El Libro para Transformar Tus Hábitos y Ser Más Proactivo en Estos Tiempos Prácticas, Fórmulas, Claves, Hora Lombardi, y Todo... (Carleix, Gusmar (Carleix, Gusmar) )

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El libro para transformar tus hábitos y ser más proactivo en

estos tiempos
Prácticas, fórmulas, claves, hora Lombardi y todo lo que
necesitas para ser un maestro de la proactividad

Gusmar Carleix

Nota del Autor


Es un gusto saber que tienes este contenido frente a ti. Me permito
presentarme, mi nombre es Gusmar Carleix.
Soy escritor, y me dedico a diversas áreas de la escritura: Copywriting,
Ghostwriter, Escritura Comercial, Marketing de Contenido, entre otras.
En dos años he logrado construir una marca, y brindo mis servicios a más
de 64 clientes fijos. Soy Patner en Workana, donde me valoran como el
Redactor #1 en Colombia, con más de 390 proyectos culminados.
Esta información puedes constatarla entrando en Workana.com y colocando
en el buscador mi nombre.
También puedes explorar mi sitio web: www.gusmarsosa.com
Encontrarás información detallada sobre mis logros, con enlaces que
respaldan la información.
En este libro presento los principios y prácticas que me han permitido
alcanzar un buen nivel de proactividad. Espero te sean de ayuda.

Tabla de contenido
Introducción
Capítulo 1: El poder de los hábitos en nuestro cerebro
Condicionamientos neuro-asociativos
Identifica tus asociaciones placer y dolor
Crea nuevas asociaciones que impulsen al máximo tu vida
Los resultados del mañana comienzan hoy (Eres la suma de las acciones
de tu presente)
Capítulo 2: Las acciones específicas que necesitas hacer, para tener los
resultados que quieres
Enfócate en lo que quieres y toma de acción inmediata
El poder de establecer objetivos claros
La fórmula 100
El poder de la hora: la hora Lombardi
Gestiona tu tiempo en fracciones y planifica tus días
Capítulo 3: La disciplina es un músculo (que hay que ejercitar)
Disciplina vs esfuerzo
Claves prácticas para cultivar la disciplina
1. Establécete objetivos específicos que te motiven
2. Mantén tu cuerpo en excelente estado
3. Diseña algunos trucos que te puedan servir para mantenerte en un
estado mental productivo
4. Elimina cualquier tipo de distracción que te haga perder tiempo y te
impida concentrarte en tus tareas.
5. Enamórate de tus nuevos hábitos
6. Aprende a controlar esa adicción a “la gratificación instantánea”
7. Concéntrate en escuchar sólo tu vos positiva
Haz 1ro lo que no quieres, para llegar a lo que quieres
Descubre tus cualidades útiles (fortalezas)
1. Observa detenidamente tus emociones al realizar cada una de tus
actividades
2. Realiza un análisis mental cada noche
3. Pregunta a las personas cercanas
4. Piensa qué es lo que más te gusta hacer y apuntalas
5. Describe tus cualidades de manera creativa evitando palabras sobre
usadas
6. Escribe tus cualidades y realiza recordatorios de ellas
Haz lo que te apasiona
Automatiza tu disciplina (alarmas y apps)
Capítulo 4: Cómo vencer la resistencia al cambio
Visualización creativa
1. Aclara tus objetivos
2. Procura estar en un estado de relajación
3. Crea las imágenes mentales
4. Repite constantemente tu visualización creativa
5. Piensa en tus objetivos en presente y en positivo
6. Modifica las imágenes de ser necesario
7. Experimenta emociones positivas
8. Aplica la asociación y la disociación
Rediseña tu Biografía
Evita los vampiros energéticos
Frenos o actividades nocivas
Cuida tus palabras (autocondicionamiento)
Capítulo 5: Actuando desde la responsabilidad causa o efecto
Somos más que solo hábitos
¿Cuántos días necesitas realmente para cambiar tus hábitos?
Vive como si ya fueras la persona que quieres ser hasta que lo consigas
Capítulo 6: Cómo mantener tu energía vital (cómo las decisiones afectan
y desgastan)
Cuida tus imágenes mentales
Cuida tu diálogo interno
5. Evita los pensamientos negativos
6. Identifica las situaciones que te hacen reaccionar con pesimismo
7. Libérate de la culpa
Multiplica tu actitud (Küppers)
2. Ponte ilusiones
El poder de la meditación
Escucha tu Diálogo interno
Aléjate de la contaminación VAK
Ten cuidado con lo que escuchas
Détox digital
¿Cómo hacer un détox digital?
Introduce información inconsciente (meditaciones, grabaciones propias,
afirmaciones o algún curso en idioma extranjero o propio)
Capítulo 7: El problema no es el problema (PNL)
Sellar tu cambio, la razón #1 por la que la mayoría se queda muy cerca
pero no lo logra (ciclo del cambio)
Deja de preocuparte por algo que no puedes controlar
¡Ahorra tiempo y energía en tu enfoque en lugar de juzgar el hacer de
otros!
Sé agradecido por lo que tienes hoy
Acepta tus emociones
Celebra aún tus pequeños logros
Disfruta el trayecto hacia tu cambio
Saber que lo importante es lo más importante

CONCLUSIÓN

Introducción
¿Qué precio estás pagando por hacer siempre lo mismo? ¿Qué estás
dispuesto a sacrificar para generar cambios duraderos en tu vida? ¿Tienes
identificado lo que realmente quieres cambiar y porqué lo quieres? ¿Qué
quieres lograr? Estas son algunas de las interrogantes que debes hacerte. De
otra manera, no conseguirás cambios significativos en tu vida.
Muchas veces nos encontramos en un círculo, repitiendo las mismas
conductas/acciones. Cuando esto sucede, es difícil que nos hagamos
conscientes de que hemos dejado de avanzar, de que nuestros objetivos se
encuentran cada vez más lejos. La vida supone un acto de entrega total, en
el que necesitamos iniciar y culminar nuestro día dando lo mejor de
nosotros. Esto implica hacer cambios y transformaciones en aquellos
escenarios que no estamos actuando adecuadamente.
Pero para lograr ese cambio debemos ser conscientes e identificar qué es lo
que realmente estamos haciendo mal, qué queremos cambiar y los efectos
negativos que determinadas acciones han causado en nosotros. Es
imprescindible determinar con exactitud qué es lo que queremos lograr y
establecer acciones oportunas y alineadas para alcanzar este objetivo.
El libro para transformar tus hábitos y ser más proactivo en estos tiempos es
un libro que tiene como objetivo brindarte las herramientas, técnicas y
métodos oportunos para ayudarte a cambiar tu vida para siempre,
transformando tus hábitos con disciplina y compromiso.
Este libro se encuentra estructurado en 7 capítulos; de los cuales, cada uno
contiene un conjunto de subcapítulos para facilitar la lectura. En el primer
capítulo se habla sobre el poder de los hábitos en nuestro cerebro, haciendo
énfasis en: condicionamientos neuro-asociativos, identifica tus asociaciones
placer y dolor, crea nuevas asociaciones que impulsen al máximo tu vida y
los resultados del mañana comienzan hoy (Eres la suma de las acciones de
tu presente).
Por su parte, el segundo capítulo hace referencia a las acciones específicas
que necesitas llevar a cabo para tener los resultados que quieres. Los
subcapítulos de este capítulo son Enfócate en lo que quieres y toma de
acción inmediata, el poder de establecer objetivos claros, la fórmula 100, el
poder de la hora: la hora Lombardi, gestiona tu tiempo en fracciones y
planifica tus días.
El tercer capítulo hace mención a la determinación en los siguientes
términos: disciplina es un músculo (que hay que ejercitar). Disciplina vs
esfuerzo; claves prácticas para cultivar la disciplina; haz primero lo que no
quieres para llegar a lo que quieres; descubre tus cualidades útiles
(fortalezas), haz lo que te apasiona y automatiza tu disciplina (alarmas y
apps).
Por su parte, en el cuarto capítulo se podrá conocer acerca de cómo vencer
la resistencia al cambio. Entre sus subcapítulos se encuentran: visualización
creativa, rediseña tu biografía, evita los vampiros energéticos, frenos o
actividades nocivas y cuida tus palabras (autocondicionamiento).
Así mismo, en el quinto capítulo se habla de actuando desde la
responsabilidad causa o efecto. Somos más que solo hábitos. ¿Cuántos días
necesitas realmente para cambiar tus hábitos? Vive como si ya fueras la
persona que quieres ser hasta que lo consigas.
Siguiendo este orden de ideas, el quinto capítulo habla se constituye en los
siguiente subcapítulos: actuando desde la responsabilidad causa o efecto.
Somos más que solo hábitos ¿Cuántos días necesitas realmente para
cambiar tus hábitos? Vive como si ya fueras la persona que quieres ser hasta
que lo consigas.
Con respecto al sexto capítulo se hace mención de cómo mantener tu
energía vital (cómo las decisiones afectan y desgastan). Cuida tus imágenes
mentales, cuida tu diálogo interno, multiplica tu actitud (kuppers), el poder
de la meditación, escucha tu diálogo interno, aléjate de la contaminación
vak, ten cuidado con lo que escuchas, détox digital y por último, introduce
información inconsciente (meditaciones, grabaciones propias, afirmaciones
o algún curso en idioma extranjero o propio).
Ya para finalizar, en el séptimo capítulo se hablara sobre: el problema no es
el problema (PNL). Sellar tu cambio, la razón #1 por la que la mayoría se
queda muy cerca pero no lo logra (ciclo del cambio), dejar de preocuparte
por algo que no puedes controlar. ¡Ahorra tiempo y energía en tu enfoque
en lugar de juzgar el hacer de otros! Sé agradecido por lo que tienes hoy,
acepta tus emociones, celebra aún tus pequeños logros, disfruta el
trayecto hacia tu cambio, saber que lo importante es lo más importante.

Capítulo 1: El poder de los hábitos en nuestro cerebro


Cada una de las prácticas que ejecutan las personas en su día a día juega un
papel fundamental en la vida, en los resultados obtenidos. Además, dichos
hábitos poseen un poder inimaginable en el cerebro. Por lo tanto, un alto
porcentaje de las decisiones que tomamos son producto de una cadena de
hábitos, los cuales inician de una manera muy discreta, pero con el tiempo
se vuelven firmes y difíciles de modificar.
El cerebro constantemente se encuentra en la búsqueda de alternativas que
le lleven a ahorrar esfuerzos y energía; por tal motivo, busca la forma de
transformar las rutinas en hábitos, ya que estos le permiten descansar con
frecuencia. Los hábitos son esas conductas aprendidas que activan el piloto
automático en nuestro cerebro.
El 40% de las decisiones que tomamos nacen de nuestra mente
subconsciente. Estas rutas establecidas en nuestro cerebro no son más que
el resultado de un conjunto de condicionamientos y experiencias pasadas
que han sido transformadas en conexiones neuronales. Estas rutas tienen su
razón de ser en el pasado, y han constituido la base de tus decisiones hasta
el presente. Ciertamente, dichos hábitos ayudan al cerebro a ahorrar
energía, lo que lleva al cerebro a volver cada situación vivida en una acción
rutinaria.
El problema radica en que el cerebro no distingue entre un hábito bueno y
un hábito malo; es decir, luego que hayamos desarrollado un hábito, por
muy malo que este sea, permanecerá en nosotros, reflejándose en cada
acción tomada. Esto, debido al poder que poseen los hábitos sobre nuestro
cerebro, lo que lleva a que este se aferre a sus patrones ya conocidos.
Cuando nuestra estructura de pensamientos está atada a estos hábitos, el
cerebro deja de ser aliado para ser un obstáculo complejo. Entonces, cada
decisión que tomamos está concebida desde enfoques errados, porque los
hábitos negativos dominan el piloto automático de nuestra mente. En
consecuencia, cometemos los mismos errores una y otra vez.
Los hábitos pueden surgir por un gesto cotidiano que nos hace sentir placer,
como salir del trabajo y llegar a casa a recostarnos en la cama o en el sofá,
para cenar y encender la tele. Sin embargo, los hábitos también pueden ser
inducidos por terceros, esos que sólo buscan su propio beneficio y crean en
los demás pequeños cambios rutinarios, como el hecho de usar determinada
sustancia para la limpieza de la dentadura.
La influencia o el poder de los hábitos sobre nuestro cerebro son realmente
impresionantes; por esta razón, es importante que sepamos que cada uno de
los hábitos que logremos adquirir (sean estos buenos o malos) serán
determinantes en nuestra vida. Es entonces por dicho motivo que debemos
condicionarnos a ejecutar hábitos que sean placenteros para nosotros, pero
que además, sean realmente beneficiosos. Hábitos que, en definitiva, sumen
valor a nuestras búsquedas personales.
Gracias a los estudios y avances en neurología y psicología se ha podido
entender la manera en que funcionan los hábitos y cómo podemos
modificarlos para obtener un mejor rendimiento tanto en nuestra vida
personal como profesional.
Condicionamientos neuro-asociativos
Todos los seres humanos, o en su mayoría, buscamos la manera de vivir
experiencias que sean agradables y que nos produzcan placer. Además,
tratamos en lo posible de evitar cualquier tipo de ellas que nos causen dolor.
El condicionamiento neuro-asociativo es el proceso mediante el cual se
busca condicionar nuestro sistema neurológico para lograr la asociación
entre el placer y lo que anhelamos y el dolor con algo que deseamos evitar.
La mayoría de las personas desconoce cómo es que funciona su cerebro;
muchos quieren cambiar su forma de vivir o algunos malos hábitos, pero no
comprenden que nuestros comportamientos se encuentran ubicados en
nuestro sistema nervioso, el cual contiene unos 28.000 millones de
neuronas.
Por lo tanto, sin estas neuronas el sistema nervioso humano no podría ser
capaz de interpretar cada una de la información que recibimos de nuestros
órganos sensoriales. Del mismo modo que tampoco sería capaz de dirigir
esa información hasta nuestro cerebro para luego transmitir las
instrucciones que tenemos que ejecutar.
No hay dudas acerca de cuán impresionante es el cerebro humano. Sin
embargo, esas conductas aprendidas que llamamos hábitos también tienen
poder debido a que cada nueva repetición es un fortalecimiento de esta
conexión neuronal. Es por esta razón que, conforme pasa el tiempo,
suprimir un viejo hábito puede resultar un verdadero desafío. La buena
noticia es que somos capaces de modificar nuestros hábitos, eliminándolos
o sustituyéndolos por conductas más apropiadas con los cambios que
queremos lograr. El condicionamiento es, en este sentido, una técnica
inmejorable.
El condicionamiento neuro-asociativo nos permite conocer la forma en la
que debemos establecer nuestras neuroasociaciones. Se entiende por
neurosociaciones esos vínculos entre las experiencias vividas y todas las
emociones asociables a tales experiencias. Cuando somos capaces de
controlar estas, estamos también adquiriendo el control de nuestra propia
vida.
Si realmente deseamos cambiar nuestra vida para siempre, es importante
aceptar es que hay hábitos en nuestra vida que no son saludables ni
beneficiosos; y que para obtener los resultados deseados o soñados,
debemos ejecutar cambios significativos en esos patrones de pensamientos,
pero que sean convenientes y perdurables.
Para lograr con éxito estos cambios de “hábitos negativos” por “hábitos
positivos” es necesario que vinculemos o asociemos dolor o sufrimiento
con nuestra antigua conducta y placer o satisfacción a la nueva conducta
que buscamos incluir como nueva práctica habitual.
Otra clave que puede ser muy valiosa es cambiar nuestras creencias y la
manera de pensar, lo que quiere decir que debemos ser conscientes y creer
que “SI” podemos cambiar y, además, reconocer que somos los “ÚNICOS”
responsables de dicho cambio.
Debemos también aprender a aceptar lo que está mal en nosotros y buscar la
manera de cambiarlo, confiando siempre en que sí podemos lograrlo. Es
importante acotar en este punto que podemos contar con el apoyo, ayuda o
asesoramiento de profesionales, pero el cambio sólo dependerá de cada uno
de nosotros. El futuro depende única y exclusivamente de nosotros. En la
medida en que entendamos que somos capaces de cambiar nuestra vida, los
resultados llegarán.
Identifica tus asociaciones placer y dolor
El placer y el dolor son las dos fuerzas que guían a los seres humanos a
tomar un camino u otro. Son las fuerzas que guían cada uno de sus actos,
las que condicionan sus instintos, así como las que rigen su subconsciente y
las decisiones racionales que se toman.
Cada acción que ejecutemos en la vida, se encuentra regida por la necesidad
de evitar algún tipo de dolor o sufrimiento, o bien por la simple razón de
alcanzar una gratificación determinada.
Sin embargo, la mayoría de las veces las personas actúan o toman
decisiones gobernados más por el temor hacia el dolor y sufrimiento, es
decir, no quieren ser lastimados ni quieren sufrir. Por ello, asocian más
dolor al hecho de cambiar e ir en la búsqueda de su propio placer que al
hecho de quedarse tal y como están.
Existen numerosos casos o situaciones en la vida que ameritan de una
decisión sabia y consciente, ya que de esta dependerán grandes factores que
interferirán en el presente y en el futuro de esa persona. Pero, puede
acontecer que el miedo a enfrentarse a lo desconocido sea aún más grande
que la necesidad de abandonar la zona de confort.
Esto se da debido al nivel de dolor y de placer que asociamos. Y es que,
aunque sea difícil de entender, siempre ganará la opción que aporte menos
dolor o que proporcione aún más placer.
Muchas personas se limitan a quedarse con lo que ya poseen por miedo de
toma riesgos. Este tipo de decisiones nos alejan de aquello que deseamos y
que anhelamos alcanzar. Tal es el caso de aquellas personas que pasan su
vida entera en un empleo que no les satisface ni les apasiona, por el simple
hecho de su miedo a ir en busca de algo mejor. Estas personas temen perder
lo poco que tienen, atrapándose a sí mismas en una celda de pensamientos
limitantes. En otras palabras, impera el temor a lo desconocido.
De igual forma, es preciso aclarar que no todos asociamos el placer o el
dolor a las mismas cosas, y mucho menos en los mismos grados. Lo que a
unos les causa emoción y placer, para otros significa sufrimiento.
Cada persona es única, por lo tanto su autenticidad hace que las
asociaciones que cada uno tiene con el dolor y con el placer sean infinitas.
Es por esta razón que es sumamente importante que se analice e identifique
dónde y de qué forma se encuentran ocultas esas dos fuerzas que rigen
nuestras acciones o conductas.
Una vez identificadas, se podrán tomar acciones puntuales para orientar
estas fuerzas en beneficio propio. La idea es reconocer la existencia de
hábitos negativos que probablemente te estén causando sufrimiento o
impidiéndote crecer.
Cuando una persona logra asociar un dolor con cualquier tipo de emoción o
conducta, se ayuda a sí misma, evitando entrar en una dinámica de
comportamientos desfavorables. Y todo eso se debe a que no existe mejor
impulso para tomar la decisión de cambiar que asociar un dolor o
sufrimiento con el hecho de permanecer con una misma conducta poco
saludable. De igual forma, si esta persona logra asociar placer con el hecho
de cambiar, las posibilidades de alcanzar el éxito aumentaran a gran escala,
esto porque no entiende el cambio como un riesgo sino como una
oportunidad.
Por lo tanto, si se desea cambiar algún tipo de hábitos, es esencial que se
inicie por identificar las asociaciones de placer y dolor, seguidamente
convencerse de que si necesita el cambio y comprometerse con ello, asociar
todo el dolor y sufrimiento que se pueda al hecho de seguir con dicha rutina
o hábito, del mismo modo, asociar placer con el cambio y procurar en lo
posible el darse algunas recompensas por muy pequeñas que estas sean.
En otras palabras, es posible eliminar un hábito si conseguimos asociar esta
conducta con emociones dolorosas. En consecuencia, el hecho de
suprimirlo nos generará placer. Tener siempre presentes las ventajas del
nuevo hábito funcione, a su vez, como una defensa para no recaer.
En conclusión, tanto los comportamientos como las decisiones que toman
las personas son, en su mayoría, condicionados o influenciados por aquellas
asociaciones de dolor o placer; siendo estas las que conllevan a las personas
a su propio destino.
A algunas personas les cuesta comprender que sus acciones no son
impulsadas únicamente por su intelecto y que también vienen dadas por
algunas reacciones instintivas al dolor y al placer, y que en su mayoría son
las emociones las que los incitan a actuar.
Tenemos en nuestras manos la posibilidad de transformar las cosas, de
asociar y convertir el dolor físico en placer y placer en dolor físico.
Crea nuevas asociaciones que impulsen al máximo tu vida
En muchas ocasiones, tomamos la sabia decisión de cambiar la vida que
llevamos por una mejor. No obstante, con el transcurrir de los días este
impulso se va desvaneciendo; y es que pese a que deseamos hacer cambios
positivos en nuestras vidas, la mayoría de las veces no contamos con la
determinación, la energía y mucho menos con los estímulos necesarios.
Es muy común que algunas personas, pese a tener los recursos y la
motivación necesarias para buscar cambios en sus vida, terminan
claudicando sin razón aparente.
Esta es una situación que muchos han experimentado en algún momento de
su vida. Para muchos, este es un denominador común. Pero, en su mayoría,
ninguna de estas personas se detiene para analizar posibles causas.
Quizás, el hecho de crear nuevas asociaciones que impulsen al máximo tu
vida sea la clave para lograr el cambio. Por tal motivo, es necesario
reconocer que si queremos cambiar algo en nuestra vida y lograr que esta
sea mejor, entonces lo que verdaderamente nos debe importar es crear
asociaciones que nos conduzcan a la meta trazada.
Por medio de las asociaciones se pueden obtener diversos aprendizajes que
transformen la vida de las personas, aunque dichas asociaciones abarquen
varios tipos de procesos y sucesos distintos. Sin embargo, la clave para
lograr dichas asociaciones se debe a la conexión de dos elementos en
nuestro cerebro. Es decir, si logramos asociar el despertador con el hecho de
madrugar, entenderemos la utilidad de este elemento y lo poco agradable
que nos resulta.
Cada experiencia de la vida nos lleva a mantener una visión constante de las
cosas y de las circunstancias; aprender de estos nuevos contenidos y
adaptarnos a ellos es lo esencial. Si no somos capaces de asociar diferentes
ideas, estaremos expuestos al peligro siempre. Por ello, gracias al poder que
tenemos para recordar y asociar experiencias vividas tenemos la potestad
para evitar distintas situaciones. Es fundamental que busquemos la manera
de transformar estas asociaciones y manejarlas a nuestro favor para
incrementar el bienestar propio o común.
La manera para crear nuevas asociaciones e impulsar tu vida al máximo es
sencilla, se trata de tomar los acontecimientos pasados, ya que, estos son
una guía, aunque no siempre se obtengan los mismos resultados, sin
embargo, cada vivencia nos deja una enseñanza de lo que nos beneficia
realmente y lo que nos causa algún tipo de daño.
Crear nuevas asociaciones o vinculaciones nos permite obtener cambios en
nuestras conductas. Adicionalmente, impulsan al máximo nuestra vida. De
tal modo que aprendemos a reaccionar a dicha relaciones y modificamos
acciones o comportamientos.
Es importante reconocer que somos capaces de suprimir hábitos negativos.
Está claro, sin embargo, que puede resultar un verdadero desafío, sobre todo
con algunos hábitos específicos. Esto se debe a que nuestro cerebro se
activa por medio de una señal y enciende su modo automático.
La mejor forma para combatirlo entender cómo funcionan estas señales, qué
estimula al cerebro para que se dé dicha acción o comportamiento.
Seguidamente, identificar cuál es la rutina a ejecutar y cuál es la
recompensa que lleva a nuestro cerebro a recordar dicho hábito y repetirlo
constantemente.
Superados estos tres pasos, se podría iniciar con las nuevas asociaciones
creadas para transformar, sustituir o eliminar aquellas conductas o hábitos
que son poco beneficiosos y que representan un obstáculo para tu
crecimiento.
Los resultados del mañana comienzan hoy (Eres la suma de las
acciones de tu presente)
Es muy común pensar que se debe atravesar circunstancias dolorosas para
alcanzar los sueños. Otros suelen pensar que el esfuerzo y el sacrificio son
la clave, pero cuando no logran alcanzar ser exitosos se estancan, piensan
que no se puede avanzar más o incluso terminan haciendo lo mismo que
otras personas para lograr lo que estos tienen, pero no se detienen a analizar
qué es lo que pasa con ellos mismos. Por tal motivo, necesitas un cambio.
Tu futuro depende de cada una de las acciones que realices en tu presente,
los resultados del mañana comienzan hoy y no puedes dejar pasar la vida y
sus momentos por temor a lo desconocido. Mucho menos puedes permitirte
actuar de manera inconsciente; la receta para vivir la vida que sueñas y
anhelas esta en tus manos, en tus decisiones, en tus acciones y en los
comportamientos que tomes ante las experiencias de la vida.
Se necesita cambiar, tanto interna como externamente, para que nuestra
vida sea satisfactoria; necesitamos trabajar día tras día para poder lograr
nuestros sueños y cambiar nuestra vida para siempre. La diferencia entre
soñar y convertir ese sueño en realidad radica en trabajar cada día para
lograrlo, hacerlo con disciplina y mejorar lo que deba mejorarse.
Una acción que realices diariamente, por muy pequeña que esta sea, es
suficiente para encaminarte a lograr tu objetivo. El mañana no es más que el
reflejo de tus acciones de hoy. Concéntrate en aceptar que el tiempo está en
tus manos. Solo necesitas tomar acción cada día para cumplir con tu meta u
objetivo.
Tal como se mencionó en el párrafo anterior “El mañana no es más que el
reflejo de tus acciones de hoy”, pero para lograr que estos resultados sean
los deseados, necesitas hacerlo lo más fácil que puedas. No es necesario que
te compliques la vida queriendo cambiar todo al mismo tiempo, ni ejecutar
todas las acciones necesarias en un mismo día. Lo mejor es que procures
dividir esa meta que te has planteado en una tarea fácil para ejecutarla cada
día. Pequeños objetivos que estén orientados a alcanzar el objetivo mayor.
La finalidad de este objetivo es que te familiarices con el hábito de las
pequeñas acciones. Pequeñas tareas que pavimentan el camino hacia la
meta. De allí la importancia de las acciones diarias.
Para obtener resultados favorables y que estos sean permanentes,
necesitamos ser muy conscientes de las acciones que ejecutamos; es
necesario que se tomen las medidas correspondientes y más efectivas para
alcanzar lo deseado.
Todos tenemos la posibilidad de cambiar y tener una vida mejor. Si quieres
cambiar un hábito que no te aporta nada positivo en tu vida, únicamente
debes asociar el dolor que este te causa y el placer que podría causarte
sustituirlo por otro que si te sea beneficioso.
El simple hecho de cambiar una conducta negativa por una positiva
mejorará tu vida a niveles insospechados. Tan sólo necesitas de pequeñas
acciones diarias. Por ejemplo, si deseas abandonar el hábito del cigarrillo,
asocia el daño que este le causa a tus pulmones y empieza por tomar
acciones como “en el tiempo en el que acostumbras a fumar, tomate un té
verde o come algún trozo de fruta”.
Cada una de las acciones que se remplacen para ejecutar diariamente
conlleva tan sólo un poco de esfuerzo y estas impulsan al cambio. Es
preciso recordar que tus acciones determinan tu futuro. Al principio, opta
por pequeños cambios conductuales; con el tiempo, procura hábitos
orientados a objetivos más ambiciosos en relación a tu crecimiento como
persona.
Así mismo, identifica diariamente estas sensaciones de éxito por el hecho
de la acción ejecutada. Esto causará un efecto de ayuda y motivación para
que se desee continuar. A su vez, esto también tendrá ventajas en todos los
aspectos de la vida, aunque no se encuentren relacionados con los objetivos.
Estas pequeñas acciones que se logren ejecutar diariamente, poco a poco
irán “engañando” al cerebro a tal punto que serán suplantadas unas por
otras, con la ventaja de que los nuevos hábitos sí aportarán valor a tu vida.
En este sentido, si eres de los que quiere cambiar tu futuro, recuerda que el
resultado de tu mañana comienza hoy; por lo tanto, de las acciones que
ejecutes en tu presente dependerá cómo será tu vida.
Sin duda alguna los hábitos poseen un gran poder, y aunque estos surjan
como alternativa para que el cerebro pueda ahorrar esfuerzo y energía, no
adaptamos los más saludables; además, estos obtendrán todo el poder sobre
nuestras conductas, por ende, sobre nuestro cerebro. Dicho de otra manera,
es imprescindible que identifiquemos nuestros hábitos (y la influencia de
estos en nuestra vida); solo a través de esta identificación seremos capaces
de aplicar todas las correcciones pertinentes en aras de vivir una vida plena.

Capítulo 2: Las acciones específicas que necesitas hacer, para


tener los resultados que quieres
Todos tenemos sueños y deseos. Todo lo que hacemos, lo hacemos
deseando que los mejores resultados posibles. Pero es necesario, que
empecemos por entender que la constancia es el ingrediente clave para
lograr todos los objetivos y metas que nos tracemos en la vida.
Si deseas cambiar tu vida, entonces debes iniciar por eliminar o sustituir
algunos hábitos, pero para lograrlo, también necesitarás de la constancia
para alcanzar los resultados que quieres.
La constancia es un elemento clave en nuestra vida, pero ser constante
puede llegar a ser un poco complicado. Sin embargo, si te centras en
realizar exclusivamente las acciones específicas que realmente necesitas
para obtener los resultados que deseas, entonces la constancia pasará a ser
uno de tus aliados y un ingrediente fusionado dentro de estas acciones.
Este capítulo es realmente claro y conciso, por lo tanto, si logras seguir cada
uno de los pasos que se detallan a continuación, te resultará mucho más
sencillo encontrar o alcanzar los resultados que quieres obtener.
Enfócate en lo que quieres y toma de acción inmediata
Muchos son los casos de personas que desean alcanzar una meta pero esta
termina quedándole lejos, esto debido a que no se enfocan adecuadamente.
Una de las mejores acciones que puedes tomar para obtener los resultados
que deseas es enfocarte en lo que quieres y actuar inmediatamente. El
enfoque es esencial.
Para lograr una meta u objetivo es esencial que comprendamos que no basta
solo con desearlo y mucho menos actuar de vez en cuando. Para poder
alcanzar dichos objetivos es fundamental que enfoques tus pensamientos y
tus acciones de forma correcta y adecuada.
La manera idónea para enfocarte en tu meta es ver la misma de forma muy
atractiva, tanto que te sea difícil o imposible resistirte a la idea de ir tras ella
y eso te lleve a realizar las acciones más oportunas.
Es importante centrarnos en qué es lo que queremos, para que de esta
manera podamos permanecer enfocados y ser constante en las acciones que
nos llevarán a lograrlo. Las personas quieren cambiar algunos hábitos de su
vida, pero muchos inician queriendo cambiarlo todo y tratan de ejecutar mil
acciones. En consecuencia, terminan rindiéndose a mitad de camino,
tirando la toalla. Si tan sólo se enfocaran en qué es lo que realmente quieren
y usaran su mente y pequeñas acciones únicamente para ese objetivo,
actuando inmediatamente sin dejar nada para después, probablemente los
resultados no sólo serían los esperados, además las posibilidades de fracasar
se reducirían significativamente.
Tus objetivos son realmente importantes; si quieres cambios positivos en tu
vida deberás aprender a trazarte metas claras, a elegir cuáles objetivos
suponen un golpe de motivación, siendo muy prudente con la cantidad. Es
decir, no elijas más de tres objetivos, para que así puedas enfocarte en ellos.
Recuerda que luego de que estés claro y enfocado en tus objetivos, no
puedes perder tiempo y por lo tanto debes tomar las acciones
inmediatamente, algunas veces dejarlo para después puede ser el peor error
de nuestras vidas.
La toma de acción inmediata es una de las claves secretas, de esas de las
que casi nadie habla pero que poseen un poder notable para cambiar por
completo nuestra vida. Pensar tanto las cosas o dejarlas para después es sólo
el indicio de que no habrá después, el momento de hacer las cosas es ya,
ahora. Es por eso que al estar claros y enfocados en nuestros objetivos
debemos actuar inmediatamente.
Aprende a asumir riesgos o acabarás por perder el entusiasmo, olvidando
aquello que te motiva a cambiar. Deja de lado las inseguridades, toma
acciones inmediatas o terminarás desperdiciando todas tus oportunidades.
Tu futuro puede verse afectado tanto por aquellas acciones que ejecutes
como por aquellas que no. Alcanzar el éxito es posible solo para quien se
atreve a ir más allá. Si llegase a fallar, no te preocupes y sigue adelante. En
todo caso, habrás aprendido una lección que te será de gran ayuda en
futuras oportunidades.
Si eres persistente, lo intentarás las veces necesarias haciendo pequeñas
modificaciones en tus acciones hasta que realmente lo consigas. Aprende y
crece. Solo a través del enfoque y de acciones concretas puedes obtener
resultados asombrosos.
No importa el tiempo que te lleve alcanzar eso que tanto quieres. Incluso
cuando el avance sea pequeño, recuerda que las cosas se construyen un paso
a la vez. Lo que verdaderamente importa es que no dejes en ningún
momento de progresar cada segundo y cada día hasta llegar a la meta.
El poder de establecer objetivos claros
Para cumplir con nuestros propósitos y lograr alcanzar los resultados
deseados, debes comprender que el establecimiento de objetivos claros es
verdaderamente fundamental. Tener las metas claras y bien definidas es lo
que realmente importa, esta es la base del éxito.
Los objetivos que nos tracemos en la vida son las estimulaciones que nos
conducirán a actuar, pero el hecho de trazárnoslos no significa que los
resultados serán los esperados. Para que dichos objetivos sean alcanzados
con éxito, se debe estar consciente de qué es lo que se quiere y cuáles son
las mejores alternativas o estrategias para lograrlo.
Establecer objetivos claros posee un poder sobre estos, tanto que los
conduce a la realización y a la obtención de resultados favorables. Cuando
no somos conscientes de qué es lo que queremos, terminamos tomando
medidas poco atractivas que, por su parte, no nos incita a mantenernos
centrados ni enfocados, ya que no está detallado nuestro propósito.
Si por el contrario, logramos establecer nuestras metas con claridad,
podremos ser más conscientes de lo que queremos lograr y eso nos estimula
y motiva a ir tras ello; eso también nos brinda la oportunidad de enfocarnos,
y a su vez, nos conduce a la creación de estrategias más oportunas.
Si queremos algo, debemos ir tras ello, no esperar sentados a que venga a
nosotros como un milagro. Cuando las personas aprenden a marcarse metas
y objetivos claros en su vida, eso les permite concentrarse en lo que les
importa y en lo que desean conseguir; además, obtienen como resultado una
motivación específica que los conduce a caminar hacia ello recordándoles
continuamente lo que esperan conquistar. De igual forma, les permite
acondicionar o crear estrategias para su consecución aumentando también
su autoconfianza.
Crear metas y objetivos claros trae consigo una serie de beneficios que
conducen a alcanzar el éxito en cada uno de los pasos trazados. Por ello es
tan imprescindible que dichas metas estén bien claras y definidas.
Establecer estos parámetros implica el reconocimiento detallado de los
objetivos buscados. Esto supone, en muchos casos, hacernos preguntas
medulares. ¿Qué es lo que quiero conseguir? ¿Qué necesito para lograrlo?
Mientras más específicas sean estas preguntas, mucho mejor.
Otra estrategia inherente a los objetivos es la utilización de fechas límites
para cada tarea, por pequeña que parezca. Además, el constante monitoreo
es una forma bastante efectiva de garantizar resultados. O, en caso
contrario, podrás aplicar todos los correctivos que consideres pertinentes.
En todo caso, la medición es neurálgica para la consecución de estos
pequeños objetivos.
En este sentido, cada objetivo o meta debe ser realista. Trazarnos cosas
imposibles o poco razonables no tiene nada productivo ni beneficioso para
nuestra vida. Quizás no sea tan fácil la creación de un objetivo, pero cuando
se elabora y ejecuta de forma correcta el resultado tiende a ser el esperado.
El hecho de contar con estrategias claras basadas en objetivos específicos
sin duda alguna permite producir cambios y acciones positivas, mejorando
las conductas y comportamientos concebidos para alcanzar tus objetivos.
Es realmente importante definir cada objetivo: lo que se desea lograr con
este, el plazo en que se debe alcanzar, la forma en la que se llevará a cabo;
cumplir con esos pasos es la manera más inteligente, dado que cuando se
cumplen estos procesos, eso le permite a las personas no sólo ejecutar el
cumplimiento del mismo, también facilite tener un mayor control de cada
una de las acciones.
Por su parte, también es relevante entender que el poder de los objetivos no
está únicamente en trazarlos, tampoco en conocer todas las respuestas, sino
en tener una idea clara de este. Cada persona tiene el poder de mejorar su
calidad de vida, en ellas se encuentra la decisión de cambiar y mejorar sus
patrones de conductas, sus sistemas de creencias y la manera de motivarse a
lograr lo que se proponga en la vida.
Se ha demostrado que trazar objetivos y tomar acciones para cumplirlos es
altamente positivo en términos de crecimiento y productividad.
La vida nos ofrece a cada uno dos opciones, vivir a plenitud o dejarla pasar.
Si tu propósito es vivir tu vida a plenitud, entonces no tienes más opción
que esclarecer tu mente, estructurando objetivos concretos y realizables. Así
mismo, definir las acciones a tomar para cumplirlos. Sobre este punto, todas
las personas nos enfrentamos a una encrucijada: tomar el control de
nuestros destinos o limitarnos a existir.
Cuando se desean cambios en la vida (y que estos vengan acompañados de
los mejores resultados), es importante saber que se debe estar preparado
para experimentar diversas situaciones. Es esencial aceptar el hecho de que
para lograr cambios que lleven a un objetivo, debe darse una cadena de
acciones nuevas, poco habituales, y que por tal motivo se encuentren fuera
de la zona de confort.
En palabras más sencillas: quien quiera ejecutar cambios significativos,
para la consecución de objetivos complejos, necesitará estar debidamente
enfocado y consciente de que esto implica un desafío. Esto supone estar
preparado para abandonar la zona de confort en todos los aspectos posibles,
bien sea en el ámbito mental, emocional, social o psicológico.
Una estrategia muy significativa podría ser: buscar, indagar, escudriñar bien
en el corazón para conocer realmente qué es lo que se quiere, para qué se
quiere y cuándo se quiere; esta es la esencia para definir objetivos
concretos.
La fórmula 100
La fórmula 100 es un método que se aplica para ejecutar o llevar a cabo una
meta u objetivo en 100 días. Tal como se dijo en el capítulo anterior, en la
vida cuando se requiere aprender o conseguir algo, es necesario trazarse
metas claras y específicas, pero para alcanzarlas necesitamos saber cuál es
la mejor alternativa.
Son muy pocas las personas que invierten tiempo en conocerse y saber a
ciencia cierta qué es lo que quieren, qué los hace felices y cómo pueden
conseguirlo. Y es aquí donde inicia el camino para lograr una vida plena y
feliz. Conocerse a sí mismo es el primer paso.
Cuando sabemos lo que queremos y cómo podemos conseguirlo, es
entonces el momento en el que aprendemos a crear metas u objetivos claros
y específicos. Para lograr objetivos se necesita, entre otras cosas, del factor
constancia. Y, en este sentido, la constancia exige un cambio radical en
nuestra forma de concebir el mundo y de reaccionar a las circunstancias. En
conclusión: adquirir hábitos positivos.
La fórmula 100 tiene como objetivo crear un hábito en el que cada día
cuente con un propósito, es decir, no dejar pasar el día en vano. Tan sólo se
cuenta con 100 días para obtener el resultado que se desea, por ende, cada
día vale la pena y supone un acto de esfuerzo, dedicación y constancia.
Entender que el tiempo vale oro.
La fórmula 100 es un método que ha sido aplicado en diferentes ámbitos de
la vida, algunas personas lo aplican para lograr un objetivo personal, otros a
nivel profesional u organizacional. Son muchos los espacios y áreas en las
que hoy en día se aplica esta fórmula. Incluso es obligatorio en procesos de
nuevos cargos como “lideres” que se haga el seguimiento y evaluación
oportuna de la gestión que estos realizan en sus primeros 100 días.
Con respecto a lo anteriormente señalado, es oportuno hacer referencia al
planteamiento de Niamh O’Keeffe, asesora en liderazgo y fundadora de
First100 en 2004, quien señala en su libro que “Los líderes recién elegidos
para un nuevo puesto de responsabilidad están obligados a triunfar en sus
primeros 100 días, ya que la presión para obtener resultados rápidos y
sostenibles es una de las características del mundo económico global”.
Lo que quiere decir que estos primeros 100 días son la garantía y revelación
de las actuaciones futuras de dichos líderes, estos deben preocuparse y
ocuparse por trazarse objetivos verdaderamente significativos, importantes
pero sobre todo muy claros, además de ir acompañados de estrategias que
sean las más acordes. El establecimiento de estos objetivos debe ir
acompañado de un plan de acción cónsono.
La fórmula 100 trae consigo diversos beneficios, ya que adoptamos hábitos
positivos, tenemos un propósito para cada día lo que nos lleva a una acción
o conducta diaria que nos mantiene consciente de que cada segundo de la
vida vale la pena y que cada acción que se ejecuta nos acerca cada vez más
a nuestros sueños y metas.
El reto de esta fórmula se encuentra en comprometerse y ser constantes en
la ejecución de las acciones que se deben cumplir diariamente, sin importar
lo pequeña que esta sea. Lo importante siempre será estar muy claros de
nuestro objetivo y del por qué lo estamos haciendo. De esta manera no nos
veremos a mitad de camino abandonando nuestro compromiso.
Si estás pensando en trazarte un objetivo y aplicar esta fórmula, te invito a
que sigas el proceso pertinente; enfócate en lo que realmente quieres, crea
un objetivo claro, ten disciplina, gestiona lo mejor que puedas tu tiempo
para que planifiques tus días y puedas obtener los resultados deseados.
Aunque existan diversos métodos para llevar a cabo la concreción de un
objetivo, sin duda alguna este es uno de los más ejecutados a nivel mundial.
Además, es aplicado en las organizaciones tanto públicas como privadas,
gubernamentales y no gubernamentales, en las universidades, en las
instituciones educativas y para cualquier proceso de enseñanza-aprendizaje.
Si bien es cierto que la mayoría de las personas desconoce la “La fórmula
100”, sobra decir que son muchos los que determinan como tiempo
prudente para la ejecución de sus planes 100 días para lograr sus objetivos.
En conclusión, muchas personas aplican este método de forma inconsciente,
partiendo de que entienden la relevancia del tiempo y de los recursos.
El procedimiento para lograr los objetivos se centra en: la manera en la que
se elaboran los objetivos, dado que estos se deben elegir pensando siempre
en los más idóneos. Adicionalmente, deben ser muy específicos, deben
valer la pena y por supuesto que sean cuantificables y realistas.
Cuantificables para que su medición sea una herramienta favorable.
Realistas para que la motivación se mantenga siempre firme.
Otro aspecto importante y que no se debe olvidar, es el de evitar escoger
cualquier tipo de objetivo sin antes cuestionarte ¿Por qué quieres ese
objetivo en específico? Y cuestionarlo las veces que sean necesarias hasta
sentirse claro y así asegurarte que estos 100 días van ayudarte a alcanzarlo.
Una vez cumplido estos pasos, se deben fijar plazos o bloques de acción.
Cada bloque tendrá, a su vez, una meta. La idea es, precisamente, que la
sumatoria de todas estas pequeñas metas nos lleve a la concreción del
objetivo mayor. Luego, se debe crear un plan de acción por día. Cada nuevo
amanecer tiene que estar asignado a un pequeño objetivo. En última
instancia, para garantizar el éxito de la fórmula es imprescindible
monitorear el cumplimiento de estas metas. Así tendremos una idea
palpable de cada avance.
El llegar al día 100 seguramente sentirás una gran satisfacción. Además,
servirá como motivación para continuar el viaje. Las personas que aplican
este método en sus vidas, terminan volviéndolo parte de sí mismos,
agregando la fórmula a su lista de hábitos de trabajo. A partir de este
momento todos los objetivos son pensados de 100 en 100.
Es oportuno hacer énfasis en lo siguiente: es imprescindible dedicar algo de
tiempo a reflexionar sobre los acontecimientos, sobre todo lo que se hizo
durante esos 100 días. Esto se refiere a lo que funcionó y lo que no
funcionó; es importante, además, que se celebren los triunfos, eso que haya
ha funcionado y el hecho de que se haya podido avanzar. Siéntete con el
derecho de celebrar tus logros, sean estos pequeños o gigantes. Si algo no
salió del todo bien, se debe pensar en qué algo fallo durante esos 100 días.
Aceptar qué fue lo que sucedió, reconocerlo y mirarlo como un aprendizaje
y no como un fracaso. Los errores nos llevan a aprender, a cambiar el
planteamiento e intentarlo de nuevo. Se debe transformar lo que no
funcionó en algo positivo y guardarlo en nuestro cerebro para no cometer el
mismo error en el futuro.
El poder de la hora: la hora Lombardi
La hora es uno de los aspectos más importantes en la vida. La importancia
que le demos a la hora puede llegar incluso a definirnos. En la actualidad, la
forma en la que nos relacionamos con el tiempo es fundamental en el
desarrollo de nuestra vida, ya que el tiempo gira alrededor de esta.
Desde muy temprana edad nos enseñan que debemos estar en perfecta
armonía con la hora y sus minutos. Por lo tanto, nos enseñan que la vida
supone un lapso de tiempo para la ejecución de las distintas acciones que se
deben llevar a cabo cada día. Es decir, que tenemos una hora determinada
para acostarnos, levantarnos, para ir al colegio, para jugar, para comer, y así
sucesivamente.
La hora va tomando poder sobre nosotros desde que somos apenas unos
niños, y es que en la infancia descubrimos que hay un tiempo para cada
cosa; aprendemos que el tiempo que se lleva para trabajar es más largo que
el que nos dan para salir a descansar. Esta es una demostración a escala de
aquello que muchos llaman la relatividad del tiempo.
Poco a poco vamos entendiendo que para tener un descanso primero
debemos trabajar y que mientras mejor hacemos nuestro trabajo mayor
puede ser la recompensa. Además, vamos comprendiendo que el tiempo se
encuentra en función de distintas acciones.
A medida que vamos creciendo nos hacemos conscientes de la importancia
de cumplir tiempos para determinadas actividades o tareas. Nuestra relación
con el tiempo puede interferir positiva o negativamente en lo que somos. En
cierto sentido, esta consciencia del tiempo está con nosotros desde los
primeros años. Existe un tiempo estipulado para llevar al trabajo, para
descansar, para estar con amigos, para dormir, entre otras. Por lo tanto,
debemos ser responsables con el uso del tiempo y respetar la hora
establecida para que una nuestras actividades diarias.
Lo anteriormente descrito hace precisamente referencia a lo dicho al inicio
de este subcapítulo con respecto a que la hora y “la puntualidad” dicen
mucho sobre nuestra manera de ser; cuando no somos puntuales con el
tiempo que se nos establece para realizar determinada acción o llegamos
tarde a una cita o al trabajo la primera impresión que ocasionamos es de
“irresponsables e irrespetuosos”. Y, claro, si somos impuntuales estamos
irrespetando el tiempo de otras personas.
En definitiva, y aunque parezca absurdo, la hora, maneja un poder sobre
nuestras acciones. Si no logramos comprender cómo y la manera en que
esta influye en nuestras vidas, estamos perdidos. El hecho de no ser
conscientes de ello puede ocasionarnos grandes conflictos, podemos perder
un trabajo, un vuelo, una cita médica de carácter obligatoria, un
entrenamiento importante. Podemos incluso perder a una persona o hasta
nuestros objetivos.
En preciso, que al hablar del poder de la hora se haga referencia a “La Hora
Lombardi”. Vince Lombardi es reconocido actualmente como uno de los
mejores coaches de fútbol americano de la historia. Fue un excelente
entrenador de los Estados Unidos; se destacó por la exigencia y
compromiso que imponía a su profesión y que seguramente aplicaba en
todos los ámbitos de su vida para alcanzar el éxito. Tanta era su exigencia
que entre sus requerimientos como entrenador quien no cumplía con
puntualidad la hora establecida para los entrenamientos, simplemente no
entrenaba ese día.
De allí, surge “La Hora Lombardi”, denominada al hecho de llegar 15
minutos antes de la hora que se establece para poder estar a tiempo y a la
hora acordada, esto era lo que hacían sus jugadores para evitar en lo posible
no perderse ningún entrenamiento.
Como se puede observar, la puntualidad es uno de los hábitos de las
personas exitosas. Además, habla sobre el compromiso y el valor que se le
da al tiempo propio y al tiempo de los demás. Ser puntuales con las horas
que se nos establecen nos enseña a ser disciplinados, a entender que si
hemos aceptado una responsabilidad debemos estar dispuestos a ejecutar las
acciones pertinentes para llevar a cabo las obligaciones estipuladas. Este es
un hábito verdaderamente beneficioso que podemos desarrollarlo y que nos
ayuda a comunicar que estamos preparados para asumir cualquier reto o
responsabilidad.
En el mismo orden de ideas, es necesario recalcar que cuando deseamos
obtener resultados positivos o favorables referente a nuestros objetivos
debemos ser respetuosos y responsables con el tiempo y la hora destinada
para las tareas. Eso nos lleva a un orden específico para las acciones y
rutinas diarias, garantizándonos de ese modo aún más éxito.
Es importante aprender a respetar el tiempo de los demás y el propio. No
sólo se trata de respetar por el hecho de lo que esto dice de nosotros, sino
que también hay que reconocer que esto tiene el poder para influir en
nosotros.
Si no aprendemos a aceptar el poder de la hora sobre nuestras acciones,
seguiremos actuando de la misma manera y no podremos cambiar nada.
Mucho menos conseguir el resultado que estamos buscando. A las personas
les cuesta comprender que el no establecer una hora adecuada para cumplir
una acción (y, además, ser puntual con esta) produce un descontrol y
consecuencias negativas para todos los elementos incluidos.
Ser puntual con la hora que estableces o que se te establecen para
determinadas acciones es sinónimo de respeto y responsabilidad. Dicho sea
de paso, ganas mucho en autoconfianza del mismo modo que los demás
también empiezan a confiar más en ti. Esta confianza generada termina
transformándose en motivación, estímulo neurálgico para que las personas
no claudiquen en sus búsquedas personales. En otras palabras, a través de la
autoconfianza se robustece tu convicción.
Procura estar y terminar a tiempo cada una de tus acciones, comprende la importancia de la hora y su
“La Hora Lombardi”, una
poder sobre los objetivos que te trases, y trata de aplicar
estrategia que posiblemente te sirva de mucho para lograr los resultados que
esperas.
Gestiona tu tiempo en fracciones y planifica tus días
La gestión del tiempo es, sin duda alguna, uno de los factores importantes
que interfieren de manera positiva en la búsqueda de nuestros planes.
Cuando se logra controlar y gestionar de manera adecuada nuestro tiempo,
podemos obtener numerosos beneficios. Para lograr llegar con éxito hasta
nuestras metas, necesitamos aprender a gestionar de forma adecuada el
tiempo que se va a emplear. En caso contrario no lograremos ningún
resultado positivo, indiferentemente de nuestras capacidades o recursos.
Las personas que no logran gestionar adecuadamente su tiempo terminan
por experimentar diversas consecuencias, ya sea en el ámbito familiar, nivel
de salud, laboral, social, personal. El no saber administrar el tiempo nos
puede afectar seriamente en nuestra salud, ocasionando estrés, ansiedad y
otras afecciones más complejas que se pueden asociar a estas, como la
depresión.
Por otra parte, en el ámbito laboral se pueden vivir situaciones de bajo
rendimiento, estrés laboral u otras; en el ámbito familiar o social se pueden
presentar separación de un ser querido ya que pueden verse relegados por la
falta de organización del tiempo, y en el área personal puede verse afectado
sus meta u objetivo anhelado.
Para que nuestros objetivos no se vean amenazados y logremos obtener los
resultados esperados, es necesario que nuestro tiempo se encuentre bien
gestionado y nada mejor que fraccionarlo y planificar cada uno de nuestros
días.
Para lograr estas acciones es necesario que tengas claros cuáles son tus
objetivo para que de esta manera especifiques cuáles son las funciones y las
tareas a desarrollar; cuando las hayas establecido fracciona tu tiempo en las
partes que consideres necesarias, para ello necesitarás clasificar, analizar y
priorizar las tareas de mayor a menor urgencia e importancia. Además,
empezar por las más complejas tiene sus ventajas, ya que durante las
primeras horas del día es cuando más energía tenemos.
Coloca un límite para cada objetivo, pero asegurándote de que dicho límite
se encuentre dentro de tus capacidades; asigna un tiempo para cada acción
que debas ejecutar diariamente y asegúrate de cumplir las tareas en el
tiempo que se establezca. Para que esta última pueda llevarse a cabo
satisfactoriamente, es necesario que entiendas que debes eliminar cualquier
tipo de distracción y hacer una cosa a la vez; si te enfocas en una sola tarea
serás más rápido, por ello procura no tener tantas interrupciones y mantén
fija tus prioridades. Aunque suene egoísta no debes dejar de hacer tus tareas
importantes por resolver la de los demás, cuando hayas culminado las tuyas
sólo así podrás ayudar a otros. Este es el concepto de “delegar” que tanto se
ha desarrollado en seminarios de liderazgo de equipos y gerencia a lo largo
del planeta.
Fraccionar nuestro tiempo se trata de dividir nuestro día en pequeñas
porciones, aferrándonos a cumplir lo requerido y evitar perder tiempo en lo
que no debemos. Si de verdad te estás tomando en serio tus objetivos, y
quieres cumplirlos, la solución es ser más productivo.
Al respecto con la planificación diaria, es pertinente que sepas que para
cumplir con todos tus objetivos y obtener resultados deseados el hecho de
elaborar una correcta planificación puede ayudarte y generarte numerosos
beneficios.
Planificar te permitirá no olvidarte de ninguna de tus tareas y así poder
cumplir con ellas. La planificación es sin duda uno de los elementos claves
y más efectivos para tener éxito en todo lo que te propongas, o en todo lo
que decidas emprender.
Quizás este paso pueda parecer algo aburrido, pero cuando lo
transformamos en un hábito y organizamos semanalmente en nuestra
agenda todo lo que debemos ejecutar y el tiempo que tenemos para llevarlo
a cabo, nuestra vida comienza a despejarse; lo que veíamos inalcanzable
resulta siendo menos complicado y el tiempo que sentíamos que nos faltaba
pasa a un segundo plano. Incluso puede que terminemos con más tiempo
de ocio o para recreación personal. Si eres de las personas que siempre
necesita una hora más en la oficina para cumplir determinada tarea, es
evidente que estás administrando mal tu tiempo. De allí la importancia de la
planificación para abarcar todo lo indispensable con anticipación.
En este orden de ideas, esa necesidad de horas que sientes que le hacen falta
a tus días, es consecuencias de no saber administrar tu tiempo. Aunque te
parezca una estrategia aburrida, es necesaria para que cada una de tus
acciones sea productiva y esté orientada a tus metas generales. De manera
que, si quieres ser exitoso, tendrás que familiarizarte con el diseño de una
planificación semanal para la correcta gestión de tu tiempo.
Convierte tu planificación en un hábito que te ayude a mantenerte
organizado y a cumplir con todas las acciones y objetivos deseados. Muchas
personas no tienen idea de cómo planificar, por ello terminan abandonando
esta rutina y con ello también se esfuman sus metas.
De nada te sirve la idea de proponerte metas, pensar en proyectos, querer
cambiar un hábito o alcanzar un nuevo objetivo, si no aceptas la
importancia que tiene el hecho de contar con un plan. La planificación es un
recurso que nos permite determinar las acciones que vamos a ejecutar
diariamente para llevar a cabo un objetivo y la forma o los pasos a tomar
para conseguir los resultados deseados.
Planificar nuestros días no es más que mantenernos organizados en todas
las áreas de nuestra vida: saber qué vamos a ejecutar diariamente, llevar un
registro de ello, tener un control y estar preparado mentalmente para
cumplirlo. De esta manera también se pueden prever algunas situaciones
que puedan acontecer en el camino.
Son muchas las acciones que puedes ejecutar para lograr tus objetivos y
conseguir así los resultados con los que sueñas. Sin embargo, existen
acciones específicas que pueden llevarte a alcanzar dichos resultados de
manera exitosa y gastando menos tiempo, tal y como las acciones que se te
describieron en este capítulo, como el enfocarte en lo que quieres, la toma
de acción inmediata, el poder de establecer objetivos claros, la fórmula 100
y el resto de las acciones que aquí se pudieron conocer. Si quieres cumplir
con tus objetivos y llegar a esos resultados que esperas y tanto quieres, te
recomiendo a que entonces sigas estas acciones.

Capítulo 3: La disciplina es un músculo (que hay que ejercitar)


La disciplina es la base de lo relacionado al éxito. La disciplina es la
capacidad que poseen las personas para poner en práctica una sucesión de
acciones, indiferentemente de las circunstancias. La constancia, para
concretar, es aplicable en cada pequeño momento de la vida misma.
Así mismo, la disciplina nos permite controlar nuestros impulsos y nos
ayuda a evitar que nos apartemos de nuestras metas. Podemos decir que esta
se considera un factor importante al momento de trazarnos objetivos, ya sea
perder peso, ponernos en forma, mejorar la productividad en nuestro
trabajo, alcanzar un mayor rendimiento e incluso para cambiar o eliminar
un hábito.
Las personas que han desarrollado esta competencia tienen la capacidad
para llevar una vida más ordenada. La disciplina es una cualidad altamente
positiva que podemos cultivar a lo largo de nuestra vida y que además, nos
ayuda a cumplir no sólo con nuestras metas, sino también con las
obligaciones diarias. También es una virtud moral que se nos enseña desde
que somos muy pequeños. En especial, cuando se habla de acciones y
actitudes dentro y fuera del hogar. Irnos a la cama a determinada hora,
mostrarnos agradecidos pese a las adversidades, el aseo personal. Todos
estos elementos son asociables a la disciplina en términos de formación
personal.
Por ese motivo es que muchas personas que inician con un objetivo lo
abandonan a mitad de camino, ya que no cuentan con un nivel óptimo de
disciplina. Sin embargo, existe la posibilidad de que ejercites el músculo de
la disciplina y puedas cumplir con todos esos propósitos que anhelas.
Pues bien, se dice que la disciplina es el puente entre los sueños y los
logros. Es considerada como un musculo que se puede ejercitar para
volverla más firme y fuerte. Es ese el músculo que te lleva a lograr tus
objetivos. Es recomendable que se piense en la disciplina como un camino
que debe ser pavimentado constantemente. En caso contrario, será
imposible trasladarnos desde el punto A al B.
En la medida en que mantengas ejercitada esta competencia, tus
posibilidades de éxito se incrementarán considerablemente. Si pensamos en
la disciplina como un músculo, conviene entonces que lo ejercitemos con
tanta frecuencia como creamos conveniente. De esta manera evitamos que
se atrofie.
Muchas personas poseen una disciplina atrofiada por no ejercitarla lo
suficiente. Aunque pueda parecerte algo abrumador ejercitarla
constantemente es la única solución de conservar intacta nuestra disciplina,
por ello, a continuación se describen algunos tips y recomendaciones que te
serán de gran ayuda para que mantengas ejercitado ese músculo tan
importante para todos. Esa virtud que es clave en tu desempeño, en tu
progreso, en tus objetivos, logros y sobre todo, en tu felicidad.
Disciplina vs esfuerzo
Tanto la disciplina como el esfuerzo son dos factores de suma importancia
que poseen un gran poder sobre nuestras acciones, mientras que la
disciplina nos ayuda a coordinar nuestras actitudes para seguir un
determinado código de conducta u órdenes, por su parte, el esfuerzo, nos
brinda la energía física y espiritual para alcanzar eso que estamos buscando.
Todos tenemos claro que para alcanzar cualquier meta en nuestra vida que
sea de carácter importante, necesitamos de disciplina y esfuerzo, dos
cualidades que muchos omitin a la hora de ir tras sus objetivos o que muy
pocos la aplican para conseguir resultados favorables.
La mayoría de las personas tiende a abandonar sus sueños por el simple
motivo de que la palabra esfuerzo y disciplina les aterra, estas personas
viven sumergidas en un mundo en el que no se sienten a gusto pero
prefieren quedarse allí en su zona de confort que tener que salir a
enfrentarse con algunas cuantas barreras para vivir en ese lugar que tanto
sueñan.
Disciplina y esfuerzo, dos palabras sencillas de pronunciar, difíciles de
aceptar pero muy poderosas a la hora de ponerlas en acción. Ambas
palabras son usadas frecuentemente por la mayoría de los deportistas,
artistas, celebridades y emprendedores exitosos, pero aunque las
escuchemos nombrar una y otra vez por ellos, dado que siempre acotan que
su éxito se lo deben al esfuerzo y la disciplina que han puesto para llegar
hasta allí, igual no nos damos a la tarea de revisar, analizar e indagar cómo
podemos desarrollarlas, aumentarlas o ejercitarlas para ponerlas en práctica
en la búsqueda de nuestros propios objetivos.
El motivo por el que tanto le tememos a la disciplina y al esfuerzo es muy
sencillo, no estamos seguros de lo que realmente queremos; nos vemos
sumergidos en una simple batalla en la que deseamos tanto y tantas cosas
que no sabemos si realmente eso es lo que necesitamos para ser felices.
Cuando somos capaces de entender qué es lo que realmente queremos y
para qué lo queremos, el esfuerzo se transforma en motivación y el objetivo
en una recompensa.
Por su parte, la disciplina deja de ser vista como una imposición y carga;
empezamos a observar que para llegar a donde queremos y anhelamos
necesitamos incorporar prácticas y normas que terminen transformándose
en una aliada. Esto sucede debido a que entendemos que amamos tanto ese
propósito u objetivo que la satisfacción por lograrlo nos ayuda a ser más
disciplinados.
Necesitamos conocernos, identificar claramente qué es lo que queremos.
Esto nos ayudará a ser más disciplinados al momento de ir tras ese
propósito. Sólo la disciplina podrá conducirte al éxito en cualquier área de
tu vida.
La suerte no existe, para llegar hasta la cúspide se necesita trabajar en ello y
es la disciplina la que te lleva a esforzarte para lograrlo; No importante
cuánto esfuerzo imprimas en algo; si careces de a disciplina necesaria,
habrá sido en vano.
Aunque el esfuerzo es sin duda alguna un factor importante, el elemento
definitivo o la clave para lograr el éxito radican en la disciplina. Tal como
se mencionó en el texto antes expuesto, el esfuerzo es un complemento para
obtener mejores resultados, pero sigue siendo la disciplina el ingrediente
principal para lograrlo.
Sin disciplina, no hay resultados exitosos. Por ello, aunque te esfuerces para
dejar de fumar, ser mejor en tu trabajo, comer saludable o hacer ejercicios,
será imposible lograrlo si no desarrollas la disciplina como hábito de vida.
Si sientes que eres una persona indisciplinada, este es el momento para que
te aboques a tu crecimiento personal y refuerces lo aquí aprendido.
Claves prácticas para cultivar la disciplina
Contar con un gran talento o con un coeficiente intelectual elevado no es
garantía de que serás una persona exitosa en la vida; aunque muchas
personas crean en esto, están muy equivocadas. No se necesita tener un
coeficiente intelectual muy elevado, ni ser muy talentoso en la cocina para
llevar una dieta saludable, lo único que precisas es contar con un nivel de
disciplina adecuado para saber seleccionar los productos, preparar y
consumir aquellos que son parte de una dieta bien balanceada.
Las personas que cuentan con disciplina tienen una vida más plena y
satisfecha, ya que aplican esta en todos los ámbitos de su vida,
consiguiendo así el éxito en muchos aspectos. A continuación se presentan
claves prácticas para cultivar tu disciplina.
1. Establécete objetivos específicos que te motiven
Este es el primer paso que debes dar para cultivar la disciplina. Ya se ha
mencionado anteriormente que establecer objetivos específicos es clave
para llegar hasta ellos y conquistarlos con éxito; esto se da debido a que
dicho objetivo produce un poder sobre nuestra disciplina. Estamos siendo
consciente de que nos encontramos camino a donde deseamos llegar, de
esta manera estimulamos las ganas de ejecutar cada acción que nos lleven
hasta él. Procura llevar un registro de todo tu proceso; las nuevas
tecnologías nos ofrecen algunas herramientas efectivas, tanto para
computadores como como para celulares.
2. Mantén tu cuerpo en excelente estado
No es un secreto que cuando no nos sentimos bien nuestra energía y
motivación disminuyen a tal nivel que no queremos hacer nada, lo que
ocasiona un impacto negativo en nuestra productividad. Cuando se goza de
una disciplina adecuada, aun con malestar, seguimos adelante. Pero seamos
honestos, no tenemos el mismo rendimiento que tendríamos si estuviésemos
sanos, es mucho más fácil ser disciplinados cuando estamos saludables.
Por dicha razón, lo mejor que podemos hacer para mantener nuestra
disciplina es cuidar de nuestra salud: tener hábitos alimenticios saludables,
hábitos de sueño (dormir las horas necesarias), realizar ejercicio físico con
regularidad, meditar, sacar tiempo para descansar, escribir un diario o leer.
Nada de esto va a matarte, pero sí en cambio va a ocasionar que desarrolles
buenos hábitos y que además cultives y ejercites el músculo de la disciplina,
ya que dichas acciones requieren usualmente de esta.
3. Diseña algunos trucos que te puedan servir para mantenerte
en un estado mental productivo
Es normal que existan ocasiones en la que te sientas desmotivado y sin
ganas de hacer nada, a todos nos pasa, pero para cultivar la disciplina y
lograr tus objetivos debes estar preparado ante cualquier circunstancia, así
que ten en cuenta diseñar algunos trucos que te ayuden a sobrellevar
bajones. Por ejemplo: prometerte algún tipo de recompensa al finalizar la
tarea del día, programar tiempos o lapsos de descansos durante la jornada e
ir poco a poco incrementando el tiempo de trabajo, entre otros.
4. Elimina cualquier tipo de distracción que te haga perder
tiempo y te impida concentrarte en tus tareas.
Procura alejarte de todas aquellas cosas que te generan distracción. Sé que
hay personas tan disciplinadas que no se desconcentran fácilmente, pero si
llegase el momento, es mejor que trates de bloquear aquellas aplicaciones
que tienden a llamar mucho de nuestra atención. Procura evitar lo más que
puedas tu celular, las redes sociales tienden a adsorbe mucho de nuestro
valioso tiempo. Al no contar con nada que te distraiga, el ser disciplinado te
será más fácil.
5. Enamórate de tus nuevos hábitos
Enamórate de cada una de las practicas que necesites llevar a cabo
diariamente. No importan las circunstancias ni las posibles caídas que se
puedan tener; hay que ser persistente con lo que se quiere, permanecer
mentalizado, seguir ejercitando tu autodisciplina y que por ende nada va a
detenerte.
6. Aprende a controlar esa adicción a “la gratificación
instantánea”
La gratificación instantánea es la peor enemiga de la disciplina. Tal como su
nombre lo indica, se refiere a una recompensa instantánea, es decir, obtener
un beneficio, placer o recompensa de forma inmediata, pero que no suele
ser positivo y menos cuando se está en busca de un objetivo. Inventar
excusas solo te atrasara en tus tareas y resultados; en la disciplina no caben
frases como “Un dulce y ya; eso no va a subir mi peso”, “No puedo dejar
pasar esta oferta; la próxima quincena comienzo a ahorrar” “Tengo muchas
cosas para hacer hoy; mañana haré los ejercicios”.
Todas esas excusas únicamente te alejan de tu objetivo. No puedes
permitirte caer y menos perder todo lo que has logrado por una simple
acción que te va a beneficiar o a satisfacer un instante. Aprende a controlar
tus adicciones a la gratificación instantánea, esa es la mejor prueba para
ejercitar tu músculo. Mi recomendación para enfrentarte a la necesidad de
estas gratificaciones inmediatas es practicar la fuerza de voluntad. ¿Quieres
alcanzar un propósito? Piensa que cada gratificación instantánea es un día
más de demora en llegar a la meta.
7. Concéntrate en escuchar sólo tu voz positiva
Todos tenemos una voz interna, una voz que puede llegar a ser muy
beneficiosa pero si sólo le permitimos expresarse de manera positiva. Esa
voz que te mantiene firme y que te recuerda lo importante de tus propósitos
para ayudarte a llegar a la meta.
Haz 1ro lo que no quieres, para llegar a lo que quieres
En la vida nada es totalmente gratis. Si quieres que algo realmente valga la
pena, ten la certeza de que te costará un poco lograrlo. Las personas que
sueñan con una vida plena y que quieren llegar hasta el logro de sus metas
necesitan hacer algunos sacrificios.
Hay muchas cosas que posiblemente tú no quieras hacer, pero que son
verdaderamente necesarias para llegar al éxito. Luchar por lo que quieres
supone un acto de entrega, sacrificios, salir de la zona de confort u otros
actos que pueden resultar difíciles a la hora de ir tras tus propios sueños; sin
embargo, también supone un número bastante elevado de beneficios y
resultados positivos.
Aunque el camino no sea fácil y se te presenten obstáculos que desafíen tu
capacidad de lucha, como el hacer todas esas cosas que no quieres, estos no
son más que pruebas para definir tu nivel de disciplina y determinación.
Cambiar tu rutina e incorporar nuevos hábitos a tu vida son algunas de las
cosas que seguramente te rehúsas hacer. Por ello, te aconsejo que lo primero
que hagas es transformar tus hábitos pocos saludables por aquellos que si te
producen beneficios positivos.
Si se desea tener un crecimiento personal y ejercitar adecuadamente el
músculo de la disciplina, una de las acciones que sugiero que se hagan es el
cambio de hábitos. Inicia por madrugar más de lo que acostumbras, pero
analiza detenidamente cada día el beneficio que esto le aporta a tu vida,
como el hecho de que te rinda aún más el día. Con el tiempo aprenderás a
querer el hábito de tener que levantarte más temprano.
Una estrategia que puedes usar para motivarte aún más, es que apenas te
levantes realices algún hobby. También puedes reducir el uso de tus redes
sociales en tu tiempo libre por el hábito de meditar; esta es una actividad
que te llevará a un estado de tranquilidad, también te permite conocerte
mejor a ti mismo y puede mejorar tu capacidad cognitiva, tu inteligencia
emocional, y la autodisciplina en general.
Al mismo tiempo que cambias un hábito por otro, estás recibiendo doble
beneficio, dado que empiezas a ejecutar una acción que te genera ventajas y
estas eliminando otra que sólo estaba bloqueando tu crecimiento. Tal como
el ejemplo anterior, al apartarte del celular estas desintoxicándote del
ambiente digital que demanda tanto tiempo y que termina por apartarte de
tus seres queridos y robándote tiempo que podrías usar para tu propio
crecimiento.
Realizar primero esas acciones que no quieres, son las que te ayudarán a
ejercitar tu disciplina. Además, te llevarán al logro de tus objetivos. Hacer
primeramente esas tareas que no queremos y que además para nosotros
suelen ser las más complejas puede resultar más productivo ya que a la hora
de disponernos a ejecutarlas tendremos la motivación y la energía en un
nivel idóneo para afrontar ese tipo de tareas con la mejor actitud y
disciplina.
Descubre tus cualidades útiles (fortalezas)
Todos los seres vivos poseemos cualidades que a su vez son las
características que nos definen y diferencian del resto. Las cualidades de los
seres humanos pueden ser una característica innata o algo adquirido.
En la actualidad, existen muchas empresas que no sólo buscan personas con
experiencia y conocimiento en el área, también se centran en las cualidades
de las personas, por cuanto a que estas son determinantes a la hora de ir en
busca de resultados exitosos.
Por dicho motivo, es importante que todos sepamos bien cuáles son
nuestras cualidades más útiles y resaltarlas pero no únicamente para buscar
un empleo, sino para aplicarlas en todas las áreas de nuestra vida. Conocer
nuestras cualidades útiles o fortalezas nos permite garantizar el éxito de
aquello que nos proponemos en la vida; es necesario saber en qué somos
realmente buenos antes de trazarnos cualquier proyecto en nuestra vida.
De igual forma, al conocerlas debemos tener presente que estas cualidades
ameritan ser desarrolladas o fomentadas al máximo potencial para adquirir
un nivel de competencia necesario y así poder seguir creciendo tanto
personal como profesionalmente. Tenemos que ser claros en seleccionar
aquellas cualidades que tienen más posibilidades para hacernos crecer.
Descubrir dichas cualidades también nos permite, a su vez, ejercitar ese
músculo de la disciplina para obtener nuevos hábitos que ayuden a cambiar
de manera positiva nuestras vidas.
Entonces, como las fortalezas son las llaves al éxito, debemos aprender a
identificarlas y potenciarlas al máximo. Si logramos entender para qué
somos realmente buenos, todo lo que nos dispongamos hacer lo haremos
con buena actitud y eso nos ayudará a llegar a donde queremos. Alguna de
las estrategias que puedes aplicar para descubrir tus cualidades más útiles
son:
1. Observa detenidamente tus emociones al realizar cada una de
tus actividades
Al realizar las actividades del día a día obsérvate detenidamente y trata de
identificar cuáles son esas acciones que te producen emoción, que te
mantienen concentrado en lo que haces. Aquellas en que tu energía se
encuentra en un nivel superior.
2. Realiza un análisis mental cada noche
Durante las noches, antes de ir a la cama, intenta repasar detenidamente
todo lo que hiciste durante el día, analiza bien cada detalle de la jornada,
qué fue lo que hiciste mejor, qué te hizo sentir a gusto y orgullosa de eso.
3. Pregunta a las personas cercanas
Pregúntales a las personas cercanas a ti cuándo te han visto más
emocionado, qué tipo de ayuda te solicitarían, qué consideran ellos en
relación a tus talentos, qué es lo que más les gusta de ti, entre otras.
4. Piensa qué es lo que más te gusta hacer y apuntalas
Piensa en cuáles son esas actividades que más te gusta hacer y apúntalas en
tu diario. Todos por naturaleza tendemos a ejecutar mejor y con placer
aquellas acciones que realmente nos apasionan. Usualmente, destacamos en
este tipo de acciones.
5. Describe tus cualidades de manera creativa evitando palabras
sobre usadas
Cuando hayas ejecutado los pasos anteriores y hayas descubierto tus
cualidades más útiles o fortalezas, procura no caer en aquellas palabras
sobre usadas; piensa en términos más creativos, qué sean únicos y que
ayuden a capturar toda su esencia.
6. Escribe tus cualidades y realiza recordatorios de ellas
Cuando ya estés claro de cuáles son esas cualidades útiles que te ayudan a
ser muy bueno en algo, escríbelas, mételas a tu cabeza y procura recordarlas
constantemente. También puedes ayudarte dejando notas por todos lados.
Haz lo que te apasiona
Si todas las personas dedicaran su vida a hacer lo que verdaderamente les
apasiona, el mundo probablemente sería muy distinto; las personas tuviesen
más momentos de felicidad y posiblemente las actitudes, acciones y
conductas serian cien por ciento positiva. En consecuencia, el camino al
éxito sería mucho más sencillo.
Hacer lo que te apasiona mejora tu calidad de vida. Esto se debe a que
sencillamente las personas que hacen lo que les apasionan terminan
sintiéndose como si nunca tuviesen que trabajar, todo lo que hacen lo hacen
con gusto y placer.
Tener vocación y amor por lo que se hace te lleva a esa sensación y
emoción por la vida. Te levantas cada mañana como si todos los días fuesen
viernes, ejecutas cada tarea del día con la mejor de las actitudes y siendo la
persona más disciplinada en el mundo. ¿Por qué crees que sucede esto?
porque reconoces bien qué es lo que quieres lograr y las tareas son
realizadas a gusto; ejerces diariamente una serie de hábitos positivos que te
impulsan a lograr el éxito.
Independientemente de la parte económica y de lo que la sociedad te dice
que debes hacer, si tu deseo es ser feliz, entonces necesitas hacer lo que te
apasiona, aunque no obtengas todo el dinero del mundo y no sigas las reglas
que inculca la sociedad. Tu felicidad es lo primordial y es lo que debe ir por
encima de todo.
La vida que decidas llevar dependerá única y exclusivamente de ti, de lo
que quieras hacer y de lo que te propongas para lograrlo. Hacer lo que te
apasiona te lleva a conocer lo valioso de la vida, te mantiene inspirado y
con energía para llevar a cabo las acciones necesarias. Te ayuda a
transformar tus hábitos y te enseña a ser más disciplinado.
Para dejar de sólo existir y empezar a vivir, necesitas ser consciente de qué
es lo que más te importa en la vida para poder tener una vida plena y feliz.
Además, hacer lo que nos apasiona nos brinda la oportunidad de convertir
un sueño en una realidad; no podemos esperar a que se nos pase la vida sin
vivirla, debemos despertar y dejar de hacer lo que dicta la sociedad para
tomar el control de nuestras propias vidas. Sólo así lograremos conseguir
nuestra inspiración y motivación.
Hacer lo que te apasiona te permite sentirte satisfecho contigo mismo,
también mejora tu estado mental, emocional y salud, aumenta tu
autoestima, te lleva a estar inspirado y a ser más creativo. Además, te ayuda
a incrementar tu energía para ejecutar las acciones del día a día. Estás
siempre motivado, aprendes a aumentar tu rendimiento logrando ser más
productivo, disfrutas al máximo lo que haces y eso te lleva a seguir
ampliando tus conocimientos, aprendes a gestionar tu tiempo, entre
muchísimos otros beneficios.
Son muchas las razones por las que debes empezar a hacer lo que te
apasiona. El mundo necesita que hagamos lo que amamos y es allí donde
radica la fuente del éxito, en realizar las cosas con pasión, sentirlas y
satisfacerse por ello.
Automatiza tu disciplina (alarmas y apps)
Realizar y cumplir con todas las acciones programadas es algo importante
para todos, especialmente para aquellos que queremos cambiar nuestra vida
para siempre, dado que se necesita un nivel muy alto de disciplina. Gracias
a la tecnología y a sus constantes avances, cada día surgen nuevas
aplicaciones para facilitarnos la vida.
Hoy en día existen aplicaciones creadas para ayudarnos en el tema de orden
y productividad. Por su parte, Todoist es un gestor de tareas
multiplataforma, disponible para Android y iOS. Esta aplicación nos brinda
una serie de opciones en las que nos da la oportunidad de hacer listas de
tareas; también podemos organizar, asignarles un día, un nivel de prioridad
y monitorear la productividad. Es una aplicación que se puede encontrar en
versión gratuita o paga, es perfectamente útil y posee numerosas ventajas.
Podemos disfrutar además, de otras opciones como Toggl Timer; Google
Calendar; Habitica: Gamify Your Tasks; Any.do: Lista de tareas,
Calendario, Recordatorio; Loop – Analizador de Hábitos; Controlar
Hábitos; Quitzilla: Abandona los malos hábitos; etc.
Estas aplicaciones cuentan con una potencia infinita para ayudarnos a
organizar y gestionar nuestro tiempo, nuestra agenda diaria, recordarnos
que tenemos tareas que cumplir. Nos motivan e incluso algunas de ella lo
hacen a manera de juego, tal como lo hace “Habitica”. Además, estas
aplicaciones están diseñadas para que puedas hacer seguimiento, controlarlo
todo e ir midiendo el progreso de las tareas; realiza análisis sobre tus éxitos
y fallas, te motivan a mejorar donde lo necesitas. Así mismo algunas
pueden configurar todos tus objetivos y controlar las estadísticas de
consecución diaria, añadiendo notas y recordatorios para que no se te olvide
lo que debes hacer.
Ya no hay excusa para que dejes de hacer tus tareas diarias, transformar tus
hábitos, lograr tus objetivos y así cambiar tu vida para siempre. Si necesitas
disciplina, estas aplicaciones te ayudarán a automatizarla.
En fin, la disciplina es un músculo que todos debemos ejercitar
continuamente hasta convertirlo en un hábito saludable y duradero. Esto
con el fin de llegar a nuestros objetivos, a esos propósitos tantas veces
anhelados, y cambiar nuestra vida para siempre.

Capítulo 4: Cómo vencer la resistencia al cambio


Para empezar a vivir la vida con sentido, primero debes identificar cuál es
el propósito de la misma. De esta manera conseguirás establecer nuevos
hábitos y cambios con el fin de llegar hasta la vida que siempre has soñado.
Pero cambiar es una palabra que a muchos les aterra y supone algunos
procesos que causan en las personas miedo a lo desconocido, temor al
fracaso, entre muchas otras cosas. Aunque el cambio no sea nada fácil (ni
en lo personal ni a nivel profesional u organizacional), en la mayoría de los
casos es necesario.
Sin embargo, es totalmente normal que se presente en las personas una
resistencia cuando se estipula un cambio a situaciones que deben modificar
como las rutinas o sus hábitos de vida o profesionales. Todos los seres
humanos somos animales de hábitos y nos agrada tener todo bajo control,
pero muchos “aman” su zona de confort, por lo que las situaciones nuevas
pueden crearles incertidumbre, caos y descontrol. Este les lleva, en muchos
casos, a oponerse por el miedo que les produce el realizar algo nuevo o
diferente.
Debemos trabajar para vencer la resistencia al cambio; existen métodos y
técnicas que podemos aplicar para lograrlo, sólo se trata de buscar los más
idóneos. Cada persona presenta resistencia al cambio de manera muy
diferente, lo que para algunos puede ser una oportunidad de mejora,
aprendizaje y superación, para otros significa el fin del mundo.
En la vida encontraremos una gran variedad de maneras de pensar; la gente
puede no cambiar por el simple motivo de que consideran más importante
preservar sus costumbres. Para muchos, abandonar la zona de confort
implica entrar en territorios desconocidos. Aquello que la psicología ha
definido como “zona del terror”.
La mayoría de las veces, la causa por la que las personas se niegan a
cambiar es porque se encuentran muy apegadas a sus comodidades. La zona
de confort, en este sentido, pasa de ser un espacio de “familiaridad” para
convertirse en un obstáculo impuesto por nosotros mismos. Pero
independientemente de la causa, lo importante es conseguir la forma de
vencer esa resistencia y aceptar que el cambio depende de nosotros mismos
y que es necesario para que podamos transformar nuestra actitud y, en
consecuencia, para favorecer nuestro crecimiento personal. Recuerda
siempre que el fin es tener una vida plena y feliz.
Nadie puede cambiarte si tú no quieres cambiar; por ello, debes trabajar en
ti. Está claro que puedes aceptar la ayuda de amigos, profesionales o seres
queridos, pero la esencia del cambio provendrá siempre de ti. Si realmente
deseas cambiar, haz de esforzarte para vencer el miedo al cambio.
Visualización creativa
La visualización creativa es una técnica cognitiva que nos permite alcanzar
la predisposición psicológica necesaria para adoptar una actitud que nos
impulsa a llegar a nuestros objetivos sin inseguridades.
Esta técnica consiste en hacer uso de nuestra imaginación, en la que se crea
una serie de imágenes mentales donde proyectamos nuestros objetivos. La
visualización creativa tiene como intensión o propósito aumentar nuestra
autoestima, autoconfianza y además nos ayuda a que afrontemos de manera
más fácil y sencilla dicho cambio.
La visualización creativa es una técnica muy beneficiosa para todas
aquellas personas que necesiten un cambio pero que a su vez presentan
dificultad para aceptarlo. Con esta técnica las personas pueden conseguir
transformar sus emociones y sentimientos sobre su futuro.
El proceso de esta técnica se da por medio de la imaginación, en la que se
busca modificar nuestros pensamientos e imágenes negativas por
pensamientos o imágenes positivas. Esta es una manera de acondicionarnos
de manera inconsciente para llegar hasta eso que queremos.
De alguna manera todos hacemos uso de la visualización creativa, sólo que
en su mayoría no somos lo suficientemente conscientes de ello y no lo
hacemos de la manera correcta. Si, por ejemplo, deseas vencer tu resistencia
al cambio para llegar hasta la vida que quieres, te recomiendo que inicies
por aplicar dicha técnica.
Si aún no tienes idea de cómo realizar esta práctica, a continuación te
presento algunos pasos que pueden ayudarte a realizar de forma adecuada la
visualización creativa, pero antes quiero recordarte que es esencial para
llevar a cabo esta técnica de forma eficaz que mantengas siempre tu mente
abierta: actitud cien por ciento positiva, constancia y autoconfianza. Pues
bien, dicho esto, entonces lo que debes hacer es:
1. Aclara tus objetivos
En la visualización creativa, este es un factor importante: necesitas saber
qué es lo que quieres conseguir, cómo lo vas a conseguir y que sean
objetivos claros pero muy realistas, o de lo contrario no sabrás bien qué es
lo que vas a visualizar.
2. Procura estar en un estado de relajación
Es necesario que antes de iniciar con tu visualización te encuentres en un
estado de relajación óptimo, dado que en este estado es en el que tu cerebro
asimila mejor esas sensaciones que vayas a experimentar.
3. Crea las imágenes mentales
Cuando estés claro de tu objetivo, empieza por recrear de manera mental
aquellos escenarios que deseas alcanzar, utilizando de igual manera todos
tus sentidos. La imagen debe ser para tu cerebro lo más real que puedas.
Observa la imagen, experimenta sensaciones, olores, gustos y sonidos,
procura que la experiencia en tu mente sea lo más real posible.
Visualízate en ese escenario con el que has soñado, en el lugar en que te
gustaría estar, ya posicionado en la meta, realizando ese cambio; mira la
escena con todos sus detalles, sin pasar nada por alto. Conforme agregues
más detalles, y te esfuerces por recordarlos, la sensación se hace mucho
más sólida.
4. Repite constantemente tu visualización creativa
La forma de mantener tu visualización es que al momento de que tengas tu
imagen deseada trates de conservarla y sostenerla para que se grabe en tu
subconsciente. Escoge un nombre que te permita recordarla con facilidad y
procura invocar constantemente la imagen, eso te acercara aún más a tu
objetivo.
5. Piensa en tus objetivos en presente y en positivo
Utiliza afirmaciones que sean positivas y hazlo con seguridad y convicción.
Piensa en esa imagen como algo real, siéntela y disfrútala como si eso que
deseas ya estuviese pasando en ese preciso momento. Piensa en ese objetivo
que anhelas de manera positiva, imagina y siente la satisfacción que te
causa cada cambio que estas experimentando. Ejecuta el hábito de mantener
la creencia de que todo lo que deseas es real y posible.
6. Modifica las imágenes de ser necesario
Este paso se lleva a cabo en caso de que esa visualización te lleve a
emociones negativas como dolor o impotencia. Aunque estarás
visualizándote en tu situación anhelada, es probable que encuentres aristas
que no sentirás del todo bien. En este caso, reflexiona hasta encontrar un
punto de equilibrio en el que sientas satisfacción y tranquilidad con la
imagen visualizada.
7. Experimenta emociones positivas
Las emociones juegan un papel sumamente importante dentro de la
visualización. Nos permiten guardar experiencias en nuestra memoria a
largo plazo, gracias a ellas podemos mantener presente muchos momentos
de nuestra vida. Si logras experimentar emociones positivas durante este
ejercicio, lo más probable es que tu cerebro va a recordarlas fácilmente ya
que va a asociar el placer con la experiencia y eso te ayudará a atraer lo
visualizado.
8. Aplica la asociación y la disociación
Tanto la asociación como la disociación son conceptos que se aplican a la
visualización, y vienen dados de la Programación Neurolingüística (o
PNL). Por medio de la aplicación de estas, puedes visualizarte de dos
maneras, desde adentro y desde afuera. Es decir, si aplicas la visualización
asociada podrás vivir la experiencia sintiendo todas las emociones y
sensaciones que te causa esa situación imaginada. En el caso de la
visualización disociada no podrás sentir pero si podrás mirarte desde afuera
como si fueses sólo un espectador más y te vieras a ti mismo en una
pantalla.
Rediseña tu Biografía
Rediseñar tu biografía se refiere a volver a diseñar o modificar tu vida, lo
cual considero algo muy importante y necesario para aquellas personas que
no se sienten nada cómodas con la vida que llevan. Si sueñas con encontrar
tu felicidad y cambiar tu vida para siempre, quiero que sepas, que ese es un
sueño que puedes convertir en realidad si aprendes a buscarlo con pasión,
siendo disciplinado y entregándote por completo a ello.
No hay nada de malo en querer empezar una nueva vida, lo malo es seguir
viviendo una existencia en la que no vives, en la que te limitas a existir.
Para empezar en la vida, es obligatorio que estés dispuesto a olvidarte de
todo aquello que te detiene. Por ello, para rediseñar tu biografía tendrás que
establecerte objetivos claros y realistas. Además, deberás planear tu tiempo
para disfrutar de la vida y no olvidarte de emplear métodos o técnicas que te
ayuden para cuando necesites modificar tus hábitos.
Empezar un nuevo camino amerita grandes acciones. Por ejemplo:
olvidarnos de todo lo que nos ata a nuestro pasado; reconocer las emociones
y superar aquellas emociones negativas para que no interfieran en nuestra
toma de decisión. Se debe buscar la manera más saludable para expresar
dichas emociones, ya sea bailando, cantando, escuchando música, llorando
o conversando con un amigo. La idea es soltarlas para superarlas y así
avanzar.
Escribir un diario en el que se expresen los pensamientos, deseos y
sentimientos con libertad es otra estrategia muy efectiva. Los diarios son
una herramienta que nos ayuda a conocernos mejor, aclarar situaciones y
solventar problemas similares a algunos que ya hemos vivido.
En el mismo orden de ideas, es importante que también aprendas a
reconciliarte con tu pasado; esto permite que nos olvidemos de todos
nuestros errores y podamos empezar de nuevo. Experimenta aquellas cosas
que siempre hayas querido hacer pero que te causen miedo, arriesgarte
también es un disparador de la euforia y del placer.
Elige olvidar el sufrimiento y perdonar de corazón a aquellos que te hayan
lastimado de alguna u otra forma; asume la responsabilidad de tus acciones,
si has decidido cambiar, que ese cambio sea por ti y para ti; plasma cuál es
la vida que quieres, cuáles son las personas y las cosas que quieres en tu
nueva vida; define bien cómo quieres que sea tu vida de ahora en adelante y
analiza la vida que llevas, eso te ayudará a vencer la resistencia al cambio
que pueda estar bloqueándote ahora.
Procura fijarte metas personales a corto y largo plazo, pero toma en cuenta
esos aspectos de tu vida en los que deseas volver a empezar. Crea un mural
en el que plasmes todas las metas que quieres lograr y ubícalo en un lugar
donde puedas visualizarlo todos los días. Para que el cambio no te parezca
tan aterrador te aconsejo dar pequeños pasos para salir de tu zona de confort
y así poco a poco irte acostumbrando a los nuevos cambios.
Lo más probable es que en el camino hacia tus metas se te presenten
algunos obstáculos y circunstancias adversas, por lo tanto tienes que estar
preparado para todo, pero siempre de forma positiva. De esta manera podrás
enfrentarte a cualquier eventualidad con la mejor disposición posible.
Busca apoyo de tus seres queridos, los cambios son más fáciles de llevar
cuando nos sentimos apoyados por personas que nos quieren y que desean
vernos tener éxitos; mantén siempre presente que los cambios no son tan
terribles de como se suele creer, el hecho de que rediseñes tu vida no quiere
decir que tengas que eliminar y renunciar a todo y a todos los que son parte
de tu pasado, puedes conservar a aquellas personas y cosas que creas
importantes y que no representan ningún tipo de acción negativa.
Rediseñar tu biografía es la manera de empezar de nuevo, pero siendo tú el
autor de tu propia historia, creándola a tu modo y siendo el tema principal
“Tu felicidad”, en el que tienes la ventaja de llevar el control de tu vida,
tomando las previsiones necesarias para afrontar el cambio y los obstáculos
de la mejor manera.
Evita los vampiros energéticos
Durante muchos años hemos escuchado a las personas decir que los
vampiros sí existen y eso es muy cierto, pero el problema no es que existan,
sino que muchas veces viven entre nosotros e incluso viven con nosotros.
No hablo de los vampiros de la cultura popular, pero sí me refiero a esos
vampiros que absorben nuestra energía, los también llamados “seres
tóxicos”, esos que causan un gran impacto en nuestras vidas.
Los vampiros energéticos son aquellas personas que se alimentan de la
energía de los demás, son manipuladores, les gusta apropiarse de la
confianza, la buena voluntad, los recursos, entre muchísimas otras cosas
que poseen las personas cercanas a ellos sin brindar nada a cambio.
Este tipo de personas las podemos conseguir en todos lados: en nuestra
casa, nuestro trabajo, en los lugares que visitamos constantemente e incluso
pueden ser familiares o amigos muy cercanos. A estos vampiros sólo les
interesa robar tu energía, saben lo que vales, el ran ser humano que eres y
les gusta aprovecharse de eso.
Ninguno de nosotros estamos exentos de conocer a este tipo de personas:
vampiros que se alimentan de la energía positiva de los demás, que buscan
sólo saciar su sed implacable de negatividad, y que lo único que quieren es
dejar a las demás personas infelices. Por este motivo necesitas aprender a
reconocerlos para evitar en lo posible que entren a tu vida.
Estos vampiros energéticos se caracterizan por sus desordenes de
personalidad, suelen ser intrusivos, dramáticos, criticadores, quejumbrosos
crónicos, demandantes, negativos, problemáticos. No saben aceptar sus
responsabilidades y culpan a todo el mundo de sus acciones y problemas,
sólo piensan en ellos mismos, tratan a las persona por conveniencia, se
comportan como víctimas, tratan siempre de provocar lástima. Pero también
hay algunos casos en que actúan con superioridad, humillando a los
individuos que se encuentren en su entorno, menospreciándolos
constantemente.
Por lo tanto, estos son los vampiros energéticos que debes procurar evitar
en tu vida lo más que se pueda o acabarán drenando todo tu optimismo. Es
importante que aprendas a identificarlos, aunque puede que al principio no
te des cuenta. Sin embargo, apenas sientas que algo no va bien, escucha tu
instinto, porque lo más probable es que empieces a presentar síntomas
como pérdida de energía, dolor de cabeza, irritabilidad, tristeza o
negatividad. Esto quiere decir que estas conviviendo con un vampiro
energético.
Cuando hayas logrado identificarlos, debes limitar el tiempo que pasas con
ellos. En casos de que estos vampiros sean compañeros de trabajo o
familiares, deberás ser muy amable e inteligente para poder cortarlos y
guardar una distancia prudente. Bajo ninguna circunstancia permitas que se
apoderen de tu tiempo, que robarte tu energía. La mejor estrategia para
protegerte de ellos es establecer límites muy claros y no necesariamente
necesitas ser grosero, puedes hacerlo de una manera muy amable.
No permitas que nadie consuma tu energía, rodéate de personas y cosas
positivas que nutran tu espíritu y te apoyen cuando sea necesario. No
necesitas de ellos. Necesitas personas que te ayuden a superar cambios y a
vibrar con excelente energía. Hacer lo que te gusta es la manera más idónea
para alcanzar esa vibración perfecta y si haces lo que te gusta acompañado
de personas con la misma vibra que tú, será mucho mejor.
Frenos o actividades nocivas
En nuestra vida cotidiana existan hábitos nocivos que socavan nuestras
posibilidades de éxito. Esta es una realidad inobjetable. En la medida en
que consigas deshacerte de estos hábitos vencerás el miedo al cambio.
Ya se ha dicho que el cambio puede ser algo que a muchas personas les
ocasiona miedo y terror. Por ende, es muy común que exista resistencia.
Esta resistencia desaparece cuando se hacen conscientes de que la zona de
confort no es más que una celda, y que esta supone un obstáculo imaginario
que les impide crecer. Llegado este punto, las personas optan por incorporar
un enfoque distinto, entienden que el cambio muchas veces es la opción
más efectiva.
Hay cosas a las que debemos poner un alto, frenarlas. De otra manera,
continuarán afectando nuestro equilibrio emocional, impidiendo que
seamos felices.
Muchas veces lo que nos tiene estancado en el mismo lugar, es el hecho de
no saber qué es lo que estamos haciendo mal; por ello, el no ser consciente
de los malos hábitos puede ser la causa del porqué no los hemos podido
sacar de nuestras vidas.
Esas actividades nocivas que afectan, que ponen en peligro nuestra salud y
nos restan energía física y mental, son las que muchas veces causan la
resistencia al cambio. Pero si logramos identificar esos malos hábitos y nos
hacemos conscientes del daño que nos producen, podremos convencernos
que no existe mejor alternativa que vencer esa resistencia al cambio.
Cuida tus palabras (autocondicionamiento)
Las palabras son el instrumento más poderoso con el que contamos los
seres humanos. Basta con usar una palabra para cambiar una vida o destruir
a millones de personas. De allí la importancia de cuidar lo que se dice y
cómo se dice.
Cuando las palabras se expresan positivamente, podemos obtener muy
buenos resultados. Se dice que toda la magia que posee una persona se
origina en el modo en que esta hace uso de sus palabras, pero si las palabras
son usadas de mala manera, se convierten en magia negra (sentido
figurado).
Las palabras tienen un poder para hechizarnos; ya sea para bien o para mal,
podemos mediante ellas cambiar nuestra vida o destruirla. También
podemos manipular a todas las personas que queramos con el uso de estas.
Aunque, claro está, esta no es la finalidad que se persigue con este libro.
Debemos entender que el poder que emana de nuestra boca es infinito. Por
ello, lo mejor que podemos hacer es cuidar las cosas que decimos y
aprender a usarlas de manera correcta, no sólo con las demás personas,
también con nosotros mismos, para convencernos de lo muy buenos que
somos, de las cualidades con las que contamos y hasta para convencernos
de dejar aquello que no es saludable para nosotros.
El autocondicionamiento es una técnica que podemos usar para desarrollar
la capacidad de modificar cualquier aspecto de nosotros mismos, como
crear autodisciplina, fuerza de voluntad o incluso aprender a usar las
palabras correctas para llegar al éxito. Por medio del autocondicionamiento
podemos aprovechar nuestra propia psicología para modificar nuestros
patrones comportamentales y llevarlos al nivel más deseado.
Muchas veces usamos las palabras para maldecir, culpar, reprochar, destruir,
etc., es momento de que aprendamos a autocondicionarlas de manera
positiva, para que así tomen poder sobre nuestra vida desde una perspectiva
favorable y nos lleven a obtener cambios positivos.
Si aprendemos a usar las palabras de forma correcta, cambiaremos la
manera en la que nos tratamos y eso, además, influirá para que aprendamos
a vencer la resistencia que tenemos ante algunas cosas como la
transformación de hábitos para la concreción de objetivos.
Cambiar no es una tarea sencilla, pero resistirse al cambio para quedarse
padeciendo y viviendo una vida llena de malos hábitos es mucho más
complicado. Todos tenemos en nuestras manos, la oportunidad para dar la
vuelta y tomar un mejor camino; empieza a visualizar creativamente lo que
quieres, rediseña tu vida a tu manera y de la forma que te haga más feliz,
evita en lo posible esos vampiros que sólo quieren robar tu energía, frena
esos hábitos nocivos y cuida tus palabras, declara que si puedes soñarlo…
puedes lograrlo. No te resistas más y ve tras eso que tanto quieres para que
cambies tu vida para siempre.

Capítulo 5: Actuando desde la responsabilidad causa o efecto


Cada una de las acciones que ejecutamos en el día a día trae consigo un
efecto inmediato. Independientemente de si esta acción fue voluntaria o
impuesta, siempre habrá una consecuencia directa. Es la ley de causa-
efecto.
Cada persona en el mundo es co-creadora de la realidad en la que vive, lo
que nos vuelve responsable de cada acto o conducta que ejecutemos,
seamos o no consciente de ellos. Las leyes cósmicas no eximen de
responsabilidad a la persona que haya ejecutado determinada acción aun
cuando esta haya sido engañada o se haya visto coaccionada de algún
modo.
Las cosas que ocurren en la vida no suceden porque sí, todo lo que acontece
tiene una causa y esa causa tiene un efecto. Nadie está extenso de esta
fórmula: si hacemos algo esa acción va a tener un efecto o consecuencia.
De cada uno depende el presente y futuro de su vida, de allí la importancia
de hacernos responsables de cada una de las cosas que hacemos. Al
universo no le interesan las excusas. Da igual que digamos que determinada
acción se debió a alguien o a algo específico. Lo hecho, hecho está. Las
consecuencias, aunque no nos gusten, nos hacen parte de ellas.
Podemos dejarnos influenciar, pero para las leyes cósmicas eso no es
justificación válida. Lo que quiero decir es que quien ejecuta la acción tiene
el mayor nivel de responsabilidad que quien lo induce a ello.
Por este motivo, debemos empezar a ser consciente de las cosas que
hacemos y decimos, necesitamos hacernos responsables de nuestras propias
acciones y no permitir que nos coaccionen de ningún modo. Porque, al final
del camino, somos los únicos que recibiremos el efecto de lo ejecutado.
Para quienes aún no creen, les cuento que el efecto mariposa sí es real. La
sola declaración de pensamientos, palabras, emociones y actos tienen sus
consecuencias, puede que unas sean buenas como puede que sean malas, sin
o con gran valor. Pero, en definitiva, siempre las habrá.
Para actuar desde la responsabilidad debemos tomar el control de las causas
y efectos, ser conscientes que como ejecutores, también seremos los
receptores de los efectos que estos produzcan. En otras palabras, cada
acción es como un búmeran. Tarde o temprano termina regresando a
nosotros.
Si deseamos tener poder sobre nosotros mismos, entonces urge recuperar la
capacidad para pensar, sentir, decidir y hacer únicamente lo que deseamos y
sintamos que es correcto. Sin dejarnos manipular o imponer las cosas por
agentes externos.
Somos más que solo hábitos
Somos más que solo hábitos, lo que quiere decir que no todo lo que somos
es causa de un hábito, en nuestra vida también influyen otros aspectos que
deberíamos conocer. Ciertamente somos casi la mitad de lo que hacemos,
ya que nuestra vida consiste en rutinas automáticas. Sin embargo, también
somos como somos debido a nuestros genes y además debido a las
circunstancias de la vida.
Si, así como has leído: los hábitos tienen un poder sobre nuestras acciones,
pero en estas acciones también influyen nuestros genes y las circunstancias
que se nos presenten en la vida. Estudios revelan que el 40% de lo que
hacemos es habitual, lo que quiere decir, que casi la mitad de lo que somos
es hábito, pero léase bien “casi la mitad”. El resto se lo debemos a los
genes, los cuales ocupan un 50% y las circunstancia, apenas un 10%.
La mitad de lo que somos es gracias a nuestros genes, lo que quiere decir
que muchos comportamientos que solemos relacionar de forma intuitiva
con nuestra biología también están determinados genéticamente.
A pesar que pueda resultar algo incómodo para algunas personas, el ADN
toma decisiones en diversas áreas de nuestras vidas e incluso también opina
sobre nuestra psicología. Existen numerosos estudios en los que se señala
que la agresividad, por citar un ejemplo, suele tener una base genética.
Por lo tanto, el ADN juega un papel determinante en la conformación de
nuestra personalidad. Sin embargo, se ha descrito variantes en el ADN que
provocan que algunas personas sean más agresivas que otras por simple
naturaleza.
Está claro, cada una de las experiencias que vivimos conjuntamente con la
educación que recibimos puede influir en dichas conductas, por lo que a
unos se les pueden reprimir determinados impulsos, pero a otros puede que
les cueste aún más.
El ADN no determina el comportamiento de las personas, pero si establece
personalidades distintas. Esto explicaría como que dos personas enfrentadas
al mismo impulso reaccionen de formas diferentes.
Al igual que las conductas agresivas, existen muchos otros
comportamientos que pueden estar marcados por nuestro ADN y no por la
educación que hemos tenido ni por la sociedad. Aunque exista una cierta
falta de autonomía debido a este factor, no podemos olvidarnos que el ADN
es sencillamente molécula de nuestras células, y que aunque sea parte de la
edificación de nuestro cuerpo y mente, eso no nos obliga a nada de forma
precisa e irrevocable. Únicamente nos puede inclinar a ciertas actitudes y
dotar de una cierta personalidad.
Como se pudo notar, la influencia que tiene la genética sobre nuestras vidas
diarias es más grande de lo que podemos imaginar. Todos los seres vivos y
todos los materiales que provenga directamente de un ser vivo posee ADN.
Un 10% de lo que somos pertenece a la circunstancia, que no es más que
aquellos elementos que no controlamos. Al igual que los hábitos y los
genes, las circunstancias de la vida también influyen en nosotros y en lo que
somos. Tanto el entorno familiar y social en el que crecemos como la
educación y otros elementos, son factores que no podemos dejar por fuera
al momento de analizar por qué somos lo que somos.
Existen estudios que revelan que la circunstancia o el entorno, también
puede cambiar a las personas, ya que crecer en un ambiente donde existen
malos tratos puede ocasionar anomalías en los sistemas biológicos sensibles
al estrés psicológico tanto en la infancia como en la edad adulta.
De igual manera el entorno cultural es también importante ya que influye en
el desarrollo educativo de los niños, pero en este aspecto también influye la
formación de los padres o de los cuidadores. Algunos estudios realizado por
sociólogos de las Universidades de Michigan y Wisconsin, en Estados
Unidos, revelan que el hecho de crecer en barrios marginales durante la
infancia pueden tener un efecto negativo en el desarrollo cognitivo de los
niños durante muchos años e incluso durante generaciones posteriores.
Sin embargo, es importante aclarar y realizar una distinción entre la calidad
de la crianza y el nivel económico, ya que existen casos de niños que crecen
en una familia rica pero que sólo les proporcionan un ambiente de pobreza,
mientras que existen otros niños criados en un entorno pobre pero con
excelente crianza de los padres. Por lo tanto, la familia y el entorno del niño
son muy importantes para su desarrollo. Concluyendo así que no importa el
nivel económico sino una buena crianza.
Aunque queramos evadir este aspecto, la familia y el entorno social
influyen de manera directa y significativa en el desarrollo del individuo.
Las circunstancias de la vida son factores que también debemos reconocer
como elementos que interfieren en lo que somos cada uno de los seres
humanos.
En conclusión, podemos observar que somos más que solo hábitos, que en
nuestros comportamientos y conductas también influyen nuestros genes y
circunstancia, por lo que es indispensable que sabiendo esto, aprendamos a
ser más conscientes y responsable de nuestros actos, olvidándonos de las
excusas de que somos así por esto o por lo otro. De esta manera, lograr ser
quienes queremos realmente ser y cambiar nuestra vida para siempre.
¿Cuántos días necesitas realmente para cambiar tus hábitos?
Todos los cambios y transformaciones exigen tiempo. Cambiar de hábito no
es la excepción, por lo tanto, si se desea realmente cambiar determinado
patrón de conducta es oportuno saber que se necesita de una series de
acciones, así como del tiempo suficiente prudente para lograrlo.
Podemos ser quien deseamos ser, aun cuando ya hayamos elegido una
profesión, una casa o una afición. Ahora podemos cambiarlos si es nuestro
deseo, podemos trasformar esa vida aburrida que llevamos por una llena de
oportunidades y satisfacción.
Hoy en día todos los neuropsicólogos confirman la teoría de William James,
quien es conocido por ser uno de los padres de la psicología. James, en
1890, hizo énfasis sobre la plasticidad cerebral; sus estudios demostraron
que el cerebro funciona como una esponja: moldeable, y que
continuamente se va reconfigurando el mapa cerebral. Esto quiere decir que
el cerebro tiene la capacidad de generar nuevas conexiones neuronales en
cualquier momento. Esta plasticidad es lo que nos ayuda a generar cambios
importantes en nuestra estructura de pensamientos.
Cambiar de hábitos no es nada tormentoso; sólo se trata de darle el tiempo
suficiente y necesario al cerebro para que se “eduque” y termine guardando
la acción deseada. No tiene sentido creer que el cambio llegará
automáticamente y sin esfuerzo alguno.
Son muchos los estudios realizados sobre diferentes teorías. Por ejemplo,
algunos señalan que sólo necesitamos 21 días para cambiar cualquier tipo
de hábito por muy sencillo o complejo que esta parezca, otros hacen
referencia a que únicamente necesitamos 30 días para lograrlo. No obstante,
debo advertirte que cambiar nuestros hábitos en 21 o 30 días no es para
nada posible.
Sé que esto les puede parecer triste, y para quién no; todos desearíamos
cambiar en un abrir y cerrar de ojos, pero la verdad es que debemos ser
conscientes de que para tener resultados favorables necesitamos atravesar
un proceso.
Durante mucho tiempo, nos hemos dejado engañar, creyendo que podemos
“Dejar de fumar en 21 días” y “cambiar nuestra vida en tan sólo 30 días”.
Todos estos métodos han sido diseñados para vendernos la idea de que es
posible cambiar un hábito en poco tiempo. Nos dejamos llevar por lo
atractiva, optimista y tentadora que suena la idea de lograr cambiar nuestros
hábitos en un corto tiempo. Pero, aunque nos parezca muy bonito y
quisiéramos que de verdad eso funcionara, la realidad es que no es así.
Existen actividades que ameritan más esfuerzo mental y físico que otras,
por lo tanto, estas cantidades no pueden funcionar para cambiar un hábito,
sin importar lo difícil o sencillo que este sea.
21, 28 o 30 días pueden servir como el inicio para introducirse a los nuevos
hábitos, pero no son los días necesarios para cambiarlos. Mucho menos para
que dichos hábitos sean perdurables y reales para cambiar tu vida para
siempre.
Por lo tanto, considero oportuno aclarar cómo es el proceso que se lleva a
cabo en nuestro cerebro para cambiar nuestros hábitos. Pues bien, según
estudios realizados, en el cerebro existe una región específica que cambia al
adquirir un determinado hábito, pero que a su vez vuelve a cambiar cuando
este se abandona. Además, podemos reactivarlo con cualquier elemento que
nos recuerde esa vieja costumbre que ya hemos abandonado. Dicho estudio
señala que los hábitos más arraigados en nuestras acciones jamás se
eliminan del todo; lo que quiere decir que se debe ser muy cuidadoso, ya
que si hacemos mal las cosas, en algún momento perderemos todo lo que
hayamos logrado.
El cerebro amerita de un esfuerzo considerable para poder adquirir una
rutina. Aunque los hábitos se incorporan en diferentes partes del cerebro, es
el “Ganglio Basal” la región más importante para adquirir los hábitos, así
como las adicciones y los procesos de aprendizaje.
Para adquirir una actividad nueva, se necesita de más energía y más tiempo
para que esta pueda incorporarse como un hábito en nuestro cerebro.
Mientras que ejecutar un hábito ya establecido suele ahorrar más energía, ya
que se trata de un esquema conocido.
Establecer un nuevo hábito es un proceso de formación en el que interfieren
varios factores importantes como: el punto de partida en el que nos
encontremos, las habilidades físicas, la personalidad, el estilo de vida, las
rutinas diarias que llevamos y la dificultad con la que cuente la nueva
acción que se quiera transformar en un hábito.
Como se ha podido observar, adquirir un hábito conlleva un proceso en el
que influyen diferentes factores y una serie de acciones que se deben
ejecutar para poder lograr el objetivo. Entonces, 21 o 30 días es un tiempo
quizás algo corto para cambiar un hábito. Por su parte, un estudio realizado
por Jane Wardle, del University College de Londres, publicado en European
Journal of Social Psychology, afirmó que se necesitan 66 días, para poder
crear un objetivo o acción en algo automático, sin que haya la necesidad de
tirar de fuerza de voluntad.
Cuando inicias con un cambio de hábitos, los primeros días suelen ser
fuertes pero gracias a tu motivación logras llegar a los 21, 22 días
ejecutando la o las acciones sin tanto problema. No obstante, no debemos
confiarnos, porque el cerebro en este tiempo apenas inicia su proceso y sólo
está siguiendo unas pautas por obligación. Al llegar a la cuarta semana se
empieza a complicar la situación por lo que se hace necesario que hagas un
autoanálisis, un examen de conciencia en el que evalúes cuidadosamente tu
vida, el motivo que te ha llevado hasta eso que estás haciendo, por qué lo
estás haciendo y cómo te beneficiaras con ello.
Todo eso te ayudará a sobrellevar esos 66 días de forma más llevadera,
obteniendo una fuerza interna que te estimulará a seguir adelante. Cuando
llegues a mitad de la sexta semana deberás encontrar algo a que aferrarte,
algo que te motive a seguir adelante hasta llegar a tu objetivo final. En este
punto aún es posible que tires la toalla y vuelvas a tus costumbres, ya que
hasta este momento puede que aún no te hayas liberado de ese viejo hábito.
En este lapso de tiempo es donde se empieza a crear la conducta o la rutina
gracias al tiempo que lleva la repetición de la acción.
En los 22 días restantes demostrarás lo fuerte que eres y lo dispuesto que
estas en cambiar. Antes de llegar a la última semana, empezarás a descubrir
que este hábito ya ha empezado a ser parte de ti. Y es en esos últimos días
que empiezas a notar que ya no necesitas motivación ni nada a que aferrarte
porque tu cerebro ha almacenado dicha acción. A partir de este momento
podemos decir que se ha consolidado dicho hábito.
Al llegar al final de la meta, procura darte una recompensa por el objetivo
logrado; sal a disfrutar o a celebrar este nuevo triunfo y siente la
satisfacción de que ahora estás emprendiendo una nueva vida desde una
perspectiva más sana.
Como has podido notar, en la descripción se puntualiza que cambiar un
hábito conlleva un proceso y cada paso requiere de un tiempo más o menos
prolongado para llegar a la consolidación del hábito. Por tal motivo, es
necesario enfatizar que ni 21, 30 ni siquiera 40 días son suficientes para
crear un hábito que sea duradero y real, pero con 66 días tienes una mayor
probabilidad de lograr su consolidación sin que se haga necesario de tirar de
fuerza de voluntad.
Vive como si ya fueras la persona que quieres ser hasta que lo consigas
La mayoría de las personas andan por la vida actuando sin ser consciente de
las cosas que hacen, sin ser consciente de que son el reflejo de lo que quizás
otros querían que ellos fueran. Muchas veces nos preguntamos por qué no
somos felices o por qué es tan difícil serlo, pero no somos capaces de
cuestionarnos lo necesario y escudriñar en nosotros hasta encontrar las
respuestas que necesitamos.
Las personas son felices, no porque tengan más que los demás, sino porque
centran su atención en lo que es verdaderamente importante: “Ellos”. Este
tipo de personas sabe que su felicidad depende de ellos y que por lo tanto
“Ellos” son la prioridad. Todos tenemos el poder de elegir. Elegir el modo
de conducta, elegir lo que queramos ser y elegir cómo queramos vivir y
sentir.
Por lo tanto, no hay mejor elección para ser feliz que ser la persona que
deseas ser; y para conseguirlo tan sólo necesitas vivir como si ya fueses esa
persona. Lo que quiere decir que debes vivir conscientemente y con
responsabilidad.
La manera de lograrlo es: primero saber qué persona quieres ser, a dónde
quieres llegar y crear un plan que te ayude a ejecutar las acciones necesarias
e idóneas hasta alcanzar tu objetivo. De esta manera podrás avanzar y
conseguir tu bienestar desde tu propia responsabilidad.
Como se ha mencionado en diversas ocasiones: los hábitos poseen un poder
transformador en nosotros. Adquirir los hábitos correctos nos será siempre
de gran ayuda.
Es decir, si queremos ser personas sanas por dentro y por fuera, debemos
empezar por vivir como si ya fuésemos una persona sana: comiendo de
forma saludable, sin saltarnos las horas ni las comidas, descansando las
horas recomendadas (de 7 a 8 horas diarias) y ejercitándonos
constantemente.
Si el deseo es ser una persona sana mentalmente, entonces debemos realizar
hábitos como la meditación, relajación, aplicando la automotivación y
eliminando cualquier mal pensamiento. En el caso de que se desee ser una
persona más decidida, se tendrá que dejar del lado toda sensación de
inseguridad, miedos y ser más arriesgado, por lo que se deberá empezar por
aquellas acciones que causen cualquier tipo de temor.
Así mismo, en el caso que quiera ser una persona más constante, tendrá que
empezar desde ya a practicar hábitos saludables y ser capaz de no saltarse
ninguno, bajo ningún tipo de excusa. Si desea ser una persona más
constante en el futuro, lo ideal es que desde ya comience por serlo, lo
mismo pasa con todas las demás acciones y deseos. No basta sentarse en el
sofá y esperar: cuando queremos algo debemos trabajar e ir en busca de
ello, ningún cambio llega por sí solo.
Vivir como si ya fueses la persona que quieres ser es una técnica que nos
permite actuar y comportarnos de forma acorde a lo que deseamos. Lo que
quiere decir: actuemos como si ya fuésemos esa persona con la que
soñamos en convertirnos.
Existe una técnica muy parecida, dicha herramienta es conocida como una
técnica de la Programación Neurolingüística, creada por John Grinder, uno
de los fundadores de la PNL. Es llamada Técnica PNL Del “Como si” esta
trata de crear estados muy útiles para nuestra vida, imaginando la
excelencia. Sin embargo la idea de esta técnica es que se identifique cuál es
la actitud o comportamiento especifico que le hará tener mejores resultados
y llevarlo a la cima del éxito. Pero, basándose en el modelado de esa
persona que se desea ser, es decir, se piensa en alguien como modelo
imaginario y se busca la forma de copiar todas las habilidades,
comportamientos y actitudes de esa persona.
La Técnica PNL Del “Como si” nos lleva a investigar la forma de detectar e
incorporar las creencias de esa persona que se desea imitar, actuando
“Como si” dichas creencias fueran nuestras y de esta manera estar más
cerca de obtener los mismos resultados exitosos que dicha persona. De
igual modo, también se trata de movernos “Como si” quien se moviera
fuese esa persona.
Vive como si ya fueras la persona que quieres ser es una técnica en la que
también se aplica el “Como si” pero sin la acción de imitar otra persona,
sino desde la representación de actuar como si ya fuésemos en realidad esa
persona. En otras palabras, es vivir como si estuviésemos sanos aunque no
lo estemos, vivir como si fuésemos personas decididas aunque no lo
seamos, vivir como si fuésemos personas constantes aunque no sea así.
De este modo, activamos la ley de la atracción desde nuestro inconsciente,
lo que nos llevará a conseguir que seamos esa persona que queremos ser.
Dicha técnica también podemos aplicarla para alcanzar cualquier objetivo
que nos tracemos, ya sean hábitos, cosas materiales u otros.
En este proceso la visualización también juega un papel fundamental, por lo
que entonces necesitas visualizarte y al mismo tiempo involucrarte y
vivirlo. Debes meterte en el papel y creértelo, a tal punto que no sepas
capaz de diferenciar entre la visualización y la realidad. Y así, poco a poco,
hasta llegar al punto que has trazado como tu propósito.
Puedes cambiar o mejorar tu vida, si ese es tu deseo, en tus manos está
elegir el camino correcto y aplicar las técnicas y métodos necesarios para
lograrlo. Recordando siempre que debes actuar desde la responsabilidad,
con consciencia y convicción de que todo lo que hagas va a generar un
efecto y que de ti dependen las consecuencias de dichos actos.

Capítulo 6: Cómo mantener tu energía vital (cómo las


decisiones afectan y desgastan)
Contar con un nivel de energía vital es un requisito muy deseable e
importante para lograr hacernos cargos de nuestras elecciones y de nosotros
mismos. Por lo que debemos tener muy claro que si queremos obtener o
mantener un nivel de energía alto, tenemos que estar al pendiente de todas
las cosas que hacemos diariamente y de que estas sean las más favorables y
beneficiosas.
La energía vital es la fuerza que nos ayuda a avanzar hasta en los momentos
más difíciles. Es la que hace que el cerebro mande las órdenes adecuadas
para que todo marche a la perfección y en sintonía; permite además que el
organismo encuentre el equilibro y sea capaz de sobreponerse al estrés, a
los sobresaltos cotidianos y a las enfermedades.
Sin embargo, existen diversos factores que pueden lograr que esa energía
tan indispensable se desestabilice. Cuando nuestra energía vital se encuentra
equilibrada somos libres de cualquier tipo de pensamiento, sentimiento o
emoción negativa. Por lo que se hace necesario, entonces, que busquemos
la forma más acorde para ayudar a mantener nuestra energía vital en el nivel
deseado.
El doctor Manuel J. Ruiz Polaina, señala que “No existe un órgano
específico en el que nuestra energía vital se sitúe, esta vive en cada una de
nuestras células. Sin embargo, se cree que nuestro sistema endocrino y las
glándulas suprarrenales (encargadas de regular las respuestas ante el estrés
produciendo cortisol, una hormona que incrementa el nivel de azúcar en la
sangre para darnos energía; y adrenalina, que aumenta la frecuencia
cardíaca) juegan un papel muy importante en su control”.
Por tal motivo, debemos actuar sobre el cuerpo y la mente para poder
aumentar o mantener nuestra energía vital a un nivel óptimo. Tanto la
medicina académica como las ciencias milenarias buscan la manera de
fomentar o conservar esa energía vital que tanto necesitamos para tener
ganas de seguir adelante, pese a los acontecimientos que se nos puedan
presentar en el camino.
Es importante enfatizar que uno de los factores que pueden afectar o
desgastar nuestra energía vital son las decisiones. Todos, sin excepción,
tomamos miles de decisiones diarias, algunas las tomamos hasta sin darnos
cuenta. Pero, cada decisión que tomamos genera desgaste mental.
Tanto nuestra energía física como mental son limitadas; por ello su
disminución se produce debido a la cantidad de esfuerzo que le dedicamos.
A medida que vamos tomando decisiones durante el día estas van
generando desgaste en nuestra mente y eso a su vez nos lleva a disminuir
nuestra energía vital.
El cerebro consume más energía de la que te puedes imaginar, por lo que si
mantenemos una actitud negativa lo que logramos es que eso genere un
gasto extra, y esa energía que estamos perdiendo podríamos aprovecharla e
implementarla tareas o actividades más productivas y beneficiosas. Luz
Chicharro, terapeuta de shiatsu, afirma que “La energía, la fuerza
unificadora que sostiene todas las actividades del cuerpo, la mente fluye a
través de los meridianos energéticos. Cuando uno de estos sistemas se ve
alterado, afecta a los demás y causa pérdida de energía”.
Por su parte la naturópata Sheila Minguito, habla sobre la influencia de los
pensamientos y emociones, y recomienda que una manera de detener
aquellos pensamientos tóxicos recurrentes es mediante la meditación del
tiempo presente. Señala que dicha técnica hace que te prestes atención
plena a ti mismo y favorece que abras tu conciencia para frenar ese circuito
mental tóxico. Además, acota que se puede practicar sentado y que no
necesitas más de cinco o diez minutos para notar cambios positivos”.
Así como la meditación, también existen otras técnicas y métodos que
pueden servir para mantener la energía vital en un nivel alto. Algunas de
esas técnicas que puedes aplicar son las siguientes.
Cuida tus imágenes mentales
Las imágenes mentales son recursos muy poderosos que podemos utilizar
para la construcción de significados. Una imagen mental es una
representación de origen perceptivo o del recuerdo de una experiencia que
se pudo haber vivido o imaginado.
Las imágenes son representaciones que todos tenemos. Existen imágenes
visuales, olfativas, gustativas o auditivas, las mismas son internas y se
mantienen en nuestra mente para evocarnos una situación, persona o cosa,
de las cuales tenemos una percepción o conocimiento.
Todos utilizamos imágenes mentales, además, estas sirven como guía para
realizar actividades y para anticipar los resultados de nuestras acciones. Por
ejemplo: imaginarnos como vamos a vernos con ese vestido que queremos
o como puede quedar nuestra sala si cambiamos los muebles.
Tanto nuestros pensamientos, como nuestras palabras e imágenes mentales,
son manifestaciones de la energía. Según como sean estas representadas en
nuestra mente, así se modifica nuestra realidad. Si pensamos e imaginamos
en positivo generaremos situaciones positivas, pero si estos son negativos,
entonces generaremos situaciones negativas.
No es tan sencillo controlar estas acciones, pero es necesario que tengamos
realmente cuidado con nuestras imágenes mentales, dado que su poder para
generar situaciones es muy grande. Por tal motivo, es necesario cambiar
cualquier tipo de representación negativa que tengamos por positivas. Esta
es la mejor forma para trabajar sobre el inconsciente de manera efectiva y
lograr controlarlo.
Si logramos mantener en nuestra mente pensamientos e imágenes positivas
y expresamos de manera adecuada nuestros deseos de hacer algo, lo más
verídico es que nuestro cuerpo se llene de excelente energía vital y esta nos
lleve a efectuar cada actividad que nos propongamos con la mejor actitud.
No olvides que la energía es el combustible que el cuerpo humano necesita
para vivir y ser productivo, por ello, requiere siempre estar cargada con los
mejores pensamientos e imágenes mentales.
Cuida tu diálogo interno
La forma en la que nos hablamos a nosotros mismos influye de forma
notable en nuestras vidas. El diálogo interno es el acto en el que una
persona entabla una conversación consigo misma, este es uno de los pilares
de la autoestima. El mismo sirve para analizar las actitudes que se ejecutan
diariamente, haciendo uso de la conciencia moral.
La conversación interna puede ser tanto positiva como negativa, lo que
quiere decir que una persona puede llegar a ser su mejor amiga o todo lo
contrario. Se dice que la mayoría de las personas hacen uso de dicho
dialogo, pero estas solo los aplican para darse mensajes pesimistas como los
reproches.
Debido a la gran capacidad que poseemos los seres humanos para pensar y
reflexionar, podemos realizar diálogos internos. Sin embargo, debemos
cuidar nuestras conversaciones internas, ya que de ser estas positivas
podemos tener grandes beneficios para nuestra autoestima y autoconfianza
que nos ayudarán a impulsarnos para ir en busca de nuevos objetivos. Pero,
de ser negativas, es muy probable que esto baje nuestra autoestima,
generando inseguridades en nosotros mismos.
Por este motivo, se recomienda que los diálogos se lleven a cabo de manera
consciente y responsable. Si logramos centrar nuestro dialogo interior en
conversaciones positivas lograremos obtener, por medio de estas, energía y
vitalidad para enfrentarnos a nuestro día a día. Podemos entonces decir que
el dialogo interno es constructivo y muy necesario.
Si queremos mantener nuestra salud mental y nuestra energía vital en
excelentes condiciones para alcanzar nuestra satisfacción personal,
bienestar y calidad de vida, debemos preocuparnos por encontrar en nuestro
día a día un tiempo y un espacio para estar a solas y conversar con nosotros
mismos de manera en términos optimistas. Es importante también que
cuidemos de nuestro dialogo interno y eso lo podemos lograr por medio de:
1. La escritura
Este es un método de reflexión que puede ayudarnos a cuidar nuestro
dialogo interno ya que el escribir aumenta la toma de conciencia ante los
propios pensamientos y puede brindarnos la oportunidad de conocernos
mejor. Además, escribir es un hábito que genera grandes beneficios en
todos los aspectos de nuestra vida.
2. Cuida tu mente con palabras bellas
Es importante que cuides la manera en cómo te hablas, procura
implementar palabras bellas, llenas de amor; halágate, permítete decirte
todas esas frases bonitas que todo el mundo quiere escuchar.
3. Busca un espacio de pausa y relajación
Aun cuando tu día a día conlleve una serie de tareas que parecen
interminables o desafiantes, es necesario que te organices y planifiques un
espacio en el que puedas hacer una pausa y relajarte para que escuches tu
voz interior.
4. Piensa en los consejos más sabios que le darías a un amigo
Es normal que en la vida se te presenten situaciones un poco difíciles que te
lleven al extremo de preocuparte y afectarte; por ello debes ser muy
perspicaz y pensar en esos consejos que le darías a tu mejor amigo si él
estuviese en tu mismo escenario.
5. Evita los pensamientos negativos
Procura en lo posible alejar cualquier tipo de pensamiento negativo que
quiera entrar a tu cabeza, ya que estos tienden a producir en ti ansiedad
anticipada y un carácter catastrofista. Y en caso de que estos entren en ti,
evita culparte por tenerlos, sé amable contigo mismo y busca la manera de
distraerte o de pensar en cosas agradables para que estos se vayan.
6. Identifica las situaciones que te hacen reaccionar con
pesimismo
Busca la forma de identificar cuáles son esas situaciones o circunstancias
que te llevan a reaccionar de manera pesimista, cómo te afectan y cómo
podrías actuar ante dichas situaciones para que no te generen temor.
7. Libérate de la culpa
Libérate de la culpa por aquellas decisiones que hayas tomado en tu pasado,
el dialogo interno no es para reprocharte. Piensa que actuaste de la mejor
manera y que esa fue la mejor decisión que pudiste tomar, aprovecha el
momento que tienes para hablarte a ti mismo desde una perspectiva positiva
y constructiva, motívate y aconséjate como si le hablaras a tu mejor amigo
o a un ser querido.
Multiplica tu actitud (Küppers)
La actitud es el estado del ánimo que se expresa de una cierta manera. Se
dice también que la actitud es la manera en la que un individuo se adapta al
entorno, siendo esta la consecuencia de un proceso cognitivo, afectivo y
conductual.
La actitud es uno de los elementos que juegan un papel fundamental en la
búsqueda de nuestros objetivos y que estos sean logrados con éxitos.
Además, dependiendo de la actitud que adoptemos es que podremos tener
un excelente o un mal desempeño.
Por tal motivo debemos comprender que nuestra actitud muestra todo lo que
somos; nuestra energía, nuestra fuerza, nuestro entusiasmo y son esas
acciones las que nos llevan a lograr cada uno de nuestros objetivos y metas.
Pero es importante que para ello, dicha actitud sea siempre positiva, eso te
ayudará a responder adecuadamente ante cualquiera de las circunstancias de
la vida que se te presenten, tanto en el ámbito profesional como personal.
Victor Küppers es un motivador personal y uno de los conferenciantes más
prestigiosos y mejor pagados. Es un gurú sobre el comportamiento humano
que se dedica a la formación y transmisión de mensajes para que sean
aplicados en la vida.
Küppers señala que las actitudes tienen una gran importancia en el cambio
personal, y hace la comparación de que las personas somos como
bombillos, que todos transmitimos y que algunos vamos por la vida como a
30.000 W y otros van fundidos. Es decir, algunos transmitimos sensaciones
ya sea feeling o química, que nos hace atraer y causar ante los demás esa
atracción. Esto debido a que las personas captan las sensaciones que
transmitimos, mientras que otros no generan ningún tipo de sensación.
Además, hace referencia a que lo que nos hace realmente grande es nuestra
manera de ser y no nuestros conocimientos ni la experiencia que tengamos.
Acota que las personas no nos quieren por los años que llevamos en un
trabajo ni por las habilidades que tengamos, nos aprecian por nuestra forma
de ser.
Por lo que creó una fórmula para definir el talento de una persona; dicha
fórmula es conocida como C + H x A en la que describe a (C) como los
conocimientos, (H) habilidades y (A) actitud y concluye que l o importante
de la fórmula es que los conocimientos suman, las habilidades suman, pero
la actitud multiplica.
Así mismo, Küppers expresa que estar desanimado representa un problema
considerable para el desarrollo del individuo. El autor explica, además, que
cuando esto ocurre perdemos nuestra esencia, lo que somos como
individuos.
Otro aspecto relevante al que hace referencia es al de la rapidez con lo que
queremos las cosas, algo que considero totalmente cierto y con lo que estoy
de acuerdo. Küppers, expresa “queremos un libro que nos cambie la vida
en 15 minutos, y si puede ser en 14, mejor”. Así estamos todos los seres
humanos, queremos cambiar nuestra vida en un abrir y cerrar de ojos pero
no queremos hacer nada para lograrlo.
Víctor Küppers nos brinda dos importantes consejos para “Ir chutado” por
dentro en la vida, es decir, ir con alegría y entusiasmo, y para ello
únicamente necesitamos: Aprender a ser agradecidos y ponernos ilusiones.
Por lo tanto, son dos consejos que nos ayudarían a multiplicar nuestra
actitud.
1. Aprender a ser agradecidos
Es necesario que aprendamos a valorar las cosas que tenemos y agradecer
por ellas. Tenemos que despertar y mirar hacia el exterior y ver lo
abundante que es nuestra vida. Hay muchas personas que lamentablemente
hoy en día están en situaciones mucho más difíciles que nosotros, debemos
dejar de quejarnos y aprender a ser agradecidos.
Küppers habla sobre las situaciones de dramas como aquellas que no tienen
solución y que por ende hay que sufrirlas, pero el tiempo atenúa el dolor.
Por lo que aclara que aquellos que no tienen dramas sólo tiene
circunstancias que deben resolver pero sin perder la alegría, y que además,
se debe ayudar a aquellas personas cuyos dramas sí son reales.
2. Ponte ilusiones
La ilusión es nuestra gasolina, todos necesitamos de ella. Cuando una
persona no tiene ilusiones, sencillamente está muerta; necesitamos de esta
para vivir. Con ilusión todo es posible ya que estas nos motivan a ir en
busca de lo que soñamos o deseamos.

Debemos preocuparnos y ocuparnos por nuestra actitud, es realmente


importante que nos hagamos conscientes de ello. Por su parte, Küppers
afirma que “Siempre podemos elegir nuestra actitud. Es la última libertad
que tenemos los seres humanos. Es verdad que las circunstancias influyen y
el entorno condiciona a veces muchísimo, pero siempre hay ese pequeño
espacio donde nosotros decidimos nuestra actitud y cómo afrontarlo”.
El poder de la meditación
La meditación es una actividad o practica que ejecuta un individuo para
entrenar la mente y de esta manera conseguir algún tipo de beneficio. Por
medio de ella se puede alcanzar bienestar en cualquier actividad de la vida.
La meditación se ha practicado desde la antigüedad como un componente
de numerosas religiones y creencias.
La mayoría de las personas creen que esta práctica sólo es utilizada para
conseguir beneficios como la relajación, paz y equilibrio. Pero la verdad, es
que la meditación posee numerosos beneficios y además tiene un poder
significativo en nuestras vidas.
La ejecución de esta práctica tiene un potencial enorme que ayuda a
enriquecer tanto nuestras vidas individuales como nuestra sociedad. Aunque
es una actividad que requiere de disciplina y práctica constante, de igual
manera el sólo hecho de practicarlo un poco te otorga resultados inmediato.
Pero, si lo realizas diariamente por algunos minutos, puede incrementar tu
sentido de bienestar y dicha a niveles insospechados.
Por medio de la meditación se logra llevar al cuerpo a un nivel de relajación
en el que se intensifican los sentidos y la mente se enfoca profundamente,
alcanzando así un flujo de energía. Esa energía que obtenemos nos puede
servir para elevar la consciencia y despertar nuestra intuición.
Estudios revelan que la meditación posee un poder impresionante, el cual
nos permite por medio de su práctica reducir el estrés, reforzar el sistema
inmunitario y ayuda a regular muchos de los sistemas del cuerpo. Además,
estudios demuestras que a través de ella mantenemos la energía vital y
mejoramos nuestra salud.
Escucha tu Diálogo interno
Como ya sabes, el dialogo interno es esa conversación constante que tienes
contigo mismo, en la que influye la manera en cómo te expresas, te hablas y
te tratas a ti mismo. La calidad del dialogo despende de cómo nos vemos y
de cuánto nos conocemos. Por medio del diálogo interno podemos
motivarnos o estimularnos a perseguir nuestros sueños y metas. O en su
defecto, sabotearnos para que hagamos todo lo contrario.
Es de suma importancia que aprendamos hablarnos, pero también que
aprendamos a escucharnos. Escuchar nuestra voz interior es escuchar a
nuestros pensamientos que emergen de la profundidad de nuestras
creencias. Por lo tanto, de dichas creencias depende la forma en la que
nuestra voz interna nos hable. Es decir, si tenemos una creencia positiva
nuestro diálogo interno será muy provechoso.
Una de las claves más importante con la que contamos en nuestra vida es
escuchar nuestro diálogo interno. Pero para que este influya de manera
positiva, es imprescindible conocernos; saber cuáles son esas creencias e
indagar cuáles son las que nos están afectando.
Las creencias son el elemento fundamental de nuestro dialogo interno. Estas
poseen el poder de controlar y establecer todas las cosas que hacemos,
nuestros comportamientos y nuestras decisiones. Dichas creencias son
creadas por nuestro conocimiento y por nuestras propias experiencias. Pero
esas creencias también pueden ser modificadas.
Cada ser humano posee sus propias creencias, ya que no todos vivimos las
mismas experiencias de vida. Es importante que escuches atentamente tu
dialogo interno y prestes mucha atención de las cosas que te dices y cómo
te las dices. En este sentido, puede que los pensamientos que estés teniendo
vengan de la infancia. En caso de que estos sean negativos, es importante
que sepamos su procedencia y cuáles son los disparadores que las
refuerzan.
Escucha tu dialogo interno con atención y evalúa las cosas que piensas y las
que te dices. Si no son positivas entonces necesitas buscar la manera de
cambiarlo y la mejor forma de hacerlo es remplazando ese dialogo por uno
positivo que te motive y estimule.
Si por ejemplo te escuchas diciéndote cosas como “yo no puedo”, “no soy
capaz”, “todo me sale mal”, debes inmediatamente remplazarlos por
pensamientos totalmente diferentes como “yo sí puedo”, “voy a lograrlo” y
“todo va a salir bien”. Recuerda que el cerebro busca coherencias con lo
que pensamos, decimos y hacemos. Tú eres quien decide lo que piensa, lo
que dices y lo que haces, si quieres cambiar tu dialogo interno entonces
asume la responsabilidad de hacerlo.
Aléjate de la contaminación VAK
Hoy en día debemos enfrentarnos a un mundo en el que no sólo se
encuentra contaminado con sustancias tóxicas, sino que además, por si
fuera poco, tenemos que enfrentarnos a la contaminación VAK que también
atenta con nuestra salud.
La contaminación VAK (visual, auditiva y kinestésica), es un tipo de
contaminación creada por una saturación excesiva en estos sentidos, en la
que la intensidad del ruido, el exceso de información visual y los malos
olores producen una interacción de manera negativa con el cuerpo humano
afectando la calidad de vida.
Tanto la contaminación visual como la auditiva (acústica) y la olfativa son
causantes o desencadenantes de efectos en nuestra salud a nivel
psicopatológico y psicológico tales como: agitación respiratoria, dolor de
cabeza, espalda y cuello, fatiga, insomnio, estrés, aislamiento social,
depresión ansiedad, distracciones peligrosas, mal humor, náuseas, vómitos,
reacciones aparentemente neurotóxicas; tales como comportamiento
evasivo, pérdidas de memoria o problemas de concentración, entre otros.
Según la OMS un mal efecto en la salud es cualquier experiencia que
provoque malestar a nivel, tanto físico como emocional o mental, desde este
punto de vista sin duda alguna la contaminación VAK genera molestias en
la salud de aquellas personas que se encuentran expuestas a dicha
contaminación.
Esta produce respuestas negativas en las personas, dado que opera sobre el
sistema nervioso central o periférico y se encuentra relacionado con la parte
emocional, con los recuerdos y el humor. Estas molestias tienen efectos
negativos físicos y mentales; para no vernos atrapados en ellas, y que estas
no nos roben nuestra paz, energía y salud, debemos evitarlas en la medida
de nuestras posibilidades.
Ten cuidado con lo que escuchas
“Una mala conversación en el huerto de Edén fue suficiente para destruir
una vida y miles de miles de generaciones”.
Muchas veces no le damos el valor y la debida importancia a las cosas que
escuchamos, sin saber que el veneno más mortal empieza cuando decidimos
poner nuestros oídos a aquellas cosas que creemos insignificantes pero que
al final pueden terminar siendo perjudiciales para nosotros y para nuestros
objetivos.
Dicen que somos el producto de lo que vemos y escuchamos diariamente.
Por dicho motivo, es muy importante tener cuidado con las cosas que
decidimos escuchar, y ser precavidos con aquellas personas que aceptamos
tener cerca de nosotros. Es oportuno que aprendamos a tener mucho
cuidado con las personas o las cosas en las que estamos prestando nuestros
oídos, ya que podemos estar recibiendo información negativa que sólo
cause en nosotros efectos desagradables.
Cuando escuchamos algo, inmediatamente nuestra mente lo capta y lo
almacena; por ende, debemos saber de qué o de quiénes estamos
alimentando nuestra mente y nuestro espíritu. No es para nada productivo y
menos sano perder nuestro tiempo escuchando chismes, críticas continuas,
tristezas, sufrimientos u otras cosas negativas que vengan de personas
toxicas o de cualquier tipo de canciones.
Aprende a poner límites a las cosas que escuchas. Muchas de ellas no
generan ningún beneficio en tu vida; es tu responsabilidad hacer todos los
filtros necesarios para que estas no afecten tu equilibrio emocional.
Aunque existen diversos estudios que revelan que la música posee un poder
estimulante en nuestro cerebro y que esta estimulación cerebral se produce
independientemente del estilo musical que estemos escuchando, no quiere
decir que la letra o el mensaje de la canción que se esté escuchando no
tengan efectos negativos en nosotros.
Hoy en día, existen miles de canciones de reguetón y trap que se escuchan a
nivel mundial y que además suenan en todo momento. Podemos escucharlas
en la radio del transporte público, en la casa del vecino, en las fiestas,
reuniones familiares y de amigos. O simplemente en el supermercado; el
problema realmente no es el éxito de la canción, sino su contenido, el
mensaje de violencia que en su mayoría transmiten. Y que en muchos casos
termina incitando más violencia por parte de sus oyentes.
Nuestra energía se alimenta de todo lo que vemos, sentimos y escuchamos;
ser cuidadosos con nuestro entorno y saber evitar aquellos mensajes que
contienen e incitan a la violencia o al sufrimiento es la mejor manera para
no saturar nuestra mente con información negativa, mantener nuestra
energía vital y elevar nuestra frecuencia vibratoria para transformar nuestra
vida.
Détox digital
Desde que apareció la sociedad digital en nuestras vidas hemos ido
perdiendo el control de la misma. La mayoría de las personas (adolescentes,
jóvenes, adultos y hasta un gran número de la población de adulto mayor)
se han vuelto totalmente dependientes de su teléfono móvil. Es cada vez
más frecuente que las personas pasen horas enteras revisando redes sociales
o algún tipo de plataformas.
Esta era digital ha conseguido atraparnos en sus redes, convirtiéndonos en
adictos de cada nueva tecnología móvil que salga al mercado. Para muchos,
esta necesidad es tal que manifiestan alteraciones propias del síndrome de
abstinencia cuando no tienen sus teléfonos cerca. Se sienten ansiosos,
estresados, caóticos. No cabe duda de que las tecnologías móviles ejercen
sobre la sociedad una fuerza parecida a cualquier droga.
No hace falta ser un experto para darse cuenta que el uso digital domina
nuestras vidas; nos despertamos con ella y nos acostamos con ella.
Entonces podemos decir que el mundo digital tiene un poder adictivo y eso
se debe a la segregación de dopamina que se produce al hacer uso de ella.
Ciertamente son muchos los beneficios que hoy en día podemos disfrutar
gracias a la tecnología. No obstante, hacer uso excesivo de ella nos puede
hacer perder el enfoque de la vida y puede llegar a reforzar el hábito de la
procrastinación.
La mayoría de las personas que hacemos uso de la tecnología nos volvemos
esclavos de ella y eso nos hace distraernos y retrasarnos de la mayoría de
tareas y actividades que por lo general son situaciones que deben atenderse.
Dicho esto, creo necesario para nuestra salud que nos tomemos un respiro y,
así, busquemos alejarnos un poco de este hábito improductivo. La
tecnología ha calado de tal manera en nosotros que, en muchos casos, ni
siquiera somos capaces de entender que esta influye negativamente en
nuestro comportamiento.
El détox digital es conocido como una desintoxicación digital. Esta consta
en que la persona debe evitar en un periodo de tiempo el uso de cualquier
tipo de dispositivo electrónico como teléfonos inteligentes, tabletas,
computadores o televisores.
Esto se hace con el fin de que las personas se centren en la interacción
social, en el uso consciente de la tecnología y que podamos conectarnos con
nuestro entorno físico, fomentando la comunicación personal de tú a tú sin
tener por medio a la tecnología.
Además de otros beneficios como reducción de estrés, la fatiga, incremento
en los niveles de atención por las cosas que debemos atender con o sin
urgencias; retomar el control por nuestras vidas; mejora el sueño, la
productividad, el enfoque y la capacidad de estudio.
¿Cómo hacer un détox digital?
Existen algunos pasos que pueden ayudarnos a que nuestra desintoxicación
sea efectiva, pero no debemos olvidar que para lograrlo tenemos que ser
dedicados y comprometidos con cada una de estas acciones.
El primer paso al que debemos enfrentarnos en esta desintoxicación es
establecer el tiempo de duración de nuestro détox digital. El tiempo deberá
ser estipulado según sean las necesidades de cada uno, es decir, el tiempo
que se desee permanecer alejado de esta: pueden ser tres días, una semana o
un mes.
El segundo paso es identificar nuestro objetivo, saber el fin por el que
hemos decidido alejarnos de la tecnología. Si no haces esto lo más probable
es que no sientas del todo los beneficios que el détox digital te aporta.
El tercer paso es organizar tu agenda con las actividades o tareas. Debes
saber en qué y la cantidad de tiempo que implementarás para esas cosas que
decidas hacer durante el lapso que te encuentres alejado de tu teléfono
móvil o computador.
El cuarto paso se lo dedicamos a la configuración y desactivación de las
notificaciones de nuestro teléfono móvil. Necesitamos alejarnos pero si
escuchamos una notificación seguramente nos será muy difícil abstenernos
de atender, por ese motivo es mejor desactivarlas y configurar nuestro
móvil con ringtone específicos para nuestros familiares y otros contactos
importantes, sin olvidarnos de avisarles con anticipación de nuestro détox
digital para que ellos se limiten a escribir exclusivamente cuando sea algo
necesario o urgente, lo demás podemos silenciarlo.
El quinto paso se lo vamos a encargar a la desactivación de las cuentas que
más usamos, pero para ello debemos asegurarnos de que las contraseñas las
tengamos escritas en nuestra agenda, esto es para prevenir que en caso de
olvidarlas no tengamos problemas cuando necesitemos entrar a estas luego
de acabar el détox digital, ya que las claves se encuentran registradas.
El sexto y último paso es para crear reglas de usos “necesarios e
importantes”, lo que quiere decir que voy a determinar un tiempo para
poder hacer uso de estos medios en caso de que sea necesario o importante.
Sin olvidarnos que mientras estemos ejecutando nuestras actividades más
importantes no podemos acercarnos a nuestros dispositivos.
Aprovecha y disfruta de todo y de todos los que te rodean, apártate de los
medios sociales que muchas veces son los que te consumen la mayor parte
de tiempo; además, la cantidad de información que podemos encontrar en
estas suele ser muy estresante, de manera que termina quitándonos nuestra
energía vital. Sé que no va a ser nada fácil pero luego que empieces
nuevamente a conectarte con el mundo real y sientas sus beneficios te
empezará a gustar más la idea de establecer reglas para el uso de estas.
Luego que termines tu détox digital aprenderás a controlar las horas que
pasas conectado al teléfono móvil, computadora, tableta o televisor;
empezarás a tener hábitos más saludables ya que seguramente vas a
practicar algún tipo de ejercicios que te ayude a alejarte del mundo digital e
incluso volverás a salir con amigos a disfrutar de ellos y con ellos. No te
olvides que hay miles de actividades más saludables que pueden ayudarte a
sentirte en paz y armonía y que además poseen grandes beneficios como lo
son: leer algún libro que te provea nuevos conocimientos, meditar, hacer
yoga, etc.
Introduce información inconsciente (meditaciones, grabaciones
propias, afirmaciones o algún curso en idioma extranjero o propio)
La mente consciente es racional y analítica pero puede ser moldeada e
influenciada por las experiencias vividas, el ambiente externo e incluso los
medios de comunicación que están presentes en nuestra vida cotidiana. Por
su parta la mente subconsciente funciona de manera casi automática y
puede ser adiestrada para que opere a favor de nuestros propios intereses,
sin que exista una obstrucción por parte de las influencias externas
negativas.
El término inconsciente es utilizado para calificar un estado o disposición
mental que presenta un sujeto en el que desarrolla inesperadamente un
comportamiento. En otras palabras, el sujeto ejerce una acción de manera
involuntaria y sin darse cuenta.
Se dice que somos conscientes únicamente del 5% de la información que
nos llega del exterior y que el otro 95% queda almacenado en el
subconsciente. Introducir información inconsciente a nuestro cerebro puede
ayudarnos a modificar o eliminar hábitos negativos y crear otros positivos.
Hace muchos años atrás, fue desarrollado un método de terapia por el
Psicólogo Francés Émile Coue. Dicho método se encuentra basado en la
hipnosis, bajo el poder de la autosugestión consciente. Lo que quiere decir
que las personas somos fáciles de manipular por el exterior, pero que
también es posible que nos podamos manipular a nosotros mismos.
Esto quiere decir que podemos lograr manipularnos introduciendo
información inconsciente por medio de métodos como afirmaciones
positivas, grabaciones propias, meditación, cursos de idiomas extranjeros e
incluso el propio, entre otros, con el fin de guiar nuestros pensamientos,
sentimientos o comportamientos para alcanzar un cambio positivo y
mejorar nuestra calidad de vida.
Por medio de la práctica de estos métodos podemos incorporar información
en la mente subconsciente y con el tiempo alterar nuestros patrones de
pensamiento y hábitos, logrando cambios positivos como el hecho de dejar
de fumar, dejar el alcohol u otros.
Las ventajas de estos métodos de afirmaciones positivas, grabaciones
propias, meditación u otros, es que nuestra mente consciente no podrá
interferir con sus percepciones negativas y menos limitarnos, por lo que
podremos asegurarnos que nuestro subconsciente recibirá la información
que deseamos. Además, dicha información que deseamos introducir acelera
el proceso de cambio para mejorar.
Conviene hacernos conscientes de que los prejuicios no van a desaparecer
de un día para otro. Por este motivo, tenemos que ser pacientes y entender
que los resultados llegarán a su debido tiempo.
Cuando logres identificar qué es lo que quieres y desees cambiar asegúrate
de que el método que elijas contenga la información que quieres introducir
de forma inconsciente. Son numerosas las opciones pero no todos tienen
específicamente el tipo de mensaje o información que necesitamos.
Por ejemplo; las afirmaciones positivas son una técnica o método bastante
sencillo pero poseen un poder incuestionable; esta se basa en el principio de
la autosugestión, y que radica en una repetición constante de lo que
queremos creer de nosotros mismos hasta que logremos creerlo e
internalizarlo. Una afirmación es en sí una frase que nos decimos a nosotros
mismo como “Soy completamente feliz” o “Soy una persona muy
inteligente”.
Al despertar cada mañana, cuando te encuentres en ese estado entre
dormido y despierto, aprovecha para agradecer y afirmar que “Hoy será un
gran día” es en ese momento en el que se logra introducir más fácilmente la
información a las regiones más profundas de la mente
Las grabaciones propias son audios que se encuentran mezclados con
afirmaciones positivas creadas por nosotros mismos, con el objetivo de que
estas sean percibidas de manera directa por el subconsciente. Si la persona
lo desea puede ir mezclado con alguna canción o sonido que contenga un
mensaje motivador. Debemos ser muy precavidos con esto y no incorporar
cualquier tipo de música que contenga mensajes que nos desvíen de
nuestro propósito. En este proceso, la mente consciente únicamente
percibirá el sonido o la música que escogimos, pero no podrá percibir la
información que realmente estamos enviando a nuestro subconsciente.
Con respecto a la meditación, por medio de la práctica de esta no sólo
logramos despejar nuestra mente, sino que podemos concentrarnos mejor y
recordar todo lo que queremos, controlando aquellos pensamientos
indebidos. Durante la meditación podemos introducir nuestras grabaciones
de música con la mezcla de afirmaciones positivas; al combinar estas,
aumentaremos nuestra concentración. En consecuencia, alcanzaremos con
mayor facilidad nuestros objetivos.
El lenguaje posee una gran influencia en el logro de nuestras metas, por ello
los cursos de idiomas extranjeros o natales son la mejor actividad que
podemos escoger para crecer tanto en el ámbito profesional como personal.
Aprender idiomas puede ayudar a nuestro cerebro e incidir de forma
positiva en nuestra salud.
Por medio de este método podemos introducir una serie de información
inconsciente a nuestra mente beneficiándolo a gran escala, ya que en el
hecho de conocer y asimilar un idioma podemos aumentar el volumen de
nuestro cerebro, prevenir la demencia; mejorar las habilidades de escucha,
la de matemáticas y la creatividad; aumentar la autoconfianza, la toma de
decisiones; mejorar la memoria, incrementar la atención y concentración,
entre otros.
Uno de los enunciados de la física señala que “La energía no se crea ni se
destruye, sino que se transforma”, por tal motivo, debemos estar atentos y
mantenernos siempre positivos transformando nuestra energía vital a
nuestro favor, desde la creación de pensamientos, imágenes y expresiones
que se encuentren en armonía con estos.

Capítulo 7: El problema no es el problema (PNL)


Parece mentira, pero muchas personas asocian la palabra “problema” al
hecho de ir tras sus propios sueños y logros, colocándole así barreras a su
propia felicidad, convirtiendo sus vidas en una vida llena de sufrimiento,
malestar, ansiedad, estrés, depresión u otras.
Las personas que ven en todo un “problema”, por lo general son esas que
más se quejan. Son las que constantemente escuchamos lamentarse desde
que amanece hasta que anochece. Ese tipo de personas no tienen idea de lo
que es realmente un “problema” no saben en qué situación realmente se
encuentran ni a a qué lugar desean llegar, no entienden que su queja es el
combustible de su problema. Quejarnos únicamente hace que nos alejemos
de esas capacidades que nos llevan hasta alcanzar nuestro bienestar y nos
hacen responsable de nuestras decisiones y de nuestra propia vida.
Quejarnos implica desgastar nuestra energía en el afuera para que no
podamos conseguir las estrategias para solventar la situación presente y
llegar a la deseada. Las quejas nos ciegan, nos impiden que podamos ver
detrás de esas situaciones que pensamos que son difíciles el aprendizaje que
vienen acompañada con ellas. La queja nos incapacita para afrontar la
responsabilidad y menos de asumir el aprendizaje que esta conlleva.
El “problema” muchas veces no es el problema, somos nosotros, que
asociamos “problema” con situaciones que impliquen una meta, objetivo o
sueño. Pero realmente la palabra “problema” procede de prefijos griegos
“proballein” el cual se compone pro- (pro = adelante) y blema (ballein =
Lanzamiento) lo que podría estar haciendo referencia si lo colocamos en un
contexto literal a “proyectado”, es decir, que su término se estaría usando de
manera errónea a lo que realmente la mayoría de las personas lo asocian.
Para Joseph O'Connor y Andrea Lages, coaching con PNL definen el
problema como “Distancia entre una situación actual (real) y una situación
deseada (real), esta práctica y sencilla descripción fomenta que el
“problema” es solo una situación. Ahora bien, la carga emocional está
donada por la persona que está viviendo la situación y estas cargas son las
que rompen lo práctico de la situación llevándolas a unos escenarios incluso
patológicos en algunos casos; en otros que no son tan críticos, permiten que
la distancia para llegar a la situación deseada, sea más extensa de lo que
realmente lo es, y confusa en las estrategias (caminos) que se deben
desarrollar”.
Lo que quiere decir que convertimos una situación en un problema y
hacemos que la situación a la que deseamos llegar sea más compleja de lo
que verdaderamente es, por lo tanto, vemos el problema donde no lo hay.
Si entendemos que el “problema” es sólo una situación podremos
deshacernos de esas barreras que nos impiden ir en busca de nuestros
objetivos. Podemos comprender que todas las situaciones deseadas son
alcanzables y que sí podemos lograrlas. Además, al entender que no hay un
“problema” sino una situación buscaremos la manera más acorde para
enfrentarnos a ella.
Por lo tanto, el problema es una situación que nos permite entender en qué
posición nos encontramos y proyectarnos a una situación real pero que nos
genere crecimiento personal. Cuando hayamos comprendido esto, nos
dispondremos a crear las estrategias correctas o necesarias para llegar hasta
esa situación deseada.
Sellar tu cambio, la razón #1 por la que la mayoría se queda muy cerca
pero no lo logra (ciclo del cambio)
Todos sabemos que los cambios de un día para otro no existen y que el
proceso del mismo suele ser complejo, pues implica salirse de la zona de
confort. Esto hace que a muchas personas les cueste más que a otras
aceptarlo. Pero, los cambios son necesarios en la vida de todos y aceptarlos
es el primer paso en el camino hacia la felicidad y el éxito.
Sin embargo, aunque muchas personas son conscientes de la importancia de
esto y se sumergen al mundo del cambio, la gran mayoría se queda muy
cerca sin llegar a lograrlo. Esto sucede por una razón: no hay un debido
compromiso con el cambio.
Algo que debemos tener muy claro, es que el cambio supone un ciclo de
mejora continua en la que la única acción estable es la consecuencia de sus
fases. Por lo tanto, llegar al logro de los objetivos, celebrarlo y sentir
satisfacción de haberlo alcanzado no es del todo la recta final, dado que
debemos entender que un cambio es un proceso de decisión, disciplina,
compromiso y continúo.
En pocas palabras, tenemos que tomar la decisión de cambiar, ser
disciplinados con el cambio y darle continuidad a mejoras, iniciando
nuevamente todo su ciclo. Por lo tanto no podemos dar por sellado nuestro
cambio. Para que este sea duradero y real necesitamos asentarlo, analizando
sus beneficios y abriendo puertas a nuevas mejoras.
Deja de preocuparte por algo que no puedes controlar
Sé que puede resultar algo difícil impedirle a nuestro subconsciente que nos
controle y que nos lleve a preocuparnos por cosas o situaciones que no
dependen de nosotros. Sin embargo es necesario que busquemos la manera
correcta para lograrlo y dejar así de angustiarnos por aquellas cosas de las
que no se tiene control. En definitiva, ocuparnos de las que sí.
Existen investigaciones que comprueban que alrededor del 85% de las
cosas por las que las personas se angustian con anticipación terminan no
sucediendo, y las que preocupan y llegan a suceder, el 80% de las personas
tienden a manejarlo incluso mucho mejor de como lo habían imaginado.
De igual forma, también podemos encontrar investigaciones que aseguran
que las personas que tratan de dejar de preocuparse por cosas que no
pueden controlar son más saludables que aquellas que se mantienen
constantemente preocupadas por todo.
Aunque la vida esté llena de factores y circunstancias difíciles que no
dependen de ti, debes dejar de preocuparte por ellas o terminarás
permitiendo que estas te consuman al punto de impedirte alcanzar tus
objetivos y una vida más alegre y feliz.
La preocupación es un círculo vicioso que no te deja avanzar, por ello,
debes aprender a no prestarle atención a aquellas cosas que tú no puedes
controlar o que su soluciones no dependan de ti. Aprende a identificar
cuáles son las cosas que puedes controlar y cuáles no, esta es realmente la
clave para quienes desean vivir una vida plena y sin tantas preocupaciones.
Acepta que la vida es incierta y ocúpate de lo que ella te ofrece; busca una
visión externa ya sea de un amigo o un familiar que te ayude a identificar si
vale la pena o no preocuparte por eso que te está causando inquietud.
Olvídate de las cosas que no puedes controlar ni cambiar de tu presente y
centra tu mente en el ahora, realiza alguna actividad que te ayude a relajarte
y que te mantenga la mente ocupada.
Comprende que lo mejor que puedes hacer es descubrir la diferencia entre
aquellas cosas que dependen de tu control y aquellas que no, y dejar de
darle tanta importancia a las vicisitudes preocupándote demás. Sólo así
encontraras el bienestar, la felicidad y plenitud en tu vida.
¡Ahorra tiempo y energía en tu enfoque en lugar de juzgar el hacer de
otros!
Tanto la energía como nuestro tiempo son dos factores muy importantes que
además influyen en nuestra vida. Ambos son elementos que nos ayudan e
impulsan en el logro de nuestros objetivos, pero para ello debemos saber
hacer uso de estos.
Muchas personas se pasan la vida juzgando lo que hacen los demás:
criticando, emitiendo palabras cargadas de negatividad, sin darse cuenta que
lo único que logran con eso es llenarse de negatividad, perder tiempo y
energía en otros.
No vale la pena que gastemos nuestra energía, esfuerzo y tiempo en algo
que ni siquiera podemos resolver. Hablamos de las personas tóxicas sin
entender que juzgar al otro es una característica clave de estas personas y
que no sólo se es tóxico con la persona a la que se juzga. Además, se está
siendo tóxico consigo mismo.
Cuando juzgamos a los demás estamos dando cavidad a emociones tóxicas,
tanto al exterior como hacia nosotros mismos. Y además, le otorgamos
nuestro poder a emociones dañinas en vez de utilizar nuestra energía en
nuestro propio crecimiento, evolución y conciencia. Juzgar lo que los
demás hacen nos lleva perder el enfoque de nuestra vida, gastamos el
tiempo y la energía que necesitamos para lo que realmente vale la pena para
nosotros.
Para atraer a nuestra vida las cosas que deseamos, necesitamos emitir
frecuencias vibracionales elevadas en lugar de frecuencias desequilibradas.
Es decir, debemos cambiar esos pensamientos y emociones negativos que
emitimos como la ira, el enfado, la envidia, la venganza entre otros, por
pensamientos y emociones positivas como: el agradecimiento, el amor, la
alegría, la satisfacción, etc., eso hará que los mensajes que le enviemos al
universo vayan en concordancia con lo que deseemos atraer.
No permitas que tu tiempo y energía sean consumidos por personas o
situaciones que no se encuentren alineados con tus objetivos. Deja de juzgar
lo que otros hacen y enfoca tu tiempo, energía y atención en lo que
realmente importa.
Sé agradecido por lo que tienes hoy
“Cuanta más gratitud sientas, más feliz serás y tu vida cambiará más
rápido” Rhonda Byrne.
Desde que somos tan sólo unos niños nuestros padres y maestros nos
enseñan dos palabras importantes “por favor” y “gracias”, sin embargo,
aunque las dos frases son inculcadas con un sentido que hace referencia a
los modales, esta última frase, “gracias”, tiene un poder que encierra un
número de beneficios que ayudan a transformar nuestras vidas.
El secreto de la vida para ser feliz es aprender a ser agradecidos, aprender a
dar las gracias sin que ocurran hechos asombrosos, aceptando al mismo
tiempo las circunstancias de nuestras vidas sean estas como sean.
Ser agradecido con las cosas que tenemos es una actitud y un hábito de vida
que nos permite sentirnos bien sin la necesidad de que haya ocurrido algo
especial, este tipo de gratitud es la que construye la felicidad y el éxito
personal en la vida.
Además, ser agradecidos es ser consciente de las cosas buenas y positivas
que nos rodean, es tener en cuenta que desde que nos levantamos hasta que
nos acostamos estamos siendo bendecidos, y que muchas personas están
siendo partícipes de ello. Algunas contribuyen de forma directa y otras de
manera indirecta, pero todas han trabajado para que nuestro día sea posible.
Por ejemplo; despertarnos es un milagro y una bendición que Dios nos da,
la cama cómoda en la que reposamos nuestro cuerpo es una bendición y un
lujo que nos damos y en la que hay un número de personas que han
contribuido para su elaboración, así como la casa en la que vivimos, el
desayuno y así todo lo que acontece en nuestro día. En todo ello estuvo
Dios y otras personas que invirtieron tiempo, esfuerzo y hasta dinero como:
el carpintero, el arquitecto, el albañil, el agricultor, el granjero, el molinero,
el transportista… el agua, el sol, la lluvia, el viento etc… por todo lo que
tenemos hoy y por las personas que lo hacen posible, no tenemos más que
ser agradecidos.
Tenemos que ser conscientes de las cosas buenas y positivas que nos rodean
y que cada día es una bendición, que estar en donde estamos hoy ha valido
el sacrificio no sólo nuestro, sino el de muchas personas que nos han
servido y apoyado. Debemos dar gracias cada día por nuestros padres,
nuestros médicos, maestros, familiares, amigos, compañeros y otras
personas que nos han ayudado de una u otra manera hasta el día de hoy.
Algunos estudios realizados por psicólogos revelan que la gratitud tiene
grandes efectos en el bienestar físico y emocional de las personas. Y que de
convertir esta actitud en un hábito de vida las personas podrían mejorar su
salud, aumentar su optimismo, superar el estrés, eliminar la actitud negativa
y estar siempre felices.
Si quieres ser feliz, la manera más fácil de lograrlo es iniciar todos tus días
dando gracias por tu despertar y por todas las pequeñas cosas y personas
que forman parte de tu vida. Agradece por todo lo que tienes hoy y veras
como tu día se transforma. La gratitud es un hábito transformador en todo
sentido.
Acepta tus emociones
Todos los seres humanos experimentamos emociones de alegría, tristeza,
dolor, miedo, ira u otros. Pero, no todas las personas somos conscientes de
que el mal manejo de estas emociones puede traernos algunas
consecuencias.
Son muchas las emociones que podemos experimentar, pero no es nada
sencillo lidiar con ellas y menos con esas que son negativas como el dolor,
la tristeza, la ira… sin embargo, es oportuno aclarar que el hecho de que
estas emociones sean “negativas” no implica que no debamos tenerlas. Por
lo tanto, todas las emociones sean de tipo positivas o negativas son
normales y necesarias, por lo que debemos aceptarlas y experimentarlas, ya
que estas nos ayudan en nuestro desarrollo.
Aunque sea normal que las personas al momento de sentir dolor, miedo,
tristeza o vergüenza quieran rechazar ese sentimiento para no sentirlo. Y
busquen alternativas como el alcohol o las drogas para evadir dichas
emociones, estas no son ni la solución y mucho menos las más
recomendadas.
Nadie quiere sentir tristeza ni dolor, pero es preciso aceptar que todas las
emociones forman parte de nuestra escencia; tratar de rechazarlas
únicamente empeora la situación. Aceptarlas no implica que nos estemos
resignando a que nunca van a cambiar, aceptarlas es darnos permiso para
sentirlas, sin juzgarnos y sin esforzarnos. No hay emociones buenas ni
malas, todas son útiles y todas nos hacen humanos. No hay necesidad de
luchar por cambiarlas, por eso, considéralas a todas importantes, aprende a
identificarlas, a sentirlas y saca lo mejor de ellas.
Para llegar a la felicidad necesitamos recorrer un camino en el que la
aceptación de nuestras emociones juega un papel fundamental, y es en ese
proceso de aceptación en donde percibimos y asumimos que no somos
perfectos y que no tenemos porqué serlo. Además, durante ese trayecto
aprendemos a conectarnos con nosotros mismos, a analizar las situaciones y
cómo gestionarlas para lograr nuestro crecimiento.
Celebra aún tus pequeños logros
Es imprescindible que entendamos que para alcanzar nuestras metas es
importante que también aprendamos a valorar y a celebrar nuestros
pequeños logros, ya que son estos los que nos permiten ir escalando escalón
por escalón hasta llegar a la cúspide de nuestro objetivo final.
Todo el mundo quiere cumplir sus sueños y tener éxito, y eso es algo muy
normal, ya que son nuestros sueños los que le dan sentido a nuestra vida.
Sin embargo, tendemos a centrarnos tanto en nuestros objetivos y en sus
resultados finales, que obviamos los pequeños logros que ya hemos podido
alcanzar. Y son esas pequeñas cosas las que nos hacen llegar a nuestra meta
final.
Cuando nos trazamos un objetivo y armamos nuestro plan de desarrollo,
cada día supone una meta y cada meta un logro, y son esos pequeños logros
los que irán determinando el nivel de motivación que vamos a adquiriendo.
Pero si, en lugar de celebrarlo, obviamos ese pequeño logro, lo más
probable es que nuestro nivel de autoestima empiece a disminuir.
Tu motivación es pieza clave para mantenerte en el camino hacia tus
objetivos. Pero, si te desmotivas, puedes acabar tirando la toalla. Por ello, es
necesario que te hagas consciente de lo importante que es celebrar tus
pequeños logros en el camino hacia tu gran meta. Si te permites sentirte
orgulloso de ellos sin importarte lo pequeño que estos sean podrás
experimentar una sensación de bienestar y felicidad que sin duda alguna te
impulsaran con más fuerza hasta el logro de tu objetivo.
El agradecimiento puede ser un factor importante en el camino hacia tus
metas. Ser agradecido contigo mismo puede ayudarte a apreciar lo que
tienes y lo que hayas (o no) logrado. Si aprendemos a reconocer, a darle la
tensión que merece y a celebrar nuestros pequeños triunfos lograremos
crear un hábito de éxito, que a su vez se convertirá en un refuerzo positivo
para nuestro cerebro y nos mantendrá adictivo al progreso.
De igual forma, te sugiero que trates de conseguir un momento del día en el
que puedas evaluar tu progreso diariamente y busca la manera de
recompensarte a ti mismo cada vez que logres una pequeña victoria.
Recuerda que celebrar las pequeñas victorias te brinda beneficios como los
siguientes: te ayuda a mantenerte motivado durante todo el trayecto hasta tu
propósito; te ayuda a visualizar el progreso de cada nuevo paso; te ayuda a
hacerte consciente de tus capacidades. En este sentido, fomenta la
autoconfianza, demostrándote que eres capaz de realizar todo cuanto te
propongas.
Disfruta el trayecto hacia tu cambio
La vida es un viaje extraordinario, pero conlleva, una serie de cambios.
Estos cuales suelen ser constantes, por ejemplo: hoy podemos estar en un
lugar pero mañana podríamos estar en otro, hoy estamos con personas que
mañana puede que ya no estén. Por lo tanto, para que podamos disfrutar y
vivir el ahora, es necesario que entendamos que la vida supone un camino
de muchos cambios y que debemos aceptarlos y disfrutarlos.
Quedarnos estancados en una vida que no nos aporta nada, únicamente por
temor al cambio significa perdernos de todas las oportunidades que esta nos
tiene guardada para ser felices. Vivir es cambiar, renovar, transformar,
experimentar logros y fracasos… no es quedarnos para siempre en el mismo
lugar por miedo a salir de la zona de confort.
Todos necesitamos cambios en nuestras vidas y el trayecto hacia dicho
cambio merece ser valorado. Debemos disfrutar nuestro paso por la vida y
eso incluye disfrutar del camino hacia nuestro propio cambio.
Debemos considerar nuestro camino al cambio como un proceso en el que
nos vamos a topar con pequeñas metas y desafíos; con el fin de que nuestro
trayecto hacia la recta final sea placentero y dichoso para sentirnos
motivados hasta alcanzar el objetivo deseado.
Cuando hemos logrado considerar y entender eso, entonces, nuestra
motivación será diaria y nuestra capacidad para disfrutar de ese camino
aumentara. Mantén siempre presente que la superación, el aprendizaje y el
crecimiento se obtienen durante todo el proceso y no únicamente en el logro
del objetivo.
Por tal motivo, no debemos centrar nuestra satisfacción y disfrute
únicamente en el resultado final, sino que también tenemos que sentir
placer al superar cada etapa del camino por muy pequeñas que estas sean.
De igual manera, eso hará que al llegar a la meta, el disfrute del mismo sea
mayor.
Disfruta de todas las fases del proceso, sólo tú puedes tomar la decisión de
vivir en una constante dicha y celebración. Por ello, independientemente de
los logros y éxitos que puedas tener disfruta de tu camino, y no olvides que
de los fracasos también se aprende.
Saber que lo importante es lo más importante
El tiempo y las circunstancias que vamos viviendo son los que nos hacen
plantearnos las cosas que son realmente importantes en nuestra vida. Es
decir, nuestras prioridades van cambiando a medida que va pasando el
tiempo y dependiendo a las situaciones que se nos van presentando.
Por lo tanto, la importancia de las cosas va variando a medida que
crecemos, y de ese crecimiento van a ir dependiendo las prioridades.
Ejemplo: cuando estamos solteros mantenemos nuestro foco en cosas que
son importantes para nosotros, pero al casarnos, llegan otras prioridades que
consideramos aún más importantes y que a su vez también transformamos
en el momento en el que llega un niño, y así sucesivamente vamos
meditando sobre lo que es importante para nosotros en ese momento en el
que nos encontramos.
Víctor Küppers, motivador personal y conferencista, también hace
referencia a este tema señalando que ha notado en él un cambio
espectacular y que lo que le ha salvado la vida es entender la importancia de
saber planificar bien las cosas y que la clave se encuentra en saber que “lo
más importante es que lo más importante sea lo más importante y ordenar el
resto de actividades alrededor de lo importante, que para mí sin duda es mi
familia”.
El mundo entero vive constantemente desperdiciando su tiempo y su vida
en cosas , en efecto, no son tan importantes; le damos prioridad al trabajo
antes que a la familia; le damos prioridad a lo que creemos que debemos
hacer en vez de hacer lo que realmente queremos; le damos más
importancia a lo que nos duele, que a aquello que nos causa alegría; y así,
poco a poco, se nos pasa la vida sin darnos cuenta que lo que es
verdaderamente “importante” es “la importancia de lo importante” que no
es más que nuestra propia “felicidad”.
Es momento de entender que nuestra vida debe cambiar, y que debemos
enfrentarnos a ese proceso aun cuando eso implique dejar nuestra zona de
comodidad; el único error que podemos cometer en la vida es no disfrutar
de ella y de sus momentos. No podemos dejar nuestra felicidad para
después Porque, ¿y si luego no hay un después? La felicidad es lo que
importa y es en torno a ella que toda nuestra vida debe girar.
Saber que más importante, la prioridad, es alcanzar una vida plena. Si
entendemos esto tendremos la felicidad ganada. El hecho de que nos
preocupemos por ser felices nos dará la fuerza y la disciplina para aceptar y
cambiar nuestra vida, lo que nos llevará a preocuparnos más por nosotros
mismos, por nuestra salud, por nuestra actitud ante la vida, por nuestros
sueños, nuestras pasiones, nuestro tiempo, nuestra familia, nuestros amigos,
nuestro trabajo y eso nos dará como resultado trabajar duro para que en
todas ellas prevalezca lo que es efectivamente más importante. Aprende a
reconocer que cada día trae consigo un sinfín de oportunidades para
establecer qué es lo más importante en tu vida. Solo así, tus recursos estarán
orientados a alcanzar la plenitud…

Conclusión
Cambiar tu vida para siempre puede resultar un desafío muy complejo.
Incluso puede parecerte aterrador, pero recuerda que nada es tan doloroso y
terrible como vivir una vida atrapado en la incertidumbre. Nada hay más
aterrador que vivir atrapado en una celda de reproches acerca de “lo que
pudo haber sido”.
El cambio es un camino que merece ser recorrido, que conlleva algo de
tiempo para lograrlo, pero nada más placentero y satisfactorio que ser quien
queremos ser y como deseamos ser. Podemos elegir el camino corto para
lograr nuestro propósito y así festejarlo rápido, pero corremos con el riesgo
de que los efectos del cambio no sean duraderos. Por dicho motivo, la mejor
solución es ir a lo seguro. Puede que nos demoremos algo más pero los
resultados no sólo serán los deseados, sino que superarán la prueba del
tiempo.
Gracias a los diversos estudios que se han realizado con el pasar de los años
en los diferentes campos de la ciencia, hemos podido entender que la mente
juega un papel fundamental en los procesos de cambio, que es en nuestro
interior en donde debemos buscar todas las respuestas a las preguntas que
necesitamos resolver.
Es en nuestra mente donde se originan y se resuelven todos esos conflictos
que no nos permiten trascender. La mente es maravillosa y su poder no
posee fin ni límites; si queremos cambiar, esto es lo primero que debemos
aceptar, que es allí en donde debemos busca, donde empieza la
transformación.
Los hábitos, al igual que nuestros genes y las circunstancias que se nos
presenten en la vida, pueden definirnos, pero no estamos condenados a vivir
el resto de nuestra vida con los mismos hábitos negativos, actuando y
dejándonos llevar por nuestro ADN y las circunstancias en las que nos
encontramos. Tenemos en nuestras manos y en nuestra mente el poder para
tomar la decisión de cambiar nuestra historia, tan sólo necesitamos aceptar
que debemos salir de nuestra zona de confort y elegir las opciones que sean
más beneficiosas para nosotros.
Es, entonces, necesario que empecemos ya a buscar la manera para
propiciar el cambio, para tomar el control de nuestro futuro desde nuestro
presente. Es decir, es el hoy y el ahora el momento en el que debemos dar el
paso para cambiar nuestro mañana y es en este preciso instante en el que
tenemos que hacernos conscientes de cuáles son las acciones que debemos
tomar para lograr los resultados anhelados.
Enfócate en lo que quieres y ve tras ello sin perder el tiempo. Piensa en que
mañana será demasiado tarde; en este sentido, el hoy debe ser tu punto de
partida en ese sendero que te llevará a tus propósitos. Busca dentro de ti
aquello que tanto anhelas, eso que acelera tu corazón, y toma acciones
puntuales para llegar a ese destino. Establécete un objetivo claro y conciso
para que puedas establecer planes de acción cónsonos que faciliten el
ascenso a la meta.
Sé consciente de ello y empieza a planificar la manera y el tiempo en que lo
ejecutarás, sin olvidar que tu tiempo es importante y que por lo tanto debes
ser responsable y respetuoso con su cumplimiento. De allí la importancia de
la referida “Hora Lombardi”.
Nada en la vida es fácil, ni siquiera el hecho de permanecer en tu zona de
confort; pero si pones un poco de esfuerzo y mucha disciplina en todo lo
que te propones, sin duda alguna nada ni nadie podrá detenerte. Por ese
motivo no dejes de ejercitar constantemente tu disciplina y, si es necesario,
un poco de ayuda con alguna app o alarma no te vendría nada mal. La
disciplina es un músculo que debes ejercitar constantemente hasta
convertirlo en un hábito saludable.
Recuerda enfocarte en practicar aquellas cosas que te apasionan, aun
cuando estas no signifiquen un gran beneficio económico. La idea es vivir a
plenitud, y esto se consigue cuando haces las cosas que amas. El éxito
proviene de hacer todos los días lo que te apasiona.
Cambiar tus hábitos puede ser un trabajo arduo, pero resistirte a los
cambios únicamente empeorará las cosas. Busca la manera y aplica una
visualización creativa, trata de alejarte en lo posible de todos esos vampiros
energéticos que te impiden transformar tu vida, aléjate de las actividades
que no tienen nada positivo, que no te aportan valor. Antes de expresarte,
piensa bien lo que vas a decir; no olvides que el poder que poseen tus
palabras ejerce una gran influencia en tu vida y en la de otros.
Lo que dices y haces son decisiones propias. Eres el único responsable de
cada una de las consecuencias resultantes de estas decisiones. Olvídate de
las excusas. No importa si actuaste de determinada manera por coacción o
porque te manipularon; las consecuencias son inevitables. De manera que
cada consecuencia solo te pertenece a ti.
Tus acciones son tus elecciones_ puede haber una persona detrás de ti
diciendo que te lances de un quinto piso, pero eres tú quien decides si
hacerlo o no y es a ti a quien el golpe le dolerá. Puede alguien darte un arma
y señalarte a alguien más para que acciones el gatillo. No obstante, si la
bala sale de la pistola… tu acción, tus consecuencias.
Puede que estos no sean ejemplos agradables. Sin embargo, mi intención va
mucho más allá de ser agradable o no; mi intención es hacerte entender que
ti vida, conjuntamente con sus causas y efectos, te pertenecen. Depende de
ti si vives como los demás o como la sociedad te dicta que debes vivir. En
términos prácticos, albergar hábitos negativos en tu vida es, desde luego,
una decisión muy personal. Ahora bien, personalmente tengo la certeza de
que este libro te será de gran ayuda para evitar conductas tóxicas e
improductivas.
Nadie puede tener el control de tu vida; las consecuencias son solo tuyas,
aunque en tus decisiones pasadas hayan influido miles de personas la vida
que llevas ahora la estás viviendo eres tú. Por lo tanto, ahora que ya eres
consciente de las cosas y no tienes a nadie a quien culpar, no tienes como
decir que estudiaste esto porque fue la carrera que escogió tu familia, que
estás en ese empleo porque es la única opción que tienes, que fumas porque
es un hábito que ya forma parte de ti, y que eres muy agresivo ya que eso se
lleva en la sangre.
La vida que llevas es consecuencia de todas las decisiones que has tomado,
tus conductas te pertenecen única y exclusivamente a ti, nada de lo que
estás viviendo es a causa de otros. Depende de ti si quieres seguir
engañándote y no buscar la manera de salir de ese círculo. La buena noticia
es que aún estas a tiempo, aunque te lleves 66 días o más para cambiar tus
hábitos y toda una vida de transformaciones constantes para ser feliz todos
los días de tu vida.
Empieza ahora a vivir la vida como quieres ser y cómo quieres que esta sea,
así como si ya eso fuese un hecho. Aprende a tomar las decisiones correctas
y a mantener tu energía vital elevada, cuida tus imágenes mentales; piensa,
habla, escucha e imagínate sólo cosas positivas. Procura que tu actitud
siempre sea la mejor, esta es la clave que te llevará a lograr todo lo que te
propongas siempre y cuando esté bien multiplicada.
Agradece todos los días de tu vida por lo mucho o poco que tienes,
despertarte ya es un verdadero milagro, tú eres afortunado y tu abundancia
es infinita; algunos ni siquiera tienen donde dormir. Ilusiónate con la vida y
con lo que ella representa para el universo, si no tienes ilusiones nada te
motivará a seguir adelante, ella es tu combustible.
Busca algunas técnicas que te ayuden a elevar tu energía vital y tu actitud,
medita, escucha tu dialogo interno, aléjate de todo tipo de contaminación
VAK o digital que te impida encontrar la tranquilidad y armonía que estás
buscando. Educa a tu subconsciente con información positiva y productiva.
No te olvides de dejar de preocuparte por aquellas cosas que no dependen
de ti, ahorra tiempo y energía en lo que realmente es necesario, celebra
durante todo el trayecto hacia tu cambio. Si has hecho las cosas bien
entonces cada día tiene una meta y cada meta un logro y por muy pequeño
que este sea, vale la pena disfrutarlo y festejarlo. Pero lo fundamental es
que no te olvides de que lo más importante es realmente lo importante.
Créditos
© Derechos de autor 2020 por Gusmar Carleix
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