Está en la página 1de 35

Soy el !Íl"'bolo .

-Ae
l�H libeYta.-Ae!

Marco Polo Charles Chaplin


Leonardo da Vinci Teresa de Calcuta
Albert Einstein John Lennon
Saint-Exupéry Charles Darwm
Gandhi Gaudf
Alejandro Magno Ana Frank
Vincent van Gogh Agatha Christie
lt1l,el """t1"f Julio Verne Cristóbal Colón
A.frie.a fª"lo Mozart Galileo Galile1
1 Cleopatra Johannes Gutenberg
� Picasso Cromanón
Miguel de Cervantes Juan Pablo 11
Shakespeare Tutankamón
Marie Curie

• Parramón
www.parramon.com
Me llaf"'o ...
NeLS'oh MahrAela

@Parramón
Hola ...
Me llamo Nelson Mandela y nací en 1918 en Mvezo, Sudáfrica,
Proyecto y realización el país más meridional del continente africano. He visto y he
ParramónPaidotribo, S.l. hecho muchas cosas durante mi larga vida, pero todo el mundo
Dirección editorial
Lluls Borras me conoce por haber pasado más de veintisiete años en prisión
Edición por defender la igualdad entre negros y blancos en mi país.
Cristina VileJla
A esta reivindicación se le puso un nombre, la lucha contra el
Texto
Isabel Muntané apartheid, que significa la lucha contra la opresión que
Ilustraciones sufríamos los negros, la gran mayoría de la población,
Africa Fanlo
sólo por el hecho de serlo.
Diseño gráfíco
Zink Comunicació
Por suerte, el apartheid terminó y los' sacrificios
Maquetación
José Carlos Escobar de mucha gente han sido reconocidos en
Producción todo el mundo. Yo mismo he recibido más
Sagrafic, S.L.
de doscientos premios y homenajes, entre
Primera edición ellos el Premio Nobel de la Paz, que
Nelson Mandela compartí con Frederik de Klerk, el último
ISBN: 978-84-342-3787-2
presidente del apartheid. Pero el mejor
Impreso en España
© 2012, ParramónPaidotribo premio me lo dieron los ciudadanos de
Les Guixeres mi país, al elegirme presidente en 1994.
C/ de la Energía, 19-21 Puedo decir con orgullo que he sido
08915 Badalona (Espat'\a) el primer presidente negro de Sudáfrica.
Tel.: 93 323 33 11 - Fax: 93 453 50 33
http://www.parramon.com En la actualidad continúo trabajando por
E-mail: parramon@paidotribo.com la igualdad de todas las personas, para
que nunca más vuelva a haber un
Derechos exclusivos de edición para todo el mundo
apartheid y para que todo el mundo, sea
Prohibida la reproducción total o parcial de esta obra mediante cualquier recurso o procedimiento, cual sea el color de su piel, viva con los
comprendidos la Impresión, la reprografía, el microfilm, el tratamiento informático, o cualquier otro
sistema, sin f)Ermiso escrito de la editorial. mismos derechos y deberes.
'1 / Me llal"o... Nelío... Ma,,c.lela / 7

Nací el 18 de julio de 1918 en un pequeño pueblo de

e�ot"bve)o.-.. l
Sudáfrica, el país del continente africano situado más al sur.
Mi padre tuvo trece hijos de sus cuatro mujeres. Él era una
persona muy importante en la etnia xhosa, una de las muchas
que existen en mi país: era el nieto del rey Ngubengcuka,
aunque no tenía ningún derecho dinástico.
Pero mi vida cambió muy pronto, porque a los nueve años
perdí a mi padre. En Sudáfrica los negros morían muy jóvenes

i� 'j lé S
debido a la mala alimentación, la escasez de atención médica y
las duras condiciones de trabajo a las que estaban sometidos.
Me acogió un primo de mi padre y tuve mucha suerte porque me

J,t,.
dio una buena educación. En aquella época no era nada fácil
para un joven negro llegar a estudiar en la universidad.
Todo el mundo me conoce como Nelson Mandela, aunque mi
nombre real es Rolihlahla Dalibhunga Mandela. ¿Complicado,
eh? Pues para los británicos, que dominaron mi país durante
más de un siglo, también era muy difícil pronunciar los nombres
africanos y, además, consideraban que era incivilizado tener
uno. ¿Podéis creerlo?
En Sudáfrica era costumbre cambiar el nombre africano de los
niños por un nombre inglés, cuando empezaban la escuela.
Como la escuela era inglesa, sólo se enseñaba cultura inglesa,
historia inglesa, costumbres inglesas... Absolutamente todo era
inglés. Los colonizadores consideraban que nuestra cultura
era inferior, que no valía la pena aprenderla. De manera
que el primer día que fui al colegio me cambiaron el
nombre y, desde entonces, todo el mundo me
conoce como Nelson.
J
8 / Me llar"o ... Nel5o... Ma ...c.lela / 1

Pasaron los años y todo hacía prever que seguiría la tradición


familiar, que marcaba la nobleza xhosa, y que sería funcionario, Pvi,..,evar lvchar poY
como también lo había sido mi padre. Pero no fue asf. Pronto se lor cAevechor cAe Lor ""e�Yo!
despertó en mí un sentimiento de justicia y de lucha. Cuando
En Johannesburgo empecé a trabajar como vigilante en una
estudiaba derecho en la universidad, un centro sólo para negros,
mina de oro, y también como oficinista, en un despacho
no penséis, participé en un enfrentamiento por un resultado
de abogados blancos. Años después abrí, junto a 01 iver Tambo,
electoral con el que no estaba de acuerdo. Me expulsaron y
el primer gabinete de abogados negros de Sudáfrica, una
tuvieron que pasar muchos años hasta que obtuve la licenciatura
profesión a la que muy pocos negros podían acceder en esa
de derecho. época. A pesar de este logro, yo no estaba contento, porque veía
Mientras, como era costumbre en mi país, mi padrino había que las cosas en mi país no iban bien y los negros sufríamos
concertado un matrimonio para mí, y tenía que casarme con la mucho, aunque éramos mayoría y los habitantes
chica que él había escogido. Pero como yo no estaba de originarios del país.
acuerdo, me trasladé a la capital, Johannesburgo.
10 / Me Llal"'o...

Después de pensarlo mucho, en 1943 me uní al Congreso


Nacional Africano (CNA). ¿No sabéis qué es, verdad? Pues os
lo explico. Era una organización abanderada del nacionalismo
negro, una especie de partido político que luchaba contra la
opresión de los negros sudafricanos y contra la segregación
racial. Era una organización con mucha tradición, ya que había
sido fundada en 1912 y llevaba muchos años trabajando por los
derechos de la población negra.
Durante aquellos años dediqué muchas horas al CNA, pues
pensaba que era el mejor camino para construir un país donde
todo el mundo pudiera vivir en paz. Pero no os penséis que sólo
me interesaba la política. En aquellos años conocí a Evelyn
Ntoko Mase, una enfermera que me robó el corazón. Ella fue mi
primera mujer: nos casamos en 1944 y tuvimos cuatro hijos.
Aquel mismo año, cuando yo contaba veintiséis años, un grupo
de jóvenes africanos miembros del CNA creamos la Liga de la
Juventud del Congreso Nacional Africano (CNAYL) y, poco
tiempo después, me eligieron presidente de ese grupo. Nosotros
queríamos ir más lejos, queríamos que el CNA se transformara
en un movimiento de masas y que se comprometiera más en la
lucha por nuestros derechos.
Para que quede más claro, queríamos una Sudáfrica libre que
decidiera por ella misma y no que fueran los británicos quienes
eligieran por nosotros lo que nos convenía y lo que no.
Queríamos un país donde la población negra tuviera los mismos
derechos que la población blanca. Asf, por ejemplo, pedíamos
un Parlamento representativo basado en el principio democrático
de «Una persona, un voto». Vosotros aún no podéis votar pero,
cuando podáis, veréis que es muy importante hacerlo.
ll / Me llal""o ...

el af artheid
El deseo de salir de esa situación nos alentó en nuestra lucha.
Toe.lo! Cohtva Seguro que habéis oído alguna vez la frase «La unión hace
Aunque vivíamos mal, lo peor todavía estaba por llegar. Las la fuerza». Era necesario que negros y blancos nos uniésemos
elecciones de 1948, en las que la mayoría de los africanos no en contra de la dictadura de la minoría blanca. Pero, que quede
podía votar, dieron el poder al Partido Nacional. Era el partido claro, queríamos conseguirlo por una vía pacífica, hablando y
de los descendientes de los colonos holandeses, que llegaron a negociando; no éramos un grupo armado ni terrorista. Pero, a
Sudáfrica en el siglo xv11, los afrikáners, conocidos también veces, aunque no se sea violento, hay que hacer acciones de
como bóers. Y con ellos empezó la política de apartheid. resistencia pacífica para que te escuchen. Y eso es lo que
Apartheid, que significa "separación", es una palabra afrikáans, hacíamos nosotros, protestábamos mucho, pero sin violencia.
una variante del holandés que se habla en Sudáfrica. Este La lucha contra el apartheid me llevó a recorrer todo el país
término se ha usado durante muchos años para designar la para explicar nuestras propuestas. Por ese motivo, en 1952, con
política de segregación racial y de organización territorial que sólo treinta y cuatro años, fui procesado y condenado a nueve
impuso el gobierno de la minoría blanca en Sudáfrica. meses de prisión con trabajos forzados. Pero me dejaron en
El objetivo del apartheid era separar las razas, establecer una libertad, eso sí, con la prohibición de participar en actos
jerarquía en la que la ra7a blanr.a dominara sobre las otras en públicos y de tener cargos políticos. Como supondréis, no les
todos los ámbitos de la vida y, además, dividir el territorio del hice caso y continué mi lucha desde la clandestinidad.
país estableciendo dónde podían vivir las personas siguiendo un
criterio racial. Luchábamos contra un apartheid que estableció
una grave discriminación política, económica, social y racial en
Sudáfrica. Como podéis imaginar, las condiciones de vida 9e
todos los africanos no blancos se endurecieron
considerablemente: nos convirtieron en una
especie de esclavos
del siglo xx.
H / Me ll:i,..,o...

fl fvit"'ev pa!o hacia la lvcha avt"'a�a me condenaron a cinco años de prisión por incitar a la huelga y
por abandonar el país ilegalmente. Esta vez me defendí yo solo,
No abandoné mis ideales a pesar del peligro que conllevaban. dejando claro que no me sentía moralmente obligado a aceptar
Y, entre reunión y reunión clandestina, conocí a otra mujer y me leyes de un Parlamento en el que no estaba representado y que
enamoré de ella nada más verla. Esto ocurrió en el año 1958, no era posible esperar un veredicto justo de un juez blanco.
tres años después de separarme de Evelyn. Me casé con
Nomzamo Winifred Zanyiwe Madikizela, Winnie, y tuvimos dos La difusión de nuestra lucha me había llevado a otros países de
hijas, Zenani y Zindziswa. Nos compenetrábamos muy bien y África y también había estado en Argelia recibiendo
ella también estaba implicada en el movimiento de liberación de entrenamiento militar. Y es que, en aquella época, pensaba que
nuestro pueblo. la lucha pacífica contra el apartheid era inútil, creía que era
necesaria la lucha armada y así fue como entré a formar parte
Pero la alegría no duró mucho. En 1960 volvieron a detenerme,
del brazo armado del CNA, fundado en 1961.
acusado de participar en actividades terroristas, aunque después
me eximieron de esta acusación, y dos años más tarde, en agosto El gobierno respondía con expresiones de fuerza a nuestras
de 1962, siendo un fugitivo de la justicia, me capturaron y demandas pacíficas y no nos quedó más opción que usar
la violencia en nuestra lucha política'.
Nelfo" Ma"c.lela / 17

Ca�e)'\a pevpetva
pava el pvefo 4C,C,/ C,4
Aunque yo continuaba en prisión, eso no impidió al gobierno
acusarme de nuevos delitos, como sabotaje, terrorismo y
conspiración para derrocarlo. Volvieron a juzgarme en 1963,
junto a otros diez africanos más. Fue el que se conoció como
«juicio de Rivonia». Salimos absueltos pero, antes siquiera de
que abandonáramos la sala del juicio, volvieron a acusarnos de
sabotaje. Era un sinvivir, ésta era la pantomima de justicia a la
que estábamos sometidos.
Y, ahora sí, volvieron a juzgarnos y en 1964 nueve de nosotros
fuimos condenados a cadena perpetua. Podría haber sido peor,
porque al principio pedían para nosotros la pena de muerte.
Así fue como me convertí en uno de los presos más tristemente
famosos de Sudáfrica y del mundo y, al mismo tiempo, en un
símbolo del movimiento de resistencia contra el apartheid: era el
preso 466/64. Tenía cuarenta y seis años, era un prisionero
Así empezaron nuestras acciones de sabotaje contra instalaciones político y, si la situación no cambiaba, pasaría el resto de mi
militares, centrales energéticas, tendidos telefónicos, vida entre rejas, por luchar por la libertad de mi pueblo.
infraestructuras de transporte... Nuestro objetivo era reducir la
Pero yo tenía las ideas claras, y así lo había manifestado
eficacia militar del gobierno, provocar la huida de capital
durante el último juicio: luchaba por una sociedad democrática
extranjero y debilitar la estructura política y económica del
y libre en la que todas las personas vivieran juntas en armonía y
gobierno. Todos nuestros miembros tenían claro que no tenían
con igualdad de oportunidades. Éste era mi ideal y quería vivir
que provocar daños personales. Nuestras acciones no perseguían
para verlo convertido en realidad pero, como también les dije, si
matar a nadie.
era necesario, estaba dispuesto a morir por él.
Existe un proverbio africano que dice: «No puedes enfrentarte a
Y, por si fuera poco, empezamos nuestra vida carcelaria en
una bestia salvaje con las manos desnudas», y eso era lo que
la prisión más brutal y represiva de Sudáfrica, la cárcel de la
habíamos hecho hasta entonces, sin éxito. La no violencia había
Isla de Robben, situada en una isla delante de Ciudad del Cabo.
dejado de ser eficaz.
Era el centro penitenciario más temido, no sólo porque estaba
totalmente aislado del mundo, sino también porque la mala
fama de sus carceleros se había propagado como la pólvora.
Eran duros, crueles, déspotas y racistas. Nada más llegar
a la prisión, nos recibieron con una frase contundente: «Esto es
la Isla. Aquí moriréis».

No morimos, pero sí empezó allí nuestro gran calvari10. Para que


os hagáis una idea, trabajábamos muchas horas picando piedra,
nos daban poca comida y de muy mala calidad, teníamos que
ducharnos con agua fria, tanto en invierno como en verano, y
dormíamos sobre el suelo en unas minúsculas habitaciones,
sucias y húmedas.

Fueron casi veintisiete años de mi vida entre rejas, primero en


una celda diminuta en la prisión de la Isla de Robben, y
después en otra mayor en una prisión en tierra firme. Pero no
penséis que fue un tiempo desperdiciado, porque no,
no lo fue.

Durante todos esos años yo continué preparándome, estudié y


luché como pude y como me dejaron, contra la situación en mi
país, que cada vez era más difícil para la mayoría negra. Sabía
que era poco lo que podía hacer desde aquella isla fortificada y
alejada de la realidad, pues sólo mantener la moral alta y luchar
por unas condiciones mejores en la prisión ya era demasiado
trabajo. Y además era casi imposible que se tuvieran en cuenta
las propuestas de un negro que estaba rodeado de carceleros
blancos.
10 I Me lta,...,o... Nelro" Ma..cAela / 21

A veces también desfallecía, sobre todo porque apenas me Mientras tanto, el régimen de apartheid continuaba
dejaban recibir visitas, excepto algunas de mi esposa, Winnie. endureciendo la represión, y los movimientos negros
A pesar de todo, no me sentía solo, porque sabía que miles de radicalizaban sus actos de resistencia. Esta situación tuvo su
compatriotas compartían mi lucha, y eso me mantuvo vivo máxima expresión en la que se conoce como «matanza de
durante aquellos años. Sabía que todo lo que hacía tenía Soweto», que toma su nombre de uno de los mayores barrios
sentido, para mr y para muchos sudafricanos. Pero las visitas de negros de Johannesburgo. En 1976, miles de estudiantes se
Winnie se acabaron pronto y eso sí que me entristeció. habían concentrado para protestar por la imposición de impartir
Convertida en una destacada dirigente del CNA, también fue más de la mitad d e las clases en afrikáans, el idioma del
una victima de la represión y, en 1977, fue desterrada a una opresor. La policía reaccionó abriendo fuego contra los jóvenes
pequeña población, de donde no pudo salir hasta 1985. armados con palos y piedras, y causó centenares de muertos y
de heridos entre los estudiantes. Dos blancos fueron lapidados
hasta morir. Centenares de jóvenes fueron encarcelados y la
revuelta se extendió por todo el país y provocó
la reacción de la comunidad internacional
que, hasta entonces, no había sido
demasiado contundente.
)Top
r.
14 / Me lla,.,o ... Nel(o" Ma--cMa / 1S
Estas muestras de solidaridad y de reconocimiento reavivaron las
Sólo lo! hor-ibvef libre! esperanzas en el éxito de nuestra causa. La lucha contra el
pvec:J.e"' "'e:1ociav apartheid ya ocupaba la atención internacional, empezaron las
A partir de ese momento empezaron las campañas en el sanciones económicas contra el gobierno sudafricano y, en
interior y en el exterior del país en solidaridad con los presos 1984, mi amigo el arzobispo Desmond Tutu recibió el Premio
políticos y por nuestra libertad. Aunque en la cárcel las Nobel de la Paz. Desde mi encierro, yo intentaba seguir todo el
noticias estaban muy restringidas, supimos que el CNA y un movimiento de lucha y participar en él y, sin darme cuenta, me
periódico habían iniciado una recogida de firmas bajo el lema: fui convirtiendo en un símbolo de las libertades y de los
«Liberad a Mandela». Desde la India me otorgaron el premio derechos de los negros.
a los derechos humanos «Jawaharlal Nehru» que, por supuesto, Todo ello hizo que tanto el gobierno como los carceleros me
no pude ir a recoger. empezaran a mirar de forma diferente. Pensaban que si yo
aceptaba la rendición, los míos abandonarían la lucha. Pero lo
que no sabían es que yo nunca renunciaría a mis ideales: no me
importaba permanecer en prisión si -eso significaba conseguir la
libertad y la igualdad para todos los hombres y mujeres, fuera
cual fuera su raza y su condición social.
Pero ellos lo intentaron muchas veces. Me ofrecieron la
condonación de la pena a cambio de aceptar la supuesta
independencia de los bantustanes, unos territorios entendidos
como reservas tribales de habitantes no blancos de Sudáfrica.
En realidad no se trataba más que de una nueva forma de
segregación racial que, además, no había sido reconocida por
ningún pafs del mundo y había sido condenada por la ONU.
Como imaginaréis, no acepté este trato ni ningún otro de los que
me fueron ofreciendo, como mi libertad a cambio de renunciar a..
la violencia. Las razones eran muchas, pero yo tenía una muy ...
clara y así lo expresé. «Sólo los hombres libres pueden
negociar», dije. Y yo no lo era.
1', I Me llal""o... Nelío" Ma.,,.,lela / 17

La apve rta pov la lvcha Después de dieciocho años en uno de los centros penitenciarios
más duros y estrictos del país, en 1982 me trasladaron a la
política y !iY\�ical prisión de Pollsmoor, en Ciudad del Cabo. Fue como una
La situación empeoraba. El brazo armado del CNA radicalizaba liberación, pero sólo espiritual, aunque las condiciones del
los atentados, mientras la policía y el ejército aumentaban la encarcelamiento mejoraron mucho. Por primera vez dormía en
una cama con sábanas e incluso tenía lavabo y toallas, todo lo
represión y las leyes de los blancos se endurecían y dificultaban
cual me parecfa un lujo, como si estuviera en un hotel de cinco
la vida de los africanos negros. Teníamos que buscar una
estrellas. Pero ¿sabéis qué fue lo mejor de todo? Que por
solución porque, si algo había quedado claro en estos años de
primera vez, después de tantos años, pude abrazar a mi esposa
reivindicación, era que con la violencia no conseguiríamos nada.
Winnie. ¡Cuántas veces había soñado con ese momento! Aún me
Teníamos que concentrarnos en la lucha política y sindical.
parecía un sueño. Estuvimos abrazados, quietos y en silencio,
un tiempo que me pareció una eternidad. ¡Qué feliz era!
Poco a poco las condiciones de mi encarcelamiento se
suavizaron, incluso me dejaron tener ,un jardín donde pude
cultivar hortalizas. Mientras tanto, el gobierno afrikáner insistra
en negociar mi libertad a cambio de unas condiciones que yo
continuaba negándome a aceptar.
18 / Me llaf"o...

En 1985, el presidente del país, Pierre Botha, durante una


intervención en el Parlamento, me ofreció la libertad si renunciaba Ne:1ocia"'rAº la paz
incondicionalmente a la violencia como instrumento político. El tiempo pasaba y yo me iba haciendo mayor en la cárcel.
En 1985 me trasladaron al hospital para operarme de la próstata.
Era, si no recuerdo mal, la sexta vez en diez años que el
gobierno me ofrecía la libertad condicionada. Y también por Y como no hay mal que por bien no venga, aquella operación
sexta vez rechacé las condiciones de su propuesta. ¿Qué clase se convirtió en una gran oportunidad para empezar a negociar
de libertad se me ofrecía, si podía ser detenido por no llevar un la paz. El ministro de Justicia, Kobie Coetsee, vino a verme y no
pase o tenía que pedir permiso para vivir en una zona urbana? os podéis imaginar cuál fue mi sorpresa, me quedé atónito.
«Sólo los hombres libres pueden negociar», insistí, y les hice Hacía tiempo que yo le había escrito una carta, pero no me había
saber que yo continuaba pensando que la negociación y no la contestado, y ahora ¡me lo encontraba delante de mi cama y
guerra era el camino para alcanzar una solución. me ofrecía negociar!
30 / Me lla,..o ...

Había llegado el momento de hablar. Llevábamos tres cuartos de


siglo combatiendo el dominio de la minoría blanca y más de dos
décadas de lucha armada. Había muerto mucha gente en los
dos bandos. Yo estaba convencido de que tenía razón, pero
también pensaba que no ganaríamos la lucha con las armas y
que no tenía sentido que continuara muriendo tanta gente.
El enemigo era el poder político que estaba fuertemente armado
y tenía muchos hombres preparados para la guerra, aunque
empezaba a debilitarse políticamente. Se encontraba sometido a
una creciente presión internacional y muchos países ya habían
impuesto sanciones económicas contra un gobierno que
consideraban injusto y racista. Había llegado el momento de
sentarnos y hablar.
Fue una negociación difícil. El gobierno aseguraba una y otra
vez que el CNA era una organización comunista y terrorista. Y el
CNA repetía una y otra vez que el gobierno era fascista y racista.
Partíamos de posiciones muy alejadas, pero teníamos que
entendernos. En 1988 empezaron las reuniones secretas, con
diferentes ministros. En estas conversaciones yo siempre dejé
muy claro que era mi partido, el CNA, el que tenía que liderar
las negociaciones.
Durante años, estos contactos no dieron ningún resultado,
porque yo continuaba negándome a aceptar una condición que
para ellos era imprescindible: renunciar a la lucha armada a
cambio de abrir una mesa de negociación formal en la que yo
participaría como hombre libre. Dejé muy claro que era el
gobierno el que tenía que renunciar a la violencia, porque para
nosotros la violencia no era más que una forma legítima de
autodefensa.
de treinta y dos organizaciones más, la liberación de los presos
l�icio c-Ael �e!t"a�telaf"'ie�to políticos encarcelados por delitos no violentos, la abolición de la
c-Ael af arthe id pena capital y el levantamiento de muchas de las restricciones
del estado de excepción.
Estaba convencido d'e que hacía lo que era correcto para mi
pueblo y eso me dio la fuerza para seguir adelante. Para Después de cuarenta años de restricciones, persecuciones y
negociar a pesar de los fracasos, para tener esperanza en que prohibiciones, se abría un camino de libertad. El presidente lo
conseguiríamos lo que hacía tantos y tantos años que expresó de forma muy clara: «Ha llegado la hora de las
deseábamos y por lo que muchas personas habían muerto y negociaciones».
otras habían dedicado los mejores años de sus vidas. No era yo
solo, éramos todos, todas las mujeres y todos los hombres
sudafricanos que soñábamos con un país libre, que creíamos
posible la igualdad y que pensábamos que sólo así podríamos
construir la paz.
La esperanza llegó con la dimisión del presidente Botha, en
agosto de 1989, y con el acceso a la presidencia de Frederik de
Klerk, un hombre pragmático que consideraba inevitable el
cambio. Con su mandato empezó el desmantelamiento
sistemático de muchas de las piedras angulares del apartheid.
De Klerk derogó la ley de 1953 por la que se segregaba a la
gente en parques, cines, restaurantes, autobuses, bibliotecas,
servicios sanitarios y otras instalaciones. A partir de entonces,
por ejemplo, todo el mundo, fuera cual fuera el color de su piel
o su raza, podía ir a todas las playas o a ver una película en
cualquier cine.
Nos reunimos por primera vez el 13 de diciembre de 1989 y
tengo que admitir que fue un buen inicio. Para mi sorpresa, y la
de mucha otra gente, en febrero de 1990 el presidente De Klerk
anunció en el pleno del Parlamento el verdadero inicio del fin
del apartheid. Entre muchas otras medidas, avanzó la
legalización del CNA, del Partido Comunista de Sudáfrica y
34 / Me llal"'o ...

Lle�a la libevta� No es que no quisiera la libertad, no era eso. Pero no la quería


en las condiciones que él me proponía. Si había estado casi
Parecía que todo iba bien, que la situación que vivíamos era la veintisiete años privado de libertad, podía estarlo una semana
mejor que habíamos tenido en muchísimos años, y yo, más. ¿No os parece? Estoy seguro de que lo entenderéis
increíblemente, aún no había pensado en la posibilidad de ser perfectamente.
puesto en libertad. Quizás era porque hacía tantos años que
Ocurrió el 10 de febrero de 1990, una fecha imposible de
estaba encarcelado que incluso me había acostumbrado a ello.
olvidar. No sé vosotros, pero yo la recordaré mientras viva.
El día que el presidente de la República vino a verme para
Aquel día De Klerk me dijo que a la mañana siguiente me
anunciarme mi liberación, no la acepté.
liberarían. Me cogió por sorpresa, nadie me había avisado y, de
repente, me decían que sería un hombre libre. ¿Qué pasaba?
¿Cómo podía ser? ¿Ahora? ¿Libre? Pero no tardé en reaccionar...
Rehusé la oferta, le respondí que esperara una semana, porque
tenía que avisar a mi mujer, a mi familia y a mi partido ...
Pero De Klerk no quería esperar, ya había dibujado todo un plan.
Me trasladaría a Johannesburgo y allí me dejarían en libertad
ante toda la prensa internacional. Y eso sí que yo no lo iba a
aceptar: quería salir como un hombre libre de la que había sido
mi casa en los dos últimos años. Finalmente acordamos que
sería puesto en libertad a la mañana siguiente, el 11 de febrero,
pero como yo quería. Saldría por la puerta de la cárcel de Victor
Verster y, después, yo mismo decidiría adónde ir y con quién,
porque para entonces ya sería un hombre I ibre.
En pocas horas preparé mi liberación, avisé a Winnie y a mis
compañeros del CNA. Pasaría mi primera noche en libertad en
casa de mi amigo y luchador el arzobispo Desmond Tutu, i tenfa
tantas ganas de abrazarlo! A él y a tantos otros ... Esta libertad
también era su victoria, así la entendía yo. Unos estábamos
dentro y otros, fuera, pero todos formábamos parte del mismo
equipo, ¿no creéis?
3', / Me lla,.,o...

Mi p vit"'ev �Ía (ot"'o l-iot"'bve libve •


Eran las cuatro de la tarde del 11 de febrero de 1990 cuando
Winnie y yo empezamos a caminar, cogidos de la mano, en
dirección a la puerta de salida de la prisión. Había centenares

-
de fotógrafos y periodistas y miles de personas. Nunca me
hubiera imaginado, ni en el mejor de los sueños, aquella
situación. Fue entonces cuando me di cuenta de lo que
realmente significaba mi puesta en libertad. No os podéis

imaginar la cantidad de emociones que sentí, fue indescriptible.
Mi vida empezaba de nuevo después de diez mil días en la •
cárcel. •
El viaje a Ciudad del Cabo demostró que muchas cosas habían


cambiado en Sudáfrica. No podía creer lo que veían mis ojos:
miles de personas, negras y blancas, se congregaban al paso de
nuestro coche. ¡Era impresionante!

Una vez en el balcón del Ayuntamiento hice mi primer discurso
El coche no podía avanzar, la gente lo paraba y golpeaba los
en libertad. Y, como siempre hacía, saludé con el grito de
cristales. Era tanta la excitación y tan enorme la alegría que
¡Amandla!, que significa «¡Poder!» en xhosa. Y los asistentes
parecía que todo iba a descontrolarse. No habíamos previsto la
contestaban ¡Awethu!, que quiere decir «¡Para el pueblo!».
magnitud del recibimiento. Mientras tanto, la plaza del
Ayuntamiento de Ciudad del Cabo se iba llenando de una Mis palabras fueron para todos aquellos hombres y mujeres que
habían estado a mi lado durante tantos años y que habían
multitud que esperaba nerviosa e inquieta mi aparición. Era
confiado en mí. «Os saludo en nombre de la paz, de la
importante mantener la calma, así que seguí las indicaciones de
democracia y de la I ibertad para todo el mundo [ ... J. Vuestro
la policía que nos abrió el paso. ¡Yo confiando en la policía!
sacrificio, incansable y heroico, ha hecho posible que hoy
Ya veis, la vida puede sorprenderte en cualquier momento.
yo esté aquí».
¿Quién me habría dicho a mí, tan sólo unos años antes, que
sería libre y que, en mi primer día de libertad, sería escoltado Eran unas palabras de agradecimiento, pero también de
por la policía? Yo no, os lo aseguro. satisfacción y de ánimo. El trabajo no estaba acabado. Era el
principio del final de nuestra lucha, el final de un apartheid que
ya no tenía futuro en nuestro país.
40 / Me lla,-,o... Nelfo., Ma.,c.lela / 41

fl <Ai{ícil trayecto J,iacia la paz Todos éramos responsables de llevar a nuestro país hacia la paz,
pero yo me sentía especialmente comprometido con esa labor,
Cuando dos bandos llevan enfrentados más de tres siglos, es no sólo por los años de lucha y por lo que representaba para mi
muy difícil encontrar puntos de acuerdo, así que sólo el hecho pueblo, sino porque mi partido me había otorgado una gran
de poder sentarnos en torno a una misma mesa ya era un éxito. responsabilidad al elegirme presidente. Era necesario convertir
Como las negociaciones iban muy lentas, decidimos tomar la un movimiento ilegal en un partido político, lo cual no resultó
iniciativa. En julio de 1990, el CNA acordó, no sin problemas, fácil, pues habían sido muchos años de clandestinidad, de lucha
abandonar la lucha armada. Ahora el gobierno tenía que armada, de prisión ... Pero finalmente lo conseguimos.
responder, y así lo hizo: el 6 de agosto firmamos la llamada
Acta de Pretoria, por la cual nos comprometíamos a suspender
todas las acciones de nuestro brazo armado a cambio de que
'
el gobierno levantara las últimas restricciones a las actividades
políticas que imponía la Ley de Seguridad Interna y acelerara ...,.
./

la liberación de los presos políticos.


41 / Me lla,-,o... Nelro... Ma.,cAela / H

Antes de acabar el año, el gobierno de De Klerk suprimió todo Pero en términos de poder político, los afrikáners eran los
el entramado jurídico del apartheid y sentamos las bases gobernantes absolutos. Ellos controlaban el Estado, eran
para una nueva Asamblea, elegida democráticamente, que se los propietarios de las tierras de cultivo y dirigían su
encargaría de redactar una nueva Constitución. Tenéis que saber explotación. De hecho, la palabra bóer quiere decir "agricultor"
que los afrikáners, la mayoría de ellos descendientes de los en afrikáans y en la práctica es sinónimo de afrikáner.
holandeses, representaban el 65 % de los cinco millones Nada sorprendente, si se tiene en cuenta que 50.000 granjeros
de blancos de Sudáfrica. La mayor parte del 35 % restante blancos eran propietarios de una extensión de cultivo y de
era de origen británico y tenía bajo su control el mundo pasto doce veces superior a la que poseían catorce millones
empresarial. de negros que vivían en el mundo rural.
H / Me llal""o...

Como siempre me había sucedido, la política volvió a pasar


Caf-"ill\a"'rAº hacia factura a mi vida personal. En 1992 me separé de Winnie, que
Lat pvit"evat eleccio"'et había sido mi esposa durante treinta y cuatro años. Continuaba
El CNA y el gobierno continuaban negociando, pero quienes
sintiendo amor por ella y habíamos construido mucho a lo largo
de nuestra relación, pero inevitablemente habían surgido
eran contrarios a este proceso, en uno y otro bando, mantenían
tensiones entre nosotros, debido a las diferencias de opinión
sus posiciones y demostraban su fuerza. Nosotros tuvimos que
convencer a los nuestros de que tuvieran paciencia. Y el sobre temas cruciales para el país y los escándalos políticos que
ella había protagonizado en los últimos años. Desde entonces,
gobierno, ante las resistencias de los grupos de blancos más
nuestras vidas tomaran caminos diferentes y nos alejamos de
radicales, convocó un referéndum para legitimar sus decisiones.
forma irreconciliable.
Esta consulta no fue un verdadero referéndum, no como lo
conocemos en la actualidad.
Seguramente vuestros padres y vuestras madres habrán
participado en alguno y os podrán explicar en qué consiste, pero
un referéndum es una oportunidad para que toda la población
mayor de edad, sea blanca o negra, mujer u hombre, rica o
pobre, alta o baja, pueda opinar sobre un tema concreto. Pero
este referéndum en Sudáfrica no fue así. Una vez más, quienes
tenían el poder no querían ceder ni un trocito, asf que
decidieron que solamente podrían votar los blancos y, claro,
nosotros nos opusimos a esa decisión, no podía ser de otro
modo, porque dejaban a la mayoría de la población sin poder
ejercer su derecho al voto.

Nuestras quejas no se tuvieron en cuenta y la consulta se llevó


a cabo. Casi el 70 % de los votantes dio su apoyo a las
negociaciones para la redacción de una nueva Constitución.
A pesar de las dificultades que iban surgiendo, seguimos adelante.
No nos cansábamos de explicar y explicar que, si queríamos un
pafs libre, democrático, donde todo el mundo pudiera vivir en
paz, no podíamos hacer más que enterrar nuestras diferencias.
48 / Me ll,f"lo...

Y llegó el gran día. El CNA obtuvo una amplia mayoría, con más
del 62 % de los votos y 252 de los 400 escaños del nuevo
Parlamento; el Partido Nacional de Frederik de Klerk consiguió
el 20 % de los votos y 82 escaños, mucho más de lo que
representaba el peso demográfico de los blancos, y el Partido
de la Libertad lnkatha obtuvo 43 escaños con el 10 % de
los votos. Nuestro partido, que había luchado tanto por la paz
y la igualdad, tenía ahora su recompensa. Había ganado
las elecciones.
Poco después, el 9 de mayo de 1994, la Asamblea decidió que
yo la presidiera, de manera que me convertí en el primer
presidente democrático de Sudáfrica, el mayor honor que pueda
conquistar cualquier persona. Lo mismo que en ese momento
dije ante todos, os lo repito aquí: «De la experiencia de un
fl pveblo ,.,..e eLi 'j e pveficJie�te desastre humano que ha durado demasiado tiene que nacer una
sociedad de la que toda la humanidad se sienta orgullosa...
Después de meses de negociaciones y tiras y aflojas, a mediados
Nos comprometemos a liberar nuestro pueblo de las cadenas de
de 1993 el gobierno, el CNA y otros partidos sudafricanos
la pobreza, de las privaciones, del sufrimiento, del género y
fijamos una fecha para las primeras elecciones nacionales no
de cualquier discriminación».
racistas de Sudáfrica: el 27 de abril de 1994.
Éstos eran nuestros objetivos, pero había que empezar a trabajar
Por primera vez en la historia de nuestro país todas las personas
y había mucha tarea por hacer. Teníamos cinco años de
adultas, blancas, negras y mestizas, irían a las urnas para
gobierno para reconstruir un país devastado por la guerra y el
escoger a sus representantes. También serfa la primera vez,
racismo e iniciamos las reformas necesarias
a mis setenta y cinco años, que yo podrfa votar, así que la
para que esa nueva Sudáfrica
emoción me embargaba, como no podéis imaginar. Cuando
fuese posible.
vosotros podáis votar, también sentiréis ese cosquilleo en el
estómago al saber que s'ois una parte importante de vuestro
país, que vuestra opinión se liene en cuenta y que podéis
decidir sobre vuestro futuro. Os animo a todos a participar de la
democracia, un sistema que a nosotros ' los sudafricanos ' nos
costó tanto conseguir.
SO I Me Lla,-,o... Nelfo" Mane.lela / S1

El premio era un tributo a todos los sudafricanos que habfan


fl Pvet""io Nobel <Ae la Paz l sufrido, se habían sacrificado e incluso habían dado sus vidas
"� veco�oci,.,ie�to i�tev�acio�al para conseguir la paz. En nombre de todos ellos acepté el premio.
En 1993, poco antes de ser nombrado presidente de mi país, Y lo hice al lado de Frederik de Klerk, un hombre capaz de
recibí, junto a Frederik de Klerk, otro reconocimiento no menos admitir que se había cometido una grave injusticia contra nuestro
importante, el Premio Nobel de la Paz. Me convertía así en el país y contra nuestro pueblo y que había aceptado el proceso de
tercer sudafricano en recibir este galardón desde la Segunda negociación para definir cuál había de ser nuestro futuro.
Guerra Mundial. Primero había sido para Albert Luthuli y Por ello, mis primeras palabras al recibir el premio fueron para
después para el arzobispo Desmond Tutu, que también había él y para los mi I Iones de personas que se habían atrevido a
combatido el horror del racismo durante el apartheid. levantarse contra un sistema social basado en la guerra, la
violencia, el racismo, la opresión, la represión y el
empobrecimiento de todo un pueblo. Era un premio global para
el movimiento antiapartheid, para los gobiernos y las
organizaciones que se unieron a nosotros, no para luchar contra
Sudáfrica como país, sino contra un sistema inhumano que
constituía un crimen contra la humanidad.
Durante mi discurso en el acto de entrega del Nobel también
quise recordar a Martin Luther King, que fue asesinado cuando
intentaba encontrar una solución justa a las mismas causas por
las que nosotros habíamos luchado.
Este premio era la recompensa por una victoria común sobre el
racismo, el apartheid y contra un gobierno de minoría blanca.
Era el triunfo que, finalmente, nos permitiría cerrar una historia
de 500 años de colonización en África, que empezó con el
establecimiento del Imperio portugués. Era una recompensa
para empezar a vivir en una sociedad donde todas las
personas nacen iguales, con los mismos derechos y deberes.
Una sociedad que no debe volver a permitir prisioneros de
conciencia, ni la violación de ninguno de los derechos humanos.
Ésta era nuestra nueva Sudáfrica.
conseguir la igualdad real para todo el mundo, proporcionar
vivienda y escuelas, agua y electricidad a la población negra ...
U"' "'vevo pafr Eran muchas las cosas que teníamos que hacer y, sobre todo,
f""vltivvacial y <Aef"'\ocvático teníamos que apuntalar los fundamentos de la democracia.

Es complicado reconstruir un país, pero nosotros sabíamos que Pero los resentimientos también son difíciles de solucionar
podríamos conseguirlo. Era nuestro deber para la gente que nos y nosotros veníamos de muchos años de enfrentamientos.
había dado su confianza. Así que iniciamos reformas para Cuando un país sale de un período como el vivido en
distribuir la riqueza nacional; corregir las enormes diferencias el nuestro, también es necesario que se haga justicia
sociales y económicas que existfan entre las diferentes razas; con el pasado, aunque a veces pueda parecer inoportuno.
54 / Me ll,,...o ...

Por ello convocamos la Comisión de la Verdad y de la Sabíamos que esto resultaba suficiente, aunque suponía un gran
Reconciliación, presidida por Desmond Tutu, para esclarecer paso, porque era un signo de normalidad y mucho más de lo
las violaciones masivas de los derechos humanos que se que habían hecho países con más tradición democrática que
habían cometido durante el apartheid. nosotros. Ahora sabíamos que tendrían que pasar varias
generaciones antes de que las heridas sufridas pudieran cerrarse
Después de tres años de investigaciones y más de tres mis
del todo, hasta que los hijos de los hijos de los hijos de negros y
folios concluimos que el Estado racista blanco había sido el
blancos pudieran relacionar.se libremente entre ellos, en
responsable de la mayoría de los crímenes y los abusos
igualdad social y cultural. Sólo entonces podríamos decir que
cometidos, aunque también el movimiento de liberación negro
había concluido el proceso de reconciliación.
los había cometido. Se pedía el procesamiento judicial del
expresidente Pieter Botha y de los líderes antirracistas Durante mis años de presidencia también trabajé para una
Mangosuthu Buthelezi y de la que había sido mi esposa, causa común, la pacificación del continente africano,
Winnie Mandela. devastado por múltiples guerras, los enfrentamientos entre
etnias y los abusos de poder.
5b / Me llaf"o...

U� pavticJ.o cJ.e -
Yvjb'/
Pero no fui el único: por todo el país se podían ver negros que
lucían los símbolos de los antiguos opresores. Como dijo
\"e �os (o�vwt,o e� �ac,o�
'J •J
Desmond Tutu, aquello fue una revolución, y ese partido hizo
Ahora os explicaré otro episodio de mi vida, ¡son tantos! He sido por nosotros lo que los discursos de políticos y arzobispos nunca
un apasionado del deporte y boxeador aficionado, y aunque habrían podido conseguir.
he vivido gran parte de mi vida entre rejas nunca he dejado de En 2009 se filmó una película basada en ese partido, lnvictus.
hacer deporte. Pero si alguno aborrecía profundamente era el Quizá la hayáis visto, porque tuvo un gran éxito de público.
rugby, un deporte de blancos, y concretamente de afrikáners, Aunque para mí el éxito más importante de esa película fue el
los defensores del apartheid. de dar a conocer nuestra lucha por la paz y la reconciliación en
todo el mundo: conseguimos que mucha gente conociera
El rugby era la droga que insensibilizaba a la Sudáfrica blanca
nuestra historia y que aquello sirviera de ejemplo para que
delante de las acciones de sus políticos y mantenía a los jóvenes
nunca más volviera a ocurrir nada igual en ningún otro país.
blancos apartados de los negros. Y, sin embargo, quién me iba
a decir que el rugby acabaría uniendo mi país, y sí, eso fue
exactamente lo que pasó, para sorpresa de mucha gente,
incluido yo.
Hicimos uso de su droga para reconstruir el país. Primero
concentramos los esfuerzos en impedir que el equipo de
Sudáfrica participara en lo� torneos internacionales, una manera
de dar a conocer nuestras demandas al resto del mundo.
Después les devolveríamos su deporte, pero ya sería el deporte
de la unión, no de la, segregación.

Así, en julio de 1994, por primera vez después de trece años de


aislamiento, Sudáfrica participó en una competición
internacional y en 1995 fue la sede de la Copa Mundial de
Rugby, que ganó el equipo sudafricano, los Springboks. Ésta fue
una gran victoria, la victoria de una nación.
El día de la final las emociones estaban a flor de piel. Yo me
vestí con la camiseta y la gorra del equipo nacional, una manera
de decir que estaba con ellos, con quienes durante años habían
sido símbolo del apartheid.
�8 / Me llc1,....o ...

He seguido trabajando a través de diferentes entidades, como


Prof"lovev la e(l,cació�, lvchav co�tva la Fundación Nelson Mandela, y centrando mis esfuerzos en
la pobve-ia y Cot"'bativ el ti�a ayudar a la infancia más desfavorecida, a dar atención a los
Habíamos conseguido la paz, habíamos acabado con el discapacilados, a exlender la educación entre los jóvenes y
apartheid, habíamos celebrado unas elecciones libres y los adultos, a erradicar las minas antipersona, a facilitar medicinas
democráticas, y yo, un hombre negro, había sido elegido como a aquellos que más las necesitan, y a luchar contra el sida, una
el primer presidente democrático de Sudáfrica. Una situación epidemia en todo el continente africano. Esa epidemia también
que sólo unos años antes parecía imposible, ahora era un sueño alcanzó a mi familia en el 2005, cuando mi hijo, Makgatho,
hecho realidad. de cincuenta y cuatro años, falleció víctima de la enfermedad.

Los años pasan, también para mí. En 1999 ya había anunciado En estos años puse en marcha la campaña 466/64 para luchar
que no volvería a presentarme a las elecciones para la contra el sida. ¿Recordáis este número? Era mi número de preso
presidencia del país. Estos últimos años de mi vida, sin perder condenado a cadena perpetua. Nunca tenéis que olvidar de
la convicción de aquello que es justo y necesario, he continuado donde venís, ni cuáles son vuestros orígenes, por ello quise
mi lucha alejado de la vida pública y polftica. Y lo he hecho al poner este número a esta campaña, que sirve para concienciar a
lado de la que es mi tercera esposa, Gra�a Simbine, con quien mucha gente sobre la tragedia que vive toda África. El sida se
me casé en 1998, cuando contaba ya ochenta años. está cobrando más vidas que la suma de víctimas de todas las
guerras, el hambre, las inundaciones y los estragos causados por
Quería dedicarme a otras cosas, a continuar trabajando para los enfermedades mortales como la malaria.
más pobres, pero de otra manera. Y así lo he hecho, aunque
nunca he abandonado del todo el CNA, el partido de mi vida,
que ha continuado gobernando el país y que en el 2004 ganó
por tercera vez consecutiva las elecciones en Sudáfrica, con el
apoyo de la mayoría de la población.
bO I Me l[a,....o...

Reco"'oCtf"'lie"'toJ por A lo largo de mi vida, y gracias a la lucha encarnizada contra el


apartheid y otras causas que vosotros ya habéis podido descubrir
el tvc1bajo veaL,zacAo con este libro, me han dado más de 200 premios y
En julio de 2008, con ocasión de mi noventa cumpleaños, reconocimientos, decenas de títulos universitarios y presidencias
recibí multitud de felicitaciones y homenajes dentro y fuera de honoríficas de organizaciones de todo el mundo. Se han hecho
mi país. De entre todos ellos hubo dos que me hicieron especial documentales, películas y series de televisión sobre mi vida, se
ilusión, el de mi partido y un concierto multitudinario que han compuesto canciones, erigido estatuas, emitido monedas y
se celebró en el Hyde Park de Londres, en el marco de la sellos de correos y se ha dado mi nombre a calles y plazas.
campaña 466/64. También se ha creado un museo que lleva mi nombre y mi

,
antigua casa se ha convertido en el Museo de la Familia
Mandela. En 1995 publiqué mi autobiografía, Un largo camino
hacia la libertad, que se ha traducido a diversos idiomas.

Hé\PpJ
�� Todos estos reconocimientos son importantes porque sirven para

'I
continuar trabajando en la lucha por un mundo mejor. Éste fue
mi sentimiento al conocer la declaración del Día Nelson Mandela,
que se instauró en mi país en 2009. Cada 18 de julio,
coincidiendo con mi cumpleaños, se organizan actos para animar
a todo el mundo a dedicar tiempo a hacer alguna cosa positiva
para el resto del mundo. También en 2009, las Naciones Unidas
declararon el 18 de julio "Día Internacional de Nelson Mandela",
en reconocimiento a mi contribución a la paz y la libertad.
Pero no son premios para mí, son premios para todos, para
todos quienes creen que es posible un mundo mejor, que es
necesario erradicar las diferencias entre razas, entre clases
sociales, entre naciones... Son premios para la construcción de
un mundo más justo, de un mundo capaz de vivir en paz, en
libertad e igualdad. Éste es mi mundo, el mundo al que he
intentado aportar mi grano de arena. Y no olvidéis nunca que es
necesario que todos pongamos algo de nuestra parte porque el
trabajo aún no se ha acabado.

�-�-------'
(, 'Z. / Me llal"'o...

A;.of Vida Je Nelfo,. Ma..Jela Hittoria ( ...Lt... ra

1918,1945 1918 Mandela nace en Mvezo. Primera y Segunda Guerra Mundial. Bomba Alexander Flemrng descubre la penicrhna. Gabtiela Mistral gana el Premio Nobel de
1943 Se une al Congreso Nacional Africano atómica sobre H1roshima y Nagasakl. Mucre Marie Curie, Premio Nobel de Física y de Lrteratura.
(CNA). Guerra Civil Espanola y dictadura del general Qufmica. Clara Campoamor defiende el derecho al sufragio
1944 s� c.a:1a con Cvelyn Ntoko Mue. Frnn<:1'11:0 Franco. femenino en Espana.

1946-1958 1948 El Partido Nacional gana las elecciones La ONU aprueba la Declaración Universal de los Mucre el físico Albert Einstein. S1mone de Beauvorr publrco é/ segundo sexo
en Sudáfrica e impone el apa,theid. Derechos Humanos. Jones Salk rnventa la vacuna contra la
1952 Primera condena y entrada en la Se funda la OTAN y se crea el Mercado Común polromrelitts.
clandestinidad. Europeo (CEE).
1955 Se separa de su pnmera esposa.
19S8 Se casa Por segunda vez. con W1nn1e
Mandela.
1959-1964 1961 Part1c1pa en la fundación del brazo Tnunla la revolución cubana contra el diclador El ruso Yurl Gagar1n es el primer hombre puesto en El clentlllco espaftol Severo Ochoa obtiene el
armado del CNA. Batista y Fidel Castro asume el careo de p11mer órbrta alrededor de la 1ierra. Premro Nobel de Frsiologla y Medicina.
1963 Juicio de R1vonia. ministro. Valentina Tereshkova es la prrmera muier que vraja Hernr1ch 8011 pubhca Oprnrones de un payaso.
1964 Mandela y nueve acusados más son Se construye el muro de Berlln, que divide al espacio. Nace el cómrc Sp/der-Man.
condenados a cadena perpetua. Alelllilnia en dos.
1965·1984 1976 Matanza de Soweto, en la que mueren Triunfa la revolución sandmista en Nicaragua Los astronautas norteamericanos Nell Armstrong y Pablo Neruda, poeta chrleno, Premro Nobel de
centenares de estudiantes. contra el dictador Anastaslo Somoza. Edwin Aldrm pisan la Luna. Literatura.
1930 Se abre una campana con el lema Son 3sesinados en Estados Unidos el presidente Nace en Gran Bretana el primer bebé probeta, la Fallecen los pintores Pablo P1casso y Joan lliró.
•Liberad a Mandela•. Robtrt Kennedy y el líder negro pro derechos nrna Lourse Brown. Gabrrel García Márquez publica Cren ai!os de
1982 Es trasladado a la cárcel de Pollsmoor, en civiles, Martín Luther King. soledad.
Ciudad del Cabo. Muere el d ictadOI espanol Francisco Franco y el
rey Juan e.ar ios I le sucede como 1efe del Estado.
1985·1989 1985 El presidente sudafricano, Pierre Botha, Acuerdo entre estados Unidos y la URRS para la Explosión del transbordador espacial Muere el escrilor argentino Jorge Luis Borges.
ofrece a Mandela la hbertad a cambio de reducción de las armas nucleares. norteamerrcano Challenger. El dalái lama es galardonado con el Premio Nobel
renunciar 3 la vrolencia y PmplP.1an los Cae el muro de Berlln. Se descubre sobre la Antártrda un agu¡ero en la de la'Paz.
contactos con el gobierno. capa dG ozono.
1989 01mis1ón de Pierre Botha y eleccr6n del
nuevo p1esrdente, Frederick de Klerk.
Prrmeras derogaciones de las leyes que
Imponía el apartheid.
199().1991 1990 Lrberac1ón de Mandela. El CNA abandona Reunrfrcacr6n de Alemania. Se lanza el telescopio espacial Hubble. El escrtlOI mexrcano Octavio Paz recibe el Premio
la lucha armada. Guerra del Golfo. La NASA publica imágenes de la superficie del Nobel de Lrteratura.
Legalrzac16n del CNA. Empieza la Disolución de la URSS. planeta Venus. La Unesco aprueba la Declaración Mundial sobre
anulacrón de las restncciones del estado Educación para Todos.
de excepción.
1991 Nelson Mandela es elegido presidente del
CNA.

1992,1994 1992 Mandela se separa de su esposa Winnie. Se desintegra la Repúblrca Socialista de Se celebra la Cumbre de la Tierra, en Río de La líder rndigena guatemalteca Rrgoberta t.'enchú
1993 Recibe el Premro Nobel de la Paz, tunto a Yutoslavia. Janeiro. gana el Premro Nobel de la Paz.
Frederrck de Klerk. El E¡érc1to Zapatrsta de Liberación Nacional Se hace público en Parfs el primer mapa flsico del Sevilla acoge la E�posición Universal de 1992 y
1394 El CNA gana las prrmeras elecciones inicia una rebelión armada en Chrapas. 90% del genoma humano. Barcelona, los Juegos Olímpicos
democráticas y Mandela es elegido
presidente de Sud6frica.
1995,1999 1995 Copa Mundial de Rugby. La ONU declara el 25 de noviembre Ola Se realiza el primer proceso de clonacrón. llace la Mueren la escritora norteamericana Patricra
1995 Publica la autobiograffa Un largo comino Internacional de la Eliminación de la Violencia oveja Dolly. Highsmlth y la cantante Ella Fitzgerald.
hacia la l1bettad. contra la Mujer Sale al mercado el sistema operatrvo Windcws 95 José Saramago publica Todos los nombres.
1998 Se casa por tercera vez, con Gra�a La Unión Europea acuerda la creación de una y el navegador Internet Explore,.
Símhln11 moneda común, el euro. Se funda la empresa Google.
Se frrma el Acuerdo ae Viernes Santu 1>•1 • poner
frn al confhcto de Irlanda del Norte.
2000,2010 2002 Inicio de la campana 466164 de Seiunda guerra del Golfo con la Invasión de Sale al mercado el sistema operativo Windows La Unesco declara el ano 2010 Ano Internacional
prevención y lucha contra el sida. lrak. 2000. de Acercamiento de las Culturas.
2004 El CNA gana por tercera vez consecutrva Ataque terronsta al W01ld Trade Center de Nueva
las elecciones en Sudálrica. York.
2009 Sudáfrica declara el 18 de julio
Ola Nelson Mandela. y la ONU,
Dfa lnternac,onal de Nelson Mandela.
C,4 I Me Llaf"lo...

Me llat"'o...
Es una colección juvenil de biografías de personajes universales.
En cada volumen una figura de la historia, de las ciencias, del
arte, de la cultura, de la literatura o del pensamiento nos revela
de una forma amena su vida y su obra, así como el ambiente del
mundo en el que vivió. La rica ilustración, inspirada en la
época, nos permite sumergirnos en su tiempo y su entorno.

Nelson Mandela nació en 1918 en Mvezo (Sudáfrica). Es el


símbolo de la lucha contra el apartheid, un sistema poi ítico de
segregación racial que separaba a blancos y negros. Mandela
pasó veintisiete años de su vida en prisión
por defender los derechos de los negros
y, finalmente, consiguió acabar con el
apartheid e instaurar la democracia
en Sudáfrica. En 1994 se
convirtió en el primer presidente
democrático del país. Su lucha
se extendió por todo el mundo y a
lo largo de su vida ha recibido
centenares de reconocimientos, entre
ellos el Premio Nobel de la Paz (1993),
junto al presidente sudafricano De Klerk.
Actualmente, Mandela sigue defendiendo los derechos de los
más pobres y de los enfermos de sida a través de diferentes
entidades y fundaciones.

También podría gustarte