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Las industrias globales exigen competir a nivel mundial y tener una base coordinada o sufrir
desventajas estratégicas. Una compañía no necesita competir en el ámbito internacional para
prosperar. También, las industrias con competidores multinacionales no siempre son
globales. No obstante, debemos admitir que la “globalidad” es inevitablemente cuestión de
grado, pues las ventajas que se obtienen de la competencia internacional varían muchísimo
de un sector industrial a otro.
Reflexión
La competitividad ha sido definida por numerosos autores en el ámbito económico mundial
y se fundamenta en la teoría de las ventajas comparativas nacionales que ha dado lugar al
comercio internacional, así como en las ventajas competitivas de las empresas en los
diferentes sectores económicos. Debido a la complejidad del tema en cuestión, no existe una
definición única, sin embargo, existen estudios de la competitividad aplicados al sector
automotriz; tal es el caso del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de
Diputados del H. Congreso de la Unión, (2009).
Para cualquier país, la competitividad es determinada por diversos factores de desarrollo
integral como: sectores económicos con potencial, relaciones internacionales
benéficas, gobiernos eficientes y eficaces, sectores precursores de gran nivel, un sistema
político estable, macroeconomía creciente, una sociedad incluyente, preparada y sana, un
manejo sustentable del medio ambiente, y un sistema de derecho confiable, efectivo y
objetivo
La industria automotriz en México se ha convertido en un pilar fundamental para el desarrollo
económico, ya que ha teniendo un incremento sustancial respecto a las distintas industrias
que alberga el país en los últimos años, con implicaciones significativas respecto a los
empleos que genera, las divisas que aporta, y su participación con los distintos sectores que
componen a la economía nacional.
Aunque no tuvo un inicio favorable, debido a los cambios constantes en el escenario local y
a nivel mundial, ha podido salir a flote con apoyo de diversas políticas industriales, como los
decretos automotrices, cuyo objetivo fue buscar una integración a la competitividad
internacional, a través de la incorporación de nuevas tecnologías e innovación en los métodos
de producción.