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Proyecto Tesla

Gabriel A. Bertolini
Serie Guardianes de Tesla
Libro 1
Agradecimientos:

En primer lugar, a mi esposa Graciela y a Leo (mi


Golden malcriado) por haberme permitido quitarles
tanto tiempo.
A mi familia por haberme alentado y hacerme las
lecturas del borrador.
A mis amigos que me dieron ánimo para terminarlo y
que me tuvieron que aguantar hablando del libro.
A amigos que ya no están pero que me facilitaron
conocer muchos de los lugares donde se ambienta la
novela.
Sinopsis

Nikola Tesla se une con Jules Verne para toda la


eternidad. Lanza un desafío al futuro, alguien sabrá
descifrarlo. Angelo Ricci es el elegido, pero el ser el
tercer eslabón no le trae más que problemas. La NSA,
el CESIS, la DGSE, el MOSSAD, la AFI, el CNI; todos
quieren el secreto para ellos solos, por las buenas o por
las malas. En medio de todos, dos amigos; mucha
gente y pocos en quien confiar. Tesla, un científico a
quien todos engañaron y robaron sus descubrimientos
en vida, nunca hubiera imaginado que sus increíbles
inventos, en vez de traer Paz y unir las Naciones,
traerían una carrera que se llevaría por delante a quien
sea. Algunos son buenos y parecen malos, otros son
malos y parecen buenos; no hay que fiarse de nadie.

CONSIDERACIONES LEGALES

Queda prohibida, sin la autorización expresa y por


escrito de la Editorial, bajo las sanciones
establecidas en las leyes, la reproducción parcial o
total de esta obra por cualquier medio o
procedimiento, comprendidos la reprografía y el
tratamiento informático, y la distribución de
ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo
privado o público. Texto con Propiedad Intelectual
Registrada y todos los Derechos Reservados.
ACLARACIÓN:

Todos los personajes son absolutamente ficticios y creación


de mi mente salvo Nikola Tesla de quien he intentado
respetar toda la descripción histórica que se posee de su
carácter y particularidades. Cualquier parecido en el nombre
de los protagonistas de esta novela, con una persona real,
no es más que fruto de la casualidad. Las localizaciones
geográficas en su mayor parte responden a lugares reales
solo alterados en algún caso por necesidad del relato. Las
organizaciones nombradas existen, pero la forma de actuar y
el carácter de sus integrantes son fruto de mi imaginación y
en ningún caso se corresponden con la vida real. Los países
intervinientes tienen situaciones políticas y gobiernos
imaginarios que pueden haber tenido en su pasado o
tendrán en su futuro o jamás tendrán. Todo en la novela
responde a elucubraciones que tenemos los escritores y en
ningún caso han sido tomados de hechos reales, lo que no
quita que puedan ocurrir o hayan ocurrido.
Gabriel Bertolini

Para todo aquel que desee ampliar la lectura con


Mapas interactivos y Links es altamente
recomendable ir a su Web:
http://gbertolini.wix.com/libros
o a su página de Facebook:
https://www.facebook.com/guardianesdetesla
PRÓLOGO

Nueva York, 7 de enero de 1935, 7:30 hs.

Era una fría mañana de invierno con la nieve


cubriendo las calles de Nueva York. El almanaque
marcaba 7 de enero de 1935, Nikola Tesla no lo sabía,
pero su existencia terrenal terminaría en esa misma
fecha 8 años más tarde. Vivía desde hacía poco en la
suite 3327 de dos habitaciones (que en realidad era la
unión de los cuartos 3327 y 3328 contiguos) del piso 33
del Hotel New Yorker en la esquina de la calle 34 y la
octava avenida, y no era una casualidad, siempre movía
los hilos de su vida a través del número 3 y sus
múltiplos; era una manía más de su complicada
personalidad.
El hotel era un feo, pero gigantesco edificio
compuesto por bloques rectangulares que se iba
afinando hacia arriba hasta terminar en un gran letrero
con el nombre del establecimiento. Con 2.500
habitaciones, 5 restaurantes y 43 plantas era el mayor
hotel de la ciudad por esos años. Construido al estilo de
Art Decó no era bello de día, pero a la noche con su
gran iluminación, imponía su presencia en la silueta del
Distrito Garment de Manhattan; para ello poseía la
planta privada más grande de energía que proveía
2.200 kilovatios de corriente continua.
Se levantó y, como si de una estudiada coreografía
se tratase, comenzó su diaria rutina que consistía en ir
a ver si su fiel compañera se encontraba en la ventana
de costumbre; allí estaba, una blanca paloma aterida de
frío y casi inmóvil se acurrucaba en un rincón del
alféizar protegida del viento helado y de las nevadas

1
recibiendo parte del calor del cuarto que se filtraba
afuera.
Nikola Tesla era un ser complejo, adoraba las
mujeres y las respetaba mucho pero jamás se había
casado, posiblemente le hubiera resultado muy difícil
encontrar a alguien que conviviese con sus
peculiaridades.
Delgado hasta parecer cadavérico, de etnia serbia,
con cabellos negros y siempre peinados con raya al
medio y con bigotes muy cuidados, tenía una elegancia
que aún conservaba a sus casi 8 décadas de vida.
Esa mañana abrió un poco las cortinas ya que el
cielo, totalmente cubierto, dejaba pasar muy poco Sol y
el día se encontraba semi-obscuro, situación que lo
favorecía ya que últimamente la luz intensa lo
molestaba tanto que solía estar todo el día casi en
penumbras. El Gerente recibía numerosas quejas de su
parte por los pequeños ruidos que ocasionaban los
viajeros hospedados en sus cercanías, así que optó por
no ocupar las habitaciones alrededor de la 3327, nadie
a la derecha, ni a la izquierda, ni arriba, ni abajo, de esa
manera tenía a su “raro” huésped conforme; incluso
hizo quitar el timbre que sonaba cuando llegaba el
ascensor a la planta 33.
El cuarto de Tesla era atendido por 4 empleados
hombres que no cambiaban salvo al completar sus
turnos entre ellos, habían sido adoctrinados para esta
función exquisitamente. El científico no soportaba a las
personas con sobrepeso y era muy sensible a los olores
corporales y a la higiene en general, por lo que los
empleados del Yorker antes de acceder a su habitación,
se lavaban muy cuidadosamente las manos para acudir
a servirle.

2
Generalmente comía en su suite y últimamente no
salía más que lo estrictamente indispensable. Su
comida consistía en platos sencillos siempre
vegetarianos ya que desde hacía muchos años no
comía nada proveniente de los animales por los que
profesaba una verdadera adoración. Probablemente
haya sido uno de los primeros veganos de los que se
tenga noticia.
Hoy iba a ser un día especial, ya lo había decidido;
tenía mucho que hacer, su gato de la infancia, Macak
se le había aparecido en sueños y le había indicado el
camino que debía seguir.
Era común que recordara en sueños muchos
episodios de su ajetreada vida. Su niñez se le
presentaba siempre con el recuerdo de la muerte en un
accidente de equitación de su hermano mayor Dane,
cuando él contaba con tan solo 5 años de edad,
también recordaba a sus 3 hermanas mujeres y a sus
progenitores, un padre sacerdote ortodoxo y una
analfabeta, pero muy memoriosa madre que siempre le
apoyaron y ayudaron mucho. Desde joven estuvo ligado
a estudios de ingeniería eléctrica y trabajos
relacionados con la electricidad. Primero se trasladó a
Francia y finalmente a Estados Unidos para ser
explotado vilmente por Edison, un hombre sin
escrúpulos que robó inventos y patentes de otros para
su propio beneficio. Cansado de esta situación,
comenzó a abrirse camino en forma independiente
gracias a su enorme inteligencia y visión de cosas para
las cuales el mundo aún no se encontraba preparado.
Tesla poseía una educación exquisita que le permitió
relacionarse con lo mejor de la sociedad de esa época.

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Hoy vestía de traje negro con camisa blanca y
corbata de seda en colores grises. Algo de la ropa que
aún le quedaba de sus buenas épocas.
Sonaron dos golpes muy suaves en la puerta, el
desayuno estaba aquí. Siempre era lo mismo, así que
no esperaba nada especial; entró Robert, un tejano muy
simpático que hablaba como cantando, estaba
impecablemente vestido y olía suavemente a jabón; con
sus 75 kg. y su metro ochenta entraba en los cánones
permitidos del señor Tesla.
Robert apreciaba a Nikola Tesla, tenía una charla
muy interesante y lo trataba como a un igual, con
respeto y deferencia así que esa mañana le había
traído algo diferente.

-¡Buenos Días ingeniero Tesla! ¿Ha dormido bien?


Preguntó el tejano.
-Ni bien ni mal, Robert; he dormido y a mis 78 años
eso ya es mucho; gracias por preguntar.
Contestó Nikola.
-Me he permitido traerle algo especial; el cocinero
hoy ha hecho unos panecillos dulces que se veían tan
bien que le he traído algunos para que los pruebe.
Dijo el mayordomo levantando un cubreplatos de
acero inoxidable que dejó a la vista unas pequeñas
bolas recién hechas que olían de maravilla.
Nikola Tesla abrió los ojos en forma desmesurada y
comenzó a respirar febrilmente. Con un hilo de voz le
dijo:
-Robert, le agradezco mucho su intención, pero
creo que ha olvidado usted algo. No puedo tomar
objetos esféricos y eso incluye a lo comestible.

4
En ese momento el empleado se dio cuenta de su
error y disculpándose repetidamente volvió a taparlos y
retrocediendo le dijo:
-No tardaré ni 3 minutos y tendrá lo de costumbre,
prometo que no lo olvidaré la próxima vez.
Dicho esto, salió casi corriendo de la habitación,
pero sin olvidar cerrar la puerta muy despacio.
El que luego sería reconocido como un genio en
muchas áreas se quedó pensando. Empezó a enumerar
mentalmente sus fobias y manías actuales que incluían
cosas tan diversas como una repulsión física e
irracional hacia las joyas y especialmente a las perlas, a
los cabellos, incluso a veces a los suyos mismos y a
una lista de objetos o formas muy ecléctica.
¿Sería normal esa actitud? Estaba claro que por lo
menos no era común, al menos no era algo nuevo,
siempre había tenido “particularidades” a lo largo de sus
años y cada vez sumaba nuevas cosas.
En fin, ya era un hombre de mucha edad para la
media de vida en esos años y lo poco que le quedaba
tendría que ser soportado; eso era otra cosa, ¿Hasta
cuándo lo soportarían?; ya no tenía casi dinero a pesar
de haber sido un hombre rico en algunos momentos de
su vida, pero parece que el Hotel lo había tomado en
custodia y sería su hogar hasta el final. Los pocos
dólares que le entraban al ingeniero provenían de un
estipendio que le daba el Gobierno Yugoslavo.

Regresó a su escritorio frente a la ventana y


comenzó a hacer lugar y tirar unos papeles para dejarlo
limpio. Tenía un trabajo que hacer y ya se había
entretenido demasiado con el tema del desayuno, pero
no quería comenzar antes de saber que no sería

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interrumpido hasta el mediodía así que se sentó a
esperar.
En cinco minutos regresó el hombre de Texas y
golpeó suavemente otra vez la puerta.
-Pasa, por favor Robert.
El tejano avergonzado preparó rápidamente el
desayuno en la mesa de comer y ya se retiraba cuando
el ingeniero le volvió a hablar.
-Robert, no podré empezar a trabajar hasta tanto no
vuelvas a por la vajilla así que, ¿Por qué no te quedas
aquí conmigo hasta que termine de desayunar?, sólo
serán 10 minutos y deseo preguntarte algo.
-Señor, si no le molesto, aquí me quedaré y puede
preguntarme lo que desee.
-Siéntate por favor, aquí al lado mío. Le dijo
indicándole la única silla que quedaba libre.
El empleado del New Yorker se sentó con la
espalda muy recta al lado del casi octogenario.
-Gracias hijo. Tengo que pedirte un favor. Mañana a
esta hora tendré unos libros que quiero regalar a mi
hermana Milka. ¿Podrías alcanzárselos a ella? Desde
ya que te pagaré.
El tejano sabía que el anciano no tenía
prácticamente dinero, pero lo apreciaba mucho por su
humildad y le respondió:
-No es necesario que usted me pague nada y yo le
llevaré los libros cuando usted me lo pida.
-Nuevamente Gracias, este Hotel me lleva hasta el
último dólar, jaja.
Dijo el científico con un muy poco habitual sentido
del humor.
El empleado pensó si no sería una muestra de que
estaba muriéndose; pero, aunque en ese momento no

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lo sabía, aún le quedarían ocho años más sirviendo a
ese extraño personaje.
Hablaron de la nevada y Tesla, como siempre, le
contó de sus nuevas inquietudes que consistían en
fotografiar los pensamientos. Era bien conocido por sus
teorías extravagantes y novedosas, pero también por
sus increíbles inventos por lo que nunca podían dejar
de escucharse sus charlas ya que muchas veces
encerraban grandes adelantos que el resto de los
mortales ni se imaginaban.
Terminado el desayuno diez minutos más tarde, el
empleado recogió todo y lo dejó solo.
El ingeniero se sentó frente a su escritorio. Por la
ventana veía que continuaba nevando cada vez con
mayor intensidad, mejor, así justificaba su encierro.
Se disponía a hacer algo que jamás había hecho y
era poner por escrito una de sus teorías.
Su memoria era fotográfica y realmente poseía una
virtud que bien podía compararse con un superpoder ya
que ningún otro habitante de la Tierra lo tenía. Nikola
podía leer un libro entero en poco tiempo y años
después recordarlo íntegro y hasta saber el número de
página donde había un gráfico que le interesara. Esta
memoria sin duda lo ayudaba a hablar perfectamente 9
idiomas entre otras cosas.
Hacía unos años, exactamente en 1921, un
periodista de American Magazine, M.K. Wisehart le
preguntó por esa extraña habilidad de percibir en su
mente los inventos antes de llevarlos a la práctica y
Tesla contestó:

“-Llegué a la conclusión de que podía visualizar


cosas diferentes. No necesitaba modelos, ni esquemas,
ni experimentos, todos ellos estaban en mis
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pensamientos claramente. Esa habilidad de visualizar la
obtuve en mis intentos infantiles de librarme de
imágenes penosas; considero que he desarrollado un
modo nuevo de materializar las ideas y planes
creativos. Ese procedimiento tendría que ayudar a
todos aquellos que tienen fuertes poderes de percibir
cosas, no importa si se trate de los peatones, la gente
trabajadora o los artistas. La mayoría empieza su labor
sin preparación alguna, por ejemplo, cuando tienen que
cumplir una tarea. En este caso se pierden muy pronto
en montón de detalles, en lugar de seguir la idea
central; aunque sus intentos pueden dar resultado, la
calidad no sería la misma. Ahora desearía presentar mi
procedimiento: cuando tengo ganas de elaborar una
idea, entonces la tengo en mis pensamientos por meses
o años. Cada vez que puedo empiezo mi viaje a través
de mi mundo de percepciones y sin ningún esfuerzo
consciente pensando en el problema. Es una fase de
"ideas tranquilas". Después sucede el período cuando
pienso en diferentes posibilidades de resolver el
problema; en esta fase concentro mi espíritu a la
limitación del campo de investigación. Cuando empiezo
a tratar el problema conscientemente, todas sus
peculiaridades, a menudo siento que estoy al punto de
resolverlo. Este es un sentimiento maravilloso porque
entonces sé con gran seguridad que he resuelto el
problema y que va a cumplirse mi idea. El sentimiento
es tan real como si resolviera realmente el problema.
He llegado a la conclusión que en ese momento la
solución ya está presente en mi subconsciencia,
aunque pase cierto tiempo hasta que se realice en mi
mente. Antes de hacer el esquema en el papel, ya
tengo la idea en mis pensamientos. En los
pensamientos puedo hacer cambios en un aparato y
8
mejorarlo, aún puedo ponerlo en marcha en
pensamientos. A mis asistentes les puedo decir las
dimensiones exactas de cada pedazo aislado, haciendo
los esquemas escritos, y cuando se completan todos los
pedazos, ellos caben como si las dimensiones fueran
tomadas de un esquema ya antes planteado. No
importa si un aparato funciona en pensamientos, o si lo
hiciera en mi laboratorio. Los inventos elaborados de
este modo han funcionado muy bien, durante 30 años y
no se les ha hecho ni un sólo cambio. Mi método es
diferente, no me precipito al trabajo real. Cuando tengo
una idea, empiezo erigiéndola en mi imaginación.
Cambio la construcción, hago mejoras y manipulo el
dispositivo en mi mente. Es absolutamente irrelevante
para mí si pruebo mi turbina en pensamientos o en mi
taller. Incluso noto si está desequilibrada. No hay
ninguna diferencia, los resultados son los mismos. De
este modo puedo desarrollar rápidamente y
perfeccionar un concepto sin tocar nada. Cuando he ido
tan lejos como para incorporar al invento cualquier
mejora y veo que no hay ningún fallo por ninguna parte,
le doy forma concreta a este producto final de mi
cerebro. Invariablemente, mi dispositivo funciona tal
como había concebido que debería hacerlo, y el
experimento sale exactamente como lo había planeado.
En 20 años no ha habido una sola excepción. La puesta
en práctica de una idea rudimentaria tal y como se hace
generalmente, sostengo, no es sino un gasto de
energía, dinero y tiempo”

Esto da una idea de lo especial que era este


ingeniero; sus colegas necesitaban de muchos planos y
gráficos antes siquiera de maquinar una simple pieza de
engranaje.
9
Volviendo a nuestra habitación de Hotel,
encontramos al científico concentrado en dibujar y
escribir en unas hojas de finísimo papel, el proceso
podría compararse a sacar una foto de su mente y
plasmarla en el papel.
Tesla había llevado a la práctica infinidad de
inventos revolucionarios, entre los más importantes
podríamos nombrar a la corriente alterna, la radio, la
transmisión inalámbrica, aviones de despegue vertical,
submarinos eléctricos, armas de destrucción masiva,
radiotelescopios, etc. Además, era el creador de los
fundamentos de grandes desarrollos que permitieron
dar un salto cualitativo a la humanidad que adelantó la
ciencia de manera exponencial.
Él consideraba valiosos sus aportes y sabía que
había hecho millonario a muchos delincuentes como
Edison, Marconi y otros pseudo-científicos que le
habían robado sus ideas y se las habían apropiado.
Pero tenía un as en su manga, mejor dicho, en su
mente; había un invento que realmente podía marcar la
diferencia entre una sociedad esclava y una libre, en
todos los aspectos.
Ese invento era el que él estaba escribiendo; ¿Por
qué lo hacía? Porque la sociedad le había demostrado
que aún no estaba preparada para este avance. Ya le
había enviado una carta al Presidente Wilson
ofreciéndole la construcción de un rayo tan poderoso
que destruiría todo en un radio de 320 Km. y ni siquiera
le habían contestado. En su interior sabía muy bien lo
que la gente pensaba de él, que era un loco, un
soñador o un desequilibrado de algún tipo; pero no se
podía esperar otra cosa de una población mundial
donde solo el 0.1% podía entender lo que era un campo
electromagnético. Tendría que pasar tiempo, bastante
10
tiempo, para que alguien pudiera comprenderlo y hacer
uso de ciertos inventos suyos. Hacía 4 años en 1931
había viajado a Buffalo N.Y. para instalar en un
automóvil eléctrico Pierce-Arrow un dispositivo que le
permitía obtener energía del entorno para funcionar; a
pesar de que las pruebas fueron un éxito total, acusaron
en los periódicos locales, a Tesla, de ser un siniestro
personaje aliado con fuerzas obscuras del universo.
Esta ignorancia molestó tanto al ingeniero que desarmó
todo y se volvió a Nueva York sin comentario alguno.
Nikola fue muy amigo del escritor Mark Twain hasta
su muerte en 1910 y admiraba a Jules Verne de quien
poseía todos sus libros. Consideraba a Verne como a
una versión de sí mismo literaria y pensaba que quien
leyese sus libros tenía que ser una mente inquieta y
creativa a su vez para ver más allá del entretenimiento
que proporcionaban sus relatos; 30 años ya habían
pasado de su muerte en 1905 y cada vez se le valoraba
más, quizá así también pasase con él.
Hoy él iba a unirse con Jules Verne para siempre,
hasta que quizá la persona indicada los separase.
Su obsesión había sido siempre el aprovechamiento
de la energía que nos rodea, la eléctrica, la magnética,
la solar; era un ferviente defensor de la energía gratuita
y a pesar de que le había dado al mundo entero la
posibilidad de electricidad gratuita e ilimitada los
“poderosos” de siempre lo habían ignorado y
ridiculizado. La torre Wardenclyffe fue un gran éxito y a
pesar de que era capaz de extraer la energía del
entorno gratuitamente y distribuirla o quizá,
precisamente por eso, terminó siendo demolida hacía
casi 15 años atrás. ¡Sí! Él lo había conseguido y lo
había demostrado, podía proveer gratuitamente de
electricidad a cada uno de los habitantes de la Tierra a
11
coste cero, pero, claro está, esto terminaría con el
negocio para Edison y otros muchos que se habían
adueñado de la electricidad y no lo permitieron.
Como todas las ideas que se forjaban en su mente,
era brillante. El dispositivo que había diseñado podía
proveer movimiento giratorio o rectilíneo con fuerzas
que iban desde fracciones hasta ilimitados HP 1 teóricos
con ningún consumo de energía externa más que
aquella que se encontraba en el medio ambiente debida
a la radiación cósmica. Sólo había un hueco en su
razonamiento, sino ya lo hubiera construido, pero Tesla
notaba que el tiempo se le acababa y la tecnología del
momento no le ofrecía soluciones.
Quizá en un futuro aquella persona que lo
encontrase y entendiese, pudiese contar con la pieza
que a él le faltaba.
Él ofrecía al mundo futuro el 99 % de un invento
que traería Paz y progreso a todos los rincones del
planeta, y eso siempre fue su objetivo.
Podía ocurrir que siempre faltase ese 1% y nunca
se pudiese hacer realidad, pero en su interior sentía que
en algún lugar en el futuro se encontraba una persona
de buen corazón que aportaría el ingrediente faltante de
la receta.

Toda la mañana estuvo escribiendo y dibujando,


quería ser lo más detallista posible y eso le resultaba
difícil por haber sido siempre una persona que resolvía
los problemas más complejos dentro de su cabeza; a
veces dibujaba solo una parte de un motor para
explicarle a un ayudante lo que tenía que construir, pero

11
N del A: Abreviatura en inglés de Horse Power que es una
unidad de potencia.
12
el resto de las piezas las tenía en su mente. En una
oportunidad diseñó una turbina en su interior y cuando
la puso en marcha dentro de su cerebro vio que tenía
rozamiento por una pieza pequeña mal diseñada; así de
perfecta era su imaginación.
Revisó una y otra vez las explicaciones y el dibujo,
porque sabía que sólo él podía hacerlo. Parecía mentira
lo simple que era, todo el invento ocupaba dos hojas; un
invento que representaría la diferencia entre barbarie y
civilización puesto en una lectura de 10 minutos.
Con paciencia cortó las hojas con una cuchilla
afilada y se levantó para ir a la biblioteca. Allí tenía los
libros que más atesoraba, éstos lo habían acompañado
a lo largo de sus innumerables mudanzas por
laboratorios y habitaciones de hotel. Casi no escribía,
pero le gustaba tomar pequeñas notas para
perfeccionar sus inventos y llevaba una especie de
Diario personal que rellenaba de manera irregular. En
muchas oportunidades había tenido que dejar atrás
como garantía de pago baúles llenos de esas notas,
pero no le preocupaba porque todo lo necesario lo
llevaba memorizado en su cabeza. Poseía muchos
libros con dedicatoria de científicos y escritores, así
como una completa colección con todos los libros de
Verne que era uno de los pocos lujos que se había
permitido comprar.
Tomó entre sus manos el libro correspondiente a
“L'Île mystérieuse”, era un bello ejemplar con grabados
que reflejaban los distintos pasajes del relato, así como
planos correspondientes a la isla y a los inventos
realizados para sobrevivir en ella. Tesla había
conseguido un papel muy parecido al utilizado para los
grabados en la impresión original en una imprenta de la
calle 32 a solo 200 metros del hotel. Abrió el libro por la
13
mitad y buscó una página equidistante entre dos
grabados consecutivos. Con mucho cuidado extendió
una franja muy fina de goma arábiga a lo largo de cada
una de las dos hojas que acababa de escribir y las pegó
como si de dos grabados más del libro se tratara. Era
un buen trabajo y solo alguien que leyera y mirara los
grabados con atención podía descubrir que no tenían
nada que ver con la novela. Volvió a colocar el libro en
la biblioteca en su lugar y satisfecho se sentó mirando
caer la nieve por la ventana a esperar la comida del
mediodía con una sonrisa en sus labios.
El resto del día se dedicó a pensar en el tema que
ocupaba ahora su mente que era la obtención de
material radioactivo a partir de minerales que no lo eran.
A la madrugada siguiente antes del amanecer estuvo
dándole vueltas al tema de darle la colección de Julio
Verne a su hermana y decidió que por el momento se la
quedaría y ya decidiría qué hacer con ella.
Cuando Robert vino con el desayuno le preguntó
cuándo le daría los libros para llevar a su hermana y él
respondió que por el momento no hacía falta llevárselos
y nunca más se volvió a hablar del tema.

14
Nueva York, 7 de enero de 1943, 7:30 hs.

Robert llegó a la habitación 3327 del New Yorker


como venía haciéndolo cada día de los últimos 10 años
con el desayuno del Ingeniero Tesla en una bandeja.
El anciano duraría muy poco tiempo más, se había
deteriorado mucho los últimos tiempos y su salud era
muy frágil. Lo que es aún peor, su mente ya no era lo
de antaño y él se lo había encontrado hablando solo
muchas veces y su charla era confusa y difícil de seguir.
Según había podido averiguar tenía 86 años cumplidos
ya que su cumpleaños era en julio y era la persona, que
él haya conocido, más longeva; no sabía de nadie que
hubiese superado los 80 años en su entorno.
Se acercó a la puerta y golpeó dos veces, poco a
poco había tenido que golpear cada vez más fuerte a lo
largo de los años a pesar de la recomendación del
científico que pedía que todos los sonidos a su
alrededor fueran bajos en intensidad. Junto con otros
achaques de la edad había desarrollado una sordera
progresiva que acentuaba su ensimismamiento e
introspección.
Esta vez esperó un poco más que de costumbre y
volvió a golpear un poco más fuerte, siguió esperando y
golpeó una tercera vez acompañándolo de un llamado
junto a la rendija de la puerta.
-¡Ingeniero Tesla, el desayuno! Dijo en voz alta el
empleado del hotel.
No recibió ninguna contestación ni sonido del
interior del cuarto.
Descendió en el ascensor con el pecho oprimido
porque temía lo peor y para él no se trataba de otro
huésped cualquiera, le había tomado tanto cariño como
a su propio abuelo.
15
Mr. Shadow, el Gerente del New Yorker se
encontraba hablando con el personal de limpieza
cuando acudió Robert a su lado aún con la bandeja del
desayuno en su mano izquierda. El Gerente estaba
impecable como todos los días, vestía un chaleco
rayado encima de su camisa blanca almidonada con
sus pantalones de color negro.
-¡Señor! El Ingeniero Tesla no contesta en su
habitación.
Le comunicó el tejano al Gerente.
Éste sin decir una palabra se dirigió a su oficina y
regresó unos segundos después a su lado con unas
llaves en su mano y le dijo:
-Señor Stanley, deje la bandeja encima de esa
mesa y sígame.
-Sí señor. Contestó el empleado.
Subieron las 33 plantas en ascensor guardando
completo silencio. Al llegar, el Gerente le dijo:
-Quiero que sea usted testigo de todo lo que ocurra
de ahora en más y que luego lo recuerde tal cual
suceda.
En esta oportunidad, Mr. Shadow golpeó una sola
vez fuertemente y al mismo tiempo casi gritó –¡¡Señor
Nikola Tesla!!
Nada, silencio total.
-Estoy esperando 2 minutos, ¿Lo ve Señor Stanley?
Dijo mostrándole el reloj de bolsillo a su empleado.
Éste asintió brevemente con la cabeza. El Gerente
sacó una llave de su bolsillo, la introdujo en la cerradura
y la hizo girar. Entraron ambos al cuarto que estaba
totalmente a obscuras y abrieron las cortinas para que
entrase la poca luz que a esas horas venía del exterior.
Inmediatamente lo vieron, estaba tirado en el suelo
cercano a la puerta del baño.
16
El Gerente tomó el auricular del teléfono de la
mesilla al lado de la puerta y dijo:
-Telefonista, habla Mr. Shadow; avise a la policía y
a un médico que el Ingeniero Tesla ha muerto o está
desmayado en su habitación, que vengan
inmediatamente.
Mirando a Robert Stanley que estaba congelado y
boquiabierto frente al supuesto cadáver le indicó:
-Sr. Stanley, está en camino la policía y nos
preguntará como lo hemos descubierto, así que
reaccione y compóngase antes de que lleguen.
No era ni el primero y seguramente tampoco sería
el último huésped del New Yorker que moría dentro del
hotel, así que el Gerente tenía muy claros todos los
pasos a seguir; lo que no sabía era que éste no era un
muerto más.

A las 8:35 hs., o sea 17 minutos después del


llamado, se presentaron ¡7 personas! con trajes negros
que parecían hermanos mellizos, en el hall del hotel.
Preguntaron por el Gerente y se dirigieron como en un
ballet al piso 33.
Cuando salieron del ascensor, en la puerta de la
habitación se encontraban los dos descubridores del
muerto.
-Buenos días Mr. Shadow. Entendemos que ha
muerto el Ingeniero Tesla.
Dijo un hombre alto con pelo muy corto.
-En realidad, aún no sabemos siquiera si está
muerto.
Respondió el directivo del hotel.
-¡Cooper! Constate el estado de Mr. Tesla.
Gritó, mirando hacia unos de sus hombres.

17
Uno de los mellizos se adelantó, se agachó junto al
cuerpo y en 15 segundos dijo:
-Está muerto Oficial.
Sentenció el hombre de traje.
-Perdón, pero, ¿Son ustedes la policía?
Preguntó Mr. Shadow un poco confundido.
-Oficial Smith, del FBI.
Se presentó el rubio alto, mostrando una placa
dorada con las letras F B I en bajorrelieve.
-Nosotros nos haremos cargo a partir de ahora;
pueden bajar a tomar un café o continuar el día como
acostumbren, les avisaremos cuando terminemos.
Continuó.
Totalmente sorprendido el Gerente del hotel
preguntó:
-¿No es necesario que le expliquemos cómo lo
encontramos?
-Está claro que el Sr. Tesla ha muerto debido a sus
años, ya haremos constar que fue encontrado por
ustedes, no se preocupen.
Le explicó el agente. Dicho esto, se dio vuelta y
empezó a dar órdenes a todos los mellizos.
Robert Stanley y John Shadow bajaron hasta la
entrada del hotel en silencio y al llegar a la planta baja
el Gerente dijo a su empleado:
-Robert, tiene el día libre a partir de ahora.
-Señor, si me lo permite me gustaría quedarme aquí
sentado en el lobby2 para saber que harán con el
cuerpo del Ingeniero cuando termine el FBI.

22
N del A: Se usa normalmente para la zona abierta en la entrada
de un hotel.
18
Expresó tímidamente el oriundo de Texas con su
canto melodioso, cuando bajaba todas sus defensas
aparecía su acento más marcado que nunca.
-No hay problemas si es eso lo que desea, pero
manténgase apartado sin molestar a los demás.
Dicho esto, se dirigió directo a la oficina. En su
cabeza tenía muchas preguntas sin respuesta. Durante
sus 25 años en el hotel habían muerto varios clientes en
sus habitaciones y siempre se trataba de lo mismo,
llegaba la policía, los interrogaba por dos o tres horas y
al fin se llevaban el cadáver. Pero, ¿El FBI?, ¿Qué tenía
que ver el FBI con un muerto común en su hotel? ¿Y
eso de Smith?, más les valía venir encapuchados. En
fin, el que menos sabe es el que mejor está.

Robert se sentó en un mullido sofá y presenció el


desfile interminable a lo largo de todo el día. Primero
llegó por fin la Policía, pero solo se ocuparon de
reservar dos ascensores para ellos solos y de
desocupar espacio para dos grandes camiones negros
en la puerta; aparentemente no les estaba permitido
subir a la habitación 3327. Al poco tiempo bajaron una
camilla con una bolsa negra que sin dudas contenía el
cadáver de Nikola Tesla. Ante la pregunta de adonde
era llevado respondieron que no sabían, y
probablemente así fuese para los portadores de la
camilla. Luego como si de hormigas se tratase (la
analogía era muy buena debido al color negro de sus
trajes) comenzó el trasiego de hombres con bolsas
hacia los camiones. Alrededor de las 17 horas bajó el
Oficial alto y rubio que fue el primero en llegar, según
Robert que no se había movido de su sitio en todo el
día (un compañero del hotel le había alcanzado un

19
sandwich y una Coca Cola a eso de las 13 hs.) el oficial
no había bajado nunca hasta ese momento.
El tejano se acercó y le preguntó:
-Señor, ¿Dónde será el funeral del Ingeniero Tesla?
A lo que el Oficial respondió:
-Calculo que dentro de 5 días podrá celebrarse su
funeral sin problemas, pero desconozco el lugar. Por
cierto, ¿Puede avisar Mr. Shadow que ya puede limpiar
la suite de Nikola Tesla?
Dicho esto, dio media vuelta y se retiró, y junto con
él también se fue uno de los misterios ocultos por todos
aquellos que ostentan el poder.

Cansado y hambriento, Robert, se dirigió a la oficina


del gerente y justo cuando estaba por golpear la puerta,
ésta se abrió saliendo Mr. Shadow.
-Señor, me ha dicho el FBI que ya puede limpiar las
habitaciones del difunto.
-¿Desea subir conmigo, Señor Stanley?
Le preguntó el encargado del New Yorker y a
continuación sin esperar una respuesta fue hacia los
ascensores seguido de su empleado.
Al entrar por segunda vez en ese día a las
habitaciones donde había morado Tesla los últimos diez
años, se encontraron con un panorama muy distinto al
de la mañana. Solo quedaban todos sus libros en
completo desorden sobre el escritorio y la ropa del
anciano encima de la cama.
-Quizá quiera quedarse con algún recuerdo del
Señor Tesla.
Dijo Shadow señalando el escritorio, a lo que el
camarero respondió:
-Si le parece bien querría quedarme con su
colección de novelas de Jules Verne.
20
-Señor Stanley, creo que no es secreto que el
Gobierno yugoslavo le pasaba un pequeño estipendio al
ingeniero que apenas alcanzaba para pagar su comida,
así que me parece mejor que conserve su pluma como
recuerdo y mientras yo, intentaré vender estos libros
para saldar algo de la deuda que quedó en el hotel.
El empleado agradeció a su jefe igual y se llevó la
pluma de una humilde y agradable persona que terminó
sus días solo y endeudado en una de las injusticias
históricas más grandes de la humanidad.

El Gerente descendió a su oficina y personalmente


llamó por teléfono a una librería en la 6ta. Avenida que
se encargaba de comprar lotes de bibliotecas privadas,
para luego vender en su establecimiento.

21
Nueva York, 7 de enero de 1957, 7:30 hs.

Samuel Hersh era un judío que poseía una librería


donde se compraban y vendían libros por unidad o por
lotes en cantidad. Tenía una tienda que ya contaba con
14 años de vida en la 6ta. Avenida. Había comenzado
con un pequeño local que agrandó con la compra del
contiguo al suyo gracias a un golpe de suerte que había
tenido en el año 1943.
Ese año en horas de la tarde de un frío día de enero
lo había llamado el Gerente en persona del gigantesco
hotel New Yorker para preguntarle si deseaba comprar
unos libros que habían quedado olvidados por un
huésped en una habitación.
Siempre listo para comprar barato y vender caro,
que era su filosofía de vida, cerró la tienda con un cartel
de “Vuelvo en 10 minutos” y se dirigió al hotel a pie. A
pesar del frío no se puso ningún abrigo porque no
deseaba que se le gastase durante las horas de trabajo.
Al llegar allí se dio a conocer y enseguida apareció
el Director quien lo acompañó ascensores arriba hasta
una habitación con mucho movimiento donde se
afanaban varias mujeres del personal de limpieza,
llegados al cuarto le señaló un escritorio lleno de libros
y le dijo que se podía quedar con ellos por 30 U$S.
Samuel evaluó rápidamente la situación y su olfato judío
le indicó que estaba en la habitación de alguien que se
había ido sin pagar y el Gerente intentaba saldar parte
de esa deuda con la venta de los libros. Enseguida le
respondió:
-Señor, ¿Pretende quizá quedarse con la comida de
mis hijos también? Estos libros a pesar de ser muchos
no podré venderlos sino a lo largo de muchos años y
encima hay más de 70 escritos en francés, lengua que
22
en New York no habla nadie. Le doy 10 U$S y yo
mismo me ocuparé de llevármelos ahora mismo si me
presta un carro de esos donde llevan la ropa sucia las
mucamas.
Como el día había sido muy largo y quería terminar
con todo de una buena vez, aún sabiendo que el librero
lo estaba estafando vilmente, consintió y dejó que el
judío se llevara los libros.
Samuel Hersh pasó todo el día siguiente
clasificando los libros. Su sorpresa fue mayúscula
cuando descubrió que una gran cantidad estaban
firmados por los propios escritores dedicados a un tal
Nikola Tesla que creía recordar que era un loco que
había acusado al gran Edison públicamente de ladrón.
En realidad, lo único que le interesaba eran las firmas
de Mark Twain, Rudyard Kipling, John Muir o Julian
Hawthorne entre otros. Rápidamente se dio cuenta de
que tenía una mina de oro en sus manos.
Separó los ejemplares firmados incluso muchas
veces del resto de tomos del mismo autor, con total
desprecio por los libros en sí y comenzó a hacer febriles
llamadas a otros colegas libreros y coleccionistas a
quienes finalmente logró venderles todos los ejemplares
firmados por una suma cercana a los 30.000 U$S en
total, que era una fortuna en esa época.
Probablemente los mejores libros desde un punto
de vista de un bibliófilo, que era la colección completa
de Jules Verne fueron relegados a un rincón de la
librería con otros libros escritos en otros idiomas como
polaco o ruso donde juntaron polvo hasta hoy, catorce
años después.
Samuel Hersh se había aburguesado mucho
después de aquel gran golpe, compró el local contiguo,
empleó a estudiantes a quienes pagaba una miseria y
23
duraban menos que un centavo en manos de un
borracho; quienes le ayudaban en la librería. En verdad,
eran quienes trabajaban, se desplazaban a casas
particulares a comprar, además de clasificar, ordenar y
limpiar los libros, como también barrer, ir a comprar la
comida al dueño, atender a los clientes que entraban a
la tienda y todo esto por 4 dólares diarios que era
menos de la mitad de un sueldo decente. Pero eran
tiempos duros con muchos desempleados y pocos
trabajos.
Esa mañana miró el reloj y decidió quedarse en la
cama algo más de tiempo ya que Anne, su nueva
empleada tenía llaves y podía abrir la tienda sin su
ayuda.
A las 10 de la mañana llegó a la tienda y como
siempre todo estaba mal hecho, esos libros no iban ahí,
faltaba barrer, etc. Seguramente Anne engrosaría
dentro de poco tiempo la extensísima lista de ex-
empleados desde que había abierto el negocio.
-Señor Hersh, ha llamado alguien que preguntó si
tenía algún libro para vender. Se trata de un librero que
recién ha abierto y necesita material para llenar su
tienda; dijo que no importaba si eran extranjeros ya que
estaba en un vecindario en donde vivían de todo menos
estadounidenses, dejó un número de teléfono.
Le indicó la empleada.
No pensaba llamarlo, “qué trabajen duro como él si
querían salir adelante”, pensó el judío. Pero de pronto
vio la oportunidad de hacer lugar y transformar todos los
libros extranjeros en dinero contante.
Lo llamó y acordó un precio de 100 U$S por cada
50 libros que eligiera de la zona que le indicaría en su
local.

24
Al día siguiente llegó un hombre bajo, simpático que
llenó varias cajas con libros en español, polaco y
alemán que sabía vendería bastante fácil entre su
vecindario; incluso se llevó una colección de 70 novelas
de Jules Verne por el sólo hecho de que le gustaron,
aunque sabía que le costaría mucho vender.

25
Nueva York, 7 de enero de 1977, 7:30 hs.

Hoy era el primer día en que la tienda que había


comprado, abriría las puertas con él como nuevo dueño.
Isaac Ratcliff después de largas negociaciones con el
anterior propietario de una librería en el renovado
vecindario otrora repleto de inmigrantes y hoy de
jóvenes profesionales en ascenso, había conseguido
comprar una hermosa compra-venta de libros donde se
mezclaban los libros antiguos con los últimos Best-
Seller’s.
Le había costado una pequeña fortuna, pero era un
negocio que facturaba varios miles de dólares al mes y
su anterior dueño había decidido que Florida tenía un
mejor clima para irse a vivir con su mujer y disfrutar de
la pesca y la playa ahora que sus hijos estaban todos
casados.
Al llegar al luminoso local pensó que una revisación
del inventario que había heredado sería una excelente
manera de comenzar el día mientras sus empleados se
ocupaban de la clientela.
En la pared había colgadas varias fotos de lo que
parecía ser la misma tienda, pero en los años 60. El
propietario, por lo visto, había sabido llevar el negocio
de una pequeña librería hasta lo que era hoy
adaptándose a los cambios que imponía esa parte de
New York. En este barrio se apiñaban hacía 20 años
una mezcla de muchas nacionalidades representadas
por grupos reducidos de inmigrantes de todo el mundo y
poco a poco comenzó a avanzar una nueva
configuración demográfica constituida por jóvenes
abogados, corredores de bolsa, psicólogos y otros
profesionales que encontraban las viviendas lo
suficientemente económicas para comenzar su vida
26
laboral sin grandes erogaciones de dinero. Así el barrio
hoy era totalmente distinto, con casas refaccionadas,
modernas y todo el vecindario fue mutando hacia una
clase media más acomodada.
En este ambiente, la librería, pasó de vender
recetas de cocina en polaco a textos jurídicos y
comerciar con antiguos ejemplares de gran valor
bibliófilo.
Isaac, notó que los libros guardaban un orden
específico; las novedades delante, los específicos más
atrás, luego los usados y finalmente en el fondo
aquellos libros que hacía 20 años, fueron los que
levantaron la librería. De los libros escritos en otras
lenguas solo quedaban muy pocos, pero había una
colección de Jules Verne en francés que llamó la
atención de Isaac Ratcliff. No era muy lujosa, aunque
poseía en su interior unos bellísimos grabados que la
hacían muy bonita; decidió en ese momento que
cuando pudiese la traería más adelante para que
llamara la atención de algún potencial comprador, ya
que podía sacarle un buen dinero. El único problema es
que eran 70 libros y ocupaban mucho espacio, pero
luego los ubicaría.

27
Nueva York, 7 de enero de 1997, 7:30 hs.

Bernard Ponté estaba de paseo en Estados Unidos.


Un viaje que había concebido en parte para negocios y
otro poco de placer. Su esposa aún dormía en la
espaciosa cama del hotel, pero anoche habían decidido
que este día, cada uno iría por caminos diferentes. Ya
había comprado varias decenas de libros que había
escogido en librerías a lo largo y ancho de Nueva York;
desde ya no se trataba de libros comunes.
Bernard era un librero anticuario que poseía una
atestada librería en el Quartier Latin en París y se
dedicaba a la compra-venta de libros que por una causa
u otra valiesen más que su valor intrínseco ya sea por
estar firmados por personas famosas, por ser ediciones
de muy poca tirada, primeras ediciones o simplemente
por alguna característica que los hiciese únicos.
Allí en París tenía una caja de guantes descartables
a la entrada y todo aquel que desease revisar sus
ejemplares debía ponerse unos para preservar aquellos
libros que fuesen los más frágiles.
Dos días atrás, un colega le había recomendado
una librería que quedaba un poco alejada del centro
pero que merecía la pena ser visitada. Hoy iría mientras
su mujer haría las compras de último momento antes de
partir de vuelta a Francia.
Se vistió con ropa muy elegante y se acomodó
encima un abrigo de esos que cuestan varios cientos de
francos en su país ya que el frío en estas fechas en
New York no deja lugar al descuido, igual estaba
soleado pero el astro calentaba menos que una vela de
cumpleaños. Luego del desayuno, en la puerta del hotel
se subió a un taxi que lo dejó en la puerta de una gran
librería muy moderna con grandes vidrios que iban del
28
techo al suelo. No era el tipo de lugar en donde
conseguía los libros que le interesaban a él, pero ya
que estaba ahí, entró.
Comenzó a mirar en las mesas cercanas a la
entrada, aunque ahí solo estaban los libros de moda y
de mayor venta en ese momento, además se ofrecía la
posibilidad de consultar los catálogos en pantallas
distribuidas por el local, nuevamente pensó que no
estaba en el lugar indicado.
Bernard era muy metódico y eso es lo que le había
generado muchas ganancias, así que continuó mirando
en cada mesa y en cada pared como si buscase algo en
particular.
Llevaba aproximadamente una media hora
buscando por todos lados cuando comenzó a ser
mirado por los empleados con atención.
El empleado más antiguo de la librería que ya
contaba con 45 años de edad le dijo al joven con acné
que había empezado a trabajar hacía solo 2 meses:
-Acércate y pregunta a ese señor si le podemos
ayudar en algo.
Sin responder nada, el chico se acercó a Bernard y
en baja voz le preguntó:
-¿Podemos serles útiles en algo, señor?
A lo que contestó Bernard con fuerte acento
francés:
-Desearía revisar algunos libros antiguos por si
encuentro alguno de mi interés.
El joven le indicó con la mano al mismo tiempo que
le decía:
-Por aquí señor. Tenemos una sección
especialmente dedicada a libros usados.
Bernard lo siguió al interior y ya por el olor, ahora sí,
notó que se encontraba en el lugar apropiado.
29
-Desde aquí al final hay libros usados que quizá le
interesen. Si encuentra algo que quiera llevar puede
dejarlo dentro de una de estas cestas y luego nos la
trae a la zona de cajas.
-Merci. Respondió Bernard por la fuerza de la
costumbre.
El empleado antiguo estaba conversando con Isaac
Ratcliff que era el dueño de la librería desde hacía 20
años y el joven se acercó a ellos.
-¿Qué buscaba? Preguntó quien lo había enviado.
-Creo que es un canadiense, que busca libros
usados. Tiene un acento francés muy marcado así que
dudo que encuentre algo en ese idioma que le interese.
Respondió el chico. El joven, al escucharle hablar
asoció su acento con aquellos de habla francesa más
cercanos a su país.
Al oír esto a Isaac le hizo clic algo en su cabeza.
Recordó la bella colección de Jules Verne que tenía
desde que había abierto la tienda y a nadie parecía
interesarle a pesar de que tenía unos bellos grabados, y
pensó que si era hábil podría vendérsela a este hombre.
Se acercó lentamente hasta donde se encontraba
mirando y se presentó:
-Buenos días señor, me llamo Isaac Ratcliff y soy el
propietario de esta librería.
-Buenos días. Mi nombre es Bernard Ponté.
También poseo una librería, pero en París. Me dedico
principalmente a la compra y venta de libros que
posean algo especial, ya sabe, algo fuera de lo común.
Dijo con un acento que no dejaba lugar a dudas
sobre su origen.
-Quizá tenga algo que puede interesarle, sígame
por favor.

30
A pesar de sus planes respecto a la colección,
nunca había encontrado ese tiempo para hacerle lugar
más adelante, así que se encontraba relegada a un
rincón en el final del negocio.
Lo llevó al lugar, tomó uno de los libros y abriéndolo
en una página cualquiera se lo ofreció al probable
comprador con estudiada ceremonia como si de una
gran joya se tratase. Cuando el francés lo vio, Isaac
sabía que la había vendido. Bernard no pudo ocultar
que le brillasen los ojos con deseo de tenerlo.
-Es una antigua colección con las novelas de Jules
Verne escrita en francés y con grabados hechos en el
año 1920. La tengo desde hace 20 años y sin duda en
estos años no ha hecho más que aumentar su valor
como antigüedad.
Explicó el norteamericano.
Monsieur Ponté examinaba con mucha atención el
libro y fue tomando uno a uno el resto de los tomos
hasta que había visto unos 10.
-¿Todos están en estas condiciones? Preguntó el
librero francés.
-Sí, en su momento los revisé uno por uno y ví que
estaban completos y no les faltaba ninguna página.
Bernard no paraba de mirar el libro que tenía en la
mano y por un momento Isaac pensó que lo estaba
leyendo ahí en la tienda.
-¿De qué valor estaríamos hablando si me llevara la
colección completa?
Al señor Ratcliff, aunque sabía que estaba a un
paso de vender esos viejos libros, la pregunta lo tomó
por sorpresa. ¿Qué valor sería el adecuado? Por un
lado, que no perdiese dinero y por otro, que no asuste
al comprador. Esos libros llevaban tanto tiempo ahí que
nadie se había preocupado por actualizar su precio.
31
Cualquier valor sería dinero fresco ya que estos libros
habían venido con la compra de la librería hacía 20
años y probablemente no se presentaría otra
oportunidad para quitarse de encima 70 libros escritos
en francés antiguo.
-Creo que un precio razonable serían 1.000 dólares
por todos.
-Señor, debo llevarme estos libros al otro lado del
Atlántico y eso cuesta dinero, si yo pagase eso no
podría ganar nada vendiéndolos. Le ofrezco 500
dólares.
Isaac sabía que podrían llegar a valer muchísimo
más en Francia, pero él jamás los llevaría allí para
venderlos. No quería que los libros quedasen en su
tienda de por vida.
-Si me da 700 dólares ahora mismo se los hago
llegar al hotel en que se encuentre hospedado
embalados mañana a primera hora.
El francés pensó que de conseguir venderlos en
París haría un excelente negocio así que respondió:
-De acuerdo, me parece bien.
En poco menos de 15 minutos se había
desprendido de unos libros que llevaban 20 años en sus
manos y cuyas posibilidades de venderlos eran muy
escasas. Se saludaron cortésmente y ninguno de los
dos era consciente que acababa de cambiar de manos
un tesoro invaluable.

32
París, 7 de enero de 2007, 7:30 hs.

Angelo Ricci terminaba de despertarse en la


habitación del hotel Champs Elysées Plaza de París,
una Suite Prestige con vistas a la Rue de Berri de
setenta metros cuadrados. Le gustaba viajar y cuando
lo hacía no se fijaba en gastos; además podía
permitírselo.
Alexis, su esposa, dormía a su lado y él se levantó
a mirar por la ventana. Aún era de noche y las aceras
brillaban, no llovía, pero debía haberlo hecho en la
noche. Miró en el termómetro exterior que había en un
rincón del cuarto y vio que marcaba -3ºC, o sea que era
muy probable que si seguía lloviendo cayera nieve. En
París muchas veces por la polución la nieve no se
acumulaba, aunque la temperatura estuviera por debajo
de 0ºC, pero cuando ganaba la nieve lo hacía por más
de 24 horas generalmente.
Fue y se preparó un café para despertarse, siempre
comenzaba sus días temprano, era la hora en que
mejor se encontraba, su biorritmo arriba del todo y con
los sentidos agudizados.
Afortunadamente París tenía un ritmo de vida que
se acomodaba más a su persona, la gente se levantaba
temprano, comía temprano y cenaba temprano; para él
era lo más parecido a los horarios ideales de rutina.
Esta costumbre a veces le traía problemas en España,
donde vivía; pero las 14 horas era la hora de
recomenzar el trabajo a la tarde y no de sentarse a una
mesa a empezar a comer.
Hoy tenían planeado salir a dar una vuelta por el
Quartier Latin alrededor del Boulevard Saint-Michel y la
Place Saint-André-des-Arts; era una especie de ritual
para ellos, siempre disfrutaban todo un día en ese
33
barrio cuando estaban en París. Compraban algún libro
interesante y comían en un pequeño restaurante en una
mesa afuera con el bullicio de la calle; tenía toldos y
estufas exteriores, así que lo podían hacer verano e
invierno.
Alexis era un animal de tarde, tardaba mucho en
tener la conciencia activa por la mañana y parecía que
se moviese en cámara lenta hasta que desayunaba y
volvía a la vida.
Angelo la movió suavemente hasta despertarla y
dejó que la naturaleza siguiese su curso sin hablar ni
una palabra. Su esposa se levantó y sin siquiera mirarlo
se metió en el cuarto de baño.
Después de desayunar en el hotel, un chauffeur los
llevó en un automóvil también provisto por el
establecimiento, totalmente sin cargo. Angelo era un
huésped que venía no menos de 60 días al año y
siempre se hospedaba en las mejores suites por lo que
gozaba de ciertos privilegios especiales y era muy
respetado por su buen trato y educación para con todo
el personal en el hotel.
A indicaciones de Angelo los dejó en la rive droite 3
justo antes del Pont Neuf. Eran una pareja muy
elegante que parecía salida de un desfile de ropa, en
Francia solían vestir mucho más formal que en España
donde quedaban mucho más disimulados con unos
abrigos deportivos de nylon y plumas que con
sobretodos de paño de Armani.
Cruzaron atravesando el extremo de L’Ile de la Cité
llegando a la Rue Dauphine al otro lado y comenzaron
su caótica y errática caminata por el Quartier Latin a la
izquierda. Siempre llevando un paso muy lento

33
N del A: Ribera derecha del río Sena que atraviesa París.
34
disfrutando de los olores y del fresco aire, parecía que
el tiempo mejoraría y se veían algunos trozos celestes
entre las nubes. Al ir caminando por la Rue Séguier
vieron una tienda sin rótulo con un pequeño escaparate
donde se veían algunos libros.
-¿Entramos aquí?
Preguntó Alexis.
A eso de las 11 de la mañana entraron en una
librería de frente estrecho, pero larga como 50 metros
hacia las entrañas de la manzana. Estaba atestada de
libros hasta el techo y en la puerta había una caja de
guantes desechables con un cartel que indicaba que
estaban disponibles para aquellos que deseasen revisar
los libros.
Solo mirando algunos ejemplares Angelo se dio
cuenta de que no estaba en una librería corriente. A
pesar de llevar visitando Paris por muchísimos años e
infinidad de veces, jamás había entrado en este lugar y
lo lamentó ni bien comenzó su búsqueda en las mesas.
Vio que tenían libros muy especiales y originales.
Encontró una colección de 5 libros que narraban
episodios aeronáuticos de la Segunda Guerra Mundial
en donde habían tomado parte Pilotos franceses e
inmediatamente los llevó 5 metros más adelante donde
había una caja y un hombre sentado detrás con no
menos de 5 monitores que mostraban todos los
rincones de la larga tienda con sendas cámaras.

-Parece que no podré llevarme ni un BD4 sin que


usted se entere.
Le dijo con una sonrisa en los labios.

44
N del A: Band Dessiné=Revistas de Cómic.
35
Inmediatamente el dueño, Bernard Ponté; miró las
manos de este cliente y vio que se había puesto un par
de guantes de la caja de la puerta y eso le indicó que
estaba ante alguien respetuoso de las reglas. A muchas
personas que entraban a la librería había que
recordarles constantemente que no se trataba de una
venta de libros callejera, de las que había muchas en el
barrio; aquí los libros eran valiosos y generalmente su
precio era discutido entre personas que conocían el
mercado.
-Magnífica elección, es una colección que acabo de
comprarle al nieto de uno de los protagonistas de estos
libros. Si se fija en el Tomo 3 que es donde aparece,
hay una dedicatoria del editor para él. Probablemente
formarían parte de los ejemplares que el editor regalaba
a los protagonistas de los relatos.
Angelo abrió el Tomo indicado y efectivamente ahí
estaba. Supo que tenía que comprarlos.
-Me parecen magníficos, yo también vuelo y estas
historias a veces me ponen la piel de gallina.
-¿Vuela en Le Bourget?
Preguntó Bernard, refiriéndose a un Aeropuerto al
norte de Paris muy conocido por sus Festivales aéreos
bianuales.
-No, no. Vivo en España y normalmente vuelo en
ese país, aunque ahora he venido con un pequeño
avión al Aérodrome de Saint-Cyr-l’École al oeste de
Versailles.
-Pero usted no es español, habla el francés como
un nativo de aquí y eso en un español no suele darse,
señor…
-Ricci, Angelo Ricci.
Le dijo extendiéndole la mano derecha, quitándose
el guante antes.
36
-Ahhh, italiano. Me llamo Bernard Ponté.
-Casi señor Ponté, soy argentino, pero de origen
italiano.
Mientras ambos hombres continuaban charlando,
Alexis recorría la librería. En un momento dado se
acercó a ellos y dijo:
-Perdón por la interrupción, pero he visto algo que
creo que puede interesarte, Angelo.
Mirando al dueño, Angelo pidió disculpas y siguió a
Alexis al interior de la librería.
En un lateral, ocupando tres estantes había varios
libros iguales con tapas de cartón y bastante
descoloridos. Ricci tomó uno del medio e
inmediatamente se quedó boquiabierto. Se trataba de
las novelas de Jules Verne ilustradas con grabados de
época magníficos. Buscó el último Tomo y como se
estilaba antiguamente en las colecciones, al final de la
última página figuraba un año: 1930. Probablemente se
tratase de una edición hecha con motivo de los 25 años
de su muerte que había ocurrido en 1905.
Desde donde estaba y aprovechando que el local
se encontraba vacío, llamó a Monsieur Ponté.
Éste se acercó con parsimonia hasta donde se
encontraban ellos sabiendo por el lugar en el que se
encontraban qué era lo que les había llamado la
atención.
-Dígame algo de esta colección Monsieur Ponté.
-Esta colección la compré hará unos diez años en
Estados Unidos. Se trata de 70 libros con las novelas
de Jules Verne con grabados realizados a principios del
siglo XX. Sobre todo, los grabados son de una
excelente calidad. Si le interesa podría dejárselos en un
buen precio ya que su encuadernación no está en muy
buen estado y es hora de que tengan un nuevo hogar.
37
Dos mil €, creo, que es un precio muy bueno por toda la
colección.
Angelo también lo pensaba y accedió
inmediatamente.
Sin contestar nada al librero, giró y dirigiéndose a
Alexis le dijo:
-Alexis, a dos calles de aquí en el Boulevard se
encuentra esa tienda donde tú siempre miras los
bolsos, ¿Sabes cuál te digo?
Alexis asintió con la cabeza.
-Bien, ¿Irías, por favor, a comprar un bolso con
ruedas para llevarnos los libros? Fíjate el tamaño de la
colección completa y ten en cuenta que quepan todos.
Yo mientras termino el arreglo económico con el señor
Ponté.
Alexis miró la colección completa estimando su
volumen y salió a realizar el encargo.
Bernard, sorprendido por la falta de regateo de
parte del argentino quedó avergonzado pensando que
se había aprovechado en el precio y deseaba arreglarlo
de algún modo.
-Señor Ricci, creo que me sentiría igual de bien
pagado si dentro del mismo precio acepta llevarse
también aquellos otros 5 libros que había elegido de
aeronáutica. Tómelo como una atención de mi
establecimiento.
-Bernard, acepto de muy buen grado su obsequio y
hoy estoy 75 veces más feliz.
Dijo Angelo en referencia a la cantidad de libros que
se llevaba.
-Sé lo que los franceses aprecian el dinero en
efectivo y por eso voy a responder a su gesto con otro
de mi parte.

38
Dijo Ricci sacando una cara cartera de cuero y
extrayendo cuatro billetes de 500 €.
Los ojos del francés se iluminaron y pensó que el
buen presentimiento con el que se despertó esta
mañana era justificado.
-Venga por aquí, por favor, que prepararemos la
factura.
Mientras el francés rellenaba los datos para la
factura, regresó Alexis e introdujeron todos los libros en
el bolso con ruedas que había comprado.
Se despidieron intercambiando sendas tarjetas y
Bernard Ponté le dijo algo que solo mucho más
adelante comprendió Angelo.
-Si alguna vez no encuentra la salida en Francia yo
puedo ayudarle a encontrar el camino o, mejor dicho,
conozco a quienes lo pueden ayudar.
En ese momento Ricci pensó que se refería al caos
de calles, avenidas, autopistas y circunvalaciones para
salir de París y no reparó en que el francés había dicho
Francia y no París.
Salieron de la tienda bromeando y riendo,
arrastrando el carro con los libros.
-Vamos ahora mismo de Philippe. Dijo Angelo.
-Estará por cerrar.
-Entonces vamos de prisa, jaja
Philippe era un encuadernador conocido de Angelo
Ricci al cual en muchas oportunidades le había
comprado libros que la gente dejaba para encuadernar
y luego no iba a buscar nunca.
En el camino Angelo pensaba que debería
autoenviarse los libros a Madrid porque el avión en el
que había venido era pequeño y las dos plazas libres
que le quedaban en el Velocity estaban ocupadas por

39
las maletas y alguna cosa más que habían comprado
en este viaje.
Philippe vivía en una casa-taller así que siempre
estaba en el domicilio.
Apretaron un botón de un interfono y al cabo de 10
segundos oyeron:
-Está cerrado.
-Philippe, soy Angelo.
-Aún así sigue cerrado.
El humor de Philippe no había cambiado.
Angelo le sonrió a Alexis y dijo a la rejilla del
interfono.
-Si no abres me iré con 70 libros para encuadernar
a casa de Antoine y no sé si querré volver a verte.
Antoine era otro encuadernador que ambos
conocían, aunque Ricci jamás le había comprado ni
llevado trabajo.
Se oyó un zumbido y Angelo y Alexis entraron
directamente al taller en penumbras.
Desde el fondo vino Philippe con cara de pocos
amigos y directamente pidió:
-A ver esos benditos libros.
Alexis abrió el bolso, tomó uno de los libros y se lo
alcanzó al encuadernador.
Philippe le dio varias vueltas, lo abrió y lo revisó con
atención.
-Está bastante mal por fuera pero el libro en sí está
impecable. ¿Son 70 en realidad?
-Sí.
Respondió Angelo.
-¿Qué quieres? Podría hacer un buen trabajo con
tapas de cartón o podría hacer 70 obras de arte en
cuero.

40
Angelo solo lo pensó un segundo. Adoraba esa
colección a pesar de haberla tenido solo unas horas en
su poder.
-Quiero que cuando alguien la vea, la desee.
-Ayer me llegó un cuero color verde ingles que creo
que sería ideal. Con el nombre de la novela en dorado y
en el lomo una fina línea color bordeaux; quedarían
magníficos.
Philippe amaba su trabajo y encaraba cada
proyecto con pasión y poniendo lo mejor de sí.
-Serían unos 200 € por libro, o sea 14.000 € y un
mes de trabajo.
-Philippe, no puedo esperar tanto, los quiero en diez
días.
-¡¡Imposible!! Para eso tendría que tomar al menos
a dos ayudantes.
-¿Qué te parecen 20.000 €? ¿Con eso podrías
tomar a dos ayudantes?
-¡Contigo siempre es igual! Encima ahora tendré
que daros de comer porque a esta hora terminaréis en
un Mc Donald y eso no lo puedo permitir en mi
conciencia.
Acto seguido, Alexis pasó los cinco pequeños libros
de aeronáutica a su propio bolso y pasaron al interior de
la tienda.
A pesar de lo que indicaba el exterior, el interior de
la vivienda era de un buen gusto y lujo inimaginables
para quien viese el frente de la casa. Pasaron a través
del salón en donde se podía ver lo último en tecnología
de audio y video y llegaron al comedor donde se
apreciaba que ya estaba comiendo Philippe solo. De la
cocina salió una señora con delantal y vestida
impecablemente debajo.

41
-Madame Perrier. Sí, por favor, no digáis “igual que
el agua”.
Presentó Philippe.
-Se encuentra a prueba y esta situación de dos
invitados sorpresa servirá para evaluarla.
Explicó el francés; sin que el comentario pareciese
molestar a la señora Perrier.
-Hay una especie de cooperativa de mujeres chef
que se ofrecen para cocinar en las casas de personas o
familias que, como es mi caso, adoramos la buena
cocina, pero no sabemos cocinar. Podemos tenerlas a
diario o llamarlas cuando las necesitemos. Madame
Perrier, por ejemplo, viene todos los días dos horas por
la mañana y dos horas por la noche; aunque hoy seguro
que tendré que pagarle horas extras. Madame Perrier,
estos son amigos míos y es muy probable que no
coman bien desde la última vez que estuvieron en
Francia así que sorpréndalos con lo que tengamos en
existencia y hasta puede traer una de esas botellas de
vino que le tengo prohibido tocar.
La señora, sonrió, conocedora de que estas
muestras de mal humor formaban parte de una persona
entrañable y magnánima como pocas.
-Monsieur, haré lo posible para que no olviden esta
comida.
Y así fue; la comida fue excepcional consistió en
una entrada de poêlée d’escargots à la crème d'ail
persillée et bière et miel5, un principal de cuisses de
canard en confit sauce aux girolles 6, mousse au
chocolat blanc7 de postre y como siempre el cierre con

55
N del A: Caracoles fritos con crema de ajo, cerveza y miel.
66
N del A: Patas de pato confitadas con salsa de hongos.
77
N del A: Mousse de chocolate blanco.
42
un trozo de fromage de chèvre frais 8. Volvieron al hotel
ahítos a las 15:30 horas. Angelo no hacía más que
hablar y pensar en sus libros. Alexis sabía que los
próximos diez días serían bastante monotemáticos.
Unos diez días después Angelo recibió según lo
prometido 70 bellos libros con una nota que decía:
“Angelo, en el Tomo correspondiente a L'Île
mystérieuse había un par de grabados pegados como si
hubiesen sido agregados a último momento, pero yo los
incorporé al resto del libro para que no se despegaran,
espero que sea de tu agrado como han quedado todos
los libros”
Angelo hacía varios días que tenía el lugar
reservado en su oficina para toda la colección y no veía
la hora de tenerla en su sitio así que no dio demasiada
importancia a la nota, pero se admiró de lo detallista
que era el encuadernador y archivó en su memoria el
dato. Poseía todas las novelas en una barata colección
sin grabados, con papel amarillento y letra pequeña que
había leído hace tiempo íntegra, aunque tenía pensado
volver a leer todos y cada uno de los libros que había
recibido hoy. Colocó los libros por orden alfabético en
su librería y luego metió el primero en el maletín para
llevárselo a su casa.

88
N del A: Queso fresco de cabra.
43
Madrid, 7 de enero dos años antes de la fecha
actual, 7:30 hs.

Esta tarde había regresado temprano de su


empresa y sacó el libro que había traído de la oficina
unos días antes para continuar leyendo. Aquellos libros
que había comprado de Jules Verne eran una real
maravilla, pero se tardaban en leer mucho tiempo ya
que los grabados eran tan bellos que a veces se
pasaba largos minutos mirando cada uno. Como los
tenía ordenados alfabéticamente había llegado a la “L” y
ahora le dedicaba toda su atención a L'Île mystérieuse.
Desde pequeño esta novela lo había cautivado, la
cantidad de inventos que habían desarrollado para
poder subsistir en una isla desierta eran una muestra
del ingenio de un visionario como era Verne. En esta
colección cada invento estaba dibujado y explicado en
un grabado y Angelo le dedicaba mucho tiempo a
analizar cada uno. Ya estaba por la mitad del libro más
o menos cuando giró el libro para poder analizar mejor
el grabado.
Lo primero que vio fue que la letra era diferente al
resto de los grabados e incluso hasta las líneas del
dibujo eran distintas y en ese momento recordó la nota
de Philippe el encuadernador.
“Veamos que grabados merecieron la pena ser
agregados a último momento”, pensó.
Su mente científica se dio cuenta que había dibujos
de piezas que no se encontrarían en una isla desierta y
se levantó asustado del sofá donde leía.
-¿Pero qué es esto?
Dijo en voz alta detectando un curioso dispositivo.
Pasó muchas horas hasta las 4 de la mañana en
que lo venció el sueño analizando las dos hojas de
44
grabados del libro y revisando si había otras similares.
Parecían ser las dos únicas hojas con grabados de este
tipo. Su esposa, Alexis, sabía que cuando se sumergía
en la etapa creativa era mejor no molestarlo así que
trató de parecer invisible toda esa tarde-noche.
Por su parte Angelo a la mañana siguiente con
apenas 3 horas de sueño se fue a la oficina en un
estado de alerta anormal por el poco descanso que
había tenido.
Entró, saludó a Montse, su secretaría y fue directo a
la fotocopiadora donde copió los dos grabados; a
continuación, con una fina cuchilla cortó los dos
grabados del libro y los metió en la caja fuerte, por
último, devolvió el libro a la estantería. Ya sabía que
pasaría mucho tiempo hasta que pudiese volver a leer
tranquilo.

45
PRIMERA PARTE
La absorción de Tritón

Madrid, actualidad, 22:00 hs.

Capítulo 1

El radial VOR9 estaba seleccionado en el OBI1010 y


faltaban 6 millas para la cabecera de pista del
aeropuerto de Anchorage, por lo menos eso era lo que
indicaba el DME1111. Verificó que la frecuencia del ILS1212
estuviera sintonizada en la radio de navegación
principal y mirando a la pantalla central en su panel de
instrumentos centró la barra que indicaba su trayectoria
en relación al ILS, cuando lo consiguió se relajó un
poco.
-Establecido en el localizador, Tritón 01.
Dijo a través de un micrófono inalámbrico colgado
de su cuello y apretando un botón rojo en el cuerno
izquierdo del mando del avión.
-Tritón 01, autorizado a aterrizar en pista 07
izquierda, temperatura 12 grados, visibilidad horizontal
2.000 metros, QNH 1 0 1 5, viento de los 350 a 30

99
N del A: Radiobaliza para la Navegación Aérea del inglés VHF
Omni Directional Radio Range.
1010
N del A: Indicador de Rumbo del inglés Omni Bearing
Indicator.
1111
N del A: Equipo medidor de distancias del inglés Distance
Measuring Equipment.
1212
N del A: Sistema de aterrizaje por instrumentos del inglés,
Instrumental Landing System.
46
nudos, verifique el Glide Slope1313 que va un poco alto,
vuelva aterrizado.
-Autorizado a aterrizar, copiadas las condiciones,
corrigiendo altitud, volvemos en tierra, Tritón 01.

El viento cruzado de 30 nudos hacía que llevar al


Learjet 35 sobre la prolongación del eje de pista
imaginario fuese una tarea casi imposible, sin embargo,
el pitido de la baliza exterior del ILS indicaba que ya
sólo quedaban 4.5 millas para llegar a destino y que
estaba en el camino correcto, no era cosa de
abandonar ahora. Volvió a mirar la indicación de la
trayectoria vertical y corrigió descendiendo un poco.
Angelo sudaba a mares, un problema que desde
pequeño era motivo de broma entre sus amigos, pero
su pericia a los mandos de ese complicado avión
estaba logrando lo que parecía a priori una labor
dificilísima. Un poco menos de gas en los aceleradores
para reducir la excesiva velocidad y en medio de las
sacudidas laterales, la baliza media suena indicando
que está a tres millas de un buen café. Angelo repasa
mentalmente la lista para aterrizar y baja 15º los flaps;
ha volado con este avión más horas que nadie; la pista
brilla en la oscuridad acechante por un lado y
acogedora por otro. Al acercarse a tierra el efecto de su
rozamiento hace que las rachas sean más inesperadas;
mezclada con el radiofaro de la baliza interna comienza
a sonar una insistente chicharra, pero ya es tarde, la
masa de acero descontrolada va como en un tobogán
cayendo a 140 nudos con el tren de aterrizaje metido
aún en sus entrañas.

1313
N del A: Parte del ILS que indica la trayectoria vertical del
avión.
47
El ruido es ensordecedor y Angelo no puede creer
lo que ven sus ojos.

48
Capítulo 2

Se pone de pie y estirando la espalda hace crujir


todos los huesos de la columna anquilosada por la
tensión; a pesar del calor que siente, fuera continúa
nevando, mira por el ventanal lamentándose
eternamente. Después de haberlo llevado desde
Vancouver y haber luchado con ese maldito viento, no
recordar sacar el tren era un error de principiante que él
jamás cometería en circunstancias normales, pero
desde luego, él no se encontraba en circunstancias
normales; el stress de las últimas semanas estaba
minando su autodominio.
En este marzo especialmente frío, seguramente
sería la última nevada del invierno. Aunque recordaba
haber visto nevar en Madrid hacía muchos años en abril
del 2.000 no era muy habitual ver nevar más allá de
febrero.
Tenía poco más de 40 años, nacido en Argentina,
de padres italianos del norte, con ojos azul claro que
parecía que todo lo veían. Tenía un porte llamativo, su
presencia emanaba una autoridad innata.
Desde afuera se lo veía recortado delante de los
juegos de luces que hacía su salva-pantalla, disparado
por haber dejado a su costoso ordenador sin atención
durante más de 6 minutos, decían que no era bueno
dejar los puntos iluminados en el mismo lugar en el
monitor, pero da la impresión que las máquinas ya se
nos quejan por dejarlas solas.
A Angelo le habían configurado especialmente una
computadora con un procesador X8, suficiente
capacidad y rapidez como para mover varios de los
programas más exigentes a la vez, Unidades de
almacenamiento para guardar todo lo imaginable, Una
49
pantalla muy fina y curvada de altísima definición que
ocupaba toda una pared, dos más a los costados
formando un ángulo envolvente, varios lectores y
grabadores para almacenamiento externo ultra rápidos,
un par de dispositivos láser para impresión y scanner y
toda una parafernalia de periféricos de audio y vídeo
que le permitían comunicarse con todo el mundo en voz
e imagen a tiempo real, por lo menos así le habían
dicho, porque, además de las pruebas hechas en su
momento inicial, él no lo había utilizado jamás para
esas cosas tan mundanas; prefería extraerle a cada uno
de sus electrones toda su energía en esa fábrica de
fantasía que era su simulador de vuelo con mandos
iguales a los que se encontraría en un modelo real, ahí
descargaba su adrenalina; como decía él, para no
hacerlo en la calle. Se conectaba a la red mundial de
vuelo online donde miles de Pilotos y Controladores
reales volaban en condiciones muy similares a la
realidad e incluso muchos entrenaban para luego
utilizarlo en sus profesiones en la vida real. La
simulación era tal que muchas veces las mismas
fábricas de los aviones reales eran las que hacían los
modelos que se utilizaban en forma virtual.

La ciudad de Madrid aparecía abandonada, un poco


por el frío, otro poco por la hora y porque desde su piso
20 casi no se veía hacia abajo a causa de la nevada; él
no debería estar solo, pero Alexis no estaba y sus
reales amigos se encontraban a 12.000 km. de
distancia.
Poseía este apartamento de 140 m2 en una torre en
el centro de Madrid para cuando necesitaba quedarse
en la ciudad para levantarse temprano o para no

50
regresar a su casa en La Florida cuando no estaba
Alexis, para no sentir la soledad.
No era nada espectacular, pero estaba en un
edificio de “alto standing” y estaba 24 horas vigilado por
un portero que no dejaba pasar a nadie que no
estuviese invitado y después de verificar con el anfitrión
directamente. Constaba de tres habitaciones, una con
cama matrimonial para ellos dos, otra con dos camas
de una plaza y otra acondicionada como despacho para
poder trabajar ahí; también tenía una amplia y luminosa
cocina y un gran salón con palier de entrada en donde
se encontraba ahora mismo. Todo amoblado con un
estilo moderno y brillante con predominancia de metal,
cuero y vidrio; mirase donde uno mirase se veía que
sus propietarios no eran personas a las que les faltase
el dinero precisamente.

Dejó el ordenador en “stand-by1414” y encendió el


televisor que ocupaba casi toda la pared de enfrente,
como siempre no había nada interesante que ver; para
él la televisión ya no era más que un modo de manejar
a las masas ignorantes, decirles quienes eran los
buenos y quienes los malos en un conflicto
internacional, decidir por uno la ideología adecuada o la
marca de pantalones de moda, dar información
tendenciosa en cualquier aspecto siempre que
favorezca los intereses de las minorías que ostentan el
poder de los medios de información o desinformación,
como se quiera ver; sin embargo, existía mucha gente a
la que le costaba decidir y le bastaba encender la
televisión para que le dijesen que posición debía tomar,

1414
N del A: En reposo, con todo apagado pero presto a
reaccionar a cualquier acción del usuario.
51
¿Para qué pensar?, si es lo que dijeron en TV; es más,
mañana pagarán un montón de dinero y se abonarán a
un servicio de televisión por satélite diferente para que
les digan lo mismo pero de 40 maneras distintas; de
cualquier forma su monotonía le ayudaba a pensar.
El teléfono sonó en el rincón izquierdo del ventanal
que tenía asignado desde que lo instalaron los de la
compañía telefónica, aunque jamás Angelo lo había
utilizado desde ahí pues tenía cinco inalámbricos
distribuidos por todo el piso.
-Dígame.
-¿Señor Ricci?
-Sí. Soy el señor Du Prai, presidente de Infocom,
disculpe la hora, pero hemos estado reunidos con los
ejecutivos de la empresa hasta ahora y decidimos
modificar la oferta original que hemos hecho por su
empresa. ¿Me oye?
-Sí, perfectamente (Apagó el televisor).
-Si hemos de hacer la operación, por una cuestión
de mercado, tenemos cierta prisa en concretarla.
Angelo sabía a qué se refería, estaba por salir un
nuevo procesador que revolucionaría el mundo de la
informática, pero antes él tenía que decidir que hacer
consigo mismo.
-Señor Du Prai, no estamos hablando de vender un
coche, hay 1.000 empleados y una red nacional en
juego; como comprenderá no puedo darle a usted una
respuesta telefónica. No sé como ha conseguido mi
número particular, pero le sugiero que se vaya a
descansar y nos encontremos mañana a las 7:30 en mi
despacho (Angelo se regía por los horarios de trabajo
del resto del mundo y no de España para complicación
de sus empleados que debían comer a las 12 y no a las
14:30 como se acostumbraba en España).
52
Angelo se quedó esperando pues, como suponía, el
clic de la comunicación iba a ser más fuerte de lo
acostumbrado, y no lo decepcionó. Él, a continuación,
presionó el botón que decía " end ". Estaba harto de la
rutina y la oferta era más que tentadora, ése no era el
problema, tenía todo lo que podía necesitar y más aún,
el problema que le impedía decidirse de una vez, era
qué iba a hacer después. Estaba, desde luego, ese
viaje tranquilo que tantas veces había postergado y
prometido a Alexis, pero, ¿Y después? Era mucho
dinero, pero eso de ponerlo en un Banco como le
habían sugerido sus asesores, no iba con su forma de
ser, él era activo por naturaleza y tenía que emprender
algo, fabricar alguna cosa, un negocio, que no sea de
papeles, eso sí que no, un negocio donde se pudieran
tocar las cosas, donde hubiese empleados, no porque
le interesasen esas doctrinas sociales que dicen que
hay que invertir el dinero para que haya más trabajo,
sino porque le gustaba organizar a la gente, decirles
qué hacer, y disfrutar viendo como esos pequeños
engranajes hacían funcionar una máquina mucho más
compleja. El problema era no saber qué iba a hacer una
vez que liquidase su Imperio Informático.
Aunque hacía dos años que tenía dando vueltas en
su cabeza algo tan grande que le dio miedo en su
momento y le daba miedo pensarlo ahora; aunque
inconscientemente sabía que en realidad estaba
vendiendo todo porque ya se había decidido a cambiar
el mundo, aunque no sabía como hacerlo, todavía.

53
Capítulo 3

Recordaba como había comenzado todo eso. De


familia italiana emigrada, como muchos otros, había
nacido, se había criado y había estudiado en Argentina.
Allí también había comenzado su vida profesional con
un próspero negocio de ordenadores hasta que un
amigo (un "chanta15" como dicen ahí) le dijo: "Tenés que
irte a España, los gallegos (así se les llama a todos los
españoles vengan de donde vengan), están en la Edad
de Piedra en informática y podrías forrarte16". Así que
cambió sus aspiraciones de irse a países con gran
desarrollo en ordenadores y típicos puntos de
emigración de los argentinos como EEUU, Canadá,
Australia o Francia; por algo más sólido, ya que en esa
época estaba muy interesado en hacer dinero y el solo
hecho de pensar que podría aprovecharse de un
mercado virgen le seducía de un modo especial.
Los comienzos no fueron fáciles, tuvo que luchar
con la total ignorancia local en el tema, pero poco a
poco España también sucumbió a la tentación de las
máquinas y primero en las empresas y luego
lentamente en los hogares los ordenadores se fueron
haciendo algo común. Empezó fabricando los
antiquísimos 486 en un pequeño local de Argüelles, un
barrio madrileño, y descubrió el modo de poder
extender su red de ventas, aunque la gente, como
ocurría generalmente, no tuviese ni idea de lo que
vendía; y el secreto fue el sistema de franquicias que se
amplió muy rápido a partir de las grandes ciudades
como Madrid, Barcelona, Valencia y Bilbao hasta llegar
15
N del A: Localismo argentino que se aplica a personas a las
que se les da bien engañar a otros para obtener dinero.
16
N del A: Ganar mucho dinero.
54
a más de 500 tiendas en muy breve tiempo. Esto lo hizo
multimillonario rápidamente y, en un país donde el
dinero de la persona le da su valía personal, consiguió
que su entorno social se viese plagado de gente de
todas las especies humanas, oportunistas, indeseables,
estafadores y unos pocos sinceros.
Actualmente Angelo era casi un solitario, su forma
de ser, como dice él, es demasiado Argentina; directo
en sus observaciones sobre los demás no se calla
nada, sincero y dispuesto a perder su dinero o su
bienestar si de hacer el favor a un amigo se trata, no
encuentra en España quienes actúen igual que él, los
"amigos" que hizo aquí no respondieron en momentos
difíciles cuando los necesitó y eso ha hecho que, siendo
una persona que creía en las demás, se transformara
en un escéptico que ya "no quiere" amistades, se
conforma con sus amigos de la niñez aunque vivan muy
lejos.
No tenía socios y, a pesar de que delegaba en otros
las múltiples funciones de la empresa, le gustaba
fiscalizar personalmente cada área. Esto era muy bueno
para la compañía, pero no tanto para las personas que
le rodeaban ya que los hacía sentir siempre muy
controlados; solo unos pocos habían llegado a trabajar
en armonía con él.
Era un hombre alto y de físico musculoso, aunque
nunca había hecho nada de ejercicios intensos para
mantenerse. De pelo castaño y piel blanca, era un
hombre que tenía el porte de aquellos nacidos para
mandar, como un Capitán de Barco o un Comandante
de Línea Aérea. A sus 42 años aparentaba diez menos
y eso le otorgaba una ventaja adicional pareciendo
mucho más inexperto de lo que realmente era.

55
Capítulo 4

El señor Du Prai y cuatro de sus más altos


ejecutivos traspusieron las puertas del ascensor en la
planta trece de la Torre Picasso en el Centro Azca en
Madrid cuando eran las 7hs. 14min., esto le había
costado un enorme sacrificio y fuerza de voluntad, pero,
si Ricci quería que fuese temprano, él llegaría antes. Du
Prai vestía un caro traje de tres piezas en el cual no se
lo veía completamente cómodo, daba la misma
impresión que cuando vemos a un deportista, al que
acostumbramos ver en ropa deportiva, vestido de gala;
tres venían con trajes normales y uno vestía una
chaqueta que se notaba hecha a medida y muy cara
pero encima de un jersey de cuello alto lo que daba un
aspecto de informalidad de la alta sociedad.
Montse, una hermosísima y simpática catalana les
saludó
-Buenos días, el señor Du Prai y sus ejecutivos,
supongo, tengan a bien sentarse, por favor, el señor
Ricci les recibirá enseguida.
Se distribuyeron en sillones comodísimos de cuero
que se encontraban a la izquierda del inmenso
escritorio de la secretaria. En las paredes se
encontraban varios grabados de época que se notaba
que eran copias, pero tenían marcos de muy buena
calidad. La distribución permitía a la secretaria verlos a
todos, pero dándoles una falsa sensación de intimidad.
Todo el gran ambiente olía muy aséptico e higiénico.
Las instrucciones que había recibido a través de su
teléfono móvil en forma de mensaje de texto ya le
habían explicado lo que tenía que hacer. En Tritón
Computer todo era muy sofisticado, Angelo era un
amante de la electrónica y cada empleado era provisto
56
de un Smart-Phone1717 que les permitía comunicación
por Internet instantánea y la empresa estaba dividida en
grupos de chat que formaban un árbol de comunicación
donde cada departamento estaba en contacto con el
resto de tal manera que los empleados podían
comunicarse en forma individual o colectiva cuando
quisiesen. Por ejemplo, si un empleado del
departamento de Ventas necesitaba saber si ya había
salido un pedido podía preguntarlo directamente a una
persona en concreto que trabajase en Expedición o bien
hacer la pregunta a todo el departamento para que
contestase la persona correcta. Todos sabían que,
antes incluso de lavarse los dientes, debían consultar si
había mensajes dirigidos a ellos, un sistema de
jerarquías numéricas (0=Angelo a 9=personal de
limpieza) y prioridades (1=inmediato a 5=puede dejarse
para mañana) bastaba para indicarles quien y para
cuando enviaba y quería ejecutada la orden. Por eso
esta mañana Montse había recibido el siguiente
mensaje:
Ir a las 7. Recibir a Sr. Du Prai. No hacer pasar
hasta 7 hs 30 min. bajo ningún concepto. 0 (la jerarquía
de Angelo) -1 (máxima prioridad que significaba, si no
se cumple, a la calle).
Du Prai saboreaba, ya con antelación, la
satisfacción que tendría, cuando Angelo, llegase
después que ellos y tuviese que disculparse, era una
buena manera de empezar las negociaciones, con el
otro arrodillado, como recordaba a los criados de sus
padres en su niñez en Argelia. Era de tez morena, pelo
negro y ojos marrones, ni muy alto ni muy bajo; todo él
muy común, lo que no era normal era su mirada de ave

1717
N del A: Teléfono móvil inteligente.
57
de presa, a veces solo con mirarlos hacía que la gente
cambiase de opinión.
El reloj de la pared no hacía ningún ruido, pues era
electrónico, pero casi se podía oír el tictac imaginario de
sus agujas, toda la habitación parecía que había
sucumbido a una extraña extracción de ruidos ya que
Montse escribía en un teclado, pero era uno de esos
"touch" que no generan ningún sonido. Du Prai,
recordaba cuanto había de cierto en aquello que le
enseñaban en el Lycée de tiempo psicológico y tiempo
real en la literatura. Quince minutos pueden ser muy
pocos si son los que faltan para que salga un avión y
aún estamos en el taxi o increíblemente largos en una
habitación sin hablar, sin nada que hacer, nada que ver
y encima nada que oír. El roce de sus ropas era lo único
que rompía la monotonía, el segundero parecía que
estaba siendo frenado por una misteriosa fuerza.
La única persona que disfrutaba de esta espera era
Du Prai quien aguardaba que en cualquier momento se
abriesen las puertas del ascensor para dejar pasar a un
arrebolado señor Ricci con las marcas del afeitado aún
en su cara, helado por el frío de este marzo muy duro
en Madrid. Envuelto en estas ensoñaciones no había
oído que la secretaria les había dicho que pasaran al
tiempo que tocaba seguramente algún botón oculto que
abrió una maciza puerta de roble, la cual tenía todo el
aspecto de abrirse como una puerta normal y corriente,
y sin embargo sin hacer ningún ruido, como todo
aparentemente ahí, se corrió para mostrar una visión
digna de la mejor película de Hollywood. Al levantarse
echó una mirada al reloj y vio que la manecilla del
segundero pasaba por el 12 marcando exactamente las
7:30 horas.

58
Capítulo 5

De pie, recortado en un cielo que ya estaba


perdiendo su negrura profunda para dar lugar a esos
tonos más claros que anuncian la venida del día, se
encontraba Angelo, para desgracia de Du Prai,
inmaculado con un traje de corte moderno, proveniente
desde luego del país que mejor viste a los hombres,
Italia, y de su diseñador preferido, Giorgio Armani. Su
cabello siempre perfectamente cortado, su metro
noventa (que numerosos problemas en camas, portales,
tejados y transportes le provocaba en España diseñada
para una estatura media de la gente muy inferior), su
reloj Breitling Aerospace de titanio bicolor, deportivo y
distinguido a la vez, parte de su colección de relojes de
alta gama, sus zapatos Pepo's argentinos, su porte
atlético y sus manos cruzadas levemente sobre el
último botón de su chaqueta, le daban un aspecto muy
lejano del que esperaba encontrar Du Prai, que fue el
que inconscientemente y para vergüenza suya sintió
como un calor especialmente intenso le subió por la
espalda como ese que se siente cuando alguien está
leyendo por encima del hombro una carta de amor no
dirigida a él.
Los cinco visitantes traspusieron la puerta y
pudieron ver el aspecto de ese despacho, que sin ser
lujoso mostraba al buen observador que los negocios
que allí se llevaban eran fructíferos sin duda. Los
muebles eran todos de madera noble hechos a medida
y traídos especialmente de un pueblo de L'Aquitaine
francesa donde trabajaba un ebanista al cual sus 70
años no le habían quitado esa habilidad que solo se
observaba en los maestros italianos del siglo XVI, claro
está que ya se reserva nada más que el trabajo fino
59
encargado por sus clientes más respetados dejando a
sus aprendices el resto. El escritorio era todo un centro
de control que contaba con tres monitores, cinco
teléfonos, interfonos, CPU's, y toda una parafernalia
electrónica que ella sola, consumía lo mismo que cuatro
viviendas familiares, eso sí, con la obsesión de Angelo
por el orden, todo era escamoteable de manera que
quedaba una superficie inmaculadamente limpia y libre.
Los sillones estaban tapizados con el mejor cuero que
un amigo de Argentina le enviaba y que hacían que la
oficina oliese como una cabaña de caza en Canadá,
acogedora y cálida. Las maderas eran de una tonalidad
obscura y los tapizados más claros, contrastando
fabulosamente.
Ante este panorama los ejecutivos de Infocom
quedaron petrificados en la entrada dejando sólo el
suficiente espacio para que detrás de ellos,
imperceptiblemente, se volviese a cerrar la puerta.
-Adelante.
Dijo amigablemente Angelo.
-No esperaba tanta gente, así que si les parece bien
pasaremos a la sala de juntas donde estaremos más
cómodos.
Dicho esto, levantó levemente una mano señalando
en la dirección donde segundos antes había una
biblioteca y ahora, desplazada ésta, se podía ver una
amplia habitación con una mesa y cómodos sillones
para 22 personas. Aquí se invertían las tonalidades,
siendo la mesa de madera clara lacada y los sillones de
cuero marrón obscuro.
El señor Du Prai encabezó la comitiva que pasó,
cerrándola Angelo, que vio en los otros la indecisión
para sentarse en la enorme mesa.

60
-Esta mesa está diseñada para que se sienten las
partes negociadoras una a cada lado con sus directores
en las cabeceras, pero hoy una de esas partes es
unipersonal, así para que no nos encontremos tan lejos
¿Qué les parece si me siento en un extremo y ustedes
tres a un lado y dos al otro?
De esta manera obtenía hábil y disimuladamente
una ventaja posicional y psicológica sobre los otros.
-Antes que nada, buenos días y les agradezco su
puntualidad. Esta empresa ha llegado a ser lo que es
gracias a una férrea disciplina de organización. Aquí no
existe esa rara costumbre española de media hora para
el café o el almuerzo.
Los ejecutivos o al menos tres de ellos,
evidentemente españoles por su forma de vestir, se
miraron imperceptiblemente.
-En todos los sitios hay una máquina de café y
bollos pagados, desde luego, por Tritón que se
encuentran en un extremo de la oficina, aquél que
desee algo obviamente tendrá que recorrer ese trayecto
ida y vuelta lo que, sin duda, disuade de hacerlo más de
una o dos veces por día; en contra de eso, aquí se
trabajan 6 horas diarias con sábados y domingos libres.
Todo esto, sabía Angelo, que no venía al caso ni
tenía porque decirlo, pero estas condiciones de trabajo
agradaban a sus empleados y aunque él sabía que el
día después de la venta, Du Prai y su gente, podían
cambiar absolutamente todo, creía que les debía por
una cuestión de lealtad a sus empleados, esta
intempestiva descripción de la vida en su empresa.
-Y hablando de café, ¿Qué desean para
desayunar?
Preguntó Angelo.
Los cuatro ejecutivos miraron a su jefe que dijo:
61
-Si no es molestia creo que un café solo me vendría
bien.
Y mejor que bien, pues el madrugón y el cálido
ambiente le estaban amodorrando.
Los otros cuatro pidieron lo mismo. Este truco lo
había empleado muchas veces Angelo para saber qué
papel jugaban los acompañantes cuando se trataba de
hablar con más de una persona, y esta vez
nuevamente, le confirmaba lo que en un principio
suponía, los ejecutivos venían de meros oyentes, las
decisiones las tomaría Du Prai, había gente que
pensaba que ir solo a un sitio significaba debilidad
cuando era todo lo contrario, aunque se corría el riesgo
de equivocarse y no tener quien nos lo diga pero él
había fundado esta empresa completamente solo y la
vendería de la misma manera.
Angelo tocó un extremo de la mesa donde
seguramente algún sensor al tacto activaba un interfono
y dijo:
-Montse, por favor, tráenos 5 cafés solos y para mí
lo de siempre.
Nunca olvidaba las buenas maneras con sus
empleados, y ellos sabían que en el momento en que
no fuesen tratados de esa forma se debería a que no
formarían parte de Tritón al día siguiente.
Se puso de pié, y haciendo una seña con la mano a
Du Prai, viendo que éste empezaba a levantarse dijo:
-No, por favor, quédense sentados que voy a
mostrarles algo que podrán ver todos desde donde
están.

62
Capítulo 6

Jamás entraría de lleno en tema hasta no tener la


certeza de no ser interrumpido por ninguna causa.
Se dirigió hacia una parte de la biblioteca que
contenía unos libros magníficamente encuadernados en
cuero color verde inglés con una finísima línea
bordeaux horizontal; aún recordaba el largo camino que
habían recorrido para llegar ahí. Los había encontrado
en una librería del barrio latino en París en la Rue
Séguier, lo que más le llamó la atención fueron sus
grabados que estaban hechos sobre otro tipo de papel
que las hojas de texto y no habían sufrido el paso del
tiempo poniéndose amarillos como éstas, con lo cual
destacaban por su claridad de líneas y calidad de
trabajo. Era la colección completa, unas 70 obras, de
Jules Verne; su esposa Alexis le decía:
-Sus tapas de cartón están dobladas.
Pero Angelo ya había tomado la decisión y sabía
que serían suyas, las compró a muy buen precio y se
las llevó directamente esa misma tarde, a pesar de la
hora, a un encuadernador que conocía por haberle
comprado alguna vez aquellos libros que la gente lleva
a encuadernar y olvida ir a recoger; pero claro, 70 libros
son muchos, así que Alexis tuvo que ir a comprar un
carro para llevárselos; ella estaba acostumbrada a su
vehemencia e impaciencia; y riendo por las calles
llegaron a casa del encuadernador, un gruñón llamado
Philippe, a quien tuvo que pagarle unas diez veces el
valor de los libros por su trabajo, pero el resultado era
magnífico, no solo los había encuadernado sino que
estaban tan renovados que no parecían los mismos, y
además, cosa muy importante para Angelo, lo había
hecho en un tiempo récord.
63
Lo que no sabía ninguno de los de Infocom, pero sí,
Angelo es, que esos libros podrían cambiar al mundo.
Mientras recordaba esto, camino a la pared donde
estaban los libros, sentía que diez ojos lo seguían y
comenzó a hablar:
-¿Conocen a Jules Verne o Julio Verne en español?
Todos asintieron.
-Pero, ¿Han leído a Julio Verne?
Bien sabía Angelo que eso era más difícil pues
según las últimas encuestas el 60 % de los españoles
jamás ha leído un libro completo. Du Prai respondió por
todos.
-Creo que todos hemos visto alguna película de sus
libros, o el clásico con David Niven, "La vuelta al mundo
en 80 días", o alguna de las versiones de "Viaje al
centro de la Tierra" o alguna otra; pero ¿Qué tiene eso
que ver con lo nuestro?
-Tenga un poco de paciencia Monsieur Du Prai.
Respondió Angelo.
Ahora sí que realmente sentía calor en este cuarto,
el director de Infocom se encontraba como si fuese un
escolar al que le llaman la atención y esa sensación no
le gustaba en absoluto; cada vez odiaba más a este
maniquí de Printemps1818.
-La forma de escribir de Verne es muy predecible.
Continuó Angelo.
-No así lo que escribe que es sublime y maravilloso
en la llamada literatura de aventuras y ficción solo
comparable a Clive Cussler o Michael Crichton, ambos
ya desaparecidos; los personajes de Verne son muy
directos en sus observaciones y Jules Verne jamás se
ha privado de decir nada, así se tratase de la crítica a

1818
N del A: Famosas galerías de compras de Francia.
64
un país, raza, creencia o religión; por eso
posteriormente fue tildado de derechista. Pero algo que
nunca dejaba de hacer era describir y presentar a sus
personajes al principio del libro, aunque jugasen un
papel secundario.
Señor Du Prai, aún no conozco ni el nombre de sus
acompañantes y usted quiere empezar a hablar.
Du Prai sabía que tendría que tragar esa
reprimenda también, pero ésta era justificada, ¿Cómo
se le había olvidado? Sabiendo como era Ricci de
puntilloso eso era un error fatal. La cosa es que todo
había empezado mal esta mañana. Debería haber
entrado como una tromba y haber apabullado a Angelo
con presentaciones y comentarios para tomar las
riendas de la reunión, sin embargo, le permitió que
tomara el control total y ahora se encontraba en una
posición de desventaja tan grande que, si Angelo fuese
listo, y lo era, la aprovecharía en la negociación. Debía
entrar en su juego en vez de oponerse.
-Es verdad, ha sido un error imperdonable; este de
mi izquierda es el jefe de personal de Infocom el Sr.
Gimenez Contreras.
-Con un solo apellido es suficiente, los dobles
apellidos suenan ridículos y anacrónicos. Interrumpió
Angelo.
-Bien, a su lado, el Dr. Estevez, director del
departamento legal; el de enfrente es nuestro contable
el Sr. Moreno y por último nuestro genio en informática
el Sr. Tempolini.
-Sí, pasa, por favor, Montse.
Dijo Angelo mirando hacia la puerta donde se había
materializado su secretaria como una holografía.
Traía cinco tazas iguales, un pequeño jarrito, un
azucarero y una bandeja de frutas confitadas fácilmente
65
identificables como de la famosísima "griffe" Fauchon1919
en la Place de la Madeleine de París que le enviaban
todas las semanas, todo esto sobre una bandeja que
colocó en una esquina de la mesa.
-¿Lo sirvo o lo hace usted? Preguntó Montse, con
su voz melodiosa y sensual.
-No, déjalo que ya lo haré yo. Respondió Angelo,
acercándose a su sitio en la cabecera.
Una a una fue repartiendo las tazas aprovechando
una ventaja sicológica más como si se tratase de una
madre repartiendo la comida. Aunque parecía no haber
escuchado a Du Prai cuando los presentó, dio a cada
hombre su taza llamándolos por su nombre uno por
uno.
-Lo mío no es nada especial, simplemente se trata
de café americano que es más suave, claro y sabroso
que cualquier variedad que se consuma aquí; el aroma
y el sabor de un buen café nada tiene que ver con su
color. Afirmó, mirando al fondo de su jarrito.
Se puso tres abundantes cucharadas de azúcar y
acto seguido tomó una fruta glaseada de la fuente.
-Muy bien señor Du Prai, ahora sí, tratemos el tema
por el cual están ustedes aquí esta mañana.

1919
N del A: Probablemente uno de los mejores lugares del
mundo donde comprar delicatessen.
66
Capítulo 7

Du Prai miró por la ventana hacia la claridad que ya


indicaba otro día nublado como suele ocurrir en invierno
que encadena hasta diez o quince días sin sol en
Madrid y pensó que al fin empezaba lo bueno.
-Señor Ricci, en líneas generales y según nuestros
abogados y asesores fiscales, Tritón se encuentra en
condiciones ideales para ser comprada y ya están
firmados todos los papeles importantes y los no tanto lo
serán en cuanto nos pongamos de acuerdo en unos
pequeños detalles sin importancia; como le adelanté por
teléfono, tenemos objeciones con respecto a ciertas
condiciones particulares de venta que usted agregó al
contrato. En primer lugar, creemos que un plazo de
treinta días para retirar sus cosas de las oficinas es
demasiado, segundo, no podemos garantizar los
puestos de trabajo actuales por cinco años ni mucho
menos, tercero no podremos cambiar de inmediato,
como usted exige, el nombre de los ordenadores. En
contrapartida creemos que no hay ningún problema en
asegurarle una actualización de diez ordenadores para
su uso personal exclusivamente cada seis meses
mientras dure nuestra compañía al frente de esta
empresa y además podrá venir aquí siempre que lo
desee para visitar las oficinas.
Du Prai dijo todo esto sin respirar como si se lo
hubiese ensayado mucho y temiera olvidarse de decir
algo.
-Señor, iré respondiendo una a una a sus
objeciones. Como pueden ver ustedes. Dijo Angelo para
de esta manera incluir a los otros ejecutivos que no
habían abierto la boca y señalando en derredor con su
mano.
67
-Esta oficina está llena de artículos personales que
nada tienen que ver con la empresa y era mi deseo
ocuparme personalmente de embalarlos para
llevármelos, pero si es necesario mas urgencia, en una
semana prometo dejar este despacho limpio para ser
utilizado, aunque tampoco me molestaría que a lo largo
de esa semana comenzasen a trabajar estando yo aquí.
-Me parece bien.
Respondió Du Prai sin darse cuenta siquiera que la
maniobra de Ricci apuntaba a poder vigilar la transición
desde una actitud pasiva al menos por una semana.
-Con respecto a los puestos de trabajo quiero una
contraoferta temporal de garantía total de conservación.
Angelo sabía que cinco años era una barbaridad
impensable, pero se conformaría con mucho menos,
por eso se había tomado tanto margen.
-Esperábamos eso y pensamos que un año de
inmovilidad del personal es suficiente. Contestó Du Prai.
Angelo fijó la vista en sus amados libros y pensó
que era un tiempo razonable para que aquellos
empleados que no se adaptasen a la nueva empresa
pudiesen buscarse otros horizontes.
-De acuerdo. Respondió espirando fuertemente
como si concediese un gran favor.
-En el punto del nombre de los ordenadores.
Continuó diciendo.
-No puedo ceder, pues no dudo (aunque sí lo hacía)
que Infocom mantendrá un alto nivel en la calidad de los
productos, pero en nuestra marca iba incluida una
responsabilidad personal mía en cuanto a la perfección
de los componentes, cosa que me ha costado mucho
dinero porque jamás he aceptado electrónica de
segunda selección. Como dejaré de estar al frente es
lógico que conmigo se vaya mi marca, que además está
68
registrada, lo que implica que de dejarla debería
venderla, hecho que no está contemplado en el
presente contrato.
Du Prai miró por primera vez a los ejecutivos que
estaban con él y Angelo vio que debían decidir algo sin
estar él presente así que sin que nadie le pidiese nada
dijo:
-Si pueden disculparme, debo darle un encargo a mi
secretaria. Se levantó y lentamente se dirigió a la puerta
falsa que comunicaba con su despacho, un zumbido
sordo indicó que también había salido él.

69
Capítulo 8

El presidente de Infocom tenía los ojos fijos en la


espalda de Ricci y en cuanto salió le dijo a Estevez:
-¿Es verdad? ¿Podría reclamarnos el pago del
nombre?
-Sí, legalmente puede hacerlo.
-¿Y si lo usáramos igual sin su permiso?
-Yo no lo aconsejaría señor, si entablase una
demanda, nos la ganaría con seguridad y sería aún más
costosa que pagar su patente.
-¿Cuánto nos costará cambiar el nombre? ¿Y
cuánto mercado perderemos debido a este cambio?
Preguntó mirando la calva de Moreno que ya se
afanaba buscando entre sus papeles la respuesta para
su jefe. Sudaba y sus gafas parecían empañarse con el
esfuerzo, pero los folios que contenían esos dichosos
números no se dignaban ponerse al alcance de sus
manos regordetas.
-Bueno, ¿Qué? Si no es demasiada molestia me
gustaría tener la respuesta hoy. Dijo Du Prai
agriamente.
-Aquí están.
Masculló Moreno, levantando en su mano derecha
los dichosos papeles como si hubiera accedido a un
gran premio en un Bingo; y quizás así había sido.
-Tendremos que cambiar todos los frontales de los
productos, pero eso no significa demasiado pues es lo
mismo que si sacáramos un nuevo producto, con
respecto al mercado, no lo sé.
-En síntesis, señor Du Prai.
Interrumpió Tempolini, un fino italiano de Milano,
que aún se preguntaba que hacía con estos inútiles y el
prepotente argelino. Parecía desconectado con su
70
notebook abierto y tecleando constantemente con esa
semi sonrisa en la cara.
-Que el no usar su nombre le cuestan, extrapolado
en un año, unos siete millones (Todos sabían que
hablaba de €) y el hacerlo sin su permiso pueden
significar quince millones como mínimo; ¿Quiere los
detalles?
-No, lo que quería era lo que me ha dicho, por lo
tanto nos tiene agarrados de los huevos. ¿Podemos
permitirnos ese gasto de más?
Dijo, mirando al temeroso Moreno.
-Sí, pero eso redundará en contra de nuestros
beneficios a lo largo del primer año. Respondió el
interpelado.
-Creo...
Comenzó diciendo el italiano.
-No Tempolini, no me importa lo que usted crea,
ahora déjenme pensar un minuto.
El milanés calló y reprimió su genio impulsivo
volviendo rápidamente a su ordenador.

71
Capítulo 9

Entretanto, Angelo estaba con su secretaria


sentado en la esquina del escritorio escuchando toda la
conversación a través de un sistema que además
permitía ver todo lo que ocurría en su despacho. Él
pensaba lo que debe de haberse divertido su secretaria
durante las visitas de Alexis, cuando entraba con ese
brillo verde fosforescente en los ojos que indicaba que
venía dispuesta a todo.
-Como ves, Montse, todo marcha a pedir de boca.
Dijo Angelo.
-No como a mí me gustaría. Respondió mirándolo
con sus ojos color celeste turquesa que parecían
iluminar la mañana.
-Montse, me he asegurado de que todos los
empleados sigan en sus puestos de trabajo como si
estuviese yo.
-Sí, pero tú no estarás.
Dijo tuteándolo, sabiendo que solo le quedaban
unos pocos minutos para que la relación jefe-empleado
acabase definitivamente.
Sorprendido, Angelo; ante esta demostración de
familiaridad y cariño le tocó suavemente su cara y le
dijo:
-No temas, todo te irá bien. Te lo prometo.
-No tengo miedo, es solo que no me gustan los
cambios.
Dando por acabada la conversación, Angelo se
puso de pie y entró nuevamente.

72
Capítulo 10

-Señor Ricci.
Dijo Du Prai.
-Tritón, a partir de este momento ha dejado de existir
como marca de ordenadores, y si usted está de
acuerdo, nuestra gente preparará con los suyos el
contrato de venta final y definitivo para que se firme
mañana.
Angelo tomó conciencia de que este era el momento, el
minuto, el segundo, más importante de su vida, todo lo
que había luchado y penado se transformaba en una
cuenta en un banco de Andorra (los impuestos así lo
aconsejaban), bien era que tenía muchos ceros, pero
solo era papel, no había que levantarse temprano ni
trabajar en domingo para que siguiese ahí, simplemente
estaba. Una sensación de tristeza se apoderó de él,
hasta ahora todo había sido como un desafío más,
conseguir el mayor precio, las mejores condiciones, el
doblegar a Du Prai; pero ahora la realidad lo abrumaba.
Aunque nadie lo había obligado a nada, recordó que
también le apetecía un cambio y que el desafío de
planear que hacer ahora era muy atrayente, eso le
provocó tal flujo de adrenalina que una sensación de
furor lo acometió como una locomotora.
-Esto es todo por nuestra parte.
Dijo el de Infocom.
-No, esto no es todo. Respondió Angelo.
¿Qué nuevos problemas se avecinaban? Pensó Du
Prai.
-¿Estáis felices con la operación?
Preguntó tutéandolos el ya ex dueño de Tritón.
-Desde luego, era para nosotros un objetivo importante.

73
-Bien, entonces para mí falta algo mucho más
importante que cualquier papeleo, y es el acuerdo
desde el punto de vista humano que consiste quizás en
un apretón de manos, un abrazo, o tal vez...
-¡Montse!
Llamó por el intercomunicador.
-Voy señor Ricci.

74
Capítulo 11

Solo diez segundos después apareció con seis altas


copas de champagne en una bandeja de plata que sin
duda tenía preparada hacía tiempo.
Como efecto adicional el recién naciente sol se coló por
un agujero entre las nubes que cubrían prácticamente
todo el cielo e iluminó con un brillo de volcán en
erupción la sala de juntas, Du Prai respiró y por fin
comprendió que todo había acabado y podía relajarse y
abandonar esa postura de duro negociador, además la
visión de las copas le recordó cuanta falta le hacía un
poco de alcohol, aunque fuese tan temprano.
-Además de bella parece que esta chica es muy
eficiente, creo que nos llevaremos bien. Dijo mirándola
con cara de lobo hambriento.
-Soy una profesional que cumple estrictamente con su
trabajo, espero lo recuerde siempre.
Respondió Montse de una manera tan cortante que hizo
que Angelo la mirase extrañado pues jamás se había
expresado de esa forma con él.
-Vamos a ver, tengo aquí algo especial reservado para
momentos especiales.
Interrumpió Angelo un intercambio que podría acabar
en la primera reducción de personal de la era Infocom.
Mientras Montse se retiraba sacó una botella de "La
Grande Dame" de La Veuve Cliquot Ponsardin cosecha
1988 de un pequeño frigorífico y mostrándosela a todos
sirvió un cuarto de copa a cada uno como correspondía,
mientras decía:
-Esta fue una muy buena cosecha en la región de
Reims de donde proviene este champagne.

75
Todos tomaron una copa y Du Prai paseaba la vista, de
su copa con tan poca cantidad, a la botella que aún
contenía tres cuartas partes.
-Porque esto redunde en beneficio de ambas partes.
Dijo Angelo levantando su copa que vibró en el aire
como oro con el sol.
Todos brindaron y Du Prai le tendió la mano, cosa que
Ricci agradeció pensando que probablemente se había
equivocado juzgándole tan duramente en su interior.
Lamentablemente el tiempo le demostraría que no era
así.

76
Capítulo 12

Salieron, y Angelo estaba pensando en la


semisonrisa de Tempolini al estrecharle la mano cuando
entró Montse.
-Ya todo se ha acabado, ¿Verdad?
Preguntó la bellísima catalana.
-O todo está por comenzar, según como se vea.
Respondió Angelo.
-Sí, realmente es así, pero no puedo evitar sentirme
con ganas de llorar.
-Ven, acércate y acabemos con esta botella,
aunque aún no sean las nueve de la mañana pues
después me tomaré el día libre.
-Tú sí, pero a mí todavía me quedan muchas horas
por delante.
Respondió con cara contrita, Montse.
-En eso te equivocas, pues tú eres aún "mi"
secretaria privada y si yo me voy y no te necesito, tú
también puedes irte.
-Haber sabido antes, que así eran las reglas, y
cuantos días libres me hubiera tomado.
Bromeó Montserrat pensando en lo bien que había
sonado lo de "mi” secretaria.
Angelo fue hasta su biblioteca y tomó dos copas de
cristal que estaban de adorno y las llenó ofreciéndole
una a la alta rubia.
-Creo, que preferirás que sepan un poco a polvo
antes que beber en una de las de tus nuevos jefes.
¿No?
Preguntó con sorna, Angelo.
-¡Qué gracioso! Pero no me importaría beber de la
tuya.
Le dijo mirándole a los ojos.
77
Angelo, no sabiendo si era por beber a estas horas
con el estómago vacío o por no haberse detenido nunca
a observarla con detenimiento, se perdió en la
inmensidad del mar profundo de los ojos de Montse que
se recortaban en el marco dorado del pelo atravesado
por los horizontales rayos de sol matinales y
silenciosamente la besó, preguntándole:
-¿Por qué me seduces sabiendo que estoy casado
con Alexis?
-Porque quiero agradecerte todos estos años,
porque me gustas o porque estoy medio borracha,
elige; y ahora vete y vuelve en cinco minutos que tengo
un regalo para ti.
Obedientemente Angelo dio media vuelta y salió de
la sala de Juntas y de su despacho deteniéndose en el
escritorio de Montse donde giró un pequeño cartelito
que decía "Vuelvo en cinco minutos, siéntese y espere
Por Favor"; no quería que el último día en la empresa
su secretaria lo recordara como un día donde él no le
haya permitido un pequeño descanso para charlar y
hacerle un regalo a su jefe, encendió el contestador a
través del ordenador y regresó a la sala.
¿Qué sería el regalo? Esperaba que fuese un buen
libro, era lo que más le gustaba, o quizá un dólar de
plata para su colección.

78
Capítulo 13

Pero no, cuando entró a la sala se encontró con la


mesa completamente limpia y a Montse sentada encima
con la falda subida y el sol descubriendo entre sus
piernas unos rizos que brillaban como hilos de cobre.
-Esto no significa nada, Angelo, tu vida seguirá igual
y la mía también, pero quiero que nos despidamos de
esta forma, sabes que no haría ni haré esto jamás con
nadie, he tenido un solo novio y sé que valgo
demasiado como mujer para no regalarme nunca, pero
tú me gustas y yo sé que también te gusto; disfrutemos
y despidámonos con un hasta luego sabiendo que no
nos quedaremos con ganas de nada en nuestra
relación.
Angelo se dio cuenta en ese momento cuantos días
había deseado a su secretaria, pero era algo así como
cuando veía a un bonito avión en la televisión, ni
pensaba en tenerlo, le gustaba y listo.
Se besaron larga y apasionadamente.
-Espera.
Dijo la catalana.
-Sepárate un metro.
Montse se quitó la camisa y dos hermosos pechos,
quizá no muy grandes, pero con dos pezones de un
tamaño desusual que ocupaban tres cuartas partes del
frente hicieron su aparición.
-Creo que mis padres me hicieron casi perfecta
físicamente. ¿Verdad?
Lentamente se quitó toda la ropa, a veces la
naturaleza se comportaba de una manera muy
caprichosa y daba todo lo mejor de sí en una sola
persona, ocurría que había mujeres que no tenían que
preocuparse por nada de lo que otras padecían toda la
79
vida, Montse no tenía prácticamente vello salvo algunos
filamentos rubios y tan suaves que daba hasta placer
tocarlos y su piel era tan tersa como si acabase de
nacer, sin marcas, sin acné, sin grasa, sin celulitis, toda
ella olía a vida sana como un anuncio de yoghurt.
Disfrutaron los dos de ambos sin darse un momento
de respiro hasta que quedaron exhaustos y satisfechos.
-Ya sé como sabes hasta por dentro. Dijo. -Y eso
nos unirá más que cualquier promesa de amor o
amistad, pase lo que pase siempre te seré fiel cuando
me necesites.
-Sabes que soy un poco especial, Montse, pero tú
también lo eres y eso nos hace unidos. Gracias por el
regalo, ha sido lo mejor que podrías haber elegido, te
recordaré como en un sueño toda la vida. Vístete y
vete, continúa tu vida y regresa mañana a tu trabajo,
recuerda que tendrás nuevo jefe y debes hacer buena
letra desde el principio, inténtalo, si no funciona, podrás
recurrir a mí siempre que lo desees y ya encontraremos
algo.
La besó suavemente y sabía que, aunque se fuese
de la empresa jamás lo llamaría para pedirle nada pero
era algo que debía decirle. La dejó sola en la sala y
regresó a su despacho; minutos después pasó ella y
con un "au revoir" dejó grabada en la mente de Angelo
su imagen que tardaría mucho tiempo en volver a ver.

80
SEGUNDA PARTE
Nuevos amigos

Capítulo 14

Cuando Montse salió del despacho de Ricci una


persona se encontraba sentada hojeando una revista en
un sillón de espera.
-Señor...
-Tempolini.
Dijo desde el sillón el interpelado.
-Quisiera entrar a hablar con el señor Ricci, si se
encuentra en condiciones de recibirme claro está. Ví el
cartel de esperar y aunque no fueron cinco minutos,
como no tengo prisa decidí aguardar el tiempo
necesario.
Aclaró con esa semi sonrisa en la cara que parecía
estar fija en él que no permitía determinar cuando
hablaba con ironía y cuando no. Montse lo miró
fijamente y pensó que en otras circunstancias le hubiera
gustado conocerlo mejor. El italiano medía un metro
ochenta y cinco, era de pelo obscuro y ojos color cielo
como muchos ítalos del norte, de complexión fuerte,
siendo como los típicos milaneses, el modelo ideal para
lucir un traje. Su aspecto muy cuidado y sus dedos
impecables indicaban que era una persona más
dedicada a trabajos con uso de la inteligencia que con
las manos.
-Señor Ricci, aquí está el señor Tempolini, uno de
los ejecutivos que vino con el señor Du Prai de Infocom
que espera para hablar con usted.
-Que pase.
Dijo Angelo a través del interfono.

81
Se abrió la puerta y Tempolini pasó al tiempo que
Montse se sentaba para recoger sus cosas y notaba
que su asiento estaba caliente.
¿No era éste el experto en informática? ¿Y si había
descubierto como ver lo que ocurría dentro y lo vio todo
por el monitor? ¿Debía avisarle a Angelo? No él ya lo
supondría y tomaría las medidas necesarias, de
cualquier forma, ahora ya no podía hacer nada; recogió
sus cosas y llamó al ascensor.
-Señor Ricci, he olvidado mi notebook a propósito
para que esa fuese mi excusa para regresar aquí pues
quería hablar con usted.
Hemos vuelto a tratarnos de usted; pensó Angelo,
lo que significa que este hombre quiere hablar en serio.
-Señor Tempolini, no sé lo que usted quiere
decirme, pero sé lo que yo quiero hacer y es irme ya
mismo de aquí. ¿Qué opina de los deportes? ¿Practica
alguno?
Preguntó Angelo, mientras recogía su teléfono
móvil.
-Me gustan los deportes individuales como el tenis o
el ciclismo, aunque lo que realmente me agrada es todo
aquello que tenga motor. En Milano tengo un pequeño
ultraligero2020 biplaza, el cual trato de disfrutar al menos
una vez al mes.
Respondió el italiano.
Angelo no sabía si lo que acababa de decir era para
congraciarse con él, ya que seguramente habrían
estudiado sus gustos y aficiones y sabrían de su locura
por los aviones, pero, pensándolo bien, esos datos lo

2020
N del A: Categoría de avión ligero, generalmente para una o
dos personas.
82
más probable es que se los hubiese guardado para sí
mismo Du Prai.
-Muy bien, precisamente tenía "in" mente ir a volar
esta mañana. ¿Le parece bien acompañarme a charlar
con las nubes de fondo? ¿O debe regresar a su empleo
en Infocom?
Le interpeló Angelo mirando fijamente los ojos del
ítalo, y lo que vió lo satisfizo enormemente ya que
apareció ese brillo de deseo y pasión que él mismo
tendría ante una invitación de ese tipo. Este hombre
comenzaba a simpatizarle.
-Probablemente al término del día ya no tenga
empleo, así que eso no me preocupa y mis ansias por
volar son tales que hasta me he olvidado lo que venía a
decirle. Si me permite pasaré a buscar mi ordenador a
la sala de juntas y cuando quiera nos vamos.
Entró, recogió su notebook que seguramente
Montse había vuelto a dejar en su sitio y regresó al
despacho donde le esperaba Angelo en la puerta con
una cazadora de cuero y un bolso de deportes en la
mano.
-Vayamos con ese ascensor que es el que nos lleva
al garage donde tengo mi coche.
Dijo Angelo señalando una puerta más pequeña.
-Señor Ricci, si le dá igual preferiría ir en mi
automóvil, me gusta conducir.
Recalcó con énfasis Tempolini y agregó,
-Está en el aparcamiento de Raimundo Villaverde
debajo del Corte Inglés2121.
-De acuerdo vamos allá.

2121
N del A: Cadena de famosos almacenes españoles de
compras.
83
Capítulo 15

No sabía muy bien porque quería ir en su coche,


pero la verdad es que tampoco le molestaba que lo
hiciese ya que viendo conducir a una persona se puede
conocer bastante a ésta.
Salieron de la torre al aire gélido de la incipiente
mañana y se dirigieron rápidamente hacia la esquina.
Angelo sabía que no había ninguna necesidad de
aparcar tan lejos, pero era un error muy común de aquel
que no conocía, el pensar que ese era el aparcamiento
más cercano, cuando todo el subsuelo del Centro Azca
tenía cientos de plazas para coches. Prácticamente no
hablaron en todo el trayecto y solo dejaron de echar
vapor por la nariz cuando salieron del ascensor en la
planta subterránea del estacionamiento. Tempolini se
dirigió con decisión a una magnífica Ferrari F-50 color
amarillo.
-Sé lo que estará pensando.
Dijo el italiano.
-¿Cómo un sueldo en Infocom puede dar para un
automóvil así? Provengo de una familia con mucho
dinero, mi padre posee una fábrica de autopartes que
últimamente también se dedica a pequeñas piezas para
aviones en Milano y a tiempo parcial le mantengo todo
el sistema informático de su empresa, trabajo que
tampoco pagaría esto.
Dijo señalando a la estupenda máquina
-Pero mi padre es de la idea que hay que disfrutar
las cosas a la edad adecuada y este coche no se
disfruta igual a los 35 que a los 70 y me lo ha regalado;
me gusta mi independencia, pero un regalo así no se
puede negar, además que nos llevamos
magníficamente bien con mi padre.
84
Angelo se sentó en su butaca que era tan baja que
parecía que uno estaba semi acostado en el suelo.
Pensó que el interior no era muy lujoso, su Jaguar XJR
lo era más y valía diez veces menos.
Salieron y Tempolini preguntó:
-¿Voy a Cuatro Vientos2222?
-No, hay que ir por la Nacional II en dirección a
Guadalajara, mis vuelos de rélax, como los llamo yo, los
hago desde un campo de vuelo muy tranquilo, opero de
Cuatro Vientos solo cuando no tengo otra opción, a
veces hay que esperar sentado en la cabina hasta
veinte minutos para salir, con tanta escuela de vuelo y
salidas y entradas privadas; no es que a mí me guste
llegar y salir, quiero tener mi tiempo para chequeo,
análisis meteorológico y todo eso, pero una vez puesto
en rodaje prefiero irme al aire cuanto antes. ¿Le
molesta hacer unos pocos kilómetros?
-En absoluto, lo que me molesta es que no nos
tuteemos, me llamo Lucca.
La agilidad con la que se movía entre el horrible
tráfico matinal por la Castellana y la avenida América le
indicaron a Angelo que la fama que tienen los italianos
de nacer con un volante en las manos no era
injustificada. Al entrar a la autovía Angelo preguntó
extrañado:
-¿Es que le ocurre algo al coche que vas tan
despacio?
-No, va de maravilla y no voy tan despacio, estoy
yendo a 120 Km/h, lo que ocurre es que al ser un motor
tan grande casi va al ralentí; jamás supero los límites de
velocidad en carreteras tan transitadas, lo considero

2222
N del A: Aeropuerto cercano a la capital madrileña que suele
utilizarse bastante para aviación deportiva.
85
una irresponsabilidad y digno de mentes sin mucha
inteligencia, no es necesario utilizar el raciocinio para
ejecutar un movimiento del pie hacia abajo que es lo
que se necesita para ir más rápido, pero sí lo es para
evaluar la relación entre la velocidad, la distancia, el
rozamiento del coche en el pavimento y la capacidad de
reflejo a distintas velocidades así como otras cosas que
hacen falta para conducir un coche a altas velocidades,
y no hablo de 300 Km/h; si una curva está diseñada por
un ingeniero para tomarla a 120 y lo hacemos a 140, el
margen de seguridad permitirá que no derrapemos,
pero, si por ejemplo, a un camión delante nuestro se le
hubiese caído una piedra e intentásemos esquivarla ya
habremos gastado ese margen en un exceso de
velocidad, por lo que lo más probable es que acabemos
en el campo, y eso no sería nada si estuviésemos solos
pues pagaríamos por el riesgo asumido, pero
lamentablemente casi nunca es así.
Angelo comprendió de inmediato lo que quería
explicar Lucca, pues él mismo, muchas veces había
intentado hacer entrar en razón a otros con los mismos
argumentos. Recordaba una vez una conversación en
un bar de Torrejón de Ardoz, uno le contaba a otro,
como siendo analfabeto, había conseguido el carnet de
conducir a través del partido del alcalde sin examen ni
preguntas, luego la conversación derivó en una
competencia por contar quien tardaba menos tiempo a
su pueblo de Jaén; las cifras daban una media de 150
Km/h y, desgraciadamente, Angelo sabía que eran
ciertas por propia experiencia, pues a él en la carretera
lo adelantaba todo el mundo y tenía por costumbre
mirar la matrícula de aquellos que pasaban como
aviones a su lado porque luego sabía que encontraría a
más de uno en la misma área de servicio donde él
86
paraba, pero con cinco minutos más para tomar un
café, sí, bastaba un simple cálculo de cinemática para
demostrar que la ganancia de tiempo era mínima en
relación del riesgo corrido, pero muchos de éstos ni
siquiera habían oído hablar jamás de la palabra
cinemática. Lucca cada vez le caía mejor, era
arriesgado (no cualquiera se hubiera atrevido a volver
para hablarle), inteligente y hábil.
Angelo quería aclarar de una vez por todas quien
era este hombre y para que equipo jugaba y decidió
ponerlo a prueba.
-Lucca, sabes mucho de ordenadores, ¿verdad?
-Sí, estoy a años luz de lo que sabe Du Prai, y no
estoy presumiendo, pero mentiría si dijera lo contrario.
Respondió el italiano.
Era una buena respuesta, pero Angelo no quería ir
al terreno de negocios otra vez, por lo menos, aún no.
-Me refiero concretamente a sistemas de vídeo y
escucha remota.
-Sé a que te refieres, pero esta mañana lo que
transmitían en el canal de Tritón era de índole muy
privada y he preferido leer unas interesantes revistas de
la sala de espera; en lo que a mí respecta ocurra lo que
ocurra en un futuro entre nosotros quiero que sepas que
no aspiro a vender ninguna exclusiva a las revistas del
corazón y el tema está olvidado.
Le había gustado la respuesta, no había negado
haberlo visto pero no le dio importancia. Angelo pensó.
"Me estoy volviendo confiado, le creo". Por otra parte,
quería saber para qué había vuelto. Le preguntó:
-Lucca, hoy, como ya sabes, he tenido una mañana
agitada y deseo disfrutar del vuelo sin pensar en nada,
así que querría que me dijeses para qué has vuelto a mi
despacho para aclarar todo antes de llegar.
87
-Bien, veo que te gustan las cosas claras y eso ha
ayudado a decidirme en estos minutos. Como te decía
en Tritón, no deseo trabajar más con Du Prai y eso
significa que estoy en paro. Sé que tú también, pero
también sé que no será por mucho tiempo, eres inquieto
y comenzarás un nuevo proyecto, sólo quería que
sepas que puedes contar conmigo. Estarás pensando
"¿Y este amor a primera vista a qué se debe?". No es a
primera vista, he seguido muy de cerca esta compra, he
hecho todas las investigaciones sobre tu persona que
me ha encargado Du Prai y he visto como actúas, no
son elogios sino, simplemente, que creo que haríamos
un buen equipo. Tómate tu tiempo, yo no necesito
trabajar, lo hago para sentirme vivo y puedes preguntar
en Infocom que pongo toda mi energía en ello si creo
que merece la pena.
Angelo se quedó pensando cuando la vibración de
su móvil lo sacó de sus cavilaciones; miró el display y
decía "Alexis".
-Cariño, has vuelto, ¿Dónde estás?
Esperó por unos segundos y respondió.
-Voy camino al aeródromo, ya acabó todo, te
contaré a la hora de comer en casa.
-Debes girar a la derecha y luego cruzar la autopista
hacia la izquierda como si fueses a la estación de tren
de Guadalajara. Le indicó a Tempolini, terminando la
llamada.
-Para acabar lo que hablábamos debo advertirte
que aún no he pensado en nada y quizá me dedique a
ver como los intereses aumentan mi capital y jamás
empiece una nueva actividad.
-El tiempo lo dirá, ahora vamos a disfrutar de esta
mañana que parece que será fría pero que al fin se irán

88
las nubes que han cubierto los cielos de los últimos
días.
Capítulo 16

Se desviaron hacia Yunquera de Henares desde


donde se ve La Muela de Alarilla, lugar preferido de los
practicantes de parapente los fines de semana; siempre
hablando de aviones y con una confianza nacida de
compartir las mismas aficiones, cuando llegaron al
desvío de Robledillo de Mohernando, el italiano dijo:
-Parece muy poco transitada esta carretera.
-Lo es, y sobre todo un día de semana en donde no
pasa casi nadie.
Respondió Angelo.
-¿Quieres ver las posibilidades de una Ferrari?
Preguntó Tempolini.
-Desde luego.
Dijo el ex empresario, ajustando su cinturón de tres
puntos hasta quedar adherido a su butaca.
La frenética carrera de muy pocos kilómetros lo
sometió a varias "g" hacia un lado y otro y le confirmó
varias cosas; primero, que Lucca Tempolini no era un
novato en las carreras de automóviles, a pesar de
desconocer la carretera totalmente, llevaba el coche
muy cerca de su límite; segundo, que la Ferrari se
comportaba de una manera magnífica en la montaña
aunque su diseño se ajuste más a la velocidad en
circuito y tercero, que ambos disfrutaban como niños
con la velocidad y el riesgo calculado.
Finalmente llegaron al aeródromo triste y
abandonado, muy distinto de aquellos que recordaba de
Buenos Aires con piscina, restaurante y pistas de tenis,
pero con lo que a él más le interesaba, una pista. Ahí
solo estaba una persona a la que Angelo le tenía
89
aprecio, era un soñador, un chico gallego llamado Pablo
de profesión biólogo el cual había montado una escuela
de vuelo de ultraligeros con sus ahorros para costearse
lo que a él le gustaba, volar; hacía vuelos para filmar
documentales, bautismos de vuelo y cualquier cosa que
le pagara la gasolina para volar gratis. Bajo y robusto,
con mucho cabello, parecía mucho más joven de la
edad que tenía. Poseía una cara especial con cejas
muy pobladas y se podría decir, que, según los cánones
de belleza masculina, no era muy atractivo. Angelo solo
le había conocido una novia a la cual ya hacía más de
dos meses que no veía y suponía que era parte de la
historia sentimental de él. No quería preguntar nada que
pudiera incomodarlo así que simplemente esperaba que
se lo contara un día de estos.
El campo constaba de 5 hangares en L, uno lo
alquilaba Angelo, otro sospechaba que le había sido
cedido a Pablo para que a cambio cuidase el
aeródromo, el que estaba en un extremo era de una
Escuela de Vuelo con casi nula actividad y los otros dos
eran ocupados por diversos propietarios particulares
que rentaban un sitio para guardar sus aviones. Todos
accedían a una plataforma común desde la que se
accedía a la pista.
-Pablo, ¿Se puede salir hoy? ¿Cómo lo ves?
Preguntó Angelo sólo por iniciar la conversación,
pues se apreciaba claramente que los stratus dejaban
entrever grandes claros a través de los cuales
aparecían esos cirrus tan perfectos que solamente se
ven en los 10.000 metros de los días invernales y
anuncian una atmósfera que se va estabilizando.
-Angelo, estaba por llamarte, ví en el Alfa November
(eran las últimas dos letras de la matrícula del avión de
Angelo en Código Aeronáutico) una manchita de aceite
90
debajo del motor derecho que no me gusta nada.
¿Quieres verla?
Contestó Pablo sin responder a ninguna de las
preguntas que Angelo le hacía pues sabía que en
realidad era una forma de saludarlo.
-Claro, oye, disculpa, he venido con un amigo (o
eso espero que llegue a ser, se dijo para sí mismo) y
quiero presentártelo. Pablo, Lucca.
Ambos se dieron la mano y se miraron
estudiándose mutuamente pues los dos pensaban qué
tendría de especial el otro para que Angelo lo haya
honrado con su amistad.

Entraron a un hangar bien iluminado donde


resaltaba el bello avión de Ricci, un Diamond DA42
Twin Star cuatriplaza con dos motores que se había
hecho montar especialmente para él, dos Lycoming
IO390 A3A6 de 210 HP cada uno que le daban una
velocidad de crucero de 200 nudos. Lo había comprado
en una operación en donde le aceptaron en parte de
pago, un Velocity que poseía antes de éste. Pablo quitó
los seguros del capot del motor con mucho cuidado
sabiendo que era un elegido ya que Angelo jamás
dejaba que tocasen su avión salvo que fuera Pablo o él
mismo. Pablo señaló el sitio debajo del filtro de aceite
por el que caía un finísimo hilillo del negro líquido.
-Aquí está, además me parece que este no es el
filtro que tenía antes.
Dijo Pablo secando la manchita con un trapo.
-Muy observador, pero mientras tú estabas en Vigo
tuve que cambiarle el aceite y aquí no han conseguido
el filtro original y me han puesto uno que según dijeron
era exactamente lo mismo, pero por lo visto, no es así.

91
-En la aeronáutica jamás se hace una cosa así en
ningún lugar del mundo.
Terció en la conversación, Lucca.
-Sí pero aquí hay muchos chapuzas.
Contestó Angelo.
-¿Se puede usar así?
Le preguntó a Pablo.
-Sí, se puede, pero no lo subas a muchas
revoluciones para que no aumente la presión
demasiado; la semana que viene te haré traer dos filtros
de Estados Unidos originales.
-Todos a empujar que lo sacaremos fuera.
A Angelo ya no le importaba nada, estaba como un
drogadicto al que le ponen la heroína adelante y sólo
deseaba volar. Sacaron el avión a la plataforma y Lucca
se alejó unos cuantos pasos al igual que Pablo, pues
ambos sabían que comenzaba la parte más importante
de cualquier vuelo para un piloto y era esa extraña
comunión secreta entre el hombre y la máquina donde
el hombre se comprometía a traerla de vuelta en una
pieza y el avión a cambio le compensaría con esos
minutos mágicos en tres dimensiones. Sacó de arriba
del avión varias cosas, entre ellas un anemómetro
Kestrel 5500 con el que midió la intensidad y dirección
del viento volviendo a dejarlo dentro de la aeronave.
Angelo procedió a un examen exhaustivo de todas las
piezas móviles y puntos críticos de la estructura según
rezaba una lista de chequeo prevuelo que llevaba en
una tablet en la mano izquierda mientras que en la
derecha llevaba una linterna Maglite Tactical de Led
recargable que le colgaba del bolsillo cuando tocaba
todo lo que tenía que comprobar. Los otros dos
hombres deseaban preguntarse muchas cosas pero
mantuvieron un silencio sepulcral mientras Angelo
92
acababa con una tarea que requería de toda la
concentración; un tornillo flojo, una pieza suelta o
faltante o una pequeña grieta podían cortar ese perfecto
equilibrio de presiones y velocidad que hacen que un
avión vuele y eso casi siempre en el aire traía al menos
graves preocupaciones; todo el que vuela sabe que
más tarde o más temprano algún amigo o conocido
cometerá un error que puede ser fatal. Transcurrieron
diez largos minutos hasta que Angelo le dio una vuelta
completa a todo el avión deteniéndose en multitud de
sitios. Guardó la tablet en la cabina, la linterna en su
bolsillo y rompió el silencio.
-Pablo, solo estaremos dando vueltas por aquí
arriba, por favor enciende tu radio por cualquier cosa y
en mi bolso hay cuatro cervezas a las cuales no les
vendría nada mal unos cacahuetes de esos que nos
gustan para cuando volvamos, yo iré a cambiarme.
Lucca, lo siento, pero solo tengo un mono de vuelo de
Nomex, tú tendrás que ir con chaqueta. A mí me gusta
no tener que preocuparme por manchas de aceite o
gasolina en mi traje.
Pablo y Angelo seguían ese ritual desde siempre, a
ambos les gustaban unos cacahuetes salados con miel
que comían entre charlas de aeronáutica, meteorología
o naturaleza y Pablo guardaba lo que parecía una
provisión interminable de este fruto seco que solo
consumía estando en compañía de Angelo, a veces lo
acompañaban con cerveza, otras con café o vino, todo
dependía del humor que el ex dueño de Tritón tuviese,
ya que era él quien suministraba la bebida. Pablo
comprendió que algo especial había ocurrido pues rara
vez bebían alcohol, pero jamás él cogía algo diferente a
Ricci, era como una especie de pacto implícito que
ambos respetaban a rajatabla.
93
Tomó las cervezas, las guardó en el frigorífico y se
dedicó a esperar el regreso de su amigo.

94
Capítulo 17

-Madrid Control, Eco Charlie Alfa November en


plataforma de Robledillo para vuelo local.
-Alfa November, autorizado vuelo local por debajo de
nivel 050, Pista activa 01, temperatura 11 grados,
QNH2323 1 0 1 1, viento de 020 a 10 nudos, mantenga
comunicación con aeródromo en 23.5.
-Autorizados vuelo local por debajo de nivel 050,
copiadas condiciones, pasamos a 23.5, Alfa November.
Lentamente, Angelo llevó el bimotor a la cabecera de la
pista 01 y le pasó la tablet de chequeo a Lucca
diciéndole:
-Ya que eres Piloto te toca leer.
Con la ayuda de Lucca hicieron todo el chequeo final
antes del despegue y se fueron al aire.
Potencia máxima en ambos motores y alcanzaron
rápidamente V1, rotación y en una increíble corta
distancia se encontraban con las ruedas en el aire. Tren
adentro y flaps arriba. El avión austríaco era un
dechado de tecnología, con materiales compuestos en
toda su estructura, winglets en las puntas de ala y una
cabina con instrumentación totalmente digital con
pantallas en toda su superficie.
-¡Guauuu!
Exclamó Lucca.
-Fue un despegue STOL, ¡Nos hemos elevado en
menos de 600 pies!
-Sí, este avión tiene instalados unos motores, que creo
que no lleva ninguno de los que hay en vuelo, que le
2323
N del A: Presión al nivel del mar deducida matemáticamente
de la existente en el aeródromo, considerando la atmósfera con
unas condiciones estándar, es decir sin tener en cuenta las
desviaciones de la temperatura real con respecto a la estándar.
95
dan unas performances bastante superiores a todos los
de este modelo. A cambio de eso el consumo es
bastante elevado, pero como dicen, no hay amor sin
sufrimiento.
Contestó Angelo.
Angelo poseía tres aviones en vuelo, este Diamond
DA42 que ocupaba la escala intermedia, Un Piaggio
P180 Avanti II para 8 pasajeros que utilizaba para los
desplazamientos de trabajo y que ahora debería
replantearse el tenerlo y un Elitar Sigma anfibio que era
un biplaza para vuelo deportivo y turístico. Además,
había comprado un bellísimo y antiguo Nardi Riviera
FN333 para restaurar, aunque aún no había encontrado
el tiempo para empezar. Guardaba el Diamond y el
Sigma en Robledillo y el Piaggio en un hangar de
Cuatro Vientos; el Nardi estaba en una nave en un
polígono industrial de Ajalvir que había alquilado a
nombre de Pablo y del que nada sabían ni siquiera
Alexis.
Abajo se sucedían el Pico Ocejón y su entorno, los
pueblos negros, el embalse de Beleña, Majaelrayo, la
sierra "pobre" y la de Ayllón, pueblos con castillos como
el de Jadraque, Atienza, Ita, la muela de Alarilla con sus
parapentes, Sigüenza con su parador y su "Doncel",
Imón y sus minas de Sal, etc.

Angelo apreciaba el silencio de Lucca, ya tendrían


tiempo de charlar, ahora ambos estaban disfrutando de
lo que más les gustaba; solo hacían algún comentario
cuando algo lo merecía realmente. Al cabo de una hora,

96
ya purificados por el vuelo emprendieron el regreso
realizando un circuito estándar2424 para la pista 01.
Angelo hizo una larga pierna inicial para que Lucca
pudiera ver bien el aeródromo desde el aire, sacó el
tren, puso dos puntos de flaps y en final se dedicó a
regular los motores para hacer una aproximación
manteniendo la velocidad exacta; alguna vez un
instructor de vuelo le dijo que los motores debían ir al
ralentí en la aproximación final pero Angelo consideraba
que eso no era una religión, el mejor aterrizaje era
aquel donde el avión bajaba como en un tobogán hasta
tocar pista manteniendo siempre la misma velocidad; y
si para eso era necesario ir compensando con el o los
motores, pues para eso estaban.
Tocaron suavemente en el punto de contacto y rodaron
a la pequeña plataforma del aeródromo, satisfechos y
felices.

2424
N del A: Trayecto de tres piernas antes de aterrizar. La
primera paralela a la Pista, la segunda perpendicular y la última
con la Pista enfrente listos para aterrizar en ella. Siempre girando
90º entre una y otra hacia la izquierda.
97
Capítulo 18

En una mesita plegable esperaba Pablo con las


cervezas y los cacahuetes.
Angelo bajó del avión y se fue directo a mirar
debajo del motor derecho y también miró bajo el
izquierdo.
-Pablo, el izquierdo no pierde, pero igual
cambiaremos los dos filtros.
Ya sentados los tres alrededor de la pequeña mesa,
Angelo le dijo a Lucca:
-¿Qué te parece el avión?
-¡¡Una maravilla!! Al lado de mi ultraligero es una
nave espacial.
-¿Qué licencia tienes, Lucca?
-En realidad puedo volar casi de todo, porque he
sumado muchas horas en el Bonanza de mi padre y me
he habilitado para vuelo nocturno, instrumental,
hidroavión, multimotor, incluso tengo licencia de Piloto
de helicóptero y soy instructor de vuelo tanto de avión
como de helicóptero. En realidad, se me da bastante
bien y a mi familia nunca le ha faltado el dinero para
pagarme los cursos así que he obtenido la licencia de
transporte de línea aérea y sumo unas 2.000 horas en
avión y unas 1.000 horas en helicóptero.
Lucca no había abierto la boca hasta ese momento
y Angelo pensó que era porque sus conocimientos
aeronáuticos eran limitados; jamás sospechó que
estaba ante un Piloto tan experimentado, como sólo
había dicho que tenía un ultraligero, pensó que hasta
ahí llegaba. Aparentemente tenía muchísima más
experiencia que él e incluso volaba helicópteros,
aeronave que Angelo jamás había volado. Durante el

98
corto vuelo, ni siquiera le había ofrecido volar el
Diamond y él tampoco lo había pedido.
Pablo lo miraba como si en minutos nomás se
hubiera transformado en un marciano.
-Esto cambia un poco toda la perspectiva, ¿Verdad,
Pablo?
-Y yo que pensaba engancharlo para darle unas
clases de perfeccionamiento, adiós negocio.
Dijo Pablo con una sonrisa.
En un momento Angelo supo lo que iba a hacer.
-A veces no tengo tiempo suficiente para mantener
en vuelo a mis tres aviones.
Empezó a explicar mientras bebía un trago de
cerveza.
-Pablo, me ayuda volando el Sigma, pero su
licencia no le permite volar el bimotor o el Piaggio y el
condenado se resiste a seguir estudiando.
Dijo, mirando de reojo al gallego.
-¿Qué opinas si te habilitas a ambos aviones y me
ayudas a utilizarlos?
Le preguntó a Lucca.
-Conozco a un Instructor que podría habilitarme a
ambos aviones en un par de horas en cada uno, pero
necesito los dos manuales antes para estudiarlos. En
unos diez días, ahora que no tengo trabajo, podré estar
en condiciones de hacer los vuelos.
-Tengo todo lo necesario digitalizado, le diré a
Montse que te lo envíe.
Dijo por la fuerza de la costumbre.
-Perdón, ya luego te lo envío yo. Ponme en este
papel tu e-mail.
Rectificó. En ese momento le vino como una
especie de tristeza inexplicable; se dio cuenta que los
días a partir de hoy podían llegar a hacérsele muuuuy
99
largos, sin nada que planificar ni supervisar. En el fondo
de su mente bullía un plan que tenía desde hace dos
años y al cual aún no le había encontrado la solución
pero que iba a resolver más tarde o más temprano.
En realidad, la fortuna o el destino lo había
transformado en alguien especial y tendría que asumir
ese papel, le gustase o no.
-Pablo, ¿Por qué no os váis los dos a dar una vuelta
en el Sigma que yo tengo que hacer unas llamadas
mientras?
-Le estaba por decir eso mismo a Lucca.
Angelo se dio cuenta que ambos hombres se
habían caído bien y parecía que se conocían desde
hacía mucho más tiempo que un par de horas.
Recogieron los envases de cerveza para tirar y
plegaron la mesita y las sillas y las llevaron dentro del
hangar.
Mientras Lucca y Pablo se ocupaban de sacar el
pequeño anfibio, Angelo salió a caminar por la carretera
que pasaba por delante del aeródromo.
Justo antes de utilizar el teléfono móvil, sonó con
una melodía que indicaba que era un e-mail de Tritón
que decía:
“Mañana 11 de la mañana firma de Contrato
definitivo en las oficinas de Infocom, por favor acusar
recibo”
Así lo hizo y a continuación llamó a Alexis.
-Hola cariño, ya está todo, soy un desempleado con
algunos céntimos más en mi cuenta.
-¡Me alegro! Pero no pareces especialmente feliz,
¿Ya te has arrepentido?
Respondió Alexis.
-Aún no, no iré a comer, pero me gustaría que
cenáramos esta noche en el restaurante de La
100
Castellana, el que está en un caserón antiguo y nunca
recuerdo como se llama.
-¿El de Robin?, Coplas y Toreros.
No le gustaban ninguna de las dos cosas, pero la
comida en el lugar era excelente gracias al amigo de
ellos, Robin Maray y mientras ni cantaran ni torearan
seguiría yendo.
-Exactamente, ¿Te viene bien a las 21 ahí?; yo
estaré todo el día fuera y llegaré sucio y cansado a la
cena, pero es mejor así porque con la adrenalina que
he descargado si voy a casa no volveré a salir luego.
Cualquier cosa estaré localizable en el teléfono. Nos
vemos a la noche.
-Hasta las 21.
Le recordó su esposa y colgaron. Ricci llamó a
Montse a su móvil particular.
-Montse, no regresaré en todo el día, creo que
Tritón puede seguir funcionando un día sin mí y
cualquier decisión necesaria retrásala hasta la tarde de
mañana y que la tomen ellos. Sé que te dí el día libre
pero como muchas cosas las manejas electrónicamente
quería que supieras que mañana estoy citado a las 11
en la oficina de Infocom para la firma final y definitiva y
una vez que verifique que se han hecho los depósitos
correspondientes en el Banco ya no tendré nada que
ver y ellos deberán tomar sus primeras decisiones en la
empresa.
Le comunicó a su secretaria; ambos sabían quienes
eran “ellos”.
-Claro Angelo, ningún problema. Si algún día me
necesitas, llámame.
-Desde luego, somos un equipo; el mejor.
Dicho esto, colgó y ninguno de los dos hizo
mención de nada que haya cambiado entre ambos.
101
Angelo levantó la vista y vió pasar el “huevo
volador”, como le llamaba al Elitar Sigma con cariño.
Necesitaba que alguien lo ayudara a tomar una
importante decisión, es más, no era precisamente una
decisión, necesitaba a alguien que le diera ideas de
cómo llevar a cabo un plan que revolucionaría el
mundo. Mucha carga para una sola persona, tenía que
compartirlo y estaba convencido que el destino le había
ayudado a resolver esta cuestión.
Había matrimonios que duraban 20 días después
de 10 años de noviazgo y por el contrario también había
parejas que se habían conocido y en el mismo día se
habían casado y habían continuado unidos toda la vida.
Él por su parte, iba a dejar rodar su impulso natural,
pero lo haría con mucho cuidado.

102
Capítulo 19

Volvió a la plataforma frente al hangar y esperó a


que sus amigos aterrizaran.
Cuando Pablo bajó del pequeño anfibio tenía una
cara radiante y Angelo se dio cuenta que los vínculos
entre Lucca y el gallego se habían estrechado durante
el vuelo.
-Angelo, ¡Es un puto Barón Rojo!
Gritó Pablo con admiración refiriéndose a Lucca.
-Si todo lo vuela así estamos ante un ave
reencarnada, jaja. Me dice que jamás había volado este
modelo de avión, pero no le creo. Ha hecho maniobras
imposibles que no sabía que el Sigma pudiese hacer.
El instructor de ultraligeros estaba realmente
exultante, sin duda los italianos tenían una comunión
especial entre la máquina y el hombre y éste se lo había
demostrado. Este pequeño hecho confirmaba que no se
había equivocado al ofrecerle los otros aviones para
que los volase; esperaba no equivocarse tampoco en
los planes que le daban vuelta en la cabeza.
-Este hombre está loco, jaja. Lo que pasa es que se
parece mucho al ultra que tengo en Italia y tenía ganas
de quitarme las telarañas. El mío tiene un Rotax 912 de
80 Hp y los 30 de diferencia con éste Simonini Victor 2
Super que tiene 110 HP y pesa solo 52 Kg se notan
bastante en estos aviones ligeros y te permiten hacer
muchas más cosas.
Angelo había pensado muchas veces en Pablo
como compañero en algún nuevo proyecto, pero el
gallego era muy tranquilo y le faltaba el ímpetu que
tenía Lucca. Lo apreciaba mucho pero siempre
ocuparía el mismo lugar en su vida.

103
Entraron ambos aviones al hangar y luego de
intercambiar los datos personales entre Lucca y Pablo y
arreglar unas cuestiones de dinero entre el gallego y
Angelo, se quitó el mono de vuelo y se encaminaron a
la Ferrari para regresar a Madrid.
-¿Quieres conducirla? Si vas a prestarme tus
aviones yo voy a prestarte mis juguetes también.
Preguntó el italiano.
-Desde luego.
El conducir tan cercano al suelo, con una dirección
tan sensible y con un embrague de competición,
además de los 513 HP que entregaba el V12 hacían del
coche una máquina a la que había que acostumbrarse y
así se lo dijo Angelo.
-Es verdad, no se parece a ningún otro coche, es
casi un automóvil de carreras. Te contaré algunas
cosas de él, si quieres.
-Claro, quizá me compre uno, jaja.
-No podrías salvo que yo te vendiese el mío. Se
construyeron 349 coches y solo se podía adquirir si
antes se había sido propietario de al menos dos Ferrari.
Tienen prácticamente garantía de por vida siempre que
lo conduzca el propietario autorizado así que intenta no
romper nada, jaja. Costó más de medio millón de
dólares y se podía elegir entre 5 colores que en orden
descendente por la cantidad que se hicieron eran el
rosso corsa típico de Ferrari, el giallo módena que es
este amarillo, el rosso barchetta que es un rojo más
oscuro, el argento nurburgring que es un plateado y el
nero daytona que es un negro brillante. Alcanza los 160
km/h en unos 6 segundos que es más o menos lo que
otro deportivo tarda en llegar a 100 km/h llegando a una
velocidad final de más de 300 km/h y además de todo
esto, ¡Es hermoso!
104
-¡Sin duda! ¡Es una bella macchina! ¿Qué te parece
si comemos en un restaurante de Alcalá de Henares
que conozco? ¿O tienes algun compromiso previo?
-Me gusta hacer las cosas lo mejor posible, así que
dame un minuto.
Dicho esto, tomó la notebook de detrás del asiento
y la abrió. Estuvo escribiendo unos minutos mientras
avanzaban por la Nacional II hacia Madrid.
-Ya está. Hacía tiempo que la tenía preparada así
que solo fue ponerle la fecha y algunos detalles más.
Acabo de enviar mi carta de renuncia incondicional e
irrevocable a Infocom, así que ya no tengo que ir a
trabajar ni esta tarde ni nunca más con Du Prai.
Podemos ir donde quieras.
-Lucca, espero que no hayas renunciado por nada
que me incluya; por el momento no puedo emplearte y
ni siquiera sé si haré algo en el futuro.
-Quédate tranquilo, solo ha sido una coincidencia
de tiempos. El mío con Infocom estaba caducado y el
conocerte solo hizo que tomara impulso. Lo único que
compartimos ahora es que ambos estamos sin trabajo,
jaja. ¡Vamos a por esa comida con buena charla!
La Ferrari tomó la salida a Alcalá y diestramente
Angelo fue hasta un restaurante en las afueras con
mucho sitio para aparcar en su misma puerta. Era un
poco temprano para los horarios españoles de comida,
pero le extrañó ver tan pocos automóviles.
Entraron y se les acercó una joven vestida de negro
con una chaqueta y pantalones varoniles que igual no
masculinizaban su bella figura. El restaurante, sin ser
lujoso, estaba muy bien decorado y todo estaba
impecable. Las persianas eran controladas
electrónicamente para regular la luz exterior y tanto
mesas como sillas eran las que uno encontraría en la
105
casa de una familia de clase media acomodada que
soportaban cómodamente las largas sobremesas. La
cristalería, menaje y cubertería estaban personalizadas
con el nombre del establecimiento y un dibujo de trazos
en donde se podían ver perfiles de distintas ciudades
alemanas. Al contrario que en el 90% de los
restaurantes españoles no había pantallas de televisión
y la sala olía a perfume en vez de a cocción de
comidas; todo esto dejaba afuera a muchos potenciales
clientes que aprovechaban la comida afuera para ver
los partidos de fútbol, muy común en España. La
clientela era siempre de personas que iban a disfrutar
de la buena cocina y bebida, además de la charla con
sus compañeros de mesa. Si venían menores que no se
comportaban correctamente se les advertía a sus
padres y si la cosa continuaba se los invitaba a irse muy
cortés pero perentoriamente. A pesar de esto solía estar
casi siempre con sus mesas al completo.
-Buenos días, señores. ¿Son de Tarvax?
-No. ¿Por qué?
Preguntó Ricci.
-Es que hoy no serviremos a nadie que no venga de
allí, el restaurante está completamente reservado para
una comida de esta empresa.
Sus mejillas se pusieron rojas al decirles esto.
En eso se oyó una estruendosa voz desde el
interior.
-¡¡¡Cabrón!!! ¿Es justo que vengas a visitarme solo
una vez al mes?
Era raro encontrarlo al mediodía porque sólo venía
por las noches, pero ahí estaba el dueño, quien solía
conseguirle las cosas más exquisitas para satisfacer el
paladar exigente de Angelo. Un enorme alemán
nacionalizado hacía varios años español, después de
106
haber hecho mucho dinero en la “antigua” Andorra de
los bajos precios en electrónica. Su exceso de peso no
le quitaba agilidad para moverse con una gracia felina.
La barba recortada le daba un aire intelectual de
profesor universitario de física.
-¡Helmut! No pensaba encontrarte a estas horas de
madrugada, jaja.
La joven se hizo a un lado y miraba a uno y a otro
sin entender absolutamente nada.
-Almudena, este es Angelo Ricci, para él siempre
está abierto mi restaurante, aunque tenga que comer de
pie en la cocina. Esta es mi Maître 2525 y Sommèliere2626
recién egresada de l'École Française de Gastronomie
en período de pruebas.
Dijo con perfecto acento francés, ya que era un
amante de la cocina gala y solo buscaba estudiantes
españoles de esa escuela de París.
-¿Y Alexis?
Preguntó Helmut.
-¿No te habrás separado de esa preciosidad, no? Si
es así dime su teléfono porque haré uso de mi
oportunidad.
-No Hel, ella no vino, pero está todo bien entre
nosotros; hoy vine con un amigo en una comida de
camaradería. Te presento a Lucca.

2525
N del A: Responsable de planificar, organizar, desarrollar,
controlar y gestionar las actividades que se realizan en la
prestación del servicio en un Restaurante o similar.
2626
N del A: Persona encargada de sugerir en un restaurante una
variada cantidad de productos como aguas, aceites, vinagres,
bebidas espirituosas, sales, infusiones, cafés, puros, etc. Pero
donde realmente sobresale es en la elección de los vinos que
maridarán con la comida.
107
-Mucho gusto, un amigo de Angelo es mi amigo.
Hoy tenemos todo el restaurante alquilado por una
única empresa que cumple 20 años de su fundación,
pero ya mismo preparamos una mesa en el reservado
más alejado porque se me ocurre que pueden ser
ruidosos. ¿Sabéis cuál es la ventaja para vosotros?
Que tenemos un montón de delicatessen frescas que
podréis probar. Almudena, ¿Les ayudas a que se
pongan cómodos?, que yo voy a hablar con Jaime.
Jaime era otro alicantino egresado de la misma
escuela de Francia que era su actual Chef.
Almudena comenzó a dar órdenes a los camareros
y camareras que había en gran número libres ya que
aún no habían llegado los de la empresa. En unos
minutos se encontraron instalados cómodamente en un
reservado en mangas de camisa y sin corbata. Lucca
entretanto no había abierto la boca más que para
saludar brevemente al alemán. El dueño se acercó a la
mesa de ambos y consultó:
-He hablado con Jaime y ha accedido a preparar
unos platos especiales para vosotros fuera del menú fijo
que tiene la empresa, pero me ha dicho que solo lo
hace por ti y que luego vendrá a saludarte cuando haya
dado salida al plato principal. Pregunta si tu amigo tiene
algún tipo de dieta especial por salud ya que sabe que
tú comes hasta tuercas si están bien aderezadas y el
menú será de su propia elección sin ninguna
intervención vuestra.
Lucca dándose por aludido se adelantó a
responder.
-Puedo comer los tornillos que sobren de las
tuercas de Angelo, eso sí, si están bien condimentados.
Dijo completamente serio.

108
Al alemán comenzó a batírsele su enorme barriga
cervecera y dos segundos después estalló en una
risotada que debe haberse escuchado desde la casa de
Cervantes2727. Cuando pudo reponerse dijo:
-Me gusta su estilo.
Un poco más alejada Almudena sonreía y miraba a
Lucca fijamente y éste la miró también. Cuando se
alejaron ambos de la mesa, Angelo en voz baja y como
para sí mismo, dijo:
-Ummm, me parece que vamos a beber buen vino
de ahora en más.
-No se te escapa una, ¿Eh? Es verdad, es guapa y
yo estoy libre para elegir lo que me guste; ya veremos.

2727
N del A: Alcalá de Henares es la ciudad que vio nacer a
Miguel de Cervantes.
109
Capítulo 20

Los ruidosos empleados de la empresa llegaron casi


todos juntos y se fueron ubicando en las mesas
reservadas sin prestarles atención. Entretanto llegó a la
mesa de ellos una tabla de madera con una variedad de
al menos 16 quesos y unas 4 salsas junto con panes
diversos que Angelo sabía eran fabricados por el Chef.
Detrás estaba Almudena con una botella de sauternes
del Château Raymond-Lafonde la Famille Meslier de
1998 que abrió con mucha ceremonia y que, como
suponía Angelo, dio a probar a Lucca en primer término
mientras describía uno por uno todos los quesos y
salsas en forma muy profesional.
Éste asintió mirándola fijamente a los ojos y ella le
sonrió cuando él solo dijo una palabra.
-¡Delicioso!
Sin saber muy bien si se lo decía a la Sommèliere o al
vino.
Cuando volvieron a quedar solos Lucca exclamó:
-¡Cuando tenga que salir a comer afuera debo ir
contigo! Te atienden como a un dignatario, comes lo
mejor de lo mejor y las mujeres más bonitas te dan la
mejor bebida.
-En lo de las mujeres ha sido una casualidad, jaja.
Continuaron comentando cada uno de los quesos de la
mesa, algunos eran conocidos por Lucca, aunque con
diferente nombre. Angelo le preguntó por su familia y
descubrió que Lucca era hijo único, pero no notaba
muchas de las características típicas de no tener
hermanos. Su madre y padre vivían juntos en una casa
a orillas del lago di Annone a unos 50 km. al norte de
Milano. En un momento de la conversación cuando ya

110
se había establecido un nivel de intimidad que les
resultaba cómodo a ambos, Angelo le preguntó:
-Tengo que hacerte una extraña pregunta que muchas
veces he pensado cuando desarrollaba cosas en Tritón.
Continuó. –¿A quien se lo darías si tropezaras con un
invento que puede causar el fin de la sociedad tal como
la conocemos?
-No te comprendo bien cuando dices el fin de la
sociedad. ¿Un arma poderosa o un adelanto que
beneficie dramáticamente a todos los habitantes del
planeta?
-Quizá ambas cosas.
¿Y cuándo dices a quién, te refieres a una persona, una
empresa o un país?
-Lo que sea.
-Bien… Se quedó pensando Lucca. –Si realmente fuera
revolucionario, está claro que no lo daría a una sola
persona, quizá tampoco a una empresa y lo de un país
mmmm… No puedo responderte ahora, quizá tendría
que pensarlo un poco. No sé como se te ocurrió la
pregunta, pero si realmente deseas una respuesta
debes darme tiempo.
-Ok, en realidad me gustaría oír tu opinión, te lo dejo
para que lo pienses.
Lucca se levantó para ir al servicio y Angelo, se quedó
mirando al grupo de hombres que se divertían en las
mesas del salón mientras un camarero limpiaba la mesa
de ellos.
Cuando regresó el italiano y se sentó, como una acción
cronometrada trajeron una fuente con una ensalada de
foie tibio con endivias, ananá, y manzana según

111
describió la Maître2828. A continuación pusieron un plato
delante de cada uno y la Maître continuó diciendo:
-Me dijo el señor Helmut que le dijera a usted –
dirigiéndose a Angelo. –Que son tuercas y a usted que
son tornillos, ambos bien condimentados. Aunque el
suyo parezca carpaccio con salsa de trufas negras del
Périgord y acompañamiento de caracoles de batata y el
suyo mollejas a la cebolla de verdeo con cilindros de
patata. He hecho poner, como verán, dos pequeños
platos vacíos por si desean compartir o hacer degustar
al otro el propio plato. Para beber recomiendo un Saint-
Émilion de Château Ausone del 2.000 que es un grand
crus classés A.
Hecho esto, fiel a su costumbre sirvió un poco en la
copa de Lucca para que diera su conformidad a la
botella. A Angelo le gustaba este lugar porque a pesar
de ser muy formal y lujoso, permitía esas pequeñas
licencias, como compartir un plato, que hacen de la
comida una experiencia mucho más deliciosa.
La comida continuó con una charla entre ambos que
permitió calibrarse perfectamente el uno al otro. Angelo
se encontraba muy conforme con todas las
contestaciones y cada vez se convencía más que su
elección era adecuada.
El postre consistió en una mousse de chocolate blanco
con pistacchios de la Comuna de Bronte en Italia, para
ambos y finalizaron la comida con dos espresso y una
copa de Bellini hecho con Prosecco del Véneto. Al fin
apareció en la puerta de la cocina, Jaime, imponente
con su sombrero de Chef e inmaculada chaqueta

2828
N del A: A pesar de que el femenino de “maître” es
“maîtresse”, cuando se trata de la función en un restaurante se
suele utilizar “maître” en ambos casos.
112
cerrada con enormes botones plateados y pantalón,
blancos ambos. El griterío por parte de los comensales
de la empresa fue atronador y el cocinero agradeció con
una reverencia que hizo redoblar el aplauso. Terminado
el show se acercó a la mesa de Angelo a darle un
abrazo.
-¿Heu menjat bé2929?
Preguntó en valenciano, sabiendo que Angelo lo
hablaba perfectamente.
-Com a reis però hui parlarem en castellà que el meu
amic és italià3030.
-D'acord però ja s'ensenyarà a parlar-ho3131, haha.
Lucca lo felicitó y comentaron la comida exaltando
sabor por sabor y quedó muy sorprendido cuando el
italiano le preguntó si la salsa de la molleja tenía un
toque de albahaca.
-Tiene usted un buen paladar, pocos lo hubieran
notado.
Respondió complacido.
Una vez que se hubo ido, Angelo llamó a un camarero y
le pidió la cuenta; el camarero respondió que el dueño
enviaría la factura a Tritón como siempre. Sabiendo que
la mitad de las veces no enviaba nada, el argentino
pidió que viniese Helmut a la mesa. Cuando llegó el
alemán Angelo le dijo:
-Helmut, acabo de vender Tritón y si envías la factura a
la empresa temo que los nuevos dueños no quieran
pagarte una comida mía, jaja.

2929
N del A: ¿Habéis comido bien?
3030
N del A: Como Reyes pero hoy hablaremos en castellano que
mi amigo es italiano.
3131
N del A: De acuerdo, pero ya aprenderá a hablarlo,jaja.
113
Helmut ni se inmutó, probablemente por su origen
alemán más acostumbrado a que las empresas se
compran y venden, le respondió:
-Me alegro mucho por ti si eso te hace feliz y por mi
parte eso significa que te tendré más seguido en el
restaurante así que también recibo la noticia con
beneplácito. Con más razón, imagínate que dirían mis
colegas si se enteraran que le cobro a un desempleado,
aparte –dijo bajando la voz y acercándose a la mesa. –
Ya se los he cobrado a los de la empresa esa que están
borrachos y no entienden nada, jaja.
Angelo sabía que eso era imposible en el alemán que
era una de las personas más correctas que conocía,
pero no podía discutir con él y le agradeció
prometiéndole visitarlo con Alexis en breve.
Cuando ya habían llegado a la puerta Angelo se paró
en seco y le dijo a Lucca:
-¿Perdón, quieres ir a hablar con esa niña tan guapa
antes de irnos?
-No hace falta, ya me dio su teléfono y dirección cuando
fui al servicio.
Le respondió levantando un papel que guardaba en su
bolsillo.
-Jaja, y yo que pensé que eras tímido.
-Te agradezco una de las comidas más exquisitas que
he tenido y encima gratis, jaja.
Angelo sabía que seguro no era verdad viniendo de una
familia adinerada y de un país donde se le rendía culto
a la buena comida, pero no sabía si producto de la
bebida o de un sentimiento real, pasó el brazo por los
hombros de Lucca y se fueron así abrazados y riendo
como dos grandes amigos de toda la vida hasta la
Ferrari.
-¿Te llevo a buscar tu coche?
114
Preguntó Tempolini.
-No, aún es temprano y quiero que conozcas algo. En
Torrejón de Ardoz toma el desvío hacia Ajalvir.

115
Capítulo 21

La esposa de Angelo Ricci, Alexis, era una preciosa


mujer con el cabello castaño claro y ojos miel casi
transparentes de nacionalidad egipcia por nacimiento,
pero hija de argentinos. Su padre había sido cónsul en
El Cairo y ella había nacido ahí mientras cumplía esa
función.
Era muy refinada y estaba acostumbrada a vivir
bien, en realidad nunca había tenido que vivir de otra
manera más que dentro de una familia de clase media-
alta.
A sus 30 años tenía un cuerpo de modelo más bien
de 20 años, con un aura de delicadeza y femineidad
que cautivaba apenas se la conocía.
Le gustaba mucho viajar y si Angelo tenía mucho
trabajo se iba sola o con alguna amiga. No hacía mucho
había regresado de un viaje a Sardegna donde solía ir
mucho con Angelo, pero esta vez había ido con una
amiga que era la hija del cónsul francés en Valencia
que era 8 años más joven que ella, pero con la que se
llevaba muy bien. Cuando ambas caminaban juntas por
la calle no había ser humano masculino, y a veces
hasta femenino, que no se diera vuelta a mirarlas.
Ambas estaban viendo las fotos que habían sacado
en el viaje y recordando cada momento vivido.
-Parece que al fin Angelo se desprendió de la
empresa y podremos disfrutar un poco de viajar juntos,
aunque sé que en breve emprenderá algún otro
negocio, está en su naturaleza.
Le comentó a Juliette, su amiga.
-Conociéndolo, seguro que poco tardará en
encontrar de que ocuparse, aunque ahora seguro que lo
veremos más seguido.
116
Alexis sabía que a Juliette le gustaba su marido,
pero confiaba en que no se desbordaran las aguas; la
francesa era bastante más liberal en su forma de
pensar, aunque hasta ahora Angelo había sabido
manejarla no cediendo y tampoco ofendiéndola.
Se encontraban en el cuarto preferido de Alexis que
era una espaciosa sala donde ella tenía todos sus
“juguetes”.
-Él no sabe que yo lo sé, pero desde hace dos años
está embarcado en algún proyecto secreto que supongo
que ahora encarará con todo el fervor y tiempo que
antes no disponía por su dedicación a Tritón.
Solía charlar libremente con su amiga contándole
cosas que hacían a la intimidad de su pareja porque
Juliette era muy discreta y nunca se había enterado que
la francesa hubiese contado nada de lo que ella le decía
a ninguna otra amiga común.
Cuando terminaron de charlar, llevó a su amiga con
el coche a Atocha circunvalando la ciudad por la M30.
Angelo y Alexis vivían en la calle Lasarte de la
Urbanización de La Florida al oeste de Madrid por la A6.
Al cabo de una hora y treinta y ocho minutos,
Juliette estaba en Valencia gracias al AVE 3232 que
recorría los casi 400 km en ese tiempo. Ambas hacían
ese recorrido al menos una vez a la semana como si
viviesen en diferentes barrios de la misma ciudad y así
era en realidad ya que el tráfico que había en Madrid
hacía que el desplazarse a veces a pocos kilómetros
dentro de la ciudad representase mucho más tiempo
que eso.
Cuando llegó a la estación de Joaquín Sorolla en el
centro de Valencia la esperaba su padre como siempre

3232
N del A: Tren de Alta Velocidad español.
117
a quien se le abrazó como una chiquilla que volvía del
colegio.
Hablaron de Alexis y Angelo y en un momento
Juliette, le contó a su padre de la venta de Tritón.
Como cónsul encargado de negocios estuvo
sumamente interesado en esa operación e interrogó a
Juliette hábilmente sin despertar las sospechas de ésta
tal como había aprendido en la DGSE3333 a la cual aún
pertenecía en las sombras.

3333
N del A: Servicio de Inteligencia de Francia del francés
Direction Générale de la Sécurité Extérieure.
118
Capítulo 22

Después de girar a la derecha una vez pasada la


Base Militar de Torrejón de Ardoz, siguieron por delante
de un gran Centro Comercial y continuaron en dirección
a Ajalvir. Poco antes de llegar al pueblo entraron a un
Polígono Industrial con varias naves azules iguales y
Angelo le fue indicando al italiano hasta detenerse en
una de las del centro, con un mando a distancia
desconectó la alarma y entraron por una puerta lateral.
El galpón era grande y estaba inmaculadamente
limpio, esta era una constante en todas las cosas de
Angelo, limpieza y orden. En los laterales se
encontraban metros y metros de mesas de trabajo con
tableros repletos de herramientas encima de ellas sobre
la pared. Al fondo, en una especie de sala separada se
veía como un pequeño laboratorio donde se notaba que
se hacían trabajos más delicados.
Ricci encendió las luces y en el centro se destacaba
el Nardi Riviera FN333 que tenía en restauración.
-¡¡¡Dios, es bellísimo!!!
Exclamó Lucca. Poseedor de ese buen gusto para
el diseño como la mayoría de los italianos, apreciaba un
avión diseñado por la factoría propiedad de los tres
hermanos Nardi en los años 50 y que aún hoy
impactaba por su belleza de líneas.
Tempolini dio varias vueltas alrededor de él y metió
la cabeza dentro de la cabina y del motor.
-¡Está en un estado excelente! Ni siquiera está roto
el tapizado, parece nuevo.
-Es nuevo. Los hermanos Nardi fabricaron unos
pocos a principios de los años 50 pero al no poder
continuar con la producción por falta de presupuesto
vendieron la licencia a SIAI-Marchetti en el año 1959.
119
Éstos fabricaron varios aviones que vendieron a
Estados Unidos, Noruega, Suecia y Australia. En
Estados Unidos la empresa Southwest Airmotive se
ocupó de armar varios aviones enviados desde Italia
desarmados y los entregaba a sus clientes.
Uno de los últimos que llegaron en el año 1964
tenían que entregarlo a un cliente de Chicago, pero
grande fue la sorpresa cuando arribaron a la casa del
hombre que lo había comprado y éste había muerto. Lo
familiares no sabían nada del avión y al principio
rechazaron el que fuese armado en su casa, pero
cuando les explicaron que todo estaba pagado,
accedieron y luego lo introdujeron dentro de uno de los
grandes garages de la finca para quedar ahí hasta el
año 2008 cuando con la crisis inmobiliaria uno de los
nietos del original comprador de este avión se vio
obligado a vender la casa con avión incluido. La
inmobiliaria que se ocupó de la venta pertenecía a un
compañero mío de la escuela secundaria que se afincó
en Chicago a principios de los 90 y con el cual
mantenemos contacto aún hoy en día, cuando vio el
avión y sabiendo de mi pasión, me llamó y pude
comprárselo al nieto por muy poco dinero antes de que
se vendiera la casa. Lo traje y lo metí en esta nave; aún
no ha volado desde que salió de Sesto Calende, cerca
de Milano y ya recorrió medio mundo ida y vuelta, jaja.
En realidad, no lo estoy restaurando, sino que le estoy
haciendo una revisión completa antes de ponerlo en
vuelo. Su motor, un Continental IO-470 de 250 HP aún
no había recibido una gota de aceite y eso me
preocupaba porque ha pasado mucho tiempo; hace
unos días un mecánico aeronáutico que he contratado,
le ha puesto todos los líquidos y lo pusimos en marcha
un par de horas y todos los parámetros se han
120
mantenido perfectos. Aún quedan muchas pruebas por
hacerle, pero no veo la hora de llevarlo al aire.
-¿Y eso?
Señaló Lucca al fondo de la nave.
-Es una moto.
-Sí eso ya lo veo, pero no es una moto, es LA moto.
Es una Ducati Superleggera V4 Racing kit. El sueño de
los amantes de las dos ruedas.
-Es mi niña mimada. La última vez que estuve aquí
había venido con ella y como se largó una tormenta, el
mecánico me llevó a casa en su coche. Hoy me la
llevaré de vuelta y mañana iré en taxi al centro para
llevarme el coche que dejé en el aparcamiento de
Tritón.
-Parece que ambos somos amantes de lo mejor, la
diferencia es que yo no gano lo suficiente para
pagármelo, pero tengo un padre que suple esa
deficiencia y tú compras todo con tu dinero.
-He tenido que hacerlo porque mi padre falleció
hace ya mucho tiempo y parece que una transferencia
de dinero desde arriba le costaba mucho, jaja.
De pronto, el semblante de Angelo se puso serio y
su tono de voz más bajo.
-Lucca, todo esto que te he mostrado no es por lo
que hemos venido aquí.
-Te has puesto misterioso.
-Ven conmigo.
Le dijo guiándolo hacia un pequeño banco de
pruebas en el fondo. Ahí estaba montado un cilindro
gris con una caja negra adosada detrás y por delante
sobresalía un eje con un engranaje. De todo el artilugio
salían varios cables que terminaban en una consola con
una gran pantalla plana táctil.
-Quiero que te quedes aquí al lado un momento.
121
El italiano se situó donde le indicaba.
Se dirigió a la consola que encendió y esperó a que
se iluminase la pantalla. Tocó en varios puntos de la
pantalla y miró al italiano.
-¿Qué te parece?
-¿Qué me parece, qué? No veo nada.
-Efectivamente, no pongas los dedos, pero el
“motor” está girando; en estos momentos está
produciendo… Miró la pantalla. –Unos 247 HP
redondeando.
-¡Increíble! No se oye nada. Este motor eléctrico es
fantástico, ¿Cuánto pesa?
Lucca, como conocedor de las máquinas había
hecho una pregunta clave.
-Unos 5 kg. sólo, y unos 12 kg. con una reductora.
El italiano lo miró con los ojos como dos pelotas de
golf y la boca abierta.
-¡No es posible! Estamos hablando de unos 25 HP
por kg. de peso.
-En realidad no, este motor es el primer prototipo,
con unos pocos ajustes e incrementando muy poco el
peso podría obtener 500 HP o más.
Angelo hablaba lentamente y con voz calmada,
pero Lucca respiraba profundamente y parecía
necesitar una silla.
-Ok, Lucca, vamos a sentarnos.
Al mismo tiempo apagó todo dejando la pantalla a
obscuras.
-Voy a explicarte algo que no sabe nadie, ni siquiera
mi esposa. Parece algo raro debido a que no llevamos
ni 24 horas conociéndonos, pero el peso se me ha
hecho difícil de llevar y necesito alguien en quien confiar
y espero no equivocarme contigo. Solamente te diré

122
algunas cosas para que te vayas hoy, lo pienses
tranquilo y en unos días volveremos a hablar.
Has visto un motor revolucionario, pero aún no te he
dicho nada. Esto forma parte de una Caja de
Pandora3434 que he mantenido cerrada por dos años. Si
decidimos seguir adelante no podremos calibrar las
consecuencias y puede que se nos escape de las
manos. No hay mejor forma de esconder algo que a la
vista de todo el mundo. Habrás notado que no está
oculto ni siquiera está tapado por una funda. El
mecánico me preguntó que era y le dije que estaba
arreglando un motor eléctrico antiguo para modernizarlo
y ya no preguntó más. Algunos que han venido a esta
nave como Pablo se han ido pensando que era otro de
mis pasatiempos y nada más. Cuando estábamos en el
restaurante te he hecho una pregunta, ¿La recuerdas?
Lucca asintió con la cabeza.
-Bien, tu respuesta es importante. Yo ahora
regresaré a mi casa; mañana firmaré los últimos
papeles de la venta y quizá mañana mismo a la tarde
me vaya de viaje con Alexis. No sé por cuanto tiempo,
pero cuando regrese quiero que tengas una respuesta
preparada para mí. A partir de ahí pondremos o pondré
si has decidido no acompañarme, una rueda en
funcionamiento tan grande que espero que no nos
aplaste. Tienes un empleo a partir de ahora. Cuando
vuelva también tendrás la opción de renunciar si crees
que quieres vivir una vida tranquila; aunque te parezca
mentira aún no sabes nada y podremos seguir siendo
amigos sin ninguna relación comercial. Si decides

3434
N del A: Artefacto de la Mitología griega. "Abrir una caja de
Pandora" significa una acción en apariencia pequeña o inofensiva,
pero que puede acarrear consecuencias catastróficas.
123
subirte al barco piensa que no va a ser un Crucero de
placer sino un viaje en Zodiac3535 con olas de 20 metros
de altura.
-Angelo, quiero irme y pensar en todo esto porque
mi cabeza está a punto de estallar, tienes mis teléfonos,
mi mail y mi dirección en esta tarjeta.
Dijo, extendiéndole una tarjeta de presentación
particular.
-Es la que doy a las chicas que me gustan así que
esos datos son de fiar, jaja. Cuando regreses
contactaremos y veremos como seguimos, mientras
tanto deja todo arreglado para que yo pueda habilitarme
a tus aviones y si quieres que pueda entrar aquí para
terminar con el Nardi.
Angelo le alargó un pequeño control remoto y un
papel.
-Este es el mando de la alarma y debajo está el
código, ven aquí cuando quieras. En Robledillo, Pablo
te facilitará el acceso al Diamond y mañana llamaré a
Cuatro Vientos para que puedas utilizar el Piaggio. Esta
noche te envío los manuales. Ahora vete y nos vemos a
mi regreso.
Se pusieron de pie y se abrazaron. Angelo vio
alejarse al italiano con los hombros bajos y pensó si no
le había dado demasiado en que pensar para un solo
día; quizá se arrepintiera de haber regresado a su
oficina a hablar con él esta mañana; solo había sido
esta mañana, parecía que habían pasado meses.
Se quedó solo, pensando en lo tranquila que estaba
toda su vida ahora. ¿Por qué tenía que cambiar eso? Él
sabía la respuesta; porque no podía estar sin hacer
nada, porque se lo debía a una mente magistral, porque

3535
N del A: Marca de embarcaciones neumáticas.
124
se lo debía a la humanidad y porque, como decía la
fábula3636; “estaba en su naturaleza”.
Sabía que cuando él lo decidiese, todo cambiaría y
no sabía para donde saldrían las balas, pero tenía que
hacerlo; mientras tanto disfrutaría de su cena con Alexis
esta noche, firmaría mañana el Contrato Final y se iría
de vacaciones; quizá hasta se fuesen en moto a pasear
por Europa y visitar amigos.
Iban a ser probablemente los últimos días tranquilos
antes de pasar a la acción.
Angelo no sabía hasta que punto este pensamiento
iba a ser profético.
Miró la hora en su Breitling y vió que era temprano,
así que decidió ir a su casa en vez de ir al restaurante
directo. Se puso los pantalones de cordura encima de
los que llevaba y el abrigo con refuerzos de kevlar
arriba de la chaqueta; completó su indumentaria con
unas botas, unos guantes y un casco integral articulado,
guardó los zapatos en una mochila de pecho y salió de
la nave.
Menos mal que Lucca estaba tan asombrado que
no notó lo fundamental:
El motor no tenía alimentación alguna.

3636
N del A: Se refiere a la fábula de la rana y el escorpión.
125
TERCERA PARTE
Vacaciones

Capítulo 23

Regresó a su casa en La Florida en moto y gritó


llamando a Alexis.
-Al fin me ha dado tiempo de venir a bañarme y
cambiarme. Sólo tardo unos minutos.
Le dijo dándole un beso y levantándola en andas.
Poseían una casa muy amplia de dos plantas con
todas las comodidades para su uso y diversión. A veces
les costaba encontrarse debido a la cantidad de cuartos
que poseían y siempre estaban a los gritos para saber
donde estaba el uno y el otro. El exterior constaba de 4
plazas de garage bajo tierra, una piscina con techo
corredizo y un salón de usos múltiples donde comían
carnes asadas en una parrilla de grandes dimensiones
o pizzas hechas en un horno de barro construido
especialmente para ese fin.
Ella se había puesto un conjunto de pantalón y
chaqueta muy refinado que Angelo no pudo dejar de
admirar.
-Parece que llegué tarde, ya estás vestida.
Le dijo. Aunque en el fondo quería más que nada
darse una buena ducha que borrara las huellas de ese
día tan especial.
Ella lo miró y le sonrió haciendo que la habitación
duplicara su luz.
-No creo que a la vuelta de la cena tenga que
dormir vestida, así que ya tendrás tu oportunidad.
Una de las muchas virtudes de Alexis era que podía
estar lista para una cena de gala en 10 minutos, no se
maquillaba ni se hacía grandes arreglos en el cabello,
126
aunque luego el resultado fuese como si hubiera
pasado todo el día embelleciéndose.
-Ve llamando un taxi que hoy tenemos que celebrar
y no quiero conducir ni que tú conduzcas después de
haber bebido alcohol.
Gritó desde la ducha. Se vistió informalmente con
una cazadora de tela Armani porque estaba cansado de
haber llevado todo el día un traje y abrió el cajón de sus
relojes. Esta era otra de sus pasiones, ahí tenía unos 30
relojes, cada uno escogido personalmente por él
mismo, aunque algunos habían sido regalos de su
entorno, pero sabiendo exactamente que comprarle;
había un Breitling Emergency color coral, un Richard
Mille RM 39-01, un Citizen Blue Angels Skyhawk, un
Rolex Cosmograph Daytona Oyster Everose Gold, un
Tissot T-Touch Expert Solar y otros de diferentes estilos
y calidades.
A los 30 minutos salían en taxi rumbo al centro. Aún
no habían hablado casi nada y aprovecharon el viaje
para que Alexis le contara de su viaje con Juliette.
En un momento dado, Angelo cambió la cara y se
golpeó en la frente con la mano abierta.
-¡Por Dios! Con todo el día que tuve no he llamado
para reservar una mesa en el restaurante.
-Ya casi hemos llegado, así que ahora es tarde para
lamentarse, veremos si la magia de Angelo Ricci sigue
funcionando.
Dijo su esposa sin dar muestras de a que se refería
con esa magia.
Llegaron, pagaron el taxi y entraron en el salón. Era
un restaurante un poco raro, por un lado, tenía un aire
de antiguo, con mucha madera y suelos ajedrezados y
por otro se veía tecnología en todos los rincones. Pero
lo importante no era lo que se veía sino lo que estaba
127
oculto detrás de unos cristales que mostraban toda la
cocina, allí dirigía su reino un chef francés, amanerado
y delicado que muchos confundían sus preferencias
sexuales y pensaban que era gay, aunque nada más
lejano de la realidad. Robin Maray se estaba afirmando
como la figura emergente más prometedora de la
cocina tradicional aggiornata3737. Con raciones
abundantes era capaz de servir un cocido madrileño
con un emplatado y un sabor que emocionaba hasta las
lágrimas. Conocía a Angelo y Alexis de una reunión en
la Embajada francesa a la cual habían sido invitados
gracias a los contactos de los padres de Juliette cuando
ellos vivían en Madrid hace varios años. Enseguida
vieron que ambos eran amantes de la buena cocina y
se seguían encontrando una vez por mes para salir de
cacería como decían; en realidad lo que hacían era salir
a cenar juntos a los restaurantes nuevos para descubrir
a perlas nuevas en las cocinas. A estas salidas no iba
Alexis ya que Robin no tenía novia fija y siempre estaba
degustando como decía él. Angelo le había conocido
muchas compañeras de una noche y siempre eran de lo
más selecto de la sociedad y preciosidades. Estas
“amigas” eran dejadas siempre en sus casas antes de
emprender la “caza”. De estas incursiones salió la mano
derecha en la cocina de Maray, Hasan, cuando después
de comer en un restaurante de comida afgana, con la
artimaña de que traían un mensaje para la familia del
chef lo hicieron salir de la cocina y ahí nomás, Robin lo
convocó a una prueba en Coplas y Toreros para el día
siguiente y desde ese momento no se había despegado
de su lado. Robin poseía una gran parte del

3737
N del A: Cocina con ingredientes tradicionales pero hechos
con técnicas modernas.
128
restaurante, aunque le había hecho prometer a Angelo
que guardara el secreto porque prefería seguir siendo
solo el chef, así los problemas de empleados y otras
cosas que no eran de su interés se derivaban a una
sociedad desconocida, que era la propietaria visible.
Ni bien abrieron la puerta se acercó un Maître
vestido íntegramente de rojo.
-Madame et Monsieur Ricci, ¡Qué sorpresa!
Mientras decía esto repasaba mentalmente la lista
de reservas, pero no recordaba que estuvieran
anotados.
En ese momento vieron que Robin hacía señas
como si estuviera cantando una ópera por detrás del
cristal insonorizado saludándolos.
El Maître se dio cuenta y sabía que tendría que
ubicarlos en alguna parte.
-No tenemos reserva y si eso significa un problema,
no hay inconveniente, saludaremos a Robin y nos
vamos. Declaró Angelo.
-En absoluto, tenemos una mesa libre que es ideal
para ustedes.
El Maître ya pensaba a quien sacrificar de la lista de
reservas, aunque rogaba que hubiese una cancelación
de última hora, sino había una pareja de extremeños
que solían venir muy mal vestidos y hablaban con voz
altísima que podían sufrir un “fallo del sistema” y los
mandaría a un restaurante cercano que casi vivía del
overbooking3838 de Coplas y Toreros.
Los ubicó en una mesa que no era muy buena en
cuanto a la vista, ya que no estaba junto al cristal que

3838
N del A: Técnica de marketing generalmente utilizada por las
Aerolíneas que consiste en vender más pasajes de los que
disponen para asegurarse volar siempre llenos.
129
daba a la calle, pero se encontraba en una esquina un
poco apartada de las demás y brindaba una intimidad
extra que debido a lo que tenían que hablar les venía
muy bien.
El Maître retiró disimuladamente la tarjeta con el
nombre de quien había reservado la mesa y les dijo:
-Enseguida les envío un camarero y luego cuando
sepan lo que comerán regreso para la bebida.
-No hace falta; la bebida será la misma comamos lo
que comamos. Una botella de Armand de Brignac Rosé,
¿Estás de acuerdo, Alexis?
-¿Cómo poder negarme a una partida de cartas?
Dijo Alexis, sonriendo pícaramente; haciendo
alusión al As de Spades, el típico logo de esa marca de
champagne francés.
Enseguida sonó el móvil de Angelo y éste movido
por la costumbre no pudo evitar mirarlo pese a la
mirada de desaprobación de su esposa.
Era un mensaje de Robin que decía que tenía una
noche muy cargada pero que se ocuparía de nuestros
platos personalmente y que lo llamaría para cenar en la
semana. Inmediatamente le contestó diciendo que les
mandara para comer lo que él quisiera. Desde la cocina
vieron que Robin leía el mensaje y levantaba ambos
pulgares expresando su conformidad.
La gran organización del restaurante permitió que,
ya avisado el camarero, sólo viniese para poner una
degustación de panes con diferentes dip3939 para untar y
mojar.
Luego vino el maître con el champagne que abrió
ceremoniosamente para curiosidad de las mesas

3939
N del A: Salsas generalmente frías para acompañar pan o
aperitivos.
130
cercanas ocupadas por españoles que se preguntaban
quienes serían esa pareja que cenaba con champagne
de 700€ la botella.
La cena consistió en un carpaccio de carne vacuna
exquisitamente aderezado con hierbas, de primero, y un
principal que era un trozo de pernil de cerdo con salsa
de almendras y roquefort de Aveyron que traía
especialmente Robin cada mes. El postre fue un
delicioso baklava con helado que se deshacía en la
boca.
Durante la cena, Angelo, le contó el loco día que
había tenido y que estaba por comenzar a comercializar
un nuevo motor. Alexis, siempre muy despierta para los
negocios, le aconsejó que antes lo patentara para luego
no lamentarlo. Ya había pensado en eso y tenía todo
listo para hacerlo, pero en su cerebro decidió dejar todo
a un lado hasta su regreso de vacaciones.
Acuerdan dar una vuelta en moto por Europa y
visitar a los amigos desperdigados por ahí. Invierno era
la mejor estación según ellos, para pasear en moto,
bien abrigados y sintiendo el aire frío en la cara; sólo se
detenían ante una nevada fuerte o lluvia en abundancia.
En ese caso paraban en un hotel y esperaban a que
mejorasen las condiciones climáticas.
También le habló largamente de Lucca Tempolini
diciéndole todo lo que recordaba de sus comentarios y
contestaciones para que su esposa pudiera evaluarlo,
aunque sea por lo que él le decía, ella, al contrario de la
desconfianza natural que tenía hacia los desconocidos,
le dijo que quizá había encontrado un nuevo amigo.
Decidieron dormir en el apartamento del centro para
no tener que volver a La Florida y así él estuviese más
cerca de la oficina al otro día. Ella, por su parte se
llevaría el pequeño Alfa Romeo 4C Spider de su
131
propiedad que había dejado en el centro antes de salir
de viaje con Juliette; así quedaban los dos coches en la
casa cuando Angelo regresara con el Jaguar.
A la mañana siguiente, Angelo realizó la última
visita a Tritón como Gerente-Director-Propietario. Todo
fue más rápido de lo que pensaba; Saludó a Montse y
se dio cuenta en ese momento que lo que había pasado
ayer solo había pasado una vez y nunca más podría
volver a suceder, quería a esa chica mucho como para
arruinarle y arruinarse la vida con histeriqueos de
adolescentes; ella debía encontrar alguien para ella sola
porque se lo merecía.
-Du Prai me dejó dicho que te dijera que lo llamaras
en cuanto llegues, pero me pareció más por obligación
que por ganas de verte; ahora está dando vueltas por la
planta del polígono industrial de Chamartín incordiando
a todo el mundo.
-No te preocupes, ahora lo llamo y le diré que me
tengo que ir urgente así no viene; no me apetece verlo.
Por favor, avísale a nuestro abogado que venga con los
papeles así terminamos de una vez.
Du Prai y sus abogados habían dejado todo
firmado, así que en quince minutos dejó legalmente de
poseer Tritón y tener mucho dinero y tiempo.
Se dirigió a la caja fuerte y sacó una serie de
papeles importantes que guardaba, así como dos
grabados de incalculable valor y una gran carpeta que
metió en su portafolios. Dejó abierta la puerta para que
viniese un cerrajero y cambiara la combinación para los
nuevos dueños.
-Montse, por favor, llama a esa empresa que
usamos para las mudanzas y dile que empaquen y
vacíen mi despacho y lleven todo al garage cerrado que
poseo aquí en el subsuelo, tú tienes una copia de las
132
llaves. Remárcales que les va la vida y el empleo en
esta mudanza, si le hacen un rasguño a alguno de mis
libros tendrán que pagar por ello.
La secretaria no esbozó ni una sonrisa porque
sabía que hablaba completamente en serio.
-Terminaré de combinar algunas cosas y casi con
seguridad mañana salga de viaje con Alexis por unos
20 o 30 días; si necesitas cualquier cosa durante ese
tiempo llámame al celular.
Saludó con un gran abrazo a su secretaria y
quedaron en llamarse más tarde.
Libre de ese peso se dirigió a la oficina de patentes
con un legajo que llevaba dos años preparando.
En él constaban los fundamentos básicos de
aquello que llevaba desarrollando en secreto durante
los últimos 24 meses. Era lo necesario como para
patentarlo, pero no los suficientes detalles como para
copiarlo o fabricarlo. Sin embargo, el título era
sugerente “Transformación de la radiación cósmica en
potencia motora”.
Parecía más un desvarío de un profesor loco que
algo viable comercialmente y eso es lo que pretendía.
Había hecho muchas visitas a la Oficina de Patentes
preguntando y repreguntando que se necesitaba para
patentar algo y le habían explicado que también se
podían patentar las ideas sin necesidad de que estas
fueran cosas practicables para que luego alguien no
pudiese explotar comercialmente la idea que había
tenido uno. Así que reunió todo lo que la ley obligaba y
dejó muchos huecos que nadie podía llenar. Lo que
llevaba no era más que un montón de ideas inconexas
que necesitaban mucha ciencia ficción para ser
realidad.

133
Lo que nadie sabía era que había recibido una
ayuda de alguien único en el mundo y la historia, que
fue capaz de llenar esos huecos.
Capítulo 24

Jaime Ferro Benítez era un mediocre empleado


típico de la administración, cansado y desencantado de
su trabajo. Todos los días llegaba a las 8 hs. de la
mañana y comenzaba la clasificación de las patentes
presentadas, a las 9 hs. se tomaba un café que duraba
una media hora y a las 10:30 hs. se retiraba una hora a
“almorzar” que en España significaba como una mini-
comida antes del mediodía; a las 14 hs. se tomaba 90
minutos para comer y a las 16 hs. se iba a su casa.
O sea que como muchos administrativos en España
no es que fuera a morir de un ataque al corazón en su
empleo, pero igual siempre se quejaba de lo poco que
ganaba y las pocas posibilidades de ascender dentro de
la oficina.
Era cuñado de Du Prai, casado con su hermana
menor y siempre estaba pidiéndole trabajo a su
pariente. Du Prai para quitárselo de encima le había
dicho que le pagaría 500 € al mes si se comprometía a
informarlo de las patentes nuevas que se presentasen
relacionadas con la informática.
Hasta el momento sólo le había sido útil una vez en
donde hasta le había fotocopiado todo un legajo con un
curioso dispositivo externo que se conectaba y
trabajaba como un procesador adicional descargando
de trabajo al principal y acelerando la máquina.
Jaime sabía que lo que hacía era ilegal pero los 500
€ le venían muy bien y además que tampoco vendía
armas, solo algún chisme para su cuñado al que
parecía que ponía muy feliz.
134
Hacía cosa de un mes Du Prai lo había llamado
diciéndole que estuviese atento con cualquier patente
informática que presentase un tal Angelo Ricci así que
esa mañana una vez que de mesa de entradas le
hubieron pasado un legajo con ese nombre, algo le hizo
clic en la cabeza y llamó inmediatamente al número de
Infocom.
-¿Buenos días, podría hablar con el señor Du Prai?
-¿De parte de quién?
-De su cuñado.
-Ahh, mire, nuestras oficinas se están mudando,
pero puede llamar a su cuñado a las nuevas, al
siguiente número 91 588 16.
Le indicó una telefonista que habían dejado en
Infocom para que filtrase las llamadas que se recibieran
ahí y derivase las importantes.
Jaime agradeció y llamó al nuevo número.
-¿Podría hablar con el señor Du Prai?
-Un momento, le paso.
Dijo la telefonista.
-Buenos días.
Contestó una voz de mujer.
-Sí, buenos días, ¿Podría hablar con el señor Du
Prai?
Volvió a repetir.
-En estos momentos se encuentra reunido ya que
acaba de llegar de la planta. ¿Puedo ayudarlo en algo?
-No, simplemente dígale que habló su cuñado y que
tengo algo respecto a Angelo Ricci y que lo volveré a
llamar en media hora. ¿Está bien?
-Sí, perfecto, a esa hora estará desocupado.
Montse colgó el teléfono y se preguntó, ¿Cómo era
que el cuñado de Du Prai conocía a Angelo y qué

135
querría decirle? Pasó la siguiente media hora
decidiendo lo que haría.
Al cabo de unos 40 minutos volvió a sonar el
teléfono y Montse descolgó.
-Sí, buenos días.
-Buenos días soy el cuñado de Du Prai otra vez.
-Ya le paso.
Dijo Montse dejando su línea abierta y encendió la
grabadora digital que registraría todo en una tarjeta de
memoria.
-Señor Du Prai, su cuñado por la línea 1.
Habló a un intercomunicador.
-Pásemelo.
Respondió Du Prai, sin decir por favor o señorita
Montse, cosas que nunca olvidaba Angelo.
-¡Cuñaoooo!
Gritó Jaime.
-Jaime, ¿Cómo estás?
Preguntó el nuevo dueño de Tritón.
-Parece que cada vez amasas más pasta4040, ahora
tengo que pasar por dos mujeres antes de que me
atiendas el teléfono, jaja.
-Dime, ¿Tienes algo para mí?
Preguntó sin hacer caso de las bromas.
-Hoy a la mañana estuvo ese italiano del que me
has dado el nombre, a ver… Ricci.
Du Prai, pegó un salto en el sillón y preguntó:
-¿Presentó algo?
-Sí pero es un legajo gordo y creo que debe pesar
más de 500 gramos.
Dijo en clara alusión a los 500 € que recibía
mensualmente.

4040
N del A: Familiarmente, ganas más dinero.
136
-¿Cuánto más crees que pesa?
-Yo creería que el doble.
-De acuerdo, esta noche tráeme las fotocopias a
casa.
Jaime se arrepintió inmediatamente de no haber
pedido más.
-Muy bien, nos vemos esta noche.

Montse desconectó todo, se guardó la tarjeta de


memoria en el bolsillo de su camisa y colocó otra. No
quería llamar a Angelo desde Tritón así que esperaría a
la tarde cuando saliera de trabajar.

Cuando por la tarde habló con Angelo que estaba


con los preparativos del viaje, éste no le dio importancia
y le explicó que efectivamente había presentado a
patentar un invento pero que era de los que no le
interesarían a Du Prai y rió para sus adentros pensando
que cuánto temor tenía que tenerle para que pusiera
espías hasta en la oficina de patentes. Le agradeció
mucho a Montse y le prometió que la llamaría al
regresar del viaje si no había novedades antes.

El argelino esa noche, tuvo que invitar al tonto de su


cuñado y a su hermana a cenar, y al finalizar se lo llevó
a su despacho para que le mostrara lo que le había
traído. Al principio se desilusionó mucho porque vio que
no era nada de informática, pero luego recordó a un
andaluz medio lelo que trabajaba en el ministerio de
industria, energía y turismo al cual debía el favor de
haberle informado que Tritón estaba en venta. Le
pasaría el legajo a éste y su deuda quedaría saldada,
quizá mereciesen la pena los 1.000 €.

137
Al día siguiente, ni bien entró, le dio a Montse el
legajo y le dijo:
-Vendrán a buscar esto a lo largo de la mañana.
Entrégaselo cuando te lo pidan, dame 10 minutos para
acomodarme en la oficina y llama a esta persona de mi
parte en el Ministerio de Energía.
Explicó a Montse entregándole un papel con un
número telefónico.
-Sí, señor Du Prai.
Cuando cerró la puerta, Montse abrió la carpeta por
la primera página y vió el nombre de Angelo y se dio
cuenta que serían las fotocopias de la Oficina de
Patentes, así que preparó todo para oír y grabar la
llamada a ese hombre misterioso del Ministerio; parecía
que esa tarjeta de memoria iría llenándose de
grabaciones interesantes.
En realidad, la llamada no tuvo nada de interesante,
Du Prai le dijo a un tal Charlie que tenía algo para él y le
dio la dirección de la oficina para que viniera a buscarlo
y eso fue todo.

138
Capítulo 25

Charlie López Bernal era un empleado del


Ministerio a tiempo parcial, allí no hacía nada
importante, solo era una tapadera para su verdadero
“trabajo” que era ser agente del CNI4141 (una especie de
Servicio de Inteligencia español), aunque si había que
juzgar a todo el CNI por este hombre, lo de inteligencia
estaba de más.
Carlos había obligado a todo su entorno a llamarlo
Charlie, quizá queriendo remedar a los agentes de la
CIA americanos a los que admiraba.
Había leído por encima los documentos de la
Oficina de Patentes y poco había entendido, pero
decidió que era muy importante y que esta investigación
era el pasaporte para un ascenso meteórico en la CNI,
podría llegar a ser el Director si todo le salía bien.
Escaneó y guardó el Legajo en su móvil para tenerlo a
mano si le hacía falta consultarlo en algún momento,
además que tenía la foto De Angelo Ricci y le ayudaría
a reconocerlo.
Llamó a su compañero subordinado, otro andaluz
con menos luces que él aún, y cuando ya tenía toda la
estrategia anotada en un papel hizo el primer
movimiento, para la tarde probablemente tuviese un
nuevo sueldo y un nuevo puesto.
En presencia de su compañero, llamó por teléfono a
la casa de Angelo y luego de darse a conocer
pomposamente como agente del CNI, pidió hablar con
el señor Ricci. Una empleada de la limpieza a la que no
se le había movido un pelo por las credenciales de
Charlie, le dijo que no estaba, no sabía donde estaba y

4141
N del A: Centro Nacional de Inteligencia.
139
no sabía cuando volvería; en una palabra, no sabía
nada.
Arruinado el primer paso tomó una decisión muy
rápida; le indicó a su compañero que montara en su
coche y se apostara en la puerta de la casa de Angelo
Ricci y le avisara cuando regresase ya que no sabía si
volvería en una hora, un día o un mes.
Jesús llegó a la urbanización de La Florida a la
puerta de la casa de Angelo y aún con su poco
raciocinio se dio cuenta de que destacaba más que una
mosca en la nata. Los automóviles ahí eran guardados
en sus cocheras y en la calle no había ninguno, salvo
ocasionalmente de algún Servicio Técnico.
A la media hora se le acercó la seguridad privada
seguramente avisados por algún vecino y él tuvo que
identificarse y dijo que estaba ahí esperando al señor
Ricci para comunicarle una noticia importante de su
familia.
En los días subsiguientes ya se transformó en parte
de la urbanización al que saludaban todos y algunos
hasta sabían su nombre. Desde luego nada le dijo a
Charlie y éste siguió pensando que era una vigilancia
de incógnito.
Encima como todo se deforma cuando pasa de
boca en boca, era conocido por el de la CNN en vez del
CNI y algunos le decían “el periodista”.

140
Capítulo 26

Angelo y Alexis la pasaban muy bien cuando


estaban de vacaciones, recorrieron muchas ciudades y
visitaron infinidad de amigos en Italia, Francia y
Alemania.
Comieron en espléndidos restaurantes y durmieron
siempre en buenos hoteles; hablaron mucho y Angelo
terminó por contarle la historia completa de su proyecto
secreto.
Una tarde en que el sol caía en el horizonte
rápidamente como suele hacerlo en invierno a las tres
de la tarde en Europa; después de un día inusualmente
templado para la fecha, estaban recostados en el
césped del Parc Citroën en la ribera izquierda del Sena
en el XVe arrondissement de París, Angelo comenzó el
relato.
-¿Recuerdas qué compré una colección en París de
libros de Jules Verne hace unos años?
Comenzó.
-Sí.
Respondió ella.
-Pues bien, comencé a releer los libros y dentro de
L'ÎleMystérieuse encontré unos grabados que no se
correspondían con la novela.
Alexis sonrió a sus espaldas, él siempre tan
detallista.
-Al principio no tenía ni idea de que se trataba, pero
los revisé detenidamente con una gran lente de
aumento y había numerosas instrucciones en un inglés
con términos bastante antiguos, así como muchos
dibujos con explicaciones. Ya sabes como soy de
curioso, me lo tomé como un puzzle a resolver. Al
principio después de unos días, descubrí que una parte
141
se trataba de un motor eléctrico con muy pocas piezas
internas que poseía como unas pequeñas aletas sobre
un eje. Estas aletas estaban formadas por varios
metales raros en capas. Por lo que estaba escrito,
reaccionaban a la inducción de una corriente con
muchísimos Volts pero muy pocos Ampère produciendo
un micro campo gravitatorio por turnos que hacía que
girase el eje del motor.
Esto de por sí me dejó perplejo y me dí cuenta que
estaba ante un invento que podría revolucionar el
mundo tal como lo conocemos. Aquella persona,
Institución o país que tuviese esta información se
transformaría inmediatamente en líder mundial. Era de
una simpleza extraordinaria, pero, si funcionaba, sería
algo genial. Dejaríamos de depender de los
combustibles fósiles. Esta simpleza también lo hacía
muy vulnerable; supongamos que alguien presenta esta
innovación en forma de motor, bastaría desarmarlo para
copiarlo.
Ya no el motor sino los principios bajo los que
funcionaba era lo que dejaba estupefacta a una mente
científica.
Vamos a tomar un café a Les Deux Magots en la
Place Saint-Germain des Prés y te sigo contando que
ya está haciendo frío.

Subieron a la Ducati y fueron hacia el centro, pero a


esa hora ya comenzaba el horario en que el tráfico de
París se hace odioso y tardaron más de lo normal.
Aunque sus cascos estaban comunicados
inalámbricamente mantuvieron el silencio hasta llegar al
Café.
Consiguieron una minúscula mesa debajo de una
estufa en la acera al lado de unos ejecutivos exitosos
142
que estaban tomando una copa de champagne antes
de volver a su casa de los suburbios y cuando les
trajeron sus capuccinos retomaron la charla.
-¿Dónde estaba?
Preguntó Angelo.
-En que eran fáciles de copiar.
Respondió Alexis.
-Sí, bien. Pensé en construir uno y decidí hacerlo en
la nave de Ajalvir. El primer problema que enfrenté fue
conseguir los metales extremadamente raros que se
utilizaban en las aletas internas. Pero después de
muchos llamados telefónicos fui obteniéndolos uno a
uno con la excusa de que eran para unos circuitos de
computadores. Hice construir las piezas por separado
en distintas tornerías sin darle a cada una más que un
dibujo técnico de la pieza; inventé mil usos diferentes
que fui utilizando para mentir en los talleres. Cuando
conseguí unir todo en algo que giraba reparé en algo a
lo que le había prestado poca atención hasta el
momento y era la energía necesaria para hacer
reaccionar los metales; se trataba de la necesaria para
alimentar a una ciudad.
Ya me parecía demasiado bueno para ser realidad.
Fue cuando empecé a prestarle atención a la segunda
página de grabados del libro. Ahí estaba explicado todo
el proceso para conseguir esa energía ilimitadamente
extrayéndola del medio ambiente. Estudié mucho este
segundo grabado para que no me pasase lo mismo que
con el motor y descubrí una pequeña caja dibujada que
decía “Unidad de control y estabilización energética” en
inglés, un nombre ampuloso y extraño. Sólo explicaba
que debía ser capaz de regular el flujo de energía a la
velocidad de la luz.

143
En esos momentos comencé a pensar que
descubrir a quien correspondía todo esto era muy
importante para poder discernir si todo era un
entretenimiento de algún aficionado a Verne o si era
real. En realidad, desde un inicio asocié la antigravedad
con Nikola Tesla y cuando le sumé la producción de
energía por la radiación cósmica me confirmó, por lo
menos teóricamente, su autoría. Volví a reexaminar
ambos grabados y al fin en ambos descubrí la prueba
irrefutable, disimulado entre los dibujos de las piezas
estaban una N grande que abrazaba con un lado curvo
a una T; sus iniciales. En uno de los dibujos como si
fuera una sombra muy pequeña estaba la firma
completa como acostumbraba hacerla él, con nombre y
apellido. La época coincidía y con ayuda del teléfono y
mucha paciencia pude rastrear hacia atrás los libros
hasta ubicarlos en Estados Unidos donde se pierde el
rastro.
Así, pues que se trataba de inventos de Tesla, esto
daba una nueva dimensión al asunto porque el
Ingeniero había hecho demostraciones públicas de
ambos principios explicados en los grabados.
Lo único que seguía intrigándome era esa caja
misteriosa. Después de darle muchas vueltas en mi
cabeza todas las piezas calzaron en su sitio.
Tesla no poseía la tecnología por la época que le
tocó vivir, para fabricar una unidad que pudiese
controlar el flujo de energía a la velocidad de la luz y
había enviado sus inventos al futuro.
Como una botella arrojada al mar con un mensaje
esperando ser leído por quien la encontrase.
Nikola Tesla, esperaba que Verne fuese leído por
una mente inquieta y aquel que dedujese todo el resto,
bien podía, o no, estar en condiciones de aportar la
144
pieza que faltaba. Al fin y al cabo, había muchas formas
de viajar en el tiempo y ésta era una de ellas.
Fue una medida desesperada de viajar en el futuro
y llevar a la práctica el invento más grande jamás
concebido por y para la humanidad.
Alexis, construí una unidad informática que ocupa el
lugar de la caja misteriosa y regula la energía a la
velocidad de la luz con lo cual puedo fabricar motores
con potencia teórica ilimitada que pueden funcionar de
manera perpetua además de las aplicaciones que
pueden derivarse de ambos principios. Solo pensar en
las armas que podrían fabricarse con una provisión de
energía casi ilimitada da escalofríos. Es imposible no
recordar el famoso Rayo de la Muerte que inventó
Tesla.
Pero temo que con esto haya destapado la Caja de
Pandora.
Ahí, en un Café de París, una noche de invierno
Alexis acababa de enterarse de hechos que cambiarían
el mundo. Lo que no se sabía si para bien o para mal.

145
Capítulo 27

Lucca, en ausencia de Angelo ocupaba sus días


entre viajes a Cuatro Vientos, a Robledillo de
Mohernando y a Ajalvir, matizado con cenas en el
restaurante de Helmut en Alcalá donde trabajaba la
Sommèliere que había conocido ahí y a la que había
llamado al día siguiente de la comida con Angelo en ese
lugar. Almudena era un oasis de tranquilidad además
de una belleza sobria que, si bien no despertaba
suspiros de pasión a su paso, era agradable verla
moverse entre las mesas.
Prácticamente en una semana había logrado
adaptarse a ambos aviones, aunque el Piaggio había
resultado ser mucho más complejo de lo que pensaba.
Era una maravilla de la tecnología, tanto por dentro
como por fuera; todo en él era innovador. Su cabina
llamada “glass cockpit” debido a la presentación de
todos los parámetros de vuelo y motor en pantallas se
parecía más a un videojuego que a un avión real.
Lucca había estudiado cada minuto del día todos
los sistemas; al lado de esto el Diamond había sido un
juego de niños. Por el contrario, la adaptación al vuelo
había resultado muy placentera tanto en un avión como
en el otro. Había realizado más de 50 aterrizajes y
despegues, incluso había hecho una navegación hasta
el aeropuerto de Parayas en Santander con el Instructor
en el Piaggio, ida y vuelta en una mañana; habiendo
hecho toda la programación del vuelo en el FMC 4242
(Computador parecido a un GPS de automóvil, pero
donde se puede programar también la trayectoria

4242
N del A: Del inglés Flight Management Computer.
146
vertical entre otras muchas cosas) y utilizando todas las
características del Piloto Automático.
Ahora que estaba más tranquilo estaba cada minuto
libre que tenía metido en la nave industrial en el
Polígono de Ajalvir. Ahí había realizado muchas cosas
que sorprenderían a Angelo cuando regresara. Había
contratado a un ingeniero aeronáutico además del
mecánico que ya tenía Ricci y casi tenía al Nardi
totalmente armado y revisado; solo se había negado a
desarmar el motor totalmente que era lo que sugería el
mecánico, Lucca tenía otra cosa en mente, pero
necesitaba la aprobación de Angelo para eso.
Ya habían pasado 29 días desde que el antiguo
dueño de Tritón se había ido de vacaciones y no habían
hablado ni una sola vez por teléfono salvo un breve
mensaje de texto que había recibido el italiano anteayer
que decía “estoy en Madrid en 2 días”. Lo esperaba con
ansias como a un hermano que hace tiempo no se ve y
tenía muchas cosas que hablar con él.

147
Capítulo 28

Cuando Angelo y Alexis llegaron a su casa de La


Florida en las afueras de Madrid, el “periodista” Jesús
se encontraba charlando animadamente con una joven
encargada de la limpieza en un chalet vecino, por lo que
el arribo de la Ducati no fue advertido. El agente de la
CNI continuó con su rutina sin advertir absolutamente
nada. Al día siguiente, cuando Angelo salió de la casa
en su moto, Jesús se encontraba desayunando dentro
de su coche, que ya parecía más un basurero que un
automóvil. Con la sorpresa de verlo en la dirección
contraria a la que lo esperaba, volcó su café encima y el
contenido de la petaca que contenía anís de Chinchón,
el cual iba a verter en su taza, fue a parar a los
pantalones. Un churro aceitoso quedó incrustado
debajo de la palanca del freno de mano y fue medio
aplastado por ésta, cuando Jesús la bajó. Puso el coche
en marcha rápidamente y salió en su persecución.
La Ducati se alejaba rápidamente mientras él trataba de
llamar por teléfono a su compañero Charlie, y aceleraba
sin conseguir que el vehículo adquiriera velocidad.
De pronto, de las ruedas traseras comenzó a salir humo
y en ese momento advirtió que, debido a parte de su
desayuno atrapado debajo del freno de mano, no había
podido quitar totalmente a éste.
Consiguió hablar con Charlie cuando de una casa salió
una asistente gritando:
–¡¡Se quema el coche del periodista!!
Cuando Charlie recibió la llamada se encontraba en la
cama aún porque para algo él era el jefe.
-Qué ocurre?
Preguntó.
-Que Ricci acaba de salir de su casa.
148
-De entrar dirás.
-No, de salir, debe tener una entrada por otro lado.
Afirmó, sabiendo que la casa tenía una sola entrada,
pero tratando de que su compañero no se diera cuenta
de lo que había pasado.
-Pues, supongo que lo estarás siguiendo, ¿No?
-En realidad, no. El coche se acaba de averiar.
Charlie miró al cielo raso de su habitación tratando de
atravesarlo y llegar a atraer la atención del Ser
Supremo.
-¡Busca una solución, ya! Te espero en una hora en el
Ministerio. Ahora comenzamos a movernos y no hay
tiempo que perder.
Sentía como que todas las series americanas que había
visto en su vida, acudían a su mente; y sus héroes de la
pantalla le indicaban qué era lo que tenía que decir y
hacer.
Jesús, mientras tanto bajaba del coche en el momento
que tres o cuatro mangueras convergían hacia él de los
solícitos vecinos que intentaban que no se incendiase
su coche. Cuando se dieron cuenta que era solo humo
y no había fuego por ninguna parte ya era tarde para
Jesús que se encontraba totalmente empapado y
aterido de frío.
Menos mal que alguien gritó:
-¡Una manta para el periodista!

149
CUARTA PARTE
La persecución

Capítulo 29

Angelo se había despertado temprano, como


siempre y había desayunado solo en la cocina mientras
empezaba a hacer rodar pequeñas piedras que podrían
terminar en un alud. Estaba vestido con ropa para moto
porque pensaba utilizar la Ducati que era mucho más
ágil en el tráfico matinal. El día había amanecido
templado tirando a fresco como correspondía a la fecha
en que estaban; ya a fines de abril se notaba la
primavera.
La empleada que tenía hacía más de 8 años,
comenzó a contarle una historia de un periodista que
vivía en un coche en la urbanización, pero Angelo con
mucha diplomacia escapó de, lo que él consideraba,
chismes del servicio doméstico y cuando tomó el
teléfono para llamar, la empleada cesó en su charla.
Llamó en primer término a Lucca y lo citó en la nave
de Ajalvir. Luego devolvió la llamada a Montse que ésta
le había hecho hacía unos días. En principio era su
intención emplearla y sacarla de Tritón, pero luego de
que su ex secretaria le comentara todo lo que había
averiguado, acordaron de común acuerdo que ella
seguiría trabajando para averiguar qué estaba
ocurriendo.
Antes de que se levantara Alexis, salió en su moto
con mil cosas en la cabeza, tantas que ni siquiera
advirtió el coche del agente del CNI cuando pasó a su
lado.
Circunvaló Madrid por la M-40 norte hasta enlazar
con la Nacional II y de esa forma se evitó cruzar todo
150
Madrid que a esas horas era como un gran agujero
negro que se tragaba las horas en atascos increíbles.
Cuando llegó a la nave de Ajalvir vio estacionada la
Ferrari de Lucca en la puerta. Entró y le dio un gran
abrazo al italiano sintiendo que eran amigos de toda la
vida, mucho más que algo racional era un sentimiento
que le obligaba a pensar que podía confiar en él más
que en cualquier otra persona de las que se había
cruzado en su vida en España a lo largo de los años
pasados.
Lo que más le llamó la atención fue el Nardi que
dentro de la nave parecía una gran mole; estaba
impecable, por dentro, por fuera y por donde se lo
mirase brillaba, parecía que recién había salido de la
fábrica; solo el capot, por detrás y arriba de la cabina,
estaba abierto y se notaba que no tenía motor ni hélice.
Lucca le miraba el rostro y analizaba cada gesto de
Angelo.
-Angelo, sé que este era TU proyecto y que
deseabas restaurarlo en persona, pero me pareció que
llevabas un poco de retraso y decidí echarte una mano.
Espero que no te moleste.
-¿Molestarme? ¡Me parece que has hecho un
trabajo excepcional! No sabía que eras ingeniero
aeronáutico.
-Y no lo soy, en tu ausencia contraté a uno que me
ayudó mucho, sobre todo con el magnaflux que como
ya sabrás es un ensayo de materiales no destructivo
para detectar fisuras y otros problemas en la estructura,
pero te adelanto que le pagué de mi bolsillo, jaja. El
avión se encuentra en condiciones de vuelo salvo por el
detalle de que no tiene motor. Ven por aquí que quiero
mostrarte otra cosa.

151
Lo llevó del brazo hacia el fondo del galpón donde
Angelo hacía las pruebas del motor de Tesla.
De lejos, ya el argentino vio que habían cambiado
muchas cosas.
-Me he tomado el atrevimiento de husmear un poco
más en este motor tuyo. He hecho muchas mejoras, o
eso creo yo, en el software de control. Además,
conseguí unificar en una sola pieza los tres conjuntos:
el motor en sí, la “fuente” de energía y la unidad de
control.
Explicó señalando un pequeño ovoide parecido a
una pelota de football americano pero un 30% más
grande que ésta totalmente cromada y brillante.
-En realidad tengo algunas ideas que podrían
mejorar cada una de las tres cosas, pero para eso
necesito saber más. La última vez que hablamos sobre
esto, estaba realmente abrumado y hasta podría
decirse, asustado. Poco a poco lo fui digiriendo y ahora
estoy en condiciones, no de saber cómo funciona todo
esto, sino de saber al menos de qué se trata. No me
habías dicho que la energía necesaria provenía de una
de estas unidades “misteriosas”. He conseguido
descifrar que tenemos al motor en sí, la unidad que
suministra energía y una unidad electrónica que regula
esta energía. Luego está el software del que te hablaré
en un momento.
-Es así, Lucca.
Habló Angelo y continuó.
-Antes de irme no quise seguir explicándote más
cosas porque me pareció que estabas un poco
sorprendido y quise darte tiempo para que lo asimiles
despacio. El motor y la unidad de energía son inventos
pertenecientes a Tesla…
-¡¡¡¿Tesla?!!!
152
Interrumpió el ítalo.
-¿El archienemigo de mi compatriota Marconi?
Continuó.
-Efectivamente. Por una cuestión fortuita que no
viene al caso pero que en alguna cena te contaré en
detalle, conseguí los planos para construir estas cosas
directamente de puño y letra de Nikola Tesla. Faltaba la
unidad electrónica de control y el software que
desarrollé en secreto yo solo. En realidad, los principios
de funcionamiento ideados por una mente tan genial
como la de Nikola Tesla, también se me escapan a mí.
Solo fabriqué el motor y la unidad de energía siguiendo
fielmente los planos, pero no termino de entender a
fondo como y porque funcionan. Sé que podrán
mejorarse mucho cuando alguien llegue a entender la
física revolucionaria que los rige. Cómo verás se trata
de unos artilugios que pueden cambiar a la humanidad
actual. Energía gratuita en cantidades ilimitadas y
motores silenciosos con emisiones cero. No sé si es la
salvación o la condena de este planeta, no sé si se
matarán más o menos por estos inventos.
-Es increíble, Angelo; parece sacado de una novela
de ciencia ficción. En realidad, bastante de esto había
descubierto husmeando en este prototipo, pero ahora
tengo el panorama mucho más claro. A lo que me
dediqué casi exclusivamente es a mejorar el software
de control, ya sabes que eso es mi campo. Luego lo
que hice es armar el “paquete” con las tres cosas y
hacerlo más compacto. El software que rediseñé puede
hacer muchas más cosas que el anterior.
-Me imagino, el mío era un poco primitivo, es decir
casi lo justo para ver si estos inventos funcionaban, jaja.
-Mira.
Dijo Lucca, señalando la pantalla táctil.
153
-Ahora puedes variar no solo las RPM desde una
hasta 20.000, sino también la potencia del motor de un
décimo de HP a 1.000 HP en este modelo. En ambos
casos está más que nada limitado por una cuestión de
materiales, tamaño y construcción que por el principio
en sí. Creo que ambos extremos, tanto el inferior como
el superior, se podrán superar cuando todo esto
evolucione. Otra de las cosas que ahora puedes hacer
es invertir el sentido de rotación, prácticamente en
forma instantánea. Pensando en su aplicación en los
aviones habría que considerar hélices de varias palas
para que esta virtud se aproveche. Además, no necesita
ningún tiempo de calentamiento, en cuanto lo
enciendes, ya puedes salir.
En otras palabras, esto no es un motor, sino que es
un motor a medida que puede transformarse en el que
quieras con solo mover un dedo.
¡¡¡Diossss!!! Lo estoy diciendo y ni yo mismo me lo
creo. He estado pensando que podríamos decirle a tu
mecánico que no venga más y nosotros montaríamos el
motor Tesla en el Nardi para probarlo, ¿Qué te parece?
-Me parece una excelente idea; es muy probable
que podamos mejorar todas las performances originales
de este avión. Los hermanos Nardi deberían volver a
nacer para verlo, jaja.

El entusiasmo de ambos era contagioso.


Continuaron conversando casi todo el día salvo una
hora que es lo que tardó Lucca en ir en la moto de
Angelo hasta el Centro Comercial de Parque Corredor a
buscar para comer a eso de las 12 del mediodía. Trajo
unas costillas asadas y una botella de vino Rioja, que, si
bien no era comparable a un buen Chianti de la
provincia de Siena, combinaba con esas costillas de
154
Centro Comercial. Algo iba aprendiendo de su novia
Sommèliere.
Angelo habló por teléfono con Alexis y quedaron en
que la llamaría más tarde para cenar los tres juntos.
Un poco antes de las 15 horas estaban agotados,
no física sino mentalmente.
Angelo decide dejar nuevamente ahí su moto y
permitir que Lucca lo lleve a su casa en la Ferrari, para
presentarle a Alexis y descansar un poco antes de la
cena. Antes de tomar la N II en dirección a Madrid
deciden parar 10 minutos a tomar un café en el Centro
Comercial, una decisión que le costaría muy cara a
Angelo.

155
Capítulo 30

Jesús, con sueño, mojado y resfriado acepta que un


empleado doméstico lo lleve al centro de Madrid en el
Land Rover que utilizaban para ir al Supermercado a
hacer la compra semanal de una casa vecina.
Desde arriba del vehículo volvió a llamar a su
superior sabiendo la que le esperaba.
-Charlie, reconozco que lo he perdido
definitivamente.
-¡¡¡INÚTIL!!! ¡Más me valía trabajar con un asno!
¡Ven para aquí inmediatamente!
Carlos López Bernal tomó el teléfono y llamó a la
Guardia Civil, a la Policía Nacional, a la Policía
Municipal y hasta a los bomberos.
Escaneó la foto que venía en el legajo de la Oficina
de Patentes y la envió a todos los cuerpos, solicitando
que se le informe de inmediato si se lo encontraba y no
hacer nada por iniciativa propia.
También comunicó que se movía en una moto de la
marca Ducati de la cual había muy pocas en toda
España y probablemente fuera la única de ese modelo
en Madrid.
A eso de las 12 del mediodía una patrulla le
comunicó que creían haber visto una moto así
estacionada en el Centro Comercial de Parque
Corredor.
Decidió ir él mismo con Jesús que ya había
regresado, al cruce del acceso al Centro Comercial con
la N II para evitar que se le escapase hacia uno u otro
lado.
Alrededor de las 13 horas le dijeron que alguien
estaba llevándose la moto así que se puso en estado de
alerta sabiendo que era imposible que se le escapase.
156
-Tú mira la subida hacia Guadalajara que yo vigilo
el acceso a Madrid.
Le dijo a Jesús que no había abierto la boca en toda
la mañana asumiendo que todo este lío había sido por
su culpa.
Así se hicieron las 13:30 horas sin novedad. No
había pasado ni un scooter.
-¿Cuánto se tarda en llegar aquí desde el Centro
Comercial?
Preguntó más para sí que a Jesús, aunque este se
consideró interpelado y respondió.
-Unos cinco minutos. Quizá se fue hacia el otro
lado.
Se atrevió a opinar.
-¿Hacia qué otro lado? Si no hay otro lado, ¿O sí?
¿Se puede ir hacia el otro lado?
Dijo, mirando un mapa en su móvil.
-Para el otro lado hay unos pueblos pequeños.
¿Qué va a ir hacer por esos pueblos? No, seguro que
ha vuelto y no lo han visto, habrá olvidado algo.
Tomó el móvil y rellamó al número de la Guardia
Civil de donde le habían avisado de la moto.
-¿La moto ha regresado?
Casi gritó por el micrófono.
-¿Qué moto y quién es usted? Sepa que este es un
móvil de uso oficial.
Respondió el teniente de la Guardia Civil que tenía
mucha más formación profesional que Charlie.
-Soy López Bernal del CNI y hace media hora me
han llamado de este número.
-Muy bien, señor. Entienda que esto se trata de una
colaboración así que estaría bien que nos indicara que
es lo que necesita y veremos si podemos ayudarlo.
Usted no puede dar órdenes a nuestro personal hasta
157
que no se nos comunique lo contrario oficialmente. En
respuesta a su pregunta, la moto se ha ido y no ha
regresado.
De esta forma se establecieron correctamente los
lugares que cada uno ocupaba.
Tragando bilis, Charlie, se dio cuenta que por las
malas no conseguiría nada.
-Perdone usted, es que estoy muy nervioso.
¿Podría avisarme si vuelve a aparecer la moto o la
persona que estamos buscando?
-Desde luego, forma parte de nuestro trabajo.
Así volvieron cada uno a mirar para un lado y
transcurrió otra media hora más.
-¿Dónde ha ido? No se pudo haber esfumado.
Esperaremos una hora más y luego veremos.
Jesús, que a pesar de que ya se le había secado
más o menos la ropa, todavía sentía frío en el cuerpo
en este día de fines de abril en plena primavera, pero
un poco fresco; no lo contradijo aunque tenía ganas de
un carajillo4343 antes que seguir de pie al lado de una
carretera.

Mientras tanto en el Centro Comercial, Angelo y


Lucca acababan de llegar en la Ferrari para tomar un
café.
Atraídos por el poco común vehículo la pareja de
Guardias Civiles miró a quienes descendían de él. De
inmediato el teniente sacó de su bolsillo la foto que le
habían dado en el cuartel con el pedido del CNI, su ojo
entrenado se había dado cuenta del parecido con el
acompañante de la Ferrari.

4343
N del A: Bebida que consta de café con brandy, ron u orujo.
158
-Ahí está el tío al que están buscando los espías del
CNI.
-Efectivamente.
Confirmó su compañero, mirando también la foto.
-Ya llamaremos al maleducado ese que nos llamó
hace un rato, dejemos que se cueza un poco en su
salsa.
Cuando Angelo y Lucca salieron y volvieron a
montar en el coche, el Guardia civil tomó el teléfono
oficial y llamó a Charlie.
-Su hombre está a bordo de una Ferrari amarilla
que va para su QTH4444.
Cuando recibieron la llamada, los empleados del
Ministerio ya estaban a bordo del Ford Focus oficial de
10 años que había conocido mejores momentos, listos
para irse pensando que lo habían perdido otra vez.
-Muchas Gracias.
Respondió Carlos y le dijo a Jesús, saltando fuera
del coche.
-Mira hacia donde van que vienen en una Ferrari
amarilla.
-¿Y la moto?
Preguntó Jesús.
-¡Qué coño sé yo de la moto, la habrán cambiado
pelo a pelo por el coche!
Gritó enfadado Charlie.
Efectivamente, en 3 minutos más apareció el
llamativo vehículo que inocente de todo enfiló hacia
Madrid. Eran las 15:15 hs.

4444
N del A: Código Q internacional utilizado por las Fuerzas de
Seguridad o Armadas entre otros. En este caso significa el lugar
donde están Charlie y Jesús.
159
Los dos aprendices de espías fueron corriendo al
asiento del conductor en cuanto vieron que la Ferrari
tomaba el acceso hacia Madrid. Llegó primero el jefe
que abrió bruscamente la puerta dándole en la cara a
Jesús que rebotó hacia atrás cayendo con la nariz
ensangrentada y un corte en la mejilla debajo del ojo.
-Déjate ya de historias y sube o te dejo aquí mismo.
Le gritó Carlos.
Con dificultad el andaluz se levantó y subió del otro
lado cuando ya la Ferrari se perdía de vista en la
autopista.

160
Capítulo 31

Los amigos, ajenos a todo, se habían incorporado al


lento tráfico de la autopista sin prisas. Detrás, los
empleados estatales se afanaban por recuperar el
terreno perdido. En un momento dado tanto corrieron
que casi se los llevan por delante.
Lucca vio por el espejo retrovisor que se le venía
encima un coche que frenó a último momento muy
cerca de su paragolpes trasero.
-Creo que el seguro se ha salvado de pagar una
buena suma de reparación. Los dejaré pasar si tienen
prisa.
Le comentó a Angelo a su lado, apartándose y
cambiando de carril a la derecha.
Para su sorpresa, el coche también cambió de carril
y siguió pegado detrás. Volvió a cambiar de carril
yéndose al más lento a la derecha, pero el otro coche lo
copió.
-O son unos imbéciles o tenemos un problema.
Dijo en voz alta, el italiano.
Angelo sabía que cuando diera los primeros pasos
en el camino que había decidido recorrer, empezarían
los problemas, pero no pensó que serían tan rápido.
Dedujo que, o bien alguien se había ido de la lengua en
la Oficina de Patentes, o la persona que tenía a su lado
lo había traicionado; ya que se fiaba totalmente de
Alexis y nadie más sabía de su nueva empresa.
En el Focus Jesús preguntó.
-¿Como piensas hacer que se detenga?
-Cómo he visto que hacen en las películas.

161
Respondió Charlie, sacando su Glock 174545
reglamentaria. En realidad, se las daban como parte de
su equipo reglamentario, pero jamás ningún agente del
CNI había tenido que utilizarla.
Comenzó a hacerle luces a la Ferrari y sacó la
mano con la pistola por la ventanilla en una autopista
atestada de vehículos de ciudadanos que iban o volvían
de sus trabajos.
Lucca lo vio inmediatamente por el espejo lateral y
le dijo a Angelo.
-¡¡Nos está amenazando con una pistola!! Gritó.
Angelo, rápidamente evaluó la situación y decidió
huir, no solo del coche perseguidor sino de todo el
mundo. Por el momento no sabía en quien confiar.
-Acelera y tuerce aquí hacia el Parque Juan Carlos
I. No creo que dispare con tanta gente alrededor.
Le dijo tranquilamente. En su cerebro tenía un plan,
pero no quiso decirle nada a Lucca.
La Ferrari en los primeros 100 metros ya le había
sacado 50 que pronto se transformaron en 500.
Al entrar en la rotonda que lleva al Campo de las
Naciones Lucca preguntó:
-¿Y ahora?¿No nos convendría salir a la autopista
que seguro ahí les sería imposible alcanzarme?
-No, frena ahí mismo junto a la acera. ¡Sigue tú a la
autopista!
Gritó mientras se bajaba y echaba a correr hacia el
interior del Parque.
Lucca quedó estupefacto al principio, pero luego
comprendió que él serviría de anzuelo mientras Angelo

4545
N del A: Pistola de calibre de 9 mm hecha de polímero de
gran calidad y de origen austríaco.
162
escapaba. Perdió varios segundos que sirvieron para
que el Ford se acercara por detrás.
Desde la autopista Angelo había visto que en el
Parque se desarrollaba algún tipo de Muestra o Festival
con globos aerostáticos cautivos en los que paseaban a
la gente; los colores vibrantes y la altura a la que estaba
elevado el globo permitían que se lo distinguiese desde
varios kilómetros.
Corrió hacia el Montgolfière que se encontraba en el
suelo haciendo el recambio de pasajeros. El Piloto
estaba apartado unos metros bebiendo una Coca Cola
reponiendo líquidos, mientras una joven ayudaba a
subir a una familia a la barquilla. El globo tenía un
gancho que lo sujetaba al suelo de cada lado.
Saltó al interior antes de que nadie se diera cuenta
que pasaba y desenganchó los cierres de cada lado al
mismo tiempo que abría el quemador.
El globo comenzó a elevarse lentamente al tiempo
que desde tierra la familia que se había quedado sin
subir comenzó a gritar y señalarlo. Angelo pensó que
tendrían mucho entusiasmo por la experiencia de la
manera en que gritaban, pero con el fuerte ruido de los
quemadores era imposible oír ninguna otra cosa.

Viendo que Charlie frenaba quemando caucho junto


a la acera, Jesús le preguntó.
-¿Y la Ferrari?
-Joder, ¿Y la moto? ¿Y la Ferrari? Me tienes hasta
los cojones con los vehículos. Cuando todo termine te
pondré un concesionario. Síguela tú que yo me bajo
aquí.
Charlie había visto desde lejos que Angelo bajaba
del coche y se internaba en el Parque y era a él al que
quería, no tenía ni la más remota idea quien era el del
163
coche italiano, pero esto le quitaría de en medio
también a Jesús que lo único que hacía era incordiarlo.
Cuando se acercó vio a la gente gritar y señalar el globo
y comprendió enseguida quien estaba a bordo del
aerostático.
Se unió al grupo que tiraba hacia abajo de una soga
y comenzó a hacer fuerza él también.
Angelo notó que el globo se iba frenando y de
repente empezó a descender, se asomó por el borde de
la canasta y descubrió el origen del problema; varias
personas tiraban hacia abajo de una soga que lo unía al
suelo. En el frenesí de la huida se había olvidado que
se trataba de un globo normal que habían transformado
en cautivo gracias a una soga de unos 50 metros que
era lo máximo que se elevaba.
Rápidamente extrajo de la funda que llevaba en el
cinturón, su inseparable Leatherman Surge4646 y
sacando la cuchilla dentada cortó la soga con tres
afilados vaivenes.
Igual que en unos dibujos animados, al ceder de
golpe la tensión de la soga, el grupo que tiraba cayó en
un revoltijo de brazos y piernas.

4646
N del A: Multiherramienta de bolsillo que utiliza el Ejército
estadounidense.
164
Capítulo 32

Angelo como todo amante de las actividades


adrenalínicas y adinerado, había tomado clases de
muchos tipos de deportes llamados de riesgo o, mejor
dicho, con riesgo controlado. Entre ellos, el vuelo con
globo; hacía casi 15 años en un verano en el centro sur
de Francia, en La Roque-Gageac, había obtenido su
licencia de aeronauta, más tarde ayudó durante un mes
entero a pasear turistas a un amigo que poseía dos
globos y cuyo socio se había fracturado una pierna en
un accidente de coche. Eso le había dado mucho
dominio que, sumado a su gran conocimiento de la
meteorología y geografía, lo hacían un muy buen Piloto.
Una vez que vio que estaba libre y que continuaba
ascendiendo sin trabas, evaluó la situación. Observó
que se desplazaba en dirección ESE a una velocidad de
unos 40 o 50 km/h a juzgar por como se movía la tierra
bajo él; necesitaba más velocidad si quería poner tierra
por medio con sus perseguidores así que encendió los
quemadores para subir y buscar alguna capa de aire
que se moviese a mayor velocidad ya que él se movería
junto con ella.
Al cabo de unos minutos decidió revisar el globo
para ver que tenía y para su sorpresa descubrió una
Tablet de 7” en el medio de un pequeño tablero donde
se encontraban algunos medidores de presión del
propano y un termómetro del aire dentro de la envoltura.
La encendió y automáticamente apareció una aplicación
de navegación aérea llamada Fly is Fun que le
mostraba su trayectoria y varios datos de navegación
muy útiles, la batería estaba llena así que la dejó
encendida. Su velocidad era de 80 km/h con respecto al
suelo y subiendo, así que continuó su ascenso, a 4.000
165
pies ya tenía una velocidad de 150 km/h y comenzaba
lentamente a descender así que cerró los quemadores
para mantener esa altitud; había dado con una capa de
aire que se movía rápidamente, eso presagiaba un
cambio de clima violento, pero para ese momento
esperaba estar en tierra. La idea era alejarse unos
kilómetros, quizá hasta Cuenca y descender para
tranquilizarse y pensar el siguiente paso.
Era el momento de ver como estaba de propano
para ver si habría suficiente. Una vez alcanzada la
altitud que se quería se reducía mucho el consumo ya
que consistía en pequeños encendidos cuando la
temperatura del aire caliente bajaba unos grados para
seguir manteniendo el nivel de vuelo.
Fue moviendo los tanques de propano para ver si
estaban llenos y cuando apartó uno, que estaba semi
tapado por una lona que probablemente fuera la funda
del globo, asomó una rubia cabecita con una sonrisa
enorme que dijo:
-¡Hola!
-¡Diosss!, ¡Casi muero de un susto!
Eso provocó una risa cristalina que lo desarmó.

166
Capítulo 33

En el Parque Juan Carlos I todo era confusión.


Habían llegado dos policías municipales que se
multiplicaban para oír a todos. Unos se quejaban del
robo de un globo, otros decían que habían secuestrado
a su hija de 11 años, otro les mostraba unas
credenciales que no habían visto nunca y les pedía
plena colaboración.
Carlos López Bernal quería imponer su autoridad,
pero no sabía muy bien que hacer. Para peor había
vuelto Jesús diciéndole que, como era de esperar,
había perdido a la Ferrari. Menos mal que no preguntó
por el globo porque sino ahí nomás lo volteaba de una
hostia.
Mientras tanto, aunque aún se veía, el globo se iba
alejando cada vez más.
Otros dos lugares en donde se había producido una
mini crisis era en los aeropuertos de Barajas y Torrejón
de Ardoz ya que la trayectoria del globo había
atravesado las sendas de aproximación de,
prácticamente las 4 pistas del Aeropuerto Internacional
y la pista militar de la Base Aérea. Debido a los
infructuosos intentos de hablar por radio con el
aeróstato y viendo que continuaba su vuelo hacia una
zona mucho menos conflictiva, decidieron reanudar las
actividades normalmente y denunciar posteriormente al
infractor.
Los policías evaluaron que lo más importante era el
secuestro de la pequeña así que se concentraron en
eso. Los padres explicaron que estaba tan ansiosa por
subir, que había sido la primera en saltar al interior de la
barquilla y que luego sucedió todo tan rápido que
estaban seguros que estaba a bordo.
167
Charlie se dio cuenta que estaba perdiendo el
tiempo mientras el globo seguía su camino alejándose.
Miró en derredor y descubrió un stand al aire libre
donde se encontraba un helicóptero según él. Se
acercó y preguntó de mal modo:
-¿Quién está a cargo aquí?
-No sé muy bien a qué se refiere con lo de “a cargo”
pero como soy el único presente de la empresa
supongo que yo.
Contestó un hombre con un mono de vuelo
atestado de bolsillos y marcas de publicidad.
-Soy agente de la CNI y esto es de interés nacional.
Le explicó con un diálogo sacado de sus series
favoritas y mostrando su insignia. El hombre que jamás
había oído hablar de la CNI miró con atención lo que se
le mostraba y preguntó:
-¿Qué se supone qué debo hacer yo?
-Brindarme la máxima colaboración.
-Usted dirá. Dijo escéptico y no muy convencido de
nada de lo que le decía este payaso, pero decidió
continuar a ver a donde iba a parar.
-¿Quién es el conductor de ese helicóptero?
-Señor, en primer lugar, en la aeronáutica no hay
conductores sino Pilotos y en segundo lugar aquí no
hay ningún helicóptero. Pero el Piloto soy yo mismo.
-¿Y eso qué es? Preguntó Carlos, señalando a una
aeronave pequeña.
-“Eso” es un magnífico girocóptero o mal llamado
autogiro.
-Da igual; ¿Vuela?
-Así dicen los ingenieros aeronáuticos que lo han
diseñado.
-Pues bien, en marcha entonces.

168
-Jajaja. Rió el Piloto. –Para traer en vuelo este Auto
Gyro Cavalon Pro han hecho falta 50 cm. de alto de
papeles presentados ante la autoridad aeronáutica 3
meses antes y solo se nos ha autorizado llegar e irnos
en fecha, hora y ruta preestablecidas.
-Se lo ordeno yo y me responsabilizo por todo.
El Piloto reprimió su primer impulso que fue echar
de una patada a este títere y luego lo pensó mejor y
llegó a la conclusión que todo esto terminaría con
mucha publicidad que les vendría muy bien. Era un
emprendimiento que se había hecho con mucho
sacrificio para que se les diera la representación de
estas aeronaves alemanas en España. Él
probablemente saldría bien parado sea cual sea el
resultado de esta locura ya que casi se podía decir que
estaba siendo secuestrado.
-De acuerdo. Respondió.
-Tú sube a la izquierda. Le gritó López Bernal a
Jesús.
-¡Un momento! ¿Qué cree que es esto? ¿Un taxi?
Sólo tiene 2 plazas, salvo que uno de los 2 quiera
empezar a pilotar hoy y el Piloto va a la derecha, como
en los helicópteros, al revés de los aviones, así que
siéntese en la butaca izquierda.
El Piloto completó los depósitos de gasolina y
recorrió la aeronave revisando todos los puntos de
chequeo para desesperación de Charlie que pensaba
que era como un automóvil, uno se sube y se va.
El globo ya no era visible en el cielo y sabía que a
cada minuto que pasaba, se alejaba más.
Carlos López Bernal se debatía entre llamar a sus
superiores o seguir por su cuenta. Si lo comunicaba
sabía que la operación pronto se le iría de las manos,
pero los medios con que contaría serían mucho
169
mayores. Decidió que seguiría un poco más por sí solo
e iría viendo.
Tomó un mapa aeronáutico que había encima del
panel del Cavalon y con ayuda de su móvil trazó una
línea imaginaria con la dirección aproximada que había
seguido el globo.
-Ve con el coche a Valencia.
Le dijo a Jesús que no sabía muy bien que hacer ni
donde ir. Eso lo sacó de su ensimismamiento y al tener
un objetivo salió disparado al parking donde había
dejado el coche.
El girocóptero despegó en menos de 100 metros en
una parte despejada del Parque y se elevó
rápidamente.
-Vaya lo más bajo posible así no interferimos con el
Aeropuerto de Barajas.
Al ver que el Piloto no respondía se lo volvió a
repetir mirándolo y notó que éste llevaba puestos unos
auriculares que decían Davis Clark en su costado. El
Piloto sin mirarlo siquiera le señaló otro par que había
colgados en medio de ambos. Charlie se los puso y le
repitió la orden.
-Lo que usted diga.
Respondió y comenzó a bajar y volar rozando los
techos de las naves de los polígonos industriales que
iban sobrevolando. Charlie empezó a tener náuseas,
pero se contuvo de decir nada.
En Barajas un controlador había visto por un
instante una marca que desapareció al poco de brillar,
decidió que por el día de hoy no quería llenar más
informes así que miró a su alrededor y no abrió la boca
al ver que sus compañeros no habían visto nada o no
decían nada como él.

170
A las afueras y al sur de Alcalá de Henares viendo
que habían dejado atrás los Aeropuertos volvió a
hablarle al Piloto.
-Ya puede ascender a ver si vemos al globo.
Al poco tiempo el Piloto señaló un punto en el
horizonte y dijo:
-Allí está, más arriba que nosotros y muy rápido por
lo visto; va como surfeando al frente frío, por delante de
él empujado por los vientos en altura.
Charlie miró al lugar señalado, pero no veía nada.
-Muy bien, dele alcance.
-Vamos a ver, creo que se equivocó al secuestrar
esta aeronave. Le dijo haciendo hincapié en
“secuestrar”.
-Si quería alcanzar el globo debería haber
secuestrado un caza F-18, nosotros ya lo hemos visto,
podemos seguirlo y poco más. A partir de ahora
dependemos de que el viento nos ayude a nosotros
más que a ellos; la diferencia es que el globo vuela
“con” el viento, o, en otras palabras, el viento y el globo
son la misma cosa, en cambio a nosotros el viento
puede tirarnos como una hoja en otoño si nos
oponemos demasiado a él. El globo tenía propano para
varias horas ya que recién empezaba con los vuelos de
la tarde así que bajará cuando quiera el aeronauta.
Sentenció lacónicamente mirando a su compañero
de viaje que ya pensaba que su idea no estaba
resultando tan genial como parecía en un principio.

171
QUINTA PARTE
Escape en globo

Capítulo 34

Angelo miraba la hermosa carita de rizos rubios que


disfrutaba de esta aventura sin ningún tipo de
preocupación. No quería asustarla así que con mucha
tranquilidad y voz contenida le preguntó:
-¡Hola preciosa! ¿Cómo te llamas?
-Ingrid. Dijo, muy orgullosa de su nombre. -¿Y tú?
-Angelo. ¿Qué haces aquí?
-Íbamos a pasear con mis padres en este globo,
pero me parece que usted se olvidó de recogerlos.
Aparentemente la niña pensaba que él era el Piloto
que los llevaría y Angelo decidió seguirle la corriente.
-Dime una cosa Ingrid, ¿No tendrás por casualidad
el número de móvil de tus padres?
-Sí, siempre lo llevo cosido aquí por si me pierdo y
lo olvido porque me lo he aprendido de memoria. Una
costumbre de cuando era pequeña, pero ellos son
felices así y los dejo. Mi novio se ríe de mí.
Le respondió mostrándole el revés del cuello de su
vestido, y efectivamente ahí había un número de móvil
escrito. Por lo visto no era tan pequeña como parecía si
hablaba de novio.
-Es bueno no contradecir a los padres y hacerles
creer que tienen razón. Dijo guiñándole un ojo a Ingrid.
-Jajaja. Me gustas. Le respondió la bella rubiecita.
-Dime, bonita, ¿Qué edad tienes?
-11 años casi 12.
Angelo sacó su teléfono y lo marcó poniéndoselo al
oído mientras abría un poco el quemador para no

172
perder altura. Al otro lado al primer tono respondió un
hombre.
-¿Quién es? Dijo una voz con fuerte acento alemán.
-Señor, es difícil de explicar, pero soy la persona
que está al lado de su hija en el globo. Ella está
perfectamente y disfrutando de la experiencia, primero
me gustaría que hablara con ella.
Le pasó el teléfono a Ingrid y le dijo que era su
papá.
-¡Hola papá! Estoy con Angelo en el globo. Le contó
rápidamente y luego mirando a Angelo con su sonrisa
pícara se desplazó a la otra punta de la canasta donde
ya no podía oírla. Al rato le devolvió el teléfono.
-Papá quiere hablar contigo.
-Escúcheme bien, mi hija parece estar muy feliz en
su compañía. Hemos ensayado todo un sistema de
códigos para estas situaciones y sé que se encuentra a
gusto realmente. No sé que es lo que está pasando,
pero le advierto que si le ocurre algo a ella usted será el
único responsable y le garantizo que llegará un
momento en que odiará haberse robado ese globo.
-Señor …
-Haggelmann. Sí, soy alemán como habrá notado
por mi acento, pero vivo hace varios años en Madrid.
-Bien, señor Haggelmann, soy una persona de bien
que se ha visto empujada a esta situación; no pretendo
ni haré jamás daño a Ingrid, pensé que el globo estaba
vacío cuando lo tomé, digamos, prestado. Será
recompensado económicamente por este contratiempo,
no se preocupe. Pero me gustaría que fuese ahora
mismo a Alcalá de Henares y se dirigiese al restaurante
Olivos de Prusia de un compatriota suyo llamado
Helmut y le pregunte por Angelo Ricci que soy yo, él
responderá por mí. La dirección del restaurante la verá
173
en su GPS sin problemas y sino todos lo conocen en
Alcalá aunque pocos puedan permitirse el ir. Lo único
que le pido es que confíe en mí y no les dé este número
del que le llamo a nadie.
-Señor Ricci, no necesito dinero; tengo el suficiente
para esta vida, voy a confiar en usted por lo menos
hasta llegar al restaurante, ya continuaremos la charla.
Cortó la llamada y le dijo a su mujer que se apartara
de los policías que iban a comenzar a interrogarlos y
subrepticiamente se fueron alejando hacia su coche
para salir disparados hacia el restaurante.
Angelo llamó inmediatamente a Helmut y le contó
parte de la historia obviando las cosas fundamentales y
le pidió que atendiera bien a la pareja que todos los
gastos corrían por su cuenta. A su vez Helmut le
respondió que no se preocupara.
Acostumbrado a volar, vio la pequeña figura de una
aeronave que lo seguía a lo lejos y pensó que el plan
inicial de bajar a los pocos kilómetros se desvanecía.
-Ingrid, ¿Te agrada volar?
-Desde luego, he nacido para esto y quiero ser
piloto cuando crezca, igual que tú.
Dio como respuesta, sonando extraña en una niña
de su edad; hablaba como si tuviera varios años más.
Se notaba una educación exquisita en la pequeña, se
podía pensar que uno estaba hablando con alguien de
al menos 10 años más.
-Pues, si estás de acuerdo, ahora que ya hemos
hablado con tu padre, disfrutaremos de un largo vuelo y
te iré enseñando muchas cosas de aeronáutica, pero
antes deberíamos solucionar el tema de la altura porque
ahí abajo te pierdes de ver muchas cosas interesantes.
Dicho esto, tomó una pequeña cesta con
herramientas que había en un rincón y poniéndole
174
encima la funda del globo plegada consiguió un escalón
al que subió a Ingrid para que ella también pudiera
apreciar el paisaje.
Miró el reloj que había elegido para ese día, un
Richard Mille 39-01, muy lujoso, pero lamentaba no
haberse puesto el Garmin Marq Aviator o un Smart-
Watch4747 que llevaban GPS que hubieran sido más
útiles. Eran las 16:10 hs y por el momento se mantenía
un cielo diáfano y buena temperatura.
Volvió a mirar a la aeronave sin poder identificarla a
esta distancia, pero no notó que la distancia entre ellos
disminuyera y se tranquilizó, aunque esto complicaba
bastante las cosas. Apagó la Tablet con la aplicación de
navegación para ahorrar batería no sin antes
asegurarse que seguía una trayectoria recta sin
desviarse del rumbo inicial que llevaba. Estimó que
cruzaría la sierra de Albarracín y pasaría cerca de
Teruel, dentro de unas dos horas y media o tres llegaría
a la costa de Castellón y tendría que tomar una decisión
si es que no había aterrizado antes.
Entretuvo a Ingrid describiendo todo lo que veían
desde el aire y ella le contó muchas cosas de su vida,
estableciendo una relación cada vez más cómoda a
cada minuto que pasaba; preguntaba mucho sobre el
viento, la velocidad, la temperatura y demostraba una
inclinación muy marcada a las ciencias y el pilotaje
natural. Angelo pensó si sería verdad eso que se decía
que Piloto no se hace sino se nace.
Llamó a Alexis y le contó más o menos lo que
estaba ocurriendo y su desconfianza de todo el mundo,

4747
N del A: Reloj inteligente con pantalla que permite conectarse
a un Smart-Phone y realizar llamadas o enviar mensajes entre
otras cosas.
175
quedaron en que, por su propia seguridad, apagaría el
móvil y que ella se compraría ya mismo uno de prepago
nuevo y le mandaría el número por WhatsApp; él a su
vez haría lo mismo cuando pudiera para tener una
forma de comunicarse segura.
Charlie, seguía con la vista al globo y atosigaba al
Piloto con preguntas e imposiciones que no eran ni
escuchadas ni obedecidas. Jesús, su compañero
estaba ya en la Nacional III en dirección a Valencia a
toda la velocidad que permitía el viejo Ford.
El que estaba superado por los acontecimientos era
Lucca.

176
Capítulo 35

Después de la breve carrera para huir del Focus,


Lucca aparcó en un amplio parking de un Centro
Comercial para pensar que hacer a continuación.
No iba a llamar a Angelo hasta dentro de un buen
rato para dejarle que se concentrara en escapar. No
sabía muy bien que era lo que estaba ocurriendo; en
primer lugar, quienes eran los perseguidores, pero
supuso que al ir armados o eran fuerzas de seguridad o
eran delincuentes peligrosos, en segundo lugar, por qué
los perseguían y luego venían muchas preguntas como:
Si querían matarlos o solo apresarlos, si todo esto
estaba relacionado con Tesla y sus artilugios; cosa que
suponía que sí, en el caso de apresarlos, que
pretendían de ellos, si el interés era solo Angelo o él
también estaría en peligro y algo que en el fondo lo
reconcomía era si Angelo pensaría que él tenía algo
que ver con la persecución.
La forma de bajarse del coche fue muy brusca y sin
explicaciones como si huyera también de él. En
realidad, no podía culparlo, visto desde su lado, él
tampoco confiaría en nadie. Vio que se dirigía directo a
la zona donde había gente reunida.
Lo que sí tenía claro era que pensara lo que
pensara el ítalo-argentino, él no tenía nada que ver y
debía ayudarlo, pero no sabía como. Desde la autopista
él también había visto el Globo aerostático y estaba casi
seguro que Angelo lo había utilizado para escapar.
Su amigo se encontraría a bordo y en dirección a la
costa mediterránea según podía ver por el movimiento
de las nubes y no tenía ni idea donde bajaría, por el
momento no podía hacer nada en ese aspecto. Quizá
sería bueno que fuese a la nave de Ajalvir a preservar
177
sus secretos, pero no podía hacerlo con ese coche tan
llamativo así que se puso en marcha y se dirigió lo más
rápido que pudo sin llamar la atención a su garaje en el
centro de Madrid para dejarlo allí. En su apartamento
recogió un bolso con una muda de ropa e implementos
de aseo básicos por si eran necesarios.
Al cabo de una hora y cuarto estaba a bordo de un
Toyota que había alquilado a Hertz en la esquina del
apartamento donde vivía, nuevamente sobre la N II en
dirección a la nave industrial.
Tomó su móvil y llamó a Angelo.
“El teléfono al que llama está apagado o fuera de
cobertura” Dijo una voz femenina conocida por todos.
Esto podía significar muchas más cosas en su caso,
que lo hubieran apresado y tuviesen su móvil, que él lo
hubiese apagado voluntariamente, que estuviese muy
alejado de las redes de telefonía móvil o en la
posibilidad de que se hubiera estrellado, aunque no
quería pensar en eso. No sabía si Ricci sabía pilotar
globos o no, nunca lo habían comentado.
Decidió llamar a Alexis, su esposa.
Cuando encendió el móvil se dio cuenta que Angelo
jamás le había dado su móvil, ni siquiera el número de
su casa.
Lo que sí tenía era el número de su antiguo
despacho en Tritón y lo marcó.
-Buenos días, Infocom.
-¿Señorita Montse?
-Sí, ¿Quién habla?
-Soy Lucca Tempolini, nos conocimos durante la
operación de venta de Tritón a Infocom, no sé si me
recuerda.
-Sí, perfectamente señor Tempolini, sé que se hizo
muy amigo de mi antiguo jefe.
178
-Bien, Montse, espero que usted se encuentre bien.
Angelo tiene su móvil apagado y querría comunicarme
con su esposa, Alexis. ¿Podría darme su número o
pasarle el mío que aparecerá seguramente en su
identificador para que me llame?
-Sí, señor ahora mismo llamo a Alexis y le paso su
número.
-Muchas Gracias, Montse. Le debo una copa.
Dijo esto sin pensarlo, desde el primer momento
había pensado en ella casi como en una posesión
privada de Angelo y más después de haber visto la
relación estrecha que tenían. Pero le gustaba, era
hermosa y la invitación fue como si se le escapara sola.
-No es necesario, señor, pero no voy a darle una
negativa cuando me invite. Buenas tardes.

Al cabo de 5 minutos recibió la llamada de Alexis.


-Lucca, he hablado con mi marido y me ha dicho
que por el momento prefiere seguir huyendo solo, pero
nosotros mantendremos el contacto por si es necesario
ayudarlo. Yo cambiaré mi número, pero te enviaré el
nuevo para que sigamos en comunicación.
-De acuerdo, voy hacia donde creo que está el
origen de todos estos problemas. Hasta pronto.
Alexis, aunque no sabía cómo se habían enterado
los que lo seguían ni quienes eran, no creía que Lucca
lo hubiera traicionado y decidió mantener una puerta
abierta.
Lucca llegó a la nave industrial sin problemas y
pensó que haría para esconder todo eso. Tendría que
esconder el prototipo y todos los equipos informáticos
que habían llevado a su desarrollo, quizá también el
Nardi en el que había comenzado a hacer algunas
modificaciones. No era fácil esconder tal volumen de
179
cosas. Salió fuera para tomar aire y ver si se inspiraba y
daba con una solución.
Hacia la esquina vio una nave que tenía un cartel
de alquiler en el frente que tenía el gran portalón abierto
y tuvo una idea.
¿Dónde se esconden mejor las cosas? Delante de
los ojos.
Fue corriendo hacia la esquina justo cuando un
hombre estaba cerrando la puerta.
-Disculpe, señor. ¿Es usted quién alquila la nave?
-Sí, he venido a ver como lo habían dejado los
inquilinos anteriores. ¿Está interesado?
-Sí, hago trabajos de mecánica aeronáutica y
necesito espacio.
Dijo, sin especificar demasiado.
-Pero me urge que pudiera disponer hoy mismo
para traer algunas cosas.
-No hay problema si tiene el dinero, jaja.
Respondió el propietario, riendo.
Al cabo de una hora habían acordado todo y a falta
de los papeles definitivos firmados, habían
intercambiado dinero por llaves en el cercano Centro
Comercial al que se habían acercado para retirar
efectivo de un cajero automático.
Lucca sabía que el propietario notó su prisa y se
había aprovechado, pero no eran tiempos de ahorro.
Consiguió hacer un contrato temporal de 6 meses con
opción de extensión a 2 años. Lo puso a nombre de su
madre a la que luego le pediría que le enviara un mail
con su DNI.
Regresó con el coche al Polígono y en media hora
había trasladado todo lo pequeño que pudo meter en el
Toyota, quedaba el Nardi. Eran las 17:35 horas y ya no
quedaba casi nadie en el Polígono así que decidió
180
esperar un poco más mientras coordinaba
telefónicamente con una grúa de plataforma para las 18
horas.
Cuando llegó la grúa, hicieron dos viajes con el
fuselaje primero y las alas después llevando ambas
cosas tapadas con una gran lona hasta la otra nave que
distaba 50 metros. El italiano pagó a la grúa y cerró la
nave de Angelo que ahora parecía un taller más sin
nada que lo ligase a los experimentos que se habían
llevado a cabo ahí dentro.
Confiaba en que los perseguidores tardaran un
poco más antes de empezar una cacería en gran
escala, aunque su amigo ya estaba teniendo problemas
a 300 kilómetros de allí en línea recta.

181
Capítulo 36

Angelo estaba agotado en el globo, eran la 17:20


horas y llevaba casi 2 horas tratando de entretener a
Ingrid, ocupándose de la navegación y del pilotaje del
globo además de no dejar de vigilar el progreso de la
aeronave perseguidora.
Había echado una mirada al mapa móvil de la
Tablet y había visto que se encontraba un poco al sur
de Teruel en la parte de las sierras más altas, para
sobrepasarlas había tenido que gastar gas y elevarse a
unos 6.500 pies y perdido bastante velocidad con
respecto al suelo ya que aquí arriba soplaba menos
viento, aunque, por suerte, en la misma dirección.
-¡Mira, Angie!
Gritó Ingrid y señaló hacia atrás.
-¡Viene un helicóptero!
Efectivamente, al ir más lento los perseguidores
habían ganado terreno.
El ítalo-argentino miró en la dirección indicada y
enseguida notó que la distancia había disminuido
bastante. También le agradaba mucho que la pequeña
lo llamara con un diminutivo, aunque parecía más bien
un nombre femenino, en boca de la niña sonaba muy
bien.
-Ing, no es un helicóptero, se parece, pero se llama
girócoptero, aunque algunos suelen decirle autogiro,
pero no es demasiado correcto. Tienen muchas
diferencias, pero la principal es que en los heli el rotor
superior que es la hélice grandota que tiene arriba, está
propulsado por el motor y en los giros, es libre y gira por
efecto del movimiento hacia adelante que le imprime la
hélice horizontal pequeña que ves atrás.

182
Había tratado de simplificar la explicación lo
máximo posible, pero sin perder realidad y exactitud
porque sabía que a esa edad los niños son una esponja
y asimilan mucho más de lo que uno piensa.
Angelo sacó el móvil, lo encendió y buscó un
número en su directorio.
-Juliette, habla Angelo.
La francesa, lo sabía porque había visto su nombre
en la pantalla y estaba muy emocionada de recibir esa
llamada, aunque no era para nada de lo que ella podía
imaginarse.
-¡Aló mon amour!
Le dijo con una confianza que a veces molestaba a
Alexis.
-Necesito que me hagas un favor.
-Lo que tú quieras.
-No preguntes nada, aunque te parezca extraño.
Cómprame un chip telefónico de prepago pero que sea
con conexión a Internet y envíale el número a Alexis por
WhatsApp diciéndole que es mi nuevo teléfono, ven
hacia …, espera un instante.
Miró la pantalla de la Tablet y con el dedo trazó una
recta que seguía la trayectoria que llevaba.
-Ven hacia Castellón, luego te llamo y te digo
exactamente donde. Tendrás que hacerte cargo de una
amiga que me acompaña en el viaje, tiene 11 años,
pero parece de 16 así que os llevaréis bien. Los padres
irán a buscarla así que entretenla hasta que ellos
lleguen, luego te llamará Alexis para combinar bien. Por
favor, no digas nada a nadie; si te es muy necesario el
saber que ocurre, quizá Alexis te aclare algunas cosas,
pero es mejor que sepas lo mínimo posible.
-No te preocupes, cuenta conmigo.

183
Juliette estaba entusiasmada de participar en toda
una aventura así que se despidió de sus padres y se
fue a realizar todos los encargos de su amigo.
Angelo a su vez llamó a Alexis y la puso al tanto de
todo y le pidió que hiciera los llamados a Juliette y a los
padres de Ingrid para tranquilizarlos y combinar el
reencuentro con su hija que si todo iba bien sería en
poco tiempo más.
Liberado ya de todos los arreglos, apagó el móvil y
se preocupó de su perseguidor.
En el tiempo empleado en todos los llamados
habían ocurrido varias cosas.
El girocóptero estaba ya tan cerca como para que
Ingrid lo saludase con la mano y las sierras estaban
comenzando a ser más bajas en su descenso de altura
hacia el mar.
Dejó que el globo descendiera y al alcanzar las
capas más bajas notó que su velocidad volvía a
aumentar otra vez alejándose nuevamente poco a poco
del girocóptero.
La idea era aterrizar, dejar a Ingrid en manos de
Juliette y quizá huir en el coche de ésta antes de que
los perseguidores aterrizaran detrás de ellos. Estaba
casi seguro de perderlos ya que ellos estaban a pie,
pero desconocía cuantos medios tendrían a su alcance
y quizá cuando bajase lo esperase una fila de coches
de policía y ahí acabaría su huida.
-Ingrid, en un rato aterrizaremos…
-¡¡Nooooo!!
Gritó la pequeña.
-Siiiiii.
Respondió Angelo, riendo; al fin y al cabo, tenía 11
años.

184
-Nos espera una amiga que te llevará con tus
padres. Esos hombres del girocóptero, no sé porque,
pero quieren atraparme así que deberé irme antes de
que aterricen.
-Si te quieren hacer daño a ti es porque son muy
malos y no los quiero.
-No sé si son malos o están equivocados pero dado
que me han perseguido tanto tiempo estarán enfadados
y no quiero que me atrapen. ¿Harás lo que te pida
cuando lleguemos a tierra?
-Sí, pero tienes que prometerme que nos veremos
otra vez.
-De eso no te quepa duda, te quiero mucho y
estarás a mi lado siempre.
-Yo también te quiero mucho.
Le dijo tirándole los brazos y dándole un beso
húmedo en la boca.
-Bien, entonces. ¡A por ellos!
Sabía que Ingrid lo obedecería porque a pesar de
su edad era muy madura y tenía conciencia clara de los
hechos.
Ya se veía el Mediterráneo a lo lejos y esperaba no
pasarse de la costa porque el mar se veía muuuuuy
grande.

185
Capítulo 37

Charlie estaba ya harto de volar en esa bicicleta,


como la había bautizado para sus adentros. Llevaba
como 3 horas zarandeado y, para decir verdad, tenía
bastante miedo suspendido solo por ese gran
ventilador.
Lo único que lo mantenía activo era que hubo un
momento en que pareció acercarse mucho al globo,
aunque luego se volvió a alejar. Aparentemente el Piloto
no lo podía oír porque le había hablado varias veces y
no le había contestado; lo que no sabía era que el Piloto
había desconectado el auricular correspondiente a él.
Aún no tenía claro el camino a seguir, pero la costa
del Mediterráneo se acercaba y el globo había ido
descendiendo por lo que suponía que aterrizaría en la
costa.
No sabía si llamar a los periodistas o a sus
superiores; temía que, si daba parte de su operación,
alguien se quedaría con todo el mérito.
En realidad, Carlos López Bernal, no tenía ni idea
del alcance de lo que estaba persiguiendo; todo había
sido muy vertiginoso y él no entendía nada de
ingeniería como para evaluar las consecuencias del
legajo que le había dado Du Prai. Sabía que era algún
tipo de máquina revolucionaria, pero desconocía qué
tanto. El hecho de que Angelo Ricci saliera huyendo le
indicaba que esto era algo gordo, pero no sabía por
qué.
Él, en un principio sólo quería interrogarlo para
saber de que se trataba su invento y que consecuencias
traería para España si se desarrollase. Pero en vez de
detener el coche y someterse mansamente había
escapado como un venado amenazado. Eso solo podía
186
significar una cosa y era, que “tenía cola de paja”, como
decían sus abuelos; o sea que tenía algo que ocultar.
Todo esto pensó en esas 3 horas de viaje aéreo
accidentado.
Ahora se había decidido por aguantar un poco más
y esperar a detenerlo en tierra para llamar a sus
superiores o a los periodistas o quizá ambas cosas.
Si algo había hecho bien era digitalizar los planos y
lo fundamental de la presentación en la oficina de
Patentes para luego enviárselo como mail a él mismo
para tenerlo a mano en su Smart-Phone; para que
luego digan que no era astuto.
Volviendo de su ensoñación notó que el Piloto le
señalaba algo, un poco más adelante del globo; como
por arte de magia escuchó nuevamente hablar al
hombre.
-Está usted de suerte porque parece que aterrizarán
en el Aeródromo del Pinar al norte de El Grao de
Castellón. De haber aterrizado en una ladera o
cualquier otro lugar sin un sitio apropiado para nosotros,
los hubiéramos perdido. Estamos al borde de la
autonomía de este trasto así que hasta aquí llega su
autobús, señor. Será mejor que me pase sus datos para
enviarle la factura de toda esta aventura.
Charlie metió la mano en su bolsillo y le dio una
tarjeta con el escudo de España de las que estaba tan
orgulloso.
-Llame mañana a la oficina y le indicarán como
hacer para restituirle sus servicios.
Hacia atrás a lo lejos ya se veían algunos rayos que
indicaban que habían ido por delante del frente todo el
tiempo pero que no tardaría en largarse a llover porque
en cuanto bajasen perderían la poca ventaja que le
llevaban a la tormenta.
187
Eran las 18:15 horas y, por lo que podía ver a lo
lejos en dirección al globo, en 10 minutos todo habría
terminado, para bien o para mal, porque el aeróstato
bajaba como en un tobogán hacia la pista del
aeródromo.

188
Capítulo 38

Montse no sabía muy bien que hacer con las


grabaciones en la tarjeta de memoria y decidió enviar
los archivos de voz a Alexis y a Angelo con una nota
explicándoles las condiciones en que habían sido
grabadas las conversaciones telefónicas.
Alexis estaba a punto de apagar su teléfono para
introducir el nuevo chip que había comprado dentro de
su móvil que permitía la utilización de 2 tarjetas SIM
simultáneamente, cuando sonó el ringtone programado
para avisar de que había recibido un mail de un
contacto marcado como “importante”.
Escuchó los archivos de las llamadas que le había
enviado Montse y enseguida dedujo que la filtración no
había venido por parte de Lucca, sino que todo se debía
al argelino que le había comprado la empresa a su
marido.
Satisfecha de saber que se podía seguir confiando
en el italiano introdujo el flamante chip y lo llamó
inmediatamente con su número nuevo.
-Lucca, soy Alexis con el nuevo número, guárdalo
para seguir en contacto. Alguien de la Oficina de
Patentes vendió a Du Prai el legajo que presentó
Angelo ahí, y éste se lo entregó a un empleado del
Ministerio de Energía. Creo que son estos quienes lo
están persiguiendo, cuando sepa más te volveré a
llamar. Estaría bien que tuvieses preparado el Piaggio
por si hay que ir a buscar a Angelo y trasladarlo a algún
sitio.
-Bien, ahora mismo voy a Cuatro Vientos a preparar
el avión.
Colgó y se dirigió con el Toyota al Aeródromo que
se encontraba al sur de Madrid, lejos de donde se
189
encontraba, pero al que, gracias a las nuevas
circunvalaciones, se llegaba bastante rápido, a esa hora
ya había terminado la hora punta de regreso del trabajo
y había menos tráfico.
Había comenzado a llover y por el color del cielo se
anunciaba una tormenta. El P-180 estaba equipado
para volar instrumental sin problemas, pero no era el
avión lo que le preocupaba sino su poca experiencia
con él.
Por su lado Alexis hizo otro llamado que no sabía
que consecuencias iba a tener, pero parecía una buena
idea; llamó a su padre y le contó todo.
Sabiendo que era imposible científicamente,
pensaba que algún gen egipcio se le había pegado por
el simple hecho de haber nacido en El Cairo. Tenía
siempre esa rapidez de pensamiento en momentos en
que era necesario planificar cosas en secreto; la
conspiración tan típica de la época de los faraones se le
había arraigado como parte de su ser.
Decidió quedarse en Madrid para servir de nexo y
centro de control en la huida de su marido, presentía
que esto acababa de comenzar y tenía razón. Llamó a
un viejo abogado de la ex empresa de su esposo en el
cual confiaba mucho y le dio algunas indicaciones para
preservar el dinero y bienes de ellos.
Volvió a llamar a Juliette para saber las últimas
novedades y se acomodó esperando lo que casi seguro
sería una larga noche.

190
Capítulo 39

Angelo ya había decidido el lugar donde tomaría


tierra que era al norte del Aeródromo del Pinar que le
traía buenos recuerdos pues iba todos los años en el
aniversario de su creación a comer con camaradas del
aire a los que veía solo una vez al año, pero con los que
guardaba muy buena relación.
Aún a riesgo de tener el teléfono intervenido sabía
que debía hacer un par de llamadas importantes.
Tomó el móvil y llamó a Juliette por un lado y al
Presidente del Aeroclub por el otro para que la dejaran
pasar.
Enseguida volvió a marcar el número de Juliette.
-Juliette, estoy a unos 10 minutos del Aeródromo.
¿Dónde te encuentras?
-Estoy en la puerta y me están abriendo la barrera
ahora mismo.
-Bien, quizá necesite tu coche así que deberás
volver con Ingrid en taxi.
-No hay problema; tiene bastante gasolina.
-Nos vemos en unos minutos, ya debes de poder
verme si miras en dirección a Madrid.
Efectivamente, el globo se recortaba contra el cielo
negro de la tormenta que venía detrás. Seguramente en
Madrid, Guadalajara y Teruel ya estaría lloviendo.
Al ir descendiendo fueron perdiendo velocidad y
nuevamente el girocóptero se había ido acercando
mucho, ya podía ver a sus 2 ocupantes.
Igual calculaba que mientras ellos aterrizaran
perderían el suficiente tiempo para que él se pudiera
subir al coche y huir. De lo que se estaba dando cuenta
era que casi con seguridad tendría que pagar un globo
nuevo a su propietario sea quien sea, porque no habría
191
tiempo de atarlo y el viento cada vez soplaba más
arracheado y casi con seguridad el globo terminaría en
el agua destrozado.
-Escucha bien, cariño.
Dijo a la niña.
-Ni bien toquemos tierra quiero que saltes y corras
al lado de mi amiga Juliette. Te prometo que luego nos
veremos en cuanto pueda liberarme de esta gente que
me persigue.
-No te preocupes Angie, haré exactamente eso y
sólo ocúpate de que no te atrapen.
¿Realmente tenía la edad que decía? Era una
maravilla de ser humano, recordaría decírselo a sus
padres.
-Dame otros 2 besos antes de que tenga que
ocuparme de tantas cosas que ya no tendré tiempo.
Adelante veía el coche de Juliette a un lado de la
pista, estaba más oscuro de lo que correspondía por la
hora del día debido a la tormenta que se avecinaba.
El girocóptero estaba muy cerca pero aún contaría
con esos minutos extra que le daría el aterrizaje de
ellos.
La velocidad de traslación era alta y el contacto con
la tierra no sería de los más suaves.
-Ing, envuélvete con la funda del globo y afírmate
bien en ese rincón.
La pequeña hizo inmediatamente lo que le pidió su
amigo.
¡Ufff! Qué rápido corría el suelo bajo la barquilla,
pensó Angelo.
Pasó muy cerca del Camí del Serradal y tocó tierra,
no una sino muchas veces, inclinándose la canasta en
cada golpe peligrosamente. Antes de detenerse, el

192
impacto casi lo arroja fuera, pero logró aferrarse del
borde de la barquilla en el último momento.
Miró inmediatamente hacia Ingrid que le hizo seña
con su manito con el pulgar hacia arriba. ¡Era increíble!
Sintió la voz de Juliette que le decía:
-¡Salut, mes chers amis! Buen aterrizaje si lo
comparamos con el de la caída al agua de una morsa,
jaja.
Ingrid se quitó de encima la funda y saltó fuera en
una acrobacia espectacular para su edad, se sacudió el
polvo y sonrió.
-Hola Juliette, si eres amiga de Angie lo eres
también mía.
-¿Angie?, me gusta. Dijo la francesa.
Y le tendió la mano.
El globo comenzaba a inclinarse hacia el suelo
peligrosamente y casi por reflejo Angelo abrió el
quemador para sostenerlo; no sabía que eso lo salvaría
de ser atrapado.
El girocóptero, al contrario de lo que pensaba
Angelo había aterrizado haciendo gala de sus
capacidades casi en forma vertical con lo que la ventaja
que pensó que tendría mientras aterrizaba, se esfumó
en un instante.
Prácticamente tocaron tierra uno detrás del otro y
Charlie saltó de su aeronave ni bien vio que se detenía
y corrió hacia el globo.
El ítalo-argentino lo vio venir corriendo y en un
instante calculó que no llegaría al coche ni a ningún otro
lado así que su única oportunidad estaba en el aire.
Abrió los quemadores y el globo comenzó a subir
lentamente.
Juliette le tiró un bolso dentro de la barquilla y le
gritó:
193
-¡Ahí tienes el móvil, comida y algunas otras cosas!

Carlos López Bernal nunca fue un deportista y llegó


cansado al lado del aeróstato cuando éste ya estaba a
un par de metros del suelo, saltó y toco la canasta con
las puntas de los dedos, pero no tenía fuerzas para
nada más.
El globo se elevaba rápidamente y se desplazaba
en dirección al mar; por detrás, la tormenta parecía que
lo empujaba hacia el Mediterráneo.
En el terreno, al lado de la pista, 4 pares de ojos lo
miraban cada uno con sus propios pensamientos.
A Juliette le preocupaba mucho el destino de su
amigo, no sabía adonde iría a parar y si no sería ésta la
última vez que lo vería.
Charlie estaba confundido y no sabía muy bien que
hacer a continuación.
El Piloto inconscientemente hacía fuerzas para que
el agente que lo había traído hasta ahí no pudiera
alcanzar al globo.
Una hermosa carita se veía surcada por dos
enormes lagrimones y le dijo a Juliette:
-No te preocupes, me prometió que volvería a
verme, estará bien. Es el mejor Piloto del mundo y
llegará a Turquía si es necesario.
Juliette la miró sorprendida. Su edad no se
correspondía con su entereza y además sus
conocimientos de geografía eran muy superiores al de
muchos adultos. Pensó que era otra más del club de
enamoradas imposibles de Angelo.
Lo que no sabía Ingrid era que esto no se trataba
de “La Vuelta al Mundo en 80 días” ni mucho menos; la
realidad indicaba que poco le quedaba a Angelo en el
aire.
194
Sus hermosos ojitos verdes no dejaron de mirar al
globo hasta que ya no se vio más entre la lluvia que
caía y la oscuridad repentina de la tarde.

195
Capítulo 40

Para Angelo todo se redujo a sus instintos, se fue al


aire sin pensar en nada más.
Ahora que la costa ya estaba vertical bajo él
empezó a razonar que quizá no había tomado la
decisión adecuada.
Al fin y al cabo, todo se trató de escapar desde un
principio, pero, ¿Qué podían hacerle realmente si lo
detenían, más que interrogarlo?
Está bien, él era portador de un secreto que quizá
cambiara el mundo o más que eso, cambiaría el Orden
Mundial y transformaría a quien poseyera su invento en
una nación o grupo preponderante y su uso debía estar
en manos de personas muy inteligentes. Pero de ahí a
matarlo…
A juzgar por como habían llevado a cabo su
persecución casi lo tranquilizaba el que no lo hubiesen
alcanzado; no parecían ser de los más beneficiados en
IQ (Coeficiente intelectual). Sería como darle a un mono
una Sig Sauer4848 cargada.
Tanteó uno por uno los tanques de propano y
calculó que no iría muy lejos. Estimó sus posibilidades,
podía bajar en el agua relativamente cerca de la costa y
esperar a ser rescatado, pero eso era volver al punto de
partida.
Encendió la Tablet y evaluó la trayectoria que había
seguido desde que despegó, con el dedo, y la extrapoló
hacia adelante. De continuar con la misma dirección en
el viento pasaría por las islas Columbretes y eso
significaba una posibilidad, podría bajar y esperar un

4848
N del A: Marca de pistolas semiautomáticas alemanas de gran
precisión.
196
rescate ahí de su propia gente. Las islas, según
recordaba de una visita que había hecho, eran un
archipiélago protegido como Reserva Natural en donde
vivían algún que otro Guarda y a veces algún grupo de
estudio. Eso sí, tendría que atinarle a la Illa Grossa que
era la mayor de todas con forma de C. Una vez en tierra
vería la manera de comunicarse con Alexis.
¡¡¡Alexis!!! Tenía que llamarla antes de alejarse y
perder la cobertura. Abrió un poco el gas para no perder
altura y se metió en la canasta.
Abrió el bolso que le había dado Juliette, dentro
había unos sandwiches de pan sin corteza, una Ginger
Ale, y otras cosas que luego revisaría.
Rebuscó hasta dar con una carpeta de tapa dura
que contenía un chip telefónico, lo extrajo y abrió su
celular para meterlo dentro. Encendió su teléfono móvil
y lo primero que miró fue el indicador de batería que ya
tenía dos pequeños rectángulos blancos que indicaban
que comenzaba a agotarse. Se felicitó por haberlo
apagado después de hablar en cada ocasión.
No más encenderlo entró un WhatsApp de Alexis
con un número, lo marcó y esperó impaciente.
-¿Cariño? Escucha con atención. No he podido
bajar en Castellón así que sigo en el globo por encima
del mar.
Los peores temores de Alexis vinieron a su
garganta en forma de sabor amargo.
-Estimo que podré aterrizar en las Columbretes,
intentaré comunicarme de alguna manera desde ahí.
Permanece atenta. Llama a Juliette y te contará más
detalles, ella tiene a la pequeña. Tranquiliza a los
padres que están en lo de Helmut.
-No te preocupes, no dormiré y tengo todo cargado
con suficiente batería y 3 más cargadas para que nos
197
comuniquemos entre todos. Lucca es de fiar, la filtración
vino por otro lado; le pasaré tu nuevo número. Tú
ahorra batería y cuelga. Un beso.
No le dio tiempo a decir nada más, su esposa
siempre tan inteligente y práctica. Hizo lo que le indicó y
apagó el móvil. Se asomó y volvió a dar gas para
ascender un poco, por suerte ahora no tenía interés en
tener mucha velocidad ya que nadie lo perseguía.
Sintió mucha tranquilidad al saber que tenía alguien
más en quien confiar, sobre todo el italiano que estaba
tan involucrado en todo esto, deseó que no le pasara
nada por su culpa.
Miró el reloj y marcaba las 18:40 horas, era la
segunda vez que pensaba que no llevaba el reloj
adecuado, le hubiera sido más útil si hubiera traído su
Breitling Emergency que le permitía ser localizado
gracias a una baliza que se encendía al desplegar la
antena desde el lateral del reloj, este sistema ya había
demostrado su eficacia en situaciones reales y había
salvado muchas vidas.
Encendió brevemente la Tablet para ahorrar batería
y vio que ya había recorrido la mitad de camino hacia
las Columbretes que estaban a solo 30 NM de la costa;
puso el borde del teléfono para seguir una línea recta
según la trayectoria que traía y evaluó que pasaría casi
por encima de la Illa Grossa aunque casi podía ser
mucho en este caso.
Se puso a comer los sandwiches y se dedicó a
navegar. La costa no se veía, pero toda una línea de
bruma y las luces esporádicas de los rayos le indicaba
que ya llovía en la tierra que había dejado atrás.
Podía ver el grupo de islas por delante, la mayor,
con su forma característica, estaba quedando un poco
al sur de adonde apuntaba el globo.
198
Comenzó a descender con la intención de tocar
tierra en la punta norte de la isla.
Enseguida calculó que no pasaría por encima de la
tierra sino a unos 200 metros de la costa.
Era mucha distancia para nadar y al mar no se lo
veía calmo, la tormenta que venía lo agitaba como una
sopa hirviendo en un caldero, sin dirección
determinada.
Volvió a abrir los quemadores y se fue al aire otra
vez, donde por el momento estaba seguro.
Encendió la Tablet otra vez y estimó que si se
mantenía en ese rumbo y con esa velocidad “chocaría”
con la isla de Mallorca en una hora y media
aproximadamente. Volvió a apagarla para conservar la
batería.
La tormenta era una complicación, pero a la vez
tenía una ventaja importante en esta situación, el viento
sería constante por lo menos hasta que lo sobrepasase
el frente.
Encendió el móvil y vio que no tenía cobertura,
como era de esperar así que lo apagó.
Empezó a preparar algunas cosas. Abrió el bolso
que le había dado Juliette y encontró un bóxer, una
camiseta y calcetines térmicos, así como unas
zapatillas deportivas, quitó la Tablet de su soporte y
junto con el teléfono, sus documentos y la ropa,
envolvió todo en un trozo de la funda del globo que
cortó con la tijera de su Leatherman. Volvió a envolverlo
todo con otro trozo y metió el bulto dentro del bolso.
Se asomó por el borde de la canasta, abrió un poco
el gas y se dio cuenta que se había largado a llover a su
alrededor, el mismo globo lo protegía a él del agua que
caía y no lo había notado.

199
La lluvia empezó a provocar varios efectos en el
aeróstato, primero enfriaba la superficie y a su vez el
aire que contenía y las gotas que se adherían y
mojaban el nylon Ripstop y el Hyperlast, aunque éste
era impermeable; pesaban y agregaban varios kilos.
Tomó uno por uno los tanques que se encontraban
vacíos y los desconectó del resto arrojándolos al mar.
Esta operación terminó por deprimirlo ya que le hizo ver
que sólo quedaban uno y medio, o sea que su aventura
terminaría o en Mallorca o en el mar pues no quedaba
más para seguir adelante.
Al desprenderse de peso el globo se mantuvo más
estable en el aire pudiendo ahorrar un poco de gas al
no perder altura.
Había refrescado bastante y hasta pensó en un
momento dado en ponerse la ropa que le había dado su
amiga francesa, pero decidió dejar todo armado como
estaba y aguantar un poco el frío.
Miró hacia adelante y se dio cuenta que no debía
elevarse mucho porque con este clima hasta podía
pasar por encima de toda Mallorca sin verla. Se recordó
a sí mismo que encendería la Tablet dos veces durante
la primera hora y luego cada 10 minutos; eso le daría
una idea exacta de donde estaba.
El mar debajo estaba poco amigable y su negrura
no hacía presagiar nada bueno si tenía que caer en él.
Muchas veces había oído que el Mediterráneo no era
un mar realmente, que más parecía un gran lago, que
las tormentas verdaderas eran las del Pacífico; sin duda
quienes habían dicho eso no habían nunca visto la furia
de este “pequeño” mar.
Se puso a pensar lo que haría si salía de ésta y no
quiso que lo asaltaran malos pensamientos que solían
atraer a las desgracias.
200
La vela del globo se deformaba por los golpes de
viento y eso no era bueno. Miró hacia adelante tratando
de atraer la costa de Mallorca, aunque sabía que aún le
faltaba mucho para llegar a verla.

201
Capítulo 41

Charlie se quedó perplejo, no podía dejar de mirar


el globo que se alejaba hacia el mar.
Cuando reaccionó, giró sobre sí mismo y se encaró
con Juliette:
-¡¡¿Dónde va?!!
-¿Pardon?
-¡¿Qué adónde se dirige el del globo?!
Volvió a gritarle mostrándole una placa que decía
Ministerio del Interior - CNI
- Je ne sais pas que c'est ce que vous dites. Je ne
parle pas espagnol4949.
Dijo Juliette en su mejor imitación de francesa
perdida. Al mismo tiempo se dio media vuelta y
comenzó a caminar junto a Ingrid hacia el coche
pensando en la identificación que acababa de ver.
Carlos López Bernal aún no había entendido que un
aeróstato no va donde quiere el Aeronauta sino más
bien donde quieren los vientos.
Volvió al girocóptero y le gritó al Piloto.
-¡Sígalo!
-¿Qué parte no ha entendido de que no tengo
combustible? Además de que esta aeronave solo puede
volar en condiciones buenas de meteorología y durante
el día. Condiciones que no se cumplen en ninguno de
los dos casos. Es casi de noche y ya comienza a llover.
Le adelanto que le pasaré el costo del hotel, taxis, la
comida, el combustible y un plus por el tiempo que me
ha hecho perder.

4949
N del A: No sé que me está diciendo. Yo no hablo español.
202
Charlie pensó que justificar esos gastos eran el
menor de los problemas que tenía; pateó el suelo y
llamó a su compañero.
-¿Dónde estás, Jesús?
-Entrando a Valencia como me has ordenado.
-No entres, toma la circunvalación y ven a
Castellón. Estoy en el Aeródromo al norte del Grao.
Jesús no sabía donde era eso, pero en Castellón ya
preguntaría. Tardaría unos 45 minutos en llegar por la
autopista.
En realidad, el que viniese su compañero no le iba a
solucionar nada, pero por lo menos tendría un coche
para moverse. Miró hacia el girocóptero y vio que el
Piloto estaba terminando de atarlo bajo la lluvia y lo
saludaba con la mano.
¡Bien! Tenía que tomar una decisión importante.
Sus recursos actuando solo eran muy limitados, no
le quedaba otra que llamar a sus superiores, pero no les
contaría todos los detalles. Buscó el número del
Director de su área y lo marcó en el móvil mientras
corría hacia los edificios a guarecerse de la lluvia que
ya caía en forma violenta.
-¿Hernández?
-No, su primo hermano. ¿Quién coño voy a ser,
agente López, si llama por un número de seguridad
codificado?
Contestó, al ver el identificador de llamadas.
El Director conocía a cada uno de los agentes a su
cargo y sabía de las capacidades intelectuales de los
mismos.
-Creo que dí con algo importante que atañe a la
seguridad de nuestra Nación.
Dijo pomposamente.
-Explíquese.
203
-Ahora mismo estoy en Castellón hasta donde
perseguí a un sospechoso de poseer secretos para
construir una súper arma. Acaba de escapar en un
globo y…
-Eh, ehhh. Un momento, ¿Usted está detrás del
robo del globo, secuestro de una niña y persecución a
punta de pistola? Lo están pasando por todas las
cadenas de televisión.
-Ehhh… No exactamente.
-No me toque los cojones López, ¿Tiene o no tiene
que ver?
-Digamos que sí.
-Por lo visto en la televisión no está llevando las
cosas en forma discreta, ¿No?
-Puede ser que se hayan desmadrado las aguas un
poco. Le estoy enviando ahora mismo un archivo que
contiene algo de la información de este caso. Le dijo
haciéndose el misterioso y enviándole el único archivo
que tenía que contenía el legajo de la Oficina de
Patentes.
Hernández calló y miró por arriba lo que le había
enviado comprendiendo que, al menos era algo extraño.
-Escúcheme bien y no siga cagándola, López.
¿Dónde está exactamente?
-En el Aeródromo del Pinar al norte de Castellón.
-Bien, quédese ahí hasta que lleguemos nosotros,
¿Está solo o con el inútil de Jesús Hidalgo?
-Él está llegando.
-Me parecía que necesitaría su ayuda. Dijo
irónicamente el Director. -Pues los dos quietecitos ahí
hasta que lleguemos o los llamemos.

Ahora sí que la sensación era de estar perdiendo el


control de la situación total y completamente. Se
204
acurrucó en un rincón donde no llovía y se dispuso a
esperar a Jesús que llegaría en cualquier momento.

205
Capítulo 42

Eran alrededor de las 19 hs. y Alexis no paraba de


darle vueltas en la cabeza a toda la situación. En
realidad, no terminaba de entender lo que estaba
ocurriendo. Se suponía que España era un país
civilizado, la gente no iba persiguiendo a los demás a
punta de pistola. Si querían hablar con su marido no
tenían más que pedírselo, ¿A qué venía la locura de
perseguirlo como si fuese un delincuente? En principio
no le había dado tanta importancia al
invento/descubrimiento de su esposo; pensaba que
como todas las cosas terminarían por ser racionalizadas
y utilizadas de forma correcta, pero parecía que esto; o
era muy grande o la gente estaba muy loca.
Se recostó en la cama rodeada de todos los móviles
y tablet esperando los acontecimientos, decidió
dormirse ya que suponía que iba a ser una larga noche.
Antes llamó a los padres de la niña alemana y les dijo
que estuvieran preparados para salir en avión a
Valencia a buscar a su hija que ya se encontraba en
casa del cónsul francés. Esto les dio tranquilidad y
confianza, comprendieron que habían sido víctimas de
las circunstancias y no estaban en manos de un loco.
También habló con Lucca y le advirtió que estuviese
preparado con el avión listo en el Aeropuerto de Cuatro
Vientos.

Lucca, por su parte, se había dirigido raudo al


Aeropuerto. En la cafetería de la Estación Aérea, que
estaba por cerrar, había comido unos sandwiches y
bebido una Coca Cola; compró varios emparedados y
bebidas más y se dirigió a Plan de Vuelo. Allí rellenó un

206
Plan de Vuelo para el Piaggio dejando en blanco los
pasajeros y el destino, solo por adelantar las cosas.
Caminó bajo la lluvia que ya se había transformado
en una fina llovizna y se dirigió hacia el hangar donde
guardaban al caro avión, lo sacó a la plataforma con el
carro eléctrico y le quitó todos los cobertores de las
tomas de los turbohélices, del pitot y otros sitios
sensibles, realizó el checklist externo del avión y pidió
por radio el camión de combustible. Rellenó los
depósitos y le aseguraron que podría despegar a la
hora que quisiese pero que ya no contaba con control
de tráfico por lo que lo haría bajo su responsabilidad.
Se metió en el avión, se fijó en que tenía el móvil
encendido y se recostó en los cómodos asientos de
cuero, al rato estaba dormido descansando el cuerpo
después de un día que había tenido de todo menos paz.

207
Capítulo 43

El que no tenía paz era Angelo. Las cosas se iban


deteriorando una detrás de otra. La tormenta arreciaba
y era noche cerrada; a pesar de que el globo se movía
con el aire, la atmósfera estaba tan convulsa que las
rachas de viento tenían diferentes direcciones a cada
segundo. En un breve instante en que pudo desatender
el pilotaje, encendió la tablet y vió que se había
desviado hacia el sur de la isla de Mallorca pero que
aún “chocaría” con ella. Lo extraño era que ya se
encontraba cerca pero aún no veía ni una luz hacia
donde se suponía que se hallaba la costa; la lluvia más
allá de la protección que brindaba el globo era una
cortina de agua que no dejaba ver nada.
El globo estaba soportando mucho peso de agua y
Angelo tenía que mantener los quemadores casi
constantemente encendidos para mantenerse por
encima de las olas.
Tiró el anteúltimo depósito de propano al agua y
todo lo que no se encontraba agarrado a la estructura
del globo. Estaba utilizando el último tanque que no
estaba completamente lleno así que solo le quedaban
algunos minutos.
Empezó a pensar en un plan que le alargase la
estadía en el aire hasta llegar a la costa. Se quitó el
cinturón y lo enganchó a la “bolsa” que había hecho con
sus pertenencias, se la pasó por el pecho y por debajo
de las axilas, así si tenía que abandonar el globo
tendría las manos libres y no perdería ninguna de sus
cosas. Al quitarse el cinturón tuvo que quitarse también
la multiherramienta Leatherman, pero la enganchó a la
barquilla porque podría hacerle falta aún. Se quitó
también los zapatos y los calcetines, pero nada más
208
porque la temperatura había bajado varios grados y
sentía frío.
Encendió una vez más la tablet y vio que estaba
muy cerca de la costa, pero no la veía. El propano ya
tenía una llama amarillenta que indicaba que quedaba
muy poco, su poder calórico no era el mismo y el globo
no ascendía más; cuando notó que empezaba a
descender tomó una decisión crucial.
Cerró el gas y el silencio del quemador dejó pasar
otros sonidos más inquietantes, el del viento y el
temporal que soplaba a su alrededor. Arrojó el último
tanque de propano y con eso consiguió unos metros de
respiro, pero enseguida volvió a descender lentamente.
Ya no había mucho por hacer así que se trepó al
borde de la barquilla y sacó la multiherramenta de su
funda y con ella cortó una de las cuerdas que la unían
al globo lo más abajo que pudo y le hizo un lazo que
apretó en la muñeca izquierda.
Luego fue serrando las otras cuerdas hasta que la
barquilla colgó de la cuerda del lado en donde él estaba
parado, parecía increíble lo bien que estaban
construidos estos artilugios que una sola cuerda estaba
soportando el peso de la barquilla y el de él mismo.
Era increíble la tranquilidad con la que estaba
haciendo todo esto, se sentía con el espíritu en calma.
Nunca había sido muy espiritual sino más bien
científico, pero este estado era una sensación
placentera; le permitía tomar decisiones que ejecutaba
paso a paso como si estuviese en el simulador en su
casa. Tampoco jamás había practicado yoga o
cualquier otra disciplina de meditación, pero quizá la
terapia podía llegar por otros canales diferentes, la
mente humana era muy compleja.

209
Se veía colgado desde afuera como si él estuviese
filmando y no fuera el protagonista. De pronto un ruido
extraño lo sacó de sus ensoñaciones, miró hacia abajo
y vio que la barquilla en el extremo más bajo tocaba por
momentos el agua y frenaba el avance del globo.
Esto era todo, esperar a hundirse con el globo o
cortar la última cuerda. No tenía que pensar mucho,
cortó la última cuerda e inmediatamente salió
catapultado al cielo. La aceleración fue tan grande que
le hizo soltar la Leatherman y la soga que lo unía al
globo se le clavó en la muñeca haciéndole doler
fuertemente hasta sacarle sangre.
La barquilla se hundió unos 30 metros más abajo en
las oscuras aguas y el globo con su pasajero colgante
quedaron suspendidos equilibrando las fuerzas otra
vez.
Con la mano libre consiguió tomar otra de las
cuerdas que había cortado y aligerar la presión en la
mano izquierda que ya comenzaba a ponerse color
violeta.
El aire dentro del globo se había enfriado mucho y
no producía fuerza ascensional, primero lentamente y
luego más rápido cayó hacia las aguas unido a su
pasajero en un ritual tragicómico.
Angelo comprendió en un instante lo que ocurría y
sabía el final de esta ópera, eso de que en los últimos
instantes pasaba su vida como en una pantalla de cine
era verdad. Recordó a sus padres, a Alexis, a los
padres de ella, a amigos que hacía años que no veía y
extrañamente recordó a Lucca.
Sintió el agua helada primero en los pies y luego en
todo el cuerpo y una oscuridad lo cubrió todo.

210
SEXTA PARTE
Mallorca

Capítulo 44

Marciano Amador se encontraba en el suelo con la


nariz sangrando después de haber recibido un golpe de
un marroquí que estaba de pie a su lado.
-¡Como te vea otra vez guiñarle el ojo a mi mujer te
mato de un palazo!
Le dijo el moro a Marciano y, a juzgar por la
herramienta que tenía en su mano que no era ni más ni
menos que una pala, era para tomar en serio la
advertencia.
Otra vez el ojo, desde adolescente venía sufriendo
con ese tic, y es que no era un tic cualquiera, cuando le
ocurría se le contraía todo el costado de la cara y le
daba un aire pícaro con una sonrisa muy natural que
costaba hacerle entender a la gente que era
involuntario.
Increíblemente, de pequeño, padecía un tic
nervioso y las maestras le recomendaron una y mil
veces a sus padres que lo llevaran a tratar, pero, o bien
por desidia, o por falta de dinero nunca lo habían hecho
y fue empeorando hasta convertirse en esta mueca que
le ocasionó mil y un problemas.
Una vez una joven profesora de la secundaria lo
denunció por acoso sexual, menos mal que el aspecto
físico de la profesora ayudó a que se desestimara, ya

211
que nadie pensaba que podía ser acosada ni por el
yeti5050.
Tuvo sus ventajas, también hay que decirlo; el
aspecto de Marciano no era el de un modelo masculino
y las jóvenes no hacían cola en su puerta, pero su
guiño…
Una hermosa malagueña que iba a su mismo
Instituto llegó a salir un par de veces con él ya que les
dijo a sus amigas que nadie se había atrevido a ser tan
osado con ella como para guiñarle el ojo así. Pero esto
eran excepciones, en general le traía problemas como
en el día de hoy.
Desde el suelo comprendió que ya estaba harto,
harto de trabajar en la huerta de sus padres al lado de
gente que en muchos casos ni hablaba español, harto
de ganar poco dinero, harto de no tener un futuro claro
y harto de estar harto.
Vivía en la provincia de Murcia donde si no se
trabajaba en la agricultura existían pocas oportunidades
de hacerlo en otra cosa. Ese día contó el dinero que
tenía ahorrado detrás de un ladrillo de su habitación y
se trazó un plan.
Todos los días después de la jornada de trabajo se
trasladaba al pueblo para tomar clases en un
Autoescuela y con esfuerzo consiguió sacar una
licencia para conducir transporte público. Atento a las
ofertas de trabajo consiguió empleo finalmente en una
empresa de autobuses que hacía el recorrido desde su
pueblo hasta Cartagena, el problema es que hacía un
viaje de ida a la mañana temprano y regresaba a la

5050
N del A: Monstruo imaginario solitario que supuestamente
habita en el Himalaya.
212
tarde-noche lo que significaba pasarse todo el día en
Cartagena sin poder hacer otra cosa.
Al cabo de un tiempo se dio cuenta que viajaba casi
la misma gente todos los días y fue haciéndose
conocido por todos, especialmente por un rudo
pescador con el que trabó amistad. Éste viajaba en el
autobús de la mañana, pescaba todo el día y regresaba
a la noche habiendo vendido ya todas sus capturas a 4
restaurantes a los que visitaba con el género antes de
subir al autobús. Poseía una pequeña barca, pero
equipada con todo lo necesario para realizar su trabajo.
Un día lo invitó a pescar a Marciano y éste pensó
que la compañía de autobuses tampoco lo obligaba a
estar todo el día aburrido en los talleres de la empresa
así que aceptó. Esto se fue convirtiendo en una
costumbre, de tal manera que los lunes, miércoles y
viernes salía a pescar con su amigo y así sin darse
cuenta aprendió el duro oficio de la mar5151.
Un martes en que no pescaba, un compañero en el
taller de la empresa le comentó, mientras reponía el
aceite del motor, que una empresa mallorquina buscaba
conductores de autobuses. El panorama de bellas
playas y mujeres lo sedujo en un instante y llamó por
teléfono al número que le facilitó el compañero.
Le hicieron las preguntas de rigor y entre ellas, si
hablaba alemán. En las islas Baleares es tan grande la
colonia alemana que se habla más alemán que español,
por lo que casi todos los prestatarios de servicios
hablan ese idioma. Marciano respondió que sí aunque

5151
N del A: Entre la gente que vive del mar es común que
transformen la palabra de masculina a femenina, de ahí el artículo
“la”.
213
no hablaba ni entendía ni una sola palabra en esa
lengua.
Le avisaron para hacerle una prueba y tan seguro
estaba de conseguir el empleo que vendió sus pocas
pertenencias, recogió todo el dinero que tenía ahorrado
y se fue a Mallorca. Allí entre guiño y guiño a las
empleadas que lo entrevistaron consiguió el trabajo
además de alguna cita pasajera.
Un día de verano, caluroso, unos pocos meses
después de haber empezado a conducir los autobuses,
haciendo el recorrido habitual frenó para recoger a una
pasajera de gran porte. Hasta el momento no había
tenido que hablar ni una sola palabra por lo que su falta
de conocimiento de alemán había pasado
desapercibido completamente, en realidad si no hubiese
hablado español tampoco nadie lo hubiera notado;
cuando alguien le decía algo se ponía nervioso y hacía
un guiño que daba por terminada la conversación antes
de iniciarla.
Esta abundante señora estaba muy maquillada,
pero nada que no sea muy frecuente entre las señoras
de media edad alemanas. Sonriente, le dijo algo de lo
que no entendió absolutamente nada y con nervios
porque le siguiera hablando, le salió su mejor guiño. La
señora empezó a hablar muy rápido y él no sabía si le
estaba haciendo proposiciones o se había enfadado,
volvió a guiñar, pero nada más porque no sabía que
hacer. La cosa fue a más y no paró hasta la terminal
donde se levantó de su asiento y al pasar junto a la
alemana ésta le pellizcó el trasero; el guiño fue enorme
y casi salió corriendo mientras la señora le gritaba
llamando la atención de todo el mundo.
Ese fue el final, la alemana presentó una queja, se
descubrió que no hablaba alemán y decidieron
214
prescindir de él. Un poco desilusionado, pero también
relajado recogió sus cosas de la pensión en que vivía y
se dirigió hacia la costa. Cuando las cosas tienen que
ocurrir, ocurren. El mismo día que llegó a un pueblo
pesquero, tomando un café en el único bar en que
hablaban español, se enteró de que un viudo quería
volver a la península con sus hijos y necesitaba dejar a
alguien en la casa del cuidador de su chalet para
conservar la propiedad. Fue allá, se ofreció y llegaron a
un acuerdo. Al día siguiente se acercó al puerto y
hablando con unos y con otros lo guiaron hasta un
anciano que vendía su barca de pesca. A juzgar por el
aspecto de ambos, parecían tener los mismos años,
aunque el anciano hablaba de su barca como si fuera
una lancha Lamborghini Aventador, pero por suerte no
estaba muy actualizado con los precios y llegaron a un
acuerdo. De esta forma, Marciano, volvió a ejercer la
pesca como medio de vida. Desde hacía ya 2 años
salía todas las mañanas, pescaba todo el día y
regresaba a la noche a vender sus capturas a los 5
restaurantes que lo esperaban para ofrecerlo en sus
menúes.

215
Capítulo 45

Esta mañana Marciano había salido más tarde que


de costumbre, pues el motor diésel de la barca se
negaba a arrancar. En los dos años que hacía que tenía
esta barca había trabajado mucho para dejarla en un
estado navegable, le había sustituido muchos listones
de madera y había arreglado la pequeña cabina de tal
manera que podía salir a pescar en verano o en
invierno, con lluvia o sin ella ya que era casi hermética a
las inclemencias exteriores. El motor tenía sus
caprichos, pero solo a la hora de comenzar a funcionar,
una vez que lo hacía lo acompañaba con su runrún todo
el día sin problemas, jamás se le había parado. La
barca era muy marinera como dicen los pescadores, y
se comportaba estupendamente bien con oleaje
intenso, y eso era bueno para él porque le permitía
pescar casi en cualquier clima; igual jamás se alejaba
más que unos pocos kilómetros de la costa.
Hoy había salido a eso de las 11 así que había
decidido quedarse un poco más tarde, aunque el
pronóstico anunciaba tormentas por la tarde. A eso de
las 18:30 hs. se había puesto muy oscuro y había
comenzado a llover, al principio tímidamente y luego de
una manera despiadada. El oleaje comenzó a mover la
barca para todos lados y pensó en dar por finalizado el
día y volver a puerto porque se estaba poniendo feo,
pero como vio que no empeoraba y las sardinas se
estaban dando bien con ese ambiente convulsionado
decidió seguir un poco más para compensar el haber
salido tan tarde.
De chico siempre le habían atraído las tormentas,
los rayos, los truenos, las nubes oscuras en rápido

216
movimiento como envolviéndose a sí mismas y el viento
impiadoso soplando en todas direcciones.
En la barca se estaba bien, la cabina no dejaba
pasar ni viento ni agua y daba la sensación de que
estaba a salvo de todo; le había arreglado la calefacción
que provenía del mismo motor y se estaba caliente y
seco. Se encontraba a unos pocos 200 metros de la
costa, pero entre la tormenta y que estaba unos
kilómetros al sur del puerto no se veía ninguna luz en
esta zona un poco despoblada. Ya eran alrededor de
las 20 hs. y comenzó a vestirse con el impermeable
para recoger la última redada de sardinas mientras
miraba por la ventana de la cabina.

217
Capítulo 46

Al caer, Angelo, notó la oscuridad y sabía que se


debía a la vela del globo que estaba cayendo encima de
él; rápidamente reaccionó y aflojó el lazo de su muñeca
sangrante para separarse del fiel amigo que lo había
acompañado en su aventura, uno de los dos o ambos,
iban a morir en breve.
El agua estaba helada y le atontaba los sentidos,
pero debía actuar rápidamente para escapar de las
garras de la tela del globo que lo iba atrapando para
hundirlo con ella. Contrariamente a lo que el sentido
común indicaba se sumergió lo más profundo que pudo
y nadó contrario al viento, cuando ya no pudo contener
más el aire salió justo a tiempo para ver como el último
jirón de color se hundía en las revueltas aguas. ¿Por
qué había hecho esto? Probablemente por instinto o
quizá recordó lo aprendido en sus épocas de
paracaidismo; los amigos ocasionales españoles lo
criticaban por hacer cursos de un montón de cosas
inútiles según ellos; hoy uno de esos cursos inútiles le
había salvado la vida.

Pasó revista de la situación, la muñeca le ardía


muchísimo por el agua salada, pero a cambio de eso le
había dejado de sangrar, le dolía la pierna que
probablemente había golpeado el agua de cualquier
manera, pero por el momento no tenía que apoyarla,
tenía aún su petate que esperaba que siguiera siendo
impermeable, la corriente lo arrastraba hacia la
dirección donde se suponía que se encontraba la costa
y le estaba entrando mucho sueño.
Sabía lo que estaba ocurriendo, estaba sufriendo de
hipotermia; la temperatura de su cuerpo descendía en
218
forma peligrosa y si no llegaba a la costa antes lo que
pasaría es que se dormiría primero y luego poco a poco
sus funciones vitales se irían deteniendo hasta que ya
no despertaría jamás; pensándolo bien no era una mala
forma de morir, pero aún no estaba dispuesto a
entregarse a la Parca5252.
Hizo memoria tratando de recordar otras cosas de
supervivencia del curso de paracaidismo, era
importante no cansarse así que recordó como hacer
para flotar.
Se quitó con mucho esfuerzo los pantalones, los ató
por las piernas con un nudo cuadrado, se los colocó
alrededor del cuello con la bragueta bien cerrada hacia
abajo y los llenó con agua y aire haciendo ondas en el
agua. Con la mano derecha que era la que tenía sana,
cerró la cintura y con eso tenía un salvavidas
improvisado que lo ayudaría a aguantar más tiempo en
el agua.
Pasó así varios minutos sin ver más que agua a su
alrededor y comenzó a dormirse otra vez, ya casi no
podía mover las piernas del frío y la mano herida estaba
anquilosada. Cantó a los gritos, movió la cabeza de un
lado a otro y apeló a todos los trucos conocidos para no
dormirse, pero Morfeo5353 ganaba terreno a cada minuto
hasta que ocurrió.
Casi sin darse cuenta se durmió y perdió la
conciencia.

5252
N del A: Utilizado aquí con el significado de muerte.
5353
N del A: Dios griego de los sueños.
219
Capítulo 47

Marciano vio, mientras se cambiaba, un punto rojo


que se recortaba entre las oscuras nubes a unos 100
metros al norte de donde se encontraba. Parecía esos
dibujos que hacen cuando a un niño se lo lleva un globo
al cielo colgado de su hilo.
Se apresuró a cambiarse y salió a recoger la red, la
práctica hizo que en pocos minutos tuviese la captura a
bordo, entró a la cabina y aceleró el motor que tosió un
poco, pero respondió levantando la proa en dirección a
lo que veía.
Mientras llegaba vio, que lo que parecía un globo,
tocaba el agua, y poco a poco se hundía delante de sus
ojos a unos 50 metros.
Al ver que no podría recuperar nada comenzó a dar
la vuelta a la barca para dirigirse al puerto al fin, aún le
quedaba vender el pescado.
Entre dos senos de olas entrevió un trapo flotando
un poco más atrás y la curiosidad hizo que
automáticamente moviera el timón en esa dirección,
cuando estaba a unos 5 metros se dio cuenta que lo
que estaba viendo era la cabeza de lo que él pensaba
era un cadáver y empezó la lucha interior entre salir
huyendo de ahí y no decir nada o acercarse para
asegurarse; ¿Y si no estaba muerto aún?
Decidió acercarse un poco más para verlo de cerca,
cuando estaba al lado de su borda puso el motor en
punto muerto y trabó el timón. Salió de la cabina y se
acercó a la cabeza, en ese momento ya sea por el
oleaje producido por la barca o porque tenía que ser
así, escapó el aire del salvavidas que tenía en el cuello
y comenzó a hundirse.
220
Instintivamente, Marciano metió la mano en el agua
helada y a unos 40 centímetros de la superficie agarró
el pelo de la cabeza y tiró hacia arriba; quizá por el
dolor ocasionado, al salir fuera del agua la cabeza tosió
y gritó asustando a Marciano que lo soltó
inmediatamente guiñándole el ojo con picardía.
Angelo despertó súbitamente y lo primero que vio
fue a un hombre que le guiñaba el ojo a la vez que le
hacía una sonrisa lasciva, en un instante se preguntó si
no se había salvado la vida para caer en manos de un
depravado psicópata.
Pasado el susto inicial de ambos, el pescador lo
ayudó a salir del agua y lo subió a la barca junto con el
pantalón en el cuello. Angelo no podía casi caminar,
estaba semi congelado y además tenía una muñeca
muy inflamada y una pierna que le dolía enormemente
al apoyarla.
Medio a la rastra apoyado en Marciano, fueron
hasta la cabina y entraron. Marciano lo dejó apoyado en
un rincón y fue hacia los comandos, aceleró y enfiló
rápido hacia el muelle del puerto donde lo amarraba
habitualmente.
La cabina olía a pescado y a mar, era vieja, estaba
medio despintada, pero a Angelo le pareció una suite
del Villa Magna5454, cálida y acogedora.
Marciano, los últimos años pasaba mucho tiempo
solo y estaba bien así, hablaba cada vez menos con la
gente y se estaba convirtiendo en una persona de poca
charla y silenciosa.

5454
N del A: Hotel de cinco estrellas gran lujo de la ciudad de
Madrid.
221
Aún no habían cruzado una palabra y Angelo,
aunque no tenía ganas de hablar se vio en la obligación
de presentarse.
-Buenas Noches. Dijo con una voz carrasposa
producto del agua salada que había tragado.
-Me llamo Angelo, muchas gracias por ayudarme.
Marciano, se dio vuelta para mirarlo, le guiñó un ojo
y le dijo:
-Yo soy Marciano.
Angelo pensó que había pasado de un depravado
psicópata a un depravado psicópata loco como una
cabra. Pero, aunque este señor fuera de Marte, por el
momento parecía simpático y no le había hecho ningún
daño y eso era bastante más de lo que podía decir de
los últimos terrestres con los que había tenido contacto
últimamente.
Se relajó y se puso sobre el pecho el bulto que
había preparado con sus cosas que para sorpresa de él
no había perdido en toda la odisea. El reloj RM 39-01
en su mano izquierda estaba por detrás de la herida y le
apretaba el brazo debido a la hinchazón que tenía, se lo
aflojó poniéndolo en el último agujero y colgó su mano
inflamada del cinturón que tenía terciado sobre su
pecho encima del bulto. Se quitó del cuello el pantalón
mojado y lo ató también al cinturón.
No volvieron a hablar hasta que Angelo notó que
disminuían la velocidad y el balanceo del barco; el
pescador salió tres o cuatro veces de la cabina antes de
entrar y apagar los motores del barco.
Sin decir una palabra, lo ayudó a levantarse y lo
cargó a medias fuera de la cabina, era un hombre
delgado pero fibroso y fuerte; hizo todo esto
condimentado con varias guiñadas de ojo que
empezaron a hacerle comprender a Angelo que se
222
trataba de algo involuntario ya que seguía sin hablarle
nada.
Lo llevó al asiento del acompañante de una
pequeña furgoneta blanca que estaba estacionada al
lado del muelle. Angelo lo vio ir y venir al barco
trayendo varias cajas de madera repletas de pescados
color plata, hasta que finalmente subió al coche y lo
puso en marcha.
-Lo llevaré a mi casa para que se bañe y coma algo.
Le dijo lacónicamente.
-Muchas Gracias, señor …
-Ya se lo dije antes, Marciano, me llamo Marciano y
puede quitar el señor que me pone incómodo.
-Gracias Marciano, entonces.
Circularon unos cinco minutos hasta llegar a un
hermoso chalet y Angelo lo miró preguntando cómo con
una pequeña barca de pesca podía juntar tanto dinero y
tener una casa así.
Marciano se dio cuenta y aclaró enseguida.
-Mi casa no es esa, es la pequeña del costado, soy
el cuidador de la grande y en realidad la pequeña
tampoco es mía, forma parte de mi paga. Lo dejaré para
que se duche mientras yo me voy a entregar el pescado
que ya es tarde, en la cocina hay café y embutido;
traeré un poco de pan cuando vuelva.
Todo esto lo dijo de una vez como si le costase, y
así era; se sentía un poco incómodo teniendo que
hablar.
-No se preocupe, Marciano, si me deja en un hotel
le estaré muy agradecido igual; no es necesario que me
lleve a su casa.
-Por aquí no hay hoteles así que después de
asearse, si quiere llama un taxi y se va donde quiera.

223
Angelo se sentía débil y dolorido y decidió no
discutir con este pobre hombre que le había salvado la
vida y asintió con la cabeza.
Nuevamente lo ayudó a entrar en la casa y le indicó
brevemente donde estaba todo para ducharse y
hacerse un café, por suerte ya había parado de llover y
parecía que lo peor de la tormenta había pasado. Sin
decir nada dio media vuelta y regresó a la furgoneta.
Lo primero que hizo Angelo fue abrir el bulto y
encender el móvil, entró en Internet y revisó los horarios
de los barcos que salían de Palma de Mallorca hacia la
península, había dos por la mañana a las 8:30 hs. y a
las 9:30 hs.; el primero iba a Valencia y el segundo a
Barcelona. Decidió regresar en el primero así que lo
siguiente que hizo fue llamar a Alexis.
No llegó ni a sonar una vez completa.
-Hola cariño, estoy en algún lugar de Mallorca. Me
encuentro bien y después del baño que me daré cuando
cuelgue estaré mejor aún.
-Diosss, Gracias. Atinó a decir Alexis. Angelo notó
que estaba llorando así que continuó.
-He estado mirando el horario de los barcos y
tomaré uno que sale 8:30 hs. Y llega a Valencia a eso
de las 16 hs., así que, por favor, sácame un billete por
la web que yo ya casi no tengo más batería en el móvil
y estaría bien que tú y Lucca me esperasen en Valencia
mañana con el Piaggio que tengo un plan.
-No te preocupes, cariño, ahí estaremos con ropa
limpia para ti y la mejor merienda que te puedas
imaginar.

224
Capítulo 48

Alexis, puso en marcha las cosas. Llamó a Lucca y


le avisó que saldrían a eso de las 10 de la mañana
siguiente, también llamó a la familia de Ingrid que
estaba a punto de salir a buscarla a Valencia y
decidieron esperar a hacer el viaje con ella. Le avisó a
Juliette para que los esperara al día siguiente en el
Aeropuerto y llamó también a Montse para tenerla al
tanto y tranquilizarla.

Lucca, después de hablar con Alexis consideró que


tenía tiempo de ir a su casa, ducharse y descansar un
poco en la cama, así que echó llave al avión, pero lo
dejó fuera en la plataforma, cerró el hangar y fue en
busca de su coche alquilado al Parking.

Eran casi las 22 hs. cuando llegó el superior de los


agentes del CNI, junto con otro más, al aeródromo de
Castellón. Había mirado en el viaje, en detalle lo que
Carlos López Bernal le había enviado y a pesar de que
no entendía nada de lo que vio, ciertas palabras claves
como energía ilimitada y cosas así le hicieron
comprender que podía ser algo muy serio. Encontró a
Charlie dentro del automóvil en el que había venido
Jesús desde Madrid, ambos cansados y semi dormidos.
Bajaron del coche para hablar y Hernández sin saludar
les dijo:
-Vayan al Puerto del Grao que allí los espera una
patrullera del SEMAR5555 para llevarlos a Mallorca.
-¿Ustedes no vienen?

5555
N del A: Servicio Marítimo de la Guardia Civil. Cuerpo de
Seguridad español con jurisdicción en el mar.
225
A Hernández no le hacía ninguna gracia pasarse 5
horas en el mar, aunque ahora parecía que la tormenta
iba desapareciendo, pero menos gracia le hacía que
estos dos inútiles volvieran a perder a Ricci. Sopesando
los pro y los contra dijo:
-Sí, nosotros también vamos a ir, pero vayan yendo
hacia el Puerto, identifíquense y suban a la patrullera.
En ese momento se le ocurrió que podría hacer
algo que les facilitaría la búsqueda y llamó al canal
estatal de televisión enviándoles la foto de Ricci que
estaba en el legajo que le había enviado López. El texto
de búsqueda que les pasó incluía una recompensa por
información de 2.000 € aunque él no podía disponer de
dinero para esas cosas sin pedir autorización a sus
superiores, porque él también los tenía. En fin, ya se
ocuparía de eso más tarde.
Terminado todo eso se subieron al coche y se
dirigieron al Puerto del Grao para subir a la Patrullera.

En el Puerto estaban Charlie y Jesús mirando para


todos lados abajo del coche.
-¿Y la lancha? Preguntó Jesús.
-¡Joder! Ya empezamos de nuevo con las preguntas
de los vehículos. Estoy mirando igual que tú.
Cuando llevaban 10 minutos mirando para todos
lados vieron unas luces de un coche que les hacía
señas y se acercaba a ellos.
-¿Qué hacen en el puerto deportivo? Preguntó
Hernández por la ventanilla.
-Jesús, que quería conocerlo. Contestó Charlie.
-¿Ya lo conoció? Preguntó Hernández mirando a
Jesús.
-Sí señor. Respondió éste.

226
-Pues bien, entonces súbanse los dos cagando
leches al coche y sígannos.

En el muelle del SEMAR se veía la Patrullera Río


Nansa M47 brillante e impecable, una embarcación
Clase Rodman-66 con una eslora de 20.5 metros y una
velocidad de 30 nudos con un alcance de 500 millas. Se
la veía imponente con sus reflectores encendidos para
facilitar la tarea de sus 16 tripulantes que trabajaban en
todos los rincones de la embarcación preparándola para
la travesía.
El Comandante Candelaria miraba desde la
Patrullera, en la escalerilla de ascenso, como los
agentes les indicaban a dos vehículos donde aparcar y
supuso que eran los chupatintas del Ministerio. Odiaba
recibir órdenes de estamentos civiles que jugaban a los
espías que, para ser sinceros, España no espiaba a
nadie y a nadie le importaba lo que hicieran; con lo que
seguro éste era otro delirio de algún iluminado del
gobierno.
Bajaron 4 hombres y subieron corriendo por la
escalerilla hasta casi chocar con el Comandante que
bloqueaba toda posibilidad de paso a bordo.
-¿Señores? Dijo Candelaria poniendo la mano
sobre la pistolera.
Al mejor estilo de Los Tres Chiflados5656, fueron
chocando unos contra otros hasta quedar todos
amontonados frente al Comandante.
-Soy el Agente Especial Hernández y estos son mis
hombres. Pregonó el primero con altanería.
-Muy bien, y yo el Comandante Candelaria, amo y
señor de esta embarcación. Esto es como una iglesia,

5656
N del A: Célebre trío de humor que actuó entre 1922 y 1970.
227
aquí no se hace nada de lo que yo no tenga
conocimiento; si quieren respirar, me piden permiso, si
quieren ir al baño, me piden permiso, si quieren hablar,
me piden permiso y no sigo más, pero espero que ya se
hayan hecho una idea de como funcionarán las cosas
las próximas 5 horas. Se les van a asignar 4 cómodas
butacas y no se moverán de ahí en todo el viaje, no se
puede fumar ni caminar. No hace falta que llamen a
ningún superior porque yo ya tengo mis órdenes que
son llevarlos a Mallorca, pero a bordo nadie y cuando
digo nadie es NADIE, tiene autoridad más que yo y mi
tripulación, así que, si mi último marinero en jerarquía
les dice que se arrojen al agua, se arremangan los
pantalones y se tiran. Esta Patrullera se paga con los
impuestos de todos los españoles y no voy a ser yo que
la dañe por culpa de un tercero. ¿Queda todo claro?
Los cuatro se miraron unos a otros pensando que
las cosas serían diferentes y que la Patrullera sería algo
así como un taxi que estaría a las órdenes de ellos para
hacer lo que quisieran, pero como necesitaban salir
cuanto antes asintieron y dieron un paso para intentar
pasar.
-No, parece que no entendieron. Si quieren subir a
bordo deben pedir permiso.
Hernández tragó saliva y recordó al idiota de su
cuñado que les obligaba a toda la familia a hacer lo
mismo para subir al velero que tenía en Benidorm.
-Permiso para subir a bordo, señor.
-Permiso concedido, ese tripulante los guiará. Dijo
señalando a un compañero
Uno a uno cumplió con el mismo ritual y fueron
conducidos a sus lugares. Charlie pensó que 5 horas
podían ser muy largas.

228
Aproximadamente a las 23 hs. zarparon y
comenzaron el cruce hacia las Baleares.

229
Capítulo 49

Angelo entró al baño y abrió la ducha que lo


correspondió con una abundante lluvia, reguló la
temperatura con el agua fría, lavó sus pantalones y su
camiseta con abundante agua dulce y los escurrió con
todas las fuerzas de que era capaz con una muñeca
que parecía un balón de la NFL 5757. Tiró a la basura sus
calzoncillos, luego de la ducha se secó con una toalla
que encontró en un cajón del mueble que había en el
baño y se puso el bóxer, la camiseta y los calcetines
térmicos que Juliette le había puesto en el bolso,
¿Cuándo fue eso? Parecía que habían pasado
semanas y tan solo había sido en la tarde de este
mismo día.
Caliente y seco colgó su ropa lavada frente a la
estufa del salón y fue a la cocina a prepararse café y
pensar que hacer a continuación.
Pasó revista a su estado físico y llegó a la
conclusión que tenía dos “averías” importantes y varias
menores que podía desechar. Lo peor era su muñeca
que había sido cortada y lacerada por la soga al quedar
colgado del globo, aparentemente no había infección,
pero estaba muy inflamada, le dolía bastante y tenía la
movilidad reducida, aunque no notaba nada roto porque
podía moverla en todas direcciones si soportaba el
dolor. Se apuntó mentalmente pedirle un poco de
alcohol o agua oxigenada al pescador para la herida
cortante. El segundo problema que tenía era su pierna
derecha que había golpeado con fuerza en el agua y se

5757
N del A: Liga que nuclea al Fútbol Americano. El balón con el
que se juega tiene forma ovalada. Del inglés National Football
League.
230
le había doblado en el impacto, probablemente forzando
sus articulaciones. Tanteó con cuidado de apoyarla y
vio que podía caminar aguantando el dolor en rodilla y
tobillo, era soportable, aunque decidió no forzarla y
apoyarla lo menos posible.
Bien, lo otro era pensar en irse de la casa de este
hombre, pero por el momento estaba sin ropa así que
decidió preparar la mesa y esperar a Marciano,
¿Marciano era el nombre?, sí, así le dijo que se
llamaba; y luego decidiría donde irse.

Marciano hizo la ronda por los restaurantes


habituales y en uno de ellos estaba puesta en el
televisor la TVE5858. No veía mucha televisión, pero en la
pantalla había una foto que le llamó la atención. Se
parecía mucho al hombre que había rescatado del
agua. No tenía volumen, pero en una banda lateral a la
foto se veía la bandera de España la palabra
información, debajo un teléfono y lo que más le gustó,
RECOMPENSA en rojo y 2.000 € debajo. Se anotó el
número en una servilleta por las dudas y siguió al
restaurante que estaba a 200 metros más adelante por
la calle principal mientras pensaba que hacer. El
hombre no parecía peligroso y era muy educado, pero
también había muchos ladrones de guante blanco. Los
2.000 € le vendrían muy bien si tenía que desarmar
finalmente el motor de la barca.
-Oye, Fred. Le gritó al alemán españolizado dueño
del establecimiento.
-¿Me prestas el teléfono?
-Sí, si la llamada es local.

5858
N del A: Televisión española. La cadena estatal más
importante de España.
231
En realidad, no sabía si era local o no, pero llamó al
número que tenía en la servilleta y habló durante 5
minutos mientras el alemán le preparaba el dinero del
pescado. No sabía siquiera si el hombre que había
rescatado, había seguido su consejo y se había
marchado a un hotel.
En fin, ya estaba hecho, solo restaba esperar los
acontecimientos. En la vida había que sobrevivir.

232
Capítulo 50

Cuando llegó a su casa, se encontró con la mesa


servida y al náufrago en calzoncillos y camiseta
esperándolo.
-¿Le ha ido bien en la venta? Preguntó Angelo.
Marciano, casi hasta se asustó, no estaba
acostumbrado a que lo interpelaran acerca de su
trabajo y en realidad acerca de nada.
-Sí. Contestó lacónicamente.
-Espero que no le moleste, pero estoy esperando
que se me seque la ropa para irme. Dijo Angelo, viendo
que su interlocutor no tenía muchas ganas de tenerle
cerca.
-No me molesta, puede quedarse a dormir si quiere
y partir mañana por la mañana.
El ofrecimiento lo tomó por sorpresa porque parecía
más lo contrario.
-Muchas Gracias, me hace un favor porque estoy
muy cansado. Me tiraré aquí nomás en el salón en el
sofá y temprano me marcharé para llegar a Palma a eso
de las 8 de la mañana. Por cierto, ¿A qué distancia se
encuentra?
-A 35 minutos cruzando la montaña y bastante más
por la carretera de la costa, pero todos los taxis van por
el camino corto.
Angelo intentó varias veces más entablar
conversación sobre cualquier tema, pero abandonó al
darse cuenta de que estaba frente a una persona parca
y poco sociabilizada.
Comieron en silencio pan con embutido, olivas
preparadas, queso y encurtidos que se veía que eran
especies que recibía en parte de pago de los
restaurantes a los que vendía sus pescados.
233
Terminados de cenar, Angelo intentó volver a hablar
con Alexis, pero su teléfono ya no tenía batería y él no
podía cargarlo sin los cables que estaban a un mundo
de distancia allá en su casa de Madrid. Pensó en utilizar
la tablet que había rescatado del globo, pero era un
modelo que no aceptaba los chips de telefonía.
Decidió relajarse, tomó un café con su amigo mudo
entre guiño y guiño y después de ayudarlo a limpiar la
mesa y la cocina, se tiró en el sofá a descansar. Puso la
alarma de su reloj a las 6:30 hs. Y dió por finalizado el
día en donde había sido amenazado con un arma,
volado en globo muchos kilómetros, casi ahogado en un
mar tenebroso y finalmente haber sido rescatado por la
versión de Bourne5959 sin glamour.
Nuevamente se puso a pensar qué estaba
ocurriendo y no lo entendía. Parecía que lo perseguían
unos mafiosos, pero no eran muy profesionales que
digamos, él que no era ni un espía ni nada que se le
parezca, se les había escabullido fácilmente. Lo que
tenía claro era lo que quería hacer a continuación y
debía charlarlo antes con Alexis y Lucca, pero sin la
presión de estar perseguido por lo que tenía en mente
los pasos a seguir para conseguir un respiro y planificar
las cosas.
Pensando una cosa y otra fue perdiendo la
conciencia hasta que se durmió profundamente; su
cuerpo necesitaba recuperar fuerzas urgentemente.

En el cuarto de al lado, Marciano también estaba


pensando. Estaba medio arrepentido por haber
delatado a este hombre, no le preguntó nada porque no

5959
N del A: Personaje de ficción creado por Robert Ludlum hosco
y huraño que fue llevado a la pantalla por Matt Damon.
234
quería saber nada; pero se lo veía una persona de bien
y quizá solo lo buscaban por televisión porque su familia
lo había perdido. Igual, mucho ya no podía hacer,
después de pedirle todos los datos le dijeron que
llegarían alrededor de las 6 de la mañana a su casa y
ahí terminaría la historia, sería 2.000 € más rico y se iría
a revisar el motor de la barca.

235
Capítulo 51

Al principio, Charlie y sus compañeros se


enfrascaron en sus móviles, pero luego se perdió la
cobertura y algunos dormitaron y otros hablaron entre
ellos ignorados por el resto de los tripulantes que
estaban ocupados cada uno en su función.
A las 4 de la mañana casi simultáneamente sonaron
los móviles de todos anunciando que volvían a tener
cobertura. Hernández vio que además tenía una
llamada perdida, al ver que se trataba de la telefonista
que había dejado encargada de recibir las llamadas de
la población que podía haber visto a Ricci, se apresuró
a llamarla. La telefonista le contó todas las llamadas,
pero especialmente la de un señor no muy culto de la
costa mallorquina que parecía ser la más prometedora y
que casi con seguridad era la pista que los llevaría a
atrapar al ítalo-argentino. Le pasó todos los datos y
Hernández consultó en un mapa online donde se
encontraba la dirección del informante.
-Señor Comandante, disculpe usted, ¿Puedo
hacerle una pregunta?
-Dígame. Respondió Candelaria que estaba tan
despierto como cuando habían salido.
-¿Podría llevarnos a un pequeño puerto de la costa
de Mallorca en vez de a Palma?
-Pensé que había quedado claro. Mis órdenes son
llevarlos a todos a Palma de Mallorca, desembarcarlos
y regresar a Castellón y eso es exactamente lo que
haré.
Hernández sabía que no sacaría más que eso y se
calló la boca. Buscó en Internet una compañía de taxis
y llamó solicitando un coche en el puerto para llevarlos

236
a los 4 al pequeño pueblo de la costa en cuanto
llegaran.
Cuando les anunció a sus compañeros que tenían
una sólida pista, Charlie comprendió que ya no era su
operación y que había sido desplazado al lugar en el
que siempre estaba, atrás de todo. Jesús por su parte
no había dormido ni un minuto ocupado en mirar todo
de aquella Patrullera, adoraba los barcos. El compañero
de Hernández poco habia hablado y era quizá el que
más había dormido estirado en su cómoda butaca; él
seguía órdenes y eso le aseguraba su sueldo con
tranquilidad y sin sobresaltos.
A las 5 de la mañana llegaron al puerto de Palma y
unos y otros se despidieron con la esperanza de no
volverse a ver en la vida, por un lado, los agentes y por
el otro el Comandante Candelaria y su tripulación.
Fueron hacia la salida de esa zona militar del puerto
donde los esperaba un taxi que al decirle que venían en
una Patrullera de la Guardia Civil del Mar, sabía donde
ir a esperarlos.
El taxista tenía cara de haberse levantado recién y
el humor correspondiente.
-No quiero que nadie diga nada arriba del taxi, ni
una palabra. ¿Entendido? Preguntó Hernández.
Los tres asintieron con la cabeza.
En un minuto estuvieron arriba del taxi, Hernández
delante y los otros tres detrás con Charlie en el medio,
en el peor lugar, como siempre.
El taxista estaba malhumorado y no tenía ganas de
hablar a esa hora de la madrugada y eso les convino a
todos que callaron hasta llegar al chalet a las 5:45 hs.
Pagaron y bajaron en silencio.

237
Algún gallo madrugador cantó y aparte de eso solo
se oía el motor del taxi que se alejaba. Esperaron a que
ya no se oyera y Hernández dijo:
-Somos cuatro y él solo uno así que no creo que
haya problemas, nadie saque las armas; hagamos esto
con elegancia.
Sacó su teléfono y envió un mensaje al teléfono
móvil que había dado el informante.

238
Capítulo 52

Marciano había dormido de a ratos, esperando que


en cualquier momento llamaran a su puerta o a su
teléfono que había puesto en vibrador por las dudas.
Oyó el brrrrrr de su móvil y supo que le había
entrado un mensaje, rápidamente lo tomó de la mesa
de luz y leyó.
“Estamos en la puerta, salga”
Se puso unas bermudas y una camiseta, salió de su
cuarto y pasó sin hacer ruido por el salón donde dormía
su rescatado.
Abrió la puerta de calle y vio a cuatro hombres que
lo miraron fijo a lo que él respondió con una batería de
guiños.
-Hombre, me alegro que le resultemos simpáticos,
pero no venimos a tomar café. Dijo en voz baja el
agente.
-¿Dónde está nuestro hombre?
-Durmiendo aquí en el salón. Respondió Marciano
señalando la habitación con un guiño.
-Joder, ya me está cansando este tío con sus
guiñitos. Dijo Charlie al oído de Jesús.
Entraron todos y se pusieron alrededor del sofá
donde dormía Angelo ajeno a todo.
-Encienda las luces. Le indicó Hernández al
pescador que hizo un guiño y le dio al interruptor.
La estancia se llenó de luz y Angelo abrió los ojos
viendo a cuatro caras que lo miraban desde lo alto,
había una especialmente que le resultaba conocida.
Se incorporó inmediatamente y se sentó en el sofá
esperando que hablaran.

239
-Señor Angelo Ricci, somos agentes del CNI. Se
adelantó Charlie mostrando su identificación intentando
retomar el mando de la situación.
El argentino miró la identificación y supuso que
sería algún organismo estatal por el escudo y las letras
doradas. Al fin sabía quienes lo perseguían, no era ni
bueno ni malo, pero por lo menos no eran mafiosos ni
terroristas de ningún grupo irregular.
-Queda usted detenido por posesión de secretos
militares y resistencia a la autoridad y otros actos
ilegales. Continuó Charlie.
-Perdón, ¿Usted está loco? Me habla de actos
ilegales cuando sin mediar palabra sacó una pistola en
medio de una autopista llena de automóviles con gente
inocente a bordo; cuando con esa misma pistola corrió
en medio de un parque lleno de niños, cuando
secuestró un girocóptero para obligarlo a perseguirme
por media España. Si necesitan hablar conmigo,
hablaremos, pero saquen a este cazurro6060 de mi vista.
-Deje de decir gilipolleces López Bernal, no
estamos en una película americana, váyase afuera a
ver si viene el lechero. Le gritó Hernández.
-Aquí no hay … Empezó a decir Marciano y se calló
de repente fulminado por la mirada del agente al que le
guiñó un ojo.
Charlie salió de la casa con una furia asesina pero
no sabía a quien asesinar.
-Muy bien, señor Ricci. Vístase y nos iremos ahora
mismo a la península, ya hablará tranquilo con quien
corresponda. Intentaré conseguir un avión que nos lleve
directo a Madrid sino tomaremos el barco de las 9:30 a
Barcelona.

6060
N del A: Rudo, tosco, torpe, ignorante y simple.
240
Hernández sabía que ya había estirado bastante la
soga y dudaba que le pusieran a su disposición un
avión así que sabía que la opción clara sería ir a
Barcelona en barco porque había visto que a pesar de
que salía una hora después llegaba a la ciudad
condal6161 casi a la misma hora que el que iba a
Valencia y en Barcelona tenían oficinas.
-Me gustaría saber cual es la razón por la que los
tengo que acompañar y en calidad de qué voy a ir.
-Le pedimos que venga para que nos aclare
algunas cosas y vendrá como invitado del Estado
español.
-De acuerdo.
Ricci se puso los pantalones y la camiseta que se
habían secado frente a la estufa encima de su ropa
interior, así como las zapatillas deportivas que Juliette
había tenido el buen tino de poner en el bolso. Pensó
que no tenía nada que quisiera decirle al Estado
español, pero por el momento no tenía muchas
opciones que no incluyeran la violencia y decidió
seguirles la corriente y no alertarlos. Por un momento
imaginó que su invento cayera en manos de esta gente
y le corrió un frío por la espalda. Agarró su móvil, la
tablet y sus documentos y se los guardó también.
-Señor, llame dos taxis. Dijo Hernández, mirando a
Marciano.
-Antes me gustaría que me den mis 2.000 €.
Contestó el murciano.
Hernández se había olvidado de eso. Sacó una
tarjeta de su bolsillo y se la dio diciendo:

6161
N del A: Denominación antonomástica conque se suele aludir
a la ciudad de Barcelona por haber sido capital del condado de
Barcelona.
241
-Llame a ese número y le pagarán. Ahora pida los
taxis.
Dependiendo de como saliera todo esto el murciano
tenía alguna posibilidad remota de cobrar ese dinero.
Cuando salieron al fin de la casa era ya de día, pero
a esas horas estaba fresco. Angelo salió apoyado en
Jesús exagerando su cojera. Cuando pasaron al lado
de Marciano, Angelo le dijo:
-No se preocupe, es solo dinero, sigo agradeciendo
que me haya salvado la vida.
Marciano, muy nervioso y enfadado con él mismo
solo atinó a guiñarle el ojo.
-Joder con el guiño, me da mal fario6262. Dijo en voz
baja, Jesús.
-No te preocupes, a mí me lleva guiñando el ojo
desde anoche y no me ha pasado nada. Le dijo Angelo
a Jesús y ambos se rieron.

6262
N del A: Expresión andaluza que significa mala suerte.
242
Capítulo 53

Se repartieron en los taxis, Charlie en el asiento


delantero, con Jesús y Angelo en el trasero de un taxi y
Hernández con su compañero en el asiento trasero del
otro.
-Ni una palabra en el viaje. Le dijo el jefe a Charlie.
Cuando estuvieron sentados, Charlie le repitió a
Jesús:
-Ya has oído, ni una palabra.
Cuando se dio la vuelta, Angelo le guiñó un ojo al
mejor estilo de Marciano a Jesús que no pudo contener
la risa.
-¿De qué coño te ríes? Le gritó Charlie.
-Nada, una cosa que me acordé. Respondió Jesús.

Llegaron a eso de las 7:30 hs. al puerto de Palma a


la terminal de los barcos que iban a la península.
Estaba en primer lugar un ferrie rápido que iba a
Barcelona y un poco más atrás el barco que haría la
travesía a Valencia que salía una hora más temprano.
Se sentaron en la sala de espera y Hernández se
fue a hablar con las autoridades de la naviera a las que
tuvo que convencer de que les dieran sitio para 5
personas y resultó más sencillo de lo que esperaba;
incluso les ofrecieron un desayuno que a estas horas
era como música celestial y un camarote donde podrían
llevar a su “detenido”. A las 8 de la mañana los llamaron
para que embarcaran y Hernández le dijo a Charlie:
-Visto que usted quiere estar en todo, usted se irá al
camarote con el señor Ricci y nosotros nos iremos a
desayunar mientras tanto. Después de zarpar iremos
turnándonos para acompañarlo.

243
-Mejor que vaya Jesús al camarote con el argentino
que ya luego lo sustituyo yo.
No iba a desperdiciar el desayuno que ya estaba
saboreando por acompañar a un sumiso que no había
dado muestras de irse en ningún momento y la
jerarquía para eso estaba.
Descendieron Jesús y Angelo hacia la cubierta
inferior donde se encontraba el camarote al que los
guiaba un tripulante vestido de camarero. Jesús era una
persona afable que sabía el lugar que ocupaba en la
escala de los seres humanos y ya en el colegio había
descubierto que tenía compañeros mucho más listos
que él; no era inteligente pero tampoco pretendía serlo
y eso era lo bueno. Tranquilo y, se diría que, hasta feliz,
acompañó a Angelo a las entrañas del barco. Entraron
a un camarote que contaba con baño y dos camas, olía
a limpio y estaba impecable.
-Si voy al servicio, no intentarás nada raro, ¿no? Le
preguntó el andaluz.
-En absoluto, quédate tranquilo; igual recuerda que
estoy viajando en calidad de invitado por lo que tu
responsabilidad es acompañarme y nada más. Contestó
Angelo.
Y así fue, cuando salió Jesús del baño, Angelo
estaba sentado tranquilamente mirando la televisión.
-¿Qué cama prefieres? Le dijo al Agente.
Sorprendido por la pregunta, el de Andalucía dijo:
-Ésta mismamente6363 que está más cerca del
mueble-bar, jaja. Dicho esto, lo abrió y atacó con todo lo
que había dentro.

6363
N del A: Utilización incorrecta muy extendida del adverbio
entre los españoles de baja cultura.
244
Angelo se tiró en su cama y comenzó a contarle
toda una historia que iba inventando sobre la marcha de
que era un huérfano y bla bla bla.
A los 10 minutos, con el ronroneo del motor del
barco, lo calentito del camarote, todo lo que había
comido, la noche sin dormir y la monotonía de la voz de
Angelo; terminaron con la resistencia de Jesús que
comenzó a roncar sonoramente.
Angelo, se calló, miró su reloj y vió que eran las
8:12 hs.

245
Capítulo 54

Salió lentamente del camarote sin hacer ruido,


aunque por el tenor de los ronquidos de Jesús pocas
eran las probabilidades de que se despertara. Subió por
unas escaleras que se encontraban a su derecha y
desembocó en un extremo del salón comedor. Allí se
hallaban los otros tres agentes dando buena cuenta de
unos emparedados de boquerones y tortilla6464 con vino
y cerveza por lo que alcanzaba a ver desde ahí, a pesar
de ser las primeras horas de la mañana.
El salón ocupaba toda la planta en la que se
encontraba y estaba rodeado de ventanales con
cristales por tres de los cuatro costados, pero él estaba
en la pared opuesta en la que estaba la barra que era la
única que no tenía ventanas. Volvió a bajar y caminó
por un pasillo en dirección a lo que suponía era el otro
extremo del salón. Subió por la escalera y se asomó,
aún podrían verlo, pero si conseguía caminar dos
metros sin que lo vieran estaría a salvo; lo ayudaba que
ya estaba subiendo la gente que viajaría en ese barco.
Miró el reloj y eran las 8:16 hs., no podía entretenerse
más. Esperó a una familia ruidosa que estaba subiendo
y se lanzó sin mirar a ningún lado. No escuchó ningún
grito ni nada irregular así que fue directo a la escalera
por la que estaba subiendo la gente similar a un
finger6565 de avión. Toda la atención y seguridad estaba
dirigida a cuidar que no subiera nadie sin billete, pero
alguien que caminaba contracorriente no disparaba las
6464
N del A: Extraña combinación de un pan cortado al medio con
pescado en vinagre o tortilla de patatas a las que son muy
aficionados los españoles.
6565
N del A: Pasarela de acceso cerrada, generalmente plegable
por lo que también se la suele llamar “manga”.
246
alarmas; parecía que había olvidado algo y bajaba a
recogerlo.
En pocos minutos estaba en la terminal y corría
cojeando y soportando el dolor hacia el barco que salía
en minutos hacia Valencia, esa zona ya estaba vacía y
estaban cerrando y quitando el finger.
-¡Un momento! Gritó Angelo.
-Ya está cerrado señor. Le indicó un señor joven
vestido con el traje azul de la naviera frente a un
monitor de ordenador.
-Soy el señor Ricci y tengo reserva en este viaje,
por favor, fíjese.
-¿Con doble c? ¿Angelo? Preguntó el empleado
mirando la pantalla.
-Sí, ese soy yo.
-¿Tiene su DNI, por favor?
-Claro, aquí está.
El empleado estaba viendo en la pantalla que este
señor tenía pagada la mejor suite del barco que rara
vez se vendía debido a su alto precio.
-Tiene la suite Gran Lujo, señor. Por esta vez lo
dejaremos embarcar debido a esta razón, pero recuerde
la próxima vez de venir con mayor antelación.
-Desde luego, señor, he tenido muchas dificultades
para llegar.
-¿Lleva equipaje?
-No, no llevo más que mi persona. Dijo con una
sonrisa.
El empleado recién ahora lo miró con atención y lo
que vio le pareció un millonario excéntrico que había
pasado una noche divertida, vestía zapatillas, un
pantalón todo arrugado, y una camiseta encima de una
térmica; aunque todo era de marca y de las buenas y
tenía una mano hinchada y enrojecida.
247
-Pase, al final del pasillo lo esperan. Dijo, dándole
su tarjeta de embarque que era de color dorado y decía
en grandes letras azules “Suite Gran Lujo”.
Angelo agradeció mentalmente que su mujer fuese
siempre tan espléndida y luego recordó que ella jamás
viajaba de otra manera, así era ella, de buena cuna.
Fue guiado por un empleado que llevaba en el
costado izquierdo de su pecho un plástico que decía
Miguel, Suite Gran Lujo. Éste lo había estado
esperando todo el embarque y pensaba que ya no
vendría.
-Soy Miguel y estoy a su disposición para lo que
necesite señor, ¿Viaja solo? Dijo con un
amaneramiento muy notorio.
-Sí, Miguel; muchas gracias. Lo único que me
gustaría es un desayuno con mucha fruta que tomaré
después de darme un baño. ¿Puedes traerme ropa de
la tienda del barco? Quizá una muda de ropa interior,
unos náuticos, un pantalón y una camisa con un jersey
de hilo. Dejo en tus manos los colores pero que sea
discreto y combinen.
Miguel abrió la puerta de la Suite y pensó que quién
sería este señor que compraba en la tienda del barco
en la que solo adquiría ropa algún que otro alemán
adinerado ya que los precios eran mucho más altos que
los que se encontraban en tierra.
-¡Alto! Póngase ahí en el medio, derecho. Le indicó
el centro de la habitación.
-¿Qué pasa? Preguntó asustado Angelo mientras
veía como lo estudiaba Miguel.
-Te estoy midiendo, cariño. ¿Cómo te voy a traer
ropa sino? Le dijo con esa familiaridad que solo no
ofende cuando se dice con la gracia y el modo de una
mujer atrapada en un hombre.
248
Angelo se quedó quieto unos segundos y le hizo
una sonrisa a Miguel que lo desarmó.
-Gracias Miguel, mi esposa no querrá verme mal
vestido. Dijo, poniendo cada cosa en su sitio, pero sin
ofenderlo y entregándole la Stratus Rewards Visa Black
Card una de las más exclusivas tarjetas de crédito.
Miguel lo señaló con el dedo índice como
disparándole, le sonrió y salió de la suite.
Angelo miró por la ventana como se alejaba el
Puerto y con ello también sus captores. Sabía que
podrían hacer dar una vuelta al barco, pero no creía que
descubrieran nada hasta que una vez que zarparan
ellos fuera alguien a sustituir a Jesús. Jesús, lo
lamentaba por él, pero bien podría defenderse diciendo
que nadie le dijo que iba detenido y en realidad así era.
Llamó por el teléfono de la habitación preguntando si
era posible que le trajeran un cable para recargar su
teléfono, le preguntaron la marca y se lo enviarían a
través de Miguel. Cuando se pagaba 30 veces lo que
costaba un billete normal todo era posible.
Cuando salió de la ducha se sentía renovado, ya
casi no cojeaba y la hinchazón en su muñeca iba
remitiendo. Encontró sobre la cama toda la ropa y
aprobó la elección de Miguel, todo en blanco y negro y
de buena calidad. Sobre la mesa estaba un magnífico
desayuno con todo tipo de frutas más café, leche y
muchas cosas de un típico desayuno americano, pero
en plan sano. También había una nota en una caligrafía
impecable al lado de su tarjeta de crédito que decía. “Si
algo no te gusta o no es de tu talla, me llamas. En la
mesa hay un Diclofenac6666 para esa muñeca,

6666
N del A: Droga antiinflamatoria no esteroide y por lo tanto de
venta libre.
249
¡TÓMALO!”. Este Miguel le gustaba, tenía humor y se
fijaba en todo; lo compensaría al final del viaje si
encontraba a bordo un cajero automático de donde
sacar efectivo con su tarjeta.
Después de desayunar y probarse la ropa que le
quedaba perfecta se acostó y se durmió enseguida. La
noche de pocas horas mal dormida y los nervios le
estaban pasando factura.

250
Capítulo 55

Eran las 10:30 de la mañana y ya hacía una hora


que habían zarpado de Palma. Al almuerzo le siguió
una ronda de copas de anís y cognac y a esa le siguió
otra con lo que en la mesa todo eran bromas cuando
Charlie haciéndose el responsable les dijo:
-Voy a sustituir a Jesús así viene a desayunar.
Bajó al camarote y abrió la puerta, estaba a
obscuras y Jesús molido de la noche en vela seguía
roncando en lo más profundo de sus sueños. Miró en la
otra cama y dentro del baño, pero no encontró a Ricci
en ninguna parte. Zarandeó a Jesús al tiempo que le
gritaba.
-¡¿Dónde está el detenido?!
-¿Qué detenido?
-¡No te hagas el gilipollas! ¿Dónde está el argentino
qué tenías que cuidar?
-Nadie me dijo que lo debía cuidar sino acompañar.
Se defendió Jesús. -Habrá ido a dar un paseo por el
barco, ¿Dónde va a ir en un barco, al agua?
Charlie no contestó y salió hecho una furia hacia el
comedor. Cuando llegó con la cara desencajada, los
otros se dieron cuenta que algo no funcionaba.
-Por favor, López; no me diga que ya no tenemos a
Ricci. Predijo Hernández.
-Tiene que estar a bordo, nadie ha bajado del barco
y ya estamos en el mar, tenemos que buscarlo.
-No, no “tenemos”; lo buscarán usted y su
compañero por todo el barco y cuando lo encuentre lo
esposará a lo largo de todo el viaje.
Pasarían más de 3 horas hasta que se dieran por
vencidos y hubiesen molestado a todos los viajeros del
barco sin encontrar a Angelo por ningún lado. Les
251
quedaba la esperanza de que al llegar al puerto de
Barcelona lo pudiesen apresar al descender.
Hernández se sentó en un rincón a pensar. Ricci
podía estar en el barco, aunque aún no lo hubiesen
encontrado, pero también podía haberse bajado antes
de salir. Abrió Internet en su celular y miró los horarios
de las navieras, Había un barco que salió a Valencia
una hora antes que ellos, muy justo, pero podría haber
subido a bordo. Una vez en Valencia pensó qué haría
él, trataría de poner tierra de por medio de la forma más
rápida y la forma más rápida sería en avión. Miró los
horarios de los vuelos comerciales que saldrían esa
tarde, solo había uno que iba a Dublin en una empresa
de bajo coste, mmmm. ¿Y si se iba en un vuelo
privado? Recordó a un agente de la NRO 6767 que una
vez había conocido en una capacitación de
interpretación de imágenes satelitales que era el único
que hablaba español de los americanos porque tenía
orígenes mexicanos. Éste le dijo que si alguna vez
necesitaba alguna búsqueda satelital que lo llamara;
claro que fue dicho en un contexto de compañeros de
curso y no sabía si le respondería. Buscó en su móvil el
número y vio que comenzaba por +1703, seguro que no
sería barato pero el móvil lo pagaba la CNI. Llamó con
pocas esperanzas y lo atendió una voz de hombre en
inglés, se apresuró a hablarle en español y se presentó.
El otro no lo recordaba, pero al fin se acordó y lo
identificó. No fue fácil, al pedirle si podía detectar por
satélite los aviones que saliesen del Aeropuerto de
Valencia a lo largo de una ventana de 2 horas, el

6767
N del A: Oficina Nacional de Reconocimiento del inglés
National Reconnaissance Office. Es una de las 5 grandes Agencias
de Inteligencia estadounidenses.
252
americano le respondió que si querían podían ver hasta
la matrícula, pero tenía que justificar para qué lo
necesitaba. La desesperación de Hernández por
arreglar un poco la situación hizo que con reticencia al
principio y luego más fluídamente terminara contándole
toda la historia, incluso le envió el legajo de la Oficina
de Patentes que había recibido de López.
Stetson Calderón, que así se llamaba el susodicho,
lo primero que hizo, nada más colgar, fue llamar a sus
compañeros de la NSA6868 e informarlos de todo lo
hablado con el español y esto desencadenó una marea
gigante.

Hernández pensó que esto solo era una


corazonada y decidió no decir a nadie su plan por lo
que no mandó a ningún agente a esperar el barco a
Valencia, si había ido allí lo sabría en breve.
La cosa se había complicado realmente, en
Barcelona los estaba esperando el Director del CNI y no
tenían que darle más que una cuenta de gastos
enormes sin justificación alguna que la oficina ya había
empezado a pagar con reclamaciones de una empresa
de girocópteros y otra de paseos en globo. El futuro de
los 4 agentes estaba señalado, lástima que señalaba a
la calle.
El resto del viaje fue muy duro; Hernández no
paraba de hablar por teléfono, Charlie seguía
caminando por todo el barco furibundo, probablemente
si hubiera caminado de Palma a Barcelona por encima
del agua hubiera hecho menos kilómetros, el

6868
N del A: Agencia Nacional de Seguridad del inglés National
Security Agency. Una de las dos principales Agencias de
Inteligencia estadounidenses junto con la CIA.
253
compañero de Hernández se lamentaba de su mala
suerte y Jesús era el único que no se preocupaba
mucho, comió y durmió todo el resto del viaje, la
tranquilidad de los ignorantes.
Los pasajeros de ese barco nunca olvidarían las
dos horas y media que tardaron en desembarcar en el
puerto de Barcelona y las demandas a la empresa
lloverían durante más de seis meses después.

254
SÉPTIMA PARTE
Huida a Francia

Capítulo 56

A eso de las 14 hs. Y cuando ya faltaban solo dos


horas para llegar al Puerto de Valencia, Angelo
despertó sorprendido por todo lo que había dormido. Se
miró la muñeca y vio que el Diclofenac había hecho su
trabajo porque ya no estaba tan inflamada y le dolía
mucho menos, la herida había comenzado su camino
de cicatrización.
Se levantó y al ir al baño notó que la pierna también
había mejorado y que ya podía apoyarla sin sufrir
grandes dolores. Como si hubiese una cámara
vigilándolo se escucharon unos suaves golpes en la
puerta.
-¡Adelante!
Entró Miguel que estaba tan inmaculado como
cuando habían salido.
-¡La Bella Durmiente ha despertado!
Angelo rió la ocurrencia y lo invitó a pasar al
camarote.
-Miguel, ¿Sería posible que me trajeras algo de
comer o ya es muy tarde?
-Nunca es tarde si la dicha es buena6969, jaja.
Ningún problema. ¿Qué desea comer el señor?
Miguel pasaba del tuteo al trato de usted sin mediar
transición y todo parecía natural en él.
-Te dejo que me escojas el menú, con la ropa has
acertado; por cierto, muchas gracias, me gusta mucho.

6969
N del A: Antiguo refrán.
255
-No te gustará cuando te llegue el cargo a la tarjeta,
jaja. Dio media vuelta y se fue.
Angelo aprovechó la intimidad para llamar a Alexis y
confirmar que lo estuviese esperando. Ella le contó que
estaba con Lucca y que ya habían propiciado el
reencuentro de Ingrid con sus padres. Éstos si bien no
estaban felices, comprendieron la situación e incluso el
señor Haggelmann se había ofrecido a ayudarlo si lo
necesitaba ya que tenía muchos amigos influyentes. A
la que tuvieron que llevarse casi a la rastra había sido a
Ingrid que quería quedarse a esperarlo, pero al fin ha
transigido con la promesa de que le vería pronto. A
Juliette y a su familia tuvo que ponerlos al tanto
bastante de todo lo que estaba pasando porque se
encontraban muy preocupados, pero le dijo que no se
preocupase que siempre habían sido muy discretos con
lo que se les había contado.
Colgó y se relajó, todo había sido muy vertiginoso y
necesitaba pensar con tranquilidad. No sabía si
realmente se encontraba en peligro o si solo se trataba
de una situación difícil de manejar. Por las dudas no era
bueno involucrar a Alexis, no se lo había dicho, pero no
pensaba llevarla con él en el avión, se lo diría
personalmente. Lucca sí que vendría, podía ser bueno
contar con un aliado y ayuda extra si las aguas se
desbordaban.
Luego de golpear entró Miguel con un carrito que
iba dejando detrás de él un aroma que embriagaba.
-¿Qué me has traído eximio caballero? Bromeó
Angelo mientras veía maniobrar con destreza a Miguel
acomodando la comida en la mesa.

256
-Bien, de entrada, una ensalada César7070 con
gambas, plato principal un filete de emperador 7171 a la
plancha con una omelette de fromage bleu
d’Auvergne7272, o como se diga. Dijo simpáticamente
leyendo tal cual estaba escrito.
-No te preocupes que no es clase de francés.
-Ahhh, pensé que era inglés. Dijo, y los dos se
echaron a reír con ganas.
-Oye, ¿Qué haces si el que ocupa esta suite es
extranjero?
-Yoo, nada. Viene mi compañera italiana que habla
hasta en esperanto, jaja.
-Bien, sigamos, ¿Y el postre?
-Tiene un nombre raro, pero son mangos con crema
de leche batida con azúcar.
-Exquisito. ¿Hay un cajero automático en el barco?
-Sí.
-¿Podrías ir y sacar 500 € en efectivo con mi
tarjeta?
-Sí, pero no nos permiten hacer eso.
-Bueno, no quiero comprometerte. Te diré la
verdad, quiero dártelos por todas las atenciones que
has tenido conmigo, pero no tengo dinero en efectivo.
-Guauuuu. Eso tiene arreglo. Cuando me des la
tarjeta para pagar las comidas diré que carguen esos
500 € de propina para mí y ellos me lo acreditan en mi
sueldo. Nunca tuve problemas. ¡Te agradezco
muchísimooo! Mi novio y yo nos daremos una buena

7070
N del A: Ensalada con lechuga, picatostes, queso, anchoas,
tomate en dados, maíz y otras mil variantes.
7171
N del A: Pez con carne parecida a la del Pez Espada.
7272
N del A: Tortilla de huevos con queso azul de la región de
Auvergne en el centro de Francia al oeste de la ciudad de Lyon.
257
cena en el mejor restaurante de Valencia en tu honor.
Toma, esta es mi tarjeta, llámame si necesitas algo; mi
novio es Auxiliar de a Bordo de Iberia y podría pasarte a
primera si algún día viajas con él. Ahora te dejo comer
en paz.
Angelo comió y luego pasó el resto del viaje
recostado en un sofá navegando por Internet y dando
forma a un plan que llevaba en la cabeza.
A las 16:05 horas llegaron a Valencia y a las 16:30
estaba en la Terminal rastreando con la vista a Alexis al
mismo tiempo que buscaba caras sospechosas.

258
Capítulo 57

Cuando Alexis lo vio no pudo contenerse y corrió el


breve trecho que los separaba. Angelo le correspondió
abriendo los brazos y recibiéndola con fervor, Lucca se
fue acercando y esperó a que se separaran. Lo abrazó
y le dijo:
-No vuelvas a hacerme esto amigo, casi muero de
los nervios estos días. Estamos juntos en esto y vamos
a aguantar el vendaval unidos.
-Tienes razón, pero no sabía quién era el enemigo.
Saco en limpio de esto que ahora sé en quién confiar y
mi lista se reduce a muy pocas personas. Vamos ya al
Aeropuerto que aquí no estamos seguros, solo lo
estaremos moviéndonos, por el momento.
Salieron del Puerto de Valencia y se dirigieron en
taxi al Aeropuerto. En el viaje trataron de hablar
crípticamente y lo menos posible, se estaban poniendo
paranoicos y en todos veían a espías del CNI. Hablaron
del bonito día que era después de la tormenta del día
anterior y fue objeto de burlas por parte de los dos
debido a su ropa.
Cuando llegaron al Aeropuerto de Manises una
media hora después, se dirigieron directo a una de las
cafeterías públicas a pedido de Angelo.
Angelo miraba en todas direcciones y parecía un
conejo asustado, eligieron una mesa en un rincón
desde la que se veía todo el bar incluida su entrada,
había mucha gente y eso era lo que buscaba. Alexis
miraba como cojeaba y ya había reparado en su
muñeca aún irritada y lastimada, aunque la inflamación
había remitido bastante, pero no abrió la boca.
-Bueno, esto es una síntesis de mis últimas horas
que creo que es lo que interesa, no tenemos mucho
259
tiempo así que lo resumiré lo mejor posible. Luego me
preguntaréis lo que queráis.
Ambos asintieron con la cabeza y no dijeron nada.
Se acercó un joven camarero al que le pidieron tres
cafés y Angelo empezó a contarles.
-Mi viaje en globo tuvo un final abrupto y no muy
cómodo en el que saqué una muñeca muy lastimada y
una pierna golpeada, pero sin gravedad. Dijo señalando
ambas cosas.
Alexis le tomó la muñeca y le hacía suaves caricias
mientras Angelo seguía hablando.
-Me rescató un pescador que luego me denunció a
una especie de Servicio de Inteligencia español, éstos
llegaron de madrugada y me llevaron detenido porque
las autoridades querían hablar conmigo, eran los
mismos que nos amenazaron a punta de pistola a
Lucca y a mí. ¿Recuerdas Lucca?
-Sí, en la autopista.
-Exacto. Los pude burlar en el Puerto de Mallorca y
ahora supongo que están en Barcelona no muy
contentos. Tengo que irme del país y pensé en nuestros
amigos de Bagnères de Bigorre. Dijo mirando a Alexis.
-El otro día hablé con ellos y me dijeron que
estarían hasta principios de mayo en París y que
dispusiéramos del apartamento si queríamos, que la
llave la tiene, como siempre, el portero. Contestó Alexis.
Esperaron a que el camarero terminara de servir los
cafés y Lucca le pagó para no volver a ser
interrumpidos.
-¡Genial! Ahí podré decidir los pasos siguientes
porque esto ha sido muy vertiginoso, pero tengo una
idea. Antes tenemos que irnos. Alexis, lo siento, pero no
podrás venir. Se está transformando en algo muy
peligroso y nos serás mucho más útil en Madrid.
260
-Tranquilo, Angelo, había pensado lo mismo; aún
contra todo lo que dicta mi corazón. Alguien tiene que
estar fuera de foco para poder organizar las cosas. Si
tienes que seguir huyendo hasta que consigamos
normalizar la situación tiene que haber un cerebro que
no esté bajo presión. Quizá me quede unos días aquí
en casa de Juliette.
-Perfecto. Lucca, si no quieres venir, no te culpo,
pero tampoco te voy a ocultar que me vendría bien otra
opinión si me siento acorralado otra vez. ¿Has podido
hacer algo con lo de Ajalvir?
-¡No me lo perdería por nada del mundo! ¡Unas
vacaciones pagadas en los Pirineos franceses! Por lo
de Ajalvir no te preocupes. Dijo medio en broma medio
en serio, Lucca.
-Bien, cariño nos comunicaremos vía WhatsApp con
los nuevos números. Ahora vámonos ya, mientras
podamos.
Dio un sorbo a su café y le dio un largo beso a su
esposa, luego se encaminaron hacia la zona de vuelos
privados donde estaba el Piaggio. Ya habían salido los
vuelos de la tarde y la Terminal estaba medio vacía.
-Lucca, haz todo el papeleo. Yo te esperaré sentado
como un pasajero más, cuando tengas todo listo me
levantaré e iré detrás tuyo rápidamente para salir en el
menor tiempo posible. Pon en el Plan de Vuelo que vas
con un copiloto, A. Ricci, solo con la inicial, aquí tienes
mi licencia; destino: Aeropuerto de Ossun o Tarbes-
Lourdes-Pyrénées, código ICAO, LFBT. Suelen prestar
menos atención a un tripulante que a un pasajero; con
suerte todavía no estarán todas las alertas levantadas.
No me mires con esa cara, tengo almacenada en el
FMC del Piaggio la ruta, he ido muchas veces, va casi
solo, jaja.
261
En 15 minutos salió Lucca de las oficinas y le hizo
una seña a Angelo para que lo siguiera. Éste se levantó
mirando a todos lados y se unieron hacia las puertas
que daban a la parte interior del Aeropuerto. Allí había
un cansado Guardia Civil que miró brevemente las
licencias y les deseó buen viaje. Por ahora todo bien.
Cuando estaban a punto de subir en el Piaggio
vieron venir corriendo a una persona que vestía el
uniforme de los empleados de Rampa con algo en la
mano con lo que los señalaba.
-Haremos como la última vez, Lucca; tú los distraes
y yo corro.
El empleado estaba a unos 10 metros cuando
vieron que lo que llevaba en la mano era una carpeta y
gritaba algo así como por favor.
-¡Comandantes! Por favor, ¿Podrían firmar esta
petición? Es por los compañeros despedidos por
reducción de plantilla.
Ambos respiraron hondo y Angelo le dijo:
-¿Le importa si firma él mientras yo voy haciendo el
Checklist?
-No, perfecto. Muchas Gracias. Enseguida le mando
un par de Marshall para agilizar la salida a pista.
Consiguieron estar en el aire en 10 minutos, parecía
como que todo el Aeropuerto se había confabulado para
que despegaran lo antes posible.

262
Capítulo 58

A más de 6.000 kilómetros de ahí en un búnker del


Condado de Fairfax, Virginia en los Estados Unidos.
Stetson Calderón recibió una voz en los auriculares que
llevaba puestos desde que entraba hasta que terminaba
su jornada laboral.
-Tengo un positivo en Manises 1 de Bird 12.
Escuchó decir a un operador que monitorizaba la
información que recibían de los satélites.
-Adelante. Stestson se puso atento, aunque ya era
la quinta alerta que recibía desde el Aeropuerto de
Manises en Valencia.
-Un Piaggio P-180 Avanti II con… un momento; sí,
Piloto y Copiloto con destino al Aeropuerto de Tarbes-
Lourdes-Pyrénées, acaban de despegar.
-¿Dónde es eso?
-Francia, en la zona de los Pirineos, frente a la
pequeña población de Ossun, a veces se lo conoce por
Aeropuerto de Ossun también por eso. Dijo el operador
invisible a través de los auriculares.
Stetson, que se llamaba así por la afición de su
padre mexicano a los famosos sombreros vaqueros de
ese fabricante, sabía que el operador consultaba
rápidamente cualquier cosa en los fabulosos
ultrarrápidos ordenadores Cray a los que tenían acceso.
-De acuerdo, interesante, es el primer vuelo privado
con destino al extranjero. Mantenga la vigilancia sobre
Manises una hora más.
-Sí, señor.
Calderón salió de la sala principal y se dirigió a
unos pequeños despachos que poseían lo más
avanzado en encriptación de comunicaciones. Se sentó
frente a una pantalla y tocó con el dedo un icono que
263
decía NSA. Se bajó el micrófono que llevaba adosado a
sus auriculares, a la altura de sus labios y dijo:
-Tenemos un positivo en Manises 1 que parece
interesante, se dirige al Aeropuerto de Tarbes en
Francia, es un Piaggio Avanti II con dos tripulantes a
bordo.
-Gracias, por favor, siga atento hasta que lo
desactivemos.
Jason Summers, a pesar de su nombre, era oriundo
de Minnesota7373, provenía de St. Paul, una de las
gemelas7474. Como el clima de su ciudad de origen, era
frío y calculador, algunos decían que tenía un chip en
vez de cerebro. Era capaz de tener 3 y 4 operaciones
en desarrollo simultáneamente y saber exactamente
que pasaba en cada una de ellas. Se encargaba de
Operaciones en Europa que pudiesen significar un
riesgo para el modo de vida americano, en realidad
manejaba muchas cosas que luego iba dirigiendo a los
departamentos correspondientes; jamás había
trabajado en el “campo7575” pero era un excelente
organizador de tareas.
Estaba sentado en su despacho en la planta 16 de
la espectacular torre acristalada de la Base de la NSA
en las instalaciones militares de Fort Meade en el
Estado de Maryland. Él era uno más de los miles de
empleados que tenía la Agencia de Inteligencia
7373
N del A: Se hace alusión al significado de summer que
significa verano y al clima extremadamente frío del Estado de
Minnesota.
7474
N del A: La capital del Estado de Minnesota es St. Paul
aunque forma un nucleo urbano con Minneapolis, una a cada lado
del río Mississippi; llamadas por eso “las gemelas”.
7575
N del A: Se denomina Agente de Campo cuando la persona
actúa directamente en el lugar en el que se desarrolla el operativo.
264
americana para preservar los principios bajo los que se
regía Estados Unidos. Había recibido los documentos
enviados por Stetson Calderón de la NRO sobre un
dispositivo extraño patentado por una persona que él
había derivado inmediatamente a la división de
tecnología en la quinta planta. Éstos se habían
comunicado con él y le dijeron que, o era obra de un
desequilibrado, o podía ser algo que había que vigilar
muy de cerca. Era todo un desarrollo que parecía estar
basado en inventos de Nikola Tesla. Luego lo llamaron
de la novena planta y eso significaba “órdenes”. Le
dijeron que montase un operativo para hablar con esa
persona, tenían que traerlo a Fort Meade para
interrogarlo tranquilamente ahí.
Summers supuso que “invitar” a un culto e
inteligente italiano (por lo menos era la nacionalidad que
figuraba en la carpeta que ya se había abierto a su
nombre) a charlar en Estados Unidos no sería muy
complicado. A diario tenía que vérselas con terroristas
asesinos de un sinnúmero de nacionalidades y
religiones, los cuales no sentían ningún aprecio por los
Estados Unidos y encima los consideraban sus
enemigos.
Revisó en la pantalla de la computadora una lista de
agentes en todo el mundo y encontró a dos
“durmientes7676” que vivían en Toulouse al sur de
Francia a los que haría desplazar a Tarbes para
someter a vigilancia o hablar, llegado el caso, con el
italiano. ¿Cuál era su nombre? Revisó unos papeles
que tenía en la punta derecha del escritorio y leyó su
nombre: Angelo Ricci, ítalo-argentino, ahh no era

7676
N del A: Agentes que sin trabajar a diario para una Agencia
pueden ser activados en determinado momento si son necesarios.
265
italiano puro, poseía la doble nacionalidad. Ese
nombre…
Miró en el informe que ya le había llegado de la
NRO vía Intranet7777 y leyó el nombre de la tripulación
del Piaggio, ¡Ahí estaba!, A. Ricci. ¡Te tenemos!
Calculó lo que tardarían los agentes desde
Toulouse y vio que no llegarían antes de que aterrizara
el avión, pero una aeronave tan cara no se abandona y
supuso que volverían a salir con el Piaggio en las
próximas horas así que planificó todo para una
vigilancia del avión en el Aeropuerto más que de la
persona. Ricci iría hacia ellos y no al revés, por lo que
sabía del caso, éste huía de los españoles, pero no de
todo el mundo.
Ya tenía todo en marcha como le gustaba a él.

7777
N del A: Red de trabajo codificada y cerrada para uso de los
Servicios de Inteligencia nada más y no abierta al público.
266
Capítulo 59

Los agentes del CNI español jamás recibieron


ninguna información de la NRO o de la NSA, pero como
el único que sabía de ese pedido de ayuda era
Hernández, éste se cuidó muy bien de decir algo y
supuso que su “amigo” americano no había detectado
nada que fuera útil para ellos. El Director de la CNI no
sabía muy bien como tratar todo esto, en realidad no
tenía mucha práctica en operaciones de campo y los
hombres bajo sus órdenes menos, así que si tomaba la
decisión de echar a todo el mundo involucrado a la
calle, esto sería un boomerang que le volvería
envenenado porque al final él era el responsable del
fracaso.
Tomó una decisión muy salomónica, pagó las
cuentas de todo este enredo con una artimaña
planificada con el contable de la Agencia, dejó a todo el
mundo en su puesto y eliminó todo rastro de que
hubiese existido alguna vez una operación contra un tal
Ricci. Estas decisiones muchas veces son las culpables
de que nada mejore y todo siga igual, pero ayuda a
seguir comiendo gambas en el bar de la esquina a
costa del estado.
Los que eran ajenos a todo esto eran Lucca y
Angelo que aún se creían perseguidos por los
españoles y no veían la hora de entrar en espacio aéreo
francés.
A bordo del avión, Alexis le había preparado una
merienda tal cual le había prometido, que contenía todo
lo que le gustaba a Angelo. Había lychees,

267
rambutanes7878, sandwiches de miga de pan negro con
jamón crudo y queso roquefort, nutella y para beber,
yoghurt de maracuyá. Lo compartió con Lucca mientras
éste le contaba los cambios en Madrid; le habló del
traslado de todo lo que había en Ajalvir a la nave de
enfrente y algunas ideas que se le habían ocurrido con
respecto al motor. En realidad, le habló de unas ideas
que tenía con respecto a la obtención de energía del
entorno, si el motor era revolucionario, esto otro abría
unas posibilidades que no tenían fin.
Ambos se quedaron callados pensando que cada
vez era más difícil pensar en que hacer con todo esto.
-¿Y si no decimos nada y lo dejamos como un
desvarío mío que no tiene ningún asidero real?
Preguntó Angelo.
Se miraron a los ojos y Lucca fue el primero en
hablar.
-No podemos hacerlo. Se lo debemos al mundo, a
los que vendrán detrás de nosotros. Podemos cambiar
el planeta y lo sabes, Angelo. El bienestar de todos los
habitantes de la Tierra estaría al alcance. Lo que no se
me ocurre es como sustraerlo de las ambiciones
particulares de los hombres y de los países.
-Tengo una idea que te explicaré luego más tarde
en el Spa.
-¿En el Spa? No te irás a aprovechar de un
inocente muchacho de campo italiano, ¿no? Preguntó
Lucca y ambos se pusieron a reir ruidosamente.
-Sabía que hacía bien viniendo contigo. Gracias
Lucca.

7878
N del A: Frutos pequeños de color blanco amarillento muy
dulces originarios del sudeste asiático.
268
-De nada, no dejemos que nos superen los
acontecimientos y seamos felices. Cuéntame de ese
Spa que aún tienes 10 minutos antes de entrar en
espacio aéreo francés y me quiero distraer del miedo de
ver aparecer un EF-18 Hornet del Ejército del Aire
Español por la ventanilla en cualquier momento, no
puedo dejar de pensar que estamos pasando por
encima de la Base Aérea de Zaragoza.
-Siempre que venimos a Bagnères de Bigorre con
Alexis lo primero que hacemos es ir a Aquensis, unas
termas con unas instalaciones muy modernas en varios
niveles y con piscinas para todos los gustos. Es muy
relajante e invita al descanso y la meditación. ¡Luego
cenaremos en el mejor lugar que hayas visto jamás!
-Mira que conozco buenos restaurantes, ¿Eh?, jaja.
-Ahí está el tema, no es un restaurante y es difícil
que hayas podido comer ahí, pero Alexis me envió un
mensaje que me dice que ya arregló todo para
nosotros.

Según la pantalla, había llegado el momento de


entrar en espacio aéreo francés.
-Si no te molesta, Lucca, voy a hacer las
comunicaciones que estoy acostumbrado al aeropuerto.
Sintonizó la radio en 128.8 Mhz y dijo en francés:
-Buenas tardes Pyrénées aproximación Eco Charlie
Golf Alfa Bravo con nivel de vuelo 180 sobre Alfa 34 en
descenso preparados para comenzar procedimiento
STAR TALOL2T para ILS pista 20 de Tarbes con 200
indicada
-Golf Alfa Bravo buenas tardes responda en 1780.
-Respondemos en 1780.

269
-Golf Alfa Bravo está en contacto radar. Autorizados
directo TALOL desde GAUDE descenso a 100 y
reduzca a 180 de indicada. Vuelva en TALOL.
-Reduciendo a 180 y en descenso a 100 directos a
TALOL desde GAUDE. Volvemos en TALOL. Golf Alfa
Bravo.
Siguiendo las indicaciones de radio y las cartas que
tenían a bordo presentadas en pantalla fueron
navegando con seguridad y tranquilidad ya sabidos
dentro de Francia. A los pocos minutos volvió a llamar.
-Pyrénées aproximación Golf Alfa Bravo vertical
TALOL con 100 y 180 indicada.
-Golf Alfa Bravo. Por radial 094 de VOR tango bravo
oscar hasta bloquear con 3.000 pies QNH 1014. Vuelva
5 antes de VOR.
Angelo colacionó la comunicación y dejó que Lucca
se fuera ocupando de todas las tareas de pilotaje. Lo
observaba y le parecía mentira las pocas horas que
llevaba de vuelo con este avión.
-Pyrénées aproximación Golf Alfa Bravo a punto de
bloquear VOR de Tarbes con 3.000 pies.
-Golf Alfa Bravo pase con torre de Tarbes en 19 05.
Buen aterrizaje.
-Gracias Pyrénées aproximación pasamos a 19 05.
Cambió la frecuencia a 119.05 Mhz y llamó.
-Torre de Tarbes, buenos días Eco Charlie Golf Alfa
Bravo con destino su aeropuerto sobre VOR TBO con
3.000 pies listos para procedimiento Z para ILS de pista
20.
-Golf Alfa Bravo buenas tardes lo tenemos en
pantalla. Por radial 258 hasta interceptar Localizador
con 3.000 pies. Autorizados a aterrizar pista 20 turno
número 1. QNH 1014 condiciones CAVOK velocidad a
discreción vuelva establecido.
270
-Autorizados a aterrizar pista 20 volvemos
establecidos copiadas condiciones. Golf Alfa Bravo.
-¿Has oído, no, Lucca? Dijo Angelo mirando a su
compañero.
-Alto y claro.
Maniobraron el avión con maestría hasta ponerlo en
dirección a la pista donde iban a aterrizar.
-Torre de Tarbes, Golf Alfa Bravo, establecidos en
Localizador.
-Golf Alfa Bravo, autorizados a aterrizar pista 20
QNH 1014 CAVOK mantenga distancia con tráfico
precedente. Vuelva aterrizado.
-Tenemos tráfico a la vista, autorizados a aterrizar
pista 20. Volvemos aterrizados.
Hicieron las comprobaciones previas al aterrizaje
ocupándose Angelo de todo lo secundario como bajar el
tren de aterrizaje, flaps, etc. y le dejó a Lucca el pilotaje
que llevaba el avión como un Cessna 182.
Tocaron tierra en forma impecable y Angelo
aplaudió como hacen los pasajeros de línea cuando el
Piloto aterriza suavemente y Lucca sonreía satisfecho.
-Sí que eres un puto Barón Rojo como dice Pablo,
¿Eh?
-No es para tanto, jaja. Me gusta volar y me llevo
bien con las máquinas.
Angelo levantó una mano y llamó por la radio.
-Golf Alfa Bravo aterrizado.
-Golf Alfa Bravo aterrizó 19:42 hs. Pase a Ground
en 21.8. Buena estadía.
-Gracias, pasamos a 21.8.
Finalmente siguieron las últimas indicaciones que
los llevaron a aparcar en un lugar alejado de la
plataforma; en otra oportunidad hubiera protestado por
la lejanía, pero hoy prefería la mayor discreción posible.
271
272
Capítulo 60

En el momento que tocaron tierra a más de 6.000


kilómetros de distancia saltaron las alarmas. Stetson
Calderón recibió en los auriculares la comunicación de
que el objetivo de Manises 1 había aterrizado en
Francia e inmediatamente llamó al Agente Summers de
la NSA al tiempo que enviaba un informe por escrito en
la Intranet.
Jason Summers se puso en marcha y averiguó que
sus Agentes venían en viaje desde Toulouse y que
llegarían en unos 40 minutos, les reservó una
habitación en Lourdes por si necesitaban quedarse a
dormir. Si bien Tarbes estaba a 11 kilómetros y Lourdes
a 15 kilómetros, pensó que la ciudad que era destino de
miles de peregrinos diarios de todo el mundo, era
mucho más discreta y sus hombres pasarían
desapercibidos; 4 kilómetros no hacían diferencia y
daban mayor seguridad. Así funcionaba su cabeza,
pensaba en todo.
Habló con la Agencia de Inteligencia francesa, la
DGSE y solicitó cobertura para dos hombres en
vigilancia en la Aeroestación y ésta accedió a dársela.
Entre las Agencias de países amigos había cierta
colaboración que se daba con cuentagotas y dentro de
lo que se podía, se apoyaban mutuamente.
Al cabo de 15 minutos le informaron que debían
presentarse en la Estación de abastecimiento de
combustible del Aeropuerto de Tarbes donde los
proveerían de ropa como para pasar por empleados del
Aeródromo.
Expidió la información y las órdenes a los agentes
que consistían en convencer a Angelo Ricci de que los
acompañara a los Estados Unidos, si éste se resistía
273
debían esperar nuevas órdenes. Summers sabía que, a
pesar de tener entrenamiento, los agentes que estaba
enviando no eran personas que estuvieran
acostumbrados a actuar en el “campo” pero llegado el
caso ya pensaría en otra cosa. Nunca adelantaba
acontecimientos, le había pasado de pensar en todas
las contingencias que se le podían dar en una
operación y luego darse aquella en la que no había
pensado así que hacía años que decidió ir paso a paso
de acuerdo a los acontecimientos y no le había ido nada
mal; él bajo presión usaba las neuronas como
electrones de un ordenador.
Miró la hora en un reloj que tenía en una pantalla de
26 pulgadas en la pared del costado. Éste era la versión
moderna de los relojes redondos con el nombre de la
ciudad abajo que aparecían en todas las películas
antiguas de espionaje. La pantalla tenía la hora en 6
puntos diferentes del globo, pero poseía un software
que le daba en un instante la hora en cualquier lugar del
mundo. Además, resaltaba con un borde rojo brillante el
reloj del lugar en donde había una operación en marcha
y con bordes en otros colores para lugares de
operaciones que aún no se habían cerrado. El reloj
central con borde rojo mostraba las 20:03 hs. y debajo
decía “Tarbes”. Estaba seguro que dormirían en las
cercanías y que hasta mañana no habría ningún
movimiento, aunque el Aeropuerto funcionaba las 24
hs., de cualquier manera, haría que durmieran por
turnos para que uno siempre estuviese cerca del avión.

Le encantaba esa sensación de manejar desde


lejos toda la operación, parecía un ejecutante y

274
concertista de Theremin7979. Llegado el caso tenía
algunos agentes permanentes en Francia que podría
movilizar para traer por las buenas o por las malas al
italo-argentino a los Estados Unidos. Desde la División
de tecnología lo estaban apremiando porque a medida
que analizaban más a fondo el legajo veían la
necesidad de hacerle muchas preguntas.
Entró otro informe por la Intranet de la Agencia de
Reconocimiento firmado por Stetson Calderón. Del
Aeropuerto de Valencia había despegado un Dassault
Falcon 20008080 francés poco tiempo después que el
Piaggio de Ricci y casualmente también había
aterrizado hacía unos minutos en el Aeropuerto de
Tarbes. Demasiada casualidad y las casualidades no le
gustaban nada porque casi siempre traían problemas.
Revisó con atención a los Pilotos y al único pasajero
que traía. Con la matrícula del avión rastreó vuelos
anteriores y confirmó que los Pilotos eran los habituales
de ese avión que solía hacer muchas horas al año
recorriendo Europa. El pasajero figuraba como un
empleado de la fábrica de aviones Socata que tenía su
sede en el Aeropuerto de Tarbes-Lourdes-Pyrénées
casualmente. Parecía normal, quizá sí, fuera una
casualidad después de todo. Que él supiese los que
estaban detrás de la persecución de Ricci eran los
españoles y éstos no habían dado más muestras de
vida hasta el momento, aparte el avión tenía matrícula
francesa, con tripulación francesa y pasajero francés. Si
7979
N del A: Instrumento musical inventado por el ruso Lev
Termén que se ejecuta interfiriendo campos electromagnéticos con
las manos, pero sin hacer contacto físico con ninguna parte del
instrumento.
8080
N del A: Avión tipo Ejecutivo fabricado por Francia similar a
los Cessna Citation o Learjet, pero con mayores prestaciones.
275
la operación fuera más importante no dejaría este cabo
suelto flotando por ahí pero no creía que este tipo fuera
tan importante como para que despertara el interés de
los franceses. Con los problemas que tenían en
Francia, con los musulmanes fanáticos atentando en su
territorio, dudaba que se distrajesen con otras cosas.

276
Capítulo 61

Una vez apagados los sistemas del avión, Angelo


se dirigió a las gavetas de la parte trasera del Piaggio
que abrió y según las instrucciones de Alexis por
WhatsApp, encontró un bolso que contenía ropa para él
incluidos dos shorts de baño, también estaba un Smart-
Watch que su esposa sabía que le gustaba llevar
cuando viajaba ya que tenía GPS y un mapa móvil con
base de datos aeronáutica que, con muchísima
voluntad, dado lo pequeño de su cuadrante, le permitía
navegar de un punto a otro. Dejó el reloj que traía, un
Richard Mille, en un cajón con combinación y se puso el
Smart-Watch que además le servía para hablar por
teléfono o recibir mensajes gracias a su conexión con el
Smart-Phone que llevaba en el bolsillo. También sacó el
bolso que había traído Lucca que mostraba lo previsor
que era el italiano, y se lo entregó.
Angelo, al ver que su salida del Aeropuerto había
sido como siempre, se tranquilizó. Incluso hubo varios
empleados que lo saludaron ya que lo conocían de
haberlo visto muchas veces por ahí. Tomaron un taxi y
se acomodaron para el corto viaje de 21 kilómetros
hasta Bagnères de Bigorre.
Ingresaron por la Avenue du Général Leclerc hasta
la Place de Lafayette y finalmente por Ailée des
Coustous bordeando la hermosa arboleda del boulevard
que divide la calle. El taxi los dejó en un antiguo edificio,
pero en estado impecable de conservación donde los
amigos de Angelo y Alexis tenían el apartamento. Nada
más bajar del taxi salió del edificio Antoine el portero
que lo conocía muy bien.

277
-¡Monsieur Ricci! Ils ont déjà averti moi qui viendrait
à vous. J'ai tout prêt8181.
-Mercie, Antoine. Lucca, un ami italien8282. Dijo
presentando al italiano.
Continuaron hablando en francés hasta que
llegaron al apartamento y les mostró que había
comprado bebida y comida para ellos. Sabía que eso
era solo una inversión porque Angelo solía dejarle unas
propinas formidables.
El apartamento era de un gusto exquisito, 200 m2
de la mejor decoración que se puede comprar con
dinero. En realidad, era como dos apartamentos unidos,
contaba con uno principal y otro más pequeño para
invitados que es a donde se dirigieron primero a dejar
los bolsos. Regresaron al salón principal que tenía un
ventanal con una vista espléndida al Boulevard desde
una cuarta planta, estaba cálido e indicaba que Antoine
ya se había ocupado de calefaccionarlo. Su suelo de
madera noble brillaba como si fuera un espejo marrón e
invitaba a andar descalzo. Cumplieron con las
necesidades naturales, se bebieron una Coca Cola
cada uno y Angelo le dijo a Lucca:
-Deberíamos salir enseguida para ir a los baños
porque sino se nos hará tarde para cenar, salvo que no
quieras ir y prefieras quedarte aquí descansando o
mirando televisión o lo que desees.
-Tengo mucha ilusión de ir a las Termas, no
deberías haberles hecho tanta publicidad.
-Muy bien, ¿Tienes un short de baño?
-No pensé que iríamos a la playa, jaja.

8181
N del A: Señor Ricci!. Ya me han avisado que vendría. Tengo
todo preparado.
8282
N del A: Gracias Antoine. Lucca, un amigo italiano.
278
-No te preocupes, Alexis me ha puesto dos. Si no
eres muy pretencioso te quedará más o menos bien.
Vamos ya que desde aquí son diez minutos de
caminata por la Rue des Thermes hasta Aquensis.
Salieron del edificio, saludaron a Antoine y
comenzaron a caminar en dirección al edificio donde se
encontraban las Termas.
La edificación en donde se encuentra Aquensis está
a unos 200 metros de Les Grands Thermes sobre la
Rue du Pont d’Arras y fué terminada en 1886, lo que
comenzó con una piscina cubierta, que en su momento
llegó a ser la más grande de Europa de 20 por 13
metros, terminó en lo que es hoy en día, un gran centro
termal, modernizado y con todo tipo de tratamientos
relacionados con sus aguas curativas.
Después de su gran rehabilitación en la primera
década del Siglo XXI, se convirtió en un lugar de
referencia para tomar baños termales. Desde afuera ya
es una belleza ver el edificio que conserva su fachada
original pintado de celeste y blanco. Al entrar a la zona
de la piscina principal no se puede dejar de mirar hacia
arriba donde un complicado sistema de columnas de
madera como ramas de árboles sostienen el techo de
cristal.
Además de la piscina principal hay dos más
pequeñas, una de las cuales tiene música submarina,
también cuenta con gran cantidad de gabinetes para
masajes y tratamientos en la planta superior que dan a
una balconada que rodea la piscina principal y saunas,
Hammam y gimnasio completan un complejo para el
mejoramiento de la salud y el descanso.
Después de entrar y cambiarse en los vestuarios se
dirigieron a instancias de Angelo a la terraza donde
había unas pequeñas piscinas redondas de agua
279
caliente a la intemperie muy aptas para hablar sin oídos
indiscretos.

280
Capítulo 62

-Muy bien, Lucca. ¿Conocías Bagnères de Bigorre?


-No, es una hermosa ciudad. Se encuentra cerca de la
montaña, ¿verdad?
-Si, aproximadamente a unos 25 kilómetros se
encuentra la estación de esquí de La Mongie y el Pic du
Midi que es una montaña donde se encuentra un
Observatorio muy famoso, También en dirección a la
montaña se asciende al Puerto del Tourmalet testigo de
grandes gestas del Tour de France.
-Y este lugar es fantástico. Dijo Lucca señalando en
derredor.
-Sí, te traje aquí por el placer de darnos un baño en
aguas termales y además para aprovechar poder hablar
un poco tranquilos, luego continuaremos durante la
cena.
-Me parece perfecto. Hasta hace poco era un
desempleado aburrido y hoy soy un fugado de los
Servicios de Inteligencia, jaja.
-Es verdad, mi vida también ha cambiado mucho en
estos días. He pensado que esto puede estar
haciéndose público entre personas que sin duda no
sabrían qué hacer con nuestros descubrimientos.
Lucca percibió la generosidad de Angelo al decir
“nuestro descubrimiento” aunque él solo había ayudado
a desarrollar el motor que era solo un eslabón de algo
mucho más grande.
-Tengo un plan del cual quiero tu opinión al respecto
antes de empezar a ponerlo en práctica. Creo que
necesitamos que se conozca, pero no globalmente. Mi
idea inicial de darlo a conocer públicamente no
funcionaría. Había soñado con una gran Conferencia de
Prensa a donde asistieran representantes de todos lo
281
países, pero es una utopía. Cada uno trataría de usarlo
para su beneficio y la ambición humana es desmedida,
por ejemplo, dos países en guerra no lo usarían para
firmar la paz y vivir en armonía sino para inventar un
arma para someter al otro. Así que he pensado que
tiene que ser un país con acceso a secretos que no
haya divulgado. Hoy en día aquellos países con la
tecnología suficiente para hacer bombas atómicas son
mis candidatos, incluso lo podría ampliar a todos
aquellos que formaran parte de alguna alianza que
podría utilizarlas. ¿Por qué? Simplemente porque
poseen el poder de destruir lo que quisieran y sin
embargo no lo hacen. Eso significa que tienen los
suficientes controles internos como para dominar a
algún loco que se escapara de la jaula. ¿Me sigues?
-Sí, y estoy de acuerdo, pero yo también le he dado
vueltas al asunto y no sabría en qué país u Organismo
confiar.
-Yo tampoco, pero creo que como todas las cosas
madurará en breve. Estoy seguro de que esto está por
explotar de una manera u otra y ahí podremos evaluar
las intenciones de los postulantes. Nos han pasado
cosas extrañas, Lucca. La salida del Aeropuerto de
Manises en Valencia fue de las más rápidas y expeditas
que he tenido en un Aeropuerto español y la llegada
aquí igual de rara. He venido muchas veces y la primera
pregunta que te hacen es si vas a pernoctar y no nos la
hicieron, nos hicieron poner el avión en el extremo más
alejado frente a los talleres y yo jamás vi un avión
privado aparcado tan lejos, salvo que estuviese en
reparación. No sé si estoy paranoico o todo esto son
casualidades, pero alguien nos está cuidando y no sé
por qué. Puede que Francia sea una escala o el final del

282
viaje, pero me parece que estamos cerca de
descubrirlo.
-Entiendo lo que quieres decir. Estoy pensando en esto
como un problema matemático. Opción A: Nos
ayudaron a escapar los franceses mismos; Opción B:
Hay un tercer país involucrado que quiere contactarnos
en un país neutral; Opción C: No se trata de países sino
de intereses privados; Opción D: Hay algún Organismo
detrás de esto. La pregunta es: ¿Debemos quedarnos
quietos o tenemos que movernos?
-Me parece que ni una cosa ni la otra. ¿Qué te parece si
mañana nos dirigimos al Aeropuerto y con mucha calma
y bien a la vista, preparamos un plan de vuelo aaaa…,
digamos… ¿Berna en Suiza?
-Me parece excelente idea, si alguien nos quiere
contactar lo hará antes de que salgamos y sino Suiza
siempre es un buen lugar neutral para hablar. Luego
decidiremos que hacer paso a paso. O sea que nos
transformaremos en carnadas humanas y hablando de
eso y como ya tenemos un plan, ¡Vamos a cenar que
me muero de hambre! Espero que no me hayas
engañado y el lugar al que vamos sea tan especial
como dices. Dijo Lucca tocándose el estómago.
-Espera y verás.

283
Capítulo 63

Regresaron al apartamento y se prepararon


rápidamente para ir a cenar. Era una noche plácida y
fría, típica de la montaña, el cielo estaba plagado de
estrellas como solo puede verse en los Pirineos. Angelo
llamó a un taxi que los llevó por la Route des Cols en
dirección a Campan y a unos pocos kilómetros del límite
de la ciudad se detuvo en lo que parecía una casa
particular. Pagó y descendieron del automóvil. Al
contrario de lo que uno haría en una casa particular, no
llamaron a la puerta, sino que entraron directamente.
-Parece que esta gente confía en sus vecinos. Dijo
Lucca.
-Jaja, sí. Hay delincuencia como en todo el mundo
hoy en día, pero en esta ciudad y más aún en la zona
rural se vive muy tranquilo, igual hoy nos esperan y
posiblemente hayan dejado abierto por eso.
Ambos iban vestidos con una informalidad de esas
en las que se puede apreciar el buen gusto y calidad de
la vestimenta. Angelo estaba vestido con casi todo de
marca Giorgio Armani; llevaba una prenda a medio
camino entre una camisa y un polo de mangas largas,
pero no muy abrigada porque sabía que dentro se
estaría con una temperatura muy agradable, encima se
había puesto un abrigo sport combinado de cuero y tela
con unos pantalones de fina pana y unos zapatos
Arkcano que compraba a través de su web originarios
de Argentina que eran de un diseño exquisito. Todo era
en tonos tostados desde un beige muy claro en los
detalles de la tela del abrigo hasta un marrón obscuro
en los zapatos argentinos cosidos a mano.
Lucca en cambio se había vestido mucho más
deportivo, con una Lacoste y pantalones Dolce y
284
Gabbana con un abrigo camuflado corto que lo hacía
parecer un cazador canadiense.
Atravesaron la puerta interior y Angelo gritó en
francés.
-¡Buenas noches! ¿Hay alguien?
De adentro salió un hombre con aspecto muy
saludable de aproximadamente unos 50 años
impecable, acicalado y perfumado como solo pueden
estar los franceses.
-¡Angeloooooo! ¡Vous vous attendiez! ¡Angelo est
arrivé!8383. Grito hacia adentro de la casa.
-¡Thierry! ¡Quelle joie de vous revoir! Je vous
présente mon ami italien8484, Lucca.
-Yo no hablo italiano, pero sí un poco de español.
Dijo con acento Thierry.
-Por mí ideal, ya casi no me acuerdo como se
hablaba el italiano, jaja. Respondió Lucca.
Tenía ese don de gente que no se aprende, sino
que se nace con él; inmediatamente decía algo que
hacía sentir bien a su interlocutor y se ganaba su
aprecio instantáneo.
Al entrar al comedor estaba toda la familia en fila
esperando para saludar a Angelo.
-¡Atención! Dijo el padre de familia dirigiéndose a la
fila. -Angelo ha venido con un amigo italiano que habla
español así que hoy todo el mundo habla en español.
En primer lugar, estaba la madre de Thierry que
quería a Angelo como a un hijo más.
-Mi querido, Alexis no te está dando bien de comer.
Estás delgado como un palo. Ya hablaré con ella. Por

8383
N del A: ¡Os estábamos esperando! ¡Ha llegado Angelo!
8484
N del A: ¡Qué alegría de volver a verte! Te presento a mi
amigo italiano.
285
cierto, gracias por el sombrero que recibí esta tarde, es
precioso.
-Maminou, por eso vengo aquí, ponme al día con
tus exquisiteces. Me alegro que te haya gustado el
sombrero, pero ya sabes que esas son cosas de Alexis
que es la regalona. Angelo suponía que Alexis se había
encargado de comprarle algo por Internet en alguna
tienda de Bagnères y había hecho que se lo llevaran.
Detrás estaba la elegante, pero muy tímida esposa
de Thierry y a continuación el hijo de 17 años al que
Angelo le había dado clases de vuelo un verano hacía
dos años. Dio un beso a la mujer y le dijo:
-Tú estás cada día más bella, ¡Qué suerte ha tenido
Thierry de verte antes!
-No digas eso. Le dijo abrazándolo fuerte y
poniéndose de todos los colores.
-¡Clostermann! Le gritó al joven, aludiendo al as de
la aviación francesa. ¿Cómo va esa carrera de Piloto?
-Bien Angelo, Gracias por haberme mostrado este
mundo, cada vez adoro más volar. En 15 días
competiré en un Campeonato Regional de Vuelo a Vela,
¿Te quedarás a verme?
-No creo, Paul, estoy solo de paso, quizá me vaya
mañana. Pero avísame la próxima vez y vendré desde
donde esté solo a verte, te lo prometo.
Finalmente quedaba una belleza natural que era la
hija mimada por todos. Cherrelle tenía 13 años y ya
tenía el porte y el cuerpo de una Top Model. La
minifalda ajustada acentuaba sus curvas más de 20 que
de 13 años.
-¡Cherrelle! ¿Se puede ser tan bella? No me digas
que ya tienes novio porque ahora mismo subo al Pic du
Midi y me arrojo al vacío.

286
-¡Mon oncle préféré8585! ¿Quién es tu amigo? Le dijo
al oído en voz apenas audible al abrazarlo.
-Luego te cuento. Contestó Angelo igual de bajo.
-Bueno sentémonos para cenar. ¿Sabe Lucca como
funciona mi casa? Preguntó Thierry.
-Ahora mismo se lo explico, si no te molesta hoy
nos sentaremos los dos en la mesa pequeña.
-Ningún problema ya les paso los platos.
Una vez sentados en la mesa Lucca preguntó:
-¿Qué es eso de cómo funciona mi casa?
-Jaja. Bueno, a ver por donde comienzo. Esto es
una “ferme”, o sea una granja; si quieres antes de
comer damos una vuelta por la propiedad y luego sigo
explicándote.
-Me gustaría.
Se levantaron y Angelo le dijo a Thierry:
-Thierry, me gustaría hacerle una recorrida rápida
por la propiedad a mi amigo.
-Estás en tu casa, mientras terminamos de preparar
todo.
Salieron por la puerta del fondo y Angelo comenzó
a hablar.
-Esta propiedad era de la familia de la esposa de
Thierry; ellos la modernizaron y la convirtieron en lo que
es hoy en día.
De pronto se iluminó todo como si fuera de día
gracias a unos potentes reflectores de LED.
-Thierry tiene miedo que nos fracturemos una
pierna, jaja. Al fondo de todo tienen 5 hectáreas de
viñedos y toda esta zona es como muchas fábricas
juntas en miniatura. Crían cerdos, cabras, ovejas y
aves. Tienen un huerto que ocupa casi media hectárea.

8585
N del A: ¡Mi tío preferido!
287
Fabrican quesos y otros derivados de la leche, vinos,
aceite, todo tipo de encurtidos, embutidos y dentro pan.
Todo, absolutamente todo lo que comas o bebas esta
noche está hecho aquí, con métodos naturales,
ancestrales y sin ningún tipo de aditivos. Vamos adentro
que está fresco y te sigo contando.
De pronto una masa oscura salió de un rincón y se
abalanzó encima de Angelo, Lucca no sabía qué hacer
o como defenderlo, aunque veía que el ítalo-argentino
se reía como loco.
-¡Pilou! Ya está bien, yo también te quiero mucho y
te extrañaba, pero pesas demasiado para mí. Lucca, te
presento a Pierre Louis que es esta bola de pelo de 50
kilos.
Pierre Louis al que todos llamaban Pilou, era un
golden de pelaje claro, hermoso y sano que amaba a
todos los seres humanos que tenían la entereza de
soportar sus lamidos y su alegría desbordante.
Finalmente, Angelo lo dejó en el suelo y Pilou descubrió
a Lucca que lo miraba. Se abalanzó sobre él y le dio el
mismo tratamiento. Era un animal que transmitía alegría
y era imposible enfadarse con él, aunque el saldo de los
encuentros con él fuera siempre ropa sucia y un
obligatorio paso por el baño para lavarse la cara debido
a sus efusivas muestras de afecto. Regresaron los tres
a la casa y al entrar estaba Cherrelle a un costado que
tomó a Angelo de un brazo y lo detuvo. Pilou sabía que
solo lo dejaban pasar al comedor si la gente que había
ahí lo quería así que aprovechó la oportunidad.
-Vete a la mesa que ya voy yo. Le dijo Angelo a
Lucca. -Dime preciosura. Inquirió mirando a Cherrelle.
-Cuéntame de tu amigo. ¿Es soltero? ¿Tiene novia?
-Ma chérie, mi amigo creo que tenía una relación,
pero ahora mismo me parece como que estuviese a
288
años luz de distancia. Pero, ¿Has pensado en la edad
que tienes tú y la que tiene él? Si te pusiera una mano
encima iría preso, jaja.
-No, si yo lo seduzco. Dijo agitando sus hermosas y
largas pestañas.
-Diossss, los hay que tienen suerte.
-Contigo me he dado por vencida y necesito otros
horizontes, jaja.
Angelo se separó de Cherrelle y pensó que Thierry
tendría graves problemas en breve si es que ya no los
estaba teniendo con su fogosa hija. Esta niña actuaba
muy por encima de la edad que tenía o él se estaba
poniendo viejo muy rápidamente u hoy las cosas eran
diferentes, es probable que todo eso junto. Mientras se
lavaba la cara y las manos se dio cuenta que no había
visto a Lucca llamar en ningún momento a Almudena, la
camarera del restaurante de Helmut, pero sí se la
pasaba mandando mensajes por WhatsApp, en fin, no
eran cosas suyas, se secó y entró al comedor.
Se acercó a la mesa y vio a Lucca rodeado por
Pilou y Cherrelle.
-¿Has visto, mon oncle? Pilou lo adora, y yo adoro
lo que él elige. Dijo Cherrelle.
Angelo le guiñó un ojo y ella se fue felinamente
hacia la mesa grande.
-¿Es mi impresión o está flirteando conmigo?
Preguntó Lucca.
-No, no es tu impresión, la has flechado a primera
vista, jaja.
-No creo que su padre aprobase esta relación, jaja.
Pilou se había acomodado en medio de ambos y
parecía un comensal más.
-Te continuaré contando. Dijo Angelo. -Esto es un
proyecto familiar y la idea es que además lo parezca.
289
Trabajan unas 20 personas que dependen de este
emprendimiento, aunque la mayoría lo hace de día en la
atención del viñedo y las distintas elaboraciones. Ahora
habrá… unos tres trabajando. -Especificó mirando
hacia la cocina acristalada. Ayudan en la cocina,
aunque verás que la Jefa de Cocina es la abuela. Es un
restaurante al que solo se puede venir por invitación o
conocimiento y a pesar que la familia cena todas las
noches solo abre los días que hay reserva. El aforo es
de unas 20 personas como máximo pero ese número se
alcanza si se trata de un grupo único, es decir que
jamás reservan a dos familias distintas, por ejemplo. No
hay Menú, la idea es cenar lo mismo que la familia, a
veces si somos Alexis y yo nos sentamos a la mesa con
ellos y otras que preferimos estar solos nos arman esta
mesa. Desde luego el precio no es barato, pero al
término de la cena te darás cuenta que vale cada
centavo que te cobran, el ambiente es el de una familia
bien avenida, suelen estar amigas de Cherrelle o
amigos o la novia del hijo. En la mesa nunca hay
problemas, todos ríen y la pasan bien y la gente que
viene a cenar se siente traspasada por ese buen humor
y muchos comentan que han venido con tristeza por
alguna causa y se han ido felices y recargados. Es una
experiencia completa más que algo gastronómico. La
comida no consta de grandes emplatados o
ingredientes exóticos, tampoco de técnicas extrañas
como nitrógeno líquido o esferificaciones8686 de alginato,
sino que es “comer en casa”; en cuanto a la cantidad es
todo lo que puedas soportar o cuando se acabe, al más
puro estilo de tenedor libre. Ahora acomódate y relájate

8686
N del A: Técnicas de cocina moderna para conseguir texturas
y sabores diferentes.
290
que veo venir a la abuela y ya comenzamos. No digas
que no a nada y déjate llevar.

291
Capítulo 64

Por primera vez, Lucca levantó la vista y apreció el


lugar. La mesa y las sillas eran las de una casa de
familia, no era mobiliario de restaurante, los manteles
de tela, la cubertería de metal brillante, nada de plástico
y las copas compradas de a docena y no de a cajas.
Los suelos de parquet con cuadros en las paredes
pintados al óleo por autores que seguramente tendrían
algún reconocimiento. El hogar que los calentaba
ocupaba casi toda una pared. Si la abuela que venía
caminando se congelara podría ser un cuadro perfecto
del Renacimiento.
-Quiero que probéis unos tomates agridulces que
me parece que han sido exitosos porque el otro día vino
un señor que me dijo <si no me dáis a probar los
tomates agridulces, me voy> además os he traído una
tabla de quesos, encurtidos y embutidos nuestros que
Angelo conoce muy bien. La abuela le hizo una seña a
un joven que esperaba detrás para servir de una
botella. -Este vermouth es un poco diferente al de
siempre, Angelo, pero te gustará, el balance de hierbas
es de la Edad Media en una receta que encontré en
Internet. Sí, ¿Que me miráis? Una se tiene que
modernizar y aprovechar la tecnología para adquirir
cultura en el área que le interesa, además desde que
estoy viuda en algo tengo que ocupar mi tiempo, jaja.
La abuela se fue a sentar a la mesa grande donde
estaba toda la familia y dos de los empleados, solo
quedaba uno que iría acercando los platos a las dos
mesas mientras comía en intervalos charlando con los
demás a través de la ventana de cristal que había
abierto que comunicaba ambos ambientes.

292
-Los quesos son principalmente de cabra, pero
también hay alguno de vaca que fabrican con la leche
que les provee una granja vecina porque ellos no tienen
vacas. Los embutidos no tienen nombre porque son
originales de recetas de ellos son, por ejemplo, el
chorizo con anís o la longaniza de ojos grandes o cosas
así. Los encurtidos son los experimentos de la abuela y
son simplemente espectaculares, tienen vinagre en
general, pero los hay muy suaves también como las
olivas dulces esas. Espero que te guste y no hablo de
Cherrelle sino de la comida, jaja.
-¡Me encanta! Y hablo de las dos cosas, jaja. Rió
Lucca.
Pilou miraba a uno y a otro, pero no ladraba ni se
acercaba más de la cuenta a la mesa.
-Si quieres le puedes dar algún trozo de embutido o
queso, pero no tiene hambre, lo que quiere es estar
cenando con nosotros. Le indicaba Angelo con el dedo
a la cabeza del perro.
De la mesa venían risas y mucha charla en francés.
Lucca estaba extasiado mirándolos.
-¿No te gusta? Le preguntó Angelo. ¿Te molesta el
ruido?
-En absoluto. Estaba pensando en las mesas de
domingo allá en casa de mis abuelos y me dí cuenta
cuánto las extraño. La próxima vez que venga habré
aprendido algo de francés para sentarme con ellos.
Esto es embriagador. Gracias Angelo, es la mejor
experiencia gastronómica que he tenido; ahora entiendo
el éxito de este lugar, no se trata de dinero.
Cuando trajeron el primer plato compuesto
principalmente de Foie Gras y tomates verdes
caramelizados, Lucca no pudo dejar de emitir un
suspiro de admiración.
293
-¡Hasta visualmente es una poesía de color!
-Uyyy, ya hablas como poseído y aún ni has
probado el vino, jaja. Hablando del vino, te advierto que
no habrá grandes maridajes. Los vinos son los que
hacen aquí y no es mucha la variedad, pero suficiente.
La especialidad enológica es este rosado dulce
ligeramente gasificado que está en la jarra y del que
tomaría cinco litros porque va con todo.
-¡El vino es simplemente espectacular! Jamás había
bebido algo similar, todo es suavemente, suavemente
dulce, suavemente gasificado, suavemente rosado.
-Para los postres nos traerán un champagne que
hacen ellos que te volverá loco. Dijo Angelo evocando
con los ojos semicerrados.
El plato principal eran unas costillas de cabra con
vegetales asados ligeramente ahumados que obligaban
a chupar los huesos ante la desazón de Pilou. Frente a
esos ojos color miel poco se podía hacer y terminó
recibiendo una costilla a escondidas de Thierry que no
quería que comiera sobre el parquet; al finalizar Pilou
con el huesito, Angelo simuló la caída de la servilleta
para limpiar el suelo de grasa mientras Pierre Louis le
lamía la nuca. Esto era la magia del lugar. Se comía
como en un restaurante de Trois Étolies Michelin8787
pero en el comedor de la abuela.
El postre era una especie de flan con queso de
cabra que a Lucca le recordó a la panna cotta por la
textura, rodeado de frutas frescas de estación.
Cuando trajeron los quesos, que es con lo que
termina cualquier comida en Francia, abrieron una

8787
N del A: Las Estrellas de la Guía Michelin se dan en función
de la calidad de un restaurante considerando muchos factores, el
máximo es poseer tres.
294
botella de champagne que hizo honor a la fama que le
había hecho Angelo.
-Espero mañana no despertar con demasiada
resaca, jaja. Exclamó Lucca.
-El secreto aquí es beber de todo, pero en
pequeñas cantidades, igual está fabricado tan
naturalmente, sin nada agregado, que jamás te provoca
dolor de cabeza. Ahora están experimentando con las
cervezas y seguramente el año que viene saldrá otro
producto especial. Lo hacen por ampliar un poco pero el
francés bebe vino y no bebidas de bárbaros, jaja.
Finalmente, para el café se pasaron a la mesa
principal donde sirvieron los licores de la abuela que
eran uno más rico que el otro. Lucca no se enteraba de
nada de lo que hablaban, aunque Cherrelle se le había
arrimado para traducirle y su perfume ya lo estaba
trastornando y agradeció cuando Angelo dio por
terminada la velada.
Discretamente le entregó la tarjeta de crédito a
Thierry que de la misma manera se la llevó para
devolvérsela a los pocos minutos, firmó el ticket y no se
habló ni de adiciones, ni de precios ni nada que se le
parezca.
Angelo se puso de pie y en francés les agradeció a
todos; también hizo lo mismo Lucca, pero en español.
Cuando se iban hubo reparto de besos y en el momento
que Lucca besaba a Cherrelle, esta le giró la cara y lo
besó en la boca.
-Te espero aquí cuando quieras, en el bolsillo tienes
mi número en un papel. Le dijo la joven al oído.
-Me servirás de guía la próxima vez que venga. Dijo
Lucca para felicidad de Cherrelle.

295
En la puerta los esperaba un taxi que seguramente
había sido llamado por Thierry.
-¡Ufffff! Hermosa criatura, pero es una diablesa, no
dudo que meterá en problemas a más de uno en esta
ciudad, jaja. Dijo Lucca en referencia a Cherrelle.
Cuando llegaron al apartamento el taxista no quiso
cobrarles porque ya se ocupaba de eso el restaurante.
Se durmieron pensando en el oasis que habían
tenido en Bagnères de Bigorre, pero se acabaría
mañana y cada vez jugaban en una Liga Superior.

296
Capítulo 65

A la mañana mientras desayunaban, Angelo le


comunicó a Alexis los lineamientos de su plan y vio que
Lucca escribía muchos mensajes que eran contestados
de inmediato.
-Disculpa, Lucca, sé que no es de mi incumbencia,
pero, ¿Mantienes aún relación con Almudena, la niña
del restaurante de Helmut?
-Como siempre, estás atento a todo, jaja. Sé que
me lo preguntas por los mensajes que envío y recibo.
No, Angelo, no es a Almudena a quien le escribo. Es
una excelente persona, pero vemos la vida desde
ópticas distintas, ella es sumamente sedentaria y su
sueño es que tengamos un restaurante con ella de
Sommèliere en algún lugar de Madrid y ya sabes que yo
soy mucho más activo, moriría metido en un
restaurante.
-¿Y bien? Dijo Angelo viendo que Lucca quería
continuar hablando, pero no se animaba.
-Bien, con la que me escribo tanto es con Montse,
tu antigua secretaria. Aún no hemos salido juntos ni una
vez, pero hemos avanzado mucho en nuestra relación a
través de los mensajes y ahora sí que tengo muchas
ganas de estar con ella y creo que ella también de estar
conmigo.
-¡Me parece fantástico y te felicito! Montse es
espectacular, te sorprenderá en muchos aspectos y me
parece la compañera ideal para tí y tú para ella. Cuando
encarrilemos nuestras vidas deberéis estar juntos sin
duda.
Le dio un gran abrazo y Lucca notó que era sincero
y realmente pensaba lo que le había dicho.

297
-Eso sí. Agregó Angelo. -Me alegro que ya no
trabaje para mí porque el tiempo que ocupa
mandándote mensajes es mucho más que el que
destina a su trabajo, jaja.
-No está cómoda con su trabajo, pero eso es otro
tema que ya hablaremos.
-Lucca dile por favor que si el argelino la está
molestando en cualquier aspecto que deje de trabajar
ya mismo que yo le seguiré pagando el mismo sueldo,
aunque no haga nada para mí.
-Gracias, Angelo, ya se lo he dicho yo también y
prefiere quedarse un poco más por si se entera de algo.
-Bien, Lucca, llamaré a un taxi y comencemos a
jugar.

A los pocos minutos estaban a bordo de un taxi en


dirección al Aéroport de Tarbes-Lourdes-Pyrénées.
-Bueno Lucca, tratemos de actuar normal, pero
estemos atentos mirando a todos lados para notar
cosas extrañas.
Entraron a la pequeña Terminal aproximadamente a
las 10 horas y se dirigieron a la zona de vuelos privados
que Angelo conocía muy bien. Antes tomaron un café
en la luminosa cafetería amarilla esperando que alguien
se les acercara, pero nadie se dignó mirarlos siquiera.
Rellenaron un plan de vuelo con destino a Berna y
charlaron con un Piloto inglés conocido de Angelo que
estaba de paso por el Aeropuerto en un vuelo chárter.
-Por el momento no hay ningún movimiento. Le
susurró Lucca.
-Tranquilo, no sé porque, pero tengo un extraño
presentimiento de que no somos tan ignorados.
Cuando salieron al exterior dispuestos a hacer una
larga caminata hasta el lejano avión vieron que se les
298
acercaba alguien a paso rápido vestido con la ropa de
los trabajadores de rampa.
-Perdón señores. ¿Podrían firmar una petición para
unos compañeros que han sido despedidos? Les dijo en
francés poniéndoles delante una planilla sujetada en
una madera por la parte superior.
Angelo y Lucca se quedaron petrificados.
-¿Usted no tiene un hermano gemelo por
casualidad que junta firmas para lo mismo en Valencia?
Le dijo Angelo habiendo reconocido al mismo que los
había interpelado en el aeropuerto de Manises.
-Es muy probable pero ahora firmad lentamente y
escuchadme. Id al Aérodrome de Tarbes - Laloubère,
¿Sabéis dónde está? Angelo afirmó con la cabeza.
-Bien, ahí a esta hora no hay casi nadie y alguien
acudirá a hablaros; aquí no os acerquéis al Piaggio que
os están esperando. Eso es todo. Empezáis a correr
peligro físico, no os fiéis de nadie.
-¿Quién lo envía? Preguntó Angelo.
-Ahora no hay tiempo. Iros lo más rápido posible.
Dicho esto, se escurrió por una de las puertas y los
dejó solos en la plataforma mirándose sin saber muy
bien que hacer.

299
OCTAVA PARTE
Operación Gardel

Capítulo 66

Eran poco más de las 4 de la madrugada en Fort


Meade, Maryland, USA, cuando un asistente despertó a
Jason Summers en el cuarto de descanso que tenía en
su oficina. Su familia estaba acostumbrada y sabía que
cuando tenía mucho trabajo se quedaba a dormir en su
despacho, no tenían ni idea cual era el puesto de
trabajo, pero conociendo que trabajaba en Fort Meade
suponían que era muy importante para el país y lo
asumían sin preguntas.
-Señor, hay novedades en la Operación Gardel. Al
saber Summers que Angelo Ricci era ítalo-argentino le
había puesto el nombre del más famoso cantor de
tangos de toda la historia.
-Voy para allá. Contestó inmediatamente despierto.
Su ropa era un compendio de arrugas y él mismo ya no
olia tan bien, tomó nota de eso para aprovechar en
cuanto tuviera un intervalo, darse una ducha rápida ahí
mismo en el baño con el que contaba.
Se levantó rápidamente y se sentó frente a la
computadora desde la que gobernaba todos los hilos de
la gente involucrada. Vio inmediatamente un mensaje
en rojo proveniente de uno de los hombres en el
Aeropuerto de Tarbes.
“Llegaron al Aeropuerto, esperamos instrucciones”
Se puso los auriculares y situó la flecha del ratón
sobre el nombre del agente que había enviado el
mensaje.

300
-Smith 1. Informe de situación. Llamó sabiendo que
su voz sería escuchada en el oído del Agente como si
estuviese a su lado y no a 6.000 kilómetros.
-Señor, acaban de llegar al Aeropuerto y se dirigían
hacia aquí cuando fueron interceptados por un
empleado de Rampa con el cual están hablando,
parece que les solicitan firmas para algo.
-Bien, no los pierda de vista. Trate de hablar con
ellos cuando pasen a su lado y dígale a Ricci que
deseamos hablar con él, el otro individuo no nos
interesa y no lo transportaremos. Ya tengo combinado
todo para que vengan aquí. ¿Dónde se encuentra Smith
2? Preguntó Summers por el segundo Agente.
-Estaba entrando a la terminal hace 2 minutos para
unirse a mí.
-Smith 2. ¿Dónde se encuentra? Dijo Jason
Summers cliqueando sobre el otro Agente.
-Dentro del Aeropuerto. Contestó inmediatamente.
-Quédese ahí. Los objetivos están entre usted y
Smith 1.
-Ok, aquí me quedo.
Hubo unos minutos de silencio hasta que se lo
escuchó a Smith 1 por los auriculares.
-Vuelven a entrar a la Terminal, repito van hacia
Smith 2.
-Atento Smith 2, van hacia usted; déjelos pasar y
sígalos. Dijo Summers.
-Van a paso rápido hacia los taxis.
-Smith 2, suba al siguiente taxi y sígalos. Smith 1
permanezca donde está por si vuelven, puede que
simplemente hayan olvidado algo.
Smith 2 esperó a que subieran a un taxi y luego
subió al siguiente diciendo lo que llevaba esperando
desde que había entrado a la NSA.
301
-Siga a ese taxi, por favor.
El taxista miró al pasajero que le hablaba con
acento inglés y preguntó.
-Oiga, no quiero problemas, no soy detective y no
juego a ser policía. Pregunte para atrás si alguno de mis
compañeros lo quiere llevar no tengo problemas en que
me saltee.
Smith 2 no se esperaba esto. En las películas
siempre funcionaba, es más, generalmente tocaba un
taxista indio medio loco que salía disparado detrás del
otro vehículo. Tuvo que improvisar un poco de
ingeniería social porque el otro taxi ya había arrancado
y se alejaba.
-Señor, lo comprendo y no pretendo meterlo en
problemas, pero uno de los señores de adelante es mi
cuñado y mi hermana sospecha que la está engañando
y lo que es peor cree que con el otro hombre que va
con él. Solo quiero saber adonde van, no tiene que
alcanzarlo ni nada raro, solamente deténgase detrás
cuando paren y yo me bajaré de su coche. Viendo que
el taxista seguía mirándolo no muy convencido agregó:
-Dejándole 100 € de propina por la molestia.
Eso sí que pareció funcionar.
-De acuerdo, en cuanto vea algo raro se baja
pagándome la tarifa y los 100 € extras también. Le dijo
mirándolo por el espejo retrovisor.
-Me parece un acuerdo perfecto. Convino Smith 2,
pensando que ser Agente no resultaba tan fácil en la
vida real como en los cursos de capacitación que le
daban.
Partieron con retraso, pero al salir de la zona
techada enseguida vieron al otro taxi que tomaba la
route de Lourdes en dirección hacia el centro de
Tarbes, pero en el desvío en vez de ir hacia donde
302
pensaban todos que irían, que era de vuelta hacia
Bagnères de Bigorre siguieron hacia el centro de
Tarbes. Avanzaron por la Avenue Aristide Briand hasta
la rotonda de la N-21 que ahí ya se llama Boulevard
Claude Debussy y en la siguiente rotonda doblaron a la
derecha yendo directo al Aerodrome de Tarbes-
Laloubère.
-Creo que su cuñado va a tomar otro avión.
Sentenció el taxista.

303
Capítulo 67

Angelo y Lucca, después de unos segundos de


sorpresa e indecisión, salieron del Aeropuerto y se
subieron a un taxi.
-Buenas tardes. Dijo Angelo en francés y continuó.
-¿Podría llevarnos al Aeródromo de Tarbes pero no
por la N-21 desde aquí, sino ir por la carretera de
Lourdes y recién al sur de Tarbes subir a la N-21 por un
par de kilómetros?
-Desde luego. Parece que usted conoce bien por
aquí. ¿Es de Tarbes? Respondió el taxista.
-No, pero conozco la zona.
Angelo había pensado que sería más fácil ver si los
seguía algún coche en una carretera más pequeña y
menos concurrida. Disimuladamente miró hacia atrás y
no vio ningún coche detrás de ellos. Recién cuando
entraron a la carretera de Lourdes vio a lo lejos otro
taxi, pero no parecía querer alcanzarlos y mantenía la
distancia. Mantuvieron silencio porque no querían
hablar delante de nadie, pero morían de ganas de
comentar entre ellos lo que estaba ocurriendo. Unos
veinticinco minutos después llegaban al pequeño
Aeródromo al costado de la ciudad de Tarbes. Cuando
estaban pagando vieron al fondo de la calle que giraba
un taxi. Ricci pensó que era mucha casualidad y se lo
señaló con la cabeza a Lucca.
-Movámonos rápido. Le indicó a su amigo.
Ni bien entraron a las instalaciones del Aeroclub, a
la derecha sentado en un sillón y leyendo el periódico,
estaba un típico Piloto francés de los grabados
antiguos, con sus bigotes largos y curvados hacia arriba
de cara afable y tranquila. Iba vestido con un mono de
aviador militar lleno de bordados. El ambiente estaba
304
fresco y agradable, olía a madera y libros antiguos; en
las paredes había infinidad de cuadros y láminas
colgadas de temáticas aéreas diversas.
El Piloto bajó Le Figaro8888 y preguntó en francés:
-¿Messieurs Ricci y Tempolini?
-Efectivamente. No queremos apresurarlo, pero
creemos que alguien viene detrás nuestro, señor…
Interrogó Angelo.
-Coronel Clermont, Laurent Clermont. Retirado,
claro. No perdamos tiempo que tengo todo listo para
partir. Síganme.
-¿Partir, a dónde? Preguntó Angelo.
-Ya hablaremos Monsieur Ricci, ya hablaremos.
El Coronel tenía unas largas piernas y no era fácil
seguirlo. Los llevó hacia un Robin DR.400 que los
esperaba en la plataforma sin cruzarse con nadie. En
menos de 4 minutos se encontraban sentados dentro y
el Coronel mascullaba leyendo la lista de chequeo y
verificando los diversos instrumentos e interruptores
que tocaba; la práctica hizo que solo tardara un minuto
y ya le daba arranque al motor. Vieron que salía alguien
por la puerta que daba a la pista del Aeroclub por donde
acababan de salir ellos y les hacía señas acercándose
peligrosamente a la aeronave.
-¿Lo conocen? Preguntó Clermont.
-En absoluto y no tenemos interés tampoco en
hacer nuevos amigos. Respondió Angelo.
-Entonces nos vamos. Dio motor al tiempo que
pisaba fuertemente un pedal haciendo girar el avión
bruscamente y arrojando un pequeño tornado encima
del perseguidor que cayó al suelo tapándose la cara

8888
N del A: Periódico francés de tendencia política de derecha.
305
con las manos para evitar que le golpearan los ojos las
pequeñas piedrecillas levantadas por la hélice.
-Muy bien, señores, trataremos de normalizar un
poco todo esto. Por favor, ajústense los cinturones y
colóquense los auriculares. Les dijo señalando ambas
cosas mientras se dirigían a una velocidad vertiginosa
hacia una de las cabeceras.
Como ambos eran Pilotos sabían muy bien hacer
ambas cosas y dejaron de prestar atención mientras el
Coronel comunicaba con la Torre de Control pero
cuando solicitó la autorización para un vuelo VFR con
destino a Ajaccio en la isla de Córcega, Angelo se dio la
vuelta y lo miró a Lucca que puso una cara de “Yo no sé
nada”.
-Tranquilos. Dijo Clermont por los auriculares. -
Tenemos unas tres horas y media de vuelo y gran parte
de ellas sobre el mar así que podrán preguntar lo que
quieran y yo responderé lo que sepa.
Casi al unísono alzaron los hombros como diciendo
“en fin, tampoco es que podamos elegir” y se relajaron
mirando hacia adelante sin interrumpir la operativa de
despegue que estaba realizando el Coronel.

306
Capítulo 68

Cuando Smith 2 los vio descender del taxi le ordenó


a su taxista que frenase, le pagó la cifra exorbitante que
le pidió más los 100 € y descendió. Ya había visto
donde entraban y apresuró el paso para no perderlos,
cuando entró al Aeroclub no vio a nadie y recorrió el
lugar sin encontrarlos.
Avisado ya por la radio, Jason Summers preguntó:
-¿Los ha encontrado?
-No los veo por ningún lado, pero no hace ni tres
minutos que entraron aquí y no han vuelto a salir.
Contestó Smith 2.
-Fíjese si no hay otra salida por detrás.
-Hay una puerta metálica, parece cerrada, pero
probaré.
Al abrir la puerta escuchó el ruido de un motor y
sospechó lo peor.
-Creo que han subido a un avión. No puedo
entender como han hecho para contratar una aeronave
en forma tan rápida y que ésta estuviese lista para volar
inmediatamente. Me acercaré.
-Si ya están a bordo no puede hacer nada, no los
alertemos aún más. ¿Me oye? Smith 2. ¿Me oye?
Summers no podía saber que en ese momento su
Agente estaba en medio de un vendaval tirado dando
vueltas en el suelo intentando recomponerse.
-Señor, están despegando. Lo siento, no lo he
podido evitar. Transmitió cuando pudo volver a
acomodarse la radio.
Jason Summers sabía que no estaba tratando con
verdaderos Agentes de Campo sino más bien con
colaboradores poco entrenados.

307
-Tranquilo Smith 2, nadie puede evitar que un avión
despegue si éste ya tiene los motores en marcha.
Diríjase a la Oficina de Plan de Vuelo e invéntese una
historia y vea si puede averiguar adonde se dirigen.
Bien, Summers se dio cuenta que las cosas
estaban girando hacia lo que era una verdadera
operación de extracción clandestina, así que empezó a
pensar en otras soluciones. Adelantándose a los
hechos y mientras esperaba la averiguación de Smith 2,
recorrió la lista de Agentes entrenados y en activo que
tenían en Europa en estos momentos disponibles.
Había pocas opciones, iba a tener que improvisar, como
muchas veces.
Smith 2 se arregló la ropa y se dirigió hacia lo que
parecía el único despacho con gente en ese momento.
El día se estaba nublando y no sería raro que en esa
región comenzase a lloviznar. Se acercó al vidrio de la
puerta y golpeó suavemente mirando hacia adentro.
-¡Pase! Se escuchó desde adentro.
-Buenos días, señor. Estaba viendo para alquilar un
avión que me llevase a Toulouse. Dijo como con timidez
Smith 2.
-¿Ahora mismo? Preguntó el empleado.
-Si fuese posible.
-Normalmente para esos vuelos solemos utilizar el
Robin que acaba de despegar, lo usamos para un poco
de todo, clases de vuelo, paseos y algo de taxi aéreo.
¡¡¡Bingo!!! Pensó Smith 2, por primera vez en toda
la mañana iba a tener suerte.
-¡Uyyy! Qué pena, ¿Sabe si tardará mucho en
volver? Preguntó.
-Creo que con suerte volverá hoy a última hora
porque le encargaron al Coronel un vuelo a Ajaccio.
-¿Ajaccio, Córcega?
308
-Sí, claro. Respondió medio molesto como diciendo
si existía alguna otra Ajaccio.
-Bueno, Gracias. Regresaré mañana si es que
puedo arreglarlo.
Smith 2 extendió la mano y saludó al empleado.
Había dejado abierto el micrófono con Maryland así que
ni bien salió de la oficina, preguntó:
-¿Ha oído señor?
-Sí, Agente; lo felicito por su ingenio. Ya no tiene
nada que hacer ahí, regrese con Smith 1 en el
Aeropuerto y vuelvan a sus domicilios. Quedarán en
alerta hasta que se les avise que vuelven a estar
inactivos.
Hizo una serie de círculos con diferentes radios que
le indicaban los Agentes cercanos a Ajaccio que
estaban disponibles. Lo que vio no le gustó nada. El
único Agente disponible en forma inmediata era Deion
Maloouf, un afroamericano nacido en Louisiana que
hablaba francés aprendido de su abuela materna.
Trabajaba haciendo la limpieza en la Base de
Submarinos de Toulon e informaba de todos los
movimientos que realizaba la Armada francesa. En el
Puerto de Toulon se estacionaba más del 60% de toda
la Flota francesa y Deion sabía hasta cuando una
Fragata salía a probar los motores.
Francia y Estados Unidos eran aliados en lo militar,
ambos pertenecientes a la NATO 8989, pero a veces no
eran tan aliados en lo político; así que se mantenían en
una vigilancia pasiva con hombres de Agencias de
Estados Unidos en Francia y hombres de la DGSE en
Estados Unidos.

8989
N del A: Alianza militar de Occidente del inglés North Atlantic
Treaty Organization.
309
Lo que le preocupaba era el Agente, sabía que era
violento y necesitaba siempre hacer daño o recibir daño
físico. Era de complexión robusta con muchos
kilogramos de más provenientes en su mayor parte de
la grasa acumulada en su estómago. Pesaba más de
120 kilogramos con solo un metro setenta de estatura,
era poco ágil y había llegado a la NSA casi por
accidente. Lo había detenido la DEA9090 cuando vendía
droga en su ciudad natal y ante los lloros de Deion
decidieron utilizarlo como infiltrado para llegar a los
peces más gordos. Al principio sin confiar mucho en él,
pero luego dándole cada vez más responsabilidad. En
esos tiempos Deion no estaba gordo y en la DEA
decidieron darle entrenamiento como Agente a lo que el
afroamericano respondió bien aprendiendo defensa
personal y el manejo de armas.
En una operación importante tuvieron que
“quemarlo9191” y ya no supieron que hacer con él así que
cuando la NSA les consultó si tenían a alguien que
hablase francés para un Servicio breve en Francia se lo
endilgaron rápidamente. La brevedad del Servicio no
fue tal y Deion se fue acostumbrando demasiado a la
excelente cocina francesa y su inteligencia no le daba
más que para hacer la limpieza de tal manera que
ahora estaba muy cómodo donde vivía. Cuando
necesitaba sacar afuera un poco de violencia se
acercaba a los bares más sórdidos del cercano Puerto
de Marseille y pegaba o se dejaba pegar según el grado

9090
N del A: Agencia de Control de Drogas estadounidense del
inglés Drug Enforcement Administration.
9191
N del A: Cuando un infiltrado es descubierto por los
delincuentes se dice que está quemado y ya no puede utilizarse
más.
310
de alcohol que tenía en sangre. Era muy inestable, pero
necesitaba a alguien ya mismo en Córcega.
Tomó el teléfono y lo llamó a su móvil a 6.500
kilómetros de distancia. El celular sonó unas 3 veces
antes de contestar en francés.
-¿Allô?
-¿Deion? Soy tu primo de Maryland. Dijo Summers
con una frase ya pactada.
-Llámame en cinco minutos.
Salió corriendo de la oficina en la que estaba
limpiando hacia los vestuarios, se cambió, lo que en él
significaba ponerse otras bermudas y una camiseta sin
manchas de comida y se colocó lo que supuestamente
era un IPOD9292 en sus oídos pero que en realidad era
una radio táctica. Tomó su Browning High Power Mark
III9393 con silenciador y dos cargadores y la metió en una
bolsita cerrada con un cordón. Al salir por la puerta de
la Base dijo que se sentía descompuesto pero que
volvería mañana. Era un empleado poco problemático y
le tenían más lástima que otra cosa; pasaron el bolso
por la cinta y como de costumbre nadie miró la pantalla,
atravesó por debajo del scanner y le desearon que se
mejorase.
Ya fuera de la Base de Submarinos unos cinco
minutos después, escuchó en sus oídos.
-Señor Maloouf, tenemos trabajo para usted, pero el
tiempo está corriendo y debe moverse rápido. Hay dos
personas volando en estos momentos en un avión
pequeño cuatriplaza en dirección al Aeropuerto de
Ajaccio, Napoleón Bonaparte. Uno de ellos y, es el que

9292
N del A: Dispositivo para almacenar y oir música.
9393
N del A: Pistola de 9 mm muy fiable de construcción
estadounidense.
311
nos importa, se llama Angelo Ricci. Lo queremos y hay
que traerlo de inmediato a los Estados Unidos, creemos
que no se resistirá y no deseamos hacerle daño, pero
utilice la fuerza justa para traerlo sin dilación.
Después de decir esto Jason Summers se
arrepintió, pero ya era tarde para volver atrás. Continuó:
-Vaya al Aeropuerto de Toulon-Hyères y diríjase a
la ventanilla de alquiler de helicópteros Heli-Fran, ahí lo
esperarán para llevarlo a la isla de Córcega. Le estaré
dando más instrucciones por el camino, pero ahora,
muévase.
Mientras hablaba había entrado en la web de Heli-
Fran y le había reservado un helicóptero Bell 407 que
saldría dentro de media hora y lo pondría en Ajaccio en
una hora más. Sabía que en el Robin tardarían al
menos 3:30 horas en llegar así que eso le daba algún
margen para preparar algo en Ajaccio que les
permitiese llevarse a Angelo sin más demoras.
La pieza a la que más miedo le tenía en toda la
operación era el Agente Maloouf, pero no tuvo muchas
opciones. ¿O sí?
Se le acababa de ocurrir una idea. Tomó el
teléfono.

312
Capítulo 69

-¿Yael?
-¿Qué le ocurre a mi gran amigo allende los mares?
Preguntó, mirando el identificador de llamadas, Yael
Peretz, un diplomático en Israel, pero al que en realidad
su sueldo lo pagaba el MOSSAD9494. -Si vamos a hablar
de la familia espera que te llamo en 30 segundos.
-Hazlo, por favor. Respondió Jason Summers desde
su oficina en Fort Meade.
Al cabo de 20 segundos sonaba su teléfono.
-Esta es una línea segura y codificada. Dijo Peretz.
-Amigo, necesito a un hombre para que haga de
niñera de un Agente mío el cual es adepto a destruir
más que a construir, jaja.
-Parece que estamos escasos de personal, jaja. A
ver si empiezan a destinar más presupuesto a la
Seguridad Nacional. ¿Dónde lo necesitas? Preguntó
poniéndose serio de repente, sabiendo que el tiempo
siempre es escaso en la Inteligencia.
-En Ajaccio, Córcega.
-Déjame ver… Se oía que tecleaba rápidamente. -
Tengo a alguien que habla poco, pero es muy efectivo.
¿Qué necesitas que haga exactamente?
-Quiero que sirva de catalizador por si a mi hombre
se le va la cabeza. La misión que tiene es de traer a un
inteligente ítalo-argentino al que queremos interrogar,
pero es un ciudadano normal, pacífico y no va armado.
No quiero que se le haga daño, pero es imperativo que
sea traído cuanto antes. Está llegando en… unas dos
horas al Aeropuerto y mi Agente llegará en unos 50

9494
N del A: Agencia de Inteligencia Israelí.
313
minutos. Dijo mirando el reloj. -Tendrán un poco más de
una hora para planear algo.
-Ok, amigo; me debes una. El Agente se llama
Jaron Levin y está basado en Ajaccio así que estará en
el Aeropuerto en media hora. Envíame los códigos de la
radio vuestra para que podáis comunicaros con él.
-Muchas Gracias, ya te pagaré el favor. Te envío
todos los datos que tu hombre necesita incluida una foto
de mi Agente que se llama Deion Maloouf.
Summers sabía que el MOSSAD tenía Agentes por
todo el mundo, gozaban de mucho más presupuesto
que el que ellos dedicaban a educación; daban a la
Seguridad de su pequeño Estado mucha importancia.
Solían ayudarse mutuamente cuando era necesario sin
hacerse muchas preguntas. Menos mal que era así, si
los judíos se enterasen del secreto que guardaba
Angelo en su cabeza serían capaces de hacer cualquier
cosa con tal de ser poseedores de algo que los
posicionara al frente del planeta. Los judíos no solían
pararse ante nada para obtener algo y ya lo habían
demostrado muchas veces a lo largo de la historia.
Jason Summers, un poco más tranquilo se apresuró
a disponer los medios de extracción lo más directo
posible a los Estados Unidos. Envió un Learjet 70
basado habitualmente en Roma que pertenecía a una
compañía de Aerotaxis pero que estaba siempre
disponible para la Agencia. Llegaría en media hora al
Campo dell’Oro, que era el antiguo nombre por el que
aún era conocido el ahora denominado Aéroport
Napoléon Bonaparte de la ciudad de Ajaccio en
Córcega. De ahí estaba viendo a que base americana
en Europa lo llevarían con el Lear, aún estaba
coordinando hacia donde despegarían en Estados

314
Unidos, pero es que todavía no sabía adonde lo
llevarían para interrogarlo.
Lo que comenzó como una pequeña operación
había ido aumentando hasta transformarse en un gran
gasto para el Tío Sam9595 que tendría que justificar con
resultados, menos mal que desde la división de
tecnología lo habían vuelto a llamar diciéndole que era
apremiante el hablar con el tal Ricci; eso significaba que
merecerían la pena los esfuerzos.
Le envió un mensaje a su agente, que ya debería
estar en vuelo a la isla, con los datos del contacto israelí
y las órdenes de que la operación debía hacerse
coordinadamente con éste.
Se relajó un poco y fue a hacerse un café con leche
para desayunar. Esperaba terminar todo hoy mismo
para poder irse a dormir esta noche a su casa, pero el
destino lo esperaba con otros planes.

9595
N del A: Personificación que se suele hacer del Gobierno de
los Estados Unidos.
315
Capítulo 70

Deion Maloouf llegó al Aéroport de Toulon-Hyères y


buscó la oficina de Heli-Fran, no había nadie en la
ventanilla de atención y Deion comenzó a llamar a
gritos para que saliera alguien.
Él era un Agente en misión y debían estar todos a
su disposición, ¡Inmediatamente!
Lentamente salió de adentro una hermosa joven
que se puso delante del afroamericano y mirándolo de
arriba a abajo le preguntó en francés:
-Señor, Buenos Días; no es necesario que alce la
voz, estamos todos muy cerca aquí. ¿Le puedo ayudar
en algo?
Era más una pregunta retórica que otra cosa. La
joven no dejaba de mirar el atuendo y el aspecto de
Maloouf, sus bermudas de tiro bajo que lo hacían
parecer un metro más bajo de lo que era y la camiseta
ceñida a su inmenso abdomen lo semejaban más a un
pordiosero que un potencial cliente para un vuelo
privado en helicóptero. Llevaba una pequeña bolsa
colgada en su mano que había conocido mejores
épocas y que parecía ridícula al lado de un cuerpo tan
grande. Habían recibido un llamado que los advertía
que iría un cliente para ir a Córcega en helicóptero por
negocios al que no debían revisar y hacer pasar
urgente, incluso ya estaba pagado el viaje, pero casi
podía jurar que no era éste.
-Soy Deion Maloouf y se suponía que me estaban
esperando. Retrucó el Agente.

316
La bonita joven pensó que de haber sido un cómic
hubiese aparecido un globo9696 diciendo ¡PLOP!, y ella
hubiera caído hacia atrás de la sorpresa. Esperaba a un
joven ejecutivo trajeado impecablemente higienizado y
oliendo a perfume. En vez de eso había llegado una
inmensa porción de carne y grasa que ahora que iba
pasando el tiempo empezaba a sentir un fuerte olor a
lavandina mezclado con sudor y cuerpo humano con
varios días sin aseo; inmediatamente pensó en el
Comandante que debería estar encerrado en la cabina
del helicóptero con él a lo largo de una hora y recordó
que era Arnoux, ¡Uyyyy!, muy mala combinación. Se
sobrepuso a toda esa información negativa que le
enviaban sus sentidos y dijo:
-Sí, señor. Lo esperábamos, tenga a bien rellenar
estos papeles y saldremos de inmediato.
Deion, la miró y tomó conciencia de la bellísima
mujer que lo estaba atendiendo y ya fantaseaba en lo
que haría en esa hora de viaje; James Bond lo
envidiaría.
-Por lo de “saldremos” entiendo que nos
acompañará. Quiso congraciarse el enorme
afroamericano.
-No, señor. Viajará usted solamente con el
Comandante y el Primer Oficial. Tendrá la cabina para
usted solo, será un viaje muy placentero seguramente.
¡Diosss! No viajaría con este ser ni que fuera para
escapar de Alcatraz9797. Tenía que poner sobre aviso a
Arnoux de lo que transportaría, él siempre se refería en

9696
N del A: Recurso gráfico que se suele utilizar en los cómic
para encerrar expresiones, diálogos o sonidos relativos al guión.
9797
N del A: Antigua prisión hoy ya cerrada, frente a la costa de la
ciudad de San Francisco, famosa por su alta seguridad.
317
broma al ganado cuando hablaba de sus pasajeros,
pero hoy era algo muy cercano a la realidad.
Después de completar la burocracia necesaria para
realizar este tipo de vuelos condujo a Deion a una
pequeña sala de espera.
-Espere, por favor, aquí y enseguida lo llamarán
para embarcar en el helicóptero. Dijo la joven y salió
corriendo a la plataforma para hablar con los Pilotos
que estaban realizando el chequeo prevuelo de la
aeronave. Escuchó cuando ya casi estaba fuera, gritar
al señor Maloouf que tenía mucha prisa.
Se acercó al Comandante y le informó:
-Ha llegado tu pasajero.
-Bien, ¿Qué tal es? Pregunto él.
-Hubiera deseado que no me preguntaras nada. Es
una enorme, y cuando digo enorme es ENORME,
persona de color, maleducado, vestido como un
homeless y que huele igual a la Estación de Reciclaje
de basura de Toulon. Os espera un viaje de lo más
agradable. Ironizó.
Arnoux la miró fijo a los ojos y vio que hablaba en
serio. Era una excelente persona y muy buen Piloto,
pero no tenía muy buen humor, como decían sus
compañeros, “tenía pocas pulgas9898”.
-¿No es una broma?, ¿Verdad?
-No, no lo es. Respondió la joven. Lo respetaba
mucho, incluso habían tenido alguna aventura juntos
que no prosperó pero que no lesionó su relación de
amistad y laboral.
-¿Ya está pago el viaje? Preguntó el Piloto.

9898
N del A: Expresión popular que significa que no se tiene
paciencia ni tiempo para soportar tonterías.
318
-Sí, incluso les hemos cobrado un plus por viaje
urgente.
-Entonces terminemos con esto cuanto antes.
Tráelo, por favor.
La joven fue a por la mole humana a la cual
vislumbraba de pie a través del cristal, impaciente.
-Por aquí. Le indicó, aunque era evidente que tenía
que ir hacia el helicóptero.
Cuando lo vio venir, Arnoux pensaba en como iba a
hacer para que pasara por la puerta de la aeronave y si
iba a poder subir la pequeña escalerilla. Esperó junto a
la puerta a que llegara.
-¿Usted es el Piloto? Preguntó el afroamericano.
-Buenos días, señor. Dijo, haciendo hincapié en el
“buenos días” y sin contestar a la pregunta.
-¿Qué hace que no sale ya?
-Le voy a decir algo para que le quede claro. No soy
su chófer, el dinero que han pagado, porque usted no
ha pagado nada, sino que se ha hecho una
transferencia internacional, se puede devolver de
inmediato. Eso, ¿Qué significa?; que usted se queda
aquí de pie en el momento que yo lo decida y no vamos
a ninguna parte. Tengo suficiente clientela que me
permite mantener esta empresa porque además de ser
Piloto soy un socio. Por otro lado, no creo que usted
pase por la puerta así que creo que será mejor que flete
un avión de carga. Ha sido un gusto conocerlo.
Arnoux dio media vuelta y le hizo una seña a su
Primer Oficial que estaba del otro lado.

-¿Qué hace pedazo de imbécil? Dijo sin poderse


contener al oído de Deion Maloouf, su superior Jason
Summers, que había escuchado todo desde el otro lado
del Atlántico. -Lo quiero en 2 minutos a bordo del
319
helicóptero así que pida perdón, ruegue o haga lo que
sea necesario para que eso suceda.
¿Quién era ese Summers para insultarlo? Pensó
Deion. Algún día iba a poner a todo el mundo en su
sitio. El gordo afroamericano hacía tiempo que estaba
cambiando su carácter, más parecido a cuando se
dedicaba a la vida de delincuencia, rebelde e
imprevisible que hasta sus propios camaradas
traficantes le temían. Se apartó un poco para que no lo
oyeran hablar.
-Señor, usted está sentado en un despacho
cómodamente y yo me estoy jugando la vida y no sé ni
siquiera por qué. Si pretende que siga adelante dígame
al menos qué es lo que tiene ese Ricci que nos interesa
tanto.
Jason Summers no daba crédito a lo que oía.
¿Habría escuchado mal o este Agente estaba
cuestionando sus órdenes? Se estaba arrepintiendo de
haberlo movilizado a la velocidad de la luz, pero ahora
ya no había tiempo de volver atrás. Aparte, ¿Jugarse la
vida?; ¿Viajar en un helicóptero privado era jugarse la
vida?
-Escúcheme bien. Le dijo. -Voy a conservar la
grabación de esta conversación y ya hablaremos sobre
el tema, se lo aseguro. A Ricci lo queremos porque
probablemente posea las claves para que un país, una
organización o una persona se posicione al frente del
mundo; y es todo lo que le voy a decir. Ahora suba a
ese helicóptero, ¡YA!
Deion se sonrió y quedó satisfecho. Dio unos pasos
en dirección al Piloto del helicóptero y le dijo con una
sonrisa.
-¡Comandante! Sabía que a esta gente le gustaba
ese trato. -Quiero que me disculpe, he tenido una mala
320
noche. ¿Le parece bien que empecemos de nuevo?
Hagamos un trato, si logro pasar por la puerta, me lleva.
Le dijo mostrándole todos los dientes en un amago de
risa.
Arnoux, lo miró despreciativamente y evaluó las
complicaciones que tendría si no lo llevaba y decidió
subir al gordo.
-Suba. Le dijo sin hacer ningún amague de
ayudarlo.
El afroamericano subió la pequeña escalerilla con
una agilidad que parecía impropia de ese físico, tiró
dentro el bolsito y poniéndose de perfil, rozando por
todos lados entró a la cabina y levantando el
apoyabrazos se sentó en dos butacas a la vez.
-Estoy listo. Gritó desde dentro.
-Como si me importara. Masculló Arnoux y se dirigió
a su puesto de la derecha haciéndole indicaciones a su
primer Oficial para que hiciese lo mismo por la
izquierda. Cuando estuvieron atados con los cinturones
y los auriculares puestos, se miraron señalando la nariz
y poniendo mala cara. Se apresuraron a encender el
helicóptero para que el aire acondicionado limpiase el
olor a criadero de cerdos que ya había a bordo.

321
Capítulo 71

El despegue del Aeródromo de Tarbes había sido


intempestivo y vieron como quedaba una persona tirada
en el suelo por detrás del avión. A esta altura estaba
claro que estaban siendo perseguidos y ayudados, no
quedaba claro quienes eran los protagonistas en ambos
bandos. Los españoles era raro que se aventuraran
fuera del país, no contaban ni con los medios
económicos ni humanos para actuar más allá de sus
fronteras. Quedó comprobada la falta de entrenamiento
y seriedad con la que ejercían de espías improvisados.
Pero si no eran ellos, ¿Quiénes eran los que los
perseguían, y cómo habían llegado al conocimiento de
que ellos sabían algo importante? Todo esto pensaba
Angelo mientras esperaba que alcanzaran la altitud de
crucero a nivel 1009999 en el que realizarían el resto del
viaje, para preguntarle al Coronel algunas cosas que lo
tenían muy intrigado. Al contrario del helicóptero que ya
volaba hacia Ajaccio, ellos estaban a bordo de un avión
muy limpio y el Piloto estaba recién bañado y afeitado al
igual que ellos con lo que el ambiente era muy
agradable.
-Coronel Clermont, como imaginará queremos
hacerle algunas preguntas. Dijo Angelo por el micrófono
asociado a los auriculares.
-No hay problemas, pero no depositen muchas
esperanzas en lo que les pueda contestar.
-En primer lugar, adonde vamos y también me
gustaría saber quien paga nuestro paseo.

9999
N del A: Nivel de Vuelo es la altitud en pies que señala el
altímetro cuando está regulado con la presión de 1013 mb con dos
ceros menos, en este caso FL 100 significan 10.000 pies de altitud.
322
El Coronel lo miró evaluando su persona pensando
qué podía contar y qué no, y empezó a hablar.
-Señor Ricci, porque, usted es Ricci, ¿verdad? Ricci
asintió.
-Sí señor.
-Bien, nos dirigimos a la isla de Córcega, para ser
exactos al Aéroport Napoléon Bonaparte de la ciudad
de Ajaccio. Es un vuelo un poco arriesgado en este tipo
de avión, pero, como digo yo, los aviones no tienen
porque caerse así que, da un poco lo mismo lo que
haya abajo, agua o tierra. De cualquier forma, es un
vuelo que no haría nadie que vuele por placer, pero,
¿Qué es la vida sin un poco de riesgo?, jaja. Su risa era
profunda y sincera, sin duda un buen tipo.
-A la vuelta igual me tomaré mi tiempo, cruzaré a
Toulon y vendré por tierra disfrutando del paisaje de la
Côte d’Azur, tampoco es cuestión de forzar la suerte.
Aprovechemos que están los gastos pagados. Aquí
viene la segunda parte de la pregunta. Llamaron al
Aeroclub y pidieron hablar conmigo directamente, no
estaba, pero de alguna forma consiguieron mi teléfono
particular y me llamaron a mi casa. Preguntaron si
estaba dispuesto a hacer el vuelo y no pusieron
objeción cuando les pasé el precio, en realidad me
arrepentí de no haber pedido más; somos un Aeroclub
pobre al que no le viene nada mal algo de dinero extra.
Pagaron con una transferencia a la cuenta del Aeroclub
y eso es lo que puedo decir de la gente que me
contrató. Ahora, si no les importa, me gustaría un poco
de reciprocidad y desearía saber por quienes me estoy
jugando la vida cruzando medio Mediterráneo en un
monomotor de Escuela de Vuelo.
-Coronel, si voy a serle sincero, no sé ni porque nos
persiguen ni porque nos ayudan y menos, quienes.
323
Somos empresarios de España, pero no somos nativos
españoles ninguno de los dos, últimamente hemos
desarrollado un producto que parece de interés de
mucha gente y nos hemos visto obligados a huir.
Explicó Angelo tratando de no mentir, pero tampoco
dando más información de la necesaria.
-Voy a aportaros un poco de luz. Dijo, tutéandolos. -
Cuando me llamaron preguntaron por “hibou100100”, ese
era mi indicativo101101 en la Armée de l’Air102102 debido a
los vuelos de inteligencia que hacía nocturnos. Eso
significa que alguien estuvo hurgando en archivos que
no están al alcance de todo el mundo. Quien os está
protegiendo es alguien con acceso a rincones ocultos y
con poder para mover muchos hilos, creo que están
intentando sacarles de los focos del escenario para
poder hablar tranquilos con vosotros. Es muy probable
que en Córcega podáis estar más aislados y todo se
aclarará. Os recomiendo que os relajéis y aprovechéis
llamar por móvil y enviar mensajes todo antes de que
nos alejemos de la costa porque luego no tendremos
señal hasta llegar casi a Ajaccio. Después os contaré
algunas anécdotas, si es que os gustan las historias
aeronáuticas.
-Coronel, ambos somos Pilotos y, podríamos decir
que con bastante experiencia; entre los dos tenemos 5
aviones que volamos personalmente y las historias
aeronáuticas son algo que nos apasionan y disfrutamos
como niños así que ya puedes ir preparando las
mejores para nosotros, jaja.

100100
N del A: Hibou significa Búho en francés.
101101
N del A: Nombre en código para comunicaciones radiales.
102102
N del A: Fuerza Aérea de Francia.
324
-De acuerdo, pero dejemos lo de Coronel y
llamadme Laurent e intercambiemos los mejores
cuentos de aviones. Les dijo el Coronel entusiasmado
pensando que iba a ser un día muy entretenido.
El clima se presentaba bastante despejado una vez
que iban saliendo de la influencia de la montaña y solo
había una fina capa de cirrus altos que provocaban un
halo al Sol e iluminaban todo con una luz blanca muy
intensa.
Se acomodaron en el pequeño avión y siguiendo el
consejo del experimentado Piloto, Angelo se comunicó
con Alexis contándole las novedades y hacia donde iba,
Lucca no llamó a nadie, pero estuvo enviando mensajes
un buen rato.

325
Capítulo 72

Jaron Levin llegó al Aeropuerto Napoleon


Bonaparte a la media hora de haber recibido el llamado
de su superior. Había sintonizado su radio táctica con
los códigos que le dieron y enseguida recibió
comunicación desde Estados Unidos.
-Señor Levin, ¿Me recibe? Preguntó Jason
Summers desde su oficina de la NSA en Fort Meade.
-Fuerte y claro. Respondió el israelí.
-Me llamo Jason Summers y en las próximas horas
seré su consultor para que reciba órdenes, me gustaría
que dentro de lo posible se me informe de cualquier
movimiento que desee hacer.
-Ningún problema, señor. Dígame que espera de
mí.
-En breve llegará un Agente nuestro en helicóptero
desde Toulon y una hora después aproximadamente
arribará un pequeño Robin DR.400 con dos hombres a
bordo como pasajeros, además del Piloto. Solo nos
interesa el de la foto que le he enviado a su Smart-
Phone; si no es posible separarlos prefiero a ambos
antes que a ninguno. Nuestro Agente ya tiene las
órdenes para subirlo a un Learjet de Taxi aéreo que
estará por llegar de Roma. Sus órdenes son cooperar
con nuestro Agente dentro de lo posible para que todo
suceda sin violencia y con la mayor deferencia hacia el
individuo que tienen que transportar. No es un
delincuente ni terrorista de ninguna especie, es alguien
de quien necesitamos algo y lo prefiero de buen humor
y cooperador. Nuestro hombre tiene tendencia a usar la
violencia y descontrolarse un poco, no deje que esto
ocurra. Coordine con él la mejor manera de realizar esta

326
extracción pacífica. Una vez que Ricci esté a bordo del
Learjet, puede dar por terminada su misión.
-Entendido, voy a ir coordinando algunas cosas con
mis contactos en el Aeropuerto antes de que llegue su
Agente.
La respuesta breve del judío le dio la tranquilidad
que necesitaba a Summers de saber que al menos
tendría a uno de los hombres bajo su mando obediente.

El israelí llevaba varios años estacionado en Ajaccio


y como sus funciones eran casi siempre como enlace,
se había sabido rodear de gente clave en el lugar donde
realizaba la mayoría de sus misiones, que era
precisamente el Aeropuerto. Era un hombre de cara
afable y aniñada que no parecía resultar una amenaza
para nadie, sin embargo, los que habían tenido la mala
suerte de subestimarlo, lo lamentaban. Conocía a
muchos empleados con los que habló y le permitieron
permanecer en la Plataforma a la espera de las
aeronaves. Esto le costaba muchas invitaciones y
algunas veces reparto de cajones de kiwis y mangos
traídos de Israel, pero cada vez que tenía que recurrir a
ellos, no lo habían desilusionado y se había podido
mover libremente por las instalaciones sin preguntas, lo
que justificaba esos gastos. Hoy iba vestido con un
cómodo pantalón de algodón y una camisa de manga
larga que ocultaba una pistola Jericho 941 Polymer que
llevaba pegada al cuerpo bajo su brazo izquierdo. Sus
amigos en el Aeropuerto le permitieron pasar sin
problemas hasta la zona de vuelos privados con la
seguridad mucho más relajada.
Para Jason Summers en Estados Unidos había sido
todo un placer descubrir que su “nuevo” Agente ya tenía
todo aceitado en el Aeropuerto, le había evitado tener
327
que pedir oficialmente colaboración francesa y en estos
casos cuanta menos gente estuviera enterada, mejor. A
pesar del subnormal de Maloouf, quizá todo terminara
saliendo bien.

Jaron Levin vio llegar al helicóptero que


transportaba a Deion Maloouf desde lejos y lo esperó
en un lugar cercano a donde le habían dicho que lo
harían aterrizar. Sin parar completamente los motores,
vio abrirse las puertas del helicóptero y asistió al
espectáculo que fue ver salir a semejante hombre por
una puerta que demostraba ser unos 50 centímetros
más pequeña de lo que hubiera sido lo ideal; primero
salió un bolsito colgando de una mano regordeta y
después de varias contorsiones logró pasar por la
puerta del Bell 407 y tanteando dio con el patín para
descender de un salto ya que nadie acercó una
escalerilla como había sido al partir del continente.
Cuando se había alejado solo unos pasos la aeronave
aceleró, despegó y se fue hacia la zona de repostaje de
la Terminal Aérea; parecía como que estaban felices de
haber descargado al afroamericano y no pudieran
esperar para alejarse de él.
Deion había hecho un viaje en completo silencio
porque no le habían hablado y las pocas veces que él
intentó entablar una conversación, nadie le había
contestado. Cuando aterrizaron le dijeron que bajara y
eso fue todo.
El israelí se acercó al enorme gordo y se presentó.
-Mucho gusto, me llamo Jaron. Dijo escuetamente.
-Yo soy el Agente Maloouf y espero que ya tenga
claro como nos manejaremos de ahora en más.
-¿Me recibe alguno de los dos? Interrumpió
Summers desde la NSA. Los Agentes durante una
328
operación tenían obligación de mantener abierto el
canal de comunicación, pero no estaba seguro de que
lo estuviesen haciendo.
-Yo lo recibo perfecto. Contestó Jaron. El gordo no
hizo seña alguna de que lo hubiese escuchado.
-Dígale, por favor que conecte su radio. Le indicó al
judío para que se lo dijera al afroamericano. Éste le hizo
señas y Deion encendió la radio.
-¿Están los dos a la escucha? Volvió a preguntar.
-Sí. Contestaron al unísono.
-Muy bien, entre ustedes no hay jerarquía, eso
significa que ambos solo recibirán órdenes mías y el
resto lo harán de común acuerdo. Tienen poco más de
una hora para pensar y coordinar la mejor manera de
hacer esto fácil y sin problemas.
-No sabía que esto fuera una operación conjunta.
Replicó el gordo.
-Usted no tiene que saber nada. Le dijo Summers
que seguía molesto con su Agente y no quería perder
autoridad sobre éste. -Solo cumpla órdenes.
El haber sido reprendido “delante” del otro Agente
hizo que se le subiera la bilis, pero se calló y sin decir
nada comenzó a caminar hacia los edificios seguido del
israelí.
Cuando llegaron a la pequeña sala bastante más
silenciosa que el exterior, el del MOSSAD comenzó a
hablar.
-En función de mi experiencia, sé que todos los
vuelos privados arriban a esta zona y son introducidos
en esta sala en principio, luego, con el equipaje en la
mano, que dudo que estos hombres traigan; son
llevados hacia un mostrador donde le revisan los
documentos y finalmente los dejan salir al exterior.
Desconozco si los vienen a buscar, pero nos
329
enteraremos cuando se acerque la hora de llegada. De
cualquier manera, a quienes vengan a buscarlos no los
dejarán pasar aquí por lo que me parece el mejor lugar
para abordarlos, esta misma salita, lo que nos permitirá
llevarlos directamente al Learjet y sacarlos casi sin que
nadie se dé cuenta.
-Aquí nos verá todo el mundo, no creo que sea
buena idea. El Agente de la NSA ya comenzaba a crear
problemas con sus objeciones. -Después de un vuelo
de más de cuatro horas lo primero que querrán hacer es
ir al servicio, que si no me equivoco son esas puertas
ahí al costado y ese será el lugar ideal para llevárnoslo.
Aún a su pesar, Jaron pensó que no carecía de
lógica y dio por válida la idea.
-Me parece bien. Cuando lleguen usted entrará al
baño y los esperará dentro y yo me quedaré fuera por
cualquier cosa. Creo que tenemos un plan. Siéntese
que yo iré fuera a esperarlos.
-Primero quiero comer algo o me desmayaré aquí
mismo. Le respondió Maloouf al que le faltaba su buena
parte de las 4.000 calorías diarias que ingería. -Vamos
al restaurante.
De ninguna manera pasearía por el Aeropuerto con
el elefante este, eso sería como ir vestido de mujer y
bailando lambada; aunque pensándolo bien quizá eso
llamara menos la atención.
-Quédese aquí que yo le traeré comida del
restaurante, ¿Qué prefiere?
-Tráigame 3 hamburguesas completas con un litro
de Coca-Cola.
-De acuerdo, veré que le consigo.
-No crea que no aprecio lo que está haciendo. Oyó
el israelí que le decía Summers por su auricular.

330
Pensó que iba a ser una operación con un colega,
pero el afroamericano no dio lugar a tuteo ni confianza y
casi prefirió que fuera así, el olor que despedía el
afroamericano era nauseabundo y prefería tenerlo lejos.
Inconscientemente cuando salió se olió bajo los brazos
para confirmar que el olor no provenía de él.
Llegó el Learjet desde Roma, repostó combustible y
quedó listo para salir con la APU103103 encendida. Las
órdenes desde Estados Unidos eran que rellenaran un
plan de vuelo con destino a la Base de Operación
conjunta de Morón de la Frontera en España y así lo
hicieron.

103103
N del A. Turbina pequeña que suministra potencia auxiliar
para mantener los sistemas en funcionamiento y a su vez proveer
la energía necesaria para poner en marcha los motores. Del inglés:
Auxiliary Power Unity.
331
NOVENA PARTE
Un jugador menos

Capítulo 73

Eran ya poco más de las 15:30 horas, pero a pesar de


lo largo del viaje, se la habían pasado muy bien y
habían forjado unos vínculos fuertes con el Coronel;
entre anécdota y anécdota no tuvieron tiempo de sentir
aprehensión con el mar debajo durante tantas horas. El
Coronel incluso llegó a contarles sus últimas aventuras
como entusiasta aeromodelista que era a lo que
últimamente dedicaba más tiempo. Parecían tres
amigos en un vuelo dominguero de Aeroclub. Las
sospechas de que tenían algún padrino desconocido se
confirmaron cuando los recibieron con total prioridad en
la aproximación del Aeropuerto.
-Creo que estamos cerca de conocer algunas cartas de
los otros jugadores de la mesa. Dijo Angelo a sus
compañeros de viaje, siendo uno de los últimos
comentarios antes de tocar tierra.
Justo después de rodar al lugar que les indicaron e
inmediatamente después de frenar, le pidieron al
Coronel que cambiara de frecuencia a 123.450 Mhz que
es una frecuencia para hablar entre Pilotos no oficial
pero conocida por todos en todo el mundo. Nada más
cambiar de frecuencia se oyó por los auriculares de los
tres.
-Buenos días, señores. Los estaba esperando, pero
parece que hay otras personas esperándolos también
así que me gustaría que bajaran y se dirigieran a la sala
que está enfrente donde me acercaré para guiarlos y
salir rápido de la Terminal sin dar oportunidad a nadie
de hacer otra cosa, estoy solo pero fuera está mi chófer,
332
no pensábamos necesitar a nadie más. Coronel, en
cuanto bajen aleje el avión que no queremos que lo
secuestren.
-No creo que vayan muy lejos con el combustible que
queda. Respondió el Coronel. -Pero así lo haré.
Se escucharon dos chasquidos en la radio que
indicaban que habían oído y finalizaba la conversación.

Intercambiaron contactos con el Coronel Clermont y


bajaron del Robin nerviosos pero a la vez con ansiedad
de terminar de una vez. El Robin se alejó lentamente
hacia la zona de reabastecimiento de combustible.
Cuando iban caminando hacia el edificio Lucca
comentó:
-Antes que nada, yo necesito pasar por el baño porque
estoy llegando al límite de mi resistencia, jaja.
-Lo mismo yo. Además de tener un hambre feroz. Dijo
su amigo.
Al entrar vieron a una persona leyendo un periódico que
ni levantó la vista hacia ellos rodeado de restos de
comida por todos lados y más allá de la puerta de cristal
hacia un costado apoyado en un mostrador y
aparentemente hablando con alguien a quien no se
alcanzaba a ver a otro hombre que al verlos entrar los
saludó y comenzó a caminar hacia ellos. Angelo le hizo
la seña internacional de “un minuto” con el dedo índice
apuntando hacia la palma de la otra mano y él otro
respondió con el pulgar hacia arriba, dando a entender
que no había problema y continuó hablando.
Miraron a un costado localizando la puerta de los
servicios y fueron hacia allí casi corriendo después de
haber pasado toda la mañana sin orinar. Entraron y no
había nadie en los mingitorios adonde se dirigieron.
Enseguida notaron un fuerte mal olor y fruncieron la
333
nariz, pero tenían una prioridad absoluta. Ambos
hicieron un ahhhh de satisfacción al vaciar sus vejigas y
se miraron riendo.
-¡Vuelvo a poder pensar! Dijo Angelo.
-Jajaja. Rió Lucca.

Mientras se lavaban las manos oyeron el ruido del agua


vaciándose en uno de los reservados y antes de que
pudieran pestañear, Angelo sintió en la cintura algo
duro y un fuerte olor al tiempo que le hablaban al oído.
-Quiero que se quede quieto y me acompañe hacia
afuera. Le dijo Deion.
Angelo se secó las manos lentamente y miró a Lucca a
los ojos. Lucca advirtió la maniobra del gordo, pero se
quedó muy quieto e incluso se mojó la cara haciendo
ver que no se había dado cuenta de nada. Cuando
pasaban por detrás de él giró sobre sí mismo y le pegó
en donde supuestamente estaba su mano con la
pistola, pero no calculó el volumen de la barriga que se
deformó y onduló amortiguando el feroz golpe que le
había dado.
Rápidamente el gordo le apuntó al pecho y disparó. Un
ruido ahogado como un cachetazo se oyó en el espacio
reducido y Lucca cayó hacia atrás abriendo la puerta
del reservado con su peso y golpeando su cabeza
contra la taza del inodoro.
Angelo alcanzó a darse cuenta que su amigo ya no se
contaría entre los que verían con sus ojos el anochecer
del día de hoy y de inmediato se tiró encima sin
importarle nada de lo que le pudiera hacerle el gordo de
piel marrón obscura.
Tomándolo de un brazo como si fuera un muñequito lo
levantó en el aire y volvió a hablarle.

334
-¿Ve lo que pasa cuando la gente no se queda quieta?
Salgamos de aquí rápido.

Por la radio que Deion se había quitado de su oído, un


desesperado Summers gritaba una y otra vez.
-¡¡Maloouf!! ¿Qué ocurre? ¿Qué es ese ruido?
Ante la falta de comunicación bilateral, le dijo al judío.
-Vaya de inmediato con mi Agente, algo ha ocurrido.
El israelí que ya había oído el tamponazo típico de un
arma con silenciador se estaba levantando cuando
Summers le hablaba al oído. Cuando iba a abrir la
puerta de los Servicios, una mole obscura con un
hombre que parecía pequeño delante le tapó el camino.
-¿Qué ha ocurrido? Preguntó.
-Nada, que las personas no me tienen respeto; pero ya
está resuelto. Vamos hacia el Learjet.
-Ok, vaya hacia el avión y suba usted también, por
favor. Le pidió por el auricular, Summers al Agente
israelí. -Lo que sea, ya no tiene solución y debemos
completar la misión.
Angelo estaba como en shock, lloraba en silencio por su
amigo y era incapaz de pensar o moverse por sí mismo;
caminaba como un autómata en medio de los dos
hombres, ya no sentía ni el olor a podrido.
Avisados por la radio el Learjet estaba poniendo sus
motores en marcha y los tres hombres subieron por la
escalerilla desplegable del avión. Hubo un momento
que habría resultado gracioso de no ser por la situación.
Entraron primero Angelo y el israelí y del afroamericano
tuvo que tirar hacia adentro el auxiliar masculino
encargado de cerrar la puerta, no había manera de que
pasase en forma normal y se tuvo que poner de perfil.
Inmediatamente después cerraron la puerta y comenzó
a moverse.
335
Sentaron a Angelo delante y se ubicó el Agente del
MOSSAD a su lado y detrás la mole del afroamericano
que sonreía y ya buscaba a las auxiliares de a bordo
que se habían refugiado en la parte trasera detrás de
una cortina.
-¿Qué pasa? ¿Nadie me va a servir una copa y algo de
comer?

336
Capítulo 74

Muchas cosas ocurrieron hasta que el Mundo se


puso a girar tranquilamente de nuevo.
En tierra, la persona que esperaba a Angelo y
Lucca, interrumpió la charla con la bonita corsa con la
que estaba hablando en el mostrador al oír los motores
del Learjet acelerarse y corrió hacia la plataforma. Vio
que el avión ya iba camino de la cabecera y volvió a
entrar, localizó los Servicios y entró para asegurarse
que aún seguían dentro. Vio las piernas de Lucca que
sobresalían de un reservado y al acercarse notó el
enorme charco de sangre que se extendía por el
costado del hombre. Habló por un micrófono que
llevaba en el mismo auricular y se tiró encima del herido
rompiendo su camisa tratando de encontrar el orificio
desde el cual manaba la sangre. No pasaron más de 2
minutos cuando llegaron los servicios paramédicos del
Aeropuerto y no más de 12 cuando llegó la primera de 3
ambulancias que fueron arribando con las sirenas a
todo volumen.

En Estados Unidos, Jason Summers sabía que le


esperaban muchas horas de justificación e informes. La
muerte de un italiano en suelo francés por uno de sus
Agentes no se iba a poder ocultar mucho tiempo y él
sabía que la Inteligencia francesa era de las mejores del
Mundo. Ya había pedido colaboración a la DGSE y
éstos iban a relacionar rápido todos los hechos, encima
en su propio territorio; mucha suerte tendría si lograba
que no se transformase en un incidente internacional y
se pasara página.
Se tranquilizó y cuando el Learjet estaba en el aire
comenzando su vuelo de una hora y cuarenta minutos a
337
Nivel 420 a Morón de la Frontera en España, habló con
el Agente del Mossad.
-¿Qué pasa con nuestro hombre? ¿Está fuera de
control?
Bajando mucho la voz y casi escondiéndose le
contestó.
-Yo diría que está al borde, empieza a sentirse
como Superman y eso es malo para todos. Si no
estuviera yo, creo que ya hubiese matado al objetivo. El
pobre hombre está totalmente ido, es muy probable que
su Agente le haya disparado al amigo que venía con él.
Va armado con una pistola con silenciador y dudo que
se la podamos quitar ya que ésta es la que lo hace
sentirse superior.
-Muy bien, Jaron. Sé que lo que le voy a pedir está
por fuera del alcance de lo que inicialmente iba a ser su
trabajo, pero ya sabe como es nuestro oficio. Me
gustaría contar con usted hasta llegar a Estados
Unidos, una vez allí lo primero que haremos es
guardarlo104104 bien. Intentaré que le den una pistola en
la Base de Morón.
-Por eso no se preocupe, nunca salgo sin mi
Jericho. Solo tengo el cargador puesto, pero espero que
no me hagan falta más balas.
-De acuerdo, intentaremos no matar a nadie más.
De pronto una vaharada de mal olor con un golpe
de aire llegó precediendo el manotazo que le dió en el
hombro al Agente Levin.

104104
N del A: En la jerga significa ponerlo preso o vigilado sin
abogados por medio.
338
-¡¡Heyyy!! ¿Qué te pasa picha cortada 105105?
¿Hablando con papá?
-Agente Maloouf, no vuelva a tocarme o lo
lamentará, mejor dicho, ya no lamentará nada más en
su vida. ¿Está claro eso?
El hombre de origen africano, sea por la calma con
la que le habló el judío o por su mirada, entendió que no
iba a poder someter a ese hombre así que se sentó e
intentó otra táctica. Se volvió a colocar el auricular en su
oreja y dijo:
-¿Ha oído eso, Summers? El judío me ha
amenazado. ¿Desde cuando se puede amenazar a un
Agente de la NSA?
-Parece que ha decidido volver a comunicarse
conmigo, Maloouf. Escuche bien, tengamos la fiesta en
paz, no moleste a nadie y traiga a Estados Unidos al
objetivo sin hacerle ningún daño, es muy valioso.
Relájese, coma y beba algo que en cuanto lleguen a
Morón de la Frontera, en España los estará esperando
un Boeing C-17 Globemaster III donde harán el resto
del viaje y ya sabe que las raciones militares no suelen
ser lo que se dice deliciosas.
Summers había optado por una táctica diferente en
vez de reprenderlo y deseaba tenerlo al alcance con la
misión cumplida para evitar mayores desastres,
entonces le caería como un tren en marcha.
Por una frecuencia diferente se comunicó con el
avión y ordenó que le sirvieran lo que quisiera.
Temerosa, una Auxiliar de a Bordo se le acercó y
preguntó con voz suave.
-Señor, ¿Qué desea comer?

105105
N del A: Hace referencia a la costumbre judía de circuncidar
a los varones.
339
-¡¡Todo!! Gritó Deion. -Tráigame todo lo que se
pueda comer en este avión de ricos, y una botella de
champagne del mejor, que paga el tío Sam. Al judío de
enfrente una chuleta de cerdo106106, jajaja y al aburrido
de adelante no le traiga nada que no tiene hambre.
Parecía que se desequilibraba minuto a minuto
cada vez más. Jason Summers que había oído los
gritos por la radio esperaba que una botella de
champagne lo sedara y no al revés porque entonces sí
que se vería en problemas.

Angelo estaba alelado. Pensaba y repensaba en


cada momento del pasado y maldecía el instante en
que Lucca lo había abordado en su oficina. ¿Por qué no
se había callado lo de Tesla y hubiera seguido con sus
investigaciones privadas? Quiso hacer el bien, quiso
compartirlo con todos y había matado a un hombre.
Siempre se había preciado de ser un poco frío, todo
emigrante debía serlo para sobrevivir, pero quizá ya no
lo era tanto como cuando tenía 20 años y sentía la
muerte de Lucca muy hondo, como la de un ser
querido.
Tenía que pensar en su propio problema. ¿Quiénes
eran estos hombres? Parecían poderosos porque
tenían a su disposición el avión en el que viajaban y
nadie les hacía preguntas. El negro gordo asesino
estaba desequilibrado y se notaba a la distancia que el
otro trataba de contenerlo, pero no se veía que tuviera
ninguna autoridad sobre él. Si quería salir de esto tenía
que pensar y rápido; lo primero era alejarse del gigante,
luego, aunque tardara toda una vida, vengaría la muerte

106106
N del A: Hace alusión a la fobia a comer carne de cerdo por
los judíos ya que lo consideran un animal impuro.
340
de Lucca. Estaba en un jet ejecutivo, con los ojos
anegados en lágrimas no había podido ver de que
modelo se trataba, pero los asientos decían Bombardier
así que sería un Learjet de la serie 70 para arriba; no
sabía adonde iban, pero miró por la ventanilla y vio al
Sol casi al frente así que, siendo casi las cuatro de la
tarde, estaban viajando hacia el sud oeste, ¿Otra vez
España? ¿Serían españoles de nuevo? No lo creía por
varias razones, la primera era que sus dos
acompañantes hablaban inglés o francés entre ellos
dependiendo el momento, la segunda eran los medios
con que contaban y por último que, aún siendo
violentos, se los notaba muy profesionales. Esto no
sería como cuando escapó en Mallorca, no los
engañaría tan fácil. Tendría que decirle a Alexis lo de
Lucca. Sacó el móvil y cuando lo estaba encendiendo,
el hombre que estaba sentado a su derecha, se le
abalanzó y se lo quitó de la mano.
-Vamos a portarnos bien. Le dijo.
-¡Traiga eso para acá! Gritó el gordo desde atrás
dirigiéndose al otro hombre.
Agarró el Smart-Phone, miró la pantalla como
cuando un simio mira un espejo, se encogió de
hombros y se lo guardó en el bolsillo. Angelo, con
mucho disimulo y muy lento, se puso a juguetear con el
Smart-Watch en su muñeca y consiguió apagar el móvil
gracias al enlace inalámbrico que tenía entre ambos; no
sabía cuando iba a necesitar utilizarlo y quería ahorrar
el máximo de batería en ambos dispositivos.
El enorme mono que estaba sentado detrás suyo
hacía todos los ruidos imaginables y otros también
mientras comía y bebía como un poseso; menos mal
que los olores de la comida se mezclaban con su olor
corporal y lo disimulaban un poco. En alguna parte
341
había leído que el aire de un avión presurizado se
renovaba completo cada tres minutos y aún así toda la
aeronave olia a chiquero.
Aunque le era casi imposible intentó dormir para
recuperar el máximo de fuerzas, tenía hambre, pero no
iba a pedir nada. Estaba claro que de un jet volando no
iba a poder escapar así que esperó mejores
oportunidades.

342
Capítulo 75

A las 17 horas comenzó a ver unas costas por la


ventanilla que le parecieron Menorca, Mallorca e Ibiza,
así en fila, y finalmente divisó una costa y casi podía
asegurar que era la costa valenciana. Si estaba en lo
cierto, por la dirección que traían estimaba que pasarían
por Sevilla si no cambiaban de rumbo y luego, ¿Qué?
¿El Golfo de Cádiz? Por la autonomía de este avión no
creía que se internaran en el Atlántico así que su
destino estaría en algún lugar entre Valencia y Cádiz en
el interior de España. Eso lo tranquilizó un poco porque
huir en España le facilitaría las cosas ya que la conocía
muy bien.
Al poco de haber entrado a tierra otra vez, sintió en
su estómago que comenzaban a descender, venían alto
quizá por encima de los 35.000 pies así que si
empezaban el descenso ahora su destino estaría
alrededor de Granada o Sevilla.
-Ajústense los cinturones. Se oyó decir al
Comandante, nada de la perorata típica de un vuelo de
línea, simplemente una indicación.
Le hubiera gustado darse la vuelta para ver como el
gordo se ajustaba el cinturón, pero no le parecía una
buena idea ponerlo más de mal humor. De reojo vió que
el hombre a su lado se lo ajustaba obedeciendo así que
él también lo hizo. Echó una mirada por la ventanilla y al
cabo de unos minutos cuando pudo distinguir algunas
cosas de tierra entre los huecos de las nubes, le pareció
distinguir las típicas plantaciones de olivos andaluzas.
La tierra se fue acercando y la transición entre el campo
y lo que parecían unas instalaciones aeroportuarias
importantes fue instantánea, casi sin darse cuenta
habían aterrizado. Miró por la ventanilla suya y vio
343
muchas aeronaves militares, estaba en una Base sin
duda; o sea que al final sí que lo habían secuestrado los
españoles. Quizá al no estar capacitados para hacerlo
ellos habían contratado a unos sicarios para que
hicieran todo el trabajo sucio, o sea que volvía a estar
en la casilla número uno como en un gigantesco juego
de la oca107107.
Recibió un golpe tan fuerte en la parte trasera de la
cabeza que le hizo morder la lengua.
-¡Ahora quietecito! Solo te moverás hacia donde te
diga y cuando te lo diga. No le hacía falta mirar para
saber por el olor que le había hablado el afroamericano
asesino.
-¡Heyy! Tranquilo que no hacen falta los golpes. Le
dijo el israelí.
-¡A mí no me digas lo que tengo que hacer con el
blanquito manteca! Ya puedes tomarte el avión de
vuelta.
-Tranquilo Agente Maloouf que nos interesa que
esté de humor para cooperar. No es ningún enemigo
nuestro sino muy por el contrario. Dijo Summers por los
auriculares.
-¡Ahí está el otro! Si lo que querían era invitarlo a un
viaje de placer hubiera venido algún jefote de oficina,
pero no, mandan al negrazo para que haga el trabajo y
luego no les gusta como está hecho.
-Atento Levin que creo que deberá actuar antes de
tiempo. Le comunicó por los auriculares en frecuencia
privada al Agente israelí.

107107
N del A: Juego de mesa donde hay que recorrer 63 casillas
con diferentes premios o castigos hasta llegar a la meta antes que
el rival.
344
-Oye Deion. ¿Sabes lo que hacemos los del
MOSSAD cuando finalizamos una misión? Preguntó
tuteándolo al americano.
-Les cobran los gastos108108, jajajaja. Rió su propia
broma.
-No, al contrario. Los jefazos nos pagan con una
semana de vacaciones en una playa que tenemos
privada con las mejores mujeres judías que están a
nuestra disposición 24 horas. Podría arreglarlo para que
se haga extensivo a tí, si quieres venir. Al fin y al cabo,
estamos juntos en esto. Pero terminemos esto a gusto
de los que ordenan y no compliquemos una misión
sencilla con tonterías. Intentó convencerlo con una
táctica diferente, Jaron.
-Mira cerdito, sé lo que intentas hacer, pero no soy
tonto. Igual te tomo la palabra y mejor que no me estés
mintiendo. Le apuntó con el índice y dio por finalizada la
conversación.
Por lo menos lo había sacado de esa actitud
matona y empezaron a descender del avión uno detrás
del otro. El afroamericano se puso de perfil y
empujando con las manos fue saliendo poco a poco.
Angelo se retrasó un poco y aprovechando las
contorsiones del americano se dio la vuelta y le
preguntó al israelí:
-¿Dónde estamos?
-En la Base de Morón de la Frontera. Respondió
escuetamente el judío.
Así que eso era, no le había errado por mucho al
lugar, pero no se le había ocurrido que estaban en la
Base de Operación Conjunta americano-española. Por

108108
N del A: La broma hace alusión a la fama que tienen los
judíos de avaros.
345
lo tanto, eran los estadounidenses los que estaban
detrás de todo esto. No sabía bien por qué, pero, no le
extrañaba. Siempre que había algo que pudiese
proporcionarles poder, ahí estaban los de Estados
Unidos, para bien o para mal. En el fondo habían sido
una opción a considerar para darles a conocer su
descubrimiento, pero luego lo descartó debido a las
muchas alianzas obscuras de su gobierno con grupos
de poder que actuaban a las sombras y regían los
destinos del Mundo. Podían ser verdad o no, pero él no
correría esos riesgos si le daban opción; prefería algo
más “doméstico”, algo donde lo que se acordase se
cumpliera por todas las partes sin presiones.

346
Capítulo 76

Abajo de la pequeña escalerilla del Learjet,


esperaban cuatro soldados de la Policía Militar armados
como si viniera el terrorista más buscado, curiosamente
le prestaban más atención al gigante marrón que a
Angelo. Un Capitán dijo con voz autoritaria:
-Síganme, a partir de ahora son huéspedes en
nuestro transporte y nos gusta que las cosas se hagan
a nuestro modo. Por favor, Agentes; entreguen las
armas al Teniente, se las devolveré al llegar a destino.
No hace falta más potencia de fuego que la nuestra
para transportar a un solo hombre invitado. Dijo
señalando sus fusiles de asalto M4A1.
El Agente del MOSSAD inmediatamente sacó su
Jerichó y se la entregó al Oficial que se la solicitaba.
-¿Y por qué tengo que entregar mi arma si vamos a
ir en un transporte militar? Yo también estoy autorizado
a llevar armas en Estados Unidos. Protestó el Agente
Maloouf.
-No me ha entendido Agente. Usted puede estar
autorizado a llevar armas hasta dentro de la Capilla
Sixtina pero en mi avión, no. ¿Queda claro? Entregue
su pistola. Le replicó el capitán poniendo su fusil en
posición horizontal al igual que sus hombres, dejando
claro quien iba a ordenar y quien iba a cumplir en las
próximas horas.
El gordo sacó de la bolsa su enorme pistola con
silenciador, que no lo parecía tanto en sus manos, pero
a último momento volvió a meterla y entregó la bolsa
completa.
-La quiero igual que como está. Dijo en un último
alarde de querer imponer autoridad.

347
-Cada uno de nosotros tiene asignado un mínimo
de 5 armas diferentes, créame cuando le digo que no
nos hace falta su pistola de juguete. Se la devolveremos
cuando lleguemos.
Aclaradas todas las posiciones fueron caminando
rodeados de los militares hacia un gigantesco Boeing C-
17 Globemaster III. Entraron por la rampa trasera y lo
que se encontraron no se parecía en nada a un avión
comercial, era un enorme túnel con filas de asientos
plegables que miraban hacia el centro del cilindro en
vez de estar hacia adelante. Este avión permitía
multitud de configuraciones para transportar casi
cualquier cosa, hasta otros aviones dentro de su
voluminoso fuselaje, pero si para algo no estaba
preparado era para que un pasajero viajase
cómodamente en un vuelo transatlántico. En particular,
en este caso había venido de Estados Unidos trayendo
unos todoterrenos militares para utilizar dentro de la
base.
La solicitud de la Agencia de Inteligencia NSA había
sido cursada rápidamente y Jason Summers incluso
había hablado directamente con el Coronel de la Base
explicando las particularidades de este traslado quien a
su vez se los había comunicado a sus subordinados
que ahora sabían muy bien que el problemático era el
gordo afroamericano aunque el trasladado fuese el
elegante ítalo-argentino.
De las cuatro Bases Militares de Operación
Conjunta entre Estados Unidos y España que había en
territorio español solo quedan la de Morón de la
Frontera cercana a Sevilla y la de Rota en Cádiz,
ambas en Andalucía. Las de Torrejón de Ardoz cercana
a Madrid, y la de Zaragoza ya han pasado a control total

348
español sin quedar ninguna Unidad militar americana en
ellas.
La Base de Morón ocupa a aproximadamente unos
3.000 norteamericanos que viven y desarrollan su
actividad profesional allí, entre civiles y militares.
Dentro había unos 20 soldados ya ubicados en los
asientos plegables de los costados hacia la proa del
avión. Tenían cara de cansados y delante de cada uno
había un enorme saco de transporte que en los militares
era el equivalente a las maletas de la vida civil.
A ellos los ubicaron hacia el centro del avión.
Cuando Deion Maloouf vio las minúsculas banquetas
plegables empezó a gritar:
-¿Cómo mierda esperan que meta mi culo en una
silla para la Barbie109109?
-Tiene razón, no esperábamos que tuviésemos que
llevar a King Kong, son aviones para gente normal.
Respondió el Capitán y el resto de su Unidad le rió la
broma.
Sin apenas darse cuenta, Angelo se sonrió también
y sin previo aviso, fruto de las humillaciones sufridas
desde que había llegado a la Base, el negro le dio un
revés que hizo que cayera hacia un costado
manchando con un chorro de sangre el costado del
avión.
Inmediatamente lo encañonaron 4 fusiles de asalto
mientras el Capitán le daba una patada girando todo su
cuerpo impactando en la cabeza del afroamericano con
sus botas de combate. Éste sintió el golpe y dobló las
rodillas aturdido.
-Ya está bien, ballenato. Le dije que no quería
problemas y parece que no lo entiende así que vamos a

109109
N del A: Muñeca rubia famosa por su estilizada figura.
349
optar por otra cosa. Me ha dado la justificación para
poner la mayor distancia entre su cuerpo que huele a
podrido y nosotros. ¡Levántese!
-¡No puedo! Ha atacado a un Agente Federal y
estoy gravemente herido.
-¿Atacado? ¿Usted está loco? Si se ha tropezado y
caído solo. ¿No es verdad, soldados?
-Sí, señor. Gritaron al unísono.
Maloouf vio que no iba a sacar nada en limpio y se
levantó lentamente. Se acercaron un par de soldados
rápidamente a auxiliar a Angelo y lo ayudaron a
sentarse, incluso uno de ellos abrió un botiquín de
campaña y empapó un algodón en un líquido que
introdujo en la nariz del argentino y paró la hemorragia
de inmediato.
Por la puerta que daba a la cabina salió el Piloto
que era un Mayor y con voz grave dijo:
-¿Qué es lo que ocurre, Capitán? Los quiero a
todos sentados y callados durante todo el vuelo. Son
doce horas con dos escalas antes de que lleguemos a
la Base NAS de New Órleans y no quiero
absolutamente nada que turbe mi espíritu. Pongan el
saco de patatas atado al final del avión.
El Piloto tenía una cámara que grababa toda la
zona de carga y seguramente el Mayor había visto todo.
Dos soldados acompañaron al Agente Maloouf
hacia el fondo del avión, lo hicieron sentar en el suelo y
lo ataron con las mismas cintas que utilizaban para
asegurar la carga. Se acercó el Capitán y le dijo:
-Dado que no puede sentarse en las butacas y el
Mayor exige que estén todos con el cinturón de
seguridad puesto al despegar tendrá que ser así. Luego
del despegue puede desatarse, pero no lo quiero
caminando por el avión, aquí se quedará todo el vuelo
350
salvo que quiera ir al baño y por la salud de todos
nosotros solo espero que sea nada más que para
orinar. Va a estar vigilado por dos de mis hombres que
han estado durmiendo todo el día así que
permanecerán despiertos el viaje entero. No haga nada
raro y dentro de doce horas cada uno seguirá su
camino, habiendo cumplido con nuestras respectivas
misiones sin rencores. ¿Está claro, Agente Maloouf?
El Capitán era un profesional y le habló sin ningún
tipo de sentimientos en medio, había tenido que pegarle
una patada, pero eso solo representó una reacción
necesaria, no le importaba absolutamente nada del
futuro, presente o pasado del afroamericano.
-¡Clarísimo! Contestó Deion con una furia contenida
a punto de salir fuera. El Capitán esperaba que el
cansancio de tantas horas de viaje lo aplacara.
-Ustedes, soldados; uno en una butaca de cada
lado del avión, con el Agente enmedio.
Hizo una señal militar que significaba que
estuvieran muy atentos y se dirigió a la parte delantera
del avión, marcó una combinación en un armario y sacó
dos pistolas eléctricas Taser X2 que entregó a los dos
soldados que vigilaban al negro; si fuese necesario un
muy alto voltaje lo dejaría tranquilo en forma inmediata.
Angelo y todos en el avión habían escuchado y
seguido atentos el desarrollo de toda esta comedia. A
Ricci lo único que le importaba de todo lo que había
oído era que iban a una Base en Louisiana.

Entre una cosa y otra no salieron hasta las 22 hs. A


poco de despegar unos soldados repartieron unas
raciones de comida que consiguieron aplacar el hambre
que tenía, lo único que había ingerido fue el desayuno
por la mañana y una botella de agua a bordo del
351
Learjet. Intentó hablar con el soldado que tenía a su
lado pero era un chico joven cumpliendo con su primer
destino en el extranjero y no tenía idea de nada salvo
que ya había hecho esa misma ruta y le contó que
harían una escala en las islas Azores en la Base de
Lajes Field a la que llegarían en unas dos horas y
media, repostarían combustible y harían un largo tramo
de unas seis horas casi en el límite de la autonomía
hasta Fort Bragg en Carolina del Norte donde volverían
a repostar para llegar en una hora y media más a la
Base de NAS JRB en New Órleans.
Lo dejó en paz porque no merecía la pena acosarlo
ya que no sabía mucho más y miró al Agente israelí
sentado enfrente que le sonrió en el primer gesto
humano que le veía, como si ambos estuvieran
compartiendo la misma desgracia y quizás así era.

352
Capítulo 77

El viaje había empezado complicado, pero gracias a


la profesionalidad de los militares, transcurrió sin
novedad que destacar, salvo una hora y media después
de despegar antes de llegar a la primera escala cuando
al Agente Maloouf le dio una necesidad ineludible y tuvo
que ir al Servicio.
Primero no podía entrar y tuvieron que empujarlo
dos soldados desde afuera y después no podía salir y
estuvo con la puerta abierta más de cinco minutos
forcejeando hasta que a un soldado se le ocurrió pasar
una cinta por detrás de él y tirando dos soldados de
cada extremo desde afuera consiguieron destrabarlo.
La consecuencia de esto fue que el mal olor se extendió
por todo el fuselaje hasta despertar incluso a aquellos
que habían logrado conciliar el sueño.
Durante el reabastecimiento no se le permitió bajar
a nadie y estuvieron en tierra el tiempo justo para
ejecutar la operación que en el caso de Lajes, debido a
que había que completar todos los depósitos, fueron
más de 2 horas. Cuando llegaban a New Órleans, el
interior del C-17 se comenzó a iluminar con las primeras
horas del día, un día que traía más incertidumbre para
unos que para otros.

Jason Summers se había comunicado por radio con


el israelí cuando aterrizaron en territorio americano y
éste estuvo hablando unos minutos alejado
momentáneamente de su custodio. Le informó que el
Agente de la NSA estaba muy impredecible y Summers
prometió enviar a un Agente armado para que los fuera
a buscar a la Base, de ahí los trasladarían a un piso

353
franco110110 en el centro de la ciudad donde ya se harían
cargo ellos. Esto tranquilizó al judío y le hizo una seña
levantando el pulgar a Angelo para indicarle que todo
iba bien. Ricci agradeció el gesto sonriendo al Agente
israelí.
Angelo después del golpe inicial había estado
mareado y casi lo agradeció porque hizo que durmiera
gran parte del viaje; ahora estaba despierto y atento
otra vez.

Deion Maloouf no es que fuera inteligente, pero


tenía esa astucia que se desarrolla cuando hay que
sobrevivir entre tiburones y era consciente de lo que
estaba ocurriendo. Lo habían desautorizado casi por
completo y estaban esperando llegar a los Estados
Unidos para apartarlo de la operación de una vez por
todas, si el Agente que lo acompañaba en vez de ser
israelí hubiera sido de la NSA, ya lo hubieran mandado
de vuelta a limpiar baños a Toulon, o quizá peor, de
vuelta a la calle habiendo firmado un alto de papeles
con contratos de confidencialidad. ¿Qué tendrá este
italiano para que le interese tanto al Tío Sam? Le
habían dicho que era algo importante que podía
cambiar muchas cosas.
En su simple cerebro durante doce horas se estaba
formando una idea. El tipo estaba demostrado que era
un blandengue, lo había sacudido varias veces como un
trapo de cocina y ni había abierto la boca; le tenía
miedo. Eso era lo que siempre había tenido, la gente le
temía, no sabía bien por qué, pero enseguida infundía
miedo y le encantaba esa sensación de poder. Sacarle

110110
N del A: Vivienda de propiedad estatal para uso de una o
varias Agencias Federales.
354
lo que quería saber al imbécil bien vestido sería
sencillo, el israelí era otra cosa, tenía esos ojos que ni
pestañearían si tenía que meterle un tiro en la frente.
Todavía no sabía como, pero tendría que poder ser
capaz de sacar ventaja de esta situación. Encima la
casualidad o la suerte había hecho que fueran a parar a
New Órleans, una ciudad donde él se había
desempeñado como delincuente antes de entrar a
trabajar para la DEA primero y luego para la NSA y que
conocía como su propia casa. De su familia no sabía
nada desde hace muchos años, pero aún le quedaban
muchos amigos que, si habían tenido suerte y habían
logrado sobrevivir, le debían muchos favores. En el
fondo de su cabeza empezó a forjarse un plan que tenía
muchos factores imprevisibles, pero él era mejor que un
camaleón para adaptarse a las circunstancias, solo
tenía que estar atento a las oportunidades. Lo primero
era salir del control de los militares que lo tenían más
corto que a un pitbull111111.

111111
N del A: Raza de perros famosa por su ferocidad.
355
DÉCIMA PARTE
Louisiana

Capítulo 78

El avión aterrizó a las 5 de la mañana hora local,


debido a haber volado hacia el oeste le habían ganado
varias horas al día, un poco más tarde de lo previsto por
el tiempo perdido en las Azores. Ellos fueron los últimos
en bajar, no los dejaron moverse hasta que el avión se
vació, los hicieron subir a un camión y los dejaron en el
estacionamiento de la Base; siempre acompañados por
el Capitán y los cuatro hombres de la Policía Militar que
ya acusaban el cansancio de tantas horas viajando,
además del Jet-Lag112112.
Cuando se bajaron del camión Deion interpeló al
Capitán.
-¿Dónde está mi arma, soldadito de plomo?
-Se la darán en el puesto de guardia cuando lo
atraviesen para salir de la Base. Que tengan un buen
día. Dijo cortante y dio media vuelta sin oportunidad a
mantener ninguna conversación.
El día estaba bastante nublado con la amenaza de
lluvia, pero eso era bastante común en esta ciudad y a
veces se mantenía así por una semana sin llegar a
llover nunca. Había olor a humedad en el ambiente y la
ropa se pegaba al cuerpo.

A poca distancia estaba un Lincoln Town negro con


las puertas abiertas y un hombre con traje que los
112112
N del A: Descompensación horaria del cuerpo humano que
se da cuando se atraviesan varios husos horarios en un vuelo y
que es mucho más acusada cuando se viaja en dirección al oeste
que es el caso de los protagonistas.
356
esperaba. Deion no había vuelto a ponerse la radio
bidireccional para hablar con Summers, pero éste
escuchaba todo a través de la del Agente israelí y
esperaba que el afroamericano llegara al piso franco
para desarmarlo y hacerse cargo de Angelo.
El Agente, un hombre que aún a través del traje se
notaba que tenía un físico trabajado, con el pelo rubio
muy corto; estiró la mano que fue estrechada por el
judío y por Angelo, pero no por el enorme negro.
-Buenos días, me llamo Stewart. Los conduciré al
centro donde podrán bañarse, cambiarse y comer algo
en un apartamento nuestro.
-No tanta charla y vamos ya que me muero de
hambre. Le espetó Maloouf.
Subieron todos al vehículo, el Agente del MOSSAD
se sentó delante y para desdicha de Angelo el gordo se
ubicó detrás del conductor en el asiento trasero con él.
El olor a cuero y a productos de limpieza del impecable
automóvil perdió inmediatamente la batalla frente al
nauseabundo aroma que despedía Maloouf. Nada más
entrar, todos abrieron las ventanillas a pesar de la
humedad y el calor que ya comenzaba a hacer en estos
fines de la primavera, aunque fuese tan temprano; pero
cualquier aire era más respirable que el de la cercanía
del Agente de la NSA.
-Parece que a alguno le hace falta el baño en forma
urgente. Dijo Stewart.
-¿Qué coño quieres decir con eso? Preguntó Deion
y nadie contestó nada. -Ya me empieza a caer mal el
blanquito este.

Llegaron a la puerta de salida y un soldado se


arrimó a la ventanilla comparando unas fotos que tenía
en una tablet con los integrantes del coche. Miró una y
357
otra vez la pantalla y entregó en mano la bolsa a
Maloouf con su pistola y luego hizo lo mismo con la
Jericho del judío.
Ni bien estuvieron fuera de la Base Deion revisó su
bolsa y tal cual sospechaba, los cargadores y la pistola
no tenían ninguna munición. El israelí puso una bala en
la recámara y colocó el seguro como hacía siempre.
-Mira por donde, estos culos estrechos me acaban
de robar.
Angelo que estaba a su lado vio a lo que se refería,
pero los dos Agentes que iban delante no entendieron
que quería decir y tampoco le preguntaron nada.
Para ahorrase el tráfico matinal de Russell Drive, el
conductor tomó por Concord Road que estaba muy
solitaria a esa hora de la mañana, cuando estaban a un
lado de la pista de atletismo todo ocurrió en apenas 2
segundos.
Maloouf envolvió el cuello del chófer con un
alambre que había sacado de la bolsa y éste frenó
instintivamente, llevando sus manos al cuello intentando
aliviar la presión que sintió instantánea, Angelo trató de
llegar a la cabeza del enorme simio, pero su intento
terminó cuando el negro le propinó un codazo en la cara
que lo dejó mareado en un rincón del lujoso coche.
-A tí que no se te ocurra tomar tu pistola porque con
un centímetro más éste la palma aquí mismo. Le dijo al
israelí.
-Tranquilo Maloouf que nadie está en contra tuya,
ya casi terminamos y nos esperan unas vacaciones en
la playa. Intentó nuevamente actuar con la táctica que le
había dado resultado antes.
-Déjate ya de historias, pito cortado, que eso no te
lo crees ni tú. Saca la pistola con dos dedos de tu mano
izquierda y déjala encima del apoyabrazos.
358
El Agente del MOSSAD hizo lo que le indicaba,
aunque no sabía si era la mejor decisión, pero esperaba
reconducir las aguas antes de que nadie saliera herido,
a pesar de que el chófer ya estaba boqueando y los
ojos se le salían de las órbitas. Todo indicaba que era
una bravuconada más del Agente desquiciado así que
disimuladamente sacó el seguro de su arma y la dejó lo
más cerca suyo que pudo.
-Ehh, tontín, empuja la pistola más hacia atrás y
pon el cañón hacia tí.

Todo transcurrió muy rápido. El gordo estiró los


brazos seccionando prácticamente el cuello del chófer y
al mismo tiempo tomó el arma y le disparó a la cabeza
al Agente israelí. La ventanilla por detrás de él quedó
roja con sangre y restos de masa encefálica. Angelo se
hizo pequeño en el extremo opuesto del asiento del
enorme Lincoln Town. Nunca había visto morir a un
hombre asesinado en forma violenta y en solo unas
horas ya había visto a tres. El olor a cordita del disparo
quedó flotando en el aire y la cabina del automóvil se
llenó de humo. Los oídos le zumbaban por el ruido y
había quedado medio sordo. No podía oírlo, pero vio
como el enorme negro se reía a carcajadas. De pronto
se percató de que lo señalaba y le hacía la mímica de
conducir un volante.
-¡Pasa delante y conduce! Gritó.
Bajó del coche y pensó en salir corriendo, pero
seguro que no daría ni tres pasos antes de que le
metiera cuatro tiros en la espalda.
No podía subir al puesto del conductor porque el
chófer con la cabeza colgando ocupaba el asiento.
Desde el asiento de atrás Deion Maloouf tomó al chófer
de la ropa y lo arrojó a la otra butaca encima del Agente
359
israelí como si fuera un muñeco de trapo. Puso la
palanca del cambio automático en D y aceleró
suavemente, sintió el cañón de la pistola en el cuello y
pensó que todo acabaría mal.
-Sigue todo recto, ya te diré cuando frenar y deja de
temblar que me pones nervioso.
Cruzaron la carretera 23 que recorre toda la costa
siguiendo el curso del Mississippi y se introdujeron en
una zona en obras a la que todavía no había llegado
ningún trabajador, de pronto apareció el río y a la
derecha unos árboles que formaban un pequeño
bosque costero.
-Ve ahí y estaciona al lado de los árboles. Le señaló
Maloouf. -Baja y ayúdame a tirar la basura, te estaré
apuntando y lo mismo me da dejar dos cuerpos que tres
así que pórtate bien.
Abrieron la puerta del conductor y arrastraron
primero al israelí y luego a Stewart bajo los árboles.
Deion le sacó la corbata al chófer y con ella limpió
la ventanilla, luego fué a la puerta del lado del conductor
y bajó y subió las ventanillas manchadas varias veces.
-Hay que ver lo sucia que es la gente.
Regresó al bosque apuntando a Angelo, le arrancó
al israelí la radio del oído y antes de aplastarla en el
suelo dijo:
-Summers, supongo que ha oído todo así que
hágame el favor de mandarme la liquidación porque ya
no quiero trabajar más en la Agencia, jajaja.
Se subió al coche y se sentó en el asiento de atrás
solo.
-Muy bien mariquita italiano, será mejor que
empecemos a llevarnos bien porque pasaremos algún
tiempo juntos.

360
Sacó de su bolsillo el teléfono de Angelo y le
preguntó:
-¿Cómo funciona esto? Se lo pasó por arriba del
asiento.
Angelo lo encendió y una catarata de sonidos llenó
el silencio de la mañana, estaban entrando todos los
mensajes que habían llegado mientras estuvo apagado.
-Ponlo para que pueda llamar. Tú mientras toma la
avenida y ve yendo hacia el centro.
Lo tomó en su mano gigante y marcó un número
que se acordaba de memoria, quizá el único que sabía
de memoria, pero si contestaban sería suficiente; sus
gordos dedos se arreglaron para ir apoyándose en los
números de la pantalla que salían de lo más recóndito
de su cerebro, cuando tenía otra vida a la que estaba
regresando. Sonó una y otra vez, cuando estaba a
punto de cortar una voz somnolienta dijo:
-Será mejor que hayan matado a mi madre porque
sino mataré a la tuya.

361
Capítulo 79

Klevon Savage era un afroamericano que ejercía toda la


variedad de delincuencia que se puede encontrar.
Desde tráfico de drogas, prostitución, impuesto a
comerciantes para protección, apuestas ilegales; en fin,
todo aquello que pudiese generar dinero. Dirigía una
banda que ayudaba a que New Órleans tuviera la fama
de ser una de las tres ciudades más peligrosas del
mundo, a lo largo de los años se había hecho cada vez
más violenta y sus hombres mataban por 20 dólares. Él
decía que debía hacer honor a su apellido y así se
comportaba113113.
Klevon era delgado, con ese físico típico de los
fumadores de crack, más cerca de la muerte que de la
vida sana, siempre vestía unos pantalones largos de
hilo con una Lacoste114114 y un sombrero de paja que él
decía que le daban distinción. Se ponía muchos
accesorios de oro de dudosa autenticidad y manejaba
sus “negocios” desde una inmensa mansión del barrio
de Tremé que el mundo del hampa respetaba porque
sabían a quien pertenecía. Se comentaba que Klevon
había matado a todos sus ocupantes para tomar
posesión de ella y quizá fuera cierto, estaba ubicada en
la zona este del barrio, donde no se atrevía a entrar ni
la policía.
En el momento de la llamada de Deion hacía apenas un
par de horas que se había acostado y atendió porque

113113
N del A: En inglés savage significa salvaje, no domesticado.
114114
N del A: Marca de ropa francesa cuyo artículo más famoso
es la camisa Polo por la cual se asocia la marca solo con esa
prenda.
362
era el número privado al que solo accedían algunos
elegidos.
-Oye negrato, si hay alguien que va a matar a otro, seré
yo si no abres los ojos y ayudas al hermano Deion
como es debido.
En un instante el traficante se irguió en la cama y
preguntó:
-¿En serio eres Deion o es una broma de algún mal
nacido?
-Soy el mismo al que mientras te sostenía la mano en tu
agonía, le has dicho que seríamos hermanos para toda
la vida y que estabas en deuda conmigo hasta que uno
de los dos muriese.
Savage supo entonces que aquel colega, que
desapareció de la noche a la mañana como tragado por
la Tierra, había reaparecido de la misma manera y se
cobraría la deuda. Deion le había pasado todos sus
negocios y le había presentado a lo más graneado de
los bajos fondos de esa época, lo había hecho respetar
y prácticamente lo nombró su heredero antes de
desaparecer. Eso ayudó mucho a que le temiesen,
porque por aquellos días, “bomba Dei”, como le
llamaban, empezaba a unificar a los traficantes de New
Órleans y su desaparición repentina hizo que muchos
creyesen que Klevon, su heredero, lo había matado y
tirado al río. Otros comentaban que Maloouf los había
traicionado y los había vendido a la DEA y sus propios
compañeros lo habían matado. Algo de todo eso era lo
que en realidad había ocurrido. Mientras lo había
reclutado la DEA fue descubierto en una operación y los
Agentes que trabajaban con él tuvieron que matar a
todos los traficantes que lo habían identificado y
llevarse lejos a Deion; al único que no permitió que
mataran los de la DEA fue a su amigo Klevon que,
363
aunque herido sobrevivió gracias a él que lo protegió.
Nunca nadie supo muy bien lo que había pasado con él,
pero se fueron acostumbrando a su ausencia y Klevon
tomó el testigo, ampliando y extendiendo su propia
“organización”, sin quedarle claro tampoco lo que había
pasado con su amigo, pero disfrutando del poder que
eso le había otorgado y olvidándose del asunto hasta
esta mañana.
-Deion, ¡Qué alegría! ¿Dónde estás hermano mío? En
realidad, no era que le provocase mucha alegría sino
más bien presentía que esa llamada lo que le traería
serían problemas.
-Klevon, estoy en New Órleans y necesito un automóvil
y una casa donde pueda llevar a un invitado al que
vamos a tener que ayudar a que nos cuente algunas
cosas que nos pueden hacer muy ricos.
El traficante no era que necesitase más dinero, en
realidad ya no sabía en que gastar el que tenía y lo
último que necesitaba era a un fantasma de su pasado
dando vueltas por su casa.
-¿Sabes donde está el Oakwood Center?
-Sí, por la Westbank Express.
-Exacto, en diez minutos verás en el aparcamiento un
Cadillac Escalade rojo en el que te estaré esperando.
Por lo visto le iban bien las cosas, los 4X4 Cadillac no
eran un vehículo económico; mejor pensó Maloouf, le
hacía falta un hombre con recursos y contactos.
-Oye, prefiero que vengas solo, quiero hablar contigo y
nadie más y trae un poco de lo bueno para festejar el
encuentro.
-De acuerdo. Afirmó Klevon.

364
Capítulo 80

-Tú, culo blanco. Gritó dándole un golpe desde atrás en


la cabeza a Angelo con la pistola. -Cuando te lo diga
dobla a la derecha.
Angelo ya estaba harto de los golpes, estaba todo
manchado de sangre con heridas abiertas, tenía un
montón de chichones al que acababa de sumar uno
más y la violencia de este hombre no tendría fin. Estaba
claro que frente al poderío físico animal no iba a poder
hacer nada así que tendría que hacer uso de aquello en
que sabía que era muy superior a él, la inteligencia;
pero para eso tenían que dejar de estar en movimiento.
Mientras estuvieran de un lado para otro con la pistola
en la nuca, no sería fácil. Había oído la conversación y
por lo visto se encontrarían con un amigo del
afroamericano y cambiarían de coche; quizá el otro
hombre fuese más razonable y pudiera convertirlo en
aliado para huir.
Cada pocos minutos sonaba algún sonido extraño en el
teléfono al que Maloouf ignoraba pero a Angelo le
informaba que el roaming115115 de su móvil funcionaba y
que había mucha gente tratando de saber donde
estaba. Siguieron un rato por esa avenida y luego lo
hizo girar a la derecha por una especie de autovía de
tres carriles por la que continuaron unos pocos
kilómetros hasta entrar en el aparcamiento de un centro
comercial que apenas se estaba despertando.
Ni bien entraron vieron el Cadillac que destacaba
impecable de un color rojo sangre. Ricci esperaba que
esto no fuera una premonición. Se bajó un proyecto de

115115
N del A: Capacidad de los teléfonos móviles de funcionar en
otros países distintos al del origen.
365
persona medio disfrazado de chulo116116 de serie B
caminando igual que los que cantan hip hop o Rap
balanceando los brazos como un simio dándole la razón
a la teoría de la evolución.
Angelo bajó y detrás se ubicó el ex Agente siempre
apuntándole con la pistola. Los dos delincuentes
intercambiaron una serie de palabreríos y gestos más
propios de animales que de seres humanos y
ascendieron al lujoso coche, Angelo en el asiento del
acompañante y Deion en el asiento trasero.
-Colega, tendrás que darte un baño, que apestas, jaja.
Dijo el delgaducho afroamericano.
-No creo que huela tanto, pero una ducha para
relajarme no me vendría mal. Contestó el gordo un poco
molesto.
-¿Quién es el blancucho este? Interpeló señalando a su
costado.
-Ya te lo contaré. ¿Ahora dónde vamos?
-Tengo una casa en el Lower Ninth Ward que está
alejada de todo y me la vigilan mis muchachos por
todos los costados, nadie entra en el barrio sin que yo lo
sepa. ¿Sabías que yo ahora soy el puto amo de New
Órleans?
-Veo que te van bien las cosas, pero ahora solo quiero
meterme una pipa117117 y descansar tranquilo sin tener
que vigilar a este mamón.
-A eso vamos hermano, a eso vamos, jaja.

116116
N del A: Proxeneta, que vive de las mujeres prostituídas.
117117
N del A: Se refiere a fumar una pipa de crack que es una
mezcla de cocaína y bicarbonato de sodio, muy adictiva y utilizada
por los estratos bajos de la sociedad.
366
Continuaron circulando sin hablar por barrios cada vez
más deteriorados hasta una de las zonas más
afectadas por el huracán Katrina en el 2005, se veían
restos de casas por todos lados. Klevon saludaba en
cada esquina a otros seres parecidos a él, pero se
notaba que todos le rendían respeto, por lo menos en
esa parte de la ciudad. Entró con el coche a un garaje
abierto a un lado de lo que se veía había sido una
bonita casa allá lejano en el tiempo.
El Sol ya estaba calentando y a pesar de la temprana
hora se notaba la humedad que mojaba la ropa, olía a
barro y a agua en el ambiente.
Angelo fue bajado por el enorme negro a los golpes y
sin dejar de pegarle lo condujo detrás de su amigo al
interior de la casa. Por dentro, la vivienda, se
encontraba mejor de lo que cabía esperar viendo el
exterior.
-¿Qué te parece tu casa, hermano? Le preguntó el
delgado traficante. Seguro que era otra casa ocupada,
pero se veía que al delincuente le gustaba mostrarse
magnánimo con su ex “maestro”.
-Muy buena, muy buena. Me gusta sobre todo este
escritorio. Dijo sentándose en una silla detrás de un
bonito mueble de madera noble. -Desde aquí podría
dirigir una revolución, jaja.
En ese momento volvió a emitir un breve sonido, el
móvil de Angelo, que el negro llevaba en el bolsillo.
-¡Joder con esta mierda! Dijo sacándolo del bolsillo y
dejándolo encima del escritorio.
-Jajaja, hermano, hoy todo se dirige con estos aparatos,
tú lo que pasa es que estás un poco atrasado, pero ya
te pondré al día. Ven, trae a tu siamés y mételo en este
cuarto. No tiene ventanas y la única puerta es ésta que

367
comunica con este despacho. Fumemos un rato y luego
hablaremos de negocios.
-Eso me parece lo más inteligente que has dicho hasta
ahora, jaja.
Agarró a Angelo de los pelos y medio lo arrastró hacia
la habitación. El aguante de Ricci estaba en sus límites,
giró sobre sí mismo y esta vez estiró mucho el brazo
alcanzando con el canto de la mano la nuez de Adán en
el cuello del gigantón. El efecto inmediato de esto fue
que Deion soltó el arma y se llevó las manos al cuello al
tiempo que hacía un esfuerzo sobrehumano para que le
pasara el aire por la tráquea; se empezó a poner rojo y
se arrodilló en el suelo.
El otro negro, asustado recogió el arma y le disparó a
Angelo a una distancia de no más de 5 metros; el
impacto lo impulsó hacia atrás y cayó solo dentro del
cuarto. Klevon cerró la puerta de una patada y soltó el
arma agachándose al lado de su amigo.
-Oye, calma. Respira lentamente. Este cabrón ya no
joderá a nadie más. En realidad, no sabía donde le
había dado, pero le gustaba la figura de salvador de su
“hermano”.
Poco a poco Maloouf fue recuperando la capacidad de
respirar, pero tardó más en poder hablar.
-Abre esa puerta que si está muerto esa mierda lo
volveré a matar y sino va a estarlo por primera vez.
Logró mascullar en voz baja.
-Tranquilo, ya le he disparado y ahí dentro no nos
molestará, muerto o no.
Golpearon la puerta de la casa en ese instante,
interrumpiendo la conversación.
-¿Quién es? Gritó Klevon.
-Jefe, hemos oído un disparo. ¿Se encuentra bien?
Preguntaron desde fuera.
368
-Sí, luego tendréis que venir a limpiar, pero ahora
dejadnos en paz, no volváis a molestarnos que tenemos
negocios que tratar.
Los dos afroamericanos que se habían acercado a la
casa se alejaron de la puerta y volvieron caminando a
una propiedad vecina.

-Este blancucho me ha arruinado el día. Dijo ya con voz


más normal, el ex Agente de la NSA.
-No tiene porque ser así. Mira prepararé unas pipas y
nos olvidaremos de todo. ¿Qué te parece?
Dicho esto, se sentaron en un sofá uno al lado del otro y
se dedicaron al ritual de la preparación de la droga. En
cuanto comenzaron a fumar el crack ya nada más les
importó.

369
Capítulo 81

Angelo cayó hacia atrás después de recibir el


disparo por parte de Klevon Savage, no sabía donde le
había dado, pero por suerte habían dejado la luz
encendida y notó un fuerte dolor en el muslo que le
resolvió la duda.
Miró a su pierna y vio que sangraba profusamente,
quiso romper su pantalón, pero no pudo así que se
acostó en el suelo y se lo quitó. La sangre no venía de
la parte delantera del muslo sino de atrás, se tocó e
intentó darse vuelta para mirar, pero no llegaba a ver
bien. El disparo se había introducido por el costado del
muslo derecho y había atravesado el músculo
limpiamente, pero por suerte, gracias a la mala puntería
del traficante, la herida era de solo cinco centímetros de
largo desde el orificio de entrada hasta el de salida.
Instintivamente miró el muro detrás suyo y ahí vio la
bala incrustada en la nívea pared.
El problema era la sangre que salía, se quitó los
calzoncillos y se los ató tapando el orificio de salida que
era por donde fluía el vital líquido. Se estaba mareando
porque llevaba sin dormir bien muchas horas y apenas
había ingerido alimento, la pérdida de sangre no
contribuía para nada.
Sabía, por lo que había escuchado que en la
habitación de al lado se estaban drogando y no quería
perder esa oportunidad.
Se colocó los pantalones y trató de ponerse de pie
sin éxito; lo intentó dos o tres veces, pero el dolor era
tan intenso que corría el riesgo de desmayarse y eso
era lo último que deseaba.
Pensaba y repensaba que podía hacer para
escapar y no tenía muchas posibilidades; no conocía a
370
nadie de total confianza en los Estados Unidos y menos
en esa ciudad del sur. Miró la hora en su Smart-Watch y
vio que marcaba las 7:46, ¿Sería la hora local?,
suponía que sí a juzgar por la luz que había visto al
llegar. ¡Qué inteligente era ese reloj!
Un momento, si su Smart-Phone no se encontraba
lejos podría utilizar el enlace inalámbrico entre estos
para poder enviar mensajes a través del WhatsApp.
Se acercó lo más que pudo a la puerta y escuchó a
los dos delincuentes hablar incoherencias lo que
significaba que ya estarían fumando crack; pensó por
un instante, incluso abrir la puerta y tomar directamente
su móvil, era probable que ni se enteraran, pero con
una pistola por ahí y el gatillo fácil que tenían ambos, lo
desestimó.
Comenzó a pasar en su reloj inteligente los
contactos de WhatsApp hasta dar con Alexis. No tenía
ni idea de la diferencia horaria, pero esperaba que
tuviera encendido algún dispositivo para recibir
mensajes. Vio que se había establecido la unión entre
su teléfono y su reloj.
Los mensajes de texto en su reloj se dictaban y un
sofware los convertía en texto que leía el receptor, así
que preparó el dispositivo y dijo en voz baja:
-¿Estás ahí? A pesar de lo bajo que habló
inmediatamente en la pantalla salió el texto perfecto y él
aceptó el envío. Si alguna vez salía de esto tendría que
felicitar a los fabricantes de este artilugio.

En España eran las 13:50 pero Alexis no dormía, no


comía, no leía; en síntesis, no hacía nada sin su tablet y
móvil esperando que Angelo se pusiera en contacto.
Aunque su marido ignorase todo, ella no había
estado ociosa y tenía varios planes listos para usarse
371
de acuerdo a la situación. Algún día esperaba contarle
todo lo ocurrido en estas horas.
El móvil y su tablet emitieron un sonido de mensaje
entrante, de inmediato miró la pantalla del que tenía
más cerca y leyendo escribió:
<Aquí estoy> Economizando lo máximo posible
para no perder tiempo.
Cuando Angelo a 6.500 kilómetros de distancia leyó
eso, no pudo evitar que se le cayeran unas lágrimas.
Volvió a hablarle a su pequeño reloj.
-Urge ayuda. Estoy preso en esta ubicación.
Manipuló la pantalla, y compartió el sitio donde se
encontraba
Confirmó el envío y siguió:
-Casa grande roja, dos guardias dentro, fuera más
gente.
Nuevamente confirmó y continuó:
-Herido, no camino. Delincuentes peligrosos.
Envió esto último y esperó. Al cabo de dos
segundos pudo leer.
<Aguanta, va ayuda inmediata> <TQM118118>
Alexis abrió el Google Earth119119 y reenvió la
ubicación, que se posicionaron al otro lado del Atlántico
en New Órleans, Estados Unidos; a pesar de lo lejano,
no la sorprendió, se esperaba algo por ahí y de
inmediato tomó el teléfono y puso en funcionamiento
una gran caja de engranajes. Sabía que debería
muchos favores, pero la vida de su marido estaba en
juego.
-¿Papá? Dijo al teléfono.

118118
N del A: Siglas que en los mensajes de texto significa “Te
quiero mucho”.
119119
N del A: Software con mapas e imágenes de todo el mundo.
372
373
UNDÉCIMA PARTE
Un jugador más

Capítulo 82

Rodolfo Miguez había estudiado en un exclusivo


colegio privado trilingüe pero su curiosidad y facilidad
para las lenguas hizo que con solo 18 años ya hablara
cinco idiomas además del español nativo. Terminó la
carrera de derecho en dos años y medio porque, como
decía él era muy fácil, solo hacía falta un poco de
memoria y justo antes de empezar a estudiar ingeniería
mecánica como un nuevo desafío, un hecho cambió el
rumbo de su vida con tan solo 21 años. Nacido en
Argentina en la Capital Federal de ese país, hoy
llamada Ciudad Autónoma de Buenos Aires. No es muy
común escuchar hablar de Agencias de Inteligencia en
los países latinoamericanos, no porque no existan, sino
porque suelen ser de muy poco desarrollo utilizadas
más bien como organismos de poder para los
“iluminados” de turno que suelen gobernar esos países
desde hace décadas.
Rodo, como lo llamaban los amigos, vivía en un
exclusivo barrio y acostumbraba bajar a desayunar
todas las mañanas al mismo bar. Se había comprado
con el dinero prestado por sus adinerados padres un
hermoso piso desde el que veía hasta la Pista de
Aeroparque desde sus balcones; él estaba devolviendo
ese dinero a un ritmo más rápido del que todos
pensaban ya que desde hacía un año trabajaba en uno
de los bufetes más importantes de abogados y era toda
una joven celebridad muy bien pagada. Pero su
capacidad no pasaba desapercibida para aquellos que
estaban a la caza de este tipo de jóvenes prodigios.
374
Una mañana estaba leyendo el periódico mientras
tomaba su acostumbrado capuccino con un tostado120120
cuando alguien le habló.
-Disculpe, Doctor121121 Miguez, ¿Podría hablar un
minuto con usted?
-Señoooor … Dijo bajando el Clarín122122.
-López123123. Terminó el desconocido muy
rápidamente y ya sonaba a falso antes de que acabara
de decirlo.
-Señor López si es por trabajo, por favor, llegaré a
mi oficina en media hora.
-No, Doctor, no es por trabajo, pero puede resultar
interesante para usted si desea oírme.
Rodolfo lo miró bien y decidió darle una
oportunidad, aunque sabía que esto no era ninguna
casualidad, desgraciadamente su inteligencia dejaba
poco lugar para el engaño de los demás.
-Sientese Señor López, ¿Desea tomar algo?
Ofreció Miguez.
-Un café nomás. Dijo el interpelado y Rodolfo le
hizo la seña al camarero que en Argentina significaba
un café pequeño, que consistía en una C con una
abertura de unos cinco centímetros entre el pulgar y el
índice de la misma mano.
-Dígame de que desea hablarme.
120120
N del A: Sandwich de pan de miga con jamón y queso, de
forma triangular, tostado hasta alcanzar un color marrón claro
uniforme.
121121
N del A: A los abogados en Argentina se les llama Doctores
aunque en realidad no tengan ningún doctorado.
122122
N del A: Periódico de tendencia política de derecha con una
gran tirada en Argentina.
123123
N del A: López es uno de los apellidos más comunes en
Argentina, como si fuera Smith en Estados Unidos.
375
-Doctor Miguez, hablo en representación de otras
personas que a su debido tiempo sabrá quienes son si
seguimos adelante. Sabemos que se desempeña de
forma excepcional como abogado y que tiene una muy
buena formación académica. También sabemos que
está por comenzar un nuevo desafío para usted que
será hacer la carrera de ingeniería en sus ratos libres.
Queremos ofrecerle un empleo y a su vez la
oportunidad de estudiar la carrera técnica que desee,
pero en Estados Unidos. Estamos en condiciones de
ofrecerle el doble del sueldo que usted gana ahora y …
-Señor López. Interrumpió Rodolfo. Un trabajo no se
ofrece en un bar y me gustaría saber como ha o han
averiguado mi sueldo ya que no es algo que sea
precisamente público.
-Doctor, apuntaré aquí en la servilleta un número y
usted me dirá. Mientras el camarero ponía el café
pedido, López anotó una cifra.
Miguez, miró el número y coincidía hasta la última
cifra con el último recibo de sueldo de él.
-Buen número de magia. Dijo. -Pero si pretende que
sigamos hablando tendrá que decirme algo más y luego
me iré y nos encontraremos mañana a la misma hora
para desayunar. ¿Qué le parece?
-Doctor, pertenezco a la AFI, Agencia Federal de
Inteligencia de Argentina; eso es lo que somos
“nosotros” y nos gustaría que trabajase con nuestro
equipo.
El Doctor Miguez destacó en su privilegiado cerebro
solo una palabra de lo que le había dicho y era “con”
dijo con nosotros y no “para” nosotros, y eso le gustó.
Lo miró fijamente y le volvió a repetir levantándose de la
silla y sonriendo.

376
-Hasta mañana Señor López y, por favor, no se le
olvide su nombre, no me gusta que la gente cambie de
nombre y no vaya a ser que mañana se me presente
como González.

Ese fue el comienzo del reclutamiento de Rodolfo


Miguez como Agente de Inteligencia del AFI, en
realidad en esos días llevaba otro nombre. Además de
los estudios académicos que fueron de su interés,
siguió cursos avanzados de armas, defensa personal,
pilotaje de aeronaves y vehículos náuticos, buceo y
algunas paramédicas. Todo esto pagado en parte por el
país y en parte de su propio bolsillo. Su afán de
conocimientos era insaciable y no tenía nada que ver
con su trabajo. Aprovechó la oportunidad que se le
ofrecía de vivir en los Estados Unidos y formarse en un
montón de áreas que nunca parecían suficientes para
su inteligencia ávida de nuevas experiencias. Todo lo
terminaba en tiempo récord y con las mejores
calificaciones. Vivió en varias ciudades, pero
últimamente estaba asignado al Consulado de
Argentina en la ciudad de Miami y se dedicaba a “cazar”
a argentinos que venían a lavar dinero a esta ciudad.
En realidad, era muy bueno en lo que hacía, como era
de esperar, pero su trabajo hoy en día, no le gustaba.
Había empezado como un espía tecnológico cuya
misión era frecuentar los ambientes académicos de
Estados Unidos y enterarse de ideas revolucionarias
útiles para su país, eso le gustaba, se codeaba con lo
más graneado de la mecánica, la física y las
matemáticas; solía trabajar solo y tenía una oficina
asignada en la Embajada en Washington. Había
intervenido en algunas operaciones para descubrir,
perseguir y detener a algunos ladrones de guante
377
blanco e incluso estuvo haciendo algunos trabajos free-
lance124124 para otras Agencias; se estaba convirtiendo
en una celebridad en ese submundo. Cumplía con
muchos atributos muy útiles todos juntos en una sola
persona, era muy culto, estaba muy bien formado,
poseía conocimientos en varias áreas de tecnología y
encima tenía un entrenamiento físico y operacional de
muy alto nivel. En cualquier país del Primer Mundo se
hubiera aprovechado para muchas funciones
importantes, pero trabajaba para un país
latinoamericano como Argentina y eso significaba que
estaba a merced de los vaivenes políticos del momento.
La política regía los actos y la vida de Latinoamérica.
Actualmente se ocupaba, por orden del Gobierno socio-
comunista que estaba a 8.000 kilómetros en Buenos
Aires, de perseguir a los pobres empresarios que no
comulgaban con el régimen que hacían malabares para
sacar algo de dinero del país antes de que se lo
expropiara el propio Estado. No poseía ideología
política concreta, pero estaba más cerca de los
sistemas que premiaban a los esfuerzos personales que
aquellos en donde se repartía todo quedando la mayor
parte en los bolsillos de los que repartían. Por lo tanto,
últimamente tenía cada vez mayores “fracasos” y se le
“escapaba” más gente. Recibía muchas llamadas de
atención del Consulado, ahora ocupado por un grupo de
ignorantes sin formación ninguna que vivían a cuerpo
de Rey a costa de los impuestos de los que trabajaban
en el paraíso socialista que les vendían en Argentina.
A él no le preocupaba en absoluto, ya que tenía 20
ofrecimientos de empleo por mes, pero prefería

124124
N del A: Trabajos sin relación de dependencia, por cuenta y
cargo de la persona misma.
378
quedarse para entorpecer aún más la labor de un
Gobierno que estaba destruyendo a su país; quería
aportar su grano de arena para que cambiara la
situación que estaba llevando a la pobreza más
absoluta a la misma gente que los apoyaba y al
enriquecimiento de la clase política a través de la
corrupción más profunda. Los puestos cuyos sueldos se
pagaban con el dinero del Estado se multiplicaban y
eran ocupados por personas sin ninguna preparación
por el solo hecho de comulgar con el “modelo” que les
vendían. Con sus 38 años actuales y la cultura e
inteligencia que poseía ya no podían engañarlo tan fácil.
Casi era que se estaba convirtiendo en una ayuda
para aquellos a los que supuestamente debía perseguir,
los aconsejaba y al mismo tiempo estaba creando un
fondo en el extranjero que ayudaría a la oposición
cuando se hubiesen dado las condiciones de revertir la
situación.
Cuando recibió la llamada, puso en marcha a sus
contactos, que eran muchos, y dos horas después de
haber hablado por teléfono se encontraba en el
Aeropuerto Louis Armstrong de New Órleans gracias a
un amigo que tenía, dueño de una de las Escuelas de
Vuelo y taxi aéreo más importantes de Miami. También
hizo otras llamadas que sirvieron para combinar la
vuelta de inmediato desde New Órleans a Miami. Buscó
en Internet quien vivía en la casa correspondiente a las
coordenadas que había recibido y vio que los impuestos
y servicios más antiguos venían a nombre de una
persona y los más modernos como la televisión por
cable estaba a nombre de un tal Savage.
Lo llevaron en un Cessna Citation X en un vuelo
desde Fort Lauderdale que había contratado un
adinerado jugador para que lo llevaran a Las Vegas; no
379
fue difícil incluir New Órleans como una de las escalas
para reabastecimiento. El vuelo estaba a punto de salir
cuando recibieron la llamada de Rodolfo Miguez así que
le dijeron al cliente que tenían que esperar a un
inspector de la FAA125125 que les iba a inspeccionar en el
vuelo pero que bajaría en la primera escala.
Así fue, llevaba un bolso en donde transportaba un
botiquín muy bien provisto además de una pistola FN
Five-seveN USG con silenciador Gemtech y 4
cargadores con 20 municiones cada uno de 5.7 mm x
28 capaces de perforar hasta chalecos antibalas.
Llevaba también un mono con logotipo de una
compañía de reparación de electricidad y varios cables
de colores. Al llegar a la Terminal de vuelos privados
del Aeropuerto y proviniendo de un tramo
doméstico126126, presentó su pasaporte diplomático y
salió en cinco minutos sin que le revisaran
absolutamente nada.
Se dirigió a una oficina de alquiler de vehículos y en
10 minutos más después de rellenar los formularios y
haber pagado con la tarjeta de crédito salía a la
autopista 10 en una furgoneta blanca con las
coordenadas recibidas cargadas como destino en el
GPS del automóvil. Aceleró por encima del límite
apelando a la buena suerte y en 20 minutos se
introducía en el barrio donde estaba la casa con las
coordenadas que le habían dado. Desde que lo habían
llamado por teléfono solo habían transcurrido un poco
menos de 3 horas; eran casi las 11 de la mañana en
ese momento.

125125
N del A: Oficina para la regulación de la aviación civil del
inglés Federal Aviation Administration.
126126
N del A: Vuelos con origen y destino dentro del mismo país.
380
Paró en una esquina solitaria y se puso el mono,
revisó su confiable pistola, le enroscó el silenciador,
metió los cargadores en sus bolsillos y a continuación
hizo unos ejercicios respiratorios de concentración que
bajaron sus pulsaciones y prepararon su cuerpo para la
sobredosis de adrenalina que estaba seguro recibiría en
unos minutos. Colocó los cables de manera que
sobresalieran fuera del bolso y volvió a arrancar.
En esos momentos y sin que él supiera nada, una
llamada de teléfono alertaba a los dos delincuentes que
vivían en la casa de al lado de Klevon Savage que una
furgoneta blanca con una sola persona había entrado al
barrio.

381
Capítulo 83

Angelo había estado escuchando hablar a los dos


negros de incoherencias, probablemente por efecto de
la droga y poco a poco había ido decayendo la
conversación hasta que hacía cosa de una hora y
media se habían callado y se oía roncar terriblemente
fuerte al que creía que era su secuestrador.
Tenía ganas de ir al baño y muchísimo apetito. La
pierna le dolía cada vez más y tenía miedo de que se le
estuviera infectando la herida, se la había revisado una
vez y vio que se le estaba poniendo todo azul alrededor
del orificio de entrada. Por suerte había dejado de
sangrar y se quitó el calzoncillo bañado en sangre que
reemplazó por su camiseta ajustando más suavemente
alrededor del muslo. Tuvo mucho cuidado de que no se
le cayera la cartera, increíblemente después de todo lo
vivido aún conservaba la cartera en el bolsillo del
pantalón con la que había salido de su casa hacía
muuuucho tiempo. Volvió a cambiarse sin la ropa
interior e intentó levantarse apoyándose en los
muebles, a pesar del fortísimo dolor logró ponerse en
pie e intentó abrir la puerta muy lento y despacio, como
suponía estaba sin llave y en cuanto tuvo dos
centímetros de rendija miró hacia afuera. El gordo
dormía, pero el flaco miraba al techo con los ojos
abiertos, aunque sin mucha conciencia tampoco. El mal
olor de afuera penetró en su pequeña estancia y casi se
arrepintió de haber abierto.
No sabía lo que tardaría en llegar la ayuda, pero sí
sabía que tenía que aguantar hasta ese momento. Lo
primero era vaciar su vientre y su vejiga porque quería
estar preparado para moverse rápido y sin necesidades
cuando vinieran a rescatarlo. Buscó el rincón más
382
alejado y procedió a aliviarse. Ahora ya no sabía donde
olía peor, las situaciones extremas solían asilvestrarlo a
uno y todo se resumía a la supervivencia. Estaba
pensando que si tenía oportunidad mataría a los dos
hombres que estaban afuera y eso lo hizo filosofar
sobre el ser humano; al fin y al cabo, si se daban ciertas
condiciones todos nos empezábamos a parecer. Hace
unos días él era un empresario aseado y civilizado que
había sido secuestrado por un salvaje maloliente que
mataba con la naturalidad con la que él saludaba. Hoy
ya eran dos fieras que olían igual y ambas dispuestas a
matarse entre sí. Lo extraño de esto es por qué no
había sido al revés y ambos no se habían transformado
en empresarios civilizados.
Miró su reloj, eran las once menos diez de la
mañana y el gordo había dejado de roncar hacía unos
minutos. Se puso alerta cuando oyó que hablaban
detrás de la puerta. De pronto se abrió y allí estaba
Deion Maloouf con la pistola en la mano mirándolo
fijamente a los ojos con sus pupilas aún muy dilatadas.
-¡¡Joder!! ¡Qué olor a mierda!
Angelo no pudo evitarlo, desde el suelo le contestó:
-Mira quien habla.
-No te hagas el gracioso y ven aquí.
-Mira, si me hubiera podido mover ya estaría a 100
kilómetros de este lugar.
El afroamericano se acercó y agarrándolo del pelo
lo arrastró fuera de la habitación, al pasar por la puerta
golpeó su herida contra el marco y no pudo evitar emitir
un grito de dolor.
-Deja de llorar, mariquita que aún no he empezado.
Diciendo esto le asestó un cachetazo que le hizo
escupir sangre al italo-argentino que quedó con el oído
zumbando, donde había recibido el golpe.
383
Comprendió que de no recibir ayuda pronto, el
animal que tenía enfrente lo mataría, porque no tenía
conciencia de su fuerza desbocada. Ya estaba
pensando en lo que le diría en el momento en que
empezara el interrogatorio para minimizar los daños,
cuando se abrió la puerta principal de la casa y dijeron:
-Buenos días. Con una voz calmada y serena.

384
Capítulo 84

Rodolfo fue avanzando lentamente según las


indicaciones que emitía el GPS y cuando estaba
llegando al destino, paró, tomó el bolso y se bajó de la
furgoneta, de la casa de al lado salían a su encuentro
dos afroamericanos delgados.
-Buenos días, hermanos. Dijo con acento de la
clase trabajadora del sur. -Nos llamó el señor Savage
para arreglar unos enchufes. ¿No sabéis cuál es la
casa?
Los hombres vieron que efectivamente del bolso
salían unos cables y visto que sabía el apellido de su
jefe, se tranquilizaron y uno de ellos le dijo:
-Nosotros no somos tus hermanos, pero Savage
vive ahí mismo. Señalaron a la casa roja.
-Gracias “señores”, entonces. Les dijo con una
sonrisa que hizo que ambos sonrieran también.
Lentamente abrió el portón trasero de la furgoneta e
hizo que acomodaba unas cosas subiendo y bajando,
aunque dentro estaba completamente vacío; quitó todo
lo que contenía el bolso dejándolo dentro del coche y
solo conservó la pistola con el silenciador puesto. Los
hombres se aburrieron a los pocos segundos y
retrocedieron hasta su casa siempre mirándolo. Rodolfo
abrió el bolso y metió la mano dentro como si buscara
algo, aunque en realidad tenía a la Five-seveN por la
empuñadura lista para disparar dentro de la bolsa.
Cuando estuvo en la galería, fuera de la vista de
sus vecinos, tiró el bolso a un costado y abrió la puerta
principal diciendo:
-Buenos días.

385
Capítulo 85

-¿Y este pavo de dónde salió? Dijo el ex Agente.


-Lo más importante no es de dónde haya venido,
sino que ya estoy aquí. Señor Ricci, quédese tirado
como una babosa en el suelo. Replicó el argentino.
Ricci se desplazó a un rincón y se acostó boca
abajo.
-Vosotros dos, dejad las armas y levantad las
manos. No veía las dos manos del más delgado, pero
no quería sorpresas. Igual era un gran conocedor de la
naturaleza humana y sabía como terminaría esto; tenía
frente a sí a dos perdedores al margen del dinero que
tuviesen.
Klevon tenía un gran instinto de supervivencia y se
colocó detrás de la mole de su amigo, Deion aún seguía
con el arma en la mano pero apuntaba hacia abajo.
-¿Y si no, qué? ¿Crees que con esa pistolita de
juguete podrás matarnos a ambos? Puede que me des
con alguna bala, pero luego yo te meteré 5 en tu cuerpo
blanco.
Era verdad en circunstancias normales, pero no lo
era con el arma que llevaba Rodolfo Miguez y con la
puntería excepcional que tenía el Agente argentino.
Todo terminó bastante rápido; cuando Maloouf
subió la pistola para dispararle, Rodolfo le disparó tres
balas de 5.7 mm. en menos de un segundo, las
primeras dos parecían como que había fallado y dieron
en medio de su pecho una al lado de la otra y la tercera
le atravesó su cerebro a más de 2.000 ft/s ingresando
por el medio de los ojos. Todo esto haciendo menos
ruido que la caída de un libro al suelo.
El gigante jamás llegó a levantar la pistola hasta
una altura que pudiese representar un peligro para el
386
Agente argentino. El enorme negro cayó hacia adelante
en vez de hacia atrás por una cuestión de física y
encima de él cayó el cadáver del narcotraficante que
acababa de descubrir que los proyectiles de 5.7 mm
que dieron en el pecho de Maloouf iban destinados a él.
Estaban fabricados para atravesar un chaleco antibalas
laminado y un poco de grasa apenas les quitó algo de
su energía, atravesando incluso el flaco cuerpo de
Klevon para terminar incrustándose en el escritorio que
tanto le había gustado hacía unas horas a Deion.
Un disparo fortísimo resonó en la habitación.
Inmediatamente Rodolfo giró sobre sí mismo al tiempo
que identificaba el origen. Una mano asomaba con un
antiguo revolver humeante por un extremo de la puerta
semi abierta y logró vislumbrar los ojos que le
apuntaban a través del breve espacio que quedaba del
lado de las bisagras. La bala del revólver había pasado
a más de 50 centímetros del argentino. Hizo
nuevamente tres disparos al centro de la puerta, se
escuchó un grito y el revólver desapareció cayendo
hacia abajo. Otro que había descubierto la penetración
de los proyectiles de una Five-SeveN, una puerta era lo
mismo que lo que representaba un papel en el camino
de una bala de 9 mm. normal.
Rodolfo corrió hacia la puerta, pateó el revólver y
vio al segundo hombre que corría hacia la casa
probablemente para buscar más potencia de fuego. Se
encontraba a unos 10 metros y en rápida sucesión le
disparó los 14 proyectiles que aún le quedaban en el
arma. Al principio parecía que no le había dado porque
seguía corriendo, pero unos metros más adelante cayó
muerto antes de llegar al suelo. Le había dado 12 de las
14 balas que le habían atravesado el cuerpo a gran
velocidad casi como si no hubiera existido.
387
Mientras regresaba adentro introdujo en su arma un
nuevo cargador de 20 proyectiles, cargó la primera y
puso el seguro.
-Señor Ricci, ¿Se encuentra bien? Preguntó hacia
el interior.
-Sí, si obviamos algunos detalles. ¿Me puedo
levantar?
-Sí, tenemos que salir rápido de aquí, supongo que
el revólver se debe haber oído hasta en el lago
Pontchartrain127127.
Angelo se levantó con mucho dolor, lo primero que
hizo fue agarrar su teléfono de arriba de la mesa y
luego dio unos pasos en una pierna hacia la puerta. Al
verlo Rodolfo en que condición se encontraba, se
acercó y le dijo:
-Apóyese en mí que iremos más rápido.
Salieron de la casa y, al menos por el momento no
se acercaba nadie; probablemente un disparo fuese
algo más común de lo que se esperaban por ese barrio.
Subieron a la furgoneta, Angelo por el portón trasero y
Rodolfo en el lugar del conductor. Despacio y sin llamar
la atención fueron avanzando e incluso Miguez saludó
por la ventanilla a alguno de los habitantes que habían
salido a la puerta de su casa para ver a que se debía el
ruido del solitario disparo.
Rodolfo Miguez se encontraba tranquilo,
seguramente la ciudad estuviese un poco más tranquila
con cuatro delincuentes menos.
Más bien pensaba en todas las vidas de gente
normal que quizá hubiese salvado en un futuro. Había

127127
N del A: Lago en cuyas orillas se asienta la ciudad de New
Órleans.
388
sido una buena operación hasta ahora y se concentró
en que terminara bien.
Capítulo 86

389
Se incorporó al tráfico de St. Claude Ave. Y una vez
que cruzó el puente, ya más tranquilo buscó un lugar a
la derecha para aparcar detrás de otras furgonetas
similares que parecía que pertenecían a una lavandería
cercana. Eran las 11:37 horas y tenían tiempo aún. Se
bajó de la furgoneta y abrió el portón trasero.
-Quítese los pantalones, por favor, quiero ver la
herida.
-Eso espero, no vaya a ser que sobreviví a un
tiroteo para ser violado. Dijo Angelo.
Se miraron, era obvio que el otro no esperaba esas
muestras de humor después de lo que había pasado.
Empezaron a sonreír y terminaron riendo a carcajadas
dando escape a toda la tensión acumulada.
-Me llamo Rodolfo Miguez, pero mis amigos me
llaman Rodo y así quiero que me llamés vos. Le dijo
con el voseo típico de los argentinos.
-Yo soy Angelo Ricci y me llaman…, bueno siempre
me han llamado Angelo, pero hace poco me dijeron
Angie y me gustó.
-Que sea Angie, entonces. Ahora que ya entramos
en confianza, a ver ese muslo, jaja.
A Angelo le gustó de inmediato este hombre y ya
era la segunda vez que le ocurría esto en los últimos
tiempos. El recuerdo de Lucca lo entristeció y su
semblante cambió enseguida. El Agente de la AFI se
dio cuenta de inmediato y dijo:
-Qué, ¿Duele mucho?, y no me refiero al dolor de la
herida sino a otro que parece que te sobrevino de
pronto.

390
Miguez utilizaba a menudo la ingeniería social 128128 y
no se lo podía engañar, veía a través de la gente como
si pudiese leer los pensamientos.
-Si tenemos oportunidad, ya te contaré.

Rodolfo le quitó la camiseta sucia, abrió su botiquín


y procedió a limpiar la herida lo mejor que pudo con
agua oxigenada por fuera y hasta donde pudo acceder
por dentro. Le puso abundante sulfamida y tapó todo
con varias capas de vendas limpias; terminó con un
vendaje adhesivo que le dejó la pierna en mucho mejor
estado. Le aplicó una inyección de analgésico fuerte y
otra de antibióticos.
En todo este proceso, Angelo no abrió casi la boca;
soportó el dolor y el ardor sin emitir ni un quejido.
También el Agente Miguez le limpió todas las heridas
que tenía en la cabeza y hasta le dio un peine para que
empezara a parecerse a una persona otra vez.
Rodolfo se quitó el mono y se lo dio, diciéndole:
-Ponte esto que está un poco más limpio que tu
ropa y huele algo mejor, jaja. Tiraremos la ropa en ese
contenedor. Luego acomódate que pararé en un
starbucks así comemos algo que aún es temprano.
Angelo se abstuvo de preguntar, ¿Temprano para
qué? Y se dijo que sus condiciones eran mucho
mejores que hacía una hora, así que se dejó llevar. Se
cambió de ropa, pasó su cartera y el Smart-Phone a un
bolsillo del mono, acomodó la cabeza encima del bolso
de Rodolfo y se adormeció casi antes de que Miguez
volviera de tirar la ropa y arrancara el coche de nuevo.

128128
N del A: Es la práctica de obtener información confidencial a
través de la manipulación de usuarios legítimos, dicho de otra
manera, la forma de hacer que otros hagan lo que uno quiere.
391
A las 12:10 horas pararon en el Starbucks129129 de
Terry Parkway, bastante lejos del lugar del tiroteo y muy
cercanos al lugar de donde partirían hacia Miami de
vuelta. Rodolfo puso la furgoneta en el estacionamiento
de la cafetería y se bajó a buscar algo.
Regresó a los 5 minutos con una bandeja que tenía
dos cafés humeantes y dos panini grillados que olían
que embriagaban a esa hora. Abrió con la mano libre el
portón de la furgoneta y vio que Angelo estaba dormido
completamente, volvió a cerrar y decidió darle unos 10
minutos más de sueño antes de llegar a destino.
Colocó la bandeja en el asiento del acompañante y
salió a la avenida. Tomó por la Belle Chasse Highway y
salió a la derecha por Engineers Road hasta Coquille
Road al fondo donde estaba la base de hidroaviones de
Southern Seaplane.

129129
N del A: Cadena de cafeterías y comida rápida con
sucursales en todo el mundo.
392
Capítulo 87

Estacionó la furgoneta cerca del canal, llamó a la


oficina de alquiler de coches para indicarles donde
podrían recoger el vehículo y volvió a bajar con la
bandeja en la mano.
Abrió el portón y gritó:
-¡Arriba Bella Durmiente! Final del trayecto. Siéntate
despacio para evitar marearte y comamos algo antes de
que te de una sorpresa.
Angelo despertó y el olor del café y la comida
consiguió ponerlo otra vez en movimiento.
-¿Dónde estamos? Preguntó.
-Seguimos en New Órleans, pero por pocos minutos
más. Nos vamos a Miami en un transporte que creo que
te gustará por lo que me han contado.
Angelo se sentó y comió como un desesperado el
panini, alternando con tragos de café caliente que le
supieron a gloria.
- Muy bien, ahora desciende despacio apoyándote
en mí que solo tendremos que caminar unos metros.

Ahí nomás frente a ellos había un hermoso


hidroavión Dornier Seastar pintado de naranja brillante.
Era un bimotor con las hélices en línea, es decir que
una empujaba y la otra tiraba, con los motores encima
del ala en la parte más alta del avión. Tenía una cabina
muy espaciosa que admitía diferentes configuraciones
de acuerdo al uso que se le iba a dar; en este caso eran
12 plazas para transporte de pasajeros.
Rodolfo, con sus contactos se había enterado que
esta nueva Aerolínea estaba haciendo unos vuelos de
prueba para comenzar viajes regulares desde la antigua
Terminal de Chalk’s Airlines en la isla Watson frente a la
393
ciudad de Miami hasta varias ciudades norteamericanas
cercanas del Golfo de México. En este caso se trataba
de evaluar la posibilidad de que New Órleans fuese uno
de los destinos programables. Por lo visto, habían
viajado 4 personas; Piloto y Copiloto, más dos socios de
la nueva empresa.
Cuando vieron que se acercaban, caminaron hacia
ellos dos bronceados caballeros vestidos con ropa de
marca.
-Hablé con Rudy y me dijo que quizá podrían
darnos un aventón hasta Miami. Les dijo Rodolfo
cuando estaban a una distancia de 5 metros.
-Sí, los estábamos esperando; nos dijo Rudy que si
no llegaban 12:30 horas nos fuéramos. Contestó uno de
los dos extendiendo la mano para saludarlos.
Rudy era el tercer socio de este emprendimiento y
era amigo de Miguez desde hacía muchos años.
-Rudy está volando el otro Seastar hacia
Pensacola, pero te manda saludos.

De lejos, el Piloto que había terminado el chequeo


de la aeronave prevuelo, pegó un grito:
-Pero si es nada menos que “pato” Miguez, jaja.
-Sabía yo que mi buena suerte se estaba
terminando. Respondió Rodolfo.
Cuando el otro estaba cerca, Rodolfó lo advirtió:
-Ni se te ocurra darme un abrazo de los tuyos
porque si suelto a este pobre hombre se irá al suelo.
El grandullón le dijo:
-¡Quita de ahí! Y empujó a Rodolfo sosteniendo a
Angelo él solo y llevándolo casi en el aire hasta el avión.
-Soy el Capitán Jersey y soy el responsable de que
tu amigo se haya habilitado a los hidroaviones. Por
cierto, le enseñé bien. Dijo guiñándole un ojo a Angelo.
394
-Me llamo Angelo y quizá algún día me puedas
prestar un rato a esta belleza.
-¡No me digas que eres de la Cofradía!
-Sí. Respondió Ricci. -Es más, tengo dos
hidroaviones, uno pequeño y otro que creo que te
gustaría.
-Mi Dios, tendré que lucirme entonces. ¿Estás
cómodo así? Preguntó poniéndole las dos piernas
arriba del asiento de al lado.
-Perfecto Capi.

Subieron todos a bordo y a los pocos minutos


estaban recorriendo el canal a 150 km/h para virar
enseguida hacia el este en dirección a Miami. Abajo
quedaba una ciudad con un poco menos de
delincuencia y desgraciadamente con dos hombres
buenos muertos, también, porque Angelo no olvidaba al
Agente israelí y al de la NSA que los había venido a
buscar cuyos cuerpos seguirían en el bosque al lado del
río.
Rodolfo se cambió al asiento doble detrás de
Angelo y le dijo:
-Supongo que quieres mil respuestas, pero tu
cuerpo necesita descanso y fuerza para reponerse de
las heridas así que te diré ahora lo fundamental para
que no estés con una incertidumbre que no te permita
descansar.
-¿Cómo sabes siempre lo que el otro quiere?
Preguntó Angelo.
-Soy un estudioso de las reacciones humanas y me
es útil en mi trabajo. Tu esposa es la hija del Cónsul
Etchegoyen y yo trabajé con él, es alguien a quien
quiero, aprecio y respeto mucho. Hace unos días me
llamó y me dijo que quizá necesitase mis servicios en
395
alguna parte del mundo, le dije que solo me tenía que
llamar e iría donde me dijese. Hoy a la mañana, me
llamó angustiado, pero la fortuna hizo que estuvieses
relativamente cerca y monté esta operación en minutos.
Con este avión solo tardaremos unas tres horas y
media en llegar a Miami, si podemos partiremos en el
vuelo de esta noche a Buenos Aires. ¿Que por qué a
Buenos Aires?, en realidad solo me dijeron que corres
mucho peligro y que tenía que hacerte de niñera en
algún lugar en donde nadie pudiera encontrarte por una
semana o diez días. Aquí en Estados Unidos conozco
varios sitios donde podríamos ir, pero da la casualidad
que algunos de los que más te buscan, según me dijo el
Cónsul, son de una Agencia norteamericana así que
vamos a poner tierra de por medio porque la NSA tiene
brazos muy largos y sobre todo en su propio territorio.
También me dijeron que descanses tranquilo, que están
trabajando mucho para resolver todo este tema en
forma definitiva. Yo no sé cual es el “tema” y no quiero
saberlo; en mi profesión lo que no se sabe no se puede
decir. Una última cosa, vamos a necesitar documentos
para salir del país, gira la cara hacia la luz, ahí perfecto.
Le sacó una foto con su celular.
-Enviaré esta foto con instrucciones a mi gente que
te harán un pasaporte auténtico para que salgamos sin
problemas de Estados Unidos. También necesitaremos
algo de dinero y unas tarjetas de crédito; la tuya si aún
la conservas no nos servirá de nada. Ahora intenta
dormir en estas horas, ya te despertaré cuando
lleguemos.
-Rodo, mi Smart-Phone está totalmente
descargado, ¿Podrías conseguirme un cargador?
-Déjame ver el modelo. Anotó algo en su propio
teléfono. -Listo, nos estará esperando en Miami
396
también. Igual no te preocupes que envié un mensaje a
tu suegro y todos saben que estás bien.
-Rodo. ¡Gracias! Le dijo, Angelo.
Rodolfo no contestó, le tocó el brazo y se fue a la
cabina a hablar con su instructor amigo.

397
Capítulo 88

Jason Summers había oído todo lo que había


ocurrido a través de la radio del Agente del MOSSAD
hasta que Maloouf la había roto seguramente. Sabía
que todo se había desmadrado, lo que parecía una
misión rutinaria de convencer a una persona a hablar
con ellos había desembocado en una vorágine de terror
y asesinatos. Inmediatamente había movilizado a más
hombres ante la locura que se iba apoderando de su
Agente, pero pensó que el israelí con la ayuda del
chófer podrían manejarlo hasta llegar al piso franco. No
fue así y ahora tenía más problemas en vez de menos.
La Operación original había pasado a un segundo
plano, suponía que el pobre ítalo-argentino, si aún vivía,
estaría pasándolo muy mal. En el fondo sentía el peso
de pensar que todo era su responsabilidad.
Había tenido que apelar a toda la diplomacia con
los franceses para solucionar el “problema” en el
Aeropuerto de Ajaccio.
Ahora tuvo que decidir entre avisar a la Policía en
New Órleans o solucionar esto a través de la NSA.
Prefirió enviar a sus hombres a las localizaciones donde
el GPS del Lincoln Town había indicado que el vehículo
se había detenido. Primero sus hombres preguntaron
en la puerta de salida de la Base y ahí les confirmaron
que estaban los cuatro hombres en el coche y que tal
como les habían ordenado, les dieron las armas, sin
munición al gordo y completa la Jericho al otro. La
segunda parada que indicaba el registro del GPS del
coche era en Concord Road al costado de la pista de
atletismo, allí no vieron nada especial, ni en la calle ni
en los alrededores. Por último, fueron a la orilla del río y
al revisar los alrededores, encontraron los cuerpos del
398
Agente del MOSSAD y del chófer con la cabeza casi
separada del cuerpo.
Lo llamaron inmediatamente, Summers consultó
con sus superiores y decidieron dejar todo en la
intimidad de la Agencia. Ahora sí que debería un favor
al MOSSAD, el perder un Agente entrenado era para la
Agencia israelí una cosa muy seria y a pesar de que
comprenderían los riesgos de cualquier operación,
seguro que le costaría muchas “colaboraciones” en el
futuro.
La cuarta localización era en un aparcamiento de un
Centro Comercial donde encontraron al Lincoln Town
que se llevaron con una grúa a los talleres que poseía
la Agencia en Houston, a unos 560 kilómetros para
investigarlo a fondo.
El otro sobresalto se produjo cuando lo llamaron a
su oficina para informarle de la recepción de una
comunicación de la Policía de New Órleans que les
comunicaba del hallazgo del cadáver de una persona
con credenciales de la NSA. Inmediatamente detectaron
que estaba activo en una misión dirigida por él y tuvo
que responder a muchas preguntas.
En el fondo estaba feliz, a pesar de que sus
superiores lo estaban complicando con muchas
preguntas, eso era algo que él podía manejar y los
problemas internos que eso le generase no iría más allá
de rellenar varios informes. Lo importante era que la
bomba se había desactivado.
Llamó a la Policía de New Órleans y pidió hablar
con el detective asignado al caso, éste le informó que
había habido un tiroteo en una zona de un barrio que
estaba ocupado por delincuentes y como resultado de
eso había cuatro muertos, entre ellos el Agente de la
NSA. Sabía por experiencia propia que no valía la pena
399
hacer preguntas en esa zona ya que las respuestas
eran siempre las mismas, nadie había oído ni visto
nada. Si les parecía bien podían cerrar el tema como un
ajuste de cuentas entre facciones dentro de la
delincuencia organizada de la ciudad. En estos
momentos ya tenían más de 10 muertos en lo que
parecía una guerra por la sucesión pues uno de los
muertos era el jefe supremo de “negocios” que
implicaban muchos millones de dólares.
Summers no quiso saber nada de hacerse cargo del
cuerpo y le dijo al detective que hiciera lo mismo que
con los otros, lo enterrara, lo incinerara o lo que fuera.
El Policía colgó haciéndole una broma sobre cobrarle
doble por el tamaño y el olor de su hombre.

Cerró la operación Gardel en la computadora y si


tenía oportunidad empezaría una nueva, con otro
nombre y otros Agentes; quería pasar página cuanto
antes. Angelo Ricci no estaba entre los muertos, eso le
indicaba que no creía que hubiera sido ningún ajuste de
cuentas, sino que uno o más hombres entrenados se lo
habían llevado. Intentó hacer un cerco para dar con él,
aunque sabía que no serviría de nada si estaba siendo
ayudado por gente profesional.
No recibió ningún “positivo” de los Aeropuertos
cercanos, ni de los controles de carreteras y autopistas,
pero bien sabía que si fuera él no habría utilizado esos
medios de transporte teniendo todo un mar por el que
irse. Comenzó a enviar Agentes por toda la costa a uno
y otro lado de la ciudad.
Angelo no se había ido por el mar, pero sí algo
parecido, y Summers tardaría aún un poco en dar con
esa posibilidad; cuando lo hiciese, el rastro de Angelo
habría desaparecido completamente.
400
Jason Summers, el veterano Agente, tendría que
asumir que era la primera misión en la que fracasaría
total y completamente. Había habido operaciones que
se le habían torcido, pero siempre pudo sacar algún
provecho, pero en este caso había invertido muchos
medios humanos y materiales para un resultado nulo en
todos los aspectos. Su orgullo no le permitía hacer
borrón y cuenta nueva y se prometió seguir buscando a
Ricci en segundo plano hasta dar con él.

Él en ese momento no lo sabía, pero la partida


estaba perdida, solo un golpe de suerte ajeno a sus
esfuerzos le devolvería la esperanza.

401
Capítulo 89

Acuatizaron en la costa de la isla Watson cuando


eran las 16:30, todo eran saludos y deseos de
reencuentro dentro del avión y Angelo se prometió no
olvidar a todos aquellos que lo habían ayudado y los iba
almacenando en su memoria prodigiosa. Cuando
subieron a tierra por la rampa ya los estaba esperando
un taxi que los llevó a la casa de Rodolfo donde los
aguardaba su grupo más íntimo y que le era totalmente
fiel fuera de la gentuza que dirigía el Consulado ahora.
Los mejores profesionales del Consulado habían sido
reemplazados por ineptos que contaban el cuento del
socio-comunismo desde los vehículos de lujo y los
restaurantes que pagaba el ya esquilmado pueblo
argentino donde gran parte, con su ignorancia,
justificaba que sus líderes les hablaran con relojes de
30.000 U$S en sus muñecas, mientras ellos se morían
de hambre.
En la soberbia que da el poder en personas con
bajísima cultura y formación, ya que la mayoría de ellos
no pasaba de estudios secundarios; no se daban
cuenta que las oficinas se movían gracias a las
personas que ocupaban los escalones más bajos de la
jerarquía. Esta gente eran los aliados de Rodolfo
Miguez y eran también aquellos que estaban aportando
su granito de arena para cambiar el rumbo político de
Argentina.
Ni bien llegaron, casi sin hablar, una mujer grandota
con aspecto de enfermera ayudó a caminar y guió a
Angelo hasta el baño donde lo asistió para desvestirse,
dejó que disfrutara de un baño y un afeitado que
contribuyó a quitarle no solo la suciedad, sino que, al
civilizarlo, le permitió volver a aceptarse a si mismo.
402
Cuando terminó, salió de la habitación envuelto en una
toalla, ayudado por la mujer y vio en el dormitorio
encima de la cama que había un montón de ropa limpia
y nueva. La enfermera le tapó la herida con vendas
limpias y volvió a inyectarlo con antibióticos y
analgésicos. En el baño se había mirado en el espejo y
al margen de algunas hinchazones y heridas sin
importancia que empezaban a cicatrizar, no estaba tan
mal. El quitarse la sangre seca y la suciedad habían
mudado su aspecto de animal salvaje a ser humano.
Desde la puerta habló Rodolfo.
-Angie, te he puesto ropa mía para que escojas,
creo que te irá bien; luego ya compraremos cosas a tu
gusto. Tenemos solo una hora para irnos así que te
sugiero que te apures, dentro de lo posible, todo lo que
puedas.
-Muchas Gracias, otra vez.
La mujer lo sentó en la cama y se fue de la
habitación.
Angelo eligió un conjunto de ropa que se fue
poniendo y, para satisfacción suya, vio que no le
quedaba tan mal. Cuando terminó notó que le habían
dejado también unas muletas que tomó y ensayó
caminar con ellas, alegrándose al ver que volvía a ser
independiente.
Salió de la habitación totalmente renovado.
Fuera olía de maravilla, le habían preparado una
comida caliente que le pareció más rica que una
lamprea130130 del pueblo de Arbo con vino Albariños.
Pidió disculpas y se puso a comer como un poseso.

130130
N del A: Animal que se alimenta de la sangre de los peces a
los que se adhiere y constituye un plato gourmet muy exclusivo por
su precio, especialmente en la región de Galicia en España.
403
Repuestas sus necesidades básicas, le pidió a Rodolfo
si podía pedir a todas las personas que había en la
casa que vinieran al comedor.
Allí se acomodaron, la enfermera que lo había
atendido, una cocinera, un señor de 70 años que luego
supo que le había confeccionado la documentación y un
amigo de Rodolfo que iba y venía por la casa
organizando todo.
-Disculpad que no he ido a hablar uno por uno con
vosotros, pero mi movilidad es aún reducida. Quería
agradeceros a todos lo que habéis hecho por mi sin
conocerme ni saber nada de mi persona. Habéis
conseguido entre todos que yo volviese a parecerme a
un ser humano y quiero que sepáis que cuando
normalice mi vida no me olvidaré de vosotros.
-Angie, estos son mis amigos y así como ellos
saben que pueden contar conmigo para lo que sea, yo
sé que cuento con ellos para que me echen una mano.
Ahora sigamos con los planes que aún no hemos
terminado. En esta mesa el genio de Rubén nos ha
preparado un juego de documentos para tí, lo ha hecho
como se hacen los genuinos así que no son
falsificaciones sino más bien documentos apócrifos.
Hay un pasaporte a nombre de Gustavo Ertipi que es
una persona real, Primer Oficial de Aerolíneas
Argentinas, él tiene licencia 10 días y no regresará
hasta la semana que viene. Cuando pases por
Migraciones no sonará ninguna alarma porque lleva tu
foto y no hay nada raro, serás un tripulante más que
regresa en su Aerolínea de civil. El pasaporte lleva los
sellos y las visas necesarias. Luego te ha hecho una
credencial de Aerolíneas Argentinas así pasas por la
parte de tripulaciones. Este muchacho es la primera vez
que viene a Miami así que casi no hay riesgo de que
404
alguno se de cuenta que no coincide la cara con el
nombre. La tripulación del vuelo de Aerolíneas
Argentinas que sale 18:40 horas está avisada y nadie
dirá ni preguntará nada. He preferido que no tengas
tarjeta de crédito y te acompañaré en todo momento así
que si necesitaras comprar algo me lo dices y ya está,
no utilices bajo ningún concepto tu propia tarjeta. Aquí
está tu cartera y el celular lo dejaremos cargando hasta
último momento. Te hemos armado una pequeña
maleta con ropa que llevarás en la cabina. Yo viajaré
con pasaporte diplomático y pasaré sin problemas. Ya
hemos llamado por teléfono y hay dos sitios libres en
Clase Cóndor que nos han reservado así que
viajaremos como nos merecemos, jaja. El resto de las
butacas de Primera Clase van ocupadas por todos
analfabetos del Gobierno que viajan a costa de los
impuestos de los argentinos así que te sugiero que no
hables con nadie en el avión. Muy bien, tú descansa y
nosotros seguimos con algunos detalles que estamos
combinando.

Angelo se acomodó al lado de la mesita donde


estaban sus cosas y tomó su celular para llamar a
Alexis con el cable del cargador puesto. Apenas llegaba
a ponérselo en el oído, pero se estiró todo lo que pudo.
No sonó mas que un tono y descolgaron.
-¿Cariño? Preguntó Angelo.
-Sí, mi amor. Esperaba tu llamada, pero hablemos
breve porque según me han dicho ahora tendré que
tirar el chip de telefonía. ¿Cómo estás?
-Estoy bien, aunque he estado mejor, jaja. Me
llevan lejos según me han dicho.
-Sí, lo sabemos. Será mejor que no hablemos en
unos días, pero cuando podamos hacerlo ya será con
405
una solución para todo esto. Será duro, pero dicen que
es lo mejor para nosotros.
-No sé a quienes te refieres con lo de nosotros,
pero confiaré en tí como siempre. No me olvides. Pidió
Angelo.
-Jamás, me obligan a colgar. Un beso enorme.
-Otro.
Ambos cortaron y cuando levantó la vista, Rodolfo
lo miraba.
-Tranquilo, estamos haciendo las cosas bien. Hasta
aquí he trabajado como Agente del AFI, a partir de
ahora lo hago como amigo, incluso me he inventado la
enfermedad de un pariente en Argentina para
acompañarte. No me preguntes nada, pero te prometo
que saldrás de esta. Dijo el Agente.
-Confío en todos ustedes, en realidad no me queda
otra, no puedo salir corriendo, jaja.
-Por seguridad, quita el chip del teléfono y tirémoslo
también, luego compraremos otro.
Angelo hizo lo que le pedía y se dio cuenta que él
no había cambiado el número de celular en 10 años y
en los últimos días ya lo había sustituido 2 veces.

406
DÉCIMOSEGUNDA PARTE
Patagonia argentina

Capítulo 90

Estaban en Edge Water y a las 17:30 horas salieron


en un taxi en dirección al Miami International Airport,
llegaron en media hora y Rodolfo le dio las indicaciones
necesarias para entrar por la puerta de tripulaciones y
se llevó ambos equipajes. Angelo estaba muy
familiarizado con los Aeropuertos y sus instalaciones y
tras algunas breves y concretas preguntas dio con la
sala de espera de los Pilotos, pasando sin ningún
problema los controles gracias a su documentación. Allí
preguntó por la tripulación del vuelo AR 1305 en el
Airbus 330-200 y le indicaron a un Comandante que
conversaba con otro. Se mantuvo al margen hasta que
el otro saludó al Comandante y se retiró.
-Comandante, soy su Primer Oficial de reemplazo.
Le dijo con una sonrisa mostrándole la credencial de
Aerolíneas Argentinas.
Mirando las muletas, el Piloto le contestó:
-Dudo que pueda apretar los pedales.
Se miraron y ambos se pusieron a reir.
-Estaba avisado de su llegada, me contaron que
también es Piloto. Siéntese. Le señaló un sillón.
-Sí, tengo algunas aeronaves, pero nada tan grande
como lo que usted lleva. Poseo dos Anfibios, un Elitar
Sigma y un Nardi Riviera, un Diamond DA-42, y un
Piaggio P-180 Avanti II.
-Guau, el Piaggio, si no me equivoco, lleva un FMC
como mi Airbus. Dijo haciendo referencia a la
computadora de a bordo.

407
-Sí, básicamente es la misma, solo que controla
menos sistemas, pero para navegar se programa muy
parecido.
-Ya sabe lo que dicen de los Airbus, solo tienen un
interruptor que dice Arriba/Abajo que hasta un mono
retrasado lo puede volar, jaja. Se mofó de él mismo, el
Comandante. -Pensé que tendría que llevar a algún
sindicalista ignorante del Partido, últimamente
transporto a todos gratis, no sé como sobrevive esta
empresa. Vamos, subamos al avión, ¿Puedo ayudarlo?
-No, está bien, me voy acostumbrando, lo sigo.
El Comandante se acercó a un mostrador y dijo en
inglés.
-Caroline, por favor, ¿Podría llamar a un asistente
para que suba a mi Primer Oficial de reemplazo al
avión?
-Desde luego Comandante. Contestó la empleada.
-Vendrán a buscarlo porque dudo que pueda subir
las escaleras con las muletas. Ha sido un gusto, ya nos
veremos en el avión. Si quiere en 10 minutos le enseñó
a volar el Airbus, jaja. Le extendió la mano y Angelo se
la estrechó sin soltar las muletas.
-Muchas Gracias. Me encantaría, pero no sé si
estoy preparado para bajar el interruptor, jaja. Contestó
Ricci, haciendo referencia al anterior chiste del
Comandante.

Al cabo de unos pocos minutos lo vinieron a buscar


en una silla de ruedas y lo subieron en un pequeño
ascensor hasta la puerta del avión, a partir de ahí lo
acompañó una Auxiliar hasta el asiento que le
correspondía donde a su lado ya estaba leyendo
Rodolfo.

408
-Ventajas de un pasaporte diplomático, jaja. Te he
dejado el lado de la ventanilla. Dijo el argentino.
-Gracias, me gusta mirar hacia afuera.

El vuelo transcurrió sin sobresaltos, entre visitas a


la cabina por parte de ambos, bromas y buena comida y
bebida que habían subido en el cátering de Miami.
También Angelo durmió varias horas que le sirvieron
para recuperar fuerzas.

409
Capítulo 91

Llegaron a las 5 de la mañana aproximadamente y


salieron del avión primeros, nuevamente a Angelo lo
vino a buscar un asistente que lo transportó en silla de
ruedas al interior de la Terminal, pero esta vez venía a
su lado, Rodolfo. Estaba nublado e incluso caía una fina
llovizna en estos primeros días de mayo.
Tuvieron que moverse rápido pues a las 7 horas
salía el vuelo que debían tomar hacia su nuevo destino,
esta vez era Bariloche, en el sur de Argentina a 1.600
kilómetros de distancia de Buenos Aires y éste salía de
otra Terminal diferente a la que habían arribado ya que
era un vuelo de cabotaje y no internacional. Fueron a
los Servicios donde Rodolfo volvió a inyectar a Angelo
para no cortar la cadena antibiótica, a partir de ahora
seguiría un tratamiento vía oral.
-Me traes de sorpresa en sorpresa, pensé que
nuestro destino era Buenos Aires y ahora resulta que es
Bariloche al que no voy hace como… 12 años. Le dijo
Angelo cuando el asistente los dejó solos.
-¿Y si te digo que tampoco nuestro destino es
Bariloche?, jaja.
-Solo te pido que no sea muy lejos a pie, jaja
-Ok, vayamos que tengo que hacer la magia del
cuerpo diplomático y el Piloto para que nos lleven.
Afortunadamente era temporada baja y los pudieron
acomodar en Clase Club ya que este vuelo no llevaba
Primera Clase por ser un avión pequeño, en concreto
un Boeing 737-700 con winglets.

Cuando se aproximaban a Buenos Aires, Angelo,


sin saber bien porque pensó en su hermano. No tenían
padres ya que ambos habían muerto con poca
410
diferencia hacía unos 10 años, pero eso tampoco había
conseguido unirlos. Eran la antítesis el uno del otro, a
pesar de que su hermano solo le llevaba un par de años
jamás habían compartido nada, ni amigos ni salidas ni
paseos ni nada.
Su hermano había estudiado sociología y le habían
“comido” la cabeza, como decía él, con utopías y
mentiras. Ya joven se había afiliado al Partido Radical
que era de extracción socialista y trataba de
convencerlo de que el socialismo y la izquierda eran la
panacea del mundo. Después de ardorosas peleas que
no conducían a nada dejaron de discutir y cada uno
siguió su camino, cuando venían las amistades de la
Facultad de su hermano, con los pelos largos, piercing y
tatuajes; Angelo huía lo más lejos posible como si
tuvieran lepra.
Incluso antes de recibirse de Licenciado en
Informática, Angelo ya había fundado con un amigo una
empresa dedicada a las computadoras, así que
comenzó a ganar dinero muy joven mientras su
hermano hablaba de las maldades del capitalismo
fumando un porro de marihuana con sus amigos.
Angelo frecuentaba buenos restaurantes y lugares
con bellas mujeres lo que comenzó a despertar la
envidia de su hermano mayor y fue catalogado de
oligarca, capitalista, materialista y otros insultos
similares hasta que fue muy difícil la convivencia y
Angelo se alquiló un apartamento con independencia
económica total de sus padres. Al poco tiempo se
trasladó a España a vivir y ya supo cada vez menos de
su hermano, solo lo que le contaba su madre.
De lo último que se enteró era que vivía en pareja,
sin casarse, en un apartamento de alquiler y ambos
daban clase en la misma Universidad que los había
411
formado; la vida no lo había tratado bien pero quizá era
feliz porque eso era lo que él había proclamado
siempre. La madre le había pasado su dirección y
teléfono antes de morir en un intento de conseguir un
acercamiento entre ellos, pero de eso hacía unos 10
años atrás.
Mientras descendía el avión que los traía de Miami
a Ezeiza, había pensado que quizá lo llamase, pero
ahora que sabía que seguían viaje se le fueron las
ganas y continuó hacia adelante porque eso es lo que él
había hecho siempre y su hermano por el contrario se
movía en círculos lentamente en el mismo lugar.

Rodolfo había hecho algunas llamadas y en un


momento dado le dijo que ya tenían su siguiente
transporte y que le iba a gustar, aunque sin aclarar
mucho más. El vuelo salió muy poco demorado y llegó a
las 9:45, toda una proeza pues casi nunca cumplían con
los horarios previstos.

412
Capítulo 92

El cielo se fue despejando a medida que iban hacia


la Patagonia Argentina y el sur de la República se les
presentaba majestuoso. Pudieron ver los kilómetros y
kilómetros de campos completamente llanos, algunos
dedicados a la agricultura y otros a la ganadería. De ahí
abajo era de donde provenían los millones de toneladas
de granos de maíz, de trigo, de soja y las mejores
carnes que se pueden encontrar en el Mundo entero.
Cruzaron por encima de la ciudad de Neuquén y hacia
el Este vieron el famoso valle de Río Negro con
inmensas plantaciones de frutas, especialmente
manzanas, aunque ahora se había diversificado un
poco y hasta tenían excelentes vinos de la región. Hacia
el Oeste se extendían miles de hectáreas de campos
petrolíferos.
Parecía increíble que un país con estas riquezas
tuviese problemas para alimentar a su población, sin
duda el “modelo” de izquierda populista que gobernaba,
no estaba dando solución para aprovechar la riqueza de
sus suelos.
Pasaron por encima de la Central Hidroeléctrica del
Chocón con un gigantesco Embalse de unos 830 km 2
llamado Ezequiel Ramos Mexía que es el lago más
largo de América del Sur con una superficie comparable
a la de la ciudad de Berlín. Finalmente, casi siguieron el
curso del Río Limay hasta aterrizar en el Aeropuerto de
Bariloche a orillas del Lago Nahuel Huapi.
En el viaje habían hablado bastante poco, solo
comentaban lo que se iba sucediendo debajo de las
alas. Ambos ya se encontraban cansados y reservaban
fuerzas para la última etapa del viaje hasta llegar al
destino planificado por el Agente argentino.
413
Después de aterrizar, recordaron que no habían
pedido asistencia para Angelo, pero éste, con un poco
de lentitud, consiguió bajar la escalerilla sin problemas
con ayuda de las muletas mientras Rodolfo se
encargaba de las pequeñas maletas. Entraron a la
Terminal y volvieron a meterse hacia la zona de vuelos
particulares. La licencia de Piloto de Miguez y la
credencial de Aerolíneas Argentinas de Ricci fueron las
llaves para entrar a las dependencias no públicas del
Aeropuerto.
-¡Al fin! Era hora, muchos de los que venían en tu
vuelo ya están en el hotel, jaja. Uyyy, perdón. Dijo al ver
que Angelo se movía lento con las muletas. -
Discúlpeme, solo era una broma para mi amigo Rodo.
-No se preocupe, esto es algo pasajero, Gracias a
Dios; pienso en la pobre gente que tiene alguna
discapacidad permanente y me da escalofríos. Contestó
Angelo.
-Angelo, mi amigo Rupert, un suizo con mucho de la
rudeza alemana, bastante de la locura italiana y una
pizca de la finura francesa, jaja. Rupert, Angelo, un ítalo
argentino con algo de mala suerte los últimos tiempos,
que vamos a intentar cambiar. Presentó Rodolfo.
Se dieron mutuamente la mano y se sonrieron.
-A lo nuestro, que tengo trabajo, no como algunos,
jaja. Ahí frente a la torre tienes el Buccaneer, le llené los
depósitos y lo revisé todo; si vais a volar muchas horas
te sugiero que revises el aceite periódicamente. Sigue
tirando un poco a la derecha, así que hay que
trimarlo131131 desde el despegue. No lo necesito hasta

131131
N del A: El Trim es un Compensador generalmente de
actuación eléctrica que permite aplicar pequeñas correcciones en
la actitud del avión según la necesidad.
414
dentro de un mes que tengo clientes, lo único que te
pido es que me lo traigas de vuelta aquí. Como
siempre, hay un vacío legal en cuanto al uso de los
hidroaviones en este país, o mejor dicho hay una
abundancia de leyes, disposiciones, ordenanzas y otras
cosas, que se superponen unas a otras; así que si vais
a acuatizar hazlo lejos de los Guardaparques132132. En
San Martín133133 sigue siendo jefe de la Prefectura134134
de ahí, el Prefecto135135 Bermudez que tú ya conoces así
que puedes acuatizar en el lago Lácar sin problemas, te
sugiero que ni comuniques con Chapelco Torre 136136 así
te evitarás que algún analfabeto, de los que abundan
últimamente en los puestos que regala el Partido, te
ponga trabas. Toma la documentación del avión y las
llaves, en Plan de Vuelo, rellena uno para vuelo local y
luego lo cancelas desde el aire para que no larguen los
perros137137, jaja.
-Te sabes todas las trampas, Rupert, jaja. Dijo
Rodolfo. -Dime lo que te debo del combustible.

132132
N del A: Esta zona de la Patagonia Argentina tiene muchas
zonas declaradas Parques Nacionales y cada una tiene varios
Guardaparques encargados de hacer cumplir ciertas leyes dentro
de su área.
133133
N del A: Se refiere a la ciudad de San Martín de los Andes.
134134
N del A: Prefectura Nacional Argentina, es el cuerpo
encargado de la vigilancia de las vías navegables interiores y
dentro del Mar argentino.
135135
N del A: Jerarquía de Oficial Superior dentro de la Prefectura
Nacional Argentina.
136136
N del A: Forma familiar de referirse a la Torre de Control del
Aeropuerto de San Martín de los Andes.
137137
N del A: Se refiere a que no se activen los Servicios de
Búsqueda y Rescate.
415
-No, nada; luego me lo devuelves lleno igual. Dame
un abrazo y que tengáis buen vuelo.
Abrazó a Rodolfo y dio la mano a Angelo. Miguez
no se había equivocado con él, lo conocía desde hacía
muchos años. Tenía un grupo de “cabañas” que era
como llamaban aquí a pequeñas viviendas con
comodidades normalmente para un máximo de 6
personas que solían ocupar un predio de terreno único,
muy cercanas unas de otras y administradas por una
oficina central; una especie de Appart-Hotel, pero con
más comodidades e independencia. Entre los servicios
que ofrecía estaba el de trasladar a sus pasajeros a
lugares inhóspitos para pescar o simplemente gozar de
la naturaleza y esto lo realizaba en su propio hidroavión.
Cuando Rodolfo venía, sabía que, si no estaba
utilizándolo en ese momento, podía volar en el
hidroavión lo que quisiera. Ni una sola vez les había
preguntado a que venían o que estaban haciendo, el
suizo hacía honor a su nacionalidad y era la discreción
en persona. Por eso es que entre su clientela estaban
políticos que venían con amantes e incluso un juez que
venía con una pareja gay; él jamás traicionaba la
confianza depositada en su secreto.
Se dirigieron a la oficina de Plan de Vuelo donde
Rupert, que era muy conocido ahí, había dejado
instrucciones para que les facilitaran el papeleo. Al fin
salieron a la plataforma y a la sombra de la Torre de
Control se encontraba el anfibio.
Se trataba de un antiguo, pero bien conservado
Lake Buccaneer LA-4-200 con capacidad para 4
personas incluido el Piloto. El suizo tenía en sus genes
la meticulosidad alemana y la aeronave estaba muy
cuidada e inspeccionada, en una palabra, estaba
impecable hasta el último detalle.
416
-¿Te gusta? Le preguntó Rodolfo.
-¿Qué si me gusta? Casi hasta me he olvidado que
estoy huyendo de medio Mundo, jaja. Se me ha pasado
el cansancio y el sueño que traigo después de tantas
horas de vuelo. ¡Vámonos al aire, ya!
-¡Es que somos como niños, jaja! Exclamó Rodolfo
mientras ponía las maletas en el asiento de atrás y
comenzaba la vuelta alrededor del avión haciendo el
chequeo pre vuelo con la cartilla que había sacado de
adentro del avión.
Angelo a su vez se iba acomodando y, no sabía si
era por la emoción, pero notaba que la herida le dolía
cada vez menos.
-Siéntate en el puesto de la izquierda que yo he
volado tanto en este avión que me da lo mismo volarlo
de la derecha si me das una mano, porque hacia el
oeste están las mejores vistas. Le gritó Rodolfo.
Angelo sabía a que se refería porque conocía la
zona y las montañas bonitas estaban a la izquierda
según volaban hacia el norte.

417
Capítulo 93

Despegaron a las 10:30 horas con un día que


prometía Sol hasta la tarde, aunque días atrás ya había
habido una gran nevada precediendo a las que
vendrían en este invierno que se anunciaba bueno para
las muchas Estaciones de Esquí de la región. La
temperatura era baja y les indicó a ambos que tendrían
que comprarse ropa más abrigada en cuanto tuvieran
un poco de tiempo.
Ni bien salieron por la cabecera 29, Angelo pudo
apreciar por su ventanilla a la ciudad de Bariloche que
con sus más de 100 mil habitantes la convierten en la
más poblada de los Andes Patagónicos. Esto le trae sus
grandes problemas sociales también, con muchos
barrios periféricos de personas con bajos recursos y
muchas dedicadas a la delincuencia. Desde varios
metros de altura todo se ve maravilloso y, por suerte,
las miserias humanas quedan ocultas por las capas de
aire resaltando solo lo bello geográficamente.
El lago Nahuel Huapi debajo, azul, grande y
profundo; mirando hacia el horizonte al Oeste se ve
cercano el Cerro Tronador y más allá, al sur, el
bellísimo Volcán Osorno y el Volcán Calbuco cuya
erupción en abril del año 2015 trajo muchos problemas
a la zona con su vertido de más de 200 millones de
toneladas de ceniza. Un poco más al Norte se puede
ver el también bonito Volcán Puntiagudo. Y hacia
adelante en medio del lago se ve la Isla Victoria con su
inmensa Hostería donde pueden dar de comer a varios
cientos de comensales en forma simultánea. El
Buccaneer es tan rápido que apenas da tiempo para ver
una vez los lugares. En pocos minutos de vuelo más ya
están sobrevolando el Bosque de Arrayanes que dio
418
lugar a un mito que decía que Walt Disney se había
inspirado ahí para hacer la película Bambi, enfrente se
ve a la ciudad de Villa la Angostura, hoy totalmente
recuperada después de haber quedado cubierta casi
completamente por las cenizas de la erupción del
volcán Puyehue en junio del 2011. Este volcán y su
cordón asociado llamado Caulle provocó uno de los
mayores perjuicios económicos a la zona cercana
donde destacan las ciudades de Villa la Angostura, San
Martín de los Andes y Junín de los Andes, aunque se
pudieron recoger cenizas hasta en lugares tan alejados
como Nueva Zelanda. Hoy Angelo ve que el Volcán
Puyehue está tranquilo sin muestras de haber sido el
culpable de tantas desgracias. Hacía mucho que no
volaba por la zona y está hipnotizado.
-¿Cuánto hace que no venías por aquí? Pregunta
Rodolfo.
-Unos 10 años a Bariloche y unos 7 a San Martín de
los Andes. Angelo ya se había dado cuenta luego de la
charla de Rupert y la dirección que estaban tomando,
que ese sería su destino.
-¿Quieres ver algo que seguro no has visto? Nos
retrasará unos 20 minutos nada más.
-¡Desde luego!
Rodolfo cortó el motor y comenzaron un descenso
en espiral sobre el Lago Espejo Grande, del lado
chileno se veían al menos dos lagos más que se
encontraban a mayor altura y que conectaban cada uno
con el de abajo a través de una cascada formando un
sistema parecido al de esos adornos de mal gusto,
donde una bombita de agua llenaba un cuenco superior
que al llenarse se derramaba sobre uno inferior el que a
su vez hacía lo propio con otro debajo y así en cuatro o

419
cinco niveles distintos hasta llegar al último desde el
cual recogía el agua la bomba para recomenzar el ciclo.
Debajo en un rincón del lago se veía una magnífica
playa marrón oscuro formada en la desembocadura de
un río que vertía sus aguas al lago. Cuando tuvieron
poca altura, Rodolfo observó el movimiento de las olas
para saber la dirección del viento y encaró el agua en
una suave aproximación final hasta tocarla y deslizarse
unos metros después de haber franqueado esa frontera
en donde el avión se transforma en una torpe
embarcación.
Fueron navegando hacia la playa hasta que se
escuchó un ruido a papel de lija cuando el casco rozó la
superficie del fondo. Rodolfo detuvo completamente el
motor y después de unos segundos ambos se quitaron
los auriculares con supresor138138 para oír el ruido de las
pequeñas olas en el casco con el fondo de infinidad de
trinos de aves diferentes que se intensificaron al abrir
las puertas del avión hacia arriba como alas de gaviota.
-Este es un lugar solitario al que no se puede
acceder por tierra, es una desembocadura de un río de
deshielo que no se ve desde el lago porque queda
tapado por esta isla. Dijo Rodolfo, señalando a la
izquierda por encima de Angelo. -Dado que solo se
puede acceder por el agua y desde allí no se ve, no
viene nadie y no me extrañaría que no haya sido
visitado en años.
-Es un lugar que se parece más a la superficie de la
Luna que de la Tierra. Una gran playa formada por
arena que invita a tirarse a tomar el Sol. Dí que no

138138
N del A: Sistema activo que suprime las frecuencias que
emite el motor consiguiendo una audición mucho más clara dentro
de la cabina.
420
puedo con esta maldita herida en la pierna. Expresó
Ricci extasiado mirando hacia afuera.
-Bien, la razón por la que he bajado a mostrarte
esta playa y no tomé ningún recaudo, es precisamente
por eso. La última vez que vine aquí, hace casi un año,
tuve que rescatar a una amiga que traje a este mismo
sitio y tuve que decir adiós a cualquier sueño romántico
que pudiese haber albergado hasta ese momento, jaja.
Mira bien lo que voy a hacer.
Tomó el ancla del avión y la arrojó hacia la costa
por la ventana abierta. Inmediatamente se hundió en la
arena y tiró de la soga.
-¡Ooooopp! ¡La ha absorbido! Dijo sorprendido
Angelo.
-Efectivamente, no es arena, es ceniza volcánica;
para ser más exactos piedra pómez pulverizada de la
erupción del Puyehue. Prácticamente es menos densa
que el agua y flota en ella. Al acumularse se compacta
más o menos y da un aspecto de playa, pero si la pisas
terminas hundiéndote más de un metro como si fueran
arenas movedizas. Lo aprendí cuando mi amiga se
hundió y casi desaparece entre gritos de que pretendía
matarla. Tuve que sacarla llena de ceniza y mojada con
esta agua que siempre está muy fría. En el viaje de
vuelta a San Martín de los Andes no dijo ni una sola
palabra, en realidad hasta el día de hoy no dijo ni una
sola palabra, jaja. Es un lugar curioso, ¿no?
-Claro que sí, hasta tiene un poco de fantástico.
Vámonos que me ha entrado algo de aprehensión.
Rodolfo tiró del ancla y luego empujó hacia atrás
con el remo hasta quedar de nuevo flotando en el agua.
Puso en marcha el motor y rodeó la isla hasta salir al
agua abierta del lago donde aceleró y despegó

421
volviendo al medio donde el Buccaneer era el Rey, el
aire.
Cortaron camino por el lago Traful, a cuyas orillas
se encuentra el pueblo de Villa Traful con prácticamente
ninguna industria más que el Turismo para el que
trabaja la mayoría de la población directa o
indirectamente haciendo dulces, cervezas y otras cosas
artesanalmente. Hicieron en el lago frente al pueblo tres
o cuatro acuatizajes cediéndole los mandos en varias
oportunidades a Angelo y éste demostró tanta pericia
en el pilotaje del anfibio como la que tenía Rodolfo,
aunque no podía utilizar los pies de lo que se
encargaba el mismo Miguez.
A los casi 230 km/h de crucero del Buccaneer no
tardaron en pasar a la zona más poblada de los lagos
cercanos a San Martín de los Andes como el Falkner,
Villarino, Hermoso a la izquierda y Meliquina a la
derecha, y finalmente avistaron el lago Lácar cuyas
costas sirven de esparcimiento a la población de la
ciudad.
Rodolfo llamó por celular al Oficial de la Prefectura
amigo para que no los incordiaran sus subordinados al
acercarse a la costa.
Hoy era uno de esos raros días de viento
Puelche139139 por lo que el acuatizaje lo hicieron con la
ciudad al frente. Redujo la velocidad y se fue acercando
lentamente a la costa, sacó el tren y aceleró el último
tramo para subir a la pequeña franja de playa. Angelo
bajó del avión y Rodolfo le tiró las pequeñas maletas
mientras Ricci se acomodaba con las muletas.

139139
N del A: Viento que sopla de Este a Oeste al contrario de los
dominantes de la zona.
422
Unos marineros de la Prefectura se habían
acercado con un bote inflable para resguardar la
operación y Rodolfo les hizo señas que aparentemente
entendieron porque se apartaron dejándole espacio al
avión para maniobrar y volver al agua. Se acercó a una
boya y lo ató fuertemente asegurando además un par
de anclas en lugares destinados para el amarre. Lo
cerró bien y se subió al bote que lo devolvió a la costa.
-Bueno, Angie, ¡Comienzan tus vacaciones! Dijo
Rodolfo con alegría.

Cruzaron a pie la calle y entraron a unas “cabañas”


que había frente al lago. Demoraron muy poco en
registrarse y de común acuerdo, aunque era el
mediodía, decidieron acostarse para descansar
después de haber cruzado medio planeta de Norte a
Sur. Para Angelo iba a ser su primer sueño relajado y
en una cama desde hacía mucho tiempo.

423
Capítulo 94

Despertaron cuando casi era de noche, se bañaron y se


pusieron la poca ropa de recambio que traían. Al
hacerlo, Angelo vio que su herida estaba mejorando
mucho, en realidad era un agujero de lado a lado del
muslo, pero la bala no había roto más que carne y piel;
al controlar el principal problema que era la infección,
cicatrizaba sin problemas.
Las reglas seguían vigentes para Angelo, no podía
comunicarse por unos días con nadie y aunque moría
de ganas de hablar con Alexis, confiaba en Rodolfo y
las respetó.
-Hoy iremos a cenar a un lugar que a mí me agrada
mucho. ¿Te parece bien? Preguntó Miguez.
-Soy todo tuyo, jaja. Le respondió Angelo.

Llamaron a un taxi que los llevó a pocas “cuadras” que


era una medida muy utilizada en Argentina para las
distancias urbanas donde cada una equivalía a unos
100 metros. Pagó el Agente del AFI cuyo cerebro
parecía controlar todos los parámetros y tenía dinero
argentino en cantidad suficiente para hacer frente a lo
demandado por el taxista.
El restaurante se encontraba a pocos metros de una de
las dos Plazas principales que había en la ciudad. Tenía
mucha madera y poseía un asador acristalado que se
veía desde la calle donde ya iba tomando color un
cordero con denominación de origen, patagónico.
-Aquí puedes comer cualquiera de las tres comidas
típicas de la ciudad: truchas, cordero o ciervo; todas
preparadas de varias maneras diferentes y beber
alguna de las cervezas artesanales que fabrican en
industrias familiares de la zona o algún buen vino de
424
reconocimiento internacional mendocino o incluso de la
provincia de Neuquén.
Entraron y eligieron una mesa desde donde se veía la
calle y la puerta del establecimiento. Les dejaron las
Cartas de comidas y la de bebidas para que escogieran
lo que iban a cenar.
Angelo eligió una trucha al roquefort como plato
principal y Rodolfo un lomo de ciervo con hongos de
pino así que el vino tuvo que ser un punto intermedio
para que maridase con ambos platos y escogieron un
cabernet suave de Bodega Aleanna, Gran Enemigo
Single Vineyard Gualtallary Cabernet Franc 2011; un
vino con más de 95 puntos en casi todos los ránking del
Mundo. De entrantes pidieron un plato de ahumados
muy típicos de la región con arrollados de queso y
jamón, y una variedad muy abundante de embutidos,
quesos y pescados ahumados en frío y en caliente con
una cerveza regional con bajo contenido de alcohol tipo
Lager. De postre fueron una copa de 15 variedades de
frutos del bosque naturales con crema Chantilly 140140
para Angelo y un panqueque141141 con rhum y dulce de
leche142142 para Rodolfo y terminaron con una copa de
champagne patagónico Deseado Rosé de familia
Schroeder 2010 excelente y café americano143143 en
jarro.

140140
N del A: Crema de leche batida con azúcar y esencia de
vainilla.
141141
N del A: Crêpe fina enrollada.
142142
N del A: Dulce caramelizado de leche exquisito, muy común
en Argentina.
143143
N del A: Preparación muy típica de Argentina muy suave
pero con todo el sabor del café servida en pequeños jarros con
asa.
425
Hablaron de todo un poco y Angelo le pidió permiso
para llamar a su hermano, no sabía porque, pero,
desconocía siquiera si estaba vivo y como era alguien
ajeno a todo, pensó que podría verlo sin problemas.
Rodo accedió e incluso buscaron su número a través
del Smart-Phone de Miguez. Lo llamó y para sorpresa
de Angelo, a su hermano le agradó el llamado y
quedaron en que, si lo deseaba, Angelo lo invitaba un
par de días a San Martín de los Andes con todo
pagado. Su hermano dijo que intentaría arreglar las
cosas para ir cuanto antes.
Satisfechos con la primera comida en paz, regresaron a
dormir, escondidos de todos los perseguidores;
situación que no iba a durar mucho.

426
Capítulo 95

Al otro día combinó con su hermano que llegaría en


avión al mediodía del siguiente. Volaron un rato por los
lagos del Norte visitando el Huechulafquen con sus
subsidiarios, el Paimún y el Epulafquén, siempre con la
mirada atenta de una de las montañas más bonitas
como lo era el Volcán Lanín. A este pico de 3.747
metros se ascendía con relativa poca dificultad y con un
entrenamiento de un año aproximadamente se podía
intentar, con la ayuda de Guías especializados, su
ascenso con una casi garantía de éxito para una
persona normal; incluso todos los años se realizaba una
escalada por parte de un grupo de discapacitados
entrenados. Ambos hombres intercambiaron historias
de sus respectivas ascensiones cuando eran más
jóvenes. Su presencia es imponente ya que está medio
aislado de otros picos cercanos y se yergue como un
triángulo con nieves eternas hasta su cima muy
marcada. Realizaron varios acuatizajes en los lagos en
zonas fuera de la vista de los Guardaparques para
evitar dar explicaciones y regresaron satisfechos
después de volar y llenar las retinas de paisajes
inigualables.

Rodolfo realizaba constantes llamadas e


intercambiaba mensajes durante todo el tiempo en el
que se encontraban en la ciudad, pero Angelo jamás
preguntaba nada. Un día él le dijo que todas las piezas
iban encajando en el rompecabezas, pero no se
extendió en más explicaciones. El segundo día
transcurrió con buenas comidas en los selectos
restaurantes y una caminata por la Avenida San Martín
que atravesaba el casco urbano de Este a Oeste a lo
427
largo de unos 1.000 metros de tiendas con las mejores
marcas de ropas y dos Plazas de una hectárea con
especies vegetales autóctonas donde cada noche se
realizaba algún acto social. Se compraron ropa nueva y
Rodolfo demostró tener tan buen gusto como Angelo.
Angelo ya caminaba sin las muletas y ahora casi sin
dolor necesitaba hacer ejercicio para fortalecer
nuevamente la pierna.
Al tercer día al mediodía llegó el hermano de
Angelo proveniente de Buenos Aires en el vuelo diario
que unía la ciudad con la capital del país. Rodolfo se
mantuvo al margen y dejó que los hermanos se
volvieran a relacionar sin la intervención de una tercera
persona.
Adriano Ricci, que así se llamaba el hermano de
Angelo se sorprendió del buen aspecto de su hermano,
no así, el informático que encontró a su hermano
envejecido y amargado. Al principio costó romper el
hielo, pero poco a poco retomaron el hilo con los
recuerdos de la familia. Adriano le contó que vivía con
la misma mujer y alquilaba la misma casa, casi como
esas personas que detenían el tiempo a su alrededor
hasta que morían sin haber dejado más huella que la
que deja una hoja en el otoño. Hizo algunos
comentarios que indicaban que los años le iban
desilusionando de todo aquello en que creyó de joven
cuando pensaba que Cuba era el mejor país del Mundo,
pero aún conservaba en su cabeza muchas de las
tonterías que escuchaba decir a algún líder comunista.
El cuarto día de Angelo fue de sobresaltos. A la
mañana alquilaron tres bicicletas y se fueron a recorrer
los bosques cercanos, en un momento dado, la bicicleta
de Adriano quedó trabada y él voló por los aires sin
grandes consecuencias afortunadamente. Cuando
428
fueron a levantar la bicicleta vieron que se había
frenado a causa de un alambre que estaba tendido de
uno a otro árbol cruzando el sendero. Gracias a que la
bicicleta era de rodado 29 y muy alta, el alambre dio a
la altura del manillar y no le hizo daño físico a Adriano
más que la caída en sí. Era una costumbre de algunos
Mapuches144144 que ocupaban las tierras en la zona para
desalentar a la gente que pasara cerca de sus precarias
y poco higiénicas viviendas. Ya había habido muchos
heridos graves e incluso un joven decapitado por esta
costumbre. Otras formas de desalentar a la gente a
pasear por dentro del Parque Nacional era dispararles
con rifles de aire comprimido provocando muchas
heridas a los inocentes paseantes.
Regresaron a la ciudad y el hermano de Angelo
justificaba estos actos diciendo que eran pueblos
desplazados por el avance de la civilización blanca que
los había condenado a vivir en la montaña y otros
razonamientos parecidos.
Parecía que el reloj volvía hacia atrás y Angelo
volvía a oír las mismas tonterías que hacía 20 años.
Quiso decirle que lo que realmente ocurría es que los
que hacían esto eran unos asesinos borrachos que
habían sido malcriados por un modelo que hasta le
regalaba la televisión satelital que veían en las pantallas
que robaban en las casas de la ciudad. Pero se calló,
se calló porque sino era volver a lo mismo, así que a la
tarde tuvo otra idea para que su hermano se sintiera
bien.
Alquilaron un coche para recorrer los lagos en
forma más segura y se fueron a recorrer la ribera Norte

144144
N del A: Pueblo indígena que se cree que tiene su origen al
otro lado de las montañas en lo que hoy es Chile.
429
del lago Lácar, cuando ya casi regresaban, dejaron el
vehículo estacionado al costado de la carretera de ripio
que estaba casi intransitable para los parámetros del
Primer Mundo y descendieron a pie hasta la playa del
lago que consistía en una extensión de pequeñas
piedras con unas mini islas cercanas a la costa y a
pesar de que hacía frío, invitaba a pensar lo magnífico
que sería ese lugar en los meses de verano para pasar
el día ahí. Los acontecimientos de la mañana habían
sido olvidados y hasta se podría decir que los tres
hombres “armonizaban” entre sí. Se quedaron una
media hora recorriendo el lugar y unos niños de unos 5
años, pobladores de estos lugares dadas las facciones
físicas, morenos, con ojos rasgados, nariz ancha y muy
poca estatura con las piernas arqueadas los entretenían
con sus charlas y no querían que se fueran. Fueron
muy simpáticos y ayudó a que Adriano diera toda una
charla acerca de lo buena que era esta gente y
nuevamente culpó a todo el resto de seres humanos por
la situación en la que tenían que vivir.
Cuando llegaron de vuelta a su automóvil, los críos
habían desaparecido y el vehículo tenía una ventanilla
rota y se habían robado absolutamente todo lo que
pudieron llevarse arrancando hasta el GPS que venía a
la derecha del conductor. Ahora entendían las
“atenciones” de los niños, solo eran utilizados para
retrasarlos mientras sus parientes desfalcaban el coche.
Por un lado, Angelo estaba furibundo, pero por el
otro sentía pena por esos menores que ya eran criados
en un entorno de delincuencia y que su futuro estaba
hipotecado, lo curioso es que no les hacía falta nada
económico, pero ancestralmente se robaban el ganado
entre ellos y las costumbres seguían, aunque
modernizadas.
430
Lo único que tuvo de bueno es que Adriano no
volvió a abrir la boca para defender a esta gente, quizá
sirviese para que se llevara estas experiencias y se las
contase a sus amigos que los defendían sentados en
una casa a 1.600 kilómetros de donde vivían estos
pobladores.
La realidad es que no todos actuaban así, pero a
ellos los habían perjudicado dos veces en el mismo día.
Al regreso tuvieron que hacer todas las denuncias
policiales y en la oficina de alquiler les dijeron que
tenían que pagar todo porque ellos tenían un cartel que
advertía que estaba prohibido meterse por esos
caminos con el vehículo de alquiler por el peligro de los
robos.
Angelo empezó a protestar, pero Rodolfo lo calmó y
pagó lo que le decían para evitar entrar en una
escalada de discusión.
Al siguiente día partió Adriano a su casa más
abatido que cuando llegó, la vida real le estaba
derrumbando todos los ideales uno a uno y es difícil
vivir sin nada que defender para una persona que
siempre había tenido a quien idolatrar. A los 15 años la
cara del Che Guevara adornaba gran parte de su
indumentaria, a los 18 se informó mejor de la vida de su
héroe y descubrió que era un asesino serial que mataba
sin razón alguna a cualquiera y fue sobreviviendo con
guardaespaldas hasta que lo fusilaron en Bolivia y
entonces dejó de usar la ropa que lo identificaba.
Estos hermanos jamás podrían estar juntos, sus
cerebros estaban muy distantes en capacidad,
inteligencia y comprensión, pero Angelo lo había
intentado; por su parte quedaba tranquilo.
A partir de estos días con su hermano, a Adriano,
el sociólogo, los hechos le fueron derribando día a día
431
su ideología, los años pasaron y no volvió a ver a
Angelo, pero su concubina fue testigo cuando poco
antes de morir, Adriano le confesó que se había
equivocado durante toda la vida y que debería haber
hecho caso y seguir el camino detrás de su hermano
menor.
Capítulo 96

432
Durante los días siguientes, Angelo notó que su
amigo Rodolfo estaba callado y los mensajes y
llamados se habían multiplicado. Cada vez que su
teléfono celular sonaba, Rodo se apartaba y hablaba en
voz baja. Ese día habían planificado ir a volar en el
hidroavión, pero el Agente argentino le dijo que no se
encontraba bien y que prefería ir a desayunar y hablar
un rato con Angelo.
Fueron a una cafetería en una calle paralela a la
costa del lago, pero a 100 metros de éste, donde
servían todo tipo de infusiones, café y chocolate en
muchas variantes acompañados de dulces caseros que
eran una delicia.
-Angelo, se vienen unos días complicados. Acaban
de avisarme que nos pisan los talones, me parece casi
imposible por la manera en que hemos hecho este
viaje, pero creo que algo se me ha escapado. Tendría
que explicarte un poco de la situación de este país para
que me entendieses. Actualmente es como si
convivieran dos países en uno; dos formas de ver, ya
no la política sino la vida misma. Una es el “modelo”
socialista que nos intentan vender desde el actual
gobierno, se han dedicado a regalar puestos de trabajo
inventados a sus acólitos sin fijarse si tienen o no la
formación necesaria. Por ejemplo, muchas Aerolíneas
del Mundo no vendrían al país si supieran que son
regulados por Controladores145145 con una semana de
formación o Marshalls146146 que son puestos en las
145145
N del A: Personal de las Torres de Control que normalmente
siguen unos cursos que varían de dos a cinco años de duración.
146146
N del A: Reguladores del tráfico en tierra de las Aeronaves
responsables de todo el movimiento al que obedecen los Pilotos en
las fases de entrada y salida de los aviones de los lugares de
433
Rampas147147 con solo unas indicaciones. También
regalan unas subvenciones a todo aquel que responda
a la ideología del gobierno y han implementado
impuestos a la agricultura y ganadería de tal manera
que el 60% de los que se produce va a parar a los
bolsillos de los corruptos que están en el gobierno, así
las arcas del país se han ido vaciando y actualmente y
en forma literal el país no tiene más dinero. Esto ha
provocado que un 50% de la población con inteligencia
ya no cree ni quiere este “modelo” y está gestándose un
cambio para remover a esta lacra del gobierno. En
síntesis, hoy en día la mitad del país vive sin trabajar
gracias al dinero de la otra mitad que trabajan y el
estado se encarga de robarles para ellos y repartir el
resto; los primeros son los votantes que mantienen este
sistema y los segundos, cansados, intentarán dar la
vuelta a la tortilla en las próximas elecciones. Dentro de
cada estamento hay gente de las dos facciones y
parece una versión de “Durmiendo con su enemigo148148”
en plan país. Yo estoy trabajando con aquellos que
quieren cambiar el rumbo de esta Nación y aporto mi
grano de arena desde mi puesto en el Consulado de
Miami, pero estas cosas no se mantienen en secreto y
tengo muchos enemigos dentro mismo de la Agencia de
Inteligencia que está plagada de vagos e inútiles que
antes vendían el cartón que recogían de la calle y hoy
tienen su propia oficina a la que no van salvo el día de
cobro. La división es una cuestión cultural y de
inteligencia, a un lado tocan el bombo y beben cerveza

aparcamiento.
147147
N del A: Zona del Aeropuerto donde los aviones son
estacionados, descargados y cargados, repostados o embarcados.
148148
N del A: Película del año 1991 con Julia Roberts.
434
que les regala el gobierno, al otro, estudian, trabajan y
llevan adelante lo que queda del país.
Bien, este es el panorama general. En ese contexto
me ha avisado un compañero fiel que algunos de esos
Agentes inútiles vienen a San Martín de los Andes para
intentar secuestrarte y entregarte a la NSA de Estados
Unidos. No es algo que me quite el sueño ya que será
muy fácil engañarlos y evadirlos, pero estamos justo en
el comienzo del final de solucionar tu problema y esto
representa una molestia añadida. Hoy sé de tus
problemas mucho más de lo que sabía en Estados
Unidos. En tu ignorancia, tu gente en Europa, y yo aquí,
hemos montado un gran plan que comenzaba hoy, iba a
ser bastante sencillo, pero ahora se complicará algo,
aunque lo superaremos. En el vuelo de este mediodía
llegarán dos personas muy importantes en las que
tendrás que confiar. Uno se llama Guy Lemery y es un
importante Agente de la Agencia de Inteligencia
francesa, la DGSE y el otro es Andrea Bottano de la
Inteligencia italiana, el CESIS149149. En un principio iban
a pasar unos días con nosotros para explicarte todo el
plan, pero creo que habrá que moverse más rápido.
Tendrás que confiar en ellos como confías en mí y en tu
gente de Europa.

Volvió a nombrar a su “gente” en Europa y Angelo


no sabía bien a que se refería, pero tenía preguntas
más importantes que hacer.
-Lo primero que quiero saber es si puedo confiar
plenamente en estos Agentes. Preguntó Ricci.

149149
N del A: Agencia de Inteligencia de Italia cuyas siglas en
italiano significan Comitato Esecutivo per i Servizi di Informazione e
Sicurezza.
435
-Veamos, son Agentes de Inteligencia y nunca
puedes confiar en ellos completamente porque estamos
entrenados para intrigar y engañar, antes que nada,
pero en el caso de Andrea, trabajé con él en alguna
operación conjunta y es una persona muy inteligente y
de fiar, el francés en cambio es de alto nivel y no lo
conozco bien, pero pensamos que podemos confiar en
él. Es hasta casi muy probable que vuelen en el mismo
avión que los Agentes, entre comillas, argentinos.
Aunque pensándolo bien, estos, seguro vendrán en un
vuelo privado con alguno de los jets ejecutivos que
posee el país y del que todos los corruptos del gobierno
hacen un uso casi particular. Lo que no puedo acertar a
darme cuenta es quien los está informando, porque
nadie, salvo los más cercanos a este plan sabían donde
estábamos. No quiero empezar a ponerme paranoico y
sospechar de todo el mundo implicado porque la
presencia de un topo, daría la respuesta a todas las
preguntas, pero vamos a seguir adelante sin volvernos
locos pensando en un traidor interno. Mañana tendrás
que ponerte en marcha otra vez, pero esperemos que
sea la última, te irás con los dos nuevos compañeros y
yo me encargaré de desviar la atención de los dos
mamertos150150 que vengan a buscarnos.
-Eh, eh; espera un poco, vas muy rápido. Si mal no
entiendo mañana nos separaremos y yo vuelvo a no
saber cual es mi destino. Empezaba a estar cómodo
aquí en tu compañía. Alzó la voz, Angelo.
-Más o menos es la síntesis, pero no es tan así.
Primero, puedo decirte tu destino, no vas detenido,
secuestrado ni preso; vas a dar los primeros pasos para
volver a conseguir tu libertad casi igual que la que

150150
N del A: Tontos, lelos, inútiles e ineptos para todo.
436
tenías antes, aunque con alguna variante en tu vida. Tu
destino inicial es París, ibas a ir en vuelo desde Ezeiza
en Buenos Aires, pero tuvimos que cambiar los planes
por tu seguridad. A partir de ahí no tendrás tiempo ni de
respirar hasta completar el plan, pero estarás
acompañado con tu gente.
Ahí está otra vez mi gente. Pensó Angelo.
-Segundo. Continuó Rodolfo. -Si hacemos bien las
cosas no será la última vez que me veas, pero creo que
a esta ciudad… Hizo una seña en redondo con la mano
derecha. -Sí que no podrás volver, por lo menos en un
futuro cercano.
Ricci, afirmó con la cabeza, estaba tranquilo, se
encontraba confiado y sobre todas las cosas creía en
las personas que estaban moviendo los hilos de su
destino.
-Bien, ya que no volveré en mucho tiempo, me
gustaría hacer un último vuelo por los alrededores.
-Angelo, tengo que combinar varias cosas para el
viaje de mañana y me va a llevar toda la tarde, pero te
diré una cosa. Llévate el Buccaneer, tú lo vuelas mejor
que yo y seguro que recuerdas toda la operativa,
disfruta y pasea porque aquí no me sirves para nada, yo
recibiré a los Agentes europeos y cuando regreses te
los presentaré. Encima del tablero están las listas de
chequeo plastificadas. Sal desde el lago Lácar y
regresa al mismo sitio, nadie te preguntará nada, pero si
vas a algún Aeropuerto no sé lo que podría ocurrir; por
favor, hazme caso en esto.
-Quédate tranquilo que ya sé como son los malos y
no quiero volver a encontrarlos, jaja.
-Ok, terminemos de desayunar mientras me
terminas de contar de esa vez que se te paró un motor

437
en el Diamond arriba de Marruecos y luego, cada uno a
lo suyo.

Al final del desayuno, Angelo, se fue hacia el lago


para sacar al Buccaneer de su aburrimiento. Iba a ir a
pedir que lo llevaran con el bote hasta el avión a los de
Prefectura, como le había indicado Rodolfo, pero al ver
a una familia que estaba a punto de salir con la lancha,
les preguntó si podían alcanzarlo y todo fue menos
público. No tuvo inconveniente en poner a volar al viejo
avión y puso proa al Sudoeste hacia el lago Hermoso.
Rodolfo, por su parte dedicó cada minuto a
combinar y pulir el plan alternativo.

438
Capítulo 97

Cuando regresó ya era tarde para la comida del


mediodía porque en Argentina se regían por horarios
europeos, pero no por los de España. Era imposible
conseguir que le diesen de comer a uno, más allá de las
13 horas, así que fue directo a una cafetería donde
comió un exquisito sandwich de salmón rosado
ahumado que acompañó con un refresco de sauco 151151
que realizaban en el mismo establecimiento como algo
artesanal. A eso de las 16 horas regresó a la vivienda
que compartía con Rodolfo y se encontró con su amigo
y dos hombres más que lo esperaban.
-El señor Guy Lemery y el señor Andrea Bottano.
Presentó Rodolfo. -A tí no hace falta presentarte porque
seguro saben más que tú mismo de tu persona, jaja.
-Mucho gusto, señor Ricci. Tenía ganas de
conocerle en persona. Dijo el francés con acento, pero
en perfecto español.
-Poco sé de lo que está ocurriendo, pero la
Informática me ha enseñado a tener paciencia y
confianza en los resultados. Veo que usted habla
español. Señor Bottano, ¿Usted también?
-Sí, aunque con acento diferente, jaja.
-Bien, supongo que me estaban esperando para
explicarme los pasos a seguir a partir de ahora.
-Sí, Angelo, voy a hablar yo y trataré de simplificarte
el plan. Los Agentes han conseguido hospedarse aquí
mismo en la “cabaña” contigua. No sé bien cómo, pero
los Agentes de la AFI por encargo de la NSA ya están
aquí y nos tienen vigilados en este mismo momento.

151151
N del A: Pequeñas bayas de color negro violáceo con las
que se realizan infinidad de preparados comestibles o medicinales.
439
Angelo se sobresaltó y al notarlo, Rodolfo continuó.
-Tranquilo, no harán nada porque son solo dos e
inútiles como suponía, dos simios hubieran sido más
efectivos, éstos se les parecen físicamente pero no son
tan inteligentes, jaja. He conseguido después de
remover cielo y tierra un vehículo 4X4 más o menos en
buen estado que ya tengo aparcado en la puerta y
podrán devolver en el Aeropuerto de La Araucanía que
está cercano a Temuco en Chile, desde allí se los
devolverán a la agencia de aquí por un acuerdo que
tienen con un alquiler de vehículos chileno. En ese
Aeropuerto tomarán el vuelo de las 13:30 horas con
destino a Santiago de Chile y desde allí el avión directo
a París que sale a las 17:10 horas y llega mañana a las
11 de la mañana hora local. Es un viaje largo, pero creo
que merecerá la pena para no dejar rastros. Hoy nos
acostaremos temprano, pediremos la cena aquí de
algún delivery152152 y no saldremos para no dar ninguna
oportunidad de que actúen los dos bobos que están
dentro del coche enfrente; éstos creen que están en
una película americana, no se dan cuenta que en
Argentina nadie espera dentro de un coche y que
debido a la alta inseguridad que hay, ya estarán
llamando a la policía los dueños de todos los hoteles de
la zona.

Los tres hombres asintieron dando conformidad al


plan y luego hablaron de cualquier tema genérico que
los entretuvo durante el resto de la tarde y la cena.
Angelo se dio cuenta de que eran dos personas muy

152152
N del A: Sistema de servicio a domicilio que existe en
Argentina para una infinidad de productos y fundamentalmente
comida de todo tipo.
440
cultas e inteligentes con las cuales se podía hablar de
cualquier tema, pensó que el viaje sería ameno en la
compañía de los Agentes europeos.

441
DÉCIMOTERCERA PARTE
Europa

Capítulo 98

Al otro día a las 6 de la mañana, Rodolfo lo


despertó suavemente.
-Angelo, tendremos que modificar un poco los
planes. Estos idiotas se han muerto de frío y siguen en
la puerta. ¡Ejecutaremos Plan B!, jaja. Los Agentes ya
están despiertos y están saliendo con el coche a la
playa de Quila Quina a unos kilómetros de aquí sobre la
costa del lago Lácar, ya se la cargué en el GPS del
coche. En cuanto haya luz saldremos con el Buccaneer.
También te armé la maleta pequeña con algo de ropa.
Tráela, por favor, que nos la llevaremos.
-Ok, me levanto en dos minutos.
-Tómate tu tiempo, si quieres dúchate y aféitate, así
estás listo para el viaje.

Angelo, se aseó y en 20 minutos se encontraba en


el comedor donde el desayuno estaba servido.
-Los europeos ya han salido y estos continúan
esperando que salgamos. He arreglado con los de
Prefectura para que nos vengan a buscar en cuanto
amanezca.
Desayunaron tranquilos y a las 7 de la mañana aún
no se veía el Sol, pero había luz suficiente para darse
cuenta que el astro tampoco saldría a lo largo del día.
Incluso caía una fina llovizna muy típica de esta zona de
montaña; era raro que hubiese tormenta con actividad
eléctrica, sino más bien, lo normal era lluvia fina y
continua, a veces a lo largo de dos meses o más, un día
tras otro.
442
A las 7:15 golpearon la puerta dos marineros de la
Prefectura. Los cuatro juntos cerraron la puerta de la
cabaña y cruzaron la calle hacia el lago donde los
esperaba un tercer hombre con el bote para llevarlos
hasta el anfibio.

Los dos Agentes argentinos no habían dormido casi


nada y tuvieron que dar explicaciones dos veces a la
Policía. Cuando vieron que eran acompañados por la
Prefectura no quisieron entrometerse y decidieron
esperar a que regresasen con el avión, mientras tanto
podrían desayunar tranquilos sabiendo que a la vuelta
se los podrían llevar tranquilos. Los latinoamericanos no
tenían ningún entrenamiento, pero sabían manejar un
arma y eso era todo lo que pensaban que les hacía
falta.

Quince minutos después tenían el Buccaneer en


marcha y se desplazaban hacia el centro del lago.
-Vamos a despegar, pero solo iremos hasta la playa
de Quila Quina que está a unos pocos kilómetros sobre
la costa sur del lago Lácar, pero lo suficientemente lejos
de la ciudad para que no nos vean. Allí ya tienen que
estar llegando Guy y Andrea con el 4X4, tú te irás con
ellos y seguiremos a partir de ahí con el plan original.
Dentro de una hora volveré con el avión y les haré ver
bien que tú ya no desciendes y volveré a salir hacia
Bariloche para devolver el anfibio a Rupert.
-¡Es una muy buena idea! Contestó Angelo y le
palmeó la espalda a su amigo.

Acuatizaron cercanos al muelle de Quila Quina y


sacaron el avión a la playa que está a su lado. Ya

443
estaban ahí los europeos que se acercaron en cuanto
pararon el motor.
-¡Menos mal que son solo 20 kilómetros! Dijo el
italiano. -Si había 5 kilómetros más de carretera como
esta se hubiera roto la otra mitad del 4X4, jaja.
-Tómatelo con calma, Andrea, porque ahora tienes
que volver a hacerlos y luego te esperan otros 20
kilómetros del lado argentino antes de llegar a la
frontera que son similares a estos, luego del lado
chileno está todo pavimentado e impecable y podrán
mejorar el promedio. Así son las carreteras que
tenemos los bolivarianos153153, jaja. Salid cuanto antes
que os espera mucho viaje.

Todos se abrazaron con Rodolfo y Angelo le


preguntó:
-¿Está en tus planes que nos volvamos a ver?
-No puedo decirte mucho más, Angie, pero quizá
sea antes de lo que piensas.
-No sé como agradecerte, me has salvado la vida
una vez y probablemente me la estés volviendo a
salvar.
-Una cena en el mejor restaurante de Europa no
estaría mal, jaja.

Los europeos con Angelo subieron al 4X4 y se


alejaron recorriendo el camino de vuelta a San Martín
de los Andes. Los Agentes argentinos, que esperaban
al avión, ni prestaron atención al 4X4 cuando volvieron
a pasar por el Puerto de la ciudad.
153153
N del A: Aquí se usa en forma irónica, ya que hace
referencia al término que acuñó un presidente venezolano para
todos los países sudamericanos con políticas socialistas o
comunistas.
444
445
Capítulo 99

Jason Summers jamás pensó que volvería a tener


noticias de Angelo Ricci tan pronto. Su secretaria le
avisó que tenía una llamada de un tal Guy Lemery que
deseaba hablar con él respecto a un ítalo argentino que
estaba perdido.
-Paseme la llamada, por favor. Dijo a la empleada.
-¿Señor Summers? Preguntó alguien en inglés con
acento francés.
-Sí, ¿Con quién tengo el gusto? Preguntó sabiendo
que alguien que llegaba hasta su oficina llamando
desde afuera tenía que ser alguien con muchos
contactos.
-Le habla Guy Lemery de la Agencia de Inteligencia
Francesa DGSE. La NSA y nosotros ya hemos
colaborado en otras ocasiones en nuestro pasado.
Tenemos entendido que se les escapó un pájaro de la
jaula.
-Puede ser. Pero ya hemos implementado los
medios para devolverlo a su sitio.
-No lo dudo, pero resulta que yo sé exactamente
donde se encuentra en este mismo momento. Parece
que en un futuro cercano quiere regresar a Francia y no
deseamos que eso ocurra así que estaría bien que se lo
llevasen ustedes antes de que pise suelo francés.
-Me interesa, pero me preocupa lo que se me
pedirá a cambio.
-Ya se lo he dicho, no lo queremos en nuestro país
y esperamos que ustedes hagan el trabajo de impedirlo.
En realidad, mis superiores no lo quieren en Francia y
yo no estoy capacitado para impedirlo solo, así que
pensé que, ya que nuestros deseos pueden ser

446
satisfechos en forma simultánea, a usted le interesaría
la información.
-Lo escucho Monsieur Lemery.
-Angelo Ricci se encuentra en la ciudad de San
Martín de los Andes en la Patagonia Argentina, le
sugiero que abra el Google Earth. Deme un e-mail
codificado y le podré enviar hasta la habitación exacta
del hotel donde está.

Summers se apresuró a darle lo que le pedía y al


colgar se puso a buscar toda la información posible
sobre ese remoto lugar. No podría montar una
operación como Dios manda en el poco tiempo que
tenía así que decidió utilizar un poco de Ingeniería
Social a alto nivel. Llamó al Director de la AFI en
Buenos Aires, éste al saber que lo llamaban de la NSA
casi hasta se puso firme junto a la silla. Como bien
sabía Summers, en los países socialistas los odiaban
hasta que los trataban de igual a igual. Al principio fue
complicado ya que no encontraban en las oficinas de la
AFI a nadie que hablara inglés fluídamente y fuese
personal superior; con suerte había alguno con los
estudios secundarios. Todas las personas capacitadas,
desde que estaba el actual gobierno, trabajaban en el
área privada y no para el Estado. Al final Summers
pudo hacer el requerimiento y el propio Director a través
de la traductora le prometió que enviaría a dos de sus
mejores hombres y le entregarían al tal Ricci en
territorio estadounidense.

El Agente de la NSA puso un guardia frente al


teléfono con perfecto dominio del español para que se
pudiera comunicar directamente con los Agentes de
Campo en todo momento a través de sus teléfonos
447
móviles, y así estar informado del progreso de la
operación. Los Agentes solo tardaron unas horas en
encontrarse con Ricci a la vista en esa lejana ciudad,
pero le dijeron que estaba acompañado y que si quería
montarían una operación armada para llevárselo.
Summers casi gritó en su oficina al traductor para
que les diga que bajo ninguna circunstancia quería
armas en esa operación. Ya tenía muchas muertes que
justificar desde que había empezado todo esto.
Los Agentes permanecieron toda una noche de
guardia, pero no pudieron separar a Ricci de la gente
con la que se encontraba, así que cuando le
comunicaron que se iban temprano en el avión, les dijo
que esperaran su oportunidad al regreso.
Eso ocurrió un par de horas después pero solo bajó
un hombre del anfibio que no era Ricci. Los argentinos
le preguntaron si interrogaban al otro hombre que ellos
desconocían que era compañero en la AFI, y Summers
les dijo que no. Lo último que le informaron fue que el
hombre se había vuelto a ir a la media hora de llegar en
el hidroavión y ya no había regresado.

Otra vez se había escurrido como la arena entre los


dedos. Intentó llamar a Lemery, pero en París nadie
supo decirle donde estaba y su celular estaba
desconectado. ¡Paciencia!, se dijo para sus adentros;
ya volvería a llamar y esta vez no enviaría a nadie, así
estuviese en la Antártida, iría él mismo en persona para
traérselo a los Estados Unidos. Como dice el refrán, si
quieres que algo se haga bien, hazlo tú mismo. Empezó
a organizar todo a nivel familiar y profesional para poder
partir en forma inmediata hacia cualquier parte del
Globo; también llamó a un Agente muy competente con

448
el cual ya había trabajado con anterioridad, para que lo
acompañase.

449
Capítulo 100

Eran las 10:30 horas de la mañana cuando llegaron


a la frontera. Rodolfo se había encargado de toda la
tapadera, le había confeccionado con bastante
habilidad una credencial de Guía de Pesca a Angelo a
nombre del pobre Piloto al que había sustituido Ricci
que sin saberlo estaba viajando por todos lados ya que
aún conservaba su pasaporte y con él iba a viajar. Los
europeos supuestamente eran clientes suyos a los que
llevaba a uno y otro lado de la cordillera buscando las
mejores truchas. Rodolfo le había comprado a un Guía
real en San Martín de los Andes un montón de
equipamiento usado que había pagado a precio de
nuevo, pero hubiera sido muy sospechoso si todos los
aparejos fueran a estrenar.
Al final todas las preocupaciones fueron infundadas
porque en la frontera nadie les preguntó nada y ni
siquiera les revisaron el automóvil; hacía frío y a los
empleados tanto de Gendarmería154154 como de Aduana
no les apetecía salir al exterior. De pronto a Angelo se
le ocurrió pensar que es increíble cuantas cosas se
deterioran en un país cuando nadie está preparado para
su puesto de trabajo y solamente van a cobrar; esta
frontera como muchas otras de la Nación era un colador
por el cual se podría pasar con un elefante rosa y nadie
se enteraría. Del lado chileno las cosas fueron
diferentes, el edificio mismo era mucho más moderno y
funcional, estaba muy bien indicado todo el proceso
burocrático y de seguridad que había que seguir, pero
igual pasaron sin mucha dificultad. Estaba claro que

154154
N del A: Policía fronteriza en Argentina.
450
aquellos que perseguían a Ricci no querían alertar a
medio Mundo para su búsqueda.
Hacia el mediodía llegaron sin sobresaltos y por
unas carreteras espléndidas en infraestructura y paisaje
a la ciudad de Pucón. A pesar de que, de este lado de
la cordillera, lo que era una llovizna se transformó en
una lluvia persistente, no tuvieron contratiempos por la
buena señalización. Angelo ya conocía esta ciudad por
haber estado varias veces, pero los europeos quedaron
sorprendidos del entorno en el cual se ubicaba. Se
podría decir que poseía dos costas, ya que la ciudad
tenía una gran península hacia el lago Villarrica que la
dividía en dos. En un lado se encontraba su Puerto y en
el otro una inmensa playa que podría rivalizar con
cualquiera del Mediterráneo. Hacia ésta fueron a
indicaciones de Angelo para comer en un gran hotel
cuyos ventanales dan al lago lo que hacía de la
experiencia gastronómica también una sensación
intensa visual.
Después de haber degustado unos excelentes
mariscos, siguieron viaje costeando el lago hasta la
ciudad de Villarrica con el volcán del mismo nombre a
mano izquierda siempre omnipresente con su cráter
lanzando humo al cielo para que nadie olvide que está
activo.
A las 14:30 horas llegaron al Aeropuerto de La
Araucanía cercano a la ciudad de Temuco con el tiempo
justo para tomar el Airbus 320 de la compañía Sky
Airlines que partía a las 15:10 horas y que en una hora
los dejaría en Santiago de Chile. Eran unas
instalaciones ultramodernas que se habían inaugurado
hacía muy poco para sustituir al viejo Aeropuerto de
Maquehue que ahora solo atendía vuelos civiles y un
par de Aeroclubes. Las reservas que les había hecho
451
Miguez estaban esperándolos y después de devolver el
4X4 embarcaron para hacer el corto vuelo.
En todo lo que llevaban de viaje hablaron de
muchos temas, pero no tocaron la razón de porque se
encontraban haciendo este viaje los tres juntos. Angelo
se moría de curiosidad y había intentado preguntarles
cosas, pero los dos Agentes no quisieron dar ninguna
respuesta, así que se limitó a dejarse llevar y esperar
los acontecimientos.
Cuando llegaron a las 16:15 horas al Aeropuerto
Arturo Merino Benítez tuvieron que desplazarse
rápidamente para embarcar en el avión de Air France
con destino a París que tenía pronosticada su partida a
las 17:10 horas. Era uno de los vuelos más largos que
se realizaban en el Mundo, sin escalas, durante 14
horas en el espectacular Boeing 777-300 ER, el jet
bimotor más grande del mundo. El “Triple 7”, como era
conocido en la aeronáutica, era una maravilla de
ingeniería que era capaz de volar 6 horas o más con un
solo motor lo que le permitía una seguridad en la
operación muy alta, razón por la cual era utilizado para
estos largos vuelos.
El Aeropuerto de Santiago de Chile es una de las
Terminales más modernas y eficientes de
Latinoamérica lo que ayudó a que se movieran con
rapidez hasta llegar a la zona internacional y embarcar
en el avión de Air France.
Ya dentro de la aeronave los condujeron a las
enormes butacas individuales de Primera Clase que
tenía reservadas el Agente francés. Por el respeto y
deferencia con el que era tratado Guy Lemery estaba
claro que poseía documentación que lo identificaba
como una figura importante en su país.

452
Angelo aprovechó para descansar y prepararse
para las sorpresas que le esperaban en Europa. Durmió
gran parte de las horas de vuelo y solo se despertó para
recibir las comidas exquisitas que les sirvieron durante
el trayecto.
Llegaron a París a las 11 de la mañana y Angelo
disfrutó de toda la aproximación al Aéroport Roissy-
Charles de Gaulle mirando la ciudad de París que
amaba profundamente. Estaba inquieto porque no sabía
lo que lo esperaba, pero intuía que iba por buen camino
para terminar de huir.

453
DÉCIMOCUARTA PARTE
Reencuentro

Capítulo 101

El no llevar equipaje y viajar en Primera Clase les


facilitó la pronta salida hacia las salas exteriores.
Tuvieron que atravesar igual la zona de recogida de
equipajes y entraron por una puerta lateral que tenía un
gran cartel que decía “Accès interdit aux personnes non
autorisées155155”; estaba claro que Guy Lemery era una
“persona muy autorizada” porque mostró una placa al
uniformado que se encontraba del otro lado y éste cedió
el paso a los tres hombres sin abrir la boca. No pasaron
por ningún control y nadie les solicitó la documentación.
Nada más salir a la zona pública del Aeropuerto, el
Agente francés dio media vuelta, se detuvo y le dijo a
Angelo:
-Monsieur Ricci, usted ahora avanzará solo hasta la
zona donde está la gente esperando a los viajeros de
nuestro vuelo; Andrea y yo iremos detrás suyo. Por
favor, sabemos que la impresión que sufrirá será muy
intensa, pero intente mantenerse calmado para no
llamar la atención. Yo llevaré su pequeña maleta así se
desplazará más cómodo.
-Me está asustando, Agente Lemery.
-Perdón, no era mi intención; quizá debería decirle
que la impresión será buena y no mala. Vaya tranquilo.
Será un momento que recordará como una anécdota
feliz de la vida.

155155
N del A: Prohibido el paso de personas no autorizadas.
454
Angelo no alcanzaba a comprender bien lo que
quería decirle el francés, pero hizo lo que le indicó.
Entregó su maleta y fue caminando despacio hacia la
gente. Aún cojeaba un poco, resultado de la herida de
bala en el muslo y se encontraba realmente cansado,
pero la ansiedad que sentía tapaba todas las otras
molestias.
Cuando estaba a unos 10 metros del grupo de
gente vio los hermosos ojos color miel clara de Alexis
en el mismo instante en que ella lo había descubierto.
Alexis corrió a su encuentro y se abrazaron en
forma tan estrecha que parecían una sola persona.
Ambos lloraban tanto que no podían hablar. Se
mantuvieron abrazados tanto tiempo que parecía que
los relojes se habían detenido en ese instante.
Al fin se separaron y Alexis le dijo:
-¡Te quiero tanto, cariño! Solo el trabajo para verte
de nuevo consiguió mantenerme activa y expectante
para que llegase este momento.
-Yo también te quiero, Alexis. No he dejado ni un
instante de pensar en tí. Vámonos ya donde sea,
porque necesito muchas respuestas que seguramente
podrás darme solo tú.
-Ahora mismo, ya tenemos nuestra habitación en el
Champs Elysées Plaza de París, pero antes déjame
saludar a tus niñeras. Dicho esto, se aproximó a los dos
Agentes y extendiendo la mano los saludó diciendo:
-Guy, Andrea; solo quiero deciros, Gracias.
Angelo asistía a este saludo dándose cuenta que
dada la familiaridad que notaba de su esposa con los
Agentes, había cada vez más interrogantes dando
vueltas en su cerebro.

455
-Querido Angelo, quiero que cierres los ojos un
momento, por favor. Te diré cuando puedas volver a
abrirlos.
Angelo obedeció inmediatamente y Alexis hizo una
seña hacia el grupo de gente que seguía esperando a
sus amigos y familiares. Giró a su marido sobre sí
mismo y le dijo:
-Ya puedes abrir los ojos.

Ahí, de pie, a un metro de él se encontraban


Montse, su ex secretaria y… Lucca.

456
Capítulo 102

-¡Diossssss! ¡Estás vivo!


Los dos hombres se abrazaron y ambos lloraban de
la emoción, las mujeres los miraban con una sonrisa en
los labios.
-¡Tú también! No volvamos a separarnos, hermano.
Le dijo el italiano.
Cuando se separaron, Angelo reparó en Montse
que se había mantenido en un segundo plano y la atrajo
hacia sí, abrazándola y diciéndole a los dos Agentes
que aguardaban detrás suyo:
-Esta es mi familia, señores. No puedo tener mejor
suerte, ¿Verdad? Mirando a Montse le dijo: -Estás
bellísima y por lo que veo tú y Lucca estáis juntos y eso
no puede ponerme más feliz.

-Señor Ricci, cuando sepa la historia completa y lo


que estas personas y otras han hecho por usted, le
costará la mejor cena que jamás haya pagado, jaja.
-Por favor, vámonos que necesito estar a solas con
ellos. Abrazó a Alexis por un lado y a Lucca por el otro y
comenzó a caminar hacia la puerta.
-Angelo. Dijo el Agente italiano. -Nos falta atar
algunos cabos así que, por el momento, nos
moveremos todos juntos. Fuera hay unos Citroën C5
negros que nos llevarán a todos a descansar.
Se dirigieron hacia afuera y aparcados en los sitios
reservados donde solo se lo permiten a unos pocos
elegidos, efectivamente, había dos Citroën C5 con sus
chauffeurs preparados junto a las puertas.
-Angelo, sé que estás muy impaciente por saber mil
cosas, pero mejor que lo hablemos tranquilos en el

457
hotel. El coche puede estar vigilado. Susurró Alexis,
mientras caminaban, al oído de su marido.
-De acuerdo. Respondió éste y no volvieron a
hablar hasta llegar al hotel.

En la acera de la Rue de Berri del hotel Champs


Elysées Plaza de París, se separaron, Guy Lemery dijo
que se iba a su casa con la familia; esto fue curioso
porque a veces uno piensa que estas personas no
tienen a nadie que los espere. Andrea se hospedaba en
una habitación más económica del mismo hotel y ellos
cuatro subieron a dos suites contiguas que había
reservado Alexis en vez de la Suite Prestige que solían
ocupar con Angelo. Quedaron con los Agentes que al
día siguiente desayunarían todos juntos para ultimar
detalles de lo que restaba ejecutar del plan.

Entraron todos a la Suite de Angelo y Alexis y se


sentaron cómodamente en los sillones, lo único que
quería el ítalo argentino era poder encontrar las
respuestas a las mil preguntas que guardaba en su
cabeza.
-Muy bien, chicos. No me torturéis más. ¿Por dónde
empezamos? Preguntó ansioso Ricci.
-Son las 12:25 horas. ¿Qué os parece si pedimos
algo para comer aquí mismo en el hotel? Dijo Alexis
siempre práctica y organizadora. -Tranquilo amado mío,
podemos hablar mientras comemos, jaja. Dijo al ver la
cara de ansiedad de su esposo.

458
Capítulo 103

-Voy a comenzar yo e iremos avanzando poco a


poco. Empezó a hablar Alexis luego de haber llamado
para encargar la comida.
-Cuando tú habías desaparecido en el mar con el
globo, me di cuenta que todo esto se estaba escapando
de nuestras manos y necesitábamos ayuda. En primer
lugar, llamé a mi padre y le comenté por encima el
problema y me explicó la situación política en Argentina
y que bajo ningún concepto debíamos compartir el
secreto con los actuales gobernantes de ese país
porque era como darle a un mono una ametralladora
cargada y sin seguro. Como me encontraba en Valencia
y fui a dormir a casa de Juliette, en la cena el padre de
mi amiga me preguntó a qué se debía mi mal humor y
de repente se me ocurrió que no sería mala idea que
alguien con influencias como el papá de Juliette,
Monsieur Gustave Crozier, supiera todo el tema por si
podía ayudarnos. Resultó que el Cónsul correspondió
con la confesión de un secreto también y para sorpresa
de todos en la mesa, porque ni su familia lo sabía;
confesó que trabajaba part-time156156 para el Servicio de
Inteligencia francesa, la DGSE.

Angelo escuchaba concentrado y abría los ojos


como dos lunas. Alexis continuó.
-Así fue que decidió intervenir con su Agencia y
ayudarte en principio, a escapar de los españoles, y
luego a proporcionarte la posibilidad de llegar a un
acuerdo con Francia para el uso de tu descubrimiento.

156156
N del A: Trabajos que se realizan en forma ocasional y no
en jornadas laborales completas y diarias.
459
El famoso sindicalista que te has cruzado con Lucca en
el Aeropuerto de Valencia, primero, y en el Aeropuerto
de Tarbes, luego; ese que pedía firmas, jaja; era un
enviado a través de Gustave para allanarles el camino,
pero las cosas se empezaron a torcer al aparecer un
tercer grupo aparentemente de otra Agencia. En ese
momento la DGSE vio prioritario que escaparas a un
sitio donde pudieran sentarse a hablar tranquilos y os
facilitó la huída a Córcega con la ayuda del Coronel
Clermont, un viejo Agente francés discreto y confiable.

En ese momento golpearon la puerta con la comida


y Lucca fue a abrir a la camarera que coqueteó
descaradamente con el italiano. Montse que se dio
cuenta, despachó a la empleada en forma rápida y
expeditiva al tiempo que amenazaba entre dientes a
Lucca con cosas impensables si intentaba solo sonreír.
Cuando la camarera cerró la puerta detrás de ella,
todos miraron a Montse y se echaron a reir y al final
hasta ella se unió a las risas. Se sirvieron y decidieron
hablar de tonterías hasta el momento del café para que
Alexis también pudiese comer.
Lucca como buen italiano fue el encargado de
preparar las diferentes variantes de café que cada uno
le pidió en la kitchenette157157 de la suite. Al fin todos
volvieron a prestar atención a la continuación del relato
de Alexis.

-Bien, ¿Por dónde iba?, ahh sí, os mandamos en


viaje a Ajaccio. Quiero aclarar que antes de dar
cualquier paso, el papá de Juliette me consultaba

157157
N del A: Pequeña zona de cocina asociada, generalmente, a
apartamentos pequeños.
460
absolutamente todo y me pedía mi parecer; por eso es
que digo “os mandamos”. Ayyy, Ajaccio, que mal la
pasamos ahí, sobre todo Lucca. Un Agente de la NSA,
hoy sabemos que eran ellos, le disparó a Lucca y
éste…, espera que te cuente esa parte él.
-Bien, para ser sincero, la primera parte de lo que
voy a relatar es lo que luego me contaron porque yo no
estaba para enterarme de nada. Al dispararme el gordo
maloliente acertó en mi omóplato, que atravesó
limpiamente, la fuerza del disparo me tiró hacia atrás y
golpeé con la cabeza en la base del inodoro que fue lo
que en realidad hizo que perdiera el conocimiento. Al oír
y ver todo este movimiento, un Agente de la DGSE que
había venido a buscarnos, entró rápidamente al baño y
se ocupó de tapar la herida para que dejara de sangrar
y llamó a los médicos del Aeropuerto. Ellos hicieron las
primeras curas y luego me llevaron a un hospital donde
me hicieron muchos estudios para determinar el
alcance del golpe en la cabeza que al final revestía más
gravedad que la herida de bala. En todo este tiempo el
Coronel no se movió de al lado de mi cama y fue el
enlace con Alexis que no paraba de llamar al menos 20
veces al día, jajaja. Finalmente fue el mismo Coronel el
que me llevó de vuelta al continente y regresé a España
para trabajar en tu rescate. Mientras estaba en la cama,
con tiempo para pensar, se me ocurrió una idea. Mi
padre tiene muchas relaciones políticas en Italia, le son
necesarias para poder funcionar comercialmente con su
fábrica, así que le llamé. Le dije que necesitaba hablar
con alguien del CESIS de confianza y con la mente
abierta a cosas nuevas. La persona indicada era
Andrea Bottano a quien yo además ya conocía como
amigo de la familia, pero del cual pensaba que solo era
un empleado del Gobierno italiano. Andrea escuchó mi
461
relato con atención y no fue necesario mostrarle nada
porque confió en mi palabra, decía que si yo me lo
había creído es que era cierto. Los franceses ya
estaban medio al tanto del tema porque hubo que
decirles algo para que se involucraran, sobre todo
después del atentado a mi persona en Córcega.
Hicimos una primera reunión a la cual asistieron Alexis,
el papá de Juliette, Guy Lemery, Andrea Bottano y yo.
Decidimos que no era mala idea que fuesen dos los
países custodios del secreto, incluso Guy y Andrea se
conocían con anterioridad y acordaron mantener todo
esto en un nivel al que solo accedieran ellos dos sin
hacer nada del conocimiento público. Ambos ocupaban
un puesto dentro de sus respectivas Agencias que les
permitirían utilizar recursos sin tener necesidad de dar
demasiadas explicaciones. Pero yo sabía que aún así
se nos podía ir de las manos y la solución me vino sola.
Entre los varios llamados que recibí para darme ánimo
luego de mi “accidente”, recibí uno especialmente
interesante. La familia de un amigo de la infancia se
radicó en Mónaco hace muchos años y éste fue
introduciéndose en la política local hasta ser hoy uno de
los 15 miembros del Conseil Communal que es algo así
como el Ayuntamiento o Municipalidad de la Ciudad-
Estado. Cuando este amigo se comunicó conmigo le
pedí hablar con él y fui con el Elitar Sigma; perdón
Angelo por el intensivo uso que le di al anfibio, jaja,
hasta el Puerto de Fontvieille en la costa monegasca.
En media hora le expliqué lo que quería que no es ni
más ni menos que Mónaco nos sirva de catalizador
entre los dos países que más injerencia tiene en la vida
social, económica e incluso militar del pequeño estado y
esa misma mañana hablamos con el Ministre d’État que
es algo así como el Presidente. Debe ser uno de los
462
pocos lugares del Mundo al que se puede acceder a su
Presidente con tan poca antelación. Hicimos una
segunda reunión en Mónaco Ville en la cual participaron
los mismos que en la primera más el Ministre d’État y se
acordó que nos radicáramos todos en la pequeña
Nación donde podríamos desarrollar todo el legado de
Tesla sin interferencias extrañas y protegidos de
ambiciones foráneas. Nos dieron un taller muy bien
equipado que cuenta con dos viviendas colindantes
muy cómodas en el barrio de La Condamine en el
Boulevard Rainier III; eran de una antigua familia que se
los alquilaba a una pequeña bioquímica y ahora harán
lo mismo con el Estado que nos lo cederá a nosotros;
es decir, ¡Qué viviremos gratis!, jaja.
-¡¡Es increíble todo lo que habéis trabajado en mi
ausencia!! Interrumpió Angelo.
-¡Y aún falta!, jaja. Acotó Alexis. -Con la ayuda
invalorable de Montse, hemos vendido casi todas
nuestras propiedades en España. La casa de La Florida
y el apartamento en Madrid están a la venta y como
estaban a nombre de la sociedad he dejado todos los
papeles firmados para que se puedan vender sin
problemas, ya nos avisarán. Los coches y la moto los
he vendido a un compra-venta de automóviles
asesorada por Lucca. Tu amigo Pablo de Robledillo de
Mohernando ya te ha vendido el Diamnod DA-42 y casi
ha negociado el Elitar Sigma, aunque no entiende muy
bien porque quieres vender todo; estaría bien que le
hicieras una llamada cuando estemos tranquilos en
Mónaco. El Piaggio P-180 Avanti II sigue en el
Aeropuerto de Tarbes y tienes que ir a buscarlo y traerlo
a Nice que será más fácil venderlo. Por otra parte, la
Ferrari de Lucca ha decidido conservarla porque está a
nombre de la empresa del padre y en Mónaco no llama
463
la atención. Prácticamente hemos borrado el rastro de
tu nombre y el de Lucca para que sea muy difícil
encontrarlos. Ahora, por favor, llama a mi padre que
quiere hablar contigo y luego al papá de Juliette. Por la
mañana, a las 8 horas os pasará a buscar el chauffeur
de Guy Lemery y tú con Lucca os iréis a desayunar con
él porque desea hablaros en privado, nosotras
bajaremos a desayunar juntas en el comedor del hotel.
-No puedo más que agradeceros todo lo que habéis
hecho, aunque tendré que pasar el duelo por algunas
cosas materiales que quería mucho. La culpa es toda
mía por haberos embarcado en esta aventura sin saber
muy bien en que os estaba metiendo. Solo tengo una
pregunta, Alexis. ¿Dónde está mi colección de libros de
Julio Verne?
-Sabía que lo preguntarías y ya están en la
biblioteca de la casa que ocuparemos en La
Condamine.

464
Capítulo 104

Angelo le pidió el celular a Alexis y se comunicó con


su suegro.
-Querido suegro, aquí estoy, bien, gracias a usted.
-Mi hija, se puede haber equivocado, pero no
deseaba que se quedara viuda, jaja. Hablando en serio,
¿Cómo está la herida?
-Bien, ya casi es solo un mal recuerdo. Quería
decirle que la persona que envió, Rodolfo Miguez, es un
ser magnífico que se ocupó de mí en todo momento,
además es un profesional en lo suyo. Sin él, es muy
probable que a estas horas estuviese flotando en el
Mississippi. Cuando todo esto termine quisiera verlo
para agradecerle como es debido.
-Hijo, seguro que no faltará oportunidad. Cuida a mi
hija.
-No se preocupe, es lo más preciado que tengo.

La llamada a Gustave Crozier, el papá de Juliette


fue lo que hizo a continuación.
-Buenas tardes Señor Cónsul.
-Buenas tardes, Angelo; esperaba su llamado.
Espero haber hecho las cosas bien y todo marche
según lo previsto.
-Bien, es poco. Nos ayudó a huir de España y nos
ha salvado la vida directa e indirectamente a mi amigo
italiano y a mí.
-No será tan así. Escuche con atención porque aún
no hemos terminado y se avecinan tiempos duros.
Mañana no olvide hablar con el Agente Lemery durante
el desayuno y todo lo que le diga está avalado por mí.
Si tiene alguna duda y necesita hablar con alguien vaya
a donde compró su colección más preciada de libros; el
465
librero es una persona de mi mayor confianza, déjese
guiar por él.
Angelo no entendió muy bien de que estaba
hablando el Cónsul, pero supuso que por la mañana se
le aclararía el panorama.
-Así lo haré, se los debo a todos vosotros. ¿Cómo
está mi sobrina preferida? Preguntó refiriéndose a
Juliette.
-Enamorada de usted, como siempre. Si no lo
ayudaba, perdía una hija así que no me quedó mucha
alternativa.
-Ya conocerá un hombre que me desbancará
rápidamente, jaja.
-Seguimos en contacto, Angelo; buenas tardes.

Angelo se quedó pensativo. Lo poco que le dijo el


Cónsul, le preocupó. Él pensaba que todo estaba
terminando, pero por lo que le dijo el francés aún
restaba un capítulo. Aún recordaba cuando el librero del
Quartier Latin le entregó su tarjeta diciendo: <Si no
encuentra la salida en Francia yo puedo ayudarlo>, o
algo similar y parece que, según le indicó el Cónsul,
sería necesario ir a visitarlo. Nada podría hacer hasta
mañana así que se relajó y dijo:

-Ahora abramos una botella y brindemos.


Dirigiéndose al frigobar de donde sacó una botella de
champagne Laurent Perrier.

Después de brindar, Montse y Lucca se fueron


achispados a su Suite y al fin quedaron solos Angelo y
Alexis que dedicaron un par de horas para poner al día
sus cuerpos. Por la noche bajaron a cenar al comedor
del hotel porque llamó Andrea, el Agente italiano y se
466
les unió sugiriéndoles que no era conveniente salir a
ningún restaurante. Finalmente se fue cada uno a su
habitación a esperar lo que les deparaba el siguiente
día.

467
Capítulo 105

Eran las 8 horas en punto cuando Angelo y Lucca


estaban en la puerta del hotel otra vez juntos. Angelo lo
miró y pensó que quizá, sí, tenía un hermano que
compartía sus mismos pensamientos. No siempre en la
vida la familia era la que deseábamos, a veces estaba
perdida y había que encontrar a los parientes. Su
hermano real jamás podría estar a su lado, como había
podido comprobar hacía poco, y Lucca casi había
perdido la vida por seguirlo en su aventura; quizá era
esto lo que ocurría realmente. A pesar de la
incertidumbre que sentía, estaba feliz. A las 8:02 horas
se acercaron los ya familiares Citroën C5 negros, el
primero se detuvo y mientras el chauffeur daba la vuelta
al coche se disculpó diciendo:
-Perdón por la tardanza, ha sido culpa del tráfico
matinal.
Angelo miró instintivamente su reloj Tissot T-Touch
Expert Solar, distinguido y sport a la vez, que Alexis le
había traído para cambiar por su trajinado Smart-Watch,
y vio que solo pasaban dos minutos de las 8 y pensó
que su jefe sería muy estricto para que tuvieran que
disculparse por solo 2 minutos.
-No hay problema. Le respondió automáticamente.

Subieron y fueron conducidos directamente a La


Piscine como eran llamados los cuarteles generales de
la DGSE en el Boulevard Mortier 141 en el XX e
arrondissement, llamados así por la cercanía a las
piscinas de Tourelles de la Federación Francesa de
Natación. Detrás de ellos siempre venía el segundo
automóvil, Angelo sospechaba que no era para
transporte sino una Guardia extra de seguridad. Al
468
llegar, el chauffeur apretó algún dispositivo inalámbrico
que ocultó los pilones en el suelo y abrió una pesada
puerta blindada a través de la cual se accedía a las
entrañas de la sede de la DGSE. Una vez en el interior,
fueron sometidos a una exhaustiva revisión, tanto ellos
como los automóviles e incluso los dos chauffeurs que
seguramente pasaban por ahí varias decenas de veces
por día. Por algún extraño servicio de credenciales
ultrarrápidas, al cabo de cinco minutos aparecieron
sendas tarjetas plásticas con banda magnética con sus
respectivas fotografías que debieron colgarse del cuello
según las indicaciones que les dieron.
Fueron conducidos a través de innumerables
pasillos hasta que los dejaron en presencia de una
secretaria que los recibió con una espléndida sonrisa.
-Señores Ricci y Tempolini, supongo. Buenos días.
En un momento los recibirá el señor Director Lemery.
Dijo en francés de La Sorbonne158158.
Aparentemente Guy Lemery era Director de alguna
dependencia de la Agencia de Inteligencia y a juzgar
por el tamaño del antedespacho, de una importante.

Lemery los recibió también con una sonrisa y los


hizo sentar en unos sillones que demostraban que
Francia era un país con su economía en orden.
Permanecieron dentro algo más de dos horas y
media y cuando salieron parecían dos fantasmas.
Estaban blancos y sus rostros mostraban miedo y
preocupación.
Guy Lemery les “prestó” los automóviles para que
se movieran por París y fueran donde quisieran siempre

158158
N del A: La mejor Universidad de Letras y Humanidades del
Mundo ubicada en la ciudad de París.
469
que lo hicieran acompañados por los conductores que
estaba claro que eran algo más que personas que
sabían conducir un vehículo.
Al volver a salir del Cuartel de la DGSE Angelo se
inclinó hacia adelante y le dijo al conductor si podía
llevarlos al Quartier Latin y hacia allí fueron conducidos
sin discusión. Al llegar aparcaron con la mitad del coche
sobre las estrechas aceras del barrio dejando el paso
justo para otro vehículo y demostrando que las
prohibiciones viales no eran algo que existiese para
ellos. Uno de los hombres se dirigió hacia la esquina
donde estaba un Policía y mostrándole la cartera
abierta le señaló los vehículos, el uniformado hizo la
venia y se acercó hacia los Citroën. Cada vez se daban
más cuenta que habían pasado a formar parte de un
grupo de personas que estaba un escalón por encima
del peatón común de la calle. Lucca y Angelo entraron
al local y los dos hombres permanecieron en la puerta.
Lucca no había hecho ningún comentario ni pregunta y
se dejaba llevar suponiendo que Angelo tenía sus
buenas razones para ir ahí.

La librería estaba tal cual la recordaba Angelo, un


local estrecho con la caja de guantes desechables en la
puerta y el inescrutable Bernard Ponté en el centro del
local.
-¡¡Buenos días, señor Ricci!! ¡Qué alegría que haya
regresado a mi establecimiento! Extendió la mano y
estrechó la de ambos mientras Angelo los presentaba.
-Señor Ponté, el señor Tempolini.
-Mucho gusto señor Tempolini, ¿Otro ítalo
argentino?
-No, solo ítalo, jaja. Respondió Lucca.

470
Angelo se adelantó a mirar las pantallas de
seguridad que abarcaban el local y vio que se
encontraba vacío en este momento.
-Estamos solos, señor Ricci. Los esperaba. Nuestro
amigo común de Valencia me advirtió ayer de que
vendrían. Dijo el francés refiriéndose sin dudas al papá
de Juliette.
-No quiero interrumpir su jornada laboral y hacerle
perder dinero, así que iré directamente al grano. Tengo
mis dudas respecto a una persona y necesito que
alguien de fuera me de referencias. Últimamente
tenemos muchas relaciones con un tal Guy Lemery y
nuestro futuro depende de la confianza que podamos
depositar en él. Sabemos cual es su empleo y que la
confianza es un bien más bien escaso en esa profesión,
pero nuestra vida está en juego y depende de usted el
que pueda dormir esta noche.
-Señor Ricci, llevo más de 30 años en la “empresa”
y jamás he oído que el señor Lemery haya traicionado a
nadie, y eso, como usted bien ha dicho, no es sencillo
de encontrar en nuestro oficio. Creo, y adquiero la
responsabilidad de la afirmación, que pueden confiar
plenamente en él. Ahora, ¿Desea ver algún libro de
aeronáutica?

Con esto, Angelo se dio cuenta que se había


terminado la conversación sobre el tema. Estaba
aprendiendo que entre los Agentes de Inteligencia las
palabras no eran algo que se gastase en forma
demasiado abundante.
-Tal vez dentro de poco pueda venir a que me
muestre algún libro que pueda interesarme. Le estoy
sumamente agradecido por su información.
-Ya sabe donde encontrarme.
471
Se despidieron y subieron a los coches siempre
acompañados de los hombres de traje. Cuando
estuvieron sentados adentro, se abrazaron y Angelo
dijo:
-¡Allá vamos, hermano!

472
Capítulo 106

-Parece que no se ha asociado con los más listos


del Planeta, los actuales Agentes del AFI de Argentina
son más bien de Desinteligencia. Dijo al teléfono
codificado, Guy Lemery desde su oficina de la DGSE.
-Efectivamente, cometí un error de cálculo, pero no
volverá a ocurrir. Tengo todo preparado para salir yo
mismo en persona hacia donde me indique. Contestó
Jason Summers en la oficina de la NSA al otro lado del
océano.
-Creo que tendrá una última oportunidad antes de
que queden tan protegidos que no se podrá acceder a
ellos nunca más. Tenga en cuenta que la única
documentación que existe es la que ya posee. La clave
son Ricci y Tempolini, es más, creo que tendrían que
estar juntos, porque lo que saben es complementario lo
uno de lo otro.
-Sí, la documentación es la que presentó Ricci a la
Oficina de Patentes española y a pesar de que es muy
prometedora y nos ilusiona mucho, no sirve en sí para
nada. Mi gente está como loca porque el ítalo argentino
les de las claves para pasar en limpio todo. Por eso es
que resulta tan importante que venga a Estados Unidos
y esté de un humor colaborador.
-Nuestro acuerdo sigue tal cual lo hemos hablado.
Todo lo que redunde en algún tipo de beneficio
económico tendrá que ser compartido conmigo. Yo les
facilito el acceso a Ricci y ustedes me dan un retiro
cómodo de por vida. No olvide nunca que la DGSE es
grande y poderosa, no me costaría nada dar con Ricci
otra vez y esconderlo bajo tantas capas de tierra que no
volverían a verle nunca más el pelo.

473
-No se preocupe Lemery, nunca traicionamos a
nuestros aliados, tiene mi palabra personal en este
tema. Ahora, por favor, dígame a que lugar del Mundo
tengo que trasladarme.
-He tratado de ponérselo lo más fácil posible.
Mañana a las 14 horas aproximadamente tendrá que
estar en el Aéroport de Nice, ¿Es factible para usted?
Ricci y Tempolini vendrán en el Piaggio P180 Avanti II
que usted ya sabe que es propiedad de nuestro
objetivo, desde Tarbes. Los estoy ayudando y vigilando
constantemente con dos hombres porque si les pasara
algo, todo desaparecería con ellos, no hay planos, ni
fórmulas, ni manuales; la información que nos sirve está
en sus cerebros.
-Podré estar sin problemas, ahora mismo me está
esperando un avión militar para transportarme a Nice.
¿Vendrá usted?
-¡Desde luego! No me lo perdería por nada del
Mundo. Cuando aterrice estaré a su lado para que lo
esperemos juntos y las cosas no vuelvan a salir mal.
Dijo el francés haciendo referencia a hechos que le
dolían mucho al americano. -¿Vendrá solo?
-No, me acompañará uno de mis mejores hombres
en el Campo. Ya he trabajado con él, es tranquilo y de
fiar.
-Recuerde que no quiero nada de violencia,
juguemos bien las cartas y ambos hombres volverán
contentos con ustedes dos. Están huérfanos, solos y
desorientados; ofrézcales seguridad y tranquilidad para
ellos y sus familias, y lo acompañarán al fin del Mundo.
-Así lo haremos, con la violencia no me ha ido muy
bien últimamente; aún sigo rellenando informes.
-Muy bien, nos vemos mañana por la tarde en el
Aéroport de Nice. Cuando aterricen diríjanse a las
474
oficinas de Air France y pregunten por mí, los estaré
esperando y sino alguien los conducirá directamente a
la torre de control desde donde podremos ver la
aproximación y aterrizaje del Piaggio P180 en primera
fila.
-Hasta mañana. Se despidió el Agente de la NSA.

475
Capítulo 107

El día era espléndido, parecía más un día otoñal


que invernal; con apenas un abrigo fino se podía estar a
la intemperie y el Sol brillaba en lo alto omnipresente.
Lucca y Angelo llegaron al Hotel donde los estaban
esperando Montse, Alexis y Andrea, el Agente italiano,
que preguntó.
-¿Ha sido provechosa la charla con mi colega
francés?
-No sé si provechosa es la palabra, quizá
inquietante se ajuste mejor. Contestó Angelo.
-Bien, yo debo dejarlos por el momento. Nos vemos
en Mónaco. Dicho esto, el italiano dio media vuelta y se
introdujo en un taxi.
-Bueno, nosotros podemos hacer lo que queramos
hasta las 14 horas más o menos que es cuando nos
llevarán a tomar nuestros vuelos; Lucca y yo iremos en
un vuelo de Air France HOP que sale a las 16:10 horas
hacia Tarbes a buscar el Piaggio y vosotras iréis en el
vuelo de las 16:20 horas de Air France a Nice. Sugiero
que demos una vuelta y luego vayamos a comer a un
tres estrellas159159 que le tengo ganas hace rato,
L’Ambroisie160160, en la Place des Vosges, bajo las
galerías de la acera, lo que los españoles llaman
soportales. Eso sí, tendremos que ir acompañados todo
el rato por un par de hombres de Lemery por nuestra
seguridad. El francés me aseguró que eran
159159
N del A: Sistema de calificación de la Guía Michelin que va
de una a tres estrellas, muy difíciles de conseguir y de conservar.
En el momento de la escritura del libro este restaurant poseía 3
estrellas y 4 tenedores; lo máximo posible.
160160
N del A: En español, Ambrosía, que se cree era la comida y
bebida de los Dioses en la Mitilogía Griega.
476
profesionales y que ni los notaríamos una vez que
bajásemos de los coches. Podríamos bajar de los
automóviles en el Boulevard Bourdon e ir caminando
por la orilla del Canal hasta la Place de la Bastille, luego
bajo los árboles del Boulevard Beaumarchais y
entramos a la Place des Vosges por la Rue de Mule.
-¡Ayyy! ¡Me encanta la idea! Gritó Montse. -Podré
ver la Place de la Bastille. Lucca, tenemos que volver a
París, es la ciudad más bonita del Mundo. Hay
muchísimo para ver y recorrer.
Montse estaba muy ilusionada porque solo había
pasado una vez en un viaje que había hecho de
Barcelona a Bruselas en coche, pero no había llegado a
ver casi nada de la ciudad y París era mucho París. Era
una ciudad de contrastes, con barrios en donde se
podía “oler” el dinero y otros donde no era aconsejable
quedarse cuando el Sol dejaba de iluminar. Tenía
innumerables rincones que enamoraban al visitante
hasta el punto de hacer que éste deseara quedarse ahí
para siempre. Además, París tenía algo que la hacía
única y era la exquisita creación del Ingeniero Gustave
Eiffel, su torre; más que un símbolo de la ciudad era
una de las edificaciones más bonitas del Mundo. Solo
aquellas personas que han tenido la suerte de verla y
visitarla lo pueden entender. Cuando uno está bajo una
de sus arcadas toma realmente dimensión de su
tamaño; si antes de llegar a la ciudad solo se había
visto por fotos o filmaciones quedará inmediatamente
emocionado hasta las lágrimas por esta “dama” de 300
metros.
Montse había sucumbido al encanto de París
quedando enamorada para toda la vida y eso que no
era una chica de pueblo; había nacido y vivido en

477
Barcelona y trabajado en Madrid muchos años, pero
París no se podía comparar a ninguna ciudad.
Subieron a las habitaciones y cada uno trajo su
pequeño equipaje que colocaron en los vehículos para
ir directamente a Orly desde el restaurant.

Salieron contentos y recorrieron el trayecto


propuesto por Angelo siempre con la sombra de los dos
Agentes de la DGSE a una distancia prudencial que no
les incomodaba pero que podían acudir rápidamente a
su lado. Comieron espléndidamente como se espera
cuando uno se sienta en un establecimiento de tan alta
calificación y casi como dos parejas en viaje de placer
rieron y disfrutaron de la mutua compañía.
Los Agentes los llevaron al Aeropuerto de Orly, al
sur de la ciudad por las autopistas y a las 15:30 horas
estaban las dos parejas en sus preembarques
respectivos.
El vuelo de Lucca y Angelo salió con un poco de
retraso a las 16:14 horas hacia Tarbes y el de Montse y
Alexis puntual a las 16:21 con destino a la Côte d’Azur.

478
Capítulo 108

El CRJ 1000 de Air France HOP, una subsidiaria de Air


France, llegó al Aéroport de Tarbes-Lourdes-Pyrénées
poco más de las 17:30 horas. Ya era casi de noche,
pero solicitaron permiso para ir a ver el avión que
habían dejado allá lejos en un rincón hacía lo que
parecía una eternidad. Cuando estaban a apenas unos
10 metros se acercó un operario de entre las sombras
preguntando:
-¿Es usted el propietario?
-Sí, así es. Respondió Angelo.
-Bien, nos llamaron para que lo tuviéramos listo y
reaprovisionado.
Se veía que el brazo de Lemery ya se había anticipado.
-Muchas Gracias. Igual saldremos mañana antes del
mediodía.
-Ahh, perfecto. Las reparaciones ya han terminado y
está todo listo.
Angelo y Lucca se miraron sin saber muy bien a que
reparaciones se refería el operario.
-¿Sabe usted cuales fueron esas reparaciones?
-No, yo solo me ocupé de prepararlo para el vuelo.
-Gracias otra vez, nos veremos mañana.

El hombre volvió a la zona edificada y ellos dieron toda


una vuelta alrededor del avión antes de encaminarse
hacia allí también. Cuando ingresaban a la Terminal
vieron una cara conocida que se les acercaba. El
sindicalista que aparentemente siempre estaba en los
Aeropuertos donde estaban ellos les sonrió y dijo:
-No sé si volver a pedirles una firma, jaja; solo quería
comunicarles que yo personalmente me encargué de
que todo estuviera en orden para el vuelo de mañana.
479
-Se lo agradecemos y ahora querríamos pedirle un
último favor. Necesitamos un taxi que nos transporte
con seguridad a Bagnères de Bigorre.
-Estaba por decirles que fuera hay un automóvil con
chauffeur que está a su servicio. Mañana también los
traerá al Aeropuerto. Es un…
-No me diga nada. Interrrumpió, Angelo. -Es un Citroën
C5 negro.
-¡Efectivamente!, ¿Cómo lo sabía?
-Es que ya voy tomándole la mano a esto de los espías,
jaja.
Se despidieron y salieron a la búsqueda del automóvil
con conductor.

En Bagnères de Bigorre, como un Ballet, casi


ejecutaron los mismos pasos que en su anterior visita
sin olvidarse de una visita a los baños termales. Esta
vez estaban muy ensimismados, cada uno pensando en
sus cosas y decidieron cenar en un restaurant en el
centro y no fueron a casa de los amigos de Angelo
porque el humor no era el mismo que en el anterior
viaje.
Por la mañana, al bajar encontraron al Citroën en la
puerta que los llevó directo al Aeropuerto. Con la ayuda
del operario que ya sabían que era un Agente de la
DGSE hicieron todas las comprobaciones al avión y a
las 10:52 horas quedó asentado el despegue en la
Torre de Control de Tarbes.
Muchas veces en los meses sucesivos se repasarían
las grabaciones de las comunicaciones y el Registro de
Vuelos de ese día.

480
DÉCIMOQUINTA PARTE
El Plan

Capítulo 109

Ese mismo día en el sur de Francia, el clima


amaneció fresco y con el cielo límpido salvo algunos
cirrocúmulus que podían predecir algún cambio en las
próximas 24 o 36 horas. Guy Lemery se había
levantado temprano en un apartamento que la DGSE
conservaba en Saint-Jean-Cap-Ferrat sobre la Avenue
Jean Mermoz después de una operación contra un
traficante de armas de medio pelo al que tenían alojado
a cargo del Estado en Fleury-Mérogis161161. Eran las 8
horas, pero a pesar de que estaba a solo 15 kilómetros
del Aéroport de Nice, sabía que a veces se ponía
pesado el tráfico y se podía demorar una hora en
recorrer la corta distancia. Desayunó y se preparó para
lo que podía ser el día más significativo de su carrera;
no lo había buscado, pero cuando se le presentó no
dudó en montar la operación más importante de su vida.
Al salir notó en su nariz el aire salado con olor a
pescado que venía del pequeño puerto deportivo que se
encontraba cruzando la calle. Se había vestido
elegante, pero con ropa sport, nada de traje y corbata
que en esta zona de veraneo llamaría más la atención
que un cerdo verde. Subió a su coche y partió en
dirección al Oeste a la costa, por el Promenade des
Anglais, en vez de subir a la Corniche.
Arribó a la Terminal y se dirigió directamente al
pequeño aparcamiento detrás de la Torre de Control al
que se accedía por el Boulevard Maryse Bastié; mostró

161161
N del A: Famosa cárcel en los suburbios del sur de París.
481
sus credenciales para poder acceder y le asignaron una
plaza de estacionamiento que reservaban para
visitantes VIP. Entró a las dependencias y aunque ya
estaba todo coordinado, habló con el encargado de ese
día para evitar problemas, no quería que nada saliese
mal. Una vez que se aseguró que los esperarían sin
inconvenientes y ultimar los detalles, preguntó cual era
la manera más rápida de acceder a la zona de
pasajeros y le respondieron que se encontraba bastante
lejos, en realidad, en el otro extremo de los edificios por
lo que le asignaron una furgoneta del Aeropuerto con
chófer para que pudiese acortar el trayecto yendo por la
calle de circulación interna, estaría a su servicio hasta
que se fuera.
Bajó a nivel de la Plataforma y encontró la furgoneta
donde le habían indicado, se subió y se dirigió a la
Terminal de pasajeros. Después de un corto paseo a
través de la parte trasera de todas las edificaciones
llegó a la parte baja de la construcción circular más
conocida de la Aeroestación. Descendió y al entrar a la
zona pública descubrió a varios de sus hombres que ya
se encontraban en sus puestos de vigilancia, ninguno
de ellos hizo el menor gesto de que lo conocieran a
pesar de que su cara era famosa en la DGSE. Entre
una cosa y otra se habían hecho las diez de la mañana,
la hora en que había quedado con los Agentes
estadounidenses en las oficinas de Air France a través
de un mensaje que se habían intercambiado.
Al ingresar a la oficina vio a dos hombres bien
vestidos con cara de agotamiento sentados en la
pequeña zona de espera y supuso que serían ellos,
pero decidió seguir los pasos correctos. Se acercó al
primer escritorio y mostrando su credencial se dio a
conocer.
482
-Señor Lemery, esos hombres de ahí, lo están
esperando. Le comunicó una bella empleada.
-Muchas Gracias, preciosa. Le gustaba elogiar a las
mujeres y lo hacía en cuanto se le presentaba la
oportunidad. La joven le sonrió y él quedó satisfecho de
ver que le había dado la razón para que eso sucediera.
Se dirigió al encuentro de los hombres y a medida
que se acercaba los evaluó. Uno era alto y con un
cuerpo que denotaba ciertos cuidados y ejercicios,
quizá algo de running162162 o bicicleta; el otro en cambio
era más bajo, pero con un físico más propio de varias
horas en gimnasio que aerobismo al aire libre.
Rápidamente ubicó a cada uno con el físico adecuado.
-Buenos días señor Summers. Dijo extendiendo la
mano hacia el más alto y hablando en inglés.
-Buenos días, supongo que usted es Monsieur
Lemery. Contestó efectivamente el Agente Summers.
-Así es, su acompañante es …
-El Agente Tennyson. Presentó el americano a su
compañero.
Ambos se dieron la mano y los tres juntos
comenzaron a caminar hacia afuera de las oficinas por
el amplio hall del Aeropuerto.
-Tengo una furgoneta en la Rampa que nos llevará
rápidamente a la Torre de Control, pero tenemos tiempo
de tomar un café si lo desean. Según me han dicho, el
Plan de Vuelo rellenado en Tarbes estima el despegue
alrededor de las 11 horas y tardarán unos 40 minutos
en llegar aquí así que aún disponemos de unos minutos
antes de que arriben. Los ubicarán en uno de los
parking para vuelos privados y los trasladarán luego a la

162162
N del A: Ejercicio que consiste en correr a un ritmo
sostenido generalmente realizado al aire libre.
483
terminal que está debajo y a la derecha de la Torre por
lo que podremos esperarlos y ser los primeros en hablar
con ellos, incluso he dispuesto que se nos preste un
cómodo despacho para que no seamos interrumpidos
por nadie.
-Me parece perfecto y dado que poco podemos
hacer más que esperar, un café sería perfecto; llevamos
muchas horas de viaje encima. Habló Summers por los
dos, dejando claro que el otro Agente era inferior en
rango.

484
Capítulo 110

Se dirigieron hacia la espléndida cafetería cuyos


ventanales permitían abarcar gran parte de la
Plataforma y Pistas del enorme Aeropuerto. Charlaron
de cosas banales y luego bajaron para ser
transportados hacia la Torre de Control. Subieron en el
ascensor y una vez arriba les pidieron que hicieran
silencio y se sentaran en un rincón desde donde podían
ver toda la operativa de la torre, pero no molestarían a
los que allí trabajaban. El Aéroport de Nice era el tercer
Aeropuerto de Francia solo precedido por los dos de
París, transportaba aproximadamente 15 millones de
pasajeros por año y todas sus instalaciones eran
monstruos adaptados a ese volumen de gente. La Torre
de Control no era una excepción y varios controladores
por turno se encargaban de dirigir el gran baile aéreo
sin ocasionar sobresaltos a nadie, ni en tierra ni en el
aire. Todos estaban concentrados en su estresante
trabajo y no prestaron mucha atención a los invitados.
El guía que los condujo les mostró al controlador que se
iba a encargar del vuelo de su interés, quien les hizo
una seña con la mano a modo de saludo para todos. Le
explicaron que El Piaggio tenía una matrícula que
Summers anotó en una libreta y que cuando la
escucharan por los altavoces sabrían que eran ellos.
Generalmente no ponían los altavoces salvo que fuera
una emergencia, pero esta vez por deferencia a ellos
estarían conectados con su controlador.
A las 11:26 horas se oyó en francés por los
altavoces:
-Tour de Nice, Eco Charlie Golf Alfa Bravo.
-Adelante Alfa Bravo.

485
-¡Son ellos! Casi gritó Summers. Inmediatamente
levantó la mano pidiendo disculpas.

-Vertical de NDB Mike Uniform Sierra con Nivel 100


efectuando procedimiento STAR BIRGO 6C esperando
ILS 04, Alfa Bravo.
-Inicie procedimiento para ILS 04 Lima según carta
11-1. Temperatura 13 grados, visibilidad horizontal 10
kilómetros o más, QNH 1 0 1 2, viento de los 020 a 10
nudos. Tráfico precedente un Citation. Avise con tráfico
a la vista o establecido en el localizador.
El Piaggio colacionó la transmisión y quedó en
silencio.
A los pocos minutos volvió a oirse la voz desde el
avión.
-Nice Control tengo problemas con el motor número
1, funcionamiento intermitente, me alejo de la costa
según procedimiento con rumbo 095.
-Autorizado rumbo 095. Le despejo el Área. Pase a
frecuencia 121.5163163.
-En 121.5.
En la torre ya se notaba el hormigueo de un
problema, nadie desatendía su trabajo, pero estaban
con un oído atentos a las comunicaciones del avión en
problemas.
-Desaceleramos al mínimo operativo y apagamos el
motor número 1. Alfa Bravo.
-Asignamos prioridad, comunique intenciones Alfa
Bravo.
Ambos lados de la radio demostraban tranquilidad y
profesionalidad.

163163
N del A: Frecuencia que es asignada a nivel internacional
para emergencias aeronáuticas.
486
-Vamos a proceder a girar y aproximarnos con
rumbo 320, aún continuamos con intención de aterrizar
en su Aeropuerto, pero lo haremos visual de acuerdo a
circunstancias. Alfa Bravo.
-Autorizado a aproximación con rumbo 320,
demoramos otros aviones y liberamos espacio para que
pueda operar. ¿Nos tiene a la vista?
-Aún no, vamos a hacer silencio de radio unos
minutos para realizar todos los procedimientos de
emergencia, volvemos en breve. Alfa Bravo.
-Esperamos su regreso.

Los Agentes se miraron mientras en la Torre se


desarrollaba toda una actividad que ponía en
funcionamiento los protocolos de aterrizaje de
emergencia. Ya se empezaban a oír fuera algunas
sirenas y ruido de motores de camiones. Los
Controladores habían desviado a sus vuelos y estaban
cerrando el espacio aéreo correspondiente al Aéroport
de Nice dando prioridad a la aeronave en emergencia.
Cuando desaparecieron de la pantalla del radar todos
los puntos luminosos menos el correspondiente al
Piaggio que venía lentamente hacia la Terminal,
sentaron al hombre encargado de hablar con ellos en el
centro de la torre y el resto permaneció en silencio a su
alrededor.
-Alfa Bravo, ¿Me recibe?
Pasaron unos segundos sin respuesta.
-Alfa Bravo, ¿Me recibe? Volvió a repetir el
operador.
-Aquí Alfa Bravo. Se escuchó por los altavoces con
voz débil e interferencias.
-Se lo oye más bajo y con interferencias Alfa Bravo.

487
-Tenemos problemas eléctricos. Los tenemos a la
vista.
Todos se apresuraron a levantarse y mirar por los
ventanales de la Torre hacia el mar.
-Ahí están. Gritó señalando hacia un punto uno de
los controladores.
-Alfa Bravo, ya los vemos. Hagan el último esfuerzo
y los esperamos con café.
Por unos segundos hubo silencio mientras el avión
se agrandaba en las ventanas. Los tres Agentes
estaban congelados mirando la aeronave aproximarse
desde el mar en forma casi perpendicular a la costa.
Ninguno abría la boca y solo se oía el crepitar de la
radio.
Al fin llegó lo que nadie quería oír.
-¡Mayday, Mayday, Mayday! Se detuvo motor
número 2, nos precipitamos al mar.

Por los ventanales ya se podía ver claramente a


unos dos kilómetros como el Piaggio se inclinaba hacia
el agua.

488
Capítulo 111

Todo el Aeropuerto tenía la vista fija en la aeronave


que caía hacia el mar, incluso, con ese olfato que tiene
el ser humano para las desgracias, también los
pasajeros que esperaban su vuelo en la Terminal
principal estaban pegados a los ventanales
semicirculares mirando expectantes. Los corredores y
ciclistas a lo largo del Promenade des Anglais
detuvieron su ejercicio y miraron hacia el mar sin saber
bien por qué.
En 10 segundos ocurrieron muchas cosas; para los
que estaban mirando fue como una bola de fuego
naranja que se envolvía a sí misma, e inmediatamente
un hongo de humo hacia arriba, los que no miraban
escucharon poco después el trueno.
El aire se movió y la onda recorrió los
aproximadamente dos mil metros en unos 10 segundos
golpeando la cara de los que observaban al aire libre
hacia el mar. Los vidrios de los edificios costeros
vibraron e incluso un ventanal que ya tenía reseca la
silicona que lo mantenía en su sitio se cuarteó de arriba
a abajo.
En un primer momento a la gente le gustó, a todos
nos gusta cuando vemos la destrucción de algo grande,
pero luego muchos pensaron en quienes podrían venir
a bordo y se escuchó como un ¡Ohhh! sobrehumano
que era la unión de todas las gargantas juntas.
En la Torre, al igual que en todas partes, primero se
vio la bola de fuego e instantes después vibró la gran
superficie de vidrio. El Controlador que era el enlace de
comunicación soltó un: ¡Mierda!, que se escuchó en
todos los rincones. Alguien recobró la compostura y

489
llamó a la Base del helicóptero de la Préfecture
Maritime estacionado en Nice y a la SNSM164164.
Los tres Agentes no sabían muy bien que hacer,
pero lo que tenían claro es que ahí estaban de más. Se
giraron, fueron saliendo y descendieron hacia la zona
pública de la Terminal para vuelos privados donde
había un gran revuelo alrededor de dos jóvenes
mujeres que no paraban de llorar y gritar.
Jason Summers había estudiado muy bien el
dossier cada vez más grueso de Angelo Ricci y
reconoció de inmediato a su bella esposa que si mal no
recordaba se llamaba Alexis. La otra seguramente sería
la esposa del acompañante de Ricci en el avión.
Estaban rodeadas de unos paramédicos que intentaban
calmarlas y algunos curiosos de los que siempre hay,
que aman estar en primera fila ante las penurias de
otros.

-Ahí tenemos a dos nuevas viudas. Vayamos fuera,


que necesito aire. Dijo Guy Lemery a los dos hombres
que lo acompañaban.
Salieron del edificio y comenzaron a andar por el
costado de la Terminal hacia la zona de las aerolíneas.
El primero que abrió la boca fue el Agente que
acompañaba a Summers.
-¿Habrán muerto? Preguntó.
Los dos hombres se detuvieron en seco y lo miraron
a la cara.
-¿Usted cree que de ese hongo de fuego y humo
puede alguien salir con vida? Igual lo sabrá en una

164164
N del A: Société Nationale de Sauvetage en Mer. Asociación
civil de búsqueda y rescate que opera en toda Francia a través de
sus voluntarios.
490
media hora cuando regresen los helicópteros y lanchas
que fueron hacia el lugar, pero dudo que encuentren
algo más grande que un dado después de esa
explosión. Le respondió el francés.
-Por cierto, que explosión gigantesca, ¿No? Opinó
Summers.
-Deberían venir con bastante combustible a bordo,
seguramente cuando se investigue sabrán cuanto cargó
en Tarbes al salir. Respondió Lemery.
-¿No pudo haber sido un atentado? Preguntó
Summers.
-Ahora mismo no descartaría ninguna hipótesis,
pero, si es así, tiene que ser algo muy elaborado para
que ellos no notaran nada anormal en el avión; era suyo
y Ricci conocía cada pieza de esa aeronave.
-¿Eso como nos deja, Lemery? Preguntó Summers.
Sin contestar a la pregunta, Lemery les dijo a
ambos.
-¿No sería mejor que su hombre se adelantara para
organizar y preparar la partida de regreso? Supongo
que será lo mismo que tenían planificado, pero ahora
será nada más que para ustedes dos.
-Sin duda. Tennyson, por favor, vaya avisando a la
tripulación de nuestro avión que despegaremos en
cuanto ellos estén listos.
-Si señor Summers. Lo espero en la misma sala a la
que arribamos.

Cuando el agente estaba a unos diez pasos y ya no


podía oírlos, Lemery le indicó unos bancos a su
homólogo americano y se sentaron.
-Summers, hechos mierda. Dijo el francés. El
estadounidense lo miró y levantó las cejas como
expresando que no entendía lo que le decía.
491
-Me preguntó que cómo nos dejaba el accidente y le
acabo de responder. En una bola de fuego se acaba de
evaporar la gran oportunidad de la humanidad y la mía
particular también. Se tardó un siglo en que nos llegará
este regalo de Nikola Tesla y parece que nunca volverá
a ver la luz.
Al decir esto se arrepintió de inmediato, no
recordaba si los estadounidenses estaban al tanto del
origen del descubrimiento tal como se lo había contado
Ricci a él.
-Nosotros seguiremos trabajando con lo que
tenemos y tal vez podamos descifrarlo. Si surge algo lo
tendré al tanto.
-Le agradezco el gesto, pero, para serle sincero, no
creo que puedan avanzar mucho. Ricci era lo
suficientemente inteligente para mostrar el envoltorio,
pero no el caramelo. Solo él era la clave para poder
entender esto, no hay planos ni documentos que se
puedan consultar.
-¿La esposa no sabrá algo? Pregunto ansioso el
Agente de la NSA.
-Summers, no sea iluso. Deje en paz a la viuda.
Para “saber” algo como usted dice hace falta ser una
mente privilegiada que entienda y desarrolle lo que
Ricci presentó a la Oficina de Patentes española. Su
mujer, Alexis, según hemos investigado no es más que
una niña bien, malcriada y acostumbrada a vivir entre
algodones, no una científica.
-Tiene razón, es la desesperación de haber estado
tan cerca y no haber podido terminar bien algo que
costó muchas vidas, esfuerzo y dinero. En fin, me voy
como quien dice, con el rabo entre las piernas. Es el
fracaso más grande de mi carrera; puede que incluso

492
me cueste el puesto, pero nada puedo hacer al
respecto; los muertos no hablan.
-Yo casi me felicito de haber encarado todo esto
como algo privado, sin dar intervención a la Agencia. En
la DGSE no perdonan estos fracasos y en estos
momentos estaría en la calle.
Se levantó y el americano hizo lo mismo.
-Summers, lamento todo esto; lo tenía bien
planificado pero el diablo metió la cola.
-No se preocupe Lemery, con la fatalidad siempre
tenemos la batalla perdida. Seguiremos en contacto.
-Desde luego, infórmeme si decide dar algún paso
que involucre a mi país.

Se dieron la mano y se separaron en direcciones


opuestas. Guy Lemery tomó el móvil y ordenó seguir al
americano hasta que subiera a su avión de vuelta al
otro lado del océano.
Al cabo de una hora los Agentes ya estaban fuera
del espacio aéreo francés, camino de su Base en
España. Ahora tendría que ocuparse de las viudas y
rellenar informes, muchos informes.

493
EPÍLOGO

En algún lugar del Mediterráneo 15 km. frente a


Nice, 11:30 hs.

-¡Allá vamos hermano! No la caguemos ahora.


Ponte de pie y revisa que tengas todo en orden, prepara
todo ahí detrás; saltaremos juntos así que no te vayas,
jaja. Ya veo el Nardi ahí abajo, está precioso, has hecho
un trabajo magnífico con el anfibio.
Angelo estaba nervioso y se le notaba, en cambio
Lucca estaba tranquilo y sereno. Cada uno afrontaba de
manera distinta este momento cúlmine de sus vidas.
-Aún no has visto nada, quedarás sorprendido de
esa belleza. Contestó Lucca haciendo referencia al
hidroavión.
-Ya me contarás.

Habían salido hacía unos 40 minutos de Tarbes con


el Piaggio en dirección a Nice y todo iba según lo
planeado. Simularon la emergencia en uno de los
motores y seguían con el teatro.
-Desaceleramos al mínimo operativo y apagamos el
motor número 1. Alfa Bravo. Comunicó Angelo a la
Torre de Control de Nice
-Asignamos prioridad, comunique intenciones Alfa
Bravo. Contestó el Controlador.
-Vamos a proceder a girar y aproximarnos con
rumbo 320, aún continuamos con intención de aterrizar
en su Aeropuerto, pero lo haremos visual de acuerdo a
circunstancias. Alfa Bravo.
-Autorizado a aproximación con rumbo 320,
demoramos otros aviones y liberamos espacio para que
pueda operar. ¿Nos tiene a la vista?
494
-Aún no, vamos a hacer silencio de radio unos
minutos para realizar todos los procedimientos de
emergencia, volvemos en breve. Alfa Bravo.
-Esperamos su regreso.

Redujo la velocidad hasta solo 8 km/h por encima


de la velocidad de pérdida165165 y presionó el botón
verde de la caja negra que le habían introducido por
encima de la columna de aceleración.
-Esperemos que este artilugio funcione como dijo el
Coronel. Gritó hacia atrás del avión para que lo oyera
Lucca.

Rápidamente se desenganchó el cinturón de


seguridad y se levantó, ya lo estaba esperando Lucca
con el paracaídas preparado, introdujo los brazos por
los huecos que le ofrecía su amigo y ajustó todas las
hebillas. Se puso el casco para saltos de alta cota,
aunque en este caso era más para protección de la
velocidad que de la altura. Ya se habían puesto los
trajes de neoprene antes de despegar dentro del avión
así que por último se ató el Seadoo Seascooter Pro 166166
que pesaba unos cinco kg. a la cintura y le levantó el
pulgar interrogante a Lucca que respondió de la misma
manera.
Abrieron la puerta por la que entró un viento y ruido
que ya hicieron imposible toda conversación y
agachado con la cabeza hacia abajo como
165165
N del A: Velocidad a la cual las aeronaves ya no generan la
suficiente sustentación y se precipitan al suelo por acción de la
gravedad salvo que vuelvan a acelerar y recuperen el empuje
hacia arriba.
166166
N del A: Propulsor eléctrico pequeño para desplazarse por el
agua sin esfuerzo.
495
zambulléndose para evitar golpear con el ala; primero
se arrojó Lucca y por último Angelo.
En un principio el Seadoo le golpeaba la pierna que
más tarde vería el resultado en forma de moretones
violáceos, pero luego se desplazó hacia arriba y
comenzó a flotar a su espalda. Tiró de la anilla para
abrir su paracaídas direccional y cuando su caída se
redujo a unos pocos m/s volvió a tomar conciencia del
mundo que lo rodeaba.
Un poco más al sur veía el paracaídas de Lucca,
abajo a la derecha estaba el Nardi y dirigiéndose al
norte directo a la costa iba el Piaggio que había dejado
de orbitar alrededor de ellos. Vio que Lucca maniobraba
su vela para acercarse y él a su vez hizo lo mismo para
caer lo más cerca posible del Nardi.
Apenas tocó el agua con los pies se desprendió del
paracaídas para evitar enredarse y a su lado vio que
Lucca hacía lo mismo. Con pocas brazadas el italiano
se puso a su lado y le dijo:
-¡Es increíble pero resultó!, Jajaja. La adrenalina lo
había puesto exultante.
-¡Somos los mejores!, jaja. Contestó Angelo
golpeándole la mano a su amigo con la suya.
-Muy bien, tómate de mis pies que el Nardi está
solo a unos 100 metros. Le indicó Ricci.

Encendió el propulsor eléctrico que con apenas un


zumbido los remolcó hacia el anfibio. Mecido por las
pequeñas olas, estaba el Riviera impecable como salido
de fábrica ayer. Por la puerta abierta asomaban dos
pies descalzos y una caña de pescar.
-Me habían dicho que con la carnada apropiada
podría pescar cualquier cosa, pero nunca pensé que se
referían a esto.
496
-¡¡Rodo!! Gritó Angelo. -Otra vez juntos, espero que
esta vez no te vayas tan rápido. Respondió
alcanzándole el propulsor y subiendo al borde de la
puerta abierta.
-Te están llamando desde hace unos minutos. Le
dijo el argentino a Angelo.
-Pásame la radio, por favor, que aún tenemos que
terminar la comedia.
Rodolfo Miguez, el Agente argentino, después de la
partida de Angelo hacia Chile, había volado con el
Buccaneer a Bariloche e inmediatamente había
comenzado con las conexiones aéreas que terminaron
depositándolo en España donde se hizo con el Nardi
según todas las indicaciones de Lucca y se encontraba
en el punto de recogida hacía un par de horas que
aprovechó para pescar, sin éxito, por lo que se
apreciaba.
Le alcanzó la radio a Angelo y éste poniéndose a un
costado para que el italiano subiese, transmitió:
-Aquí Alfa Bravo.
-Se lo oye más bajo y con interferencias Alfa Bravo.
Respondieron de la Torre de Control.
-Tenemos problemas eléctricos. Los tenemos a la
vista.
Como en una coreografía ensayada, Angelo habló
por una radio VHF en una frecuencia terrestre.
-Solo dime cuándo.
-Unos minutos más. Se escuchó la contestación.
Esperaron los tres en tensión.

-¡Ahora! Dijeron por la radio terrestre.

497
Angelo apretó el PTT167167 de la radio que lo
comunicaba con la Torre de Nice y dijo:
-¡Mayday, Mayday, Mayday! Se detuvo motor
número 2, nos precipitamos al mar.
-¡Listo! Ya no existimos más. Ahora saca dos cañas
más que hoy me parece que no comemos nada si te
dejamos pescar a tí. Dentro de un par de horas cuando
todo se calme volaremos hacia el Port de Fontvieille en
Mónaco.
A las 14 horas se sentaron dentro y cuando el Nardi
se empezó a mover sobre el agua, Angelo cayó en la
cuenta que solo se oía el ruido de la hélice al batir el
aire pero nada más.
-¡Diosss! ¡Le has puesto nuestro motor! Dijo a
Lucca girando en el asiento y mirándolo a la cara.
-¡Exacto! Te dije que te esperaban sorpresas en el
Nardi, jaja. Es una versión mejorada, en teoría tenemos
motor para transportar 20 pasajeros, aunque solo
quepan 4, y podemos dosificarla a gusto.
Como afirmando lo que decía sintieron un tirón
hacia atrás que los pegó al asiento y en pocos metros
estaban en el aire. Era una sensación muy extraña volar
sintiendo casi solo el sonido del aire en las palas de la
hélice.
-Aún hay mucho movimiento alrededor de los restos
del Piaggio así que iremos a cinco metros del agua
paralelos a la costa y luego viraremos 90 grados para
entrar en el Puerto desde el mar. Con lo ocupados que
están, la nula emisión de calor de nuestro motor y su
silencio, ni se enterarán que existimos porque a esta
altura sobre las olas no dejamos huella radar.

167167
N del A: Dispositivo de la radio que se presiona para hablar
y se suelta para escuchar.
498
Explicó Rodo que volaba el Nardi como si lo hiciera
hace años.

499
Promenade des Anglais y Avenue des Grenouillères
en Nice, actualidad, 11:38 hs.

El Coronel estaba acostumbrado a cumplir órdenes


y cuando llegó a Nice, se dirigió directo al bar en donde
debía contactar a una persona según le habían
indicado.
Algunos días atrás le habían ido a ver para
preguntarle cosas de aeromodelismo, cuando se
aseguraron que tenía los conocimientos que suponían,
le presentaron todo el plan.
¿Se animaría a transformar un avión de verdad en
uno radiocontrolado?
¿Podría manejarlo a una distancia de unos 20
kilómetros?
¿Tardaría mucho en acondicionar el avión?
Las respuestas fueron sí, sí y unos dos días si
había dinero suficiente y le proveían las piezas rápido
en el lugar; respectivamente.
Luego le explicaron que el avión era el Piaggio
P180 Avanti II que se encontraba en el Aéroport de
Tarbes-Lourdes-Pyrénées que a pesar de estar en un
parking lejano ya había dado mucho que hablar en el
ambiente por lo particular de su aspecto y lo caro que
era.
El Coronel dejó su ocupación diaria de clases de
vuelo en el Aérodrome de Tarbes-Laloubère y se dedicó
de lleno al proyecto que supo era para ayudar a los
hombres que él había transportado a Córcega y que tan
bien le habían caído.
Increíblemente fue más sencillo de lo que pensaba.
El estar tan avanzado tecnológicamente el Piaggio,
ayudó a la transformación. Lo probó repetidamente e
incluso subió al Robin del Aeroclub, se alejo a 25
500
kilómetros y con la ayuda de un alumno constató que
los comandos se movían respondiendo a sus órdenes.
Los hombres que lo contactaron, extendieron su pedido
inicial, haciendo uso de sus conocimientos de
explosivos y pidiéndole que instalara 2 kg. de
Semtex168168 que deberían explotar al presionar un botón
del radiocontrol.

Encontró a su contacto que se sentó junto a él a


beber un anisette169169 y en un momento dado dejó una
llave con un llavero plástico que contenía un pequeño
papel con una dirección y un número de oficina.
Hablaron del tiempo y otras cosas banales y luego se
fue.
El Coronel pagó y salió en búsqueda de un taxi que
lo llevó a un edificio de oficinas de alquiler frente al
Aeropuerto de Nice. Subió en ascensor hasta la última
planta y entro a la oficina que se encontraba vacía a
excepción de una mesa y un sillón. Sobre la mesa
había un monitor de alta definición de 32 pulgadas, que
encendió de inmediato y un sofisticado comando de
radiocontrol con el cual ya estaba familiarizado; ambas
cosas formaban parte de un caro sistema de Rc
FPV170170 que no era ni más ni menos que un
radiocontrol en donde uno comandaba un avión viendo
por la pantalla como si estuviese sentado en la cabina.

168168
N del A: Explosivo plástico checo con alto poder de
detonación.
169169
N del A: Licor de anís de unos 40 grados mezclado con
agua.
170170
N del A: Sistema de comando a distancia utilizado para
drones con aplicaciones militares o civiles. Del inglés First Person
View.
501
También estaba una radio base con una antena de alta
ganancia que también puso en funcionamiento.
Este sistema lo ponía un poco nervioso porque era
como pilotar a ciegas, pero confiaba en tener a la vista
el avión para el tramo final.
Luego de unos ajustes apareció en la pantalla el
mar y debajo, superpuestos, unos instrumentos digitales
que consistían en un altímetro, un velocímetro y un
girocompás que indicaba la dirección. En la esquina
inferior derecha había una pequeña ventana con un
mapa móvil que le mostraba donde se encontraba el
avión.
Habló por la radio e hicieron unas pruebas de
comandos básicas para asegurarse de que el sistema
funcionaba sin problemas. Cuando se lo ordenaron
desde el avión tomó el control total y comenzó a trazar
círculos alrededor de unas coordenadas a lo largo de
dos minutos. Luego de eso puso rumbo 320º y se dirigió
a la costa. Atento a la radio miró por la ventana y divisó
el Piaggio acercándose a la costa. Con un ojo veía
como pasaban los números de las coordenadas
acercándose al objetivo en el mapa móvil.
-Solo dime cuándo. Escuchó que le decían por la
radio.
-Unos minutos más. Contestó.
Cuando estaba a unos segundos del punto marcado
como objetivo dijo por la radio:
-¡Ahora!
Esperó unos segundos y cuando llegó al lugar
elegido en el mapa móvil apretó el botón que detonaba
la carga explosiva a bordo del Piaggio.
De inmediato vio la bola naranja y el humo elevarse
hacia el cielo en un punto mar adentro. Diez segundos

502
después sintió el ruido y la presión del aire sobre el
ventanal de la oficina.
-Allá van cinco millones de € al fondo del mar. Dijo
en voz baja el Coronel apagando todos los artefactos
electrónicos.

Su trabajo había terminado.

503
Mónaco, actualidad, 20 hs.

La mesa ocupaba gran parte de una esquina del


taller vivienda que ahora era la residencia permanente
de Angelo. Desde los primeros escalones de una
escalera que subía a la segunda planta podía verlos y
escucharlos a todos como en una película; estaban
eufóricos. Solo faltaba el Ministre d’État de Mónaco que
se había disculpado por compromisos previos pero que
había prometido almorzar con ellos y un representante
de la Casa Real al día siguiente; al fin y al cabo, era el
representante del Gobierno que pagaba todas sus
cuentas.
En un rincón estaban charlando en voz baja Rodo
con Juliette, ella reía como una tonta y él le tocaba el
cabello; sin duda ahí estaba naciendo algo.
El Coronel charlaba animadamente y gesticulaba
con las manos contando seguramente su última
aventura radiocontrolada a su audiencia compuesta por
el Agente italiano, Andrea Bottano y el papá de Juliette,
Gustave Crozier.
Los padres de Alexis hablaban con la bella Ingrid a
quien había traído Juliette desde Valencia, esta vez con
permiso de sus padres alemanes que se reunirían con
ellos al día siguiente. Desde el episodio con el globo
habían pasado mucho tiempo juntas y eran como
hermanas, la una muy aniñada y la otra muy adulta para
su edad, encontrándose en el punto medio y disfrutando
de la mutua compañía. Hoy, que Juliette parecía
dedicarse más a Rodolfo que a ella, se había sentado a
conversar con el Cónsul argentino y su esposa.
Por último, el grupo que más ruido hacía era el
compuesto por su esposa, Lucca, Montse y Guy
Lemery, el Agente de la DGSE.
504
-Y tú dabas golpes con el puño en el suelo… Se
escuchaba decir a Montse con lágrimas en los ojos de
tanto reír.
-Ahhh porque tú eras muy discreta gritando como
una gitana arrodillada en el suelo y mirando al cielo,
jajaja. Le contestaba Alexis.
-Dos locas exageradas que daban más risa que
pena. Me tuve que llevar a los americanos afuera rápido
antes de que se dieran cuenta del teatro. Recomiendo
que ambas tomen clases si es que van a seguir con
esto, jaja.
Le explicaba el Agente francés a Lucca.
-El pobre Andrea estaba desorientado en Argentina
y no paraba de preguntarme “-¿Cómo dieron con
nosotros?”; pero yo no podía confiarle que el topo de
toda la operación era yo, que le estaba dando
información al americano para ganarme su confianza.
Siempre supe que sería un juego de niños escapar de
la Inteligencia de Argentina. Ahora, si nos llegaban a
atrapar, me hacía el Camino de Santiago171171 en
patineta, jaja.
Continuaba explicando Lemery su participación en
el plan.

La verdad era que Angelo tenía ganas de llorar de


felicidad al ver a tanta gente que le era fiel hasta la
muerte. Muchos habían abandonado todo por seguir a
su lado y como mínimo tenían que guardar silencio de
por vida acerca de su persona. Lucca y él tenían nuevo
nombre, cortesía de la DGSE. Su nueva identidad a

171171
N del A: Ruta de peregrinaje hacia la ciudad de Santiago de
Compostela en España que comprende muchas variantes pero que
en todos los casos se trata de muchos kilómetros.
505
prueba de cualquier investigación era la de un
monegasco llamado Chevalier Larocque y Lucca era un
Torinés llamado Enzo Nardini, nombre que Lucca adoró
por su parecido al del hidroavión.
Tenía una copa en la mano que golpeó con una
llave que tenía en el bolsillo. Todos dejaron de estar
absortos, por un momento en sus respectivas
conversaciones y lo miraron atentos.

-Buenas noches a todos. Antes que nada, quiero


deciros que os amo a cada uno de vosotros.
Ingrid corrió, lo abrazó y le dijo muy suave:
-Yo también te amo.
-Todos de una manera u otra os habéis jugado la
vida por mí y eso no se puede agradecer con palabras.
Paseó la mirada entre Lucca y Rodo.
-Mi esposa que no podría ser mejor que lo que es
porque no existiría, mi amiga Montse que tiene que
mentir a su familia en Barcelona, cada día. Bueno en
realidad no sé si miente por mí o por Lucca, jaja. Todos
rieron también.
-Guy, Andrea que son los mejores en lo que hacéis;
para que luego digan que los espías no son de fiar,
¿Eso no era una novela de Le Carré?, bueno, no
importa.
Dijo despertando risas otra vez. Quería decirles
todo esto, pero no deseaba que se quebrara ese buen
ambiente de camaradería y alegría.
-Coronel…
-¡Laurent! Gritó el Coronel.
-Laurent. Corrigió Angelo. -Ha sido una suerte
haberte conocido y no creo que exista sobre la tierra
alguien tan capacitado como para hacer lo que has
hecho en tan poco tiempo, y tan bien. Adorados padres
506
políticos míos, os debo la vida y no es una fórmula del
idioma, os la debo de verdad. Dijo mirando a los papás
de Alexis.
-Gustave, un Agente que ha sabido mover los hilos
correctos para que hoy estemos aquí, eternamente
agradecido. ¿A quién no he nombrado? Preguntó
mirando alrededor.
-¡Juliette, Julieeeeetteee! Gritó al ver que la amiga
de su esposa estaba mirando a Rodolfo y todos se
echaron a reír.
-Bueno, iba a decir algo bonito para tí, pero me
parece que ya tienes quien te va a colmar de elogios en
las próximas horas. Gustave, no frunza el ceño que mi
amigo es de fiar. Dijo al papá de Juliette que estaba
incómodo viendo como su joven hija estaba entregada
en cuerpo y alma a otro hombre, debería acostumbrarse
y se sonrió.
-Dejé para lo último a mis hermanos, Lucca y Rodo;
por ellos me jugaría mi vida y este trío será inseparable
en el futuro y para siempre. No hace mucho pensaba
que no quería más amigos porque nadie me merecía la
pena, y en poco tiempo me he hecho con dos seres
únicos, Gracias Dios por ponerlos en mi camino.
-Hoy es la hora cero, comenzamos una etapa en
donde nos moveremos a un nivel que ningún mortal
llegará si tenemos éxito en ocultarlo del mundo.
Desarrollaremos cosas que los seres humanos solo
verán dentro de siglos, nos ocuparemos de mejorar la
vida de muchas personas que ni siquiera sabrán
porque, somos el futuro. El futuro que nos entregó el
pasado, un hombre único, un ente biológico que es
probable que no vuelva a repetirse jamás, una
combinación de células que dio vida a una mente
extraordinaria, un cerebro que se encontraba muy lejos
507
adelante en el tiempo, hoy sigue estando muy lejos y
han pasado cien años. Hay veces que la biología nos
permite gozar de estos hombres y mujeres, Leonardo
Da Vinci, Newton, Lorentz, Poincaré, Maxwell, Planck,
estos últimos plagiados por el otro gran “ladrón” de la
ciencia que fue Einstein que junto a Edison y Marconi
pasaron a la historia como creadores o descubridores
de las ideas de otros. Galileo Galilei, Descartes y
Copérnico fueron otros grandes genios de los que cada
tanto aparecen para hacernos dar saltos cualitativos
que se tardaría siglos en dar, en poco tiempo. El
hombre por el cual estamos hoy todos aquí fue Nikola
Tesla, probablemente el científico más extraordinario de
la historia, junto al amor de la literatura de Jules Verne
nos convocó para que fuéramos los custodios de sus
secretos.
-Así como hoy han muerto oficialmente Angelo Ricci
y Lucca Tempolini y han nacido Chevalier Larocque y
Enzo Nardini, también hemos nacido nosotros. Nosotros
somos Los Guardianes de Tesla y a eso nos
dedicaremos, a preservar y proteger su legado. Para
finalizar quería hacer una pregunta dirigida a Guy
Lemery que fue el de la idea, si el seguro no paga el
Piaggio, ¿quién me lo va a reembolsar?, jajaja.

508
Playa de Larvotto en Mónaco, un mes después, 10
hs.

Las cuatro estaban de pie como en un catálogo de


belleza del sexo femenino. De espaldas todas parecían
de edades similares. Hacía dos días habían llegado
Juliette e Ingrid para vacacionar con los Guardianes.
Alexis, Montse, Juliette e Ingrid a pesar de su corta
edad, volvían locos a los ocupantes de la playa
masculinos; no podían ser más bonitas si se hiciera un
casting para Playboy.
De pronto se giró Ingrid que poseía un sentido
especial con el ítalo argentino y parecía que sus mentes
siempre estaban conectadas.
-¡Chevi! Gritó, habiéndose acostumbrado
rápidamente a su nuevo nombre y corriendo a darle un
beso.
-¿Quieres venir a volar? Le preguntó. Ni bien había
llegado, Chevalier le estaba dando clases de vuelo; el
primer día volaron 4 horas en total entre la mañana y la
tarde y ayer habían sido 5 más. Efectivamente Ingrid
tenía, como decía el título del libro de Richard Bach, “El
don de volar” y faltaba poco para que la dejara salir sola
con el Nardi.
-Claro. Respondió abrazándole fuerte. Al contrario
de muchas chicas de su edad no tenía vergüenza en
mostrarle su afecto en público.
-Eh, eh, que me estoy poniendo celosa. Dijo Alexis
riendo.
-Nos vemos para comer. Les dijo el nuevo
monegasco.

Echaron a andar hacia el coche y sonó el móvil de


Larocque.
509
-Dígame. Si Guy. Esta noche a las 20 horas en el
taller. Nos vemos.
Ingrid lo miró interrogante.
-Tranquila, iremos a volar igual, pero a partir de esta
noche sospecho que se acabaron las vacaciones.

FIN

510
Del mismo autor:
Más info en: https://gbertolini.wixsite.com/libros

HIDROAVIÓN

Todos van a Buenos Aires en el nuevo hidroavión.


Estamos en 1930 y en solo 8 días la Línea NYRBA transporta
un total de 14 pasajeros en vuelos que combinan confort y
lujo, pero sin abandonar la aureola de aventura que tienen
estos cruceros aéreos. Alguien lleva algo que todos quieren.
Cualquier método es válido para hacerse con él. Se lo quedará
la persona más inesperada o quizá la más lógica. Un policial
aeronáutico.

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512
PROYECTO CONCORDIA

Guardianes de Tesla 2

Segundo libro de la Trilogía. Lejos, muy lejos; allá en la


Antártida algo está pasando. En la Base conjunta de Italia y
Francia llamada Concordia empiezan a suceder cosas muy
extrañas. Cuando uno se encuentra a no menos de 4.000 km.
de la civilización, quedarse sin energía no es una opción. Han
descubierto el petróleo abiótico y no quieren competencia.
Los Guardianes se exponen, pero deben luchar por sus propias
vidas. La carrera por la energía acaba de empezar y todos
saben que no se detendrá hasta que quede un solo ganador.

513
PROYECTO CLIPPERTON

Guardianes de Tesla 3

Tercer y último libro de la Trilogía, el desenlace que todos


esperaban. Empieza a saberse que las tierras raras son las que
están detrás de los adelantos que tienen en su poder Francia e
Italia gracias a Tesla y al grupo de personas que los están
desarrollando. Hay muy pocos sitios en el mundo de donde
poder extraerlas, los pocos yacimientos están muy
custodiados. Clipperton, un atolón perdido en el Pacífico es la
joya codiciada por todos, pero, ¿Es necesario empezar la
Tercera Guerra Mundial para hacerse con ellas?

514
Nubes (Observación y reconocimiento)

515
Hay personas a las que les gusta el mar, otras escalar
montañas y también hay algunos locos a los que nos gusta
volar.
Volar no significa dominar un aparato mecánico sino
entrar en comunión con el medio en el que nos movemos.
Parte importante de este medio lo forman las Nubes; las
aprendemos a respetar, a amar, a usar, a admirar. En este libro
todo aquel que camine mirando hacia arriba aprenderá a
diferenciarlas, saber que tiempo esta unido a su presencia, a
que altura están, etc. Es un libro para el observador, para el
público general, no para el que pretenda aprender o estudiar la
física de nubes, tan maravillosa, pero a la que hay que encarar
a través de otro tipo de textos. Encontrarán casi 150
fotografías, muchos cuadros explicativos, toda la simbología,
descripciones detalladas de cada Género, Especie, Variedad,
Particularidad, Nube aneja, las herramientas para llevar un
registro de su observación, Tablas que les resultarán muy
útiles y una metodología para que no solo representen
acumulaciones de vapor, sino que sean objetos que podemos
analizar y estudiar.

516
517
Relatos, Reflexiones y Cuentos

Esto es una recopilación de escritos que han aparecido en


diferentes medios, y otros inéditos, donde van a encontrar
desde relatos de hechos reales novelados, hasta novelas cortas
de ficción, así como reflexiones sobre política, geografía o
críticas a la sociedad. Cuando se trata de acontecimientos que
han ocurrido, están basados en la investigación y en datos
fehacientes que se corresponden con la realidad y veracidad.
Si, por el contrario, expreso opiniones, no dejan de ser eso,
pensamientos personales y completamente subjetivos de como
veo la vida y el desarrollo de nuestros días. Hay algunos
artículos en donde pongo de manifiesto mis convicciones
ideológicas que pueden o no coincidir con el lector, pero hay
muchos otros donde solo se trata de ciencia o abstracciones
que nada tienen que ver con formas de pensar, por lo que
recomiendo que si no coincidimos en algo pasen directamente
al siguiente. El índice es interactivo así que, haciendo clic en
él, se va directo al artículo y, haciendo clic en el artículo, se
regresa al índice.

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Sobre el autor:

Nací en Buenos Aires, Argentina; pero mi vida se ha visto


salpicada por largas estancias en el extranjero habiendo tenido
oportunidad de visitar muchos países y ciudades, lo que me ha
hecho más un ciudadano del Mundo que de ninguna Nación
en particular.
Siempre he intentado que el aire esté cercano a mí, a veces
volando en aeronaves convencionales y otras veces en
cualquier cosa que se eleve del suelo. Vivo mirando el cielo
cuando estoy en la Tierra y mirando la Tierra cuando estoy en
el cielo. Creo que eso nos da una perspectiva especial a
aquellos que decidimos elevarnos desde muy temprana edad.
Desde arriba no se ven las miserias que nos aquejan en la
superficie. Muchas ciudades son espectaculares desde seis mil
pies de altura, con múltiples colores y matices, aunque al
nivel de un caminante haya miles de personas muriendo de
hambre en casuchas construidas con carteles robados de las
carreteras.
Me dediqué a escribir casi por casualidad. No puedo evitar
que en mis libros se refleje mi pasión por todo lo aeronáutico,
así que se encontrarán muchas referencias al tema. Escribo
por divertimento y para que los lectores se entretengan, aun
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así, intento investigar mucho y ser lo más fiel posible en mis
apreciaciones.
Nubes fue mi primer libro y no es una novela sino un
texto de divulgación; va por su quinta edición entre
electrónicas y papel. La serie "Los Guardianes de Tesla" le
siguió y está basada en descubrimientos de ese gran inventor
y genio que fue Nikola Tesla. No es una novela histórica
salvo la primera parte de "Proyecto Tesla" en donde he
novelado los últimos días del serbio basándome en muchos
textos y biografías; la trilogía es puro entretenimiento y
adrenalina. Hidroavión es mi última novela, un policial
aeronáutico con mucha aventura en los brillantes años 30.
Finalmente, nos encontramos con el ejemplar que tienen en
mano con mucho de todo, hay relatos, cuentos cortos,
reflexiones, hechos históricos, astronomía, geografía, política
y más. En él encontrarán opiniones que responden a mi forma
de pensar y otros escritos donde solo verán hechos
comprobables, es decir, subjetividad y objetividad en el
mismo libro.

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