himno al que se refiere
específicamente este mito es un diálogo entre Sarama y los Panis que contiene en sus
imágenes el germen de las ideas que se desarrollarán en la narrativa de textos
posteriores. Es interesante observar que, mientras que Sarama vomita la leche real en el
Brhaddevata, en el Rig Veda los Panis vomitan palabras, pues aquí, como en el episodio
de Dadhyañc, la fórmula mágica es el elixir. Compárese: Rig Veda 1.62.3; 1.72.8;
3.31.6; 4.16.8; 5.45.7-8; Bhagavata 5.24.30; Brahma 131; Variiha 16. Análisis: Theodor
Aufrecht, «Sarama's Botschaft», ZDMG, XIII (1859), págs. 493-499; Maurice
Blomfield, «The Two Dogs of Y ama», JAOS, XV (1893), págs. 163-172.

(Tola 2014) Este Himno trata otra leyenda del ciclo de Indra, ya aludida en la estrofa 11
del Himno 1,32. Es también un Himno dialogado, entre Sarama, la perra mensajera de
Indra, y los Pañis, demonios avaros y codiciosos, de cuyas vacas desean apoderarse
Indra y Brihaspati, con la ayuda de varias familias de rishis, mencionados en la estrofa
8. Sarama ha recorrido el mundo y ha atravesado el Rasa, río mítico que sirve de límite
al mundo, buscando el refugio y las vacas de los Pañis; y al final ha dado con ellos. Este

213
Himno contiene el diálogo, que tiene lugar entre Sarama y los Pañis. Los Pañis,
astutamente, recurren a diversos medios: tratan de engañar a Sarama (estrofa 3),
amenazan (5 y 7), intentan sobornar a Sarama, pero todo en vano ante la lealtad y
firmeza de la perra y su fe en el triunfo de su amo.

(Mylus 2003) Fluido, animado y agudo es también este himno. Los panis (demonios
enemistados con los dioses, reflejo de un pueblo enemigo de los arios) han robado las
vacas de los dioses y las tienen escondidas. Como mensajera de los dioses se presenta
ante ellos la perra Sarama, que atemoriza a los pamis con una aparición decidida y
amenazadora.

(VR 10.114)

Verso 5.

(Kashyap 2012) (Ver VR 1.164.46)

(VR 10.119) Himno a Indra embriagado por el Soma.

(Tola 2014) Curioso Himno en que Indra, embriagado por el Soma, que ha bebido en
abundancia, expresa sus sentimientos de exaltación y hace su propio elogio. La última
estrofa no compagina bien con las anteriores y tal vez ha sido agregada posteriormente.
Es interesante relacionar las estrofas 9 y 10 de este Himno con la estrofa 6 del Himno
VR 4,42, en que Indra, alabándose, dice que los mundos tiemblan de terror cuando el
Soma lo ha exaltado.

(Mylus 2003) En este himno llamado Labasukta es realista, el poeta describe la


embriaguez producida por el soma, que lo ha poseído, y en la que parece tenerse a sí
mismo por Indra, aunque también puede que sea el propio Indra el que esté hablando.

(VR 10.121) Himno al Dios desconocido.

(Tola 2014) Himno al Dios Supremo, cuya identidad y cuyo nombre ignora el poeta. El
Himno contiene referencias a la Creación del Universo, pero en forma dispersa y
desconectada y sin que sea muy clara la imagen definitiva. El Ser Supremo aparece
primeramente como Germen de Oro, es decir el universo no desarrollado. Las Aguas
Primordiales portan ese germen en sí como embrión y dan nacimiento al Fuego. El Ser
Supremo crea el mundo y surge como principio de vida de los Dioses. En la creación
debe tener intervención Daksha, personificación de la Habilidad y Subcreador. El
proceso creativo está referido en las estrofas 1, 7 y 8. Las estrofas 2 a 6 describen y
elogian al Ser Supremo como Fuente de vida y Señor de todo lo creado. Se tiene la
impresión de que las estrofas 9 y, sobre todo, 10, han sido agregadas posteriormente. En
la 9, el poeta ruega al Ser Supremo que no le cause daño, lo que desentona algo con la
inspiración de las estrofas anteriores. La 10 presenta a Prajapati como la Divinidad
Suprema y desconocida, que el Himno ha cantado. Prajapati es una figura tardía en el
Rig Veda.

(Cattedra 2007) El contenido de este himno ha sido envuelto en fuertes discusiones


académicas. En general, se lo acepta como un testimonio de la tendencia monoteísta
dirigida bajo la forma de una plegaria y una petición, a Prajapati. A pesar de la letra

214
explicita, es Varenne quien niega que el himno esté realmente dirigido a Prajapati. En
relación a otro himno, el VR 2.12, que es un himno que presenta reiteradas preguntas
del Hiranyagarbha, la respuesta constante es Indra. Este dios, munido de todos sus
símbolos mayestáticos y guerreros permite que Varenne considere esta pieza como una
muestra más de la gesta indraica, así también como el esfuerzo de los teólogos
brahmánicos para llegar a un punto de coincidencia. Aun cuando clásicas, las obras de
Radhakrishnan y Dasgupta pertenecen a un periodo hermenéutico tal vez superado. En
ese marco de referencia, ellos observan en este texto un desarrollo de las ideas
monoteístas y monistas; ambas dirigidas a depurar lo que los primeros indólogos
consideraban un profuso politeísmo vedico y su noción de visvedevas. Frente a tal
hipótesis, debemos señalar que no coincidimos plenamente, pues si bien es posible que
se este marcando una tendencia unitiva, esta no necesariamente debe ser depuradora
ante un complicado universo de dioses. Una cosa son los himnos a los dioses, alabanza
a las formas diversas e infinitas de lo divino; y otra cosa los himnos cosmológicos y
metafísicos que parten de otra necesidad: buscar el origen lindante del ser. Aun así, vale
la pena recordar algunas afirmaciones de Radhakrishnan: “Los anhelos del corazón
humano no pueden satisfacerse con un panteón pluralista. Emerge la duda de cual es el
verdadero dios y el Uno-Real: ¿A quien ofrecer la oblación?”. (Cf. S. Radhakrishnan,
Indian Philosophy, ed. London 1977, vol 1, p. 90-93). Radhakrishnan recuerda que
estamos en una época de debilitamiento de la fe, atestiguado por tal pregunta y
confirmado por el remate del himno: “Una oración para fortalecernos en la fe, no cabe
en tiempos de fe inquebrantable (Pág.90-93). Este autor considera que este himno
pertenece al ocaso de los dioses, y que conducirá a los poetas vedicos a las puertas de la
especulación unitiva. Monista o monoteísta: “La aparente vacilación entre el
monoteísmo y el monismo tanto de la filosofía occidental como oriental, ocurre aquí por
primera vez en la historia del pensamiento. El mismísimo informe, impersonal, puro y
desapasionado ser de la filosofía es honrado por el calido corazón emocionado del
hombre, como una deidad tierna y benevolente. Y ello es inevitable. La conciencia
religiosa tiende a tomar la forma de dialogo, de comunicación de dos voluntades, finita
e infinita. Hay una tendencia para hacer a Dios por encima y frente al hombre. Pero tal
concepción de Dios como uno entre lo múltiple no es la suprema verdad de la sabiduría
[…] por lo tanto, para cubrir las demandas tanto de la religión popular como de la
filosofía, el Espíritu Absoluto es indiscriminadamente llamado El o Ello” (Dasgupta,
citado por Radhakrishnan op. Cit. P. 96-97). El hombre debe creer en lo último, buscar
la armonía, la esencia, así Deussen, dice que los vedicos llegaron a esta conclusión
desgarrando el velo de lo múltiple y alcanzando el substrato unificante. Aun así, el
himno dice muchas cosas más: Seguimos, en principio la traducción de Varenne y de
O´Flaherty. El simbolismo del himno es solidario con el tema del Huevo de Oro,
constante en diversas cosmologías orientales y, en especial, en la tradición china. Tola
advierte, también, diversos estratos dentro del himno, al punto de sugerir que las últimas
dos estrofas habrían sido agregados posteriores. (Cf. F. Tola, Himnos del Rig Veda, Ed.
Sudamericana, Buenos Aires, 1968, p. 287) Acerca de la imagen del huevo cósmico y
de oro, C. Conio expresa: “Ya se ha considerado la imagen del huevo cósmico como
parte de las cosmologías de tipo acuático […] el huevo es por sí mismo un símbolo
biológico, signo de fecundidad y, por ende, uno de los mas universales. Ello no solo en
relación a la generación sino también como principio de metamorfosis: signo y figura de
una pertenencia, de una custodia preciosa, a la cual se agrega todo lo que es divino y
regio. La figura del huevo que se encuentra en la Chand.Up. 3.19-1, por ejemplo, no
está ligada al tema del agua ni al germen vital, sino que recuerda en forma bastante
directa al sol, del cual conserva el esplendor, cuando se divide en dos mitades: una de

215
oro y la otra de plata. El sol es el primer elemento fecundante, que calienta e ilumina, su
fuerza generatriz y su fulgor argentino y áureo se proyectan fácilmente sobre la imagen
del huevo. El que, además, representa una totalidad determinada y divisible, pues se
abre en las dos mitades que representan el cielo y la tierra […] en la cosmología
puranica, el huevo figura como una totalidad descomponible, de la cual derivan no solo
los elementos del cosmos (la tierra con su atmósfera, los montes y los humanos) sino
también entidades psíquicas como el deseo, (kâma), la cólera) (krodha), el placer (rati).
Tales fuerzas psico físicas vienen a considerarse, a su vez, factores de generación,
potencias cósmicas, a la par de manas, el pensamiento, y vac, la palabra. El huevo que
contienen en sí todas las posibilidades evolutivas del pensamiento, también recoge en si
mismo al tiempo, kala, que posiblemente se considere entonces en su aspecto de orden
cosmológico. (Cf. C. Conio Op. Cit p. 77-70). Se trata del pasaje no solo de lo Uno a la
vida múltiple en toda su potencia; sino del ser al devenir en todos sus planos, bajo la
imagen de una idea generativa y potente. La idea de lo Uno hacia la dualidad: cielo-
tierra, oro-plata. Lo Uno como origen igual al sol, símbolo clave de los indoeuropeos y
contrapuesto a los rasgos simbólicos drávidas que pueden considerarse de carácter
lunar. Las fuerzas intrínsecas que se desprenden de la escisión dual de cielo y tierra, y
que ya en un plano ontológico inferior, asumen naturalmente la entidad de fuerzas
psíquicas (deseo, cólera, placer, pensamiento, palabra) que permitirán la dinámica
interna que provoca y explica como la dualidad se trasforma en triplicidad y aun más, en
multiplicidad. Ahora bien, la primera instancia de la forma es el mundo ideal, por
consiguiente, Danielou considera que este himno nos ofrece el relato del origen del
ámbito cósmico sutil, cuyo regente es Hiranyagarbha, el demiurgo. Por lo tanto y
correlativamente, al ser el cuerpo sutil del cosmos es también el conjunto de residuos
kármicos que vienen del ciclo cósmico anterior. Recordemos que no hay principio, sino
ciclos sin comienzo temporal: estamos en la dimensión del kalpa anâdi, representado
por la serpiente Sesa o ananta el residuo infinito que flota sobre el mar de la posibilidad
eterna determinando las condiciones de la siguiente era cósmica en forma análoga y
paralela a como los residuos kármicos de un individuo (en este caso, sus samskaras y
vâsanâ, constituyentes de su prârabdha karma) de las vidas pasadas configuran la vida
presente. En forma implícita ejerce la plenitud de su presencia la forma femenina del
embrión de oro: su fuerza [sakti] es la diosa Tara, la estrella, bajo su aspecto hindú que
representa el poder del hambre y la combustión. El poderoso símbolo del Germen de
oro y su consorte la estrella que irradia y guía, sugieren un aspecto solar y benéfico, que
refleja claramente la perfección de la creación. El relato del despliegue del mundo sutil
resurgirá en el más famoso de los himnos cósmicos, pero con otra dinámica: el
Nasadîya, donde el motor que desencadena el descenso de lo sutil a la materia concreta
será la entidad deseo-amor, y de éste, la creación como explosión de la energía
condensada y concentrada da lugar a la multiplicidad.

(VR 10.125) Himno a la Palabra.

(Kashyap 2012) En el llamado vāk-sūkta o “himno de la diosa del Habla”, “la Palabra”
es exaltada, es decir, el sonido de la verdad misma el cual es la fuente y el nutridor de
toda la manifestación. Este sūkta fue revelado a una mujer rishi, a saber, a Vāk
Ambhrini. Contiene ocho mantras. Aquí la rīshi se identifica a sí misma con la deidad
del habla y todas las demás divinidades. Comienza con la frase:

(VR 10.125) (Kashyap-Hernández 2012) 1 Camino con los Rudrās y con los Vasus; con
los ādityās y también con Todos-los-Dioses (vishvedevāha).

216
(Tola 2014) Este Himno contiene el autoelogio de la Palabra, la Palabra sagrada, ritual.
Es una entidad superior a los Dioses, a quienes sirve de sostén, el principio de vida de
todos los seres, la fuente de la sabiduría y del poder. La Palabra es una de aquellas
entidades divinas y abstractas que en una época posterior del Vedismo, en los textos
llamados Bráhmanas, mediante la especulación de los brahmanes, desplazan a los
Dioses y, toman su lugar, como principios de vida de todos los seres y de actividad del
universo.

(VR 10.127) Himno a Ratri, la Noche.

(Tola 2014) Este Himno está dedicado a Rátri, la Diosa Noche, hija del Cielo y hermana
de la Aurora. Rátri no representa a la noche tenebrosa, sino a la noche clara con sus mil
estrellas.

(Mylus 2003) También está dedicado a la noche el bello himno (VR 10.127), que
impresiona de manera especial por su expresión poética. La diosa Noche ha llenado la
anchura, la profundidad y la altura. Se han echado a descansar las aldeas, todo lo que
tiene patas o alas, hasta el inquieto halcón. La noche no debe ser quebrantada ni por el
ladrón ni por el lobo, debe pasarse en paz hasta que la aurora disuelva la oscuridad.

(VR 10.129) Himno Nasadîya a Dios UNO.

(Kashyap 2012) Este Libro [mandala] contiene varios himnos dedicados al tema de la
manifestación universal, tales como: 10.129, 10.121, 10.81, 10.82, 10.154 y 10.190. Sin
embargo, en todo el RV el himno más famoso es el 10.129 debido al rishi Prajāpati
Parameshthī. Posee siete mantras. El primer mantra declara que aquello que llamamos
lo último o el absoluto –lo cual es indicado por el pronombre tat (eso)– se encuentra
más allá de los conceptos de seidad (sat) o no-seidad (asat). Nótese que en el
pensamiento filosófico hindú, sat y asat no son términos antitéticos, sino más bien
coordinados. Se menciona también al Uno (ekaha), el cual existe por su poder propio
(svadha). Finalmente se declara que el origen de la manifestación permanece abierto, y
se agrega: “Él ciertamente conoce o puede que Él no conozca”.

(Coomaraswamy 1932) Este es lo que se llama un Himno «tardío»: desde nuestro punto
de vista presente basta con que anteceda en alguno siglos a la más antigua de las
Upanisads. Se observará a primera vista una semejanza con los textos upanisádicos en
general, y en particular con Brhadaranyaka Up. 1.2.1, y Maitri Up. 5.2. Esta similitud es
en parte una similitud de identidad verbal, en parte de sentido verbal, y en parte de
expresión total. Bandhu (= sajata), «pariente», como de relación de sangre, es una
expresión notoriamente bien fundada para la «relación opuesta» entre la Existencia y lo
No existente, entre Dios y la Divinidad, entre la Esencia y la Naturaleza; como ocurre
también en Brhadaranyaka Up. 1.1.2. En cuanto a rajas, una vez concedido que aquí no
se implica directamente más que el «firmamento» o el «espacio», y que, como un
sistema formulado, el Sankhya es de publicación posterior, todavía sigue siendo
significativo que en nuestro himno (para no hablar de otras fuentes védicas) tenemos
una trinidad de términos (tamas, rajas, y tapasa-mahi = tejas = sattva) que se emplea
en sus sentidos factoriales (gauna) correctos para denotar los principios de la pasividad,
el movimiento y la esencialidad, principios que se representan «más tarde», y más
explícitamente, por los tres gunas, y por la correspondiente Trinidad de Visnu, Brahma

217
y Siva. Por la «semilla primordial del Intelecto», yo comprendo más bien la «virilidad
intelectual», el «intelecto creativo», que la fuente del Intelecto: VR 10.71.2,
Brhadaranyaka Up. 1.5.7, y pasajes similares, donde el Intelecto (manas) es el poder
fecundador que engendra en la Pronunciación o la Sabiduría (vac). En la segunda
estancia, amita no es «inmortalidad», sino simplemente vida, existencia continuada,
como en VR 7.57.6, y equivalente a d´rghamayu en VR 10.85.19; el sentido es «ni
nacimiento ni muerte, por así decir». «Él respira sin aire» (avata, cf. el posterior nirva,
«despiración») es una expresión profunda y significativa, que implica la expresión
correlativa de moción sin movimiento local, y todas las expresiones semejantes que
pueden enunciarse propiamente del Primer Principio, «pues (sólo) donde hay una
dualidad, por así decir» (Brhadaranyaka Up. 4.5.15) podría ser de otro modo. Este
pensamiento se vuelve a tomar y se desarrolla más en varios pasajes de las Upani·ads,
particularmente en la Brhadaranyaka Up., como se cita arriba, p. 57, en la Kena Up. I.8,
«Conoce eso como el Brahman que respira sin soplo y por quien, sin embargo, es
soplado el soplo, en la Mundaka Up. 2.1.2 y 3, donde Eso de lo que nacen (jayate) el
Intelecto (manas) y el Spiritus (prâna), es Ello mismo sin imagen (amèrta),
ininteligente (amanassa), despirituado (aprâna), y Taittirya Up. 2.7, donde Eso sin lo
que nadie podría respirar es de-Sí mismado (anatmya), indiscriminado (anirukta), sin
lugar (anilayana). «Por poder intrínseco» (svadha): ver VR 4.13.5, «¿por cuál poder
intrínseco (svadha) se mueve?» y la respuesta en VR 1.144.2, «Cuando (como el Fuego)
moraba difundido en la matriz de las Aguas (apamupasthe), desde allí tiene (adhayat)
los poderes intrínsecos (svadhah) con los que procede (yate)»: pues, como se ha
explicado arriba, las Aguas, el nirguna-Brahman, la Divinidad inconsciente, es la fuente
de toda omnipotencia (mahimana) y de toda facilidad (kausalya). La esencia es
impotente (stari) aparte de la naturaleza; la naturaleza es el poder (sakti) y la magia
(maya), los medios por los cuales se hace todo. «La Divinidad está contenida en el Padre
como esencia, por lo cual es omnipotente […] la potencialidad de la esencia está en no
ser un Persona racional: es decir, en persistir en su unidad esencial», Maestro Eckhart
1.373 y 393. No se pasará por alto la pertinencia de estas consideraciones a la psicología
terapéutica moderna y a la solución de los «conflictos». El virtuosismo y la
espontaneidad en la acción (agibile y factibile , sánscrito karma), mejor que la
obediencia a las reglas impuestas externamente, mejor que obedecer a los «dictados» de
la «consciencia», se ejemplifican comúnmente en el brillo del sol, que brilla sólo porque
es su naturaleza, y no por alguna otra «razón». Un tal virtuosismo y espontaneidad sólo
pueden realizarse en la medida en que nosotros abandonamos el propósito y dejamos
que la naturaleza divina opere en nosotros: «Abandónate a ti mismo y deja que Dios
opere en ti», Maestro Eckhart 1.308. Esto es el principio del «No hagas nada, y se harán
todas las cosas» de Chuang Tza; y ésta es también la doctrina de la Bhagavad Gita con
respecto a las obras. En los términos de la bhaktivada, esto es lo que se llama la
resignación de la voluntad, asaktatva, islam: lo cual resulta en una «gracia» o poder que
borra el ego de la egovoluntad y del egopensamiento y lo sustituye por Su voluntad que
es sin potencialidad (en el sentido de que toda potencialidad está realizada en Él, ver
Maestro Eckhart 1.409). Con respecto a los agibilia y a los facitibilia, nosotros
llamamos a esta gracia habitus, sánscrito kausalya, slistatva (cf. mi Reactions to Art in
India, J.A.O.S. Vol. 52, p. 220, nota 10, tercer párrafo). «Pertenece a un hombre en todo
lo que hace, volver su voluntad en la dirección de Dios y guardar a Dios sólo en sus
miras, para avanzar de frente sin vacilar, sin pensar, ¿estoy en lo cierto o estoy haciendo
algo equivocado?. Si el pintor tuviera que planear cada pincelada antes de dar la
primera, no pintaría. Y si, al ir a algún lugar, tuviéramos que establecer primero como
echar el pie adelante, nunca llegaríamos allí», Maestro Eckhart 1.141. Cf. Santo Tomás,

218
«las virtudes humanas son hábitos», Sum. Th. 2.Q.55.A.2. Identificar este punto de vista
con un «culto de la naturaleza» (donde «naturaleza» significa «ens naturata»), suponer
que lo que se entiende con todo esto no es nada sino una obediencia «egótica» a
impulsos meramente funcionales y a instintos animales, implica un intelecto defectivo:
pues, del que por definición está liberado de toda voluntad privada, ¿cómo va a poder
hablarse al mismo tiempo como «egovolitivo»?. Como observa Jung (Psychological
types, p. 263): «cuando estudiamos la filosofía de las Upanisads, crece en nosotros la
impresión de que el logro de la vía no es precisamente la más simple de las tareas». Sin
embargo, proporcionada a la dificultad de la tarea es la recompensa inmediata en
términos de poder y de felicidad, poder y felicidad que son precisamente, desde el punto
de vista de las Upanisads, los valores de la gnosis. En Bhagavad Gita 4.6, «Nazco por
mi propio poder», donde atma-mayaya es claramente lo mismo que sva-dhaya, cf.
mayaya en VR 9.73.5 y 9. «Ese Uno» no es aquí, claramente, una existencia, pues como
hemos visto, su modo es sin modo, puesto que respira sin soplo: una concepción similar
se encuentra en VR 1.164.4, donde Eso «que soporta a Quien es por modo de ser el
primer nacido incorporado», es ello mismo «sin cuerpo», o más literalmente, «sin
huesos», es decir, «sin estructura». «Eso» todavía no es «Sí mismado» —«antes de que
las criaturas fueran, Dios no era Dios, aunque era Divinidad», Maestro Eckhart 1.410.
Tamas (como en Maitri Up. 5.2), apraketa salila, gahana gambhra, etc., son términos
que designan todos naturalmente a la Divinidad indiferenciada e ininteligible, «que es
como si no fuera», Maestro Eckhart 1.381: asat, no existente, oculta, allí donde «reina la
oscuridad en la conocida unidad desconocida», Maestro Eckhart 1.368. «¿Qué cubría?».
Es decir, ¿qué era y dónde estaba el mundo?, pues âvarvar viene de var, forma intensiva
reduplicada de v, «cubrir», «velar». El mundo se considera como velando la realidad
última, ver VR 5.191, «estado tras estado se generan, velo (vavri) tras velo aparecen», y
de aquí también la plegaria, Maitri Up. 6.35, con respecto al Sol, «Esa faz, desvélanos»
o «Esa puerta, ábrenos». Nuestro himno no es necesariamente una expresión de
escepticismo: lo que se sugiere es más bien una pregunta que una admiración. «¿Quién
lo conoce?» no es más escéptico que «¿quién es el Comprehensor de ello?» de Kabr o
que «¿el que hizo al cordero no te hizo a ti?» de Blake. «Él conoce o no conoce», si se
comprende como «él conoce y no conoce», sonaría a teología. En la última estancia, se
proponen las teorías alternativas de la «emanación» y de la «creación por designio» (VR
9.64.1) (VR 10.81.5). En cualquier caso, la forma misma de las diferentes afirmaciones
y preguntas prueba que la especulación ontológica sana no era en modo alguno una cosa
nueva, pues es inconcebible que tales cuestiones se hubieran formulado correctamente
sólo una semana o un año antes de que se publicara este himno particular. Los términos
e implicaciones de nuestro himno no sólo son todos formalmente correctos, sino que
también concuerdan en la forma y en el contenido con los de las Upanisads. Sin
embargo, se nos pide que creamos que el pensamiento védico era «primitivo» —es
decir, que los sabios-cantores de los himnos védicos eran capaces de expresarse en
términos que se han empleado universalmente en otras partes y en otros tiempos con
una significación profunda y conocida, y que, sin embargo, ellos no sabían lo que
decían. Es como si se argumentara que la ley de la gravedad ya se había descubierto por
casualidad, mucho antes de que alguien hubiera observado conscientemente que los
objetos pesados tienen tendencia a caer. Ciertamente, nuestra fe en la uniformidad nos
impide imaginar lo que está fuera del alcance de nuestra experiencia, a saber, que una
fórmula sana, que una afirmación de principios clara, pudiera haber sido propuesta por
alguien que no comprendiera sus propias palabras. Sería mucho más fácil suponer que
tales afirmaciones habían sido propuestas en el pasado por aquellos que sabían lo que
estaban diciendo, y que desde entonces habían llegado a repetirse mecánicamente sin

219
comprensión: pero, por una parte, eso sería hacer retroceder los comienzos de la
sabiduría demasiado lejos para el confort de aquellos que aman creer que la sabiduría
vino al mundo sólo en sus propios días, y por otra se necesitaría probar con alguna
evidencia interna la presunta incomprensión. Yo prefiero creer que, siempre que y
dondequiera que se ha expuesto correcta e inteligiblemente una proposición (y esto
cubre los simbolismos tanto verbales como visuales, es decir, tanto la «escritura» como
el «arte»), la proposición era comprendida sin ninguna duda. Los problemas de la
ontología no son tan simples que puedan resolverse por «azar» o por «inspiración»:
antes al contrario, no hay ningún tipo de trabajo más arduo que la «audición», y aquí un
hombre tiene necesidad de todo el poder del intelecto puro. Cuando el profesor Keith
habla de «nuestro deseo natural de modernizar y de encontrar la razón prevaleciente en
una edad bárbara, está prejuzgando toda la cuestión, y nosotros sugerimos, citando
nuevamente sus propias palabras, que «debemos estar preparados para despojarnos de
nuestras propias predilecciones y para aceptar la conclusión que indica la evidencia»
(Buddhist philosophy, p. 26). Aquellos que piensan que «en un país como éste no
debemos esperar descubrir nada que atraiga a la mente o al sentimiento profundo»
(Baden-Powell, Panjab manufactures, 1872, II.III) probablemente no serán frustrados
por el resultado de sus investigaciones, aunque uno podría preguntarles por qué las
emprenden. En el caso de aquellos que dedican sus vidas a un estudio de los Vedas, a
pesar de su convicción a priori de que su contenido es espiritualmente desdeñable, uno
puede preguntar: ¿qué puede significar el Veda para éstos? (VR 10.71.9). Apenas
resulta posible que el erudito occidental se dé cuenta de que los mismos términos que él
aplica a los textos védicos (como «pueriles, áridos e inanes», dicho de los Brahmanas
por Lanmmann, Sanskrit Reader, p. 357) son precisamente los términos que emplean
para evaluar sus propias producciones exegéticas los eruditos indios más competentes,
que o bien son demasiado corteses para decir lo que piensan, o bien suficientemente
cautos para jugar el juego de la erudición occidental a modo de condescendencia hacia
los intérpretes de la época presente. El erudito occidental (como Lanmann, ídem 356,
357) se queja de que «lo que nosotros consideramos las realidades de la vida» son para
el pensador brahmánico «meras sombras» (y así, al menos, pone al Sacerdote brahman
en una misma escala junto con Platón y otros de su rango); y de que para el brahman
«cada cosa no es sólo eso que es, sino también lo que significa» (y así coloca al
brahman junto con la Deidad o el Buddha, para cuya omnisciencia «todos los principios
son el mismo»). El pensador indio puede no ser suficientemente arrogante como para
aceptar esta alabanza, pero al menos es suficientemente intelectual como para
comprender que uno en quien «la línea de demarcación entre “es” y “significa” se ha
borrado casi por completo» no puede estar lejos de Su «omnipotencia y salvación», es
decir, de Eso en Quien la distinción entre la Esencia y la Naturaleza es enteramente
inexistente. Jung confiesa no sin razón que «nuestro aire de superioridad occidental en
la presencia de la comprensión india es una parte de nuestra barbarie esencial»
(Psychological types, p. 263). […] Hemos buscado mostrar que el Rig Veda no tiene
nada que ver con los acontecimientos en el tiempo, sino con la «entrada del tiempo
desde los vestíbulos del cielo exterior», es decir, agre, en el comienzo, in principio. Esa
entrada del tiempo no puede considerarse tampoco como un acontecimiento en el
tiempo; es «primero» y un «comienzo» sólo en el orden del pensamiento lógico. La vida
es «cruzar» todo el tiempo, «desde el por todas partes a este aquí dentro», y una moción
adelante hasta el «fin último». Estos son, por supuesto, puntos de vista pero aquí se han
desarrollado independientemente. Algunos han sido impresionados por la «sorprendente
variedad» de la mitología, el ritual y el arte indios: estaría más cerca de la verdad hablar
de su mismidad o monotonía, pues de hecho nunca se aparta del tema fundamental del

220
Comienzo de Todas las Cosas. Y esto es verdadero incluso en la aplicación más amplia,
pues esta historia del primer comienzo, que señala también la vía hacia el fin último, se
ha contado en lo que es esencialmente una y la misma manera, aunque con abundante
variación dialéctica, por todo el mundo y desde tiempos inmemoriales, y sobrevive aún
hoy no sólo en las escrituras aceptadas, sino también en los cuentos de hadas y en las
nanas, y en el arte folklórico.

(Tola-Dragonetti 2003): Volviendo a la India, señalemos que frente a todos los mitos
referentes a la Creación, indios o griegos, se destaca el Himno 10.129 del Rig Veda, que
postula a lo Uno (ekam en neutro) como el origen de todo. Aunque en el himno se
hacen presentes algunos elementos antropomórficos concretos (“respiraba sin aire”, anid
avatam, “ardor ascético”, tapas, “el deseo”, kama), con todo es evidente su tendencia
hacia el pensamiento abstracto, ya que ubica en el principio de todo a una entidad de
naturaleza abstracta, lo Uno. Encontramos en el himno una superación de las
explicaciones concretas y míticas de las concepciones cosmogónicas expuestas en los
textos antes señalados. Otras referencias a la idea de lo Uno como origen del mundo se
encuentran en el mismo Rig Veda I, 164, 6 y 46; III, 54, 8; VIII, 58, 2; y X, 82, 6. Lo
Uno, que este himno pone como origen de todo, es una prefiguración de la noción de
Brahman (lo Absoluto), que en las Upanishads ocupa un lugar de preeminencia y que en
las Escuelas del Vedanta, a que se refieren los Capítulos IV, V, VI y VII de esta obra,
constituye el tema central de la especulación de su vasta literatura. La oposición entre
una Unidad inicial y una multiplicidad ulterior será otra idea que las escuelas de siglos
siguientes desarrollarán. En el Vedanta No-dualista (Advaita Vedanta) Brahman, lo Uno
y lo Único, se opone a la pluralidad del mundo empírico; en la Escuela Samkhya la
Prakriti (la Materia Primordial) en su aspecto avyakta, no manifestada, carente de toda
determinación empírica y por consiguiente Uno, dará origen por un proceso evolutivo a
la multiplicidad de nuestra realidad. Es interesante en el himno, estrofas 2 y 3, la
referencia a la idea de que antes de la creación nada existía. Esta idea aparece en otro
pasaje del Rig Veda, Himno X, 72, 2 y 3 (lo existente [sat] nació de lo inexistente
[asat]); en el Atharva Veda X, 7, 25 (los Dioses nacieron de lo inexistente); en el
Satapatha Brahmana (obra que pertenece a una época posterior a la de los Vedas) VI, 1,
1, 1 (“En el inicio esto [= el mundo] era inexistente”, asad va’i dam agra’asit ) y en las
Upanishads (obras posteriores a los Brahmanas) hay referencias a personas que
sostenían esta idea, como en la Taittiriya II, 7, 1 (“En el inicio había lo no-existente; de
éste nació lo existente”, asad va idam agra asit / tato vai sad ajayata), cf. Chandogya VI,
2, 1. Llama la atención la proclamación de escepticismo con que el himno se cierra:
puede ser que ni el Supremo Guardián del universo sepa de dónde surgió la Creación.
No es este himno el único en que una actitud escéptica se hace manifiesta, muchas veces
conjuntamente con expresiones de ateísmo. La estrofa 5 del Himno II, 12 menciona a
personas (escépticas) que preguntan con relación al Dios Indra, el principal Dios del
Panteón Védico, “¿Dónde está él?”, kuha seti, y a otras (ateos) que dicen: “Él no
existe”, nai=o asti. El Himno VIII, 100, estrofa 3 expresa una idea similar: “Deseando el
éxito, ofreced a Indra un elogio veraz, si es verdad [que existe]. Muchos dicen ‘Indra no
existe. ¿Quién lo ha visto? ¿A quien elogiaríamos?’”, pra su stomambharata vajayanta
indraya satyam≥yadi satyam asti/ nendro astiti nema u tva aha ka im≥dadarsa kam abhi
s≥t≥avama //. La posición escéptica se mantendrá en los siglos que siguen. Se nos hará
presente en Sañjaya Belatthaputta, del siglo VI antes de Cristo, uno de los Maestros del
Error, contemporáneos de Gautama Buda (siglo VI antes de Cristo), el fundador del
Budismo, en los Materialistas, y en autores como Jayarasi Bhatta (siglo VIII después de
Cristo) y Sriharsha (siglo XII), que niegan validez a todos los medios de conocimiento

221
(percepción, inferencia, etc.) tradicionalmente aceptados. Sobre el Himno Védico X,
129, ver Karl F. Geldner, Der Rigveda in Auswahl, II, Kommentar, Stuttgart: W.
Kohlhammer, 1909, pp. 207-214. Sobre los Maestros del Error ver C. Dragonetti, “Los
seis Maestros del Error”, en F. Tola y C. Dragonetti, Yoga y Mística de la India, Buenos
Aires: Editorial Kier, 1978, pp. 129-153. Sobre los Materialistas ver F. Tola, “Tres
concepciones del hombre en la filosofía de la India”, en Pensamiento, Vol. 42, Madrid,
1986, pp. 29-46. Sobre Jayar20i Bha66a ver Eli Franco, Perception, Knowledge and
Disbelief. A Study of Jayar20i’s Scepticism, Stuttgart: Franz Steiner Verlag, 1987.
Sobre Sriharsha ver Ganganath Jha, The Khan≥danakhan≥dakhad≥ya of Shri Hars≥a,
Delhi: Sri Satguru Publications, 1986. […] La idea expresada en este himno de que lo
Uno es el origen de todo trae a la mente la tesis similar de Plotino sostenida por ejemplo
en la Enéada 5, 2, 1, p. 33, línea 1, edición de É. Bréhier, que expresa que “lo Uno es
todas las cosas y ninguna de ellas; pues es el origen (arjé) de todas las cosas (pero) no
todas las cosas”. Cf. V, 1, 7, p. 24, línea 22 y V, 4, 1, p. 80, líneas 22-23. Plotino
construye toda una metafísica fundada en la noción de lo Uno. Éste no es el caso del
Veda, en el que la idea de lo Uno como origen de todo es meramente expresada pero no
desarrollada. Posteriormente será el Vedanta No-dualista de Shankara el que fundará
sobre esta misma noción, identificada con Brahman, lo Absoluto, todo un sistema
metafísico sumamente elaborado, que declara la sola existencia de Brahman,
atribuyendo a todo lo demás, al mundo, al Dios personal y al yo empírico una existencia
meramente ilusoria producto del error congénito al hombre. Sobre esta concepción de
Shankara ver F. Tola y C. Dragonetti, “El sistema de Shankara. Realidad, ilusión,
perspectivismo”, en ’Ilu. Revista de Ciencias de las Religiones, Vol. 7, Madrid, 2002,
pp. 141-169.

(Tola 2014) Himno a la Creación. En este Himno el autor se plantea el problema de la


Creación del Universo, trata de encontrarle una respuesta satisfactoria, y termina con
una proclamación de incertidumbre y de duda respecto a la posibilidad de llegar a la
Verdad. En las estrofas primera y segunda expresa que en el comienzo no existía ni el
Ser ni el No-ser. Esta afirmación general es desarrollada mediante afirmaciones de
carácter más individual y de menores alcances; no existían ni el espacio, ni el cielo, ni el
agua, etc. Frente a esa negación absoluta está lo Uno, respecto del cual el poeta nos dice
que "respiraba sin aire". En la tercera estrofa la negación absoluta de las dos primeras
cede el lugar a declaraciones positivas en que se afirma la existencia inicial de algo
concreto: "tiniebla envuelta en tiniebla" o bien "agua ondulante e indiferenciadá". En
esta misma estrofa se habla de nuevo de lo Uno, considerado como Principio de
devenir, rodeado por el vacío, que nace, es decir: se manifiesta, por obra de su propio
"tapas", palabra ésta que significa el ardor, el calor, la energía del fuego, y también la
penitencia, la ascesis, la tensión ardorosa que ellas originan. La cuarta estrofa nos dice
que en lo Uno, así manifestado, surge el deseo, es decir la voluntad de crear, lo que
constituyó la primera simiente de la mente. Y a continuación agrega en ella que los
sabios, meditando, encontraron el vínculo que une al Ser con el No-ser. La estrofa
quinta es incomprensible, pues en ella aparecen términos cuyo exacto sentido no se deja
establecer, pudiéndose con todo intuir que hace referencia a principios creadores, uno
masculino y otro femenino, y al acto de la fecundación sexual. La estrofa sexta expresa
que nadie puede saber la Verdad con respecto al Origen del Universo, pues los propios
Dioses, por ser posteriores a su creación, tienen que ignorarla. La última estrofa
empieza con la afirmación de que la Verdad es sin duda conocida por el Dios Supremo,
que mora en el cielo más alto, para reincidir en el sentimiento de duda, aparecido ya en
la estrofa anterior: "O puede ser que ni El lo sepa". A pesar de sus contradicciones y

222
oscuridades este Himno es uno de los más importantes del Rig Veda. Marca, en efecto,
la culminación de la especulación cosmogónica de los poetas védicos. Es sumamente
interesante el esfuerzo que demuestra su autor por dar una explicación del Origen del
Universo a partir de una noción abstracta, lo Uno. Lo es también por el conflicto que
descubrimos entre el pensamiento abstracto, centrado en el concepto de lo Uno, y las
nociones e imágenes, que se cruzan, de contenido concreto y material, como "tinieblas"
y "agua", o de origen fisiológico y antropomórficas, como "respiraba, ascetismo,
deseo". Y finalmente, por la confesión de duda, incertidumbre, escepticismo, con que el
Himno termina, cuando el poeta védico, superando su propia explicación y dejando de
lado todo dogmatismo, proclama la imposibilidad de descubrir el secreto último de las
cosas, y duda aún de que el mismo Dios Supremo pueda poseer ese secreto.

(Cattedra 2007) El Himno [sûkta] Nasadîya VR 10.129. El eminente erudito frances J.


Varenne nos dice que, en realidd, este es el único himno al que podemos denominar
estrictamente, cosmogónico. En cierta forma, el reúne y proyecta los elementos
metafísicos que se venían insinuando en la serie anterior: Radhakrishnan afirma que:
“Hallamos en este himno la representación de la teoría mas avanzada sobre la creación.
El existente en su aspecto manifestado no estaba entonces, pero no por ello podemos
llamarlo lo no- existente, pues es el ser positivo desde el cual surge toda la existencia.
La primera línea resalta la inadecuación de nuestras categorías. La realidad absoluta que
subyace a todo el mundo no puede ser caracterizada por nosotros ni como existencia ni
como no existencia” (Pág. 101). Este himno apunta a la raíz de las cosas donde
hallamos la idea del serpositivo; había entonces, una presencia que, si se quiere, se
sugiere como aun previa a la unidad, y de la que, posteriormente se dirá que estó sola,
preludio al concepto que luego se explicitara como la no-dualidad. Este ser presencia es
también un poder: la fuente del ser Uno y, al mismo tiempo, la posibilidad efectiva, la
causa y el material de la manifestación. Unido a la idea del VR 10.121 y perteneciente
al ciclo del germen de Oro Hiranyagarbha, se menciona explícitamente la cosmogonía
acuática. Como unidad previa y generadora de la dualidad se observa y muestra por
encima de la muerte, y aun, de la inmortalidad. Asimismo, se supera la dualidad del día
y la noche. La unidad aquí sugiere la dinámica que la conducirá a salir de si,
eclosionando y arrojando primero lo doble, luego lo múltiple. Se dice que la unidad
alentaba por su propio poder. El estado es un estado de poder, soledad y paz. Estos tres
factores llaman la atención sobre algunos de los matices que adquerirá posteriormente,
la realización samâdhi del yoga (SY 1.21). La unidad previa a lo dual, por encima de los
opuestos comienza a salir de si. Y el factor que lo permite es una noción claramente no-
aria: aparece en la escena el poder -la concentración. Del fervor, el ardor y el calor
ascético [tapah]. Radhakrishnan traduce “by the power of heat”; Dasgupta “by the
power of fervor”; Mascaró “by the fire of fervour”. Por su parte, E. Zolla sugiere una
interesante dinámica entre el proceso de concentración y canalización de los fluidos
vitales y la ascesis, de modo que indica que “Kama es la urgencia del deseo instintivo.
De la misma raíz indo europea se deriva el latín carus, querido, deseado, y el inglés
“whore”. El himno védico de la creación (VR 10.129) sitúa en el comienzo o incluso en
la esencia del ser una unidad sin atributos o una esidad neutra (Ekam, sat). Este Uno,
que es auto sustentado, que alienta sin viento como pura vida potencial. Este ha sido
generado por el poder [mahi] del calor ascético [tapas], que Coomaraswamy traduce
como “intención” […] “Continuando sus observaciones Zolla determina acerca de esta
Unidad es el resultado de una implosión, de una fuerza centrípeta, el análogo
cosmológico de la auto unificación del hombre a través de la concentración en calor
ascético [tapas], calor, y comprensión que producen una dolorosa expansión, la cual es

223
interpretada por Winternitz como una auto negación o como una auto tortura, mientras
que Bhattacharya arguye que debe ser tomado en el mero sentido de ideación. Eliade
arroja luz sobre el sentido indicándolo en relación a la palabra germánica WUT, el
fervor latín, el celta ferg, el griego ménos, que Dumezil considera equivalente al vedico
manyu, el supremo rapto psíquico e intelectual de los Poetas inspirados, de los
guardianes de las puertas, de los guerreros, de los amantes y de los artesanos. Tapas es
el medio de obtener manyu conrrepondiendose con la maestría sobre el fuego de que
hablan la iniciación shamanicas […] luego de la implosión de la unidad, sigue su
expansión en la multiplicidad debido a la tendencia exteriorizante o centrifuga de la
fuerza de Kâma. Kâma cubre la unidad como una ola (VR 10.129.4 samavarthadî) y la
manifestación comienza como la extensión versus la intención. Lo que viene primero en
la cosmogonía viene segundo en la experiencia humana. El hombre siente primero
deseos instintivos [kâma] y subsecuentemente los domina, causando su reconcentración
interna a través de tapas”. (E. Zolla, Mystical love in Hinduism, en Studies in Mystical
Literature, Thungai Univ., Taiwan 1984, pp. 19-21). Naturalmente, se puede decir que
la experiencia cosmogónica es descendente en la manifestación, en tanto que el móvil
de la experiencia humana es de ascensión, en una elevación que lo conduce fuera de la
manifestación. Otro tema fundamental del Nasadîya es la dimensión del amor. En el
contexto indio podría concebirse además, como una fuerza de armonía, de equilibrio, de
unidad y como la primera semilla del alma y de la mente. La mayoría de las
traducciones utilizan el termino mente, en tanto que Mascaró, con una visión más sutil
nos habla de: “El amor, la primer semilla del alma”. El detalle es que, aun siendo
español, la primera traducción que hace Mascaró del mencionado texto, es al inglés,
lengua que presenta otras posibilidades semánticas gracias a su naturaleza sintética. En
realidad, si bien el texto tiene una nítida implicancia descendente, comprendiendo
entonces el vocablo Kama como el deseo que da forma, pues el descenso como tal se
concreta en el mundo del nombre y de la forma; es imposible por otra parte no
considerar, aunque indirectamente, el segundo sentido de Kama como amor, en tanto la
tendencia unitiva que recupera el ser, ya que la segunda parte del himno esta
evidentemente dedicada al retorno. En efecto, es esta la línea que, dentro del Himno,
establece un límite, casi un corte, entre lo cosmológico y lo humano, entre lo
descendente y lo ascendente; lo que tiene que ver con la descripción y el proceso
cosmológico y la experiencia humana. La posibilidad de traducir kâma también como
amor señalaría otra instancia que tiene que ver con un estado espiritual de equilibrio y
unidad a partir del cual se da la posibilidad de buscar en el corazón cosa que hacen los
sabios, en un comprensible estado de profunda meditación e intuición. Se anuncia el
vocabulario que utilizaran las brahmanas y, previendo el concepto de la red [mâyâ], nos
ofrece el tema de la red de Indra. El himno sugiere que cada hombre debe buscar su
hebra en la red, en este caso, la hebra significara su nivel de conciencia en evolución y
en contacto con la trama interdependiente del cosmos. Estas hebras, que se van ligando
conforman los bandhu, las conexiones o tambien las bandhutas. Estas, además de
organizar el ritual, expresan las líneas de analogía inherentes a este universo que se
muestra como una unidad múltiple y dinámica; e introducen al tiempo, aquella noción
que el vedânta clásico denominara anirvacanîya: lo que es y no es al mismo tiempo. El
texto refiere explícitamente: “Los lazos que unen lo que es y lo que no es” o más
precisamente en concordancia con Varenne que habla de intuición del otro en el no ser.
En un momento tan temprano como el que instala este himno cosmogónico ya muestra
una clara tendencia introspectiva al destacar indudablemente la noción de la verdad
ubicada en el corazón, extenso tema desarrollado por la mística upanishádica y
medieval. La misma realidad ultima al expresarse como el macrocosmos orienta la

224
organización ritual y permite la realización efectiva en el microcosmos, en el hombre
siempre y cuando éste utilice las dos condiciones aquí expuestas: el autocontrol y la
voluntad. Finalmente, la última estrofa del Nasadîya es altamente sugerente. Varenne
considera que es una forma de marcar la superioridad del conocimiento de los hombres
por encima de los dioses. Indudablemente los sabios poetas conocen la respuesta pues
esto ya se ha establecido. Sin embargo, el himno queda suspendido en un respiro. Es
este himno la muestra magistral del espíritu no sólo vedico, sino indio que ya queda
sugerido en toda su potencia y consecuencia ontologica y cósmica. El ser es la fuente y
la esencia. Así, el hombre aun siendo uno y el mismo, se instala del otro lado del
puente: en la existencia tejida por la doble dimensión del tiempo y del espacio a la que
le agrega la doble cadena de causalidades que denominaremos karma. Las causas y
efectos se entrecruzan vertical y horizontalmente. De lo invisible a lo visible, de lo sutil
a lo grosero, del pensamiento a la acción y también en otro plano horizontal, de la
expansión a la contracción, de lo mental a lo mental, de lo material a lo material, de lo
individual a lo individual, de ego a ego (neoplatonismo). Y así, la forma vertical y
ascendente, de lo individual a lo universal. La causalidad vertical, osada imagen que
muestra como cada estado del ser es causa del subsiguiente y efecto del precedente,
marca un cambio ontológico como se puede observar en todos estos himnos
emanacionistas o procesitas si cabe el termino, y se combinan con la causalidad
horizontal o causa en un sentido occidental, inherente en cada una de sus estados, en
particular en los dos últimos. Los estados son cuatro y se colocan en la base de todo el
tema que nos ocupa: El ser positivo más allá de la dualidad, el Uno no dual. El ser
positivo como unidad potencial, la unidad en sí. El ser desplegado en nombres y formas
como unidad multiplicando en el cosmos y en el hombre, macrocósmica y
microcósmicamente. Aquí ya se cumple una de las formas de la dualidad, de modo sutil
y este es el ámbito propio de Hiranyagarbha. El ser desplegado en nombres y formas
materiales y visibles, además de ser el hombre y el mundo, en el tiempo y en el espacio
(Tao Te Kin). Aun con una nomenclatura posterior, aquí nos vemos frente a la realidad
última en pleno despliegue en y entre el hombre y el universo. La realidad como un
principio indescriptible y misterioso se encuentra expresada, también, en un universo
concreto y por lo mismo, poderoso y mágico: el universo de los sabios vedicos,
ordenado y rítmico, el mundo del ritual védico. Constituye este desligue, la aparente
multiplicidad. Posteriormente las Upanisads reconocerán el estatuto ontológico de este
ámbito con un término que hará historia: mâyâ. Traducido por los primeros indológos
como ilusión, no se podrá evitar comprender que la multiplicidad es parte de la realidad
ya que al decir de las mismas upanishads: Brahman, es todo esto [idam sarvam]. La
diversidad y la multiplicidad se describirá, entonces, como la aparente manifestación de
lo Uno en lo mucho, y guardando en una imperceptible y subterránea concatenación,
una serie de eslabones que se develan en el significado. Son estos los sabios que hallan
en su corazón con sabiduría. Su conocimiento otorga la supremacía y el poder de los
brahmanes, aun antes que los dioses. La profusa mitología que acompañaba a los
himnos describen esta instancia con un símbolo que cada vez posee mayor relevancia:
las conexiones bancdhu de las que ya hemos hablado. Son estos los lazos de Varuna y
luego serán la red de Indra: indrajâlaneti. Para los doctores de la escolástica,
Gaudapada y Sankara, será mâyâ como el poder mágico que se trasforma en la ilusoria
multiplicidad espejada en los juegos de su propia dualidad. He aquí como se van
desenvolviendo las nociones: Este universo, la manifestación, que ha nacido del poder
de tapas, es un universo -digámoslo una vez mas- poderoso. Esta imbuido del asu,
indeterminada potencia que todo lo impregna y sostiene. Sus custodios son los asuras. Y
en la época védica más antigua, el más poderoso es el más sagrado. El asuismo es la

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participación en esta potencia y así nacen los devas. Definidos a partir de la raíz DIV, lo
que brilla e irradia, estos habitantes del cielo son también, los dadores, los que en su
generosidad alimentan permanentemente la dinámica de lo múltiple. Se distinguen por
un carácter antropomórfico más difuso que los antiguos dioses védicos, y por su
tendencia a reagruparse y reasimilarse mutuamente. Y puesto que la realidad total está
impregnada por el poder, asu, los mismos devas, que se insertan en este orden poderoso,
encuentran en el asu la misma base de su existencia y de su actividad divina, de modo
que, sorprendentemente, los devas son también asuras. La realidad absoluta del universo
vedico es el orden [rta], y la dupla devas-asuras sólo expresan otro aspecto doble de lo
sagrado en su funcionamiento respecto del universo así como de la conciencia humana.
Continúan el simbolismo dual que indica el principio de la dualidad el cual rige todo el
orden manifestado. La tensión de esta dualidad y sus reverberantes ecos en el despliegue
de la acción y la reacción dejan entrever la permante recurrencia al concepto del eje de
la unidad múltiple, que es integral e inherente lo divino, a la totalidad una, y al ser que
así, se expresa en su condición de fuente y manifestación. Cuando los rituales védicos,
inspirados en estos maravillosos himnos ingresen en su etapa pasiva y formalista, la
maduración del genio indio, incesante en su búsqueda espléndida de la realidad y el
sentido que coadyugen a superar el dolor, traerá la respuesta de las Upanishads, y con
ella, la identidad mística y metafísica del atman-Brahman que los mismos Himnos
habían anunciado. El ritual se tornara prescindible cuando las Upanishads reiteren la
enseñanza de los Himnos y le muestren al hombre como buscar la sabiduría en sus
corazones.

(VR 10.135) Himno a Yama.

(Kashyap 2012) El Himno [sūkta] VR 10.135 está dedicado por completo a Yama. Las
ideas que ahí se presentan recuerdan a algunas de las ideas expuestas en la Katha
Upanishad.

(VR 10.136) Himno chamánico del Asceta.

(Tola 2014) Este Himno describe el trance extático de un asceta de largos cabellos,
trance conseguido mediante alguna bebida destinada a tal efecto (estrofa 7). El
personaje que nos describe es el precursor del yogin de los tiempos clásicos. Junto a los
fenómenos extáticos mencionados no se hace referencia a ninguna búsqueda de un
estado místico elevado y noble. Esta circunstancia, y la mención de una bebida
"sagrada" en la estrofa 7, parecen dar razón a Oldenberg, cuando dice que tenemos aquí
una forma primera del trance yóguico en el plano del chamanismo primitivo.

(VR 10.145) Himno mágico contra un rival.

(Tola 2014) Como en la mayoría de las sociedades humanas, no faltó en la védica la


magia. Esta se hace presente en los ritos y en la concepción del Sacrificio. El Athari'a
Veda, que es después del Rig Veda el más importante de los cuatro Vedas, es un libro
de procedimientos mágicos para diversas ocasiones y circunstancias. En el Rig Veda se
encuentran algunos Himnos, considerados tardíos, que son de carácter mágico. A éstos
pertenece el presente. Es un hechizo destinado a ser utilizado por la mujer que quiere
deshacerse de una rival. Recitando la estrofa 1 la mujer arranca una cierta planta del
suelo; con las estrofas 2 a 5 invoca su ayuda; y luego, teniendo trozos de la misma

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planta en cada mano, abraza a su marido, mientras duerme, recitando la estrofa 6. Ver
VR 10.159.

(VR 10.146) Himno a Aranyani.

(Tola 2014) La Cultura Védica, como otras culturas, conoció el culto a los árboles y a
los bosques, con sus animales e insectos. Esta creencia se hace presente en muchos
monumentos hinduistas y budistas de épocas pasadas y se ha mantenido incluso en la
India moderna, aunque en grado reducido. Es una manifestación de la primitiva actitud
animista ante la realidad. El presente himno está dirigido a Aranyání, divinidad menor,
Diosa y personificación del Bosque. El poeta se refiere a los temores y peligros del
bosque, a sus ruidos misteriosos y a las fantasías que provocan en la mente del
caminante, al descanso que brindan, y a sus perfumes y frutos.

(VR 10.154) Oración para un muerto.

(Kashyap 2012) En RV 10.154 se trata con otro himno de la manifestación compuesto


de cinco mantras, donde se declara que el Deleite (ānanda o soma) es el fundamento de
toda la existencia y que este imbuye todo. El mundo vino a la existencia mediante una
intensa concentración o ascesis (tapas). El último verso declara que Yama, el
controlador universal, permanece con los antiguos videntes (kavayo), los hijos de tapas,
quienes protegen al Sol.

(Tola 2014) En la estrofa primera el poeta menciona los goces de los Antepasados o
Padres en el otro mundo. En las estrofas siguientes enumera las distintas clases de
muertos según la actividad que desempeñaron en esta vida —ascetas, guerreros,
generosos patronos del Sacrificio, antiguos Videntes—. Y termina pidiendo que el
muerto se reúna con todos ellos en el reino de Yama, Señor de los Muertos.

(VR 10.159) Canción de triunfo de una mujer

(Tola 2014) Este Himno es una canción de triunfo de la mujer que mediante la magia ha
reconquistado a su marido, derrotando a sus rivales. La mujer insiste sobre todo en que
ya recuperó su poder sobre "su hombre y su gente". Debemos relacionar este Himno con
VR 10,145, que se refiere a un procedimiento de magia utilizado para el efecto del caso.
Este Himno, como el 10,145, es interesante, no sólo desde el punto de vista de las
creencias populares de la época, sino por la información que proporciona sobre las
costumbres de la época y de la vida familiar.

(VR 10.165) Himno contra la paloma mensajera de la muerte.

(Tola 2014) Éste es otro Himno que, como el Himno VR 2,42, nos informa acerca de las
supersticiones de la época. Esta vez se trata de la paloma, que ingresó a una casa, y que
era considerada como mensajera de la muerte y portadora de malos augurios. El efecto
de su venida es contrarrestado con una ceremonia especial, en que tenemos recitación de
versos y una ofrenda al Fuego y en que se hace que una vaca dé una vuelta alrededor del
hogar. Esta superstición acerca de la paloma no es exclusiva de la India, dándose en
otros países actualmente.

(VR 10.168) Himno al viento.

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(Tola 2014) Macdonell: “Los dos nombres del viento, Váyu y Váta, son empleados para
expresar el fenómeno físico y su personificación divina. Pero Váyu es
predominantemente el Dios y Váta el elemento". La personificación de Vata es así casi
nula, pasando a primer plano el fenómeno natural del viento, de un viento tempestuoso,
acompañado de lluvias, rayos y truenos, con toda la violencia de una tempestad de la
época del monzón.

(VR 10.173) Himno de unción del rey.

(Tola 2014) Himno que formaba parte del ceremonial de consagración de un rey.
Obsérvese la repetición, con finalidad mágica, de ciertas palabras relacionadas con lo
que se quiere conseguir.

(VR 10.190) Himno al fervor ascético en la Creación.

(Kashyap 2012) En los tres mantras de RV 10.190 se describe la secuencia de la


manifestación. Esta comienza con la verdad absoluta (satyam) y con la verdad en
movimiento (rita); a partir de estas nació el tapas. Luego el concepto-poder (el concepto
pre-manifestado) y el océano de la existencia. Y de este océano vino el año, las noches y
los días que controlan cada movimiento. Satyam-Ritam: La Suprema Realidad no es una
mera seidad inmutable y sin características. Esta es supremamente alerta, es una
Consciencia. Y esta consciencia además de estar alerta, es dinámica, ya que es Poder.
Cuando esta Consciencia en tanto que Poder, se mueve a la acción, la manifestación
prosigue. Primero “la Verdad” (satyam) que está detrás de la manifestación, se formula
a sí misa conduciendo “a la Ley” de los trabajos de esa Verdad, en otras palabras, a “la
Verdad-en-movimiento” (ritam). Esta auto-determinación de la Verdad es la semilla de
la manifestación; mientras que su Ley subyace bajo las diversas líneas de manifestación
y gobierna su despliegue.

(Tola 2014) Himno dedicado a tapas, término que significa, como ya lo hemos indicado,
"calor", y también "ascetismo, ardor ascético". Tapas aparece en el Rig Veda una serie
de veces con una u otra acepción. En el presente Himno hemos preferido el segundo
significado, por tratarse de un texto tardío del Rig Veda, y por la gran importancia que
el ascetismo tuvo en la India desde época muy remota.

(VR 10.191) Himno de Aghamarshana.

(Colebrooke-García Calderón 1924) Otro sobre este tema ha sido traducido en el


“Ensayo sobre las ceremonias religiosas de los indostanes”; es el último himno que se
encuentra en el Rig-Veda y su autor es AGHAMARSHANA (un hijo de
MADHUCHANDAS) del cual toma su nombre, con el que se le cita generalmente. Los
otros himnos, cuya versión agrego aquí, no están atribuidos a un autor determinado.
PRADJAPATI, apellidado PARAMESHTHI y su hijo YADJNYA, dícese que son los
personajes que los pronunciaron primitivamente. Pero de estos nombres, uno es un
título del espíritu primordial y el otro parece hacer alusión a la inmolación alegórica de
BRAHAMA. (El pronombre sánscrito Tad, así empleado enfáticamente, se interpreta
como que está destinado a representar al ser supremo, según las doctrinas de la filosofía
Vedanta [GP: Véase la exposición de este sistema de filosofía en los Ensayos de
Colebrooke sobre La filosofía de los Indostánes, que hemos traducido y publicado en

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francés, con notas. Cuando está manifestado por la creación, es la identidad (Sat);
mientras que, cuando permanece bajo formas que son pura ilusión, es la no entidad
(Asat). Todo este himno está explicado según las doctrinas aceptadas de la teología
indostánica o Vedanta. Las tinieblas [tamas] y el deseo [kama] tienen una lejana
semejanza con el Caos y el Eros de Hesíodo. Teogonía 5,116].

Apéndices:

(Khila 8) (Zimmer 1943) El loto: Cuando la divina sustancia de la vida está a punto de
irrumpir en el universo, brota de las aguas cósmicas un loto de mil pétalos de oro puro,
radiante como el sol. Esa es la puerta o entrada, la boca o abertura del útero del
universo. Es el primer producto del principio creador: oro como prueba de su naturaleza
incorruptible. Comienza dando a luz, en primer lugar, a Brahma, el creador demiurgo.
Seguidamente surgen de su exterior [pericarpio] las huestes del mundo creado. Según la
concepción hindú, las aguas son femeninas; son el aspecto procreador, maternal del
Absoluto, y el loto cósmico es su órgano generador. Al loto cósmico se le llama «La
forma o aspecto más alto de la Tierra», y también «La Diosa Humedad», «La Diosa
Tierra». Se le personifica como la Diosa Madre a través dé la cual el Absoluto emerge a
la creación. Esta diosa no figura en la tradición clásica anterior de los Veda
específicamente como diosa, aunque Vasistha o sea Agni nace del loto (VR 6.16.13).
Como la planta del loto, es producto de la vegetación de la propia India, y por tanto fue
extraña a los invasores arios que llegaron desde sus territorios nórdicos originarios. De
los mil sesenta y ocho himnos del Rg Veda -primer monumento literario de la tradición
brahmánica exclusivamente ario—, no hay uno solo dirigido a la diosa Loto, o que la
nombre siquiera. Ni aparece entre las divinidades del panteón védico. La primera obra
literaria que contiene pruebas de su existencia es un himno relativamente tardío, uno de
los llamados Khila o «Apéndices», añadido al antiguo corpus del Rg Veda. Aquí se la
celebra y describe en veintinueve estrofas. Significativamente, en este himno primitivo
se anuncian ya todos los rasgos destinados a caracterizarla en el periodo «clásico», más
tardío, de la mitología y el arte hindúes. No es improbable que existiera entre la gente
mucho antes de que los sacerdotes de los invasores se dignaran concederle
reconocimiento. Intemporal como las formas de cultura básicas de la misma India, pasa,
por así decir, de eternidad a eternidad, sin cambios esenciales. En este himno apócrifo
añadido al Rg Veda se llama ya a la diosa Loto con sus dos nombres clásicos, Sri y
Laksmi, y se asocia en todos los sentidos con el símbolo del loto. Se la alaba como
«nacida del loto» (padma- sambham), «la que se alza sobre un loto» (padmesthitá), es
«del color del loto» (padmavarna), «de muslos de loto» (padma-ürü), «de ojos de loto»
(padmaksi), «de lotos abundantes» (padmini, puskarini), «se adorna con guirnaldas de
lotos» (padmamalini). Como deidad tutelar de la agricultura arrocera de la India nativa,
se la llama «poseedora de estiércol» (karisim). Sus dos hijos son el Barro (kardama) y la
Humedad (ciklita), personificaciones de los ingredientes de un suelo rico. Es «como la
miel» (madhavi), y se dice que concede «oro, vacas, caballos y esclavos». Viste
«guirnaldas de plata y oro». Concede salud, longevidad, prosperidad, descendencia y
fama. La personificación de la Fama es otro de sus hijos. Está «hecha de oro»
(hiranyamayi'), es del «matiz del oro» (hiratryavamá), imperecedera, hermosa y valiosa
como el oro. La llaman harivallabha y visnupatni, «la amada esposa de Visnu». Igual
que otras divinidades se representan con figura humana encima de animales simbólicos,
esta diosa Padmá, o Loto, está de pie o sentada sobre un loto. Se la asocia con esta flor
tan invariablemente como a Visnu con el Océano de Leche. El himno añadido al Rig-
Veda le dice: «tú eres la madre de los seres creados»; y como Madre, la llama ksamá,

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«Tierra». Es, pues, un aspecto especial o versión local de la antigua Madre Tierra, la
gran diosa madre del periodo calcolítico que fue adorada en una amplia zona del
mundo, y de la que se han encontrado innumerables imágenes en el antiguo Oriente
Próximo, en las tierras del Mediterráneo, del Mar Negro, y en el valle del Danubio. Es
hermana, o doble, de la conocida diosa de la primitiva Mesopotamia sumero-semítica, y
por tanto proporciona una pista de los vínculos prearios entre la India y las fuentes del
mito y el símbolo de nuestra tradición occidental.

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