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01 de febrero de 2024

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Notable film de Felipe Gálvez Haberle

"Los colonos", pasado que explica el


presente
El film chileno pone el foco en la matanza de pueblos originarios de la Patagonia para la
apropiación de tierras valiosas: el tono es de western y la mirada es histórica, pero todo tiene
resonancia hoy.

1 de febrero de 2024 - 09:52

La cuadrilla de asesinos incluye personajes reales con nombre y apellido.


Los colonos - 8 puntos

Chile/Argentina/Reino Unido/Taiwán/Alemania/Suecia/Otros, 2023

Dirección: Felipe Gálvez Haberle

Guion: Antonia Girardi, Mariano Llinás y Felipe Gálvez Haberle

Duración: 97 minutos

Intérpretes: Camilo Arancibia, Mark Stanley, Benjamin Westfall, Alfredo Castro,


Sam Spruell, Marcelo Alonso, Mariano Llinás.

Estreno en salas.

Como si se tratara de un plan, hace un tiempo las filmografías de Chile y


Argentina vienen abordando cuestiones vinculadas a la conquista a sangre y fuego
(y billetes) de los territorios que hoy representan el sur geográfico de ambas
naciones: la Patagonia. Los colonos, del trasandino Felipe Gálvez Haberle, es un nuevo
eslabón dentro de una serie que también incluye títulos como Fuga de la
Patagonia (2016), de los argentinos Javier Zevallos y Francisco D’Eufemia, o Blanco

en blanco (2019), del chileno Théo Court.


Con ambas tiene puntos de contacto. Algunos abarcan cuestiones históricas,
compartiendo escenarios, personajes y circunstancias, en especial las
matanzas de los pueblos originarios impulsadas por los estados expansionistas.
Pero también hay similitudes narrativas, a partir de elementos genéricos
propios del western, y técnicas (las tres ofrecen exquisitos trabajos de
fotografía, por ejemplo).

narra la travesía de una cuadrilla de cazadores de indios a través de Tierra


Los colonos

del Fuego durante los primeros años del siglo XX. Enviado por un
terrateniente, a quien tanto el estado chileno como el argentino cedieron una
enorme cantidad de tierras para su ocupación y explotación, el grupo
comienza su viaje con el objetivo de despejar el territorio de la presencia nativa, con
la expansión comercial como excusa. Al mando va un teniente británico,
hombre de confianza del hacendado, junto a un cowboy que se especializó en
matar apaches durante la “Conquista del Oeste”. El grupo se completa con un
joven peón de la hacienda, quien se destaca tanto por su habilidad con el rifle
como por su origen, en el que lo blanco se funde con lo indígena, aunque su
aspecto lo identifica con esta última estirpe.

La primera escena condensa la esencia estética y narrativa de la película. En


ella un peón británico pierde un brazo durante el trabajo de alambrado del
campo. “Acá un hombre sin un brazo es un hombre menos, ¿se entendió?”, grita en inglés
el teniente-capataz antes de ejecutar al obrero frente a sus compañeros.
Filmada con precisión, a través de encuadres que dan cuenta de la relación
entre hombre y territorio, y con una banda sonora expresionista que data la
pertenencia al linaje del western, la secuencia presenta con eficiencia a sus
protagonistas. Por un lado el teniente Alexander MacLennan, el capataz
cazador de indios, un hombre inclemente y violento para quien la vida ajena está
por debajo de las órdenes que recibe de su superior, el empresario José
Menéndez. Ambos son personajes históricos. Por el otro, el joven mestizo, testigo
de los hechos, cuya mirada es capaz de condensar el horror y el
resentimiento gracias a la interpretación abrumadora de Camilo Arancibia. La
oposición entre ambos alimentará la tensión del relato.

A diferencia del western americano, signado por la épica, en Los colonos


predomina la culpa, sentimiento que deriva no solo del rol del Estado, sino del
que también tuvieron los privados en la aniquilación de pueblos enteros, como los
selknam. La película vuelve a citar dicha cultura a través de una escena
cargada de exquisita fantasmagoría (algo similar ocurría en la citada Blanco en
blanco). Una culpa histórica que además carga de forma puntual sobre

personajes con nombres propios. El de MacLennan, alias Chancho Colorado, brazo


ejecutor de matanzas atroces. Pero también el de Menéndez, padre fundador de la
dinastía Braun Menéndez, cuyo poder todavía se extiende hoy sobre toda la
Patagonia a ambos lados de la frontera y de quien desciende, entre otros, el exjefe
de Gabinete Marcos Peña. Trazar esa línea entre historia y presente no es una
conclusión caprichosa, sino una intención que Los colonos subraya en su coda,
donde ficción y documental se mestizan.

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