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Curso 2023-2024
Grado en Periodismo / LENGUA: EXPRESIÓN ORAL Y ESCRITA

TEMA 1
Introducción al conocimiento y dominio
de la norma culta del español actual

1.1. Fundamentos y objetivos de la asignatura de Lengua

1.1.1 Sobre la elección de la carrera de periodismo

Hay que asumir las decisiones.


Hay que creer en nuestra capacidad de elección:
en nuestra posibilidades de alcanzar la meta que nos propongamos,
en nuestra voluntad, nuestra constancia.

Hay que amar o aprender a amar lo que se ha elegido.

1.1.2. Sobre la asignatura de Lengua

Que cada uno mida su capacidad, su conocimiento de la lengua.


¿Cuántos dudáis aún acerca de dónde y cuándo hay que poner una tilde en determinada palabra?
¿Cuántos domináis la ortografía?
¿Cuántos tenéis cierta inseguridad a la hora de colocar los signos ortográficos: ahora un punto y
coma, ahora un punto y seguido, dos puntos, una coma?
Conviene asumir la responsabilidad que supone la profesión periodística.
La herramienta de la que se vale un periodista para comunicarse con los lectores, los oyentes o
los espectadores es el idioma, la lengua. No conocer sus mecanismos, sus errores más frecuentes o sus
ilimitadas posibilidades es un fraude y una temeridad.
La lengua la hacemos todos, pero mucho más quienes controlan los medios de comunicación.
Aquéllos que dominan ese enorme poder, por la enérgica influencia que ejercen sobre el público, sobre
el lector y el hablante, han de ser un ejemplo del buen uso del idioma.
Pero no solo eso. Está demostrado que sin un dominio de la lengua, cualquier periodista está
condenado a no salir de la mediocridad, a no encontrar empleo y a lo que es peor, a no comunicarse
con eficacia con el público, con los oyentes o con los lectores.
Queda claro, pues, que si algo ha de ser especialmente importante, vital, para un periodista es la
lengua que escribe y que habla. Conocerla ha de ser imprescindible para él.
Pero ¿qué es la lengua? ¿De verdad sirve para algo la gramática?
Digamos que el ser humano actúa y obra como animal racional, sabe y dirige lo que hace, pero
también hay muchas cosas que hace sin saber que las hace.
¿Quién se ocupa, por ejemplo, de respirar trece veces por minuto (en estado normal, claro) con-
centrándose en ello, dedicando su tiempo a esta tarea?
El corazón late, es cierto, pero nadie da la orden para que su corazón lo haga. Nuestra vida de-
pende de esos latidos que se suceden a ritmos cardiacos y, sin embargo, no le prestamos la menor
atención, simplemente, sabemos que late.
La biología que nos define y constituye ha logrado que el corazón funcione por su cuenta, que
los pulmones respiren solos, que los párpados se abran y se cierren sin que nadie se lo ordene y que la
nariz huela incluso cuando no nos conviene que lo haga.
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Por la misma ley, tampoco sabemos por qué hablamos como hablamos, y en nuestra vida coti-
diana no nos ponemos a dar instrucciones a nuestras palabras, sino que simplemente salen por nuestra
boca, laten en nosotros, respiran y huelen. Igual que nacemos con un código genético que organiza
nuestro organismo, las palabras almacenan también unos códigos que las desarrollan y las ensamblan.
Si un médico se dedica a averiguar por qué late el corazón, los gramáticos analizan el compor-
tamiento de los verbos, de los sustantivos, de las conjunciones… Ambos son fenómenos de la evolu-
ción humana que usamos cada día sin gobernarlos, sin ordenarles que actúen, pero cuando los estu-
diamos y tratamos de explicar su secreto funcionamiento, lo que estamos descubriendo es algo que va
más allá de lo puramente biológico o de lo meramente gramatical; lo que encontraaf abrumamos, a fin
de cuentas, son las claves de nuestra forma de vida y de nuestra manera de pensar.
El lenguaje se sirve de muchos mecanismos similares a los biológicos. Dispone de palabras que
son como plaquetas sanguíneas que acuden solas a taponar una herida, de verbos que ponen en marcha
el motor de una frase dotándola de acción, tiene artículos que engarzan sus huesos como si fueran pre-
cisamente eso, articulaciones o cartílagos. El lenguaje creó los adjetivos para darnos el aspecto que te-
nemos y se inventó los adverbios para poner matices a los actos que llevamos a cabo.
Los científicos de la medicina han averiguado por qué nos salen granos o hematomas, qué ocu-
rre en nuestro cuerpo para que esto suceda; los científicos de la palabra intenta saber por qué pronun-
ciamos una oración yuxtapuesta, qué ha pasado por nuestra cabeza para que construyamos una frase
sencilla, sin florituras verbales, o una construcción llena de petulantes adjetivos, cómo funciona el ar-
senal de prefijos y sufijos que se ha creado a lo largo del tiempo, de los siglos, para que las palabras se
amplíen y dupliquen.
Pese a estas consideraciones, quiero aclarar que este curso de lengua no está diseñado para me-
morizar la gramática sino para pensar en ella y con ella. El lenguaje no es otra cosa que pensamiento,
y conocer la estructura de nuestro lenguaje equivale a conocer cómo se estructuran nuestras razones.
La gramática trocea o disecciona lo que pensamos y nos permite averiguar lo que pasa en el alma de
quien habla. La gramática nos ayuda a ordenar la realidad.
La gramática enseña a exponer ideas, a organizarlas, pero sobre todo enseña a generarlas.
Este curso pretende hacer un repaso de aquellas leyes de la gramática que nos han de permitir
hablar y escribir mejor, es decir, pensar mejor. Se trata, pues, de eso, de un repaso en común y no de
un estudio exhaustivo que dejaremos para algún friki de la filología. Para eso tenéis en el programa del
curso una amplia bibliografía dedicada a las diversas disciplinas gramaticales: al léxico, la sintaxis, la
morfología, la semántica, la ortografía y la fonética. De cada una de ellas podríamos dar un curso es-
pecializado y aún nos faltarían horas, pero ése no es el propósito de esta asignatura.
Mi principal objetivo es compartir con vosotros una idea general de cómo se estructura el len-
guaje y cómo funciona.
Vamos pues a estudiar los músculos de nuestro corazón mental, porque conocer su mecanismo
nos servirá para obtener mayor rendimiento de él aprovechando sus sístoles y sus diástoles, y para in-
yectar sangre pura, limpia, a todos los capilares de nuestras frases.
Durante el curso también evitaré el abuso de términos filológicos y de tecnicismos lingüísticos
que sólo sirven para amedrentar al alumno y oscurecer las explicaciones. Si digo “ortología”, antes
habré pronunciado la expresión “estudio del lenguaje oral”, si hablo de variedades diastráticas del len-
guaje, antes habré dicho que se trata de fenómenos lingüísticos relacionados con el nivel sociocultural
de los hablantes, es decir, según tu cultura y tu nivel social, hablarás y escribirás con mayor o menor
propiedad.
Hablaremos de definiciones, ideas y conceptos que deben ser del dominio de toda persona ins-
truida, pero siempre con una explicación sobre su origen y su significado, de modo que la barrera léxi-
ca, terminológica, que se levanta en toda ciencia no alcance mucha altura y pueda saltarse sin dema-
siado esfuerzo.
El propósito, pues, es acabar este curso hablando y escribiendo bien y mejor que nunca, mane-
jando con soltura los conceptos gramaticales, sirviéndonos de ellos en la práctica y comprendiendo lo
que hasta ahora no habíamos entendido del todo: por qué nunca se debe acentuar el pronombre ti,
cuándo hay que escribir “aparte” junto o separado, por qué el verbo “prever” se conjuga como “ver” y
no con dos “es” como viene siendo costumbre, o por qué las repeticiones, las cacofonías o las frases-
hechas están de más en una buena redacción.
El curso de lengua que vamos a compartir se ha creado en y con las condiciones idóneas para
que surja en el alumno el amor por la lengua, la herramienta de la que se ha de valer en su profesión.
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No olvidemos que entre millones y millones de hablantes que han empleado el español en los
últimos siglos se ha conseguido esta maravillosa creación que es nuestro idioma; un fenómeno igual o
parecido al de la evolución biológica del hombre, al hecho de que millones y millones de seres huma-
nos que han poblado la tierra lograran que acabáramos caminando sobre dos pies y a que el tamaño de
nuestro cerebro nos permitiera pensar y hablar.
Son nuestros antecesores quienes han dictado las leyes y sus evoluciones, colectivamente y sin
saberlo, no los gramáticos o las academias, como los médicos no han determinado cuántos glóbulos
rojos debemos tener en la sangre o cuántas neuronas necesitamos para que el cerebro resuelva una ju-
gada de ajedrez.
Los gramáticos y los médicos se han limitado a estudiar cómo funciona el cuerpo y el idioma, a
cuidar su naturaleza sin dañarla.
Vamos entonces a conocer ese funcionamiento.

Para completar este comentario, sugerimos la lectura del siguiente artículo publicado en el dia-
rio La Vanguardia de Barcelona el 15 de febrero de 2015:

Escribir bien, la mejor tarjeta de presentación


JOSÉ GONZALO ANDRÉS MUÑOZ

Escribir y hablar son dos acciones que últimamente están enfrentadas a las nuevas
tecnologías. En realidad, la televisión, los mensajes de texto... están influyendo en la forma
de hablar y escribir de las personas. Hablar y escribir correctamente nos ayuda a transmi-
tir lo que sentimos y opinamos. Sin embargo, el lenguaje no es el único instrumento nor-
mal de comunicación. Hoy en día, los avances en la tecnología han hecho posible la comu-
nicación a través de otros medios como son la radio, el móvil o el ordenador.
Debemos utilizar correctamente el lenguaje para comunicarnos mejor con los de-
más. Hablar y escribir correctamente demuestra respeto hacia las personas a las que nos
dirigimos; demuestra respeto por uno mismo; evita malas interpretaciones del mensaje
que queremos transmitir; demuestra tener cultura; demuestra que una persona se siente
orgullosa de sus conocimientos; consigue mayor atención por parte de las personas que
nos escuchan. Escribir y hablar bien es gratis; no hacerlo puede costar un empleo, una no-
ta baja o dejar de ser admirado por alguien. La mala escritura es un enemigo silencioso; la
gente te lee, mira el error, piensa mal de ti, pero no te dice nada. Esfuérzate por escribir y
hablar bien; no dañes tu idioma, es la raíz de tu comunicación. Es necesario hablar y es-
cribir correctamente en muchas profesiones y oficios y no hacerlo puede ser un gran obs-
táculo en el mundo laboral. Hablar y escribir bien nos hace sentir orgullosos de nosotros
mismos y hacerlo incorrectamente nos resultaría vergonzoso.
Escuchar hablar a una persona que tenga como cualidades la fluidez verbal, la elo-
cuencia, un agradable tono de voz, que lleve el ritmo y las pausas adecuadas al expresarse
es un verdadero deleite y aún más si cuenta con un gran conocimiento del tema tratado.
Este mismo impacto que tiene la buena oratoria lo tiene la escritura ante los ojos del lec-
tor. Quien haga buen uso del idioma en sus dos máximas expresiones da muestra de su
cultura, nivel intelectual y asertividad. En caso contrario si se incurre en errores de pro-
nunciación, de ortografía o mal uso de las palabras, es el más claro efecto de la falta de co-
nocimiento, educación y dedicación. Primero hay que aprender bien el propio idioma, an-
tes de hablar otro. Debemos tener cuidado con nuestro idioma al hablarlo, escribirlo, en
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tareas escolares, en trabajos, mensajes de texto, tesis, notas, etcétera. El lenguaje que utili-
zamos no solamente refleja nuestro grado de cultura y educación, sino el interés que usted
pone en lo que quiere expresar. Hacerse algunas preguntas sobre cómo debe hablar y có-
mo debe escribir es un primer paso para la corrección.
Dentro del ámbito de la comunicación humana, no hay dudas de que la expresión
oral es y ha sido siempre de gran importancia para los individuos. La pervivencia de esta
forma de comunicación por sobre otras demuestra que es entonces una de las capacidades
del hombre más importantes y útiles para la convivencia en sociedad. Mientras que a lo
largo de la historia, el ser humano contó siempre con la posibilidad de expresarse oral-
mente, no se puede decir lo mismo de otras formas y tecnologías de la comunicación que
llevan existiendo un corto tiempo en comparación.
La escritura tiene muchas funciones más allá que la de comunicar ideas y en la ac-
tualidad el acceso a la misma está relacionado con la noción de igualdad. Esto es así debi-
do a que por siglos la lectura y comprensión de textos escritos (así como también la escri-
tura misma) estuvieron reservadas a los sectores privilegiados de la sociedad. Sería recién
a mitad del siglo XIX cuando las sociedades podrían acceder en su mayoría a este tipo de
conocimiento y habilidad.
Creo que el peor enemigo de un gobierno corrupto es un pueblo culto, y que escri-
bir y hablar bien no solamente hace a las personas más cultas, sino más interesantes.
También pienso que si te gusta la ortografía, eso sugiere que sabes poner las cosas en su
lugar, que eres digno de confianza, porque quien cuida hasta la forma correcta de escribir
una palabra, sin duda sabrá respetar aspectos más importantes de la vida. Evidentemente,
nadie va a morir por no escribir o hablar bien, pero esta habilidad es un reflejo de la edu-
cación, un valor cuya ausencia se encuentra detrás de un buen número de problemas. Una
correcta expresión implica respeto hacia el interlocutor, a quien le estás hablando y a
quien diriges tu mensaje. No saber hablar y escribir bien no es malo, se puede arreglar. Lo
verdaderamente malo es que te dé igual o no quieras aprender. El título profesional es un
adorno si tu ortografía, vocabulario y comportamiento son vulgares y corrientes.
Las palabras han hecho revoluciones, puentes y caminos. Han logrado que la gente
se enamore o se odie para siempre. Por eso hay que tener cuidado al decirlas y escribirlas.
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1.2. Usos normativos del español actual: La RAE y el resto de Academias de la Lengua

Cualquier escritor o periodista que se precie de serlo ha de conocer el idioma del que se sirve
para lograr su principal objetivo: comunicarse con sus lectores o con su audiencia. En ese sentido, es
necesario tener un conocimiento de los usos considerados normativos de la lengua que emplea. Y para
ello, ha de tenerse en cuenta las recomendaciones de las Academias de la Lengua, así como otros tra-
bajos de gramáticos y especialistas en lingüística normativa.
Partimos de la idea de que ningún hablante posee un dominio completo de su propia lengua. Lo
habitual es que tenga un conocimiento parcial del idioma, que puede ir ampliando a lo largo de su vida
añadiendo nuevas palabras a su vocabulario, incrementado el saber sobre el significado preciso y los
matices significativos de las palabras que ya posee, recurriendo a estructuras gramaticales nuevas o
más complejas, etc. La responsabilidad, sin embargo, de un profesional de la escritura o de la comuni-
cación consiste en adquirir un conocimiento y un dominio lo más completo posible de la lengua que
emplea y de sus normas, es decir, alcanzar un uso correcto de la misma.
El Diccionario de la Lengua Española (en adelante DRAE) define el término correcto como
“libre de errores o defectos, conforme a las reglas”, definición en la que puede apreciarse ya un doble
componente de la corrección: uno preceptivo, de carácter absoluto —lo correcto es lo que está bien, lo
que carece de defectos—, y otro contrastivo, de carácter relativo —lo correcto es lo que se ajusta a una
determinada regla.

1.2.1 Lo correcto y lo gramatical. (“Que salga el que lo haiga rompido”)

Para empezar hay que hacer una distinción importante entre corrección y gramaticalidad o, ex-
presando en términos negativos, entre incorrección y agramaticalidad.
Se entiende por agramaticalidad el hecho de que una secuencia no se ajuste a las reglas de
combinación sintáctica de un idioma. Por ejemplo, una oración como el vaso estaban rotas es agrama-
tical en español, porque no respeta las reglas de la concordancia, así que posiblemente ningún hablante
que tenga el español como lengua materna la usará nunca en la comunicación.
No hay agramaticalidad alguna, en cambio, en una frase como *Que salga el que lo haiga he-
cho: la palabra haiga está perfectamente formada en español (compárese con traiga, caiga), y de he-
cho coexistió durante mucho tiempo con plena validez como variante de haya. Pero por diferentes mo-
tivos, la pugna entre las dos palabras se resolvió con la preferencia de la segunda sobre la primera, de
manera que haiga acabó siendo considerada incorrecta, esto es, una expresión que no se cree idónea
dentro del español general. Sin embargo, la forma sigue estando presente en boca de muchos hablantes
de español y su uso no impide la comunicación.
Del mismo modo, si se crease una palabra como *nuclearanti resultaría agramatical en español
porque viola las reglas de formación de palabras de nuestro idioma, que exigen que el prefijo se sitúe
delante del lexema (antinuclear). Pero en el caso del adjetivo *antiedad, aplicado a una crema rejuve-
necedora o antiarrugas, se podrá hablar de incorrección y hasta tacharla de calco innecesario del in-
glés, pero se trata de una palabra que no quebranta ninguna regla de formación de palabras del espa-
ñol. El primero de los ejemplos tiene muy pocas probabilidades de aparecer y, casi con seguridad, des-
aparecería en el mismo momento en que surgiese. El éxito o el fracaso del segundo, por el contrario,
dependería de la actitud que los hablantes adopten hacia él y es posible que, si considerasen que les
resulta útil por los motivos que sea, pudiera acabar incorporándose al caudal léxico del español.
En definitiva, pues, la agramaticalidad es una ruptura del sistema lingüístico, mientras que la in-
corrección es una desviación de lo que se considera aceptable o adecuado.
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1.2.2. Lo correcto y lo aceptable. “Cuando habían más parados, tú eras el que gobernabas”)

Hay expresiones incorrectas que, sin embargo, son aceptables.


Un enunciado resulta aceptable cuando los hablantes lo consideran interpretable y producible, es
decir, cuando se considera apto para la comunicación. La mayor parte de los enunciados son acepta-
bles porque se ajustan a los requisitos de gramaticalidad señalados en el apartado anterior. Pero hay
casos que los hablantes aceptan a pesar de que en ellos se quebranta alguna regla de la gramática. Por
ejemplo, es perfectamente posible escuchar en español un enunciado como *Tú eres el que mandas
aunque en la oración subordinada se incumple la regla de la concordancia entre el sujeto (el que) y el
verbo (mandas); igual sucede en una expresión como *Habían fiestas, donde se hace concordar inade-
cuadamente el verbo de una oración impersonal con el complemento. La concordancia gramatical exi-
ge Tú eres el que manda y Había fiestas respectivamente.
La causa de esta aparente falta de congruencia reside en el conocimiento imperfecto que los ha-
blantes poseen de la propia lengua, como hemos señalado, y en que sus intuiciones no siempre coinci-
den con lo que es lícito en gramática. Ello hace que se juzguen aceptables determinados enunciados
por razones extra-lingüísticas, como el hecho de resultar interpretables sin dificultad, o por la frecuen-
cia de uso. En estos casos, el resultado puede dar lugar a desviaciones de la norma, como los ejemplos
que acabamos de señalar. Pero pueden acabar convirtiéndose en el uso obligado, como ocurre en No-
sotras somos las que mandamos, donde la discordancia de persona entre el sujeto (las que) y el verbo
(mandamos) se ha impuesto sobre la concordancia gramatical *Nosotras somos las que mandan.
Un enunciado es aceptable si es admisible o adecuado en una situación concreta de habla, en
función de factores no exclusivamente gramaticales, como pueden ser la adecuación al contexto, la
conformidad con un registro apropiado con la situación comunicativa, etc.

1.2.3. Lo correcto y lo apropiado. (“Por mí, como si se te infesta la muela. Me es inverosímil lo


que hagas”)

La propiedad en gramática se define como el “significado o sentido peculiar y exacto de las vo-
ces o frases”. La impropiedad es el resultado de la falta de adecuación entre el pensamiento que el ha-
blante desea transmitir y las palabras que escoge para hacerlo. Se produce, como consecuencia de una
inadecuada selección léxica, al utilizar una palabra que no corresponde al significado con el que se usa
o que carece del matiz que se quiere expresar. Cuando alguien dice sendos golpes queriendo significar
“grandes golpes”, incurre en impropiedad, en tanto transmite un significado distinto del que desea
transmitir. Igual sucede con la expresión Me es inverosímil, cuando lo que se quiere decir es Me es
indiferente.
Naturalmente, igual que se producen cambios en la forma de las palabras, se producen altera-
ciones en el significado. Los dueños de la lengua son los hablantes, no cada uno individualmente, sino
de manera colectiva, o la lengua es una convención entre ellos, un acuerdo que, como todos los acuer-
dos, está sujeto a renegociaciones y modificaciones —e incluso a que alguien decida romperlo—. Lí-
vido significaba “amoratado” y álgido “muy frío”, pero si los hablantes de español han decidido que el
primero signifique también “pálido” y el segundo, “muy caliente”, pues habrá que aceptarlo, aun reco-
nociendo la contradicción con los anteriores significados y la ambigüedad que pueden crearos nuevos
valores. Y así lo ha hecho el diccionario, que en última instancia no es sino el libro en el que se da
cuenta del significado preciso de las palabras en un momento determinado. Pero justamente por cum-
plir esa función, digamos, «notarial», el diccionario permite el consenso para establecer la frontera en-
tre lo que es correcto y lo que no es correcto, que es lo mismo que decir entre lo que se acepta por la
mayoría y aquello a lo que aún no se le otorga validez general. Así, si alguien decide usar la palabra
libro con el significado de “banqueta”, tendrá toda la libertad de hacerlo, pero se podrá decir con plena
justicia que no está usando libro en su significado propio, esto es, en ninguna de las acepciones que
convencionalmente los hablantes de español damos a la palabra.
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La impropiedad puede deberse a causas muy diversas, pero el origen principal de la misma es-
triba en el carácter difuso e inestable que tiene el significado de las palabras. Lo habitual es que el ha-
blante común conozca solo de manera aproximada los valores y los matices significativos de una de-
terminada palabra. Lo que le puede llevar a usarla como sinónimo de otra en contextos en los que tal
sinonimia no corresponde. Por otra parte, la similitud en la forma de dos palabras hace que los signifi-
cados de ambas se atraigan y puedan llegar a confundirse, como sucede en el caso de los parónimos o
palabras que se asemejan en la forma. Un tipo particular de impropiedad es el que se produce por des-
ajuste semántico en la combinación de palabras, al complementar una de significación positiva con
otra de valor negativo o viceversa. (adolecer —tener un defecto— por carecer; hacer gala —siempre
exige un complemento positivo—por mostrar).

1.2.4. Lo correcto y lo adecuado. (“Se me cayó el móvil, qué coñazo”)

Vinculada a la corrección está también la adecuación. La adecuación depende del acierto en la


elección de las unidades lingüísticas en función del tema que se esté tratando, de la intención del emi-
sor, de la relación interpersonal entre los interlocutores y de las condiciones en las que se produce y se
transmite el enunciado. No se mide en términos absolutos, sino relativos. Un enunciado resultara más
o menos adecuado en función de que se ajuste en mayor o menor medida a la situación en la que se
produce la comunicación, los dialectalismos o los coloquialismos no son inadecuados de por sí, y has-
ta puede haber vulgarismos que, en determinadas circunstancias, sean la expresión más adecuada. Los
dialectalismos o los coloquialismos tampoco son incorrecciones idiomáticas, sino expresiones que tie-
nen un ámbito de uso, fuera del cual no resultan aceptables, del mismo modo que resulta pedante el
lenguaje engolado o hiperculto dentro de una conversación coloquial.
La adecuación de un enunciado tiene que ver también con el tipo de elementos seleccionados en
función de que se trate de comunicación oral o escrita. Hay situaciones, además, en las que hay que
prestar especial atención a los usos lingüísticos, mientras que en otras no se requiere tanto cuidado: se
producen así los estilos de habla más esmerados o formales frente a los estilos más relajados, colo-
quiales o informales.
Muchos vulgarismos son resultado de la inadecuación o el desajuste en la selección del registro
lingüístico, especialmente cuando se seleccionan términos correspondientes a estilos informales en si-
tuaciones en las que se requiere una mayor atención al discurso propio. Se considera incorrecto por
inadecuado usar pinreles por pies o decir de algo que es un coñazo para expresar que es pesado o abu-
rrido cuando la comunicación se desarrolla en un contexto que requiere un estilo formal, alejado de lo
coloquial. Aunque en determinadas circunstancias pueda ser un recurso adecuado, y hasta necesario,
en general se considera vulgar el uso de palabras malsonantes, como los juramentos, las blasfemias,
los tacos o exabruptos.
En relación con el nivel cultural de los hablantes se suele diferenciar entre habla culta y habla
vulgar. El habla culta corresponde a los hablantes de mayor nivel educativo, mientras que el registro
vulgar está asociado a los de nivel de instrucción más bajo, y se caracteriza por la presencia de los
llamados vulgarismos. Un vulgarismo es un uso lingüístico que la sociedad repudia por considerarlo
falto de prestigio, ya sea por tenerlo cono propio de grupos sociales de baja instrucción o de grupos
marginales, ya sea por considerarlo uso anticuado. Caracteriza al vulgarismo, por tanto, el rechazo so-
cial que provoca, rechazo que puede derivar en la exclusión social de los hablantes que lo producen.
Hay que tener en cuenta que el rechazo también es graduable, por lo que no todos los vulgarismos son
de la misma intensidad ni se sitúan en el mismo punto de la escala. Aunque se consideran fenómenos
vulgares, probablemente producen más rechazo vulgarismos como *me se cayó (por se me cayó), co-
cleta (por croqueta) o *pograma (en lugar de programa) que otros como *deben ser las tres (por de-
ben de ser las tres) o *disgresión (por digresión).
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1.2.5. Lo correcto y lo normal. (“No se admite a más ninguno que no haiga pagado su billete”)

El DRAE da cuenta de la vinculación entre corrección y norma al definir esta como el “conjunto
de criterios lingüísticos que regulan el uso correcto”. Desde este punto de vista, la corrección está
subordinada a la norma y se considerará correcto lo que esté sometido a los criterios lingüísticos. No
queda determinado, sin embargo, de quién o de quiénes surgen estos ni cuáles son las condiciones en
las que se generan.
Ayuda más a precisar la relación entre ambos la definición, más matizada y precisa, que ofrece
el Diccionario panhispánico de dudas (DPD), según el cual norma es «el conjunto de preferencias
lingüísticas vigentes en una comunidad de hablantes, adoptadas por consenso implícito entre sus
miembros y convertidas en modelos de buen uso». La norma, pues, es una especie de acuerdo entre los
hablantes de una comunidad acerca de los hechos lingüísticos, acuerdo que se traduce en la preferencia
de unos usos frente a otros. Y preferir implica tener la posibilidad de elegir entre varias alternativas,
que se presentan como susceptibles de ser ordenadas jerárquicamente. De ese modo, entre las posibili-
dades haya y *haiga, la norma actual prefiere la primera, igual que elige somos en lugar de *semos, o
determina que el orden es ninguno más y no *más ninguno.
Como se desprende de lo que acabamos de señalar respecto a haya/*haiga, la actitud no es esta-
ble, sino que se modifica en función de criterios diversos que pueden ocasionar que la preferencia va-
ríe individual o socialmente. De esta manera, la norma, lejos de ser estática, se va modificando en con-
sonancia con los cambios o variaciones en las preferencias sociales. Estas oscilaciones se muestran
claramente en fenómenos como el de la revitalización léxica de las palabras que en un momento de-
terminado cayeron en desuso y que vuelven a ponerse en circulación, a veces con un nuevo significa-
do. Baste el ejemplo de azafata, voz que con el significado de “criada de la reina” había caído en
desuso, pero que ha recuperado su vigor a partir del significado “asistente de vuelo”, aplicado luego a
cualquier “persona que atiende al público en compañías de aviación, viajes, etc.” Y más tarde a “auxi-
liar de congresos”.
La norma está sujeta a modificaciones y lo que hoy se considera correcto ayer pudo ser juzgado
como incorrecto y ser objeto de censura. Palabras hoy completamente asentadas en nuestra lengua
como autobús, detective, explotar, planificar o tráfico, entre otras muchas, fueron en otro tiempo obje-
to de la reprobación por parte de los puristas. Precisamente lo que define la actitud purista ante la len-
gua es la oposición a cualquier cambio que pueda producirse en un estado idealmente «puro» de la
lengua, que el purista suele identificar con el estado en que se halla la lengua en el momento histórico
que le ha tocado vivir. Caracteriza al purista, por tanto, su resistencia a cualquier modificación, su re-
nuencia ante todo lo que suponga cambio, proceda este de influencias foráneas o de neologismos crea-
dos desde la propia lengua. El purista establece una regla estática, rígida e inamovible y considera re-
probable todo lo que se desvía de ella, olvidando que la lengua posee un carácter dinámico, imprescin-
dible para poder adaptarse a las necesidades cambiantes de la sociedad. Por ello, la actitud purista re-
sulta, en definitiva, inútil, pues la lengua es esencialmente instrumento de comunicación y si la socie-
dad cambia, la lengua ha de cambiar para adaptarse a las nuevas necesidades comunicativas.
En el otro extremo de la escala se encuentra la actitud de quienes consideran que todo vale, que
cualquier innovación en lengua tiene carta de naturaleza por el hecho mismo de haber sido creada.
Frente a lo que pudiera parecer, es una actitud que va en contra de la lengua, porque en último extremo
supone una dificultad para la comunicación. Si cada hablante individual creara sus propias reglas y
marcara como barrera sus propios criterios, el intercambio de información se haría no ya difícil, sino
incluso directamente imposible, como en el ejemplo de libro que veíamos antes. Por su carácter social,
la lengua requiere la existencia de criterios compartidos, de preferencias comunes que posibiliten que
la comunicación fluya.
Ya hemos dicho que la norma no la crea el individuo, sino la colectividad en la que el individuo
se inserta. Por eso no puede estimarse meramente arbitraria o caprichosa, esto es, no sujeta a criterio
alguno. Al contrario, la norma puede caracterizarse como convencional, pues en su establecimiento
interviene siempre algún criterio para determinar la prevalencia de una forma sobre otra. Los criterios
pueden ser diversos, desde la frecuencia de uso hasta el origen etimológico, pasando por la simple pre-
ferencia social o cualquier otro. Además, los criterios pueden considerarse más o menos acertados, lo
que implica que sean a menudo discutibles y hasta no aceptados por los hablantes. Pero la norma
siempre es creación social.
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La norma se crea dentro de una comunidad de habla y es precisamente la coincidencia en las


preferencias lingüísticas lo que sirve para definir que es una comunidad de habla, concepto que no hay
que confundir con el de localidad o ciudad. Los hablantes de Madrid, Toledo, Burgos o Soria pertene-
cen a la misma comunidad de habla porque valoran de manera semejante los hechos lingüísticos y
adoptan una actitud similar hacia ellos, del mismo modo que coinciden básicamente en sus preferen-
cias los hablantes de las ciudades mexicanas de Jalisco, México D.F., Guadalajara o Puebla. Pronun-
ciar la palabra cena como (séna), con ese, o llamar plomero al que repara las tuberías del agua se con-
sidera lo «normal» en estas ultimas localidades, mientras que la norma de las ciudades españolas cita-
das es pronunciar (zéna), con ce, y usar fontanero para denominar a ese mismo profesional.
Pero, al lado de las normas regionales, válidas para todos los hablantes en los respectivos terri-
torios, existe una norma supranacional, que se corresponde con el carácter internacional del español.
Esta norma, que se constituye en modelo de validez general, recibe el nombre de español estándar y
esencialmente se corresponde con la lengua que se enseña en los centros educativos, la que usan los
hablantes de instrucción más elevada, como los abogados, los médicos, los periodistas o los profeso-
res, y los buenos usos que aparecen en los medios de comunicación. Este modo de hablar constituye la
norma culta del español y es la que aparece fijada en la gramática, en los diccionarios y en las obras
normativas.

1.2.6. Lo correcto y lo usual. (“Me enerva pensar que mi adversario está en el punto álgido”).

La norma establece, como hemos repetido, las preferencias de unos elementos lingüísticos sobre
otros dentro de una comunidad de habla. Uno de los criterios fundamentales para establecer la norma
de una comunidad, aunque no el único, reside en la frecuencia de uso, de manera que suele considerar-
se dentro de la norma antes lo frecuente que lo infrecuente o lo raro.
Ahora bien, cuando queda asentada en los tratados normativos, los diccionarios, las gramáticas
o las ortografías, lo habitual es que progresivamente vayan produciéndose desajustes entre la norma,
estática y anclada en un tiempo pretérito, y el uso, dinámico y en evolución permanente. Baste citar
algunos ejemplos actuales de este desajuste, que se genera en cualquier nivel de la lengua: la norma
prescribe la acentuación de las mayúsculas, pero a menudo se encuentran sin acentuar; lo corriente es
formar el plural esquís, tabús, cuando lo propio de la norma culta sería la terminación -íes, -úes, y ca-
bría preguntarse hasta qué punto son seguidas las propuestas normativas de adaptación de extranjeris-
mos como whisky, jazz o zoom.
En última instancia, las discrepancias entre norma y uso se resuelven siempre a favor de este úl-
timo, pese a los gramáticos, puristas y estilistas. El uso es el que acaba imponiendo la norma de lo que
se considera válido, recto, aceptable o apropiado, como ha quedado ejemplificado en los párrafos ante-
riores. Los temas siguientes se ocupan precisamente de ese punto en el que los usos sociales y la nor-
ma divergen. Es muy posible que muchas de las observaciones que se hagan en este curso acerca de lo
que se considera fuera de la norma tengan que ser corregidas o rectificadas en el futuro. No sería nada
extraño y tampoco debe ser ningún motivo de preocupación, pues lo natural es que la norma evolucio-
ne. Pero lo cierto es que la norma de hoy es la que es y su conocimiento constituye una prerrogativa
del hablante, incluso en el caso de que decida no seguirla.
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CUESTIONES LÉXICO-SEMÁNTICAS

TEMA 2
El vocabulario del periodista
Este tema está dedicado a repasar algunos aspectos que tienen que ver con la corrección y la
norma en los planos léxico y semántico. Hay que tener presente que estos niveles lingüísticos están
más sujetos a modificaciones y cambios. Las palabras deben adaptarse a una realidad siempre cam-
biante, por lo que, a medida que esta se transforma, han de ir cambiando también los términos y las
voces con que nos referimos a ella, dando lugar a los procesos de mortandad léxica y creación de las
palabras, de arcaísmos y neologismos. Y otro tanto ocurre en el plano semántico, ámbito en el que los
cambios se producen de manera ininterrumpida, tanto como consecuencia de las extensiones o reduc-
ciones en el significado que origina el uso de las palabras, como por la dificultad que ofrece para la
mayoría de los hablantes delimitar de forma precisa el límite significativo de muchas palabras.
Esta variabilidad no implica, claro está, que en el plano léxico-semántico se carezca de norma o
que esta sea totalmente voluble. El propio diccionario sirve como notario sancionador de unos usos
frente a otros y, aunque no haya que tomar su contenido en términos absolutos —en el sentido de que
solo está bien dicho lo que aparece en él—, lo cierto es que los hablantes de español tendemos a otor-
garle ese valor normativo de referencia común y guía de los usos lingüísticos. Esta consideración per-
mite distinguir los usos que están plenamente consagrados y aceptados por todos de otros que son más
inestables y sobre los que el consenso es menor. Lo que vamos a tratar en este tema son precisamente
esos usos que se apartan de lo que está asentado, tomando la norma académica y el diccionario como
criterios.

2.1. Vulgarismos e impropiedades

Los vulgarismos se pueden producir en cualquiera de los niveles lingüísticos: hay vulgarismos
gráficos (faltas de ortografía), vulgarismos morfológicos, vulgarismos sintácticos, vulgarismos léxicos
y vulgarismos semánticos. En este tema nos centraremos en estos últimos, pero podemos resumir aho-
ra algunos de los demás casos y que constituyen fenómenos repudiados en la mayor parte del territorio
hispanohablante.
En el plano fónico se consideran vulgares fenómenos como los siguientes:
• El desplazamiento del acento en la palabra: *ávaro (avaro), *méndigo (mendigo), *intérvalo
(intervalo), *páis (país), *máiz (maíz).
• El cambio de timbre vocálico: *lantejas (lentejas), *melitar (militar), *medecina (medicina),
*escuro (oscuro), *redículo (ridículo), *rial (real), *tiatro (teatro), *nusotros (nosotros).
• La sustitución de sonidos consonánticos: *gabina (cabina), *agüelo (abuelo), *abuja (aguja),
*gomitar (vomitar), *jamilia (familia), *ajuera (fuera), *esparda (espalda), *armendras (almendras),
*celebro (cerebro).
• La adición de sonidos: *asín (así), *muncho (mucho), *aluego (luego), *amoto (moto),
*
arradio (radio), *trompezar (tropezar), *riyendo (riendo), *el taxis (el taxi).
• Las supresión de sonidos: *pograma (programa), *dotor (doctor), *caráter (carácter),
*ginasia (gimnasia), *pos (pues), *deo (dedo), *depué (después), *padastro (padrastro).
• La alteración del orden de los sonidos que conforman la palabra: *axfisia (asfixia), *probe
(pobre), *siéntesen (siéntense), *naide (nadie).
• Las faltas de ortografía: *avalanzarse (abalanzarse), *mal estar (malestar), *imágen (ima-
gen), *DIRECCION (DIRECCIÓN).
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En el plano morfosintáctico se encuentra también un amplio número de fenómenos que pode-


mos considerar vulgares, como los siguientes:
• El cambio de género o número de las palabras: *la vinagre (el vinagre), *la carie (la caries),
*el comicio (los comicios), *los sofases (los sofás), *los pieses (los pies).
• El empleo incorrecto de determinantes: *la agua (el agua), *la ave (el ave); y el empleo de los
posesivos tras adverbios: delante suyo (delante de él).
• En los pronombres personales, el cambio en el orden en las secuencias pronominales: *Me se
escucha? (¿Se me escucha?); el laísmo y el loísmo, junto con algunos casos de leísmo: *Las recomen-
dé que no vinieran (Les recomendé), A mis vecinos *los han robado el coche (les han robado), El co-
che *le arreglo en el taller (lo arreglo); y la discordancia entre el pronombre y el sustantivo: Se *los
dije (se lo dije).
• En el verbo, el empleo de haber por estar: Aquí *habemos tres personas (aquí estamos), los
errores en la conjugación, la adición de -s en 2.ª persona del pretérito perfecto simple: ¿*Trajistes el
pan? (¿Trajiste el pan?) y la formación analógica de la 1.ª persona de plural: Ayer *juguemos un buen
partido (jugamos); el uso del infinitivo por el imperativo: Eh, no *hablar tan alto (no habléis o no ha-
blen); el empleo concordado de haber : *Están habiendo muchos robos (está habiendo); el empleo del
condicional en la prótasis (primera parte del período en que queda pendiente el sentido, que se com-
pleta o cierra en la apódosis) de las oraciones condicionales: Si *tendría dinero me compraría un co-
che (Si tuviera), y en general las incorrecciones en el régimen de los verbos.
• En la sintaxis de las preposiciones, los fenómenos del queísmo y, sobre todo, del dequeísmo:
Me han dicho *de que van a venir tus amigos (Me han dicho que); empleo de *contra más por cuanto
más, etc.

Dentro del plano léxico-semántico, los vulgarismos tienen que ver con el empleo de términos
que no se adecuan a las circunstancias o el contexto en que se produce el enunciado. Se consideran
también vulgarismos algunas impropiedades léxico-semánticas como las que veremos en el apartado
que aparece a continuación.

2.1.1. Impropiedades

Al establecer las relaciones entre corrección y propiedad, definimos la impropiedad como la fal-
ta de adecuación interna entre el pensamiento que el hablante desea transmitir y las palabras que esco-
ge para hacerlo. Se produce como consecuencia de una inadecuada selección léxica, al utilizar una pa-
labra que no corresponde al significado con el que se usa o que carece del matiz que se quiere expre-
sar.
Vamos a centrarnos ahora en señalar una serie de palabras que con frecuencia se usan con des-
viaciones respecto al significado que les corresponde. Para la exposición, dividiremos en tres grupos
estos vocablos: un primer listado, que recoge impropiedades de carácter general; el segundo, en el que
la impropiedad se debe a un desajuste entre el significado de la palabra y el complemento que la
acompaña; y un tercer grupo, que incluye los errores que se deben a las interferencias en el significado
de palabras que se parecen en la forma.

2.1.1.1. Impropiedades de carácter general:

• abolición
Consiste en el acto legal de dejar sin vigencia una ley o una costumbre. Dado ese carácter de ac-
to legal, tiene un significado más restringido que los términos generales supresión o prohibición, por
lo que no en todos los casos puede utilizarse como sinónimo de estos.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


El uso de tarjetas suponer la *abolición de las monedas …supone la supresión de las monedas
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• abrumador
Tiene un significado originariamente negativo: ‘que agobia por el peso’, ‘que preocupa’, ‘que
cansa’; como consecuencia de ello, ha adquirido el valor de ‘que produce asombro o admiración. Es
un adjetivo que se usa hoy en exceso y habitualmente referido a sustantivos de carácter positivo (éxito
abrumador, victoria abrumadora, respaldo abrumador); debe evitarse como sinónimo de grande, ma-
sivo.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


La huelga tuvo un seguimiento *abrumador …tuvo un seguimiento masivo

• aforo
Es el número máximo de personas que admite un establecimiento público o un recinto. No
equivale, por tanto, al ‘número de asistentes a un acto´.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


El *aforo estaba prácticamente lleno El recinto estaba prácticamente lleno

• agnóstico
No equivale a ateo. El ateo es el que no cree en la existencia de Dios; el agnóstico es aquel que
solo cree en lo que se puede demostrar por la razón, por lo que admitirá la existencia de Dios o no en
la medida en que esta se pueda demostrar. Con la expresión no creyente se alude tanto al ateo como al
agnóstico.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


El mundo se divide en *agnósticos y creyentes El mundo se divide en no creyentes y creyentes

• ajusticiar
No significa asesinar, sino ‘dar muerte a un reo condenado a ella’. No se puede, pues, ajusticiar
a alguien que no haya sido previamente juzgado y condenado a la pena capital. Ajusticiar equivale a
‘aplicar justicia’, aunque bajo esa palabra se hayan ejecutado a muchos inocentes.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


Los terroristas *ajusticiaron a los dos rehenes Los terroristas asesinaron…

• alocución
Es un ‘discurso breve dirigido por un superior a sus inferiores, a sus secuaces’. No debe em-
plearse como sinónimo de discurso, sermón, etc.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


El alumno estuvo brillante en su *alocución El alumno estuvo brillante en su discurso
El obispo, durante su *alocución, habló de la paz El obispo, durante su sermón, habló de la paz

• arrojar
Referido a un documento o a un dato, puede usarse con el valor de ‘presentar una consecuencia
o un resultado’. Se usa indebidamente, sin embargo, cuando se utiliza como sinónimo de ocasionar,
producir, causar.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


El accidente *arrojó un resultado de dos muertos. El accidente produjo un resultado…
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• asumir
Significa ‘atraer a sí’, ‘hacerse cargo, responsabilizarse, aceptar’. No es sinónimo de suponer.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


Verte con él me ha llevado a *asumir que ya no me amas …me ha llevado a suponer que ya no me amas

• balance
No equivale a resultado, saldo o total. Balance es el estudio comparativo de las circunstancias o
factores que intervienen en un proceso para tratar de prever su evolución, para averiguar el estado de
un negocio.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


El *balance de las elecciones favoreció al Gobierno El resultado de las elecciones…

• barajar
Significa ‘considerar varias posibilidades’, por lo que el complemento ha de ser plural. A me-
nudo se emplea en lugar de estudiar, analizar, considerar, proponer…

USO INCORRECTO USO CORRECTO


*Se baraja el nombre de Rafael Nadal para el nuevo club Se ha propuesto el nombre de…
La fórmula que *se baraja es de lo más impopular La fórmula que se estudia/se considera...

• bifurcarse
Es ‘dividirse en dos caminos’. No debe utilizarse para indicar una división en más brazos o ra-
males.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


El eje del edificio se *bifurca en tres pilares El eje del edificio se divide…
El argumento se *bifurca en múltiples historias El argumento se fragmenta/se divide…

• coger
No debe usarse con el significado de caber.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


En mi coche ya no *coge nadie En mi coche ya no cabe nadie más

• climatología
Es la ‘ciencia que estudia el clima’ y el ‘conjunto de las condiciones propias de un de-
terminado clima’. No es correcto, por tanto, usarlo como equivalente de ‘clima’ o de ‘tiempo
atmosférico’.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


La *climatología para mañana será de temperaturas agradables El tiempo para mañana…
La operación salida se vio dificultada por la *climatología adversa …el tiempo adverso

• comentar
No es sinónimo de indicar, señalar o decir. Implica un desarrollo de la información, es decir,
ofrecer una explicación detallada de algo.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


Juan se enfadó cuando se le *comentó que no dijera tacos se le dijo/indicó...
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• contabilizar
No sustituye en todos los casos a contar, sumar o producirse. El significado es ‘apuntar una
cantidad en un libro de cuentas’.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


La fiestas *contabiliza un amplio abanico de actividades Las fiestas incluyen/constan de un amplio…
Con el siniestro se contabilizan inmensas pérdidas materiales …se han producido inmensas pérdidas…

• corroborar
Significa ‘dar mayor fuerza a un argumento u opinión mediante nuevos razonamientos o nuevos
datos’, por lo que no debe usarse como sinónimo de ratificar o confirmar.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


El detenido *corroboró las palabras de su abogado el detenido confirmó/ratificó

• cruento
Equivale a sangriento, es decir, ‘que echa sangre: No debe usarse como sinónimo de cruel.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


El público consideró muy *cruento el método aplicado …consideró muy cruel el método aplicado

• cuestionar
No debe usarse como equivalente de preguntar, pues su significado es ‘controvertir algún asun-
to proponiendo pruebas o argumentos de una y otra parte’ o bien ‘poner en duda lo
afirmado por alguien’.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


Se le *cuestionó al entrenador qué sintió al recoger la copa Se le preguntó...

• deflagración
Se emplea en el lenguaje periodístico como sinónimo de explosión. Pero su significado propio
es el de ‘acción y efecto de arder súbitamente con llama y sin explosión’.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


La estruendosa *deflagración sobrevino en el interior La estruendosa explosión…

• dejar
No cuenta entre sus numerosas acepciones con la de ‘causar, ocasionar’, que aparece con fre-
cuencia en el lenguaje periodístico para referirse a hechos luctuosos que producen desgracias.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


El huracán *ha dejado más de 15.000 muertos …ha causado/ha producido

• deleznable
Significa ‘despreciable por su poco valor’, ‘que dura poco’ o ‘que se rompe con facilidad’. No
es apropiado usarlo como sinónimo de detestable, despreciable.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


Es *deleznable su costumbre de criticar a los demás Es detestable su costumbre...
Su comportamiento fue *deleznable …fue mezquino/despreciable
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• desconvocar
Es ‘anular una convocatoria’ así que solo puede desconvocarse un acto cuando ha sido previa-
mente convocado. No es correcto usarlo con el sentido de interrumpir, suspender algo que ya se haya
iniciado.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


El comité decidió *desconvocar la huelga que comenzó el lunes El comité decidió suspender...

• detentar
Significa ‘retener y ejercer ilegítimamente el poder’, por lo que no es correcto emplearlo como
sinónimo de ocupar, ejercer o desempeñar un cargo.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


El nuevo ministro *detenta la cartera de Interior …ocupa la cartera de Interior

• dilema
Es la duda o disyuntiva que se produce al elegir entre dos opciones. No se debe usar cuando no
hay opciones entre las que elegir, ni cuando las posibilidades entre las que se duda son más de dos.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


Se enfrenta al *dilema de competir junto a los mejores Se enfrenta al problema…

• ejecutar
Tiene el significado, entre otros, de ‘ajusticiar, dar muerte al reo’. Implica, por tanto, el requisito
de haber seguido algún tipo de proceso judicial. No es correcto aplicarlo a situaciones en las que falta
ese requisito.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


Empleó la pistola para *ejecutar a residentes de la periferia …para asesinar/matar...

• emergencia
Por influencia del inglés ha adquirido el significado que tradicionalmente correspondía a urgen-
cia, pero no son sinónimos. Una emergencia es el ‘suceso, accidente que sobreviene’ o la ‘situación de
peligro o desastre que requiere una acción inmediata’; una urgencia es cualquier ‘caso urgente’ y tam-
bién la ‘necesidad o falta apremiante de lo que es menester para algún negocio’.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


Pide ayuda en caso de *emergencia, por pequeña que sea Pide ayuda en caso de necesidad/urgencia...

• enclave
No es sinónimo de lugar o territorio sin más, sino que se aplica a aquel territorio que se halla
incluido en otro de diferentes características geográficas, políticas, económicas, etc. Es el caso de Gi-
braltar o Rincón de Ademuz.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


Lo hallaron en un *enclave próximo a Murcia …en un paraje próximo a Murcia

• endosar
Se define como ‘trasladar a alguien una carga, trabajo o cosa no apetecible’. No se debe usar en
el sentido de propinar, encajar, valor que adquiere a menudo en el lenguaje deportivo.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


El Zaragoza le *endosó una humillante derrota al Español …le propinó/ocasionó
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• envergadura
Es la ‘distancia de los brazos humanos cuando están extendidos en cruz’, o, en sentido figurado,
‘importancia, amplitud, alcance’. No equivale a corpulencia o gran estatura.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


El toro tenía mucha *envergadura …mucha corpulencia
• esgrimir
Solo se esgrimen armas blancas, como la espada, el sable o el cuchillo. No es correcto que el
complemento sea un arma de fuego.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


El atracador *esgrimió un revólver y disparó El atracador empuñó/sacó…

• escuchar
No significa simplemente ‘oír’, sino ‘prestar atención a lo que se oye’.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


Hace días que no *escucho el tic-tac del reloj Hace días que no oigo…

• exento
No es sinónimo de carente, desprovisto o falto. Su significado es ‘libre, desembarazado de una
ocupación’ (queda exento de responsabilidades’) y también ‘aislado, independiente’ (una columna
exenta).

USO INCORRECTO USO CORRECTO


Empleó un tono amable no *exento de ironía Empleó un tono amable no desprovisto…

• exiguo
No significa simplemente ‘pequeño’, sino que lleva el valor añadido de ‘insuficiente’.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


Para lograrlo basta un *exiguo esfuerzo … basta un pequeño/mínimo esfuerzo
El partido liberal obtuvo un *exiguo triunfo electoral …obtuvo y ajustado/reducido triunfo electoral

• favoritismo
Es un comportamiento negativo que se produce cuando, entre varios candidatos, se tiene en
cuenta más el favor a uno de ellos que sus méritos. No debe usarse, por tanto, con el significado neutro
de ‘considerar favorito a alguien’.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


Tras el mitin, el candidato confirma su favoritismo para ganar …confirma su condición de favorito…

• humanitario
Se aplica a aquello que se refiere al bien del género humano y, en particular, a lo que tiene como
fin aliviar los efectos que las guerras y catástrofes producen en las personas. Así se puede hablar de
ayuda humanitaria, sentimiento humanitario, labor humanitaria, etc., pero resulta inapropiado hablar
de drama humanitario, catástrofe humanitaria, crisis humanitaria… No se debe confundir humanita-
rio con humano.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


La crisis *humanitaria de Gaza es trágica La crisis humana de Gaza…
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• inaudito
Significa literalmente ‘no oído’ y también ‘monstruoso, extremadamente vituperable’. No es si-
nónimo, por tanto, de insólito.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


Resulta *inaudito que el alcalde no saludara al embajador Resulta insólito…

• imberbe
No equivale a barbilampiño (varón adulto que no tiene barba o le crece muy escasamente). El
imberbe carece de barba, pero no cabe la opción de tenerla escasa o rala).

USO INCORRECTO USO CORRECTO


El chico era *imberbe, con cuatro pelos aislados El chico era barbilampiño…

• identificar
Consiste en ‘reconocer si una persona o cosa es la misma que se supone que se busca’. Por tan-
to, no equivale a descubrir o encontrar, ya que para poder identificar es preciso haber hallado.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


La policía trata de *identificar al atracador entre los asaltantes La policía trata de descubrir/encontrar

• incidente
Es una ‘riña, disputa o pelea’. No debe usarse como sinónimo de suceso, problema, avería o ac-
cidente.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


Tuvimos un pequeño *incidente: se nos averió el coche Tuvimos un pequeño problema…
El *incidente del aterrizaje de la avioneta… El suceso/episodio…

• interceptar
Se aplica a objetos, no a personas: la policía pude interceptar vehículos, carreteras, mercancías,
etc., el portero puede interceptar el balón, el controlador aéreo intercepta una señal.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


Los ladrones *interceptaron al director del banco… El ladrones detuvieron/capturaron…
La guarda civil *interceptó al conductor del camión La guardia civil detuvo…

• inmiscuirse
Equivale a entremeterse, meterse en asuntos cuando no hay razón o autoridad para ello. No sig-
nifica incluir

USO INCORRECTO USO CORRECTO


En el convenio firmado se *inmiscuye a jugadores y directivos …se incluye…

• justiciero
No significa ‘justo’, sino ‘que observa y hace cumplir la justicia’. Es un adjetivo que debe apli-
carse a personas, no a cosas.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


El resultado del partido fue decepcionante, pero *justiciero. …fue decepcionante, pero justo.
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• obsoleto
No es sinónimo de antiguo, sino de anticuado. Las cintas de casete pueden resultar objetos anti-
cuados y hasta obsoletos para algunos, aunque no sean demasiado antiguos.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


Le gustan las tradiciones *obsoletas de su pueblo… …las tradiciones antiguas de su pueblo

• oscilar
No significa ‘aproximarse a una determinada cantidad’ ni ‘girar’, sino ‘efectuar movimientos de
vaivén, como un péndulo’ y ‘crecer y disminuir alternativamente’.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


La suma obtenida oscilaba alrededor de mil euros… …rondaba los mil euros

• panfleto
No equivale a folleto. Un panfleto es un ‘libelo difamatorio’, por lo general de carácter ofensivo.
Un folleto es simplemente una publicación no periódica de reducido número de hojas.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


El candidato repartió carteles, *panfletos y pegatinas… …repartió carteles, folletos y pegatinas

• perecer
No es sinónimo perfecto de morir; se utiliza para expresar un proceso generalmente breve y vio-
lento que desemboca en una muerte repentina. Se perece en un incendio, en una inundación, en un tu-
multo, como consecuencia de una enfermedad fulminante, etc.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


Ciertas tradiciones están *condenadas a perecer con el tiempo …condenadas a desaparecer…

• permisividad
Añade a la idea de tolerancia el matiz de ‘excesivo’. Por lo tanto, no debe ser considero un tér-
mino sinónimo en todos los casos.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


La policía debe tener más *permisividad con los obreros …más tolerancia con los obreros

• pirómano
No equivale a incendiario. La piromanía es una enfermedad, una tendencia patológica a provo-
car incendios y el que la padece es el pirómano. Si no hay patología, al que provoca un incendio se le
ha de denominar simplemente incendiario.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


No quemes ese papel, no seas pirómano …no seas incendiario

• presunto
Difiere de supuesto. En el lenguaje judicial, el adjetivo presunto se aplica al que se supone que
ha cometido un delito mientras está abierta la causa judicial y hasta que se emite el fallo. Si no hay
causa judicial, no se puede hablar de presunto, sino de supuesto, y una vez terminada la causa, ya no
se debe seguir aplicando el adjetivo.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


Tras ser condenado, el *presunto violador fue a la cárcel …el violador/el acusado de violar…
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• recolectar
Tiene el significado de ‘juntar personas o cosas dispersas’. No equivale a recoger, salvo cuando
los elementos acopiados estaban diseminados.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


Es un pañal muy absorbente que *recolecta toda la orina …que recoge toda la orina…

• recopilar
Se define como ‘juntar en compendio, recoger o unir diversas cosas, especialmente escritos lite-
rarios’. Es incorrecto su empleo cuando lo que se recoge es un solo objeto o cuando no se realiza nin-
gún compendio de lo recogido; en estos casos debe usarse recoger, juntar u otros similares..

USO INCORRECTO USO CORRECTO


Lleva años dedicado a *recopilar datos sobre la pesca …a recoger/acopiar datos sobre la pesca
El investigador *recopiló un villancico titulado La castañera …recogió/registró/recuperó

• reticente
No es sinónimo de reacio, remiso o terco. Se aplica al que no dice todo sobre un asunto, dando
a entender con malicia que oculta algo que debiera o pudiera decirse; por ello mismo, también se apli-
ca al que se muestra ‘reservado o desconfiado’. Reacio es el que se resiste a hacer algo y es remiso el
poco diligente o poco determinado en hacer algo

USO INCORRECTO USO CORRECTO


Mi padre es *reticente a darme permiso para salir tarde Mi padre es reacio a darme permiso…

• rutinario
Es aquello que ‘se hace o se practica por rutina’, es decir, sin reflexión y por mera práctica, por
lo que tiene un valor negativo. No debe usarse como sinónimo de habitual, ordinario o de trámite,
como podemos encontrar en ejemplos como estos: trámite rutinario, vuelo rutinario, informe rutina-
rio, control rutinario, reconocimiento rutinario, etc..

USO INCORRECTO USO CORRECTO


Nuestra relación es como la de cualquier pareja *rutinaria …cualquier pareja convencional

• saga
Es un `relato novelesco que cuenta las vicisitudes de dos o más generaciones de familias’. Se
usa indebidamente como sinónimo de familia, dinastía familiar, etc.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


Roberto pertenece a una *saga de notables ingenieros …pertenece a una familia/genealogía/linaje…

• singladura
No equivale a recorrido, trayecto o travesía; designa la ‘distancia recorrida por una nave en 24
horas’.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


El cortejo real inició su *singladura por los barrios de Lugo …inició su recorrido/andadura
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2.1.1.2. Impropiedades por contraste semántico:

Un tipo particular de impropiedades es el que se produce por la combinación de dos elementos


cuyo significado resulta contradictorio, normalmente porque uno tiene valor positivo y otro negativo.

• acarrear
En un sentido metafórico significa ‘ocasionar daños o desgracias’, por lo que el complemento
ha de ser algo que se considere negativo o desafortunado. Resulta contradictorio, por tanto, que el
complemento sea de carácter positivo.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


Alonso *acarrea victoriosamente la copa tras ganar la prueba Alonso exhibe/muestra…
Su hermosa profesión le *acarrea muchas alegrías Su hermosa profesión le proporciona…

• adolecer
Se utiliza indebidamente con el valor de ‘carecer’ de algo, pero adolecer significa ‘tener o pade-
cer algún defecto’, por lo que sólo admite combinación con elementos que supongan tacha o carencia
de algo (adolecía de prudencia en sus juicios). Si afirmo: Juan adolece de de bondad estoy diciendo
que Juan es demasiado bueno (ese es su defecto). Si, por el contrario, afirmo que Juan carece de bon-
dad estoy confirmando que Juan es mala persona. No es correcto, pues, el uso de asolecer en casos
como:

USO INCORRECTO USO CORRECTO


El detenido *adolece de antecedentes El detenido carece/adolece de falta de…
La policía *adolece de pruebas La policía carece/adolece de falta de pruebas
Es muy serio, *adolece de simpartía Es muy serio, adolece de antipatía

• atesorar
Como derivado de tesoro, tiene un significado positivo, por lo que no admite complementos
metafóricos que se sientan como negativos o desfavorables:

USO INCORRECTO USO CORRECTO


Sus manifestaciones *atesoran mucho odio y malestar …contienen mucho odio y malestar

• celebrar
Cuando equivale a ‘realizar una reunión, un espectáculo, un partido, etc.’ puede tener un signifi-
cado neutro: se celebra un juicio, una asamblea, una reunión. No obstante, cuando significa ‘festejar
una fecha o un acontecimiento’ y ‘alabar o aplaudir algo’ no debe combinarse con complementos que
impliquen hechos o actitudes negativas. En tales casos conviene usar verbos como conmemorar:

USO INCORRECTO USO CORRECTO


Hoy se *celebra el 10.º aniversario de los atentados del 11-S Hoy se conmemora…

• cerúleo
Este adjetivo hace referencia a un color, pero no al blanco o al amarillo, los colores de la cera,
palabra que no está emparentada con la que nos ocupa. Alguien que de repente empalidece no adquie-
re un color cerúleo, porque esta palabra significa ‘del color del cielo, azul celeste’ y tiene un uso bas-
tante limitado.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


Tras la cogida, el torero tenía el rostro *cerúleo y apagado …tenía el rostro amarillento/blanquecino
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• cesar
Nadie puede cesar ni dimitir a otra persona; es uno mismo quien cesa o quien dimite de algún
cargo o puesto. Cuando es otra persona quien aparta a alguien de un cargo o un puesto deben emplear-
se verbos como destituir, expulsar, despedir, relevar, echar…

USO INCORRECTO USO CORRECTO


El entrenador fue *cesado tras el partido El entrenador fue destituido tras el partido

• confrontación
A pesar del uso que se está extendiendo en nuestra lengua, confrontar no significa ‘enfrenta-
miento, discusión, lucha’. Confrontación es la acción y el resultado de ‘cotejar, comprobar, contras-
tar’.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


Los dos países mantienen una *confrontación desde hace años …mantienen un enfrentamiento…

• culpable
Tiene un marcado carácter negativo, por lo que el complemento debe tener aspectos que se per-
ciban como perjudiciales, dañinos o negativos. Se emplea a veces con carácter irónico.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


El rey es *culpable de que no triunfara el golpe de estado El rey es responsable…
Tú eres la *culpable de que me haya enamorado de nuevo Tú eres la responsable/la causa…

• entrenar
Solo entrenan los entrenadores. En el caso de que, como suele ser normal, otra persona, un pre-
parador físico, nos entrene a nosotros o a cualquier otro deportista, deberemos emplear la forma pro-
nominal: entrenarme, entrenarse.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


Esta tarde tengo que ir a *entrenar Esta tarde tengo que ir a entrenarme

• erigir
Significa ‘fundar o instituir algo’ y ‘dar a alguien o algo un carácter o una categoría superior a la
que tenía’. No es correcto utilizarlo en el sentido simple de edificar o construir.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


El Estado financió los terrenos donde …donde se ha construido la pista de aterrizaje
se *ha erigido la pista de aterrizaje
El parque se *erige frente al estadio Olímpico El parque se construye/se levanta…

• esperar
Se aplica cuando se espera que vaya a suceder algo favorable, por lo que resulta contradictorio
con complementos que signifiquen sucesos funestos, aciagos o adversos.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


Se *esperan inundaciones en la zona de Levante Se prevén inundaciones…
La DGT *espera unos cien accidentes durante el verano La DGT prevé unos cien accidentes…
22

• explosionar
Explosionar significa ‘hacer explotar, provocar la explosión’, por lo tanto, es la policía, los gru-
pos artificieros, quienes explosionan, provocan la explosión, para evitar males mayores.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


La bomba *explosionó frente al cuartel de Ingenieros La bomba estalló/explotó...

• facción
En sentido colectivo tiene el sentido peyorativo de grupo que actúa o tiene intenciones perver-
sas. No es correcto emplearlo como sinónimo de grupo, sector, etc..

USO INCORRECTO USO CORRECTO


No hubo acuerdo entre políticos de una y otra *facción …de uno y otro bando/ideología

• hacer gala
Es demostrar una cualidad o un comportamiento preciándose de ello. El significado de gala exi-
ge como complemento que lo que se considera motivo de gala sea algo favorable (hacer gala de las
virtudes propias, de buena educación, de buen gusto, de buen humor, de sabiduría, etc.). No obstante,
se está extendiendo su uso como simple equivalente a mostrar.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


El director *hizo gala de su enorme irresponsabilidad El director demostró…

• incurrir
Significa ‘caer en una falta’, por lo que el complemento debe tener el significado negativo de la
falta cometida.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


Su acción podría *incurrir en consecuencias positivas Su acción podría derivar…

• lívido
Como en el caso de cerúleo, se suele confundir con la tonalidad de este color: pálido, blanco.
En realidad, lívido significa ‘morado, cárdeno, amoratado’ y se usa sobre todo para hacer referencia al
color que el frío intenso produce en la piel o el tono que adquiere el rostro cuando una persona no
puede respirar o está a punto de ahogarse.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


Cuando le dieron la mala noticia se quedó *lívido del susto …se quedó pálido del susto

• nominar
Es un verbo contaminado por el inglés to nominate que, en esa lengua, significa ‘proponer, de-
signar, seleccionar’. En español sólo tiene una definición: ‘poner nombre’.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


La película Celda 211 ha sido *nominada para los Óscar …ha sido seleccionada para los Óscar

• proclive
Quiere decir ‘inclinado o propenso a algo, especialmente a lo malo’. No obstante, se usa con
mucha frecuencia con complemento de carácter positivo.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


Siempre se ha mostrado *proclive a actuar con firmeza …se ha mostrado propenso/favorable…
Es muy buena persona, simpre *proclive a hacer el bien … siempre propenso/dispuesto a hacer…
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• proferir
Significa simplemente ‘pronunciar’ pero se emplea indebidamente con el significado de pro-
clamar. Se usa por lo general en combinación con elementos negativos: proferir amenazas, insultos,
gritos, etc.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


Los obreros *proferían entusiastas alabanzas hacia su líder …proclamaban entusiastas alabanzas…

• tachar
Al igual que tildar, solo admite combinación con elementos que se consideran defectos o que se
sienten como negativos:

USO INCORRECTO USO CORRECTO


Los medios tacharon de “histórica” la victoria de España …valoraron/calificaron de “histórica”…
Me gusta que me tachen de buen artista y de muy creativo me gusta que me califiquen de…

2.1.1.3. Impropiedades por paronimia (extrañas parejas de palabras):

Algunas impropiedades en los usos de las palabras se producen como consecuencias de la seme-
janza en la forma que presentan dos palabras. Esta similitud formal recibe el nombre de paronimia y
son parónimas las dos palabras que se asemejan formalmente.

• abstraerse y sustraerse
Alguien se abstrae cuando aparta la atención de lo que le rodea para concentrarse en lo que se
tiene en el pensamiento; sustraerse, por el contrario, significa ‘separarse de lo que es una obligación o
un compromiso’. En ocasiones se confunde el primero con el segundo.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


Nadie puede *abstraerse de la responsabilidad de respetar Nadie puede sustraerse…

• abertura y apertura
Son frecuentes las confusiones entre estos dos términos. Una abertura, derivado de abrir, es una
‘grieta, hendidura o agujero’; la apertura es la ‘acción de abrir’, ‘el acto de inaugurar un proceso pú-
blico’ o ‘la disposición favorable a la innovación’. Una camisa puede tener una abertura, un juez ini-
cia un juicio con la apertura del mismo.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


La libertad de *abertura afecta a todos los comercios La libertad de apertura…
La puerta tiene una *apertura de 1,4 metros …tiene una abertura de 1,4 metros

• accesible y asequible
Accesible es aquello a lo que se puede acceder con facilidad, bien porque tiene fácil acceso, bien
porque es de trato llano o fácil, bien porque se puede comprender fácilmente. En cambio, asequible se
aplica a aquello ‘que puede conseguirse o alcanzable’. Una casa será accesible, si tiene fácil entrada, y
asequible si se dispone de suficiente dinero para poder comprarla. Un libro es accesible si su conteni-
do se comprende con facilidad. Una persona importante de trato sencillo será accesible, pero no es co-
rrecto decir que sea asequible.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


El ministro es un hombre sencillo y *asequible …sencillo y accesible
24

• acervo y acerbo
Acervo es un sustantivo que significa ‘conjunto de bienes acumulados en una tradición o en una
cultura’ o ‘montón de cosas menudas’. Acerbo es un adjetivo que significa ‘áspero, cruel, riguroso’.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


Los tomos de esa obra recogen el *acerbo cultural de la región …recogen el acervo cultural…

• aptitud y actitud
La aptitud es la ‘capacidad’ para poder realizar algo; la actitud es la ‘disposición mental’ para
hacer algo.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


Los obreros deben adoptar una *aptitud común ante el problema …deben adoptar una actitud común

• asolado y desolado
Asolado se emplea erróneamente con el significado de ‘lleno de dolor, pena o tristeza’, signifi-
cado que corresponde a desolado. El significado del primer término es ‘destruido’.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


Cuando supo lo del accidente se quedo *asolado …se quedó desolado

• bianual y bienal
Bienal es lo que sucede cada dos años; bianual es lo que tiene lugar con una frecuencia de dos
veces al año. La muestra de cine de Venecia, que se celebra cada dos años, recibe el nombre de la bie-
nal de Venecia. La revisión de algunos vehículos se realiza cada seis meses, es decir, bianualmente.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


Como en 2017, en 2019 se celebrará la feria *bianual del vino …la feria bienal del vino

• bimensual y bimestral
Bimensual es lo que sucede dos veces al mes; bimestral es lo que acontece cada dos meses.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


El recibo es *bimestral: se paga los días 1 y 15 de cada mes El recibo es bimensual…

• calificar y clasificar
Calificar es ‘expresar un juicio sobre las cualidades o circunstancias de alguien’ o ‘juzgar el
grado de suficiencia de los conocimientos demostrados por un alumno’. Clasificar es ‘distribuir en
clases’ y ‘obtener un determinado puesto en una competición’.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


Nadal se ha *calificado para cuartos de final Nadal se ha clasificado…

• concitar y suscitar
Se utiliza inadecuadamente concitar como sinónimo de suscitar. Concitar significa ‘reunir,
congregar’, además de ‘instigar a alguien contra otra persona’ y ‘excitar inquietudes y sediciones en el
‘ánimo de los demás’. Suscitar es ‘levantar, promover’.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


La presencia del cantante *concitó el interés de la prensa …suscitó el interés de la prensa
El entrenador *suscitó a los jugadores tras el partido El entrenador reunió a los jugadores…
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• especia y especie
Especia es el ‘condimento alimentario’; especie tiene, entre otros significados, el de ‘conjunto
de cosas semejantes entre sí’.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


La carne se condimenta con varias* especies …con varias especias
El comino es una *especie esencial en la sopa castellana El comino es una especia esencial

• espirar y expirar
Espirar es ‘respirar, expulsar aire’; expirar significa, sencillamente, ‘morir’.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


Cuando respiramos, primero inspiramos y luego *expiramos …y luego espiramos
Miguel de Cervantes espiró el 23 de abril de 1616 Miguel de Cervantes expiró…

• espulgar y expurgar
Cuando nos espulgamos, nos ‘quitamos las pulgas’; también, figuradamente, ‘examinamos con
atención, rebuscamos’. Expurgar significa ‘purificar, limpiar los pecados’.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


Expurgando entre mis papeles he encontrado el recibo He estado espulgando…
El cura nos recordó que debemos espulgar los pecados …que debemos expurgar los pecados

• hojear y ojear
Hojear es ‘pasar las hojas de un libro leyendo deprisa algunos pasajes’; ojear es ‘lanzar ojeadas
a algo’. No obstante, ambos términos coinciden en el significado de ‘leer superficialmente un texto’.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


Basta *hojear el diccionario para encontrar la definición Basta ojear el diccionario…

• inerme e inerte
Inerme equivale a ‘indefenso’; inerte es ‘sin vida, muerto’. Salvo en biología, donde se aplica a
las plantas que carecen de espinas u otras defensas, inerme solo debe aplicarse a los elementos que
tengan la capacidad de portar armas o defenderse (personas, organismos, etc.).

USO INCORRECTO USO CORRECTO


El juez cayó *inerme ante el disparo del comando terrorista El juez cayó inerte…
La bomba quedó *inerme y no produjo ningún daño La bomba quedó sin explotar…

• infectado e infestado
Infectado se dice del organismo o la parte de él que padece una infección causada por micro-
bios; infestado se aplica a los seres vivos o los lugares cuando se encuentran repletos de parásitos u
otros seres molestos o nocivos. El mar puede estar infestado de tiburones, el cuero cabelludo infestado
de piojos; un barrio infestado de drogas; una herida está infectada, un animal puede resultar infectado
por una enfermedad, un ordenador con virus está infectado.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


La jeringuilla estaba *infestada y eso le produjo la enfermedad La jeringuilla estaba infectada…
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• infringir e infligir
Se infringe una ley o una norma cuando se quebranta o no se cumple; infligir es ‘casuar daño’ o
‘imponer un castigo’.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


Está prohibido *infringir daño físico o psicológico Esta prohibido infligir daño…
Fue detenido por *infligir las leyes Fue detenido por infringir las leyes

• ingerir e injerirse
Ingerir es ‘tomar alimento’; injerir significa ‘meter una cosa en otra’ e injerirse ‘entremeterse’.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


El enfermo no podrá *injerir nada sólido en dos días …no podrá ingerir nada sólido…
Nos pidió que no nos *ingiriéramos en sus asuntos …no nos injiriéramos en sus asuntos

• mortandad y mortalidad
Con mortandad nos referimos a una ‘gran cantidad de muertos causados por epidemia, cata-
clismo, peste o guerra’. La mortalidad es la tasa de muertes que se produce en un territorio en un
tiempo determinado; se trata de un valor estadístico y puede usarse en general o relacionada con una
causa determinada.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


En Etiopía la *mortandad actual es del 40% del total …la mortalidad actual es del 40% del total
El tifus causó gran* mortalidad entre la población infantil El tifus causó gran mortandad…

• mayoritariamente y mayormente
Mayoritariamente significa ‘por mayoría’; mayormente quiere decir ‘principalmente, especial-
mente’.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


El pueblo chileno se decantó *mayormente por la democarcia …se decantó mayoritariamente…

• perjuicio y prejuicio
Perjuicio es el daño o menoscabo que ocasiona algo; prejuicio es el juicio previo, la opinión
desfavorable con que se juzga algo que se conoce mal.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


No sabe el enorme *prejuicio que está causando a sus padres …el enorme perjuicio…
Se ha creado una ley en *prejuicio de los inmigrantes …en perjuicio de los emigrantes
Tienes muchos *perjuicios, y eso te impide ser objetivo Tienes muchos prejuicios…

• prescribir y proscribir
Prescribir significa ‘ordenar’, ‘recelar’ y ‘extinguirse por el transcurso del tiempo una obliga-
ción, una deuda, un delito, etc.’ Proscribir es ‘expulsar a alguien de un territorio’ o ‘prohibir una cos-
tumbre’. No deben confundirse tampoco los adjetivos derivados: prescrito y proscrito.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


Como *proscribió el delito, los culpables no serán castigados Como prescribió el delito…

• previsto y provisto
Previsto es el participio del verbo prever, que significa ‘conocer por indicios lo que ha de suce-
der’ y ‘preparar con antelación’; provisto viene de proveer, ‘dotar de medios o alimentos’. Lo previsto
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es lo que ha sido pensado con antelación y preparado; lo provisto es lo dispuesto. A menudo se con-
funden los verbos prever y proveer. *Preveer es una forma mixta que no existe y *preveyendo una
aberración lingüística que, desgraciadamente, se emplea con demasiada frecuencia.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


Han cancelado la reunión *provista para hoy …la reunión prevista para ho
Eso era fácil de *preveer, pero nadie lo advirtió a tiempo. Era fácil de prever…

• rebelar y revelar
Revelar deriva de velo y significa ‘descubrir lo que estaba oculto’; rebelar quiere decir ‘suble-
var u oponer resistencia’.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


Cuando me *rebeló el secreto comprendí muchas cosas Cundo me reveló el secreto…
Los campesinos se* revelaron contra el gobierno Los campesinos se *rebelaron…

• reverter y revertir
Reverter se aplica a las cosas cuando rebosan o se salen de sus límites. Revertir una cosa es vol-
verla al estado que tuvo o también llegar a parar en otra.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


Los obreros piden *reverter las condiciones al estado anterior Los obreros piden revertir…
La lava del volcán *revirtió por el valle La lava del volcán revertió…

• señalizar y señalar
Señalizar es colocar señales en las vías de comunicaciones’; señalar es ‘marcar, indicar’.

USO INCORRECTO USO CORRECTO


Iba perdido y le *señalizamos el camino que debía tomar …le señalamos el camino…
La coma *señaliza el lugar donde hay que hacer una pausa La coma señala el lugar…
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2.2. Préstamos y extranjerismos

Igual que sucede con los objetos materiales y otros productos, como resultado del contacto entre
sociedades que utilizan lenguas diferentes se producen a menudo influencias y trasvases de una lengua
a otra, un fenómeno que ha sido constante a lo largo de la historia. Estos cambios se conocen con los
nombres de préstamo lingüístico y extranjerismo. Préstamo es la voz más amplia y abarcadora, y se
refiere no solo a la incorporación de palabras (préstamo léxico), sino también a los casos en los que lo
que se incorpora es solo el significado (préstamo semántico o calco semántico), así como a las in-
fluencias de una lengua sobre otra en el plano gramatical (préstamo gramatical). El nombre de ex-
tranjerismo se reserva para el préstamo léxico cuando la voz foránea se toma con la misma forma y
pronunciación que en la lengua original o con una mínima adaptación fonética. Por otra parte, cuando
lo que se incorpora no es una palabra individual, sino un grupo de palabras lo aconsejable es que se
traduzcan al idioma receptor (prime time > horario estelar), creándose así lo que se conoce como cal-
cos semánticos.
Con la llegada de un extranjerismo a una lengua puede suceder que el término nuevo no supon-
ga el desplazamiento de ninguna palabra existente en la lengua receptora o que desplace a otra ya exis-
tente. Cuando se da el primer caso, el préstamo se convierte en un procedimiento enriquecedor, ya que
el neologismo sirve para expresar nuevos conceptos o para designar realidades nuevas. La incorpora-
ción de voces como robot, apartheid, ayatolá o ayatola, barman, bonsái, chándal, chat, clip, complot,
kamikaze, láser, módem, set, etc. ha servido para incorporar conceptos nuevos al español, igual que en
su momento lo hicieron términos procedentes de lenguas europeas, como jardín, manjar, novela, sone-
to, guerra, orgullo, o de lenguas americanas, cacique, tomate, huracán o tabaco, sin olvidar las apor-
taciones del árabe como azúcar, azul o alcoba. Hay práctica unanimidad en considerar útil y necesario
este tipo de préstamos.
Más discutido ha sido siempre, desde el punto de vista normativo, el caso de los extranjerismos
que entran en competencia con voces ya existentes en la lengua receptora, sobre todo cuando la voz
foránea no añade ningún matiz nuevo a la palabra autóctona: ¿por qué usar interview si disponemos de
entrevista?, ¿qué añade hall que no tuviera vestíbulo? La actitud más general ante este tipo de térmi-
nos ha sido la de rechazarlos por innecesarios, teniendo en cuenta además que en su adopción subya-
cen a menudo actitudes esnobistas, despectivas o simplemente poco reflexivas.
En cuanto a los préstamos semánticos y gramaticales, actúan a menudo de manera más sutil, por
lo que no son tan fácilmente detectables como los extranjerismos. Los préstamos semánticos se produ-
cen cuando, por influencia de una palabra extranjera, se incorpora a una palabra existente en español
un significado del que carecía.

2.2.1. Extranjerismos

Hay que diferenciar entre los que se consideran necesarios y los que resultan prescindibles. En
el primer grupo están todos aquellos para los que no resulta fácil encontrar una voz o un giro equiva-
lentes en español, así como los muy extendidos. En estos casos, se proponen las siguientes soluciones:

• Conservarlos con la grafía originaria: blues, crescendo, sheriff, tory. Al escribirlos, deben po-
nerse en cursiva o con algún otro tipo de marca que señale su carácter de voz foránea.
• Adaptarlos a la fonética y la ortografía españolas, ya sea simplificando la grafía original, ya
marcando mediante la tilde la pronunciación que les corresponde: chalé, ragú, crupier, esquí, máster.
En la escritura estas voces adaptadas no precisan de ninguna marca especial. En cuanto a la acentua-
ción de los extranjerismos, los no adaptados no se ajustan a las normas de acentuación del español:
marketing, hardware. El resto, incluidos los nombres propios, debe llevar tilde o no según las normas
generales: béisbol, cáterin, cupé, escáner, escay, eslogan, Úlster, Taiwán, Dubai. (Para el plural de los
extranjerismos, ver Tema 6.1.)
Se enumeran a continuación algunas propuestas gráficas para adaptar al español los extranje-
rismos:
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Extranjerismo Adaptación gráfica Extranjerismo Adaptación gráfica

baffle Bafle ping-pong pimpón


baguette baguete pot pourri popurri
bazooka Bazuca ragoút Ragú
beefsteak bisté rally, rallye Rali
bloomer Blúmer roast beef Rosbif
bungalow bungaló rock-and-roll rocanrol
by-pass Baipás Choucroute Chucrut
camping campin scanner escáner
casting castin Scooter Escúter
catering cáterin sex-appeal sexapil
coktail cóctel shampoo Champú
croissant cruasán sherpa serpa
disk jockey disyóquey Shoot chutar
feeling filin slalom eslalon
gangster gánster Slogan Eslogan
gymkhana yincana sky esquí
glamour glamur Smoking esmoquin
goal average golaveraje Snob Esnob
hippie, hippy jipi Sprint Esplín
jacuzzi yacusi Standard Estándar
lunch lonche Starter Estárter
maître metre Status Estatus
marketing márquetin Store Estor
overall overol (mono de vestir) Streptease Estriptis
paddle pádel Stress Estrés
parking parquin Sweater Suéter
pase-partout paspartú Soufflé Suflé
pedigree pedigrí Zoom Zum
peppermint pipermin

En lo que se refiere a los extranjerismos considerados superfluos o innecesarios, la recomenda-


ción es que se sustituyan por las voces equivalentes en español. Presentamos a continuación algunas
de las propuestas de sustitución:

Extranjerismo Adaptación gráfica Extranjerismo Adaptación gráfica

baby-sitter niñero o niñera, canguro ombudsman defensor (del pueblo, etc.)


best seller superventas Output producto (final)
blue jean vaquero Overbooking Sobreventa
business negocio, actividad comercial password Contraseña
cash-flow flujo de caja pay per view pago por visión
copyright derechos de autor, edición photo finish foto de llegada
déshabillé salto de cama play-back (sonido) pregrabado
display demostración play-off eliminatoria
fast food comida rápida Pool consorcio, cooperativa
fair play juego limpio prime time horario estelar
file archivo revival resurgimiento, regreso
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feed-back retroalimentación, retroacción ring cuadrilátero


gentleman caballero Roulotte caravana, autocaravana
gouache aguada round asalto
grill parrilla, gratinador Royalty canon, derechos
hacker pirata informático sex symbol símbolo sexual
hall vestíbulo, recibidor Share cuota de audiencia
handicap desventaja, obstáculo Shopping Compras
hardware equipo informático Short pantalón corto
hit éxito Show espectáculo
hobby afición, pasatiempo Showman animador, presentador
holding grupo (empresarial) Single (disco) sencillo. individual
hooligan hincha violento skin, skinhead cabeza rapada
input insumiso snack bar Cafetería
jeep todoterreno Software programas, aplicaciones inf.
jogging aerobismo Speaker Altavoz
lifting estiramiento (facial) Speech discurso, perorata
light suave, ligero, bajo en calor Sponsor patrocinador
link enlace, vínculo Sport deporte; informal
lobby grupo de presión Spot anucio, cuña comercial
lock-out cierre patronal Spray Aerosol
mailing buzoneo Staff plantilla, personal
management dirección, gestión Stand puesto, caseta; pabellón
match partido Stock existencias, reservas
mobbing acoso Stud cuadra, caballeriza
nursery sala de cunas, nido Tour viaje, gira, ruta turística
off the record confidencialmente Web red, página electrónica

2.2.2. El préstamo semántico

El préstamo semántico resulta más difícil de detectar, como hemos señalado, debido a que actúa
sobre una palabra ya existente en español, que por influencia del término extranjero añade valores
nuevos. Este tipo de influencias se debe a menudo a las traducciones apresuradas o poco cuidadosas.
• Conferencia, con el sentido de ‘reunión de personas’ se refería solo al encuentro de represen-
tantes de Gobiernos o de instituciones (la conferencia episcopal, conferencia interministerial), hoy se
aplica a cualquier congreso.
• Contemplar, por influencia del inglés to contemplate, ha incrementado su uso con el valor de
‘considerar’, significado que ya tenía la palabra en español, pero era poco frecuente: El gobierno con-
templa la posibilidad de incrementar las cargas fiscales (correcto: considera, estudia, prevé).
• Cualquier significa ‘uno indeterminado, sea el que sea pero se emplea con el significado de
‘todo’ por influencia del inglés: El acusado negó *cualquier relación con los hechos (correcto: toda).
• Discusiones se usa como ‘conversaciones’. Es una acepción no recomendada, pues puede crear
ambigüedad: Las partes acordaron proseguir las *discusiones a partir del próximo lunes (correcto:
las negociaciones, las conversaciones).
• Doméstico se emplea con el significado de ‘nacional’ para referirse a los vuelos de avión cuyo
destino es el propio país (ing. Domestic fly). Es un uso no admitido; se debe sustituir por vuelo nacio-
nal.
• Envolver (ing. to involve) se usa en lugar de rodear en expresiones como las circunstancias
que envuelven el caso, las incidencias que envuelven el campeonato. La acepción ya está admitida.
31

• Evento significaba en español ‘eventualidad, hecho imprevisto, suceso’; por influencia del in-
glés event (‘cosa que sucede’), en español se usa como ‘acaecimiento, hecho que sucede’, acepción ya
admitida: Durante todo el año se programan eventos deportivos.
• Exclusivo ha adquirido los valores de ‘selecto’, ‘elegante’, que no le corresponden. En español
exclusivo significa ‘único, solo, excluyendo a cualquier otro’: Se ha abierto un restaurante *exclusivo
(correcto: selecto, especial, elegante).
• Extender se usa como sinónimo de ampliar: Han *extendido el plazo para el pago de la con-
tribución (correcto: han ampliado).
• Honestidad tradicionalmente tenía el significado de ‘decencia’, ‘recato’, ‘pudor’, pero por in-
fluencia del inglés ya se admite como sinónimo de honradez. No obstante, debe evitarse el uso del ad-
verbio honestamente por sinceramente, francamente: Te lo digo *honestamente (correcto: sincera-
mente).
• Impacto es el choque de un proyectil o de otro objeto contra algo y también la huella que deja
ese choque; en su uso metafórico, debe conservar ese valor de intensidad y sorpresa; pero por influen-
cia del inglés se emplea en contextos neutros, sustituyendo a términos más precisos, como efecto, re-
percusión, consecuencia, reflejo: Se estudia el *impacto de las medidas económicas tomadas el año
pasado (correcto: efecto, la repercusión).
• Jugar un papel se considera calco del francés (jouer un róle) o del inglés (play a role). Está
aceptado por su arraigo en la lengua culta, aunque se aconseja emplear otros verbos, como hacer,
desempeñar o representar: Los sindicatos han *jugado un papel decisivo en el acuerdo (correcto: han
desempeñado).
• Levantar dudas es otro préstamo de influencia inglesa (to arouse doubts) o francesa (soulever
des doutes). En español el sustantivo dudas se combina con verbos como suscitar, surgir, provocar,
sembrar, despertar: La jugada puede *levantar dudas, pero el árbitro acertó (correcto: suscitar du-
das).
• Mayor se usa sin valor comparativo por influencia del inglés: Se trata de un tema *mayor (co-
rrecto: un tema importante).
• Peculiar se usa en contextos que corresponden a extraño, raro: Lo que ocurrió fue algo
*peculiar (correcto: algo extraño).
• Pobre ha ampliado sus significados tradicionales con el de ‘malo’ en ejemplos como un
*pobre resultado (correcto: mal resultado).
• Promover, por influencia del inglés to promove, desplaza innecesariamente a verbos más pre-
cisos, como convocar, fomentar, organizar, promocionar: Los jóvenes *promueven el lenguaje de los
sms (correcto: fomentan, promocionan).
• Puntual se usa por concreto, preciso, esporádico, limitado a un caso individual. Es un uso no
admitido aún: Se trata de un caso *puntual (correcto: un caso concreto, esporádico).
• Remover, en lenguaje informático, se emplea con el significado de ‘borrar, suprimir, eliminar’.
Es uso no aceptado: *Remueva el contenido de este archivo (correcto: borre el contenido, suprima el
contenido).
• Romance por influjo del inglés se usa ya desde hace tiempo en español con el significado de
‘episodio amoroso de breve duración’: Las revistas han publicado el romance entre la actriz y el can-
tante. La acepción se ha incluido en el diccionario, pero no debe sustituir a términos tradicionales co-
mo idilio, amorío, aventura amorosa.
• Santuario ha tomado del inglés el significado de ‘espacio natural regulado legalmente para la
conservación de especies’, valor que el español ha importado del inglés: Las islas Galápago son el
*santuario de varias especies de tortuga. Es un uso aún no admitido en la norma culta; debe usarse en
su lugar reserva, espacio protegido.
• Salvar, en el lenguaje informático se emplea con el significado de guardar o de grabar: Con-
viene que cada poco tiempo *salve el trabajo que está realizando (correcto: guarde el trabajo o grabe
el trabajo).
32

• Sensible se usa con el significado de ‘importante’, acepción anglicada que no registra el dic-
cionario: Hay una *sensible diferencia entre los dos candidatos (correcto: una importante diferencia).
• Severo se usa en plural con el significado de ‘mucho’ o ‘grave’, usos incorrectos de origen in-
glés que deben sustituirse: El año pasado tuvo *severos problemas laborales (correcto: tuvo muchos
problemas, o bien, tuvo importantes o graves problemas).
• Soportar, en el lenguaje informático, se usa para expresar la compatibilidad de un programa
con otro. No es aceptable en usos como Windows *soporta Photoshop (correcto: Windows es compa-
tible con Photoshop). En el mismo sentido, no es aceptable el sustantivo soporte en expresiones como
*soporte técnico, soporte telefónico en lugar de asistencia técnica, asistencia telefónica o incluso
*soporte al cliente en lugar de atención al cliente.

2.2.3. El préstamo gramatical


Por lo que respecta a los préstamos gramaticales, la influencia no es tan abundante como en el
léxico, pero también resulta más difícil de detectar. El resultado de un préstamo gramatical puede ser
la aparición de una estructura inexistente en la lengua original, la modificación de una ya existente o,
simplemente, la mayor frecuencia de uso de una estructura que ya existía en la lengua original, pero se
usaba muy poco o estaba restringida a determinados contextos. Como ejemplo de este último caso se
puede citar la generalización que está teniendo en español el uso del gerundio como único verbo de la
oración, en secuencias como descargando archivo, llamando a casa o bailando con lobos; el gerundio
como verbo principal solo era aceptable antes como pie de foto o comentario de una imagen.
Señalaremos a continuación algunas estructuras de influencia foránea que no se consideran re-
comendables en español.
• La mayor parte de ellas son influencia del inglés, a la cual se debe la extensión del gerundio
ya descrito o el que aparece en construcciones equivalentes al llamado presente continuo inglés (La
reunión está siendo seguida por numeroso público), la mayor frecuencia de la pasiva directa (Las
prendas robadas fueron entregadas a sus legítimos propietarios), el empleo del artículo en expresio-
nes en las que el español no lo requiere (Yo soy *un actor, en lugar de Yo soy actor), el empleo de po-
sesivos donde el español usa el artículo (Tómate tu tiempo por tómate el tiempo que necesites; Me co-
meré mi comida en lugar de Me comeré la comida) o la inserción de los adverbios en los tiempos
compuestos (El presidente ha *repetidamente señalado que... por El presidente ha señalado repetida-
mente...).
• Son influencias sintácticas del francés las construcciones de sustantivo + a + sustantivo (co-
cina a gas, barco a vapor) o de sustantivo + a + infinitivo (asuntos a resolver, trabajos a imprimir,
papeles a firmar), así como otras construcciones como Es por eso que.
• Se considera influencia del catalán el uso del verbo hacer con complementos que en español
corresponden a otros verbos: hacer una película en el cine ‘proyectar, poner una película’, hacer la
basura ‘sacar la basura’, hacer buena cara ‘tener buena cara’, hacer una conferencia ‘pronunciar una
conferencia’, hacer miedo ‘dar miedo’, hacer vacaciones ‘tomarse vacaciones’, etc. También se con-
sidera catalanismo la concordancia del verbo haber en oraciones impersonales y algunos usos dequeís-
tas.

2.3. Neologismos y barbarismos


Los mayores problemas del periodista con su vocabulario proceden de los neologismos.
Llamamos neologismos a las palabras que se van incorporando al lenguaje. El neologismo no es
intrínsecamente malo, aunque tampoco bueno sin discusión. Siempre encontraremos neologismos ne-
cesarios pero también innecesarios e incluso destructivos.
Hoy en día, la principal vía de entrada de neologismos en el habla del español son los medios
informativos. Y tanto los periódicos como la radio y la televisión carecen generalmente de criterios
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claros que impidan el empobrecimiento de nuestra lengua, que pierde palabras propias —algunas de
ellas muy antigua— para dejar paso a voces y expresiones ajenas.
Como hemos visto en el apartado anterior al hablar de préstamos y extranjerismos, hay que
adoptar el criterio de dar siempre prioridad a las palabras del español que sustituyen ventajosamente a
los términos que la colonización de otras culturas —principalmente la anglosajona— nos viene impo-
niendo.
Partimos de la base de que la unidad del castellano forma un capital cultural e histórico de infi-
nito valor. Está bien que el periodista, consciente de esta riqueza, ejerza la tolerancia con el neologis-
mo en general, pero debe plantar cara a los barbarismos, es decir, a los neologismos que proceden de
otros idiomas. En todos estos casos, el redactor buscará alternativas que pueda comprender cualquier
usuario del castellano. No oiremos nunca una sola palabra de un idioma extranjero que carezca de una
equivalencia en español, si la buscamos bien.
De todas formas, tampoco debemos caer, para defendernos de la invasión extranjera, en traducir
literalmente al vocablo contra el que luchamos, puesto que de esa manera estaríamos pronunciando en
castellano lo que simplemente es una expresión concebida por el pensamiento de otra cultura y otro
idioma. Por ejemplo, de nada sirve traducir fireman como ‘hombre fuego’ u ‘hombre antifuego’ si te-
nemos ya la palabra ‘bombero’; o reality show como ‘programa-realidad’, cuando resulta más sencillo
decir simplemente ‘programa de sucesos’.
Insistimos en que los barbarismos, es decir, las palabras que nos llegan desde una lengua ex-
tranjera, siempre tienen un equivalente en español. Sin embargo, a nadie se le ocurrió pensar, cuando
se introdujo en nuestro idioma la palabra inglesa córner, que existía la expresión castellana ‘cornijal’,
que es la esquina de un terreno o heredad. Adoptamos ese barbarismo con la misma indolencia con la
que ahora mismo permitimos que la palabra airbag pase a nuestro uso común, sin reaccionar con equi-
valencias del tipo ‘globo de seguridad’ (como en su día se aportó ‘cinturón de seguridad’) para que
con el tiempo se llame simplemente ‘globo’ (como ahora decimos ‘ponte el cinturón’).
No obstante, el idioma español se va defendiendo y lo podemos apreciar en el hecho de que, po-
co a poco, se va introduciendo la expresión ‘saque de esquina’ en lugar de corner, o la de ‘juez de lí-
nea’ por linier, ‘columna de sonido’ por baffle o la de ‘pinchadiscos’ por disc-jochey.
Hay otras vías de neologismos. También hemos de aceptar los neologismos que corresponden a
nuevos servicios o hechos de nuestra vida cotidiana. Por ejemplo, la palabra “bonobús” es un neolo-
gismo necesario, porque se refiere a un servicio nuevo al que hemos de dar nombre. En Madrid ya se
emplea el “metrobús”, un billete que sirve para combinar los dos medios de transporte. (Esta palabra
se incluyó en el Libro de estilo de El País unos años antes de que se inventara tal boleto combinado;
precisamente para prever su existencia).
Otra vía de neologismos que se puede aceptar con gusto procede de las jergas que se han ido ex-
tendiendo hasta convertirse en palabras de dominio común, como “porro”, “canuto”, “camello”
—que salen del mundo de la marginación— pero también “tiburón” (que viene del mundo de las fi-
nanzas). Y asimismo podemos acoger palabras que proceden de nuestros adstratos (en el caso de Es-
paña, el euskera o vascuence y el catalán). Ya en otro tiempo entraron en el castellano vocablos como
“izquierda”, “aquelarre” o “kiosco”, del vascuence, o “capicúa” o “peseta”, del catalán. Ahora nos han
llegado principalmente palabras del norte, como “ikurriña”, “ikastola” o “zulo”, lo que ocurre es que
—como suele suceder— tales significados llevan incorporado siempre un matiz del que carecen en su
idioma de origen (igual que si alguien dice que viste de sport no creeremos que se ha puesto unas bo-
tas de fútbol, sino que usa ropa desenfadada). Así, “zulo” significa “agujero”, pero en el contexto cas-
tellano se entiende como “escondite de armas”; “ikastola” o “ikurriña” significan simplemente “la es-
cuela” o “la bandera”, mientras que para nosotros son ya “la bandera vasca” y “la escuela en vascuen-
ce”.
La Real Academia es el organismo que vela por el estado de salud de nuestra lengua, pero tam-
poco hay que aceptar, sin el menor espíritu crítico, lo que ésta ha bendecido. El periodista no tiene por
qué acudir siempre a lo que figura o no figura en el Diccionario. A veces, palabras asumidas por los
académicos al considerar que su uso se ha extendido lo suficiente no corresponden a un buen estilo del
periodista. La palabra “mierda”, por ejemplo, se halla admitida hace siglos, pero eso no significa que
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la usemos así como así en el periódico. Igualmente, el buen gusto literario y lingüístico debe hacernos
huir de algunas expresiones poco precisas, confusas o simplemente feas; aunque estén admitidas.
En el Diccionario de la Real Academia figura, por ejemplo, la voz “liderar”. Si en español te-
nemos “encabezar”, “presidir”, “capitanear”, “acaudillar”, “comandar”, “dirigir”, “pilotar”..., no nece-
sitamos liderar, que es un barbarismo empleado sólo por políticos y periodistas, y ausente del lenguaje
del común de los hablantes, incluso cultos. Además, esos equivalentes españoles reúnen mayores ma-
tices y riqueza, pese a lo cual se ven relegados. Porque “liderar” se relaciona con cierta capacidad de
liderazgo o de arrastre, lo que puede corresponder a dirigentes sociales. Pero se usa a menudo con es-
caso cuidado:
Los doctores que lideraban sus respectivos equipos médicos... (El País, 21 de marzo de 1997).
Fernando Lázaro Carreter cuenta con sorna otro ejemplo tomado de la prensa, en el que se decía
que “el obispo lideraba la procesión”.
Ocurre lo mismo con “chequeo”, palabra de origen inglés que podemos sustituir por “revisión”
o “examen”; y “chequear”, por “verificar”, “comprobar”, “examinar”, “corroborar”, “probar”, “anali-
zar”... En Puerto Rico, donde el inglés cada vez hace más daño, a “ir de compras” le llaman algunos
“chopear”, por la influencia de shopping.
El académico Emilio Alarcos criticaba en el seminario “El neologismo necesario”, celebrado en
La Rioja en abril de 1991, el significado que algunos estaban dando, por influencia del inglés, a la pa-
labra “romance” para designar un episodio amoroso (o sea, un ligue o una aventura). Pues bien, un año
después ese significado se lo podía encontrar en el mismísimo Diccionario elaborado por sus compa-
ñeros académicos.
Por las mismas razones, ya no podemos emplear la palabra “enervar”. Para Cervantes, esta ex-
presión significaba “debilitar, quitar las fuerzas”, que es el significado que figuró en el Diccionario
hasta 1992. Y ahora se ha incorporado también el significado de “poner nervioso, excitar”. Por tanto,
la palabra queda anulada porque nunca sabremos si quien la pronuncia quiere decir una cosa o su con-
traria, si se habla de la acción de quitar las fuerzas o de la acción de excitarlas.

2.3.1. El neologismo creativo


Ya hemos visto que se pueden incorporar al idioma del periodista neologismos necesarios, pues-
to que hemos de definir conceptos nuevos. Estos neologismos han de construirse conforme al carácter
y la naturaleza de nuestra propia lengua. Pero también podemos crear neologismos innecesarios y, sin
embargo, efectivos; es decir, palabras que podrían expresarse de otra forma pero que enriquecen el
texto con su originalidad y precisión. No obstante, sí han de reunir una cierta legitimidad, un cierto
respeto a la genética de las palabras. Por ejemplo, podemos decir de alguien que “se encontraba dor-
mibundo”. La palabra no figura en el Diccionario, y no nos consta que se haya empleado (quién sabe),
pero guarda analogía con “moribundo” y nos da idea de que alguien se encuentra en trance de dormir-
se.
Si decimos que una persona se desenvuelve con “sinvergonzura” también habremos inventado
una palabra no “oficial”, pero sí integrable en su familia (sinvergüenza, sinvergonzonería, sinvergon-
zón, sinvergonzonada...).
He aquí un neologismo brillante:
Con el príncipe de Asturias volando hacia la República Dominicana y las infantas en Atlanta en
los Juegos Paralímpicos, Mallorca se ha desangrazulado mucho. (El País, 16 de agosto de 1996, Maruja
Torres).

La palabra empleada por Maruja Torres rezuma efectividad, gracia y legitimidad.


Y otro:
Cuánto mejor sería que el líder peneuvítico hablara con normalidad y responsabilidad. (El País,
11 de marzo de 1997. Miguel Ángel Aguilar).
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Se refiere el autor al presidente del PNV, Xabier Arzalluz, ex jesuita; y el neologismo hace un
juego irónico entre “peneuvista” y “jesuítico”.
En Madrid siempre hubo cenáculos donde se hosannaba la memoria de don Juan, como peaje pa-
ra criticar al Rey. (El País, 26 de noviembre de 2000. Fragmento del libro de Pilar Urbano Un abrazo de
humo, biografía del juez Baltasar Garzón).
La periodista Pilar Urbano inventa aquí el verbo “hosannar”, que se basa en el latinismo de ori-
gen hebrero hosanna, exclamación de júbilo usada en la liturgia católica.

2.3.2. Neologismos correctos


ACHIQUE. Aplicado al fútbol, el movimiento de la defensa hacia adelante para provocar el fuera de jue-
go del equipo contrario, y disminuir el terreno en que se desenvuelve generalmente el partido. Se trata en reali-
dad de una metáfora. Difundió la acción y la palabra el entrenador argentino César Luis Menotti.
AEROBIC. Gimnasia a ritmo de música, creada en los años setenta y popularizada por la actriz Jane Fon-
da. Como otras actividades deportivas, se ha incorporado casi como nombre propio (squash, golf, hockey...).
AYATOLÁ. Grado que se obtiene en las escuelas coránicas tras varios años de estudios islámicos y que
confiere a quien lo obtiene autoridad en la interpretación del libro sagrado.
BALSEROS. Los que huyen de Cuba hacia Estados Unidos en precarias balsas. En el verano de 1994 se
produjo “la crisis de los balseros”, cuando miles de personas utilizaron ese sistema para escapar del régimen cas-
trista.
BATASUNO. Miembro o simpatizante de Herri Batasuna, coalición que propugnaba la independencia del
País Vasco y apoyaba a la banda terrorista ETA. Normalmente, se usa con carácter despectivo.
BÍFIDO. Bacilo con propiedades dietéticas usado desde 1986 en la fabricación de yogures.
BLANQUEAR. En sentido figurado, operaciones de lavado de dinero negro (ingresos no controlados por
Hacienda) para convertirlo en depósitos de apariencia legal.
BONOBÚS. Acrónimo de bono y autobús. Billete de 10 viajes (generalmente) mediante el que se obtiene
un mejor precio para cada uso del transporte.
BONOLOTO. En España, un tipo de lotería del Estado. Abono que permite jugar con los mismos núme-
ros en cuatro sorteos de la Lotería Primitiva.
BUSCA. Aparato que suelen llevar los médicos y otros profesionales, enganchado al cinturón, para ser
localizados con prontitud mediante la transmisión de un mensaje escrito o verbal. Palabra y aparato están llama-
dos a desaparecer con la proliferación de los teléfonos portátiles. En algunos países de América se usa el angli-
cismo “bíper”.
DESCODIFICADOR. Al principio, algunos decían “decodificador” (por influencia del francés). Empa-
renta con la palabra madre, “codificar” —de código— y su formación es legítima. Se trata del aparato que tradu-
ce una señal de televisión o radio para que el usuario pueda disfrutarla.
ECOTASA. Impuesto con el que se gravan las actividades que pueden influir en el medio ambiente, como
las producciones eléctrica, química o petrolera. La palabra está formada legítimamente (con la raíz griega oixo
—casa, morada; raíz de ecología o ecosistema— y la palabra “tasa”).
EMOCICONO. Dibujo que se hace mediante la combinación de distintos signos ortográficos (los puntos,
los paréntesis...) para representar gestos humanos (de buen humor o de enfado, por ejemplo). Se emplea más la
donación del inglés “emoticono”; pero el español empieza a defenderse con el aporte “caritas”.
EUROESCÉPTICOS. De formación similar a la anterior. Dícese de los que no creen positiva la Unión
Europea.
FAXEAR. De teléfono, telefonear. De fax, faxear. Nada que objetar. Son palabras emparentadas con fac-
símile. Antes que “fax”, se dijo “telefax”; y antes, “telefacsímile” (fotocopias a distancia). El sistema se inventó
en 1949, pero no se popularizó hasta los años ochenta.
FORMATEAR. Poner un formato, usualmente para un programa informático. Nace por la necesidad de
una nueva función.
GORRILLA. Se llamó así en Sevilla al guardacoches ilegal, partiendo de una sinécdoque (la parte por el
todo). Responde muy bien al genio del idioma español.
GUIRI. Se designa así, en jerga, a los extranjeros que visitan España (no la oímos referida a los que viven
en su propio país, que en cualquier caso estaría siempre lleno de guiris; se supone que ahí los guiris serían los
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españoles). Tal vez proviene de una formación onomatopéyica, por el guirigay de las palabras extranjeras. Puede
utilizarse, pero conviene escribirla en cursiva al no estar aún suficientemente implantada.
HACER DEDO. Una nueva expresión con la que el castellano se defiende frente a “hacer auto-stop”.
HOMOFOBIA. Hay quien, desde una perspectiva purista, rechaza esta palabra. Etimológicamente, en
efecto, no significa “aversión a los homosexuales” —significado que se le pretende dar—, sino “aversión a lo
igual”. Pero la alternativa “homosexualesfobia” no la sustituiría con ventaja. Las organizaciones de homosexua-
les defienden la difusión de esta palabra de modo que sirva en su día para tipificar el delito de agresiones o dis-
criminaciones a estas personas.
INTERNET. En su día pudo haberse llamado “Interred”, o “Mundjrred”, pero se impuso la denominación
internacional Internet (en inglés, por supuesto), que al fin y al cabo la inventaron los norteamericanos. Se puede
tomar también como nombre propio.
KARAOKE. Llegó a España en 1993, procedente de los países asiáticos (donde triunfaba desde hacía
muchos años). Consiste en la emisión de un vídeo con música instrumental y subtítulos que muestran la letra de
una canción, de modo que el usuario pueda cantarla por su cuenta mediante un micrófono. Constituye uno de los
pocos casos de extranjerismo en que se puede aceptar sin más la expresión. Además, su pronunciación no repug-
na a la fonética castellana.
LAMBADA. Ritmo del verano del 89, interpretado por el grupo Kaoma. Cuando todos creíamos que ha-
bía llegado de Brasil, se descubrió que la canción estrella de este son era un plagio de una melodía boliviana de
los hermanos Hermosa. Se puede aceptar como neologismo sin problemas, como nombre propio —aunque se
escriba con minúscula— de un determinado ritmo (igual que rock o blues).
LIPOSUCCIÓN. Nueva palabra para un nuevo concepto. Consiste en aspirar la grasa mediante una cánu-
la que se aplica a la zona correspondiente. La técnica fue inventada en 1977 por el cirujano francés Yves Gérard
Illouz.
LITRONA. Botella de litro —generalmente de cerveza— que los jóvenes suelen adquirir en los super-
mercados y que se consume al aire libre. Su alternativa es “botella de litro”, pero “litrona” añade connotaciones
específicas a las que no se debe renunciar.
MARUJA. Precedida del artículo “una” y escrita con minúscula, designa la mujer que se dedica a las la-
bores domésticas sin otras pretensiones culturales o profesionales. Se extendió a mediados de los años ochenta.
MICROONDAS. Un nuevo vocablo para un invento destinado al hogar. El principio físico fue inventado
(o descubierto) en 1945, y se trata del radar electrónico aplicado a la cocina. Los alimentos no se calientan por
contacto directo con una fuente de calor, sino por la estimulación a distancia de la frotación de sus partículas. El
primer horno de este tipo se vendió en Estados Unidos en 1967. En Francia, a mediados de los setenta. A España
llegó con los ochenta.
MITINERO. Probablemente, se puede sustituir bien “mitin” (meeting) por “acto electoral”, o “acto públi-
co”, o “discurso político”, “discurso electoral”... Pero, ciertamente, la palabra “mitinero” tiene connotaciones
propias (demagógico, acalorado, apasionado en la expresión...)
MÓVIL. El adjetivo de “teléfono móvil” se ha convertido en sustantivo. En el español de América se le
llama también “portátil” y “celular”.
MULTIPROPIEDAD. Propiedades inmobiliarias —por lo general, apartamentos en zonas turísticas—
que comparten varias personas —normalmente desconocidas entre sí— y que se distribuyen en el tiempo de mo-
do que sus dueños las usen sucesivamente, sin coincidir jamás. Por tanto, se trata de una propiedad de muchos, y
se puede aceptar la palabra sin problemas.
NARCO. Apócope de “narcotraficante”, que ha tenido gran éxito en la prensa por su menor número de le-
tras que la palabra completa, lo que facilita los titulares. El periodista deberá darle el mismo tratamiento que su
publicación otorgue a otros apócopes (como “tele”, “cole”, “seño”…).
OKUPAS. Quienes entran ilegalmente en propiedades ajenas cuyos dueños no les dan uso práctico (tal
vez sólo uso especulativo). La “k” forma parte del gusto contracultural hacia esa letra con fama de transgresora
(empezando por la propia palabra “kultura”). Puede aceptarse como parte de una jerga que se va introduciendo
en el lenguaje normal. Y porque ofrece matices distintos respecto a “ocupantes”.
PARABÓLICA. Igual que en el caso de “móvil”, el adjetivo se ha pasado a nombre. Las antenas parabó-
licas se llaman así por el diseño característico de la “paellera”, que parece inspirarse en la parábola geométrica.
Permite recibir la imagen de televisión o sonido que rebota un satélite artificial.
PATERA. Muy presente en el lenguaje periodístico, define la embarcación de escasísimo calado que usan
muchos magrebíes para cruzar el estrecho hacia España, en penosas condiciones. Se empieza a utilizar en los pe-
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riódicos en los años ochenta. En realidad, se trata de una palabra de sentido figurado, puesto que significa “plato
o cuenco de poco fondo que se usaba en los sacrificios antiguos”.
RATÓN. El mando que, manejado sobre la mesa con movimientos horizontales, reproduce igual movi-
miento, esta vez vertical, en la pantalla del ordenador. La traducción del inglés Mouse se adapta en este caso
también al castellano, y procede de la forma del instrumento, concebida así para acomodarse mejor a la mano.
SENDERISMO. Deporte o diversión que consiste en caminar por el monte o por parajes de valor ecológi-
co o ambiental. Palabra de formación legítima.
SEROPOSITIVO. Una voz técnica que ha pasado al lenguaje común, convertida precisamente en nombre
común. Define a la persona portadora del virus de la inmunodeficiencia humana. El afectado no es un enfermo
de sida pero sí está infectado, con posibilidades de desarrollar la enfermedad. La palabra comenzó a generalizar-
se en 1983, y ahora decimos de alguien que es “un seropositivo”.
SIDA. Como ya hemos visto anteriormente, se trata de una palabra más de las que se forman a partir de
siglas. Su uso comenzó en 1981. También se usan los derivados “sídico” y “sidoso”, incluso “sidatorio” y “sida-
fobia”. La Academia incluyó en su Diccionario de 1992 solamente “sida” y “sidafobia”.
TELEMANDO. O mando a distancia. Es mejor emplear “telemando” porque economiza espacio.
TRIATLÓN. Competición que consiste en carreras de ciclismo, natación y pedestrismo, y que comenzó a
disputarse en 1987. Se originó en una apuesta entre soldados de marina norteamericanos. La palabra se forma
mediante una modificación del vocablo “decatlón” (del que también se forman “pentatlón” y “heptatlón”)
ZAPEAR. Esta voz siempre significó “espantar”, “ahuyentar” (especialmente al gato). La Academia ha
admitido ahora el significado de cambiar reiteradamente de canal de televisión. Al no aportarse en su día expre-
siones como “fisgar”, “curiosear” o “picotear” (habrían respondido mejor a nuestro idioma), o incluso “cana-
lear”, se ha terminado imponiendo este vocablo vacío, que procede de zapping, una onomatopeya inglesa. No
obstante, el periodista no debe olvidar alternativas como las citadas, siquiera como cuestión de estilo.

2.3.3. Neologismos desaconsejables


AIRBAG. Anglicismo que se puede sustituir por “globo de seguridad” o “globo” simplemente (igual que
“cinturón de seguridad” ha pasado a decirse “cinturón”).
AUTOFOCUS. Sistema fotográfico que se puede denominar perfectamente “autoenfoque”.
BABY SITTER. El español se ha defendido aportando “canguro” para definir a la persona que cuida ni-
ños por horas.
BAFFLE. Altavoz o pantalla acústica. Se puede sustituir por esas palabras o también por “columna”.
BANNER. En inglés significa “bandera” o “estandarte”. En Internet equivale a “anuncio” o “publicidad”
(suelen tener forma alargada, banden; pero los de los estadios de fútbol también, y no se llamaron nunca ban-
ners).
BEICON. Del inglés bacon. Entró en el Diccionario en 1992. Hasta entonces nos lo habíamos comido
creyendo que era panceta. La Academia lo define ahora como “panceta ahumada”.
BROKER. Intermediario que compra y vende por cuenta ajena. Intermediario sin riesgo propio. O sim-
plemente, intermediario o agente.
CASSETTE. La Academia ha admitido “el casete”, para referirse al aparato, y “la casete” para designar
las cintas. El español se va defendiendo al usar cada vez más “la grabadora” y “las cintas”.
CATERING. En España se aplica sobre todo a la comida que dan en los aviones. Se puede sustituir por
aprovisionamiento, intendencia, suministro de alimentos o, simplemente, comida.
CHAT. CHATEAR. Chat no existe en español; “chatear”, sí: significa “tomar chatos de vino”. En la jerga
internauta, el sustantivo equivale a “foro”, “tertulia”, “conversación”...; y como verbo, a “conversar”, “debatir” o
“dialogar” en Internet. Serían legítimas las construcciones “interforo”, “ciberforo”, “ciberdebate”, “ciberdiálo-
go”..., para ceñir esas acciones a la Red.
CLIQUEAR. CLICAR. “Pulsar” un determinado espacio en la pantalla del ordenador cuando el cursor se
halla sobre él, para obtener una respuesta del programa.
COMPACT. Disco de música, irrompible, que se graba y reproduce por un sistema numérico (también
llamado digital, de dígito). Fue inventado por la empresa Philips y se generalizó en 1983. Proporciona una gran
calidad de sonido. Se debe decir “compacto”. Pero en el futuro se llamará simplemente “disco”, una vez que los
de vinilo dejen de existir y no haya necesidad de diferenciarlos.
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CRACK. La estrella de un equipo de fútbol. El castellano dispone de muchas alternativas: figura, astro,
genio... También, un tipo de droga derivada de la cocaína (en este caso, la única posibilidad de castellanizar el
vocablo sería “crac”). A veces se escribe por error “crack” en lugar de “crash” (el hundimiento o bajón de la
Bolsa).
DISKETTE. La Academia ha admitido “disquete”, pese a que no se trata propiamente de un disco. De to-
das formas, ya se emplea más el “zip”. Es probable que todo termine llamándose “disco”, como el actual “cedé”.
E-MAIL. La palabra adecuada en español es “mensaje”: “Te envío un mensaje”. Y si se trata de un texto
largo, se puede acudir sin complejos a “carta”. Dentro de muy poco sólo existirán las cartas que se envíen por
Internet; y es muy probable que se mantenga la palabra aunque cambie el medio de transporte. También eran
mensajes los que llevaban las palomas, y cartas las que portaba aquella persona que corría para llevarlas pronto.
Igualmente, conviene hablar de “correo electrónico” o “cibercorreo” para referirse al sistema de envío. Y a la
“dirección” informática puede llamársele “buzón”.
FINGERS. Pasarelas para acceder al avión. En los aeropuertos las llaman “mangueras” o tubos.
FLIPAR. En inglés, flip significa “viaje corto de placer”. Y flippant es algo disparatado, alocado. La pa-
labra que nos llega parece mezclar ambos conceptos. Pero en español se puede sustituir por “alucinar”; y “flipe”,
por “alucine” (en jerga).
FOOTING. Analizando la frase completase puede buscar mejor la alternativa: “Iba por el monte corrien-
do”, “iba por el monte haciendo deporte”. Si se quiere una palabra más sencilla, úsese “corretear” o simplemente
“correr”.
FORDWARDEAR. En la jerga informática, reenviar algo. Se recibe un mensaje y se remite tal cual a otra
persona. El filólogo José Antonio Millán propone, con magnífico criterio, el verbo que siempre se utilizó en el
servicio de correos: reexpedir.
GAY. En el provenzal, gai significa alegre (de aquí que en español “gayo” y “gaya” signifiquen alegre
también; y que a la poesía se le denomine “la gaya ciencia”). Pero la palabra —de igual raíz— nos llega a través
del inglés para significar “homosexual masculino. En un buen estilo, debemos huir de “gay” y escribir “homose-
xual” (palabra que engloba a hombres y a mujeres).
HARDWARE. Pese a que muchos creen que hacen falta palabras nuevas para los inventos recientes de la
informática, este vocablo ya existía en inglés muchos años antes de que llegaran los ordenadores. En informática,
el hardware es el soporte físico. Lo que normalmente llamamos el ordenador. Equivale al aparato de televisión o
televisor (o sea, el continente).
HOMELESS. Siguiendo el gusto inglés de definir las ideas con una negación, aquí se ha traducido como
“sin casa”, “gente sin casa”, “los sin casa”. En castellano se dice “indigentes”, o “vagabundos”, o “desvalidos”, o
“pordioseros”, o “mendigos”...
HOMEPAGE. Se puede emplear “portada” pan referirse a la imagen inicial que nos ofrece un espacio de
Internet.
JACUZZI. Bañera importada de Japón y que comenzó a generalizarse en saunas y gimnasios a principios
de los ochenta. Se puede explicar mejor con la palabra “hidromasaje”.
JET-SET. En teoría, la sociedad del reactor. Pero quien lo utilice incurrirá en error tanto en español (por-
que dispondrá de opciones mejores) como en inglés (porque la gente a la que se suelen referir con ese vocablo
los periodistas no tiene ni reactor ni nada. Como mucho, usan un aerotaxi, y no todos). Se puede sustituir por “al-
ta sociedad”, “los ricos”, “la gente de lujo”, “los famosos”...
KIT. En español, lote. Un kit de afeitado, un kit de productos informáticos... son un lote de afeitado, un
lote de productos informáticos...
LIDERAR. Anglicismo admitido por la Academia en 1987. Se puede sustituir por expresiones más caste-
llanas, como encabezar, dirigir, presidir, acaudillar, capitanear, comandar, pilotar...
LIFTING. Levantar (to lift) la piel para luego estirarla, de modo que la persona sometida a esta interven-
ción parezca más joven. Se puede sustituir por “estiramiento”.
LIGHT. Productos ligeros, suaves, rebajados, descafeinados, sin nicotina, sin azúcar, sin calorías... Cual-
quiera de estas opciones gana a la palabra inglesa. En algunos países de Hispanoamérica, a la Coca-Cola light se
le llama “Coca-Cola de dieta”.
LINKAR. LINK. Como tantos otros casos relativos a la informática o Internet, las palabras en inglés (o
en spanglish) se pueden sustituir perfectamente por sus concentos en español. En este caso, “enlazar” y “enlace”.
Si es que deseamos que nos entienda el gran público.
MAILING. Reparto de propaganda a domicilio. Se puede utilizar “buzoneo”.
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MARKETING. En castellano existe “mercadotecnia”, que cualquiera puede entender perfectamente por
su analogía con “pirotecnia”, “nemotecnia”, “luminotecnia”... En cambio, marketing sólo da pistas a quien sepa
inglés.
MASACRE. MASACRAR. Galicismos. En correcto español, “matanza” y “aniquilar”.
MÁSTER. Se ha puesto de moda esta palabra, que refleja simplemente lo que en español se puede llamar
estudios de posgrado. Hace unos años se sugirió la alternativa “magister”, pero no prosperó. En el español de
América se le llama “maestría”.
MISS. En España ya tal vez no tenga remedio. Pero en Venezuela a las misses se les llama “reinas” de be-
lleza; y la más guapa de Colombia recibe la denominación de “señorita Colombia”. Las ganadoras colombianas
obtienen también el título de “reinas”; y las damas de honor, el de “princesas”.
PACK. Un paquete, un paquetito, un envoltorio...
PARKING. No está claro si esta palabra equivale a “aparcamiento subterráneo”, porque a menudo se em-
plea para referirse a grandes estacionamientos al aire libre. En países de Latinoamérica se aporta como equiva-
lente “parque”. De todas formas, el castellano se defiende con expresiones como “he dejado el coche en el subte-
rráneo”, en las que se sobreentiende que se trata de un aparcamiento
PASSWORD. La fórmula alfabética, numérica o alfanumérica para tener acceso a un ámbito informático.
Por tanto, se pueden emplear en español “clave”, como en los cajeros automáticos, o “contraseña”.
PINS. En otro tiempo se llamaron “alfileres” o “insignias”, según su forma y su enganche.
PLUG-IN. En informática, “conectar”, “enchufar”.
POSICIONARSE. Palabra que introdujeron en la prensa los políticos vascos. No tiene sentido si ya con-
tamos con otras más eficaces, como “definirse”, “situarse”, “pronunciarse”... Aún parece más fea la derivación
“posicionamiento”. Lamentablemente, la Academia ha aceptado ya “posicionarse”.
PRIME TIME. Muy empleada en las páginas de televisión, esta voz se puede sustituir muy bien por “ho-
rario estelar”, “hora de máxima audiencia”, “horario principal”, “horas de oro”...
PUENTING. Deporte que consiste en arrojarse por un puente, atado a la barandilla con unas cuerdas elás-
ticas. El Libro de estilo de El País aportó la innovación “puentismo”, como alternativa, opción que reprodujeron
luego textualmente el Libro de estilo de El Mundo y el del diario mexicano Siglo 21.
REALITY SHOW. Como ya hemos visto anteriormente, se puede sustituir por “programa de sucesos”.
ROL. Se trata de un galicismo muy introducido en el habla, sobre todo con los “juegos de rol”, pero antes
en la sociología. Un periodista cuidadoso debe evitar expresiones como “jugar un rol” o “tener un rol social”, y
emplear preferiblemente “representar un papel”, “desempeñar una función social”.
SKINS. El castellano se ha defendido aportando la alternativa “rapados”. Se comete una redundancia al
decir “cabezas rapadas”, puesto que si nos hablan de alguien que se ha rapado entendemos siempre que se trata
del cabello.
SOFTWARE. En informática, el soporte lógico, los programas, las aplicaciones. El equivalente a los pro-
gramas de la televisión (o sea, el contenido). Conviene huir de la palabra inglesa.
TERTULIANO. Tertuliano no era un hablador impenitente, sino un famoso teólogo cartaginés que en el
siglo III escribió La prescripción de los herejes para reflejar los principios cristianos de la tradición y la autori-
dad. Algunos de los tertulianos actuales se le parecen, pero eso no es motivo para olvidar la voz “contertulio”, de
mejor estilo.
TETRABRIK. Cajas de cartón forrado interiormente por un derivado de aluminio. El sistema fue inven-
tado en Suecia en 1952, y sirve para envasar leche, vino, agua... En español se puede reemplazar simplemente
por “cartón”, y de hecho los consumidores ya hablan de comprar “un cartón de leche” o “una caja de leche”.
TOP-LESS. Como en el caso de homeless, se define algo con una voz que equivale a una negación: “sin
la parte de arriba”. El castellano ya se empieza a defender también ante esta nueva colonización y muchas chicas
dicen “tomé el sol en tetas”. En cualquier caso, la expresión inglesa se puede evitar con recursos como “tomó el
sol sin sujetador”, “trabaja en una barra a pecho descubierto”, “es un local de camareras con el pecho desnudo”..,
O “tomó el sol en braga” (si el contexto lo permite).
TOP-MODEL. Modelo de altura, chica de portada, modelo cotizada, modelo famosa, supermodelo... O,
simplemente, modelo. Si realmente se trata de top-models, bastará con escribir su nombre.
VIDEOCLIP. Se puede sustituir por la expresión “vídeo musical”, o forzando más el invento, por “musi-
vídeo” o “videocorto”. Se trata generalmente de vídeos de promoción que se lanzan con la salida de un nuevo
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disco, así que también podemos sugerir “promovídeo”. Lamentablemente, la expresión videoclip se ha extendido
mucho, y no se ve fácil este intento de sustituirla.
WALKMAN. Se puede llamar “magnetófono portátil”, o simplemente “el portátil”: “Iba corriendo mien-
tras escuchaba música en el portátil”. El periodista dispone también de la expresión “los cascos”: Iba escuchando
música por los cascos”, “oía la radio por los auriculares”.
WINDSURF. En algunos países de Latinoamérica se conoce este deporte como “tabla-vela”. Probable-
mente, poco a poco se irá halando sólo de “hacer tabla” en lugar de “hacer windsurf”. Y tal vez ocurra lo mismo
en el caso del surf
YONKI. Del inglés junkie, que viene de junk (trastos viejos, basuras, desperdicio, chatarra). Por tanto, te-
nemos dos motivos para no usar esta expresión: que pertenece a otro idioma y que constituye un desprecio hacia
los enfermos que padecen dependencia de las drogas. Se pueden usar “drogadictos” (aunque se trata de un gali-
cismo) o —mucho mejor— “drogodependientes”; en determinados reportajes nos encajarán también expresiones
como “enganchados” o “colgados”.
YUPPIES. Profesionales en una situación económicamente acomodada, instalados en el sistema. Puede
sustituirse por “joven ejecutivo” o, simplemente, “ejecutivo”. La palabra inglesa procede del acrónimo de young
upwardly-mobile people, o gente joven en ascenso.

2.4. Redundancia
Se denomina redundancia a la repetición de la misma información en un mensaje. Cuando al-
guien dice ¡Entra adentro!, está repitiendo con el adverbio la misma información del verbo entrar,
cuyo significado es ‘pasar adentro’.
Se trata de un mecanismo necesario en la comunicación, mediante el cual el emisor intenta ase-
gurarse de que el contenido transmitido llegue al receptor de manera completa, reduciendo las inevita-
bles pérdidas que supone la transmisión de la información. En el lenguaje escrito, son redundantes de-
terminados recursos tipográficos: un texto escrito con letras mayúsculas, con cursivas o con letra ne-
grita aporta la misma información que ese mismo texto con letra normal; sin embargo, estos recursos
tratan de asegurar que el contenido del texto llegará de la mejor forma posible al lector.
Un tipo de redundancia obligatoria es la llamada redundancia gramatical. En español —como
en el resto de lenguas derivadas del latín— es redundante la concordancia: en un enunciado como Las
camisas nuevas están planchadas la información de género femenino se repite en cuatro palabras y la
de número en las cinco (compárese con el inglés, donde solo una marca sirve para indicar pluralidad
The new shirts).
• La redundancia léxica es la reiteración mediante otra palabra del contenido que ya conlleva
una unidad aparecida antes. Un tipo particular de redundancia es la que se usa para producir un efecto
expresivo o intensificador: aunque es claro que uno sólo puede ver con los propios ojos, no resulta
igual de convincente una expresión neutra como Lo vi que la redundante Lo vi con mis propios ojos;
probablemente el efecto que se consigue con una orden como ¡Sube para arriba! sea más eficaz que la
del simple ¡Sube! Para este tipo de redundancias se reserva el nombre de pleonasmo. Son pleonasmos
también los llamados complementos internos: vivir una vida, dar un portazo a la puerta, correr una
carrera, soñar un sueño. Otras redundancias, a veces criticadas, cumplen la función pragmática de
ayudar al receptor a interpretar el mensaje: decir aterido de frío es redundante, pues aterido significa
‘pasmado de frío’, pero al añadir el complemento estamos tratando de facilitar la interpretación del
mensaje ante un eventual desconocimiento del significado del término por parte del receptor. Pueden
considerarse redundancias que cumplen esta función las de ejemplos como mendrugo de pan, hijo
primogénito, bifurcarse en dos, crespón negro, divisas extranjeras, deambular sin rumbo, estafeta de
correos, macedonia de frutas, nexo de unión, colofón final, monopolio exclusivo, etc.
Deben evitarse, sin embargo, las redundancias cuando no aportan ni efectos pragmáticos ni ex-
presividad al enunciado, sino que sirven únicamente de relleno a la expresión. Se trata con frecuencia,
además, de expresiones que se generalizan y se convierten en meros clichés.
Algunas de las redundancias frecuentes en el español actual son las siguientes (los elementos
redundantes y, por tanto, suprimibles van marcados con negrita):
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• a la misma vez
El adjetivo misma es redundante; basta con decir a la vez.
Nunca antes en la historia, el contacto de la población con los centros de decisión política había sido tan
inmediato y, a la *misma vez, tan indirecto.

• a menudo, frecuentemente, con frecuencia


Son expresiones pleonásticas cuando se usan con verbos que indican acción que se hace repeti-
damente por costumbre, como soler, frecuentar, acostumbrar, etc.
Lo que *frecuentemente suele suceder es que a algunos de los dos padres les dé miedo tener relaciones
sexuales durante el embarazo.

• a un mismo tiempo
Cruce de dos estructuras de igual significado: a un tiempo y al mismo tiempo.
Aquel político ingenuo e idealista intentó a un *mismo tiempo contentar a las derechas y las izquierdas
del país.

• accidente fortuito
Solo si se trata de un suceso fortuito puede hablarse de accidente; si no, es un suceso, un inci-
dente, etc.
Como Vuestra Excelencia ya sabe, un accidente *fortuito y lamentable costó la vida a los cinco geólogos
que realizaron la investigación conmigo.

• actualmente en vigor
En vigor quiere decir que ‘rige, se usa o es válido en el momento de que se trata’. Solo es nece-
sario especificar la vigencia para referirse a momentos diferentes del que se habla: en vigor hasta
1958; en vigor durante el siglo pasado.
Sabemos que la policía no puede intervenir porque las leyes *actualmente en vigor, lo impiden.

• adelante
Es redundante cuando se combina con palabras que contienen la idea de ‘hacia delante’, como
proseguir adelante, progresar adelante.
Descendía nadando cuando divisó en tierra a alguien que le hacía señas de proseguir *adelante.

• aproximadamente
Este adverbio cuantificador resulta redundante si se combina con otras expresiones que indican
cantidad estimada o aproximada:
Es *aproximadamente unas diez veces mayor.
Más de 600 caballos, yeguas y poneys de *aproximadamente unas 150 ganaderías están presentes en la
VII edición del salón internacional del caballo.

• antecedentes previos
El antecedente de un hecho es aquello que ha ocurrido con anterioridad y que se usa para com-
prender ese hecho o valorarlo. Por tanto, es redundante el adjetivo previo.
(...) se ha visto envuelto en un nuevo escándalo tras la desaparición de unos documentos confidenciales
sobre los antecedentes *previos de la actriz.
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• arrecido de frío, aterido de frío


Arrecirse es ‘entumecerse por exceso de frío’; aterir es ‘pasmarse de frío’:
Cuando se calló, los dientes le castañeaban como si estuviera arrecida *de frío.

• asesinato premeditado
Un asesinato es un acto alevoso que causa la muerte de una persona y la alevosía es la ‘cautela
para asegurar la comisión de un delito, sin riesgo para el delincuente’, lo que supone premeditación.
(...) lo que apoya la versión de que se trató de un asesinato *premeditado y selectivo de los servicios se-
cretos.

• autopsia de un cadáver
Solo se pueden realizar autopsias a los cadáveres.
En la vista declaró el médico forense que practicó la autopsia *al cadáver del anciano.

• beber líquidos
Beber significa ‘ingerir un líquido’, por lo que el complemento debe ser la especificación del lí-
quido: bebe vino, bebe limonada.
Amedio aprendió a comer correctamente con la cuchara, a beber *líquidos en un vaso, a jugar a la com-
ba y a abrir las puertas.

• cita previa
Se define cita como la ‘asignación de día, hora y lugar para verse y hablarse dos personas’: Por
tanto, pedir cita implica acordarla previamente. A menudo se usa cita previa para referirse a la que se
solicita telefónicamente en organismos públicos, como hacienda, hospitales, etc.
Si su declaración es abreviada o simplificada y quiere que se la confeccionemos gratuitamente,
deberá pedir cita *previa en el teléfono indicado.

• colofón final
El significado de colofón es el ‘remate final de un proceso’.
Como colofón *final actuarán El canto del loco junto a la alicantina Inma Serrano.

• completamente, por completo, absolutamente


Es pleonástico combinar estas expresiones con adjetivos que ya contienen en su significado la
idea de totalidad, como abarrotado, repleto, colmado, atestado, colapsado y similares, así como con
otros que no admiten gradación, como gratis, innecesario. Se usan a menudo con valor enfático con
verbos como suprimir, desaparecer, ignorar, evitar, diluir, desaparecer, eliminar, descartar, etc.
Y por el transporte, no os preocupéis: tenéis también, *completamente gratis, hasta tres portes para que
los regalos lleguen a casa.
Llegamos a las once de la noche al palacio de los deportes que estaba *completamente abarrotado de
público.
Bonilla dijo que este punto creará un gran conflicto debido a que tanto la Cámara de Industria como la
de Comercio están pidiendo que desaparezca *por completo dicho impuesto.

• conocer por primera vez


Conocer implica la idea de acceder a un conocimiento que no se tenía previamente, por lo que
resulta redundante el complemento temporal.
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Cuando conocí *por primera vez la isla me quedé maravillado de sus encantos.

• constelación de estrellas
Una constelación es un ‘grupo de estrellas’. Se abusa de esta redundancia cuando estrella tiene
el valor metafórico de ‘personaje famoso’ del mundo del cine, el espectáculo, etc.
Almodóvar apareció rodeado de una *constelación de estrellas de Hollywood como los actores Robert
De Niro, Ben Affleck y Glenn Close, (…)

• crespón negro
Un crespón es una ‘tira o lazo de tela negra’; por tanto, es redundante hablar de crespones ne-
gros.
El edificio amaneció con banderas a media asta con crespón *negro por la muerte del guardia civil.

• de antemano, con antelación, por adelantado


Son locuciones redundantes combinadas con palabras en cuyo significado esté la idea de ante-
rioridad, especialmente con las formadas por el prefijo pre-: prever de antemano, predecir con antela-
ción, previsión por adelantado, presagiar con antelación, avisar con antelación, reservar de ante-
mano, etc.
Además de ver a Clinton, su viaje, previsto *con antelación, incluye una visita a la sede de la ONU.

• de nuevo, nuevamente, otra vez


Son expresiones pleonásticas cuando se combinan con palabras que denotan repetición, en par-
ticular con las prefijadas con re-: repetir *de nuevo, reiniciar *de nuevo, reaparecer *nuevamente.
Tal como el Mefistófeles del Fausto, queriendo hacer el mal hará siempre el bien, porque sus
esfuerzos aniquiladores sólo servirán para reproducir *de nuevo más y más.

• dentro y adentro
Se consideran pleonasmos cuando se combinan con verbos como entrar, introducir(se), me-
ter(se). No obstante, pueden ser aceptables cuando tienen una intención expresiva.
El representante de la gestora cogió una cubitera de hielo que había en la sala e introdujo *dentro cua-
tro trozos de papel doblados con los nombres de los cuatro candidatos,
Fue de un lugar a otro hasta meterse *dentro de la pequeña guarida (correcto: en).

• deambular sin rumbo


Deambular indica un modo de andar sin dirección determinada, esto es, sin rumbo.
(...) varios que prefieren jugar al fútbol y otros tantos a los que les gusta deambular *sin rumbo fijo.

• diferentes, distintos, diversos


Estos adjetivos se usan con mucha frecuencia de forma redundante cuando aparecen en grupos
nominales junto con un numeral.
Por tanto, añade un tercio a la cifra anterior, y obtiene así la escalofriante cantidad de 41.389 especies
*distintas de artrópodos por hectárea de bosque.

• divisas extranjeras
Las divisas son las monedas extranjeras, no hace falta especificarlo.
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En realidad, toda la operación parece una reforma monetaria destinada a recolectar las divisas
*extranjeras que pueda todavía tener la población.

• doblar a muerto
Referido a las campanas, doblar significa ya ‘tocar a muerto’.
¿Por quién doblan las campanas? Cuando las oigas que doblan *a muerto no preguntes quién se ha
muert. Te has muerto tú.

• edad longeva
El adjetivo longevo significa ‘muy anciano o de larga edad’, por lo que resulta redundante como
complemento del sustantivo edad.
(...) y finalmente gobernar hasta que en edad *longeva muere en la cama sin haber dejado de ser jefe del
Estado (preferible: edad avanzada).

• erario público
El significado de erario es ‘tesoro público’. Erario admite adjetivos como municipal, nacional,
comunal, etc., pero no público.
Es mucho lo que la provincia aporta al erario *público y poco lo que recibe a cambio,

• error involuntario
El error, por naturaleza, ha de ser involuntario. Si no es así, no es un error, sino un acto malin-
tencionado o una falta o descuido premeditados.
Por un error *involuntario se borraron todos los datos del ordenador.

• especial hincapié
El sustantivo hincapié conlleva la idea de insistencia en algo que se afirma, se propone o se en-
carga. Por tanto, supone una atención especial.
Hizo *especial hincapié en los problemas a los que se enfrenta la economía.

• exultante de alegría, de gozo, de satisfacción


El significado de exultante es ‘que muestra gran alegría o satisfacción’, por lo que los comple-
mentos resultan redundantes.
Hablé con el presidente por teléfono y estaba exultante *de alegría.

• falso pretexto
Pretexto tiene el significado de ‘causa simulada’, por lo que siempre es falso. Puede servir como
recurso pleonástico.
Con el tiempo me di cuenta de que los *falsos pretextos que utilicé para convencerle no me sirvieron de
nada bueno.

• fuera, afuera
Se consideran pleonasmos cuando se combinan con verbos como salir, escaparse u otros de
significado similar. No obstante, puede ser aceptable cuando tiene una intención expresiva.
Antes de detenerlo, el comisario le dio la posibilidad de poder salir *fuera del país.
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• funcionario público
Un funcionario es una ‘persona que desempeña profesionalmente un empleo público’. No puede
haber, por tanto, funcionarios privados.
El tema de fondo es que han desaparecido los tiempos en los que un funcionario *público era calificado
por lo mucho que gastaba en un problema concreto.

• hecho real, práctico


Un hecho es una ‘acción u obra’, una ‘cosa que sucede’ por lo que ha de ser real; y, por eso
mismo, no puede ser teórico. Puede aceptarse, sin embargo, decir que una obra de ficción está basada
en un hecho real, para indicar que se ha tomado el argumento de algo ocurrido en la realidad.
Consecuencia teórica de este hecho *práctico son las constantes disputas en relación a la naturaleza y
características de la TV que, desgraciadamente, son el aspecto menos tratado en la bibliografía especializada.
El traspaso del centrocampista blanquiazul Roberto al Atlético de Madrid ya es un hecho *real.

• hijo primogénito
Primogénito significa ‘hijo nacido en primer lugar’. Para diferenciar entre hijos según su mo-
mento de nacimiento, debe usarse hijo mayor frente a mediano o pequeño. Primogénito ya implica la
palabra hijo.
Sin embargo, en el caso del sacrificio de Abraham sí coinciden los tres textos. En ellos se dice que Dios
ordenó al padre de las tres religiones entregarle a su *hijo primogénito.

• hipotético supuesto
Un supuesto es una ‘suposición’, por lo que es siempre de carácter hipotético.
Pensaba explayar su filosofía acerca de la protección del casco urbano de Elche en el *hipotético su-
puesto de que las manifestaciones se llevaran a cabo.

• hueco vacío
Hueco como sustantivo significa ‘espacio vacío en el interior de a1go’, por lo que ya está vacío.
Podemos decir que al fallecer alguien dejó un hueco o dejó un vacío, pero no ambas cosas.
Durante la conmemoración del aniversario fundacional de la Falange Española era visible un hueco
*vacío en el banco azul, el correspondiente al ministro de Información.

• idiosincrasia propia, particular


La idiosincrasia la constituyen los ‘rasgos, el temperamento, el carácter, etc., distintivos y pro-
pios de un individuo o de una colectividad’.
Camina arrastrando lo pies, tiene onos ojos enormes y azules, cuando te mira parece que te esté desnu-
dando. Él es así. Es su personalidad, su *propia idiosincrasia.

• insistir reiteradamente, de nuevo, una vez más


El significado de insistir es ‘instar reiteradamente’, ‘repetir’, lo que convierte en redundantes los
complementos señalados.
El teniente insistió *reiteradamente al capitán sobre esta cuestión vital.

• interrelacionados entre sí, unos con otros y similares


Es redundante el empleo de estas secuencias como complemento de palabras prefijadas con in-
ter-: interrelacionados entre sí, intercomunicados entre si, etc. El prefijo inter- significa ‘entre’.
Este concepto comprende dos conjuntos de aspectos distintos, pero interrelacionados *entre sí.
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• kilos de peso
De peso es un complemento redundante cuando se coloca tras unidades que expresan esta mag-
nitud: tonelada de peso, kilos de peso, gramos de peso, etc.
Han realizado 1.400 kilómetros de dura travesía a pie, tirando de un trineo con 80 kilos *de peso.
Dos prensas hidráulicas trasladaron la monumental pieza de 800 toneladas *de peso.

• macedonia de frutas
Macedonia significa ‘ensalada de frutas’
Añade el arroz ya cocido y la macedonia *de frutas escurrida. Mezcla suavemente.

• mendrugo de pan
Referido al pan, un mendrugo es un pedazo duro o que se desecha.
Lo único que pedía era un mendrugo *de pan para sus hijos.

• monopolio exclusivo
Monopolio se define como la ‘concesión otorgada por la autoridad competente a una empresa
para que ésta aproveche con carácter exclusivo alguna industria o comercio’.
La seguridad pública es monopolio *exclusivo del Estado.

• nexo de unión
Un nexo es un nudo, un lazo, una unión.
El Patrimonio geológico nos permite establecer el nexo *de unión entre la historia de la Tierra y la his-
toria del Hombre.

• objetar en contra
En el significado de objetar ya está incluida la idea de ponerse en contra de algo.
Todo se realizará como estaba previsto, siempre que alguien no tenga nada que objetar *en contra.

• opinión personal
Es un pleonasmo la combinación del posesivo mi y el adjetivo personal, usada pragmáticamente
como refuerzo expresivo.
Mi opinión *personal es que se dan las circunstancias que justifican una actitud comprensiva y generosa
de la sociedad.

• parte integrante
Una parte es una ‘porción de un todo’, por lo que necesariamente ha de ser integrante.
La música y los bailes forman parte *integrante de la vida social de la ciudad.

• peluca postiza
Las pelucas son siempre postizas.
Quedó completamente calvo, sin un pelo en todo el cuerpo y se puso una peluca *postiza.
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• persona humana
Es redundante, salvo si humana se emplea como ‘comprensiva, sensible a los infortunios aje-
nos’.
Todos creemos en la dignidad de la persona *humana y en el respeto del derecho.

• personalmente
Es redundante cuando el hablante lo usa para expresar opiniones propias, a menudo precedido o
seguido de pronombres personales de primera persona, yo, a mí.
Uno tiene una responsabilidad muy fuerte, porque le piden resultados. Pero yo *personalmente me in-
clino por la honestidad.
A mi, *personalmente, me parece que la extradición es una monstruosidad.

• plan futuro
El adjetivo resulta redundante combinado con sustantivos que contienen la idea de futuridad,
como plan, proyecto, propósito, intención, deseo, etc.
En el plan *futuro de de la empresa figuraba la búsqueda de otros mercados.

• protagonista principal, directo


El protagonista siempre es el personaje principal, sobre el que recae directamente la acción que
se narra o que sucede.
El actor argentino consiguió el papel de protagonista *principal de la película.
Durante su etapa como ministro de la Guerra fue protagonista *directo de dos acontecimientos relevan-
tes.

• puño cerrado
No hay puños abiertos, ya que puño es la ‘mano cerrada’. Aunque en ocasiones puede conside-
rarse pleonasmo por usarse con valor expresivo, debe evitarse el adjetivo cuando no aporta ese valor
añadido.
El lenguaje de los gestos debe de ser amable, evitando señalar con el dedo índice o amenazar con el pu-
ño *cerrado.

• regalo gratuito, gratis


Es redundante la combinación de estos adjetivos con sustantivos como regalo, obsequio, dona-
ción y otros en cuyo significado está la idea de gratuidad.
Se entregará un obsequio *gratuito a todos los asistentes.

• rodeado por todas partes


Rodear es ‘cercar algo cogiéndolo en medio’. Constituye un pleonasmo complementario con
por todas partes.
Vivía en una isla, rodeado *por todas partes de agua y de soledad.

• testigo presencial, directo


Un testigo es una ‘persona que presencia o adquiere directo y verdadero conocimiento de algo’,
por lo que el adjetivo presencial está contenido en el significado.
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Uno de los viajeros, que manifestó haber sido testigo *presencial de los hechos, relató que el Ejército af-
gano utilizó helicópteros de combate.

• túnel subterráneo
Es redundante el adjetivo si atendemos a la definición de túnel: ‘vía subterránea abierta artifi-
cialmente para el paso de personas y vehículos’. Túnel se puede usar con otros complementos como
tecnicismo, como túnel aerodinámico o túnel de lavado; se podría añadir el túnel de vestuarios, aún no
recogido en el diccionario.
El Museo está unido por medio de un túnel *subterráneo al teatro y anfiteatro de la antigua Emérita Au-
gusta.

• utopía inalcanzable
Una utopía es un ‘plan, proyecto, doctrina o sistema optimista que aparece como irrealizable en
el momento de su formulación’.
Sentía la verdadera amistad como una utopía *inalcanzable, espejismo lleno de sufrimiento, es-
fuerzo sobrehumano jamás recompensado.

• volver a reiterar, repetir, reiniciar, retomar, etc.


Uno de los valores del prefijo re- es el de indicar repetición de la acción, por lo que es redun-
dante usar verbos con este prefijo con la perífrasis reiterativa volver a.
Toma nuevo impulso y *vuelve a repetir la operación con renovado brío (correcto: repite).

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