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LA FILOSOFIA
Origen y evolución
En los estadios primitivos del desarrollo intelectual, el pensamiento se
manifiesta de manera impersonal e inconsciente. Esa manifestación
no pertenece a la reflexión individual; más bien, forma parte de las
costumbres y las técnicas que la sociedad como tal ha conformado.
Por esta razón, todo el patrimonio cultural producido por el
pensamiento primitivo (canciones, literatura, danza, pintura, escultura,
técnicas de trabajo. etc.), es anónimo, lo cual no impide suponer que
los adelantos verificados en esas actividades culturales se deben al
trabajo de ciertas personas.
Un paso decisivo en el desarrollo del pensamiento se presenta cuando
la reflexión logra individualizarse y la actividad critica personal se
transforma en el motor del pensamiento. De esta forma, el análisis
gana en profundidad y la evolución se acelera, debido a que la toma
individual de conciencia de la problemática cultural exige
reconceptualizaciones constantes.
La emancipación de la reflexión se presentó por vez primera en la
antigua Grecia, alrededor del siglo IX a C. en forma de reflexión moral
que se manifiesta de manera sobresaliente en la Odisea, de
HOMERO y en Los trabajos y los días, de HESIODO.
Sin embargo, el nacimiento de la filosofía sólo tuvo lugar hasta que el
pensamiento abstracto pudo expresarse sin tener que recurrir a las
personificaciones, y cuando la comprensión del mundo resultó posible
sin que fuese necesario invocar la intervención de los dioses.
Añádase a lo anterior que el esfuerzo personal e independiente de la
actividad intelectual no se encontraba, por aquel entonces, vinculado
con una tradición que permitiera a las nuevas generaciones de
personas continuar los esfuerzos de sus predecesores y reexaminar
sus planteamientos. En cuanto a su exposición, las obras pre-
filosóficas se consignaron en forma descriptiva, la cual se encuentra
muy alejada del discurso demostrativo y analítico, característico de la
filosofía.
Desde sus orígenes, la filosofía tuvo por objeto las representaciones y
las proposiciones derivadas de la reflexión, que trascienden y van más
allá del conocimiento inmediato proporcionado por la experiencia
sensible.
En el pensamiento filosófico, la razón elabora la estructura de su
propia naturaleza.
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El origen de la filosofía occidental, que, como se dijo, tuvo lugar en
Grecia, coincidió ahí con el surgimiento de la tiranía y con la
preponderancia del poder estatal, cuya consecuencia fue el abandono
de los valores de igualdad y libertad que caracterizaron a las polis
surgidas en el siglo X a. C.
Por ello afirma HEGEL que el Intelecto se retira al mundo del
pensamiento cuando la realidad se vuelve desdichada.
En el siglo VI a.C. nace lo que propiamente se puede denominar
filosofía, si bien, sólo se concreta como tal saber, hasta el siglo V a.C.
con la obra de ARISTOTELES.
En la filosofía griega se pueden distinguir tres áreas fundamentales de
reflexión:
1. Filosofía de naturaleza o teoría de la concepción del universo.
En ella se pretende comprender el origen de los multiformes
fenómenos naturales.
Sus principales representantes son TALES, ANAXIMENES,
ANAXIMANDRO, PARMENIDES, HERACLITO y DEMOCRITO. Este
periodo abarca los siglos IV a.C.
2. Filosofía humanística o de la reflexión moral. (Los principales
representantes son: SOCRATES Y PLATON)
Hasta el siglo V a.C., la reflexión moral fue el fund de los poetas y los
legisladores, pero no el de los filósofos; sin embargo, el mundo griego
sufría grandes transformaciones, lo que hizo necesario que la reflexión
filosófica se ocupara de los problemas relativos a la conducta humana.
Entre esas transformaciones deben señalarse, en primer lugar, los
graves desequilibrios sociales y el relajamiento de los vínculos
colectivos que se presentan en Atenas al finalizar las guerras
médicas. Otro problema no me nos importante fue la especialización
intelectual originada por la división del trabajo, lo que produjo la
separación entre la ciencia y la filosofía, con la consecuente necesidad
de estudiar filosóficamente el método y el aspecto formal del
conocimiento.
Los principales representantes de esa tendencia fueron los sofistas,
SOCRATES Y PLATON.
3. Surgimiento de la lógica.
Debe considerarse a ARISTOTELES el fundador de la lógica, en virtud
de haber sido él quien organizó y sistematizó los resultados de sus
predecesores, además de haber sido el creador del primer formulismo
lógico: el silogismo.
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ARISTOTELES clasifica las ciencias en cuatro disciplinas:
Las poéticas, las prácticas, las teóricas y la teología, sin que a la
lógica le corresponda un lugar en tal clasificación, pues ella no es una
ciencia, sino solo el instrumento de ésta.
El estudio de dicho instrumento y la forma de utilizarlo, son, en sí, una
introducción general a la enseñanza.
El objetivo de la lógica es proporcionar estrategias para producir
verosimilitud.
El planteamiento de la lógica aristotélica fue posible gracias a la
diferenciación, en el nivel teórico entre la filosofía y la ciencia, pues
sólo de esta manera cabe concebir que, si la ciencia es un Instrumento
para aprender conceptualmente la realidad, exista de manera
separada y en un nivel superior, otra disciplina que estudia las
técnicas utilizadas por la ciencia para alcanzar la verdad.
En tal sentido, si por conocer debemos entender lo que ocurre "cuando
creemos saber que la causa por la que la cosa existe es la causa de
ésta y, por consiguiente, que la cosa no puede ser de otra manera que
como nosotros la conocemos, entonces resulta perfectamente legítimo
estudiar los elementos que demuestran dichas causas.
La lógica aristotélica se orientó hacia el raciocinio verbal, por lo cual
se puede afirmar que es lógica formal; las formas del pensamiento se
tratan unilateralmente, con indiferencia por sus objetos. El resultado
del pensamiento es objeto para sí.
Si la lógica de ARISTÓTELES no fue más allá del formalismo verbal, y
ello a pesar de que intentó esclarecer la problemática y la
propedéutica del conocimiento científico, esto se debe a que la
Filosofía griega concibió el pensar y el ser como una sola cosa. De
esta manera, se estudió la ciencia cuando apareció como lenguaje, lo
que constituye sólo su superficie, mas no toda su realidad.
Con ARISTOTELES concluyó el proceso de maduración de la filosofía
griega, por dos razones:
En primer lugar, porque hasta entonces el pensamiento tomó
conciencia de sí. encontrándose consigo mismo y, en segundo, porque
se definió de una vez por todas el objeto propio de la filosofía.
La tendencia de los padres de la Iglesia fue apoyarse en filosofías que
tenían naturaleza propia, sin demostrar nada por medio del
pensamiento, ya que su justificación la constituye la doctrina de la
Iglesia, la cual, como doctrina religiosa, no se puede comprender por
el entendimiento, sino aceptarse por la fe.
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La ventaja de esta posición consiste en que es más accesible al
estudio de los problemas de las ciencias particulares, pues se
encuentran más cerca de ella, sin embargo, esta circunstancia
implica abandonar la concepción universal de la Filosofía, lo que en la
práctica se manifiesta en la imposibilidad de tratar la problemática
científica en conjunto y, con ello en la imposibilidad de que entren en
contacto las diversas ciencias. Esto permitirá a una de ellas utilizar los
adelantos de las otras, así como comparar su grado de evolución con
las tendencias de vanguardia.
A pesar de lo anterior, la Filosofía de la ciencia contemporánea no se
debe desatender, aun cuando se ocupa de problemas propios de la
física de manera casi exclusiva, en virtud de que los problemas de la
física son expresión de los del conocimiento en general.
Eduardo NICOL, una de las grandes personalidades de la Filosofía
en México, manifestó que una función práctica de la Filosofía no
existe. La Filosofía es inútil, como la poesía o el amor.
Esta afirmación ya la había expresado antes, lo que la hace más
peligrosa, pues significa que el autor está plenamente convencido de
lo que afirma. Esta posición que desde luego no compartimos, es
reflejo del olvido y la desvitalización en que se encuentra la Filosofía:
las ciencias se han disociado de ella, despojándola de sus problemas,
y dejándole un objeto de estudio que se relaciona poco con el
quehacer científico.
Sin embargo, para nosotros, simpatizantes de la idea de que la unidad
de la ciencia sólo se puede alcanzar mediante la Filosofía, ésta tiene
definitivamente una utilidad que se ha expresado de la forma
siguiente:
Es evidente que no sólo las ciencias tomadas en su conjunto, sino
también las ciencias, individuales plantean problemas que, como
simples ciencias, son incapaces de resolver.
La tarea de la Filosofía consiste en afrontar con firmeza estos
problemas e intentar solucionarlos de alguna manera
Estructura de la Filosofía
Contenido y objeto
La Filosofía se puede definir en general como la consideración
reflexiva de los objetos.
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Su punto de partida lo constituyen los sentimientos y las
representaciones compenetrados por el pensamiento como las
manifestaciones científicas, artísticas, políticas, Jurídicas. etc., sobre
las cuales reflexiona, colocando en el lugar de dichas
representaciones el pensamiento puro. Por ello, la Filosofía es un tipo
de conocimiento cualitativamente distinto del de las demás ciencias,
pues "una cosa es tener sentimientos y representaciones determina
dos y compenetrados por el pensamiento, y otra es tener
pensamientos sobre ellos.
La Filosofía es una ciencia cuyo objeto de estudio no se alcanza
mediante la percepción sensible, como en el caso de la sociología,
que encuentra su objeto de estudio (la sociedad) como dado
inmediatamente por la representación y ya delimitado de antemano en
su extensión.
Para entender la naturaleza del conocimiento filosófico, se deben
diferenciar dos niveles de conocimiento.
1.- Por una parte, el que se presenta compenetrado de materia
sensible y espiritual y en el cual la actividad del pensamiento se
mezcla con intuiciones, representaciones sentimientos, ligados a fines
y a intereses concretos (en este primer nivel se ubica el conocimiento
científico):
2.- Por otra parte, el conocimiento en el cual la esencia de las cosas
llega a la conciencia en forma de pensamiento puro, o sea, de
pensamiento filosófico.
Lo óptimo es que entre ambos niveles de conocimiento exista una
relación consciente, de manera que al estar ante representaciones y
sentimientos se conozca su significación en términos de conocimiento
filosófico, y que cuando se analicen pensamientos puros se conozcan
las representaciones, intuiciones y sentimientos que corresponden a
ellos.
Sólo de esta forma será posible establecer la utilidad y la justificación
de la filosofía, así como su necesaria relación con el conocimiento
científico.
La reflexión filosófica implica el hábito de pensar de manera abstracta,
esto es, ser capaz de situar firmemente delante del espíritu,
pensamientos puros y moverse dentro de ellos", o, lo que es lo mismo,
"tomar propiamente como objetos los pensamientos por sí mismos y
sin mezcla alguna.
El miedo a despegar los pies de la tierra, a querer encontrar como
representación, intuición o sentimiento lo que sólo puede encontrarse
como pensamiento puro es el enemigo característico de la filosofía. Al
respecto se deben tener presentes las palabras del filósofo mexicano
Antonio Caso:
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El espíritu filosófico es un ánimo constante e incorruptible de aventura
que tiene mucho de heroico. El encanto de lo filosófico estriba, más
que en el éxito siempre problemático de la afirmación, en el esfuerzo
desplegado al meditar. Quiten ambicione el quietismo interior de la
mente, la sólida estabilidad, el descanso muelle y fácil -corruptor del
pensamiento y de la actividad psíquica en general no -ha de
preocuparse con el estudio de las cuestiones filosóficas.
Se ha dicho que la filosofía constituye una forma Suprema de
pensamiento por medio de ella, las representaciones, intuiciones o
sentimientos se procesan y ponen en forma de pensamiento puro.
La actividad necesaria para alcanzar el pensamiento puro es la
reflexión: por ello, en la definición de Filosofía propuesta al principio de
este apartado, se alude a ella como la consideración reflexiva de los
objetos.
Por reflexión: Se debe entender la actividad del pensamiento en
relación con el objetor mediante la cual es posible superar la
inmediatez de este.
La actividad de reflexionar tiene como propósito la superación del
objeto, tal como aparece en forma de sentimiento; intuición o
representación del objeto para traducirlo a esencia, esto es a la
realidad del objeto, sin importar su apariencia sensorial, temporal y
espacialmente determinada.
Por medio de la actividad reflexiva abandonamos el terreno de
particularidad en los que aparecen las cosas y nos trasladamos al
campo de la universalidad.
Este último es el espacio donde se mueve la Filosofía, por eso, en
este sentido: su objeto es lo universal mismo. Desligada de las
contingencias concretas en que aparecen las cosas, dicha ciencia
tiene dos caracteristicas: en primer lugar, permanece inaccesible a la
percepción sensorial; en segundo, es más dependiente de sí misma,
pues el pensamiento trata consigo mismo y su actividad no se
encuentra alterada por las necesidades de los objetivos concretos. En
este sentido, los filósofos dicen que la filosofía se torna libre.
Por lo anterior debe quedar claro que la filosofía, a diferencia de lo que
comúnmente se cree, no se ocupa de alucinaciones, revelaciones o
demás productos del pensamiento que ignoran la realidad y se
mueven a placer sin tenerla en cuenta. Por el contrario, la filosofía
constituye la segunda potencia de la realidad o bien la esencia de toda
posible realidad.
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Por lo mismo, su fin debe ser más edificante que comprensivo, pues la
existencia de la realidad no es algo que tenga en sí, determinada de
una vez por todas y a la cual se acceda mediante un milagro o
revelación, instantáneamente, como si se encendiera un televisor; más
bien, se debe tener un pensamiento activo mediante el cual se
domine, primero, la realidad sensible y, posteriormente, el
pensamiento sobre dicha realidad para alcanzar su esencia.
Creer que la filosofía constituye un pensamiento místico o ha dado
lugar a la ilusión de suponer que mientras para otro tipo de ciencias,
artes, oficios se requiere poseer determinada técnica, producto del
aprendizaje y de la práctica, para estudiar la filosofía sólo se necesita
la razón natural.
De esta forma, algunas producciones del pensamiento más bajo se
han autollamada filosofía, y pasan por alto que ésta constituye la más
profunda y completa producción del pensamiento.
Ramas de la filosofía
Una vez señalados el contenido y el objeto de la filosofía, en seguida
se estudiarán las diversas ramas que integran esta disciplina. Las
clasificaciones que se han propuesto de esas ramas son
innumerables, sin embargo, en razón de su objeto, cabe decir que
existen dos tipos de disciplinas filosóficas:
1.- Por un lado, las que se ocupan del contenido propiamente filosófico
(Filosóficas) y, por el otro,
2.- Las que tienen por objeto someter al análisis filosófico una ciencia
en particular. Las primeras se denominan filosóficas y las segundas
metodológicamente filosóficas.
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Las disciplinas Filosóficas son las siguientes:
Lógica, Utica, Estética, Metafísica y Cosmología o teoría del universo.
A su vez, las disciplinas metodológicamente filosóficas son las que
siguen:
1.- Filosofía de la ciencia
2.- Filosofía del derecho
3.- Filosofía de la historia
4.- Filosofía política.
Las disciplinas filosóficas desarrollan el contenido propio de la
filosofía; son la filosofía misma y por esta razón, tanto su problemática
como su lenguaje resultan esencialmente filosóficos. La excepción
sería la lógica, que con el paso del tiempo ha llegado a emanciparse
de la Filosofía.
Por su parte, las disciplinas metodológicamente filosóficas se
ocupan de una ciencia en particular aplicando los métodos y los
conceptos de las disciplinas filosóficas: El primer tipo de disciplinas las
estudian los científicos que reflexionan sobre una problemática
imposible de resolver dentro del campo estrictamente científico.
Este conocimiento filosófico se enseña y se aprende en la facultad
donde se importe la disciplina científica correspondiente, y no, como
podría pensarse, en facultad de filosofía, como es el caso de las
disciplinas filosóficas. En este apartado, dedicado a la estructura de la
filosofía, corresponde estudiar las disciplinas filosóficas, en virtud de
que su naturaleza es la filosofía misma; por ello, su lenguaje y sus
problemas son propiamente filosóficos y no científicos, como sí lo son
en las disciplinas metodológicamente filosóficas.
En cuanto al problema que consiste en determinar si entre las
disciplinas filosóficas existe una jerarquía o si todas son de igual valor,
cabe señalar que si la filosofía tiene como esencia los pensamientos
que se presentan en las diversas manifestaciones humanas (por
ejemplo, el pensamiento tal como ocurre en las manifestaciones
artísticas, en la conducta humana, en los sentimientos religiosos, etc.)
y su objetivo es traducir dicho pensamiento a su significación en el
pensamiento puro, entonces la disciplina filosófica que tiene por objeto
el pensamiento puro, la lógica representa el nivel más alto de
abstracción del pensamiento.
La lógica constituye la ciencia de la idea pura, esto es, de la idea, en el
elemento abstracto del pensamiento". Al ser la ciencia que estudia el
pensamiento del pensamiento, la lógica es el sistema de la verdad
pura, el imperio del puro pensamiento; este imperio es la verdad como
ella es, sin envoltura, en y para sí misma.
Se ha visto que el procedimiento de la filosofía consiste en transformar
las representaciones, intuiciones y los sentimientos en su equivalente
en el pensamiento puro. Esa tarea la llevan a cabo las disciplinas
filosóficas.
A diferencia del resto de estas disciplinas, la lógica trabaja con
abstracciones puras, es decir, no con las cosas, sino con las
determinaciones que aparecen en la actividad del pensamiento, o sea
la forma de todo el pensamiento humano.
El método característico de la ciencia moderna fue el inductivo, se
basa en la certeza de que la naturaleza se rige por leyes y que las
mismas causas provocan los mismos efectos. Este método de
conocimiento reconoce la diferencia entre ser y pensamiento pues al
acercarse a la naturaleza la observa como aparece temporal y
espacial mente determina y la interroga mediante la experimentación,
a fin de verificar si en casos análogos las mismas causas provocan los
mismos efectos.
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De este modo, el conocimiento se entrega a la vida del objeto y
expresa su necesidad interna, actitud que es opuesta a la tendencia
del conocimiento que se encierra en sí mismo, o sea, en una actitud
meramente pasiva y contemplativa, para la cual basta recibir imágenes
sensoriales y ordenarlas.
A partir del siglo XIX, la ciencia adquirió la tendencia al auto critica
cómo producto de su imprecisión, que día a día se volvió evidente en
forma más clara: De esta manera, al comprender los científicos que la
toma de conciencia de la imperfectibilidad de la ciencia era requisito
indispensable para su evolución, se despojó a la filosofía de una de
sus tareas fundamentales: la crítica de la ciencia, la cual desde ese
momento pasó a ser parte del ámbito del conocimiento científico.
Diferencia entre el conocimiento científico y el conocimiento del
sentido común
Cuando la necesidad de conocer requiere explicaciones sistemáticas y
manipulables por elementos de juicio prácticos, se está ante el cono
cimiento científico. Específicamente, las ciencias tratan de descubrir y
formular en términos generales las condiciones en que ocurren
sucesos de tipo diverso, y las explicaciones son los enunciados de
tales condiciones determinantes.
La ciencia busca establecer interrelaciones entre los hechos de la
realidad de igual naturaleza, cuyos resultados son ordenados
lógicamente dentro de un sistema de ideas.
Si se compara al conocimiento científico con el conocimiento vulgar o
de sentido común, se encontrarán las diferencias siguientes:
a) La ciencia, a diferencia del sentido común, se halla consciente de
los limites dentro de los que sus creencias son válidas: esto es, el
conocimiento científico busca precisar hasta el extremo de lo posible
las circunstancias en que sus conclusiones se presentan realmente.
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b) A diferencia del sentido común, la ciencia toma conciencia de las
contradicciones que se presentan en la realidad, y les da una solución
sistemática. La ciencia pretende encontrar el porqué de la existencia
de las contradicciones, para explicarlas y solucionarlas a partir de su
origen.
c) Al pretender la racionalización extrema y precisa de cierto sector de
la realidad, la ciencia no puede conformarse con un lenguaje vulgar de
limites poco exactos como el que utiliza el sentido común, por ello, la
ciencia recurre a un lenguaje perfectamente definido.
d) El conocimiento del sentido común se encuentra influido
profundamente por las necesidades e intereses inmediatos del género
humano.
Así, para tomar un caso extremo, la astrología se interesa por las
posiciones relativas de las estrellas y los planetas, con el fin de
establecer la influencia de tales, conjunciones sobre los destinos del
hombre; a su vez, la astronomía estudia las posiciones relativas y los
movimientos de los cuerpos celestes sin referencia a las fortunas de
los seres humanos,
Como el objetivo de la ciencia es llegar a las leyes de validez general
de las interrelaciones causales, los intereses inmediatos quedan
relegados de sus preocupaciones.
e) La ciencia tiene como norma de acción corroborar sus conclusiones
teóricas con base en los datos observacionales críticamente
probatorios y obtenidos en condiciones controladas con sumo cuidado.
En cuanto a esta verificación sistemática de las conclusiones teóricas
a partir de los datos observacionales, Einstein sostuvo que su teoría
se debía considerar insostenible si no pasaba con éxito ciertas
pruebas empíricas. Esta actitud no es propia del conocimiento del
sentido común, pues sus conclusiones tienden a estimarse dogmas
inmutables y, por tanto, no tienen necesidad de comprobación.
Cabe concluir y decir entonces que la ciencia es una forma de
conocimiento que incluye los elementos tanto teóricos como prácticos
en su interrelación reciproca y condicionamiento mutuo. Cuando se
afronta (página 24) un problema científico, se deben analizar tanto los
aspectos teóricos (teorías, leyes, métodos, etc.), como los prácticos
(hechos, relaciones, fenómenos, etcétera).
La ciencia como enseñanza
Aun si se sabe cuáles son las diferencias entre la ciencia y el
conocimiento del sentido común, todavía no se ha resuelto la cuestión
más importante a fin de estar capacitados para captar científicamente
la realidad:
¿Cuál será nuestro primer contacto con la ciencia?,
¿Cómo aparece por primera vez la ciencia? La respuesta a estas
preguntas no es difícil de contestar: en el aprendizaje, las teorías son
lo primero que aparece y si queremos conocer científicamente,
debemos tratar con teorías.
La teoría es la unidad elemental en la cual se condensa el
conocimiento científico. Mediante la teoría se obtiene una explicación
simplificada y sistemática de la situación en que se encuentra
determinado sector de la realidad. De esta forma, en la enseñanza, la
teoría es esencialmente informativa y da una explicación racional de la
realidad.
Cuando está por primera vez ante una teoría, se concibe el mundo
como el significado de su forma simbólica, dice que es, aunque con
esta actitud no se habrá superado aún, la confusión entre ser y
pensamiento, propio del conocimiento científico.
No obstante, este primer contacto con una teoría elaborada con el fin
de obtener Información del mundo, es imprescindible para alcanzar el
conocimiento científico. De esa forma, cuando se aprende, la ciencia
reviste las caracteristicas siguientes:
a) Es práctica, pues se refiere a hechos.
b) Trasciende los hechos; en este sentido, la ciencia pretende
comprender a los hechos, sin tener en cuenta su existencia temporal y
espacialmente determinada, es decir, como los hechos son, sin
importar que aparezcan en determinada forma o lugar. Es analítica,
pues "trata de entender toda situación total en términos de sus
componentes. La ciencia explica el todo mediante las interrelaciones
que se presentan entre sus diversos componentes.
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d) Es racional, pues cualquier explicación o solución que dé sobre un
hecho o problema de que se trate recurre exclusivamente a términos
racionales, expuestos de manera demostrativa antes que descriptiva.
e) Es sistemática, característica que le pertenece debido a que, en su
exposición, la información se encuentra lógicamente organizada, y es
posible relacionar los últimos resultados con los primeros y obtenerlos
mediante la deducción.
Expone; leyes, de modo que sus explicaciones se basan en las pautas
regulares de la estructura y del proceso del ser y del devenir.
g). Es predictiva, pues mediante sus conclusiones busca presagiar
cómo se puede presentar determinado tipo de hechos de acuerdo con
las circunstancias que le rodean.
h) Pretende manipular la realidad; en el sentido en el que el cono
cimiento científico tiene por objeto capacitar para dominar la realidad y
hacer que se desarrolle según nuestras necesidades.
Aquí cabe señalar que las teorías mediante la cuales se aprende a
conocer científicamente al mundo circundante son frases y
afirmaciones simbólicas que constituyen el resultado de un proceso de
investigación sujetos a métodos rigurosos. Dichas frases y
afirmaciones forman una relación de fundamentos que, tarde o
temprano, deberán someterse al criterio de verdad por medio de la
verificación.
La pedagogía científica recomienda que en el nivel del aprendizaje
científico se trate a la teoría como un dogma, y sólo cuando se haya
asimilado intelectualmente en su compleja magnitud, se analizarán los
métodos de investigación y los medios de control de los fenómenos
que le son implícitos.
La disociación de los elementos simbólicos y prácticos del trabajo
científico, aunado al hecho de que en el nivel de aprendizaje se
estudian casi en exclusiva dichas expresiones simbólicas, no permiten
distinguir una teoría construida científicamente de otra que sólo guarda
las formas de una teoría, pero no se elaboró con el rigor que exigen
los métodos científicos.
De este modo, en el nivel del aprendizaje se maneja una forma
meramente simbólica de lo que es una teoría, aceptando un sistema
de explicaciones como tal por el solo hecho de que se denomina con
el calificativo teoría.
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Relación entre filosofía y ciencia
Semejanza y diferencia entre filosofía y ciencia.
La historia de la filosofía se encuentra vinculada estrechamente con la
historia de la ciencia. Algunos de los grandes filósofos fueron también
grandes científicos. Por ejemplo, TALES poseía profundos
conocimientos de astronomía, geometría y física: La escuela
pitagórica fue de vital Importancia en el desarrollo de la concepción
de las matemáticas griegas;
DESCARTES y LEIBNIZ fueron destacados matemáticos: Marx fue no
sólo un gran economista, sino también un gran filósofo, etcétera.
Otros grandes filósofos, si bien como científicos no tuvieron gran.
relevancia, influyeron de modo significativo en la ciencia.
Tal es el caso de HEGEL, cuya influencia en las ciencias sociales del
siglo XIX es innegable, y de ERNST MACH, cuyos trabajos tomó en
cuenta EINSTEN al formular sus teorías. Sin embargo, cabe afirmar
que cada vez es más importante la acción de la ciencia sobre la
filosofía que viceversa.
La filosofía y la ciencia son disciplinas que utilizan el pensamiento
como instrumento para llegar a sus conclusiones. Ambas, cuando de
conocer el mundo que nos rodea; no recurren a los juegos de la
fantasía, al sentimiento o a las revelaciones trascendentales. Sólo el
entendimiento racional de éste les es válido para conocer sus objetos
de estudio.
De igual manera, la filosofía y la ciencia constituyen disciplinas que
tienen por objeto alcanzar universalidades y establecer principios
esenciales, causas constantes, axiomas, etc.; sin embargo, el nivel en
que ambas buscan fijar sus resultados es diferente, pues las ciencias
empíricas no permanecen con la verdad de la particularidad de lo que
aparece, sino pensando han suministrado a la filosofía la materia, en
la que ellas encuentran las determinaciones generales, géneros y
leyes; ellas preparan el contenido de lo particular para que pueda ser
(página 39) recibido en la filosofía. El recibimiento de este contenido,
en el cual por medio del pensamiento es superada la persistente
inmediatividad y el mero dato, es a la vez el desenvolverse del
pensamiento de sí mismo.
El saber científico se ocupa de objetos finitos y concretos, en los
cuales trata de descubrir y sistematizar las leyes y principios generales
que rigen su existencia, es decir, su universalidad es universalidad de
lo finito.
Sin embargo, el conocimiento filosófico "posee, perfectamente la
ciencia de lo general, tiene por necesidad la ciencia de todas las cosas
por lo mismo construye la ciencia teórica de los primeros principios y
las primeras causas," La universalidad de la ciencia es así la
universalidad, de lo infinito. En tanto que la ciencia encuentra la
verdad de los contenidos inmediatos, la filosofía busca la verdad
absoluta.
El pensamiento filosófico en la forma suprema de abstracción, se sitúa
en el nivel de la verdad tal como ésta en sí y para sí:
independientemente de cualquier materialización; por ello, sus
problemas son más amplios, de mayor alcance, si se les considera en
relación con la verdad científica, que permanece, en el nivel de verdad
en lo referente a aspectos concretos de inexistencia.
Al ser más extensos los problemas filosóficos tienden a permanecer
inalterados; a su vez, los problemas científicos son esencialmente
evolutivos.
Por tanto, la historia de la filosofía es la misma filosofía y tiene al
filósofo eterna mente vivo... En cambio, la historia de la ciencia ya no
es la ciencia sino su pasado, es decir, lo que hay de muerto en su
esfuerzo hacia la verdad, o este esfuerzo olvidado cuando se logró el
propósito.
La diferencia en cuanto a los límites del conocimiento filosófico, si se
les compara con los del conocimiento científico, muestra otra
característica mucho más significativa en la práctica: consiste en que
el filósofo debe dar solución congruente a un número relativamente
amplio de problemas, lo que lo ha orillado a resolver cuestiones de
manera precipitada cuando, por no existir aún las condiciones para su
solución, sólo cabía dejarlas planteadas.
No obstante, la ciencia sólo trata de ocuparse en un problema: cuando
ya resolvió las cuestiones previas en que éste se basa.
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El hombre de ciencia se ocupa en cada problema de acumular hechos
de experiencia o de ahondar axiomáticamente su razonamiento hasta
que haya consenso entre todos los investigadores acerca de los
hechos o las deducciones; por consiguiente, considera prohibitiva, en
tanto que es contraria a su moral de objetividad, cualquier
sistematización prematura.
En ese sentido, la ciencia avanza paso a paso lo cual no significa que
sea acumulativa, pero no se permite seguir adelante hasta en tanto no
haya resuelto los problemas existentes y gracias a su actitud su
progreso se encuentra garantizado: Sin embargo, la filosofía no se
puede dar el lujo de tratar de modo parcial sus asuntos, debido a que
su objeto es lo universal infinito.
Precisamente a ello se debe que disciplinas como la epistemología, la
lógica y las ciencias filosóficas estén cada día menos vinculadas con
los objetivos de la tradición filosófica.
Separación entre la filosofía y la ciencia
En la actualidad somos testigos de una separación sin precedente
entre la ciencia y la filosofía. La relación científica-filosófica ha
evolucionado desde la antigua Grecia (donde se llegó a considerar a la
ciencia una filosofía especial.
Hoy muchos científicos consideran que no vale la pena mostrar alguna
preocupación por las cuestiones filosóficas. En el mejor de los casos
se considera que el conocimiento filosófico es un lujo que sirve para
vestir con un traje de luces a las teorías científicas, pero que en
realidad no aporta nada esencial a la práctica científica. Esta
separación tiene su razón de ser, lo cual se estudiará en seguida.
Para comenzar, cabe decir que la práctica científica contemporánea se
ha inquietado por el qué verificar y muy poco por el cómo verificar.
Esto quiere decir que para el científico lo primordial es captar
conceptualmente el material empírico que corresponde a su campo de
estudio, que asimila en una estructura teórica-racional aprendida en su
formación científica y de la cual nunca o rara vez toma conciencia en
cuanto a su carácter problemático.
Se supone que estos recursos conceptuales son innatos al aparato
conceptual: por tanto, se considera ocioso poner en tela de juicio su
capacidad para proporcionar la verdad objetiva. En realidad, esta
actitud se debe a que la ciencia natural trabaja bien, en términos
generales.
Origen de la FILOSOFIA DEL DERECHO
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Filosofía del Derecho
La filosofía del Derecho es una rama de la Filosofía que estudia los
fundamentos filosóficos que rigen la creación y aplicación del Derecho.
Filosofía del Derecho es toda aproximación al hecho jurídico, el
acercamiento a un fenómeno que ha acompañado a la humanidad
desde su aparición, puesto que la ley y el derecho constituyen una
constante histórica que ha incidido de una manera general y constante
en las gentes y en los modelos sociales y políticos
Las grandes cuestiones de la filosofía del Derecho.
Epistemología jurídica: entra en la reflexión sobre el conocimiento
del derecho. Se trata de dilucidar si este conocimiento es posible; qué
forma o estructura ha de tener, cuáles son sus maneras de
presentarse en las sociedades, etc.
La ontología jurídica: habla de fijar el ser del derecho, es decir cuál
será el objeto sobre el que se va a filosofar, note que este objeto es
anterior al conocimiento que se le aplica, es decir, tiene una realidad
propia antes de ser estudiado. La ontología jurídica obtendrá un
concepto del derecho que servirá como base para una reflexión
filosófica posterior.
La axiología jurídica: Trata el problema de los valores jurídicos, es
decir, dilucida sobre cuáles sean los valores que harán correcto un
modelo de derecho o que primarán a la hora de elaborar o aplicar el
derecho. Así, en los ordenamientos europeos no existe la pena de
muerte; el valor consistente en que el estado no mate" es fundamental.
De todos los valores del derecho el más importante es el de "justicia",
tiene tanta importancia que algunos autores designan a la axiología
jurídica como Teoría de la justicia.
La filosofía jurídica existencial: Tiene su razón de ser en el marco
de la antropología, es decir, trata de poner de relieve la relación entre
el hombre y la realidad jurídica; no podemos prescindir del hombre en
la realización del derecho porque la humanidad es la que crea y aplica
el derecho, aún más, crea y aplica a sí misma el derecho...
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Filosofía del derecho
1.- INTRODUCCIÓN
Filosofía del derecho, área especializada de la filosofía que estudia
los fundamentos morales y espirituales del derecho, analizando la
relación entre el Estado y el ciudadano, la legitimidad de las penas y
las relaciones entre "ser" y "deber ser". Si bien el término "filosofía del
derecho" no se acuñó hasta el siglo XVIII, las reflexiones sobre los
fundamentos filosóficos de la ley y de la justicia se remontan a la edad
antigua.
2 EDADES ANTIGUA Y MEDIA
En el siglo V a.C. los sofistas pusieron en discusión el origen divino del
derecho. Surgió así la pregunta sobre si la justicia (Dike) y las leyes
(Nomol) se fundaban en la naturaleza o eran el producto de una
convención establecida por el hombre.
Para Platón el derecho y la justicia encuentran su fundamento en la
idea universal y eterna del Bien.
Por su parte, Aristóteles concebía la justicia en parte como virtud
social y en parte como derecho emanado de la naturaleza. Los
representantes del estoicismo hicieron referencia al concepto de
derecho natural (Physel Dikálon) ley no escrita (nomos agraphos),
subrayando que todos los hombres son por naturaleza libres e iguales.
A partir de la reelaboración de la teoría platónica de las ideas brotó la
imagen de un orden jurídico que se materializa en un Estado
cosmopolita.
Durante la edad media, la investigación filosófica sobre el derecho se
mezcló con la relativa a la virtud en el sentido moral, con la reflexión
sobre el poder político, sobre la relación entre derecho natural y
derecho divino.
El escolasticismo recogió a su vez el concepto de derecho natural
como ley emanada de Dios (lex divina).
Para Santo Tomas de Aquino se sigue la obligación de evitar el mal y
hacer el bien, es decir, obrar en beneficio de la comunidad.
A diferencia de la Iglesia católica, las iglesias protestantes sostendrían
posteriormente que a causa del pecado original el hombre no está ya
en grado de reconocer inequívocamente la ley divina, por lo que el
cristiano debe someterse a la humana (Ley humana).
3 EDAD MODERNA
En los albores de la edad moderna, el filósofo italiano Nicolás
Maquiavelo expuso en su principal obra, El Príncipe (1532), la teoría
de que el gobernante no debe regir sus actos por normas morales o
procedentes del derecho natural, sino que debe reconocer como única
guía el bien del Estado.
Por su parte, Jean Bodin propugnó que el Estado debe asumir la
soberanía absoluta (summa potestas) sobre el pueblo. Contra el
concepto de razón de Estado argüido por los anteriores fueron
formuladas las teorías contractualisticas de Althusius (según el cual la
soberanía descansa en el pueblo) y el iusnaturalismo de Hugo
Grocio, que definió la injusticia como aquello que parece contrario a la
comunidad de los seres sensitivos.
Con Samuel von Pufendorf, quien aplicó al derecho el método
deductivo de las ciencias matemáticas, adquirió valor el concepto de
respeto recíproco.
En su tratado más famoso, Leviatán (1651), Thomas Hobbes señaló
formalmente el paso de la doctrina, del derecho natural a la teoría del
derecho como contrato social según este filosofo inglés, en la
condición de estado de naturaleza todos los hombres son libres, y sin
embargo viven en el perpetuo peligro de que acontezca une guerra de
todos contra todos.
Desde el momento en que la sumisión por contrato de un pueblo al
dominio de un soberano abre una posibilidad de paz, no la verdad,
sino el principio de autoridad (en tanto que garante de la paz)
constituye el fundamento del derecho
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Frente a Hobbes, John Locke subrayó los derechos naturales del
individuo frente a la autoridad del Estado. Su apelación a la libertad, a
la igualdad y a la defensa de la propiedad privada, así como la
doctrina de la separación de poderes del Estado que Charles-Louis
de Montesquieu expuso en espíritu de las leyes (1748), ejercitaron un
influjo determinante sobre los acontecimientos políticos que
desembocaron en la Declaración de Independencia estadounidense
(1776) y en la Declaración de los Derechos del hombre y del
ciudadano (1789) francesa.
En el mismo periodo, en relación con las reflexiones del escocés
David Hume, el filósofo alemán Immanuel Kant alumbró una
distinción más estricta entre la esfera ética y la esfera del derecho,
haciendo una clara diferencia entre una ley que obliga sólo
interiormente y otra que contempla las acciones externas del individuo.
4 SIGLO XIX
Friedrich Karl von Savigny, fundador de la Escuela Histórica, no
concebía el derecho como expresión de una única razón universal sino
como directa emanación del espíritu de cada pueblo, desarrollándose
históricamente como una totalidad orgánica.
A su lado, Georg Wilhelm Friedrich Hegel entendía el derecho como
expresión del espíritu objetivo, cuya progresiva adquisición de
autoconciencia tiende al fin último de la libertad.
La elaboración de la doctrina del derecho parte de momento de la
legalidad (el reconocimiento de otro como personalidad jurídica),
pasando por el momento de la moralidad (Moralitat, reconocimiento del
otro como personalidad moral) para llegar en la eticidad (Sittlichkeit,
el Estado como realización de una eticidad intersubjetiva). Mientras,
en el sentido materialista, Karl Marx concebía el derecho como
superestructura de las relaciones de producción.
Con el utilitarismo de Jeremy Bentham y John Stuart Mill nació en
Gran Bretaña una nueva Interpretación del derecho, destinada a
convertirse en la predominante en al ámbito anglosajón. El derecho se
convirtió en la expresión de intereses enfrentados y se desarrolló el
concepto de "jurisprudencia de los intereses", de la que seguidamente
se separó la sociología del derecho como disciplina autónoma.
5 SIGLO XX
En neto contraste con la visión de los utilitaristas, Hans Kelsen fundó
el positivismo Jurídico en Teoría pura del Derecho (1935), donde
identificaba el derecho como un sistema de normas que debe estar
separado de los fundamentos teóricos de la realidad, descrita
mediante los conceptos de tiempo, espacio y causalidad; la esencia
del derecho debe buscarse exclusivamente en el sistema normativo
jurídico, sin recurrir a categorías sociológicas a políticas.
Para Kelsen, el juicio jurídico es el resultado de la interpretación
normativa, y la interpretación de normas jurídicas dentro de un sistema
jurídico conduce a su vez a las normas fundamentales (como las
constituciones).

(Página 20)
En una de las contribuciones más significativas del siglo XX a la
filosofía política y del derecho, Teoría de la Justicia (1971), John
Rawis expuso su doctrina, que presupone un contrato social equitativo
como fundamento de una sociedad justa.
Un ordenamiento político verdaderamente justo, según Rawls, sería
aquél en el que cada miembro de la comunidad aceptase suscribir el
contrato social antes incluso de saber qué papel le asignará en aquél.
Oponiéndose a Rawls, Robert Nozick teorizó acerca de un "Estado
mínimo", en el que no existe una autoridad central legitimada para
redistribuir recursos y dinero a favor de las clases menos favorecidas
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……especialistas de las diversas ramas del derecho. Paradójicamente,
este campo reclama más atención por parte de la filosofía del derecho.
Finalmente, se debe señalar que la especialización a que ha dado
lugar la tradicional filosofía del derecho ha llevado a tratar esta rama
desde determinada perspectiva: con base en la ética o en la teoría
general del derecho; por su parte, la lógica jurídica reclama su
autonomía en relación con la filosofía del derecho.
La ética ha insistido en utilizar formas lógicas para legitimarse,
mientras que la teoría general del derecho ha insistido en
desvincularse de contenidos éticos y se ha preocupado por la
uniformación y sistematización de los conceptos jurídicos.

Creadores de la filosofía del derecho


Hasta el siglo XIX fue normal que los grandes filósofos se ocuparan de
las cuestiones referentes a los fundamentos del orden jurídico.
Filosofía y filosofía del derecho no fueron hasta entonces disciplinas
separadas. Para nombrar sólo algunos de los grandes filósofos que
trataron temas de filosofía del derecho, se menciona a PLATÓN.
ARISTOTELES. CICERON, Tomas DE AQUINO, HOBBES,
SPINOZA, LEIBNIZ, WOLF, KANT Y HEGEL.

Después de HEGEL, los filósofos abandonaron casi sin excepción la


reflexión acerca de los problemas jurídicos. A partir de entonces los
juristas se encargarían de cultivar la filosofía del derecho.
Con el cambio de autores, los problemas de la filosofía del derecho
también cambiaron.
Mientras la investigación de los fundamentos del orden jurídico fue
tarea de los filósofos, se trataron de resolver cuestiones como:
¿Cuál es la forma óptima del Estado?,
¿cuál es el mejor modo de regular las actividades públicas?,
¿cuál es el mejor orden de regulación de las relaciones entre
particulares?, etcétera.
Cuando los juristas entraron al relevo, la filosofía del derecho se fue
limitando a tratar temas sobre la esencia del orden jurídico como
existía o a intentar determinar la esencia, formas y contenidos del
derecho justo. Éstos se preguntaron también si existía un orden
jurídico natural preexistente que pudiera hacerse valer frente al orden
jurídico.
Debido a que la filosofía del derecho que cultivaron los especialistas
del derecho se negó a entenderse de los problemas propios de la
praxis jurídica, además de la circunstancia de que el estudio de las
diversas disciplinas se limitó cada vez más a explicar y aclarar el
contenido y aplicación de las normas jurídicas, la filosofía del derecho
surgió como disciplina independiente en las facultades de derecho.
(Página 22 del material)
Para ARISTÓTELES, las pruebas de la existencia de Dios se basan
en consideraciones causales y parten de la existencia de las cosas del
mundo exterior; en este sentido, el Dios aristotélico es la primera
causa. Para la filosofía medieval existe la concepción del Dios creador
y del mundo creado.
Para ARISTOTELES, Dios es entonces el pensamiento puro, al que
se accede mediante la actividad del pensamiento, y sólo por el
razonamiento causal se puede llegar a él.
Para la filosofía medieval, a Dios se accede mediante la fe, se revela y
se le debe caridad."
De lo anterior se llega a la conclusión que mientras la auténtica
filosofía se vale en exclusiva de la actividad del pensamiento, la
filosofía medieval se vale del sentimiento. pero no en exclusiva, sino
que trata de explicarlo en términos racionales, dejando sin tocar los
fundamentos de la religión revelada. Entonces cabe decir que la
filosofía medieval tiene forma filosófica, pero con un contenido
religioso o más bien teológico.
Fin.

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